Taller Formativo 1
Taller Formativo 1
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GRUPO 1
1. Fundamenta porqué son textos la Ilíada y la Odisea. Extrapola los aspectos teóricos
trabajados en clase (rasgos universales, rasgos tradicionales y rasgos individuales.
Ver PPT “El texto y su naturaleza compleja”).
2. Construye con mínimo dos oficios una alegoría para con la actividad de escribir.
Explota la relación al máximo.
Tejer Escribir
Insumos: hilos, crochet… Insumos: son las ideas que cultivamos en
la lectura. También el conocimiento de
nuestro idioma.
Manos a la obra: hilvanar los hilos Textualización: Entretejer o hilvanar las
siguiendo un punto en particular, hasta que ideas hasta conseguir un texto unitario.
quede un entramado unitario y armonioso.
Ingeniería Escribir
GRUPO 5
GRUPO 6
4. Lee el siguiente texto y extrae palabras con sentido figurado, luego construye
enunciados o expresiones fraseológicas manteniendo tal sentido. ¿Se cumple el
principio de interpretación local en los enunciados creados? Buscar qué otros
significados tiene en los distintos países hispanos.
Fuente: Diccionario de Americanismo (www.rae.es)
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Tal y como aparece en el eslogan de Inca Kola, el Perú es el país de las ideas. Esa
creatividad no podía dejar de reflejarse en nuestro idioma, especialmente, dentro del habla
juvenil. Así, sin duda, en algún momento nos hemos encontrado con términos como
zanahoria, roca, yuca, vara, piña, lenteja, jato, recursearse, ñoba, cuerazo y un largo
etcétera.
Este tipo de lenguaje suele usarse, espontáneamente, por los jóvenes para comunicarse,
creando su propio universo de significados. Es en este ámbito donde la creatividad del
hablante llega al máximo, utilizando gran variedad de términos para un solo referente; de
esta manera, una fiesta se convierte en juerga, tono, bailongo, tonazo, etc.
Por lo general, se señalan dos razones fundamentales para la formación de jergas: una
de origen social, el habla de los jóvenes contrasta con la de los mayores porque aquellos
siempre buscan distanciarse de sus padres y crear su propia forma de hablar; y otra, de
origen lingüístico, pues la creatividad del lenguaje permite contar con infinidad de
posibilidades de la lengua para comunicarse.
Los principales procedimientos para la formación de jergas son los procesos
semánticos, es decir, los que afectan el significado de las palabras; entre ellos, destaca la
metáfora, que contribuye a hacer más polisémico nuestro léxico. La metáfora se refiere a la
sustitución de un término por otro con el cual guarda cierta relación de semejanza. Con
este procedimiento se ha creado el mayor número de jergas. Por ejemplo, roca es una
palabra que designa ‘incoherencia evidente’: “Dijiste puras rocas en tu exposición”; se
hace analogía entre la dureza e infertilidad de la roca con lo tontas y poco consistentes que
pueden ser las opiniones. Vara, que significa ‘intercesión poderosa o influencia de alguien
para obtener un determinado beneficio’: “Consiguió el trabajo por vara”. Este término
puede haberse creado al comparar la ayuda física brindada por el instrumento con el hecho
de valerse del poder para conseguir fácilmente un objetivo. Cuero con el sentido de
‘hombre o mujer atractivo’: “Ese chico es un cuero”; aquí se asemeja lo deseable y caro del
cuero con lo guapo que es una persona. Hay otros términos de la jerga que suelen formarse
por homofonía (cierta similitud entre los sonidos de la nueva palabra y la que se quiere dar
a entender), y este se está convirtiendo en el recurso más utilizado para la formación de
jergas; es el caso de: zanahoria por ‘sano’, cevillano por ‘ceviche’, helena por ‘helada’, de
fresa por ‘de frente’, lenteja por ‘lento (-a)’, etc.
Otro mecanismo bastante productivo para la creación de jergas es el vesre o habla al
revés. Consiste en alterar el orden o disposición de las sílabas en una palabra, colocando
las últimas como primeras y viceversa, con algunas variaciones fónicas. Así tenemos
lorcho por ‘cholo’, ñoba por ‘baño’, telo por ‘hotel’. A veces, estas formaciones, sufren
otras alteraciones como en el caso de lompa por ‘pantalón’, donde además se ha perdido la
sílaba ta, y, últimamente, está empezando a crearse sobre lompa, lomplay, por la inclusión
de sonidos propios del inglés (lengua de bastante influencia en el ámbito juvenil); otro
tanto sucede con jerma por ‘mujer’, aquí se ha cambiado la u de mu por a pues la tendencia
del español es a usar vocal abierta (a, e, o) como final de sílaba en lugar de cerrada (i, u) y,
además, se marca el género femenino. Hay mucho más que decir en cuanto a la formación
de jergas; pero, antes de terminar, sería bueno mencionar algunos comportamientos
gramaticales de las jergas. Así, podemos decir que la mayoría de los sustantivos formados
pueden a su vez adoptar sufijos apreciativos que permiten intensificar el significado de la
nueva palabra como cuerazo de cuero, tonazo de tono, juergaza de juerga. Los verbos que
se forman pertenecen, generalmente, a la primera conjugación y algunos son pronominales
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Lady Noelia Olivares Mauricio Publicado el 27 de abril de 2012, diario Correo (Piura).
GRUPO 7
5. Lee los siguientes textos y analiza cómo el Inca Garcilaso de la Vega hace uso del
principio de analogía para construir el contexto a sus lectores.
CAPÍTULO X
DE LAS LEGUMBRES QUE SE CRÍAN DEBAJO DE TIERRA
Otras muchas legumbres se crían debajo de la tierra, que los indios siembran y les
sirven de mantenimiento, principalmente en las provincias estériles de zara. Tiene el
primer lugar la que llaman papa, que les sirve de pan. Cómenla cocida y asada y tambien la
echan en los guisados. Pasada al hielo y al sol para que se conserve (como en otra parte
dijimos) se llama chuñu.
Hay otra que llaman oca, es de mucho regalo, es larga y gruesa como el dedo mayor de
la mano. Cómenla cruda (porque es dulce) y cocida y en sus guisados. Y la pasan al sol
para conservarla y sin echarle miel ni azúcar parece conserva, porque tiene mucho de
dulce: entonces se llama caui.
Otra hay semejante a ésta en el talle, más no en el gusto —antes contraria porque toca
en amargo y no se puede comer sino cocida—, llamada añus. Dicen los indios que, comida,
es contraria a la potencia generativa. Para que no les hiciese daño, los que se preciaban de
galanes tomaban en una mano una varilla o un palillo mientras la comían. Y comida así,
decían que perdía su virtud y no dañaba. Yo les oí la razón y algunas veces vi el hecho,
aunque daban a entender que lo hacían más por vía de donaire que no por dar crédito a la
burlería de sus mayores.
Las que los españoles llaman batatas ( y los indios del Perú apichu) las hay de cuatro o
cinco colores: que unas son coloradas, otras blancas y otras amarillas y otras moradas, pero
en el gusto difieren poco unas de otras. Las menos buenas son las que han traído a España.
También hay las calabazas o melones que acá llaman calabazas romanas y en el Perú
zapallu. Críanse como los melones. Cómenlas cocidas o guisadas, crudas no se pueden
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comer. Calabazas de que hacen vasos las hay muchas y muy buenas: llámanlas mati. De las
de comer, como las de España no las habían antes de los españoles.
Hay otra fruta que nace debajo de la tierra, que los indios llaman ínchic y los españoles
maní.
(Todos los nombres que los españoles ponen a las frutas y legumbres del Perú son del
lenguaje de las islas de Barlovento, que los han introducido ya en su lengua española y por
eso damos cuenta de ellos.)
El ínchic semeja mucho, en la médula y en el gusto, a las almendras. Si se come crudo
ofende a la cabeza. Y si tostado, es sabroso y provechoso. Con miel hacen de él muy buen
turrón. También sacan del ínchic muy lindo aceite para muchas enfermedades.
Además de estas frutas nace otra de suyo debajo de tierra, que los indios llaman
cuchuchu. Hasta ahora no sé que los españoles le hayan dado nombre. Y es que no hay de
esta fruta en las islas de Barlovento, que son tierras muy calientes, sino en el Collao, que es
tierra muy fría. Es sabrosa y dulce, cómese cruda y es provechosa para los estómagos de no
buena digestión. Son como raíces mucho más largos que el anís. No echa hojas sino que la
haz de la tierra donde ella nace verdeguea por encima y en esto conocen los indios que hay
cuchuchu debajo y cuando se pierde aquel verdor ven que está sazonado y entonces lo
sacan.
Esta fruta y el ínchic más son regalos de la gente curiosa y regalada que no
mantenimiento de la gente común y pobre, aunque ellos las cogen y las presentan a los
ricos y poderosos.
GRUPO 8
CAPÍTULO XI
DE LAS FRUTAS DE ÁRBOLES MAYORES
Hay otra fruta muy buena que los españoles llaman pepino porque se le parece algo en
el talle, pero no en el gusto ni en lo saludables que son para los enfermos de calenturas ni
en la buena digestión que tienen, antes son contrarios a los de España.
(El nombre que los indios les dan se me ha ido de la memoria. Aunque fatigándola yo
en este paso muchas veces y muchos días —y reprendiéndola por la mala guarda que ha
hecho y hace de muchos vocablos de nuestro lenguaje— me ofreció, por disculparse, este
nombre cácham por pepino. No sé si me engaña, confiada de que por la distancia del lugar
y ausencia de los míos no podré averiguar tan aína el engaño. Mis parientes los indios y
mestizos del Cozco y todo el Perú serán jueces de esta mi ignorancia y de otras muchas
que hallarán en ésta mi obra. Perdónenmelas, pues soy suyo y que sólo por servirles tomé
un trabajo tan incomportable como esto lo es para mis pocas fuerzas, sin ninguna
esperanza de galardón suyo ni ajeno.)
Los pepinos son de tres tamaños y los más pequeños, que tienen forma de corazón, son
los mejores. Nacen en matas pequeñas.
Otra fruta, que llaman chili, llegó al Cozco el año de 1557. Es de muy buen gusto y de
mucho regalo. Nace en unas plantas bajas, casi tendidas por el suelo. Tienen un granujado
por encima, como el madroño. Y es del mismo tamaño, no redonda sino algún tanto
prolongada en forma de corazón.
Otras muchas frutas hay que nacen en árboles altos (que las dichas más parecen
legumbres). Unas se dan en tierras muy calientes, como las marítimas y los Antis. Otras se
crían en tierras más templadas, como son los valles calientes del Perú. Más, porque unas y
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otras se alcanzan todas y se gozan en todas partes, no será necesario hacer división en ellas
sino que se digan como salieren.
Y haciendo principio de la que los españoles llaman guayabas y los indios sauintu,
decimos que son redondas del tamaño de manzanas medianas y, como ellas, con hollejo y
sin corteza. Dentro de la médula tiene muchas pepitas o granillos redondos menores que
los de la uva. Unas son amarillas por fuera y coloradas por dentro. Éstas son de dos
suertes: unas tan agrias que no se pueden comer, otras son dulces de muy buen gusto. Otras
hay verdes por fuera y blancas por dentro, son mejores que las coloradas con muchas
ventajas. Y al contrario, en muchas regiones marítimas tienen a las coloradas por mejores
que las blancas. Los españoles hacen conserva de ella y de otras frutas (después que yo salí
del Perú, que antes no se usaba. En Sevilla vi la del sauintu, que la trajo de Nombre de
Dios un pasajero amigo mío y por ser fruta de mi tierra me convidó a ella).
Otra fruta llaman los indios pácay y los españoles guabas. Críase en unas vainas verdes
de una cuarta y más o menos de largo y dos dedos de ancho. Abierta la vaina se hallan unas
vedejitas blancas ni más ni menos que de algodón, tan parecidas a él que ha habido
españoles bisoños que no conociendo la fruta han reñido con los indios que se la daban,
entendiendo que por burlar de ellos les daban a comer algodón. Son muy dulces. Pasados
al sol se guardan largo tiempo. Dentro de las vedejitas o capullos tienen una pepita negra
como habas pequeñas: no son de comer.
La fruta que los españoles llaman peras, por parecerse a las de España en el color verde
y en el talle, llaman los indios palta (porque de una provincia de este nombre se comunicó
a las demás; son dos y tres veces mayores que las peras grandes de España). Tiene una
vaina tierna y delgada. Debajo de ella tiene la médula, que será de un dedo de grueso.
Dentro de ella se cría un cuesco —o hueso, como quieren los muy mirlados. Es de la
misma forma de la pera y tan grueso como una pera de las comunes de acá. No se ha
experimentado que sea de provecho para cosa alguna. La fruta es muy sabrosa, muy
saludable para los enfermos. Comida con azúcar es comer de una conserva muy regalada.
Hay otra fruta grosera, que los indios llaman rucma y los españoles lucma (para que no
quede sin la corrupción que a todos los nombres les dan). Es fruta basta, no nada delicada
ni regalada, aunque toca antes en dulce que en agrio ni amargo. Ni se sabe que sea dañosa
para la salud, más que es manjar bronco y grosero. Son del talle y del tamaño de las
naranjas comunes. Tienen dentro de la médula un cuesco muy semejante a la castaña, en el
color de la cáscara y en el grueso de ella y en el color blanco de la médula, aunque es
amarga y no de comer.
Tuvieron una suerte de ciruelas, que los indios llaman úsum. Son coloradas y dulces.
Comidas hoy hacen echar otro día la orina tan colorada que parece que tiene mezcla de
sangre.
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Castañas
Cuesco, color de cáscara,
grosor, color de la médula.
Grupo 9
6. Consolidado de la clase en un esquema (o dos, esto es, uno por cada PPT). Pueden
nutrirlo con los apuntes de clase.