Rojas 2009
Rojas 2009
Rojas 2009
Aportes para una ecologa poltica latinoamericana CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Buenos Aires.
La construccin de una Ecologa Poltica latinoamericana ya demuestra una interesante vitalidad. Su declarada meta de "constituir un espacio de confluencia, de interrogaciones y de retroalimentacin mutua entre diferentes campos del conocimiento cientfico, as como de un nuevo tipo de dilogo entre el saber acadmico y la pluralidad de conocimientos y de prcticas populares de relaciones con la Naturaleza" demuestra claramente que no es la generacin de un nuevo recorte disciplinario o que se busca, ni tampoco producir otra corporacin acadmica o iluminar la regin con verdades reveladas. Se respira en numerosas lneas, una actitud humilde en torno a la produccin de conocimiento. La reflexin y propuestas de acciones estn muy alejadas de saberes monolticos y blindados propios de los enfoques naturalistas clsicos. Pero no se entienda mal, no es falta de conviccin, compromiso y coherencia intelectual lo que surca estas pginas, sino justamente una saludable coherencia entre idearios y
prosa, rigor acadmico y sinceridad intelectual. Algunos de los trabajos reunidos en este libro tienen su origen en las ponencias presentadas en la tercera reunin del Grupo de Trabajo en Ecologa Poltica de CLACSO, desarrollada en Panam, en marzo de 2003. Tambin incluye la publicacin trabajos sobre problemticas de otros pases como Brasil, Argentina y Guatemala. Desastres naturales -o tragedias - como la ocurrida durante febrero de 2009 en Tartagal, (Salta, Argentina) demuestran que a esta altura del debate ambiental una cosa debera estar clara, y es precisamente que estudiar, investigar o actuar sobre el ambiente sin otorgarle importancia a las variables polticas, sociales y culturales es una variedad de miopa intelectual muy peligrosa. El libro justamente aborda a travs de los textos de 12 autores problemticas en torno a la distribucin ecolgica "definida como una categora para comprender las
externalidades ambientales y los movimientos sociales que emergen de conflictos distributivos; es decir, para dar cuenta de la carga desigual de los costos ecolgicos y sus efectos en las variedades del ambientalismo emergente, incluyendo movimientos de resistencia al neoliberalismo, de compensacin por daos ecolgicos y de justicia ambiental." (Pag. 23). De esta manera Leff refuerza el concepto bsico de distribucin ecolgica citando a Martnez Allier "las asimetras o desigualdades sociales, espaciales, temporales en el uso que hacen los humanos de los recursos y servicios ambientales, comercializados o no, es decir, la disminucin de los recursos naturales (incluyendo la prdida de biodiversidad) y las cargas de la contaminacin.1 (Pag. 23). El aporte de Enrique Leff desde la epistemologa desentraa distintas posturas buscando por ejemplo: la "desnaturalizacn de la naturaleza" observando que las condiciones de existencia de la naturaleza no son prefijadas en un devenir inmutable; sino en cambio estn marcadas por una co-evolucin con las culturas que lo habitan -ms all de la evolucin biolgica-. El autor refuerza estas tesis con estudios de la nueva antropologa ecolgica (Descola y Plsson, 2001) y de la geografa ambiental (Porto Gonalves, 2001). Citando a Escobar nos seala que las naturalezas orgnicas son las Estudios Sociales Contemporneos
que han entrado en competencia y conflicto con la naturaleza capitalizada y tecnologizada por una cultura externa dominante que hoy en da impone su imperio hegemnico y homogenezante bajo el dominio de ia tecnologa y el signo unitario del mercado. El apoyo argumentativo en Escobar demuestra lo importante que es para este autor lo cultural y lo simblico "Desde esta perspectiva, al referirse a las ecologas de la diferencia, Escobar pone el acento en la nocin de distribucin cultural, como los conflictos que emergen de diferentes significados culturales, pues el poder habita a /os significados y tos significados son la fuente del poder." (Pag. 27). La lectura de Leff se convierte en una cita obligada para quienes indagan enfoques donde la tica, la emancipacin y la diferencia cultural son ejes indispensables para la construccin de nuevos equilibrios naturaleza-sociedad. En otro captulo, Mayorga advierte que muchas veces, los saberes cientficos "atravesados por estrategias de poder, slo se orientan a la tecnificacin de la vida, con la consecuente supresin de la razn prcticocomunicativa, sustituida por la razn instrumental, y configurando con ello una orientacin sin tica en toda gestin poltica o econmica." (Pag. 45). Por ello interpreta que las crisis ambientales actuales ponen en duda la viabilidad del programa 211
clsico de la ciencia apoyado sobre la matriz Newton-BaconDescartes y cuestionan a la modernidad como proceso y como proyecto- En este entorno queda abierta la discusin sobre temticas en auge que van desde el cambio climtico global, los avances genticos (en vegetales, animales y humanos) y las energas alternativas. Muchas veces la discusin parece girar solamente entre argumentos meramente tcnicoinstrumentales -dentro de los cuales slo podran opinar especialistas generalmente de ciencias duras- o argumentos con una fuerte carga metafsica, religiosa u oscurantista. Este espectro deja afuera del acto comunicativo grandes grupos que se interrogan sobre el funcionamiento de las sociedaddes donde viven y que adems sern afectados por tales procesos. De esta forma la reflexin y discusin en torno a modelos productivos y de consumo son fundamentales para tratar al ambiente en forma holstica. Guillermo Castro Herrera ilustra esto diciendo "el Informe Ambiental 1999 de la Autoridad Nacional del Ambiente de Panam (ANAM), seala que la inadecuada distribucin de la tierra es un factor que genera condiciones de pobreza e injusticia social, cuyas consecuencias afectan muy directamente al bosque y al suelo." (Pag. 159). Segn el mismo autor esto tendra coherencia con las caractersticas del capitalismo
desarrollado que de acuerdo con Worster (1992), "tienden a imponer su visin y sus demandas sobre la naturaleza del mismo modo en que lo hacen sobre los individuos y las pequeas comunidades, y [...] lo hace n con un car cter intensamente destructivo" (Pag. 162). As seala John LindsayPoland que "la construccin del canal de Panam fue -en su momento- la ms grande modificacin de un ambiente tropical en la historia, realizada por el hombre." (Pag. 184). Sin embargo los fines de tal obra servan ms a las polticas expansionistas de EUA que a los intereses del pueblo panameo. Una disciplina que va de la mano de ta Ecologa Poltica es la Historia Ambiental, de esta manera Alimonda realiza un recorrido por la Historia Ambiental latinoamericana resaltando su condicin permanente de periferia. Busca construir una Historia Ambiental de Amrica Latina, que desentrae miradas subalternas, mecanismos de exclusin y estructuras econmicas como las denominadas "economas de rapia". Asimismo Alimonda avanza en su captulo en aproximaciones entre la Ecologa Poltica y la herencia de Marx, interpretando reflexiones de Martnez Alier (1995); Bensad (1999), Alain Lipietz (2002), Jacques Derrida (1994) y a intelectuales del Siglo XIX como Alexander Herzen y Nicolai Danielson. Alimonda coincide Estudios Sociales Contemporneos
con Leff cuando este ltimo afirma: "La crisis ecolgica se sita en un campo de extemalidad terica y en un horizonte de temporalidad alejado de! referente real de El Capital. El desafo, entonces, es una reconstruccin del materialismo histrico, para pensar lo impensado en El Capital. (Pag. 101). La interpretacin de Guimares sobre ias polticas ambientales mundiales, muchas de ellas presentadas en la Cumbre de Johannesburgo, deja entrever que existen grandes contradicciones entre los fines ideales del desarrollo sustentable, las acciones expansivas del capitalismo neoliberal o glabalizador y las necesidades bsicas de grandes grupos humanos. "La pobreza sigue asocindose con el deterioro ambienta! tanto en las reas rurales como urbanas. El aumento de los niveles de contaminacin y de vulnerabilidad socioambiental no permite que las generaciones de hoy gocen de un medio ambiente saludable, y amenaza la salvaguardia de Jos derechos de las generaciones futuras de mejorar su calidad de vida. La conclusin ms significativa, y en cierta medida inevitable, luego de Johannesburgo y transcurrida una dcada de la Cumbre de Ro, es que la retrica del desarrollo sostenible no ha logrado transformarse en una realidad para millones de seres humanos, pese a que existen Estudios Sociales Contemporneos
suficientes indicios de que la sustentabilidad est dentro de tas posibilidades reales de la regin." (Pag. 135). Los comits de cuencas hidrogrficas han sido en la poltica ambiental brasilera una importante innovacin nos ensea Jacobi. "Ele rompe com prticas profundamente arraigadas de planejamento tecnocrtico e autoritario, devolvendo poder para as instituioes descentralizadas de bacia. Embora inspirado no sistema francs, as organizaoes de bacia brasileiras apresentarn uma importante inovao ao aumentar a representaao da sociedade civil." (Pag. 206). De esta manera el autor analiza facetas de la legislacin de recursos hdricos y experiencias participativas en la gestin del agua en este pas. Por su parte Henri Acselrad nos adentra en la discusin de las polticas ambientales brasileas contemporneas a la luz del modelo llamado realista, procurando describir a los actores e intereses en juego, sus razones y lgicas propias. As se resalta que la desregulacin ambiental y competencia inter-tocal, generan lugares siempre dispuestos a flexibiIizarse. Mientras dentro de cada territorio las cargas ambientales no se distribuyen equitativamente, "Los grupos sociales de menor renta, en general, son los que tienen menor acceso al aire puro, al agua potable, 213
212
al saneamiento bsico y a la seguridad econmica." (Pag. 244). A s e s c om o l l e g a m o s a Argentina donde Diego Domnguez y Pablo Sabatino trabajan sobre los procesos que convirtieron a este pas, en unos de los grandes productores y exportadores de soja del planeta, en detrimento de otras actividades como la ganadera y otros tipos de agricultura. La agricultura industrial o agricultura sin agricultores que mencionan los autores, esta fundada en soja transgnica y concentrada en unas pocas empresas multitacionales que manejan el mercado mundial. Los pools de siembra y fondos de inversin tienen gran protagonismo en este modelo donde los pequeos y medianos productores desaparecen. Los encadenamientos productivos son imprescindibles para estos colosos de los alimentos que poseen y alquilan tierras, elaboran productos agroindustriales, los comercializan y adems estn integrados con el mercado financiero internacional para controlar beneficios y cambios en los precios. Como otros autores mencionados, advirtieron que la eficiencia productiva lograda se realiz sobre la base del subsidio natural otorgado por la frtil pampa argentina. Problemas ambientales intensificados en los ltimos aos como deforestacin en la Regin Chaquea, erosin, desertificacn, aumento de la intensidad y 214
frecuencia de inundaciones y aluviones, contaminacin por agroqumicos son un subproducto del mismo auge sojero mucho menos reconocido, que las fabulosas rentas agrarias. La crisis alimentaria argentina, sostienen Domnguez y Sabatino, tiene fuerte relacin con un modelo preocupado por exportar, ms que por producir alimentos en variedad, cantidad y precios par a los argentinos ms humildes. lliana Monterroso a partir de un estudio de caso en Guatemala en la Reserva de la Biosfera Maya, nos abre el abanico sobre el uso y gestin de recursos naturales en forma comunitaria, colectiva y sustentable. Al mostrar resultados positivos y problemas de estas formas de organizacin, ofrece alternativas a tradicionales economas extractivas, latifundios, actividades ilegales o reas protegidas intangibles donde las comunidades locales no tienen participacin, ni lugar. Otros temas tratados en el libro son el anlisis de los movimientos sociales que presentan demandas polticas y ambientales en conjunto, categoras conceptuales como deuda ecolgica, ecologismo popular y apropiacin de la biodiversidad. La Ecologa Poltica se parece a una red hidrogrfica donde el agua fluye y se conecta por innumerables formas, el libro propuesto en esta resea es un excelente material para comenzar a observar al ambiente de Estudios Sociales Contemporneos
otra manera, no slo comparndolo con un paisaje virgen y utpico; sino como territorio donde conviven sociedades con tensiones propias interactuando con procesos naturales funcionando bajo sus propias lgicas. Hac e tiem po Clive Lewis afirmaba que "lo que nosotros llamamos poder del Hombre sobre la Naturaleza es el poder de algunos hombres sobre otros hombres, utilizando la naturaleza como su instrumento" (Pag. 147). Disponible en www.dacso.org.ar/biblioteca
215