The Ritual - Shantel Tessier
The Ritual - Shantel Tessier
The Ritual - Shantel Tessier
alguno.
Es una traducción hecha por fans y para fans.
Si el libro logra llegar a tu país, te animamos a adquirirlo. 2
No olvides que también puedes apoyar a la autora siguiéndola en sus redes
sociales, recomendándola a tus amigos, promocionando sus libros e incluso
haciendo una reseña en tu blog o foro.
Disfruta de la lectura.
Staff
MODERADORA
Liobooks
TRADUCCIÓN
Danielle
OnlyNess
CORRECCIÓN
Kote Ravest
LeyRoja
3
Mar.ca.sim
Sand
REVISIÓN
Danielle
OnlyNess
LECTURA FINAL
Yami
DISEÑO
Bruja_Luna_
Playlist
“Make Hate to Me” by Citizen Soldier
Needles” Seether
“Like Lovers Do” Hey Violet
“Numb” 8 Graves
“Killing Me Slowly” Bad Wolves
“Guest Room” Echos
“I Don’t Give a Fuck” MISSIO, Zeale
“Everybody Gets High” MISSIO
“Taste of You” Rezz, Dove Cameron 4
“Sick Like Me” In This Moment
“Bad Intentions” Niykee Heaton
“Mirrors” Natalia Kills, Migos, OG Parker
“If You Want Love” NF
“Broken” Lifehouse
“Honesty” Halsey
“Oh Lord” In This Moment
“All The Time” Jeremih, Lil Wayne, Natasha Mosley
Nota de la autora
The Ritual puede contener disparadores para algunos. Como lectora,
encuentro que las advertencias desencadenantes son spoilers, pero como
autora, entiendo que a veces son necesarias. Aunque no voy a enumerar
cada uno (hay muchos), no dude en enviarme un correo electrónico a
[email protected] con su(s) advertencia(s)
desencadenante(s) específica(s) y yo o uno de mis asistentes le avisaremos
si eso está en el libro.
Para aquellos de ustedes que desean ir a ciegas; Por favor, recuerda que
este es un romance oscuro es una obra de ficción, y NO apruebo ninguna
situación o acción que tenga lugar entre estos personajes.
5
Índice
Staff 3 Capítulo 20 140
Playlist 4 Capítulo 21 146
Nota del autor 5 Capítulo 22 157
Índice 6 Capítulo 23 164
Sinopsis 8 Capítulo 24 174
Prólogo 9 Capítulo 25 180
Capítulo 1 10 Capítulo 26 182
Capítulo 2 14 Capítulo 27 190
Capítulo 3
Capítulo 4
16
19
Capítulo 28
Capítulo 29
195
199
6
Capítulo 5 21 Capítulo 30 212
Capítulo 6 33 Capítulo 31 220
Capítulo 7 36 Capítulo 32 229
Capítulo 8 48 Capítulo 33 238
Capítulo 9 54 Capítulo 34 244
Capítulo 10 59 Capítulo 35 252
Capítulo 11 70 Capítulo 36 257
Capítulo 12 76 Capítulo 37 260
Capítulo 13 83 Capítulo 38 270
Capítulo 14 90 Capítulo 39 280
Capítulo 15 105 Capítulo 40 293
Capítulo 16 112 Capítulo 41 302
Capítulo 17 119 Capítulo 42 314
Capítulo 18 124 Capítulo 43 323
Capítulo 19 134 Capítulo 44 330
Capítulo 45 339 Capítulo 55 408
Capítulo 46 347 Capítulo 56 418
Capítulo 47 354 Capítulo 57 433
Capítulo 48 361 Capítulo 58 440
Capítulo 49 368 Capítulo 59 454
Capítulo 50 374 Capítulo 60 460
Capítulo 51 384 Capítulo 61 473
Capítulo 52 392 Epílogo 476
Capítulo 53 398 Epílogo 2 485
Capítulo 54 403 Sobre la autora 493
7
Sinopsis
LA ELEGIDA
LEALTAD
PRIMER AÑO EN LA UNIVERSIDAD DE BARRINGTON
13
Capítulo 2
INICIACIÓN
RYAT
Traducido por Danielle
Corregido por Leyroja
DEVOCIÓN
SEGUNDO AÑO EN LA UNIVERSIDAD DE BARRINGTON
COMPROMISO
TERCER AÑO EN LA UNIVERSIDAD DE BARRINGTON
18
Capítulo 4
INICIACIÓN
RYAT
Traducido por Danielle
Corregido por Leyroja
UNO DE ELLOS
ÚLTIMO AÑO EN LA UNIVERSIDAD DE BARRINGTON
BLAKELY
mío.
Da un paso hacia adelante, la punta de su calzado golpea la suela del
24
—Hay animales que deambulan por estos pasillos. Si no tienes
cuidado, uno te atrapará. —Esos ojos amenazantes llegan a los míos una
vez más, y me sonríe. No es más amigable que su mirada. En vez de eso,
tengo la sensación de que quiere desgarrar mi garganta con sus dientes
perfectamente blancos: me viene a la mente una sonrisa de un millón de
dólares.
Trago nerviosamente, con la boca repentinamente seca.
—Yo...
—¿Blakely? Dios, ¿Blakely? —esucho una voz familiar—. ¿Por qué
estás en el suelo? —Matt se acerca por detrás de mí. Inclinándose, coloca
sus brazos debajo de los míos y me levanta—. ¿Qué pasó?
No respondo. Matt está recogiendo mis libros, mi bolso y mi horario
mientras yo me quedo mirando a Ryat como un ciervo ante la luz de unos
faros. Sus ojos no se han apartado de los míos desde que lanzó la amenaza.
Lo entendí perfectamente. Esto es lo que se espera de cualquiera que asista
a Barrington.
Cruel.
Malvado.
Complejo de Dios.
Esto es lo que pasa cuando los niños crecen consiguiendo todo lo que
quieren. Y no estoy hablando de un oso de peluche de la tienda. No, estoy
hablando de ese auto único de dos millones de dólares antes de que tengan
una licencia.
—¿Está todo bien aquí? —pregunta Matt.
Miro hacia abajo y veo que ha dejado mis libros apilados en el suelo
junto a nuestros pies. Mis ojos se dirigen a Matt, y él tiene toda su atención
puesta en Ryat. No son amigos. Al menos, ya no lo son. Lo fueron una vez,
pero algo pasó el año pasado y digamos que ahora se odian.
—¿Blakely? —dice Matt, haciéndome saltar.
En lugar de responderle, mis ojos se dirigen de nuevo a Ryat.
Ryat levanta una ceja oscura, sus ojos verdes siguen clavados en los
míos. Ahora son menos amenazantes y más juguetones. Esto es un juego
para él. ¿Está todo bien aquí?
—Sí —le respondo a Matt.
25
No conozco muy bien a Ryat, pero soy consciente de su reputación.
No quieres estar en su lista negra.
Ryat parpadea, rompiendo el contacto, y mira a Matt. Borrando la
sonrisa de su rostro, Ryat se acerca a él. Contengo la respiración mientras
Matt se acobarda.
—Mantén a tu perra con correa. —Luego me mira, sus ojos vuelven a
recorrer mi cuerpo con rapidez, haciendo que mi respiración se acelere—.
De lo contrario, se podría suponer que es una perra callejera. — Vuelve a
centrar su atención en Matt—. Y bueno, digamos que tú más que nadie
deberías saber que alguien puede decidir quitártela.
Con eso, se acerca y empuja a Matt contra la pared, luego pasa junto
a nosotros para continuar con su día.
—¿Qué mierda? —sisea Matt, apartándose de la pared y viendo cómo
Ryat se aleja sin molestarse en darnos una segunda mirada—. ¿Blakely? —
Pone sus manos sobre mis hombros—. ¿Él te arrojo al suelo? —Sus manos
recorren mis brazos.
—No... no exactamente. —Sigo observando a Ryat. El pasillo no está
abarrotado de ninguna manera, pero incluso si lo estuviera, aún podrías
verlo. Mide alrededor de un metro noventa metros y pesa unos 110 kilos de
puro músculo. Camina con tranquilidad, como si tuviera todo el día para
llegar a su destino.
—¿Él te tocó? —gruñe Matt.
Ryat saca el celular de su bolsillo y empieza a enviar mensajes de texto
antes de girar a la derecha por otro pasillo. Desapareciendo de la vista.
—¿Blakely?
—¿Qué? —digo, girándome a mirar a Matt ahora que Ryat se ha ido
por completo.
—¿Qué diablos pasó? —pregunta—. ¿Estabas hablando con Ryat? —
Sus ojos se entrecierran hacia mí en señal de sospecha.
Por supuesto. Ahora Matt está enfadado conmigo. Otro hombre
amenaza su relación conmigo, y es mi culpa. Siempre lo es.
—Nada. —Lo empujo—. ¿Qué pasó entre ustedes dos? —exijo,
cruzando los brazos sobre mi pecho. Viven en la misma casa, la casa de los
Lords. Ambos son miembros de L.O.R.D. (Líder, Orden, Reinar y Deidad)
una sociedad secreta creada hace siglos por los hombres para alimentar sus 26
actitudes misóginas y egoístas. Solo sé lo poco que me ha contado Matt en
los últimos tres años, que es prácticamente nada. Su juramento le impide
hablar de eso.
—¿Cómo diablos voy a saberlo? —Se encoge de hombros.
Lo miro con escepticismo.
—¿Dices que no tienes ni idea de por qué te odia? —Me cuesta creerlo.
—Ryat es un imbécil —añade como si yo no lo supiera ya.
Sí, pero ha evitado por completo mi pregunta.
—Lo que sea. Llego tarde a clase.
Lo dejo ahí parado para seguir con mi día y consigo encontrar el salón
de clases correcto. Subiendo las escaleras hasta la fila superior del del
auditorio, me siento en el extremo junto a mi mejor amiga desde el jardín de
infantes y froto mi codo. Me duele después de haberme caído sobre él.
—¿Dónde estabas? —pregunta.
Asiento con la cabeza.
—Poniéndome al día.
Pone los ojos en blanco.
—Déjame adivinar, ¿Matt?
—Algo así.
—Oye, mira lo que encontré. —Mete la mano en su bolso y saca un
papel. Lo despliega y lo deja sobre mi escritorio.
—¿Qué es?
—Nuestra primera fiesta universitaria oficial del primer año —chilla.
Lo tomo y lo leo por encima. Es un papel negro con El Ritual escrito
en la parte superior con letras blancas. Por lo que sé, los Lords esto todos
los años. Escuché a las chicas hablando de eso aquí y allá, pero siempre
que le pregunto a Matt sobre eso, me calla y dice que han jurado guardar el
secreto.
«No sería una sociedad secreta, Blakely, si le contáramos a todo el
mundo lo que pasa, por dentro» me dijo una vez, y puse los ojos en blanco.
Empiezo a leer por encima.
Yo juro. 27
Tú juras.
Nosotros juramos.
El ritual es lo que una debe hacer para convertirse en una elegida.
Una elegida debe estar dispuesta a entregarse en todo lo que hace.
La miro y levanto una ceja.
—¿Esta mierda es real? —¿Sabe siquiera lo que significa? Nunca
había visto un folleto al respecto con reglas enumeradas. Solo pensé que era
un estúpido rumor que algunas chicas comenzaron para sentirse deseadas.
Algunas harían cualquier cosa para conseguir una polla.
Ella asiente.
—Eso espero.
Poniendo los ojos en blanco, vuelvo a mirar el papel.
Una elegida está protegida por el ritual. Todos y todos deben tratarlas
como tales.
—No. —Doblo el papel y se lo devuelvo—. Eso es una estupidez. O
jodido. De cualquier manera, sabes que no puedo ir Matt me mataría si me
presentara en la casa de los Lords.
—Matt no puede decirte lo que puedes o no puedes hacer, Blakely —
argumenta.
Ignoro eso y centro mi atención en el profesor que está al frente de
salón. Empiezo a pensar en lo que dijo Ryat en el pasillo. Me llamó callejera.
Dijo que alguien podría optar por llevarme. Lo cual es estúpido porque sabe
que estoy con Matt.
—Espera —digo en voz demasiado alta y me hundo en mi asiento
cuando el chico de la izquierda me hace callar—. Devuélveme eso —susurro.
Pasando la mano por encima, intento alisar las arrugas lo mejor que
puedo en mi escritorio.
—¿Quién elige? —pregunto, mientras mis ojos escudriñan el papel.
—No estoy segura. —Ella se encoge de hombros, se inclina y lo mira
también
La chica que está delante de nosotros se da la vuelta y nos mira. 28
—Lo siento —susurro.
Sus ojos se posan en el papel y luego se da la vuelta, arrojando su
cabello rubio sobre su hombro. Saco mi celular y le envío a Matt un mensaje
rápido. Sé que no tiene clase a esta hora. Iba a pasar un rato en la biblioteca
esta mañana.
Yo: ¿Qué significa que un Lord elija a alguien?
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Capítulo 6
RYAT
Traducido por Danielle
Corregido por Leyroja
PRIMER AÑO
BLAKELY
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Capítulo 8
BLAKELY
Traducido por Danielle
Corregido por Leyroja
RYAT
53
Capítulo 9
BLAKELY
Traducido por Danielle
Corregido por Leyroja
RYAT
La arrojo sobre la cama, acostada boca arriba. Grita cuando cae sobre
57
sus muñecas atadas. Me quito la máscara y la tiro al suelo, luego le quito
los tacones antes de deslizar los jeans por sus piernas.
—Sí. —gime, arqueando la espalda.
También quito su ropa interior y la guardo en mi bolsillo. No las
recuperará. Arrastrándome sobre la cama, separo sus piernas mientras
paso mis manos por sus muslos. Tiemblan y ella jadea. La imagino así con
Matt, y mis dedos se clavan en su piel. Espero que el bastardo me haya visto
seguirla fuera de la pista de baile.
Gimiendo, atrae mi atención y la suelto. Separando más sus piernas,
me inclino y miro su coño. Está bien depilado y brillante, lo que hace que se
me haga agua la boca al instante. Pasando el pulgar por encima, la abro y
desciendo mi rostro, lamiendo su bonito coño.
Sus caderas saltan y las mantengo en su lugar.
—Oh, Dios... —Se queda sin palabras.
Está mojada, así que deslizo un dedo dentro de ella con facilidad. Está
caliente y tan jodidamente apretada. Hago una pausa cuando me vienen a
la mente las palabras de Gunner del otro día.
—Blakely —digo, metiendo un segundo dedo dentro de ella,
haciéndola respirar de forma sibilante.
Ella arquea el cuello, con los labios separados, y gime.
—¿Sí? —Está demasiado borracha como para darse cuenta de que la
he llamado por su nombre.
—¿Te han follado alguna vez? —pregunto, sacando mis dedos y
empujándolos dentro de ella de nuevo mientras los retuerzo hasta que giran
dentro de ella y se elevan lentamente. Me tomo mi tiempo porque no quiero
hacerle daño a la pobre chica. Todavía no. Pero una vez que sea mi elegida,
todas las apuestas están canceladas.
Para eso es el juramento: moderación. Se trata de pensar las cosas y
sobrevivir a nuestro oponente. Desgastarlos. No mostrar piedad. Somos más
fuertes que ellos.
—No. —Ella mueve sus caderas.
—¡Joder! —Gruño antes de hundir mis dientes en su muslo y hacer
que se estremezca con un suave grito. Mi polla está tan jodidamente dura
que presiona dolorosamente contra el interior de mis jeans. Durante tres
años, he hecho lo que me pedían. Ahora no puedo romper ese juramento.
58
Solo tengo que esperar un poco más.
Retiro los dedos, los sustituyo por mi lengua y lamo su húmedo coño,
haciéndola gemir. Lo vuelvo a hacer y paso sus piernas por encima de mis
hombros para sujetar mejor su cuerpo que se retuerce mientras demuestro
por qué soy la mejor opción para ella.
Matt me va a odiar porque me voy a follar a su futura esposa. Ella
será mi elegida, y la utilizaré de más formas de las que nunca pensó posible.
Dejaré cicatrices que tendrá que mirar todos los días, sabiendo que una vez
fui su maldito dueño.
Capítulo 10
BLAKELY
Traducido por Danielle
Corregido por Leyroja
RYAT
Ha pasado una semana desde la fiesta en la casa de los Lords, y ella
ha estado en mi mente cada segundo de cada día. La veo aquí y allá, pero
no me acerco a ella. No tengo que hacerlo. La forma en que me evita me dice
exactamente lo que necesito saber: ella piensa en mí. Dudo que recuerde
mucho de esa noche. Estaba borracha y, en cierto modo, me aproveché de
ella en más de un sentido. Ni siquiera estoy arrepentido.
Subiendo las escaleras hasta el tercer piso, entro en la biblioteca de
Barrington. Son más de las diez de la noche de un viernes, y ella está aquí
estudiando como la buena chica que es.
Mirando a mi alrededor, escudriño las filas de mesas y sillas vacías.
Los estudiantes se están emborrachando y follando. Aquí nadie tiene que
estudiar. Los padres pagan para que sus hijos asistan a esta universidad,
sabiendo que les garantiza calificaciones perfectas. Pero Blakely... sé que
está aquí... sé dónde está todo el tiempo. Si no la estoy siguiendo, la estoy
vigilando.
Metiendo las manos en los bolsillos delanteros de mis jeans, empiezo
a caminar más allá las hileras de estanterías, mirando a ambos lados,
buscándola.
Al pasar por la penúltima, me detengo y doy un paso atrás. Ella está
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de pie al final, con un libro abierto en sus manos, mirándolo fijamente,
perdida en su pequeño mundo. Qué movimiento tan estúpido. Cualquiera
podría arrastrarla fuera de aquí pateando y gritando, y nadie se enteraría.
Simplemente desaparecería. Puf. Como por arte de magia. Afortunadamente
para ella, no voy a hacer eso. En vez de eso, saco mi celular y tomo una foto.
Luego se la envío.
Escuché su conversación con Matt en el pasillo el lunes. Ella pensó
que él era el tipo al que permitió follarla con la lengua en la fiesta. ¡Quería
que supiera que era yo! Yo le hice eso. Fue solo el comienzo de lo que puedo
hacer. Le di la poca información que necesitaba para querer más. Ella ya es
curiosa, pero ahora la quiero necesitada. Suplicando por lo que Matt no ha
sido capaz de darle.
No la escucho irse, pero ella reajusta el libro en una mano para
sostenerlo mientras agarra su teléfono con la otra. Lo abre y su cuerpo se
pone rígido al ver el mensaje de imagen que llega. Observo la forma en que
sus tetas comienzan a rebotar cuando inhala y lamo mis labios.
Levanta la cabeza y sus ojos azules se encuentran con los míos.
—¿Ryat? —pregunta con nerviosismo, con la mirada puesta en mí. Me
sitúo al final del pasillo, atrapándola entre las estanterías y la pared detrás
de ella. No tiene escapatoria—. ¿Qué estás haciendo aquí?
Tengo que abstenerme de sonreír. A ella no le importa que haya
tomado su número esa noche. En cambio, su preocupación es por qué estoy
aquí. Acechándola. No respondo, pero empiezo a caminar hacia ella. Se gira
para mirarme de frente y retrocede unos pasos. Gran error. Eso solo la
coloca de espaldas a la pared, dándome una ventaja aún mayor para
mantenerla aquí.
Arranco el libro de sus manos y lo dejo caer al suelo junto a nuestros
pies. Ella me mira, sus bonitos ojos azules buscan los míos. Esta noche lleva
las gafas puestas y me parecen muy sexys. Me acerco a ella, levanto la mano
y acaricio su rostro, mi mano libre se desliza por su espalda para atraerla
hacia mí. Me inclino y arrastro mis labios a lo largo de su oreja, y ella se
derrite en mis brazos. Su cuerpo, suave pero firme, se presiona contra mí y
susurro.
—Todavía puedo saborearte.
Inhala con fuerza al escuchar mis palabras y sus manos agarran mi
camisa.
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—Sabías a maldita miel —gruño, y mi mano se adentra en su largo y
espeso cabello—. Tan jodidamente dulce. —gime—. Tan jodidamente
adictivo. —Mi polla está dura, tirando contra mis jeans. Quiero follarme su
bonita boca aquí mismo. No sé cómo Matt fue capaz de negárselo.
—Espera —musita. Sus manos empiezan a apartarme y doy un paso
atrás. Necesito que me acepte por ahora. Después de la ceremonia de votos,
podré obligarla a hacer lo que yo quiera.
Dejo caer las manos a los lados, pero no hablo. En lugar de eso, la
miro fijamente. Observo cómo sus mejillas se ruborizan y sus labios se
separan mientras su respiración se acelera. La imagino haciendo eso
mientras la inmovilizo, con sus piernas envueltas alrededor de mis caderas.
Mi polla follando ese estrecho coño y ella gritando mi nombre mientras salgo
y me vengo en su bonito rostro.
Inclina la cabeza y empuja su cabello detrás de su oreja. Está
nerviosa. Es bonito verla así cerca de mí. Sobre todo, porque ya metí mi
lengua en su coño.
—Quiero saber lo que quisiste decir. —Levantando sus ojos, me mira
a través de sus pestañas oscuras, ajustando sus gafas sobre su nariz.
Me hago el tonto.
—¿Sobre?
—La elegida. —Lamiendo sus labios, cruza los brazos sobre su
pecho—. ¿Qué significa? No entiendo...
—No tienes que hacerlo —interrumpo.
Sus labios se afinan y mira hacia otro lado, resoplando.
—¿Por qué alguien se entregaría voluntariamente a algo de lo que no
sabe nada?
¿Por eso está aquí? ¿Está tratando de encontrar un libro sobre los
Lords? Aunque puedo entender su preocupación, no significa que simpatice
lo suficiente como para darle lo que quiere. Como Lord, no sabemos todo lo
que va a pasar. Otro Lord no puede compartir secretos con alguien que no
es miembro. Así que, incluso mi padre no pudo decirme mucho al respecto.
Era algo que tenía que hacer. Al igual que ella, es una orden directa que
tengo que seguir. No perderé mi título de Lord por ella. He trabajado duro y
me he sacrificado demasiado como para dejarla escapar. Entonces, le doy
algo en lo que pensar.
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Eligiendo mi pregunta con cuidado, pregunto:
—¿Nunca has querido hacer algo por ti misma?
Ella pone los ojos en blanco.
—Por supuesto.
Sé que cuando termine con ella, será la esposa de Matt. No importará
si lo odia o no. Ella pasará el resto de su vida sirviéndole. Pero antes de eso,
me servirá a mí.
—He intentado buscarlo en Internet...
Me río, y sus ojos me fulminan.
—No encontrarás nada sobre los Lord o una elegida en Internet.
Gruñendo, pisa fuerte.
—¿Entonces dónde?
Vuelvo a acercarme a ella y coloco mis manos contra la pared a ambos
lados de su cabeza. Se pone rígida y respira con dificultad.
—No encontrarás nada sobre nosotros en ningún sitio. Porque los
Lords no hablan de sus vidas con extraños —digo simplemente.
La punta de su lengua se asoma antes de que succione su labio
inferior y lo mordisquee.
—Si yo... —Hace una pausa—. Elijo ser tu elegida. —Bajando la voz,
susurra—: ¿Me harás daño?
Sonrío y respondo con sinceridad.
—Sí.
Ella gime y sus ojos se cierran.
—Pero... también haré que te guste.
Sus ojos se abren y me mira fijamente. Puedo verlo. Es tan
jodidamente curiosa. Blakely Anderson está hambrienta de algo que no
cualquier hombre puede darle. Pero yo puedo. Le mostraré lo que Matt se
negó a hacer.
—Matt no te quería, Blake —digo. Apartando mi mano de la pared, la
paso por su cuello, sintiendo su pulso acelerado—. Pero yo sí. —No es una
mentira total. Puede que nunca la hubiera mirado dos veces si no fuera por
la orden de convertirla en mi elegida. Pero ahora la veo. Y ella es exactamente
lo que necesito. Un juguete para usar. Un cuerpo para follar. Y una jodida 69
y dulce venganza.
—Solo me quieres por Matt —afirma, sacando la barbilla como si
pudiera leer mi mente.
Sonrío, pero no la corrijo. Blakely es una mujer inteligente. En
cambio, digo:
—Y esa es exactamente la razón por la que elegirás ser mía. —Con
eso, me separo de la pared, dándole la espalda, y la dejo allí de pie para que
piense en nuestra conversación.
Capítulo 11
BLAKELY
Traducido por Danielle
Corregido por Leyroja
que a sus consumidores les den “subidones” de euforia. También se lo conoce como éxtasis
líquido.
para él. Ahora eso ya no es una posibilidad. Así que sus razones para
mantenerla en la oscuridad han cambiado.
No diría que ella hubiera sido mi primera opción porque nunca pensé
en ella así. ¿Está buena? Sí. Pero sabía que ella estaba fuera de los límites.
Incluso después de que me dieran la orden, tenía reservas. Eso fue hasta
que comencé a plantarme en su vida. La he estado siguiendo durante varias
semanas. Después de la pequeña probada que me dio, he estado salivando,
queriendo más. Si me hubiera revelado ante ella en mi habitación esa noche,
no me habría permitido tocarla.
Si la elegida acepta, es tuya hasta que ya no la necesites. No recordará
el nombre de ese hijo de puta después de que consiga lo que quiero.
Lentamente, engancho mis dedos en su ropa interior y la bajo por sus
piernas bronceadas, dejando que mis nudillos rocen su suave piel.
Agarrando sus muslos, los separo y me arrastro sobre la cama para
arrodillarme entre ellos. Observo su coño depilado y acerco la tela a mi
rostro. Inhalo y mi polla se agita en mis pantalones. Joder, necesito estar
dentro de ella, pero eso no puede ocurrir esta noche. Todavía no.
Las reglas son claras, pero no dicen nada sobre jugar con ella. Nos
permiten lo justo para pasar el rato. Los Lords siempre nos ponen a prueba.
73
Tiro la ropa interior al suelo y deslizo mis manos por el interior de sus
muslos hasta su coño. Muerdo mi labio, separando sus pliegues para mí.
—Maldita sea —susurro, deslizando un dedo dentro de ella.
No está mojada, pero no esperaba que lo estuviera. Levanto el dedo a
mi boca, lo chupo hasta el nudillo y lo vuelvo a introducir, probando
suavemente mientras mis ojos se dirigen a su rostro.
Su cabeza está inclinada hacia la izquierda, su cabello oscuro cubre
la almohada, y su respiración permanece imperturbable. Levanto la mano
que tengo libre y subo su camiseta para dejar su pecho expuesto. Sonrío al
ver que no lleva sujetador. Sus pechos son jodidamente increíbles. Redondos
y firmes, encajan perfectamente en mi mano con bonitos pezones rosados y
pequeñas areolas.
Vuelvo a mirar su coño, cada vez más húmedo. Retiro mi dedo y añado
otro. Ella sigue sin moverse.
Mi chica ha demostrado que soy su dueño, y no puedo esperar a
mostrarle lo que eso significa.
Empiezo a ser cada vez más agresivo. Su cabeza se mueve hacia el
otro lado y un gemido escapa de sus labios. No le di mucho GHB debido a
su pequeño tamaño. No quería que experimentara demasiados efectos
secundarios. Solo necesitaba que estuviera somnolienta e incapacitada
hasta el punto de poder jugar con ella. Además, puede aumentar la
necesidad de tener sexo.
Ella arquea la espalda para mí, sus labios se separan, y observo cómo
sus pezones se endurecen mientras su coño se aprieta alrededor de mis
dedos.
Me acomodo en la cama y coloco mi mano izquierda junto a su cabeza.
Apoyo todo mi peso en ella mientras introduzco un tercer dedo en su
apretado coño. Mi polla se contrae ante la expectativa de estar dentro de
ella. Ser el primero en estar allí. Poseerla.
Su respiración se acelera y beso suavemente la comisura de sus
labios.
—Hermoso.
—Ryat —gime.
—Sí, Blake. Soy yo —digo, y ella gime. Incluso drogada y solo media
74
consciente, sabe que soy yo quien la toca.
Empiezo a penetrarla con los dedos mientras mi pulgar juega con su
clítoris. Su cuerpo se balancea hacia adelante y atrás, haciendo que sus
tetas reboten y la cama rechine. Suelta un grito mientras su coño se contrae
y se viene sobre mis dedos.
Hay algo sobre tenerla así, en tener control total sobre su cuerpo, que
es muy poderoso. Saber que ha tomado voluntariamente algo que le he dado
sin saber lo que era. ¡Ella anhela ser poseída, ser dominada, ser mía!
Me detengo y sus ojos permanecen cerrados. Llevo mis dedos a su
boca y los froto sobre sus labios entreabiertos, untando sus fluidos en ellos
como si fuera un glaseado.
—Pronto, pequeña —digo antes de meterlos en mi boca, lamiéndolos
hasta dejarlos limpios. Saboreando esa jodida miel que se me ha antojado
después de que se entregara a mí en mi habitación.
Levantándome de la cama, me siento entre sus piernas temblorosas.
Me agacho y agarro el cuello de la camiseta de gran tamaño y la rasgo por
la mitad.
—Voy a quemar esto —afirmo, sacando sus brazos de ella, sabiendo
que estoy un paso más cerca de poseerla y de borrar cualquier rastro de
Matt.
Meto la mano en mi bolsillo trasero, saco la tarjeta y la coloco en su
mesita de noche. Ahora a esperar.
75
Capítulo 12
BLAKELY
Traducido por Danielle
Corregido por Leyroja
ELEGIDA
RYAT
89
Capítulo 14
BLAKELY
Traducido por Danielle
Corregido por Leyroja
RYAT
RYAT
RYAT
118
Capítulo 17
BLAKELY
Traducido por OnlyNess
Corregido @mar.ca.sim
RYAT
RYAT
139
Capítulo 20
BLAKELY
Traducido por OnlyNess
Corregido @mar.ca.sim
RYAT
Beso su frente y atraigo su cuerpo hacia el mío. No voy a mentirle,
pero su fantasía me excita. Tenía la sensación de que le gustaría ser
dominada, pero esta es una fantasía a un nivel completamente nuevo. Una
que estoy más que feliz de cumplir para ella.
Matt es patético y no sabe nada cuando se trata de sexo. ¿Tres años
sin él y el bastardo no hizo ninguna investigación? ¿Nunca pensó que tal
vez su novia estuviera deseando algo que él debería investigar?
Ninguna mujer pide ser violada, es una fantasía de sumisión. Ella
quiere ser dominada de una manera que sabe que disfrutará. Es el acto de
la coacción.
No estoy seguro de cuándo comenzaron los sueños y no soy un
terapeuta sexual, pero tal vez fue el hecho de que Matt la rechazara tantas
veces que tuvo que obligarse a sí misma a disfrutar de lo que su cuerpo
anhelaba. Me encantó cuando bebió el éxtasis líquido y se entregó a mí, sin
saber lo que le iba a hacer. Diablos, ella incluso pensó que yo había tomado
su virginidad en ese momento.
Para ella, esa era una forma de entregarse a algo que sabía que no
sería capaz de controlar. Pero seguía siendo su elección.
Matt trató de violar a nuestra esposa asignada, pero ¿menospreció a
144
Blake por fantasear con eso? Eso no tiene ningún sentido. Aunque una cosa
no tiene nada que ver con la otra. ¿Él le dijo que estaba jodida? Conozco a
Lords que prefieren ver a otros hombres follar con sus elegidas. Nunca
permitiría eso, pero eso no significa que esté mal. Joder, tal vez significa que
soy inseguro, y eso está completamente bien. Ese es mi problema, y de nadie
más. ¿A quién mierda le importa? Mientras todas las partes estén de
acuerdo, entonces haz lo que quieras.
Apartando mi pecho de su rostro, miro hacia abajo y veo que tiene los
ojos cerrados y los labios entreabiertos, de nuevo está dormida. Pasando mi
mano por su suave cabello, me pregunto qué estará soñando ahora mismo.
¿Conmigo y con ella? ¿De vuelta a ese sendero en el bosque?
Quiero que me vea sin la máscara y que sepa que soy yo quien le da
exactamente lo que quiere. Si ella quiere hacer un juego de roles, entonces
le seguiré el juego. Ella puede darme tanto o tan poco. No importa, tengo
imaginación y me aseguraré de que le guste lo que se me ocurra.
Vuelvo a acurrucarla contra mí y cierro los ojos, pensando que un
pequeño sueño de fantasía de sexo forzado suena jodidamente bien ahora
mismo.
145
Capítulo 21
BLAKELY
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RYAT
RYAT
Abro la puerta y entro. Un rápido vistazo a mi reloj me dice que es casi la una de
la madrugada. Entro en el dormitorio y la encuentro acostada sobre su lado izquierdo,
profundamente dormida. Las palomitas de maíz siguen en la cama junto a ella, con el
televisor en la pantalla de inicio de Netflix y la botella de vino vacía en la mesita de noche.
Dejo caer la bolsa junto a ella y la abro. Introduzco la mano y saco todo lo que
voy a necesitar. Luego me acerco al cajón de su cómoda y saco una tanga transparente.
Caminando hacia ella, agarro las sábanas y las arranco. Ella se revuelve y se pone boca
abajo.
Perfecto. 159
Subo a la cama y agarro sus brazos, jalándolos suavemente detrás de su espalda y
cruzando sus muñecas. Ella gime y mueve la cabeza. Agarro la brida y la envuelvo
alrededor de ellas, asegurándola con fuerza.
—¿Qué...? —murmura somnolienta.
Entonces levanto el brazo, agarro un puñado de su cabello y quito la almohada de
su rostro. Grita, ya totalmente despierta. Sentado a horcajadas sobre su espalda, meto la
tanga en su boca e inmediatamente tomo la cinta adhesiva. Corto un trozo con los dientes
y lo coloco sobre su boca, asegurándolo, mientras ella patalea y murmura en la mordaza.
Empujo su rostro en la almohada mientras mi mano libre agarra una bolsa negra
con cordón. Levanto su cabeza para que pueda tomar aire por la nariz y coloco la bolsa
sobre la cabeza y tiro del cordón, atándolo en la nuca para mantenerlo en su lugar, pero
lo suficientemente suelto para que pueda respirar aire fresco por la parte inferior.
Me levanto de su espalda, ella se revuelve tratando de liberarse cuando agarro sus
piernas y coloco otra brida alrededor de sus tobillos. Luego la arrojo sobre mi hombro y
la llevo fuera del apartamento.
La saco por la salida lateral, donde ya tengo estacionado el todoterreno. Abriendo
la parte trasera, la coloco boca abajo. Tomo la cuerda que ya tenía guardada aquí y la
deslizo rápidamente entre sus muñecas atadas y luego la deslizo también entre sus tobillos
atados, tirando de ella con fuerza, atándola como a un cerdo.
Me alejo y la veo luchar contra las ataduras, hasta quedar agotada. Murmura cosas
sin sentido a través de la mordaza y su cuerpo tiembla. No puede verme a través de la
bolsa que cubre su cabeza. Le he quitado todo, excepto la audición. E incluso eso debe
estar limitado por el torrente de adrenalina y la sangre que corre por sus oídos.
Colocando mi mano sobre su hombro, la empujo hacia un lado y levanto su
camiseta para dejar sus pechos expuestos para mí. Extiendo mi brazo, envolviendo una
mano alrededor de su garganta mientras la otra aprieta su pecho. Me inclino y susurro:
—Grita todo lo que quieras, pequeña. Ahora eres mía.
Luego cierro la puerta de golpe.
163
Capítulo 23
BLAKELY
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RYAT
173
Capítulo 24
RYAT
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BLAKELY
179
Capítulo 25
RYAT
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Treinta minutos después, entro por las puertas dobles de la catedral, escondida en
el bosque. Miro a mi alrededor y veo que estoy solo. Pero esa victoria dura poco cuando
las puertas se abren con un chirrido detrás de mí y entra Matt.
—Será como en los viejos tiempos. —Me dedica una jodida sonrisa cuando me
giro para mirarlo.
—Trata de no matar a un inocente esta vez. —lo provoco. Pero en lugar de
ofenderse, se ríe.
Las puertas se abren y ambos nos giramos para mirar a los tres hombres que
entran. Los tres llevan capas negras y máscaras blancas sobre sus rostros para ocultar su
verdadera identidad.
Mi pulso se acelera y mi corazón comienza a latir más fuerte por la adrenalina que
181
corre por mis venas. Había olvidado lo mucho que extraño esto. La acción. Esta es la
parte de los Lords que me encanta. No voy a fingir que no me gusta la violencia. Me
encanta.
—Caballeros —habla el de la extrema derecha.
Matt da un paso hacia ellos.
Los tres levantan las armas hacia nosotros.
—Manos arriba —ordena uno.
Levanto mis manos y Matt también.
—Dense la vuelta. Acuéstense boca abajo con las manos a la espalda —exige el
del medio.
Haciendo lo que me dicen, sonrío para mí mismo. Que empiece el juego.
Capítulo 26
RYAT
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BLAKELY
189
Capítulo 27
RYAT
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Ryat lleva tres días desaparecido. Y cada día que pasa sin saber nada
de él me hace enojar aún más.
¿Esto es lo que las personas quieren decir cuando dicen que fueron
fantasma? Quiero decir, nadie desaparece así sin más. Pero es como un puf,
desapareció. Casi como si el hijo de puta nunca hubiera existido. No duermo
por la noche. No puedo concentrarme en las clases. No es porque lo extrañe.
Es porque estoy jodidamente enojada.
Paso cada segundo del día pensando en lo que le diré si lo vuelvo a
ver. Y ninguna de esas cosas son buenas.
—¿Hola? —Sarah entra en mi habitación.
La miro desde la cama. Estoy viendo un documental de asesinos en
serie. Me está dando ideas sobre qué hacer con él mientras duerme si alguna
vez regresa.
—Hola. —No le he hablado mucho. Ella y Gunner se quedan aquí,
pero no los veo a menudo. Están demasiado ocupados follando la mayor
193
parte del tiempo en su habitación. Lo sé porque puedo escucharlos.
—Vamos a salir a cenar. ¿Quieres venir con nosotros? —pregunta.
—No, gracias. —No tengo ganas de comer nada.
Ella suspira.
—Gunner dice que esto es solo parte de ser un Lord.
—Tomo nota. —La despido, mirando mi televisor.
—Blakely…
—No quiero ser grosera, pero quiero que me dejen tranquila —la
interrumpo.
Asintiendo, se da la vuelta y cierra mi puerta haciendo lo que le pido.
Hundiéndome más en la cama, levanto el celular que está a mi lado. Busco
su contacto y paso el dedo por encima del número. La batalla interna de
querer decir vete a la mierda y por favor, habla conmigo están a la par en mi
mente ahora mismo.
Y por supuesto, como la perra tonta que soy, pulso el botón de llamar.
Se ha comunicado con Ryat… Finalizo la llamada y arrojo mi celular al otro
lado de la habitación en el momento en que su buzón de voz contesta,
soltando un grito. Obviamente, no tiene intención de tener ningún contacto
con el mundo exterior, incluida yo.
Me acuesto boca abajo, presiono mi cabeza en la almohada y vuelvo a
gritar, esta vez tan fuerte como puedo. Odio que me ignoren. Es lo que más
me molesta y lo que Matt haría en el momento en que le hiciera una
pregunta que no quisiera responder.
194
Capítulo 28
RYAT
Traducido por OnlyNess
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Estoy acostada en la cama, algo que parece que hago sin parar. Si no
estoy en una clase, aquí es donde estoy, viendo la televisión sola. Gunner y
Sarah están en una fiesta esta noche en la casa de los Lords. Ella me invitó,
pero le dije que no gracias. Prefiero emborracharme sola en mi cama, sin
más ropa que una camiseta. En lugar de tener que maquillarme y fingir que
me gustan las personas en este momento.
Ryat hace que odie el mundo. Ya han pasado seis días desde que se
fue. Y todavía no hay ningún maldito contacto.
Pero da igual, me digo a mí misma que lo he superado. Con el tiempo,
comenzaré a creerlo.
Escucho un sonido procedente del otro lado de la puerta de mi
habitación y silencio la televisión.
—¿Sarah? —llamo.
Un rápido vistazo a mi celular me indica que aún no es medianoche.
Es imposible que hayan vuelto. Me encojo de hombros y vuelvo a poner el
196
sonido cuando se abre la puerta.
Miro fijamente un par de ojos esmeraldas que no he visto en casi una
semana. Ryat está allí, vestido con la misma ropa que llevaba la última vez
que lo vi. Tiene un corte sobre el ojo, cubierto de sangre seca. El labio inferior
roto y los nudillos agrietados.
Mis ojos se entrecierran cuando mi corazón comienza a acelerarse.
Odio que me importe su aspecto. El hecho de que haya estado en una pelea
me da ganas de hacerle un millón de preguntas, pero sé que no va a
responder ninguna.
Entra en mi habitación y cierra la puerta detrás de él.
—Me voy a duchar —anuncia y entra en mi cuarto de baño.
—¿Qué…? —Me quedo sin palabras y me levanto de un salto de mi
cama para entrar en el baño.
Está inclinado dentro de mi ducha, abriendo el grifo.
—Lárgate de mi apartamento —ordeno.
En vez de hacer lo que le digo, se endereza y se quita la camiseta
dejando su pecho al descubierto. Mis ojos se posan en el hematoma que
tiene sobre las costillas. Parece una maldita bota. Jesús, ¿qué diablos ha
estado haciendo?
Dándome la espalda, desabrocha sus jeans y los desliza por sus
piernas junto con sus bóxers. Tiene más hematomas en sus piernas y
espalda. Trago saliva con nerviosismo y estoy por dar un paso hacia él, pero
vuelve a abrir la puerta de la ducha y entra.
Colocándose debajo del rociador, apoya las manos en la pared y baja
la cabeza. Veo cómo su estómago se hunde mientras respira profundamente,
haciendo que sus costillas sean más prominentes. Parece estar sufriendo.
Tomando una decisión, sabiendo que probablemente me arrepentiré
más tarde, me quito la camiseta, la ropa interior y entro.
Coloco mis manos en su espalda y se pone rígido bajo mi toque.
—¿Estás bien? —le pregunto en voz baja, sabiendo que es una
pregunta estúpida, pero necesito que me asegure que lo está.
En lugar de eso, se da la vuelta para mirarme y tropieza conmigo. Lo
atrapo, pero sus rodillas ceden y no soy lo suficientemente fuerte para
197
sujetarlo. Caigo al suelo de la ducha con él, apoya la cabeza en la pared,
cerrando los ojos.
—Estoy muy cansado —murmura.
El agua del cabezal de la ducha de arriba nos golpea, haciéndome
parpadear rápidamente.
—¿Qué te pasó? —pregunto, quitando el cabello mojado de mi rostro
y apartando la cabeza para no estar directamente debajo del agua.
Su cabeza cae hacia la derecha, abre sus pesados ojos, encontrándose
con los míos.
—No es nada. Solo necesito dormir.
Mis dientes rechinan ante su mentira. Es obvio que le han dado una
paliza. Lleva casi una semana fuera. ¿Incluso durmió algo?
—¿Ryat…?
—Estoy bien, Blake. —Da una palmadita en mi muslo—. Solo quiero
asearme e irme a la cama.
Dejando escapar un profundo suspiro, asiento.
—De acuerdo.
198
Capítulo 29
RYAT
Traducido por OnlyNess
Corregido @mar.ca.sim
BLAKELY
207
Estoy caminando por el pasillo en Barrington con Sarah el lunes por
la mañana cuando le pregunto:
—¿Me has enviado mensajes últimamente?
Ella frunce el ceño.
—No desde el otro fin de semana. ¿Por qué?
No he recibido ninguno de ella, pero también se ha quedado en el
apartamento. Excepto el sábado por la noche. Ella y Gunner no volvieron
después de irse a la fiesta en casa de los Lords. Algo me dice que Gunner
sabía que Ryat había vuelto y quiso dejarnos solos—. Bueno, mi madre se
presentó en nuestro apartamento ayer por la mañana…
—¿Ella qué? —grita—. ¿Qué quería?
—Bueno, esa es la cuestión. Dijo que me había estado llamando y
enviando mensajes de texto, pero no he recibido ninguno. Y sé que dijiste
que me estabas enviando un mensaje de texto cuando Ryat y yo estábamos
en la cabaña, y no respondí.
Ella asiente.
—Estallé tu teléfono y nada.
Acomodo los libros en mi mano.
—Eso es raro… ¿verdad?
Ella se encoge de hombros.
—Yo lo llamo una bendición. Bueno, no el hecho de que mis llamadas
no te llegaran, pero definitivamente sí con respecto a las de tu madre.
—¿Pero no debería haber llegado tu mensaje una vez que tuve
servicio? — cuestiono, pensando en voz alta.
—Puede ser. Supongo que depende del tiempo que hayas estado sin
él. Estuviste fuera todo el fin de semana.
—Pero… —Sí funcionaba. Hablé con Ryat mientras estaba allí. Lo
había llamado y luego recibí ese mensaje de su parte. ¿Estaba sin batería
cuando lo enchufé esa noche? No puedo recordar. Cuando estoy con Ryat,
exige toda mi atención—. ¿Podrías llamarme ahora? —pregunto.
—Claro. —Nos detenemos y ella saca su celular del bolsillo trasero. Va
a sus llamadas recientes y pulsa llamar a mi número. El mío comienza a
sonar inmediatamente.
208
—Hmm. —Rechazo la llamada.
—Ves, como dije. Es una bendición que te pierdas sus llamadas —
bromea.
—Supongo que sí —añado con escepticismo. Me parece extraño.
—Entonces, ¿qué más tenía que decir ella? —continúa.
—Mucho. Nos encontró a Ryat y a mí envueltos en toallas recién
salidos de la ducha.
Echa la cabeza hacia atrás, riendo.
—Eso jodidamente es oro. Ojalá hubiera estado allí para verlo. ¿Qué
es lo que tenía que decir sobre eso?
—Se fue contra mí. Dijo que todavía me casaría con Matt… —No
quiero decirle que mi madre me abofeteó. Ya fue bastante vergonzoso que
Ryat estuviera allí.
—Dios, es una perra. —Suspira. Se gira para mirarme de frente y
sonríe suavemente—. Me alegro de que tengas a Ryat. No importa la
situación que tengas con él, es mucho mejor para ti que el cara de mierda.
Quiero decir —continúa—, el tipo apenas te ha dejado sola desde la
ceremonia de votos. A no ser que los Lords reclamen su atención. Sabes con
certeza que ese tipo no está por ahí follando con cualquiera, y eso es más de
lo que Matt ha hecho por ti.
No se equivoca en cuanto a que no me ignora como lo hizo Matt en el
pasado, pero eso no significa que Ryat no se esté follando a otras mujeres,
¿verdad? ¿Puedo incluso llamarlo engaño si lo hizo? Quiero decir, esto no es
una relación en sí. Es más bien un entendimiento. Yo soy suya y él es…
¿mío? Entonces tengo un nuevo pensamiento. ¿Qué pasaría si los Lords lo
hicieran vivir con alguien más para su asignación? Ha pasado cada segundo
conmigo, así que no sería descabellado pensar que le hicieran hacer lo
mismo con otra persona, ¿verdad?
Los celos se deslizan por mi espalda y hacen que mi sangre comience
a hervir. Aunque no tengo derecho a llamarlo mío, la idea de que toque a
otra persona me enfurece. Trago la bilis que quiere surgir ante ese
pensamiento.
—¿Cómo están Gunner y tú? —pregunto, cambiando de tema. Intento
decirme a mí misma que no importa. No lo quiero, y nunca me dirá nada
respecto a los Lords. 209
—Dios, chica… —Lame sus labios, y empezamos a caminar de
nuevo—. Tan jodidamente bien.
Me río.
—El sexo es tan bueno, ¿eh? —Tuve que escucharlos follar como
conejos mientras se quedaron en el apartamento la semana pasada cuando
Ryat no estaba.
—Absolutamente. El hombre sabe lo que hace. —Nos acercamos a la
puerta para nuestra clase y nos detenemos—. Anoche, literalmente me
asfixió.
Mis ojos se agrandan.
—¿Como durante el sexo? —Eso es lo que prácticamente me hizo Ryat
cuando estábamos en el bosque.
Ella asiente.
—Tiene esta obsesión con el juego de la respiración.
¿Juego de la respiración? ¿Es algún tipo de perversión?
—Cien por cien caliente como la mierda. Me vine tan fuerte antes de
desmayarme. —Con eso, ella abre la puerta para entrar a clase.
—¿Blake? —Escucho que me llaman por mi nombre. Sin tener que
mirar, sé quién es.
—Ahora mismo regreso —le informo a Sarah.
Dándome la vuelta, veo que Ryat se acerca a mí, guardando su celular
en el bolsillo. Va vestido con unos jeans, una camiseta blanca lisa y una
gorra de béisbol al revés. Ningún hombre debería verse tan bien vestido de
manera tan informal. Odio estar enojada con él y querer follarlo al mismo
tiempo.
—¿Qué pasa? —pregunto, cruzando los brazos sobre mi pecho. ¿Y si
todo esto es un gran juego que estoy jugando con ellos? Sé que me eligió por
Matt, pero ¿y si Matt le dijo que me eligiera a mí? ¿Y si esta es su manera
de joderme? Ryat ha sido demasiado comprensivo con lo que quiero. En su
momento, pensé que realmente parecía importarle, pero ¿y si no es así?
Entonces se levanta y me deja sin ninguna explicación. Y vuelve como si
nunca hubiera sucedido.
—Me iré esta noche. 210
Todos los pensamientos que acababa de tener sobre que no había
follado con otra persona se hicieron añicos con esas cuatro palabras.
¿Realmente pensé que era la única? Es un maldito Lord. Me dijeron que
pueden hacer lo que quieran; su juramento les dice eso.
—Por supuesto. —Resoplo, haciéndole fruncir el ceño—. Déjame
adivinar, ¿los Lords?
—No. Es personal.
De acuerdo, morderé y seré una perra entrometida.
—¿A dónde vas?
—Ha surgido algo —responde vagamente.
¿Cómo no he visto esto? ¿Cuántas veces ha ignorado mis preguntas?
¿O surge algo misteriosamente? Apuesto a que es otra mujer. Menos mal
que no lo amo. No seré esa perra tonta que se cree todo lo que un chico me
dice porque quiero que sea alguien que no es. Odio lo mucho que mi madre
tenía razón.
—De acuerdo. —Extiendo mi mano para abrir la puerta, pero él se
para delante de mí, bloqueándola—. Ryat…
—¿Qué pasa? —me interrumpe, escudriñando mi rostro.
—Nada —miento.
Suspira con fuerza.
—No dejes que tu madre te afecte, Blake.
Me abstengo de resoplar. Por supuesto, él cree que está relacionado
con ella. Puede que mi madre sea una perra, pero nunca me hizo pensar
que fuera otra persona. Él es la broma. El mentiroso. Y yo soy la tonta que
nunca lo ha cuestionado. En lugar de corregirlo, asiento con la cabeza.
—Lo superaré.
Se aparta de mi camino y abre la puerta para mí.
—Te veré por la mañana.
Sin responder a eso, entro a clase y me dirijo a mi asiento junto a
Sarah. Ella está escribiendo en su celular. Saco el mío del bolsillo, abro el
navegador y busco juegos de respiración. Investigando un poco, espero que
eso me ayude a quitar la mierda de mi mente.
211
Capítulo 30
RYAT
Traducido por OnlyNess
Corregido @mar.ca.sim
BLAKELY
Estoy parada en mi cuarto de baño, pintando mis labios, cuando veo
que la puerta se abre y entra Ryat. No le digo nada y vuelvo a mirarme en el
espejo. Ya llego tarde. Me quedé dormida incluso con las alarmas. Mi cuerpo
estaba tan exhausto que me las arreglé para dormir a pesar de mi enojo con
él.
Iba a saltarme la ducha, pero me di cuenta de que tenía que lavarme
el cabello, así que me retrasé veinte minutos más.
Se acerca por detrás de mí y sus ojos se posan en la toalla que
envuelve mi cuerpo. Extiende la mano y me la quita.
—No tengo tiempo —le informo, apartándome—. Llego tarde.
—¿Y entonces? —Arquea una ceja, golpeando mi trasero y
haciéndome saltar.
—Entonces, ¡no puedo faltar a las clases! —Mi madre ya está enojada
porque no me acuesto con Matt. Se volverá loca si se entera de que me estoy
saltando las clases por culpa de Ryat.
—Que se joda Barrington. —Agarra mis caderas y las aparta del
mostrador.
217
—Ryat… —Levanta una mano y agarra un puñado de mi cabello,
haciéndome soltar un suspiro.
Sus ojos se encuentran con los míos en el espejo, y su voz se convierte
en un gruñido profundo.
— Inclínate y separa tus malditas piernas, Blake.
Mi corazón se acelera y la temperatura de mi cuerpo aumenta. Quiero
decirle que se vaya al infierno. O que vuelva con quienquiera que haya
pasado la noche. Pero por la forma en que brillan sus ojos esmeraldas, no
lo hago. Tal vez estoy pensando demasiado en las cosas. Tal vez no estuvo
con otra persona anoche. Si fuera así, ¿por qué iba a seguir deseándome?
No es que solo salte sobre mí cuando Matt está cerca. De hecho, nunca lo
vemos.
—Blake —advierte, sacándome de mis propios pensamientos.
Suelta mi cabello y me inclino sobre el mostrador, abriendo las
piernas como me ordenó. La fría superficie del mostrador me hace temblar
mientras él pasa su mano entre mis piernas.
Cuando introduce un dedo en mí, me pongo de puntillas, gimiendo.
Luego lo saca y escucho cómo desabrocha su cinturón y luego baja la
cremallera. Es su forma de inspeccionar, para saber que estoy lo
suficientemente mojada. Entonces la cabeza de su polla se abre paso dentro
de mí.
Estoy jadeando. Las palmas de mis manos están sobre el mostrador,
junto a mi cabeza, mientras mis caderas se inclinan hacia un lado.
No pierde ni un segundo. El sonido de mi pesada respiración llena la
habitación mientras me folla. Aparto el cabello de mi rostro lo mejor que
puedo, sabiendo que tendré que volver a maquillarme cuando agarra mi
cabello y tira para enderezarme.
Grito, mirándolo en el espejo mientras él baja sus labios hasta mi
oreja, con sus ojos clavados en los míos.
—Cásate conmigo.
Quiero reírme, pero su polla está golpeando el lugar correcto, así que,
en lugar de eso, me limito a mirarlo con ojos pesados mientras respiro
agitadamente.
Pasa su nariz por mi cuello y muerde mi clavícula mientras su mano
libre recorre mi cuerpo, quemando mi piel. Masajea mi pecho y luego desliza
su mano por mi cuello. Trago nerviosamente. Los pensamientos sobre lo que
218
he encontrado mientras buscaba juegos de respiración entran en mi mente.
Lamo mis labios, preguntándome cómo sería si me quitara la respiración.
Como si pudiera leer mi mente, levanta la mano y la coloca sobre mi
boca. Gimo, mi coño se aprieta a su alrededor. Respiro profundamente por
la nariz, deseando que me quite eso también.
¿Por qué? ¿Por qué quiero que me traten como si fuera nada? Ojalá
pudiera explicar lo mucho que mi cuerpo anhela ser dominado. Cuánto
sueña mi mente con eso.
—Cásate conmigo, Blake —dice de nuevo y luego tapa mi nariz.
Mis ojos vuelven a encontrar los suyos en el espejo mientras mis oídos
estallan y mi cuerpo se convulsiona. Succiono su mano mientras intento
respirar por la boca.
Acelera su ritmo, golpeando la parte delantera de mi cuerpo contra el
mostrador, sabiendo que me lastimaría. Mis rodillas chocan contra los
armarios.
Levanto mis manos para agarrar su antebrazo, pero él no se
mueve. Mis pulmones arden y mis ojos lloran. Sigue follándome, con sus
ojos clavados en los míos a través del espejo, mientras comienzo a entrar en
modo de pánico, pero mi cuerpo reacciona a medida que la sensación
aumenta.
Intento apartar su mano de mi rostro, pero él suelta mi cabello y
desliza su mano libre entre el hueco de mis brazos y los coloca en mi
espalda, inmovilizándolos mientras susurra:
—Podrás respirar después de venirte para mí.
Mi corazón se acelera y las lágrimas caen de mis ojos, pero la ola se
acerca. Me va a arrastrar tan profundamente que no podré salir a la
superficie.
La habitación da vueltas y mis ojos se cierran justo cuando la presa
se rompe y la ola me hunde. Tal y como sabía que sucedería.
219
Capítulo 31
RYAT
Traducido por OnlyNess
Corregido @mar.ca.sim
BLAKELY
Abro mis pesados ojos y veo que mi habitación está oscura. Gimiendo,
me estiro y siento el dolor en mi cuerpo. Me quedo acostada, mirando al
techo, y escucho el sonido de la lluvia golpeando la ventana.
Es difícil de explicar, pero casi me siento como una persona nueva.
Nunca me había venido con tanta intensidad en mi vida. Me sentía como si
estuviera flotando. Los puntos salpicaban mi visión, y justo cuando creía
que iba a desmayarme, él me soltaba y todo volvía a colapsar. Cada
centímetro de mi cuerpo cosquilleaba. Era como el mejor estado de euforia
que se podía alcanzar sin estar realmente drogado.
Incluso ahora, mi cuerpo sigue sintiendo un ligero cosquilleo. Como
222
si un fuego que no se puede apagar aún persistiera.
Decidiendo que necesito levantarme, aparto las mantas y camino con
piernas temblorosas hacia la puerta. Al abrirla, encuentro a Ryat sentado
en el sofá, con el celular pegado a su oreja. Sus ojos esmeraldas me ven
inmediatamente.
—Ya te llamaré. —Finaliza la llamada, sin molestarse en esperar a que
la persona al otro lado se despida. Se levanta y camina hacia mí mientras
yo permanezco en la puerta, insegura de que mis piernas puedan
sostenerme como para caminar hasta él.
Se acerca a mí y besa mi frente.
—¿Qué hora es? —le pregunto. Mi teléfono no estaba en la mesita de
noche.
—Un poco después de las dos de la tarde.
Frunzo el ceño.
—Falté a clases. —¿Ese fue su plan desde el principio?
Asiente.
—Necesitabas descansar.
—Ryat —gruño. Mis manos lo empujan, pero él no se mueve. No estoy
segura de si es porque mi cuerpo está muy débil o porque él es así de
fuerte—. Mi madre me matará. —Dándome la vuelta, atravieso mi
habitación y me dirijo al baño. Me mareo un poco y tengo que usar la
encimera como apoyo. Es algo parecido a cuando sales rápidamente de un
baño caliente y te mareas al ver puntos.
—Está bien —argumenta él, entrando detrás de mí.
—Es fácil para ti decirlo —digo, recogiendo mi ropa interior que quedó
sobre la encimera. Estoy a punto de ponérmela, pero me las quita de la
mano.
—¡Ryat! —grito, tratando de alcanzarla, pero él las lanza al otro lado
del baño.
Suspiro.
—Muy maduro. —Agarra mi brazo y me hace girar cuando intento
recogerlas, presionando mi espalda contra la pared—. Ryat…
—Cálmate —dice suavemente, sus ojos examinan mi rostro—. Te 223
estás alterando por nada.
—Mi madre…
—Que se joda tu madre —me interrumpe con un gruñido.
Me siento como una niña con ganas de pisotear fuerte.
—No lo entiendes.
—Lo entiendo todo. Tu madre cree que puede controlarte.
—Lo hace —digo con los dientes apretados odiando admitirlo—. Ella
paga este apartamento.
—Múdate.
Continúo como si no acabara de sugerir algo tan idiota.
—Ella paga por Barrington.
—Déjalo.
—¿Estás loco? —Exijo, y él solo se ríe—. No soy un Lord, Ryat —digo,
y se pone rígido contra mí—. No puedo hacer lo que me plazca.
Agarra mi barbilla, inclinando mi cabeza hacia atrás contra la pared
para que lo mire mientras se acerca.
—Eres mía, Blake. Y eso tiene mucho poder.
Soltando mi cuello desliza sus manos por mis brazos, haciendo que
mi piel se erice. Toma mi mano izquierda y la acerca a sus labios, besando
mis nudillos.
—No es tan sencillo… —Mi voz se desvanece cuando veo el anillo en
mi dedo, mi corazón empieza a martillear en mi pecho—. Ryat. —musito —
. ¿Qué?
Los recuerdos de esta mañana regresan como un huracán azotando
una pequeña ciudad.
«Cásate conmigo, Blake.»
«¿Quieres ser su puta por el resto de tu vida, o quieres ser mi buena
chica?»
«Tuya.»
«Mía.» 224
—Esto —besa de nuevo—, es la respuesta a todos tus problemas,
Blake. Todo lo que necesitas es a mí. Yo cuidaré de ti.
—Pero… estabas bromeando —logro decir, aunque me cuesta
respirar. Bien podría volver a cubrirme la boca y la nariz con la mano. Las
manchas vuelven a aparecer y trato de apartarlas con un parpadeo.
—¿Por qué iba a bromear con eso? —pregunta, inclinando la cabeza
hacia un lado.
—Porque tú… estás viendo a otras mujeres. —Es la única razón que
se me ocurre.
—¿Quién mierda te dijo eso? —espeta, haciéndome saltar.
¿Me equivoqué?
—Tú. Tu comportamiento. Sigues desapareciendo… —Me precipito,
sin tener realmente nada más que decir.
Se aparta de mí y mi cuerpo se hunde contra la pared sin su apoyo.
Dejo que mis temblorosas rodillas cedan y me deslizo para sentarme en el
frío suelo de baldosas mientras él comienza a caminar de un lado a otro en
mi cuarto de baño.
—Cada vez que te pregunto adónde vas, no me respondes. —Continúo
ante su silencio porque, sinceramente, estoy empezando a cuestionarme.
Quiero decir, ¿realmente me pidió que me casara con él? ¡El aspecto de la
piedra en mi dedo está gritando que sí! —Solo estás conmigo por Matt. —Ni
siquiera ofrece una mentira para eso. —Eres un Lord.
—Matt es un Lord, y tú ibas a casarte con él —argumenta, todavía
caminando.
—No. No iba a hacerlo. —Niego con la cabeza.
—Oh, se me olvidaba. Ibas a huir. —Resopla—. Me gustaría ver cómo
intentas huir de mí… —Cierra las manos en puños—. No llegarías muy lejos,
Blake.
—Espera. —Pasó las manos por mi rostro— ¿Cómo supiste…? —
Encontrando fuerzas en mi nueva ira, me pongo en pie—. ¿Cómo supiste lo
que iba a hacer? —Ni siquiera se lo he dicho a Sarah. Tenía demasiado
miedo de que le dijera algo a Gunner.
Se detiene y se gira para mirarme. No sé por qué, pero odio que esté
completamente vestido y yo desnuda. Me hace sentir vulnerable. Lo cual es
estúpido. El hombre me ha atado, amordazado, vendado y me ha quitado el
aire. No sé por qué la ropa importa de repente.
225
—Tú me lo dijiste.
—No, no lo hice.
—Sí, lo hiciste. Esa noche estabas completamente borracha y te traje
a casa desde Blackout. —Su voz se eleva.
—¿Qué más te dije? —exijo.
—Suficiente —espeta, y luego se acerca a mí, presionando mi espalda
contra la pared una vez más. Levanta las manos, acuna mi rostro y me mira
fijamente. Respiro entrecortadamente—. Quiero que sepas esto, Blake. Si
intentas huir de mí, te encontraré. Y cuando lo haga, te arrepentirás del día
en que me dejaste. —Suavizando su mirada, me ofrece una sonrisa
amenazante—. Fuiste mía ayer, hoy y mañana. —Él besa suavemente mi
frente. La ternura contradice sus palabras amenazantes—. Y seguirás
siendo mía para siempre.
Debería estar aterrorizada, pero no lo estoy. Ryat Archer es posesivo,
controlador y extremadamente celoso. Es jodidamente tóxico. Pero no puedo
echarle toda la culpa a él. Tal vez yo soy la causa de su toxicidad. Tal vez
son mis malos hábitos los que sacan lo peor de él. Diablos, tal vez estoy
equivocada, y esas sean sus mejores cualidades.
Quiero sus manos alrededor de mi garganta. Quiero su cuerpo
inmovilizando el mío, y quiero que me anhele de la misma manera que yo lo
necesito a él.
Entonces, ¿quién es el verdadero tóxico aquí?
—No me iré a ninguna parte —le digo, pero incluso yo sé que es una
mentira. Eventualmente, él terminará conmigo, y yo le perteneceré a Matt.
Haré todo lo que esté a mi alcance para impedirlo.
Él suelta mi rostro, sus nudillos recorren la línea de mi mandíbula
hasta mi cuello.
—Creo que estás mintiendo. —Hay una pizca de placer en su voz, y
eso me hace temblar.
Trago saliva con nerviosismo.
—No…
—Creo que quieres huir, Blake. —Sus ojos examinan mi rostro, la
comisura de sus labios se eleva—. Solo para que te atrape.
226
Mi corazón martillea en mi pecho y mis muslos se tensan. ¿Por qué
eso suena divertido? ¿Por qué me excita pensar en él persiguiéndome?
¿Saber que una vez que me encuentre, me va a castigar?
—¿Eso es lo que quieres, Blake? ¿Quieres que te persiga?
—Sí. —Digo la palabra antes de que pueda siquiera pensar en ella.
Sus ojos posan a mi pecho mientras sus nudillos recorren mis senos
y mis rígidos pezones.
—Podemos jugar ese juego. Solo tienes que saber —sus ojos vuelven
a encontrarse con los míos—, que una vez que te atrape, haré lo que quiera
contigo. —Mi estómago da un vuelco de excitación ante su amenaza—. Y
después de arrastrarte hasta aquí… —Levantando mis manos, entrelaza
nuestros dedos y los empuja por encima de mi cabeza, clavándolos en la
pared—. Serás mi esposa.
Lamo mis labios entreabiertos y respiro profundamente, tratando de
calmar mi respiración.
—Primero tendrás que encontrarme.
Inclinándose, besa mi mejilla.
—Me gustan mis probabilidades. —Entonces me suelta y se aleja de
mí. Mis brazos caen a los lados como si pesaran cuatro kilos—. Te veré
pronto. —Con una última mirada a mi cuerpo desnudo, sale del baño.
Levanto las manos y las paso por mi rostro dejando escapar un
suspiro. El anillo llama mi atención. Miro fijamente el gran diamante
cuadrado rodeado de más diamantes. Es un poco llamativo para mi gusto,
pero es precioso. Paso la punta de mi dedo sobre él.
¿Qué pasó con su futura esposa? ¿Por qué de repente me quiere a mí?
Mis padres nunca me dejarán estar con otra persona que no sea Matt.
Bueno, mi padre puede que sí. Mi madre es la que está obsesionada con él.
¿Pero si me entrego a Ryat antes de tener que casarme con Matt? Esa
sería mi salida. Mi madre odia la idea del divorcio tanto como la idea de Ryat
y yo juntos. Así que, si elijo casarme con Ryat primero, entonces ella no
tendría más remedio que aceptarlo. Odiaría que su hija se divorciara en
cuestión de semanas después de casarse. Eso la haría quedar mal.
Sonriendo, me acerco al mostrador y me miro en el espejo. Por ahora
huiré de Ryat, pero cuando me atrape, me casaré con él. Tal y como dijo.
Aunque solo sea para hacer enfadar a mi madre. 227
Entrando en mi habitación, comienzo a tirar de las sábanas en busca
de mi celular. Lo encuentro en el suelo. Llamo a mi padre y me siento a un
lado de la cama, esperando que responda.
—Hola, cariño.
—Hola, papá —digo, sonriendo—. ¿Cómo están las cosas por allí?
—Bien. ¿Y tú? —pregunta lentamente. No he hablado mucho con él
desde que empezaron las clases este año. Pero no es raro pasar semanas sin
hablar con él. Siempre ha sido un hombre ocupado.
—Lo mismo —digo, sujetando el celular con mi hombro y la oreja a un
lado de mi cabeza—. Necesito un favor.
Permanece en silencio durante un largo segundo.
—De acuerdo. ¿De qué se trata?
—Necesito el jet —respondo, mordiendo mi labio inferior. No sería la
primera vez que lo uso.
—Eh… ¿a dónde vas? —pregunta, sonando preocupado—. ¿Está todo
bien?
—Sí. Sí. Sarah y yo haremos una escapada. Ya sabes, para tener un
viaje de chicas. — Miento con facilidad.
—¿Y las clases? —pregunta.
¡Mierda!
—Son solo un par de días. Ya lo hemos arreglado con nuestros
profesores.
—De acuerdo. —Se aclara la garganta—. ¿Seguro que todo está bien?
—Sí —respondo.
—Puedo tenerlo listo para mañana por la noche.
Eso no va a funcionar.
—¿Puede ser para esta noche? —Se queda en silencio—. Es que ya
hemos hecho las maletas, y me gustaría estar en la playa a primera hora de
la mañana…
—Claro, cariño. Haré que lo llenen de combustible y te lo envíen.
Dejo caer los hombros y suelto un suspiro. 228
—Gracias, papá. —Finalizo la llamada y ni siquiera me molesto en
buscar las cámaras. En vez de eso, ignoro a Ryat por completo. Sé que me
está observando, pero no puede escucharme. Que yo sepa, no tiene audio.
E incluso si lo tuviera, eso no le dirá a dónde.
Capítulo 32
RYAT
Traducido por Danielle
Corregido Kote Ravest
BLAKELY
BLAKELY
BLAKELY
251
Capítulo 35
RYAT
Traducido por Danielle
Corregido Kote Ravest
BLAKELY
259
Capítulo 37
RYAT
Traducido por Danielle
Corregido Kote Ravest
BLAKELY
—¿Señorita?
—¿Qué? —Parpadeo, intentando quitarme de la cabeza el recuerdo del
día de nuestra boda. Ha estado en repetición desde que lo dejé.
—¿Me puede dar una Bud Light? —dice el hombre, levantando la
mano hacia mí desde su mesa.
Asiento.
—Por supuesto. ¿Algo más? —¡Contrólate, Blakely! Por algo lo dejaste.
Me regala una suave sonrisa, sus ojos color ámbar caen sobre mis
pantalones ajustados.
—Una foto tuya.
¡Qué bonito! Después de ofrecerle una risa falsa como si su broma
fuera divertida, me giro y me dirijo a la barra para tomar su pedido.
—Acabas de conseguir una nueva mesa —asiente detrás de mí Janett,
la camarera y propietaria.
Mirando por encima de mi hombro, veo a tres hombres sentados.
—Necesito una Bud Light —digo, y ella me abre una. La coloco en mi
bandeja, se la doy al hombre y me dirijo a mi nueva mesa—. ¿Qué puedo
ofrecerles? —pregunto, sosteniendo la bandeja redonda contra mi cadera
derecha.
Esta es mi vida ahora. Una camarera en un bar de mala muerte en
medio de la maldita nada. He estado fuera durante tres semanas. Sin
teléfono, sin auto, sin acceso al mundo exterior más allá de lo que veo aquí,
que es exactamente como lo quiero. No sé hasta dónde llega el alcance de
los Lords cuando se trata de la policía o los federales.
Pero Ryat sigue viviendo en mi cabeza, y lo odio.
Dejé todo cuando salí corriendo de la casa de los Lords. Sabía que no
volvería. Para escapar, necesito una nueva vida. Tenía algo de dinero
ahorrado, pero no podía volver corriendo a mi apartamento y agarrarlo, así
que hasta que pudiera ahorrar algo de nuevo, necesitaba un trabajo que
pasara desapercibido. 264
Me presenté y Janett me contrató en el acto. Creo que supo, por mi
vestido de satén blanco y mi maquillaje embadurnado, que estaba huyendo
de alguien. Y, por supuesto, el hecho de que no tuviera número de contacto
ni identificación. Ella me ayudó. Se lo debo.
—Quiero una Corona —dice uno de los chicos por encima de la
música. El segundo asiente—. Sí, suena bien. Que sean dos. —El tercero
deja el menú y me mira. Sus ojos azul oscuro se fijan en mi camiseta blanca.
Me queda muy ajustada, tirando del sujetador negro que llevo debajo, con
clase, lo sé.
Teñí mi cabello de negro con una caja barata de la tienda de un dólar
que está al final de la calle. Intentaba pensar en un millón de cosas que
podría hacer para cambiar mi aspecto en caso de que mi foto o mi nombre
salieran en las noticias. Pero, para mi sorpresa, eso no ha ocurrido.
Cada día que salgo, me siento más nerviosa. Como si mi tiempo se
estuviera acabando. No pienso quedarme aquí mucho más tiempo. Sé que
tengo que seguir moviéndome para evitar mi pasado. Ya me siento como si
me estuvieran vigilando. Pero sigo diciéndome que es una locura. Si Ryat
estuviera aquí y supiera dónde estoy, se daría a conocer. No tiene suficiente
paciencia para esconderse en las sombras y observarme.
—¿Cómo te llamas? —pregunta, apoyando sus antebrazos en la mesa
e inclinándose hacia mí.
—Rae —digo mi segundo nombre. Sigo queriendo ser cuidadosa. De
todos modos, así es como me llama todo el mundo aquí.
—Rae. —Pasa la lengua por sus blancos dientes—. Bueno, ¿Qué
sugieres, Rae?
—Depende de lo que te guste. —Me encojo de hombros. Aquí no somos
tan experimentales con las bebidas. La clientela suele preferir lo normal. No
voy a repasar toda la lista cuando está justo frente a él.
—Me gusta. —Se recuesta en su asiento, sus ojos se posan en mis
pantalones cortos como el último chico, y tengo que abstenerme de poner
los ojos en blanco. Así es como hago mis propinas.
—Detente, hombre. —Su amigo le da una palmada en el brazo,
riéndose—. Seguro que tiene novio.
Esposo, en realidad.
Si tengo suerte, me ha dado la anulación, pero lo dudo mucho. Ryat
es más bien del tipo que hace redactar papeles falsos sobre una muerte atroz 265
en mi nombre. Es lo menos que ese hijo de puta podría hacer por mí.
—¿Entonces? —El tipo se ríe de su amigo—. ¿Qué dices, sexy? ¿Sales
conmigo después de tu turno?
¿Sexy? ¿Realmente funciona eso para los hombres?
—No salgo hasta las tres —informo. El hecho de que piense que
engañaría a mi novio imaginario es suficiente insulto. Está claro que solo
quiere follar. Nadie tiene una cita a las tres de la mañana.
No voy a decir que no lo haya pensado. Pasar de tanto sexo como Ryat
y yo teníamos a no follar nada es una mierda. Esta mañana, tuve que
acostarme en la bañera y abrir las piernas para que el maldito grifo diera en
el clavo mientras estaba a tope. No tengo nada para masturbarme, y no
consigo hacerlo con mis dedos. Es frustrante, como mínimo.
—Está bien. —Junta sus manos y las coloca detrás de su cabeza,
sonriendo hacia mí—. Esperaré hasta que te vengas. Entonces nos
vendremos juntos.
—¿Qué quiere beber, señor? —pregunto, conteniendo un suspiro.
La risa de su amigo aumenta.
—Amigo, pide tu maldita bebida y déjala en paz.
—Sorpréndeme —dice finalmente.
Dándoles la espalda, me dirijo a la barra.
—Tres Coronas, por favor.
Ella asiente y se gira para traerme las cervezas, y él inunda mis
recuerdos como siempre.
—¡Ryat! —Chillo cuando se agacha y me levanta, acunándome en sus
brazos en medio del camino de entrada—. ¿Qué estás...?
—Es tradición llevar a tu mujer al otro lado del umbral —informa,
entrando en la cabaña.
Sonrío.
—Nunca pensé que fueras el tipo de persona que se preocupa por la
tradición.
Entrando en el dormitorio, me arroja sobre la cama y, antes de que
pueda levantarme, se coloca a horcajadas sobre mis caderas con una mano
a cada lado de mi cabeza, inmovilizándome. 266
—Creo que descubrirás que estoy lleno de sorpresas, señora Archer.
—Aquí tienes. —Coloca las bebidas en mi bandeja, devolviéndome
una vez más al presente.
—Gracias —murmuro.
—¿Estás bien? —pregunta, deteniéndome antes de que pueda
alejarme.
—Sí —miento, y sus ojos marrones claros me miran con
escepticismo—. Estaré bien.
—Mira. —Se inclina, apoyando los antebrazos en la barra—. No
conozco la historia, y no necesito saberla, pero te prometo que estarás mejor.
—No puedo salir —dice Janett en su teléfono, de pie detrás de la barra.
Hemos cerrado hace una hora cerrados y casi hemos terminado de limpiar—
. No —dice ella—. Tengo algunas cosas más que hacer...
—Puedes irte si lo necesitas —digo.
Me mira, y espero que no esté enfadada conmigo por haber escuchado
su conversación. Somos las únicas que quedamos aquí, y la música está
apagada, así que hay silencio en este momento.
—Sí, de acuerdo —dice después de una larga pausa—. Ahora mismo
voy. —Guarda su teléfono y me mira—. ¿Estás segura?
—Sí —digo asintiendo—. No te preocupes. Cerraré.
—Gracias, Rae. Eres increíble. Nos vemos mañana. —Agarra su bolso
de debajo de la barra, coloca las llaves encima para mí y sale corriendo por
la puerta principal.
Agarro las llaves y me dirijo a cerrar las puertas delanteras detrás de
ella desde dentro. Luego me acerco a las bolsas de basura alineadas frente
al bar. No tengo prisa por volver a mi habitación de hotel. El lugar es una
mierda, pero es barato. De nuevo, bajo el radar. Acepta dinero en efectivo.
La señora de al lado siempre tiene visitas, y estoy bastante segura de que
267
por la forma en que su cama golpea la pared, le pagan por su tiempo.
Levantando dos de las bolsas, las llevo torpemente por la puerta
trasera hacia el callejón, hasta el contenedor. Las dejo en el suelo, abro la
tapa y las arrojo una a la vez. Lo cierro de golpe, doy una palmada para
quitar la suciedad y me doy la vuelta encontrando una figura frente a mí.
Saltando hacia atrás, grito.
—Oye, Rae —dice el chico de antes, de pie frente a la puerta,
bloqueando mi única entrada.
—Me asustaste —musito, con la mano sobre mi corazón acelerado—.
¿Qué... qué estás haciendo aquí?
—Te he estado esperando.
Me alejo un paso de él, mi espalda golpea el contenedor de basura que
huele mal. Hemos cerrado hace más de una hora. ¿Me ha esperado todo este
tiempo?
—Tienes que irte —digo y trato de esquivarlo, pero se mueve hacia un
lado, bloqueándome.
—Vamos. —Sonríe—. ¿De verdad crees que no sé quién eres?
Mi estómago da un vuelco, pero intento disimularlo.
—No sé...
—Eres Blakely Rae Archer.
Se me corta la respiración porque él sabe mi nombre completo. Mis
ojos se dirigen a su mano derecha, pero no veo el anillo que sé que lleva Ryat
con el escudo de los Lord. ¿Este tipo es miembro?
—¿Te envió Ryat? —pregunto, con voz temblorosa.
Su sonrisa se hace más grande.
Si esto es una prueba, siento que acabo de fallar.
—Solo dile que no me encontraste. Por favor...
Agarra mis hombros y me hace girar, presionando mi espalda contra
la puerta trasera del bar acercando su rostro al mío.
—¿Por qué iba a hacer eso?
—Por favor —ruego. No puedo volver. Lo he pensado, pero ya ha
pasado demasiado tiempo. Ryat me mataría. No tengo ninguna duda de que
he sobrepasado una línea que no se puede deshacer. Y supe en el momento
268
en que decidí huir que estaría huyendo el resto de mi vida. Pero eso era
mejor que la alternativa. Ryat, mi madre, mi padre, Matt, todos me
convirtieron en una mujer tonta. Una estúpida, una idiota que pensó que
podría valer algo.
—¿Qué harás por mí? —pregunta.
Trago el nudo en mi garganta.
—Tengo algo de dinero...
Él echa la cabeza hacia atrás, riendo.
—No quiero tu dinero, perra —espeta en mi rostro, haciéndome
gemir—. No, quiero lo que tiene Ryat. —Dando un paso hacia atrás, me da
el espacio suficiente para levantar mi rodilla, haciendo contacto con sus
testículos.
—Mieeeeeeeerda. —Doblándose, se agarra a sí mismo.
Me empujo de la pared para correr por el callejón. Pero una mano
agarra mi cabello y me tira al suelo.
—¡Suéltame! —grito, pateando, pero él cae y se pone a horcajadas
sobre mí, su peso me inmoviliza en el suelo desigual y frío. Llovió más
temprano esta noche, así que el agua empapa la poca ropa que llevo y mi
cabello.
—No hasta que consiga lo que me debe —gruñe, envolviendo ambas
manos alrededor de mi cuello y apretando.
Arqueo mi espalda, mis manos agarran sus antebrazos y mis labios
se abren, intentando respirar, pero él me está restringiendo el aire. Mis
zapatos golpean el hormigón y mi rostro late como un tambor. Mis ojos se
llenan de lágrimas, haciendo que su figura se vuelva borrosa.
—Voy a devolverte a él en malditos pedazos —gruñe, sacudiéndome.
Los puntos se apoderan de mi visión, mi pecho se agita en busca de
una bocanada de aire mientras mi cuerpo empieza a abandonar la lucha.
Mis manos caen sobre el hormigón a mi lado y mis ojos se vuelven pesados.
Justo cuando creo que estoy a punto de morir, alguien tira de su cabeza
hacia atrás y veo un cuchillo deslizarse por su garganta. La sangre sale a
chorros de la herida abierta, rociándome, y sus manos se aflojan lo
suficiente como para liberarme.
Tosiendo, me arrastro hacia atrás antes de que su cuerpo caiga al
suelo donde yo estaba acostada. 269
Tratando de recuperar el aliento, ahora mojada y cubierta de sangre,
miro al hombre que está de pie detrás de él, y mi estómago se revuelve. Es
mucho más aterrador que el hombre que acaba de intentar matarme.
Ryat Alexander Archer me ha encontrado.
Capítulo 38
RYAT
Traducido por Danielle
Corregido Kote Ravest
Miro hacia abajo, observando esos bonitos ojos azules que me miran
desde su trasero con absoluto asombro. Está tan hermosa como la recuerdo.
Su cabello es más oscuro, pero aparte de eso, se parece a la mujer de ojos
azules y rostro de muñeca Barbie con la que me obsesioné. La sangre ahora
cubre su camiseta blanca, su cuello y parte de su rostro. Me gusta cómo se
ve, realmente resalta sus ojos y sus labios pintados de rojo.
Está sentada en el suelo, y sus grandes tetas rebotan mientras jadea,
intentando recuperar la respiración después de que el hijo de puta la 270
asfixiara hasta casi matarla.
Si alguien la mata, seré yo. Tengo ese privilegio. Ella es mi esposa. Yo
decido cuándo termino con ella, y mi polla metida dentro de mis pantalones
me recuerda que aún no he llegado a ese punto.
Levanto el cuchillo en mi mano y paso la hoja por mis jeans, limpiando
su sangre de ambos lados en mi muslo.
Ella retrocede un poco más, poniéndose de pie. Se da la vuelta para
correr, pero Prickett y Gunner se sitúan al final del callejón, bloqueando su
salida. Me mira y luego se precipita dentro del bar por la puerta trasera.
—Gunner, ocúpate de las cámaras de seguridad —digo, y él asiente—
. Prickett, tú vienes conmigo.
Abro la puerta trasera y paso al interior, sabiendo que no hay ningún
lugar para que ella pueda escapar de aquí. Ya cerramos con cadenas las
puertas delanteras desde fuera. El sonido del traqueteo me hace sonreír. Al
menos entiende la gravedad de sus actos.
Nos mira por encima del hombro, su cabello golpea su rostro. Y
comienza a correr, pero Prickett la agarra y la arroja encima de una mesa,
donde rueda de lado al suelo, llevándose un par de sillas.
Acostada boca abajo, deja escapar un gemido mientras intenta
levantarse lentamente sobre sus manos y rodillas. Pero Prickett la levanta
de un tirón, inclinándola sobre el costado de la mesa y tirando de sus brazos
detrás de su espalda con una mano. Mete la otra mano en su bolsillo trasero
para sacar las esposas. Ella empieza a recuperar algo de fuerza y comienza
a gritar mientras lucha contra él, pero él las asegura y las aprieta con fuerza
para hacerla gritar.
Camino hacia la mesa y recojo una de las sillas que se cayó.
Girándola, me pongo a horcajadas sobre ella, colocándome justo en frente
de donde su cabeza cuelga del borde. Prickett sigue de pie detrás de ella,
con el antebrazo en su espalda, presionándola contra la superficie de
madera.
Levantando el cuchillo, lo presiono suavemente contra su frente, y su
cuerpo se pone rígido. Lentamente lo paso por un lado de su rostro,
apartando el cabello para poder mirarla a los ojos. Los cuales me miran
fijamente.
—Hola, Blake —digo cariñosamente.
—Solo jodidamente mátame —suelta entre dientes apretados.
271
Inclino la cabeza hacia un lado, pasando el cuchillo por debajo de la
punta de su barbilla, y presiono la piel, obligándola a inclinar más la cabeza
para no cortarse.
—¿Por qué iba a hacer eso? Te amo.
Ella resopla ante la mentira, la acción hace que los mechones de
cabello suelto se arremolinen alrededor de su rostro.
Quitando el cuchillo de debajo de su barbilla, lo bajo un poco, y
rebusco en mi bolsillo para recuperar su anillo de bodas.
—Pensé que querrías recuperar esto. —Lo pongo delante de su rostro.
—Lo único que quiero es el divorcio. —Muestra sus bonitos dientes
blancos. La mesa traquetea cuando comienza a luchar contra el agarre de
Prickett.
Había olvidado lo mucho que disfrutaba de esta faceta de Blakely. Las
cosas se estaban poniendo demasiado cómodas entre nosotros antes de que
se fuera. Ya sabes, aceptando esos sentimientos y todo porque se veía
impresionante en un vestido. Menos mal que estamos de vuelta en el camino
ahora.
—Hasta que la muerte nos separe, Blake. Y no estoy listo para matarte
todavía.
Ella empieza a luchar con más fuerza, pero él la mantiene
inmovilizada. Quita el antebrazo de su espalda y se coloca sobre ella,
agarrando su cabello con las manos y tirando de su cabeza hacia arriba. La
acción la obliga a gritar y yo aprovecho para sacar las dos pastillas de mi
bolsillo y meterlas dentro de su boca antes de taparla con mi mano.
Su cuerpo se agita y me levanto de la silla, pateándola fuera de mi
camino. Me agacho frente a ella y coloco la otra mano alrededor de su
delgado cuello, sujetándola, pero sin restringirle el aire.
Mi rostro está a centímetros del suyo, y veo cómo sus ojos comienzan
a llenarse de lágrimas mientras intenta sacudir la cabeza.
—No importa si las tragas o se disuelven, Blake. El resultado es el
mismo.
Parpadea, lo que hace que las lágrimas se derramen por sus mejillas
hasta mi mano, manchadas con la sangre del tipo que maté en el callejón.
Sus fosas nasales se ensanchan antes de tragarlas con mi mano alrededor
de su cuello. 272
—Esa es mi buena chica —alabo, y ella gime.
Retiro ambas manos y le hago un gesto a Prickett. Él también suelta
su cabello y se aparta de ella, alejándose para ir a ayudar a Gunner, ya que
nos iremos pronto.
Enderezándome, la hago rodar sobre su espalda, sujetando sus brazos
esposados debajo de ella. Aparto el cabello de su rostro ensangrentado y
lleno de lágrimas. Parpadea y sus ojos se vuelven pesados.
—Te odio —susurra.
—Lo sé —digo, pasando mis dedos por su cuello, luego por su pecho
hasta su vientre expuesto. Ha perdido algo de peso. Me hace preguntarme
cuánto ha renunciado para evitar esta situación—. Pero tampoco me
importa.
Gimiendo, aparta la vista de mí para mirar al techo, parpadeando
lentamente mientras nuevas lágrimas se deslizan por un lado de su rostro.
—¿Cómo? —sorbe la nariz antes de lamer sus labios.
Sonrío, mis nudillos rozan sus lágrimas.
—Te lo dije... no puedes huir de mí. —Me inclino y beso su mejilla,
saboreándola. Joder, la he extrañado. No he dormido mucho desde que se
fue, pensando en lo que le haría una vez que la volviera a ver. Ahora que la
tengo, quiero atarla a mi cama y recordarle cuánto le encanta que la posea—
. Siempre te encontraré.
Cuando cierra sus pesados ojos esta vez, no se abren. Su cuerpo se
relaja y su respiración se estabiliza. Tiene marcas en el cuello del bastardo
que intentó matarla. La poca ropa que lleva está mojada con salpicaduras
de sangre. Se la arrancaré y la quemaré.
Coloco mis brazos debajo de ella, levantando su cuerpo inerte de la
mesa justo cuando Prickett y Gunner salen por la parte de atrás.
—Vamos —ordeno.
BLAKELY
BLAKELY
BLAKELY
Odié tener que forzarla con los papeles del divorcio. Nunca se lo diría,
pero una parte de mí pensaba que los firmaría. Estaba enfadada conmigo, y
los Lords lo sabían. Querían ponerla a prueba, y no podía decirles que no.
Ella tiene que demostrarme su lealtad al igual que yo tuve que demostrárselo
a ellos. Así que, dije las únicas cosas que me hicieron pensar que ella querría
pelear conmigo. Necesitaba hacerla enojar. A Blakely le gusta la lucha.
Necesitaba que ella encontrara su valentía y se enfrentara a mí.
Después de salir furioso de la casa, conduje un kilómetro por la 302
carretera y me detuve, observándola en mi celular por las cámaras en la sala
de estar. No puedo explicar lo orgulloso que me sentí de ella cuando la vi
arrojar esos papeles al fuego con determinación. Fue más un “Haré que me
ames” en vez de un “Te amo”, pero lo aceptaré.
Honestamente, no estoy seguro de lo que habría hecho si ella los
hubiera firmado. Pero estaba le diciendo la verdad cuando dije que nunca
la dejaría ir. Probablemente los habría tirado al fuego, quemando cualquier
evidencia de su firma.
Después de presenciar cómo les prendía fuego, dejé de mirar y me
dirigí a Blackout. Tenía que reunirme con Ty. Ese es un nuevo tema que
tengo que tratar.
—Ryat —susurra nerviosa.
—Dime.
Sus manos se acercan a mi camisa y agarra el material.
—No tienes ningún problema en obligarme a demostrar mi valía ante
los Lords, pero no me permites demostrártelo a ti.
—Ya lo has hecho —digo, pasando mi mano por su largo y oscuro
cabello, sintiendo lo suave que es.
Su rostro se decae y mira el suelo. Me alejo de ella y me doy la vuelta
para tomar una ducha cuando sus palabras me detienen.
—Sabía que no te habías acostado con ella.
Me giro y la miro.
—¿Cómo lo sabes?
Ella respira entrecortadamente.
—Porque no te pareces en nada a Matt.
—Tienes razón —gruño—. No lo soy.
Se acerca a mí y envuelve sus brazos alrededor de mi cuello,
atrayéndome hacia ella.
—Ahora es tu oportunidad, Ryat. De demostrarme cuánto confías en
mí.
Aparto la vista de ella y la dirijo a los grandes ventanales que dan al
patio trasero y al bosque, sabiendo que esconden mis secretos.
—¿Y si no puedes soportarlo? —pregunto, mis ojos vuelven a los de
ella—. No puedes decidir marcharte si ves algo que no te gusta —digo con
303
sinceridad. No lo permitiré.
—¿Quién dijo que me iré? —pregunta, ladeando la cabeza—. ¿No
preferirías tener una esposa que sepa quién eres realmente y decida
quedarse que una que finja que eres otra persona?
Dejando escapar un largo suspiro, pienso en sus palabras. Tiene
razón. Prefiero que sepa quién soy. Un Lord es poderoso, pero también está
solo en un mundo lleno de hombres. Las elegidas solo conocen el sexo y las
fiestas. Las Ladies conocen más, pero todavía muy poco. Sin embargo, la
mayoría prefiere estar en la oscuridad. Mi padre nunca le ha ocultado a mi
madre quién es, pero la he visto salir de la habitación, negándose a escuchar
una conversación que él mantenía con otra persona. No la culpo por eso. A
algunos simplemente no les interesa saber qué clase de maldad camina por
la tierra.
A Cindy le habría pasado lo mismo, quería estar en la oscuridad. Lo
único que le habría importado era el poder y el estilo de vida que mi fortuna
podría habernos proporcionado. Por eso no la quería.
¿Pero Blake? Me gusta que quiera formar parte de mi mundo. Aunque
nunca permitiré que se acerque demasiado. No puedo arriesgar su vida, pero
puedo compartir la mía con ella.
Decidido, asiento.
—De acuerdo.
Su rostro se ilumina y muerde su labio inferior para no sonreír, pero
no lo consigue.
—Pero... —añado—. Si en algún momento creo que no puedes
soportarlo, te haré retroceder.
—Eso es...
—Un trato. —La interrumpo antes de que pueda terminar el
argumento.
Poniendo los ojos en blanco, dice:
—Bien. Es un trato.
—Vamos —digo, tirando de ella hacia la puerta corrediza de vidrio y
bajando los escalones.
—Ryat, está muy oscuro ahí fuera —susurra como si alguien fuera a
escucharnos. El vecino más cercano está a cinco kilómetros.
—No pasa nada. Sé a dónde vamos. —Permanece en silencio mientras
304
nos adentramos en el bosque, recorriendo el camino que he hecho durante
años. Tomando mi teléfono del bolsillo, uso la linterna una vez que las luces
del porche trasero están demasiado lejos para encontrar la puerta que se
encuentra en la ladera de una colina delante de nosotros.
Me acerco a ella, tecleo el código y la abro.
—Cuida tus pasos —digo, permitiéndole entrar primero, pero
sosteniendo su mano. Cuando la puerta se cierra detrás de mí, la detengo y
enciendo la luz.
La luz ilumina la escalera que lleva al búnker. Esta vez, me coloco
delante de ella y bajo las escaleras con ella detrás de mí.
Una vez que llegamos al rellano, suelto su mano y enciendo la otra luz
para iluminar la habitación y me giro para mirarla. Ella se detiene y su
pequeño grito llena el gran espacio. Sus ojos, muy abiertos, observan la
pared del fondo: cadenas, cuchillos y pistolas cuelgan de ganchos y están
en estanterías. Hay una jaula a la derecha que actualmente está vacía. Pero
la silla en el centro de la habitación es lo que llama su atención. Cindy está
atada a ella con una capucha negra sobre su cabeza. Ella lucha con las
ataduras, y sus palabras murmuradas detrás de la mordaza que tienen poco
sentido.
Me apoyo en la mesa, cruzando los brazos sobre mi pecho, y observo
a mi esposa con atención. Sus ojos están enfocados en Cindy.
—¿Cómo...?
—Tu padre me ayudó a traerla aquí mientras te cambiabas —informo.
Ella tiene que entender que no soy el único que la protegerá. Lo dejó muy
claro cuando me habló en el porche trasero antes de que él y mi padre se
fueran.
Eliminar cualquier amenaza para su hija. No tuve ningún problema
en aceptar eso.
Se gira lentamente y sus ojos finalmente se encuentran con los míos.
—¿Todo esto es porque ella mintió sobre acostarse contigo?
Me abstengo de sonreír ante su inocencia. Esa era una de las razones
por las que no quería mostrarle esto. A veces, me gusta lo inocente que fue
cuando se encontró conmigo por primera vez.
—Esa fue su excusa para aparecer, Blake.
—Sabía que estaba mintiendo... pero no lo entiendo. —Lame sus
labios.
305
Me aparto de la mesa y me doy la vuelta para mirarla. Tomando el
bolso de diseñador negro, lo volteo boca abajo, vaciando el contenido.
—Esto es lo que ella trajo a nuestra casa.
Blake se acerca a mí y mira todo. Agarra una jeringa llena de líquido
transparente.
—Pero... ella dijo que estaba allí para verte a ti.
—Estaba allí para lastimarte.
Mirándome, frunce el ceño.
—¿Qué quieres decir?
—Compré esa casa hace dos años, Blake. Nunca he invitado a Cindy.
Ella quería hacerte creer que había estado allí varias veces conmigo, pero
era mentira. Su única intención era hacerte daño mientras yo no estaba.
Su ceño se frunce más y deja la jeringa.
—¿Entonces cómo supo dónde estaba?
Sonrío.
—Esa es una buena pregunta. Vamos a preguntárselo. —Me acerco a
la mujer, sentada en la silla, y quito la capucha de su cabeza.
Inmediatamente empieza a retorcerse. Tiene las manos atadas a cada
reposabrazos con una cuerda, y sus piernas están bien separadas,
aseguradas a cada pata con bridas. Arranco la cinta adhesiva de su boca.
Echando la cabeza hacia atrás, grita, haciendo que mis oídos
zumben.
—Nadie puede escucharte —le digo.
Se inclina hacia delante lo mejor que puede para mirar a Blakely.
—Ayúdame. Por favor —suplica—. Él está jodidamente loco.
Blake la ignora y agarra el rollo de cinta adhesiva que estaba en el
bolso de Cindy.
—¿Qué ibas a hacer con esto? —pregunta.
—¿Me escuchaste? —grita Cindy—. Me va a matar. —Las lágrimas
corren por sus mejillas mientras tira desesperadamente de la cuerda.
Dejando la cinta, Blake toma la jeringa. 306
—¿Qué hay en esto?
—Maldita perra —sisea Cindy—. ¡Escúchame!
—Vamos a ver. —Blake se acerca y Cindy empieza a sollozar. Blake se
detiene y me mira—. ¿Importa dónde se la clave?
Me encojo de hombros.
—Lo dudo. —Probablemente sea un sedante de algún tipo. No veo que
Cindy tenga las habilidades de una enfermera para pinchar una vena.
Especialmente si Blake iba a estar luchando en ese momento.
—De acuerdo. —Blake clava la jeringa en la parte superior del brazo
de Cindy y su pulgar se cierne sobre el émbolo.
—Espera. Espera. Espera. Te lo diré —se apresura a decir—. Pero no
lo hagas. Por favor. Te lo diré. Cualquier cosa que quieras saber —dice a
través de las lágrimas que corren por su rostro.
—Te escucho —dice Blake, pero no retira la aguja del brazo de Cindy.
—Matt me dijo dónde vives —grita ella.
—¿Cómo lo supo? —exijo—. Nadie ha estado aquí. —Blake fue la
primera persona que traje aquí, aparte de mi padre. Bueno, y ahora el señor
Anderson.
Ella sorbe su nariz.
—No me lo dijo. Solo sabía que la trajiste aquí cuando se suponía que
debías estar en Nueva York.
—¿Cómo diablos supo que no me quedé en Nueva York? —grito,
haciendo que se estremezca.
—No lo sé —gime ella—. Por favor, sácala.
Blake retira la aguja y Cindy se hunde en la silla, llorando
suavemente. Empiezo a caminar. ¿Cómo mierda supo que no me había ido?
¿Estaba...?
—Me estaba vigilando —dice Blake.
Me detengo.
—¿Qué quieres decir? ¿Qué te hace pensar eso?
Pone el tapón en la aguja. 307
—Aquella noche en la fiesta de la casa de los Lords, en tu habitación
me dijo que el fin de semana que volviste a casa antes de tiempo cuando se
suponía que estabas en Nueva York, habías bloqueado mis llamadas y
mensajes de texto entrantes de Sarah para que no fuera a la casa de
los Lords. —Sus ojos se encuentran con los míos—. ¿Qué pasa si él me
estaba vigilando y te vio regresar y traerme aquí?
Mis manos se cierran en puños al pensar en él vigilándola. Llegué a
casa para sorprenderla con su fantasía, pero ¿Y si no hubiera regresado?
¿Qué habría hecho él?
—Tuvimos sexo afuera. En el bosque —anuncia Blake con
nerviosismo—. Me enviaste un mensaje de texto para que fuera a buscarte
y…
—¿De qué estás hablando? —la interrumpo.
Mira a Cindy, que sigue llorando en silencio, y luego vuelve a mirarme
a mí.
—Cuando te llamé. Mentiste y dijiste que tenías que ir a Barrington.
—La parte de que te envié un mensaje de texto —digo.
Tragando, repite.
—Me enviaste un mensaje de texto después de la llamada. Me dijiste
que viniera a buscarte.
—Blake. —Me acerco a ella—. No, no lo hice.
—¡Sí, lo hiciste! —argumenta ella.
—Muéstrame —espeto.
Suspirando, señala las escaleras.
—Mi teléfono está en el dormitorio.
BLAKELY
313
Capítulo 42
RYAT
Traducido por Danielle
Corregido Kote Ravest
Miro hacia abajo y veo cómo mi polla semidura se desliza fuera de ella
mientras el semen gotea de su coño mojada. Paso mis dedos a través de sus
pliegues y luego los empujo dentro de ella, haciéndola gemir.
—Tengo que asegurarme de que recibas hasta la última gota —digo,
y ella mueve sus caderas hacia delante y atrás sobre mis dedos. Es una
zorra tan necesitada de mí.
—Ryat —tose mi nombre, aun tratando de recuperar el aliento
mientras su cuerpo tiembla incontroladamente.
314
—Shh —digo, sacándolos. Inclinándome, beso su vientre plano. Ella
enreda sus dedos en mi cabello y vuelvo a besar su suave piel, bajando hasta
su coño—. No puedo esperar a verte embarazada, Blake —susurro contra
su piel, lamiendo su coño, saboreándolo.
Gime ante mis palabras.
Nunca había pensado en tener hijos. Quiero decir, claro, sabía que
algún día los tendría. Pero desde que ella regresó, es lo único en lo que
pienso. Su vientre hinchado y sus tetas más grandes. Quiero a Blakely Rae
Archer embarazada de mi hijo, y voy a conseguirlo.
Arrojando sus piernas temblorosas sobre mis hombros, me arrodillo
en el suelo de cemento al borde de la mesa y meto mi lengua. Manteniendo
los ojos abiertos, la veo retorcerse ante mí. Sus manos agarran sus pechos
y pellizca sus duros pezones.
A mi chica le gusta un poco de dolor. Eso es lo que la excita.
No me detengo. Podría ver cómo se viene una y otra vez y no me
cansaría de eso. Podría decir que es una cosa de control, pero es más que
eso. Es el hecho de que soy el único que la ha visto así. Tan vulnerable e
incapaz de controlar sus antojos.
Ella se ha convertido en mi obsesión, pero sé que yo también me he
convertido en la suya.
Su cuerpo se retuerce sobre la mesa, y deslizo mis manos por sus
piernas, mi pulgar juega con su clítoris mientras sus caderas cabalgan sobre
mi rostro. Ella arquea la espalda, su respiración se acelera de nuevo, y sus
muslos se aprietan alrededor de mi rostro, manteniéndola en su lugar, se
viene por segunda vez.
Chupo su coño como si fuera mi propia ventosa con sabor a miel,
llenando mi boca con su dulce sabor. Su cuerpo se hunde en la mesa y sus
piernas caen de mis hombros. Alejándome, me inclino sobre la mesa, de pie
sobre su cuerpo, y agarro su rostro. Me mira con ojos pesados. Todavía
están desenfocados por mi mano alrededor de su garganta, restringiendo su
aire. Apretando sus mejillas, entiende lo que quiero y la punta de su lengua
rosada sale, recorriendo lentamente sus labios antes de separarlos para mí,
abriéndolos de par en par. Me inclino y escupo en su boca.
—Pruébate —ordeno, viendo cómo sus fluidos se deslizan por su
lengua hasta el fondo de su garganta. Cierra los labios y traga, y presiono
mis labios contra los suyos, deseando probarla otra vez.
Gime y su lengua se encuentra con la mía para un beso rápido, luego
315
me separo de ella para que pueda tomar aire.
Levanto la mano, agarro la parte trasera de mi camiseta y la deslizo
por encima de mi cabeza.
—Toma, tienes que ponerte algo mientras te llevo a la casa.
Me permite ayudarla a sentarse y le pongo la camiseta pasándola por
encima de su cabeza. Ahora que sé que Matt sabe dónde vivimos, tengo que
asegurarme de que nunca esté desnuda, sin importar la hora del día o de la
noche. Esto también significa que necesito cortinas opacas para todas las
ventanas de la sala de estar. Hay demasiadas oportunidades para que él la
observe.
Podría estar sentado afuera ahora mismo porque sabía que Cindy
estaba aquí.
—¡Mierda! —siseo. Me había olvidado de ella.
—¿Qué? —pregunta Blake y su cuerpo se tensa.
—Me encargaré de eso —digo, tirando la camiseta hacia abajo para
cubrirla.
—¿De qué? —pregunta, y entonces sus ojos se posan en la chica
muerta de la habitación—. Quiero ayudarte.
—Blake...
—Ryat, déjame ayudarte.
Dejando escapar un suspiro, asiento. No puedo dejarla aquí sola de
todos modos. Tengo que ocuparme de un par de cosas esta noche. Ella no
lo sabe, pero estoy a punto de ponerla a prueba otra vez. La única diferencia
es que esta vez no la culparé si no aprueba.
—Bien. Primero tenemos que buscar mi camioneta.
BLAKELY 317
Ryat gruñe, empujando el extremo de la pala en el suelo y luego la
pisa, cavando una tumba. Solo tardé un segundo en darme cuenta de por
qué estamos aquí.
Mirando el cementerio, veo que la mayoría de las lápidas son iguales,
pequeñas, con nada más que un nombre y un apellido y las fechas de
nacimiento y muerte. Ningún amado padre, ni madre cariñosa... no se
menciona nada más como se suele ser. Algunas están completamente en
blanco.
—¿Qué es este lugar? —pregunto.
—Un antiguo cementerio —responde, metiendo de nuevo la punta
antes de tirar el exceso de tierra a un lado.
—¿Por qué la estamos enterrando aquí? —pregunto—. ¿No tienes
miedo de que alguien la encuentre? —Utilizan la catedral para la ceremonia
de votos, pero podría ser para más cosas por lo que sé.
—Lords, elegidas y ladies son enterrados aquí... Bueno, esa no es toda
la verdad. Es más complicado que eso. —Deja de cavar y me mira. Sus ojos
parecen de un tono verde más oscuro solo con la luz de la luna. O tal vez
solo los veo así por lo que acabo de presenciar que le hizo a Cindy—. En su
mayoría son miembros que traicionan su juramento, y si un miembro tiene
que matar a alguien, también es enterrado aquí. Si un miembro muere por
causas naturales, entonces se lo entierra donde quiera. —Se encoge de
hombros despreocupadamente, volviendo a cavar—. O se los incinera.
Tienen el privilegio de elegir antes de morir.
Muerdo mi labio inferior.
—¿Cuántos han enterrado aquí?
Deteniéndose de nuevo, hunde la punta en la tierra y coloca el
antebrazo sobre ella, utilizándolo como apoyo. Puedo ver un pequeño brillo
en su frente donde ha empezado a sudar por el trabajo.
—Siete.
Trago saliva y asiento.
—¿Cuántos de ellos eran Lords?
—Casi la mitad.
¿Por qué mataría a alguien que no es un Lord? ¿Le ordenaban
318
matarlos? Sé que el tipo que intentó matarme no era un Lord, y le cortó la
garganta. Entonces, ese es al menos uno que yo sepa. Si trajeron a ese tipo
lo enterraron aquí.
—¿Cuántos de ellos eran mujeres? —pregunto.
—Esta es la primera. ¿Alguna pregunta más? —cuestiona, arqueando
una ceja oscura, y niego con la cabeza.
Entiendo que esté cansado. Estoy jodidamente exhausta. Ha sido una
larga noche, y después de lo que me hizo en ese búnker subterráneo, quiero
irme a la cama. Pero no quería quedarme sola en la cabaña, no después de
lo que nos dijo Cindy. Incluso ahora, siento que alguien nos observa. Pero
no se lo diré a Ryat. No quiero que se preocupe o, peor aún, que piense que
no puedo manejar esta vida.
Al terminar, tira la pala a un lado y hace rodar el cuerpo envuelto en
la tumba. Luego vuelve a tomar la pala y la cubre.
Permanezco en silencio, meciéndome de un lado a otro, con los brazos
cruzados sobre mi pecho, tratando de mantener el calor. Antes de salir, me
puse unos pantalones de yoga, una zapatillas de deportivas y una de sus
sudaderas con capucha.
Una vez que termina, arroja la pala sobre su hombro y, en silencio,
empezamos a caminar de regreso a la catedral y hacia su camioneta. Pero
me sorprende cuando abre la puerta trasera del edificio y me arrastra al
interior.
Caminamos por un pasillo hasta una puerta que él abre de un
empujón. Es una especie de oficina. Tira la pala sucia al suelo y se gira para
mirarme.
—¿Qué estamos...?
La puerta que se abre detrás de mí me hace dar un salto, mi corazón
empieza a latir con fuerza en mi pecho y chillo cuando veo a Gunner asomar
la cabeza.
—Estamos listos —dice alegremente.
Ryat asiente.
—Gracias.
Gunner entra, coloca una caja en el suelo y se queda ahí, mirándome.
Mis ojos muy abiertos se dirigen a Ryat.
—¿Qué está pasando? —pregunto.
319
Se acerca a mí, toma mi rostro con sus manos cubiertas de suciedad
y lame sus labios.
—¿Confías en mí?
—Sí —digo sin dudar, aunque mi cuerpo tiembla con nerviosismo.
¿Esta es otra prueba? ¿Qué pasa si fallo?
Sus ojos examinan los míos.
—Necesito que vayas con Gunner.
—¿Qué? —grito—. No, Ryat...
—Confía en mí, Blake. —Él asiente hacia mí—. Necesito que vayas
con Gunner.
Se me forma un nudo en el estómago, y mi mente corre a cien
kilómetros por hora con todos estos escenarios diferentes de lo que está a
punto de suceder. ¿Por qué quiere deshacerse de mí? ¿No he demostrado
que puedo soportar lo que él hace? ¿Qué debe hacer una Lady?
—Está bien —susurro, sabiendo que no se puede luchar con él. Y no
mentí. Confío en él. Si quiere que vaya con Gunner, entonces es lo que haré.
Se inclina y me besa tiernamente mi frente, luego da un paso atrás.
Sus manos caen a los lados y yo me giro, dándole la espalda, y sigo
a Gunner fuera de la habitación.
Permanezco en silencio mientras lo sigo por el pasillo hasta una nueva
puerta. Esta catedral es grande, pero ya he recorrido este pasillo antes. La
última vez, estaba empapada y tenía las manos esposadas en mi espalda.
Gunner se detiene y abre una puerta.
—Las Ladies primero. —Me hace un gesto para que vaya.
Ingresando en la sala, mi cuerpo se pone rígido al ver los bancos llenos
de Lords. Todos están vestidos con capas y máscaras, sentados en silencio.
Deben haber llegado mientras nosotros estábamos en el cementerio, porque
cuando llegamos, el estacionamiento estaba vacío. Ryat tardó una buena
hora en enterrarla. Tal vez incluso más que eso. Lo único que sé es que me
alegro de que haga más calor aquí que fuera.
Gunner agarra mi mano y obliga a mis pesadas piernas a caminar
hacia el primer banco. Ya hay un asiento vacío en el extremo, el más cercano
al pasillo. Me siento allí y lo miro, esperando que me diga algo que me ayude
a saber lo que está pasando, pero en vez de eso, me da la espalda y vuelve
a salir por la puerta lateral, dejándome sola.
320
Mis piernas empiezan a rebotar y jugueteo nerviosamente con mi
anillo de bodas cuando escucho un ruido en el balcón del segundo piso.
Miro hacia arriba y veo a dos hombres vestidos con capas y máscaras que
arrastran a una mujer hacia el centro, donde veo una silla ya ubicada justo
en el borde de la piscina de bautismo.
Solo lleva una camiseta y un par de bragas negras con una capucha
sobre la cabeza. Ella lucha contra los dos Lords, y eso hace que su ya corta
camiseta muestre su estómago. La empujan hacia la silla, donde proceden
a atarle las muñecas a los reposabrazos de madera, y luego hacen lo mismo
rápidamente con los tobillos.
Trago saliva con nerviosismo y miro a los Lords que están sentados
en los bancos para ver una reacción a lo que está sucediendo. Pero, por lo
que sé, podrían estar todos durmiendo, ya que no puedo ver sus rostros.
¿Es otra ceremonia? Si es así, ¿Seré la siguiente? ¿Qué vamos a
jurar?
Los dos Lords se alejan de ella, y el de la izquierda le quita la capucha.
Mis manos se mueven hacia mi rostro para cubrir mi boca antes de que el
grito ahogado pueda escapar. Es la novia de Matt, Ashley.
Mis ojos recorren el escenario, observando cómo ambos hombres
retroceden varios pasos más y cruzan los brazos sobre sus pechos.
El sonido de una puerta crujiendo se apodera de la sala y miro a mi
derecha. Mi estómago da un vuelco cuando veo que es Ryat. No lleva capa
ni máscara. Está vestido con un jeans, camiseta y botas de combate. Está
sucio, cubierto de tierra, y su camiseta está mojada por el sudor mientras
cavaba en la parte de atrás.
Lentamente, sube las escaleras hasta el segundo piso, tomándose su
tiempo como lo ha hecho toda la noche. Ashley lo ve y se retuerce en la
silla. Ryat se detiene junto a ella, y me tenso.
¿Qué está haciendo?
¿Por qué la lastimaría? Ella no debería ser responsable de las acciones
de Matt.
Dándose la vuelta, se acerca a una mesa en la esquina y toma un
cuchillo. Estoy a punto a decirle que se detenga, pero tapo mi boca con
ambas manos antes de que pueda pronunciar las palabras. Me dijo que
confiara en él. Tal vez solo vaya a asustarla.
—Ashley —dice su nombre, y ella gime, tirando de sus ataduras. La
321
cinta adhesiva sobre su boca le impide hablar—. Supongo que sabes por qué
estás aquí.
Ella niega con la cabeza y las lágrimas corren por su rostro.
Él se pone a su lado y le quita la cinta.
—¡Lo lamentaras hijo de puta! —grita ella—. ¡Matt te va a matar! —
Mueve la cabeza de un lado a otro, haciendo que su cabello rubio
blanquecino golpee su rostro.
—Es curioso que creas que le importas una mierda —dice Ryat, y
todos los Lords se ríen de eso.
Ella le muestra los dientes.
—Me ama más de lo que jamás amará a esa perra.
Quito las manos de mi boca. Tiene que estar hablando de mí.
—Debe ser por eso que la desea tanto. —Él asiente—. Para
demostrarte que te quiere más. —Extendiendo la mano, pone la punta del
cuchillo en su mejilla, y ella trata de apartar la cabeza tanto como pueda—
. Vamos a jugar a un juego —dice Ryat—. Se llama confesionario. Apropiado,
¿no? Voy a hacerte una pregunta, y cada vez que te niegues a contestar o
mientas, te haré un corte.
—¡No te diré una mierda! —grita.
—Eso es lo que todos dicen. —Pasa la punta de la hoja del cuchillo
por su cuello, por debajo de su oreja, y la sangre brota al instante de la
herida mientras los altos techos abovedados se llenan con su grito
ensordecedor.
—Comenzaremos con algo fácil —anuncia Ryat—. ¿Sabías que Matt
y Blakely estaban juntos cuando la conociste en la fiesta en la Casa de
los Lords?
—Sí —espeta ella.
Me siento más erguida. ¿Sabía quién era yo? ¿Él le había hablado de
mí?
—¿Y aun así aceptaste ser su elegida antes de esa noche? —
pregunta Ryat, inclinando la cabeza hacia un lado.
—Me contó todo sobre ella. La perra estaba obsesionada con él.
Mis dientes rechinan ante sus palabras, pero no estoy segura de por
322
qué estoy sorprendida. Los hombres como Matt siempre hacen parecer que
todas las mujeres los desean. Lo hice porque es lo que se me permitió querer.
Si hubiera tenido opciones, seguro que habría elegido a otra persona para
salir.
—Estaba desesperada. Una maldita puta hambrienta que no podía
entender una indirecta —grita—. Deberías saberlo, se casó con el primer
tipo con el que se acostó.
Creo que ella intentaba que eso fuera como un insulto para Ryat, pero
él se limita a sonreírle, orgulloso del hecho de haberme quitado la
virginidad.
Mis manos se cierran en puños. En realidad, sentía pena por ella,
pensé que tal vez no sabía qué clase de hombre era, pero sabía que
estábamos juntos. Sabía que yo era virgen. ¿Cuánto más le dijo Matt?
Recostándome en el banco, cruzo los brazos sobre mi pecho, lista para
escuchar lo que él le va a hacer confesar.
Capítulo 43
RYAT
Traducido por Danielle
Corregido Kote Ravest
BLAKELY
Me siento entumecida.
Ni siquiera me entristece que Ryat haya torturado a la mujer o el
hecho de que parecía que lo disfrutaba.
Sentada aquí, me doy cuenta de que todo ha sido una mentira. Es
decir, una parte de mí ya lo sabía, pero pensarlo y confirmarlo son dos cosas
muy diferentes.
327
Ahora solo parezco una estúpida. Todo el tiempo que estuve con Matt,
él tenía a alguien más. Y ella sabía de mí. Ella estaba en todo, fingiendo que
no sabía quién era yo. Ayudándolo cuando escapé. Me vigilaba como mi más
grande admiradora.
Todos los Lords se levantan y salen de la catedral uno por uno, y yo
me quedo plantada en mi asiento, incapaz de moverme. En vez de eso, mis
ojos están fijos en el vidrio que muestra el interior de la piscina de
bautismo.
El cadáver de Ashley está en el fondo, todavía atado a la silla en el
agua roja. Cada momento de mi vida en los últimos dos meses ha sido
rastreado o forzado de alguna manera.
La única decisión real que tomé fue la de seguir siendo la esposa
de Ryat. Él fue obligado a elegirme como su elegida. Me sentí obligada a
casarme con él para salvarme de Matt. Ryat dijo que no estaba prestando
atención si pensaba que quería divorciarse de mí, pero elegí no firmar esos
papeles. Quería luchar por él. Por nosotros. En un mundo lleno de humo y
espejos, él es algo real. Llegamos aquí por casualidad, pero seguimos juntos
por elección.
No puedo agradecerle lo suficiente por encontrarme cuando escapé.
Pensé que Ryat me estaba vigilando mientras yo estaba fuera, pero resulta
que era Matt. Tenía los ojos puestos en mí, y cuando se dio cuenta de
que Ryat se estaba acercando, le pagó a un pedazo de mierda llamado Derek
para que me matara.
—¿Blake?
Parpadeo, bajando la mirada y veo un par de ojos verdes
mirándome. Ryat está arrodillado frente a mí. No digo nada. Mis labios no
funcionan.
Él suspira con fuerza. Extiende la mano y pasa su pulgar por mi
mejilla, luego lo limpia en sus jeans ya ensangrentados. ¿Estoy llorando? No
estoy segura de por qué estaría llorando. No siento nada por esa perra que
acaba de matar.
—Vamos. —Toma mi mano y tira de mí para ponerme en pie, pero mis
piernas ceden, así que me levanta, acunándome en sus brazos.
Mi cabeza cuelga del lado de su antebrazo, y miro hacia arriba para
ver a Gunner y Prickett sacando el cuerpo sin vida de Ashley del agua.
Siguen vestidos con sus capas, pero sus máscaras están en el suelo.
Observo cómo cortan las bridas y su cuerpo cae al suelo con un ruido sordo,
328
luego Ryat camina hasta la puerta y ya no puedo verla. Una parte de mí
quiere ver cómo la entierran. Fue satisfactorio saber que Cindy estaba bajo
tierra en un cementerio donde nadie miraría. Quiero esa misma satisfacción
con Ashley también.
Ryat me coloca en el asiento del copiloto de su camioneta, abrocha mi
cinturón de seguridad y cierra la puerta. Apoyo la cabeza en la fría ventanilla
mientras nos lleva quién sabe dónde.
Ni siquiera presto atención a dónde vamos. Su teléfono suena dos
veces y habla con alguien por el bluetooth, pero, de nuevo, no le prestó
atención.
¿Ya no importa nada? ¿La vida?
Matt me quiere muerta. Especialmente ahora. ¿Qué pasa si tiene
éxito? Quiero pasar más tiempo con Ryat. Quiero que tengamos hijos.
¿Debería conseguir eso? ¿Lo merezco? No. No soy diferente de los que
intentan matarme. Pero todos los demás también están haciendo todo lo
posible para conseguir lo que quieren. Voy a hacer lo mismo.
«O matas o te matan» me había dicho Ryat una vez. No entendía qué
tan cierto era eso, pero ahora lo entiendo. Es solo un juego, y quién sabe
quién seguirá vivo cuando termine.
329
Capítulo 44
RYAT
Traducido por Danielle
Corregido Kote Ravest
BLAKELY
¡Esto es real!
Esto es lo que quería. Todo el tiempo. Aceptación, amor, comprensión.
¿Y si tiene razón, y esto es todo lo que tenemos? Y cuando mueres,
simplemente... te vas. Eventualmente ni siquiera serás un recuerdo para
nadie.
Puedo vivir con eso porque lo tengo a él.
Envolviendo mis brazos alrededor de su cuello, acerco su rostro al
mío. Sus manos golpean la pared, dejando el más mínimo espacio entre
nuestros labios. Mis ojos observan su afilada mandíbula, la curvatura de
sus labios y sus ojos verdes, se ven diferentes ahora que sé quién es
realmente, más sexy de una manera que hace que mi sangre bombee.
Sé quién eres, Ryat Alexander Archer. No me asusta lo que veo, ni
me avergüenza.
Su cabello oscuro está mojado, y algunos de los mechones más largos
caen sobre su rostro hasta sus ojos cuando el agua nos golpea. Inclinándose
hacia adelante, está a punto de presionar sus labios contra los míos, pero
me alejo lo suficiente para mirarlo a los ojos nuevamente y susurrar:
— Te amo, Ryat.
Sus labios capturan los míos y me abro a él, dejándole tomar el
332
control. Es apasionado y necesitado al mismo tiempo. El agua que cae sobre
nosotros hace que nuestros labios se vuelvan resbaladizos, el beso
desordenado. Sus dientes chocan con los míos y gimo, deseando que
muerdan mi piel, que marquen una maldita cicatriz para que siempre tenga
un recuerdo de esta noche.
Pensé que sabía cómo sería el amor casándome con Matt. No es lo que
soñé, pero sería tolerable. Ryat me ha demostrado que hay más ahí fuera.
Ya no me conformo con algo; lo estoy aceptando.
Una de sus manos se enreda en mi cabello mojado y levanto la pierna
izquierda para rodear su cadera.
—Joder, Blake —gruñe, apartando su rostro del mío. Sus labios se
posan en mi cuello e inclino la cabeza hacia un lado—. Te amo jodidamente
tanto.
Respiro entrecortadamente.
—Te amo...
Sus labios vuelven a capturar los míos y su mano cae entre nuestros
cuerpos. Luego desliza su dura polla dentro de mí. Golpeando la parte
posterior de mi cabeza contra la pared, jadeo cuando me penetra
profundamente. Todavía estoy sensible, pero no voy a rechazarlo. Ahora no.
Ni nunca.
Ryat Archer es un asesino, y todo lo que puedo pensar es que desearía
poder demostrar mi amor por él de la misma manera que él lo ha hecho por
mí. Él se merece eso. Sangre por sangre. Ha derramado tanto por mí. No
tengo miedo de sangrar por él.
Jadeo, mis manos se clavan en su piel, siento sus músculos tensos
mientras sus dedos se clavan en mi trasero, y me levanta.
—Sí — jadeo mientras él se retira y empuja su pene dentro de mí y mi
espalda golpea la pared—. Oh, Dios. —Mis ojos se cierran y él acelera su
ritmo, follándome como me gusta.
El agua de los rociadores se desliza entre mis labios separados y la
trago, tratando de recuperar el aliento. Si esto es lo que se siente al
ahogarse, no quiero estar por encima del agua.
El baño se llena con sus gruñidos y el sonido de nuestros cuerpos
colisionando. Mis piernas se tensan alrededor de sus caderas y bloqueo mis
tobillos, aferrándome a su piel resbaladiza. No puedo acercarlo ni
profundizarlo lo suficiente. Quiero que este hombre me consuma. Que tome
los pequeños trozos que quedan de mí y los haga suyos.
333
No soy el tipo de mujer que necesita saber quién soy. Todo lo que
necesito saber es quién soy con él. Y sé exactamente quién es él. Nada más
importa.
Me embiste y su polla golpea ese punto que siempre hace que mi
cuerpo arda de adentro hacia afuera. Mis gemidos se hacen más fuertes, mi
respiración más pesada.
Me separa de la pared, solo para estrellarme contra otra, forzando un
grito en mis labios.
—Eso es lo que quería escuchar —gruñe. Su boca se acerca a mi cuello
y siento que succiona mi piel.
—¡Ryat! —grito su nombre, mi corazón ya acelerado, el fuego
comienza. Embiste con más fuerza, más rápido, sabiendo que estoy ahí.
Cierro los ojos y dejo que la ola me invada, sabiendo que ya me estoy
ahogando. ¿Por qué no dejar que me arrastre?
Me acuesto en la cama, escuchando la música que suena debajo de
nosotros. No es tan malo, pero definitivamente se nota.
—Tengo que volver a la cabaña —digo.
—No vas a volver allí —afirma, entrando en el dormitorio con una
toalla envuelta alrededor de sus caderas. El agua sigue cayendo sobre su
esculpido pecho y sus abdominales. Tiene los brazos enrojecidos por mis
uñas clavándose en ellos en la ducha.
—Tengo que recoger mis libros para las clases de mañana. —Es lunes
y tengo que volver a Barrington. Joder, voy a estar muy atrasada. A estas
alturas, estoy reprobando todo. He perdido tanto trabajo, solo para que no
haya valido la pena. En ese momento, no me importaba volver, pero era
entonces cuando iba a vivir mi vida huyendo. Ese ya no es el caso.
Está a punto de secar el agua de su cabello, pero se detiene. Una
sonrisa se dibuja en sus labios, y entonces comienza a reírse.
—¿Qué es tan gracioso? —Me incorporo.
334
—Ya terminaste la escuela, Blake —anuncia.
—¿Perdón? —argumento.
—Te fuiste. ¿Crees que las personas no se iban a dar cuenta de que
no estabas allí?
Para ser sincera, nunca lo había pensado. Cuando corres por tu vida,
tus clases universitarias ya no importan.
—Entonces, ¿Qué? Simplemente no puedo no volver. Ryat, necesito
un título. Y mis padres me matarán. Tal vez esa es otra razón por la que mi
padre estaba tan enojado conmigo por haberme ido de la ciudad.
—No te preocupes, lo he cubierto —anuncia
Arqueando una ceja, repito lentamente sus palabras.
—¿Lo has cubierto? —Asiente—. ¿Qué demonios significa eso? —Voy
a necesitar que me aclare exactamente lo que ha hecho.
—Le dije a todos que nos habíamos tomado una semana libre para
nuestra luna de miel. —Se encoge de hombros—. Éramos recién casados.
Tenía sentido.
—¿Qué? —Me quedo boquiabierta—. ¿Y las otras dos semanas?
—Le pagué a alguien para que te sustituya. Te cubrirán el resto del
año —explica con indiferencia. Como si no fuera gran cosa que otra persona
vaya a la escuela por mí.
—Ryat ... —gruño su nombre, pero hago una pausa, pensando en lo
que dijo antes. ¿Dijo nosotros? —. ¿También te saltaste la primera semana?
—Me he saltado todos los días.
Jadeo.
—¡Ryat! ¿Por qué diablos harías eso?
—¿Esperabas que siguiera con mi vida? ¿Sentarme en las putas clases
mientras tú estabas huyendo y en peligro? —pregunta con una risa áspera.
Resoplo.
—Estaba bien.
Sus ojos se agrandan ante la mentira, cualquier sentido de alegría ha
desaparecido.
—¿Hablas jodidamente en serio en este momento?
335
En lugar de contestarle, cruzo los brazos sobre mi pecho expuesto.
—Ese hombre iba a matarte —gruñe.
—Por tu culpa —espeto.
Se pone rígido y sus ojos se oscurecen.
—¿Perdón?
¿Cómo se atreve a tomar una decisión tan importante por mí? Pero no
sé por qué me sorprende. Quiero decir, mira cómo hemos llegado hasta aquí.
—Me dijo que estabas en deuda con él. Que iba a enviarme de vuelta
a ti en pedazos. Así que, yo estuve en peligro solo por tu culpa. —Esto no es
nuevo para él. Ryat acaba de hacer que Ashley confiese que un hombre
llamado Derek, supongo que ese es el tipo, fue enviado para vigilarme. Pero
no le había dicho lo que el tipo me dijo.
—Él te dijo esa mierda, ¿y ahora me lo estás diciendo? —grita, con el
rostro enrojecido.
Me encojo de hombros despreocupadamente.
—Nunca preguntaste. Estabas demasiado ocupado drogándome y
arrastrándome. Ah, y luego tuve que hacer la prueba. Porque, ya sabes,
los Lords dijeron que era hora de poner aún más tensión en nuestro
matrimonio…
Se acerca y agarra una lámpara, lanzándola al otro lado de la
habitación. Se hace añicos, golpeando una pared, interrumpiéndome. El
silencio desciende sobre nosotros; el único sonido es el tenue bajo de la
música del club debajo de nosotros, y mis hombros caen mientras me siento
en la cama desnuda.
Dándose la vuelta, coloca sus manos sobre la cómoda y se inclina
sobre ella. Observo la forma en que se ondulan los músculos de su espalda
cubiertos de marcas de arañazos mientras trata de calmar su respiración.
—Sé que no fue tu culpa —digo en voz baja. Fue de Matt. Todo empezó
por él—. Tú me salvaste...
—Sin embargo, lo fue —interrumpe y se da la vuelta—. ¿Cómo crees
que te encontré?
Frunzo el ceño.
—Yo... no lo sé.
336
Pasa una mano por su rostro y se apoya en la cómoda.
— ¿Recuerdas esa noche que Gunner y yo las encontramos a ti y a
Sarah aquí en Blackout?
Asiento con la cabeza, frunciendo el ceño.
—Sí, pero ¿Qué tiene que ver eso con todo esto?
—Un par de tipos se insinuaron con ustedes en el bar —añade.
Me siento más erguida.
—¿Cómo te enteraste de eso? —Nunca se lo dije. Tal vez Sarah le contó
a Gunner sobre nuestra noche.
—Estábamos aquí arriba, observándolas y los vimos acercarse a
ustedes —admite.
—¿Cómo hiciste...? —Asiento para mí—. Mi celular. Nos rastreaste
hasta aquí. Me preguntaba cómo nos habías encontrado. —Joder, debería
haberlo sabido. Si hubiera abierto los ojos, probablemente podría haberlo
deducido.
—Resumiendo, Gunner y yo los matamos —confiesa como si no fuera
gran cosa.
—¿Qué? —jadeo—. Ryat...
—Llevaban drogas, Blake. Una mierda que comprobó que iban a hacer
algo más que invitarles unas copas —suelta, y luego deja salir un fuerte
suspiro.
—¿Lo descubriste antes o después de matarlos? —exijo.
—Después.
—Jesús, Ryat. —Paso una mano por mi cabello aún húmedo.
Entiendo que podrían habernos lastimado, pero él los mató antes—. No
puedes seguir matando personas al azar.
—Mataré a quien toque lo que es mío, Blake —afirma con naturalidad.
Bajando la voz, continúa—: Estaban aquí con un amigo, un tercer tipo. Vio
lo que pasó y supo que nos ocupamos de ellos. Obviamente, no sabía en ese
momento que Ashley te había seguido cuando huiste, pero Ty escuchó
hablar en Blackout de que el tipo sabía dónde estabas. Lo seguimos. Me hizo
pensar que Matt se lo había dicho, y nos llevó directamente a ti.
337
—No... —Hago una pausa, intentando que mi cerebro encaje todas las
piezas. Tuvo que ser el tipo del tatuaje en la nuca. Nunca vi su rostro aquella
noche aquí en el bar con Sarah, pero tiene sentido.
Asiente, estando de acuerdo conmigo.
—Matt lo envió cuando Ashley se cansó de vigilarte. Sabía dónde
estabas. Tal vez no le importaba ir a buscarte en ese momento. Él quería
sentarse y ver lo que yo hacía cuando te fuiste. En ese momento se trataba
más de mí que de ti.
—Pero... nos acabamos de enterar... — Me detengo ante la mirada en
su rostro inexpresivo. Él ya sabía todo esto, pero quería que Ashley
confesara delante de los Lords, dándole la razón que necesitaba para
matarla—. No puedo creer esto.
—¿Qué parte exactamente?
—Todo —digo, mirándolo a través de mis pestañas—. Dios, Ryat,
¿Cuántos secretos me estás ocultando?
—No llevo la cuenta —afirma, con sus ojos verdes clavados en los
míos.
—¿Esto es una broma para ti? —exijo, arrojando las sábanas sobre
mi cuerpo y levantándome de la cama.
—No. Todo lo que tenga que ver contigo me lo tomo jodidamente en
serio —responde, apartándose de la cómoda.
Me acerco a él y lo miró fijamente.
—¿Qué más tienes que decirme en este momento?
—Nada.
—Me estás mintiendo.
Baja su rostro hacia el mío, con una sonrisa tirando de sus labios, y
dice:
—Demuéstralo.
Estoy a punto de abofetearlo, pero toma mi muñeca con una mano y
envuelve la otra alrededor de mi garganta, empujando mi espalda contra la
pared más cercana.
—¿Quieres volver a intentarlo, Blake?
—Que te jodan, Ryat —gruño.
338
Cuando suelta mi muñeca, mi brazo cae a mi lado mientras él se
acerca a mí, rozando con su nariz la punta de la mía.
—No importa lo que haga... —Sus manos se deslizan por mis caderas
desnudas hasta mis costillas—. Nunca tendré suficiente de ti—gruñe, con
voz áspera.
Mi corazón empieza a latir más rápido ante sus palabras, pero todavía
estoy enfadada con él, así que le digo:
— Bien. Porque estarás atrapado conmigo hasta que mueras.
Inclinando un poco la cabeza, besa ligeramente la punta de la nariz.
—Eso es todo lo que quiero.
—¿No eres tú el romántico? —digo, tratando de mantener mi
respiración nivelada. No quiero mostrarle que mis muslos se tensan
mientras hablamos. Lo único que nos separa es su toalla. Yo ya estoy
desnuda.
—Blake, seré lo que necesites.
Capítulo 45
RYAT
Traducido por Danielle
Corregido Kote Ravest
BLAKELY
353
Capítulo 47
RYAT
Traducido por OnlyNess
Corregido Kote Ravest
BLAKELY
362
La ayudo a salir de la bañera después de lavar su cabello y enjabonar
su cuerpo. La envuelvo con la toalla antes de levantarla en mis brazos.
Está a punto de quedarse dormida. Nuestra pequeña sesión en el
sótano tomó lo poco que le quedaba para dar. La coloco en el borde de la
cama, la seco un poco más y luego se acuesta, acurrucándose en las
sábanas.
—Toma. —Le entrego dos analgésicos, sabiendo que su mandíbula
tiene que estar dolorida junto con todo lo demás. No quería tenerla ahí abajo
por mucho tiempo, teniendo en cuenta la posición en la que la tenía.
Se los toma y me entrega su botella de agua. La coloco en la mesita
de noche y me arrastro junto a ella.
—Acuéstate boca abajo —le ordeno.
Me siento a horcajadas sobre su espalda y froto mis manos
rápidamente, calentándolas antes de colocarlas sobre su piel. Gime cuando
comienzo a masajear. Tal vez pase un minuto antes de que la escuche
comenzar a roncar suavemente, pero sigo frotando su espalda, brazos y
piernas, con la esperanza de que eso la ayude a el dolor cuando se despierte
por la mañana.
Una vez que termino, me acuesto y la atraigo hacia mí. Beso su cabello
mojado y le susurro:
—Te amo. —Espero que pueda escucharme antes de cerrar los ojos.
Los abro de golpe cuando escucho sonar mi celular.
Gimiendo, me acerco a la mesita de noche y lo agarro.
BLAKELY
367
Capítulo 49
RYAT
Traducido por OnlyNess
Corregido Sand
BLAKELY
373
Capítulo 50
RYAT
Traducido por OnlyNess
Corregido Sand
BLAKELY
383
Capítulo 51
RYAT
Traducido por OnlyNess
Corregido Sand
BLAKELY
club.
—Hice que Gunner y Prickett lo hicieran mientras estábamos en el
387
—¿Por qué?
—Porque pensé que tal vez Matt andaba por aquí y no quería que viera
el interior de la casa.
Asiento en señal de comprensión.
Suspirando, se acerca a mí y besa mi cabello.
—No estarán para siempre —promete como si se diera cuenta de que
las odio.
Entra en la cocina y yo me dirijo al baño, con ganas de darme un baño
caliente. Estoy mental y físicamente agotada. Me desvisto, me quito la
camiseta y luego empujo mis pantalones cortos por mis piernas junto con
mi ropa interior. Me doy la vuelta y me paro delante del espejo. No me vi en
uno desde que Matt golpeó mi rostro contra el volante. No quería tener que
ver lo que ya sabía: me dejó fea.
Este era su objetivo. Hacer que Ryat me viera como algo repulsivo.
Matt quiere que Ryat me rechace. Ya no es que Matt me quiera. No. No pudo
vencer a Ryat, así que ahora va a ponerlo en mi contra. Es el único ángulo
que le queda por jugar.
Ryat entra en el cuarto de baño y agacho la cabeza, incapaz de
encontrar sus ojos en el espejo.
—Oye. —Sintiendo las puntas de sus dedos en mi cuello, aparta el
cabello de mi rostro con una mano mientras con la otra me aparta de la
encimera para colocarme frente a él—. Blake, mírame.
Sintiéndome derrotada, levanto la cabeza.
—¿Te duele? —pregunta, preocupado en el momento en que me ve
luchando contra las lágrimas.
—No —susurro.
Me dedica una sonrisa de disculpa.
—Siento lo de tu padre.
Aparto la mirada de él, mirando el techo blanco y negándome a dejar
caer esas lágrimas. Están tan cerca del límite.
—Blake —exige mi atención—. Háblame.
Tragando el nudo en mi garganta, dejo de luchar contra él.
—Él quiere que me dejes —susurro.
388
—¿Qué quieres decir con que te abandone? —Su ceño se frunce ante
la pregunta—. ¿De quién estás hablando?
—De Matt. Quiere hacerme fea, para que me dejes.
—Blake… —Suspira con fuerza—. ¿Es eso lo que piensas?
—Es lo que sé.
Se acerca a mí, desliza ambas manos en mi cabello y mantiene mi
cabeza firme.
—Te amo —dice, haciéndome sorber—. Eres la única mujer a la que
le he dicho eso. Y seguirá siendo así hasta el día de mi muerte. Tu rostro se
curará, tus cicatrices se desvanecerán, pero mi amor por ti no va a cambiar.
Así que, sea lo que sea que te haya dicho, o te haya hecho sentir, no dejes
que te afecte. Eso es lo que él quiere. ¿Entiendes?
Sus palabras hacen lo que traté de evitar, y las lágrimas se derraman
sobre mis pestañas inferiores, solo que por una razón diferente. Aquella
noche todavía está bastante borrosa. Sé que fue Matt, pero no recuerdo
realmente ninguna conversación que hayamos tenido, si es que la tuvimos.
Solo sé que éste tiene que ser su plan. Quiere que me aleje de Ryat, y sabe
que nunca lo dejaría.
Se inclina y presiona un suave beso en mis labios, sabiendo que puede
saborear mis lágrimas. Cuando se aleja, me agarro a su camisa, sin dejar
que se aleje demasiado.
—¿Quieres bañarte conmigo?
—Por supuesto.
Entonces responde:
—Te dije que así lo hice.
—¿Tienes alguna pregunta para mí? —cuestiona, sentándose frente a
mí en la enorme bañera de hidromasaje. La llené en exceso con una tonelada
de burbujas. Toma mi pie y empieza a frotarlo mientras lo coloca sobre su
muslo bajo el agua.
389
—¿Sobre qué?
—Sobre la noche en que Matt y yo tuvimos nuestra misión.
—Dijiste que no lo delatarías. No estoy segura de querer saberlo. Ni
siquiera sabía que LeAnne existía, ¿y ahora se supone que debo escuchar
cómo mi ex la mató? Incluso eso es demasiado jodido para mí.
—Te diré cualquier cosa —responde Ryat.
—¿Cualquier cosa? —Arqueo una ceja y él se ríe, con una sonrisa
juguetona en sus labios.
—Esa fue probablemente la respuesta incorrecta. —su sonrisa se hace
más grande.
—Tú lo has dicho.
Asiente.
—Está bien. Cualquier cosa.
—Háblame de cuando estuviste en la cárcel. —Desde que hizo ese
comentario, no puedo quitarme la imagen de él esposado de mi cabeza.
Estoy segura de que se habrá visto tan sexy como lo imagino.
—Captaste eso, ¿eh? —Suelta mi pie por un segundo y extiende su
mano pasándola por su cabello mojándolo y poniéndolo de punta—.
¿Recuerdas esa vez que puse droga en tu agua y te acosté en tu apartamento
antes de desaparecer? —Su mano se hunde en el agua y vuelve a frotar mi
pie.
—Sí… —¿Qué tiene eso que ver?— Espera… ¿fuiste arrestado? ¿Ahí
es donde estuviste? —Prickett me dijo que estaba en una misión y que no lo
llamara ni le enviara mensajes de texto porque no respondería.
—Bueno, técnicamente no fui arrestado. Fue una misión para la que
Matt me ofreció como voluntario.
Frunzo el ceño.
—¿Por qué haría eso? ¿Otro de sus locos planes?
—Exactamente —dice, confundiéndome aún más—. ¿Recuerdas
cuando estuvimos aquí, antes de regresar a tu casa, y tenía la televisión
encendida? ¿Hubo un tiroteo? —Asiento—. Era la casa de un juez. Un Lord.
390
Hubo un atentado contra él. Alguien entró, pero él no estaba en casa en ese
momento. En su lugar, mataron a su hijo de seis años.
Jadeo, colocando la mano sobre mi boca.
—¿Por eso fuiste tan malo conmigo? —pregunto recordando lo que me
dijo en la casa de los Lords después de su reunión.
«Dije que no voy a hacer esto ahora. Y lo dije en serio. Así que, a menos
que quieras verme realmente enojado, te sugiero que retrocedas de una
maldita vez. —Su voz es baja, sus palabras controladas, pero su mano
alrededor de mi garganta tiembla, revelando sus verdaderos sentimientos en
este momento.»
Asiente.
—Tuvimos una reunión de emergencia en la casa de los Lords.
Necesitaban dos voluntarios. Iba a ofrecerme cuando Matt se me adelantó,
ofreciéndonos a los dos.
Los chicos no estaban en buenos términos entonces, así que ¿por qué
haría eso?
—¿Qué hiciste?
—Dije que sí. —Se encoge de hombros.
—¿Entonces qué pasó?
—Tuve cinco horas para poner mis cosas en orden, y una de esas
cosas eras tú. Te drogué con el agua, necesitaba que estuvieras dormida
mientras me iba. Matt y yo nos encontramos en la catedral y nos
secuestraron donde el juez se encontró con nosotros y…
Me siento y dejo que me cuente toda su experiencia en la cárcel con
Matt mientras frota mis pies bajo el agua caliente. Cada palabra hace que
mi corazón martillee. ¿Cómo puede hacer esto todos los días? ¿Simplemente
ir a ciegas a una tarea que no tiene ni idea de qué es? ¿O de por qué tiene
que hacerlo?
—Espera. —Lo detengo—. Volviste a mi apartamento casi sin poder
permanecer de pie. ¿Acababas de salir?
—Lo hice. —Asiente—. Matt intentó matarme mientras estaba allí. Me
ofreció la misión para alejarme de ti, pero cuando se dio cuenta de que
volvería contigo en poco tiempo, tuvo que idear un nuevo plan.
Dejo escapar un largo suspiro mientras los puntos comienzan a
conectarse.
391
—Increíble. —Niego con la cabeza.
—¿Qué?
—Por eso te casaste conmigo —digo con conocimiento de causa—.
Porque intentó matarte. Así que necesitabas nueva munición para
restregárselo en la cara. —Él solo me mira mientras continúo—. ¿Y qué
mejor lugar para anunciarlo que la fiesta anual en casa de los Lords frente
a todos? —Todo estaba planeado. Ni siquiera puedo estar enojada en este
momento. Estaba muy bien pensado.
—Así es. —Asiente. Extendiendo la mano hacia delante, agarra mis
manos y me atrae hacia él, nuestros rostros casi se tocan, nuestros cuerpos
estallan las burbujas—. Siempre he sido una persona egoísta, Blake.
Dispuesto a hacer lo que sea necesario para llegar a donde quiero. Y de todas
las cosas que he hecho, tú eres por mucho la mayor recompensa a mi
egoísmo.
Capítulo 52
RYAT
Traducido por OnlyNess
Corregido Sand
BLAKELY
397
Capítulo 53
RYAT
Traducido por OnlyNess
Corregido Sand
¡Que me jodan!
Se maquilló más de lo habitual. Sombra de ojos negra con pestañas
postizas gruesas y largas. Se ven como telarañas en la parte superior hechas
con un delineador negro. Hace que sus ojos azules se destaquen aún más.
Sus labios están pintados de un rojo intenso.
Mis ojos se dirigen a su cuello. También tiene maquillaje. Ha hecho
que parezca que su cuello ha sido cortado de un lado a otro. La sangre falsa
sale de la herida y se derrama sobre sus pechos, expuestos por su vestido
398
escotado. En el centro de su pecho hay una cruz invertida, como la que hay
sobre la entrada principal de la catedral.
Extiendo la mano, paso mis nudillos por él y la deslizo dentro del
vestido, sintiendo lo que ya sabía: no lleva sujetador.
Arqueando una ceja, le digo.
—Realmente te lo estás buscando, ¿verdad?
—Tal vez. —Coloca el sorbete entre sus labios y succiona.
—Te faltan algunos accesorios.
Deja de succionar su bebida y me mira con el ceño fruncido.
—¿Cómo qué?
Me inclino hacia ella y acerco mis labios a su oreja.
—Esa mordaza de boca abierta con tu cuerpo cubierto de tu propia
saliva y mi semen. —Me retiro, la miro y ella traga.
¡Mierda, se vería increíble! Ese vestido hecho jirones en el suelo, su
cuerpo atado, desnudo y amordazado en el búnker, listo para que yo lo use,
suena perfecto. Preferiría pasar la noche con ella así que aquí.
Sus ojos se dirigen a mis jeans negros, y el contorno de mi dura polla
queda a la vista.
—Sí —le digo, y ella me mira—. Mi polla está tan dura como tu coño
mojado. —Estoy seguro.
—Ryat. —Empujando mi pecho, se ríe, pensando que estoy
bromeando.
Agarro su mano y tiro de ella hacia mí, su cuerpo choca contra el mío.
Levantando la mano, acaricio su mejilla, pasando suavemente mi pulgar por
sus labios pintados.
—Sé lo que estás haciendo.
—¿Y? —susurra, separando sus labios. Su lengua se desliza entre
ellos, succionando mi dedo en su boca.
—Está funcionando. —Gruño.
Retrocediendo, saco mi pulgar de su boca y ella sonríe.
399
—Puedes probarlo más tarde. —Luego se gira, dándome la espalda
para hablar con Sarah.
BLAKELY
402
Capítulo 54
RYAT
Traducido por OnlyNess
Corregido Sand
BLAKELY
BLAKELY
417
Capítulo 56
RYAT
Traducido por OnlyNess
Corregido Sand
—¿Qué…? —Mi cabeza está nublada una vez más. La luz me ciega.
Parpadeo, inclinando la cabeza hacia un lado. Quiero frotar mis ojos, pero
me doy cuenta de que tengo las muñecas atadas a la cama del hospital.
Suspirando, murmuro:
—Tienes que estar bromeando.
—Me temo que es la única opción que les dejaste.
Al abrir los ojos, veo a mi padre de pie junto a la cama.
—Necesito irme —digo, sintiendo que mi lengua se pega al paladar.
—Necesitas recuperarte —argumenta él.
—¿Por qué todo el mundo sigue diciendo eso? Blakely…
—La encontraremos.
Desvío la mirada de él y veo a mi suegro entrando en mi habitación
con dos tazas de café. Es la última persona a la que quiero ver, pero puede
que sea el único que quiera encontrarla tanto como yo.
—Sé dónde está —gruño—. Si alguien me dejara tomar mi maldito
teléfono.
—Yo lo tengo. —Mi padre lo saca de su bolsillo trasero—. Después de
que te sedaran, Gunner volvió corriendo a la cabaña y lo sacó de tus jeans.
Supongo que cuando los paramédicos llegaron, tuvieron que cortarlos.
Todavía estaba en tu bolsillo.
Intento tomarlo, pero las malditas ataduras me impiden actuar.
Presiono mi cabeza contra la almohada plana y rechino los dientes para no
gritar. No quiero que me seden de nuevo.
421
—Ábrelo —gruño—. Tengo una aplicación que la rastrea.
Mi padre mira hacia el otro lado de la cama a mi suegro, que está de
pie a mi izquierda.
—Uh —comienza mi padre—. Ryat, su móvil estaba en la cabaña. No
puedes rastrearlo.
Cierro los ojos, odiando tener que explicar lo que he hice, pero también
contento por haberlo hecho.
Gavin suspira.
—Tengo que preguntarte Ryat. ¿Estas heridas fueron hechas por ti?
—No —digo bruscamente. Soy duro con Blake durante el sexo, pero
nunca la he golpeado físicamente. Matt golpeó su rostro contra el volante, no
yo.
Él arquea una ceja.
—¿Por qué mentiría sobre eso? —No es que me meta en problemas si lo
hiciera. Los Lords colocan específicamente a sus miembros en el sistema legal.
Desafortunadamente, golpear a tu esposa no es un delito. No quieren a un
Lord en prisión por casos de agresión o violencia doméstica cuando se lo
necesita para una misión.
—Durante mi examen inicial —continúa ante mi silencio—. Me di cuenta
de los escritos en su cuerpo, con un rotulador. Pensé que tal vez las cosas se
habían salido de control.
Ni siquiera me enfada el hecho de que piense que yo lo hice, pero la
idea de que la vea desnuda hace que mis manos se cierren en puños.
—No —repito—. No golpeé a mi esposa.
—Ya sabes cómo son los Lords y sus elegidas —añade—. He visto mi
parte justa aquí en los últimos veinte años desde que me gradué en
Barrington. —Entonces coloca sus radiografías en la pared y acciona el
interruptor de la luz que hay detrás, iluminando la película. Puedo ver todos
sus huesos desde el pecho hacia arriba. Y Gavin toma el extremo de un
bolígrafo y señala el punto entre su hombro derecho y su cuello—. ¿Esto es lo
que creo que es?
—Sí. —gruño y añado—: Déjalo ahí.
Él asiente una vez.
422
—Solo quería que supieras también que hicimos una prueba de
embarazo. Ha dado negativo.
No esperaba que ocurriera tan rápido, pero definitivamente voy a seguir
intentándolo.
—Es el procedimiento habitual —añade.
Matt tiene su mano en mi cabello mientras me arrastra por las escaleras hacia la
parte principal de la casa. Una vez que me hace pasar por la puerta, me empuja hacia
delante y me desplomo en el suelo.
—¡Joder! No sabía que podías ser tan divertida, Blakely. —Se ríe detrás de mí.
Me levanto sobre mis manos y rodillas y comienzo a arrastrarme, pero agarra mi
tobillo, tirando de mí hacia atrás. Sollozo, mis manos tratan de aferrarse a cualquier cosa,
pero no consiguen nada mientras mi cuerpo se desliza contra la fría baldosa.
Finalmente nos detenemos, agarra mi cabello de nuevo, me levanta y me lleva a la
sala de estar. Veo algo sentado en la silla de respaldo alto, pero mi cabello cubre casi todo
mi rostro y me impide ver.
Me empuja sobre el respaldo del sofá y coloca mis manos en mi espalda antes de
esposarlas, y toda esperanza que creía tener desaparece.
Sollozo y él me levanta de un tirón, con su mano rodeando mi cuello desde atrás.
—Shh, Blakely. No pasa nada. Es solo una polla. Ya has follado antes.
435
Cerrando los ojos, muerdo el interior de mi mejilla para no darle la satisfacción de
llorar.
Se inclina y susurra en mi oreja:
—He visto a Ryat follarte, nena. No ha sido suave de ninguna manera.
—¡Eso es lo que ella prefiere!
Levanto la mirada y ahora puedo ver un rostro familiar en la silla, y casi lloro de
alegría.
—Tyson…
Matt interrumpe mis palabras, cubriendo mi boca con su mano desde atrás.
—Deberías haber visto lo que él le hizo en el sótano de Blackout. —Sus ojos se
dirigen a mis piernas.
Mi pecho se oprime. Ryat dejó que nos observara. Me prometió…
—¿Qué mierda estás haciendo aquí? —Matt le dice a Tyson con un gruñido.
Extiende las manos para mostrar que están libres de armas antes de cruzar los
brazos sobre su pecho.
—Solo vine a recoger a Blakely.
Matt me arroja sobre el sofá.
—¿Cómo has…? —resopla—. Él le puso un maldito rastreador.
Mis ojos se agrandan.
—No, yo lo hice. —Tyson esboza una sonrisa cruel, haciendo que su apuesto
rostro parezca malvado.
Matt resopla.
—¿Por qué diablos le pondrías un rastreador a la esposa de Ryat?
—Porque ella es un regalo.
Niego con la cabeza, sin creer eso ni un poco. Ryat nunca…
—¿Un regalo? ¿Esperas que me crea que Ryat te la regalaría?
Lords.
—Oh, Dios. No. —Echa la cabeza hacia atrás, riendo—. Ella es un regalo de los 436
Matt se pone rígido contra mí, y trato de calmar mi respiración para poder
escuchar por encima de la sangre que corre por mis oídos.
—Ya lo sabes… —Mira alrededor de la habitación—. Ya que me deben una
esposa y todo eso. —Se encoge de hombros, sus ojos me miran de arriba abajo mientras
tensa sus labios—. Ella no es mi primera opción, pero… —Tyson se encoge de
hombros, despreocupado—. Ya sabes cómo funciona. Una vez que una Lady enviuda, la
vuelven a regalar a otro Lord.
Esto no puede ser cierto. Me niego a creerlo.
Matt suelta una maldición en voz baja, y unas nuevas lágrimas se forman en mis
ojos.
—Sabía que eventualmente te encargarías de Ryat. Solo tenía que sentarme y
esperar. Sabes que soy un hombre paciente. —Extiende su mano y la pasa por su rostro
sin afeitar—. Además, me lo debes. —Tyson mira fijamente a Matt, poniéndose de pie—
. Por ese truco que hiciste fuera de Blackout.
Matt se ríe.
—Sabía que te gustaría eso.
¿Espera? ¿Tyson ha estado en esto todo el tiempo?
—Una vez más, sabía que aparecerías esa noche. —Tyson continúa—. Ryat estaba
demasiado cegado por Blakely como para pensar con claridad. No ibas a permitir que ella
pasara por la iniciación para convertirse en una Lady. A ningún hombre le gusta que una
mujer tenga más poder que él.
Matt se ríe de eso, pero no lo niega.
—Sin embargo, ¿por qué no te la llevaste? Ese fue el único fallo en tu plan. Tuviste
una oportunidad perfecta y la dejaste pasar. —Tyson inclina la cabeza hacia un lado.
—Quería que él supiera que estuve allí, frente a él, todo el maldito tiempo. Y que,
si yo quisiera, podría tenerla —responde.
—Bueno, ahora está muerto. Así que no tienes nada más que demostrar. Al menos
no a él. Entrégala. —Ordena Tyson, acercándose a nosotros.
—Esto podría ser divertido. —Las palabras de Matt sellan mi destino y se siente
como un puñetazo en mi pecho que me deja sin aire—. Nosotros dos y ella.
Intento liberar mi cabeza de la mano de Matt, pero él solo aprieta su agarre.
—Cuéntale, Blakely —me insta—. Cuéntale tu fantasía de ser violada. 437
Sollozo ante sus palabras, avergonzada y aterrorizada.
—Será aún mejor con nosotros dos. —Continúa mientras Tyson se limita a
mirarme fijamente—. Ah, y le encanta el juego de la respiración. —Pellizca mi nariz,
quitándome el aire—. Podemos asfixiarla.
Parpadeo, haciendo que unas nuevas lágrimas caigan por mis mejillas, y veo que
Tyson pone los ojos en blanco.
—Follar con una chica inconsciente no es divertido. Pero no espero que lo
entiendas. Siempre has sido un perezoso.
Matt simplemente se ríe del insulto.
—Esto será divertido. Follaré su coño. Y tú, bueno... siempre has sido un hombre
de mamadas.
Tyson se inclina y mete la mano en un bolso que no había visto hasta ahora y saca
un rollo de cinta adhesiva. Gimo, mis rodillas ceden, pero Matt me mantiene sujeta
mientras los puntos empiezan a nublar mi visión, mi pecho arde mientras trato de llevar
aire a mis pulmones.
—Supongo que tengo algo de tiempo. —Tyson asiente.
No puedo luchar contra uno de ellos, y mucho menos contra los dos.
—Me gusta jugar con mis juguetes —anuncia Tyson, arrancando con los dientes
un trozo de cinta adhesiva del rollo—. ¿Y tú, Matt? —Coloca la punta de ese trozo en su
brazo, y luego arranca otro. Luego otro. Hasta que tiene cuatro trozos en total.
Empiezo a retorcerme en sus manos, mi grito queda atascado en mi garganta, y
puedo sentir lo duro que está Matt. Van a matarme, pero no antes de violarme.
—Esa es la mejor parte —asiente Matt—. ¿Qué tienes pensado? —Matt me
empuja hacia delante, y consigo soltar un rápido grito antes de chocar con Tyson, su
mano se envuelve alrededor de mi garganta, cortándome el aire.
Sus ojos azules, alguna vez bonitos, se clavan en los míos. Su mano aprieta mi
cuello dolorosamente y levantándome los pies, me arroja sobre la gran mesa de café,
inmovilizando mis brazos debajo de mí una vez más.
Pataleo y me contoneo, pero, como siempre, no sirve de nada. Tyson extiende su
brazo derecho con los cuatro trozos de cinta adhesiva.
—¡Cállate! —ordena a Matt.
Arranca un trozo de cinta y la coloca en mi boca, cada una se siente como un
puñetazo en el estómago. Sabiendo que no podré quitármela. Cuando la última está
438
puesta, Tyson suelta mi cuello y aspiro profundamente por la nariz.
Tyson retrocede, y ruedo sobre mi lado, mi cuerpo convulsiona sobre la mesa de
café antes de caer al suelo.
—Joder, me alegro de que te hayas unido a nosotros. —Matt se ríe y le da una
palmada en la espalda.
Tyson lo ignora y agarra un puñado de mi cabello, tirando de mí para ponerme de
pie.
—Tienes cinco minutos. —Luego me empuja lejos de ellos.
La risa de Matt se hace más fuerte y sé que he perdido. Se acabó. Mi peor pesadilla
acaba de duplicarse. Tyson estuvo jugando con Ryat todo el tiempo. Solo otra mentira.
Otra parte que nunca vi venir.
Me doy la vuelta, mi cabello azota mi rostro lleno de lágrimas, y salgo corriendo
de la sala de estar, sabiendo que no tengo a dónde ir, pero que tengo que intentarlo.
Estoy corriendo por un pasillo cuando siento que una mano agarra la parte de
atrás de mi camisa y me jala hacia una habitación a oscuras.
Grito detrás de la cinta adhesiva mientras mi espalda es empujada contra una
pared y un cuerpo duro se presiona contra el mío.
—Shh, Blake. Soy yo.
439
Capítulo 58
RYAT
Traducido por OnlyNess
Corregido Sand
Ella se pone rígida, sus gritos cesan, pero respira con dificultad.
—Soy yo, Blake —vuelvo a decir. Entonces extiendo la mano y
enciendo la luz. Parpadea varias veces antes de que sus bonitos ojos azules
se encuentren con los míos.
Paso la mano por el costado de su rostro ensangrentado y cubierto
con cinta adhesiva.
—Voy a quitar esto, ¿de acuerdo? Pero tienes que permanecer en 440
silencio.
Ella asiente, parpadeando, y las lágrimas corren por su rostro.
Arranco las cuatro capas tan rápido como puedo.
—¡Oh Dios mío! Ryat, ¿qué… cómo…?
Cubro su boca con mi mano.
—Tenemos que permanecer en silencio —le digo.
Ella asiente una vez más y retiro mi mano. Aspira profundamente,
pero hace lo que le digo.
—Esa es mi chica buena.
Gime y la separo de la pared. Metiendo la mano en el bolsillo delantero
de sus pantalones cortos, saco una llave de esposas y la hago girar,
abriéndolas.
—Ryat… —Solloza suavemente, sus manos temblorosas cubren su
boca para tratar de mantenerse en silencio—. Yo no…
—Te lo explicaré más tarde, ¿de acuerdo? —Antes de que pueda
explicarlo, beso su frente. Sus manos suben y se clavan en el material de mi
camiseta—. Joder, te extrañé Blake —susurro y la atraigo hacia mí,
abrazándola con fuerza.
—Te amo —solloza ella, presionando su rostro contra mi pecho.
—Yo también te amo. —Me separo, agarrando su rostro lleno de
lágrimas—. Necesito que te quedes aquí.
—¿Qué? No. —Sus ojos se agrandan mientras el pánico se apodera de
sus rasgos—. Ryat… no.
—Necesito que te quedes aquí. En la oscuridad. Volveré, ¿de acuerdo?
—Por favor. —Se ahoga y sus rodillas ceden. Antes de que caiga, la
atrapo, apretando los dientes por el dolor que siento en mi costado, mientras
la ayudo a llegar al suelo. He tomado varias pastillas para el dolor durante
el viaje en avión, pero no han servido de nada.
—Te lo prometo, Blake. Mírame. —Le ordeno, agarrando bruscamente
su rostro. Espero a que sus ojos se enfoquen en los míos—. Te prometo que
nos iremos a casa pronto. Pero tengo que buscar a Matt.
—Pero Tyson…
—Él vino conmigo, Blake. Está aquí para ayudarnos.
441
Me acuesto en la cama del hospital esperando a que Phil regrese con
mis pastillas para el dolor para que podamos salir de aquí, mientras acerco
el celular a mi oreja.
—¿Hola?
—Hola Ty, yo…
—¡Joder, Ryat! Es bueno escuchar tu voz.
—Necesito un favor —digo yendo directamente al punto de esta
llamada. No tengo el lujo del tiempo ahora mismo.
—Dilo —comenta sin dudar.
He sido injusto con él. Nada de lo que le pasó a Blake aquella noche en
el Blackout fue culpa suya. Además, fue él quien me dio la idea del rastreador
después de que ella huyera de mí. Esperemos no encontrar lo que él encontró
cuando llegue a ella.
Ella sorbe su nariz y asiente rápidamente. Apago la luz y cierro la
puerta detrás de mí, con llave para que Matt no pueda entrar sin derribar
la maldita cosa a patadas.
—Allí vamos. Lista o no. —Escucho a Matt gritar emocionado.
Saco la Glock de la parte de atrás de mi cintura y la sujeto con fuerza
con las dos manos. Voy a tener que esforzarme mucho para no meter una
bala entre sus malditos ojos, teniendo en cuenta lo que ha hecho con Blake.
Casi quiero decir a la mierda con el confesionario y deshacerme de él aquí y
ahora. Pero eso sería la salida fácil para él.
—¿Oye Ty? —La voz de Matt llega por el pasillo.
—¿Sí? —pregunta.
—¿Cómo entraste? —pregunta Matt y rechino los dientes. ¡Mierda!
Pensé que tendríamos más tiempo. Pensábamos que Matt estaría más
pendiente de la persecución que de preguntarse cómo entró Tyson en la
casa.
—Túneles. —llega su respuesta entrecortada.
Llego al final del pasillo y veo que Matt sigue de pie en la sala de estar,
con las manos en las caderas.
—¿Cuándo tuviste la oportunidad de estar a solas con Blakely que
fuiste capaz de ponerle un rastreador, sin que ella lo supiera? —él pregunta. 442
—¿En serio, Matt? —gruñe Ty, parado detrás del sofá, sacando un
collar y una correa de su bolso—. ¿Vamos a jugar a las cien preguntas o
vamos a jugar con la perra?
Mis dientes rechinan cuando Ty menciona que va a tocar a mi mujer,
pero entendí que esto sería necesario. Aunque eso no significa que me guste.
—Oh, jugaremos. —Matt le asegura—. Pero tú no la tocarás.
¿Qué mierda? Mis ojos se abren de par en par cuando veo que alguien
entra en la habitación detrás de Tyson. Corriendo hacia la sala de estar,
levanto mi pistola y apunto al hombre.
—Jodidamente no te muevas.
Matt se da la vuelta para mirarme, la sorpresa cubre sus rasgos.
—Ryat. —gruñe.
—Jodidamente, retrocede. —Le ordeno al hombre que sostiene un
arma en la parte posterior de la cabeza de Ty.
—¡Jesús! —El hombre sisea, pero se queda dónde está—. No puedes
hacer un maldito trabajo, Matt.
La mandíbula de Matt se tensa.
—Estaba muerto cuando lo dejé, papá.
—¿Papá? —Ty se ríe y su cuerpo se relaja, ya no encuentra al hombre
detrás de él como una amenaza—. ¿Tú también estabas en esto?
—Por supuesto, lo estaba. —Matt resopla—. Ella iba a matarlo.
Mis ceño se frunce.
—¿Qué significa eso? —espeto—¿Por qué Blake…
—Su iniciación. —Ty me interrumpe, girándose para mirar a Jake
Winston—. Tú eras el que se suponía que estaba en Blackout. Tú eres la
razón por la que Matt estuvo allí en primer lugar.
Él presiona la pistola en el pecho de Ty y lo empuja hacia atrás contra
el sofá.
—Esa perra se ha convertido en un problema mayor de lo que debería
ser un coño—gruñe Jake.
Blake solo había recibido su primer mensaje la noche anterior a la
iniciación. Había revisado su celular en el hospital y nunca vi que recibiera 443
otro con los detalles de su asignación la noche del ataque. Ahora sé por qué.
Por eso Matt no la mató, ni se la llevó, fue una distracción. Solo intentaba
salvar a su padre.
—¿Por qué los Lord te querrían muerto, Jake? —Exijo—. ¿Qué has
hecho?
Me dedica una sonrisa escalofriante.
—Es lo que voy a hacer. —Levantando su arma, la coloca entre los
ojos de Ty.
Aprieto el gatillo, el sonido de mi arma disparando resuena en la
habitación, la bala se incrusta en su mano. Jake grita, el arma cae de sus
manos y Ty le da un puñetazo en el rostro.
Matt se gira y se abalanza hacia mí. Vuelvo a apretar el gatillo, pero
él ya está sobre mí y el arma dispara hacia el techo mientras levanta mis
pies del suelo. Golpea mi espalda contra la mesa de café y me deja sin
aliento. El dolor sube por mi costado y lo sigue una sensación de ardor que
me hace ver puntos flotando.
¡Jooodeeeerrr!
—No te preocupes, Ryat. —Se ríe en mi rostro—. Voy a hacer de tu
esposa mi puta.
¡No!
—Sobre mi cadáver —espeto.
Riendo, me ignora y añade.
—No seré tacaño como tú. Me aseguraré de que todos los demás
también la prueben. —Levantándome, empiezo a toser, respirando
entrecortadamente. Siento la humedad en mi espalda y sé que el impacto le
ha hecho algo a mi cuerpo ya herido. Me estoy desangrando. Probablemente
abrió los puntos de sutura. Puede que muera aquí y ahora, pero me llevaré
a Matt conmigo.
Apretando los dientes, le doy un puñetazo en el rostro y lo derribo,
sabiendo que me estoy quedando sin tiempo para hacer lo que vine a hacer.
BLAKELY
444
Salgo de la habitación al escuchar los disparos. Ryat me dijo que me
quedara aquí pero no puedo. Él está vivo. Vino por mí. Tengo que ayudarlo.
De cualquier forma que pueda.
Corriendo por el pasillo, escucho personas forcejeando, hombres
gruñendo. Al detenerme, veo a Tyson pateando a un hombre acurrucado en
el suelo de la sala de estar, junto al sofá. Se detiene y el hombre rueda sobre
su espalda, gimiendo de dolor, con la cara cubierta de sangre y sosteniendo
una mano ensangrentada contra su pecho.
Tyson se inclina, recuperando una pistola del suelo y se endereza,
apuntando a quien ahora reconozco, el señor Winston, padre de Matt.
—Si los Lords te quieren muerto, entonces ya lo estás. —Tyson aprieta
el gatillo del arma y le dispara a Jake en el rostro.
Grito, saltando hacia atrás, con un pitido en mis oídos.
—¡PAPÁ! —grita Matt, corriendo hacia él.
Tyson da un paso atrás, con el arma colgando a su lado.
Matt se arrodilla y golpea con los puños el pecho de su padre. Su
respiración agitada llena la habitación cuando limpia su rostro
ensangrentado con el dorso de la mano.
Sonrío, la escena me resulta demasiado familiar. Yo estaba haciendo
lo mismo con Ryat cuando Matt le disparó. Pero solo que yo sé que Ryat no
está muerto realmente. Jake está muerto. El hecho de que la mitad de su
rostro haya desaparecido, lo dice todo.
—El karma es una perra —digo, pero no creo que nadie me escuche.
Matt se levanta de un salto. Está a punto de abalanzarse hacia Tyson,
pero éste vuelve a levantar el arma, apuntando hacia el pecho de Matt. Se
detiene, con las fosas nasales ensanchadas y el pecho agitado.
—¡Hijo de puta! ¡Jodidamente seré tu dueño! —grita Matt.
—Siempre fuiste un Lord sin valor. —Tyson inclina la cabeza hacia un
lado—. Deberían haberte matado hace años.
El rostro de Matt se pone rojo y sus ojos azules se entrecierran hasta
convertirse en rendijas ante sus palabras.
—¡Hazlo! —Él golpea su pecho como un gorila—. ¡Mátame, hijo de 445
puta! —grita Matt.
—A su tiempo —dice Tyson con calma.
—¡No tienes las malditas pelotas! —Lo incita a seguir adelante y se
acerca al cañón.
Tyson toma el arma y golpea el rostro de Matt con ella. Tan fuerte que
lo hace caer de rodillas
—Tú más que nadie deberías saber que los Lords no nos permiten la
salida fácil. —Tyson se pone en cuclillas frente a él—. Nos hacen sufrir más
que a nadie. —Luego levanta la vista y veo que Ryat se pone detrás de Matt.
Agarra un puñado de cabello de Matt y tira de su cabeza hacia atrás,
antes de clavar una aguja en su cuello. El cuerpo de Matt cae al suelo junto
a su padre muerto.
—¡Ryat! —jadeo, corriendo hacia él.
—Blake —murmura mi nombre cuando mi cuerpo se encuentra con
el suyo.
Envuelvo mis brazos a su alrededor y él se tambalea hacia atrás. Sus
manos van a mi cabello, pero no me abraza tan fuerte como yo a él.
—¡Whoa! —Tyson agarra mis brazos y me separa de Ryat.
—¿Qué pasa? —pregunto, limpiando las lágrimas que corren por mi
rostro. No me había dado cuenta de que estaba llorando hasta ahora.
—Tenemos que llevarlos al avión —espeta, ayudando a un Ryat con
rostro pálido a acercarse al sofá. Lo sienta y veo que está sangrando.
—Dios mío. ¿Se va a poner bien? —pregunto, el pánico se apodera de
mi pecho. ¿Qué sucedió? ¿Matt le disparó otra vez?
—Estoy bien —Ryat tose.
Y la mirada que me lanza Tyson dice lo contrario.
—Ty…
Él coloca sus manos sobre mis hombros, dándome una pequeña
sacudida.
—Necesito tu ayuda, ¿de acuerdo?
446
—Voy a llevar a Matt al avión y asegurarlo, y luego regresaré por Ryat
—me informa Tyson.
—De acuerdo. —Asiento, pasando mi mano por el cabello oscuro de
Ryat mientras su cabeza descansa sobre mi regazo en el asiento trasero—.
No puedo creerlo —digo enfadada. Ni siquiera debería haber venido. No
estaba preparado para salir del hospital.
—Estabas en problemas —logra decir con un jadeo.
—Tienes razón. Tú estás en problemas —digo bruscamente—.
Poniendo tu vida en peligro. Otra vez.
Tose.
—Tú también lo hiciste… —Apartándose de mis piernas, se levanta.
—¡Ryat! Se supone que debes esperar…
—Puedo caminar, Blake. —Empuja la puerta del auto y sale.
—¡Mierda! —Salgo de mi lado y corro alrededor de la parte trasera
justo a tiempo para ver sus rodillas doblarse—. Te tengo. —Agarro su brazo
y lo envuelvo alrededor de mis hombros, sosteniéndolo.
—¡Te dije que esperaras! —Tyson me gruñe, bajando las escaleras del
jet privado de mi padre.
—¡Fue su idea! —gruño, delatando a mi esposo como si fuera una
niña.
Acercándose a nosotros, Tyson agarra su brazo y toma mi posición.
Lo ayudo lo mejor que puedo a subir las escaleras y a entrar en el avión,
pero siento que es más bien uno de esos trabajos para una sola persona.
—Abre la puerta de la habitación. —Tyson hace un gesto con la
barbilla hacia la parte trasera del avión.
Me adelanto a ellos y la abro de un empujón, sujetándola mientras él
ayuda a Ryat a entrar. Lo coloca en el borde de la cama.
—Quédate aquí. —Luego me mira a mí—. No dejes que se acueste.
Mantenlo sentado. —Entonces rebusca en su bolsillo, entregándome una
navaja—. Corta su camiseta.
447
Asiento, aceptándola.
—De acuerdo.
—Blake —susurra Ryat cuando me quedo inmóvil.
—Lo sé —resoplo y tanteo intentando abrir la maldita cosa. Se me cae
al suelo—. Mierda. —La recojo.
Él se acerca, colocando sus manos ensangrentadas sobre las mías
temblorosas. Mis ojos se encuentran con los suyos, parece exhausto.
—Lo siento.
Frunce el ceño.
Mi garganta se cierra.
—Por esto… por ti. Hice esto… —Sorbiendo, mi labio inferior comienza
a temblar.
—No. No lo hiciste, Blake. —Niega con la cabeza una vez.
Una lágrima corre por mi mejilla.
—Gracias por salvarme. —Todavía me cuesta creer que esté vivo frente
a mí. He visto la imagen de él muerto en el suelo de la cabaña demasiadas
veces para aceptar ahora que esto es real. Que tengo otra oportunidad de
estar con él.
—Te lo dije. —Me da esa esa sonrisa tan de Ryat—. Siempre te
encontraré.
La puerta de la habitación se abre y Tyson entra una vez más con una
botella de whisky escocés en la mano y pastillas en la otra.
—Toma estas. —Las pone en la mano de Ryat y luego abre la botella
antes de entregársela también. Entonces sus duros ojos azules me miran—
. ¡Necesito que le quites esa camiseta!
Con cuidado, corto la parte delantera, asegurándome de no cortar a
Ryat por accidente. Una vez que he terminado, Tyson la arranca hasta el
final y la tira al suelo.
—Párate frente a él. Voy a necesitar que lo mantengas en su lugar.
—¿Qué quieres decir con en su lugar? —me apresuro a decir.
Pero me ignora y se sube a la cama y se sienta detrás de él.
—Ryat, tío, tengo que cerrar esto. 448
—Lo sé —reconoce antes de tomar otro trago al licor.
Tyson abre una especie de maletín y mis ojos se agrandan al ver lo
que contiene. Pero no sé por qué. Debería haber esperado este tipo de cosas
en el jet privado de mi padre, ya que es un Lord. Estoy segura de que esta
situación se da a menudo cuando van de viaje.
—Tengo una aguja e hilo, pero eso llevará demasiado tiempo. Mi otra
opción son las grapas…
—Quémalo —gruñe Ryat, interrumpiéndolo—. Cauterizar será la
forma más rápida.
—¿Qué? —pregunto, el pánico oprime mi pecho—. No. Tiene que
haber algo…
—¿Quieres que se desangre? —grita Tyson, y trago saliva, negando
con la cabeza.
—Oye. —Ryat toma mis manos temblorosas entre las suyas y me atrae
hacia él, mirándome. Y todo lo que puedo pensar es que esas pastillas para
el dolor no van a hacer efecto lo suficientemente rápido. Va a sentir esto.
—¿Tenemos alguna droga? —pregunto, lamiendo mis labios húmedos.
Necesitamos lo que Ryat me dio cuando huí. Me dejó inconsciente casi al
instante. Tyson niega con la cabeza sin siquiera mirarme.
—Todo estará bien. Lo prometo —me asegura Ryat cuando ve la forma
en que mis hombros se tensan.
—Pásame el whisky —exige Tyson, señalándolo en la pequeña repisa
junto a la cama. Hago lo que me dice—. Ponle esto en la boca. —Me pasa
una toallita.
Antes de que pueda hacer nada, Ryat me la arrebata de la mano y se
la mete en la boca, y luego envuelve sus brazos alrededor de mi cintura,
mientras estoy de pie entre sus piernas separadas. Dejando escapar un
suspiro tembloroso, lo abrazo, sujetando el lado de su cabeza contra mi
pecho.
Tyson toma un encendedor y lo pasa por la hoja del cuchillo,
calentando el metal que va a utilizar para detener la hemorragia. Parpadeo,
permitiendo que las nuevas lágrimas caigan para poder ver mejor.
Colocando el mango del cuchillo entre los dientes, toma el whisky y lo
vierte sobre la espalda de mi esposo. Ryat se tensa y un sonido apagado sale
de su boca amordazada.
449
Gimo, y los ojos azules de Tyson me miran como si estuviera
empeorando las cosas.
Rasco suavemente la cabeza a Ryat, abrazándolo a mí, y sé que puede
sentirme temblar. Entonces Tyson calienta el cuchillo una vez más antes de
presionarlo, con la hoja plana, a lo largo del corte en la espalda de mi esposo,
que se aferra a mí con más fuerza.
El olor a carne quemada es suficiente para que me den ganas de
vomitar. Luego, saber que es la piel de mi esposo me provoca literalmente
arcadas. Pero me las arreglo para controlarme.
Una vez hecho esto, Tyson deja caer el cuchillo a su lado antes de
tomar algo del maletín y pegarlo con cinta adhesiva.
Miro hacia el techo, tratando de evitar que las lágrimas caigan antes
de tener que volver a mirar a Ryat a los ojos. No quiero que me vea alterada.
—Eso será lo suficientemente bueno hasta que podamos llevarlo al
hospital. Le haré saber al piloto que estamos listos. Asegúrate de que se
acueste boca abajo. —Y con eso, nos deja solos.
Salgo del dormitorio, dejando la puerta abierta para poder escuchar
si me necesita. Camino por el pasillo y me acerco al frente donde está
sentado Tyson escribiendo en su celular. Me siento frente a él, pensando
que sería incómodo si eligiera otro lugar ya que somos los únicos despiertos.
—Está dormido —le informo, él asiente pero no levanta la vista hacia
mí.
—No te observé a ti y a Ryat en el sótano —dice de la nada.
Frunciendo el ceño, replico.
—Pero le dijiste a Matt…
—Le di a Ryat los códigos para apagar las cámaras de seguridad. Sabía
que ustedes dos iban a pasar algún tiempo en el sótano esa noche cuando
las apagó junto con las demás dentro del club.
Dejé escapar un suspiro solitario ante sus palabras. Ryat tenía razón:
él estaba cien por ciento de nuestro lado.
450
Otro silencio incómodo cae sobre nosotros, en realidad no tenemos
nada que decir sobre eso. Ahora me siento estúpida por haberle creído. Pero
en mi defensa, fue muy convincente.
—Yo… gracias. —Le tiendo la navaja.
Finalmente levanta la vista, pero no hace ningún movimiento para
quitármela.
—Da mala suerte cerrar una navaja que abrió otra persona.
Suspirando, la cierro y se la tiendo de nuevo. Esta vez la acepta.
Termina de escribir en su celular y lo guarda, volviendo a sentarse en
su sitio, y toma un vaso de whisky que hay en la mesa entre nosotros. Me
doy cuenta de que hay otro.
—Te preparé una bebida.
Me quedo mirando la copa, haciéndolo reír y añadir:
—No puse drogas.
—Ya me gustaría. Me vendría bien una buena siesta ahora mismo. —
Entonces mis ojos se deslizan por el avión vacío—. ¿Dónde está Matt?
—Donde debe estar: con el equipaje.
Vuelvo a mirar la bebida y casi bebo un sorbo, pero entonces recuerdo
la posibilidad de estar embarazada. Sin embargo, dudo que lo sepa. Me
pregunto si sabe que yo sé lo que le pasó. ¿O los rumores sobre su elegida?
—¿Puedo darte un consejo? —pregunta.
Le miro a través de mis pestañas.
—Sí. —Sinceramente, me estoy ahogando. En medio del océano con
las manos atadas a mi espalda. Mi esposo está desmayado en una
habitación detrás de mí después de que su amigo clavara un cuchillo
caliente en su piel para detener la hemorragia de una herida de bala que le
hizo mi ex intentando matarme. Joder, sí. Dame todos los consejos que
tengas.
—No lo hagas elegir nunca.
Frunzo el ceño.
—Yo no…
—Entre tú y los Lords. 451
¿Por qué pensaría que haría que Ryat eligiera? Entiendo que hizo un
juramento por ellos. Y si traicionan eso, la pena es la muerte.
—Yo nunca…
—Lo harás. Puede que no sea tu intención, pero pelearás. Todas las
parejas lo hacen. —Toma un sorbo de su bebida—. Y cuando te enfades, él
te gritará y dirá alguna mierda hiriente y entonces lo llamarán para una
misión. Y cuando debería estar trabajando, revisará su teléfono para ver si
respondiste a sus cinco mensajes de disculpa. —Mira hacia la ventana, con
el vaso de whisky apoyado en su rodilla—. No digo que él vaya a elegir a los
Lords antes que a ti si lo pones en esa situación. —Sus ojos vuelven a los
míos—. Te estoy diciendo que te elegirá a ti. Y eso es lo que hará que lo
maten. Sé que es egoísta. Decirte que te olvides de tus sentimientos y pongas
siempre los suyos primero.
—¿No es eso lo que haces cuando amas a alguien? —pregunto
suavemente.
Se lleva la bebida a los labios y resopla antes de beber un poco.
—No hay dos personas que amen de la misma manera. Y cada uno
tiene una opinión diferente sobre lo que es realmente el amor.
Suspiro. Ryat y yo peleamos. Mucho. ¿Será siempre así? Una vez que
todo salga a la luz y no haya más secretos, ¿seguiremos peleando entre
nosotros? No puedo responder a esas preguntas, pero entiendo que Tyson
no está equivocado. Ryat se volvería loco si tuviera que irse y yo estuviera
enfadada e ignorara sus mensajes.
—¿Con qué frecuencia me lo quitarán?
—No hay fechas fijas. Pero Ryat es uno de los mejores, y los Lords lo
saben. Podrían ser tres veces en un año o podrían ser veinte. —Se encoge
de hombros despreocupadamente—. Podrían llamarlo después del desayuno
y volver antes de la cena. O podría perderse las Navidades, los aniversarios
y el nacimiento de todos los hijos que decidan tener. —Levantando la bebida,
se la termina. Deja la copa sobre la mesa, pasa una mano por sus labios y
rostro sin afeitar—. Un Lord sirve cuando es llamado. Somos máquinas
criadas para la guerra. Y alguien, en algún lugar, siempre intenta librar una.
Su respuesta no me hace sentir mejor. Pero me hace preguntarme
cómo lo sabe. ¿Es por experiencia? Sé que algo le pasó a su elegida, pero
tampoco lleva alianza. Lo que me hace sentir curiosidad por saber por qué
nunca siguió adelante.
—¿Puedo preguntarte algo?
452
—Claro. —Me sorprende que ni siquiera haya dudado.
—Eres mayor.
Una sonrisa maliciosa se extiende por su rostro, haciendo que sus
ojos azules brillen más.
—Eso no es una pregunta.
Trago saliva con nerviosismo.
—Tres años mayor que Ryat. ¿Por qué no estás casado con una Lady?
—Se queda mirándome fijamente, esa sonrisa ahora ha desaparecido y
siento que necesito explicarle. Moviéndome en mi asiento, coloco un mechón
de cabello detrás de mí oreja—. Pensé que sabías que casi todos los Lords
están dispuestos a casarse con alguien antes de graduarse en Barrington.
Él asiente.
—Así es. Los Lords creen que un hombre es más respetado con una
esposa. Los hace parecer fiables y dignos de confianza para el mundo
exterior.
—¿Así que nunca tuvieron un matrimonio arreglado? —No estoy
segura de sí su elegida era solo por diversión o si era ella con quien planeaba
casarse, pero no voy a preguntárselo.
—Había. —Se relaja en el cuero de su asiento—. Pero las
circunstancias cambian. Y yo vi una oportunidad. Los Lords necesitaban a
alguien que hiciera su trabajo sucio.
—¿Blackout? —Me aseguro de estar siguiéndolo.
Asiente.
—Se suponía que debía usar traje y corbata, administrar un negocio
multimillonario, tener una hermosa esposa con un perro y dos hijos. —Agita
la mano en el aire—. Toda esa mierda. Lo que, en un momento dado, pensé
que quería. Pero, como cualquier otra persona, cambié de opinión y presenté
una oferta a los Lords. Elegí tomar Blackout por una razón.
—¿Cuál es? —cuestiono lentamente, preguntándome si estoy
indagando demasiado, pero él me está dando información de buena gana.
Ryat nunca me hablaría de Tyson, y respeto eso de él. Pero eso no significa
que no quiera saberlo.
—Aceptaron dejarme elegir con quién me caso. Cuando llegue el
453
momento. —Una lenta y maliciosa sonrisa se extiende por su rostro,
mostrando sus dientes perfectamente blancos.
Mi ceño se frunce.
—¿Deseabas tanto la libertad de elegir con quién casarte que
renunciaste a tu título superior de Lord?
Esa sonrisa se amplía hasta convertirse en algo siniestro.
—Soy el tipo de hombre que se arrastrará por el suelo y lamerá la
suciedad de sus zapatos como un campesino que le ruega a un rey por
algunas sobras. Solo para hacerles creer que soy débil. Entonces, cuando
miren hacia otro lado, podré cortarles la garganta.
Capítulo 59
RYAT
Traducido por OnlyNess
Corregido Sand
BLAKELY
472
Capítulo 61
RYAT
Traducido por Danielle
Corregido Sand
Entro a la cabaña.
—¿Blake? —Llamo, pero me encuentro con el silencio—. ¿Blake? —
digo un poco más alto, pero de nuevo no obtengo respuesta. Cuando corro
a nuestro dormitorio, la puerta golpea la pared interior por mi fuerza—.
¿Blakely? —digo su nombre completo.
Todavía nada. 476
Entrando al baño, suelto un suspiro cuando veo que sale vapor de la
ducha. Empiezo a quitarme los zapatos y desabrocho mis jeans, seguidos de
mi camiseta. Al abrir la puerta de vidrio, la encuentro de pie, de espaldas a
mí y con la cabeza debajo del agua.
Extiendo la mano, envuelvo mi brazo a su alrededor y la levanto,
haciéndola chillar.
—¡Ryat!
La giro hacia mí doy y la inmovilizo contra la pared, ahuecando su
rostro, y ella se ríe.
—Me asustaste.
—Lo siento. —Sonrío, y hace un gesto que dice que sabe que no lo
siento en absoluto—. ¿Cuánto me amas? —Mis manos caen sobre su
creciente vientre. La semana pasada nos enteramos de que vamos a tener
gemelos. No podría estar más extasiado, pero una parte de mí siente pena
por mi esposa. El hecho de que vaya a vivir en una casa conmigo y con dos
niños como yo. Menos mal que es terca y cabezota.
Su rostro decae, y se pone rígida contra mí.
—¿Qué hiciste?
—Mentí —admito.
—¿Sobre qué? —gruñe.
Le había dicho que tenía una reunión temprano en la casa de los
Lords, pero no es ahí donde estuve las últimas dos horas.
—Tenía una reunión, pero no era con los Lords.
Frunce el ceño.
—¿Por qué mentirías sobre eso? ¿No me he probado a mí misma,
Ryat? Que puedo manejar esto.
—Por supuesto que sí. —No quería darle esperanzas por si no
funcionaba, pero lo hizo. Y ahora muero por decírselo—. Tuve una reunión
con Gregory Mallory.
Su ceño se frunce, inclinando la cabeza hacia un lado.
—Yo... espera, ¿no es el juez por el que fuiste a la cárcel?
Asiento. 477
—Me debía un favor.
—¿Qué clase de favor? —pregunta escépticamente.
—¿Recuerdas que dijiste que, si pudieras elegir, elegirías quedarte
viviendo aquí en la cabaña, en Pensilvania?
—Sí —responde lentamente.
—Bueno, acabo de cobrar mi favor.
—No lo entiendo. —Humedece sus labios.
—Él se va a jubilar y cuando eso ocurra, voy a ocupar su puesto. —
Ser un Lord es una vía rápida para tu carrera. Pero aún faltan unos diez
años para que sea juez. Mientras tanto, seré un abogado de alto precio para
conseguir el tiempo necesario en la sala del tribunal. Si empiezo desde el
principio, se plantearán demasiadas preguntas.
Jadea y coloca sus las manos sobre su boca.
—¿Hablas en serio?
Asiento.
—Sí.
—¿Nos quedaremos aquí? —Sus manos golpean mi pecho con
entusiasmo—. ¿No tenemos que ir a Nueva York?
—No. —Niego con la cabeza.
Ella salta arriba y abajo antes de presionar sus labios contra los míos.
Mis manos se dirigen a su cabello mojado.
Nunca quise ir a Nueva York. La negativa de mi mujer me lo ha
confirmado. Puedo ser poderoso dondequiera que vaya. Los Lords quieren
que sea juez, así que eso es lo que seré, pero nunca dijeron dónde tenía que
vivir. Todos esperaban que volviera a casa, pero las cosas han cambiado.
Esta mujer se ha convertido en mi hogar. Va a tener a mis hijos. Y más hijos
míos después de eso. Quiero una casa llena de ellos. Voy a mantenerla
embarazada. Se merece que le dé la vida que quiere. Y eso es aquí, en esta
cabaña, conmigo y con nuestra creciente familia.
No puedo garantizar que vaya a envejecer con ella, pero pasaré cada
segundo de cada día que esté vivo demostrándole que es lo primero pase lo
que pase.
478
BLAKELY
484
Epílogo 2
RYAT
Traducido por Danielle
Corregido Sand
Estoy de pie en nuestra cocina, vestido con mi traje, una taza de café
en una mano y papeles en la otra. Esta tarde tengo un juicio. El segundo
día de un juicio que ya sé que durará meses. Es un Lord que la ha cagado.
Pero para el mundo, es otro multimillonario corporativo que merece pudrirse
en el infierno. Ya sé el resultado, pero tenemos que darle al mundo el
espectáculo que quiere. Una vez que sea sentenciado y olvidado, será
eliminado. Como todos los Lords antes que él que traicionaron su 485
juramento.
Al levantar la vista veo entrar a Reign, vestido con un par de
pantalones cortos de baloncesto y nada más, luciendo como si no hubiera
dormido en días.
—¿Quieres decirme por qué he recibido una notificación de que la
alarma se desactivó a las tres de la mañana? —pregunto, dejando mi taza
sobre la encimera.
Él sonríe.
—Creo que preferirías no saberlo. —Abre la nevera, agarra una jarra
de leche y la bebe sin usar un vaso. Sabe que su madre odia que haga eso.
—Sea quien sea, será mejor que se vaya. —Le informo cuando baja la
jarra.
Vuelve a sonreír. La mirada en sus ojos verdes me dice que ella
definitivamente sigue en esta casa.
—Tienes diez minutos —advierto.
—Solo necesita dos. —Royal, su hermano gemelo; entra en la cocina
sin verse mejor. Su cabello es un desastre. Es difícil no ver los arañazos en
su espalda desnuda y las marcas de mordiscos en su cuello. Solo lleva un
pantalón de deporte.
—Tu madre llegará a casa en cualquier momento con tu hermana, y
no voy a cubrirlos. —Niego con la cabeza.
Los dos resoplan, tratando de actuar sin inmutarse. Se elevan por
encima de su metro sesenta y cinco, pero la he visto nivelarlos con una sola
mirada.
—Oye, yo solo tengo una chica en mi habitación, el imbécil de aquí
tiene dos. —Reign señala a Royal.
Blake y yo siempre hemos sido abiertos con los chicos sobre el sexo.
Entendimos que iba a suceder. Están en el último año de la escuela
secundaria a punto de graduarse, pero eso no significa que lo permita
abiertamente bajo nuestro techo. —Roy...
—Ya se fueron —asegura.
—Entonces, papá... —Reign se apoya en la esquina opuesta de la
encimera, mirándome y ya sé lo que viene—. Nosotros tenemos que hablar
contigo.
486
Royal niega con la cabeza, su cabello rebelde cae sobre sus ojos.
—No hay ningún nosotros. Esta es una conversación de ustedes.
Reign pone los ojos en blanco hacia su gemelo antes de que se
encuentren con los míos de nuevo.
—Se acerca la graduación. Solo tres semanas más. Entonces la
iniciación en Barrington comienza este verano…
—Deberíamos tener esta conversación cuando llegue tu madre —lo
interrumpo.
—Sabemos lo que piensa de los Lords —suspira—: Pero queremos
unirnos.
—No. —Royal empuja su hombro juguetonamente—. Tú quieres ser
un Lord. ¿Por qué mierda querría abstenerme del sexo solo para demostrar
que soy un hombre? —Resoplando añade—. Me gustan demasiado los coños
para esa mierda.
Paso una mano por mi rostro afeitado.
—Chicos...
—Tal vez si dejaras de follar durante cinco segundos, serías capaz de
ver el panorama general aquí. —Reign le dice a Royal—. Ser un Lord...
—Está sobrevalorado. —Royal me mira—. No te ofendas, papá.
Me encojo de hombros.
—No me ofendo. —Una parte de mí está orgullosa de que Reign quiera
unirse, pero una parte más grande quiere que sea él mismo. Tardé mucho
tiempo en darme cuenta de hasta qué punto los Lords controlaban mi vida.
Les dediqué todo a ellos mucho antes de que empezara la iniciación. Pero
pase lo que pase, nunca podré arrepentirme de mi decisión de unirme
porque eso me llevó a Blake.
—Yo...
El sonido de la puerta principal abriéndose y cerrándose interrumpe
a Reign y sus labios se afinan al ver que su madre está en casa. Ella ha
dejado muy claro lo que piensa acerca de que se unan a los Lords: no va a
suceder. Hemos hablado con ellos sobre el tema a lo largo de los años. Por
supuesto, hubo algunos detalles personales que no les contamos, pero
queríamos que vieran la clase de maldad que se vive ahí fuera. Que el diablo,
de hecho, viene a ti en la forma más seductora 487
—Buenos días —Mi esposa entra en la cocina con nuestra hija detrás.
Su larga melena oscura suelta y en grandes rizos, vestida con un traje color
carbón y tacones negros. Sigue siendo tan impresionante como cuando me
la encontré en Barrington.
—Buenos días —agarro su mano y la atraigo hacia mí, acunando su
rostro—. Te extrañé. —Solo estuvo fuera por dos días, pero se sintió como
una eternidad.
—También te extrañé —Se inclina sobre sus tacones y besa
suavemente mis labios antes de separarse.
—¿Cómo estuvo Stanford? —pregunto, mirando a nuestra hija. Ryann
se parece a su madre, pero no me preocupo mucho porque Royal y Reign no
dejan que los chicos se acerquen a ella. La protegen como yo protejo a su
madre. Es bueno tener un respaldo. Este año cursa su último año de
secundaria. Y me recuerda a Blake: no puede esperar para largarse de aquí.
Cuando conocí a Blake, ella anhelaba una vida diferente a la que sus
padres le permitían tener. Y hemos hecho todo lo posible para asegurarnos
de que nuestra hija tenga la oportunidad de conseguir lo que quiera.
—¡Asombroso! —Ella sonríe.
—¿No pueden hablar en serio sobre dejarla ir a Stanford? —Exige
Reign—. Pensé que era una broma.
—No todo el mundo quiere quedarse en casa con papá y mamá. —
Ryann coloca las manos en sus caderas—. Algunos tenemos sueños.
Reign resopla.
—Está como a treinta horas de distancia…
—Prueba con cuarenta —corrige Royal.
—Existen esas cosas llamadas aviones —dice Ryann con sarcasmo—
. Tenemos uno. Puedes ir a visitarme cuando quieras. —Mira a Royal—. Hay
muchas chicas sexys allí. Piensa en clima cálido, playa y trajes de baño.
—¿En serio? —Levanta una ceja oscura con interés.
—Hablando de chicas. Parece que has perdido una pelea con un árbol.
—Blake observa a Royal, sus ojos miran por encima de sus arañazos con
desaprobación.
Reign empieza a reírse, Ryann afina sus labios y Royal se limita a
negar con la cabeza. 488
—Algo así.
—Espero que uses protección —afirma Ryann.
—¿Qué diablos, Ry? Tú no deberías saber de esas cosas —dice Reign.
—¿Condones? —pregunta ella inclinando la cabeza hacia un lado.
—Sexo —responde Reign.
—Tengo diecisiete años, no diez. —Lanza su largo cabello oscuro sobre
su hombro y sale de la cocina.
—¿Papá...? —Los ojos de Reign van de los míos a los de su madre,
cuando asiente con la cabeza.
—Lo discutiremos más tarde —digo mientras Blake sale de la cocina.
La sigo por el pasillo hasta nuestra habitación principal.
—¿Esta conversación que tendremos más tarde tiene algo que ver con
las dos chicas conduciendo por nuestro camino de entrada a las siete de la
mañana, o con la que vi escabullirse por la puerta corrediza de vidrio?
Sonrío, ella lo ve todo.
—No. Quiere unirse a los Lords.
Su cuerpo se pone rígido.
—No. —Niega con la cabeza.
—Blake...
—¡La respuesta es no, Ryat! Ya sabes lo que pienso al respecto. —Se
quita la chaqueta del traje y la tira sobre la cama.
—Todos lo sabemos, pero él quiere unirse a ellos tanto como tú
querías ir a Stanford. —Mi esposa nunca quiso asistir a Barrington, pero de
nuevo, no se le dio esa opción. Durante los últimos dos meses, ella y Ryann
han estado visitando universidades para ver cuál es su opción favorita
después de su graduación de la escuela secundaria el próximo año. Hasta
ahora parece que Stanford está ganando.
—Eso no es justo. —Coloca las manos en sus caderas y me mira
fijamente.
—Lo sé.
—No, quiero decir que no es justo para mí. Una opción es educación,
la otra puede hacer que lo maten —espeta.
—Siempre les dijimos a los chicos que escucharíamos lo que quisieran
489
—Le recuerdo.
—Excepto esto. —Se aparta de mí y me da la espalda.
—Estás siendo irrazonable.
Deteniéndose, se gira, con la boca abierta.
—Y tú pareces olvidar todo lo que pasaste por culpa de ellos.
Caminando hacia ella, agarro sus caderas manteniéndola en su lugar.
—Él no necesita nuestro permiso.
Su labio inferior comienza a temblar,
—Lo sé. —susurra—. Simplemente no quería que ella tuviera razón.
—¿Quién? —Frunzo el ceño.
—No importa. —Evita responder.
Alguien llama a la puerta antes de que nuestra hija entre. —Oye, mi
auto está en E...
—¡Otra vez! —grita Royal desde el pasillo.
—Así que voy a ir con los chicos a la escuela. —Nos informa.
—De acuerdo —asiente Blake—. ¿Seguro que has dormido lo
suficiente en el avión?
—Sí. —Sonríe—. Los amo. Nos vemos después de la escuela.
—Te amo —decimos al unísono
Ella se gira quedando de espaldas a mí y la escucho sorber su nariz.
Suspiro.
—Blake...
—Nos vamos. —Reign asoma la cabeza.
—¡Espera! —ella grita, levantando la mano y limpiando su rostro antes
de darse la vuelta para mirarlo—. Tu padre dijo que querías hablar sobre los
Lords.
Él me mira fijamente y luego le devuelve la mirada a ella.
Respondiendo, cuadra los hombros.
—Sí, eso quiero.
Ella coloca una mano en su cadera y la otra en su cabello, y asiente
490
más para sí misma que para él.
—De acuerdo. Hablaremos cuando llegues a casa.
—¿En serio? —pregunta él y su rostro se ilumina.
—En serio—responde ella.
—Gracias, mamá. Los amo —Se va y los dos nos quedamos en
silencio, escuchando cómo se cierran las puertas, y discuten. Entonces
escuchamos el auto de Royal arrancar antes de que se vayan. Dejándonos
en silencio una vez más.
Me acerco a ella y me mira con los ojos llenos de lágrimas.
—No quiero que me odie. —Se lamenta.
Tirando de ella hacia mí, la abrazo con fuerza besando su cabello.
—Él nunca podría odiarte, Blake.
Se separa.
—Odié a mi padre y a Valerie durante mucho tiempo porque no
entendía lo que realmente pasaba. Pensé que ser sincera con ellos era lo
correcto.
—Lo es.
—¿Cómo? —Señala la puerta—. Él cree que es un juego.
—No. No lo cree. —Reign entiende más de los Lords que yo a su edad.
Me lancé de cabeza sin saber qué esperar. He intentado darle toda la
información que pudiera necesitar, sabiendo que este día llegaría—. Todo lo
que tenemos que hacer es escuchar. Todavía tenemos unos meses antes de
que comience la iniciación.
Asintiendo, pasa una mano por su cabello.
—Supongo —dice en voz baja—. Solo siento que mis manos están
atadas.
—Están a punto de estarlo. —Mis ojos se fijan en la forma en que su
blusa de seda abotonada se ajusta a su pecho.
—Ryat... —Empuja mi hombro y agarro sus muñecas, atrayéndola
hacia mí. Su cuerpo choca contra el mío, interrumpiéndola. 491
Usando solo una mano para agarrar sus muñecas, deslizo la otra por
su largo y oscuro cabello y tiro de los suaves mechones, obligándola a
levantar la barbilla, de modo que tiene que mirarme.
—Tenemos la casa para nosotros, y tengo unas horas antes de tener
que irme. —Mi esposa lleva dos días fuera y pienso recuperar el tiempo
perdido.
Traga saliva y sus bonitos ojos azules estudian los míos.
—¿Qué hacemos?
Sonrío, bajando mis labios a su cuello.
—Sé varias cosas que puedo hacer. —Lo primero es arrancarle esta
maldita ropa.
Después de que ella matara a Valerie y se encargaran de Matt, todo
se calmó. Nuestra vida se volvió algo normal, tanto como puede serlo siendo
un Lord y una Lady. Me ofrecí a darle una gran boda, una adecuada, con
amigos y familia. Quería que mi esposa tuviera la oportunidad de que el
mundo me viera profesarle mi amor eterno. Después de todo, ser un Lord
me ha enseñado que si no hay un público que lo presencie, no existe.
Ella se negó. Mi esposa entiende lo mucho que la amo y no necesitaba
una audiencia. En su lugar, tomó fotos. Todo el tiempo. De mí y de ella. De
nuestros gemelos y de nuestra hija. Quería que tuviéramos una familia
numerosa, pero las complicaciones durante el embarazo de Ryann
provocaron una cesárea de urgencia y una histerectomía 2. Y aunque me
imaginaba que tendríamos más, no podría estar más contento con la familia
que ella me dio.
Compré esta cabaña en medio de la nada para estar solos. Para
alejarme de todo. Mi esposa la convirtió en un hogar. La casa, que antes
estaba vacía, ahora está llena de fotos de los años que hemos pasado juntos,
de vacaciones, de salidas nocturnas, del éxito de nuestros hijos en la escuela
y en los deportes. Cuenta la historia de nuestra vida.
Por supuesto, no siempre ha sido bonita. No esperaba que lo fuera.
Blake puede ser tan terca como yo. Nos peleamos por los Lords, por mi
carrera, por los niños. Una vez me preguntó si creía en la vida después de
la muerte. Si había algo mejor que esto. Casi veinte años después y mi
respuesta no ha cambiado.
Me vi obligado a elegirla como mi elegida, pero ella sigue eligiéndome
cada día. Y eso es lo que yo llamo cielo. Porque la vida sin ella sería un
infierno.
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FIN
Shantel es una de las autoras más vendidas de USA Today y Wall Street
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Journal. Vive en Oklahoma con su novio del instituto, que es un esposo
maravilloso y comprensivo, y sus dos hijas. Le encanta pasar tiempo
acurrucada en el sofá con un buen libro. Aunque le apasiona escribir, su
familia es lo más importante para ella.
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