El Big Bang La Génesis de Nuestra Cosmología Actual

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EL BIG BANG

LA GÉNESIS DE NUESTRA
COSMOLOGÍA ACTUAL
EL BIG BANG
LA GÉNESIS DE NUESTRA
COSMOLOGÍA ACTUAL
ALEJANDRO GANGUI
Gangui, Alejandro
El big bang : la génesis de nuestra cosmología actual - 1a
ed. - Buenos Aires : Eudeba, 2005.
416 p. ; 25x18 cm. (Ciencia Activa)
ISBN 950-23-1386-0
1. Cosmología I. Título
CDD 113

Eudeba
Universidad de Buenos Aires

Primera edición: abril de 2005

© 2005, Editorial Universitaria de Buenos Aires


Sociedad de Economía Mixta
Av. Rivadavia 1571/73 (1033) Ciudad de Buenos Aires
Tel.: 4383-8025 / Fax: 4383-2202
www.eudeba.com.ar

Diseño de tapa: Silvina Simondet


Diagramación general: Félix C. Lucas
Corrección general: Eudeba

ISBN 950-23-1386-0
Impreso en la Argentina
Hecho el depósito que establece la ley 11.723

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su almacenamiento en un sistema


informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico, mecánico,
fotocopias u otros métodos, sin el permiso previo del editor.
A Denise,
a Lucila y a Matías,
por haberles robado ese tiempo precioso que les pertenece.
ÍNDICE

Agradecimientos ............................................................................ 9
Prefacio ........................................................................................ 11
Introducción ............................................................................... 17
I. La cosmología en la antigüedad .............................................. 19
II. El despertar de la ciencia griega ............................................ 31
III. Un largo período de oscuridad ............................................. 63
IV. La primera revolución cosmológica ....................................... 83
V. La reencarnación del aither platónico ................................... 127
VI. Un universo en expansión ................................................... 167
VII. Los pilares del Big Bang .................................................... 189
VIII. Observaciones actuales: nuestra imagen del universo ..... 237
IX. Teorías rivales ...................................................................... 289
X. Finale .................................................................................... 333
Bibliografía ................................................................................ 343
Glosario ..................................................................................... 347
Índice analítico ......................................................................... 393
AGRADECIMIENTOS

Q
uisiera expresar aquí mi reconocimiento a aquellas perso-
nas e instituciones que, de una u otra manera, me ayuda-
ron en la realización de esta obra.
A los dos referís anónimos y a los editores y diagramadores
de Eudeba, de dictamen irreprochable, por sus varias observaciones.
Sin duda, ellos permitieron que esta obra fuera más clara y comple-
ta, y ayudaron también a cortar algunas exuberancias.
A todos los miembros del Instituto de Astronomía y Física del
Espacio (IAFE) por esa hermosa atmósfera de trabajo cordial. Al
Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Natu-
rales (UBA) por darme la oportunidad de enseñar lo que me gusta.
Y al Conicet, por ofrecerme “una cierta tranquilidad”, necesaria para
llevar a cabo este proyecto.
A Diego y a Esteban, y a los alumnos de las materias Cosmología
2002 y 2003 del Departamento de Física, al numeroso y cálido
público de las charlas del Planetario de la Ciudad de Buenos Aires,
de las charlas y talleres de cosmología del IAFE, y de las conferencias
dictadas en otras instituciones donde me invitaron a hablar, por su
atención y sus preguntas, y sus deseos de saber más.
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A las bibliotecas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales


(UBA), del Observatoire de Paris (y de Meudon), del Abdus Salam
International Centre for Theoretical Physics (ICTP), y de la Scuola
Internazionale Superiore di Studi Avanzati (SISSA) de Trieste, del Institut
d’Astrophysique de Paris (IAP), de la Bibliothèque Nationale de France, así
como también a la de “la calle Machado 3264, Castelar” y a la de “La
Emoción, Carlos Keen”, por los gratos “descubrimientos”, y por la con-
sulta bibliográfica y de documentos; y a la Fundación Antorchas por
una gran parte del apoyo financiero que lo hizo posible.
A mis colaboradores científicos por todo lo que me enseñaron y
por los buenos tiempos de investigación pasados con ellos. Al profe-
sor Mario, quien fue mi primer guía en temas de gravitación y a
Francisco Diego quien verdaderamente me guió. A Sabino y a Dennis,
por su interés y su apoyo constantes, y por guiarme en la segunda
etapa de mi camino científico. Finalmente, una mención especial
para Marc y Jean-Pierre, por la importancia que dan a la historia de
la ciencia y su acción contagiosa, y a Jean, por su seriedad humana y
por sus hermosos trabajos sobre la historia de la relatividad general.
Y bien, jamás estarían completos mis agradecimientos si no men-
cionara a amigos y familiares quienes, aun sin saberlo, fueron esencia-
les para esta obra. Entre todos ellos quisiera recordar especialmente:
A Ingrid, a Hugo, al señor Jorge, y al estupendo aliento de un
crítico anónimo de la editorial Atlántida por su constante apoyo en
varias de las etapas de la escritura de esta obra.
A Leo, por su magnífico trabajo en la adaptación de algunas
imágenes y por enseñarme cómo lo hizo, y a Esteban y a Jürgen por
ayudarme siempre con gusto en temas de informática.
A Luca, Luciano, Marco, y “Pigi”, mis caros compañeros de la
Stanza 10 por las primeras armas con la Commedia del Dante, por
regalarme mi primer “Inferno” y por enseñarme con el ejemplo que
fatti non foste a viver come bruti, ma per seguir virtute e canoscenza.
A mis padres Alfredo y Alicia, y a mi hermano “salsero” Alfredo,
que me vieron crecer y que siempre pensaron que comprar un libro
no era un gasto, sino una inversión. Y a “Gra”, con quien siempre
pudimos contar.
A todos ellos, les ruego encontrar aquí una expresión de mi más
sincero agradecimiento.
Por último, y no menos importante, quisiera mencionar a mi
pequeña familia por soportar viajes y horarios fuera de lo común,
necesarios para completar esta obra. Fueron ellos quienes, en cierto
sentido, me impulsaron a escribir estas páginas. Considero por ello
un grato deber dedicárselas por completo. Valga entonces la inten-
ción, ya que no el tributo.
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PREFACIO

“¿Por qué nadie me enseñó las constelaciones ni me hizo familiar con el cielo de las estrellas,
que están siempre allá en lo alto, y que hoy apenas si llego a reconocer?”
Thomas Carlyle

Q
uizás muchos de nosotros hayamos proferido alguna vez
un lamento similar a éste, pero sobre la cosmología y sobre
su historia. La idea de este libro es, al menos en parte,
ofrecer una pequeña historia de esa maravillosa historia.
Al abordar las ideas cosmológicas de los antiguos filósofos, es
fácil convencerse de la importancia que el cielo y el universo han
tenido para los hombres desde los albores de la civilización. En las
páginas que aquí comienzan veremos pasar las distintas épocas y los
personajes que les dieron sentido. Como quizás era de esperarse, los
babilonios y los egipcios se anotan entre los primeros lugares, con
sus agudas observaciones de los astros. A pesar de que con ellos lo
mítico y lo religioso se entremezclaban con lo natural, impidiendo
el desarrollo de lo que hoy llamamos “ciencia”, sus aportes resultaron
notorios. Con los antiguos griegos, el avance se hará más significativo.
Tales de Mileto colocará la piedra fundamental de la ciencia, al des-
prenderse del elemento mitológico; Anaximandro, Heráclito y tantos
otros serán eslabones de una larga cadena que nos llevará a filósofos y
matemáticos de la talla de Pitágoras, Platón, Aristóteles y Aristarco.
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Muchos pensadores dejaron plasmadas sus ideas e ideales en


influyentes textos, que marcarían a fuego la historia de la huma-
nidad. También hubo otros escritos que, a pesar de su importan-
cia, rápidamente caerían en el olvido; muchísimas obras perdi-
das, algunos fragmentos recobrados, pero que en todos los casos
se muestran como el fruto de una inagotable riqueza de observa-
ción y de elaboración.
Esta ciencia desarrollada por los griegos ofrecerá a las futuras
generaciones una visión del universo tan sólida, que su arquitectura
permanecerá inamovible por casi dos mil años, hasta promediar el
renacimiento intelectual que dará luz a las ideas de Copérnico. Po-
demos sin duda afirmar que muchas de las ideas acerca del origen,
forma y extensión de nuestro universo ya estaban presentes
germinalmente en esa maravillosa cultura, algunas de cuyas concep-
ciones, como veremos, alcanzaron una eternidad estética incompa-
rable, como en el caso de la Divina Comedia de Dante.
De estos textos, originales o comentados, antiguos y moder-
nos, uno logra hacerse una idea del pensamiento y de las fantasías
de quienes abrieron el surco de lo que luego se convertiría en la
gran avenida de la cosmología moderna. A medida que crecía el
manuscrito, fuimos señalando algunos fragmentos, traduciendo
otros, tomando nota de dónde encontrar aquella opinión que ha-
bíamos visto citada; así la lista se hizo grande y dio pena privar al
lector del fruto de estas lecturas, algunas apuradas, otras en deta-
lle, pero siempre representativas del contexto de las obras de ori-
gen. Decidimos entonces incluirlas en el texto, aquí y allá, en la
certeza de que nos ayudará a avalar la historia que nos proponemos
contar. Y por eso, una de las novedades de nuestra obra consiste en
restituir algunos pasajes de tan hermosas páginas al primer plano
de la atención del lector.
Con las ideas de Copérnico la cosmología alcanza una dimen-
sión revolucionaria y que no encontrará límites. Seguirán años de
verdaderos avances conceptuales. Hombres como Giordano Bruno,
Kepler, Galileo y tantos otros irán enriqueciendo nuestra visión del
universo y despejando el camino para comprenderlo, desde lo más
próximo hasta las profundidades del infinito cósmico. Se plantearán
justos interrogantes, algunos embarazadoramente simples, como el
porqué de la oscuridad de la noche; otros, por el contrario, que re-
querirán de cambios conceptuales gigantescos para resolverse. Tan-
tas preguntas y tantas balbuceantes respuestas, muchos avances y
algunos retrocesos. Son éstos algunos de los temas que nos interesará
resaltar en nuestra historia y que haremos a través de personajes, a
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veces casi desconocidos; otras de la mano de notables pensadores


como Newton y su ley de la gravitación universal o como Einstein y
sus teorías de la relatividad.
El científico del siglo XX no se conformó con su pequeña ga-
laxia sino que aspiró a más. Potentes telescopios y novedosos desa-
rrollos teóricos permitieron sondear cada vez más lejos y, como en
un túnel del tiempo, explorar cada vez más profundamente el pasa-
do de nuestro universo. Con estos nuevos estudios, los antiguos
interrogantes fueron adquiriendo otro matiz, más científico esta vez.
Y las viejas preguntas volvieron a florecer: ¿cómo surgió el universo?,
¿cuál es su forma?, ¿es limitado, o se extiende al infinito?, ¿ha tenido
un principio?, ¿tendrá un fin?
Así, de la mano de los avances teóricos y su contraparte
observacional, el siglo XX estaba preparado para el surgimiento de
la cosmología científica relativista. En este libro narraremos cómo
estas nuevas ideas llevaron naturalmente a la hipótesis de un univer-
so en expansión y a la existencia de los llamados modelos del Big
Bang, tema central de nuestra obra, para luego ocuparnos de descri-
bir las distintas y exitosas predicciones teóricas de estos modelos y
que hacen que la gran mayoría de los cosmólogos hoy se encuentre
alineado en sus filas. Entre éstas, explicaremos cómo fue que surgie-
ron los núcleos de los elementos más livianos: excepcional predic-
ción de los modelos del Big Bang que nos permite conocer cómo era
el universo cuando apenas contaba con minutos de vida y se com-
portaba como un reactor nuclear cósmico. También exploraremos la
necesidad de la existencia en el cosmos de materia “oscura” ordinaria
(como la que nos forma a nosotros, pero que no emite luz) y no tan
ordinaria (no formada de protones, electrones...), así como también
los últimos hallazgos observacionales que, a través de precisas obser-
vaciones de lejanas estrellas colapsadas, nos indican la existencia de
un alto contenido de “energía oscura”.
Contaremos también en detalle la sorprendente historia de un
“vestigio del Big Bang”, la llamada radiación cósmica del fondo de
microondas, desde su descubrimiento inesperado en 1964 hasta las
observaciones de 1992, que mostraron las “semillas” de las galaxias
que nos rodean hoy. Y veremos cómo, recientemente, se emplearon
ciertas pequeñísimas “imperfecciones” en este campo de radiación
para “pesar nuestro universo” y determinar su curvatura espacial glo-
bal. Se resaltará también cómo a fines de 2002 se descubrió que este
campo de radiación, además, poseía una débil orientación, o polari-
zación, como había sido predicho teóricamente casi treinta y cinco
años antes en el marco de los modelos del Big Bang, y se describirán
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los recientes hallazgos de una misión satelital, llamada WMAP, so-


bre la historia reciente de nuestro universo: su edad y el fin de las
“eras oscuras”, cuando las primeras estrellas comenzaron a formarse.
Todos estos temas nos permitirán compartir al menos una parte
de la excitación que los cosmólogos sentimos al hacer ciencia, y deja-
rán en el lector, quizás, un sabor a concordancia absoluta entre todos
los que nos dedicamos a esta aventura... Para que quede claro que
esto último no es tan así, el libro concluye con un capítulo frecuen-
temente olvidado en textos de esta naturaleza: las teorías rivales. Con
cierto detalle (y algunas relaciones numéricas precisas y hasta nece-
sarias para el lector interesado) se enumeran varias de las más popu-
lares teorías alternativas al Big Bang y se analizan sus virtudes y
defectos. Convencido de que “cuando todos piensan igual, nadie
piensa”, y aunque el autor confiesa estar alineado entre los propo-
nentes del modelo estándar de la cosmología, hemos tratado aquí de
no forzar al lector a creer en una u otra teoría (¡aunque quizás no lo
hemos logrado!). Se muestran, sin embargo, los motivos por los cua-
les los modelos del Big Bang resultan sólidos y quizás la mejor des-
cripción de la evolución de nuestro universo de la actualidad.
Esta obra va acompañada de apuntes y observaciones, y de un
largo glosario de términos quizás nuevos para el lector que se inicia
en la ciencia de la cosmología, y que, ¡ojalá!, hagan más fácil su com-
prensión. Para aquellos que quieran hincar el bisturí hasta el fondo
de la comprensión se reservan algunas aclaraciones a pie de página y
el noveno capítulo. Se adjunta también una (incompleta) lista de
lecturas recomendadas que nos han servido en la redacción y que
consideramos que permitirán al lector satisfacer su curiosidad de
saber más. Algunas de éstas están en versiones extranjeras, no porque
no existan en español sino, sencillamente, porque eran ésas las edicio-
nes que estaban a mano al momento de escribir. El interesado hará
bien en consultar cuantas estén a su alcance. Es nuestra intención,
además, hacer que esta obra permanezca viva y actualizada. Para lo-
grarlo, mantendremos un sitio en internet con los últimos hallazgos
relevantes sobre la cosmología y el Big Bang. Este sitio –que indica-
mos al final del último capítulo– incluirá también una fe de erratas
con las correcciones y aclaraciones de aquellos puntos poco claros
que, sin duda, los lectores nos señalarán de su lectura.
El presente libro, que comenzó como un opúsculo y fue cre-
ciendo paulatinamente en un afán de completitud y claridad, fue
gestado en una época difícil para nuestro país. Una época en la que,
como pocas veces antes, todos comenzamos a soñar desesperada-
mente con un futuro mejor. En particular, fue una época en la que
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las editoriales no apostaban a la edición de libros como éste (catalo-


gados como “no best-sellers”). Eudeba, sin embargo, aceptó el reto y
me da el doble placer de ver la obra editada por la editorial de la casa
de altos estudios que me formó, hace más de diez años, y en la cual
actualmente ejerzo la docencia; esto es más, mucho más, de lo que
podía jamás soñar.
Historiar y explicar el desarrollo de la cosmología y de sus últi-
mos avances, sin reducir los modelos a un nivel tan simplista que
pierdan su poder explicativo sobre la realidad, es la pretensión de
esta obra. El resultado está en tus manos, amable lectora, amable
lector. La misión de este libro se habrá cumplido si al leer las páginas
que siguen comienzas a sentir que el epígrafe de Carlyle, una vez que
lo transpones al cosmos, ya no es más para ti.

El autor

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