Bosque PRESENTACIÓN Saussure
Bosque PRESENTACIÓN Saussure
Bosque PRESENTACIÓN Saussure
Presentación
1
Muchas veces he pensado que el verdadero "diálogo con el
texto" (al menos con el texto científico y con el filosófico) del que tan-
to han hablado los teóricos del discurso no lo producen en verdad las
lecturas, sino más bien las re-lecturas. La razón es muy simple: se
puede aprender a leer, pero no a releer. Las re-lecturas son las lectu-
ras filtradas por nuestra experiencia, por las lecturas posteriores, por
nuestras cavilaciones, nuestras dudas, nuestras intuiciones y en gene-
ral nuestra reflexión sobre los asuntos que se suscitan, a menudo de
considerable importancia. En esas líneas trataré de resumir apresu-
radamente algunas de las reacciones que la re-lectura del Curso de
Lingüística General me ha producido después de trascurridos muchos
años desde la última lectura íntegra del texto. Obviamente, no tengo
ahora en cuenta las consultas ocasionales de las que hablaba antes,
por numerosas que sean, puesto que esas consultas se distinguen de
las re-lecturas en la misma medida en que las visitas rápidas se dife-
rencian de las estancias temporales. Así pues, esta no será, ciertamen-
te, la presentación que escribiría un experto en Saussure, pero en
cambio estoy casi seguro de que mis reacciones personales coincidi-
rán en alguna medida con las de otros lingüistas de mi generación.
No creo que exista algún párrafo de este libro sobre el que no se
hayan escrito varias decenas. Muchas de ellos han salido, ciertamen-
te, de la pluma de los grandes especialistas en Saussure (pienso ahora
en R. Godel, R. Engler, E. F. Koerner, E. Coseriu, T. De Mauro y el
mismo R. Jakobson), pero las referencias, directas o indirectas, a las
cuestiones que se suscitan en el Curso están, como es obvio, en todas
partes. Como sabemos, es casi imposible construir la relación de au-
tores influidos por Saussure porque casi toda la lingüística posterior a
él es, en un sentido técnico, post-saussuriana: toda ella acepta alguna
variante de sus famosas dicotomías, reinterpretadas o no, indepen-
dientemente del énfasis que cada corriente ponga en algunos aspec-
tos de su desarrollo.
Lo primero que llama la atención del re-lector de este libro es
que las múltiples presentaciones de Saussure que se encuentran en
los manuales de lingüística no hacen justicia al contenido del Curso.
La lectura del texto --y no siempre las glosas que de él se hacen--
permite percibir nítidamente lo que llamamos ‘actitud teórica’ hacia
la investigación; esto es, un destacado interés por la sistematización
frente a la atomicidad, por la búsqueda de regularidades, frente a la
2
descripción de casos particulares. Para muestra, valga este botón
(pág. 70):
5
diferencian en la forma en que se ajustan a esta arbitrariedad gra-
dual.
El texto no apoya tampoco tan claramente como los resúmenes
que se hacen de él la naturaleza exclusivamente social de la lengua ni
la estrictamente individual del habla. La lengua es (pág. 57) "un sis-
tema gramatical virtualmente existente en cada cerebro", en el que
"tiene su asiento" (pág. 58). En el cerebro de cada individuo se hallan
las "acuñaciones depositadas" (pág. 65), hasta el punto de que "nues-
tra memoria tiene en reserva todos los tipos de sintagmas" (pág. 230)
(el concepto de 'sintagma' se debe interpretar en este contexto apro-
ximadamente como 'esquema morfológico"). El hecho de que la len-
gua es a la vez una institución social y un sistema presente en "la
conciencia de los sujetos hablantes" (pág. 163) se destaca en otros mu-
chos lugares. Igualmente, si bien es cierto que el Curso defiende una
separación clara del punto de vista diacrónico y del sincrónico, no es
menos cierto que defiende que (pág. 158) "el método histórico será el
que haga comprender mejor los estados de lengua".
El lector atento encuentra igualmente en el Curso otras dicoto-
mías menos difundidas que las clásicas. Destacan tres entre ellas: la
primera es la oposición entre reglas y leyes (pág. 170 y ss.), que queda
poco desarrollada en el texto; la segunda es la oposición entre oralidad
y escritura (páginas 38, 45 y otras muchas), a la que Saussure daba
enorme importancia. De hecho, critica abiertamente la lingüística
tradicional por el hecho de que "se atiene demasiado servilmente a la
lengua escrita y olvida la lengua viviente" (pág. 38). La tercera oposi-
ción es la que Saussure establece entre el análisis subjetivo ("el que los
hablantes hacen en todo momento") y el análisis objetivo ("fundamen-
tado en la historia", páginas 313 y ss.).
Junto a esas nuevas dicotomías, todas revitalizadas en el último
tercio del siglo XX, introduce Saussure en el Curso otros conceptos de
gran interés que tampoco suelen resaltar los manuales. Quisiera des-
tacar entre todos ellos el de 'identidad' (pág. 197 y ss.). Una de las po-
sibles facetas de este concepto complejo es el la noción tradicional de
polisemia. Otra, acaso más profunda, es la que apunta a la denomi-
nada 'formación de conceptos', y en general al ‘problema de la de-
nominación':
6
Así, hablamos de la identidad a propósito de dos expresos
(...) que salen con veinticuatro horas de intervalo. A nues-
tros ojos es el mismo expreso y, sin embargo, probablemen-
te la locomotora, los vagones y el personal, todo es diferen-
te. O bien si una calle es destruida y luego reconstruida de-
cimos que es la misma calle, aunque materialmente quizás
no subsista nada de la antigua (pág 198).
15
Ignacio Bosque
Universidad Complutense y Real Academia Española
16