Lluvia de Ideas Ves Per de Navidad

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Ves per de navidad

Actores
Jose Estrella Staff

Maria Pesebre

Angel Mechor zacarias

Pastores Gaspar

Oveja Baltazar elisabet

primer acto maria y el angel

Lucas 1:26–27
Nuevo Testamento

Lucas 1:26, 28–30


Nuevo Testamento

26 Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada
Nazaret,

27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el
nombre de la virgen era María.

a una virgen desposada con un hombre que se llamaba José, de los descendientes de David; y el
nombre de la virgen era María.

Y entrando el {ángel,} le dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo; bendita eres tú entre
las mujeres. Pero ella se turbó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué clase de saludo
sería éste.

Maria: quien eres, por que dices eso?

Angel: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y he aquí,
concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús.

32 Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de
David, su padre.

33 Y reinará en la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá fin.

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Lucas 1:34–35, 38

Nuevo Testamento

34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? Porque no conozco varón.

35 Y respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que va a nacer será
llamado Hijo de Dios.

38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu
palabra. Y el ángel se fue de ella.

Lucas 1:36–37

Nuevo Testamento

36 Y he aquí, tu parienta Elisabet también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto


mes para ella, la que era llamada estéril;

37 porque ninguna cosa es imposible para Dios.

Lucas 1:39–56

Nuevo Testamento

39 En aquellos días, levantándose María, fue a la montaña con prisa, a una ciudad de Judá;

40 y entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet.

41 Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su


vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo

42 y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu
vientre!

43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?

44 Porque he aquí, cuando llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de
alegría en mi vientre.

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45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de
parte del Señor.

46 Entonces María dijo:Engrandece mi alma al Señor;

47 y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador,

48 porque ha mirado la humilde condición de su sierva;porque he aquí, desde ahora me


dirán bienaventurada todas las generaciones,

49 porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso;y santo es su nombre.

50 Y su misericordia es de generación en generación a los que le temen.

51 Hizo proezas con su brazo;esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.

52 Quitó a los poderosos de los tronosy levantó a los humildes.

53 A los hambrientos llenó de bienesy a los ricos los despidió vacíos.

54 Socorrió a Israel, su siervo,acordándose de la misericordia,

55 de la cual habló a nuestros padres,a Abraham y a su descendencia para siempre.

56 Y se quedó María con ella como tres meses; después volvió a su casa.

Lucas 1:57–61

Nuevo Testamento

57 Y a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, y dio a luz un hijo.

58 Y oyeron los vecinos y los parientes que Dios había hecho para con ella gran
misericordia, y se alegraron con ella.

59 Y aconteció que al octavo día vinieron para circuncidar al niño, y le llamaban con el
nombre de su padre, Zacarías.

60 Y respondiendo su madre, dijo: No, sino Juan será llamado.

61 Y le dijeron: ¿Por qué? No hay nadie en tu parentela que se llame con ese nombre.

Lucas 1:62–63

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Nuevo Testamento

62 Entonces preguntaron por señas a su padre cómo le quería llamar.

63 Y él, pidiendo una tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se


maravillaron.

Lucas 1:64, 67–69, 76

Nuevo Testamento

64 En ese mismo momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y habló, alabando a Dios.

67 Y Zacarías, su padre, fue lleno del Espíritu Santo y profetizó, diciendo:

68 Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado yredimido a su pueblo,

69 y nos levantó un cuerno de salvación en la casa de David, su siervo,

76 Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado,porque irás delante de la faz del Señor
para preparar sus caminos,

Lucas 1:67, 76–80

Nuevo Testamento

67 Y Zacarías, su padre, fue lleno del Espíritu Santo y profetizó, diciendo:

76 Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado,porque irás delante de la faz del Señor
para preparar sus caminos,

77 para dar conocimiento de salvación a su pueblo,para remisión de sus pecados,

78 por la tierna misericordia de nuestro Dios,con que nos visitó desde lo alto la aurora,

79 para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte,para encaminar
nuestros pies por camino de paz.

80 Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día en


que se mostró a Israel.

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Jose y el angel

Mateo 1:18–19

Nuevo Testamento

18 Y el nacimiento de Jesucristo fue así: Estando María, su madre, desposada con José,
antes que se unieran, se halló que había concebido del Espíritu Santo.

19 Y José, su desposado, como era justo y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.

Mateo 1:20–21

Nuevo Testamento

20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo:


José, hijo de David, no temas recibir a María, tu desposada, porque lo que en ella es
engendrado, del Espíritu Santo es.

21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus
pecados.

Mateo 1:24–25

Nuevo Testamento

24 Y cuando despertó José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y la
recibió como esposa.

25 Pero no la conoció hasta que ella dio a luz a su hijo primogénito, y llamó su nombre
Jesús.

Jose y maria van a belen

Lucas 2:1–5

Nuevo Testamento

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1 Y aconteció en aquellos días que salió un edicto de parte de Augusto César, que toda la
tierra fuese empadronada.

2 Este primer empadronamiento se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.

3 E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.

4 Entonces subió José de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David,


que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David,

5 para ser empadronado con María, su mujer, desposada con él, la que estaba encinta.

Lucas 2:4–5

Nuevo Testamento

4 Entonces subió José de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David,


que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David,

5 para ser empadronado con María, su mujer, desposada con él, la que estaba encinta.

Lucas 2:6–7

Nuevo Testamento

6 Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días en que ella había de dar a luz.

7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre,


porque no había lugar para ellos en el mesón.

Lucas 2:7, 21

Nuevo Testamento

7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre,


porque no había lugar para ellos en el mesón.

21 Y cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, llamaron su nombre Jesús, el cual le
había sido puesto por el ángel antes que él fuese concebido en el vientre.

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Lucas 2:8–9

Nuevo Testamento

8 Y había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche
sobre sus rebaños.

9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de
resplandor; y tuvieron gran temor.

Lucas 2:10–12

Nuevo Testamento

10 Pero el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que serán
para todo el pueblo:

11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.

12 Y esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.

Lucas 2:15–16

Nuevo Testamento

15 Y aconteció que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron los
unos a los otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido y que el Señor
nos ha manifestado.

16 Y vinieron deprisa y hallaron a María, y a José, y al niño acostado en el pesebre.

Lucas 2:17, 20

Nuevo Testamento

17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño.

20 Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que
habían oído y visto, como se les había dicho.

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Presentación en el templo

Lucas 2:22

Nuevo Testamento

22 Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ella, conforme a la ley de Moisés,


le trajeron a Jerusalén para presentarlo al Señor

Lucas 2:25–26

Nuevo Testamento

25 Y he aquí, había un hombre en Jerusalén llamado Simeón, y este hombre, justo y


piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.

26 Y había recibido revelación del Espíritu Santo que no vería la muerte antes que viese al
Cristo del Señor.

Lucas 2:27–29

Nuevo Testamento

27 Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres llevaron al niño Jesús al
templo, para hacer por él conforme a la costumbre de la ley,

28 entonces él lo tomó en sus brazos, y bendijo a Dios y dijo:

29 Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz,conforme a tu palabra,

Lucas 2:30–33

Nuevo Testamento

30 porque han visto mis ojos tu salvación,

31 la cual has preparado en presencia de todos los pueblos;

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32 luz para revelación a los gentilesy gloria de tu pueblo Israel.

33 Y José y su madre estaban maravillados de las cosas que se decían de él.

Lucas 2:36–38

Nuevo Testamento

36 Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy
avanzada, y había vivido con su marido siete años desde su virginidad;

37 y era viuda hacía ochenta y cuatro años, y no se apartaba del templo, sirviendo de noche
y de día con ayunos y oraciones.

38 Y esta, llegando en la misma hora, daba gracias al Señor y hablaba del niño a todos los
que esperaban la redención en Jerusalén.

Los magos

Mateo 2:1–2

Nuevo Testamento

1 Y cuando Jesús nació en Belén de Judea en los días del rey Herodes, he aquí, unos magos
vinieron del oriente a Jerusalén,

2 diciendo: ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto
en el oriente y venimos a adorarle.

Mateo 2:1–2, 8

Nuevo Testamento

1 Y cuando Jesús nació en Belén de Judea en los días del rey Herodes, he aquí, unos magos
vinieron del oriente a Jerusalén,

2 diciendo: ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto
en el oriente y venimos a adorarle.

8 y enviándolos a Belén, dijo: Id allá, y preguntad con diligencia acerca del niño y, cuando
le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.

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Mateo 2:11–12

Nuevo Testamento

11 Y cuando entraron en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, le


adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, e incienso y mirra.

12 Pero avisados por revelación, en sueños, que no volviesen a Herodes, regresaron a su


tierra por otro camino.

El inicuo rey Herodes

Mateo 2:3, 13, 16

Nuevo Testamento

3 Y al oír esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.

13 Y cuando hubieron partido, he aquí un ángel del Señor se le apareció en sueños a José,
diciendo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y quédate allá hasta que
yo te lo diga, porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.

16 Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar
a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores,
conforme al tiempo que había averiguado de los magos.

Mateo 2:13

Nuevo Testamento

13 Y cuando hubieron partido, he aquí un ángel del Señor se le apareció en sueños a José,
diciendo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y quédate allá hasta que
yo te lo diga, porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.

Mateo 2:14, 16

Nuevo Testamento

14 Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto;

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16 Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar
a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores,
conforme al tiempo que había averiguado de los magos.

Mateo 2:19–21, 23

Nuevo Testamento

19 Pero cuando hubo muerto Herodes, he aquí, un ángel del Señor se le apareció en sueños
a José en Egipto,

20 diciendo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y vete a la tierra de Israel, que ya han
muerto los que procuraban la muerte del niño.

21 Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y se fue a la tierra de Israel.

23 Y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue
dicho por medio de los profetas, que había de ser llamado nazareno.

https://www.churchofjesuschrist.org/study/manual/new-testament-stories/chapter-9-the-boy-
jesus?lang=spa

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https://bible.knowing-jesus.com/Espa%C3%B1al/topics/El-Nacimiento-De-Jes%C3%BAs#

https://bible.knowing-jesus.com/Espa%C3%B1al/topics/El-Nacimiento-De-Jes%C3%BAs

https://www.bibliatodo.com/versiculos-biblicos/jesus/el-nacimiento-de-jesus

Lucas 1:26-2:52
Traducción en lenguaje actual
El ángel Gabriel y María

Cuando Isabel ya tenía seis meses de embarazo, Dios mandó al ángel Gabriel a Nazaret,
26 

un pueblo de la región de Galilea. 27 El ángel llevaba un mensaje para una joven llamada
María. Ella estaba comprometida para casarse con José, quien era descendiente del rey
David.

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28 
El ángel entró a donde estaba María, la saludó y le dijo:

—¡Dios te ha bendecido de manera especial! El Señor está contigo.

María se sorprendió mucho al oír un saludo tan extraño, y se preguntaba qué significaba
29 

eso.
30 
Entonces el ángel le dijo:

—No tengas miedo, María, porque Dios te ha dado un gran privilegio. 31 Vas a quedar
embarazada; y tendrás un hijo, a quien le pondrás por nombre Jesús. 32 Este niño llegará a
ser muy importante, y lo llamarán “Hijo del Dios altísimo”. Dios lo hará rey, como hizo
con su antepasado David; 33 gobernará a la nación de Israel para siempre, y su reinado no
terminará nunca.
34 
María le preguntó al ángel:

—¿Cómo pasará esto, si aún no me he casado?


35 
El ángel le contestó:

—El Espíritu Santo se acercará a ti; el Dios altísimo te cubrirá con su poder. Por eso el niño
vivirá completamente dedicado a Dios, y será llamado “Hijo de Dios”. 36 Tu prima Isabel,
aunque ya es muy vieja, también va a tener un hijo. La gente pensaba que ella nunca podría
tener hijos, pero hace ya seis meses que está embarazada. 37 Eso demuestra que para Dios
todo es posible.
38 
María respondió:

—Yo soy la esclava del Señor. Que suceda todo tal como me lo has dicho.

Y el ángel se fue.

María visita a Isabel

A los pocos días, María fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea. 40 Entró
39 

en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. 41 Cuando Isabel oyó el saludo, el niño saltó de
alegría dentro de ella.

Isabel, llena del Espíritu Santo, 42 dijo en voz alta a María:

—¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres! Y también ha bendecido al hijo que
tendrás. 43 ¿Por qué has venido a visitarme, tú que eres la madre de mi Señor? 44 Tan pronto
como oí tu saludo, el bebé saltó de alegría dentro de mí. 45 ¡Dios te ha bendecido porque
confiaste en sus promesas!

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María alaba a Dios
46 
María respondió:

«¡Le doy gracias a Dios


con todo mi corazón,
47 
y estoy alegre
porque él es mi Salvador!

»Dios tiene especial cuidado de mí,


48 

que soy su humilde esclava.

»Desde ahora todos me dirán:


“¡María, Dios te ha bendecido!”

»El Dios todopoderoso ha hecho


49 

grandes cosas conmigo.


¡Su nombre es santo!

ȃl nunca deja de amar


50 

a todos los que lo adoran.

»Dios actúa con poder


51 

y hace huir a los orgullosos.

»Quita a los poderosos de sus tronos,


52 

y da poder a los pobres.

»Da cosas buenas


53 

a los hambrientos,
pero despide a los ricos
con las manos vacías.

»Ayuda a los israelitas,


54 

sus servidores,
y nunca deja de ser
bondadoso con ellos.

»Así lo prometió
55 

a nuestros antepasados,
a Abraham y a sus descendientes,
para siempre.»
56 
Y María se quedó tres meses con Isabel. Después, regresó a su casa.

El nacimiento de Juan el Bautista

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Cuando nació el hijo de Isabel, 58 todos sus vecinos y familiares se alegraron mucho, pues
57 

vieron que Dios había sido muy bondadoso.

A los ocho días, vinieron a circuncidar al niño. Los que estaban allí querían ponerle
59 

Zacarías, que era el nombre de su padre. 60 Pero Isabel dijo:

—¡No! Va a llamarse Juan.


61 
Ellos le dijeron:

—Ningún familiar tuyo se llama así.

Y por señas le preguntaron a Zacarías cómo quería llamar al niño. 63 Zacarías pidió una
62 

tabla y escribió: «Juan». Todos quedaron sorprendidos. 64 En ese mismo momento, Zacarías
empezó a hablar de nuevo, y alabó a Dios.

Todos los vecinos se quedaron impresionados, y en toda la región montañosa de Judea no


65 

se hablaba de otra cosa. 66 Los que oían hablar del asunto se preguntaban: «¿Qué será de
este niño cuando crezca?» Porque todos sabían que Dios estaba con él.

Zacarías alaba a Dios


67 
Zacarías, lleno del Espíritu Santo, dio este mensaje:

«¡Alabemos al Dios de Israel,


68 

porque ha venido a salvarnos!

»Nos ha dado un Salvador muy poderoso,


69 

descendiente del rey David, su servidor.


70 
»Esto lo había prometido
hace mucho tiempo,
por medio de sus
santos profetas:
71 
que él iba a salvarnos
de nuestros enemigos
y de todos aquellos
que nos odian.

»Él dijo que sería bondadoso con su pueblo,


72 

y que cumpliría su santa promesa.


73 
»Él prometió a nuestro
antepasado Abraham,
74 
que iba a salvarnos
de nuestros enemigos.

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»Así podríamos servirle
sin ningún temor,
75 
y vivir sólo para él,
practicando la justicia
todos los días de nuestra vida.

»Y tú, hijo mío, serás llamado:


76 

“Profeta del Dios altísimo”.

»Tú irás delante del Mesías,


preparando a la gente para su llegada.

»Le dirás a su pueblo


77 

que ya tiene salvación,


pues Dios perdona sus pecados.

»Dios nos ama tanto,


78 

que desde el cielo


nos envió un Salvador,
como si fuera el sol
de un nuevo día.

»Él salvará a los que viven


79 

en peligro de muerte.

»Será como una luz


que alumbra en la oscuridad,
y guiará nuestros pasos
por el camino de la paz.»

A medida que el niño Juan crecía, también aumentaba su poder espiritual. Y vivió en el
80 

desierto hasta el día en que Dios le ordenó llevar su mensaje al pueblo de Israel.

El nacimiento de Jesús

2 Poco antes de que Jesús naciera, Augusto, emperador de Roma, mandó hacer un censo, es
decir, una lista de toda la gente que vivía en el Imperio Romano. 2 En ese tiempo, Quirinio
era el gobernador de Siria, y fue el responsable de hacer este primer censo en la región de
Palestina.

Todos tenían que ir al pueblo de donde era su familia, para que anotaran sus nombres en

esa lista. 4 José pertenecía a la familia de David. Y como vivía en Nazaret, tuvo que ir a
Belén para que lo anotaran, porque mucho tiempo antes allí había nacido el rey David. 5 Lo
acompañó María, su esposa, que estaba embarazada.

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Mientras estaban en Belén, a María le llegó la hora de tener 7 su primer hijo.[a] Como no

encontraron ningún cuarto donde pasar la noche, los hospedaron en el lugar de la casa
donde se cuidan los animales. Cuando el niño nació, María lo envolvió en pañales y lo
acostó en un pesebre.[b]

Esa misma noche, unos pastores estaban cuidando sus ovejas cerca de Belén. 9 De pronto,

un ángel de Dios se les apareció, y la gloria de Dios brilló alrededor de ellos. Los pastores
se asustaron mucho, 10 pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Les traigo una buena
noticia que los dejará muy contentos: 11 ¡Su Salvador acaba de nacer en Belén! ¡Es el
Mesías, el Señor! 12 Lo reconocerán porque está durmiendo en un pesebre, envuelto en
pañales.»
13 
De pronto, muchos ángeles aparecieron en el cielo y alababan a Dios cantando:

«¡Gloria a Dios en el cielo,


14 

y paz en la tierra
para todos los que Dios ama!»

Después de que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros:
15 

«¡Vayamos corriendo a Belén para ver esto que Dios nos ha anunciado!»
16 
Los pastores fueron de prisa a Belén, y encontraron a María y a José, y al niño acostado
en el pesebre. 17 Luego salieron y contaron lo que el ángel les había dicho acerca del niño.
18 
Todos los que estaban allí se admiraron al oírlos.

María quedó muy impresionada por todo lo que estaba sucediendo, y no dejaba de pensar
19 

en eso.

Finalmente, los pastores regresaron a cuidar sus ovejas. Por el camino iban alabando a
20 

Dios y dándole gracias por lo que habían visto y oído. Todo había pasado tal y como el
ángel les había dicho.

Cuando Jesús cumplió ocho días de nacido, lo circuncidaron y le pusieron por nombre
21 

Jesús. Así lo había pedido el ángel, cuando le anunció a María que iba a tener un hijo.

Jesús y Simeón

Cuarenta días después de que Jesús nació, sus padres lo llevaron al templo de Jerusalén
22 

para presentarlo delante de Dios. 23 Así lo ordenaba la ley que dio Moisés: «Cuando el
primer niño que nace es un varón, hay que dedicárselo a Dios.» 24 La ley también decía que
debían presentar, como ofrenda a Dios, dos pichones de paloma o dos tórtolas.

En ese tiempo había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que obedecía a Dios y lo
25 

amaba mucho. Vivía esperando que Dios libertara al pueblo de Israel. El Espíritu Santo
estaba sobre Simeón, 26 y le había dicho que no iba a morir sin ver antes al Mesías que Dios
les había prometido.

Página 16 de 18
27 
Ese día, el Espíritu Santo le ordenó a Simeón que fuera al templo.

Cuando los padres de Jesús entraron en el templo con el niño, para cumplir lo que mandaba
la ley, 28 Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios diciendo:

«Ahora, Dios mío,


29 

puedes dejarme morir en paz.

»¡Ya cumpliste tu promesa!


30 
»Con mis propios ojos
he visto al Salvador,
31 
a quien tú enviaste
y al que todos los pueblos verán.

»Él será una luz


32 

que alumbrará
a todas las naciones,
y será la honra
de tu pueblo Israel.»
33 
José y María quedaron maravillados por las cosas que Simeón decía del niño.

Simeón los bendijo, y le dijo a María: «Dios envió a este niño para que muchos en Israel
34 

se salven, y para que otros sean castigados. Él será una señal de advertencia, y muchos
estarán en su contra. 35 Así se sabrá lo que en verdad piensa cada uno. Y a ti, María, esto te
hará sufrir como si te clavaran una espada en el corazón.»

Jesús y la profetisa Ana

En el templo estaba también una mujer muy anciana, que era profetisa. Se llamaba Ana,
36 

era hija de Penuel y pertenecía a la tribu de Aser. Cuando Ana era joven, estuvo casada
durante siete años, 37 pero ahora era viuda y tenía ochenta y cuatro años de edad. Se pasaba
noche y día en el templo ayunando, orando y adorando a Dios.

Cuando Simeón terminó de hablar, Ana se acercó y comenzó a alabar a Dios, y a hablar
38 

acerca del niño Jesús a todos los que esperaban que Dios liberara a Jerusalén.

Por su parte, José y María cumplieron con todo lo que mandaba la ley de Dios y
39 

volvieron a su pueblo Nazaret, en la región de Galilea.

El niño Jesús crecía en estatura y con poder espiritual. Estaba lleno de sabiduría, y Dios
40 

estaba muy contento con él.

Jesús en el templo

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José y María iban todos los años a la ciudad de Jerusalén para celebrar la fiesta de la
41 

Pascua. 42 Cuando Jesús cumplió doce años, los acompañó a Jerusalén.

Al terminar los días de la fiesta, sus padres regresaron a su casa; pero, sin que se dieran
43 

cuenta, Jesús se quedó en Jerusalén. 44 José y María caminaron un día entero, pensando que
Jesús iba entre los compañeros de viaje. Después lo buscaron entre los familiares y
conocidos, 45 pero no lo encontraron. Entonces volvieron a Jerusalén para buscarlo.

Al día siguiente encontraron a Jesús en el templo, en medio de los maestros de la Ley. Él


46 

los escuchaba con atención y les hacía preguntas. 47 Todos estaban admirados de su
inteligencia y de las respuestas que daba a las preguntas que le hacían.
48 
Sus padres se sorprendieron al verlo, y su madre le reclamó:

—¡Hijo! ¿Por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado. Estábamos muy
preocupados por ti.
49 
Pero Jesús les respondió:

—¿Y por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo estar en la casa de mi Padre?
50 
Ellos no entendieron lo que quiso decirles.
51 
Entonces Jesús volvió con sus padres a Nazaret, y los obedecía en todo.

Su madre pensaba mucho en todo lo que había pasado. 52 Mientras tanto, Jesús seguía
creciendo en sabiduría y en estatura. Dios y toda la gente del pueblo estaban muy contentos
con él, y lo querían mucho.

Footnotes

1. Lucas 2:7 Primer hijo: Los judíos decían que el primogénito, o primer hijo de cada
familia, le pertenecía a Dios.
2. Lucas 2:7 Pesebre: Cajón donde se daba de comer a los animales.

https://www.biblegateway.com/passage/?search=Lucas%202&version=TLA

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