Estudio de Salmo 42
Estudio de Salmo 42
Estudio de Salmo 42
SALMO 42
Introduccin: Cmo reaccionamos frente a las adversidades de la vida? 1. Las Circunstancias del Salmista Una lectura del salmo, indica que el autor estaba pasando por una situacin bastante difcil. Veamos algunas de las circunstancias que le afectaban en ese momento: a. Estaba Sufriendo (v.7) El autor no nos ofrece mayores detalles acerca de su sufrimiento; sin embargo, la expresin que usa, en el v.7b, indica que el sufrimiento era grande. Habla de ondas y olas de sufrimiento. El cuadro que presenta es de una tormenta en el mar, que levanta tremendas olas, que amenazan con quitarle la vida (ver Jons 2:3). Al igual que Jons, el salmista atribuye este sufrimiento a Dios. Dirigindose a Dios, habla de, tus ondas y tus olas. Tenemos algo parecido en Sal 88:7. En el Salmo 42, no hay indicacin alguna que el autor se siente culpable de cometer pecado, y que sus sufrimientos se deben a la disciplina de Dios. De todos modos, cree que es Dios quien ha enviado estos sufrimientos. Es ms, para resaltar la enormidad de sus sufrimientos, el salmista aade la palabra, Todas tus ondas y tus olas. Da a entender que Dios no lo guard, ni siquiera de una oleada de sufrimiento todo se le vino encima. Nos hace pensar en el sufrimiento de Job, quien perdi todo hijos e hijas, sirvientes, animales, cosechas, casa, y hasta su propia salud (Job 1:13-19; 2:7-8). Estas ondas y olas de sufrimiento, no solo lo golpearon, sino que lo tumbaron por completo; dice, Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre m. Ver Sal 88:16. El autor se sinti arrollado por las oleadas de sufrimiento; una tras otra venan sobre l, profundizando su dolor. Reflexin: Eres conciente de estar sufriendo? Sientes que Dios es responsable por ese sufrimiento? b. Enemigos lo Estaban Atacando (v.3b, 9b-10) Parte, a lo menos, del sufrimiento del salmista era la presencia y la hostilidad de ciertos enemigos que lo rodeaban. Qu hacan estos enemigos?
i.
Lo opriman (v.9b). David usa este verbo para personas que peleaban contra l (Sal 56:1-2). Tambin se usa para describir el sufrimiento causado por naciones vecinas que invadan y conquistaban al pueblo de Israel (Sal 106:41-42). El autor
de este salmo era conciente de la presin (fsica, psicolgica y espiritual), de sus enemigos
ii.
Lo afrentaban (v.10). Se burlaban del salmista, preguntndole por qu Dios no lo ayudaba (ver v.3b). Estas burlas eran como clavadas de cuchillo en el corazn del salmista. El dolor de estos comentarios era tan fuerte, que lo compara con alguien hiriendo los huesos (v.10a). Lo hacan continuamente. La burla de sus enemigos era algo que ocurra todos los das (v.3b; comparar v. 10b). El salmista senta que no tena descanso de estos ataques verbales.
iii.
Reflexin: Eres conciente de algunos enemigos que procuran tu mal? Eres conciente de sus ataques contra tu vida y bienestar? c. Estaba Lejos de Jerusaln (v.6; ver v.4) Lo que complicaba el asunto para el salmista, era que en ese momento estaba lejos de la ciudad de Jerusaln; estaba en la tierra del Jordn, en la regin de los hermonitas, en el monte de Mizar (v.6). El monte de Hermn est al norte de Palestina (ver mapa bblico). Es la regin donde nace el ro Jordn. Es una zona montaosa, donde quiz haba un monte llamado Mizar (que significa, pequeo). Qu estaba haciendo el salmista en esa regin, tan lejos de Jerusaln? No sabemos; pero, al parecer, no tena la libertad para volver a Jerusaln. Esto indica una suerte de exilio forzado. Jerusaln era donde estaba el templo de Dios, y parte del dolor del salmista era que se acordaba de momentos muy especiales, cuando no solo iba al templo para adorar a Dios, sino que diriga al pueblo hacia la casa de Dios (v.4b). En esos momentos, experimentaba tremendo gozo y alegra (v.4c). Pero ahora, lo nico que poda hacer era recordar dichos momentos felices; y eso le haca sentir peor (v.4a). Reflexin: Te sientes lejos de casa, lejos de tus seres queridos? Te sientes lejos de Dios? Has dejado de asistir a la Iglesia? Solo te acuerdas de bonitos tiempos en la presencia de Dios, pero ya no los experimentas? 2. La Reaccin del Salmista Cmo reaccion el salmista ante esta situacin? Bueno, es muy honesto. De las palabras del salmo, podemos distinguir las siguientes reacciones: a. Desaliento espiritual (v.5a, 9b, 11) Lo que queda muy claro en este salmo, es que el autor estaba deprimido; experimentaba un tremendo desaliento espiritual. Su alma (es decir, la persona que realmente era, no la fachada que presentaba al mundo) estaba abatida (v.5a, 6a, 11a). La palabra significa agachada; indica una persona postrada internamente, por el peso de los sufrimientos. En Sal 38:6, la palabra es traducida, encorvado. Es ms, su alma tambin estaba turbada (v.5a, 11a). La palabra seala, una intranquilidad interna muy fuerte. En el Sal 46:3, este trmino se usa para describir las aguas movidas por una
tormenta, que hacan temblar a los montes. Era la clase de intranquilidad interna que se expresaba en gemidos (como el rugido del mar, cuando est embravecido!). Ver Sal 77:3. Sus sufrimientos eran tal, que se senta enlutado (v.9b). Era lo que David experimentaba, cuando un amigo suyo estaba enfermo (ver Sal 35:13-14). El salmista andaba angustiado, con una cara triste, y todas las expresiones corporales propias de una persona que ha perdido un ser querido, y que siente que la vida ya no vale ms. Reflexin: Alguna vez has sentido esta clase de desaliento espiritual? Lo estars sintiendo ahora? b. Lgrimas (v.3a, 4a) Inevitablemente, el desaliento espiritual se manifest en lgrimas. Derramaba su alma dentro de s (v.4a), y eso produjo un mar de lgrimas (v.3a). El salmista evidentemente era un hombre muy sensible. Ante tanto dolor, las lgrimas corran por sus mejillas cada da. No slo cada da, sino cada noche tambin (v.3a). Eran tantas sus lgrimas, que las compara con su pan diario. Tenemos una descripcin parecida, en Sal 102:8-10. Reflexin: Alguna vez has llorado por tu desaliento espiritual? Has llegado a tal extremo? Hay una hermosa promesa, en Mateo 5:4, para los que lloran por razones espirituales. Comparar Sal 80:4-7. c. Sed Espiritual (v.1-2) Ante tanto sufrimiento, y experimentando un quebranto tan profundo, el salmista se da cuenta que su nica esperanza es Dios. Por ende, comienza a sentir una gran necesidad de Dios en su vida; una necesidad que compara con la sed de un animal del desierto (v.1). En medio del dolor, el salmista exclama, Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo (v.2). Comparar Sal 63:1. Es bueno sentir esta sed espiritual, porque hay una promesa de satisfaccin (Is 55:1; Juan 7:37-39). Un da, una mujer samaritana se acerc al pozo, para sacar agua. Aunque tena necesidad de beber, tena una sed espiritual mucho ms profunda. Al lado del pozo se encontr con Aquel que es el agua de vida, y la mujer saci su sed para siempre (Juan 4). Reflexin: Sientes una sed espiritual o ests satisfecho con tu vida? Si tienes sed, cmo la ests saciando? Deja que esa sed te lleve a Dios! 3. La Decisin del Salmista Frente a esta situacin, el salmista no queda inactivo. No acepta pasivamente todo lo que est viviendo. Decide hacer algo al respecto. Qu se propone hacer? a. Acordarse de Dios (v.6b) A veces, en medio del dolor de las circunstancias adversas, es fcil perder de vista a Dios. Miramos tanto al dolor que nos rodea, que nos olvidamos de Dios. A veces aun nos resentimos
con Dios. Este es un error fatal! Parece que el salmista fue conciente de este peligro. Por ende, tom una decisin se iba a acordar de Dios. En otras palabras, iba a volver a poner su mirada en Dios. Otros pasajes que hablan de esto incluyen Sal 20:7; 22:27; 63:6. Acordarse de Dios es algo que todo creyente tiene que hacer (ver Col 3:1-2; Heb 12:2-3). Reflexin: Nos hace falta recordar a Dios en nuestras vidas o circunstancias? Hemos desviado nuestra mirada de Cristo? b. Cantar a Dios (v.8b) Cuando volvemos a poner nuestra mirada en Dios, lo primero que ocurre es que nuestra fe comienza a fortalecerse. Empezamos a tener mayor confianza del futuro, y pronto eso se expresa en cnticos de alabanza y adoracin. Eso le pas al salmista. Acordndose de Dios (v.6), comenz a sentir un deseo de cantar a Dios (v.8b). Hay un hermoso ejemplo de esto en Hch 16:23-25. Reflexin: Tenemos un cntico en nuestros corazones? Hay expresiones de alabanza en nuestros labios? c. Orar a Dios (v.8c-9) A la par que nuestra fe se va levantando, sentimos nuevos deseos de orar, y clamar a Dios. Eso ocurri al salmista. De cnticos de alabanza, pasa a la oracin (v.8c-9). Es interesante notar un detalle: se dirige, al Dios de mi vida (v.8c). Es el Dios que le dio vida, y es el Dios que se encarga de su vida, a lo largo de su peregrinaje. Por fin el salmista se da cuenta que toda su vida est en las manos de Dios aun en estas circunstancias adversas (Rom 8:28). Y esa confianza, le anima a buscar a Dios en oracin. En su oracin, es bastante honesto: Roca ma, por qu te has olvidado de mi?. Lo honra, llamndole, Roca; y lo personaliza, Eres MI Roca. Sin embargo, tambin da rienda suelta a lo que siente, por las circunstancias que le tocaba vivir y quiz por oraciones anteriores, aparentemente no contestadas: por qu te has olvidado de mi?. Bueno, a Dios le gusta nuestra honestidad, con tal que sea balanceada con respeto. Reflexin: Estamos confiando en Dios? Esa confianza se refleja en una vida de oracin? d. Esperar en Dios (v.5b, 11b) El salmista tambin es suficiente honesto para reconocer que Dios, quiz, no lo sacar inmediatamente de las circunstancias que le rodean. Por ende, determina que va a esperar en Dios (v.5b, 11b). Este verbo conlleva la idea de confiar, y tambin aguardar, hasta que Dios d respuesta a su oracin. La gran diferencia, es que ahora el salmista est esperando confiadamente, sabiendo que llegar el da cuando podr alabar a Dios por Su liberacin (v.5b, 11b; comparar v.8a).