Evolución Histórica Del Arbitraje
Evolución Histórica Del Arbitraje
Evolución Histórica Del Arbitraje
El juicio arbitral sus orígenes los encontramos en primer plano en el derecho romano, ya se
hace mención en las Doce Tablas que contenían disposiciones relativas a los árbitros. La tabla
IX-III, por ejemplo, imponía la pena de muerte al árbitro que hubiera recibido dinero para
pronunciar su sentencia (Peralta, 2002).
Para establecer el desarrollo del arbitraje en Roma, se establecieron tres fases del
procedimiento Romano:
Por lo que en la primera se tenía relación ante un magistrado, en la segunda ante un árbitro o
bien ante varios de ellos integrando un jurado y este no era un órgano del Estado. En la cual en
la primera se exponía el caso y en la segunda fase se recibían las pruebas sobre los hechos
alegados, y en la tercera era ante un juez privado el cual emitía su opinión.
En la edad Media, fue propicia al arbitraje talvez era la combinación entre los sistemas
romanos y germano que dio lugar a ello. Donde el arbitraje y los consulados más adelante
tuvieron su mayor desarrollo. (Peralta, 2002).
En la edad media al parecer era una combinación ente los sistemas romanos y germano que
dio lugar a ello. Donde el arbitraje y los consulados más adelante tuvieron mayor desarrollo.
(Peralta, 2002).
Analizando esta {época se puede establecer diversas características del juicio arbitral en el
derecho romano:
En esa época existía una intervención significativa de personas llamadas jueces estatales en el
procedimiento arbitral, incluyendo la revisión de las decisiones sustantivas de los árbitros.
A finales del siglo XIX y a principios del siglo XX el desarrollo del arbitraje internacional
moderno comenzó, basándose en legislaciones nacionales. La forma en que las jurisdicciones
nacionales regulaban el arbitraje reflejaba diversas concepciones y actitudes legislativas y
judiciales ante el mecanismo del arbitraje.
Como resultado del régimen internacional, las legislaciones y jueces estatales no reconocían
que se utilizaba en el área comercial el arbitraje en lugar de la jurisdicción estatal por otro lado
las cortes estatales percibían al arbitraje como un rival. (Peralta, 2002, pág. 3).
En 1834 aparece el primer código mercantil que regula el juicio arbitral en negocios
mercantiles previa la celebración del compromiso a través de escritura pública, documento
privado, o petición escrita de las partes ante el juez o convenio de las mismas ante esa
autoridad. En esa regulación se destaca la necesidad de determinar en el compromiso, bajo
pena de nulidad, el objeto o negocio que será objeto del arbitraje, la opción que tienen las
partes a elegir a los árbitros conjuntamente o por separado y la designación del tercer árbitro
en caso de discordia, el plazo en que deba pronunciarse la sentencia y la renuncia a la
apelación si así convienen aquellas. En lo que se refiere a la sujeción del o de los árbitros al
objeto del arbitraje, se franquea el recurso de nulidad ante el juez mercantil cuando se
hubiesen excedido en sus facultades; autoridad judicial que dispone la ejecución de las
sentencias arbitrales, como anticipo de lo que actualmente se denomina el auxilio judicial.
La Ley de Organización Judicial del 31 de diciembre de 1857 que ya reconocía que "también
hay otros jueces nombrados por las partes para conocer y sentenciar los negocios que
disputan y estos se denominan árbitros", justificando esta denominación "porque su
nombramiento y su ejercicio dependen de sola la voluntad o arbitrio de las partes" como
expresa textualmente su articulado que también determina que los únicos requisitos para
desempeñar la función arbitral son la mayoría de edad, saber leer y escribir subrayando que
las personas "podrán terminar sus diferencias en negocios civiles o en los de injurias que no
produzcan acción criminal por medio de jueces árbitros o amigables componedores".
Fue necesario que transcurran más de cien años para que recién puedan plasmarse en realidad
varios intentos de actualización de los antiguos y valiosos códigos Santa Cruz. Primero en 1975
con el Código de Procedimiento Civil y, luego, en 1977 con el código de comercio, se dan las
nuevas pautas de una relativa modernización de la institución del arbitraje en el país. En el
código señalado en primer término, se observa la existencia de un capítulo para regular el
proceso arbitral de derecho y otro para el juicio de arbitradores o amigables componedores,
aplicable éste cuando en el compromiso no se hubiere estipulado si el arbitraje será de
derecho o del género de este último y estableciéndose su validez en caso de haberse
autorizado a los árbitros decidir la controversia según la equidad y no de acuerdo a derecho.
En ese mismo afán de brindar estos servicios a la sociedad, en procura de lograr rápido retorno
a la paz social a través de incentivar la aceptación y aplicación de esos métodos alternativos, el
Ilustre Colegio de Abogados de La Paz y alguna otra institución se ha dado a la tarea de formar
conciliadores y arbitradores y organizar su propio Centro de Arbitraje y Conciliación. La
creación del referido centro por la Cámara Nacional de Comercio y su funcionamiento
mediante la aplicación de un reglamento adecuadamente perfilado para suplir vacíos, exigió
que el Gobierno se preocupara de dotar al país con una normatividad especializada que
tuviese el propósito de incentivar el interés de quienes prefieren soluciones más o menos
rápidas y efectivas en lugar de asistir al resultado que pueda deparar el pesado
desenvolvimiento de la maquinaria judicial a causa del indiscriminado tratamiento de todo tipo
de litigios, muchos de los cuales no merecen restar tiempo a la agobiada administración de
justicia.