4857-Resolución #102-2022-PLENO-JNJ y Votos
4857-Resolución #102-2022-PLENO-JNJ y Votos
4857-Resolución #102-2022-PLENO-JNJ y Votos
Con la debida consideración hacia mis colegas miembros del Pleno de la Junta Nacional de
Justicia (en adelante JNJ), intervengo mediante un VOTO SINGULAR, en la evaluación de la
decisión de concluir la fase de deliberación que acordó el mismo Pleno en el marco de la
Convocatoria 02-2021-SN-JNJ, Concurso para la Selección y Nombramiento del/la jefe/a de
la Autoridad Nacional de Control del Ministerio Público (en adelante ANC del MP), luego del
acuerdo unánime de nombramiento del señor Juan Antonio Fernández Jerí, respecto de tal
función.
A continuación, expongo las razones que sustentan mi voto singular:
I. ANTECEDENTES
1. El Pleno de la JNJ aprobó el cuadro de méritos de los postulantes del referido concurso
el 11 de abril de 2022, ocupando el primer lugar el señor Juan Antonio Fernández Jerí.
En la misma fecha, se votó el nombramiento de este como Jefe de la Autoridad Nacional
de Control del Ministerio Público, acordándose por unanimidad su nombramiento,
incluyendo, claro está, el voto a favor del suscrito.
3. No obstante, luego de haber concluido las etapas de selección del concurso público, y
habiéndose procedido a la votación para acordar el nombramiento del jefe de la ANC
del MP, la JNJ recibió información sobre supuestas irregularidades investigadas en su
momento, por la Fiscalía Suprema de Control Interno del Ministerio Público, que
involucrarían al candidato electo –y aun no nombrado– Fernández Jerí, que podrían
poner en tela de juicio su idoneidad para ejercer el cargo.
4. En efecto, con fecha 18 de abril de 2022, la señora María Jennie Dador Tozzoni,
secretaria ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (en adelante
CNDDHH), presentó ante la Junta Nacional de Justicia un escrito bajo la denominación:
“Se alcanza información, y se solicita nulidad y reevaluación de nombramiento en el
1
Junta Nacional de Justicia
proceso de selección del Jefe de la ANC del MP”. En dicho documento, al que días
después adhirió por escrito el Instituto de defensa Legal, se indica la existencia de una
denuncia penal realizada en agosto de 2014 por el ex procurador anticorrupción
Christian Salas Beteta, contra el señor Juan Antonio Fernández Jerí y otros, por delito
de cohecho pasivo propio y otro, en agravio del Estado, en su calidad de “Fiscal
Provincial de Lima” (sic)1.
“Exclusión de postulante
Artículo 66°.- El/la postulante que altere su identidad personal, presente documentos o
declaraciones total o parcialmente falsas, o realice actos irregulares que contravengan o
afecten la legalidad o igualdad del concurso, o presente publicación en la que se detecte
copia total o parcial sin citar la fuente, es inmediatamente excluido(a) del concurso,
poniéndose en conocimiento los hechos al Ministerio Público para los fines de ley, a través
de la Procuraduría de la JNJ.
La exclusión se produce también por omitir u ocultar información relevante que el/la
postulante debió poner en conocimiento de la Junta y que determine su falta de probidad
o idoneidad para su nombramiento.
Se considera de especial relevancia la información sobre su conducta ética, resoluciones
de no ratificación, sanciones disciplinarias, investigaciones disciplinarias por faltas graves
1
. En verdad el señor Juan Antonio Fernández Jerí se desempeñaba entonces como Fiscal Superior provisional,
Coordinador de las Fiscalías Especializadas en Medio Ambiente.
2
Junta Nacional de Justicia
o muy graves, propuestas de suspensión o destitución, investigaciones o procesos penales
en trámite, sentencias condenatorias, de reserva del fallo condenatorio, aplicación del
principio de oportunidad y/o acuerdos reparatorios, procesos y sentencias por violencia
familiar y omisión a la asistencia familiar.
La exclusión de un(a) postulante puede ser realizada hasta antes de emitirse la
resolución de nombramiento. En caso ésta ya se hubiese emitido, el Pleno de la Junta da
inicio al proceso de declaración de nulidad del nombramiento y, en su caso, ejercita la
acción de nulidad de resolución ante el Poder Judicial, según los plazos previstos en el
Texto Único Ordenado de la Ley 27444 - Ley del Procedimiento Administrativo General”.
(Énfasis añadido)
7. Conforme se puede apreciar, el reglamento recoge la maximización de los medios de
fiscalización a emplear, a fin de garantizar la probidad e idoneidad del postulante que
se vea envuelto en cuestionamientos que hagan incompatible su postulación con los
niveles éticos que debe guardar quien titularice la función de control en el Ministerio
Público. Ello, sin duda, en razonable atención a la trascendencia del interés público
subyacente al correcto nombramiento de la autoridad que deberá liderar la
investigación de las conductas reprochables desde la perspectiva disciplinaria,
fomentando el cumplimiento escrupuloso de los deberes exigibles a los fiscales y
fortaleciendo la lucha contra la corrupción al interior de dicha entidad.
9. Asimismo, fue convocada para audiencia reservada la señora Yanet Guerrero Mego,
autora de la denuncia original ante la Procuraduría Pública Especializada en Delitos de
Corrupción (en adelante PPEDC), que esta hizo suya, formalizándola ante el Ministerio
Público. Tal convocatoria se hizo también atendiendo a la circunstancia que la citada
señora, en coincidencia temporal con la comunicación presentada por la CNDDHH, hizo
diversas declaraciones en medios de comunicación en las que reiteró el sentido de su
denuncia de 2014.
10. De igual forma, se requirió al Ministerio Público información sobre las carpetas relativas
a las investigaciones fiscales producidas como consecuencia de tales denuncias, a
saber, Fiscalía Suprema de Control Interno (caso N° 658-2014-AMAZONAS y Caso N°
374-2015-AMAZONAS) y Fiscalía Supraprovincial Corporativa Especializada en delitos
de corrupción de funcionarios de Lima (Carpeta Fiscal N° 579-2014). Asimismo, se pidió
3
Junta Nacional de Justicia
información sobre la carpeta abierta en la Fiscalía Suprema en lo Penal a cargo del fiscal
Pablo Sánchez Velarde. De igual manera, se solicitó a la PPEDC información sobre su
actuación en la materia. También se demandó al Ministerio Público información del
registro de ingresos de la señora Guerrero a la sede del Ministerio Público.
11. Todas las actuaciones antes descritas resultaban indispensables, considerando no solo
la extrema gravedad de la denuncia, que en su oportunidad fue formulada por la PPEDC
contra el señor Fernández Jerí, sino además por la naturaleza y relevancia del cargo
concursado. La Autoridad Nacional de Control de Ministerio Público será,
precisamente, el órgano del Ministerio Público que tendrá a su cargo el control
funcional de los fiscales de todos los niveles y del personal en función fiscal del
Ministerio Público, salvo el caso de los fiscales supremos que es competencia exclusiva
de la Junta Nacional de Justicia. De esta forma, sobre el responsable de este nuevo
órgano de control no debe haber sombra de duda respecto de su rectitud y
honorabilidad, pues está llamado a ser un referente ante miles de fiscales y frente al
personal en función fiscal, sobre los cuales ejercerá control funcional. Sin un adecuado
esclarecimiento de los hechos referidos en la comunicación de la CNDDHH —ratificados
por la propia denunciante—, el proceso de selección y nombramiento a cargo de la JNJ
podría verse cuestionado y afectada la legitimidad del nuevo cargo, así como la de su
titular.
12. Los pedidos indicados en los numerales precedentes han sido parcialmente atendidos.
Así, por ejemplo, si bien el Ministerio Público ha remitido diversas piezas de las
investigaciones realizadas respecto de hechos y personas vinculadas a la denuncia de
nuestro interés, aún no ha alcanzado a esta sede aquellas que corresponden
propiamente a la carpeta fiscal que contiene la investigación seguida respecto del señor
Fernández Jerí, en relación a la denuncia de la PPEDC. Tal información sigue siendo
relevante para un mejor esclarecimiento de los hechos objeto de cuestionamiento.
4
Junta Nacional de Justicia
Procedimiento Administrativo General, Ley 27444 —verdad material2, eficacia3,
simplicidad4, informalismo5 e impulso de oficio6— exigen de la autoridad administrativa
competente, verificar plenamente los hechos y el sustento que sirve de parámetro para
sus decisiones, para lo cual deberá adoptar de oficio todas las medidas probatorias
necesarias y convenientes, aun cuando no hayan sido propuestas por los administrados
o por terceros; por encima, incluso, de cualquier formalismo que impida hacer
prevalecer el cumplimiento de la finalidad pública de los actos procedimentales.
14. En tal sentido, el cumplimiento de los fines públicos, cuya tutela se encomienda a la
autoridad competente a cargo del procedimiento administrativo, habilita un margen
de flexibilidad razonable, eliminando toda complejidad innecesaria que conspire
contra el desarrollo de las actuaciones que permitan garantizar, en la mayor medida
posible, el aseguramiento de los objetivos encomendados, el esclarecimiento de los
hechos, así como la plena validez de sus decisiones. En tal sentido, debe descartarse
el sometimiento de dichas competencias a formalidades procesales irracionalmente
limitativas, como lo serían en el presente caso circunscribir los cuestionamientos
formulados a los postulantes, únicamente a las tachas o denuncias, así como al
cumplimiento de etapas procesales preclusivas.
15. En buena cuenta, el marco normativo antes descrito dota a la JNJ de mecanismos de
fiscalización capaces de revisar y anular, incluso con posterioridad al nombramiento
mismo, el cumplimiento de los requisitos y parámetros esenciales que permitan
2
1.11. Principio de verdad material.- En el procedimiento, la autoridad administrativa competente deberá verificar
plenamente los hechos que sirven de motivo a sus decisiones, para lo cual deberá adoptar todas las medidas probatorias
necesarias autorizadas por la ley, aun cuando no hayan sido propuestas por los administrados o hayan acordado eximirse
de ellas.
3
1.10. Principio de eficacia.- Los sujetos del procedimiento administrativo deben hacer prevalecer el cumplimiento de la
finalidad del acto procedimental, sobre aquellos formalismos cuya realización no incida en su validez, no determinen
aspectos importantes en la decisión final, no disminuyan las garantías del procedimiento, ni causen indefensión a los
administrados.
En todos los supuestos de aplicación de este principio, la finalidad del acto que se privilegie sobre las formalidades no
esenciales deberá ajustarse al marco normativo aplicable y su validez será una garantía de la finalidad pública que se busca
satisfacer con la aplicación de este principio.
4
1.13. Principio de simplicidad.- Los trámites establecidos por la autoridad administrativa deberán ser sencillos, debiendo
eliminarse toda complejidad innecesaria; es decir, los requisitos exigidos deberán ser racionales y proporcionales a los fines
que se persigue cumplir.
5
1.6. Principio de informalismo.- Las normas de procedimiento deben ser interpretadas en forma favorable a la admisión y
decisión final de las pretensiones de los administrados, de modo que sus derechos e intereses no sean afectados por la
exigencia de aspectos formales que puedan ser subsanados dentro del procedimiento, siempre que dicha excusa no afecte
derechos de terceros o el interés público.
6
1.3. Principio de impulso de oficio.- Las autoridades deben dirigir e impulsar de oficio el procedimiento y ordenar la
realización o práctica de los actos que resulten convenientes para el esclarecimiento y resolución de las cuestiones
necesarias.
5
Junta Nacional de Justicia
asegurar una decisión que sea acorde a derecho y que cumpla con las finalidades
públicas para las cuales ha sido asignada dicha competencia, más allá de las
apreciaciones exclusivamente formalistas.
19. El celo del Pleno de la JNJ encuentra amplio fundamento, además, en el marco de la
lucha contra la corrupción, la misma que constituye un mandato constitucional que se
desprende de los artículos 39 y 41 de la Constitución Política del Perú, tal como lo
establece el Tribunal Constitucional en su sentencia recaída en el expediente N° 0006-
6
Junta Nacional de Justicia
2006- PCC/TC. Asimismo, el supremo intérprete de la Constitución ha señalado en su
sentencia pronunciada en los expedientes N° 0009-2007-PI/TC y N° 0010-2007-PI/TC
(acumulados), que la lucha contra la corrupción constituye un principio constitucional,
en cuya labor de defensa ha asumido un rol activo, reiterando dichos criterios en la
sentencia recaída en el expediente N.° 00016-2019-PI/TC.
“Otra institución fundamental son los ministerios públicos o fiscalías. En tanto dichas
instituciones están a cargo de la acción penal, deben guiar las investigaciones, formular
cargos, recabar pruebas, entre otras funciones, cumplen un rol central en la lucha contra la
corrupción. De ahí la necesidad de que dichas instituciones cuenten con independencia
para ejercer sus labores… El nombramiento de sus autoridades es un aspecto fundamental
para garantizar su independencia. Estas autoridades deben ser idóneas para las altas
funciones a las que son convocadas. Para ello, es necesario establecer procedimientos de
nombramiento de autoridades transparentes, informadas y con control ciudadano”.
21. Me permito hacer presente en este voto, con especial énfasis, que la naturaleza de un
proceso de selección y nombramiento es distinta a la de un procedimiento disciplinario.
Está claro que, en el marco de un procedimiento administrativo, la autoridad a cargo
está sujeta a los hechos que hayan sido determinados judicialmente de manera
definitiva. Está claro, además, que en materia disciplinaria debe asumirse sin
objeciones la presunción de licitud, ante cualquier duda razonable. Sin embargo,
cuando se trata de un proceso de selección y nombramiento, en cambio, la relación es
inversa. La duda razonable, por el contrario, exige agotar todas las vías posibles para
esclarecer los hechos de los que se trate, dado que la JNJ está exigida
constitucionalmente de verificar la idoneidad de las personas a las que debe encargar
las altas responsabilidades del estado, cuyo nombramiento se le ha confiado.
22. En tal sentido, estimo que hay algunos aspectos que aún no han sido plenamente
dilucidados y que pueden incidir tanto en la verosimilitud de la denuncia formulada en
su oportunidad por la PPEDC, como en la postura del señor Fernández Jerí sobre la
misma. Así, por ejemplo, se afirma en sucesivas disposiciones fiscales que la señora
Yanet Guerrero no supo, en la diligencia correspondiente, describir ni identificar la
oficina en la que según su dicho se habría producido el hecho denunciado. No obstante,
7
Junta Nacional de Justicia
Guerrero ha señalado ante la JNJ que nunca ha participado de ninguna diligencia de
reconocimiento del edificio Angloperuano, donde según su versión ocurrieron tales
hechos. Es pertinente conocer el acta correspondiente, pues ello puede dar luces sobre
el grado de fiabilidad de la denunciante. Asimismo, según se desprende de sucesivas
disposiciones fiscales, el señor Fernández Jerí no habría conocido a la señora Guerrero.
De ser exacto tal contenido, supondría una contradicción con el reconocimiento
formulado en esta sede, de que sí conoció a la señora Guerrero, cuando esta lo habría
buscado en el Ministerio Público, acompañada de un grupo de personas, para
plantearle la situación legal de su padre.
23. El miembro titular de la JNJ que suscribe, comprende que hay una justa expectativa del
ganador del concurso de selección y nombramiento, para que se emita la resolución de
nombramiento y se le tome el juramento de ley. Pero considera también que hay un
legítimo interés público que debe ser atendido, el de garantizar en plenitud la
idoneidad de las autoridades nombradas por este órgano constitucional autónomo. En
tal sentido, en aplicación de un test de proporcionalidad, el suscrito entiende que la
búsqueda de elementos sobre hechos no conocidos oportunamente por el Pleno de la
JNJ, siempre que ello ocurra en un plazo razonable, no supone afectación de la dignidad
de la persona ni vulneración de la presunción de licitud de sus actos, sino el ejercicio
diligente de la función constitucional de la JNJ, que solo debe proceder a los actos
inherentes al nombramiento después de haber agotado todos los medios razonables
para esclarecer los alcances de la denuncia formulada en su oportunidad por la PPEDC,
sobre la que da cuenta el escrito de la CNDDHH.
24. Tal restricción temporal para la asunción de la función ha de ceder ante el interés
público, que demanda garantías sobre la idoneidad en el control funcional en el
Ministerio Público. Así, el aseguramiento razonable de dichas garantías, no se
constituye en una labor que importe únicamente a la JNJ, sino que involucra la
cooperación de los propios postulantes, quienes deben plasmar su interés en erradicar
cualquier duda o cuestionamiento que pese sobre ellos, a través de su compromiso con
el esclarecimiento de los hechos. Ello no supone una postura hostil de quien suscribe.
Por el contrario, habiendo otorgado su voto para el nombramiento respectivo, expresa
el ánimo de alcanzar convicción plena respecto de ese mismo voto, producido antes de
conocida la información remitida por la CNDDHH.
25. A la JNJ no le corresponde emitir juicio sobre la actuación del Ministerio Público en
relación a las investigaciones fiscales realizadas a partir de la denuncia de la PPEDC, ni
mucho menos sobre la decisión de archivamiento definitivo adoptada en el caso que
nos ocupa. No obstante, a la JNJ sí le corresponde, con el mayor respeto por la
8
Junta Nacional de Justicia
autonomía fiscal, valorar los elementos que puedan encontrarse en una carpeta a su
cargo. No para discutir eventuales responsabilidades de tipo penal, sino para ejercer
un sano discernimiento sobre tales elementos, a fin de asumir convicción plena sobre
la idoneidad de quien aspira a ocupar un cargo. Ello, además, en el marco de un pedido
de exclusión formulado bajo la invocación del artículo 66 del RSN-ANCPJ/ANCMP,
transcrito en el fundamento 6 de este voto.
26. Asimismo, la realización de actividad de evaluación en relación a hechos que han sido
materia de archivo ante otras instancias, en modo alguno implica la revisión de
decisiones de otras entidades o la reapertura de procedimientos fenecidos, o la
afectación al principio del ne bis in ídem. Las actuaciones de la JNJ en mérito a la
facultad de fiscalización contemplada en el reglamento, buscan identificar y evaluar la
existencia de hechos que podrían afectar la falta de idoneidad y probidad de un
postulante, en ejercicio a la competencia de nombramiento que, de manera exclusiva,
ejerce la JNJ. Ello implica una valoración de hechos acreditados, independientemente
de la calificación jurídica que distintas autoridades hayan efectuado en mérito a
competencias distintas.
En el marco descrito y por las razones expuestas, con el mayor respeto hacia mis colegas en
el Pleno, disiento de la decisión de concluir la fase de deliberación que acordó el mismo
Pleno en el marco de la Convocatoria 02-2021-SN-JNJ, sin que la JNJ haya recibido aún la
carpeta fiscal relativa a la investigación realizada respecto del señor Juan Antonio
Fernández Jerí y sin que se tenga conocimiento sobre el resultado del recurso de nulidad
del que ha informado a esta sede la PPEDC, formulado por esta última en relación al
archivamiento de esa misma investigación.
En consecuencia, mi voto es por:
Primero.- Reiterar el pedido de los actuados en el expediente relativo a la investigación
fiscal seguida respecto del señor Juan Antonio Fernández Jerí.
Segundo.- Solicitar al Ministerio Público información sobre el pronunciamiento de la
instancia correspondiente, respecto del recurso de nulidad formulado por la PPEDC en
relación al archivamiento definitivo de la investigación varias veces aludida.
9
Junta Nacional de Justicia
10
CONVOCATORIA Nº 002-2021-SN/JNJ-ANC-MP
FUNDAMENTACIÓN DE VOTACIÓN
5. Si bien es cierto que se ha acreditado que dicha denuncia fue archivada por
el Ministerio Público, también lo es que un aspecto principal de dicho
archivamiento radica en que la denunciante, señora Guerrero Mego, habría
negado en su momento el contenido de su denuncia; situación que en las
indagaciones de esclarecimiento realizadas en esta sede no se ha verificado
como tal, pues como ya se ha dicho, la mencionada ciudadana, lejos de
retractarse o relatar imprecisiones o hechos contradictorios, se reafirmó en
su denuncia, quedando establecidos hechos coincidentes entre su relato y
el del señor Fernández Jerí, como son que efectivamente mantuvieron una
reunión, que el citado ex fiscal tenía una oficina en un edificio situado en la
Av. Grau en el centro de Lima, que en la reunión participaron terceras
personas; elementos todos ellos que me generan dudas razonables sobre
los motivos de dicho encuentro, sobre todo a partir de la denuncia formulada
en su momento y ratificada en esta sede, pues no se encuentran motivos
válidamente razonables que permitan justificar que una ciudadana alejada
de las labores jurídicas, conozca dónde pueda quedar una oficina de un
señor fiscal o las personas que trabajan con él, o que acceda a una reunión
para tratar de un proceso penal por presunto homicidio con un fiscal
coordinador en materia ambiental, no resultando, a mi entender,
suficientemente consistente el relato del señor Fernández Jerí señalando
que pensaba que se trataba de personas que venían a hablar de temas
ambientales, pues las reglas de la experiencia indican que una diligencia
mínima para atender a una persona es informarse previamente del tema
sobre el cual se solicita audiencia, máxime teniendo en cuenta las
recargadas labores como en el presente caso – en su momento- de un fiscal
coordinador nacional.
7. Las autoridades fiscales, sobre todo las del máximo nivel jerárquico y, como
no, la del jefe de la Autoridad Nacional de Control del Ministerio Público, con
rango de fiscal supremo y encargado de la función contralora del ejercicio
fiscal en sus distintos niveles, requieren para su legitimidad no tener
observación alguna, menos si se refiere a temas tan sensibles y delicados
como aquellas referidas a actos de corrupción. Cabe precisar que esta
afirmación en modo alguno significa dotar de inmediata validez a cualquier
cuestionamiento que pueda resultar subjetivo o carente de sustento; sino a
aquellos que contienen elementos mínimos que no pueden dejar de ser
valorados a efecto de determinar si la persona que va a ejercer el cargo
constituye una figura realmente intachable, a quien no se pueda cuestionar
su autoridad ética, independencia, imparcialidad, mesura, autocontrol,
prudencia, liderazgo bajo ningún punto de vista razonablemente válido, pues
de ello depende la fortaleza de su legitimidad democrática ante la ciudadanía
del Perú.