Mattelart, A. - La Cultura Como Empresa Multinacional (1974)

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Armand Mattelart

La Cultura como empresa multinacional

Editorial Galerna
La mitología de Superman, las teleseries educativas tipo Plaza Sésamo, no sur-
gen del trabajo de expertos en conducta infantil de alguna Fundación con buenas in-
tenciones. Son todos mensajes culturales que plasman necesidades concretas e histó-
ricas del imperialismo, en un momento determinado, tanto en su empresa de pacifica-
ción interna, como en su proyecto expansionista.
El autor estudia el desarrollo de las nuevas fuerzas productivas, en particular de
la tecnología de la comunicación, en un momento como el actual, en que los grandes
monopolios productores de tecnología, vuelcan su dedicación de la industria bélica, a la
de las comunicaciones.
Editorial Galerna.
© 1974: Editorial Galerna
Talcahuano 487, Buenos Aires
Primera Edición: Septiembre 1974
Tiraje: 5.000 ejemplares
Tapa: Isabel Carballo
Hecho el deposito que indica la ley 11.723
Impreso en la Argentina
INDICE

I. Superbombarderos y superhéroes

II. Cultura de masas y economía de guerra


Tres tipos de corporaciones electrónicas
Los fabricantes de los phantoms
Un doble frente imperialista
Dinámica y atolladeros de la agresión
Vulnerabilidad y reconversión económica

III. Los nuevos dueños y públicos de la agresión cultural


La monopolización creciente de la tecnología comunicativa
Las grandes corporaciones se apoderan de la industria educacional masiva
¿Hollywood en venta?
Los niños, nuevo público del imperialismo
La ofensiva ideológica pasa por la diplomacia
Prensa y orquestación de la batalla ideológica

IV. La industria del turismo en la reconversión del imperio


El “rush” hotelero
La cadena de las cadenas

V. Conclusiones: La muerte de Superman


Notas
Superman con sus poderes había ganado la gratitud de todo el mundo y lo llamaban “el protec-
tor de los débiles” pero ahora, en esta historia imaginaria, se convierte en... “El supermendigo
de Metropolis”.
-Pensé que siempre sería el guardián del mundo.
-¡Qué ironía!
-He sido sustituido en todo, en esta época.
-Soy un inútil en este mundo de computadoras.
Palabras de Supermán en Superman, nº 859, 12 de abril de 1972.
Al lector

Este libro –cuya primera versión apareció en forma de artículo en la revista “Ca-
sa de las Américas”– se inscribe en una cadena más amplia de trabajos que han ido
madurando al compás de los procesos de liberación de nuestros países. Dichas inves-
tigaciones nos han llevado, sucesiva o paralelamente, a indagar el papel de la cultura
de masas en la reproducción cotidiana de la dominación de nuestros pueblos y a ex-
presar la respuesta ofrecida por las clases dominadas –desde sus diversos niveles de
conciencia- a la agresión cultural del imperialismo norteamericano y de sus aliados crio-
llos.
La preocupación central que preside este ensayo nace de la necesidad que he-
mos experimentado de hacer escapar las discusiones sobre la cultura de masas a una
esfera culturalista y de reconectar los productos llamados culturales tonel sistema que
provee de “inspiración” a sus fabricantes y hace posible su manufactura. Por de pronto,
la mitología de Supermán no ha surgido de la imaginación de su guionista. Como tam-
poco la nueva ola de teleseries educativas tipo Sesame Street (Plaza Sésamo), brota
de las buenas intenciones de un grupo de expertos en conducta infantil de la Fundación
Ford. Todos estos mensajes culturales plasman necesidades concretas e históricas de
la metrópoli, en un momento determinado, tanto en su empresa de pacificación interna
como en su proyecto expansionista. El Supermán de la preguerra no es el Supermán
de la época de la guerra de Vietnam. Sobre todo cuando la International Telegraph and
Telephone (ITT) inventa aparatos de detección electrónica por rayos infrarrojos para
que los vehículos del ejercito sudvietnamita y sus asesores puedan localizar a los “viet-
congs” en la oscuridad, pasando de hecho la supervista del popular Superhombre al
rango de juguete artesanal.
Esta obsesión por volver a las bases materiales de la cultura y diluir la falsa dico-
tomía superestructura/infraestructura no tiene sino un carácter político: contribuir a
identificar mejor al enemigo de clase para combatirlo en forma más eficaz. En esta gue-
rra psicopolítica –como la llaman los propios ejecutivos de la USIA (United Status In-
formation Agency)- no se trata de entablar la lucha en los frentes que el agresor acos-
tumbra asignar a la “cultura” y a la ofensiva ideológica, sino de trasladar el campo de
batalla y de llevar al adversario a un campo elegido por las fuerzas revolucionarias. Pa-
ra lograr esta transferencia, urge enfocar la cultura del imperialismo como un modo in-
tegral de producir la vida, la respiración de su práctica de dominación económica y polí-
tica en la paz y en la guerra.
El término de redacción de este libro casi coincide con la firma de los acuerdos
de paz en Vietnam. El fin de este conflicto confiere candente actualidad al tema del fu-
turo de la industria bélica norteamericana. A la vez, trae al primer plano las aprensiones
de los países del Tercer Mundo en su lucha emancipadora frente a la posible intensifi-
cación de la ofensiva ideológica capitaneada por los nuevos dueños de la cultura, las
grandes corporaciones transnacionales que desde hace años están “reconvirtiéndose”
volcando al campo civil el gigantesco arsenal tecnológico de telecomunicaciones surgi-
do, en línea directa, de los modelos de la guerra electrónica. El presente ensayo recoge
algunos elementos de esta nueva coyuntura y trata de ponerlos en perspectiva para
desbrozar los componentes de lo que podría convertirse en una fase superior del impe-
rialismo cultural.
Santiago de Chile, abril de 1973.
I - SUPERBOMBARDEROS Y SUPERHEROES.

En 1972, la fuerza aérea norteamericana (USAF) estrenó en su agresión a Viet-


nam una bomba teledirigida que lleva en la nariz una cámara de televisión, la cual per-
mite al piloto, provisto de un pequeño televisor, seleccionar electrónicamente desde la
cabina de su caza-bombardero los objetivos de su misión destructora, reduciendo al
mínimo el riesgo de errar el tiro. Sin embargo, según las estadísticas oficiales de Pen-
tágono, el año 1972 con toda probabilidad pasará a ser el año en que los superbom-
barderos B-52 habrán registrado el nivel más alto de destrucciones por error, el año en
que habrán aniquilado más hospitales, más escuelas y, sobre todo, más diques. Este
nuevo artefacto bélico ha sido bautizado como Maverick Missile, el mismo nombre de
una famosa serie de televisión comercial lanzada dos años antes. El constructor del
Maverick en su versión beligerante es el productor de Scarface (Caracortada) que, jun-
to con Modern Times (Tiempos Modernos) y I am a fugitive (Soy un fugitivo), estreme-
ció el conformismo de Hollywood en la década de 1930 a 1940. Trabajó con Faulkner,
Hemingway, Cain, Caldwell, Steinbeck y Dos Passos que no eran, como dijera Camus,
“modestos fabricantes de libros”, sino novelistas que descubrieron de nuevo al “hombre
de la azada”, que se salían del color local y de lo abstracto para ofrendar historias ver-
daderas en el ámbito de problemas cuyas soluciones apremiaban 1 .
Este productor cinematográfico llamado Howard Hughes –de paso, héroe de la
aviación norteamericana, cubierto de galardones por sus hazañas-, procuró borrar los
signos de la división del trabajo y puso sus industrias aeronáuticas al servicio de su
industria cinematográfica. En los tiempos de la guerra de Corea, fue el productor de
una película de Stemberg titulada Jet-Pilot, un panfleto anticomunista donde los avio-
nes de su división Hughes Aircraft reconstruían combates aéreos que en la realidad
efectuaban otras de sus máquinas infernales vendidas a las fuerzas armadas para
ametrallar a los pueblos coreanos. Hughes, vendió a un consorcio de neumáticos los
intereses que poseía en el trust cinematográfico RKO Pictures,y la Hughes aircraft, más
floreciente que nunca, ha fundado el Howard Hughes Medical Institute, una nonprofit
corporation, dedicada a la investigación médica y a la colaboración con las facultades
de medicina del país.
Desde hace aproximadamente seis años. El Departamento de Defensa, aseso-
rado por un gran número de oficinas civiles, militares o paramilitares como el Centro
Nacional de Investigaciones de Monterrey, el Naval Weapons Center de California o la
Rand Corporation, desarrollan sus proyectos de guerra geofísica y climatológica, tra-
tando de dominar los ciclones, los maremotos y las tempestades. Por primera vez, en
1969 la aviación norteamericana decidió utilizar lluvias artificiales para frenar el avance
de las columnas enemigas a lo largo de las pistas de infiltración. Este primer experi-
mento, que en Laos borró del mapa varios pueblos junto con sus habitantes, destruyó
las cosechas e inundó la región, recibió el nombre de Operación Popeye, el mismo del
héroe, intensivo comedor de espinacas, creado por Hélice Segar en el New Cork Eve-
ning Standard en el curso de 1929.
En 1967, la Nacional Security Agency (NSA), el organismo que provee el 80%
del aparato de inteligencia de EEUU trabajando con menos publicidad que la CIA, lo-
calizó las guerrillas del Che al interceptar señales de radio comunicaciones. Los siste-

1
John Howard Lanson, El cine en la batalla de las ideas. Editorial ICAIC, La Habana, 1964, p.5.
mas electrónicos de radares que permiten el funcionamiento de esta red moderna de
espionaje fueron denominados sistema Mandrake por los agentes de la NSA; el mismo
nombre del héroe creado por Lee Falk y Phil Davis y comercializado desde 1934 por el
King Features Sindicate del fundador de los comics y de la prensa amarilla, W. R.
Hearst, conocido también por sus históricas conspiraciones en la guerra hispanocuba-
nonorteamericana.
La agencia publicitaria J. W. Thompson, que en 1971 recibió de la Ford Corpora-
tion unos 12 millones de dólares para publicitar al Ford Maverick y otros productos, es
desde hace 25 años la relacionadora pública del Cuerpo de Marines. A ella se debe la
idea de lanzar el famoso slogan destinado a reclutar jóvenes en los colegios norteame-
ricanos: “The Marines could use a few good men”. 2
Estos cuatro ejemplos nos muestras hasta que punto la realidad suele superar a
la ficción, o por lo menos equipararse a ella. La transferencia de la semántica de la cul-
tura de masas a los campos de batalla no pertenece a la casualidad. Al borrar la divi-
sión del trabajo entre su sección cinematográfica y su departamento de aeronáutica, su
propietario llegaba a borrar la línea de demarcación entre lo real y lo ficticio. Al recons-
truir combates aéreos, intentaba trasladar a lo imaginario una realidad de la cual él era
un protagonista-productor, armando en el celuloide una ficción por debajo de esta reali-
dad. Una realidad que, para poder seguir fabricando los arsenales de guerra, el capita-
lista-constructor aeronáutico no podía aceptar sino a condición de mistificarla. En su
falsa conciencia, para Hughes y su clase, la realidad no puede ser sino la que su pelí-
cula representa en un plano de ficción eliminando a la otra.
Aunque de manera aparentemente diferente, Popeye y Mandrake aseguran un
mismo tipo de función. En efecto, la presencia de estas figuras en el aparato agresor en
Vietnam o en Bolivia no tiene el mismo significado que la presencia del Pato Donald
sobre las alas victoriosas de los Spitfires y fortalizas volantes inglesas y norteamerica-
nas, que en la última guerra mundial sus pilotos, de vuelta a su base en Inglaterra o en
Guam, pintaban para celebrar el número de Stukas o de Ceros derribados.
La cara risueña del héroe de Disney cumplía un papel de mascota gráfica y en-
traba en un juego fetichista que no le confería un carácter de promoción del acto bélico.
Se pintaba a Donald en cada gran ocasión pero Donald no servía para enmascarar la
práctica bélica. La presencia de Popeye y de Mandrake cobra otra dimensión cuando la
USAF los utiliza para designar un instrumento o un proyecto. Popeye y Mandrake vie-
nen a purificar la guerra lavándola de sus impurezas, que el Pentágono anhela traspa-
sar como secuelas coyunturales. Con Popeye, con Mandrake, el bombardeo sistemáti-
co de los diques y de los hospitales encuentra una legitimación que no pone en tela de
juicio la legitimidad de la guerra. Popeye, con su imagen de la fuerza imprevisible, la
fuerza sin control, exonera a la USAF de las “equivocaciones” de blanco. Con dichos
personajes, los bombardeos de escuelas forman parte del margen de error normal de
una guerra, el desborde casual de la superpotente máquina tecnológica. Por de pronto,
Popeye se transforma en la pantalla pintoresca que hace olvidar que la operación ge-
nocida a la cual presta su nombre es una operación planificada fríamente que no admi-
te ningún margen de error. Popeye es también la clave del lenguaje sibilino, la droga
que míticamente euforizará el contexto del gesto criminal que el piloto puede perpetrar

2
Para más detalles sobre los cuatro ejemplos, véase respectivamente: “Maverick meets total-package schedule”,
Aviation Week and Space Technology, 26 de junio de 1972, pp. 142-143; Alain Jaubert, “Les armes de Zeus”, Le
Nouvel Observateur, 26 de junio de 1972; “U.S. Electronic espionage a memoir”, Ramparts; “Marines signs JWT
for tour more years”, advertising Age, agosto de 1972.
congelando su conciencia a un umbral de infraconciencia. El referencial de la cultura de
masas sirve para volver inocente la cotidianeidad de la guerra. De la misma manera,
Maverik se torna en un mecanismo de disculpa que actúa a varios niveles: al nivel de
los tecnócratas, patrones generales que tienen su práctica fijada en torno a la industria
bélica y la escalada militar, y al nivel de la llamada opinión pública, que consume la no-
ticia de la destrucción operada por los artefactos bélicos a través del tamiz fantasmago-
rizado de las acciones de una serie televisiva.
Estas breves observaciones nos sirven de amplio preámbulo para ambientar los
objetivos del presente trabajo y ubicarlo desde un ángulo que a muchos puede parecer
insólito.
Quizás porque precisamente la visión predominante que en forma subrepticia
nos ha impuesto el imperialismo acerca de lo que es la cultura de masas, busca apar-
tarnos de un modo de percibirla que nos ayudaría a convertir la denuncia en un instru-
mento de lucha para tomar el poder. La realidad supera la ficción. Y es esta realidad la
que trataremos de reconstruir enfocando dos grandes líneas de fuerza.

1) La cultura de masas no puede definirse ahistóricamente. Los modos de pro-


ducir esta cultura y sus contenidos están ligados íntimamente a los cambios y adecua-
ciones que se operan en la estructura económica del polo imperialista y su proyecto
expansionista. En un universo donde no se sabe quién es quién, quien fabrica la serie
de TV y quien el cohete, es difícil seguir definiendo la industria cultural como una indus-
tria ligera. Es imposible continuar ignorando las repercusiones e implicaciones de una
“economía de guerra” sobre la producción cultural de las clases dominantes. En el con-
flicto asiático, las grandes corporaciones han utilizado aparatos electrónicos que revo-
lucionan los vehículos transmisores de la llamada cultura de masas. Vincular la misma
guerra de Vietnam y la totalidad del empuje militarista de EEUU con la redefinición del
marco de la agresión cultural es uno de nuestros propósitos. Volviendo a esta materia-
lidad concreta de la cultura de masas, quisiéramos esbozar algunos hitos de la evolu-
ción creciente de las grandes corporaciones norteamericanas de la industria electrónica
y aeroespacial, las cuales, siendo también expresiones culturales, determinan en ultima
instancia los modelos de comunicación. En un libro anterior 3 , hemos procedido a un
examen de su estructura de poder que nos ha permitido mostrar el carácter híbrido de
su producción: la misma corporación fabrica dulces y bombas.
El presente trabajo es otro peldaño en nuestras indagaciones. En vez de un cor-
te vertical, trataremos de reubicar estas grandes corporaciones en una línea horizontal
o diacrónica y captar los limites de su desmesurado crecimiento.

2) El concepto de cultura de masas que se suele aplicar a los productos cultura-


les que se transmiten a través de los llamados medios masivos de comunicación, debe
ser ensanchado para cubrir el conjunto de los signos reveladores de modelos de aspi-
raciones y de relaciones sociales que forman parte de la vida cotidiana del hombre.
Para iniciar esta apertura, hemos decidido partir de un análisis de la industria del turis-
mo descubriendo otra faceta de la penetración de los modelos de felicidad del imperia-
lismo en el Tercer Mundo. Veremos la secuencia industria electrónica y aeronáuti-
ca/industria del turismo: dos ángulos aparentemente divergentes se reúnen en una
3
A. Mattelart, Agresión desde el espacio: cultura y Napalm en la era de los satélites. Ed. Tercer Mundo, Santiago de
Chile; Ed. Siglo XXI, Buenos Aires, 1973.
misma estrategia de las grandes corporaciones para resolver sus problemas de expan-
sión y, a la vez, los traumas de la sociedad imperialista.
II. LA CULTURA DE MASAS Y ECONOMIA DE GUERRA

En los últimos tiempo, la industria electrónica y aeroespacial ha dejado de vivir


electrónicamente y hecho su entrada en la política contingente. Varias corporaciones
de esta rama económica se han dado a conocer al publico no solo como contratistas
del Departamento de Defensa, sino como agencias de inteligencia y de defensa. El ca-
so de la International and Telephone (ITT) sustituyendo a la CIA en la conspiración co-
ntra el gobierno popular chileno es mas que explícito. La actitud de la Boeing al rehusar
vender a Chile sus jets es otro tipo de toma de posición política. Sin contar los numero-
sos casos que no se patentizan oficialmente, este intervencionismo tiene otros antece-
dentes. El más famoso es el que protagonizó la Litton Industries en el golpe de Atenas
en 1967. La Litton fue el primer gobierno-corporación que reconoció a la junta de coro-
neles griegos; se adelanto a todos los gobiernos legítimamente constituidos del mundo
libre y no esperó quince días para proponer al nuevo régimen una inversión de 850 mi-
llones de dólares escalonados sobre un periodo de doce años en un plan de desarrollo
económico que cubría desde el turismo hasta la agricultura. En la actualidad, el director
de la Litton integra oficialmente el brain trust de Nixon, que preside el jefe de la Pepsi-
Cola 4 .
Estas muestras ya nos obligan a salir de la electrónica y de la aeronáutica para
tratar estas industrias pretendidamente especializadas.

Tres tipos de corporaciones electrónicas

La incursión de la electrónica en el campo de las conspiraciones no es sino un


índice del poder creciente que ha acumulado dicha rama de actividad en los últimos
años en la estructura económica del imperio.

4
Litton Industries, International Directory, Beverly Hills,1969; “Nixon’s inner circle of businessmen”, Business
Week, 31 de Julio de 1971.
Tabla 1

Lista de corporaciones electrónicas norteamericanas más importantes:

Compañía. Venta en millones Número de traba- Vinculación grupo


de dólares. jadores. bancario dominan-
te.
General Electric. 8.448 400.000 1–2
IBM 7.390 258.662 1–2
ITT 7.197 353.000 2–3
Wester Electric 4.883 203.608 1–2
Westinghouse 3509 142.011 2–9
GTE Sylvania 3.262 170.000 11
RCA 3.188 128.000 2–6
Litton 2.177 116.422 10 – 11
Singer 1.902 133.000 –
Sperry Rand 1.607 101.273 5–6
UNIVAC
Xerox 1.483 54.882 2
Bendix 1.468 63.495 6
Honeywell 1.426 81.520 1
Teledyne 1.295 53.000 –
Raytheon 1.285 53.300 –
NCR 1.255 102.000 3–8

Fuente: The Fortune Directory,Fortune, mayo 1970.

Los grupos bancarios de EE.UU. que se enumeran en la tabla 1 son por orden
de importancia: 1) Morgan Guaranty Trust-Bankers Trust; 2) Chase Maniatan Bank-
Chemical Bank N.Y. Trust Rockefeller; 3) First National City Bank; 4) Manufacturers
Hanover Trust; 5) Sullivan and Cromwell; 6) Lehman Brothers-Goldman, Sachs, Lazard;
7) Harriman-Newmont Minig, y 8) Dilon, Read.
A éstos, todos situados en Nueva York, deben agregarse el grupo Ford y varios
grupos provinciales tales como 9) Los Mellon; 10) Los Grupos de California; 11) Los
Grupos de Texas; 12) Los de Chicago, Crown-Hilton y 13) Los Du Pont.
La vinculación con los bancos se estableció de acuerdo con los estudios de S.
Menshikov (Moscú 1970) y de las investigaciones personales a partir de fuentes finan-
cieras norteamericanas (Fortune, Business Week, Finance, Wall Street). En la columna
donde no figura ningún numero, las vinculaciones no ha podido ser reconstituidas o son
confusas.
Western Electric es una división de la ATT (American Telegraph an Telephone).
Si se toman las ventas de la totalidad de las divisiones, la ATT con sus 16.954.9 millo-
nes de dólares y 880.000 trabajadores, debería figurar en el segundo lugar. En la Tabla
1 no figura la CBS (ColumbiaBroadcasting System), productora de artefactos electróni-
cos (video-cassettes por ejemplo) y propietaria de cadenas de TV y de casas grabado-
ras. En 1970, sus ventas totales alcanzaron 1.231 millones de dólares.
En efecto, todas las grandes corporaciones electrónicas integran la lista de las
cien mayores empresas de EE.UU. Incluso la tercera parte de las veintiuna primeras
corporaciones industriales pertenecen a la rama electrónica: General Electric, IBM, ITT,
Western Electric, Westinghouse, General Telephone and Electronics (GTE-Silvania) y
Radio Corporation of América (RCA). A titulo de comparación, la empresa minera Ana-
conda ocupa el lugar septuagésimo sexto y la General Motors se sitúa en el primero,
con ventas de 24.295 millones de dólares y 80.000 empleados. 5
El análisis de las vinculaciones con los grandes grupos bancarios permite decir
que la mayor parte de ellas gira alrededor de los tres grupos principales: Morgan Gua-
ranty Trust (propietario junto con el First National City Bank, de la Kennecott y de la
Anaconda, de la Coca-Cola, de la Gillete y otras 70 empresas); Chase Maniatan Bank-
Chemical Bank N:Y: Trust (de los Rockefeller, propietario de la Standard oil of New Jer-
sey –EXXON- y otras 60 empresas); First National City Bank (51 empresas). Observa-
remos mas adelante que estos mismos grupos, con fuerte prevalencia de los Rockefe-
ller, comparten con el grupo Lehman-Goldman-Sachs, los grupos de Texas y de Chica-
go el control de las mayores empresas aeroespaciales.
De una manera u otra, todas las firmas de la metrópoli están comprometidas en
la producción bélica. Incluso una empresa de productos de belleza, Cheseborough-
Pond’s, recibió en 1970 un contrato de 2.2 millones de dólares para fabricar vendas de
camuflaje. 6
Esta participación, cuyo grado de intensidad varia según los sectores, es particu-
larmente alta en la industria electrónica al igual que en la química y en la aeronáutica.
Los propios informes de estas corporaciones lo atestiguan:
“El conflicto de Vietnam es otro factor importante que durante el año ha creado
necesidades urgentes en equipo electrónico especializado. Las capacidades mundiales
de la ITT en electrónica y telecomunicaciones le han permitido responder a estas nece-
sidades abasteciendo a nuestras tropas terrestres, nuestra aviación y nuestra flota en
su guerra de jungla con material de comunicaciones, de navegación aérea y otros
equipos tácticos. 7
Es indudable que en los diez últimos años la estructura de la producción de la
industria electrónica –y su integración horizontal con la industria aeronáutica, a la cual
proporciona desde radares hasta dispositivos automáticos de bombardeo- fue en gran
parte determinada por los rumbos de las guerras asiáticas, plataforma experimental de
la Electronic Werfare y en general por la política de defensa del imperio. (La guerra de
Vietnam sirvió de arquetipo para proyectar y planificar la producción de los nuevos arte-
5
The Fortune Directory, Fortune, mayo de 1970.
6
”Business of war”, Ramparts, junio de 1971.
7
ITT Annual Report, 1965, citado en Secret Memos from Itt, NACLA, t. VI, n.4, abril de 1972, p. 3.
factos bélicos. Como lo recalcaba en julio de 1966 la revista del comercio militar Armed
Forces Management: “Vietnam en vez de ser una excepción, es el padrón para el futu-
ro.”) En1972, la industria electrónica esperaba vender unos 25.640 millones de dólares.
De esta cifra, 11.644 millones, o sea un 45% debían proceder de compras efectuadas
por el Departamento de Defensa y la NASA (National Aeronautics and Space Adminis-
tration). El sector de consumo de artefactos electrónicos (tocadiscos, grabadoras, tele-
visores, radios) recogía solo 4.094 millones de dólares, siendo el resto adquirido por el
consumo industrial. 8
La participación particular de cada empresa en la fabricación de la guerra es re-
lativamente variada. En 1970, por ejemplo, el 12% de los ingresos de la Westinghouse
procedía de su división de “defensa” (la especialización oficial y directamente bélica); la
General Eectric confesaba parigual concepto ventas de mas del 20%, la Litton del 26%
y la RCA del 13%. En la ultima década, la producción declarada de defensa de la ITT
alcanzo un promedio del 20% de sus negocios. En GTE, Sperry Rand y Honeywell, os-
ciló entre el 25 y el 35% de sus ingresos, mientras que en otras corporaciones, como la
Raytheon, subió hasta mas de la mitad. Cabría agregar que en ese período, al financiar
gran parte de la labor de “investigación, desarrollo, test y evaluación” de nuevos pro-
ductos en estas corporaciones, el Pentágono contribuyó a que la industria del llamado
renglón “electrónico y de comunicaciones”, se convirtiera en el líder, junto con la indus-
tria aeroespacial, de las innovaciones tecnológicas.
En 1972, para esta tarea especifica de investigación, la Western Electric seguía
recibiendo del Departamento de Defensa mas de 300 millones de dólares anuales, la
General Electric mas de 200 millones, la RCA alrededor de 125 millones, es decir una
suma igual al monto otorgado con los mismos fines al famoso centro universitario Mas-
sachussets Institute of Technology (MIT). La IBM, por su parte, con unos 75 millones
recogía el doble de la suma adjudicada a la John Hopkins University, y el cuádruple de
las contribuciones a los centros de la Universidad de California. 9
Acerca de la lista de los contratos de investigación: “Top 100 Defense Dep. RDT
& E contractors for fiscal 1972 listed”, Aviation Week and Space Technology, 8 de
enero de 1973, pp. 54-80. Para el análisis de la General Electric, hemos consultado sus
boletines GE International, Nueva York.
Esta expresión sin precedentes “aceitada por la sangre de Vietnam y la inflación”
(según expresión de los I. F. Stone Reports, N. Y. Review of Books) dio origen a un
nuevo cuadro en la industria electrónica. Actualmente, grosso modo, pueden distinguir-
se tres tipos de grandes corporaciones electrónicas que se reparten también en otros
tantos tipos de penetración de mercados exteriores y de expansión imperialista:

1) Las corporaciones de viejo cuño: Pilares de la industria eléctrica, electrónica y


de telecomunicaciones, como la IBM, la American Telephone an Telegraph (ATT) y sus
subsidiarias Laboratorios Bell y Western Electric; la GTE-Sylvania y la General Electric
(que también es accionista de Honeywell, la segunda empresa de computadoras de
EEUU con el 8% del mercado). Estas se expandieron, diversificando únicamente su
producción eléctrica y electrónica e intensificando su vinculación con la industria aero-
náutica. Sus ramificaciones externas parten todas del mismo tronco productivo, y la
mayor parte de sus ventas en el exterior proviene de sus industrias metropolitanas.

8
”U.S. markets forecast”, Electronics, 3 de enero de 1972.
9
Datos extraídos en su mayoría de los Annual Report de las corporaciones citadas.
Así la General Electric vende alrededor del 25% de sus productos en el mercado
internacional, y tiene subsidiarias en el exterior que sólo fabrican ciertas líneas de sus
productos. En América Latina, hay General Electric en Argentina, Brasil, México, Puerto
Rico, Uruguay y Venezuela, y existen distribuidoras en casi todos los demás. Sus fábri-
cas latinoamericanas abarcan desde los televisores en color, en México y Brasil, hasta
los productos para la iluminación de calles y aeropuertos, pasando por los equipos
eléctricos para locomotoras, trolebuses y, últimamente, los semiconductores de cobre.
Esto sin olvidar que, como lo proclama uno de sus últimos boletines: “la General Elec-
tric ha dirigido los estudios junto con las agencias aeroespaciales de la India y Brasil,
para determinar la factibilidad de instalación de satélites transmisores para la educa-
ción. Los estudios abarcaron la totalidad del sistema, desde el análisis de los requisitos
hasta la definición del costo técnico y la planificación de la implementación de todo el
sistema.”
Igual observación puede hacerse para la GTE, que en América Latina se dedica
a la producción de los televisores Silvana, de lámparas y a la instalación de estaciones
terrestres para satélites. Su crecimiento es constante, pero no experimentó los bruscos
saltos de corporaciones como la ITT.
Entre 1960 y 1970, las ventas de la General Electric pasaron de 4.383 millones a
8.726 millones de dólares. La IBM, fundada como ATT a principios de siglo, es quizás
la que más ha extendido sus ramificaciones externas con sus oficinas y plantas en 117
países. (Tiene instalaciones manufactureras en Argentina, Brasil y Colombia. Además
sostiene sendos centros de instrucción en diez países latinoamericanos, así como una
escuela para ejecutivos de sus clientes en México y cuarenta agencias de procesa-
miento de datos en toda la región.)

2) Las corporaciones tradicionales en vías de diversificación: En esta categoría


entran empresas como la Westinghouse y la RCA, tan antiguas como las del primer
tipo. Ambas corporaciones constituyen dos extremos de una misma política. Westing-
house, que hasta 1968 vendía un 8% de sus productos en el exterior, llegaba a fines de
1971 a un 15% y espera duplicar en los próximos años este monto gracias a su nueva
estrategia de penetración exterior. Por una parte, está adquiriendo intereses en empre-
sas europeas del rubro eléctrico y electrónico: acaba de comprar la mayor empresa de
construcción eléctrica de Bélgica (ACEC), está tratando de adquirir intereses en un im-
portante grupo francés (Societé Jeumont-Schneider), acaba de ganar la licitación para
construir seis plantas nucleares en Francia, España y Suecia, y firmó un contrato de
licencia con Mitsubishi en Japón. Paralelamente, se apartó de su línea de producción
tradicional comprando, en los dos últimos años, la compañía de arriendo de automóvi-
les Econo-Car Rental System, una fábrica de relojes, la Longines-Wittnauer, plantas de
la embotelladora Seven-Up, las empresas de construcción Land Construction Co. y
Pre-Stressed Concrete. Todas estas nuevas adquisiciones ya participan en un 15% de
su cifra de ventas. 10
Advertising Age, 30 de agosto de 1971; Business Week, 2 de octubre de 1971;
Business Abroad.
La diversificación de la RCA, una pionera del cine, de la TV y de la radio en
EEUU es mucho más compleja.

10
Advertising Age, 30 de agosto de 1971; Business Week, 2 de octubre de 1971; Business Abroad.
Propietaria de una de las tres cadenas mas importantes de EEUU, la National
Broadcasting Co. (NBC), esta corporación adquirió en los cinco últimos años la agencia
de arriendo de automóviles Hertz, una empresa alimenticia, la Banquet Foods, una fá-
brica de alfombras, la Coronet Industries, las empresas editoriales Random House y
Grove Press y la firma de construcción Cushman and Wakefield. En 1971, el servicio
de arriendo de automóviles le proporcionó el 17% de sus ventas. Índice de un reajuste
creciente, en mayo de 1972 vendió a la Sperry Rand las acciones de su fábrica de
computadoras (que controlaba el 4% del mercado mundial en contra del 65% para IBM)
y decidió profundizar la línea de adquisición de “empresas de baja tecnología pero altos
márgenes de beneficio” 11 como las empresas compradas en los últimos años.
En América Latina, por ejemplo, su penetración es multifacético: agencias de al-
quiler de automóviles en casi todo el subcontinente, intereses en canales de TV (Vene-
zuela, México, Barbados, Jamaica) y en producción electrónica (Argentina, Brasil, Ve-
nezuela y México), casas grabadoras de discos. Recalcamos que además la RCA do-
mina en EEUU la producción de TV color (23% del mercado contra 21.5% por la Ze-
nith).
3) Las corporaciones champiñones: Los ejemplos de la ITT y de la Litton son los
más significativos. En 1960, la Litton vendía productos por unos 250 millones de dóla-
res; en 19670, su cifra de venta se había multiplicado por diez, alcanzando 2.404 millo-
nes de dólares. (En el mismo lapso la cifra de venta del complejo químico Du Pont de
Nemours pasó de 2.191 a 3.619 millones de dólares.) Sus departamentos cubren des-
de instrumentos odontológicos hasta material pedagógico, pasando por la construcción
de barcos civiles y militares y su presencia internacional está asegurada en más de
cincuenta países. En América Latina donde nunca aparece bajo el rótulo de Litton, está
instalada en México y aquí fabrica cajas registradoras (Sweda de México), material pa-
ra computadoras y piezas electrónicas para televisores (Triad de México), material de
oficinas y máquinas de escribir (Royal Mc Bee de México S.A.) y posee la empresa
PAINCO-RUST S.A. (Panamericana de Ingeniería y Construcción). En Brasil y en Co-
lombia tiene una división dedicada a la exploración geofísica, marina y subterránea,
para los depósitos de petróleo (Western Geophysical Co.) (Es la misma compañía que
ha recibido de la USAID -Agency for International Development- la misión de fotogra-
fiar la jungla del norte de Tailandia y del sur de Laos para tener una base “para incre-
mentar la producción de arroz y elevar los niveles de vida de la población”, pese, según
el propio informe de la corporación , “a las bandas diseminadas de guerrillas y terroris-
tas”.) En Venezuela, construye herramientas y utensilios para la industria y trabaja en el
ramo de las computadoras. En este último país y en Brasil, la Litton Aero Service Corp.,
junto con la Goodyear Aerospace, fueron encargadas, en 1972, por los gobiernos res-
pectivos de establecer el mapa de la cuenca amazónica y realizar su exploración geo-
lógica.
La curva de crecimiento de la ITT es aún más hiperbólica. En la década, pasó de
800 millones a más de 8.000 millones de dólares, adquirió 101 corporaciones en
EE.UU.y en los 67 países donde está instalada, cubriendo por lo menos veinte renglo-
nes reproducción (pastelería, construcción, editorial, seguros, hoteles, etec.), lo que le
permite extraer del exterior el 59% de sus ganancias. 12
Al margen de las grandes corporaciones, desarrollan sus actividades corpora-
ciones de tamaño más reducido que según veremos han adoptado una política de aso-

11
“Is RCA turning Hawai from technology?” Electronics, 3 de enero de 1972, p.29.
12
Du Pont Industries, Annual Report, 1970; Litton, AnnuallReport, 1970; ITT, Annual Report, 19670 y 1971.
ciación con industrias europeas del ramo para contrarrestar el expansionismo de los
gigantes. Tal es el caso, por ejemplo, de los competidores de la IBM en el mercado de
la informática, como la empresa Control Data, que maneja el 3% de la producción de
computadoras. La misma política adoptan ciertas grandes corporaciones cuyos depar-
tamentos informáticos están poco extendidos (NCR, por ejemplo, con un 4.3% del mer-
cado).
Balance: Entre 1961 y 1970, las grandes corporaciones electrónicas –
considerando únicamente su línea de producción específica- sembraron en el exterior
unos 1.006 establecimientos. Sólo fueron precedidas por la industria química y deriva-
dos, cuyas fundaciones en el exterior subieron a 1.379, y por la industria de maquinaria
no eléctrica con 1.317. (La expansión de agencias bancarias y financieras alcanzó 632
sucursales). En otros términos, la industria electrónica participó en un 10% en la coloni-
zación económica norteamericana, puesto que en la década se instalaron en el extran-
jero 10.386 establecimientos estadounidenses. 13
La extensión de los seudópodos de las grandes corporaciones electrónicas se
multiplica por diez si, además, se agrega la cifra de sus fundaciones de sucursales no
electrónicas. A modo de ejemplo: la agencia Hertz de la RCA está instalada en 1.900
ciudades alrededor del mundo y tiene 3.000 oficinas. Su competidora directa, la Avis de
la ITT, opera en 1.336 aeropuertos. Y así, sucesivamente, con sus cadenas mundiales
de TV, sus hoteles, etc. Volveremos más adelante sobre este punto.

Los fabricantes de los Phantoms.

Como es lógico, la industria aeroespacial –que ha hecho su entrada en el campo


de las comunicaciones con la tecnología de los satélites- ostenta una dependencia mu-
cho mas alta de los fondos del Pentágono y de la NASA que la electrónica. En 1972,
entre los diez primeros clientes del Departamento de Defensa, se encuentran dos em-
presas electrónicas, la General Electric y la ITT y, en cambio, ocho constructores de
aviones que en promedio –con escasas excepciones- venden entre el 70% y el 95% de
su producción a las Fuerzas Armadas. Casi la totalidad de ellas integra la lista de las
cien mayores corporaciones de los EE.UU.

13
“American investment abroad: Who’s going where, how and why”, Business Abroad, junio de 1971.
Tabla 2

Lista de las corporaciones aeroespaciales norteamericanas más importantes:

Rango Compañía Ventas en mi- Número de tra- Vinculación


llones de dóla- bajadores grupo banca-
res rio.
14 Ling Temco 3.750 120.582 11 – 6
Vought
20 Goodyear Tire & 3.215 133.524 1–2–8
Ruber
23 Mc Donnell 3.024 107.503 2
Douglas
26 Boeing 2.835 120.500 3
30 North American 2.667 104.247 7 – 13
Rockwell
33 General 2.509 103.600 6 – 12
Dynamics
36 United Aircraft 2.350 74.152 –
41 Lockheed 2.075 97.600 –
Aircraft
57 Terxtron 1.682 70.000 –
61 TRW 1.588 85.947 –
96 Grumman 1.180 34.000 1
106 Aerojet General 1.088 41.000 –
116 Martin Marietta 981 32.000 2–9
129 AVCO 898 31.900 6
299 Fairchild Hiller 315 10.600 1–2

Fuente: The Fortune Directory, Fortune, mayo 1970

Los números insertados en la columna de Vinculación grupo bancario dirigirse a


la referencia de la Tabla 1.
Aclaración sobre empresas insertas en Tabla 2:
Goodyear posee una división aeronáutica Goodyear Aerospace, la cifra que figu-
ra en la Tabla 2 es la cifra total de las ventas de la corporación.
Aerojet General es una división de la General Tire and Rubber. La cifra que figu-
ra en la Tabla 2 es la cifra total de las ventas de la corporación.
Fairchild Hiller es propiedad de la familia Fairchild, que junto con los Watson
fundó en 1914 la IBM, de la cual sigue siendo uno de los principales accionistas. Los
Fairchil poseen también una de las mayores fábricas de cámaras de TV, la Fairchil
Camera and Instruments (364 de la lista de Fortune, con ventas de 251 millones de
dólares).
La tipología que se puede establecer acerca de la industria aeronáutica es mu-
cho más escueta, aunque se perciban tendencias muy semejantes a la electrónica.

1] El primer tipo abarca a los mayores constructores de aviones civiles y milita-


res, de más antigüedad en el ramo: Mc Donnell Douglas (fabricante de los phantoms),
Boeing, North American Rockwell, General Dynamics, United Aircraft, Lockheed Aircraft
y Grumman, todos entre los diez primeros contratistas del Pentágono. Recientemente,
tres de ellos (Lockheed, North American Rockwell y Mc Donnell) han fortalecido su sec-
tor de construcción de satélites de uso civil e incluso, según veremos, han tratado de
apoderarse de la licitación del sistema interno de satélites comerciales de los EE.UU. Si
bien es cierto que algunas de estas compañías tienen divisiones muy variadas, como
fábricas de máquinas impresoras o textiles, sus mayores dividendos se extraen de la
construcción aeroespacial. (Al finalizar la guerra de Corea, algunas trataron una tímida
diversificación: Grumman se lanzó a la construcción de barcos, Lockheed intentó indus-
trializar la perforación de túneles, Boeing desarrolló una sección de motores para bar-
cos y camiones. Pero en general el resultado comercial desembocó en un fiasco).
Compañías como la constructora del nuevo bombardero estratégico B-1, la Rockwell,
por ejemplo, han tratado últimamente de ampliar su penetración foránea con otras ad-
quisiciones, asociaciones y cesiones de licencia. Así, esta última empresa, fuera de las
31 plantas que posee en los EE.UU. y Canadá, fabrica productos en 38 subsidiarias
extranjeras y cedió sus licencias a otras 31 empresas. En América Latina, muy ligada a
las altas esferas de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), su división MGD
Graphics Systems de Chicago es la mayor exportadora de máquinas impresoras en
offset. 14
En la relación no figura la Hughes Aircraft. Según otras cifras oficiales, ocupa el
número 12 en la lista de clientes del Pentágono, y en 1972 le vendió 688 millones de
dólares en aviones, satélites, helicópteros, o sea, el 90% de su producción. Tendremos
otra oportunidad de referirnos a su gravitación creciente en el campo de las nuevas
tecnologías de comunicación civil y militar.
2] La segunda categoría está integrada por empresas tendientes a diversificar su
producción y multinacionalizar ciertas líneas de sus productos. Tal es el caso de la Tex-
tron, la mayor constructora de helicópteros, cuya producción bélica alcanzaba en 1970
el 38% de sus ventas. La Textron tiene un modelo de expansión horizontal muy similar
al de la ITT. En los diez últimos años, a partir de su base textil adquirió 70 compañías
diferentes desde fabricas de pulseras de reloj hasta de papel carbón, y sus ventas pa-
saron de 71 millones en 1952 a 1.700 millones en 1968. La Martín-Marietta, aunque
más clásica, también ostenta una gama amplia de productos. Fabrica de cemento Pór-
tland, las pinturas y tintas Sinclair and Valentine y explota minerales de bauxita en Áfri-
ca al mismo tiempo que construye misiles y vehículos espaciales para el ejercito y la

14
“Product managers now call the shots”, Business Abroad, octubre de 1970. Para reconstruir la
estructura del poder aeroespacial, hemos consultado los anuarios World Space Directory, Ziff-
Davis Publishing Co., Nueva York, 1970.
NASA. La Goodyear Aerospace y la Aerojet General no son sino divisiones de empre-
sas cuyos ingresos principales se extraen del comercio de los neumáticos.
Si uno se atiene a la producción aeroespacial de las grandes corporaciones,
puede decirse que es la rama industrial de la economía norteamericana que más parti-
cipa en la exportación de productos. En 1971, las ventas al exterior subieron a 4.196
millones de dólares. Esta cifra, que incluye las exportaciones civiles y militares repre-
senta el 18% del total de las ventas de la industria aeroespacial y el 9.6% del total de
las exportaciones norteamericanas (43.555 millones). En 1965, la industria aeroespa-
cial exportaba solo 1.608 millones de dólares. 15

Tabla 3

Lista de los mayores contratistas del Departamento de Defensa (1967/1971) en


millones de dólares:

Compañía. Año fiscal que Año fiscal que Año fiscal que Año fiscal Año fiscal que
incluye el incluye el incluye el que incluye incluye el
30/6/1967 Total 30/6/1968 total 30/6/1969 total el 30/6/1970 30/6/1971 total
de contratos de contratos de contratos total de con- de contratos
39.219 38.827 25.175 tratos 31.315 29.752
Lockheed 1.807 1.870 2.040 1.848 1.510
Aircraft Corp.
General 1.832 2.239 1.243 1.183 1.489
Dynamics
Corp.
American 673 776 915 931 1.200
Telephone &
Telegraph Co.
Grumman 488 629 417 661 1.098
Corp.
General 1.290 1.489 1.621 1.001 1.041
Electric Co.
Tenneo Inc. - - 237 249 917
McDonnell 2.125 1.101 1.070 883 897
Douglas Corp.
United Aircraft 1.097 1.329 997 874 733
Corp.
Boeing 912 762 654 475 732
ling Temco 535 754 914 479 725

15
Aerospace Industries Association of America, Inc., Aerospace facts and figures 1972/73,
Nueva York, 1972.
Vought Inc.
Litton 180 466 317 543 516
Industries Inc.
Hughes 420 286 439 497 516
Aircraft Co.
North 689 669 674 707 478
American
Rockwell Corp.
Raytheon 403 452 547 380 454
Westinghouse 453 251 430 418 437
Electric Corp.
Sperry Rand 484 447 468 399 359
Corp.
General 625 530 584 386 344
Motors Corp.
Textron Inc. 497 501 428 431 325
International 195 224 257 256 316
Business
Machines
Corp.
American - - - 266 251
Motors Corp.
RCA Corp. 268 255 299 263 251
Honywell Inc. 314 352 436 398 237
International 255 242 238 217 233
Telephone &
Telegraph
Corp.
Ford Motor Co. 404 381 396 346 218
Teledyne Inc. 88 93 309 238 216
Martin Marietta 290 394 264 251 187
Corp.
Standard Oil 235 274 291 229 187
Co. (N.J.)
TRW Inc. 121 128 170 179 177
Avco Corp. 449 584 456 270 171
Olin Corp. 154 329 354 248 163
Fuente: Departament of Defense, 100 companies and their subsidiary corporations
listed according to net value of military prime contract awards (Boletín Annual),
Aerospace Industries Association of America, Inc., Nueva York, 1972.
Tabla 3 bis

Lista de los mayores contratistas de la NASA (1964-1971) (en millones de dólares)

Compañía Año fiscal Año fiscal Año fiscal Año fiscal Año fiscal
que incluye que incluye que incluye que incluye que incluye
el 30 de junio el 30 de junio el 30 de junio el 30 de junio el 30 de junio
1967 total 1968 total 1969 total 1970 total 1971 total
todos los todos los todos los todos los todos los
contratos contratos contratos contratos contratos
3.864.7 3.446.7 3.022.3 2.759.2 2.279.5
McDonnell 243.9 209.0 207.5 236.3 302.9
Douglas
Corp.
North 983.8 838.7 680.9 531.5 172.5
American
Rockwell
Corp.
General 179.3 190.7 150.1 131.7 161.4
Electric Co.
Bendix Corp. 120.0 123.8 127.6 109.8 121.4
Boeing Co. 273.5 296.7 228.7 158.6 114.4
Grumman 481.1 394.1 369.2 284.4 113.7
Corp.
Martin 12.8 26.8 56.0 108.0 107.6
Marietta
Corp.
RCA Corp. 57.5 63.2 51.6 54.5 93.9
International 186.4 147.7 112.5 133.4 72.4
Business
Machines
Corp.
TRW Inc. 52.6 52.4 50.0 58.3 62.3
Aerojet 95.7 67.1 64.9 71.6 54.6
General
Corp.
General 61.0 54.4 34.0 38.0 50.8
Dynamics
Corp.
Sperry Rand 38.7 31.8 34.1 48.1 31.7
Corp.
United 40.0 18.1 26.2 27.1 28.4
Aircraft
Corp.
Lockheed - - - - 26.5
Electronics
Lockheed 42.0 40.5 39.8 41.0 24.8
Aircraft
Corp.
Philco-Ford 32.1 31.8 22.4 24.0 23.1
Corp.
Service - - 26.2 27.5 22.4
Technology
Corp.
Trans World 25.1 25.3 35.4 36.0 22.3
Airlines
Federal 12.3 22.0 27.0 26.3 21.8
Electric
Corp.
Hughes 19.9 9.7 7.5 9.0 20.9
Aircraft Co.
General 65.2 46.8 30.9 20.4 19.6
Motors Corp.
Computer 11.8 11.8 8.3 11.0 17.4
Sciences
Corp.
Fairchild 9.8 6.7 6.9 1.9 16.4
Industries
LTV Aeros- 46.3 42.7 18.3 17.9 15.4
pace Corp.
Chrysler 76.6 62.6 42.5 16.7 15.3
Corp.
Singer Com- 25.0 12.4 9.7 12.3 13.9
pany
Northrop 8.8 15.4 12.4 9.4 12.3
Corp.
Honeywell 22.6 15.7 8.1 11.5 11.9
Inc.
Radiation 2.7 5.5 1.9 - 11.4
Inc.
Fuente: National Aeronautics and Space Administration, NASA annual procurement
report (Boletín Anual), Aerospace Industries Association of America, Inc., Nueva York,
1972.

Algunas vinculaciones.Industria electrónica – Aeroespacial Comunicación masi-


va y grupos bancarios:

General Electric con Honeywell y con Time-Life


Honeywell con Metro Goldwybn Mayer.
IBM con Fairchil Hiller
Hughes Aircraft con GTE Sylvania y con Telepromter.
American Broadcasting Co. ABC con Morgan Bankers y con Rockefeller.
ATT Western y Bell con Morgan Bankers, con Rockefeller, con Mellon y con Grupo Chicago.
ITT con Bell, con Rockefeller, con First National C.
RCA y NBC con Rockefeller, con Lehman y con Lazard.
Westinhouse con Rockefeller, con Mellon.
Philco y Bendix con Lehman y con Lazard, y con Ford Motor Co.
General Electric con Morgan Bankers, con Lehman y con Lazard, con Humphrey y con Hanna.
IBM con Morgan Bankers y con Rockefeller.
NCR con First National C. y con Dillon Read.
Sperry Rand con Sullivan and Crom y con Lehman y con Lazard.
General Dynamics con Lehman y con Lazard y con Grupo Chicago.
United Aircraft con Rockefeller, con First National C. y con Harriman.
North Am. Rockwell con Harriman y con Dupont.
Boeing con Rockefeller y con First National C.
McDonnell con Rockefeller y con Grupo St. Louis.
Martín Marieta con Rockefeller y con Mellon.
Ling , Temco y Vought con Lehman y con Lazard y con Grupo Texas.
Hughes Aircraft con Grupo Texas.
Chrysler con Morgan Bankers, con Dillon Read y con Humphrey y con Hanna y con Grupo Cleveland.
Goodyear Aerospace con Morgan Bankers, con Rockefeller, con Dillon Read y con Grupo Cleveland.
Paramnount con Manuf. Hanover y con Lehman y con Lazard.
Columbia Broadcastings CBS con Lehman y con Lazarte y con Arriman.
United Press UPI con Grupo Chicago y con Grupo Texas.
Mc Cann Erickson con Morgan Bankers.

Un doble frente imperialista.

En 1968, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Japón organizo el envío de


400 jóvenes de la Japan Overseas Cooperation Volunteers, versión nipona de los
Cuerpos de Paz de EEUU, a países de Asia y del este africano. En Laos, estos jóvenes
voluntarios han desempeñado un activo papel en los planes de acción cívico militar lle-
vados a cabo por los asesores norteamericanos. 16

16
Revista Tricontinental, La Habana, 1968, n.6.
La complementación también rige en la electrónica.

En el área de los artefactos de consumo electrónicos, se esta asistiendo a una


fusión productiva de las grandes corporaciones norteamericanas con sus homologas
japonesas y, por ende, a un reforzamiento del frente consumista de dos imperialismos
que da origen a un nuevo tipo de corporación multinacional. En 1971, las corporaciones
japonesas Hitachi, Matsushita, Mitsubishi y Toshiba suscribieron un acuerdo con la
CBS para fabricar bajo licencia la video casette EVR, y hasta se repartieron con la cor-
poración estadounidense Motorota el mercado norteamericano. (En Europa, la CBS
cedió la licencia a cinco firmas: Robert Bosch, Rank Organization de Inglaterra, Thom-
son CSF de Francia, Zanussi de Italia y el consorcio Luxor Bonnier y Esselte en Suiza,
completando asi su equipo internacional para tratar de hacer prevalecer su modelo de
video casete). La colaboración nipo-norteamericana se da también en el campo de las
calculadoras, donde la empresa aeroespacial North American Rockwell fabrica los cir-
cuitos integrados para los aparatos de la firma Sharp. La misma CBS esta asociada
con su competidora Sony para producir, juntas, un sistema de discos cuatrofonicos.
Esta cooperación e invasión de los artefactos japoneses inquieta seriamente a las fir-
mas norteamericanas de menor envergadura, que muestran, con apoyo de cifras, que
los nipones se llevan cada año, por lo menos, la tercera parte del mercado de artículos
electrónicos. Así, en 1970, EEUU importo de la isla 3.3 millones de televisores valora-
dos en 255 millones de dólares, y la industria norteamericana produjo 7.8 millones de
aparatos que le reporto 1.700 millones de dólares. (Hay que añadir que los japoneses
tienen también sus propias cadenas de montaje de TV y radio en Puerto Rico y Califor-
nia.)

Tabla 4

Porcentaje de productos extranjeros en el mercado de EEUU.

artículos % de importaciones sobre consumo artículos %


US 1970.
Cámaras 35 mm. 100 TV blanco y negro 52
Cintas magnéticas 96 maquinas de coser 49
Pelucas 85 acero 15
Calculadoras 75 Textiles 12
Radios 70 cámaras aficionados 66

Fuente: White House US News and World Report, 7 de febrero de 1972.

Para resistir a este doble frente, las empresas europeas –que también son parte
integrante de la era del capital monopolista- y las corporaciones norteamericanas de
menor dimensión están tratando de reagruparse en teams internacionales para coordi-
nar su producción y penetración de los mercados. Así, la Siemens alemana, vinculada
con la RCA hasta 1971, se unió a la Philips holandesa y la sociedad francesa CII
(Compañía Internacional para la Informática), propiedad de la Compañía General de
Electricidad y de la empresa Thomson, para planificar su mercado de computadoras, y
en 1972 fundaron con la firma inglesa International Computers Ltd. (ICL) la Asociación
Multinacional Data incorporándose posteriormente a ella las empresas norteamericanas
Control Data y NCR, que manejan respectivamente el 3% y el 4.3% del mercado nor-
teamericano de la computación. 17
En América Latina –donde en mayo de 1972 las inversiones niponas llegaban a
558 millones de dólares, la mitad de los cuales se encontraban en Brasil-, este doble
frente hace sentir sus efectos sobre todo en este ultimo país y en México. En septiem-
bre de 1972, por ejemplo, la Mitsubishi Electric iniciaba la producción de calculadoras
en Brasil, Asahi Optical planeaba fabricar cámaras, y Sony al lado de General Electric,
Silvana, Philco, Ford y Admiral-, empezaba a montar aparatos de televisión en color
(1.500 dólares cada uno). 18
La invasión de las firmas japonesas en el tercer mundo puede respaldar fácil-
mente la penetración electrónica de EEUU. En efecto, los volúmenes de producción de
los artefactos de consumo (TV, radios, grabadoras, equipos de alta fidelidad) represen-
tan en Japón el 50% de la producción total de la industria electrónica, o sea, un monto
de ventas para el año de 1971 de 2.440 millones de dólares anuales. En cambio, en
EEUU la porción de artículos de consumo en el renglón de producción electrónica no
supera la quinta parte, es decir, un monto de ventas de 3.885 millones de dólares. Ci-
fras y comparaciones que cobran su exacta dimensión y revelan la inflación electrónica
nipona cuando se sabe que Japón ocupo en 1970 el tercer lugar en la escala de la pro-
ducción mundial, con 195 mil millones de dólares, vale decir, la quinta parte del poder
de Estados Unidos (977 mil millones de dólares). 19
Esta invasión japonesa tiene también sus connotaciones militares. Después de
haber recibido de Estados Unidos entre 1951 y 1960 un promedio anual de 600 millo-
nes de dólares en pertrechos militares, Japón en 1969 producía el 97% de sus propias
municiones, el 84% de sus fusiles, equipo naval y tanques y su tecnología nuclear es
capaz de producir armas nucleares. En materia espacial, en 1969, Japón se convirtió
en la cuarta potencia que lanza un satélite. En los grupos componentes del poder béli-
co nipón, se destaca el grupo Mitsubishi con ventas anuales de 3.144 millones de dóla-
res y más de 150.000 obreros. En 1970, este grupo dominaba a tal punto la industria
bélica de su país que se llevo el 50% de los contratos de defensa. A titulo de compara-
ción, el mayor contratista de defensa en EE.UU, la Lockheed, en el mismo año, no ob-
tuvo sino el 4.5% de todas las ordenes del Pentágono. 20

17
Sobre la interpenetración de las industrias japonesas y norteamericanas, veanse Electronics
World, agosto de 1971; Japanese firms sprouting in U.S., Electronics, 22 de noviembre de 1971;
How the 1970 challenge japanese industry, Business Abroad, noviembre de 1970. Sobre la re-
adecuación de las empresas europeas, Science et Vie, Paris, abril de 1972.
18
U.S. News & World Report, 4 de septiembre de 1972, p.74.
19
Japanese electronics firms search out new markets, Electronics, 22 de noviembre de 1971;
World Power, U.S. News & World Report, 12 de julio de 1971.
20
Tom Engelhardt, Japan rising sun in the pacific, Rmparts, enero de 1972.
Tabla 5

Las mayores compañías electrónicas europeas y japonesas.

Compañía país Cifra de Ventas en millo- Numero de trabajado-


nes de dólares res.
1 Philips Holanda 3.598 339.000
2 Hitachi Japón 2.858 166.529
3 Siemens Alemania 2.421 272.000
4 GE y E. Electric Inglaterra 2.155 228.000
5 Tokyo Shibaura Japon 2.134 143.000
6 Matsushita Japon 2.057 68.090
7 AEG Telefunken Alemania 1.787 164.300
8 Cie. Generale Francia 1.046 80.000
D’Electricite
9 Mitsubishi Elect. Japón 1.043 63.530
10 Thomson Brandt Francia 1.024 88.700
11 Nippon Electric Japon 683 54.482
12 Olivetti Italia 640 68.371
13 Asahi Japon 636 25.065
14 Sanyo Japon 569 15.091
15 Ericsson Suecia 562 53.600

Fuente: The Directory of 200 largest industrial corporations outside the U.S., fortune,
agosto de 1970.

Comentarios sobre la Tabla 5:

A titulo de ilustración, para comparar el poder aeroespacial de estos países con


el de EE.UU, damos las cifras de ventas de las mayores compañías aeronáuticas si-
tuadas fuera de los EE.UU: Rolls Royce (con serias dificultades financieras) vendió en
1969 por 718 millones; British Aircraft, que construye también satélites civiles y milita-
res, por 442 millones y ocupa a 37.256 trabajadores. La compañía francesa Aerospatia-
le realizo ventas por 545 millones con 41.924 trabajadores y, por ultimo, la SAAB Sca-
nia de –Suecia, que además de construir autos y camiones fabrica equipos aeronáuti-
cos, tuvo cifras de ventas de 595 millones.
La importante industria alemana SABA Werke, que fabrica radios, TV y grabado-
ras, es propiedad mayoritaria de la corporación electrónica norteamericana GTE Silva-
na (U.S. News and World Report, Julio 24, 1972, p.76). En diciembre de 1972, la firma
alemana AEG Telefunken fundo con la empresa Nixdorf Computer, también alemana,
una subsidiaria para reforzar su línea de computadoras (Time, 25 de septiembre de
1972).
La GE y E. Electric integra la ICI (International Computers Ltd) que logro a través
de fusiones sucesivas absorber, entre 1959 y 1968, nueve compañías electrónicas ins-
taladas en Inglaterra,. La Compagnie Generale d’electricite esta ahora asociada con la
Thomson Brandt Houston; esta fusión es el resultado de la incorporación, por estas dos
compañías, de ocho compañías electrónicas, efectuada entre 1965 y 1970. (Philip
Siekman, Europe’s love affair with bigness, Fortune, marzo de 19701). Esta por demás
decir que estos grupos llamados nacionales están penetrados fuertemente por el capi-
tal norteamericano. Señalemos tan solo la presencia de Hughes Aircraft (Teleprompter)
en Francia.
Ericsson, compañía que tiene a su cargo la explotación en varios países lati-
noamericanos, junto con la ITT, de los servicios telefónicos. Vease, por ejemplo, el ul-
timo escándalo ITT Eericsson en México en el reportaje de la revista ¿Por qué? Teléfo-
nos en México: espía de la ITT, por León Guzmán, 31 de agosto de 1972.

Dinámica y atolladeros de la agresión:

El modelo de crecimiento de la industria electrónica y aeroespacial supeditado a


las prioridades de la defensa repercute en los modelos de agresión ideológica y, por
ende, es susceptible de incidir directamente en los modos de penetración masiva del
imperialismo. Esbocemos algunas de estas implicaciones.

La pentagonizacion de las comunicaciones:

1] Las líneas de investigación y producción en los campos electrónico y aeroes-


pacial han privilegiado las aplicaciones militares de las modernas tecnologías de comu-
nicación. Como lo declaraba en 1968 Roy Ash, el segundo hombre de la Litton, promo-
vido en noviembre de 1972 por Nixon al puesto de director del presupuesto de la na-
ción:
“ La mayor parte de los nuevos productos tiene su primera aplicación en los mili-
tares.”
En materia de satélites artificiales, para tomar un caso, el sistema militar de saté-
lites que debe, antes de 1975, permitir a la Navy y la USAF una cobertura mundial, es-
taba utilizando ya en 1969 dispositivos potentes que el sistema de satélites comerciales
solo tendrá a su disposición en 1974.
Por añadidura, los experimentos civiles se hallan en clara desventaja en relación
a los militares.
Entre 1958 y 1972, los Estados Unidos lanzaron con éxito unos 115 satélites ci-
viles contra 700 de uso militar. En la actualidad están en orbita 55 satélites civiles y 282
militares. La mayor parte de estos últimos están dedicados a detectar las explosiones
nucleares en el espacio (Vela), a vigilar las bases de cohetes en Rusia y China (Spies
in the sky), a asegurar la navegación de los barcos de la Navy (este sistema mundial
del Pentágono opera desde el año 1964) y a permitir el intercambio vía satélites entre
las unidades de la Navy y los aviones de la USAF. Las prioridades de la Defensa han
llevado, por lo tanto, a los militares a ejercer el papel de fiscalizadores de las nuevas
tecnologías.
2] En las esferas de los “capitalistas del Pentágono”, se advierte una integración
cada vez mas estrecha entre la ciencia y las necesidades de la defensa, lo cual deriva
en un retroceso del libre tránsito de la información sobre tal o cual dominio considerado
hasta hace poco como “académicamente” neutro. Al ser susceptibles de usarse en un
esquema bélico, los resultados de la investigación científica tienden a convertirse en
secretos. El caso mas flagrante de esta perdida de liberalización atañe a los satélites
lanzados con fines enunciados como científicos, pero que de hecho se incorporan a
nuevas escaladas militares o expansiones económicas. Ahí están, por ejemplo los pro-
yectos de la NASA que apuntan a crear una red mundial de informaciones climatológi-
cas (ARPA Network). En 1972 este organismo desarrollaba cinco proyectos de satélites
de observación de las condiciones atmosféricas, con un presupuesto total para el año
de unos 150 millones de dólares. Las informaciones meteorológicas que desde todas
partes del mundo proporcionan estos satélites que “debieran servir a toda la humanidad
(particularmente para la previsión de los ciclones) han parecido tan importantes para
los militares que han logrado que se mantuvieran en secreto” 21
Esta acumulación de antecedentes sirve para preparar y armar la guerra climato-
lógica que sustituirá ventajosamente la pesada artillería de cohetes y anticohetes.
Bajo el disfraz de proyecto internacional de cooperación científica –y con el con-
curso de los organismos internacionales “neutros”- se implantan proyectos que benefi-
cian en su mayor parte al polo dominante que los encauza en función de una acción de
antemano planificada. El fenómeno se repite con la serie de satélites ERTS (Herat
Technology Satellites) de la misma NASA, cuyo primer ejemplar fue lanzado a media-
dos de 1972. (Este satélite entrega información para la meteorología, oceanografía,
geografía, cartografía, demografía, agronomía y minería.) “Abierto a la comunidad
mundial”, según palabras de Nixon, están destinados a proporcionar datos científicos a
cuantos usuarios lo necesiten. Curiosamente, en los treinta primeros clientes inscritos
ya en 1971, figuraban todos los complejos industriales y mineros que se reparten la
extracción de las materias primas en Asia, América Latina y África. El satélite ERTS
cubre el 80% del globo y el equipo de investigación que explota las informaciones per-
tenece a 37 países y cuenta con alrededor de 300 científicos, todos situados en los
países capitalistas. (En América Latina, los investigadores están instalados en Ecuador,
Bolivia, Perú, Guatemala, Venezuela, Colombia, Argentina, Chile y Brasil.) 22

21
Alain Jaubert, Les Armes de Zeus.
22
Sobre los satélites ERTS, véase el informe especial publicado por la revista Aviation Week
and Space Technology, 31 de julio de 1972. Los investigadores latinoamericanos, en este pro-
yecto de cooperación internacional, “recogen toda clase de antecedentes y fotografías enviadas
por los satélites a la tierra. Dicho material se envía codificado a EEUU quienes lo entregan des-
pués a los diferentes gobiernos para su utilización”. (El Mercurio, Santiago, 19 de diciembre de
1972). La penetración científica del planeta se acentuara aun mas con el nuevo programa espa-
cial Skylab (con un financiamiento de 2.500 millones de dólares) que en mayo de 1973 aseguro
En Brasil, por ejemplo, se esta montando la estación receptora de Cuiba a cargo
del Instituto de Investigaciones Espaciales asesorado por cinco técnicos norteamerica-
nos y vinculado directamente por computadora con Cabo Kennedy. Lógicamente, todos
los usuarios de los datos pertenecen a los complejos “mixtos”, propiedad de la US Steel
Corp., Bethlehem Steel Corp., Hanna Minino Co., ALCOA (Aluminium Company of
America), NL Industries, Molybdenum Corp. Of America y W. R. Grace & Co. Son estas
empresas las que llevaran a cabo la realización del sueño internacionalista de la Casa
Blanca.
Este caso, como tantos otros, viene a corroborar el hecho de que en las nuevas
tecnologías de comunicación, ninguna parcela de la realidad permanece al margen de
las connotaciones ideológicas, ningún campo, por académicamente consagrado que
esté, escapa a los intereses que se debaten en la lucha de clases internacional, incluso
si el imperialismo aparenta jugar al liberalismo entregando al “mundo” las migajas del
aparato reproductor de los beneficios de sus grandes corporaciones multinacionales.
3] Los planes de asistencia destinados a proporcionar a los países del Tercer
Mundo las nuevas tecnologías tienden prioritariamente a integrar el frente civil y el fren-
te militar. El caso de Brasil, el país mas favorecido hasta ahora, es una ilustración
máxima de esta tendencia. En 1972, aparte de ERTS, la USAID (cuyo administrador
general declaró, en una entrevista a la revista Finance en marzo de 1972, que: “la fa-
miliaridad con las mercaderías norteamericanas fomentada por los programas de la
AID tiende a hacer respetar a otras naciones la calidad y el alto servicio que acompa-
ñan a dichos bienes, y el crecimiento económico aumenta su capacidad de comprarlas.
Irán importa 1.100 por ciento mas en mercaderías de los EE.UU., que antes de que lo
hayamos ayudado (...) La agencia ha desempeñado un papel importantísimo en el de-
sarrollo de Brasil”, está coordinando por lo menos tres proyectos de telecomunicacio-
nes. El primero tiene por objetivo lanzar tres satélites educacionales que cubrirán a par-
tir de 1976 el 86% del país, y uniformar a través de 9 canales de TV y de 60 circuitos
radiofónicos todo el sistema de enseñanza. El segundo busca modernizar la red del
Centro Nacional de Telecomunicaciones: formación de técnicos en telecomunicaciones,
construcción, instalación y equipo de las bases que faciliten la comunicación entre cada
Estado y su centralización en Brasilia. Este segundo proyecto integra el public Safety
Project, manejado por la policía federal. La tercera área de cooperación Brasil-Estados
Unidos engloba a la Navy y a la fuerza aérea de Brasil que operan el programa de saté-
lites de navegación Transit. 23
Al nivel civil y comercial, la modernización se complementa con la ayuda sustan-
cial de organismos como el Eximbank, que en 1972 otorgó un préstamo de mas de
700.000 dólares al diario O Estado de Sao Paulo para su renovación. La coordinación
entre las agencias publicitarias norteamericanas y criollas corona el edificio para fabri-
car los modelos internacionales sobre la imagen del país que debe respaldar la integra-

el lanzamiento de una plataforma espacial con varios laboratorios. El programa Skylab, entre sus
numerosos objetivos, multiplicara las observaciones de la tierra para localizar los recursos mine-
rales y petrolíferos y controlar el crecimiento de los cultivos y las enfermedades de las plantas,
(“Toward a new era in space: Skylab, shuttles, satellites”, U.S. News & Works Report, 1 de ene-
ro de 1973, pp.13-15).Sobre el estudio de la investigación espacial véase U.S. News & World
Report, 18 de diciembre de 1972.
23
Senado de EE.UU., “United Status policies and programs in Brazil”, Comité on Foreing
Relations, US Senate, 4-5 y 11 de mayo de 1971, Washington, 1971.
ción Estados Unidos-Brasil vía las grandes corporaciones. El caso mas relevante ha
sido últimamente la creación del famoso “milagro brasileño”, “o mayor exercicio de
marketing internacional do Brasil” según un titulo de la revista Visao. A este efecto se
reunieron en un consorcio cuatro de las mayores agencias publicitarias del país –
penetradas ellas mismas por el capital norteamericano- y planearon con el gobierno la
campaña de creación del “milagro brasileño”. Los anuncios, redactados en cinco idio-
mas, fueron enviados a la agencia Kenyon and Eckardt, de Nueva York, que hizo la
revisión final de los textos y planeó su inserción en los grandes diarios y revistas de los
países de la orbita capitalista. (Time, Visión, Express, etc.).
4] En la reciente polémica publica para la instalación de la televisión en colores
en Venezuela, surgieron aspectos parcialmente desconocidos que hacen entender el
potencial relevo de la industria norteamericana por la “industria brasileña” en la inver-
sión electrónica de América Latina. Hasta la fecha, dos países latinoamericanos han
implantado la televisión en colores. México optó por el sistema estadounidense
(NTSC); Brasil escogio con modificaciones el sistema aleman, produciendo el hibrido
PAL-NTSC y entregando las licitaciones para su fabricación a la Siemens alemana, a la
Sony japonesa y a cuatro firmas norteamericanas: la Philco-Ford, la General Electric, la
GTE-Sylvania y la Telespring (Admiral).

Tabla 6

Donde se fabrica el “milagro brasileño”.


(Ejemplo: Operación Brasil Export 72)

Países Medios Tiraje en miles Numero de in- Costo en dóla-


de ejemplares serciones res
EE.UU. Fortune; 580; 2.615; 518; 1; 3; 1; 4; 3 9.510; 48.105;
Newsweek; Wall 5.610; 179 10.478; 167.276;
Street; Time; 11.925
Visión.
RFA Die Welt; 226; 244; 75 3; 3; 3 8.526; 10.184;
Frankfurt; 5.758
Handelsblatt
Argentina La Nación; La 272; 259 3; 3 5.687; 5.379
Prensa
Colombia El Tiempo 45 3 3.097
Francia L’Express; Le 561; 360 3; 1 10.440 ; 1.121
Monde
Inglaterra The Economist 105 3 3.600
Japon Nihon Kei- 1.300 3 11.148
zal Shimbum
Mexico Excelsior 160 3 504
Venezuela El Nacional 107 3 1.585
Total 17 - 46 314.323

Fuente: Visao, 1 de agosto, p. 59.

(La General Electric y la Telespring ocupan la mayor porción del mercado de te-
levisión en colores en México.) La Philco brasileña –que además junto con la Hughes
Aircraft y la General Electric hizo una proposición oficial al gobierno brasileño para
construir el sistema de satélites educacionales- encabezaba hasta hace poco las inver-
siones, habiendo invertido en su línea de montaje de televisores a colores mas de un
millón de dólares hasta el momento. Para 1973, la RCA decidió invertir en Río de Ja-
neiro unos 120 millones de dólares para la construcción de una fabrica de receptores
de TV. Pero la experiencia brasileña de TV color no es color de rosa. Se calculaba en
noviembre de 1972 que solo unos 15.000 a 17.000 receptores se habían vendido en
Brasil, de los 80.000 que prometió producir para ese año la industria “nacional”. Para
resolver el bajo volumen de producción que determina costos elevados de producción y
precios astronómicos por unidad, el gobierno brasileño y sus industriales no han encon-
trado mejor solución que pensar en la expansión latinoamericana de su incipiente in-
dustria “nacional” de la televisión en colores.
“Al parecer, la solución que se esta buscando para ayudar a financiar la industria
de televisión a colores en Brasil es la de exportar aparatos de fabricación brasileña a
países que están en fase de implantarla, tales como Venezuela, África del Sur, las co-
lonias portuguesas en África e incluso Estados Unidos. 24
Al no poder hallar en sus clases medias suficientes demandas para dar el impul-
so necesario al despegue económico de su TV-color, Brasil sale en busca de otras cla-
ses medias y presiona para “modernizar” los consumos televisivos de dichas capas en
otros países latinoamericanos donde la situación privilegiada de las oligarquías permite
una apertura al consumo suntuario.
Son hechos de esta índole los que explican el porqué en Venezuela, donde la
TV comercial en blanco y negro, controlada por las mismas empresas electrónicas y las
mismas productoras y distribuidoras que en Brasil, no llega a cubrir ni el 15% del territo-
rio nacional total después de 20 años de trayectoria, el gobierno proponga la implanta-
ción de un sistema de televisión en colores. Desde luego la industria brasileña nortea-
mericanizada no actúa sino como uno de los eslabones de una cadena interesada en la
adopción “irracional” de la TV-color. Cadena donde intervienen: 1) los productores forá-
neos de equipos electrónicos y sus sucursales ensambladoras en el país. (La adopción
de la TV-color significaría en los próximos diez años un desembolso por parte del con-
sumidor del orden de 2.350 millones de bolívares. Un receptor blanco y negro cuesta
un promedio de 1.250 bolívares, uno de color tres veces más. Una reparación de TV-
color vale el doble. El receptor de color exige tres revisiones de mantenimiento al año
en contra de 1.8 para el aparato blanco-negro); 2) los productores extranjeros y los dis-
tribuidores de programas enlatados cuyo stock en color se acumula en EE.UU. desde
1955. (Los enlatados de color cuestan al menos un 30% mas caros y los programas
vivos de color hasta 10 veces mas que los normales; lo que aumentaría casi automáti-

24
Informe especial para El Nacional por Percy Gibson y José Zúñiga, Caracas, 1972.
camente la dependencia del enlatado importado que ya representa el 54% de la pro-
gramación); 3) los publicistas, la mayor parte agencias filiales de casas norteamerica-
nas “quienes ven en la TV-color un relance de sus ya imponentes negocios, un medio
para vigorizar todo el mercado y de elevar las tarifas”; 4) el gobierno, vinculado con los
grupos económicos que controlan plantas de TV, industrias electrónicas, supermerca-
dos, etc. 25

Vulnerabilidad y reconversión económica.

La dependencia extrema que experimenta la industria electrónica y aeroespacial


norteamericana frente a los objetivos de una economía de guerra, la hace particular-
mente vulnerable a los cambios políticos que cortarían los fabulosos presupuestos de
la Defensa que la alimentan. Y esta proposición no es una hipótesis, sino una verifica-
ción que se ha podido inventariar en las crisis que han sacudido tanto a las grades cor-
poraciones electrónicas como a las aeroespaciales. Demos índices de esta realidad. En
enero de 1969, los empleos civiles relacionados con la Defensa reunían a 3.400.000
trabajadores. En julio de 1970, esta cifra había bajado a 2.921.000 y el Departamento
de Trabajo estimaba que debía llegar a 2.370.000 trabajadores hacia mediados de
1971. (Sin contar los efectos de las 300.000 personas desmovilizadas entre junio de
1969 y junio de 1970 y los 20.000 empleados civiles del ejercito despedidos.) en esta
cifra de licenciamientos, la industria aeroespacial se lleva la mayor cuota: contaba con
un millón de trabajadores en junio de 1971, contra 1.300.000 a fines de 1969. 26
Esta crisis ha afectado particularmente a las corporaciones no diversificadas. En
1969, la fuerza laboral de la Boeing bajó un 20%, y en su planta de Seatle el numero de
trabajadores ha pasado, entre junio de 1969 y junio de 1971, de 101.400 a 38.000 per-
sonas. La North American Rockwell, uno de los principales contratistas del programa
Apolo, debió licenciar, entre enero de 1965 y junio de 1971, a los dos tercios de su per-
sonal aeroespacial que pasó de 104.000 a 37.500 personas. La Lockheed despidió,
entre 1969 y 1971 a casi 30.000 de sus 100.000 trabajadores. La General Dynamics
(sección aeroespacial), entre 1968 y 1971, perdió casi 26.000 de sus 56.000 obreros. 27

25
Antonio Pasqyali, “Como pronunciar el No”, SUMMA, Caracas, noviembre de 1972; II Foro
de TV a colores, Colegio de Ingenieros de Venezuela, Aspectos Socioeconómicos, 1972 (docu-
mento mimeografiado); El Mercurio, Santiago de Chile, 30 de diciembre de 1972 (sección ca-
blegrafica).
26
The Electronic Engineer, febrero de 1971; Aviation Week and Space Technology, 8 de marzo
de 1971. La creciente cesantía de los técnicos electrónicos y aeroespaciales tiende a su vez, a
invertir el sentido de la “fuga de cerebros”. Estos técnicos norteamericanos ahora están refluyen-
do hacia Europa donde se emplean en las compañías francesas, alemanas e inglesas, según la
revista Time (25 de septiembre de 1972), éste éxodo debido al desempleo es un factor que está
explicando en parte el perfeccionamiento considerable que ha experimentado la industria euro-
pea de computadoras en los últimos años. Por dicha razón, esta emigración constituye una pre-
ocupación creciente para los técnicos europeos que ven en los especialistas norteamericanos ri-
vales que copan el ya estrecho mercado laboral.
27
“Boeing: slimming down and aerospace giant”, Business Week, 1 de abril de 1972;
“Aeroespace employment survey”, Aviation Week and Space Technology, 12 de Julio de 1971.
La situacion de dependencia alcanza no sólo a los operarios, sino a los cuadros
científicos: el 40% de los físicos y un quinto de los ingenieros del país están supedita-
dos a las fuentes de trabajo previstas por la Defensa.
En 1970, la revista Fortune escribía: “Si la demanda actual de la Ph.D (Doctores)
fuera proyectada sobre la base de las tendencias actuales, habría en 1980 75.000 es-
pecialistas cesantes.” 28
A principios de 1971, la Asociación de Ingenieros Electrónicos reconoció que en-
frentaba “el periodo mas largo y sostenido de desempleo para la gente especializada
que se ha visto en los últimos 20 años”. 29
Varios expertos han realizado proyecciones para estimar los efectos que tendría
sobre el conjunto de las industrias una disminución del presupuesto de Defensa. (El
presupuesto de Defensa aprobado para el año 1973 asciende a 74 mil 600 millones de
dólares.) 30
Según dichos cálculos, 31 se estima que en caso de limitarse el presupuesto de la
Defensa a 59 millones anuales, la industria aeroespacial perdería grosso modo el
24.4% de sus ventas, la electrónica el 12.9%; la de material de guerra (tanques, rifles,
municiones, etc.) el 32.5% y la industria del acero el 8%. En caso de aumentarse el
monto dedicado a la Defensa a 93.000 millones, los fabricantes de aviones venderían
un 35.5% más; los de aparatos electrónicos un 19.2% más; los de material de guerra
un 42.8% más y los industriales del acero experimentarían un aumento insignificante
(1%). La segunda alternativa de este modelo imaginario ya en si es una tentación para
los fabricantes de la guerra. (El presupuesto de Defensa previsto para el año 1974 re-
vela mas bien el crecimiento constante de la producción bélica.)
Muchas empresas no esperaron esta hipotética merma de financiamiento, pues-
to que las circunstancias –retiro relativo de Vietnam, término de los ciclos de compra de
los vehículos espaciales y aviones comerciales así como cortes de presupuesto militar
general como parte de la acción del Congreso y de la campaña antiinflacionario de
Nixon- les obligaron, alrededor de 1970, a enfrentar la necesidad de ampliar progresi-
vamente su gama de productos. La Boeing, por ejemplo, para atajar los efectos de su
famosa crisis, decidió abrir, al lado de sus construcciones aeronáuticas, nuevas líneas
de producción que cubren áreas muy heterogéneas: aparatos de intercepción de radio
para la policía, construcción de edificios y conjuntos residenciales, utilización de resi-

28
Stanford Rose, “Making the turn to a peacetime economy”, Fortune, septiembre de 1970.
29
“EE Job market is changing”, Electronics, 29 de marzo de 1971.
30
En agosto de 1973, el Pentágono reveló que EEUU ha gastado mas de 135.500 millones de
dólares en su guerra del sudeste asiático. En 1971, la agresión norteamericana a Indochina costó
al pueblo estadounidense alrededor de 9 mil millones de dólares. (Juventud Rebelde, La Habana,
15 de septiembre de 1972) En 1969, este monto anual era de 29 mil millones de dólares (U.S.
News & World Report, 13 de noviembre de 1972). Algunos datos para percatarse del increíble
crecimiento del costo de los armamentos: en la segunda guerra mundial el bombardero estratégi-
co B-29 costaba alrededor de 700.000 dólares; el B-52 cuesta 7.9 millones de dólares. Los sub-
marinos de ataque en la segunda guerra mundial costaban cada uno 4.7 millones de dólares; los
submarinos nucleares, en cambio, cuestan 175 millones de dólares. (“Stopping the incredible rise
in wepons costs”, Business Week, 19 de febrero de 1972, p. 60).
31
“Making the turn to a peacetime economy”.
duos para fertilizar terrenos desérticos, plantas de desalinización, barcos de propulsión
acuática, etc.
Algunas industrias electrónicas siguieron un camino semejante. Ya señalamos
los casos de la RCA y de la Westinhouse. En un mismo campo está la Bendix cuyas
ventas al gobierno pasaron, entre 1962 y 1972, del 72% al 29%, y que para diversifi-
carse adquirió en los seis últimos años 25 compañías, la mayor parte relacionada con
la industria automotriz y el material de construcción. Pero hay otras mas directamente
vinculadas con la industria de la cultura de masas: la AVCO y la Ampex. 32
La corporación AVCO, industria aeroespacial y electrónica, vendía en 1963 el
75% de su material al gobierno norteamericano, lo que alcanzaba a darle el 60% de
sus beneficios; en 1971, la primera proporción había bajado al 44% y llegaba a consti-
tuir apenas el 15% de sus utilidades. Para esquivar los riesgos de una monoproduc-
cion, en los últimos tiempos esta empresa ha extendido sus actividades hacia el campo
de la cinematografía, de la construcción de casas, de los seguros, de los créditos de
consumo y de las agencias de viajes. Detalle significativo: su división AVCO Ordenance
Div. (material de guerra) ha sido rebautizado hace poco Precisión Products Div. y ha
empezado a producir masivamente la nueva Cartrivision de AVCO. En la corporación
Ampex (numero 317 en la lista de las grandes corporaciones), que invento el video tape
hacia 1955, las cifras de negocios con el gobierno pasaron entre 1960 y 1970 del 50%
al 14% y, en febrero de 1972, la empresa enfrentaba un hondo malestar, tratando de
soslayarlo a través de su producción de computadoras, nuevos tipos de video tape y
sus servicios de exploración geofísica.
Al margen de esta presión por una mayor gama de producción, ciertas empre-
sas, como la Lockheed y la General Dynamics, debieron ser rescatadas por el propio
Pentágono que fraudulentamente les evito una ineludible bancarrota. De no ser soco-
rrida por Washington, la Lockheed, con un 95% de su producción por cuenta de la De-
fensa, hubiera debido –luego de la quiebra de su asociada inglesa, la Rolls Royce-
despedir a 24 mil personas en 25 Estados, perder 1.400 millones de dólares en inver-
siones, perturbar el plan de expansión de la compañía de aviación TW, que le había
comprado por adelantado sus aviones, y arrastrar con ella un conjunto de empresas
subcontratadas (AVCO, TRW, United Aircraft).
El caso de la General Dynamics, que en 1972 seguía vendiendo al gobierno el
73% de su producción, se convirtió en un escándalo publico. McNamara, en ese enton-
ces secretario de Defensa, acordó financiar la construcción del caza-bombardero F-111
que debió ser retirado de Vietnam por su inhabilidad en el combate. Y todo ello para
poner a flote esta industria que pertenece a la Crown-Hilton (de la cadena de hoteles) y
al grupo de los Lehman Brothers. 33

32
“A painful attempt to aid Ampex”, Business Week, 12 de febrero de 1972; “Diversified and
still waiting”, Business Week, 29 de agosto de 1970; “The great video cartridge race”, The
electronics Engineer, febrero de 1971.
33
“Who wants General Dynamics?”, Fortune, junio de 1970; “The case for helping Lockheed”,
Business Week, 15 de mayo de 1971. Pese a la ayuda oficial de los años anteriores, en 1972 la
Lockheed –que seguía siendo el principal contratista del Pentágono- aún estaba debatiéndose en
una crisis de reorientación de sus mercados. En el curso de ese año, sus ingresos pasaron de
2.852 millones de dólares en 1971 a 2.473 millones, y licenciaron a unos 5.100 trabajadores. En
el mismo lapso, el monto de sus ventas bajó del 93%, nivel que había mantenido durante más de
Estos cuantos ejemplos so sólo evidencian el malestar de una reconversión, sino
que preludian las dos líneas que encauzaran dicho proceso.
Por una parte, la reconversión electrónica misma es capaz de provocar una in-
tensidad de la invasión de los artefactos electrónicos, estimulada por una ampliación
masiva del dominio civil de algunas de las nuevas tecnologías guardadas hasta ahora
para usos exclusivamente militares.
Tal es el problema, por ejemplo, de las aplicaciones del rayo láser. En febrero de
1972, en ocasión de la última conferencia de Ginebra sobre el desarme y la limitación
del uso de armas nucleares, podía leerse en un informe:
“ Las grandes corporaciones que han estado trabajando en los sistemas ópticos
para comunicaciones espaciales, principalmente la ITT, la Honeywell Inc., la Lockheed
Aircraft Corp. Y la Hughes Aircraft, admiten todas que en la actualidad están esperando
firmemente entrar en el mercado comercial. 34
El vuelco de las nuevas tecnologías al dominio civil será recibido en EEUU por
una masa consumidora que entre 1950 y 1970 ha debido asistir a una baja de su con-
sumo en aras de la Defensa. (En 1950, los gastos de consumo constituían el 67% del
producto nacional bruto y en 1972 alrededor del 60%.) Y qué pensar del aceleramiento
de la electronizacion del Tercer Mundo y de sus modelos subyacentes de comunicación
masiva.
La búsqueda de nuevos mercados para la industria aeroespacial norteamericana
no se ha hecho esperar en nuestro continente. En noviembre de 1972, la primera mi-
sión oficial compuesta de representantes de ocho firmas y de funcionarios del Depar-
tamento de Comercio de EEUU, visto Bogota, Caracas, Río de Janeiro, Brasilia y Sao
Paulo. Integraban la misión ejecutivos de la GTE-Sylvania, la Boeing Electronic Pro-
ducts, el grupo Aerospace & Marine Systems de la Singer, la división International-
Defense Products de la Westinhouse y cuatro compañías menores. “Las embajadas
norteamericanas en Brasil, Colombia y Venezuela ya habían identificado potenciales
interesados para los productos y servicios ofrecidos por estas compañías.” Resultado:
en 1973, el Departamento de Comercio de los Estados Unidos auspiciará en Sao Paulo
la primera exposición comercial de material aeroespacial de América Latina y se deci-
dió empezar a trabajar con 15 empresas llamadas “target industries” (industrias blan-
cos) durante cinco años. 35
La segunda línea que surge de esta primera experiencia de reconversión permi-
te vislumbrar el modelo de empresa electrónica que privilegia. Este modelo tiende a
concordar con el esquema impuesto por corporaciones multinacionales como la ITT y la
Litton.
Lo que precisamente sorprende al leer las diversas proyecciones de los indus-
triales y agentes de publicidad norteamericanos sobre la economía futura del imperio
es este reconocimiento del axioma de la corporación multinacional, y de la necesidad

10 años, al 74%. Hecho significativo, sus ventas a gobiernos extranjeros subieron del 3% al 8%.
(Lockheed Aircraft Corporation, Annual Report, 1971 y 1972.)
34
“Laser communications off to a bright Stara, Business Week, 18 de septiembre de 1971;
“Getting the whole picture from holography”, Fortune, septiembre de 1971.
35
“Commerce Dep.. mission readied for Latin America”, Aviation Week and Space Technology,
2 de octubre de 1972.
de su extrapolación como único modelo de expansión, para resolver atolladeros consi-
derados como transitorios. Consultemos un informe aparecido en la revista Advertising
Age (órgano de las agencias de publicidad norteamericanas) de junio de 1972:
“El First National City Bank de Nueva York extrae ahora el 40% de sus benefi-
cios de las operaciones foráneas, y sus programas de diversificación incluyen la adqui-
sición de firmas de “management” (...) Hay razón para concluir que la agencia “todo
servicio” innovara con igual imaginación y valentía, y con resultados igualmente conve-
nientes. En efecto, ciertas grandes agencias ya sacan entre el 30% y el 50% de su in-
greso bruto exterior. Este porcentaje tenderá a aumentar.” 36
Desde luego todas estas proyecciones unilineales y ahistóricas realizadas por
corporaciones tan imbuidas de su poder dejan de lado las posibles desvirtuaciones que
los pueblos del Tercer Mundo pueden hacer sufrir a su proyecto expansionista. Para el
imperialismo, sucede como si esta “variable” no existiera. Pese a la secesión que vive
la metrópoli –y quizá por ello mismo- , los financieros del imperialismo pretenden que:
“la internacionalización acelerada del comercio mundial señala la necesidad de un nue-
vo tipo en materia de embajadas. ¿No debieran los gigantes multinacionales de la in-
dustria ser representados por diplomáticos especiales en las naciones o regiones don-
de operan? 37
Y no hablamos aquí de una tercera línea: la que patentiza la necesidad que ten-
drían las corporaciones aeroespaciales de acelerar paralelamente sus ventas de ma-
quinaria bélica a los países del Tercer Mundo. Entre 1968 y 1972, la Mc Donnell Dou-
glas vendió en el mercado exterior 226 aviones Skyhawk, 405 Phantoms (F-4) y 66 ca-
za-bombarderos Voodoo, y la Bell Helicopter de la Textron facturo alrededor de 400
helicópteros para contrainsurgencia. En 1972, las ventas foráneas de material militar
norteamericano alcanzaron 2.800 millones de dólares contra 2.100 en el año anterior.
Los países en vías de desarrollo figuran en los primeros puestos de la lista de compra-
dores puesto que anualmente adquieren en los países industrializados mas de 4.000
millones de dólares en armas diversas. Esto sin contar el arsenal que reciben gratuita-
mente de los Estados Unidos a titulo de pactos de asistencia militar y cuya proporción
en la totalidad de las exportaciones armamentistas tiende a bajar en aras de las opera-
ciones comerciales. En efecto, entre 1950 y 1965, el gobierno norteamericano regalo a
las otras naciones un total de 31.700 millones de dólares en material bélico y vendió
solo 6.500 millones. Desde 1965, la ayuda militar no sobrepaso 4.500 millones mientras
que el monto de las ventas subió a 11.100 millones. En la lucha de los países capitalis-
tas por conquistar los mercados exteriores –tanto civiles como militares-, las grandes
corporaciones bélicas de los Estados Unidos deben enfrentarse con los consorcios de
Gran Bretaña y Francia, que anualmente exportan cada uno un total de 700 millones de
dólares en material bélico. El reciente desahucio, por parte de las líneas aéreas PanAm
y TWA, de sus opciones de compra del transporte supersónico Concorde de fabricación
franco-inglesa, no puede entenderse fuera de este marco competitivo de la industria
aeroespacial civil y militar de los Estados Unidos. En el plano técnico el Concorde pue-
de ser el prototipo de la aeronáutica del futuro (según propias palabras de Nixon), pero
antes la Lockheed debe vender sus transportes Tristar y la Boeing liquidar la ultima
versión de su trirreactor 727.

36
E. B. Weiss, “The shape of the agency business beyond 1980”, Advertising Age, 26 de junio de
1972, p. 62.
37
Business Abroad, junio de 1971.
Pero, sobre todo, ellas y las otras corporaciones aeronáuticas de los Estados
Unidos deben impedir el despegue de una industria aeronáutica europea a gran escala.
Por lo demás, en el campo militar en 1972, la Mc Donnell Douglas logro hacer caducar
los contratos del gobierno de Grecia con la empresa francesa Dassault y sustituir los
Mirages por sus Phantoms, gracias a una intervención directa del gobierno norteameri-
cano, que presto a los coroneles mas de 100 millones de dólares para la adquisición de
aviones de guerra. Lo que esta en juego es colosal. De aquí a 1985, el mundo gastara
unos 130.000 millones de dólares únicamente en compra de aviones civiles, vale decir
una suma casi equivalente a lo que gasto el Pentágono en los once años que duro la
guerra de Vietnam. De lograr el control del 90% del mercado occidental de aviones civi-
les y militares, las corporaciones aeronáuticas norteamericanas podrían aumentar el
numero de sus trabajadores de 930.000 a 1.500.000. Esta cifra se duplica si se consi-
deran los subcontratos que origina la fabricación de material aeroespacial. 38
En una pugna paralela para capturar mercados no-tradicionales, entran los re-
cientes esfuerzos de la Boeing por vender sus jets a la Republica Popular China.
Tampoco nos referimos a las implicaciones de la opción represiva que están to-
mando las nuevas líneas de producción de la Boeing, por ejemplo, que cambia de
cliente y trabaja con los cuerpos represivos civiles. Imperialismo militar, policíaco y cul-
tural se dan la mano. Esta fusión de lo civil y de lo militar ya ha pasado al lenguaje pu-
blicitario de todas las grandes corporaciones:
“Lo que hemos aprendido al satisfacer las necesidades de la Defensa y del es-
pacio de la nación se utiliza ahora para satisfacer las necesidades sociales del hom-
bre... Los conocimientos para manejar las informaciones que ayudan a seguir el latido
de un corazón en la luna ahora sirven también a la policía para reforzar nuestras leyes.”
(Anuncio publicitario de la Federal Systems división de la IBM aparecido en la revista
Aviation Week and Space Technology del 9 de octubre de 1972 y acompañado de la
fotografía de un sargento de policía manejando aparatos electrónicos de alta tecnología
para reprimir la delincuencia.)
El reflujo de los artefactos electrónicos utilizados en Vietnam en contra de las
guerrillas, hacia los cuerpos policiales de los países del Tercer Mundo, no es una mera
especulación. El asedio de los fabricantes de la represión es una realidad. están pulu-
lando las ofertas de ventas de aparatos, mas adelantados unos que otros, para aplastar
manifestantes callejeros y huelguistas o, mas limpiamente, para tender un cerco de
espionaje electrónico.
“La mayoría de estas armas (lanzadas recientemente en el mercado civil) es
producto directo o indirecto de las investigaciones efectuadas para la guerra de Viet-
nam. Por lo demás, los gadgets que se han destacado en la ruta Ho Chi Minh empie-
zan a invadir a los EEUU: olfateadores de marihuana en la frontera mexicana, detecto-
res sísmicos en los prados de la Casa Blanca, aparatos sensores de diversos tipos pa-
ra proteger las propiedades, vigilancia nocturna de las calles y de las tiendas gracias a
los francotiradores infrarrojos, radares en miniatura que espían a través de las paredes,
televisores que captan señales en la oscuridad (...) Numerosos aparatos y sistemas ya
han sido adoptados por la policía de ciertos países. Y la mayoría de las armas no leta-

38
“Now: a worldwide boom in sales of arms”, U.S. News & World Report, 22 de enero de 1973;
“Le no au Concorde”, Le Nouvel Observateur, 5-11 de febrero de 1973; “Outlook for 1973”,
Aviation Week and Space Technology, 1 de enero de 1973; NACLAS Latin America and
Empire Report, t. VI, n.1, enero de 1972.
les son variantes “suaves” de armas que, en Vietnam, han sido utilizadas para mutilar y
matar.” 39
En 1972, la ITT invento todo un sistema de detección electrónica por rayos infra-
rrojos para que los vehículos del ejercito sudvietnamita y sus asesores pudieran locali-
zar a los “vietcongs” en la oscuridad. Es esta misma línea de productos la que vuelve a
encontrarse mas tarde en las manos de los aparatos civiles de represión.

III – LOS NUEVOS DUEÑOS Y PUBLICOS DE LA AGRESION CULTURAL.

Los derroteros que marca la política de reorientación de la industria electrónica y


aeronáutica no pueden entenderse si no se toman en cuenta los imperativos inherentes
a las nuevas tecnologías de comunicación. Tanto los satélites artificiales como las vi-
deo-cassettes y la televisión por cable, amen de las aplicaciones del rayo láser al do-
minio televisivo, ensanchan en forma infinita la capacidad de transmisión masiva del
aparato comunicativo disponible.
Hasta ahora, los medios de comunicación han tenido como función principal la
de masificar un modelo de utilizaron del tiempo libre. La mayor parte de sus contenidos
ha girado alrededor de la llamada cultura de masas que se define esencialmente por
ser una cultura del ocio. Las reglas de la mercancía cultural así concebida impregnaron
fuertemente los modos de transmitir los mensajes informativos que de manera aparente
escapan a la función de entretenimiento. La cultura mercantil del ocio ha erigido la ley
del sensacionalismo en ley de transmisión del mensaje masivo, cualquiera que sea su
naturaleza especifica. 40
Ahora bien, las nuevas tecnologías permiten al empresario quebrar el cerco de la
cultura del ocio o de la llamada industria ligera cultural para inmiscuirse en el campo de
la educación formal que hasta ahora estaba reservado a los centros de enseñanza. Los
satélites, las video-cassettes y la televisión por cable –la troika tecnológica, como la
llaman los especialistas norteamericanos- transmitirán no solo las series comerciales o
películas de ficción de la “cultura masiva”, sino programas educacionales masivos para
niños, trabajadores o universitarios. Veamos algunas de las extensiones de esta muta-
ción.

La monopolización creciente de la tecnología comunicativa.

Antes de entrar a analizar las dimensiones exactas de la transferencia de la cul-


tura de masas hacia el campo educativo, es necesario detenerse en el fenómeno de
acentuación de la concentración de la propiedad de las nuevas tecnologías. 41

39
Alain Jaubert, “Armes douces pour police dure”. Dossier Politique-hebdo, 14 de septiembre de
1972.
40
Vease A. Y M. Mattelart, “Ruptura y continuidad en la comunicación: puntos para una polémi-
ca”, Cuadernos de la Realidad Nacional, Santiago de Chile, n. 12, 1972.
41
Sobre la evolución y definición de las nuevas tecnologías, consultese A. Mattelart, Agresión
desde el espacio, op.cit.
Hacia 1962, Estados Unidos crea un organismo, llamado COMSAT (Communi-
cations Satellite Corporation), para explotar la incipiente tecnología de satélites y plani-
ficar la política que el gobierno debía adoptar tanto interna como internacionalmente.
Desde luego, en la creación de este organismo, que tiene el estatuto de corporación
privada, Wshington siguió el trazado de las corporaciones propietarias de estas tecno-
logías y se repartió con ellas el poder de manejar dichos inventos. Junto con los repre-
sentantes del gobierno, en el directorio de COMSAT se encuentran básicamente cuatro
grandes corporaciones: la ATT (29% de las acciones), la ITT (10.5%), la RCA (2.5%) y
la GTE-Sylvania (3.75%). COMSAT no tiene una función directamente productiva y se
contenta con administrar los contratos que se confían a las grandes corporaciones. Su
papel internacional es aun mas decisivo ya que es el organismo que administra, desde
el primer día de su fundación, todo sistema mundial de satélites de comunicaciones
comerciales (INTELSAT) integrado por unos 80 países de la orbita capitalista (Yugosla-
via es la única excepción, China Popular, que en 1972 firmo un contrato con la RCA
para la construcción de una estación terrestre, será la segunda). La preponderancia de
EEUU, representada por las cuatro grandes corporaciones vía COMSAT, era hasta
1972 descaradamente absoluta puesto que tenia alrededor del53% del poder de vota-
ción. A partir de mayo de ese año, su cuota se ha reducido a un 38%. Los miembros
latinoamericanos de la INTELSAT (Argentina, Brasil, México, Chile, Perú, Panamá, Co-
lombia, Venezuela, Republica Dominicana, Ecuador, Nicaragua y Guatemala, a los
cuales se están sumando Bolivia, Paraguay, Costa Rica, El Salvador y Honduras) tie-
nen una participación que fluctúa entre el 1.2% y el 0.05%. Sin embargo, por mas que
con el nuevo estatuto la posición de Estados Unidos se ve mermada, el principio de
otorgamiento de los contratos de equipo permanece incólume. así, a los 382 millones
de dólares –precio total del sistema INTELSAT con sus 21 satélites previstos para fines
de 1973-, la industria norteamericana se embolso el 94%.42
El mismo proceso de acaparamiento de la explotación de las tecnologías moder-
nas se verifica en la gestión del futuro sistema de satélites internos en EEUU. En junio
de 1972, ocho proposiciones pugnaban por llevarse las licitaciones que deberán dotar
al país de un red domestica. 43
Western Union Telegraph Co.; COMSAT/ATT; CONSAT; Hughes Aircraft/GTE;
MCI Lockheed Satellite Corp.; RCA Globcom/RCA Alascom; Faichild Industries; Wester
Tele Comunications. Hasta la fecha, la COMSAT ha otorgado los canales de transmi-
sión por satélite principalmente a ATT, ITT Worldcom, RCA Globcom y Western Unión
International, que a su vez tienen la facultad de arrendarlos a otras compañías.
En el campo de las video-cassettes, la competencia con las corporaciones japo-
nesas, como la Sony, reduce aparentemente el poder de las compañías norteamerica-
nas. Sin embargo, según vimos, la convergencia de los objetivos del imperialismo elec-
trónico nipón y del norteamericano facilita la interpenetración de las industrias de am-
bas naciones y, por ende, la creación de un frente único. El consorcio europeo Teldec
(Decca y AEG Telefunken, firmas inglesa y alemana respectivamente), con su video-
disco, no alcanzaba a poner en jaque esta invasión, que tiende a ser monolítica. Pese a
todos estos factores, la expansión masiva de la video-cassette, al igual que la TV por
cable, puede ser un arma de doble filo para las grandes corporaciones en la medida en
que puede resquebrajar seriamente el monopolio del control de la comunicaciones, al

42
Science et Vie, Paris, n. 652, enero de 1972, p. 96.
43
Aviation Week and Space Technology, 26 de junio de 1972, p. 189.
ensanchar el numero de emisores potenciales, razón por la cual los grupos económicos
están readecuando su estrategia para controlar los nuevos mercados. En Francia, por
ejemplo, la editorial Hachette se ha asociado con la ORTF y los grupos bancarios para
formar dos sociedades destinadas a producir video-cassettes. Y la empresa norteame-
ricana Hughes Aircraft se ha unido a dos de las mayores agencias publicitarias france-
sas y a la Compagnie Generale de Electricote para copar el mercado europeo.
Empero, el sistema tiene también sus contradicciones, y ciertas tecnologías mo-
dernas se han salido de la orbita y del marco de las grandes corporaciones. Este es el
caso de la televisión por cable o CATV (Community Antenna Televisión), que tiene la
facultad de ofrecer una tecnología dialéctica en el sentido de que asegura el intercam-
bio entre emisor y receptor y, por ende, la quiebra de la relación vertical establecida por
el modelo de “comunicación” de las clases dominantes. En 1972, las grandes corpora-
ciones controlaban solo el 36% del circuito de TV por cable de EEUU. 44
Alrededor del 15% de los hogares norteamericanos. Sin embargo para prevenir
el uso demasiado Anárquico de este instrumento de potencial democratización de la
comunicación masiva, el gobierno norteamericano ya promulgo en 1972 una ley que
limita el uso de la televisión por cable en los grandes centros urbanos. Y por añadidura,
como aludiremos mas adelante, varios gigantes de la electrónica, de la cinematografía
y de la televisión tradicional, han lanzado una ofensiva en orden a apoderarse de la
mayor parte de las licitaciones para explotar e instalar nuevas redes de CATV. El caso
mas significativo de esta pugna es sin lugar a dudas el de la Warner Communications
Corp., división de la Kinney National Services, que volveremos a encontrar en el nego-
cio cinematográfico. Esta empresa, propietaria, entre otras cosas, de la National Perio-
dical Publications, que posee los derechos exclusivos de los comics de Superman,
Batman, etc., adquirió en los últimos años cuatro de las mayores redes de CATV de
EEUU, operación que la catapulto a las primeras filas de la floreciente nueva rama de
la industria cultural.

Tabla 7

Las corporaciones propietarias de las nuevas tecnologías en EEUU 1972.

Constructores satélites Constructores satélites Constructores Vehículos


militares. civiles. lanzamiento.
Hughes Aircraft Grumman Chrysler
Philco-Ford Hughes Aircraft Mc. Donneell D.
Lockheed Fairchild Hiller Ling-Temco-Vought
Grumman General Electric Martin Marietta
Lincoln Laboratory Martin Marietta Lockheed
RCA TRW Boeing
TRW GTE-Sylvania General Dynamics

44
F. Browning, “Cable TV, turn on, tune in, ripp off”, Ramparts, abril de 1970.
Mc Donnell Douglas Lockheed -
ITT ATT -
Bell Laboratories ATT ITT -
Sperry Rand UNIVAC North American Rock -
LTV RCA -
John Hopkins University -

En 1972, la RCA fue encargada de construir la estación terrestre en China Popular.

Poseedores de patentes de video-cassettes: CBS; AVCO; Ampex; RCA; East-


man-Kodak que en 1972 estaba fabricando video-cassettes a partir de simples pelícu-
las súper 8; Motorota; North AmericanPhilips.
Propietarios de cadenas: Teleprompter; Cox Cable; RKO; Paramount Pic.; CBS;
Time-Life; General Electric.
Rayo láser para usos civiles y militares: ITT; Noneywell; Lockheed; Hughes;
Berk; Comell; 3M; RCA (tanto la RCA como la CBS están involucradas en proyectos
civiles y militares de utilización del rayo láser. En 1972 la CBS producía por ejemplo las
mascaras contra gases tóxicos emitidos por armas bacteriológicas y dispositivos de
reconocimiento para la USAF en base al rayo láser. La RCA trabajaba en el proyecto 3
Dimensional Surveillance láser Technique a través de su división Delco Electronics);
Owens Coming Fiberglas; Bell; CBS; Mc Doncel; General Electric; North American
Rock; United Aircraft; Du Pont; AVCO; Westinhouse; Lincoln Lab., General Motors.

Las grandes corporaciones se apoderan de la industria educacional masiva.

El paso de un entretenimiento masivo hacia una educación masiva va a la par


con un desplazamiento de los centros de elaboración de los mensajes hacia los fabri-
cantes de las nuevas tecnologías. La función educacional se convierte en un servicio
lógico de las grandes corporaciones que manejan la tecnología que permite fabricar los
aparatos electrónicos que serán el vehículo de los nuevos mensajes. En los cinco últi-
mos años, los gigantes de la electrónica han formado o ampliado sus divisiones de
productos para la enseñanza. En 1969, la General Electric se asocio con el grupo edito-
rial Time-Life para fundar la General Learning Corp. 45 . que elabora materiales de edu-
cación. La Westinhouse ha robustecido su division Westinhouse Broadcasting Learning
and Leisure Time. La ITT y la Litton cuentan con divisiones que tienen fines similares
(ITT Educational Service Ltd. y Litton Educational and Professional Publishing). En
1970, la Litton vendió 69.2 millones de dólares en productos pedagógicos (el 44% de
dicho importe fue directamente a escuelas, colegios y universidades). Un extracto del
informe del grupo de televisión de la Westinhouse para 1970 nos revela las inquietudes
de las grandes corporaciones electrónicas por la educación: “Westinhouse, convencida
de que la radio y la TV deben asumir un papel y una responsabilidad crecientes, parti-

45
“The free-spending days are over”, Business Week, 8 de agosto de 1970.
cularmente en el campo del periodismo y de la educación, ha auspiciado el año pasado
programas de TV que tratan de la cultura negra, las cárceles, la contaminación del am-
biente, las instituciones mentales y el welfare. 46
Estas redefiniciones originan un nuevo tipo de empresario cultural que intenta
fusionar la producción de series comerciales con la elaboración de material pedagógico
en que se aplican “las nuevas técnicas educacionales”, así, por ejemplo, en 1970, la
General Electric controlaba en EEUU seis radioemisoras y tres estaciones de TV co-
merciales y era propietaria de una cadena de TV por cable. Su subsidiaria General
Electric Broadcasting produce programas de TV y películas. Westinhouse es propietaria
de 7 radioemisoras y 5 canales de TV. La introducción de las grandes corporaciones
electrónicas en el campo televisivo ha desencadenado una carrera por la posesión de
las corporaciones culturales tradicionales. Los dos casos mas famosos, en los seis úl-
timos años, fueron protagonizados por la ITT y la Hughes Aircraft. En 1966, la ITT trato
de fusionarse con la ABC Paramount, la tercera cadena de TV de EEUU y la primera
en el mercado internacional de series comerciales de TV, fusión que abortó luego de
dos años de debates en la Comisión Federal de Comunicaciones. 47
En 1968, la Hughes Aircraft, que hacia 1954 era propietaria mayoritaria de la
empresa cinematográfica RKO, trato infructuosamente de comprar el 43% de las accio-
nes de la ABC para integrarla a sus otras divisiones del ramo: Hughes Broadcasting
Co., Hughes Sports Network y su empresa de televisión por cable Teleprompter, la ma-
yor empresa del renglón en el mundo. 48
Mas recientemente, desde 1970, la Loews Corp., dueña de hoteles, de salas de
cine, fabricas de cigarrillos y bancos, ha establecido contactos con la RCA a fin de lo-
grar una fusión de ambas corporaciones. Por lo demás, la presión ejercida por las
grandes corporaciones sobre la subasta de los medios de comunicación es generaliza-
da y tendremos la ocasión de insistir sobre este fenómeno a propósito de la industria
cinematográfica y de las empresas periodísticas.
La única empresa que hasta ahora ha logrado un ensamblaje significativo entre
la producción cultural clásica y los nuevos requerimientos educacionales es propiedad
de otro grande de la electrónica, la RCA, también fabricante de la video casette (Selec-
tavision), y su red de televisión NBC (National Broadcasting Company), la segunda de
EEUU y del mundo. Igual camino esta decidida a tomar la primera cadena de televisión
de EEUU, la CBS (Columbia Broadcasting System), que en 1971 nombro como presi-
dente a Charles T. Ireland, vicepresidente de la ITT y considerado como el artífice prin-
cipal de la política de diversificación de dicha corporación. Pionera de la industria de la
vide casete con su artefacto EVR (Electronic vides Recording) y propietaria de una ca-
sa editorial, y de una fabrica de juguetes educativos para preescolares, ya ocupa el
puesto numero 5 entre los empresarios de la televisión por cable (CATV). Como la
RCA-NBC, la CBS posee intereses en la industria de la televisión y del disco en países
latinoamericanos como Argentina, Brasil, Costa Rica, México, Perú, Venezuela. Por
ultimo, habría que destacar que la mayor empresa mundial de elaboración de textos
escolares (276 oficinas en 179 ciudades y mas de 400 millones de dólares en ventas

46
Advertising Age, 30 de agosto de 1971.
47
Consultese Nicholas Jonson, How to talk to your televisión set, Bantam Books, Nueva York,
1970.
48
“The ups and down of the Hughes empire”, Business Week, 12 de febrero de 1972.
anuales), la McGraw-Hill Book Company, esta readecuando su penetración de acuerdo
a las exigencias de los nuevos artefactos de la tecnología electrónica. Propietaria de 57
magazines, entre ellos el Business Week, leídos por mas de 2.5 millones de ejecutivos
del mundo de los negocios, de la ingeniería y de otros grupos de científicos y profesio-
nales, y dueña de un lote de acciones en el grupo que edita L’Express en Francia, po-
see ahora divisiones de video-cassettes y de material pedagógico electrónico. 49
Frente a este proceso de traslado de poder, se entiende el realismo con que al-
gunos economistas norteamericanos encaran el futuro de empresas como la General
Electric, preguntándose si entre 1975 y 1980 esta corporación no abr sustituido a mu-
chas agencias publicitarias, dando origen a otro tipo de publicidad masiva.
Debo señalar que la ciencia de la comunicación se encuentra obviamente en
una etapa de extraordinaria explosión creadora. La función tradicional de la agencia de
publicidad gira alrededor de la comunicación. Pero la agencia tradicional es todavía un
espectador frente a la definición cada vez mas amplia de la comunicación de masas tal
como la formulan los avances increíbles y asombrosos de la comunicación tecnológica,
que no se producen a la vuelta de la esquina sino aquí.
General Electric esta íntimamente comprometida en el desarrollo tecnológico de
estos avances de la comunicación y asimismo con su comercialización. Esta vincula-
ción podría conferir a los servicios publicitarios afiliados a la GE un camino de recon-
versión que consistiría en concebir e implementar programas publicitarios para las futu-
ra innovaciones en la comunicación masiva electrónica (...) Lo que es cierto para la GE
puede ser igualmente valido para la RCA y otros gigantes de la comunicación electróni-
ca. Estos estarían igualmente bien ubicados para explotar la maravillosa oportunidad
que ofrecen a la publicidad la CATV, la comunicación de casa a casa, la video-
cassette. 50

49
Publisher’s World 1969/1970 Yearbook, pp. 120-121. La colonización de la educación por las
grandes corporaciones electrónicas tiene su punto de partida en las empresas mismas. En los diez
últimos años, las corporaciones han tomado en sus manos el perfeccionamiento de sus ingenieros
y técnicos. Por ejemplo, la RCA mantiene institutos propios que proporcionan trabajo a alrede-
dor del 90% de sus graduados. La Ling-Temco-Vpught tiene una red de 47 escuelas comerciales,
técnicas y vocacionales. La CBS opera escuelas de alta calidad porque la educación publica no
hace este trabajo. Otras empresas propietarias de escuelas son Grumman,, ITT, Bell & Howell.
(La CBS es también propietaria de la Franklin School or Arts an Sciencie y escuelas técnicas en
Chicago y Kansas). Business Week, 31 de julio de 1971. Los presupuestos dedicados por las
corporaciones electrónicas a la investigación también son un índice del desarrollo de un trabajo
que escapa a los centros universitarios. En 1971, la industria aeroespacial dedico 4.410 millones
de dólares a la investigación (20.0% de sus ventas) y la industria electrónica y de telecomunica-
ciones 4.400 millones (8.17% de sus ventas) contra 1.827 millones en la industria química
(3.54%). Business Week, 6 de mayo de 1972. Por lo demás, estas investigaciones en gran parte
son financiadas con subsidios del Departamento de Defensa. En 1970, por ejemplo, entre los
organismos encargados de las pesquisas sobre la guerra biológica, figuraban los departamentos
de investigaciones de la AVCO, la Goodyear Aerospace, la Aerojet-General Corp., la W. R.
Grace y la Honeywell, junto con los centros de la Dow Chemical Corp. y de la Monsanto Corp.
50
“The 1975-1980 outlook for advertisers and agencies”, Advertising Age, 7 de agosto de 1972.
Otro índice muy decisivo de esta tendencia de las grandes corporaciones a apoderarse de los ve-
hículos de la cultura de masas en todos sus aspectos es el fenómeno muy reciente de la adquisi-
ción, por parte de ellas, de las principales agencias de estudios de mercado y de opinión publica.
Estas predicciones apartan nuestras hipótesis iniciales del dominio de la conjetu-
ra. De llevarse a cabo esta tendencia comprobada en la realidad empírica de hoy, se
asistiría a una sustitución de los centros de poder de la manipulación. La agencia de
publicidad es aquí solo un índice de la metamorfosis de la correlación de fuerzas.
Pronto mostraremos que un cambio del mismo orden tiene lugar en otros ámbi-
tos clásicamente dominados por la industria cultural ligera.
Dicho sea de paso, otro campo de redefiniciones importantes en el seno de la
industria electrónica es el que deja entrever la conspiración de la ITT en contra de Chile
o el papel asumido por la Litton en la dictadura griega.
Los departamentos de relaciones publicas de dichas corporaciones no solo se
están transformando en centro elaborador y fiscalizador de nuevos mensajes publicita-
rios, televisivos o cinematográficos, sino que están cumpliendo el papel de ministerios
del interior y de relaciones exteriores de la corporación multinacional. No en vano de-
bemos recordar que una pieza clave de la conspiración en contra del gobierno popular
chileno fue el jefe de relaciones publicas de la ITT para América Latina, Harold Hendrix,
antiguo periodista de la Scripps-howard (propietaria de la UPI), quien tuvo el honor de
recibir personalmente en 1963 el famoso premio periodístico Pulitzer, por su revelacio-
nes sobre la instalación de cohetes soviéticos en Cuba. Los círculos tautológicos de la
cultura de masas, en sus caleidoscópicas facetas, se cierran.

Una nueva red de espionaje económico.

En una misma línea de descubrimiento de los órganos de espionaje político-


económico-cultural, conviene señalar la importancia creciente que están tomando en el
Tercer Mundo las compañías internacionales de auditoria que acompañan a las corpo-
raciones multinacionales como a su sombra.
Creadas originalmente para asesorar la contabilidad de las grandes empresas,
las compañías de auditoria han desbordado esta tarea especifica y en la actualidad
ofrecen a sus clientes servicios tan diversos como evaluación de trabajo y planificación
de la mano de obra, análisis de mercado, estudios de organización, planificación de las
pensiones, búsqueda y reclutamiento de ejecutivos, trabajo de fusión y adquisiciones

En los cuatro últimos años, veinte de estas agencias han cambiado de propietario. Entre los nue-
vos dueños, se encuentran la Mc Graw-Hill que compro en 1968 la Opinión Research Corp., la
Columbia Pictures Industries que el mismo año adquirió dos agencias (Grudin/Appel Research
Corp. y N.T. Fouzieros); el Minneapolis Star & Tribune (del grupo periodístico Cowles), ahora
propietario de la agencia Oliver Quayle & Co. Las corporaciones electrónicas que realizaron la
misma operación son la Control Data Corp., la Leasco Data Prcessing Equipment, la Computer
Sciences Corp., que adquirieron respectivamente el American Research Bureau, la Daniel Yan-
kelovich Inc., y Alfred Polito Research. Por añadidura, es interesante notar que varios de estos
“fabricantes de opinión publica” ya no se contentan con hacer “estudios de mercado y de opinión
publica”, sino que realizan investigaciones en el campo militar. así, en 1970, entre los centros de
investigación que habían recibido fondos para estudiar y planear la guerra biológica y climatoló-
gica en el sudeste asiático, estaban, por ejemplo, la Booz-Allen Applied Research Inc. (dueña de
National Analysts Inc.), el American Institutes for Research y la Associates for International
Research Inc. “Big Business Snaps Up 22 top research firms”, Advertisin Age, 20 de septiembre
de 1971 y University-military-police complex, NACLA, 1970.
de empresas. En los cinco últimos años el monto de sus facturaciones se ha duplicado
y recurrieron a sus servicios no solo los medios industriales sino gobiernos, bancos,
compañías de seguros, sindicatos, gremios, asociaciones comerciales (como ALALC,
Mercado Común Centroamericano, Asociación Europea de Libre Comercio), iglesias,
fundaciones, y universidades. Formalmente desvinculadas de las grandes corporacio-
nes las compañías de auditoria tienen acceso a una cantidad fabulosa de información
económica confidencial. Por ejemplo la firma de auditoria Peat, Marwick, Mitchell & Co.,
instalada en la mayor parte de los países latinoamericanos, dispone simultáneamente
de informaciones sobre las actividades nacionales e internacionales de la General Elec-
tric, la Singer, la Xerox, la First National City Bank, el Chase Maniatan y otras 326 cor-
poraciones que son sus clientes exclusivos. La ingerencia de las compañías de audito-
ria es tal que son ellas las que suelen servir de árbitros en la liquidación del monto de
las indemnizaciones cuando ciertos países latinoamericanos proceden a “nacionalizar”
sus recursos básicos. así ocurrió en Chile con la política de “chilenizacion” cupiera de
Frei, cuyo estado contable se encargo a una de las mayores compañías de auditoria de
Estados Unidos, la Price Waterhouse and Co. de Nueva York. Por de pronto la rápida
expansión de las empresas multinacionales esta transformando la practica de la conta-
bilidad en una labor de planificación multinacional de la inversión de las grandes corpo-
raciones que asesoran.
En sus propósitos actuales no ocultan sus ambiciones: “You guys may think
you’re bookkeepers but society expects you to do heck of a lot more” (según reciente
declaración de un profesor de la escuela de comercio de la Universidad de Columbia
partidario del ensanchamiento creciente de las funciones de las firmas de auditoria). 51
O como lo explicitaba otro profesor ligado de más cerca al American Institute of
Certifies Public Accountants (AICPA): “El AICPA, la Sociedad profesional estadouni-
dense de Contadores Públicos, cree que los hombres de negocios, los funcionarios
gubernamentales y los profesionales de la contaduría publica en todo el mundo libre,
deberían tener un conocimiento claro del papel que debe desempeñar la contaduría
publica en la economía mundial.” 52

Tabla 8

Los negocios de la auditoria norteamericana:

Firmas Numero de Mayores Oficinas en Socios en Facturación


clientes clientes EE.UU. EE.UU. en millones
de dólares.
Arthur 380 ITT, Textaco, 41 650 190
Ardensen GTE,
Chicago General
Dynamics,

51
“Accounting: a crisis ovr fuller disclusure”, Business Week, 22 de abril de 1972.
52
American Institute of Certified Public Accountants, La contaduría publica y los negocios in-
ternacionales, Graficas Edición de Arte, C.A., Caracas.
United
Airlines.
Ernst & Ernst 265 Ling-Temco- 108 390 180
Cleveland Vought,
McDonnell,
Douglas,
Gulf
&Western,
Coca Cola,
TRW, Bank
of America.
Haskings & 245 GM, Procter 75 400 155
Sells Nueva & Gamble,
York North
American
Rockwell,
Monsanto,
TWA
Lybrand, 260 ATT, Ford, 70 450 135
Ross Bros & Firestone,
Montgomery Atlantic
Nueva York Richfield,
Sperry Rand,
ALCOA,
Panam
Peat, 330 G.E., Singer, 106 660 225
Marwick, Xerox, First
Mitchell & National City
Co. Nueva Bank, Chase
York Manhattan
Price 350 Standar Oil, 54 250 180
Waterhouse IBM, Gulf
& Co. Nueva Oil,US Steel,
York Westinhouse
, Standard
Oil, DuPont,
Shell, F.Ford
Arthur Young 160 Mobil Oil, 60 370 100
& Co. Nueva Western
York Electric,
RCA,
Lockheed,
Textron, A.
Airlines,
Philips,
Petroleum
Touche Ross 150 Chrysler, 60 450 110
& Co. Nueva Boeing,
York Greyhound,
Litton, Sears,
American
Motors

Tabla elaborada a partir de estimaciones realizadas por Business Week, 22 de abril de


1972.

De hecho los componentes del oligopolio de la auditoria mundial no son mas que
ocho, que concentran en sus manos los negocios de mas de 2.100 compañías esta-
dounidenses.
Este mismo oligopolio se traslada tal cual con las grandes corporaciones a los
países del Tercer Mundo.
Recientemente en Venezuela, la promoción de Contadores Públicos y Adminis-
tradores Comerciales egresada de la Universidad Central de Caracas denuncio la ac-
ción negativa de esas compañías en ese país. Prácticamente, ocho compañías domi-
nan el 95% del mercado de ese servicio, repartiéndose la auditoria tanto a empresas
publicas como a las privadas (nacionales y extranjeras). En la lista entregada por la
acusación figuran seis de las ocho firmas cuyas actividades estadounidenses acaba-
mos de reseñar: la Price Waterhouse, la Arthur Andersen, la Arthur Young, la Peat,
Marwick, Mitchell, la Ernst & Ernst y la Lybrand Ross. Terminan la lista otras dos firmas
igualmente norteamericanas, pero de menor cuantía: Howard & Howard y Deloitte
Prender & Co. 53
Curiosamente estas firmas que pregonan la mas amplia libertad de acceso a la
información para poder emitir sus diagnósticos “neutros” son los guardianes mas celo-
sos del “secreto profesional” cuando se trata de entregar datos sobre sus propias acti-
vidades. Los datos que consignamos en el texto son resultado de revelaciones de la
revista conservadora Business Week que a raíz de un debate publico sobre el papel
nefasto de dichas firmas dio a la publicidad cifras y nombres de clientes-corporaciones
que “tradicionalmente han sido firmemente mantenidos en secreto”.
Estamos lejos de la clásicamente llamada cultura de masas. Pero de hecho nun-
ca hemos estado tan cerca de ella si aceptamos reconectar esta cultura y su redefini-
ción con la cultura que las grandes corporaciones tratan de gestar y conformar a partir
de su practica y vivencia internacionalizada.

¿Hollywood en venta?

La industria cinematográfica es quizás el área que mejor testimonia las presio-


nes ejercidas por las nuevas tecnologías, así como la estrategia envolvente de sus
propietarios, las grandes corporaciones. Recientemente, la prensa informaba que cier-
tos estudios de Hollywood habían vendido sus vestuarios y otros utensilios, que fueron

53
Manuel Rodríguez M., “Integración económica capitalista y empresas multinacionales”, Su-
plemento Cuadernos S. Caracas, n.3, julio-agosto de 1972.
a dar a las colecciones de millonarios o inveterados fetichistas. En esta ocasión, mu-
chos celebraron el desmantelamiento de la ciudadela de la cinematografía imperialista,
y saludaron la llegada de una era del cine en manos de “independientes”. ¿Hasta que
punto estos hechos parciales revelan una realidad o sirven de pantalla “liberalizadora”
para facilitar un reforzamiento de la penetración de la industria cinematográfica nortea-
mericana?

Neumáticos y películas:

El primer fenómeno que se comprueba en los últimos años es el cambio operado


en la estructura de poder de la industria cinematográfica. Los trusts tradicionales –los
“cinco grandes” (Paramount, 20th. Century Fox, Metro Goldwyn Mayer, Warner, RKO) y
los medianos (Columbia, Universal, United Artists)-, que durante mas de cuarenta años
sustentaron la industria del cine, se encuentran en periodo de reacomodación econó-
mica, y están, en su mayoría, cambiando de patrón. Ya alrededor de 1950, una deci-
sión de la Corte Suprema de EE.UU. había prohibido a los cinco grandes combinar la
función de productor-distribuidor con el servicio de exhibición. En 1950, la Paramount
Pictures Inc. fue disuelta para formar la Paramount Pictures Corporation (producción y
distribución) y la United Paramount Theatres (exhibición). La RKO se convirtió en la
RKO Pictures y en la RKO Tetares. Al año siguiente, las 385 salas de la 20th. Century
Fox fueron transferidas a una nueva compañía, la National Tetares. En 1953, la Warner
Brothers se convirtió en la Warner Brothers Picture y en la Stanley Warner Corporatio
(340 salas). Por ultimo la MGM se independizo de la Loew’s Corporation. 54

¿Como se presenta en la hora actual el panorama de los cinco grandes? 55

1] La productora Paramount es parte ahora de la corporación Gulf & Western In-


dustries, numero 64 de la lista de Fortune, que posee 1.700 plantas y oficinas en 49
países, y emplea a mas de 70.000 trabajadores. Gulf & Western tiene una división de
financiamiento y seguros, posee ingenios azucareros en Republica Dominicana, fabrica
productos tabacaleros, manufactura productos industriales (piezas de automóviles) y
explota recursos naturales (como el petróleo en Indonesia y Ecuador). En el campo de
los medios masivos, la Gulf & Western ocupa desde hace no mucho tiempo el tercer
puesto en la industria de la CATV.
La United Paramount Tetares se fusiono en 1953 con la red de televisión AB C,
que en ese momento estaba iniciando sus actividades. Ahora la ABC Paramount tiene
172 estaciones de TV afiliadas, contra las 200 de la CBS y la NBC. Maneja casi 400
salas de cine en EEUU, y tiene intereses en estaciones de TV por lo menos en 27 paí-
ses del Tercer Mundo, principalmente en América Latina.

54
Sydney W. Head, Broadcasting in American, Houghton Mifflin Co.
55
Para reconstruir la estructura del poder cinematográfico, hemos recurrido a fuentes muy diver-
sas: Televisión Factbook 1968/1970, Business Week; Advertising Age; US News & World Re-
port; Finance Magazine; Dun’s Review, The Wall Street Journal.
2] La RKO es una subsidiaria de la General Tire and Rubber Co. (productora de
neumáticos y aviones) y opera 123 cines, produce programas de TV y es propietaria de
estaciones de TV por cable, la Cablecom-General, cuarta cadena de CATV del país.
3] En 1967, el grupo Time-Life –que es propietario de varias estaciones de TV
en EEUU y América Latina (Venezuela, Argentina, Brasil), edita Time, Life (ahora des-
aparecida), Fortune, Sports Illustrated y Money, posee una empresa manufacturera de
papel (Eastex) y tiene vínculos familiares con el New York Times, compro un lote de
acciones de la productora MGM para realizar en colaboración películas educativas y
artísticas. (Time controla también una empresa de CATV, Maniatan Cable).
Por su parte, la productora MGM inicio en 1971 sus primeros pasos en la diversi-
ficación, construyendo un hotel-casino en Las Vegas por 54 millones de dólares y tres
barcos de cruceros que operaran en la costa este y oeste de EEUU y en el mar Medite-
rráneo. La otra fracción de la antigua MGM –nacida bajo el ala de la banca Loew- forma
parte de la Loew’s Corp., que labora en la industria del entretenimiento (117 cines y
teatros), del consumo (Lorillard, productores de cigarrillos Kent) y de la construcción.
Además, es propietaria de una cadena internacional de hoteles.
4] La Warner Brothers-Seven Arts fue comprada por la empresa Kinney National
Services, una de las empresas en vías de transformarse en una productora importante
de revistas, películas, programas de TV y discos (con ventas de 475 millones de dóla-
res). La Kinney acaba de absorber a la GoldmarkCommunicationsCorp., fundada por el
antiguo presidente de los CBS Laboratories para fabricar programas televisivos educa-
cionales.
Varios productores medianos, como la Uniuted Artists, por ejemplo, están tam-
bién bajo el control de las corporaciones. La United Artists es una unidad de la corpora-
ción Transamerica, que opera bancos, líneas aéreas, seguros, casas de crédito de
consumo, agencias de arriendo de automóviles, firmas de mudanzas y otras treinta di-
visiones. La Universal Pictures forma parte, junto con la importante Music Company of
América (MCA), firmemente comprometida en el mercado televisivo, de la compañía
Columbia Savings & Loan, empresa bancaria y Aseguradora.

Tabla 9

Vinculaciones: algunas series y programas de TV y corporaciones 1970.

Series de TV Corporacio- Cifra ventas. Monto gas- Rango gas- Producción


y progra- nes. tos publici- tos publici- principal
mas. dad en mi- dad que
llones de ocupa en la
dólares lista de los
100 mayo-
res inver-
sionistas en
publicidad.
Bonanza Firestone 2.335 46 39 Neumáticos
(NBC)
Gunsmoke Firestone; 2.335; 756; 46, 25; 31 39; 73; 55 Neumáticos;
(CBS) Scout Paper; 1.739 Papel; elec-
Sperry Rand trónica.
Doris Day Scott Paper 756 49 73 Papel
(CBS)
Disney Gulf Oil 6.597 18 93 Petroleo
(NBC) Corp.
Woody Kellogg 614 48 35 Alimentos
Woodpecker
Dick Van Kellogg 614 48 35 Alimentos
Dyke (CBS)
My Three Kellogg 614 48 35 Alimentos
Sons (CBS)
Charlie Coca Cola 1.606 77 12 Bebidas
Brown (CBS)
Partridge Richardson & 381 57 27 Farmaceutic
Family (ABC) Merrell os
Mod Squad Schering- 402 38 49 Farmaceutic
(ABC) (Pa- Plough os
trulla Juvenil)
Tom Jones Schering- 402 38 49 Farmaceutic
(ABC) Plough os
Mission Smith-Kline 347 29 59 Farmaceutic
Imposible & French os
(CBS)
Sarge (NBC) Smith-Kline 347 29 59 Farmaceutic
& French os
Mannix Smith-Kline 347 29 59 Farmaceutic
(CBS) & French os
Cannon Smith-Kline 347 29 59 Farmaceutic
(CBS) & French os
Area 12 Polaroid 444 19 87 Cámaras
(NBC)
Green Acres ITT 6.364 65 18 electrónica
(CBS)
Evening ITT 6.364 65 18 Electronica
News (ABC)
Meet the Santard Oil; 9.262 130 3 Alimentos
Press (NBC) (N.J.); Sears
Roebuck
Programas Kellogg; 614; 140; 48; 10; 25; 35; 100; 73; Alimentos;
infantiles Mars; McDo- 587; 358; 20; 26; 14; 86; 70; 97; 3 Confiteria;
nald’s; Mat- 598; 64; 130 Alimentos;
tel; Quaker; 9.262 Juguetes;
Topper; Alimentos;
Sears Roe- Juguetes;
buck Alimentos.
Programas Polaroid; 444 ; 8.310 ; 19 ; 19 ; ?; 87 ; 88 ; ?; Cámaras ;
Culturales Mobil Oil; 1.483 ; 35 51 petróleo ;
Xerox ; 18.144 electrónica ;
Standar Oil petróleo
Deportes Shell Oil Co. 4.331 22 81 Petroleo.
Tabla elaborada a partir de datos publicados en Advertising Age.

El intercambio cine-televisión 56

Paralelamente a estas modificaciones en los padrones de propiedad han surgido


nuevos intereses e la producción cinematográfica. En primer lugar, varias corporacio-
nes grandes han creado o absorbido a diversas productoras de películas. Ya citamos el
caso de General Electric, que desde 1970 cuenta con una subsidiaria llamada Tomo-
rrow Entertainment. Las Fleetwood Enterprises, constructoras de casas rodantes, han
inaugurado sus actividades cinematográficas con Hammersmith, interpretada por Eliza-
beth Taylor y Richard Burton. Las películas de Levine (El graduado) están producidas
por la Levine Embassy Pictures Corp., que o es sino una división de la empresa elec-
trónica-aeroespacial AVCO, surgida de su política de diversificación. La importante
compañía de perfumes Fabergé ha formado la Brut Productions. La corporación Bristol
Myers –una de las mayores empresas de productos farmacéuticos- ha transformado la
Palomar Pictures International, fundada por el jefe de programación de la ABC, en una
de sus subsidiarias, y ha decidido realizar una serie de películas para el publico infantil
y las familias. La Xerox ha auspiciado la formación de una pequeña productora llamada
Cinema X que ha rodado dos películas. El monopolio norteamericano del juguete, Mat-
tel Inc., acaba de formar la Radnitz Mattel Productions, tratando de unir su producción
de juguetes educativos con una línea de películas para los niños y la familia. Poco an-
tes Mattel había comprado la Audio Magnetics Corp., una industria de cintas y casettes.
En segundo lugar, grandes compañías y bancos están intensificando sus inver-
siones en la producción cinematográfica. Por ejemplo, las empresas de alimentos para
niños (General Foods, Quaker Oats, Sears Roebuck) son las que mayormente facilitan
el financiamiento de las películas o series educativas para los niños del tipo Sesame
Street.
El asesinato de Trotsky fue financiado por la corporación norteamericana Greyh-
ound a través de su subsidiaria bancaria suiza, sobre la cual hemos de volver. La pelí-
cula Slaughter fue producida por la American Interational Pictures, vinculada al gobier-
no mexicano y financiada en parte por un grupo de inversionistas privados norteameri-
canos, reunidos alrededor de un banco. Igual procedimiento siguió el productor Carlo
Ponti para financiar su ultima película (con Burton y Mastroianni) obteniendo fondos del

56
Elaborado a partir de las mismas fuentes que los párrafos anteriores.
Fiduciary Trust Co. de Nueva York. Esta intervención tiende a convertir la industria cul-
tural en “subsidiaria” del departamento de relaciones publicas de las grandes corpora-
ciones.
En tercer lugar, la presión de los realizadores cinematográficos estadounidenses
por lograr un mayor control sobre sus creaciones ha dado origen a nuevas formas de
asociaciones entre directores y grandes corporaciones. Es así como la Paramount Pic-
tures decidió formar un grupo con tres de los mas famosos directores de Hollywood:
Coppola (El Padrino), Friedkin (Contacto en Francia), Bogdanovich (La ultima película).
En este plan piloto, que comportaría la realización de doce películas, Paramount entre-
ga el control total de las películas a los directores después de que los proyectos hayan
sido aprobados por una junta compuesta por los tres directores y tres representantes
de la firma.
La “crisis” de Hollywood, precipitada en gran parte por los altos costos de las su-
perproducciones, 57 ha forzado a los empresarios del cine a redefinirse en dos direccio-
nes: por una parte, adopción de una línea menos costosa de producciones; y por otra,
adaptación de la cinematografía a las exigencias del mercado televisivo. El primer re-
quisito explica por qué en la primavera de 1972 Warner Brothers y Columbia Pictures,
propietaria de la empresa de TV Screen Gems, 58 han fusionado sus equipos para re-
generarse a través de los Burbano Studios, y por que la Columbia ha vendido todos sus
decorados con tan ruidosa publicidad.
Ambas compañías han invertido mas de 3.5 millones de dólares en la compra de
tres estudios especiales para video-tapes y en la realización de programas de televi-
sión. Los mismos ajustes esta efectuando la compañía Universal junto con la MCA.
El muy reciente acercamiento de la producción cinematográfica al lenguaje de la
televisión señala como la producción cinematográfica, adaptada a la nueva coyuntura,
encara su aportación a la programacion televisiva. En 1972, la industria cinematográfi-
ca formo un Comité de Coordinación del film y de la televisión y ha empezado a filmar
series de televisión de nuevo cuño que comportan series históricas (Historia de los
pueblos anglosajones) y series que trasladan a la forma televisiva los éxitos de la pan-
talla grande. La CBS esta produciendo una nueva serie, Anna y el rey, con Yul Bryner y
Samantha Eggar, y la película antibelicista Mash se transformo en episodios televisivos
bajo la férula de la 20th. Century Fox y de la ABC. Este reformulacion de la televisión
en función del cine –y viceversa, dialécticamente- es, según los productores, la señal
de que “la televisión esta entrando en un nuevo periodo de crecimiento de calidad”.
Planteamiento que se torna en sofisma cuando los mismos productores –olvidando que
no hacen sino transferir las normas del cine mercantil a través de sus actores consa-
grados comercialmente- argumentan que es la introducción de estrellas en la pantalla
chica lo que elevara la “calidad” de este medio.
Paralelamente a estas dos líneas de trabajo, las grandes compañías cinemato-
gráficas están tratando de encontrar nuevos sistemas de distribución de sus películas

57
Películas como Tora, Tora, Tora de la 20th. Century Fox costaron unos 25 millones de dólares
y han producido una ganancia de apenas 45 millones. (“Big budget films get the ax at Fox”,
Business Week, 27 de mayo de 1972). En cambio, la película Slaughter costo unos 800.000 dóla-
res.
58
La Screen Gems que comercializa las películas de la Hanna Barbera Productions y series como
Los Tres Chiflados tiene intereses en la TV en Venezuela y Puerto Rico.
para abarcar otro tipo de clientelas como los hoteles, los hospitales, los grandes con-
juntos habitacionales y las guarderías infantiles. así, en 1972, la MGM se asocio a la
productora de equipos cinematograficos Bell & Howell Co. y a la compañía Primary
Medical Communications para ofrecer a los hoteles y hospitales una gama articulada
de películas y de equipos de exhibición (video-cassettes, CATV).

Los niños, nuevo publico del imperialismo.

Al trasladarse de la CBS a la Kinney National Services, el famoso Goldmark –


pionero de la TV en colores e inventor de la video-cassette de la CBS- declaraba a la
prensa: “Estoy particularmente entusiasmado cuando observo las nuevas vías que abre
la técnica del video para la educación, y quisiera ayudar a hacer la educación mas ape-
tecible –y comercializable- haciéndola mas entretenida (...) Mi ideal es realizar una lar-
ga serie de programas de tipo Sesame Street que abarque cada nivel para cada grupo
de edad, desde los mas jóvenes hasta los mas viejos.” 59
Esta afirmación pinta bien una de las líneas estratégicas que están siguiendo (y
profundizarán) las grandes corporaciones elaboradoras de la agresión cultural imperia-
lista. “Aprender riendo”: la penetración a través de programas pedagógicos con el ropa-
je del entretenimiento. En esta invasión, que abandona al “hombre medio”, denomina-
dor común de la clásica cultura de masas, para sectorializar sus destinatarios, el publi-
co infantil es un privilegiado. No es una casualidad el hecho de que fabricantes de ju-
guetes, como la Mattel –que absorbió hace poco la centenaria compañía de circo vincu-
lada con la CBS, la Ringling BROS. and Bamum & Bailey Combined Shows-, procuren
llegar a una integración horizontal de sus productos para niños. No lo es menos su re-
ciente iniciativa de ampliar su sucursal latinoamericana de Mexicali, que le provee, jun-
to con filiales de Asia y Europa, un 15% de sus ingresos. Todo esto se explica cuando
se sabe que México esta transformándose en el centro de doblaje y adaptación de las
series educativas que se exhiben en los Estados Unidos como Sesame Street.
En 1973, dicha serie, adaptada al castellano gracias a los aportes de la Xerox,
que financio mas del 60% del costo de producción, debe haberse estrenado en por lo
menos 15 países latinoamericanos. En febrero ya la habían adquirido Argentina, Chile,
Ecuador, Panamá, Venezuela, México, Puerto Rico, Costa Rica, El Salvador, Hondu-
ras, Guatemala y Nicaragua, y Brasil había estrenado la versión en portugués.
Concebida inicialmente, hacia 1968, como serie no comercial Sesame Street se
exhibe en la actualidad en las pantallas de mas de 60 países. Por si fuera poco, el ter-
cer fabricante de juguetes de EEUU, la Topper Corp. (64 millones de dólares de ventas
contra los 350 millones de la Mattel), decidió en 1969 orientar toda su sección Educa-
tional Toys Inc. en función del modelo Sesame Street, desarrollando una línea de pro-
ductos educacionales de bajo costo sobre la base de “las características y los concep-
tos televisivos de Sesame Street”. 60
La metamorfosis de este renglón de la industria de entretenimiento traduce a la
perfección una situación –generalizable a todos los dominios de la producción cultural-
donde se están enfrentando la línea clásica del juguete “cultura de masas” inaugurado

59
“What Goldmark Hill do alter CBS”, Business Week, 8 de enero de 1972, p.64.
60
Advertising Age, 30 de agosto de 1971.
por la comercialización plástica de los héroes de las Walt Disney Productions, y la línea
del juguete educacional, que relega la concepción univoca del juguete-ocio. Lo que
cabe agregar es que, pese a rechazar los arquetipos de Disney, Mattel y Topper están,
de todos modos, atrapados en una secuencia comercial del mismo tipo: afiliación con
estudios cinematográficos y televisivos que proporcionan héroes y gadgets para la
educación masiva. La misión de los “expertos educacionales” se redujo a ayudar a los
nuevos empresarios culturales a ascender otro peldaño de la misma escala.
La profundización de la línea educativa infantil hace surgir, en los primeros pues-
tos de la lucha ideológica mundial, organismos que hasta ahora tuvieron un papel muy
especifico en la penetración cultural del imperialismo, pero que estaban preparando
desde hace años el advenimiento de esta nueva fase de la agresión.

Tabla 10

¿A quienes pertenecen las productoras y distribuidoras de TV y cine?

Cine y TV Corporación mayor. Producción principal.


Paramount Cine, Gulf & Western Industries Tabacos, seguros, materias
Paramount CATV. primas, etc.
RKO cine, Cablecom Gene- General Tire & Rubber Neumáticos y aeronáutica.
ral.
ExUnited Paramount American Broadcasting Co. Cadena de TV.
Tetares. (ABC).
Metro Goldwyn Mayer Distr. Loew’s Corp. Cigarrillos, hoteles.
Maniatan Cable, Metro Time-Life. Prensa, industria papel, TV.
Goldwyn Mayer Prod.,Time
Life Broadcasting.
Warner Bros, Seven Arts, Kinney National Services. Comunicaciones, bancos,
Goldmark seguros.
Comm.Co.,Columbia,Scree
n Gems,Burbank.
United Artists Transamerica Corp. Banco, crédito, línea aérea,
construcciones, etc.
Music Company of America Columbia Savings & Loan. Banco, ahorro, etc.
(MCA), Universal Pictures.
National Broadcasting Co. Radio Corporation of Electronica.
America (RCA).
Teleprompter (CATV), Hughes Aircraft, Hughes Aeronautica, petróleo.
Hughes Sport Network. Tool.
General Learning. Time-Life, General Electric. Prensa.
Tomorrow Entertainment, General Electric. Electronica.
G.E.Cablevision Corp., G.E.
Broadcasting Co.
Learning & Leisure, Time Westinhouse. Electronica.
Co.
Levine Embassy Pictures AVCO. electrónica, aeronáutica.
Co.
Ringling BROS-Barnum & Mattel. Juguetes.
Bailey, Mattel Radnitz.
Palomar Pictures Internat. Bristol Myers. Farmaceuticos.
Cinema X. Xerox. Computadoras.
Brut Productions. Fabergé. Perfumes.

Entre estos nuevos instrumentos, 61 se destacan particularmente la fundación


Ford y la fundación Carnegie, que en Estados Unidos tomaron desde 1950 las riendas
de la televisión educativa y se han convertido a partir de 1967 en los principales dueños
y mentores de la televisión publica de su país, la CPB (Corporation for Public Broad-
castig) que opera el Fourth Network de Nueva York y el PBS (Public Broadcasting Ser-
vice) que selecciona, confecciona y distribuye los programas a escala nacional. La se-
rie Sesame Street, por ejemplo, fue realizada por los expertos de la fundación Ford jun-
to a la Cernegie, la Oficina de educación de Estados Unidos y otros organismos guber-
namentales.
En 1970, a esta serie destinada a los niños en edad preescolar, la fundación
Ford, siguiendo la política de sectorializacion de los públicos, agrego otra, The Electric
Company, para los niños de 7 a 10 años. Cabe señalar que desde 1966, la fundación
ha efectuado repetidamente estudios y gestiones en la Comisión Federal de Comuni-
caciones (FCC) para que se reserven de manera permanente dos canales de televisión
vía satélite para la transmisión de programas educativos. Por otra parte, realizando in-
formes junto a la Rand Corporation, esta tratando de conseguir que la misma Comisión
apruebe sus planteamientos y proyectos sobre lo que ha llamado “el dividendo del pue-
blo” (people’s dividend). Se trata de que en las licencias para explotar los canales de
TV por cable (CATV), la Comisión dé preferencia a las estaciones de la TV publica, las
universidades, las bibliotecas y los grupos comunitarios. Paralelamente, la fundación
Ford acordó subsidios a la experiencia MINERVA (Múltiple Input Network for Evaluating
Reactions, Votes and Actitudes), que trata de realizar programas de TV por cable don-

61
The Ford Foundation, Annual Report 1970 y 1971; The Fourth Network, a study by the
network proyect, Columbia University, Nueva York, 1971. Para un análisis exhaustivo de las
implicaciones de las nuevas series teleducativas en la estrategia de pacificación norteamericana,
véase el estudio realizado con posterioridad a la redacción del presente libro: A. Mattelart, “El
imperialismo en busca de la contrarrevolución cultural: Plaza Sésamo, prologo a la telerrepresion
del año 2000”, revista Comunicación y Cultura, Buenos Aires-Santiago de Chile, 1972, n.1, pp.
146-223.
de están asegurados el intercambio emisor-receptor y la consecuente “participación” de
las comunidades en su propia comunicación. 62
En el Tercer Mundo, la fundación esta financiando proyectos relacionados con la
comunicación masiva en India, Argentina, Brasil y Colombia. En América Latina, otras
instituciones norteamericanas están también embarcadas en proyectos de TV educati-
va: la Universidad de Texas (México, El Salvador y Colombia), la Universidad de Stan-
ford (Colombia y El Salvador) y la Universidad de Wisconsin (Colombia y Brasil). Todos
estos proyectos están respaldados por el dinero de la AID, del Banco Mundial y de las
grandes corporaciones. 63
Cabe recordar que muchos de estos centros de estudios superiors de EEUU fue-
ron, en 1969, los promotores del famoso Plan Cavisat (Centro Audiovisual Vía Satélite)
que se proponía elaborar programas internacionales de televisión educativa vía satélite
para los países latinoamericanos a partir de los centros de la metrópoli. El Plan Cavisat
fue denunciado en varias oportunidades, hasta en el Consejo Interamericano para la
educación, la Ciencia y la Cultura. En la actualidad, la universidad que concentra las
experiencias de televisión educativa vía satélite es la de Wisconsin, que ha establecido
el EDSAT (Educational Satellite), un centro multidisciplinario destinado al estudio de las
aplicaciones educativas y sociales de las telecomunicaciones vía satélite y al desarrollo
de modelos de transmisión y recepción. En el curso de los últimos años el centro ED-
SAT ha promovido un conjunto de intercambios experimentales en materia medica y
educativa. En el Caribe, por ejemplo, esta colaborando con una asociación de universi-
dades para determinar la factibilidad de un sistema experimental de educación vía saté-
lite. La investigación incluye un empadronamiento de los recursos disponibles y arre-
glos organizativos necesarios para las actividades de un satélite regional e intenta de-
terminar los padrones de comunicación y las necesidades de educadores e investiga-
dores. En el Pacifico Sur, ha llegado a acuerdos con las Universidades de Wellington,
Sydney y otras dos entidades ( Armidale University y University of South Pacific) para
preparar un proyecto de envergadura que abarque toda la región.
En 1972, la Universidad de Hawai lanzo el programa de TV educativa PEACE-
SAT (Pan Pacif Education an Communication Experiments by Satellite Programs) que,
utilizado un satélite experimental de la NASA (ATS-1), dispone de 8 estaciones terres-
tres cuyo costo unitario no supera 1.500 dólares, instaladas en Hawai, Samoa, Fiji,
Nueva Guinea, Nueva Zelandia, Saipan y Tonga. 64
Pioneros de los estudios sobre opiniones y actitudes de la población en materia
anticonceptiva, que prepararon en el Tercer Mundo la entrada masiva de sus tesis so-
bre la sobrepoblación absoluta, los expertos de la fundación Ford y del Massachussets
Institute of Technology realizan ahora las investigaciones para preparar psicosocial-
mente a la población de India a recibir los “beneficios” de las transmisiones vía satélite.
Todo esto forma parte de la nueva política “agains educational despair” de la fundación,
presionada por la realidad de los grupos juveniles de la metrópoli. Los propios informes

62
Eugene Leonard, “MINERVA: a participatory technology system”, Bulletin of the Atomics
Scientists, noviembre de 1971.
63
Subliminal warfare, the role of latinamerican studies, NACLA, 1970.
64
Delbert D. Smith, “Educational Satellite Telecommunications: the challenge of a new
technology”, Bulletin of the Atomics Scientists, abril de 1971, vol. 27, n.4; “More attention to
Satcom users urged”, Aviation Week and Space Technology, 12 de junio de 1972.
de la fundación no ocultan los elementos del diagnostico que preside el delineamiento
de su política de integración para con la minorías negras, puertorriqueñas y chicanas.
Leamos algunos párrafos de su Annual Report del año 1971:
“Otro fenómeno externo con implicaciones decisivas para la educación lo consti-
tuye, desde luego, la frustración creciente de los grupos minoritarios. Los negros, los
puertorriqueños, los mexicanos-norteamericanos y los indios norteamericanos en el
curso de la década del 60 vieron por primera vez alguna luz en el termino del largo y
sombrío túnel de sus vidas transcurridas en la segregación. Fenómeno totalmente
comprensible, quisieron emerger a la luz a un ritmo mas rápido que el que la sociedad
entera había preparado para recibirlos. así se volcaron hacia acciones nuevas y mas
agresivas buscando y utilizando el poder político para lograr sus propios objetivos.
Algunas minorías de jóvenes activistas, especialmente, escogieron nuevas for-
mas de separatismo basadas en la identidad y orgullo del grupo. Todos estos movi-
mientos reverberaron sobre las instituciones educativas que empezaron a abrir sus
puertas a un numero cada vez mayor de estudiantes pertenecientes a estas minorías,
con resultados análogos a los que vinieron de las presiones inducidas por la guerra
sobre la educación superior (...) La fundación cree que el problema mas álgido de
EEUU es llevar a los grupos minoritarios y a la gente pobre el usufructo de una plena
ciudadanía tan prometida y tan negada por largo tiempo. Por lo tanto, la labor de la
fundación en el campo educacional esta basada ante todo sobre este propósito.”
Al tenor de este informe, se entiende mejor la razón de los programas que desa-
rrolla la fundación con los adolescentes chicanos de San Antonio, Texas y también el
porque en Sasame Street en su versión original conviven tan idílicamente tantos niños
negros y mestizos. Otras series como misión Imposible y Pantalla Juvenil no han espe-
rado a los psicólogos sociales de la fundación Ford para entender la necesidad de inte-
grar la “negritud” en sus aventuras emancipadoras de los grupos oprimidos.
Desde luego, igual que esta ocurriendo en el ámbito de la llamada cooperación
científica internacional en materia de climatología, la “educación” y lo “infantil” se tornan
una coartada mas para silenciar los esquemas ideológicos que reflejan los modos de
pensar y sentir de las pedagogías elaboradas por los adultos –vía las grandes corpora-
ciones- de la metrópoli. El mito remozado de la asepsia del mundo educativo y de la
infancia sirve también para congregar alrededor de dicho proyecto, y recibir su cobertu-
ra “neutral”, a los numerosos organismos internacionales que ven en la educación, la
ciencia y la cultura una “manera de tender un puente que supera la agresividad de las
ideologías en pugna”, y celebran los programas de TV de tipo Sesame Street como un
modelo de “verdadera televisión internacional”. 65
El mito del fin de las ideologías a través de los tiernos se institucionaliza aparen-
tando cerrar una época oscurantista donde los niños solo tenían series “repletas de
violencia” como misión Imposible y Patrulla Juvenil para realizar su socialización. Al
promover las nuevas series fuera del circuito tradicional del ocio, el imperialismo así
disimulado aparenta sentar en el banquillo a los fabricantes de la cultura de masas.
Pero, de hecho reanuda con el mismo esquema vertical de relaciones sociales endere-
zándolas con el chocolate fabricado por las grandes corporaciones que financian esta
apertura al “mundo maravilloso” de la infancia y sus blandos mercados. En forma para-
dójica, los mitos de Disney sobre la inocencia de sus personajes adultos con cuerpo de
niño entran, oficialmente y de lleno, en las aulas, que dejan de pertenecer exclusiva-

65
El Correo de la UNESCO, Paris, febrero de 1971, p.9.
mente a la austera escuela y se ensanchan según la auto publicidad de sus promotores
hasta cobrar las dimensiones del “mundo”.

Perú: incompatibilidad con la reforma educacional.

Hasta la fecha, Perú es el único país latinoamericano –exceptuando a Cuba que


desde hace tiempo o es parte integrante de los circuitos norteamericanos de distribu-
ción televisiva- en haber rechazado en forma fundamentada la introducción de la serie
Sesame Street, rebautizada al castellano Plaza Sésamo, en sus canales de televisión.
En efecto, en el curso de octubre de 1972, el Ministerio de educación denegó al canal 5
o Empresa Editora Panamericana, que ya había comprado la serie con intención de
propalarla en el país, el permiso de exhibirla en las estaciones de televisión nacionales.
Su decisión se basa en la incompatibilidad existente entre la concepción del pro-
grama Sesame Street y los objetivos de la reforma educativa. Leamos algunos puntos
de la argumentación del Ministerio:
a) El Programa Plaza Sésamo esta encuadrado dentro de una concepción edu-
cativa que difiere de la manera mas absoluta con los objetivos que establece nuestra
reforma.
b) El sistema establecido para pasar de una escena a otra, a través de peque-
ños elementos de color apoyados con efectos musicales, induce al niño a tener un con-
cepto del orden totalmente rígido, invariable y despersonalizado. Nuestra reforma plan-
tea la participación creativa y personal de los educandos dentro de un ordenamiento
variable, establecido de acuerdo con las circunstancias, las edades y las capacidades.
Acostumbrar a los niños, mediante motivaciones audiovisuales de gran impacto, a la
idea de ordenamientos esquemáticos, rigurosos y permanentes, es totalmente contrario
al espíritu de la Ley General de educación.
c) Plaza Sésamo tiene un concepto de la participación dirigida y vertical. Las
personas mayores piden siempre la colaboración de los niños para ejecutar un trabajo
estableciendo las normas y los sistemas de realización. Nuestra reforma ha dejado cla-
ramente definido que lo importante en el acto de la participación es el deseo espontá-
neo y la creatividad colaboradora, capaz de generarse de abajo hacia arriba para en-
contrar respuestas dialogales en vez de ordenes alienantes.
d) La enseñanza de los números y de las letras se imparte en Plaza Sésamo a
través del antiguo sistema memorístico abstracto y mecánico.
e) Muchos de los muñecos que aparecen en Plaza Sésamo son figuras defor-
madas de animales, de tal modo que llegan a la monstruosidad. Esto, al margen de
ofrecer una idea completamente falsa de la realidad, provoca en los educandos motiva-
ciones inconscientes de temor e inhibición sumamente peligrosas.” 66
Excede los limites del presente libro ahondar en las estructuras de este producto
que, al decir de sus promotores, “se convirtió en la serie con mas investigación en la
historia de la televisión”, evaluando cada episodio y cada paso antes de su salida al

66
Documento dactilografiado puesto a nuestra disposición gracias a la gentileza, que agradece-
mos, de los profesores del Ministerio de educación Augusto Salazar Bondy y Samuel Pérez Ba-
rreto.
aire. Pero, eso si, cabria agregar a las conclusiones de los educadores peruanos sobre
el autoritarismo latente de dicho programa que los informes de “los expertos en con-
ducta infantil y psicólogos de renombre”, estadounidenses y latinoamericanos, encar-
gados de la adaptación de Sesame Street a la realidad de nuestro continente, conjugan
un cientificismo aparentemente muy desarrollado con un analfabetismo ideológico que
les hace arribar a conclusiones sobre la “universalidad” de la pedagogía propia del con-
cepto metropolitano como si se tratara de resolver una ecuación de primer grado (como
indica abruptamente el informe mecanografiado de presentación de la serie en América
Latina: “Sesame Street tiene tanto éxito en los Estados Unidos que fue razonable se-
guir gran parte de su desarrollo estructural para la creación de una serie latinoamerica-
na”). Esta ingenuidad preñada de paternal colonialismo surge a todos los niveles, tanto
cuando estos expertos esbozan un paralelismo entre el niño del norte y los niños lati-
noamericanos como cuando confiesan sus intenciones de buscar un lenguaje “neutral”
para internacionalizar la serie, limando de esa forma diferencias que en ultima instancia
pertenecen a la realidad de clases. A juicio de dichos expertos, la única solución para
que este niño latinoamericano se desvista de su complejo de inferioridad –que al pare-
cer sitúan en un plano estrictamente racial- residiría en la adopción de las pautas de
autovaloración probadas e internalizadas “científicamente” por niños cuya vida cotidia-
na transcurre en el marco del poderío imperialista.
Dejemos hablar a los propios informes contenidos en el “Resumen de la primera
junta de planeacion para la versión española de “Sesame Street”.
“Conveniencia y propiedad de la serie en una adaptación única para toda Améri-
ca Latina, y de la televisión como medio importante para llegar a los niños pobres de
esa región. (...) Hay una diferencia básica entre América Latina y los Estados Unidos
de Norteamérica en cuanto que los niños norteamericanos ven bastante mas televisión
y se tornar relativamente sofisticados desde muy pequeños. Se mencionaron los si-
guientes puntos para ser estudiados de manera especial al adaptar la serie adecuada-
mente para todos los países de América Latina: a) Sensación de identidad entre los
niños y los personajes principales de la serie; b) Deberá usarse un español neutral, to-
mando en cuenta la diversidad de pronunciaciones y vocabularios en el Continente. (...)
En el área del “Niño y su mundo”, deberá insistirse en el desarrollo personal con el fin
de superar el pobre concepto que de si mismo tiene el niño latinoamericano. Los niños
deberán desarrollar una mayor estimación propia mas por lo que logran, que por verba-
lizacion o fantasía. a) El niño deberá desarrollar ciertas habilidades básicas que, una
vez adquiridas, lo harán sentirse orgulloso; b) El cuerpo humano y su formación son
parte sumamente importante de la comprensión que tenga el niño de si mismo; c) El
poder demostrar y clasificar emociones es fundamental, ya que la tradición hispánica
se opone a mostrar emoción.(sic).
Se hicieron otras sugerencias como exponer al niño a nuevos ambientes, combi-
nar habilidades, obtener mayor participación del auditorio, proponer mas juegos, usar
canciones de los diferentes países latinoamericanos, presentar héroes que no sean
militares, e insistir sobre la necesidad de la cooperación de la comunidad, ya que en
América Latina se da mayor énfasis a la cooperación de la familia que a la de la comu-
nidad.
Resumiendo la discusión de los “objetivos del currículo” para América Latina, fue
acordado que las categorías de objetivos utilizados en EEUU, podían ser utilizables en
América Latina, pero que el contenido educacional y los motivos de entretenimiento,
debían ser diseñados para reflejar la vida y actitudes de los latinoamericanos. Fue su-
gerido específicamente que se ocupara menos tiempo en la enseñanza de las letras y
mas tiempo a metas como el yo, papeles sociales e interacción social.”
En una primera aproximación somera, otro campo de interrogantes consistiría en
preguntarse por que la serie se desenvuelve alrededor de una familia en que la elec-
ción de personajes no es por cierto neutral, marcando al contrario esta famosa interac-
ción social.
“El padre es un artesano, probablemente mecánico u hojalatero (en la versión
definitiva es mecánico electricista); la madre no trabaja; pueden tener tres niños de 8 y
6 años, y el tercero un bebé del que se hablará pero que no aparecerá en la película;
un familiar de la esposa, hermana o sobrina, es parte de la unidad familiar y estudia
para profesora (después se transformo en enfermera). Posiblemente hay un personaje
masculino, amigo de la familia, que es la figura fuerte, positiva y aventurera, aparece y
desaparece. El otro personaje adulto, seguramente el de mayor edad, es dueño de un
pequeño comercio de artículos varios que atiende el mismo.
De hecho, tras esta elección de un lugar social, vuelven a asomarse los mitos
del mundo infantil del “tradicional” Disney: a) La sustitución del padre –fenómeno para-
lelo la exilio del proceso de producción material e histórico- por un personaje masculino
que aporta desde el exterior fuerza y aventura (imagen del difusionismo cultural del
centro metropolitano que seria el dispensador del progreso e historia del Tercer Mun-
do); b) El arrinconamiento de la mujer en su universo tradicionalmente definido, el de
las tareas de madre y esposa y aquel de las ocupaciones profesionales, por ejemplo,
enfermera, que extrapolan y le permiten irradiar sus cualidades de feminidad; c) La de-
saparición del proletariado y de la producción industrial sustituidos por el mundo indivi-
dual del artesano propietario de su propio taller o del, también propietario, comerciante
de artículos varios.
Para ilustrar estos últimos rasgos, retomaremos algunas de las acotaciones que
hacíamos en abril de 1973 en una serie de artículos escritos junto al periodista Daniel
Waksman y publicados en la revista Chile Hoy en ocasión del estreno, por parte del
canal de TV que controla la derecha, de Plaza Sésamo. La introducción de esta serie
en las pantallas chilenas ocurrió precisamente en el momento en que la reacción chile-
na desataba su campaña contra la Reforma Educacional (Escuela Nacional Unificada)
del Gobierno Popular alegando que la nueva escuela “no es chilena, porque se basa en
experiencias extranjeras incompatibles con la idiosincrasia chilena”.
Sesame Street-Plaza Sésamo como el televidente chileno puede comprobarlo de
lunes a viernes, a las 18 horas, no lanza otros mensajes explícitos que los estrictamen-
te pedagógicos. Claro, a esta altura corresponde preguntarse (y ya se sabe que la res-
puesta es negativa), si existen mensajes “estrictamente pedagógicos”, neutrales. En
todo caso, Plaza Sésamo no dispara consignas. Como se dice en su numero reciente
del “Correo de la UNESCO” entusiasta propagandista de la serie, ésta sólo “se propone
enseñar a los niños el abecedario, los números y los elementos básicos de la aritméti-
ca, a fin de ampliar su vocabulario y estimular su capacidad de razonamiento, haciendo
que abran los ojos al mundo que los rodea”.
Al mundo de Plaza Sésamo mejor dicho. Y éste, como pronto se descubre, es un
mundo muy especial. Que, como todos, se define por sus características mas triviales,
mas “inocentes”, mas “neutrales”.
La observación atenta de algunos episodios de la serie permite descubrir una
enorme cantidad de detalles que, sumados y combinados, toman carácter significativo.
Por ejemplo, los personajes centrales masculinos (y adultos) son todos propietarios (de
su taller electromecánico, de su tienda), y esa relacion de propiedad aparece como to-
talmente natural. En ningún momento ella provoca o es susceptible de provocar contra-
dicción alguna. Ni siquiera se trata de una propiedad “ofensiva” por sus dimensiones; al
fin y al cabo el programa esta concebido sobre todo para integrar culturalmente a los
“niños pobres” (“para que éstos lleguen a alcanzar a sus compañeros de clase media
en la escuela educativa”, según postulan los responsables de la serie), y sería mani-
fiestamente desatinado que los personajes fueran, por ejemplo, altos ejecutivos de la
Xerox (la corporación transnacional que auspicia la emisión). No, Gonzalo es un mecá-
nico, un simple mecánico. Pero no un obrero, desde luego: el mundo industrial no apa-
rece en el programa. Gonzalo es artesano, dueño de su taller, que no explota ni es ex-
plotado. La de mecánico, por lo demás, no es aquí una categoría social, sino una fun-
ción:”los mecánicos son importantes, porque arreglan bien los motores”, aprenden los
pequeños telespectadores según una rotunda definición que se les proporciona ya en
el primer episodio de la serie. Junto con el deletreo del vocablo “mecánico”, pues, se
les esta enseñando a deletrear ese fenómeno mucho mas complejo que se llama divi-
sión social del trabajo. Luego se les explicara para que sirven los médicos, los agricul-
tores, los bomberos, los policías. La alfabetización se realiza simultáneamente a dos
niveles. Ambas pedagogías se superponen y la implícita resulta, en ultima instancia, la
fundamental.
También en el primer episodio don Ramón, otro de los personajes habituales de
Plaza Sésamo y dueño de una tienda, explica que esa mañana vendió tales y cuales
productos y que con el dinero obtenido él y su esposa pueden subvenir a sus necesi-
dades. Toda una lección, magistralmente sintética, sobre el papel del dinero. Este, sin
olor ni dueño, sólo tiene la función de servirnos (a todos, porque en Plaza Sésamo nin-
gún personaje parece carecer de él ni enfrentar jamás problemas económicos) para
intercambiar unos bienes por otros. El dinero no tiene ideología. El dinero es “neutral”.
Comprar y vender son actos que emanan de la naturaleza de las cosas. Siempre y en
todos lados hubo y abr compras y ventas.
La ejemplificación podría continuarse larguisimamente. Lo interesante es que to-
das estas enseñanzas que se imparten fluidamente junto con la de las letras y los nú-
meros no pueden ser impugnadas fácilmente. Los niños deben “abrir los ojos al mun-
do”, se supone. Y algún mundo había que elegir, alegaran los autores. El mundo elegi-
do (y aquí el concepto de “neutralidad” se va tornando cada vez mas pantanoso) es
para el caso el mundo de la clase media norteamericana, que asume caracteres para-
digmáticos para los niños latinoamericanos a los que se dirige Plaza Sésamo.
El acriticismo con que se presenta este mundo es además perfectamente cohe-
rente con la conducta acritica que la serie muestra en (y exige de) los niños: estos obe-
decen dócilmente las instrucciones de los adultos, no toman nunca iniciativas, aceptan
sin discusión ni duda las explicaciones que éstos les ofrecen sobre el origen y la natu-
raleza de las cosas. Los caballitos de mar y las operaciones aritméticas son tan natura-
les y están tan fuera de todo posible cuestionamiento como la compraventa o la rela-
ción de propiedad. Esta “neutralidad” preserva así de divagaciones estériles y/o peli-
grosas a las tiernas mentes infantiles de la generación de Xerox...
Esta óptica no resulta, desde luego, sorprendente. En realidad, no hay ningún
motivo razonable por el cual los pedagogos y los hombres de TV norteamericanos de-
bieran concebir y realizar una serie que no reflejara y procurara transmitir los valores y
las estructuras que definen a su sociedad. Pero el problema se complica cuando el
programa, amparado en su carácter de “neutral y educativo”, pretende contribuir a la
modelación de otras sociedades. Lo particular se disfraza entonces de universal y se
pretende hacerlo pasar por valido para todos (previas algunas “adaptaciones” y ajustes
adjetivos).

La ofensiva ideológica pasa por la diplomacia.


Afortunadamente, otras agencias oficiales del gobierno de EEUU se encargan
de despertarnos del sueño uterino de las fundaciones educativas recordándonos que
no hay ninguna parcela que escape a la guerra.
Debemos llegar –declara en una entrevista en mayo de 1972 Frank Shakespea-
re, director de la USIA-, a reconocer la naturaleza del enemigo. Estamos en una guerra
psicopolitica y debemos amoldarnos de manera mas satisfactoria. 67
Estas declaraciones y líneas de trabajo contrastan con las proyecciones hiperbó-
licas de los ejecutivos o delegados de las grandes corporaciones destinadas a imple-
mentar la política norteamericana de comunicación al nivel mundial.
En el curso de este decenio –predice Joseph Charyk, presidente de COMSAT-
abr bibliotecas electrónicas de un país instantáneamente abiertas a los estudiosos de
otro. Periódicos, revistas y libros enviados en facsimil de las oficinas editoriales centra-
les, se publicaran al mismo tiempo en una docena de ciudades distantes.
Los niños de las escuelas de las naciones en desarrollo dispondrán a voluntad
de los mas adelantos materiales y técnicas pedagógicas. 68
“Haya sido o no su intención, acaban de firmar ustedes el primer borrador de una
Constitución de los Estados Unidos de la Tierra.” Esta ultima frase pertenece al escritor
científico Arthur Clarke ante los signatarios del Convenio INTELSAT en 1971.
Cualquiera de estas apologías, que buscan eliminar el signo ideológico de la
tecnología y los intereses de clase de sus dueños, puede figurar indistintamente en la
publicidad comercial de las grandes corporaciones electrónicas (servimos a las perso-
nas y a las naciones del mundo: ITT) o en los textos oficiales del Departamento de Es-
tado. Pues la panacea de la ciencia y la tecnología aeroespaciales se han convertido
en el santo y seña de la política del mesianismo foráneo de EEUU y sus componentes
económicos. En febrero de 1970, Nixon lo explicitaba en su mensaje al Congreso: “los
avances sin precedentes de la ciencia y de la tecnología así como las explosiones de la
población, de las comunicaciones y del conocimiento, requieren nuevas formas de co-
operación internacional”. Menos de seis meses mas tarde, proponía la creación de un
Instituto Internacional de Desarrollo de Estados Unidos “para brindar el genio de la
ciencia y la tecnología norteamericanas para resolver los problemas de desarrollo”. Y
en 1971, el secretario de estado Rogers precisaba el papel de los satélites artificiales
en esta política: “La tecnología de satélites tiene un gran potencial para el desarrollo
(...) Esta cercano el día en que el tiempo podrá ser pronosticado semana antes, lo que
redundaría en beneficio de los países que dependen de la agricultura (...) Estamos an-

67
Frank Shakespeare,”Who’s winning the propaganda war” U.S. News and World Report, 1º de
mayo de 1972.
68
En Selecciones del Reader’s Digest, Santiago de Chile, agosto de 1972, p.62.
siosos por aplicar la tecnología de modificación del tiempo, tan pronto sea aplicable, a
los problemas de las regiones subdesarrolladas.
Estamos también alertas ante la necesidad de considerar los arreglos interna-
cionales para negociar las implicaciones de este nuevo fenómeno (...) Hemos convida-
do a otras naciones para que propongan experimentos en el marco de dicho programa.
Hemos empezado programas de adiestramiento en otros países, incluyendo México y
Brasil, proporcionándoles las capacidades necesarias para utilizar los datos consegui-
dos del satélite (/...) En otro uso de la tecnología de satélites, India y EEUU se han
comprometido en una experiencia común para brindar la televisión educativa vía satéli-
te a los pueblos de la India (...) La tecnología esta dando rápidamente el hombre la po-
sibilidad de explotar los recursos de los fondos marinos. Una proposición hecha por el
presidente Nixon en el mes de mayo, plantea hacer de estos recursos la herencia co-
mún de la humanidad (...) Esto también proporcionara un sistema de regalías; una par-
te sustancial de las mismas podría ser utilizada para la asistencia económica a los paí-
ses subdesarrollados. (sic) 69
Los antecedentes sobre la Guerra climatológica y las desvirtuaciones bélicas de
las nuevas tecnologías manejadas por las corporaciones multinacionales son suficien-
temente elocuentes como para eximirnos de todo comentario acerca de estos textos
que niegan tan fácilmente la lucha de clases internacional. En este sentido, ninguna
operación revela mejor la fantasmagoría del mesianismo tecnológico del imperialismo
como un frío análisis de las relaciones de poder en su expansión económica.
Para lograr el consenso “internacional” sobre las “nuevas formas de coopera-
ción” y naturalizarlas de tal manera que enmascaren su carácter de “nuevas formas de
penetración”, Estados Unidos ha desencadenado al nivel de todos los organismos in-
ternacionales una ofensiva diplomática –no siempre exitosa- con el fin de hacer triunfar
su norma sobre el uso de dichas tecnologías.
En julio de 1972 se efectuó en Paris la decimoséptima sesión de la UNESCO,
que propuso previamente a los Estados miembros el borrador de una declaración de
carácter general sobre “los principios que guían el uso de la televisión vía satélite para
el libre flujo de la información, la expansión de la educación y un mayor intercambio
cultural”. 70
Este documento traducía las preocupaciones de la organización frente a la posi-
bilidad de transmisión vía satélite de programas directos hacia los hogares receptores.
Lo que nos interesa recalcar a continuación no es este documento sino los comentarios
de que ha sido objeto este borrador en las altas esferas de la Casa Blanca, así como
los memorandos confidenciales a que ha dado lugar. De estos memorandos extraemos
los elementos capaces de hacer entender la posición táctica del gobierno de EE.UU. 71
“1.- El presente borrador (de la UNESCO) (…) ha causado considerable apren-
sión en las mayores compañías de televisión tanto en EEUU como en Europa. De
hecho, en una asamblea de las uniones regionales de televisión que tuvo lugar en Ro-

69
Para los discursos de Nixon y Rogers, vease: “United Status foreing policy in a technological
age”, Newsletter, Departament of State, febrero de 1971, n.118, pp.2-4.
70
UNESCO, General Conference, 17º Session, Paris, 1972, Documento 17 C/76. 21/7/1972.
71
U.S. Government, Memorando to Samuel De Palma from John E. Upston; U.S. National
Commission for UNESCO, Advisory recommendation.(copias mecanografiadas).
ma en marzo ultimo, las entidades norteamericanas y europeas de televisión declara-
ron inaceptable el borrador. Lo mas peligroso, en su opinión, es que una declaración de
este tipo puede algún día servir de base para reglamentar (en la forma de una conven-
ción internacional) la conducta de las naciones y sociedades respecto a las transmisio-
nes espaciales.”
“2.- En el seno del gobierno norteamericano, la opinión esta dividida. Por un la-
do, la USIA (US Information Agency) y la Oficina de Telecomunicaciones/Casa Blanca
están a favor de un flujo totalmente libre de la información, una circulación sin restric-
ción alguna (y por lo tanto sin necesidad de reglamentaciones para la transmisión dire-
cta). Por otro lado, las instituciones que tienen intereses educacionales y culturales
(AID/HEW/CU) creen que EEUU tiene una obligación moral de responder a las preocu-
paciones de los países subdesarrollados en dicha área. Las otras entidades concerni-
das por esta materia ene. Departamento de Estado se sitúan entre las dos posiciones.”
“3.- Para hacer triunfar el punto de vista de la libre circulación de información,
hay que preguntarse “si es posible, desde una posición cultural y educacional, discutir
el concepto de libre flujo de la información sin dar la impresión de imponer nuestra pro-
pia filosofía política a los otros países y si lo es, ¿cómo hacerlo?”
“4.- El borrador presentado por la UNESCO refleja la opinión de un gran numero
de países subdesarrollados que estiman que alguna forma de control o regulación es
esencial para el desarrollo de sus naciones y que quieren alcanzar un equilibrio entre el
control y la libertad. Poco importa si sus opiniones acerca del “imperialismo cultural y
económico”, que acarrearían las transmisiones directas son justificadas o no, el pro-
blema esta en como ellos perciben los resultados de un flujo libre de informaciones, y
Estados Unidos debe amoldarse a esta actualidad sin aparentar imponer su propia filo-
sofía política a países cuyos sistemas de televisión y cuyo estado de desarrollo socioe-
conómico difieren de los nuestros.”
“5.- El borrador de la UNESCO revela básicamente una concepción errónea so-
bre como los satélites tienen que funcionar. Aunque la transmisión directa a partir de
satélites hacia los receptores individuales (equipados con adaptadores que costaran
varios centenares de dólares cada uno) es tecnológicamente factible hoy día, pueden
transcurrir otros 10 o 15 años antes de que los adaptadores sean bastante baratos o
que los programas sean tan atractivos para que un gran numero de personas de los
países subdesarrollados pueda recibir programas directos desde satélites.
Antes de ello, no hay un problema real.”
“6.- El problema para los países subdesarrollados es esencialmente un conflicto
de derechos: el derecho a un libre flujo de información que exige a un país utilizar las
mejores herramientas para aportar a su pueblo la información que necesita para su
progreso económico y social; y el derecho a educar a su pueblo y conservar su cultura
sin interferencia foránea. El primero implica renunciar a una cierta parte de la soberanía
frente a las ideas que penetran, el ultimo implica imponer restricciones al libre flujo de
la información.”
“7.- La declaración final de la UNESCO debería hacer mas hincapié sobre los
objetivos de las transmisiones directas vía satélite para propósitos de educación, de
cultura y de información. A este respecto, EEUU podría prepararse para hablar en for-
ma constructiva sobre las consecuencias benéficas del desarrollo de las nuevas tecno-
logías, especialmente para los países emergentes.”
“8.- Las entidades nacionales y regionales de TV tienen un papel vital que cum-
plir a este respecto y deben ser involucradas en la planificación de cualquiera de los
arreglos internacionales que se refieren al uso de las comunicaciones espaciales con
objetivos educacionales, culturales y de información.”
“9.- El grupo de consultores (del gobierno norteamericano) tiene una opinión di-
vidida en lo que se refiere a la publicidad comercial por transmisión directa (...) Por un
lado la publicidad comercial presenta a menudo los peores aspectos de la cultura nor-
teamericana, y no deberíamos seguir entonces insistiendo, proyectando o imponiendo
un way of life (modo de vida) a otros que pueda mas tarde frustrar el síndrome de las
expectativas crecientes de los países en vías de desarrollo.
Pero, por otro lado, la publicidad comercial es una creación integral de nuestro
sistema de libre empresa que otros países deberían reconocer.”
“10.- Recomendaciones dadas por los delegados norteamericanos a la UNES-
CO: a) Desde un punto de vista táctico, debido a la naturaleza emocional y política de
este problema y debido al estado actual del desarrollo de esta declaración-borrador de
la UNESCO, EEUU procura efectuar el numero mínimo de cambios. b) EEUU centra su
mayor preocupación en tratar de hacer revisar el articulo 9 del borrador, y si estos es-
fuerzos fallan, EEUU votara en contra de esta cláusula particular. c) EEUU adopta una
actitud positiva sobre la formulación de una declaración internacional y asume una po-
sición de liderazgo. A condición de que sea una declaración que haga hincapié en las
consecuencias benéficas de la nueva tecnología para los países en vías de desarrollo y
que reitere la buena voluntad de EEUU por compartir sus recursos tecnológicos y su
saber programado con otras naciones en esta área.”
No hemos temido citar extensamente estos textos, porque –sin necesidad de
amplios comentarios- ilustran y revelan como el gobierno norteamericano esta encua-
drando su estrategia de penetración ideológica en función de las nuevas presiones que
surgen tanto de parte de los países del Tercer Mundo como de los países socialis-
tas.(En agosto del 72, A. Gromyko mando a la sesión 27 de las Naciones Unidas un
informe puntualizando las posiciones de la URSS y reclamando una reglamentación
internacional a corto plazo, y en noviembre de 1972 EEUU debía emitir un voto solitario
de disentimiento cuando los países miembros de la ONU decidieron, por 102 votos co-
ntra 1, la redacción de principios que gobiernen las transmisiones vía satélite.) 72
La única enmienda propuesta por EEUU al proyecto de declaración de principios
de la UNESCO indica su inquietud por conservar un doble campo de acción. En efecto,
el articulo 9, en la versión original, restringía la transmisión de la publicidad comercial y,
además, debía precisar el papel respectivo de las entidades nacionales y regionales de
televisión y de los gobiernos, en la política a adoptar en materia de transmisión directa.
Basta recordar que en América Latina, la entidad regional mas importante es la Ameri-
can Broadcasting Corporation (ABC) a través de su organización LATINO (Latin Ame-
rican Televisión International Network Organization). La LATINO tiene actualmente en-
tre sus miembros los canales 9 y 13 de Buenos Aires, el 9 de Bogota, el 7 de San José
de Costa Rica, el 7 de Santo Domingo, tres canales ecuatorianos (Guayaquil, Quito y
Cuenca), el 2 y el 4 de San Salvador, el 5 de Tegucigalpa, dos canales de las Antillas
llamadas holandesas, el 6 de Managua, el 2 de Panamá, el 12 de Montevideo, los ca-

72
A. Gromyko, Setter dated 8 august 1972, Preparation of an international convention on
principles governing the use by status of artificial Herat satellites for direct televisión
broadcasting. Naciones Unidas, 27º session, Doc. A/8771.
nales 2 y 4 de Caracas, el 3 de Guatemala, Telehaiti de Puerto Príncipe y la red
XHTV,canal 4 de México. En Chile forman parte de la LATINO los canales comprado-
res de la serie Sésamo Street, Canal 13 de Santiago y Canal 4 de Valparaíso. 73
Prensa y orquestación de la batalla ideológica.
Mensajes contrarrevolucionarios planificados.
La fabricación del mito del “milagro brasileño” por un consorcio publicitario nor-
teamericano en colusión con sus agentes criollos no es una operación casual sino que
corresponde a un estado general de la lucha de clases tanto a nivel nacional como al
internacional. Para responder a las practicas de las clases dominadas y recuperar sus
luchas por lograr cambios, el imperialismo y las burguesías locales ya no se contentan
con una respuesta metabólica del sistema que se autogenera asimilando los anticuer-
pos subversivos.
Ahora, planifican explícitamente las áreas, cada vez mas numerosas, de su polí-
tica de oposición a los procesos revolucionarios. Incluso puede decirse que la agudiza-
ción de la lucha de clases ha hecho franquear a las clases dominantes un peldaño en
la conciencia de su sistema de dominación. Su ideología vivida se esta convirtiendo en
muchos campos en un proyecto intencional con agentes identificables. Hasta hace po-
co, sus agencias de publicidad 74 , podían limitarse a transmitir la ideología difusa de la
sociedad de consumo para exportar los modelos de desarrollo y de vida de la metrópo-
li. Ahora, cada vez mas estas agencias de publicidad, al igual que los departamentos
de relaciones publicas de las corporaciones multinacionales, se ponen al servicio de
una causa política definida. La Kenyon an Eckardt promueve la imagen del ordenado
“milagro brasileño” y la J. W. Thompson, que cerró sus oficinas de Santiago en sep-
tiembre de 1971 luego de haber recaudado mas de tres millones de dólares en el curso
de la campaña electoral –ubicada bajo el signo del terror- de los candidatos de la dere-
cha, planea desde Nueva York y Brasil la imagen contraria del peligroso y caótico so-
cialismo chileno. Los agentes clásicos de la cultura de masas ya no cumplen una sola
función sino que tienden a reunir las mas variadas funciones de acuerdo a tácticas y
estrategias políticas concretas con un perfil de receptor cada vez menos genérico. En
este proceso, todos los acercamientos y alianzas son posibles. La multifacetica USIA
(United Status Information Agency) se convierte en una agencia de publicidad y la
agencia de publicidad se metamorfosea en USIA. Por ejemplo, tan luego el Pacto Andi-
no decidió una política de promoción de las industrias para la exportación, acudieron
para asesorarla y crear un centro especializado de propaganda las agencias de publici-
dad norteamericanas y l apropia USIA. Es lo que sucedió en agosto de 1972 cuando el
CIPE (Cetro de Información para la exportación), organizó en Bogotá el primer congre-
so latinoamericano de publicidad para la exportación.
Los tres conferencistas principales pertenecían a la Agencia Leo Burnett Inc., la
Doyle, Dane, Bernbach y a la Oficina de Comercio Internacional del Departamento de
comercio de EEUU. Una de las piezas sustanciales de reflexión para los congresistas

73
Televisión Factbook 1968/1969, op. cit.
74
Sobre la red de las agencias norteamericanas de publicidad en América Latina, véase: A. Mat-
telart, Agresión desde el espacio, op. cit., pp. 138-146.
consistió en nada menos que un corto cinematográfico realizado por la USIA titulado
“Enfoque de las Ameritas”. 75
En esta política de interpenetración planificada, ningún organismo queda afuera
y todas las permutaciones se están dando. así, en 1970 la fundación Ford había dado
al Centro técnico de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), creado en 1957, un
total de un millón de dólares “para asistir al desarrollo de una prensa libre y responsa-
ble en América Latina”. 76
En la coordinación de esta lucha ideológica explicita la Sociedad Interamericana
de Prensa (SIP) es, sin lugar a dudas, el instrumento mas eficaz de que disponen el
imperialismo y las burguesías criollas para manufacturar y orquestar sus campañas
internacionales de desprestigio de los procesos revolucionarios en marcha en América
Latina. No es nuestra intención reseñar aquí las cadenas de las actividades de este
organismo en contra de Cuba, Chile y Perú e ilustrar como por ejemplo El Mercurio de
Santiago fue un eslabón decisivo en la campaña en contra de Perú cuando el gobierno
revolucionario expropio El Expreso o como La Prensa de Lima jugó un papel similar en
la campaña internacional de descrédito del gobierno popular chileno en el paro patronal
del mes de octubre de 1972. Otros estudios ya tocaron estos temas. 77
Nuestro propósito es tratar de llenar una insuficiencia endémica de información
desmenuzando algunos datos sobre la estructura de poder de la SIP y ligarla, dentro de
lo posible, a la estructura total del imperio y sus ultimas fluctuaciones.

Mas allá de la SIP.

Uno de los leitmotiv de la ultima conferencia de la Sociedad Interamericana de


Prensa (SIP), reunida en Santiago en Octubre de 1972, consistió en publicitar un su-
puesto proceso de democratización interna que habría experimentado este organismo.
En sus polémicas con los diarios de las Fuerzas Populares, el vocero local de la
SIP El Mercurio, argumentó que “los publicistas de la Unidad Popular no hicieron dis-
tingos entre los miembros de la Sociedad (la SIP). Todos grandes, pequeños o media-
nos, fueron exhibidos como instrumentos de Estados Unidos, sin que se reconociesen
las particulares orientaciones de cada uno de ellos”. 78
En la SIP de 1972, pues, el voto de un periódico provincial argentino o mexicano
parece contar igual que, por ejemplo, el del señor Jack R. Howard, de la cadena perio-
dística Scripps-Howard. De ser cierto, se trataría de un progreso considerable cuando

75
Jorge E. Awad Maestre, “La influencia de los medios de información sobre el grupo andino”,
documento presentado en el Seminario Internacional ILDIS-CIESPAL, San José, Costa Rica, 19-
25 de noviembre de 1972.
76
Instituto de educación Internacional (IIE), La enseñanza del periodismo en América Latina,
Council on Higher Education in the American Republics (CHEAR-IEE), Nueva York, 1970.
77
Vease a titulo ilustrativo sobre la campaña en contra de Perú: Juan Gargurevich, Mito y verdad
de los diarios de Lima, Ed. Grafica Labor, Lima, 1972.
78
Editorial de El Mercurio, Santiago, 12 de octubre de 1972. Muchos de los datos utilizados en
esta sección proceden de un articulo realizado en colaboración con Daniel Warsman y publicado
bajo el titulo “Mas allá de la SIP” en Chile Hoy, n.19 y 20.
se sabe que una de las directivas dadas en 1950 por el Departamento de Estado a los
propietarios de periódicos norteamericanos fundadores de la SIP, era de “disimular el
control norteamericano dándole participación en la dirección a por lo menos cuatro paí-
ses latinoamericanos adictos”. 79
Pero la “liberalización”, además de ser muy relativa como lo veremos mas ade-
lante, tiene sus propias explicaciones y tras la retórica de la democracia perfecta se
oculta una realidad de poder quizás mas coercitiva que la de 1950 cuando Carlos Ra-
fael Rodríguez, director del diario Hoy y tesorero de la entidad organizadora de los
congresos latinoamericanos de prensa, fue detenido sin motivo alguno –bajo órdenes
del Departamento de Estado- al llegar al Nueva York y permaneció alojado en el aero-
puerto mientras se celebraba la sexta conferencia interamericana de prensa que dio
partida a la SIP. La naturaleza del poder periodístico ha cambiado y sus dueños están
respondiendo a los designios de la política norteamericana tanto o mas que hace unos
veinte años.
En primer lugar, cada vez hay menos “medianos” y “chicos”. La tendencia gene-
ral a la concentración que se registra en esta era del capital monopolista afecta a la
prensa en la misma forma que los otros renglones de producción.
Por otra parte, los dueños de la prensa local criollizan cada vez mas las formas
de penetración cultural del imperialismo.
Para dar una primera ilustración sobre el proceso de concentración de los me-
dios de difusión en EEUU señalaremos que: 1) entre 1950 y 1972 el porcentaje de dia-
rios en manos de grupos periodísticos pasó del 4.3% a mas del 60%; 2) 155 grupos
editores controlan 880 periódicos que lanzan al mercado el 63% de todos los ejempla-
res que circulan en el país. Pero, a su vez, las tres cuartas partes de ese volumen es-
tán concentradas en manos de media docena de superconsorcios. Al margen de esas
gigantescas cadenas no existe un solo periódico que tenga alcance nacional. Los “chi-
cos” que quedan son realmente chicos. Si Nixon acuño la expresión “mayoría silencio-
sa”, en esta materia podría hablarse con propiedad de una minoría bien poco audible;
3) los propietarios de la radio y la televisión controlan el 36% de todos los diarios. Po-
seen también el 25% de las estaciones de TV, el 8.6% de las radioemisoras AM y el
9.5%de las radioemisoras FM. Todas sus propiedades encabezan las diez mayores
sintonías del ranking norteamericano; 4) las grandes corporaciones dedicadas princi-
palmente o no a la industria de las comunicaciones, controlan el 58% de los diarios, el
77% de las estaciones de TV, el 27% de las radioemisoras AM y el 20% de las estacio-
nes FM. 80
El movimiento de adquisiciones de diarios en los tres últimos años es particular-
mente significativo del crecimiento del oligopolio periodístico en la metrópoli. 81

79
“Background of previous Inter.-American Press Meetings”, 1º de julio de 1950, publicado en
Antecedentes de la SIP, Oficina de Información de la Republica (OIR), Santiago, octubre de
1972.
80
Datos procedentes de Atlantic, julio de 1969; Columbia Journalism Review, noviembre-
diciembre de 1972; “Why newspapers are making money again”, Business Week, 29 de agosto
de 1970.
81
“Gannjett’s financial leverage in newspapers”, Business Week, 27 de mayo de 1972.
Sólo en el año 1969, la cadena Knight Newspapers incorporó a su red cinco
nuevos órganos. Y no precisamente “diaruchos”; entre ellos estaba el Philadelphia In-
quirer que declara un tiraje de 472.567 ejemplares cotidianos. Otros datos del mismo
genero seleccionados casi al azar: el New York Times adquirió el año pasado tres nue-
vos diarios solo en el estado de Florida. En 1970, otra de las grandes entidades perio-
dísticas norteamericanas, la Gannett Co., invirtió nada menos que 52 millones de dóla-
res en la compra de nuevos periódicos, y en 1971 incorporó otros 17 diarios a un costo
total de 138.4 millones mas. Este año planeaba adquirir un importante diario sureño (El
Paso Times) por una suma del orden de los 20 millones de dólares. Este proceso de
adquisiciones y fusiones da origen a un nuevo cuadro en la estructura de poder del
medio grafico.

Tabla 11

Volumen de las principales cadenas periodísticas de EEUU 1971.

compañías. Circulación dia- Venta en millones Utilidades en millo-


ria. de dólares. nes de dólares.
Chicago Tribune 3.631.451 479 35.0
Newhouse 3.370.785 450 18.0
Knight 2.204.000 271 16.0
Scripps-Howard 2.264.502 250 12.5
Gannett 2.197.997 238 20.0
Hearst 1.709.288 160 9.0
Times Mirror 1.686.556 566 35.0
Cox Newspapers 1.014662 120 7.0
Cowles Publ. 901.648 100 6.0
New York Times 891.460 290 9.5
The Washington Post - 192 12.0
Western Publishing - 170 4.5

Fuente para esta tabla: Advertising Age, 8 de mayo de 1972; Columbia Journalism Re-
view, noviembre-diciembre de 1972.

Aclaraciones a la tabla: La Western Publishing es propietaria de la conocida editorial Novaro, de Méxi-


co, que distribuye revistas tipo comics en toda América Latina. La Newhouse es propietario de Vogue,
Glamour, Mademoiselle y House & Garden, amen de las cadenas de TV y CATV, en 1964 puso al servi-
cio electoral de Lyndon B. Jonson todo su aparato comunicativo. La Cox Newspapers es propietaria de
las Bing Crosby Productions (Ben Casey, Willard), productora y distribuidora de películas y series, con-
trola la Cox Cable Communications la cuarta empresa de CATV de EE.UU., 5 estaciones de TV, 8 esta-
ciones de radio y una editorial de revistas técnicas. En materia periodística, maneja siete diarios (en
Atlanta, en Miami, en Dayton y Springfield).

Pasemos revista a algunos de los casos mas vinculados a América Latina:


1.- La Scripps-Howard posee 32 diarios y 8 semanarios, una cadena de estacio-
nes de TV, una red de radios, un sindicato de comics; la agencia internacional de noti-
cias UPI. (Esta agencia alimenta con sus despachos a unas 6.500 empresas periodísti-
cas, de las cuales mas de 2.000 se encuentran fuera de Estados Unidos) En enero de
1972 compro una agencia llamada Bell-Mc Lure News Syndicate, propiedad de la North
American Newspaper Alliance, entidad que estaba al borde de la quiebra. Esta nueva
adquisición es propietaria y distribuidora de la columna de Anderson “El Carrousel de
Washington” comprada por 700 periódicos. En otra sección veremos como el poder de
los Scripps y Howard se ramifica con el poder aeronáutico y bélico, así como con los
petroleros de Texas. 82
2.- La Knight, propietaria del Miami Herald, uno de los diarios que cubre en la
forma mas “completa” la información sobre los países latinoamericanos en Estados
Unidos, controla 11 diarios, 5 semanarios, una compañía de transportes, una compañía
de implementos para diarios, una agencia de publicidad, un canal de TV y 8 estaciones
de radio. 83
3.- La Times Mirror Co. es propietario de Los Angeles Times, otros cuatro diarios
y la revista Popular Science, de varias casas de edición de libros científicos y biblias
(New American Library), de una red de CATV, de una estación de TV, de fabricas de
papel, de compañías de materiales pedagógicos y turísticos, de artículos para la avia-
ción. (En Los Angeles Times, figuran también entre los accionistas la Iglesia Mormona,
propietaria de la World Radio University, una radioemisora de onda corta que transmite
sobre todo hacia América Latina.) 84
En el análisis del poder turístico, volveremos a encontrar esta empresa “periodís-
tica” en un complejo bélico. Falta agregar que Los Angeles Times tiene un servicio noti-
cioso común con el Washington Post, propietario a su vez de Newsweek y copropieta-
rio ton el N.Y. Times del International Herald Tribune (Paris). Por su parte, el antiguo
propietario de Look, el grupo Cowles, es ahora dueño del 23% de las acciones del N.Y.
Times, vinculado, según vimos, con la empresa Time Inc.Cowles, al igual que knight
(con el diario El Mundo), es propietario de uno de los cuatro periódicos mas importan-
tes de Puerto Rico, el San Juan Star.

82
“Wall Street Whispers”, Finance, marzo de 1972.
83
Knight es también propietario de una cadena de TV en Puerto Rico.
84
Sobre el imperio de los Mormones consultese: “The Mormon mini-empire”, NACLAS Latin
América & Empire Report, mayo/junio de 1972; Francés Lang, “The Mormon empire”, Ram-
parts, septiembre de 1971. Los mormones, cuya vinculación con la CIA y el FBI ha sido demos-
trada en varias oportunidades, controla bancos, supermercados, universidades y latifundios y
poseen un verdadero imperio en materia de comunicaciones: la Bonneville International Corp.
(dos canales de televisión y once estaciones radiofónicas, además de sus intereses periodísticos
en dos diarios). Junto con la Columbia Pictures, maneja una empresa de CATV. La sede princi-
pal de su poder económico esta situada en el estado de Utah pero también es propietaria de plan-
taciones de azúcar en el Caribe y en Florida.
Esta realidad esta debidamente contemplada en la composición actual de la SIP:
cuatro de los seis miembros de su directiva son norteamericanos, como lo son también
diez de los diecisiete integrantes del Comité Ejecutivo y trece de los veinte miembros
del Consejo Consultivo. La cadena Scripps-Howard esta representada no por uno sino
por cuatro distintos señores que vienen cada uno en nombre de una división particular
del consorcio. La Knight, como la Hearst y la Time Inc., tienen dos delegados y así su-
cesivamente. En las acciones de la SIP en América Latina, son ellos los que capita-
nean las misiones de buenos oficios y las delegaciones de protesta en contra de la “vio-
lación” de la libertad de prensa. así en 1969 George Beebe, actual miembro del Comité
Ejecutivo de la SIP y editor principal del Miami Herald de la cadena Knight, dirigió todo
el ataque en contra del gobierno revolucionario del Perú en ocasión de la expropiación
del Expreso. Desde luego Beebe además de todas estas calificaciones es un miembro
distinguido del Circulo de los Rockefeller, que entre tantas potencias maneja seis de las
mayores firmas productoras de la materia prima básica del periodismo: el papel.
La mayor parte de las corporaciones del papel mencionadas en el grafico si-
guiente monopolizan la producción de esta materia prima en América Latina. El lector
puede tomar nota, como datos sueltos, de que la firma papelera norteamericana Kim-
berly-Clark ocupa el puesto numero 16 en la lista de las empresas que operan en Méxi-
co (incluso antes que la poderosa Unión Carbide o la no menos poderosa General
Electric).Por otra parte, la Manufacturera de Papeles y Cartones, por la que últimamen-
te aboga con tan encendida pasión “democrática” toda la derecha chilena, conoce muy
bien el poder que confiere el control de la materia prima y sabe que la asociación con
los dueños del negocio es fundamental. Por eso, se asocio en 1965 con la poderosa
Crown Zellerbach para constituir la Laja Crown S.A., productora de cartulina en Chile. 85
A esta altura de la investigación, hasta el mas ingenuo de los lectores empezara
a sospechar que no basta con yuxtaponer votos para hacer una democracia y que no
cabe comparar el poder del presidente actual de la SIP, oscuro director de un periódico
de Costa Rica, con la potencia que emana de cualquiera de los representantes del gran
capital norteamericano. El carácter compacto que ha adquirido el poder periodístico
vinculándose a la totalidad del aparato comunicativo y a los intereses de las grandes
corporaciones que actúan en América Latina no deja de tener sus ramificaciones direc-
tas en la unidad que muestran los empresarios de la SIP en las campañas internacio-
nales en contra de los procesos revolucionarios del continente. En este frente unido, las
burguesías criollas están asumiendo y amoldando su papel de intermediarios. A los
colaboradores de tipo tradicional como el grupo Visión del ex presidente colombiano
Alberto Lleras, también hombre de los Rockefeller, han venido a superponerse las
alianzas entre propietarios criollos. La creación de la agencia de noticias “latinoameri-
cana” LATIN, fundada por 13 diarios del hemisferio, ha marcado un primer paso. Otros
están siguiendo: la Editorial Abril de Buenos Aires se asocio con O’Farril, el zar de las
comunicaciones en México, y juntos fundaron Mexabril, para invadir América Latina con
sus fotonovelas, semanarios informativos y deportivos. (Siete Días Internacional, Clau-
dia, Corsa, Radar, Nocturno, Contigo, etc.)

85
Otra importante copropietaria de la industria papelera de Estados Unidos es la Bose Cascade
Corp., propietaria de la Panamá Power and Light Co. recientemente nacionalizada por el gobier-
no del General Torrijos. En su directorio puede detectarse la presencia de un personaje nada ni-
mio: Eugene Black, ex presidente del Banco Mundial, miembro destacado del directorio de la
ITT y figura de primera línea en la cúspide del Chase Maniatan (grupo Rockefeller).
Grafico 1:
Los trusts del papel con los montos de ventas anuales en dólares.
Time Life (618.489.000) con la empresa Eastex.
New York Times (238.192.000) con la empresa Spruce Falls Paper Co.
Rockefeller y Chase Manhattan con las empresas Boise Cascade (1.725.834.000); West Virginia Paper;
International Paper (1.780.019.000) y Great Northem Paper (175.581.000).
Morgan Guaranty Trust con las empresas International Paper y Scout Paper (755.700.000).
First National City Bank con las empresas Kimberly Clark; St. Regis Paper (867.558.000) y Grat Northem
Paper.
Sullivan Cromwell y Marine Midland con las empresas St. Regis Paper.
Grupos Chicago y Crown Hilton con las empresas Crown Zellerbach (922.357.000) y Scott Paper.
Grupos de California con las empresas Boise Cascade y Crown Zellerbach.
Grafico 2:
¿Quiénes son?
Rockefeller son: Standard Oil of N. Jersey, ITT, RCA, IBM, Westinhouse, IBEC y otras 54 empresas mas.
Sullivan Cromwell y Marine Midland son: Pepsi Cola, Sperry Rand, American Motors, y otras 21 empre-
sas mas.
Morgan son: Kennecott, Anaconda, Gillette, Coca Cola, General Electric y otras 70 empresas mas.
Chicago y Crown Milton son: Hoteles Milton, Trans World Airlines, General Dynamics, y otras 10
empresas mas.
First National City Bank son: Boeing, United Aircraft, W. R. Grace, Panam, Anaconda, ITT, Kennecott y
otras 44 empresas mas.
California, San Francisco y Bank of América son: Wells Fargo, United Artists, Bechtel Mc Cone y otras 30
empresas mas.
Fin de los gráficos.

Otro socio mexicano de O’Farril, el industrial Azcarraga, que pronto volveremos


a encontrar en el negocio aeronáutico y turistico, es el empresario que preside la co-
mercialización de la versión latinoamericana de Sesame Street. Por encima de todo,
actúan los cubanos de Miami: el grupo De Armas que acaba de reclutar para su casa
matriz de Florida dos antiguos directores de revistas juveniles y femeninas del grupo
chileno Edwards (de los Rockefeller también), bombardea el subcontinente con mas de
15 millones mensuales de ejemplares de magazines y revistas (Vanidades, Continental,
Mecánica Popular, etc.) La mayor parte procede del stock de la Hearst Corporation,
que además produce los noticiarios de la USIA gracias a los cuales los chilenos, los
salvadoreños o los argentinos han podido enterarse, por ejemplo, de cuan maravillo-
samente viven los puertorriqueños de Nueva York.
La política de captación y utilización de “cuadros” criollos por parte del imperia-
lismo tiene otros antecedentes. Recientemente la prensa venezolana revelo que el ge-
rente de la subsidiaria venezolana de la Dow Chemical, productora de NAPALM, es un
contrarrevolucionario cubano, al igual que los cuadros de IBM y de la mayor parte de
los canales de TV. 86

IV LA INDUSTRIA DEL TURISMO EN LA RECONVERSION DEL IMPERIO.

El tratamiento del tema de la industria turística –pese a las apariencias- no cons-


tituye un mero anexo, una especie de monografía ahogada en un contexto que le sería
adverso e impermeable. Su yuxtaposición con la industria electrónico-aeroespacial es
el resultado de una línea lógica. Claro que el primer presupuesto que hay que admitir
para entender esta lógica es el que preside todo este trabajo: aceptar apartarse de un
enfoque superestructuralista de la llamada cultura de masas para tratar de reencontrar-
la en la maquinaria que la fabrica y le permite su expresión. Una preocupación funda-
mental nos mueve a abordar el tema de la industria del turismo en la misma perspecti-
va en que hemos enfocado las dos industrias mas pesadas. El mundo del turismo no
es sólo la presencia de enclaves –llámense hoteles, agencias de viaje y de arriendo de
automóviles- en los países del Tercer Mundo. Enclaves que para la mayoría de nues-
tros pueblos permanecerán y actuaran al nivel de creación de expectativas: un modelo
de vida que el turista o el travel businessman (hombre de negocios en viaje) y su orga-
nización social encarnan, y que retraducen para los dominados los mismos mitos que
vertebran la cultura del ocio que le ofrecen la burguesía y el imperialismo en productos
mas asequibles como sus comics, sus revistas y sus series. Sin embargo, si bien di-
chos productos son mas asequibles, los modelos de vida que difunden son para la ma-
yoría tan inalcanzables como una noche en el Sheraton-ITT.
Por encima de todo ello, en primer lugar, la industria del turismo constituye un
eje fundamental de la “sociedad de servicios” a la cual, a juicio de los expertos del nor-
te, está arribando la sociedad norteamericana. (En los modelos de sociedad futura, la
llamada sociedad terciaria, los negocios de este renglón de la industria del ocio crece-
rían alrededor del 10% si se reorientase la economía de guerra).
Es, por tanto, un sector importante de la expansión de las grandes corporacio-
nes que procurará sanar al igual que la electrónica los traumas sociales y económicos
del imperialismo e instaurar su verdadero “reino de la libertad” para sus trabajadores
con horarios laborales menos cargados. En segundo lugar, la industria del turismo, tal
como la practican las grandes corporaciones multinacionales en el Tercer Mundo, es un
índice de cómo la metrópoli puede invadir las sociedades de la etapa “preterciaria” con
el pretexto de reencontrar en ellas un “paraíso perdido” (“The lost paradise regained”,
reza el anuncio publicitario de una línea aérea caribeña norteamericana). Sucede en el
turismo lo mismo que en las tiras cómicas de Walt Disney; la isla del Pacifico donde
Donald y sus sobrinitos van en busca de tesoros y de terapias les limpia de la inocencia
perdida (y del cansancio) en la metrópoli. Por supuesto, para alcanzar nuestros desig-
nios, hubiéramos podido contentarnos con analizar los múltiples prospectos de viaje.
Pero precisamente, antes de abordarlos hemos querido volver a su progenitor y evitar
caer en el juego contenidista que aqueja a tantos estudios sobre los mensajes escapis-
tas de la cultura de masas.

86
Cable Prensa Latina en Granma, 7 de septiembre de 1972.
El “rush” hotelero.
Estructura de poder.

Boom y rush son las palabras que mas se usan en los diversos informes de la
industria hotelera de los dos últimos años. No se trata de un termino mas de la retórica
publicitaria. Desde 1970, el ritmo de expansión de las cadenas de hoteles norteameri-
canos hacia el exterior sigue una progresión geométrica.
Uno u otro nombre de las nueve mas famosas cadenas de hoteles ya forman
parte de la referencia casi cotidiana de la mayoría de los habitantes del Tercer Mundo:
Hilton International, Holiday Inns, Howard Jonson, Intercontinental, Loew’s, Ramada
Inns, Sheraton, Sonesta y Western International.

Tabla 12

Propiedades de las cadenas hoteleras norteamericanas en el exterior (1970).

Cadena. Hoteles que operan en ul- En construcción o planea-


tramar. dos.
Hilton International. 51 22
Holiday Inns. 49 26
Western International. 43 7
Intercontinental 48 21
Loew’s 3 1
Ramada Inns - 15
Sheraton 29 19
Sonesta 6 4
Howard Jonson 1 59

Fuente para esta tabla: Business Week, 8 de agosto de 1970, p.36 y Ramada Inns, Inc.
Annual Report, 1971.
Para desbrozar la estructura de poder de esta rama de la industria es necesario
distinguir dos tipos de cadenas, 87 un primer tipo congrega las cadenas que pertenecen
a grandes compañías de aviación. El segundo reúne las cadenas, propiedad de las
grandes corporaciones. En el primer grupo entran hoteles Intercontinental, posesiones

87
Para recomponer la estructura del poder turístico y sus vinculaciones, hemos recopilado datos
de: Hotel & Travel Index, The world wide hotel guide, 1971-1972; World Space Directory, Ziff
Davis Publishing Co., 1970; Holiday City Times (special international sigue), Memphis, Tennes-
see, 19 de febrero de 1971; Ramada Inns Annual Report, 1971; Advertising Age, 30 de agosto de
1971.
de la Pan American World Airways (Panam); los Hilton International, de la Trans World
Airlines (TWA); los Western International, comprados por la United Airlines (UAL) en
1970, a los cuales tienden a sumarse iniciativas recientes de compañías aéreas como
la Braniff o la Eastern Airlines, cuyo plan de expansión analizaremos mas adelante.
Todas estas compañías aéreas figuran entre las primeras en el trafico nacional o inter-
nacional.
Demos una idea de su poder: la TWA, en 1970, vendió 1.336 millones de dóla-
res (incluyendo los servicios de la Hilton) y opero una flota de nada menos que 196
aviones Boeing, 25 Corvair y 19 Dc-9; en 1971 encargó 24 aparatos mas a la Boeing.
La Panam vendió en 1970 1.126 millones de dólares, manejo un DC-8 y 176 Boeings y
encargó 8 Concordes y otros 9 Boeings.
Integran el segundo grupo los Sheraton de la International Telegraph and Telep-
hone; los Ramada Inns, cuya sección internacional pertenece en un 20% al First Natio-
nal City Bank de Nueva York; los Loew’s de la Loew’s Corp., que ya hemos menciona-
do a propósito de la industria cinematográfica; los Holidays Inns, vinculados con la cor-
poración californiana Bechtel McCone (este ultimo fue jefe de la CIA y es actualmente
vicepresidente de la ITT), constructora de represas y otras obras de construcción en
varios países del Tercer Mundo (con una subsidiaria instalada en México).
Esta clasificación tiende a desvanecerse cuando se cotejan las relaciones que
mantienen estas cadenas hoteleras con los grupos bancarios a los cuales están vincu-
lados. así, los hoteles Hilton TWA pertenecen en su mayoría al grupo de Chicago
(Crown Hilton), que en sus propiedades posee la constructora de aviones General Dy-
namics, varias minas de carbón y otras veinte corporaciones. En el directorio de la
TWA Hilton International se encuentra nada menos que el prominente miembro de la
SIP, Jack Howard, presidente de la UPI (United Press International) y de la cadena pe-
riodística Scripps Howard; el presidente de la Motion Pictures Association of América
(cártel de la industria cinematográfica) y el presidente de la Litton Industries. En el di-
rectorio de los Hoteles Western International de United Airlines, vuelve a encontrarse
un director de la Litton Industries que convive con el antiguo jefe de la OTAN (Organi-
zación del Tratado del Atlántico Norte), General Lauris Norstad, ahora presidente de la
Owens Corning Fiberglass Corp. (rayo láser) y miembro del consejo ejecutivo de la fa-
mosa Rand Corporation con el vicepresidente de la Chrysler; con el propietario de la A.
Nielsen, la mayor agencia del mundo en materia de estudios de mercado y de opinión
publica; con el presidente del combinado químico Dart, y con el presidente de la impor-
tante empresa de comunicación masiva Cowles (Look, Family Circle), ya aludida en
dos oportunidades. Los hoteles Intercontinental Panam dependen básicamente del First
National City Bank, con ciertos intereses de los Rockefeller y de los Lehman. En el di-
rectorio de la Panam, se halla Frank Stanton, presidente durante largo tiempo de la
CBS, miembro del consejo de la Rand y presidente de la U.S. Advisory Comisión on
Information, que supervisa la labor de la USIA. 88
La dependencia propende a acentuarse en la medida en que muchos de los pla-
nes de expansión de dichas cadenas contemplan la asociación con los banqueros co-
mo en el caso de la Ramada Inns (First National City Bank) y de la Holidays Inns, cuyas
operaciones foráneas están solventadas por los Lehman Brothers y las casas inversio-
nistas Merrill Lynch y Equitable Securities. Un segundo factor que actúa a favor de una
modificación futura de la tipologia anterior es la línea de política de expansión que han

88
World Space Directory, op. cit. y The University Military police Complex, NACLA, 1970.
adoptado tanto unos como otros, y que consiste, por una parte, en establecer una línea
de servicios (desde hoteles hasta renta de automóviles, pasando por el abastecimiento
alimenticio) y, por otra, en llegar a planes de colaboración con las grandes líneas aé-
reas con fines de integrar los servicios proporcionados al turista. De mas esta decir que
en este ultimo punto la política turística esta sujeta a los diversos planes de fusiones y
de adquisiciones de las grandes corporaciones que controlan las cadenas.

La colonización hotelera. 89

Los planes de expansión de dichas cadenas sobrepasan todo lo previsible, y las


cifras de existencia comprobadas en 1970 pronto serán añejas.

Grafico
Algunas vinculaciones del poder turístico y grupos bancarios.
El grupo bancario Morgan Guaranty / Trust Bankers Trust se vincula con la cadena hotelera Holiday Inns.
El grupo bancario Chase Maniatan / Rockefeller se vincula con las cadenas hoteleras Sheraton ITT, In-
tercontinental, Panam, American Airlines; con las empresas de renta de autos Avis (ITT), Hertz (RCA),
Ecno-car (Westinhouse); con las empresas de Travelllers checks American Express y con las líneas aé-
reas Eastern Airlines.
El grupo bancario First National City Bank se vincula con Sheraton ITT, Intercontinental, Ramada Inns,
Panam, Avis, y First National City.
El grupo Lehman Lazard Goldman Sachs se vincula con Intercontinental, Holiday Inns, Loew’s, Panam,
Hertz, AVCO, y Braniff.
Los grupos California Bank Of America Wells Fargo se vinculan con Western International, United
Airlines, y Bank of America.
Los grupos Chicago Crown Hilton se vinculan con Hilton, y TWA.
Los grupos Texas se vinculan con Braniff y Hughes Airwest.
El grupo Mellon se vincula con Ecno-car.
Fin del grafico.

Tabla 13

Algunas vinculaciones partidarias de las grandes corporaciones.

Demócratas Republicanos
Ford Motors Co. General Motor
AVCO Mc Donnell Douglas
Ling Temco Vought Lockeed

89
Consultese además de las fuentes citadas en la nota 87: Business Week, 15 de abril de 1972; 2
de octubre de 1971; 12 de febrero de 1972; Fortune, agosto de 1970 y marzo de 1972; Business
meetings selector for marketing executives, 1972.
Paramount Textron
MGM Grumman
th
20 .Century Fox Boeing
United Artists Noneywell
Universal Pictures y MCA Packard Hewlett
Braniff Litton Industries
American Airlines ITT Sheraton
Chase Manhattan Pepsi Cola
Lehman Brothers Knight Newpapers
Goldman Sachs Lazard Time Life Inc.
Sonesta Time Mirror Inc.
Kerr Mc Gee Oil Co. Reader’s Digest
- Warner Lambert
- Norton Simon (Canada Dry)
- Olin Mathiesson
- Atlantic Richfield (petroleo)

Tabla elaborada a partir de fuentes diversas sobre la participación de dichas corpora-


ciones en la campañas presidenciales y documentos acerca de la composición de los
brain trusts de los dos últimos presidentes (Johnson y Nixon). En el campo periodístico,
en la campaña electoral de 1972, 548 diarios (con una circulación de 17.5 millones de
ejemplares) se pronunciaron por Nixon, contra los 38 (1.4 millón) a favor de Mc Govern.
Vease time, 30 de octubre de 1970.

El primer puesto de las cadenas, la Holiday Inns, que opera ahora cerca de
1.400 moteles y hoteles en EEUU y en 33 países de ultramar con un total de 200.500
habitaciones, espera, antes de finalizar la década, construir unos 3.000 moteles y hote-
les alrededor del mundo.
En los últimos cinco años la compañía ha duplicado sus ventas e ingresos netos.
Entre 1970 y 1971, su volumen de ventas ha subido de 605 millones a 708 millones de
dólares y sus utilidades han aumentado de 37 a 40 millones. (Las ventas totales de la
Hilton alcanzaron 407 millones de dólares en 1969 y las de la cadena Intercontinental
unos 55 millones. Entre 1970 y 1971, las ventas de las Ramada Inns pasaron de 89
millones a 117 millones). En 1969, Holiday Inns encontró un sustituto a las compañías
de aviación y adquirió la segunda empresa de líneas de autobuses interestatales del
país, la Continental Trailways, Inc. Según las predicciones de su director, el negocio de
sus cadenas seguirá creciendo en un 18% al año. La Holiday Inns es tres veces mayor
a la compañía que ocupa el segundo lugar, la Sheraton ITT, que en la actualidad mane-
ja unos 220 hoteles y moteles en 22 naciones, que le reportan cada año una cifra de
ventas de 320 millones de dólares. El plan de expansión de la Sheraton, empezado en
1970 contaba con un presupuesto de 865 millones para invertir hasta 1975.
El crecimiento de las cadenas se da en todas las direcciones geográficas. Los
hoteles Intercontinental se encuentran en 37 países y están construyéndose en otros
diez mas. En 1970, los Hilton inauguraron hoteles en Martinica, Singapur, Madagascar,
Zurcí y Dusseldorf; en 1971, en bogota, Madeira, SanPablo y Abu Dhabi. En los diez
próximos años, la Holiday Inns piensa construir unos 36 hoteles y moteles en Europa
del Este y el primero ya fue inaugurado en Bucarest en abril de 1971. Ramada proyecta
abrir para fines de 1975 hoteles y moteles en mas de 30 ciudades europeas, y esta ne-
gociando o ha llegado a acuerdos con los gobiernos respectivos para extender sus fun-
daciones en Canada, México (que se ha tornado en su base de operaciones hacia
América Latina), Nueva Zelanda, Indonesia, África y el Pacifico sur. La penetración de
la industria hotelera no se hace solo con la ayuda de los bancos sino que ha atraído las
grandes corporaciones del petróleo, que ven en esta rama de actividad la posibilidad de
manejar a la vez una cadena de estaciones de distribución de gasolina y el hospedaje,
así, la Esso se ha convertido en Europa en un hotelero mas al lado de los Ramada
Inns, Holiday Inns, etc., manejando una 4.000 habitaciones en 45 ciudades. también ha
aparecido en el mercado internacional de la hoteleria la Marrito, que hasta ahora se
había contentado con ser una empresa internacional de servicios de comidas para los
pasajeros aéreos. Todos los empresarios concuerdan en dos líneas de trabajo: vincula-
ción con el turista y con el mundo del business travel (viaje de negocios). Por ejemplo,
Holiday Inns no solo instala sus hoteles en las playas de Río de Janeiro, sino que trata
de combinar la ubicación de sus nuevas construcciones con la presencia de empresas
como IBM, Esso, Toyota y Honeywell. Los informes de los hoteleros no ocultan su pro-
pósito de servir de vínculos internacionales al modelo norteamericano de concebir el
confort. Veamos un modelo de cínica comprobación de las victorias del imperialismo:
“Por una suma que fluctúa entre 13 dólares para una habitación simple con baño
y 125 dólares para una suite imperial, el Hilton, de una ya antigua trayectoria, ofrece un
opulento oasis de lujo estilo norteamericano en medio de una de las mas pobres regio-
nes del mundo civilizado (...) Cada cadena norteamericana, poco importa su nombre,
esta extendiéndose fuera de los Estados Unidos para forjar nuevos eslabones como
posaderos del mundo. No esta lejos el día en que los norteamericanos cansados po-
drán disfrutar de un martín on the rocks y pasar por encima de los bazars, los souks y
las chozas de las ciudades lejanas para contemplar las firmas familiares de Howard
Jonson, Holiday Inns, Ramada, Marrito, Sheraton, Sonesta, Travelodge, Western Inter-
national, Intercontinental y muchas otras.”
“Los jets Jumbo que parten de EEUU, los servicios de charter que proliferan, un
mayor ingreso personal, fronteras mas abiertas y un comercio en vías de internaciona-
lización, todo contribuye el boom de construcción de hoteles, liderado por las cadenas
norteamericanas. Tan amplio es el publico viajero en estos días que hay una habitación
para tipo de hospedaje, desde el hotel Intercontinental para un lujoso verano, en Bali,
hasta el Holiday Inn para hombres de negocios, en la capital del automóvil de Alemania
Occidental, Wolfsburg. Aunque los norteamericanos construyen hoteles primordialmen-
te para los norteamericanos, tienen aun mas éxito con las nuevas hordas vagabundas
de japoneses, sudamericanos, africanos y australianos. Y estos viajeros son fácilmente
ganados a las normas norteamericanas de comodidad y bienestar.” 90

90
“The world wide boom in jet age hotels”, Business Week, 8 de agosto de 1970.
Completa el cuadro la mimesis de los escasos empresarios europeos con este
gusto y estas aspiraciones promovidas ala rango de medio natural del turismo y como
único modo de viajar y descansar. En Bélgica, una firma belga de Amberes anuncio
recientemente que “estaba siguiendo la US travel mode (la moda norteamericana de
viajar) y planeaba construir un conjunto de 11 moteles situados a lo largo de los gran-
des ejes de las carreteras del país. Los planes iniciales de la G.B. Motor Hotels prevén
la construcción de unidades de dos niveles de 130 habitaciones cada una, todas con
aire acondicionado y equipado con televisor, radio y teléfono; salones para conferen-
cias, restaurante, coffe shop y bar servirán a los ocupantes de las estructuras en forma
de U. también en el estilo norteamericano, las unidades tendrán jardines con piscinas
de agua caliente”. 91
Los motors hotels, institución genuinamente norteamericana, triunfan en todos
los continentes. Sin embargo, a veces las cadenas pueden hacer concesiones y “respe-
tar la tradición y las costumbres” (según su propia expresión) e insertar su contenido
“moderno” en formas antiguas.
Howard Jonson esta construyendo al estilo renacimiento en el viejo Ámsterdam,
y otros se establecen en los antiguos barrios de Paris, Roma y Londres. Y si es nece-
sario poner un libro del Coran en cada habitación de sus hoteles construidos en Ma-
rruecos, el empresario seguirá la costumbre, incluso si el presidente de la Holiday Inns
es un conocido bautista.
Las cadenas de otra nacionalidad que podrían poner en jaque la hegemonía de
EEUU en la industria hotelera internacional son escasas y no poseen el poderío de las
grandes corporaciones. El mayor competidor es de nacionalidad inglesa, el Trust Hou-
ses Forte Group, con fuertes intereses en la cadena norteamericana Travelodge (450
hoteles y moteles en EEUU y 75 en el Pacifico Sur), controla mas de 200 hoteles en
Inglaterra, Barbados, Portugal, España y Mallorca. Pero su cifra de negocios no alcan-
za sino a la mitad de la de Holiday Inés: 336 millones de dólares. Sin embargo última-
mente han surgido nuevos intereses en el mercado hotelero mundial. En las islas del
pacifico, los industriales japoneses han aumentado sus inversiones turísticas y en Amé-
rica Latina y Medio Oriente la cadena española de hoteles Meliá ha intensificado su
penetración. Dueña de mas de 25 hoteles y moteles en la península, desde su plata-
forma en México donde ya posee dos hoteles, esta empresa esta construyendo un total
de doce hoteles en Araba, Barbados, México, Panamá, Puerto Rico y Venezuela. Va-
rios de estos nuevos proyectos están respaldados por el Banco Mundial que en 1972
decidió triplicar sus proyectos referidos al turismo en los países en vías de desarrollo.
En los cinco años anteriores este organismo internacional había invertido, directamente
o a través de intermediarios, un total de 112 millones de dólares en los planes de la
industria turística, principalmente en México, España y Yugoslavia. 92

El Braniff Style para América Latina.

El subcontinente latinoamericano no ha escapado a la política expansionista de


los industriales norteamericanos del turismo. Aunque México, Brasil, Venezuela y el

91
“U.S. Motel men on the move in europe”, Business Abroad, marzo de 1971.
92
“Challenging the Hiltons”, Fortune, agosto de 1970; “Newsmemo”, Commerce Today,U.S. Department of
Commerce, 24 de julio de 1972.
Caribe lleven la delantera, Holiday, Hilton, Intercontinental, Western International y She-
raton se reparten casi todos los países latinoamericanos. Algunos ejemplos: en México,
la Western International es propietaria de 22 hoteles y moteles situados en los lugares
mas variados, desde México hasta Ciudad Juárez. En junio de 1971, fue inaugurado en
Monterrey el quinto Holiday Inn de México, y en su inauguración se anuncio la cons-
trucción a corto plazo de otras doce unidades. (El primer Inn se abrió en Acapulco en
febrero de 1970). Todas las grandes cadenas presentes en el Caribe han extendido su
radio de acción hacia el territorio mexicano y centroamericano, donde colaboran con los
capitalistas criollos. (En Puerto Rico, nuevo refugio de los dueños de casinos de la Cu-
ba de Batista, la familia del antiguo gobernador de la isla anexada, Ferre, es copropie-
taria del hotel Intercontinental de Ponce, del hotel Borinquen de San Juan y de dos ca-
sinos). La Hughes Aircraft, que en 1971 formo con el gobierno de Nicaragua una socie-
dad mixta para lanzar un satélite propio, compro en julio de 1972 un cuarto de las ac-
ciones de las Aerolíneas Nicaragüenses (LANICA), que vinieron a sumarse a las líneas
exclusivas de la Hughes Airwest hacia Guadalajara, Mazatlán y Puerto Vallarta. En no-
viembre de ese mismo año, Howard Hughes, comprometido en el proyecto de cons-
trucción de un canal que sustituya al de Panamá, adquirió seis islas en Panamá y deci-
dió invertir en un complejo turístico en el puerto de Masachapa, a 50 Km. de Managua,
donde la familia de Anastasio Somoza tiene ingenios azucareros. El caso mexicano
mas destacado es el de la familia Azcárraga, uno de los principales accionistas de la
cuarta línea de aviación norteamericana, la American Airlines, que posee la cadena
hotelera Flag ship Hotels que opera a su vez en Acapulco el Condesa del Mar y el Pre-
sidente, copropietario de los hoteles Ritz de Western International y asociado con los
planes de extensión de la empresa Marrito ya instalada en Acapulco y en Cuzco.
Azcárraga controla por añadidura la mayor cadena televisora del país, Telesis-
tema, que formó en enero de 1973, con su antiguo rival. Televisión Independiente, la
organización gigante de la TV mexicana, Televisa. En esta empresa es socio de Rómu-
lo O’Farrill, dueño de los diarios Novedades, News y Diario de la Tarde. Además de
intereses en los bancos y la industria electrónica, los Azcárraga presiden Automex y
representan a la Chrysler en México. En EEUU, esta misma familia que administra la
invasión de Plaza Sésamo en los países latinoamericanos, controla varias radioemiso-
ras y canales de televisión en Los Angeles, San Antonio y Nueva York, orientados ha-
cia las minorías chicana y puertorriqueña.
En 1971, fuera de México, la Holiday Inns planeaba construir o estaba constru-
yendo hoteles en Belice, San Salvador, Guatemala, Panamá, Puerto Rico, Caracas,
Maracaibo, Isla de Guadalupe, Isla de St. Croix, Barbados, Nassau, Trinidad, Bermu-
das, Jamaica, Islas Vírgenes y Martinico. (En el mismo año estaba edificando cuatro
hoteles en Marruecos y otros seis en diversos países africanos). La cadena Interconti-
nental poseía en 1971 unos 15 hoteles en ciudades de diversos países latinoamerica-
nos (Barranquilla, Bogota, Cali, Caracas, Guayana, Curacao, Managua, Maracaibo,
Ponce, Quito, San Salvador, Santo Domingo, Valencia). En septiembre de 1972, la Ofi-
cina de Turismo del gobierno brasileño anuncio sus planes de fomento de la industria
turística y entrego la lista de los hoteles por inaugurarse. Intercontinental esta constru-
yendo en Río de Janeiro, en las orillas de la playa, un hotel de 500 habitaciones. En
1974, la ITT Sheraton que se ha apoderado de la playa de Vidigal y tiene en el directo-
rio de su filial brasileña (Compañía Palmera Hoteis e Turismo) al antiguo ministro de
Relaciones Exteriores de Castelo Branco, abrirá también en Río de Janeiro un hotel de
617 habitaciones. Holiday Inns se ha comprometido a construir, junto con el grupo fi-
nanciero nacional (TAA) Y LA Trenton Development Corporation of Panamá, seis hote-
les de 120 a 200 habitaciones en seis ciudades (Río de Janeiro, Belem, Manaus, Reci-
fe, Salvador y Brasilia). Por ultimo, la Hilton, que hace poco abrió un hotel en San Pa-
blo, comunico, en abril de 1973, su proyecto para construir hasta 50 hoteles de primera
clase en todo el país en sociedad con una firma local (Sisal S.A.). “La inversión conjun-
ta de 110 millones de dólares es, según sus ejecutivos, la mayor comprometida por
Hilton International en cualquier país del mundo”. 93
Para coronar esta gigantesca empresa, varias escuelas universitarias de perio-
dismo y de comunicación de Brasil han instituido, en 1972, la nueva carrera profesional
de “planificador turístico”.
El modelo de implantación de hoteles que prevaleció en los inicios de la expan-
sión turística imperialista en el sentido de establecer hoteles a los largo de las rutas
seguidas por los aviones de una compañía (Panam lo hizo a partir de 1946) vuelve a
ponerse de moda y precisamente en América Latina. No solo por acuerdo entre cade-
nas y compañías aéreas sino a través de la nueva política de líneas en pleno desarro-
llo. Tal es el caso de la Eastern y de la Braniff. La Eastern, la tercera compañía aérea
en el interior de EEUU, esta instalándose en el Caribe siguiendo el trazado de los hote-
les y conjuntos de veraneo Rockresorts. Se entenderá mejor la importancia de esta
operación si se agrega que la Eastern es propiedad exclusiva del grupo Rockefeller
(Chase Manhattan Bank) que en 1969 compro el 9% de las acciones de la Boeing, el
6% de la United Aircraft, que fabrica los motores de la Boeing, y el 7% de la Panam,
uno de los principales compradores de aviones Boeing y uno de los mayores accionis-
tas de la línea aérea Avianca de Colombia. Estas nuevas adquisiciones vienen a su-
marse al 75% de acciones que el Chase Manhattan posee en American Airlines.
Y por si fuera poco, en septiembre de 1972 la American Lines, que tomo recien-
temente a su cargo cuatro hoteles de la Loew’s Corp., decidió crear una compañía de
aviación comercial uniéndose a la corporación aeroespacial Grumman que vende el
90% de su producción al gobierno. 94
Todo este arsenal aéreo respalda las acciones de la empresa IBEC Bland Cons-
truction Company que construyó, bajo la iniciativa de Lawrence Rockefeller, los rockre-
sorts Dorado Beach y Cerromar Beach Hotel, en Puerto Rico. 95
En el directorio de la Eastern Airlines, se encuentra Roswell Gilpatric, ex subse-
cretario de Defensa, antiguo asesor de McNamara, ex consejero legal de la General
Dynamics, director de la fundación Ford y miembro del directorio de la CBS. En la Eas-
tern coexiste con tres militares, entre ellos uno de los directores de la COMSAT y el
astronauta Frank Borman.
A corto plazo, el caso de la Braniff es mas relevante para la totalidad del subcon-
tinente y, por tanto, propende a cobrar mas envergadura. Desde hace cinco años, la
Braniff, que absorbió la línea aérea Panagra de la Compañía W. R. Grace hacia 1964 y
opera ahora una flota de 54 boeings, 7 DC8 y otros doce aviones con 1.200 pilotos,
esta introduciéndose en el negocio de los hoteles y restaurantes (Braniff International

93
U.S. News & World Report, 18 de septiembre de 1972; Al Margen, Caracas, octubre de 1972;
La Estrella de Panamá, 18 de noviembre de 1972; El Mercurio, Santiago, 15 de abril de 1973.
94
Charles Lainenweber, “The great american pension machina”, Ramparts, junio de 1972, p. 36;
Aviation Week and Space Technology, septiembre de 1972, Fortune, abril de 1972.
95
The Rodkefeller empire: Latin América, NACLA, Nueva York, mayo/junio de 1969.
Hotels Inc.) En EEUU, Braniff abrió e 1972 una subsidiaria, Braniff Educational Sys-
tems, que ofrece cursos de capacitación técnica para las personas deseosas de traba-
jar en la industria del turismo. también puede recibir a sus pasajeros en sus centros de
Dallas y Miami; en Panamá es propietaria desde hace poco del nuevo hotel Granada y
tiene otros intereses en Colombia (Dorado Lodge), Ecuador (Camero Inn, Hotel Colon
Internacional) y Perú (Santa Maria Beach, Club Hotel y el restaurante Tambo de Oro,
este ultimo manejado por la subsidiaria peruana de Braniff, Improtur S.A.) En la cons-
trucción del Tambo de Oro, “el concepto de Braniff ha abarcado no solo un restaurante
agradable y notable, sino también un mercado de tiendas de lujo asequibles al viajero
en busca de bellos recuerdos y productos antiguos y nuevos de Perú.
De este concepto ha surgido un excelente motivo mas para que los viajeros in-
ternacionales vengan a América del Sur”. 96
Es esta cadena de sitios, que se convierten en la infraestructura de un estilo, la
que hace posible la formación del Clan Braniff.
“Déjese llevar por el Clan Braniff... conocer los mejores hoteles,, los mas accesi-
bles, los buenos restaurantes, las boites mas divertidas (...) y como no conocerlas si
nosotros también las construimos. así resulta fácil hacer que la gente con los mismos
gustos o el mismo trabajo viaje en clan con el Clan.” 97
Pero la familia no se termina en este umbral. Al entrar en el Clan Braniff, el viaje-
ro no sabe que penetra en una de las propiedades del complejo de la aeronáutica béli-
ca mas importantes de Estados Unidos, la Ling Temco Vought (grupo de Texas muy
vinculado con los grupos bancarios de Nueva York Lehman Brothers, Goldman Sachs
Lazard) cuyos productos transitan desde los cohetes hasta los seguros, pasando por
las alfombras, los alimentos, el acero, las raquetas de tenis, los medicamentos y los
dispositivos de bombarderos. Esta firma acaba de adquirir la Jones Laughlin Steel
Corp., la octava compañía productora de acero (después de empresas como la
U.S.Steel, la Bethlehem y la Armco). En el directorio de la Ling Temco Vaught, el viaje-
ro podrá frecuentar a miembros del grupo bancario Lehman Goldman Sachs y al presi-
dente del Dallas Times Herald, colega de Los Angeles Times, ambos propiedades de la
empresa Times Mirror Co., una de las mas fervientes defensoras de Nixon en la recien-
te campaña electoral y miembro de la SIP. 98
Estamos lejos de la industria del turismo. Pero, a la vez, esta lejanía nos indica
nuevamente lo cerca que esta el campo de la guerra con el de la diversión.
Los que programan la fabricación del futuro a través de sus hoteles, sus boites,
sus compañías aéreas, son los dueños del imperialismo militar y los propietarios de la
libertad de prensa.

La cadena de las cadenas.


La industria de los tours.

96
Braniff Magazine, vol. 3, n.1. Vease también Business Abroad, septiembre de 1970, p.17.
97
Publicidad comercial aparecida en El Mercurio, Santiago de Chile, 22 de mayo de 1972.
98
Sobre la compañía LTV, “Ling starts swinging in his LTV Style”, Business Week, 13 de mayo
de 1972; “Hill Jimmy Ling do it again”, Fortune, septiembre de 1971. Sobre sus vinculaciones,
World Space Directory, op.cit.; Advertising Age, 8 de mayo de 1972, pp. 120-121.
En 1965, la ITT fundo su consumer group y ofreció sus servicios directamente al
consumidor adquiriendo la agencia de arriendo de automóviles Avis, que le reporto en
1970 unos 219 millones de dólares. Poco mas tarde, la RCA compraba la Hertz, cuyas
cifras de ventas alcanzaron 560 millones de dólares en 1970 (44% del mercado mun-
dial). Ese mismo año, la Westinhouse inauguro su política de diversificación con la
compra de una agencia del mismo tipo, la Econo Car Rental System. Para esta ultima
compañía, se trataba de un punto de partida que iniciaba una nueva línea de “produc-
ción”. Para la RCA, la agencia Hertz ya es el segundo eslabón de una línea integrada y
orientada hacia el mundo del turismo. (Recordemos que el tercer eslabón bien podría
ser los hoteles de la Loews Corp. incluidos en la fusión propuesta en 1970.) En efecto,
en 1970 agregaba a sus propiedades una industria alimenticia, la Banquet Foods, cu-
yos principales clientes pertenecen a las cadenas hoteleras. En la ITT, la agencia de
arriendo de automóviles es una de las cinco unidades del “bloque” turístico que maneja
la corporación multinacional: Sheraton, ITT, Avis, ITT, Continental Banking Co. (pana-
dería y pastelería) y Alimentos congelados Morton, Servicios de comunicaciones, TDI
(compañía que arrienda lugar en trenes y buses), amen de los servicios financieros de
la ITT que también proporcionan créditos a los candidatos viajeros, y de los estaciona-
mientos automovilísticos APCOA. Con esta línea de servicios integrados, la ITT inaugu-
ro una nueva forma de viajar y esbozo un modelo de expansion que varias corporacio-
nes en su política de reconversión están tratando de seguir.

Tabla 14
La red turística norteamericana en América Latina en 1972.

Líneas US Re- Líneas aéreas: Bancos Traveler Check Cadenas de Hoteles.


gionales (TACA Interna- (sin contar los bancos (Al nombre del Hotel
tional Airlines; Western que venden cheques le siguen los países
Airlines, etc.): Costa del American Express): en los que tienen
Rica, el Salvador, Gua- presencia).
temala, Haiti, Honduras,
México, Nicaragua, Pa-
namá, Puerto Rico, Tri-
nidad, Venezuela y
otras islas del caribe.

American Airlines (En Bank of América: Argen- Hilton International:


1969 la American Airlines tina, Bolivia, Brasil, Co- Brasil, Chile, Colom-
absorbió la Trans Carib- lombia, Costa Rica, Rep. bia, México, Puerto
bean Airways): Haiti, Dominicana, Ecuador, Rico, Trinidad, Vene-
México, Puerto Rico y Guatemala, Honduras, zuela y otras islas del
otras islas del caribe. México, Nicaragua, Pa- caribe.
namá, Paraguay, Perú,
Puerto Rico, Uruguay,
Venezuela y otras islas
del caribe.
Braniff International: Ar- First National City Bank: Holiday Inns: Brasil,
gentina, Bolivia, Chile, Argentina, Bolivia, Brasil, Rep. Dominicana, El
Colombia, Ecuador, Mé- Colombia, Rep. Domini- Salvador, Guatemala,
xico, Panamá, Paraguay cana, Ecuador, El Salva- Honduras, México,
y Perú. dor, Haiti, Honduras, Mé- Panamá, Puerto Rico,
xico, Nicaragua, Panamá, Trinidad, Venezuela y
Paraguay, Perú, Puerto otras islas del caribe.
Rico, Trinidad, Uruguay,
Venezuela y otras islas
del caribe.
Eastern Airlines: México y Alquiler de automóviles y Intercontinental: Bra-
otras islas del caribe. tours: Avis ITT: Chile, sil, Colombia, Rep.
Costa Rica, Rep. Domini- Dominicana, Ecuador,
cana, Ecuador, Guatema- El Salvador, Nicara-
la, Haiti, México, Pana- gua, Puerto Rico,
má, Puerto Rico, Uruguay Venezuela y otras
y otras islas del caribe. islas del caribe.
Panam: Argentina, Brasil, Hertz RCA: Argentina, Loew’s: Puerto Rico y
Chile, Rep. Dominicana, Bolivia, Brasil, Chile, Co- otras islas del caribe.
Ecuador, El Salvador, lombia, Rep. Dominicana,
Guatemala, Haiti, Hondu- Ecuador, El Salvador,
ras, México, Nicaragua, Guatemala, Haiti, México,
Panamá, Perú, Puerto Nicaragua, Panamá, Pa-
Rico, Trinidad, Uruguay, raguay, Perú, Puerto
Venezuela y otras islas Rico, Trinidad, Venezuela
del caribe. y otras islas del caribe.
American Sighseeing: Ramada Inns: Méxi-
Argentina, Brasil, Chile, co.
El Salvador, Guatemala,
Haiti, México, Perú, Puer-
to Rico, Trinidad, Uru-
guay, Venezuela y otras
islas del caribe.
Sheraton ITT: Argen-
tina, Chile, Costa
Rica, México, Perú,
Puerto Rico, Vene-
zuela y otra islas del
caribe.
Western International:
Ecuador, El Salvador,
Guatemala, México,
Panamá y Venezuela.
Braniff International
Hotels: Colombia,
Ecuador, Panamá y
Perú.
Marriott (esta compa-
ñía controla además
la red de servicios de
comida para las lí-
neas aéreas que cir-
culan en América
Latina): México.
Rockresorts: Puerto
Rico.
Hyatt Hotels AA: Ni-
caragua y Paraguay.
Flagship Hotels AA:
Nicaragua.
Fuentes: Hotel & Travel Index, Winter 1971 1972, Ziff Davis Publishing, N.Y.; Business
Abroad (World Trade date yearbook issue), mayo de 1971, Hertz Worldwide Directory,
1972, Avis International Directory, julio de 1971.
Una de las mas fieles seguidoras del esquema ITT es la corporación Greyhound,
la financiadora de la película El Asesinato de Trotsky (2.753 millones de dólares en
ventas en 1970), 99 que esta presente en casi todos los países latinoamericanos donde,
además de poseer líneas de autobuses en México y otros países del subcontinente,
controla la industria de los tours a través de su división American Sightseeing Tours, 100
a la cual están afiliadas todas las grandes agencias de viaje de América Latina (México
Travel Advisors, en México; Cocha en Chile; Agencia de Viajes Camillo Kahn, en Brasil;
Fairways, en Argentina). Propietaria de líneas terrestres (autobuses, coches de arrien-
do), marítimas y aéreas, acaba de sumar a sus posesiones nada menos que una de las
principales industrias alimenticias de EEUU, la Armour Foods. En su política de pene-
tración transnacional, en 1970 se apodero de la organización del transporte de pasaje-
ros por vía terrestre en Corea del Sur y en Nigeria, y estaba en discusión con las auto-
ridades de Ghana y Arabia Saudita para lograr la misma operación.

Los travelers checks:

El inventario de los signos del turismo norteamericano en vías de universaliza-


ción no se termina con los hoteles, las agencias de alquiler de automóviles y otros ser-
vicios, sino que se prolonga hacia el ámbito banquero. Ya hemos visto que varias insti-
tuciones bancarias apoyaban las inversiones de las grandes cadenas hoteleras en su
expansión imperialista. Varios bancos, como el First National City Bank, son propieta-
rios de boeings, de corvairs y otros aviones que arriendan en forma permanente a la
Panam, la TWA, etc. Pero también la banca tiene servicios propios que forman parte
del modo de viajar norteamericano. El dólar, como única moneda de intercambio del
viajero, convierte los cheques de viajero y las tarjetas de crédito en pasaporte interna-
cional.
Esta manera de hacer olvidar la monetización de las relaciones mercantiles que
guían el negocio turístico corresponde a su vez a una opción de viajar por los dédalos
de las corporaciones multinacionales. El turista encontrara en la evasión turística los
signos de la cotidianidad industrial de la realidad del trabajo. A grandes rasgos, se
puede decir que tres grupos bancarios manejan la producción de los travelers checks:
el American Express, el First National City Bank y el Bank of América. La primera com-
pañía, la mitad de cuyas acciones esta en manos de los Rockefeller, controla casi el
60% del mercado, dejando a las otras dos el reparto del resto. Ello significa que, por
ejemplo, en épocas de verano, “mas de 10 millones de turistas alrededor del mundo
compran los cheques del American Express, eligen uno de sus tours organizados, o por

99
“How Greyhound found partners to do the driving abroad”, Business Abroad, julio de 1971;
“Armour Dials Phase II dilemma”, Business Week, 13 de mayo de 1972; Finance, septiembre de
1972, pp. 42 y 43.
100
American Sightseeing Association Inc., International Tariff, 1969.
lo menos, planean su viaje a través de las 94 agencias de viaje que tiene en EEUU y
de las 700 que posee en el exterior”. 101
Con su nuevo sistema de reservación por computadora (Space Bank), la Ameri-
can Express, que ha logrado establecer convenios con todas las grandes líneas aéreas
y cadenas hoteleras, pone a la disposición de sus clientes la friolera de 400.000 habita-
ciones, tanto en EEUU como en el exterior. (La American Express también es propieta-
ria de los famosos Club Mediterranee con sede organizativa en Paris, tan vapuleados
por la “Revolución de Mayo”.)
Si previamente el viajero desea preparar su periplo puede recurrir a aprender
idiomas al Institute of Modem Languages Inc., una subsidiaria de American Express
desde 1969, o leer los magazines Travel & Leisure, Camera 35 y U.S. Camera Annual,
publicados por la subsidiaria de American Express, la US Camera Publishing Corp. En
1969, la American Express emitió y vendió a través de 62.500 bancos y sucursales mas
de 4 mil millones de dólares en cheques de viajero en 131 países. Este tiraje permite a
la American Express hacer funcionar todo su complejo bancario, el American Express
International Banking Corp., que mantiene 53 oficinas bancarias civiles en el exterior y
192 en las bases militares de EEUU repartidas en el mundo entero. 102
En efecto, al comprar cheques de viajero, el viajero presta dinero a la American
Express y esta financiándola, puesto que el tiempo que transcurre normalmente entre
el momento en que se compra y el que la American Express lo recibe de vuelta para
pagarlo, fluctúa en un promedio de seis a ocho semanas. Este flujo de capitales proce-
dentes del turista puede alcanzar en los meses de verano mas de mil millones de dóla-
res. Resultado: entre 1960 y 1970, las utilidades anuales de la American Express pasa-
ron de menos de 10 millones de dólares a 85 millones, suma equivalente al doble de
las ganancias de la cadena Holiday Inns en ese año.
American Express domina también el campo de las tarjetas de crédito, para via-
jes, restaurantes, clubes y entretenimientos, donde se introdujo en 1958 para competir
con el Diners Club y la Carte Blanche. En 1969, las cartas American Express juntaban
a mas de tres millones de personas, las del Diners Club unos dos millones y las de la
Carte Blanche alrededor de 650.000. (Carte Blanche es una división de la empresa
electrónica aeroespacial cinematográfica AVCO.) Con estas credenciales –versión in-
dustrializada de la inscripción en los clubes reservados a la alta sociedad-, el hombre
de la American Express, del Diners Club y de la Carte Blanche crea la elite de los
“hombres nuevos” urgidos por la necesidad de expansión y de la corporación multina-
cional.

¿Disneylandia en Venezuela?

Hace pocos meses, la revista Business Week relataba las primeras conversacio-
nes entabladas entre la Corporación Walt Disney y la Oficina de Turismo del gobierno
de Venezuela con fines de construir en el país un grandioso parque de atracciones al
estilo Disneylandia.

101
“The trick is managing money”, Business Week, 6 de junio de 1970, p.76.
102
American Express Company Annual Report 1970.
Un año antes, la misma corporación firmaba un contrato similar con grupos de
Alemania occidental. De pronto, los mitos vehiculizados por los comics de Disney se
están materializando en grandes corporaciones de entretenimiento que llevan a cabo
su concepto de planificación territorial del ocio. En esta empresa volvemos a encontrar,
con toda su pujanza, la red del poder hotelero-turístico. Una prueba mas de la intima
relación entre la industria del turismo y la llamada industria cultural ligera, que cumplen
una función similar complementándose. En el minimundo fantástico de Walt Disney
(Walt Disney World) –recientemente estrenado en Florida con un costo de unos 400
millones de dólares a las Walt Disney Productions- se repiten los mismos nombres y
rótulos publicitarios que los que rigen en la organización del turismo a escala macro
mundial. 103
La línea aérea Eastern, de los Rockefeller, fue elegida como la “la línea oficial
del mundo de Walt Disney”. La corporación Greyhound tiene a su cargo toda la red de
transporte terrestre del “reino”. Para rodear la nueva fundación con un cinturón de hote-
les, las diversas compañías compraron a precios astronómicos los terrenos circundan-
tes e instalaron unas 6.000 habitaciones con un costo total de 125 millones de dólares.
La Sheraton Corp. of América se ha llevado la parte leonina y construyo unas 2.200
habitaciones en 9 lugares distintos alrededor de Disney World, Howard Jonson, Holiday
Inns, Hilton Hotels Corp. y Ramada Inns se repartieron el resto. Para fines de 1972,
estas mismas compañías esperan construir unas 12.000 habitaciones y la curva segui-
rá en progresión geométrica: 16.410 para 1975 y 26.990 para 1980. en 1972, el numero
de visitantes debería alcanzar unos 10 millones de personas.
Para rematar esta encarnación del mundo de la ficción en la realidad de los cen-
tros de atracción, cinco corporaciones han decidido construir otros conjuntos.
Las productoras de películas y espectáculos circenses Ringling Bros Barnum &
Bailey Combined Shows, vinculadas con la CBS, han acordado reconstruir la vida de
los animales en su medio natural y hacerlos convivir con presentaciones de espectácu-
los. Otra compañía trata de armar en un centro un famoso programa de televisión con-
vidando al visitante a pasar un día en África, desde el Sahara hasta el Zambeze. Inclu-
so “han considerado la contratación de tribeños massais, zulúes, watusis y beduinos
para agregar autenticidad, y están cazando animales en África y Asia para poblarlo”. 104
La cadena de televisión ABC no ha quedado a la zaga en este tipo de iniciativas
turísticas. En otras partes de Estados Unidos, es propietaria de tres parques de entre-
tenimientos (Weeki Wachee Spring, San Francisco, Florida), donde el visitante puede
admirar, a la vez, las bellezas naturales en barcos de fondo transparente y los shows
submarinos de sirenas. En julio de 1972, la Warner Bros Seven Arts inauguro en Nueva
Jersey el Jungla Habitat, una especie de zoológico calcado sobre los dibujos animados
de la empresa cinematográfica. Ya no se trata de llevar la realidad a la pantalla, sino de
lo inverso. Todas estas creaciones, pues, llevan de la pantalla a la realidad de las es-
tructuras territoriales, los arquetipos de la cultura de masas tradicional. Los bolsones de
naturalidad que Rico Mc Pato, Donald y sus sobrinos buscaban al trasladarse a los paí-
ses de la periferia y ofrecían a sus lectores como exclusiva manera de redimir el peca-

103
“Riding the coattails of Mickey Mouse”, Business Week, 11 de septiembre de 1971; “Land
Speculators play Disney’s money machina”, Business Week, 11 de septiembre de 1971.
104
“Animal neighbors ring Disney World”, Business Week, 26 de febrero de 1972. Vease
tambien The Wall Street Journal, 2 de agosto de 1972.
do original de la industrialización y la urbanización surgen en Florida y Alemania, y
tienden a erigirse en único modo de entretenimiento masivo.
En esta empresa no solo están comprometidas las corporaciones “culturales” si-
no grandes corporaciones aeronáuticas y electrónicas. La Ling Temco Vought a través
de su subsidiaria, LTV Recreación Development Inc., acaba de anunciar: “En 1973 es-
peramos tener en nuestro Steamboat Village un complejo recreativo de 1.600 acres y
ofrecer a los candidatos a vacaciones una gama de actividades de invierno y de vera-
no.”
Este centro de recreo será el segundo que administrara la Ling Temco Vought
puesto que previamente adquirió la Paradise Cruise Ltd., que organiza tours en la islas
de Hawai. 105

Mas que diversión.

El lector podrá argumentar que hasta ahora no hemos salido del mundo de la di-
versión y que las grandes corporaciones, a través de sus inversiones hoteleras, están
conformando, sobre todo, un modo de recrearse, un modo de planear los momentos
libres y de descanso de toda la población convertida en su publico. Fuera del hecho de
que un modo de divertirse puede llegar a constituirse en una referencia valorativa per-
manente, ya que suscita determinados tipos de aspiraciones, podríamos agregar que
esta penetración del mundo del entretenimiento por las corporaciones multinacionales
tiene su paralelo en una invasión, por parte de las mismas entidades, de los campos
mas “permanentes” del planeamiento territorial. El rush hotelero concuerda con un rush
en el campo de la construcción de ciudades y conjuntos habitacionales. 106
Cada vez mas las corporaciones multinacionales de EEUU realizan inversiones
en la compra de terrenos y en la edificación. Mediante esta operación financiera, sus
modelos de concebir el hábitat y su internacionalización tienden a transformarse, como
en el ámbito del entretenimiento, en los únicos modos posibles de vivir el presente y de
planear el futuro, así como las únicas formas de relaciones sociales en el ámbito fami-
liar, vecinal, etc., viables a escala mundial. Algunos datos convencerán a los incrédu-
los. En 1971, 33 de las50 mayores empresas constructoras proyectistas de EEUU con-
siguieron contratos en el exterior por una suma total de 4.500 millones de dólares. La
primera de estas, la Boise Cascade, propietaria de fabricas de papel y de la reciente-
mente expropiada Panamá Power & Light Co., extrajo el 58% de sus contratos de lici-
taciones foráneas. 107
Desde 1967, la subsidiaria de la ITT, la Levit, ha estado construyendo casas en
los alrededores de Paris y Madrid. La compañía American Standard Inc. y la Kaiser En-
gineers, división de la industria automovilística, están edificando conjuntos habitaciona-
les en América Central y del Sur. Mobil Oil se ha asociado a otras compañías para
construir unos 15.000 departamentos en Hong-Kong. En el terreno de las residencias
de veraneo o de reposo, la compañía Crocker Land Co. ha adquirido, en 1970, 2.200

105
“Aerospace is deversifying again”, Business Week 11 de septiembre de 1971.
106
“Special Report: The corporate land rush of 1970”, Business Week, 29de agosto de 1972.
107
“ENR’S top 500 design firms”, Engineerinbg News Record, 18 de mayo de 1972.
acres en México; la industria química Olin Corp., junto con inversionistas europeos y
norteamericanos construye en África. Y como caso extremo, no esta de mas recordar el
contenido del contrato de Litton Industries con los coroneles griegos: recibio nada me-
nos que el encargo de planear el desarrollo económico de Creta y del Peloponeso oc-
cidental (15% del territorio griego y 12% de la población del país). Su división Litton
Infrastructure Development Optimization (LIDO) planea la organización del territorio,
desde la implantación de industrias nuevas hasta la construcción de ciudades “preser-
vando los monumentos históricos y recursos naturales estéticos de Olimpia”. 108
Siguiendo la veta publicitaria de la IBM, en sus informes anuales, la corporación
hace alarde de la acumulación de conocimientos debida a sus contratos de defensa:
“La Litton International Development Corporation (LIDCO), una organización es-
tablecida por Litton Industries para ofrecer a las naciones interesadas la amplia gama
de la experiencia y capacidades de la corporación, cree que el desarrollo económico
puede ser acelerado recurriendo a las avanzadas practicas y programas del planea-
miento, y que los mismos principios que han empujado el progreso militar y aeroespa-
cial pueden ser aplicados a los problemas nacionales.” 109
Esta expansión foránea corresponde a la política de diversificación de las gran-
des corporaciones en los propios Estados Unidos.
En los últimos cinco años, una docena de grandes corporaciones se ha lanzado
al campo de la construcción y del planeamiento territorial. Recordemos los casos de la
RCA y de la Westinhouse, que compraron respectivamente una de las mayores firmas
de construcción y dos fabricas de cemento. La CBS es el accionista principal de la fir-
ma constructora Klingbeil Co. Varias de estas empresas están desarrollando una nueva
línea de producción de materiales de construcción: la ITT, la General Electric, la Wes-
tinhouse, la US Steel, la Bethlehem Steel Corp., la Aluminium Co. of América (ALCOA),
la Olin, la Chrysler, la General Motors, la Ling Temco Vought y mas recientemente la
Boeing. Todas estas corporaciones están lanzándose a la producción masiva de edifi-
cios, con lo que se están alterando radicalmente los aspectos hasta ahora fragmenta-
dos y estacionales de la construcción de casas. En 1970, por ejemplo, la US Steel pro-
ducía habitaciones de la construcción (residencial y no residencial) debería pasar de
unos 60 mil millones de dólares anuales en 1969 a 106 mil millones en 1972 y rozar los
150 mil millones en 1980. 110
La construcción ha atraído también a los trusts del papel (St. Regis Paper, Inter-
national Paper Unión Camp,Boise Cascade) y del petróleo (Standard Oil Co. of Califor-
nia, Occidental Petroleum Corp.), que edifican ciudades en los terrenos que ya habían
adquirido anteriormente para extraer o cultivar sus materias primas. La industria del
papel resulta particularmente favorecida en esta fase de reconversión, puesto que des-
de hace mucho esta manejando grandes superficies de terreno que la abastecían de
productos forestales.
La mass production de casas sigue los mismos esquemas que la mass cultura:
proyección vertical y generalización de los parámetros de las grandes corporaciones y
sus necesidades de reconversión y diversificación. La ideología que legitima su intro-

108
Litton Industries, International Directory, 1969.
109
Litton Industries, International Directory, 1969.
110
“Economic growth in the seventies”, National Industrial Conference Borrad.
ducción en este campo emplea los mismos leitmotiv que en el monopolio de la cultura
de masas.
“Bien planeado, y dado un buen clima financiero y político, el capital podrá hacer
maravillas. podría llevar a un desarrollo mas planificado, con una base mas firme. po-
dría crear un mercado realmente nacional de la construcción, con economías en gran
escala, lo cual implica: casas producidas masivamente, construcción industrializada
para mas edificios, beneficio anual garantizado y condiciones mas fáciles de negocia-
ción en los mercados de la construcción. Para 1980, la industria de la construcción
puede ser diferente de lo que era en los años 1950 y 1960, como hoy la industria ae-
roespacial difiere de los antiguos productores de aviones en la época de la pregue-
rra.” 111
Se entiende ahora por que las grandes corporaciones como la Westinhouse han
empezado a adquirir fabricas de cemento y de casas prefabricadas. Toda adquisición,
desde la agencia de alquiler de automóviles hasta la fabrica de concreto, encaja en el
orden de la reconversión acorde con su mayor expansión. Y la acumulación en una
misma corporación de fabricas de pasteles, de casas, de teléfonos, de alimentos con-
gelados y de helicópteros permanece insólita y anárquica solo a los ojos del consumi-
dor ingenuo, que leyó los comics de Disney y se los creyó todos.

V – CONCLUSION: LA MUERTE DE SUPERMAN

“La ciencia avanzará. Pero será una ciencia con una meta práctica. Hoy día, en
los debates entre el publico, el gobierno y los proveedores del gobierno en las indus-
trias de la tecnología, el punto de vista del pragmático ha desplazado al del patriota y al
del científico puro.” 112 , así se expresaba hace poco James C. Fletcher, administrador
general de la NASA, al anunciar la rectificación de rumbo que experimentara la política
espacial norteamericana en los años venideros. El año 1973 es el umbral de lo que los
científicos norteamericanos ya han denominado como la “nueva era espacial”. No abr
mas viajes a la luna. Se cierra la etapa de la conquista y exploración de la luna, que
costo al pueblo norteamericano cerca de cincuenta mil millones de dólares. De ahora
en adelante, el objetivo principal de las actividades espaciales de los Estados Unidos
será la tierra. “Vamos entrando en la era de la utilización del espacio en beneficio del
hombre.” 113
A partir del 1973, los vuelos tripulados que absorbieron la mayor parte de los
fondos en el periodo anterior bajaran alrededor del 30% del presupuesto de la NASA y
representaran la quinta parte de todas las actividades espaciales norteamericanas civi-
les y militares, a nivel nacional e internacional. Los escasos vuelos tripulados deberán
ser directamente rentables. Los astronautas del Skylab, la primera misión que abre esta
nueva era espacial, deberán fotografiar, en el curso de las tres salidas previstas, mas
de las tres cuartas partes del suelo y subsuelo terrestre, y empadronar al 90% de la

111
Special report, art. cit. p.77.
112
James C. Fletcher, “Toward corporate continuity in space; The case for NASA’s future”,
Finance, abril de 1972, p.49.
113
declaración del administrador asociado de los vuelos tripulados de la NASA en Aviation
Week and Space Technology, 19 de marzo de 1973, p. 39.
población mundial. Y esto además de volver con los últimos detalles que permitirán sa-
ber si el hombre puede trabajar para la tierra desde el espacio durante largos periodos.
Las aplicaciones de la tecnología espacial y los vuelos no tripulados están al or-
den del día: se intensificaran los lanzamientos de satélites de comunicaciones naciona-
les e internacionales, de los satélites para propósitos educacionales, de los satélites
meteorológicos, de los satélites de transmisión directa, de los satélites de observación
de los recursos oceánicos, agrícolas, minerales y forestales, así como los recursos de
agua. Por otra parte, la nueva política espacial procurara establecer proyectos de co-
operación sobre una base “multinacional y transideologica”, tratando de combinar las
ventajas del “fin de la guerra fría” con la “neutralidad extraterritorial del espacio”.
Estas declaraciones oficiales sobre la nueva política espacial se hicieron en abril
de 1972, o sea, a menos de tres años del gesto de Neil Amstrong, tratando de convo-
car en la luna alrededor de la bandera norteamericana a mas de setecientos millones
de televidentes y radioescuchas, y a menos de dos años de la primera cosecha lunar
que regocijó a los geólogos de Cabo Kennedy y a los visitantes de la exposición rodan-
te organizada alrededor del mundo por los servicios culturales de las embajadas nor-
teamericanas.
Durante los últimos años de la década del 50 y toda la década del 60 los funcio-
narios de la NASA nos habían acostumbrado a otro tipo de discurso. Los boletines in-
formativos que relataron los resultados logrados por las misiones Géminis, Mercurio y
Apolo, seguían el padrón contable de la carrera deportiva:
“... la tripulación del Apolo 17 efectuó tres caminatas en la luna y permaneció en
la superficie selenita durante 22 horas y 5 minutos, superando la marca del Apolo 16,
que era de 20 horas y 13 minutos; trajo 240 libras de rocas y muestras del suelo lunar,
mientras que la misión Apolo 16 había regresado con 208 (...)”
Y así sucesivamente y en forma comparativa y superlativa. Obviamente la elec-
ción de la terminología de las “marcas” no era un acto arbritario. No hacia sino traducir
y encubrir el signo de competencia política que presidía la conquista de la luna.
“Los EEUU, su psiquis, así como su sentido de seguridad aguijoneados por el
prestigio y la importancia militar del sputnik lanzado por Rusia, abrieron de par en par
las arcas fiscales y gastaron miles de millones sobre miles de millones para alcanzar y
superar a la Unión Soviética en el espacio.” 114
La consigna lanzada por John Kennedy, de llegar a la luna antes de fin de la dé-
cada, dio la partida a una carrera desenfrenada que solo tuvo su equivalente en la ca-
rrera armamentista. En ese tiempo, los representantes legislativos norteamericanos, en
concordancia con el gobierno, erigían esta nueva variante de la guerra fría al rango de
prioridad nacional. Las declaraciones que sobre el tema emitieron en la ultima década
los mandatarios de EEUU o los administradores de la NASA alternaron todas entre la
celebración de la labor de laboratorio realizada por los funcionarios espaciales y la pro-
clamación de fe en la paz, a través de la conquista de la luna.
“El compromiso de los EEUU –expreso Lyndon Jonson- en lo relativo a la explo-
tación del espacio con propósitos pacíficos, es un compromiso firme. No renunciaremos
a este objetivo nacional. No nos dejaremos apartar de nuestro esfuerzo nacional por los

114
James C. Fletcher, art. cit.
que tratan de distraernos. Nuestra meta en el espacio es la paz y no exactamente el
prestigio.” 115
Los ejecutivos “patrióticos” de la agencia espacial norteamericana eran mucho
mas locuaces para divulgar sus ideas sobre la necesidad para su país de seguir en el
liderazgo del “mundo libre”:
“por primera vez en la historia de la humanidad, la posibilidad de dejar la tierra y
de explorar el sistema solar esta al alcance de la mano. Solo dos naciones, EEUU y la
Unión Soviética, cuentan hoy con los recursos para explotar dicha posibilidad. Si noso-
tros, como símbolo de gobierno democrático, abandonamos dicha oportunidad al abo-
gado y líder de la ideología comunista no podríamos conservar nuestra propia imagen o
la imagen que las demás naciones tienen de nosotros y de la sociedad libre que repre-
sentamos.” 116
En esta competencia la tecnología del espacio quedo circunscrita al espacio y a
las necesidades acumulativas generales por su exploración. El único puente que se
tendió entre el común de los terrestres y esta formidable maquinaria tecnológica, trans-
ito por el espectáculo y el consumo de las hazañas de los astronautas. En esos años
en que ya las cápsulas espaciales estaban dotadas de los mas modernos adelantos
para la seguridad de sus tripulantes, en que mas de un centenar de médicos estaban
agudizando su curiosidad científica, dedicándose a la observación del latido del cora-
zón de tres hombres, las compañías aeronáuticas norteamericanas lanzaban sus jets
en el mercado internacional sin preocuparse demasiado de la seguridad de sus pasaje-
ros, y los laboratorios de investigaciones sobre el cáncer veían sus ya exiguos presu-
puestos estrechados al mínimo. “The sky above... the mud below.” (El cielo arriba… el
barro abajo.) Los militantes “idealistas” de la guerra fría fueron acompañados en su
empresa por los científicos ávidos de ensanchar los temas de su investigación pura,
que giró en forma sincronizada también en el vació espacial. A todos los sectores de la
sociedad norteamericana, la NASA les brindaba la conquista del espacio como una
nueva conquista del Oeste: “El espacio: la nueva frontera.” El espacio se convertía en
un nuevo territorio de redención nacional.
“Entre las mayores motivaciones que guían el programa espacial están (...) los
efectos estimulantes de esta empresa nacional de desafío a todos los segmentos de la
sociedad norteamericana, particularmente los jóvenes.” 117
Aparte de su valor simbólico de estimulante y de apuesta en el reto anticomunis-
ta, ¿de que servían la mayor parte de estos avances tecnológicos que se nutrían de si
mismos? Durante mas de una década ninguna autoridad de la NASA o de la Casa
Blanca o del Pentágono parece habérselo preguntado públicamente; como tampoco se
cuestionaron las empresas aeronáuticas y electrónicas que recibieron el 80% del pre-
supuesto atribuido a los viajes a la luna.
Entre las afirmaciones de Fletcher y las de Jonson, median unos siete años y va-
rios acontecimientos de relevancia con que tropezó la política espacial.

115
NASA, Space: The new frontier, Washington, U.S. Government Printing Office, 1967, p.2.
116
declaración del antiguo administrador de la NASA, James E. Webb, en NASA, Space: the
new frontier, op. cit.
117
James E. Webb, op. cit.
“La guerra fría se ha atemperado y una era mas pacifica esta concordando con
una conciencia creciente de que en la textura social aquí abajo en la tierra existen agu-
jeros apolillados.” 118
El Congreso es cada vez mas renuente a financiar iniciativas que no proporcio-
nan “una mejor vida a las masas en la tierra”. Pero sobre todo han aparecido los prime-
ros indicios de un deterioro económico y, según la oposición, los proyectos espaciales
concebidos tradicionalmente no resuelven nada el problema de una balanza comercial
deficitaria en mas de cinco mil millones de dólares anuales, y no ayudan a Nixon a so-
lucionar la inflación desatada.
Sin embargo, todos sabemos que si bien es cierto que el ciclo de los viajes a la
luna parece haberse clausurado definitivamente, no es menos verdad que, pese a todo
lo proclamado, la guerra fría subsiste y ha adoptado otras modalidades, tanto civiles
como militares. 119
Lo reconocía el propio jefe de la Agencia de Información de EEUU en 1972: “Si
la definición de la guerra fría es una lucha de ideologías –una guerra llevada a cabo por
otros medios que el conflicto militar- entonces la guerra fría todavía existe evidente-
mente, en términos de lucha por la mente de los hombres.” 120
En estas nuevas formas de la guerra, la tecnología espacial se ha convertido en
una punta de lanza de la llamada nueva estrategia de paz que, según las mismas pala-
bras de Nixon, sustituye la confrontación por la diplomacia de la negociación. En esta
nueva batalla, el patriota y el científico la laboratorio dejan su lugar al científico surgido
en línea recta de la fusión de los intereses político económicos del gobierno con los de
las grandes corporaciones. El es el nuevo teórico e ideólogo encargado de materializar
en la tierra la utopía universalista del poder imperialista merced a la ciencia y la tecno-
logía aplicadas. Este nuevo tipo de proselitista es el que familiarizará al hombre común
con esta nueva etapa de la invasión tecnológica en provecho de la humanidad y que,
de paso, disfrazara esta nueva fase de la lucha ideológica mundial con los atuendos
pragmáticos de un proceso de liberación. He aquí una muestra de su discurso neoposi-
tivista extraído de un documento del Departamento de Estado:
“Las fuerzas de la ciencia van claramente mas allá del esclarecimiento intelec-
tual y de las aventuras de la investigación. Las verdades científicas son universales y
pertenecen a cada uno de nosotros. Cruzan las fronteras nacionales. Son genuinamen-
te internacionales, posesión de todas las naciones. Asimismo, las aplicaciones de la
ciencia a las necesidades de la humanidad a través de la tecnología son ampliamente
variadas, infinitas en perspectiva.

118
James C. Fletcher, op. cit.
119
Con esta nueva fase de la guerra fría –sobre todo después de la firma de los acuerdos SALT
con la Unión Soviética sobre la limitación de las armas nucleares estratégicas- cobra crecida im-
portancia militar la tecnología de satélites, tanto los que se utilizan para misiones de espionaje
(satélites de reconocimiento y de vigilancia), como los satélites sustitutivos del armamento clási-
co (satélites climatológicos, meteorológico, etc.). también salta al primer plano la tecnología de
las contramedidas para neutralizar dichos satélites. Sobre este tema, véase desde una perspectiva
critica: Raimo Vayrynen, “Military uses of satellite communication”, Instant Research on Peace
and Violence, Tampere, Finlandia, 1973, n.1.
120
Frank Shakespeare, “Who’s winning the propaganda war”, U.S. News and Word Report, 1 de
mayo de 1972, p.51.
La ciencia pude suministrar a todo pueblo las herramientas útiles, productos que
son de su provecho y servicios beneficiosos.
“Cuando el transistor fue inventado, hace 25 años, el concepto rápidamente se
volvió propiedad de toda la humanidad (...) Se piensa a veces que los países subdes-
arrollados, cuando importan tecnología, solo pueden beneficiarse con las formas espe-
ciales de la ciencia diseñada particularmente para atender sus necesidades. Esto no es
siempre, ciertamente, el caso. Podemos citar numerosos ejemplos bien conocidos en el
campo de la salud, la agricultura y el transporte. Otros ejemplos que suelen aflorar para
ilustrar lo que decimos consisten en el transistor y los satélites terrestres –que reflejan
una tecnología verdaderamente sofisticada- que sin lugar a dudas son aptos para que
muchos países los adopten para sus redes de comunicación sin pasar por las etapas
intermediarias que son caras y engorrosas. En general, por lo tanto, los países mas
avanzados sirven a menudo a los menos avanzados simplemente llevando a cabo sus
propias actividades técnicas, y ofreciendo sus productos al mundo”. 121
En la ofensiva del pragmático prevalece el objetivo de la productividad de la
ciencia y de la tecnología. Como decía Nixon en marzo de 1973 al reorganizar las insti-
tuciones centrales que fijan la política científica y tecnológica de EEUU en el campo
nacional e internacional: “uno de los propósitos de la reorganización es el de guiar a la
ciencia y a la tecnología hacia réditos mas realizables, especialmente la creación de
mas industrias y mas empleos.” 122
Después de haber pensado en los años anteriores que el uso de una tecnología
reducida constituía una medida deflacionaria para el presupuesto de la nación de 1974,
Nixon parece haber entendido “el papel clave de la tecnología en las ecuaciones políti-
co económicas nacionales e internacionales” y acude profusamente al “estimulo tecno-
lógico como herramienta para revivir la economía y también para echar las bases de
una futura fuerza económica internacional”. 123
El buen samaritano ya no es un cuerpo de paz de la era de la Alianza para el
Progreso, sino un agente de ventas de los últimos modelos tecnológicos de las corpo-
raciones en crisis.
El realismo de los nuevos exportadores de ciencia y de tecnología, amparados
por el mito de la neutralidad científica, repercute en la “fantasía” de los productores de
la cultura de masas. Hasta la fecha, solo un hombre había utilizado el espacio y su pro-
pio poder tecnológico en beneficio de sus semejantes “prescindiendo” de toda ideolo-
gía: Superman. “Con sus poderes había ganado la gratitud de todo el mundo”. Con la
nueva era espacial, ¿cómo se comporta el superhéroe, “protector de los débiles”, frente
a este competidor real que vuelca todo su potencial de beneficencia hacia la tierra y
amenaza con quitar al superhombre su monopolio altruista? Para responder la pregun-
ta, dejémonos llevar por una fábula del “realismo capitalista”.

121
declaración de Frederick Seitz, representante del gobierno en el comité norteamericano sobre
ciencia y tecnología para el desarrollo, hecha en una reunión en Nueva York el 15 de marzo de
1973 (The Dep.. of State Bulletin, n. 1769, pp. 661-663)
122
“Nixon shifts control of science, technology”, Aviation Week and Space Technology, Nueva
York, 29 de enero de 1973, p.7
123
“A hard nosed budget”, Aviation Week and Space Technology, Nueva York, 5 de febrero de
1973, p.7.
En México se publicaron en 1972 dos números de la revista de historietas Su-
perman (n. 855 y 859) donde el superhéroe, sujeto a una extraña mutación, se convier-
te en un “súper mendigo”. En la portada del segundo numero aparece Superman con
un semblante totalmente transformado: canoso, encorvado y harapiento. Sentado en
una silla de ruedas, se queja amargamente de sus desventuras:
“Luisa se caso, Jaime es productor, todos mis amigos me olvidaron. El mundo no
me necesita.
En un recuadro de vivos colores y letras mayúsculas, sale el anuncio del argu-
mento: No, no esta fingiendo, superman es un pobre invalido en una silla de ruedas...
Empezamos a leer el episodio prologado en la carátula. “Cierto día de la ultima
década del siglo XX...”, Superman, escondido tras unas gafas negras y en su silla de
ruedas, esta mendigando, a la salida de un estudio de TV, con un cartelito en el cuello:
“Ayuden a este invalido.” El productor Jaime Olsen reconoce a su viejo amigo Super-
man cuando este trata de recoger torpe e infructuosamente la moneda que se le lanza
en el platillo. Acuden los transeúntes: “¡Dame tu autógrafo! ¡Espera! ¡Haré un reportaje
sobre tu vida!” El héroe se ve obligado a huir: “¡El una vez invencible Superman en ple-
na fuga! ¡En una silla de ruedas!” “¡No sean crueles!”, exclama el inválido. Empieza la
acción.
“Nos encontramos en un día imaginario del futuro, en que la ciencia venció al
superhombre, haciendo de el una reliquia del pasado. ¿Cómo sucedió? Conozcamos...
El secreto de la silla de ruedas.
Perseguido, superman elude el cerco de sus ex admiradores y se refugia en un
edificio ruinoso de esta ciudad donde –signo del futuro solidario- esta prevista “la cons-
trucción de una unidad habitacional en cooperativa”. Pero su antiguo amigo Jaime logra
seguir su rastro y lo localiza. Superman, efusivo, le cuenta su largo calvario:
“Mis poderes se esfumaron. Cada día me ponía peor y me despidieron. Sin dine-
ro me corrían continuamente... Di millones de caridad; ¡que miseria!”
¿Y no te vio algún doctor?, le pregunta Jaime. No fui a la beneficencia porque
había niños. Soy uno de sus héroes, no debo defraudarlos. No entrare. Jaime lleva a
Superman al consultorio de un psicoanalista.
¿Cuándo advirtió la perdida de sus poderes? Empezó con mis fracasos, doc-
tor...Todo me salía mal. Flashback: con el flotador gigante, ya no se necesitaba la fuer-
za de Superman para reflotar los barcos en perdición; con el rayo láser, que detiene
ciclones y tormentas, impedimos que el pueblo se inundara sin tu ayuda, Superman.
Los científicos han logrado transformar el humo de los incendios y de las industrias en
una lluvia de abonos útiles a la cosecha. No se necesita de bomberos milagrosos. Con
la ciencia ya sales sobrando, Superman. (Como lo comprueba en un dialogo anterior el
propio hombre de acero: Soy inútil en este mundo de computadoras.)
El diagnostico del especialista es nítido: Estas pasando por una histeria mental.
Cierto tipo de miedo que apareció al creerte inútil (...) quizás una terapia te sirva. Inútil
todo, Jaime. Ya estoy acabado. Luego de un breve periodo de recuperación, donde
para salvar de las llamas a una pareja de ancianos que dio su vida a la investigación
científica recobra efímeramente su vigor y poder sobrenatural, Superman se da a la
evidencia de su inutilidad y admite su derrota definitiva.
“El mundo ya no me necesita. El hombre se basta a si mismo. Me iré de este
planeta. En alguna parte debe haber un mundo donde si necesiten a Superman.”
(Y el guionista, dejando atrás su construcción ficticia, termina: “Si. El día en que
Superman deje la tierra puede ocurrir, pero el aun esta en la tierra.”)
Lo menos que se puede decir es que la historieta anterior es un tanto insólita.
Pues buscar la muerte o provocar la decrepitud del héroe que semana tras semana,
con renovado vigor, ha alegrado tanto a su creador como a sus lectores, no entra en
las reglas de fabricación de los productos de la cultura masiva. La legalidad particular a
este modo de producir cultura no concibe el envejecimiento de Superman, como tam-
poco concibe el retiro de Tarzan, de Juan el Intrépido, o de Brick Bradford.
Cuando deroga la norma de la continuidad y destruye sus personajes, quitándo-
les sus superpoderes, el creador de estas historietas comete, en algún sentido, un acto
masoquista. Ese gesto preludia el termino de su propia legitimidad consagrada por la
facultad de asegurar una vida y una acción eternas a su héroe.
Pero esta misma singularidad permite que la historieta se convierta en la mejor
ilustración del carácter histórico de los mensajes de la cultura de masas. El guionista, al
imaginar la posible decadencia del superhéroe reducido al estado de mendigo por la
ciencia y las computadoras, no hace sino admitir tácitamente la estrecha relación de
sus “creaciones”, con el grado de desarrollo de las fuerzas productivas. Por primera
vez, el creador debe admitir implícitamente que el mundo exterior es susceptible de
actuar sobre su inspiración, y que sus héroes no viven en territorios neutros, desvincu-
lados de la realidad donde se producen.
Paradójicamente, al obligar a su personaje ya imaginario a subir otro peldaño en
la ficción, el guionista transporta a su lector, no a las capas estratosferitas de la fanta-
sía, sino que al contrario –sin quererlo- lo lleva al subterráneo desde donde puede des-
cubrir los cimientos y las estructuras de todo el edificio construido. Por de pronto, una
ficción sobrepuesta a otra ficción arroja como resultado una cruda realidad. Los meca-
nismos que el lector no puede captar en los guiones repetitivos, salen a plena luz
cuando el guionista rompe con el código de la reiteración. La historieta aberrante deja
traslucir el carácter de instrumento de dominación ideológica que tiene toda la cultura
de masas. La historieta se despide entonces de su carácter de producto atemporal y
evidencia de esta forma el origen social del héroe:
“Pensé que siempre seria el guardián del mundo. ¡Que ironía! He sido sustituido
en todo, en esta época. Soy un inutil en este mundo de computadoras.”
Revela así que las funciones que cumplen los héroes de esta cultura están su-
peditadas a las necesidades de la sociedad que les inspira. Superman puede ser supe-
rado por una realidad cambiante y volverse obsoleto, y su función puede ser traspasa-
da a otro actor: “Con la ciencia ya sales sobrando, Superman.” El acto suicida del crea-
dor deja entrever que la única mano que puede asesinar a sus creaciones no es la ma-
no o la voluntad del guionista, sino el proceso de desarrollo de las fuerzas productivas.
Sin embargo la realidad a la que anhela conducirnos el guionista es una realidad
que sigue presa de la fantasmagoría. Superman puede volverse un ser parasitario, sin
utilidad social, a condición de que la ciencia y la tecnología se mimeticen con sus anti-
guos superpoderes, con tal que las nuevas fuerzas productivas tomen su relevo, here-
den su mitología y la perduren. En la historieta, el rayo láser es poder porque suplanta
el poder que tiene Superman de evaporar el agua con su famosa termovision. Las
computadoras desplazan al superhéroe y lo dejan inerme porque son capaces de cum-
plir con creces las tareas hasta ahora reservadas a los superpoderes del hombre de
acero. El rayo láser, las computadoras, la ciencia y la tecnología son el Superman en la
realidad de hoy. Al envejecer Superman, el guionista traspasa a estas nuevas fuerzas
“supranaturales” todo el aparato mítico de su poder providencial de “defender a los dé-
biles”.
Por obra de ese traspaso, el mesianismo del superhombre deviene el mesianis-
mo de la ciencia y de la tecnología. A fin de cuentas resulta que la infracción al código
tradicional de la historieta no era sino una artimaña retórica, ya que el texto ofrece al
consumidor la misma interpretación de la realidad que la que subyace en cualquier nu-
mero de la historieta. El presunto conflicto de poderes entre Superman y la ciencia es
un mero conflicto tautológico: Superman lucha con su doble. Que el héroe se llame Su-
perman, o computadora, poco importa, puesto que tanto uno como otro escamotean la
presencia de las otras fuerzas que hacen la historia.
Superman y la computadora reproducen las mismas relaciones sociales de do-
minación en que el hombre –sin ninguna posibilidad de control sobre su destino- espera
todo el poder providencial de esta nueva versión de las “fuerzas naturales”. Estos dos
actores omnipresentes que tienen el privilegio exclusivo de transformar al mundo ayu-
dando a los mas débiles, sus marionetas, camuflan con la misma destreza el lugar so-
cial de su poder. El carácter totalitario de las aventuras donde dispensan su generosi-
dad nos aparece como natural y universal. Esta homologación entre Superman y la
tecnología esta en la lógica de supervivencia del propio sistema. Matar a Superman sin
previamente encontrarle un sustituto que tenga el aval de todos sus atributos, significa-
ría destruir a la cultura de masas. Y este acto no puede perpetrarse porque el auto de
fe que suprimiría esta cultura es también el certificado de defunción de este sistema.
Dicho esto es inconcebible en la misma medida en que lo estaría un acto que decretara
la desaparición del robo y del ladrón en una sociedad fundada sobre la propiedad pri-
vada.
Pero debemos ir mas lejos ene. análisis de las permutaciones entre la tecnología
y Superman. El desplazamiento de la mitología de Superman hacia el actor científico y
tecnológico es la parábola por excelencia del reajuste que esta experimentando la ideo-
logía de las clases dominantes y que desemboca en el mito del fin de la ideología. Mito
que hemos analizado detalladamente en otras oportunidades. 124
Proceder a debilitar al superhombre para remplazarlo por la ciencia y la tecnolo-
gía es una tarea paralela y equivalente a la de proclamar la cancelación de la ideología
por el advenimiento de la ciencia y la tecnología. Es su traducción al discurso de la cul-
tura de masas que se esta amoldando a las nuevas condiciones de la lucha política.
Ahora bien, al igual de lo que ocurre con el mito del fin de la ideología que sirve de pan-
talla para facilitar una mayor acción de los esquemas ideológicos, de la misma manera
el mito de la muerte de Superman significa y disfraza la penetración de Superman en
todos los ámbitos de la vida así como la colonización total por estas nuevas formas de
lucha ideológica. El superhéroe y la ideología dominante aparentan desaparecer para
volverse mas presentes que nunca. Superman renuncia a su reino particular extrate-
rrestre y extrasocial de superhombre, y su poder mediatizado por los adelantos tecno-
lógicos se socializa a través de todos los objetos producidos que pueblan la vida coti-
diana del hombre común. De un reino utópico ocupado por un ser excepcional que po-
co menos debe implorársele para que intervenga. Superman y la ideología dominante,
tras su coartada científica, pasan a cobrar inmanencia a través de un reino pragmático

124
A. Mattelart, La comunicación masiva en el proceso de liberación, Ediciones Siglo XXI, Bue-
nos Aires, 1973.
generalizado al mundo todo y a todos los dominios de la actividad humana. En este
reino moderno, se “democratiza” el beneficio del progreso tecnológico, a la vez que se
despoja de su carácter demasiado abiertamente caritativo.
Por lo tanto, contrariamente a lo que pretenden los profetas del fin de la ideolo-
gía, la declinación de Superman y de la ideología que dejarían su lugar al reino neutral
de la ciencia y de la tecnología en cuyo interior no se verificarían las oposiciones de
clase, no es sino el índice de un recrudecimiento de la ofensiva ideológica y de la am-
pliación de los niveles y frentes de la lucha de clases. De hecho, bajo este ángulo la
parábola del envejecimiento de Superman nos indica que media poco distancia entre la
mitología que sustenta la fantasía de la historieta y la que se viste de traje de etiqueta
para esfumar el signo imperial en los discursos panegíricos de los administradores de
la NASA y del Departamento de Estado sobre las aplicaciones de la tecnología de saté-
lites climatológicos o de comunicaciones a las “necesidades sociales del hombre”.
Las observaciones anteriores desembocan naturalmente en el tercer eslabón de
la cadena de los superhéroes intercambiables: la corporación multinacional.
Es esta ultima permutación posible la que nos da en definitiva la explicación del
por que del intercambio de funciones entre Superman y el actor científico tecnológico.
Superman endosa su poder mesiánico a la tecnología. Pero esta no guarda este poder
para si sola sino que acto seguido, lo entrega a la corporación que la produce. El atribu-
to mesiánico de los superpoderes de Superman y de las fuerzas de la ciencia sirve en-
tonces para ocultar a los dueños reales de los medios de producción tecnológica y los
intereses particulares de clase que defienden. “We bring technology to life” (aportamos
la tecnología a la vida). Nuestros productos prometen beneficios para el hombre en la
Tierra (“promise benefits for man on Herat”). Son propagandas aparecidas reciente-
mente en una revista norteamericana, para publicitar las fabricaciones de la corpora-
ción aeroespacial McDonnell Douglas.
“Nuestros vehículos de lanzamiento Delta permiten escrutar el tiempo, los recur-
sos, y operar comunicaciones. Nuestras computadoras aportan nueva eficiencia a los
hospitales, a la construcción de casas, a la cartografía y a la fabricación de barcos...”
Siempre el mismo “ritornello” extrahistorico de una ciencia desinteresadamente
universal y unica, mientras sus phantoms giraban en los cielos concretos de Hanoi.
“We bring technology to life.” La tecnología hecha vida, la vida hecha tecnología. Y este
lema vale tanto para los macroproductos tipo satélites, aviones, etc. como para los mi-
cro productos electrónicos:
“El hombre pudiera vencer las enfermedades, impedir los delitos y salvar su me-
dio ambiente con ayuda de este pequeño aparato... Pudiera ocurrir una verdadera revo-
lución de las comunicaciones en educación, negocios e industrias... Ya se han fabrica-
do millares de ellos... y ya están cambiando el mundo. El Sony Umatic, Sistema de vi-
deo casetes en colores. 125
Algunos pensaran que aquí estamos hilando muy fino y que esta tercera posibi-
lidad de permutación releva mas bien de nuestra fantasía. Hasta hace poco, no hubié-
ramos podido proponer mas argumentos que los expuestos en los párrafos anteriores
para demostrar que el Superman de la nueva era espacial prestaba su ropaje mítico a
la corporación multinacional. Pero en el momento de terminar la redacción de las con-
clusiones de este libro, cayo en nuestras manos un ejemplar de la revista Finance, “the

125
Propaganda aparecida en los primeros meses de 1973 en la revista Visión.
magazine of money”, el órgano de los banqueros norteamericanos. Y, por una extraña
coincidencia, esta publicación traía un anuncio que viene a confirmar de modo mas ex-
plicito lo que hemos comprobado a través de una historieta. Dicha propaganda publici-
taba un nuevo artefacto electrónico de la Bendix Corporation destinado a registrar el
equipaje de los pasajeros aéreos para prevenir la piratería aérea:
“Durante 20 años el radar aeronáutico de Bendix ha extraído el misterio del
tiempo. Ahora nuestro actual rayo X esta extrayendo el misterio del equipaje. Hubo una
época cuando solo Superman usaba la visión rayos X para combatir el crimen. Ahora
Bendix también lo hace. Es nuestro sistema de inspección de equipajes por rayos X. En
acción, inmediatamente, en los aeropuertos y en las oficinas de correos, este detective
electrónico registra equipajes, paquetes y porta documentos, proporcionando un retrato
instantáneo de lo que esta dentro. Usted esta sorprendido de ver a Bendix en el papel
del combatiente del crimen. No lo esté. La Bendix de los años 70 es una compañía en
marcha. Al lado de nuestras capacidades tradicionales en los mercados del automóvil,
de la industria, de la aviación y de la electrónica, estamos creciendo también en nuevos
negocios (...) 126

A confesión de parte...

A lo largo de este libro, nuestra preocupación principal ha sido la de insinuar la


coherencia del universo de la agresión económica, militar y cultural. Hemos tendido
algunos puentes entre dominios que la propia cultura dominante desearía que sigamos
percibiendo como compartimentados. El helicóptero, feudo de la ciencia aeronáutica, el
cohete de la ciencia balística, el turismo de la sociología del ocio, el discurso del Depar-
tamento de Estado de la ciencia política, la historieta de Superman de la sociología de
la comunicación. Hemos procurado evidenciar líneas de continuidad que ayuden a en-
trever al imperialismo como una totalidad social, como un modo integral de producir la
vida. En esta investigación, hemos comprobado cuan cerca esta el mass morder de los
mass media. Esta tan cerca como la película pornográfica, o el sexshop neoyorquino
de Times Square lo están de los interrogatorios policiales y las torturas que practican
en Bolivia, en Brasil o en Uruguay y en Laos los asesores norteamericanos y sus peo-
nes locales. En las primeras manifestaciones del imperialismo como en las segundas,
la misma representación colectiva del sentido de la sociedad y del hombre es núcleo y
guía del sadismo sexual y de la represión subyacente. Son las aberraciones de una
normalidad aberrante. Hablando en forma metafórica, se trataría de superar la parcela-
ción según la cual se suele reservar a la sexología el caso del negocio pornográfico y a
los juristas o psicólogos el de las torturas. En una palabra, a través de este reencuen-
tro, se trataría de devolver a cada fenómeno particular su carácter totalizador, que es el
único que le devuelve su sentido profundamente político.
El aspecto político del presente trabajo no reside en el hecho de constituir un fi-
chero sobre las actividades del imperialismo. De ser así respondería a una idea muy
limitada de los campos en que se libra la lucha ideológica. Su alcance político arraiga
mas bien en un intento embrionario de reconectar el problema de la comunicación y de
la cultura con su infraestructura, y de romper con las falsas dicotomías mecanicistas
que cargando el acento de uno u otro lado mutilan al proceso de conciencia.

126
Finance, abril de 1973, pp. 56 y 57.
Esta operación nos ha parecido tanto mas urgente cuanto que una de las con-
cepciones que circula sobre la cultura de masas en varios medios críticos de esta cultu-
ra tiene como resultado practico aislar el análisis y el entendimiento de los productores
culturales de la existencia concreta de los hombres en un sistema integrado de domi-
nación. Una visión idealista que tiende a enfocar los bienes de esta cultura como obje-
tos y signos muertos, almacenados, que las corporaciones de la metrópoli emiten o
emitieron, sin considerar las circunstancias históricas en que nacieron y se plasmaron.
Por lo demás, esta concepción culturalista ha sido, y es altamente favorecida por cier-
tos discípulos del estructuralismo, cuyas virtudes y limitaciones señalamos en su opor-
tunidad. Encerrándose en su objeto de estudio, lo deshistorizan al no tomar en cuenta
las condiciones de su producción. El tipo de “lectura” de la realidad que surge de esta
visión al margen de la historia, es perfectamente congruente con las tendencias funda-
mentales que dicha corriente expresa en su practica científica alérgica a la introducción
de la línea de masas.
Dentro de la lógica de esta perspectiva, el proceso de conciencia de las masas
se circunscribiría a un mero proceso de intelectualizacion: desde su peculiar posición
de clase, dueña del instrumento científico, los culturalistas estiman que las masas de-
ben recorrer el mismo camino para desmitificar la realidad de dominación. Se olvidan
del hecho elemental de que la conciencia de clase es producto de la lucha de clases, y
que esta conciencia, en definitiva, es la que permitirá otra lectura de la realidad y, a la
vez, la creación de una nueva cultura y una nueva vida. Al abstraerse de este contexto
de la lucha de clases, dichos críticos de la cultura de masas no llegan a identificar ni a
sus enemigos de clase, ni a las fuerzas capaces de agrietar aquellos mitos que ellos
denuncian.
Las fuerzas que derrotaran a Superman no serán, con toda seguridad, las com-
putadoras ambivalentes y los rayos láser, retoños pacíficos del arsenal bélico de la IBM
y de la Litton, puestos al servicio mercantil de “todos los pueblos”. La única manera de
rematar al “protector de los débiles”, y de cancelar el mito del fin de la ideología y de la
neutralidad científica, consiste en posibilitar el surgimiento de una ciencia y de una tec-
nología a partir de las masas mismas, que les permita determinar su propio futuro. Solo
esta ciencia y tecnología surgidas a partir de las necesidades de su movilización cons-
ciente y organizada, harán obsoletas a las cadenas ideadas y fabricadas “para las ma-
sas” por los tecnócratas del imperio con el objeto de alcanzar las mass production de
los bienes de su sociedad particular.

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