Vampiro

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Vampiro

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Este artículo trata sobre la criatura mítica. Para otros usos de este término,
véase Vampiro (desambiguación).

Portada de un libro alemán de 1733 sobre vampiros.

Un vampiro es, según el folclore de varios países, una criatura que se alimenta de


la esencia vital de otros seres vivos (usualmente bajo la forma de sangre) para así
mantenerse activo. En algunas culturas orientales y americanas aborígenes,
esta superstición es una deidad demoníaca o un dios menor que forma parte
del panteón siniestro en sus mitologías.
En la cultura europea y occidental, así como en la cultura global contemporánea,
el prototipo de vampiro más popular es el de origen eslavo, es decir, el de un ser
humano convertido después de morir en un cadáver activo o
retornado depredador chupador de sangre.1

Índice

 1Orígenes del mito


 2Etimología
 3Sinónimos
 4Características y atributos
 5Origen de un vampiro
 6Identificación del vampiro
 7Protección contra un vampiro
o 7.1Prácticas preventivas
o 7.2Talismanes, sustancias y objetos protectores
o 7.3Destrucción de un vampiro
 7.3.1Métodos
 8Historia de los vampiros
o 8.1Los vampiros en la Antigüedad
o 8.2El vampiro en la Edad Media
o 8.3El vampiro en la edad moderna
o 8.4El vampiro en la edad contemporánea
 8.4.1El vampiro en la cultura contemporánea
o 8.5Personajes históricos relacionados con el vampirismo
 8.5.1Vlad Draculea
 8.5.2Condesa Elizabeth Báthory
 8.5.3Gilles de Rais
 8.5.4Henry Fitzroy
 9El vampiro en la ciencia
o 9.1Vampiro y zoología
o 9.2Vampiro y medicina
 9.2.1¿Enfermedades vampíricas?
 9.2.1.1La peste
 9.2.1.2El carbunco
 9.2.1.3La anemia
 9.2.1.4La rabia
 9.2.1.5Porfiria
 9.2.1.6Enfermedades psiquiátricas
 9.2.2Vampiros y medicina forense
 10El vampiro en la cultura popular y las artes
o 10.1El vampiro en la literatura
 10.1.1Literatura académica o erudita
 10.1.2Literatura de ficción
o 10.2El vampiro en las artes escénicas
o 10.3El vampiro en la escultura
o 10.4El vampiro en la pintura
o 10.5El vampiro en la pantalla
 10.5.1Cine
 10.5.2Televisión
o 10.6El vampiro en los cómics y mangas
 11Véase también
 12Referencias
 13Bibliografía
 14Enlaces externos

Orígenes del mito[editar]


Artículo principal: Creencias sobre vampiros
Es probable que el mito del vampiro en el folclore de muchas culturas desde
tiempos inmemoriales, provenga inicialmente de la necesidad de personificar la
"sombra", uno de los arquetipos primordiales en el inconsciente colectivo, según la
conceptualización de Carl Gustav Jung, y que representa los instintos o impulsos
humanos reprimidos más primitivos. Así, sería la encarnación del mal como
entidad y una representación del lado salvaje del hombre o de su atavismo bestial,
latente en su sistema límbico y en conflicto permanente con las normas sociales y
religiosas.23
Aun así, el mito tal como es conocido en nuestros días proviene, además del
citado temor a los bajos instintos, de una compleja combinación de varias
supersticiones, entre las que se incluyen las creencias sobre la sangre (a la que se
atribuye el ser fuente de poder o vehículo del alma); el temor a la depredación, a la
enfermedad y a la muerte (de la cual la expresión más palpable es el cadáver), así
como fascinación temerosa por la inmortalidad y el instinto de supervivencia.4
Algunos estudiosos sugieren que el mito del vampiro, sobre todo el que se
popularizó en Europa después del siglo XVII, se debe en parte a la necesidad de
explicar, en un contexto de pánico colectivo, las epidemias causadas por
enfermedades reales que asolaron Europa, antes de que la ciencia lograra
explicarlas racionalmente (Ver:Vampiro y Medicina).

Etimología[editar]
"Vampiro" es una palabra que comenzó a ser usada en Europa en el siglo XVIII. En
el Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española, fue incluida
por primera vez en la novena edición, de 1843. 5 Tiene origen en el término
"vampire" del inglés y francés, proveniente a su vez del término vampir en
lenguas eslavas y del alemán, derivado del polaco wampir y este a su vez del
eslavo arcaico oper, del cual existen raíces indoeuropeas paralelas en el turco y
el persa. Significa a la vez: "ser volador", "beber o chupar" y "lobo". Por otra parte,
hace también referencia a cierto tipo de murciélago hematófago.
Según el Diccionario Oxford de Inglés, la primera aparición de la palabra "vampire"
(vampiro, en inglés) fue en 1734, en un diario de viaje titulado Travels of three
English gentlemen (Viajes de tres caballeros ingleses), publicado posteriormente
en el "Harleian miscellany" en 1745. 67
El término inglés deriva (posiblemente a través del "vampyre" francés) del "vampir"
alemán, que aparece a principios del siglo XVIII proveniente del
término serbio "вампир/vampir.89101112 La voz serbia wampira (wam = sangre, pir =
monstruo) designa al muerto que, según leyendas de la Europa Central, regresa a
alimentarse con la sangre —y, según ciertas variantes, con la carne— de los seres
que en vida estuvieron más próximos a él. De tal raíz surgen las siguientes
denominaciones: vampyr en neerlandés; wampior o upior en polaco; upir en
eslovaco; upeer en ucraniano. Este término ingresó "oficialmente" a la lengua
alemana en (1732) cuando fue reportado el caso de Arnold Paole (Ver: El vampiro
en la edad moderna). Sin embargo, los vampiros no eran un tema nuevo para las
publicaciones en alemán. Después de que Austria obtuvo el control del norte
de Serbia y Oltenia con el Tratado de Passarowitz en 1718, los funcionarios
reportaron las prácticas locales de exhumar cuerpos y "matar vampiros". Estos
informes, elaborados entre 1725 y 1732, recibieron amplia difusión. 13
En el año 1613, la palabra Vampire fue también empleada en idioma francesa
para describir las murciélagos vampiro (Desmodontinae) que viven únicamente en
Latinoamérica.14
Aunque la etimología exacta no es clara,15 entre las formas proto-
eslavas propuestas están *ǫpyrь y *ǫpirь.16 Otra teoría menos extendida es que
las lenguas eslavas han tomado la palabra de un término turco para "bruja" (por
ejemplo, del tártaro "ubyr").1617
El primer uso registrado de la forma antigua rusa "Упирь (Upir')" comúnmente se
cree que está en un documento del año 655 (del calendario bizantino o
1047 d. C.)18 Se trata de un colofón en un manuscrito del Libro de los
Salmos escrito por un sacerdote que transcribió el libro del
alfabeto glagolítico al cirílico para el príncipe de Nóvgorod Vladímir Yaroslávich.19
El sacerdote afirma que su nombre es "Upir' Lijyi " (Оупирь Лихыи), lo que
significa algo así como "Vampiro perverso" o "Vampiro hiriente". 20 Este nombre
aparentemente tan extraño ha sido citado como un ejemplo de supervivencia
del paganismo y el uso de apodos como nombres de personas. 21
Otro uso temprano de la antigua palabra rusa se encuentra en la traducción rusa
de la homilía "Palabra de San Gregorio", fechada muchas veces entre los siglos XI
al XIII, donde se menciona el culto pagano de los "upyri".2223

Sinónimos[editar]
Existen diferentes nombres o variantes locales para referirse al vampiro, tales
como:

 brucolaco (en español, proveniente del griego vrykolakas).


 kyuuketsuki (吸血鬼) (en japonés)
 nosferatu (del griego nosophoro o νοσοφορος, portador de enfermedad)
 strigoï o strigoiul , moroi y pricolici (rumano).24
 draugr (nórdico antiguo)
 vampyrus (latín)
 vrolok (eslovaco)
La forma serbia "vampir" tiene paralelos en virtualmente casi todas las lenguas
eslavas:

 vampir (вампир) en búlgaro y macedonio.
 upir/upirina en idioma croata.
 upir en idioma checo
 upiór y wąpierz en idioma polaco, tal vez por influencia del eslavo oriental.
 upyr (упир) en idioma ucraniano.
 upyr (упыр) en idioma bielorruso, del antiguo eslavo oriental упирь (upir').
 vampir o vurdalak y upyr (упырь) en ruso.
En Grecia, se los denominaba tympaniaios o vrykolakas dependiendo de su
origen.2526
En el folclore caribeño, particularmente en Haití y Granada, se le denomina
"loogaroo" (deformación del término francés para hombre lobo, "loup-garou") a un
personaje -usualmente una mujer anciana- que se despoja de su piel y en forma
de 'globo de luz' roba sangre en la noche para ofrendarla al demonio a cambio de
poderes mágicos.27
Los cronistas ingleses medievales, como Walter Map y Guillermo de Newburgh,
denominan en latín al vampiro como "sanguisuga", es decir hematófago.2829

Características y atributos[editar]
Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación
acreditada.
Este aviso fue puesto el 4 de marzo de 2012.

Maquillaje de vampiro para una protesta contra el Banco Mundial. Nótese los rasgos tradicionales: tez
pálida y ojeras (propias de un cadáver), además de los largos colmillos para atacar y desangrar a sus
víctimas.
Ilustración de "Varney the Vampire" de 1847.

La descripción de estas criaturas varía según el folclore de cada región. Además


la mayoría de atributos de un vampiro según la cultura contemporánea provienen
de la literatura, sobre todo de la novela Drácula y las películas basadas en ella, así
como de los cómics y videojuegos, a veces contradiciendo la naturaleza primordial
del vampiro tradicional original. Por eso, de las siguientes características, solo
algunas son las esenciales o comunes en el folclore general o como parte de las
creencias de ciertas regiones; otras son inventadas por los novelistas y libretistas
de cine o diseñadores de videojuegos.
Fueron humanos, pero ahora están en un estado intermedio entre la vida y la
muerte, de ahí que se les llame no-muertos, revinientes o redivivos. Esta
naturaleza determina su aspecto físico básico:

1. Entre los eslavos, griegos25 y pueblos de Europa del este, un cadáver


desenterrado era considerado vampiro si su cuerpo parecía hinchado y le
salía sangre (presuntamente de sus víctimas) de la boca o la nariz.
También si notaban que sus uñas, pelo y dientes eran más largos que
cuando había sido enterrado e incluso poseía un aspecto más saludable de
lo esperado, mostrando piel sonrosada y pocos o ningún signo de
descomposición.1
2. En Transilvania (Rumanía) se consideraba que los vampiros eran flacos,
pálidos, y poseían unas largas uñas y largos y puntiagudos caninos
(colmillos).
3. En Bulgaria y Polonia se les atribuye tener un solo orificio nasal así como
una especie de aguijón en la punta de la lengua. 30
4. Según la creencia en el folclore rumano, tienen la posibilidad de
transformarse en animales como gatos o perros, ovejas y caballos. 24La
forma más mencionada en la ficción popular es la del murciélago y en
niebla.
Otras características:

 Se alimentan primordialmente de la sangre de sus víctimas aunque hay


descripciones de que también son antropófagos y en algunas culturas se
consideraba que la sangre no era la base de su sustento, sino el "fluido vital"
humano o la energía psíquica.
 No se reflejan en los espejos ni tienen sombra, tal vez como una manifestación
de la carencia de un alma. Este atributo no es universal, pues por ejemplo el
vampiro griego vrykolakas/tympanios poseía tanto sombra como reflejo, pero
es muy popular gracias a novelistas como Bram Stoker, que lo menciona en su
novela Drácula.
 Los vampiros, por su naturaleza demoníaca o su origen sacrílego, no soportan
los símbolos cristianos y por ello pueden ser alejados usando una cruz
cristiana o agua bendita, y no pueden cruzar por terrenos consagrados como
los de una iglesia.
 Son indestructibles por medios convencionales y son extremadamente fuertes
y rápidos pero se debilitan junto a las corrientes de agua.
 Aunque en general se supone los vampiros son vulnerables a la luz del sol,
entre los eslavos se creía que no solo pueden resistir la luz del sol, sino que en
algunos casos podían viajar a otro pueblo y llevar allí una vida normal. 30
 Algunas tradiciones sostienen que un vampiro no puede entrar en una casa si
no es invitado por el dueño; pero que una vez es invitado puede entrar y salir a
placer.
 En algunas zonas de Europa del este, se cree que el vampiro es un ser
lujurioso que vuelve al lecho conyugal a procrear con su esposa, engendrando
así criaturas con características especiales (que varían en cada región) a las
que se conoce como dhampiros.
 Tienen una afinidad natural con la magia negra y concretamente con
la nigromancia, que dominan con mayor facilidad que el hechicero no vampiro
más diestro.

Origen de un vampiro[editar]
En el conjunto de creencias populares se pueden distinguir unas formas básicas, a
veces complementarias entre sí, para que un ser humano se convierta en vampiro:

 Por predisposición desde el nacimiento: En Rumanía tenía más


posibilidades de ser un strigoi, el séptimo o duodécimo hijo cuyos hermanos
mayores eran todos del mismo sexo. O tener unas marcas de nacimiento como
el hueso sacro pronunciado, abundante vello corporal y haber nacido
encapuchado, es decir con la cabeza envuelta en parte de la membrana
placentaria, o haber ingerido parte de la misma. 31 Entre los eslavos también
tenían mayor probabilidad de convertirse en vampiros los nacidos en Sábado
Santo.32
 Por muerte prematura o violenta: En la antigua Grecia,25 en donde se
denominaban vrykolakas o brucolacos a los así originados, al igual que entre
búlgaros, eslavos,32 y en ciertas culturas africanas y en Indonesia, se creía que
los niños, adolescentes y en general las personas que habían tenido una
muerte prematura o en circunstancias anormales, por suicidio o violencia,
podían convertirse en fantasmas vagabundos o vampiros. 33
 Por incumplimiento de rituales funerarios y religiosos: En
Grecia, Bulgaria y Rumanía también se creía que alguien se convertía en
vampiro después de morir si quienes debían ocuparse de preparar y vigilar
debidamente el cadáver no realizaban los rituales adecuados o no cumplían
bien su tarea, como impedir que un animal, especialmente un perro o gato, e
incluso una persona pasaran sobre el mismo. 3225 Esta creencia es similar en
los hindúes que consideraban que los espíritus o Pitrs, en espera de
reencarnar, pueden convertirse en vampiros si nadie les recuerda y realiza
los shraadh, rituales funerarios de rigor para facilitar su reencarnación. 34
 Como maldición por acciones criminales o sacrílegas: En la
antigua China también se creía que se convertían en vampiros ciertos
criminales, tradición similar a la existente entre los eslavos y los griegos,
quienes creían que los vampiros eran brujas o personas que se habían
rebelado contra la Iglesia mientras estaban vivos, vendiendo su alma al diablo
y que al morir sus cuerpos podían ser poseídos por demonios. En la Europa
cristiana y especialmente entre los griegos, esta creencia era reforzada con los
conceptos desarrollados por el cristianismo basados en la idea neoplatónica de
la vida después de la muerte y la idea de la supervivencia del alma hasta el día
del Juicio Final a pesar de la corrupción del cuerpo, de aquellos que murieran
arrepentidos de sus pecados y que hubieran recibidos los últimos
sacramentos.26 Por eso, los griegos y los eslavos creían que todos aquellos
que no fueran enterrados en tierra consagrada (en particular los suicidas y
los excomulgados) o los que no hubieran recibido la extremaunción, tenían la
mayor posibilidad de convertirse en vampiros o tympaniaios.125
 Por mordedura de un vampiro: Según casi todas las tradiciones,
especialmente entre los eslavos,1 aquella persona que moría después de ser
mordida por un vampiro se convertiría a su vez en uno. Los escritores
ocultistas aducen que esta manera solo es posible si hay aceptación por parte
de la víctima.35 Los autores de literatura de ficción le han dado a esta manera
de convertirse en vampiro una connotación sexual intensa, muy atractiva para
propósitos dramáticos.

Identificación del vampiro[editar]


Existen numerosos y variados rituales que se utilizaban para identificar a un
vampiro. La comprobación más socorrida consistía en la exhumación del cadáver
sospechoso para verificar directamente si tenía las características tradicionales y
destruirlo,125 práctica que llegó a ocasionar numerosas profanaciones de tumbas.
Uno de los métodos descritos por el abad Calmet, citado por el padre Feijoo,36
para localizar la tumba de un vampiro, consistía en guiar a un muchacho virgen
montado en un caballo también virgen a través de un cementerio; el caballo se
negaría a avanzar sobre la tumba en cuestión. Generalmente se requería que el
caballo fuera negro, aunque en Albania era necesario que fuera blanco. La
aparición de agujeros en la tierra sobre la tumba también era tomada como un
signo de vampirismo.
Otra evidencia de la actividad de un vampiro en la localidad incluía la excesiva
lluvia o granizo, así como la enfermedad y muerte de familiares o conocidos, así
como del ganado, en los días siguientes a la muerte y enterramiento del
sospechoso. Algunos también se manifestaban mediante pequeños actos
similares a los de un poltergeist, tales como mover muebles de la casa, producir
ruidos y dar golpes.12524

Protección contra un vampiro[editar]


Prácticas preventivas[editar]

El Vampiro, litografía del siglo XIX por R. de Moraine (siglo XIX) ilustrando el momento en que después
de haberlo exhumado se destruye a un vampiro clavándole una estaca en el pecho.

Para evitar que un muerto se convirtiera en un vampiro, entre los celtas una de las


prácticas más extendidas era enterrar el cuerpo cabeza abajo, así como también
colocar hoces o guadañas cerca de la tumba, para evitar que los demonios
poseyeran el cuerpo o para apaciguar al muerto y que no se levantara de su
ataúd. Con igual propósito los tracios y los búlgaros antiguos solían amputar las
extremidades, cortar los talones y los tendones de las rodillas o perforar otras
partes del cuerpo.32
En Rodas y en la isla de Quíos (Grecia) se ponía una cruz de cera entre los labios
del cadáver, así como una pieza de cerámica con la inscripción “Jesucristo
conquista” para evitar que se convirtiera en vampiro o vrykolakas.37
En Europa Oriental era frecuente introducir un diente de ajo en la boca, y a veces
en cada uno de los nueve orificios corporales, de los muertos así como
atravesarles el corazón con un objeto corto punzante, antes de inhumarlos. 31 En
las regiones sajonas de Alemania se colocaba un limón en la boca del sospechoso
de ser un vampiro. Los gitanos clavaban agujas de hierro y acero en el corazón
del cadáver y colocaban pequeños fragmentos de acero dentro de la boca, sobre
los ojos, en las orejas y entre los dedos durante el entierro. También introducían
espino en un calcetín del muerto, le clavaban una estaca de espino en las piernas
o rodeaban la tumba con una barrera de plantas espinosas. 32 En Bulgaria, los
arqueólogos han encontrado varios esqueletos de origen medieval cuyo tórax
había sido apuntillado con estacas de hierro, una práctica común hasta principios
del siglo XX realizada para evitar que personajes a los que se había considerado
malvados regresaran convertidos en vampiros. 38 En Polonia se han encontrado
enterramientos en los que los sospechosos de vampirismo eran decapitados y la
cabeza colocada entre las piernas.39
Talismanes, sustancias y objetos protectores[editar]
Numerosos objetos y sustancias, que varían de región en región, son
mencionados en las leyendas sobre vampiros por su efecto apotropaico, es decir,
por tener la propiedad de alejarlos o destruirlos. En Europa se cree que una rama
de rosa silvestre o de espino pueden dañar al vampiro, así como el ajo o
el azufre y objetos sagrados como un crucifijo, un rosario o el agua bendita.
En algunas regiones de Sudamérica, cuando una mujer deja en la casa a su hijo
dormido, pone sal y unas tijeras al lado del niño para ahuyentar a vampiros y
brujas.40
Otros métodos comunes en Europa incluían esparcir semillas de mostaza o arena
sobre el tejado de la casa a proteger o en la tierra de una tumba sospechosa de
contener a un vampiro para mantenerlo ocupado durante toda la noche contando
los granos caídos. Historias chinas similares relatan que si un vampiro se
encontraba con un saco de arroz, tendría que contar todos los granos uno por uno;
es una temática que se puede encontrar también en los relatos del subcontinente
indio y en Sudamérica, sobre brujas y otros tipos de espíritus malignos o
traviesos.32
Aunque no se los considera como un objeto de protección, el que los vampiros no
se reflejen en los espejos ha hecho que fueran utilizados para mantenerlos
alejados: eso se conseguía situándolos en una puerta, mirando hacia afuera.
Destrucción de un vampiro[editar]

Estuche para cazador de vampiros (1840) exhibido en uno de los museos de Ripley.


En los Balcanes, existía el cazador de vampiros que podía ser un religioso o
un dhampiro, que según la tradición gitana es el hijo o descendiente de un vampiro
con el poder de detectarlos —aunque fueran invisibles— y destruirlos.
Hasta principios del siglo XX, unos estuches o «kits» con las herramientas
tradicionales para destruir vampiros eran ofrecidos a los viajeros que iban a
visitar Europa del Este en particular. Actualmente, estos equipos son propiedad de
ciertos museos de curiosidades o de coleccionistas aficionados a lo esotérico.41
Métodos[editar]
Tradicionalmente, existen varias formas para eliminar a un vampiro:

 Estacado o clavar una estaca en el corazón de los cadáveres sospechosos


de ser vampiros. Es el método más citado, particularmente en las
culturas eslavas del sur. Se usaban estacas y punzones de madera o hierro.
El fresno era la madera preferida en Rusia y en los estados bálticos,
el espino en Serbia y en Bulgaria,32 y el roble en la región de Silesia. La estaca
solía clavarse apuntando a la boca en Rusia y en el norte de Alemania, o
al estómago en el noreste de Serbia. Esto es similar al acto preventivo de
enterrar objetos afilados, como hoces o guadañas, junto al cadáver y
apuntando hacia él, de forma que cuando el cuerpo se hinchara le penetrase
en la piel lo suficiente, para evitar que el no-muerto se levantara del ataúd.

 La decapitación era el método preferido en las áreas germánicas y eslavas


del oeste. La cabeza se enterraba junto a los pies, tras las nalgas o alejada del
cuerpo.42 Este acto se veía como un modo de acelerar la marcha del alma,
debido a que —en algunas culturas— se creía que esta permanecía en el
cuerpo.

 La incineración completa del cadáver o del corazón y el rociar la tumba con


agua hirviendo eran las medidas más habituales en Grecia. 37 También, sobre
todo en casos recalcitrantes, se desmembraba el cuerpo y se quemaban las
partes o se hervían en vino.25 Los rumanos, eslavos y gitanos utilizaban las
cenizas para preparar bebidas que suministraban a los familiares o víctimas a
modo de cura.43

 Repetir el funeral, cambiando de lugar la tumba, rociando agua bendita sobre


el cadáver, o con un exorcismo, era una medida propugnada en los Balcanes y
especialmente por la Iglesia en Grecia para evitar la incineración, pues esta
disminuía la posibilidad de salvación del alma. 25

 Rituales de magia: En Bulgaria se practicaba un ritual consistente en el


embotellamiento del vampiro —que según la creencia búlgara es un espectro
incorpóreo—, llevado a cabo por personas que se dedicaban a ello,
sirviéndose de una botella especialmente preparada que contenía un
fragmento de un icono (estampa de un santo) así como algo del alimento
favorito del vampiro. Este lo atraía irresistiblemente a su interior y el vampiro
quedaba atrapado allí, ya que el hechicero se apresuraba a cerrarla con un
corcho. La botella, con el vampiro dentro, era arrojada al fuego para
destruirlo.30

Historia de los vampiros[editar]


Artículo principal: Vampiros en la mitología
Los vampiros en la Antigüedad[editar]

Ilustración moderna de un vampiro.

Inicialmente la mayoría de menciones de seres con características vampíricas en


la Antigüedad son parte del folclore y de los mitos en casi todas las civilizaciones,
desde Egipto y Sumeria hasta las culturas indoamericanas.
En Mesopotamia se invocaba a los dioses protectores para que acabaran con
los Utukku, seres culpables de las enfermedades y las pestes, que pueden
considerarse como antecesores de los vampiros.
En la antigua China se creía en la existencia de los Jiang Shi o vampiros zombis,
con extremidades rígidas de manera que solo pueden avanzar dando pequeños
saltos y con los brazos extendidos. Son completamente ciegos, pero presienten a
las personas por su respiración y si muerden a una persona, la convierten también
en otro muerto viviente.
En el Antiguo Egipto la diosa de la guerra Sejmet, hija de Ra y llamada "la terrible",
asoló la tierra para castigar a los hombres y solo pudo ser apaciguada
embriagándola con un brebaje de color rojo semejante a la sangre que bebía.
En el folclore árabe y africano se menciona la existencia de unos demonios
necrófagos y vampiros, que cambian de forma a su antojo, llamados guls —en
árabe, "Al-ghul" (demonio)—, que se convertían en tales por haber tenido una
muerte violenta. En uno de los relatos de Las mil y una noches llamado Honor de
un Vampiro el protagonista es un Ghul.44
En el judaísmo uno de sus arquetipos míticos es Lilith, la primera mujer de Adán,
de quien se decía que se alimentaba de la sangre de los niños no circundados y
es inspiradora de muchos personajes de vampiresas seductoras en la ficción por
su acentuado carácter sexual.
En la India los vetala (demonios vampiros) ocupan un lugar importante en las
narraciones y, como parte de la corte de Siva, rondan los lugares de cremación.
Igualmente en las mitologías budista, hinduista y mitología jainista, un preta es un
espíritu atormentado, el alma de un fallecido condenado a sufrir una eterna
hambre de sustancias repugnantes o de sangre lo cual lo torna peligroso para los
vivos.
En América, el pueblo amerindio Mapuche tiene entre sus creencias la existencia
de un ser vampírico conocido como el Pihuychen que atacaría principalmente a
animales, pero también a humanos. Igualmente creían en la existencia de una
criatura vampírica acuática conocida como Trelke-wekufe (El cuero).
Posteriormente ambos seres formarían también parte de la tradición chilena.
Los Mexicas creían en unas diosas temibles llamadas Cihuateteo, espíritus de
mujeres que morían durante el parto y que provocaban pestes, atacaban a los
niños y en las noches a los viajeros especialmente en los cruces de caminos. 45
Según el Popol Vuh, los Mayas creían que el guardián de Xibalbá era un
murciélago con rasgos humanos llamado Camazotz que decapitaba a los
extraños.46 Un mito del pueblo Shuar que habita en la selva
amazónica en Ecuador y Perú dice que los "Jencham", como denominan a los
murciélagos hematófagos que habitan las cavernas, se originan en hombres que
fueron así transformados por su gusto en derramar la sangre. 47
En Europa, la mitología griega incluye la leyenda de Lamia, hija de Belo, rey de
Libia, quien por sostener un romance con Zeus sufrió la ira de la diosa Hera, que
asesinó a sus hijos y la convirtió en un monstruo despiadado que mataba niños y
seducía a viajeros extraviados para devorarlos y alimentarse con su sangre. Otro
mito griego es la Empusa, ser monstruoso con pies de bronce que podía
transformarse en una bella mujer para seducir a los hombres y beber su sangre o
devorarlos. En las leyendas rumanas se habla de los strigoi, deidades con rostro
de mujer y cuerpo de pájaro que absorbían la sangre de los humanos mientras
estos dormían.
Los romanos tenían a los larvae, no-muertos que no habían pagado sus crímenes
en vida, y se vengaban de su estado esquelético y fantasmal absorbiendo la vida
de los vivos.
Entre los francos la Ley Sálica, promulgada en el siglo V, prevé multas a quienes
practiquen el vampirismo: «...La mujer vampiro que devore a un hombre,
comprobándose su culpabilidad, deberá pagar una multa de 8000 deniers, o sea,
200 sous».35
En España forman parte del mito criaturas como las guaxas en Asturias,48
las guajonas en Cantabria49 y las meigas chuchonas en Galicia, brujas con un solo
colmillo que les sirve para succionar la sangre de sus víctimas, sobre todo niños. 50
En las Islas Canarias también existía el mito de las brujas-vampiro que
succionaban la sangre de los recién nacidos, como las llamadas Brujas del
Bailadero de Anaga, en Tenerife.51
El vampiro en la Edad Media[editar]

Grabado francés para ilustrar "Histoire des vampires et des spectres malfaisants" publicado en 1820.

En la Edad Media los vampiros empiezan a ser parte de mitos y leyendas


relacionados con personajes reales (Ver:Personajes históricos relacionados con el
vampirismo) o con sucesos e identidades míticas con algún trasfondo real.
En la Saga Eyrbyggja que data del siglo XIII, sobre la colonización de Islandia, se
cuenta cómo un jefe normando, Thorolf, regresa de su tumba para aterrorizar a la
población hasta que su cadáver es incinerado. También aparece este tipo de
monstruo, llamado draugr en islandés, en la Saga de Grettir.
En Rusia las creencias sobre vampiros, ligadas al culto a los antepasados como
parte del paganismo eslavo persistente, eran motivo de preocupación entre los
evangelizadores cristianos en el siglo XI, según se desprende de los comentarios
del traductor al ruso de una homilía de San Gregorio Magno.5253
En la Grecia cristiana se creía también en los Vrykolakas o tympanios, que
atacaban a su familia y amigos después de muertos.
En Inglaterra Walter Map en su obra De Nugis Curialium (1190) y William de
Newburgh en el libro V de su Historia rerum Anglicarum (1196), incluyen relatos
tradicionales de vampiros.54
En España, en la región catalana del Alto Ampurdán (Gerona), se originó en
el siglo XII una leyenda un poco olvidada pero que quizá sea la más importante
sobre vampiros en la península ibérica, y es la del Conde Estruch, Estruc o
Estruga, un anciano caballero feudal defensor de la cristiandad, que vivió en el
Castillo de Llers, destruido durante la guerra civil española, y de quien se decía
que murió asesinado y, como consecuencia de una maldición por su represión de
las costumbres paganas que persistían en la zona, se convirtió en vampiro,
aterrorizando mucho tiempo a los habitantes de la comarca, seduciendo también a
jóvenes mujeres que quedaban embarazadas para dar a luz engendros
monstruosos que morían al nacer.55
Igualmente en la población de Tarragona llamada Pratdip, nombre que en catalán
significa “Prado de dips”, existe la leyenda de los “Dips”, perros vampíricos que
asolaron la comarca y cuya figura aparece en el escudo de la población, así como
en retablos de la ermita dedicada a Santa Marina, la patrona local. En esa
población existen también las ruinas de un castillo que la tradición oral local
atribuye fue la morada de Onofre de Dip, señor feudal presuntamente convertido
en vampiro.56
En Escocia existe una leyenda que se remonta al reinado de Jacobo VI de
Escocia en el siglo XVI, sobre Sawney Beane, quien conformó una salvaje e
incestuosa familia de caníbales y vampiros que asoló la comarca de East
Lothian durante 25 años, hasta que fueron descubiertos en la cueva en que vivían
y ajusticiados en Leith Walk.57
El vampiro en la edad moderna[editar]
El escritor esloveno Janez Vajkard Valvasor escribió a fines del siglo XVI sobre un
vampiro o strigoi de Istria llamado Jure Grando Alilović (1579-1656), al que se
considera el primer vampiro moderno documentado. Y desde comienzos del
siglo XVIII las menciones del vampiro pasaron de las tradiciones populares a las
publicaciones periodísticas y eruditas en Europa, apareciendo descripciones y
análisis de casos específicos, de los cuales el más emblemático es el de
un hajduk serbio llamado Arnold Paole que motivó la inquietud de las autoridades
del Imperio austrohúngaro hasta el punto que comisionaron sucesivas
investigaciones conducidas por médicos militares austriacos que incluyeron
la exhumación y examen de los cadáveres sospechosos. El 13 de febrero (1731),
el padre de uno de los investigadores, el vienés Dr. Johann Friedrich Glaser,
corresponsal del diario Commercium Litterarium de Núremberg, remitió al
periódico una carta describiendo el caso tal y como se lo relató su hijo mediante
una misiva fechada el 18 de enero. Más tarde el médico Johannes Flückinger,
quien condujo la segunda investigación, publicó en Belgrado la obra Visum et
Repertum (1732).58 Este libro, que circuló con profusión por Europa, popularizó el
vocablo latino "vampirus" que no se empleaba con normalidad hasta entonces, 59 y
junto a la carta de Glaser fueron difundidos, citados y reproducidos en numerosos
tratados (Ver El vampiro en la literatura) y artículos contribuyendo así a la
propagación de la creencia en vampiros entre los europeos cultos. Los errores en
estos informes médicos que dieron origen a la leyenda se explican hoy día por la
poca comprensión que se tenía en la época sobre el proceso de descomposición
de los cadáveres.
En el llamado Siglo de las Luces, cuando se propugna el triunfo de la razón y el
desprestigio de las supersticiones, se intentó desvirtuar las leyendas sobre
vampiros. En 1746 el monje benedictino de la abadía de Sénones y exégeta de la
Biblia Dom Augustin Calmet publicó su obra Dissertations sur les apparitions des
anges, des démons & des esprits et sur les revenans et vampires de Hongrie, de
Boheme, de Moravie & de Silesie... (más conocido como Tratado sobre los
vampiros y traducido al español por Lorenzo Martín del Burgo) con la intención de
desacreditar el mito mediante argumentos cristianos; 1 pero tanto esta como otras
obras que nacieron a la sombra de la Ilustración en contra del mito de los
vampiros, como la Dissertatione sopra i vampiri (1774) del arzobispo de Florencia
Giuseppe Davanzati, solo consiguieron incrementar aún más la creencia en ellos.
Igualmente el español Benito Jerónimo Feijoo, quien escribe en cursivas y con
mayúsculas la palabra "Vampiro", pues en el siglo XVIII, a pesar de estar
generalizado su uso apenas comenzaba a ser un término aceptado por la
Academia, en su ensayo comentando la obra de Augustin Calmet desecha la
existencia de los vampiros afirmando: «Por otra parte, pretender que por
verdadero milagro los "Vampiros", o se conservan vivos en los sepulcros o,
muertos como los demás, resucitan, es una extravagancia, indigna de que aún se
piense en ella. ¿Qué fin se puede imaginar para esos milagros? ¿Por qué se
obran solo en el tiempo dicho? ¿Por qué solo en las regiones expresadas? Se han
visto resurrecciones milagrosas. Y no solo se deben creer las que constan en la
escritura, aunque no tengan el grado de certeza infalible que aquellas. Pero en
esas resurrecciones se ha manifestado algún santo motivo, que Dios tuvo para
obrarlas. En las de los "Vampiros" ninguna se descubre». 36
En L'Encyclopédie (1751) dirigida por Denis Diderot y Jean le Rond
d'Alembert aparece la siguiente definición: «Vampiro. Es el nombre que se le ha
dado a pretendidos demonios que se succionan durante la noche la sangre de
cuerpos vivos y la llevan a cadáveres en los que puede verse la sangre salir de la
boca, nariz y los oídos. El padre Calmet hizo sobre el tema una obra absurda de la
cual no se le hubiera creído capaz, pero que sirve para demostrar hasta qué grado
el espíritu humano se deja llevar por la superstición». 60
Pero fue sin duda el poema narrativo del romántico alemán Gottfried August
Bürger Lenore (1773) el que puso de moda el tema del vampiro en la literatura
junto con el relato El vampiro (1819) de John William Polidori.
El vampiro en la edad contemporánea[editar]
El vampiro, que ya desde el siglo XIX es un icono universal en la literatura de
ficción, sigue presente en crónicas periodísticas y en leyendas urbanas actuales.
El caso más famoso en EUA en tiempos recientes y clásico en
el folclore de Nueva Inglaterra, ajustado a los cánones del mito, es el incidente
sucedido con Mercy Brown fallecida a los 19 años a causa de tuberculosis en
Exeter, Rhode Island, y cuya exhumación en 1892 fue realizada ante el temor de
que se había convertido en vampiro.61
Igualmente es notable, en la Inglaterra del siglo XX, el caso del vampiro
del cementerio de Highgate, en el suburbio londinense, que a finales de la década
de los 60 fue el escenario de una leyenda urbana según la cual era rondado por
un vampiro con características fantasmagóricas que se cobró algunas víctimas
antes de ser destruido con intervención de autodenominados cazadores de
vampiros, que incluso llegaron a organizar una cacería la noche del 13 de marzo
de 1970, cuando decenas de curiosos y ocultistas invadieron el cementerio en
busca del supuesto vampiro.6263
En regiones del África postcolonial y en pleno siglo XXI, se siguen produciendo
rumores sobre vampiros asociados a los colonos, misioneros o representantes de
organismos europeos y adaptados a la modernidad, pues se mencionan vehículos
automotores, sobre todo de los pintados de color rojo, usados para raptar a las
víctimas y el uso de jeringas para extraerles la sangre.64
El vampiro en la cultura contemporánea[editar]
El arquetipo del vampiro está presente en la cultura contemporánea
principalmente de cuatro maneras:

1. Como prototipo de personajes de los videojuegos, los cómics o la literatura


popular y el cine.
2. Como icono y disfraz que no puede faltar en Halloween, particularmente
el estereotipo popularizado por Hollywood que encarnó el actor Béla
Lugosi.
3. Como paradigma o referencia de ciertas subculturas o tribus urbanas, como
la subcultura gótica
4. Como referencia lexicográfica en el lenguaje cotidiano y el término en
español, según el diccionario de la RAE, describe también a "Persona
codiciosa que abusa o se aprovecha de los demás" y el verbo vampirizar a
"Abusar o aprovecharse de alguien o de algo". 65 Algunos autores
denominan vampiros psíquicos o emocionales a los perpetradores
de acoso laboral, moral, psicológico y mobbing), atribuyéndoles
desórdenes de la personalidad.66
Personajes históricos relacionados con el vampirismo[editar]
Existen personajes reales cuyas vidas inspiraron la figura del vampiro en el
folclore y en la literatura de ficción contemporánea.
Vlad Draculea[editar]
Artículo principal: Vlad Draculea
Véase también: Drácula
Vlad Tepes.

También conocido como Vlad III o Vlad Tepes, es un noble héroe nacional rumano
que en el siglo XV luchó contra la invasión de los otomanos y es famoso por la
crueldad de sus métodos. Inspiró la novela "Drácula" de Bram Stoker por lo cual
es relacionado con el tema aunque no existe evidencia histórica que bebiera
sangre de sus víctimas ni las leyendas locales lo señalan de ser vampiro. 24
Vlad III, que realmente era valaco y no transilvano según Bram Stoker, es
apodado Tepes que significa "Empalador" en rumano, por su método más famoso
para escarmentar a sus enemigos. Draculea significa hijo de Dracul que a su vez
significa el dragón, y que era el título de su padre, Vlad II, un voivoda (príncipe)
caballero de la Orden del Dragón. Debido a su éxito en expulsar a los turcos
de Valaquia, por lo cual vivió en constante estado de guerra durante 1431 y 1476,
y liberar la comarca de la delincuencia, se le considera un héroe nacional
en Rumania y el salvador de Europa pues Valaquia junto con la
vecina Transilvania, constituyen la puerta meridional de Europa que todo invasor
procedente de Asia, tenía que pasar obligatoriamente si intentaba conquistar por
el sur las fértiles llanuras europeas. Su historia es relatada en la canción
titulada Von ainem wutrich der hies Trakle waida von der Walachei escrita
por Michael Beheim, juglar germánico súbdito del rey húngaro Matías Corvino, en
cuya corte conoció a Vlad cuando este se refugió allí huyendo de sus enemigos. 67
La leyenda siniestra de Draculea surge como mínimo desde su época, cuando sus
enemigos solo podían explicar sus victorias militares atribuyéndole
poderes necrománticos. En el siglo XX su figura ha tratado de ser reivindicada.
Condesa Elizabeth Báthory[editar]
Artículo principal: Erzsébet Báthory
Véase también: Carmilla
Elizabeth Báthory.

Llamada "La Condesa Sangrienta", este personaje vivió entre los siglos XVI y XVII
e inspiró a Sheridan Le Fanu para crear en 1872 a la protagonista de su famosa
narración Carmilla.
Elizabeth, importante aristócrata húngara y famosa en su época en Europa por su
belleza, fue acusada de secuestrar en su castillo de Čachtice (en la
actual Eslovaquia) a numerosas doncellas vírgenes, nobles y campesinas, a
quienes torturaba y desangraba hasta la muerte para obtener la sangre que usaba
en sus baños y bebía (aunque esto último no se comprobara en el proceso), como
parte de prácticas de magia negra en que era asistida por un séquito de brujas,
bajo la creencia de que así se conservaría bella y lozana. El corto proceso,
ordenado e impulsado por el emperador Matías II y el Palatinado, finalizó el 7 de
enero de 1611, y mientras sus cómplices fueron torturadas y condenadas a pena
de muerte en la hoguera, a Elizabeth por su condición aristocrática y la
importancia política de su estirpe solo la condenaron a vivir emparedada en sus
aposentos, que fueron sellados para siempre y en los cuales uno de sus
carceleros la encontró muerta en agosto de 1614. 68
En el siglo XX algunos cuestionan la verdadera magnitud de sus crímenes y la
validez de las acusaciones, atribuyéndole un carácter político a su proceso, cuyos
archivos se conservan aún y son la fuente primaria de lo que se ha escrito sobre
ella. En todo caso, la condesa Báthory es referencia ineludible en los estudios
sobre el mito europeo del vampiro pues su historia se entremezcla con las
leyendas relacionadas con él mismo.
Gilles de Rais[editar]
Artículo principal: Gilles de Rais
Este aristócrata francés del siglo XV, que luchó en los años finales de la Guerra de
los Cien Años junto a Juana de Arco, torturó y dio muerte a unos 300 niños
durante 8 años hasta que en el año 1440 fue capturado, procesado y ejecutado.
Henry Fitzroy[editar]
Artículo principal: Henry Fitzroy
El personaje real, hijo bastardo de Enrique VIII y conde de Nottingham y duque de
Richmond y Somerset, murió a los 17 años, posiblemente de tuberculosis. Aunque
su muerte no está esclarecida ni hay referencias históricas a actividades
criminales o vampirismo, inspiró a la escritora Tanya Huff un personaje del mismo
nombre, un vampiro "bueno" novelista y detective, que protagoniza La saga de la
sangre (Blood Ties), convertida en serie de televisión.

El vampiro en la ciencia[editar]
En el siglo XVIII y en el contexto de la Ilustración surgieron escritos críticos
buscando desvirtuar el mito del vampiro. Voltaire dedica al tema, con su ironía
característica, un aparte en su Diccionario Filosófico69 y Fray Benito Jerónimo
Feijoo dedica igualmente con tono crítico al tema de "Vampiros y brucolacos" una
de sus "Cartas eruditas y curiosas" (1774) a propósito del tratado escrito por un
contemporáneo suyo, el monje Augustin Calmet llegando a la conclusión que los
sucesos son el resultado de una imaginación supersticiosa y del embuste. 36 Con el
tiempo, otros eruditos y científicos han tratado de explicar los orígenes del mito y
los fenómenos que lo componen a la luz de las ciencias exactas y sociales.
Vampiro y zoología[editar]
Artículo principal: Desmodontinae

La ciencia llama "vampiro" (nombre que le dio el naturalista Conde de Buffon en


1761) al murciélago hematófago conocido como Desmodus rotundus que habita
en una amplia región de América del Sur, de hábitos nocturnos y se alimenta
habitualmente de sangre de ganado bovino, equino o porcino a los que ataca
mientras duermen, gracias a sus agudizados sentidos para localizarlas,
acercándose a ellas volando, arrastrándose por el suelo o saltando, para
morderles en los hombros, espalda, región perianal, en las patas, pezuñas, así
como en la base de los cuernos o en las orejas.
Son animales de pequeño tamaño, entre los 6 y los 9 centímetros y un peso de
25-40 gramos, pelaje denso color café grisáceo, cara aplanada, orejas pequeñas y
puntiagudas, hocico corto y labio inferior en forma de V, con incisivos superiores
anchos y filosos e inferiores pequeños, siendo los caninos largos, de punta aguda
y borde posterior afilado. Este aspecto inspira a los maquilladores y encargados
de los efectos especiales en las películas, las imágenes más aterradoras para
presentar en aspecto más bestial a un personaje vampiro.
Vampiro y medicina[editar]
De las ciencias, la medicina es la que más ha intentado explicar y esclarecer los
orígenes del mito del vampiro folclórico.
En el siglo XVIII la ola de superstición desatada hizo que surgieran obras como Los
vampiros a la luz de la medicina (1749)70 de Próspero Lambertini que llegaría al
papado con el nombre de Benedicto XIV desde donde siguió luchando contra las
falsas creencias, o el Informe médico sobre los vampiros (1755) de Gerard van
Swieten, médico y archidiácono de María Teresa I de Austria, donde tras criticar el
vampirismo y considerar poco frecuente aunque dentro de la normalidad los casos
de incorruptibilidad de los muertos, desacreditaba a médicos y comisarios pues en
muchas ocasiones y siguiendo sus indicaciones se realizaban sacrilegios,
poniendo en entredicho el buen nombre del finado, violando tumbas y ultrajando
cadáveres.71
¿Enfermedades vampíricas?[editar]
El neurólogo español, Juan Gómez Alonso, propone una razonable explicación del
mito a partir de ciertas enfermedades que por sus síntomas y signos, así como por
su impacto social, sirven para dar algún sustento científico a la leyenda del
vampiro en el folclore europeo.72
La peste[editar]
La peste, enfermedad infecciosa producida por la Yersinia pestis y transmitida por
las pulgas de las ratas y otros roedores, es la más factible para explicar en forma
simple pero verosímil las epidemias de vampiros en la edad media. Precisamente
este fenómeno también es descrito como trasfondo de la historia principal de un
vampiro en obras cinematográficas como el Nosferatu de Murnau o de Herzog.
Durante el siglo XIV, especialmente en Prusia oriental, Silesia y Bohemia, para
evitar el contagio las víctimas de la enfermedad eran enterradas prematuramente
sin constatar la muerte clínica. Muchos de estas víctimas de enterramiento
vivo sufrieron por ello una larga y atroz agonía, infligiéndose heridas en su intento
de escapar de sus tumbas. No es de extrañar, por tanto, que en la exhumación se
encontraran al cadáver conservado y con manchas de sangre, lo que a falta de
una mejor explicación estimularía la imaginación supersticiosa de la gente
atribuyéndoles una condición de vampiros.
El carbunco[editar]
Esta enfermedad muy contagiosa, capaz de crear gravísimas epidemias,
producida por el Bacillus anthracis que puede transmitirse de los animales al
hombre, podría semejar la sintomatología de una víctima de un vampiro. Los
afectados presentan fiebre alta, sed intensa, convulsiones, dificultad respiratoria y
alucinaciones que se atribuyen a la falta de oxígeno, con una sensación de asfixia
que podía ser expresada por parte de la víctima como el estrangulamiento a
manos de un vampiro. Los cadáveres presentan ausencia de coagulación de la
sangre, frialdad y rigidez; y de igual forma se descompone más lentamente. En
una época donde no se tenían conocimiento de muchas enfermedades se podía
pensar que en estos cadáveres aún se presentaba vida. El ántrax o carbunco es la
mejor explicación para casos tradicionalmente considerados de vampirismo, esto
es: muertes de personas después de dificultades respiratoria, convulsiones y
septicemia, al igual que de animales herbívoros, y cadáveres con sangre no
coagulada, con miembros flexibles y con lenta descomposición. El carbunco
generalmente se presenta en zonas pastoriles en brotes indeterminados atacando
a vacas, ovejas, cabras y seres humanos principalmente.
La anemia[editar]
Esta enfermedad clásica, frecuentemente asociada a las anteriores, consistente
en un déficit en la cantidad o calidad de los glóbulos rojos de la sangre
encargados de transportar el oxígeno a todo el cuerpo, también puede explicar la
creencia en la afectación de los vecinos y familiares allegados al presunto
vampiro. Las supuestas víctimas presentaban una severa palidez acompañada de
intensa fatiga, cansancio y respiración entrecortada, síntomas y signos clínicos
que se pueden explicar con este trastorno que no siempre se debe a la pérdida de
sangre, sino que hace parte también del cuadro de una desnutrición, ya sea por
falta de adecuada alimentación por las propias enfermedades, o las carestías
debidas a las guerras, cuando no por ayunos con motivaciones religiosas que
tenían el objetivo de purgar los pecados y verse libre del peligro de la peste.
La rabia[editar]
La rabia, infección viral del Sistema Nervioso, es la enfermedad transmisible que
científicamente explicaría adecuadamente el mito del vampiro, especialmente
cuando su auge en Europa coincide con epidemias de esta afección durante los
siglos XVI y XVII, en particular la ocurrida en Hungría entre 1721 y 1728.

 Se transmite a los humanos generalmente por mordedura de animales


como perros, lobos y murciélagos, portadores habituales de la enfermedad y
que en el folclore han sido relacionados con los vampiros. En 1733 ya se
mencionaba que el vampirismo era una enfermedad contagiosa de una
naturaleza parecida a la que sobreviene tras la mordedura de un perro rabioso.
 Durante el periodo de incubación y fase preclínica (habitualmente entre 1 año y
3 meses), puede manifestarse con sensaciones anormales como parestesias,
dolor en la zona de mordedura y sintomatología inespecífica inicial (fiebre,
pérdida de apetito, fatiga, depresión, temor, ansiedad y sueños angustiosos)
semejando una progresiva transformación de la persona en un vampiro.
 La fase clínica, correspondiente a una encefalitis dada la predilección del virus
por afectar al sistema límbico (importante en el control de las emociones y la
conducta), se caracteriza por un cuadro de "rabia furiosa" consistente en
síntomas similares a los asignados al vampiro folclórico como son: inquietud y
agitación crecientes que pueden llegar hasta la
agresividad, insomnio persistente, fotofobia, alteración del ritmo del sueño y
modificaciones de la conducta sexual expresadas como hipersexualidad.
Debido a frecuentes espasmos musculares en cara, faringe y laringe, el
paciente emite sonidos roncos y ahogados con una retracción de los labios de
forma que asoman los dientes como si fuera un animal. Una exaltación de los
reflejos, puede causar accesos de furor maníaco frente a pequeños estímulos,
como leves contactos, corrientes de aire, luz y ruidos, ciertos olores o
excitaciones mínimas como ver su imagen reflejada en un espejo. Las
pesadillas y las alucinaciones también suelen estar presentes en este tipo de
cuadro florido de la rabia que generalmente es mortal.
 El espasmo muscular y los reflejos anormales en faringe producen
característicamente un rechazo del paciente al agua o hidrofobia (y, por
consiguiente, a ver su imagen reflejada en ella), nombre por el cual se conoce
también a esta enfermedad, causado por los intensos dolores al intentar tragar
agua o simplemente con su visión. Los problemas para tragar su propia saliva,
causan que la misma se acumule y gotee de su boca formando espumarajos.
Porfiria[editar]
En particular el tipo de porfiria eritropoyética congénita o enfermedad de Günther,
producida por una anomalía genética y hereditaria, se ha alzado con el título de
"enfermedad de los vampiros"; pero, aunque rara y llamativa, no sirve para
explicar las formas epidémicas del vampirismo debido a que es muy poco
frecuente o escasamente diagnosticada. 73
La enfermedad se caracteriza bioquímicamente por una alteración genética de la
actividad de la enzima encargada de metabolizar las porfirinas pigmentos
precursores del grupo Hemo componente de la hemoglobina que se encarga del
transporte de oxígeno en la sangre y le da su característico color rojo. El resultado
es una acumulación excesiva en los tejidos de estas sustancias, lo cual
clínicamente se manifiesta en una serie de síntomas, signos y complicaciones que
coinciden con ciertas características atribuidas vampiros del folclore, como son: 74

 Fotosensibilidad: El depósito de porfirinas en la piel produce una


hipersensibilidad a la luz solar de 400 o más nm de longitud de onda, lo que
desencadena un proceso de producción de peróxidos que, al liberar oxígeno
atómico en los tejidos, provoca destrucción celular, manifestándose por un
fuerte enrojecimiento, agrietamiento y sangrado de la piel, formación de
ampollas que se infectan fácilmente, causando erosiones y úlceras que al
cicatrizar dejan marcas y deformaciones en la zona afectada. Además, el
organismo en un intento de proteger la piel del sol desarrolla hirsutismo o
crecimiento anormal del vello en la frente, pómulos y extremidades y en zonas
inusuales como las palmas de las manos, característica que por ejemplo Bram
Stoker incluye en su novela al describir por primera vez al conde Drácula.

 Deformidades faciales o "Facies vampírica": Producida cuando las lesiones


faciales son extensas, recidivantes y mutilantes, destruyendo los labios (que
dejan la dentadura al descubierto, dando la apariencia a los dientes de ser de
mayor tamaño que el normal), los cartílagos de la nariz, mostrando
frontalmente los agujeros nasales, o los auriculares, dando ocasionalmente un
aspecto puntiagudo a las orejas. Igualmente, con la acumulación de porfirinas
los ojos pueden aparecer de color rojizo y en los dientes aparece la llamada
eritrodoncia por el depósito porfirínico en la dentina.

 Palidez extrema y ansiedad por la sangre: Los defectos en la producción de


hemoglobina producen anemia con toda su sintomatología característica, de la
cual es destacable la palidez general, tal y como se describe la imagen clásica
del vampiro. Un tratamiento habitual de la anemia son las transfusiones de
sangre o del grupo Hemo, que no solo mejoran la anemia sino que frenan la
producción de porfirinas y muchos atribuyen que por esa razón los pacientes
tiene ansiedad por la sangre. Antiguamente la terapéutica médica para las
anemias incluía beber sangre de otros animales, lo cierto es que los jugos
digestivos la destruyen y para tener cierto beneficio y que pudiera absorberse
una mínima parte del grupo Hemo, el paciente tendría que ingerir más cantidad
que la que se necesita vía intravenosa.

 Intolerancia al ajo: Esta hortaliza, parte de los elementos clásicos para


ahuyentar vampiros, que se usa desde tiempos antiguos al atribuírsele
propiedades antisépticas, antiparasitarias, expectorantes o hipotensivas, al
parecer según estudios recientes produciría un bloqueo de la coagulación de la
sangre al inhibir la agregación plaquetaria y uno de sus elementos, el disulfuro
de alilo, por otra parte, podría destruir el grupo Hemo, todo lo cual podría
aumentar el malestar del paciente con porfiria.75

 Disociación emocional o mental del paciente: Este tipo de porfiria no


trastorna, curiosamente, la sensación de bienestar del enfermo, aunque por el
tipo de vida al que se encuentra sometido es frecuente que se alteren las
facultades mentales, lo que podría explicar las obsesiones y crueldades que se
atribuyen a los vampiros.

 Prevalencia entre grupos familiares: Aunque la porfíria no explica bien las


epidemias de vampiros, si puede asociarse al mito por su prevalencia entre
grupos poblacionales cerrados o familias endogámicas, dado su mecanismo
de transmisión genética, basándose en el derecho de pernada frecuente en
la sociedad feudal, lo cual supone la transmisión del material genético del
noble señor feudal afectado de porfiria a las familias de sus siervos o del
pueblo llano, produciéndose varios casos en un mismo periodo y con relativa
frecuencia y explicando así la prevalencia en el entorno familiar del supuesto
vampiro original. Por otra parte, entre las diversas variedades de la porfiria
(especialmente en la aguda intermitente, variegata y coproporfiria) puede
desencadenarse crisis por la ingesta de alcohol o por el estrés intenso que se
ocasionaría con relativa facilidad en el ámbito supersticioso de la población
crédula de los vampiros.
Enfermedades psiquiátricas[editar]
Artículo principal: Vampirismo

La atracción patológica por beber sangre ha sido la causa de que en la historia se


registren muchos casos de personajes reales con conducta vampírica, cuya
compulsión solo ha podido ser explicada psiquiátricamente al no encontrarse un
sustrato infeccioso o somático como en las enfermedades antes descritas.
Psicosis y esquizofrenia son los diagnósticos más frecuentes de los psiquiatras
forenses y expertos en criminalística para explicar la conducta vampírica de
personajes reales, en su mayoría asesinos seriales, como el Alemán Peter Kürten,
el caballero Frances Gilles de Rais o la condesa Húngara Erzsébet Báthory antes
citados, y criminales contemporáneos mencionados por las noticias en nuestros
días (Ver: Pacientes de vampirismo famosos).
Recientemente nuevas propuestas de clasificación de los trastornos mentales
relacionados con la sexualidad o de las parafilias, asignan al vampirismo una
categoría particular, deslindando y diferenciando este trastorno de otras filias
como la necrofilia o el sadismo, para explicar y describir mejor la conducta criminal
motivada por el placer libidinoso derivado de la vista, contacto o bebida de sangre
de sus víctimas.
Vampiros y medicina forense[editar]
Tras un tiempo de estar sepultados, como parte del natural proceso de
putrefacción y fermentación. dadas las condiciones de temperatura, humedad y
nutrientes adecuadas, en especial en los pulmones y en el sistema digestivo de
algunos cuerpos se desarrollan una gran cantidad de bacterias y esporas
productoras de gases que se acumulan en los tejidos.
Comúnmente, cuando se creía que un difunto se había transformado en vampiro,
días después de su funeral se desenterraba el cadáver para corroborar la
sospecha. Si se intentaba manipular el cuerpo exhumado y clavar una estaca en
su pecho, por la presión ejercida sobre los pulmones podía producirse la
exhalación de una especie de "suspiro" o grito, que sería en realidad un escape de
los gases de putrefacción, haciendo pensar a los exhumadores que el cadáver era
en efecto un vampiro activo y que la estaca había dado fin a su existencia.
Esta labor de exhumación, en la que participaban sacerdotes, autoridades de las
aldeas e incluso los familiares del difunto, era temida ya que muchos sufrían serios
trastornos debidos a la inhalación de estos gases producto de la fermentación o
descomposición orgánica y cargados de bacterias que brotaban del cadáver al ser
manipulado.

El vampiro en la cultura popular y las artes[editar]


El vampiro en la literatura[editar]
Artículo principal: Vampiros en la literatura
Literatura académica o erudita[editar]
Portada del tratado de Calmet sobre fantasmas y vampiros, versión en alemán (1752).

Los escritos que intentan compilar y analizar racionalmente el tema con


argumentos filosóficos, teológicos y científicos, aparecen en Europa en los siglos
XVII y XVIII cuando incidentes atribuidos a vampiros, probablemente epidemias e
histeria colectiva, barrieron numerosos países de Europa Oriental. Esto produjo un
interés generalizado en el tema, generando comentarios de escritores de la talla
de Voltaire, Descartes y Rousseau o el padre Benito Jerónimo Feijoo quien en sus
"Cartas eruditas y curiosas" (1742) dedica la carta XX a comentar el ensayo sobre
vampiros escrito por Calmet.36
Entre los primeros tratados publicado en Europa sobre vampiros está el titulado
"Conceptos racionales y cristianos sobre vampiros o chupasangres" escrito
en 1733 por Johann Christoph Harenberg filósofo, teólogo e historiador alemán.76
Pero uno de los autores más famosos sobre el tema fue
el monje benedictino francés Dom Augustin Calmet (1672-1757), abad de
Senones, destacado exégeta e ideólogo de la Inquisición que escribió, entre otras
muchas obras, un libro titulado El Mundo de los Fantasmas que incluye el ensayo
titulado Negociación y explicación de la materia y características de los Espíritus y
los Vampiros, y así de los retornados de la muerte en Hungría, Moravia, etc. Con
esta obra,1 Calmet realizó la primera diferenciación clara entre los vampiros y los
demás espíritus y demonios planteando interrogantes sobre la naturaleza del
vampiro, si está realmente muerto, o mediante qué mecanismo es capaz de
escapar de la tumba, y qué clase de energía mueve su cuerpo, concluyendo que,
a pesar de su naturaleza maligna, los vampiros son seres creados por Dios.
Igualmente señala que el paganismo no era causa suficiente para conversión en
vampiro, pues de lo contrario los romanos y griegos, que adoraban a dioses
paganos, se habrían transformado todos en vampiros.
En 1820 el editor Chez Masson publicó en París "Histoire des vampires et des
spectres malfaisans: avec un examen du vampirisme" de autor anónimo pero que
algunos atribuyen al famoso escritor ocultista francés Collin de Plancy y en el cual
se propone una visión racionalista del mito.
En Inglaterra el tema del vampirismo fue tratado en “The Vampire. His Kith and
Kin” (1928) y en El Vampiro en Europa (1929) por Montague Summers, quien
realiza estudio sobre el tema y describe la presencia vampírica a lo largo de la
historia, desde la Antigua Grecia hasta la época moderna, en diversos países de
Europa.
Literatura de ficción[editar]
Véase también: Novela gótica
Si bien en el siglo XVIII Goethe en su obra La novia de Corinto (Die Braut von
Korinth) (1797) le da la protagonista el carácter de una vampiresa, los relatos
literarios sobre vampiros proliferan prácticamente a partir del siglo XIX en medio de
la corriente literaria del momento, es decir el romanticismo. En 1816, el poeta
inglés Lord Byron pasaba unos días en las orillas del Lago Leman (Suiza) junto a
un amigo, el médico John William Polidori. Mientras se hallaban en medio de una
fiesta con el reconocido poeta Percy Shelley y su última mujer, Mary, se desató
una tormenta alpina, que los obligó a permanecer en el interior de la casa,
contando historias de miedo para entretenerse, hasta que en un determinado
momento algunos de los presentes se retaron a escribir la mejor historia de terror
y misterio de todos los tiempos. Como resultado Mary Shelley empezó a escribir
su famosa novela Frankenstein, un mito mefistofélico de nuestro tiempo; Byron
escribe el poema épico The Giaour, en el cual ya está presente la combinación del
horror y de la lujuria que el vampiro siente y el concepto de los no-muertos que
pueden pasar su maldición a los vivos, pero no llegó a completar la obra. Su
amigo Polidori lo incluye en su obra titulada El Vampiro, un Cuento, novela
publicada en 1819 cuyo protagonista, el «señor Ruthven», está inspirado en el
propio Byron. Una secuela no autorizada de esta novela es llamada Lord Ruthwen
ou les Vampires (1820) del autor francés Cyprien Bérard, seudónimo de Charles
Nodier, que la adaptó en el primer melodrama de vampiros teatral.
En 1841 en Rusia se publicaron dos relatos del género gótico fantástico sobre
vampiros, escritos por Alekséi Konstantínovich Tolstói (1817-1875): El
vampiro centrado en la figura del “upyr” ruso, y La familia del Vurdalak ambientado
en Serbia y basado igualmente en el mito eslavo. 77
Entre 1845 y 1847 aparece en Londres Varney the Vampire or The Feast of
Blood, folletín victoriano de horror gótico, cuyo autor no está plenamente
identificado pero se atribuye sea James Malcolm Rymer o Thomas Preskett,
ambos muy prolíficos y conocidos en el campo de los llamados "Penny Dreadful"
(folletín escabroso).78
En 1872, se publica Carmilla, novela corta escrita por Joseph Sheridan Le
Fanu que muestra muchas características del terror gótico, e incluye una leve
influencia de contenido erótico particular propio de los vampiros.
La novela gótica más famosa sobre vampiros sin duda es Drácula, del escritor
irlandés Bram Stoker, publicada en 1897, cuyo protagonista personifica la
fascinación de lo prohibido y es una figura simbólica clásica de la sexualidad
reprimida, característica de la sociedad victoriana en la que el autor vivió.
Inspirándose en la medieval Saga de Grettir, el escritor estadounidense
del naturalismo Frank Norris escribió Grettir en la granja de Thorhall / Grettir at
Thorhall-Stead (1903).
En 1954 el escritor Richard Matheson publica la novela de ciencia ficción Soy
leyenda que narra un futuro mundo postapocalíptico regido por vampiros, y el
protagonista es el último humano. Matheson desarrolla la quizás sea la primera
explicación racional del vampirismo, descubriendo en la trama que es provocado
por una bacteria. La novela cuenta con varias adaptaciones fílmicas.
En 1975, Stephen King, que posteriormente se convertiría en un maestro de
literatura de horror, publica una novela de vampiros llamada "Salem's Lot", que
narra el regreso de un escritor famoso a su pueblo natal justo en el momento en
que este se ve conmocionado por sucesos extraordinarios y aterradores que
posteriormente se revelan como ocasionados por la llegada de un vampiro. La
novela fue llevada a la televisión como miniserie en 1979 y se hizo un versión de
la misma en 2004.
La más importante revisión literaria del mito del vampiro después de Drácula, se
produjo a finales del siglo XX (1976), cuando la escritora norteamericana Anne
Rice publicó las Crónicas Vampíricas, una trilogía compuesta por las
novelas Entrevista con el Vampiro, Lestat el Vampiro y la Reina de los
Condenados, que después, dado su enorme éxito comercial y cinematográfico, ha
continuado con secuelas como Memnoch el Demonio y Armand el Vampiro. Los
vampiros concebidos por Rice son personajes adaptados al gusto de las
sociedades contemporáneas, aptos para todos los públicos, carentes de la
maligna crueldad sin remordimientos de sus antecesores literarios y de los
personajes reales que los inspiraron; mostrándose como unos entes elitistas,
posmodernos y confusos, solo un poco pervertidos, con sentimientos de
culpabilidad y humanizados, sumergidos en el pensamiento filosófico de la Nueva
Era sin representar la maldad y bestialidad en estado puro que caracterizan al
vampiro mítico tradicional o folclórico.
A partir de 1986, el escritor británico Brian Lumley, aportó al género literario de
vampiros su serie Necroscopio (las Crónicas Necrománticas) que narra los
enfrentamientos de su protagonista contra diversos seres de naturaleza vampírica
a los que, desmarcándose completamente de las convenciones y tradiciones del
mito, presenta como parásitos que se sirven de los humanos y animales para
sobrevivir, mejorando biológicamente a sus hospedadores otorgándole poderes
sobrehumanos, mientras sustituyen progresivamente su personalidad.
A principios de los 90 aparece The Vampire Diaries, una serie de novelas escritas
por L. J. Smith, quien también explota el mito en su saga Night World.
En 2004 se publicó Déjame entrar (Låt den rätte komma in), novela del
escritor sueco John Ajvide Lindqvist, destacada por tener como protagonistas a
Oskar, un solitario niño acosado por sus compañeros de colegio, y a Eli una
vampiresa que aparenta 12 años, mostrando otra visión no menos siniestra del
mito y para la cual el autor confiesa haberse inspirado en su propia niñez,
en Carmilla y en la película The crying game (Juego de lágrimas).79
En 2005 aparece la saga de gran éxito sobre vampiros modernos, compuesta por
las novelas Crepúsculo, Luna Nueva, Eclipse y Amanecer, escritas por Stephenie
Meyer, sobre el romance entre Edward Cullen, un vampiro de 100 años con
apariencia de tener 17 y Bella Swan, una adolescente normal.
En 2008 se empieza a publicar otra saga sobre vampiros y adolescentes, escrita
por Claudia Gray y compuesta
por: Medianoche (2008), Adicción (2009), Despedida (2010) y Renacer (2011)
protagonizada por Bianca, hija de vampiros, que se enamora de Lucas, un joven
caza-vampiros.
En 2012 se publicó El umbral del bosque, novela gótica escrita por Patricio
Sturlese ambientada en el siglo XVII, que incorpora mitos sobre vampiros
del folclore escandinavo.
El vampiro en las artes escénicas[editar]
Philip Burne-Jones, The Vampire, 1897.

 Ópera: la opera en dos actos Der Vampyr (El vampiro), con música compuesta


por Heinrich Marschner y libreto de Wilhelm August Wohlbrück basado en la
obra de John William Polidori, se estrenó en Leipzig. en 1828 con gran éxito.
En el 2000 se presentó en Madrid una versión en castellano.

 Teatro: En 1820 en Londres y Dublín se representó una versión teatral basada


en la obra del doctor Polidori. Drácula apareció en el teatro por primera vez en
1897, con la obra Drácula, o el No-Muerto escrita por el propio Bram Stoker y
la première tuvo lugar en el Royal Lyceum Theatre de Londres. Más popular
resultó la versión de Hamilton Deane, estrenada en 1923, que para simbolizar
al murciélago introduce en la caracterización del personaje la capa de
terciopelo o cuero negro en el exterior y seda roja en el interior, quizás el más
característico de los leitmotivs vampíricos. Bela Lugosi, el actor que más
brillantemente ha representado ese papel en el cine y en el teatro, fue
enterrado envuelto en su capa en cumplimiento de sus deseos. 80

 El musical Tanz der Vampir (El baile de los vampiros), con música de Jim


Steinman y basado en la película homónima de Roman Polanski quien también
dirigió la producción original, fue estrenado 1997 en Viena y ha sido
representado en todos los continentes.

 Ballet: probablemente el primero que trató el tema del vampiro


fue Polichinel vampire, ballet-pantomima en un acto escrito por François Alexis
Blache, con música de M. Alexandre y representado por primera vez en 1823. 81
Luego aparece Morgano de Paul Taglioni y J. Hetzel (Berlín, 1857). A este le
siguió Il Vampiro con música de Paolo Giorza, producido en Milán en 1861.. En
1956, en Inglaterra se representó Vampaera de Peter Darrell. En 1980
apareció Love, Drácula de James Kudeka, interpretado por Les Royal Ballets
Canadians, y en 1992, Drácula de Stuart Sebastian, ejecutado por el Dayton
Ballet y el American Repertory Ballet.
El vampiro en la escultura[editar]
Apenas ha sido representada la figura del vampiro en la escultura. Prácticamente
las únicas obras sobre tema vampírico son las que representan a seres
mitológicos que, sin ser vampiros, están relacionados con ellos o incluso pueden
considerarse origen del mito, como las lamias o ciertas representaciones de Lilith.
El vampiro en la pintura[editar]
En pintura destacan obras como El vampiro de Edvard Munch, realizada en el
año 1895 o El Vampiro Glorioso, de Boleslas Biegas, que data de 1916 y pretende
ser un alegoría del horror de la Primera Guerra Mundial, aunque también de la
mujer fatal, representada por un ser con más semejanza con las lamias que con el
vampiro propiamente dicho.
El vampiro en la pantalla[editar]
Se han filmado una infinidad de películas y series de terror en cine y televisión
sobre vampiros. Y el mito ha inspirado esporádicamente también a muchos
comediantes, tales como Los Tres Chiflados, Bud Abbot y Lou Costello, quienes
incorporaron el personaje del vampiro en sus comedias.
Cine[editar]
Artículo principal: Vampiros en el cine
Véase también: Anexo:Películas de vampiros

El Conde Drácula interpretado por Béla Lugosi en la versión de 1931 de Drácula.

El vampiro fue llevado al cine por primera vez en 1922, bajo el título Nosferatu,
una Sinfonía del Horror, con la inolvidable interpretación de Max Schreck y dirigida
magistralmente por F.W. Murnau. Desde entonces, el vampiro, ha protagonizado
incontables producciones cinematográficas.
Un memorable filme de Fritz Lang es M, el vampiro de Düsseldorf de 1931,
inspirado en el caso de la vida real de un asesino serial de niños que conmovió a
Alemania. A pesar de su título no es realmente una película del género.
La imagen del vampiro-Drácula por excelencia en el cine de las primeras épocas
ha sido la del actor húngaro Béla Lugosi quien protagonizó la versión clásica
de Drácula dirigida por Tod Browning en 1931. En 1958 la novela Drácula volvió a
ser adaptada para cine con un toque más erótico a cargo del actor
inglés Christopher Lee quien llegó a ser identificado con el personaje tanto o más
que Lugosi, protagonizando cerca de 10 títulos con esa temática. En 1979, se
filmó una nueva versión de Drácula protagonizada por Frank Langella y en
1992 Francis Ford Coppola realiza Drácula, de Bram Stoker, más fiel a la novela
original que las anteriores versiones y en la que hace gala de todos los recursos
que el cine permite para convertir cualquier fantasía en imágenes.
En 1967, con un toque de comedia negra y con la introducción del primer vampiro
gay en el cine, el director polaco Roman Polański agregó con éxito a la filmografía
sobre el mito la película El baile de los vampiros.
En 1979 el director alemán Werner Herzog filmó otra versión de Nosferatu,
fantasma de la noche (Nosferatu: Phantom der Nacht) protagonizado por Klaus
Kinski, Bruno Ganz e Isabelle Adjani.
Tom Holland dirigió en 1985 Fright Night (La hora del espanto en México y
Argentina, y Noche de miedo en España). Se trata de un filme con más humor que
terror en el que Roddy McDowall interpreta a un actor devenido en improvisado
cazador de vampiros. La película tuvo una secuela (Fright Night II) en 1988 y
una versión en 2011 protagonizada por Colin Farrell.
En 1994 se realizó la película Entrevista con el vampiro dirigida por Neil Jordan y
basada en la novela homónima de Anne Rice quien elaboró también el guion.
En 1995, Mel Brooks dirigió la sátira Drácula, muerto pero feliz, donde él mismo
interpreta a Van Helsing mientras que el rol protagónico corre a cargo de Leslie
Nielsen.
En 1996 se filmó Del crepúsculo al amanecer, que narra un enfrentamiento entre
humanos y vampiros en un bar de México, con dirección de Robert Rodriguez,
guion de Quentin Tarantino e interpretada por George Clooney, Salma
Hayek, Harvey Keitel y el mismo Tarantino.
El cineasta John Carpenter también hizo un aporte al género con su película de
western-horror Vampiros en 1998, año en el cual aparece también Blade saga
fílmica de acción, protagonizada por un dhampiro o cazador de vampiros
contemporáneo, basada en cómic del mismo título.
En el 2003 se inició otra saga fílmica compuesta
por Inframundo (Underworld), Underworld: Evolution (2006) y Underworld: Rise of
the Lycans (La rebelión de los licántropos) (2009), que narra una antigua guerra
entre vampiros y hombres lobo.
El cine de animación cubano produjo en 1985 Vampiros en La Habana, una
comedia sobre las aventuras de un vampiro adolescente cubano y en 2005
apareció la película animada The Batman vs. Dracula, una síntesis-adaptación de
la trilogía de novelas gráficas publicadas por Elseworlds, sello de DC Comics,
compuesta por “Lluvia Roja” (Red Rain),“Tormenta de Sangre” (Blood Storm) y
“Niebla Carmesí” (Crimson Mist), en donde Batman enfrenta y derrota,
sacrificando su humanidad al volverse vampiro, a un recién resucitado Drácula, así
como a una horda de vampiros que liderados por el Joker aterroriza Ciudad
Gótica.
En 2008, se estrenó la película sueca Déjame entrar, la primera adaptación del
libro homónimo y dirigida por Tomas Alfredson. En 2010 estrenaron otra
adaptación también homónima dirigida por el estadounidense Matt Reeves.
En noviembre de 2008 se estrenó Crepúsculo basada en la saga escrita
por Stephenie Meyer, seguida de las secuelas The Twilight Saga: New Moon en
2009, The Twilight Saga: Eclipse en 2010, The Twilight Saga: Breaking Dawn -
Part 1 en 2011 y The Twilight Saga: Breaking Dawn - Part 2 en 2012.
En octubre del 2009, se estrenó Cirque du Freak: The Vampire's Assistant basada
en la saga escrita por Darren Shan, protagonizada por Chris Massoglia, Josh
Hutcherson y John C. Reilly. Narra la vida de un chico que se transforma en semi-
vampiro para convertirse en asistente y aprendiz del vampiro Larten Crepsley,
luchando contra vampiros sedientos de sangre humana.
En 2013 se estrenó Only lovers left alive, de Jim Jarmusch, que narra una historia
de amor entre vampiros.
En 2014 se estrenó Dracula Untold del director Gary Shore y protagonizada por el
actor gales Luke Evans. La película cuenta la historia de cómo el Príncipe Vlad se
convierte voluntariamente en vampiro para salvar su reino de la invasión Turca,
dando así origen a Drácula, que en la película es interpretado como Hijo del
Diablo.
El año 2014 también se estrenó What We Do in the Shadows (Lo que hacemos en
las sombras) un mockumentary que muestra la vida de 4 vampiros (que viven en
una casa en Wellington, Nueva Zelanda) y cómo estos se las arreglan en la vida
moderna -con internet, teléfonos móviles y salidas a la discoteca- a pesar de
provenir de épocas muy diferentes (pues al ser vampiros, son inmortales). Estos 4
personajes representan a la vez estereotipos recurrentes de los vampiros en la
cultura popular: Vladislav representa a Vlad lll o Vlad Drăculea, un distinguido y
sexy conde que aprovecha sus poderes de seducción para conseguir nuevas
víctimas; Viago, que encarna la forma más clásica del vampiro culturalmente
(cabello negro, piel blanca, ropa aristocrática del siglo XIX y sangre por todas
partes) pero a la vez es el más sociable y quien cohesiona al grupo; Deacon,
quien fue convertido en vampiro en la Segunda Guerra Mundial (este no coincide
tanto con un estereotipo de vampiro pero representa la idea de que estos
sobreviven a través del tiempo) y por último Petyr, de quien apenas se sabe
mucho, pues pasa sus días (y sus siglos) encerrado en el sótano de la casa: este
representa claramente a Nosferatu, pues tiene ocho mil años y a pesar de tener
nulo contacto con el mundo exterior, es el que más poderes sobrenaturales tiene.
El 'falso documental' muestra sus vidas en el día a día, cómo estos no pueden
salir de casa si hay luz del sol y deben arreglárselas para entrar a
algún bar o discoteca (pues primero tienen que ser invitados) y finalmente, a pesar
de que son vampiros y su único deseo es chupar sangre, a veces extrañan su
vieja vida humana. El filme interactúa constantemente con los clichés existentes
sobre los vampiros (como por ej. su rivalidad con los hombres lobo) y finalmente
muestra una cara más cálida y divertida respecto a lo que generalmente se
muestra sobre ellos.
Televisión[editar]
Artículo principal: Vampiros en la televisión
El primer vampiro protagonista en tv posiblemente sea Barnabas Collins,
atormentado personaje de la exitosa serie de la ABC Sombras tenebrosas emitida
entre 1966-1971. Décadas después y para entretener a un público
preferentemente adolescente, en 1997 aparece la serie Buffy, la cazavampiros,
que alcanzó el éxito con 7 temporadas hasta 2003 y de la cual se desprendió una
nueva serie con el mismo nombre que su protagonista, el vampiro llamado Ángel.
En 1973 Dan Curtis dirigió Drácula, una adaptación para televisión de la novela
de Bram Stoker escrita por Richard Matheson. Jack Palance interpreta al conde
vampiro.
En 1979, bajo la dirección de Tobe Hooper y producida por Warner Bros. Pictures,
se adapta para televisión a manera de miniserie, la segunda novela de Stephen
King, llamada "Salem's Lot", que narra la historia de un escritor famoso, Ben
Mears (interpretado por David Soul) que regresa a su pueblo natal, cuyo nombre le
da título a la novela, justo en el momento en que este está siendo "invadido" por
un vampiro.
La serie canadiense de 1989 El Señor de las tinieblas (Forever Knight) tuvo como
protagonista a un vampiro de 800 años trabajando como detective de homicidios
solo de noche, con un refrigerador bien abastecido de sangre de animales, y un
coche clásico con un enorme maletero donde se ocultaba del sol si lo sorprendía
el día.
En 2004 se adapta nuevamente a televisión "Salem's Lot" de Stephen King. En
esta oportunidad con Rob Lowe en el papel de Ben Mears y los
impresionantes Rutger Hauer y Donald Sutherland como el vampiro Kurt Barlow y
su ayudante humano Richard Straker.
En 2007 se estrenó la serie Moonlight protagonizada por Mick St. John, otro
vampiro detective, de la cual solo se realizó una temporada.
Otra serie de televisión es True Blood, estrenada en 2008 y basada en los libros
de la colección Southen vampires de la escritora Charlaine Harris. Trata sobre las
aventuras de una camarera telépata, Sookie Stackhouse, en un mundo donde los
vampiros han salido a la "luz".
Entre 2008-2013 se emitió la serie Being Human en la televisión británico. Being
Human cuenta con protagonistas como Aidan Turner como el vampiro John
Mitchell, Russell Tovey como el mujer lobo George Sands y Lenora Crichlow como
la fantasma Annie Sawyer.8283
En 2009 se estrenó la serie The Vampire Diaries, basada en las novelas
homónimas de L. J. Smith y en Israel se estrenó Split la primera serie de vampiros
realizada en este país.
Varias series de animación japonesa, tales como Vampire Hunter
D, Hellsing, Vampire Knight, Karin, Kamen Rider, Dance in the vampire
Bund, Trinity Blood, Tsubasa Tokyo Revelations, Shingetsutan
Tsukihime, Nightwalker:The Midnight Detective, Vampire Princess
Miyu, Blood+, Rosario + Vampire, Blood Lad, Shiki y Strike the Blood. son
protagonizadas por un vampiro o mencionan el mito del vampiro. Otra serie en
dibujos animados para TV sobre vampiros para la audiencia infantil es El conde
Pátula, un pato-vampiro.
En la serie de animación Spawn, el capítulo 2 de la tercera temporada incluye el
personaje de una mujer vampiro que asegura debe su condición a que fue violada
por un Hellspawn.84
En la serie American Horror Story Hotel, quinta temporada de la antología
estrenada el año 2011, el personaje de la Condesa Elizabeth interpretado
por Lady Gaga tiene muchos atributos que la definirían casi como un vampiro,
como ser cuasi inmortal, la necesidad de beber sangre y una actitud lujuriosa,
entre otras cosas.
El vampiro en los cómics y mangas[editar]
Artículo principal: Vampiros en la historieta
Véase también: Vampiro (Marvel Comics)
Los vampiros son tema frecuente en las historietas y novelas gráficas de terror,
tales como Blade, protagonizada por un cazavampiros híbrido entre humano y
vampiro, es decir un dhampiro. En esta serie se propone el origen genético de los
vampiros en vez del tradicional sobrenatural, siendo el conde Vlad Drácula (Drake
en el cómic) el primero de la especie denominada Hominus nocturna.
De los manga sobresale la serie Hellsing, en la que la orden de los Caballeros
Protestantes Reales, descendientes de la familia de Abraham Van Helsing, luchan
contra seres sobrenaturales como vampiros, demonios y ghouls.
En 1981 DC Comics introdujo un nuevo personaje vampiro, Andrew Bennet en la
serie de terror The House of Mistery. Su vida y aventuras eran contadas en una
serie de episodios bajo el título I, Vampire. Estos episodios dominaron la mayoría
de los nímeros de House of Mistery desde marzo de 1981 (N.º 290) hasta agosto
de 1983 (N.º 319).

Véase también[editar]
 Creencias sobre vampiros
 Vrykolakas
 Gul
 Vampiro chino
 Cuento de terror
 Cine de terror
 Lestat de Lioncourt
 Hombre lobo
 No muerto
 Strigoi
 Momia
 Zombie

Referencias[editar]
1. ↑ Saltar a:a b c d e f g h "Calmet Poupart, Augustin. Dissertations sur les apparitions des anges,
des démons & des esprits et sur les revenans et vampires de Hongrie, de Boheme, de Moravie
& de Silesie. Publicado por De Bure l'aîné, 1746. [1]
2. ↑ Bartra, Roger. El salvaje artificial. Ediciones Era, Universidad Nacional Autónoma de México,
1997. ISBN 968-411-383-8, 9789684113831
3. ↑ Kimberley. Steven. A Psychological Analysis of the Vampire Myth. Estro: Essex Student
Research Online Vol 1 (1): 38-44.[2]
4. ↑ Rodríguez de la Sierra, L. «Origin of the myth of vampirism.» J R Soc Med. 1998 May; 91(5):
290. [3]
5. ↑ Fló, Martín & FFA. El origen etimológico del vampiro moderno. Portal de la Sociedad
española de Estudios sobre vampiros. Consultado el 20 de noviembre de 2009.«Copia
archivada». Archivado desde el original el 23 de septiembre de 2013. Consultado el 22 de
febrero de 2012.
6. ↑ J. Simpson, E. Weiner (eds), ed. (1989). «Vampire». Oxford English Dictionary (2nd edition
edición). Oxford: Clarendon Press. ISBN 0-19-861186-2.
7. ↑ Johnson, Samuel (1745). «IV». Harleian Miscellany. London: T. Osborne. p. 358.
8. ↑ En alemán: «Deutsches Wörterbuch von Jacob Grimm und Wilhelm Grimm. 16 Bde. (in 32
Teilbänden). Leipzig: S. Hirzel 1854–1960». Archivado desde el original el 26 de septiembre de
2007. Consultado el 13 de junio de 2006.
9. ↑ «Vampire». Merriam-Webster Online Dictionary. Archivado desde el original el 14 de junio de
2006. Consultado el 13 de junio de 2006.
10. ↑ En francés: «Trésor de la Langue Française informatisé». Archivado desde el original el 26 de
mayo de 2012. Consultado el 13 de junio de 2006.
11. ↑ En francés: Dauzat, Albert (1938). Dictionnaire étymologique de la langue française. París:
Librairie Larousse. OCLC 904687.
12. ↑ Weibel, Peter. «Phantom Painting – Reading Reed: Painting between Autopsy and
Autoscopy». David Reed's Vampire Study Center. Archivado desde el original el 27 de
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