Ensayo San Bernardo

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UNIVERSIDAD CATOLICA LUMEN GENTIUM

ESCUELA DE TEOLOGÍA
HISTORIA DE LA IGLESIA EN LA EDAD MEDIA Prof. Guillermo Hernández Rmz.
Presenta: Zárate Dávila Beatriz Adriana
II Semestre
Monterrey, N.L., a 17 de abril 2021

SAN BERNARDO DE CLARAVAL,


DE DOCTOR MELLIFLUUS A DEFENSOR DE LA IGLESIA. ENSAYO.

Introducción.
"Yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas
del infierno no prevalecerán contra ella"1.

Éstas palabras han sido siempre actuales y han resonado con fuerza en muchos
momentos de la Historia de la Iglesia ya que, aunque la reconocemos como Santa, por su
fundador que es el mismo Cristo y por el llamado que cada bautizado tiene de llegar a ser
Santo como lo es su Señor 2, también reconocemos que está conformada por hombres y
mujeres de carne y hueso y con un libre albedrío, por medio del cual, gobiernan sus
acciones, ya sea en la fidelidad a Dios, o bien, lejos de ella.

En este contexto, trataremos una época específica en este ensayo, la época de los
años 1130-1138 en la que la Iglesia vivió un cisma a causa de la división en la que se debía
elegir un nuevo Papa, sin embargo, los intereses políticos se sobrepusieron a la riqueza
espiritual y a la fidelidad de las obligaciones y compromisos que éste debía tener. En ésta
época vivió San Bernardo y fue él la lumbrera que vino a aclarar todos estos errores en los
que se había caído y por los cuales, se había, en cierta manera, traicionado el corazón de la
Iglesia3. Ahora bien, ¿quién es San Bernardo y cuál su participación para que ayudara a
terminar con este cisma? Lo veremos, aunque brevemente, en las siguientes páginas donde

1
Mateo 16, 18
2
Cfr. 1 Pe 1, 15-16
3
TESIS DE DOCTORADO, Aurelio Alfonso Pastori Ramos, Bernardo de Claraval y la guerra santa, pág. 28.
alcanzaremos a comprender cómo es que un alma sencilla pero decidida y firme en sus
convicciones y en su fe, puede ser tan dulce como lo era San Juan, que se recostó en el
pecho del Señor4 y tan firme, a la vez, como San Pablo, quien una vez que fue derrumbado
del caballo y conoció a Jesús, no dio vuelta atrás y de perseguidor, pasó a ser uno de los
más fieles discípulos sus discípulos.

1. San Bernardo, los inicios de un Santo Profeta.


1.1 Contexto Histórico.

El siglo XII fue el siglo que continuó con una serie de reformas que durante la
época de Gregorio VII, en el siglo anterior, se siguieron llevando a cabo. Dichas reformas
eran centradas en la independización del Clero de las ataduras gubernamentales y políticas,
luchando así contra uno de los mayores problemas del momento, que eran las investiduras
clericales que se daban a cualquiera que fuera apoyado por los feudos, incluso había
hombres casados como responsables de Iglesias o incluso abadías quienes no se
preocupaban en sí por los bienes espirituales o cumplir con las normas eclesiásticas o del
cumplimiento de la regla de cada monasterio, como de los beneficios de estar al frente de
cada uno de éstos, beneficios de títulos, de poder, de favores feudales. A partir de esto,
nacen reformas que buscan contrarrestar estos vicios y buscar la independencia de ellos
para que así, los cargos clericales, recaigan sólo en éstos, que son quienes conocen la
realidad ad intra de la Iglesia. Un paso importante para esto se dio en la época de Gregorio
VII, quien realizó un sínodo en el 1074 en Roma donde prohibió en lo futuro vender o
comprar oficios eclesiásticos, quedaba también prohibido a los sacerdotes que vivían en
concubinato el oficiar la Santa Misa y a los clérigos de menor rango en esta situación, se les
prohibió servir en el altar y promovió las exenciones de las órdenes monásticas que no
estuvieran sujetas a nadie sino sólo a la Santa Sede, como ejemplo está el convento de
Cluny. Las cosas cambian hasta el papado de Calixto II (1119-1124) quien firme en su
deseo de reforma supo llegar a acuerdos con el rey. Durante 40 días se hicieron
negociaciones y se logró el concordato de Worms donde se estableció que los obispos

4
Cfr. Jn 13, 23
serían elegidos libremente por los ministros eclesiales en presencia del emperador, pero, sin
violencia o simonía. Desaparecería la investidura con el anillo y el báculo que entregaba el
rey y la investidura recibida sería con las posesiones seculares mediante el cetro regio y
pronunciarían el juramento del vasallaje para pasar después a la consagración. En el primer
concilio de Letrán en 1123, se confirmaron estos acuerdos5, sin embargo, ya en el siglo XII,
la reforma gregoriana no tiene la misma fuerza que antes, de hecho, se tambalea al
enfrentarse de lleno con el pensamiento más exigente y radical de algunos pensadores
reformistas más radicales que pedían al Papado un cumplimiento más fiel de las verdades
evangélicas. Entre estos pensadores estaba Bernardo6. Por demás, en la época se vivían las
cruzadas, de manera que la Iglesia estaba enemistada con varias ciudades y reinos.
El título de éste apartado dice «los inicios de un Santo Profeta» y con razón, ya que
la misión de un profeta, es anunciar la buena nueva del Señor y todo lo que Él le revele para
la salvación de su pueblo y denunciar, a su vez, los pecados que esclavizan a dicho pueblo
y no le permiten llegar a Dios y esto, fue precisamente lo que realizó Bernardo, ¿cómo
llegó a esto y de qué manera lo realizó? Hay que retroceder un poco para profundizar en
esto.

1.2 Origen y Vocación.

Nace en Borgoña, Francia en al año 1090, es el tercero de siete hijos quienes


recibieron una formación religiosa desde muy temprana edad por parte de sus padres,
especialmente de su Madre Alicia de Montbard. Ésta formación lo llevó a ser un alma muy
espiritual. Ya desde antes de su nacimiento, su madre había soñado que él sería como un
perro fiel de la Iglesia que la defendería de muchos enemigos7, como en realidad pasó años
después.
A la edad de 23 años ingresa a la comunidad reformada del Cister, Abadía hija de
Cluny, aunque algo independiente de ella ya que vivían con más austeridad, pobreza
espiritual y obediencia. Bernardo mostró grandes dotes, cualidades y aptitudes para
otorgarle, con tan sólo tres años en el monasterio, grandes responsabilidades, como lo era
5
ALTA EDAD MEDIA, Josef Lenzenwegwe, Pág. 4-10; Cluny y el movimiento monástico de reforma,
Reforma gregoriana y lucha de las investiduras, Paola Petri Ortiz, Universidad de San Pablo, Pág. 10-14.
6
TESIS DE DOCTORADO, Aurelio Alfonso Pastori Ramos, Bernardo de Claraval y la guerra santa, pág. 33-34.
7
La familia que Alcanzó a Cristo, M. Raymond, OCS.
nombrarlo Abad de una nueva comunidad que él, junto a 20 monjes más, tendrían la tarea
de fundar; dicha comunidad Bernardo la llamaría «Claraval». Su fama fue tal, que en sólo
tres años el monasterio no era suficiente para más de cien monjes, así que tuvieron que
fundar su primer monasterio, casa hija en Trois-Fontaines8. A lo largo de su vida fundó 66
monasterios. Cabe recordar que, desde los inicios de su vida, le fue sembrado en el corazón
el amor a Dios, por lo cual él era una persona que tendía a la contemplación, sus escritos y
palabras, reflejan en mucho este aspecto por lo cual se ganó el título de Doctor Mellifuus,
pues supo extraer lo dulce de la palabra de Dios y con ella enamoraba a las almas y las
atraía hacia él casi de forma inevitable 9. Ésta imagen de Bernardo es muy común, ya que
por sus poesías y las palabras que dirigía a sus discípulos, era considerado una persona de
dulce personalidad y hasta encantador, pero no podemos dejarnos llevar por esta imagen. El
hecho de que él y quienes lo seguían vivieran sin apoyos de feudos y viviendo la
radicalidad de la regla, era una especie de rebeldía para su tiempo, puesto que con esto,
consigue descentralizarse del poder que había gobernado por siglos la vida cristiana,
retomando una vivencia más evangélica y así, volviendo a las fuentes de lo que era la vida
monástica desde sus inicios y después, con la regla de San Benito que procuró vivir en
plenitud, renovándola según las necesidades de su tiempo y enfatizando aún más, la imagen
e importancia de María en la vida del cristiano. Ahora bien, Bernardo comenzó muy joven
a escribir cartas y documentos en relación a las vivencias de la Iglesia y cuando se trataba
de echar en cara los desvíos, su boca no era para nada dulce, no tenía tapujos en mencionar
aquello que era incorrecto e iba en contra del evangelio, aquí surge, ese «perro guardián de
la fe» que su Madre habría visto en sueños.

2. Un Cisma en el Papado.
2.1 Bernardo, el centinela de la fe.

8
Los Cisterciences, Historia institucional cisterciense, San Bernardo y la expansión.
https://www.cistercensi.info/storia/storia04es.htm
9
Video https://www.youtube.com/watch?v=GTbwUb9hLe0&ab_channel=CulturaCatolica, minutos 1-3:30 y
7:30-8:30
Cuando Bernardo decidió ingresar al Cister, buscaba unirse a Dios mediante su
entrega de cada día por medio de la oración, el trabajo y la caridad, sin embargo, jamás
imaginó que Dios lo tenía destinado a ser la voz que retumbaría en medio de las asambleas
que buscaban una dirección correcta qué seguir.
En los años 1130 a 1138 se produjo un cisma en el Papado. En el 1130 murió el
Papa Honorio II por lo cual, se debía elegir a su sucesor. El proceso en sí era dudoso desde
un inicio ya que había dos bandos, los de la familia Frangipani, de los cuales eran cinco
cardenales y los de la familia Pierleoni, de los cuales eran sólo tres cardenales, a pesar de
esto, el 13 de febrero, día siguiente de la muerte de Honorio, el canciller Aimerico, cercano
a los Frangipani, reunió a los cardenales cercanos presentes, eran seis, los cuales, por
mayoría, eligieron al cardenal Gregorio de Saint Angelo quien tomaría el nombre de
Inocencio II. El cardenal Pedro de Pisa, único presente de los Pierleoni, se opuso a esto y
convocó a veinte de los cardenales de su partido los cuales por unanimidad eligieron como
Pontífice al Cardenal Pedro Pierleone quien eligió el nombre de Anacleto II. Ambos fueron
coronados al día siguiente iniciando así el cisma que duraría ocho años 10. Al buscar
soluciones a este severo problema, algunos eclesiásticos recordaron la coherencia,
elocuencia, espiritualidad y firmeza de Bernardo, pues anteriormente ya había sido llamado
para llevar la paz en asuntos tanto políticos como religiosos, así que se le designó a él la
tarea de buscar la forma de resolver esta situación. Los problemas más grandes no eran
tanto religiosos sino las políticas de ésta doble elección, así, comienza el rol de San
Bernardo en la asamblea de Étampes cuando con gran energía, se dedique a que la
cristiandad reconozca a Inocencio como único Pontífice, sin embargo, al no contar con
argumentos canónicos, se limita al aspecto moral. «Inocencio es el papa legítimo porque
"merece" el trono por su virtud; su santidad de vida es pública y notoria, mientras que la de
su rival es dudosa, empañada por sus vicios y por sus orígenes judíos»11, dirá Bernardo.
Durante todo este tiempo, él sería el centro de la política europea. Supo mantenerse
firme en su decisión a pesar de que sufría de constantes ataques, esto es la grandeza de
Bernardo, siempre buscó hacer lo correcto y seguir lo que él consideraba, era la voluntad de
Dios. Esto le dio la fortaleza para no ceder ante dichas amenazas. Fue una persona firme

10
TESIS DE DOCTORADO, Aurelio Alfonso Pastori Ramos, Bernardo de Claraval y la guerra santa, pág. 35-36.
11
TESIS DE DOCTORADO, Aurelio Alfonso Pastori Ramos, Bernardo de Claraval y la guerra santa, pág. 81.
que, aunque se hizo famoso por sus participaciones en asuntos de alto rango, jamás perdió
la dirección que llevaba su vida, la de ser un monje sencillo y humilde perteneciente a la
familia cisterciense12.

Conclusión.

Aunque todo se tocó de manera muy breve por ser poco el espacio para tanto que
habría qué mencionar quisiera resaltar dos cosas:
Primero, San Bernardo fue una persona totalmente centrada en Dios, que buscó
desde siempre la verdad y se esforzó por vivir plenamente la regla que le llevaría, en su
estilo peculiar de vida, a la vivencia evangélica en plenitud, de tal manera era consciente de
esto, que aprovechó cada uno de los dones que Dios le dio y, mediante sus escritos y
palabras, con su personalidad suave y cercana, atrajo a muchos hacia Dios, por ello se le
veía como el doctor dulzura, porque acercaba en el amor a las almas hacia Dios, de lo cual
se carecía mucho en ese momento –y hoy también-, más no todo quedó ahí, ese hombre
dulce y suave, hasta cierto punto romántico, se convertiría en un feroz guardián de las
verdades de la fe y de todo aquello que atacase a la Iglesia, cuerpo de Cristo. No pude
mencionar aquí las grandes intervenciones que hizo ni los documentos que escribió, antes y
después del Cisma, incluyendo el Tratado de Consideratione que le dedicó a su hijo
espiritual que sería declarado Papa después, pero sí pude mencionar el tema que nos
acontece, la firmeza que tuvo al enfrentar calumnias, amenazas, grandes trabajos por esa
gran lucha de intermediario para traer paz en la Iglesia en medio de este cisma que duraría
ocho años. Es admirable su entereza y fidelidad en esta misión a pesar de que lo alejaron de
la vida que tanto amaba para dedicarse a estos menesteres. Lejos de avergonzarme de estos
acontecimientos donde, más que el seguimiento de Dios y sus leyes y muy alejados de
buscar sus bienes espirituales por medio de los cuales podríamos llegar a convertirnos en la
imagen perfecta de Dios a la que estamos llamados, me alegra el ver que, a pesar de todo
esto, de las acciones que han dividido a la Iglesia y por lo cual muchos han “perdido” la fe
–fe que quizá nunca tuvieron-, se ven realizadas las palabras del Señor que cité al inicio de
12
Los Cisterciences, Historia institucional cisterciense, San Bernardo y la expansión.
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la introducción de éste ensayo, nada ni nadie podrá hacer temblar la Iglesia del Señor, él
mismo se encargará, como en ésta época lo hemos visto, de que haya lumbreras que
iluminarán la oscuridad de la Iglesia y le devolverá, no sin esfuerzo y persecuciones –tal
como pasó con su Señor cuando vivió entre nosotros-, devolver la gloria, la fe, la esperanza
y el testimonio vivo de lo que debería ser la verdadera Iglesia de Cristo que vela por cada
uno de sus hijos, especialmente en la figura del Papa, sucesor de Pedro y más aún, del
mismo Jesús, Señor nuestro.

Desarrollo.

 Sagrada Biblia de Jerusalén.


 TESIS DE DOCTORADO, Aurelio Alfonso Pastori Ramos, Bernardo de Claraval y la
guerra santa.
 ALTA EDAD MEDIA, Josef Lenzenwegwe, Pág. 4-10; Cluny y el movimiento
monástico de reforma, Reforma gregoriana y lucha de las investiduras, Paola Petri
Ortiz, Universidad de San Pablo.
 La familia que Alcanzó a Cristo, M. Raymond, OCS.
 Los Cisterciences, Historia institucional cisterciense, San Bernardo y la expansión.
https://www.cistercensi.info/storia/storia04es.htm
 Video, minutos 1-3:30 y 7:30-8:30.
https://www.youtube.com/watch?v=GTbwUb9hLe0&ab_channel=CulturaCatolica,

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