El ENFOQUE HUMANISTA EN LA NEM
El ENFOQUE HUMANISTA EN LA NEM
El ENFOQUE HUMANISTA EN LA NEM
Enfoque humanista
● Coherencia entre los valores y las propuestas, los objetivos y las estrategias,
el discurso y la práctica, el contenido y la forma, en que se ejerce la función
docente y directiva.
DOCENCIA
Augusto Hortal
En suma, el maestro empieza a vincularse con su trabajo más por satisfacción que
por presiones sociales externas. La identidad docente es sumamente compleja,
incluye la recepción e identificación con una tradición que es significada en
función en las nuevas realidades.
En una sociedad caracterizada por el dinamismo, por las nuevas tecnologías y por
la eclosión de la información, nuestros docentes se enfrentan ante un reto que
tiene que ver con la consideración del hecho de enseñar y aprender, un acto que
cobra sentido y relación en el contacto humano, y que tiene que ver con cómo se
articula dicha relación dentro del aula. Ciertas cualidades personales determinan
el ejercicio docente, esto es, el cómo sea una persona: muy autoritaria, poco
autoritaria, muy próxima o no, son cuestiones personales que afectan mucho el
tipo de trabajo que uno puede hacer.
La formación inicial de los docentes para el desarrollo de competencias sociales y
emocionales es insuficiente y precaria, por ello se pierde constantemente el
control de la clase. Estos necesitan más que un conjunto de teorías, métodos y
técnicas científicas, sino además requieren conocimientos que fortalezcan su
condición de ser, social y emocional. Estas competencias, durante los años de
socialización en una familia, se aprenden tanto a reconocer las emociones, como
a tratar de ocultarlas, regularlas o reprimirlas.
Estos aprendizajes son los que el profesorado va a poner en juego cuando entra
en relación con sus alumnos. Las carencias que se presentan son debidas
fundamentalmente a la precariedad o ausencia de una formación específica en el
terreno de las inteligencias intrapersonal e interpersonales. Desde una
perspectiva humanista, la competencia social y emocional, se relacionan en
espacios seguros en lo que se pueda compartir la propia experiencia relacional y
emocional, para tomar conciencia de ella y generar los procesos de cambio que
libremente se elijan. La educación de las emociones habría de servir de puente
para unir lo que somos desde un punto de vista biológico y lo que queremos ser
desde un punto de vista ético. En la práctica, la creación de un marco formativo
que resalte las diferencias entre experto (maestro) e ignorantes (alumnos), es
especialmente peligrosa cuando estamos formando actitudes.
Disposición fenomenológica:
El desarrollo de la capacidad para percibir el propio mundo cognitivo, emocional y
comportamental, es uno de los pilares fundamentales de cualquier formación de
corte humanista, esto es, posicionarse ante la experiencia y reconocer lo que es, y
describir simplemente lo que está sucediendo con sinceridad, pues las
competencias sociales y emocionales están directamente relacionadas con el
grado de autoconciencia del sujeto. El célebre efecto Pigmalión no se puede
corregir si no tomamos conciencia de cuáles son nuestras expectativas y cómo
actuamos en base a ellas.
Autonomía:
Hace referencia a la capacidad del docente para dirigir su propio comportamiento
en el aula y en el centro educativo. Consiste precisamente en crear las
condiciones para que estos busquen sus propias soluciones a los problemas que
encuentran en su práctica profesional.
Responsabilidad:
Es la capacidad del docente para responder a sus propios sentimientos,
pensamientos y comportamientos.
Independencia de criterio:
Capacidad para construir su identidad profesional a partir de su personalidad,
experiencia y formación. Se pretende que cada docente conozca sus puntos
fuertes y puntos débiles, que explore los límites de lo que es capaz de hacer y se
haga responsable de sus decisiones.
Disposición cooperadora:
Que el docente tome conciencia de su pertenencia al grupo, de los valores y
objetivos que comparte con el resto del equipo, y reflexione en qué medida
contribuye a que el equipo funcione.
SOBRE EL PROFESORADO
Martínez Martin Miguel
En este sentido, urge una nueva escuela que sea garantía de la reproducción
cultural, de construcción de valores, de gestión de la información, de producción
del conocimiento y desarrollo personal y colectivo. A pesar de los numerosos
estudios que han abordado sobre la acción pedagógica y de la educación, parece
como si no fuéramos capaces de integrar esto en la formación inicial y
permanente como recomendaciones. Probablemente el profesor será una
persona culta y sabia, o no lo será; por ello defendemos la promoción de una
mayor dimensión pedagógica y profesional ya que, además, la sociedad no ha
sido
justa en el reconocimiento social y cultural del sector de la población que ejerce la
docencia.
Se trata de entender que las habilidades que ayer eran consideradas necesarias,
mañana pueden ser obstáculo para la renovación y para alcanzar los logros. Es
necesario que entendamos que la calidad no vendrá garantizada por los
responsables de la administración de instituciones educativas, sino que requiere
principalmente una renovación en las habilidades de los profesores, y sobre todo
disponibilidad al cambio y renovación como actitud básica para afrontar la
función docente de forma eficaz. En segunda instancia, se responsabiliza a la
estructura gubernamental y a la sociedad si no asume su apoyo externo.
Este cambio supone que el profesor sea cada vez más un gestor de conocimiento
y un mediador de conflictos, que un instructor y transmisor de conocimientos,
para fomentar de esta manera el conocimiento y la conservación de valores en
sus alumnos, poniendo a su disposición recursos para gestionar la información y
dotarla de significado y recursos para vivir los conflictos, y construir nuevas
matrices de valores.
Se considera, además, que la multimedia supera las posibilidades del libro, pues
se puede acceder a información complementaria sobre determinados aspectos
del contenido de la obra, como datos históricos, geográficos del autor etc. Sin
duda los cambios tecnológicos afectan y continuarán afectando a los contenidos
de nuestra lectura y los estilos de escritura. En el ámbito de la información de la
comunicación una persona estará educada, si además de estar alfabetizada
informativamente, lo está procedimental y actitudinalmente, tanto en el dominio
de las TIC, como en las no tan nuevas pero sí necesarias, como la lectura, escritura
y expresión oral.
LA EDUCACIÓN MORAL
Buxarral, Rosa María
La educación moral se operativisa con los temas transversales de todas las áreas
curriculares por ejemplo la educación moral y cívica, la educación para la paz,
para la igualdad de oportunidades entre ambos sexos, la educación ambiental, la
educación del consumidor y la educación intercultural, son las que se hacen
referencia.
En este tenor, los profesores a través del ejercicio de su función, deben propiciar
condiciones para apreciar valores, gestionar el conocimiento, mediar en los
conflictos, catalizar positivamente la expresividad humana tanta física,
sentimental, afectiva, como artísticas. Resultando necesario que la escuela esté
impregnada de los valores que se pretende que aprecien y que el perfil del
docente sea de vocación, pues lo que realmente se aprende es lo que se vive.
Por ello, las sociedades desarrolladas pueden anular con mayor facilidad la
singularidad que caracteriza la persona y que debemos ser capaces de mantener;
a esta razón de limitaciones en insuficiencias es que se deben guiar los procesos
formativos de las generaciones más jóvenes, mediante un eficaz entrenamiento
en aquellas habilidades personales y actitudes; esto permitirá que un medio
social, informativo y cultural sea realmente un catalizador positivo para la
construcción de la personalidad.
Es una de las vías para dar respuesta a alguna de los temas que han sido
identificaos como factores de malestar en las sociedades modernas.
Sin un esfuerzo notable en torno a potenciar la tolerancia será difícil evitar que
alguien quiera imponer su verdad o imponga fines contrarios a la convivencia y a
la justicia, puesto que el ejercicio real de la democracia reduce miméticamente la
voluntad de la mayoría y en ocasiones está presidida por una escasa información
de los que participan en la toma de decisiones.