Toda Lengua Confiese Que Jesucristo Es El Se or
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JESUCRISTO ES EL SEÑOR
EL SEÑOR Y EL SIERVO
• En tiempos de Jesús y los discípulos,
existían hombres adinerados, con títulos
nobles, generalmente con poder político y
algunos con poder militar.
• A estos hombres se les conocía como los
señores.
• Y obviamente tenían mucha gente que les
servía, en sus casas, en sus negocios incluso
trabajando sus tierras.
• La relación entre un señor y un siervo en
aquel tiempo era una relación de amo –
esclavo
• Ósea que un siervo no era dueño de su
libertad. Sino que estaba destinado a
cumplir todos los deseos y la voluntad de su
Señor.
• Pero había algo curioso y es que muchas
personas se ofrecían voluntariamente para
ser siervos.
• Y es que, aunque los siervos estaban
destinados a cumplir la voluntad de su
señor, este velaba por el bienestar de ellos,
les daba un lugar donde vivir, alimento para
comer y vestido para vestir.
• Entonces muchos de los siervos se daban
cuenta que, si tenían la posibilidad de
encontrar un buen señor, iban a estar
mucho mejor de siervos que de hombres
libres.
• Los libros enseñan que muchos de estos
siervos incluso llegaban a ser hombres muy
acaudalados, porque al ser buenos siervos
sus señores les confiaban cada vez más sus
riquezas y al mismo tiempo les daban
reconocimientos económicos y sociales.
• Y ESO ES LO QUE QUIERE NUESTRO DIOS DE
NOSOTROS.
• Que entendamos que no hay mejor forma
de vivir esta vida si no es a los pies de Jesús,
que no hay mejor forma de vivir esta vida si
no ser siervos de nuestro Dios.
• Y es que nuestro Dios es tan grande que no
quiere esto así de gratis.
• Si no que nos compro a todos, por un precio
muy alto.
• Derramando hasta la ultima gota de su
sangre preciosa.
• Entonces si es verdad que si confesares con
tu boca que Jesús es el señor serás salvo.
• Porque si en verdad aceptas a Jesús como
tu Señor, entonces empezaras a cumplir lo
que Jesús manda en su palabra.
• Y en su palabra manda que dejes tu mal
camino y te vuelvas a Dios.
• Que te arrepientas y te bautices para que
tus pecados sean perdonados.
• Que recibas el espíritu Santo y vivas una
vida en santidad.
• Por eso la biblia nos dice: