Allende y Pinochet
Allende y Pinochet
Allende y Pinochet
buscan
la Verdad y Reconciliación”
ó
Allende y pinochet
LAs verdades
olvidadas
1ª edición ©
Noviembre de 2012
Inscripción N° 222.865
ISBN 978-956-8433-39-0
EDITORIAL MAYE LTDA.
Email: [email protected]
Impresores:
Salesianos Impresores S. A.
Solo actúa como impresor.
9
ó
PRIMERA PARTE
GENERALIDADES
1. EL SIGLO XX
119 GAZMURI, Eduardo Frei Montalva y su época, tomo II, págs. 778-779.
120 FONTAINE, Apuntes políticos, pág. 66.
121 CANESSA y BALART, Pinochet y la restauración del consenso nacional, pág. 30.
53
ó
SEGUNDA PARTE
GÉNESIS Y DESARROLLO DEL
PROYECTO TOTALITARIO DE LA
UNIDAD POPULAR
1. LA IZQUIERDA CHILENA (1912-1970)
125 Todo, en: LUIS HEINECKE SCOTT, Chile, crónica de un asedio, tomo II
(impreso por Sociedad Editora y Gráfica Santa Catalina S.A., Santiago,
1992), págs. 33-37.
126 WHELAN, Desde las cenizas, pág. 69.
127 CORREA, Con las riendas del poder, pág. 79.
128 WHELAN, Desde las cenizas, pág. 69.
129 ROJAS, La agresión del oso, pág. 11.
59
Republicana.130 Era un ejército paralelo, voluntario, civil más
entrenado militarmente, fuertemente armado y jerárquica-
mente organizado, que nada tenía de fascista y cuya misión
era proteger y consolidar el orden estatal liberal-democráti-
co contra toda tiranía, fuera ella civil o militar, o comunista.
Fue un útil deterrente civil y cívico del «cuartelazo». Tan así
era, que una vez asegurada la prescindencia política de los
militares, durante el segundo Gobierno de Arturo Alessan-
dri (1932-1938), la Milicia se autodisolvió (1936) a petición
del mandatario y entregó su armamento.131
Así las cosas, los partidos Comunista y Socialista no
tuvieron más opción que acatar el orden político consolida-
do. Ambos se calmaron y comenzaron a «hablar de demo-
cracia», pero en realidad era pura retórica. Nunca dejaron
de pensar en la dictadura del proletariado, es decir, la tira-
nía inventada por Lenin para consolidar el predominio de
la izquierda. En 1938 estos partidos se unieron con los ra-
dicales en el Frente Popular para apoyar al candidato pre-
sidencial Pedro Aguirre Cerda. La creación del Frente Po-
pular fue una invención soviética que cobró vida activa en
la política de Francia, de España, al mismo tiempo que en
la de Chile. El frentismo promovía la lucha contra el fascis-
mo, pero realmente pretendía que los partidos comunistas
infiltraran a las democracias occidentales. En sus libros La
gran estafa (Editorial del Pacífico, Santiago, 1957) y El rescate
de Chile (Ediciones Soberanía, Santiago, 1974), el peruano
Eudocio Ravinés entrega todos los detalles de cómo él y
su equipo de agentes se concentraron en cumplir la orden
impartida por el Komintern en el sentido de constituir un
Frente Popular en Chile. De los países mencionados, fue en
Chile donde cumplió la existencia más prolongada, pues
130 CORREA, Con las riendas del poder, pág. 79.
131 Véase: VIAL, Chile, cinco siglos de historia, tomo II, págs. 1102-1103;
HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo II, pág. 38; CORREA, Con las
riendas del poder, pág. 79.
60
si bien la alianza entre los radicales y la izquierda no siem-
pre se llamó Frente Popular, su esencia perduró hasta 1948.
Ese año el presidente González Videla debió enfrentar al
PC, que –mediante huelgas y otras acciones de masas que
organizaba y desencadenaba– buscaba apremiar y deses-
tabilizar al gobierno.132 Finalmente, González Videla logró
el apoyo del Parlamento para aprobar la Ley de Defensa
Permanente de la Democracia (la ley 8.897 de 1948), que
puso fuera de la legalidad al PC, sector que la ha calificado
desde entonces como la «ley maldita». La mayoría de los
socialistas, que habían tenido una trayectoria más mode-
rada133, solidarizaron con los comunistas y se alejaron del
Gobierno, poniendo fin a una alianza que duró diez años.
Recién en 1958 fue derogada la Ley de Defensa Permanente
de la Democracia.
Para la elección presidencial de 1952, el PS se encon-
traba dividido. La mayor parte de los militantes se habían
ido con Raúl Ampuero para constituir el Partido Socialis-
ta Popular (PSP). Este nuevo partido apoyó la candidatu-
ra presidencial del general Carlos Ibáñez, mientras que un
PS muy débil y un PC reducido a la impotencia (producto
de su ilegalidad) apoyaron al candidato socialista Salvador
Allende, pero sin éxito: ganó Ibáñez, quien ya había sido
presidente en el período 1927-1931. En 1956 los partidos
formaron una coalición política: el Frente de Acción Popu-
lar (de ahora en adelante FRAP). Al año siguiente se produ-
ce la unificación de los dos partidos socialistas, quedando
como único representante el PS. En la elección presidencial
de 1958, el FRAP apoyó la candidatura de Allende, quien
fue derrotado por Jorge Alessandri. En la elección presiden-
132 Véase: MARCOS CHAMUDEZ, Chile, una advertencia americana,
Ediciones PEC, Santiago, 1972, pág. 122; HEINECKE, Chile, crónica de un
asedio, tomo II, págs. 90-91.
133 PATRICIA ARANCIBIA CLAVEL, Los orígenes de la violencia política en
Chile. 1960-1973, publicado por Fundación Libertad y Desarrollo y
Universidad Finis Terrae, Santiago, 2001 (1ª edición), págs. 14-15.
61
cial de 1964, el FRAP también apoyó a Allende, pero nueva-
mente sin fortuna, pues ganó Eduardo Frei.
La tercera derrota de Allende había ocurrido pocos
años después de que Cuba cayera en manos de Fidel Castro
y Ernesto Che Guevara. La Revolución Cubana había de-
mostrado el éxito de la «vía armada» o «vía insurreccional»,
esto es, la guerra civil y la insurrección armada. Producto de
lo ocurrido en Cuba, la izquierda latinoamericana abrazó,
apoyó y promovió, con una fuerza e intensidad nunca antes
vistas, el uso de la violencia como un método válido para
alcanzar sus fines políticos. La izquierda chilena no fue la
excepción. Un ejemplo de ello fueron las declaraciones del
dirigente comunista Orlando Millas, quien exteriorizó su
admiración ante los juicios sumarios y fusilamientos pú-
blicos efectuados durante los inicios del gobierno castrista,
llegando a aseverar que era «un hermoso espectáculo en
donde el propio pueblo está administrando justicia, sin hi-
pocresías ni leguleyadas, sino de acuerdo a las más elemen-
tales normas de Derecho».134
Hoy se sabe que delegados del PC y del PS chilenos
participaron en una ambiciosa junta de todos los movimien-
tos subversivos del mundo, realizada en La Habana (03-01-
1966). Nos referimos a la Conferencia Tricontinental de los
Pueblos de Asia, África y América Latina. La conferencia te-
nía contemplado poner en movimiento la lucha revoluciona-
ria en los tres continentes con el fin de crear «dos, tres y más
Vietnam». Para poder planificar y desarrollar una estrategia
global para la revolución mundial se fundó la Organización
de Solidaridad de los Países Afro-Asiáticos-Latinoamerica-
nos135 (de ahora en adelante OSPAAL).136 Por su parte, los re-
presentantes de los países latinoamericanos –por sugerencia
134 En: ARANCIBIA, Los orígenes de la violencia política en Chile, pág. 23.
135 HANS VON HUYN, Victoria sin guerra, págs. 104-105.
136 En inglés se dice: Afro-Asian-Latin American People´s Solidarity
Organization (AALAPSO).
62
del PS chileno– decidieron formar una rama propia de la OS-
PAAL, la Organización Latinoamericana de Solidaridad (de
ahora en adelante OLAS), destinada a apoyar al Che Guevara
en su objetivo de emplazar en la selva boliviana un centro y
escuela de guerrilla, para incendiar revolucionariamente el
altiplano y además Argentina, Brasil, Perú: todo el Cono Sur,
excepto Chile, que quedaría como reserva y base de apoyo.137
Si bien los comunistas y socialistas chilenos eran
partidarios de la revolución mundial, tenían diferencias
tácticas sobre la forma más adecuada de instaurar un régi-
men marxista en Chile. A los partidos tradicionales de iz-
quierda se sumó una fuerza más rupturista aún, un sector
extraparlamentario. Se trataba del Movimiento de Izquier-
da Revolucionaria (de ahora en adelante MIR), fundado en
Concepción en agosto de 1965. El MIR fue gestado a partir
de un proceso de unificación de varios grupos extremistas
que, frustrados ante el impedimento de lograr avances por
la vía democrática y desilusionados por la actitud pasiva de
los partidos tradicionales de izquierda, unieron sus esfuer-
zos para construir un auténtico movimiento subversivo,
parecido a otros que surgieron en Latinoamérica después
de la Revolución Cubana. Con los años el MIR empezó a
perpetrar operaciones subversivas, que fueron in crescendo
hasta el término del Gobierno del Frei. El apoyo financiero
emanaba de Cuba y de los robos («expropiaciones», decían
los miristas) a bancos y otras instituciones «burguesas», de-
jando una secuela de víctimas inocentes.138
En este estado del relato es cuando conviene expli-
car, sucintamente, el sendero táctico de cada una de estas
fuerzas izquierdistas.
Los comunistas descartaron la viabilidad de la «vía
armada» para el comienzo del proceso revolucionario chi-
137 En: GONZALO VIAL CORREA, «Carlos Altamirano, el plan Z y la
“operación blanqueo” (II)», en: La Segunda, 9 de septiembre de 2003.
138 ARANCIBIA, Los orígenes de la violencia política en Chile, págs. 22 y 26-27.
63
leno, pues consideraban que primero era necesario que
«maduraran las condiciones subjetivas» de la revolución.139
Por esta razón, los comunistas eran partidarios de la «vía
pacífica», que fue propuesta originalmente por el mismo
Carlos Marx en 1872 y aprobada por Lenin y propugnada
en sus famosas Tesis de Abril, poco antes de la revolución
bolchevique, en octubre de 1917.140 A lo largo de la década
de 1960, el secretario general del PC, Luis Corvalán, se de-
dicó a explicar en qué consistía esta vía táctica alternativa
a la «vía armada»: la «vía pacífica» no se identifica «con los
cauces legales o constitucionales» (enero de 1961); la «vía
pacífica» acepta que «el movimiento obrero y popular rom-
pa con el lastre del legalismo y se guíe, antes que por las
leyes y la Constitución dictadas por la burguesía, por sus
propios intereses de clase, considerando la situación con-
creta en cada momento» (enero de 1961); nuestra vía táctica
antecede a la «vía de la violencia», lo que implica el «estu-
dio del arte de la revolución en cualesquiera de sus formas»
y «la labor del Partido en relación a los cuerpos armados»
(octubre de 1961); nuestra estrategia indica «la convenien-
cia de que el Partido comprenda que, aún habiendo con-
quistado su legalidad, no tiene que mostrar todo el cuerpo,
y su trabajo debe continuar en un triple aspecto de legal,
clandestino y secreto» (octubre de 1961); «la vía pacífica
es, repetimos, una vía revolucionaria de masas», que «así
entendida y aplicada no tiene nada de reformismo y no
desaloja, sino que presupone, ciertas formas de violencia»
(1963)141; «la diferencia entre la vía pacífica y la vía armada
sólo está en el empleo de las armas como medios dominan-
139 ROJAS, La agresión del oso, pág. 16.
140 Así lo plantea Ricardo Cruz-Coke, en su libro Historia electoral de Chile
1925-1973, citado en: PABLO BARAONA URZÚA, MARTÍN COSTABAL
LLONA y ÁLVARO VIAL GAETE, Mil días, mil por ciento. La economía
chilena durante el Gobierno de Allende, Colección Universidad Finis Terrae,
págs. 18-19.
141 En: ARANCIBIA, Los orígenes de la violencia política en Chile, págs. 69-70 y 72.
64
tes de lucha», ya que «dentro de una vía caben elementos
de la otra» (1963); los comunistas no descartamos «la vic-
toria revolucionaria por la violencia», pues «tenemos con-
ciencia del papel que la violencia ha jugado siempre en la
historia» (1963)142; tenemos claro que «todos los organismos
dirigentes del Partido deben considerar diariamente, y en
primer término, las luchas de los trabajadores», asistiendo
y apoyando resueltamente «toda huelga, toda lucha, todo
conflicto de los trabajadores…» (octubre de 1966); el PC
entiende que «lo esencial es tomar el camino de combate,
tratando de evaluar lo mejor posible la situación, tanteando
el vado, sometiendo la táctica a la prueba de la práctica,
hallándonos dispuestos tanto al avance como al repliegue,
siempre en busca de la coyuntura que permita abrirle paso
a la revolución» (1967).143
Como se ve, la «vía pacífica» del PC no era democrá-
tica y daba cabida a la violencia para agudizar los conflictos
sociales. Es que «el marxismo (como dijo Lenin) pisa sobre
el terreno de la lucha de clases y no sobre el terreno de la
paz social».144 En febrero de 1969, el dirigente comunista Vo-
lodia Teitelboim sostuvo: «La expresión vía pacífica es un
término obsoleto que no tiene ningún sentido», debido a
que los comunistas utilizan «todos los recursos y todos los
medios que sean eficaces. Es decir, siguen una vía de masas
en que tanto la acción legal como la ilegal, la acción “pací-
fica”, como la “armada” son perfectamente compatibles».145
En junio de 1969, Corvalán admitía: «No es lo más adecua-
do llamar pacífica a una lucha como la que se realiza en
237 JUAN VIVÉS, Los amos de Cuba, Emecé, Buenos Aires, 1982, pág. 300.
238 Véase: revista Punto Final, Nº 126, 16 de marzo de 1971; ROJAS, La
agresión del oso, pág. 47; SPATARO, Pinochet: Las «incómodas» verdades,
pág. 95.
92
3. UN GOBIERNO MINORITARIO Y LIGADO AL
MARXISMO INTERNACIONAL
246 Esto lo dijo en una entrevista con Raquel Correa (El Mercurio, 3 de
agosto de 2003). La cita en: ALFONSO MÁRQUEZ DE LA PLATA, Cinco
presidentes y el poder, Editorial Maye, Santiago, 2006 (1ª edición), pág. 57.
247 En: ROJAS, La agresión del oso, pág. 92.
248 En: JAIME PARADA HOLY, Giros y contra-giros de la táctica mirista durante
la Unidad Popular. Y un esbozo de su trayectoria desde la etapa fundacional,
tesis de grado de la Universidad Finis Terrae, pág. 98. En: http://
biblioteca.finisterrae.cl/index.php/item/giros-y-contra-giros-de-la-
tactica.html, consultado en octubre de 2012.
249 GÓNGORA, Ensayo histórico sobre la noción de Estado en Chile en los siglos
XIX y XX, pág. 288.
95
Castro recorrió todo el país.250 «Los chilenos tuvie-
ron que sufrir el aparato de seguridad extranjero
más prepotente que habían conocido hasta enton-
ces. Helicópteros cubanos, llenos de gorilas en uni-
forme, evolucionaban dondequiera que el dador de
lecciones comunistas se dirigiera. Sus intromisiones
políticas no tuvieron límite, ni decencia. Se permitió
atacar a la oposición, injuriarla, tratarla de “fascis-
ta”, de “momia” y de “reaccionaria”». Pero, además,
dictó «cátedras de dictadura política a Allende».251
¿Por qué Fidel Castro invirtió tanto tiempo y energía
en nuestro país? La razón era, ni más ni menos, ver
Chile y usarlo como recurso para combatir a Wash-
ington. El objetivo era mellar la periferia del imperio
yanqui. Tan importante fue el Dictador cubano en el
proceso chileno, que el jefe de la CIA, William Colby,
reconoció: «En Chile, el problema para nosotros no
era Allende, sino Fidel Castro». Y, con respecto a la
visita de Fidel a Chile, dijo: «Nosotros la tomamos
como una clara evidencia de una alianza entre los
dos países para llevar adelante la revolución».252
b. El viaje de Allende a la capital del «Imperio del
Mal». El mandatario viajó a Moscú en diciembre de
1972. En aquella ocasión reconoció que la Unión So-
viética era el «hermano mayor» de Chile.253 Esta ma-
nifestación de leal sumisión a un país extranjero «no
tiene equivalente en la historia de Chile».254
250 LUIS HEINECKE SCOTT, Chile, crónica de un asedio, tomo III (impreso por
Sociedad Editora y Gráfica Santa Catalina S.A., Santiago, 1992), pág. 23.
251 LABIN, Chile: El crimen de resistir, págs. 209-210.
252 Todo, en: GEORGIE ANNE GEYER, El patriarca de las guerrillas. La historia
oculta de Fidel Castro, Editorial Zig-Zag, Santiago, 1992 (1ª edición), págs.
290-291.
253 ROJAS, La agresión del oso, pág. 90.
254 LABIN, Chile: El crimen de resistir, pág. 208.
96
c. El establecimiento de relaciones diplomáticas con
países marxistas. El Gobierno de la UP estableció
relaciones con China (15-12-1970), con la República
Popular de Mongolia (27-5-1971), con la República
Popular de Albania (10-9-1971), con el llamado Go-
bierno Revolucionario Provisional de la República
Popular de Sud-Vietnam o Vietcong (8-9-1972), con
Camboya (9-1-1973) y con la República Democrática
de Afganistán (septiembre de 1973).255
367 Álvarez et ál., Septiembre/73, Martes 11: auge y caída de Allende, pág. 86.
368 La economía de Chile durante el período de Gobierno de la Unidad Popular,
pág. 8.
369 LABIN, Chile: El crimen de resistir, págs. 38-39.
128
orientador en la asignación de los recursos productivos.370
También la desenfrenada inflación impedía que las alzas de
salarios tuvieran efectos reales; por lo mismo, el Gobierno
no pudo mejorar la participación de los trabajadores en el
ingreso nacional. Incluso los trabajadores retrocedieron lo
avanzado en muchos años anteriores.371 Paralelamente, la
escasez que derivaba del deterioro productivo y obligaba
a los chilenos hacer colas en las madrugadas todos los días
para conseguir alimentos y productos básicos, hacía que
todo el proceso de las transacciones comerciales se desa-
rrollara en los mercados no oficiales, creándose de esta for-
ma el mercado negro. 372 Es sabido que del mercado negro o
irregular no únicamente participaron privados, como sos-
tienen muchos ingenuos, sino principalmente los funciona-
rios de la UP que manejaban las empresas del APS. «Con el
pretexto de que los distribuidores y comerciantes estaban
en contra del Gobierno, se creaban otros canales de distri-
bución clandestinos: el 60% de la producción se desvió a
estos canales, que pasaron a alimentar el mercado negro».373
Una vez que el Gobierno destruyó el valor de la mo-
neda, impidiendo que fuera esta la que acarreara la operato-
ria de los mercados y la que determinara la adquisición de
los bienes y los servicios, se inició el tercer momento en la
estrategia de la UP: el momento del racionamiento. En enero
de 1973, el ministro de Economía, Fernando Flores, anunció
el inicio de esta etapa y señaló textualmente: «El problema
del racionamiento, de encarar la necesidad de producir las
cuotas de consumo y no dejar al mercado actuar libremente,
era una necesidad que hace tres o cuatro meses podía desen-
tonar políticamente, parecía una medida ultra. Hoy día no».
370 Todo, en: La economía de Chile durante el período de Gobierno de la Unidad
Popular, págs. 8-9 y 20.
371 ARRIAGADA, De la «vía chilena» a la «vía insurreccional», págs. 225-226.
372 La economía de Chile durante el período de Gobierno de la Unidad Popular, pág. 9.
373 ROJAS, La agresión del oso, pág. 82.
129
Las JAP se encargaron del racionamiento. De esta forma, la
UP se acercaba a su objetivo de implantar en Chile un Esta-
do marxista. «En efecto, la administración de un proceso de
racionamiento obliga a un estrecho control de los vecinda-
rios a fin de repartir cuotas de alimentos preestablecidas por
las autoridades económicas. Dicho control no sólo es econó-
mico. Prontamente se desprende de él una presión política
difícil de evitar cuando es el sustento básico de la familia el
que está en juego. Así, el racionamiento, dentro del contex-
to de los objetivos de la Unidad Popular, debe entenderse
como el punto final en que las libertades económicas y polí-
ticas dejan de tener vigencia».
Todo lo precedente explica la caída estrepitosa de la
economía nacional.
150
La Moneda. Tan reveladores son los antecedentes,
que el escrito lleva una nota de Allende en el frontis:
«Papeles secretos. Nadie debe leer esto».445
b. El mercado negro. Muchos miembros de la UP hicie-
ron fortuna gracias al mercado negro, es decir, con
la miseria del pueblo. De la producción de las 535
empresas que la CORFO había tomado bajo su con-
trol, se estimaba que la mitad escapaba de las redes
del mercado oficial. En junio de 1973, el diputado
democratacristiano Luis Pareto declaró públicamen-
te que los funcionarios de la UP conseguían merca-
derías racionadas en cantidades muy superiores a
sus necesidades, con el fin de comercializarlas en el
mercado negro. Resulta que a las empresas estatiza-
das de facto se les imponían precios de venta muy
inferiores a los costos, lo que las conducía a pérdidas
elevadas, pero que procuraban a los partidos que se
habían apoderado de ellas ganancias sustanciales.
Por ejemplo, en Santiago, Mademsa, que distribuía
productos electrodomésticos, pasó a mano de un
interventor que hizo mantener los precios a su ni-
vel más bajo del año 1970, mientras que la inflación
subía a 100, 200 por ciento. Siendo la oferta mucho
más baja que la demanda, reservó las cocinas y los
refrigeradores a la flor y nata de la UP, que los re-
vendían cinco a diez veces más caros en el mercado
negro. Otro ejemplo. Mientras que el Estanco Au-
tomotriz estatizado postergaba sin cesar la entrega
de los automóviles comprados por el ciudadano co-
mún, 2.500 privilegiados de la UP recibieron su auto
inmediatamente al precio oficial. Algunos, incluso,
los recibían por decenas. En marzo de 1972, el dipu-
tado democratacristiano Luis Pareto denunció que el
445 Todo, en: Farías, Los documentos secretos de Salvador Allende, págs. 53-55
y 95-125.
151
Gobierno había adquirido 1.000 vehículos, muchos
de los cuales no se encontraban en el parque oficial.
Los vehículos eran revendidos en el mercado negro
a un precio diez veces más alto. Tan rentable era el
negocio que, para financiar su campaña parlamen-
taria, el MAPU consiguió que el Estanco Automotriz
le vendiera cien automóviles a precio oficial.446 Al re-
venderlos, obtuvo ganancias ilegales que superaban
los cien millones de escudos.447 Pero hubo más. Es
sabido que las órdenes de «libre tránsito», impuestas
por el Gobierno y requeridas para vender en Santia-
go productos agropecuarios producidos en provin-
cias, llegaron a cotizarse en altas sumas de dinero.
Era una fuente más de ingresos para los funcionarios
de la UP. Para peor, una empresa estatal –el Instituto
de Fomento Pesquero– usó sus navíos para introdu-
cir en la capital productos de otras zonas. El objeti-
vo: venderlos en el mercado negro. En fin, la lista de
irregularidades es interminable.
c. El tráfico de moneda extranjera. La organización
trabajaba así: agentes de la UP y del MIR llevaban
a Buenos Aires millones de escudos, que el Ejercito
Revolucionario del Pueblo se encargaba de liquidar
en dólares o en libras esterlinas a un cambio inve-
rosímil. Los extremistas argentinos retiraban su co-
misión (que les servía para financiar sus actividades
guerrilleras propias) y el resto volvía a Chile, donde
era vendido en el mercado negro con ganancia. Tam-
bién se usaba la moneda norteamericana para adqui-
rir armas o para resguardar a los involucrados en el
caso de que se produjera un colapso.448
446 Todo, en: LABIN, Chile: El crimen de resistir, págs. 130-131.
447 FARÍAS, Los documentos secretos de Salvador Allende, pág. 132.
448 Todo, en: Álvarez et ál., Septiembre/73, Martes 11: auge y caída de
Allende, págs. 84-85.
152
d. Escudos y dólares. Después del 11 de septiembre de
1973, grandes sumas de dineros se encontraron en
las residencias o en manos de numerosos líderes de
la UP. Para muestra algunos botones: en posesión del
ex ministro de Educación Edgardo Henríquez (padre
de dos jefes miristas: Miguel y Edgardo) se encontra-
ron 50.000 dólares; en la residencia del ex ministro de
Economía y ex vicepresidente de la CORFO, Pedro
Vuskovic, se descubrieron tres cheques extendidos a
su nombre, por un total de 60 millones de escudos;
el ex director de la CORFO de Valparaíso y Aconca-
gua, Roberto Sapiaín Rodríguez, fue detenido con 7
millones de escudos y 80.000 dólares; en la casa del
ex diputado Luis Guastavino se encontraron 145.000
dólares «en la maleta de este hijo del pueblo que se
aprestaba a huir».449
e. El caso de Miria Contreras (la «Payita»). Esta mujer
(conocida como «Marta» por la KGB450) supo sacar
mucho provecho a su condición de amante de Allen-
de. Está documentado que recibía del mandatario
pagos en dólares y en moneda nacional y que tenía
voluminosas inversiones comerciales.451 Incluso un
periódico de Ottawa informó que en círculos ban-
carios de esa ciudad se había revelado que enviados
de la «Payita» habían depositado en un banco la
suma de 6 millones de dólares. El columnista decía:
«Ella así se precave por si su jefe cae»; y con malicia,
agregaba: «Como ahorros de una secretaria no están
mal».452 También está probado que era la dueña de
una lujosa mansión (El Cañaveral), que poseía una
449 LABIN, Chile: El crimen de resistir, pág. 130.
450 Christopher Andrew and Vasili Mitrokhin, The World Was
Going Our Way: The KGB and the Battle for the Third World, Basic Books,
New York, 2005, pág. 74.
451 FARÍAS, Los documentos secretos de Salvador Allende, págs. 59-63 y 135-137.
452 En: FILIPPI y MILLAS, Anatomía de un fracaso, pág. 163.
153
flota de medio centenar de vehículos453 y que la em-
bajada de Cuba le compró una acomodada residen-
cia ubicada en la comuna de Vitacura. Se sostiene
que ella era parte relevante de la red construida por
Fidel Castro en torno a Allende. Además ella habría
sido la persona de contacto con los servicios de in-
teligencia soviéticos (KGB) que habían contratado a
Allende como gestionador en América Latina.454
f. El Banco Central. Este organismo no solo editó papel
moneda como nunca antes en su historia, sino que
también financió al Partido Obrero Revolucionario
de Argentina455 y a dos importantes grupos guerrille-
ros de Sudamérica: los Montoneros (Argentina) y los
Tupamaros (Uruguay).456
g. El tráfico de drogas. Entre 1970 y 1973, Chile se con-
virtió en el principal centro de distribución de co-
caína para Sudamérica.457 El periodista Luis Álvarez
Baltierra afirma que los directores socialistas de la
Policía de Investigaciones, Eduardo «Coco» Paredes
y Alfredo Joignant, se relacionaron con el capo narco-
traficante uruguayo Adolfo Sobosky, quien a su vez
estaba vinculado a las cúspides de la red norteameri-
cana del legendario mafioso Joe Colombo. Producto
de este vínculo, Paredes y Joignant protegieron a los
traficantes de cocaína que «operaban desde Santiago
a Miami. La droga era traída al país desde Bolivia. En
laboratorios clandestinos era procesada y luego em-
barcada al mercado norteamericano». Un comando
453 Álvarez et ál., Septiembre/73, Martes 11: auge y caída de Allende, págs.
83 y 93.
454 FARÍAS, Los documentos secretos de Salvador Allende, pág. 63.
455 Álvarez et ál., Septiembre/73, Martes 11: auge y caída de Allende, pág. 89.
456 Nicolás Márquez, La Mentira oficial – El setentismo como la política de
Estado, 3ª Edición, sin editorial, Buenos Aires, 2007, pág. 95.
457 ROBIN HARRIS, Pinochet y Allende vistos por un inglés, publicado por
Chilean Supporters Abroad, s/f, pág. 11.
154
especial –designado por el PS– tomó el control de las
transacciones de la «operación cocaína», la que ex-
perimentó en el país un ritmo intenso, hasta que fue
desmantelada en septiembre de 1973.458 El valor de la
cocaína descubierta en el país después de la caída de
Allende equivalía a tres meses de la deuda externa de
Chile459. Según un informe, durante el último año del
Gobierno de la UP, las autoridades norteamericanas
habían incautado cocaína, producida en laboratorios
chilenos, por la suma de 309 millones de dólares.460
h. El caso Squella. El investigador Víctor Farías ha dado
a conocer la existencia de documentos bancarios que
revelan los vínculos financieros de Allende con Óscar
Squella Avendaño, el mayor traficante de drogas de
América en los años sesenta. Entre 1970 y 1972, Sque-
lla enfrentó un juicio en Miami por narcotráfico, que
terminó con su encarcelamiento. Farías demuestra la
enorme preocupación con la cual el canciller Clodo-
miro Almeyda y el embajador de Chile en los Estados
Unidos, Orlando Letelier, ambos socialistas, así como
el personal diplomático del Consulado de Chile en
Miami, siguieron las alternativas del juicio de Sque-
lla. «El compulsivo interés del gobierno de Allende
por la suerte del traficante estaba directamente vin-
culado con las relaciones entre este y Salvador Allen-
de y el escándalo internacional que hubiera provoca-
do el conocimiento de estos hechos».461
528 En: NENA OSSA, Allende: Thank you…! Vivencias periodísticas y personales,
Editorial Maye, Santiago, 2009 (2ª edición), pág. 61.
529 En: ARANCIBIA, Los orígenes de la violencia política en Chile, pág. 137.
530 En: DONOSO (recopilador), Breve Historia de la Unidad Popular, pág. 63.
531 En: ARANCIBIA, Los orígenes de la violencia política en Chile, págs. 135-136.
532 En: ROJAS, La agresión del oso, pág. 105.
177
dremos tener mañana torrentes de sangre».533 Era el mismo
mes en que Allende señalaba: que «se acostumbren (los
reaccionarios) a pensar que este proceso es irreversible».534
También en diciembre se conoció una declaración conjunta
de la UP, que decía: «Notificamos que el pueblo de Chile
no volverá atrás (…) el desplazamiento de los explotadores
es definitivo (…) es absolutamente irrevocable (…) jamás
volverán a regir en Chile los privilegios (…) el proceso de
cambios no tiene retorno».535 En ese mismo mes, Luis Cor-
valán afirmaba: «en las masas populares prevalece el ánimo
de pelea, los fascistas no pasarán; en la cancha se verán los
gallos»; y el MAPU lo apoyaba diciendo: «el pueblo de San-
tiago se apresta a combatir».
En enero de 1972, la retórica violentista de izquierda
tuvo uno de sus puntos más altos. Veamos algunos ejem-
plos: el líder comunista Corvalán señalaba: «los avances
logrados son irreversibles»536, y precisaba: «el camino de la
violencia no está excluido, cualquiera que sea la forma»537,
ya que «la llamada vía chilena no niega en absoluto los
principios generales de la lucha de clases»538; el señor
Allende era enfático: «óiganlo bien, usaremos la violencia
revolucionaria»539; el militante de la IC Luis Badilla afirma-
ba: «la mejor manera de defender la revolución es profun-
dizarla sistemáticamente sin transar con los enemigos un
átomo de oxígeno»540; el intendente socialista de Santiago,
Alfredo Joignant, amenazaba con un «batallón de degüe-
533 En: BRAHM, «Retórica violentista de izquierda y miedo a la revolución
en Chile 1964-1973», óp. cit, pág. 149.
534 En: ROJAS, La agresión del oso, pág. 51.
535 En: VÍCTOR FARÍAS, La izquierda chilena (1969-1973). Documentos para
el estudio de su línea estratégica, tomo III (Centro de Estudios Públicos,
Santiago, 2000), págs. 1.734 y 1.738.
536 Todo, en: ROJAS, La agresión del oso, págs. 51 y 105.
537 En: DONOSO (recopilador), Breve Historia de la Unidad Popular, pág. 122.
538 En: FARÍAS, La izquierda chilena (1969-1973), tomo III, pág. 1785.
539 En: ROJAS, La agresión del oso, pág. 105.
540 En: ARANCIBIA, Los orígenes de la violencia política en Chile, pág. 151.
178
llo» de treinta mil militantes para quemar el barrio alto541;
por último, el senador y secretario general del PS, Carlos
Altamirano, insistía: el proceso es «irreversible».542
En febrero de 1972, un informe del Comité Central del
PS señalaba: «El Estado burgués en Chile no sirve para cons-
truir el socialismo, y es necesaria su destrucción. Para cons-
truir el socialismo los trabajadores chilenos deben ejercer su
dominación política sobre la burguesía, deben conquistar
todo el poder y arrancarle gradualmente todo el capital. Es
lo que se llama dictadura del proletariado». El Gobierno de
la UP debe «abrirle paso al proletariado en su combate dia-
rio con la burguesía, para arrebatarle la totalidad del poder,
avanzando efectiva e irreversiblemente al socialismo (…)
Para nosotros, socialistas, cada pequeño triunfo eleva el ni-
vel del próximo choque, hasta que lleguemos al momento
inevitable de definir quién se queda con el poder en Chile,
al momento de dilucidar violentamente entre el poder de las
masas y el de las fuerzas reaccionarias internas».543
En marzo de 1972, Luis Corvalán advertía: «…la cla-
se obrera y los trabajadores organizados en general, que es-
tán junto al Gobierno, tienen una decisión y una capacidad
de combate suficientemente grande como para aplastar la
sedición». Y enfatizaba: «un combatiente de la clase obrera
vale por diez o más pijes de Providencia o Vitacura».544
En abril de 1972, el secretario general del MIR, Mi-
guel Enríquez, al hacer un balance del período noviembre
de 1970–abril de 1971, afirmaba: «Miles de mapuches se
lanzaron a la conquista de la tierra, miles de campesinos y
obreros comenzaron a combatir a los terratenientes, miles
de pobladores se tomaron los terrenos, miles de obreros, a
541 En: HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo I, pág. 74.
542 En: ROJAS, La agresión del oso, pág. 51.
543 En: FARÍAS, La izquierda chilena (1969-1973), tomo III, págs. 1.920 y 1.923-
1.924.
544 En: ARANCIBIA, Los orígenes de la violencia política en Chile, pág. 167.
179
lo largo del país, combatieron por sus intereses y ocuparon
sus fábricas».545
En junio de 1972, el pleno del MAPU recomendaba:
«En períodos como los que vive nuestro país, en que la lu-
cha de clases se agudiza día a día, en que la clase obrera y
vastos sectores del pueblo se plantean como política prin-
cipal la conquista del poder, se hace indispensable la más
amplia difusión política en el seno de las masas».546
En julio de 1972, el ministro de Justicia, Jorge Tapia,
advertía: «La revolución se mantendrá dentro del derecho
mientras el derecho no pretenda frenar la revolución».547 En
ese mismo mes, el MAPU defendía «todas las vías de lucha»548
y el diario Clarín convocaba a los obreros del área socializada
de la economía a «formar el ejército del pueblo».549
En agosto de 1972, el líder mirista Miguel Enríquez
afirmaba: «La disolución del Parlamento es un objetivo es-
tratégico y unificador del pueblo». En ese mismo mes, el
secretario general del MAPU, Jaime Gazmuri, sostuvo: «la
clase obrera y el pueblo se han puesto en situación inmejo-
rable para desalojar definitivamente del poder a sus ene-
migos», para lo cual es necesario organizar un «ejército del
pueblo de Chile».550
En noviembre de 1972, el secretario general del PS,
Carlos Altamirano, evocaba la gran huelga del mes ante-
rior, en el curso de la cual los cordones industriales se ha-
bían manifestado poderosamente, declarando: «Se trata del
preludio a una serie de enfrentamientos de clase, cada uno
545 En: FARÍAS, La izquierda chilena (1969-1973), tomo III, pág. 2.239.
546 En: VÍCTOR FARÍAS, La izquierda chilena (1969-1973). Documentos para
el estudio de su línea estratégica, tomo IV, (Centro de Estudios Públicos,
Santiago, 2000), pág. 2.544.
547 En: DONOSO (recopilador), Breve Historia de la Unidad Popular, pág. 199.
548 En: ROJAS, La agresión del oso, pág. 106.
549 En: BRAHM, «Retórica violentista de izquierda y miedo a la revolución
en Chile 1964-1973», óp. cit, pág. 151.
550 Todo, en: ARANCIBIA, Los orígenes de la violencia política en Chile, págs.
156 y 162.
180
más fuerte que el anterior y que culminarán en la batalla
final por el poder total».551
En diciembre de 1972, el subsecretario de Justicia,
José Antonio Viera Gallo, escribía: «hay revoluciones que
han fracasado porque tuvieron miedo de infundir miedo a
sus enemigos; el miedo desarma; hay momentos en que el
poder revolucionario puede legítimamente utilizar la intimi-
dación». En ese mismo mes, el mapucista Óscar Guillermo
Garretón afirmaba: «sin la destrucción del carácter burgués
del Estado es imposible comenzar siquiera a marchar por
una senda socialista (lo que) implica una agudización tal de
la lucha de clases que envuelve siempre la posibilidad con-
creta de un enfrentamiento armado; el MAPU… entiende
que la línea estratégica global es siempre la lucha armada».
Al comenzar 1973, el MIR estimaba que la solución
de los problemas «pasa por la guerra civil, que adquirirá
formas más o menos violentas; más o menos prolongadas,
de acuerdo a la correlación de fuerzas».552
En marzo de 1973, después de conocidos los resulta-
dos de las elecciones parlamentarias, el secretario general
del PS, Altamirano, dijo: «no hubo ni habrá cambios que no
sean para avanzar sin transar hacia la conquista del poder
y la construcción del socialismo».553 En ese mismo mes, el
mapucista Jaime Gazmuri sostuvo: «La etapa actual de la
lucha de clases se caracteriza entonces por la existencia de
dos poderes antagónicos en guerra, guerra que obviamente
no admite otra resolución que la victoria o la derrota de uno
de los dos, sin que haya posibilidades de que ambos pode-
res puedan estabilizarse políticamente y de manera simul-
tánea por un largo tiempo en el país».554 También en marzo,
el comunista Volodia Teitelboim advertía: «una guerra civil
551 En: CHESNAY, Pinochet: La otra verdad, pág. 95.
552 Todo, en: ROJAS, La agresión del oso, págs. 104 y 106-107.
553 En: FONTAINE, Todos querían la revolución, pág. 163.
554 En: ARANCIBIA, Los orígenes de la violencia política en Chile, pág. 184.
181
no hace distinción, no es cuidadosa; no hace dos blancos
exactos para matar a personas determinadas; en ella cae
mucha gente, política o apolítica». Poco después, Corvalán
aclaraba: «jamás hemos considerado que la vía de la revolu-
ción chilena era una vía exclusivamente electoral».
En abril de 1973, Altamirano, refiriéndose a la «irre-
versibilidad» del proceso revolucionario chileno, dijo: «nadie
logrará hacer retroceder el reloj de la historia; se equivocan
quienes piensan que podrían volver a gobernar este país».
En junio de 1973, Altamirano aseveraba: «el Parla-
mento no tiene ya ningún sentido».555 En ese mismo mes,
el Regional Santiago–Centro de PS se refirió a la evolución
general del proceso: «El partido ha planteado en diversas
oportunidades que “el enfrentamiento es inevitable”, en-
tendiéndose como tal un enfrentamiento violento entre
derecha e izquierda, entre la revolución y la contrarrevo-
lución, en la lucha por el poder. Ese enfrentamiento no se
deriva de la mala o buena voluntad de los hombres, sino
que es el resultado de las contradicciones de clases de la
sociedad chilena (…) Podemos decir, que el enfrentamiento
ya no es inevitable, sino que está en marcha, que ya esta-
mos en pleno enfrentamiento (…) La guerra es la prolonga-
ción de la política, por otros medios, a saber por los medios
violentos. La guerra civil es un tipo de guerra en la que,
según la concepción marxista, se enfrentan explotados con-
tra explotadores. La fuerza es el método supremo para la
resolución de los conflictos entre las clases, método al que
se llega cuando las contradicciones de clases se agudizan a
un punto tal que cualquier otro camino es imposible».556
En julio de 1973 la retórica violentista marxista llegó
a su clima. Veamos algunos ejemplos: el señor Allende fue
555 Todo, en: ROJAS, La agresión del oso, págs. 51 y 107-108.
556 En: VÍCTOR FARÍAS, La izquierda chilena (1969-1973). Documentos para
el estudio de su línea estratégica, tomo VI (Centro de Estudios Públicos,
Santiago, 2000), págs. 4.739-4.740.
182
claro y rotundo: «el pueblo encontrará las armas porque lu-
chará junto a las FF.AA. leales»557; el secretario general del
PC, Corvalán, dejaba en claro dos puntos fundamentales:
que la UP pretende «todos los poderes»558 y que «los Pode-
res Legislativo y Judicial no pueden ser dejados incólumes,
porque son enemigos del progreso»559; el senador Altamira-
no comunicó: «el pueblo está en condiciones de incendiar
y detonar el país desde Arica a Magallanes, en una heroica
ofensiva libertaria y patriótica»560; el dirigente de la IC Bos-
co Parra dijo: «la UP no esconde su decisión de implantar la
dictadura del proletariado»561; y, por último, el diputado so-
cialista Mario Palestro advirtió: «incendiar las fábricas será
etapa final de la UP si es derrotada en enfrentamiento».562
En agosto, el MAPU reconocía: «Desde hace tiempo
que estamos en guerra».563 En ese mismo mes, los socialistas
Carlos Altamirano y Adonis Sepúlveda hablaron fuerte y
claro. El primero aseveró: «Hemos despertado a un pueblo
y lo hemos echado a andar y nada ni nadie podrá detener
su marcha de gigante».564 Por su parte, Sepúlveda afirma-
ba: «No estamos dispuesto a que se retroceda un paso, en
la medida en que lo permitan nuestras fuerzas, y creemos
que ésta no es sólo una decisión nuestra, sino que surge de
lo más profundo de los sentimientos de las masas chilenas
(…) Quien dé un golpe tendrá que tener presente esto, por-
que tendrá que pasar por encima de miles y miles de cadá-
veres de trabajadores».565
557 En: ROJAS, La agresión del oso, pág. 107.
558 En: ARANCIBIA, Los orígenes de la violencia política en Chile, pág. 191.
559 En: WHELAN, Desde las cenizas, pág. 390.
560 En: Libro Blanco del cambio de gobierno en Chile – 11 de septiembre de
1973, pág. 35.
561 En: ARANCIBIA, Los orígenes de la violencia política en Chile, pág. 182.
562 En: GONZÁLEZ y FONTAINE, Los mil días de Allende, tomo I, pág. 749.
563 En: Libro blanco del cambio de gobierno en Chile – 11 de septiembre de 1973,
pág. 37.
564 En: DONOSO (recopilador), Breve Historia de la Unidad Popular, pág. 402.
565 En: FARÍAS, La izquierda chilena (1969-1973), tomo VI, pág. 4.855.
183
En septiembre, dos días antes de la caída de Allen-
de, el senador Altamirano pronunció un discurso en el que
dijo: «La Derecha sólo puede ser aplastada por la fuerza
invencible del pueblo, la tropa, los suboficiales y oficiales
unidos al gobierno (…) Las transformaciones sólo pueden
llevarse a cabo si el pueblo toma el poder (…) Chile se va a
convertir en un nuevo Vietnam heroico si la reacción trata
de enseñorearse de este país».566
Para terminar, digamos que los líderes de la UP y del
MIR incitaron el odio, el genocidio y la guerra civil.
1970
1971
1972
601 Todo, en: ARANCIBIA et ál., Los hechos de violencia en Chile: del discurso a
la acción, págs. 302-303 y 310-313.
602 CASTILLO (editor), La verdad olvidada del terrorismo en Chile, pág. 71.
603 Todo, en: ARANCIBIA et ál., Los hechos de violencia en Chile: del discurso a
la acción, págs. 316-325.
604 DONOSO (recopilador), Breve Historia de la Unidad Popular, pág. 163.
192
extremistas del PS605; el día 31, el agricultor de Río Bueno,
Raúl Vásquez Becker, fue quemado vivo en el interior de
su casa de campo, colindante con el estero Chaichayén, por
hordas socialistas y comunistas deseosas de apropiarse de
su reserva de 120 hectáreas.606
Abril. El día 2, Nibaldo Soto, ex mayordomo del
fundo La Patagua de Cauquenes, se suicidó al saber que el
terreno que había sido entregado por el dueño del predio a
sus trabajadores estaba siendo expropiado607; el día 14, una
camioneta de la CORA que transportaba desde Argentina
1.300 proyectiles de calibre 22 fue interceptada en un pue-
blo fronterizo de Cautín, y sus ocupantes, un argentino y
dos funcionarios de la CORA, fueron detenidos.608
Mayo. El día 4, 113 predios agrícolas permanecían
paralizados en la provincia de Santiago, a raíz de ocupa-
ciones o huelgas609; el día 8, 200 miembros del MIR, MCR,
MAPU y del PS ocuparon el Juzgado del Crimen de Melipi-
605 ARANCIBIA et ál., Los hechos de violencia en Chile: del discurso a la acción,
págs. 328-329.
606 CASTILLO (editor), La verdad olvidada del terrorismo en Chile, pág. 71. Con
respecto a este crimen, el hijo de la víctima, Raúl Vásquez González,
recuerda: «No se ordenó por los tribunales de justicia una investigación
seria, jamás vi siquiera a un carabinero o a miembros de Investigaciones
de Chile. Quedó en el olvido (…) Me dediqué en forma privada a
averiguar lo sucedido; es más, contraté a un detective que rechazó mi
oferta por encontrarse en la “lista negra” de la UP (…) Me hicieron
concurrir a la Gobernación de Río Bueno para conversar conmigo. Fui
con mi abogado y nos encontramos con un verdadero Tribunal del
Pueblo. Se hallaban presentes el gobernador, el director de CORA–
Valdivia y todos los trabajadores del campo. Tomó la palabra el director,
quien textualmente dijo: “Señor Vásquez, sabemos que le corresponden
ciento veinte hectáreas. Le recomendamos renunciar a sus derechos,
pues si no lo hace, le tomaremos el campo todos los días”. El abogado
me dijo: “Entrega, Raúl, pues también te matarán”» Finalmente, el señor
Vásquez se marchó a España (en: PÉREZ DE ARCE, Terapia para cerebros
lavados, págs. 46-48).
607 CASTILLO (editor), La verdad olvidada del terrorismo en Chile, pág. 72.
608 ARANCIBIA et ál., Los hechos de violencia en Chile: del discurso a la acción,
págs. 330-331.
609 DONOSO (recopilador), Breve Historia de la Unidad Popular, pág. 183.
193
lla, manteniendo como rehenes al magistrado Hugo Olate y
a otras 25 personas, con el propósito de exigir la inmediata
libertad de 41 campesinos declarados reos por usurpación
de tierras y la destitución del juez Olate; el día 23, Enri-
que Núñez, socio propietario del frigorífico San Fernando
(Melipilla), fue asesinado por extremistas de izquierda que
habían usurpado la propiedad; ese mismo día, el juzgado
de Melipilla fue invadido por la Federación Campesina,
que exigía la libertad de los campesinos involucrados en la
toma del fundo Millahuín y que contó con el apoyo del in-
tendente de Santiago (Alfredo Joignant) y del subsecretario
de Justicia (José Antonio Viera-Gallo), quienes desautoriza-
ron la orden que el juez del tribunal había dado a Carabine-
ros para desalojar a los usurpadores610; el día 27, el auto del
mirista Edgardo Enríquez fue inspeccionado en el control
Pañuelas (cerca de Valparaíso), encontrándose en su inte-
rior una inusual cantidad de armas cortas y municiones.611
Junio. El día 15, 800 trabajadores paralizaron la fá-
brica CIC y dos días después se tomaron la fábrica para exi-
gir su paso al APS; el día 19, un grupo de trabajadores se
tomó la industria Perlack612; el día 30, el agricultor Ramón
Arrau Merino, propietario de una hijuela de Santa Elena
de Codegua, estuvo secuestrado durante varias horas por
miembros del MCR.613
Julio. El día 12, centenares de trabajadores de izquier-
da marcharon por el centro de Santiago, gritando consignas
del Poder Popular y pidiendo el cierre del Parlamento614; el día
610 ARANCIBIA et ál., Los hechos de violencia en Chile: del discurso a la acción,
págs. 336-337 y 342-345.
611 DONOSO (recopilador), Breve historia de la Unidad Popular, pág. 188.
612 GUILLERMO RODRÍGUEZ M., De la Brigada Secundaria al Cordón
Cerrillos, Editorial Universidad Bolivariana, Santiago, 2007 (1ª edición),
pág. 90.
613 ARANCIBIA et ál., Los hechos de violencia en Chile: del discurso a la acción,
págs. 348-349.
614 RODRÍGUEZ, De la Brigada Secundaria al Cordón Cerrillos, pág. 96.
194
23, tres sujetos del dispositivo de seguridad del PS que agre-
dieron al chofer de un taxibús que había chocado el automóvil
en el que se desplazaban por la capital, terminaron asesinan-
do a un obrero de la Corporación de Mejoramiento Urbano
(CORMU), José Navarro, que salió en defensa del chofer615; el
día 29, los trabajadores de Yarur se negaron a devolver la in-
dustria contra una orden emanada de los tribunales.616
Agosto. El día 1, casi 200 vecinos armados (dirigidos
por miristas) ocuparon la Gobernación de San Bernardo, se-
cuestrando a diecisiete personas; el día 5, una explosión (que
dejó cinco heridos, entre ellos dos extremistas uruguayos:
Cándida Leda Rodríguez Catalogne y Luis Orellana Muñoz)
se registró en Ventanas, concretamente en la residencia de
un funcionario (Fernando Marcos Arancibia) de la Empre-
sa Nacional de la Minería (ENAMI), en la cual funcionaba
una fábrica de explosivos; el día 16, el comerciante Manuel
Aguilar resultó muerto al tratar de impedir que funciona-
rios de DIRINCO y Carabineros requisaran el supermerca-
do de la Compañía de Frigoríficos de Magallanes, que había
cerrado sus puertas para apoyar una movilización antigu-
bernamental617; el día 30, miembros de la estructura militar
del PS parapetados en la sede de esa colectividad política
en Concepción, dispararon contra un bus de Carabineros,
dando muerte al cabo Exequiel Aroca Cuevas.618
Septiembre. El día 1, la Fuerza Aérea desmanteló
una escuela de guerrilla del MIR, ubicada en las proximi-
dades de Temuco, encontrando una fábrica de granadas
y abundante material explosivo; el día 2, un cartucho de
dinamita explotó en el baño del gimnasio cubierto de Cu-
ricó, mientras hablaba el senador Patricio Aylwin, en una
615 DONOSO (recopilador), Breve Historia de la Unidad Popular, pág. 206.
616 RODRÍGUEZ, De la Brigada Secundaria al Cordón Cerrillos, pág. 97.
617 ARANCIBIA et ál., Los hechos de violencia en Chile: del discurso a la acción,
págs. 356-357 y 360-361.
618 CASTILLO (editor), La verdad olvidada del terrorismo en Chile, págs. 74-75.
195
concentración de protesta contra las alzas y la política del
Gobierno de la UP619; el día 12, un joven de 17 años, Mario
Avilés, murió en un enfrentamiento derivado de una ma-
nifestación estudiantil en el centro de Santiago620; el día 14,
tres extremistas del PS y de las Fuerzas Armadas de Libera-
ción agredieron a un carabinero, dejándolo en grave estado
y arrebatándole el arma de servicio621; el día 23, 300 miem-
bros de la brigada Ramona Parra atacaron el Liceo Nº 12 de
Niñas ubicado en Villa Olímpica, lanzando a un muchacho
por la ventana desde el segundo piso, cortándole la cara a
otro con una botella quebrada, degollando al perro masco-
ta del establecimiento, vejando a las alumnas y dejando a
30 estudiantes heridos622; el día 25, el comentarista de radio
Cooperativa de Temuco, Eduardo Díaz, fue atacado por un
grupo de la brigada Ramona Parra, quedando con conmo-
ción cerebral y contusiones.623
Octubre. El día 3, los obreros del Cordón Cerrillos y
de Bata marcharon al centro de Santiago para enfrentar en
choques violentos a los estudiantes que protestaban contra
el Gobierno624; el día 12, los camioneros Orlando Silva y Ser-
gio Olivares, el militar retirado Fernando Correa y el obre-
ro José Urra murieron a bala en diversos incidentes graves
ocurridos en distintos puntos del país, entre transportistas y
extremistas de izquierda, ocasionados por el paro nacional
de camioneros625; ese mismo día, militantes de UP ocuparon
la Carretera Panamericana fuera de la ciudad, descubriendo
619 ARANCIBIA et ál., Los hechos de violencia en Chile: del discurso a la acción,
págs. 368-369 y 372-373.
620 CASTILLO (editor), La verdad olvidada del terrorismo en Chile, pág. 75.
621 ARANCIBIA et ál., Los hechos de violencia en Chile: del discurso a la acción,
págs. 374-375.
622 HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo III, págs. 47 y 122.
623 ARANCIBIA et ál., Los hechos de violencia en Chile: del discurso a la acción,
págs. 374-375.
624 RODRÍGUEZ, De la Brigada Secundaria al Cordón Cerrillos, pág. 102.
625 CASTILLO (editor), La verdad olvidada del terrorismo en Chile, pág. 75.
196
un escondite de camiones y le prendieron fuego626; el día 10,
la DIRINCO requisó 300 camiones en San Felipe627; el día 22,
el corresponsal de El Mercurio y comentarista de radio Bío-
Bío, Julio Arroyo Kuhn, fue baleado fallidamente en Con-
cepción, por elementos socialistas628; el día 25, personal de
Carabineros detuvo a dos extremistas armados en Santiago,
uno venezolano y otro cubano, que pretendían contribuir a
la toma de la industria Licores Mitjans.629
Noviembre. El día 8, partidarios de la UP impidie-
ron a pedradas la presencia en la Universidad Técnica del
Estado de personeros del PN, encabezados por Sergio Ono-
fre Jarpa, quien sufrió lesiones de gravedad.
Diciembre. El día 15, 280 brigadistas de la UP que
portaban linchacos y sables retomaron por la fuerza las bo-
degas de la empresa Vía Sur (Santiago), anteriormente to-
mada por trabajadores que se oponían a su intervención por
parte del Gobierno, dejando un saldo de 11 heridos; el día
20, los estudiantes de oposición que celebraban la victoria
obtenida en las elecciones de la Federación de Estudiantes
de la Universidad de Chile, sede Chillán, fueron agredidos
por grupos del MIR y la brigada Ramona Parra, con un saldo
de un muerto (Héctor Castillo Fuentealba) y dos heridos a
bala, todos de la oposición.630
1973
págs. 476-481.
649 Se encontraba en su domicilio al momento de ser asesinado. Se dice que
fue asesinado por un miembro del GAP, llamado el «Petiso», que andaba
acompañado de dos cubanos y un técnico de la CORFO (CASTILLO –
editor–, La verdad olvidada del terrorismo en Chile, págs. 79-80). Otra fuente
dice que fue ultimado por miembros de Patria y Libertad (ARANCIBIA
et. ál., Los hechos de violencia en Chile: del discurso a la acción, págs. 494-495).
650 ARANCIBIA et ál., Los hechos de violencia en Chile: del discurso a la acción,
págs. 496-497 y 502-507.
651 Véase: ARANCIBIA et ál., Los hechos de violencia en Chile: del discurso a la
acción, págs. 512-513; CASTILLO (Editor), La verdad olvidada del terrorismo
en Chile, pág. 81.
201
Concepción652; el día 25, Juan Bautista Ayala (chofer que
conducía un camión) y Raquel Toledo (campesina que via-
jaba en el camión) fueron asesinados a pedradas durante el
paro de transportistas en San Fernando653; ese mismo día, la
Infantería de Marina y Carabineros allanaron una casa en
Talcahuano, encontrando metralletas, armas cortas y largas
y gran cantidad de munición y explosivos654; el día 26, el
obrero ferroviario Robinson Gutiérrez fue asesinado por
elementos comunistas en Temuco655; el día 27, Sergio Alia-
ga, chofer, resulta muerto al recibir un impacto de bala en la
garganta en incidentes producidos durante el paro nacional
de transportistas; ese mismo día, Daniel Briones, obrero
agrícola, murió en un enfrentamiento producido por la reto-
ma de la reserva del fundo San Mauricio (San Fernando); el
día 28, Jaime Valdés pierde la vida en incidentes callejeros,
por la acción de una turba de la UP; el día 29, extremistas de
la intervenida industria INDUGAS, entre ellos el mexicano
Jorge Soza Gil, asesinaron al subteniente de Ejército Héctor
Lacrampette Calderón656; el día 30, la Fuerza Aérea efec-
tuó un allanamiento a un campamento guerrillero ubicado
cerca de Nehuentúe, deteniendo a 20 extremistas y descu-
briendo una fábrica de granadas y tanto o más explosivos
que los que hay en la Base Aérea de Maquehua.657
Septiembre. El día 4, un militante del PN (el joven
Gunter Warenken Contreras) fue asesinado durante una
manifestación por disparos provenientes del Cuartel de In-
vestigaciones de San Javier658; ese mismo día, miembros del
652 ARANCIBIA et ál., Los hechos de violencia en Chile: del discurso a la acción,
págs. 524-525 y 532-533.
653 CASTILLO (editor), La verdad olvidada del terrorismo en Chile, pág. 81.
654 HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo III, pág. 51.
655 Véase: CASTILLO (editor), La verdad olvidada del terrorismo en Chile, pág.
81; ARANCIBIA et ál., Los hechos de violencia en Chile: del discurso a la
acción, págs. 536-537.
656 CASTILLO (editor), La verdad olvidada del terrorismo en Chile, pág. 82.
657 HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo III, pág. 52.
658 CASTILLO (editor), La verdad olvidada del terrorismo en Chile, pág. 82.
202
MIR y del FTR amenazaron con volar los cuatro costados
del Palacio de los Tribunales de Justicia de Valparaíso, con
el propósito de impedir que fuera vista la causa de petición
de desafuero contra los parlamentarios Carlos Altamirano
y Óscar Garretón, solicitada por el fiscal que instruía el su-
mario por sublevación en la Armada Nacional659; el día 5,
Óscar Balboa Elgueta fue asesinado a balazos por terro-
ristas del MIR660; el día 7, el chofer Mario Montucci fue
muerto a bala en incidentes con extremistas producidos en
el interior del campamento de camioneros en paro nacional
ubicado en Leyda661; ese mismo día, los ocupantes de un
camión Fiat lanzaron una bomba contra la sede de la DC,
ubicada en la calle Franklin de Santiago, causando daños
materiales y dejando a cuatro personas heridas662; el día 8,
efectivos del Regimiento Tucapel de Temuco descubrieron
un nuevo campamento guerrillero en Mamuil Malal, dete-
niendo a trece personas; el día 10, Guillermo Valdés, trans-
portista, resulta muerto luego de ser baleado tres veces por
un chofer del Estado que intentó atravesar la barrera con
que los huelguistas del rodado bloquearon la Carretera Pa-
namericana en señal de protesta.663
Concluyamos diciendo que esta breve lista de he-
chos de violencia política permite sostener que el Chile de
la UP era un país de pesadilla, que experimentaba (según
reconoció Carlos Altamirano) «una guerra no declarada»,
es decir, se había convertido (como dijo Allende) en «un
Vietnam callado».664
parcial –el “tanquetazo”, del 29 de junio de 1973–, que por ese mismo
carácter incurría directamente en el riesgo antedicho. Y el golpe militar
interrumpió otra iniciativa de Patria y Libertad, que también implicaba
se alzaran de manera aislada algunas unidades castrenses, y además
dividir geográficamente el país. En la práctica, un peligro muy fuerte,
casi una certeza de guerra civil» (VIAL, «La guerra civil de 1973: quiénes
la querían y quiénes no. Quién la impidió», óp. cit).
687 Solamente el presidente Allende podía convocar a plebiscito. Venció
dicho plazo el 6 de junio de 1973, sin que lo hiciera. De haberse convocado
el plebiscito fuera de plazo, no hubiese sido vinculante (VIAL, Pinochet,
la biografía, tomo I, pág. 205).
688 Recordemos que en las elecciones municipales de 1971 la UP había
obtenido una gran votación, casi el 50% de los sufragios. Por lo mismo,
a principios de 1972 el comité político de la UP debatió la proposición
de un referéndum para cambiar el orden institucional. El PC no apoyó
la propuesta, creía que estaba condenado a la derrota. Luis Corvalán fue
enfático: «Perdemos de aquí a Penco» (en: HEINECKE, Chile, crónica de
un asedio, tomo III, pág. 64). Tampoco olvidemos que la UP cometió un
fraude electoral de grandes proporciones en las elecciones parlamentarias
de marzo de 1973. Esta acción impidió que la oposición alcanzase la
mayoría parlamentaria necesaria para destituir a Allende. También se
debe tener presente que el Gobierno no quiso llegar a un acuerdo con
la DC, en julio-agosto de 1973. Esta última instancia de diálogo había
sido impulsada por el cardenal Raúl Silva Henríquez. ¿Por qué fracasó
el diálogo? El ex presidente Frei entregó la respuesta: «La directiva del
Partido llegó a la convicción de que exclusivamente se estaba ganando
tiempo parar preparar el control total del poder por parte de la Unidad
Popular y acelerar su aparato paramilitar y el reparto de armas» (Carta
del ex presidente Eduardo Frei Montalva al presidente de la Unión
Mundial de la DC, Mariano Rumor, Santiago, 8 de noviembre de 1973).
Por todo lo anterior, resulta poco creíble que Allende tuviera la intención y
el respaldo de todos sus aliados para convocar y realizar un plebiscito (no
vinculante) que (de no mediar un gigantesco fraude electoral) se iba a perder.
210
opción era suya.689 Plegándose finalmente a la intervención
militar, el 9 de septiembre690, Pinochet evitó «la guerra civil
entre las fuerzas del Ejército que bajo su mando hubieran
respaldado al gobierno de la UP y Allende, más Carabine-
ros, por una parte, y por la otra las que hubiesen obedecido
a los siete generales comprometidos, más la Armada y la
Aviación». Las milicias marxistas, como dijimos, hubieran
apoyado a los uniformados «leales» a la UP. Este choque
fratricida a gran escala hubiera causado, según el general
Prats, entre quinientos mil y un millón de muertos.691
689 VIAL, «La guerra civil de 1973: quiénes la querían y quiénes no. Quién la
impidió», óp. cit.
690 Recién el 8 de agosto el general Sergio Arellano informó a Pinochet
sobre la intervención militar en curso. Le entregó todos los detalles,
«la fecha, las ramas involucradas, los jefes ya comprometidos, etc. Le
agregó, con tacto, que si los generales del Ejército no se plegaban, lo
harían de todo modo los comandantes de unidades y la cúpula resultaría
desprestigiada». Reacción del comandante en jefe del Ejército: «Yo no
soy marxista, mierda!», dijo, «y golpeó el brazo del sillón en que estaba
sentado». Al día siguiente, en la tarde, el general Leigh fue a visitar a
Pinochet a su casa, para confirmar su participación en la intervención
militar. Lo halló celebrando el cumpleaños de su hija Jacqueline. También
llegaron a la casa dos emisarios del almirante Merino, que portaban un
mensaje de su jefe destinado a Pinochet y Leigh. El mensaje ratificaba la
fecha de la intervención militar. Y al reverso se leía: «Gustavo: es la última
oportunidad. J.T.»; y «Augusto: Si no pones toda la fuerza en Santiago
desde el primer momento, no viviremos para el futuro. Pepe» (Merino
y Pinochet eran amigos de infancia; de ahí que Merino se identificara
como Pepe). El contralmirante Sergio Huidobro (uno de los emisarios
de Merino) y Pinochet discutieron un momento, preocupado este último
por lo corto del plazo y por la continuada vigilancia que del Ejército –tras
el «tanquetazo»– hacía Investigaciones. «Pero en el mismo acto, Pinochet
indicó a Huidobro los lugares en los cuales la acción del Ejército quizás
requiriese apoyo de la Armada. Su laberíntico cerebro ya había trabajado,
pues, la materialidad y detalles» de la intervención militar. «Leigh
suscribió primero el documento, y después lo hizo Pinochet… Ambos
firmaron bajo la palabra “Conforme”». Merino recibió el documento
avanzada la noche. La suerte del régimen marxista estaba sellada (VIAL,
Pinochet, la biografía, tomo I, págs. 208-211).
691 VIAL, «En el aniversario de Augusto Pinochet», óp. cit. A comienzos
de julio 1973 el general Prats le dijo a Eduardo Frei Montalva que una
asonada podría producir hasta un millón de muertos (CAVALLO y
211
Si bien Pinochet no planeó la intervención militar, la
dirigió con toda energía, ejecutividad y decisión… La ac-
ción castrense fue un éxito: ese mismo día la UP, su revolu-
ción y su presidente habían sido derrotados. Como es sabi-
do, Allende resultó muerto.692 Desde entonces la izquierda
mundial acusó a los militares de haberlo asesinado. Inclu-
so, Fidel Castro y García Márquez inventaron que Allende
SERRANO, Golpe. 11 de septiembre, pág. 49).
692 Resulta útil reproducir parte de un diálogo entre Salvador Allende y el
dirigente de los trabajadores Clotario Blest, que tuvo lugar en La Monada,
a finales de 1972. Allende: «Don Clotario, estoy muy preocupado y no sé
lo que va a ocurrir. ¿Cómo cree usted que están las cosas?» Clotario: «Mal,
Salvador, muy mal. Para comprar un pollo, la señora Julia, que me cuida
por años, debe estar parada en una cola hasta cuatro horas, y un pueblo
que hace eso no tiene tiempo para hacer una revolución». Allende: «¿Por
qué no me lo hizo saber para hacerle llegar algo?» Clotario: «Entonces
es mentira lo que dicen los momios, que no hay nada de nada, y ahora
usted me dice que hay, pero para ustedes. Usted me conoce y sabe que
cuando el pueblo de Clotario Blest no come, él tampoco come. Y ese
es, Salvador, el verdadero problema. Yo a usted nunca le he dicho “El
Chicho”, sino “El Pije”, porque todavía me recuerdo las veces en que en
las calles los pacos gritaban: ¡Al de cabeza blanca, al de cabeza blanca”,
y yo le veía a usted sus pies, arrancado lejos y muy ligero. Salvador,
usted no es para esto. Decídase: haga un par de puentes, calles, escuelas
y hospitales. Nada más… Una revolución es otra cosa…». Allende: «¿Y
qué quiere que haga, don Clotario? Nadie me hace caso. ¿Cuál es su
consejo?» Clotario: «Usted conoce mi vida, Salvador, pero hoy solo le
puedo decir que llame a Agustín Edwards, a Yarur, a los del Banco de
Chile y a la Sociedad Nacional de Agricultura, y póngase de acuerdo
con ellos para salvar la democracia. Devuelva algunos fundos, bancos
y empresas, porque esa es la gente que ha construido este país y sabe
manejarlo. Y si Nixon se niega a respetar a Chile, ¡vuele con ellos a la
ONU y denuncie que el país está en peligro! Pero decídase por algo y
diga a los trabajadores qué es lo que quiere, porque ellos todavía creen
en usted». Salvador: «Mire, don Clotario, yo soy un hombre de 30 años
de experiencia y sé hacer las cosas». Clotario: «Yo, en cambio, Salvador,
tengo 50 años de lucha, y si usted no se decide se lo advierto: usted no es
Balmaceda, y por eso va a morir solo en esta misma sala y con las llamas
hasta el techo. Los Corvalanes, los Altamiranos y todos los otros van a
esconderse en las embajadas, y me extraña mucho que un católico viejo
esté dándole lecciones de política a un marxista-leninista» (en: FARÍAS,
Los documentos secretos de Salvador Allende, págs. 175-178).
212
había muerto combatiendo heroicamente contra los unifor-
mados que asediaban el palacio de La Moneda.693
La tesis del asesinato fue desmentida por el médico
personal de Allende, el doctor Patricio Guijón Klein. Este fue
la primera persona que entró al salón en que el mandatario
se quitó la vida y alcanzó a verlo disparándose en la boca con
un fusil ametralladora que le había sido regalado por Fidel
Castro.694 No está demás mencionar que, afines de julio de
1973, el líder cubano le había mandado una carta a Allende,
693 Fidel Castro, en La Habana, el 28 de septiembre de 1973, en masivo
homenaje a Allende, dijo: «Mientras el Palacio estaba envuelto en
llamas… (Allende) tomó personalmente una bazooka, la dirigió contra
un tanque situado en la calle Morandé –que disparaba furiosamente
contra el palacio– y lo puso fuera de combate con un impacto directo
(…) Pasada las 1:30 pm. los fascistas se apoderan de la planta baja de
Palacio, la defensa se organiza en la planta alta y prosigue el combate.
Los fascistas tratan de irrumpir por la escalera principal. A las 2:00
pm. aproximadamente logran ocupar un ángulo de la planta alta. El
Presidente estaba parapetado, junto a varios compañeros, en una esquina
del Salón Rojo. Avanzando hacia el punto de irrupción de los fascistas,
recibe un balazo en el estómago que le hace inclinarse de dolor, pero
no cesa de luchar, apoyándose en un sillón continúa disparando contra
los fascistas a pocos metros de distancia, hasta que un segundo impacto
en el pecho lo derriba y ya moribundo es acribillado a balazos (…) Al
ver caer al Presidente, miembros de su guardia personal contraatacan
enérgicamente y rechazan de nuevo a los fascistas hasta la escalera
principal. Se produce entonces, en medio del combate, un gesto de
insólita dignidad: tomado el cuerpo inerte del Presidente lo conducen
hasta su gabinete, lo sientan en la silla presidencial, le colocan su banda
de Presidente y lo envuelven en una bandera chilena (en: http://www.
cuba.cu/gobierno/discursos/1973/esp/f280973e.html, consultado en
octubre de 2012). Por su parte, García Márquez describió así el combate
final de Allende: «Los estaba esperando. Llevaba en la cabeza un casco
de minero y estaba en mangas de camisa, sin corbata y con la ropa sucia
de sangre. Tenía la metralleta que le había regalado Fidel Castro y que
fue la primera arma de fuego que Salvador Allende disparó jamás (…)
Allende murió en un intercambio de disparo con la patrulla. Luego todos
los oficiales en un rito de casta, dispararon sobre el cuerpo. Por último un
oficial le destrozó la cara con la culata del fusil…» (García Márquez,
«La verdadera muerte de un Presidente», citado en: FARÍAS, Salvador
Allende: El fin de un mito, pág. 15).
694 PÉREZ DE ARCE, Europa vs. Pinochet: Indebido proceso, pág. 19.
213
en la que lo incitaba a la guerra civil y a defender el proceso
revolucionario con firmeza y honor hasta el precio de perder
la vida.695 El testimonio del doctor Guijón fue aceptado como
verídico en el Informe de la Comisión Nacional de Reconci-
liación, formada en 1990 por el presidente Patricio Aylwin.696
Hace varios años (2005), el periodista francés Alain
Ammar publicó un vasto estudio en el que se daba a cono-
cer una noticia estremecedora: un soldado cubano (que se
encontraba en La Moneda) había asesinado a Allende cuan-
do este, «ya en un estado de pánico, había resuelto rendirse
y pedir asilo político».697
Finalmente, el año pasado fue exhumado el cuerpo
del ex mandatario, efectuándose una nueva autopsia. Este
nuevo peritaje ratificó que Allende se había quitado la vida.698
695 En esta carta, del 29 de julio de 1973, Castro le dice a Allende que en
Chile se encuentran Carlos Rafael Rodríguez (viceprimer ministro
cubano) y Manuel Piñeiro Losada (jefe del Departamento América,
para la insurrección continental). Luego le dice: «Imagino… tus deseos
de ganar tiempo, mejorar la correlación de fuerzas para el caso de que
estalle la lucha (…) no olvides por un segundo la formidable fuerza de la
clase obrera chilena y el respaldo enérgico que te ha brindado en todos
los momentos difíciles; ella puede, a tu llamado ante la Revolución en
peligro, paralizar a los golpistas, mantener la adhesión de los vacilantes,
imponer sus condiciones y decidir de una vez, si es preciso, el destino
de Chile. El enemigo debe saber que está apercibida y lista para entrar
en acción. Su fuerza y su combatividad pueden inclinar la balanza en la
capital a tu favor aun cuando otras circunstancias sean desfavorables
(…) Tu decisión de defender el proceso con firmeza y con honor hasta el
precio de tu propia vida, que todos te saben capaz de cumplir, arrastrarán
a tu lado todas las fuerzas capaces de combatir y todos los hombres y
mujeres dignos de Chile (…) Hazle saber a Carlos y a Manuel en qué
podemos cooperar tus leales amigos cubanos» (en: PIÑERA, Una casa
dividida, págs. 46-47).
696 Informe de la Comisión de Verdad y Reconciliación, edición del diario La
Nación, 5 de marzo de 1991, pág. 28.
697 FARÍAS, Salvador Allende: El fin de un mito, pág. 16.
698 Allende se suicidó, según el informe final del Servicio Medico Legal (en:
http://www.theclinic.cl/2011/07/19/sml-confirma-que-allende-se-
suicido/). La Justicia confirmó el suicidio de Allende (en: http://www.
emol.com/noticias/nacional/2012/09/11/559973/justicia-confirma-
214
Así, entonces, murió el hombre que, además de «ha-
ber logrado destruir la hermandad de los chilenos», consi-
guió, «con tan buena puntería, como un payaso cualquiera,
dejar patas arribas al país...».699
suicidio-de-ex-presidente-allende-y-cierra-investigacion-por-su-muerte.
html). Ambas páginas fueron consultadas en octubre de 2012.
699 OSSA, Allende: Thank you…!, pág. 232.
215
12. LOS ALCANCES DE LA INTERVENCIÓN MILITAR
848 Al respecto, véase: ROJAS, Chile escoge la libertad, tomo I, págs. 27-
39, y tomo II, págs. 492 y 501-502; CANESSA y BALART, Pinochet y la
restauración del consenso nacional, págs. 258-262; HUNEEUS, El régimen
de Pinochet, págs. 144-148 y 153-160; VIAL, Pinochet, la biografía, tomo II,
págs. 374-375.
849 MÁRQUEZ DE LA PLATA, El salto al futuro, pág. 163.
850 Francisco Javier Cuadra, citado en: TIMMERMANN, El factor Pinochet,
pág. 381. «Se agigantaba cuando caminaba al borde del abismo»
(MÁRQUEZ DE LA PLATA, El salto al futuro, pág. 162).
259
ó
CUARTA PARTE
GOBERNAR EN MEDIO
DE LA ADVERSIDAD
1. EL PROBLEMA de LOS derechos humanos en
medio de una guerra irregular
874 PÉREZ DE ARCE, Europa vs. Pinochet: Indebido proceso, pág. 20.
875 Véase: Bando Nº 1, del 11.9.73; Bando Nº 7, del 11.9.73; Bando Nº 24, del
12.9.73.
876 Así lo afirmaban los principales líderes de la DC. El 10 de octubre de 1973,
el ex presidente Frei señalaba al diario español ABC: «El marxismo, con
conocimiento y aprobación de Salvador Allende, había introducido en
Chile innumerables arsenales, que se guardaban en viviendas, oficinas,
fábricas, almacenes. Los militares han salvado a Chile y a todos nosotros,
cuyas vidas no son ciertamente tan importantes como la de Chile, pero
que son vidas humanas, y muchas, y todas amenazadas perentoriamente.
Y no puedo decir que estemos aún a salvo, porque –ya lo ve usted día
tras día– las Fuerzas Armadas siguen descubriendo reductos y arsenales.
La guerra civil estaba perfectamente preparada por los marxistas» (en:
ABC, 10 de octubre de 1973). Por su parte, Patricio Aylwin sostuvo que la
UP se aprestaba, «a través de la organización de milicias armadas, muy
fuertemente equipadas, que constituían un verdadero ejército paralelo»,
a dar «un autogolpe y asumir por la violencia, la totalidad del poder»
(en: ZEGERS, Documental Pinochet, 2012).
877 CAVALLO et ál., La historia oculta del régimen militar, pág. 19.
272
20 lanzallamas.878 De todas formas, Luis Corvalán, secretario
general del PC, declaró a La Stampa, de Milán (edición del 26
de octubre de 1973), que «los generales han descubierto una
mínima parte» de «las armas que teníamos».879
Así recuerda el general Pinochet el enfrentamiento
contra las huestes marxistas: «Hubo que actuar para cubrir
eficazmente todos los ángulos de un enfrentamiento am-
plio, porque explícitamente los partidos de gobierno sos-
tenían que la vía armada era la única forma de alcanzar el
poder, a la corta o a la larga (…) Creo que nunca de manera
tan contundente se había amenazado una guerra civil en
nuestro país o en otra parte del mundo. Si a lo anterior se
agregan el sinnúmero de ratificaciones de hecho y retóricas
que confirmaban tales propósitos, hicieron más explicable
la intervención militar (…) Había, pues, que actuar con el
máximo rigor y sostenidamente hasta conjurar cualquier
extensión del conflicto que se anunciaba (…) Si no se pro-
cedía así, la acción militar habría terminado en un fiasco,
y eso hubiera provocado en el pueblo por muchos años
consecuencias negativas en extremos dolorosas (…) El 73,
por las citadas características del contrincante, fue preciso
emplear diversos procedimientos de control militar, como
reclusión transitoria, exilios autorizados, fusilamientos con
juicio militar (…) En muchas muertes habidas y en los des-
aparecimientos de cuerpos es muy probable que no se lo-
gre jamás un conocimiento acabado del cómo o del por qué
ocurrieron (…) No se puede descargar con simpleza la res-
ponsabilidad de un sinnúmero de extralimitaciones porque
no hubo un plan institucional para ello. Los conflictos gra-
ves son así y siempre serán así: fuente de abusos y exage-
raciones (…) En los enfrentamientos habidos en la Historia
el resultado en cuanto a pérdidas de vidas y las deshuma-
nizaciones son parte de su definición (…) Lo anterior no va
878 PINOCHET, El día decisivo, pág. 217.
879 En: PÉREZ DE ARCE, Terapia para cerebros lavados, pág. 39.
273
en búsqueda de atenuantes a los excesos, sino a recordar su
presencia insoslayable».880
No cabe duda que lo peor ocurrió en 1973. Tan solo
entre el 11 de septiembre y el 31 de diciembre de ese año
murieron (según la CNRR) un total de 1.823 personas, de
las cuales 1.522 (incluyendo a los detenidos–desaparecidos)
fueron atribuidos a la acción de agentes del Estado y 301 a la
violencia política imperante.881 «Es interesante destacar que,
de todos los muertos y desaparecidos atribuidos a la acción
de los uniformados (2.774), 1.522, es decir, el cincuenta y cin-
co por ciento, cayeron» en los últimos meses de 1973.882 Parte
importante de las personas muertas o desaparecidas caye-
ron cuando enfrentaban a fuerzas militares, aunque sus deu-
dos sostengan que los caídos eran inocentes y que los mata-
ron por pensar distinto. Asimismo, hubo personas que por
ofrecer resistencia armada, o portar u ocultar armas, fueron
fusiladas en el acto. También hubo fusilamientos o ejecucio-
nes que respondieron a otros motivos. Así lo relata el mayor
Carlos Herrera Jiménez, condenado por el asesinato del di-
rigente sindical Tucapel Jiménez: «Patrullas de las Fuerzas
Armadas al mando de jóvenes subtenientes y tenientes o
sargentos o cabos hicieron de juez y parte frente a hechos de
delación política, como jefes de las Juntas de Abastecimien-
tos y Precios (que distribuían alimentos en las poblaciones
durante la escasez provocada por las políticas de la UP, por
ejemplo). También frente a denuncias de delitos flagrantes
o creyendo que lo eran, fusilaron a personas sospechosas
de tales actos in situ, pese a ser ilegal, aun en aquel tiempo.
Quienes cometieron ese ilícito no obedecían a instrucciones
de sus mandos (…) Unidades de la Policía de Investigacio-
880 Carta póstuma de Pinochet, publicada a fines de diciembre de
2006, en: http://www.elmundo.es/elmundo/2006/12/24/
internacional/1166976334.html, consultada en octubre de 2012.
881 HUNEEUS, El régimen de Pinochet, pág. 41.
882 PÉREZ DE ARCE, Terapia para cerebros lavados, pág. 115.
274
nes, sabedoras de que en su sector había delincuentes habi-
tuales que entraban y salían de la cárcel, como siempre ha
sido, en operaciones secretas y clandestinas los eliminaron
actuando como escuadrones de la muerte. Tampoco corres-
ponde a instrucciones del mando institucional».883
Otras personas fueron detenidas en recintos militares
y posteriormente fusiladas por decisión de un tribunal mili-
tar. Pero, igualmente, se registraron fusilamientos de presos
sin orden judicial. Es el caso de la denominada «Caravana
de la Muerte», que guarda relación con el fusilamiento de
algunas decenas de personas en distintas unidades milita-
res del país (septiembre-octubre de 1973), asociadas al viaje
de una comitiva cuyo jefe era un «oficial delegado» de Pi-
nochet: el general Sergio Arellano Stark. Según el libro Los
zarpazos del puma, de Patricia Verdugo, la misión de la comi-
tiva no era otra que matar gente. Esa era la orden que (se-
gún Verdugo) Pinochet había dado a Arellano. Pero esto no
es verdad. Lo cierto es que la misión del «oficial delegado»
era acelerar juicios en tiempo de guerra y garantizar a los
presos el derecho a defensa. ¿Quién dice esto último? Nada
menos que la Comisión Rettig, que según dijimos era de un
sesgo adverso al régimen de Pinochet. No se otorgaba al
«oficial delegado» facultades jurisdiccionales (de juez), ya
que el propio Pinochet no las tenía. Por otra parte, existen
muchas pruebas que permiten establecer que ni Arellano ni
Pinochet tuvieron participación en los crímenes que se le
imputan a la comitiva, si bien, en rigor, hubo miembros de
ella (como el teniente Sergio Arredondo) que, por sí y ante
sí y sin conocimiento de sus mandos, participaron en ellos,
junto con elementos de los regimientos locales.884
883 En: El Mercurio, Santiago, 26 de agosto de 2007, pág. D 4.
884 Véase: HERMÓGENES PÉREZ DE ARCE, La verdad del juicio a Pinochet,
Editorial El Roble, Santiago, 2001; PÉREZ DE ARCE, Terapia para cerebros
lavados, págs. 181-210; VIAL, Pinochet, la biografía, tomo II, págs. 696-700;
SERGIO ARELLANO ITURRIAGA, De conspiraciones y justicia, Editorial
La Gironda, Santiago, 2003.
275
En cuanto a la responsabilidad de las detenciones y
desapariciones ocurridas en 1973 (año en el que se registra
la mayoría de los casos), digamos que corresponde princi-
palmente a algunos miembros del Ejército y de Carabineros,
los que actuaron en no pocos casos con grupos de civiles
armados ajenos al Gobierno o al Estado. Otro punto impor-
tante es la frecuencia anormal con que el problema de los
desaparecimientos se presentó en zonas rurales de escasa
relevancia demográfica, como Liquiñe y Parral. Tampoco
podemos dejar de mencionar la frecuencia con que las víc-
timas de desaparecimientos resultaban haber estado vincu-
ladas a partidos o grupos que habían participado en hechos
de violencia política, principalmente en tomas violentas de
predios agrícolas. No cabe duda que el problema de los de-
tenidos desaparecidos «encontró su raíz en el clima de odio,
violencia y abuso que prohijó» el Gobierno de la UP, «lo cual
no excusa, pero sí explica un revanchismo espontáneo y aún
más violento, cuando cayó aquel Gobierno».885 Por otra par-
te, es plausible sostener que debe haber más casos de falsos
detenidos-desaparecidos, es decir, personas que emigraron
al exterior o murieron en otras circunstancias. Por último,
no se puede descartar que algunos detenidos-desaparecidos
sean delincuentes subversivos que fueron evacuados por
sus compañeros tras resultar muertos en enfrentamientos
con uniformados, para inhumarlos clandestinamente.886
No está demás comentar algunos casos de deteni-
dos-desaparecidos, sobre todo los más conocidos por la
opinión pública. Es el caso de Charles Horman, un joven
extremista norteamericano que fue detenido en el Cordón
Vicuña Mackenna, lugar en el que residía. Este joven resul-
tó muerto y sus restos fueron sepultados en el Cementerio
General. Posteriormente, sus restos fueron repatriados a su
885 PÉREZ DE ARCE, Europa vs. Pinochet: Indebido proceso, págs. 74-75 y 83-85.
886 De acuerdo a la información entregada por el presidente Pinochet y el
general Manuel Contreras, en: VIAL, Pinochet, la biografía, tomo II, pág. 703.
276
país.887 Parece absurdo suponer que la muerte de este indi-
viduo, inmortalizado en Missing, el film de Costa Gavras,
pueda ser imputada moralmente a la Junta de Gobierno y,
por ende, a Pinochet. «Horman fue detenido, pasó por el
Estadio Nacional y pereció asesinado, todo en la primera
semana tras el golpe. ¿Qué pudo saber y hacer al respecto
el Presidente de la Junta? Nada».888 Otro caso conocido es el
de Paine. El 16 de octubre de 1973, 25 trabajadores agrícolas
vinculados al MIR, que habían participado en la usurpación
de propiedades agrícolas durante el Gobierno de la UP, fue-
ron arrestados y asesinados por la policía local acompaña-
da por elementos civiles de la zona. Años después fueron
hallados los restos de doce de ellos, en fosas clandestinas.
El caso Paine fue investigado por la justicia, la que «dejó
en claro que no había mediado en los desaparecimientos
ninguna instrucción gubernativa superior». Otro caso para
destacar es el de Lonquén. En esta localidad desaparecieron
quince campesinos, «doce de ellos pertenecían a tres fami-
lias que habían participado en episodios de usurpación y
violencia contra propietarios agrícolas». Estos sujetos fue-
ron arrestados por carabineros de baja graduación que se
movilizaban en vehículos de agricultores, en los días inme-
diatos a la intervención militar. El destino de los detenidos
no se conoció hasta que sus cuerpos fueron encontrados en
1978, amontonados en los hornos de una antigua mina de
cal abandonada. También el caso Lonquén fue investigado
por la justicia, la que estableció que las ejecuciones no res-
pondieron a ninguna instrucción gubernativa superior.889
Asimismo, en los últimos meses de 1973 (según los
informes de las comisiones presididas por monseñor Valech)
23.479890 personas sufrieron prisión política y tortura, es de-
887 PÉREZ DE ARCE, Terapia para cerebros lavados, págs. 248-250.
888 VIAL, Pinochet, la biografía, tomo II, pág. 695.
889 PÉREZ DE ARCE, Europa vs. Pinochet: Indebido proceso, págs. 85-87.
890 La sumatoria no incluye los casos que la Comisión Valech I aceptó en su
277
cir, más del 60% del total de casos registrados durante todo el
Gobierno Militar.891 Independientemente de la veracidad de
la cifra (que seguramente está abultada), se debe tener pre-
sente que la tortura no era ajena a la tradición histórica de
nuestro país. Ya dijimos que en Chile, antes de 1973 y por lar-
gos años, hubo varios casos de tortura por motivos políticos,
que afectaron a personas de distintas tendencias y que fue-
ron perpetrados por ciertos funcionarios policiales. Durante
el Gobierno de la UP las denuncias de torturas implicaron al
director (Eduardo Paredes) y al subdirector (Carlos Toro, de
militancia comunista) de la Policía de Investigaciones. Más
aún, se puede sostener que los apremios ilegítimos eran ha-
bituales, tradicionales y antiguos en los procedimientos poli-
ciales chilenos. En consecuencia, «era difícil esperar que bajo
un régimen autoritario, inicialmente improvisado, no prepa-
rado para gobernar, surgido de una emergencia histórica y
amenazado por miles de guerrilleros y terroristas armados,
no hubieran existido casos de tortura».892
Es obvio que sin la neutralización de los grupos ar-
mados de la UP la Junta de Gobierno no hubiera podido
«pensar siquiera en ningún programa de gobierno ni me-
nos en la reconstrucción del país. La represión fue dura –
nadie lo niega–, pero debió haber sido corta, y de hecho esa
brevedad se obtuvo» rápidamente.893 Prueba de ello es que,
al finalizar 1973, los grupos armados de la UP podían con-
siderarse desarticulados.894 Para comprender lo que siguió
después hay que señalar que «el comunismo derrotado no
etapa de reconsideración (noviembre de 2004-mayo de 2005).
891 Véase: Informe de la Comisión Presidencial Asesora para la Calificación
de Detenidos, Desaparecidos, Ejecutados Políticos y Víctimas de Prisión
Política y Tortura, reproducido en: http://notascect.files.wordpress.
com/2011/08/informe2011.pdf, consultado en octubre de 2012; «Informe
de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, y respuestas
institucionales», en: Estudios Públicos, Nº 97 (verano 2005).
892 PÉREZ DE ARCE, Europa vs. Pinochet: Indebido proceso, págs. 95-116.
893 SILVA, Miguel Krassnoff, prisionero por servir a Chile, pág. 186.
894 PÉREZ DE ARCE, Europa vs. Pinochet: Indebido proceso, pág. 25.
278
podía permitir que se viera desde fuera una verdad: que el
pueblo chileno –para el que se habían ingresado armas en
abundancia– no había movido un dedo para defender al
supuesto “poder popular”. Había que inventar una “resis-
tencia” contra los militares. Y para eso no bastaba la menti-
ra publicitaria. El comunismo –entonces y siempre– necesi-
ta víctimas. Son su materia prima, por así decirlo». Por ello
«la izquierda marxista, en vez de aceptar su derrota total a
manos de las Fuerzas Armadas y esperar en el exilio la hora
de la revancha, se propuso enviar constantemente a Chile
guerrilleros y terroristas. Así continuaría el derrame de san-
gre que ella necesitaba».895
Así las cosas, los enfrentamientos continuarían a par-
tir de 1974. El jefe del MIR, Miguel Enríquez, había organiza-
do al movimiento para «una larga guerra revolucionaria».896
Es importante señalar que la guerra revolucionaria o irregu-
lar (o como se la quiera llamar) estaba programada con an-
telación al Pronunciamiento Militar, no solo por el MIR sino
que también por los otros partidos «revolucionarios».897La
895 SILVA, Miguel Krassnoff, prisionero por servir a Chile, pág. 186. Está
suficientemente documentado que, con el apoyo económico y militar
de la Unión Soviética y sus satélites (especialmente Cuba y Alemania
del Este), los derrotados por el 11 de septiembre pudieron desarrollar
la subversión y el terrorismo durante todo el Gobierno Militar. Véase:
SPATARO, Pinochet: Las «incómodas» verdades, págs. 234-237 y 303-311;
VIAL, Pinochet, la biografía, tomo II, págs. 446-450, 481-482 y 540; JOHN
O. KOEHLER, Stasi, The untold story of the East German secret police,
West view Press, 1999, págs. 311-315; MÁRQUEZ DE LA PLATA, Una
persecución vergonzosa, págs. 92-98; ORLANDO MILLAS, Memorias 1957-
1991: Una digresión, Lom ediciones, Santiago, 1996, págs. 186-190; HANS
VON HUYN, Victoria sin guerra, pág. 281.
896 En: HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo I, pág. 86.
897 Por ejemplo, el 5 de julio de 1973, Bosco Parra, en reunión del consejo de
la Izquierda Cristiana, dijo: «En relación a las Fuerzas Armadas hay tres
alternativas: a) Conseguir su adhesión al proceso, lo que no es posible
por ahora; b) Dividirlas, mediante infiltración, mejoramiento de rentas,
halagos, etc. c) Enfrentarlas, lo que será, con seguridad, la alternativa
más cierta. El enfrentamiento no es posible por ahora. Se requerirá un
proceso de dos años de preparación, para importar armas desde Cuba y
279
colaboración del marxismo internacional permitió al MIR
poder comenzar esta guerra revolucionaria. Si bien Miguel
Enríquez murió en un enfrenamiento con fuerzas de segu-
ridad en la comuna de San Miguel el 5 de octubre de 1974898,
el MIR siguió operando (con la ayuda de bandas del PC y
PS)899 con gran efectividad hasta 1976. En esos años el grupo
terrorista provocó numerosas bajas en las Fuerzas Armadas
y de Orden a través de atentados y emboscadas.900
Durante los años 1977-1978 el MIR cayó «en un es-
tado de inmovilismo total en el interior de Chile, acompa-
ñado del estancamiento de la ayuda financiera de los paí-
ses comunistas»901, debido a la neutralización lograda por
la Dirección de Inteligencia Nacional (de ahora en adelante
DINA). La DINA (que no fue el único organismo de inte-
ligencia de la época, pero sí el más importante)902 comenzó
a funcionar de hecho en noviembre de 1973, al mando del
teniente coronel Manuel Contreras Sepúlveda, y fue oficiali-
para adiestrar a las milicias populares» (en: ARANCIBIA, Los orígenes de
la violencia política en Chile, pág. 182).
898 Un pequeño grupo de agentes de seguridad que comandaba el teniente
Miguel Krassnoff y que recorría las calles de San Miguel, encontró por
casualidad la casa de seguridad en la que se ocultaba Miguel Enríquez y
los principales miembros de la comisión política del MIR. Los extremistas
estaban fuertemente armados y dieron un duro enfrentamiento hasta
que fueron derrotados (SILVA, Miguel Krassnoff, prisionero por servir a
Chile, págs. 123-126).
899 Márquez de la Plata, Una persecución vergonzosa, pág. 122.
900 HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, págs. 27-31.
901 Pedro Varas Lonfat, Chile: Objetivo del terrorismo, Instituto
Geográfico Militar, Santiago, 1988, pág. 28.
902 «El Ejército tuvo el SIM (Servicio de Inteligencia Militar), luego
rebautizado DINE (Dirección de Inteligencia del Ejército). La Armada,
el SIN (Servicio de Inteligencia Naval). La Aviación, el SIFA (Servicio de
Inteligencia de la Fuerza Aérea), después DIFA (Dirección de Inteligencia
de la Fuerza Aérea). Carabineros, el SICAR (Servicio de Inteligencia
de Carabineros), más adelante DICAR (Dirección de Inteligencia de
Carabineros)». El organismo de seguridad que más rivalizó con la DINA
fue el SIFA, especialmente su equipo «Comando Conjunto» (VIAL,
Pinochet, la biografía, tomo I, págs. 236 y 239).
280
zada promediando 1974. Este organismo de seguridad (que
integraron miembros de las distintas ramas armadas y de
Carabineros) no solo persiguió, infiltró y desarticuló al MIR
y al GAP, sino que además obstaculizó seriamente el trabajo
clandestino del PS y del PC.903 Tan eficiente fue la labor de
inteligencia de la DINA, que a finales de 1975 se enteró del
plan para liberar al jerarca comunista Luis Corvalán median-
te paracaidistas chilenos y cubanos, apoyados por lanchas.904
También la DINA trabajó con organismos de inteli-
gencia extranjeros, constituyendo la Operación Cóndor, que
ha sido presentada por la izquierda como un acuerdo delic-
tual de los gobiernos del Cono Sur en los años setenta para
«liquidar» a los «opositores políticos». La verdad es muy
diferente, pues fue un sistema de inteligencia que permitió
a los organismos de seguridad de los países sudamerica-
nos hacer frente a la Junta de Coordinación Revolucionaria,
integrada por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de
Bolivia, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) de Ar-
gentina, el Movimiento de Liberación Nacional–Tupamaro
(MLN-T) de Uruguay y el MIR de Chile. La Junta de Coor-
dinación Revolucionaria –con el patrocinio de Cuba– logró
fortalecer y coordinar las acciones subversivas y terroristas
en América del Sur. El terrorismo latinoamericano no fue
una travesura de críos.905 Jorge Masseti, un ex guerrillero ar-
gentino, ha hecho una estremecedora confesión: «Hoy pue-
do afirmar que por suerte no obtuvimos la victoria, porque
de haber sido así, teniendo en cuenta nuestra formación y
el grado de dependencia de Cuba, hubiéramos ahogado el
continente en una barbarie generalizada. Una de nuestras
consignas era hacer de la Cordillera de los Andes la Sierra
Maestra de América Latina, donde primero hubiéramos fu-
903 VIAL, Pinochet, la biografía, tomo I, págs. 238-239.
904 ROJAS, Chile escoge la libertad, tomo I, pág. 243.
905 Véase: PÉREZ DE ARCE, Europa vs. Pinochet: Indebido proceso, págs. 138-
142; PÉREZ DE ARCE, Terapia para cerebros lavados, págs. 227-230.
281
silados a los militares, después a los opositores, y luego a los
compañeros que se opusieran a nuestro autoritarismo».906
En el período 1974-1976, 705 personas (según la
CNRR) murieron (incluyendo a los detenidos–desapareci-
dos) por efecto de la represión: 406 en 1974, 140 en 1975 y
159 en 1976.907 Es plausible sostener que muchas de estas
víctimas eran miristas que cayeron en la numerosa serie de
enfrenamientos que tuvieron contra las Fuerzas Armadas
y de Orden. Bajas que, como era previsible, nunca recono-
cieron que se produjeron en combate e imputaron en no
pocos casos a «desapariciones» y «violaciones de derechos
humanos».908 También, claro está, hubo individuos que fue-
ron detenidos y asesinados por agentes de organismos de
seguridad, principalmente de la DINA. Es importante men-
cionar que la DINA contó con la colaboración de ex miris-
tas, los que le ayudaron a atrapar a los miembros del MIR909
y, seguramente, a otros extremistas de izquierda. Por ello,
es plausible sostener que la mayoría de las víctimas de la
DINA eran delincuentes subversivos o individuos que par-
ticiparon de hechos de violencia durante la UP.
También cabe mencionar que en el período 1974-
1977 el total de personas que sufrieron prisión política y
tortura llegó (según los informes de las comisiones presidi-
das por monseñor Valech) a 6.906910, es decir, un 70% menos
906 Jorge Masseti, Furor y delirio, publicado en 1999, citado en: PIÑERA,
Una casa dividida, pág. 38.
907 Huneeus, El régimen de Pinochet, pág. 41.
908 HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 32.
909 La DINA dispuso de dos valiosos colaboradores para atrapar miristas:
Marcia Alejandro Merino, la «flaca Alejandra», militante del MIR; y
Osvaldo Romo, el «guatón Romo», militante de la Unión Socialista
Popular. «Ambos conocían a los integrantes de la Comisión Política, del
Comité Central y de la Fuerza Central, las principales estructuras» del
MIR (MANUEL SALAZAR, Contreras: Historia de un intocable, Editorial
Grijalbo, Santiago, 1995, 2ª edición, págs. 81-82).
910 La sumatoria no incluye los casos que la Comisión Valech I aceptó en su
etapa de reconsideración (noviembre de 2004-mayo de 2005).
282
de casos en comparación a 1973.911 Es plausible sostener que
estas cifras están abultadas, pues resulta muy difícil llegar
a conocer la verdad de hechos que ocurrieron hace varias
décadas. Es muy fácil que una persona detenida, pero no
torturada, declare haberlo sido. En algunos casos puede ser
muy útil para una carrera política. Por ejemplo, Michelle
Bachelet ha sacado mucho provecho aseverando que ella
y su madre sufrieron prisión política y tortura, y que su
padre (el general Alberto Bachelet) murió como consecuen-
cias de apremios ilegítimos (12-03-1974). Es importante se-
ñalar que Michelle Bachelet fue detenida por colaborar con
el MIR. Mientras que su padre fue detenido por graves ac-
tos de traición a la Fuerza Aérea. Es que el general Bachelet
(según reconoció el mirista Andrés Pascal Allende) se había
comprometido con Allende a entregar (en una situación de
enfrentamiento) armas de la institución a las milicias de la
UP.912 Si bien un informe del Servicio Médico Legal (junio de
2012) señala que el padre de la ex mandataria murió como
consecuencia de las torturas913, no está demás dar a conocer
el testimonio del ex senador socialista Eric Schnake, quien
estuvo en prisión junto al general Bachelet (que sufría una
dolencia cardíaca) y fue testigo directo de su muerte. He
aquí lo que dijo Schnake: «Yo estaba con él cuando murió.
A la Michelle la conocí justamente cuando él estaba preso.
Estuve detenido con el general Bachelet en la Academia de
Guerra, primero, y después en la Cárcel Pública. Recuerdo
que estábamos jugando un partido de básquetbol en la calle
911 Véase: Informe de la Comisión Presidencial Asesora para la Calificación
de Detenidos, Desaparecidos, Ejecutados Políticos y Víctimas de Prisión
Política y Tortura, en: http://notascect.files.wordpress.com/2011/08/
informe2011.pdf, consultado en octubre de 2012; «Informe de la Comisión
Nacional sobre Prisión Política y Tortura, y respuestas institucionales»,
en: Estudios Públicos, Nº 97 (verano 2005).
912 PÉREZ DE ARCE, Terapia para cerebros lavados, págs. 149-150.
913 En: http://www.cambio21.cl/cambio21/site/artic/20120620/
pags/20120620151137.html, consultado en octubre de 2012.
283
Los Aviadores (en la cárcel), cuando se sintió un poquito
mal. Paramos el partido y Bachelet cayó al suelo. Entonces
se lo llevaron a su celda y lo examinó rápidamente el doctor
Yáñez, un viejo compañero mío del Liceo Manuel de Salas y
médico de la FACh, que también estaba preso. Él pidió una
ambulancia, porque pensó que se trataba de un infarto».914
En el período 1974-1976 se registraron tres atentados
en el extranjero que fueron atribuidos a la DINA.
El día 30 de septiembre de 1974, en Buenos Aires,
una bomba a control remoto, colocada bajo la caja de cam-
bios de su automóvil, impactó fatalmente al general Carlos
Prats y su esposa (Sofía Cuthbert), cuando se aprestaban a
introducir el vehículo en el estacionamiento colectivo del
edificio de departamentos donde residían. La ejecución del
atentado estuvo a cargo de un ciudadano norteamericano
(Michael Townley) y su mujer chilena (Mariana Callejas).
Townley fue el que elaboró y detonó la bomba. Hubo algu-
nos agentes de la DINA que le habrían dado apoyo logísti-
co. Siempre se ha dicho que Townley era agente de la DINA.
El general Contreras lo niega. Señala que era un hombre de
la CIA y que en la DINA solo ejerció funciones de técnico
electrónico y de comisionado para adquirir esa clase de ar-
tículos fuera de Chile. Un año después del atentado a Prats,
viajando a Europa, también con su mujer, Townley contactó
a un grupo de extremistas europeos y le contrató el baleo
por la espalda, en plena vía pública y en Roma, que deja-
ría mal herido al democratacristiano Bernardo Leighton y
también a su mujer (Ana Fresno), la cual quedó inválida
permanente (06-10-1975). Si bien existen antecedentes que
vinculan a miembros de la DINA con estos crímenes, el ge-
neral Contreras niega su responsabilidad en los hechos.915
¿A quién favorecía el crimen del general Prats y el baleo
914 Todo, en: PÉREZ DE ARCE, Terapia para cerebros lavados, págs. 149-150. El
relato de Schnake se encuentra en: revista Qué Pasa, 26 de noviembre de 2006.
915 VIAL, Pinochet, la biografía, tomo I, págs. 242-243.
284
contra Leighton? Es evidente, con la más elemental lógica,
que estos crímenes no favorecían al Gobierno Militar, sino
que al marxismo y a los enemigos de Pinochet. «Y de hecho
la explotación sistemática que de estos crímenes se hizo, lo
demuestra hasta la saciedad».916
Resulta muy sospechosa la participación directa de
Townley en los crímenes. Más aún si se tiene en cuenta que
el norteamericano estuvo directamente involucrado en el
atentado que afectó al ex ministro de Relaciones Exteriores
y de Defensa durante la UP, Orlando Letelier. Es sabido que
él y su secretaria (Ronnie Moffit) perdieron la vida en un
atentado con bomba que afectó al automóvil en el que se
dirigían a una reunión en Washington (21-09-1976). El Go-
bierno norteamericano culpó a la DINA, y particularmente
a su director, el general Manuel Contreras. Si bien es cierto
que hubo agentes de la DINA involucrados en la prepara-
ción del atentado, se debe tener en cuenta que la bomba fue
elaborada por Townley y detonada por un grupo de cuba-
nos anticastristas (colaboradores de la CIA). El Gobierno
chileno, claro está, negó toda responsabilidad en el atenta-
do. Y cualquier sospecha sobre Pinochet se derrumba frente
a un hecho indiscutible: el mandatario chileno no dudó un
instante, en marzo de 1978, en entregar a Townley a la jus-
ticia norteamericana. Si hubiera tenido algo que esconder,
Pinochet no lo hubiera entregado. Una investigación judi-
cial sesgada, en la que primó el testimonio (producto de
una confesión negociada) del propio Townley (quien rápi-
damente quedó en libertad, con una nueva identidad y con
la garantía de una red de protección que la ley estadouni-
dense ofrece a los «arrepentidos»), condenó de antemano a
Contreras, desechando importantes testimonios y eviden-
cias que involucraban a la KGB y a la CIA. Es sabido que los
Estados Unidos pidieron la extradición de Contreras y otros
dos miembros de la DINA (el coronel Pedro Espinoza, jefe
916 NANTES, Ojo: no tropieces en la misma piedra, pág. 48.
285
de operaciones del organismo de inteligencia, y el capitán
Armando Fernando Larios). La Corte Suprema la rechazó
el año 1979. Alegó que su base eran los dichos de Townley.
Ellos, según la corte, constituían una delación compensada,
admisible en el país del Norte, pero no en Chile.
El momento en que ocurrió el atentado era muy
especial. «Justamente en aquellos días el ministro chileno
Jorge Cauas llegaba a Washington para iniciar la renegocia-
ción de los préstamos y la ayuda económica a su país, que
apenas había salido del desastre de Allende; y justo en esos
días las Naciones Unidas en Nueva York se preparaban para
discutir la situación de los derechos humanos en Chile. Po-
cos días después, en Manila, se realizaría una reunión del
Fondo Monetario Internacional que podía considerar la en-
trega de nuevos préstamos para el saneamiento económico
chileno». Es evidente que este crimen no favorecía en nada
a la Junta Militar chilena. Pero sí al marxismo internacio-
nal, que hacía todo lo posible para desacreditar al régimen
de Pinochet. Por otra parte, según algunas investigaciones
periodísticas, la KGB soviética y la DGI cubana decidieron
eliminar a Letelier, pues era más útil al Kremlin muerto que
vivo. ¿Por qué? Letelier (que sabía mucho sobre las rela-
ciones entre la KGB, Cuba y Allende) era agente castrista
y dirigía el Institute for Policy Studies de Washington, orga-
nismo que tenía como propósito: desacreditar a los Estados
Unidos de todos los modos posibles, hacer propaganda a
favor del desarme unilateral de Occidente, unirse a la causa
soviética y ofrecer soporte al terrorismo. El ex ministro de
Allende tenía una amante multimillonaria, por la que ha-
bía perdido la cabeza. Esto último habría preocupado a los
organismos de inteligencia mencionados, pues un agente
con conocimiento sobre secretos importantísimos estaba a
punto de liberarse de la dependencia financiera de Cuba
y pasar a ser autónomo, gracias a una mujer muy rica. Y
además existía una esposa (Isabel Morel, que también tra-
286
bajaba en el Institute for Policy Studies) abandonada que po-
día vengarse revelando importante secretos. También otras
investigaciones periodísticas sostienen que, al momento de
producirse el atentado, Letelier andaba con un maletín que
contenía documentos que el entonces director de la CIA (y
después presidente de los Estados Unidos), George H. Bush,
no dudó en definir como «explosivos». Estos documentos
ponían en el tapete no solo a los servicios secretos de Fidel
Castro, sino también revelaban algunos secretos militares
de Libia y las fuentes de financiamiento de las campañas de
propaganda contra la derecha latinoamericana de aquellos
años y hablaban cosas embarazosas para el Partido Demó-
crata estadounidense, sobre posibles financiamientos reci-
bidos por un diputado de Massachussets, que pertenecía al
clan Kennedy, a cambio de una campaña de prensa contra
Pinochet. El periodista Stanley Wilson, quien logró, en las
oficinas de la CIA, apoderarse de los documentos mencio-
nados, se los mostró al diplomático chileno Rafael Otero y
ambos llegaron a la conclusión que la muerte de Letelier
debía atribuirse a la KGB y a la DGI, con el tácito consenso
de la CIA y el FBI. Es sabido que el contenido de los docu-
mentos no fue publicado por confirmados y no precisados
«motivos de seguridad de Estado». ¿Por qué nada de lo
que hemos dicho fue investigado? ¿Qué se quería ocultar?
Como bien ha dicho Mario Spataro, «la verdad sobre el caso
Letelier, como muchas otras verdades, está sepultada en los
archivos secretos de Estados Unidos y de Cuba».917
917 Todo, en: SPATARO, Pinochet: Las «incómodas» verdades, págs. 263-295.
También se consultó: VIAL, Pinochet, la biografía, tomo I, págs. 243-249
y 320-325. No podemos dejar de mencionar que el capitán Armando
Fernández Larios (ex agente de la DINA) abandonó su puesto en el
Ejército y viajó a los Estados Unidos (1987), para reconocer (a cambio de
una confesión negociada) su participación en el crimen de Letelier y su
secretaria. Lo extraño es que Fernández Larios no intervino en el asesinato
propiamente tal, pues su misión había sido otra: viajó al país del Norte
(con la hermosa agente Mónica Lagos, «Liliana Walker») para establecer
las rutinas diarias de Orlando Letelier (VIAL, Pinochet, la biografía, tomo
287
Pudimos constatar que a partir de 1974 las víctimas
fatales (incluyendo a los detenidos-desaparecidos) fueron
disminuyendo año tras año. Esto, como consecuencia di-
recta de la revisión y modificación de las medidas de segu-
ridad y de las políticas antisubversivas llevadas a cabo por
el presidente Pinochet.918
I, págs. 243 y 248). ¿Por qué se entregó? Seguramente, para evitar una
persecución posterior. No olvidemos que los Estados Unidos pidieron su
extradición en 1978. La confesión negociada que hizo en 1987 le garantizó
la impunidad. Por ello no se puede confiar, sin más, en la sinceridad
de Fernández Larios. El hijo del general Contreras, Manuel Contreras
Valdebenito, entrega un importante antecedente al respecto: el ex vocero
de la Junta Militar, Federico Willoughby (que era informante de la CIA y
doble agente para la KGB y DG-2 cubano), convence al capitán Fernández
Larios de que se entregue al FBI y se declare «culpable de encubrimiento»
en el caso Letelier, «sabiendo que Townley, agente de la CIA cometió el
asesinato que no tenía otro objetivo que desestabilizar al Gobierno Militar
y producir su caída, lo que no se logró» (en: http://www.afucepp.cl/el-
traidor-de-willoughby, consultado en octubre de 2012).
918 ROJAS, Chile escoge la libertad, tomo I, págs. 215-240.
288
de un tribunal competente. En ese mismo mes, el general di-
rector de Carabineros elaboró un circular que indicaba: «la
aplicación de drásticas medidas disciplinarias» está vigente
a todo miembro de la institución que emplee «la fuerza físi-
ca en forma inadecuada, injusta e infundada, al margen de
las atribuciones que la ley confiere al que hace uso de ella».919
En abril de 1975, el ministro de Justicia, Miguel
Schweitzer, recibió por parte del presidente Pinochet el en-
cargo especial de reglamentar las situaciones ilegales que
pudieran estar originándose en casos de detenidos, con la
finalidad de garantizar el respeto de las personas y sus de-
rechos. Al cumplirse un año desde el inicio de esa tarea, se
había logrado eficazmente ese objetivo, debido a la dicta-
ción de un cuerpo de normas que llenaron tal objetivo.920
En mayo de 1975, el Gobierno Militar establecía las
normas para gestionar las solicitudes de todas aquellas per-
sonas que, habiendo sido condenadas por Tribunales Mili-
tares, quisieran abandonar el país, conmutando las penas
privativas o restrictivas de la libertad que les hubiesen sido
impuestas, por la de extrañamiento (Decreto Supremo Nº
504, del 30 de abril de 1975). Resulta que las autoridades no
contemplaban dentro de sus planes mantener una pobla-
ción de presos políticos. «Para precisar un tanto las cosas,
parece útil advertir que los detenidos con posterioridad al
pronunciamiento militar pueden dividirse en dos grupos:
los sometidos a proceso o condenados en o por los tribuna-
les ordinarios o especiales, en virtud de normas de derecho
común vigentes mucho antes del 11 de septiembre, y apre-
hendidos en virtud de las disposiciones del Estado de Sitio.
Aunque es difícil señalar cifras, los primeros sumaron unos
3.300 individuos, que, en la mayoría de los casos, pudieron
acogerse a las franquicias del Decreto 504 de Justicia... Los
segundos, en cambio, llegaron en un momento dado, según
919 Todo, en: PÉREZ DE ARCE, Terapia para cerebros lavados, págs. 89-94.
920 ROJAS, Chile escoge la libertad, tomo I, págs. 225-226.
289
se estima, a 37.000 personas, que fueron siendo paulatina-
mente liberadas (a menudo dentro de muy contados días)».
Según la información proporcionada por la Secretaria Eje-
cutiva Nacional de Detenidos, SENDET (creada el 31 de di-
ciembre de 1973), «entre el 11 de septiembre de 1973 y hasta
el 31 de diciembre de 1975, 36.900 personas fueron libera-
das, 1.717 hicieron abandono obligado del país, 900 estaban
todavía sometidas a proceso y 2.345 se hallaban cumplien-
do condenas». Y además se precisa que «la mayoría de los
detenidos (excepción hecha naturalmente de los que eran
arrestados por sospechosos y puestos a corto plazo en li-
bertad) eran miristas, mapucistas, comunistas y socialistas,
y uno que otro perteneciente en apariencia a otro partido,
pero en verdad poseedor de doble militancia».921
En enero de 1976 se dictó el Decreto Supremo 187,
que prohíbe los lugares secretos de detención, y según el
cual todo arresto debía efectuarse con una orden firmada
por el jefe del organismo de seguridad responsable, entre-
gando los nombres de quien lo dispuso y de quien ejecuta
la orden, así como el lugar de detención, garantizando que
los familiares deban obtener una copia de esto.922
En agosto de 1976, Pinochet pidió la formación de
tribunales administrativos u otra instancia para investigar
los abusos cometidos por miembros de las Fuerzas Arma-
das al cumplir sus funciones en el orden interno. Meses
después, el general Herman Brady (ministro de Defensa)
envía la circular dirigida por él a los institutos castrenses,
para cumplir con lo pedido por el mandatario. Allí les re-
cuerda las penas instituidas para quienes efectúen abusos
según los códigos penal y de justicia militar.923
En octubre de 1976, el Gobierno decidió poner en li-
bertad a todos los detenidos en virtud del Estado de Sitio,
921 VALDIVIESO, Crónica de un rescate (Chile: 1973-1988), pág. 154.
922 PÉREZ DE ARCE, Terapia para cerebros lavados, págs. 94-95.
923 ROJAS, Chile escoge la libertad, tomo I, pág. 237.
290
con lo que prácticamente se vaciaron los lugares de deten-
ción. Se exceptuó a 18 detenidos. Dos de ellos, Luis Corva-
lán Lepe y Jorge Montes Moraga, máximos dirigentes del
PC, en espera de que la Unión Soviética y Cuba accedieran
a canjearlos por el disidente ruso Vladimir Bukovsky924 en
el primer caso, y por el comandante Hubert Matos925 en el
segundo. El resto de los detenidos debían esperar que algu-
na nación les concediera visa.
En diciembre de 1976, la Unión Soviética aceptó el
canje de Bukovsky por Corvalán, que se materializó en el
aeropuerto de Ginebra. Ante la negativa terca de Fidel Cas-
tro para dejar en libertad a Matos, fue necesario renunciar a
esta gestión y acoger la solicitud formulada por la Repúbli-
ca Federal Alemania para que se dejara en libertad a Mon-
tes a cambio de 16 de sus súbditos que languidecían como
presos políticos en Berlín Oriental. También se llegó en este
canje a un feliz desenlace.926
A todo lo anterior se suma la disolución de la DINA,
el 12 de agosto de 1977. En su reemplazo se crea la Central
Nacional de Inteligencia, que duraría hasta el término del
régimen militar. ¿Por qué Pinochet tomó la decisión de di-
solver la DINA? Hubo varias razones. 1) Contreras había
acumulado un enorme poder. 2) La DINA había extendido
(de hecho) su competencia a ámbitos distintos de la segu-
ridad nacional, y esto era negativo. 3) La DINA, habiendo
conseguido neutralizar la amenaza subversiva, ya no era
págs. 95-97).
934 VIAL, Pinochet, la biografía, tomo II, pág. 535.
935 LUIS HEINECKE SCOTT, Verdad y justicia en caso arsenales y atentado
presidencial. Operaciones subversivas político–militares, Chile–1986, Centro
de Estudios Nacionales del Cono Sur, Santiago, 1996, pág. 12.
936 Así lo afirman Paul Craig Roberts y Karen Araujo en el libro Chile: Dos
visiones, citado en: Márquez de la Plata, Una persecución vergonzosa,
pág. 122.
937 Citado en: HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo I, pág. 95.
296
Y 1986, por último, el «año decisivo», por segunda vez., y
de nuevo nada…938
La carrera orgánica criminal del MIR se prolongó
hasta 1988. Desde entonces la guerra revolucionaria estu-
vo a cargo del FPMR y de un nuevo grupo terrorista: el
MAPU–Lautaro, que adquirió su propio «récord» de actos
criminales de distinta tipificación.
Para hacerse una idea de la tenaz perseverancia de la
actividad subversiva en Chile, es útil recordar que en 1986 el
FPMR internó al país «más de 80 toneladas en armas, muni-
ciones y explosivos, que servían para equipar un verdadero
ejército guerrillero».939 Junto con el material bélico venía li-
teratura subversiva.940 «Las armas pasaron por Cuba, salie-
ron de otros lugares y de Cuba las trajimos, esa es la verdad,
con ayuda de los cubanos, por supuesto. Traer las armas
fue una odisea», confiesa el entonces encargado militar del
PC y actual diputado del mismo partido, Guillermo Teillier.
El material de guerra contenía (mayoritariamente) armas
norteamericanas, fusiles M-16 principalmente, que los esta-
dounidenses habían dejado abandonado en Vietnam. Estas
armas fueron acopiadas en La Habana y luego trasladadas
hasta Nicaragua, desde donde el barco cubano Río Najasa
(tripulado por un selecto grupo de las Tropas Especiales
cubanas) las transportó hasta las costas chilenas. Hubo tres
intentos de desembarco. El primero fracasó debido al mal
tiempo (31-12-1985). Los otros dos tuvieron éxito. El primer
938 LABBÉ, Un compromiso de honor, págs. 140-141.
939 Todo, en: HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, págs. 42, 80-85
y 130-132.
940 Los principales textos eran: «Ensayo sobre la guerra civil contra Somoza,
en Nicaragua»; «Una experiencia guerrillera para América Latina, partes
II y III, casos de Guatemala y El Salvador»; «Estudio sobre la psicología
del rumor»; «Instructivo sobre la realización de sabotajes antes y durante
la “Sublevación Nacional”, y para el caso del fracaso de ésta»; «Estudio
sobre la situación de las FF.AA. y de Orden en Chile, y su capacidad para
enfrentar una guerra de guerrillas»; entre otras (HEINECKE, Verdad y
justicia en caso arsenales y atentado presidencial, pág. 40).
297
desembarco concretado tuvo lugar el 23 de mayo de 1986.
El barco cubano Río Najasa se posó frente a las costas de la
Región de Atacama, más allá de las 200 millas marítimas,
fuera de la jurisdicción de las autoridades chilenas, donde
hizo contacto con el pesquero Chompalhue (tripulados por
miembros del FPMR), produciéndose el trasbordo del ma-
terial bélico. El segundo desembarco concretado tuvo lugar
a finales de julio de 1986. El modus operandi fue el mismo,
con la salvedad de que la nave del FPMR era otra: el pes-
quero Astrid Sue. Los trasbordos se hicieron bajo el amparo
de la oscuridad de la noche.941 La carga de ambos trasbordos
fue llevada a tierra firme, concretamente a distintos barre-
tines subterráneos acondicionados en localidades cercanas
a Carrizal Bajo. Desde esa zona se transportaron armas,
municiones y explosivos a otros lugares del Norte Chico
e incluso a la Zona Central.942 Los pesqueros y los vehícu-
los motorizados utilizados para transportar el material de
guerra pertenecían a dos empresas de fachada del FPMR:
Productos del Mar y Cultivos Marinos Chungungo Ltda.943
Cuando esta gran operación subversiva se encontra-
ba en su parte final, y prácticamente terminada, y debido a
algunos errores de los terroristas, efectivos de la CNI descu-
brieron un arsenal en Carrizal Bajo (06-08-1986), comenzan-
do entonces una operación militar a gran escala (la mayor
de este tipo montada en Chile), la que permitió, en algunas
semanas, descubrir gran parte del material bélico internado
por el marxismo internacional.944 En total, se incautaron 50
941 Todo, en: PAULA AFANI, Carrizal, veinte años después, Editorial Maye,
Santiago, 2006, págs. 71-81.
942 HEINECKE, Verdad y justicia en caso arsenales y atentado presidencial,
págs. 97-98.
943 Véase: AFANI, Carrizal, veinte años después, págs. 61-64; HEINECKE,
Chile, crónica de un asedio, tomo IV, págs. 88-89.
944 HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 91. No está demás
citar al escritor Norberto Fuentes, que hasta 1989 integró el círculo más
exclusivo del régimen castrista: «El desembarco de Carrizal Bajo lo dirigió
el general Alejandro Ronda, jefe de Tropas Especiales. Pese a que al final
298
toneladas de material de guerra945, avaluado en 25 millones
de dólares.946 El almirante Merino agradeció con su humor
característico, «el regalo» de armas y explosivos que los co-
munistas habían hecho a Chile.947 El material bélico incau-
tado incluía: 3.420 fusiles M-16, de fabricación norteameri-
cana (este fusil tiene la capacidad para hacer 210 tiros por
minuto y perforar todo tipo de vehículos sin blindaje); 150
fusiles FAL, de fabricación belga (este fusil tiene la capaci-
dad para hacer 140 tiros por minuto y perforar todo tipo de
vehículos sin blindaje); 184 lanzacohetes Low M-72 A 2, de
fabricación norteamericana (este lanzacohete tiene un al-
cance efectivo de 300 metros y la capacidad de penetración
en blindaje de 305 mm.); 125 lanzacohetes RPG-7, de fabri-
cación soviética (este lanzacohete tiene un alcance efectivo
de 500 metros y la capacidad de penetración en blindaje
de 330 mm.); 2.300.000 proyectiles para M-16 (esta cantidad
de munición hubiera permitido eliminar a 16.100.000 per-
sonas); 5.520 cargadores para M-16; 1.029 cargadores para
fusiles FAL948; 1.861 bombas para lanzacohetes RPG-7; 1.987
granadas de mano F-1 tipo piña; 2.399 explosivos TNT (co-
nocido como la bomba atómica de bolsillo); 796 explosivos
T-4; 4.834 detonadores949; etc. «Más de 80 Compañías de Te-
rroristas se podían armar perfectamente» con el material
bélico incautado.950 No está demás mencionar que había
más fusiles y lanzacohetes de los que en aquella época te-
los arsenales fueron descubiertos, en su parte cubana la operación y el
desembarco del arsenal en las costas chilenas (Carrizal Bajo) fue todo un
éxito. El descalabro fue de los chilenos» (en: http://www.lanuevacuba.
com/archivo/notic-02-7-2810.htm, consultado en octubre de 2012).
945 HEINECKE, Verdad y justicia en caso arsenales y atentado presidencial, pág.
56.
946 AFANI, Carrizal, veinte años después, pág. 127.
947 HERMOSILLA, La dura, pág. 77.
948 HEINECKE, Verdad y justicia en caso arsenales y atentado presidencial,
págs. 57-64 y 89.
949 AFANI, Carrizal, veinte años después, pág. 127.
950 HEINECKE, Verdad y justicia en caso arsenales y atentado presidencial, pág. 57.
299
nían las Fuerzas Armadas chilenas.951 En suma, el PC (con el
apoyo de Fidel Castro) quería implantar en Chile una gue-
rra de guerrillas al estilo de las producidas en Nicaragua
o El Salvador. Una guerra prolongada. Y eso fue lo que no
logró hacer, merced a los descubrimientos de Carrizal Bajo.
Tampoco podemos dejar de mencionar la «Opera-
ción Siglo XX»952, es decir, la operación dirigida a asesinar
al general Pinochet. El intento de magnicidio se llevó a cabo
el 7 de septiembre de 1986. Ese día, una veintena de miem-
bros del FPMR se emboscaron en una ladera de un estrecho
camino de montaña, a la altura de la cuesta Las Achupallas,
en el Cajón del Maipo. Poco antes de aparecer la comitiva
presidencial (integrada por dos motos de Carabineros y cin-
co automóviles, en uno de los cuales viajaban el general Pi-
nochet y su pequeño nieto Rodrigo), un vehículo remolcan-
do una casa rodante se atravesó en el camino, pretextando
una panne. Cuando se acercó un motorista de Carabineros a
ver qué pasaba, fue acribillado, iniciándose de inmediato el
ataque a los vehículos de la comitiva. Fueron atacados con
fusiles M-16, lanzacohetes Low y granadas de mano. Era
muy difícil contestar el ataque, ya que por un lado estaba un
terraplén donde permanecían emboscados los asaltantes y
al otro lado el barranco del río Maipo, de cien o más metros.
Cinco escoltas murieron y doce quedaron heridos. Tres au-
tomóviles resultaron destruidos e incendiados: El «Escolta
Carabineros» y los dos de seguridad militar. Los otros dos
vehículos resistieron, es decir, el vehículo presidencial y el
vehículo de alternativa presidencial (ambos Mercedes Benz
blindados). El vehículo presidencial tuvo mucha fortuna:
un cohete Low golpeó el marco de una ventana, que desvió
el proyectil sin estallar. Gracias a una habilísima y desespe-
rada maniobra del conductor del vehículo presidencial (el
cabo 2º de Ejército Óscar Carvajal Núñez), que retrocedió
951 AFANI, Carrizal, veinte años después, pág. 124.
952 También se la denomina «Operación Patria Nueva».
300
embistiendo a otros autos de la comitiva (pese al constan-
te fuego: el vehículo recibió 30 proyectiles disparados por
fusiles M-16), se salvaron el presidente Pinochet y su nieto,
a quien él protegió con su cuerpo durante la balacera.953 En
resumidas cuentas, la «Operación Siglo XX» (que duró 8
minutos) fracasó, pese a que los insurgentes habían estado
en Cuba, por largos meses, ensayando el asalto repetida y
minuciosamente.954 No está demás señalar que el frentista
Mauricio Norambuena («Comandante Ramiro») reconoció
que de haber tenido éxito el atentado a Pinochet, hubiese
comenzado una sublevación armada en Santiago.955
Desde 1977 hasta 1990, el principal organismo de
seguridad fue la CNI. Contreras sería, por algunos meses,
su director. El sucesor de Contreras fue el general Odlanier
Mena, quien entre 1977 y 1980 transformó a la CNI en un
servicio de seguridad normal, con abusos, sin dudas, pero
menores en número. No cabe duda de que Mena estaba en
vías de lograr que su servicio tomara plenamente el carril
de la legalidad. Pero el renacimiento del terrorismo a partir
de 1979 saboteó este propósito y, asimismo, puso en tela
de juicio la continuidad de Mena. Especialmente grave fue
el asesinato del director de la Escuela de Inteligencia del
953 Todo, en: HEINECKE, Verdad y justicia en caso arsenales y atentado
presidencial, págs. 90 y 113-208. Otro libro importante sobre este tema
es: PATRICIA VERDUGO y CARMEN HERTZ, «Operación siglo
XX», Editorial del Ornitorrinco, Santiago, 1990. Si bien las autoras se
caracterizan por su animadversión a Pinochet, dejan en claro que el
atentado no fue un montaje del Gobierno Militar, sino que una acción
planificada y ejecutada por el FPMR.
954 VIAL, Historia de Chile en el siglo XX, págs. 425-426. En relación con el
intento de asesinato del presidente Pinochet, el escritor Norberto Fuentes
dijo: «Cuba también dirigió la operación, cuyo fracaso fue nuevamente
un error de los chilenos. Sobre este tema casi escribí un libro, a pedido
de Vilma Espín, la mujer de Raúl Castro. Pero al final el proyecto se
abortó» (en: http://www.lanuevacuba.com/archivo/notic-02-7-2810.
htm, consultada en octubre de 2012).
955 Reportaje de Chilevisión: «Mauricio Norambuena, Confesiones de un
fusilero», 1 de septiembre de 2010.
301
Ejército, teniente coronel Roger Vergara, el 15 de julio de
1980. El crimen desató de inmediato la presión sobre la CNI
e Investigaciones para que mostraran resultados. Peor to-
davía, se orquestó una campaña contra Mena, por parte de
los partidarios de Contreras. Cayó Mena en menos de una
semana, reemplazado por el general Humberto Gordon.956
Después de Gordon fueron directores de la CNI los gene-
rales Hugo Salas, Humberto Leiva y Gustavo Abarzúa. Du-
rante la década de 1980 este organismo de seguridad in-
currió en ciertos errores operativos que se manifestaron en
algunos episodios represivos de mucha ilegalidad y en la
incapacidad para prevenir el atentado a Pinochet.957
Durante el período 1977-1990, 547 personas (según
la CNRR) murieron (incluyendo a los detenidos–desapare-
cidos) por efecto de la represión: 42 en 1977, 20 en 1978, 18
en 1979, 26 en 1980, 39 en 1981, 11 en 1982, 76 en 1983, 73 en
1984, 57 en 1985, 61 en 1986, 48 en 1987, 42 en 1988, 30 en 1989
y 4 en 1990.958 Como se puede apreciar, el número de vícti-
mas fatales fue inferior al período 1974-1976, pese a que fue
mucho más extenso y a que el embate terrorista fue mayor.
Es plausible sostener que muchas de estos muertos
eran miristas o rodriguistas que cayeron combatiendo con-
tra las Fuerzas Armadas y de Orden.959 Prueba de ello es
que en julio de 1987, Antonio Cavalla Rojas (dirigente de
la Izquierda Cristiana y «especialista en temas militares»)
escribía en el diario opositor La Época: «La política militar
del Partido Comunista es ineficaz… Cómo implementa
el PC esa línea, es evidente: permitiendo a sus militantes
que se incorporen al Frente Patriótico Manuel Rodríguez
956 «Especial de Gonzalo Vial sobre el informe de la tortura, (III) Más
“contexto”. Terrorismo y tortura», en: La Segunda, 3 de diciembre de 2004.
957 VIAL, Pinochet, la biografía, tomo II, págs. 547-549 y 694.
958 Huneeus, El régimen de Pinochet, pág. 41.
959 El investigados Luis Heinecke Scott identifica a una cantidad importante
de terroristas muertos en combate. Véase: Heinecke, Chile, crónica de
un asedio, tomo IV, págs. 32, 33, 77, 78 y 83.
302
(FPMR) y a través de otras formas… Después de cinco años
de guerra entre el FPMR y las FF.AA. chilenas, no hay posi-
bilidad de error: los muertos y heridos del FPMR son cente-
nares, los de los militares chilenos, apenas una treintena».960
También resulta útil citar al dirigente comunista Orlando
Millas, quien lamenta la suerte que corrieron los jóvenes
comunistas que recibieron instrucción militar en el exilio y
que constituyeron el FPMR: «Un regusto amargo me hace
sentir que los conducimos a quemarse en Chile en batal-
las imposibles. Eso no es responsabilidad de ellos y no
podemos culparlos de que, como las flechas lanzadas por
un arco, hayan seguido con firmeza sus trayectorias. En el
curso de sus hazañas surgieron situaciones encontradas,
distintas tensiones y criterios dispares; pero, quienes me-
nos derechos tenemos a criticarlos somos los que asumi-
mos la responsabilidad, estremecedora, de plantearles,
siendo adolescentes, que el camino para ser dignos de su
pueblo debería recorrerse empuñando las armas».961 Por su
parte, el jefe del Lautaro (Guillermo Ossandón) reconoció:
«Estábamos en guerra y el Estado respondió con su guer-
ra a nosotros. Y en esa guerra hubo muertos de ellos y de
los nuestros. Nunca matamos por sorpresa, ellos mueren
porque se topan con nosotros cuando estábamos haciendo
nuestras cosas. Ellos eran los encargados de controlar el
orden público y nosotros, de violarlo». En la misma línea
se pronunciaba otro miembro del Lautaro, Marcela Rodrí-
guez, más conocida como «la mujer metralleta»: «No fue
una política del Lautaro matar carabineros. Los carabineros
estaban donde el Lautaro hacia sus acciones y se producían
enfrentamientos de ambos lados».962
960 La Época, 2 de julio de 1987, citado en: PÉREZ DE ARCE, Europa vs.
Pinochet: Indebido proceso, pág. 58.
961 MILLAS, Memorias 1957-1991: Una digresión, pág. 187.
962 Todo, en: CHERIE ZALAQUETT, Chilenas en armas. Testimonios e historia
de mujeres militares y guerrilleras subversivas, Editorial Catalonia, Santiago,
2009 (1ª edición), págs. 281 y 294.
303
También hubo casos en que agentes de seguridad
asesinaron o hirieron de muerte a ciertas personas (princi-
palmente miembros o colaboradores de grupos terroristas),
ya sea en interrogatorios, ataques selectivos a casas de se-
guridad de grupos subversivos (acción típica de muchos
organismos de seguridad, incluso de países democráti-
cos, como la CIA o el Mosad) y ejecuciones para vengar la
muerte de uniformados o prevenir acciones que pudieran
atentar contra la seguridad nacional.
1973
1974
1975
1979
1980
1981
1982
1075 Todo, en: HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 34.
1076 Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación, Informe de la
Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, volumen I, tomo 2, pág.
1051.
1077 HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 34
1078 ROJAS, Chile escoge la libertad, tomo II, pág. 543.
1079 CASTILLO (editor), La verdad olvidada del terrorismo en Chile, pág. 106.
1080 HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 34.
1081 SPATARO, Pinochet: Las «incómodas» verdades, apéndice 1, pág. 510.
341
1983
1094 Todo, en: HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 38.
1095 CRISTOBAL PEÑA, Los fusileros. Crónica secreta de una guerrilla en Chile,
Editorial Debate, Santiago, 2008 (3ª edición), pág. 42.
1096 HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 76.
1097 Revista Ercilla, Nº 2.527, semana del 4 al 10 de enero de 1984, pág. 10.
1098 HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 76.
1099 Comisión Chilena de Derechos Humanos, Fundación Ideas, Nunca
más en Chile, síntesis corregida y actualizada del Informe Rettig, pág. 218;
Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación, Informe sobre
calificación de víctimas de violaciones de derechos humanos y de
violencia política, pág. 846.
1100 HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 76.
1101 Revista Ercilla, Nº 2.527, semana del 4 al 10 de enero de 1984, pág. 10.
346
1984
1985
354
cuatro heridos graves: María Romero Contreras, Ricardo
Lara Cárcamo, Beatriz Lara Romero y Cristofer Lara Rome-
ro; ese mismo día, un auto bomba (instalado por el FPMR)
explotó en el frontis del diario La Nación, resultando heri-
dos los periodistas Jorge Provens, Mario Vielma, Alberto
Bravo, Leonardo González, Mauricio Rebolledo y el tran-
seúnte Juan Machimán Pincheira; el día 29, en un enfren-
tamiento entre carabineros y subversivos en la avenida Las
Rejas esquina 5 de Abril (Santiago), resultó herido el subofi-
cial Marcelo Muñoz Cifuentes.1129
Abril. El día 9, una serie de bombas explotaron en
varias calles de Santiago, con un saldo de 2 heridos gra-
ves (los transeúntes Marcelo Ferretti y Mauricio Jackes) y
numerosos heridos leves1130; el día 19, en la sala de guardia
de la 2ª Comisaría de Temuco, el rodriguista Moisés Ma-
rilao Pichún arrebató el arma de fuego al cabo 1º Alberto
Neumann Adriazola y lo mató (también hirió al sargento
1º Miguel Véjar Rojas, quien mató al terrorista).
Mayo. El día 14, el FPMR perpetró atentados con ex-
plosivos en las oficinas de las municipalidades de Conchalí
y de Lo Prado. El primero dejó un saldo de un muerto (José
Ramírez Burgos) y cuatro heridos (Erick Huelquén Mena,
Emilio Díaz Vargas, Margarita Silva Novoa y Jéssica Ale-
jandra Tobar Martínez, quien fallece el día 25). Mientras, el
segundo dejó varios heridos: Peter Olea Soto, Gastón Riffo,
Atilio Fuenzalida López, Jorge Rolas Márquez, Raúl Mu-
ñoz Silva, María Margeri Serrano, Claudio Valenzuela, Edi-
gio Reyes, Elizabeth Andrade Moraga, Yolanda Araneda,
Juana Barraza y Verónica Angulo.1131
Junio. El día 1, cinco frentistas vestidos de terno
y corbata, simulando ser agentes de la CNI, ingresaron a
1129 Todo, en: HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, págs. 40-41 y
77.
1130 SPATARO, Pinochet. Las «incómodas» verdades, apéndice 1, pág. 519.
1131 Todo, en: HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, págs. 77-78.
355
la casa de reposo Nuestra Señora de Las Nieves (en la calle
Almirante Latorre Nº 4820, paradero 10 de Gran Avenida,
Santiago), y luego de un breve tiroteo que dejó gravemen-
te herido a un gendarme (Héctor Leonel Valenzuela Cea,
que fallece posteriormente), pudieron rescatar al terrorista
Fernando Larenas Seguel (y su pareja Mónica Álvarez), que
había participado en el secuestro del niño Cruzat1132; el día
10, por falla en la activación, explosionaron dos rockets, ins-
talados en la habitación Nº 1117 del Hotel Carrera, apunta-
dos hacia La Moneda1133; el día 27, en el sector de Limache,
el maquinista (Carlos Valverde Briones) del automotor Nº
117 intentó remover un poste que bloqueaba la vía férrea,
activando inconscientemente un artefacto explosivo (ins-
talado por el FPMR) que le causó la muerte1134; ese mismo
día, miembros del FPMR lanzaron granadas contra un bus
policial ubicado en la avenida Santa Rosa con Varas Mena
(Santiago), quedando gravemente heridos los carabineros
Marcos Montoya Soto, Nolberto Álvarez Latorre, Benjur
Gómez Vera y Jorge Villegas Mejías.
Julio. El día 12, miembros del FPMR lanzaron bom-
bas contra microbuses, resultando gravemente heridos:
José Pedro Castro Castro y Carlos Emilio Berrocal Urrutia;
el día 16, rodriguistas incendiaron un microbús en la aveni-
da Bernardo O´Higgins esquina Amunátegui (Santiago) y
mataron al cabo 2º de Carabineros Raúl Antonio Orellana
Gutiérrez, quien intentaba atraparlos; el día 19, un desta-
camento especial del FPMR colocó un auto bomba en las
1132 Véase: http://historiadetodos.wordpress.com/2010/11/04/nace-el-
fpmr/, consultado en octubre de 2012; HEINECKE, Chile, crónica de un
asedio, tomo IV, pág. 78; La Tercera, 3 de junio de 1985, pág. 40; La Tercera,
6 de junio de 1985, pág. 27; La Segunda, 3 de junio de 1986, págs. 2-3.
El gendarme asesinado fue ascendido por gracia a gendarme mayor,
mediante la promulgación de la Ley Nº 18.505 (en: http://bcn.cl/rg7p,
consultado en octubre de 2012).
1133 HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 78.
1134 CASTILLO (editor), La verdad olvidada del terrorismo en Chile, pág. 123.
356
cercanías del consulado de los Estados Unidos (Santiago),
que al explotar dejó un saldo de un muerto (el automovilis-
ta Mario Sergio Pérez Correa) y cuatro heridos (los carabi-
neros Carlos Aravena Rodríguez y Eduardo Méndez Díaz y
los transeúntes Ernesto Bustamante Zamora y Ricardo Ro-
jas Sandoval); el día 24, una bomba (instalada por el FPMR)
estalló en Empresa Minera Anglo American, hiriendo al
guardia Jovino Norambuena Ormeño.1135
Agosto. El día 9, durante una jornada de protesta fue
apedreado por una turba el vehículo de Ana María Urrea
Casas-Cordero, entre la avenida Ochagavía con Lo Ovalle,
sufriendo un traumatismo encéfalocraneano que le provo-
có la muerte días después1136; ese mismo día se produce un
atentado con armas de fuego contra un bus de la 13ª Co-
misaría de Carabineros, en el paradero 18 de Santa Rosa,
falleciendo la transeúnte Aída Vilches Ulloa y quedando
heridos los carabineros Felidor Muñoz Ulloa y Leandro
Valdovinos Bravo; el día 12, el FPMR hizo estallar un bom-
ba en el Museo de Carabineros de Ñuñoa, resultando heri-
do de gravedad el capitán Óscar Cañón Sepúlveda; el día
13, miembros del MIR instalaron cuatro artefactos explo-
sivos en la Estación de Ferrocarriles de Peñablanca, de los
cuales uno no pudo ser desactivado por los funcionarios de
la Unidad Antiexplosivos de la CNI, provocando la muerte
del teniente 2º de la Armada César Omar Chesta Mousset
y dejando gravemente herido al sargento 2º de la Armada
Armando Cruz Olivares; el día 14, una bomba (instalada
por el FPMR) estalló en el salón de té Savory Tres, en el pa-
seo Ahumada (Santiago), dejando algunos heridos: María
Alcaíno, Miguel Contreras y Gabriel Henríquez; el día 17,
una bomba (instalada por el FPMR) explotó en la calle Car-
vallo Nº 30, de Caldera, falleciendo Rigoberto Antivilo
1135 Todo, en: HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 78.
1136 Comisión Chilena de Derechos Humanos, Fundación Ideas, Nunca más
en Chile, síntesis corregida y actualizada del Informe Rettig, pág. 221.
357
Sánchez y quedando heridos Francisco Agüero Sánchez y
Juan Garay Carrizo.
Septiembre. El día 4, en protesta callejera en Lo Her-
mida (comuna de Peñalolén) fue herido por terroristas el
teniente de Ejército Carlos Martínez Menanteau.
Octubre. El día 9, una bomba (instalada por el
FPMR) estalló en el frontis de la Municipalidad de Con-
cepción, resultando herido el transeúnte Guillermo Concha
Órdenes; el día 18, miembros del MIR, encarcelados en la
Penitenciaría de Santiago tomaron como rehén al vigilante
de Gendarmería Arnoldo Parra Gutiérrez, a quien asesi-
naron posteriormente; el día 26, miembros del FPMR ma-
taron al detective Hugo Luis Lagos Eyzaguirre, quien los
había interceptado en la avenida José Joaquín Prieto, esqui-
na Carlos Dittborn (Santiago) 1137; el día 28, se registraron
atentados con bomba en la capital, que afectaron a tres em-
presas (ITT, Freeport Chilean Exploration Co y United Trading
Company), un cuartel de la Defensa Civil (Renca) y una sede
de Tradición, Familia y Propiedad (Providencia), resultando
cuatro personas heridas: Danor Jara Espíndola, Luis Colar-
te Ossandón, Jorge Péndola Marambio y Nora Vargas Cea,
a quien debieron amputarle sus dos piernas; ese mismo día,
un extenso sector de la ciudad de Coquimbo quedó sin elec-
tricidad al ser derribadas dos líneas de alta tensión1138; el día
31, extremistas atentaron contra una garita de Carabineros,
en Pedro de Valdivia y avenida Santa María (Providencia),
maniatando y arrojando al lecho del río Mapocho al cabo 1º
Hermógenes Cáceres Sandoval.1139
Noviembre. El día 1º, el FPMR perpetró la voladura
de parte del puente Achibueno de Linares1140; el día 2, una
1137 Todo, en: HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, págs. 42 y 78.
1138 La Tercera, 30 de octubre de 1985, págs. 1 y 4-5.
1139 HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 78.
1140 Lo militar y el FPMR en la política de rebelión popular de masas: origen y
desarrollo, en: http://www.cedema.org/ver.php?id=2667, consultado en
octubre de 2012.
358
bomba detonó en la entrada del supermercado San José, de
Quilpué, provocando pánico en la población1141; ese mismo
día, tres miembros del FPMR atacaron a una patrulla de Ca-
rabineros en Santiago, resultando herido el subteniente Gui-
llermo Eduardo Urra Gutiérrez1142; el día 3, una bomba esta-
lló en las custodias de la Estación de Tren de Viña del Mar,
incendiándose en un 70%; ese mismo día, miembros del
MIR perpetraron un atentado incendiario contra el super-
mercado Las Brisas, ubicado en el edificio Emporium de Viña
del Mar, falleciendo (a causa de las llamas) cinco personas:
Patricia Angélica Arce Peters, Enrique Dante Arredondo
Báez y su cónyuge, Guillermina Inés Guzmán Muñoz (te-
nía tres meses de embarazo), Danilo Simón Karelovic Ki-
rigin y su cónyuge, Teresa Eugenia Ciudad Vázquez1143; el
día 4, en el cerro Barón de Valparaíso, terroristas dispararon
e hirieron a Pedro Muñoz Araos, luego de que este opuso
resistencia al robo de su automóvil1144; el día 6, terroristas
hirieron al soldado conscripto de Ejército Patricio Antonio
Pastén Pastén; el día 11, cinco miembros del FPMR ametra-
llaron una camioneta de Carabineros, en Santiago, fallecien-
do en el lugar el cabo 2º Santiago Armando Trincado Rojas
y quedando herido el cabo 1º Luis Naranjo Valenzuela (a
ambos les arrebatan sus ametralladoras UZI)1145; el día 13, el
cabo 1º de Carabineros Manuel Nibaldo González Gonzá-
lez, perteneciente a la Unidad de Antiexplosivos de la CNI,
murió en momentos en que desactivaba un artefacto explo-
sivo colocado por rodriguistas en la calle El Sauce de Viña
1141 La Tercera, 4 de noviembre de 1985, pág. 40.
1142 La Tercera, 3 de noviembre de 1985, págs. 34-35.
1143 Atentado «Edificio Emporium» en: La Tercera, 4 de noviembre de 1985,
pág. 39; Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación, Informe
sobre calificación de víctimas de violaciones de derechos humanos y de
violencia política, pág. 960.
1144 CASTILLO (editor), La verdad olvidada del terrorismo en Chile, pág. 126.
1145 Caso Trincado en: La Tercera, 13 de noviembre de 1985, pág. 4; HEINECKE,
Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 78.
359
del Mar1146; el día 22, una bomba (instalada por el FPMR)
explotó en la Fundación Mi Casa, ubicada en La Cisterna,
hiriendo a Ricardo Molina Lagos, Juan Reyes y Juan Salga-
do1147; el día 23, el carabinero Hugo Jara Conuemán fue ase-
sinado por terroristas en Llo-Lleo1148; el día 27, una bomba
(colocada por rodriguistas) detonó en el terminal Tur Bus,
de Rancagua, quedando herido Mario Jorquera.
Diciembre. El día 2, una bomba (colocada por el
FPMR) estalló en la oficina CHILECTRA Metropolitana,
quedando heridos Rolando Silva Tapia y Alejandro Silva
Valdivia; el día 3, una bomba (instalada por el FPMR) es-
talló en un autocarril, a la altura del kilómetro 133, en Qui-
llota, quedando heridos René Soto Muñoz, Juvenal Bascur
Escobar, Moisés Durán Santibáñez y Héctor Maldonado
Vargas; el día 6, rodriguistas mataron al carabinero Patricio
Hilario Rodríguez Núñez, en la avenida Vicuña Mackenna
esquina Sótero del Río (Santiago); el día 10, en un atentado
contra el Regimiento de Ingenieros (Puente Alto) resulta-
ron heridos de gravedad el sargento 1º de Ejército Francisco
Antonio Jiménez Quintana y los cabos 1os de Ejército José
Guillermo Montenegro Valenzuela y Walter Muñoz Agui-
rre; ese mismo día, una patrulla policial fue atacada en el
paradero 21 de Gran Avenida (Santiago), quedando heridos
los carabineros Ramón Rojo Suazo y Mario Yáñez Muñoz;
el día 17, en un atentado a una subestación de CHILEC-
TRA en Valparaíso, resultaron heridos los vigilantes Raúl
Cordero Molina y Gerardo González Videla; el día 31, una
bomba (instalada por el FPMR) estalló en el Banco de San-
tiago en San Diego Nº 2005 (Santiago), quedando herida la
transeúnte Hortensia Domínguez Ramírez.
373
asaltaron la Asociación de Microbuseros en Ñuñoa, siendo
herido el empleado José Mercado; el día 12, una patrulla
de Carabineros fue atacada a la altura del kilómetro 30 de
la Panamericana Sur, resultando heridos el teniente Víctor
Rodríguez Treskow y el carabinero Pablo Reyes Aburto1204;
el día 27, miembros del FPMR asesinaron al sargento 2º de
Carabineros Leopoldo Tolosa Sepúlveda a la salida de su
domicilio (calle Chacarillas Nº 4743, Macul)1205; el día 28,
se produce una explosión (atribuida al FPMR) en las ofi-
cinas de ESVAL, en la calle Blanco Nº 1215 de Valparaíso,
que dejó un saldo de dos heridos: Juan Silva Caraciolli y
Gustavo del Fierro Ayala1206; el día 31, terroristas dispararon
contra un vehículo militar en la calle Unión Ferroviaria Nº
1417 de San Miguel, resultando herido el cabo 1º de Ejército
Pedro Tapia Ortega.
Agosto. El día 3, miembros del FPMR atacaron una
patrulla de la Policía de Investigaciones en la avenida Depar-
tamental con Las Industrias, muriendo el detective Manuel
Jesús Rodríguez Muñoz y quedando heridos el inspector
Jorge Cárdenas González y el conductor Óscar Henríquez
Callejas; el día 14, rodriguistas lanzaron una bomba incen-
diaria a un microbús en el cerro Barón de Valparaíso, resul-
tando heridos los pasajeros Rodolfo Rodríguez Estay, Raúl
Muñoz Quiñones, Ana Hernández, Patricio Contreras y Da-
niel Mena; el día 23, una bomba detonó en un poste de alum-
brado público de la comuna de San Miguel, resultando heri-
dos Graciela Parraguez Andrade y Cristián Farías Quiroz.1207
Septiembre. El día 1, rodriguistas secuestraron al te-
niente coronel de Ejército Carlos Carreño Barrera desde su
domicilio, en La Reina1208; el día 9, en un atentado contra un
1204 Todo, en: HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 82.
1205 La Nación, 29 de julio de 1987, pág. 15.
1206 Las Últimas Noticias, 29 de junio de 1987, pág. 22.
1207 Todo, en: HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 82.
1208 PEÑA, Los fusileros, pág. 284.
374
bus que transportaba a personal del Regimiento de Infan-
tería Nº 8 Tucapel, en Temuco, resultó herido el cabo 1º José
Carrasco Infante1209; el día 11, una bomba fue activada a dis-
tancia, al paso de un furgón de Carabineros (patente Z-404,
perteneciente a las 12ª Comisaría de San Miguel) en la ave-
nida Departamental esquina Club Hípico, falleciendo dos
funcionarios (el cabo 2º Ramón Ignacio Bahamonde Elgue-
ta y el sargento 1º Mario Martínez Vargas)1210 y quedando
herido otro (cabo 1º Osvaldo Leal Leal)1211; el día 12, un ar-
tefacto explosivo detonó en el Edificio de la I Zona Naval,
ubicado al frente de la Plaza Sotomayor de Valparaíso, que-
dando heridos a causa de la detonación tres miembros de
la institución: el sargento 2º Mario Salinas Herrera, el cabo
1º Juan Segundo Medalla Salinas y el marinero conscripto
Sergio Mora Carvajal1212; el día 21, terroristas asaltaron la
sucursal del Banco del Estado de San Miguel, hiriendo al
guardia de la institución: Claudio Balladares Araya.1213
Octubre. El día 5, frentistas lanzaron una bomba
contra la Compañía de Teléfonos, en Quilpué, resultando
herido Nelson Ramón Suárez Silva; ese mismo día, miem-
bros del FPMR atentaron con bombas incendiarias contra
un microbús (comuna de Maipú) y un taxibús (comuna de
La Granja), resultando dos personas quemadas: Héctor Ca-
rreño Vásquez (víctima del atentado al microbús) y Gabriel
Medina Garrido (víctima del atentado al taxibús); el día
6, una bomba (instalada por rodriguistas) estalló al entrar
funcionarios policiales en la sucursal Providencia del Ban-
co de Crédito e Inversiones, resultando heridos el teniente
1209 HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 83.
1210 Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación, Informe de la
Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, volumen I, tomo 2, págs.
1066-1067.
1211 HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 83.
1212 Armada de Chile, Memorándum, 12/11/1987, s/f.
1213 CASTILLO (editor), La verdad olvidada del terrorismo en Chile, pág. 142.
375
de Carabineros Sergio Luzza Fuenzalida (quedó mutilado)
y el carabinero Víctor Silva Carvajal; el día 22, en un en-
frentamiento entre carabineros y miembros del FPMR en
un control de identidad en el paradero 14 de la avenida Vi-
cuña Mackenna (La Florida), quedaron heridos el sargen-
to 2º Luis Quinteros González y el carabinero Jorge Cartes
Cifuentes; el día 23, una bomba fue desactivada en casa del
rector de la Universidad de Chile, José Luis Federici Rojas,
en Santiago.
Noviembre. El día 6, rodriguistas lanzaron una bom-
ba incendiaria en un establecimiento comercial en la calle
Tucapel de Concepción, resultando herido Rosalindo Padilla
Muñoz; el día 11, en un enfrentamiento entre la Policía de
Investigaciones y el FPMR, en la calle San Pablo Nº 2857 de
Santiago, quedó herido el subcomisario Carlos Contreras; el
día 19, terroristas atacaron un furgón policial en la avenida
Central, sector Lo Espejo, resultando heridos el sargento 1º
José Reyes Díaz y el cabo 1º Luciano Ramírez Reyes.
Diciembre. El día 9, rodriguistas atacaron instalacio-
nes del Grupo Nº 9 de la Fuerza Aérea en la avenida Cerri-
llos Nº 6061 de Santiago, resultando heridos dos miembros
de la Fuerza Aérea (el comandante de Escuadrilla Erwin
Núñez Magaña y el cabo 1º Carlos Gutiérrez Celis) y tres
funcionarios de Carabineros (el subteniente Braulio Bae-
za Marín y los cabos Omar Ramírez Pérez y Jaime Fuen-
tes Sáez); el día 10, miembros del FPMR lanzaron bombas
incendiarias contra el diario El Mercurio de Valparaíso, hi-
riendo al cabo 2º de Carabineros Héctor Castillo Garrido; el
día 14, una bomba detonó en el cerro Navidad, en Tomé, re-
sultando herido Cristián Soto Novoa; el día 15, una bomba
(instalada por el FPMR) estalló en una caja distribuidora de
la Compañía de Teléfonos de Chile, en la avenida Salvador
con Bernardo Marín (Providencia), quedando herido Felipe
Reyes de la Maza.
376
1988
1229 Todo, en: HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 84.
1230 Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación, Informe de la
Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, volumen I, tomo 2, pág. 1070.
1231 HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 84.
1232 Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación, Informe sobre
calificación de víctimas de violaciones de derechos humanos y de
violencia política, págs. 849-850.
1233 HEINECKE, Chile, crónica de un asedio, tomo IV, pág. 84.
381
Fuenzalida Torres1234; el día 19, una bomba (instalada por el
FPMR) detonó en una iglesia mormona ubicada en el cerro
Alegre de Valparaíso, resultando heridos Juan Salazar Oli-
vares, Nelson Pérez y Luis Herrera.1235
Octubre. El día 2, se registraron ataques contra parti-
darios del SÍ que se desplazaban en caravana por la Región
Metropolitana, resultado gravemente heridas dos mujeres:
la señora María Dávila Díaz (quien quedó con una fractura
maxilar superior y mandibular cuando fue atacada en la
avenida Colón) y la estudiante de educación media Rosa
Ortiz Bello (quien pierde su ojo derecho cuando extremistas
lanzaron objetos contundentes a la camioneta en que via-
jaba por la Panamericana Sur)1236; el día 21, miembros del
FPMR atacaron e incendiaron el retén de Carabineros en
Los Queñes (comuna de Romeral, Región del Maule), re-
sultando muerto el cabo 2º Juvenal Vargas Sepúlveda.1237
Diciembre. El día 20, rodriguistas atacaron una patru-
lla militar en la calle Manuel Rodríguez de Santiago, quedan-
do herido el teniente de Ejército José Patricio Cruz Lorente.1238
1989
1990
1271 SILVA, Miguel Krassnoff, prisionero por servir a Chile, pág. 189.
1272 CANESSA y BALART, Pinochet y la restauración del consenso nacional,
págs. 272-273 y 276.
392
A. La censura de Naciones Unidas y otros
organismos
LA RECONSTRUCCIÓN NACIONAL
1. LOS PRINCIPIOS QUE SUSTENTARON LA RE-
CONSTRUCCIÓN NACIONAL
1332 Para una consideración general del ideario del régimen de Pinochet,
véase: «Declaración de Principios del Gobierno de Chile», en: El Mercurio,
12 de marzo de 1974; Objetivo Nacional del Gobierno de Chile, Editorial
Filadelfia, Santiago, 1975.
433
Bajo este ideario y la conducción del general Pino-
chet, el Gobierno Militar catapultó a Chile hacia el futuro.
Como bien dijo Paul Johnson, «Pinochet transformó a un
país que venía de una semi guerra civil, con una economía
desastrosa, en una democracia estable y con un alto están-
dar de vida, pienso que la mejor en Latinoamérica, con una
economía fuerte, un sistema agrícola eficiente y una indus-
tria próspera».1333
1377 VIAL, Chile, cinco siglos de historia, tomo II, págs. 1383-1384 y 1408 (nota 41).
1378 En: MÁRQUEZ DE LA PLATA, Cinco presidentes y el poder, págs. 128-129.
448
3. LOS PROCESOS DE descentralización y
modernización del Estado
1403 Todo, en: GONZALO VIAL CORREA, «La deuda de Chile con Augusto
Pinochet: (2) La propiedad», en: La Segunda, 24 de abril de 2001.
456
5. LA RECONSTRUCCIÓN DE LA ECONOMÍA NA-
CIONAL
472
imponentes o beneficiarios del antiguo sistema llevó a las
autoridades a crear un nuevo organismo (Instituto de Nor-
malización Previsional) y un mecanismo encargado de su
manejo, hasta su liquidación final y entero reemplazo por
el nuevo sistema. Tampoco podemos dejar de señalar que
la reforma previsional no solo puso a buen resguardo las
imposiciones de los trabajadores sino que además devino
en una revolución económico-financiera, una inyección for-
midable al ahorro productivo. Es de mencionar, por último,
que el sistema previsional instaurado por el régimen de Pi-
nochet era una extravagancia para comienzos de los 80, hoy
–en distintas formas– la aplican más de cien países.1453
En cuanto a las imposiciones para salud, que conti-
nuaron siendo obligatorias, el régimen militar las fijó en un
7% de la remuneración imponible del trabajador y abrió, a
partir de 1981, la opción de utilizarlas atendiéndose en el
sector público (Fondo Nacional de Salud, FONASA) o lle-
varlas a entidades privadas (las Instituciones de Salud Pre-
visional, ISAPRES). Más adelante abordaremos las refor-
mas a la salud impulsadas por las autoridades de entonces.
En resumidas cuentas, el Gobierno Militar logró la
reconstrucción de la economía nacional basado en los si-
guientes pilares: la defensa plena del derecho de propie-
dad, los grandes equilibrios de las finanzas públicas, la li-
bre empresa, la libre competencia, la libertad de precios e
intereses, la entrega de espacios de libertad indispensables
para el desarrollo de la iniciativa privada y la apertura al
exterior. El sistema de economía social de mercado permi-
tió la modernización del aparato productivo y dejó atrás
viejos problemas: la hiperinflación, la cesantía, el déficit fis-
1453 Véase: JOSÉ PIÑERA, El cascabel al gato, Editorial Zig-Zag, Santiago,
1995, desde la página 19 en adelante; VIAL, Pinochet, la biografía, tomo
II, págs. 391-393; MÁRQUEZ DE LA PLATA, El salto al futuro, págs. 110-
113; BÜCHI, La transformación económica de Chile, págs. 174-187; ROJAS,
Chile escoge la libertad, tomo II, págs. 708-710; HUNEEUS, El régimen de
Pinochet, págs. 452-454.
473
cal, el atraso tecnológico y la extrema dependencia econó-
mica respecto al cobre. También se modernizaron las leyes
laborales, adecuándolo a las exigencias de una economía
abierta y poniendo fin a las huelgas indefinidas y sindicali-
zación obligatoria y automática. Por último, se crearon ins-
tituciones (las AFP, las ISAPRES y el FONASA) que –con
posibilidades de mejorar, como todo lo humano– subsisten
hasta hoy y han pasado a ser básicas en nuestra vida social.
474
6. OBRAS PÚBLICAS
1454 Véase: ROJAS, Chile escoge la libertad, tomo I, págs. 359, 364-367, 370-373
y 391, y tomo II, págs. 507-508, 605-610, 726, 782-783 y 799-801.
1455 En: http://www.valparaisochile.com/edificiospublicos.htm, consultado
en octubre de 2012.
475
en una urbe moderna».1456 No podemos dejar de mencionar
que en 1974 el régimen militar finalizó la construcción del
templo votivo de Maipú, cumpliendo así el compromiso
que Bernardo O´Higgins hiciera el 14 de marzo de 1818, en
relación con construir un templo a la Virgen del Carmen en
el lugar «en donde se dé la batalla y se obtenga la victoria»
que asegure la Independencia de Chile.1457
A nivel nacional, se construyeron 2.000 kilómetros
de caminos y 450 puentes (155 kilómetros), y se rehabilita-
ron 100 puentes. La Carretera Longitudinal fue recuperada
en un 85%.1458
La obra vial más emblemática del período fue la cons-
trucción de la Carretera Longitudinal Austral. Esta carrete-
ra –que Pinochet anhelaba para Chile desde 1956, cuando
era profesor de la Academia de Guerra– permitió integrar
al país 140.000 kilómetros cuadrados, concretamente el área
de Chiloé Continental y la Región Aisén del General Carlos
Ibáñez del Campo.1459 Esta red vial, a finales de 1989 com-
pletaba un total de 2.420 kilómetros. Esto incluía la red de
caminos transversales, de los cuales 1.283 kilómetros fue-
ron construidos entre 1976 y 1989.1460 La materialización de
la Carretera Longitudinal Austral fue el esfuerzo manco-
munado del Ministerio de Obras Públicas, a través de su
Dirección de Viabilidad, y el Cuerpo Militar del Trabajo,
organismo dependiente del Comando de Ingenieros del
Ejército.1461 La inversión hecha en la Carretera Austral (en-
1456 LABBÉ, Biografía política del Estado de Chile, pág. 238.
1457 En: http://cuidadoporquienvotas.blogspot.com/2009/04/la-historia-
del-templo-votivo-de-maipu.html, consultado en octubre de 2012.
1458 En: http://fundacionpinochet.blogspot.com/2007/01/algunas-obras-
del-gobierno-militar_14.html, consultado en octubre de 2012.
1459 Discursos del presidente Pinochet, 11 de febrero de 1984 y 26 de febrero de
1984, en: Transición y consolidación democrática 1984-1989, págs. 245-247.
1460 Guillermo Van Schouwen, Historia Cuerpo Militar del Trabajo,
Instituto Geográfico Militar, Santiago, 2003, pág. 269.
1461 German García Arriagada, «Carretera Longitudinal Austral. La
respuesta a un desafío, en: Memorial del Ejército», Nº 433, 1989, pág. 91.
476
tre 1976 y 1988) fue de 300 millones de dólares.1462 En varias
oportunidades el general Pinochet se refirió a la importan-
cia de esta magna obra.1463 Por ejemplo, en febrero de 1988,
dijo: «Es la obra más grande que se ha hecho en el siglo»,
pues se abrió «un camino de 1.200 kilómetros de selva, ven-
tisqueros, ríos, riachuelos, pantanos y otros obstáculos. La
geopolítica indicaba la necesidad de tener un terreno don-
de posteriormente nuestra población se pueda expandir.
Ahí hay una población de 0,3 por ciento y es el futuro de
Chile. Hay que mirarlo a 50 años».1464
La construcción de la Carretera Austral incluyó un
plan de colonización y de electrificación para el desenvol-
vimiento de la población de la zona y el desarrollo de las
actividades económicas. Veamos algunos ejemplos. 1) Se
impulsó la conexión de la XI Región por vía satélite, te-
lefónica, radio y televisión con Chile y el mundo.1465 2) Se
mejoró la cobertura y la calidad del suministro eléctrico en
las Regiones X y XI.1466 3) Se llevó a cabo la extensión de la
Central Puerto Aysén (de 65 a 240 kilómetros), benefician-
do al puerto Ingeniero Ibáñez, que dejó de utilizar petróleo
diésel. 4) Se compraron tres mini centrales hidroeléctricas a
China, instalándose en las localidades de Cochrane, Puerto
Cisnes y Puerto Ramírez, lo que permitió aumentar en 850
kilómetros la red eléctrica, llegando a lugares en donde se
utilizaban tres paquetes de vela a la semana.1467
Otras obras viales de importancia son la autopista
Santiago–San Antonio y la segunda calzada en la ruta que
conecta Santiago y Valparaíso.1468
1462 ROJAS, Chile escoge la libertad, tomo II, pág. 607.
1463 En: Presidente Pinochet. Transición y consolidación democrática 1984-1989,
págs. 247-250.
1464 En: revista Qué pasa, Nº 1284, 18 de noviembre de 1995, pág. 31.
1465 Revista Ercilla, octubre de 1989, Nº 8.828, págs. 27-28.
1466 Revista ENDESA, marzo de 1987, Nº 358, pág. 10.
1467 Walter Foral Liebsch, Carretera Longitudinal Austral. La ciudad de
los Césares, Inédito, 1989, págs. 108-109.
1468 Ministerio Secretaría General de Gobierno, Oficina de Planificación
477
Hacia la década del setenta Chile suscribe el «Con-
venio Pentapartito» con Argentina, Brasil, Uruguay y Para-
guay. Desde 1974 aumentó el comercio entre Chile y Argenti-
na, lo que motivó el desarrollo de un sistema carretero inter-
nacional acorde con las cargas transportadas. Esto llevó a la
construcción de una carretera que comunicara fluidamente
a Valparaíso con Mendoza, conectando al país a la costa at-
lántica. También se construyó el túnel «Cristo Redentor» (fue
abierto en 1980), para superar la barrera andina.1469
El régimen militar desarrolló obras para aumentar el
tráfico aéreo de pasajeros y carga a nivel nacional e interna-
cional. Edificó el aeropuerto de Iquique y realizó obras de
refuerzo y alargamiento en los aeropuertos de Chacalluta
(Arica), Cerro Moreno (Antofagasta), Chamonate (Copiapó),
Cerrillos (Santiago), Maquehue (Temuco), Presidente Car-
los Ibáñez del Campo (Punta Arenas)1470 y Mataveri (Isla de
Pascua).1471 También se mejoró el aeródromo Capitán Fuen-
tes Martínez.1472 Además, se construyó entre 1973 y 1986 una
serie de pequeños aeródromos con un valor de 14.000 mi-
llones de pesos. Hacia 1987 el país poseía siete aeropuertos
internacionales, dieciséis aeródromos troncales, veinticuatro
aeródromos secundarios y sesenta pequeños aeródromos.1473
Mejoró el potencial eléctrico del país. Se proyectó
y construyó una de las mayores obras civiles de nuestra
historia: la central hidroeléctrica Colbún- Machicura en la
Nacional, Sabemos hacia dónde vamos. Algunos logros del Gobierno del
presidente Augusto Pinochet Ugarte 1974-1987, Santiago, S/F, pág. 134.
1469 Ministerio Secretaría General de Gobierno, Chile 1973-1983, Edition
Delroisse, Boulogne, France, pág. 76.
1470 En: http://fundacionpinochet.blogspot.com/2007/01/algunas-obras-
del-gobierno-militar_14.html, consultado en octubre de 2012.
1471 ROJAS, Chile escoge la libertad, tomo II, pág. 608.
1472 En: http://fundacionpinochet.blogspot.com/2007/01/algunas-obras-
del-gobierno-militar_14.html, consultado en octubre de 2012.
1473 Ministerio Secretaría General de Gobierno, Oficina de Planificación
Nacional, Sabemos hacia dónde vamos. Algunos logros del Gobierno del
presidente Augusto Pinochet Ugarte 1974-1987, pág. 133.
478
Región del Maule. También se levantó el embalse El Toro
y se diseñó y entró en funciones la mayor planta termoeléc-
trica del país, Tocopilla, para abastecer al Norte Grande.
La empresa privada construyó y puso en funcionamiento
centrales de gran tamaño, como es el caso de Canutillar y
Alfalfal.1474 Cabe destacar que hubo 2.785 obras de empre-
sas eléctricas recibidas.1475 En consecuencia, la generación
eléctrica sube de 8.776 millones de kWh en 1973, a 17.810
millones en 1989.
Emprendió obras de saneamiento urbano y rural que
mejoraron las condiciones de vida de los más pobres. En
1973 solo el 68,6% de la población urbana tenía agua pota-
ble. En 1989, el 98,2%. En relación con la población urbana
con acceso al alcantarillado, solo el 36,5% estaba conectado
a este servicio en 1973. En 1989 el 81,5%.1476 En el período
1973-1989, 850 localidades rurales fueron dotadas de ser-
vicio de agua potable.1477 Por lo mismo, el porcentaje de la
población rural que se abastecía a través de una red de agua
potable sube de 34,8% en 1973 a 78,5% en 1989.1478
Ejecutó obras de riego que beneficiaron a 300.000
hectáreas fértiles.1479
Particular preocupación tuvo el Gobierno de Pinochet
por dotar a los tribunales de edificios dignos. Entre 1973 y
1987 se construyeron cinco cortes y 71 juzgados de letras.
Es de mencionar, por último, que mejoró y amplió
la infraestructura carcelaria. Se edificaron veintidós nuevos
centros penitenciarios de distinta capacidad. Prueba del
1474 MÁRQUEZ DE LA PLATA, El salto al futuro, pág. 171.
1475 En: http://fundacionpinochet.blogspot.com/2007/01/algunas-obras-
del-gobierno-militar_14.html, consultado en octubre de 2012.
1476 Indicadores económicos y sociales de Chile 1960-2000, pág. 900.
1477 El dato se encuentra en: Vida y Obras 1973-1990, folleto publicado por la
Fundación Pinochet, 1999.
1478 Indicadores económicos y sociales de Chile 1960-2000, pág. 901.
1479 El dato se encuentra en: Vida y Obras 1973-1990, folleto publicado por la
Fundación Pinochet, 1999.
479
éxito logrado en este campo es que, entre 1973 y 1987, la
superficie total de construcciones carcelarias creció en un
79,5%, de 164.495 metros cuadrados a 295.200 metros cua-
drados.1480
1533 Todo, en: LAVÍN, Chile: Revolución Silenciosa, págs. 12-13 y 76-82.
1534 SILVA, Sin derechos humanos, pág. 149.
1535 LABBÉ, Un compromiso de honor, págs. 77-78.
492
monio previsional.1536 Resulta útil recordar que en el perío-
do 1973-1988 «se entregaron títulos de dominio de terrenos
agrícolas o urbanos a 143.628 familias, convirtiendo en pro-
piedad privada 1.453.795 hectáreas de terrenos agrícolas y
32.746.464 metros cuadrados de terrenos urbanos».1537 Ade-
más, a través del Capitalismo Popular, el Gobierno de la
época hizo posible que los trabajadores pudieran comprar
acciones de las empresas en que trabajaban con los fondos
de indemnización por años de servicios, convirtiéndose en
dueños de ellas.1538
Al finalizar el Gobierno Militar, el Estado controlaba
diecisiete compañías (308 menos que en 1973) y un banco
(diecisiete menos que en 1973).1539 El poderoso Estado em-
presario de otrora había desaparecido. Por lo mismo, en el
Encuentro Nacional de la Empresa ENADE 88 (30-11-1988)
el presidente Pinochet era enfático: «Corresponde al sector
privado empeñarse en expandir el bienestar general, en
probar no sólo que es más eficiente desde la perspectiva
económica, sino también que es más justo y más solidario
desde el punto de vista moral».1540
«Aun considerando sus grandes dificultades en ma-
teria internacional, el Gobierno Militar impulsó relaciones
pragmáticas, marcadas por el enfoque económico y la di-
versificación de lazos comerciales, especialmente con China
Popular, el mundo árabe y la región Asia-Pacífico».1541 Hacia
junio de 1984 Chile mantenía relaciones y representaciones
diplomáticas con 107 países, cifra que en 1973 era de 55.1542
1536 MÁRQUEZ DE LA PLATA, El salto al futuro, pág. 172.
1537 WHELAN, Desde las cenizas, pág. 905.
1538 MÁRQUEZ DE LA PLATA, El salto al futuro, pág. 172.
1539 Cáceres y Larroulet, Gobierno Militar: Transformación económica de
Chile (1973-1990), pág. 16.
1540 En: Presidente Pinochet. Transición y consolidación democrática 1984-1989,
pág. 47.
1541 LABBÉ, De Pinochet a Lagos, pág. 67.
1542 MUÑOZ, Las relaciones exteriores del Gobierno Militar chileno, pág. 138.
493
No olvidemos que bajo la gestión del general Pino-
chet la economía nacional se convirtió en la más sólida de la
región, con un sistema productivo moderno, que tuvo logros
espectaculares, sobre todo en el campo de las exportaciones.
En 1987 el país vendía mercaderías por valor de un dólar a
cada habitante del planeta, es decir, cinco mil millones.
Es imposible dejar de mencionar que el Gobierno
Militar sentó las bases de la profesionalización del combate
a la pobreza. Los llamados «mapas de la extrema pobre-
za», la llegada de los computadores a las municipalidades
y la denominada ficha CAS fueron instrumentos eficientes
que permitieron evitar las «filtraciones» del gasto social, es
decir, buscar fórmulas para impedir que los recursos desti-
nados a los más pobres terminen beneficiando a sectores a
los cuales la ayuda les es menos necesaria.1543 Fue así como
se erradicaron casi todos los campamentos, se dotó de agua
potable a los sectores urbanos y rurales más necesitados
y se redujo drásticamente la desnutrición infantil. Resulta
útil mencionar que en 1986 la distribución de leche gratui-
ta llegaba a 32.077.681 litros, es decir, 11.836.880 litros más
que en 1973. O que ese mismo año el Servicio Nacional de
Menores (de ahora en adelante SENAME) atendía a 48.767
menores (39.729 más que en 1973) en 550 establecimientos
(447 más que en 1973).1544
Tampoco podemos dejar de nombrar a los princi-
pales organismos públicos y privados que se abocaron
al combate contra la pobreza: la Secretaría de Desarrollo
Social, el SENAME, la Secretaría Nacional de la Mujer, la
Junta Nacional de Jardines Infantiles, la Junta Nacional de
Auxilio Escolar y Becas, el voluntariado femenino (las «da-
mas de color», el de sus uniformes, que se constituyen para
llenar gratuitamente necesidades de atención social, v. gr.
ayudar a los enfermos y sus familias en los hospitales), la
1543 Todo, en: LAVÍN, Chile: Revolución silenciosa, págs. 16 y 143-147.
1544 VALDIVIESO, Crónica de un rescate (Chile: 1973-1988), págs. 58 y 60.
494
Fundación CEMA-Chile, la Fundación Mi Casa, la Funda-
ción Miguel Kast y el Hogar de Cristo. Tampoco podemos
dejar de mencionar que durante el Gobierno de Pinochet se
desarrolló una industria que proveía de miles de raciones,
de almuerzos y desayunos, a las escuelas de los niños en
extrema pobreza.1545
En el ámbito cultural, digamos que el Gobierno Mi-
litar se abocó a reforzar la identidad nacional, que había
sufrido un grave deterioro durante el Gobierno de Allende.
Recordemos que la UP pretendió imponer sobre el pueblo
chileno la ideología marxista, que además de totalitaria y
atea, es apátrida. Con la UP la bandera nacional había de-
jado de ser el símbolo de Chile para pasar a ser sinónimo
de usurpaciones, desorden y desmanes; «con ella en alto
iban las turbas marxistas al ataque de sus propios compa-
triotas, si bien para sus manifestaciones políticas preferían,
con mucho, las banderas rojas con esas enseñas de violencia
venidas de otras latitudes que son el hacha, la hoz y el mar-
tillo. El presidente Pinochet se encargó, en cuanto estuvo al
mando de la nación, de restituir a los símbolos de la patria
el respeto y el prestigio que les corresponden. La bande-
ra volvió a flamear en su sitio. La Canción Nacional dejó
de ser mutilada». En los colegios se restauraron los actos
cívicos, inculcado así desde temprano, en niños y adoles-
centes, el amor por la patria. Fomentar el patriotismo fue
un objetivo primordial.1546 Por lo mismo, el presidente Pi-
nochet dispuso por decreto que la cueca fuera oficializada
como baile nacional e incorporó como símbolos patrios al
copihue y la araucana.1547 También bajo su administración
fueron declarados monumentos nacionales varios lugares,
bienes muebles e inmuebles del país.1548
1545 LAVÍN, Chile: Revolución silenciosa, págs. 147-148.
1546 LABBÉ, Un compromiso de honor, págs. 75-76.
1547 ZEGERS, Documental Pinochet, 2012.
1548 La lista es enorme, se encuentra en: http://es.wikipedia.org/wiki/
495
Durante el Gobierno Militar hubo completa libertad
de cultos. El presidente Pinochet se abrió a las más varia-
das manifestaciones de fe. Ningún culto vio afectado su de-
recho de reunión. Incluso los Testigos de Jehová pudieron
desarrollar una asamblea internacional en la capital, pocos
días después de la caída de Allende. Especial interés mos-
tró el presidente Pinochet por los evangélicos. Conversó
en innumerables ocasiones con los pastores1549 e inauguró
Monumentos_nacionales_de_Chile, consultada en octubre de 2012.
Veamos algunos ejemplos: Catedral San Marcos de Arica; Iglesia de
Parinacota; Isla de Alacrán y restos de fortificación (frente al Morro
de Arica); Catedral de Iquique; Paseo Baquedano y Plaza Arturo Prat
(Iquique); Teatro Municipal de Iquique; Pucará de Copaquilla; Pucará
de Lupica; Centro Histórico de Antofagasta; Estación de Ferrocarril de
Antofagasta a Bolivia; Ruinas de la Fundición de Metales de Huanchaca
(Antofagasta); Pucará de Lasana; Pucará de Quitor; Pucará de Turi;
Pueblo abierto de Peine; Pueblo de Ayquina y campos de cultivo; Pueblo
de San Pedro de Atacama; Catedral de Copiapó; Estación de Ferrocarriles
de Copiapó; Casa escuela rural de Montegrande (lugar donde vivió y
estudió Gabriela Mistral); Casa González Videla (La Serena); Iglesia de
Chañaral; Iglesia Parroquial de Freirina; Aduana de Valparaíso; Antigua
Intendencia de Valparaíso (hoy sede de la Comandancia en Jefe de la
Armada de Chile); ascensor Polanco de Valparaíso; Cerro Alegre y Cerro
Concepción (Valparaíso); Convento de las Carmelitas Descalzas (Los
Andes); la Catedral de San Felipe; Casa Central de la Universidad de Chile
(Santiago); antiguo Congreso Nacional (Santiago); Basílica Corazón de
María (Santiago); Cerro Santa Lucía (Santiago); Capilla de las Hijas de la
Caridad de San Vicente de Paul (San Fernando); Casa del Ochavo (actual
Museo Regional de Rancagua); Casa del Pilar de Piedra (actual Museo
Regional de Rancagua); Casa patronal de Huilquilemu (Talca); Iglesia de
Nirivilo (San Javier); Museo Histórico de Yerbas Buenas; Parroquia San
Luis Gonzaga (Cauquenes); Plaza de Armas de Curicó; Fuerte de Colcura
(Lota); Fuerte de Santa Juana de Guadalcazar (Talcahuano); Casa de
Máquinas de Temuco; Plaza de Angol; Humedales de los ríos Cruces y
Chorocomayo (Valdivia); Casa de Carlos Andwanter (Valdivia); Iglesia
de San Francisco de Castro; Alerzales existentes en el fundo «Potrero de
Anay» (Dalcahue); Bosque fósil de Punta Pelluco (Puerto Montt); Casa
de Mauricio Braun Menéndez (Punta Arenas); Cementerio de Cerro
Castillo (Torres del Paine); Cementerio de Kon-Aikén (Punta Arenas);
Cementerio de Mejillones (Cabo de Hornos); Plaza Muñoz Gamero y
edificios que la acotan (Punta Arenas); etc.
1549 En: http://www.chilecristiano.com/index.php?option=com_content&v
496
la catedral de ellos asistiendo a la celebración del Tedeum
Evangélico (1975), práctica que perdurará por muchos años
más.1550 Por lo mismo, el obispo Carlos San Martín reconoció
este gesto de Pinochet, a través de un programa de televi-
sión durante los años noventa, declarando: «Pinochet fue el
que sacó a los evangélicos del anonimato en que vivían».1551
Tampoco podemos dejar de señalar que el mandatario es-
tuvo siempre presente en las celebraciones religiosas de la
comunidad judía local1552, siendo el primer jefe de Estado
chileno en asistir a una sinagoga en el día Sagrado de Yom
Kipur.1553 Incluso, «en una ocasión hizo que se postergara
la fecha de la Prueba de Aptitud Académica porque caía
precisamente en el día de Yom Kipur, en que la mayoría de
los judíos no la podrían haber rendido».1554 Es sabido que
numerosas autoridades del Gobierno de la época fueron de
religión y ascendencia judaica. Es el caso de Sergio Melnick
(ministro director de ODEPLAN) y Miguel Álex Schweitzer
(ministro de Relaciones Exteriores). En 1987, el general Pi-
nochet junto a otros cuatro mandatarios del mundo, entre
los que se encontraban el de Estados Unidos, suscribieron
un documento mundial patrocinado por un movimiento
ortodoxo judío (Jabad), sobre los siete mandamientos uni-
versales de Noé para los hombres y la sociedad. No cabe
duda de que el general Pinochet (como señala un sobrevi-
viente de Auschwitz, Benjamín Zeev) fue «un simpatizan-
te del pueblo judío, por sus sufrimientos históricos. Espe-
iew=article&id=134:iglesia-evangelica-y-sociedad-chilena-una-relacion-
asimetrica-&catid=37:editorial&Itemid=30, consultado en octubre de 2012.
1550 ROJAS, Chile escoge la libertad, tomo I, pág. 307.
1551 En: http://www.chilecristiano.com/index.php?option=com_content&v
iew=article&id=134:iglesia-evangelica-y-sociedad-chilena-una-relacion-
asimetrica-&catid=37:editorial&Itemid=30, consultado en octubre de 2012.
1552 Sergio Melnik, «La gran mentira de Garzón», en: El Mercurio, 21 de
noviembre de 1998.
1553 ROJAS, Chile escoge la libertad, tomo I, pág. 307.
1554 Melnik, «La gran mentira de Garzón», óp. cit.
497
cialmente fue chocado profundamente con el holocausto»,
donde este pueblo perdió a seis millones de sus hijos.1555
Es importante destacar que en el Chile de Pinochet
las relaciones entre el Estado y la inmensa mayoría de ma-
puches fueron óptimas. El general Pinochet le tenía mucho
aprecio a esta etnia. Tanto así, que dispuso que los mapuches
tuvieran un representante en el Consejo Económico y Social,
que fue el profesor Efraín Nahuelpán.1556 Además, hay que
tener presente que 76.000 campesinos mapuches recibieron
(de parte del Ministerio de Agricultura) títulos de dominio.
Téngase presente que en el plebiscito de 1988 la opción SÍ
triunfó en las comunas con alta población mapuche: Lon-
quimay 82%, Tirúa 67%, Lumaco 66%, Curacautín, Toltén y
Contulmo 64%, Purén 61%, Galvarino y Gorbea 60%.1557 Por
último, ya a fines del mandato presidencial de Pinochet (tras
haber perdido el plebiscito), la Junta General de Caciques
Mapuches, representativa de 300.000 indígenas del sur de
Chile, en la localidad de Cholchol, es decir, en el corazón
de sus tierras, designó al mandatario como «Jefe Máximo
Conductor y Guía» (Ullmen F´ta Lonko); le entregó un per-
gamino firmado donde se consigna que el reconocimiento
se le confiere «por haberse preocupado, desde el inicio de su
mandato presidencial, de que el Pueblo Mapuche recupera-
ra su dignidad y recibiera los beneficios sociales y la propie-
dad de su tierra, que históricamente le fue negada».1558
No podemos dejar de señalar que el Gobierno Mi-
litar colocó tres hitos importantes para que Chile siguiera
avanzando hacia una efectiva acción sobre el océano que
lo baña. 1) El establecimiento de las líneas de base rectas,
1555 CRISTIÁN GARAY VERA, Pinochet y los judíos, en: http://www.galeon.
com/razonespanola/r102-gar.htm, consultado en noviembre de 2012.
1556 Testimonio de Lamberto Pérez, ex presidente Sindicato Nacional Banco
del Estado, en: ZEGERS, Documental Pinochet, 2012.
1557 MÁRQUEZ DE LA PLATA, El salto al futuro, págs. 86 y 89.
1558 Se recordó el episodio en El Mercurio, 14 de noviembre de 1998, pág. A-3,
citado en: PÉREZ DE ARCE, Europa vs. Pinochet: Indebido proceso, pág. 47.
498
en 1977, que fijan desde donde se deben medir los diversos
espacios marítimos y que delimitan las aguas interiores chi-
lenas entre los paralelos 41 y 56 grados de latitud sur. 2) La
declaración presidencial del 10 de septiembre de 1985, que
proclamó la soberanía sobre la plataforma continental de la
isla de Pascua y de la isla Sala y Gómez, hasta una distan-
cia de 350 millas marinas. 3) La Ley Nº 18.565 de 1986, que
modificó en el Código Civil la extensión del Mar Territorial
chileno de 3 a 12 millas marinas y que incorporó a nuestra
legislación común los conceptos de Zona Económica Exclu-
siva y de Plataforma Continental.1559
A fines de los años 80 Chile era «la sociedad más
computarizada de Latinoamérica»1560. En 1974 el país dio
su primer paso para incorporarse a la era tecnológica-in-
formática, cuando un decreto permitió, incluso antes de
que el resto de la economía chilena se integrara al mundo,
importar computadores con un impuesto de solo 10%. Na-
ció así un grupo de empresas encargadas de comercializar
computadores. La mayoría de ellas estaban constituidas
por jóvenes ingenieros interesados en el tema. Entre 1974 y
1986, la industria de la computación creció a un ritmo del
25% anual, llegando a sumar hacia 1987 ventas por totales
de 240 millones de dólares al año, cifra que representaba el
1,2% de la producción total del país.1561 Por todo lo anterior,
Chile se convirtió en el país latinoamericano «con mayor
proporción de computadores por estudiante» y también en
«el mayor exportador de programas computacionales».1562
1559 JORGE MARTÍNEZ BUSCH, Oceanopolítica: una alternativa para el
desarrollo, Editorial Andrés Bello, Santiago, 1993, pág. 139.
1560 WHELAN, Desde las cenizas, pág. 903.
1561 LAVÍN, Chile: Revolución silenciosa, pág. 122.
1562 WHELAN, Desde las cenizas, pág. 903. Veamos tres ejemplos de programas
computacionales exportados por empresas chilenas. La empresa Sonda
desarrolló un software denominado STF, especializado en «atención
de público en línea para la Banca». Fue comercializado en Argentina
y compitió con el programa SAFE de IBM. Por su parte, la empresa
Ettica inventó el programa Preclínica, especializado en hospitales. Fue
499
También era el país de la región con el mayor volumen de
tráfico de computadores con los Estados Unidos, después
de Brasil. Dicho tráfico incluía las consultas a bases de da-
tos norteamericanas, transferencia de información banca-
ria, facturaciones y otros tipos de tráfico informativo. Por
otra parte, se incrementó el número de cajeros automáticos
para facilitar las transacciones bancarias en el país. Una red
compartida permitía a los clientes de los principales bancos
ocupar indistintamente los cajeros automáticos de todos
ellos. Cerca de un millón de transacciones bancarias se rea-
lizaban al año a través de los 180 cajeros automáticos exis-
tentes entonces en el país. Por último, Chile fue el primer
país latinoamericano en conectarse al sistema Swift, que
permitió la transferencia electrónica de fondos, en un tiem-
po de cuatro segundos, entre 2.500 bancos en el mundo.
Las posibilidades de comunicación abiertas para los
chilenos eran múltiples, incluyendo la mayor cobertura del
servicio telefónico, su automatización y el establecimiento
del sistema de discado nacional e internacional. Este último
permitió comunicarse, sin pasar por la operadora, con 124
ciudades de 22 países. «Entre 1970 y 1986, el número de
teléfonos en funcionamiento se multiplicó por dos, en tanto
que el número de llamadas de larga distancia saltó de 17
millones a 65 millones. Durante 1986, los chilenos ocupa-
ron 45 millones de minutos en comunicaciones telefónicas
internacionales, cifra que supera más de once veces a la de
1970».1563 La cantidad de teléfonos en servicio por cada mil
adquirido por varios establecimientos hospitalarios de América Latina
y Estados Unidos. Y un grupo de ingenieros del Departamento de
Ciencias de la Computación de la Universidad de Chile, en conjunto con
ejecutivos de Unisys-Chile, ideó un programa denominado Birds, que
permitía consultar en la pantalla determinadas referencias bibliográficas
«llamando» directamente a los textos. Dicho programa fue comprado
por la Biblioteca de Pekín (LAVÍN, Chile: Revolución silenciosa, págs. 123-
124).
1563 Todo, en: LAVÍN, Chile: Revolución silenciosa, págs. 125-126 y 129-130.
500
habitantes era de 89 en 1990, es decir, 47 más que en 1973.1564
En los últimos años del Gobierno Militar, el teléfono en los
automóviles, el correo electrónico, los faxes y las videocon-
ferencias eran alternativas en rápida expansión.
El desarrollo económico y la integración con el mun-
do provocaron un cambio en la geografía económica de
Chile. Emergen Arica e Iquique, la primera debido al co-
mercio fronterizo con Perú y Bolivia, y la segunda gracias a
la Zona Franca. El surgimiento de la agricultura de expor-
tación, la madera y la pesca permitió la aparición de nuevos
polos de desarrollo en torno a ciudades como Copiapó, Cu-
ricó, Concepción y Puerto Montt. Las regiones tenían cada
vez más vida propia y no dependían tanto de la capital para
llevar a cabo su vida diaria. Sus productos se enviaban al
exterior desde sus puertos. Con sus medios de comunica-
ción y sus universidades, desarrollaban su propia cultu-
ra basada en ventajas comparativas. La existencia de una
fluida comunicación aérea, junto al uso creciente de com-
putadores en línea, facsímiles, télex, teléfonos de discado
directo y teleconferencias, hacía más fácil la constitución de
empresas fuera de la Región Metropolitana. Es importante
señalar que el Gobierno Militar se la jugó por incorporar la
computación a la labor burocrática, lo que hizo más eficien-
te la tarea de los municipios, de los gobiernos regionales y
de los servicios públicos. Por ejemplo, el uso de avanzados
programas computacionales permitió al Fondo Nacional de
Salud (FONASA) manejar 8 millones de órdenes de aten-
ción y 300.000 pagos al año y al Registro Civil entregar un
certificado de nacimiento en 30 minutos (antes se demoraba
4 días), otorgar o renovar un pasaporte en menos de un día
(antes se tardaba una semana) y proporcionar un extracto
de filiación en menos de 24 horas (antes se demoraba va-
rios días, hasta 10 en provincias). La menor burocracia y
la descentralización contribuyeron a «desempapelar» a los
1564 Indicadores económicos y sociales de Chile 1960-2000, pág. 964.
501
chilenos. En 1987 era posible cancelar todos los impuestos
en cualquier oficina bancaria. Los gobiernos regionales to-
maban sus propias decisiones de inversión, utilizando un
fondo especial de desarrollo puesto a su disposición. Me-
nos papeles, menos trabas burocráticas y… también, me-
nos funcionarios públicos: entre 1977 y 1986, el número de
personas que trabajaban para el Estado disminuyó en más
de doscientos mil.1565
El transporte urbano mejoró durante el Gobierno
Militar, al aumentar el parque vehicular de 500.000 en 1977
a 900.000 en 1986. El transporte público fue liberalizado al
mercado… la actividad tenía libre acceso, se entregaba de
forma casi automática el recorrido solicitado, existía liber-
tad de frecuencias y de tarifas, etc. El parque automotriz a
nivel nacional tenía un promedio de 15.000 buses y 6.000
taxis entre 1980 y 1986.1566 Un medio de transporte incor-
porado al transporte de Santiago fue el ferrocarril metro-
politano (Metro), cuyas obras se encontraban prácticamen-
te paralizadas por falta de insumos para su construcción
durante la UP.1567 Fue puesto en servicio en septiembre de
1975, teniendo un aumento constante su flujo de pasajeros,
con 1,2 millones en 1975 a más de 130 millones anuales en
1981. Estas cifras se redujeron con la recesión económica,
recuperándose en 1986, superando los 140 millones de pa-
sajeros.1568 En 1987 el Metro transportaba un promedio de
500.000 personas diarias.1569 En cuanto a la red ferroviaria
1565 Todo, en: LAVÍN, Chile: Revolución silenciosa, págs. 17.18, 61-73, 107-108,
122-123 y 127-128.
1566 Instituto Geográfico Militar de Chile, Atlas del Desarrollo Económico y Social
de Chile, TT.GG. Instituto Geográfico Militar, Santiago, 1988, pág. 97.
1567 Ministerio Secretaría General de Gobierno, Oficina de Planificación
Nacional, Sabemos hacia dónde vamos. Algunos logros del Gobierno del
presidente Augusto Pinochet Ugarte 1974-1987, pág. 135
1568 Instituto Geográfico Militar de Chile, Atlas del Desarrollo Económico y
Social de Chile, pág. 100.
1569 Ministerio Secretaría General de Gobierno, Oficina de Planificación
Nacional, Sabemos hacia dónde vamos. Algunos logros del Gobierno del
502
del país, digamos que se especializa en carga, mantenién-
dose la red electrificada para transporte de pasajeros entre
Santiago y Temuco, siendo la más extensa de Sudamérica,
con 890 kilómetros.1570 De todas formas, el transporte priva-
do de camiones y buses, que –gracias a las carreteras pavi-
mentadas– llevaban algunas décadas haciéndole mortífera
competencia al ferrocarril, terminaron por superarlo. En
cuanto a las líneas de buses interprovinciales, digamos que
fueron ofreciendo cada vez mejores servicios. «En 1975, el
23 por ciento del total de los 344 buses poseía baño. Diez
años después, no sólo el número total de buses se ha más
que duplicado, sino que el 87 por ciento tiene baño, más
de la mitad cuenta con televisor y el 45 por ciento ofrece
servicio de bar a los pasajeros. Las máquinas de dos pisos
con vista panorámica y los buses-cama» eran otro adelanto
de esos años.1571
En lo tocante al tráfico aéreo nacional, el Gobierno
Militar logró su despegue estimulando la participación de
los privados. Las empresas aerocomerciales aumentaron de
41 en 1978 a 83 en 1983 y la flota aérea chilena subió de 145
en 1978 a 219 en 1983.1572 El tráfico aéreo nacional de pasa-
jeros aumentó de 357.905 a 645.918 entre 1977 y 19871573 y el
de carga subió de 12.0001574 a 59.000 toneladas entre 1973 y
1987. En 1989 el tráfico aéreo de pasajeros llegó a 808.118 y
el de carga a 91.227 toneladas. En relación con las operacio-
nes internacionales de empresas aéreas nacionales, el nú-
mero de pasajeros aumentó de 127.472 a 452.375 entre 1973
y 1989, y el de carga sube de 90.278 a 502.268 toneladas en
presidente Augusto Pinochet Ugarte 1974-1987, pág. 135.
1570 Instituto Geográfico Militar de Chile, Atlas del Desarrollo Económico y
Social de Chile, pág. 93.
1571 LAVÍN, Chile: Revolución silenciosa, pág. 115.
1572 Ministerio Secretaría General de Gobierno, Chile 1973-1983, pág. 78.
1573 Indicadores económicos y sociales de Chile 1960-2000, pág. 357.
1574 Instituto Geográfico Militar de Chile, Atlas del Desarrollo Económico y
Social de Chile, pág. 93.
503
igual etapa. El tráfico aéreo internacional de pasajeros con
relación a Chile aumenta de 299.156 a 956.610 entre 1973 y
1989 y el de carga sube de 13.548 a 84.723 toneladas en el
mismo período.1575
También hubo grandes avances en el plano opera-
cional de los principales puertos del país, que estaban a
cargo de la Empresa Portuaria de Chile (EMPORCHI). Los
puertos de Valparaíso e Iquique readecuaron las instalacio-
nes para una rápida recepción y despacho por contenedo-
res.1576 El régimen militar fomentó el desarrollo de la marina
mercante promoviendo la competencia en todos los ámbi-
tos que se pudiera. Hacia 1975, la flota naviera chilena tenía
45 naves que transportaban 534.000 toneladas, hacia 1988 la
flota superaba las 71 naves, transportando 1.200.000 tone-
ladas, llevándola a movilizar el 50% del comercio exterior
chileno. Para tal crecimiento se incorporaron nuevas naves,
como petroleros, frigoríficos, transportes de gas licuado,
graneleros, portacontenedores, entre otros.1577
Los chilenos vivían con muchas más opciones que
en el pasado. La sociedad de «esto o lo otro», con dos o tres
alternativas como máximo, fue superada por una nueva so-
ciedad de «opciones múltiples». Los cotizantes podían op-
tar entre distintas AFP. Los chilenos ya no tenían que con-
fiar sus cuidados al Servicio Nacional de Salud o al Servicio
Médico Nacional de Empleados, sino que podían elegir
entre más de veinte alternativas, incluyendo el FONASA
y las ISAPRES. Pero, además, las ISAPRES ofrecían múlti-
ples planes distintos.1578La oferta de educación superior era
amplísima. Un estudiante que terminaba su educación me-
dia ya no estaba obligado –como en 1973– a elegir entre 61
1575 Indicadores económicos y sociales de Chile 1960-2000, págs. 357-359.
1576 Ministerio Secretaría General de Gobierno, Chile 1973-1983, pág. 71 y 73
1577 Instituto Geográfico Militar de Chile, Atlas del Desarrollo Económico y
Social de Chile, págs. 93 y 114.
1578 LAVÍN, Chile: Revolución silenciosa, págs. 151 y 153.
504
instituciones de educación superior, ocho de las cuales eran
universidades. Sus opciones incluían 280 instituciones, 24
de ellas universitarias. Los numerosos institutos profesio-
nales y centros de formación técnica ofrecían una amplia
variedad de carreras.1579 Las tinas de baños eran blancas, ce-
lestes o de cualquier color. Los teléfonos tenían cientos de
formas –que el propio usuario podía elegir–, los comprado-
res de autos decidían entre decenas de marcas distintas. Lo
mismo acontecía con los electrodomésticos. Se optaba entre
el canal 13, el 7, el 11, el 5 o el 9. Además, tal como en las
grandes ciudades, a través de una conexión individual, las
familias santiaguinas podían acceder a la televisión por ca-
ble, específicamente a cuatro canales. Un número creciente
de familias confeccionaban su propia programación arren-
dando películas en cualquiera de los videoclubes existen-
tes en las principales ciudades del país. Se escogía entre 20
emisoras am y 23 fm.
Los chilenos elegían entre varios tipos de comidas
(chilena, francesa, italiana o china), música (clásica, rock la-
tino, rock pesado, orquestal o de otra clase), deportes (fút-
bol, tenis, esquí o rodeo) y sabores de helado y yogur. Y
se regodeaban a la hora de comprar ropa y calzado a ba-
jos precios. Una dueña de casa que entraba a comprar a
un supermercado Almac en 1974 podía elegir entre 5.500
productos diferentes. En 1987, sus posibilidades de opción
alcanzaban a 15.500 ítems distintos. También los clientes
podían hacer por teléfono sus compras semanales, las que
eran despachadas a cada hogar. Los supermercados (como
Almac, Unimarc, Jumbo, Montserrat, etc.) desplazaron al
«almacén de la esquina» y alcanzaron un nivel de higiene
incomparablemente superior a las tradicionales ferias li-
bres. El sistema computacional fue la clave del éxito de los
supermercados. A fines de los 80 se contabilizaban en San-
tiago más de cincuenta centros comerciales, pero ninguno
1579 LavÍn y Larraín, Chile: Sociedad emergente, pág. 106.
505
de ellos podía competir con los dos grandes malls, el Parque
Arauco y el Apumanque, en los que comprar era un ver-
dadero paseo familiar. Paralelo al desarrollo de los centros
comerciales, se produjo la expansión de las grandes tiendas
por departamento, como Falabella, Almacenes París, Ripley
y otras, las que ampliaron su cobertura y modernizaron sus
sistemas de atención. Todas ellas otorgaron a sus clientes
el beneficio de las tarjetas de crédito, las que –gracias a la
ayuda de un computador con oficinas en línea– se podían
ocupar en cualquier sucursal del país.
El número de libros existentes en los hogares chile-
nos se incrementó significativamente. El auge del libro se
apreció en el aumento del número de libros editados en el
país, que pasó de 954 en 1981 a 2.126 en 1986. Y también en
el interés creciente por participar y visitar ferias de libros.1580
El régimen militar desde 1976 fomentará el desarrollo en
promedio tres veces al año de eventos para el fomento del
libro promovidos por el Ministerio de Educación, DIBAM,
Universidades y las municipalidades. En conjunto partici-
paron entidades gremiales como La Sociedad de Escrito-
res de Chile, Cámara Chilena del Libro y la Asociación de
Impresores, mostrándose como nunca interés por la pro-
blemática del libro y la lectura, siendo cubierto con mucha
profusión por la de prensa, donde se perciben los distintos
discursos, inclusive de los disidentes al régimen.1581 Pero,
sin duda que el hecho más trascendental de los años 80 lo
constituyó la posibilidad de adquisición masiva de obras
literarias que se vendían conjuntamente con revistas, prin-
cipalmente Ercilla y Vea. Este sistema (entre 1983 y 1987)
llevó a los hogares chilenos 33 millones de libros (clásicos,
cursos de inglés, sobre historia de Chile y otros diversos
temas). También se entregó un millón de casetes, entre ellos
1580 Todo, en: LAVÍN, Chile: Revolución silenciosa, págs. 85, 115-121 y 151-154.
1581 Bernardo Subercaseaux Summerhoff, Historia del libro en
Chile, Lom ediciones, 2010, pág. 238.
506
el Curso de Inglés de la BBC de Londres y la Quinta Sinfonía de
Beethoven.1582 Cómo no destacar los suplementos didácticos
que ayudaron a los escolares de la época que eran publica-
dos semanal y quincenalmente como La Tierra en que Vivi-
mos, Icarito, Apuntes, junto a los libros de lectura universal
que salían en el diario La Nación.
La calidad de vida de los chilenos mejoró de otras
maneras visibles e importantes. El porcentaje de viviendas
permanentes era de 91% en 1990, es decir, un 12% más que
en 1970.1583 En 1970, el 21,3% de las viviendas «eran de ado-
be, barro, desechos o materiales similares». En 1982, «esa
cifra había bajado a 14%».1584 En 1970, el 21,6% de las ca-
sas no tenían electricidad. En 1982, solo el 13,6% carecía de
ella. En 1992, esa cifra había bajado a 7,9%.1585 El porcentaje
de las viviendas que no tenían ducha ni tina baja de 52% a
38% entre 1970 y 1982.1586 El 98,2% de la población urbana
tenía acceso al agua potable en 1988 (un 29,6% más que en
1973), mientras que el 81,5% de los habitantes urbanos te-
nían acceso al alcantarillado en 1989 (un 45% más que en
1973). El 78,5% de la población rural tenía acceso al agua
potable en 1989, es decir, un 43,7% más que en 1973.1587 «La
cantidad de teléfonos por habitante se elevó de 4,5 en 1973
a 6,7 en 1987».1588 El número de televisores en los hogares
chilenos pasó de 335.388 a 1.932.575 entre 1970 y 1982. Y
el número de hogares con televisor, del 19% al 78%.1589 El
número de televisores por cada diez mil habitantes era de
2.050 en 1990, es decir, 1.914 más que en 1970.1590 El número
1582 LAVÍN, Chile: Revolución silenciosa, págs. 85-87.
1583 Cáceres y Larroulet, Gobierno Militar: Transformación económica de
Chile (1973-1990), pág. 29.
1584 WHELAN, Desde las cenizas, pág. 905.
1585 Indicadores económicos y sociales de Chile 1960-2000, págs. 895-897.
1586 WHELAN, Desde las cenizas, pág. 905.
1587 Indicadores económicos y sociales de Chile 1960-2000, págs. 900-901.
1588 WHELAN, Desde las cenizas, pág. 905.
1589 LAVÍN, Chile: Revolución silenciosa, pág. 31.
1590 Cáceres y Larroulet, Gobierno Militar: Transformación económica de
507
de automóviles pasó de 262.000 en 1976, a más de 600.000
en 1985.1591 El número de automóviles por cada diez mil ha-
bitantes era 790 en 1990, es decir, 605 más que en 1970.1592 La
cantidad de refrigeradores aumentó de 499.000 en 1970 a
1.202.900 en 1982. Las lavadoras, que en 1970 ni siquiera se
contabilizaban, ya que eran tan pocas1593, superan el millón
en 1987. Ese mismo año, el 91% de los hogares poseía una
radio y más de dos millones de bicicletas circulaban por
calles y caminos del país. Es de mencionar, por último, que
el boom de los computadores ATARI partió en 1980. Resulta
útil mencionar que en 1985 Chile importó el doble de com-
putadores ATARI que toda Latinoamérica. 1594
El auge económico que experimenta el país en la se-
gunda mitad de la década de 1980, le permite organizar la
sexta edición del mundial de fútbol sub-20 de la FIFA. El
campeonato se desarrolló entre los días 10 y 25 de octubre de
1987. Chile obtuvo el cuarto lugar. El campeón fue Yugosla-
via, cuyo técnico era el croata Mirko Jozic. Este personaje va
a quedar inmortalizado en la historia del balompié chileno,
al dirigir el Colo–Colo campeón de la Copa Libertadores
de América en 1991 y de otros dos títulos internacionales:
la Recopa Sudamericana y la Copa Interamericana, ambas
obtenidas en 1992.
Una clara indicación del progreso alcanzado por el
país es lo consignado por el Programa de las Naciones Uni-
das para el Desarrollo, específicamente en su informe sobre
desarrollo humano de 1990. Con respecto a Chile, señaló
que era un país con un alto nivel de desarrollo humano1595;
Chile (1973-1990), pág. 28.
1591 LAVÍN, Chile: Revolución silenciosa, pág. 30.
1592 Cáceres y Larroulet, Gobierno Militar: Transformación económica de
Chile (1973-1990), pág. 28.
1593 WHELAN, Desde las cenizas, pág. 905.
1594 LAVÍN, Chile: Revolución silenciosa, págs. 31 y 80-81.
1595 Desarrollo humano. Informe 1990, publicado para PNUD por Tercer
Mundo Editores, Bogotá-Colombia, pág. 272
508
que era un ejemplo en relación con el combate contra la
mortalidad infantil; que era uno de los países con mayor
tasa de alfabetismo adulto (98%); que había alcanzado el
nivel de los países desarrollados en cuanto al acceso de la
población al agua potable1596; y que «superó a todos los paí-
ses latinoamericanos, a la Unión Soviética y a varias nacio-
nes europeas en calidad de vida». Considerando a todo el
mundo, Chile era el número 24 entre 130 países.1597
Todo lo que hemos dicho, pinceladas por cier-
to, nos permite afirmar que el Gobierno de Pinochet insertó
a Chile en el mundo y en la era tecnológico-informática,
permitió un desarrollo armónico del país y mejoró las con-
diciones de vida de los chilenos.
513
INDICE
INTRODUCCIÓN 007
PRIMERA PARTE
GENERALIDADES
EL SIGLO XX 013
LA TRAYECTORIA POLÍTICA
DE CHILE (1541-1970 023
SEGUNDA PARTE
GÉNESIS Y DESARROLLO DEL PROYECTO
TOTALITARIO DE LA UNIDAD POPULAR
LA IZQUIERDA CHILENA (1912-1970) 057
SALVADOR ALLENDE GOSSENS 082
UN GOBIERNO MINORITARIO Y LIGADO AL
MARXISMO INTERNACIONAL 093
LOS PREPARATIVOS PARA UN
ENFRENTAMIENTO ARMADO QUE LA UP Y
EL MIR ESTIMABAN NECESARIO E INEVITABLE 098
LA POLITICA ECONÓMICA DE LA UP 117
LA LEGALIDAD ULTRAJADA
Y LA CORRUPCIÓN DESATADA 134
LA REACCIÓN DEL MUNDO POLÍTICO,
GREMIAL Y SOCIAL FRENTE AL PROYECTO
TOTALITARIO DE LA UP 159
LA INTERVENCIÓN DE LOS ESTADOS UNIDOS 169
LA RETÓRICA VIOLENTISTA DE IZQUIERDA 174
UN PAÍS SOBREPASADO POR LA VIOLENCIA 185
AL BORDE DE LA GUERRA CIVIL 204
LOS ALCANCES DE LA INTERVENCIÓN MILITAR 216
TERCERA PARTE
EL RÉGIMEN DE AUGUSTO PINOCHET
LA GÉNESIS DE UN PROYECTO FUNDACIONAL 227
EL ORDEN JURIDICO MILITAR 229
EL FUNCIONAMIENTO DE
LA JUNTA DE GOBIERNO 235
EL RÉGIMEN DE PINOCHET: AUTORITARIO,
CIVICO-MILITAR, PREDEMOCRÁTICO Y
REVOLUCIONARIO 239
AUGUSTO PINOCHET UGARTE 251
CUARTA PARTE
GOBERNAR EN MEDIO DE LA ADVERSIDAD
EL PROBLEMA DE LOS DERECHOS HUMANOS
EN MEDIO DE UNA GUERRA IRREGULAR 263
CRONOLOGÍA DE UNA GUERRA IRREGULAR
O REVOLUCIONARIA (1973-1990). 320
UN MUNDO HOSTIL 386
TODAS LAS FRONTERAS BAJO AMENAZA 400
EL GENERAL GUSTAVO LEIGH
Y LA FUERZA AÉREA 421
PROTESTAS Y PRESIONES DE LAS FUERZAS
OPOSITORAS PARA IMPUGNAR LA
CONSTITUCIÓN DE 1980 424
EL TERREMOTO DE 1985 428
QUINTA PARTE
LA RECONSTRUCCIÓN NACIONAL
EPÍLOGO 511