Derecho Civil Obligaciones
Derecho Civil Obligaciones
Derecho Civil Obligaciones
Cuando en una obligación concurren dos o más acreedores o dos o más deudores
estamos ante una obligación plural y existen diversas posibilidades de ordenación de los
consorcios que se forman. Principalmente podemos tener obligaciones solidarias,
mancomunadas y mancomunadas de objeto divisible que se transforman en auténticas
parciarias. Y todas estas pueden, a su vez, ser de carácter activo o pasivo según el consorcio
se produzca en el lado acreedor o deudor.
- En las obligaciones mancomunadas de objeto divisible, la deuda o el crédito se
divide en partes, que se presumen iguales, aunque pueden no serlo, entre el número de
deudores y acreedores existente, convirtiéndose en deudas y créditos diferentes unos de
otros y totalmente independientes para cualquier vicisitud que pueda ocurrir.
En las obligaciones mancomunadas de objeto indivisible, cada uno de los
acreedores o deudores ostenta una parte del crédito o deuda, de tal modo que sólo actuando
conjuntamente podrán los acreedores realizar actos que los perjudiquen y los deudores
cumplir con el pago.
- En las obligaciones solidarias se distinguen de manera precisa las relaciones
externas de las internas. Así, en las relaciones externas, con la otra parte de la obligación,
cada acreedor solidario puede pedir la deuda íntegra al deudor que deberá pagarle todo y
después los otros coacreedores podrán exigirle su parte. En la solidaridad pasiva el acreedor
podrá dirigirse contra cualquiera de los codeudores solidarios que deberá pagar y,
posteriormente, podrá repetir de los otros codeudores la cuota parte de cada uno.
En los arts. 1137 y 1138 CC se establece una no presunción de solidaridad en
primer lugar, con otra presunción de parciariedad. Esos artículos son duramente criticados
por la doctrina pues parecen pensar en un tráfico jurídico ya superado. Hoy en día resulta
claro que la agilidad del tráfico jurídico demanda que cualquier codeudor deba pagarlo todo
y luego arreglarse con sus socios e igualmente que cualquier acreedor pueda pedirlo todo y
luego repartirlo con sus coacreedores. Siendo ésta la percepción habitual, no es de extrañar
que la jurisprudencia del Tribunal Supremo ofrezca una interpretación casi correctora de
estos artículos, encontrando vínculos solidarios en muchos casos en los que nada se pactó.
Obligaciones Indivisibles
Obligación indivisible es la que tiene por objeto entregar una obra intelectual, por
ejemplo un cuadro o un libro, en la medida que su objeto (la creación del pintor o del
escritor) no es susceptible de cumplirse por partes, siendo el objeto de la obligación una
obra acabada, que tiene valor para el acreedor en su integridad.
La indivisibilidad se funda en la naturaleza de la prestación, mientras que la
solidaridad se basa en el vínculo obligatorio. Por este motivo Domoulin decía que la
indivisibilidad era ex necesitate (de la imposibilidad de dividir el cumplimiento de la
obligación), y la solidaridad ex obligatione. La principal consecuencia que tiene esta
diferencia consiste en que mientras la indivisibilidad cesa cuando se sustituye el
cumplimiento in natura por una indemnización de daños y perjuicios, la solidaridad no se
extingue por esa transformación.
Finalmente señalar que la divisibilidad o indivisibilidad de la obligación presenta
mayor relevancia práctica en las obligaciones pluripersonales, es decir, en las que presentan
una pluralidad de sujetos, acreedores o deudores, que en las individuales o unipersonales
(un solo acreedor y un solo deudor). De ahí que el artículo 1149 del Código Civil señale
que "La divisibilidad o indivisibilidad de las cosas objeto de las obligaciones en que hay un
solo deudor y un solo acreedor no altera ni modifica los preceptos del Capítulo II de este
título", lo que significa que existiendo un solo acreedor y un solo deudor, son de aplicación
las reglas generales, quedando el régimen específico del artículo 1150 del Código Civil
para las colectivas.
Taller
Juan, cliente del Banco de Colombia le solicita un crédito, el cual se le concede
por $700.000.000, suma que se deposita en su cuenta corriente para ser invertida en
negocio de panadería; como codeudores suscriben el Pagare, Pedro y Manuel. Ante el
incumplimiento de Juan el banco demanda y con el producto de embargo de cuentas
de Manuel, obtiene la cancelación de la totalidad de la deuda. Manuel inicia un
proceso para repetir contra Juan y contra Pedro por una tercera parte de la deuda a
cada uno. Pedro lo contrata para que lo defienda. Que solución le daría al caso.
Fundamente jurídicamente su respuesta
Lo primero que debe hacer es verificar en qué calidad asumió esa responsabilidad.
Es posible que la persona haya firmado como fiador o como codeudor, en ambos casos los
efectos son distintos. En cuanto a los fiadores, debe recordarse que la fianza es una garantía
personal que le permite al fiador, una vez convocado al proceso ejecutivo, exigir que
primero se ejecute al deudor principal. Por el contrario, en el caso del codeudor, esa
persona asume el mismo lugar del deudor original, por lo que tiene una responsabilidad
igual a la de aquel y puede ser ejecutado. Al momento en que se constituye la obligación, se
debe pactar qué tipo de obligación será, ya que esta solo se presume en el derecho
mercantil. Del ejercicio se entiende que al banco exigirle a uno de los codeudores que se
haga responsable de la obligación, esta es solidaria.
La solidaridad es un vínculo que expresamente contraen las partes por medio del
cual el acreedor puede exigir a cualquiera de los varios deudores de una obligación que la
cumpla en su totalidad. Esta cumple la función de otorgar al acreedor la garantía ilimitada
de varios sujetos, y con ello, de varios patrimonios simultáneamente deudores y, por ende,
responsables de la misma obligación.
En síntesis, cada uno de los obligados debe simultáneamente la misma prestación
solidaria, ya que subsiste el nexo hasta cuando el interés del acreedor sea satisfecho
totalmente o la obligación se extinga por otro medio. El acreedor puede dirigir su demanda
de pago contra todos los deudores solidarios conjuntamente, o contra cualquiera de ellos a
su arbitrio, sin que éste pueda oponer el beneficio de división. Ya que quien asume una
obligación solidaria se compromete a responder por ella en las mismas condiciones que los
demás obligados.