Teoría de La Relatividad
Teoría de La Relatividad
Teoría de La Relatividad
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
La teoría de la relatividad especial, publicada en 1905, trata de la física del movimiento de los
cuerpos en ausencia de fuerzas gravitatorias, en el que se hacían compatibles las ecuaciones de
Maxwell del electromagnetismo con una reformulación de las leyes del movimiento. En la teoría
de la relatividad especial, Einstein, Lorentz y Minkowski, entre otros, unificaron los conceptos de
espacio y tiempo, en un ramado tetradimensional al que se le denominó espacio-tiempo. La
relatividad especial fue una teoría revolucionaria para su época, con la que el tiempo absoluto de
Newton quedó relegado y conceptos como la invariabilidad en la velocidad de la luz, la dilatación
del tiempo, la contracción de la longitud y la equivalencia entre masa y energía fueron
introducidos. Además, con las formulaciones de la relatividad especial, las leyes de la Física son
invariantes en todos los sistemas de referencia inerciales; como consecuencia matemática, se
encuentra como límite superior de velocidad a la de la luz y se elimina la causalidad determinista
que tenía la física hasta entonces. Hay que indicar que las leyes del movimiento de Newton son un
caso particular de esta teoría donde la masa, al viajar a velocidades muy pequeñas, no
experimenta variación alguna en longitud ni se transforma en energía y al tiempo se le puede
considerar absoluto.
La teoría de la relatividad general, publicada en 1915, es una teoría de la gravedad que reemplaza
a la gravedad newtoniana, aunque coincide numéricamente con ella para campos gravitatorios
débiles y velocidades «pequeñas». La teoría general se reduce a la teoría especial en presencia de
campos gravitatorios. La relatividad general estudia la interacción gravitatoria como una
deformación en la geometría del espacio-tiempo. En esta teoría se introducen los conceptos de la
curvatura del espacio-tiempo como la causa de la interacción gravitatoria, el principio de
equivalencia que dice que para todos los observadores locales inerciales las leyes de la relatividad
especial son invariantes y la introducción del movimiento de una partícula por líneas geodésicas.
La relatividad general no es la única teoría que describe la atracción gravitatoria, pero es la que
más datos relevantes comprobables ha encontrado. Anteriormente, a la interacción gravitatoria se
la describía matemáticamente por medio de una distribución de masas, pero en esta teoría no
solo la masa percibe esta interacción, sino también la energía, mediante la curvatura del espacio-
tiempo y por eso se necesita otro lenguaje matemático para poder describirla, el cálculo tensorial.
Muchos fenómenos, como la curvatura de la luz por acción de la gravedad y la desviación en la
órbita de Mercurio, son perfectamente predichos por esta formulación. La relatividad general
también abrió otro campo de investigación en la física, conocido como cosmología y es
ampliamente utilizado en la astrofísica.2
Índice
1 Conceptos principales
2.1 Partículas
2.2 Campos
3 Véase también
4 Notas
5 Referencias
6 Bibliografía
7 Enlaces externos
Conceptos principales
Relatividad especial
Estos conceptos fueron presentados anteriormente por Poincaré y Lorentz, que son considerados
como precursores de la teoría. Si bien la teoría resolvía un buen número de problemas del
electromagnetismo y daba una explicación del experimento de Michelson y Morley, no
proporciona una descripción relativista adecuada del campo gravitatorio.
Tras la publicación del artículo de Einstein, la nueva teoría de la relatividad especial fue aceptada
en unos pocos años por prácticamente la totalidad de los físicos y los matemáticos. De hecho,
Poincaré o Lorentz habían estado muy cerca de llegar al mismo resultado que Einstein. La forma
geométrica definitiva de la teoría se debe a Hermann Minkowski, antiguo profesor de Einstein en
la Politécnica de Zúrich; acuñó el término «espacio-tiempo» (Raumzeit) y le dio la forma
matemática adecuada.nota 1 El espacio-tiempo de Minkowski es una variedad tetradimensional
en la que se entrelazaban de una manera indisoluble las tres dimensiones espaciales y el tiempo.
En este espacio-tiempo de Minkowski, el movimiento de una partícula se representa mediante su
línea de universo (Weltlinie), una curva cuyos puntos vienen determinados por cuatro variables
distintas: las tres dimensiones espaciales ({\displaystyle x\ }x\ ,{\displaystyle y\ }y\ ,{\displaystyle
z\ }z\ ) y el tiempo ({\displaystyle t\ }t\ ). El nuevo esquema de Minkowski obligó a reinterpretar
los conceptos de la métrica existentes hasta entonces. El concepto tridimensional de punto fue
sustituido por el de suceso. La magnitud de distancia se reemplaza por la magnitud de intervalo.
Relatividad general
La teoría general de la relatividad o relatividad general es una teoría del campo gravitatorio y de
los sistemas de referencia generales, publicada por Albert Einstein en 1915 y 1916.
La intuición básica de Einstein fue postular que en un punto concreto no se puede distinguir
experimentalmente entre un cuerpo acelerado uniformemente y un campo gravitatorio uniforme.
La teoría general de la relatividad permitió también reformular el campo de la cosmología.
El matemático alemán David Hilbert escribió e hizo públicas las ecuaciones de la covariancia antes
que Einstein, ello resultó en no pocas acusaciones de plagio contra Einstein, pero probablemente
sea más porque es una teoría (o perspectiva) geométrica. La misma postula que la presencia de
masa o energía «curva» el espacio-tiempo, y esta curvatura afecta la trayectoria de los cuerpos
móviles e incluso la trayectoria de la luz.
Partículas
En la teoría de la relatividad una partícula puntual queda representada por un par {\displaystyle
(\gamma (\tau ),m)\;}(\gamma (\tau ),m)\;, donde {\displaystyle \gamma (\tau )\;}\gamma (\tau
)\; es una curva diferenciable, llamada línea de universo de la partícula, y m es un escalar que
representa la masa en reposo. El vector tangente a esta curva es un vector temporal llamado
cuadrivelocidad, el producto de este vector por la masa en reposo de la partícula es precisamente
el cuadrimomento. Este cuadrimomento es un vector de cuatro componentes, tres de estas
componentes se denominan espaciales y representan el análogo relativista del momento lineal de
la mecánica clásica, la otra componente denominada componente temporal representa la
generalización relativista de la energía cinética. Además, dada una curva arbitraria en el espacio-
tiempo, puede definirse a lo largo de ella el llamado intervalo relativista, que se obtiene a partir
del tensor métrico. El intervalo relativista medido a lo largo de la trayectoria de una partícula es
proporcional al intervalo de tiempo propio o intervalo de tiempo percibido por dicha partícula.
Campos
Magnitudes físicas
En relatividad, estas magnitudes físicas son representadas por vectores 4-dimensionales o bien por
objetos matemáticos llamados tensores, que generalizan los vectores, definidos sobre un espacio
de cuatro dimensiones. Matemáticamente estos 4-vectores y 4-tensores son elementos definidos
del espacio vectorial tangente al espacio-tiempo (y los tensores se definen y se construyen a partir
del fibrado tangente o cotangente de la variedad que representa el espacio-tiempo).
Longitud Intervalo
Velocidad Cuadrivelocidad
Momentum Cuadrimomentum
El intervalo relativista
El intervalo relativista puede definirse en cualquier espacio-tiempo, sea este plano como en la
relatividad especial, o curvo como en relatividad general. Sin embargo, por simplicidad,
discutiremos inicialmente el concepto de intervalo para el caso de un espacio-tiempo plano. El
tensor métrico del espacio-tiempo plano de Minkowski se designa con la letra {\displaystyle
\scriptstyle \eta _{ij}}\scriptstyle \eta _{{ij}}, y en coordenadas galileanas o inerciales toma la
siguiente forma:nota 4
Los intervalos pueden ser clasificados en tres categorías: Intervalos espaciales (cuando
{\displaystyle ds^{2}}ds^{2} es negativo), temporales (si {\displaystyle ds^{2}}ds^{2} es positivo) y
nulos (cuando {\displaystyle \scriptstyle ds^{2}=0}\scriptstyle ds^{2}=0). Como el lector habrá
podido comprobar, los intervalos nulos son aquellos que corresponden a partículas que se mueven
a la velocidad de la luz, como los fotones: La distancia {\displaystyle dl^{2}}dl^{2} recorrida por el
fotón es igual a su velocidad (c) multiplicada por el tiempo {\displaystyle \scriptstyle dt}\scriptstyle
dt y por lo tanto el intervalo {\displaystyle \scriptstyle ds^{2}=c^{2}dt^{2}-dl^{2}}\scriptstyle
ds^{2}=c^{2}dt^{2}-dl^{2} se hace nulo.
Los intervalos nulos pueden ser representados en forma de cono de luz, popularizados por el
celebérrimo libro de Stephen Hawking, Breve Historia del Tiempo. Sea un observador situado en el
origen, el futuro absoluto (los sucesos que serán percibidos por el individuo) se despliega en la
parte superior del eje de ordenadas, el pasado absoluto (los sucesos que ya han sido percibidos
por el individuo) en la parte inferior, y el presente percibido por el observador en el punto 0. Los
sucesos que están fuera del cono de luz no nos afectan, y por lo tanto se dice de ellos que están
situados en zonas del espacio-tiempo que no tienen relación de causalidad con la nuestra.
Imaginemos, por un momento, que en la galaxia Andrómeda, situada a 2,5 millones de años luz de
nosotros, sucedió un cataclismo cósmico hace 100 000 años. Dado que, primero: la luz de
Andrómeda tarda 2 millones de años en llegar hasta nosotros y segundo: nada puede viajar a una
velocidad superior a la de los fotones, es evidente, que no tenemos manera de enterarnos de lo
que sucedió en dicha Galaxia hace tan solo 100 000 años. Se dice, por lo tanto, que el intervalo
existente entre dicha hipotética catástrofe cósmica y nosotros, observadores del presente, es un
intervalo espacial ({\displaystyle ds^{2}<0}ds^{2}<0), y por lo tanto, no puede afectar a los
individuos que en el presente viven en la Tierra: Es decir, no existe relación de causalidad entre
ese evento y nosotros.
Imagen de la galaxia Andrómeda, tomada por el telescopio Spitzer, tal como era hace 2,5 millones
de años (por estar situada a 2,5 millones de años luz). Los sucesos acaecidos 1 000 000 de años
atrás se observarán desde la Tierra dentro de un millón y medio de años. Se dice, por tanto, que
entre tales eventos y nosotros existe un intervalo espacial.
Análisis
El único problema con esta hipótesis, es que al entrar en un agujero negro, se anula el espacio
tiempo, y como ya sabemos, algo que contenga algún volumen o masa, debe tener como mínimo
un espacio donde ubicarse, el tiempo en ese caso, no tiene mayor importancia, pero el espacio
juega un rol muy importante en la ubicación de volúmenes, por lo que esto resulta muy
improbable, pero no imposible para la tecnología.
Podemos escoger otro episodio histórico todavía más ilustrativo: El de la estrella de Belén, tal y
como fue interpretada por Johannes Kepler. Este astrónomo alemán consideraba que dicha
estrella se identificaba con una supernova que tuvo lugar el año 5 a. C., cuya luz fue observada por
los astrónomos chinos contemporáneos, y que vino precedida en los años anteriores por varias
conjunciones planetarias en la constelación de Piscis. Esa supernova probablemente estalló miles
de años atrás, pero su luz no llegó a la Tierra sino hasta el año 5 a. C. De ahí que el intervalo
existente entre dicho evento y las observaciones de los astrónomos egipcios y megalíticos (que
tuvieron lugar varios siglos antes de Cristo) sea un intervalo espacial, pues la radiación de la
supernova nunca pudo llegarles. Por el contrario, la explosión de la supernova por un lado, y las
observaciones realizadas por los tres magos en Babilonia y por los astrónomos chinos en el año 5
a. C. por el otro, están unidas entre sí por un intervalo temporal, ya que la luz sí pudo alcanzar a
dichos observadores.
Esta invarianza se expresa a través de la llamada geometría hiperbólica: La ecuación del intervalo
{\displaystyle \scriptstyle ds}\scriptstyle ds tiene la estructura de una hipérbola sobre cuatro
dimensiones, cuyo término independiente coincide con el valor del cuadrado del intervalo
({\displaystyle \scriptstyle ds^{2}=dt^{2}-dl^{2}}\scriptstyle ds^{2}=dt^{2}-dl^{2}), que como se
acaba de decir en el párrafo anterior, es constante. Las asíntotas de la hipérbola vendrían a
coincidir con el cono de luz.
Junto con los principios de invarianza del intervalo y la cuadrivelocidad, juega un papel
fundamental la ley de conservación del cuadrimomentum. Es aplicable aquí la definición
newtoniana del momentum ({\displaystyle {\vec {p}}=\mu {\vec {u}}}{\vec p}=\mu {\vec u}) como
la masa (en este caso conservada, {\displaystyle \mu }\mu) multiplicada por la velocidad (en este
caso, la cuadrivelocidad), y por lo tanto sus componentes son los siguientes: {\displaystyle
(m,p^{1},p^{2},p^{3})\;}(m,p^{1},p^{2},p^{3})\;, teniendo en cuenta que {\displaystyle m=\mu
\gamma \;}m=\mu \gamma \;. La cantidad de momentum conservado es definida como la raíz
cuadrada de la norma del vector de cuadrimomentum. El momentum conservado, al igual que el
intervalo y la cuadrivelocidad propia, permanece invariante ante las transformaciones de
coordenadas, aunque también aquí hay que distinguir entre los cuerpos con masa y los fotones. En
los primeros, la magnitud del cuadriomentum es igual a la masa multiplicada por la velocidad de la
luz ({\displaystyle |p|=\mu c}|p|=\mu c). Por el contrario, el cuadrimomentum conservado de los
fotones es igual a la magnitud de su momentum tridimensional ({\displaystyle |p|=p}|p|=p).
Magnitud del cuadrimomentum {\displaystyle \to |p|={\sqrt {{\vec {p}}\cdot {\vec {p}}}}={\sqrt
{m^{2}c^{2}-p^{2}}}={\sqrt {{\frac {E^{2}}{c^{2}}}-p^{2}}}}\to |p|={\sqrt {{\vec p}\cdot {\vec
p}}}={\sqrt {m^{2}c^{2}-p^{2}}}={\sqrt {{\frac {E^{2}}{c^{2}}}-p^{2}}}
Magnitud en cuerpos con masa {\displaystyle \to |p|={\sqrt {{\vec {p}}\cdot {\vec {p}}}}=m{\sqrt
{{\vec {u}}\cdot {\vec {u}}}}=\mu c}\to |p|={\sqrt {{\vec p}\cdot {\vec p}}}=m{\sqrt {{\vec
u}\cdot {\vec u}}}=\mu c
Magnitud en fotones (masa = 0) {\displaystyle \to |p|={\sqrt {{\vec {p}}\cdot {\vec {p}}}}={\sqrt
{m^{2}c^{2}-p^{2}}}={\sqrt {p^{2}}}=p}\to |p|={\sqrt {{\vec p}\cdot {\vec p}}}={\sqrt {m^{2}c^{2}-
p^{2}}}={\sqrt {p^{2}}}=p
La aparición de la Relatividad Especial puso fin a la secular disputa que mantenían en el seno de la
mecánica clásica las escuelas de los mecanicistas y los energetistas. Los primeros sostenían,
siguiendo a Descartes y Huygens, que la magnitud conservada en todo movimiento venía
constituida por el momentum total del sistema, mientras que los energetistas -que tomaban por
base los estudios de Leibniz- consideraban que la magnitud conservada venía conformada por la
suma de dos cantidades: La fuerza viva, equivalente a la mitad de la masa multiplicada por la
velocidad al cuadrado ({\displaystyle mv^{2}/2}mv^{2}/2) a la que hoy denominaríamos «energía
cinética», y la fuerza muerta, equivalente a la altura por la constante g ({\displaystyle hg}hg), que
correspondería a la «energía potencial». Fue el físico alemán Hermann von Helmholtz el que
primero dio a la fuerzas leibnizianas la denominación genérica de energía y el que formuló la Ley
de conservación de la energía, que no se restringe a la mecánica, que se extiende también a otras
disciplinas físicas como la termodinámica.
La mecánica newtoniana dio la razón a ambos postulados, afirmando que tanto el momentum
como la energía son magnitudes conservadas en todo movimiento sometido a fuerzas
conservativas. Sin embargo, la Relatividad Especial dio un paso más allá, por cuanto a partir de los
trabajos de Einstein y Minkowski el momentum y la energía dejaron de ser considerados como
entidades independientes y se les pasó a considerar como dos aspectos, dos facetas de una única
magnitud conservada: el cuadrimomentum.
Intervalo {\displaystyle \
dx^{a}={\begin{bmatrix}dt\\dx^{1}\\dx^{2}\\dx^{3}\\\end{bmatrix}}}\
dx^{a}={\begin{bmatrix}dt\\dx^{1}\\dx^{2}\\dx^{3}\\\end{bmatrix}} {\displaystyle ds^{2}={\vec
{d}}x\cdot {\vec {d}}x}ds^{2}={\vec d}x\cdot {\vec d}x {\displaystyle \ ds^{2}\not =0}\ ds^{2}\not
=0 {\displaystyle \ ds^{2}=0}\ ds^{2}=0
no definida
(sistemas inerciales)
no definida
Tensor de tensión-energía
Tres son las ecuaciones fundamentales que en física newtoniana describen el fenómeno de la
gravitación universal: la primera, afirma que la fuerza gravitatoria entre dos cuerpos es
proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de su distancia
(1); la segunda, que el potencial gravitatorio ({\displaystyle \ \Phi }\ \Phi ) en un determinado
punto es igual a la masa multiplicada por la constante G y dividida por la distancia r (2); y la
tercera, finalmente, es la llamada ecuación de Poisson (3), que indica que el laplacianonota 5 del
potencial gravitatorio es igual a {\displaystyle \ 4\pi G\rho }{\displaystyle \ 4\pi G\rho }, donde
{\displaystyle \ \rho }\ \rho es la densidad de masa en una determinada región esférica.
Sin embargo, estas ecuaciones no son compatibles con la Relatividad Especial por dos razones:
En primer lugar la masa no es una magnitud absoluta, sino que su medición deriva en resultados
diferentes dependiendo de la velocidad relativa del observador. De ahí que la densidad de masa
{\displaystyle \ \rho }\ \rho no puede servir de parámetro de interacción gravitatoria entre dos
cuerpos.
Por todo ello, resulta necesario prescindir del término {\displaystyle \ \rho }\ \rho , situado en el
lado derecho de la fórmula de Poisson y sustituirlo por un objeto geométrico-matemático que
permanezca invariante ante las transformaciones de Lorentz: Dicho objeto fue definido por
Einstein en sus ecuaciones de universo y recibe el nombre de tensor de energía-momentum
({\displaystyle \ T^{\alpha \beta }}\ T^{{\alpha \beta }}). Sus coeficientes describen la cantidad de
tetramomentum {\displaystyle \ p^{\alpha }}\ p^{\alpha } que atraviesa una hipersuperficie
{\displaystyle \ \Pi _{\beta }}\ \Pi _{\beta }, normal al vector unitario {\displaystyle {\vec
{u}}^{\beta }}{\vec u}^{\beta }. De este modo, el tensor de energía momentum puede expresarse
mediante la siguiente ecuación:
{\displaystyle \ p^{\alpha }=\int _{\Pi }T^{\alpha \beta }d\Pi _{\beta }}\ p^{\alpha }=\int _{\Pi
}T^{{\alpha \beta }}d\Pi _{\beta }
donde {\displaystyle \ \rho }\ \rho es la densidad de masa-energía (masa por unidad de volumen
tridimensional), {\displaystyle \ P}\ P es la presión hidrostática, {\displaystyle \ u^{\alpha }}\
u^{{\alpha }} es la cuadrivelocidad del fluido, y {\displaystyle \ g^{\alpha \beta }}\ g^{{\alpha \beta
}} es la matriz inversa del tensor métrico de la variedad.
Además, si los componentes del tensor se miden por un observador en reposo relativo respecto al
fluido, entonces, el tensor métrico viene constituido simplemente por la métrica de Minkowski:
{\displaystyle g_{\alpha \beta }\,=\eta _{\alpha \beta }=\operatorname {diag} (c^{2},-1,-1,-
1)}g_{{\alpha \beta }}\,=\eta _{{\alpha \beta }}=\operatorname {diag}(c^{2},-1,-1,-1)
Puesto que además la tetravelocidad del fluido respecto al observador en reposo es:
como consecuencia de ello, los coeficientes del tensor de tensión-energía son los siguientes:
Parte de la materia que cae en el disco de acreción de un agujero negro es expulsada a gran
velocidad en forma de chorros. En supuestos como este, los efectos gravitomagnéticos pueden
llegar a alcanzar cierta importancia.
Donde {\displaystyle \ \rho }\ \rho es la densidad de masa, y {\displaystyle \ P_{i}}\ P_{i} son los
componentes tridimensionales de la presión hidrostática. Como vemos, el campo gravitatorio
tiene dos fuentes diferentes: La masa y el momentum del fluido en cuestión. Los efectos
gravitatorios originados por la masa se denominan efectos gravitoeléctricos, mientras que
aquellos que se deben al momentum reciben el nombre de efectos gravitomagnéticos. Los
primeros tienen una intensidad {\displaystyle c^{2}}c^{2} superior a los segundos, que solo se
manifiestan en aquellos casos en los que las partículas del fluido se mueven con una velocidad
cercana a la de la luz (se habla entonces de fluidos relativistas): Es el caso de los chorros (jets) que
emanan del centro de la galaxia y que se propulsan en las dos direcciones marcadas por el eje de
rotación de este cuerpo cósmico; de la materia que se precipita hacia un agujero negro; y del
fluido estelar que se dirige hacia el centro de la estrella cuando esta entra en colapso. En este
último caso, durante las fases finales del proceso de contracción de la estrella, la presión
hidrostática puede llegar a ser tan fuerte como para llegar a acelerar el colapso, en lugar de
ralentizarlo.
Podemos, a partir del tensor de tensión-energía, calcular cuánta masa contiene un determinado
volumen del fluido: Retomando la definición de este tensor expuesta unas líneas más arriba, se
puede definir al coeficiente {\displaystyle \ T^{00}}\ T^{{00}} como la cantidad de momentum
{\displaystyle \ p^{0}}\ p^{{0}} (esto es, la masa) que atraviesa la hipersuperficie {\displaystyle \
d\Pi _{0}}\ d\Pi _{0}. En el espacio-tiempo de Minkowski, la hipersuperficie {\displaystyle \ d\Pi
_{0}}\ d\Pi _{0} es aquella región que se define por las tres bases vectoriales normales al vector
{\displaystyle \ dx^{0}}\ dx^{{0}}: {\displaystyle \ \Pi _{0}}\ \Pi _{0} es, por tanto, un volumen
tridimensional, definido por los vectores base {\displaystyle {\vec {e}}_{1}}{\vec e}_{{1}} (eje x),
{\displaystyle {\vec {e}}_{2}}{\vec e}_{{2}} (eje y), y {\displaystyle {\vec {e}}_{3}}{\vec e}_{3} (eje z).
Podemos por tanto escribir:
Del mismo modo, es posible deducir matemáticamente a partir del tensor de tensión-energía la
definición newtoniana de presión, introduciendo en la mentada ecuación cualquier par de índices
que sean diferentes de cero:
La hipersuperficie {\displaystyle \ d\Pi _{1}}\ d\Pi _{1} es aquella región del espacio-tiempo
definida por los tres vectores unitarios normales a {\displaystyle \ dx_{1}}\ dx_{1} (se trata de los
dos vectores espaciales, {\displaystyle {\vec {e}}_{2}}{\vec e}_{{2}} y {\displaystyle {\vec
{e}}_{3}}{\vec e}_{{3}}, correspondientes a los ejes y y z; y del vector temporal {\displaystyle {\vec
{e}}_{0}}{\vec e}_{{0}} —o {\displaystyle \ dt}\ dt, como se prefiera—). Esta definición nos permite
descomponer la integral de hipersuperficie en una integral temporal (cuyo integrando viene
definido por {\displaystyle \ dt}\ dt) y otra de superficie (esta vez bidimensional, {\displaystyle \
dS}\ dS):
Que contiene la definición newtoniana de la presión como fuerza ejercida por unidad de
superficie.
Fue la llegada de la relatividad especial la que permitió describir las propiedades del
electromagnetismo con un solo objeto geométrico, el vector cuadripotencial, cuyo componente
temporal se correspondía con el potencial eléctrico, mientras que sus componentes espaciales
eran los mismos que los del potencial magnético.
De este modo, el campo eléctrico puede ser entendido como la suma del gradiente del potencial
eléctrico más la derivada temporal del potencial magnético:
{\displaystyle E=-\nabla V-{\frac {\partial A}{\partial t}}}E=-\nabla V-{\frac {\partial A}{\partial t}}
Las propiedades del campo electromagnético pueden también expresarse utilizando un tensor de
segundo orden denominado tensor de Faraday y que se obtiene diferenciando exteriormente al
vector cuadripotencial {\displaystyle \ A^{\alpha }}\ A^{{\alpha }}