Ius Publicum 42 2019
Ius Publicum 42 2019
Ius Publicum 42 2019
CRÓNICA
Reflexiones tomistas: Esther Gómez de Pedro. Reflexiones éticas: Pedro Trevijano,
Juan Manuel de Prada. Reflexiones fuertes: Alonso Gracián
DOCUMENTOS
Magisterio Pontificio: Papa Francisco. Audiencia general. Aula Pablo VI (Miércoles,
20 de febrero de 2019). Mensaje para la Cuaresma de 2019. “La creación,
expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios” (Rm 8, 19).
Audiencia general. Aula Pablo VI (Miércoles, 13 de febrero de 2019). Audiencia
general. Plaza de San Pedro (Miércoles, 27 de febrero de 2019). Discurso a los
participantes en la asamblea plenaria de la Academia Pontificia para la Vida.
Sala Clementina (Lunes, 25 de febrero de 2019)
ACTUALIDADES
I. Leyes mordazas, negacionismo, pensamiento único, totalitarismo, ¿en qué
queda la libertad de expresión?
II. Ideología de género
JURISPRUDENCIA
Juzgado de Letras de Santiago. 14.5.1883. Corte Suprema. 5.9.1884. Boucherat
con Fisco. GT Nº 2113 [1884], p. 1457 (Nº 2346) (Comentario de Gabriel
Bocksang Hola)
Corte de Apelaciones de Santiago. 20 de mayo de 1904. Juzgado de Santiago. 21
de abril de 1904. Ravest con Fisco (Comentario de Rodrigo Céspedes y Jaime
García)
Corte de Apelaciones de Santiago. 13 de junio de 1916. Caballero y otros con
Municipalidad de San Felipe (Ilegalidad de acuerdo municipal) (Comentario
de Rodrigo Céspedes y Jaime García)
Corte de Apelaciones de Santiago. 16.10.2018. Corte Suprema. 30.11.2018. Pérez
Gutiérrez, Dorothy con Bermúdez Soto, Jorge (recurso de protección/remoción
funcionario público) (Comentario de Eduardo Soto Kloss)
Corte de Apelaciones de Santiago. 25.7.2018. Corte Suprema. 30.10.2018. Castillo
Sánchez y otros con Contralor General de la República (acción de amparo
económico – acción de protección) (Comentario de Eduardo Soto Kloss)
Corte de Apelaciones de Santiago. 3.1.2019. Defensora de la niñez con Canal 13 S.A.
(protección - rechazada)
Escuela de Derecho
Universidad Santo Tomás
© Universidad Santo Tomás, 1998
ISSN 0717- 4063
Impreso en
Andros Impresores
www.androsimpresores.cl
Santa Elena 1955 - Santiago de Chile
IUS PUBLICUM
Publicación semestral de la Escuela de Derecho
Universidad Santo Tomás
Director:
Prof. Eduardo Soto Kloss
Consejo Científico:
Prof. Álvaro D’Ors (†) - Prof. Miguel S. Marienhoff (†) - Prof. Antonio
Carlos Pereira Menaut (Universidad de Santiago de Compostela)
- Prof. Miguel Ayuso Torres (Universidad de Comillas/España) -
Prof. Mariano R. Brito (†) - Prof. Rodolfo C. Barra (Universidad
Católica Argentina/Buenos Aires) - Prof. Bernardino Bravo Lira
(Instituto de Chile).
Consejo de Redacción:
Prof. Eugenio Pérez de Francisco (Universidad Antonio de Nebrija /
Madrid) - Prof. Marcelo Elissalde Martel (Universidad Santo Tomás)
- Prof. Joaquín García-Huidobro (Universidad de los Andes) - Prof.
José I. Martínez Estay (Universidad de los Andes) - Prof. Hugo
Zepeda Coll (Universidad Santo Tomás).
Representante Legal:
Catalina Ugarte
Redacción y Administración de Ius Publicum
Avenida Ejército 146 - 6º piso - Edificio Rectoría
Santiago de Chile
teléfonos 22-362 4929 - 22-362 4825 • fax 22-360 1376
e-mail: [email protected]
Suscripción anual (2 números): Chile $ 20.000.
Extranjero aéreo certificado: US$ 50.
Ejemplar suelto: $ 10.000.
Enviar cheque nominativo y cruzado a nombre de
Abril Publicidad Ltda.
Las solicitudes de compra, suscripción, canje y colaboraciones dirigirlas a
IUS PUBLICUM
Avenida Ejército 146 - 6º piso (edificio Rectoría) - Santiago de Chile.
Los puntos de vista manifestados en IUS PUBLICUM expresan el concepto de los autores
que en esta revista escriben, y no representan necesariamente la opinión de la Institución.
IUS PUBLICUM se publica semestralmente por la Dirección de Publicaciones Jurídicas
de la Universidad Santo Tomás.
Vol. 22 Nº 42
MARZO 2019
ÍNDICE
ESTUDIOS
José Luis Lara A. y Carolina Helfmann M.: Notas acerca de los derechos del
contratista del Estado en Chile ................................................................. 103
IN MEMORIAM
CRÓNICA
DOCUMENTOS
JURISPRUDENCIA
EL PROFESOR UNIVERSITARIO:
ARTE Y FORJA
I. INTRODUCCIÓN
Cambridge en razón de los Treinta y Nueve Artículos de Religión, vigentes desde 1563 hasta su
supresión por la Oxford University Reform Act de 1854, y la Cambridge University Reform Act
de 1856. Considérese, también, la doble discriminación que sufrió Edith Stein en la Universidad
por ser mujer y judía. Cfr., inter alia, Salvarani, Francesco, Edith Stein, Ediciones Palabra, 2012.
tomo I, Ediciones Cristiandad, Madrid, 1981, 310 y ss. Santo Tomás asimila el arte al trabajo
intelectual porque se da en él algo de “obra” de la razón.
4Santo Tomás también asimila el arte al trabajo intelectual porque se da en él algo de
“obra” de la razón. En Suma de Teología, Parte I-II, C. 57. a. 3, Biblioteca de Autores Cristianos,
2ª impresión, Tomo II, 2011, 438.
5Definición de artesano de la Real Academia Española de la Lengua, 22ª ed., 2001.
6Huidobro, Vicente, “Balance Patriótico”, publicado, entre otros, por Góngora, Mario, en
Ensayo histórico sobre la noción de Estado en Chile en los siglos XIX y XX, 309.
7Bodin, Jean, Les six livres de la République. Un abrégé du texte de l’édition de Paris de
1583. Édition et présentation de Gérard Mairet. Paris: Librairie générale française, 1993, 607 pp.
Le livre de poche, LP17, Nº 4619. Classiques de la philosophie, 122. La traducción es nuestra.
8Ratzinger, Joseph, La sal de la tierra, Ediciones Palabra, 2006, 71.
9Papa Benedicto XVI, discurso preparado para el encuentro en la Universidad de Roma,
“La Sapienza”, el jueves 17 de enero de 2007, pero que lamentablemente fue cancelado dos
días antes. Publicado, entre otros, por García, Rafael D., y Blanco, Pablo (eds.), en Benedicto
XVI habla sobre cultura y sociedad, Ediciones Palabra, 2013, 45.
10Westfall, Richard, Never at Rest: A Biography of Isaac Newton, Cambridge University
Antonio, El interés por la verdad, RIALP, 1997, Capítulo IV, 136 a 172.
of DNA, Scribner Classics, New York, 1998, Capítulo 28. La traducción es nuestra.
15Fisher, H.A.L., Frederick William Maitland, Downing professor of the laws of England: a
16Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica II-II. C. 166 y 167, Biblioteca de Autores
nuestra.
18Schumpeter, Joseph, Historia del Análisis Económico, Fondo de Cultura Económica,
20Saint-Exupery, Antoine, El Principito, 34ª ed., Buenos Aires, Emecé, 2013, Capítulo XV.
13, 1-13: “Porque ahora vemos como en un espejo, borrosamente; entonces veremos cara a
cara. Ahora conozco de modo imperfecto, entonces conoceré como soy conocido”. Versión
de Facultad de Teología, Universidad de Navarra, en El Nuevo Testamento, Sagrada Biblia,
EUNSA, 2013.
IV. FORJA
2011, 159.
38Duriez, Colin, J.R.R. Tolkien: The making of a Legend, Lion Books, Inglaterra, 2012,
Capítulo 9.
39Decía que “La preparación de la clase no tenía un carácter meramente científico.
Implicaba no solo la profundización metódica y la exposición clara de un tema sino que era
–al igual que la elaboración del esquema– un proceso artístico. El pensamiento no solo debía
ser comprendido objetivamente sino que tenía que pasar por el centro productivo, emerger
de él, atraer hacia sí el material y desarrollar su forma”. En Guardini, Romano, Apuntes para
una biografía, Ediciones Encuentro, 1992, 63.
40Ibíd.,
41Seewald, Peter, Benedicto XVI: Una mirada cercana, Ediciones Palabra, España, p. 115.
42Ibíd., 116.
43Ibíd.
44Valente, Gianni, El profesor Ratzinger, San Pablo, España, 2011, 80.
45Fisher, H.A.L., Frederick William Maitland, Downing professor of the laws of England:
removía la tierra, regaba y no dejaba nada por mover; nos aplicaba todo su arte y cuidado, y
así nos cultivaba. Los cardos y espinas y todo retoño de árboles y plantas agrestes que producía
exuberante nuestra alma turbada, desordenada e impetuosa, él lo podaba todo y lo arrancaba
con argumentos y prohibiciones… Cuando nos volvió aptos y nos preparó adecuadamente
para recibir las palabras de verdad, entonces, como tierra bien trabajada y mullida, dispuesta
para hacer brotar las semillas recibidas, él las echaba a manos llenas, buscaba el momento
oportuno para sembrar, de igual manera que ponía cuidado en todo, haciendo cada cosa a su
debido tiempo y con las palabras apropiadas”. En Taumaturgo, Gregorio, Elogio del Maestro
Cristiano, Biblioteca de Patrística, Editorial Ciudad Nueva, 1990, 121 a 122.
48Ibíd., 117.
49Cfr. Lee Poe, Harry, y Whitten Poe, Rebecca, C.S. Lewis Remembered, Zondervan,
51Cobban, Alan, English university life in the Middle Ages, University College London
54Pues, como dice Porcia en El Mercader de Venecia, “sería más fácil enseñarle a veinte
personas cuál es la senda del bien que ser una de las veinte y seguir mis propios preceptos”.
Shakespeare, William, The Merchant of Venice, 1.2.12-17. En William Shakespeare. Tres co-
medias, Editorial Universitaria, Santiago, 1981, 19-104.
55Cfr. Steiner, George, La idea de Europa, Siruela, 2005.
56Valente, Gianni, El Profesor Ratzinger, ob. cit., 169.
17 de septiembre de 1843. Publicado, entre otros, por Bravo Lira, Bernardino en La Universidad
en la Historia de Chile, 1622- 1992, Pehuén Editores, 1992, 400.
58 Véase el simpático relato publicado en la Revista de Derecho Público, Universidad de
Chile, 1969 Nº 10, 6: “El 19 de diciembre de 1969 salía desde Pudahuel, en vuelo regular
Nº 90 a Arica, un avión Boeing 727. Entre sus pasajeros estaba el grueso de la delegación de
especialistas universitarios que concurría al Seminario sobre ‘Aspectos prácticos del Tratado
del Área Andina’ que debía iniciarse el 20 de ese mismo mes. Como es sabido, dicho avión
fue secuestrado en pleno vuelo y su piloto se vio compelido a viajar hacia Cuba. Esto, obvia-
mente, alteró los planes y preparativos de las Jornadas de estudio, pero, como contrapartida,
brindó una oportunidad para apreciar en el terreno ciertos fenómenos que interesan a los
sociólogos, politólogos y especialistas en integración latinoamericana. Del abstracto terreno
de las hipótesis de trabajo, de los muestreos y de las ideas relativas a los pro y contra, los
especialistas se convertían en protagonistas de una aventura que no dejaba de ser instructiva”.
VI. CONCLUSIÓN
59Chaucer, Geoffrey, “Los Cuentos de Canterbury”, escrito a fines del siglo XIV y publicado
en 1475. Hemos traducido una versión en inglés moderno publicada por Coghill, Nevill, en
The Folio Society, Londres, 4ª impresión, 1970, 25.
1Cfr. Durand Mendioroz, José Eduardo, Persona, Sociedad y Derecho; una perspectiva
humanista, 2ª ed. Corregida y aumentada, Virtudes Editorial Universitaria, Salta, 2012. 83 y ss.
2No obstante y contradictoriamente, no parece molestarles a los partidarios del cambio,
4Negación que empequeñece el error de los antiguos que afirmaban que la tierra es plana.
5Cfr. http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/ponencias/perspectiva-teorias-genero-
Salta, s/f.
las del varón, XY, malogrado los cambios quirúrgicos, hormonales, cosméticos y de “autoper-
cepción” que se produjeren.
El hombre no es dos seres, sino un ser; existe como organismo viviente que
despliega su existencia humana en el cuerpo y a través del cuerpo. No solo la
existencia personal comparte la suerte del organismo (nace, crece, envejece,
muere, etc.) sino que se realiza expresándose corpóreamente. El cuerpo es
lo que permite ser con los demás y expresarse en el mundo. Es el punto de
inserción en el mundo9.
laici.va/content/dam/laici/documenti/donna/filosofia/espanol/identidad-personal-masculino-
femenino.pdf- última consulta: 25 de noviembre de 2018.
paul-ii/es/apost_letters/1988/documents/hf_jp-ii_apl_19880815_mulieris-dignitatem.html, Carta
a las Mujeres (1995), en https://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/letters/1995/documents/
hf_jp-ii_let_29061995_women.html (última consulta 12/12/18).
13Cfr. Méndez, Julio Raúl, en http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/ponencias/
por la Santa Sede en la IV Conferencia Mundial Sobre la Mujer, (Pekín 1995). “Aceptando que
la palabra «género» en este documento ha de entenderse según su uso ordinario en el ámbito
de las Naciones Unidas, la Santa Sede lo admite con el significado común de esta palabra en
las lenguas en que existe. La Santa Sede entiende el término «género» como fundado en una
identidad biológico-sexual, varón y mujer. Además, la Plataforma de Acción (cf. parágrafo 193,
c) usa claramente la expresión «ambos géneros». La Santa Sede excluye, así, interpretaciones
dudosas basadas en concepciones muy difundidas, que afirman que la identidad sexual puede
adaptarse indefinidamente, para acomodarse a nuevas y diferentes finalidades. En http://www.
vatican.va/roman_curia/secretariat_state/archivio/documents/rc_seg-st_19950915_conferenza-
22“No es posible infravalorar ni el peso del instinto sexual en la realización de una perso-
género a la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual
puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vi-
vencia personal del cuerpo. Esto puede involucrar la modificación de la apariencia o la función
corporal a través de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello
sea libremente escogido. También incluye otras expresiones de género, como la vestimenta,
el modo de hablar y los modales”. (Art. 2 ley 26.746). Debe reconocerse que la ley chilena
al menos no incurre en el grosero error de definir el concepto utilizando la misma palabra
que se pretende definir (género), pero obviamente incurre en el mismo error antropológico,
al restarle toda relevancia a la condición corpórea sexuada de todo ser humano, que existe
como varón o mujer.
25Bachiochi, Erika, Rendering the sexed body legally invisible: how transgender law
hurts women [Transformar el cuerpo sexuado en legalmente invisible: el modo como las leyes
transgénero dañan a las mujeres], en https://www.thepublicdiscourse.com/2016/05/17033/
con traducción al español en https://www.religionenlibertad.com/polemicas/50000/feministas-
rechazan-ideologia-genero-porque-anulara-las-conquistas-.html (última fecha de lectura 25/11/18).
26“No importa lo que uno piense sobre los méritos de la política de índole feminista en
su conjunto; negar que las mujeres son una clase legal distinta a la de los hombres es borrar
el cuerpo femenino de la consideración social, legal y política. Esto es profundamente proble-
mático por un conjunto de razones, incluidas pero no limitadas a: legislar sobre la violencia
sexual (cuyos autores son hombres en su gran mayoría) y la posterior sanación; la investigación
y el tratamiento de las necesidades nutricionales, médicas y farmacéuticas de las mujeres,
claramente distintas a las de los hombres; promover las ventajas, ya demostradas, de los pro-
gramas de educación sexual divididos por sexo y de los programas deportivos; la creación de
soluciones auténticas para quienes quieran trabajos flexibles que les permitan dar prioridad a
las obligaciones familiares, siendo la amplia mayoría mujeres”. Bachiochi, Erika, Ibíd.
27Lo cual –corresponde acotar– no significa de modo alguno que exista un derecho al
Las repercusiones sociales de este absurdo son tan obvias como irracio-
nales; el transexual utilizará baños de mujeres o directamente se habilitarán
baños unisex (omitiendo el sentido de protección a la mujer que tiene
esa distinción), podrá jubilarse cinco años antes que los varones30, podrá
pedir licencia por maternidad omitiendo el “detalle menor” de no haber
gestado ni parido, podría competir en deportes contra mujeres con cuerpo
de mujer (es decir, mujeres reales), podría ser internado en una cárcel de
mujeres y abusar de las internas, y un largo etcétera. Porque en base al
mismo principio de que yo soy lo que me parece que soy pueden darse y
28“Nuestra distinta función reproductiva hace que distingamos entre las dos manifesta-
del mismo sexo, pensé que el mismo principio habilitaba el casamiento entre más de dos
personas (cualquiera fuera su sexo) y hasta entre personas y animales; pero el matrimonio entre
una persona y un bien inmueble supera lo imaginable. Una vez más la realidad supera a la
ficción y una vez más reconozco la vigencia del cuento “del rey desnudo” ¿Se dará cuenta la
sociedad de la monumental estafa de esta clase de “políticas de género”?
32 https://www.acpeds.org/the-college-speaks/position-statements/gender-ideology
-harms-children?highlight=gender%20ideology%20harms%20children.
33https://www.religionenlibertad.com/polemicas/368757189/Londres-estudia-el-aumento-
infovaticana.com/blogs/wp-content/uploads/sites/3/2018/05/LA-GNOSIS-Y-SUS-REBROTES-
EN-NUESTROS-D%C3%8DAS.pdf, última fecha de consulta 01/12/18, precisa: “Gnóstico.
Aunque testimoniado ya en el s. V a.C. (Anaxágoras), es un término no frecuente en griego
(…) En virtud de su mismo sufijo: griego - iko puede designar todo (doctrina, rito, personas)
perteneciente o relacionado con el significado de su primer elemento componente. De hecho
‘gnóstico’ es ‘el conocedor’, ‘el iniciado’, ‘el perfecto’, pertenezca o no a alguno de los grupos
del gnosticismo antiguo y actual”.
35Eliade, Mircea, Historia de las Creencias e Ideas Religiosas, Vol. II, Paidós, Madrid,
2011, p. 223.
se extendieron prácticamente por todo el continente asiático, hasta sus confines orientales.
45Guerra Gómez, Manuel, La gnosis y sus rebrotes en nuestros días, https://infovaticana.
com/blogs/wp-content/uploads/sites/3/2018/05/LA-GNOSIS-Y-SUS-REBROTES-EN-NUESTROS-
D%C3%8DAS.pdf, última fecha de lectura 01/12/18. Continúa este autor acotando: Pero sus
raíces han rebrotado a finales del siglo XIX gracias al francés Jules Doinel (1842-1902), más
proclive a lo irracional, “místico”, que a lo ascético. Fundó la “Iglesia gnóstica” influido por
su estudio del gnosticismo antiguo y del catarismo medieval junto con fuertes interferencias
espiritistas y masónicas, además de ingredientes teosóficos y ocultistas”.
46García Bazán, Francisco, El Gnosticismo: Esencia, Origen y Trayectoria, 1ª ed., Buenos
y aumentada, Ed. Castañeda, Estudios Filosóficos, 1978, San Antonio de Padua (Pcia. de Buenos
Aires), 30. El Coloquio de Mesina (1966) reunió a un grupo de “ilustres y experimentados
especialistas en Gnosis”.
49García Bazán, Francisco, la presente (p. 31) y las siguientes citas se refieren a la obra
Puede afirmarse que toda gnosis desde sus orígenes ancestrales fue algo
propio de una minoría de “iniciados”51, y que su enseñanza fue siempre
“esotérica”; es decir secreta, oculta, solo al alcance de dichos iniciados,
e incluso gradualmente impartida conforme estos avanzaran en etapas o
“grados” predeterminados. En consecuencia, la gnosis no era –ni es– acce-
sible a la mayoría de la gente. Esta característica “elitista” se mantuvo a lo
largo de más de dos milenios y solo está desdibujándose –relativamente–
en una de sus actuales manifestaciones, a la que luego se hará referencia.
Pero en el gnosticismo propiamente dicho este fenómeno del elitismo se
absolutiza, ya que no se configura por cuestiones relacionadas con la clase
social, el intelecto o el poder (como suele suceder con la mayor parte
de las elites), sino que procede de una especie de dogma “metafísico”:
existen tres clases de seres humanos: los espirituales, los psíquicos y los
materiales. La diferencia, como se anticipara, no procede de la fortuna,
del poder, del intelecto, ni de ningún accidente por el estilo, sino de una
cualidad intrínseca a cada individuo, que determina dichas clases: i) la
de los espirituales (pneumáticos), “los perfectos, los ‘hijos del rey’, los
únicos que se salvarán”52, que es el resultado de la presencia en el indi-
viduo del sphinter o chispa divina (el gnóstico –obviamente– pertenece a
esta categoría); ii) la segunda clase es la de los psíquicos, quienes tienen
un alma, pueden ser atraídos hacia lo alto mediante la instrucción, pero
carecen de espíritu (pneuma); iii) finalmente la clase de los “materiales”
(somáticos o hílicos) quienes están por completo inmersos en la materia
y condenados a desaparecer sin remedio53.
En conclusión, para el gnosticismo hay categorías metafísicas de seres
humanos, las cuales son inherentes e innatas a cada individuo, al margen
de todo mérito personal o accidente histórico, constituyendo tales diferen-
cias abismos insalvables. Puede inferirse que no habiendo una naturaleza
63Eliade, Mircea, op. cit., III, 318 y ss.; 323 y ss. (Nuevas valoraciones de la alquimia.
De Paracelso a Newton).
64Eliade, Mircea, op. cit., II, 223.
65Guerra Gómez, Manuel, Ibíd., 15.
Detrás de las leyes sobre los nuevos derechos hay una nueva religión. Tal
es el título de un comentario de Stefano Fontana sobre una comunicación
de Michel Pillon69; empero, de inmediato, precisa: Bien visto, esta religión
no es nueva, pues ya habían pensado en ella los Cátaros en la Edad Media.
La que ha sido llamada herejía albigense tenía por dogma fundamental la
separación del espíritu, por esencia bueno y puro, del cuerpo, con el que
podías hacer lo que quisieras, incluido suprimirlo con el suicidio (acto que
recibía grandes alabanzas) o extenuarlo en los placeres más variados, con
excepción de la procreación, juzgada malvada en sí misma (…). Mircea
Eliade afirma, en el mismo sentido, que el gnóstico puede derivar tanto en
un ascetismo extremo, como en una liberación de lo concupiscible, que
recorre un arco que va desde las técnicas sexuales y los ritos orgiásticos
de las escuelas tántricas de la India a las orgías de las sectas gnósticas
libertinas70.
El artículo referido hace un interesante repaso del proceso de los
cambios legislativos en Francia e Italia, similares a los que se gestionan en
esta parte del mundo. Respecto de la ley de matrimonio entre personas del
mismo sexo, manifiesta: (…) las investigaciones demuestran que son más
favorables al matrimonio homosexual quienes se declaran “no creyentes”,
aunque en realidad se remiten a una creencia colectiva: “Esta consiste en
afirmar que en el matrimonio los cuerpos no tienen ninguna importancia”.
69http://www.vanthuanobservatory.org/esp/la-lucha-al-neocatarismo-requiere-ante-todo-
reconocerlo-detras-de-las-leyes-sobre-los-nuevos-derechos-hay-una-nueva-religion/
70“En primer lugar, los fibionistas (…) que, liberados de toda ley natural o moral, usan y
abusan de su cuerpo y del mundo para profanarlos, “agotarlos”, negarlos y aniquilarlos (…)”,
Eliade, II, op. cit., 437 y nota Nº 34.
73https://www.unav.edu/documents/2832169/8e744102-720d-42e5-b82c-80fc99022f0a
74Si se tiene presente que la edad promedio de inicio de las relaciones sexuales en la
Argentina es de 16 años en los varones y de 17 en las mujeres (1ª Encuesta Nacional de Salud
Sexual y Reproductiva. MSN-INDEC 2014), la razonabilidad y factibilidad de este objetivo es
de toda evidencia. Los programas de conductas de riesgo cero requieren la transmisión de un
mensaje no condescendiente hacia los menores, susceptible de ser valorado y aceptado a la
edad correspondiente y además, proporcionarles habilidades sociales para realizarlo. Este tipo
de propuesta se complementa con la implementación de la “estrategia ABC” que contempla
como la mejor opción la abstinencia (A); en caso de no darse, la fidelidad a una pareja (B: del
inglés “be faithfull”); y en caso de la desaconsejada opción por múltiples parejas, el uso del
condón (C). Esto último, con la información científica y veraz –a la que todos tienen derecho–
de los riegos en el uso del preservativo.
75El entrecomillado obedece a que los diseños de estos programas pertenecen a usinas
ideológicas de alcance global, siendo que los países apenas los editan y las jurisdicciones
administrativas los distribuyen, tal como un producto enlatado que paga royalties.
76Respuesta que suele ser complementada con un “si no le gusta, vaya a un colegio de
gestión privada”, ¡como si los empleados de las escuelas de gestión pública fuesen sus dueños!
77La Res. 340/18 del Consejo Federal de Educación. Con ello obviaron el arduo debate
79Art. 6 Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, entre muchos
“Los Estados Partes respetarán los derechos y deberes de los padres y, en su caso, de los re-
presentantes legales, de guiar al niño en el ejercicio de su derecho de modo conforme a la
evolución de sus facultades” (Art. 14.2).
82Una vez más vemos el recurso a estadísticas tendenciosas para producir un impacto
85Ibíd., 82.
Patricio-Ignacio Carvajal**
*El texto corresponde a un discurso pronunciado con ocasión de la clausura del Bachillerato
en Servicio Público organizado por la Fundación Jaime Guzmán, el año 2012. El autor agradece
la invitación realizada en atención a su perspectiva académica. Dada la naturaleza oral de
esta intervención, solo se ofrecen unas pocas citas bibliográficas básicas.
**Doctor en Derecho. Correo electrónico: carvajal@ uc.cl
1Bréal, Michel (1897): Essai de sémantique (Sciencie des significations) (París, Librairie
589-596.
3Crifò, Giuliano (20044): Civis. La cittadinanza tra antico e moderno (Roma, Laterza)
2. Propongo contrastar todo esto con nuestra realidad, a la luz del artí-
culo 1º inciso cuarto de nuestra Constitución, que señala: El Estado está al
servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común,
para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan
a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor
realización espiritual y material posible…
Se debe ser cuidadoso al analizar el texto constitucional. Ante todo,
resalta el lugar central que le cabe a la persona humana. De hecho, su
dignidad y libertad –ya previamente protegidas en el primer inciso del
mismo artículo– aparecen como el punto de anclaje de toda la regulación
constitucional. Así es que nuestra sociedad política se establece iure,
como decía Cicerón, pero sobre la base de la dignidad y de la libertad
humanas; las cuales constituyen elementos prejurídicos, y por tanto de
mucha mayor entidad que el Derecho mismo. Vale decir: de civis, civitas.
No aparece aquí la voluntad ni menos la sola utilidad del hombre como
presupuestos de nuestra asociación. Así es que nuestra conformación
iure no es un contrato metafísico, como creía Rousseau; o un acuerdo
funcional, como pensaba Rawls. Más bien, todo lo dicho, más otros ante-
cedentes que aquí me economizo, dan como resultado lo que en el siglo
XIX ya planteaba Antonio Rosmini4, respecto de que no hay en el gobierno
4Rosmini, Antonio (18582, pero 1839): La società e il suo fine, en Filosofia della Politica,
vol. I, Opere Edite ed Inedite dell’Abate Antonio Rosmini-Serbati roveretano, vol. XX (Milán,
Tipografia e Libreria Arcivescovile ditta Boniardi-Pogliani di E. Besozzi), 152.
3. La verdad, yo no les puedo decir qué cosa sea, hoy, el bien común.
Pero al menos puedo hacer dos prevenciones sobre aquello que no es, en
atención a la engañosa lección del artículo 1º que refiere el bien común
a todos y a cada uno.
La primera prevención sobre aquello que no es el bien común, es
esta. El bien común no es el bien público, no es solo el bien de todos. Es
decir, el bien común no se debe confundir con el bien del cuerpo social
entendido como organización. Así lo señalaba también Rosmini, ahora
en su Filosofia: Se debe distinguir el bien común del bien público: cosas
que se confunden entre sí con gran daño para la ciencia del derecho
público, y de la humanidad, impedida, con tales confusiones de concep-
tos, de encontrar aquella constitución social que le conviene, y que va
5Rosmini, Antonio (1846, pero 1852): Filosofia del Diritto, vol. II, en Filosofia della
Morale e del Diritto, vol. VI, Opere Edite ed Inedite dell’Abate Antonio Rosmini-Serbati prete
roveretano, vol. XX (Milán, Intra Tipografia di Paolo Bertolotti), 547.
6Huneeus, Jorge (1879): La constitución ante el congreso, 1 (Santiago, Imprenta de los
Tiempos), 56.
7Hayek, Friedrich (1988): The fatal conceit. The errors of socialism, en The Collected
EL CONTROL DE CONVENCIONALIDAD
Y LA PRETENDIDA PRIMACÍA DEL TRATADO
SOBRE LA CONSTITUCIÓN*
I. EL PROBLEMA Y LA CIRCUNSTANCIA
1Cfr. Castaño, S. R. (2017), “La sujeción del plano constitucional a las decisiones de
sido infrecuentes en los últimos años. Sin idea alguna de exhaustividad podríamos citar en tal
sentido: Silva Abbot, M. (2016), “Control de convencionalidad interno y jueces locales: un
planteamiento defectuoso”, Estudios Constitucionales, Universidad de Talca, año XIV, Nº 2,
101-142; Mejía Lemos, D.-G. (2014), “On the ‘control de convencionalidad’ doctrine: A
Critical Appraisal of the Inter-American Court of Human Rights Relevant Case Law”, Anuario
Mexicano de Derecho Internacional, Instituto de Investigaciones Jurídicas-UNAM, vol. XIV,
117-151; Maino, C. A. G. (junio 2016), “El control de convencionalidad y las dificultades
que ofrecen las interpretaciones de la CIDH”, Prudentia Iuris, Nº 81, 31-51; Bandieri, L. Ma.
(junio de 2016), “Control de convencionalidad y CIDH: rápido repaso de límites y problemas”,
Suplemento de Derecho Constitucional de El Derecho, 12-14; Gallo, O. J. (2016), “El margen
de apreciación nacional y la realidad iberoamericana”, ibíd., 4-7.
sobre la justicia constitucional: El defensor de la constitución vs. ¿Quién debe ser el defensor
de la constitución?, trad. M. Sánchez Sarto y Roberto J. Brie, Madrid, Tecnos, 67 y ss.
4Cfr. Zagrebelsky, G. (2005), El derecho dúctil, trad. M. Gascón, Madrid, Trotta, 111-112.
5CSJN, Fallos: 328: 2056.
1. EL ARGUMENTO DE SAGÜÉS
Como se echa de ver, cada una de las observaciones anteriores tiene por
objeto un problema de enorme relevancia e interés, y en esa medida
ameritaría un extenso desarrollo. Es precisamente lo que nos proponemos
hacer en un futuro inmediato. Mas en este lugar solo nos detendremos a
señalar una confusión que afecta el quicio mismo de la justificación de la
subordinación de la Constitución al tratado internacional. Se trata de un
problema etiológicamente vinculado con el anterior, pero que inviste una
relevancia de primer orden y una especificidad nítida, precisamente por
girar en torno de la verdadera y primera causa del Derecho y del Estado.
Nos referimos al principio que se halla como premisa y fundamento de
la demostración mediante la cual Néstor P. Sagüés afirma la primacía
del Pacto de San José de Costa Rica sobre la constitución política de los
Estados signatarios. Estimamos pertinente citar el respectivo texto in ex-
tenso, tomándolo de unas de las publicaciones en que ese argumento ha
venido apareciendo en los últimos años7:
6Cfr. Kelsen, H. (1946), La paz por medio del Derecho, trad. L. Echávarri, Buenos Aires,
Losada, 27 y ss.
7Sagüés, N. P. (2010), “Obligaciones internacionales y control de convencionalidad”,
Estudios Constitucionales, año 8, Nº 1, 117-135 (aquí 224-225 y 134 –cursivas nuestro–).
Vide asimismo este trabajo del autor en: Sagüés, N. P. (2011), Opus Magna Constitucional
Guatemalteco, Instituto de Justicia Constitucional. Corte de Constitucionalidad, Guatemala,
t. IV, 272 y ss. (aquí, 280). Sagüés recurre a este mismo argumento en: Sagüés, N. P. (4 de
abril de 2017), “¿Puede válidamente la Corte Interamericana obligar a que una Corte Suprema
nacional deje sin efecto una sentencia suya?”. El Derecho, 1-4.
8García Ramírez, Sergio, (coord.), La jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
remitimos”; [el autor se refiere a]: “Integración y desintegración del concepto de soberanía,
Tesis doctoral (Madrid, Facultad de Derecho, Universidad Complutense), inédita.
10Para una fundamentación del concepto clásico y realista de bien común político cfr.
Soaje Ramos, G. (2005), “Sobre la politicidad del Derecho” y Medrano, J. Ma. (2005), “Tomar
en serio el bien común”. En Castaño, S. R. - Soto Kloss, E. eds. (2005), El derecho natural en
la realidad social y jurídica, Santiago de Chile, Academia de Derecho UST, respectivamente
15-45 y 47-69; y la mejor obra conjunto que se ha elaborado sobre este tema, del argentino
Avelino M. Quintas: cfr. Quintas, A. M., Analisi del bene comune (1979 y 1988), Roma, Bulzoni.
11Cfr. respectivamente LL, t. 8 (1937), 404 y 405; CSJN, Fallos: 300:836.
12Tales las categorías empleadas por Louis Lachance al desarrollar este tópico: cfr. Lachance,
L. (1979), El derecho y los derechos del hombre, trad. A. E. Pérez Luño, Madrid, Rialp, 212 y ss.
13Cfr. Hegel, G. W. F. (1970), Grundlinien der Philosophie des Rechts, Frankfurt a. M.,
Suhrkamp, Dritter Teil, Dritter Abschnitt, & 257 y ss.; vide el & 324, sobre la idealidad (Idealität)
de (todo) lo particular: vida, bienes, derechos del individuo.
14Cfr. Castaño, S. R. (2003 y 2005), El Estado como realidad permanente, Buenos Aires,
La Ley, 33.
15Cfr. Castaño, S. R. (2015), “La idea de una autoridad política mundial. Consideraciones
críticas a la luz de las exigencias de la realidad política”, Foro, Nueva Época, U. Complutense
de Madrid, vol. 18, 27-60.
16Cfr. Tomás de Aquino, In Eth., L. 1, Nº 5; vide asimismo In III Sent., d. 18, a. 1; In IV
(2017) –versión castellana del autor de esta contribución como Apéndice de: Castaño, S. R.,
El valor de la vida política en Hermann Heller, prólogo de Jerónimo Molina Cano, México,
Global Editores–.
18Cfr. Castaño, S. R. (2006), Principios políticos para una teoría de la constitución, Buenos
19Vide Gurvitch, G. (1939), “Les formes de la sociabilité”. En Gurvitch, G., Essais de socio-
logie, París, Sirey; y Gurvitch, G. (1932), L’idée du droit social. Notion et système du droit social.
Histoire doctrinale depuis le XVIIème siècle jusqu’à la fin du XIXème siècle., París, Sirey, 9 y ss..
20Así von Bogdandy, A.- Morales Antoniazzi, M. - Ferrer Mac-Gregor, E. (2017), Ius
en Castaño, S. R. (2008), “La ‘secuencia ontológica’ del orden político como presupuesto de
la politicidad del derecho y de la legitimidad del poder. A propósito del fallo ‘Maastricht’”,
Criterio y Conducta, Suprema Corte de Justicia de la Nación (México), Nº 3, 15-34.
22Al “derecho a la vida”, como derecho subjetivo natural básico, Carlos I. Massini Correas
lo denomina con mayor precisión como “derecho a no ser muerto injustamente” (cfr. Massini
Correas, C. I. (1999), El derecho natural y sus dimensiones actuales, Buenos Aires, Ábaco de
Rodolfo Depalma, 200).
23Cfr. Ley 23. 849, art. 2°, en la Declaración Interpretativa al art. 1° de la Convención.
Repárese en que si el tratado rige “en las condiciones de su vigencia” (CN, art. 75, inc. 22),
ésta comprenderá necesariamente las reservas y declaraciones interpretativas que el Estado
signatario introduzca en el instrumento internacional –cfr. en tal sentido, por ejemplo, Bidart
Campos, G. (1995), Tratado elemental de derecho constitucional argentino, Buenos Aires,
Ediar, t. VI, 557; Vanossi, J. - Dalla Via, A. (2000), Régimen constitucional de los tratados,
Buenos Aires, Abeledo-Perrot, 322; Badeni, G. (julio de 2005), “El caso ‘Simón’ y la suprema-
cía constitucional”, La Ley, Suplemento de Derecho Penal; Academia Nacional de Derecho
(2005), “Dictamen acerca de los tratados y la supremacía constitucional”; fuera de la doctrina
argentina y con el mismo criterio vide Carrillo Salcedo, J. A. (1995), Soberanía de los Estados
y derechos humanos en Derecho internacional contemporáneo, Madrid, Tecnos, 67–. Por otra
parte, como sostiene el ex convencional Rodolfo Barra, la voluntad del constituyente de 1994
fue precisamente la de darle rango constitucional al tratado tal como era incorporado por el
Estado argentino, “esto es, en las condiciones con las que el acuerdo obliga a la República
Argentina”, lo cual supone que el tratado o la convención adquiere jerarquía constitucional
incluyendo las eventuales reservas y declaraciones establecidas por el Estado –cfr. Barra, R. C.
(1997), Los derechos del por nacer en el ordenamiento jurídico argentino, Buenos Aires, Ábaco
de Rodolfo Depalma, 34-42 (aquí, 36-37)–. Por el contrario, la exégesis de que la asunción
“en las condiciones de su vigencia” alude a una mera vigencia internacional puede derivar de
un posicionamiento doctrinal de fondo del tipo del excogitado por Boggiano (vide supra, II)
según el cual el Estado virtualmente desaparece (i.e., se licúa) dentro del orden jurídico inter-
nacional cuando, como en el caso de la Argentina, se incorporan tratados a su constitución.
Ahora bien, semejante temperamento resulta derechamente impugnable, en cuanto parte de
falsos principios individualistas y racionalistas. Varios de ellos comparecen y son criticados
en la presente contribución.
24Por otra parte, a la hora de promover e imponer el aborto por la vía jurisprudencial y
25Cfr., por todos, Castaño, S. R. (2016), El poder constituyente, entre mito y realidad, 2ª.
27Cfr. Millán Puelles, A. (1976), “El bien común”. En Millán Puelles, A., Sobre el hombre y
la sociedad, Madrid, Rialp, 107-127. Dice el autor en el esclarecido texto: “[u]no de los aspec-
tos de la problemática del bien común que de hecho han sido tratados con la más perniciosa
ambigüedad es el de la primacía de este bien, y ello en virtud de su aparente antagonismo
con el principio de la dignidad de la persona humana. En nombre de esta misma dignidad se
relativiza con frecuencia, cuando no es que en absoluto se la niega, la regla de la primacía del
bien común, indispensable para el recto orden de la convivencia” (124). El reconocimiento
de la dignidad de la persona humana, recuerda en esa línea Millán Puelles, le era retaceado
al esclavo “no tanto porque privadamente fuese maltratado cuanto porque no se le reconocía
ningún derecho a poder ocuparse del bien común” (Millán Puelles, A., “Los derechos del
hombre y la dignidad de la persona humana”, ibíd., 132).
28Sobre la noción axial de lo justo concreto cfr. Lamas, F. A. (1974/5), “Justo concreto y
Carlos E. Delpiazzo*1
I. RECONOCIMIENTO
1. FUNDAMENTOS
de Derecho Constitucional y Político (Montevideo, 1986), tomo II, Nº 12, 347; y “Alberto
Ramón Real, humanista”, en Carlos E. Delpiazzo (Coordinador), Pasado, presente y futuro del
Derecho Administrativo Uruguayo (F.C.U., Montevideo, 2012), 440.
2Carlos E. Delpiazzo, “Semblanza del Profesor Mariano R. Brito”, en Carlos E. Delpiazzo
1974).
6Carlos E. Delpiazzo, “Centralidad del administrado en el actual Derecho Administrativo:
Ensayos filosóficos en honor de Risieri Frondizi” (UPRED, Buenos Aires, 1980), 73 y 74.
8Jesús González Pérez, “La dignidad de la persona humana y el Derecho Administrativo”
2. DIMENSIONES
al Prof. Dr. Mariano R. Brito organizadas por el Anuario de Derecho Administrativo” cit., 227
y ss.; y “Derecho Administrativo General” (A.M.F., Montevideo, 2017), volumen 2, segunda
edición actualizada y ampliada, 229 y ss.
12Mariano R. Brito, “La dignidad humana como fundamento de nuestro Derecho
13Jesús González Pérez, “La dignidad de la persona” (Civitas, Madrid, 1986), 24.
14Héctor Gros Espiell, “La dignidad humana en los instrumentos internacionales de dere-
chos humanos”, en Catedra Unesco de Derechos Humanos, “Dignidad Humana” (Montevideo,
2003), 9 y ss.; José Aníbal Cagnoni, “La dignidad humana. Naturaleza y alcances”, en Rev. de
Derecho Público (Montevideo, 2003), Nº 23, 11 y ss., y “La primacía de la persona: el principio
personalista”, en Rev. de Derecho Público (Montevideo, 2004), Nº 24, 135 y ss.; María Elena
Rocca, “Toda nuestra Constitución reposa sobre la noción de persona”, en Rev. de Derecho
Público (Montevideo, 2004), Nº 24, 139 y ss.; y Marcelo Laborde, “No solo de derechos vive
el hombre. Los deberes de las personas en el artículo 72 de nuestra Constitución”, en Carlos
E. Delpiazzo (Coordinador), Pasado y presente del Derecho Administrativo Uruguayo (F.C.U.,
Montevideo, 2012), 185 y ss.
15Alberto Ramón Real, “Los principios generales de Derecho en la Constitución uruguaya”
2010), 63.
17Mariano R. Brito, “Derecho Administrativo. Su permanencia, contemporaneidad,
en nuestros países”, en Rev. de Derecho Público (Santiago de Chile, 1995), Nº 57-58, 170 y ss.
23Mariano R. Brito, “Funciones del Estado en relación a la familia”, en Américo Pla
Rodríguez y Ana María Ranzetti (Coordinadores), El Derecho y la Familia cit., 205 y ss.
1. SUPUESTOS BÁSICOS
Antes de ahora, he insistido en que “dos son los cimientos en que se apoya
el Estado de Derecho en cualquiera de sus etapas, aunque perfeccionán-
29Rafael Navarro Valls y Javier Martínez Torron, “Conflictos entre conciencia y ley (Iustel,
Madrid, 2012), 2ª edición revisada, 29 y ss.; Juan G. Navarro Floria, “El derecho a la objeción
de conciencia” (Abaco, Buenos Aires, 2004); Carmen Asiain, “Veto a la limitación de la libertad
de conciencia”, en A.A.V.V., “Veto al aborto” (U.M., Montevideo, 2012), 121 y ss.; Juvenal M.
Javier, “Reflexiones sobre la objeción de conciencia e ideario en el Uruguay a partir las leyes
Nº 18.987 y 18.473”, en Rev. de Derecho Público (Montevideo, 2013), Nº 43, 33 y ss.; Bruno
Berchesi, “Objeción de conciencia. ¿Sabemos qué significa?”, en Rev. Jurídica La Ley Uruguay
(Montevideo, 2010), Año III, Nº 3, 446 y ss.; y Marta Hanna, “Recepción jurisprudencial de la
objeción de conciencia”, en Rev. de Derecho. Publicación arbitrada de la Universidad Católica
de Uruguay (Montevideo, 2015), Nº 12, 217 y ss.
30Alberto M. Sánchez, “La objeción de conciencia en el agente estatal”, en Víctor
Publicum (Santiago de Chile, 2001), Nº 6, 63 y ss.; “Planificación y libertad en el Estado social
de Derecho”, en Rev. Uruguaya de Estudios Administrativos (Montevideo, 1977), Año I, Nº 1,
31 y ss.; y “Principio de legalidad e interés público en el Derecho positivo uruguayo”, en Rev.
La Justicia Uruguaya, tomo 90, sección Doctrina, 11 y ss.
35Carlos E. Delpiazzo, “Transformaciones del Derecho Administrativo”, en Víctor Hernández
2. PRINCIPIO DE JURIDICIDAD
del pensamiento de Maurice Hauriou”, en Andry Matilla, Jaime Orlando Santofimio y Héctor
Santaella (Coordinadores), Ensayos de Derecho Público en memoria de Maurice Hauriou
(Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2013), 197 y ss.; y “Proyección de dos clási-
cos franceses del Derecho Administrativo”, en Rev. de la Facultad de Derecho (Montevideo,
2012), Nº 32, 143 y ss.
39Julio A. Prat, “El significado del principio de legalidad en la Administración moderna”,
en Rev. Uruguaya de Estudios Administrativos (Montevideo, 1980), Año IV, Nº 1, 78.
positivo uruguayo”, en “Actas del VII Foro Iberoamericano de Derecho Administrativo” (Netbiblo,
La Coruña, 2008), 607 y ss.; y en Mariano R. Brito, Juan Pablo Cajarville Peluffo, Carlos E.
Delpiazzo y Augusto Durán Martínez, “Los principios en el Derecho Administrativo uruguayo”
(A.M.F., Montevideo, 2007), 47.
41Benoit Jeanneau, “Les principes généraux du droit dans la jurisprudence administrative”
2005), 7 y 178.
44León Duguit, “Traité de Droit Constitutionnel” (París, 1930), tomo III, 732 y 733.
45Eduardo Soto Kloss, “Derecho Administrativo” (Editorial Jurídica de Chile, Santiago,
ss.; José A. Cagnoni, “La primacía de la persona: el principio personalista”, en Rev. de Derecho
Público (Montevideo, 2003), Nº 24, 135 y ss.; y Eduardo Soto Kloss, “La primacía de la per-
sona humana, principio fundamental del Derecho público chileno”, en Estudios Jurídicos en
memoria de Alberto Ramón Real (F.C.U., Montevideo, 1996), 507 y ss.
49Augusto Durán Martínez, “Estudios de Derecho Público” (Montevideo, 2008), volu-
men II, 266.
50Constitución “Gaudium et Spes” del Concilio Vaticano II, Nº 26, reiterada, entre otros
IV. COMPROMISO
Derecho público español”, en Rev. de Direito Administrativo & Constitucional (Belo Horizonte,
2010), Año 10, Nº 40, 171 y ss.
53Eduardo Soto Kloss, “La democracia, ¿para qué? Una visión finalista”, en A.A.V.V.,
2017), 3 y ss.
56Carlos E. Delpiazzo, “Interdicción de la irresponsabilidad administrativa en el Estado
Dignidad humana y calidad del Estado de Derecho. Tras los pasos… 101
DERECHO ADMINISTRATIVO
Notas acerca de los derechos del contratista del Estado en Chile 105
De acuerdo a lo anterior, la conceptualización del régimen jurídico
de la contratación administrativa en Chile constituye una materia que
requiere la revisión de un variado grupo de normas, en tanto no existen
reglas generales, sino un conjunto de disposiciones en nuestro ordena-
miento según la materia o área de que se trate. Situación diversa a lo que
acontece en el caso del derecho privado con el Código Civil y por ello,
los principios generales del derecho adquieren un rol importante, ya que
permiten orientarse en este conjunto de normas.
Las presentes reflexiones no pretenden, en ningún caso, hacer una
enumeración o sistematización de los contratos administrativos ni de las
normas o principios a los que estos se subordinan, sino que simplemente
intentan plantear cuál es la relación existente entre el privado (co-contra-
tante) y el órgano público en el marco de una relación contractual. Para lo
anterior haremos referencia a ciertas normas particulares e intentaremos
enunciar ciertos parámetros de acción que tienen cabida en la relación
privado-administrativo.
2007, 52.
Notas acerca de los derechos del contratista del Estado en Chile 107
3. PRERROGATIVAS DE LA ADMINISTRACIÓN Y DERECHOS
DEL PRIVADO CO-CONTRATANTE
Notas acerca de los derechos del contratista del Estado en Chile 109
se encuentran las siguientes: “Artículo 13: Los contratos administrativos
podrán modificarse o terminarse anticipadamente por las siguientes causas:
a) La resciliación o mutuo acuerdo entre los contratantes; b) El incum-
plimiento grave de las obligaciones contraídas por el contratante; c) El
estado de notoria insolvencia del contratante, a menos que se mejoren las
cauciones entregadas o las existentes sean suficientes para garantizar el
cumplimiento del contrato; d) por exigirlo el interés público o la seguridad
nacional; e) Las demás que se establezcan en las respectivas bases de la
licitación o en el contrato. Dichas bases podrán establecer mecanismos
de compensación y de indemnización a los contratantes.
Las resoluciones o decreto que dispongan tales medidas deberán ser
fundadas”.
Finalmente, se debe destacar que la enumeración de la Ley 19.886
es de aquellas denominadas de numerus apertus, lo que significa que no
se encuentra limitada a lo allí establecido sino que se otorga libertad a la
administración para que en las respectivas bases o en el contrato establezca
otras causales de término anticipado.
De esta manera, el legislador respecto de los contratos de suministro
de bienes y prestación de servicios, estableció causales comunes expresas
para la modificación y terminación de los contratos, quedando la decisión
en poder de la administración, pero siempre sujeta a la modificación del
acto administrativo respectivo.
En lo que respecta a la Ley de Concesiones de Obras Públicas, esta
también contempla un artículo destinado a establecer las causales que
ocasionan la extinción de la concesión10. Como es posible apreciar, ambas
normas contienen disposiciones muy similares en cuanto a las causales
que extinguen la relación jurídica.
En relación a estas causales, el cumplimiento del plazo y el mutuo
acuerdo no ameritan mayores comentarios. En lo que respecta al incum-
plimiento grave de las obligaciones del contratante o concesionario,
respectivamente, es menester señalar que en el caso de las compras
públicas la ley no establece nada respecto a la declaración de incum-
plimiento grave, en cambio, en el caso de las concesiones de obras
públicas, el legislador se preocupó de establecer que esta declaración
deberá ser solicitada por el Ministerio de Obras Públicas a la Comisión
Arbitral basándose en una causal establecida en el contrato o en las bases
de la licitación, y dedicando tres extensos artículos a regular la forma en
del plazo por el que se otorgó con sus modificaciones si procediere, 2. Mutuo acuerdo entre el
Ministerio de Obras Públicas y el concesionario. El Ministerio solo podrá concurrir al acuerdo
si los acreedores que tengan constituida a su favor la prenda establecida en el artículo 43
consintieren en alzarla o aceptaren previamente, y por escrito, dicha extinción anticipada;
3. Incumplimiento grave de las obligaciones del concesionario; y 4. Las que se estipulen en
las bases de licitación.
Notas acerca de los derechos del contratista del Estado en Chile 111
la firma del Ministro de Hacienda; y (e) el concesionario tendrá derecho
a una indemnización equivalente a la inversión, la que será calculada de
acuerdo a la fórmula establecida en las bases de licitación. El monto de la
indemnización será fijado de común acuerdo entre las partes y aprobado
por el Ministerio de Hacienda. En caso de no haber acuerdo, se recurre
al procedimiento de solución de controversias12.
Cabe señalar que bajo el supuesto de la asimetría existente entre la
administración y el particular, siempre se encuentra envuelta la posibilidad
de poner término a un contrato fundamentándose en razones de interés
público. En este caso, y en virtud de lo dispuesto en la CPR, específicamen-
te en su artículo 19 Nº 24, procedería –por la vía de la expropiación– el
pago de una indemnización. En efecto, la norma en comento establece en
su inciso tercero lo siguiente: “Nadie puede, en caso alguna, ser privado
de su propiedad, del bien sobre que recae o de alguno de los atributos o
facultades esenciales del dominio, sino en virtud de ley general o especial
que autorice la expropiación por causa de utilidad pública o de interés
nacional, calificada por el legislador. El expropiado podrá reclamar de
la legalidad del acto expropiatorio ante los tribunales ordinarios y tendrá
siempre derecho a indemnización por el daño patrimonial efectivamente
causado, la que se fijará de común acuerdo o en sentencia dictada con-
forme a derecho por dichos tribunales”.
De esta manera, la administración siempre podrá invocar la causal
de interés o necesidad pública para poner término a un contrato pero
retribuyendo al concesionario con la debida indemnización por el daño
efectivamente causado. En caso de existir norma especial, se aplicará esta.
De lo contrario, tendrá lugar la norma general y el particular si ha estima-
do que ha sido perjudicado, podrá reclamar de la legalidad del término
del contrato, demandando los perjuicios correspondientes, los que en
definitiva, serán estimados por el órgano jurisdiccional correspondiente.
Notas acerca de los derechos del contratista del Estado en Chile 113
En el caso de la provisión de bienes y servicios, por medio de la
Ley 19.886, se creó el Tribunal de la Contratación Pública (TCP), esta-
bleciéndose como un órgano jurisdiccional especial, independiente de
la administración del Estado, sometido a la superintendencia directiva,
correccional y económica de la Corte Suprema.
En cuanto a su competencia, esta se encuentra determinada en los
incisos primero y segundo del artículo 24 de la Ley 19.88616. De acuerdo
a esta norma, la competencia del tribunal se encuentra definida por los
siguientes elementos: (i) actos u omisiones arbitrarios o ilegales ocurridos
en los procedimientos administrativos de contratación; (ii) respecto de
organismos públicos regidos por la ley; y (iii) el acto arbitrario o ilegal
debe haber ocurrido entre la aprobación de las bases y su adjudicación.
De este modo, se encuentran excluidos los convenios marco y los tratos
directos de la competencia del TCP.
Desde el punto de vista temporal, se ha sostenido que “opera como
tribunal contencioso administrativo de licitaciones de carácter precontrac-
tual, ya que conoce de la acción de impugnación contra actos u omisiones,
ilegales o arbitrarios, ocurridos en los procedimientos administrativos de
contratación entre la aprobación de las bases y la adjudicación”17. No
obstante lo anterior, es menester mencionar que desde hace varios años
se ha estado trabajando en un anteproyecto de reforma al TCP, cuyo
principal propósito sería –justamente– ampliar la competencia de este
órgano jurisdiccional, de manera de no limitarlo a ser un tribunal de la
pre-contratación, sino que también dotarlo de competencia para conocer
de la ejecución y cumplimiento de los contratos.
De la revisión de la historia de la Ley 19.886 es posible percatarse que
en los orígenes de este proyecto no se contempló la creación del Tribunal,
sino que las reclamaciones serían conocidas por la Dirección de Compras
y Contratación Pública18, siendo el TCP incluido a través de una indicación
sustitutiva contenida en el primer informe de la Comisión de Hacienda19.
16“El tribunal será competente para conocer de la acción de impugnación contra actos
mente se establece al inicio de un contrato para asistir de manera informal a las partes, si estas
así lo desean, en relación a la solución de las desavenencias surgidas durante el transcurso
del contrato, y para emitir recomendaciones o decisiones sobre las disputas alegadas por las
partes”. En http://www.iccwbo.org/court/dispute_boards/id4528/langtype1034/index.html,
revisado el 22-X-10.
22Compuesta por tres profesionales universitarios, dos al menos abogados. Los integran-
tes son nombrados de común acuerdo por las partes a partir de dos nóminas de expertos, la
primera de abogados y confeccionada por la Corte, y la segunda de profesionales designados
por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. Estas nóminas se renuevan parcialmente
cada 5 años.
Notas acerca de los derechos del contratista del Estado en Chile 115
que previamente hayan sido puestos en conocimiento del Panel Técnico
y cuenten con una recomendación del mismo. Los integrantes de esta
Comisión Arbitral deberán ser designados al inicio de la respectiva con-
cesión, y son remunerados por el concesionario y por el Ministerio de
Obras Públicas, en partes iguales.
Como se puede apreciar, la Ley 20.410 incorpora normas más deta-
lladas que las anteriormente existentes. Así, establece que la Comisión
en cuanto se designe y constituya deberá determinar ciertas normas
procesales, tales como notificaciones, audiencias, etc. En relación a los
plazos, la regla general para presentar reclamaciones es de dos años, salvo
resoluciones del Ministerio de Obras en que el plazo será de un año, y
que se vería disminuido a 120 días cuando se trate de resoluciones que
impongan multas, plazo que se suspenderá por la interposición del recurso
de reposición o jerárquico, hasta su resolución.
Existen ciertas similitudes con la anterior Comisión Conciliadora.
A saber, la Comisión Arbitral puede llamar a conciliación de oficio o a
solicitud de alguna parte, tiene facultades de árbitro arbitrador y aprecia
la prueba conforme a las reglas de la sana crítica. Asimismo, la sentencia
definitiva no es susceptible de recurso alguno. Respecto a la improceden-
cia de recurso alguno en contra de la sentencia definitiva de la Comisión
Arbitral, esta disposición no fue objeto de control por parte del Tribunal
Constitucional23. Sin perjuicio de lo anterior, siempre será procedente
acudir ante el órgano jurisdiccional correspondiente a través de la inter-
posición de un recurso de queja y/o de una acción constitucional en caso
de vulneración de una garantía constitucional.
A diferencia de lo que acontecía en el caso de la Comisión Conciliadora,
en que ella misma podía decretar la suspensión sin tener que realizar otra
gestión, ante la Comisión Arbitral se puede solicitar la suspensión, trami-
tándose esta con audiencia del Ministerio, debiendo concurrir motivos
graves y calificados, y acompañando comprobantes que constituyan a
lo menos presunción grave del derecho que se reclama. La ley establece
como única limitación que la Comisión Arbitral no podrá, autorizar o
disponer la paralización de las obras o de la prestación del servicio por
un plazo superior a sesenta días, salvo que exista acuerdo entre las partes.
En lo que respecta a la Comisión Arbitral, esta sufrió modificaciones
sustanciales durante la tramitación de la ley, cuyo proyecto no contenía
modificaciones tan profundas como las que finalmente se concretaron. Tanto
es así, que originalmente el Panel Técnico no se encontraba contemplado24.
De acuerdo a todo lo antes expuesto, es posible concluir que en Chile
existen regímenes distintos de solución de controversias en materia de
contratación administrativa, diferenciándose según se trate de contratación
actúa como tribunal de cuentas sino que también y por expreso mandato del constituyente
ejerce el control de legalidad/juridicidad de los actos administrativos. Sin perjuicio de lo
anterior, en nuestro sistema la regla general va a ser la exención de la toma de razón, salvo
respecto de aquellos casos que –por su naturaleza o entidad– se determine la sujeción a dicho
trámite por parte de la propia entidad contralora. Las normas más pertinentes son las siguientes:
9.1.1 “Contratos para la adquisición de bienes muebles y para la adquisición o suministro de
bienes muebles, de créditos, instrumentos financieros y valores mobiliarios, por trato directo o
licitación privada por un monto superior a 2.500 unidades tributarias mensuales.
Contratos para la adquisición de bienes inmuebles y para la adquisición o suministro de bienes
muebles, de créditos, de instrumentos financieros y valores mobiliarios por un monto superior
a 5.000 unidades tributarias mensuales”. Lo anterior, es sin perjuicio de ciertas exenciones.
9.4.2 “Ejecución de obras públicas o su contratación, incluida la reparación de inmuebles, por
adjudicación directa o propuesta privada de un monto superior a 5.000 unidades tributarias
mensuales.
Notas acerca de los derechos del contratista del Estado en Chile 117
En efecto, atendido el monto de la licitación, los contratos celebrados
por la administración estarán o no afectos al trámite de toma de razón,
siendo la regla general la exención. Dicha exención no es sinónimo de
inmunidad de control, dada la existencia de mecanismos de control de
reemplazo a posteriori que podrán tener lugar ya sea por iniciativa de la
propia CGR en sus procesos de auditorías o bien por medio de denuncias
formuladas por particulares.
Así, cabe destacar que resulta posible frente a vicios acaecidos con
posterioridad a la adjudicación, instar una denuncia ante la CGR, aún
cuando el acto administrativo que oficializa el contrato resultante se en-
cuentre exento del trámite de toma de razón. Para ello, si bien no existe
en la normativa particular de la Contraloría un plazo, en la práctica este
viene dado por la consolidación de los efectos patrimoniales en el adju-
dicatario y en mayor medida por el cumplimiento del plazo para invalidar
(2 años)26, atribución que si bien no es ejercida de manera directa por
Contraloría –conforme lo ha dispuesto su jurisprudencia ya que carece de
potestad invalidatoria– limitándose a ordenar el ejercicio de ella al órgano
emisor del respectivo acto27.
Es el caso de las licitaciones cuyo contrato se encuentre afecto a toma
de razón28, a nuestro juicio y conforme lo ha entendido la jurisprudencia de
la CGR, ello no es óbice para que terceros presenten aquellos antecedentes
que estimen pertinentes, en ejercicio del derecho de petición consagrado
en el artículo 19 Nº 14 de la CPR29. Esta presentación de antecedentes
deberá hacerse de manera formal y haciendo ver a la entidad superior de
control la necesidad de no tomar razón de dicho acto30.
en los siguientes términos: “La autoridad administrativa podrá, de oficio o a petición de parte,
invalidar los actos contrarios a derecho, previa audiencia del interesado, siempre que lo haga
dentro de los dos años contados desde la notificación o publicación del acto”.
27Así ha señalado recientemente que “[e]n este sentido, esta Entidad Fiscalizadora, a través
brados por trato directo o licitación privada cuyo monto exceda 2.500 UTM. En el caso de las
licitaciones públicas, estarán afectos a toma de razón aquellos convenios cuyo monto exceda
5.000 UTM (Párrafo 2).
29Nº 14: “El derecho de presentar peticiones a la autoridad, sobre cualquier asunto de
interés público o privado, sin otra limitación que la de proceder en términos respetuosos y
convenientes”.
30Vid. dictamen 3.449 de 2006.
órganos del Estado actúan válidamente previa investidura regular de sus integrantes dentro de
su competencia y en la forma que prescriba la ley”.
Y agregando en su inciso 3° que “[t]odo acto en contravención a este artículo es nulo y
originará las responsabilidades y sanciones que la ley señale”.
32La norma constitucional amparada por esta acción es el artículo 19 Nº 21 que garantiza
a todas las personas la libertad para emprender cualquier actividad económica e igualmente
fija los límites al Estado Empresario.
33“El derecho a desarrollar cualquiera actividad económica que no sea contraria a la
moral, al orden público o a la seguridad nacional, respetando las normas legales que la regulen.
El Estado y sus organismos podrán desarrollar actividades empresariales o participar en
ellas solo si una ley de quórum calificado los autoriza. En tal caso, esas actividades estarán
sometidas a la legislación común aplicable a los particulares, sin perjuicio de las excepciones que
por motivos justificados establezca la ley, la que deberá ser, asimismo, de quórum calificado”.
Notas acerca de los derechos del contratista del Estado en Chile 119
Finalmente, en caso de querer demandar la indemnización por los
perjuicios ocasionados por un contrato, la sede idónea serán los Tribunales
Ordinarios de Justicia.
34Abeliuk, René, Las Obligaciones, t. I, Santiago, Editorial Jurídica de Chile, 2008,
Sin embargo, atendida la definición de los contratos bilaterales, dada por el artículo 1.439 del
Código: “…[C]uando las partes contratantes se obligan recíprocamente”, es posible señalar que
esta categoría sí resulta aplicable a los contratos administrativos, por cuanto resulta sencillo
identificar aquellos contratos en que las partes –Estado y particular– contraen obligaciones
recíprocas.
36Alessandri, Arturo, De Los Contratos, Santiago, Editorial Jurídica de Chile, 2004,
1ª ed., 21.
Notas acerca de los derechos del contratista del Estado en Chile 121
Código Civil, ha sido definida por la doctrina como aquella que corresponde
al deudor en un contrato bilateral para negarse a cumplir su obligación
mientras la otra parte no cumpla o se allane a cumplirla”. Agregando que
“[a]l respecto, cabe hacer presente que la reiterada jurisprudencia adminis-
trativa emanada de esta Entidad de Control, contenida en los dictámenes
30.390 de 1989, 30.885 de 1992, 31.822 de 1998, 42.992 de 2007 y
32.657 de 2008, ha señalado que todas las materias que dicen relación
con la interpretación de disposiciones contractuales o el cumplimiento de
obligaciones emanadas de un contrato, constituyen por su propia naturaleza,
controversias que revisten el carácter de litigiosas, cuyo conocimiento no
le compete a este Órgano Contralor, conforme al citado artículo 6°, de la
Ley 10.336”. Añadiendo que “[a] mayor abundamiento, la aplicación de
multas por parte de la administración del Estado deriva del conjunto de
potestades con que esta ha sido dotada por el ordenamiento jurídico en el
ámbito de los contratos administrativos, las que no son propias del ámbito
contractual, de modo que a su respecto no se aplica el artículo 1.552 del
Código Civil”. A través del pronunciamiento anterior, lo que hace la CGR
es negar la aplicación de este principio, escudándose en que la imposición
de multas que pueden surgir de un contrato administrativo emana de las
potestades con que actúa la administración, respecto de las cuales no
sería posible aplicar una norma de derecho privado.
Lo anterior es una clara manifestación de un abuso del derecho37, ya
que existiendo incumplimiento o cumplimiento tardío, es plenamente
aplicable la institución en referencia, sin importar que esta no se encuentre
expresamente consagrada por el ordenamiento administrativo, ya que lo
contrario importaría transgredir principios que trascienden a un ordena-
miento en particular, como son la equidad y la buena fe, entre otros, y
que como ha señalado el Tribunal Supremo Español, son “la atmósfera en
que se desarrolla la vida jurídica, el oxígeno que respiran las normas”38, el
que no siempre se encuentra en normas de derecho público, lo que llevó
a que el legislador casi innecesariamente estableciere que en subsidio de
las normas de derecho público, se aplican normas de derecho privado39.
37En Rodríguez, Pablo, El Abuso del Derecho y el Abuso Circunstancial, Santiago, Editorial
Jurídica de Chile, 1998, p. 41, el autor señala al respecto lo siguiente: “Esta doctrina, ya uni-
versalmente conocida, incluso recepcionada en el día de hoy por el derecho positivo, permite
resolver una controversia o conflicto intersubjetivo, dejando de lado el mandato normativo
expreso. Hay otros valores que se sitúan por encima de él y que se aplican preferentemente”.
Y agregando que “[p]or ahora, lo que interesa destacar es el hecho de que su reconocimiento
importa introducir en el derecho una fórmula de solución que se aparta del mandato norma-
tivo positivo, haciendo prevalecer, por encima de él, otros mandatos o dando al derecho un
sentido más próximo a sus fundamentos últimos, según se demostrará”.
38Sentencias de fecha 30-IV-88 y 16-V-90.
39García De Enterria, Eduardo y Fernández, Tomás Ramón, Curso de Derecho Administrativo,
Notas acerca de los derechos del contratista del Estado en Chile 123
contratos cuyas obras estuviesen terminadas o en casos de liquidación
anticipada, a fin de hacer posible la compensación de los saldos favo-
rables y desfavorables que pudieren resultar en unos y otros respecto de
los contratantes”.
Por otra parte, la jurisprudencia administrativa, a propósito de una
presentación de la empresa constructora SICAL S.A.41 hizo aplicable la
institución jurídica de la compensación. Lo anterior es muy interesante, ya
que se trata de un caso en que se otorga reconocimiento a una institución
que es propia y originaria del derecho civil como es la compensación, y
cuyos fundamentos podrían ser asimilables a los de la excepción de contrato
no cumplido, en el sentido de que ambas instituciones tienen por objeto
proteger principios fundamentales como son la equidad y la buena fe, los
cuales se verían quebrantados si tales instituciones no existieran. Por lo
tanto, carece de todo sentido señalar que una institución es aplicable y
la otra no, basándose en que una se encuentra reconocida expresamente
y la otra no, sobre todo si se toma en consideración, que la Ley 19.886
es clara al señalar que se podrán aplicar normas y principios del derecho
civil en defecto de las normas de derecho público.
Sin perjuicio de lo anteriormente expuesto, es menester señalar
que no toda institución que se presenta como de carácter general, será
necesariamente aplicable, siendo imperativo distinguir en cada caso su
aplicación. Así, el máximo tribunal chileno, ha distinguido realizando
la referida diferenciación, y, negando en definitiva, la aplicación de la
institución de la prescripción en casos en que se ha solicitado la decla-
ración de nulidad de derecho público42. Lo anterior es concordante con
que la nulidad de derecho público constituye una excepción en nuestro
trata de una acción de nulidad de derecho público, cuya existencia encuentra su fundamento
máximo en el párrafo constitucional de las bases de la institucionalidad y cuyo asidero práctico
se halla en el artículo 7° incisos segundo y tercero de la Constitución Política de la República.
Estos preceptos consagran el principio de la separación de los Poderes del Estado y demás
órganos constitucionales, de modo tal que ellos, para actuar válidamente, deben hacerlo
previa investidura legal, dentro de la esfera de su competencia, recalcando el inciso tercero
del citado artículo 7°, como corolario obligado de lo anterior, que todo acto en contravención
a esta disposición es nulo, originando las responsabilidades y sanciones que señale la ley. La
doctrina en general ha considerado que esta nulidad, por las características que presenta y
el modo como está concebida en el ordenamiento básico de la institucionalidad, opera de
pleno derecho de modo que solicitada al tribunal, este, al asentar los elementos de hecho que
representan una invasión de potestades, no tiene otra función que reafirmarla, constatando su
existencia y siendo así, no puede aplicársele las normas generales de Derecho Privado sobre
6. CONCLUSIONES
prescripción de las acciones. Por consiguiente, cabe llegar a la conclusión que esta nulidad
es imprescriptible”.
43Artículos 6° y 7°.
44Gloria Molino Martínez con Fisco de Chile (1999). Octavo “Que esta manera, la senten-
cia impugnada, en esta parte, ha infringido la norma del artículo 1556 del Código Civil, que
establece que la indemnización de perjuicios comprende el daño emergente y lucro cesante...,
pues si es un hecho no controvertido que bienes del causante de la actora a dominio del Estado
en los años 1974 y 1975, parece evidente que ello, además del perjuicio consistente en haber
hecho salir de dicho patrimonio tales sus bienes, también ha causado detrimentos al no haber
podido gozarse y disponer de ellos por quien correspondía, por habérselo impedido el Estado,
daño que debe también ser indemnizado, de acuerdo con el citado artículo del Código Civil.
Del mismo modo, infringe también la sentencia impugnada tal disposición, al no darse lugar
al daño moral, pues ello contraviene el mandato que la indemnización, debe ser completa”.
Notas acerca de los derechos del contratista del Estado en Chile 125
la mejor manera posible la relación entre el precio y la calidad del bien
y/o servicio ofrecido.
Así, más que la necesidad de contar con un único cuerpo normativo en
materia de contratación administrativa, pareciera más adecuado disponer
de reglas específicas y acabadamente descritas para cada área, que por un
lado reconozcan el interés público subyacente en la contratación adminis-
trativa, y por otro otorguen garantías a los particulares que contraten con
la administración. Este último aspecto, es primordial para el éxito de un
determinado sistema de contratación en tanto no es posible que la adminis-
tración se desligue de su posición de preeminencia frente al particular, ya
que actúa en pos del bien común, lo que permite ejercer ciertas prerrogativas
especiales que implican un quiebre en la simetría que generalmente está
presente en los contratos regulados por el derecho privado.
En tal sentido, durante los últimos años, advertimos un vertiginoso
esfuerzo regulador en Chile tendiente a otorgar mayor certeza a los
potenciales co-contratantes privados. De esta manera en el año 2003 se
dictó la Ley 19.886, cuyo reglamento fue modificado el año 2009, y en
el año 2010 se modificó la Ley de Concesiones de Obras Públicas, con
el objeto de fortalecer aspectos que habían mostrado ciertas deficiencias.
En lo que respecta a los derechos del contratista privado, es menester
señalar que a pesar de que no existen reglas generales establecidas en
un cuerpo normativo, este, cualquiera sea el régimen de contratación,
tiene derecho al precio; a mantener el equilibrio financiero del contrato;
a la compensación ante la posibilidad de la administración de alterar la
ejecución del contrato por razones de interés público. Finalmente, es
posible invocar la aplicación de ciertas instituciones que forman parte
de nuestro ordenamiento y que encuentran su fundamento en principios
que inspiran nuestro sistema jurídico. Así, se puede recurrir a la teoría de
la imprevisión que habilita al privado para obtener una compensación
si existen variaciones en la ejecución del contrato, y a la excepción de
contrato no cumplido en caso de incumplimiento por parte de la admi-
nistración, entre otras.
En suma, estimamos que las características que presenta el desarrollo
de la regulación en materia de contratación administrativa en Chile, han
sido un factor relevante en la implementación de diversos proyectos de
infraestructura que han derivado en la captación de enormes volúmenes
de inversión, motivados en la claridad de los derechos y garantías que el
régimen particular y específico imperante aseguran al contratista del Estado.
7. BIBLIOGRAFÍA CITADA
Abeliuk, René, Las Obligaciones, t. 1, Santiago, Editorial Jurídica de Chile, 2008,
5a versión actualizada.
Notas acerca de los derechos del contratista del Estado en Chile 127
DERECHO ADMINISTRATIVO
INTRODUCCIÓN
En nuestro Derecho, son pocos los trabajos que han estudiado la presunción
de legalidad de los actos administrativos en sus aspectos procesales1. La
explicación podría hallarse, tal vez, en la inexistencia de tribunales y de
procedimientos contencioso-administrativos generales2.
Cualquiera sea la razón, estos aspectos son de particular importancia
para la defensa de los derechos de las personas en tribunales, por lo que
su estudio merece un mayor desarrollo.
Esto nos ha animado a revisar los alcances que se suele dar a la
presunción de legalidad en nuestro Derecho, buscando encontrar defini-
ciones más claras sobre su naturaleza y sus efectos en el procedimiento
contencioso-administrativo general. Particularmente, quisiéramos responder
administrativos los siguientes artículos: Aguerrea Mella 2003, Aróstica Maldonado 1991,
Bermúdez Soto 2010, Bocksang Hola 2011, Cordero Vega 2007, Delgado Lara 2018, Ferrada
Bórquez 2007, Hunter Ampuero 2016, Riveros de Gatica 2006, Soto Kloss 2003, Soto Kloss
2010, Soto Kloss 2013, Soto Kloss 2017 y Venegas Palacios 2012. Entre estos, se refieren
especialmente a los aspectos procesales de la institución: Bocksang Hola 2011, Ferrada Bórquez
2007 y Hunter Ampuero 2016. La única monografía (libro) chilena referida exclusivamente a
la presunción de legalidad de los actos administrativos, se encuentra en Barriga Alarcón 2018.
2Vid. Vergara Blanco 2014.
en su artículo 7° (en relación con su art. 6°), establece que los actos de los órganos del Estado
son válidos “única y exclusivamente” en la medida que se conforman, se someten, se adecuan,
con la Constitución; de no ser así, es decir, si la violan, son nulos/inexistentes, nulidad/
inexistencia que se produce en el mismo instante en que se incurre en el vicio que viola la
Constitución. De allí que, en una actitud ‘autodepurativa’ y ‘autosuficiente’, sea la propia
Constitución la que impide que tal decisión que la vulnera entre al ordenamiento, como un acto
administrativo en este caso, y de ser aplicado por la Administración, ella actúa sobre la base
de una ‘vía de hecho’ (que no de un acto jurídico), a través de una autotutela ejecutiva ilícita,
carente de todo sustento en el Derecho, ejecución que si produce daño origina ipso iure la
responsabilidad del Estado (arts. 6° inc. 3°, 7° inc. 3° y 38 inc. 2°). Por ello, de acuerdo con este
claro planteamiento constitucional no hay nada que presumir, ya que dichos actos son válidos
no por ser dictados, emitidos o producidos por la autoridad estatal –administrativa en nuestro
tema– y tomados razón por la Contraloría General (como si la tal autoridad estatal hubiera
sido dotada de impecabilidad e inerrancia), sino son válidos solamente si se han adecuado
a la Constitución (arts. 6°, incisos 1° y 2°, y 7°, incisos 1° y 2°)”. Soto Kloss 2013, 252-253.
20Vid. Soto Kloss 2017 y Enteiche Rosales 2014. En palabras de Eduardo Soto Kloss: “Suele
decirse e incluso afirmarse por texto de ley que los actos administrativos están dotados de ciertos
principios como del llamado ‘presunción de legalidad’ y del denominado ‘ejecutoriedad’,
entre otros. Que lo afirmen textos legales de otros países no nos incumbe pero sí nos incumbe
comprobar que este último no es propiamente un ‘principio’ en nuestro derecho administrativo
chileno, ni tampoco de suyo poseen esa ejecutoriedad. Nuestro sistema es diferente y por una
razón sencilla, atendido que nuestra Constitución privilegia la protección de los derechos de
las personas frente al actuar de la Administración y obliga a esta en su actividad a respetar
esos derechos bajo el efecto de la nulidad de sus actos si los violare (arts. 1° inciso 4°, 5°
inciso 2°, 6° y 7°). Para estudiar en forma rigurosa este punto [la aplicación de los actos
administrativos] hemos sostenido desde hace más de 35 años que la posibilidad de aplicar un
acto administrativo (que no sea de ‘ejecución instantánea’, como hemos dicho) depende de la
‘exigibilidad’ de los efectos que produce respecto de sus destinatarios. Es decir, no es problema
de ejecutoriedad o ejecución de oficio (a la francesa) sino de exigibilidad de los efectos que
produce un acto administrativo emitido conforme a Derecho, o sea que se adecue y se ajuste
‘a la Constitución y a las normas dictadas en su conformidad’ (art. 6° inciso 1°). Es así que
debe distinguirse si las obligaciones que ha originado un acto administrativo –tanto para su
autor como para su destinatario– son obligaciones de ‘dar’, de ‘de hacer’ o de ‘no hacer’ y,
además, si se trata de exigir la prestación a la Administración (autora del acto administrativo)
por parte del destinatario de un acto de ‘beneficio’ a su respecto, o bien se trata de exigir la
Administración a un destinatario la prestación de un acto administrativo que le ha impuesto
un gravamen o una sanción”. Soto Kloss 2017, 44.
21Vergara Blanco 2014, 278.
22Bermejo Vera 2008, 437.
51Municipalidad de Chillán Viejo con Comisión Nacional del Medio Ambiente (2018).
52González Poblete con Ilustre Municipalidad de Santiago (2016).
53Sociedad de Inversiones Pizarro Limitada con Municipalidad de Valparaíso (2010).
54Gómez Rodríguez 1966, 179-180.
ABREVIATURAS
CC: Decreto con Fuerza de Ley Nº 1 del Ministerio de Justicia, fija texto
refundido, coordinado y sistematizado del Código Civil. Diario Oficial,
30 mayo 2000.
BIBLIOGRAFÍA CITADA
Aguerrea Mella, Pedro (2003): “Las prerrogativas del acto administrativo en la Ley
Nº 19.880”, en: Academia de Derecho de la Universidad Santo Tomás, La Ley
Nº 19.880, sobre Procedimientos Administrativos. Conferencias Santo Tomás
de Aquino (Santiago, Universidad Santo Tomás), pp. 45-50.
Alessandri Besa, Arturo (1949): La nulidad y la rescisión en el Derecho Civil chileno
(Título XX del Libro IV del Código Civil) (Santiago, Imprenta Universitaria),
1296 pp.
Alvear, Julio (2019): “Los Tribunales Contenciosos Administrativos”, en El Mercurio
Legal (http://www.elmercurio.com/Legal/Noticias/Analisis-Juridico/2019/01/14/
Los-Tribunales-Contenciosos-Administrativos.aspx), 2 pp.
Anabalón Sanderson, Carlos (1954): El juicio ordinario de mayor cuantía (Santiago,
Editorial Jurídica de Chile), 617 pp.
Aróstica Maldonado, Iván (1989): “Impugnabilidad de los actos administrativos”,
en: Revista Chilena de Derecho, v. 16, Nº 2, pp. 455-464.
Aróstica Maldonado, Iván (1991): “¿Qué queda de la ‘presunción de legalidad’?”,
en: Revista de Derecho y Jurisprudencia, t. 88, Nº 1, pp. 1-7.
Astray Suárez-Ferrín, María (2015): “La ejecutividad de los actos administrativos.
Fundamento y naturaleza. La ejecución forzosa por la Administración de
los actos administrativos: medios en nuestro derecho. Examen de la vía de
hecho: sus consecuencias.”, en: Bueno Sánchez, José Miguel et al. [coord.],
Lecciones fundamentales de Derecho Administrativo. Parte General y Parte
Especial (Navarra, Thomson Reuters), pp. 249-262.
Aylwin Azócar, Patricio (1958): Derecho Administrativo (Santiago, Editorial
Universitaria) T. II, 194 pp.
Barriga Alarcón, María Paz (2018): La Presunción de Legalidad de los Actos
Administrativos (Santiago, Círculo Legal Editores), 282 pp.
Bermejo Vera, José (2008): Derecho Administrativo Básico. Parte General (Navarra,
Editorial Aranzadi), 481 pp.
Bermúdez Soto, Jorge (2010): “Estado actual del control de legalidad de los actos
administrativos. ¿Qué queda de la nulidad de derecho público?”, en Revista
de derecho (Valdivia), v. 23, Nº 1, pp. 103-123.
Bermúdez Soto, Jorge (2014): Derecho Administrativo General (Santiago, Legal
Publishing), 794 pp.
Biblioteca del Congreso Nacional de Chile (2018): Historia de la Ley Nº 19.880
(www.bcn.cl/historiadelaley), 295 pp.
NORMATIVA CITADA
JURISPRUDENCIA CITADA
INTRODUCCIÓN
1“La regla de oro del derecho público chileno. Sobre los orígenes históricos del artículo 160
conformidad a todas las normas del ordenamiento, lo que es mucho más completo y exacto si se
quiere configurar una efectiva vigencia de la supremacía constitucional, desde que ello incluye
además de las leyes, las sentencias judiciales, los actos y contratos de la Administración, los
dictámenes de la Contraloría General de la República, los tratados internacionales, e incluso
los actos de la autonomía privada válidamente celebrados.
8Vid. sobre la inconstitucionalidad patente del referido artículo 13 nuestro La ley 19.880,
9Paso de largo por otra “invención” que plantea este considerando 5° como es la llamada
12Preceptos que son de “aplicación obligatoria” para todo órgano del Estado, también los
13Lo digo con el debido respeto de su redactor o redactores… ya que suele suceder y a
14Lo que significa que lo es por cuanto sería “genérica”, o “inespecífica” y, por ende,
no aplicable ya que la ley sería la que la hace aplicable, olvidándose o despreciando una
de las bases fundamentales de la institucionalidad y del derecho público chileno como es la
supremacía constitucional, y la aplicabilidad directa de la Constitución, que adquiere, así,
vigencia real en los hechos, en la práctica, sin quedar sujeta a la actividad del legislador y la
supremacía de la Constitución subordinada al arbitrio del legislador. Da la impresión que los
falladores desconocen enteramente estos principios. No puede olvidarse que este precepto
del artículo 6° de la Constitución tuvo por finalidad precisamente terminar con el absurdo de
creer que la Constitución es solo un “programa político” y no el baluarte de los derechos de
las personas (en toda la tradición castellana leonesa de los fueros y recogida en el derecho
indiano), pensando que si no intervenía el legislador los preceptos de la Constitución eran
“letra muerta”, como deben recordarse los ejemplos trágicos de los preceptos contenidos en
los artículos 20 y 87 de la de 1925; a este respecto puede ser de interés nuestro La competen-
cia contencioso administrativo de los tribunales de justicia, en Revista Chilena de Derecho,
vol. 1/1974, Nº 3/4, 349-359; ahora en Derecho Administrativo. Temas Fundamentales cit.
(2012), 761-768.
15Hemos desarrollado mayores consideraciones sobre lo dicho recientemente en nuestro
20Tal como se lee, de no creerlo… si se recuerda que sus intervenciones como defensa
del Fisco fueron precisamente dirigidas a “desactivar” esta acción, primero como que era
“prescriptible” (ya desde la década de los años 90, por aplicación del código civil), y luego
triunfante –periodo 2006-2015/16– con que era una acción “genérica”, “inespecífica” y luego
“subsidiaria”.
21Recuérdese que en el caso Le Roy Barría c/Esval S.A. la Corte Suprema (27.1.2009, rol
3237-2007) admitió –mera invención suya– que habían dos acciones de nulidad de derecho
público, una objetiva y una subjetiva y la primera no necesitaba probar la existencia de un
derecho afectado (sic!), asunto que venía ya del caso Aedo Torres c/Fisco (Corte Suprema
7.11.2000, en Gaceta Jurídica 245/2000, 17-22, con mi comentario en La Semana Jurídica
Nº 7, 25.2.2000-1°.1.2001,13-15; hay una segunda sentencia que pretende ser rectificatoria
en Gaceta Jurídica 248/2001, 250-253, que le agrega dos considerandos, a raíz de nuestro
comentario precitado/algo verdaderamente insólito…, pero real.
22Hay más casos semejantes al comentado en este año 2017, como es Aleuy Catrián y 48
y 24, ministros señores Muñoz G., Aránguiz Z. (redactor), Valderrama R. y Prado P., y abogado
integrante Quintanilla P. Debe hacerse presente que hay dos votos en contra, el del ministro
señor Prado Puga, prestigioso profesor de derecho comercial, y del abogado integrante señor
Quintanilla Pérez, prestigioso abogado del Consejo de Defensa del Estado por décadas.
Estado (y conste que en plena democracia…) y desactivan la defensa de los particulares frente
a sus torpezas, descuidos, negligencias o arbitrariedades en nuestro La nulidad de derecho
público en la jurisprudencia reciente cit. (segunda parte), Ius Publicum 31/2013, 97-117, espec.
106-109 y 114, al comentar Le Roy Barría c/Esval (Corte Suprema 27.1.2009, rol 3237-2007;
sobre el tema y la jurisprudencia desde 2006 al 2015 vid. el resumen de las tres primeras
partes en Ius Publicum 34/2015, 73.92, espec. 80.83.
25Los votos en contra (señores Prado y Quintanilla) estuvieron por rechazar la demanda
en razón de sostener que la acción estaba prescrita, cosa que a mi conocimiento había sido
dejada de sostener después que el propio ministro señor Pierry aceptara su imprescriptibili-
dad (vid. Hernández Hernández c/Municipalidad de Lago Ranco Corte Suprema 2.9.2013
rol 2054-2013). Sobre la improcedencia de la prescriptibilidad de la acción de nulidad de
derecho público como de la responsabilidad del Estado, alegaciones incesantes de la defensa
fiscal durante tantos años, puede verse nuestro Derecho Administrativo. Temas Fundamentales
cit. (2012), 524-545 para la primera y 855-867 para la segunda.
26Debe hacerse presente que hay numerosos casos que la Corte Suprema ha conocido de
ALEKSANDR SOLZHENITSYN
(A cien años de su nacimiento/11.12.1918)*
Afirma Hilaire Belloc en La crisis de nuestra civilización que “no se dice una
verdad histórica cuando se cita pura y simplemente un hecho conocido, ni siquiera
cuando se cita cierto número de hechos dentro de un orden correspondiente a la
verdad. Solo puede expresarse la verdad con precisión cuando se citan los hechos
conocidos teniendo en cuenta la jerarquía de los valores”.
Si dijéramos, entonces, que Aleksandr Solzhenitsyn nació el 11 de diciembre
de 1918 en Kislovodsk y que murió el 3 de agosto de 2008 en Moscú diríamos
verdades, sí, pero parciales, porque estaríamos omitiendo una verdad esencial:
Solzhenitsyn es una marca registrada de integridad moral y espiritual en tiempos
de violencia, de indiferencia, de cosmopolitismo y de secularismo.
“Yo puedo decirles lo siguiente: sé muy bien cuál es mi misión. Mi obligación
es sentarme todos los días ante unas cuartillas blancas y escribir mis libros. Estoy
convencido de que es mi deber aportar mi grano de arena para hallar la solución
de unos problemas enormes, para salir del callejón en el que nos encontramos,
mediante una aportación literaria”. Solzhenitsyn pronunció estas palabras el 10
de mayo de 1975 en una conferencia de prensa en París.
Entonces todavía existía la conocida “Guerra Fría” entre Estados Unidos y la
Unión Soviética. “Es mi deber trabajar no solo para mi satisfacción –agregó–, no
solo siguiendo mi vocación de novelista, pensando no solo en mi obra literaria,
sino en los que murieron y yo conocí y en aquellos otros muchos que cayeron
estando yo a su lado. Nunca me hubiera ocupado de estas cosas pero los muertos
se levantan una y otra vez ante mí”.
“Debo decir, en primer término, que soy un escritor ruso. Mi suerte, mi
destino, están vinculados a mi patria, a mi pueblo. De otro lado, soy un escritor
del siglo XX, del nuestro”, sostuvo el 11 de abril de 1975 en una entrevista en la
televisión francesa.
Exiliado en 1974 de su patria, Solzhenitsyn buscó toda su vida “regresar a
Rusia”. “Siento continuamente que deseo y debo regresar a Rusia”, expresó el 12
de diciembre de 1974 en una conferencia de prensa en Estocolmo.
Cuando el periodista Walter Cronkite, de la CBS, le preguntó el 17 de junio
de 1974 en qué estaba trabajando en ese momento, Solzhenitsyn le respondió:
“Verá, no solo ahora, sino durante toda mi vida, he trabajado en una sola cosa:
en escribir la historia de la revolución rusa. Desde 1936 trabajo en lo mismo”. En
ese tiempo el patriota ruso contaba con 18 años.
German Masserdotti
In Memoriam 171
Luego de que Solzhenitsyn fuera expulsado de la Unión Soviética, a principios
de 1975, me llegó una carta suya al periódico, donde pedía que se publicara su
exhortación a los que él llamaba “los rusos mayores de la revolución”.
En ella solicitaba documentación, memorias, fotos, testimonios sobre la re-
volución de 1917 y la consecuente guerra civil. El pedido tuvo mucho eco entre
los rusos exiliados: le llovieron materiales al escritor. Ese fue su primer contacto
con mi periódico. Después me hizo llegar otros escritos suyos, generalmente
relacionados con la cruzada política que llevaba contra el régimen soviético, y
entablé correspondencia con él. Siempre fue muy atento en sus respuestas, que eran
sumamente interesantes. Yo, por supuesto, soñaba con conocerlo personalmente,
y un par de veces le pedí que me concediera una entrevista, pero sin resultado.
En 1984, yo había recibido una invitación para hacer una gira con otros pe-
riodistas por el Extremo Oriente y el vuelo era vía Nueva York. Desde esa ciudad
le envié al estado norteamericano de Vermont una carta, esta vez sin pedirle
entrevista alguna, señalándole que sabía lo ocupado que estaba, pero que quería
al menos estrecharle la mano, aunque mi visita fuese de 5 minutos. Y le dejé la
dirección de mi tío neoyorquino. Cuando vuelvo de Extremo Oriente, y llamo a mi
tío desde el aeropuerto Kennedy, este exclama: “¡Mañana te espera Solzhenitsyn!”.
Rumbo a Vermont. Darme cuenta de que finalmente iba a conocer a ese titán, a
ese clásico viviente, fue un impacto tremendo. Lloré de emoción el trayecto entero
en taxi hasta la casa de mi tío y no pegué un ojo en toda la noche.
A la mañana siguiente tomé un vuelo a Boston y de allí un avioncito hasta
Cavendish, Vermont. La esposa de Solzhenitsyn me había escrito que me recibi-
ría un señor estadounidense de unos 40 años, de nombre Lenart, una suerte de
asistente, que había empezado como profesor de inglés de los hijos del escritor.
Y le digo: “¡No puedo ir con las manos vacías! ¿Puedo comprar algo? ¿Le gustan
las rosas a la mujer de Solzhenitsyn?”.
“Sí, sí, le gustan mucho, pero tiene que ser un número impar”. Me llevó a
una florería del pueblito y compré todas las rosas que había, cuidando de que no
fuera un número par. “Y a él, ¿qué le puedo regalar?”.
“A él no le gustan los regalos, siempre protesta contra ellos, pero creo que
en su fuero íntimo no le pueden disgustar“. ”Pero ¿qué le regalo? ¿Le gusta tomar
vodka?”. “Sí, le gusta”. Pues le compré una finlandesa para él y como era Semana
Santa, huevos de Pascua para los hijos.
Llegamos finalmente a su dacha, dos casonas ubicadas en el medio de un
bosque (con una capilla privada en la cercanía), y Lenart me dice: “Ellos tienen
un sistema: primero usted va a tomar café con Natalia Dmitrievna, su esposa, ella
conversará con usted y después lo va a llevar al segundo edificio donde lo va a
recibir Solzhenitsyn”.
La señora me pareció inteligentísima, brillante, muy culta y sobre todo muy
compenetrada intelectual y espiritualmente con su marido.
Libros como soldados. Aquí tengo que hacer una digresión. Los que éramos
descendientes de exiliados rusos blancos, al soñar con la liberación de Rusia del
comunismo, seguíamos muy atentamente las novedades políticas y literarias de
Rusia. Entonces, cuando aparece Un día en la vida de Iván Denísovich, el primer
libro de Solzhenitsyn, publicado en la Unión Soviética en el año 1962, que más
Así le veo la cara. Pasamos a la otra casona, donde él estaba trabajando. Tenía
montones de mesas con material desparramado sobre cada una de ellas, camina-
ba entre las mismas y escribía de pie, inclusive en el jardín tenía una mesa alta
para escribir parado. Me recibe con gran cordialidad y dice: ”¿Quiere sentarse
In Memoriam 173
a mi lado? No, ¡siéntese enfrente, así le veo la cara!”, y me empieza a preguntar
muy concienzudamente sobre quién era yo, a pesar de que nos habíamos car-
teado durante bastantes años, sobre mi familia, mi trabajo, qué pensaba sobre
determinados tópicos. Y mientras hablábamos iba haciendo anotaciones con esa
letra minúscula que había elaborado en los campos de concentración: le cabían
muchas frases en un pedacito de papel.
Luego me dice: “Pero ¿cómo es que usted..., tercera generación de rusos en
el exilio, habla tan bien ruso y quiere hacer algo por la liberación de Rusia? Esto
es extraño, explíquemelo”. Le contesto: “Es la educación que me dieron, hay
muchos jóvenes rusos en el exilio que piensan igual, pero no saben cómo actuar
para acercar la hora de la liberación de Rusia del comunismo. ¿Qué es lo que
habría que hacer?”.
Pero continuaba interrogando: “Y usted, ¿por qué eligió el periodismo?”.
“Bueno, elegí el periodismo porque consideré que era una manera de ser soldado,
soldado de la verdad, aunque suene un tanto altisonante”.
“No, no, no, eso no es nada altisonante, a mí me gusta su actitud castrense,
porque no está excluido que tengamos todavía que participar de una guerra y pro-
bablemente con las armas en la mano”. El escritor tenía ya 66 años, pero exudaba
una vitalidad y energía increíbles. Yo no salía de mi asombro por la fuerza que
despedía ese hombre en cada uno de sus movimientos, en cada una de sus palabras.
Entonces le pregunto: “¿Cómo se imagina usted esta guerra que habrá que
hacer por la liberación de Rusia?”. Me contesta: “La situación es muy compleja.
Imagínese usted esto: es como si nosotros avanzáramos por la cresta de una mon-
taña; a la derecha está el comunismo, los comunistas son irrecuperables, y a la
izquierda está el febrerismo (la ideología de quienes obligaron a abdicar al Zar
Nicolás II en febrero de 1917). Nosotros caminamos por la cresta entre esos dos
abismos, entre esas dos opciones absolutamente inaceptables”.
Cabe acotar aquí que, tanto en su monumental obra La rueda roja, como en
numerosos artículos y entrevistas, Solzhenitsyn sostiene que la revolución masó-
nica de febrero del 17 y no la bolchevique de octubre, es la causa principal de la
destrucción de Rusia. Una le abrió paso a la otra.
Estuve en total tres horas con el escritor, quien me dijo entre otras cosas:
“Considero que la mejor forma de gobierno es la monarquía, pero Rusia no
puede pasar del estado de destrucción en que se encuentra directamente a una
monarquía, van a hacer falta unos 50 años de dictadura militar, para que Rusia
pueda sanearse primero”.
Nicolas Kasanzew
In Memoriam 175
días (y mucho más en los nuestros, cuando la guerra fría es apenas un recuerdo). Se
refería “a la calamidad de una conciencia desespiritualizada y de un humanismo
irreligioso”, el criterio que hizo del hombre, ser imperfecto, la medida de todas
las cosas que existen sobre la tierra. “Estamos ahora pagando por los errores que
no fueron apropiadamente evaluados al inicio de la jornada –observaba–.
Por el camino del Renacimiento hasta nuestros días hemos enriquecido
nuestra experiencia pero hemos perdido el concepto de una Entidad Suprema
Completa que solía limitar nuestras pasiones y nuestra irresponsabilidad. Hemos
puesto demasiadas esperanzas en la política y en las reformas sociales, solo para
descubrir que terminamos despojados de nuestra posesión más preciada: nuestra
vida espiritual, que está siendo pisoteada por la jauría partidaria en el Este y por
la jauría comercial en Occidente. Esta es la esencia de la crisis: la escisión del
mundo es menos aterradora que la similitud de la enfermedad que ataca a sus
miembros principales”.
Hoy sería conveniente releer este mensaje en momentos en que, una vez más,
son tantos los que confunden a los villanos y no alcanzan a detectar el origen
verdadero del mal de un mundo que avanza hacia su completa deshumanización
a fuerza de leyes, derechos y satisfacción material.
Jorge Martínez
REFLEXIONES TOMISTAS
“[…] no todo amor tiene razón de amistad, sino el que entraña benevolencia;
es decir, cuando amamos a alguien de tal manera que le queramos el bien.
Pero si no queremos el bien para las personas amadas, sino que apetecemos
Los más llenos de esperanza son los jóvenes, como dice santo Tomás, pero
también los más imprudentes porque tienen menos experiencia y son más im-
pulsivos. Pues, “por el calor de la naturaleza, abundan en espíritus vitales, y por
eso se les ensancha el corazón. Por eso los jóvenes son animosos y tienen buena
esperanza. De la misma manera […] por su inexperiencia de los obstáculos y
deficiencias, fácilmente consideren posible una cosa” (Ibid, I-IIa, q. 40, a. 6, in
c). La falta de experiencia propia puede equilibrarse con la docilidad al consejo
de personas experimentadas y ejercitarse además en esas pequeñas y grandes
virtudes que permiten querer el bien, para sí y los demás, no solo cuando se
sienten ganas, sino siempre. El amor es algo tan grande, que es lo único digno
de la persona humana. Lo demás –amar solo a temporadas o servirse de las
personas egoístamente– lo degrada. Por su grandeza hay que pagar un hermoso
precio: el prepararse a darse al otro desde la generosidad, desde el autodominio,
templanza, la prudencia, la paciencia, la misericordia, justicia, etc. Así es po-
sible el compromiso, el del amor verdadero que es la base de la familia, como
comunidad de vida y de amor.
Como dijo hace unas semanas una estudiante de la Universidad Santo Tomás:
“Nosotros como jóvenes tenemos esa inquietud que, al igual que los santos, es
ser minorías creativas que comienza por querer buscar un cambio en uno mismo
y luego continuar un cambio en nuestro entorno y por último en la sociedad”.
Parece obvio que, después de las vacaciones, hay que volver a lo de siempre. Sin
embargo, hay muchas maneras de volver a lo de siempre: porque ya toca y no
hay otra opción, porque algo hay que hacer, porque se está cansado de no hacer
nada, porque nos obligan las circunstancias o las personas o porque estamos
convencidos de que es lo mejor que podemos hacer y por lo tanto queremos
hacerlo lo mejor posible por el bien de todos, algunos incluso descubren una
ocasión de amar a Dios en lo que hagamos. Ante esta gama conviene ver en qué
actitud nos encontramos.
Es razonable planteárselo porque de eso dependerá en gran parte la satisfacción
propia y ajena y, a la larga, también nuestra felicidad. La felicidad, en efecto, se
construye no con cosas raras o extraordinarias ni con sueños que nunca llegan
sino con los materiales del diario vivir, siempre que sean medios buenos y estén
orientados a un fin también bueno –ojalá el mejor; por eso es clave contar con buen
material y una sana valoración de lo que tenemos entre manos y de los sucesos
que no dependen de nosotros. Un sano realismo ayuda a evitar tanto el idealismo
utópico como la desmotivación y la falta de entusiasmo por lo que se hace.
Ese necesario equilibrio lo da la virtud que es un término medio entre dos
extremos viciosos malos. Algunos de los extremos a sortear a la hora de conseguir
algo pueden provenir, según lo que enseña santo Tomás, experto en estos temas,
de la pereza y pusilanimidad, por defecto, o de la presunción, como exceso. La
magnanimidad es la virtud de tender o aspirar a altas metas de manera propor-
cionada a lo que somos y a nuestras fuerzas. Es, podríamos decir, una aspiración
realista que nos lleva a dar pasos concretos para conseguir lo mejor a nuestro
alcance, sea fácil o difícil.
Por exceso está el vicio de la presunción: es “contrario al orden natural que
alguien presuma hacer lo que está por encima de su capacidad” (Suma Teológica,
II-IIa, q. 130, a. 1). No olvidemos, sin embargo, que de nuestra condición de
criaturas hechas a imagen y semejanza de Dios se desprende que todo –lo que
hacemos y vivimos– podría contribuir a la felicidad en su más alta concepción
de ver y amar a Dios, “el único que con su bondad infinita puede llenar perfec-
tamente la voluntad del hombre” (I-IIa, q. 3, a. 1). Esto, podría pensar alguno,
supera totalmente nuestras fuerzas y por eso no debemos aspirar a la divinidad.
Pero precisamente por ser lo que somos, personas, Dios nos ofrece su gracia al
REFLEXIONES ÉTICAS
I. SOBRE LA VERDAD
Pedro Trevijano*
II. SOSTIENE MONTESQUIEU
REFLEXIONES FUERTES
Mons. Aguer compara la política educativa de Buenos Aires con las imposiciones
del Tercer Reich.
Mons. Héctor Aguer, arzobispo emérito de La Plata, sigue advirtiendo de la
puesta en marcha del intento de depravación de la parte más débil y manipulable
de la sociedad, los niños, por parte de las autoridades políticas.
El arzobispo emérito de La Plata, Argentina, monseñor Héctor Aguer, en su
reflexión en el programa “Claves para un Mundo Mejor” que se emitió por canal
9 de TV el sábado 10 de noviembre, continuó con el análisis de lo que denominó
la “agenda globalista del Gobierno” deteniéndose en una publicación oficial
del gobierno de la provincia de Buenos Aires titulada “Niñez en construcción.
Herramientas para pensar el trabajo con niñas y niños desde una mirada de género”.
NIÑEZ EN CONSTRUCCIÓN
“Hoy les voy a dar una noticia sensacional –comenzó su comentario el prelado–:
en la provincia de Buenos Aires piensan construir niños. Sí, aunque les parezca
mentira, piensan construir niños. Tengo en mis manos una publicación oficial del
gobierno provincial titulada “Niñez en construcción” y dice: “Herramientas para
pensar el trabajo con niñas y niños desde una mirada de género”. Encabeza el
folleto todo el staff del gobierno provincial: la gobernadora, el vicegobernador,
el secretario de Derechos Humanos, y la subsecretaria de Género y Diversidad
Sexual, Daniela Reich, que es la autora de este librejo”.
“Aquí se insiste en que hay que pensar el trabajo con niños y niñas desde una
mirada de género. ¿Para qué? Dice que ‘esto va a contribuir a la plena igualdad
entre los géneros respetando las diversidades sexogenéricas y las orientaciones
sexuales de las personas’. ¿Qué piensan que son y hacen los niños? ¡Que no son
normales, que no son nenes y nenas! ¡Es una cosa atroz! Lo dan como un hecho”.
“Aquí se trata de que la niñez es una construcción social. Es decir para ellos el
niño no es el niño con toda su espontaneidad e ingenuidad. Ustedes tienen hijos,
nietos, sobrinos, pero acá creen que hay que promover una estrategia para que
desde la niñez se imponga la igualdad de género. O sea que el gobierno va a
reemplazar a la familia y a la escuela y se va a ocupar directamente de hacer del
niño una construcción social, para que decida qué género desea adoptar”.
“Observen las falacias que presentan, dicen que ‘no hay conciencia de la infancia
hasta el siglo XVIII’; ¿cómo explicarían las palabras de Jesús: ‘Dejen que los niños
venga a mí’, o el papel que el niño tiene en el Evangelio y en la primitiva Iglesia?
Según este texto hasta el siglo XVIII, hasta que apareció la Revolución Francesa,
no hubo noción de la infancia. Los constructivistas son increíbles, porque en rea-
lidad no se entiende qué quieren decir, y no sé si ellos se entienden a sí mismos”.
Dicen que hay que superar la “dicotomía anatómica”.
“En otras páginas –prosiguió el arzobispo emérito– señalan a niños y niñas
como sujetos de derecho, pero aquí la o es una equis porque ¡cuidado!, no vayan
a pronunciar la o. ¿Se dan cuenta de la enormidad que están diciendo?; he ano-
tado algunas cosas porque habla negativamente del dogma sobre la dicotomía
anatómica. O sea que si hay nenes y nenas eso es una dicotomía anatómica, que
según ellos hay que superar, obviamente, tratando de que si el nene quiere ser
nena que se haga nena, si el nene quiere ser un delfín que se haga delfín. No es
broma. En Inglaterra ya ha pasado esto, de que un muchachito quiso ser delfín y
como sus padres se opusieron les hizo juicio y lo ganó. Ahora, cómo va a hacer
para transformarse en delfín eso no me lo pregunten a mí”.
“¿Cómo puede uno quedarse inmutable ante este atentado de confundir a los niños
acerca de su biología y de su psicología? El texto muestra un cuadro con una serie
de etapas: comprender, desnaturalizar (borrar la naturaleza), identificar, visibilizar,
desplazar los valores que están establecidos por la educación primera que los niños
Hacia el final de su reflexión, monseñor Aguer sostiene que “esta gente va a tener
que dar cuenta a Dios y a la historia nacional. Lo siento mucho, porque aquí quien
encabeza la lista es la señora gobernadora María Eugenia Vidal, por la cual siento
un especial respeto, valoración y simpatía, pero acá está en complicidad con este
cuadernillo de la señora Daniela Reich. El apellido me suena: me recuerda las
imposiciones demenciales del Tercer Reich”.
INCONSTITUCIONALIDAD
Stefano Fontana*
1ª. El derecho es lo que es justo, id quod iustum est, como recalca Vallet de
Goytisolo, la cosa justa, res iusta.
Contra la moda convencionalista actual en teología moral, el derecho no son
las normas generales, como da a entender, confusa y desdeñosamente, Amoris
laetitia. No es ni se funda en la normatividad kantiana, ni en el acto personal de
autodeterminación (Wojtyla) ni en la autoposesión y la automoción (Guardini)
individual del sujeto reclamante y contrarreclamante (diría Turgot). Porque el
derecho no es un poder subjetivo ni un querer personal, sino lo que es justo.
3ª. Para comprender la relación de lo justo con la cosa considerada, hay que en-
tender que la realidad no es algo indefinido, que las cosas son lo que son, que no
está en manos del hombre autodefinirse, como pretende Pico de la Mirandola, ni
alterar el ser de las cosas, sino contemplarlo; no transmutarlo, como pretende la
moderna goecia (magia negra positivista) del demoliberalismo.
4ª. Para descubrir lo que es justo por naturaleza no se precisa, como cree el
convencionalismo, de un reglamento artificial global que sirva de inspiración.
Porque lo justo no es producto de una ordenanza ideal y utópica de carácter
administrativo. Se necesita del derecho natural, porque lo justo es leído por el
5ª. La ley natural es, respecto del derecho, su brújula moral. Por eso el derecho,
para el pensamiento tradicional, es regla moral viva de la elucidación de lo justo,
en sus conclusiones y sus determinaciones, como diría Vallet. La teología moral
católica debe reorientar su enfoque al respecto, porque, en lugar de relacionar
el derecho con la norma general, debe relacionarlo con lo justo. Distinguiendo
sanamente ley natural y derecho natural, sin confundirlos como hacen, a veces,
los neotomistas, es decir, el tomismo contemporáneo no hispánico.
6ª. Ius est ars boni et aequi, el derecho es el arte de lo bueno y de lo justo: no
es la técnica con que un Estado nominalista pretende “crear” lo justo; tampoco
un Pontífice podría apelar al derecho para “crear” lo justo, imitando la potencia
absoluta de las democracias positivistas. No hay potestad humana capaz de trans-
mutar, por falsa misericordia, lo injusto en justo, ni hacer que lo malo sea bueno
por su sola autoridad, como pretende Hobbes.
Alonso Gracián*
MAGISTERIO PONTIFICIO
PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Aula Pablo VI
(Miércoles, 20 de febrero de 2019)
Cada año, a través de la Madre Iglesia, Dios “concede a sus hijos anhelar, con el gozo
de habernos purificado, la solemnidad de la Pascua, para que […] por la celebra-
ción de los misterios que nos dieron nueva vida, lleguemos a ser con plenitud hijos
de Dios” (Prefacio I de Cuaresma). De este modo podemos caminar, de Pascua en
Pascua, hacia el cumplimiento de aquella salvación que ya hemos recibido gracias
al misterio pascual de Cristo: “Pues hemos sido salvados en esperanza” (Rm 8, 24).
Este misterio de salvación, que ya obra en nosotros durante la vida terrena, es un
proceso dinámico que incluye también a la historia y a toda la creación. San Pablo
llega a decir: “La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los
hijos de Dios” (Rm 8, 19). Desde esta perspectiva querría sugerir algunos puntos de
reflexión, que acompañen nuestro camino de conversión en la próxima Cuaresma.
1. LA REDENCIÓN DE LA CREACIÓN
Documentos 199
usarlos como nos plazca. Entonces, domina la intemperancia y eso lleva a un estilo
de vida que viola los límites que nuestra condición humana y la naturaleza nos
piden respetar, y se siguen los deseos incontrolados que en el libro de la Sabiduría
se atribuyen a los impíos, o sea a quienes no tienen a Dios como punto de referen-
cia de sus acciones, ni una esperanza para el futuro (cf. 2, 1-11). Si no anhelamos
continuamente la Pascua, si no vivimos en el horizonte de la Resurrección, está
claro que la lógica del todo y ya, del tener cada vez más acaba por imponerse.
Como sabemos, la causa de todo mal es el pecado, que desde su aparición
entre los hombres interrumpió la comunión con Dios, con los demás y con la
creación, a la cual estamos vinculados ante todo mediante nuestro cuerpo. El
hecho de que se haya roto la comunión con Dios, también ha dañado la relación
armoniosa de los seres humanos con el ambiente en el que están llamados a vivir,
de manera que el jardín se ha transformado en un desierto (cf. Gn 3, 17-18). Se trata
del pecado que lleva al hombre a considerarse el dios de la creación, a sentirse
su dueño absoluto y a no usarla para el fin deseado por el Creador, sino para su
propio interés, en detrimento de las criaturas y de los demás.
Cuando se abandona la ley de Dios, la ley del amor, acaba triunfando la ley
del más fuerte sobre el más débil. El pecado que anida en el corazón del hombre
(cf. Mc 7, 20-23) –y se manifiesta como avidez, afán por un bienestar desmedido,
desinterés por el bien de los demás y a menudo también por el propio– lleva a la
explotación de la creación, de las personas y del medio ambiente, según la codi-
cia insaciable que considera todo deseo como un derecho y que antes o después
acabará por destruir incluso a quien vive bajo su dominio.
Por esto, la creación tiene la irrefrenable necesidad de que se manifiesten los hijos
de Dios, aquellos que se han convertido en una “nueva creación”: “Si alguno está
en Cristo, es una criatura nueva. Lo viejo ha pasado, ha comenzado lo nuevo”
(2 Co 5, 17). En efecto, manifestándose, también la creación puede “celebrar la
Pascua”: abrirse a los cielos nuevos y a la tierra nueva (cf. Ap 21, 1). Y el camino
hacia la Pascua nos llama precisamente a restaurar nuestro rostro y nuestro corazón
de cristianos, mediante el arrepentimiento, la conversión y el perdón, para poder
vivir toda la riqueza de la gracia del misterio pascual.
Esta “impaciencia”, esta expectación de la creación encontrará cumplimiento
cuando se manifiesten los hijos de Dios, es decir cuando los cristianos y todos los
hombres emprendan con decisión el “trabajo” que supone la conversión. Toda la
creación está llamada a salir, junto con nosotros, “de la esclavitud de la corrupción
para entrar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios” (Rm 8, 21). La Cuaresma es
signo sacramental de esta conversión, es una llamada a los cristianos a encarnar
más intensa y concretamente el misterio pascual en su vida personal, familiar y
social, en particular, mediante el ayuno, la oración y la limosna.
Ayunar, o sea aprender a cambiar nuestra actitud con los demás y con las
criaturas: de la tentación de “devorarlo” todo, para saciar nuestra avidez, a la
capacidad de sufrir por amor, que puede colmar el vacío de nuestro corazón.
Orar para saber renunciar a la idolatría y a la autosuficiencia de nuestro yo, y
declararnos necesitados del Señor y de su misericordia. Dar limosna para salir
Francisco
PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Aula Pablo VI
(Miércoles, 13 de febrero de 2019)
Continuamos nuestro recorrido para aprender a rezar, cada vez mejor, como Jesús
nos ha enseñado. Debemos rezar como Él nos ha enseñado a hacerlo. Él dijo:
cuando reces, entra en el silencio de tu habitación, retírate del mundo y dirígete
a Dios llamándolo “¡Padre!”. Jesús quiere que sus discípulos no sean como los
hipócritas que rezan de pie en las plazas para que los admire la gente (cf. Mateo
6, 5). Jesús no quiere hipocresía. La verdadera oración es la que se hace en el
secreto de la conciencia, del corazón: inescrutable, visible solo para Dios. Dios
y yo. Esa oración huye de la falsedad: ante Dios es imposible fingir. Es imposible,
ante Dios no hay truco que valga, Dios nos conoce así, desnudos en la conciencia
y no se puede fingir. En la raíz del diálogo con Dios hay un diálogo silencioso,
como el cruce de miradas entre dos personas que se aman: el hombre y Dios
cruzan la mirada, y esto es oración. Mirar a Dios y dejarse mirar por Dios: esto
es rezar. “Pero, padre, yo no digo palabras…”. Mira a Dios y déjate mirar por Él:
es una oración, ¡una hermosa oración!
Documentos 201
Sin embargo, aunque la oración del discípulo sea confidencial, nunca cae en
el intimismo. En el secreto de la conciencia, el cristiano no deja el mundo fuera
de la puerta de su habitación, sino que lleva en su corazón personas y situaciones,
los problemas, muchas cosas, todas las lleva en la oración.
Hay una ausencia impresionante en el texto del Padrenuestro. ¿Si yo os pre-
guntara cuál es la ausencia impresionante en el texto del Padrenuestro? No será
fácil responder. Falta una palabra. Pensadlo todos: ¿qué falta en el Padrenuestro?
Pensad, ¿qué falta? Una palabra. Una palabra por la que en nuestros tiempos –pero
quizás siempre–, todos tienen una gran estima. ¿Cuál es la palabra que falta en el
Padrenuestro que rezamos todos los días? Para ahorrar tiempo os la digo: falta la
palabra “yo”. “Yo” no se dice nunca. Jesús nos enseña a rezar, teniendo en nuestros
labios sobre todo el “Tú”, porque la oración cristiana es diálogo: “santificado sea
tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad”. No mi nombre, mi
reino, mi voluntad. Yo no, no va. Y luego pasa al “nosotros”. Toda la segunda parte
del Padrenuestro se declina en la primera persona plural: “Danos nuestro pan de
cada día, perdónanos nuestras deudas, no nos dejes caer en la tentación, líbranos
del mal”. Incluso las peticiones humanas más básicas, como la de tener comida
para satisfacer el hambre, son todas en plural. En la oración cristiana, nadie pide
el pan para sí mismo: dame el pan de cada día, no, danos, lo suplica para todos,
para todos los pobres del mundo. No hay que olvidarlo, falta la palabra “yo”. Se
reza con el tú y con el nosotros. Es una buena enseñanza de Jesús. No os olvidéis.
¿Por qué? Porque no hay espacio para el individualismo en el diálogo con Dios.
No hay ostentación de los problemas personales como si fuéramos los únicos en
el mundo que sufrieran. No hay oración elevada a Dios que no sea la oración de
una comunidad de hermanos y hermanas, el nosotros: estamos en comunidad,
somos hermanos y hermanas, somos un pueblo que reza, “nosotros”. Una vez el
capellán de una cárcel me preguntó: “Dígame, padre, ¿Cuál es la palabra contra-
ria a yo?”. Y yo, ingenuo, dije: “Tú”. “Este es el principio de la guerra. La palabra
opuesta a “yo” es “nosotros”, donde está la paz, todos juntos”. Es una hermosa
enseñanza la que me dio aquel cura.
Un cristiano lleva a la oración todas las dificultades de las personas que
están a su lado: cuando cae la noche, le cuenta a Dios los dolores con que se
ha cruzado ese día; pone ante Él tantos rostros, amigos e incluso hostiles; no los
aleja como distracciones peligrosas. Si uno no se da cuenta de que a su alrededor
hay tanta gente que sufre, si no se compadece de las lágrimas de los pobres, si
está acostumbrado a todo, significa que su corazón ¿cómo está? ¿Marchito? No,
peor: es de piedra. En este caso, es bueno suplicar al Señor que nos toque con
su Espíritu y ablande nuestro corazón. “Ablanda, Señor, mi corazón”. Es una ora-
ción hermosa: “Señor, ablanda mi corazón, para que entienda y se haga cargo de
todos los problemas, de todos los dolores de los demás”. Cristo no pasó inmune
al lado de las miserias del mundo: cada vez que percibía una soledad, un dolor
del cuerpo o del espíritu, sentía una fuerte compasión, como las entrañas de una
madre. Este “sentir compasión” –no olvidemos esta palabra tan cristiana: sentir
compasión– es uno de los verbos clave del Evangelio: es lo que empuja al buen
samaritano a acercarse al hombre herido al borde del camino, a diferencia de
otros que tienen un corazón duro.
Podemos preguntarnos: cuando rezo, ¿me abro al llanto de tantas personas
cercanas y lejanas?, ¿o pienso en la oración como un tipo de anestesia, para
PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Plaza de San Pedro
(Miércoles, 27 de febrero de 2019)
La oración del Padrenuestro contiene siete peticiones. En las tres primeras, que
se refieren al “Tú” de Dios, Jesús nos une a él y a sus más profundas aspiraciones,
motivadas por su infinito amor hacia el Padre. En cambio, en las últimas cuatro,
que indican el “nosotros” y nuestras necesidades humanas, es Jesús quien entra
en nosotros y se hace intérprete ante el Padre de esas necesidades.
En su simplicidad y esencialidad, el Padrenuestro es modelo de toda oración
porque contiene, a la vez, la contemplación de Dios, de su misterio, de su belleza
y su bondad, como también una súplica atrevida de lo que necesitamos para vivir
bien. Con esta oración Jesús nos enseña a confiar y a abandonarnos en Dios, que
nos conoce, nos ama y sabe cuáles son nuestras necesidades.
Hoy consideramos la primera de estas súplicas, que dice así: “Santificado sea
tu nombre”. En ella expresamos toda la admiración de Jesús por la belleza y la
grandeza del Padre, y su deseo de que todos lo conozcan y lo amen. Y presentamos
también nuestro ruego de que su nombre sea santificado en nosotros, en nuestra
familia, en nuestra sociedad y en el mundo entero. Es Dios quien nos santifica; es
Él quien nos transforma con su amor; mientras nosotros, con nuestro testimonio de
vida, manifestamos su santidad en el mundo, y hacemos presente su santo nombre.
Documentos 203
DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LOS PARTICIPANTES EN LA ASAMBLEA PLENARIA
DE LA ACADEMIA PONTIFICIA PARA LA VIDA
Sala Clementina
(Lunes, 25 de febrero de 2019)
Documentos 205
El debate en curso entre los mismos especialistas ya muestra los graves pro-
blemas de gobernabilidad de los algoritmos que procesan grandes cantidades de
datos. Asimismo también plantean graves cuestiones éticas las tecnologías para la
manipulación del patrimonio genético y de las funciones cerebrales. En cualquier
caso, el intento de explicar todo lo que atañe al pensamiento, a la sensibilidad,
al psiquismo humano sobre la base de la suma funcional de sus partes físicas y
orgánicas, no explica la aparición de los fenómenos de la experiencia y la con-
ciencia. El fenómeno humano supera el resultado del ensamblaje calculable de
los elementos individuales. También en este contexto, el axioma según el cual el
todo es superior a las partes adquiere una nueva profundidad y significado (ver
Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, 234-237).
Precisamente en esta línea de la complejidad de la sinergia de psique y techne,
por lo demás, lo que aprendemos sobre la actividad cerebral proporciona nuevos
indicios sobre la manera de entender la conciencia (del yo y del mundo) y del
mismo cuerpo humano: no es posible prescindir del entrelazamiento de múltiples
relaciones para una comprensión más profunda de la dimensión humana integral.
Por supuesto, partiendo de los datos de las ciencias empíricas no podemos
hacer deducciones metafísicas. Sin embargo, podemos conseguir indicaciones que
instruyan la reflexión antropológica, también en teología, como, por otra parte,
siempre ha sucedido en su historia. De hecho, sería decididamente contrario a
nuestra tradición más genuina colocarnos en un aparato conceptual anacrónico,
incapaz de dialogar adecuadamente con las transformaciones del concepto de na-
turaleza y de artificio, de condicionamiento y libertad, de medios y fines, inducidos
por la nueva cultura de la acción, típica de la era tecnológica. Estamos llamados a
colocarnos en el camino emprendido con firmeza por el Concilio Vaticano II, que
solicita la renovación de las disciplinas teológicas y una reflexión crítica sobre la
relación entre la fe cristiana y la acción moral (cf. Optatam Totius, 16).
Nuestro compromiso –también intelectual y especializado– será un punto de
honor para nuestra participación en la alianza ética a favor de la vida humana.
Un proyecto que ahora, en un contexto en el que los dispositivos tecnológicos
cada vez más sofisticados involucran directamente las cualidades humanas del
cuerpo y la psique, se vuelve urgente compartir con todos los hombres y mujeres
dedicados a la investigación científica y a la asistencia. Es una tarea difícil, sin
duda, dado el rápido ritmo de la innovación. El ejemplo de los maestros de la
inteligencia creyente, que entraron con sabiduría y audacia en los procesos de
su contemporaneidad, en vista de una comprensión del patrimonio de la fe a la
altura de una razón digna del hombre, debe alentarnos y sostenernos.
Os deseo que continúes el estudio y la investigación, para que la tarea de
promoción y defensa de la vida sea siempre más eficaz y fecunda.¡ Que la Virgen
Madre os ayude y os acompañe mi bendición! Y por favor, no os olvidéis de rezar
por mí. Gracias*.
Ignacio Aréchaga*
Este caso comenzó en 2012 cuando una pareja homosexual acudió a la pastelería
de Jack Phillips, en Lakewood, Colorado, para encargar una tarta especial que
estuviese a la altura del día de su boda.
El pastelero se negó alegando que hacer una tarta como ellos pedían para
una boda homosexual iba contra sus principios –no se negó a vender una tarta ya
hecha, sino a hacer la que ellos pedían– y les recomendó otras pastelerías en las
que podían encontrar esos servicios.
Así lo hicieron, pero además de la tarta esta pareja demandó el negocio pri-
vado del pastelero ante la unión americana de las libertades civiles (ACLU) por
no aceptar su encargo.
Se decretó que el señor Phillips había violado la ley de antidiscriminación
del estado y fue multado. No es el único caso, Actuall ya recopiló una serie de
casos –la mayoría relacionado con eventos de boda gay– en los que los dueños
de negocios particulares fueron multados por negarse a cumplir los encargos de
bodas LGTB.
Pero en el caso del pastelero Phillips, para no volver a contradecir la ley, lo
que hizo fue cesar sus servicios de elaboración de tartas y vender únicamente lo
que tiene en la tienda, aunque esta decisión le costó lamentablemente el puesto
a seis de sus diez empleados, informa LifeSite.
Actualidades 211
Ahora el caso se encuentra en manos de la Corte Suprema de EE.UU., que
puede crear un precedente y permitir a aquellas personas que por motivos religiosos
no quieran realizar ese tipos de servicios, negarse de forma legal.
En el escrito que ha elaborado el Departamento de Justicia se destaca que
“forzar a Phillips a participar en una ceremonia que viola sus creencias religiosas
invade sus derechos enmarcados en la Primera Enmienda” (la cual prohíbe crear
una ley que impida la práctica de un credo religioso). E insiste el Procurador
General Jeffrey B. Wall, uno de los autores: “Las bodas son ritos sagrados en el
ámbito religioso y ceremonias profundamente simbólicas en el secular”.
Ese informe le recuerda además a los nueve magistrados de la Corte Suprema,
que en el documento que la Justicia elaboró para legalizar el matrimonio entre
personas del mismo sexo se enfatizó la necesidad del respeto a la Primera Enmienda
para los objetores religiosos.
Actuall*
CASOS SIMILARES
Actualidades 213
4. NEGARSE A HORNEAR UN PASTEL DE “BODA” GAY
NO ES LO MISMO QUE EL RACISMO
Si la Corte Suprema falla en contra de Phillips, Mosley dijo que los estado
unidenses aún deberían “aferrarse” a la Primera Enmienda y su libertad básica
de religión.
Actualidades 215
“Como dijo una vez Martin Luther King, Jr. ... si hay una ley injusta, estamos
llamados a obedecer a Dios y no a los hombres”, dijo.
La sobrina del Dr. Martin Luther King, Dr. Alveda King, también es parte de
la campaña “We Got Your Back, Jack”*.
APELACIÓN
La panadería apeló a través de la Corte Suprema de los EE. UU., alegando que su
expresión artística está protegida por su la libertad de expresión. Los argumentos
orales comenzarán el 5 de diciembre.
Mientras que los críticos del caso de Phillips predicen consecuencias horribles si
él prevalece, Tedesco dijo que la victoria para los críticos de la libertad religiosa
tendría un impacto de gran alcance.
“Esta es una libertad que nos afecta a todos. Todos tenemos gran interés en
el resultado del caso”, explicó. “Su opinión es que si abre un negocio y crea una
expresión como parte de su negocio, puede verse obligado a crear cualquier cosa
que viole sus creencias”.
Tedesco sugirió un caso hipotético de un grupo religioso que le pedía a un
pintor ateo pintar letreros o murales de “Dios existe”. El grupo religioso “no tiene
el derecho de obligarlo a hacerlo bajo la amenaza de aplicar leyes discriminatorias
contra él”, dijo el abogado.
El escrito de las compañías dice que creen que las leyes de no discriminación
“aseguran que todos los estadounidenses sean tratados con dignidad y respeto”.
Dijeron que tales leyes mejoran la rentabilidad, la productividad y la creatividad
en el lugar de trabajo. Agregaron que tales demandas “crearán incertidumbre e
impondrán costos innecesarios y complejidades administrativas a los empleadores”.
El resumen delineó una visión particular de los negocios, diciendo que el
único requisito previo para realizar negocios es, y debería continuar siéndolo, si
el cliente puede cumplir con los requisitos de compra del negocio.
Actualidades 217
Para Tedesco, sin embargo, el fallo de la Comisión de Derechos Civiles de
Colorado contra Phillips impuso una prueba religiosa sobre permanecer en la
industria de las bodas. Su impacto podría significar un futuro diferente.
“Si tienes un sincero creyente religioso, seas musulmán, judío o cristiano,
y no puedes promover alguna idea en el arte que creas, no podrás estar en esa
industria”, dijo. “Eso hace mucho más daño a los principios de una sociedad libre
que cualquier cosa que el otro bando intente reclamar”.
Partidarios de Masterpiece Cakes
Los partidarios de Masterpiece Cakes, entre ellos la Conferencia de Obispos
Católicos de EE.UU., La Conferencia Católica de Colorado, la Asociación Médica
Católica y otras organizaciones sin fines de lucro católicas, también han presen-
tado escritos amici curiae.
Esos escritos enfatizaban que la libertad religiosa y la cláusula de libre ejer-
cicio de la Primera Enmienda garantizan a los individuos el derecho de buscar la
verdad en asuntos religiosos “y luego el de adherirse a esa verdad a través de la
acción privada y pública”*.
Violando los derechos que otorga la Primera Enmienda a los estudiantes los ad-
ministradores de una escuela secundaria de Pensilvania negaron el permiso para
club provida con la excusa de ser demasiado “polémicos” y “políticos”.
Los administradores de una escuela secundaria de Pensilvania dijeron su
aprobación a los clubes de alianzas gay y los clubes de ciencia política, pero a la
vez no aprobaron a los clubes pro-vida alegando que son demasiado “polémicos”
y “políticos”.
“Cumplimos todos los requisitos (pero) fueron negados simplemente porque somos
pro-vida”, dijo Castro. “Como club, nuestro propósito es crear una cultura que
afirme la vida en nuestra escuela, educar a nuestros compañeros sobre el tema
de la vida, mantener los movimientos que apoyan a las estudiantes embarazadas
y a los padres. Convertirnos en una voz para aquellos que no pueden hablar por
sí mismos”.
“La escuela no solo niega mi derecho a formar un grupo, sino que niega la
oportunidad de que otros en mi escuela aprendan sobre la mayor injusticia social
de nuestros derechos humanos”, agregó Castro.
“Liz está siendo discriminada por su escuela simplemente porque es pro-vida
y quiere compartir ese mensaje”, dijo a LifeSiteNews la revista Students for Life of
America de Kristina Hernández. Eso es inconstitucional.
“Estamos muy orgullosos de apoyar a Liz y a sus compañeros de los estudiantes
pro-vida mientras trabajamos para asegurarnos de que se les permita formar su
grupo Students for Life”, agregó Hernández. “Su coraje es un ejemplo para todos
los otros estudiantes pro-vida en el país que se enfrentan a situaciones similares
y obstáculos en sus escuelas”.
“Los estudiantes no deben tener miedo de presentarse y luchar por sus derechos
de libertad de expresión”, dijo Hernández, “no solo para educar a sus compañeros
sobre el aborto, sino para ayudar a sus compañeros que pueden estar enfrentando
embarazos no planificados”.
Thomas More Society ha asumido la causa. El miércoles, los defensores legales
de la libertad religiosa entregaron una carta al director de Parkland y al superin-
tendente declarando que la escuela inconstitucionalmente negó los derechos de
la Primera Enmienda de las jóvenes.
“No hay absolutamente ninguna duda de que la ley protege el derecho de
estos estudiantes a formar este club en su escuela secundaria”, explicó el aboga-
do especial de Thomas More, Jocelyn Floyd. La política del distrito de Parkland
específicamente permite clubes de estudiantes para “cualquier objetivo legal”.
La carta explica que la escuela, al negar Trojans for Life, está violando la Primera
Enmienda, la Ley Federal de Igualdad de Acceso y la política del Distrito Escolar
Parkland. Thomas More Society, en nombre de las niñas, exigen que Parkland
“apruebe inmediatamente la solicitud para el club Students for Life”.
“Aunque es decepcionante ver otro intento de la escuela de censurar el mensaje
provida, es alentador trabajar con adolescentes tan apasionados y dedicados que se
levantan como defensores de la vida, no solo en esta batalla de libertad de expre-
sión inmediata, sino en nuestra cultura como un todo”, dijo Floyd a LifeSiteNews.
“El argumento infundado de las escuelas de que el club sería demasiado
polémico y político es una excusa común que escuchamos a menudo”, agregó la
Actualidades 219
presidente de Students for Life of America, Kristan Hawkins. “Siempre infringen
los derechos de la Primera Enmienda de los estudiantes pro-vida, tratándolos
como ciudadanos de segunda clase porque ellos quieren educar a sus compañeros
sobre los horrores del aborto y ayudar a las estudiantes embarazadas y padres en
su escuela”*.
En una contradictoria resolución aprobada con 489 votos a favor, 114 en contra y
69 abstenciones, afirma que la negación de servicios de salud, incluido el aborto,
es una forma de violencia a la mujer.
“La negación de los servicios de salud y derechos sexuales y reproductivos,
incluido el aborto seguro y legal, es una forma de violencia contra las mujeres y
las niñas”, afirma una resolución aprobada por el Parlamento Europeo de forma
mayoritaria, con 489 votos a favor, 114 en contra y 69 abstenciones.
La resolución ocurrió como medida de respaldo de la Unión Europea a la
Convención de Estambul, el tratado del Consejo de Europa, y tiene la “intención”
de “prevenir y combatir la violencia contra las mujeres y las niñas”.
La contradictoria resolución no hace mención ni condena el aborto selectivo
por cuestión de sexo, lo cual también es una forma de violencia contra la mujer,
y es una auténtica discriminación por cuestión de sexo.
El texto de la resolución afirma de forma literal:
“La negación de los servicios de salud y derechos sexuales y reproductivos,
incluido el aborto seguro y legal, es una forma de violencia contra las mujeres y
las niñas, reitera que las mujeres y las niñas deben tener control sobre sus cuerpos
y sexualidades; a los Estados Miembros que garanticen una educación integral en
sexualidad, acceso fácil de las mujeres a la planificación familiar y toda la gama
de servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los métodos anticonceptivos
modernos y el aborto seguro y legal”**.
Actualidades 221
Este tipo de campañas se realizan para ayudar a las familias con algún hijo
con síndrome de Down, para mostrar que estos niños pueden ser tan felices como
cualquiera. Solo refleja hechos objetivos porque es una realidad palpable”, afirma
Mónica López Barahona, presidenta de la Fundación Jérôme Lejeune en España.
“La idea no es herir a nadie, ni molestar a una mujer que ha decido abortar, solo
se muestra un hecho constatable”, prosigue.
Las dos entidades que acudieron al Consejo de Estado no se van a quedar
con los brazos cruzados y, en lugar de acudir al organismo europeo que regula lo
audiovisual,ya han anunciado que se dirigirán directamente al Tribunal Europeo
de Derechos Humanos de Estrasburgo. “Es un gran paso, la mejor opción, porque
puede sentar un precedente importante. Será Estrasburgo el que dirima si este
video se considera inapropiado o que puede generar controversia. Por lo tanto,
marcará jurisprudencia para el futuro”, añade Matía.
Mientras el proceso judicial prosigue, las asociaciones también se están
movilizando a través de las redes sociales. Están recogiendo firmas a través de la
plataforma change.org para que permita emitir este contenido. “La prohibición
discriminatoria del video envía el mensaje de que las personas con síndrome de
Down no son bienvenidas en nuestra sociedad. Por eso ha provocado nuestra
indignación”, reza la carta*.
A Sarah Crusten, madre de una niña con síndrome de Down, antigua enfermera,
le llamaron para participar en un debate sobre el aborto y, cuando confirmó su
asistencia, se la negaron. ¿Motivo? Los demás participantes, partidarios del aborto,
dijeron que les disgustaba la presencia de la mujer encinta.
La segunda cadena de la British Broadcasting Corporation (BBC), la televisión
pública británica, había invitado a Sarah Crusten, de 43 años, a participar en un
debate titulado ‘El aborto a juicio’ (Abortion on trial), presentado por Anne Robinson.
Los productores del programa habían concretado con ella ya su participación
en el espacio, en su condición de antigua enfermera y madre de una hija con sín-
drome de Down que, como es conocido, son mayoritariamente asesinados antes
de nacer al ser detectados.
La enfermera fue elegida precisamente porque se negó a abortar cuando co-
noció que su segunda hija, Beth ahora de cuatro años, tenía 50% de posiblidades
de nacer con trisomía 21.
Sin embargo, los productores informaron a Crusten de que prescindían de su
participación. Según el Daily Mail, consideraron que su estado de buena espe-
ranza podría provocar “angustia” en el resto de participantes o “restringir lo que
sienten que deben decir”.
Crusten, casada y con tres hijos, ha explicado que “estaban preocupados
por si esto [el embarazo] inhibía a la gente para hablar con libertad o les causa
Un padre que tuvo el valor para salir del abortorio y apostar por la vida de su
hijo Down/DailyMail
Aunque nos las damos de auténticos y transparentes, a poco que uno observe
con atención la realidad que nos rodea descubrirá que vivimos en tiempos de
hipocresía generalizada. Nos han convencido de que eso de la hipocresía es algo
de los antiguos, de los victorianos, pero lo cierto es que nuestra época no le va a
la zaga a ninguna otra. Un ejemplo, trágico, servirá para demostrarlo.
Nos referimos a los niños con síndrome de Down. Los famosos se fotografían
con estos niños en calendarios benéficos y hay incluso marcas de ropa infantil que
incluyen a niños con síndrome de Down entre sus modelos. ¡Qué monos son!…
eso sí, de lejos, porque si resulta que detectamos que el hijo que va a nacer tiene
síndrome de Down (y ya no se nos escapa ninguno) lo eliminamos sin pestañear.
En Estados Unidos son ya el 67% de los niños con síndrome de Down los
que son asesinados antes de nacer. En Europa, tierra de progreso, vamos muy por
delante: más del 90% son abortados en Italia, Alemania, Francia, Suiza, Inglaterra
o Bélgica. En Dinamarca ya han llegado al 98%. En España no he encontrado
datos oficiales, pero un estudio de Down España cifraba en un 96% los niños
down abortados… ¡en 2009! En la actualidad, la misma organización estima que
el porcentaje está cerca del 100%.
Pero los más “avanzados” son los islandeses: a los simpáticos vikingos no
se les escapa ni un solo niño Down; el 100% ha sido interceptado y eliminado,
consiguiendo así una sociedad libre de este tipo de niños. Islandia es el avance del
mundo al que nos dirigimos: un mundo “libre” de niños con síndrome de Down.
Mientras en Europa el silencio es casi total sobre este tema tabú, en Estados
Unidos hay algunas reacciones. En diciembre de 2017 el gobernador de Ohio,
John Kasich, decretó la Down Syndrome Non-discrimination Act, por la que se
prohibía el aborto de los niños Down. Tres meses después, en marzo de este año,
el juez Timothy Black detuvo su aplicación. Ahora la batalla legal se resolverá en
instancias superiores. Lo mismo ha ocurrido en Indiana y Luisiana. Solamente en
Dakota del Norte ha entrado en vigor una ley de este tipo.
Actualidades 223
Son algunas de las resistencias, pequeñas y limitadas pero valerosas, a lo que
bien puede llamarse “genocidio de los Down”. Si genocidio es “cualquiera de los
actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo
nacional, étnico, racial o religioso como tal”, basta añadir a los rasgos que deter-
minan al grupo el de “cromosómico” para que la definición encaje a la perfección.
Porque a lo que estamos asistiendo, en medio de calendarios benéficos y selfies
de famosos, es a unos actos de detección y aborto muy eficaces encaminados a
la desaparición de los niños con síndrome de Down.
Al acabar la Segunda Guerra Mundial el mundo entero se horrorizó al tomar
conciencia plena de los planes eugenésicos aplicados salvajemente por Hitler
(aunque la eugenesia no era un invento nazi, como cualquiera que haya leído a
Chesterton en sus ataques a los eugenésicos ingleses de principios del siglo XX
sabe). Hoy, la eugenesia ha regresado, sin hacer ruido, con cara de no haber roto
un plato, incluso de abnegada filantropía, pero el resultado es el mismo: el exter-
minio de un tipo de seres humanos, en este caso los que tienen un cromosoma
de más, con los que no deseamos convivir.
El postureo de tantos no debería ocultar la gravedad de esta tragedia que está
ocurriendo ante nuestros ojos y ante la que casi todo el mundo calla*.
Actualidades 225
13. LA TOLERANCIA EN VERSIÓN CALVINISTA
La propaganda fue sin duda un arma muy eficaz en manos de los que querían
desacreditar la presencia española y portuguesa en América en los siglos XVI y
XVII, para acceder a las riquezas que ofrecía el nuevo continente.
En estos tiempos en que las noticias falsas nos parecen algo nuevo porque las
llamamos fake news, es casi obvio recordar que las falsedades propagandísticas
son un viejo fenómeno de la lucha política. La propaganda fue sin duda un arma
muy eficaz en manos de los que querían desacreditar la presencia española y
portuguesa en América en los siglos XVI y XVII, para acceder a las riquezas que
ofrecía el nuevo continente.
Así se explica que la exagerada Brevísima relación de la destrucción de las
Indias de Bartolomé de las Casas fuera enseguida traducida al francés, inglés,
holandés, alemán y latín, y utilizada como prueba de que la conquista española
era sinónimo de crueldad y tiranía. A la vez servía de munición anticatólica en
una Europa desgarrada por las guerras de religión, en la que los protestantes pre-
sentaban su causa como una rebelión contra la intolerancia y la corrupción de la
Iglesia católica. En los Países Bajos, siempre en rebelión armada o latente contra
España, las prensas calvinistas se dedicaron a reeditar la obra de Bartolomé de
las Casas, incorporando el tema americano como uno de los pilares de la leyenda
negra que después sería acentuada por la Ilustración.
Imbuidos por estas ideas, que aún perduran, a menudo se da por supuesto
que, si en vez de la conquista española y portuguesa se hubiera dado una coloni-
zación de origen protestante, en Latinoamérica se habría impuesto la tolerancia
religiosa y una pacífica influencia. Es cierto que basta echar un vistazo a las
colonias de América del Norte, con su declarado anticatolicismo y su sistemática
erradicación de los indios, para no hacerse muchas ilusiones sobre la tolerancia
de la época. Pero no hace falta ir tan al Norte para poner a prueba el respeto a la
libertad religiosa de los calvinistas holandeses que tanto arremetieron contra la
tiranía católica en América.
Lo experimentaron en propia carne los 30 católicos brasileños que fueron
masacrados en Rio Grande do Norte en 1645 por calvinistas durante la ocupa-
ción holandesa del nordeste del país, un episodio histórico poco recordado hoy.
A todos ellos los mataron por negarse a abjurar de su fe católica y convertirse al
calvinismo. Juan Pablo II los beatificó en 2000 y se espera que dentro de este año
sean canonizados.
La invasión holandesa del nordeste de Brasil se produjo entre 1630 y 1645, a
través de la Compañía holandesa de las Indias Occidentales. El objetivo era controlar
la producción de caña de azúcar, que en aquel momento era un producto muy
valorado por los europeos. Entre 1637 y 1644 la región estuvo bajo el mando del
holandés Maurizio de Nassau, que destacó por su capacidad de gestión. En esos
años el nordeste brasileño experimentó una serie de mejoras en salud pública y
estructuras. Pero también se acentuó la persecución religiosa. La religión oficial
pasó a ser el calvinismo. Numerosas órdenes religiosas fueron expulsadas de la
región. Hubo destrucciones y saqueos de iglesias y conventos católicos.
Los 30 brasileños son las víctimas conocidas de dos masacres que se produ-
jeron en 1645. La primera, en Cunhaú, tuvo lugar el 16 de julio durante una misa
que celebraba el padre André de Soveral. Jacob Rabbi, que mandaba las tropas al
Ignacio Aréchaga*
Actualidades 227
serán los homofóbicos, los opositores al aborto, y los cristianos estarán bajo esa
bota negra del último cuadro.
Por eso este tipo de publicaciones deberían ser motivo de preocupación para
nosotros.
¿Es válida la opinión de Popper? Creo que no. De entrada se nos dice que
estamos ante una paradoja, y eso es problemático. En filosofía se entiende que
una idea, para ser verdadera, al menos debe ser coherente consigo misma. Si se
produce una paradoja al aplicar una explicación a una situación concreta, la ex-
plicación es falsa. Reductio ad absurdum, le decimos los siúticos. Sin embargo,
aquí se nos dice que la idea de tolerancia que nos proponen contiene una para-
doja: toleramos las ideas diferentes (no como esos sucios intolerantes del pasado),
pero no todas. Hay ciertas ideas y expresiones que son intolerables incluso para
nosotros, inmaculados caballeros de la tolerancia.
El resultado de esta paradoja debería ser el mismo en todos los casos: la
tolerancia de los modernos es una idea errada, o vacía en el mejor de los casos.
Sin embargo, cuadritos como el de más arriba no dicen eso. Casi nos invitan a
tolerar esta paradoja como la única alternativa posible, como la máxima de un
sabio oriental que parece absurda pero no sabemos exactamente cómo.
Ya puedo oír a mis detractores: “¿Acaso eres un intolerante? Miren todos, él
odia la tolerancia”. Gran escándalo ante tamaña herejía.
Más allá de la indignación moral y las caminatas de la vergüenza, la solución
a la paradoja de Popper es bajarnos del pedestal moral que nos otorgan palabras
como “tolerante” y “liberal”. La respuesta es quitarnos los ropajes blancos de los
Caballeros de la Tolerancia y la Libertad, y vernos tal como realmente somos.
Existen en el mundo regímenes sumamente duros con ideas que a nosotros nos
parecen normales (la libertad de culto, por ejemplo), y son tolerantes con otras.
Hay personas que reclaman espacio para sus ideas en base a cierto principio de
tolerancia (los nazis, por ejemplo) pero que no tenemos por qué soportar. En uno
y otro caso, la diferencia con nosotros no es entre blanco y negro, los buenos y
los malos, los tolerantes y los intolerantes.
La diferencia entre una sociedad libre y otra opresiva es de grados, no de si
somos tolerantes o no. La pregunta no es si trazamos o no una la línea de tole-
rancia, sino dónde la trazamos. La pregunta es ¿cuál es el estándar mínimo que
impondremos a todos? Al hombre moderno no le gusta la idea de imponer, o los
estándares comunes, suena a algo violento. Sin embargo, eso es exactamente lo
que hace Popper con su aparente solución a la paradoja de la tolerancia.
Pero ese todavía no es el problema de fondo. Cuando hemos decidido dónde
poner la línea de lo que estará prohibido en la sociedad, todavía nos queda la
pregunta definitiva ¿por qué trazar el límite de la tolerancia precisamente ahí, y no
más adelante o más atrás? “¡Juego democrático!”, dirán muchos, “que la mayoría
decida”. El problema es que los procesos democráticos no garantizan una buena
solución, como tristemente lo demostró el ascenso del nacionalsocialismo alemán,
o la experiencia de Venezuela.
La respuesta a esa pregunta solo puede provenir de una verdad trascendente,
que se encuentra más allá del Estado, y que surge directamente de nuestra identidad
como seres humanos. La respuesta, en definitiva, solo surgirá cuando sepamos
quiénes somos, y para qué estamos aquí. Esos son problemas filosóficos y religio-
sos que el hombre moderno no quiere tocar ni con una vara de 3 metros. Para
Pato Acevedo*
James Damore era uno de los ingenieros con los que Google diseña sus algoritmos
desde diciembre de 2013. Recientemente envió una carta de 3.000 palabras a la
dirección explicando por qué, en su opinión, existe una infrarrepresentación de
mujeres en tecnología y dirección.
Lo primero, rechazar la discriminación y buscar la racionalidad en el debate:
Valoro la diversidad y la inclusión, no estoy negando que el sexismo exista ni
respaldo el uso de estereotipos. (…) Si no podemos tener una discusión honesta
sobre esto, nunca podremos resolver de verdad el problema.
En su opinión, las diferencias biológicas marcan también diferencias psico-
lógicas y, por tanto, intereses vitales:
Las opciones y las capacidades de hombres y mujeres divergen, en gran parte,
debido a causas biológicas, y estas diferencias pueden explicar por qué no hay
una representación igual de mujeres (en posiciones) de liderazgo (…) Se centran
más en sentimientos y la estética en lugar de en las ideas.
En conclusión, el hecho de que las mujeres tengan más capacidad de empa-
tizar hace que se centren en carreras sociales o artísticas. Mientras que el foco
de los hombres en las ideas hace que se centren en carreras como informática.
¿Su conclusión?
Espero que quede claro que no estoy afirmando que la diversidad sea algo
malo, que Google o la sociedad ya sean 100% justos, o que no debamos intentar
corregir los sesgos existentes (…) A lo que voy es a que mostramos una intolerancia
hacia ideas y evidencias que no se ajustan a un determinado marco ideológico.
[…] Tampoco propongo que debamos restringir a las personas a determinados
roles de género; de hecho sostengo más bien lo contrario: que las tratemos como
a individuos y no solo como un miembro más de su grupo social.
La vicepresidenta de Diversidad, Integridad y Gobernabilidad de Google,
Danielle Brown, le responde:
No es un punto de vista que yo, o esta empresa, compartamos.
Damore responde:
El de los puntos de vista es el tipo de diversidad más importante, por lo que
deberíamos dar más poder a quienes tengan una ideología diferente y quieran
expresarla.
Actualidades 229
Brown sentencia:
Parte de la construcción de un entorno abierto e inclusivo implica fomentar
una cultura en la que aquellas personas con puntos de vista alternativos, incluyendo
opiniones políticas diferentes, se sientan seguros compartiendo sus opiniones. Pero
ese discurso necesita estar en línea con los principios de igualdad de empleo que
se encuentran en nuestro Código de Conducta.
Finalmente el ingeniero James Damore fue despedido. Por contradecir el
posicionamiento ideológico de la empresa*.
La ideología de género está causando cada vez más problemas a los agentes de la
ley. Uno de esos casos está afectando al policía de Fort Lauderdale, James Brinton,
quien está siendo disciplinado y toda la policía de la ciudad está siendo obligada
a someterse a un “entrenamiento” de sensibilidad transgénero porque Brinton se
refirió a un hombre biológico como “hombre”.
El hombre en cuestión, Shelby Kendall, un agente de bienes raíces de 48 años
de edad, es de hecho de sexo masculino, pero en 2014 pidió que se cambiara su
licencia de conducir para que diga que es “mujer”.
El estado de la Florida hizo justamente eso, y apenas presionar un botón,
a Kendall le fue concedido un cambio burocrático de sexo y fue oficialmente
declarado por el gobierno como una “mujer”.
EL INCIDENTE
Actualidades 231
KENDALL LEVANTA CARGOS
Solo cuatro días después Kendall se dirigió a los asuntos internos del departamento
de policía y presentó cargos contra Brinton por confundir su género en la boleta.
Después llegó la burocracia en su peor momento. Un grupo de investigadores
entrevistó e investigó el incidente a fondo. Los investigadores de la policía pusieron
a su colega Brinton contra las cuerdas. Ellos recomendaron que el policía fuera
oficialmente reprendido por su atroz insensibilidad.
Siguió la humillación políticamente correcta. Brinton fue llevado el lunes ante
la Junta de Revisión de la Policía de Ciudadanos. Explicó que no estaba tratando
de intimidar a Kendall y que honestamente pensó que la información que alguien
había ingresado en la computadora estaba equivocada.
Aún así decretaron que el oficial Brinton debía ser reprendido y que todo el
departamento de policía de la ciudad debía recibir entrenamiento sobre cómo mentir
para apaciguar los delirios transgéneros*.
Estimado radioyente
Este programa de hoy lo dedicamos a una extraña doctrina denominada
“ideología de género”.
Comencemos por decir que si un campesino ve nacer un ternero en el potrero,
no tendrá duda que es ternero y no una ternera. Si la gata da crías, los dueños
de casa dirán con certeza que tuvo tantas crías hembras y tantos gatitos machos.
Esto, que es tan obvio para todos los mamíferos, está siendo puesto en duda
para el principal de ellos, el ser humano.
Sí, de acuerdo con esta ideología de género, los seres humanos naceríamos
apenas biológicamente hombres o mujeres, pero que podríamos escoger conforme
nuestro capricho una identidad psicológica masculina o femenina, independiente de
nuestro sexo. Y así como en las lenguas el género es intercambiable (por ejemplo,
en castellano la sangre es de género femenino, pero en francés o portugués es de
género masculino, y ellos dicen “el” sangre) se daría lo mismo con las personas,
de ahí el nombre de “identidad de género”. Ellos alegan que la mayoría de las
personas escoge actualmente la identidad psicológica que corresponde con el
sexo biológico apenas por una “imposición cultural” de la sociedad en base a un
mero “estereotipo” que hace que las niñitas se vistan de rosado y jueguen con
muñecas y los niños de celeste y jueguen con camiones. Pero que si se eliminaran
esos estereotipos que asignan roles, habría muchas más personas transexuales,
como también muchos más homosexuales (porque la orientación sexual también
sería un estereotipo cultural).
Recientemente, en el marco de la discusión de un proyecto de ley llamado,
“protección de la identidad de género”, algunos profesores universitarios llegaron
a expresar hasta que: “La maternidad y paternidad [] son conceptos que también
son evolutivos y frente a los cuales la realidad muestra que bien podríamos hablar
hoy de parentalidad, asumiendo que no es la condición biológica la que necesa-
riamente atribuye tales roles”.
Actualidades 233
De acuerdo con esta tesis, usted que es el papá podría asumir el rol de la
mamá, y viceversa. Así el niño podría tener una “mamá” con barba y un papá de
pollera y taco alto. Todo eso, ¿no le parece absurdo? ¿De dónde habrán sacado
tamaña estupidez?, se preguntará usted.
En palabras de Dale O’Leary, estudiosa del tema y citada por monseñor
Alzamora, obispo de Perú, la teoría del “feminismo de género” se basa en una
interpretación neomarxista de la historia. Según la señora O’Leary, los marxistas
clásicos creían que el sistema de clases desaparecería una vez que se eliminara la
propiedad privada, se facilitara el divorcio, se aceptara la ilegitimidad, se forzara
la entrada de la mujer al mercado laboral, se colocara a los niños en institutos
de cuidado diario y se eliminara la religión. Sin embargo, para las “feministas
de género”, los marxistas fracasaron por concentrarse en soluciones económicas
sin atacar directamente a la familia, que era la verdadera causa de las clases.
De la necesidad de combatir directamente la familia, nació esa absurda “teoría
del género”.
Pero el absurdo no les preocupa a estos teóricos. Al contrario, mientras más
absurda sea la tesis, más le gusta.
El problema está en que estos teóricos no son unos pocos lunáticos y desequi-
librados, sino que hoy están muy bien posicionados en el Ministerio de Educación,
precisamente el que comanda las políticas por las cuales se rige el 100% de los
colegios de Chile.
Puede ser entonces que su hijo o su nieta, desde los bancos de colegio ya
estén siendo “educados” en estas teorías. Por eso creemos importante darle algunos
criterios que pueden ayudarlo a prevenir esta situación.
Este programa nos fue solicitado por una radio amiga de una comuna sureña,
lo que demuestra que no es una pura teoría, sino que ya es un problema para
todas las familias.
Una profesora y madre de familia escribió una carta al respecto: “Estoy des-
concertada. Resulta que el otro día la directora de mi instituto me propuso celebrar
una fiesta con los niños. Le dije que encantada, porque sabes que a mí me encanta
organizar fiestas. Entonces me mostró unos carteles con unos corazoncitos pre-
ciosos, hasta que me di cuenta que dentro de los corazones había unos dibujitos
pequeños con parejas de hombres y mujeres, de hombres y hombres, y de mujeres
con mujeres. “Qué curioso”, le dije. ¿Y esto para qué es?
–Son carteles para la fiesta. Vamos a hacer una fiesta sobre el género.
Entonces recordé que había oído hablar algo de la ideología de género.
–¿Podrías darme algunas ideas generales?
Pasemos a responder a estas tan justificadas inquietudes.
Comencemos por dar la doctrina católica al respecto de la diferencia sexual
entre hombres y mujeres, pues de ahí nos será más fácil entender la falsedad de
los presupuestos de la doctrina de “identidad de género”.
El Génesis nos enseña que “Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a
imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó. Y bendíjolos Dios, y díjoles Dios:
“Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces
del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra”.
O sea que fue Dios que creó los dos sexos y lo hizo con una finalidad doble:
ser fecundos y ayudarse mutuamente formando una sola carne, que fue lo que
***
Actualidades 235
“En este momento preciso de la historia –declaró el cardenal Gerhard Ludwig
Müller–, los Estados y las sociedades de América Latina, al igual que en Europa
y América del Norte, se encuentran bajo la presión de un nuevo totalitarismo
ideológico que se quiere imponer a todos los países, condicionando la ayuda para
el desarrollo en función de la aceptación de sus postulados, como ocurre con la
ideología de género y el acceso libre al aborto, que es un homicidio que se trata
de presentar como un derecho. Son amenazas que debilitan los cimientos de los
Estados modernos”.
La semana pasada, como usted podrá recordar, tratamos del tema de la ideología
de género, que hoy está siendo impuesta en planes de educación para niños en
colegios de todo el país.
Como el asunto no se agota en un solo programa, le proponemos este nuevo
comentario en forma de preguntas y respuestas, extraídas de la pagina web de
“Foro español de la Familia”, que esperamos, podrá ser más didáctico para usted.
Así podrá saber a qué atenerse cuando sus hijos o nietos le comenten cosas
relacionadas con el tema.
***
Como comentario final a este excelente cuestionario del Foro español de la Familia,
presentamos enseguida una entrevista del psicólogo español Ignacio Calderón Castro
a la página “Libertad Digital”, en la cual sostiene simplemente que esos programas
educativos de género para los niños son la educación en la mentira. Y lo prueba
científicamente.
Su testimonio es muy relevante pues se trata del fundador y director del Instituto
de Neuropsicología y Psicopedagogía Aplicadas (INPA) en Madrid, España, y forma
parte del equipo del Centro Internacional de Rehabilitación Neurológica, en Estados
Unidos, dirigiendo el servicio en Laredo, Texas.
Al entrevistador, que le pregunta: Su libro “La educación de 0 a 6 años” habla
de sexualidad exaltando la diferencia niño-niña, algo que choca frontalmente con
la ideología de género que se va imponiendo en la sociedad…, Ignacio Calderón
responde:
–El mismo nombre nos lo explica. Es una ideología. Las ideologías vienen y
se van pero los animales sexuados somos machos y hembras desde hace 10.000
millones de años. La ideología de género no puede decir que es una verdad, pero yo
sí puedo decir que es una verdad que al igual que hay animales machos y animales
hembras, el ser humano solo es un animal y solo hay machos y hembras.
¿Qué efectos puede tener educar a los niños bajo estos parámetros?
Actualidades 237
(…) Hay que irnos al caso más reciente, que es el comunismo. Lo que se ha
enseñado durante muchos años en regímenes comunistas eran auténticas false-
dades. Cuando el comunismo cayó toda esa gente que había sido educada en
una falsedad se quedó sin una herramienta adecuada de trabajo. ¡Y hay que ver
lo que es el postcomunismo en esos países!
***
El famoso “niño atrapado en un cuerpo del sexo opuesto” es un mito. ¿Se han
parado a pensar nuestros entusiastas transgeneristas que están dando por buena
una antropología dualista, cartesiana?
El tercer vehículo lanzado por HazteOir.org en el que reivindica la libertad
de expresión y el derecho de los padres a educar a los hijos / Actuall.
Pocas veces ha suscitado una campaña hostilidad tan unánime como la del
autobús de Hazte Oír: la totalidad del espectro político con representación par-
lamentaria, todas las televisiones y radios (con la excepción de Intereconomía);
toda la prensa –salvo Actuall o La Gaceta–, sea virtual o en papel, incluyendo
semanarios eclesiales como “Alfa y Omega”. Lo más llamativo ha sido la con-
descendencia con que los mil y un funcionarios del Ministerio de la Verdad
pontificaban que “la ciencia acredita que hay niños atrapados en cuerpos de
niñas y viceversa”.
Por supuesto, el mantra en cuestión no es científico, sino ideológico. Lean
el extenso informe “Sexuality and Gender”, publicado por Lawrence Mayer y
Paul McHugh, de la Universidad Johns Hopkins. El famoso “niño atrapado en
un cuerpo del sexo opuesto” es un mito. ¿Se han parado a pensar nuestros en-
Actualidades 239
de reasignación de sexo, el riesgo de hospitalización psiquiátrica es tres veces
superior a la media; el de intentar el suicidio, 4,9 veces superior; el de consumar
el suicidio, 19,1 veces superior.
La ideología que nos impone la nueva policía del pensamiento –a la que, al
parecer, solo resiste ya Hazte Oír– está, por lo demás, llena de flagrantes contra-
dicciones internas. Se insiste, como vimos, en el carácter innato de una identidad
sexual que puede no corresponderse con la del sexo biológico. Pero ¿no afirmaba
la ideología de género que no existe el sexo (determinación biológica), que todo es
“género” (construcción cultural y libre elección individual)? ¿En qué quedamos?
¿Nacemos con una identidad sexual o la elegimos y construimos libremente?
En realidad, el liberacionismo sexual ha ido yuxtaponiendo –como explicó
lúcidamente Yael Farache en este video– nada menos que cuatro conceptos, a los
que se asigna carácter innato o cultural-construido según convenga: 1) El sexo
cromosómico y genital, que es innato; 2) El género, es decir, los roles sociales,
sensibilidad, inclinaciones, etc., convencionalmente asignados a hombres y
mujeres: todo eso es cultural (“la mujer no nace, se hace”, Simone de Beauvoir
dixit); 3) La orientación sexual, es decir, el sentirse atraído por el propio sexo o
por el contrario: el lobby gay suele sostener que es innata e inmodificable (se dice
que el homosexual nace tal, que no elige serlo); 4) La identidad sexual, es decir,
el género “sentido” o deseado, que no coincide con el sexo biológico en el caso
de los transexuales, ni tampoco tiene por qué coincidir con una determinada
orientación sexual (hay transexuales –hombres que han extirpado sus genitales
masculinos– que se sienten atraídos por las mujeres: el fenómeno es conocido
como “autoginefilia”).
Muchos ideólogos de género incluyen en el “género” la orientación sexual:
que a los hombres les gusten las mujeres y viceversa sería algo cultural, aprendido
(“heteronormatividad”). Ahora bien, eso contradice la tradicional reivindicación
del carácter innato de la homosexualidad. Cabe una solución de compromiso: el
homosexual lo es de manera innata e insuperable, pero el heterosexual lo es por
aprendizaje cultural. Por tanto, sería imposible pasar de la homosexualidad a la
heterosexualidad (y, de hecho, las leyes de derechos LGTB prohíben ya la terapia
correspondiente), pero siempre estaría uno a tiempo de hacer el viaje inverso,
sacudiéndose la opresiva “heteronormatividad” y pasando de la heterosexualidad
a la homosexualidad. La ley del embudo.
Toda esta montaña de contradicciones y sofismas se ha convertido en doctrina
de Estado y va a ser enseñada a los niños en las escuelas. Y quien tenga algo que
objetar es, por supuesto, un ignorante y un sembrador de odio.
Sabemos que Planned Parenthood (IPPF) –que en Argentina se presenta como Casa
Fusa, en México como Mexfam, en Brasil como Gestos/Cepia/Anis y cual hidra
camaleónica en cada país con un nombre diferente– es la multinacional proaborto
“sin fines de lucro”.
Lo de “sin fines de lucro” tiene que estar necesariamente entre comillas, ya
que en los últimos años activistas provida haciéndose pasar por representantes de
una empresa de biotecnología filmaron varias veces a personal de IPPF arreglando
la venta de tejidos de bebés abortados.
Muchos también han escuchado de las intenciones eugenésicas de la fundadora
de Planned Parenthood, Margaret Sanger, quien abrió la primera clínica anticon-
ceptiva en Nueva York en 1916. La excusa original de Sanger era, básicamente, que
había demasiados negros en los EE.UU.; luego devino más maltusiana –hay mucha
gente en el planeta y los recursos son limitados–; y ahora la propaganda viene de
la mano de “derechos de la mujer”, “salud pública” y otros eslóganes orwellianos.
Varios habrán escuchado del reporte de la comisión Rockefeller en 1972 titu-
lado Crecimiento de Población y el Futuro (Norte) Americano (Population Growth
and the American Future) que fue preparado como soporte para la implementación
de legislación antinatalista. Quizás algunos además hayan escuchado del informe
Kissinger de 1974, también conocido como NSSM-200 (National Security Study
Memorandum 200), que siguiendo la misma línea del anterior recomendaba controlar
la población de los llamados países del tercer mundo (el presidente Gerald Ford au-
torizó su implementación y, hasta hoy, no hay pruebas de que haya sido cancelado).
De todos modos, los nombres de Bernard Berelson y Frederick Jaffe, dos sujetos
involucrados con la comisión Rockefeller, son seguramente desconocidos por casi
todos. Jaffe fue el director ejecutivo del Centro para el Desarrollo del Programa de
Planeamiento Familiar de Planned Parenthood; Berelson el presidente del Population
Council de Rockefeller.
El llamado memorándum de Jaffe, escrito a Berelson en 1969, no solo plantea
el control de la población por medio de la anticoncepción y el aborto legal, sino
también analiza:
Actualidades 241
TABLE 1. EXAMPLES PROPOSED MEASURES TO REDUCE U.S.FERTILITY, BY UNLVERSALITY OR SELECTIVITY OF LMPACT IN THE U.S.
242
Source: Frederick S. Jaffe, “Activities Relevant to the Study of Population Policy for the U.S.”, Memorandum to Bernard Berelson, March 11, 1969.
Enrique de Zwart*
Actualidades 243
Las guías sobre sexualidad basadas en la guía de la UNESCO recomiendan que
el niño sea iniciado en la masturbación desde los cinco años, pero se le enseñe a
no practicarla en público, no sea que lo vean sus horrorizados padres. A partir de
los nueve años, recomiendan que sean informados de los afrodisíacos y, a partir
de los doce, de los pros y los contras del aborto.
En una de las intervenciones de la Conferencia Europea, la presidente de
Islandia, Vigdis Finnbogadottir, afirmaba que la educación es una estrategia
importante para cambiar los prejuicios sobre los roles del hombre y la mujer en
la sociedad. La perspectiva de género debe integrarse en los programas. Deben
eliminarse los estereotipos en los textos escolares y concienciar a los maestros en
este sentido para asegurar así que niñas y niños hagan una selección profesional
informada y no basada en tradiciones prejuiciadas sobre el género.
Estas afirmaciones resultan de una tremenda gravedad. En primer lugar, da
por única y verdadera la controvertida visión que sobre la naturaleza humana
presenta la ideología de género. En segundo lugar abre la posibilidad de que,
a través de los maestros se ideologice a los alumnos y este adoctrinamiento se
vea como beneficioso. En tercer lugar, porque abre la puerta a la denigración de
la mujer tradicional inculcando ideas de rechazo ante el arquetipo de esposa y
madre. De igual forma, se inicia la demonización del varón al que se convierte
en causante de todos los males y se le culpabiliza de ser lo que es a causa de su
biología y rol biológico.
A partir de la Conferencia en Pekín (1995)[2], el desembarco de la ideología
de género ha sido un paseo triunfal por un mundo engañado, desprevenido o sin
capacidad de defenderse. Desde la ONU se ha exigido a los países compromisarios
que impongan la perspectiva de género en sus políticas y la ideología de género
invade desde las series televisivas a la educación de los menores, desde las políticas
sociales a los documentos de las más variadas organizaciones.
Algunas personas me han referido lo que les enseñan a los profesores de los
niveles de infantil, primaria y secundaria acerca de la ideología de género en los
cursos sobre “diversidad sexual”. Estos cursos son organizados por los colectivos
homosexuales con el motivo expreso de evitar la discriminación sexual en las
aulas, pero con la intención oculta de introducir en ellas la ideología de género
a través de los docentes.
La ideología de género está basada en que las diferencias entre el hombre y
la mujer son construcciones culturales, un aprendizaje social independiente del
sexo. Según la ideología de género, el ser humano nace neutro aunque, como
cosa carente de importancia, presenta unos genitales masculinos o femeninos que
en nada habrían de afectar a su existencia salvo por la educación sexuada que se
les impone y que está adaptada a los roles sociales que obligatoriamente ha de
cumplir por imposición de una sociedad que obliga a ello.
Los ideólogos de género, si bien reconocen que existe el sexo con el que se
nace, creen que este no es en absoluto decisivo ni para determinar el comporta-
miento ni para afectar al deseo sexual. De esta forma, el sexo biológico, con sus
diferencias genéticas, hormonales, psíquicas y físicas no es determinante en la
vida y el comportamiento de las personas.
Sigue diciendo la ideología de género que los hombres y mujeres somos
iguales, y nuestros comportamientos, capacidades, percepciones, deseos, gustos,
Actualidades 245
como buena la ideología de género, y no les espanta que se instruya en ella a los
menores. Las autoridades públicas están violando sin escrúpulos su derecho a la
intimidad y a la infancia.
Por ejemplo, el Ayuntamiento de Sevilla ofrecía a los Centros educativos un
programa de educación para la salud que contenía un apartado dedicado a la
educación afectivo-sexual para niños de infantil [N.R. prekinder y kinder]. Este
programa se refería al proceso de adquisición de la identidad sexual, afirmando que:
Por parte del profesorado, deben programarse actividades que tiendan a
compensar aquellas deficiencias con las que niños y niñas acceden a la escuela,
y que vienen por su pertenencia a uno u otro sexo… En aras a facilitar el proceso
de adquisición de la identidad sexual, debemos favorecer la discriminación entre
lo que es porque así viene dado (genitales masculinos o femeninos) y lo que es
porque así lo quiere la sociedad (características de género), relativizando en la
práctica pedagógica la asignación de estas características a uno u otro sexo (juegos
y juguetes, vestidos, adornos…).
Que:
A pesar de que los niños y las niñas saben con toda certeza que son niños o
niñas, no adquieren la permanencia de su identidad hasta los cinco o seis años.
A lo largo de toda la primera infancia puede pensar que de mayores tendrán otra
identidad y que esta depende de su voluntad. De forma que, por ejemplo, un niño
de tres años puede creer que de mayor será “una mamá”.
Los padres y educadores solo deben intervenir para que aprendan a no mas-
turbarse en público a medida que van creciendo (indicándole expresamente que
pueden hacerlo en su habitación o en cualquier lugar privado, porque es una
conducta privada aceptable)… Lo importante es evitar las amenazas y castigos,
también el decirles que se trata de una conducta fea y peligrosa. Si los padres
tienen creencias religiosas en las que la conducta de masturbación es condenada,
tienen todo su derecho a transmitirlas, pero no deben decirles a sus hijos que la
masturbación sea física y psíquicamente peligrosa, porque no es verdad. No se
puede instrumentalizar la ciencia para legitimar consejos basados en creencias
religiosas.
Y que:
Los prepúberes tienen suficientemente desarrollada la fisiología del placer
como para que, si la descubren, lleven a cabo conductas de autoestimulación o
experiencias sexuales con otros menores. La masturbación es la conducta sexual
que mejor expresa la motivación de placer, pero a veces lo buscan también a través
de juegos o experiencias sexuales bastante explícitas.
En la misma línea, un folleto divulgado por la Consejería de Salud de la
Generalidad de Cataluña entre las escuelas públicas incita a los niños y jóvenes
a masturbarse y realizar tocamientos a otros compañeros con el fin de conocer
mejor su cuerpo.
Fomentar que el niño crea que puede hacer lo que quiera con su cuerpo, cuando
quiera, como quiera y con quien quiera, supone sumirle en la más profunda de
las desgracias, al enajenar su libertad a los deseos impulsivos de su sexualidad.
Si el niño no se respeta a sí mismo ni a los demás desde pequeño, de adulto le
resultará impensable una relación respetuosa, estable y dignificante. Si el niño se
acostumbra a actuar impulsivamente sin ningún tipo de autocontrol del placer, se
Actualidades 247
CONCLUSIONES
P. Lucas Prados*
En primer lugar, la estabilidad normativa. No puede ser que cada año se cambie
la Ley Orgánica de Educación (LOE).
Si la concertada ahorra a la hucha común 4.000 euros al año por alumno, ¿por
qué es objeto de tantas campañas en contra?
En Navarra las cifras son entre 7.000 y 8.000 euros para la enseñanza pública por
alumno. Sin embargo, la concertada está entre 3.000-4.000 euros. El problema
está en cómo lo están vendiendo los gobiernos de izquierda, que confirman que
ese dinero de la educación concertada se le está quitando a la enseñanza pública,
cuando eso es taxativamente falso.
Se debe llevar a cabo una campaña en la que yo pueda llevar a mis hijos
al colegio que quiera porque eso supone respetar la libertad de los padres y un
ahorro económico muy importante para las instituciones públicas.
Alterar la voluntad de los padres. “Hay niñas con pene y niños con vulva”, aseguraba
tiempo atrás una campaña publicitaria de Chrysalis en Navarra y en el País Vasco.
¿Cómo valora el intento de imponer estas opiniones no corroboradas por la ciencia?
Lo que está sucediendo en Navarra va más allá de que alguien desde Estados
Unidos haya financiado cuatro pósters en las marquesinas de los autobuses. Se
trata de una provocación en toda regla que busca la reacción a la contra.
El problema que hay ahora mismo en Navarra es que se quiere subvertir la
voluntad de educación de los padres.
Otro ámbito es que aún en contra de los informes médicos se van a poder
aplicar determinados protocolos que fomentan la transexualidad, y eso es gravísimo
porque se están vulnerando los derechos de los menores.
¿Qué opinión le merece que se haya impedido una campaña de respuesta con el
lema “si naces hombre eres hombre”?
¿Qué nuevas leyes y normas autonómicas están afectando al derecho de los padres
a educar a sus hijos en Navarra?
Actualidades 249
el Parlamento de Navarra se está tramitando una proposición de ley foral que va
a dar rango de ley a esas cuestiones.
El protocolo no es obligatorio y vulnera varios principios constitucionales pero
cuando tenga rango de ley la cosa va a ser bastante diferente.
¿Qué pueden hacer los padres y la sociedad en general ante estas leyes?
Los padres con esas leyes deben ser insumisos, decir que no se van a aplicar. Los
colegios deben decir si van a ceder ante esa presión porque a los padres es un
tema que nos interesa.
Pues de ellos va a depender. Yo quiero saber qué va a hacer el centro al que llevo
a mis hijos y lo quiero saber cuanto antes porque si van a cumplir ese protocolo
me preocuparé de que mis hijos no vayan a ese colegio, sea un centro público
o privado.
Con valentía. El problema que tienen los colegios sobre todo los concertados es
un problema de economía, están atados económicamente y no se dan cuenta de
que la libertad solo tiene un camino y no es el de la sumisión económica. Esto a
muchos centros les va a pasar factura*.
No nos engañemos: la ideología de género no es otra cosa sino una movida del
padre de la mentira, que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios. Jesús
nos dice que para defendernos de este acusador mentiroso, nos enviará el Espíritu
de la Verdad.
El domingo después de Navidad y anterior a Año Nuevo, si no hay ese año
es el 30 de diciembre, la Iglesia celebra la fiesta de la Sagrada Familia. Este año
el lema que acompaña esta celebración es: “La familia, hogar que acoge, acom-
paña y sana”.
La familia es seguramente la institución natural más antigua que existe, pues los
seres humanos de todos los tiempos nacen, crecen y se desarrollan habitualmente
en el seno de una familia, que es la que les puede aportar la satisfacción a las dos
necesidades básicas del ser humano, es decir, comida y afecto. El hogar familiar
es el mejor ámbito para la acogida de los hijos, donde además se responde mejor
a las exigencias legítimas de la sexualidad, es decir, la reciprocidad y la entrega
Actualidades 251
la gana, aun prescindiendo de su biología y abriendo la puerta a la promiscuidad
más abyecta, en la que no está ausente ni la pederastia.
No nos engañemos: la ideología de género no es otra cosa sino una movida
del padre de la mentira, que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios.
Jesús nos dice que para defendernos de este acusador mentiroso, nos enviará el
Espíritu de la Verdad. Hoy, España, ante esta situación, necesita de la asistencia
especial del Espíritu Santo que ponga la luz de la Verdad en medio de las tinie-
blas del error, con el fin de que este Abogado nos defienda del encantamiento de
tantos sofismas con los que se pretende justificar la ideología de género, y que
confunden y engañan incluso a personas de buena voluntad.
P. Pedro Trevijano*
Actualidades 253
convertirse en hombre o mujer, y no quiere convertirse en hombre o mujer”, dijo
Périer, refiriéndose a Schmitt con un plural pronombre*.
Actualidades 255
JURISPRUDENCIA
JURISPRUDENCIA
1. EL JUZGADO DE LETRAS
Se funda:
Considerando:
Que, según la letra del art. 4° del contrato que en copia debidamente autorizada
corre a f. 1, aparece que el representante del gobierno se obligó a pagar a Mr.
Boucherat un sueldo mensual de cien pesos equivalentes a quinientos francos;
Que, después del 24 de agosto de 1877, fecha del contrato, el peso chileno ha
sufrido depreciaciones más o menos considerables según el cambio con Europa,
hasta el punto de que el sueldo de Boucherat ha podido disminuir hasta un tercio
o más de su apreciación en francos;
Que el no uso de un derecho no perjudica a la persona que lo tiene si no ha
trascurrido el tiempo necesario para que lo pierda por prescripción;
Que la ley de 23 de julio de 1878 que hizo inconvertible el billete de banco
y lo consideró como moneda legal para la solución de todas las obligaciones
que debían cumplirse en Chile, no dispuso nada respecto de los casos en que se
tomaba por tipo la moneda extranjera.
Por estos fundamentos, y con arreglo a lo dispuesto en los arts. 1546, 1570
y 1574 del Código Civil, se declara que ha lugar la demanda de f. 6; y, en conse-
cuencia, que las partes deben nombrar un perito, o el juzgado en su desacuerdo,
para que liquide los sueldos de que trata el contrato de f. 1, señalando la diferencia
que en cada mes ha existido entre el valor del peso chileno con relación a cinco
francos, entidad que sirvió de tipo en el expresado contrato, hasta la fecha de la
liquidación, debiendo verificarse igual trabajo cada mes que transcurra hasta la
terminación del citado convenio de f. 1. Consúltese. Henríquez. Rengifo, secretario.
2. LA CORTE
COMENTARIO
I. Una joya escondida entre los millares de páginas de la Gaceta de los Tribunales,
la sentencia Boucherat presenta un caso que mezcla aspectos de imperatividad
II. Los hechos de la causa son bastante simples. Se trata de un caso de sueldos de
un funcionario público extranjero, en el que, habiéndosele contratado para realizar
distintas prestaciones relacionadas con actividades pirotécnicas, la Administración
celebró un contrato que establecía un pago en moneda nacional expresado con
equivalencia en moneda extranjera: según lo expuesto en la parte expositiva de la
sentencia de primera instancia, “cien pesos o sean quinientos francos mensuales”,
o según la parte considerativa “cien pesos equivalentes a quinientos francos”.
Dicha equivalencia mantuvo una sustancial estabilidad económica al inicio
de la ejecución del contrato, de modo que el peticionario originalmente no efec-
tuó ningún tipo de reclamación por eventuales disconformidades menores. Pero
luego intervino un factor desequilibrante que nadie anticipó en un principio: la
actividad del propio Legislador.
IV. Esta ley representaba el desenlace normativo de una importante crisis mone-
taria, derivada de la recesión mundial que comenzó en 1873 y que disminuyó
drásticamente las exportaciones chilenas. Para enfrentar esta situación y propiciar
la obtención de divisas, se exportó oro, con lo que se desencadenó una reducción
de la masa monetaria y un retiro de buena parte de los depósitos existentes. El
Estado, a fin de evitar una corrida bancaria, adoptó la medida de la inconvertibili-
dad, a través de la referida ley de 23 de julio de 1878. Al disponer que los billetes
emitidos por los bancos pasaban a tener curso legal para todo tipo de obligaciones
–y sin perjuicio de otros factores concomitantes–, el peso chileno se desvalorizó 2.
Así, la especie Boucherat representa bien cómo en el derecho público pueden
influirse y relacionarse distintos ámbitos de la realidad. En este caso, una medida
político-económica, como la ley de inconvertibilidad de los billetes de banco,
terminó perturbando un vínculo propiamente jurídico, es decir, referido a lo justo
debidamente asignado a una persona.
Jurisprudencia 261
V. El primer elemento jurídico que sobresale de esta sentencia –palmario, incontro-
vertible– es la plena vigencia de la imperatividad de los contratos administrativos,
incluso al aplicársele en la esfera de la función pública.
La sentencia muestra que no existe ningún privilegio –una privata lex– que
le permitiera al Fisco alterar irresponsablemente los vínculos contractuales ya
contraídos, ni aun a pretexto de existir una subordinación del sujeto contratado
o una necesidad imperiosa de utilidad pública.
Esto no debe sorprender: hay que recordar que estábamos en el apogeo del
derecho liberal decimonónico, y aunque ciertas fórmulas “estatutarias” puedan
haber existido a la época, lo natural era concebir figuras jurídicas como esta bajo
una lógica lisa y llanamente contractual. Existían principios en la teoría de los
contratos –y de las obligaciones– cuya consistencia era suficiente para propiciar
su aplicación tanto en la esfera pública como la esfera privada. Lejos de ser una
disrupción, esta lógica procedía de la antigua práctica de beber de fuentes comu-
nes para un sinfín de problemas jurídicos, que por siglos había emanado de las
Partidas o de alguna de las Recopilaciones de leyes y que ahora había que leer
en buena medida bajo las claves de la codificación nacional.
VI. Y por ello esta sentencia muestra –entre centenares de otros ejemplos– cómo
las normas del Código Civil podían aplicarse sobre el derecho público sin ningún
problema, siempre que con ello se propiciaran criterios de justicia. Es cierto que
los jueces podían ser selectivos en las normas utilizadas, pero de ninguna manera
existía una ideología de exclusión del Código Civil bajo la argumentación de que
se trataría de un cuerpo normativo “de derecho privado”.
En esta especie puede advertirse cómo todas las normas “generales” (es decir,
no referidas al problema concreto de la inconvertibilidad) citadas en la sentencia
proceden del Código Civil. Entre ellas se destaca su artículo 1546.
Como se sabe, dicho precepto alude a la aplicación del principio de buena
fe contractual: “los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente
obligan no solo a lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan
precisamente de la naturaleza de la obligación, o que por la ley o la costumbre
pertenecen a ella”. A esto también se debía sujetar el Estado. Tal como había des-
tacado décadas antes la sentencia arbitral Portales, Cea y Compañía, “la seguridad
y el comercio desaparecerían de la República si fuese lícito prevalerse del poder
para faltar a la fe de los pactos”3.
Al asociar imperatividad de los contratos y buena fe, el juzgado de letras y la
Corte Suprema proyectaron una censura a la actuación de la Administración, cuyo
intento de eludir el cumplimiento de lo pactado era considerado como un caso
de mala fe en materia de obligaciones. “El representante del gobierno se obligó
a pagar…”4, subraya el considerando primero. Y nótese que no hubo necesidad
de recurrir a una lógica potestativa, en el sentido de ejercerse directamente un
poder-deber finalizado: bastó con la lógica obligacional.
¿Es esto una equivocación, tratándose de una esfera de derecho público? No;
no lo es. Y no lo es porque la lógica potestativa está implícita detrás de la obligación
correspondiente. El Estado tiene el poder-deber de celebrar contratos, y con ello,
VII. Si el Estado no tenía prerrogativas para violar el contrato celebrado, ¿podía ser
declarado responsable por los perjuicios derivados de la violación? Esta segunda
cuestión permite abordar otro aporte significativo de esta sentencia a nuestro
derecho público.
La sencillez de su lenguaje puede mover a subestimar su aporte. Y por ello es
importante examinar cuidadosamente sus expresiones. El considerando crucial en
este sentido es el segundo: “después del 24 de agosto de 1877, fecha del contra-
to, el peso chileno ha sufrido depreciaciones más o menos considerables según
el cambio con Europa, hasta el punto de que el sueldo de Boucherat ha podido
disminuir hasta un tercio o más de su apreciación en francos”.
¿A qué apuntan estas expresiones? A un desequilibrio económico del contrato
producido por factores externos. En otras palabras, y sin mencionar ningún con-
cepto de acentuado significado técnico, apuntan a lo que hoy designamos bajo
las denominaciones de hecho del príncipe o teoría de la imprevisión; la primera
más bien imputable a un hecho o acto de la autoridad política, la segunda a un
evento casual o derivado de otros factores externos.
El debate de la cuestión muestra una concomitancia de ambos tipos de facto-
res, pero destacando que la influencia determinante habría sido la actividad del
propio Estado de Chile. Así, el demandante no solo se basó en la interferencia
producida por la ley de 23 de julio de 1878, sino que añadió otro texto legislativo,
destacando que: “la ley de 10 de abril de 1879, dando curso forzoso a la primera
emisión de papel moneda que hacía el gobierno, abatió, como era muy natural,
el valor del papel emitido, subiendo el cambio sobre Europa hasta un noventa o
un ciento por ciento, haciendo de esta manera las condiciones de mi contrato
muy desfavorables, porque la depreciación de la moneda legal reducía en buenos
términos a dos terceras partes y aun a la mitad mis honorarios”5.
Esta ley de 10 de abril de 1879 sencillamente continuaba la política mone-
taria de inconvertibilidad del gobierno del presidente Aníbal Pinto, al autorizarle
“emitir, ya directamente, ya por medio de los bancos de emisión establecidos en
la República, hasta seis millones de pesos en billetes al portador, de curso forzoso
y que serán moneda legal para la solución de toda especie de obligaciones, cua-
lesquiera que sean su fecha y los términos en que estén otorgadas”6.
Igualmente, la defensa fiscal entendió como primordial la actividad legislativa
en este caso. Y amparaba la irresponsabilidad del Estado que aspiraba a demostrar
en el hecho de tratarse de un caso de actividad del Legislador: “la ley de 23 de julio
de 1878 que hizo inconvertible el billete de banco, lo consideró como moneda
Jurisprudencia 263
legal para la solución de todas las obligaciones que debían cumplirse en Chile”
(fundamentación 3ª)7. En otras palabras, si había existido un perjuicio, este se había
derivado de la existencia de una disposición legal; y como el sueldo debía pagarse
“en la moneda legal que circulase en la república” (fundamentación 1ª), del perjuicio
de que se reclamaba no se debería reparación alguna, dado que la víctima estaría
obligada a someterse a las disposiciones que el Legislador emitiera sobre la materia.
VIII. Con todo, la sentencia no proclamó abiertamente que la causalidad del daño
se había producido por la acción del Estado Legislador. En esto dio muestras de
una gran delicadeza de razonamiento.
Ella se derivaba del hecho de que también la Administración había contribuido
a engendrar el daño que había padecido el afectado, porque ella se había negado
a pagarle el monto real de remuneraciones a Aquiles Boucherat, cobijándose en
las disposiciones legales para pagarle nominalmente en pesos, prescindiendo de
la equivalencia que expresaba el contrato, y optando por la interpretación que
más le convenía.
Por ello es que el considerando cuarto de la sentencia apuntaba que “la ley
de 23 de julio de 1878 que hizo inconvertible el billete de banco y lo consideró
como moneda legal para la solución de todas las obligaciones que debían cum-
plirse en Chile, no dispuso nada respecto de los casos en que se tomaba por tipo
la moneda extranjera”. El rol hermenéutico del juez sobresale en esto con todo
vigor, pues hay que tener presente que la referida ley de 1878 había dispuesto que
los billetes de banco a que se refería “se considerarán como moneda legal para
la solución de todas las obligaciones que deben cumplirse en Chile, contraídas
antes o con posterioridad a la fecha de esta ley, y cualquiera que sea la forma en
que se hayan otorgado”.
¿Qué significaba la fórmula “todas las obligaciones”? La Administración hu-
biera podido entender que esto involucraba aun las obligaciones que expresaran
equivalencias con monedas extranjeras. Pero nuestros tribunales, sin ninguna
deferencia por la interpretación efectuada por la Administración, estimaron que
esta había sido antijurídica, porque para extenderse a aquellas obligaciones que
tomaban por tipo de cambio una moneda extranjera, se hubiera necesitado de
una mención expresa. No existiendo tal, el derecho de Boucherat no se había
visto afectado por la disposición legal y debía por lo tanto cumplirse en su senti-
do original que comprendía la equivalencia en francos. La Administración había
violado el contrato, invocando falsamente una disposición legal, y debiendo por
lo tanto responder.
8V. gr., Zúñiga Urbina, Francisco. Responsabilidad patrimonial del Estado Legislador.
público del primer período patrio en nuestro El nacimiento del derecho administrativo patrio
de Chile (1810-1860). Thomson Reuters. Santiago. 2015, passim, pero esp. 63-82.
Jurisprudencia 265
En efecto, desde la perspectiva del antiguo régimen, el del derecho indiano,
hay ecos de una óptica menos obsesa en la exactitud en la geometría normativa y
dotada de una docilidad más natural para entender a la ley como un instrumento
(importante, pero instrumento al fin y al cabo) de justicia; desde la perspectiva del
nuevo régimen, el del derecho patrio, se percibe una profundización de la visión
chilena sobre el principio moderno de separación de funciones estatales, partiendo
del simple hecho de siquiera tramitar una cuestión como la de marras.
XII. En síntesis, esta sentencia permite ilustrar la lucidez con que, ya en esta época,
nuestro derecho público abordaba problemas complejos que abrazaban simultá-
neamente imperatividad contractual, ejercicio de atribuciones legislativas, ejercicio
de atribuciones administrativas y hermenéutica en el ámbito del derecho público.
Hacia fines del siglo XIX, el derecho público chileno ofrecía una sofisticación no-
table frente a cuestiones que incluso en reputados regímenes extranjeros apenas
se empezaban a examinar. La labor de juristas de distintas inclinaciones políticas,
como Juan de Dios Vial del Río, Manuel Montt y José Victorino Lastarria –por no
nombrar más que algunos nombres insignes– exploraba y apuntaba a conquistar
terrenos fundamentales para una genuina majestad del derecho, allende un sim-
plismo de mera majestad de la ley.
1. Que la ley de 17 de julio de 1884, que creó el Registro Civil, en su artículo 16,
fijó los sueldos de que debían gozar anualmente los Oficiales del Registro Civil
y en ninguna de las disposiciones de la ley recordada se impuso a esos emplea-
dos la obligación de pagar por su cuenta los cánones de arrendamiento de sus
respectivas oficinas;
Jurisprudencia 267
2. Que, según lo dispuesto en el artículo 140 de la Constitución Política del
Estado, no puede exigirse ninguna especie de servicio personal, o de contribución,
sino en virtud de un decreto de autoridad competente, deducido de la ley que
autorice aquella exacción y manifestándose el decreto al contribuyente en el acto
de imponerle el gravamen;
3. Que no cabe duda que los locales en que funcionan los Oficiales del
Registro Civil, son oficinas del servicio público y su mantenimiento es de rigor
que sea costeado con fondos del Erario público, ya que la ley especial no impone
esa contribución al empleado encargado de servirla;
4. Que a mayor abundamiento consta del documento de fs. 8, que por Decreto
Supremo de 16 de Noviembre de 1895, se mandó poner a disposición del Oficial
del Registro Civil de San Bernardo la cantidad de treinta y seis pesos, a efecto
de atender el pago del canon de arrendamiento de la oficina de su cargo, por el
trimestre de octubre, noviembre y diciembre de aquel año, reconociéndose así el
derecho que reclama el demandante;
Y visto lo dispuesto en el artículo 1690 del Código Civil y 303 del Código
de Procedimiento Civil, se declara: que ha lugar a la demanda, en cuanto a que
el Fisco debe pagar a don Alberto Ravest la suma de novecientos setenta y dos
pesos, saldo de cánones de arrendamiento que se le adeudan por el local que ha
ocupado la Oficina del Registro Civil de San Bernardo, circunscripción primera
del departamento de la Victoria, desde el 17 de septiembre de 1895, hasta el 22
de noviembre de 1902.
- Anótese y consúltese. - Luis Lezaeta.
Apelada esta sentencia
La Corte:
Vistos:
COMENTARIO
de las Leyes Laicas, junto con la Ley de matrimonio Civil y de Cementerios Laicos) que esta-
bleció un servicio para llevar un registro de nacimientos, matrimonios y defunciones (antes
pertenecía a las parroquias).
4“Contra Sperberg Dermler, Max y otro”, RDJ, T. 90 Nº 3 (1993), sec. 2, pp. 117-ss. Corte
San Miguel, apelación. Se trata de un caso de fraude aduanero, la Corte habla de “principio
constitucional de tipicidad”.
5El legislador penal debe ser exhaustivo, por exigencias constitucionales, en la descripción
del tipo penal. Las leyes penales en blanco implican por una parte un exceso del legislador
al permitir completar la tipificación con normas de menor jerarquía y también la actuación
Jurisprudencia 269
anticipadamente por el legislador y debe interpretarse en términos restrictivos. Si la
conducta no encuadra en un tipo penal, simplemente no hay delito por atipicidad
y no corresponde aplicar pena, aunque el acto sea solo “similar” al descrito por
la ley. En materia tributaria: los gravámenes y demás cargas públicas deben ser
creados por ley y también la interpretación debe ser restrictiva, como veremos más
detalladamente. Algo similar sucede en materia de atribuciones de entes estatales,6
sobre en todo en caso de sanciones administrativas7, que no es sino la aplica-
ción del principio de juridicidad, fundamental en el derecho público moderno.
El Juzgado recalca que la Carta Fundamental del 1833 garantiza que no puede
exigirse ninguna especie de tributo sin ley que lo justifique, como es el caso en
comento. De esta manera, no hay obligación de acuerdo al Artículo 1437 del Código
Civil, ya que no hay fuente legal que la sustente, como requiere la Constitución.
El Tribunal continúa señalando que, al ser oficinas del servicio público, es obvio
que el arrendamiento debe ser asumido por el Fisco, no puede ser obligación del
funcionario costear los locales. Sin decirlo, el Juez parece considerar que habría
enriquecimiento indebido si el funcionario tuviera que asumir el costo del local.
Según destaca el profesor Peñailillo, el principio de enriquecimiento sin causa
rechaza el empobrecimiento de un patrimonio y el enriquecimiento correlativo
de otro sin una razón que lo justifique. Como este principio está conectado con
la justicia y la equidad, su vínculo con las doctrinas de derecho natural es evi-
dente; tanto los jueces como el legislador lo utilizan al fundamentar fallos o crear
instituciones8. La proscripción y corrección del enriquecimiento injusto está tan
íntimamente arraigada en nuestro ser que es imposible imaginar un sistema jurídico
civilizado que base sus instituciones en una idea distinta. Nuestros tribunales han
caracterizado al enriquecimiento sin causa como como “principio de justicia uni-
versal”, recalcando su importancia9. El Estado tiene la potestad de imponer cargas
públicas y estas deben ser asumidas por los ciudadanos; pero si estas implican un
debe asumir “personalmente” las funciones del directorio y del gerente, en consecuencia no
puede delegar la totalidad de dichas funciones en otro funcionario. No se aplican las normas
del mandato ya que se trata de materias de derecho público, donde no cabe la analogía ni la
interpretación extensiva. “Bco. Continental con Bahamondes y otros”, RDJ, T. 81 Nº 1 (1984),
sec. 2, pp. 11-ss. Corte Stgo., Apelación. Este es un caso en que el derecho común no se aplica
supletoriamente, de otra manera el sentido de la institución se distorsionaría.
7“Megavisión S.A. con Consejo Nacional de TV”, RDJ, T. 90 Nº 1 (1993), sec. 5, 39-ss.
Apelación de multa impuesta por el ente en cuestión. La Corte de Stgo. señala que hay una
regla constitucional clara contra las interpretaciones extensivas de las potestades públicas que
afectan los derechos fundamentales.
8Peñailillo Arévalo, Daniel, “El enriquecimiento sin causa: principio de derecho y fuente
Corte Suprema.
del IVA, se ha invocado en su contra esta teoría. “Importadora Mapal Ltda. con SII”, apelación
en sentencia sobre reclamación tributaria, Corte de Stgo., Revista Chilena de Derecho, Vol. 26
Nº 2 (1999), 495-ss. En un sentido similar, “Automotriz Rosselot S.A. con SII”, Revista Fallos
del Mes, Nº 416 (Julio 1993), 425-ss. Corte Suprema. Protección.
11Ver nuestro trabajo “La fuerza vinculante de la jurisprudencia administrativa”, Revista
Chilena de Derecho, Vol. 28 Nº 1 (2001), 149-ss. También Soto Kloss, Eduardo, “Acerca de la
Obligatoriedad de los Precedentes en la Actividad Administrativa del Estado”, Revista Chilena
de Derecho, Vol. 26 Nº 2 (1999), 403 y ss.
12Al respecto, ver recurso de protección “Toro con Gerente general del Banco Central”,
RDJ T 81 Nº 2 (1984), sec. 5, 138-142. Corte de Santiago (confirmado por la Corte Suprema)
sostiene que si la autoridad (Banco Central) accediere a lo pedido por la recurrente, que no
cumple con los requisitos exigidos por el ordenamiento reglamentario, estaría realizando pre-
cisamente un acto discriminatorio en favor de una persona, al contrariar un acuerdo expreso
y general, e infringiría por ello mismo lo dispuesto tanto por el Nº 22 del artículo 19 como
por el artículo 98 inciso final de la Carta Fundamental.
13Ver “Muñoz Permuth con Directora de Obras Municipales de la Municipalidad de
Concepción”, el tribunal señala que el permiso de construcción “ha generado efectos vinculantes
para la Dirección de Obras Municipales, en términos que la dejan ligada a una situación que
no puede alterar motu proprio si con ello se afecta un derecho de un tercero (venire contra
factum propium non valet)” y “En el caso de la discutida paralización inmediata decretada
por la recurrida se ha realizado una conducta contradictoria con su anterior proceder. El
permiso de edificación otorgado al recurrente, después de ser examinada y aprobada toda la
documentación acompañada, el cual ingresó como derecho adquirido a su patrimonio y se
encuentra amparado por el derecho de propiedad y garantizado por la Carta Fundamental,
no puede ser dejado sin efecto por un acto propio de la misma recurrida, discrepante con
su precedente comportamiento”. RDJ T 89 Nº 3(1992), sec. 5, 384-ss. Corte de Concepción.
Protección. Comentada por Eduardo Soto Kloss.
Jurisprudencia 271
por esto no se “debe remuneración alguna”. Si Legislador crea excepciones “que
solo él califica” y da una “concesión” al Ejecutivo, en opinión de la Corte esto
implica que el Fisco no asume los costos (y corresponde al funcionario). El previo
pago trimestral de la renta no genera obligación alguna porque “el decreto en que
se ordenó hacer tal pago, se limitó a una época determinada, y no habiéndolo
hecho, el Supremo Gobierno expresó su voluntad de poner término a esa conce-
sión”. La Corte estima que la ley otorga un poder discrecional a la Administración.
Claramente es una interpretación reduccionista que no considera el ordenamiento
jurídico como un todo ni los principios básicos que lo sustentan.
Según la legalidad tributaria, solo a través de una ley se puede establecer,
modificar o derogar tributos; la ley es la única fuente formal autorizada para
crear cargas públicas14. Desde el punto de vista del tributo, todos sus elementos
deben estar regulados por la ley, esto es: hecho gravado, sujetos activo y pasivo,
base imponible, tasas y supuesto de exención15. Como señala Héctor Villegas, el
principio de legalidad tributaria tiene “su fundamento en la necesidad de proteger
a los contribuyentes en su derecho de propiedad, por cuanto los tributos importan
restricciones a ese derecho, ya que en su virtud se sustrae, a favor del Estado, algo
del patrimonio de los particulares. Para Locke la propiedad es un derecho natural,
emanación del trabajo. En este caso, la protección del derecho de propiedad se
garantiza con la división de poderes públicos y la contención de los potenciales
abusos del Estado, sobre todo del Ejecutivo. Entonces, la limitación del derecho
de propiedad solo puede ser autorizada por el Parlamento, el órgano que repre-
senta al pueblo16. En otras palabras, se trata de invasiones del poder público en
los patrimonios particulares y estas invasiones pueden hacerse únicamente por
medio del de la ley, manifestación de la voluntad popular. Resulta evidente que
detrás de la legalidad tributaria encontramos las ideas de seguridad jurídica y
14“Inmobiliaria Marina Golf Rapel S.A. con SII”, Rol Nº 3033 (2016), inaplicabilidad. El
Tribunal Constitucional Chileno ha señalado que los elementos esenciales de la obligación
tributaria deben quedar fijados suficientemente por la ley, no pudiendo efectuarse remisiones
vagas y genéricas a la potestad reglamentaria de ejecución. En la misma sentencia se señala que
estos elementos son: el hecho imponible, los sujetos obligados al pago, el procedimiento para
determinar la base imponible, la tasa, las situaciones de exención y las infracciones. Ahora bien,
en la misma sentencia, en su considerando decimotercero, el Tribunal Constitucional señala
cuando el legislador hace una remisión a un reglamento, esta no puede recaer sobre elementos
esenciales, los cuales siempre deben estar determinados o ser determinables según la ley, al
punto de excluir toda discrecionalidad de la autoridad administrativa para su configuración.
15Es lo que se conoce como la doctrina de la Reserva Legal Amplia, consagrada en el
Artículo 4 del Modelo de Código Tributario para América Latina, que dispone que solo la ley
puede: (1) Crear, modificar o suprimir tributos; definir el hecho generador de la relación tribu-
taria, fijar la alícuota del tributo y la base de su cálculo e indicar el sujeto activo; (2) Otorgar
exenciones, reducciones o beneficios; (3) Establecer los procedimientos jurisdiccionales y
administrativos, en cuanto estos signifiquen una limitación o reglamentación de los derechos
o garantías individuales; (4) Tipificar las infracciones y establecer las respectivas sanciones;
(5) Establecer privilegios, preferencias y garantías para los créditos tributarios; y (6) Regular los
modos de extinción de los créditos tributarios por medios distintos del pago. Para un análisis
más profundo véase Ugalde, Rodrigo y García, Jaime, Elusión, Planificación y Evasión Tributaria,
de, Editorial Lexis Nexis, Santiago de Chile, 2006, 28-ss.
16Ver Tully, James, A Discourse on Property: John Locke and His Adversaries (Cambridge,
CUP, 1982). También, Kramer, Matthew H., John Locke the Origins of Private Property:
Philosophical Explorations of Individualism, Community and Equality (Cambridge, CUP, 1997).
21Rodrigo Céspedes*
Jaime García**
17La importación de vehículos motorizados está gravada con múltiples tributos: aparte
de los derechos ad valorem (Arancel Aduanero y Ley 18.525), IVA e impuestos especiales
a los vehículos motorizados en los Arts. 41, 43 bis y 46. La base imponible de todos estos
tributos es la misma del IVA: el valor aduanero más los derechos ad valorem. Sin embargo,
el SII, mediante Circular 19/1993, excediendo sus facultades interpretativas, aumentó la base
imponible y, consecuencialmente incrementó el monto del impuesto. La Corte de Stgo., en
dos casos ha estimado que el SII carecía de competencia y la circular adolecía de nulidad
de derecho público. “Importadora Mapal Ltda. con SII”, Revista Chilena de Derecho, Vol.
26 Nº 2/1999, 495-501; “Camare Autos S.A. con SII”, Gaceta Jurídica Nº 230/1999, 222-ss.
Apelación reclamación tributaria. Misma situación en “Automotriz Rosselot S.A. con SII”,
Revista Fallos del Mes Nº 416 Julio/1993, 425-430. Corte Suprema. Protección (aunque solo
solicita que el nuevo criterio no se aplique retroactivamente).
18Casás, Osvaldo, Estudios de Derecho Constitucional Tributario, Editorial Depalma,
caso del Siglo XIX”, Revista de Estudios Histórico-Jurídicos 39 (2017), 379-383; del mismo,
“Contra el subdelegado don Medardo Monti”, por abusos, Corte de Apelaciones de Concepción,
18.12.1867. Tribunal de Los Anjeles. 30.08.1867, Ius Publicum Nº 28 (2017), 275-279.
21*Research Fellow, Max Planck Institute for Social Anthropology (Halle), Department
Jurisprudencia 273
CORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO
13 de junio de 1916
Caballero y otros con Municipalidad de San Felipe
(Ilegalidad de acuerdo municipal)
Revista de Derecho, Jurisprudencia y Ciencias Sociales,
Año XIII Números 1-10 (marzo a diciembre de 1918)
Los señores Ramón Caballero, Felipe Báez, Manuel Silva y Emilio Videla, se pre-
sentaron ante la Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago solicitando se declarara
nulo el acuerdo de la Municipalidad de San Felipe, en la parte referente a lo dis-
puesto en el artículo 29 del Reglamento de fecha 27 de diciembre del año 1915
el que estiman ilegal y dice así:
“Segundo. -Las puertas de locales de carnicerías que quedan hacia la calle,
deben ser construidas absolutamente de fierro con amplio tragaluz provisto de
barrotes de fierro, convenientemente dividido”.
Que reclamaron oportunamente ante la Ilustre Municipalidad de San Felipe,
ya que llevado a la práctica, el reglamento, ocasionaría para ellos perjuicios tan
grandes que casi puede decirse terminarían con la industria de abasto por el fuerte
gravamen que se les impondría sin razón que lo justifique.
Se pidió informe a la citada Municipalidad, quien hace presente, que haciendo
uso de la facultad que le confiere el Artículo 25 de la Ley de Municipalidades,
reglamentó las condiciones higiénicas y de sanidad que estimó necesarias en bien
del público, buscando así también una fiscalización para la mejor vigilancia de
lo que se expenda en los puestos de abasto.
Se oyó al señor Fiscal, quien estima que se debe negar lugar a lo pedido por
los recurrentes en atención a que lo dispuesto en el Artículo 29 del Reglamento
en cuestión no contraría a la libertad de trabajo o industria sancionada por el
Artículo 142 de la Constitución, la que obliga a que no esté en oposición a las
buenas costumbres, a la seguridad, a la salubridad pública o al interés nacional.
La Corte:
Jurisprudencia 275
COMENTARIO
I. INTRODUCCIÓN1, 2
La sentencia que comentamos tiene más de 100 años; aun así, no deja de sor-
prender la actualidad de la controversia y la moderna aproximación del Tribunal.
La Municipalidad de San Felipe, atendido a que tiene por ley competencias en
materias de higiene, decide reglamentar e imponer condiciones para garantizar
la salubridad de las carnicerías (puertas del local deben ser “totalmente de fierro,
con amplio tragaluz provisto de barrotes de fierro convenientemente divididos”).
Los recurrentes (todos dueños de carnicerías)3 estiman que el acuerdo municipal
es ilegal y nulo porque imponen un gravamen excesivamente oneroso, a tal punto
que afectaría la libertad de trabajo garantizada por la Constitución4. Agregan que
la carga impuesta, además, carece de “razón que la justifique”. La Municipalidad
estimó que solo estaba desplegando las facultades que la ley le concedía. La
Ley de Comuna Autónoma de 1891 otorgaba considerable autonomía a las mu-
nicipalidades y amplias competencias, que cubrían aspectos como el aseo y el
ornato, el fomento de la educación y de las industrias, la salubridad, la policía
de seguridad, etc.
Una posible objeción a la medida comunal podría ser la infracción a la
legalidad tributaria, principio constitucional ya aplicado reiteradamente por la
jurisprudencia chilena durante el siglo XIX5. Una vía más complicada sería analizar
la relación entre Constitución, ley y reglamento municipal, cuestión bastante téc-
nica considerando la magnitud y amplitud de la descentralización dada por la ley
a las municipalidades, además del otorgamiento de potestades muy generales. La
Corte de Apelaciones de Santiago opta por una aproximación más sutil al asunto:
la oportunidad o conveniencia de la medida6. No se trata de comparar en abstracto
ser prohibida, a menos que se oponga a las buenas costumbres, a la seguridad o a la salubridad
pública, o que lo exija el interés nacional, i una lei lo declare así”.
5Ver Bocksang, Gabriel, “La reconfiguración y consolidación de la alcabala en el dere-
cho patrio chileno (1810-1866)”, Revista Chilena de Derecho (2017), Vol. 44 Nº 3, 727-753.
También, Céspedes, Rodrigo, “Cargas públicas y enriquecimiento sin causa. un caso del siglo
XIX”, Revista de estudios histórico-jurídicos (2017) Nº 39, 379-383.
6Las cuestiones de oportunidad no son extrañas al derecho, el Artículo 477 del CPC,
sobre la renovación de la acción ejecutiva, señala que el ejecutante cuya demanda ejecutiva
haya sido rechazada puede interponer nueva demanda ejecutiva. Esta renovación tiene lugar
cuando la demanda ejecutiva ha sido rechazada por acogerse las excepciones de incompe-
tencia, incapacidad, ineptitud del libelo, o falta de oportunidad en la ejecución. Esta última
excepción se relaciona con la concesión o prórroga de un plazo, pero la jurisprudencia le ha
dado una lectura más bien amplia, incluyendo cuestiones de conveniencia.
7Ver Soto Kloss, Eduardo, “Acerca del llamado control de mérito de los actos adminis-
propósito de la represión de una huelga general en Valparaíso, con grave perturbación del
orden público. La Soc. Fusch y Plath tenía depositadas en el puerto varias partidas de cerveza
y botellas vacías para su exportación. La turba se adueñó de parte de la cerveza de propiedad
de CCU. La autoridad ordenó que se arrojara al mar la cerveza (450 cajones) perteneciente
a los demandantes, para que no cayeran en manos de la turba. Los demandantes solicitan al
Fisco una indemnización. La Corte dio lugar a la indemnización basada en que el deber que
tiene la autoridad de mantener el orden público no la faculta para que, en caso de conmoción
pública, adopte el primer medio que se le presente; tampoco la exime de recurrir entre varios
medios a aquel que menos daño ocasione al derecho de los particulares (por ejemplo, pudo
haber trasladado la cerveza a otro lugar, etc.). El Estado es responsable de indemnizar los per-
juicios causados a particulares por la adopción de medidas poco idóneas y desproporcionadas
que, frente a una situación determinada, no constituyen el último arbitrio al cual se ha debido
recurrir. En este caso, la antijuridicidad del actuar administrativo lo marca la desproporción
de la medida tomada; existiendo otras alternativas posibles, menos dañosas que la autoridad
pudo haber adoptado.
9El Tribunal parece aquí sugerir y proponer una alternativa menos gravosa y más eficiente
a la Administración.
Jurisprudencia 277
ejercicio de la libertad de trabajo. La Corte aplica este principio al resaltar que es
inequitativo “imponer un gravamen ruinoso o por lo menos excesivo, atendido su
capital, como sería el gasto de una puerta de fierro”.
El Tribunal parece ocupar algunos aspectos del test de proporcionalidad,
modernamente sistematizado por Robert Alexy10 y de general aplicación en el
derecho público comparado11. Asimismo, la Corte intuye el concepto de “contenido
esencial de los derechos”. También se vislumbra lo que la Escuela de Chicago de-
nomina “análisis económico del derecho” según el cual se evalúan consecuencias
concretas de una norma existente y se predicen los posibles efectos de la misma
(en especial los nocivos)12. En palabras simples, se valora la eficiencia de una
regulación, su probable externalidad (sobre todo las negativas) y la optimización
de los recursos públicos.
Más aún, el Tribunal considera que la ilegalidad no siempre es el producto del
desajuste entre varios órdenes normativos de diferente nivel. El hecho que la ley
otorgue potestades a un ente estatal no hace automáticamente que su ejercicio sea
legítimo. Consecuencialmente, para hacer justicia y aplicar la necesaria equidad
deben considerarse aspectos extrapositivos. En efecto, la aplicación de ideas como
la proporcionalidad o la razonabilidad, el coste y beneficio social en el control
judicial de la actividad administrativa permite proteger efectivamente el derecho
de los ciudadanos y correlativamente evitar abusos estatales. La Corte entiende
el término “ilegal” como “antijurídico”, que incluye lo arbitrario, caprichoso,
abusivo e insensato. La jurisdicción normalmente no puede sustituir el criterio de
la Administración por el suyo (aunque no esté de acuerdo) y, obviamente, debe
tener cierta deferencia por la autoridad que ejerce una competencia estatal, sea
porque representa democráticamente a la ciudadanía o es técnicamente especia-
lizado. Este caso es una excepción y no hay atentado a la separación de poderes
simplemente porque el ejercicio de la potestad excedió los límites permitidos por
la justicia natural y, claramente, lesionó ilegítimamente un derecho fundamental,
al punto de poner en riesgo su ejercicio. En estos casos extremos, los tribunales
pueden decidir sobre la “conveniencia, equidad y discreción” de las medidas
administrativas. La Constitución no autoriza a los órganos jurisdiccionales a suplan-
tar a la Administración por simples diferencias de criterio, la Corte no cuestiona
la potestad sino su ejercicio abusivo y dañoso, por lo que no hay riesgo de que
la autonomía municipal desaparezca o que el servicio no sea eficiente (lo que
ahora llamaríamos judicialización de la política). La Corte no solo fundamenta
su veredicto con estos argumentos, sino que también apela al interés general o
bien común, no entendido como una forma de colectivismo sino como el bie
10Ver sus “Constitutional Rights, Balancing, and Rationality”, Ratio Juris, Vol. 16 Nº 2
(June/2003), 131-140; “On Balancing and Subsumption: A Structural Comparison”, Ratio Juris,
Vol. 16 Nº 4 (December/2003), 433-449; “Balancing, constitutional review, and representation”,
International·Constitutional Law, Vol. 3 Nº 4 (2005), 572-581. Pero especialmente, A theory
of Constitutional Rights, OUP, Oxford, 2002.
11Stone Sweet, Alec and Mathews, Jud, “Proportionality, Balancing and Global
Jurisprudencia 279
Municipal, quien reglamenta normas legales bastante (demasiado) amplias. En estos
casos, la “conveniencia, equidad y discreción” en la aplicación de las medidas
administrativas pueden ser controladas por los tribunales.
La Corte acepta la nulidad (de derecho público) solicitada por las recurren-
tes basadas en una “ilegalidad” cuyo motivo no es la disparidad entre la ley y
el reglamento municipal. El vicio no es un problema formal de descoordinación
entre fuentes de diversa jerarquía. El vicio es sustancial, el contenido del acto ad-
ministrativo es contra derecho. Simplemente la decisión tomada por la autoridad
correcta, utilizando el procedimiento acertado, no cumple con requerimientos
básicos de justicia y razonabilidad*.16
16*Rodigo Céspedes. Research fellow, Max Planck Institute for Social Anthropology
PRIMERO: Que con fecha veintisiete de agosto del presente año, comparecieron
los abogados señores Ciro Colombara y Aldo Díaz Canales, deduciendo acción
constitucional de protección en favor de doña Dorothy Aurora Pérez Gutiérrez
en contra del Contralor General de la República, señor Jorge Andrés Bermúdez
Soto, por sí, y en representación de la Contraloría General de la República por
la dictación de la Resolución Nº 21 de fecha veintidós de agosto del presente
año, a través de la cual se declaró vacante el cargo de Subcontralor General de
la República, acto que estima ilegal y arbitrario, además de vulneratorio de los
derechos a la igualdad, a no ser juzgado por comisiones especiales y de propiedad.
Solicita se deje sin efecto el acto impugnado y todos los actos posteriores
que supongan la validez de aquél; se restituya a la recurrente en los cargos de
Subcontralora General de la República y Jueza de Cuentas y, se dicten las demás
medidas necesarias para restablecer el imperio del derecho, todo ello, con costas.
Expone como antecedentes preliminares, referencias propias de la institucio-
nalidad en el Estado de Derecho, a fin de evitar las arbitrariedades de los jerarcas y
otras jefaturas, precisando los mecanismos de control y pesos y contrapesos. En el
caso de la Contraloría General de la República, la Constitución la consagra como
un órgano autónomo, pero existen vías de control judicial y político sobre sus
autoridades. Menciona enseguida que la ley orgánica de dicho servicio consagra
asimismo mecanismos para su correcto y autónomo desempeño, entre ellos, el
artículo 4° sobre el especial sistema de remoción del Subcontralor, destinado a
garantizar su autonomía en cuanto tal y Juez de Cuentas, como también a reforzar
los pesos y contrapesos.
Añade que el sistema institucional se estresa cuando el jerarca excede sus
atribuciones, como ocurre en la especie, a través de la actuación impugnada,
agravada por constante exposición mediática, lo que considera no es solo un
conflicto entre autoridades, sino que afecta seriamente el funcionamiento del
sistema democrático, además de vulneratoria de derechos fundamentales, razón
esta última, por la que es procedente el recurso de protección.
En cuanto a la recurrente y el cargo que desempeñaba, menciona que accedió
a este en septiembre de 2016, siendo antes Jefa de Gabinete del actual Contralor y
con una carrera de más de diez años en la institución. Sin embargo, el día veinte
de agosto del año en curso, el recurrido solicitó a doña Dorothy Pérez, de manera
Jurisprudencia 281
arbitraria e ilegal la renuncia a su cargo, lo que no fue aceptado, desembocan-
do ello en la dictación del acto impugnado. En virtud de dicho cargo, además,
ejercía la función jurisdiccional como Juez de Cuentas, con un equipo de quince
funcionarios y conociendo en la actualidad de quinientos juicios.
Agrega una serie de obstáculos previos al acto impugnado, como irritación y
molestia en respuestas verbales del Contralor hacia la recurrente por consejos o
recomendaciones de prudencia ante el lenguaje, contenido y apresuramiento de
publicaciones de la Contraloría en redes sociales, que podía producir efectos deli-
cados en su imagen; además de más calma en declaraciones del propio Contralor
ante los medios de comunicación; todo ello enmarcado en su desempeño como
Coordinadora del área de Comunicaciones encomendada por el mismo recurrido;
narrando, a propósito de ello, un conflicto con la Jefa de Comunicaciones por unos
editoriales de la prensa escrita y la futura modificación de dicha Coordinación,
que pasó a depender directamente del Contralor.
Asimismo, expone con detalle problemas por la negativa de la recurrente
a firmar procedimientos administrativos y oficios semestrales a la Cámara de
Diputados. En cuanto a lo primero, en atención a que dichos sumarios pretendían
ser terminados por sobreseimiento por prescripción, debido a la demora excesiva
en el despacho del Contralor, estimando la recurrente que no correspondía sobre-
seer sino investigar el retraso y, en cuanto a lo segundo, en atención a que dicho
oficio, respecto del exceso en el plazo de 15 días para toma de razón, estaba fuera
de plazo y no contenía toda la documentación necesaria. En el mismo sentido,
expone otro caso de negativa por irregularidades.
Como consecuencia de lo anterior, expresa que el Contralor inició hosti-
gamientos tales como no invitarla a actividades de la institución, comentarios
hostiles o quitarle funciones.
Finalmente, el mismo día en que el Contralor entregó a la recurrente la cita-
ción a declarar ante el Ministerio Público por el fraude de Carabineros le pidió
la renuncia, no ocurriendo así con otros funcionarios, lo que es lógico, toda vez
que los testigos colaboran como terceros ajenos.
Respecto del acto recurrido, señala que el supuesto acto que lo desencadenó
fue la citación antedicha. La recurrente fue citada porque en el período 2010 a
2013 fue Subjefa de la División de Auditoría Administrativa, que contaba con
diez grupos o áreas de trabajo, cada uno con jefatura y uno de estos, el “Área de
Administración General y Defensa Nacional”, tenía a su cargo la fiscalización
de Carabineros, sin embargo dicha unidad nunca tuvo como jefe directa a la
recurrente, sino que estaba a cargo de una profesional auditora de profesión, la
señora María Cristina Calderón.
Arguye que el Contralor, de manera arbitraria e ilegal, pidió la renuncia aduciendo
que por esa citación ya no contaba con su confianza para permanecer en el cargo,
en circunstancias que la recurrente no tiene ningún tipo de participación o vincu-
lación con los hechos penales investigados, no siendo imputada en causa alguna,
ni tampoco ha sido investigada administrativamente. Además, no fue jefa directa
de ninguna persona imputada. Cumpliendo su rol de Subjefa, estuvo a cargo de la
tuición de los departamentos fiscalizadores de los Ministerios de Salud, Educación
y Trabajo y Previsión Social y, es más, los funcionarios desvinculados el año 2017
por el fraude, ejercieron funciones desde los años 90 hasta 2006 en dichas áreas;
mientras que en los primeros años en que la recurrente trabajó en Contraloría, se
desempeñó en áreas totalmente distintas y en diversas regiones del país.
Jurisprudencia 283
la Constitución Política de la República y a la autonomía de la Contraloría General
de la República. En ligamen con ello, estima que diversas normas aplicables a los
jueces, son aplicables al Subcontralor en su calidad de juez de cuentas, atendido
el tenor del artículo 5° del Código Orgánico de Tribunales, al señalar que los
demás tribunales especiales, regidos por sus propias leyes, quedarán sujetos a las
disposiciones generales en la materia. En ese sentido, entrega detalles respecto al
funcionamiento de dicho tribunal, de la doble instancia, de su personal, entre otros.
Continúa mencionando que el Contralor no tiene la atribución de remover a
la Subcontralora, de acuerdo al artículo 4° mencionado, no obstante sí tener la
facultad de nombrarlo y ninguna de las normas citadas por el acto impugnado
pueden ser aplicadas, al tener un rango inferior al de la Ley Orgánica del ser-
vicio, cometiendo, en consecuencia, un error del recurrente al invocar normas
solo aplicables a los demás empleados de la institución, mas no a la recurrente.
Así, al no llevarse a cabo el proceso legal correspondiente, se han vulnerado los
artículos 6° y 7° de la Constitución Política.
A mayor abundamiento, la remoción ha sido llevada a cabo por una Comisión
Especial, que no respetó el debido proceso al arrogarse funciones, actuar fuera
de su competencia, sin fundamentación, sin permitir la defensa y actuar como un
órgano con potestad jurisdiccional sin serlo. Vulnerando, así, la Carta Fundamental,
Tratados Internacionales e incluso la jurisprudencia propia de la Contraloría General
de la República. Todo ello es particularmente grave porque puede acarrear incluso
responsabilidad internacional para el Estado de Chile.
Respecto de la arbitrariedad, expresa que el acto es arbitrario, al abusarse de
una errónea discrecionalidad atribuida por no tener fundamentación con razones
objetivas el acto. Considera que, de acuerdo a la jurisprudencia, la discrecionalidad
no es un mecanismo para prescindir de la ley e incluso, habiendo motivos que
funden un acto, estos pueden ser ilegítimos o abusivos, siendo el control en los
motivos el más propio del realizado por los tribunales de justicia.
Arguye que el acto incumple el artículo 41 inciso 4° de la Ley Nº 19.880,
aplicable a la Contraloría General de la República, sobre la fundamentación de las
resoluciones, que es indispensable, de acuerdo a la jurisprudencia, no solo para
eventuales impugnaciones, sino también para el examen y escrutinio de los intere-
sados y para el ejercicio de la fiscalización y control de la misma Administración,
por lo que la fundamentación es una exigencia normativa y de transparencia en
el Estado de Derecho. En ese sentido, del acto impugnado, no aparece ningún
fundamento racional, objetivo y explícito respecto de los motivos por los que la
recurrente debió presentar su renuncia.
Añade que de acuerdo a la Declaración de México sobre Independencia de Las
Entidades Fiscalizadoras Estatales, de la que la Contraloría forma parte, se destaca
la independencia de dichos órganos y la inmunidad legal en el cumplimiento de
las obligaciones, estándares que sirven para comprender las normas aplicables.
En cuanto a los derechos afectados, menciona en primer lugar la igualdad
ante la ley y la no discriminación arbitraria, aseguradas en el artículo 19 Nº 2 de
la Constitución Política de la República, la que exige que las normas jurídicas y
el trato de las autoridades sean iguales para todas las personas que se encuentren
en idénticas circunstancias, no debiendo concederse privilegios ni imponerse
obligaciones a unos que no beneficien a otros o viceversa. Al respecto, el acto
impugnado ha vulnerado estos derechos en comparación a subcontralores an-
Jurisprudencia 285
En cuanto a la designación, señala que es nombrado directamente por el
Contralor, sin concurso previo ni intervención de otra autoridad, a diferencia de
lo que ocurre con el Contralor, cuyo nombramiento y cese están regulados direc-
tamente en la Constitución Política. Así es como el artículo 3° de la Ley Orgánica
respectiva establece que los demás empleados del servicio serán de exclusiva
confianza del Contralor, quien podrá nombrarlos, promoverlos y removerlos con
entera independencia de toda otra autoridad. Dicha norma, que data de 1980,
separa al Contralor respecto del resto de los funcionarios. Entender lo contrario es
desconocer la naturaleza de la función y contravenir el texto expreso de la norma.
Cita al constitucionalista José Luis Cea Egaña en dicho sentido.
Luego, en base a diversas normas constitucionales, de la Ley Nº 18.575 y del
Estatuto Administrativo, deduce que “la regla general es que las más altas autorida-
des de los organismos de la Administración del Estado son de exclusiva confianza,
ya sea del Presidente de la República o del jefe de servicio correspondiente” (sic),
precisando que es eso lo que suele suceder con la segunda jerarquía en una entidad
de la Administración, como los jefes de división o subdirectores. Dicha cualidad
alcanza al Subcontralor, de acuerdo al artículo 3° mencionado, pues la ley en
este caso no distingue entre empleado y autoridad, como tampoco lo ha hecho
la Contraloría si la ley no lo ha hecho previamente, situación similar, a la que
ocurre en otras instituciones fiscalizadoras, como es con la Superintendencia de
Pensiones, la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras y la Comisión
para el Mercado Financiero en que todo el personal de ellas es de exclusiva con-
fianza, por lo que la tesis de la recurrente no se sostiene, en atención a que no
ha sido tratada de forma diferente ni tampoco el segundo nivel jerárquico debe
ser independiente del primero en lo atingente a su remoción. Lo expuesto sucede
incluso en el sector privado de acuerdo a la regulación entregada por el Código
del Trabajo a trabajadores como gerentes y otros.
Añade que respecto de los funcionarios de exclusiva confianza el único
presupuesto de remoción es la pérdida de confianza y, el procedimiento, es el
establecido en el artículo 148 del Estatuto Administrativo, según el cual se hace
efectiva por la petición de la renuncia y la declaración de vacancia del cargo si
aquélla no se presenta dentro de 48 horas, sin que el legislador prevea que el
funcionario pueda desvirtuar los motivos como entiende la recurrente. Es decir,
dicho plazo no está previsto para controvertir los motivos o se pueda hacer valer
defensas. Concordante con lo anterior, es que la petición de renuncia no voluntaria
no es una determinación destinada a hacer efectivas responsabilidades adminis-
trativas, por lo que no es formulación de cargos ni investigación sumaria. Por lo
mismo, no cabe la existencia de un debido proceso ni puede estimarse que haya
una infracción al mismo.
En otro aspecto, hace mención de que otras causales de remoción no se
oponen a la exclusiva confianza, como ocurre con los Ministros de Estado que
pueden ser destituidos como consecuencia de una acusación constitucional, por lo
que estima que aún en el caso que el artículo 4° de la Ley Orgánica se encuentre
vigente el cargo de Subcontralor puede cesar por pérdida de confianza u otras
del Estatuto Administrativo. A propósito de dicha norma, señala que el juicio
de inamovilidad se instauró en el cargo en atención a las funciones de juez de
cuenta del Subcontralor, por lo que el inicio de este proceso solo podría gestarse
por aquéllas funciones, implicando que jamás podría ser alejado del cargo por
TERCERO: Que el acto que se recurre declara vacante, a contar del 23 de agosto
de 2018 el cargo servido por doña Dorothy Aurora Pérez Gutiérrez, Subcontralor
General grado 1B de Planta Directiva de la Contraloría, de acuerdo a lo dispuesto
en el artículo 148 de la Ley Nº 18.834 y en el artículo 3° de la Ley Nº 10.336.
Tiene fecha 22 de agosto de 2018, está rubricado por el Contralor General de
la República, don Jorge Bermúdez Soto, y tiene timbre de toma de razón de la
Jurisprudencia 287
misma fecha, con la fórmula “Por Orden del Contralor General de la República”,
Subcontralor General de la República (S). En sus considerandos, se lee sobre el
nombramiento de la señora Pérez en el cargo de Subcontralor; se hace constar
que con fecha 20 de agosto de 2018 a las 16:30 horas, el Contralor General de la
República solicitó verbalmente a la interesada la renuncia no voluntaria dentro de
las 48 horas siguientes a la petición indicada; y asimismo, que por la naturaleza
propia de los cargos de exclusiva confianza, los funcionarios que los sirven se
mantienen en sus puestos mientras cuenten con ella, cuestión que se ha perdido
en la especie, por los motivos que le fueron comunicados oportunamente a la
señora Pérez Gutiérrez;
OCTAVO: Que, lo primero que cabe puntualizar es que esta acción constitucio-
nal no es impropia para conocer del asunto planteado, toda vez que se señala
por quien es parte agraviada –para estos efectos– que se infringen sus garantías
constitucionales –enumeradas previamente– como consecuencia de la dictación
de un acto administrativo que sería ilegal y arbitrario y que requiere para el res-
tablecimiento del imperio del derecho, de la adopción de las providencias que
juzgue adecuadas esta Corte de Apelaciones, con carácter de urgente.
En otras palabras, es posible reconocer los elementos que contempla el artículo
20 de la Constitución para la procedencia de esta acción que la jurisprudencia ha
caracterizado como de naturaleza cautelar.
Asimismo, no es posible soslayar los estándares de legalidad y de razonabili-
dad que permiten revisar los actos de la Administración. Así, el autor de Derecho
Administrativo, Luis Cordero Vega, en sus “Lecciones de Derecho Administrativo
(Segunda edición, página 630), plantea que el primero “supone verificar la lega-
lidad formal de las actuaciones del organismo administrativo de que se trate, de
modo que quien ejerza la competencia que se invoca y por medio del instrumento
que justifica, efectivamente los tenga asignado por ley”, mientras que el segundo
significa que “los jueces deben establecer si el acto de las Administración ha
sido razonable, para lo cual deberán verificar que: (1) no ha sido dictado de una
manera arbitraria o caprichosa; (2) no ha sido dictado en abuso de su potestad
discrecional; (3) no ha violentado ningún derecho o garantía constitucional;
(4) no ha actuado con exceso o abuso en las competencias legales que le han
sido conferidas; (5) no ha actuado con desviación de fin o de poder; (6) que los
supuestos de hecho sobre los cuales descansa la decisión se encuentran debida-
mente acreditados en el procedimiento administrativo.”. Lo anterior, entre otras
fuentes, ha tenido como tal la jurisprudencia chilena en materia de recurso de
protección (nota al pie de página).
Jurisprudencia 289
Igualmente, Alejandro Silva Bascuñán en su Tratado de Derecho Constitucional,
considera que “El recurso de Protección, establecido en el artículo 20 de la Carta,
a favor de toda persona en contra de quien se afectare el legítimo ejercicio de sus
derechos, puede interponerse en relación al desempeño del Contralor;” ( Tomo IX,
páginas 195/196).
De este modo, se desestima el argumento consistente en que la materia en
cuestión no pueda ventilarse por esta vía ante esta Corte;
Jurisprudencia 291
UNDÉCIMO: Que, acerca de las garantías constitucionales que se denuncian en
el recurso como infringidas, la de la igualdad ante la ley se hace consistir en que
a anteriores subcontralores no se les aplicó el mismo trato que a la recurrente, es
decir, que se les haya declarado vacante el cargo. Sobre el particular, a juicio de
esta Corte en otros casos no se verificó esto porque las otras personas renuncia-
ron ante la petición del Contralor, de modo que no pudo verificarse la situación
de autos. En este sentido, no puede concluirse de que se haya infringido a través
del acto administrativo que nos ocupa, el principio de igualdad ante la ley que
consagra el artículo 19 Nº 2 de la Constitución Política de la República, como
garantía constitucional. Distinto es el caso, el cual no fue rebatido en autos,
que a otros funcionarios que como la subcontralor fueron citados por el fiscal a
cargo de la investigación del caso Fraude en Carabineros, no se les haya pedido
la renuncia como a ella. Esto marca una discriminación, pero que podría expli-
carse precisamente en el hecho de que la subcontralor no es una empleada en
las mismas condiciones que los demás empleados, como hemos visto. Sólo que
al no trazar esa diferencia en definitiva, lo que queda es que la discriminación
existente carece de legitimidad.
Se dice en el recurso, que se ha infringido también la garantía constitucional
del artículo 19 Nº 3, inciso quinto, de la Carta Política, comoquiera que nadie
podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la
ley y que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del
hecho. El informe del Contralor señala que no ha habido juzgamiento, por ende,
no correspondería el amago de esta garantía. La recurrente, en cambio, sostuvo lo
contrario, ya que el Contralor se habría arrogado para sí la ponderación de hechos
y fundamentos que legalmente corresponden a entes diversos.
A juicio de la Corte, si bien no ha habido un procedimiento de por medio,
sino una secuencia de actos puramente administrativos, lo cierto es que si en de-
recho lo que correspondía –porque así lo dice la ley, y porque no hay otra forma
de entenderlo mediante una interpretación lógica y sistemática– era requerir en
juicio de amovilidad la declaración de no observar la Subcontralor el buen com-
portamiento debido, para su posterior remoción por parte del Presidente de la
República, el Contralor al proceder como lo hizo sustituyó en el hecho al tribunal
llamado por ley a conocer del juicio de amovilidad, que debe ser tramitado en
la forma que se sigue contra los Ministros de los Tribunales Superiores de justicia
y por las causales señaladas para los Ministros de la Corte Suprema, esto es, de
acuerdo con las normas que establece al efecto el Código Orgánico de Tribunales,
de suerte que la declaración de vacancia del cargo de subcontralor equivale a la
declaración que debía emanar del tribunal competente y que, en su caso, debía
cumplir el Presidente de la República.
De esta manera, se configura, en concepto de estos jueces, la infracción a
la garantía constitucional según la cual nadie puede ser juzgado por comisiones
especiales, dado que si bien el Contralor es un ente regular y reglado en su com-
petencia y atribuciones, en la medida que en este caso actuó fuera de ellas, en
contravención a la Carta Fundamental (Art. 6 y 7 de la Constitución), con ello
infringió la garantía antes señalada, porque la declaración de vacancia del cargo
de Subcontralor de la Contraloría General de la República, basado en la ausen-
cia de renuncia ante la petición formulada en ese sentido por la autoridad del
organismo, por haberse perdido la confianza, implica que los hechos omitidos en
DUODÉCIMO: Que, sobre las alegaciones del Consejo de Defensa del Estado y
del informe, en el sentido que la recurrente pretende encontrarse en una situación
de privilegio, en que ni siquiera se halla el Contralor General de la República,
es un argumento de efecto ciertamente, que no modifica lo que se ha razonado
en torno a la cuestión propuesta en el recurso; el Contralor dura en su cargo el
tiempo que señala la Constitución no pudiendo ser designado para el período
siguiente; el Subcontralor, como los demás empleados, tiene una carrera fun-
cionaria y obviamente ellos se mantienen en sus cargos no por un determinado
lapso, sino entretanto no surja una causal legal que importe la necesidad de hacer
dejación del cargo.
Por estos fundamentos y lo dispuesto, además, en el artículo 20 de la
Constitución Política de la República y Auto Acordado de la Excma. Corte Suprema
en la materia, se acoge el recurso de protección deducido por los abogados
Ciro Colombara López y Aldo Díaz Canales, a nombre de Dorothy Aurora Pérez
Gutiérrez, abogada, sólo en cuanto en su virtud se deja sin efecto la Resolución
Nº 21 de 22 de agosto de 2018 del Contralor General de la República, que declara
la vacancia del cargo de Subcontralor General servido por doña Dorothy Pérez
Gutiérrez a contar del día 23 de agosto, y se dispone como medida necesaria al
restablecimiento del imperio del derecho, la reincorporación de la agraviada a su
cargo de Subcontralor de la Contraloría General de la República con los derechos
subsecuentes, sin solución de continuidad, desde la fecha de su separación, para
Jurisprudencia 293
lo cual el señor Contralor deberá dictar los actos que en derecho corresponda al
debido cumplimiento de lo resuelto.
Regístrese, comuníquese y archívese.
Redacción del Ministro señor Silva Cancino.
Protección Nº 61.877-2018.
No firma el Ministro señor Gajardo, por estar haciendo uso de su feriado legal,
sin perjuicio de haber concurrido a la vista y acuerdo de la causa.
Pronunciada por la Tercera Sala de esta Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago,
presidida por el Ministro señor Mauricio Silva Cancino, conformada por el Ministro
señor Carlos Gajardo Galdames y la Ministra señora Elsa Barrientos Guerrero.
LA CORTE SUPREMA*1
Acordada con el voto en contra del Ministro señor Muñoz y de la Ministra señora
Sandoval, en cuanto se confirma la decisión de reincorporar a la actora al cargo
de Subcontralora, por las siguientes consideraciones:
1*Se emiten sus considerandos dado que se confirma el fallo apelado. Se transcribe el
COMENTARIO
No cabe duda alguna que la disputa jurídica –inédita en sus alcances actuales–
entre el Contralor General de la República y quien ejerce el cargo de Subcontralor
General (designada por el mismo Contralor mencionado), ha producido conmo-
ción, tanto en el plano jurídico como institucional de la República, potenciada
por la vehemencia del titular del Organismo fiscalizador de la Administración
del Estado, y la publicidad desplegada, al pedir la renuncia a su cargo a dicho
Subcontralor y al negarse esta a hacerlo (por no corresponder jurídicamente)
dispuso su remoción y nombró a otro funcionario en su reemplazo.
Hago presente que no conozco personalmente a ninguno de los dos im-
plicados en esta disputa, y por tanto pude escribir un texto breve a los pocos
días de la remoción de la referida Subcontralor (no existe en la ley el cargo de
Jurisprudencia 295
Subcontralora…), con total independencia y ajeno a la disputa personal de la
pérdida de confianza de aquel respecto de esta; texto que fue publicado en el
diario La Tercera el sábado 1.9.2018 (p. 8), sostuve que tal remoción era nula por
cuanto carece el Contralor General de la República del poder jurídico de remover
al Subcontralor, ya que la propia ley orgánica constitucional del dicho Organismo
(Ley 10.336) en su artículo 4° inciso 2° establece para efectuar tal remoción un
procedimiento judicial llevado a cabo por un tribunal de la República y confor-
me a un debido proceso, “juicio de amovilidad”, y la remoción propiamente tal
la debe efectuar el Presidente de la República en cumplimiento de la sentencia
recaída en dicho proceso. Es decir, debe existir un “proceso judicial” llevado a
cabo por un tribunal de justicia y el acto de remoción se realiza mediante un acto
administrativo (decreto supremo) dictado por el Presidente de la República. Vale
decir, en caso alguno, jamás, podrá el Contralor General disponer esa remoción
en nuestro ordenamiento jurídico vigente.
Y la razón de esta norma especial es que el Subcontralor General es tam-
bién un juez de la República, debido a que es el juez de primera instancia en el
llamado juicio de cuentas, juicio que con la creación de la Contraloría General
de la República en 1927 pasó a integrar la competencia específica del llamado
“Tribunal de Cuentas” incluido en este Organismo (como una unidad especial)
en tanto sucesor legal del Tribunal de Cuentas decimonónico (actual artículo
107 Ley 10.336).
El asunto es muy claro jurídicamente hablando y pienso que el ardor y vehe-
mencia de la actitud del señor Contralor –profesor de derecho administrativo– y
una asesoría no muy juiciosa y tal vez demasiada obsecuente, le hizo no ver
la evidente redacción del texto indicado de la propia ley orgánica de la misma
entidad constitucional del que es titular y una de las más altas magistraturas
del país.
El texto es cristalino y expone la completa y total incompetencia de dicho
titular para proceder a la remoción de la autoridad que ejerce el cargo de
Subcontralor (que conforme con la Ley 10.336, es nada menos que su subrogante
legal). Dicho texto –artículo 4° inciso 2°– establece que el ejercicio del cargo de
Subcontralor no está a la disposición del Contralor General, ya que es un juez
de la República y, como tal, no se encuentra a la discreción de ningún jerarca,
ya que si así fuere estaríamos frente a una simple tiranía, que no de un régimen
de Derecho, en el que impera el Derecho y la Justicia y no el capricho y el mero
arbitrio del jerarca de turno.
Deducido recurso de protección en contra de la Resolución contralora (Nº 21,
de 22.8.2018) que la remueve, la Subcontralor sostenía, además de la aludida
afectación de su derecho, constitucionalmente reconocido, al “juez natural”
(artículo 19 Nº 3 inciso 5°) y no ser juzgado por una “comisión especial”, la vul-
neración de su derecho a la “igualdad ante la ley” (artículo 19 Nº 2) y el derecho
a la “estabilidad en el cargo” (especie de derecho de propiedad/artículo 19 Nº 24).
El fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago, en seis considerandos (7°
al 12°) acoge precisamente cuanto habíamos sostenido a los pocos días de
ocurrida la disputa indicada. En efecto, así lo dice su considerando 9°, que “el
Subcontralor queda fuera del ámbito de aplicación del inciso 2° del artículo 3°
de la Ley Nº 10.336. Por consiguiente, se rige necesariamente por el artículo 4°
Jurisprudencia 297
cargo, por cuanto así como el Contralor General de la República careció de toda
competencia para remover a su titular (que, por esta razón, nunca ha dejado de ser
titular), con cuánta mayor razón ha carecido de toda competencia para designar
uno nuevo, desde que el cargo jamás ha estado vacante y, en consecuencia esa
nueva designación ha sido solamente una vía de hecho, proscrita por el derecho,
y fruto del exceso, solo arbitrio irrazonable y abuso de poder, de quien fuera
del Derecho ha ejercido solo fuerza que no una potestad propiamente jurídica,
vulnerando ostensiblemente no solo el estatuto propio de su propio organismo
fiscalizador (artículo 4° inciso 2° Ley 10.336) sino la propia Constitución Política
de la República (artículos 6° y 7° y 19 Nos. 2, 3 incisos 5° y 14).
2. Si se ha declarado “ilegal y arbitraria” la remoción de la actora por carecer
de toda competencia quien así ha actuado, la única medida de protección conse-
cuente para “asegurar la debida protección del afectado” (artículo 20 inciso 1°) es
ordenar el tribunal su inmediata reincorporación al cargo del que es titular (y que
nunca ha dejado de serlo), que constituye el verdadero amparo de la recurrente
que ha sido agraviada en un triple orden de sus derechos fundamentales, reco-
nocidos, asegurados y amparados por la Constitución y que han sido esgrimidos
en el fallo que acoge la protección deducida.
3. Por otra parte, parecen los disidentes navegar en las procelosas, velei-
dosas y traicioneras aguas de la corriente de estimar que el llamado recurso de
protección es una acción meramente “cautelar”, siendo que su naturaleza es
la propia de una típica acción de amparo, como es la de habeas corpus, desde
que en su origen mismo –en el que estuvo el mismo autor de estas líneas, a
quien se le ocurrió la idea de hacer este habeas corpus extensible a los demás
derechos fundamentales– así ha aparecido en nuestro ordenamiento ya en el
Acta Constitucional Nº 3, de 13.9.1976, DL 1.553, artículo 2°) y recogido en la
Constitución de 1980, artículo 20.
Si se trata de una acción de amparo lo que se pretende con ella es obtener
a través de su interposición terminar con una situación antijurídica que una
persona (natural o jurídica o incluso un conjunto sin personificación) sufre a
raíz de un acto, hecho u omisión de otro que actúa contra derecho agraviándole
uno o más de sus derechos fundamentales2. Y si el tribunal acoge la pretensión
debe otorgarle el amparo correspondiente, que en el caso en análisis no puede
ser otro que “restituir al agraviado en su cargo” del que ha sido removido por un
acto contra derecho, sin asidero alguno en potestad jurídica alguna de quien ha
pretendido producir esa remoción. Es esa y no otra la única manera de mantener
el statu quo alterado por un acto antijurídico, ilegal y arbitrario. Eso es “amparar
2Recuérdese el caso ejemplar Soc. Agrícola y Maderera Los Chenques en los comienzos
3Habrían debido recordar los referidos disidentes que el mismo señor Contralor General
Jurisprudencia 299
simplemente no se encontraba vacante, atendida la notoria y evidente nulidad
de la remoción de su titular.
Es decir, al asumir el cargo este funcionario sabía –y no podía menos que
saber debido a su calidad de abogado y con largos años de ejercicio como fun-
cionario de la Contraloría General– que carecía de todo derecho para ejercer tal
función de Subcontralor4.
Si el cargo de Subcontralor comporta el ejercicio de una “función jurisdic-
cional de la República” –y este es el punto central del asunto (como lo indicamos
de inmediato de producida la situación y lo vio muy bien el tribunal de la ins-
tancia y confirmara el de apelación)–, como es ejercer la función de “Juez de la
primera instancia” del Tribunal de Cuentas, aparece más que obvio que como
Juez y órgano titular de un Tribunal de la República, no está su función a la
voluntad o discreción del jerarca (sea este administrativo o judicial), ya que ello
implicaría, de suyo, dejar de ser juez, cuya naturaleza más intrínseca y esencial
es ser independiente e imparcial y, por tanto, no se encuentra subordinado a un
superior jerárquico que le imparta órdenes en su actuar jurisdiccional o que le
pueda remover a su mero capricho, arbitrio o discreción, como si se tratara de
un funcionario de su exclusiva confianza.
Lamentable disidencia, pero que agradecemos los que nos dedicamos a esta
disciplina del derecho público y específicamente constitucional y administrativo,
porque nos permite esclarecer puntos, develar errores y, en lo posible, difundir
criterios de justicia y equidad, mostrando las situaciones que las corrompen y
escarnecen, las que siempre perturban la convivencia social y, en este caso co-
mentado, el normal funcionamiento de las instituciones de la República.
4Pienso que no podría menos que saber que el propio Contralor en su Derecho admi-
nistrativo general (cito la tercera edición. Thomson Reuters, 2015, p. 493) sostiene y enseña
que el cargo de Subcontralor es inamovible. Y aún sin ser experto romanista o conocedor
del ius commune medieval, el principio del venire contra factum propium non valet es de
actual aplicación y plenamente de recibo en la jurisprudencia tanto judicial como incluso
contralora; el mismo Contralor (ob. cit. 110-125) se extiende largamente respecto del tema,
trayendo a Chile la Vertrauensschutz germánica, la “confianza legítima”, de la que él mismo
ha hecho profusa y muy abundante uso en la jurisprudencia contralora, especialmente
en lo que se refiere a la no renovación de funcionarios a contrata en la Administración
pública. Acerca del tema puede ser interesante consultar Cuadernos de Extensión Jurídica,
vol. 18/2010 (Universidad de los Andes, Facultad de Derecho), dedicado específicamente
al tema del célebre brocardo indicado.
5*Abogado. Doctor en Derecho (Universidad de París, Panthéon - Sorbonne). Doctor
h.c Universidad de los Andes. Profesor titular de derecho administrativo Facultad de Derecho
Universidad Católica de Chile. Ex abogado integrante del Tribunal Constitucional.
Nos permitimos agregar lo siguiente:
Jurisprudencia 301
Ahora bien, este episodio se inscribe en un marco que ya presentaba dificultades. En
efecto, hace meses que el Contralor viene dando señales extrañas, al dejar permear sus de-
cisiones por una actitud poco compatible con su función y responsabilidades. Y no se trata
solo de la figura de “Contralorito” (que banaliza e infantiliza su trabajo), ni de la atención
exagerada que ha puesto en situaciones marginales (cuesta pensar que la Contraloría no tenga
nada mejor que hacer con su tiempo y recursos que verificar si la alcaldesa de Maipú infringió
o no alguna norma en el “Kiki Challenge”). Las cuestiones más complejas van por otro lado,
y guardan relación con cierta tendencia a invadir ámbitos ajenos. El caso más notorio –pero
está lejos de ser el único– fue su decisión relativa a la objeción de conciencia institucional.
Allí, el Contralor no solo cuestionó la forma del reglamento del Ministerio de Salud, sino que
hizo una observación de fondo, al afirmar que las instituciones privadas que prestan servicios
públicos (y reciben fondos para ello) deben operar como si fueran parte del Estado, despachan-
do de un plumazo un largo debate sobre la autonomía de la sociedad civil. Desde luego, la
tesis defendida por Bermúdez es plausible, y de hecho ha sido defendida por insignes autores
de izquierda. No obstante, resulta muy dudoso que la Contraloría esté llamada a zanjar una
diferencia de esa naturaleza. Más allá de la opinión que cada cual tenga sobre el fondo del
asunto, Jorge Bermúdez se arrogó una potestad legisladora que nadie le ha concedido.
La enfermedad es conocida, y se llama activismo. Consiste en la irresistible propensión
a concebir las propias atribuciones de modo inflacionario, reduciendo unilateralmente las de
otros órganos. Es cierto que la primera causa del fenómeno es la indolencia de la sede polí-
tica, cuya pasmosa desidia para tomar ciertas decisiones deja espacio para que otros llenen
los vacíos (basta pensar en la curiosa situación jurídica que viven las isapres). Sin embargo,
el activismo puede resultar mucho peor que la enfermedad que se combate, pues tensiona
todo el sistema, desordenando el esquema de pesos y contrapesos indispensables en toda
democracia. En rigor, un correcto funcionamiento de las instituciones exige que cada agente
se tome muy en serio sus atribuciones, pero solo sus atribuciones.
Desde luego, los activistas suelen justificar su actitud en función del objetivo buscado.
El mismo Bermúdez, al ser consultado por su derrota en la Corte, reaccionó diciendo: “Sigo
trabajando con las mismas ganas para que este país sea un poquito menos corrupto”. La frase
revela bien el modo en que el Contralor concibe su propia función y, por lo mismo, merece
cierta atención. Por de pronto, supone un diagnóstico implícito particularmente severo: si el
Contralor de la República piensa que Chile es un país muy corrupto, podría darse la molestia
de explicar en qué hechos funda su juicio, y si de verdad cree que la Corte de Apelaciones no
le permite cumplir con su propósito. Con todo, el aspecto más problemático va por otro lado.
Al ser notificado de su derrota judicial, el Contralor responde aludiendo a su lucha personal
contra la corrupción. En ese preciso punto reside la trampa de su argumentación (que es la
trampa de toda argumentación activista): no hay relación alguna entre ambas cosas. Bermúdez
puede, y debe, luchar contra la corrupción, pero con estricto apego a la ley. Chile no necesita
superhéroes ni salvadores de la galaxia. Tampoco necesita funcionarios públicos que transmu-
ten su personalidad en vocación carismática apenas asoma una ocasión de brillo. Basta con
personas que realicen su trabajo con discreción y deferencia, asumiendo que forman parte de
un denso entramado institucional, cuyo equilibrio merece ser cuidado. Puede que sea menos
vistoso, pero es ciertamente más democrático.
Daniel Mansuy*
LA CORTE DE APELACIONES
Recursos acumulados.
Jurisprudencia 303
en las ciudades de Santiago, Puerto Montt, Coquimbo, Antofagasta, entre otras. Sin
embargo, atendido el carácter esencialmente litigioso de la determinación de la
calidad de estas máquinas, en cuanto a si son de habilidad y destreza o de azar,
se ha generado una abundante jurisprudencia judicial, administrativa e incluso de
la Contraloría General de la República (en adelante CGT), al momento de obtener
patentes comerciales en distintos municipios, no sólo por su parte sino por otros
operadores o administrados, por cuanto las máquinas de azar se encuentran su-
jetas a diversas regulaciones legales, en general prohibitivas, a diferencias de las
máquinas de habilidad y destreza, que nuestro derecho permite.
2.- Cita la parte recurrente las normas que regulan los juegos de azar, in-
cluyendo las contenidas en la Constitución Política de la República y en la ley
19.995 que establece las bases generales para la autorización, funcionamiento y
fiscalización de Casinos de Juego, que entrega el desarrollo y monopolio de los
juegos de azar autorizados por la ley a dichos establecimientos. La misma ley crea
la Superintendencia de Casinos de Juegos (SCJ en adelante) que según su artículo
36 le corresponde supervigilar y fiscalizar el cumplimiento de las disposiciones
legales, reglamentarias y técnicas para la instalación, administración y explotación
de los casinos de juego que operen en el país, de modo que sus facultades sólo
están referidas a los “casinos de juego”. El artículo 3° letra a) de la citada legisla-
ción define juego de azar como aquellos juegos cuyos resultados no dependen
exclusivamente de la habilidad o destreza de los jugadores, sino esencialmente del
acaso o de la suerte, y que se encuentran señalados en el reglamento respectivo
y registrados en el catálogo de juegos, esto es, un registro formal de los juegos
de suerte o de azar que podrán desarrollarse en los casinos de juegos, dentro de
las categorías de ruleta, cartas, dados, bingo y máquinas de azar. Finalmente, la
letra j) del artículo 3° de la ley 19.995 define registro de homologación como
la nómina e identificación de las máquinas y demás implementos expresamente
autorizados por la Superintendencia para el desarrollo de los juegos de azar en los
casinos de juego. Luego, no basta que los juegos de azar sean de esta naturaleza
para ser admitidos como lícitos en los casinos, sino que, además, conforme a la
normativa citada, deben estar señalados en el reglamento respectivo y registra-
dos en el catálogo de juegos y para el caso de las máquinas de azar, deben estar
nombradas, identificadas y autorizadas en el “registro de homologación”. Todas
estas disposiciones están complementadas por el Decreto Supremo Nº 547 del
Ministerio de Hacienda de 2005 que aprueba el “Reglamento de Juegos de Azar
en Casinos de Juego y Sistema de Homologación”. En este marco jurídico, la SCJ
mediante Resolución Exenta Nº 157 de 10 de julio de 2006, aprobó el catálogo de
los juegos que podrán desarrollarse en los casinos de juego, de modo que cuando
se habla de “catálogo de juegos” se entiende para todos los efectos legales que se
trata de este listado de categorías de juegos.
3.- La CGR emitió numerosos dictámenes que se refieren a la materia y la
doctrina de tal órgano puede resumirse en las siguientes premisas: a) no se pueden
otorgar patentes comerciales para el funcionamiento de máquinas de juegos de
azar, pues los municipios carecen de facultades para ello; b) se pueden otorgar
patentes comerciales para la operación de máquinas de habilidad y destreza; c) el
municipio puede formarse la convicción sobre la naturaleza de una máquina de
juego a través de todos los medios probatorios que sean pertinentes; d) los munici-
pios pueden coordinarse con el resto de los organismos públicos con competencia
Jurisprudencia 305
destreza, los requisitos para el otorgamiento de patentes municipales a dichas
máquinas y la libertad de prueba, acorde con el artículo 35 de la ley 19.880,
para arribar a la convicción que se trata de una máquina de habilidad y destreza.
La exigencia de solicitar al interesado que acompañe un informe de la SCJ en el
que conste que esa máquina no es susceptible de ser registrada en el catálogo es
“totalmente absurda e ilegal” porque en el “catálogo de juegos” aprobado por la
Resolución Exenta Nº 157 de la SCJ de 10 de julio de 2016, se contiene el listado
de los “juegos de azar” que se pueden desarrollar en los casinos de juego, dentro
de las categorías de ruleta, cartas, dados, bingo y máquinas de azar u otras cate-
gorías que se establezcan y, por ende, no se contiene un listado de “máquinas de
azar” aprobadas u homologadas por la SCJ sino que señala que dichas máquinas
son precisamente un “juego de azar” y corresponde al registro de homologación
incorporar la nómina e identificación de , las máquinas y demás implementos
expresamente autorizados por la SCJ para el desarrollo de los juegos de azar en
los casinos de juego, por lo que existe una confusión conceptual en el dictamen
impugnado. También es arbitraria la actuación de la CGR porque está obligada por
sus precedentes, o sea, su jurisprudencia obliga a la propia CGR, la vinculan. Es
muestra de arbitrariedad, asimismo, el cambio inmotivado de la doctrina de la CGR
contra la “doctrina de los actos propios” manifestada en sus dictámenes anteriores.
6.- Refieren los recurrentes que el acto impugnado emanado de la CGR es
ilegal, lo que supone un apartarse de la ley, una violación de esta. La CGR, de
acuerdo con el artículo 98 de la Constitución Política de la República es un órgano
autónomo que ejerce el control de la legalidad de los actos de la Administración,
entre otras funciones y la ley 10.336 le fija las atribuciones y competencias. El
artículo 6 inciso 1° de esta última ley señala que corresponderá exclusivamen-
te al Contralor informar en general sobre los asuntos que se relacionen con el
funcionamiento de los Servicios Públicos sometidos a su fiscalización, para los
efectos de la correcta aplicación de las leyes y reglamentos que los rigen, lo que,
de acuerdo con el artículo 5 inciso segundo, lo hace por medio de dictámenes.
Así –continúa la parte recurrente– el dictamen Nº 92.368 de 2016 adolece de
varias irregularidades:
a) Excedió las facultades de interpretación que le entrega su ley orgánica ya
que, por esa vía reguló una materia que es de exclusivo resorte legal como lo es lo
relativo a los “juegos de azar”, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 63 Nº 19
de la Constitución Política de la República, reglando también materias como el
otorgamiento de patentes, que es una clase de tributos, que también es un asunto
de ley de conformidad con el Nº 22° del artículo 19 de la Carta Fundamental.
b) El dictamen es ilegal pues le asignó funciones de fiscalización a un órgano
público, la SCJ, y además estableció un procedimiento de otorgamiento de paten-
te comercial con la exigencia de un informe previo de dicha Superintendencia,
lo que sólo puede ser establecido por ley y, todavía, de exclusiva iniciativa del
Presidente de la República.
c) Es ilegal también porque si bien el catálogo de juegos define los juegos de
azar que se pueden desarrollar en los casinos de juego, que incluyen genérica-
mente a las máquinas de azar, precisamente dentro de la categoría “máquinas de
azar”, dicho catálogo no sirve como referencia para calificar, en abstracto, una
determinada “máquina de juego” como “de azar”, sin que previamente hayan
sido homologadas por la SCJ e incorporados en el “registro de homologación”,
Jurisprudencia 307
SEGUNDO: Que, por resoluciones de dos de febrero de dos mil diecisiete, escri-
tas a fojas 52 y 102, esta Corte decidió tramitar ambos recursos como amparos
económicos, y dispuso su acumulación.
Informes CGR, SCJ y Asociación Chilena de Municipalidades.
TERCERO: Que ha informado la CGR el doce de abril del año recién pasado –el
expediente, por razones desconocidas, no se siguió foliando de modo que no se
puede señalar la ubicación de dicho informe– del siguiente modo:
1.- El asunto es ajeno a la naturaleza propia del recurso de amparo económi-
co. La ley 18.971, al instituir un mecanismo de tutela jurisdiccional destinado a
amparar a los particulares en su derecho a la libertad económica consagrado en
el Nº 21° del artículo 19 de la Constitución Política de la República, previo que
su tramitación se efectuara sin más formalidad ni procedimiento que el estableci-
do para el recurso de amparo, de modo que, al ser de emergencia, sólo procede
frente a derechos indubitados y no discutido, sin que pueda llegar a constituirse
en una instancia de declaración de derechos, ya que para ello está la vía del
juicio de lato conocimiento, que otorga a las partes en conflicto la posibilidad de
discutir, formular alegaciones, rendir pruebas y deducir los recursos que sean del
caso. En el caso sub judice los recurrentes han impugnado un pronunciamiento
de la CGR en el cumplimiento de sus funciones que le son propias, advirtiéndose
del tenor de los respectivos líbelos que lo pretendido por los actores va más allá
de la defensa de una garantía constitucional determinada pues lo que se busca,
en definitiva, es discutir las facultades de ese órgano contralor sobre la materia,
específicamente acerca de la fijación del alcance, sentido e interpretación de la
normativa que regula los juegos de azar, como asimismo, plantean una controversia
sobre las atribuciones de la SCJ, todo lo cual no se condice con un recurso de la
naturaleza del amparo económico.
2.- No se configura el presupuesto básico que hace procedente el recurso
de amparo económico. Se requiere, afirma la CGR, una vulneración efectiva al
Nº 21° del artículo 19 de la Constitución Política de la República, no una mera
amenaza como sucede en el caso del recurso de protección y en la especie no se
advierte de qué manera el dictamen Nº 92.308 de 2016 pudo vulnerar el derecho
de los recurrentes a desarrollar cualquier actividad económica en los términos
garantizados en el citado numeral 21°, pues su parte sólo se ha pronunciado sobre
las atribuciones y obligaciones de ciertos organismos públicos en relación con
el procedimiento de otorgamiento de patentes de explotación de máquinas de
juego, sin que haya perturbado ni menos prohibido a los interesados el ejercicio
de una actividad económica.
3.- El dictamen Nº 92.308 de 2016 no afecta la actividad económica de los
recurrentes y el recurso de amparo económico sólo resulta procedente ante in-
fracciones al inciso segundo del Nº 21° del artículo 19 de la Constitución Política
de la República, que garantiza que el estado y sus organismos podrán desarrollar
actividades empresariales o participar en ellas sólo si una ley de quórum califi-
cado los autoriza.
4.- La actividad consistente en la explotación de máquinas de juegos de azar
es, por regla general, ¡legal. Se refiere a las normas legales en las que sustenta tal
aserto y afirma que la explotación de máquinas de juegos de azar sólo puede ser
ejercida en casinos de juego amparados por el correspondiente permiso de ope-
CUARTO: Que la misma CGR, ampliando su informe por orden de esta Corte,
con fecha 1 de agosto de 2017, señala que dicha entidad no ha impartido ins-
trucción alguna a la Asociación Chilena de Municipalidades y a la SCJ relativa a
la aplicación del dictamen Nº 92.308 de 2016 destinada a regular las máquinas
de juegos electrónicos. En seguida, aclara el Oficio Nº 0003089 de 3 de abril de
2007 de la II Contraloría Región Metropolitana de Santiago sobre denuncia y falta
de respuesta de la Municipalidad de El Bosque, señalando que el cobro que por
Ordenanza Municipal hacía dicho municipio a este tipo de actividades –máquinas
de juego– era improcedente pues la Municipalidad debía determinar previamente
si la máquina era de azar o de habilidad y destreza y otorgarle una patente en este
último caso, sin que pudiera cobrar por máquina instalada.
Jurisprudencia 309
SEXTO: Que el 9 de noviembre de 2017 informa la Asociación Chilena de
Municipalidades, señalando, en lo que aquí interesa, que la CGR o la SCJ no han
impartido instrucciones a la Asociación para la aplicación del dictamen Nº 92.308
de 2016, excepto el Oficio Nº 0289 de la SCJ, que remite la Circular Nº 83 de 2017
que establece el procedimiento de otorgamiento de informes para la obtención de
patente municipal de explotación de juegos de habilidad y destreza.
En cuanto al fondo.
Jurisprudencia 311
sus establecimientos máquinas de juegos de azar. Se trata en el caso subjudice de
personas que dicen explotar máquinas de juegos de habilidad o destreza –actividad
que no tiene prohibición alguna– y solicitan al municipio respectivo una patente
para ello, sin que la ley o un reglamento regule tal situación, produciéndose dudas
acerca de si la máquina en cuestión es de azar o de habilidad y destreza, lo que
ha sido fuente de una variada jurisprudencia tanto judicial como administrativa al
respecto, pues claramente una máquina de juego de azar sólo puede ser explotada
en un casino de juego, de acuerdo a la ley 19.995. Pero lo que se cuestiona acá
es que la CGR se ha erigido en creador de un procedimiento que sólo ha podido
ser establecido por la ley, pues no está dicha creación dentro de sus facultades.
Tiene la CGR lo que algunos han denominado la “potestad dictaminante” que se
agota en la interpretación de las normas, mas no puede dicho órgano contralor, a
propósito de una pretendida falta de regulación –en realidad, de no estar regulado
el tema como la CGR quiere que lo esté– imponer exigencias o requisitos que la
ley no prevé para la obtención de una patente comercial.
Jurisprudencia 313
LA CORTE SUPREMA:
VISTOS:
DÉCIMO QUINTO: Que, otra causal de ilegalidad atribuida por los recurrentes
al dictamen Nº 92.308 consiste en haberse invadido, a través de él, asuntos o
materias que por mandato constitucional sólo pueden ser reguladas a través de
ley, al modificar el régimen regulatorio sobre apuestas y tributos, entregar nuevos
asuntos a la competencia a la Superintendencia de Casinos de Juego y crear un
procedimiento administrativo no establecido en norma legal alguna.
Por otro lado, si bien la Superintendencia de Casinos de Juego no es un or-
ganismo expresamente llamado a intervenir en el procedimiento de concesión
de patentes municipales, no estando en controversia su idoneidad técnica para
discernir entre aquellas máquinas que contienen juegos de azar y aquellas que
desarrollan juegos de habilidad o destreza, debe entenderse que es el principio de
coordinación de los órganos administrativos, estatuido en el artículo 37 bis de la
Ley Nº 19.880, el que faculta su intervención precisamente de la forma dispuesta
en el dictamen Nº 92.308, en la medida que aquel precepto dispone que “cuando
un órgano de la Administración del Estado deba evacuar un acto administrativo
de carácter general que tenga claros efectos en los ámbitos de competencia de
otro órgano, le remitirá todos los antecedentes y requerirá de éste un informe para
efectos de evitar o precaver conflictos de normas, con el objeto de resguardar la
coordinación, cooperación y colaboración entre los órganos involucrados en su
dictación”.
Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los Ministros
Sr. Sergio Muñoz G., Sra. María Eugenia Sandoval G., Sr. Carlos Aránguiz Z., Sr.
Arturo Prado P. y Sra. Ángela Vivanco M. Santiago, 30 de octubre de 2018.
COMENTARIO
Jurisprudencia 315
Reitera la idea su considerando Decimotercero cuando señala que el otorga-
miento de patentes comerciales y su regulación legal (DL Nº 3.063/29.12.1979,
especialmente su artículo 23) tampoco prevé tal trámite; y recuerda que la creación
de procedimientos administrativos es materia de ley (artículos 7° inciso 1° parte
final y 60/63 Nº 18 de la Constitución).
Además de advertir el Tribunal que la CGR carece de atribuciones jurídicas
para crear trámites en procedimientos administrativos (materia que es de exclusiva
reserva legal), carece de atribuciones jurídicas para “otorgar competencia” a un
organismo público como es la Superintendencia mencionada, desde que pretende
por dicho Dictamen imponerle la obligación de pronunciarse sobre una situación
confiriéndole la potestad correspondiente, lo que es de una patente inconstitucio-
nalidad (artículos 6°, 7° incisos 1° y 2° y 61/65 inciso 4° N°2) ya que ello no solo
es de competencia exclusiva del legislador sino que la iniciativa para legislar en
la materia es exclusiva del Presidente de la República.
Resulta bastante contundente la sentencia comentada que acoge el amparo
económico deducido puesto que con el Dictamen impugnado se ha vulnerado
el derecho a la libre iniciativa privada en materia económica de los denunciantes
(artículo 19 Nº 21 inciso 1° de la Constitución) al exceder el Contralor General de
la República sus atribuciones legales y afectar dicho derecho fundamental como
al imponerles como requisito para ejercer este derecho un trámite –esto es un
acto administrativo procedimental– que no tiene asidero alguna en la ley y que el
órgano denunciado simplemente ha creado careciendo de toda potestad jurídica
para ello. En tal virtud deja sin efecto el Dictamen 92.308/2016 impugnado.
Apelado el fallo por la denunciada, la Corte Suprema en 19 considerandos
lo revoca y desecha la pretensión de los afectados.
Si se lee con la debida atención, como corresponde tratándose de un fallo
supremo, aparece, según mi opinión, un prodigio de retórica para llegar a una
solución que yo diría es “sorprendente”, a la manera de un prestidigitador… Me
explico.
Luego de siete primeros considerandos la tercera sala hace presente que el
tribunal a quo carece de competencia para “mutar, modificar o variar oficiosamente
la naturaleza de la acción libremente elegida por los justiciables (considerando
7°) por lo cual conocerá de la apelación en tanto recurso de protección (tal como
lo habían impetrado los recurrentes).
Escabullando el tema de fondo –cual era de estar la Contraloría General de
la República “creando” trámites en un procedimiento administrativo, siendo que
ello es de exclusiva reserva legal, o sea, de competencia del legislador y obligando
a los afectados a acompañar un informe de la Superintendencia de Casinos de
Juegos al solicitar una patente comercial municipal, lo que es igualmente de reser-
va legal, la Corte Suprema “descubre” que existe un “principio de coordinación”
en la Administración del Estado, pero se apoya y cita el artículo 37 bis de la Ley
19.880, sobre procedimientos administrativos, olvidando que 17 años antes ya la
Ley 18.575, de 5.12.1986 (orgánica constitucional de bases de la Organización
de la Administración del Estado) estableció tal principio en su artículo 5° inciso
2° y que la Ley 19.653, de 14.12.1999 lo introdujo en su artículo 3° inciso 2°.
Ahora bien, resulta sorprendente que la Corte Suprema se asile en este artículo
37 bis cuando esta disposición (introducida por el artículo 4° de la Ley 21.000,
Jurisprudencia 317
60/63 Nº 18), “otorgar” atribuciones a organismos de la Administración del Estado
e “imponerles” obligaciones jurídicas que deben cumplir como requisito previo
para emitir actos administrativos, lo que igualmente es de exclusiva reserva legal
(artículo 62/65 inciso 4° Nº 2).
Un fallo supremo lamentable, tanto en la interpretación de disposiciones
legales como en las atribuciones jurídicas de organismos de la Administración del
Estado y en el desconocimiento de lo que es en Chile un acto administrativo de
efectos generales y su diferencia con aquellos de efectos individuales.
Sigo sosteniendo, luego de 25 años, aquello del derecho público tan desco-
nocido en Chile.*1
*Para indicar solo tres textos más o menos recientes acerca de lo que es un acto adminis-
trativo de efectos individuales y otro de efectos generales, vid., v.gr. L. Cordero Vega, Lecciones
de derecho administrativo (2a. ed.) Thomson Reuters. Santiago de Chile. 2015, 252 supra; J.
Bermúdez S., Derecho administrativo general (3a. ed.). Santiago de Chile. 2014, 145-146 (que
es precisamente el recurrido en la acción deducida en el caso que comentamos, y de cuya
explicación aparece clarísimo que el otorgar una patente comercial por una Municipalidad
es un acto de efectos individuales y jamás de efectos generales); por último, J. M. Valdivia O.,
Manual de derecho administrativo. Tirant lo Blanch. Santiago de Chile. 2018, 211; todos los
autores son de opiniones concordantes. Hemos tratado el punto al estudiar la publicidad de los
actos administrativos, vid., Derecho Administrativo. Temas Fundamentales (3a. ed.). Abeledo
Perrot-Thomson Reuters. Santiago de Chile. 2012, 402-425.
VISTOS Y CONSIDERANDO:
Jurisprudencia 319
gráfico que aparece en diferentes redes sociales abiertas al público, y que en la
emisión del material no se indicó nombres de alumnas ni de apoderados ligados
a las labores de adoctrinamiento que se denuncian.
Señala que no existe acto arbitrario o ilegal alguno, ya que Canal 13 ejerce
lícitamente su derecho a la libertad de informar sin censura previa, de cualquier
forma y por cualquier medio, consagrado en el artículo 19 Nº 12° de la Constitución
Política de la República. Además –continúa– el recurso de protección no es la vía
idónea para reclamar respecto de información que se considera errónea u ofensiva,
debiendo ejercerse por el afectado el derecho de aclaración y de rectificación,
pública y gratuita, contemplado en el Título V de la ley 19.733 sobre Libertades
de Opinión e Información y Ejercicio del Periodismo.
Niega que la emisión del reportaje haya afectado la vida privada o la honra de
las alumnas, debido a que se trata de información de hechos veraces y relevantes
en el ámbito de la esfera pública. Además, agrega que no existe una relación de
causalidad entre la emisión del programa en televisión y la supuesta afectación al
honor del recurrente y que, en caso de existir algún tipo de afectación, ésta sólo
puede deberse a los actos delictuales y de transgresión al ordenamiento jurídico
de un grupo de alumnas que se “toman” por más de 5 meses su liceo, y que se
ven mezcladas con grupos políticos subversivos del pasado, pues Canal 13 sólo
se limitó a exponer los hechos que preocupan a la autoridad y a la sociedad.
Finalmente, señala que no existe legitimación activa por parte de la recurren-
te, quien se individualiza como “Defensora de la Niñez”, doña Patricia Muñoz
García, y lo hace en favor de “las niñas y adolescentes mujeres del Liceo Nº 1
Javiera Carrera”, sin indicar personas concretas y determinadas afectadas por la
supuesta vulneración de garantías constitucionales que se alega.
Previas citas legales y constitucionales, solicita se rechace en todas sus partes
el recurso de protección interpuesto en su contra, con condena en costas.
CUARTO: Que, en primer término, la empresa recurrida, así como cualquiera otra
periodística que se encuentre en la misma situación que la recurrida, no ha hecho
otra cosa más que informar de determinados hechos, derecho este, el de infor-
mar, garantizado en la Constitución Política de la República en el inciso primero
del Nº 12° de su artículo 19: “La Constitución asegura a todas las personas: La
libertad de emitir opinión y la de informar, sin censura previa, en cualquier forma
y por cualquier medio, sin perjuicio de responder de los delitos y abusos que se
cometan en el ejercicio de estas libertades, en conformidad a la ley, la que deberá
ser de quórum calificado”. Y si bien es cierto que tal derecho no es absoluto y
que siempre se debe responder de los “delitos y abusos” a que hace referencia la
QUINTO: Que, en efecto, el derecho a publicar noticias sin censura previa está
garantizado en la Carta Fundamental –como se ha visto– y el que esa noticia se
mantenga en internet es parte de esa garantía, máxime cuando la emisión del
programa en comento y su mantención en internet está referida a “hechos de
interés público” del recurrente de acuerdo a la Ley de Prensa. Dice el artículo
30 de la ley que “Para lo dispuesto en el presente artículo se considerarán como
hechos de interés público de una persona los siguientes: a) Los referentes al des-
empeño de funciones públicas; b) Los realizados en el ejercicio de una profesión
u oficio y cuyo conocimiento tenga interés público real; c) Los que consistieren
en actividades a las cuales haya tenido libre acceso el público, a título gratuito
u oneroso; d) Las actuaciones que, con el consentimiento del interesado, hubie-
ren sido captadas o difundidas por algún medio de comunicación social; e) Los
acontecimientos o manifestaciones de que el interesado haya dejado testimonio
en registros o archivos públicos, y f) Los consistentes en la comisión de delitos o
participación culpable en los mismos”, siendo aplicables en la especie al menos
las hipótesis de las letras b), c), e) y f).
Jurisprudencia 321
OCTAVO: Que, de otro lado, como tantas veces se ha dicho, el llamado recurso
de protección no otorga “acción popular” y quien comparece en nombre de otro
o por los intereses de otro debe hacerlo teniendo alguna legitimación para ello.
La “Defensora de la Niñez” dice tenerla por lo que contempla la ley 21.067 y
ello no es así. No ha comparecido la señora Muñoz García por ninguna alumna
en particular, ni tampoco por el Centro de Alumnas ni mucho menos por el Liceo
Nº 1 Javiera Carrera; lo hace, como señala textualmente en su recurso, por la
“vulneración a la honra y dignidad de todas las estudiantes, niñas y adolescentes,
que forman parte de la comunidad estudiantil del Liceo Javiera Carrera…”, y re-
sulta que la ley que cita, la 21.067, no le da esa facultad, no le permite accionar
de protección por lo que ella denomina una “comunidad estudiantil”, máxime
cuando la Dirección del establecimiento no ha recurrido en autos y de hecho,
tal autoridad, la Directora, ha recurrido en contra de determinadas personas que
propiciarían la violencia en el Liceo, como se señalará. Luego, la “Defensora de
la Niñez” no representa los intereses de ninguna alumna en particular ni tampoco
de un colectivo que, como se dirá, se ha visto sujeto a actos de violencia durante
todo el año 2018, sin que ello haya importado la actuación de la mencionada
Defensora en favor de las alumnas que han sufrido dicha violencia.
DÉCIMO: Que todo lo anterior da cuenta que, en todo caso, se trata de un re-
portaje serio, informado, en que no se dieron ni nombres ni se mostraron rostros
y que exhibe hechos conocidos incluso en esta Corte por la vía de la protección
señalada. Luego, la recurrida ha obrado en el ejercicio de un derecho protegido
constitucionalmente en el artículo 19 Nº 12° de la Carta Fundamental y, todavía,
sobre la base de una investigación seria que no hace sino informar sobre un
problema que efectivamente existe, que ha significado violencia en el Liceo Nº 1
Javiera Carrera y que entre marzo y septiembre de 2018 ha llevado a la migración
de 267 alumnas a otros establecimientos.
Jurisprudencia 323
claramente lo que significa este concepto– en contra de un medio de prensa que
no ha hecho otra cosa más que informar seriamente una determinada situación
que vulnera sostenidamente el derecho de las niñas del Liceo aludido a recibir una
educación sin turbaciones violentas; niñas que, de acuerdo a los antecedentes del
mencionado recurso de protección, reciben adoctrinamiento político y, todavía,
uno que propugna la violencia política.
Redacción del Ministro señor Mera. Regístrese.
Nº 78.574-2018.
No firma el Ministro señor Mera, no obstante haber concurrido a la vista de
la causa y al acuerdo, por encontrarse haciendo uso de permiso del artículo 347
del Código Orgánico de Tribunales.
Pronunciada por la Segunda Sala de la Iltma. Corte de Apelaciones de
Santiago, presidida por el Ministro señor Juan Cristóbal Mera Muñoz e integrada
por la Ministra señora Jenny Book Reyes y por el Abogado Integrante señor Jorge
Norambuena Hernández*.1
*DEFENSORA DE SÍ MISMA
Todo indica que Patricia Muñoz, defensora de la Niñez, está en el lugar equivocado. Es
difícil llegar a otra conclusión al revisar sus declaraciones de las últimas semanas. Primero,
afirmó que los no nacidos no son niños, declarándose partidaria de una singular concepción
de los derechos reproductivos de la mujer. Al ser consultada por los derechos del feto, aseveró
que solo después de las 14 semanas de gestación hay “un asidero científico (sic) que tiene
que ser atendido” (no protegido). Antes de ese plazo, no habría nada que merezca ni siquiera
atención jurídica, pese a que la ley afirma lo contrario. Naturalmente, dan ganas de preguntarle
a Patricia Muñoz si cree que en algún momento dejamos de ser tales asideros para convertirnos
en personas, pero intuyo que su respuesta enredaría aún más las cosas. Ahora bien, no conforme
con aquello, la defensora volvió a arremeter en medio de la discusión de la ley de género,
apoyando la inclusión de menores de edad sin ofrecer ninguna justificación sustantiva, más
allá de la mera invocación de derechos individuales (“tengo derecho a ejercer mis derechos”).
La actitud de Muñoz es problemática por varios motivos. Por un lado, ha decidido instru-
mentalizar indebidamente la institución que dirige en función de sus propias agendas. Desde
luego, sus ideas son legítimas; y, de hecho, el mundo está lleno de lugares aptos para empujar
todo tipo de convicciones. Su discurso calzaría a la perfección en una ONG, en el Congreso
o en un partido político. El punto es que la Defensoría de los Derechos de la Niñez -como
cualquier institución de ese tipo- tiene otros requisitos, otras exigencias y, sobre todo, otras
prioridades. Allí no cabe el activismo, porque es una institución que debe estar por encima
de ese tipo de disputas. Con sus intervenciones, la defensora solo debilita su institución, al
exponerla a polémicas que no guardan relación con su tarea.
Con todo, y más allá de la cuestión institucional, sus declaraciones también revelan un
modo de argumentar que daña gravemente la calidad de nuestro espacio público. Para decirlo
en simple, Patricia Muñoz cree que sus convicciones -y las de quienes piensan como ella-
están por encima de la democracia. Esa es la idea que subyace en su discurso, pues le otorga
primacía absoluta al lenguaje de los derechos. Estos no debieran ser objeto de deliberación: los
derechos no se discuten, sino que se respetan. Son imperativos categóricos. En otras palabras,
la defensora no cree que en estas materias haya dos (o más) posiciones legítimas en disputa,
pues la suya propia poseería una prioridad ontológica. Llevada al extremo, esta lógica no
acepta el disenso democrático.
Las dificultades de esta óptica no son difíciles de percibir, pues las invocaciones de
derechos suelen ser tan genéricas que no resuelven ningún problema práctico. ¿Cómo saber,
Jurisprudencia 325
RECENSIONES
Y
RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS
RECENSIONES
Recensiones 331
RESEÑA DE LIBROS
I. CHILE
El tema central está dedicado al rol del Derecho en los nuevos fenómenos sociales,
y destacamos Formación jurídica (P. Rodríguez Grez), La democracia moderna o
el ocaso del gobierno del pueblo (J. Alvear T.), En los ciudadanos frente al Estado,
de interés, El derecho a la igual protección en el ejercicio de los derechos ante
la Administración (S. Orpis J y E.Silva M.), Los límites de la libertad de expresión
del empleador en la negociación colectiva en la perspectiva constitucional (C.
Rosales R.), y Criptomonedas, su tributación, un análisis comparado (M. Pascual T.).
II. EXTRANJERO
Destacamos: El municipio ante ciertas actividades extractivas ¿es más fácil vedar
que permitir? (E. Sacristán), La penumbra de la corrupción, regulación interna-
cional de los lobbies (H. Cañardo), Raíces eugenésicas de los abortos no punibles
en Argentina (E. Abásolo), Sobre el señorío de la mujer sobre su propio cuerpo y
sobre la personalidad del embrión (L. M. Bandieri) y Algunas notas sobre normas
provinciales y los tratados internacionales y la constitucionalidad de la educación
religiosa en el caso “Castillo” (M. S. Riccardi).
Del Nº 46, destacamos: Panorama actual sobre las servidumbres administrativas (A.
Flores), El interés superior del niño en la filiación por adopción (R. M. Garate), El
Estado argentino ¿un Estado confesional o laico? (M. G. Catanzaro R.), La división
o separación de poderes, de la teoría clásica a lo que ocurre en la realidad (V. L.
Anselmino), El precepto pro homine y la globalización jurídica ( G. L. Medina).
Del Nº 47, de interés: Lineamientos elementales de la acción originaria de in-
constitucionalidad en la provincia de Buenos Aires (A. B. Flores), La protección
del ambiente, esquema constitucional y de presupuestos mínimos en Argentina
(S. Nonna), Educación en Argentina ¿pública y laica? Los casos de las provincias
de Salta y Mendoza (M. G. Catanzaro R.), El jurado como garante de la justicia en
los Estados Unidos de América (F. Morales y C. : Rosales), Debates preliminares
para una nueva ley de responsabilidad penal juvenil (M. J. Lescano), ¿Qué es la
democracia. Diferentes aproximaciones al concepto, la democracia como régimen
político (F. Sagesse), El corte furtivo de árboles e intervenciones de la Lex Aquilia
y la Ley de las XII Tables en Paulo 9 ad Sab. Digesto 47.7.1 (R. del Valle A, y Los
juristas romanos como inspiradores de los jueces del siglo XXI (S. N. Jalil).
• Monografías jurídicas
CRÓNICA
Reflexiones tomistas: Esther Gómez de Pedro. Reflexiones éticas: Pedro Trevijano,
Juan Manuel de Prada. Reflexiones fuertes: Alonso Gracián
DOCUMENTOS
Magisterio Pontificio: Papa Francisco. Audiencia general. Aula Pablo VI (Miércoles,
20 de febrero de 2019). Mensaje para la Cuaresma de 2019. “La creación,
expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios” (Rm 8, 19).
Audiencia general. Aula Pablo VI (Miércoles, 13 de febrero de 2019). Audiencia
general. Plaza de San Pedro (Miércoles, 27 de febrero de 2019). Discurso a los
participantes en la asamblea plenaria de la Academia Pontificia para la Vida.
Sala Clementina (Lunes, 25 de febrero de 2019)
ACTUALIDADES
I. Leyes mordazas, negacionismo, pensamiento único, totalitarismo, ¿en qué
queda la libertad de expresión?
II. Ideología de género
JURISPRUDENCIA
Juzgado de Letras de Santiago. 14.5.1883. Corte Suprema. 5.9.1884. Boucherat
con Fisco. GT Nº 2113 [1884], p. 1457 (Nº 2346) (Comentario de Gabriel
Bocksang Hola)
Corte de Apelaciones de Santiago. 20 de mayo de 1904. Juzgado de Santiago. 21
de abril de 1904. Ravest con Fisco (Comentario de Rodrigo Céspedes y Jaime
García)
Corte de Apelaciones de Santiago. 13 de junio de 1916. Caballero y otros con
Municipalidad de San Felipe (Ilegalidad de acuerdo municipal) (Comentario
de Rodrigo Céspedes y Jaime García)
Corte de Apelaciones de Santiago. 16.10.2018. Corte Suprema. 30.11.2018. Pérez
Gutiérrez, Dorothy con Bermúdez Soto, Jorge (recurso de protección/remoción
funcionario público) (Comentario de Eduardo Soto Kloss)
Corte de Apelaciones de Santiago. 25.7.2018. Corte Suprema. 30.10.2018. Castillo
Sánchez y otros con Contralor General de la República (acción de amparo
económico – acción de protección) (Comentario de Eduardo Soto Kloss)
Corte de Apelaciones de Santiago. 3.1.2019. Defensora de la niñez con Canal 13 S.A.
(protección - rechazada)