t.1 - Conciliacion - Transaccion

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UNIVERSIDAD DE HUÁNUCO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

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CONCILIACION Y TRANSACCION
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✓ Estudiante: Julio Cesar Ramos Ramírez

✓ Curso: Conciliación, Negociación y Arbitraje

✓ Docente: José Eynar Escalante Soplin

✓ Ciclo: X

HUÁNUCO 2022
RESUMEN

se explicará la figura jurídica de la conciliación, sus características y sus alcances. En


segundo lugar, se analizará a la transacción extrajudicial con la resolución homologatoria
cuyo soporte fáctico es una transacción, así como la diferencia entre ambas a fin de
demostrar si son o no equiparables. De igual modo, se analizará a la conciliación
extrajudicial con la resolución homologatoria cuyo soporte fáctico es una conciliación, así
como la diferencia entre ambas a fin de demostrar si son o no equiparables.
INDRODUCCIÓN

en primer lugar, se explicará la figura jurídica de la transacción, sus características, sus


efectos y sus alcances. Asimismo, se explicará la figura jurídica de la conciliación y sus
características. En segundo lugar, analizará a la transacción extrajudicial con la resolución
homologatoria cuyo soporte fáctico es una transacción, así como la diferencia entre ambas a
fin de demostrar si son o no equiparables. De igual modo se analizará a la conciliación
extrajudicial con la resolución homologatoria cuyo soporte fáctico es una conciliación, así
como la diferencia entre ambas a fin de demostrar si son o no equiparables. Finalmente, se
responderá a la pregunta formulada para ello se realizará un análisis al Primer Pleno
Casatorio Civil y a las cuestiones establecidas en dicho precedente vinculante.
LA CONCILIACIÓN

En el Perú hay dos modalidades de conciliación: la judicial y la extrajudicial. A continuación,


desarrollaremos cada una de ellas.
La conciliación judicial:

Se encuentra regulada en los artículos 323° al 328° del Código Procesal Civil Peruano, en
adelante, el “CPC”. En el artículo 323° se señala la oportunidad de la conciliación:

“Las partes pueden conciliar su conflicto de intereses en cualquier estado del proceso,
siempre que no se haya expedido sentencia en segunda instancia”.

Siendo ello así, la conciliación es un negocio jurídico bilateral el cual “se realiza dentro de
un proceso siendo un acto procesal”.

La conciliación se da previamente a la interposición de una demanda con el fin de que las


partes eviten el inicio de un proceso para que se pueda dar una solución rápida atendiendo a
razones de celeridad y economía que genera el inicio de un proceso.

Respecto a su formalidad el artículo 324° del CPC indica que esta se lleva a cabo ante un
centro de conciliación elegido por las partes; no obstante, si ambas lo solicitan, puede el Juez
convocarla en cualquier etapa del proceso. Luego, una vez que el juez haya aprobado que la
conciliación se trata sobre derechos disponibles, teniendo en cuenta la naturaleza del derecho
en litigio se habrá cumplido con el requisito de fondo de la conciliación. Es importante tener
en cuenta que hay materias no conciliables las cuales las señalaremos más adelante.

Posteriormente, se fija la audiencia de conciliación una vez aceptada la propuesta


conciliatoria del juez por las partes este declara concluido el proceso conforme a lo
establecido en el artículo 327° del CPC. Esa “aceptación del juez es la homologación, cuando
el juez mediante resolución homologatoria acepta la conciliación, decide respecto del pedido
de conclusión del proceso. Hay una declaración sobre el fondo”.

Asimismo, conforme al artículo 328° del CPC la conciliación surte el mismo efecto que la
sentencia que tiene la autoridad de la cosa juzgada.
Con respecto a la conciliación extrajudicial esta la desarrollaremos y analizaremos en el
siguiente capítulo.

LA CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL Y LA RESOLUCIÓN


HOMOLOGATORIA
Acerca de la conciliación extrajudicial, esta “es un medio alternativo de resolución de
conflictos que se ha establecido como un requisito para el acceso a los tribunales. La
conciliación extrajudicial se encuentra regulada en la Ley N° 26872 y su Reglamento
aprobado por el Decreto Supremo N° 014-2008-JUS.
Conforme al artículo 3° de la Ley N° 26872 esta se lleva a cabo en un Centro de Conciliación.
Cabe mencionar que la conciliación es una institución consensual, en donde los acuerdos
adoptados obedecen única y exclusivamente a la voluntad de las partes tal como lo señala el
artículo 3° de la Ley N° 26872. En el artículo 5° de la misma ley se indica que “la
Conciliación es una institución que se constituye como un mecanismo alternativo para la
solución de conflictos, por el cual las partes acuden ante un Centro de Conciliación
Extrajudicial a fin que se les asista en la búsqueda de una solución consensual al conflicto”.
En el artículo 6° se establecen los supuestos en los cuales no procede la conciliación
extrajudicial, los cuales son los siguientes cuando: “a) La parte emplazada domicilia en el
extranjero; b) En los procesos contencioso administrativos; c) En los procesos cautelares; d)
De ejecución; e) De garantías constitucionales; f) Tercerías; g) En los casos de violencia
familiar; y, h) Cuando se trate de derechos y bienes de incapaces a que se refieren los
Artículos 43° y 44° del Código Civil”. A demás, la conciliación será facultativa en aquellos
asuntos en los que el Estado sea parte.
Respecto a las diferencias entre conciliación extrajudicial y la resolución homologatoria que
da un juez es importante indicar que “la cosa juzgada recae sobre la resolución que homologa
la conciliación mas no sobre la propia conciliación”. Siendo ello así, la conciliación judicial
es un negocio material celebrado en el contexto de un proceso que da origen a una resolución
homologatoria. La conciliación extrajudicial no genera cosa juzgada como sí lo hace la
resolución homologatoria.
La conciliación es un negocio material celebrada en el contexto de un proceso que da origen
a una resolución homologatoria, si se tiene una resolución homologatoria, no es lo mismo
oponer una sentencia (la resolución homologatoria dada por un juez) que mostrar un contrato
de conciliación extrajudicial. Una resolución homologatoria realizada por un juez en base a
la existencia de una transacción en el contexto de un proceso judicial no es equiparable a una
minuta que se firma en una conciliación extrajudicial.

¿QUÉ ES LA TRANSACCIÓN?

La transacción se encuentra regulada en los artículos 1302° al 1312° del Código Civil
Peruano, en adelante, Código Civil. En el artículo 1302° se señala:
“Por la transacción las partes, haciéndose concesiones recíprocas, deciden
sobre algún asunto dudoso o litigioso, evitando el pleito que podría
promoverse o finalizando el que está iniciado.
Con las concesiones recíprocas, también se pueden crear, regular, modificar
o extinguir relaciones diversas de aquellas que han constituido objeto de
controversia entre las partes.
La transacción tiene valor de cosa juzgada” (el subrayado es nuestro).
De la lectura del artículo 1302° se destacan 4 características esenciales de la transacción:
1) hay concesiones recíprocas por ambas partes que deciden sobre algún asunto dudoso o
litigioso, 2) se busca con ello evitar un futuro litigio o proceso que podría suscitarse o
culminar el que se encuentre iniciado, 3) con dichas concesiones recíprocas se puede crear,
regular, modificar o extinguir relaciones diversas de aquellas que han constituido objeto de
controversia entre las partes y finalmente 4) tiene valor de cosa juzgada.

La transacción después del pago, constituye la figura extintiva más importante. De acuerdo
con Osterling y Castillo “no sólo se trata de un medio extintivo de obligaciones, sino que
comprende aspectos particulares que la delimitan como una de las figuras más ricas y
complejas de nuestro ordenamiento jurídico”.
Otro aspecto importante de la transacción es la dificultad de encuadrarla jurídicamente.
Vásquez citando a Riva señala que esto se debe porque “se trata de una institución jurídica
ubicada en la frontera entre el derecho sustancial y el derecho procesal, por sus
particularidades relativas al propósito que persigue (prevención o remoción de la litis), por
la multiplicidad y diversidad de su contenido y de sus efectos (identificados de manera
general como concesiones recíprocas)”.

EFECTOS Y ALCANCES DE LA TRANSACCIÓN

La transacción, de acuerdo con Rodríguez Aliaga, se trata de un “acto jurídico bilateral


(porque hay dos partes), consensual (debido a que emana de la voluntad de las partes), con
prestaciones (concesiones) recíprocas que produce efectos jurídicos diversos como: resolver
un asunto controvertido, el mismo que puede estar revisándose o no ante alguna instancia
judicial, a iniciativa de las partes; preestablecer el comportamiento de las partes ante un
eventual conflicto; y crear, modificar y/o extinguir determinadas relaciones jurídicas entre
quienes la suscriben”.

Acerca de las concesiones recíprocas cabe señalar que no es un requisito que estas sean
equivalentes, con lo cual se indica que “puede haber desproporción entre ellas; sin embargo,
no por ello está permitido que exista lesión en la transacción”.

Con respecto a su utilidad las personas recurren a ella para solucionar sus controversias ya
que por medio de esta “las partes dictan su propia sentencia ahorrándose los costos que
implica el proceso; por ello, atendiendo a razones de celeridad y economía, el código civil
actual amplió el ámbito de la transacción”. Abriendo la posibilidad a las partes de resolver
sus diferencias, siendo “lo más resaltante el que puedan comprender en la transacción todas
sus relaciones jurídicas, sean o no extrañas a la controversia y aun cuando fueran pacíficas,
cabe destacar que se ha otorgado mérito ejecutivo a la transacción celebrada fuera de juicio”.
De acuerdo con Franzoni citado por Vásquez “dicho instrumento jurídico permite a sus
actores evitar los gastos de un eventual proceso judicial, acortar una controversia judicial ya
iniciada, así como evita una prolongada y costosa actuación de los medios probatorios”.
Con respecto a la forma de la celebración en el Código Civil se exige que el requisito formal
necesario para su celebración es que conste por escrito bajo sanción de nulidad, sin requerirse
la formalidad de escritura pública.

Acerca de los efectos de la transacción los principales son los siguientes: “es obligatoria o
vinculante, es extintiva y tiene efecto declarativo”.
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Con respecto a los alcances de esta figura jurídica, de acuerdo con el artículo 1303° del
Código Civil vigente se señala que esta “debe contener la renuncia de las partes de cualquier
acción que tenga una contra la otra sobre el objeto de dicha transacción”. Cabe mencionar
que no es necesario que las partes declaren expresamente que hacen renuncia sobre el objeto
que es materia de la transacción.

¿Cuáles son las consecuencias que genera?

Su incidencia se encuentra en dos niveles: en la forma y en el fondo. A nivel formal: “es un


contrato que apunta a extinguir relaciones jurídicas existentes que se encuentran en
controversia”13. Es una forma para extinguir obligaciones. Por otro lado, “en cuanto al nivel
de fondo, lo que subyace de esta figura es la búsqueda de paz y armonía, ello pues si
existiendo conflicto y las partes no tienen ninguna intención de ceder no hay cabida a
transacción alguna y por ende las partes en ese caso preferirían iniciar o continuar con la
disputa judicial”.

En la transacción hay una manifestación de voluntad de las partes a crear, modificar,


extinguir relaciones jurídicas con lo cual tiene naturaleza contractual. Es una institución
contractual “no es un fin en sí mismo sino un medio por el cual los individuos programan
reglas que les permiten abandonar los estados de necesidad en los que se encuentran y así
dar satisfacción a sus propios intereses, de esa manera el contrato se configura como un acto
de autonomía privada”. Asimismo, Vásquez citando a Ferri, en ´El negocio jurídico´ señala
que “el ejercicio de la autonomía privada que resultaría jurídicamente vinculante para las
partes que lo crearon en la medida que se encuentre en sintonía con los valores acogidos por
el ordenamiento jurídico, es decir el orden público, las normas imperativas y las buenas
costumbres”.
La transacción tiene una función económica que consiste en la superación del conflicto entre
individuos.
Acerca del contenido patrimonial del contrato, analizando el artículo 1305° del Código Civil
sólo los derechos patrimoniales pueden ser objeto de la transacción.

LA TRANSACCIÓN EXTRAJUDICIAL Y LA RESOLUCIÓN


HOMOLOGATORIA

En el Perú se clasifica a la transacción como judicial y extrajudicial. Respecto a esta


clasificación es relevante señalar que consideramos que diferenciar a una transacción como
judicial o extrajudicial es un lenguaje poco preciso porque transacción sea que se celebre en
el contexto de un proceso o no es un contrato, la naturaleza de esta es la misma, porque lo
que hace la diferencia entre ambas es la resolución homologatoria para todo efecto; es decir,
la diferencia entre la transacción judicial y la extrajudicial es la existencia de resolución
homologatoria que concluye el proceso.

En el caso de la transacción judicial una vez que el juez evalúa la existencia de concesiones
recíprocas y que no afectan el orden público y las buenas costumbres homologa la
transacción mediante resolución. Las partes en litigio pueden acordar poner fin a este
mediante una transacción la cual será sometida a control jurisdiccional para lograr un efecto
homologatorio sobre dicho acuerdo18. El artículo 337° del Código Procesal Civil vigente
señala que la resolución homologatoria es una sentencia que tiene efectos de cosa juzgada,
para todos los efectos es una sentencia con cosa juzgada que dada las circunstancias fue
originada en el contexto de una transacción.
Es relevante señalar que “la cosa juzgada recae sobre la resolución que homologa la
transacción mas no sobre la propia transacción”. Siendo ello así, la transacción judicial es un
negocio material celebrado en el contexto de un proceso que da origen a una resolución
homologatoria.
Es relevante señalar que transacción extrajudicial no genera cosa juzgada como sí lo hace la
resolución homologatoria.
Es importante indicar que tal como señala el voto en minoría en el Primer Pleno Casatorio21
coincidimos en que la transacción extrajudicial carece de la autoridad porque no tiene el
imperium (poder de mando) que sí tiene la sentencia firme. Carece de la eficacia de la cosa
juzgada ya que no tiene la eficacia de la sentencia firme porque no es inmutable. Y por último
no es inimpugnable.

Habiendo dejado claro la diferencia entre la transacción judicial y la extrajudicial


procederemos a hacer un análisis al Primer Pleno Casatorio.

CONCLUSIONES

La transacción extrajudicial no homologada judicialmente no puede ser opuesta como


excepción procesal conforme a lo regulado por el inciso 10 del artículo 446° e inciso 4 del
artículo 453° del Código Procesal Civil. Si existe una transacción extrajudicial no
homologada judicialmente, esta no debe ser un supuesto que sirva como motivo para plantear
una excepción procesal para terminar un proceso.

La transacción sea que se celebre en el contexto de un proceso o no es un contrato, la


naturaleza es la misma, por eso hablar de transacción judicial o extrajudicial es un lenguaje
poco preciso porque la diferencia entre ambas es la resolución homologatoria para todo
efecto. La diferencia entre la transacción judicial y la extrajudicial es la existencia de
resolución homologatoria que concluye el proceso. La resolución homologatoria es una
sentencia.

El demandado debe oponer la transacción extrajudicial en el escrito de contestación de la


demanda y como defensa de fondo para que el Juez se pronuncie sobre ella en la sentencia.
En esta sentencia se resolverá si aquella transacción extinguió la obligación que se pide en
la demanda.
La excepción de conclusión de proceso por transacción sólo puede ampararse en la
transacción judicial celebrada entre las mismas partes en el primer proceso idéntico; en
cambio, la transacción extrajudicial sólo puede presentarse como defensa de fondo en el
escrito de contestación de la demanda.

El voto en mayoría de la Corte Suprema analiza erróneamente el caso al declarar fundada la


excepción de conclusión de proceso por transacción extrajudicial y da argumentos para
equipararla con la transacción judicial porque son documentos que de ninguna manera
equivalen a lo mismo ya que una resolución homologatoria realizada por un juez en base a
la existencia de una transacción en el contexto de un proceso judicial no es equiparable a una
minuta que se firma en una transacción extrajudicial.

Una resolución homologatoria realizada por un juez en base a la existencia de una transacción
o conciliación en el contexto de un proceso judicial no es equiparable a la minuta que se
firma en una transacción extrajudicial o en una conciliación extrajudicial.

Bibliografía
https://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/bitstream/handle/20.500.12404/16258/PRIETO_ME
NA_MARYCARMEM%20%281%29.pdf?sequence=1&isAllowed=y

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