Como Se Ha Hecho Una Escuela Granja en M Xico
Como Se Ha Hecho Una Escuela Granja en M Xico
Como Se Ha Hecho Una Escuela Granja en M Xico
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La Pollera Ediciones
ÍNDICE
Investigación, transcripción y edición: Diego del Pozo BALANCE DE LA HAZAÑA AMERICANA: UNA REIVINDICACIÓN YANQUI 88
Edición: Ergas / Leyton
Diseño: Pablo Martínez SI NAPOLEÓN NO HUBIESE EXISTIDO 94
La Orden Franciscana de Chile autoriza el uso de la obra de Gabriela Mistral. LA CACERÍA DE SANDINO 125
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una intención política. Y con esto no me refiero a la enfrentad o en una Guerra Civil brutal, que concluyó
política fruto de los partidos políticos, y a que esto se- con el trágico suicidio del President e José Manuel
ría injusto con Gabriela Mistral que nunca militó en Balmaced a, en la cordillera comenzab a a dar sus na-
ninguno. Sino que a la política en su sentido clásico, el cientes respiros la que se convertir ía en el primer
de la polis, la manera en cómo nos configuramos como Premio Nobel de Latinoam érica 56 años después.
sociedad, es decir, la política que incluye todas las Algunas décadas más tarde, los eventos que suce-
áreas que conforman la responsabilidad de cada uno dieron simultán eamente a su primer año de vida,
de los individuos que conviven en una entidad, y a sea le servirían de gran inspiració n para muchos de sus
nacional o comunitaria. textos políticos, especialm ente la figura del falleci-
Por eso en este caso la mirada al pasado apunta do Jefe de Estado.
al intento por conocer la visión política de Gabriela Siendo una adolescente asistió a la escuela en la cos-
Mistral pensando en ella como una intelectu al que tera ciudad de La Serena donde fue acusada injusta-
abarcó los temas fundame ntales de nuestra identidad mente de un robo y posteriormente humillad a ante el
más crítica, generando una voz de permanen cia atem- resto de sus compañeros. Esto la impulsó a dejar los
poral. De soberbia inteligenc ia y nivel de compren- estudios y dedicarse autónomamente a su formación.
sión, su relato trasciend e sin problemas hasta hoy. Ya en el año 1.902, Lucila no volvió a ser matricula da
Así también nos pertenece a todos: su obra es para la en la escuela y simultáne amente comenzó a escribir
humanid ad completa sin excepción de raza, género, sus primeros versos. En este proceso iniciador, el edu-
nacionali dad o tiempo. Gabriela Mistral es tan chi- cador y periodist a Bernardo Ossandón cumplió un rol
lena, latinoam ericana o europea, como lo fue y es su fundame ntal. Como director del diario El Coquimbo
humanism o sin fronteras , así como en vida lo fueron le publicó sus primeros poemas y artículos, además
sus pies y maletas. de ofrecerle libre acceso a su biblioteca privada. Qui-
Lucila Godoy Alcayaga, su nombre antes de que ella zás de ese periodo Gabriela Mistral asumiría su voca-
se diera el de Gabriela Mistral, nació el 7 de Abril ción como emisaria de prensa, la que temprana mente
de 188.9 en Vicuña, un pequeño poblado en el valle la llevó a mostrar su locuacida d más feroz en otros
del río Elqui, dentro del cordón montaño so de Los diarios locales. En 1.906, con 17 años, publicó en La
Andes, y que a fines del siglo XIX era una de las Voz del Elqui "La instrucción de la mujer", texto en el
comunid ades más golpeadas por la pobreza y el ais- que cargada de lucidez denunció la opresión hacia la
lamiento geográfico de Chile. Mientras el país estaba mujer y la desiguald ad desde el inicio de los tiempos,
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apelando a la sociedad completa a realizar un cambio. de cerca los avances de la Revolución mexicana. Así
Fue un llamado de atención para toda una humanidad mientras sucedía en Europa la Primera Guerra Mun-
que a medida que entraba en el siglo XX se precipitaba dial, en Rusia la Revolución bolchevique dejaba sus
hacia las guerras mundiales, quiebres institucionales y primeras consecuencias, en el norte de Latinoaméri-
todos los horrores conocidos. ca, México ponía su cuota de violencia en defensa de
Aún muy joven, comenzó a trabajar como maestra. los procesos sociales y libertarios.
Carente de un título oficial, sólo varios años más tarde A principios de la década del 20, durante los pri-
terminó validándose autorizadamente de formadora. meros años del gobierno revolucionario mexicano
En 1.910, mientras la nación celebraba el centenario de Gabriela Mistral recibió de parte del Primer Secre-
su primera Junta Nacional de Gobierno, Gabriela Mis- tario de Educación Pública de México, su amigo José
tral consiguió en la Escuela Normal N º 1 de Niñas de Vasconcelos, la invitación para participar del proceso
Santiago su reconocimiento como educadora, y desde educacional que comenzaba en el país del norte. El
ese momento empezó una ascendente carrera que la Cuerno Mágico, como lo llamó Gabriela Mistral, fue
llevaría por las latitudes más remotas de Chile. Se des- la primera nación que ella adoptó como propia, ade-
empeñó educando en la austral ciudad de Punta Are- más de su natal Chile, y fue también el comienzo de
nas, en la localidad de Los Andes en el centro del país, su humanidad expansiva, que poco a poco comenzó a
también en el norte en Antofagasta, y de igual modo poner a prueba.
estuvo en el corazón de la tierra Mapuche en Temuco Su paso por México fue además el inicio de un pe-
-donde recomendó leer a los clásicos rusos a un joven riplo por diferentes naciones, que hasta su muerte la
poeta que luego sería conocido como Pablo Neruda-, hizo regresar a Chile en tres ocasiones, siempre por
todo en el transcurso de una década. cortos periodos de tiempo. Sin embargo, su preocupa-
La itinerancia de su vocación pedagógica no frustró ción y compromiso con el país nunca decayeron: una
para nada su creación literaria, y menos su flujo epis- infinidad de artículos sobre la historia y la contin-
tolar. Siendo muy joven logró contactarse y enviarse gencia lo comprueban, así como su amplio epistola-
cartas con poetas, políticos e intelectuales de renom- rio con presidentes, ministros y figuras renombradas
bre en Chile y Latinoamérica, como por ejemplo el fu- demuestran su inquietud Íntima por la identidad y el
turo presidente Pedro Aguirre Cerda, el poeta nicara- porvenir de Chile.
güense Rubén Darío, y los mexicanos Alfonso Reyes y En México entró en contacto con los procesos de
José Vasconcelos. Gracias a estos últimos logró seguir desarrollo de las escuelas rurales, y empezó parale-
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lamente a ver la posibilidad de llevar a cabo muchas Para Gabriela Mistral su trabajo en las escuelas ru-
de las ideas que en Chile se habían visto como sub- rales -chilenas primero, mexicanas después-, además
versivas, pero que ella consideraba propias de un país del tema indígena, funcionó como un precedente de
en proceso de modernización. La labor de los niños y su conciencia puesta en los más necesitados del conti-
de la comunidad en relación al funcionamiento de la nente, así como lo imperante de la búsqueda del sueño
escuela pasó a ser fundamental. Todo bajo una acción de dos de sus grandes maestros literarios y políticos:
tutelada por los maestros, los resultados fueron enor- Simón Bolívar y José Martí. Ese sentimiento de conti-
memente exitosos. Para Gabriela Mistral la educación nente unido latinoamericano la llevó a representar los
era el alma del pueblo, y lo que vio en México, dio intereses de los más desvalidos de su tierra ante La So-
frutos prósperos. Según sus propias palabras: la educa- ciedad de las Naciones, específicamente en el Instituto
ción comenzó a tomar un nuevo sentido. Internacional de Cooperación Intelectual. Su trabajo
Esos años vividos en México la conectaron no sólo de periodista primero, y su rol consular más tarde,
con una faena educacional pantagruélica sino tam- la llevaron a Europa, donde vivió en Suiza, Francia,
bién con un espíritu latinoamericano mestizo e indí- Italia, España y Portugal entre otros países. Ahí fue
gena, hermanable y reconocible. La defensa de la raza también pionera del arquetipo de la mujer intelectual,
indígena prístina pasaría a ser una causa total en su viajera, intrusa en la masculina política de la época,
obra. Muchos artículos dedicados a esta deuda histó- pero con una voz fuerte que comenzaba cada vez a ser ·
rica, hacen pensar en su sensibilidad y su empatía ha- más reconocida internacionalmente. En cada lugar era
cia estos pueblos desplazados, pero también en cuán- recibida con una calurosa bienvenida, a veces enorme-
to se ha hecho al respecto luego de cinco siglos, para mente homenajeada. Notables son las recepciones que
tratar de reencausar la ruta. Su texto "Música Arau- tuvo en La Habana, Montevideo y Buenos Aires, entre
cana" es un análisis profundo, no sólo de lo sucedido otras. Gabriela Mistral, firme ante su compromiso en
con el pueblo Mapuche, sino con la realidad de todos la sociedad, se preocupó de dar charlas en cada puerto
los pueblos indígenas del continente. Es l a exposición que tocó, con una visión crítica ante la realidad de
de un conflicto histórico que en el caso de Chile al cada país que pisó, sintiéndolo como propio.
menos, es sólo cosa de poner la mirada en la frontera Fiel a su causa de defensa de la igualdad entre
natural que es el río Biobío para darnos cuenta de que hombres y mujeres, donde podía escribía y hablaba
el tema está aun totalmente abierto, como una herida sobre la necesidad del voto femenino, el rol de la
· que no deja de sangrar. mujer en la política, y el riesgo de mal entender la
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lucha feminista, es decir, las consecuencias de que igualdad de género, una vez más es una lección que
pelear por ser iguales quite la riqueza de la diferen- ha quedado olvidada y puede servir para enmendar el
cia, donde tener los mismos derechos no es sinónimo camino. Sobre la libertad no sólo reflexionó en rela-
de homogeneidad, así también como cerrar la discu- ción a la de prensa, sino que aun más importante en
sión en la clase intelectual o educada puede ser una su obra fue la libertad de las jóvenes naciones latinoa-
segregación contraproducente para la gran causa de mericanas independientes, las cuales, inocentemen-
una sociedad total. Todo esto lo planteaba un cuarto te, lograron su independencia a medias, y se sintieron
de siglo antes de que las mujeres tuvieran derecho a viejas naciones, sin ser siquiera pueriles comunidades.
voto en Chile. Así al pensar que se habían librado del colonialismo,
Simultáneamente fue sensible a las grandes luchas no se convirtieron en naciones independientes y li-
que se llevaban en occidente, temas que comenzaron a bres, ya que la liberación si bien es una condición para
fundir cada vez más sus textos con las problemáticas ser libre, no es su contenido.
fundamentales. En 1.933, mientras se encontraba en la También en 1.933 mientras fue cónsul en Barcelona,
convulsionada España previa a la Guerra Civil, teorizó escribió sobre la crítica situación de las clases sociales
sobre la libertad de prensa, el estigma libertario plan- y su relación con el control de natalidad; tema total-
teado por las naciones occidentales, donde la ilusión mente actual, y que a pesar de haber sido planteado
de libertad al final recae en los valientes emisarios o por Mistral hace cerca de So años, lamentablemente
periodistas independientes, ya que los grandes conglo- no hemos sido capaces de hacernos cargo como so-
merados dueños de la noticia sólo estaban ahí para ciedad, a pesar de los cientos de pistas que nos han
controlar al pueblo con el miedo de un titular escan- dejado insignes intelectuales al respecto.
daloso. Esta mirada sobre lo que significa la libertad Luego de que estalló la Segunda Guerra Mundial, la
de prensa, podría ser cotejada en la ilusión de libertad ya reconocida Gabriela Mistral, dejó su labor consular
hoy en Chile y el mundo, la que pareciera haberse afir- en Europa para trasladarse a Brasil. Allí entabló una
mado conceptualmente luego del fin de la Guerra Fría, entrañable amistad con el escritor austriaco Stefan
con un tono de libertad a medias, de dudosa reputa- Zweig, quien junto con su mujer habían escapado del
ción. La libertad de prensa puede ser perfectamente nazismo. El posterior suicidio de la pareja, así como
controlada por el mercado, coartando su base princi- el de su sobrino Juan Miguel, a quien había adopta-
pal de ser libre, y ya en los años 50 Mistral lo advertía, do algunos años antes, la sumergieron en una terri-
· y así como con el tema indígena, educacional, o de ble tristeza, que sumada a los horrores de la Guerra,
invadieron su sensibilidad para dejarla en un estado por Augusto César Sandino, la opres10n yanqui se
constante de dolor y luto. mantuvo, se sostuvo y finalmente se impuso. No me
Su frágil situación íntima, no mermó sin embargo su da la impresión de que haya sido solamente por un
visión crítica, y continuó publicando en diversos dia- contexto económico y bélico mundial, como la Gue-
rios y revistas del mundo, oponiéndose y denunciando rra Fría, sino también porque las armas de defensa
al nazismo, al fascismo, y a todas las versiones opreso- que teníamos eran muy frágiles, quizás la más de
ras de las terribles dictaduras de esa época. ellas nuestra joven, inexperta, oligarca y tutelada de-
Luego del fin de la Guerra y la restitución de las mocracia latinoamericana.
naciones europeas, tras varios años de campañas apo- Ya a comienzos de la década del 50, con el olor fres-
yadas por múltiples países, en 1945 Gabriela Mistral se co de la bomba atómica, Gabriela Mistral reflexionó
convirtió en el primer Latinoamericano, y la primera sobre qué se ha hecho por establecer una democracia
y única mujer del continente hasta hoy, en ganar el acorde a la realidad del continente americano, de si
Premio Nobel de Literatura. El más alto galardón de hemos dado por terminada la construcción de Na-
las letras mundiales, no logró ni por un momento aca- ción, o si somos conscientes de que la democracia que
llar su inspiración y se. mantuvo firme en la defensa se ha implantado en el continente como "el modelo
de la lucha de los pueblos oprimidos. Muy consciente correcto", es posible que necesite cambios, actuali-
y siguiendo los pasos de Domingo Faustino Sarmien- zaciones constantes y, en muchas ocasiones, que la
to, planteó la tirana división y a casi interiorizada sin democracia puede precisar aun de más democracia.
quejas sobre civilización y barbarie, como puntos de ¿,Hubiera sido diferente la historia chilena que nos
comparación y distancia entre el primer mundo occi- tiene inmersos en un quiebre social hasta el día de
dental y el de los conquistados postcoloniales. De ahí hoy? ¿,Cuántos ríos de sangre se podrían haber evi-
también recogió la amenaza que significaba E.E.U.U. tado si hubiéramos tomado más en cuenta a Gabrie-
durante la primera mitad del siglo XX para las pe- la Mistral? Quizás aún no es tarde para aprender el
queñas naciones latinoamericanas, y digo durante esa cómo y el cuándo hacer una nación sana y sólida en
mitad, porque luego de la Segunda Guerra Mundial, la su forma democrática; de hecho, quizás es ahora el
amenaza pasó a ser una intervención cierta. Nuestra mejor momento para hacerlo.
débil democracia fue incapaz de sostener la presión Gabriela Mistral fue protagonista intelectual de
ejercida por el gigante del norte. A pesar de ejemplos todos los grandes hitos de la primera mitad del Siglo
· como los de la Revolución nicaragüense encabezada XX, pudo leer con soltura los desvaríos que tenían
los caminos que optaban los Gobiernos, reclamó y esclavos ciegos de su realidad, o en una asociación
escribió un sin fin de artículos, cartas y recados de hombres y mujeres libres.
para lograr el voto de la mujer, como el derecho a Tenemos todos entonces la obligación de leer y re-
la educación infantil, el respeto a nuestras culturas leer las voces que han quedado muchas veces en pági-
indígenas o sobre l a labor de los maestros, y es hora nas perdidas. En este caso Gabriela Mistral.
de que ese mensaje comience a ser parte de nuestra Es tiempo de que digamos con respeto, adiós al cre-
historia. El nombre de esta antología, Por la Humanidad púsculo del pasado, y nos pongamos en alerta, para
Futura, proviene de un artículo escrito por Gabriela preparar de mejor forma la aurora.
Mistral, que se encuentra en un libro escolar mexi-
cano de l a década del 3o. El texto aquí integrado,
así como su título representativo, fueron escogidos Diego del Pozo
por dos razones: la primera porque es un llamado a
identificarnos hoy con el mensaje de Gabriela Mis-
tral, somos nosotros esa Humanidad Futura, l a que
probablemente no h a sido prudente en escuchar lo
que se nos ha dicho en el transcurso de la historia,
siendo este un intento por desplazar el horizonte de
lo posible; y la segunda razón es porque el texto está
dirigido a las piedras angulares del progreso de una
nación, me refiero a los maestros, a los profesores.
Si queremos fundar bases sólidas para que l a Hu-
manidad Futura no cometa los mismos errores que
hemos ido sistemáticamente perpetrando, muchas
veces por nuestra falta de conocimiento sobre nues-
tra historia. Debemos reconocer la labor fundamen-
tal de nuestros maestros, los que no sólo se encargan
de enseñarnos dónde y por qué estamos sobre este
planeta, sino que además, está en ellos la labor de
convertir a esa Humanidad Futura en una turba de
NOTA EDITORIAL nadie está a más de unos centímetros de distancia de
un acceso a Internet, hemos tomado la decisión de
Este libro fue dividido en cuatro capítulos, los cua- omitir las notas tanto sobre personajes o hechos his-
les contienen escritos ordenados cronológicamente tóricos, y a que la información es fácilmente hallada a
comenzando por la década de 1920, luego la del 3o y través de cualquier buscador digital.
40, y un último capítulo que llega hasta la muerte de Se advierte al lector primerizo en la obra de Gabrie-
Gabriela Mistral en 1957. la Mistral, que la autora, fiel a su constante estilo
Bajo cada título está señalada la fuente de referencia creativo, inventa palabras que se adaptan a la lógica
desde donde se ha realizado la transcripción íntegra interna del texto, como por ejemplo alácrito, adjetivo
de los textos. Adicionalmente, los escritos incluidos en sinónimo de alegre, gozoso, vívido o ágil, o el caso
este libro que pertenecen al Legado inédito de Gabriela de ayancado que, proveniente de la palabra yanqui,
Mistral aparecido en 2007, están señalados con una hace referencia a algo relativo a Estados Unidos. Sin
numeración y, al final del libro se detalla su código embargo, así como con los personajes, se ha decidido
indentificador para llegar a su ubicación en la página que la relación entre Gabriela Mistral y el lector sea
web proporcionada por Memoria Chilena, Biblioteca sin intermediarios, por lo que de las notas posibles en
Nacional de Chile, y la Dirección de Bibliotecas, Archi- este sentido también se ha prescindido.
vos y Museos (DIBAM): salamistral.salasvirtuales.cl.
Los textos que no tenían una data explícita, fueron
fechados por el editor basándose en las referencias
contextuales del contenido.
La mayoría de los textos antologados son políticos
y de opinión, algunos de ellos fueron publicados en
su momento en medios de comunicación; así, cada
uno posee incontables nombres de personajes de cada
época y protagonistas de los conflictos y movimientos
contemporáneos a la escritura. Por esa razón, la inclu-
sión de excesivas notas al pie fue considerada como
una obstrucción para la lectura fluida de la pluma
mistraliana. Además, el hecho de que en estos tiempos
20 21
1920 .. 1929
CÓMO SE HA HECHO UNA ESCUELA-GRANJA
EN MÉXICO
REVISTA DE EDUCACIÓN PRIMARIA. MÉXICO, 1923.
3o
Quise darles un día algunas indicaciones sobre pe- sencillamente maravillosa que son el indio azteca,
riodismo infantil; pero vi que poco las necesitaban. maya o tolteca.
Fuera de sus errores de ortografía, ellos saben muy Vuelvo a la escuela y a mi orador infantil. Hablaba
bien lo que deben publicar para que los lectores sigan aquel niño sin el énfasis tan común a los escolares
la vida de la colonia y el tesoro de la simpatía aumente que hacen discursos - c o n la claridad del que conoce
y aumente. muy bien su asunto, y con un acento cordial en el
Oí una vez a un orador de doce años explicar a sus que yo una vez más reconocía la dulzura del pueblo
compañeros algunas reformas que le parecían necesa- mexicano, la dulzura india que yo he visto en todas
rias. Visitábamos la escuela los Maestros Misioneros las expresiones genuinas de su alma: en las canciones,
(profesores de indígenas repartidos por todo el país) y en el trato de la mujer y del amigo-.
yo, que les había invitado en una sesión de su Congre- La escuela Francisco I. Madero ha triunfado en me-
so, que presidí, a conocer la maravilla que el entusias- ses y se ha impuesto enteramente. Pero lo más im-
mo y la fe de un hombre estaban haciendo en el jirón portante no es su éxito individual: es el haber dado
más desgraciado de su metrópoli. Nos detuvimos a es- el tipo de la escuela que el país necesita derramar de
cuchar, y es la verdad que se sacaba más provecho de Estado en Estado. "Yo quiero, me dice la habilísima
aquel discurso que de muchos discursos pedagógicos. colaboradora del maestro Oropeza, señorita Elena To-
Trataba el orador de la Biblioteca en formación. rres, que se haga en torno de la ciudad una especie
Me asombra la facilidad extraordinaria de expresión de cerco de bien, de redención, que vaya del arrabal
que tiene este pueblo mexicano, desde la niñez. La dic- hacia el centro, limpiando el ambiente moral de la
ción aventajada a la de cualquier profesor chileno. ciudad. Vea usted: en dos meses se ha cerrado cinco
Confieso que cuando les hablo me esfuerzo un poco pulquerías (lugares de expendio de licores), que infes-
en pronunciar mejor mi español tan chileno ... H a sido taban este desgraciado rumbo. Ya tenemos en la es-
mi mayor alegría oír conversar a los pescadores en el cuela un cinematógrafo que atrae a los obreros. Así,
lago de Chapala, a los obreros de cerámica en las fábri- lo que estamos haciendo no es sólo enseñar a leer y
cas de Puebla, y por todas partes, a los campesinos. Y a escribir, cosa que constituye la labor única a que se
este encanto de su lenguaje tal vez sea una de las co- creía llamada la escuela primaria, tan mezquina de
sas que les ha ganado mi corazón tan profundamente. horizontes generalmente".
Porque para mí lo mejor que tiene México en su haber "Como todos los niños del barrio no querrán ser
para el futuro, es su masa indígena, esta pasta racial agricultores, me sigue informando, y a hemos for-
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mado cursos de pequeños sastres, de tipógrafos y esto, en crear una Liga Protectora Infantil para fa-
mecanógrafos". vorecer a los pequeños del barrio que aún no van a
La labor del hombre humilde que me arece salido la escuela, y que, por lo mismo, no tienen derecho a
del Evangelio, ha sido el grano de mostaza de la pará- recibir la ración de alimento matinal. De este modo
bola. Sigámosla. Interesado vivamente en que las coo- objetivo y no con discursos, se combate el egoísmo
perativas agrícolas se propaguen, educando a todos, a entre los niños.
los grandes también, en esta materia descuidada por El jefe de la educación primaria, señor Roberto Me-
nuestros países, el Ministro de Hacienda, señor don dellín, lógicamente ha tenido que mirar con respeto
Adolfo de la Huerta, ha destinado cien mil pesos mexi- afectuoso la personalidad del que era el último de sus
canos (cuatrocientos mil chilenos) para la formación subalternos. Envía semanalmente a la escuela Fran-
de un Banco de Crédito, que servirá a todas las escue- cisco Madero, un Orfeón Popular, que está formando
las granjas futuras. Hay que mirar con ojos maravilla- otro Infantil, y le manda también maestras de de-
dos ese éxito moral y económico. clamación para que en el año próximo la extensión
Y las iniciativas del director Oropeza no se agotan. primaria, o sea los espectáculos educadores que así
Ya tiene en la escuela una sección de peluquería, aten- llamamos en Chile, sea atendida enteramente por los
dida por los mismos alumnos, y para su propio servi- alumnos. Ya he hablado en otra ocasión a los lectores
cio: rvenían tan revueltas algunas cabecitas de niños del cariño que siente el pueblo mexicano por la mú-
del arroyol sica, y he dicho que ésta es la raza que canta, no sólo
El parque estaba y a enteramente limpio e higieniza- dentro de los Conservatorios, sino derramada por sus
do; pero las calles vecinas, el barrio entero, como he campos entre el gozo de los maizales.
dicho, tenía la suciedad de todos los suburbios. Mis dos compañeras chilenas, l a escultora Laura
Los escolares empezaron a servir a sus vecinos. Una Rodig y la maestra normalista Amantina Ruiz, van
comisión de ellos se apersonó al Ayuntamiento para a la Escuela-Granja a dar clases de dibujo y de gim-
solicitar los carros de aseo urbano, y ellos mismos se nasia, y yo en poco más cumpliré a los niños mi
han encargado de hacerlo en parte, de dirigirlo en otra. promesa de ir a enseñarles algunas canciones de las
Estos y otros servicios extraordinarios de los alum- escuelas chilenas.
nos son recompensados con un bono de desayuno. ¿Qué serán estos niños en diez años más?, ¿qué
Ha habido trabajadores exageradamente laboriosos los diferenciará de los otros formados en las escuelas
que llegan a ganar tres bonos al día. Se pensó, por prim_arias?
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No serán, por cierto, aspirantes a bachilleres, pos- la pequeña experiencia de los niños sobre los grandes
tulantes eternos a empleos, que llenen pasillos de problemas sociales. He visto la fuerza estupenda que
Ministerios, pidiendo con un montón de recomen- tiene la enseñanza económica cuando se hace carne
daciones el puestecito fiscal más mezquinamente en los hechos y no se da como palabrería gárrula. Ha
remunerado, con tal de ser miseria dorada, pobreza habido momentos en que la masa de escolares que tra-
decente. Ni serán tampoco hombres unilaterales, sin baja la tierra, por la sensatez que ponía en su trabajo,
la visión de unidad de la vida que caracteriza a los por las intuiciones que alcanzaba, me ha parecido una
intelectuales; ni pesimistas que se han hinchado de República de verdad, y me he sentido embriagada de
odio y de desaliento por su pequeño fracaso, del cual una fe muy grande.
no tienen la culpa sino sus manos torpes y su mente Suelo decir al maestro Oropeza que hay que felici-
amodorrada. Serán eso que es para mí lo más grande tarse de la miseria inicial de su colegio, de sus salas
en medio de las actividades humanas: los hombres de desnudas. Porque todo eso lo ha hecho sacar a sus
la tierra, sensatos, sobrios y serenos, por el contacto alumnos al Parque, y cambiar el aula techada, por
con aquella que es la perenne verdad. Harán una de- esta aula de Dios que es su cielo mexicano, siempre
mocracia, menos convulsionada y menos discursea- azul, bajo el cual la lección es más verdad y más be-
dora que la que nos ha nacido en la América Latina, lleza, donde la ausencia de la clásica tarima hace al
porque, hay que decir mil veces este lugar común: la maestro sencillo y espontáneo y la proximidad a la
pequeña propiedad (que ellos exigirán y que conse- tierra le da vergüenza de gastar diez horas enseñando
guirán en México), aplaca las rebeldías, da dignidad a análisis gramatical.
la vida humana y hace el corazón del hombre propicio Sí, mi compañero. Hay que alabar esta vez con San
a las suavidades del espíritu. La pequeña república Francisco, a la santa Pobreza, que hace suplir con
agraria que estos niños han creado, les irá revelan- espíritu los materiales; a la buena Pobreza, que mata
do el régimen económico y los caminos por donde se la vanidad y da inspiraciones y fervores que usted tal
busca la prosperidad de un país: no tendrán el odio vez no hubiese tenido en un gran colegio con labo-
de la riqueza, que sólo cuaja cuando el hombre no ratorios y gimnasios. Y hay que alabarle a Ud., como
tiene nada que defender ni amar bajo el sol. porque a un caso de milagro entre la masa de los maestros,
sea suyo. que se sienten injuriados cuando se les manda a la
No es que me haya lanzado en un río de fantasías; es escuela del suburbio, porque creen que un título más
que palpo, por primera vez en mi vida, lo que significa o menos decoroso, es una patente para exigir situa-
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ciones espléndidas, y esquivar la fusión con el pueblo, ORGANIZACIÓN DE LAS MUJERES
del cual somos. DIARIO E L M E R C U R I O . C H I L E , 1.925.
Aunque su escuela sea laica como todas las del país,
deje que yo la sienta el tipo de la escuela cristiana: casi
nació en un pesebre; el corro de sus niños descalzos ha
debido ser el mismo que tuvo un día Jesús. La escuela
nueva que sueñan los obreros es esto que usted está Doña Inés Echeverría de Larraín ha publicado en La
haciendo. No creen y a los trabajadores, y yo les acom- Nación un gran artículo, una extensa prosa sacudida
paño en este escepticismo, en aquella escuela que les de espíritu y alumbrada entera por esa generosidad
enseñó todas las inutilidades y los lanzó a la vida con suya que yo le admiro más que su mismo talento:
las manos torpes para todos los oficios; ellos no aman; hace en él un llamado a las mujeres de todos los cre-
no pueden amar, al maestro sin sentido de la vida que dos. Desea "Iris" que la mujer equilibre la brutalidad
les robó la riqueza de la sangre en una sala de clase de los movimientos sociales y humanice la pelea de
oscura, y que les mató la alegría de vivir al no ponerlos búfalos, el descuartizamiento de toros, que va pare-
en contacto con la tierra-madre, de la cual emanan el ciendo el mundo (y Chile dentro de él) en esta hora.
vigor y todas las excelencias, más que de sus lecciones Aunque se esté haciendo un huerto en el último rin-
sin entusiasmo. cón callado de La Serena, entre golpe y golpe de aza-
Y digo para terminar: ¿no habrá un gran propietario dón, se la ha oído y se hace descanso para contestar-
chileno que entregue a un maestro de verdad, cinco le.
hectáreas de suelo en los arrabales de Santiago, para No hay dejadez árabe ni modorra india entre las
que se haga una escuela de esta índole? Aunque he he- mujeres nuestras; hay una fuerza enorme, y una con-
cho mal la interrogación: el éxito que cuento empieza fusión no menor que esa fuerza: yo las comparo a mis
en el maestro, y acaba en el rico generoso. almácigos que irrumpen en un millón de cabecitas
apretadas, con una revoltura bárbara, delante de mis
ojos ... Sociedades de beneficencia, escolares, gremia-
les, políticas, religiosas. ¡Deben llegar a quinientas en
el paísL. Pero aquí como en todo, falta la columna
vertebral, sin la cual no hay organismo. No existe la
gran sociedad que inspire la confianza suficiente para
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que obreras, empleadas, maestras, médicas, católicas, Hace años se me invitó a pertenecer a él. Contesté,
liberales, socialistas, comunistas destaquen hacia ella sin intención dañada: "Con mucho gusto, cuando en
representación, reciban sugestiones y presenten a su el Consejo tomen parte las sociedades de obreras, y
vez las suyas. sea así, verdaderamente nacional, es decir, muestre
El feminismo llega a parecerme a veces, en Chile, una en su relieve las tres clases sociales de Chile".
expresión más del sentimentalismo mujeril, quejum- La clase trabajadora no puede alcanzar menos de la
broso, blanducho, perfectamente invertebrado, como mitad de representantes en una asamblea cualquiera;
una esponja que flota en un líquido inocuo. Tiene más cubre la mitad de nuestro territorio, forma nuestras
emoción que ideas, más lirismo malo que conceptos entrañas y nuestros huesos. Las otras clases son una
sociales; lo atraviesan a veces relámpagos de sensatez, especie de piel dorada que la cubre.
pero no está cuajado; se camina sobre él como sobre Este Consejo fue creado hace unos siete años por las
las tembladeras, en las cuales el suelo firme apenas se señoras Amanda Labarca Hubertson e Isaura Dinator
insinúa. Mucha legitimidad en los anhelos, pureza de de Guzmán; de él han partido los primeros reclamos
intenciones, hasta un fervor místico, que impone el de representación femenina dentro de las institu-
respeto; pero poca, rmuy pocal cultura en materias so-:- ciones y cuenta en su haber las leyes dictadas por el
ciales. No importa: existe la fuerza, nos hemos puesto gobierno actual sobre derechos civiles femeninos. Ha
en trance de obrar, y unos diez ojos sagaces y manos hecho bastante, en relación con la que le crea la au-
tranquilas y a pueden empezar la ordenación. sencia de la clase popular.
No hay necesidad de crear una sociedad más; tal Actualmente, la presidencia del Consejo está en las
vez sería enriquecer nuestro vicio -que es vanidad nobles manos de la doctora Ernestina Pérez, timón
pura- de erigir directorios, para hacer reparto de pre- sólido de cultura y ecuanimidad. Al lado .de ella tie-
sidencias y secretarías, baratijas de zulúes que nos nen su sitio doña Inés Echeverría, para poner fuego
gustan mucho. ancho de espíritu; doña Adela Edwards, la de manos
Hay un organismo destinado a verificar la concen- obradoras; doña Brígida Walker, decana moral del
tración que pedimos: su nombre ha hecho promesa magisterio primario; las jefas de partidos femeninos,
que debe cumplir. En otras partes y a ha cumplido. El señoras Rodicio, Villar y Méndez, doña Luisa F. de
Consejo Nacional de Mujeres, en varios países, ha con- Huidobro, doña Isaura de Guzmán, Teresa Ossan-
seguido contar en su seno a las representantes de casi dón, la socialista señora Hidalgo, el grupo excelente
. todos los círculos femeninos de la nación. de educadoras del Club de Maestras, Cora Mayers y
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tantas otras que hierven en mi memoria y que harían ral de un Estado, atento como un hombre a la guardia
fatigosa la enumeración. de la salud; dar, en la casa obrera, la dignidad al ciu-
Lo primero, conocerse. No son las líderes obreras lo dadano, que no lo es solamente porque reciba el sol
que por ahí pintan, ni mujeres viciosas cuyo contac- y beba el viento; incorporar en las muy vacías fiestas
to manche, ni energúmenos que agiten una asamblea de aniversarios nacionales una ceremonia de gratitud
hasta malograr todo trabajo sensato. hacia los mejores artesanos; impulsar con algo más
Muchas se han incorporado a las sociedades mascu- que la protección al salitre la riqueza nacional, abrien-
linas, a los gremios. Son las más cultas: han escuchado do los bancos de pequeño crédito agrícola para que
debates, y aunque suela contagiarlas la violencia de la pueda sembrar cada campesino que no tiene una lonja
asamblea de hombres, que rojea, tienen manos sobre la de suelo; y democratizar la cultura, llevando la biblio-
carne viva del problema social. teca del pueblo como un río generoso, de un extremo
Santa ronda nacional de mujeres sería ésa en que a otro del país, humanizar el Estado; y hacer así esa
la mano pulida coja la mano prieta, y la aparadora red de intereses y de amor que es una raza. Al dibujo
de zapatos escuche, de igual a igual, a la maestra y precioso de esa red, en que el centro está en todas
la costurera diga a la patrona cómo van viviendo ella partes, porque puede rompérsela donde se la toque y
y sus tres hijos con su salario de tres pesos. Asam- es preciosa en cada punto, hemos preferido el dibujo
blea cristiana, en que la dueña de la vivienda pútrida geológico de capas (de arcilla fina, de piedrecillas me-
mire la prueba de ésta en la cara sin sangre de su nudas y de roca ciega) que tenemos.
pobre inquilina. Ser organismo social, es decir, ser una patria, es
Purgamos la culpa de no habernos mirado jamás a tener casi la misma calidad de sangre en la frente
la cara, las mujeres de las tres clases sociales de este que las plantas y oponer igual resistencia a la disgre-
país. El amor vive de conocimiento, decía Leonardo, el gación en cualquier parte del cuerpo. ¡Qué lejos de
humanísimo. Nosotros en los embusteros discursos de eso estamosl
las fiestas patrióticas, gritamos la concordia nacional En este momento la América mira con estupor, que
como desde una a la otra orilla del Amazonas. éramos la estatua del sueño de Nabucodonosor y que
La primera faena cívica era esa: soldar las clases por desmoronados los pies de lodo, hemos dado con la
medio de intereses y sentimientos comunes. Dar en la frente en la carretera.
pequeña propiedad la emoción de la patria: dar, en el No digamos que ya es hora de amarnos: el amor,
servicio amplio, ¡inmensol, de beneficencia, latido mo- en el individuo relámpago sobrenatural, es en un
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pueblo un cuajo lento y maravilloso, como la crea- mos que hay también abismos grotescos, pero reales,
ción de una madrépora; necesita de la sangre de tres entre la clase media (de empleados y profesionales) y
generaciones a lo menos. el pueblo. Recordemos la parábola breve de Tagore: la
Pero el conocimiento del pueblo - m e ha dicho algu- lámpara de arcilla dijo a la lámpara de cristal: "Eres
n o - da mejor su repugnancia que su estimación. Es mi prima". La de cristal ni siquiera quiso responderle;
cierto: no es ni hermoso, ni sentidor, ni claro de men- pero en ese momento subía por el cielo la luna llena y
te; feo, brutal a veces, confuso para desear y pedir. le gritó: "rHermana mía!".
Así lo hicimos. Entre el hambre, la tuberculosis, Si la clase alta se siente extraña al pueblo por sus
el alcohol y el trabajo salvaje, no había de levantár- costumbres, la media no lo siente menos extraño por
senos como un Apolo. Del arte, que depura el sen- su ignorancia. La llaman un puente; como los puentes
timiento, hemos hecho una isla dorada a donde él movedizos, levantó su extremo de la orilla, giró y ha
no llega. El número de tabernas que le ofrecemos, ido a ponerse, tendido a lo largo de la otra, margen
cobrando por los municipios sus patentes, para hacer suave, donde no sirve a los fines de la vida.
fuentes en nuestros paseos, debió ser el número de Es curioso anotar que las voces de mujer que hacen
sus bibliotecas. el llamado más apasionado a la fusión de las clases,
Sin embargo, hay que comenzar por el conocimien- en este momento, son voces de la clase alta. Llevo
to y acabar por el amor, como los judíos empezaron contados muchos artículos de "Roxane", que me dan
por Moisés, la Ley, para terminar por Cristo, lo su- esta sensación: la de un guardia de minas del sur que
perior a la Ley. La escuela le entregará la patente de en el peligro de una catástrofe bajaba y subía cada
hombre; la habitación, en las ciudades y en el cam- cinco minutos al hoyo infame, para mirar las venas
po, el predio agrícola le darán la dignidad de poseer. de agua y subía a dar voces, a los mayordomos dor-
Sobre eso, que vengan los capiteles del orden que midos, volviendo a bajar nuevamente. Ella va de las
queráis, l a abundancia de l a fraternidad, la verifica- fábricas, donde mira el envilecimiento de las obreras
ción del cristianismo. con el trabajo excesivo que asesina madres, a su pe-
Volviendo, pues, a la organización de las mujeres, riódico que le multiplica la garganta. Pues, el terri-
éste es el primer paso: vincularse para conocerse. torio entero está agujereado de subterráneos que no
Creen algunos que el paso heroico es el que dará la conocemos; nuestras avenidas, nuestros parques, el
clase opulenta hacia la desposeída y que cuesta mu- sueño sobre el cual descansa el lecho en que dormi-
cho. Quienes hemos andado en estas búsquedas sabe- mos, tienen debajo la ciénaga tremenda.
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Para la obra de organización de las mujeres, faltan médico escolar, de enseñanza obligatoria de puericul-
estas dos cosas, pequeñas y preciosas como la perla: tura, aun a la de sufragio, llevarán su apoyo todas.
paciencia, humildad. No falta entusiasmo, que anda Bastarían tres anhelos compartidos; habrá unas vein-
por todas partes en llamaradas sueltas. Paciencia para te leyes de acuerdo común. Puede fundarse mucho
insistir tantas veces como horas tiene el día de Dios; sobre ese enorme bloque.
humildad para recibir la descortesía y la misma hosti- En un artículo de la señora Labarca Hubertson se da
lidad de las sociedades reacias a fundirse. un mensaje de la jefa máxima del feminismo yanqui:
Como todo pueblo débil, tenemos la vanidad su- "Eliminad -dice más o menos-, cualquier causa de
pliendo extensiones. Los círculos menudos de mujeres odio, aunque sea el divorcio o el mismo sufragio, con
temen desaparecer en la obra grande. Probarles que tal de unificar". Es la mujer de sangre fría, que ha
cooperar no es subordinarse y que la institución con- visto entre los pueblo latinos el gasto de odio que ha-
tinúa su vida individual sin más cambio que poner su cemos, la sangría de nuestros jacobinismos, el cacareo
voz en medio de las de sus congéneres. ridículo que levantamos en torno de nuestros estan-
Costará un poco ser pacientes y humildes; es más dartes políticos, mientras el "gran viento del norte"
fácil ser inteligentes y. valerosas; la paciencia hizo las sopla hacia el sur con firmes carrillos.
catedrales de la Edad Media y la humildad creó el cris- Falta -me dice una compañera- un periódico para
tianismo, que sólo se quebraja cuando ella disminuye. las mujeres o que, al menos, se restablezca, con seccio-
Ayudarán algunas otras circunstancias: la quiescencia nes más ricas, " l a página para mujeres" que hace años
de los grandes, que ahora es más fácil de obtener; el daban los grandes cotidianos.
paso menos miedoso de las obreras, que sienten su Es verdad, necesitamos una enorme información del
fuerza y toman su sitio. movimiento social femenino. Hasta ahora las revistas
Los problemas femeninos, los de gremio y gremio, y que se nos dedicaron se quiebran de ... femeninas. No
partido y partido, tienen una diferenciación muchí- basta con el recetario doméstico que proporcionan, si
simo menor que los de los hombres. Casi no existe el es mucha cosa regalarnos las páginas ilustres de Sel-
conflicto religioso, que h a envenenado tanto a aque- ma Lagerlof y de Ada Negri. Páginas serias de religión,
llos, y les ha hecho perder cincuenta años, en un mi- de pedagogía (divulgada sin tecnicismos), de higiene y
llar de sesiones de oratoria encendida. A las campañas sobre todo, repito, una clara y abundante exposición
mayores del reconocimiento de la educación paterna, de la labor social de nuestras hermanas del mundo. Y
la de la equiparación de salarios, de amplio servicio muchas traducciones, porque cambiaríamos con gus-
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to un servicio honrado de éstas por un buen lote de sobre el laborismo, el fascismo, el sovietismo, etc.; los
producción nacional, en todos los órdenes. regímenes que gobiernan el mundo y que no conocen
Nuestra prensa es harto regionalista, y el regio- ellas para hacerse conciencia social.
nalismo acaba por crear una especie de tisis en los Los recursos solamente pueden ser amplios en una
organismos,· cuando no hace una ictericia de odio. organización muy numerosa. Si los piden al Estado
Pagar traductores si no podemos pagar colaboradores vendrá la coquetería política, muy fea, a reemplazar
extranjeros. a la antigua, donosísima; si los reciben de los parti-
Un movimiento vasto de organización femenina re- dos masculinos, incorporan la infección a su cuerpo,
quiere la fundación paralela de un órgano de divulga- como quien derrama un tubito de bacilos de fiebre
ción muy fuerte. tropical: habrá hedor de aliento para muchos años.
Hasta hoy el feminismo de Chile es una especie de Una Graciela Mandujano, periodista, que traduce
tertulia, más o menos animada, que se desarrolla en dos o tres lenguas, puede hacernos la revista de gran
varios barrios de la capital. Es débil por desmigaja- formato, abundante de secciones, llena de contempo-
miento, y aunque y a cuenta algunos éxitos, no pue- raneidad en el espíritu y de la jaspéadura del mundo:
de ser equiparado todavía con los movimientos res- lo latino, lo inglés, lo japonés, lo alemán, lo ameri-
petables de opinión que se desarrollan en el Uruguay cano, como quien dice los ácidos, los fosfatos y las
(para nombrar un país hispanoamericano). Si ha de ser harinas espirituales. Cada actividad dentro de Chile
político, que se sature de cultura política; si prefiere precisa hacer esta empinadura para mirar a los dos
quedarse en la lucha económica, que también adquie- continentes de donde viene magisterio (Eurasia, Nor-
ra la cultura que necesita para formarse un cuerpo de teamérica). Cuanto más el feminismo que es criatura
doctrinas económicas. del siglo, que casi no tiene historia y no se puede estu-
En el campo sentimental no puede mantenerse; diar todavía en manuales cuajados.
para el sentimiento está la vida individual, y las mu- Doña Inés Echeverría es una buena sembradora del
jeres han decidido abandonar el pliegue tierno de la fuego de la "Flor Roja" de Kipling. Mucho pone quien
casa, donde el amor sólo tenía un rostro que mirar en pone espíritu y voltea las entrañas pesadas de las cria-
el silencio, y el servicio de una sola mesa que hacer turas. Pero este tiempo que vivimos es del hombre y
pulcra y bella. de la mujer con los dos hemisferios, el emocional y el
Nos faltan recursos, me decían las obreras a quienes activo. Aquella que remueve, tiene que ayudar a hacer
insinuaba yo que abriesen un curso de conferencias ordenación. Andan ahora los místicos mezclados con
4.9
los albañiles, en Gandhi y en Vasconcelos, los cons- MENOS CÓNDOR Y MÁS HUEMUL
tructores: ella ama a estos dos hombres, que siento DIARIO E L M E R C U R I O . C H I L E , 1925.
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Tanto ha abusado la heráldica de las aves rapaces, Entre la defensa directa del cóndor, el picotazo so-
hay tanta águila, tanto milano en divisas de guerra, bre el lomo del caballo, y la defensa indirecta del que
que ya dice poco, a fuerza de repetición, el pico gan- se libra del enemigo porque lo ha olfateado a cien pa-
chudo y la garra metálica. sos, yo prefiero ésta. Mejor es el ojo emocionado que
Me quedo con ese ciervo, que, para ser más ori- observa detrás de unas cañas, que el ojo sanguinoso
ginal, ni siquiera tiene la arboladura córnea; con el que domina sólo desde arriba.
huemul no explicado por los pedagogos, y del que yo Tal vez el símbolo fuera demasiado femenino si
diría a los niños, más o menos: "El huemul es una quedara reducido al huemul, y no sirviera, por uni-
bestezuela sensible y menuda; tiene parentesco con la lateral, para expresión de un pueblo. Pero, en este
gacela, lo cual es estar emparentado con lo perfecto. caso, que el huemul sea como el primer plano de
Su fuerza está en su agilidad. Lo defiende la finura de nuestro espíritu, como nuestro pulso natural, y que
sus sentidos: el oído delicado, el ojo de agua atenta, el otro sea el latido de la urgencia. Pacíficos de toda
el olfato agudo. Él, como los ciervos, se salva a menu- paz en los buenos días, suaves de semblante, de pa-
do sin combate, con la inteligencia, que se le vuelve labra y de pensamiento, y cóndores solamente para
un poder inefable. Delgado y palpitante su hocico, la volar, sobre el despeñadero del gran peligro.
mirada verdosa de recoger el bosque circundante; el Por otra parte, es mejor que el símbolo de la fuerza
cuello del dibujo más puro, los costados movidos de no contenga exageración. Yo me acuerdo, haciendo
aliento, la pezuña dura, como de plata. En él se olvi- esta alabanza del ciervo en la heráldica, del laurel
da la bestia, porque llega a parecer un motivo floral. griego, de hoja a la vez suave y firme. Así es la hoja
Vive en la luz verde de los matorrales y tiene algo de que fue elegida como símbolo por aquéllos que eran
la luz en su rapidez de flecha''. maestros en simbología.
El huemul quiere decir la sensibilidad de una raza: Mucho hemos lucido el cóndor en nuestros hechos, y yo
sentidos finos, inteligencia vigilante, gracia. Y todo estoy porque ahora luzcamos otras cosas que también te-
eso es defensa, espolones invisibles, pero eficaces, del nemos, pero en las cuales no hemos hecho hincapié. Bueno
Espíritu. es espigar en la historia de Chile los actos de hospitalidad,
El cóndor, para ser hermoso, tiene que planear en la que son muchos; las acciones fraternas, que llenan pági-
altura, liberándose enteramente del valle; el huemul nas olvidadas. La predilección del cóndor sobre el huemul
es perfecto con sólo el cuello inclinado sobre el agua acaso nos haya hecho mucho daño. Costará sobreponer
o con el cuello en alto, espiando un ruido. una cosa a la otra, pero eso se irá logrando poco a poco.
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Algunos héroes nacionales pertenecen a lo que lla- CUATRO HOMBRES AMERICANOS
maríamos el orden del cóndor; el huemul tiene, pa- PRÓLOGO A Los CREADORES DE LA NUEVA AMÉRICA DE
ralelamente, los suyos, y el momento es bueno para B E N J A M Í N C A R R I Ó N . F R A N C I A , 1927.
destacar éstos.
Los profesores de Zoología dicen siempre, al final de
su clase, sobre el huemul: una especie. desaparecida
del ciervo.
No importa la extinción de la fina bestia en tal zona Este es el libro de un fervoroso, de un ecuatorial,
geográfica; lo que importa es que el orden de la gacela que lleva en sí la excelencia de su clima.
haya existido y siga existiendo en la gente chilena. ¿Por qué se ha de decir tanta majadería del trópico?
El trópico es el cielo verdadero, el único cielo-cielo; el
trópico es la fruta óptima: piña o mango admirables;
el trópico es el árbol casi humano que se llama del
pan, el bananero que, él solo, puede alimentar gen-
tes; y el río que no debiera llevar nombre, el Amazo-
nas, cuyas cuatro sílabas hacen un horizonte de agua
poderosa. Pero, nos contestan, ¿y el mosquito, y la
víbora, y otras bestias que un maniqueo atribuiría a
una paralela creación demoniaca? Ah, es que se pa-
gan de algún modo esos colores, y esos olores y esas
excelencias sobrenaturales de un suelo, y se muerde
la pitahaya, que es la mejor púrpura, durante una
vida, aceptando que alguna vez la cobra nos pruebe
la sangre.
Aparte de que el trópico malo, el de la fiebre palú-
dica y el del cacique matón -nuestros dos descréditos
mayores- va raleando o retrocediendo. Se ha de acabar
el trópico del afiche odioso, que contiene alacranes,
soldadesca pringosa y pereza; entonces, ¡qué tierra de
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aire vegetal como para que vivan en ella los mejores están aquí todos los maestros de América. Le faltan
hombres de este mundol... Entonces, ser ecuatoriano, un Nelson, un Vaz Ferreira, un Caso, un Henríquez
o peruano, o mexicano, se volverá nobleza natural - l a Ureña, un Varona, un Lugones, un Rojas, un Belaún-
nobleza de los frutos tipos, de la luz robusta y del árbol de, un Palacios, un Nieto Caballero y los demás co-
ejemplar- y habrá venido a menos ser alemán o inglés lombianos y no sé cuántos otros para completar la
o sueco, hombres de tierra desabridas, echadas a per- serie de hombres que ejercen influencia en la juven-
der a la larga por los placeres químicos. tud de América.
Nadie se admire que sea una mujer de un país lla- Benjamín Carrión ha escrito, antes que el libro de
mado frío quien hace esta alabanza de la tierra ca- poemas a que todos los sudamericanos nos sentimos
liente. Yo nací en valle al que faltan yo no sé cuántos obligados, un elogio de otros hombres, de almas aje-
grados -pero muy pocos- para ser tropical, curiosa nas que le han urgido más que la suya propia con su
quebrada de Elqui que Dios me dio para que, en la luz mensaje, y nos presenta aquí cuatro cifras de ame-
perfecta, yo adquiriera esta pasión del sol con todo lo ricanos en grande. Él piensa y a de nuestra América
que le es añadido. en unidad y no se le ocurre el prejuicio de que está
Benjamín Carrión es abogado y periodista en ejer- alabando a extraños. Gente bien suya ha cogido y la
cicio. El último oficio se le siente en el estilo vivo, no presenta a los regionalistas, para que tomen legítima
tocado, en ningún período, de inercia; en la agilidad posesión de ellos: un mexicano, un peruano, un ar-
lozana. Ha dictado cátedras de Derecho y de Historia. gentino, un boliviano.
El profesorado no alcanzó a enfriarle el interés huma- Carrión ha escrito estas biografías o comentarios de
no que calienta estas biografías. maestros, para cuantos jóvenes en la América no ten-
Entre nosotros el gusto de la historia comienza tar- drán la dicha de ver nunca, sobre la misma tarima de
de, lo que viene a resultarnos un daño, porque escri- su aula, sentarse a estos cuatro directores a hablarles
t a por viejos la historia americana - m u y honrada en de los problemas de su raza. El porvenir inmediato
la investigación, muy escrupulosamente escrita- no de nosotros es harto feo y cuando decimos palabras
contiene el dinamismo feliz que aquí en Francia le soleadas de confianza, no hablamos ni de 1930 ni de
diera Michelet. De Carrión puede esperarse. que con 1940, por cierto. Los jefes de nuestros pueblos, para
sus cualidades de pasión rejuvenezca el género y que que la espina de agave de una crítica no les punce los
se fije en él. La buena fortuna de estos excelentes costados, se desprenden directa o indirectamente de
ensayos puede decidirlo a continuarlos. Porque no maestros tan honrados como molestos.
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Hay entre los cuatro biografiados de Carrión a lo individuo lo arroja como resaca, hacia Europa o Esta-
menos dos cuya residencia en Europa no es volunta- dos Unidos. Así perdió Chile un Tancredo Pinochet,
ria ni ha de resultarles dichosa. Por derecho deberían un Ernesto Montenegro, un Carlos Vicuña, un Loyola
hallarse en la Secretaria de Educación de sus países, y un Torres Rioseco; así Costa Rica ha prestado a Bre-
haciendo todo lo que pueden, que es mucho, curando nes Mesén.
la raza con el libro y formando en la conferencia su Es a los jóvenes a quienes se roban estas fuerzas mo-
conciencia civil, volviendo justo al blanco, laborioso rales. Ellos crecerán oyendo hablar como de mitos de
al mestizo y organizado al indio. Se dirá: "Pero si no su Alcides Arguedas, por ejemplo, y no verán su cara
se los ha desterrado". Y es cierto, si se llama destierro nunca. Ellos llegarán a pensar que es natural como
al boleto de tercera clase que lleva un guardián "del que la caña crezca, que el escritor civil viva en otro
orden", junto con una hoja de papel duro con sellos país, y que Martí, el santo, dio el tipo de un destino
coloreados. Ah, pero hay otros destierros: el cerco de lógicamente desgraciado: el del madurador anticipado
fuego - d e ofensas- el de arena - d e aislamiento- que - y castigado- de las conciencias.
se hace a un hombre en torno de su casa para exaspe- Benjamín Carrión no quiere que los jóvenes pierdan
rarlo, obligándole a mudar de suelo contra la volun- a sus directores naturales. Y como en la América se
tad de sus ojos que tienen costumbre de un paisaje, niega en grande, él ha usado en su modo de biografía
y de su mente que no gusta sino rondar los intereses un tono de ditirambo que a algunos no gustará talvez.
de su pueblo. Está bien: yo que he celebrado la justeza nunca gana-
Cuando Manuel ligarte recibe en Niza a otro de estos da por el arrebato en Alfonso Reyes, tengo que alabar
desterrados sin decreto, le dice: "¡Ah, usted también! aquí a un diferente suyo: el fervoroso. A otro género,
¡Pero si están llegando todos, uno por uno!". otro gesto. Carrión no ejerce la pedagogía, esa profe-
Y no suelo esperar, en París, en Florencia o en Mar- sión de cabeza helada y en que la mano atenta maneja
sella, el encuentro en un café,· de los que faltan, Gar- una balanza menuda como para pesar diamantes. Él
cía Mangue, Varona, los demás, que usan de su lengua busca ser provocador de entusiasmos, y se halla ge-
para lo único que ella sirve: decir limpia y suave para nerosamente dotado para recibir el choque del bien;
ayudarnos al bien. no puede aceptar que se le quede en el cuerpo leal
No hay como nuestro continente para malgastar a vibración maravillosa, y da la mano como el oído en
sus mejores hombres. La materia prima preciosa, llá- la ronda a los otros a fin de que la electricidad de lo
mese goma de caucho o cacao, la vende por nada, y al óptimo llegue entera hasta el jardín.
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Sus admiraciones le nacen cabales, y él no las echa a ha visto como la llamarada del vino quedarse en la
perder con un análisis demasiado sostenido en el ojo. lengua y no llegar a las resoluciones. Paciencia. Ya nos
Está construido para admirar -que es construcción mezclaremos con gente del Norte -del Norte europeo-
para el gozo- y usa ese don, que otros se tuercen y aca- y seremos lo que él busca: prometedores y pagadores
ban por estropearse, como el delfín y el buen nadador por igual, concebidores y padres de las acciones. Entre
se deleitan largamente en el agua marina. Su elemento tanto, mientras la Argentina mezclada convence a los
es ese y él lo disfruta. .países abúlicos y lentos de su madera de salvación,
Su estilo cae en el orden que apellidaremos "martia- aceptemos este entusiasmo aspirante a la voluntad,
no" de Martí, que usó de este mismo desenfreno santo que por lo menos en el cortejo de novio que le hace
de admirar. Otro orden nos creó Rodó, el profesor, y a puede ser ganado por ella.
él pertenecen los críticos buenos que han venido des- El entusiasmo de Carrión no jura con los ojos cerra-
pués. Otro orden, el de la inteligencia evangelizada, dos. Ha visto, recogió documentos para sus ensayos,
nos está haciendo Capdevila. Los imaginativos y los analiza y cuenta. Y posee la cualidad rara en noso-
emocionales nos quedamos con Martí por patrón, y tros de aceptar virtudes diferentes y ofrecerlas con el
yo se lo regalo gustosamente a este Benjamín Carrión, mismo contentamiento: García Calderón es casi un
que se sentirá contento de seguir la huella que casi reverso de Vasconcelos; Arguedas tiene poca relación
quema, del "Arcángel cubano". con ligarte. Esta flexibilidad en una mente joven, y
Vasconcelos, que recibe aquí un regalo de fervor aca- de sudamericano, es preciosa. Allá nos sentimos obli-
ba de maltratar el entusiasmo en un artículo, diciendo gados a desdeñar a Dado si estamos con Whitman, o
que es " l a epilepsia de la América, que promete y nada a rebajar a Reyes si amamos a Vasconcelos. Puro re-
consuma, por atarantada e insensata''. Yo entiendo su sabio de guerrilla, pura sangre caliente que necesita
rencor aunque no se lo justifique. Él h a visto lo fácil y cada vez que juzga un zócalo en que poner la ofrenda
lo abundante que es el entusiasmo en la América nues- al dios y otro en que descansar su carga de odio. Yo
tra, cubierta de él como de hierba loca; le conoce las celebro el alma aseada de malquerencia que de tarde
faltas y y a le desconfía. Pero en una raza sin voluntad, en tarde nos suele aparecer, y que es la de este Ben-
en la cual el entusiasmo viene a ser el primo hermano jamín Carrión, que acepta en dos horas seguidas la
de ella, lo que más ·se le parece, ¿,qué haría el mismo lección fría de Francisco García Calderón y la violenta
Vasconcelos si se nos acabara? El entusiasmo comienza de Vasconcelos. Él se acuerda de que nuestros pueblos
en el corazón, gana los sesos y pasa a las manos. Él lo se hicieron por un San Miguel, que fue Bolívar, y por
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un gaucho malicioso, ultra-sensato, con lenguaje sin le ha crecido con nuestra desgracia en los últimos
metáforas y ojo desconfiado que era el de Cuyo. Él da años y Carrión ha sabido fijarla en su libro.
prueba aquí de que un mismo trabajo se cumple por Está largamente contada aquí la odisea educacional
obreros distintos o, como diría un católico, que puede de Vasconcelos, que anda desmadejada en artículos
irse al cielo por San Pablo como por San Pedro. de los que no se recibe una impresión de conjunto.
Se hará quizás a Carrión el reparo de que ha usado Todo eso - y más que eso- hizo el hombre bueno y
la palabra "maestro" en sentido demasiado amplio. fuerte en su meseta, durante el parpadeo de tiempo
ligarte quedaría fuera del concepto, si se la usa en que son cuatro años. Enseñar al niño mejicano a que
un sentido estrictamente didáctico. Sin embargo, lo lea, cultive su suelo de milagro, cree sus oficios, abo-
que ha enseñado ligarte es, precisamente, lo primero rrezca la tiranía, sea el que sea el seudónimo que ella
que ha de enseñar a un niño americano un hombre adopte, atienda el cristianismo, y acabe en un hombre
maduro: que estamos perdiendo la América, jalón más completo que el del otro lado, con quien se ha de
por jalón, y que un día nos despertaremos de nuestra medir tarde o temprano. El que su obra haya fracasa-
confianza perezosa sabiendo que las palabras "Chile", do, como dice M . René Richard, si fuese verdadero,
"México" o "Nicaragua", ya no son sino nombres geo- no disminuiría un diente de arena a su trabajo en que
gráficos y no políticos, que señalan grados de latitud puso todas sus potencias. Pero no ha fracasado; sus
y de longitud, frutos y maderas diferenciados y una escuelas siguen vivas, su ejemplo camina por la Amé-
sola colonia no más de Nueva York. Maestros otros, rica de noche y de día, ya sea que se le nombre o que
que enseñen su predicado, su binomio y su Martín, y se le calle, en las instituciones que se levantan y que
que no sepan esto, han cumplido insensatamente su son un calco de las suyas.
oficio. Manuel ligarte eligió un magisterio america- Alguno discutirá también el "magisterio" de Argue-
no, el más formidable. Dijo a tiempo su zozobra; no se das. Muchos se quedaron sin leer el libro temeraria-
le hizo caso; siguió hablando, y empezó a oírsele con mente justo que se llama Pueblo erifermo y del que es
una atención vaga; lleva más de diez años de prédica necesario hacer una nueva edición. Hombre del país
ejemplar y ahora todos -excepto los que entienden y que da el árbol de la quina, Arguedas quiso curar con
hacen que no entienden- sabemos que ni exageró ni amargo saludable las fiebres de su patria. Sacrificó a
anticipó. ligarte se levantó temprano con su verdad y la empresa amigos, situación y todo. No puede decir-
le corresponde toda una gloria por su ojo fiel y su celo se tampoco de él que h a y a fracasado. El destino de
de vigía sin paga, lleno de buena voluntad. Esa gloria semejantes libros es irregular. Se sumen un tiempo
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-mejor dicho se los sumerge- en la hostilidad colecti- Porque nuestras juventudes viven en medio de la
va o en el desdén cómodo, y parece que no hubieran sugestión que les dan sus ambientes donde el éxito,
servido sino de corona de espinas al hombre probo que de cualquier índole, ni es legítimo a veces ni viene de
los escribió. Pero un buen día suben a la superficie, fuentes claras y puede llegar el día en que se le vuel-
enteros y vivos, a adoctrinar, a precisar los males, a van expresiones sinónimas éxito y deshonestidad, éxi-
ofrecer los remedios, y queda así probado la calidad de to y compadrazgo con el mal organizado.
Lázaro de cualquier verdad, que no consiente en mo- Si Carrión hubiese apellidado de sus ensayos según
rirse derrotada sino cuando más en adormecerse tres el consejo de Diez Canedo a Donoso, él encabezara
días de historia que son días largos. así el capítulo de éste: Francisco García Calderón o el
La calidad de maestro en grande de Francisco García Caballero de las letras indo-españolas.
Calderón, es indiscutible. El correo de Europa no lleva a
Lima y Buenos Aires mejor información que la suya de
la cultura y la política del viejo continente, ni doctrina
dada con más "raza" en el estilo. Su Alemania, que aca-
ba de aparecer, clavará su reputación de coordinador
del suceso europeo, de labrador de las mejores síntesis.
Habría que hacer leer este libro a cada joven americano
con interés serio de cultura, porque él significa, apar-
te del asunto máximo, la obra madura de un hombre
nuestro superiorísirno a la manera de Rodó -heredero
efectivo y quizás el único uruguayo-. Honrar a Francis-
co García Calderón, además, ¿no viene a ser consolar-
nos de nuestras calamidades morales y cogernos al caso
suyo corno a un ancla de oro? Porque, yo me digo, oyén-
dolo o leyéndolo, continuamente: que nos nazca uno
de esta pasta en cada país, y la juventud sabrá donde
sustentarse de ejemplo y donde conocer el éxito cabal
y honesto, alcanzado a pura probidad, a puro esfuerzo
sin quebradura y diamantina conciencia de ciudadano.
65
ESTADOS UNIDOS Y NOSOTROS ellos sometemos esta consideración: Estados Unidos,
R E V I S T A L A NUEVA DEMOCRACIA. ESTADOS U N I D O S , 1927. en paz con vosotros, pueden gozar de las mayores ven-
tajas para su industria y sus negocios. Su población se
mueve con perfecto desahogo dentro de su espacioso
cuadrilátero. No es su caso ni el de Alemania conges-
tionada de hombres ni el de Italia que se bambolea
Aunque y a declina la guerra civil en Nicaragua, la como una barca pequeña con un racimo de poblacio-
atención sudamericana sigue clavada en el problema nes que rebosa.
del cual este choque es sólo un accidente. Puestas de un lado de la balanza las mayores y más
Notemos que, para nuestra gente, el choque Díaz- inusitadas concesiones que Estados Unidos obtengan
Sacasa importa poco. El que el Sr. Díaz sea conserva- de un Díaz pupilo suyo, y puestas del otro la antipatía
dor y el desposeído liberal, no es lo que nos tiene con y a eléctrica, y a activa, del resto de la América nuestra,
el ojo fijo sobre Nicaragua. Vemos únicamente esto: con sus posibles consecuencias, ¿de qué lado cae la
Estados Unidos tiene echada la sombra de su gran balanza?
cuerpo sobre la tierra española. Panamá se continúa. Veamos la diferencia de estas tres generaciones his-
l a rectificación de Santo Domingo no fue seria ni panoamericanas . l a de nuestros padres conoció unos
marcó gran enmienda. Estados Unidos, tipo de la libertad, de la liberalidad
¿Se dan cuenta los Estados Unidos de la alarma, de y de la democracia en su época; unos Estados Uni-
la encrespadura de enojo que los acontecimientos de dos que eran la medalla clásica, con Washington, el
Nicaragua han levantado en nuestros 17 países? ¿Sigue pacífico, de un lado, y Franklin, el sobrio, del otro.
la opinión yanqui, con fidelidad de tacto, la emoción Ya de esa generación a la nuestra - l a de los hombres y
nuestra? Y si la sigue y conoce en toda su extensión las mujeres de cuarenta años- hay un visible descen-
nuestro disgusto, ¿no será entonces que desdeña en- so. Nosotros hemos visto lo de México y lo de Santo
teramente el juicio de Sudamérica y prescinde de él Domingo y a esta generación pertenece el "¡alerta!"
como el adulto de la cólera del muchacho? de Manuel Ugarte y de Vasconcelos. Pero de la nues-
En todo caso no está de más hablar para esa por- tra a la última, el descenso es despeñadero: nosotros
ción de Estados Unidos honesta, y tan considerable, recelábamos; las gentes de veinte aiios tienen ahora
de profesores, de periodistas, de escritores, para quien palabras netas y absolutas: "imperialismo", "despojo",
somos, todavía, un hecho humano digno de respeto. A "escarnio de la raza española".
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Un país también vive de honra y se pesa en honesti- HISPANO-AMERICANOS EN PARÍS, JOSÉ
dades. Existen en Estados Unidos unos miles de ciu- VASCONCELOS: INDOLOGÍA
dadanos para los cuales la política del petróleo debe D I A R I O E L MERCURIO. C H I L E , 1927.1
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Cuando han ido a verlo, lo han encontrado en una de París su Indología, todo esto escrito entre el montón de
las avenidas más quitas de Neuilly trabajando delante sus artículos admirables para El Universal y entre un
de su i:nesa que cubre un sarape de Saltillo, de aquellos viaje y otro, como quien dice de la pausa de los trenes.
que son el trópico cuajado, y sentado sobre otro sara- Hombre pobre, vive de sus sesos, pero sin alquilarlos
pe, rodeado de libros de América, sin otra conversa- a nadie, sin ponerlos en otra cosa que al servicio de su
ción espontánea que la desgracia de Nicaragua, que lo pasión de América. En estos mismo días para la Uni-
tiene afligido como a un centroamericano. versidad de Chicago para una serie de conferencias, de
Aunque se guste poco o nada de los nacionalismos lo cual saldrá otro libro como Indología.
de la hora, como aquí se trata del "nacionalismo conti- La vehemencia en la gratitud que existe en Vascon-
nental", es decir, de una agudo sentido de la raza úni- celos, y que está entre sus excelencias, lo ha hecho
camente, el casi de este viajero que rehúsa darse has- recargar este libro con un prólogo demasiado largo,
t a la más ilustre tentación, que es Europa, conmueve en el cual narra su viaje a Puerto Rico y a Santo Do-
e inspira respeto. Sabe bien que no tenemos sino un mingo. Tal vez en lo futuro este prólogo resulte útil
alma, de corto préstamo para este mundo, al revés de como material abundante para documentarse sobre
los que, pensando que tienen tres o siete, andan meti- la vida de lucha del Licenciado Vasconcelos. Sin em-
dos en otras tantas empresas al mismo tiempo y tra- bargo, preferiríamos sacar de Indología, lo mismo que
bajan flojamente, como si hubiesen firmado un pacto de La Raza Cósmica, la parte anecdótica, dejando en
muy seguro con el tiempo. Ya él h a dado alguna vez ambos la magnificencia de la teoría sobre la América,
la explicación de sus apresuramientos, cuando le han por deseo de homogeneidad en una obra de la signi-
sido enrostrados. Caído en un Continente de deuda ficación de éstas.
de obra con letras vencidas vergonzosamente respecto Yo no sé si cuando se ha comparado a Vasconcelos
de la cultura contemporánea, cada uno debería vivir con Sarmiento -paralelo sin exageración, con ceñida
así, trabajando sin levantar las manos sino para co- justeza- se ha aludido también a la similitud de am-
mer rápidamente y dormir un poco, porque para buen bos en cuanto escritores.
descanso está la otra vida, puesto que se cree en ella El Facundo tiene la prosa coloreada, expresiva y des-
y aun allá no descansarán sino los que salen de aquí ordenada de Indología; desordenada como cualquier
verdaderamente fatigados. espectáculo natural, sea un poniente o una caída de
La Raza Cósmica se publicó hace unos diez meses; ahora agua excerta de ingenierías. Prosa destinada a con-
acaba de salir de las prensas de una buena editorial de vencer, en ambos, sin otro fin que el de clavar doc-
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trina; h a vuelto la espalda al estilismo que la haría primera del desdén europeo hacia nosotros no viene
sospechosa de la literatura. Al estilismo, pero no a la de nuestro analfabetismo -que mucho de ello queda
belleza que se logra aquí involuntariamente, a pura todavía en Europa- ni siquiera de nuestro desorden
naturalidad, a pura agilidad y a puros relámpagos de político -que también cojea de esta pierna de Euro-
Gracia. Sin contar con el dinamismo espléndido. Yo p a - sino que viene de nuestro color. El indo-español
no sé de escritor americano de esta hora tan eléctrico permanece para el francés o el alemán, como zona in-
como Vasconcelos, que saca chispas con la frase -yo termedia entre el Asia y el Africa; después del Japón,
lo he visto- hasta de las almas más sordas. Un poco después del Egipto y anterior solamente a Mozambi-
viene este hálito caliente que tiene l a prosa vascon- que ... No nos resta, para conseguir la estimación de la
celiana, de su lirismo, que trepa por el período como América, sino hacer la defensa del mestizaje o raspar-
la marejada por la duna. Si el verso no tuviese y a su nos la tostadura del rostro ... Hay que comprobar por
fea reputación de vaso para contener la mentira y el el griego, la ilustre carne en que se hizo Aristóteles,
preciosismo no lo hubiese invadido, Vasconcelos sería llevaba una piel bastante oscura, y recordarles, con
hoy un lírico, como Whitman, con quien tiene tam- alguna malicia, que la Provenza y el Sur de Italia es-
bién curiosas analogías, habría hecho a la vez el poe- tán llenos de "prietos" ágiles, de cabello duro como
ma trascendental y utilitario. nuestros mulatos y de gesto abundante. Ventura Gar-
Yo no tengo capacidad para decir si este es o no uno cía Calderón me decía, hablando de Rubén: "¡Lo mejor
de los mejores libros de Vasconcelos; pero puedo ase- para nosotros es que este hombre no era blanco. Vea
gurar que me parece el más útil. Andaba por ahí. el usted qué testimonio para el mestizaje!".
hispanoamericanismo lleno de confusión, sugiriendo Vasconcelos ha hecho en grande la defensa del mes-
grandes cosas sin definirlas; andaba también más en tizo americano. Han hablado dentro de él un cristia-
sentimental que en polémico, y lo que necesita pre- nismo emplazado por el bautismo para no aceptar que
cisamente es cuajar en fórmulas, ojalá químicas que un hombre puede ser radicalmente inferior; después,
se tatúen, y contestar con unas razones agudas como el profesor que se siente apoyado en su alegato por
lanzas, los reparos que se le hacen como credo hábil algunos hombres de ciencia de última hora que miran
para 1.9 países. sin repugnancia el tipo mixto y, por fin, el economista
Aquí está la Indología con todo un capítulo en polé- que acepta un hecho, una cifra irremediable: somos
mica: el estudio sobre el mestizaje. mestizaje y con este material o con ninguno hay que
Vasconcelos ha aprendido en sus viajes que la causa trabajar y salvarse.
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Indología se abre con un capítulo espléndido sobre venido directamente de lo divino; enseñó oficios, dio
la geografía del Continente. Sabe describir la tierra, oficios netos en vez de doctrinas obscuras a las gentes
Vasconcelos, porque la h a caminado y lleva unos que no eran de su color, y cuando y a supieron labrar
sentidos cargados de paisajes. Pinta con precisión y sus platas con desembarco y tejer su algodón, se fue
con una "martiana" ternura de la América, como a por el mismo mar, "muy cansado y muy triste" dice
una novia (¿no le llamó Carlos Pellicer el novio de la la sobria leyenda.
América'?) desde el valle dantesco del Colorado hasta Sigue a su elogio el de los misioneros españoles. ¡En
la palpitación reposante de pastos en la Patagonia. buena horal Están ellos menos relegados que Quetzal-
Fija l a riqueza del Continente como un Aladino en- coatl de la memoria de los suyos pero nunca se les h a
golosinado de su maravilla, que dibltjara el árbol de glorificado dignamente; los ateos han temido exaltar
piedras preciosas; sólo aquí ]a fábula es verdad, todo en ellos al catolicismo y los católicos, con una torpeza
esto, el salto permanente del petróleo de la Huastec, vergonzosa, no han sabido ni sacar de ellos su norma
la mina boliviana y los ganados que hacen horizonte social para nuestro tiempo, volver sus nombres una
en la pampa. atmósfera que salve nuestros países feudales con el
Lo único que no se discute de la América es su ri- oxígeno absoluto de su generosidad divina.
queza; hasta el pobre diablo sudamericano, cuando Este Vasconcelos de las justicias espléndidas, sin
en Francia cuenta su salitre o su caucho, ve de pronto tasa de miedo les ha dedicado en su libro ocho pá-
ponerse grave a su camarada de mesa. Sólo que si el ginas tremolantes de fervor. Él los entiende porque
contador de fábula saca una estadística y completa los lleva adentro. Después de la semblanza casi sobre-
su información con el 10 por ciento de plata, petróleo natural que dejó Martí sobre el Padre de las Casas,
o salitre peruano o chileno y con el cuadro absurdo esta es la página más noble que conocemos sobre los
de la verdad económica de la América, la sonrisa del misioneros, y me place agudamente que Vasconce-
francés se derramará finamente en su cara: "A esto, los h a y a insistido mucho en don Vasco de Quiroga,
piensa, nosotros lo llamamos colonias, no naciones". para mi mayor que el mismo Las Casas. Porque si fray
En Educación americana, Vasconcelos empieza hablando Bartolomé tuvo algo de locura en su caridad, no sé
de Quetzalcoatl. Está muy bien. ¡Qué olvidado se que- qué de "santa insensatez" Quiroga conservaba, bajo
da siempre detrás de los Moctezumas y Atahualpas, de el corazón ardiendo, los pulsos tranquilos, mientras
vestidos espejeantes, el relato del civilizador misterio- enseñaba a pulir los violines y a exprimir los zumos
so! Llegó más callado que Lohengrin, por el mar, como tintóreos para las lacas. ¡Ah, el patrón verdadero de
74 75
las artesanías americanas, que primero fue laico con de fuego: "O nos purificamos o nos perdemos, o nos
santidad, y después eclesiástico, sin perder los nobles juntamos codo con codo de Norte a Sur, o pasamos
intereses de la laicidadl a ser la chacota del mundo llevando este rubro en la
¿Qué dirán los maestros americanos que siguen la re- cabeza: 'Una raza se alquila" ' .
forma educativa de Vasconcelos como un credo socia-
lista, marxista, cuando lean esta declaración rotunda
de que su reforma viene, rectamente, de frailes?
Vasconcelos cuenta en su Indología su trabajo educa-
cional con una minuciosidad que le agradecemos. Esa
jornada civil magnífica, narrada con tanta sencillez
como una cosa doméstica, pasará a la historia de la
pobre América llena de aventura fea, así, entera, y
como una ráfaga de aire limpio. Habrá que imprimir-
la para hacer su envío directo, como un llamado a la
diligencia en el servicio público, a algunos Ministros
de educación sudamericanos. Y si el Ministro resultase
ser pedagogo, habría que poner, con lápiz azul o rojo al
pie: "Esta obra técnica, de primera fila entre empresas
técnicas, h a salido de manos de un hombre especialis-
ta, pedagogo sin Escuela Normal, que supo todo esto
sólo con poseer sensatez, capacidad de creación y un
patriotismo dinámico de manos vivas".
Hay varias pequeñas violencias en el libro. Perdonar-
las, en mérito de la médula sana que domina.
Se publica Indología en un momento psicológico que
parecía buscado, si no fuese que en la malicia, cuan-
do la pérdida de Nicaragua para la raza española lleva
trazas de ser un hecho consumado. Que ella haga lo
que elAriel en hora oportunísima; dejar caer su consejo
77
FEMINISMO: UNA NUEVA ORGANIZACIÓN DEL celebrar la apertura de las puertas era preciso haber
TRABAJO examinado qué puertas se abrían, y antes de poner el
DIARIO EL MERCURIO. CHILE, 1927. pie en el universo nuevo de las actividades mujeriles
había que haber mirado hacia el que se abandonaba.
La mujer es la primera culpable: ella ha querido ser
incorporada, no importa a qué, ser tomada en cuen-
ta en toda oficina de trabajo donde el dueño era el
hombre y que, por ser dominio inédito para ella, le
La entrada de la mujer en el trabajo, este suceso parecía un palacio de cuento. No puede negarse que
contemporáneo tan grave, debió traer una nueva or- su inclusión en cada uno de los oficios masculinos
ganización del trabajo. Esto no ocurrió, y se creó con ha sido rápida. Es el vértigo con que se rueda por un
ello un estado de verdadera barbarie sobre el que yo despeñadero. Ya tenemos a la mujer médico (¡alaba-
quiero decir algo, con lo cual empezaré a entregar mi do sea este ingreso!); pero frente a esto tenemos a
punto de vista sobre el feminismo, para aliviarme de la mujer chofer, frente a la abogada de niños, está
un peso. la carrilada (obrera para limpiar las vías); frente a la
La llamada civilización contemporánea que preten- profesora de la universidad, la obrera de explosivos
de ser un trabajo de ordenación material e intelec- y la infeliz vendedora ambulante de periódicos o la
tual, una disciplina del mundo, hasta esta hora no ha conductora de tranvía. Es decir, hemos entrado a la
parado mientes en la cosa elemental, absolutamente vez a las profesiones ilustres y a los oficios más infa-
primaria, que es organizar el trabajo según los sexos. mes y desventurados.
La mujer ha hecho su entrada en cada una de las Es todo un síntoma de estos tiempos el que en el úl-
faenas humanas. Según las feministas, se trata de un timo Congreso Internacional Feminista efectuado en
momento triunfal, de un desagravio, tardío, pero no- París haya salido de boca de mujer (y de una ilustre
table. No hay para mí tal entrada de vencedor romano. mujer representativa norteamericana) la proposición
La brutalidad de la fábrica se ha abierto para la mu- que dio la prensa francesa de que debían abolirse una
jer, la fealdad de algunos oficios, sencillamente viles, a una las leyes que, concediendo a la mujer ciertas
ha incorporado a sus sindicatos a la mujer; profesio- ventajas en el trabajo, le crean una situación de di-
nes sin entraña espiritual, de puro agio feo, han co- ferencia respecto del hombre. Esta proposición que
gido en su viscosa tembladera a la mujer. Antes de supera a todo adjetivo, comprende la supresión de la
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llamada ley de la silla, la supresión de la licencia con- cueto: me falta tiempo para entregar una larga decla-
cedida a la obrera un mes antes y otro después del ración de principios.
alumbramiento, etc. La proponente estimaba que si la Con todo, es conveniente ir haciendo una especie
mujer esquiva cualquier carga masculina, disminuye a de programa derechista para el feminismo. Yo pon-
la vez su derecho al voto y a otras preeminencias lega- dría como centro de este programa el artículo:
les del hombre. Sus partidarias hablaron de 'justicia
Pedimos una organización del trabajo humano que divida el
matemática'', de "lógica pura" y de otras zarandajas.
trabajo humano en tres grupos.
Debates como éste sirven, dentro de su "grotesco", Grupo A: profesiones u oficios reservados absolutamente
para deslindar campos, para perfilar ideologías vagas y para hombres, por la mayor fuerza material que exigen o por
trazar netamente la doble teoría de la vírgenes locas y la creación superior que piden y que la mujer no alcanza.
las vírgenes prudentes de estas asombrosas asambleas. Grupo B: profesiones u oficios enteramente reservados a la
Hay un lote de ultra amazonas y de walkírias, eleva- mujer por su facilidad física o por su relación directa con
el niño.
das al cubo, que piden con un arrojo que a mí me da Grupo C: profesiones u oficios que puedan ser servidos indi-
más piedad que irritación servicio militar obligatorio, ferentemente por hombres y mujeres.
supresión de vestido .femenino y hasta supresión de
género en el lenguaje ... Y hay unas derechas femeni- La primera rama sostiene frutos de contraste: el
nas, que siguen creyendo que la nueva legislación debe oficio brutal, a la vez que una especie de faena que
estar presidida por el imperativo que da la fisiología y podría llamarse de dirección del mundo. Aquí queda-
que pueden traducirse más o menos así: la mujer será rían desde el obrero del carbón hasta el Aristóteles,
igual al hombre cuando no tenga seno para amaman- consejero filosófico y político de los pueblos.
tar y no se haga en su cuerpo la captación de la vida, es La segunda estaría encaminada a barrer al hombre
decir, algún día, en otro planeta, de esos que exploran de las actividades fáciles en las cuales se afemina,
los teósofos en su astral. pierde su dignidad de varón y aparece como un verda-
Yo no creo hasta hoy en l a igualdad mental de los dero intruso.
sexos; suelo sentirme por debajo aún de estas "dere- La última rama englobaría varías actividades que
chas" feministas, por lo cual vacilo mucho ·en con- es imposible definir como masculinas o femeninas,
testar con un afirmativo cuando se me hace por la porque demandan una energía mediana; éstas no en-
milésima vez la pregunta de orden: "¿Es usted femi- trañan para la mujer el peligro de agotarse ni para el
nista?". Me parece más honrado contestar un no es- hombre el de vivir de un oficio grotesco.
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Yo no deseo a la mujer como presidenta de la Corte de que la mujer debe buscar oficio dentro del encargo
de Justicia, aunque me parece que está muy bien en un que trajo al mundo. Ahora diré qué cosa es para mí
tribunal de niños. El problema de la justicia superior este encargo que está escrito en todo su cuerpo.
es el más complejo de aquí abajo: pide una madurez La mujer no tiene colocación natural - y cuando digo
absoluta de la conciencia, visión panorámica de la pa- natural digo estética-, sino cerca del niño o la cria-
sión humana, que la mujer casi nunca tiene (yo diría tura sufriente, que también es infancia, por desvali-
que jamás tiene). Tampoco la deseo reina, a pesar de miento. Sus profesiones naturales son las de maestra,
las Isabeles, porque casi siempre el gobierno de la reina médico o enfermera, directora de beneficencia, defen-
es el de los ministros geniales. Y siento una verdadera sora de menores, creadora en la literatura de la fábula
náusea por esos ensayos monstruosos de servicio mi- infantil, artesana de juguetes.
litar que se hacen en Rusia y que no sé quién busca El mundo rico que forman la medicina, las artes y
llevar a la Italia fascista. las artesanías que sirven al niño, basta, es perfecta-
Esto último, a pesar de Juana de Arco: la pobrecita mente extenso para que hallen en él plaza todas las
payesa de Francia, marca con su acción una hora en mujeres, sólo que de este reino suyo no debe ser deste-
que el hombre h a debido estar envilecido no sé has- rrada por el hombre, ni sufrir de él competencia suya.
t a qué límite. La peor cosa que puede ocurrirle a una No necesita, pues, dar el salto hacia los oficios mas-
mujer en este mundo es representar con su maravilla culinos por la pura bizarría del salto, ni por el gusto
la corrupción del hombre, su guía natural, su natural insensato de la justa con el hombre.
defensor, su natural héroe. Cuando se señaló a la mujer como única sede del
Es apelar a alegatos desesperados o fraudulentos dar hogar, tal vez se la provocó con la mezquindad del
el nombre madame Curie para pedir en seguida una espacio, como la ardilla del parque zoológico a que
Presidencia de Estado. También es ingenuidad pedir se echase por sobre la valla. Nuestro tiempo puede
papisas porque existió Santa Teresa, que hubiera con- ofrecerle, en torno de la exigua cámara primera, diez
testado con una broma llena de donaire si le hubieran o doce o quince, levantadas en torno de aquella. Con-
señalado siquiera un cardenalato. vidarla a caer sobre las tiendas del trabajo masculino,
es una necedad o una malicia.
11 Una necedad: ella rara vez cumplirá en ese terre-
La nueva organización del trabajo de que he hablado no extraño trabajo equivalente al del dueño natural.
en el artículo anterior, tendría por base el concepto Malicia: en la generosidad súbita con que el hombre
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ha aceptado la colaboración de la mujer; tal vez haya de la espesura del vapor, encanallándose por aquello
una parte de cálculo: la antigua compañera, cuya que ha sido llamado tantas veces "el trabajo santo, vo-
mesa él costeaba, se le ha convertido voluntariamente luntad de Dios". Todas estas monstruosidades vienen
en un jornalero que aporta la mitad del presupuesto de que no se ha organizado la faena humana bajo el
doméstico. concepto de diferencia de los sexos.
Mientras el oficio femenino está regido como por Una ingeniosa señora española me decía una vez ha-
una columna tutelar por el niño, mientras se mantie- blando sobre feminismo: "Este abandono parcial o ab-
ne vuelta hacia él, mientras se desarrolla a su sombra soluto de los hijos y los enfermos, al hacer el trueque
sana, ese oficio aparece con la dignidad que tiene cada grotesco de la faena femenina pediría la creación de un
cosa desarrollada en su zona. Mirarlo cumplirse no in- tercer sexo, que recogiese lo que el segundo empieza
quieta, ni repugna, ni irrita. a rechazar". Faltaría el ángel -añadí y o - que recibiera
Se vería con una complacencia profunda un consejo el despojo precioso de los niños. Como el ángel sigue
vigilador de la primera enseñanza, compuesto total- arriba, no queda sino hacer un pacto con los rebeldes,
mente de mujeres y otro igual vigilador de las fábricas creándoles un lucro dentro de su reinado legítimo y
femeninas. Pero sube una ola de sangre cuando se ve a dándoles, a la vez que salario, ocasión de piedad.
la chofer que yo conocí en país que no quiero nombrar, Ya sé que no todas las emancipadas son rebeldes y
hacer la espera de su cliente hasta la madrugada, con que un tercio de ellas está formado por verdaderas
una temperatura bajo cero; repugna la Brunilda con esforzadas del trabajo. Hay la viuda, y hay, especial-
uniforme de altas botas y pantalones sudosos, des- mente, la esposa del truhan, que abandonó a los hijos,
pués de una marcha forzada, que están ensayando en viuda artificial más dolorosa que la otra.
la nueva Rusia; e irrita como una barbarie tártara ese Yo hablo principalmente por éstas, a las cuales he
grupo de limpiadoras vía férrea de que da cuenta un escuchado muchas veces un ruego que punza el cora-
periódico de mi provincia, dobladas como animales en zón: querríamos trabajar dentro de la casa o con ma-
el sol de castigo de la serranía de Illapel. terial que no choque a nuestra costumbre doméstica.
El ministro socialista belga Anseele denunció con Existe alguna cosa sobrenatural en la faena que se
palabra sacudida de cólera la forma salvaje en que tra- hace por nosotras dentro del círculo blanco del niño.
bajaban algunas mujeres en la industria de tintorería. Lo digo yo con la experiencia viva en mis sesos y en
Desnudas, porque la temperatura del taller así lo exi- mis manos. Cuando he escrito una ronda infantil,
gía, y mezcladas con los compañeros se movían dentro mi día h a sido verdaderamente bañado de gracia, mi
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respiración como más rítmica y mi cara ha recupera- ría, el juguete del niño; en el periódico escribiremos
do la risa perdida en trabajos desgraciados. Tal vez el su fábula y en los años de práctica de la Escuela de
esfuerzo fuese el mismo que se puso en escribir una Medicina, iremos a la gota de Leche, en vez de ende-
composición de otro tema, pero algo que insisto en rezarnos hacia la sala de sifilíticos de cierto hospital
llamar sobrenatural, lavaba mis sentidos y refrescaba que tampoco quiero nombrar, a donde por alarde del
mi carne vieja. cinismo se conducía a un grupo de alumnas para el
Copiando un cuento mío para niños, una mecanó- lavado de los enfermos.
grafa me decía cosa parecida: "Usted no sabe con qué Y este regreso empieza a ser urgente.
pulso tan distinto se escribe esto, después de haber
copiado treinta planillas comerciales, cuyas columnas
de cifras me echaban encima como un peso muerto
de arena". El sitio suyo, el usurpado por el intruso,
estaba en la editorial de obras infantiles, en las copias
de las fábulas.
No se verifica en vano e l delito de llevar un cuerpo
tejido estría a estría para la misericordia o la materni-
dad hasta las hediondas usinas o hasta el puesto de
vigilancia del gendarme. El ordenador invisible existe,
el legislador de la economía humana que se quedó es-
condido, pero que grabó su ley en la línea del pecho de
l a mujer, en su ojo húmedo, en su mano delgada.
Hay que volver, es urgente el regreso a lo nuestro, la
segunda entrada de la mujer en el pabellón del niño,
y a sea ésta el retorno de la arrepentida (desde Hellen
Key las que se rectifican son muchas) o la vuelta de la
que fue arrancada a su pesar y tuvo siempre la nostal-
gia de los suyo.
Que nos entreguen lo nuestro: en la industria del
calzado, haremos el zapato del niño; en la carpinte-
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BALANCE DE LA HAZAÑA AMERICANA: UNA do, porque es el segundón eterno, que coge la sobra
REIVINDICACIÓN YANQUI europea para adoptarla, mandara alguna cosa suya,
DIARIO E L M E R C U R I O . C H I L E , 1.927. 2 verdaderamente suya, que desembarcase en playa de
Europa con suceso más honroso que el cortejo indíge-
na de Colón, de vuelta de las Antillas. Es verdad que
ya de Estados Unidos han venido otros mensajes de
calidad noble: vinieron las obras de Poe, por ejemplo,
Ahora Lindbergh ha vuelto a su país, después de a suscitar aquí por lo menos un tercio de Baudelai-
haber dado a las gentes ajadas de los bulevares un re (como ya empieza a reconocerse); y vino Emerson
momento de hazaña antigua que a todos nos ha reju- a sentarse rodillas con rodillas, frente a Carlyle, sin
venecido, refrescándonos el corazón de yesca amarilla ninguna segundez, aunque la humildad del yanqui
que llevamos. dijera otra cosa; y han venido los Edison, digamos
Yo no puedo, ni quiero esconder que esta es la pri- así, desde el Edison mayor del fonógrafo ultra-de-
mera ocasión en que yo he sentido en Europa la Amé- mocrático, hasta el de la lamparilla eléctrica. Pero,
rica una, la América. común. No se puede sentir la ¡exigen tanto los de acá, con alguna razón, de parte
comunidad de las Américas, allá en el sur, donde el de un continente que pesa en dólares lo que en costa
nombre de Estados Unidos nos remueve las magulla- geológical Llegó, pues, en buena hora Lindbergh, con
duras que ellos han hecho en la honra y en el suelo; su hazaña indisputable, que ojalá acicate eficazmente
la comunidad significa plano unánime, y de nosotros a las aviaciones del Sur.
al yanqui no hay tal, sino escaleras heroicas que tre- Durante una mes Lindbergh ha sido el nombre
par trabajosamente para poder llegar hasta ellos. Los que rueda por el boulevard, en periódico, revista, cine,
jalones se llaman: color, riqueza, prestigio, poder, etc. anuncio. Ya sabemos que París tiene el olvido rápido
Aquí somos -ellos y nosotros- el hombre de la otra y que por nadie para más de unas horas su rueda co-
orilla del Atlántico, nuevo, y por advenedizo, igual- medora de hombres. Pero ha sido larga, en todo caso,
mente $ospechoso a las razas viejas y puesto en la mis- la hora de Lindbergh. Se sabe también que las glorias
ma prudente cuarentena. de la aeronáutica son las más rápidamente ajadas,
Tampoco escondo el que he sentido no sé qué inge- porque la hazaña próxima no sólo cubre la anterior,
nua complacencia de que el Continente que, no sólo sino que la anula. Parece que el aire que la consiente,
Pío Baraja, sino una veintena, llaman aquí estúpi- la burlase con una pirueta. Del Bleriot que pasó el
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Canal de la Mancha provocando un delirio de admira- nes del sur de Estados Unidos que, al pasar el avión,
ción, nadie se acuerda. Después que nuestra cordillera pararon el tráfico y se quedaron un momento con la
fue atravesada en un vuelo casi de coquetería por una cabeza descubierta rezando por la suerte de esa brava
francesa de veinte años, ninguno nombra a los cam- carne suya que pasaba en un triángulo claro aventan-
peones anteriores. Con todo y la fatalidad que pesa do la tierra hacia atrás, como un arcángel, él mismo.
sobre estas famas de los dueños del viento, repitamos: Bien criatura de Whitman, cabalmente a su seme-
está bien que la América siquiera esta vez trazara un janza; él la habría reconocido como cosa levantada
gesto viril sobre el cielo escéptico de Europa, en un desde su libro de poemas, lleno de olor de mares jo-
avión pequeño, sin otra cosa extraordinaria, ni motor, viales. Ya vendrán después de este centauro de los
ni hélices, que su mocetón de treinta años. vientos los demás mocetones que él llamaba a gritos a
Un poco rojo, con la piel dura como de vela con sal nacer, pescadores de ballenas o inventores de una má-
de los que viven a la intemperie de los climas fríos, con quina que ponga su pulsación sobre Marte o la Luna.
una rosa neta, un poco bárbara, han dicho barbilindos Los barbilindos de casaca ajustada de amazona y
internacionales de las calles de París, los ojos claros boca con bermellones mujeriles que van de la Concor-
de pariente de Peer Gynt; muy alto, se veía como un dia a la Opera, h a comentado al hombre de la hélice
gran pistilo fresco en mitad de la muchedumbre que feliz desde su mesita de té, incorporándose sólo en el
vitoreaba. Él nos ha aparecido como un héroe de Whit- momento del hervor colectivo al desfile bajo la em-
man. Porque había que buscarle antecesor dentro de su bajada yanqui.
gente. Así quería W. Whitman, como este Lindbergh, La fiesta era de otros. Nada tiene en común con los
el mozo de Louisiana, de Manhattan, de California: chupadores de aperitivos el petrel del Espíritu de San
intrépido, sencillo, salvajemente alegre, seguro, regado Luis, con su ceja dura, su jersey sobrio y sus cinco
de gozosa sangre y locamente natural. sándwiches para 24 horas. Hubieran hecho ese verda-
Él, el gran viejo con el pecho bañado de barba mosai- dero desfile los mecánicos, que preguntaban noticias
ca, ¡con qué canto de grandes coyunturas le habría es- del motor triunfante como de un hijo; los atletas, los
perado a su regreso a Manhattanl No le faltarían sos- pescadores de Brest y la muchachada fuerte de las es-
tenes para aupar la verdad con la leyenda, que siempre cuelas francesas de aviación.
sazona bien aquella. Unos pescadores ingleses vieron Con todo, París supo recibir al vencedor dignamen-
pasar el avión con ángeles a los dos costados. Pero es te, Lindbergh no tiene vida suficiente para olvidar esa
mejor que eso, la verdad sencilla de las dos poblado- noche del aterrizaje en Bourget, agujereada de bocinas
91
de auto y de reflectores, en que la ciudad estaba jas- t u de San Luis". ¿Exageración de reporteros yanquis,
peada de luces y de gritos como una pantera para ha- que hacían, abultando noticias, su acostumbrada pi-
cérsele visible desde lejos. Y este entusiasmo tiene un rotecnia estúpida? Yo prefiero a este dato espartano
precio subido de sacrificio; París h a d a la apoteosis del o del Almanaque de Franklin, una mujer más flaca
extraño encima de la desilusión del rosa de Nungesser -como nosotras- que pidiera un minuto de retardo
y Coli, tendidos quién sabe en qué Islandias o Labra- en el conocimiento de su alegría o de su luto. Nosotras
dores, a esa misma hora; tratándose de estas multitu- entenderíamos mejor esto.
des tan celosas de lo suyo, gritar el vítor caluroso a la Lindbergh, a pesar de la leyenda de sensibilidad zur-
cara del vencedor, era una prueba y una prueba dura da del yanqui, olfateó bien en el aire de aquella noche
que ellas cumplieron cabalmente. la electricidad de dolor que asaeteaba la ciudad, y su
Curioso hecho: esta glorificación estaba presidida visita matinal, la primera, antes de las oficiales, fue
por la presencia invisible de tres mujeres: las madres para la madre de Nungesser. El detalle quedará entre
de Nungesser y Coli, los vencidos, y la del vencedor; se las más finas cosas de los hombres heroicos que se
pensaba por sobre todo en ellas; la pena de las prime- espigarán para las antologías de los Plutarcos de mil
ras, a pesar de la banalidad de una muchedumbre apa- novecientos y tantos.
gaba la fiesta. Era a ratos, como si el cortejo se parase
en seco, al recuerdo súbito de las madres francesas y
como si este gran dolor humilde impusiera desde un
barrio pobre de París, donde vive una, y desde Mar-
sella, donde lloraba conocido nunca, en parte alguna,
este pudor de una alegría colectiva, esta inclinación de
tres millones de almas hacia dos pobres mujeres, sobre
cuya pena perecíamos caminar en puntillas.
Presente también se sentía la otra, la madre yanqui,
y creábamos su cara detrás de la cabeza lozana del hijo
vencedor. Es maestra de escuela la madre de Lindbergh.
Se pinta la fuerza de su carácter como una anécdota:
habría pedido a su director que no interrumpiese su
clase ni por la mejor, ni por la peor noticia del "Espíri-
SI NAPOLEÓN NO HUBIESE EXISTIDO Llegan en estos días los Mercurios, que traen en
DIARIO E L MERCURIO. CHILE, 1928. página generosa de cable la información sobre la Con-
ferencia Panamericana de Cuba.
M i compañero me hace traducirle algunos cables. Al
final de una de estas lecturas me va diciendo:
- U d . dirá que le importan más los cerezos de Ajac-
En nuestro hotel de Ajaccio este profesor de histo- cio; pero podría ser que la razón de su pereza para
ria, que es mi compañero de mesa, me pregunta cada llegar hasta la reliquia sea otra.
día: "¿Ha ido a visitar la casa de Napoleón?". Y cada » U d . dice que no sabe casi nada del hombre del 18
vez yo le contesto: "Todavía no". Brumario y que e'so la tiene sin cuidado. Sin embargo,
La primavera corsa vale muchísimos Napoleones. sabe del modo que las mujeres suelen saber, por un lujo
Comienza con los almendros que, desde Marzo, ba- de intuición, que una americana del Sur no debe ad-
j a n en una cauda de blancura y levedad desde Oran- mirar al querer a Napoleón, a pesar del estilo imperio
ge hasta Aix, cauda que en las bocas del Ródano se que en el mueble es tan noble, a pesar de la pasión de
rompe para reaparecer en Córcega. Al mismo tiempo Reine y a pesar de los mejores bulevares de París que
que ellos, la mimosa del Mediterráneo, el árbol cor- Hausamann trazó por darle gusto al otro Napoleón.
pulento y dorado, que se da en ramos blandos, me »Yo pensaba, mientras Ud. iba leyendo esos cables,
regaló con siestas bien suaves en San Rafael. Des- que casi son réquiem para la raza de Uds. en lo que
pués de ellos vienen los ciruelos, que casi alucinan hubiera pasado, para disminución de Yanquilandia y
en algunas huertas de Bastia. Si Napoleón no hu- bien de Uds., si Bonaparte no hubiese existido, Fran-
biese quedado en su isla brava, a u n a vez rocosa y cia conservaría la Luisiana. Entre los Estados Unidos
dulce, poco se habría perdido y ... habría unos cinco ingleses y México, qué desahogado territorio francés
millones más de ojos franceses para gozar su Medite- se extendería, más que muralla corta-fuego, un país
rráneo, porque en el admirable matador de hombres entero, especie de Bélgica o de Suiza con destino polí-
comienza la despoblación francesa. Pero a pesar del tico de primer orden para separar el bisonte del vena-
perfil fino como de pluma de faisán de sus 22 años, do, o si Ud. quiere, el cocodrilo, del indio descuidado.
le importaron poco las primaveras corsas o proven- Pudo existir esa Francia ultra-marina, más próspera
zales al marido de Josefina y María Luisa, lo cual fue que el Canadá que perdimos por su asiento en tierra
una lástima ... de clima cálido. No habrían tenido con nosotros el
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pretexto de desbarbarizar al vecino, que, en buenas »Cuando yo veo que los Estados Unidos hablan de
cuentas, alega el señor Kellogg respecto de la pobre Ni- ser, en las reyertas de Uds., el mediador, yo me sonrío;
caragua. El comercio de la América del Sur nos lo hu- lo que habría que buscar sería un traductor de Mr. Ke-
biéramos repartido, con disputa ceñida pero con algún llogg, para los pueblos del Sur, que le sobajee un poco
éxito, porque la manufactura francesa supera la suya, la sequedad de cuero rijoso que tiene en su expresión,
y la absorción comercial que los Estados Unidos hacen corno en su espíritu, cuando hace discursos.
sobre Uds., de modo tan espantosamente absoluto, »Ellos supieron bien lo que a Francia le arranca-
fuera mucho menor. ron; pero Francia no entendió cabalmente lo que
»Donde el francés coloniza, véalo Ud. cuando pue- abandonaba.
da en Argelia, humaniza las relaciones entre el blanco » E l Canadá inglés les inquieta poco. Es un míni-
y el hombre de color, asiático o africano, y de la com- mum de Europa, muy tolerable como está, metidos
paración más rápida con él inglés colonizador salimos en sus hielos. Con una Luisiana francesa asomada a
gananciosos; el francés siempre es el hombre, en Sai- ese Golfo de México, que es el Mediterráneo de Uds.,
gón o en el Congo; al inglés yo no puedo verlo, hacia aquello cambiaba muchísimo. Europa, a la que los
la India o el Egipto, sino como un engendro mitológi- norteamericanos detestan por que la temen, se les
co, mitad Cecil Rodhes, mitad Leopardo. atravesaba como un cuchillo en la garganta. Nada de
»¡Lo que hubiese hecho por Uds. una Luisiana quijadas libres para estropear a México, y un mar de
francesa! Caribe compartido a regañadientes, pero compartido.
» U n destino, o disparatado o "atrida", ha dejado que »Entre los males materiales, hubiéramos deslizado
se dividan aquel continente dos razas fundamental- entre ellos algunos bienes profundos de los que tarde
mente opuestas, diferentes desde el meollo, o la epi- o temprano tendrán hambre: un poco de la educa-
dermis: la española desordenada y mística (mística por ción clásica que ignoran casi por entero; un vago sa-
desordenada, diría D'Ors) y la otra, que no gasta calor bor de cultura entre su paladeo ácido de civilización
ni para abrir en res a Centro América. Hace falta entre mecánica. Grandes universidades francesas a medio
Uds. el puente francés, que quebró con una necedad de camino entre Chicago y México se hubiesen llenado
muchachuelo, Napoleón. Hubiéramos sido entre Uds. lo de estudiantes yanquis y sudamericanos y eso que
que seguimos siendo hasta hoy: la razón francesa, que llaman el acuerdo espiritual, que por ningún lado se
está asistida siempre de sensibilidad, que se diferencia ve venir allí, podría haberse comenzado, bajo la in-
de la razón de Londres o Dublín en que es emotiva. fluencia de Francia.
97
»Este Bonaparte que atarantó a la Francia como EL VOTO FEMENINO
encandiló durante diez años - l o s verbos aquí son DIARIO E L MERCURIO. CHILE, 1928.
m í o s - la imaginación femenina, por desenfrenada,
de Victor Hugo, hizo que no nos diésemos cuenta de
lo que entregábamos. Inglaterra, con su sangre fría de
serpiente sabia, nunca hubiera firmado semejante re-
nuncia a un océano y a una tierra de caña y de algo- La Cámara h a negado el voto a las mujeres. Y el se-
dón. Pero Napoleón tuvo el triste privilegio de enlo- ñor de Kirillis, uno de los dirigentes de la propagan-
quecernos. La razón francesa se fundió debajo de su da de derechas, que tiene la formidable habilidad del
sable, como una cara, y el paseo fabuloso de nuestros afiche electoral, h a lanzado el número doscientos,
batallones entre Madrid y Moscú, hacía un efecto feé- aprovechando el motivo: un grupo de madres obre-
rico de fiesta veneciana cumplida en dos mil kilóme- ras con cara de derrota van voceando la iniquidad de
tros cuadrados... Parecíamos niños en una procesión las izquierdas.
de fuegos de Bengala; él nos hizo echar atrás nuestra Es necesario sacar el asunto del plano del senti-
madurez lenta y preciosa que se llama, en el pensa- miento interesado en el que, de ambos lados, se le
miento, Pascal, y en las construcciones, Colbert, este estropea con falsedades. Ni las derechas han sido
hijo de Leticia Ramolino, en el cual el Mediterráneo siempre feministas, sino que lo son ahora, a la des-
caliente dejó los pulsos alterados. esperada, ni las izquierdas han sido sinceras en su
»Porque no en vano son tan excesivos estas prima- campaneada adhesión al sufragio femenino... En
veras de Córcega que Ud. alaba tanto. l a hora oportuna ambas usan esa banderola en su
Hay una diferencia de un mes entre cerezos y cerezos provecho.
floridos de Lyon a Ajaccio, le digo. Cuando raleen las El voto femenino es cosa para discutirla en len-
flores de los guindos, y a sin pérdida de este espectá- guaje de derecho. En sistema de sufragio universal
culo blanco de las flores de los guindos, yo iré a visitar o restringido, desde que la revolución que llaman
la gran reliquia del hombre de la gloriosa tropelía. Pero grande, clavó con picota rotunda el principio de re-
entre él y Juana, la lorenesa, los dos cuernos dorados presentación popular, quedó por entendido que el
de la gloria militar de Uds. (también está comida por voto correspondía ... al género humano. Discutir so-
los ingleses), me quedaré siempre con Juana que mató bre la extensión de este derecho no es serio y, cuando
lo menos posible para limpiar a Francia. no prueba malicia, prueba estupidez.
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¿Por qué, entonces, hemos tratado cien años en agi- como en Francia, y se les vino encima el pánico de
tar la cuestión feminista, y han demorado tanto en perder el usufructo, tan deleitoso siempre, de la pre-
Inglaterra, España e Italia en concederlo? sa. Desde entonces, y aunque sus jefes intelectuales
Yo no creo en la explicación tonta del siglo de las han seguido haciendo declaraciones de lealtad a " l a
luces que debía traer el voto entre muchos de sus dis- causa de la mujer oprimida, espoleada y olvidada por
parates, como no creo en el cliché del cura, arrebatán- la reacción", el hecho efectivo es que pudiendo dar
donos las antorchas de las que hablaba la pobrecita mayoría neta para la aprobación de una ley, la han
Luisa Michel: ni creo en ese miedo de los hombres a la esquivado con una facilidad de motivos que hace reír
competencia femenina en el Parlamento, que es cosa a las feministas francesas ingeniosas.
grotesca. No hemos tenido las mujeres genio para cosa En los países del Norte, donde, según parece, los
alguna y no hemos de tener el político. líderes toman en serio un programa y hay más hon-
La Iglesia por sentido de disciplina de los sexos, por radez y menos retórica en las izquierdas, alguna parte
ese deseo de ordenación (la palabra orden está echa- de las derechas, ellas han cumplido hace tiempo.
da a perder), h a recomendado algunas veces que la La sorpresa mayor que las feministas latinas han
mujer se quede en lo suyo, en su clima moral. Sigue - tenido es la de Italia y España. Sin despliegue de pro-
creo y o - pensando que eso es más útil. Pero h a debido paganda, casi sin propaganda en la última, les ha
ver que, sin votar, sin ir a los Congresos, sin sostener caído el presente, que las pobres inglesas arrancaron
afanes electorales, la mujer se h a llenado la vida de como la presa de los dientes del leopardo, al Parla-
preocupaciones extrañas y que lo que llaman la socia- mento inglés.
bilidad (por no llamarle con nombre legítimo, ociosi- Como se comprende, la razón del celo feminista del
dad dorada), la llena, la colma y la hurta a sus hijos, señor Mussolini y del general Primo de Rivera, es muy
tanto como lo haría el más enérgico ajetreo político, otra, que la de Jaurés o que la de M. Blum. Resulta
y ahora la Iglesia mira sin espanto el voto femenino y bastante difícil que un general, que además es espa-
sus anexos. ñol, o sea, dueño de la cifra más alta de tradicionalis-
Socialistas y radicales han nacido a la vida de com- mo, tenga pasión por la causa femenina, que lleva la
bate electoral con la afirmación de igualdad de los marca de sus enemigos naturales.
sexos en la boca. Toda su literatura está listada, atra- El señor Mussolini fue socialista y socialista de
vesada, anegada, de una declamación feminista en combate en el periodismo. Puede ser que del socia-
un patético agudo. Pero un buen día fueron gobierno, lismo le haya quedado esto, aunque cuesta creerlo en
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un marino que tiró todo el resto por la borda. Es mu- minar poquito hacia el régimen absoluto, restaurado
cho más sencillo entender que él, como el español, ha integralmente.
concedido el derecho a voto a las mujeres por verlas Por las mismas razones que estos dos patrones po-
"menos plagadas del liberalismo que hay que ahorrar", líticos han tenido para dar el voto sin lucha -y, en
según frase de un diario fascista. Las mujeres, se han España, creo yo, hasta sin la voluntad de las agracia-
dicho, no han tenido nunca el fetiche de la libertad y das ... - las izquierdas francesas lo han negado. Ellas
coincidirán con nosotros en que la única política que a temen este partido formidable de "amas de casa'', esta
un país le importa es la economía. El voto de las "amas duplicación de electores hecha con elemento ni jacobi-
de casa" será siempre para el que gobierna dando bue- no ni comunista. Piensan que, a lo más, les llegarían a
na moneda y un buen yantar. las urnas algunas liberales de un liberalismo de aguas
Yo tengo que celebrar con honradez, y aunque no de melisa, no del alcohol combista. Los comunistas
pongo a ningún fascismo gesto cariñoso, el acierto de han sabido ser más consecuentes y, con riesgo y todo,
sensatez y el buen atisbo de moralidad política que votaron según sus programas.
contiene la forma de representación femenina adop- El acontecimiento de España e Italia tiene mucha
tada en España. Se h a liberado a María de Maeztu, importancia para la América nuestra. Es posible que
a doña Blanca de los Ríos y a sus compañeras, de la México repita el pánico y la resolución de la Cámara
cosa sucia que es una batalla por las urnas con pero- francesa; es probable que el Uruguay haga cosa pareci-
raciones en la plaza o el colchón y búsqueda mercena- da. Pero a los demás países se les ve no sé qué aire de
ria de electores. Sólo que se ha buscado cumplir con concedernos el voto, sin gran presión, de ese hipotéti-
el feminismo en dosis infinitesimal, de una química co comunismo que tanto temen.
bastante maliciosa. Una María de Maeztu, representa Es pues, la hora de nuestras feministas. El fruto de
en grande a su gremio, pero entidad tan vasta como la mi leyenda antifeminista, tan gratuita como la de fe-
de maestras no se sacia nunca de justicia con una sola minista que en Cuba me hicieron a mi paso, por pura
diputada, aunque traiga estas calidades. Yo lo celebro buena voluntad.
como una insinuación del verdadero régimen gremial, Según las bravas feministas que me han zarandea-
que ha de venir, para ordenación de las actividades do por desear yo "una división del trabajo a base de
nacionales, en España y en América. El señor Mussoli- sexos", yo soy una señora medieval que nunca ha tra-
ni mismo, resucitado, aunque sea con mano zurda, la bajado, que en su pereza hace sistemas de estética y
representación gremial, nos sirve y nos acicatea a ca- traiciona a las obreras escribiendo contra sus intere-
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ses más vitales. Según otra que me presentó en cierto gremios oficiales del señor Mussolini en los cuales los
país, con un horrible discurso, yo sería una estupenda representantes son elegidos a medias por el gobierno
líder de barricada. Según el señor Marius André, a mi y a medias por los gremios oficiales, sino de cosa pa-
llegada a París esta vez, yo venía de excitar a las masas recida a los de representación medioeval de Florencia
comunistas contra el clero. Todo ello escrito en el buen en que el gremio no manipulado por el oficialismo,
francés de Marius André y publicado en la Revue de elegía libremente.
L'Amérique Latine. La proposición de mis amigos no fue tomada en
Yo no creo, sin embargo, haber dado apoyo a mi le- cuenta ni durante dos minutos. Los seudo convencio-
yenda feminista. No he escrito nunca elogio de este nales, por otra parte, no iban a discutir, sino a aceptar
partido aun cuando dentro de él quiero y estimo a mu- cosas decididas. En esos días, y como si se hubiese
chas dirigentes. En cuanto a mis conferencias anticle- hablado de esta idea presentándola como creación
ricales de Santiago de Chile, eso pertenece a la buena bolchevique, yo dije, en una charla de la escuela noc-
información que de nosotros se tiene en Europa ... Mi turna que sostiene uria sociedad de arquitectos, lo
noble amigo Ventura García Calderón tomó demasiado poco que sabía de la organización de los gremios en
en serio mi defensa en la revista francesa y sacrificó la Edad Media. Es la única ocasión en que he dejado
por ella la codirección que allí tenía y valía muchísimo caer alguna palabra de temas electorales que no son
más que un insensato chisme ultramarino. míos y que no busco arrebatarles a los hombres ni a las
El derecho femenino al voto me ha parecido siempre feministas mismas.
cosa naturalísima. Pero, yo distingo entre derecho y De semejante Parlamento sí me importaría seguir
sabiduría; y entre "natural" y "sensato". Hay derechos los trabajos y hasta ayudarlos en una gacetilla, sin
que no me importa ejercitar porque me dejarían tan tentación de acabar en diputada, ni siquiera en con-
pobre como antes. Yo no creo en el Parlamento de mu- cejala. Yo oiría con gusto a una delegada de las costu-
jeres, porque tampoco creo en el de los hombres. Cuan- reras, de las maestras primarias, de cada una de las
do en ese Chile nuevo que me encontré a mi regreso y obreras de calzado o de tejidos, hablar de lo suyo en
en que tuve el gusto de no creer se hablaba de la nueva legítimo, presentando en carne viva lo que es su ofi-
Constitución, yo acogí con mucha simpatía, aunque cio. Pero me guardaría bien de dar mi tiempo a la líder
poco o nada entiendo de ello, la proposición que hicie- sin oficio, que representa al vacío como el diputado
ron dos maestros, convencionales de un Parlamento a actual, y en cuya fraseología vaga no se caza presa al-
base de gremios. No se trataba, naturalmente, de los guna de concepto ni interés definido.
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La corporación confusa de hoy en que nadie repre- AGRARISMO EN CHILE
senta a nadie no me interesa aun cuando contenga la D I A R I O E L MERCURIO. C H I L E , 1928.
mitad de mujeres. Dudo de que resulte una novedad
medular ni una renovación de las entrañas nacionales
bajo este régimen, en que el agricultor habla de es-
cuelas y en que el abogado se siente con ínfulas para
juzgar el universo. Comienza a hablarse en Chile de la subdivisión
Que se me perdonen en este articulejo las alusiones de l a propiedad agrícola, de una de las pocas cosas
personales. Lo aprovecho para contestar algunas inge- esenciales para que una democracia exista, se toque
nuidades dañinas y también algunas majaderías que como carne y hueso, eche sombra, ande y convenza
sobre mi fobia feminista he dejado correr durante dos de sí misma.
años paciente silencio. Mucho necesitaba y a .la democracia manca que es la
nuestra, preocupada, desde hace cinco años, de códi-
gos de trabajo, habitación urbana y otras asistencias
honestas al obrero, volver la cara hacia el campesino,
darse cuenta de él y agrarizarse un poco. Le faltaba
un brazo a la semidemocracia chilena y yo creo que
era el derecho ... Aseguran que Chile será siempre el
país que coma de salitre y de metales y de una in-
dustria adulta, que y a tenemos nacida. El salitre se
ha de ir, tarde o temprano, las minas y a ralean; los
Coquimbos y los Atacamas pasaron y Rancagua h a
de pasar con esos dos mayorazgos del metal cúpreo y
blanco. La tierra, en cambio, es la lealtad misma, yo
no sé darle en el viejo amor fuerte que le tengo mejor
nombre que ése de leal. Los Brasiles y las Venezuelas
y a pueden descuidar un poco la piel vegetal, porque
la tienen grande y hasta debe darles un bostezo de
fatiga: llano, más llano; y bosque más selva.
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Porque nosotros poseemos un mínimo del enorme yo de leer una bella obra sobre la reforma agraria en
reparto forestal que es la América; estamos destinados Europa, y salgo de esa lectura reconfortante con una
al cuidado meticuloso del suelo, a una cultura ejem- enorme humillaci6n respecto de la América. Desde la
plar, fina hasta el preciosismo vegetal, en la que han España feudal (que dicen) hasta el límite amarillo,
acabado los países pequeños, las Suizas y las Bélgicas. pasando por la Rumania de las dictaduras y por la
Que la Argentina defienda, si puede, su latifundio Italia fascista, con que nuestros conservadores alha-
como un estado natural que le crea la generosidad geo- raquean tanto, la Europa entera divide la tierra le-
gráfica. Yo digo se puede, porque el legítimo rezongo galmente, sin revoluci6n, sin pujos marxistas sino en
contra el latifundio ha empezado allá. Nosotros, el Rusia; decapita el feudo, lo hostiga, y lo cerca como
Chile angustiado de suelo, mitad roca volcánica, un un jabalí; parcela y riega a la vez; abre los bancos y
tercio desierto, sin más tierra verdadera que el llano las cajas agrarias, oye al campesino en su exigencia
central, no puede seguir viviendo el latifundismo sino de poseer el suelo, tan natural como el gozo de la
como preocupaci6n inconcebible o como amparo deli- respiraci6n o de la marcha. Cuando esta gente de ojos
berado de un régimen bárbaro. abiertos nos llama bárbaros, porque no estudiamos
Yo no necesito hablar de Francia, la bien parcelada, latín o porque no bebemos té, no tienen raz6n; la tie-
especie de pulido domin6 verde y dorado de granjas, nen, ¡y de qué tamaño! Cuando se ríen de nuestras
que y a había dividido en buena parte su suelo antes democracias con mil propietarios por mill6n de habi-
de la Gran Revoluci6n. En otros artículos y a he alaba- tantes. Yo me reiría con ellos si no tuviera que oírlos
do con legítimo superlativo este país que un alemán el coraz6n mordido de c6lera, porque dicen primarias
llama "de los sesenta millones de propietarios rura- verdades.
les". De otros lados renguea la democracia francesa, La noticia que me llega de Chile sobre una acci6n
no de éste. El "pueblo de la raz6n", que no se casa con agraria decorosa y salvadora me endereza de un gozo
el absurdo en ningún aspecto, y cuyo carácter indivi- que no sé decir. Escribirme contándome que mi ma-
dualista pone marca a todas sus cosas, no podía vivir dre se h a puesto joven y fuerte no me llenaría de ma-
el absurdo de un campesinado sin predio, lechero sin yor complacencia. El contarme que h a brotado pe-
pradera, vendimiador sin viñedo ni productor de fre- tr6leo a lo largo del país a cada diez kil6metros de la
sas sin huerto. costa, me exaltaría menos. Porque un pozo de nafta
Pero si Francia comenz6 hace doscientos años (qui- brota porque sí, por antojo de la geología, y una ley
nientos dicen otros), la Europa la ha seguido. Acabo agraria nace cuando en un pueblo madura la concien-
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cia, se permea de equidad, se enmiela y se abre como Semejante mansedumbre ha hecho concebir espe-
la granada noble. ranzas excesivas a los terratenientes. "Si ellos no se
Hace seis años yo mandé a Chile mi primer artículo mueven, ¿,a qué moverlos'?", dicen, "Han de estar con-
sobre la reforma agraria en México. Desde entonces, y tentos de vivir en el suelo prestado. Déjenlos tranqui-
sin hacer artículos de especialidad que no sé escribir, los". Yo he mirado siempre como cosa sobrenatural la
he dicho, cada vez que he podido, mi aborrecimiento de paciencia campesina en la América. Se parece a la lar-
nuestro feudalismo rural, contando qué hombre -con ga paciencia de Dios, de que hablan los teólogos. Pero
suelo, con casa, con educación agrícola, con sensibili- un Estado no puede contar con lo sobrenatural como
dad para la extensión verde- me he encontrado en mi con una "naturaleza'', él que es laico, y menos han de
camino, que no hago cantando como creen, sino mi- descansar los terratenientes, que son grandes realis-
rando, hecha entera ojo para los míos, ojo chileno, que tas, en estados casi angélicos de una masa, como en
ve neto y mira sin pestañeo. Siete años hace que yo leo situaciones que puedan durar ni aun veinte años más.
y oigo de Chiles nuevos, volteados desde las entrañas, Si el campesino chileno nada pide es porque no sabe
dicen, para la rectificación valerosa de nuestros reumas que él pertenece a una familia humana que cada país
de rutina colonial y nuestros abscesos de corrupción ama como a su tuétano vital; que en algunos, como
republicana. Yo no he entendido detrás de tanta sana- Francia, forma una aristocracia moral, y que en otros
jera necia sino un mejoramiento de la clase media, la cuenta medio Parlamento y medio gobierno. El cine
más herida de nuestras tres castas hindú-chilenas ... La y la revista ilustrada van a contárselo, tarde o tem-
campesina ni hablaba ni contaba en los meetings de seis prano. Él verá la granja suiza y la alemana; él sabrá
horas o de tres días, que venimos oyendo y sufrien- del banco agrario de cada ciudad y de la cooperati-
do hace siete años. ¿,Dónde estaba'?. Haciendo lo que va próspera que sirve cada aldea. El líder que se ha
comen y beben las otras: los trigos de Angol, tan dul- callado sobre esa y otras cosas, por adulo al obrero
ces en nuestras colinas y los vinos de Aconcagua, cuyo industrial, cuya suerte quiere servir antes, se pondrá
buen ímpetu estaba en los discursos de los "jefes". Tan a informarlo. Entonces él va a moverse. A su manera,
callada como los terrones que voltea, en la inercia de a la chilena, que los patrones parecen no conocer to-
ellos que no estaban atentos sino a hacer los glútenes y davía. De un solo empellón y mortal. El empellón se
las féculas, ella no aparecía en ningún grupo ni rojo ni llamó, en México, Emiliano Zapata y sus morelenses;
blanco, y era casi fantástica esta ausencia de la criatura saqueó, quemó, mató y repartió el suelo, todo en la
rural, que pasa los dos millones de nuestra población. misma hora.
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Los patrones deberían poner la mejor cara a las le- tivo que se haya cumplido entre nosotros, para que
yes agrarias que lleguen al Congreso, los patrones que los campesinos lo conozcan y lo sigan con el corazón
forman parte del Congreso y los que quedan afuera, y atento y con una dignidad bien despierta de su viejo
que manejan opiniones de prensa y de círculos. Es la derecho, que había sido guardado como cachivache
ocasión de que un país de América legisle sin anticipo viejo durante veinte presidencias republicanas.
de sangre, y sin urgidura caliente de revuelta, sobre el Y si Chile resulta capaz de finiquitar una reforma
problema perversamente postergado, de la propiedad verdadera (con "verdadera" quiero decir de gran alien-
rural. Que no vengan los discursos de la Cámara y los to y no miedosa, que sirva para cincuenta años y no
artículos de periódico a decir en país sin información para cinco), sin paseo rojo de carabinas a lo largo del
de este orden, miedecillos vestidos de derecho, defen- país, el ejemplo saltará, en dos años, a los demás paí-
diendo con ello intereses abusivos. ses agrarios de la América (¿y cuál no lo es?), que te-
Por otra parte, para los campesinos, nada es más fa- men la reforma, aunque reconocen su necesidad, por-
vorable que un reparto agrario realizado sin revolución. que los quince años de sangradura de México les dan
Bueno es que sepan que la reforma agraria mexicana miedo. Será una obra maestra de labor civil con rasgos
se mantiene en una zozobra permanente, temiendo de europeos, es decir, con semblante de cosa culta, y una
cada elección presidencial, porque salió de una revuel- América con su clase campesina al fin desagraviada y
t a y por cada revuelta teme y tiembla. Con la muerte su democracia legítima sonando a limpia plata cuan-
de su jefe, el general Obregón, el agrarismo mexicano do se la tañe, nos traerá honra a cada uno, así, ajeada
-,-con todos sus defectos, yo estimo- vuelve a hallarse uno de nosotros, y a la América una honra adulta que
en peligro de ser rectificado. En una reforma agraria sin nos permita hablar de ella sin que se nos enrede la
sangre, el campesino chileno puede descansar; dormirá lengua en su elogio, como suele enredársenos cuan-
tranquilo; se pondrá al trabajo de su parcela sin voltear do damos el dato sano y escondemos astutamente los
la cabeza a todos lados husmeando el riesgo; recibirá castrosos y feos: los de su fabuloso latifundismo.
y a con razón de ser, la instrucción agrícola que le falta,
para el cultivo intenso; cuidará con celo de dueño sus
cooperativas y se comprometerá, sin temor del día si-
guiente, en la compra de su maquinaria moderna.
La T.S.F. debe informar a los campos del movimien-
to en perspectiva, que es el acceso moral más efec-
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1930 - 1 9 3 9
DON JOSÉ MANUEL BALMACEDA Frente suavemente extensa, de las que yo llamo en
D I A R I O E L M E R C U R I O . C H I L E , 1.930. los niños frente derramada, y que me gustan mucho.
La sabida cabellera romántica, de una seda vivaz y
aireada. En un banco de los Estados Generales, ella h a
podido estar; tal vez haya avanzado la Convención;
yo creo que duró allí hasta la hora de los girondinos,
Estampa patricia, de elegancia un poco académi- porque es una pieza girondina, ella misma ... "Les gus-
ca, la del Presidente Balmaceda. Puestas unas vein- taba a las mujeres y caía mal a .los senadores y a los
te cabezas de Presidentes americanos en una página generales", me contaba alguno. "Es la segunda melena
grande, uno de esos compendios gráficos que a los política de nuestra república: la primera fue del bueno
cotidianos les gusta dar en día de aniversario, unas de Bilbao, y las dos tuvieron mala suerte, entre gentes
seis de ellas nos resultan taurinas - d e toro en día de prácticas que se cortan el cabello casi al rape".
soso lagrimal congestionado y el aliento visible en Su pueblo le celebra también esto de que fuera un
el cuello-; unas tres, si es que no más, se corren del bello hombre, casi un caudillo apolíneo u órfico. Su
toro hacia el búfalo, con el legítimo belfo que lucían retrato estaba en todas las casas, con marco tallado
en los balcones del palacio y que nos han dejado, en las grandes, y en las pobres sobre la pura hojita vo-
¿verdad, Alcides Arguedas?; siguen algunas cabezas lante de La Lira en las más; para mí que, unas y otras,
de "cristianos" que no se pelean con el "excelentí- lo tenían como muestras de un ejemplar escogido de
simo" ni con la laudatoria del pie. Esta cabeza de las razas, un lebrel de lucirse ... En los talleres se que-
Balmaceda, con mucho de salón; y sin embargo, lu- dó muchos años sin desclavarse, y yo lo he visto en
ciendo una frescura de aire libre, contiene, da, re- carpinterías, cortado por un marco de ventana o de
gala elegancia para aligerar la página entera. Aquí puerta de pino; me acuerdo de él en una fragua de La
digo elegancia aludiendo al hueso pulido, primo de Serena; allí, con su cartulina sollamada; me lo tengo
l a buena joya, al maxilar que es una astilla pequeña, visto en el cuarto de un zapatero remendón, de esos
al mentón preciso. que, como dice D'Ors, gustan de las buenas imágenes.
Mirada dulce no exenta de fuerza, sólo que prefería Entre corte de suela y corte de suela, una mirada a su
seducir a forzar la voluntad del frente. Y sabemos que hombre y se sentía entonado como por un licor fino ...
la sedujo muchas veces, que hay un sedimento de Daba gusto la estampa a cada uno, siendo ella mejor
magia en el Gobierno de Balmaceda. que él, y estando, sin embargo, emparentado con él.
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El plutarquismo al cabo es esto y nada más: el cariño A lo patricio bueno tornó el país y lo vio como un
del excelente que por algún costado real o antojadizo largo patio de La Moneda. Tenía roña para dar ver-
es un poquito nuestro. Aunque digan que al pueblo de güenza al fino señor que le llegaba; dormía el pueblo
nosotros le gusta el ceño tenebroso y un buen golpe de en este patio sobre pellones y de mal olor -que el pe-
tos adentro del mando, lo cierto es que le caen bien las llón lavado es donoso-: le daban de comer como que-
caras cordiales y aun alegres. Cual más, cual menos, riendo probarle la sabida resistencia suya que no ha de
todos andamos con el nudo ciego de la pena araucana menester, sino de aire: los niños coreaban el abeceda-
adentro, y el rostro placentero nos lo afloja y nos lo rio en escuelitas-pesebreras, Santiago se hallaba más
alivia cuando se nos pone delante. o menos vestido, pero la provincia hedía de pobre y
Balmaceda entendía el patriciado a las derechas. Se de abandono. Dos millones y medio de habitantes; de
le quejaban de que era un renegado de su casta, y no ellos, doscientos mil bien cuidados, bien guardados y
es verdad: nació, vivió y murió en patricio, y hasta bien celados por el patriarca de La Moneda, el resto no
se le ve a ratos un aire de llevar toga en la espalda contaba, era la sustancia vegetal que se aglutina con la
esbelta. Le asistía un esteticismo viril, que es el del greda o la arena.
patricio latino, rezagado entre gente casi latina. Dicen Balmaceda dio a este pueblo, cuando llegó a La Mo-
que venía de vascos; el hueso y la carne vasca que co- neda, una mirada de dueño de casa, dulce e inteligente,
nocemos allá son bien distintos y no encajan en este que comprueba el abandono y, según la linda criolla, se
Balmaceda firmado por el hueso y la carne con más hace cargo de él, para ir viendo cómo se enmienda. A
aereidad, con más ligereza. lo patricio cristiano, él sintió que aquella gente apiso-
Hay un patriciado pagano y uno cristiano, aun- nada para servir de carretera a los doscientos mil, era
que sean diferentes entre sí, ambos forman la vereda entidad civil y, además, carne con bautismo, cosa esta
opuesta del capatacismo político de la América, que que tuvo sin cuidado a los patricios paganos de antes.
en Chile, país de derecho, llamaremos, bajándole una No prometió atarantadamente, no ofreció que fuese
octava mayordomía, sin olvidar que algún mayordomo su hermano, porque en aquel tiempo, más cuerdo él,
llevaba bola de fierro en el remate de la rienda. no se le creyera tampoco; no se les dio la esperanza en
Digan si quieren que yo desatino llamando cristiano alcohol fuerte; confortó con un vinillo decoroso, eso sí.
a uno que acabó con suicidio. Puede vivirse en cristia- El pueblo entendió esa mirada buena de Balmaceda;
no y quebrársenos la varita de la gracia por un momen- hace de ello cuarenta años y se acuerda todavía de
to. Gheon diría que por jugarreta del Diablo. aquellos ojos cordiales.
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La generación suya le abandonó pronto, gritando en so. Aquello de cultivar trato cotidiano con Jehová y
el momento oportuno el mote que al pueblo le cuesta los Titanes lo echó a perder para el simple transeúnte.
tan poco y que se sabe desde todos los tiempos: "El Nuestro Balmaceda romántico leyó a los de su tiem-
Rey ha muerto, viva el Rey". Pero los niños que él dejó po -cosa de que nadie se libra-; debajo de su almo-
crecieron, hechas en ladrillo de durar, desahogadas, hada han debido estar muchas veces su Rosseau y su
llenas de la luz que Dios les da y que el conventillo Lamartine, a lo menos su Michelet, y Francia les hacía
les borronea, escuelas liberales hechas también, en el comer a los de su época el horizonte (es decir, la tajada
bello sentido del vocablo. francesa del 83).
Los maestros que entraron a las Escuelas del Buen La palabra derecho, sus románticos se la metían por
Pastor, con el mismo placer de los niños, mal podían los ojos a cada párrafo de la escritura; la palabra li-
contarles en su clase cosa ingrata suya; mal podían bertad se la rebanaban y servían a cada acápite. Y con
reteñirles de delito el yerro político. Así es como no se todo esto, qué apetito tan vivo de mando en cada uno
ha cortado el amor de Balmaceda en los que vinimos de los maestros, y qué gula monárquica del plato del
después, y el cromo fino u ordinario se quedó en fra- poder enterito.
gua, ebanistería y casa burguesa. Los que habían hecho las cosas fundamentales de
El mejor romántico, así hable de Valjeanes y Cosettes, Chile, los Portales y los Montt, habían sido gober-
y vaya de "americana" a un acto oficial, es secretamen- nantes con más perímetro de mando que gobernaron
te orgulloso. Rousseau da paño bien ancho de sober- en dueño de los caminos, de las casas, de las gentes,
bia; Lamartine gustaba y disgustaba con su altivez de como quien dice de los ganados, también Balmaceda
faisán que se pasea regodeándose en la propia pluma; pensó en romántico, es decir, en orgulloso. "¿Por qué?
Chateaubriand, eso sobra contarlo. ¡Qué modesto, qué ¿Por qué para mí el regateo?".
genuinamente sencillo nos resulta Montaigne, ahora La razón era bien suya: ¿por qué a él no? Pero le
que los soberbios han pasadol Él se sienta en el mismo había tocado como el gaucho del cuento la navaja del
poyo de piedra que nosotros y nos habla en prójimo, ni lado romo y la malicia del gaucho para arreglárselas
en menos que el prójimo nuestro, mientras que Victor con el objeto inválido a él no lo socorrió.
Hugo, aunque esté conversando en la celda del Conde- El alarde romántico de su asco hacia la malicia, la
nado a Muerte, allí encuentra manera de encaramarse, maña, la astucia; tal vez sea que su naturaleza, pesa-
su mano se nos queda en alto y no podemos tenérsela da por barroquismo, es sencillamente torpe para jugar
cogida a lo mano de padre, ni siquiera de viejo cariño- esos juegos de alfileres chinos. En cambio, los clásicos,
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con la risa han enseñado muchas veces la malicia, sea Cuando los amigos se le doblaron en la mano sen-
Maquiavelo o Rabelais, o sea la mismísima Santa Te- tidora, la misma varita de plomo; cuando vino a en-
resa ... Balmaceda parece haber manqueado, como un tender él sin malicia que si los otros no contaban con
buen romántico, en la astucia. la razón, contaban con una cosa mejor, que es la cos-
Sus gentes lo empujaron a la aventura. ¿Quién no tumbre, ellos habían mandado siempre, y cuando la
empuja a uno en quien se ve, bien apuntada, la tenta- plebe mala se echó por las calles de Santiago diciendo
ción de ella? El que lo quiera bien, lo empuja por darle su nombre seguido de palabrotas, se le cerró el cielo
gusto, y el que lo quiere mal, con más razón. como un puño al sentimental que él era, le desfalle-
Balmaceda se embarcó en el lindo barco de las alas ció ese corazón que llaman excesivo, del romántico
abiertas de la aventura. Primero se sintió abrigado de- (un ánimo clásico que sólo es suficiente, sirve más
trás del "muro de pechos fieles", que dicen los conta- en la prueba).
dores épicos, sintiendo un equipo caliente de juven- Se vistió para el último acto cívico, con el decoro
tud en torno suyo. Los que saben de la aventura por minucioso del patricio; pensó en que a un Embaja-
su piel misma le hubieran dicho que ella no es nunca dor forastero no se le da el trabajo de amortajar a su
reparo del viento y descampado. huésped; si hubiera podido procurarse un arma sorda
Los viejos le miraron con su risita criolla el talle de que no hiciese saltar de espanto a las señoras de la
academia o de salón que se echaba de bruces en la pe- pieza siguiente, también se la buscase. Y dejó allí, en
lea, en el suelo desconocido y feroz donde se muerde, la almohada, de tres noches de insomnio, la cabeza
se rasguña y se empuja lo mismo que en las "topeadu- inteligente y fina, que le habían mimado tanto y que
ras" a la chilena antigua. Los viejos hipócritas, acos- ahora pedían los energúmenos, como cosa jugada y
tumbrados a ver y tocar, presidentes caseros sin un re- perdida, que se cobra y que se paga.
zongo, fueron, ellos en buena parte, quienes gritaron La pesada mano de la muerte algo tiene de la de
contra Balmaceda el grito de la cacería que rebana el Donatello, en aquello en que enjuta lo grueso y lo deli-
aire y va rodando hasta lejos: "rA él, a. éll". cado lo aguza hasta el fino. Ahí estaba la pieza de lujo
El hombre romántico aceptó ofertas de vidas, cre- de nuestra iconografía, la cabeza querida del caudi-
yendo que el corazón que se ofrece de buena· gana es llo, órfica todo lo dulce que puede darse y buena para
bello de dar y bello de ser usado, y que la sangre que aplacar al más furioso enemigo.
se ha reglado no se cobra en seguida. Se le cobraron los El romanticismo nos crió y nos regaló una docena
veleidados, y a la hora siguiente. de poetas malos, lo que no viene a ser mucho daño;
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pero él nos malogró a este hombre nuestro, que nos L A C A C E R Í A D E SANIDINO
habría servido, aunque fuese en un orden distinto, lo DIARIO E L M E R C U R I O . C H I L E , 1931.
mismo que las vigas fundadoras de los Portales y los
Montt. Por romántico no entendió la malicia, ni amó
la paciencia, ni supo "jugar" ni esperar.
Se está hablando siempre del monumento a Balma-
ceda, y los "puritanos" endurecen el ceño, y el "vasco" Míster Hoover ha declarado a Sandino "fuera de la
no quiere entender que es muy bella una historia con ley". Ignorando eso que llaman derecho internacio-
sinfonía de temperamentos, y que resulta, por el con- nal. Se entiende sin embargo, que los Estados Unidos
trario, monótona y pesada si se parece a un salmo de hablan del territorio nicaragüense como del propio,
David cantado en un sola nota, por vigorosa que ella porque no se comprende la declaración sino como lan-
sea. Balmaceda es una sensibilidad nueva y hasta un zada sobre uno de sus ciudadanos: "Fuera de la ley
poco extranjera entre nosotros; había sonado siempre norteamericana".
el bronce en nuestro aire y él nos sorprendió con unos Los desgraciados políticos nicaragüenses, cuando
sones de plata suave y joviaL Nos hemos dado cuenta pidieron contra Sandino el auxilio norteamericano,
después de que, a pesar de sus yerros, nos enriqueció tal vez no supieron imaginar lo que hacían y tal vez se
y nos dejó distintos. Remover una sensibilidad colec- asusten hoy de la cadena de derechos que han creado
tiva e injertable un buen manojo de fibras a lo Carrel, al extraño y del despeñadero de concesiones por el
vale algo, a lo menos una estatua en pueblo pródigo de cual echaron a rodar su país.
ellas. Aparte de que el pueblo la desea y la verá con su La frase cocedora de Mr. Hoover suena a ese halalí
viejo cariño, devolviéndole señores de piedra de nues- de las grandes cacerías, cuando sobre la presa que ha
tra Alameda, y de otros lo que sabe no le interesa gran asomado el bulto en un claro del bosque, el cuerpo lla-
cosa. De Balmaceda él sabe, por el seso, el corazón y la mador arroja a la jauría. Es numerosa la jauría esta vez
herencia, lo cual es saber entrañablemente ... hasta ser fantástica: sobre lomas caerán cinco mil hom-
bres y decenas de aeroplanos. También equivale la frase
a otra de uso primitivo: "Tantos miles de pesos por tal
cabeza'', usada en toda tierra por los hombres de presa.
Lástima grande que la cabeza enlodada del herrero
que la prensa yanqui llama bandido, sea, por rara ocu-
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rrencia, una cabeza a la cual sigue anhelante el conti- El guerrillero no es mineral simple que él ve y que
nente donde vive toda su raza y una pieza que desde le parece un bandido químicamente puro; no es un
Europa llaman de héroe nato y de criatura providen- pasmo militar a lo Pancho Villa, congestionado de
cial los que saben nombrar bien. ganas de matar, borracho de fechoría afortunada y
El herrero se parece más a Hércules que al Plutón cortador de cabezas a lo cuento de Salgari. Ha con-
infernal que ve Mr. Hoover. Enlodado corre por las vencido desde la prensa francesa y el parecido espa-
cuchillas, a causa de los pantanos en que h a de es- ñol hasta el último escritor sudamericano que suele
currirse como culebra; carga las dos o tres pistolas leer, temblándole el pulso, el éable que le informa que
que le dan las fotografías malignas de los semanarios su Sandino sigue vivo.
neoyorquinos porque corre perseguido por los ajenos Tal vez caiga ahora esa cabeza sin peinar que trae
y los propios, y cada árbol y cada piedra de su región loca las cabezas acepilladas de los marinos ocupan-
le son desleales; y su defensa toma aspecto de locura tes; tal vez sea esta ocasión la última en el millar de
porque vive en un caso fabuloso como para voltear a las jugadas y perdidas por el invasor. Ya no se trata
cualquiera la masa de la sangre. de una búsqueda sino de una cacería, como decimos.
Desde los años 1810 o sea desde el aluvión guerrero Pero los marinos de Mr. Hoover van a recoger en
que bajó de México y Caracas hasta Chile, rompiéndo- sus manos un trofeo en el que casi todos los del Sur
lo todo para salvar una cosa, no habíamos vivido con veremos nuestra sangre y sentiremos del choque del
nuestra expectación un trance semejante. amputado que ve caer su muñón. Mala mirada vamos
Mr. Hoover, mal informado a pesar de sus vein- a echarles y un voto diremos bajito o fuerte, que no
tiún embajadas, no sabe que el hombrecito Sandino, hemos dicho nunca hasta ahora, a pesar de Santo Do-
moruno, plebeyo e infeliz h a tomado como un garfio mingo y de Haití: "¡Malaventurados sean!".
la administración de su raza, excepto uno que otro Porque la identificación y a comienza y a la muer-
traidorzuelo o alma seca del Sur. Si lo supiese, a pe- te de Sandino se hará de un golpe quedándose en el
sar de la impermeabilidad a la opinión pública de la bloque. El guerrillero, es en un solo cuerpo, nuestro
Casa Blanca (la palabra es de un periodista yanqui) Páez, nuestro Morelos, nuestro Carrera y nuestro Ar-
se pondría a voltear esta pieza de fragua y de pelotón tigas. La faena es igual; el trance es el mismo.
militar, tan parecida a los Páez, a los Artigas y a los Nos hará vivir Mr. Hoover, eso sí, una sensación de
Carrera, se volvería, a lo menos, caviloso y pararía la unidad continental no probada ni en 1820 por la gue-
segunda movilización. rra de la independencia, porque este héroe no es lo-
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cal, aunque se mueva en un kilómetro de suelo rural, MÚSICA ARAUCANA
sino rigurosamente racial. Mr. Hoover va a conseguir, D I A R I O L A NACIÓN. A R G E N T I N A , 1 9 3 2 .
sin buscarlo, algo que nosotros mismos no habíamos
logrado: sentirnos uno de punta a cabo del Continen-
te en la muerte de Augusto Sandino.
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les como defensa y buscarles con el cariño, lo mismo Los cuatro únicos discos araucanos fueron, pues, ex-
que carecen de cerámica pintada y de joyería mayor cluidos de la venta y arrinconados en almacenes fiscales
que poner al lado de los preciosos jades mexicanos o de o legaciones. Por una casualidad bienaventurada me he
la alfarería estupenda de los quechuas. conseguido la pequeña colección a pesar de los pesares.
Finalmente, la empresa llegó por esas australidades a
averiguar la canción araucana lo que a eso se parezca, La raza gris
porque le viene mal a la cantilena desolada que es ella Extraño pueblo el araucano entre los pueblos indios,
el mote blando y un sí no es galante de "canción", pa- y el menos averiguado de todos, el más aplastado por
labra de entraña italiana o provenzal, mal avenida con el silencio, que es peor que un pogromo para aplastar
los sabores sin melaza, seco-acerbos, tónico agenciado una raza en la liza del mundo.
de la cosa india. Mientras norteamericanos y alemanes fojean el sue-
Parece que el gobierno chileno incitó a la empresa, lo de Yucatán, su archivo acostado en arcillas leales,
ocurrencia bonita si no la hubiese malogrado en seguida donde la raza está mucho mejor contada que en los
por estupidez. Según me cuentan, un personaje oficial dudosos historiadores-soldados, y la remisión entrega
que escuchó con su pobre oreja los cuatros discos impre- cada mes novedades grandes y pequeñas; y mientras
sos, encontró demasiado primitivos aquellos cantos de el sistema de vida social quechua-aimará sigue reci-
guerra o de caza, indignos de ser mostrados corno docu- biendo comentario y comentarios sapientes que lo ha-
mentos raciales, y ordenó la recogida de las cuatro edi- cen el abuelo del hecho ruso contemporáneo, a nadie
ciones. Dicho personaje lleva, hasta en sus fotografías le ha importado gran cosa -excepto a unos dos o tres
retocadas, unos indudables huesos indios, un desorden especialistas y a otros tantos misioneros- la formi-
visible de facciones españolas y aborígenes que se le pe- dable raza gris, la mancha de águilas cenicientas que
lan en lucha desgraciada sobre su semblante de mestizo vive Bío-Bío abajo, si vivir es eso y no acabarse.
feo, de mestizo no "aconchado" todavía ... Nos conoce-
rnos el ejemplar a lo largo de toda la América mestiza, La Araucana
mientras más le grita a un hombre el injerto mongol, Su epopeya tuvo ese pueblo, una merced con que
mientras más le flaquean en la cara los trazos ibéricos, el conquistador no regaló a los otros, el apelmazado
más rabia pone en cubrir lo descubierto y negar lo osten- bouquin de Alonso de Ercilla, que pesa unos quintales
sible y aventarse, el indio siamés de cuerpo y de alma, y de octavas tan generosas corno imposibles de leer en
sobre todo de su cuerpo. este tiempo.
úo
Cualquiera hubiera pensado que un pueblo dicho en la regla para el canto es una sola, según la catolicidad
poema épico, referido elogiosamente por el enemigo, literaria, que se puso a cantar y contar lo mismo que
exaltado hasta la colección de clásicos españoles, sería Homero cantó a sus aqueos, a los indios salvajes que
un pueblo de mejor fortuna en su divulgación, bien cayeron en sus manos.
querido por las generaciones que venían y asunto de Bastante pena se siente de la nobleza del propósito
cariño permanente dentro de la lengua. No hay tal; la y de la artesanía desperdiciada. LaAraucana está muer-
intención generosa sirvió en su tiempo de reivindica- t a y sin señales de resurrección dichosa, aunque me
ción - s i es que de eso sirvió-, pero la obra se murió en griten: "¡sacrilegiol" los letrados ancianos, y por an-
cincuenta años de la mala muerte literaria que es la de cianos inocentones y pacienzudos, que la leen aun y la
mortal aburrimiento, la de disgustar por el tono falso, comentan en Chile -que en España y América a nin-
que estos tiempos sinceros no perdonan, y de enfadar guno se le ocurre y a comentarla ni leerla-. Tocada por
por el calo homérico ingenuo de toda ingenuidad. donde la tañan, no suena a plata cristalina de verdad;
Lástima grande por el cantor, que fue soldado noble, responde como esas campanas de palo que hacía cier-
pieza de carne dentro de la máquina infernal de una to burlón. Menos que sonar gayamente, echa la pobre
conquista, y más lástima aun por la raza que pudo aquellas sangres tibias que manan todavía tantos li-
vivir, hasta sin carne alguna, metida en el cuerpo de bros cuando se les punza cariñosamente. Manoseada
una buena epopeya, que no le quedaba ancha, sino a por el curioso del año treinta y dos, nuestra Araucana
su medida. se nos queda en la mano como un pedazote de pasta
El bueno de Ercilla trabajó con sudores en esa loa de papel pesada y sordísima.
nutrida de trescientas páginas, compuestas en las pie- No importa el mal poema: la raza vivió el valor mag-
dras de talla de las octavas reales. Cumplió con todos nífico; la raza hostigó y agotó a los conquistadores: el
los requisitos aprendidos en su colegio para la manipu- pequeño grupo salvaje, sin proponérselo, vengó a las
lación de la epopeya; masificó Ilíadas y Odiseas para indiadas laxas del continente y les dejó, en buenas
reforzarse el aliento, e hizo, jadeando, el transporte cuentas, lavada su honra.
de la epopeya clásica hasta la Araucanía del grado 40
de latitud sur. Tan fiel quiso ser a sus modelos, se- Cómo los hemos matado
gún se lo encargaron sus profesores de retórica; tan El pueblo araucano se sume y se pierde para el mun-
presente tuvo a sus Aquiles y sus Ajax, mientras iba do después de su asomada a la epopeya. La conquista
escribiendo; tan convencido estaba, el pobre, de que de Chile se consuma en toda la extensión del territo-
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rio, excepto en la zona de la maravillosa rebeldía; la Creo que estas indiadas, como todas las demás, fue-
Colonia sacude de tanto en tanto su modorra para cas- ron aventadas, enloquecidas y barbarizadas en primer
tigar a la digna indiada con incursiones sangrientas y lugar por el despojo de su tierra; los famosos "lanza-
rápidas que le aplacan por uno o dos años. Acabado el mientos" fuera de su suelo, la rapiña de una región
coloniaje vulgar y poltrón, llegará la independencia sin que les pertenecía por el derecho más natural entre
traer novedades hazañosas en la zona centauresca, tra- los derechos naturales.
yendo sólo ciertos procedimientos nuevos en la lucha. Hay que saber, para aceptar esta afirmación, lo que
El mestizaje criollo había de ser igual o peor que la significa la tierra para el hombre indio; hay que enten-
casta ibera hacia la raza materna, y de maternidad en- der que la que para nosotros es una parte de nuestros
noblecedora de él mismo, a quien alabará siempre en bienes, una lonja de nuestros numerosos disfrutes, es
los discursos embusteros de las fiestas, pero a la que para el indio su alfa y su omega, el asiento de los hom-
evitará dejar subsistente y entera. El mestizaje descu- bres y el de los dioses, la madre aprendida como tal
briría la manera de desfondar la fortaleza araucana desde el gateo del niño, algo como una esposa, por el
y de relajar su testarudez dando rienda suelta a sus amor sensual con que se regodea en ella y la hija suya
vicios, particularmente a la embriaguez en unas oca- por siembre y _riesgos. Estas emociones se trenzan en
siones, y arrancando a la indiada de su región para la pasión profunda del indio por la tierra. Nosotros,
dispersarla y enloquecerla con la pérdida del suelo en gentes perturbadas y corrompidas por la industria;
otras, señalándome la famosa "reducción", la sabida nosotros, descendientes de españoles apáticos para
"reserva", como un marco insalvable. el cultivo, insensibles de toda insensibilidad para el
Los españoles, vencidos y echados, han debido reírse paisaje, y cristianos espectadores en vez de paganos
de buena gana muchas veces de cómo el criollo ameri- convividores con ella, no llegaremos nunca al fondo
cano, en todas partes, continuó el aniquilamiento del del amor indígena del suelo, que hay que estudiar es-
aborigen con una felonía redonda que toma el contor- pecialmente en el indio quechua, nuestro agrario en
no del perfecto matricidio. cualquier tiempo.
Mucho se ha asegurado que el alcoholismo es la cau- Perdiendo, pues, la propiedad de su Ceres confor-
sa más fuerte de la destrucción indígena o l a única tante y nutridora, estas gentes perdieron cuantas vir-
de sus causas. La que escribe vivió en ciudad chilena tudes tenían en cuanto a clan, en cuanto a hombres
rodeada de una "reducción", y puede decir alguna cosa y en cuanto a simples criaturas vivas. Dejaron caer el
lo que entendió mirándoles vivir un tiempo. gusto del cultivo, abandonaron la lealtad a la tribu,
que derivaba de la comunidad agrícola, olvidaron el palabras, no la reconoceríamos como de semejantes,
amor de la familia, que es, como dicen los tradiciona- sino como de seres de otra parte, de un planeta más
listas, una especie, de exhalación del suelo, y una vez desgraciado y que vivía cierta puericia que nosotros
acabados en ellos el cultivador, el jefe de familia y el hemos dejado atrás.
sacerdote o el creyente, fueron reentrando lentamen- Estas voces que cantan son algo más que tristes,
te en la barbarie -entrando diría yo, porque no eran la sin que las podamos llamar desgarradoras, porque
barbarie pura que nos han pintado sus expoliadores-. el desgarro es todavía un erguimiento; ni amargas,
Después de rematar nuestra rapiña, nos hemos puesto porque la amargura trae clavada su puntita de ren-
a lavar a lejía la expoliación, hasta dejarlo de un blan- cor viril. Las bestezuelas heridas tampoco gemirían
co de harina. Robar a salvajes es servir la voluntad de de este modo, porque dicen que en el registro de su
un Dios, que tendría una voluntad caucásica ... de los quejido último no se pierden enteramente las otras
Santos, el que me h a traído en su espalda el dogma voces dadas en las aventuras alegres, en el refocilarse
mellizo. No valen, dice el primero, los méritos de los del estío bueno. Las bestezuelas que se quejan en mi
mejores, y se comunican desde el primero al último disco serían unas que no tuvieron disfrute de pastos
de nosotros como el ritmo de las manos en la ronda de grasos y saboreo de pieza sanguinosa, y que no trota-
niños; nos manchan y nos llagan, creo yo, los delitos ron como el huemul ágil o el puma fogoso, felices de
del matón rural que roba predios de indios, vapulea canícula o de amor.
hombres y estupra majeres sin defensa a un kilómetro La voz no confiesa, dicen, más que los gestos, más
de nuestros juzgados indiferentes y de nuestras igle- que la marcha y que ... la escritura. Cierto es, y aquello
sias consentidoras. que está sonando en la bendita máquina fea me lo
oigo como una confesión, como un documento y como
Las canciones un pedazo de mi propia entraña perdida, casi irreco-
Aquí están sonando en mi casa italiana los cantos nocible, pero que no puedo negar.
guerreros y domésticos de la garganta araucana. Ellos Son hermosos de profunda hermosura, sin em-
repiten su lamentación tantas veces como lo quiere bargo, las cuatro canciones, por una desconcertante
mi oreja hambreada; ellos me dan su extraño relato originalidad. Eso no nos había caído a la oreja fo-
humano para hablar con expresión católica, pero de lklórica en ninguna parte; eso nos viene de la quena
veras infrahumano, de criaturas que hablan y can- elegíaca ni de l a marimba maya; y eso no contiene
tan con una voz tan extraña que, si no articulasen una dedada de criollismo. Se ha guardado puro, en el
136
anegamiento de la música india que hicieron cuatro bla al canto, del contar al cantar, volviendo al habla
siglos de batidura desordenada de las dos sangres; se y regresando de ella a la canción con una naturalidad
ha mantenido testarudamente puro según el empeci- consumada. Me hacen pensar, mientras las oigo, en
namiento araucano; h a dejado resbalar en el aire de que el habla legítima del hombre pudiese ser esa mix-
Lebu o Traiguén las andaluzadas o las aragonesadas t a que escucho, conversada en las frases no patéticas
que venían de los alrededores, como el peatón deja del relato, y trepada a canción en cuanto el asunto
pasar el peatón en el camino. Agradecimiento les doy sube en dignidad, se vuelve intenso, y entonces pide
a las gargantas cantadoras por esta preciosa lealtad a lirismo absoluto.
sí mismas, virtud en que el indio sobrepasa al blanco Esta pudiera ser la ley que siguieron nuestros abue-
imitador, para el cual todas las cosas se vuelven pe- los, más atentos que nosotros, o, solamente, más sin-
gadizas en este tiempo. ceros en la expresión de sus sentimientos; ésta vol-
En torno a la vieja Araucanía los criollos han canta- vería a ser nuestra ley si recuperásemos los hábitos
do tanto como han vendido y cultivado. La cantadora bárbaramente olvidados; el cantar y el dibujar, segun-
y la abuela de la cantadora oían la melosa canción da y tercera forma de expresión nuestras.
criolla, en su balanceo de melancolía y de deseo, y sus La canción guerrera resulta de una belicidad bas-
oídos aventaban la queja melodiosa, pero que no los tante dudosa; no corren a lo largo de ella los ritmos
sirve para quejarse ellas. de cabalgata que le pedimos, ni se oye el tamboreo
sordo de la carrera a pie, y no gritan adentro de ella
Palabra y canto los chillidos guerreros, el "chivateo" araucano que
Asegura el buen Maragall, con cierta ingenua sober- precedía y seguía la marcha del clan, loco de sangre.
bia gremial, que el canto fue primero que la expresión Una serenidad sombría, una lentitud de procesión
hablada, por ser más natural a la condición humana, fúnebre apaga el belicismo y lo vuelve una especie de
que sería una condición lírica. Tantas gentes existen jadeo desolado. ¿Eran ésos los cantos de la pelea erci-
para las cuales el canto no es una ansia ni una com- llesca, o son las canciones "de después", en los negros
placencia, que yo no le he creído a mi Maragall, a tiempos de la derrota? A menos que este pueblo, des-
quien le creo gustosamente muchas cosas profundas. provisto de risa y de fanfarronería, haya caminado
Sin embargo, la música araucana me h a hecho pensar también a la matanza y al saqueo como a un rito sin
en una verdad colindante con aquella fantasía. alegría, que sería todo lo contrario de lo que nos han
Las cantadoras araucanas pasan sin sentirlo del ha- contado sus cronistas.
138
Canción y trabajo Monotonías mongólicas
Las canciones domésticas no saben a cosas más La monotonía de la canción es la misma que la de
apegadas a sus asuntos, por su gravedad dulce y su los demás pueblos asiáticos y se aproxima un poco a la
apesadumbrada monotonía. Cantaban los pueblos de ciertas danzas polinesias. Los oídos acostumbrados
primitivos acompañando su trabajo; cantaba el que- a las modulaciones ricas, y especialmente a las barro-
chua admirable, a lo largo de toda la jornada agrícola; cas, no entenderán nunca la belleza religiosa de estas
cantaban los alfareros, los talladores de piedra y los tiradas lentas, de estos acunamientos profundos que
recamadores mayas, y ésta es otra de las costumbres los viejos pueblos se dieron a sí mismos para acompa-
"salvajes" que haríamos bien de recuperar los civili- ñar su tristeza y su misma alegría. El acomodamiento
zados por enmielarnos el trabajo, así el duro como el del oído a la letanía cuesta como el de los ojos a la be-
feo, y también para meter en él esa norma de ritmo lleza del desierto. H.D. Lawrence escribe con disgusto
que suaviza cualquier esfuerzo acordándolo con pautas del ritmo reiterado del tambor azteca, y a un hombre
invisibles y ayudadoras. irlandés hay que dejarle en esta ocasión el derecho
Se me ocurre que dos de esas canciones, cuya letra de no entender. Nosotros, los que llevamos en la san-
no entiendo, sean música acompañadora del trabajo gre la misteriosa gotera asiática, la lágrima especiosa
del telar, uno de los más dulcemente rítmicos que se que vino del Oriente, y que, gruesa o pequeña, toda-
conocen, y formen de esta manera unas asociadas me- vía puede en nuestra emoción y suele poder más que
lodiosas de la industria del "choapino". Veo el grupo el chorro ibérico; nosotros entramos fácilmente en l a
de indias bordadoras y tarareadoras. El lote flotante magia atrapadora, en la delicia dulce de esta monoto-
de esta pobre raza, que mantiene su robustez y la belle- nía que mece la entraña de carne y mece también el
za de sus formas, es la mujer, menos embrutecida que cogollo del alma; nosotros sí somos capaces de escu-
el hombre por los aguardientes y ennoblecida por una char la hora y las horas de ese redoble "empalagoso"
maternidad ardiente. Las miro sentadas, con su cara que pudiera parecerse al "ritmo pitagórico de las esfe-
redonda, un poco de grasa, su color bastante pálido y ras". Al cabo podría ser mejor una armonía elemental
que no amarillea como el de los trópicos; sus piernas que una barroca ... la famosa armonía sideral.
celosamente envueltas hasta el tobillo y sus pies de El instrumento que no conocemos, el birimbao,
obrera china, pequeños a pesar de las marchas, y más de una sola cuerda, ha intrigado con su acento sub-
lindos de ver que los de las señoritas criollas. terráneo, que no se suelda con oboes ni salterios ni
_J_
flautas, a varios músicos franceses entendedores en CONFERENCIA DE LA PRENSA DE LA SOCIEDAD
instrumentos de metales conocidos, de fibras estram- DE LAS NACIONES
b6ticas o de combinaciones habilidosas de ambas co- D I A R I O L A NACIÓN. A R G E N T I N A , 1933.3
sas. Admirable resulta la semejanza de él con la voz de
cantadora, hasta el punto de que da la ilusi6n de ser
lo mismo. ¿C6mo se han buscado y hablado ellos ese
material tan fraterno de su entonaci6n y c6mo han
concebido la idea de la perfecci6n que puede lograrse Acaba de clausurarse en Madrid esta Conferencia,
cuando el instrumento no acompaña sino que sigue a que h a reunido por una semana en los salones del Pa-
la voz, siendo más bien una decoraci6n subordinada a lacio de la Prensa a los grupos más diferentes del ne-
ella que un actor dialogante y asociado'? gocio periodístico. Los editores de diarios, los jefes de
Alguno de buena voluntad que haya visto y volteado las oficinas de prensa de los Ministerios de Relaciones
el birimbao me lo describa, para sabérmelo con ojos y Exteriores, los representantes de las sociedades o sin-
oído, que es el buen saber, y para entender un poco la dicatos de periodistas, han trabajado de igual a igual
industria dichosa de donde viene ese sonido profundo con un evidente espíritu de colaboraci6n, tratando los
e inédito, desconocido para mí y para mucha de mis mismos asuntos. La tiesura· o la hostilidad que se crea
gentes, que lo teníamos, pero que no lo habíamos po- por vicio de jerarquía entre las partes de una empresa
seído, y a que posesi6n es disfrute. y que malogra muchas iniciativas en bien del servicio
común, no apareci6 ni en las sesiones plenarias ni en
las tres comisiones en las cuales se dividi6 el traba-
jo. La Sociedad de las Naciones prepar6 con un cuido
muy inteligente esta reuni6n de técnicos y el progra-
ma copioso se trat6 en su totalidad naturalmente sin
agotarse, porque las Conferencias posteriores deberán
perfilar o afianzar el esbozo de legislaci6n que ha de-
jado la de Madrid.
Me toc6 la buena fortuna de presidir la 3a Comi-
si6n; vi colaborar brillantemente en ella al Jefe del
sindicato de Periodistas Internacionales y a la vez
14,2
del de Periodistas Franceses, M. Stephen Valot, y lo naerense respecto de una posible restricción de las
escogí con buen conocimiento para esta entrevista de libertades de la prensa. Comienzo preguntando a M.
La Nación. Valot lo que piensa de esos mensajes que correspon-
A la vez fino y enérgico; en una norma de doctri- den a diarios nuestros de gran solvencia intelectual.
narismo y cortesía M. Valot presentó varias indica- - U s t e d sabe, como yo - m e d i c e - , que h a estado
ciones avanzadas y liberales que le fueron aceptadas muy lejos del espíritu de nuestra Conferencia el dis-
una por una. minuir el volumen de la libertad de prensa y que so-
Como la mayor parte de los dirigentes del periodis- lamente se ha buscado llevar la noticia periodística al
mo francés, M. Valot es universitario y fue profesor de nivel más alto de lo genuino, es decir, de lo verídico.
liceo hasta los cuarenta años. Vino la guerra; se volvió Se quiere evitar por todos los medios a nuestro alcan-
combatiente, y la volteadura grande (buena o mala) ce la noticia fraudulenta, o desfigurada, o exagerada,
que la guerra hizo en los espíritus, lo llevó al perio- en ningún caso entrabar la información exacta que
dismo. Trabajó en L'Oeuvre al lado del buen artesano hacen los diarios cuando se respetan. Se ha dicho con
publicista que fue Gustave Téry. Sus colegas conocieron toda claridad en los debates de nuestra 3a Comisión
en él a un guía de corporaciones a un patrón metier y que un diario prestigioso cuida de no estropear su
lo llevaron pronto a la doble dirección apuntada de reputación con lo tendencioso, porque en ello juega
periodistas profesionales, donde trabaja hasta hoy. Su un nombre ganado con esfuerzo en muchos años de
actuación privilegiada de director de un gremio tan publicación.
importante dentro de la democracia francesa, le lleva » L a Mesa Directiva contestó en una nota informati-
y le trae en comisiones frecuentes de París a Ginebra va muy clara que se trataba de un malentendido.
o de París a Londres. Tiene los dotes de su raza en la » L a Mesa Directiva de la Conferencia, prestó gran
mente clara y organizada, y por allí directiva, más la atención a este asunto, porque todos sabemos que la
fuerza de su convencimiento que se traen los que do- prensa bonaerense es una corroboración muy digna
minan un asunto por todos sus costados. Hombre de de ser oída en un debate internacional. Conozco es-
cincuenta años, su dinamismo vale por el mejor de los pecialmente La Nación, La Prensa y La Razón, y he
dinamismos fascistas y la gente moza se siente bien, apreciado siempre en estos órganos la escrupulosa dig-
trabajando a su lado en temas actuales. nidad y consciencia periodística, probados en la am-
Uno de los incidentes más comentados de nuestra plitud de los servicios y en cierto noble desdén de la
Conferencia fue el de los telegramas de la prensa bo- publicidad estruendosa.
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- H a c e notar actualmente periodismo activo. rango. Me añade que la Sociedad de Gente de Letras
- N o - m e d i c e - : mi labor en dos instituciones tan y a se ha hecho cargo de su situación.
vastas toman todo mi tiempo. Con gusto lo he cedido Los periodistas - l e d i g o - , han sabido a tiempo
a ambas, porque estimo que el instrumento más eficaz organizarse y están en disfrute de bienes que trae
en la marcha de una democracia es la cuidada organi- en seguida una organización sindical. La legislación
zación gremial. El funcionamiento regular e inteligen- chilena, por ejemplo, consulta incluso para ellos una
te de estas corporaciones o sindicatos basta para ase- jubilación idéntica a la de los funcionarios públicos.
gurar al Estado paz y prosperidad. Nuestro Sindicato Pero habiendo escritores divididos o pulverizados
Francés de Periodistas vigila y cela el cumplimiento de en grupos casi familiares la crisis ha despejado en el
las leyes dictadas para regir las relaciones de las em- mundo entero una miseria vertical, y ese tipo de mi-
presas, de editores, de empleados, y se hace cargo de seria cargada de obligaciones mundanas, que es de un
las causas judiciales que acarrean los reclamos de los trágico grotesco, o del trágico peor.
segundos. El Sindicato h a promovido además buena - ¿ Q u é logro estima usted más entre los consegui-
parte de la legislación protectora del gremio. Tenemos dos por esta Conferencia'?
una Caja de Auxilios .que funcionan en las mejores - A n t e todo, el de la aproximación de los dirigentes
condiciones, y nuestro gremio no h a padecido dema- de diversas naciones.
siado las consecuencias de la crisis. »Estimo que uno de los mayores bienes que aca-
Le cuento la impresión penosa que me ha producido rrean estas reuniones preparadas por Ginebra, y tal-
conocer la miseria lisa y llana en que viven algunos vez el mayor de todos ellos, y al conocimientos de los
grandes escritores franceses y que acusan un abando- jefes intelectuales o morales de los países, que sin la
no inexcusable del Estado hacia los artesanos de su Sociedad de las Naciones no se tendrían o serían mu-
cultura y un descuido de las asociaciones literarias cho menos frecuentes.
hacia sus asociados. Le doy el caso de Paul Fort, que »Las aproximaciones literarias o epistolares resultan
conozco por las suscripciones hechas en su favor de menos dinámicas, más flojas, que estos contactos directos.
parte de gente de letras norteamericanas. - ¿ C u á l de sus actuaciones personales en la Con-
Me devuelve la anécdota con una de Jargue, el ensa- ferencia le ha dejado más complacido y cuál de las
yista, que aprieta el corazón. Iban a poner el fogón de ponencias suyas le parece más útil?
su casa, pero no había fogón encendido en aquella casa - M i voto tan amplio, y que fue aprobado, sobre la
de francés condecorado y de crítico europeo de primer condición del periodista que trabaja en el extranje-
147
ro dice literalmente: "La conferencia, constatando la Le pregunto si el trabajo periodístico le parece bien
importancia del rol que juega la prensa en las relacio- remunerado en Francia, y cuál es allí el promedio de
nes internacionales, por medio del trabajo profesional salario de un periodista.
de los periódicos y de sus agencias en el extranjero; - M e parece que puede calcularse entre dos mil
constatando además que este trabajo se encuentra a quinientos y tres mil francos el sueldo de un periodis-
menudo entrabado y a veces se vuelve imposible por t a que hace bien su oficio. Naturalmente el de jefes o
circunstancias nacidas de la vida interna de los países el de personalidades del gremio va mucho más lejos.
donde residen los corresponsales o bien por las rela- - ¿ E s usted partidario de una prensa neutra mera-
ciones entre estos países y aquellos de los cuales son mente informativa, o de una doctrinaria, que tenga
originarios los periodistas; constatando finalmente la ambición de hincar en las manadas una ideología'?
que estos periodistas corren el riesgo de encontrarse - M e place una prensa no precisamente de partido,
entregados a sus propias fuerzas por el alejamiento de pero sí de opinión, con norma visible siempre que sea
su patria, de su periódico o de su gremio; desea que ella sana.
se establezca un conjunto de reglas de orden político, - ¿ C r e e usted en las Escuelas de Periodismo, a las
jurídico y profesional, capaces de fijar la seguridad de cuales son tan aficionados los norteamericanos'?
su trabajo y de la persona de los corresponsales en el - C r e o en la vocación periodística como en cual-
extranjero, y emite el voto de que estas reglas sean quier otra vocación. El temperamento, la inteligencia,
extendidas y confirmadas internacionalmente por los dotes personales, todas decidirán siempre del éxi-
medio de medidas de reciprocidad que garanticen a to en éste como en otro oficio, habrá siempre el pe-
los corresponsales de la prensa en el lugar en que ellos riódico nato que se mueve dentro de su metier, como
se encuentren". en un medio que por serle· congénito él domina ente-
»Yo conozco desde mi labor en la Sociedad de Pe- ramente.
riodistas Internacionales de París, los tropiezos, que a »Pero los países donde, y a sea porque la cultura ge-
veces se pasan a conflictos graves del colega que actúa neral es flaca, y a porque no cuentan con un buen con-
en tierra extraña y al que le falta el apoyo inmediato junto de esos periodistas en latencia, necesitan que
de su corporación o su país. Aunque Francia h a sido y la profesión se organice un poco o mucho así igual de
sigue siendo muy liberal en su conducta hacia el pe- las demás carreras, para evitar los males de la impro-
riodista extranjero; pero la situación que domina en visación. En estos casos una Escuela de Periodismo
· Europa hoy no es desgraciadamente la de Francia. puede dar buenos frutos, asegurando una especie de
149
mínimum de conocimientos y creando grandes con- - ¿ P o r qué no se ha creado hasta hoy en Zúrich un
tingentes de aspirantes o aprendices, en los cuales las gran diario internacional? Existe en esa ciudad, y no
empresas pueden escoger con desahogo. en otra capital europea, una población extranjera tan
» U n tipo que me agrada de estas Escuelas sería el vasta que se merece este esfuerzo francés y que segu-
que vi en Alemania hace años. Propiamente no era ramente correspondería a la iniciativa.
una Escuela de Periodismo, sino unos cursos de Uni- - M e habla usted de un viejo sueño mío, el gran co-
versidad donde un profesor o conferencista trata- tidiano escrito en tres y aun en cuatro lenguas, donde
ba sobre el Periodismo en cuanto a fuerza social de se hallaría la colaboración del escritor español dada
primer orden, mostrando sus mayores posibilidade's. en español y la del alemán dada en alemán. Se ha de
Apuntando a las virtudes y a los yerros del género. Se realizar un día, y tal vez no estamos lejos del suceso,
tratar<?n allí el Periodismo como una' parte capital de este diario expositor de las corrientes ideológicas más
la vida moderna. acusadas del mundo, e informador generoso, sin rega-
Le digo que me complace mucho cada vez que regreso teo de espacio, de las noticias nacionales.
a Francia encontrar nuevos semanarios que sirven a su Ahora, le digo, dos preguntas algo escabrosas:
vez de divulgación de la. cultura, y de instrumento de - ¿ E s verdad que Francia va hacia el fascismo direc-
esa actualidad gráfica, cada día más grata a los públi- ta o indirectamente? Corresponde a su cambio de la
cos. Tales son, después del viejo Candida, Marienne, índole ciudadana francesa, tan apegado al liberalis-
L'Europeen, Je suis Partout, Sectores du Soir, etc. mo, la escisión creciente del socialismo francés?
Quiero saber a qué corresponden la prosperidad de -Absolutamente no lo creo. Es un gran error de
estos semanarios. apreciación el del extranjero al pensar que el llamado
-Seguramente el pueblo francés se aficiona de más neo-socialismo de Marquet se informa en un espíritu
en más a la lectura. Es una razón. Otra sería el que fascista.
este tipo de publicación está situado entre la revista - ¿ E x i s t e en las izquierdas francesas alguna corrien-
literaria y el periódico, es decir, cuenta con una ma- te favorable a la revisión del tratado de Versalles?
yor clientela que la de aquella. Hay además la razón - E x i s t i ó esa corriente en los buenos tiempos, tan
de su precio bajo. En todo caso es un buen signo de próximos y que ahora parecen lejanos, de la aproxima-
una pasión creciente de la lectura, que es virtud de ción lograda por Arístides Briand y Gustave Stresse-
nuestra raza, y que debería estimularse en cualquier man, y pudo creerse que la rectificación aunque fuese
democracia moderna. de detalle era viable, manejada por manos tan hábiles.
- E s a posibilidad ha desaparecido completamente SOBRE SITUACIÓN DE CLASES SOCIALES
por la mentalidad de la nueva Alemania, que el mundo Y NATALIDAD
conoce hace unos meses. TEXTO INÉDITO FECHADO EL 1 6 DE MARZO DE 1933
En la delicada posición actual, ningún francés puede MIENTRAS ES C Ó N S U L E N EsPAÑA. 4
aceptar la idea de una discusión y menos de una revi-
sión del tratado de Versalles.
Se abrirían las puertas a una avalancha de pasiones
y de avideces desatadas.
Agradecemos al buen colega, maestro en oficio, la El llamado "control" de nacimientos que en la in-
conversación larga y cordial que no ha medido, porque tención lleva solamente a la restricción de la prole y
es hombre latino y por lo tanto interesado en los com- que en las razas sajonas tal vez se ciña a esa finalidad,
partimentos de ese gran hogar de esa súper-patria, que no resultaría en nuestras razas pendulares (extre-
se llama la cultura latina y al que pertenece nuestra mistas) algo parecido a una ley de anulación. Somos
América del Sur. pueblos frenéticos o primarios y en consentimiento
de disminución veríamos una especie de permiso de
supresión. Se presenta el control de la natalidad en
primer lugar como beneficio para la clase obrera.
El pueblo no h a podido imponer a las otras dos cla-
ses reformas grandes o chicas en su favor sino gracias
a una presión material que se resuelve en un éxito de
números. El "control" será para esta masa una sangría.
El obrero se aliviará como padre de familia y se debili-
tará muchísimo como fuerza de clase y como gremio.
Habría que ver si sirviendo mal el "control" a la
clase popular sirve mejor a las otras dos. A la clase
adinerada la h a corrompido y a y envenenado suficien-
temente. A la media, la tiene cuarteada y continuará
en ella su trabajo de zapa. El natural: en cuanto la
familia se vuelve un tema de discusión económica,
un regateo de mercado, y se resuelve la aceptación o la Quienes hemos vivido y no sólo pasado por Francia,
rehúsa del hijo como la de un contrato, se quebrajea el sabemos que esa nación -esto no importaría menos-,
concepto moral de la misma. pero sobre todo que esa cultura, a que amamos más,
La mayoría considera y juzga este asunto del con- la más preciosa para el mundo está comprometida y
trol de nacimientos con miras al niño como individuo agrietada por el neo-maltusianismo.
miembro de la familia y parte de cédula de Estado. Un buen día Francia tendrá que apelar a una arma-
Pero yo ... lo ojeo y lo flojeo por otro costado que pare- da mercenaria, a lo cartaginés, para defenderse. Hubo
cerá peregrino y que no lo es. y a algo de esto sencillamente lastimoso en los regi-
El niño es para mí una herramienta, una vía, casi mientos negros de la Gran Guerra.
una operación secreta de ennoblecimiento y a veces En todo caso, Francia seguirá viviendo como vive,
de purificación de la mujer que lo cría o lo educa, sea oyendo el alegato italiano muy racional - d e que debe
madre o tutora de cualquier orden. ceder colonias y más colonias a las razas fértiles en
Sin exageración romántica - n o me place ni la utili- hijos o vivirá temblando por la irrupción que sólo se
zo- diría pasándome del decir al asegurar, que las mu- posterga- pero que no se ataja de veras de la avalan-
jeres que he conocido en las cuales no había un niño cha de carne alemana, la carne más belicosa y rebosa-
en su vida como una entraña vital, es decir, como da que conozcamos.
pasión y como deber, tenían algo de monstruo en el Francia está herida de su razón, de su propia ra-
sentido mitológico de criaturas escapadas de su or- cionalidad.
den y algo más de monstruo todavía en el sentido de Se h a dicho varias veces que el vicio de la Razón
fealdad y de aplebeyamiento de una criatura superior para en la irracionalidad.
abajada y empequeñecida y, aún más, de monstruo Es por lo menos curioso que las tres más grandes religio-
en el sentido de crueldad o de insensibilidad para los nes que no coinciden sino en muy pocos puntos, vale de-
niños ajenos. Un niño viviendo la hora y el día de cir, la cristiana, la budista y la judía, han insistido con un
una mujer y con una mujer, vale casi por una religión, absoluto que debe infundir algún respeto, que la vida hu
guarda, preserva, limpia. Fortifica y tantas cosas más. mana, es cosa sagrada y un don misterioso que se acepta
Los verbos sobrarían. por el nacimiento y que no se rompe por el suicidio. Con
El problema de la superpoblación no existe aun en igual terquedad las tres religiones prohi'ben la muerte vo-
pedazo alguno de la América Latina. País alguno de los luntaria. Sin guardianes ellas, tan grandes guardianes, no
·nuestros ha alcanzado la densidad china o belga. sólo sobrenaturales sino lógicas, de la vida.
154 155
Estas religiones, las dos primeras en el área de su do- POR LA HUMANIDAD FUTURA
minio y la tercera desde su dispersi6n cuentan con una LIBRO NACIONAL DE LECTURA PARA USO DE ALUMNOS DE
mayoría aplastante sobre el volumen entero, chiquitito, V I AÑO DE LA ESCUELA PRIMARIA. M É X I C O , 1 9 3 4 .
de los no religiosos, de los emancipados en la ciencia.
Si se tratase de un plebiscito popular, la forma más
leal de una consultaci6n directa y no hecha por delega-
ci6n, es seguro que esta mayoría incontestable votaría
dentro de su norma, de su querer y de su convicci6n. La era en que la Humanidad rendía culto a la bar-
Tal vez baste en el debate este alegato único: es una barie gloriosa de los héroes de la sangre, los Alejandro,
cuesti6n de simple pudor, aun menos de simple dig- los César, los Napole6n, está agonizante; pronto para
nidad o decoro para el hombre y la mujer, la forma de ella se tañerá lúgubremente la muerte en el campana-
vida conyugal que adoptaron y vivieron las épocas clá- rio de la Historia.
sicas. Mientras el siglo XIX va a descansar de su labor
Parece que el "control" repugna y cuando menos se honrosa, ocupando un trono de luz entre los siglos
choca con la dignidad y aun el mero instinto de los idos, saludemos el alba de este siglo XX, que llega a
más y de los mejores. la Humanidad preñado de aspiraciones y esperanzas,
Llamemos como mejores aquí a los sanos de cuerpo y recordando que en nuestra era no cabe otro culto que
espíritu. Estos fueron los juicios primarios que me toc6 el de los héroes de la Ciencia: los Laplace, los Darein,
dar contra la propaganda maltusiana en mi Escuela de los q e l l , los Marxs, los Spencer.
México hace años cuando me la llevaron a ella. En el coraz6n de la Humanidad, los grandes verdu-
Tuve presente que era yo una extrajera, pero aquella gos están a punto de ser suplantados por los grandes
se llamaba Escuela-Hogar y llevaba además mi nom- maestros. La escuela está llamada a sustituir al cam-
bre. Como andan estas palabras publicadas por ahí, pamento. Únicos combates civilizados serán los del
creo que puedo reproducirlas en Puerto Rico sin que libro y de la inteligencia. En todos los corazones un
ellas tomen gesto polémico. noble horror se incubará contra los sangrientos cam-
Respeto en México como en cualquier país la opini6n pos de batalla que la barbarie trocará en cementerios
ajena; pero al mismo tiempo me sabía (sentía) con los improvisados: los hombres del porvenir lucharán en
pies asentados sobre la piedra de la libertad y opini6n las nobles lides del Trabajo y de la Ciencia, en cam-
mías, que un país siempre me h a otorgado. pos de batalla fecundos de bienestar y de verdad, el
157
soldado ha constituido la fuerza y la superioridad de cia, debéis vivir condenados a una vida de necesidad
los pueblos en la barbarie; el maestro constituirá su y miserias, mientras una minoría ociosa derrocha lo
fuerza y su superioridad en la civilización. superfluo. No les enseñéis que los pueblos se han des-
Maestros: toca a vosotros ser la avanzada en este ge- pedazado en guerras inhumanas, como si el atavismo
neroso advenimiento de la civilización futura; voso- hiciera renacer en el hombre las predilecciones de la
tros los maestros, haréis que ella sea de paz, de amor, fiera. No les enseñéis a practicar la obediencia pasiva
de solidaridad. Recordad que, en gran parte, está en de los serviles, en homenaje a una disciplina que des-
vosotros hacer del pueblo una turba de esclavos o una coyunta el carácter, ahoga la iniciativa individual y
asociación de hombres libres. prepara para soportar resignadamente todas las escla-
Las sociedades civilizadas confían al maestro cuanto vitudes. Este es el crepúsculo del pasado.
poseen de más sagrado: su propio porvenir. El pueblo Respetad el crepúsculo, pero preparad la aurora.
abre el surco de la infancia y os llama para sembrar en A los niños que la sociedad os confía, enseñadles
él las simientes de su vida futura. En vuestras manos que en mil laboratorios viven muchos héroes que han
está el arrojar la buena o la mala semilla: el surco no consagrado su vida al descubrimiento de la verdad
será culpable si en vez de suculentos frutos llegaran a objetiva de los fenómenos que percibimos mediante
cosechar hierbas envenenadoras. nuestros sentidos, en el mundo que nos rodea; ellos,
Maestros: aprended a elegir la simiente que vais a bebés delante de los surcos. Devuélvelo todo. Esta es
sembrar. Los niños son la sociedad del porvenir; fue- la insigne cortesía del hombre hacia las cosas. Le dan
ra delito sembrar sus cerebros simientes erróneas del las tibias siestas, los frutos de óleos y azúcares, y t ú
pasado. le yergues formas nuevas por los valles. Sé el que de-
No les enseñéis prejuicios que vosotros mismos ha- vuelve siempre, el que no hace trampas a la vida, el
béis dejado de creer. El fanatismo y la intolerancia son que recibe con una mano y está pagando con otra. El
los viejos odres de la era que agoniza: no coloquéis en antiguo caballero era así; la mujer fuerte de la Biblia
ellos el vino nuevo. también. Devolvían, no hacían sino devolver.
No les enseñéis que los hombres han disimulado su Hoy. ¡Di la palabra en t u mente y que te queme de
ignorancia inventando explicaciones sobrenaturales noble impaciencial
que nada explicaban de los fenómenos que no sabían Para hacer la silla donde se sentará t u madre, tienes,
comprender. No les enseñéis que la inmensa muche- carpintero, esta hora. Y para llenar de lana la almoha-
dumbre de los que trabajáis con el brazo y la inteligen- da de t u hermanito menor, donde dormirá acordán-
15.9
dose de ti muchas noches, doncella; y para enseñar en EL SIGNO DE LA ACCIÓN
t u clase lo que quieres dejar hincado en la carne de la DIARIO E L M E R C U R I O . C H I L E , 1937.
160
volición ha querido sacar pronto a la luz una chileni- Y el testimonio más viril de esta pauta acelerada
dad de cuerpo entero. lo dan el código del trabajo y su consecuencia en un
U n ritmo benéfico - y nunca se sabe bien hasta dón- sistema de seguros que cubre y ampara a la red de
de llega la potencia de eso que llamamos ritmo, cuan- trabajadores de todos los ramos, desde el obrero a
do es cogido por un jefe de hombres o por un músico- jornal hasta el periodista y el maestro y que a mí me
vale más que un mazo de doctrinas y también vale prueba la modernización de Chile más que la am-
más una tradición que se apoltrona. biciosa transformación arquitectónica de Santiago o
Así es como se llama prisa la formación de la Primera ele Valparaíso.
Escuadra Libertadora del Perú, al día siguiente, como En la década 1926-1936, que en todo el mundo ha
si dijéramos, de nuestra independencia. La hicimos sido de alta presión, de motores a vuelo, quien mira
improvisada en días de pobreza, con mira a afianzar hacia la América del Sur se siente atraído por ese án-
la libertad recién nacida, y con vistas a una política de gulo sudoeste donde un país se industrializa de pron-
unidad sudamericana. to, haciendo un trueque hábil entre su vieja índole
Se llama también premura el primer ferrocarril del cordillerana, que era conservadora y local, y una ín-
continente, cuyos rieles se tendieron entre Copiapó y dole marítima que es dinámica y universalista. Chile
Caldera, gracias al auge del mineral de Chañarcillo. entra, como quien dice, en el uso real de su mar Pa-
Diligencia se llama, asimismo, la creación de un movi- cífico, ruta que la geografía quiso hacer asiática y que
miento humanístico, desarrollado por don Andrés Bello la voluntad chilena ha ido volviendo interamericana
en época y circunstancia prematuras; cuando la Améri- y europea, antes por su estrecho de Magallanes y hoy
ca Latina era todavía un campo de guerrilla y no pensa- por el propio canal de Panamá, que nos pareció dañi-
ba en velar por la herencia de una cultura latina llevada no y que nos va resultando de lo más servicial.
a tierras criollas. Se llama celeridad la Ley de Instruc- La crisis económica pasada nos llevó a angosturas
ción Primaria Obligatoria, dictada y cumplida con el fin de conflicto si no mayor, semejante al de Europa. Se
de liquidar el analfabetismo, y que llevó 1a escuela a la dio la voz de orden de producirlo todo costa aden-
última quebrada o isla del territorio, triplicando el pre- tro. U n a penitencia de cinco años, un esfuerzo tan
supuesto. Esta ley, que rubrica nuestro centenario, es el subido que excede a un país joven de los que llaman
ademán honrado de una República que cumple con el inexpertos, nos dejó habilitados para el propio abas-
régimen democrático que se dio y juró como un método tecimiento y para un comercio orgánico con los países
de servir honestamente sin burlar a lo malicioso. de la costa pacífica. Sin abandonar la montaña, caja •
de metales y maternidad de nuestra vida, y sin qui-
1940-1949
tar la vista ni brazo del Valle Central, reino agrario,
Chile bajaba al mar y lo tomaba como instrumento de
comercio y de cordialidad. El país completaba de este
modo el triángulo de su realidad natural: mina, agri-
cultura y navegación. A ninguno de estos tres sumados
de su riqueza puede renunciar, sin volverse un pueblo
sordo a su geografía, cuyos signos son determinados y
determinantes.
Todo pueblo digno de ese nombre se concede sus fac-
ciones físicas como un abecedario, y lo deletrea hasta
que el uso se le vuelve lectura de memoria, suavidad
de hábito. Esta lectura adulta de nuestro relieve y de
nuestra hidrografía es la que hacen los sentidos alertas
de la última generación chilena. Ella quiere una eco-
nomía del Estado llena de sentido moral, que vaya de
la creación de la riqueza al reparto honesto y acelerado
de ella, para el bienestar afincado de una chilenidad
que es exigidora por ser agudamente capaz.
INTERCAMBIO CULTURAL IBERO-AMERICANO Hay que decir que la difusión del libro hispano-
TEXTO INÉDITO ESCRITO PROBABLEMENTE ENTRE 1 9 4 0 Y americano comienza con la industria librera de la
1 9 4 1 , MIENTRAS E S C Ó N S U L E N B R A S I L , E N RESPUESTA A Argentina, de Chile y de México y que hoy está en
UNA ENTREVISTA DE LA REVISTA DIRECTRICES. pleno auge. España sólo editó a nuestros clásicos creo,
sin embargo, que por los intereses del idioma, España
debe estar presente siempre en el comercio librero de
la América.
El intercambio cultural brasilero-chileno preocupa
Chile es un taller febril, en todos los órdenes. El indus- mucho al Embajador Señor Pontecilla y me habla de él
trial trabaja como el campesino y el intelectual como el con frecuencia. Él cree, y tiene diez veces razón, que
minero. Esta actividad hirviente tal vez significa que hay que salir de nuestro impasse lingüístico. En un ar-
queremos suplir con los recursos del alma la pequeñez tículo que publiqué hace dos años en Sur, yo llamaba
de nuestro territorio. Es muy verdad que el espíritu do- ese impasse con que lucha el señor Pontecilla, la supers-
bla el cuerpo y Chile es una patria cargada como los tición de la diferencia. El hispano-americano piensa
imanes de potencia anímica y también espiritual. que la lengua más próxima a la suya es el italiano.
Mi país tiene una expansión muy grande en el Pací- (No hay tal: es el portugués). Cree que debe hacer con
fico. El exportador, el ingeniero, el profesor y el escritor nuestro idioma un aprendizaje más o menos largo y se
chileno están en todas partes a lo largo del mar nuestro desentiende del esfuerzo... imaginario. El fantástico
y del Caribe también. Hallamos en todas partes la cor- prejuicio se quemaría con sólo abrir cátedras gratuitas
dialidad que recibe el individuo laborioso, de intención de portugués en cada gran ciudad hispano-americana.
clara y sin gesto de dominador. Las líneas más netas de Nuestros pueblos necesitan saber además que existe
nuestro carácter son la franqueza en el trato y el deseo en Brasil literatura ilustre, tan importante o mayor
de "bien hacer". El natural andariego nos hizo marinos, que la nuestra. Yo he dicho, esta gran verdad por los
cuando no había navegación regular en el Pacífico, y siete países que recorrí hace dos años, y vi la sorpresa
hoy nos hace editores por el mismo afán de comunicar- en muchos. No es una extrañeza de prevención; tal
nos con la raza. vez el Brasil el país más unánimemente amado del
Nuestra producción literaria es muy activa desde Continente americano. Se trata sólo de ignorancia,
hace unos cincuenta años, pero se la conocía poco, pero de una fabulosa ignorancia.
· porque el escritor le faltaban medios de publicidad. Ustedes cultivan en esta hora los géneros más en
boga en el Pacífico: la novela criolla, el poema con Los dineros no han sido muchos. Nuestros países se
médula americana, la biografía, el ensayo. Hay miles gastan mucho más en el viaje de un comisionado de
de lectores para Uds. en el Pacífico. Y no incluyo aquí propaganda. Tengo entera fe en que, a pesar de los
a la Argentina y el Uruguay, porque he visto que a lo tiempos que corren, esta colección se salvará. Uste-
menos en estos países los escritores les conocen a Uds. des pueden medir lo que vale como divulgación de
He leído y oído allí críticas elogiosas de Jorge Amado, nuestra cultura el que los diez libros publicados se
de Jorge de Lima, de Pedro Calman, de sus grandes hallen hoy en cada Universidad inglesa o francesa,
poetisas, etc. El Pacífico es, en muchos aspectos, un en cada Biblioteca mayor, alemana o española, ade-
reino aparte y hay que pensar en él, y buscarlo, porque más de encontrarse en las grandes librerías europeas
no es esquivo ni cosa parecida. o americanas.
En mi viaje pasado tuve la honra de una larga en- El Sr. Pimentel me oyó con toda aquiescencia; pero
trevista con el Sr. Pimentel Brandau, persona letrada yo dejé Brasil y él dejó el Ministerio. El proyecto que
y llena de simpatía hacía la producción hispanoame- tuve la honra de presentarle y que él aprobó tan hi-
ricana. Le hablé de lo que h a hecho en París la Coo- dalgamente quedó sin realización. Estoy segura de
peración Intelectual por las Letras Ibero-Americanas. que el señor Aranha, en quien el amor de nuestros
Uds. saben que un brasilero, el Sr Dominique Braga, pueblos no es cosa de cortesía sino de entraña, y el
dirige hace años la Sección de Letras en el Instituto de señor Nabuco, heredero de una misión de cultura,
Cooperación Intelectual de París. Él h a gobernado con harán por nosotros cuanto es necesario y es mucho lo
gran habilidad la colección de obras maestras sud- necesario y también lo urgente.
americanas que allí se publica desde que la fundamos Hay varias obras brasileras que pueden ser publica-
el peruano Andrés Belaúnde y yo. Van publicados un das por las editoriales chilenas, argentinas o mexica-
Sarmiento, una antología de Historiadores Chilenos, nas, sin que los jefes de empresa teman hacer un mal
un Folklore Chileno, un Machado de Assis, un Nabu- negocio. Libros de Machado de Assis, de Gra a Aran-
co, un Martí, un Florencia. Sánchez, un Palma, etc. ha, de Barboa, de unos tres novelistas modernos, etc.
La lista es larga; el esfuerzo magnífico y bien logrado. Pero hay otras que precisarían de una subvención
Naturalmente, los gobiernos debieron subvencionar oficial que cubriese al editor el margen de pérdidas.
las ediciones y pagar la traducción francesa. Pero por Ellas son todas las de poesía, algunas de historia y
primera vez se ha hecho en Europa una labor orgáni- varias de ensayo.
ca y seria, a favor de las dos lenguas sudamericanas. Publicar, en tres años diez volúmenes de cultura
168
brasilera no me parece un plan ambicioso sino per- un dólar, una entrada considerable a la institución.
fectamente viable. La situación especial de Cuba le permite, además,
Otras formas de intercambio son las conferencias. aprovechar a todos los conferencistas de habla es-
Me conozco tres maneras de cooperación con los con- pañola y a grandes concertistas que van a Estados
ferencistas americanos viajeros. Unidos desde Europa o de la América del Sur. La re-
U n a es de México: el Ministerio de Educación asegu- vista de la Sociedad misma publica los textos de las
ra de antemano a estos la compra de uno o dos cente- conferencias.
nares de plazas y billetes, que la Universidad destina a Es el tipo más logrado de intercambio que he visto
alumnos de las Escuelas Normales, de los cursos deba- en la América Latina. Nuestro ilustre amigo el Emba-
chillerato y de los universitarios. Es un modo indirecto jador Catá, puede darles mejor y mayor información.
y delicado de pagar la conferencia, dejando al escritor En la Argentina hay u n sistema de patrocinio de
toda la libertad de tema y de consciencia. conferencias que me parece también excelentes. Las
Otra manera de cooperación consiste en el pago de Universidades de las Capitales y de las Provincias dan
un espectáculo de arte para darlo al pueblo en toda su padrinazgo a los conferencistas. Les ofrecen un lo-
gratuidad. Oí cierta vez una sesión de poesía Hispano- cal y una base mínima de pago, cediéndoles, además
Americana dada por Berta Singerman en la Plaza de el pago de las entradas.
Toros, que es el mayor local de la ciudad. La asistencia Algunas grandes sociedades privadas, como el Con-
fue de 6 . 0 0 0 personas y sorprendía al extranjero pal- sejo de Mujeres Argentina. La Revista Sur o las Socie-
par la sensibilidad de aquel pueblo para la poesía. dades religiosas, ciertos clubes, se dan el placer y la
Otro método, éste más estable y probado, es el que hora de administrar un mecenazgo institucional.
usa hace unos diez años o más la Sociedad Hispano- Pero la Argentina es un país de tanta curiosidad in-
Cubana de Cultura de Cuba, dirigida por la mano sa- telectual, que lo más corriente es que los conferencis-
bia de D. Fernando Ortiz. La Sociedad lleva a la Isla tas recurran al alquiler de teatros y manejen por sí
de su cuenta a conferencistas y músicos. Su régimen mismos sus actos que siempre pueden contar con un
es cerrado etper cause. A los actos pueden concurrir sólo público ávido de ideas nuevas.
los socios, y como el pueblo cubano tiene el gusto de la Vuelvo a Chile. Los músicos extranjeros se extrañan
fiesta intelectual de altura, la clase alta y la media cu- de que un país pequeño haya logrado alcanzar la cul-
bren literalmente las listas de socios. Mil o más de es- tura musical de Chile. Los conciertos se pagan, no sólo
tos aseguran a la Sociedad por una cuota mensual de por la gente rica, sino por la clase media. Y los que acu-
den no son grupos de amateurs, son masas de devotos pasado en la América Latina de la etapa de la discu-
del Arte Mayor. El chileno es temperamental y no poco sión más o menos recelosa a la de la necesidad indu-
dionisíaco y la música es como su alimento natural. dable.
Los conferencistas tiene un éxito frecuente, pero, Nuestros pueblos del Pacífico, heridos muchas ve-
menos vasto. El Estado, en una u otra forma, está ayu- ces por actos políticos de Estados Unidos, han sido,
dando siempre al intelectual hispano-americano, de hasta hace diez años, cautos y aun desconfiados para
cierta categoría. Ellos suelen tener pasajes libres en los hacer una obra común, "de la mano a la mano" con
trenes, teatros gratuitos y una sociedad que siente un el Norte. Los tiempos han virado como un navío al
orgullo agudo de llevar al forastero a sus salones y de que dan un "ralertal". Y justos o injustos están que-
crearle un ambiente favorable. mándose a gran prisa.
Unos cursos de verano no sirven hoy en forma regu- La causa hispano-americana contó siempre en el
lar el Intercambio Universitario dedicado de manera Norte con un grupo grande, y ahora considerable, de
especial a las Américas. amigos nuestros y puede decirse de abogados nues-
Los profesores extranjeros cobran sueldos medianos, tros. Este grupo corresponde a pedagogos y publicis-
el pago total de sus pasajes y el de sus gastos de es- tas en general, a sociedades religiosas, a organismos
tadía. Pero esto ya pertenece a otro capítulo, el de la sociales y a algunas revistas, sin embargo, queda mu-
Instrucción Pública Oficial. cho por hacer a fin de eliminar ciertos sedimentos de
El Presidente, D. Pedro Aguirre Cerda, viejo profesor, prejuicios raciales que conserva el pueblo americano
es. un hombre lleno de sensibilidad para los asuntos respecto de nuestros países de mestizaje. La guerra
americanos, un americano con mayúscula. europea que está gritando la urgencia de una cris-
Podría decirse, sin hipérbole, que Chile es el país que tianización de la vida y de la cultura, destruirá ese
actualmente desarrolla un intercambio más vivo con fondo de desdén hacia la sangre mezclada que siente
los pueblos americanos por la vía de sus editoriales y el viejo yanqui y que ha enfriado en el sur para ellos
de organismos diversos. Entre nosotros jamás el in- muchos corazones.
telectual ibero-americano se siente aislado y menos Puedo asegurarles que hay una elite moral de Esta-
abandonado. La lucha con el medio indiferente la co- dos Unidos, de intenciones rectas e insospechables,
noció mi generación; el nuevo Chile la ignora. Nuestras que trabajan en la rectificación de los viejos errores y
críticas hicieron caer los muros de Jericó. que día a día crea nuevas maneras de relación. Saben
La colaboración intelectual con Estados Unidos ha que han fracasado muchas iniciativas poco prácticas
o poco puras y que las normas tienen que ser de un aquí la sede del Comité Americano de Neutralidad.
lado realistas y del otro, transparente_s en su finalidad. Muchos aspectos de nuestro destino, entre ellos el de
Lo cual, amigo mío, no quiere decir que nuestros vín- la cultura son vigilados y celados acá, en este momen-
culos con la Europa madre deben aflojarse. Ni la guerra to, para guardar intactos el porvenir de todos.
justificaría el más pequeño relajo en nuestra informa- Vale por nosotros este Brasil cuya sagesse es la de ser
ci6n de la cultura europea. El viejo mundo tiene otro una patria que ama su tradici6n, pero que ha vuelto
ritmo en su trabajo, otros modos de política cultural. cara al futuro. Las patrias, al igual de los hombres
Debemos excusar muchas torpezas burocráticas a mejores del mundo, son los que han sabido hacer este
esa Europa que nos ha cedido un volumen de cultura maravilloso casamiento de tradici6n y presente, que
y de sangre que no se puede medir ni avaluar en esta- parece imposible y que solamente es difícil de alcan-
dísticas. Europa, incluso ardiendo y con llagas visibles zar. Brasil lo ha logrado.
y odiosas, es nuestro lote natural de experiencia y no
vamos a renegarle por los negocios interrumpidos ni
por la prueba espantosa que ella vive y que ha vivido
y a otras veces. Nuestros países no pueden hacer una
cortadura en la costumbre pr6cer que es su informa-
ci6n de la cultura europea.
Directrices me ha interesado vivamente. Es toda una
revista moderna, dinámica y fina a la vez. Uds. sir-
ven al público medio y al superior y esto vale por una
pedagogía periodística. En una democracia, esta doble
acci6n resulta admirable y revela la lucidez de sus di-
rectores.
He venido a vivir entre Uds. Deseo servirles en el
sentido más puro que tuvo esta palabra "servir" en el
Medio Evo y que volverá a tener en un futuro cristiano.
Desde que dejé Brasil no he aspirado a otra cosa, no
he deseado otra tierra que ésta de Uds. Río de Janeiro
· es la capital moral de la América Latina, por hallarse
174
175
Tuve sorpresas, las más fueron buenas y algunas
INFANTILIDAD DEL AMERICANO
TEXTO RECOGIDO DEL LEGADO INÉDITO DE GABRIELA
Óptimas; tuve discordancias en lo que toca al sentido
MISTRAL, FECHADO EN 1944 POR LAS ALUSIONES A LA de la cultura, porque una formación latina se parece
SEGUNDA GUERRA MUNDIAL. a una segunda sangre, en sus pulsos y su ley y no se
le puede echar atrás. Era lo menos que podía probar
dentro de un pueblo pensado y formado bajo signos
tan contradictorios como los son en el cielo los de
Piscis y Taurus.
Estas impresiones de los estudiantes americanos no La blandura de mi vida en E.E.U.U. la debí, natu-
son frescas ya que arrancaron del año 3o. Sin embar- ralmente, a mis alumnos. El manadero de la alegría,
go, yo me las tengo por actuales, pues la juventud de después de la familia, reside en el oficio, amo y señor
Nueva York que conocí, y que oí llamar con el mote de de nuestro día y patio natural de nuestras potencias.
"futurista'', corresponde exactamente a la actual ge- Diré más de las mujeres que de los hombres, sin
neración, a los dueños de la guerra y de la post-guerra reteñir mucho sus distingos. Así como la educación
y a los autores de la libertad que de ello estamos espe- sudamericana pone un énfasis enorme en separar los
rando día a día. Hojear, revisar, voltear sus imágenes sexos, hasta que lleguen a parecer el uno súper-vege-
es para mí grato y dulcísimo, y me es saludable decla- tal y el otro ultra-zoológico, los americanos parecen
rar que tuve complacencias viviendo entre un pueblo haberse empeñado en desmoronar el muro divisorio
diferente e incluso opuesto al mío, así en las líneas del cal y canto.
físicas como en las espirituales. Fue mi trabajo con aquella juventud extranjera lo que
Los opuestos me levantan un caliente interés; son los me consoló y lo que me afirmó las vigas de vida, que
que se aferran a mi memoria como por una garra metá- yo llevaba a punto del derrumbe, por la pérdida recen-
lica; son como los tejidos de colores fuertes que se me tísima de mi madre; fueron ellos quienes me hicieron
quedan indemnes por años y años en mis baúles de viaje. tolerable el mal invierno, la comida tan forastera al pa-
Sabía muy bien que era toda una aventura ir a en- ladar, y la costumbre, tan lejana como la estrella Sirius.
señar en país sajón, sin llevar el manejo suelto de la Pienso en que, si recibí todo ese bien, es que hay en
lengua y estando hecha de una substancia sudameri- el americano a pesar de sus angulosidades y sus leva-
cana absoluta y acérrima, que nada tiene de aleatoria, duras ásperas, unas anchas virtudes de liberalidad,
·de aceptadora, de fácil. de convivencia aceptadora.
177
La juventud americana de los Colleges, deslumbra al No preveían, no adivinaban franceses, italianos ni
Profesor más o menos latino, cuando se le presentan en iberos que estaba cerca y tanto la hora en la cual Eu-
masa. Aquella Cordillera de salud y de fuerza se parece ropa necesitaría de ese metal humano, de esa valla de
al amanecer en las montañas. El espectador despide carne explosiva, para salvar sus instituciones y el orbe
de golpe cuantos libros h a leído y cuantos comentos entero de su cultura.
oyó sobre la decadencia corporal de género humano a Después de la toma de contacto del Profesor con las
las alturas del 1900, lo cual sería palpable en el cuerpo paradas leoninas de los Colleges viene la· aproxima-
que llevamos, quebrajeado, resobado, y ganado por las ción individual, en el aula, la cual siempre será de-
plagas, la civilización y la fatiga. Aquellos escuadrones licada de manejar por seres antípodas. Pero sabemos
de carne próspera, cortada en lo alto por unos ojos que esta prueba resulta sorprendentemente llana con
masculinos que miran con un coraje de pájaros del el americano. Dicen que el yanqui resulta fácil por ele-
mar o que saludan en una mirada femenina precisa y mental; y alguno asegura que el acceso inmediato del
experta, que no tiene la vaguedad de la nuestra, aquel extraño al alma americana es el mismo de la máquina
bastión corporal rayado, por unos ademanes rápidos que no conoce oposiciones ni rechazos.
y ejecutivos, son sin duda el cartel mayor del e'lan vital Cada cual cuenta a sus guías, cada uno da el testimo-
con que cuenta el mundo a estas horas. nio lateral de los camaradas que le tocaron en suerte;
Por el año 31 tal equipo americano que yo llamaría los míos fueron allí principalmente profesores. Estos
solar, aunque sea tan terrestre, nos parecía u n exceso me parecieron unas curiosas y bellas criaturas que en
de fuerza, un rojo chorro de sensualidad que sobrepa- consecuencia de su oficio y por fuerza de él, adoptaron
saba las necesidades de lo industrial y lo comercial. A la mentalidad y el método que facilitan hasta el último
las gentes latinas, y no realmente greco-romanas, a término la relación gremial y añadamos que la relación
nosotros, desdeñadores de la corporalidad, desnutri- humana tout court. Por otra parte, yo tengo a los maes-
dos por miserias artificiales y voluntariame nte moro- tros americanos como aristocracia moral de la nación;
sos en el ritmo vital, el espectáculo de un desfile de y creo que ellos valen para reemplazar en su patria esa
estudiantes, o la vista de cualquier stadium yanqui, nos clase, allá mínima o inexistente. Hay en esos profesores
daba una impresión de entrenamien to superlativo de el deseo de dejarse deletrear de inmediato, de antici-
trop-plein nacional. (Aquí yo digo nos por solidaridad; parse a la averiguación que deseamos hacer sobre ellos,
realmente a un chileno estas maratones le alegran los de suprimir la espera, y de ofrecerse sin reservas, tal
sentidos marítimos y andinos que son los suyos). como se ofrecen sus rutas al turismo. Saben muy bien
179
que la sencillez es la mejor política hallada hasta hoy pampa abierta. A mis preguntas, en la clase o fuera
para un comercio espiritual, y les fatiga y empalaga el de ella, sobre asunto escolar o no escolar, agradable o
barroquismo de las viejas sociedades europeas, retorci- ingrato de responder, así se refería a defectos ameri-
do y dorado. En mis discípulas mozas de Vassar College canos, mis alumnos me respondían sin escabullir el
y en los alumnos-profesores de mi curso de verano en bulto de la pregunta ni el riesgo de la respuesta. Este
Vermont, había una clara voluntad de dar y recibir la hábito salubérrimo de verdad, en sus diversos grados
confianza y de madurar la amistad, según ·maduran allí y modos, llámese derechura moral, llámese, honesti-
fruta remolona, con una presión doblada del calor. dad, o llámese confianza, crea en la sala de clase una
Como su rascacielos enorme y elemental, el america- holgura gratísima, ahora los rodeos y allana la rela-
no quiere ser visto y entendido de inmediato, de libre ción entre maestros y alumno. Tal situación bastaría
tránsito a su alma y se le pide al colega lo mismo que por sí sola, para crear el éxito en el trueque de las
al consorcio comercial. Anda en esto algo de su prisa, almas que llamamos enseñanza y para dar eficacia a
o anda su lealtad, que él tiene en condición normal y la manipulación íntima que nombramos clase.
cotidiana y no en virtud lujosa. Cuando mi memoria repasa los seis o diez alumnos
Después del resplandor corporal y de la sencillez rasa yanquis que anduvieron más cerca de mí, no me de-
del trato, yo quiero hacer hincapié en la veracidad, en tengo ni en su bella piel con intemperies, ni en el re-
la sinceridad permanente de aquellos alumnos míos. pertorio de azules que me daban los ojos enfrentados
El hombre vascongado nos dejó en Chile el hábito de desde el pupitre; en el regusto de mi recuerdo lo que
una verdad cruda. Los indigenistas solemos decir que yo les gozo es la mirada lealísima que rubricaba cada
las únicas utilidades de la conquista son el cristianis- respuesta, y lo que les paladeo todavía es el sabor tó-
mo y el reemplazo del carácter emboscado del indio nico de nuez de Pará de su lealtad juvenil que es la
por el veraz del soldado español. Recobrar esta fran- virtud que más me convenció y me ganó en ellos.
queza como quien recupera el clima patrio tenía que Otra característica de la enseñanza yanqui me pare-
causarme alegría. ce que sea la voluntad decidida de habilitar y valorizar
Desde la primera hasta mi última clase de Estados al individuo común, aunque ello tenga que cumplirse
Unidos, yo gocé un gran alivio: no me movía dentro con el sacrificio de los niños geniales. Las democra-
de un matorral de intenciones embozadas, sino sobre cias, mientras más genuinas son, más verticalmente
un gran despejo de veracidad, por donde podía cami- protegen al hombre medio que Mr. Wallace ha indica-
·nar sin cuidado, como el que marcha por meseta o do como el que dominará el siglo venidero.
180
Los Estados Unidos estiman a esa masa de ciuda- programa, que por desventura no fue el nuestro sino
danía gris, porque la ven como la red inmensa de los en Sarmiento. No me acuerdo de un solo alumno de
canales de regadío cuya utilidad ellos creen mayor que Barnard College, el colegio más democrático donde
la de los tipos súper-dotados a los que talvez miren enseñé, que pareciese un ángulo muerto del aula o
como unas pocas cascadas lujosas y excesivas. El yan- la oveja negra del curso. El llamado nivel de la cla-
qui es un dem6crata puro, un igualitario de tomo y se resultaba siempre honorable, y no me dej6 nunca
lomo, y ha querido obtener del alumno mediano una desalentada al final de la hora ni me llev6 a la boca el
cosecha tan fértil que equivale al rendimiento que los dejo amargo de la correcci6n de los trabajos escritos
latinos sacamos de un tipo superior. cuando estos resultan deplorables.
Esta voluntad d liberada de valorizar al estudiante Yo no quiero decir con esto que los Estados Uni-
corriente, y hasta el inferior, se hace allí palpable en dos sean una mesocracia, según afirman otros: toda
el repertorio infinito de métodos, de vías, de mali- la llanura levanta aquí y allá grande robles o anchas
cias técnicas, con que ellos ayudan al flaco y excitan encinas; en todo lugar se produce, a Dios gracias, y
al inapetente. La pedagogía, al igual de la agricultu- contra viento y marea, el hombre magistral, el arqui-
ra americana - y Mr. Wallace es un técnico agrícola- tecto de las cosas que y a se crearon y de las que deben
vive inventando teorías y trucos, ideas y andaderas, seguir creándose. Aunque el espécimen superior no
hasta procurar un rendimiento que talvez ningún sea siempre advertido y no parezca nunca mimado
pueblo haya alcanzado nunca del niño y de la tierra por la democracia americana, por aquello de los peces
pobres. Como alguien que rastrease y hurgase en to- y las medidas comunes, se salvará porque nadie ataja
das las materias terrestres para arrancar de ellas las jamás la explosi6n de las capacidades o los caracteres
sales calcáreas, el humus y las cenizas dobladoras de volcánicos y la calidad magistral es a medias telúrica
las cosechas, la escuela americana ensaya y adopta y plut6nica.
los métodos que le valgan para esta dominante y casi En todo caso, es curioso observar c6mo los hombres
excluyente finalidad. Por exagerada y pintoresca que representativos de los Estados Unidos que el mundo
suele parecer su empresa, hay que declarar esto: ella les da por símbolos, no corresponden a la llanura y
logra bastante, promoviendo al alumno medio des- nada tiene de mesocracia. Las letras mayúsculas que
de una parda suficiencia a una decorosa capacidad y siguen constituyendo el índice americano se llaman
aun cierto brillo. Debemos celebrar el fondo de éti- Lincoln, Washington, Edison, Poe, Emerson, Whit-
ca profesional y de impulso generoso palpables en tal man y Thoreau. A ninguno de ellos podemos meterlo
183
en el cubo del hombre estándar que el americano ac- ella nos ofrece en ésta uno de los ejemplos del Norte
tual escoge, talvez por política electoral como bandera. que son viables para el Sur, precisamente porque aquí
Ellos son geniales por el intelecto o por la volición, y se trata más que de una empresa racial o política de
traen el rango estampado sobre sus potencias. una faena cristiana que ellos cumplieron a tiempo y
Pero la originalidad del genio americano, consiste que nosotros retardamos y dejamos empolvarse junto
en que l a' d1nl d o e e su " anstos
" " ,l a reves
' d l "e " " anstos con los Evangelios venidos en las carabelas de España.
griego, romano, inglés o español, consiste en que los Los Evangelios vinieron a bordo de las segundas cara-
altos limos que se desprenden de sus alturas geniales belas, vinieron pero ellos talvez no llegaron: pues ni se
se gastaron siempre en servir a su opuesto, a la multi- les repartió como el pan, ni se les puso en las manos
tud desvalida de contorno, a la masa que siempre será ni se les injertó en el tuétano criollo.
débil por inorgánica y porque vive sobre el peligro de Se dan los juicios más dispares sobre la rebosada sa-
su pulverización. tisfacción de sí mismo que habría en el norteamerica-
Talvez el tipo de la inteligencia menos ebria de su no. A los hispanoamericanos, se nos haría tirarles la
excelencia sea la que representan Thoreau y Whitman primera piedra porque nuestros abuelos se hallan cla-
en lo literario, Edison e.n lo científico y el santo Abe, el sificados entre los más soberbios habidos y por haber.
bueno de Lincoln, en lo político. Los maestros, además, sentimos una viva repugnan-
La función de genio en estos seis hombres claves me cia por las seudo-molestias nacionales e individuales.
parece diferir bastante de la inteligencia europea, cuya Yo, por mi parte, prefiero a la mentirijilla de la humil-
línea de oro corre en un zig-zag que va de la liberali- dad una auténtica dignidad o un sano amor propio.
dad al prócer ensimismamiento y de la paganía rumbo La escalera larga del orgullo tiene su primer pelda-
unas pocas islas de inteligencia generosa, es decir, cris- ño en la propia estimación, pasa de ahí a un conten-
tiana, o republicana. tamiento y a más paladeado de nosotros; se empina
La tradición americana a que me refiero sigue co- después hasta cierta vanidad, sigue con la soberbia y
rriendo viva por el presente, rectificando como el Mis- remata con el orgullo.
sissippi a sus niveles contrastados de las clases socia- Yo sé que los doctos no harían esta escalera de gra-
les, y rehaciendo las instituciones sin cataclismo ni dos verticales, sino unos cuantos compartimientos o
matanza. Ella podría talvez expresarse así: la elite debe gavetas diversas para alojar estos achaques del alma;
gobernar, enseñar, y convencer con un espíritu de mi- pero no tenemos tiempo de adentrarnos por estos
sión y dando testimonio vivo de esa misión. Creo que intríngulis.
Querría decir solamente que mis muchachas yan- tan gárrulo como el nuestro, siendo el magíster una
quis me parecieron amorpropiosas, nada orgullosas y fuente destapada y abundantísima, no deberá nunca
nunca soberbias. La propia estimación que les vi, se las cogérsenos el chorro oral sino esperar los semillones
hallé salubre, útil y justa. Aquel estudiantado, lo mis- que lleva de arrastre y nada más que esos núcleos.
mo que la masa obrera y los empleados yanquis trabaja Pero por vicio de escrúpulo, por exageración de celo,
en serio, y a veces con dureza. No hay como trabajar el colegial americano resulta un recogedor tremendo
así, rudamente para sobreestimar lo que se hace y exi- de notas. Y por esta misma fidelidad él trabajará un
gir a los maestros la consideración del esfuerzo y las tercio de noche en sus mazos de información acep-
buenas calificaciones. tándolo todo, sin espíritu crítico, porque desconfía de
Cuando llamo amorpropiosas a mis alumnas, indico su juicio personal y sobreestima al Maestro hasta el
cierta satisfacción y un decoro subido del propio tra- punto de aceptarle entero el rodado de piedra de los
bajo que, como las especias en la comida, yo tengo por datos áridos y sueltos; más le fatigan que lo nutren
útiles pues sirven de acicate a la voluntad o al paladar. por su falta de unidad vertebrada.
Los criollos que suelen envidiar los altos salarios o Mucho más tarde este alumno se libertará de apun-
los ascensos descomunales en los empleos yanquis, tes, de textos, de todo, y se descargará por quedar en
poco saben del trabajo especializado, recio y tiránico sí mismo; pero sólo en el día de la liberación, de justa
que se paga con esos salarios y esas promociones. En venganza y de buena hoguera, se abrirá su mayoría de
nuestros pueblos, la jornada es larga, pero blanda y edad intelectual.
aun lánguida, y las promociones suelen venir de indus- Los latinos concedemos poca sensibilidad al ameri-
trias o malicias político electorales. La muchacha de cano, pero yo vi ser a mis alumnas harto sensibles a
Barnard College, tanto como la millonaria de Vassar las observaciones mías y a las notas bajas. Tengo esto
College, no piensa en hacer chacota con la clase o con por un bello pundonor que no espejea de vanidad. El
los "deberes", porque no se le ocurre burlarse de sí mis- que a unas hijas patentadas se les apague la sonrisa y
ma y quemar sus dineros en vano pues bastante cara se les quiebre la voz, al mirar una calificación chata,
es la enseñanza en E.E.U.U. es una cosa que me complace como signo de conscien-
En lo que se refiere a su atención a las clases y al res- cia escolar y de consciencia a secas.
peto hacia el Profesor, el alumno va hasta demasiado Me parece útil comentar ahora el rótulo de infanti-
lejos. Por ejemplo, él registra, anota o escribe cuanto lidad que lleva el americano, sea mozo o viejo. Euro-
· escucha, y todos sabemos que tratándose de un oficio peos, asiáticos o criollos coincidimos en la sorpresa de
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que un pueblo de técnicos, de bolsistas, de mecánicos DIFERENCIASY CONCORDANCIASENTRE
y de industriales lleva en el rostro, en el habla y en la ESTADOS UNIDOS Y LA AMÉRICA ESPAÑOLA
vida familiar una hebra rezagada de leche materna. TEXTO INÉDITO ESCRITO PROBABLEMENTE EN 1 9 4 2
El tono con que nosotros decimos la "infantil" apli- MIENTRAS ES CÓNSUL EN B R A S I L . 5
cándolo al yanqui muda bastante de una a otra boca.
En la de un japonés el apelativo lleva cierto ácido de
limón; en la de los franceses, el tono es zumbón, en-
tre nosotros, él se balancea entre la broma y la burla.
Aquello no es malo, pero es bobo, decimos. Me pide el señor Herring tratar sobre "el recelo
Yo no comprendo que el latino le regale al sajón toda histórico de la América Española hacia los Estados
la infancia, que es un tesoro y que alardee y se quede Unidos", y sobre "la lucha entre la democracia y la
complacido y vaciado de ella. El francés quizás la haya feudalidad en Chile" y me indica que lo haga con
licenciado; el español puede haberla quemado en su rasa sinceridad. No es posible desarrollar de modo
calentura pasional; pero el italiano y el mestizo de la decoroso en cinco páginas el tema de " l a lucha en-
América todavía la llevamos aunque no la alimente- tre feudalidad y democracia en Chile". Aun los países
mos con amor y precisamente las raspaduras de infan- pequeños de la América pacífica resultan complejos,
cia que les quedan entre los dedos, como los grumos de por ser bastante compleja también el alma española
miel en la caldera del trapiche. de unos y la indo-española de otros. Cuando decimos
"feudalidad" empleamos una palabra inválida para
lo español, pues España no vivió nunca un verdadero
feudalismo europeo. La feudalidad criolla toma entre
nosotros las formas más curiosas: un patriarcalismo
doble, castellano y oriental, dejos de las misiones pa-
raguayas, las cuales a su vez contienen influencias del
Imperio Incásico, etc ...
Y a pesar de que la palabra "feudalismo" conviene a
Chile en lo que respecta a gran parte del campo, ella
es absolutamente inadecuada para referirse al resto
del país, es decir, a la mitad de la chilenidad.
188
Nosotros, los sudamericanos, seguramente lanza- mente o bien las vimos y hemos echado sobre ello una
mos inadecuadamente a los sociólogos sajones en un bocanada de gas cegador, a fin de que no inquietase o
laberinto cuando ellos necesitan clasificar las cosas de perturbase los buenos negocios panamericanos.
nuestra costumbre política y hasta familiar... Sólo al irrumpir el racismo de Hitler como un volcán
Mayor embarazo resulta al intentar una enumera- de fuego y fango, hemos venido a realizar que cargába-
ción de las causas madres que obran en el conflicto mos un veneno suficiente para dañar nuestro futuro
de las dos Américas. Nuestros choques más explícitos entero. Nadie puede negar - y el gran Boas se lo sabe
y resonantes son los que llaman político-económicos. harto bien- que el norteamericano y el criollo blanco
Tratar de ellos no es cosa de mujer criolla. Prefiero de- del Sur, han sustentado, sin necesidad de hacer po-
cir algo sobre lo que para mí es el nudo gordiano de lémica (porque no se polemiza sobre lo radicalmente
nuestra disidencia: la sangre y la cultura violentamen- aceptado) el concepto de que el indio y el mestizo car-
te opuestas de las dos masas continentales. No he que- gado de indio, son gentes esencialmente inferiores y
rido disminuir el volumen de estas dos oposiciones; cuando menos problemáticamente capaces de recibir
huyo expresamente halagar al optimismo norteame- y asimilar culturas.
ricano y prefiero presentar, tal como la veo, la dura En esto sí los blancos-'del Norte y los del Sur han
faena de juntar y soldar los dos tremendos metales estado expresa y tácitamente de acuerdo. (Las excep-
contrarios. ciones nobles sólo vocean la ley general). La viborilla
La verdad cabal me pareció siempre amarga y tó- racista vivía entre ellos a toda holgura, aunque no sil-
nica como la quina y la verdad a medias la considero base ni diese salto todavía ... Si alguien - u n teólogo o
desleal. un filósofo- hubiese dicho que las filtraciones de Go-
Contraste de razas: la diferencia que obra más fuer- bineau o Chamberlain podrían hacer pedazos el Con-
temente impidiendo la unión entrañable de las dos tinente, se hubiesen reído. Pero vino la explosión del
Américas es la de los tipos raciales, por más que así tumor europeo, vino -para bien nuestro- el escándalo
los del Norte como los del Sur eviten mencionarla en racista, lanzado por un dróle defranfais, por un inglés
cuanto a obstáculo fatal y eviten todavía más decla- germanizado y por un matador de judíos, y entonces
rarla como la primera de las razones de nuestra corta- el racista en gestación de las Américas supo de un
dura. La superstición racial, la idolatría de la piel, esta golpe, con sólo mirar, hacia los campos de batalla, lo
gran paganía y esta mala acción colectiva, sobre las que trae consigo la simple afirmación de "los derechos
cuales estábamos viviendo, no las vimos antes clara- de Jafet sobre Sem".
Muchas veces he pensado en la cura providencial haya para los economistas dos hambres, la del blanco,
del cáncer oculto que nos trae, a nosotros americanos, que se allana en seguida, y la del indio que "tiene
el rasgón brusco del armiño alemán, al dejar la podre- espera", y no haya para los Ministerios de Educación
dura racista en plena luz. dos analfabetismos, el del blanco que los urge y los
Saber no siempre es mucho y arrepentirse mental- pone a alfabetizar verticalmente las ciudades y el del
mente tampoco. Los teólogos hacen hincapié en que aborigen "que existió siempre y produce felicidad".
la conducta rectificadora siga a la contrición de inme- Bueno será que el norteamericano sepa por algunas
diato. Razón sobrada tienen. bocas veraces que no temen destruir ilusiones esta
En pasando la guerra, sobre los rescoldos mismos realidad de cantos cuadrados: no hay soluciones de
de la catástrofe, bien podemos comenzar el mea. culpa. y los problemas sudamericanos si se buscan al margen
la ancha enmienda. La América inglesa y la española del indio y se las logra dejando a éste desnudo y sin
tienen que ponerse a cumplir, a grandes braceos de tierra ni alfabeto. Trabajar socialmente de esta mane-
acción, el trabajo sutil de extirpar el pre-gobinismo de ra es tan doloso como necio, es tirar dineros al mar o
los negreros y los conquistadores; de lavar con sodas hacer el juego del Diablo: es decir postergar solamente
cáusticas la denigración echada sobre el indio y el des- la caída al Infierno ...
dén arrojado sobre el africano. Estas miserias no sólo Contraste de Culturas: la segunda diferencia que
separan las dos Américas sino a los habitantes de cada nos separa tal vez sea la diferencia de culturas. Ella no
una de nuestras patrias dentro del territorio. es un mal en sí. Los franceses han vivido estudiando
U n a cosa es "declarar" sobre las escrituras cons- las culturas opuestas y ejerciendo una misión de uni-
titucionales la "igualdad" política o social de esas . versalismo por medio de sus especialistas aplicados
razas y otra es inundarse la consciencia de esta igual- al Oriente, a los pueblos indígenas de la América, etc.
dad hasta sumergir las islas de malicia que perma- U n a de las virtudes más profundas de Francia era el
necen allí enteras, burlándose de constituciones y de usar su lengua difundidísima en traducir el espíritu
credos religiosos. de los pueblos desconocidos para hacerlos amar.
Mucha paz, mucha concordia real y mucho decoro El mal de la diferencia de culturas de nuestro
nacerán sobre este Continente el día en que no se ha- Continente reside en que el norteamericano común,
blen en él dos lenguas jurídicas, y no sea viva la doble el hombre medio, la criatura más importante en las
consciencia civil que mancha a la cristiandad católica democracias, no concede el rango de culto al hom-
y a la protestante de las Américas; el día en que no bre común de la América del Sur. Este grave hecho
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no arranca de maldad alguna, viene de que ese hom- tres hombres latinos no se sienten plebes, a pesar de
bre al decir "cultura" piensa en "civilización ": para él su hambruna, porque saben que la vida que viven no
un pueblo es culto cuando posee industrias, cuando está lejos de la que vivían sus abuelos griegos, come-
sus ciudades tienen servicios de higiene y cuando el dores de un puñado de aceitunas, de otro de pasas y
ciudadano que las habita no vive en pobreza y menos de otro de higos.
en m1sena. El sudamericano comienza a tomar en serio la higie-
La posibilidad de que puedan existir lado a lado cul- nización de las ciudades; mejora de año en año su via-
tura y vida medieval, cultura y mala habitación, cul- bilidad, forzado por intereses económicos, y aumenta
tura y mal comer, no asoma a su entendimien to. Así sus escuelas; pero nunca tal vez él hará la aleación,
como el europeo pide a las naciones cultas de su Con- tan racional para el norteamericano, de cultura y bue-
tinente un equipo de latinistas y de helenistas, de físi- nos negocios.
cos y biólogos, para llamarlas "occidentales ", el ameri- Yo sé que es asunto serio en hermanos o asociados
cano medio exige tácitamente de estas gentes criollas tener un sentido de la vida tan diverso como un ani-
del Sur una vida que comienza en el baño de porcela- mal de una planta. Así y todo, el americano del Norte
na, pase a la buena mesa y al servicio médico y acabe puede consolarse, sabiendo que en la última genera-
en el automóvil. La demanda es mucho menor que la ción criolla y a se ven muchas señales de americaniza-
del occidental, pero aplicada a unos pueblos pob.res, ción. Por ejemplo, en lo que se refiere a la idea de una
viene a resultar desmedida. E ingenua, además, pues felicidad asentada en los halagos de la materia más
confunde el nivel de la cultura con el de los salarios. que en los filos rigurosos del Espíritu.
Por su parte, el sudamericano culto ha recibido y El divorcio de las dos líneas de la cultura que he con-
mantiene tercamente el viejo concepto de cultura del tado es un mal de bulto; pero no es un mal de morir.
hombre mediterráneo. El criollo es un hijo del viejo Hasta los más fantásticos amigos de una formación
español que nunca casó la riqueza con la ciencia. El clásica en estos pueblos latinos, deseamos que ven-
italiano, de la campiña estima bastante l a buena casa ga a contra-balancearla una formación científica que
y el buen comer, pero jamás haría la junción cultura y los Estados Unidos saben dar y darán a una porción
"confort". El descendiente de la raza portuguesa, fina de nuestra juventud. Nuestras Universidades criollas
y ultra-pobre, tampoco opera con estas palabras como hasta hoy no "hacen ciencia" ni la del tipo de investi-
con c1ºfras que se correspon den: "prospenºd a d" y "sa- gación pura, que dicen estimar ni la utilería que según
biduría'', o "humanidad es" y "economía en auge". Los ellas es preferida por los Estados Unidos. El vacío de
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la América Latina en lo que toca a la vida científica re- del siciliano para que yo se la atribuya, a pesar de sus
sulta inmenso y desconcertante. La corrección vendrá pantalones desastrados y de su cabello sin peine.
con pasos lentos, vendrá porque operaciones de esta (Yo le pediría a los yanquis turistas que cuando oyen
índole jamás se consumaron al galope. hablar a un indio mexicano o un español de Puerto
Pediríamos a los profesores norteamericanos, mien- Rico, se diesen cuenta del tesoro acumulado de raza y
tras eso llega, que al enseñar a sus alumnos el valor de lengua que salta de estos dos "rezagados", apenas
intelectual y material de la civilización adoptada por ellos hablan).
Estados Unidos les enseñen también lo que se llamó Quise saber de mi inglés cuál era el signo verbal que
"cultura'' hasta hace tres siglos, o sea un producto fa- le hacía reconocer al griego bajo siciliano de cabellos
buloso y mixto, salido de pueblos, orientales y medite- apelmazados. Él me dijo más o menos:
rráneos. Expliquen ellos a sus muchachos de high-school "Si el isleño habla de las cosas como comer, o de la
-que serán el hombre medio de mañana en Estados muerte de sus hijos, o de la tempestad que le desman-
Unidos- cómo esas gentes morenas no valorizaron ni teló la barca, él piensa y siente los alimentos, la muer-
valorizan hoy todavía la riqueza productora de la feli- te y la tormenta casi lo mismo que los sintió Homero.
cidad y cómo el pensar así no hizo infelices ni a griegos Aunque su frase sea corta, ella es substancial, su decir
n1 a romanos. es menos solemne que el de Eneas, pero es tan her-
Quiero poner aquí una preciosa conversación que moso como el suyo. El noruego me daría en el mejor
siempre cuento por la experiencia preciosa que e cie- de los casos una fotografía de lo que pasó; el hombre
rra. Un inglés de los más finos que pueden encontrar- con tres o cuatro mil años, al hablar sobre su cena o
se entre los que ruedan de mundo, me decía una vez, sobre el mar, me da lo exterior y lo íntimo del mundo
hablándome de las islas griegas e italianas: "Oxford lo mismo fue Lucrecio".
me sirvió para hacer el distingo radical entre cultura y Digo sin ningún énfasis, digo como vieja maestra
civilización. Yo no soy un humanista, pero en cuanto que algo sabe del lenguaje y de lo que él lleva en la
oigo hablar a un pescador siciliano y ·a un pescador entraña, que el indio y el viejo español, son, todavía,
noruego, yo sé de golpe cuál es el que debe de haber una brizna viva de su Nezahualcoyotl, poeta y filósofo
aprendido y cuál es el que sabe de haber heredado". o una de su Alfonso el Sabio.
El primero puede olvidar lo que le da su buena es- Lucha entre la democracia y la feudalidad en Chile:
cuela primaria; el otro no puede perder lo que acarreó se h a dicho muchas veces que Chile es, como la región
hacia él su sangre. Ha de ser muy fuerte la sabiduría vasca de España, un país de temperamento autorita-
197
rio y de ideales democráticos, por algo la mayor parte de Europa, excepto la Francia realista y distribuidora
de su sangre le viene de Vasconia. de la riqueza.
El chileno de 1850, la vieja oligarquía, repugnó la Y como los pueblos son mucho más pesados de lo
dictadura en una época que esta cubría la Améri- que se dice para comprender sus derechos y hacerlos
ca del Sur. Creía cerradamente que l a legalidad es el valer, la chilenidad perdió cuarenta o más años en
decoro máximo de un régimen y no se convenció, a aprender que ella era una república honorable, pero no
pesar del pésimo ejemplo continental, de que "los una democracia real.
pueblos nuevos" deban hacer un largo kindergarten, a ¿Cómo iba a ser democracia un país dividido en cla-
la sombra del sable. Mirada aisladamente, la oligar- ses y parecido a un Ejército en el cual se pasase del
quía chilena, dueña del país como el patriarca de Estado Mayor a la tropa, suprimiendo la oficialidad,
la prole, provoca asombro hasta la irritación; pero es decir, la clase media?
ubicada en la América criolla de 1850, ella se explica Y ocurría precisamente que hacia 1.910 la "oficiali-
y aún se vindica; fue la formadora de la nacionalidad dad" tenía y a la misma·preparación técnica que el Es-
y más evolutiva que la misma clase en México o el tado Mayor, pues la educación pública dada por los
Perú. Sin embargo, füe menos vidente que la oligar- dirigentes había ido creando una clase profesional ca-
quía argentina, la cual se puso mucho antes que su paz de competencia. La aristocracia gobernante no se
vecina a eliminar de la nación los sedimentos colo- daba cuenta de este elemento salido de la Universidad
niales y a crear el bienestar común. y los liceos, y lo abandonaba a la misma suerte que a
La casta organizadora de Chile se creyó a sí misma su inquilinaje, es decir, al salario mínimo, a la habita-
una democracia por cuanto su legislación no atajaba ción infeliz y a cierta depresión social.
ni reñía al paso de la clase media hacia los cargos di- La Presidencia de D. Arturo Alessandri significó, en
rectivos de la administración. Los tiempos eran muy la laguna de nuestra pereza mental de criollos, la caí-
dados a lo formal y a lo verbal y era fácil convencer a da de la piedra que remueve y alborota las aguas bú-
la masa, y en todo caso aplacarla, con l a igualdad es- dicas. Su Gobierno significa la promoción de la clase
tablecida en los textos constitucionales. Así es como media, especialmente la profesional, y una legislación
la chilenidad creyó en que "democracia política" era obrera valentísima para esos años.
lo mismo que "democracia económica". Una segunda ráfaga de creación y realización, repu-
No solamente la América española vivía esta simu- blicanas, atravesó el territorio, recordando al pueblo
lación democrática, sino también los países latinos la administración de Balmaceda, el primer político
1.9.9
que puso la azada sobre el colonialismo chileno. El grandes obras públicas se levantaron para que su bul-
movimiento renovador de la legislación valía por el del to hiciese olvidar la constitucionalidad derrumbada.
Uruguay y abarcaba casi todo: salubridad, crédito po- El triste período dejó algunas cosas que le valie-
pular, edificación escolar y colaboración inter-ameri- sen como descargo: al caer en la falencia económica,
cana en lo político y lo económico. La feudalidad rural la dictadura forzó al país a crear varias industrias
fue también considerada y algunas leyes se dictaron a nuevas, pues no había en las arcas vaciadas ni vie-
favor de la pequeña propiedad rural; pero no corregida, jas libras ni frescos dólares con que pagar mercancías
no hay roca andina más pesada de remover en la Amé- extranjeras; fue poblada la zona baldía del Aysén y
rica criolla que la vida campesina de índole medieval. el Gobierno provisorio del Sr. Carlos Dávila tuvo el
En realidad fue la pequeña burguesía quien se apro- coraje de hacer un reparto de tierras por la mano de
vechó de esa administración inteligente y moderna; su Ministro de Agricultura, Matte Hurtado, hombre
ella fue "la gran lista'' en desplazar a la aristocracia de con vistas hacia el futuro.
los altos cargos de la administración y en enseñar al La vieja aristocracia católica tanto como la masone-
pueblo su fuerza ciudadana, si él acababa con el cobre- ría se dividieron y la mitad de ambas dio su precioso
cho; su suicidio electoral de las masas. apoyo a la dictadura que voceaba el consabido "orden"
Las clases promovidas, es decir, agitadas, no se que- ofrecido por los "cuartelazos" y aseguraba conservar
dan en el punto del ascenso que les dan y la clase media algunas situaciones oficiales. Dos partidos de rótulo
urbana exigió más de su líder. El Presidente Alessandri popular y hasta una plaza de intelectuales contribu-
hizo - o pareció hacer- un viraje hacia las derechas. yeron a prestigiar la contra-república del General.
Su popularidad bajó bruscamente; sus leyes sociales Había sido un fenómeno hasta entonces aquel me-
habían desequilibrado el presupuesto de la Nación y el nudo país austral no mordido por la tarántula militar
Coronel Ibáñez, que era Ministro de Guerra, aprovechó y debía conocer entero el proceso violento de la in-
del descontento para dar al régimen la clásica puñala- fección y la lentitud penosa del recobramiento. Pero
da, que en nada se parecía a la de Brutus ... esa patria contaba cien años de vida constitucional y
La dictadura militar duró bastante, gracias a la eli- cuatrocientos de una sabiduría hecha de honradez y
minación de sus enemigos: algunos aristócratas libera- cordura. Chile se salvó, llamando, con una bella leal-
les y demócratas pundonorosos. tad a su Presidente legítimo, desterrado en Francia.
El Coronel trajo un cartel populista parecido al del El segundo período de la presidencia de Alessandri
nazismo actual. Según la malicia del modelo fascista, y los dos años de su malogrado sucesor el Presidente
200 201
Aguirre Cerda, reafirmaron la situación de clase me- el país-granja que llamamos Dinamarca, y en escribir
dia, aunque con los métodos diversos que correspon- un libro de primer orden sobre la "Cuestión Agraria".
dían a los temperamentos diferentes de los dos gran- Pero su clase, su partido y ciertos aliados electora-
des demócratas. les, lo cercaron con un cinto de ahogo y lo urgieron
Pero esta pequeña burguesía, este vaso comunicante para que atendiese antes que todo a sus problemas
destinado a crear un nivel más o menos aproximado menudos y vulgares. Y así fue como la chilenidad vio
de las clases, parece no haber comprendido la ope- a su Presidente enfermo ser devorado por una marea
ración de física que tuvo su razón de ser. El pueblo, de "asuntos políticos y de administración" que eran
su primo-hermano, de donde ella h a salido, siguió nada más que la batalla púnica por los empleos públi-
viviendo una miseria casi igual. He convivido cuatro cos. Los dos breves años de su Gobierno no lo dejaron
clases medias latinas: la francesa, la italiana, la espa- liquidar nuestra tragedia real. El campo sigue siendo
ñola y la portuguesa, sin ver en ellas una malicia tan bárbaro no en su aspecto, sino en su abandono.
hábil para usar en su ventaja el caudal de los dineros Tal estado no se justifica con la famosa "invalidez
públicos y postergar el problema del campesinado. del propietario y del campesino criollos". El terrate-
El poder electoral de ese Estado llano le vino en niente en pocos años h a adquirido técnicas y el tra-
buena parte de las masas obreras y campesinas; ella bajador rural bien dirigido vale por el italiano y el
sola no habría podido vencer en las elecciones del Sr. español. El centro de Chile es un vergel celosamente
Alessandri ni del Sr. Aguirre. Ha ganado la batalla cuidado y hasta mimado y la competencia que la fru-
pero lo que ven mirando hacia Chile los ojos no em- t a chilena sostiene en la Argentina y en Estados Uni-
botados por el hábito y por los intereses, es todavía dos prueba de sobra las capacidades de hacendado y
el mismo pueblo rural en una miseria parecida a la peón.
polaca o la búlgara. Sin embargo, en las regiones apartadas no comienza
D. Pedro Aguirre pudo ser el Presidente de los labra- aún la desfeudalización y los patronos no se deciden
dores: él se crió en el campo y seguía sintiéndose "el a reducir sus lucros en beneficio del salario rural, de
hombre de Pocuro" porque la ciudad no le quemó la la construcción de casas para el inquilinaje y de los
semilla de la infancia. Él pudo ser el organizador del servicios sociales, más necesarios en el campo que en
agro chileno, que es culto sólo en el plexo solar del las ciudades.
centro. Su destierro en Europa lo había empleado en La creación de un agro civilizado es la faena de los
estudiar la maravilla botánica de la llanura francesa y dueños de la tierra; pero la del Estado tal vez sea la de
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recordar que un pequeño territorio, tarde o temprano, bajar acordados y juntos en la lucha anti-totalitaria
tiende a la pequeña propiedad, la reclama y en una es neta, rotunda y urgente.
democracia debe conseguirla. Ni cultura humanística ni civilización de tipo uti-
La administración de Ríos está indicada por varios litario; ni tradicionalismos ni socialismos, nada que
signos para realizar de una vez por todas una reforma represente un pasado noble ni un futuro justiciero, es
agraria que, salida de manos radicales se envenenaría dable vivirlos bajo el régimen totalitario.
de extremismos y que, salida de manos, reaccionarias La América criolla fue ofendida y desafiada desde
tal vez resultaría manca. el día en que los alemanes lanzaron a millares el libro
El nuevo mandatario h a sido político toda su vida: más anti-sudamericano que exista: Mi lucha.. La nega-
ha visto que las causas de desprestigio en las demo- ción del mestizo que puebla la mitad de la América,
cracias criollas son el desorden, la corrupción admi- no se había hecho nunca con una soberbia y una ig-
nistrativa y la mediocridad que no produce creacio- norancia tales y el pueblo que ha vuelto esa obra su
nes. Él deja a los partidos políticos algo así como Escritura Sacra ha subrayado expresamente la injuria,
una función de inspiradores y les rehúsa el de dis- lanzada por su jefe a los pueblos mezclados.
tribuidores del presupuesto nacional. Quiere el Sr. Nos separan unos abismos que se parecen a los des-
Ríos rehacer una economía agotada y hacerlo por dos filaderos andinos. Pero el volumen de la tragedia que
vías: honestidad de la administración pública y un cae sobre nosotros es muchísimo mayor que esos abis-
esfuerzo máximo industrial y agrícola que él exige de mos cordilleranos. Tal vez sólo una desgracia como la
la nación entera. presente pueda llenar el hondón y, de reboso, dejarlo
Y sab , por ser un propietario rural, que el suman- habilitado como ruta para que, pasada la guerra, ca-
do más estable de la riqueza nacional no lo pone la minemos los del Sur hacia el Norte y los del Norte
salitrera y a un poco mitológica, ni l a industria, por hacia el Sur.
muy bello que sea nuestro auge industrial, nacido Es muy probable que pasada la guerra, y a no quera-
sólo ayer, sino que lo pondrá al campo chileno cuan- mos ni podamos desvincularnos más.
do arranquemos a éste la última costra de feudali- La acción a fondo realizada en este año para cono-
dad hispana y de primitivismo indígena. cernos en los aspectos más diversos, desde los nego-
Volviendo a la colaboración ínter-americana, quie- cios hasta el intercambio espiritual, no lo vamos a
ro añadir que no estamos ahora en un momento de interrumpir malgastando así las creaciones y las ex-
optar entre un "sí" y un "no". La obligación de tra- periencias que se están logrando semana a semana.
205
Es muy hermosa una labor de salvataje como la que PALABRAS DEL 14 DE ABRIL
hacemos y son muy viriles las marchas forzadas que BRASIL, 1.943.6
realizan los Estados Unidos; pero será todavía mejor la
continuación de la empresa en el mismo ritmo al venir
la normalidad.
Dicen los hortelanos que la arboleda sacudida por la
tempestad produce, por la agitación de la savia en las Una vez más vivimos el Día Panamericano bajo la guerra.
ramas, unos frutos mayores sazonados. Y la tormenta El primer recuerdo sea hoy para las madres america-
mayor de la historia ha pasado sobre los maizales de nas y canadienses. Su corazón sobrelleva la guerra tanto
México y sobre la foresta de Brasil. como los generales. La terrible contienda pesa sobre las
madres con una gravedad que ninguna mecánica puede
registrar en sus balanzas, pero aunque la tragedia tenga
dentro del puño sus corazones, no hay ninguna onda at-
mosférica que pueda darnos el tumbo de sus pulsos: ser
inaudible es la categoría de lo divino y de lo material. Sa-
bed, valerosas madres americanas y canadienses, que las
mujeres del Sur os tenemos en nuestra conversación y en
nuestra oración nocturna, y que no nos ensordecen para
vosotras ni el ancho espacio ni la raza diferente; sabed
que en estos años llenos a la vez de horror visible y de
milagros inefables, nosotras nos sentimos no solamente
vuestras hermanas sino también vuestras deudoras. Y es
que, los nietos del emigrado mediterráneo os deben a los
combatientes que defienden un derecho, una religión y
una costumbre latinos.
El segundo recuerdo de este día vaya hacia la moce-
dad yanqui-canadiense, que hace nuestra pelea en el
desierto. Las filas americanas las forma realmente el
cogollo de esas dos juventudes, lo constituye una se-
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lección rigurosa de cuerpos y de inteligencias, una mo- Hay un hombre de esta hora que toma y retiene to-
cedad cernida en cedazos que dejan pasar solamente lo das las almas libres: es el soldado de la libertad. Es él
óptimo de la carne y de la capacidad. Estados Unidos y el dueño natural de cuanto produce el sobrehaz de la
Canadá han arrancado de sí en esos mozos un jirón de América; él tiene los derechos y tiene los privilegios.
su presente y de su futuro, para echarlo al medio del Sean suyas la flor del trigo, el copo más caliente de
infierno europeo aunque ninguna culpa tengáis en la lana y la venda más dulce de los hospitales.
espantosa matanza. En este mismo día, Brasil, el adelantado, recuenta
(El viejo griego supo muy bien que la víctima del holo- de aldea en aldea su mejor metal de juventud; rea-
causto tiene que ser inocente para salvarse). liza la dura operación que vosotros americanos, y a
El Sur mira, reconoce y agradece. Habéis escogido no hicisteis; convoca, escoge y junta la gavilla humana
sólo una juventud, sino aquella que tiene su e1an entero, de su propio rescate. Brasil quiere pagar el misterioso
el pundonor despierto y la voluntad de sacrificio cabal. diezmo de sangre que cada veinte o cincuenta años
La Historia es absoluta como el viejo Jehová y en sus vuelven a entregar los pueblos por su libertad. El man-
trances mayores no se satisface con los ganados y las datario brasileño lanzó a los suyos la voz de combatir,
presas de Abraham; le pide el hijo y únicamente el hijo. con la convicción dolorida de los varones pacíficos
La gente del Sur agradece vuestra dádiva de sangre y que, a su pesar, debieron vivir el mismo trance. La
sabe muy bien que cada hora que pasa nos hace más deu- paz es el Acta de nacimiento de esta Patria; en la paz
dores de vosotros y nos presiona con una presión que no vino al mundo el Brasil y sus facciones espirituales
viene de vuestro brazo sino de nuestra propia conciencia. -derecho, filosofía, literatura- están permeadas de
El marino sabe que se juega la suerte de su costa; el esencias de paz, como el naranjo de Bahía tiene sus
minero entiende que el Dragón folclórico tiene el ojo miembros saturados de olor, de raíz y fruto.
puesto en el metal de que come su pueblo, los maes- En meses más, y a lo sabemos por la prensa, una le-
tros no quieren enseñar un contra-decálogo ni un gión de voluntarios del Pacífico, comenzando por mi
anti-Evangelio y los escritores declaramos sin embozo gente chilena, seguirá a los convoyes brasileños, por
no aceptar el herodismo totalitario, porque peor que el único camino de esta hora, por el solo rumbo que
Herodes, él mata las obras antes de que nazcan. marcan hoy las brújulas leales.
Cómo no van a haber, pues, soldados para un frente Existe una línea triple (terrestre, líquida, aérea) que
que es el de la fe y la razón y para una causa que es el mis- llamamos "el frente aliado" y que, para honra nues-
mo tiempo de la inteligencia y del raso sentido común. tra, corre a lo largo del Mediterráneo, mar de la cul-
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tura, la belleza y el heroísmo. En esa frente se han de CHARLA CON GABRIELA MISTRAL SOBRE LA
juntar muy pronto los hijos de las tres Américas. RUPTURA DE CHILE CON EL EJE
Cuando distingamos desde esta costa las banderas D I A R I O CORREIO DA M A N H A . BRASIL, 1943. 7
del Continente una por una, sin ausencia que nos alar-
me ni espacio huero que nos aflija, entonces, gente
americana, viviremos el nudo de l a unidad verídica, es
decir, probada y padecida; viviremos aquella unidad
real que calienta los tratados frígidos y hace de ellos ¿Qué impresión trajo a Ud. la noticia de la radio el día 20?
criaturas vivas. Una grandísima alegría, pero no salida de sorpresa.
Cuando en el frente los hombres del Norte y los del Esta colega de usted fue un corto tiempo profesora
Sur se hayan mirado el rostro y encontrado sus manos de historia de América, por lo tanto de Chile. La es-
sobre el avi6n, el gobernalle y la trinchera, y se hayan peranza me la mantenían ciertos hechos:
auxiliado en el campamento y en la sala de hospital: Chile ha tenido cuatro políticas inamovibles por
cuando nuestros hombres hayan vivido semejante racionales: una, la primera, de amistad hacia Inglate-
convivio y las familias del Continente hayamos atado rra, que nos dej6 grandes bienes. Inglaterra fue nues-
de carne a carne l a red de una relaci6n, humana mejor tra entrenadora en el uso y el servicio del Océano
que política, entonces el Panamericanismo llegará a su Pacífico. El hombre nuestro posee dos miradas cons-
saz6n a lo que llama el mujerío criollo "el punto de la tantes desde que nace hasta que muere: una echada
miel". Y podemos decir, en el pr6ximo día panameri- hacia su montaña, otra hacia el mar. Y no podemos
cano, que está rematando el acuerdo continental, obra dar la segunda ojeada sin que la historia y la leyenda
maestra de la cristiandad colombiana, que pudiese ser de Albi6n acudan en seguida. La famosa piratería in-
la segunda y mejor cristiandad. glesa hizo en Chile más bizarrerías que daños efecti-
vos: en cambio, Lord Tomás Alejandro Cochrane, nos
sirvi6 en horas cruciales.
Pero hay más: en el demiurgo de la Patria, en el
bravo y bueno de O'Higgins, la sangre irlandesa puso
su parte y en ella un vínculo que hablará y obrará
siempre. Por último, tiene cierta autoría en la índole
industrial y comercial del chileno.
211
210
Después de la amistad británica, bajo la presiden- corazón colectivo que son esas cuatro tradiciones enu-
cia de Alessandri, Chile empezó a cultivar en pleno meradas, esos cuatro puntos del acuerdo nacional, de
la amistad de los Estados Unidos, y a la vez la de los reiterada coincidencia, y los cuatro nos llevaban a este
países criollos nuestros hermanos, y le debemos este arribo natural.
bien entre otros muchos al gobernante que creó al En la ruptura hemos sido, por lo tanto, consecuen-
Chile moderno. Más tarde la consciencia americana tes y no borramos ninguna rúbrica antigua. No se tra-
continental fue acrecentadísima por el malogrado t a de un acto chileno eruptivo sino de una continua-
Presidente Aguirre, especialmente en lo que toca a ción de una lealtad hacia nosotros mismos y no sólo
lo ibero-americano. Él dejaría la ideología, y más que hacia el Continente.
eso, la pasión de la raza ibera. Los pueblos del Pacífico
lloraron a este hombre porque perdían en él a un ar- ¿Usted gusta de las tradiciones nacionalesy sef í a mucho de ellas?
tesano de su unidad. Sí, la tradición, al igual que la savia de las plantas,
La amistad de Chile hacia el Brasil, es otra de las me parece una misma; aunque a cada año parezca
constantes en nuestra política externa; no data, es de una nueva recién llegada y se disfrace de novedad en
siempre; no se le conocen altibajos ni reservas circuns- los brotes ...
tanciales; parece un sentimiento congenital en ambos Yo la amo porque la considero como esta palmera
pueblos. Decía a Ud. que la política ibero-americana que nos mira desde el frente: ella es antigua y moza
no había empapado a la masa antes de la presidencia a la vez; da gusto a los viejos con ser la misma y con-
de Aguirre, pues convencía y arrastraba sólo a la clase tenta a los niños con los brotes briosos, es cierto que
media profesional. Pero la amistad de Brasil nunca la palabra resulta antipática cuando le dan " a las ma-
tuvo limitación de clase ni de partidos; ella es un al- las", volviéndola un sinónimo de esclerosis, de arrét.
fabeto que aprendieron ricos y pobres, aristocracia y Los que quieren torcer el buen vino, logran torcerlo
pueblo. Ella hace pensar en las plantas cactáceas que, y avinagrarlo y el apelativo "viejo" en tiempos futu-
o por ricas o por tenaces, viven regadas o no regadas. ristas, mata y entierra, porque los vocablos son cosas
(A mí, de niña, se me ocurría que no eran nacidas vivas. Qué linda se me aparece la tradición cuando la
y que no se morirían nunca ...). Así es la amistad de recojo en el campo de Brasil, o de Chile o de México,
nuestras dos patrias. sin buscarla: cuando ella sale a encontrarme en estas
Por lo tanto, los chilenos, en la ruptura con el Eje, formas: la lengua pulida y esencial (tan superior a la
obedecemos sencillamente a la costumbre de nuestro de hoy que es una lengua de periódicos), hablada por
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la gente del campo criollo; la hospitalidad consumada pueblo que crea en días su unidad espiritual da testi-
que persiste en la provincia nuestra como un sedimen- monio moral de sí mismo.
to de arenas auríferas; la derechura de la intención y
de la palabra que las ciudades han perdido, pero que ¿Qué piensa usted de las relaciones culturales entre los america-
la vida rural y cristiana defiende todavía. Y hasta una nosy nosotros?
cierta belleza del hombre antiguo, retardada en ese Hace meses, en esta casa, el profesor Fidelino de Fi-
cuerpo y esos semblantes. La fisonomía posterior al Si- gueiredo respondía a ciertas críticas sobre "el hecho
glo XVI, el rostro ibero actual, todavía no cubre aque- americano", más o menos así: "Los Estados Unidos,
llo por entero y muchas veces los dos o tres rostros ha- decía él, no son meramente una nación sino una ci-
cen un juego donoso, una maniobra de escamotearse, vilización original y una de las hazañas materiales y
de esconderse y volver a subir... espirituales del mundo".
Cuando leía el texto de la ruptura chilena con el Eje, Yo sé perfectamente que los módulos de esa civili-
que el Canciller Sr. Fernández llevó al Senado, yo veía, zación tienen poco o nada de común con la que reci-
de frase a frase, este mismo espejeo de tres genera- bimos nosotros, los ahijados del Mediterráneo. Pero
ciones superpuestas, diferentes, y sin embargo coinci- sé también que la libertad acérrima del americano
dentes en la ideología y sobre todo en el sentimiento. repugna la tiranía estatal que trajo la receta única del
La declaración gubernamental podía haber sido de régimen nazi. Salvando los sudamericanos nuestra
O'Higgins, o de Balmaceda, o de Aguirre. libertad. Todo lo demás será solos. Brasil, la Argen-
tina, Chile y Uruguay, saturados hasta los huesos de
¿Quépiensa Ud. de los Estados Unidos en relación con laAmérica cultura mediterránea, no sólo han de conservar su
española? tesoro, sabiendo que él es un privilegio que nos h a
Algunos miran como excesiva nuestra aproximación dado el destino, sino que doblarán su guardia en el
hacia los Estados Unidos, pero no Europa, ni Asia, ni caso de que sobrevenga el colapso intelectual de la
Oceanía, ni el África de la post-guerra pensarán ni latinidad europea, de que hablan los pesimistas. Eso
imaginarán siquiera prescindir de los Estados Uni- harán no sólo los pueblos europeizados del Sur, sino
dos del segundo Roosevelt (muy otro que el primero). también México, Perú, Cuba, Colombia, etc., pueblos
¿Cómo nosotros, sudamericanos, podríamos entonces mestizos, es verdad, pero asistidos de un clasismo la-
quedarnos al margen de una nación cuya eficiencia tino nutrido por las viejas universidades y que suele
material y moral nadie puede negar ahora? Porque un superar al nuestro.
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La "orden del día" hoy es defender la libertad y el nunca en el mundo a la indignidad que inventó el
derecho de los pueblos a conservar un estilo, un arte nazismo en su odio a la consciencia libre y a su crítica
de vida. Inglaterra defiende su concepto político, pero insobornable. Algún día ha de escribirse la "Historia
además su ciencia de vivir, de creer y de educar, que de la vida intelectual" en el mundo, es decir, sus au-
es óptima: nosotros defenderemos nuestra formación ges y sus desventuras, su grandeza y su servidumbre,
íntima, que sigue siendo la greco-latina-cristiana. El y en este documento los años del 1939-1943, serán
patrimonio vale por uno o varios continentes y no una montaña de vergüenza.
vamos a echarlo al mar ni a trocarlo como Esaú por
bienes menores. ¿El pueblo chileno nof u e trabajado como elfrancés por un paci-
La libertad es un imponderable tan prodigioso, que fismo a todo trance?
será dable a los maestros, los artistas y los escritores No. El júbilo del pueblo al recibir al declaración de
del mundo, rehacer los destrozos inmensos de esta ruptura, apiñado en torno al Congreso, vale por un
guerra sin superlativo. Los Aliados no han querido en- testimonio. La clase que en todas partes padece y
tregar como botín de guerra al nazi-fascismo la inteli- conlleva más verticalmente una pre-guerra, la que " l a
gencia universal; dígase cuanto se quiera de que ellos hace" en el sentido más crudo del vocablo, ella se sin-
defienden sólo sus materias primas, la verdad es que tió feliz en aquella noche del 20 de enero y según los
están salvando la causa eterna de la cultura. Ella no cables de vuestra prensa, ella recorrió su Capital en
podría salvarse por ningún seminario de intelectuales, grandes manifestaciones. El pueblo chileno sabe bien
los servidores de la cultura fueron siempre débiles y no los peligros de su costa y el peso grave de su defensa
han de combatir contra la química guerrera con libros, nacional, pero quería vivir la causa moral del mundo
estatuas y cuadros ... y el segundo del trance del Continente americano.
Por mí, yo no olvidaré nunca que en cierto año en Amigo mío, estaba de sobra cuanto le he contado,
que las fábulas más absurdas se volvieron verdad, mi porque nuestro Embajador Sr. González Videla, ha dado
gremio estuvo al punto de perderlo todo, lo heredado a toda la prensa carioca una información magnífica so-
y lo propio, la honra y la creación libre, el suelo y el bre el significado de la ruptura y sobre los aconteci-
aire de su vida, y recordaré que el pueblo americano mientos de Chile. Ud. hallará en uno de sus reporta-
acudió con su poder y su decisión a salvar naciones, jes esta hermosa declaración: "El atentado nazi contra
culturas, religiones, gremios y hombres perseguidos. Brasil fue lo que más sacudió la opinión pública chilena
La persecución y el escarnio del escritor no llegaron y lo que más la preparó para la resolución final".
216 217
L A BUENA FE y recoge los puñados de la mala semilla, antes de que
R E V I S T A L A N U E V A DEMOCRACIA. ESTADOS U N I D O S , 1 9 4 4 . broten y cundan.
La Buena Fe de las clases acaudaladas hace presen-
cia entre las familias numerosas y procura que el alza
de los alimentos no malogre por el hambre en cinco
años de guerra a la generación que debe de inmediato
Mr. Cordell Hull, enumerando las virtudes que ne- rehacer a Europa y a la América del Sur.
cesitamos para ganar la guerra, añadió al espíritu de- Esta Buena Fe era hasta anteayer persona de puer-
mocrático y a la acción libertadora, "la buena fe conti- tas adentro y llevaba rostro y marcha personal, pero
nental", la clásica y primaria Buena Fe. la guerra está llegando a su pleno y ahora tiene que
Las virtudes civiles de nombres lujosos: "heroísmo", salir a la intemperie, juntarse con sus semejantes y
ºfi · " · volverse río civil. El tiempo ha madurado de sobra y
" nobl eza" , " sacn 1c10 , suenan a c1annes y to d os 1os
oímos, ellas corren también en cintas de fuego por los nadie debe quedarse detrás de las puertas cumpliendo
periódicos, y allí todos las vemos. sólo con el consejo y la plática.
Pero esta Buena Fe parda, rasa y cotidiana, más cor- La Buena Fe ha sido por excelencia virtud de las reta-
dial que licor, aunque no embriague, vigila y salva. Ne- guardias. El vocablo retaguardia indica una masa alia-
cesitamos hoy de ella en cada metro del Continente dófila a la espera del relevo, y el respaldo mismo de las
Sur, y en cada día de estos años, y vale la pena contar avanzadas; ella no es palabra sedentaria que equivalga
su trabajo gris que se parece al de las mujeres. a siesta o a comodonería. También ella es militancia.
La Buena Fe civil trabaja con silencio y ardor, y sus A estas horas la retaguardia hispano-americana no
pasos sordos son tan rápidos como la carrera de las puede contentarse con mandar augurios hacia los
botas herradas. Ella no tartamudea, y habla sin hurtar campos de lucha; ella necesita sostener un diálogo
el alma. Ella creyó en la causa aliada desde el principio más vivo con las tropas libertadoras, ponerse a su
de la guerra, y ahora ayuda a esperar a los impacientes. flanco y al fin incorporarse. Si la guerra se prolonga,
La Buena Fe presta a los flacos el rebose de su confian- la retaguardia hispano-americana tendrá que pasar
za y trajina como las Marías del Evangelio, casa por de la convicción a la acción, seguir a los primeros o
casa, acarreando noticias leales y morando alarmas y segundos contingentes, y a lo menos estar lista para
miedos. Ella va por villas y campos detrás del sem- marchar cuando llegue el momento en que precise de
brador nocturno de la cizaña cortado en la parábola, muchos o talvez de todos.
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La Buena Fe o retaguardia civil empieza a oír con su marcha la alegría natural y sobrenatural de los que
amargura su clasificación de no-beligerante y de no- ya optaron, y ya contestaron con un fogoso "¡síl" a la
combatiente; ella es lúcida y comienza a ver que se pa- Patria, al Estado y a su consciencia. Iban pasando, vi-
rece a un campamento de falsos inválidos o de heridos riles y serenos, después de quemar el lastre de las ra-
que no pelearon. zones segundonas y quedarse con la razón mayorazga.
El pueblo norteamericano vive desde hace tres años Y en ellos marchaban, ya con bulto y perfil, las bue-
su Buena Fe militante, y la vive con un e'lan que asom- nas fes invisibles de Brasil: las de Río y las ciudades
bra. Por ella lanzó sus hijos hacia tres frentes, sin rega- inferiores, las fes silenciosas de los campesinos, las fes
tear la flor de su sangre. Por rigurosa Buena Fe rebanó entrañables de padres y mentores: casi diríamos que
sus lujos y también sus bienestares, mermándose ali- desfilaba la honradez misma de la gleba.
mentos, ropas y recreos. Ratificando su Buena Fe, el La raya líquida y aérea dejada en el agua y en el
pueblo norteamericano confir.ma a sus dirigentes en cielo por los barcos y la aviación vuestros, quedó fos-
los tres poderes que les dio, hasta se les dobla y les foreciendo sobre el Atlántico. Y esta raya perfecta de
añade otros. Siguiendo el ímpetu de la entrega total, "geometría moral" debe llamar y apresurar al Cuerpo
el mujerío americano ingresa en todos los servicios de Expedicionario hispanoamericano, que tanto los pue-
guerra y es lealmente aceptado día a día. La estricta blos latinos como las tropas aliadas esperan ver llegar
Buena Fe, junta a las sectas y las funde en un solo al Mare Nostrum.
cuerpo de cristiandad combatiente. Y de este modo, En el otro cabo de la América Ibera, pulula también
los Estados Unidos se acuestan y se levantan con la la masa de los soldados tejanos, mestizos mexicanos
palabra "unidad" en su boca. La Guerra de Secesión no y americanos, que guarda con cerrada fidelidad el re-
dio espectáculo mayor; la lucha actual es el trance más mate suroeste de los Estados Unidos.
maravilloso de la historia americana. Todavía en otro canto del Continente, sobre las cos-
Su hermana, la Buena Fe brasilera, acaba de cumplir, tas de Chile, un hervidero de faros, de escampavías
por su parte, la movilización de sí misma. y de patrullas marítimas, ojea hasta el grado 56 de
El Cuerpo Expedicionario que desfiló por las aveni- latitud, sus 4200 kilómetros de costa, pero extiende
das de Río, a toda anchura de fuerza y dignidad mili- además su vigilancia sobre las aguas pacíficas llegan-
tar, resplandecía de una belleza ética y corporal: que do a Panamá. El Chile marítimo se ha vuelto el pez
da a un pueblo la decisión de su alma colectiva. Aque- cuajado de ojos que cuentan las fábulas marinas y
llos 10.000 soldados, todos jóvenes, iban cantando en vive más y mejor su almirantazgo austral.
220 221
Pero en estos años de prueba, la mirada chilena se GENERALIDADES DEL DECENIO
hace doble como las faldas de sus cerros: ella guardaba TEXTO RECOGIDO DEL LEGADO INÉDITO FECHADO EN 1948
hacia el Oeste la masa oceánica y persigue hacia el in- MIENTRAS ES C Ó N S U L E N ESTADOS U N I D O S . 8
terior las traidorías del espionaje, que trabajó el suelo
patrio más que los castores y las vizcachas.
La Buena Fe, que era pasiva en aquel confiado li-
toral, despierta sacudida por la insidia y está persi-
guiendo implacablemente a sus huéspedes indignos y Progreso Cívico
a sus asilados perversos. El progreso cívico de Chile, o sea, el sentido cabal de
Celebremos el Día Panamericano con este recuento la ciudadanía, aumentó grandemente en los últimos
de nuestros logros morales, anotando la marcha y el diez años. Parece que la dictadura de Ibáñez, a pesar
avance que la hermosa Buena Fe h a realizado en tres de haber sido mucho menos brutal que las de uso en
naciones. los países tropicales, dio un alerta rotunda a esta Re-
Pidamos a la divina providencia la gracia de celebrar pública sensata que ha conocido sólo dos dictaduras:
el 14 de Abril de 1945 con e l remate de la obra maestra la de Portales, en los comienzos de la independencia y
que llamamos Unidad Panamericana. la del General Ibáñez.
Mientras más rango tiene una obra de arte, más La nueva sensibilidad política que vino como reac-
busca y más necesita la perfección. Una sola greca ma- ción de la "militarada" de 1925, haría desde entonces
gullada, un solo ángulo en sombra, quiebran la alegría una guardia celosa de la constitucionalidad resucita-
de la fiesta y acortan o malogran su disfrute cabal. da. La vida libre y normal de los partidos políticos
La cristiandad no se mueve por empresas a medias y parece haber llegado a su madurez, y la organización
sosiega solamente cuando ve, toda y respira la perfec- sindical avanza a base de cierta lucidez en la masa
ción. Hacia ella vamos y hemos de llegar. obrera (la campesina le sigue a distancia).
El legalismo de la política chilena, interrumpido
sólo dos veces, va volviéndose para la derecha como
para la izquierda una honra común y un tesoro de
guardia difícil pero indispensable a la una y a la otra.
Los métodos parlamentarios que influyeron en los
orígenes de la República Chilena fueron los ingleses.
222
Vino después un sesgo hacia el parlamentarismo fran- popular han ganado enormemente. En ello trabaja-
cés que cargaba juntamente con sus virtudes sus vi- ron la escuela popular, que va invadiendo las zonas
cios oratorios (pasión latina) y la lenidad para las rea- más apartadas, la propaganda de los líderes de todas
lizaciones que acompaña el verbalismo. las tendencias, la mejor calidad de los candidatos y
En el último decenio pueden anotarse varias in- las angustias económicas de las últimas crisis.
fluencias como la de Suiza y la de los Estados Unidos Naturalmente persisten las "islas" cordilleranas o
y las infiltraciones comunicantes de la postguerra que los lugares de aislamiento extremo que crean la oro-
crecen o decrecen en la medida misma del marxismo grafía y la hidrografía de este país cuyo relieve resul-
universal. t a dramático para cualquier empresa de congregación
La presidencia del señor Alessandri logró frenar el o de incorporación. Pero en este capítulo electoral
parlamentarismo desbocado y aumentar las prerro- como en los otros de cultura, la "pequeña nación
gativas del Ejecutivo, con un claro beneficio para la inteligente y máscula" va saliendo vencedora de su
marcha de los negocios públicos. La vigilancia de un fatalidad geográfica.
lectorado y a consciente sobre la labor del congreso y
la administración misma h a avanzado tanto que este Totalitarismos
simple hecho puede considerarse como un síntoma Las clases conservadoras ven con inquietud el avan-
evidente de cultura política. ce rápido del comunismo que ha sido la consecuencia
Pero tal vez el descenso del cohecho electoral pueda del aumento de votantes. Los observadores extranje-
ser calificado como el mayor acontecimiento de la dé- ros de ojo frío, piensan que el fenómeno es natural allí
cada 1.936-1.946. como en otras partes. La semi-escuela primaria de 2, 3
Como en todos los pueblos nuevos, el sufragio era y 4 años produce en el campo y la montaña electora-
un hecho sin verdadero significado, porque acudía a dos de mentalidad elemental que van derechamente
las urnas un mínimo de electores. Esta misma cifra de hacia soluciones drásticas, es decir totalitarias, inme-
la ciudadanía estaba actualmente maleada por la co- diatas, repentinistas y ayunas de la sal y la fineza que
rrupción directa o indirecta, vertical o soslayada del son las libertades individuales verdaderas, sazones y
ciudadano elector. En el campesinado, especialmente deleites de la vida.
una elección no era signo efectivo de tal o cual ideolo- Estos mismos electorados evolucionan tarde o
gía popular. La legitimidad del acto electoral, el respe- temprano y es de interés para las clases cultas que
to de la autoridad hacia él y la pureza de la conciencia el proceso sea ahora acelerado y abreviado. Uruguay
224 225
y Argentina dictan el ejemplo para estos casos de to- En las campañas de higiene social, acicateadas por
talitarismo rural o industrial, y la alarma de los que una sensación de peligro para "la raza fuerte del Pa-
miran hacia Chile puede sosegar y esperar. cífico", hay que subrayar el nombre del equipo del Dr.
El dato más interesante lo da aquí el temperamento Eduardo Cruz Coke, personalidad extraordinaria en
visto por los más diversos viajeros y escritores. Aquel cuanto a profesional y hasta político.
pueblo tiende siempre hacia la libertad y la h a vivido Los circuitos científicos estiman su ciencia; los uni-
constantemente. Él la ama con apacible concentración versitarios su cultura humanística y moderna y los ca-
en los períodos normales, pero la siente con una espe- tólicos le agradecen su acción de cristiano-social que
cie de amor colérico en los tiempos en que ella desapa- tiene ribetes de apostolado: el presidente Alessandri
rece. Es una gente que acepta hasta una vida miserable lo llevó a la cartera de Higiene y se le menciona en esa
dentro de un regusto del regocijo popular de la paz y repartición como el "el médico del litro de leche para
de la libertad, siendo ésta en ella un viejo instinto más los niños", porque tal sería el slogan de su administra-
una voluntad acérrima. La tiranía y la mera interrup- ción que, desgraciadamente, duró muy poco.
ción en su oficio y su vida la molestan y la irritan. El Gobierno del señor Alessandri llevaría también
El peligro del totalitarismo de cualquier color -rojo, a la Dirección de los Seguros Sociales a un líder de la
blanco o negro- sigue residiendo en las clases medias, juventud universitaria que pasaría a serlo del Partido
en las naciones ultramilitarizadas o que crean ciertos Radical y daría más tarde la pasta de un funcionario
deportismos amagados de patriotería, mucho más que de primer orden a la Sociedad de las Naciones. Don
en las masas nuestras. En todo caso, el antídoto se- Santiago Labarca, comenzó y dejó en funciones la
guro para las sorpresas totalitarias hechas a base de rama del Seguro Obrero, que más tarde comprende-
desesperación popular sigue siendo una ancha y minu- ría a los pequeños comerciantes. Estas instituciones a
ciosa reforma agraria y el bienestar en la dura vida de medias estatales y patronales de una parte han edu-
los mineros. cado al pueblo en el ahorro y de otra han producido
paz social.
Alg u n os técnicos La jornada única cuyos bienes innegables quiso
La revisión del decenio demuestra una labor efectiva anticiparle a su patria el Dr. Raúl Morales Beltramí,
aunque todavía manca en la rama de la Salubridad Pú- hombre de ciencia bellamente dotado para el trabajo
blica, lamentablemente abandonada por los gobiernos social, resultaría un fracaso por la brusquedad y el
anteriores. radicalismo del ensayo. El decreto audaz del Ministro
226 227
del Interior en el primer Ministerio del señor Ríos, no lítica, va postergando la resolución de los problemas
fue comprendido ni apreciado por sus mismos benefi- del campesinado en beneficio de la vida urbana. La
ciados. La reforma futurista resultaría invalidada por escuela primaria, por ejemplo, es óptima en las ciu-
la pésima locomoción de la capital en un año de elec- dades y deficiente en el campo.
tricidad y bencina escasa.
Otro alto funcionario de labor remarcable tuvo el Obreros y campesinos
decenio en don Osear Gajardo, primero Ministro de Los salarios de los trabajadores industriales y mi-
Justicia y luego el Jefe de la Corporación de Fomento neros han subido verticalmente en las ciudades ma-
a la producción. Se le deben reformas de fondo en el yores y en las empresas mineras que rinden grandes
Código de Procedimiento Civil y Penal. En cuanto a la lucros y que en su mayoría son extranjeras. La vida
Corporación mencionada ella cuenta entre las insti- del obrero en la pampa del salitre y en las minas prós-
tuciones nacionales más justamente estimadas. Se le peras h a mejorado bastante durante este decenio. Las
deben entre otras empresas de trascendencia, el des- empresas extranjeras y chilenas obedecen a una legis-
cubrimiento de petróleo en la Patagonia chilena. La lación más avanzada y la calidad del obrero se eleva
Corporación h a sido protegida de más en más por los en relación con un ambiente más decoroso en lo que
últimos gobiernos. En la industrialización de Chile, se refiere a salubridad y habitación.
que fue uno de los ideales del Presidente Aguirre, la Desde los malos salarios en las minas de baja ley y
Corporación ha puesto la mayor parte. en el campo creando la miseria y el agrio desconten-
to, y la labor social de los tres últimos gobiernos de
Crédito y habitación índole más o menos popular, no han podido liquidar
Desde la administración de Alessandri hasta la del los sedimentos de la economía feudal que dejaron las
presidente Ríos las instituciones fiscales y particu- administraciones anteriores, lo mismo en Chile que
lares de crédito han aumentado sus operaciones en en el resto del Pacífico. Ha faltado para rectificar
gran escala. este estado de cosas, el gran capital y el espíritu de
Desgraciadamente Chile sigue el mismo proceso de continuidad.
aglomeración urbana que los demás países sudameri- El cumplimiento de la Ley de Enseñanza de Edu-
canos. El campo v a siendo abandonado por los terra- cación Primaria Obligatoria, vigente desde hace me-
tenientes y la clase media en general. Por otra parte dio siglo, y que se anticipó a su época, no puede
el ascenso y la dominación de la clase media en po- ser cabal todavía en el campo a causa de la miseria
22.9
campesina que obliga a los padres a aprovechar del perentoria bajo la dictadura del General Ibáñez y en la
trabajo de los menores. De otra parte, en las aldeas breve República Socialista que siguió a ella.
montañesas, la escuela sufre todavía de las dificulta- La primera, inició con esta finalidad la subdivisión
des de comunicación. del abandonado territorio del Aysén y la segunda co-
menzó a hacer la parcelación de la zona central.
Alcoholismo Se buscaba y se busca hoy la misma cosa: acometer
El alcoholismo no cede aún a las leyes de represión. una subdivisión que no será en ningún caso a base de
El vicio comenzó con el indio y ha ganado al mestizo expropiaciones de la propiedad privada. Para esto el
lo mismo que incorporó al blanco en Europa y Nor- Gobierno del señor Aguirre y del señor Ríos distribu-
teamérica. yeron una buena porción de tierras estatales baldías
La escuela y un organismo creado especialmente o adquiridas más o menos extensas propiedades en la
por el presidente Ríos para una drástica campaña an- zona central. La reforma se continúa pero dentro de
tialcohólica, trabajan en esta empresa, más dura que un ritmo parsimonioso que supone los muy limitados
otra alguna. No ha faltado aquí ni el Código Penal ni recursos fiscales y que no satisface ni a los líderes ni
el apostolado para una cruzada antialcohólica. Es la- al campesinado.
bor larga como todas las que buscan hacer un trueque Es posible que la índole legalista que dominó la his-
en las costumbres. Este viejo tema está siendo trata- toria del país mantenga la parcelación dentro de estas
do hoy bajo una forma de salvataje, enfrentándolo normas para evitar los daños que traen consigo los
como una calamidad pública. agrarismos radicales, es decir los revolucionarios.
El país pequeño y cuyo territorio queda cubierto en
Cuestión agraria más de la mitad por la Cordillera de los Andes y sus
La agricultura chilena que tiene por sede clásica el ramificaciones, posee allí la más estrecha extensión
centro del país, cuenta entre las más cuidadas de los de suelo vegetal que se conoce en la América del Sur.
pueblos latinoamericanos. A los cultivos de la viña y de Esta ración magra, sin embargo, ha producido el do-
los frutales se ha añadido en este decenio el del lino y ble, el triple y aún el quíntuplo de lo que producen
el de la morera con miras industriales. los países sudamericanos de sobrehaz inmenso. Y es
La subdivisión de la tierra reclamada por un pueblo que los grandes propietarios rurales fueron allí, como
rural que es inteligente y que está ya bastante entrena- en la Argentina, hombres asistidos de algunas técni-
do en la técnica agrícola, apareció como una necesidad cas agrícolas europeas - l a cepa de la vid francesa y la
selección de los frutales aparece por todas partes-. El Una de las explicaciones de este hecho es la que
campo bárbaro sólo existe en los lugares pedregosos o el ibañismo había dejado detrás muchos reminis-
en los muy alejados de centros de población. centes. La dictadura, lo mismo que el gobierno le-
Solamente la Argentina aventaja a Chile en la calidad de gal (?) del señor Ibáñez, había sido apoyada por ele-
los cultivos y en la adopción de la maquinaria moderna. mentos de derecha, de centro y aún de izquierda,
Desgraciadamente los latifundios chilenos no cuida- y creado una amalgama indefinible de tendencias
ron de crear una vida campesina humana en los sala- que debía dañar la administración siguiente con su
rios y en la habitación rural. La rectificación de este confusionismo.
grave error h a llegado tarde. El ibañismo cayó por la falencia de las arcas pú-
blicas tanto como por el repudio de la conciencia
A r t u r o Alessandri republicana que el país nunca perdió del todo. El
Liquidada la dictadura del General Ibáñez, el presi- presidente repuesto no podía, con una Tesorería de-
dente Alessandri, depuesto por aquel y que había vivi- sierta, reanudar las grandes obras públicas con que
do varios años en el destierro, fue llamado al país. Su el general alimentó su popularidad.
arribo a Santiago tuvo caracteres de apoteosis popular La derecha, siguiendo un principio tradicional,
y civilista; a causa de los años de aventura autoritaria, apoyó al presidente repuesto, o sea al mismo líder
se habían revalorizado en el pueblo y la clase media la a quien había combatido, a pesar de ser uno de sus
legalidad y hasta el viejo liberalismo. Por otra parte, propios dirigentes, un hombre salido de la oligarquía.
el mandatario desterrado que siempre había sido una La derecha, seguiría esta vez como en otra, la línea
especie de "girondino" sudamericano, había conser- de conducta que la lleva a evitar, a toda costa que el
vado, de fronteras adentro, su índole. de líder aunque país caiga en la anarquía, o quede en un impasse apro-
no el perfil de caudillo de su juventud. vechable por cualquier audaz. Las administraciones
A pesar de estas perspectivas amables el segundo del presidente Aguirre y del señor Ríos recibirían más
gobierno del señor Alessandri resultaría menos popu- tarde de esa misma oposición, idéntica solidaridad en
lar que el primero. El no satisfaría a la izquierda cuyo los trances difíciles. Es toda una escuela de patriotis-
programa evolucionaría con la misma rapidez· que en mo o de savoirvivre político.
Europa hacia un socialismo de tipo francés. Cerca del Pero la colaboración o el simple apoyo de la dere-
fin del período, el pueblo, mal perceptor de matices, cha para "dar gobierno" estamparían una fisonomía
vería al régimen como una franca reacción. reaccionaria a la segunda administración Alessandri,
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aun cuando ese apoyo fuese dado bajo un rubro de terior y afectadas por la crisis mundial, reorganizó el
oposición benévola. régimen salitrero, disolviendo la llamada COSACH,
El pueblo, en verdad, tomaba una especie de des- reajustó el presupuesto y obligó hasta a reanudar el
quite desordenado y libertario después del régimen de pago de la deuda externa.
Ibáñez y la oposición parlamentaria seria se alarmaba Los sedimentos del régimen ibañista no eran pocos
por el estado de las finanzas. La dadivosidad junto con ni estaban muertos. En la América del Sur como en
la vanidad que vivía su pequeño auge totalitario, ha- Europa, los estudiantes y otros imberbes promovidos
bían ido, en verdad, demasiado lejos en país de escasos a elementos políticos por el nazi-fascismo, vivían en
recursos, cuyo prestigio se ha hecho a base de sentido una agitación constante y poco vigilada por sus es-
común y de prudencia en la hacienda pública. cuelas. De la propia Universidad de Chile saldría un
El presidente Alessandri llamó a esta cartera a don grupo de adolescentes para intentar un golpe de mano
Gustavo Ross, personalidad curiosa y un poco despla- a la Caja de Seguro Obrero, gran edificio, situado en el
zada en el medio chileno. De ascendientes ingleses y centro ciudadano. La intentona se tradujo en la ocu-
chilenos, educado y formado en Inglaterra y Francia, pación del edificio, lo cual no era poco aunque no aca-
bolsista profesional en Europa, pero interesado leal- rrease mayores consecuencias. El gobierno alarmado
mente en los asuntos económicos de su país al cual se por esta temeridad dio órdenes a la tropa que sobrepa-
reintegraba, el señor Ross llegaba al Ministerio trayen- saban en mucho el peligro afectivo de la asonada y en
do un conocimiento vivo y no libresco de los asuntos la refriega entre la tropa y el grupo de mozos quedaron
a su cargo. Su carácter y su oratoria, absolutamente más de sesenta muertos, en la mayoría estudiantes.
exentos de halago a las masas y al pequeño electorado El hecho, legalmente defendible en una época llena
pedigüeño de las oficinas públicas, más las medidas de menudos riesgos para los regímenes republicanos,
penitenciales aplicadas a la economía nacional hicie- fue duramente condenado por los familiares y amigos
ron de él, a los ojos del público común, un político in- de los caídos y por la propia opinión pública, pues se
truso por recién llegado y antipático por inflexible. El trataba de un país en que la violencia es cosa verbal
pueblo no estaba preparado para estimar a un técnico y no llega casi nunca a la efusión de sangre. Parece
en finanzas. que hasta ahora no haya habido un comentarista con
Cuatro años quedó en la cartera e hizo en ella cuanto ribetes de historiador que hiciese ver a las masas indí-
era dable en esos tiempos de depresión general. Reajus- genas por la muerte de esos jóvenes, que la dictadura
tó las finanzas chilenas enfermeras del derroche an- alemana, madre de una guerra, comenzó con hechos
de apariencia banal como ése. En países sudamerica- máscara de extranjero cae hasta ahora sobre el ros-
nos considera asunto ingenuo el asalto armado a un tro más genuinamente nacional, y en este caso, el
edificio gubernamental, con tal de que no sea el del candidato rival llevaba sobre sí la fisonomía física y
Ministerio de la Guerra. moral más acendradamente chilena que se pudiera
En todo caso, este ensayo fallido de adolescentes, hallar; con lo cual la candidatura Ross nacía muerta
ahogado en sangre, echó sobre el gobierno del muy ci- y además bajo las luces soslayadas del apoyo oficial
vilista presidente Alessandri lo que llama nuestro pue- y la simpatía ostensible de una bloque de derechas.
blo una "mala sombra" y la simpatía alessandrista de El financista había contado de más para su campaña
las masas sufrió un segundo quebranto. El tercero, lo electoral con un nombre aristocrático y con el apo-
constituyó la candidatura del señor Ross que se creyó yo de la clase adinerada. Pero bajo el reventón criollo
inspirada y apoyada por el Sr. Alessandri. del Frente Popular ambas cosas eran desfavorables. La
Es probable que esto fuera exacto, pero pudiera ser primera sin razón alguna: la aristocracia hizo el ar-
también que en ello anduviese mucho más el intento mazón a la nacionalidad y lo hizo muy bien; pero ella
de dar al país próximo a la falencia en un presidente se dejó envejecer y no echó sobre el mundo la mira-
abonado de ciencia económica que el hacer pesar la da natural y alerta de las clases dirigentes. No siguió
tuición patriarcal del señor Alessandri en el futuro pe- la evolución de otros pueblos, incluso de los vecinos
ríodo del señor Ross. Hay que recordar que el patriarca como la Argentina y el Uruguay y su auge cayó con
venido del destierro traía mucha experiencia europea pérdida grande para el tradicionalismo chileno y para
y que en ésta, el manejo de las finanzas contaba por un crecimiento orgánico y organicista de la nación.
columna vertebral de un país nuevo. Su desventura En el decenio anterior se había ya advertido cierta
fue el no advertir que en el candidato opuesto, señor purificación del sufragio. El pueblo iba, por tanto, a
Aguirre Cerda, se unían en curiosa alianza un político decidir las elecciones en cuanto a clase mayoritaria.
con afición y estudios económicos más un político de U n incidente de segundo orden vino a remover más
entrañable arraigo popular. el ambiente.
La candidatura Ross nacía herida en su raíz por la El presidente Alessandri tenía un larguísimo pasado
condición de ausente y desarraigo del pretendiente. de orador parlamentario y especialmente de líder de
Larga vida en el extranjero, significa en los pueblos la oposición liberal bajo los regímenes más o menos
criollos una especie de desnacionalización; este suma- derechistas. Era, pues, hombre avezado en la crítica
rio desfavorable se lleva de arrastre a los demás. La y en la tribuna, en un pasado lleno a rebosar de la
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defensa en pro de las libertades ciudadanas. Pero el de 1937 que resultarían ligeramente favorables a los
temperamento latinísimo del presidente-líder daría partidos de centro-derechas.
margen, sin embargo, a una curiosa crisis de gabinete. Para gobernar seis años y no de manera imperso-
La revista satírica Topaze, el Punch chileno, hizo al nal sino que imponiendo siempre a la administración
presidente algunos de sus juegos de ingenio, urtican- mucho de su ideología y hasta de su carácter, el señor
te, como el de un insecto tropical que se empecina en Alessandri ha tenido que ser el político por excelencia,
la nariz de cualquier magnate. Con este motivo vio la hábil y habilidoso, inteligente y socarrón, "señor del
capital desarrollarse un incidente que pertenece a la juego" en la buena y la mala fortuna de su partido que
mera delincuencia y que ha quedado hasta hoy oscuro. es el Liberal, o de sus combinaciones que se desplazan
Parece que cierto funcionario policial, de esos cuyo entre una centro-derecha y una centro-izquierda se-
celo administrativo se desboca hacia el abuso, realizó gún los tiempos.
un ataque nocturno a esa publicación que es particu- Esta extremada flexibilidad cuyos recursos le pro-
larmente querida por el pueblo a causa de su gracia porcionan su inteligencia ágil y su optimismo casi
y su tono populista. Los políticos que eran Ministros americano, le ha causado el que, en muchas ocasio-
de prestigio, el ilustre doctor Cruz Coke y un político nes, su perfil ideológico no aparezca claro y neto; pero
joven del naciente partido social cristiano, señor Ber- puede pensarse al mismo tiempo que la riqueza de
nardo Leighton renunciaron a sus carteras como pro- recursos de este hombre público, dominador de más
testa contra el ataque a la libertad de prensa, y gran de quince años de nuestra vida pública, puede evitar
parte de los periódicos se solidarizó con los Ministros al país los choques violentos que se producen en otras
dimisionarios. naciones. Parece que él haya visto con un ojo bastante
Incidentes más menudos aún subrayaron el tem- fino, la condición dual de Chile que es un país fuerte;
peramento del hombre Alessandri como ultralatino, pero que, en la nueva evaluación del mundo que resi-
lleno de una sensibilidad pronta a la piedad como a de en las materias primas, resulta débil.
la cólera. Su enorme popularidad comprende también El encuentro de este riesgo por la revaluación ma-
estos materiales contrastados y un pueblo, sensible y terialista de los países pequeños, han salido los otros
burlador en demasía, lo ha amado por sus grandes vir- dos gobiernos del decenio el de los señores Aguirre y
tudes y sus menudas flaquezas. Ríos, con sus empresas vastas y costosísimas de elec-
El señor Alessandri asistió a la gestación del Frente trificación y siderurgia. Varios empréstitos cuyo mon-
Popular chileno y presidió las elecciones del 8 de Mayo to ha influido también en la inflación actual, son el
precio duro de este plan dictado por el territorio paté- fiel a su memoria. La estampa suya en los periódicos
ticamente arduo que ya se ha dicho, y por un espíritu fue falseada hasta con fines electorales. Ella subraya
de ingeniería y empresa que parece suizo o nórdico. su criollismo y lo quiere confundir, a fuerza de insis-
La electrificación y la industria del acero resultan hoy tencia, con el raso pueblo campesino.
para la nación chilena un pionerismo decidido y ya a El profesor Aguirre buscó a Europa y estaba bastan-
más de media jornada. te informado sobre los Estados Unidos. Estimaba a
aquella como el que más, por lealtad a nuestro origen;
Biografía del Presidente Aguirre pero pensaba en las técnicas americanas para nuestro
El vencedor de las elecciones de 1938, don Pedro desarrollo industrial, y admiraba el espíritu america-
Aguirre Cerda, pertenecía, en cuanto a provinciano, a no en sus líneas madres de democracia social y liber-
la pequeña burguesía rural de Los Andes, Aconcagua, tada, o sea, dentro de la fórmula aprista y moderna de
y pertenecía, también, a la clase media profesional por "pan con libertad".
su ejercicio de abogado y profesor. Su único y muy importante libro, La reforma agraria,
El bufete, el pupitre escolar y la hacienda formaron dirigido verticalmente al primero de nuestros proble-
la personalidad de este político: "el más humano entre mas, el rural, arranca de las estadas del Sr. Aguirre
los mandatarios sudamericanos de su tiempo", según en Dinamarca y Francia, durante un semidestierro
un publicista extranjero. Del campo, tenía la austeri- en Europa. Su oratoria dispersa aparece sarmentia-
dad en las costumbres y la sencillez del hijodalgo cam- na, es decir realista, un poco apostólica y exenta del
pesino; de la pedagogía convencional había en él muy marxismo científico tanto como de la demagogia
poco; pero casi toda su política era una manera de pe- sudamericana.
dagogía social, y es esto lo que le separa enteramente Parece que los defectos de su administración, seña-
y realza sobre los políticos más o menos profesionales. lados por sus adversarios, dimanan de ciertas virtu-
Adoptó como máxima gubernamental la de "gobernar des rebosadas: vivía un culto de la amistad y ponía
es educar" y como resumen de su programa el slogan una fe sobrada en sus amigos; creía de más también
de "pan, tech o y ab ngo
. ". en la eficacia de una mera ideología política y le falta-
. Pensaba a su país como a una sola larga escuela de ba el don de crítica y el agridulce de los conocedores
diversos géneros y especialidades. La ética que pedía al de hombres.
pueblo en sus discursos la había vivido: era su costum- Su maestro, dentro de la época, no sería Churchill,
bre. Por eso el pueblo creyó en él, lo siguió y continúa sino un poco Masarik cuyo país y gobierno conocía.
Su popularidad no le fue acarreada por la adulación blica seguía pesando sobre los vencidos. El Presidente
a las masas sino sencillamente por cierta llaneza en el Aguirre aceptaría una cuota de cuatro mil refugiados,
trato y en sus hábitos y por una simpatía hacia el pue- formada por los mismos elementos heterogéneos que
blo más sentimental que intelectual, la cual arrancaba formaron la República; muchos trabajadores y algu-
de su infancia campesina y, por lo mismo, era genuina. nos grupos de intelectuales. Los pescadores vascos
Su gobierno se abrió con las perspectivas de un man- acrecentarían la industria pesquera que había sido
datario amigo de las empresas nacionales anchas y hasta entonces muy primaria y pequeña. Otras indus-
sensatas. Por otro lado su acción parlamentaria estaba trias, como la editorial, se beneficiarían también con
marcada por un temperamento sereno y conciliador, técnicos españoles y la vida literaria y artística ganó
y por una mirada puesta sobre las grandes líneas de con el e1an y la experiencia de los emigrados.
las presidencias constructoras de la nacionalidad. Pero Mucho más combatida en la prensa y el parlamento
la crisis económica anterior a la guerra y el terremoto resultaría la inmigración hebrea. Algunos la avalúan
de 1939 sangrarían las cajas fiscales, obligando a este en siete y otros en más de diez mil individuos. Su
constructivo por excelencia a postergar su gran progra- compromiso de establecerse en las provincias despo-
ma a fin de asistir lo inmediato. bladas y los territorios baldíos no fue cumplido por
El centro sur de Chile fue medio destruido, la ciudad todos, y hubo una torpe aglomeración de ella en las
de Chillán literalmente arrasada y Concepción, me- ciudades principales con el resultado natural de su
trópoli austral, grandemente amagada. El presidente ingreso al comercio local y de la competencia enfren-
que sentía una simpatía viva por las provincias, re- tada a los nacionales. El sentimiento antisemita, des-
corrió todo el país. Ya había visitado, anteriormente, conocido hasta entonces, apareció de golpe; pero la
el territorio recibiendo los reclamos más postergados, idiosincrasia chilena que repugna la xenofobia acabó
y después de la catástrofe volvió a hacerlo, levantan- en pocos meses con la campaña de prensa. Las fami-
do el ánimo de las poblaciones desalentadas. Era el lias no sufrieron allí el aislamiento social ni el boicot
mandatario-profesor que cuidaba el cuerpo y el ánimo comercial que padecieron en otros países llamados
nacional. "de refugio". Una minoría muy angosta de intelec-
La masa emigratoria de la República Española llamó tuales judíos trabaja con lealtad y capacidad en los
a casi todas las puertas de las repúblicas sudamerica- medios universitarios y artísticos: han llevado allí un
nas hacia el final de la guerra civil. Pocas se le abrieron germen de interés científico y espiritual del cual los
con liberalidad y rapidez. La leyenda negra de la repú- pueblos del Pacífico necesitan, cual más cual menos a
causa de la atonía en que caen cuando se cierran a la ños oficios a la clase obrera y de prolongar, además, la
inmigración de Europa. escuela primaria. Él conocía muy bien los males que
Buscando el cumplimiento de la promesa de "pan, causan en los pueblos nuevos una ciudadanía popu-
techo y abrigo" el gobierno del Frente Popular aumen- lar hecha a base de una escuela primaria ni siquiera
tó grandemente los servicios de las Cajas de Ahorro de completa (en vez de 6 años ella no suele pasar de 4)
Empleados para los empréstitos destinados a adquirir y era su decisión hacer camino hacia una educación
"casa propia''. En este capítulo, la clase media chilena post-escolar que elevaría todo: calidad del sufragio,
ha sido la más lista y abarcadora. Puede decirse que ambiente ciudadano y la tónica nacional.
dentro del continente Sur, sea ella la mejor provista en Por otra parte el presidente sentía el amor de los
este respecto y la más rápida en el aprovechamiento pueblos latinos hacia el artesanato, iniciado en la
del régimen de compras a plazos por la vía estatal. Pero América Española durante el período colonial, y como
precisamente la actividad económica de los empleados complemento natural de estos "centros", con vistas
en este sentido, ha acaparado de más los fondos fisca- al futuro puesto como comprendían el aprendizaje de
les, dejando al campesinado en una incuria y abando- pequeñas industrias, el Gobierno creó una institución
no verdaderamente lamentable. de crédito para las industrias de tipo manual o fami-
Aguirre, al final de su corto período, envió algunos liar y de maquinaria menuda y barata.
barcos a tomar posesión del territorio que se llamaría Don Pedro Aguirre murió antes de la llegar a la mi-
La Antártica, y un decreto novedoso asimiló esas tie- tad de su programa y el culto que sigue dándole el
rras polares al territorio nacional, con el nombre de pueblo chileno, dice bien de él mismo y de la chileni-
Antártica. La opinión pública miró el hecho con indi- dad que en él supo escoger y aprovechar ciertas ideas
ferencia risueña; pero el Presidente viajero no se había esencias para la edificación de una democracia a base
equivocado al considerar aquella antesala tenida como de cultura.
perfectamente inválida. Cuatro años después y a se ha- Al iniciar su período el Presidente Aguirre lo había
blaba de un posible turismo ante polar y los Estados hecho dentro de una atmósfera de agitación parti-
Unidos consideraban esa zona desde un punto de vista dista de la más alta temperatura partidista conocida
interesantísimo para estudios de meteorología y apli- en el país conocido como morigerado y aun frío. Los
cables aun a la guerra. vaticinios internos y el comentario extranjero falla-
El presidente-maestro creó centro culturales llama- ron en sus profecías de una revolución social hecha y
dos "horas libres" con la finalidad doble de dar peque- derecha. La verdad era que el pueblo había elegido su
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mejor hombre para comprender los problemas econó- Desde el 25 de Noviembre de 1941, fecha en que asu-
micos y políticos, y a atascados y fermentados, y para mió la Vicepresidencia de la República, hasta el 1 de
aplicar los procedimientos menos revolucionarios que Abril del año siguiente, el señor Méndez gobierna al
pudieron hallarse. país dentro de las mismas líneas de sobriedad y ho-
Su actuación calmada a pesar de algunos síntomas nestidad del Presidente Aguirre.
de revuelta militarista dieron inmediatamen te prueba Durante los difíciles días que sufrió América al ata-
de su atinado y enérgico carácter. En Agosto de 1938, car los japoneses Pearl Harbar, el Vicepresidente se
antes de que él asumiera el poder, había habido un se- solidarizó con el Continente en su condenación a la
rio complot militar, encabezado por el general Ariosto ignorancia. Le tocó también gobernar el país en los
Herrera y que había contado con el apoyo del señor momentos de grandes dimensiones internas políticas
Ibáñez. El ejército y a había sufrido una justa purga, y la opinión nacional alabó su prudencia y absoluta
probó otra durante su gobierno: fue una medida justa falta de ambición y vanidad.
para el buen convivio y la paz republicana. El pueblo
de todos los bandos que ha amado siempre a las insti- Juan Antonio Ríos
tuciones armadas y celado por su prestigio compren- El Presidente Ríos gobernó al país desde Abril hasta
dió las medidas. 1946, año en que falleció. Como su antecesor, murió
Pero al mismo tiempo que el presidente dedicaba antes de terminar su período constitucional.
grandes cantidades de los empréstitos obtenidos y Salido como Aguirre del Partido Radical que corres-
del presupuesto a construcciones de obreros y planea- ponde más o menos al Partido Radical-Socia lista fran-
miento de futuras habitaciones populares, se preocu- cés, el señor Ríos abogado y agricultor pertenecía a la
paba intensamente - a pesar de la grave crisis que la derecha del radicalismo y hasta había formado parte
guerra acarreó en las exportaciones del país- de esas del gabinete del señor Ibáñez. Fue esta una veleidad
mismas instituciones armadas, guardadoras de la so- anti-republicana que le costó harto hacerse olvidar.
beranía externa chilena. Al conocerse las actividades La colaboración dada al "militar dueño de la hora'',
de la quinta columna en Sudamérica dedicó cuatro mil correspondió a la que le dieron casi todos los partidos
millones de pesos para la remodelación de los servicios como se dijo antes, y fue motivada sea por la grave
de aviación. situación económica o por una común flaqueza civil
Sucedió al señor Aguirre, de acuerdo con la Consti- criolla. La expresión de "hombre de orden" valoriza
tución, el Ministro del Interior don Jerónimo Méndez. mucho a los políticos chilenos durante los momentos
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difíciles, y el señor Ríos quiso ser eso fundamental- veló por la agricultura y dejó trabajos públicos de
mente a lo largo de toda su administración. importancia. Continuó la protección a la industria,
Navegante en mares y tiempo sombríos, su sentido siendo lo más precioso tal vez su desarrollo de los
de autoridad y responsabilidad lo asistirían hasta su trabajos de la Corporación de Fomento. El Presiden-
acabamiento. Había en él además, el mismo celo de te veía en la industria el mayor bien para este país
las atribuciones presidenciales que en el presidente pequeño y riquísimo en minerales: y consiguió la paz
Alessandri. Merece ser subrayada la lucha que acaba- interna durante el peor trance del mundo.
ría ganando el Parlamento para mantener al fjecutivo Su viaje a los Estados Unidos y varios países sud-
el derecho absoluto a la iniciativa en la creación de americanos restableció la verdad de su actitud res-
los cargos públicos que el Congreso había invadido, pecto al primero, y uniendo vigorosamente a su
inflando en forma desorbitada el presupuesto público. Chile, país por su situación geográfica desplazada,
En cuanto se refiere a la brega de los partidos, de la con sus hermanos de raza. Por otra parte la gestión
cual resuena nuestra América mucho más que de su larga e inteligente de su Canciller ganó a Chile trata-
familia de volcanes, el presidente Ríos procuró más dos comerciales con otras naciones que miran a una
que cualquier otro m.andatario del decenio que ella unión aduanera próxima de la América del Sur.
no dañase la faena administrativa, y esta lucha sor- Las críticas contra el gobierno del señor Ríos que
da pero visible con su propio partido político fue un arrancan por igual de los dos frentes políticos, re-
ejemplo de su deseo de hacer, como su antecesor, un ·"
velan a 1os neutros que e1 " h omb re gris -segun ' e1
gobierno para todos sin distracción constante de las apelativo de un periodista americano- no era un
asambleas borrascosas. mandatario apático sino el raro espécimen de un tra-
El señor Ríos no tuvo ni buscó la popularidad de bajador indiferente al furor publicista de su tiempo.
sus antecesores; su carácter los asimilaba a los viejos La campaña de la prensa aliadófila -que fue lama-
jefes de Estado chilenos: frío, sobrio, orgulloso, según yor y mejor prensa- creó fácilmente una opinión pú-
sus adversarios, pero tal vez sólo ambicioso de obras blica porque la intuición del pueblo lo hizo repugnar
públicas de aliento. el racismo y ver en él su enemigo natural. Este sen-
El balance de su gobierno· hecho a su muerte, le h a timiento público -pues se unió a él la mayor parte
sido bastante favorable. Supo conducir por sí mismo de l a clase profesional- fue disciplinado por el vigo-
los asuntos de la guerra, y por la mano técnica de su roso dirigente socialista Óscar Schnake, y habilitado
Ministerio de Relaciones, señor Joaquín Fernández, por el líder radical don Marcial Mora en la "Orga-
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nización para la victoria". El propio líder aliadófilo, Las tres presidencias del decenio aparecen al ob-
Dr. Morales Beltramí fue llevado al Ministerio del servador apolítico como un solo programa social es-
Interior -que incluye en Chile a la policía-, el cual bozado por el Sr. Alessandri que retiene el mérito
remató una investigación valiosa de las actividades de los iniciadores. Considerablemente aumentado en
subterráneas del nazismo, y el tribuno popular, de sus materias por el Sr. Aguirre, cuyos ideales siguen
mucho arraigo en las masas, señor González Videla, sintiendo todavía al Partido Radical. Y una buena
elevó la temperatura aliadófila en Santiago. En la co- porción de esta labor social sería desarrollada por la
lumna anónima o expresa de los publicistas aliadófi- labor honda y eficaz del Sr. Ríos.
los hay que subrayar el nombre del ilustre ensayista
Benjamín Subercaseaux, afortunado detective de las
radios clandestinas doblado de un publicista de tipo
europeo.
Mucho corrió en comentarios verbales y escritos
sobre la lenidad del presidente Ríos en declarar la
guerra al Eje. La razón dada por su Gobierno frente
al inmenso frente desnudo que la costa chilena pre-
senta al Pacífico, fue la primera. El mapa dicta al
más primario observador visual una política de cau-
tela absoluta.
La respuesta favorable de los Estados Unidos dada
al señor Morales Beltramí, enviado extraordinario del
presidente, respecto de la ayuda norteamericana en el
riesgo evidente, acabó con la llamada "indecisión chile-
na''. La revancha inmediata de los japoneses y de los ale-
manes se tradujo en la pérdida de la mayoría de nues-
tra marina mercante sellando la sospecha con esa dura
evidencia. Otra de las razones de la parsimonia chilena
poco visible para el extranjero, fue la necesidad de po-
ner en jaque a la extensa población de origen alemán.
ENTREVISTA PAR.A REVISTA NOVEDADES cuerpo entero, sin mutilaciones, sin políticas maño-
MÉXICO, 1.948. 9 sas, corajudo y presuroso, que bien pudiera todavía
salvarnos.
La religión más o menos laica de los héroes a lo
Carlyle o a lo Emerson formó a varias hermosas almas
de mi generación. Parece que la tierra corrompe todas
¿Cua'lfilosefía piensa usted que predomina en el mundo: la espi- las materias ideológicas y hasta el plutarquismo se co-
ritualista o la materialista? rrompió bajo la manufactura pseudoheróica de Hitler
Parece que domine la segunda. Creo que el espíritu y Mussolini, dos plutarquianos de tipo satánico. Así
es la hazaña de los santos y de algunos semi-dioses y todo, mirando hacia el "multituderismo" presente,
de las mitologías. Nuestra América, ayuna de místi- el culto de la vida heroica se mantiene en algunas al-
ca, ha dado solamente dos santos y en nuestros se- mas fieles. El último de ellos me ha ayudado mucho y
mi-dioses hubo siempre alguna carnalidad bastante acaba de morir: era Nicolás Berdiaeff un pobre y santo
sobrada. El espiritualismo, o mejor la espiritualidad viejo exiliado que apenas conocen de nombre nuestros
debería ser la del ideal de nuestra educación presente, jóvenes católicos. Me queda como mentor el noble y
no un ideal vago y balbuceante sino premioso y exi- vidente Jacques Maritain. Para mí ambos han valida-
gente. Pero aquella Pedagogía que corre por los textos do como la levadura de que habla Paz Ferreira y me
que me conozco, en algunos países es una cosa chata, han levantado en grandes caídas espirituales que en
pesada y difusa que poco y nada se parece al Ariel mí corresponden siempre a la pérdida de la esperanza.
shakesperiano. El Fermentario de Paz Ferreira, opúsculo El pequeño plutarquismo cristiano que me conozco
un poquito pedagógico, es lo mejor que me he leído vive en un estudiantado autodidacta y suele afirmar-
en nuestra escasa literatura formativa o inspirado- se la fe en nuestra propia salvación. Bueno es recordar
ra y, a distancia de· él, Los motivos de Proteo de Rodó. que fueron autodidactas Sarmiento, Rubén Darío si se
Ambas obras han moldeado en buena parte el alma le hojea bien, Vasconcelos y en parte el Inca Garcilaso.
uruguaya. Parece que el milagro no h a y a saltado esas Cuando no se tiene la gracia de maestros próximos
fronteras. y se vive la orfandad provinciana, suele refugiarse el
Creo hasta en las Mitologías más que en los libros alma en el aprendizaje de índole solitaria y heroica.
corrientes de Pedagogía teórica. Pero, naturalmente, Países nuestros hay donde, sin embargo, el maestro
creo ante todo en un Cristianismo radical, o sea, de de carne y hueso existe para bien de los mozos, bajo la
forma de la lección oral o del periodismo educador. En también en nuestra desgraciada Italia, me he conoci-
México se tiene al sabio y sutil Alfonso Reyes y a una do familias y alumnados en los cuales el hábito de la
constelación de sus semejantes, que forman el magis- vida interna nutría, daba inspiración y salvaba a una
terio mexicano: en Colombia tienen a Sanín Cano. U n minoría pequeña.
crítico chileno de altura, Alone (Díaz Arrieta) llama a El laicismo escolar, y la hambruna que él crea en el
Reyes "el primero y tal vez el único humanista latino- alma de los jóvenes, pudo haber sido contrabalancea-
americano". do en el hogar por una educación religiosa auténtica
y aguda; pero sucede que el Cristianismo criollo es
De estas dos filosofías, ¿cua'l juzga usted que pueda salvar a la generalmente materia bastante insípida y cuando me-
humanidad? nos floja. Reconozco que el laicismo ha sido una fata-
Siempre la salvó el espiritualismo, pero cuando no se lidad y sigue siéndola, digo "fatalidad" en el sentido
olvidó de que somos seres encarnados, es decir, meti- de cosa inevitable, a causa de la índole persecutoria
dos en la vaina de la materia, la cual es tan imperiosa que existe en el cristianismo de sangre española. Aun
como la fiera. La mayor parte de la humanidad no vive así, pudo salvarse a las dos últimas generaciones por
la ideología tal o cual, vive hábitos empedernidos, o aquellos a quienes más importa la salvación: padres y
meros apetitos, o el azar. Tal vez ella no tenga ni aún la madres de familia.
categoría de culpable y sólo viva la inconsciencia pura.
En dos tercios a lo menos de las universidades crio- (Gabriela contesta a varias preguntas respecto a algunos aspectos
llas la Filosofía ha sido enseñada malamente o desas- y problemas de México, relacionados con su pol(tica, su econom(a,
trosamente y de tal desventura deriva la carencia de sus condiciones sociales, moralesy espirituales).
rumbos para vivir, de módulo y hasta de estilo de vida. Hace 26 años que yo dejé México. Ignoro la vida del
Tener una cierta consciencia parece que sea un lujo de país y no soy enteramente culpable de este vacío, que
estos tiempos zoológicos. La latinidad americana se ha me duele bastante. Casi nunca recibo libros mexica-
disuelto en la verborrea y los rectores de almas rara nos y menos aún revistas y prensa. Aunque yo sea una
vez incitan a sus alumnos o a sus hijos a descubrir la extranjera que ha vivido cierto discipulado mexicano,
vida interior, a cultivarla y a aprendérsela como fuente no me considero válida para juzgar sobre materia tan
poderosa de los actos diarios y como la estrella polar ancha y tan delicada a la vez como son los problemas
de cada timonel de su alma. Yo no sé si nosotros te- de México. Yo vengo de Estados Unidos y he oído allí,
nemos el derecho a llamarnos latinos: en Bélgica, y y también en el norte de México, que los mexicanos
254 255
están llenos de esperanza por los trabajos de irriga- ¿ Y de su erifermedad?
ción, de reparto de tierras y de edificación de casas Respecto de mi salud, yo tengo una diabetes trata-
para obreros ordenados por vuestro Gobierno respecto da muy tarde, y tal vez un corazón trabajado por una
de esa zona que ha sido hasta ahora bastante poster- herencia cardíaca, por dolores morales y por la edad.
gada por el centro. Soy una provinciana y en cada país
criollo me duele ver la hipertrofia de las capitales y ¿Está usted preparando alguna obra literaria que sirva de luz, de
el enflaquecimiento de las extremidades del territo- orientacióny de consuelo?
rio. Bueno es recordar que el norte es el costado que "Saco a limpio" los borradores de un libro de ver-
México da a Estados Unidos y que esta nación sue- sos. Él no va a dar " l a luz" a que usted se refiere y
le juzgar a México sólo por esa región. Pongo mucha que yo no tengo ni para mí misma en el caos al cual
fe en la agricultura intensiva y técnica que no se ha entramos; no va a dar tampoco "la orientación" que
hecho en nuestros países con la excepción de la Ar- la mujer casi nunca dio en nuestra América, hasta
gentina y tal vez del Uruguay. Me duele la torpeza co- hace poco feministófoba. En cuanto a "dar consue-
lonial de hacendados, granjeros campesinos y me doy lo", bien lo querría, pero es posible que este libro sea
cuenta igualmente de que l a industria es una salida el más doloroso entre los míos. Lo he retenido por
para nuestra pobreza que va volviéndose pavorosa. La cierto pudor de añadir un zumo más de amargura al
debilidad de nuestras monedas viene, en parte, de la que trabaja a nuestra gente. Esperaba neutralizarlo
importación desaforada de artículos suntuarios y has- con algunos jugos de esperanza y no lo he logrado. El
t a de manufacturas fáciles de hacer por la mano de optimismo bobo, o el que se fabrica como una droga
nuestra gente. Vuestro Gobierno tiene puestos los ojos más, me parecen fraudes hechos a las gentes sencillas
en esos dos problemas y está obrando. y a las veraces. Prefiero a eso la vendimia leal del
corazón sobre el lagar del mundo el cual tal vez ne-
¿Quépiensa usted acerca de nuestro Estado de Veracruz? cesite soltar su sangre en la purga que llamamos "la
No conocí el Estado en mi viaje anterior y todavía confesión" y que se hace lo mismo en el verso que en
no conozco ni la ciudad de Veracruz. Hoy comencé a el drama o la novela.
recorrer el Estado que me alberga con tanta benevo- Yo pertenezco a una generación culpable de cierta
lencia yendo a Córdoba. Me gustó mucho su zócalo y indolencia, si no sordera, respecto de la justicia social.
visité una linda exposición de trabajos escolares de Mi generación tal vez se recargó de literatismo por un
Fortín de las Flores. deseo bien intencionado pero excesivo de enriquecer o
257
de pulir la lengua desabrida y flaca que recibimos. Yo
1950 - 1957
tuve la intención de desnudar algunas llagas como la
de nuestra miseria popular. Pero no me cayó en suerte
el llamado "verbo" o "verba" social. Algo creo haber
hecho por despertar la piedad hacia el niño. Fue poco y
flaco lo que di; otros y a hacen mejor, algunos lo harán
después de manera óptima. En esto como en todo la
antorcha apenas prendida se pasa al que sigue, para
que la avive con un aliento mayor.
Observo que viene un linaje de mujeres que sobre-
pasa bastante a mi grupo y llegan en él hasta cier-
tas amazonas que no traen rebanado su pecho sino
que llevan sus hijos a la espalda, bravas mujeres que
van a luchar a la vez por su ideología y por el pan de
sus hijos. Yo sigo fielmente su movimiento y procuro
ayudarlas con lo poco que puede dar una persona que
hace vida retirada, no sólo por razones de salud sino
por autodefensa respecto del mundo huracanado que
·vivimos. Pasta de luchadora nunca tuve, aunque me la
hayan atribuido por generosidad. Soy muy torpe para
ese menester febril y espasmódico que no se aviene con
mi temperamento de rumiadora lenta.
Me duele el que me pidan opiniones. Llevo casi tres
años de una vida reclusa y aunque leo no tengo una ex-
periencia inmediata y completa del momento actual.
SOBRE LA PAZ Y LA AMÉRICA LATINA conflicto mundial, no son cosas que dejen yertos a
REVISTA REPERTORIO AMERICANO. PUERTO R i c o , 1 9 5 0 . estos veintiún pueblos, que tal vez sean los más sensi-
bles entre los del mundo. Sensibles somos y hasta de
más, en cuanto a nietos de la desgraciada Europa y en
cuanto a miembros de la cristiandad.
El Congreso de la Paz no erró al escoger este país
Creo que la América Latina es casi totalmente pa- como su sede. México sigue siendo una patria libérri-
cifista. La causa de la paz nos es connatural; nues- ma y empapada de humanidad.
tros veintiún países no tienen nada que ganar en una No necesita nuestro Congreso de mucha puja para
guerra y casi todos miran hacia ella como a calami- convencer sobre las lacras de la guerra y sobre la zoo-
dad pura. Por religión, por principios republicanos y logía pura que ella entraña. La raza ibero-american a,
por hábito. La matanza legal llamada "guerra" nos re- inteligente e informada del mundo, se sabe bien la
pugna. Por otra parte, la adhesión a cualquier bando lección primaria del valor de la paz y, por sabérselo,
guerrero comenzaría por dividirnos y nuestro interés México está albergando en un momento de zozobra,
primordial, es pasar de la presente unión de nuestros esta cátedra colectiva de pacifismo. Si en el filo de
pueblos, a la fusión de todos ellos en una especie de la circunstancia que vivimos, la legión de la paz de-
Estados Unidos Centro y Sudamericanos. sertase entera o raleasen sus filas, y a bastante en-
Somos gente absolutamente ajenas a los intereses de tecas a las almas libres del mundo no les quedaría
una guerra cualquiera, sea ella de índole ideológica o sino la aceptación de la carnicería como único corte
comercial. La industrializaci ón de la América Latina y del nudo gordiano. El sólo pensar esto da cierta ver-
con ella el bienestar del campesinado y la clase obrera, güenza respecto del género humano. Es preciso que
nos recomiendan solamente una larga paz laboriosa y los que no militamos en ningún partido, salgamos,
la atención colectiva centrada en esos temas. pues, de nuestra soledad para decir sin miedo la pro-
Así y todo, no podemos ver con indiferencia la situa- pia convicción, que es más o menos la siguiente: la
ción en extremo inquietante producida por la tensión América Latina sigue siendo fiel a la causa de la paz,
mundial, pues cerrar los ojos a este hecho sería nece- especialmente en la proporción de sus educadores y
dad o hipocresía. de sus intelectuales. Bien se puede añadir a estos dos
La suerte de la cultura occidental, conformadora gremios el ancho sector del pueblo que trabaja en las
de la nuestra, y la debacle económica que traería otro faenas pacíficas, de la industria y del inmenso cam-
po americano. Si resultase que estos cuatro sectores delante del poder o del terror de los belicistas, no
fuesen flacos - y sabemos bien que no lo son- aun nos queda sino cumplir en cuanto a hijos y servidores
así, como simples minorías sensibles y alertas, ten- de esta persona parda y divina que llamamos "Paz".
dríamos el deber de juntarnos para hablar sobre una Aunque fuésemos una minoría ingenua, los pobres
catástrofe que puede herir a la América Latina en el creyentes de una entelequia, estaríamos obligados a
plexo solar de su economía y en el de sus principios hacer por ella todo cuanto podamos. Otra posición
espirituales. nos abrasaría la conciencia como el tizón que arde
Creyendo, desde la raíz de mi conciencia, que esta aún sofocado. Porque el silencio y la inercia, cuando
profesión de fe pacífica representa un deber vertical, las patrias viven su solsticio mayor, sólo se llamarían
yo estoy dando aquí el testimonio que me dicta mi necedad o malicia.
amor de maestra por los niños que crecen y cuyas al- Yo espero que ustedes, oyéndome alegar por un
mas no deben ser torcidas por ninguna ideología que asunto que muchos consideran meramente europeo y
considere a la guerra como "fatalidad histórica'' ni es- norteamericano, no me tomarán a estas horas de luz
tima la paz como un mero paréntesis de reposo entre oblicua como cosa parecida a una rusófila embozada.
dos jornadas de sangre. Nunca me allegué a un solo problema latinoamericano
No es vil la prédica de la paz; tampoco es infantil; sino como la criolla que soy, planta indígena marcada
ella no indica falta de virilidad en aquellos pueblos por su suelo en cada raíz y en cada rama de ser. El
que la tienen como el mayor de sus bienes: pero la paz temperamento nuestro es tan original como lo son la
grande y pura debe ser un principio álgido, un afilada araucaria chilena y el cactus mexicano. No creo en
voluntad de velar sobre ella, seamos católicos o pro- ninguna forma de vida personal y colectiva para no-
testantes, mozos o viejos, idealistas o realistas. La paz sotros que deba venirnos como paquete postal desde
representa una ley moral, la primera entre todas, tal tierras e ideologías lejanas y casi lunares.
vez el "imperativo categórico" por excelencia y ella no Para bien o para mal nuestro, dominan en el mestizo
es, como algunos creen, un mero ambiente para nego- y en el indígena de la América una sensibilidad y un
cios prósperos. sentido de la vida estatal y familiar que nos es peculiar
Aunque corramos el riesgo de ser vistos con un gesto y esta originalidad tenaz nos invalida para la adop-
de duda o de sospecha, todo eufemismo debe ser re- ción de ideologías políticas y módulos de vida remotos.
banado a estas horas por cuantos tenemos algún cora- Nuestras repúblicas resultan ser muy otra cosa que las
je moral y, aunque nuestra persona cuente muy poco europeas y todas las ad a p taciones "de pe a pa" que
hemos ensayado en esta América criolla mudaron aquí Labremos nuestra tierra en esta pausa de paz; ha-
de color y esencia perdiendo ángulos, perfil y hasta sus gamos la guardia, física y moral de nuestra parcela y
entrañas mismas. Esos sistemas unas veces ganaron completemos las independencias políticas del año 10
aquí en humanidad, pero otras veces se desfiguraron con la que faltó, para desgracia nuestra, la liberación
hasta volverse irreconocibles. económica. Y hagamos esto, no con los dientes apreta-
Soy una pesimista en lo que se refiere a la suerte de dos de unos nacionalismos calenturientos; hagámoslo
Europa, por más que no deseo sino bien a la Madre que con mira a nosotros mismos y a la reconstrucción de
acarreó hacia el Nuevo Mundo sus esencias mejores y la latinidad que, en su porción europea, parece hallar-
a pesar de que nos trajo, apareado con ellas, su indivi- se enferma y a trechos llagada.
dualismo exacerbado y suelto. Brazos abiertos para merecer la inmigración, para
No puedo callar el hecho de que entre la lectura de poblar en vez de diezmar, para alimentar a manos lle-
los cables europeos que trae la prensa diaria y el pai- nas y construir las moradas del pobre hombre criollo
saje prócer del hermoso Estado veracruzano, mi pen- tan digno como cualquier otro hombre de poseer real-
samiento constante y casi obsesional es este: hay que mente la tierra suya y de crear sobre ella la dicha.
mantener la paz en nuestros veintiún pueblos a fin de Agradeceremos a los presentes los frutos sanos que
que en meses o en años más seamos una especie de salgan de esta reunión, la cual es, en todo caso, ra-
tercer Continente, la isla del refugio, un tercer frente cional e importante. Yo tengo fe en la índole apolítica
salvador para los hombres desesperados que llegarán de vuestros trabajos. Todo su éxito depende de que
aquí en busca de sitio donde posar los pies errantes. se obre con las puertas de par en par a fin de que los
A ese pensamiento sigue otro: está viviendo la Amé- acuerdos del Congreso convenzan, como una empresa
rica Latina un momento harto confuso, pero a la vez que busca esclarecer las vistas, ordenar la desorienta-
de cierta actividad alácrita que se traduce en creacio- ción y salvarnos la paz.
nes industriales y agrícolas; estamos viviendo a estas Lo único que importa aquí es pensar con precisión y
horas dentro de un ímpetu de acción realista y de au- jugar limpio. Seamos vinos buenos criollos que tienen
to-determinación decidida. El caso de México está a la piedad hacia la suerte de su propia carne, y no com-
vista y conforta la esperanza. Nuestras potencias fijas prometen a la generación que los sigue, y cuyos desti-
sobre la tragedia europea sacuden por fin sus modo- nos están jugándose a estas horas. Nosotros debemos
rras tropicales de un siglo que fue de cultivos remolo- resolver sobre un negocio tan grave como la guerra,
nes y de técnica paupérrima. en el cual se decidiría la suerte de nuestros cuerpos
y nuestras almas, y para ello, hemos de mantener en MENSAJE PARA EL CONGRESO POR LA
nuestras discusiones una conciencia liberada y lúcida. DEMOCRACIA
No nos cegaremos por el humo de la pasión ni por la REVISTA S u R . ARGENTINA, 1 9 5 0 . 1º
268
tas, y velando sobre sus enemigos, agazapados, pero artesana: una mejor técnica se buscaba y la moral del
no muertos. No matamos, no, lo colonial, apenas lo trabajador hecha de lealtad a las empresas y a la na-
herimos, y las heces de eso seguirían obrando bajo la ción productora, etc. Y recuerdo que la reunión había
forma de caciquismo y dictaduras primero, y de fascis- tomado su clima de un poema allí leído de Verhae-
mos después. ren, poeta de la industria, de la civilización, y tam-
He visto y oído cómo se dan de torpes, secas y acar- bién del Socialismo.
tonadas, las clases de Instrucción Cívica en nuestros Otro costado decadente de nuestras naciones es vi-
colegios. Hurgando en los adolescentes, me di cuen- sible en el hecho del gran desabrimiento, la frialdad
ta de que la palabra "República" sabía en sus bocas y el tedio que el hombre-pueblo y el hombre-burgués
a fruta insípida y sonaba a sus oídos como un ruido sienten hacia su propio menester. Y viene todo esto
sin voz; otro tanto ocurría con la palabra "Democra- del mero medrar en un oficio o empleo que fueron
cia". Ningún calor vital sentí en esas lecciones donde cogidos al azar. Parece que se trate aquí de una au-
se enumeran los organismos civiles en cuanto a en- sencia grande del Eros vocacional, el cual tal vez sea
tes fijos y se ven las leyes como caparazones secas de el mayor y mejor entre todos los Eros ... Porque todos
tortugas eternas. En cuanto a la igualdad ciudadana, vivimos casados con él, estampados en él como crus-
esto pareció asunto consumado y por ellos despedido, táceo en la roca, pero rara vez lo vivimos en el apego
y los héroes nos parecieron arquetipo's celestes, y no del platero que resoba su pieza acabada y se regodea
Adanes de carne y hueso que, en turno, acertaron y en ella, feliz del propio logro. Y esta mera aceptación
erraron, y dieron alimentos para el tiempo pero no de la costumbre muerta resulta en oficios y profesio-
para Eternidad ... nes pura tolerancia, cuando no tedio sordo, y de otro
Lo que la Democracia significa todavía en la boca lado, una ofensa al menester mismo, al gremio entero
de nuestra gente de trabajo son unos salarios mejores y por rebote a la República.
y lo que deriva de ello: alojamiento decoroso, la ropa Después de que el laicismo oficial retiró de la vida
común y la dominguera, un plato más de comida, ci- escolar y de la vida civil la brasa de lo sobrenatural
nema, etc. Y ella se nos queda en esta mediocridad que las encendía, tal vez sea necesario calentarnos el
ayuna de superaciones. alma y colorear la pardez de la vida con tres llamas:
Sólo alguna vez, en Bélgica y en Suiza, tuve yo la la pasión de la familia, la pasión de la Patria y la del
gracia de oír hablar en sociedades obreras algo sobre oficio. El amor no sólo enciende sino que dobla la ri-
los oficios como asunto económico y además de honra queza de la vida: todo ejercicio se vuelve por él fragua
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creadora, hermosa de ver y de convivir y la nación arde han caído estos dos entes nobles, la "República" y la
de creaciones. No se vive sin hornaza, sólo se dura, "Democracia," sobre todo la última.
subiendo y bajando los días como la piedra de Sísifo, o Pero recordemos a los buenos metales; excepto al
en una llenar y vaciar el vientre de la máquina bruta o oro, todos se oxidan y se dejan ganar o del cardenillo
el pozo sin fondo. verdoso o de la roña fea; sin embargo una vez retoma-
Hermosa criatura la Democracia, y válida hasta para dos por manos aseadas ellos se recobran, al ritmo del
inventar mitos. La llamada "igualdad de los hombres" frote vivo, y vuelven, vuelven.
y a no la cree nadie que tenga algún seso, pero si pone- No hay razón para hallar angosta, opaca o trizada la
mos el muy falso concepto a la luz del cristianismo so- hermosa palabra "Democracia." Ofendida si anda ella
cial que vivifica cualquier utopía, entonces el hondón en las bocas torcidas de malicia, o anda vuelta una
de la diferencia se colma y una casi igualdad humana cursilona en las asambleas fraudulentas de los falsos
aparece gracias al concierto de los oficios y las profe- obreros y los falsos burgueses "democráticos." La gran
siones acordadas como un instrumental humanamen- persona vital que es la Democracia se restaura con
te divino. Una mística no delirante sino realista de sólo regresar a su fuente verídica, el "Demos" campe-
la Democracia, y por lo tanto de la República, es cosa sino y el "Demos" industrial. El pueblo conserva to-
bien racional y factible cuando la calidad de la obra davía su pobleza y sobre todo su vigor para reaccionar
ha convencido y vencido lo mismo a la esquiva bolsa en forma alácrita cuando se le llama a ayudar en hora
patronal que a las clientelas exigentes y a la protectora de emergencia.
de los gremios que es la Nación. Lustremos la mohosa plata de la Democracia que ha
Yo sé que la simple palabra "mística" les trae a uste- envejecido demasiado pronto, pero que tiene renova-
des un recuerdo manchado. Cogieron el vocablo pre- ción posible bajo estos soles y sobre los limos genero-
cioso nazi y fascista para aderezar el guiso populache- sos que son los nuestros. Raspemos la roña de su piel
ro de sus demagogias, que había de parar en el charco más manchada que muerta; abandonemos sus pasitos
de sangre que nos sabemos. medio infantiles y valetudinarios.
Las palabras se prestan para infecciones como ésa, Su nombre es eufónico de oír y ancho de leer: cuatro
pero ellas también se lavan en cuanto las,devolvemos sílabas, tres dulces y una viril. No hay que tirar la tela
a su recto menester. antigua si es válida todavía.
Es bueno declarar que están harto empañadas a es- Sabemos que el ser humano es una máquina de es-
tas horas las dos grandes personas que nombro; juntos tropear o aplebeyar demasiado pronto todo cuanto
creadora, hermosa de ver y de convivir y la nación arde han caído estos dos entes nobles, la "República'' y la
de creaciones. No se vive sin hornaza, sólo se dura, "Democracia," sobre todo la última.
subiendo y bajando los días como la piedra de Sísifo, o Pero recordemos a los buenos metales; excepto al
en una llenar y vaciar el vientre de la máquina bruta o oro, todos se oxidan y se dejan ganar o del cardenillo
el pozo sin fondo. verdoso o de la roña fea; sin embargo una vez retorna-
Hermosa criatura la Democracia, y válida hasta para dos por manos aseadas ellos se recobran, al ritmo del
inventar mitos. La llamada "igualdad de los hombres" frote vivo, y vuelven, vuelven.
y a no la cree nadie que tenga algún seso, pero si pone- No hay razón para hallar angosta, opaca o trizada la
mos el muy falso concepto a la luz del cristianismo so- hermosa palabra "Democracia." Ofendida si anda ella
cial que vivifica cualquier utopía, entonces el hondón en las bocas torcidas de malicia, o anda vuelta una
de la diferencia se colma y una casi igualdad humana cursilona en las asambleas fraudulentas de los falsos
aparece gracias al concierto de los oficios y las profe- obreros y los falsos burgueses "democráticos." La gran
siones acordadas como un instrumental humanamen- persona vital que es la Democracia se restaura con
te divino. Una mística no delirante sino realista de sólo regresar a su fuente verídica, el "Demos" campe-
la Democracia, y por lo tanto de la República, es cosa sino y el "Demos" industrial. El pueblo conserva to-
bien racional y factible cuando la calidad de la obra davía su pobleza y sobre todo su vigor para reaccionar
ha convencido y vencido lo mismo a la esquiva bolsa en forma alácrita cuando se le llama a ayudar en hora
patronal que a las clientelas exigentes y a la protectora de emergencia.
de los gremios que es la Nación. Lustremos la mohosa plata de la Democracia que ha
Yo sé que la simple palabra "mística" les trae a uste- envejecido demasiado pronto, pero que tiene renova-
des un recuerdo manchado. Cogieron el vocablo pre- ción posible bajo estos soles y sobre los limos genero-
cioso nazi y fascista para aderezar el guiso populache- sos que son los nuestros. Raspemos la roña de su piel
ro de sus demagogias, que había de parar en el charco más manchada que muerta; abandonemos sus pasitos
de sangre que nos sabemos. medio infantiles y valetudinarios.
Las palabras se prestan para infecciones corno ésa, Su nombre es eufónico de oír y ancho de leer: cuatro
pero ellas también se lavan en cuanto las devolvernos sílabas, tres dulces y una viril. No hay que tirar la tela
a su recto menester. antigua si es válida todavía.
Es bueno declarar que están harto empañadas a es- Sabemos que el ser humano es una máquina de es-
tas horas las dos grandes personas que nombro; juntos tropear o aplebeyar demasiado pronto todo cuanto
él usa por algún tiempo. La Democracia h a venido a
l nuestras independencias nacionales y la ingratitud
menos a causa de que hemos hallado cortas sus me- es un mal gesto de las almas feas.
didas y de que la sorprendimos muchas veces en la Velemos doblemente ahora, como en los graneros,
simulación de la justicia, distribuyendo unas dosis observando el nivel del trigo vital. Si se abaja el gra-
parvas de más ... no no alimentará sino a los patrones; si sube, enton-
Yo me la quiero todavía. Me la quise desde la juven- ces alcanza hasta el chalán ... y a los pájaros ...
tud, cuando la vi apareada con la libertad. Unida a Nuestra geografía se llama Generosidad, loca an-
ésta, ella vivía, y casi comprendiéndola. Las mellizas chura, longitud extrema. Tal vez somos pobres sólo
divinas caminaban bien acordadas y me pareció - y me a causa de la estupidez latifundista, por el abotaga-
parece todavía- que su secreto es el de que sueltas va- miento de jefes industriales zurdos, y por el relajo de
len poco pero gallardean si marchan con la mano en los labradores perezosos. En todo caso, somos colo-
la mano. La Libertad sin Democracia se carea pronto; niales como consecuencia del complejo de inferiori-
pero la Democracia sin Libertad se vuelve la trampa dad que todavía tumba al indio y hace trastabillar
dolosa de los filo-fascistas, que conocimos en Italia y también al mestizo.
Alemania, y ella no vuelve a engañarnos más. En colegios, en Sociedades Literarias, en el periódi-
Me gustó ver a la bienquerida en el nombre de vues- co, en la Radio y el Cine, semana a semana, hagamos
tro Congreso; ella me llamó como una mano para que alguna cosa pequeña pero insistente a fin de reva-
acudiese, y aquí estoy. lidar este nombre magullado de Democracia. Pero
Valemos sobre Ella. Creo que la hora del Continente recordemos que levantar la palabra caída en mise-
y de estas Islas es la de velar el día y la noche. Antes su ria no sea una mera zorrería política. Los concep-
vela era hecha por Europa, cuando ésta vigilaba sobre tos desprestigiados sólo se reivindican revalidando
sí misma y un poco también sobre nosotros. Los tiem- su contenido con una fila de hechos claros, leales y
pos han dado un vuelco y vivimos en el trance de los poderosos.
adolescentes cuando pierden de golpe de los padres: Ojalá nuestro "Congreso de la Democracia" se pa-
apenas los apunta el bozo y tienen y a que coger las rezca cada año a una ancha "Rendición de Cuentas".
faenas sabidas a medias y poner a flote la honra y la Ojalá volvamos aquí a contar lo bien ganado y bien
hacienda. cumplido. Porque el verbo es sólo el sirviente de los
A la Europa que mucho nos valió, no la juzguemos. hechos y el mundo hispano-americano está harto de
Lo prestado o cedido por ella tuvo mucho volumen en tiradas verbales. Prosistas y poetas nos sabemos esto
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muy bien y a veces, ¡desgraciados!, hasta sentimos un LA PALABRA MALDITA
deseo de callar, de callar por pudor y por la derrota TEXTO ESCRITO EN 1 9 5 0 MIENTRAS ES ( Ó N S U L EN
de nuestras palabras enfáticas que fallaron. M É X I C O . ANTOLOGADO EN RECADOS PARA ÁMÉRICA.
¡Grand misere des motsJ, dice el Galo. Gran miseria son TEXTOS DE GABRIELA MISTRAL, COMPILADO POR M A R I O
j
nada les sirve el ojo claro que les está naciendo y hay que
Le contesto: oírlos cuando los radios buscan calentar su sangre para lle-
varlos hacia el matadero fenomenal.
Yo me conozco ya, amigo mío, eso de la "echada". Yo tam-
bién la he sufrido después de veinte años de escribir en un Y esta última carta:
diario, y de haber escrito allí por mantener la "cuerdeci-
lla de la voz" que nos une con la tierra en que nacimos y Desgraciados los que todavía quieren hablar y escribir de
que es el segundo cordón umbilical que nos ata a la Madre. eso. Cuídense del mote cualquier día cae encima de us-
Lo que hacen es crear mudos y por allí desesperados. Una tedes. Es un mote que si no mata estropea la reputación
empresa subterránea de sofocación trabaja día a día. Y no de llenador ele cuartillas y a lo menos marca a fuego. A su
sólo el periodista honrado debe comerse su lengua delatora amigo y a lo miran con ojo bizco, como diría usted.
o consejera; también el que hace libros ha de tirarlos en un La palabra "paz" es vocablo maldito. Usted se acordará de
rincón como un objeto vergonzoso si es que el libro no es de aquello de "Mi paz os dejo, mi paz os doy". Pero no está de
mera entretención para los que se aburren, si él enfrenta a moda Jesucristo, ya no se lleva. Usted puede llorar. Usted es
la carnicería fabulosa del Noreste. mujer. Yo no lloro: tengo una vergüenza que me quema la cara.
Hemos tenido una Sociedad de las Naciones y después unas
Otra carta más: Naciones Unidas para acabar en esta quiebra del hombre.
¿Querrán esos, cerrándonos diarios y revistas, que hable-
mos como sonámbulos en los rincones y en las esquinas? Yo
Ahora hay un tema maldito, señora, es el de la paz. Puede
suelo sorprenderme diciendo como un desvariado el dato
escribirse sobre cualquier asunto vergonzoso: defender el
con seis cifras de los muertos.
agio, los toros, la "fiesta brava" que nos exportó la Madre
España, y el mercado electoral doblado por la miseria. Pero
no se debe escribir sobre la paz: la palabra es corta pero ful- (Ninguno de mis cuatro corresponsales es comunista).
mina o tira de bruces, y h a y que apartarse del tema vedado Yo tengo poco que agregar a esto. Mandarlo en un
como del corto-circuito eléctrico ... "Recado", eso sí. Está muy bien dicho todo lo ante-
rior; se trata de hombres cultos de clase media y es-
Y otra carta aún dice: tas palabras que no llevan al sesgo de las opiniones
acomodaticias o ladinas, estas palabras que arden,
No tengo ganas de escribir nada. La paz del mundo era "la
son las que comienzan a volar sobre nuestra América.
niña" de mis ojos. Ahora es la guerra el único suelo que nos
consienten abonar. Ella es, además, el "santo y seña" del ¡Basta! - d e c i m o s - , ¡basta de carnicería!
patriotismo. Pero no se apure usted; lo único que quiere el Lúcidos están muchos en el Uruguay fiel, en el Chi-
llamado "pueblo bruto" es que los dejen trabajar en paz la le realista, en la Costa Rica donde mucho se lee. El
mujer y los hijos. Tienen ojos y ven, los pobres. Sólo que de
1 "error" se va volviendo el "horror".
¡
J_
Hay palabras que, sofocadas, hablan más, precisa- CONFERENCIA EN VERACRUZ
mente por el sofoco y el exilio y la de "Paz" está sal- MÉXICO, 1951."
tando hasta de las gentes sordas o distraídas. Porque,
al fin y al cabo, los cristianos extraviados de todas las
ramas, desde la católica hasta la cuáquera, tienen que
acordarse de pronto, corno los desvariados, de que la
palabra más insistente en los Evangelios es ella preci- Hace 27 años yo viví entre vosotros y supe que en
samente, este vocablo tachado en los periódicos, este el cuerno de la abundancia que es México la gene-
vocablo metido en un rincón, este monosílabo que rosidad de la materia no lo es todo, aunque tanto
nos está vedado corno si fuera una palabrota obscena. valgan y pesen el espacio y las riquezas naturales: la
Es la palabra por excelencia y la que repetida hace fecundidad del bajío, la geometría vegetal de Yucatán,
presencia en las Escrituras sacras corno una obsesión. el campo civil de Veracruz, etc. Aprendí que la alta
Hay que seguir voceándola día a día, para que algo cornucopia está cargada de imponderables, que estas
del encargo divino flote aunque sea corno un pobre esencias leves que contienen gracia y poco declaran y
corcho sobre la paganía reinante. hasta suelen ser patentes, son en verdad tan intensas
Tengan ustedes coraje, amigos míos. El pacifismo no corno vuestro copal. Estos inefables mexicanos eran
es la jalea dulzona que algunos creen; el coraje lo pone en el espacio que yo pude recorrer en el año 23 más o
en nosotros una convicción impetuosa que no puede menos lo siguiente:
quedársenos estática. Digárnosla cada día en donde Atravesaba yo un suelo todavía garabateado de san-
estemos, por donde vayamos, hasta que torne cuerpo gre luchadora. Los hombres habían hecho la guerra,
y cree una "militancia de paz" la cual llene el aire pero las mujeres habían guardado las semillas de la
denso y sucio y vaya purificándolo. paz de casa en casa y de choza en choza. Ese mujerío
Sigan ustedes nombrándola contra viento y marea, que cerraba las heridas del divorcio nacional salía 4e
aunque se queden unos tres años sin amigos. El repu- todas las clases y obraba en silencio y desde la más
dio es duro, la soledad suele producir algo así corno esquiva penumbra.
el zumbido de oídos que se siente en bajando_ a las Se gritaba en el extranjero que en México estaban
grutas ... o a las catacumbas. No importa, amigos: ¡hay hundiéndose la índole y la costumbre tradicionales,
que seguir! pero ambas cosas seguían intactas en el fondo de los
hogares. "Las virtudes del mujerío" para hablar con
280
la lengua bienquerida de López Velarde, bien a salvo biría esta vez a la meseta dorada por la mayor y mejor
estaban, así como las cualidades del guerrero que ha- luz, y quedaría sobre el Golfo procurando sentir desde
d a una austera "guardia nocturna" en torno del Mé- la costa veracruzana la vida racional, para alegrarme
xico recién nacido. El país organizaba su paz a base de su bien y volver a contarla a los pueblos del Sur.
de una bella fórmula que era más o menos la de: "El Estados tan alertas de espíritu, y de lengua tan liberal
pan con paz y la paz con cultura". Cancelaba la ma- como Veracruz son válidos para contar al extranjero
quinaria bélica, las rutas hormigueaban de camiones la buena ventura del gran caracol tornasolado que lla-
llenos a rebosar de maestros misioneros, de pupitres mamos México.
y bancos escolares y de las nuevas "Cartillas" en las La Nación discutida del año 22, la que debía infor-
cuales su infancia campesina deletrearía los princi- mar sobre sí misma al resto de la América, como el na-
pios de la Revolución. vegante informa del arribo a su costa, y a no necesita
El campo conocía un vuelco mayor que el de las ciu- ni de alegatos ni de vindicaciones: ella es el organismo
dades: por los cuatro puntos cardinales seguía cami- vivo que convence con su sola vitalidad exuberante.
nando, de ejido en ejido, la silueta esbelta y enjuta de Lo que Europa, más el Continente Americano, sa-
Zapata, con paso agri.mensor que mide y cuenta par- ben de México en cuanto a campeón arribado, la Re-
celas. El segundo agrarismo cobraría después las fac- pública a la cual llamó alguien "el país de la violencia
ciones más tónicas que iban a darle las cuatro presi- consuetudinaria", el famoso pueblo turbulento que,
dencias siguientes, entre ellas una muy subrayada de según la prensa, organiza revoluciones como si fue-
ruralismo: la del General Cárdenas. sen cabalgatas de excursión, ha madurado su paz y en
Y es ahora la del Presidente Alemán aplicada a excitar sazón y a la ven las naciones de ojo limpio y de buena
al indio, dándole ayuda técnica más íntima y excitado- voluntad.
ra que lo lleve hacia una agricultura de tipo intensiva. El país en tela de juicio, ahora presta a las Naciones
Desde Europa, yo seguiría los sucesos, procurando Unidas hombres de pensamiento y acción que gobier-
escuchar la patética música civil que volaba sobre el nan la cultura mundial desde la UNESCO. El guía que
cuerno mágico y ojeando para entender la empresa a estas horas imparte rumbos a las Universidades, a
republicana como que la suerte de ella importaba al los colegios y hasta a las escuelas rurales, se llama
Continente entero, y sigue importando mucho. Torres Bodet, el mexicano. Otro mexicano de vistas
Mi deseo de ver la continuación de ella, más el azar sutiles, Padilla Nervo, preside la Organización de Na-
de una dolencia, me traerían de nuevo aquí. Ya no su- ciones Americanas. Ambas cosas subrayan la categoría
de México en el mundo y su capacidad para gobernar de los lerdos, y sacudiendo muchas indolencias colo-
lo mismo un organismo político que uno cultural y no niales. Movimiento tan intenso y ancho, parecido a
con mera habilidad sino con una inteligencia a la vez una catarata, no podía desaparecer por meros cam-
fuerte y delicada. bios de régimen, y ella continúa, con nombres nuevos,
Lar artes plásticas son connaturales a México por- a través de cuatro presidencias, afinando lo hecho y
que ellas se confunden con la raza misma. Honradas y añadiendo lo que piden día a día las instituciones que
protegidas por cinco gobiernos republicanos, ellas han en cuanto a criaturas vivas no pueden ni deben amo-
producido aquí el núcleo más osado y talvez el más jamarse, para bien de México y ejemplo de las nacio-
rico que el mundo conoce a estas horas. Así me lo de- nes criollas que siguen siendo deudoras a sus campe-
cía hace cinco años un var6n hijo de Monarquía, el sinados de tierra y de escuelas.
Príncipe Eugenio, hermano del Rey Gustavo y pintor Me conmueve mucho sentir que en Veracruz la do-
además. En la falange apretada de vuestros artistas cencia primaria va ganando en dignidad y ver a sus
hay tres nombres de maestros indudables, los de Diego pueblos rurales levantar sus escuelas por sus propias
de Ribera, Clemente Orozco, Alfara Siqueiros y siguen manos de aldea en aldea. Se trata de unas bravas gen-
a estos muchos que no cito por el tiempo urgido. tes en las que h a despertado el espíritu de coopera-
En cuanto a los negocios del idioma, la América del ci6n, que es la levadura de los pueblos.
Sur da una rotunda primacía a Alfonso Reyes, ensayis- Algo han de decir los errantes o caminantes de la
t a digno de Europa y poeta en la línea a la vez preciosi- fiesta que es para nosotros recorrer el cuerpo querido
t a y popular de L6pez Velarde. La Revoluci6n fue dada de México por una red de carreteras magníficas. La
en las novelas ricas de humanidad como Los de abcyo viabilidad de este país tan buscado por el turista en
de Mariano Azuela. Resulta incontable la riqueza de la raz6n de su paisaje, a la vez patético y dulce s6lo nece-
producci6n de México y no alcanzo a comentarla con sita ser recorrido para ser amado.
la dignidad que ella impone. Yo he venido a compartir vuestra vida, veracruza-
La reforma educacional de Vasconcelos, con sus vis- nos, en el momento álgido de vuestra quinta Presi-
tas dirigidas a la cancelaci6n del analfabetismo, pero dencia revolucionaria.
también a cierta exaltaci6n de las razas indígenas caí- Impedida para recorrer el Norte y el Sudeste, he
das a gran congoja, corri6 como una marcha de antor- procurado espigar en la prensa nacional el ancho mo-
chas por la América Central y la del Sur, encendiendo vimiento creador que os h a traído el extraordinario
en todas partes fuegos de creaci6n, abriendo los ojos hombre de estado, el Licenciado Don Miguel Alemán.
Segunda vez que yo tengo la dicha de convivir a la y confianza: tuve la mayor emoción de mi regreso al
mexicanidad puesta siempre a ensanchar lo ganado, a convivir en la hacienda La Orduña la fiesta sabática
no caer en la malicie, a ser el crítico ácido de sí mismo, que acerca, une y funde semana a semana a maestros,
a repasar y refrescar su historia a fin de que ella no padres de familia, cultivadores y niños. Una dulce
sea ganada ni por el comején de la inercia ni por las confianza fundía el hielo en dos clases: maestros y
tercianas de la violencia. labradores. Y del otro lado del bosque congregados la
Los momentos históricos son largos, encubren cen- vieja iglesia local tenía sus oficios, salvaguardaba por
turias. A los diez y seis años de la Revolución lo que ve vuestro laicismo de hoy que da al César lo que es del
el extranjero en vuestra meseta rectora, es el ensan- César y a Dios lo que es de Dios.
chamiento de las campañas educacionales del año 22 Todo esto y tanto más no alcanzo a decir, significa
más un delicado afinar lo y a logrado y más la apertura toda una operación de ensanchamiento de la Patria
de nuevas empresas. en su sobrehaz y en su profundidad. Y corresponde al
La tierra rescatada al latifundio y puesta al cultivo grito de "Más vida, más unidad, más trabajo y más di-
intenso, pidió decuplicar los riesgos, y México como cha'' que es la fórmula de esta hora para cada nación.
los héroes de los mitos está hostigando por todas par- Para el trance que vivimos en el cual aparecen a los
tes la sequía, la calvicie botánica y el raleamiento de débiles dos rutas a escoger, dos módulos de vida, la
los ganados. Providencia os dio a un hombre excepcional que lleva
Están también eliminando el centralismo fatal a en sí el sentimiento humanitario apareado con un ta-
nuestros pueblos todos en el Norte, el Sudeste rele- lento organizador bien raro en nuestra raza. Y dotado
gados pero a l a vez están incorporando al tronco de además de esa facultad civilizadora que día a día hace
la Nación. de su administración un haz de logros. El pueblo se da
Como el pueblo y no sólo la elite, está convencido de clara cuenta en su real sentido de justicia; la juventud
su validez para cooperar con las empresas guberna- buscadora del héroe civilizador de Carlyle, palpa en él
mentales, se ve la maravilla de unas aldeas veracruza- cada día la pasión de construir y las masas saben que
nas que construyen por sí mismas sus escuelas. su mandante no les juró en vano la democracia y la
Ya ganado un nivel muy alto en la cultura superior, libertad, pues oídas son las masas y bien servidas por
se vuelven de nuevo los ojos hacia la Escuela Prima- un capitán que mucho sabe de timón, de las tempes-
ria que es una parda y callada autora de las naciones tades y del pasaje precioso que se le fio en buena hora
todas. El maestro rural gana de más en más estima a su pericia.
286
<J
d
Quiero agradecer en vosotros cuanto México ha DISCURSO EN LA UNIVERSIDAD DE CHILE
dado al Sur en inspiración civilizadora, en abertura CHILE, 1.954.12
generosa para las razas perseguidas, en la dignifica-
ción del indígena y el mestizo, si no renegados harto
postergados hasta hace poco.
Gracias digo, porque nos ensancháis con la fe y la
esperanza que salvan lo mismo al individuo que a las Me siento profundamente conmovida y honrada
naciones. por el alto honor que esta Ilustre Universidad me ha
Pero gracias también porque estáis subrayando en concedido, grado demasiado importante para una
este momento el valor que tiene la paz como ladri- simple y antigua maestra rural.
llo o piedra indispensable para construir lo que sea: Siempre he tenido en alta consideración a esta Uni-
la vida personal y la nacional, para crear culturas y versidad Mater que me hospeda en este día, y hago
civilizaciones. La guerra no sólo amaga el cuerpo de votos para que su futuro sea siempre tan claro y bri-
los pueblos, ella trueca su índole, ella les crea una ca- llante como ha sido su pasado.
lentura consumidora y ella deshace en cada espíritu Nosotros, profesionales, vivimos hasta en los peores
los logros alcanzados por las religiones y las morales casos, algunas ventajas aupadas a privilegios. Ellas
todas. No hay seudo-razones, ni argucias sutiles de- no corresponden siempre a salarios mayores sino a un
ben convencer a la cristiandad ni a las paganías inte- mejor ambiente. Nuestros menesteres se desarrollan
ligentes de que la guerra sea el recurso fatal para todos dentro de ámbitos sanos y a veces alegres. El trabajo
los conflictos, y menos aún el botín cierto, próximo intelectual, así se pone en él un poco de organización
y entregado. -mejor dicho de arte- contiene grandes dulzuras, y la
mayor de ellas es la posibilidad de creación. Aunque
la rutina suela llevarse lo más del tiempo, aquí como
en la especiería, unos granos bastan para embalsa-
mar el día vivido y la gota de la creación que refrigera
la vida toda. Pero ni la máquina ni la gleba regalan la
libertad ni dejan margen de tiempo o fuerza para que
la imaginación retoce como la nube suelta que hace y
deshace a su gana.
288
Privilegiados son Uds. y les corresponde pagar un atadura de las clases sueltas como los dados y aleja-
diezmo que viene de lejos, que antes era leve y hoy das unas de las otras. Aquello de las Patrias en cuan-
pesa más. Expreso o tácito este devengar debe ser to "familias nacionales", no es metáfora superlativa;
bien cumplido y aunque él no sea cobrado explí- cual más, cual menos, todos vivimos del pueblo, en
citamente, el caso es el de pagar sin llamado ni formas diversas; él viene a ser algo así como el segun-
presión alguna. do suelo que nos afirma y la segunda atmósfera en la
El profesional tanto como el artista, debe no sólo cual respiramos medrando, por añadidura.
su ciencia sino su amistad cotidiana, al hombre y a Ahora que el odio corre el mundo vuelto ideología,
la mujer cuyas vidas son unos largos y anchos purga- llevando encima hermosos nombres propios y blan-
torios. Porque la pobreza que se desliza a miseria en diendo u ocultando el garrote y el lazo, y cuando la
ciertas labores y en climas fuertes de frío o de calor, sordera de clase a clase h a parado en hábito empe-
mucho tienen de purgas que no purifican el cuerpo dernido, es precioso que aquéllos cuyo oficio es el de
ni ayudan el alma, que o esperan o embrutecen por pensar por encima del "compromiso" y la casta, se
el tedio puro. Dije "amistad" pudiendo decir "ayuda" pongan a enmendar y a rectificar a toda prosa. En lo
a secas, porque se trata de regalar alguna asistencia y dicho, no me refiero ni de lejos a sembrar un almá-
compañía consoladora. Casi siempre el hombre culto cigo aún más de "liderismo". Esta búsqueda de las
resulta criatura fuerte y por lo tanto, capaz de con- poblaciones huérfanas, este volver los ojos al campe-
fortar. Los recursos materiales son limitados, los del sinado debe estar absolutamente limpio de correteos
espíritu son mucho mayores de lo que creemos. Si la electorales y malicia de picaresca.
jerarquía social significa como dicen, una escala de En cuantos países he andado, vi siempre que el
valores, quienes manden en cualquier orden serán los juego entre ciudad y campo, el confluir de lo urbano
más fuertes. con lo rural, la fertilización de lo uno por lo otro,
Nosotros, los llamados intelectuales, debemos acer- h a hecho las naciones más sanas, más compactas y
carnos al pueblo raso y gastar con él las horas que estables. Y vi también lo contrario; las falsas "uni-
despilfarramos a veces en un tipo de vida mundana dades" en las cuales el campo se parece el jorobado
que a nada conduce; podemos, sí, convivir con él fre- o el maco que vive amargado alimentando a sus pa-
cuente, haciendo presencia en sus fiestas familiares, rientes válidos, o sea a las ciudades-patrona s, engra-
estando en sus nacimientos, sus Navidades y sus due- sadas de ocio, o en su ajetreo inútil parecen ardillas
los. Tal cosa no sería hazaña sino rasa cristiandad y la locas, cogidas ele fuego.
Ha habido en nosotros u n instinto que nos h a hecho DISCURSO PAIRA LA CELEBRACIÓN DEL
no llegar en nuestras diferencias de partido a la brega BICENTENARIO DE LA UNIVERSIDAD DE COLUMBIA
sangrienta. ESTADOS UNIDOS, 1954.13
Esa cordura permite que sobreviven las patrias pe-
queñas; cada ciudadano de ellas obra con la vigilan-
cia y el tacto del que u n a vajilla de porcelana china.
Cada piececilla es t a n frágil como preciosa, y no tiene
repuesto: son los pueblos que no deben perder nada, Sobre la libertad en la Educación
porque el destino les dio poco. Y no h a n de travesear Agradezco profundamente y como una gracia vues-
como otros con la fantasía porque tiene lo justo o lo t r a generosa. Yo sé que casi todos los presentes son
insuficiente. Como la granjera de ganancias parvas, personas más o menos agobiadas por su labor coti-
estas patrias no pueden despilfarrar el trabajo y so- diana y pido excusas por no hablar en la lengua na-
bra decir la sangre de sus hijos y estas talvez sean cional por no tener sino tres lenguas latinas. En mi
las colectividades afligidas, las que yo quiero más, se niñez y en mi juventud sólo ellas me fueron dadas o
llamen Chile ... Italia o Bélgica o Dinamarca. prestadas: el francés, el italiano y el portugués. Creo
que los idiomas aprendidos en la vejez siempre tienen
el mal dejo de las improvisaciones de última hora o
sufren de limitación y pobreza paupérrima. Por mis
destinaciones de Cónsul yo he debido cansar mi vista
con el francés, el italiano y el portugués. Cuento esto
a Uds. para ser excusada.
En todos los semblantes acudidos puede verse la
alegría y la satisfacción de hallarnos en esta ilustre
casa de la cultura americana.
Fue u n a vez hogar mío, esta noble Columbia Uni-
versity y nunca he olvidado los meses de cátedra que
ella cedió con generosa liberalidad. Yo tuve el gozo
de ver delante de mí u n alumnado que aunque fuese
extranjero se me volvió familiar y querido.
1
1 Mucho ha seguido creciendo, como un buen árbol,
desde aquel año hasta hoy, el prestigio moral e intelec-
l grave, como una dolencia rancia y tenaz. En las aldeas
como en las ciudades, en las instituciones que se lla-
tual de esta casa de estudios, talvez la más liberal de 1 man a sí mismas grandes o ilustres, suele verse, y bas-
sus congéneres en el mundo, atenta siempre a la vida tante desnudo, lo que ellas mismas llaman el orgullo
americana y a la universal. Esta atención ancha y de- racial o nacional, especie de industria que correspon-
licada, este espíritu universal de Columbia University, de a un período añejo que no se ha realmente liquida-
todavía no logra existir en todo el mundo y talvez sea do. Y esta fea borra perdura en patrias antiquísimas o
una de las razones de que la guerra siga haciendo sobre jóvenes. Se trata de la xenofobia o sea del desdén hacia
nuestro planeta una especie de visita tan odiada como el negro que habita en una zona de población blanca
temida y aceptada. pura, y se trata igualmente del odio emboscado que el
Quien enseñó y vivió en ella, nunca probó lo que negro guarda hacia el blanco y que estalla en cuanto
suele llamarse, jugando con el vocablo, la extranje- llega la ocasión propicia.
ría y nunca conoció aquí algo muy odioso que viven U n odio hipócrita o desnudo del extranjero o del
todavía muchos países: la xenofobia, causa madre de extraño, se pasea aún por algunas patrias cultas que
las guerras. lo han vuelto virtud patriótica y que rinden a este
No hay talvez cosa más dulce que el recuerdo plural esperpento una especie de culto. Duele ver y palpar
de estas dos cosas: un trabajo que hace feliz a su arte- que las religiones no se hayan hasta hoy aliado para
sano y la vida en país libre y hermoso que desde sus borrar una llaga tan visible de los pueblos y se pue-
orígenes hasta hoy no ha conocido la xenofobia y sólo de decir del planeta. Pretendemos algunos llamar eso
ha aceptado una guerra cuando ha venido el trance de patriotismo, pero no hay tal. Hacer patria significa
defender la libertad del mundo. entre muchas otras cosas aceptar al extranjero pací-
En muchos asuntos nuestro planeta ha ganado: en fico que se une temporalmente o pervita a una nación
ciencias y hasta en riquezas, pero todavía persiste en o que llega a ella por la fama de sus bellezas naturales
algunos una vieja llaga, una hipócrita presencia que sin idea alguna de lucro o logro. Llega el extranjero a
circula calladamente por varios lugares del planeta veces por haber leído en un periódico que el país tal
Tierra. Existe un odio velado o desnudo, sordo o con- precisa de gente especializada en tal o cual rama, o
feso, que hace un trabajo de sapa y daña calladamente llega meramente por disfrutar de un clima aconsejado
la vida de algunos pueblos. Camina a paso lento. Entre para su salud y ocurre que un día cualquiera aparece
las taras del planeta bien puede contarse como la más un cadáver en un apartamento o en una calle y la ciu-
J
294 295
dad sabe que aquella criatura inofensiva, celebradora mera cristiana, es el que desaparezca del mundo por
del hermoso suelo que lo sustenta, ha sido eliminada fin, el delito racial, el crimen a causa de la piel clara u
sin razón alguna, sólo porque se trata de una antipatía oscura, o el simple hecho de hablar lengua extranjera.
grotesca hacia un rostro blanco y unos ojos azules. La La fiesta que nos reúne hoy, además de celebrar el
investigación se abre y cuando se halla al matador o bicentenario de la ilustre Universidad de Columbia,
al cómplice, este suele declarar sin escrúpulos y a ve- está dedicada a exaltar también una de las conquistas
ces con el orgullo de haber eliminado al extraño, que humanas mayores, talvez la mayor de todas las gana-
ese hombre "era blanco de más". Yo os relato aquí una das por la humanidad; me refiero a la "Libertad", y
experiencia mía, de deudo mío y la doy sin nombre de no sólo a la de pensar sino a la de escribir, y enseñar.
país por respeto a nación que es latino-americana. La Universidad de Columbia ha vivido, desde su na-
El xenófobo puede alegar otras causas: alega a veces cimiento hasta hoy, el derecho y la honra que llama-
de que su nación no precisa de extraños, alega de que mos "la libertad de enseñanza". Columbia University
el extranjero no puede volverse un ciudadano por el la h a otorgado a cuantos han pasado sus puertas y
mero hecho de un papel que lo declare tal. El xenófo- entre ellos a algunos educadores perseguidos por sus
bo ha ganado la batalla: ahí está un hombre muerto propios y extraños y tanto por europeos como sud-
diciendo, con las facciones de su rostro y con la rigi- americanos.
dez de su cuerpo, que es posible morir en un mundo En el gran tema de la Libertad, la rama de la cultura
cristiano, o budista o mahometano, sólo porque las resulta ser no sólo importante sino vital. La pérdida
facciones de su rostro difieran de las suyas. de ella representa una especie de parálisis no sólo en
Este hecho que dura desde todo el tiempo todavía el Estado sino en la vida de cada ciudadano. Muy po-
no es tratado como delito: el extranjero está solo, él derosa ha de ser para que el nazismo h a y a disparado
ignoró en toda su vida anterior y en su patria, que en sobre este asunto sus flechas mortales. Recordemos
un mundo cargado y a de legislaciones humanísimas cómo y cuánto sufrieron las Universidades y las gran-
existía todavía l a fatalidad de ser de otra raza ... des Bibliotecas alemanas por el control y el saqueo de
Yo hablo por muchos que no pueden hablar, y hablo obras milenarias preciosas.
porque es necesario que en tales regiones del mundo, ¿Qué significa ese rencor, esa rabia furiosa que no
se añada a los Códigos el delito, a la vez desconocido y respetó Escuelas, Museos ni Bibliotecas?
frecuente, de la xenofobia. Y no doy ni daré el nombre Muchos creímos que los hogares del libro, más las
de tales patrias, porque lo que me interesa, como a Universidades, quedarían indemnes, pero se trataba
de una locura vertical de naciones incluso cultas y extensión mundial que podemos y a dar su causa por
de ese borrón de la memoria en que caen los jefes conquistada y eterna. Es que olvidamos la Historia
insensatos. aunque ella abarque la aventura sin apelativos y que
Fue entonces cuando oímos por primera vez algu- fue la de ayer.
nos gritos aislados, pero que salían de muchos tem- En raras ocasiones hay inteligencias alertas que
plos de la cultura, pidiendo que fuesen puestas a salvo se enfrentan a la realidad de nuestra civilización
las Bibliotecas ilustres. Los sabios, rogaban o exigían y se aperciben de unos puntos en v a d o que hay
la protección de esos lugares medio archivos y medio en ella o de otros puntos que se han debilitado en
templos. Aquel grito no obtuvo todo pero obtuvo la nuestra época, demasiado llena de quehaceres o
salvación de mucho. bien demasiado segura de los llamados "Derechos
Supimos desde entonces, y supimos para no olvidar- del hombre". Como todos los optimistas o los fie-
lo más, lo que representan las estanterías de nuestras les, ella, l a cultura, cree en sí misma, a causa de
bibliotecas, la santidad de nuestros templos, y el teso- haber alcanzado y a muchas victorias y de ser y a
ro sin apelativos de la libertad humana. enorme y de vivir servida por miles de inteligen-
Recordemos por unos momentos siquiera esos años cias y de llevar y a u n verdadero halo de prestigio.
sombríos, y pensemos en la lección eterna que signifi- Una especie de euforia universal estamos viviendo
ca el hecho de que nuestra generación corrió el albur todos respecto de ella, en esta época llena de inven-
de haber perdido, junto con la libertad del mundo, tos maravillosos y de una paz que creemos durade-
todas las formas de nuestra cultura y todo el haz de ra. Sólo algunos ojos muy lúcidos que se parecen
religiones que gobiernan nuestras vidas. a los del vigía que hace l a guardia desde su barco
La libertad en la Cultura es un asunto que a muchos sobre el mar, suelen echar una mirada inquisidora
parece meramente literario y un tema casi constre- sobre el horizonte. Entonces este previsor fiel se
ñido a los círculos de letrados, pero sucede que en azora u n poco, mira hacia el Norte y el Sur o hacia
nuestra época existen y a tantas escuelas profesionales el Este y el Oeste, y esta mirada ancha y fija le hace
o de altos estudios que deducimos de este hecho el ver que unas nubes intrusas van pasando y que si
que nuestros pueblos poseen y a una cultura más una ellas cunden, la navegación se volverá fatal. Sigue
civilización que sólo pueden crecer pero no morir. Se aún observando y esta segunda vez, se convence de
cree, por otra parte, que la Gran Señora que llama- que el cielo no le asegura realmente una noche de
mos Libertad, ha llegado tan lejos y ha ganado tal calma plena.
I
Yo creo que muchos de mis ilustres invitadores se Esta es la razón de hallarnos aquí, llamados y acu-
han dado cuenta de que el asunto Libertad, aunque didos sin ninguna cita, porque esta noble Universi-
aparentemente gobierna en muchos países donde dad honra al Continente americano.
ella parece y a criatura ganada, retenida y eterna, es Algunos de los acudidos debemos a Columbia Uni-
todavía un ente débil sobre el cual se debe velar día versity mucho más que eso: le debemos l a honra de
por día. Entonces sabemos que es prudente doblar el un sitio en cierta sala de clases, muchos años atrás.
celo y observar cuáles ramas del saber, instituciones Han pasado 24 años pero yo guardo vivos en mí el
o escuelas, duran sin crecer y realmente perviven recuerdo y la gratitud hacia ella.
sin vivir.
A estos vigías pertenecen las nobles personas que me
han transmitido la ansiedad que ellos viven aún por Imagen y Palabra: el cinema, la radio y la televisión
la causa de la Libertad en lo que se refiere a Cultura. en los problemas educativos
Esta Gran Señora, no tiene un organismo completo Seguramente el tema que voy a tratar ha preocupa-
que realmente la defienda de recaer en las llamadas do a varios o a muchos profesores que trabajan con
épocas oscuras, esta persona sabia conoce el espacio pasión y provecho sobre estas dos entidades que han
en el cual ella manda y gobierna por entero. ganado en menos de diez años un interés vivísimo
Pero nuestra humanidad ignora las otras zonas civi- dentro del gremio de profesores.
lizadas a medias o tercias y cuyo cuerpo de principios Al hogar de la Palabra, que llamamos Escuela o Co-
y de acci6n falla todavía en lo que se refiere a los gran- legio, ha llegado un competidor formidable: la Imagen.
des ideales humanos, es decir universales. Estos son la Ignoro lo que ocurre en Estados Unidos pero sé que
paz y la justicia social. en los países europeos, sobre todo en aquellos que vi-
La Libertad no es ni debe ser una especie de cuali- ven siempre atentos a las reformas y sobre todo a las
dad o de lujo que se puede poseer o no poseer, no es grandes invenciones, la cuestión del Cinema educati-
eso no. La Libertad es sencillamente una funci6n tan vo lo mismo que la recién nacida Televisión, v a y viene
vital como la respiración y cuando ella falta o des- en ensayos y en críticas laudatorias o despectivas y
aparece, los organismos que llamamos ciudades o Es- hasta iracundas.
tados, degeneran y a veces mueren. Todos recibimos Yo dejé la enseñanza hace muchos años, pero como
honra y alegría a causa de la Libertad porque su bien, el oficio pedagógico es una vocación vertical y no un
como el sol, a todos enriquece y beneficia. mero asunto de cargos y sueldos, nunca dejé de perse-
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guir en los escaparates de librerías los libros nuevos y en su relato de movimiento, de expresividad, de vida,
novedosos de mi antiguo oficio. de color y calor, de arte, belleza y verdad.
Creo que el Cinema es el acontecimiento de mayor Hace muchos años tuve ocasión de celebrar y ver
bulto que h a venido a llamar a las puertas de las Es- esta bonita experiencia: las llamadas "Escuelas de
cuelas, Colegios y Universidades, pero sé también que Aire Libre". Funcionaban por gracia de familias ri-
la alarma del magisterio sigue creciendo por causa de cas en patios y huertas de las haciendas, con subida
que el Cine y la recién nacida Televisión, no han vivi- asistencia de alumnos. Era cosa ejemplar, el llamado
do aun en anchura de tiempo de lugares, de crítica, y constante de las radios urbanas convocando desde las
sobre todo faltan del material pedagógico indispensa- grandes casas patronales de las haciendas a asistir a
ble que no es todavía ni suficiente ni cualitativo. El esas "Escuelas Ambulantes". Ellas eran fáciles de con-
material para dar la enseñanza visual crece demasia- feccionar: había una mesita, una Radio y un Maestro
do lentamente y es además caro y escaso. Pero cada rural de tipo apostólico, que renunciando a su des-
invento nace así, como nacemos nosotros mismos: canso nocturno doblaba las clases diurnas con las
pequeñitos, torpes y desmañados. No hay que des- nocturnas y esto con paga o sin ella.
alentarse, tampoco hay que pedir a los recién nacidos Yo llamaba a esto la "Escuela sin horas y sin techos".
demasiado. Lo que está dando y a la enseñanza visual Cuadro el recuerdo de esas y de otras invenciones ge-
es admirable para los adultos y toda una fiesta para niales del gran reformador José Vasconcelos quien al-
los escolares que disfrutan cada día de las maestras fabetizó con la ayuda de los Maestros misioneros, del
mayúsculas que se llaman Imagen, Color, Relato oído, Cinema y de la Radio, a millares de campesinos.
y Visión gozada. El ambiente que se creaba en las Escuelas prima-
¡Con qué alegría yo vi y oí la primera clase hecha rias ambulantes en ese conjunto de alumnos cuya
a base de cuatro anchas imágenes!: se trataba del in- edad iba desde los seis años a los sesenta, me parecía
vierno y del estío en Africa, Asía, Europa nórdica, y el precioso, incluso porque iba creando fraternidad en-
trópico sudamericano. Se daban los tipos de deportes tre la clase media y los campesinos todos ellos indí-
en esos lugares y la vida de los Continentes bajo las genas. Allí tuve yo la alegría de aprender que ha sido
estaciones extremosas. Ninguna clase escolar de tipo una vieja y malhadada superstición aquello de que
verbalista habría podido dar a los muchachos, ni aún el indio americano padece de una incapacidad inte-
por el profesor más ilustre, el caliente interés de aque- lectual irredimible. Más aún, allí gocé de observar el
lla cinta viva, coloreada por la vida misma y asistida genio que tiene el indio para el dibujo, la pintura y
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la escultura. Vi sobre todo la sed de leer, de escribir, pensaban en que aquello llegaría a suprimirlos, cosa
recitar, danzar y cantar, que posee el pueblo indíge- que no ocurrió ni ocurrirá nunca. Lo que nació fue la
na. La alfabetización iba de mes en mes liquidando alianza de la Palabra con la Imagen y tal fusión bene-
centenares de analfabetos. Esas Escuelas nocturnas fició a ojos vistas el gran asunto de la alfabetización.
llamadas por su creador "misioneras" parecían real- La batalla de convencer h a sido larga y se puede
mente un asunto tan civil como religioso: eran ade- decir que aún se lucha por ella en varios cantos del
más el desagravio a una raza entera, la indígena, y mundo, pero tarde o temprano y gracias al auge que
eran además una escuela de civilidad. El analfabetis- h a tenido el Cinema, los profesores comprenderán que
mo retrocedía a ojos vistas de zona a zona rural: un el huésped cuya presencia les pareció un peligro, es
segundo México nacía. realmente el mayor y el mejor de sus aliados.
Desde mis años de maestra hasta hoy, siempre tuve Hubo un desdén muy grande de los profesores pri-
a la imagen como entidad superiorísima sobre la pala- marios o secundarios, respecto del valor decisivo de
bra, pero nunca tuve la suerte de obtener para mi Es- la imagen en la enseñanza, de su utilidad y de su ma-
cuela primaria ni para mis Liceos, una provisión gran- gia, sobre todo de las sugerencias que ella regala. Las
de y cualitativa de grabados ni de meras fotografías imágenes coloreadas cabales y hermosas son la fiesta
con las cuales convencer a algunas maestras y profeso- del Kindergarten, de la Escuela primaria y de la Se-
ras que eran testarudas no por mala voluntad sino por cundaria toda. Aunque suela decirse que los grabados
una preferencia exagerada de la palabra. Desdeñaban engolosinan demasiado a los alumnos y los vuelven
la imagen atrib u y éndole sólo una cualidad de mero desatentos a las clases, no h a y tal. Lo que ve en cla-
entretenimiento. Fue para mí muy penoso no poder ro cualquier observador en aquello vuelto refrán en
comprobar y convencer a mis colegas de que, en lo que nuestro pueblo: "No me lo cuentes ni me lo cantes:
se refiere a niños y muchachos, la imagen se lleva por píntamelo". Son muy raros, son escasos los mucha-
delante a la mejo{ lección oral. chos súper-imaginativos y creadores, por lo tanto ha-
Solamente cuando aparecería el Cine hablado, la bría que excitar ese don que casi todos traemos. Pero
convicción respecto del tema tan discutido, ganaría la ni aún lo que llamamos "facultades" son perdurables.
batalla pero a pesar del triunfo del Cinema hablado, su Toda la primera infancia nos aparece dotada de ima-
aplicación a la enseñanza se tardaría mucho. ginación pero son muchos los padres y los maestros
Gran oposición tuvo el indiscutible en sus comien- que la desdeñan torpemente y hasta la combaten.
zos: los profe sores le daban un ceño hostil, porque Hay más: todas las gentes que yo llamo casadas en
304 305
l
un ciento por ciento con la lógica de tipo aldeano ad- ¿Quién, me digo yo, puede salvar a un adolescente
miran devotamente las invenciones y los inventores y de los padres que tuercen y mudan el ente casi divino
no saben nada que esos sus grandes benefactores han que es una vocación'?
tenido de un lado ciencia y del otro la imaginación Hay muchachas o mozos que viven casi día a día
ancha y frja en su pasión. Por esto se ha producido en esta operación paterna diabólica o meramente estúpi-
todo el mundo y en todos los tiempos el hecho de que da de torcer, trocar o matar una vocación.
casi cada inventor haya tenido en sus comienzos un Yo me he detenido de paso en esta desventura casi
Vía Crucis de crítica o de regaño paternal cotidianos, cotidiana que todos hemos visto sin comprender o que
es decir, pequeño infierno doméstico. Disparate diario se ha cumplido en nuestros allegados. Y esto digo por-
es en las gentes comunes el de llamar "novelero" al que todos los viejos profesores hemos visto de cerca esta
niño distraído no sólo porque pida que le cuenten fá- tragedia muda imposible de evitar dada la posesión ab-
bulas, sino porque también ensaye hacerlas y vivirlas. soluta que es la de una multitud de padres que imponen
Y que cuando se dice a esos tapiados que la fantasía en a los hijos el oficio o la profesión lo mismo que les im-
su niño es un bien, que inventando él se cuenta histo- ponen el color de sus trajes y el estilo de sus sombreros.
rias a sí mismo y que algunas de esas historias suelen La vida de los escolares suele correr en la monotonía
ser también el cuerpo infantil de los descubrimientos sin apelativos de una sala de clases en la cual resuena
mayores, dudan o no creen. la voz de diez o más profesores ilustres a veces y hasta
Todos sabemos que las facultades naturales que trae- amados por sus discípulos; pero ¿existe alguien que
mos al nacer van declinando de más en más si ellas no pueda gozar de una descripción larga y sin que su ale-
son alimentadas por el niño mismo ni por los maes- gría de aprender se relaje y su pensamiento se escape
tros y la familia. huyendo al tedio'?
Sucede, rhayl, que el niño imaginativo no halla gene- Mucho pueden dar el buen Cinema y la Televisión
ralmente arrimadero, ni comprensión y menos elogios a los estudiantes normales, pero hay algo más: existe
de sus padres ultra sensatos o de los ignorantes. Yo me un alumnado al cual yo me conozco bien y es el del
he visto y oído verdaderos duelos de los padres cuando estudiante libre, es decir el autodidacta.
ellos se han dado cuenta de que el hijo no quiere ser Este es precisamente el más heroico y el más digno
abogado, ni médico, ni empleado de banco, tres pro- de ayudar.
fesiones que llevan a los éxitos monetarios. Duelos he El llamado Cinema educativo y ahora los programas
visto y oído por esta causa. de Televisión, no cumplen todavía en pleno, o sea a
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toda anchura , la misión que traman. El estudian te li- crímenes famosos en una especie de Antología para
bre más el que cortó sus estudios por pobreza, más el enseñar el delito. Hay algo que podríamos llamar la
otro que en lo que refiere a la ciencia se ha quedado ig- Contra-Educación o la Contra-Escuela que es tal tipo
norando las novedades de los últimos años, piden algo de Cinema.
más de estos grandes propagadores de cultura. Cada vez que yo he hablado con dueños de Cinemas
Es increíble la ignorancia en que viven los pueblos sudamericanos sobre la calamid ad de ciertos espectá-
rurales respecto de nuestra época. Aunque llegue a culos, se excusan diciendo que las empresas producto-
ellas el Cinema, lo que de él alcanza a las aldeas y has- ras más el gusto popular y no ellos son los culpables.
t a a las ciudades pequeñas, es un materia l calamitoso Yo les respondo que lo único que pide el llamado bajo
o tonto de amoríos o de crímenes cuando no son unas pueblo es que el.film sea interesa nte y que lo manten ga
necias historia s seudo-cómicas que sólo hacen reír a en tensión hasta el final. Otra rama del interés popu-
los niños de las galerías. lar es la visión de grandes ciudades. Otra es la vida de
Ninguna época tuvo como la nuestra ocasión tan los oficios diversos: la vida rural urbana de cualquier
preciosa y ancha para educar a las masas haciendo lle- raza o cualquier ciudad mayor.
gar la cultura hasta el último reducto de una cordi- Los pueblos sudamericanos van cobrando un interés
llera y hasta las cárceles donde no se da a centenares grande por Norte-América, por Europa, por el Asia y
de presos la ocasión de aprender un oficio, ni de leer hasta por la Oceanía. ¿Por qué los técnicos cinemato-
un libro sano, ni de ver una película que les muestre gráficos tienen de nosotros el concepto calamitoso de
las maravil las que logra el trabajo de los hombres nor- que la América del Sur se interesa como una especie
males y las otras mayores que alcanza n los sabios de de niño estúpido en los meros films policiales y en esa
nuestra época. especie de literatu ra gráfica de última clase?
Hay más: en este mundo moderno al cual creemos La América del Sur lee mucho. Ella se sabe sus clási-
un ente tan activo en cuanto se refiere a la publicidad cos y sus modernos pero además ella tiene ahora una
gráfica, rara vez nos ofrece, aprovechando de los gran- atención muy viva de vuestro s autores de hoy: cada
des medios que tiene a su disposición cuales son el Ci- muchacho lector conoce a vuestros escritores vivos y
nema y la Televisión, la vida maravil losa de los grandes no sólo a los muertos. Quiero deciros sin ganas de ala-
sabios y la de los demás héroes universales. En lugar de garos sino de informaros solamente, que en nuestra
eso sigue el Cinema en muchos países corrompiendo a· juventu d de hoy h a y un interés vivo que no tuvo la
las masas con unos repertorios de films que divulgan juventu d de mi tiempo hacia la vida norte-americana
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·--,-
1
en todos sus aspectos. En cada Universidad, en cada En profesores y maest ros hay cierta alarm a respecto
liceo, en cada periódico grande o pequeño, la notici a de esta ancha victor ia de la imagen.
1 nortea meric ana hace presencia casi cotidi aname nte.
1 Ya se leen o se escuch an unas duras voces que de-
No hay amor ni mera simpa tía sin conocimiento, y nunci an al Cinema y hasta la televisión corno las ma-
éste, ha comenzado y crece día por día. Algo falta que tadora s del Teatro y no tardar á en nacer alguna insti-
sólo pueden añadir ustede s mismos. Un conocimiento tución o grupo dedicados a denunciarlas como unas
mayor de nuestr a vida criolla. El viajero que pasa por enemigas mortales.
cinco o diez hoteles y no procura acercarse a nadie, Confieso, aun contra la opinión de sus adversarios
traerá en sus ojos sólo algún pico de monta ña, algún ilustre s, que en esta discusión subida a batall a, yo voy
río y alguna s tarjeta s postal es. a sufragar por la imagen aunque sea con escándalo de
Los viajes son demasiado caros y demasiado rápidos, mis colegas los defensores de la palabra.
los que hacéis a la América del Sur no pueden dejaros La mayor gracia que recibió a mi país al nacer fue el
algo que se parezca a la impresión y menos a un cono- de una natura leza hermo sa que corre de sur a norte
cimiento y una vinculación. Vosotros sois demasiado muda ndo de rostro pero sin perder y sólo cambiando
rápidos para buscarnos y nosotros demasiado lentos de belleza.
para solicitaros. ¿Qué es un paisaje alpestre, cordillerano o Himal aya
Lo que ambos necesitamos es una convivencia aun- contados y cantad os en la poesía universal, junto a
que ella sea breve. Nuestro pueblo dice: hay. que mi- la imagen viva de nuestro padre el Himalaya o de los
rarse a la cara para llegar al querer. Y el pueblo llama Andes Sudamericanos'?
querer a la simpa tía y al amor. Nunca hubo amor sin Muchos han sido los contadores y nuestros ojos se
rostro y si nos cuent an algún amor así es una mera han fatigado en vano por recibir realmente el don de
fantas ía o fábula lo que nos cuent an ... su imagen en la gloria verdadera de su arranque y en
Desde siempre consideré la Imagen como una especie el triunf o de su cima; pero son muchos más, son mi-
de súper-palabra, que evita todo error y que convence llares los que ignoran el corazón de nuestros Andes
mucho más que la mera palabr a escrita o hablad a. como un ente vivo que es dueño de una ley suya, de
Nuest ra generación, no digamos las siguientes, es- una flora y una fauna absolutamente suyas.
tamos ahora viviendo bajo su poder, su triunf o y su Muchos tambi én son los chilenos que no h a habido
belleza. Más aun. Ella ha vencido en el Cinema y ahora la gracia de llegar al remate de las cumbres andin as en
con la Televisión ha llegado a nuestr as casas. donde señorea la cima del Aconcagua.
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3n
Arribó un buen día el Cinema y ahora da sus pri- IESCUIEI.AS AMBULANTES
meros pasos la Televisión y L1s dos naciones andinas N O T A S QUE NO FUERON LEÍDAS ANTE LAS NACIONES
se han dado el gozo sin apelativo de que el gigante U N I D A S . 1954. 14
esquivo bajase a sus ojos y le entregase su hermosura
audaz y su resplandor eterno.
Grandes beneficios esperamos de estos inventos
magníficos de la Ciencia moderna especialmente para
ciertas ramas educativas como la geografía, la botáni- Existen en todos los países, especialmente cuando
ca y la zoología. son muy extensos, poblaciones mínimas que no al-
Todos los grados de la enseñanza, repito, desde la canzan a ser aldeas. Allí se vive sin enseñanza algu-
infeliz Escuela primaria hasta las Universidades de na. Los padres no se resuelven a enviar a sus niños a
los países pobres, pueden alcanzar la eficacia y la rea- las escuelas que funcionan en poblaciones distantes,
lización de sus finalidades con tal de que llegue un no sólo por el tiempo que les insume el traslado sino
día a ellas una ancha dotación de estos auxiliares ma- también por los peligros que entraña.
gistrales: Radio, Cinema y Televisión. En situaciones como ésta, es muy recomendable lo
que se hace y a en muchos países, con éxito: la implan-
tación de escuelas ambulantes que van de poblado en
poblado impartiendo un mínimo de enseñanza: leer,
escribir y contar.
Esa gente, que vive aislada, tiene gran fervor por
esos maestros y les corresponden ampliamente.
Estas escuelas demandan pocos gastos a los gobier-
nos: no requieren local (en los climas propicios se
dictan las clases al aire libre); tiene la ayuda de las
municipalidades, aun de las más pobres; y además, el
mismo equipo de maestros trabaja dictando sus clases
en las distintas zonas.
El maestro ambulante debe tener espíritu de misio-
nero. Es preferible que sean del campo, así podrán po-
nerse más directamente en contacto con esa gente que ACCIÓN DE LA UNESCO
vive aislada en medio de la naturaleza. Como los niños THE A M E R I C A N PEOPLES ENCYCLOPEDIA. ESTADOS
ayudan a sus padres en las faenas, las clases deben ser U N I D O S , 1955. 15
vespertinas. Y tienen una derivación hermosa: la clase
nocturna para los peones adultos.
Esta misión de alfabetizar debe complementarse con
el cine y el canto coral, que debe hacerse con un equi-
po de discos apropiados. El congreso de l a UNESCO celebrado en Montevi-
La música, el canto y el cine embellecen la tarea y deo, hace algunos meses, dio a los pueblos hispano-
son muy del gusto de la gente campesina. americanos la ocasión preciosa de tener una infor-
mación ancha y viva, "de ver y palpar" el trabajo de
una institución, que sigue siendo todavía ignorada
por varios países, en su extensión y en su categoría.
El nombre de la UNESCO corre de boca en boca
pero se la nombra más que se la conoce y aprove-
cha. Sin embargo en todas partes existe un caluroso
deseo de saber más, sobre la ancha institución que
vino a suceder la rama correspondiente que existía
en la extinta Sociedad de las Naciones: el Instituto
de Cooperación Intelectual. Aquellos que trabajamos
en él, reconocemos en la sucesora un sentido mayor
de la realidad y una resolución de servirla con méto-
dos más directos.
Ha sido óptima la idea de realizar un Congreso en
un país ejemplar como es el Uruguay. La llamada
de los dirigentes fue oída por casi toda la América
Latina. No falta la buena voluntad en los veintiún
pueblos que forman este continente. Lo que falta son
las ocasiones de reencuentros felices con los delega-
dos de la sabia Europa, con el Asia casi fabulosa y con mayor el progreso y el desarrollo de la Ciencia en todas
Oceanía que apenas sospechamos ... las naciones incluyendo a las pequeñas.
El trabajo cumplido por la UNESCO sorprende y a Todo esto lo realiza la UNESCO con un sentido
por su índole práctica y de realización inmediata; práctico admirable pues no sólo se preocupa de es-
pero por la misma anchura de su misión, ella necesi- tudiar y divulgar los problemas que puedan afligir
tará de más en más el que su presupuesto vaya siendo a los países miembros de la organización, sino que
aumentado. Sucede que estas instituciones suelen vi- lleva sus medios y sus luces hacia donde sea llamada.
vir siempre de la limitación y la inseguridad econó- Uno de los muchos ejemplos que se podrían citar
mica. en este sentido es el trabajo que técnicos especiali-
Son sesenta y nueve los países miembro de la UNESCO zados están realizando en ciertas regiones áridas del
que por fin reciben y aprovechan de la ciencia práctica territorio mexicano. Se está allí combatiendo contra
en varios campos que a ella conciernen. el Desierto y explicando a los naturales el modo de
En lo que se refiere a la Educación y a la cultura, la evitar la calamidad en los años futuros.
UNESCO se preocupa ante todo de la alfabetización La UNESCO, por otra parte, trata de quedar, den-
de los países más pobres de escuelas. Es esta organi- tro de lo posible, al margen de ideologías políticas
zación la que hace llegar a ellos los medios y las ins- y religiosas que podrían restar a su obra anchura y
trucciones necesarias para que los maestros puedan simpatía.
realizar su obra de alfabetización de adultos y de ni- La UNESCO h a realizado lo que llama el pueblo
ños. Desde luego ella no escatima esfuerzos ni dineros "tener ocasión de mirarse a la cara". Para conocerse
en este sentido pues cree que sólo con una cultura y laborar en paz.
mayor se puede llegar a un mayor entendimiento en- En estos días de luchas y rivalidades pero al mismo
tre los pueblos. Para lograr la realización de este fin la tiempo de búsqueda de un futuro mejor, muchos son
UNESCO organiza exposiciones que convencen, pres- los que, comprendiendo la magna obra internacional
t a su ayuda a la formación de bibliotecas y museos, y social de la UNESCO, creen en Ella y se fían a Ella.
estimula el intercambio de profesores y maestros que Conocerla es adoptarla y servirla.
nunca se conocieron, de país a país.
En el campo de la Ciencia, la UNESCO presta su apo-
yo a las investigaciones, estimula el intercambio entre
las Universidades mundiales y tiene como finalidad
EN DEFENSA DE HUNGRÍA Hungría, su destrucción porque ha querido ser libre,
REVISTA CUADERNOS DEL CONGRESO POR LA LIBERTAD DE marcan un momento simbólico en la definición de
LA CULTURA. PARÍS, 1.957. nuestro siglo. Digamos a tiempo que estamos por los
que quieren ser libres, y movilicemos la opinión de
América, de una vez por todas, para que se vea claro
que no aceptamos ni la servidumbre de la inteligen-
cia, ni el aniquilamiento de los pueblos libres.
Como escritores, artistas y universitarios, como
hombres de América, condenamos la brutal agresión
de que h a sido víctima el pueblo de Hungría, y nos
dirigimos a nuestros compañeros de Budapest mar-
tirizada para decirles que estamos con ellos. Su causa
es común a cuantos defienden la dignidad humana
como principio de toda justicia. Nos llena de esperan-
za la actitud de las juventudes que tan ejemplarmente
han sellado con su sangre esta verdad. Ni el escritor,
ni el artista, ni el sabio, ni el estudiante pueden cum-
plir su misión de ensanchar las fronteras del espíritu
si sobre ellos pesa la amenaza de las fuerzas armadas,
del estado gendarme que pretende dirigirlos. El tra-
bajador intelectual no puede permanecer indiferente
a la suerte de los pueblos, al derecho que tienen de
expresar sus dudas y anhelos. América en su historia
no representa sino la lucha pasada y presente de un
mundo que busca en la libertad el triunfo del espíritu.
Nuestro siglo no puede rebajarse de la libertad de la
servidumbre. Se sirve mejor al campesino, al obrero,
a la mujer, al estudiante enseñándole a ser libre, por-
que se le respeta su dignidad. El avasallamiento de
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