Arquitectura Egipcia

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CAPÍTULO III: ARQUITECTURA EN EL ANTIGUO EGIPTO

Una aproximación a su historia

Cuando hablamos del Antiguo Egipto nos referimos a una de las culturas originarias del planeta
Tierra (uno de los seis lugares en el mundo donde apareció la cultura, junto a Mesopotamia, la
India, la China, América Central y el Perú) y que va más o menos desde el 3200 a.C. hasta el
siglo I a.C. en que lo que fue un gran imperio por cerca de tres milenios deviene una provincia
romana.
La Historia del Antigo Egipto se divide en cuatro grandes periodos o “Imperios”: Antiguo (2700-
2200 a.C. aprox.) Medio (2050-1720 a.C. aprox.) Nuevo (1550-1070 a.C. aprox.) y Tardío (664-
332 a.C.) con tres periodos intermedios entre ellos, y precedidos por el Periodo Tinita (3100 -
2700 a.C.) donde comienza la historia del Egipto unificado, y concluye con el periodo
helenístico, bajo la dominación griega con la conquista de Alejandro Magno en el 332 a.C. y el
gobierno de los Ptolomeos, hasta el 31 a.C. en que Egipto es conquistado por los romanos y
deviene en provincia Romana. En resumen, la cronología del Antiguo Egipto se resume así
(fechas aproximadas):

Años (aprox.) Periodo Dinastías Características

4500 – 3200 a.C. Arcaico Aparece escritura jeroglífica / Alto y Bajo Egipto

3200 – 2686 a.C. Tinita I – II Namer unifica Egipto / Primeros canales de riego

2686 – 2181 a.C. IMPERIO ANTIGUO III – VI Capital Memfis / Pirámides de Gizeh

2181 – 2050 a.C. Primer Intermedio VII – inicios XI Crisis interna

2050 – 1750 a.C. IMPERIO MEDIO XI – XII Capital Tebas / Mentuhotep II reunifica Egipto

1750 – 1550 a.C. Segundo Intermedio XIII – XVII Invasión y dominio de los hicsos

1550 – 1070 a.C. IMPERIO NUEVO XVIII – XX Capital Tebas / Construcción templos e hipogeos

1070 – 656 a.C. Tercer Intermedio XXI – XXV Invasión de nubios y asirios

656 – 332 a.C. IMPERIO TARDÍO XXVI - XXX Guerras contra babilonios / Dominación persa

332 – 31 a.C. Periodo Helenístico Ptolemaica Conquista griega

Una aproximación a su geografía

Egipto se encuentra situado en la parte nororiental de África, a lo largo del río Nilo, en una
estrecha franja de terreno más bien plano de no más de 20 km. de ancho y que discurre desde
las zonas altas en la zona de Nubia (sur de Egipto, cerca de la frontera con Sudán) hasta su
desembocadura en el mar Mediterráneo. Geográficamente podemos dividirlo en tres zonas:
Bajo Egito, Egipto Medio y Alto Egipto.
El Bajo Egipto se ubica en la zona norte, en torno al delta o desembocadura del río Nilo (se le
denomina delta porque el río seabre en una serie de ramales formando un triángulo a modo
de la letra griega delta). Es en esta zona donde se encuentran algunas de las ciudades y
edificaciones más antiguas como la primera capital, Memfis, Saqqara, Gizeh, y una enorme
cantidad de mastabas así como las pirámides más importantes. Por estar cerca al mar se
encuentran también muchas de las ciudades más tardías, fundadas en época griega como
Alejandría.
Egipto Medio es la zona central del país. Aquí se encuentra la segunda capital, Tebas, asi como
de otros asentamientos importantes como Karnak y Luxor. En esta zona se encuentran las
principales obras del Imperio Medio y sobre todo del Imperio Nuevo: los templos de Amón en
Karnak (el templo egipcio más grande jamás construido) y en Luxor, el Ramesseum, y el Valle
de los Reyes con sus más de sesenta tumbas hipogeas sólo de faraones, entre ellos la de
Tutankamón.
Alto Egipto se ubica en la zona sur, en las montañas de la región de Nubia, donde se
encuentran los templos hipogeos de Abu Simbel.

Egipto: Un don del Nilo

Decía Herodoto que Egipto es un don del Nilo, y en efecto el desarrollo de la vida y de la
cultura ha sido posible gracias a las características geográficas de la zona, con un clima
mediterráneo suave, en una zona desértica pero sumamente fértil en donde poco a poco el ser
humano ha dominado el territorio. El Nilo, que nace en el lago Victoria, en la zona central
oriental de Africa, desciende hacia el norte llevando una gran cantidad de nutrientes que
fertilizan la tierra (humus, limo) y en la zona de Egipto se desborda fertilizando las orillas y
transformando en un riquísimo valle verde lo que de otra manera sería un desierto. Estos
desbordes del río permitieron a los egipcios tener hasta más de una cosecha al año y ha sido
tal su producción que durante los siglos como provincia del Imperio Romano fue considerado
“el granero de Europa”.
Entre los productos que se cultivaban a orillas del Nilo se encontraban el lino, la cebada, el
trigo, diversos tipos de frutales y la vid. Asimismo existían una serie de plantas como las
palmeras, lotos y papiros que fueron sumamente útiles. Pero no solamente vegetación,
también una numerosa fauna vivió en sus orillas como dentro del río. La construcción de
canales desde fines del IV milenio permitió al ser humano ampliar la frontera agrícola, y el Nilo
fue siempre un eje de transporte importante para el Imperio Egipcio, medio de comunicación,
de comercio y eje de unidad. Asimismo, dado que los desbordes del río destruían cualquier
demarcación territorial que se pudiera poner por medio de hitos, fue necesario desarrollar una
manera de medir el territorio que permitiera, luego de las inundaciones volver a calcular los
linderos de los campos, de donde nacería la agrimensura y la geometría.

El más religioso de los pueblos y el culto a los muertos.

Decía Herodoto, en el siglo V a.C. que Egipto era el más religioso de los pueblos. Y en efecto
para los egipcios era muy importante la relación con los dioses asi como la vida después de la
muerte. De allí que su principal arquitectura sea de cráter religioso, tanto funeraria como de
templos. Para los Egipcios el ser humano está compuesto de un cuerpo mortal y una fuerza
vital trascendente, el “ka”. Cuando el ser humano juere, el “ka” continúa existiendo, pero para
hacerlo requiere de un cuerpo, que podía ser el mismo del difunto, o una representación del
cuerpo, razón por la cual solían momificar a sus muertos (apara preservar el cuerpo donde
perviviría el “ka”) o realizaban muchas esculturas con forma humana, incluos los sarcófagos,
donde podría seguir subsistiendo el “ka”.

Características de la Arquitectura
La arquitectura egipcia es básicamente monumental y de carácter religioso, tanto funeraria
como de templos. El Faráón solía tener mucho más interés en su vida futura después de la
muerte que en la presente, de modo que las grandes tumbas son mucho más numerosas y
monumentales que las residencias terrenas. Sin embargo si encontramos algunos ejemplos de
arquitectura civil como viviendas y ciudades.

El material más utilizado en las construcciones monumentales egipcias es la piedra. Egipto es


rico en distintos tipo de piedras: en el bajo Egipto abunda la caliza, en el Egipto Medio la
arenisca y en el alto Egipto el granito.
En cuanto a sistemas estructurales, si bien muchas construcciones como las pirámides o los
pilonos de los templos son grandes construcciones murarias, es decir, gruesos muros que
trabajan a la compresión, los egipcios utilizarán también las columnas y los entablamentos de
piedra. Las columnas de los templos, que solían superar los diez metros de alto, generalmente
estaban compuestas por tambores y sujetaban amplios dinteles y losas de techo también de
piedra. El arco y la bóveda fueron sistemas constructivos muy escasamente usados por los
egipcios.

Principales ejemplos de Arquitectura

Arquitectura Funeraria:

3200 – 2700 a.C. Mastabas. Edificadas principalmente en el periodo Tinita, las mastabas eran
construcciones funerarias con forma de tronco de pirámides colocados sobrfe una superficie
de terreno. Estas estaban conatruidas generalemnte de tierra, y comtaban con un ducto que
desde el techo de la mstaba bajaba hasta por debajo del nivel del suelo y llegaba a una cámara
subterránea, por deh¿bajo del nivel del suelo, y que estaba orientada hacia oriente. En dicha
cámar se solía enterrar al difunto y , una vez dejado allí con su sarcófago, se tapiaba el acceso
al cámara, se rllenaba el ducto vertical de acceso de modo de evitar que la cámara funeraria
fuera profanada. En todo caso, en la zna superciials de la mastaba se colocaban unas
habitaciones a modo de camar funeraria donde se podrían realizar algunas ceremiobas. Las
mastabas se colocaban sepradas unas de otras, sa cierta distancia generando necrópolis
bastante amplias y ordenasas. Una de las mastebas más famosas es la llamada “Mastaba de los
dos hermanos” en el Bajo Egipto, de la quinta dinastía.

De la pirámide escalonada a las pirámides de Gizeh. En busca de la pirámide perfecta

2667 – 2648 a.C. Saqqara. Conjunto funerario del rey Zoser. Zoser fue el segundo faraón de la
tercera Dinastía, y habría gobernado entre el 2667 y el 2648 a.C. El Conjunto funerario se
ubica en un terreno rectangular delimitado por una muralla de cerca de 550 m. de largo por
aproximadamente 275 m. de ancho a la que se accede por una puerta ubicada en el lado S.E
de solamente un metro de ancho y que da paso a un corredor de casi 50 m. de largo de donde
se pasa a los distintos ambientes. El conjunto está conformado por una serie de espacios
abiertos (patios) y cerrados (habitaciones) de forma cuadrangular formando una trama
ortogonal donde destaca la llamada pirámide escalonada, considerada la primera de las
pirámides monumentales egipcias. Originalmente construida como una mastaba, fue
sucesivamente ampliada hasta que se decidió hacer de ella una pirámide escalonada. Con seis
niveles, está construida de piedra caliza y llega a tener una altura de 61 m. Fue edificada por
Imhotep, el arquitecto más antiguo del cual se conoce el nombre, y que tiempo después fue
deificado por los egipcios como una divinidad de la medicina.

Pirámides del Rey Snefru . Snefru es le primer faraón de la IV dinastía. Gobernó Egipto entre el
2614 y el 2579 a.C., tiempo en el que construyó tres grandes pirámides: La Pirámide de caras
lisas, la pirámide romboidal y la pirámide roja.

Fines s. XXVII – inicios s. XXVI a.C. Maidum. Pirámide de caras lisas: Comenzada por el faraón
Huny, último faraón de la segunda dinastía, fue continuada y terminada por su hijo Snefru.
Originalmente era una pirámide escalonada como la de rey Zoser, con siete niveles, a la que se
decidió poner un octavo nivel y finalmente rellenar los espacios entre los niveles para hacer de
ella una pirámide de caras lisas, la primera de este tipo. La pirámide tenía una base cuadrada
de 146 m. de lado y una altura de 92 m., con un ángulo de 51°50´30”; sin embargo,
probablemente ya en tiempos del rey Snefru, parte de la pirámide se desmoronó, por lo que
actualmente se ve parte de lo que fue la zona central interna de la pirámide, y en torno una
gran cantidad de material, producto del desmoronamiento.
Una pirámide no se construye, como se podría pensar, de abajo hacia arriba superponiendo
una serie de niveles, sino más bien de dentro hacia afuera. En efecto, se construye un núcleo
central que se va rodeando de nuevos muros que se apoyan en dicho núclleo central, y asi va
subiendo y ampliándose la edificación, hasta su forma definitiva. Lo que sucedió en el caso de
la que fue la primera pirámide de caras lisas es que, aparentemente, se desmoronó la parte
exterior de la pirámide y quedó como se ve ahora.
Ya aquí aparecen algunos de los elementos que serán comunes en relación con las grandes
pirámides: el templo bajo o del valle, el templo alto o funerario (en el lado este de la
pirámide), la avenida que los une, la pirámide satélite y el recinto amurallado.

h. 2600 a.C. Dashur. Pirámide romboidal. Se trata de una pirámide también construida en
piedra cuya base cuadrada es de 188.60 m. de lado y alcanza una altura. El proyecto original
habría sido con una base de menor ancho, con las caras inclinadas 58 ° (más del 100% de
pendiente) y de caras lisas, con cuatro triángulos isósceles iguales por cada cara. Sin embargo,
parece que se decidió ampliar el ancho de la base a las medidas actuales y aún reduciendo el
ángulo de inclinación de las pares a 54°, hubiera sido más alta que el primer proyecto. Sin
embargo, en un determinado momento de la construcción se decidió disminuir el ángulo de
inclinación de las paredes laterales a 43°, generando esta tercera propuesta más baja y donde
las caras de la pirámide son cuatro trapecios con un una inclinación de 54°, y cuatro triángulos
con un ángulo inclinación de 43|. Toda la pirámide está hecha de piedra, en el interior se
encuentra una cámara funeraria cubierta por una especie falsa cúpula de piedra. Asimismo, el
conjunto donde está la pirámide cuenta con templo bajo, templo alto, avenida, pirámide
satélite y recinto amurallado.

H. 2580 a.C. Dashur. Pirámide roja: Tercer intento y logro del rey Snefru de construir la
pirámide de caras lisas. Se trata de una pirámide consytuida con piedra caliza roja (de donde
toma el nombre de la región. Cuenta con una base cuadrangular de 218.5 m. en los lados
paralelos al eje norte-sur y 221.50 m. en los lados este-oeste, alcanzanzando una altura de
104,40 m. con un ángulo de inclinación de las caras de 43°, el mismo ángulo de inclinación de
la parte superior de la pirámide romboidal. Según algunos estudiosos la pirámide de Maidum
ya habría comenzado a desmoronarse cuando se estaba construyendo la primera pirámide de
Dashur, razón por la que se decidió reducir la inclinación de las paredes de la pirámide de
Dashur (la romboidal) y cuando se construyó la pirámide roja se asumió desde el inicio la
inclinación de la parte superior de la pirámide romboidal. Interiormente cuenta con corredores
y cámaras, algunas de ellas cubiertas con falsos arcos de piedra. En su época fue la
construcción más alta del mundo.

Las pirámides ubicadas en Gizeh

Luego de las pirámides del faráon Snefru, y el logro de la pirámide roja, sus sucesores
inmediatos construyeron las famosas pirámides ubicadas en Gizeh. Algunas características de
estas pirámides son las siguientes:

1. La pirámide representa un rayo de luz que baja del cielo, y la montaña de la vida.

1. Las pirámides son parte de un conjunto funerario compuesto por:


a. un templo bajo o del valle, próximo al embarcadero
b. una calzada procesional, dromos o avenida, que une el templo bajo con el templo alto
c. un templo alto o funerario, generalmente adosado a la cara oriental de la gran
pirámide,
d. la pirámide propiamente dicha, donde se encontraba la cámara funeraria del faraón a
la que se accedía por un pasaje cuyo ingreso se ubicaba en el lado norte.
e. pirámides auxiliares donde podían ser enterradas las esposas del faraón o personajes
notables,
f. los pozos para las barcas solares, fosas donde se enterraban las barcas que servirían al
faraón para su viaje a la otra vida
g. Un recinto amurallado que delimita el conjunto funerario.

2. Las pirámides tienen sus lados paralelos a los ejes norte-sur y este-oeste, lo que indica que
se buscaba un orden incluso con el cosmos.

2589-2570 a.C. Gizeh. Piramide de Keops: Edificada por Keops, el hijo de Snefru, esta
construcción ha sido por miles de años la más alta del mundo. Se trata de una pirámide cuya
base cuadrada tiene 230 m. de lado y alcanza una altura de 146,60 m. de alto. La inclinación de
sus lados es de 51°50´. Construida con piedra caliza y granito, estaba exteriormente revestida
con planchas de piedra caliza blanca, la que se comenzó a desprender luego de un terremoto
en la Edad Media. Los bloques que la componen (cerca de 2,3 millones de bloques) pesan cada
uno un promedio de 2,5 toneladas, si bien hay algunos que superan las 50 toneladas de peso.
Interiormente la pirámide cuenta con tres cámaras, a las que se accede por una puerta que da
acceso a una galería desde la pared norte. La primera galería es la subterránea, por debajo del
nivel del suelo. Se encuentra luego, dentro de la edificación, la llamada “cámara de la reina”,
aunque no se ha encontrado allí ningún cuerpo, sino una escultura del faráon, una de las
esculturas donde podría seguir viviendo el “ka”; esta habitación sería el serdab. Finalmente
está la tercera cámara, conocida como “cámara del rey”, y donde habría estado enterrado el
faraón. Se trata de una cámara cubierta por una serie de falsas cámaras (cinco pequeñas
cámaras) en cuya parte superior hay un falso arco, lastras de piedra inclinadas, apoyadas una
en otra a modo de dos aguas que, a cual falsos arcos de descarga, permiten distribuir los
esfuerzos del peso de la estructura hacia los lados, evitando que se recarguen sobre la cámara
mortuoria del faraón. Para llegar a la cámara del faraón –donde se encuentra un sarcófago de
piedra que habría sido colocado allí durante la construcción, ya que sus dimensiones no
permitirían transportarlo por los corredores existentes- se pasa por la galería principal, que
tiene 8 m. de altura, de los cuales los dos metros inferiores corresponden al muro vertical y
luego el espacio se va cerrando por los bloque de piedra que van sobresaliendo poco a poco,
conformando una falsa bóveda. Tanto de la cámara llamada de la reina como de la del faraón
salen ductos hacia las paredes norte y sur. Algunas teorías tratan de demostrar que estos
ductos están alineados con las estrellas Orión y Tubán.
Se desconoce exactamente el método de construcción. Gran parte de la piedra usada llegaba
desde las canteras por vía fluvial, hasta el embarcadero próximo a la pirámide, luego eran
transportadas por tierra quizás apoyándolas en troncos que se hacían girar a modo de ruedas y
colocadas en la edificación a la altura correspondiente, algunas teoría proponen que eran
ubicadas llevándolas por medio de rampas y otras utilizando algún tipo de máquinas.
Como todo conjunto funerario de este tipo, también aquí se encuentra un templo bajo o del
valle, la calzada ceremonial, el templo alto, las pirámides secundarias (tres), los pozos para las
barcas solares (solo una ha sido desenterrada y reconstruida) y la muralla. Se conoce el
nombre del arquitecto: Hemiunu, quien era hijo de Nefermaat, arquitecto del faraón Snefru.

2589-2570 a.C. Gizeh. Piramide de Kefrén: Construida de piedra caliza y granito, cuenta con
una base cuadrada de 214,5 m. de lado, una inclinación de 53°7’48” y alcanza una altura de
143,50 m. es decir, ligeramente menos que la de Keops, aunque suele parece más alta por
encontrarse en un promontorio ligeramente más alto y porque no ha perdido parte de su
punta, al contario, en la parte alta conserva aún incluso parte de su revestimiento original de
caliza, mientras que el revestimiento en la parte inferior era de granito.
Interiormente cuenta con una cámara funeraria con techo de losas de granitos inclinadas, a
dos aguas, de modo de transferir los esfuerzos a los muros; aquí es donde se encuentra el
sarcófago de granito negro.
Como otros conjuntos funerarios, cuenta con templo bajo o del valle, en este caso cerca a la
esfinge, dromos o avenida, templo alto próximo a la cara este de la pirámide, fosos para barcas
solares, pirámide satélite y recinto amurallado. La pirámide cuenta con dos entradas, ambas
en el lado norte: una a 12 m. de altura y la otra a la altura del suelo.

2514 – 2486 Gizeh. Pirámide de Micerinos: Es la más pequeña de las tres, su base
cuadrangular es de 105 m. de lado, su ángulo de inclinación es 51°36´21” y alcanzaba una
altura de 65,5 mt. Estuvo revestida con 16 hiladas de granito rosa de Asuán y el resto con
piedra caliza de Tura. Como las otras pirámides, cuenta con templo del valle, calzada, templo
alto, muralla y con tres destacadas pirámides secundarias.

Templos Funerarios en Deir el Bahari

Luego de la crisis que significó el primer Intermedio, los sucesivos faraones van a preferir
desplazar la ubicación de sus tumbas hacia el sur, a lugares más alejados del mar y más
cercanos a la nueva capital, Tebas. Asimismo las tumbas no serán grandes pirámides, sino que,
como muestran dos de los mejores ejemplos de la época, aparecerán columnatas, rampas, y se
construirán cerca d los muros e un acantilado.

H. 2050 a.C. Deir el Bahari: Templo funerario mandado construir por Mentuhotep II, faraón de
la Dinastía XI con quien se da inicio al Imperio Medio. Ubicado en la vertiente oeste del río Nilo
en la zona central de Egipto, al pie de un acantilado, conjuga las funciones de templo y tumba
real. De composición simétrica, el conjunto está precedido por un gran patio longitudinal al
extremo del cual se levanta el monumento funerario en dos niveles.
En el nivel inferior del monumento, la cara este que da hacia el patio presenta una doble
columnata (a modo de remate del patio) en medio de la cual una rampa sube al segundo nivel.
En este segundo nivel hay un volumen cuadrangular, de lados más pequeños, de modo de
dejar unas terrazas en torno a él. Este volumen en el segundo nivel cuenta con columnatas
hacia la terraza y con una amplia sala hipóstila cuadrangular de cuya parte central surge una
pirámide trunca, símbolo de la montaña primordial. Según Edouard Naville (1844-1926)
egiptólogo suizo que descubrió y estudió este conjunto, el túmulo habría sido una pirámide,
pero estudios recientes muestran que si hubiera sido así, se hubiera desmoronado, por lo que
se presume fue un tronco de pirámide.
En la parte posterior hay una especie de patio peristilo, recinto cuadrangular abierto rodeado
de columnas, que permite el paso a una sala hipóstila y finalmente desde aquí el ingreso al
santuario, en contacto con la roca.
Se trata por tanto de una edificación donde la secuencia espacial es importante, quizás
inspirado en los modelos de los templos del valle delante de las pirámides. Esta construcción
marca un cambio significativo en la arquitectura funeraria pues no serán ya las grandes
pirámides visibles lo que se utilizará como morada, sino edificios en la zona central del Egipto,
más discretos, en lugares menos accesibles, y con un claro recorrido interior.

1490 a.C. Deir el Bahari, Templo Funerario de la reina Hateshepsut: Construido muy próximo
el Templo de Mentuhotep del que probablemente toma inspiración, fue mandado hacer por la
reina-faraón Hatshepsut, quinta gobernante de la XVIII dinastía quien gobernó aprox. entre
1490 y 1468 a.C. aproximadamente.
Se trata de un conjunto religioso funerario de composición simétrica de tres niveles construido
en piedra. En el primer nivel se encuentra un largo patio longitudinal que remata con una
pared (lo que sería el muro de contención de la primera terraza) delante del cual hay una
doble columnata y en medio de la cual pasa una rampa que sube del primer patio a la terraza
del segundo nivel. Esta terraza del segundo nivel, a modo del patio en el primer nivel, remata
también en una pared precedida por doble columnata y tiene, en el mismo eje de la rampa
anterior, una rampa que lleva al tercer nivel donde hay una edificación que encierra un patio
rodeado por doble columnata en sus cuatro lados, para siempre sobre el mismo eje, llegar al
santuario de Amón, angosto, estrecho, de poca altura y más bien oscuro, característica de los
espacios de mayor sacralidad en Egipto. A los lados del patio con doble porticado en este
tercer nivel se encuentran, hacia el lado noreste un templo solar y hacia el lado suroeste el
santuario de Hatshepsut y Tutmosis. Esta edificación, atribuida al arquitecto Senenmut, era
considerada una de las más bellas de Egipto, por lo que se le llamó “sublime entre sublimes”.

El Valle de los Reyes y las tumbas hipogeas en el Imperio Nuevo (1500 – 1200 a.C. aprox.)

Si bien a fines del siglo XXI a.C. el faraón Mentuhotep había decidido no tener una gran
pirámide ni ubicarse en el Egipto bajo, y casi cinco siglos más tarde la reina Hatshepsut decidió
lo mismo, con Tutmosis I definitivamente concluye la construcción de grandes tumbas que
destacaran en el paisaje y se opta más bien por construcciones que pasen totalmente
desapercibidas a fin de evitar su profanación, práctica que no fue desconocida ya en aquella
época. Es así como Tutmosis hace construir su tumba en una región donde sucesivos faraones
del Imperio Nuevo, y por cerca de tres siglos, habrán de desarrollar una inmensa necrópolis
real que se conocerá actualmente como el Valle de los Reyes, donde se han identificado más
de sesenta tumbas, de las cuales más de treinta son de faraones. No lejos se encuentra el
llamado valle de las reinas y en las inmediaciones la necrópolis de arquitectos, constructores y
artesanos, con tumbas no siempre tan grandes y opulentas, pero muchas de ellas
cuidadosamente elaboradas por los propios artistas.

1500 – 1200 a.C. aprox. Valle de los Reyes. Tumbas hipogeas. Durante el Imperio Nuevo se
decide trasladar el lugar de las tumbas reales a un lugar más alejado y seguro, tratando de
evitar que las tumbas pudieran ser profanadas. Así, Tutmosis I, tercer faraón de la dinastía
XVIII (faraón entre el 1504 y el 1492) mandó construir su tumba en lo que se conocería luego
como el Valle de los Reyes, lugar donde se harían enterrar sucesivos faraones por cerca de tres
siglos.
Se trata de una zona en la margen occidental del río Nilo, en el Egipto Medio, no lejos de la
nueva capital, Tebas, donde se han encontrado más de sesenta tumbas relacionadas con
personajes reales, la mayor parte faraones, pero también algunos otros personajes e incluso
algunas son de animales, posiblemente mascotas de faraones de la XVIII dinastía.
Se trata de tumbas cavadas en las montañas –de allí su nombre de hipogeas- a modo de largos
corredores que descendían dentro de la montaña, donde es posible encontrar una o más
cámaras, destacando la cámara que alberga el sarcófago del faraón, decorada con coloridas
pinturas murales. Durante la dinastía XVIII estas tumbas no eran totalmente rectas sino que
hacían algunos recodos; mientras que durante las dinastías XIX y XX estas serán más bien
longitudinales.
Hacia el sur este del Valle de los Reyes se encuentra un emplazamiento similar donde se
encuentran también numerosas tumbas y al que ha denominado “Valle de las Reinas”. Para
efecto de estudio las más de sesenta tumbas del valle de los reyes han sido nominadas con el
código KV (del inglés King´s Valley) mientras que las de las reinas con el código WV (West
Valley). Entre las tumbas más famosas destacan las de:

- Tutmosis I (KV20) (1504-1492 aprox.) Construida con el mayor sigilo posible por el arquitecto
Ineni, hombre confianza del faraón, es la primera de las tumbas del Valle de los Reyes y marca,
el esquema de lo que serán por siglos las tumbas reales, aunque el modelo se perfeccionará
con el paso del tiempo: una especie de gran túnel longitudinal con tramos de escaleras y
rampas que llegan a una cámara funeraria.
Ubicada en la zona este del valle, la tumba fue construida inicialmente por Tutmosis I y
ampliada por su hija, la reina Hatshepsut, conformando un largo túnel que en planta tiene
forma e C. Luego de cruzar el ingreso se inicia el descenso por una rampa en dirección este que
cambia su dirección hacia el sur donde el corredor presentará dos escaleras y dos rampas por
cerca de cien metros hasta realizar nuevamente un giro en dirección oeste, por donde se dirige
a la que fue la primera cámara sepulcral , la de Tutmosis. Sin embargo Hatshepsut realizó una
ampliación, por lo que se continuó un corredor que llega a la cámara funeraria final, con una
columna al centro, donde se depositaron los sarcófagos del faraón y su hija. Anexa a esta
cámara funeraria se encuentran tres pequeños ambientes, probablemente almacenes.
Siendo la primera de la tumbas, tiene algunos aspectos que variarán en las sucesivas, por
ejemplo el recorrido en forma de C (más adelante serán principalmente de forma de L o
rectas), la falta de decoración, la geometría de los espacios o la presencia de antecámaras.
La tumba, una de las más largas del valle, alcanza en total una longitud de 210 metros, una
superficie de 513,29 m2, una altura de 2,05 m. y su ancho varía entre 1.80 y 2,30 m.

- Tutmosis III ( KV34) (1479-1425 aprox.) Considerado uno de los faraones más importantes de
toda la historia de Egipto, Tutmosis III tuvo un reinado de más de cincuenta años. Fue el sexto
faraón de la Dinastía XVIII y su tumba es una de las mejor estudiadas. El ingreso se encuentra
varios metros por encima del nivel del suelo en una pared de la montaña y se ingresa por un
corredor angosto y bajo. Presenta una planta “acodada”, es decir que en un determinado
momento gira 90 °. Se desciende por un corredor muy empinado y luego de pasar por un pozo
y una cámara donde se gira hacia la izquierda, se llega a la cámara funeraria donde está el
sarcófago, y a los lados cuatro pequeñas cámaras. La tumba tiene una longitud de poco
aproximadamente 76 m., un área de aproximadamente 310 m2. Los corredores un promedio
de entre 205 y 216 cm. y una altura promedio de 196 cm. Las paredes están decoradas con
figuras sumamente estilizadas. Fue descubierta por el investigador Victor Loret en 1898.

- Tutankamón (KV62)(1336-1327) Último faraón de sangre real de la dinastía XVIII –sería


sucedido por Ay y luego por Horemheb, ambos de sangre no real, pero que asumirían el cargo
de faraón dentro de esta dinastía- murió a la edad de 20 años, por lo que en su corto reinado
no habría tenido tiempo de construir una tumba para sí y habría tenido que ser enterrado en
esta tumba, probablemente de un personaje de la aristocracia (quizás el mismo Ay), ante su
repentina muerte.
Es una tumba pequeña y poco decorada (sólo tiene pinturas murales la cámara funeraria) con
un área de 109, 83 m2. y una longitud de 30,79 m. Se ingresa descendiendo por un corredor
con escaleras que continúa por una rapa hasta una cámara de planta rectangular a uno de
cuyos lados (girando 90° como es tradicional en estas tumbas de la XVIII dinastía) se accede a
la cámara funeraria donde estaba el sarcófago, y que cuenta con una habitación adyacente.
Si bien la tumba no es muy amplia y no hay pinturas sino en la cámara funeraria, es muy
famosa por haber sido la única tumba que ha llegado intacta al siglo XX. Fue descubierta por el
arqueólogo británico Howard Carter en 1922, y en ella se encontraron más de 5000 objetos
entre muebles, piezas de orfebrería y otros.

- Horemheb (KV57)(1323-1295). Horemeb es el último faraón de la dinastía XVIII. Fue un


general de Tutankamón que gobernó cerca de 27 años, caracterizado por su mano firme, en la
época de pleno Imperio Nuevo.
Su tumba tiene el esquema que podría considerarse de transición entre las tumbas del la
Dinastía XVIII, acodadas, y las de las dinastías XIX y XX más bien rectas.
Se ingresa a la tumba por un corredor de diversos tramos claramente delimitados, hasta llegar
al pozo cruzando el cual hay una primera cámara con dos columnas; por lado izquierdo de esta
habitación continúa el corredor en diversos tramos, con escaleras de no poca pendiente, hasta
llegar a la antecámara con cuatro columnas y de allí a la cámara funeraria donde se encontraba
el sarcófago y que cuenta con algunas dependencias. La tumba tiene una longitud de 127,88
m. y un área de 472,61 m2. Y destacan los relieves polícromos de sus paredes.

- Seti I (KV17)(1294-1279 a.C.) Hijo de Ramsés I, con quien se inicia la dinastía XIX, Seti I (que
toma su nombre del dios Seth) gobernó por cerca de 17 años y mandó edificar una de las
tumbas más impresionantes y mejor decoradas de Egipto. En efecto se trata de la tumba
hipogea de mayor longitud y profundidad en la historia de Egipto: tiene 137,19 m. de largo,
aunque los trabajos de construcción que quedaron inconclusos llegaron hasta los 170 m. de
distancia del ingreso. El área abarca 649,04 m2.
La tumba sigue el esquema de la Horemheb: se ingresa por un corredor con tramos de escalera
y tramos de rampa que van descendiendo hasta llegar al pozo luego del cual se encuentra una
sala cuadrangular con cuatro columnas al fondo de la cual, por el lado derecho, se ubica otra
sala similar con cuatro columnas, mientras que por el lado izquierdo una escalera continúa
bajando por un corredor nuevamente de varios tramos hasta llegar a la antecámara y luego a
la cámara funeraria con seis columnas y un espacio a un nivel más bajo, donde estaría el
sarcófago. En torno a la cámara funeraria hay algunas otras habitaciones y al final un sala
rectangular con una fila de cuatro columnas. De esta última sala parte un largo corredor que
continúa descendiendo en el terreno y aparentemente nunca se concluyó.
Los relieves polícromos en la tumba de Seti I son considerados entre los programas
iconográficos mejor realizados en toda la historia de Egipto.

- Ramsés II (KV7) (1289-1222 aprox.) Con un reinado de cerca de 67 años muy bien
documentado, Ramsés II, tercer rey de la dinastía XIX, es quizás el faraón más conocido y uno
de los mayores constructores en Egipto. Su tumba, una de las de mayor área en el Valle de los
reyes (sólo superada por la KV, tumba de los hijos de Ramses II). Si bien es ya una tumba de la
dinastía XIX retoma el uso del diseño “acodado” (es decir, con la cámara funeraria a 90°) del
eje del corredor, y es la penúltima tumba que tendrá un pozo al interior. Asimismo, se ve ya
algunas características de las tumbas sucesivas y es la poca inclinación de los corredores y la
presencia de salas con columnas.
Se ingresa al conjunto por un largo corredor longitudinal de tramos claramente definidos, con
una rampa de poca inclinación, hasta llegar al pozo luego del cual hay una primera cámara con
cuatro columnas. A la derecha de esta cámara hay una segunda habitación similar y un
pequeño almacén. Pasando la sala de las cuatro columnas hay un corredor en dos tramos,
también de rampa de poca pendiente, que llega a la antecámara y, girando 90° hacia la
derecha, se accede a la cámara funeraria, enorme sala con ocho columnas y cuatro pequeños
recintos en dos de sus lados (sureste y noroeste) mientras que en la pared noreste hay dos
ingresos que permiten acceder a dos cámaras, cada una con dos columnas, y de una de estas
cámaras (la del lado sureste) se accede a un recinto y de ahí a otro. Se trata por tanto de un
conjunto que se ha ido ampliando seguramente ya en vida del faraón.
La decoración de las paredes debió haber sido una de las más bellas de Egipto, sin embargo las
inundaciones y los escombros que ellas arrastraron y que llenaron la tumba han dañado
seriamente los murales.

Templos del Imperio Nuevo (1500-1200 a.C. aprox.)


Si bien a lo largo de los siglos en Egipto se habían construido diversos lugares de culto, será en
el Imperio Nuevo cuando se dé un mayor empeño constructivo y se consolidará la tipología de
los templos. En principio, un templo egipcio está compuesto por tres ambientes principales: la
sala hípetra, la sala hipóstila y el santuario, en una secuencia lineal. La fachada del templo está
conformada por dos pilones simétricos en cuya parte central está la puerta de ingreso y a la
que se llega por medio de una larga calzada (dromos o avenida) enmarcada entre esculturas,
generalmente esfinges. Delante de cada uno de los pilonos hay obeliscos. Este es el esquema
general, sobre esto puede haber una serie de variantes, pero es el esquema tipológico general.
1. Dromos o avenida: Es la calzada procesional que precede al templo, se ubica sobre el eje de
simetría del templo y se enmarca entre esculturas sedentes generalmente de esfinges o
personajes mitológicos similares.
2. Esfinges: son las esculturas que enmarcan el dromos o avenida y lo definen virtualmente.
Las esfinges son esculturas de personajes mitológicos representados con cuerpo de león,
cabeza humana y alas. Existen variantes por ejemplo con cabezas de carnero o sin alas.
3. Pilonos: Cada uno de los dos troncos de pirámide que enmarcan el ingreso al templo. En la
superficie solían tener relieves relativos a la divinidad del templo o algún faraón relacionado
con el templo. Cada pilono tiene ranuras de modo que se ubiquen allí los estandartes. Delante
de cada pilono solía ubicarse un obelisco. Los pilonos representarían ambas márgenes del río
Nilo, o dos montañas entre las que nace el sol.
4. Estandartes: Especies de banderas sujetas en largas astas que se colocan al frente del
templo.
5. Obelisco: Estructura megalítica y monolítica con forma de tronco de pirámide muy esbelto
coronado por una pirámide. Representarían un rayo de luz que desciende del cielo. A los lados
suele tener relieves relativos al templo.
6. Sala hípetra: Es la primera de las tres salas del templo. Se trata de una especie de gran patio
cerrado por los cuatro lados, con columnatas en dos o tres de sus lados y techado solamente
en la parte donde hay columnas. Su nombre hípetra viene del griego hipo=debajo y aera=aire
debajo del aire.
7. Sala hipóstila: Es la sala que se encuentra luego de la sala hípetra y antes del santuario. Es
un espacio más angosto, más bajo y más oscuro que la sala hípetra, pero más ancho, más alto
y más luminoso que el santuario. Se trata de una sala llena de columnas puestas en filas
paralelas al eje longitudinal, de allí su nombre hipóstila: hipo=debajo; stylo=columna. La sala
representa una fuente de purificación, es decir una fuente agua, y dado que la única fuente de
agua conocida en Egipto es el río Nilo, representa en última instancia el Nilo; de allí que las
columnas asuman la forma de la vegetación que crece en el Nilo: papiros, palmas, lotos, etc. La
sala se ilumina por un desnivel en el techo, paralelo al eje longitudinal, llamado clerestorio.
Este clerestorio es posible porque las columnas de las filas centrales son más altas. Un detalle
es que los capiteles de las columnas más bajas tiene la forma de plantas cerradas, mientras
que las del centro, más altas, tienen los capiteles de las mismas plantas pero ya abiertas, que
ya han crecido y han florecido. Las columnas, tanto de la sala hípetra como de la sala hipóstila,
no son monolíticas, sino que están hechas por partes, por “tambores”, y sobre ellas se han
realizado relieves policromados.
8. Santuario: Es el lugar más sagrado del templo, el más restringido y el más angosto, bajo y
oscuro del templo, el lugar donde se encuentra la divinidad.

Además de los mencionados, podía haber otros ambientes como depósitos, corredores, etc.
Asimismo, podía haber más de una sala hípetra o más de una sala hipóstila, o varias de
diversos tamaños.

Manejo del espacio: Un aspecto importante a remarcar es el manejo del espacio para hacer
ver la sacralidad del santuario. En efecto, cuando una persona está en el dromos o avenida
está en un espacio abierto limitado por la secuencia de esfinges que lo dirigen hacia el templo;
es sin embargo un espacio virtualmente delimitado, un espacio abierto direccionado. Una vez
que se pasa por la puerta entre los anchos y altos pilonos se entra en la sala hipóstila que es un
ambiente ya definido por los cuatro lados, con sombra en dos o tres de sus lados, donde hay
columnas que sostienen un techo, constituyéndose en un espacio más delimitado, pero donde
aún es posible ver el cielo. La siguiente es la sala hipóstila que, siendo alta, (podía tener más de
20 mt. de alto) está no solamente delimitada por sus cuatro lados, sino también por el techo
(entra la luz pero ya no ve el cielo); por tanto se tiene la percepción de un espacio más bajo y
menos luminoso. Luego de atravesar caminando la sala hipóstila, se llega al santuario, mucho
más pequeño, angosto, bajo y oscuro, lo que resaltaría el carácter misterioso y sagrado de
dicho ambiente. Es decir, la secuencia espacial desde un lugar amplio, poco limitado, luminoso
como el dromos pasando por un espacio más delimitado como la sala hípetra y de allí a otro
más delimitado aún, angosto, bajo y menos iluminado (la sala hipóstila) para llegar finalmente
al santuario, ambiente más bien angosto, bajo y oscuro, es una secuencia de percepción del
espacio que busca ayudar a despertar en el espectador el sentido de sacralidad y misterio del
santuario.

Sistema estructural: El sistema estructural de los templos se basa en el uso de gruesos muros,
y de columnas y dinteles o vigas. Vemos gruesos y enormes muros en el pilono, las paredes
exteriores y en espacios interiores, mientras que la sala hípetra y sobre todo la sala hipóstila
muestran ñas grandes columnas y vigas de piedra. Para la cobertura del techo se utilizaban
amplias losas de piedra. Las columnas de los templos egipcios suelen tener una base, un
cuerpo y un capitel, no son monolíticas, sino que están compuestas por partes o “tambores”.
Suelen representar la vegetación del Nilo: palmas, papiros, lotos. Las columnas no son
totalmente rectas sino que son ligeramente bombeadas en la parte inferior y suelen estar
decoradas con relieves y pinturas murales polícromas.

Construcción: Una de las teorías más aceptadas acerca de cómo habrían sido construidos los
templos egipcios es la siguiente. Dado que están compuestos básicamente por gruesos muros
y altas columnas, se delimitaba en el terreno el lugar donde se habría de levantar los muros y
las columnas. Se hacía primero los cimientos de muros y columnas, se comenzaba a construir
los muros laterales y se colocaban sobre sus cimientos los primeros tambores de las columnas.
Luego se rellenaba con tierra todo el recinto hasta el ras superior de los tambores y por medio
de una rampa exterior se llevaba a esta superficie elevada los segundos tambores de las
columnas y se colocaban cada segundo tambor sobre el primero. Se volvía a llenar todo el
recinto de tierra hasta la altura del ras superior de los segundos tambores de modo que
quedara una superficie plana y sobre ella se desplazaban los terceros tambores y se colocaban
cada uno sobre sus tambores inferiores; así sucesivamente hasta los capiteles sobre los cuales
se ubican las piedras que servirán de vigas para finalmente colocar las lastras que formarían la
cobertura. Una vez terminado este trabajo, se retiraba la rampa exterior, se vaciaba el interior
del templo relleno de tierra y quedaba la estructura de la sala que se estuviera construyendo, y
a partir de allí se daba el tratamiento correspondiente a las columnas, vigas, techo, etc.

Principales templos del Imperio Nuevo

h. 1500 a.C. Karnak. Templo de Amón; Parte de un conjunto religioso construido a lo largo de
siglos, el Templo de Amón en Karnak es el más grande de los templos egipcios, y aunque fue
completado en diversos momentos, sus partes más importantes fueron construidas en el
Imperio Nuevo.

Se trata de un templo con las partes tradicionales de este tipo de edificaciones, precede el
ingreso un dromos o avenida enmarcada por “crioesfinges”, es decir, esfinges con cuerpo de
león y cabeza de carnero. Se llega así a la puerta enmarcada por los lados del pilono delante de
cada uno de los cuales se elevaba un obelisco. Asimismo, en la cara exterior de cada lado del
pilono había ranuras verticales en las que colocaban los mástiles de los estandartes.

Se pasa luego a una inmensa sala hípetra con columnas en sus lados norte y sur; en este lado
sur hay un ingreso para acceder a un templo dedicado a Ramsés III.

Siguiendo el recorrido sobre el eje oeste-este se pasa a la sala hipóstila, que cuenta con 134
columnas, de las cuales, 122 -61 a cada lado- tienen 15 m. de alto mientras que las doce
columnas centrales –seis a cada lado- de mayor diámetro, tienen 21 m. de alto de modo de
generar un desnivel en el techo, el clerestorio, que permite el ingreso de iluminación y
ventilación por la parte alta. Las columnas tienen forma de la vegetación del Nilo, y mientras
que las columnas de 15 m. (las más bajas) tiene los capiteles con forma de papiro cerrado, las
más altas tiene el capitel con forma de una planta abierta, de 5 m. de diámetro, dado que
representan las plantas más altas que ya han florecido. Las columnas, decoradas con relieves
polícromos de jeroglíficos, representaciones rituales y motivos naturales, sostienen gruesas
vigas de piedra sobre la que se apoyan las lastras de piedra de la cobertura. Esta sala habría
sido construida en el milenio XIII a.C. por Ramsés II.

Se pasa en tercer lugar al santuario, un espacio más bajo, angosto, cerrado y oscuro, lugar al
que solo podían acceder el faraón y sacerdotes. Como en todo templo egipcio aquí se puede
ver cómo los espacios, ,dese el dromos o avenida hasta el santuario se van cada vez más
delimitando, estrechando, rebajando, oscureciendo, como preparando al usuario a reconocer
la sacralidad del santuario, lugar más pequeño, angosto, bajo y oscuro, lugar de encuentro del
hombre con el Misterio de la divinidad. En torno al santuario se encuentran una serie de otras
dependencias como depósitos.

El templo está construido en piedra caliza y arenisca, mientras que materiales como el granito
o la cuarcita habrían sido empleados en elementos de revestimiento o para objetos puntuales
como los obeliscos.

El templo de Amón se encuentra dentro de un recinto amurallado de planta cuadrangular, de


aproximadamente 550 m. de largo y 523 m. de ancho, con lo que la muralla, de 12 m. de alto,
de adobe, alcanza más de 2,100 m. de longitud. Dentro de este espacio amurallado,
acompañando al de Amón, hay otros templos como los de Ramsés III, Seti II, Opet y Konsu y
un lago artificial de 130 m. x 80 m.

Mileno XIII a.C. Karnak. Templo de Ramsés II: Se accede a este pequeño templo desde el lado
sur de la sala hípetra del Templo de Amón. Está conformado por una sala hípetra con
columnas en sus lados este, oeste y sur, a lo que sigue una sala hipóstila de ocho columnas –
ubicadas cuatro a cada lado de su eje longitudinal- iluminada por un clerestorio, y finalmente
se llega al santuario, rodeado de dependencias auxiliares. En el lado sur de la sala hípetra,
delante de la columnata, a cada lado del ingreso a la sala hipótila, se ubicó una escultura
colosal de Ramsés II hecha de granito rosa, de las cuales solo una se encuentra en su lugar.

Siglo XII aC. Karnak. Templo de Khonsu: Ubicado en la zona suroccidental del recinto donde se
encuentra el templo de Amón, este templo dedicado a Khonsu, hijo de Amon y su esposa Mut
(la triada tebana) fue edificado por Ramses III (gobernó aproximadamente del 1184 a 1153 a.C)
faraón de la XX dinastía, en el Imperio Nuevo.

Es un templo prototipo, precedido por un dromos o avenida enmarcado entre esfinges, remata
en el pilono donde aparecen estandartes y delante del cual se levantaba, a cada lado, un
obelisco. Sigue luego la sala hípetra, en este caso con doble columnata de capiteles
papiriformes cerrados en tres de sus lados. Se pasa después a una pequeña sala hipóstila de
ocho columnas y clerestorio; las columnas centrales, campaniformes de capitel abierto, son
más altas, mientras que las más bajas eran papiriformes de capitel cerrado. Continúa luego a
un ambiente conocido como el salón de la barca para llegar luego al santuario, siempre en una
secuencia que va de espacios más amplios a más reducidos, más luminosos a menos
luminosos, más bulliciosos a más silenciosos, destacando la solemnidad y el misterio del
encuentro del hombre con la divinidad en el santuario. Es de destacar que para lograr este
efecto no solamente los espacios se van reduciendo en dimensiones ya sea en ancho o
profundidad, también los techos bajan progresivamente siendo más bajos y el pavimento va
subiendo conforme se pasa de una habitación a otra.

h. 1500 a.C. LUXOR. Templo de Amón. Ubicado en la orilla oriental del Nilo, fue edificado
durante el Imperio Nuevo por Amenhotep III (gobernó h. 1390-1353 a.C.) y Ramsés II (gobernó
h. 1279-1213 a.C.) , sobre el lugar donde había habido un santuario levantado por Tutmosis III,
y tuvo posteriormente algunos aportes de faraones en época de Tutankamón, Horemeb e
incluso más adelante, en época de Alejandro Magno.

El núcleo central del edificio fue mandado construir por Amenhotep III, también conocido
como Amenofis III; y comprende desde la columnata entre las dos actuales salas hípetras hasta
el santuario y las habitaciones que lo rodean. La columnata entre las dos salas hípetras
actuales fue probablemente la parte central de una gran sala hipóstila que nunca se llegó a
terminar y que por tanto fue cerrada en sus lados por muros con decoraciones hechas en
época de Tutankamon; las catorce columnas –siete a cada lado- papiriformes alcanzan una
altura de 16 m. y casi 10 m. de circunferencia. Luego de esta columnata sigue la actual
segunda hípetra, amplio recinto cuadrangular con doble columnata en tres de sus lados (norte,
este y oeste) con un total de 64 columnas papiriformes. Luego de esta sala hípetra se accede a
la sala hipóstila de 32 columnas -16 a cada lado- con un corredor central que lleva hacia el
santuario pasando previamente por una serie de pequeñas habitaciones algunas de ellas
hipóstilas una pequeña sala hipóstila de ocho columnas –cuatro por lado- permite pasar luego
a una siguiente sala hipóstila de cuatro columnas para llegar a la sala de la barca; sigue luego
una nueva sala con doce columnas -seis por lado- antes de llegar al santuario de Amenofis III.
Pequeños recintos a los lados completan esta zona.

Es significativo ver que el manejo espacial típico de los templos egipcios, donde las salas van
reduciendo sucesivamente su ancho, alto, longitud, luminosidad, ruido, se verifica también en
este caso.

En el mileno XIII a.C. Ramsés II hizo añadir una nueva sala hípetra que precediera el conjunto,
con el pilono y los obeliscos. La sala hípetra, cuadrangular pero no rectangular, sino con dos
ángulos de esquina agudos y dos obtusos, está rodeada en sus cuatro lados por una doble
columnata de columnas papiriformes. Entre las columnas del lado sur y parte de las columnas
del sureste y oeste se colocaron esculturas colosales.

La fachada que vemos hoy es también obra de Ramsés II. Los pilonos están decorados con
relieves que muestran las victorias del faraón en la zona de Siria. Delante del pilono se
colocaron seis esculturas de Ramsés II –dos sedentes y cuatro en pie- y dos obeliscos, uno de
mayor dimensión que el otro, pero cuya diferencia de altura pasaba desapercibida debido a su
ubicación. Una gran avenida con cerca de setecientas esfinges une el templo del Luxor con el
templo de Amón en Karnak, ubicado aproximadamente dos kilómetros al norte.
El templo de Amon en Luxor mide en total 260 m. y el ancho de su pilono es de 65 m. La mayor
parte del complejo ha sido construido con piedra procedente de Nubia, en el alto Egipto. En
época romana se instaló un campamento militar dentro del recinto, luego de lo cual se siguió
utilizando como zona de viviendas, razón por la que aún hoy hay una mezquita –levantada
donde antes hubo una iglesia cristiana- dentro de la sala hípetra de Ramsés II.

En el siglo XIX los obeliscos de la fachada fueron donados a Francia, pero solamente uno de
ellos, el de menor altura, fue desmontado y llevado a París, donde se yergue en la Place de la
Concorde.

Siglo XIII a.C. Luxor Ramesseum Ubicado en la zona occidental del Nilo, en el límite del área no
cultivable, se halla este templo mandado construir por Ramses II, que a partir del esquema
típico de los templos de Imperio Nuevo, presenta algunas variaciones. El templo se desarrolla
sobre el eje longitudinal sureste-noroeste. Luego de pasar el pilono de la fachada, de 68 m. de
ancho, se accede a una primera sala hípetra con doble columnata en el lado suroeste y una
serie de once pilares con esculturas de Osiris en el lado noreste. En esta sala hípetra se
encontraban dos esculturas sedentes del faraón, de aproximadamente 17 m. de alto

Se pasa luego a una segunda sala hípetra con doble columnata en los lados noreste y suroeste,
además una columnata en el lado noroeste delante de la cual hay pilares con esculturas
colosales de Osiris; en el lado sureste se ubicó también una serie de pilares con esculturas
colosales de Osiris.

Tres rampas dan acceso hacia la columnata noroeste, ligeramente elevada respecto al nivel del
patio. Dos esculturas colosales sedentes enmarcaban la rampa central. A eje de cada una de
las tres rampas se abre una puerta que permite el acceso a la sala hipóstila.

La sala hipóstila (39,60 m. de largo x 29,65 de ancho), contaba con 48 columnas papiriformes -
24 a cada lado- donde las doce columnas del medio –seis a cada lado- son más altas a fin de
tener un clerestorio. Como corresponde, estas columnas centrales, siendo más altas,
presentan el capitel a modo de planta abierta, mientras que las más bajas tienen el capitel
cerrado.

A continuación vienen tres pequeñas salas también hipóstilas, de igual ancho y profundidad,
con ocho columnas –cuatro a cada lado- cada una, una de las cuales era la sala de barca, para
llegar finalmente al santuario, la habitación más pequeña, angosta, poco luminosa y silenciosa.

El templo está dentro de un recinto amurallado. La mayor parte del espacio entre el templo y
la muralla está ocupado por depósitos, graneros, almacenes, construidos con tierra sin cocer
con gruesos muros y cubiertos mayormente con bóvedas, muchos de ellos de época incluso
romana. En el recinto se encuentra también una construcción denominada “Palacio real”, al
que se accede desde el lado suroeste de la primera sala hipóstila.

El templo ha sido construido con piedra llevada desde Nubia, mientras que la muralla
perimetral es de tierra sin cocer.

Templos Hipogeos de Abu Simbel

Entre las grandes obras desarrolladas por Ramsés II se encuentran los magníficos templos
hipogeos o “speos”, es decir, cavados dentro de la montaña, en Abu Simbel, en la localidad de
Nubia, en el alto Egipto.
Se trata de dos templos, el primero, conocido como templo de Ramsés II, está dedicado a la
triada Ra, Ptah y Amón, y el segundo a la esposa de Ramsés II, Nefertari, y que siguyen –mas el
primero que el segundo- el esquema típico de los templos del Imperio Nuevo, organizados
sobre un eje longitudinal, con una gran fachada más bien trapezoidal, simétrica y la puerta al
centro, luego de lo cual se da una sucesión de salas que van decreciendo conforme se acercan
al santuario.

Importante saber que los templos no se encuentran en su ubicación original. Cuando en la


segund mitad del siglo XX se vio la necesidad de crear la gran represa de Asuán, los temlos
hipogeos iban a quedar cubiertos por el agua del lago Nasser, por lo que se decidió crear, en la
zona más alta de la montaña, un promontorio artificial que dentro del cual se reprodujeran
ambos templos y trasladar, a estas reproducciones, las esculturas y piezas que los
confirmaban, lo que se llevó en la década de 1960. Actualmente los templos originales se
encuentran a 65 m, por debajo de la superficie del agua y a unos 200 metros de distancia en
sentido horizontal.

s.XIII. ABU SIMBEL, Templo de Ramsés II: Organizado a lo largo de un eje longitudinal, el
templo presenta una fachada trapezoidal tallada en la piedra a modo de un gran pilono, de 38
m. de ancho y 33 m. de alto, delante del cual se ubican cuatro esculturas de cerca de veinte
metros de alto, sedentes, de Ramses II –dos a cada lado-, y al medio la puerta, más baja, que
da acceso a una secuencia de ambientes claramente definidos. En primer lugar se encuentra
una sala más alta y ancha que las siguientes, con pilares delante de los cuales hay esculturas
osiriacas no muy distantes de los muros laterales, tiene 18 m. de longitud y 16,7 de ancho;
sigue una segunda sala, más baja y angosta, con cuatro columnas claraemnte identificables y,
precedido por una estrecha antecámara más ancha que profunda, el santuario, más bajo,
angosto, y menos profundo que los dos primeros. Generalemnet se suele decir –no sin razón-
que las dos primeras salas son hipóstilas, pues en efecto lo son, pero también es innegable que
el esquema es el de los templos con una primera sala, la hípetra (incluso en este caso las
columnas est´na muy próximas al muro) luego la sala hipóstila (en este caso con cuatro
columnas fácilmente perceptibles en el espacio) y finalmente el santuario, (en este, como en
muchos otros caso, precedido por una antecámara). Algunas habitaciones adyacentes,
depósitos y ambientes auxiliares para el culto, completan el conjunto.

Un aspecto importante a destacar es la relación del templo con el sol. El templo, original
estaba orientado de tal manera que sólo dos veces al año el sol llegaba hasta el santuario, y
esas fechas, que habrían sido el 21 de octubre y el 21 de febrero, equidistantes del solsticio de
invierno del hemisferio norte, habrían coincidido con dos fechas importantes de la vida del
faraón. En el santuario del templo, en la pared del fondo que era iluminada por el sol en esas
fechas, había cuatro imágenes: Tres de los de la triada (Ptah, Amón y Ra) y la de Ramsés
sentado entre Amón y Ra; sin embargo la luz del sol iluminaba solo las esculturas de Amón,
Ramsés y Ra, y la de Ptah, considerado señor de la oscuridad, permanecía sin ser iluminado.

S XIII. ABU SIMBEL. Templo de Hathor o de Nefertari: Este segundo templo es más pequeño y
sigue un esquema similar. La fachada, tallada en la montaña, es simétrica y en su centro se
abre la puerta de ingreso, a cada uno de cuyos lados se yerguen tres esculturas colosales de
pie, dos de Ramsés II y una de Nefertari revestida con atributos de la diosa Hathor.
Interiormente los espacios se organizan en torno a una secuencia en torno a un eje
longitudinal: una primera sala, alta con tres grandes pilares a cada lado, luego una segunda de
similar ancho pero mucho menos profunda y, finalmente un espacio más angosto y reducido,
el santuario. Dos salas secundarias, una a cada lado del segundo ambiente, completan el
conjunto.

Templos del Periodo Ptolemaico (323 – 31 a.C.)

Se conoce con el nombre de Periodo Ptolemaico o Periodo Helenístico al tiempo en el cual


Egipto estuvo bajo la influencia griega, desde la muerte de Alejando Magno en 323 a.C., y en
que Egipto será gobernado por Ptolomeo I Soter (hijo de Lagos, razón por la que se llama
también dinastía Lágida) hasta la muerte de Cleopatra y su hijo Cesarión, en el 30 a.C. con la
que concluye la dinastía y Egipto deviene en provincia romana. En este periodo la capital fue
Alejandría, que se convertiría en un verdadero foco cultural y comercial en el Mediterráneo, y
en el cual los gobernantes, si bien de origen griego, asumirían las costumbres e intereses del
mundo egipcio.

s. IV a.C. Philae. Templo de Isis. Si bien ya había existido en la isla una edificación dedicada a
Isis construida por Nectanebo, el primer faraón de la dinastía XXX, última dinastía de faraones
nativos, quien gobernó entre 378 y 361 a.C., la mayor parte del templo fue construido en
época Ptolemaica, principalmente en tiempo de Ptolomeo II Filadelfos (gobernó del 285 a 246
a.C) y Ptolomeo III Evergetes (gobernó de 246 a 222 a.C.), aunque el templo y la isla
continuaron siendo enriquecidos con edificaciones aún en época romana hasta Diocleciano.

El templo sigue en cierta medida el esquema de templos del Imperio Nuevo. Sobe un eje
longitudinal se organiza una secuencia de habitaciones, aunque en este caso el eje longitudinal
forma un marcado ángulo en la sala hípetra.

Se accede al templo cruzando el pilono (que se atribuye a Nectanebo I) de 45,5 m. de ancho


por 18 m. de alto, decorado con relieves y precedido por el dromos o avenida a cuyos lados
hay columnatas, aunque no simétricas respecto al eje longitudinal. El pilono tienes dos
puertas, una al centro, más alta, y una, más baja, a eje del tronco de la pirámide oeste. Se pasa
luego a un gran espacio a modo de patio o sala hípetra cuadrangular, irregular. En el lado oeste
se ubica la llamada “Casa del nacimiento”, edificación de planta longitudinal con columnas
hacia el patio, mientras que en el lado este se levanta una columnata detrás de la cual hay
pequeñas habitaciones.

Hacia el norte de este espacio se ubica el segundo pilono, al que se accede desde una rampa y
que llevaba a una especie de muy estrecho espacio sin techo (especie de pequeñísima sala
hípetra) seguida de una también muy estrecha sala hipóstila de cuatro columnas –dos a cada
lado- para que, pasadas tres habitaciones a modo de antecámaras, se llegara al santuario.

Cuando se construyó la primera represa de Asuán, a inicios del siglo XX, las edificaciones de la
isla de Philae quedaron sumergidas parcialmente; con la construcción de la segunda gran
represa, la isla iba a quedar totalmente bajo el agua por lo que se decidió trasladar el templo y
las edificaciones históricas a otra isla más alta, distante menos de un kilómetro, la isla de
Algikia, de modo de preservar tan singulares construcciones, lo que realizó en la década de
1970. Se movieron más de cuarentamil bloques de piedra sumando cerca de veintemil
toneladas.

Entre otras edificaciones que se aprecian en la isla destaca el Pabellón de Trajano, de época
romana.

h. 237 – 57 a.C. EDFÚ. Templo de Horus. Este templo del periodo Ptolemaico se encuentra
ubicado en la vertiente occidental del Nilo, en la zona del Egipto medio, en la actual Edfu,
llamada en el periodo griego Apolinopolis Magna donde se veneraba a Apolo, que se equipara
a Horus egipcio. Construido durante el gobierno de Ptolomeo III Evergertes (gobernó del 246 al
222 a.C.) es uno de los templos más grandes del Antiguo Egipto después del de Amón en
Karnak, y uno de los mejor conservados

Este templo sigue perfectamente el esquema de los templos del Imperio Nuevo: De planta
longitudinal –en este caso paralelo al eje Norte-Sur- cuenta con un pilono cada uno de cuyos
troncos de pirámide de 36 m. de alto está decorado con relieves y donde se aprecian las
ranuras para los estandartes. La sala hípetra está rodeada de columnas en tres de sus lados
(este, oeste y sur) con columnas de capiteles abiertos. Hay luego dos salas hipóstilas, la
primera, ligeramente más angosta que la hípetra, cuenta con doce columnas -seis a cada lado
en dos filas de tres- mientras que la segunda sala hipóstila, más angosta, cuenta también con
doce columnas pero en este caso tres filas de dos columnas a cada lado. Sigue luego una
antecámara para, luego de cruzar un ambiente parte de un corredor que lo circunda, ingresar
al santuario, el espacio más pequeño y sagrado, en torno al cual se encuentran una serie de
habitaciones para el culto. Es interesante ver que en este templo no solo los espacios se van
volviendo más angostos y los techos van bajando, sino que incluso el nivel de piso sube
conforme nos vamos acercando al santuario, de modo de que la sensación de reducción del
espacio es muy clara.

Siendo de época griega, la datación del edificio es muy precisa. Así, se sabe que se inició el 23
de agosto de 237 a.C., fue dedicado por Ptolomeo VIII el 10 de setiembre de 142 a.C. y
terminado en el año 57 a.C. por Ptolomeo XII. La parte frontal de la sala hipóstila habría sido
construida entre el 140 y el 124 a.C., mientras que la sala hípetra y los pilonos fueron
construidos entre el 116 y el 71 a.C.

Siglo IV a.C. - I d.C. DENDERA Templo de Hator Ubicado en la vertiente occidental del Nilo,
fue construido durante el periodo Ptolemaico y concluido a inicios del siglo I bajo la
dominación romana en época de Julio César (gobernó del 14 – 37 d.C.).

El templo, de impecable geometría, no cuenta con pilonos ni sala hípetra. La fachada del
edificio, en cuyo eje central se abre la puerta de ingreso, está compuesta por columnas en
cuyos intercolumnios se levanta muros hasta una determinada altura por debajo del capitel.

Se ingresa en primer lugar a la sala hipóstila de 18 columnas -nueve a cada lado- con capiteles
hatóricos (como los de la fachada), es decir, capiteles que representan el rosto de la diosa
Hathor. Se pasa luego a una segunda sala hipóstila, más angosta y menos profunda que la
anterior, de seis columnas –tres a cada lado- para de allí, pasando dos salas previas, llegar al
santuario. Este templo, uno de los mejor conservados del antiguo Egipto, debido a que por
siglos estuvo cubierto de arena, presenta estupenda decoración con relieves polícromos en sus
columnas, muros e incluso en la superficie del cielorraso.

La Ciudad en el Antiguo Egipto

La vida en el antiguo Egipto fue predominantemente rural, es decir, la mayoría de la población


vivía en el campo. Sin embargo, se han encontrado restos de algunas ciudades que tuvieron un
origen específico.

h. 1500 a.C. Deir – el – Medina: Ubicado próximo al valle de la reinas y muy cerca al valle de
los reyes, este poblado que existió por cerca de tres siglos era el lugar donde habitaban los
constructores (arquitectos, obreros, artesanos) que trabajaron en la construcción de las
tumbas. Dado la necesidad de discreción que se tenía de ellos, así como la proximidad que
debían tener respecto del lugar de trabajo, se creó este poblado.

El trazo urbano es muy sencillo, un recinto amurallado con una calle que atraviesa todo el
pueblo y a cuyos lados se encuentran las viviendas, angostas y largas, pegadas una a otra,
conformadas en promedio por cuatro ambientes y cuyas paredes posteriores se apoyan en la
muralla que las circunda. Con el paso de los siglos la ciudad creció, reconociéndose al menos
dos ampliaciones, una en tiempos de Tutmosis III y otra entre las dinastías XIX y XVIII.

s.XIV a.C. Tell-el-Amarna. La antigua Ajetatón (Horizonte de Atón) fue mandada a construir
por el Faraón Akenatón (también conocido como Amehotep IV o Amenophis IV) en su quinto
año de gobierno (gobernó del 1353-1336 a.C.) como nueva capital del Imperio. Habiendo
implantado el monoteísmo con el culto al Dios Atón, rompió con las antiguas tradiciones
religiosas y decidió crear una nueva capital, ubicándola a medio camino entre Memphis (al
norte) y Tebas (al sur). La construcción de la ciudad requirió una gran inversión, sin embrago
luego de la muerte del faraón fue progresivamente abandonada. Se caracteriza por su trazo
de calles rectas paralelas entre sí, perpendiculares a las cuales se encuentran las viviendas, que
varían en área y número de habitaciones.

La Vivienda en el antiguo Egipto

Si bien gran parte de la vida de los pobladores de Egipto se desarrolló en el campo, ha sido
posible encontrar rastros de viviendas en los restos de las pocas ciudades conocidas.

Las viviendas solían ser de planta cuadrangular, con gruesos muros de adobe perpendiculares
entre sí. Los techos eran planos, con estructura de troncos de palmeras y cubiertos con hojas
de palmera y torta de barro, al que se podía acceder por una escalera y utilizarlo a modo de
terraza debido al calor. Podía haber viviendas de una sola habitación, aunque se han
encontrado también con varias habitaciones en secuencia una detrás de otra, En ciertos
grupos de viviendas, éstas estaban pegadas una junto a otra, de modo de tener menor
cantidad de paredes expuesta al sol. Interiormente las casas eran muy sencillas, generalmente
con poco mobiliario.

Algunos aspectos de la escultura y la pintura egipcia

Si bien son miles de años en los que se desarrolló el arte del antiguo Egipto, hay algunos
puntos en común característicos que permiten identificar el arte egipcio especialmente el que
se encuentra más relacionado con la arquitectura

La Escultura:
Por su tamaño la escultura puede ser colosal, natural o en miniaturas. Esculturas colosales son
las que se encuentran relacionadas con los grandes templos, por ejemplo las de Ramses II en la
fachada del Templo de Ramsés II o las de la fachada del templo de Nefertari en Abu Simbel, los
Colosos de Memnón frente a Luxor, entre otras. De tamaño natural son muchas esculturas que
representan al farón, su familia, o personajes importantes, como la escultura sedente del
faraón Kefrén en el Museo de El Cairo o el famoso “Escriba sentado” en el Museo de Louvre.
Son también de tamaño natural los bustos, entre los que destaca el de la reina Nefertiti, en
Berlín. Los sarcófagos antropomorfos podrían considerarse también de tamaño natural.
Miniaturas las encontramos en numerosos objetos decorativos y de orfebrería. Hay que
destacar que esculturas de personajes reales, sin ser miniaturas, no eran de tamaño tanural.
Asi por ejemplo la famosa escultura del faraón Micerinos y su esposa, ambos en pie, que se
encuentra en el Museo de Bellas Artes de Boston, tiene 1,39 m. de alto, mientras que la
representación de la Triada del faraón Micerinos entre la diosa Hathor y la divinidad del nomo
de Cinopolis, actualmente en el Museo Egipcio de El Cairo, tiene 92,5 cm. de alto

Por el material, las esculturas pueden ser de piedra (por ejemplo las colosales, pero no
solamente ellas), madera, arcilla, entre otros.

Algunas de las características de las esculturas egipcias son:


1. Realismo: La escultura es principalmente realista, dando muchísima importancia al
retrato, debido que las esculturas servían ante todo como depósito del “ka”.
2. Hieratismo: Los personajes suelen ser hieráticos, es decir, no expresan emociones
humanas. Esta imperturbabilidad es propia de una escultura que en este caso no le
interesa representar seres en actividad, vivos, sino son los depósitos donde puede
sobrevivir el ka.
3. Frontalidad: Dado que las esculturas no representan actividades humanas, sino
simplemente están de pie o sentadas, suelen ser hechas para ser vistas desde un solo
lado pudiendo colocarse contra una pared; es más muchas eran hechas justamente
para estar delante de paredes, como los colosos frente a los pilonos, las esculturas
osiriacas, o las esculturas dentro de los santuarios
4. Simetría: Dado que representan seres humanos, las esculturas asumen la simetría
5. Los brazos pegados al cuerpo.
6. Un pie delante del otro
Las esculturas podían ser monocromas, del color de la piedra, o polícromas.

Pinturas y relieves

Los egipcios realizaron pinturas tanto mural como en papiros. Las pinturas murales
generalmente se hacían pintando los relieves. Tanto pinturas como relieves se caracterizan
por ser sumamente coloridas y representar figuras humanas con las siguientes
características:
- La cabeza de perfil
- Ojo de frente
- Torso de frente
- Brazos de perfil
- Piernas y pies de perfil
- Un pie delante del otro.
- Las figuras masculinas suelen ser bronceadas, las femeninas más bien pálidas.

Asimismo, veremos que el cuerpo humano en las representaciones egipcias se rige por el
“Canon egipcio”, es decir, un sistema de proporciones modulado propio de este pueblo.
Este canon consideraba como módulo el tamaño del puño, y un cuerpo bien
proporcionado debía tener 18 puños de alto: dos puños para el rostro, diez puños desde la
barbilla hasta las rodillas, y seis puños desde las rodillas a la planta de los pies.

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