El documento resume las cinco fuerzas competitivas de Michael Porter que afectan la estructura y competitividad de un sector industrial. Estas fuerzas son: 1) la amenaza de nuevos competidores, 2) el poder de negociación de los proveedores, 3) el poder de negociación de los clientes, 4) la amenaza de productos sustitutos, y 5) la intensidad de la rivalidad entre competidores existentes. El documento explica cada fuerza y cómo las empresas pueden analizarlas estratégicamente para mejorar su rentabilidad a largo plazo.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
32 vistas3 páginas
El documento resume las cinco fuerzas competitivas de Michael Porter que afectan la estructura y competitividad de un sector industrial. Estas fuerzas son: 1) la amenaza de nuevos competidores, 2) el poder de negociación de los proveedores, 3) el poder de negociación de los clientes, 4) la amenaza de productos sustitutos, y 5) la intensidad de la rivalidad entre competidores existentes. El documento explica cada fuerza y cómo las empresas pueden analizarlas estratégicamente para mejorar su rentabilidad a largo plazo.
El documento resume las cinco fuerzas competitivas de Michael Porter que afectan la estructura y competitividad de un sector industrial. Estas fuerzas son: 1) la amenaza de nuevos competidores, 2) el poder de negociación de los proveedores, 3) el poder de negociación de los clientes, 4) la amenaza de productos sustitutos, y 5) la intensidad de la rivalidad entre competidores existentes. El documento explica cada fuerza y cómo las empresas pueden analizarlas estratégicamente para mejorar su rentabilidad a largo plazo.
El documento resume las cinco fuerzas competitivas de Michael Porter que afectan la estructura y competitividad de un sector industrial. Estas fuerzas son: 1) la amenaza de nuevos competidores, 2) el poder de negociación de los proveedores, 3) el poder de negociación de los clientes, 4) la amenaza de productos sustitutos, y 5) la intensidad de la rivalidad entre competidores existentes. El documento explica cada fuerza y cómo las empresas pueden analizarlas estratégicamente para mejorar su rentabilidad a largo plazo.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3
Karol Yesenia Tovar Losada
María Paula González Suárez
El papel protagónico de las cinco fuerzas competitivas de Michael Porter
A lo largo del tiempo las empresas y/o organizaciones han sido partícipes de la administración de los recursos que son limitados para dar respuesta a su realidad y entorno, junto con la manera en la que pueden obtener los productos, bienes o servicios para la satisfacción de las necesidades del ser humano. Michael Porter, al estudiar dichos aspectos, estipula cinco fuerzas competitivas que permiten comprender la estructura del sector en donde se encuentra una empresa, junto con la posibilidad de convertirla más competitiva, rentable y poco vulnerable ante la competencia. De ahí parte que establecer un sector es más complejo de lo que parece. No solo es estudiar la actividad económica y productiva de la empresa o negocio, sino comprender que para anticiparse a la competencia e influir en el funcionamiento de esta misma, se debe implementar una perspectiva enfocada en los proveedores, los clientes, los productos y/o servicios sustitutos, y hacer un análisis tanto de los competidores nuevos como los existentes. Desde esa perspectiva se induce que las cinco fuerzas —que dan forma a la competencia del sector —comprenden que, si no se tiene en mente un plan estratégico para innovar y obtener renombre, no se puede sobrevivir en el mundo de los negocios, pero ¿dichas fuerzas son pensadas para el bien de todas las empresas? ¿O surgieron desde la consideración de obtener ventaja una sobre otra? La primera fuerza en la cual nos enfocaremos es la amenaza de entrada. Los nuevos participantes en un sector, quienes han ido adquiriendo capacidades y deseos de posicionarse como número uno en el mercado, son los encargados de generar presión sobre el precio y los costos. A simple vista parece una acción sin gran consecuencia, solo que, con la llegada de una nueva amenaza, la empresa que ya estaba funcionando debe mantener los precios bajos o al menos, ir pensando en implementar grandes sumas de recursos financieros que le permita ir un paso al frente de su competencia. También existen otras soluciones como economías de escala por el lado de la oferta (uso de tecnología para producir a mayor volumen y costos bajos), ventaja en la calidad de sus productos, fidelización del cliente, entre otras. Ahora bien, la siguiente fuerza es el poder de los proveedores. Según Porter (2008), los proveedores capturan una mayor parte del valor para sí mismos cobrando precios más altos, restringiendo la calidad o los servicios, o transfiriendo los costos a los participantes del sector. Por tal motivo, cuando existe un mercado con pocos proveedores, no es posible satisfacer todos los requerimientos de una empresa, pero si hay una serie de proveedores que brinden precios bajos y tienen a la mano los recursos pedidos, generará que la empresa sea más atractiva en el mercado. A pesar de que somos conscientes de que los proveedores tienen gran influencia en el funcionamiento de una empresa dentro del mercado, aquí se puede mencionar otra de las fuerzas más relevantes a la hora de generar competitividad: el poder de los compradores. Para la mayoría de las personas, enfrentar disyuntivas ha sido uno de los problemas más grandes que han podido experimentar. Escoger entre dos o más productos y/o servicios puede tener resultados desde pequeño alcance hasta de gran magnitud. Un ejemplo de pequeño alcance es cuando una persona decide adquirir un producto en vez de otro que podía—o incluso tenía pensando—comprar, pues se limitará a renunciar algo que también le gustaba. A pesar de que esta decisión parezca sin importancia, los beneficios que se darán son evidentes. La persona que decidió comprar el producto es porque encontró una conexión emocional con el artículo y le interesaba satisfacer sus necesidades. En cambio, un ejemplo de gran alcance se encuentra en lo siguiente: está la misma situación antes mencionada, pero ahora partiendo desde la perspectiva de la organización. La persona que decidió comprar el producto en la competencia porque el precio era inferior al que la empresa ofrece, obtendrá influencia en sus costos y beneficios. Ahora la empresa tendrá que pensar en reducir los precios de sus productos y/o servicios porque la competencia ha generado presión; los clientes son tan poderosos que tienen la capacidad de hacer que los participantes y/o empresas se enfrenten entre sí, consideren bajar los precios, eleven la calidad de sus productos y, sobre todo, busquen una mayor rentabilidad. La siguiente fuerza competitiva es la amenaza de los substitutos. Cualquier empresa está sujeta a que su competencia implemente artículos y/o servicios similares a los que ofrece. Incluso Porter (2018, p. 7) menciona que: “Cuando la amenaza de substitutos es alta, la rentabilidad del sector sufre.”, ya que, si los consumidores prefieren adquirir los productos sustitutos de los rivales, disminuirá el crecimiento potencial de la empresa. Aquí es cuando se debe implementar la diferenciación, ambas empresas pueden ofrecer los mismos artículos, pero una característica diferente (en el aspecto físico o en la prestación del servicio) puede hacerlo destacar sobre el resto. No obstante, falta mencionar la última fuerza competitiva: La rivalidad entre los competidores existentes. Cada una de las organizaciones están comprometidas a generar ingresos, conseguir renombre (también conocido como el “good will”) y, sobre todo, ser líderes en el mercado. La idea de que los rivales son quienes incentivan al otro en pensar estratégicamente es difícil de creer, pero a la hora de la verdad, la rivalidad trae consigo la mejora de actividades. Sin embargo, un alto grado de rivalidad se encarga de limitar la rentabilidad del sector. Esto es debido a que los competidores son varios o comparten tamaño y potencia similares, por lo que alienta a recortar los precios; el crecimiento lento del sector genera controversias en la participación de las empresas; las barreras de salida son altas y los costos fijos son altos y los costos marginales bajos. En suma, las cinco fuerzas competitivas de Michael Porter han logrado no solo brindar un análisis para identificar el desarrollo de un sector y predecir su impacto en el futuro, sino que da a conocer un modelo para que cualquier empresa que desee sobresalir en el mercado, lo implemente. Dichas fuerzas competitivas relevan los impulsores de la competencia en un sector y la generación de valor que va más allá de la existencia de nuevos y viejos rivales. No se trata de beneficiar una organización sobre otra, sino ver cómo estratégicamente implementan dichas fuerzas para mejorar la rentabilidad del negocio. Porter, M. (enero de 2018). Las cinco fuerzas competitivas que le dan forma a la estrategia. [PDF] SIMLA. (29 de abril de 2020). ¿Qué son las 5 fuerzas de Porter y cómo aplicarlas en tu negocio? [Página web]
El Contratista Debe Guardar y Mantener Reserva de Toda La Información Que Sea de Propiedad Del DEPARTAMENTO DE BOYACÁ o Conozca en El Desarrollo Del Contrato