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9

9 SERIE:
CUADERNOS DE
DERECHO
A LA SALUD
JURISPRUDENCIA
(NUEVA ÉPOCA)

Lima, mayo 2022

Tribunal Constitucional del Perú


Centro de Estudios Constitucionales
9


Pe
el
ld
na
io
uc
tit

SERIE: CUADERNOS DE JURISPRUDENCIA (NUEVA ÉPOCA)


Derecho a la salud
ns

© Tribunal Constitucional del Perú


Co

Dirección de Publicaciones y Documentación


del Centro de Estudios Constitucionales
Los Cedros 209 - San Isidro - Lima
al
un

Primera edición: mayo de 2022


ib
Tr

Depósito Legal: 2022-04225

Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra sin el consentimiento expreso
de los titulares del copyright.

1
9


Pe
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ

el
Presidente

ld
Augusto Ferrero Costa

na
Vicepresidente
José Luis Sardón de Taboada
io
Magistrados
uc
Manuel Miranda Canales
Ernesto Blume Fortini
Carlos Ramos Núñez (+)
tit

Marianella Ledesma Narváez


Eloy Espinosa-Saldaña Barrera
ns
Co

CENTRO DE ESTUDIOS
CONSTITUCIONALES

Directora General
al

Magistrada Marianella Ledesma Narváez


un
ib
Tr

2
9


Pe
Los Cuadernos de Jurisprudencia del Tribunal Constitucional del Perú for-
man parte de una serie de publicaciones que pretenden dar cuenta, progresiva-
mente, de la jurisprudencia temática más relevante del Tribunal Constitucional

el
en sus 25 años de vida institucional. Ha sido seleccionada de modo específico
para conocer los principales contenidos jurisprudenciales sobre un determinado

ld
derecho fundamental o un eje temático de relevancia constitucional. Cada uno
de los cuadernos tiene la siguiente utilidad: 1. Para los ciudadanos y ciudada-
nas, les muestra, desde diferentes perspectivas, cómo el Tribunal Constitucional

na
protege los derechos fundamentales. 2. Para los operadores jurídicos (jueces,
fiscales, personal administrativo, árbitros, abogados, partes procesales, etc.),
les ayuda a resolver de mejor forma los problemas que sobre determinados
io
derechos fundamentales se les presentan al resolver sus casos. 3. Para quienes
investigan en la especialidad, les muestra, de un modo técnico también, el desa-
uc

rrollo jurisprudencial del contenido de los derechos, sus límites, la ponderación


con otros derechos, las diferentes formas argumentativas respecto del derecho
fundamental o eje temático elegido, así como los mecanismos diseñados para su
tit

protección jurisdiccional.
Tanto los títulos y subtítulos de los cuadernos han sido puestos a fin de
ns

orientar en la lectura y no coinciden necesariamente con aquellos que aparecen


en las sentencias del Tribunal Constitucional. Asimismo, no se consignan las ci-
tas bibliográficas o referencias a jurisprudencia comparada, que a veces utiliza
Co

el Tribunal, pero se da cuenta de su existencia para que pueda ser revisada en


la versión completa que aparece en la página web del Tribunal: www.tc.gob.pe.
De otro lado, en algunos casos se menciona al magistrado o magistrada ponente
del caso. Esto sólo se hace en expedientes a partir del año 2019 en que recién se
al

autoriza la publicación de los ponentes en cada caso. Así también, para efectos
de mejor orientación del lector, cada caso siempre es citado por el número de
un

“Expediente” y, adicionalmente, cuando exista, el número de “Sentencia”. Esta


numeración de sentencias recién aparece desde el año 2020.
ib

La elaboración del presente cuaderno ha contado con el apoyo de todo el


equipo de la Dirección de Publicaciones y Documentación del Centro de Estudio
Constitucionales.
Tr

3
9

INDICE


Presentación............................................................................................................................. 6

Pe
ASPECTOS GENERALES

el
ld
1. La salud como derecho social........................................................................................ 8

1.1. La exigibilidad de derechos sociales como el derecho a la salud pública................ 8

na
1.2. La dimensión prestacional de la salud y las entidades encargadas de su efectivi-
dad............................................................................................................................ 8
1.3. Los individuos también como contribuyentes sociales en la asignación de medidas
io
sanitarias y sociales.................................................................................................. 10
1.4. El Estado como responsable de la efectividad y eficacia del derecho a la salud....... 10
uc

1.4.1. Triple función del Estado: respetar, proteger y cumplir................................... 11


1.4.2. Deber estatal de adoptar acciones positivas.................................................. 12
tit

1.5. El principio de progresividad del derecho a la salud................................................... 14


1.6. La gravedad y razonabilidad como factores para su exigencia judicial...................... 15
ns

2. Contenido del derecho a la salud................................................................................... 15

2.1. Definición: un estado de normalidad orgánica funcional............................................. 15


Co

2.2. El deber de conservar y restablecer el estado de plenitud en salud......................... 17


2.3. Configuración constitucional del derecho a la salud e influencia de los tratados sobre
humanos................................................................................................................... 19
al

2.4. Derecho a la salud física........................................................................................... 25


2.5. Derecho a la salud mental.......................................................................................... 27
un

2.6. Derecho a la atención integral.................................................................................... 51


2.7. Derecho a la información acerca del tratamiento y de los procedimientos que van
ib

a ser aplicados.......................................................................................................... 52
2.8. La salud como servicio público................................................................................. 54
Tr

2.8.1. Características de las prestaciones de salud................................................. 54


2.8.2. Obligaciones del Estado respecto a las prestaciones de salud: organizar,
dirigir, reglamentar, garantizar y supervisar................................................... 55
2.8.3. Elementos esenciales del servicio de salud: disponibilidad, accesibilidad,
aceptabilidad y calidad................................................................................... 56
2.8.4. Infraestructura necesaria para garantizar un servicio de salud adecuado...... 60
2.8.5. Modelo sanitario de pluralismo estructurado o competencia regulada........... 62

4
9

RELACIÓN DEL DERECHO A LA SALUD


CON OTROS DERECHOS Y PRINCIPIOS
CONSTITUCIONALES

1. El derecho a la salud y sus derechos o principios conexos........................................ 63


1.1. El Derecho a la salud y su vinculación con el derecho a la vida............................... 63
1.2. El Derecho a la salud y su vinculación con el principio de dignidad........................... 64

Pe
1.3. El Derecho a la salud y su vinculación con el derecho a gozar de un ambiente equi-
librado y adecuado.................................................................................................... 65
1.4. El Derecho a la salud y su vinculación con el derecho al agua................................ 66

el
1.5. El Derecho a la salud y su vinculación con el derecho a la libertad individual......... 66

ld
1.6. El Derecho a la salud y su vinculación con el derecho a la integridad personal....... 68
1.7. El Derecho a la salud y su vinculación con el derecho a la información..................... 69
2. El derecho a la salud como límite a otros derechos..................................................... 70

na
2.1. El Derecho a la salud como límite del derecho a la propiedad intelectual................ 70
2.2. El Derecho a la salud como límite del derecho a la libertad de empresa................. 72
io
2.3. El Derecho a la igualdad como límite al derecho a la salud....................................... 75
uc
3. Perspectivas de estudio del derecho a la salud: personal, familiar y comunitaria...... 77
tit

EL DERECHO A LA SALUD
Y GRUPOS EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD
ns

1. Tutela preferente del derecho a la salud........................................................................ 81


Co

2. Grupos de especial protección....................................................................................... 81

2.1. Personas con VIH-SIDA............................................................................................ 81


al

2.2. Trabajadores............................................................................................................... 84
2.2.1. Trabajadores mineros..................................................................................... 84
un

2.2.2. Trabajadores de construcción civil.................................................................. 85


2.3. Niños/as y mujeres gestantes..................................................................................... 85
ib

2.4. Adolescentes............................................................................................................... 88
2.5. Personas privadas de la libertad................................................................................. 89
Tr

2.6. Personas con discapacidad........................................................................................ 92


2.7. Personas internadas en centros de salud................................................................... 93
2.8. Personas en situación de pobreza y pobreza extrema............................................. 95
2.9. Personas adultas mayores.......................................................................................... 95

Sentencias referidas en el presente Cuaderno de Jurisprudencia.................................... 97

5
9

Presentación


El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el

Pe
inicio de una pandemia mundial provocada por el virus COVID-19. Ante ello, en
Perú se declaró el estado de emergencia sanitaria a nivel nacional, mediante el
Decreto Supremo 044-2020-PCM. Esta situación y sus repercusiones pusieron a

el
la salud pública en el centro de atención de la agenda nacional e internacional.
En el último año se ha discutido sobre la cobertura de los servicios de salud para

ld
las personas colocadas en situación de vulnerabilidad, la participación de las
clínicas privadas en la distribución de vacunas, el orden de prioridad en la vacu-
nación a cargo del Estado, el tratamiento de pacientes en la Unidad de Cuidados

na
Intensivos (UCI), la importancia de la salud como servicio público, entre otros
temas relevantes.
io
El derecho a la salud, en tanto parte de los Derechos Económicos, Sociales, Cul-
turales y Ambientales (DESCA), tiene una relación de complementación respec-
to de los derechos civiles y políticos. Es decir, no se podría hablar de salud sin
uc

abarcar el derecho a la vida o la integridad, puesto que gozar de buena salud es


presupuesto para una vida digna, y la afectación del derecho a la salud incide
tit

también en la integridad y la vida.


Además, la salud como derecho social pone en la esfera del Estado una serie de
ns

deberes, como el deber de tomar acciones afirmativas en materia de políticas


públicas destinadas a salud o de destinar el presupuesto público a tales políticas
para hacer efectivo este derecho. Ello es sobre todo relevante cuando hablamos
Co

de grupos en situación de vulnerabilidad, como las personas con VIH/SIDA, las


mujeres gestantes, las personas privadas de la libertad que residen en centros
penitenciarios, entre otros grupos.
Y es que la salud no sólo debe ser examinada como un derecho fundamental
al

sino también como un servicio público. En tanto derecho fundamental la salud es


tradicionalmente entendida como el estado de bienestar general físico y mental
un

o de normalidad orgánica funcional. En tanto servicio público debe cumplir con


los elementos de disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y calidad.
ib

Siendo clara la relevancia del derecho a la salud, este número de la serie de pu-
blicaciones “Cuadernos de Jurisprudencia del Tribunal Constitucional”, pretende
Tr

analizar las principales sentencias sobre este derecho.


Estos cuadernos de jurisprudencia tienen como objetivo general difundir la juris-
prudencia del Tribunal Constitucional peruano en función a temas actuales, gru-
pos en situación de vulnerabilidad y derechos fundamentales. Asimismo, tiene
como objetivos específicos unificar la jurisprudencia del Tribunal Constitucional;
informar a la ciudadanía sobre las líneas jurisprudenciales de este; y, sobre todo,
promover la deliberación y crítica constructiva de las decisiones e interpretacio-
nes del Tribunal Constitucional peruano.

6
9

En este número se encuentran los fundamentos jurídicos relevantes de las sen-


tencias más importantes del Tribunal Constitucional referentes al derecho a la
salud. En ese sentido, se ha tenido en consideración las sentencias publicadas
hasta diciembre del año 2021. En cuanto a la estructura, se han considerado tres
apartados. El primero versa sobre los aspectos generales del derecho a la salud.
En tal punto se aborda la salud como derecho social y el contenido del derecho
a la salud. En el segundo bloque se incluyen sentencias del derecho a la salud


en su relación con otros derechos o principios constitucionales como la vida, dig-
nidad, integridad, entre otros. Finalmente, el último segmento está referido al
derecho a la salud y los grupos en situación de vulnerabilidad, donde, de forma

Pe
no exhaustiva, se incluyen los pronunciamientos del Tribunal Constitucional en
casos sobre el derecho a la salud de personas con VIH/SIDA, trabajadores, per-
sonas adultas mayores, entre otros grupos.

el
El CEC confía en que el presente Cuaderno de Jurisprudencia N.° 9: “Derecho a
la salud” coadyuve en la labor de personas investigadoras, operadores de justi-

ld
cia y, principalmente, en el mejor conocimiento de la protección de este derecho
por parte de la ciudadanía en general.

na Lima, mayo de 2022


io
Magistrada Marianella Ledesma Narváez
Directora General del CEC
uc

Tribunal Constitucional
tit
ns
Co
al
un
ib
Tr

7
DERECHO A LA SALUD
9

ASPECTOS GENERALES


Pe
1. La salud como derecho social

el
1.1. La exigibilidad de derechos sociales como el derecho a la salud pública
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Azanca Alhelí Meza García contra el Minis-

ld
terio de Salud. Sala 2. Expediente 02945-2003-PA/TC. Sentencia publicada en el
portal web del Tribunal Constitucional el 12 de julio de 2004. 1 2

na
32. Como se ha señalado anteriormente, los derechos sociales, como la salud
pública, no pueden ser exigidos de la misma manera en todos los casos,
pues no se trata de prestaciones específicas, en tanto dependen de la ejecu-
io
ción presupuestal para el cumplimiento de lo exigido, lo contrario supondría
que cada individuo podría exigir judicialmente al Estado un puesto de traba-
uc
jo o una prestación específica de vivienda o salud en cualquier momento.

33. En consecuencia, la exigencia judicial de un derecho social dependerá de


factores tales como la gravedad y razonabilidad del caso, su vinculación o
tit

afectación de otros derechos y la disponibilidad presupuestal del Estado,


siempre y cuando puedan comprobarse acciones concretas de su parte para
ns

la ejecución de políticas sociales.

1.2. La dimensión prestacional de la salud y las entidades encargadas de


Co

su efectividad
Tribunal Constitucional del Perú. Caso José Luis Correa Condori contra el Ministerio
de Salud. Sala 2. Expediente 02016-2004-PA/TC. Sentencia publicada en el portal
al

web del Tribunal Constitucional el 08 de abril de 2005.3


un
ib

1 En sentido similar: Expediente N.° 02016-2004-PA/TC, fundamento 31.


2 La recurrente interpone una demanda de amparo a fin de que el Estado peruano le otorgue atención médica
integral mediante la provisión constante de medicamentos necesarios para el tratamiento del VIH/SIDA, ale-
Tr

gando la vulneración de sus derechos a la vida y la salud. Tras el análisis constitucional, el Tribunal declaró
fundada la demanda de amparo, tras resaltar la protección jurídica al derecho a la salud, de naturaleza social,
así como la afectación potencial del derecho a la vida, por razones fundadas en la propia legislación de la
materia.
3 El demandante interpone un amparo con el objetivo de que el Estado peruano le otorgue atención médica
mediante la provisión constante de medicamentos necesarios para el tratamiento del VIH/SIDA, alegando la
vulneración de sus derechos a la vida y la salud. Tras el análisis constitucional, el Tribunal declaró fundada la
demanda de amparo, puesto que consideró la protección jurídica a un derecho social como lo es el derecho a
la salud, así como la afectación potencial del derecho a la vida, por razones fundadas en la propia legislación
de la materia.

8
ASPECTOS GENERALES
9

7. En su dimensión prestacional, la salud es un derecho fundamental cuya sa-


tisfacción requiere de acciones prestacionales, que como lo prevé el artícu-
lo 11 de la Constitución, pueden brindarse a través de entidades públicas,
privadas o mixtas. Por ello, debe reconocerse que la salud también es un
servicio público de tipo asistencial, que requiere para su efectividad de nor-
mas presupuestales, procedimentales y de organización que hagan viable su
eficacia en la práctica, de maneral tal que todas las prestaciones requeridas


por una persona en determinada condición de salud, sean garantizadas de
modo efectivo y eficaz.

Pe
[…]
Tribunal Constitucional del Perú. Caso de los internos del Instituto Nacional de Salud
Mental “Honorio Delgado-Noguchi” contra la Dirección de Adicciones del Instituto

el
de Salud Mental “Honorio Delgado-Noguchi” y otros. Sala 2. Expediente 05842-
2006-PHC/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el

ld
30 de marzo de 2009.4

50. Comprendida su formulación constitucional, conviene observar cuál es su


posición dentro del Estado social y democrático de derecho que es el que

na
informa nuestra Norma Fundamental. En esta forma de Estado el recono-
cimiento y promoción del derecho a la salud ocupa un papel trascendental,
al representar parte del cúmulo de derechos sociales que bajo la forma de
io
obligaciones se imponen al Estado, a efectos de ser impulsado en condi-
ciones materiales y fuentes de acceso. Los servicios que han de brindarse,
uc

entonces, cobran vital importancia en una sociedad, pues de su existencia


y funcionamiento depende, de un lado, el logro de mejores niveles de vida
para las personas que la integran, y de otro, la eficiencia de su prestación en
tit

la tutela de la vida y la integridad de los pacientes [fundamento 7 de la STC


N.º 1956-2004-AA/TC y fundamento 6 de la STC N.º 3208- 2004-AA/TC], lo
ns

cual redundaría en la salud mental de los favorecidos. Por tal razón, aparece
como trascendente el hecho que su ejercicio pueda darse sin discriminación
y adoptándose las medidas adecuadas destinadas a su plena realización
Co

[punto 30 de la OG14).

[…]

53. El derecho fundamental a la salud, en tanto derecho social, también debe


al

ser definido como prestacional, toda vez que su efectivización está sujeta
a la actuación concreta, directa y activa del Estado. razón por la cual su faz
un

positiva permite su transformación en un típico derecho programático [fun-


damento 9 de la STC N. º 05954-2007-PHC/TC], vale decir, un derecho cuya
satisfacción requiere acciones prestacionales [al respecto, artículo 12º del
ib

PIDESC], o como bien ha señalado la Organización Mundial de la Salud -en


adelante, OMS- debe llevar a la persona a contar una condición física mental
Tr

4 El recurrente interpone demanda de hábeas corpus, a fin de que se proceda con la liberación de los pacientes
que se encuentran internados, alegando la vulneración de su derecho a la libertad personal. Tras el análisis
constitucional, el Tribunal declaró fundada en parte la demanda en lo relativo a la violación del derecho de los
pacientes a ingresar a un establecimiento de salud mental con consentimiento informado previo; infundada en
el extremo de la presunta vulneración del derecho a la información como parte del tratamiento intramural que
se llevó a cabo; e improcedente lo cuestionado sobre la Resolución Directoral que aprobó la Guía de Manejo de
las Adicciones.

9
DERECHO A LA SALUD
9

saludable, situación que ha de comprobar este Colegiado con relación a la


actuación del INESM’HD-HN’.

1.3. Los individuos también como contribuyentes sociales en la asigna-


ción de medidas sanitarias y sociales
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Jorge Carlos Castañeda Espinoza contra el


Seguro Social de Salud del Perú (ESSALUD). Sala 1. Expediente 03208-2004-AA/
TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 19 de di-
ciembre de 2005. 5

Pe
8. Por tanto, cuando el artículo 7° de la Constitución hace referencia al derecho
a la protección de la salud, reconoce el derecho de la persona de alcanzar y
preservar un estado de plenitud física y psíquica. Por ende, tiene el derecho

el
de que se le asignen medidas sanitarias y sociales relativas a la alimenta-
ción, vestido, vivienda y asistencia médica, correspondientes al nivel que

ld
permitan los recursos públicos y la solidaridad de la comunidad, pues en
una sociedad democrática y justa la responsabilidad por la atención de los
más necesitados no recae solamente en el Estado, sino en cada uno de los

na
individuos en calidad de contribuyentes sociales.

1.4. El Estado como responsable de la efectividad y eficacia del derecho a


io
la salud
uc
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Jorge Carlos Castañeda Espinoza contra el
Seguro Social de Salud del Perú (ESSALUD). Sala 1. Expediente 03208-2004-AA/
TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 19 de di-
tit

ciembre de 2005.

6. Dentro de los componentes del Estado social queda claro que el reconoci-
ns

miento y la promoción del derecho a la salud ocupa un papel trascendental,


en tanto dicho atributo representa parte del conglomerado de derechos so-
ciales que bajo la forma de obligaciones se imponen al Estado a efectos de
Co

ser promovido en condiciones materiales y fuentes de acceso. Conforme lo


ha dejado establecido este Colegiado en las sentencias 2945-2003-AA/TC,
2016-2003-AA/TC y 1956-2004-AA/TC, el derecho a la salud comprende la
facultad que tiene todo ser humano de mantener el estado de normalidad
al

orgánica funcional, tanto física como mental, y de restablecerse cuando se


presente una perturbación en la estabilidad orgánica y funcional de su ser,
un

lo que implica, por tanto, una acción de conservación y otra de restableci-


miento; acciones cuyo cumplimiento corresponde, al Estado, el cual debe
garantizar una progresiva y cada vez más consolidada calidad de vida, in-
ib

virtiendo en la modernización y fortalecimiento de todas las instituciones


encargadas de la prestación del servicio de salud, debiendo, para tal efecto,
Tr

adoptar políticas, planes y programas en ese sentido. Los servicios de sa-


lud, por consiguiente, cobran vital importancia en una sociedad, pues de su

5 El demandante interpone un proceso de amparo a fin de que se declare inaplicable el Reglamento de la Ley
de Modernización de la Seguridad Social en Salud, al no reconocerle esta norma las prestaciones de salud en
forma integral durante el periodo de latencia por desempleo, alegando la vulneración de sus derechos a la
seguridad social y a la salud. Tras el análisis constitucional, el Tribunal declaró infundada la demanda, al consi-
derar que el Reglamento no vulnera el derecho fundamental a la salud ni transgrede su marco legal.

10
ASPECTOS GENERALES
9

existencia y funcionamiento depende no solo el logro de mejores niveles de


vida para las personas que la integran, sino que incluso en la eficiencia de su
prestación se encuentran en juego la vida y la integridad de los pacientes.

7. Este Tribunal, además de lo precedentemente señalado, puntualiza que si


la salud es un derecho cuyas condiciones el Estado se encuentra obligado a
promover mediante políticas, planes y programas, o a garantizar su correcto
funcionamiento, en caso de que estos ya existan, el hecho de que el mismo


Estado, o quienes a su nombre lo representan, opten por decisiones que
desconozcan de forma unilateral o irrazonable la concretización o aplicación

Pe
de los mismos, sobre todo para quienes ya gozan de prestaciones individua-
lizadas, supone un evidente proceder inconstitucional que en modo alguno
puede quedar justificado. O la salud es un derecho constitucional indiscu-
tible y, como tal, generador de acciones positivas por parte de los poderes

el
públicos, o simplemente se trata de una opción de actuación discrecional y,
como tal, prescindible de acuerdo con la óptima disponibilidad de recursos.

ld
Entre ambas alternativas, y por lo que ya se ha puntualizado, el Estado so-
cial solo puede ser compatible con la primera de las descritas, pues resulta
inobjetable que allí donde se ha reconocido la condición fundamental del

na
derecho a la salud, deben promoverse, desde el Estado, condiciones que lo
garanticen de modo progresivo, y que se le dispense protección adecuada a
quienes ya gocen del mismo.
io
1.4.1. Triple función del Estado: respetar, proteger y cumplir
uc

Tribunal Constitucional del Perú. Caso de los internos del Instituto Nacional de Salud
Mental “Honorio Delgado-Noguchi” contra la Dirección de Adicciones del Instituto
tit

de Salud Mental “Honorio Delgado-Noguchi” y otros. Sala 2. Expediente 05842-


2006-PHC/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el
30 de marzo de 2009.
ns

54. El derecho a la salud, por tanto, debe entenderse como un derecho al disfrute
de toda una gama de facilidades, bienes, servicios y condiciones necesarios
Co

para alcanzar el más alto nivel posible de salud, por lo que el Estado debe
tratar de brindar protección contra las causas posibles de la mala salud del
ser humano [punto 9 de la OG14]. En esta misma línea y con relación al de-
recho a la salud, los Estados deben cumplir una triple función: (i) Respetar-
al

lo, lo que significa que han de abstenerse de injerir directa o indirectamente


en su disfrute; (ii) Protegerlo, lo que importa la adopción de medidas para
un

impedir que terceros interfieran en la aplicación de las garantías previstas;


y, (iii) Cumplirlo, lo que se expresa en la necesidad de tomar las medidas
apropiadas de carácter legislativo, administrativo, presupuestario, judicial o
ib

de otra índole para darle plena efectividad, lo cual incluye la obligación de


facilitarlo, proporcionarlo y promoverlo [punto 33 de la OG14, retomando
Tr

los contenidos expuestos en las Observaciones Generales N.º 12 y N.º 13].


Tribunal Constitucional del Perú. Caso M.H.F.C. contra el Director del Instituto Na-
cional Penitenciario (INPE). Pleno. Expediente 04007-2015-PHC/TC. Sentencia pu-
blicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 16 de septiembre de 2019.
Ponente: magistrada Ledesma Narváez.

57. Respecto a lo anterior, los Estados tienen la obligación de respetar el de-


recho a la salud, en particular absteniéndose de denegar o limitar el

11
DERECHO A LA SALUD
9

acceso igual de todas las personas, incluidos los presos o detenidos,


los representantes de las minorías, los solicitantes de asilo o los inmigrantes
ilegales, a los servicios de salud preventivos, curativos y paliativos; abste-
nerse de imponer prácticas discriminatorias como política de Estado; y abs-
tenerse de imponer prácticas discriminatorias en relación con el estado de
salud y las necesidades de la mujer.

58. Las obligaciones de proteger incluyen, entre otras, las obligaciones de los


Estados de adoptar leyes u otras medidas para velar por el acceso igual
a la atención de la salud y los servicios relacionados con la salud

Pe
proporcionados por terceros; velar porque la privatización del sec-
tor de la salud no represente una amenaza para la disponibilidad,
accesibilidad, aceptabilidad y calidad de los servicios de atención de
la salud; controlar la comercialización de equipo médico y medicamentos

el
por terceros, y asegurar que los facultativos y otros profesionales de la salud
reúnan las condiciones necesarias de educación, experiencia y deontología.

ld
59. La obligación de cumplir requiere, en particular, que los Estados Partes re-
conozcan suficientemente el derecho a la salud en sus sistemas políticos y

na
ordenamientos jurídicos nacionales, de preferencia mediante la aplicación
de leyes, y adopten una política nacional de salud acompañada de un plan
detallado para el ejercicio del derecho a la salud. Los Estados tienen que ve-
io
lar por la apropiada formación de facultativos y demás personal médico, la
existencia de un número suficiente de hospitales, clínicas y otros centros de
uc
salud, así como por la promoción y el apoyo a la creación de instituciones
que prestan asesoramiento y servicios de salud mental, y debe tener
debidamente en cuenta la distribución equitativa a lo largo del país.
tit

Otras obligaciones incluyen el establecimiento de un sistema de se-


guro de salud público, privado o mixto que sea asequible a todos.
ns

60. La obligación de cumplir (facilitar) requiere en particular que los Estados


adopten medidas positivas que permitan y ayuden a los particulares y las
comunidades a disfrutar del derecho a la salud. Los Estados Partes también
Co

tienen la obligación de cumplir (facilitar) un derecho específico enuncia-


do en el Pacto en los casos en que los particulares o los grupos no
están en condiciones, por razones ajenas a su voluntad, de ejercer
por sí mismos ese derecho con ayuda de los medios a su disposición.
al

1.4.2. Deber estatal de adoptar acciones positivas


un

Tribunal Constitucional del Perú. Caso de los internos del Instituto Nacional de Salud
Mental “Honorio Delgado-Noguchi” contra la Dirección de Adicciones del Instituto
ib

de Salud Mental “Honorio Delgado-Noguchi” y otros. Sala 2. Expediente 05842-


2006-PHC/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el
Tr

30 de marzo de 2009.

56. Según se dejó entrever supra, el derecho a la salud posee tanto un conteni-
do como derecho-defensa como uno activo. Así, este derecho no se articula
únicamente como uno con el que se busca evitar su vulneración o perjuicio,
sino también supone el deber del Estado de establecer políticas para brindar
a las personas un nivel adecuado de vida, en el que se garantice la salud
del ser humano. En la misma línea, la CIDH ha establecido que no basta el

12
ASPECTOS GENERALES
9

abstencionismo, sino que es imperativa la adopción de medidas positivas,


determinables en función de las particulares necesidades de protección del
sujeto de derecho, ya sea por su condición personal o por la situación es-
pecífica en que se encuentre [fundamento 103 in fine de la Sentencia de la
CIDH en el Caso Ximenes Lopes vs. Brasil, de 4 de julio de 2006]. […]

58. Las medidas positivas de salud en el marco de las políticas públicas no pue-
de ser desdeñado, por lo que el ‘más alto nivel posible de salud’ importa


que el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales -en adelante,
CDESC- haya precisado que la frase alude a las condiciones biológicas y so-

Pe
cioeconómicas esenciales de la persona según los recursos con que cuenta
el Estado [punto 9 de la OG14], convirtiéndose en necesaria e imprescindi-
ble la inversión en la modernización y fortalecimiento de todas las institucio-
nes encargadas de la prestación del servicio de salud, debiéndose adoptar

el
políticas, planes y programas en ese sentido [fundamento 28 de la STC N. °
2945-2003-AA/TC; fundamento 27 de la STC N.º 2016-2004-AA/TC].

ld
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Pedro Gonzalo Marroquín Soto contra el Di-
rector del Instituto Nacional Penitenciario (INPE). Sala 2. Expediente 03426-2008-

na
PHC/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 02 de
septiembre de 2010. 6 7

9. Si bien el derecho a la salud es un derecho social (derecho prestacional),


io
pues su efectividad requiere de determinadas acciones prestacionales, no
por ello deja de pertenecer del complejo integral único e indivisible de los
uc

derechos fundamentales. Sobre esta base el Estado debe adoptar todas las
medidas posibles para que, bajo los principios de continuidad en la presta-
ción del servicio, eficacia, eficiencia, solidaridad y progresividad, etc., hagan
tit

viable su eficacia en la práctica, de manera tal que todas las prestaciones


requeridas por una persona en determinada condición de salud, sean garan-
ns

tizadas de modo efectivo y eficaz.


Tribunal Constitucional del Perú. Caso Moisés Guevara Villalobos contra el Comando
Co

de Salud del Ejército del Perú. Sala 1. Expediente 00260-2017-PA/TC. Sentencia


196/2021. Publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 28 de diciembre
de 2021.

4. Conforme a lo anteriormente expuesto, la realización de este derecho fun-


al

damental implica un accionar del Estado, en tanto define los medios apro-
piados para su satisfacción, así como la profundidad y el momento en que
un

dichos componentes deben ser satisfechos, los cuales son concretizados en


normas imperativas.
ib
Tr

6 En sentido similar: Expediente N.° 04007-2015-PHC/TC, fundamento 10.


7 El recurrente interpone demanda de hábeas corpus a fin de que se ejecute la medida de seguridad de inter-
nación dispuesta a su favor y que sea internado en un centro hospitalario para que reciba tratamiento médico
especializado, alegando la vulneración de su derecho a la integridad personal. Tras el análisis constitucional,
el Tribunal declaró fundada la demanda, al estimar la violación de los derechos en cuestión. Asimismo, declaró
un estado de cosas inconstitucional, ante la falta de una política de tratamiento y rehabilitación de la salud
mental de personas que se encuentran sujetas a medidas de seguridad de internación por padecer de una
enfermedad mental.

13
DERECHO A LA SALUD
9

1.5. El principio de progresividad del derecho a la salud


Tribunal Constitucional del Perú. Caso Jorge Carlos Castañeda Espinoza contra el
Seguro Social de Salud del Perú (ESSALUD). Sala 1. Expediente 03208-2004-AA/
TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 19 de di-
ciembre de 2005.

9. En el marco del proceso de ejecución de las políticas sociales implementadas


con la finalidad de promover y ampliar, progresivamente, las prestaciones
de salud, el 11 de noviembre de 1996 se aprobó, mediante el Decreto Legis-
lativo N.º 887, la Ley de Modernización de la Seguridad Social en Salud. Los

Pe
considerandos de la norma señalan que se otorga con la finalidad de mejo-
rar la calidad y la prestación de los servicios de salud dentro de un proceso
gradual que garantice la estabilidad de los sistemas existentes y permita el

el
desarrollo de nuevas inversiones en procura de una atención más eficiente
a las necesidades de la población.

ld
10. En ese sentido, se incrementó la cobertura de las prestaciones de salud
brindadas por el Seguro Social del Perú, estableciéndose por primera vez, en
favor de los afiliados regulares del Seguro Social del Perú, el Derecho Espe-

na
cial de Cobertura por Desempleo durante un periodo de latencia no menor
de seis meses ni mayor de doce, siempre que cuenten con un mínimo de
treinta meses de aportación durante los tres años precedentes al cese.
io
[…]
uc

15. Aun cuando el Reglamento de la Ley de Modernización de la Seguridad So-


cial, al establecer la forma en que las prestaciones de salud son otorgadas
tit

a los afiliados regulares, ha dividido el tiempo del periodo de latencia en 2


etapas iguales pero de cobertura diferenciada, este Colegiado considera que
las normas que regulan el Derecho Especial de Cobertura por Desempleo
ns

no vulneran el derecho fundamental a la salud ni trasgreden el marco legal


en que se facultó su reglamentación, dado que, en tanto se constata que
las prestaciones de salud se han incrementado ampliando su cobertura a
Co

nuevas contingencias (desempleo y suspensión perfecta de labores), resulta


evidente que el Estado viene adoptando las medidas positivas adecuadas
para procurar, en forma gradual y progresiva, una mayor cobertura de las
prestaciones de salud que debe brindar a los ciudadanos.
al

16. No obstante, ello no quiere decir, en modo alguno, que este Tribunal consi-
un

dere que las prestaciones de salud actualmente otorgadas a los afiliados de


EsSalud sean suficientes, y por ello de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 7° de la Constitución, en virtud del cual “todos tienen derecho a la
ib

protección de su salud (...)” exhorta a EsSalud y al Poder Ejecutivo, a que


en forma progresiva y lo más pronto posible, según la capacidad económica
Tr

del país, adopte las medidas necesarias tendientes a procurar que se incre-
mente el periodo de cobertura integral (capa simple y compleja) otorgado
a los asegurados regulares y sus derechohabientes durante el periodo de
latencia.

14
ASPECTOS GENERALES
9

1.6. La gravedad y razonabilidad como factores para su exigencia judicial


Tribunal Constitucional del Perú. Caso Azanca Alhelí Meza García contra el Minis-
terio de Salud. Sala 2. Expediente 02945-2003-PA/TC. Sentencia publicada en el
portal web del Tribunal Constitucional el 12 de julio de 2004.8

33. En consecuencia, la exigencia judicial de un derecho social dependerá de


factores tales como la gravedad y razonabilidad del caso, su vinculación o


afectación de otros derechos y la disponibilidad presupuestal del Estado,
siempre y cuando puedan comprobarse acciones concretas de su parte para
la ejecución de políticas sociales.

Pe
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Pablo Miguel Fabián Martínez y otros contra
el Ministerio de Salud y otros. Sala 2. Expediente 02002-2006-PC/TC. Sentencia
publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 27 de junio de 2006.9

el
14. La exigibilidad, entonces, se constituye en una categoría vinculada a la efec-

ld
tividad de los derechos fundamentales, pero no determina si un derecho es
fundamental o no. Por ello,
(...) en el Estado social y democrático de derecho, la ratio fundamenta/is

na
no puede ser privativa de los denominados derechos de defensa, es decir,
de aquellos derechos cuya plena vigencia se encuentra, en principio, ga-
rantizada con una conducta estatal abstencionista, sino que es compartida
io
también por los derechos de prestación que reclaman del Estado una in-
tervención concreta, dinámica y eficiente, a efectos de asegurar las condi-
uc

ciones mínimas para una vida acorde con el principio-derecho de dignidad


humana” […].
tit

2. Contenido del derecho a la salud


ns

2.1. Definición: un estado de normalidad orgánica funcional


Tribunal Constitucional del Perú. Caso Juan Islas Trinidad y otros contra el Ministe-
Co

rio de Justicia y otros. Pleno. Expediente 01429-2002-PHC/TC. Sentencia publicada


en el portal web del Tribunal Constitucional el 11 de febrero de 2003. 10

12. El artículo 7° de la Constitución Política del Estado establece que “(...) To-
al

dos tienen derecho a la protección de su salud (...) así como el deber de


un

8 En sentido similar: Expediente N.° 02016-2004-PA/TC, fundamento 32.


9 El demandante impulsa un proceso de cumplimiento, a fin de que se diseñe e implemente una “Estrategia de
ib

salud pública de emergencia” para La Oroya, así como la declaración de un “Estado de Alerta” y el estableci-
miento de programas de vigilancia epidemiológica y ambiental, alegando la inacción administrativa y la vulne-
ración de los derechos a la salud y a un medio ambiente equilibrado y adecuado. Tras el análisis constitucional,
Tr

el Tribunal declaró fundada en parte la demanda en cuanto a la implementación de un sistema de emergencia


para atender la salud de las personas contaminadas por plomo. Además exhortó a que se cumpla con realizar
las acciones tendentes a la expedición del diagnóstico de línea base, se cumpla con declarar el Estado de
Alerta y con establecer programas de vigilancia epidemiológica y ambiental; e infundada en lo demás.
10 El demandante interpone un proceso de hábeas corpus con el objetivo de que se disponga el cese del aisla-
miento, incomunicación y las degradantes condiciones de reclusión de treinta y cuatro internos trasladados al
Establecimiento Penal de Challapalca y se ordene su retorno al Establecimiento Penal “Miguel Castro Castro”,
en tanto ello vulnera el derecho a la salud de los favorecidos. Tras el análisis constitucional, el Tribunal declaró
fundada en parte la demanda, ordenando el traslado de los reclusos de Challapalca a cualquier otro estableci-
miento penal del Estado, así como la disposición de atención médica al resto de la población penal.

15
DERECHO A LA SALUD
9

contribuir a su promoción y defensa”. La salud es entendida como “Estado


en que el ser orgánico ejerce normalmente todas sus funciones”, “Condicio-
nes físicas en que se encuentra un organismo en un momento determinado”,
“Libertad o bien público o particular de cada uno” (Diccionario de la Lengua
Española, Real Academia Española, 22” edición, 2002). Puede considerarse,
entonces, como la facultad inherente a todo ser humano de conservar un es-
tado de normalidad orgánica funcional, tanto física como psíquica, así como


de restituirlo ante una situación de perturbación del mismo.
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Azanca Alhelí Meza García contra el Minis-

Pe
terio de Salud. Sala 2. Expediente 02945-2003-PA/TC. Sentencia publicada en el
portal web del Tribunal Constitucional el 12 de julio de 2004. 11

28. […] El derecho a la salud comprende la facultad que tiene todo ser humano

el
de mantener la normalidad orgánica funcional, tanto física como mental,
y de restablecerse cuando se presente una perturbación en la estabilidad

ld
orgánica y funcional de su ser, lo que implica, por tanto, una acción de con-
servación y otra de restablecimiento; acciones que el Estado debe proteger
tratando de que todas las personas, cada día, tengan una mejor calidad de

na
vida, para lo cual debe invertir en la modernización y fortalecimiento de
todas las instituciones encargadas de la prestación del servicio de salud,
debiendo adoptar políticas, planes y programas en ese sentido.
io
Tribunal Constitucional del Perú. Caso de los internos del Instituto Nacional de Salud
Mental “Honorio Delgado-Noguchi” contra la Dirección de Adicciones del Instituto
uc

de Salud Mental “Honorio Delgado-Noguchi” y otros. Sala 2. Expediente 05842-


2006-PHC/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el
30 de marzo de 2009.
tit

44. El derecho fundamental a la salud involucra la facultad inherente a todo ser


humano de conservar un estado de normalidad orgánica funcional, tanto
ns

física como psíquica, así como de restituirlo ante una situación de perturba-
ción [fundamento 12 de la STC N.º 1429-2002-HC/TC; en la misma línea,
Co

STC N.° 2016- 2003-AA/TC y STC N.º 1956-2004-AA/TC]. El goce de un


estado psicosomático pleno es una condición indispensable para el desarro-
llo y un medio fundamental para alcanzar el bienestar individual y colectivo
que puede llegarse a conseguir a través del ejercicio del derecho a la salud,
al

toda vez que implica la imposibilidad de que se afecte o menoscabe su es-


fera de protección, al presentarse como un típico derecho reaccional o de
un

abstención [fundamento 8 de la STC N.º 1429-2002- HC/TC] ; y gracias a su


salvaguardia constitucional se podrá alcanzar el funcionamiento armónico
del organismo del ser humano tanto en el aspecto físico como en el psicoló-
ib

gico y mental [fundamento 30 de la STC N.º 2945-2003-AA/TC]. La salud,


por ende, es un derecho fundamental indiscutible y, como tal, generador de
acciones positivas por parte de los poderes públicos, pues resulta inobjeta-
Tr

ble que deben promoverse, desde el Estado, condiciones que lo garanticen


de modo progresivo, y que se le dispense protección adecuada a quienes ya
gocen de él.

11 En sentido similar: Expediente N.° 02002-2006-PC/TC, fundamento 16; Expediente N.° 03426-2008-PHC/TC,
fundamento 7; Expediente N.° 02480-2009-PA/TC, fundamento 6; Expediente N.° 04007-2015-PHC/TC, fun-
damento 8.

16
ASPECTOS GENERALES
9

Tribunal Constitucional del Perú. Caso Luigi Calzolaio contra el Seguro Social de
Salud del Perú (ESSALUD) - Red Asistencial de Arequipa y otro. Pleno. Expediente
02566-2014-PA/TC. Sentencia 299/2020. Publicada en el portal web del Tribunal
Constitucional el 07 de agosto de 202012. Ponente: magistrado Espinosa-Saldaña
Barrera.

6. La salud puede ser entendida como el funcionamiento armónico del orga-


nismo, tanto en el aspecto físico como psicológico. Constituye una condición


indispensable para el desarrollo y un medio fundamental para alcanzar el
bienestar individual y colectivo. La Organización Mundial de la Salud (OMS)

Pe
ha precisado, por su parte, que dicho concepto no se limita solo a la ausen-
cia de enfermedad, sino que alude a un estado de completo bienestar físico,
mental y social.

el
2.2. El deber de conservar y restablecer el estado de plenitud en salud

ld
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Juan Islas Trinidad y otros contra el Ministe-
rio de Justicia y otros. Pleno. Expediente 01429-2002-PHC/TC. Sentencia publicada
en el portal web del Tribunal Constitucional el 11 de febrero de 2003.

na
13. Así las cosas, el derecho a la salud se proyecta como la conservación y el
restablecimiento de ese estado. Implica, por consiguiente, el deber de que
io
nadie, ni el Estado ni un particular, lo afecte o menoscabe. Hay, desde tal
perspectiva, la proyección de la salud como un típico derecho reaccional o
de abstención, de incidir en su esfera. Pero también, como en la mayoría
uc

de derechos constitucionales, el de la salud presenta una dimensión posi-


tiva que lo configura como un típico derecho “prestacional”, vale decir, un
derecho cuya satisfacción requiere acciones prestacionales. Esta dimensión
tit

del derecho se manifiesta con especial énfasis en el artículo 12° del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
ns

Tribunal Constitucional del Perú. Caso de los internos del Instituto Nacional de Salud
Mental “Honorio Delgado-Noguchi” contra la Dirección de Adicciones del Instituto
Co

de Salud Mental “Honorio Delgado-Noguchi” y otros. Sala 2. Expediente 05842-


2006-PHC/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el
30 de marzo de 2009.

51. Su configuración como derecho social también implica una acción de con-
al

servación y otra de restablecimiento, cuyo cumplimiento corresponde al Es-


tado, con pleno apoyo de la comunidad, a fin de garantizar una progresiva
un

y cada vez más consolidada calidad de vida, invirtiendo en la modernización


y fortalecimiento de todas las instituciones encargadas de la prestación del
servicio de salud, debiendo, para tal efecto, adoptar políticas, planes y pro-
ib

gramas en ese sentido [STC N.º 2945-2003-AA/TC y STC N.° 2016-2003-


AA/TC]. La salud es un derecho constitucional indiscutible y, como tal, gene-
Tr

rador de acciones positivas por parte de los poderes públicos, pues resulta

12 El recurrente interpone demanda de amparo con el objetivo de ordenar a la demandada la entrega del medica-
mento Losartán y la sustitución del medicamento ácido acetilsalicílico conforme a lo recetado. Asimismo, soli-
cita programar las citas alegadas, cesar los maltratos psicológicos y que se superen las barreras burocráticas
que impiden una atención médica humana y oportuna, alegando la vulneración de su derecho a la salud. Tras
el análisis constitucional, el Tribunal declaró fundada en parte la demanda en cuanto a la afectación del dere-
cho fundamental a la salud e infundada en lo demás.

17
DERECHO A LA SALUD
9

inobjetable que allí donde se ha reconocido la condición básica del derecho


fundamental a la salud [fundamento 8 de la STC N.º 1956-2004-AA/TC],
deben promoverse, desde el Estado, condiciones que lo garanticen de modo
progresivo [compatibilizando su contenido con la Undécima Disposición Fi-
nal y Transitoria de la Constitución], siendo inadmisible que las autoridades
públicas opten por decisiones que desconozcan de forma unilateral o irrazo-
nable su concretización o aplicación.


Tribunal Constitucional del Perú. Caso Santos Eresminda Távara Ceferino contra el
Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal) y otro. Sala 2. Expe-

Pe
diente 06534-2006-PA/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Cons-
titucional el 22 de febrero de 2008. 13

8. El derecho a la salud garantiza a la persona el goce de un estado psico-so-

el
mático pleno. En cuanto derecho de defensa deriva de éste una prohibición
general de todo acto o norma, del Estado o de particulares, que lo afecta o

ld
menoscabe o que lo ponga en peligro. En tal sentido, ha manifestado este
Tribunal que “el derecho a la salud se proyecta como la conservación y el
restablecimiento de ese estado. Implica, por consiguiente, el deber de que

na
nadie, ni el Estado ni un particular, lo afecte o menoscabe. Hay, desde tal
perspectiva, la proyección de la salud como un típico derecho reaccional o
de abstención, de incidir en su esfera” […].
io
Tribunal Constitucional del Perú. Caso M.H.F.C. contra el director del Instituto Na-
cional Penitenciario (INPE). Pleno. Expediente 04007-2015-PHC/TC. Sentencia pu-
uc

blicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 16 de septiembre de 2019. 14


Ponente: magistrada Ledesma Narváez.
tit

7. En este sentido, el derecho a la salud se orienta a la conservación y al


restablecimiento del funcionamiento armónico del ser humano en su as-
pecto físico y psicológico; por tanto, guarda una especial conexión con los
ns

derechos a la vida, a la integridad y a la dignidad de la persona humana,


derecho cuya esencia es indiscutible, pues, como expresa el artículo I del
Co

Título Preliminar de la Ley General de Salud 26842, constituye la “condición


indispensable del desarrollo humano y medio fundamental para alcanzar el
bienestar individual y colectivo”. Por ello, siempre que el derecho a la salud
resulte lesionado o amenazado lo estará también el derecho a la integridad
al

personal e incluso en ciertos casos podría resultar afectado el mantenimien-


to del derecho a la vida (Expediente 01362-2010-HC/TC, fundamento 4).
un
ib

13 La recurrente interpone una demanda de amparo a fin de que se le restituya el servicio de agua potable en el
edificio del Jr. Azángaro donde reside. Alega que tal servicio le fue suspendido pese a encontrarse al día en el
Tr

pago, lo cual vulnera sus derechos a la vida, a la integridad, a la salud, entre otros. Tras analizar la cláusula
del contrato en la que se basa la empresa demandada para justificar la suspensión del servicio y recono-
cer el derecho fundamental al agua potable, el Tribunal declaró fundada la demanda e inaplicable la referida
cláusula.
14 La demandante impulsa un proceso de hábeas corpus a fin de que se disponga el traslado de su hijo, M.H.F.C.,
al Departamento de Psiquiatría del Hospital de la Policía Nacional del Perú, ya que padece de la enfermedad
de esquizofrenia psicosis paranoide, alegando la vulneración del derecho a la salud mental del favorecido. Tras
el análisis constitucional, el Tribunal declaró fundada la demanda, al considerar la vulneración del derecho en
cuestión. Asimismo, declaró un estado de cosas inconstitucional con respecto a la situación de salud mental de
las personas que se encuentran internadas en los establecimientos penitenciarios del país.

18
ASPECTOS GENERALES
9

2.3. Configuración constitucional del derecho a la salud e influencia de los


tratados sobre humanos
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Ludesminio Loja Mori contra la Municipalidad
Metropolitana de Lima y otros. Sala 1. Expediente 03330-2004-PA/TC. Sentencia
publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 11 de agosto de 2005.15

44. Como principio esencial de nuestra Constitución se ha establecido, en su


artículo 1, que
“la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin

Pe
supremo de la sociedad y del Estado”.

En este marco, se ha llegado a señalar, como parte del artículo 7 de la propia


Constitución, que

el
“todos tienen derecho a la protección de su salud, la del medio familiar y la
de la comunidad así como el deber de contribuir a su promoción y defensa”.

ld
La salud, por tanto, puede ser entendida como el funcionamiento armónico
del organismo tanto del aspecto físico como psicológico del ser humano […].

na
Es por ello que la Constitución reconoce como parte del artículo 2, inciso 1,
por un lado, el derecho de toda persona
io
“a su libre desarrollo y bienestar”;

y, a su vez, garantiza el derecho, como parte del artículo 2, inciso 22, de la


uc

Norma Fundamental,
“a la paz, a la tranquilidad, al disfrute del tiempo libre y al descanso, así
tit

como a gozar de un medio ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo


de su vida”,
ns

derecho este último que será materia de desarrollo posterior. Nuestra Cons-
titución, pues, otorga la misma protección a ambos aspectos del derecho a
la salud.
Co

Tribunal Constitucional del Perú. Caso Municipalidad Distrital de San Pedro de Lurín
contra la Empresa de Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (SEDAPAL)
y otro. Sala 2. Expediente 02064-2004-PA/TC. Sentencia publicada en el portal
al

web del Tribunal Constitucional el 22 de julio de 2005. 16

2. El derecho a la salud, previsto en el artículo 7° de la Constitución de 1993


un

[…], comprende no solo el derecho al cuidado de la salud personal, sino


ib

15 El recurrente interpone demanda de amparo a fin de que, principalmente, se declare infundada la nulidad del
procedimiento de autorización municipal de funcionamiento de local comercial (discoteca “Calle Ocho”). Alega
Tr

que tal acto vulnera sus derechos al debido proceso, al trabajo, a la libertad de empresa, entre otros. Tras el
análisis constitucional, el Tribunal declaró improcedente la demanda, por considerar que, tratándose la mate-
ria del caso de la solicitud de funcionamiento de la discoteca del demandante, este debía acudir al proceso
contencioso-administrativo.
16 El recurrente interpone demanda de amparo a fin de que se ordene la paralización del proyecto de perfora-
ción y tendidos de ductos para el vertimiento de los efluentes de la planta de tratamiento de San Bartolo al
río Lurín, alegando una amenaza para el ecosistema y la salud de los habitantes de la zona. Tras un análisis
constitucional, el Tribunal declara infundada la demanda, pues la demandante no cuestionó la idoneidad de los
estudios de impacto ambiental y las evaluaciones que sirvieron de base para conceder las autorizaciones de
inicio de las obras.

19
DERECHO A LA SALUD
9

también el acceso a condiciones mínimas de salubridad a fin de vivir una


vida digna. Así, se afirma que el derecho a la salud abarca, por un lado,
la atención de salud oportuna y apropiada, y, por otro, los factores que
determinan la buena salud, tales como el agua potable, la nutrición, la
vivienda y las condiciones ambientales y ocupacionales saludables, entre
otros.

Al respecto, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Cul-


turales (PIDESC, 1966) ha delineado el contenido mínimo del derecho a la
salud -que incluye el derecho a entornos saludables- precisando que

Pe
[…] el mejoramiento de todos los aspectos de la higiene ambiental e in-
dustrial entraña, en particular, […] la necesidad de velar por el suministro
adecuado de agua limpia potable y la creación de condiciones sanitarias

el
básicas; la prevención y reducción de la exposición de la población a sus-
tancias nocivas, tales como radicaciones y sustancias químicas nocivas u

ld
otros factores ambientales perjudiciales que afectan directa o indirecta-
mente a la salud de los seres humanos […]”[…].

En consecuencia, el derecho a la salud se entiende no solo como el derecho

na
al cuidado de la salud personal, sino, sobre todo, como el derecho a vivir
en condiciones de higiene ambiental, lo que se logra proporcionando a los
individuos educación y condiciones sanitarias básicas. […]
io
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Santos Eresminda Távara Ceferino contra el
uc
Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal) y otro. Sala 2. Expe-
diente 06534-2006-PA/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Cons-
titucional el 22 de febrero de 2008.
tit

7. El derecho a la salud está garantizado por el artículo 7º de la Constitución,


el cual establece que: “(…) Todos tienen derecho a la protección de su salud
ns

(…) así como el deber de contribuir a su promoción y defensa”. Se trata de


un derecho fundamental. Ha sostenido este Tribunal que su “inescindible
conexión con el derecho a la vida (art. 2º), a la integridad (art. 2°) y el prin-
Co

cipio de dignidad (art. 1 º y 3º), lo configuran como un derecho fundamental


indiscutible, pues, constituye “condición indispensable del desarrollo huma-
no y medio fundamental para alcanzar el bienestar individual y colectivo”
(art. I, Título Preliminar de la Ley N.° 26842, General de Salud). Por ello,
al

deviene en condición necesaria del propio ejercicio del derecho a la vida y,


en particular, a la vida digna.” […]
un

Tribunal Constitucional del Perú. Caso de los internos del Instituto Nacional de Salud
Mental “Honorio Delgado-Noguchi” contra la Dirección de Adicciones del Instituto
ib

de Salud Mental “Honorio Delgado-Noguchi” y otros. Sala 2. Expediente 05842-


2006-PHC/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el
30 de marzo de 2009.
Tr

43. En la Norma Fundamental se ha preceptuado de forma sucinta que “Todos


tienen derecho a la protección de su salud (...) así como el deber de con-
tribuir a su promoción y defensa” [artículo 7° de la Constitución], párrafo
que se ve complementado con algunos más que explican elementos espe-
cíficos del derecho fundamental. Aún más, cabe mencionar que la transfor-
mación de una disposición constitucional en una verdadera norma constitu-
cional, como parte de un proceso interpretativo constitucional, requiere de

20
ASPECTOS GENERALES
9

los instrumentos internacionales para poder darle su verdadero sentido y


significación, tanto así que deben ser entendidos de acuerdo al contenido de
aquellos [Cuarta Disposición Final y Transitoria de la Constitución y artículo
V del Título Preliminar del CPCo], en una línea de ‘conformidad’ y no necesa-
riamente de ‘uniformidad’ a fin de que siempre prime una interpretación pro
hómine [fundamento 63 de la STC N.º 3081-2007- PA/TC]. Por tal razón, es
imposible entender lo que significa un derecho como el de la salud si no se


le analiza a la luz de los instrumentos internaciones que ponen énfasis en
el mayor disfrute posible de su ejercicio [artículo 25º de la Declaración Uni-
versal de los Derechos Humanos -en adelante, DUDH-; artículo 12º, punto

Pe
1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales -en
adelante, PIDESC-; artículo XI de la Declaración Americana de los Derechos
y Deberes del Hombre -en adelante, DADDH-].

el
[…]

ld
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Ramón Medina Villafuerte contra el Seguro
Social de Salud del Perú (EsSalud). Sala 1. Expediente 02480-2008-PA/TC. Sen-
tencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 10 de febrero de

na
2009. 17

5. El derecho a la salud se encuentra reconocido en el artículo 7.° de la Cons-


titución, según el cual todas las personas tienen el “derecho a la protección
io
de su salud, la del medio familiar y la de la comunidad así como el deber de
contribuir a su promoción y defensa”. La protección del derecho a la salud
uc

en el artículo 13.° de la Constitución se plantea como un principio rector de


la política pública, social y económica del Estado, que se ejecuta a través del
Poder Ejecutivo, el cual a su vez se encarga de diseñar, normar y supervisar
tit

su aplicación en forma plural y descentralizada.


Tribunal Constitucional del Perú. Caso Pedro Gonzalo Marroquín Soto contra el Di-
ns

rector del Instituto Nacional Penitenciario (INPE). Sala 2. Expediente 03426-2008-


PHC/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 02 de
Co

septiembre de 2010.

6. El artículo 12°, inciso 1, del Pacto Internacional de Derechos Económicos,


Sociales y Culturales establece que toda persona tiene derecho al disfrute
del más alto nivel posible de salud física y mental. A su vez, el artículo 7°
al

de la Constitución señala que todas las personas “tienen derecho a la pro-


tección de su salud, la del medio familiar y la de la comunidad así como el
un

deber de contribuir a su promoción y defensa. La persona incapacitada para


velar por sí misma a causa de una deficiencia física o mental tiene derecho
al respeto de su dignidad y a un régimen legal de protección, atención, rea-
ib

daptación y seguridad”.
Tr

17 La recurrente interpone demanda de amparo a fin de que, por un lado, se deje sin efecto el Informe Médico
Psiquiátrico de Alta que recomienda el alta del favorecido y, por otro lado, se ordene a EsSalud le otorgue al
favorecido atención médica y hospitalaria permanente e indefinida, así como la provisión de medicamentos
necesarios. Alega que el informe médico cuestionado vulnera el derecho a la salud del favorecido, su hijo. Tras
el análisis constitucional, el Tribunal declara fundada la demanda, pues concluye que las recomendaciones del
informe cuestionado se emitieron sin tomar en cuenta las condiciones que rodean el entorno social y familiar
del favorecido.

21
DERECHO A LA SALUD
9

Tribunal Constitucional del Perú. Caso Carmen Cristina Chávez Cabrera contra el
Seguro Social de Salud del Perú (ESSALUD). Pleno. Expediente 03228-2012-PA/
TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 07 de octu-
bre de 2016. 18

24. El derecho a la salud se encuentra reconocido en el artículo 7 de la Cons-


titución de 1993, con el siguiente enunciado: «Todos tienen derecho a la
protección de su salud, la del medio familiar y la de la comunidad, así como


el deber de contribuir a su promoción y defensa». Igualmente se encuentra
recogido en el artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos Huma-

Pe
nos, el cual expresa que «Toda persona tiene derecho a un nivel de vida
adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en
especial, la asistencia sanitaria...».

el
25. Del mismo modo, ha sido prescrito por el artículo 12 del Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), el cual precisa

ld
que «1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de
toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental.
2. Entre las medidas que deberán adoptar los Estados Partes en el Pacto a

na
fin de asegurar la plena efectividad de este derecho, figurarán las necesarias
para: ...d. la creación de condiciones que aseguren a todos asistencia médi-
ca y servicios médicos en caso de enfermedad».
io
26. Por último, el artículo 10 del Protocolo Adicional a la Convención Americana
sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y
uc

Culturales, Protocolo de San Salvador, ha recogido el derecho a la salud del


siguiente modo: «1. Toda persona tiene derecho a la salud, entendida como
el disfrute del más alto nivel de bienestar físico, mental y social. 2. Con el fin
tit

de hacer efectivo el derecho a la salud los Estados Partes se comprometen


a reconocer la salud como un bien público y particularmente a adoptar las
ns

siguientes medidas para garantizar este derecho: a) La atención primaria de


la salud, entendiendo como tal la asistencia sanitaria esencial puesta al al-
cance de todos los individuos y familiares de la comunidad; b) La extensión
Co

de los beneficios de los servicios de salud a todos los individuos sujetos a la


jurisdicción del Estado...».

[…]
al

31. Dicho con otras palabras, el contenido normativo del derecho a la salud lo
encontramos definido en nuestra Constitución, los tratados internacionales,
un

la interpretación autorizada del Comité de Derechos Económicos, Sociales


y Culturales, la jurisprudencia de este Tribunal, e incluso en leyes de de-
sarrollo constitucional. Allí se nos precisa cuáles son los fines perseguidos
ib

por este derecho y cuáles los principios que orientan su otorgamiento, los
medios a través de los cuales se pueden materializar dichos fines y respetar
Tr

18 La demandante interpone un proceso de amparo a fin de que se ordene a la demandada la suspensión defini-
tiva del reúso del material biomédico descartable y/o desechable en pacientes, que se les informe a estos últi-
mos que han sido intervenidos con dicho material reusable, que se identifique a los funcionarios y servidores
que dispusieron discrecionalmente de esta práctica y suspender la ejecución de la resolución de sanción en su
contra, alegando la afectación a sus derechos a la vida, a la integridad física, a la salud y a la información de
los pacientes usuarios de EsSalud. Tras un análisis constitucional, el Tribunal declaró fundada la demanda por
haber acreditado la vulneración al derecho a la salud.

22
ASPECTOS GENERALES
9

dichos principios. En síntesis, estamos ante opciones adoptadas por las au-
toridades políticas en el ámbito de sus competencias.
Tribunal Constitucional del Perú. Caso M.H.F.C. contra el Director del Instituto Na-
cional Penitenciario (INPE). Pleno. Expediente 04007-2015-PHC/TC. Sentencia pu-
blicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 16 de septiembre de 2019.
Ponente: magistrada Ledesma Narváez.


6. El artículo 7 de la Constitución establece que todos tienen derecho a la pro-
tección de su salud, la del medio familiar y la de la comunidad, así como el
deber de contribuir a su promoción y defensa. Además, se ha precisado que

Pe
las personas con deficiencias físicas o mentales tienen derecho al respeto
de su dignidad y a un régimen legal de protección, atención, readaptación y
seguridad. Por otro lado, en el artículo 9 de la Constitución se menciona que

el
el Estado determina la política de salud. El Poder Ejecutivo norma y supervi-
sa su aplicación, y es responsable de diseñada y conducirla en forma plural

ld
y descentralizadora para facilitar a todos el acceso equitativo a los servicios
de salud.
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Segundo Cervantes Colchado contra el Di-

na
rector General del Hospital Militar Central y otro. Pleno. Expediente 03691-2016-
PA/TC. Sentencia 678/2021. Publicada en el portal web del Tribunal Constitucional
el 14 de julio de 2021. 19 Ponente: magistrado Ramos Núñez.
io
2. El derecho a la salud goza de un reconocimiento y de una protección a nivel
uc
internacional a través de declaraciones, pactos y convenios (tanto de alcan-
ce universal como regional), de los cuales nuestro país es parte.

3. En efecto, la Declaración Universal de Derechos Humanos establece, en su


tit

artículo 25, señala lo siguiente:


ns

[T]oda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure,


así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación,
el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesa-
Co

rios; tienen asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfer-


medad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus medios de
subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.

4. Por otro lado, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y


al

Culturales (Pidesc) reconoce, mediante el inciso 1 del artículo 12, el dere-


cho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y
un

mental. Al respecto, el Comité Internacional de Derechos Económicos, So-


ciales y Culturales, a través de la Observación General 14, aprobada en el
22 periodo de sesiones (2000), párrafo 1, ha precisado que la salud es un
ib

derecho humano fundamental e indispensable para el ejercicio de los demás


derechos humanos. Todo ser humano tiene derecho al disfrute del más alto
Tr

nivel posible de salud que le permita vivir dignamente.

19 El recurrente interpone demanda de amparo a fin de que se ordene se le practique un peritaje médico legal
en el Hospital Militar Central, en el departamento de otorrinolaringología, alegando la vulneración a sus dere-
chos a la salud, a la seguridad social, integridad física e igualdad ante la ley. Tras un análisis constitucio-
nal, el Tribunal declara fundada la demanda, confirmando el requerimiento de una evaluación médica para el
demandante.

23
DERECHO A LA SALUD
9

5. Continúa el Comité, en el párrafo 3, señalando que el derecho a la salud está


estrechamente vinculado al ejercicio de otros derechos humanos y que de él
dependen, en particular, los derechos a la vida, a la no discriminación, a la
igualdad, a la vivienda, al trabajo, a la alimentación, a la dignidad humana,
entre otros. Todos ellos configuran los componentes integrales del derecho
a la salud. De esta manera, se entiende que el Comité brinda un enfoque de
integralidad e interdependencia de los derechos humanos.


6. El Pidesc también establece, en el artículo 12, la obligación de los Estados
de adoptar medidas orientadas a asegurar la plena efectividad del derecho a

Pe
la salud. Entre ellas, puede destacarse la indicada en el literal “d”, inciso 2,
del mencionado dispositivo, referida a la obligación de crear las condiciones
que aseguren a todas las personas asistencia médica y servicios médicos en
caso de enfermedad.

el
7. Al respecto, el Comité, en el párrafo 17 de la referida observación, interpre-

ld
ta que la asistencia y los servicios médicos deben brindarse, sin distinción
alguna, a todas las personas en caso de enfermedad. Asimismo, considera
que el cumplimiento de la referida disposición incluye, entre otros aspectos,

na
acceso igual y oportuno a los servicios básicos, de medicamentos esencia-
les, tratamientos y atención apropiada para quienes así lo requieran en caso
de enfermedad.
io
8. Por su parte, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, si bien no
se refiere directamente al derecho a la salud, en su artículo 26 —al esta-
uc

blecer que los Estados parte se comprometen a lograr progresivamente la


plena efectividad de los derechos derivados de la Carta de la Organización
de Estados Americanos (OEA)— , tutela de manera implícita o indirecta di-
tit

cho atributo. Al respecto, los literales “i” y “l” del artículo 34 de la Carta de
la OEA establecen que los Estados convienen en dedicar sus esfuerzos a la
ns

consecución de la defensa del potencial humano mediante la extensión y


aplicación de los modernos conocimientos de la ciencia médica, así como
de condiciones urbanas que permitan una vida sana, productiva y digna. En
Co

este sentido, estas disposiciones se hacen exigibles a través del artículo 26


de la Convención.

9. Finalmente, el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Dere-


al

chos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales


“Protocolo de San Salvador” define, en su artículo 10, el derecho a la salud
un

como “el disfrute del más alto posible de bienestar físico, mental y social.
Asimismo, compromete a los Estados parte a reconocer la salud como un
bien público y a adoptar una serie de medidas para garantizar este derecho”.
ib

10. En suma, de los acuerdos internacionales antes mencionados, puede con-


cluirse que se establece un reconocimiento explícito o implícito del derecho
Tr

a la salud como uno intrínseco a la naturaleza humana; y que, por consi-


guiente, se torna como fundamental e indispensable para el pleno ejercicio
de los demás derechos fundamentales. Por lo tanto, el Estado peruano se
encuentra obligado a adoptar medidas adecuadas y orientadas a asegurar la
plena efectividad del derecho a la salud, y a crear condiciones que aseguren
a todas las personas asistencia y servicios médicos en caso de enfermedad,
desempleo, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus medios de subsis-
tencia por circunstancias independientes de su voluntad.

24
ASPECTOS GENERALES
9

11. Cuando el artículo 7 de nuestra norma fundamental establece que “todos


tienen derecho a la protección de su salud, […] así como el deber de con-
tribuir a su promoción y defensa”, se refiere a que la salud no es solo un
atributo esencial de carácter universal, sino que el Estado, la sociedad y
cualquier individuo en particular tienen la obligación de fomentar condicio-
nes que faciliten o viabilicen su plena realización.

12. En el caso específico del Estado –que, en relación con el caso concreto,


es el que interesa–, no solo existe la obligación de promover todo tipo de
servicios que permitan que la persona (cualquier persona) pueda alcanzar

Pe
el más alto nivel de salud, sino que se brinden en forma óptima o adecua-
da. Características de dicho atributo son, por ello, y como lo ha subrayado
este Tribunal Constitucional en más de una oportunidad, la disponibilidad, la
accesibilidad, la aceptabilidad y la calidad (fundamento 45 de la sentencia

el
recaída en el Expediente 5842-2006-HC/TC).

ld
2.4. Derecho a la salud física
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Sindicato de Trabajadores de Toquepala

na
contra la Empresa Southern Perú Copper Corporation. Sala 2. Expediente 04635-
2004-PA/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 29
de abril de 2006. 20
io
8. Consecuentemente, el Tribunal Constitucional estima que, en el caso par-
ticular de los trabajadores mineros, la jornada razonable de trabajo no pue-
uc

de ser mayor de ocho horas diarias y debe considerar una jornada semanal
razonable, atendiendo las específicas condiciones laborales de los trabaja-
tit

dores mineros, que han sido descritas a lo largo de la presente sentencia;


y que, en este caso concreto, se caracterizan por un despliegue mayor de
fuerza física, esto es, doce horas durante 4 días seguidos y en algunos casos
ns

hasta 5 días, en un contexto de alto riesgo para su salud, de trabajo físico a


más de 3,500 m.s.n.m., de alimentación deficiente y mayor exposición a los
polvos minerales, con el consiguiente deterioro de la esperanza de vida.
Co

[…]

30. Respecto de la vulneración del principio de la dignidad de la persona y del


al

derecho a la salud y a la protección del medio familiar, el Tribunal Constitu-


cional no puede dejar de anotar que la realidad alimentaria de los trabaja-
un

dores mineros descrita en el Informe de la OIT se confirma en el presente


caso. En efecto, la cláusula 22 del Convenio Colectivo 2001 a 2007, esta-
blece “un refrigerio de 30 minutos”, mientras que la cláusula 25 del mismo
convenio, referida a la alimentación por las 4 horas adicionales para com-
ib

pletar las doce horas diarias de trabajo, les otorga “una gaseosa de ½ litro,
dos paquetes de galleta, una lata de filete de atún, una lata de salchicha en
Tr

conserva de 450 gr. o un pago sustitutorio de S/. 8.44 por cada ración, a

20 Los recurrentes interponen demanda de amparo a fin de que se dejen sin efecto las jornadas obligatorias de
doce horas diarias de trabajo durante cuatro días seguidos por tres de descanso impuestas por la demandada
en sus diferentes secciones, alegando la vulneración de sus derechos a la dignidad de la personas, a la igual-
dad ante la ley, al carácter irrenunciable de los derechos laborales y a la fuerza vinculante de la convención
colectiva. Tras un análisis constitucional, el Tribunal declaró fundada la demanda, teniendo que restituir la
jornada laboral de ocho horas diarias.

25
DERECHO A LA SALUD
9

elección del trabajador”. Es evidente que los componentes de la ración otor-


gada a los trabajadores no constituyen una alimentación balanceada con
alto contenido de nutrientes y en las cantidades adecuadas indispensables y
acordes con el desgaste físico de 12 horas de trabajo continuo, que requiere
el trabajo minero exigido por la demandada y que se debe realizar a más de
3,500 m.s.n.m.

[…]


32. En definitiva, desde la perspectiva del derecho a la salud, el problema cen-

Pe
tral de los trabajadores mineros es la reducción de su esperanza de vida. Es
por ello que dichos trabajadores tienen derecho a jubilarse entre los 45 y
55 años conforme a los supuestos de la Ley N.º 25009; y por ello, también
que gozan del seguro complementario de trabajo de riesgo (Decreto Ley N.

el
0 18846 y Decreto Supremo N.º 003-98-SA sobre renta vitalicia). Consi-
guientemente, tomando en cuenta las especiales condiciones de trabajo en

ld
las minas, el permanente riesgo de la disminución de la esperanza de vida a
que están expuestos los trabajadores mineros, así como el constante dete-
rioro de la salud de este grupo de trabajadores, este Colegiado estima que

na
la jornada laboral de doce horas seguidas es incompatible con los derechos
mencionados.

33. Es indudable que una mayor exposición de los trabajadores mineros a los
io
polvos minerales, que se producirá si la jornada de trabajo es mayor y cons-
tante, generará una mayor incidencia y acelerará la adquisición de alguna
uc

de las enfermedades descritas, lo cual demandará una mayor atención y


gasto del Estado a través de sus servicios de salud (Ministerio de Salud y
EsSalud)
tit

Tribunal Constitucional del Perú. Caso Pablo Miguel Fabián Martínez y otros contra
el Ministerio de Salud y otros. Sala 2. Expediente 02002-2006-PC/TC. Sentencia
ns

publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 27 de junio de 2006.

4. Análisis del caso concreto. La actuación del Ministerio de Salud ante


Co

el grave estado de salud de la población de La Oroya

[…]
al

37. En otros términos, el proceso de cumplimiento no puede tener como fina-


lidad el examen sobre el cumplimiento “formal” del mandato contenido en
un

una norma legal o acto administrativo, sino, más bien, el examen sobre el
cumplimiento eficaz de tal mandato, por lo que si en un caso concreto se
verifica la existencia de actos de cumplimiento aparente, parcial, incompleto
ib

o imperfecto, el proceso de cumplimiento servirá para exigir a la autoridad


administrativa precisamente el cumplimiento eficaz de lo dispuesto en el
mandato.
Tr

[…]

49. Como se aprecia en los citados estudios, desde el año 1999 la propia Direc-
ción General de Salud Ambiental (Digesa), así como diferentes instituciones
acreditaron la existencia de exceso de contaminación por plomo en la san-
gre, especialmente en los niños, se sobrepasó el límite máximo establecido
por la Organización Mundial de la Salud (1O µg/ 100 ml), llegándose incluso

26
ASPECTOS GENERALES
9

a detectar, por ejemplo, en el Informe DIGESA 1999, 2 casos de niños en


los que se sobrepasaba los s 70 µg/ 1OOml, 62 niños que registraban en-
tre 44.1 y 62 µg/ 100 ml, y 234 que registraban entre 20.1 y 44 µg/100
ml, entre otros resultados, lo que exigía por parte del Ministerio de Salud,
en su condición de ente rector del sector Salud (artículo 2 de la Ley 27657
del Ministerio de Salud), la adopción de inmediatas medidas de protección,
recuperación y rehabilitación de la salud de las personas que habitan en la


ciudad, entre otras acciones.

[…]

Pe
56. Sobre el particular, el Tribunal Constitucional considera que la pretensión de
los demandantes debe estimarse en parte, toda vez que, si bien el Ministerio
de Salud ha adoptado determinadas medidas, establecidas en la Ley 26842,

el
General de Salud, y en el Decreto Supremo 074-2001-PCM, Reglamento de
Estándares Nacionales del Calidad Ambiental del Aire, su cumplimiento no

ld
ha sido eficaz, sino más bien parcial e incompleto.

[…]

na
HA RESUELTO

Declarar FUNDADA en parte la demanda de cumplimiento presentada por


io
Pablo Miguel Fabián Martínez y otros; en consecuencia:

1. Ordena que el Ministerio de Salud, en el plazo de treinta (30) días, im-


uc

plemente un sistema de emergencia para atender la salud de la personas


contaminadas por plomo en la ciudad de La Oroya, debiendo priorizar la
atención médica especializada de niños y mujeres gestantes, a efectos de su
tit

inmediata recuperación, conforme se expone en los fundamentos 59 a 61 de


la presente sentencia, bajo apercibimiento de aplicarse a los responsables
ns

las medidas coercitivas establecidas en el Código Procesal Constitucional.

2.5. Derecho a la salud mental


Co

Tribunal Constitucional del Perú. Caso Ramón Medina Villafuerte contra el Seguro
Social de Salud del Perú (ESSALUD). Sala 1. Expediente 02480-2009-PA/TC. Sen-
tencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 10 de febrero de
al

2009.

10. El derecho a la salud mental se encuentra reconocido en las fuentes nor-


un

mativas del Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Así, según el


artículo 12.° del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, toda persona tiene derecho al “disfrute del más alto nivel posible
ib

de salud física y mental” . Por su parte, el Protocolo de San Salvador prevé,


en su artículo 10.°, que toda “persona tiene derecho a la salud, entendida
Tr

como el disfrute del más alto nivel de bienestar físico, mental y social”.

11. Teniendo presente el contenido de los artículos referidos, puede concluirse


que en el ámbito del Derecho Internacional de los Derechos Humanos: a)
el derecho a la salud mental es parte integrante del derecho a la salud; b)
el derecho a la salud tiene como único titular a la persona humana; c) el
derecho a la salud mental tiene como contenido el derecho a disfrutar del
mayor nivel posible de salud mental que le permita a la persona humana

27
DERECHO A LA SALUD
9

vivir dignamente; y, d) la salud protegida no es únicamente la física, sino


que comprende, también, todos aquellos componentes propios del bienestar
psicológico y mental de la persona humana.

[…]

14. En este orden de ideas, este Tribunal considera que el derecho a la salud
mental es un derecho fundamental cuyo sustento se encuentra contenido en


el principio - derecho de dignidad humana y en los derechos a la salud y a la
integridad psíquica. Ello debido a que la preservación de la vida humana no

Pe
se limita solamente a proteger la supervivencia biológica de la persona hu-
mana, sino que también se extiende a la posibilidad concreta de recupera-
ción y mejoramiento de las condiciones de salud. Considerar al ser humano
integralmente, como una unidad física y psíquica, es imperativo, en vista de

el
cautelar su desenvolvimiento vital dentro de unas condiciones mínimas de
dignidad.

ld
15. Pues bien, teniendo presente que el derecho a la salud mental tiene por fi-
nalidad la protección de los derechos a la salud, a la integridad personal y a
una vida en condiciones dignas, corresponde señalar de manera enunciativa

na
las manifestaciones que integran su contenido y que pueden ser ejercidas y
exigidas. Así pues, que el derecho a la salud mental comprende:
io
a. El derecho a acceder a tratamientos adecuados e idóneos, sean ellos de
orden preventivo, curativo o paliativo, cuando las personas tengan proble-
uc

mas para disfrutar del más alto nivel posible de salud mental, tratamientos
que deben formar parte del sistema de salud y seguridad social. La au-
sencia de un tratamiento con los estándares más altos de calidad puede
tit

poner en riesgo la vida de las personas e incluso ocasionarles un perjuicio


irremediable.
ns

b. El derecho a que la atención médica sea integral, es decir, que compren-


da todo cuidado, suministro de medicamentos, intervenciones quirúrgicas,
prácticas de rehabilitación, exámenes de diagnóstico y seguimiento de los
Co

tratamientos iniciados, así como todo otro componente que los médicos
valoren como necesario para el restablecimiento de la salud mental del
paciente.
al

16. Ahora bien, la salud mental, como todo derecho fundamental, conlleva la
realización de obligaciones de abstención y/o de prestación por parte del
un

Estado o de particulares que brindan prestaciones en salud mental. Por ello,


corresponde señalar también de manera enunciativa, cuáles son estas obli-
gaciones. Así se tiene que:
ib

a. El Estado debe crear las condiciones que aseguren a todos asistencia mé-
dica y servicios médicos en caso de enfermedad mental, que incluye el ac-
Tr

ceso igual y oportuno a los servicios de salud mental preventivos, curativos


y de rehabilitación.
En este punto, resulta importante destacar que el Ministerio de Salud no ha
incluido los trastornos mentales dentro de la cobertura del Seguro Integral
de Salud, según se desprende del anexo 2 del Decreto Supremo N.° 003-
2002-SA. Por esta razón, este Tribunal considera que el Ministerio de Sa-
lud, en cumplimiento y tutela de los mandatos de optimización contenidos

28
ASPECTOS GENERALES
9

en los artículos 1.° y 7.° de la Constitución, tiene que ampliar e incluir den-
tro de la cobertura Seguro Integral de Salud a los trastornos mentales. Es
más, debe tenerse presente que el artículo 1.3 de la Ley N.° 28588 declara
prioritaria la implementación del componente de salud mental en el Seguro
Integral de Salud.
b. El Estado debe contar con un número suficiente de establecimientos, bie-
nes y servicios públicos de salud mental, así como programas preventivos,


curativos y de rehabilitación. Ello requiere, entre otras cosas, personal
médico capacitado, medicamentos y equipo hospitalario científicamente

Pe
aprobados y en buen estado, así como condiciones sanitarias adecuadas.
Para que el Estado cumpla dicha obligación, la mayoría de hospitales del
Ministerio de Salud y del Seguro Social de Salud deben brindar atención

el
psiquiátrica. De este modo se cubrirá la demanda a nivel nacional, pues
la atención a la salud mental no puede ser centralizada. Asimismo, para
que dicha obligación se ejecute también es necesario que el Ministerio de

ld
Economía y Finanzas y el Ministerio de Salud en la distribución del gasto
público en salud establezcan una partida presupuestal exclusiva para el
fomento, prevención, curación y rehabilitación de los trastornos mentales.

na
c. El Estado debe suministrar los tratamientos, medicamentos, intervencio-
nes, procedimientos, exámenes, seguimiento de los tratamientos iniciados
io
y demás requerimientos que los médicos consideren necesarios para aten-
der el estado de salud mental de una persona: es decir, tiene el deber de
uc
asegurar y proveer una prestación de atención médica eficaz a las perso-
nas con discapacidad mental.
d. El Estado debe abstenerse de realizar actuaciones y de omitir las obligacio-
tit

nes que supongan la supresión del servicio de salud mental, la suspensión


injustificada de los tratamientos una vez iniciados o el suministro de medi-
ns

camentos, sea por razones presupuestales o administrativas.


Ello en virtud del principio de progresividad de los derechos económicos,
Co

sociales y culturales que se encuentra contemplado en el artículo 26.° de


la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en el artículo del 2.1
del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales, que
obliga al Estado a aumentar progresivamente la satisfacción del derecho a
al

salud mental y proscribe su retroceso en los avances obtenidos. En mérito


de ello, este Tribunal considera que resultaría inconstitucional que el Esta-
un

do recorte o limite el ámbito de protección del derecho a la salud mental,


o que aumente sustancialmente los requisitos exigidos para acceder al
servicio de salud mental, o que disminuya los recursos públicos destinados
a la satisfacción de este derecho.
ib

e. El Estado en los tratamientos preventivos, curativos y de rehabilitación, y


Tr

en las políticas, programas y planes de salud mental, debe aplicar y seguir


los Principios para la protección de los enfermos mentales y el mejoramien-
to de la atención de la salud mental, aprobados por la Asamblea General
de Naciones Unidas, mediante Resolución N.° 46/119, de 17 de diciembre
de 1991.
Sobre el particular, conviene destacar que la Corte Interamericana de De-
rechos Humanos ha precisado que los principios “ofrecen una guía útil para

29
DERECHO A LA SALUD
9

determinar si la atención médica ha observado los cuidados mínimos para


preservar la dignidad del paciente” […].
f. El Estado debe fomentar la salud mental a través de acciones enfocadas a
modificar los principales obstáculos estructurales y de actitud para reducir
la discriminación y promover los derechos fundamentales de las personas
con discapacidad mental. El fomento a la salud comprende el acceso a la
educación e información sobre cuestiones relacionadas con la salud men-


tal, así como el fomento de la participación de la población en la prestación
de servicios médicos preventivos y curativos de salud mental.

Pe
g. El Estado debe diseñar políticas, planes y programas de salud mental diri-
gidos a mejorar la salud mental de las personas con discapacidad mental y
reducir el impacto de las enfermedades mentales en la sociedad.

el
En este punto, es oportuno destacar que esta obligación ha sido cumplida
con la aprobación de los Lineamientos para la Acción en Salud Mental me-

ld
diante la Resolución Ministerial N.° 075-2004-MINSA, el Plan General de la
Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Mental y Cultura de Paz 2005-2010
mediante la Resolución Ministerial N.° 012-2006-MINSA y el Plan Nacional

na
de Salud Mental mediante la Resolución Ministerial N.° 943-2006-MINSA.
h. El Estado tiene el deber de regular y fiscalizar a las instituciones que pres-
io
tan servicio de salud mental, como medida necesaria para la debida pro-
tección de la vida e integridad de las personas con discapacidad mental,
que abarca a las entidades públicas y privadas que prestan servicios de
uc

salud mental. Sobre esto, resulta importante destacar que la Corte In-
teramericana de Derechos Humanos ha enfatizado que “el Estado no sólo
debe regularlas y fiscalizarlas, sino que además tiene el especial deber de
tit

cuidado en relación con las personas ahí internadas”.


ns

Ello quiere decir que el Estado se convierte en garante tanto de la efectiva


protección del derecho a la salud mental como de la eficiente prestación
del servicio de salud mental, incluso cuando tanto la protección como la
Co

prestación del servicio han sido asumidas por particulares.

17. De lo anterior se desprende, que la responsabilidad de proteger y garan-


tizar la salud mental de los enfermos psíquicos, así como la de garantizar
en forma inmediata la protección de su vida y de su integridad personal,
al

recae principalmente en las entidades prestadoras del servicio de salud del


Estado, lo que no quiere decir que dicho deber estatal se reduzca solamente
un

a las hipótesis en que el Estado mismo, a través de sus propias entidades


prestadoras, provea servicios de salud, sino que también se extiende a las
entidades particulares que brindan el servicio de salud mental por cuenta
ib

propia, o por encargo y cuenta del Estado.


Tr

Tribunal Constitucional del Perú. Caso de los internos del Instituto Nacional de Salud
Mental “Honorio Delgado-Noguchi” contra la Dirección de Adicciones del Instituto
de Salud Mental “Honorio Delgado-Noguchi” y otros. Sala 2. Expediente 05842-
2006-PHC/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el
30 de marzo de 2009.

47. Los programas de salud, y en especial de salud mental, están dirigidos a


contribuir tanto al desarrollo de la responsabilidad individual y familiar como

30
ASPECTOS GENERALES
9

a la promoción de una calidad de vida lo más elevada posible [artículo 1°


de la Declaración de los Derechos Humanos y de la Salud Mental -en ade-
lante, DDHSM-, adoptada por la Federación Mundial de la Salud Mental, en
Auckland, 1989]. En ese sentido se ha configurado el derecho-principio a la
salud como aquél según el cual todo ser humano tiene la potestad de exigir
la no-afectación de su salud, y al mismo tiempo la obligación de coadyuvar
en la promoción de dicho derecho.


[…]

2. El artículo 9° de la Constitución y la tutela constitucional de la salud

Pe
mental

61. Frente al derecho-principio a la salud se puede encontrar el derecho-regla


de la protección de la salud de la persona con problemas de salud mental.

el
La Constitución ha reconocido expresamente la especial protección de las
personas que padecen de algún tipo de discapacidad, precisando que son

ld
titulares de derechos fundamentales susceptibles de protección no sólo por
parte del Estado, sino por parte de la colectividad en pleno. En tal sentido
se señala que “(...) La persona incapacitada para velar por sí misma a causa

na
de una deficiencia física o mental tiene derecho al respeto de su dignidad y a
un régimen legal de protección, atención, readaptación y seguridad’’ [artícu-
lo 7° de la Constitución], por Jo que es responsabilidad del Estado vigilarla,
io
cautelarla y atenderla [artículo V del Título Preliminar de la LGS]. Como es
sabido, la discapacidad puede ser tanto física como psíquica, caso este últi-
uc

mo en el que se hará referencia a las personas con problemas mentales, las


que por diversos motivos se ven afectadas en sus facultades de raciocinio y
capacidad de actuación, lo cual incide en el normal desenvolvimiento de su
tit

personalidad en la sociedad.
ns

a. La salud mental y su amparo en sede constitucional

62. La OMS ha señalado que la salud mental es el estado de bienestar que per-
mite a cada individuo realizar su potencial, enfrentarse a las dificultades
Co

usuales de la vida, trabajar productiva y fructíferamente y contribuir con su


comunidad. Incluye, entre otros, el bienestar subjetivo, la autosuficiencia
perseguida, la autonomía, la competitividad, la dependencia intergeneracio-
nal y la autoactualización del propio intelecto y potencial emocional [Infor-
al

me mundial de la Salud 2001, emitido por la OMS, Salud mental: una nueva
comprensión, una nueva esperanza]. El derecho a la salud y particularmente
un

el derecho a la salud mental, incluye, por una parte, la prohibición de intro-


misiones estatales en la esfera individual, y por otra, un elenco de garantías
en beneficio de la dignitas personae, lo que implica una enorme variable
ib

de factores socioeconómicos imprescindibles para el desarrollo sano del ser


humano [fundamento 11 de la STC N.º 3081-2007- PA/TC].
Tr

63. Asimismo en el plano nacional se ha señalado, aunque de manera más ge-


nérica, que la protección del derecho fundamental a la salud es de interés
público, por lo que el Estado es responsable de regularla, vigilarla y promo-
verla [artículo 11 del Título Preliminar de la LGS]. De ahí que las obligacio-
nes estatales no se constriñen, como se ha señalado, a una libertad negativa
de un no-hacer, sino que importan un conjunto de acciones positivas a fin
de que el derecho a la salud no sea una entelequia platónica ni una fórmula

31
DERECHO A LA SALUD
9

vaciada de contenido por una mala interpretación de su contenido de norma


programática. La actuación del Estado debe realizarse de manera coordi-
nada y descentralizada a fin de que las políticas no se conviertan en meros
discursos.

64. Así, la tutela de la salud mental es un reflejo de la forma en que se debe


observar el derecho genérico: requiere atención de salud oportuna y apro-
piada [fundamento 2 de la STC N.º 2064-2004-AA/TC], máxime si entre las


medidas que deben adoptar los Estados a fin de asegurar la plena efectivi-
dad de este derecho, figura la creación de condiciones que aseguren a todos

Pe
asistencia médica y servicios médicos en caso de enfermedad [artículo 12º
punto 2.d del PIDESC]. Es por ello que en el ordenamiento nacional, exac-
tamente en la LOS, se ha dicho, en primer lugar, con relación a los proble-
mas mentales, que toda persona con discapacidad mental tiene derecho a

el
recibir tratamiento y rehabilitación [artículo 9° de la LGS]. La proclamación
del derecho a la mejor atención médica posible en materia de salud mental

ld
conduce a reconocerla como una libertad básica y fundamental, y en tal
caso, cuando el tratamiento se administre en una institución psiquiátrica, el
paciente deberá a ser tratado, siempre que sea posible, cerca de su hogar

na
o del hogar de sus familiares o amigos y deberá regresar a la comunidad lo
antes posible [Séptimo Principio Fundamental, punto 2 de los PPEM].
io
b. La salud mental y su doble ámbito

65. Los problemas mentales de salud se pueden dar en dos facetas: aquellas
uc

que se refieran específicamente a la discapacidad mental y las que se refie-


ran a los perturbaciones mentales, tal como sucede en el caso de autos. Una
interpretación pro hómine deberá llevamos a entender el término ‘persona
tit

incapacitada para velar por sí misma a causa de una deficiencia mental’ y


también ha de incluir a aquellas personas que sufren problemas de desór-
ns

denes mentales en toda su extensión. Implícitamente también habrán de


encontrarse los problemas de adicciones; según se desprende de la deman-
da es en el SHA donde los favorecidos sufrirían el menoscabo a su salud, y
Co

concomitantemente a su libertad individual.

[…]

c. La salud mental y los problemas de perturbaciones mentales


al

68. El tema que merece la atención primordial de este Colegiado es el relativo


un

a las personas que tienen en estricto problemas de perturbaciones menta-


les, las cuales tienen derecho a la recuperación, rehabilitación y promoción
de su salud [artículo 11° de la LGS). Dentro de este grupo se encuentra el
ib

caso específico de las personas que sufren el problema de las adicciones,


sea de alcoholismo, fármaco-dependencia, trastornos psiquiátricos o violen-
Tr

cia familiar. La adicción es una forma de trastorno complejo, de afectación


cerebral, básicamente a través de una dificultad de control en el uso de
sustancias psicotrópicas, generando modificaciones en el comportamiento
del afectado y el abandono progresivo de sus actividades cotidianas, todo lo
cual se expresa como una conducta disfuncional en el seno familiar, laboral y
social [Guía de Práctica Clínica en Trastornos Mentales y del Comportamien-
to debidos al consumo de Sustancias Psicotrópicas -en adelante, GPCTM-,
emitidos por el Ministerio de Salud en Lima, 2006, a través de la Resolución

32
ASPECTOS GENERALES
9

Ministerial N.° 648-2006/MINSA; en la misma línea, Resolución Ministerial


N.° 0943-2006-MINSA, Plan Nacional de Salud Mental -en adelante, PNSM-].
Esta afección incluye no sólo la adicción por consumo de sustancias (como
toxicomanía o ebriedad habitual, previstas en el Código Civil -en adelante,
CC-), sino también la ludopatía, la adicción electrónica (entre otros, internet
o juegos por computadora) y la adicción conductual.

69. Sobre la base de los argumentos vertidos, es necesario insistir en que un


tratamiento adecuado para la prevención y recuperación de las per-
sonas que sufren perturbaciones mentales - incluyendo, claro está, las

Pe
adicciones- sólo puede ser admitido siempre que respete sus derechos y se
desenvuelva como una actitud dignificadora en su cuidado. Basta percatarse
que las personas que sufren enfermedades mentales están sujetas a pre-
juicios y fuertes estigmas, constituyendo un grupo vulnerable a violaciones

el
de derechos humanos a nivel global; tanto así que son arbitraria e innece-
sariamente segregadas de la sociedad en instituciones psiquiátricas, donde

ld
se encuentran sujetas a tratamiento inhumano y degradante o a tortura
[Informe del experto internacional en materia de derechos humanos de las
personas con enfermedades mentales, peritaje propuesto por la Comisión

na
lnteramericana de Derechos Humanos dentro de la Sentencia de la CIDH en
el Caso Ximenes Lopes vs. Brasil].
io
70. Este Colegiado coincide con la ONU cuando establece que cuando está com-
prometida su salud mental, las personas que son atendidas en un EdSM
uc
gozarán del mejor cuidado disponible, serán tratadas con humanidad y con
respeto a la dignidad inherente de la persona humana y serán protegidas
contra la explotación económica, sexual, el maltrato físico y el trato degra-
tit

dante [principio 1 de los PPEM; sobre el tema también Informe Defensorial


‘Salud mental y derechos humanos: La situación de los derechos de las
personas internadas en establecimientos de salud mental’, básicamente a
ns

brindar el consentimiento informado], sobre todo considerando que dichas


personas se encuentran en un nivel de inferioridad y dependencia que no
Co

se presenta necesariamente en el caso de las personas que padecen enfer-


medades físicas. Es así como se ha postulado un grupo de principios que
deben ser observados en la atención a estos pacientes: (i) promoción de
la salud mental y prevención de los trastornos mentales; (ii) acceso a una
al

atención básica de calidad de la salud mental; (iii) evaluación de la salud


mental de acuerdo a los criterios aceptados en el ordenamiento jurídico; (iv)
un

recepción de atención que sea lo menos restrictiva posible; (v) autodetermi-


nación, es decir, posibilidad de consentir en el tratamiento a que será some-
tido; (vi) ser asistidos por expertos en el ejercicio de su autodeterminación;
(vii) disposición de procedimientos de revisión con relación a las decisiones
ib

adoptadas por los responsables de tomarlas; (viii) mecanismo automático


de revisión periódica, en caso que el tratamiento incluya restricción de su
Tr

integridad (tratamiento) o de su libertad (hospitalización) por un período de


larga duración; (ix) asunción de las decisiones relacionadas con su situación
por la autoridad competente previo conocimiento informado; y, (x) asunción
de las decisiones que involucran su salud de conformidad con normatividad
vigente y según estándares internacionales de protección de los derechos
humanos [Diez Principios Básicos de las Normas para la atención de la Salud
Mental -en adelante, PBNASM-, realizada y aprobada por la OMS - División

33
DERECHO A LA SALUD
9

de Salud Mental y Prevención del Abuso de Sustancias, el 17 de diciembre


de 1991]. Según los parámetros establecidos en sede internacional, este
Colegiado habrá de analizar tanto la forma de internamiento como la aten-
ción de los pacientes en el SHA del INESM’HD-HN’, pues sólo así estaría
tutelándose convenientemente el derecho fundamental a la salud, en con-
cordancia con la libertad individual de los favorecidos en el presente PHC.

[…]


72. El MINSA ha logrado identificar algunas de las causas que ocasionan que la

Pe
salud mental esté en el país tal como ahora está, entre ellas las elevadas
tasas de prevalencia de violencia contra grupos vulnerables de la sociedad;
el incremento de la pobreza y de desigualdad en la distribución de los re-
cursos; los graves secuelas psicológicas y económicas por la violencia po-

el
lítica en los ochentas y noventas; la alta tasa de prevalencia de trastornos
ansiosos y depresivos, incluyendo el incremento de la frecuencia de suicidio

ld
e intento de él; el elevado número de personas con trastornos psicóticos
crónicos que no reciben atención adecuada; y la gravedad del alcoholismo
como problema de salud pública [PNSM; sobre sus orígenes, fundamento

na
48 de la STC N.° 3081-2007-PA/TC]. El análisis de la tutela de este derecho
fundamental no puede ser ajeno al contexto que rodea su tratamiento en
la realidad, por lo que tampoco puede desligarse del caso concreto de los
io
favorecidos recluidos en el INESM’HD-HN’.

d. La salud mental y las acciones relativas a su salvaguarda


uc

73. De todas formas, para lograr la mayor efectividad de la tutela del derecho a
la salud, el Estado tiene tanto obligaciones de hacer (realizar acciones que
tit

tiendan al logro de un mayor disfrute del derecho) como obligaciones de no


hacer (abstenerse de interferir en el ejercicio de los derechos). Es por ello
ns

que este Colegiado considera imprescindible que se pueda realizar una polí-
tica, en el marco del mencionado plan, que ejecute las acciones correspon-
dientes a la tutela del derecho, con la mayor eficacia e intensidad posible,
Co

aunque siempre determinadas por las capacidad presupuestarias. No obs-


tante le atañe resaltar algunos hechos problemáticos con una necesidad de
intervención: (*) Graves secuelas psicológicas y económicas en la población
sobreviviente de la violencia política a fin de asignar recursos destinados a
al

la reparación; (*) Vinculación entre los problemas socioeconómicos y psico-


sociales y la presencia de trastornos mentales frente a ausencia de una res-
un

puesta concertada; (*) Grave situación de la salud mental en el país frente a


la falta de prioridad de la salud mental en los planes del MINSA, escaso pre-
supuesto, carácter centralizado de las políticas y desconocimiento del gasto
ib

real en este ítem; (*) Modelo intramural de atención frente a ausencia de


participación comunitaria; y, (*) Escasa cobertura médica frente a deficiente
acceso a medicamentos [fundamento 42 de la STC N.º 3081-2007- PA/TC].
Tr

Si bien existe una identificación de lo que significa este derecho y cómo sur-
ge la problemática, aún quedan muchas acciones que tomar a fin de revertir
el panorama existente en el país.

74. En esta línea este Colegiado es consciente de la necesidad de que se aprue-


be una Ley de Salud Mental, pues su promulgación sería un importante
avance para adquirir una verdadera cultura de respeto por los demás y sig-
nificaría un verdadero cumplimiento del mandato constitucional así como de

34
ASPECTOS GENERALES
9

los compromisos internacionales contraídos por el Estado peruano. Bajo la


perspectiva descrita sobre la salud mental, es válido reconocer que el dere-
cho a la salud no puede ser un mero derecho programático -e ineficaz- pues
el Estado en atención a los deberes primordiales que le han sido signados
en la Norma Fundamental tiene la obligación de garantizar la plena vigencia
de los derechos humanos, así como promover el bienestar general que se
fundamenta en la justicia y en el desarrollo integral y equilibrio de la Nación


[artículo 44° de la Constitución], y una de estas formas sería la aprobación
de dicha ley.

Pe
75. De otro lado, este Colegiado ha puesto sobre el tapete que el presupuesto
en el Sector Salud es exiguo, lo cual se traduce en un inadecuado modo y
comportamiento del Estado para dar inicio a un goce del derecho en juego,
por lo que se hace necesaria la existencia de un marco legal adecuado, con

el
autoridades conscientes del problema y con decisión política para ejecutar
un plan progresivo, que debe empezar por la atención inmediata de todos

ld
los enfermos [fundamento 42, punto D de la STC N.º 3081-2007-PA/TC].

3. El artículo 11 º de la Constitución y la tutela constitucional de la sa-

na
lud mental en un establecimiento de salud mental

76. Determinadas las obligaciones del Estado y de la comunidad en la salva-


io
guarda no sólo de la salud en general, sino también de la salud mental en
particular, corresponde ahora avanzar en el análisis de la actuación de los
EdSM pues es finalmente a través de ella cómo se va concretizar la atención
uc

de los pacientes que no gozan de una salud cabal. Esta tutela está en re-
lación directa con lo que corresponde a una conveniente política pública de
tit

salud en país, toda vez que “(. . .) el Estado determina la política nacional
de salud. El poder ejecutivo norma y supervisa su aplicación. Es respon-
sable de diseñarla y conducirla en forma plural y descentralizadora para
ns

facilitar a todos el acceso equitativo a los servicios de salud’ [artículo 9º de


la Constitución], pues únicamente a través de ella el resguardo del derecho
involucrado será realmente efectivo y real, redundado incluso en otros de-
Co

rechos fundamentales como la libertad individual, tal como se analiza en el


presente caso. El tratamiento tiene como finalidad principal el bienestar del
paciente y el respeto a su dignidad como ser humano [fundamento 130 de
la Sentencia de la CIDH en el Caso Ximenes Lopes vs. Brasil]. De otro lado,
al

hay que tomar en cuenta que la realidad de la salud en el Perú se traduce


en un sistema normativo hospitalario y político sumamente fragmentado y
un

desorganizado, que se estructura en función de la capacidad económica de


las personas, y que da origen a inequidades en el reparto de los recursos
presupuestarios, lo que trae como consecuencia que la atención y los gastos
ib

obedezcan a patrones de exclusión de ciertos grupos de pacientes [funda-


mento 64 de la STC N.º 3081-2007-PA/TC].
Tr

a. La salud mental en un establecimiento de salud mental y el respeto


de la persona

77. Sobre la base del principio de dignidad personal, los favorecidos merecen
una adecuada protección a través de un tratamiento eficaz, pues según
la cláusula constitucional es prioridad y deber dictar medidas a favor de
los internados en cualquier establecimiento de salud, a fin de garantizar el

35
DERECHO A LA SALUD
9

respeto de sus derechos. Cabe recordar que un EdS es aquél que realiza en
régimen ambulatorio o de internamiento, así como la atención de salud con
fines de prevención, promoción, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación,
dirigidos a mantener o restablecer el estado de salud de las personas. Pue-
den ser sin y con internamiento. De otro lado, no es ilógico recordar que
son pocos los países que cuentan con un sistema público de tratamiento
bien desarrollado, concebido para ocuparse de diferentes sustancias que son


objeto de abuso o cualquier otra forma de adicción [Por qué intervenir en
el tratamiento del abuso de drogas: Documento de debate para la formu-
lación de políticas, realizado por la Oficina contra las Drogas y el Delito de

Pe
las Naciones Unidas, emitido en Nueva York, 2003. www unodc.org/pdf/re-
port_2003-01-31_1_es.pdf]. Los EdS con internamiento, como es el caso del
INESM’HD-HN’ , son aquellos que brindan atención integral, general o espe-

el
cializada al paciente agudo o crónico, y que para realizar tales atenciones o
procedimientos clínicos o quirúrgicos, con fines diagnósticos, terapéuticos o
de rehabilitación, requieran permanencia y necesidad de soporte asistencial

ld
por más de doce horas por su grado de dependencia o riesgo [artículo 51°
del Decreto Supremo N.º 013-2006-SA, Reglamento de Establecimientos de
Salud y Servicios Médicos de Apoyo -en adelante, RESSMA-]; dentro de este

na
tipo de nosocomios se encuentra el grupo de los denominados institutos de
salud especializados.
io
[…]
uc
79. Siguiendo este precepto, las EdSM o psiquiátricas deben estar sometidas a
inspección por parte de las autoridades competentes con frecuencia sufi-
ciente para garantizar que las condiciones, el tratamiento y la atención de
tit

los pacientes sean los adecuados [Décimo Cuarto Principio Fundamental,


punto 11.2 de los PPEM], rol que en muchas oportunidades es incumplido
cuando se producen abusos frente a las personas que tienen problemas
ns

de adicciones. ¿Es posible admitir ese tipo de situaciones desconociendo


el mandato constitucional? Sobre la base de la interpretación social de la
Co

Norma Fundamental y a la vista del problema de estas personas privadas


de su libertad y sometidas a internamiento en un EdSM, es menester tener
en cuenta que estos institutos deben ser centros especializados para fines
terapéuticos que procuren una adecuada atención, custodia, prevención,
al

protección y una posterior rehabilitación de los pacientes, y así tengan una


futura vida digna.
un

b. La salud mental en un establecimiento de salud mental y el trata-


miento extra e intramural
ib

80. Los principios que inspiran la actuación de los EdSM están destinados al
logro de la rehabilitación y a un tratamiento que estimule la independencia
personal, la autosuficiencia y la integración social de las personas que tienen
Tr

estos problemas con proscripción a priori del método intramural y a ser tra-
tado en igualdad de condiciones, sin discriminación y en estricto respeto de
sus derechos fundamentales (fundamento 34 de la STC N.º 3081-2007-PA/
TC]. En base a ello, es importante tener en cuenta que la ONU ha precisado
que aquella persona que padezca una enfermedad mental tiene derecho a
vivir y a trabajar, en la medida de lo posible, en la comunidad [principio 3 de
los PPEM], siempre en un esquema de tratamiento extramural.

36
ASPECTOS GENERALES
9

81. En esta línea de pensamiento, la Corte Interamericana ha precisado que los


Estados están en la obligación de regular y fiscalizar la asistencia de salud
prestada a las personas, independientemente de si la entidad que presta
tales servicios es de carácter público o privado [fundamento 89 in fine de
la Sentencia de la CIDH en el Caso Ximenes Lepes vs. Brasil], afirmación
que cobra sentido cuando la trasgresión del derecho a la salud de las perso-
nas con problemas de salud mental se realiza en una institución pública (a


veces incluso el Estado suele argüir falta de responsabilidad), aparte claro
está de las privadas, y es ahí cuando su deber de protección se inserta en
la supervisión y control de la actividad privada, tal como lo ha establecido la

Pe
instancia supranacional en mención y que es parte de la formulación de la
norma constitucional. De lo expresado queda claro que con un internamien-
to inadecuado, lejano a las reglas previstas para las personas pacientes de

el
un EdSM, ya sea público o privado, se puede terminar afectando sus dere-
chos fundamentales, de modo que, en salvaguarda de la libertad individual
o de otros derechos conexos a ella, como sucede en el caso de autos con la

ld
salud, se puede acudir al PHC para que sean adecuadamente tutelados por
el ordenamiento constitucional.

na
82. La tendencia actual es reducir a su máxima expresión el tratamiento in-
tramural, es decir, dentro de un EdSM, debiéndose, en la medida de las
posibilidades, optar por un tratamiento extramural, o como se conoce nor-
io
malmente, por un tratamiento ambulatorio. Resulta necesario recalcar que
la finalidad del internamiento no es confinar al paciente de por vida en una
uc

EdSM como consecuencia de su exclusión de la sociedad, sino brindar un


tratamiento adecuado a efectos de que dicho paciente pueda recuperarse,
o al menos estabilizar su situación, y continuar con el tratamiento psiquiá-
tit

trico fuera de él. Lo anterior implica que los pacientes psiquiátricos deben
ser constantemente informados del tratamiento que reciben, máxime si es
ns

intramural, así como de las consecuencias de dicho tratamiento a efectos


de que no se les prive de la facultad de expresar su consentimiento. Debe
tenerse en cuenta que el grado de autonomía de estos pacientes se redu-
Co

cirá dependiendo de cuán alto sea el grado de la enfermedad, y en estos


casos serán los familiares, tutores o curadores quienes deberán contar con
la información necesaria para tomar las decisiones pertinentes respecto al
tratamiento psiquiátrico.
al

83. Sin embargo, no es que vayan a desaparecer los EdSM con internamiento,
un

sino que su actuación debe ser lo más restrictiva posible. Sólo para efecti-
vizar la calidad y eficiencia del servicio de salud de dichos establecimientos,
es importante apuntar algunas obligaciones de los profesionales de la salud,
especialmente psiquiatras, psicólogos, enfermeros, terapeutas y asistentes
ib

sociales. Teniendo en cuenta que su objetivo ha de ser brindarle una recupe-


ración completa al paciente: (a) Es preciso tener su manifestación de volun-
Tr

tad pues de ella dependerá qué tratamiento efectivo ha de recibir y permitir


su cuidado del personal médico, requiriendo para esto gozar de capacidad
de ejercicio, o contar con representantes legales. (b) Su derecho a que se
le brinde una adecuada y veraz información del tratamiento a seguir, su
evolución, su medicación así como su estado de salud. (e) El derecho a ser
tratado con dignidad, no permitiendo ningún acto de violencia moral, psíqui-
ca o física, ni sometido a torturas o a tratos inhumanos o humillantes, pues

37
DERECHO A LA SALUD
9

estos actos están proscritos constitucionalmente [artículo 2º, inciso 24.h)


de la Constitución], toda vez que el Estado no debe permitir el hacinamiento
en cualquier establecimiento que permite una readaptación y rehabilitación
a la sociedad. (d) Su derecho a recibir oportunamente y con puntualidad
sus medicinas, las emergencias y requerimientos que pudieran solicitar y
permitir el recreo y la interacción entre grupos sociales. (e) Permitir su reha-
bilitación, pues sólo así se habrá logrado con el tratamiento médico seguido


en estos centros. (j) Para efectivizarlos en la práctica, se necesita la inter-
vención del Estado y la disposición de recursos económicos para lograr tales
fines. (g) Ahora atendiendo a que el internamiento en un EdSM puede ser

Pe
por voluntad de la propia persona o involuntaria, caso de las personas que
no cuentan con la capacidad de ejercicio, deben contar con consentimiento
para su internamiento. Sobre la base de estas consideraciones, este Cole-

el
giado recuerda al Estado su obligación de establecer y hacer efectiva la po-
lítica en materia de salud mental, psiquiátrica, psicológica u otras similares
que permitan el régimen de internamiento, en aras de proteger los derechos

ld
fundamentales de los pacientes.

c. La salud mental en un establecimiento de salud mental y las accio-

na
nes dirigidas a su control

84. Dentro de este esquema de funcionamiento los EdSM, con independencia


io
de si son públicos o privados, deben siempre actuar respetando la tutela del
derecho fundamental a la salud, con la singularidad que suponga la enfer-
uc
medad. Según lo expresado supra, la exigibilidad de ·un derecho como el de
la salud deberá realizarse hasta el nivel que permitan los recursos del Esta-
do y de la comunidad [artículo IX de la DADDH]. Basándose en la cantidad
tit

de recursos disponibles, los EdSM deberán contar con: (i) Personal médico
y otros profesionales calificados en número suficiente y locales suficientes,
para proporcionar al paciente un programa de terapia apropiada y activa;
ns

(ii) Equipo de diagnóstico y terapéutico; (iii) Atención profesional adecuada;


y, (iv) Tratamiento adecuado, regular y completo, incluido el suministro de
Co

medicamentos [Décimo Cuarto Principio Fundamental, punto 11 .1 de los


PPEM).

85. Pero no se puede negar que cualquier exigencia en la labor de estos centros
médicos, sobre todo cuando implica gastos del Estado, tiene que estar en
al

correlación directa con el nivel de exigencia de nuevos o mayores gastos


públicos y su aplicación progresiva [Undécima Disposición Final y Transito-
un

ria de la Constitución; en la misma línea, artículo 2°, punto1 del PIDESCJ


, dispositivo que importa el compromiso estatal de adoptar medidas hasta
el máximo de recursos que se disponga para lograr, progresivamente, la
ib

plena efectividad de este derecho fundamental, aunque es evidente que el


Estado no puede eximirse de la obligación de cumplimiento, al estar referido
Tr

a un deber de perentorio cumplimiento, “ (...) si bien de manera progresi-


va, siempre en plazos razonables y acompañados de acciones concretas”
[fundamento 37 de la STC N.º 2945-2003-AA/TC). Lo que también hay que
tomar en cuenta es que conseguir bienestar y un nivel de vida digno es un
deber conjunto, tanto de la sociedad como del propio individuo y el Estado,
pero no exclusivamente de este último. Toda política social necesita de una
ejecución presupuestal y de ella derivan obligaciones concretas por cum-
plir, por lo que debe adoptarse medidas constantes y eficaces para lograr

38
ASPECTOS GENERALES
9

progresivamente la plena efectividad de los derechos en igualdad de condi-


ciones para la población en su conjunto.

[…]

87. Vale la pena insistir que un EdSM, como es el cuestionado en el presen-


te proceso constitucional, puede realizar sus atenciones a través de tres
formas distintas para cuadros adictivos severos con complicaciones y co-


morbidad: internamiento prolongado en la modalidad comunidad terapéu-
tica; internamiento intermedio, que combina tratamiento ambulatorio con

Pe
internamiento parcial [GPCTM, referida a establecimientos de salud de nivel
111] , y en el caso específico del INESM’HD-HN’, el modelo utilizado es el
familiar - afronte holístico de las adicciones, que se presenta como una pro-
puesta considerada como innovadora en el manejo preventivo-terapéutico

el
del fenómeno adictivo [Guía de Manejo de las Adicciones según el Modelo
Familiar -en adelante, GMAMF-, aprobado por la Resolución Directoral N.º

ld
144-2004-SA-DG-IESM”HD-HN”, de 2004] ; según se debe priorizar el ma-
nejo familiar pues se juzga que el entorno socioambiental nocivo representa
un rol predominante en el origen, mantenimiento y desenlace de la enfer-

na
medad adictiva [Manuel de Normas de Procedimientos del Modelo Familiar
– en adelante, MNPMF-, también aprobado por la Resolución Directoral N.°
144-2004-SA-DG-IESM”HD-HN”, de 2004], quizás tomando en cuenta que
io
siempre la familia es un instituto fundamental para la sociedad y el Estado
[el artículo 4° de la Constitución].
uc

88. Por tal razón el Estado, cuando analiza la actuación de las EdSM, debe tomar
en cuenta medidas deliberadas y concretas e ir dirigidas a la plena realiza-
ción del derecho a la salud [punto 30 de la OG14]. El proceder estatal, por
tit

tanto, conlleva un sinnúmero de situaciones propias y con relación a la co-


munidad que no pueden ser obviadas a la hora de analizar las actividades
ns

de dichos establecimientos: (a) Con relación al propio Estado, (i) A pesar de


las cada vez más claras vinculaciones entre problemas socioeconómicos y
psicosociales y la presencia de trastornos mentales y del comportamiento,
Co

no hay una respuesta concertada que permita mejorar significativamente


las condiciones de vida de las personas; (ii) Falta de prioridad de la sa-
lud mental en los planes del sector; (iii) Escaso presupuesto, centralización
del mismo y desconocimiento del gasto real en salud mental; (iv) Modelo
al

de intervención vigente que tiende a fragmentar el proceso de promoción,


prevención, atención y rehabilitación, optando, muchas veces, por un sólo
un

aspecto y excluyendo o desvalorizando el otro; cuando a nivel local la aten-


ción debe ocurrir unificadamente; (v) Centralismo y carácter intramural del
modelo de atención, con poca relación comunitaria; (vi) Escasa cobertura y
ib

acceso a la atención y a los medicamentos necesarios, especialmente en los


casos que producen discapacidad, como las psicosis crónicas, retraso men-
Tr

tal y trastornos orgánicos cerebrales; (vii) Inadecuado diagnóstico y manejo


integral de los problemas psicosociales más graves (como las violencias) y
de los trastornos adictivos (alcoholismo, tabaquismo, ludopatía); (viii) Re-
cursos humanos poco motivados y capacitados, que laboran en ambientes
mal implementados, donde atienden problemas humanos graves y reciben
poco estímulo para su desarrollo con la consecuencia de manifestaciones
de síndrome de agotamiento y desmoralización; y, (ix) Falta de una cultu-
ra de buen trato y de respeto a los derechos humanos de los usuarios. (b)

39
DERECHO A LA SALUD
9

Con relación a la coordinación intersectorial dentro del Estado: (i) Escasos


planes, programas y servicios de salud mental. Los existentes no están ar-
ticulados entre los sectores e instituciones del Estado, y no cuentan con un
enfoque de salud pública, produciendo una reducida cobertura y duplicación
de acciones; (ii) Falta de reconocimiento del MINSA como ente rector en
salud mental; (iii) Ausencia de espacios de coordinación permanente de
políticas y planes; (iv) Baja prioridad de la estrategia de intervención en


redes locales intersectoriales; (v) Falta de posicionamiento en los sectores
de la importancia de la salud mental para el desarrollo del país; y, (vi) Falta
de reconocimiento en los diversos sectores y en las regiones, de la impor-

Pe
tancia de la salud mental para el desarrollo del país. (c) Con relación a la
comunidad: (i) Discriminación, exclusión y estigmatización de las personas,
familias y grupos que sufren problemas de salud mental. Esto favorece la

el
invisibilización de los problemas y la falta de búsqueda de ayuda; (ii) Falta
de información, conocimiento y actitudes que favorezcan las iniciativas de
intervención en salud mental por parte de la sociedad civil en forma orga-

ld
nizada; y, (iii) Desconocimiento de la importancia de la salud mental como
determinante del bienestar y desarrollo de la comunidad, dando lugar a que
las autoridades regionales y locales no incorporen la salud mental en sus
planes [Diagnóstico en el PNSM].

na
C. SOBRE LA ACTUACIÓN DE LOS ESTABLECIMIENTOS DE SALUD MEN-
io
TAL EN EL TRATAMIENTO DE LAS ADICCIONES
uc
89. Al ser el derecho fundamental a la salud una condición indispensable para
el desarrollo del bienestar individual y colectivo, para su tutela efectiva en
los casos concretos, el TC debe practicar un estudio pertinente y ajustado
tit

a la Norma Fundamental. Tal como fue señalado al inicio de la presente


sentencia, la deficiente actuación de la judicatura constitucional en las ins-
tancias precedentes no es óbice para que este Colegiado decline su función
ns

constitucional y menos aún su obligación de impulsar de oficio el proceso


[artículo III del Título Preliminar del CPCo], por lo que en esta parte la uti-
Co

lización de los datos obtenidos motu proprio van a ser trascendentales para
la resolución de la controversia suscitada, siempre en pos de la tutela de los
derechos fundamentales de las personas, sobre todo en su ámbito objetivo.
Este Tribunal, por tanto, se apresta a dar respuesta a dos cuestionamientos
al

específicos del recurrente, sobre la base de los conceptos analizados supra,


gracias a la explicación concreta brindada por la entidad donde laboran los
un

codemandados a través de un pedido de información, y a la participación


del amicus curiae (la DP), “(...) el 7 de abril del presente año, un equipo del
Programa de Protección de Derechos de Personas con Discapacidad realizó
una visita de supervisión a las instalaciones del servicio de hospitalización
ib

por adicciones del INESM’HNHD ‘, en atención a la solicitud de intervención


presentada (..) por el ciudadano Ricardo Julca Bejar, miembro de la ONG
Tr

Pan y Vino (...)” [Primer Informe de la DP como amicus curiae (fs. 348, 349
del Cuadernillo del TC)], demostrando así su conocimiento in loco de la si-
tuación de los pacientes del EdSM.

[…]

93. Al respecto es oportuno recordar que el tratamiento médico sólo será com-
patible con el mandato constitucional de la tutela de la salud mental en un

40
ASPECTOS GENERALES
9

EdSM si es que cumple u observa con eficacia y eficiencia las disposiciones,


reglamento y demás reglamentos en materia de atención, custodia, preven-
ción, protección y rehabilitación de los pacientes sometidos a internamien-
to. Por eso, frente al tratamiento intramural de los casos de personas con
problemas de salud mental, y dentro de ellas las que sufren de adicciones,
se debe preferir la atención extramural, coherente con la integración de los
enfermos mentales a la sociedad, especialmente a su entorno familiar y co-


munitario [Declaración de Caracas, emitida por la Organización Panamerica-
na de la Salud, AG/RES.1249-XXlll-O-1993], lo cual contradice la prestación
clásica de salud mental en el país, donde siempre existía la intención de los

Pe
familiares de internar a su paciente y ello era aceptado por el EdSM.

[…]

el
97. El paso de un tratamiento extramural a uno intramural no puede ser la re-
gla, sino la excepción, y es la propia persona o la que por él actúa quien

ld
autorizará el cambio de atención requerida en un EdSM, lo cual está en
concordancia directa con el respeto de la libertad individual de las personas.
Por eso, todos los elementos del consentimiento para la mutabilidad del

na
tratamiento deben constar y ser conocidos por la persona. Así, cualquier
regulación que pudiera establecerse respecto del internamiento involuntario
de personas con adicciones debe estar clara y taxativamente establecida por
io
ley [Primer Informe de la DP como amicus curiae (f. 355 del Cuadernillo del
TC)].
uc

98. Por ello es que se ha venido insistiendo constantemente en la emisión de


una ley especializada en los temas de salud mental, como una forma idó-
nea de desarrollar el mandato constitucional expresado en la propia Norma
tit

Fundamental [artículos 7º y 9º de la Constitución]. Pero aún cuando ésta


todavía no existe, el propio INESM’HD-HN’ ha creado reglas específicas para
ns

que el paciente pueda acceder a su internamiento, al estar obligado a con-


sentir su hospitalización, y es el mismo EdSM quien lo acepta o no, según el
cumplimiento de: (i) el criterio de permanencia en la ciudad de Lima; (ii) la
Co

situación de comorbidad psiquiátrica; (iii) la conducta antisocial asociada a


la integridad psicológica y/o física del paciente, familiar u otro; (iv) el consu-
mo compulsivo de alguna droga (aunque también se aceptan a los ludópa-
ta, adictos electrónicos y adictos conductuales); (v) una asistencia familiar
al

constante; y, (vi) la existencia de referencias especiales (MNRPMF].


un

99. Queda, de esta forma, proscrita toda forma de ingreso involuntario -o por
lo menos sin mediar una causal de emergencia-, por ser la retención una
forma ilegítima y arbitraria de vulneración de la libertad individual. El de-
ib

recho de los pacientes a decidir sobre los tratamientos a administrar fija la


extensión del deber del médico a informar y obtener de estos el permiso
correspondiente; así, respecto a la aplicación de tratamientos especiales, de
Tr

los diversos EdSM nacionales, sólo tres cuentan con formatos para la auto-
rización de estos tratamientos, de los cuales el formato del INESM’ HNHD’
permite que el consentimiento lo brinde el paciente [Informe Defensorial
‘Anticoncepción quirúrgica voluntaria l. Casos investigados por la Defensoría
del Pueblo’ - Informe N_º 7, emitido en Lima, 1998]. Pero para poder ana-
lizar la decisión adoptada tiene que tomarse en cuenta la capacidad para
actuar. La incapacidad que puede observarse en una persona con problemas

41
DERECHO A LA SALUD
9

de salud mental puede ser de dos tipos: la absoluta, cuando la persona es


menor de dieciséis años o está privada de discernimiento [artículo 43° del
CC]; y la relativa, cuando la persona tiene entre dieciséis y dieciocho años
o cuando adolezca un deterioro mental que le impida expresar su libre vo-
luntad, cuando sea ebrio habitual o toxicómano o cuando sufra interdicción
civil [artículo 44° del CC].

[…]


117. En conclusión, tratándose de personas con adicciones, las situaciones de

Pe
emergencia pueden estar relacionadas con conductas suicidas, intoxicaciones
severas y síndrome de abstinencia severo. Entonces, más allá de los casos
específicamente señalados en la legislación, como son la exposición del pa-
ciente o su familia a caer en miseria, la necesidad de asistencia permanente

el
o amenaza de su seguridad [artículo 586° del CC], también puede darse, por
ejemplo, por una emergencia médica, con una posterior evaluación por parte

ld
de órganos administrativos [Décimo Quince y Décimo Sexto Principio Fun-
damental de los PPEM]. A entender del TC, siempre que un EdSM determine
el ingreso de una persona por una causal de emergencia, la exposición clara

na
del caso presentado no puede obviarse y es una obligación de la institución
médica.

[…]
io
125. Cualquier tratamiento debe estar en relación evidente con la rehabilitación
uc

de la persona con problemas de salud mental y con su reinserción en el seno


familiar y social. En tal sentido corresponde continuar desarrollando un pro-
grama de formación y capacitación para el personal médico, psiquiátrico,
tit

psicológico, de enfermería, auxiliares de enfermería y para todas aquellas


personas vinculadas con la atención de salud mental, en particular sobre los
ns

principios que deben regir el trato de las personas que padecen problemas de
salud mental [punto resolutivo 3 de la RTC N.º 2333-2004-HC/TC], siempre
con la idea de que puedan recibir atención médica especializada. El proceso
Co

de atención hospitalaria dentro del SHA permitiría brindar mayor comodidad


al paciente, garantizar condiciones óptimas de permanencia hospitalaria en
los aspectos relacionados al cuidado e higiene y proporcionar condiciones de
seguridad al personal que labora en el servicio y demás pacientes [MNPMF].
al

Si el fin no puede ser cumplido, entonces está demás cualquier tipo de inter-
vención intramural.
un

b. La aplicación del tratamiento intramural

126. Para realizar el análisis correspondiente a las condiciones existentes del


ib

INESM’HD-HN’, el TC está en la obligación de revisar algunas cuestiones so-


bre el internamiento de las personas del SHA. Y según lo señalado en la
Tr

demanda, esto debe realizarse en algunos ámbitos específicos, sobre todo,


(i) con relación al espacio utilizado para el tratamiento de estas personas;
y, (ii) con relación a las posibilidades de contacto con el mundo externo. En
estricto, la protección del derecho a la salud se relaciona con la obligación es-
tatal de realizar aquellas acciones tendientes a prevenir los daños al derecho
fundamental a la salud de las personas, conservar las condiciones necesarias
que aseguren el efectivo ejercicio de este derecho, y atender, con la urgencia
y eficacia que el caso exija, las situaciones de afectación a la salud de toda

42
ASPECTOS GENERALES
9

persona [fundamento 17 de la STC N.º 02002-2006-AC/TC). En estricto, lo


que se tiene que observar es cómo está ejerciéndose la actividad médica
dentro del EdSM materia de estudio, pues no será admisible dentro de un
Estado social y democrático de derecho que las acciones realizadas sean des-
proporcionadas con relación a la forma y las condiciones en que se aplica el
tratamiento intramural.

[…]


HA RESUELTO

Pe
Declarar FUNDADA EN PARTE la demanda de hábeas corpus interpuesta.

En consecuencia:

el
1. Se declara FUNDADA en lo relativo a la violación del derecho de los pacien-
tes a ingresar a un establecimiento de salud mental con consentimiento

ld
informado previo como derecho conexo a la libertad individual (hábeas cor-
pus reparador), por lo que en atención del artículo 1 º del Código Procesal
Constitucional, pese a existir sustracción de la materia por irreparabilidad

na
del daño, se exige a los responsables, en especial al codemandado don Luis
Julio Matos Retamozo, a que en las siguientes oportunidades el consenti-
miento de las personas que ingresen al Instituto Nacional de Salud Mental
io
‘Honorio Delgado - Hideyo Noguchi’, Sala de Hospitalización de Adicciones,
se realice según lo estipulado en la normatividad nacional; caso contrario, le
será aplicable las medidas coercitivas previstas en el artículo 22º del men-
uc

cionado cuerpo legislativo.

2. Se requiere a las autoridades de los establecimientos de salud, no solo a los


tit

de salud mental sino también a los que tratan adicciones a que, si bien es
necesaria una actuación lo más expeditiva posible en el caso de pacientes
ns

que requieran tratamiento, no omitan someter tal actuación a un consenti-


miento plenamente informado, y si es que la situación amerita una actuación
de emergencia, recién podrá aceptarse la intervención sin consentimiento,
Co

siempre y cuando la búsqueda de protección de los derechos de los paciente


sea la guía de su intervención y esté absolutamente justificada y sustenta-
da, de conformidad con lo expuesto en el Fundamento N.º 115, supra.
al

3. Se hace necesario establecer mecanismos de revisión periódica de las órde-


nes de interdicción para aquellas personas con declaración de incapacidad,
un

siempre y cuando se compruebe que el fin constitucional de tal declaración,


cual es la rehabilitación de la persona que padece una enfermedad mental,
ha sido verificado según los lineamientos previstos en la legislación.
ib

4. Se ordena que, dentro de las previsiones presupuestarias, la Sala de Hos-


pitalización de Adicciones del Instituto Nacional de Salud Mental ‘ Honorio
Tr

Delgado - Hideyo Noguchi’ ejecute las correcciones adecuadas en el espacio


destinado a sus pacientes (hábeas corpus correctivo) en el sentido de una
mejor separación entre los pacientes hombres y mujeres, y crear un espacio
destinado al tratamiento diferenciado de los pacientes adolescentes, sobre
la base de Ja tutela prevista en el artículo 4º de la Constitución.

[…]

43
DERECHO A LA SALUD
9

6. Se demanda que se continúe desarrollando programas de formación y capa-


citación para el personal vinculado a la atención de salud mental, con par-
ticular incidencia en los principios que deben regir el trato de las personas
que padecen problemas de salud mental, en consonancia con el inicio de
una campaña de concientización social para evitar la estigmatización de las
personas con problemas de salud mental.

7. Se exhorta a las autoridades legislativas a que contemplen la promulgación


de una ley de salud mental, la que representaría un importante progreso en
la tutela de los derechos fundamentales de las personas que sufren proble-

Pe
mas de dicha índole, sobre todo en el caso de adicciones.
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Pedro Gonzalo Marroquín Soto contra el Di-
rector del Instituto Nacional Penitenciario (INPE). Sala 2. Expediente 03426-2008-

el
PHC/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 02 de
septiembre de 2010.

ld
8. Asimismo, en cuanto al derecho a la salud mental, este Tribunal ha precisa-
do que: i) el derecho a la salud mental es parte integrante del derecho a la
salud; ii) el derecho a la salud tiene como único titular a la persona humana;

na
iii) el derecho a la salud mental tiene como contenido el derecho a disfrutar
del mayor nivel posible de salud mental que le permita a la persona humana
vivir dignamente; y, iv) la salud protegida no es únicamente la física, sino
io
que comprende, también, todos aquellos componentes propios del bienes-
tar psicológico y mental de la persona humana (Exp. N° 2480-2008-AA/TC,
uc

fundamento 11).

[…]
tit

19. El Estado debe asumir la política de tratamiento y rehabilitación a personas


con problemas de salud mental teniendo como fundamento el respeto de to-
ns

dos sus derechos fundamentales, pues las personas que adolecen de enfer-
medades mentales (esquizofrenia, paranoia, depresión, etc.), dentro de las
que se incluyen a las personas sujetas a medidas de internación se encuen-
Co

tran en un estado de especial vulnerabilidad. Así las cosas, parece no haber


duda sobre el reconocimiento de los derechos sociales (salud mental); no
obstante el problema se presenta en el bajo nivel de cumplimiento, respec-
to al cabal desenvolvimiento de estos derechos, de los establecimientos de
al

salud mental, por lo que el Estado adoptar todas las medidas destinadas a
superar dicha problemática, fortaleciendo los niveles de coordinación intra e
un

interinstitucional: Ministerio de Justicia, Ministerio de Economía y Finanzas,


Ministerio de Salud, Congreso de la República, Poder Judicial, etc.
ib

[…]

22. Sobre la base de lo expuesto, este Tribunal concluye que las autoridades del
Tr

INPE han realizado algunas diligencias necesarias para dar cumplimiento a


lo ordenado por el órgano jurisdiccional que es la internación del favorecido
Marroquín Soto en un centro hospitalario a fin que reciba tratamiento médi-
co especializado por padecer de enfermedad mental (síndrome psicótico es-
quizofrénico paranoide), habiéndose verificado que en varias oportunidades
se ha realizado el traslado del favorecido para tal fin; no obstante ello, se
aprecia que, a la fecha, no se ha hecho efectivo dicho mandato judicial, por

44
ASPECTOS GENERALES
9

haberse producido la negativa de admisión del favorecido por parte de los


directores de los centros hospitalarios, bajo el argumento de que no cuentan
con la disponibilidad suficiente de recursos logísticos (camas), lo que hace
imposible la internación o, que incluso, luego de evaluaciones médicas rea-
lizadas al beneficiario, éste no merecería internación.

23. De lo desarrollado hasta aquí se aprecia que uno de los principales proble-
mas que impide la ejecución de la medida de internación del favorecido


ordenada en un proceso penal es la falta de recursos logísticos (camas) en
los establecimientos de salud mental. En efecto, de autos se aprecia que

Pe
una de las razones por las que el Hospital Víctor Larco Herrera no procedió
al internamiento del beneficiario Marroquín Soto es la falta de camas, pues
según la Directora General de este Hospital, doña Cristina Eguiguren Li, esta
área cuenta con tan sólo 12 camas, las mismas que se encuentran ocupa-

el
das por otros pacientes varones que se encuentran cumpliendo medida de
internación (fojas 61).

ld
[…]

25. Tal estado de cosas ha permitido que los médicos en ocasiones se vean im-

na
pedidos de admitir a las personas con medidas de internación, o que cuan-
do, habiéndolas admitido decidan de motu propio darles de alta, lo que, si
bien parece difícil que ocurra, no resulta ajeno para este Tribunal. En efecto
io
en el Exp. N° 0516-2006- PHC/TC, fundamento 4, este Colegiado constató
que la persona internada permaneció en el Hospital Víctor Larco Herrera du-
uc

rante 3 días y que según las autoridades de salud, “Se evaluó la necesidad
de cumplir con el mandato judicial (...), pero en el Pabellón N° 5 (...) había
falta de camas (...), por estos motivos no se procedió a la hospitalización
tit

del paciente, siendo dado de alta (...), con indicaciones médicas y entregado
a su familia”. Sobre esta base, este Tribunal precisó que, dado que el pro-
ns

ceso penal se encuentra en ejecución, es “obligación del centro hospitalario


efectuar exámenes periódicos al beneficiario, a fin de determinar su estado
psiquiátrico, mas no determinar el cese o suspensión de la medida de inter-
Co

nación impuesta, pues esta es facultad exclusiva del Juez”.

26. Más todavía, ya en sentencia anterior este Tribunal ha señalado que: “b) El
Estado debe contar con un número suficiente de establecimientos, bienes y
al

servicios públicos de salud mental, así como programas preventivos, cura-


tivos y de rehabilitación. Ello requiere, entre otras cosas, personal médico
un

capacitado, medicamentos y equipo hospitalario científicamente aprobados


y en buen estado, así como condiciones sanitarias adecuadas (...), d) El
Estado debe abstenerse de realizar actuaciones y de omitir las obligaciones
ib

que supongan la supresión del servicio de salud mental, la suspensión in-


justificada de los tratamientos una vez iniciados o el suministro de medica-
mentos, sea por razones presupuestales o administrativas” (Exp. N° 2480-
Tr

2008-PA/TC, fundamento 16).

27. Sobre esta base este Colegiado considera que no puede alegarse deficiencias
del propio Estado para evitar el cumplimiento de un mandato judicial que
dispone la internación de una persona que padece una enfermedad mental
a efectos de que sea sometida a un tratamiento médico especializado. Por
tanto, constituye un imperativo que se adopten las medidas inmediatas, a
fin de reducir, y mejor aún, desparecer el déficit de los recursos logísticos

45
DERECHO A LA SALUD
9

y otros, por lo que, el Ministerio de Economía y Finanzas debe incrementar


el presupuesto al Ministerio de Salud y éste ampliar la cobertura correspon-
diente en los centros hospitalarios para mejorar la condiciones de vida de las
personas que adolecen de enfermedad mental.

[…]

30. La situación descrita en los fundamentos que preceden permite constatar


a este Tribunal Constitucional la violación masiva y/o generalizada de uno
o varios derechos fundamentales (derecho a la salud, integridad personal,

Pe
etc.) que afectan a un número significativo de personas que adolecen de en-
fermedad mental. Pero además, esta situación de hecho contraria a la Cons-
titución, permite reconocer a este Colegiado la existencia de un estado de
cosas inconstitucional respecto de las personas que adolecen de enferme-

el
dad mental, dentro de las que se encuentran las personas sujetas a medidas
de internación. En efecto, se aprecia que existen escasos planes, programas

ld
y servicios de salud mental dirigidos a personas que se encuentran sujetas a
medidas de seguridad de internación. Los existentes no están debidamente
articulados entre los sectores e instituciones del Estado, lo cual se aleja por

na
entero del Plan Estratégico del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) para
el período 2007-2011, que recoge las propuestas de la Comisión Multisecto-
rial, creada por la Resolución Ministerial N° 336- 2006-PCM de fecha 18 de
io
setiembre de 2006 e integrada por la Presidencia del Consejo de Ministros,
el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Economía y
uc
Finanzas, entre otros, y que en el rubro V Lineamientos Estratégicos: Salud
Penitenciaria, señala que es prioridad para el INPE: “Desarrollar y/o fortale-
cer los vínculos con el Ministerio de Salud en los respectivos niveles regional
tit

y local, así como la asistencia y traslado de internos psiquiátricos a Hospi-


tales de Salud Mental”.
ns

31. Sobre esta base este Tribunal Constitucional en cuanto garante último de los
derechos fundamentales, considera que para la superación del problema,
que es de naturaleza estructural, se hace necesaria la intervención activa y
Co

oportuna no sólo de las autoridades emplazadas, sino fundamentalmente,


coordinada y/o mancomunada, de los demás sectores o Poderes del Estado
(Ministerio de Justicia, Ministerio de Salud, Ministerio de Economía y Finan-
zas, Congreso de la República, Poder Judicial, etc.). Por tanto, este Tribunal
al

exige el replanteamiento de la actuación de los poderes públicos, a fin de


que adopten un conjunto de medidas de carácter administrativo, legislativo,
un

judicial y de otra índole que tengan por objeto superar de manera inmediata
y eficaz las situaciones de hecho que dan lugar al quebrantamiento de la
Constitución.
ib

32. Sentado lo anterior, y teniendo en cuenta los efectos generales de la senten-


cia en la que se declara el estado de cosas inconstitucional, este Tribunal,
Tr

de conformidad con lo establecido en el artículo VI del Título Preliminar del


Código Procesal Constitucional, señala que cualquier persona o personas
que se encuentren en las mismas circunstancias a las descritas en esta
sentencia, esto es, que sufran agravio por el mismo o similares actos lesi-
vos, podrán acogerse a los efectos de la presente sentencia o a la doctrina
constitucional sentada por este Tribunal, no siendo necesaria la interposi-
ción de nueva demanda de hábeas corpus. Y es que, tal como ha señalado

46
ASPECTOS GENERALES
9

este Colegiado “La expansión de los efectos de una sentencia más allá de
las partes intervinientes en el litigio no debe causar mayor alarma, puesto
que, tratándose de un Tribunal encargado de la defensa de la supremacía
constitucional, es claro, que sus decisiones -no sólo en los juicios abstrac-
tos de constitucionalidad, sino también en los casos concretos de tutela de
derechos subjetivos- vincula a todos los poderes públicos” (Exp. N° 3149-
2004-AC/TC, fundamento 14).


33. Tal como se dijo supra, si bien el problema es de orden estructural; sin em-
bargo, de autos también se aprecia que las autoridades del INPE, así como

Pe
las autoridades de salud, sólo se han limitado, de un lado, a la remisión de
documentos y al traslado del favorecido a los centros hospitalarios, y de otro
lado, a señalar la imposibilidad material para el internamiento del benefi-
ciario por falta de camas, debido a que los jueces no disponen el cese de la

el
medida pese a haberse recomendado el alta médica; no han realizado tam-
poco gestiones intra e interinstitucionales para superar el problema, tales

ld
como la puesta en conocimiento de los titulares del sector, la solicitud de los
recursos materiales y económicos necesarios, la celebración de determina-
dos convenios o acuerdos interinstitucionales o de otra índole, etc.

[…]

HA RESUELTO na
io
[…]
uc

2. Declarar, como un estado de cosas inconstitucional, la falta de una política


de tratamiento y rehabilitación de la salud mental de personas que se en-
tit

cuentran sujetas a medidas de seguridad de internación por padecer de una


enfermedad mental; […]
ns

Tribunal Constitucional del Perú. Caso M.H.F.C. contra el Director del Instituto Na-
cional Penitenciario (INPE). Pleno. Expediente 04007-2015-PHC/TC. Sentencia pu-
blicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 16 de septiembre de 2019.
Co

Ponente: magistrada Ledesma Narváez.

11. El derecho a la salud mental también es parte integrante del derecho a la


salud, por tanto, se caracteriza por tener como único titular a la persona
al

humana, poseer como contenido el derecho a disfrutar del mayor nivel po-
sible de salud mental y todos aquellos componentes propios del bienestar
un

psicológico y mental de la persona humana (Expediente 03426-2008-HC,


fundamento 8; Expediente 02480-2008- AA/TC, fundamento 1).

12. Se ha establecido en anterior jurisprudencia que el derecho a la salud y par-


ib

ticularmente el derecho humano a la salud mental incluye, por una parte, la


interdicción de intromisiones estatales en la esfera individual y, por otra, un
Tr

elenco de garantías en beneficio de la dignitas personae, lo que implica una


enorme variable de factores socio-económicos imprescindibles para el desa-
rrollo sano del ser humano. En otras palabras, el derecho a la salud mental
tiene como contenido esencial los elementos que son inherentes al derecho
a la salud, pero con la particularidad de que sus titulares constituyen un sec-
tor de la población altamente vulnerable, que requiere de una visión de sus
derechos fundamentales desde una óptica que no solo entraña categorías
jurídicas, sino también médicas, antropológicas y sociológicas, entre otros

47
DERECHO A LA SALUD
9

aspectos que han sido considerados por los estándares internacionales de


protección de los derechos humanos (Expediente 03081-2007-PA, funda-
mento 25).

13. Esta manifestación del derecho a la salud es una obligación internacional


del Estado peruano, en tanto que se encuentra comprometido a velar por
la protección y atención a las necesidades básicas de salud mental de las
personas.


14. De acuerdo al artículo 12, numeral 1 y numeral 2, literal c), del Pacto Inter-

Pe
nacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, del que el Perú es
parte:
1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda per-
sona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental.

el
2. Entre las medidas que deberán adoptar los Estados Partes en el Pacto a fin

ld
de asegurar la plena efectividad de este derecho, figurarán las necesarias
para:
(...)

na
d) La creación de condiciones que aseguren a todos asistencia
médica y servicios médicos en caso de enfermedad. [resaltado
io
agregado]
uc
15. Adicionalmente, la Declaración Universal de Derechos Humanos, en su
artículo 25, establece que
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure,
tit

así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación,


el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales
ns

necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo,


enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus me-
dios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad. 2.
Co

La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especia-


les. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen
derecho a igual protección social.
al

16. Este derecho también se encuentra manifiesto en la Convención sobre la


Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW),
un

la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de


Discriminación Racial (ICERD) y la Convención sobre los Derechos del niño.

17. En esta perspectiva, la integración de la salud mental implica transformar el


ib

sistema de salud fortaleciendo o implementando nuevos establecimientos y


servicios con capacidad resolutiva, eficiencia, efectividad y calidad en todos
Tr

los niveles de atención, para ofrecer un servicio integral que aborde las ne-
cesidades de salud mental de la población. Adicionalmente, el desafío al que
se enfrenta el Estado peruano es la inclusión y desarrollo del componente de
salud mental en la norma y la práctica asistencial cotidiana de los equipos
de salud generales. Además comprende el impulso de políticas públicas que
favorezcan efectivamente la salud de las poblaciones más vulnerables.

48
ASPECTOS GENERALES
9

18. Ante esta situación, el Estado peruano emprendió una reforma de la políti-
ca de salud mental, con la aprobación de la hoy derogada Ley 29889, que
modificó el artículo 11 de la Ley 26842, General de Salud. Allí se garantiza-
ba los derechos de las personas con problemas de salud mental al acceso
universal y equitativo, a las intervenciones de promoción y protección de la
salud, prevención, tratamiento, recuperación y rehabilitación psicosocial, y
se establece el Modelo Comunitario como el nuevo paradigma de atención


en salud mental en el Perú, en línea con las recomendaciones de la Organi-
zación Mundial de la Salud (OMS) y las evidencias científicas. Dicho artículo
apuntaba lo siguiente:

Pe
Artículo 11. Toda persona tiene derecho a gozar del más alto nivel posible
de salud mental, sin discriminación. El Estado garantiza la disponibilidad de
programas y servicios para la atención de la salud mental en número su-

el
ficiente, en todo el territorio nacional; y el acceso a prestaciones de salud
mental adecuadas y de calidad, incluyendo intervenciones de promoción,

ld
prevención, recuperación y rehabilitación.
Además de los procedimientos y derechos establecidos en el artículo 15 de

na
la presente Ley, en la atención de la salud mental se considera lo siguiente:
a. La atención de la salud mental se realiza en el marco de un abordaje
comunitario, interdisciplinario, integral, participativo, descentralizado e
io
intersectorial.
uc
b. La atención de la salud mental se realiza preferentemente de manera
ambulatoria, dentro del entorno familiar, comunitario y social.
c. El internamiento es un recurso terapéutico de carácter excepcional y
tit

solo puede llevarse a cabo cuando aporte mayores beneficios terapéuti-


cos para el paciente que el resto de intervenciones posibles. Se realiza
ns

por el tiempo estrictamente necesario y en el establecimiento de salud


más cercano al domicilio del usuario.
Co

d. El tratamiento e internamiento se realizan con el consentimiento infor-


mado, libre y voluntario del usuario, salvo en situaciones de emergencia.
e. La revisión médica periódica de los diagnósticos e informes que reco-
miendan el internamiento de pacientes. El internamiento tendrá una
al

segunda opinión médica.


un

f. Los usuarios de los servicios de salud mental, incluidas las personas


con discapacidad mental, mantienen el pleno ejercicio de sus derechos
durante su tratamiento e internamiento.
ib

g. Las personas con adicciones gozan de los mismos derechos y garantías


que se reconocen a los demás usuarios de los servicios de salud. Su
Tr

tratamiento e internamiento involuntario no requiere de su consenti-


miento informado y se realiza a solicitud de la familia cuando su capaci-
dad de juicio esté afectada, lo cual debe ser determinado por una Junta
Médica.

19. Consecuente con lo anterior, el Ministerio de Salud, a través de la Dirección


de Salud Mental de la Dirección General de Intervenciones Estratégicas en
Salud Pública, ha presentado el Plan Nacional de Fortalecimiento de Servicios

49
DERECHO A LA SALUD
9

de Salud Mental Comunitaria 2018-2021, en el que plantea los objetivos y


actividades necesarias para cumplir con el mandato legal y ético respectivo,
a implementarse en todas las regiones del país.

20. El logro de los objetivos y el cumplimiento de las actividades contribuyen


con los compromisos del Objetivo de Desarrollo Sostenible 3: “Garantizar
una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”, que
entre sus nueve metas establece promover la salud mental y fortalecer la


prevención y el tratamiento del abuso de sustancias adictivas, incluido el
uso indebido de estupefacientes y el consumo nocivo de alcohol. Asimismo,

Pe
es congruente con las propuestas del plan de acción mundial propuesto
por la OMS al 2020 para promover la salud mental mediante la reforma de
los servicios y la protección de los derechos humanos de las personas con
trastornos mentales de modo que puedan acceder, sin riesgo de empobreci-

el
miento, a servicios de salud y sociales esenciales que les permitan recupe-
rarse y gozar del grado máximo de salud que se pueda lograr.

ld
21. Actualmente, la reciente Ley 30947, de salud mental, Publicado en el diario
oficial El Peruano el 23 de mayo de 2019, establece con relación al derecho

na
a la salud mental que “En el marco de lo establecido por el artículo 7 de
la Constitución Política del Perú, toda persona, sin discriminación alguna,
tiene derecho a gozar del más alto nivel posible de salud mental. El Estado
io
garantiza la disponibilidad de programas y servicios para la atención de la
salud mental en número suficiente, en todo el territorio nacional; así como
uc
el acceso a prestaciones de salud mental adecuadas y de calidad, incluyendo
intervenciones de promoción, prevención, recuperación y rehabilitación”.

El derecho a la salud mental de las personas privadas de libertad en


tit

centros penitenciarios
ns

22. Ahora, como es de verse en el caso en concreto se pone de manifiesto una


realidad específica que es solo representativa de un problema que aqueja
a un considerable número de personas: la insuficiente y deficiente atención
Co

médica de salud mental a una población vulnerable de forma múltiple como


es aquella conformada por las personas privadas de libertad en estableci-
mientos penitenciarios.

23. En el caso Ximenes Lopes vs. Brasil, la Corte Interamericana de Derechos


al

Humanos abordó, por vez primera, un supuesto de discapacidad mental en


situación de internamiento, así como la relación que debe existir entre el
un

cuidado de la salud de dichas personas y su derecho a la vida digna. En el


referido caso, la Corte hace eco del desarrollo de vulnerabilidad particular
que acompaña a este grupo de la población cuando se encuentra sometido
ib

a un tratamiento de salud, en especial la situación de internamiento psi-


quiátrico. Y “esto en razón del desequilibrio de poder existente entre los
Tr

pacientes y el personal médico responsable por su tratamiento, y por el alto


grado de intimidad que caracterizan los tratamientos de las enfermedades
psiquiátricas”[…]. Un segundo punto fundamental al que hacen referencia es
la afirmación de que los Estados tienen “el deber de asegurar una prestación
de atención médica eficaz a las personas con discapacidad mental”, lo que se
traduce en la obligación de “asegurar el acceso de las personas a servicios
de salud básicos; la promoción de la salud mental; la prestación de servicios
de esa naturaleza, y la prevención de las discapacidades mentales”.

50
ASPECTOS GENERALES
9

24. En el mismo sentido, un caso similar y conocido por la Comisión que resulta
muy significativo es el de Víctor Rosario Congo vs. Ecuador. Dicha persona,
que sufría de trastornos mentales, fue recluida en una celda de aislamiento.
Como consecuencia de ello, la víctima falleció producto de la deshidratación
y desnutrición que sufrió durante los cuarenta días que estuvo recluida. Al
respecto, la Comisión señaló que “por su estado mental no se encontraba en
condiciones de responsabilizarse por su propio cuidado”[…]. Asimismo, ante


las alegaciones del Estado de enfrentar “obstáculos estructurales que le impi-
den proveer tratamiento médico y psiquiátrico a las personas bajo custodia”,
la Comisión afirmó que este hecho “no lo exime del deber de prestar atención

Pe
médica a estas personas”[…]. Por ello, en el citado caso, la Comisión conside-
ró que el Estado no había tomado las medidas a su alcance para asegurar el
derecho a la vida de una persona que, por su salud mental, se encontraba en

el
estado de indefensión, además de aislada y bajo su custodia, por lo que había
violado el artículo 4 de la Convención Americana de Derechos Humanos.

ld
[…]
28. Por ello, el Tribunal Constitucional considera que el derecho a la salud men-

na
tal, como derecho social, es también un derecho fundamental y, por tanto,
de eficacia vinculante para todas las personas. Por ende, no puede excluirse
de su protección a las personas privadas de libertad en centros penitencia-
io
rios. Respecto de tales personas, solo operan las restricciones de derechos
que se hayan dispuesto en la respectiva resolución judicial o las previstas en
la respectiva ley de ejecución penal.
uc

[…]
tit

33. Es importante tener presente esto, como es de público conocimiento, los


establecimientos penitenciarios son potenciales fuentes de afectaciones a la
salud mental de las personas recluidas. La vida cotidiana en estos estable-
ns

cimientos supone, para la persona recluida, el enfrentamiento a diferentes


eventos que van a generar cambios en su estado emocional tales como i)
la pérdida de privacidad; ii) la pérdida de autonomía; iii) la distorsión en
Co

el tiempo y el espacio; iv) la sensación de soledad debido al rompimiento


abrupto de las relaciones sociales; y y) el tedio, entre otras situaciones
características propias de la vida en prisión, que se convierten en factores
de riesgo cuando no se cuenta con los recursos médicos psicológicos sufi-
al

cientes para identificarlos, controlarlos y tratarlos a fin de que no puedan


desencadenar en diferentes trastornos mentales.
un

2.6. Derecho a la atención integral


ib

Tribunal Constitucional del Perú. Caso Azanca Alhelí Meza García contra el Minis-
terio de Salud. Sala 2. Expediente 02945-2003-PA/TC. Sentencia publicada en el
portal web del Tribunal Constitucional el 12 de julio de 2004.
Tr

48. La atención integral de una enfermedad - conforme se ha establecido me-


diante ley debe entenderse como la provisión continua de la totalidad de
requerimientos médicos (exámenes, medicinas, etc.) para superar sus
consecuencias; por ello, este Tribunal no comparte los argumentos de la
procuraduría del Ministerio de Salud cuando, invocando una disposición re-
glamentaria, señala que únicamente las madres gestantes infectadas y los
niños nacidos de madres infectadas recibirán tratamiento antiviral gratuito.

51
DERECHO A LA SALUD
9

La Ley N.° 28243, publicada el 01 de junio de 2004, modifica la Ley N.°


26626, estableciendo que la atención integral de salud es continua y per-
manente, indicando que la gratuidad es progresiva para el tratamiento anti-
rretroviral, con prioridad en las personas en situaciones de vulnerabilidad y
pobreza extrema.

Esta disposición está en consonancia con los principios de justicia y equidad


en un Estado de derecho, pues evidentemente la satisfacción de necesida-


des debe enfocarse de manera prioritaria en aquellos que no pueden cubrir-
las por sí mismos cuando se encuentren en situaciones de pobreza extrema.

Pe
Desde esta perspectiva, el Ministerio de Salud ha iniciado una campaña de
tratamiento gratuito de terapia antirretroviral para los pacientes de bajos
recursos afectados con el VIH/SIDA, que representa una de las primeras

el
acciones que se viene adoptando para cumplir con el derecho a la atención
integral que estas personas requieren.

ld
Tribunal Constitucional del Perú. Caso José Luis Correa Condori contra el Ministerio
de Salud. Sala 2. Expediente 02016-2004-PA/TC. Sentencia publicada en el portal
web del Tribunal Constitucional el 08 de abril de 2005.

na
47. La atención integral de una enfermedad -conforme se ha establecido median-
te ley- debe entenderse como la provisión continua de la totalidad de reque-
io
rimientos médicos (exámenes, medicinas, etc.) para superar sus consecuen-
cias; por ello, este Tribunal no comparte los argumentos de la Procuraduría
uc

del Ministerio de Salud cuando, invocando una disposición reglamentaria, se-


ñala que únicamente las madres gestantes infectadas y los niños nacidos de
madres infectadas recibirán tratamiento antiviral gratuito. La Ley N.° 28243,
tit

publicada el 1 de junio de 2004, modifica la Ley N.° 26626, estableciendo que


la atención integral de salud es continua y permanente, e indicando que la
gratuidad es progresiva para el tratamiento antirretroviral, con prioridad en
ns

las personas en situaciones de vulnerabilidad y pobreza extrema.

Esta disposición está en consonancia con los principios de justicia y equidad


Co

en un Estado de derecho pues, evidentemente, la satisfacción de necesidades


debe enfocarse de manera prioritaria en aquellos que no pueden cubrirlas por
sí mismos cuando se encuentren en situaciones de pobreza, como ocurre con
el caso del demandante, cuya situación de necesidad no ha sido desvirtuada
al

ni contradicha en momento alguno por parte de los demandados.


un

Desde esta perspectiva, el Ministerio de Salud ha iniciado una campaña de


tratamiento gratuito de terapia antirretroviral para los pacientes de bajos
recursos afectados con el VIH/SIDA, que representa una de las primeras
ib

acciones que se viene adoptando para cumplir con el derecho a la atención


integral que estas personas requieren.
Tr

2.7. Derecho a la información acerca del tratamiento y de los procedi-


mientos que van a ser aplicados
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Carmen Cristina Chávez Cabrera contra el
Seguro Social de Salud del Perú (ESSALUD). Pleno. Expediente 03228-2012-PA/
TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 07 de octu-
bre de 2016.

52
ASPECTOS GENERALES
9

Sobre la pretensión de que se informe a los pacientes de la interven-


ción con dispositivos médicos reprocesados

86. La demandante pretende que se les informe sobre su situación a los pa-
cientes intervenidos con el material biomédico descartable en situación de
reúso, para que, bajo la asunción del costo integral que suponga, se les
efectúe los análisis correspondientes a fin de determinar si han sufrido al-
guna contaminación a consecuencia de esta práctica, y si así fuere, el costo


total de la recuperación sea asumido por la demandada, o en caso de haber
sido contaminados con una enfermedad terminal, los costos íntegros de la

Pe
atención sean asumidos hasta el último momento de la vida de estos.

87. Al respecto este Tribunal reitera —como ya se adelantó en el fundamento


3 de esta sentencia— que uno de los contenidos del derecho a la salud es

el
el derecho a la información acerca del tratamiento y de los procedimientos
que van a ser aplicados por los profesionales de la salud. Ello se desprende

ld
de lo establecido en los párrafos 34 y 50 de la OG n°14 del CDESC sobre
«El derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud». A nivel interno,
la obligación correlativa de información se encuentra recogida en el artículo

na
40 de la Ley 26842, Ley General de Salud, la cual precisa que «Los estable-
cimientos de salud y los servicios médicos de apoyo tienen el deber de in-
formar al paciente y sus familiares sobre las características del servicio, las
io
condiciones económicas de la prestación y demás términos y condiciones del
servicio, así como los aspectos esenciales vinculados con el acto médico».
uc

88. El derecho a ser informado sobre las características del tratamiento y los
procedimientos de salud a ser aplicados —entiende este Tribunal— supone
el derecho a ser informado de todos los aspectos relevantes de dichos tra-
tit

tamientos y procedimientos, tanto de sus beneficios como de sus posibles


incidencias negativas sobre la salud, así como de la eficacia y seguridad
ns

de los tratamientos y procedimientos. En el presente caso, la obligación de


EsSalud de informar a sus pacientes que estaban siendo intervenidos con
dispositivos médicos reprocesados resultaba clara por el hecho de que el
Co

material médico empleado no tenía la garantía de estar siendo utilizado de


acuerdo al registro sanitario obtenido. Y es que aquí se estaba haciendo un
uso no autorizado del producto, por lo que dicha circunstancia relevante, re-
lativa a la eficacia y seguridad del mismo, debía haber sido puesta en cono-
al

cimiento del paciente, a efectos de que éste decidiera si deseaba continuar


o no con el tratamiento o la intervención indicados.
un

89. La denuncia que ha hecho la recurrente de que EsSalud empleaba dispositi-


vos médicos reprocesados en sus intervenciones sin la información y el con-
ib

sentimiento del paciente no ha sido contradicha por el órgano emplazado.


Por ende, dicha afirmación debe ser tenida como cierta. En dicho contexto,
el hecho de no haberse informado a los pacientes sobre esta circunstancia
Tr

relevante ha vulnerado el derecho a la salud en su dimensión de derecho a


la información sobre las características del tratamiento y los procedimientos
de salud a ser aplicados.

90. La recurrente, asimismo, ha manifestado que EsSalud tiene cuadernos don-


de ha registrado los datos del paciente intervenido con este tipo de disposi-
tivos médicos. Esta afirmación tampoco ha sido contradicha por la deman-
dada, de manera que debe ser tomada como cierta. Además, en la Carta

53
DERECHO A LA SALUD
9

n.° 342-OIS-OGYD-GMRARESSALUD-2008, donde se contuvo la (segunda)


orden para llevar a cabo el reúso de DMUS, se aprecia la siguiente disposi-
ción: «En los Servicios donde los productos mencionados se sometan a un
nuevo uso, se deberá establecer un Libro de Registro donde se asentará
nombre del paciente, autogenerado, fecha, procedimiento, integrantes del
equipo interviniente, productos biomédicos utilizados con indicación de tipo,
marca y procedimiento» (fojas 34 del Tomo II).


91. Por otro lado, en el acápite VIII.6.2. de la Norma del reproceso y reúso de
dispositivos médicos de un solo uso del Seguro Social de Salud – EsSalud,

Pe
aprobada mediante Directiva n.° 001-GCPS-ESSALUD-2011, también se es-
tablece que «Cada central de esterilización y el servicio usuario debe contar
con un sistema de registro que consigne: (...) d. nombre y número de se-
guro del paciente» (fojas 152 y 153 del cuaderno del Tribunal Constitucio-

el
nal). De dichas disposiciones (la consignada en este apartado y la recogidas
en el apartado anterior), se puede inferir que la obligación de registrar a

ld
los pacientes que eran intervenidos con DMUS reprocesados existía, lo que
hace asumir a este Tribunal que es posible, a la fecha, que EsSalud repare
la violación del derecho a la información sobre las características del tra-

na
tamiento y los procedimientos de salud de, cuando menos, algunos de los
pacientes intervenidos con DMUS reprocesados, notificando a cada paciente
de esta incidencia ocurrida en la intervención en algún centro asistencial de
io
EsSalud.
uc
92. Debe además tomarse en cuenta que la protección del derecho a la infor-
mación sobre las características del tratamiento y los procedimientos de
salud tiene como objeto que el usuario del servicio decida sobre la base de
tit

dicha información si acepta o no someterse a determinado tratamiento o in-


tervención, finalidad que ya no sería posible cumplir hoy con la notificación
del empleo de DMUS reprocesados. Ahora bien, también es cierto que dicha
ns

notificación aún puede guardar en algunos casos una vinculación con la pro-
tección de la salud, pues el conocimiento de esta incidencia puede llevar a
Co

los pacientes a realizarse exámenes en caso de alguna duda sobre el origen


de determinada infección o enfermedad.

93. En dicho contexto, si bien a este Tribunal no le corresponde ordenar que


EsSalud tome exámenes a las personas a quienes intervino con DMUS re-
al

procesados, dado que el sometimiento a un examen médico es una facultad


del paciente usuario, sí puede exhortar a que EsSalud tome las medidas
un

orientadas a identificar a quienes hayan visto afectado su derecho a la salud


por la política de reúso, para que quienes lo requieran puedan efectuarse los
aludidos exámenes de descarte.
ib

2.8. La salud como servicio público


Tr

2.8.1. Características de las prestaciones de salud


Tribunal Constitucional del Perú. Caso Ramón Medina Villafuerte contra el Seguro
Social de Salud del Perú (ESSALUD). Sala 1. Expediente 02480-2009-PA/TC. Sen-
tencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 10 de febrero de
2009.

54
ASPECTOS GENERALES
9

8. En este contexto, la salud como servicio público garantiza que las presta-
ciones sean ofrecidas de modo ininterrumpido, constante e integral debido
a que está de por medio la protección de derechos fundamentales, como la
vida, la integridad y la dignidad humana. De este modo, la protección real y
efectiva del derecho a la salud se garantiza mediante prestaciones eficaces,
regulares, continuas, oportunas y de calidad, que también sean, simultá-
neamente universales e integrales.


Tribunal Constitucional del Perú. Caso Luigi Calzolaio contra el Seguro Social de Salud
del Perú (ESSALUD)- Red Asistencial de Arequipa y otro. Pleno. Expediente 02566-

Pe
2014-PA/TC. Sentencia 299/2020. Publicada en el portal web del Tribunal Constitu-
cional el 07 de agosto de 2020. Ponente: magistrado Espinosa-Saldaña Barrera.

8. En relación con el derecho a los servicios de salud, que tal vez es el ámbito

el
más distintivo de este derecho, el Tribunal Constitucional ha señalado que
estos servicios deben ser brindados de modo integral, es decir, “(...) con

ld
prestaciones que supongan la promoción, prevención, recuperación y re-
habilitación de la salud, en condiciones adecuadas de calidad, oportunidad,
aceptabilidad y accesibilidad física y económica, en tanto elementos esen-

na
ciales de la atención sanitaria” (STC Exp. n.° 0033-2010-PI, f. j. 34.c). En
este sentido, entonces, el contenido constitucionalmente protegido del dere-
cho a la salud comprende el derecho a recibir un servicio de salud otorgado
io
de acuerdo a las características a las cuales se acaba de hacer referencia.
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Moisés Guevara Villalobos contra el Comando
uc

de Salud del Ejército del Perú. Sala 1. Expediente 00260-2017-PA/TC. Sentencia


196/2021. Publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 28 de diciembre
de 2021. 21
tit

3. Sobre los servicios de salud, el Tribunal Constitucional ha precisado que es-


tos servicios deben ser brindados de modo integral, vale decir, por medio de
ns

prestaciones que supongan la promoción, prevención, recuperación y rehabi-


litación de la salud, en condiciones adecuadas de calidad, oportunidad, acep-
Co

tabilidad y accesibilidad física y económica, en tanto elementos esenciales de


la atención sanitaria [Sentencia 00033-2010-PI/TC, fundamento 34.c]. En
consecuencia, el contenido constitucionalmente protegido del derecho a la sa-
lud comprende el derecho a recibir un servicio de salud otorgado de acuerdo
al

con las características a las cuales se acaba de hacer referencia.


un

2.8.2. Obligaciones del Estado respecto a las prestaciones de salud: orga-


nizar, dirigir, reglamentar, garantizar y supervisar
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Ramón Medina Villafuerte contra el Seguro
ib

Social de Salud del Perú (ESSALUD). Sala 1. Expediente 02480-2009-PA/TC. Sen-


tencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 10 de febrero de
Tr

2009.

21 El demandante interpone un proceso de amparo a fin de que se le practique peritaje médico al haber sido
atendido clínicamente en el Hospital Militar Central cuando ocurrieron los hechos mientras prestaba servicio
militar obligatorio, a fin de conocer el real estado de su salud, alegando la vulneración de su derecho a la
salud y al trato digno por parte de la demandada. Tras el análisis constitucional, el Tribunal declaró infundada
la demanda, debido a que el demandante solicitó el peritaje médico treinta años después de haber sido dado
de baja.

55
DERECHO A LA SALUD
9

9. En tal sentido, todas las personas tienen el derecho de poder acceder al


servicio de salud y el Estado se encuentra obligado a organizar, dirigir, re-
glamentar, garantizar y supervisar su prestación de conformidad con los
principios de continuidad en la prestación del servicio, eficacia, eficiencia,
universalidad, solidaridad, integridad y progresividad. Ello es así porque la
prestación del servicio de salud está conectada con la realización misma del
Estado social y democrático de derecho y con la defensa de la persona hu-


mana y el respeto de su dignidad.
Tribunal Constitucional del Perú. Caso M.H.F.C. contra el Director del Instituto Na-

Pe
cional Penitenciario (INPE). Pleno. Expediente 04007-2015-PHC/TC. Sentencia pu-
blicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 16 de septiembre de 2019.
Ponente: magistrada Ledesma Narváez.

el
9. Además, se ha determinado que todas las personas tienen el derecho de
poder acceder al servicio de salud y que el Estado se encuentra obligado
a organizar, dirigir, reglamentar, garantizar y supervisar su prestación de

ld
conformidad con los principios de continuidad en la prestación del servicio,
eficacia, eficiencia, universalidad, solidaridad, integridad y progresividad.
Ello es así porque la prestación del servicio de salud está conectada con

na
la realización misma del Estado social y democrático de derecho y con la
defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad. (Expediente
io
02480-2008-PA/TC, fundamento 9).

2.8.3. Elementos esenciales del servicio de salud: disponibilidad, accesi-


uc

bilidad, aceptabilidad y calidad


Tribunal Constitucional del Perú. Caso de los internos del Instituto Nacional de Salud
tit

Mental “Honorio Delgado-Noguchi” contra la Dirección de Adicciones del Instituto


de Salud Mental “Honorio Delgado-Noguchi” y otros. Sala 2. Expediente 05842-
ns

2006-PHC/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el


30 de marzo de 2009.
45. No podrá entenderse qué es salud si no se insiste en que sus elementos
Co

esenciales son: (i) su disponibilidad; (ii) su accesibilidad (comprende a su


vez cuatro dimensiones: no discriminación; accesibilidad física; accesibili-
dad económica; y, acceso a la información); (iii) su aceptabilidad; y, (iv)
su calidad [Punto 12 de la Observación General N.° 14 (E/C.12/2000/4).
al

El derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud (artículo 12º del
PIDESC), emitido por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas
un

-en adelante, OG14- en el 22° período de sesiones. Ginebra, de 2000. http//


www.unhchr.ch/tbs/doc.nsf/(Symbol)/EC.12.2000.4.Sp?OpenDocument],
enunciación que conlleva la exigencia de la adecuada asignación de medidas
ib

sanitarias y sociales relativas a la alimentación, vestido, vivienda y asisten-


cia médica, correspondiente al nivel que lo permiten los recursos públicos y
Tr

la solidaridad de la comunidad (artículo XI de la DADDH)] . Los servicios de


salud, especialmente los públicos, cobran vital importancia en la sociedad,
pues en la eficiencia de su prestación radica la vida y la integridad de los
pacientes [fundamento 30 de la STC N.º 2945- 2003-AA/TC; fundamento 29
de la STC N.º 2016-2004-AA/TC]. Ha permitirse, por ende, su tutela en el
ámbito individual, en el familiar y en el comunitario o colectivo, toda vez que
no incluye con exclusividad el cuidado de la salud personal, sino también el
acceso a condiciones mínimas de salubridad a fin de vivir una vida digna.

56
ASPECTOS GENERALES
9

Tribunal Constitucional del Perú. Caso 25% del número legal de congresistas de la
República contra el Congreso de la República (artículos 17 y 21 de la Ley 29344
– Ley Marco de Aseguramiento Universal en Salud –). Pleno. Expediente 00033-
2010-PI/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 11
de abril de 2012. 22

13. Por otro lado, en relación con la salud, el artículo 9° de la Constitución es-
tablece que “El Estado determina la política nacional de salud. Es respon-


sable de diseñarla y conducirla en forma plural y descentralizadora para
facilitar a todos el acceso equitativo a los servicios de salud”. La salud,

Pe
como derecho fundamental, impone al Estado el deber de realizar las accio-
nes necesarias para que todas las personas tengan acceso a los servicios
de salud, en condiciones de equidad. El lugar central de la salud y de los
servicios sanitarios que se requieren para preservarla adecuadamente, ha

el
sido destacado también en múltiples tratados internacionales, donde se ha
impuesto igualmente al Estado la obligación de realizar acciones tendientes

ld
a brindas a todas las personas acceso, en condiciones de equidad y calidad,
a los servicios de salud, pues como ha afirmado el Comité de Derechos Eco-
nómicos, Sociales y Culturales de la ONU,

na
“La salud es un derecho humano fundamental e indispensable para el
ejercicio de los demás derechos humanos. [...] (que) está estrechamente
io
vinculado con el ejercicio de otros derechos ... como la dignidad humana,
la vida, la no discriminación, el derecho al trabajo, a la educación, a la li-
bertad de circulación, entre otros” [Observación General N° 14 sobre “El
uc

derecho al disfrute del nivel más alto posible de salud”, párrafos 1 y 2].
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Carmen Cristina Chávez Cabrera contra el
tit

Seguro Social de Salud del Perú (ESSALUD). Pleno. Expediente 03228-2012-PA/


TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 07 de octu-
ns

bre de 2016.

27. El derecho a la salud comprende una serie de posiciones iusfundamentales


Co

que van desde el derecho a los servicios de salud hasta el derecho a que los
determinantes sociales no impidan el goce de una buena salud (STC 0033-
2010- PI/TC, FI 34). A su vez, estas dos posiciones iusfundamentales, por
ejemplo, tienen algunas exigencias específicas que forman parte del con-
tenido constitucionalmente protegido del derecho a la salud. En el caso del
al

derecho a los servicios de salud, conforme lo ha precisado la Observación


General n.° 14 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
un

(CDESC) sobre «El derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud»,
este derecho supone que los servicios de salud brindados por el Estado para
el goce de este derecho tengan las características de disponibilidad, accesi-
ib

bilidad (que a su vez incluye no discriminación, accesibilidad física, accesi-


bilidad económica o asequibilidad, y acceso a la información), aceptabilidad
Tr

y calidad (párrafo 12).

22 El recurrente interpone demanda de amparo con el objetivo de que se declare inaplicable la Resolución que
suspendió el pago de su pensión de invalidez y que, por ende, se restituya la pensión que se le otorgó, con
el abono de devengados e intereses legales, alegando la vulneración a su derecho a no ser privado arbitraria-
mente de la pensión. Tras un análisis constitucional, el Tribunal declara infundada la demanda, al no acredi-
tarse la vulneración del derecho a la pensión del demandante.

57
DERECHO A LA SALUD
9

28. Del mismo modo, de acuerdo a lo interpretado por este Tribunal, los servi-
cios de salud deben ser brindados de modo integral, esto es, con prestacio-
nes que supongan la promoción, prevención, recuperación y rehabilitación
de la salud (STC 0033-2010-PI/TC, FI-34 c). Un servicio de salud otorgado
de acuerdo a estas características es, pues, parte del contenido protegido
constitucionalmente por el derecho a la salud. [...]

30. Del mismo modo, para alcanzar que los servicios de salud se presten de


acuerdo a las condiciones de disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y
calidad se requiere de otro número importante de decisiones de política ins-

Pe
titucional. Nos estamos refiriendo a decisiones de política institucional que
definan cómo se puede ampliar la oferta de establecimientos médicos (dis-
ponibilidad), cómo se puede permitir que las personas de escasos recursos
accedan a los servicios de salud (accesibilidad económica), cómo es posible

el
impulsar y fortalecer la salud intercultural en nuestro país (aceptabilidad),
y cómo garantizar que los servicios médicos se brinden en condiciones ade-

ld
cuadas de seguridad, oportunidad y profesionalismo (calidad).
Tribunal Constitucional del Perú. Caso M.H.F.C. contra el Director del Instituto Na-

na
cional Penitenciario (INPE). Pleno. Expediente 04007-2015-PHC/TC. Sentencia pu-
blicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 16 de septiembre de 2019.
Ponente: magistrada Ledesma Narváez.
io
42. Ante la situación de emergencia que se aprecia respecto al servicio estatal
de salud mental en los establecimientos penitenciarios, se hace necesario
uc

determinar cuáles son las características imprescindibles del servicio de sa-


lud, en específico la salud mental, que el Estado peruano debe cumplir.
tit

43. El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en la Observación


General 14, sobre la aplicación del artículo 12 del Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), ha referido que el
ns

derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental, abarca
los siguientes elementos esenciales e interrelacionados:
Co

a) Disponibilidad. Cada Estado Parte deberá contar con un número suficien-


te de establecimientos, bienes y servicios públicos de salud y centros de
atención de la salud, así como de programas. La naturaleza precisa de los
establecimientos, bienes y servicios dependerá de diversos factores, en
al

particular el nivel de desarrollo del Estado Parte. Con todo, esos servicios
incluirán los factores determinantes básicos de la salud, como agua limpia
un

potable y condiciones sanitarias adecuadas, hospitales, clínicas y demás


establecimientos relacionados con la salud, personal médico y profesio-
nal capacitado y bien remunerado habida cuenta de las condiciones que
ib

existen en el país, así como los medicamentos esenciales definidos en el


Programa de Acción sobre medicamentos esenciales de la OMS.
Tr

b) Accesibilidad. Los establecimientos, bienes y servicios de salud deben ser


accesibles a todos, sin discriminación alguna, dentro de la jurisdicción del
Estado Parte. La accesibilidad presenta cuatro dimensiones superpuestas:
i) No discriminación: los establecimientos, bienes y servicios de salud
deben ser accesibles, de hecho y de derecho, a los sectores más vul-
nerables y marginados de la población, sin discriminación alguna por
cualquier de los motivos prohibidos.

58
ASPECTOS GENERALES
9

ii) Accesibilidad física: los establecimientos, bienes y servicios de salud de-


berán estar al alcance geográfico de todos los sectores de la población,
en especial los grupos vulnerables o marginados, como las minorías ét-
nicas y poblaciones indígenas, las mujeres, los niños, los adolescentes,
las personas mayores, las personas con discapacidades y las personas
con VIH/SIDA. La accesibilidad también implica que los servicios mé-
dicos y los factores determinantes básicos de la salud, como el agua


limpia potable y los servicios sanitarios adecuados, se encuentran a una
distancia geográfica razonable, incluso en lo que se refiere a las zonas
rurales. Además, la accesibilidad comprende el acceso adecuado a los

Pe
edificios para las personas con discapacidades.
iii) Accesibilidad económica (asequibilidad): los establecimientos, bienes
y servicios de salud deberán estar al alcance de todos. Los pagos por

el
servicios de atención de la salud y servicios relacionados con los facto-
res determinantes básicos de la salud deberán basarse en el principio

ld
de la equidad, a fin de asegurar que esos servicios, sean públicos o
privados, estén al alcance de todos, incluidos los grupos socialmente
desfavorecidos. (...)

na
iv) Acceso a la información: ese acceso comprende el derecho de solicitar,
recibir y difundir información e ideas acerca de las cuestiones relaciona-
das con la salud. Con todo, el acceso a la información no debe menos-
io
cabar el derecho de que los datos personales relativos a la salud sean
tratados con confidencialidad.
uc

c) Aceptabilidad. Todos los establecimientos, bienes y servicios de salud de-


berán ser respetuosos de la ética médica y culturalmente apropiados, es
tit

decir respetuosos de la cultura de las personas, las minorías, los pueblos


y las comunidades, a la par que sensibles a los requisitos del género y el
ciclo de vida, y deberán estar concebidos para respetar la confidencialidad
ns

y mejorar el estado de salud de las personas de que se trate.


d) Calidad. Además de aceptables desde el punto de vista cultural, los esta-
Co

blecimientos, bienes y servicios de salud deberán ser también apropiados


desde el punto de vista científico y médico y ser de buena calidad. Ello
requiere, entre otras cosas, personal médico capacitado, medicamentos
y equipo hospitalario científicamente aprobados y en buen estado, agua
al

limpia potable y condiciones sanitarias adecuadas.


[…]
un

La disponibilidad del derecho a salud en los centros penitenciarios

46. Como se ha mencionado, la disponibilidad es una de las características im-


ib

prescindibles del servicio de salud, en este caso, del servicio de salud men-
tal, la cual supone que cada Estado Parte deberá contar con un número sufi-
Tr

ciente de establecimientos, bienes y servicios públicos de salud y centros de


atención de la salud, así como de programas (...). De esta forma, el Estado,
no obstante, garantizar la calidad del servicio de salud, debe establecer y fi-
nanciar de forma presupuestaria la infraestructura del sistema penitenciario
del país al servicio de la población penitenciaria. Asimismo, debe implemen-
tar de forma adecuada y actualizar a los profesionales de la salud, a fin de
que estos puedan desplegar sus funciones de la manera más óptima y bajo
las condiciones necesarias. [...]

59
DERECHO A LA SALUD
9

49. La precariedad del servicio se manifiesta constatándose que ningún estable-


cimiento penitenciario en el Perú cuenta con la infraestructura médica para
atender de modo permanente o itinerante a los internos que padecen una
enfermedad mental. Es inadmisible, por ejemplo, que la Oficina Regional
Lima, en la que se ha identificado a 289 internos, tenga un único profesional
psiquiatra y que incluso solo trabaje de modo itinerante en este departa-
mento, como también es inadmisible que los 168 internos identificados en


el resto de oficinas regionales del país no tengan atención médica psiquiá-
trica. [...]

Pe
La accesibilidad de las personas privadas de su libertad a los servi-
cios de salud mental [...]

53. Asimismo, en lo referido a garantizar la accesibilidad para la atención de

el
salud, la principal relación interinstitucional con la que cuenta el Instituto
Nacional Penitenciario es con el Ministerio de Salud. Dicha relación se ha vis-

ld
to obstaculizada por la dificultad en la inclusión de la población penitenciaria
dentro del público objetivo del Sistema Integral de Salud (SIS), que bási-
camente preveía la atención de la población penitenciaria en situaciones de

na
emergencia o si se trataba de internas gestantes y sus hijos e hijas menores
de edad. Esto ha cambiado en julio de 2009 (Decreto Legislativo 1164, en el
marco de la Reforma de la Salud); sin embargo, aún persisten algunos pro-
io
blemas administrativos que han impedido la afiliación de la población penal
total al SIS. […] HA RESUELTO […]
uc

2. Declarar un estado de cosas inconstitucional con respecto a la situación de


salud mental de las personas que se encuentran internadas en los estable-
cimientos penitenciarios del país.
tit

Tribunal Constitucional del Perú. Caso Luigi Calzolaio contra el Seguro Social de
Salud del Perú (ESSALUD)- Red Asistencial de Arequipa y otro. Pleno. Expediente
ns

02566-2014-PA/TC. Sentencia 299/2020. Sentencia publicada en el portal web del


Tribunal Constitucional el 07 de agosto de 2020. Ponente: magistrado Espinosa-
Co

Saldaña Barrera.

12. Asimismo, como tiene señalado este Tribunal, la posibilidad de que el Estado
establezca un sistema sanitario constitucionalmente adecuado –es decir, en
condiciones de calidad, oportunidad, aceptabilidad y accesibilidad– depen-
al

de de un conjunto de decisiones de política institucional, las cuales deben


definir, por ejemplo, cómo se puede ampliar la oferta de establecimientos
un

médicos (disponibilidad), cómo se puede permitir que las personas de es-


casos recursos accedan a los servicios de salud (accesibilidad económica),
cómo es posible impulsar y fortalecer la salud intercultural en nuestro país
ib

(aceptabilidad), y cómo garantizar que los servicios médicos se brinden en


condiciones adecuadas de seguridad, oportunidad y profesionalismo (cali-
Tr

dad) (cfr. STC Exp. n.° 3228-2012- PA, f. j. 30).

2.8.4. Infraestructura necesaria para garantizar un servicio de salud


adecuado
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Coordinadora Nacional de Derechos Humanos
(CNDDHH) y otros contra el Gobierno Regional de Ica y otros. Sala 1. Expediente

60
ASPECTOS GENERALES
9

01345-2011-PA/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucio-


nal el 26 de agosto de 2011. 23

3. Como es de público conocimiento el 15 de agosto del año 2007, el depar-


tamento de Ica fue agitado por un sismo de aproximadamente 7.9. grados
en la escala de Richter que afectó la infraestructura de las construcciones
existentes en dicha zona geográfica y los nosocomios pertenecientes al Mi-
nisterio de Salud que brindaban el servicio de salud a la población de dicha


región. Mediante el Decreto de Urgencia 010-2009, el Gobierno declaró de
necesidad nacional y de ejecución prioritaria la construcción de diversos

Pe
proyectos entre los cuales se encuentra la construcción del hospital regional
de Ica, actualmente en ejecución.

4. En los presente caso los demandantes manifiestan que los pacientes que

el
son atendidos en el hospital de campaña de Ica vienen sufriendo la lesión
de los derechos invocados, pues dicho nosocomio temporal carecería de

ld
servicios básicas para prestar un adecuada servicio de salud; sin embargo,
de acuerdo con la prueba aportada de fojas 112 a 122 y de 165 a 183, en la
actualidad los consultorios, el área administrativa del citado hospital vienen

na
funcionando en módulos de material prefabricado sobre suelo de concreto.
Asimismo, se observa de fojas 115 a 119, 121 y 122, que diversos ambiente
de dicho hospital cuentan con aire acondicionado.
io
5. A este respecto, las accionantes no han presentado prueba posterior al con-
tenido del CD-ROOM que data del 25 de febrero de 2010, para acreditar que
uc

los pacientes que son atendidos en el hospital de campaña de Ica sufren


la afectación de los derechos fundamentalmente invocados, únicamente se
han limitado a señalar a través de su recurso de agravio constitucional que
tit

luego de tres años del sismo “[…]no hay mejores notables en la atención de
los pacientes” (f.280)
ns

6. Teniendo en cuenta lo expuesto y el carácter temporal y la situación de


emergencia que supone la instalación de un hospital de campaña, cabe pre-
Co

cisar que en el presente caso, no se advierte que el Estado, a través de los


emplazados, haya incumplido su obligación de procurar un servicio de sa-
lud adecuado para los ciudadanos que se atienden en el citado nosocomio;
por el contrario, se aprecia una mejora con relación a las imágenes que los
al

demandantes presentaron al momento de la interposición de la demanda


– esto es de 1 de marzo de 2010-, más aún cuando, cuando ya se dijo pre-
un

cedentemente, los demandantes no han aportado pruebas posteriores a la


citada fecha que acrediten lo contrario. Por tales razones, la demanda debe
ser desestimada.
ib

7. Sin perjuicio de lo expuesto consideramos pertinente exhortar al Ministe-


rio de Salud a que, al igual que la culminación de la construcción e imple-
Tr

mentación del hospital San Juan de Dios Pisco, inaugurado el 27 de junio


de 2011, en el más breve plazo termine la construcción del nuevo hospital

23 Los recurrentes interponen demanda de amparo con el objetivo de que se otorguen las condiciones de inter-
namiento dignas para los pacientes hospitalizados y que se mejoren las condiciones laborales del personal
médico, alegando la afectación de los derechos a la vida, a la dignidad y a la salud de los internos. Tras un
análisis constitucional, el Tribunal declara infundada la demanda por no acreditarse la vulneración de los dere-
chos de los pacientes internados en el hospital de campaña de Ica.

61
DERECHO A LA SALUD
9

regional de Ica a fin de que los pacientes que en la actualidad vienen reci-
biendo tratamiento en el hospital de campaña de Ica puedan gozar de una
atención mucho más adecuada y en condiciones de protección que sólo una
infraestructura en concreto armado brinda, razón por la cual corresponde
notificar a dicho Ministerio con la presente sentencia a efectos de que tome
conocimiento de la presente exhortación.


2.8.5. Modelo sanitario de pluralismo estructurado o competencia regulada
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Carmen Cristina Chávez Cabrera contra el

Pe
Seguro Social de Salud del Perú (ESSALUD). Pleno. Expediente 03228-2012-PA/
TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 07 de octu-
bre de 2016.

el
29. La posibilidad de que el Estado establezca un sistema sanitario orientado a
brindar los servicios de salud que la población requiere depende, sin embar-

ld
go, de una serie de decisiones de política institucional. El modelo adoptado
en la materialización de ese sistema sanitario es, por ejemplo, una decisión
de política institucional por excelencia. En nuestro país tenemos actualmente

na
un modelo sanitario llamado de «pluralismo estructurado» o «competencia
regulada», recogido en la Ley 29344, Ley Marco del Aseguramiento Univer-
sal en Salud, a través del cual se pretende que toda la población acceda a un
io
seguro de salud, en condiciones adecuadas de acceso, calidad, protección
financiera y oportunidad (garantías explícitas). Dicho modelo está centrado,
uc
por ejemplo, en la cobertura de la demanda, y no en el subsidio de la oferta.
tit
ns
Co
al
un
ib
Tr

62
RELACIÓN DEL DERECHO A LA SALUD CON OTROS DERECHOS Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES
9

RELACIÓN DEL DERECHO A LA SALUD CON OTROS


DERECHOS Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES


Pe
1. El Derecho a la salud y sus derechos o principios conexos

el
1.1. El Derecho a la salud y su vinculación con el derecho a la vida

ld
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Juan Islas Trinidad y otros contra el Ministe-
rio de Justicia y otros. Pleno. Expediente 01429-2002-PHC/TC. Sentencia publicada
en el portal web del Tribunal Constitucional el 11 de febrero de 2003.

na
14. Si bien el derecho a la salud no está contenido en el capítulo de derechos fun-
damentales, su inescindible conexión con el derecho a la vida (art. 2°), a la
integridad (art. 2°) y el principio de dignidad (art. 1° y 3°), lo configuran como
io
un derecho fundamental indiscutible, pues, constituye “condición indispensa-
ble del desarrollo humano y medio fundamental para alcanzar el bienestar
uc

individual y colectivo” (art. 1, Título Preliminar de la Ley N.° 26842, General


de Salud). Por ello, deviene en condición necesaria del propio ejercicio del
derecho a la vida y, en particular, a la vida digna. De otra parte, siempre que
tit

el derecho a la integridad resulte lesionado o amenazado, lo estará también el


derecho a la salud, en alguna medida. Sin embargo, son también posibles su-
ns

puestos en que se afecte de manera directa y grave el mínimo vital necesario


para el desempeño físico y social en condiciones normales. La salud resulta
un estado variable, susceptible de afectaciones múltiples, que incide en ma-
Co

yor o menor medida en la vida del individuo, dependiendo de sus condiciones


de adaptación. Teniendo como base esta apreciación gradual de la salud, la
protección del derecho a la salud importa la tutela de un mínimo vital, fuera
del cual el deterioro orgánico impide una vida normal o un grave deterioro de
al

ésta. Debe tenerse presente que la vida no es un concepto circunscrito a la


idea restrictiva de peligro de muerte, sino que se consolida como un concepto
un

más amplio que la simple y limitada posibilidad de existir o no, extendiéndose


al objetivo de garantizar también una existencia en condiciones dignas. Por
esta razón, es indispensable la consideración de la vida en dignidad que, en
ib

este caso, se manifiesta como vida saludable.


Tribunal Constitucional del Perú. Caso Azanca Alhelí Meza García contra el Minis-
Tr

terio de Salud. Sala 2. Expediente 02945-2003-PA/TC. Sentencia publicada en el


portal web del Tribunal Constitucional el 12 de julio de 2004.

6. Si bien en nuestro ordenamiento jurídico el derecho a la salud no se en-


cuentra contemplado entre los derechos fundamentales establecidos en el
artículo 2° de la Constitución, sino más bien se lo reconoce en el capítulo de
los derechos económicos y sociales a que se refieren los artículos 7° y 9°
de la Constitución, este Tribunal, al igual que nuestro similar colombiano,

63
DERECHO A LA SALUD
9

considera que cuando la vulneración del derecho a la salud compromete


otros derechos fundamentales, como el derecho a la vida, la integridad físi-
ca o el libre desarrollo de la personalidad, tal derecho adquiere carácter de
derecho fundamental y, por tanto, su afectación merece protección vía la
acción de amparo (STC N.° T- 499 Corte Constitucional de Colombia).

[…]


28. La salud es derecho fundamental por su relación inseparable con el derecho
a la vida, y la vinculación entre ambos derechos es irresoluble, ya que la

Pe
presencia de una enfermedad o patología puede conducirnos a la muerte
o, en todo caso, desmejorar la calidad de la vida. Entonces, es evidente la
necesidad de proceder a las acciones encaminadas a instrumentalizar las
medidas dirigidas a cuidar la vida, lo que supone el tratamiento orientado a

el
atacar las manifestaciones de cualquier enfermedad para impedir su desa-
rrollo o morigerar sus efectos, tratando, en lo posible, de facilitar los medios

ld
que al enfermo le permitan desenvolver su propia personalidad dentro de su
medio social.
Tribunal Constitucional del Perú. Caso José Luis Correa Condori contra el Ministerio

na
de Salud. Sala 2. Expediente 02016-2004-PA/TC. Sentencia publicada en el portal
web del Tribunal Constitucional el 08 de abril de 2005.
io
25. Actualmente, la noción de Estado social y democrático de derecho concreta
los postulados que tienden a asegurar el mínimo de posibilidades que ha-
uc

cen digna la vida y, en esas circunstancias, se impone principalmente a los


poderes públicos la promoción de esas condiciones. La vida, entonces, ya
no puede entenderse tan sólo como un límite al ejercicio del poder, sino fun-
tit

damentalmente como un objetivo que guía la actuación positiva del Estado.


Dichos postulados propenden a la realización de la justicia, que avala los
principios de dignidad humana y solidaridad y traspasa el reducido marco de
ns

la legalidad con el que se identificaba la noción clásica de Estado de derecho.


Ahora el Estado está comprometido en invertir los recursos indispensables
Co

para desarrollar las tareas necesarias que le permitan cumplir con el en-
cargo social de garantizar el derecho a la vida, la libertad, la seguridad y la
propiedad privada.

[…]
al

27. La salud es derecho fundamental por su relación inseparable con el derecho


un

a la vida; y la vinculación entre ambos es irresoluble, ya que la presencia


de una enfermedad o patología puede conducimos a la muerte o, en todo
caso, desmejorar la calidad de la vida. Entonces, es evidente la necesidad
ib

de efectuar las acciones para instrumentalizar las medidas dirigidas a cuidar


la vida, lo que supone el tratamiento destinado a atacar las manifestaciones
Tr

de cualquier enfermedad para impedir su desarrollo o morigerar sus efectos,


tratando, en lo posible, de facilitar al enfermo los medios que le permitan
desenvolver su propia personalidad dentro de su medio social. [...]

1.2. El Derecho a la salud y su vinculación con el principio de dignidad


Tribunal Constitucional del Perú. Caso de los internos del Instituto Nacional de Salud
Mental “Honorio Delgado-Noguchi” contra la Dirección de Adicciones del Instituto

64
RELACIÓN DEL DERECHO A LA SALUD CON OTROSDERECHOS Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES
9

de Salud Mental “Honorio Delgado-Noguchi” y otros. Sala 2. Expediente 05842-


2006-PHC/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el
30 de marzo de 2009.

57. La faz positiva de la norma constitucional referida a la salud, en tanto idea


de su promoción, importa una lógica principialista basada en la dignidad de
la persona humana [fundamento 3 de la STC N.º 3208-2004-AA/TC y fun-
damento 5 de la STC N. 0 0976-2001-AA/TC], pues es ella el fin supremo


de la sociedad y del Estado [artículo 1 º de la Constitución]. La Declaración
Universal sostiene que el nivel de vida adecuado incluye lógicamente el ase-

Pe
guramiento de la salud [fundamento 25 de la DUDH], precepto que deviene
en “(…) el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible
de salud física y mental” [artículo 12°, punto 1 del PIDESC; en términos
iguales, artículo 10° del Protocolo de San Salvador, Protocolo Adicional a la

el
Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales].

ld
1.3. El Derecho a la salud y su vinculación con el derecho a gozar de un
ambiente equilibrado y adecuado

na
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Ludesminio Loja Mori contra la Municipalidad
Metropolitana de Lima y otros. Sala 1. Expediente 03330-2004-PA/TC. Sentencia
io
publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 11 de agosto de 2005.

48. El derecho de vivir en un lugar adecuado como parte del derecho a


uc

la salud

Juntamente con el control que debe realizar la Municipalidad Metropolitana


tit

de Lima del expendio de bebidas y comidas en el interior de la discoteca,


existe la necesidad de preservar a la sociedad de los ruidos molestos que
ns

puede ocasionar un determinado establecimiento.


El derecho a la tranquilidad está relacionado con la protección del aspecto
psicológico de la salud. Este derecho cobra especial importancia en tanto
Co

que, en la sociedad de nuestros días, la contaminación acústica se ha con-


vertido en uno de los factores más psicopatógenos y una fuente de deterioro
permanente de la calidad de vida de las personas. Sobre tal base, el derecho
a un medio ambiente adecuado incluye
al

“el derecho de uso ambiental del entorno. Naturalmente este uso es mo-
un

derado por la necesidad de preservar los bienes ambientales y, en ningún


caso, podrá acarrear la esquilmación del medio o el agotamiento de los
recursos naturales que han de preservarse” […]
ib

La salud también debe ser protegida a través de una norma como la expre-
sada constitucionalmente a través de la siguiente fórmula: toda persona
Tr

tiene derecho
“a la paz, a la tranquilidad, al disfrute del tiempo libre y al descanso, así
como a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de su
vida”.
De esta forma, se llega a señalar en sede infraconstitucional (artículo 1 del
Título Preliminar del Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales)
que

65
DERECHO A LA SALUD
9

“toda persona tiene el derecho irrenunciable a gozar de un ambiente salu-


dable, ecológicamente equilibrado y adecuado para el desarrollo de la vida
[...]. Es obligación del Estado mantener la calidad de vida de las personas
a un nivel compatible con la dignidad humana. Le corresponde prevenir y
controlar la contaminación ambiental [...] que pueda interferir en el nor-
mal desarrollo de toda forma de vida y de la sociedad. Las personas están
obligadas a contribuir y colaborar inexcusablemente con estos propósitos”.


[…]

50. El Tribunal “toda persona tiene el derecho irrenunciable a gozar de un am-

Pe
biente saludable, ecológicamente equilibrado y adecuado para el desarrollo
de la vida [...]. Es obligación del Estado mantener la calidad de vida de las
personas a un nivel compatible con la dignidad humana. Le corresponde

el
prevenir y controlar la contaminación ambiental [...] que pueda interferir
en el normal desarrollo de toda forma de vida y de la sociedad. Las perso-

ld
nas están obligadas a contribuir y colaborar inexcusablemente con estos
propósitos”.

De esta forma,

na
“el sometimiento a un ruido excesivo produce en la especie humana per-
niciosos efectos, tanto fisiológicos como psíquicos. Los primeros afectan,
io
además de al aparato auditivo [...], a otros órganos del cuerpo humano,
como perturbaciones en el sistema nervioso central y alteración de la reac-
uc
tividad del sistema neurovegetativo, perturbaciones en las funciones respi-
ratoria, cardíaca y circulatoria [...]. Entre los efectos psicológicos hay que
señalar [...] la producción de sentimientos como miedo, angustia, incomo-
tit

didad, perturbaciones de la memoria, pérdidas de la concentración, insom-


nio, incluso obsesiones, irritabilidad, así como alteraciones en la atención y
el rendimiento del trabajo físico e intelectual” […]
ns

1.4. El Derecho a la salud y su vinculación con el derecho al agua


Co

Tribunal Constitucional del Perú. Caso Municipalidad Distrital de San Pedro de Lurín
contra la Empresa de Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (SEDAPAL)
y otro. Sala 2. Expediente 02064-2004-PA/TC. Sentencia publicada en el portal
web del Tribunal Constitucional el 22 de julio de 2005.
al

6. El agua constituye un elemento esencial para la salud básica y el desarrollo


un

de toda actividad económica, por lo que resulta vital para la supervivencia


de todo ser humano. Así, se ha comprobado que los servicios deficientes de
agua y saneamiento son la causa directa del deterioro de las condiciones de
ib

salud, así como causa importante de enfermedades originadas en el medio


ambiente.
Tr

1.5. El Derecho a la salud y su vinculación con el derecho a la libertad


individual
Tribunal Constitucional del Perú. Caso de los internos del Instituto Nacional de Salud
Mental “Honorio Delgado-Noguchi” contra la Dirección de Adicciones del Instituto
de Salud Mental “Honorio Delgado-Noguchi” y otros. Sala 2. Expediente 05842-
2006-PHC/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el
30 de marzo de 2009.

66
RELACIÓN DEL DERECHO A LA SALUD CON OTROSDERECHOS Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES
9

38. El análisis principal en un PHC ha de centrarse en los temas relativos a la


libertad individual, con una posible vulneración directa o indirecta a través
de derechos conexos. En el presente proceso, ergo, conviene estudiar la
cuestión del tratamiento intramural de las personas de la SHA del INESM’
HD-HN’ en una doble faceta: reparadora y correctiva. Si bien en ambos su-
puestos estaría en juego la libertad individual, también lo estaría la salud de
las personas, en tanto derecho fundamental conexo a ella -en este caso-,


tanto así que el siguiente acápite de la sentencia que se está emitiendo ver-
sará sobre su contenido constitucional. Cuando se plantea conexidad en un
proceso constitucional de este tipo, la relación entre los derechos involucra

Pe
dos acciones distintas de análisis por parte del juez constitucional. En primer
lugar, debe examinarse la violación o amenaza de violación del derecho co-
nexo según los condicionamientos de la pretensión existente en la deman-

el
da. Recién, en un segundo término, deberá verse cómo tal pretensión está
en consonancia con la aducida vulneración de la libertad individual y estaría
atentándola. La conexidad, entonces, no puede ser vista de manera abstrac-

ld
ta entre los derechos fundamentales, sino bajo las circunstancias específicas
del caso concreto.

na
39. En la demanda de autos la violación de la libertad individual está íntima-
mente relacionada con la violación del derecho fundamental a la salud de
los favorecidos dentro del la SHA del INESM’HD-HN’, aunque tampoco pue-
io
de negarse la existencia de vinculación con otros derechos fundamentales,
sobre todo con la integridad personal. Con relación a la salvaguardia del
uc

derecho a la salud, se conoce que la vía procesal adecuada habría de ser


el amparo [artículo 37°, inciso 24) del CPCo]. Sin embargo, la interrelación
entre este derecho y la libertad personal es innegable, más aún en casos
tit

relativos a problemas o desórdenes de salud mental, hecho que motiva que


la propia Organización de Naciones Unidas - en adelante, ONU- haya seña-
ns

lado que no es admisible someter a algún paciente a restricciones físicas o


a reclusión involuntaria salvo con arreglo a los procedimientos aprobados
por la institución psiquiátrica y sólo cuando sea el único medio disponible
Co

para impedir un daño inmediato o inminente al paciente o a terceros, sin


prolongarse más allá del período estrictamente necesario para alcanzar tal
propósito, siempre que se realice en condiciones dignas y bajo el cuidado
y la supervisión inmediata y regular de personal calificado [Décimo Pri-
al

mer Principio Fundamental, punto 11 de los Principios para la protección de


los enfermos mentales y el mejoramiento de la salud mental -en adelante,
un

PPEM-, emitida por la Asamblea General de ONU, a través de la Resolución


46/119 de fecha 17 de diciembre de 1991]. Es válido recordar que este Tri-
bunal ya ha señalado la integralidad e indivisibilidad entre ambos derechos
ib

dentro de un PHC [fundamento 42 de la STC N.º 1317-2008-PHC/TC].

40. La correlación de la tutela vía PHC de la libertad personal y de los derechos


Tr

conexos (salud, en especial), en el caso planteado es visible en dos ámbi-


tos específicos. (a) En primer término, el internamiento impropio de una
persona en un centro hospitalario puede ser considerado como una vulne-
ración a la libertad individual. Y justamente éste es uno de los ámbitos en
el que este Colegiado debe pronunciarse a través del presente PHC, que se
presenta como uno reparador, al alegarse que no se cuenta con el consenti-
miento debido. (b) De otro lado, las condiciones inadecuadas de atención

67
DERECHO A LA SALUD
9

de los EdS no estarían acordes con el respeto que corresponde a la dignidad


de la persona, aspecto del derecho a la salud también relacionado directa-
mente con la libertad individual, protegiéndose así uno de los supuestos en
que el PHC opera, en tanto se presenta como uno correctivo, al buscar que
los condiciones en que una persona se encuentra y que sufre restricciones
de libertad no contravengan el respeto de su integridad y respeten unas
condiciones mínimas de vida.


41. La libertad individual que se desea salvaguardar a través del presente PHC,
entonces, está en íntima relación con el internamiento y la retención de

Pe
pacientes en establecimientos de salud mental [Informe Defensorial ‘Salud
mental y derechos humanos: La situación de los derechos de las personas
internadas en establecimientos de salud mental’. Informe N. 0 102, emitido
por la DP en Lima, 2005]. Estos temas han sido puestos de relieve por el

el
recurrente cuando plantea la demanda y señala que las circunstancias que
rodean el internamiento de los favorecidos no es apropiada para un paciente

ld
con problemas de adicciones. De esta forma, en la presente sentencia se
evaluará la vigilancia a la salud de las personas que se encuentran hospita-
lizadas, con especial énfasis en las que se encuentran en un EdSM, como es

na
el caso del INESM’HD-HN’.

[…]
io
49. El carácter de integralidad de los derechos fundamentales impone que la
violación de uno de ellos involucre muchas veces también la afectación de
uc

otros más [fundamento 42 de la STC N.° 1317-2008-PHC/TC], amén de la


utilización de los criterios interpretativos de unidad de la Constitución y efi-
cacia integradora de ella, por lo que el resguardo del mínimo vital necesario
tit

para el desempeño físico y social en condiciones normales obliga a que la


tutela de este derecho fundamental sea lo más omnicomprensiva posible:
ns

un deterioro orgánico impide una vida normal o un grave deterioro de ella


[fundamento 10 de la STC N.º 05954-2007- PHC/TC], y como sucede en el
proceso de autos, estaría siendo vulnerada.
Co

1.6. El Derecho a la salud y su vinculación con el derecho a la integridad


personal
al

Tribunal Constitucional del Perú. Caso Pedro Gonzalo Marroquín Soto contra el Di-
rector del Instituto Nacional Penitenciario (INPE). Sala 2. Expediente 03426-2008-
un

PHC/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 02 de


septiembre de 2010.

34. Ahora bien, este Tribunal en reiterada jurisprudencia ha precisado que cuan-
ib

do se alegue la afectación (amenaza o violación) de los denominados dere-


chos conexos, tales como el derecho al debido proceso, a la defensa, salud,
Tr

etc., dicha afectación también debe manifestarse, de manera concurrente


o posterior, en alguno de los concretos derechos que comprende el género
de la libertad individual (libertad personal, integridad personal, libertad de
tránsito, etc.). En efecto, la violación del derecho fundamental a la salud
mental puede suponer a la vez la violación de otros derechos fundamenta-
les, como son el derecho a la vida, a la integridad física o al libre desarrollo
de la personalidad. En el caso, ha quedado acreditado de manera objetiva

68
RELACIÓN DEL DERECHO A LA SALUD CON OTROSDERECHOS Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES
9

que la permanencia del favorecido Marroquín Soto en un centro destinado


para personas condenadas a pena privativa de la libertad (E.P. Lurigancho),
en lugar de encontrarse internado en un centro hospitalario a efectos de re-
cibir un tratamiento médico especializado que le permita conservar su esta-
do de normalidad orgánica funcional tanto física como mental, por padecer
de síndrome psicótico esquizofrénico paranoide, vulnera por omisión y de
manera concurrente los derechos fundamentales a la salud y a la integridad


personal.
Tribunal Constitucional del Perú. Caso M.H.F.C. contra el director del Instituto Na-

Pe
cional Penitenciario (INPE). Pleno. Expediente 04007-2015-PHC/TC. Sentencia pu-
blicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 16 de septiembre de 2019.
Ponente: magistrada Ledesma Narváez.

el
25. Del mismo modo, el derecho a la integridad y su manifestación punitiva (la
prohibición de tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes) tiene, de

ld
acuerdo a la Corte, una relación directa con derechos como el derecho a la
salud y el cuidado médico durante una situación carcelaria.

26. Lo anterior se condice con la obligación positiva, surgida del artículo 5 de la

na
Convención Americana sobre Derechos Humanos, a la cual hace referencia
la Corte Interamericana en el caso De la Cruz vs. Perú cuando señala que
“el Estado tiene el deber de proporcionar a los detenidos revisión médica re-
io
gular y atención y tratamiento adecuados cuando así se requiera. A su vez,
el Estado debe permitir y facilitar que los detenidos sean atendidos por un
uc

facultativo elegido por ellos mismos o por quienes ejercen su representación


o custodia legal”[…]. De esta forma, la Corte, de manera general, considera
a la salud (a través de una serie de condiciones para la salud) y la aten-
tit

ción médica como elementos necesarios para comprender los alcances de la


prohibición de la tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes.
ns

27. En un sentido similar se pronunció la Comisión Interamericana en el caso


Hernández Lima vs. Guatemala, referido al fallecimiento del peticionario du-
Co

rante su detención a causa del tratamiento médico insuficiente que recibió


tras haber sufrido un edema cerebral y un ataque de cólera. La Comisión
destacó que, en virtud de la posición de garante especial, el Estado cometió
una omisión que violó el “derecho a la integridad física, psíquica y moral, y
al

a la prohibición de infligir tratos inhumanos, crueles o degradantes, consa-


grados en el artículo 5 de la Convención Americana”[…].
un

1.7. El Derecho a la salud y su vinculación con el derecho a la información


Tribunal Constitucional del Perú. Caso Yngeborg Wanda Ysmenia Villena Carpio y
ib

otras contra el Ministerio de Salud. Sala 2. Expediente 07435-2006-PC/TC. Sen-


tencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 20 de noviembre
Tr

de 2006.24

24 Las recurrentes interponen demanda de cumplimiento a fin de que en cumplimiento de las Resoluciones Minis-
teriales se garantice la provisión de información sobre el anticonceptivo oral de emergencia (AOE) en todos los
establecimientos de salud a su cargo. Tras el análisis constitucional, el Tribunal declaró fundada la acción de
cumplimiento y ordenó el cumplimiento de las citadas resoluciones.

69
DERECHO A LA SALUD
9

20. En la sentencia recaída en el Exp. N.° 09754-2005-PC/TC, este Colegiado se-


ñaló que la omisión formal se manifiesta cuando la administración no efectúa
acto alguno a fin de dar cumplimiento al mandato establecido. La omisión
material, en cambio, implica la realización por parte de la administración
de cierta actividad, sin que con ello se cumpla el mandato de la norma. Ta-
les actos, solo en apariencia demuestran el cumplimiento del mandamus,
no pudiendo ser considerados, en consecuencia, como actos destinados a


efectivizar la norma (fundamento 25). En el presente caso, la mínima acti-
vidad del Ministerio de Salud, de un lado, repartir las Guías Nacionales -que
en rigor no satisfacen el requisito de la información masiva- y de otro lado,

Pe
iniciar un reparto que luego es detenido, evidencian una omisión material.

21. En efecto, este Colegiado estima que el primer extremo del petitorio debe ser
amparado, en el sentido de que el Ministerio de Salud debe poner la infor-

el
mación sobre el AOE al alcance de los ciudadanos al igual que la información
relativa a otros métodos anticonceptivos. Igualmente, las recurrentes tam-

ld
bién han probado que el Ministerio de Salud no cumple el mandato de poner
permanentemente a disposición de las ciudadanas y ciudadanos los insumos
del AOE de manera gratuita, al igual que otros métodos anticonceptivos.

na
22. Por tanto, este Colegiado, en estricto acatamiento de las normas debida-
mente aprobadas por el Ministerio de Salud, de sus mandatos vigentes,
io
del mandato constitucional de eficacia de las normas legales y de los actos
administrativos, teniendo en cuenta los diversos informes amicus curiae así
uc
como de las instituciones involucradas (los cuales han determinado que en
el estado actual de la medicina los efectos del AOE son anticonceptivos), es-
tima que las pretensiones de las recurrentes deben ser amparadas, toda vez
tit

que se ha evidenciado que, después de cinco años y tres meses de vigencia


de los mandatos exigidos, el Ministerio de Salud se ha mostrado renuente a
su cumplimiento.
ns

2. El Derecho a la salud como límite a otros derechos


Co

2.1. El Derecho a la salud como límite del derecho a la propiedad intelectual


Tribunal Constitucional del Perú. Caso Azanca Alhelí Meza García contra el Minis-
al

terio de Salud. Sala 2. Expediente 02945-2003-PA/TC. Sentencia publicada en el


portal web del Tribunal Constitucional el 12 de julio de 2004.
un

40. Si bien el tema no se deriva directamente del petitorio de la demanda, este


Tribunal considera conveniente pronunciarse sobre los aspectos relativos
a derechos de propiedad intelectual reconocidos en compromisos interna-
ib

cionales; así como sobre las excepciones que establecidas y reconocidas


formalmente en diversos documentos internacionales en el marco de la Or-
Tr

ganización Mundial de Comercio (OMC), de la cual el Perú es país miembro


desde 1995.

En efecto, cuando se advierta alguna dificultad en el cumplimiento de obje-


tivos nacionales referidos a la salud pública, con la consiguiente afectación
del derecho mismo y de a la vida de los ciudadanos -específicamente en los
casos relacionados con enfermedades como VIH/SIDA, tuberculosis, paludis-
mo y otras epidemias-, se ha establecido, mediante la Declaración Ministerial

70
RELACIÓN DEL DERECHO A LA SALUD CON OTROSDERECHOS Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES
9

de DOHA del 14 de noviembre del 2001 relativa al acuerdo sobre propiedad


intelectual y la salud pública (DOHA Declaration on the TRIPS Agreement
and Public Health), que si bien la protección de la propiedad intelectual es
importante para el desarrollo de nuevas medicinas, no puede dejarse de lado
la preocupación respecto a su efecto en los precios; de modo que los acuer-
dos sobre protección de propiedad intelectual no significarán una obstrucción
a los países miembros para tomar las medidas necesarias para proteger la


salud pública y, particularmente, la promoción de medicinas para todos.

41. En tal sentido, dadas las dificultades para la provisión de medicinas esencia-

Pe
les para el tratamiento de enfermedades como el VIH/SIDA, es recomenda-
ble que el Estado peruano, dentro de su política de salud concerniente a la
prevención y protección contra el SIDA, y como sujeto de derechos y debe-
res como país miembro de la OMC, utilice el máximo de provisiones y medi-

el
das que mediante una interpretación flexible del tratado sobre protección a
la propiedad intelectual, claro ésta, dentro de los márgenes establecidos en

ld
el acuerdo del DOHA, le permita el cumplimiento de sus objetivos trazados
en su política de salud.

na
42. Es importante recordar, entonces, que en el marco del acuerdo del DOHA se
convino en que los países miembros menos adelantados -como es nuestro
caso- no están obligados, con respecto a los productos farmacéuticos, a
io
implementar o aplicar las secciones 5 y 7 (referidos al tema de las paten-
tes) de la Parte II del Acuerdo sobre Propiedad Intelectual (Agreement on
uc
Trade-related aspects of Intellectual Property Rights), ni a hacer respetar
los derechos previstos en estas secciones hasta el 1de enero de 2016, sin
perjuicio de nuevas prórrogas.
tit

Tribunal Constitucional del Perú. Caso José Luis Correa Condori contra el Ministerio
de Salud. Sala 2. Expediente 02016-2004-PA/TC. Sentencia publicada en el portal
ns

web del Tribunal Constitucional el 08 de abril de 2005.

Sobre aspectos jurídicos vinculados a los derechos de propiedad in-


Co

telectual relacionados con el comercio (ADPIC) y la salud pública en


los países en desarrollo

39. Si bien el tema no se deriva directamente del petitorio de la demanda, este


Tribunal considera conveniente pronunciarse sobre los aspectos relativos a los
al

derechos de propiedad intelectual reconocidos en compromisos internaciona-


les; así como sobre las excepciones establecidas y reconocidas formalmente
un

en diversos documentos internacionales en el marco de la Organización Mun-


dial de Comercio (OMC), de la cual el Perú es país miembro desde 1995.
ib

En efecto, cuando se advierta alguna dificultad en el cumplimiento de objeti-


vos nacionales referidos a la salud pública, con la consiguiente afectación del
Tr

derecho mismo y de la vida de los ciudadanos -específicamente en los casos


relacionados con enfermedades como VIH/SIDA, tuberculosis, paludismo y
otras epidemias-, se ha establecido, mediante la Declaración Ministerial de
DORA del 14 de noviembre del 2001 relativa al acuerdo sobre propiedad in-
telectual y la salud pública (DORA Declaration on the TRIPS Agreement and
Public Realth), que si bien la protección de la propiedad intelectual es impor-
tante para el desarrollo de nuevas medicinas, no puede dejarse de lado la
preocupación respecto a su efecto en los precios; de modo que los acuerdos

71
DERECHO A LA SALUD
9

sobre protección de propiedad intelectual no significarán una obstrucción


a los países miembros para tomar las medidas necesarias para proteger la
salud pública y, particularmente, la promoción de medicinas para todos. […]

41. Es importante recordar, entonces, que en el marco del acuerdo del DOHA, se
convino en que los países miembros menos adelantados – como es nuestro
caso – no están obligados, con respecto a los productos farmacéuticos, a
implementar o aplicar las secciones 5 y 7 (referidas al tema de las paten-


tes) de la Parte II del Acuerdo sobre Propiedad Intelectual (Agreement on
Trade-related aspects of Intellectual Property Rights), ni a hacer respetar

Pe
los derechos previstos en estas secciones hasta el1 de enero de 2016, sin
prejuicios de nuevas prórrogas.

2.2. El Derecho a la salud como límite del derecho a la libertad de empresa

el
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Ludesminio Loja Mori contra la Municipalidad

ld
Metropolitana de Lima y otros. Sala 1. Expediente 03330-2004-PA/TC. Sentencia
publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 11 de agosto de 2005.

na
43. La salud es derecho fundamental por su relación inseparable con el derecho
a la vida, y la vinculación entre ambos derechos es irresoluble, ya que la
presencia de una enfermedad o patología puede conducir a la muerte de la
io
persona o, en todo caso, a desmejorar su calidad de vida. […] Analizando el
caso concreto, se puede observar que la libertad de empresa pretendida por
el demandante debe verse restringida, básicamente, en dos supuestos, los
uc

mismos que van a ser materia de estudio particular […].

De un lado, se analizará la salud física de los concurrentes a la discoteca. De


tit

otro, se observará la salud psicopatológica de los vecinos que puede verse


afectada por la contaminación acústica. Y son estos temas los que serán
ns

materia de análisis en las siguientes líneas.

[…]
Co

77. Entonces, la validez jurídica de las normas de intervención sobre la libertad


de empresa debe estar guiada por sus finalidades, principios u objetivos que
persigue la municipalidad, y que justifican la imposición de tales medidas.
Así se configura el alcance de esta libertad, en tanto es derecho y es garan-
al

tía institucional. […] En tal sentido, de lo expuesto a lo largo del presente


caso, queda claramente establecido que el demandante pretende que se
un

otorgue licencia definitiva a un local que ha traspasado claramente los lími-


tes impuestos por la propia Constitución, en tanto ejercicio de su libertad de
empresa: se afectó la moral, la salud y la seguridad públicas.
ib

Tribunal Constitucional del Perú. Caso de más de cinco mil ciudadanos/as contra
el Congreso de la República (Artículo 3 de la Ley 28705, General para la Preven-
Tr

ción y Control de los Riesgos del Consumo de Tabaco). Pleno. Expediente 00032-
2010-PI/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el
21 de julio de 2011.25

25 Los recurrentes interponen un proceso de inconstitucionalidad para que se declare inconstitucional el artículo
3 de la Ley 28705, Ley General para la Prevención y Control de los Riesgos del Consumo de Tabaco, en dos
extremos: (i) en el extremo que prohíbe de forma absoluta, y sin excepción alguna, el consumo de tabaco en

72
RELACIÓN DEL DERECHO A LA SALUD CON OTROSDERECHOS Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES
9

27. La prohibición de que existan espacios públicos cerrados solo para fuma-
dores, en efecto, constituye un límite a la libertad de empresa y a la libre
iniciativa privada. Ello en la medida de que este Colegiado ha sostenido que
“cuando el artículo 59.° de la Constitución reconoce el derecho a la libertad
de empresa está garantizando a todas las personas una libertad de deci-
sión no sólo para crear empresas (libertad de fundación de una empresa) y,
por tanto, para actuar en el mercado (libertad de acceso al mercado), sino


también para establecer los propios objetivos de la empresa (libertad de
organización del empresario) y dirigir y planificar su actividad (libertad de
dirección de la empresa) en atención a sus recursos y a las condiciones del

Pe
propio mercado, así como la libertad de cesación o de salida del mercado. En
buena cuenta, la Constitución a través del derecho a la libertad de empresa
garantiza el inicio y el mantenimiento de la actividad empresarial en condi-

el
ciones de libertad (…)” (cfr. STC 3116-2009-PA, F. J. 9).

28. Empero, que la referida prohibición limite la libertad de empresa no signi-

ld
fica necesariamente que sea inconstitucional, puesto que, tal como se ha
referido en uniforme y reiterada jurisprudencia, en el Estado Constitucional,
ningún derecho o libertad es absoluto. De hecho, tal como se sostuvo en

na
la STC 0008-2003-PI, “[l]a iniciativa privada puede desplegarse libremente
en tanto no colisione los intereses generales de la comunidad, los cuales se
encuentran resguardados por una pluralidad de normas adscritas al ordena-
io
miento jurídico; vale decir, por la Constitución, los tratados internacionales
y las leyes sobre la materia” (F. J. 18). En sentido similar, este Tribunal ha
uc

sostenido que “[c]uando el artículo 59 de la Constitución señala que el ejer-


cicio de la libertad de empresa ‘no debe ser lesivo a la moral, ni a la salud,
ni a la seguridad públicas’, no está haciendo otra cosa que precisar los lí-
tit

mites dentro de los cuales este derecho es ejercido de acuerdo a ley. Claro
está que estos límites son enunciativos y no taxativos, pues la protección
ns

correcta debe surgir de un principio constitucional como es la dignidad de la


persona humana, el mismo que se encuentra recogido en los artículos 1 y 3
de la Constitución (…). Así, el derecho a la libertad de empresa traspasa sus
Co

límites cuando es ejercido en contra de la moral y las buenas costumbres, o


pone en riesgo la salud y la seguridad de las personas. Consecuentemente,
el ejercicio del derecho a la libertad de empresa, para estar arreglado a de-
recho, ha de hacerse con sujeción a la ley y, por ello, dentro de las limitacio-
al

nes básicas que se derivan de la seguridad, la higiene, la salud, la moralidad


o la preservación del medio ambiente” (STC 3330-2004-PA, F. J. 32).
un

[…]

36. Ocurre, no obstante, que, según ha quedado dicho, no es ésa la finalidad del
ib

ámbito normativo cuestionado. Tal finalidad, en primer término, consiste en


reducir el consumo de tabaco (finalidad inmediata) para proteger la salud
Tr

de los propios fumadores (primera finalidad mediata). ¿Es ésta (proteger la


salud de los propios fumadores) una finalidad constitucionalmente válida? A

todos los espacios públicos cerrados del país; y (ii) en el extremo que prohíbe de forma absoluta, y sin excep-
ción alguna, el consumo de tabaco en las áreas abiertas de los establecimientos educativos para adultos. Al
respecto, alegaron vulnerados los derechos al libre desarrollo de la personalidad, a la libertad de empresa y
a la libre iniciativa privada. Tras realizar un test de proporcional, el Tribunal determinó que la medida cuestio-
nada era idónea, necesaria y proporcional. Por tanto, declaró infundada la demanda.

73
DERECHO A LA SALUD
9

responder esta interrogante se dedicará el siguiente acápite (§5). Antes de


ello debe precisarse que no es ésta la única finalidad mediata de las prohi-
biciones, sino también evitar los altos costos institucionales a que da lugar
la atención sanitaria por los graves problemas de salud que el consumo de
tabaco ocasiona.

[…]


63. En definitiva, tanto la finalidad de proteger la salud de los propios consumi-
dores de tabaco, como la finalidad de reducir los costos sanitarios que ge-

Pe
nera el tratamiento de las enfermedades producidas por el tabaco, por vía
de reducir significativamente su consumo, son constitucionalmente válidas.
Adicionalmente, según se sustentará a continuación, reducir el consumo de
tabaco en aras de proteger la salud de los propios fumadores, no solo es una

el
finalidad constitucionalmente permitida, sino que desde que el Perú ratificó
el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, es una finalidad

ld
constitucionalmente obligatoria.

[…]

na
67. El Tribunal Constitucional coincide con el Procurador del Congreso y con la
Clínica Jurídica de Acciones de Interés Público de la Facultad de Derecho de
la PUCP, en el sentido de considerar que el Convenio Marco de la OMS para el
io
Control del Tabaco, es un tratado sobre derechos humanos, pues lo que bus-
ca proteger de manera clara, expresa y directa es el derecho fundamental a
uc

la protección de la salud, reconocido en el artículo 7º de la Constitución. En


efecto, en la introducción del Convenio se señala que éste “representa una
iniciativa pionera para el progreso de la acción nacional, regional e interna-
tit

cional y la cooperación mundial encaminada a proteger a la salud humana


de los efectos devastadores del consumo de tabaco y de la exposición al
ns

humo de tabaco” (énfasis agregado). Asimismo, en el Preámbulo se enfatiza


que uno de los principios que inspiran su dación, es la determinación de las
Partes “a dar prioridad a su derecho de proteger la salud pública, [r]econo-
Co

ciendo  que la propagación de la epidemia de tabaquismo es un problema


mundial con graves consecuencias para la salud pública, que requiere la
más amplia cooperación internacional posible y la participación de todos los
países en una respuesta internacional eficaz, apropiada e integral” (énfasis
al

agregado). Del mismo modo, el Convenio enfatiza que tiene como sustento
“el artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
un

Culturales, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 16


de diciembre de 1966, en el que se declara que toda persona tiene derecho
al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental” y “el preám-
ib

bulo de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, en el que se


afirma que el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno
de los derechos fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza,
Tr

religión, ideología política o condición económica o social”.

[…]

141. En consecuencia, dado que las prohibiciones de crear espacios públicos ce-


rrados solo para fumadores, y de fumar en las áreas abiertas de los estable-
cimientos dedicados a la educación que sean solo para adultos, restringen
solo en menor grado los derechos fundamentales al libre desarrollo de la

74
RELACIÓN DEL DERECHO A LA SALUD CON OTROSDERECHOS Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES
9

personalidad, a la libre iniciativa privada y a la libertad de empresa, y, en


contraposición a ello, alcanzan en un nivel altamente satisfactorio la pro-
tección del derecho fundamental a la salud, reduciendo significativamente
el consumo de una sustancia con alto efecto adictivo y sumamente dañina
no solo para la salud de quien fuma, sino también para quien no lo hace, el
Tribunal Constitucional considera que tales prohibiciones superan el subprin-
cipio de proporcionalidad en sentido estricto y resultan, en definitiva, consti-


tucionales. Corresponde, por consiguiente, desestimar la demanda.

2.3. El Derecho a la igualdad como límite al derecho a la salud

Pe
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Jane Margarita Cósar Camacho y otros con-
tra Supermercados Peruanos S.A. Plaza Vea. Pleno. Expediente 02437-2013-PA/
TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 30 de abril

el
de 2014. 26

ld
(i) Determinación de la finalidad del tratamiento diferente

49. La finalidad que se persigue empleando dicho medio y conformando tal ob-

na
jetivo es garantizar el derecho a la salud de los consumidores. Al respecto,
vale acotar que “la protección de la salud” (art. 88 de la Ley N.°26842),
velar por las “condiciones de higiene” y preservar contra “cualquier otro
io
agente que pudiera ocasionar enfermedades para el hombre” (art. 8 del
Decreto Supremo N.°022-2001-SA) son asuntos que los centros de abastos,
como el Supermercado, están obligados a respetar y garantizar. Dicho fin es
uc

constitucionalmente legítimo, pues de conformidad con el artículo 7° de la


Constitución “Todos tienen derecho a la protección de su salud”; lo que está
tit

en relación con el artículo 65° de la Ley Fundamental, cuando establece que


el Estado “[…] defiende el interés de los consumidores y usuarios. Para tal
efecto garantiza el derecho a la información sobre los bienes y servicios que
ns

se encuentran a su disposición en el mercado. Asimismo vela, en particular,


por la salud y la seguridad de la población”.
Co

(ii) Examen de idoneidad

[…]

52. Si bien el adiestramiento y la capacitación especial de estos torna difícil, in-


al

verosímil o poco probable que dicho contacto sea directo, vale decir que el
animal pueda llegar a tocar el bien de consumo humano, sí se logra con la
un

prohibición, que pueda haber un contacto indirecto: piénsese, por ejemplo,


en algún pelo suelto del animal que vaya a parar al bien de consumo huma-
no. En este último caso, sobre todo, el empleo del medio que se viene ana-
ib

lizando está causalmente relacionado con el objetivo o estado de cosas que


se pretende conformar: que las instalaciones del centro de abastos reúnan
Tr

26 Los demandantes interponen un proceso de amparo con el fin de solicitar se les permita ingresar en todas
sus cadenas de tiendas a nivel nacional en compañía de un animal de asistencia o perro guía, al ser personas
invidentes, alegando la vulneración de sus derechos al libre desarrollo y bienestar, a la libertad de tránsito, a
un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de su vida, a la igualdad y no discriminación, a la accesibili-
dad y movilidad personal. Tras el análisis constitucional, el Tribunal declaró fundada la demanda, al considerar
que la prohibición de acceso de perros guía a los supermercados de la empresa demandada es una medida
desproporcionada.

75
DERECHO A LA SALUD
9

condiciones higiénicas y sanitarias adecuadas, y que estén libres de agentes


externos – de origen canino- que puedan afectar los bienes de consumo hu-
mano que allí se comercializan.

[…]

(iii) Examen de necesidad


54. En opinión del Tribunal no existe un medio alterno, igualmente idóneo, con
el cual comparar el medio real –la prohibición de acceso de los perros guía–
empleado por el Supermercado. Esto no quiere decir que no existan medios

Pe
alternos. Lo que sucede es que los que existen no son igualmente idóneos.
A modo de ejemplo, un medio alterno lo sería levantar la prohibición, per-
mitiendo el acceso de esta clase de animales (los perros guía) al centro de
abastos y disponer el acompañamiento de personal del Supermercado en

el
estos casos. Una medida hipotética de esta naturaleza podría beneficiar a la
persona con discapacidad visual al ofrecerle una asistencia complementaria

ld
a la que le brinda su perro guía, y, al mismo tiempo, considerarse una me-
dida que garantice que en ningún caso el animal entre en contacto directo
con los bienes de consumo que allí se comercializan.

na
55. Sin embargo, ni siquiera una medida de esta naturaleza puede impedir que
ocurra lo que aquí se ha llamado “contacto indirecto”. Ni siquiera la vigi-
io
lancia del personal del Supermercado puede garantizar que algún pelo del
animal no se deposite en el bien de consumo humano o que alguna bacteria
uc

propia del animal —por ejemplo, propagada mediante la respiración, pese


a las rigurosas condiciones sanitarias a las que están sometidos— no llegue
a ingresar en los bienes del consumo humano; y que, de ese modo, al igual
tit

que el medio real, se fomente la consecución del mismo fin, esto es, ga-
rantizar el derecho a la salud de los consumidores [artículos 7° y 65°, de la
ns

Constitución].

(iv) Examen de proporcionalidad en sentido estricto


Co

[…]

57. En el fundamento jurídico N.° 42 de esta sentencia, el Tribunal puso de re-


lieve que el grado de aflicción producido en el derecho de igualdad, como
al

consecuencia de la discriminación por indiferenciación, era grave. Ello se de-


bía –se dijo– al hecho de que pese a no encontrarse las personas con disca-
un

pacidad visual en las mismas condiciones que las personas que no padecen
de ella, fueron equiparadas con este o al dispensárseles el mismo trato. La
discriminación, en este caso, no estriba en que se haya dado un trato desi-
ib

gual a lo que es igual, sino a que se haya brindado un trato igual a lo que
es sustancialmente desigual. Dicho trato constituye una discriminación por
indiferenciación y, en la medida que afecta a otros derechos de rango cons-
Tr

titucional (derecho al libre desarrollo y a un ambiente adecuado), ha de re-


querir una justificación razonable para ser convalidado constitucionalmente.

58. Esa justificación, sin embargo, no existe. La importancia del grado de fomen-
to, promoción o satisfacción del fin no es igual, cuando menos, al grado de
aflicción sufrido por los derechos intervenidos. Ello es consecuencia de la de-
bilidad de las premisas al amparo de las cuales se justificó la prohibición de
ingreso de los perros guía al Supermercado. Como este Colegiado sostuvo

76
RELACIÓN DEL DERECHO A LA SALUD CON OTROSDERECHOS Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES
9

en los fundamentos N°s 51 y 52, en términos generales, la prohibición de


que los animales accedan a las instalaciones del Supermercado fomenta que
la comercialización de alimentos y bebidas destinados al consumo humano
se realice en un centro de abastos libre de agentes externos. Y al comer-
cializarse bienes de consumo humano en condiciones higiénicas y sanitarias
razonables, libres del contacto directo con animales, se garantiza el derecho
a la salud de los usuarios y consumidores del Supermercado.


[…]

Pe
61. Tampoco se sostiene el argumento esgrimido de que con la prohibición de
acceso a los perros guía al centro de abastos se evitará completamente el
contacto indirecto con los bienes de consumo humano que allí se comerciali-
zan. Por otro lado, aun cuando sea inevitable que un pelo o una bacteria del

el
animal puedan llegar a algún producto que allí se expende, en opinión del
Tribunal, la prohibición analizada no garantiza, de manera radical, que un

ld
bien de consumo humano comercializado por el Supermercado esté a salvo
de pelos o de bacterias de origen animal (canino o de cualquier otra clase).
Para alcanzar un estado de cosas semejante, los supermercados tendrían

na
que prohibir que sus usuarios y consumidores críen mascotas o exigir que
quienes pretendan ingresar en sus instalaciones con ellas utilicen una vesti-
menta que no haya estado en contacto con estos animales. Ello pone en evi-
io
dencia no que el medio no tenga una relación causal con el fin (ya analizado
según el subprincipio de idoneidad), sino que su utilización solo puede ase-
uc
gurar un nivel mínimo de eficacia y probabilidad en la consecución del fin.
Por consecuencia, en el contexto descrito, cabe concluir que la importancia
de la satisfacción del fin, en cuyo nombre se han intervenido los derechos a
tit

la igualdad, al libre desarrollo y al ambiente adecuado, es mínima.

62. Por consiguiente, en la medida que el grado de aflicción sufrido por los de-
ns

rechos a la igualdad, al libre desarrollo y al ambiente adecuado, conforme


al ajuste razonable contenido en la Ley N.° 29830, es grave, en tanto que
la importancia de la satisfacción del fin es mínima, el Tribunal estima que la
Co

prohibición de acceso de los perros guía a los Supermercados de la empresa


demandante es excesiva; vale decir, desproporcionada. Así debe declararse.

3. Perspectivas de estudio del derecho a la salud: personal, familiar y


al

comunitaria
un

Tribunal Constitucional del Perú. Caso Azanca Alhelí Meza García contra el Minis-
terio de Salud. Sala 2. Expediente 02945-2003-PA/TC. Sentencia publicada en el
portal web del Tribunal Constitucional el 12 de julio de 2004. 27
ib

30. La salud puede ser entendida como el funcionamiento armónico del organis-
mo tanto del aspecto físico como psicológico del ser humano. Es evidente
Tr

que, como tal, constituye una condición indispensable para el desarrollo y


medio fundamental para alcanzar el bienestar individual y colectivo.

Así, la salud implica el gozo del normal desarrollo funcional de nuestro orga-
nismo, lo que ha motivado que la Organización Mundial de la Salud (OMS)

27 En sentido similar: Expediente N. 04635-2004-PA/TC, fundamento 21.

77
DERECHO A LA SALUD
9

estime que dicho concepto no se limita a asociarlo con la ausencia de enfer-


medad, sino con el reconocimiento de una condición física mental saludable.

El artículo 7 de la Constitución, cuando hace referencia al derecho a la pro-


tección de la salud, reconoce el derecho de la persona de alcanzar y pre-
servar un estado de plenitud física y psíquica. Por ende, tiene el derecho de
que se le asignen medidas sanitarias y sociales relativas a la alimentación,
vestido, vivienda y asistencia médica, correspondiente al nivel que lo permi-


ten los recursos públicos y la solidaridad de la comunidad.

Pe
Dicho derecho debe ser abordado en tres perspectivas, a saber: la salud de
cada persona en particular, dentro de un contexto familiar y comunitario.
Por lo expuesto, los servicios públicos de salud cobran vital importancia en
una sociedad, pues de ellos depende no solo el logro de mejores niveles de

el
vida de las personas, sino que incluso en la eficiencia de su prestación está
en juego la vida y la integridad de los pacientes.

ld
Tribunal Constitucional del Perú. Caso José Luis Correa Condori contra el Ministerio
de Salud. Sala 2. Expediente 02016-2004-PA/TC. Sentencia publicada en el portal
web del Tribunal Constitucional el 08 de abril de 2005.

na
29. La salud puede ser entendida como el funcionamiento armónico del organis-
mo, tanto en el aspecto físico como psicológico del ser humano. Es evidente
io
que, como tal, constituye una condición indispensable para el desarrollo y
un medio fundamental para alcanzar el bienestar individual y colectivo.
uc

Así, la salud supone el goce del normal desarrollo funcional de nuestro or-
ganismo; en tal sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pre-
tit

cisado que dicho concepto no se limita a la ausencia de enfermedad, sino al


reconocimiento de una condición física mental saludable.
ns

El artículo 7° de la Constitución, cuando hace referencia al derecho a la


protección de la salud, reconoce el derecho de la persona de alcanzar y pre-
servar un estado de plenitud física y psíquica. Por ende, tiene el derecho de
Co

que se le asignen medidas sanitarias y sociales relativas a la alimentación,


vestido, vivienda y asistencia médica, correspondiente al nivel que lo permi-
ten los recursos públicos y la solidaridad de la comunidad.
al

La salud de una persona debe ser abordada en tres perspectivas, a saber:


del individuo en particular, dentro de su contexto familiar y en un contexto
un

comunitario.

Por lo expuesto, los servicios públicos de salud cobran vital importancia en


una sociedad, pues de ellos depende no sólo el logro de mejores niveles de
ib

vida de las personas, sino que incluso en la eficiencia de su prestación está


en juego la vida y la integridad de los pacientes.
Tr

Tribunal Constitucional del Perú. Caso R.J.S.A. contra el Seguro Social de Salud del
Perú (ESSALUD). Sala 2. Expediente 03081-2007-PA/TC. Sentencia publicada en el
portal web del Tribunal Constitucional el 30 de enero de 200828.

28 La recurrente interpone demanda de amparo a fin de que se deje sin efecto la orden de alta de su hija, quien
padece de esquizofrenia paranoide, alegando que dicha orden vulnera su derecho a la salud. Tras el análisis

78
RELACIÓN DEL DERECHO A LA SALUD CON OTROSDERECHOS Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES
9

20. En este orden de ideas, el Tribunal Constitucional considera que la salud


puede ser enfocada desde tres perspectivas: a) individual, b) familiar y c)
en un contexto comunitario o colectivo. Este último aspecto -el comunitario
o colectivo- trae como consecuencia directa que su exigibilidad se vea con-
dicionada a aspectos presupuestales. En el caso “Azanca Alhelí” el Tribunal
lo puso de relieve:
“(…) 32. Como se ha señalado anteriormente, los derechos sociales, como


la salud pública, no pueden ser exigidos de la misma manera en todos los
casos, pues no se trata de prestaciones específicas, en tanto dependen de

Pe
la ejecución presupuestal para el cumplimiento de lo exigido, lo contra-
rio supondría que cada individuo podría exigir judicialmente al Estado un
puesto de trabajo o una prestación específica de vivienda o salud en cual-
quier momento.”

el
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Ramón Medina Villafuerte contra el Seguro

ld
Social de Salud del Perú (ESSALUD). Sala 1. Expediente 02480-2009-PA/TC. Sen-
tencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 10 de febrero de
2009.

na
La protección de la salud mental y la familia

18. Así las cosas, este Tribunal considera que también la responsabilidad de
io
proteger y garantizar la salud mental de los enfermos psíquicos recae sobre
la familia, por ser la más apropiada para brindar apoyo, protección y cariño.
uc
La familia cumple un papel fundamental en el tratamiento del paciente, pues
su apoyo, protección y cariño puede permitir que el paciente se reincorpore
a la sociedad y recupere su estado pleno de salud mental. En este contexto,
tit

la familia también asume una posición de garante, pues es las más indicada
para activar los servicios de salud a favor de sus familiares afectados con
trastornos mentales.
ns

19. Sin embargo, la obligación de la familia de atender y participar del trata-


miento, no es absoluta y está sujeta a la capacidad económica, física y emo-
Co

cional. El no evaluar esas condiciones implicaría dejar a la deriva el cuidado


y la responsabilidad, que recae en el Estado, de proteger a las personas
con discapacidad mental como sujetos de especial protección. Por ello en
ausencia de la familia y en virtud del principio de solidaridad, será el Estado
al

y la sociedad los encargados de proteger el derecho a la salud mental de las


personas con discapacidad mental.
un

20. Por estas razones, en cada caso concreto, el juez evaluará y determinará
si el tratamiento prescrito puede practicarse con la participación de la fa-
ib

milia, siempre y cuando ella cuente con las características anteriormente


mencionadas. Y en caso que no, se deberá acudir al principio de solidaridad
para que el Estado sea quien garantice la efectiva protección del derecho a
Tr

la salud mental del afectado. Ello porque el principio de solidaridad es un


deber social que exige, a todas las personas que integran una sociedad, que
colaboren para beneficiar y apoyar a otros individuos que se encuentren en
una condición de debilidad manifiesta.

constitucional, el Tribunal declaró fundada la demanda, dejando sin efecto el informe de alta, al reconocer la
necesidad de que se le brinde a la paciente las atenciones médicas necesarias.

79
DERECHO A LA SALUD
9

Tribunal Constitucional del Perú. Caso Segundo Cervantes Colchado contra el Di-
rector General del Hospital Militar Central y otro. Pleno. Expediente 03691-2016-
PA/TC. Sentencia 678/2021. Publicada en el portal web del Tribunal Constitucional
el 14 de julio de 2021.

13. Los servicios públicos de salud cobran vital importancia en la sociedad, pues
de su prestación eficiente depende la vida e integridad de los pacientes.
Cabe agregar que la cobertura de dicho atributo no solo abarca el ámbito


estrictamente individual, sino que también se extiende al entorno familiar
e, incluso, al comunitario por tratarse de un bien que trasciende la órbita

Pe
personal.

el
ld
na
io
uc
tit
ns
Co
al
un
ib
Tr

80
EL DERECHO A LA SALUD Y GRUPOS EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD
9

EL DERECHO A LA SALUD Y GRUPOS


EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD

Pe
1. Tutela preferente del derecho a la salud

el
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Pablo Miguel Fabián Martínez y otros contra
el Ministerio de Salud y otros. Sala 2. Expediente 02002-2006-PC/TC. Sentencia

ld
publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 27 de junio de 2006.

17. De ello se desprende que, la protección del derecho a la salud se relaciona

na
con la obligación por parte del Estado de realizar todas aquellas acciones
tendentes a prevenir los daños a la salud de las personas, conservar las
condiciones necesarias que aseguren el efectivo ejercicio de este derecho,
io
y atender, con la urgencia y eficacia que el caso lo exija, las situaciones de
afectación a la salud de toda persona, prioritariamente aquellas vinculadas
uc
con la salud de los niños, adolescentes, madres y ancianos, entre otras.

2. Grupos de especial protección


tit

2.1. Personas con VIH-SIDA


ns

Tribunal Constitucional del Perú. Caso Azanca Alhelí Meza García contra el Minis-
terio de Salud. Sala 2. Expediente 02945-2003-PA/TC. Sentencia publicada en el
Co

portal web del Tribunal Constitucional el 12 de julio de 2004.

1. El objeto de la presente demanda es que el Estado peruano otorgue atención


médica integral a la recurrente mediante la provisión constante de medica-
mentos necesarios para el tratamiento del VIH/SIDA, así como la realización
al

de los exámenes periódicos y pruebas de CD4 y carga viral que el médico


tratante disponga.
un

[…]

22. Es innegable que en el caso de las personas diagnosticadas con VIH/SIDA y


ib

que padecen de la enfermedad, se carece de realismo al reconocerles algún


estado de libertad o autonomía personal cuando la falta de recursos econó-
Tr

micos –como en el caso de la recurrente– no les permite costear su trata-


miento y conllevar las implicancias de esta enfermedad con dignidad. Única-
mente mediante un tratamiento adecuado y continuo pueden reducirse las
manifestaciones no solo físicas, sino psicológicas de la enfermedad, logran-
do que en muchos casos el normal desenvolvimiento de las actividades del
paciente no se vea afectado en un lapso de tiempo mayor que en aquellos
casos donde la asistencia médica es casi nula. Es en este último caso don-
de la dignidad, la libertad y la autonomía de la persona se ven afectadas a

81
DERECHO A LA SALUD
9

consecuencia del deterioro de la salud y riesgo de vida del paciente, ornando


a estos individuos en una suerte de parias sociales, lo que de ninguna ma-
nera puede ser admitido desde el punto de vista constitucional.

[…]

45. La inversión social en casos como el de autos no se restringe a la atención


de la persona ya infectada con VIH/SIDA, buscando paliar los efectos de la


enfermedad, de modo tal que dicho individuo continúe aportando social-
mente a través de sus capacidades, sino que se debe contar con un enfoque

Pe
mayor en la etapa de prevención de la enfermedad, mediante programas de
educación sexual e información pública sobre las consecuencias que genera
la enfermedad, tanto en la persona como en la sociedad.

[…]

el
50. De este modo, este Tribunal concluye concediendo protección jurídica a un

ld
derecho social, como lo es el derecho a la salud, pues en este caso en par-
ticular se han presentado las condiciones que así lo ameritan.

na
Este pronunciamiento a favor de la recurrente se fundamenta no solo por la
afectación potencial del derecho fundamental a la vida, sino por razones
fundadas en la propia legislación de la materia que ha dispuesto los cauces
io
para la máxima protección de los enfermos de SIDA, mediante la promul-
gación de la Ley N° 28243, que modifica la Ley N.° 26626; más aún cuando
actualmente se viene promocionando una campaña de tratamiento gratuito
uc

de antirretrovirales para pacientes en condiciones de extrema pobreza, en


cuyo grupo debe ser considerada la recurrente, toda vez que cuenta a su
tit

favor con una medida cautelar otorgada por la Comisión Interamericana de


Derechos Humanos (fojas 23-75 del cuadernillo del Tribunal).
ns

La provisión de tratamiento para los enfermos de VIH/SIDA según


la legislación nacional
Co

46. La Constitución de 1993, en sus artículos 7° y 9°, establece que todos tie-
nen derecho a la protección de su salud, la del medio familiar y la de la co-
munidad, así como el deber de contribuir a su promoción y defensa, siendo
responsabilidad del Estado determinar la política nacional de salud, al igual
al

que normar y supervisar su aplicación.

47. Mediante la Ley de Desarrollo Constitucional N.° 26626 se encargó al Minis-


un

terio de Salud la elaboración del Plan Nacional de Lucha contra el VIH/SIDA


y las enfermedades de transmisión sexual. En esta ley se establecen los
principios que rigen el Plan de Lucha, destacando, entre ellos, el artículo 7°
ib

de la referida norma, en cuyo texto se reconoce a toda personas con VIH/


SIDA el derecho a la atención integral y la prestación previsional que el caso
Tr

requiera.
Tribunal Constitucional del Perú. Caso José Luis Correa Condori contra el Ministerio
de Salud. Sala 2. Expediente 02016-2004-PA/TC. Sentencia publicada en el portal
web del Tribunal Constitucional el 08 de abril de 2005.

21. Es innegable que en el caso de las personas diagnosticadas con VIH/SIDA y


que padecen de la enfermedad, se carece de realismo al reconocerles algún

82
EL DERECHO A LA SALUD Y GRUPOS EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD
9

estado de libertad o autonomía personal, cuando la falta de recursos econó-


micos –como en el caso del recurrente– no le permite costear su tratamien-
to y sobrellevar las implicancias de esta enfermedad con dignidad.

Únicamente mediante un tratamiento adecuado y continuo pueden atenuar-


se las manifestaciones no solo físicas, sino psicológicas de la enfermedad,
logrando que en muchos casos el normal desenvolvimiento de las activida-
des del paciente no se vea afectado en un lapso de tiempo mayor que en


aquellos casos donde la asistencia médica es casi nula. Es en este último
caso donde la dignidad, la libertad y la autonomía de la persona se ven afec-

Pe
tadas a consecuencia del deterioro de la salud y riesgo de vida del paciente,
convirtiendo a estos individuos en una suerte de parias sociales, lo que de
ninguna manera puede ser admitido desde el punto de vista constitucional.

el
[…]

28. El recurrente sostiene que es obligación del Estado brindarle el tratamiento

ld
integral del SIDA -enfermedad que se le diagnosticó en el año 2002- invo-
cando lo dispuesto en los artículos 7° y 9° de la Constitución, y desarrollado
en el artículo 7° de la Ley N.° 26626, Ley del Plan Nacional de Lucha contra

[…]
el SIDA.

na
io
30. Es evidente que, en el caso del recurrente, su grave estado de salud com-
promete su propia vida, pues conforme se aprecia de los documentos infor-
uc

mativos anexados a los autos, para que se diagnostique SIDA, el contenido


de CD4 (Defensas) en la sangre debe ser inferior a 100 mm3, observándose
tit

que, en su caso, el nivel de CD4 se encuentra por debajo del referido pro-
medio (fojas 9 a 12), lo que, por las características de esta enfermedad,
representa un riesgo para el paciente de contraer cualquier otra enferme-
ns

dad adicional, ya que el organismo no cuenta con defensas suficientes para


autoprotegerse.
Co

[…]

40. En tal sentido, dadas las dificultades para la provisión de medicinas esen-
ciales para el tratamiento de enfermedades como el VIH/SIDA, es recomen-
al

dable que el Estado peruano, dentro de su política de salud concerniente


a la prevención y protección contra el SIDA, y como sujeto de derechos y
un

deberes como país miembro de la OMC, utilice el máximo de provisiones y


medidas mediante una interpretación flexible del tratado sobre protección
a la propiedad intelectual, claro está, dentro de los márgenes establecidos
ib

en el acuerdo del DORA, que le permitan el cumplimiento de los objetivos


trazados en su política de salud.
Tr

[…]

44. La inversión social en casos como el de autos no se restringe a la atención de


la persona ya infectada con VIH/SIDA, buscando paliar los efectos de la en-
fermedad, de modo tal que dicho individuo continúe aportando socialmente
a través de sus , capacidades, sino que se debe contar con una atención
mayor en la etapa de prevención de la enfermedad, mediante programas de

83
DERECHO A LA SALUD
9

educación sexual e información pública sobre las consecuencias que genera


la enfermedad, tanto en la persona como en la sociedad.

La provisión de tratamiento para los enfermos de VIH/SIDA según


la legislación nacional

45. La Constitución de 1993, en sus artículos 7° y 9°, establece que todos tie-
nen derecho a la protección de su salud, tanto en el medio familiar como


en el de la comunidad, así como el deber de contribuir a su promoción y
defensa, siendo responsabilidad del Estado determinar la política nacional

Pe
de salud, al igual que normar y supervisar su aplicación.

46. Mediante la Ley de Desarrollo Constitucional N.°26626, se encargó al Mi-


nisterio de Salud la elaboración del Plan Nacional de Lucha contra el VIH/
SIDA y las enfermedades de transmisión sexual. En esta ley se establecen

el
los principios que rigen el Plan de Lucha, destacando, entre ellos, el artículo
7° de la referida norma, en cuyo texto se reconoce a toda persona con VIH/

ld
SIDA el derecho a la atención integral y a la prestación previsional que el
caso requiere.

na
[…]

49. De este modo, este Tribunal concluye que cabe conceder protección jurídica
io
a un derecho social, como es el derecho a la salud, pues en este caso en
particular se han presentado las condiciones que así lo ameritan.
uc

Este pronunciamiento a favor del recurrente se justifica no sólo por la afec-


tación potencial del derecho fundamental a la vida, sino por razones funda-
das en la propia legislación de la materia, que ha dispuesto las previsiones
tit

para la máxima protección de los enfermos de SIDA, mediante la promul-


gación de la Ley N.° 28243, que modifica la Ley N.°26626; más aún cuando
ns

actualmente se viene promocionando una campaña de tratamiento gratuito


de antirretrovirales para pacientes en condiciones de pobreza o necesidad,
en cuyo grupo debe ser considerado el recurrente.
Co

2.2. Trabajadores

2.2.1. Trabajadores mineros


al

Tribunal Constitucional del Perú. Caso Sindicato de Trabajadores de Toquepala


un

contra la Empresa Southern Perú Copper Corporation. Sala 2. Expediente 04635-


2004-PA/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 29
de abril de 2006.
ib

31. Para este Colegiado son manifiestas las especiales condiciones de riesgo
para la salud y la seguridad que comporta el trabajo en las minas del Perú y
Tr

que, indudablemente, no se dan en otros sectores laborales de nuestro país.


En efecto, las condiciones laborales descritas para el trabajo en las minas,
entre las que destacan laborar en altura (esfuerzo físico mayor), horario de
trabajo diario por encima del máximo ordinario (8 horas), que requiere tam-
bién más trabajo físico e impide un descanso diario adecuado, aunadas a
una dieta alimenticia deficiente y a una exposición permanente a sustancias
tóxicas (acumulación de polvos minerales en los pulmones) […], que deter-
mina una mayor predisposición a contraer alguna de las 30 enfermedades

84
EL DERECHO A LA SALUD Y GRUPOS EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD
9

profesionales a que están expuestos los trabajadores mineros, constituyen


factores de riesgo que reducen ostensiblemente su esperanza de vida.

[…]

34. Atendiendo a ello, es indispensable desarrollar medidas, a cargo del Estado,


de las empresas mineras, de los sindicatos y los propios trabajadores, que
permitían prevenir y disminuir, lo más que se pueda, la adquisición de este


tipo de enfermedades. Por lo demás, la obligación de prevenir tales enfer-
medades se encuentra reconocida en el inciso c) del numeral 2) del artículo

Pe
12.º del Pacto Internacional de los derechos económicos, sociales y cultu-
rales y en el inciso d) numeral 2) del artículo 10.º del Protocolo Adicional a
la Convención Americana sobre derechos humanos en materia de derechos
económicos, sociales y culturales.

el
2.2.2. Trabajadores de construcción civil

ld
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Miguel Wender del Castillo Rodríguez con-
tra la Oficina de Normalización Previsional (ONP) Sala 1. Expediente 06759-

na
2005-PA/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el
24 de octubre de 2006.29

3. El segundo párrafo del artículo 38 del Decreto Ley 19990 estableció la posi-
io
bilidad de adelantar la edad de jubilación hasta en cinco años para aquellos
grupos de trabajadores que realizan labores en condiciones particularmente
uc

penosas o que implican un riesgo para la vida o la salud proporcionalmente


creciente a la mayor edad de los trabajadores.
tit

4. En ese sentido, el Decreto Supremo 018-82-TR, del 22 de julio de 1982,


considerando que las labores de los trabajadores del sector de construcción
civil, por su naturaleza y características, entrañan un permanente riesgo
ns

para la salud y la vida (…), con el consiguientemente mayor desgaste físico


en relación con otras actividades, (…) justificó un tratamiento de excepción
Co

para el beneficio de la jubilación.

[…]

6. Atendiendo a las categorías mencionadas y, sobre todo, a las labores que


al

realizan quienes se encuentran comprendidos en ellas, se advierte que,


efectivamente, el mayor esfuerzo físico en la actividad desarrollada es de-
un

terminante para la calificación como trabajador del sector de construcción


civil.
ib

2.3. Niños, niñas y mujeres gestantes


Tribunal Constitucional del Perú. Caso Pablo Miguel Fabián Martínez y otros contra
Tr

el Ministerio de Salud y otros. Sala 2. Expediente 02002-2006-PC/TC. Sentencia


publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 27 de junio de 2006.

29 El demandante interpone un proceso de amparo con el objetivo de que se declaren inaplicables las resolu-
ciones que le denegaron su pensión de jubilación arreglada al régimen de construcción civil. El Tribunal, tras
determinar que al recurrente no se le ha comprendido en el régimen especial de jubilación de los trabajadores
de construcción civil, puesto que desempeñó como técnico laboralista, declaró infundada la demanda.

85
DERECHO A LA SALUD
9

60. En el caso concreto de la población de la ciudad de La Oroya, sobre todo de


los niños y mujeres gestantes, ocurre que desde 1999, año en que se rea-
lizaron los primeros estudios que determinaron la existencia de población
contaminada con plomo en la sangre, hasta la actualidad, han transcurrido
más de 7 años sin que el Ministerio de Salud implemente un sistema de
emergencia que proteja, recupere y rehabilite la salud de la población afec-
tada. Por ello, cabe preguntarse: ¿cuánto más se debe esperar para que el


Ministerio de Salud cumpla su deber de dictar las medidas indispensables e
inmediatas para que se otorgue atención médica especializada a la pobla-
ción de La Oroya cuya sangre se encuentra contaminada con plomo?

Pe
61. El mandato contenido en las referidas disposiciones, cuyo cumplimiento es
responsabilidad del Ministerio de Salud, se encuentra indisolublemente liga-
do a la protección del derecho fundamental a la salud de los niños y mujeres

el
gestantes de La Oroya, cuya sangre se encuentra contaminada con plomo,
tal como se ha acreditado en autos. No es válido sostener que la protección

ld
de este derecho fundamental, por su dimensión de derecho social, deba
inferirse en el tiempo a la espera de determinadas políticas de Estado. Tal
protección debe ser inmediata, pues la grave situación que atraviesan los

na
niños y mujeres gestantes contaminados, exige del Estado una intervención
concreta, dinámica y eficiente, dado que, en este caso, el derecho a la salud
se presenta como un derecho exigible y, como tal, de ineludible atención.
io
Por tanto, debe ordenarse al Ministerio de Salud que, en el plazo de 30 días,
implemente un sistema de emergencia para atender la salud de la personas
uc

contaminadas con plomo, en el caso de la ciudad de La Oroya, a efectos de


lograr su inmediata recuperación.
tit

[…]

67. Si bien la declaración de estados de alerta debe realizarse después de un


ns

proceso de evaluación en el que se haya concluido que existe exceso o se


pronostique exceder severamente la concentración de contaminantes del
aire, en el presente caso ha transcurrido en exceso un plazo razonable para
Co

que el Ministerio de Salud pueda realizar las acciones pertinentes para pro-
teger la salud de los pobladores de la ciudad de La Oroya, en especial de
los niños y madres gestantes, teniendo en cuenta que el Decreto Supremo
074-2001-PCM fue publicado el 24 de junio de 2001.
al

[…]
un

72. Asimismo, en la parte referida a las obligaciones de la empresa Doe Run Perú,
se determina como actuaciones prioritarias aquellas destinadas a “brindar
apoyo logístico [...]”, “realizar los análisis químicos de las muestras biológi-
ib

cas y ambientales [...]’’, “realizar campañas educativas y de prevención que


incluyan estrategias en la búsqueda de cambios de comportamiento de la
Tr

población de la zona, con la finalidad de disminuir realmente los niveles de


intoxicación de la población y que esta adquiera estilos de vida saludable,
protegiendo a los niños y a los madres gestantes”, entre otras.

73. Sobre el particular, este Colegiado considera que, si bien en la labor de aten-
ción de la salud de la población es importante una actuación conjunta entre
el Ministerio de Salud y empresas privadas, ante situaciones de grave alte-
ración de la salud como la contaminación por plomo en sangre, como sucede

86
EL DERECHO A LA SALUD Y GRUPOS EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD
9

en el caso de los niños y mujeres gestantes de la ciudad de La Oroya, el


Ministerio de Salud, dada su condición de ente rector del sector Salud, es el
principal responsable de la recuperación inmediata de la salud de los pobla-
dores afectados, debiendo priorizarse a los niños y las mujeres gestantes.
En consecuencia, teniendo en cuenta que, conforme se ha acreditado en los
parágrafos precedentes, existe exceso de concentración de contaminantes
en el aire de la ciudad de La Oroya, debe ordenarse al Ministerio de Salud


la realización de todas las acciones dirigidas a declarar el estado de alerta,
conforme lo dispone el artículo 23 el Decreto Supremo 074-2001-PCM, de
modo tal que se establezcan medidas inmediatas con el propósito de dismi-

Pe
nuir el riesgo de salud en esta localidad.

[…]

el
HA RESUELTO

Declarar FUNDADA en parte la demanda de cumplimiento presentada por

ld
Pablo Miguel Fabián Martínez y otros; en consecuencia:
1. Ordena que el Ministerio de Salud, en el plazo de treinta (30) días, im-

na
plemente un sistema de emergencia para atender la salud de la personas
contaminadas por plomo en la ciudad de La Oroya, debiendo priorizar la
atención médica especializada de niños y mujeres gestantes, a efectos de
io
su inmediata recuperación, conforme se expone en los fundamentos 59 a
61 de la presente sentencia, bajo apercibimiento de aplicarse a los res-
uc
ponsables de las medidas coercitivas establecidas en el Código Procesal
Constitucional.
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Ruth Soledad Muñoz Santiváñez contra la
tit

Superintendencia Nacional de Aseguramiento en Salud. Pleno. Expediente 03601-


2014- PA/TC. Sentencia 535/2020. Publicada en el portal web del Tribunal Consti-
ns

tucional el 19 de octubre de 2020.30 Ponente: magistrada Ledesma Narváez.

8. En ese sentido, la Constitución de 1993, además de la cláusula general de


Co

no discriminación que se regula en el artículo 2.2, contiene distintas dispo-


siciones direccionadas a tutelar de manera especial determinados derechos
de la mujer.

Así, el artículo 4 reconoce que “La comunidad y el Estado protegen espe-


al

cialmente al niño, al adolescente, a la madre y al anciano en situación de


abandono”. De ello se desprende que nuestro texto constitucional otorga
un

una tutela reforzada a las mujeres que sean madres o que estén por serlo,
como ocurre particularmente en el caso de las mujeres gestantes. Evidente-
mente, la especial tutela que se brinda a nivel constitucional tiene estrecha
ib
Tr

30 La demandante promovió el proceso de amparo solicitando que se deje sin efecto el despido del que fue
víctima, que cesen los actos discriminatorios en su condición de embarazada, y que, consecuentemente, se
ordene su reposición laboral toda vez que se dispuso no renovar su contrato administrativo de servicios por
encontrarse en estado de gestación. Si bien es cierto la demanda de amparo fue declarada improcedente por
el Tribunal Constitucional, ello, no se debió a que la vulneración invocada haya sido desvirtuada, sino a que
dada su condición de trabajadora del régimen especial del contrato administrativo de servicios de la deman-
dante, cuyo régimen de protección es la indemnización, correspondía que los autos sean reconducidos al juez
ordinario laboral a efectos de que se tramite la pretensión de pago de indemnización del artículo 10 in fine del
Decreto Legislativo 1057.

87
DERECHO A LA SALUD
9

conexión con la vulnerabilidad física y psíquica que se presenta a lo largo


del embarazo, la cual expone a la mujer a distintos riesgos. Como ha pre-
cisado la Organización Internacional del Trabajo, [e]l embarazo, el parto y
el puerperio constituyen tres fases en la vida reproductiva de una mujer en
las que existen riesgos específicos para la salud, susceptibles de necesitar
medidas de protección especiales en el lugar de trabajo. Reconocer y abor-
dar los peligros puede reducir en gran medida los riesgos específicos para la


salud, mejorar la probabilidad de un resultado satisfactorio del embarazo y
establecer una base para el desarrollo saludable [de la criatura] [Organiza-
ción Internacional del Trabajo. Proteger el futuro: Maternidad, paternidad y

Pe
trabajo, pág. 4]

[…]

el
11. Sin embargo, esta tutela reforzada también se fundamenta en la protec-
ción del nasciturus. Al respecto, el Tribunal nota que, por ejemplo, cuando

ld
una madre gestante o en período de lactancia es separada de su centro de
labores, ello no solo le impide obtener los recursos económicos propios de
una remuneración, sino que, además, se le priva de la posibilidad de utilizar

na
los seguros que brindan los empleadores, así como cualquier otro beneficio
que pueda obtenerse en un centro de trabajo, lo cual tiene una incidencia
potencial en la salud del concebido o del hijo recién nacido. De esta forma,
io
existe una tutela reforzada, la cual se funda en la especial situación de la
madre y la necesidad de tutelar los derechos del menor. Como ha precisado
uc
la Organización Internacional del Trabajo (OIT), “la importancia que tiene el
trabajo remunerado en la vida de la mayoría de los adultos en la sociedad
hace que la intersección entre la maternidad y el trabajo sea un elemen-
tit

to central particularmente decisivo en los esfuerzos por conseguir mejoras


tanto de salud como de igualdad” [Organización Internacional del Trabajo.
La maternidad en el trabajo. Examen de la legislación nacional. Segunda
ns

Edición, Año 2010, página V].


Co

2.4. Adolescentes
Tribunal Constitucional. Caso diez mil seiscientos nueve ciudadanos contra el
Congreso de la República (artículo 1º de la Ley 28704, que modifica el artículo
173º, inciso 3 del Código Penal sobre el delito de violación sexual contra víctima
al

entre 14 y 18 años de edad). Pleno. Expediente 00008-2012-PI/TC. Sentencia


publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 7 de enero de 2013.31
un

82. El Tribunal Constitucional debe controlar si la disposición penal cuestionada


constituye una intervención injustificada en el ámbito constitucionalmente
ib

protegido de los derechos a no ser privados de información, a la salud y a


la intimidad, para lo cual se utilizará el examen escalonado de control de las
Tr

restricciones a los derechos fundamentales. […]

31 Los demandantes alegaban que la modificación al artículo 173 del Código Penal era incompatible con los dere-
chos fundamentales de los adolescentes al libre desarrollo de la personalidad, a la salud (salud sexual y repro-
ductiva), entre otros. Por tanto, solicitaban la inconstitucionalidad de la citada disposición legal y que se dejara
sin efecto la penalización de todo acto sexual consentido ocurrido entre personas adolescentes de 14 a 18
años. El Tribunal Constitucional estimó la demanda de inconstitucionalidad haciendo principalmente la preci-
sión que los efectos de la sentencia no generaba derechos de excarcelación para los procesados y condenados
por violencia, agresión o abuso sexual contra menores de edad entre 14 años a menos de 18.

88
EL DERECHO A LA SALUD Y GRUPOS EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD
9

85. […] Es claro que algunas de las más importantes manifestaciones del dere-
cho a la salud se relacionan con el ámbito sexual y reproductivo, es decir,
con aquellas propiedades, entre otras, que permiten al hombre y a la mujer
el ejercicio normal de su actividad sexual, la protección de su integridad
física y psíquica, la autoderminación en cuanto a las posibilidades de repro-
ducción, la atención médica prenatal y posnatal (atenciones de salud que
permitan los embarazos y los partos sin riesgos independientemente de su


condición social o ubicación geográfica), así como, relacionado con los dere-
chos a la información y a la educación, el acceso rápido y eficaz a informa-
ción y educación sexual. […]

Pe
92. Al respecto, el Tribunal Constitucional considera que dicho contenido pro-
hibitivo no constituye una intervención en el ámbito prima facie de los de-
rechos fundamentales de los menores de edad entre 14 años a menos de

el
18 a no ser privados de información, a la salud y a la intimidad, pues la
impugnada disposición penal no limita o restringe el derecho de estos me-

ld
nores (sujetos pasivos) pues: i) con relación al derecho a la información,
no impide a dichos menores acercarse libremente a los establecimientos de
salud para solicitar información vinculada a la actividad sexual, ni impide al

na
Ministerio de Salud, entre otros órganos estatales, cumplir con su obligación
de establecer sistemas de información eficaces dirigidos a los adolescentes
sobre las posibilidades, desarrollo y consecuencias de la actividad sexual;
io
ii) con relación a su derecho a la salud, la disposición penal cuestionada no
restringe el derecho a una atención oportuna en caso de gestación temprana
uc

o a atención prenatal, tal como lo sostienen los demandantes; y, iii) con re-
lación al derecho a la intimidad (vida privada) de los menores de edad entre
14 años a menos de 18 -como sujetos pasivos de la conducta sancionable,
tit

no se aprecia en qué medida la prohibición que contiene la disposición penal


cuestionada tiene incidencia sobre la reserva y privacidad de hecho o actos
ns

que forman parte de la intimidad de aquellos, y cuya divulgación por otros


puede aparejar algún daño, o que se dirija a los médicos o profesionales de
salud y los obligue a realizar denuncias.
Co

93. Conforme a lo expuesto, el Tribunal Constitucional estima que en el presente


caso no se ha acreditado que el artículo 173, inciso 3), del Código Penal,
modificado por la Ley N.° 28704, vulnere los derechos a la información, a la
al

salud y a la intimidad de los adolescentes.


un

2.5. Personas privadas de la libertad


Tribunal Constitucional del Perú. Caso Juan Islas Trinidad y otros contra el Ministe-
rio de Justicia y otros. Pleno. Expediente 01429-2002-PHC/TC. Sentencia publicada
ib

en el portal web del Tribunal Constitucional el 11 de febrero de 2003.


Tr

15. Se trata, ahora, de abordar el derecho a la salud, en particular de las per-


sonas que se hallan privadas de su libertad. El derecho a la salud constitu-
ye uno de los derechos constitucionales de mayor importancia, ya que se
vincula estrechamente a otros derechos constitucionales como el derecho a
la vida, a la integridad física y al propio principio de dignidad. Desde luego,
la privación de la libertad no implica, en absoluto, la suspensión o restricción
de otros derechos, en particular del derecho a la salud. En cuanto derecho
constitucional, la salud de las personas recluidas es también una facultad

89
DERECHO A LA SALUD
9

vinculante al Estado. Por esta razón, el artículo 76° del Código de Ejecución
Penal (Decreto Legislativo N.° 654) ha establecido que “El interno tiene
derecho a alcanzar, mantener o recuperar el bienestar física y mental. La
Administración Penitenciario proveerá lo necesario para el desarrollo de las
acciones de prevención, promoción y recuperación de la salud”.

Por lo tanto, los reclusos, como en el caso de los demandantes, tienen un


derecho constitucional a la salud al igual que cualquier persona. Pero, en


este caso, es el Estado el que asume la responsabilidad por la salud de los
internos; hay, pues, un deber de no exponerlos a situaciones que pudieran

Pe
comprometer o afectar su salud. Por esta razón, el Instituto Nacional Pe-
nitenciario, como sector de la administración competente de la dirección y
administración del sistema penitenciario y, en particular la Dirección Regio-
nal de Puno, son responsables de todo acto que pudiera poner en riesgo la

el
salud de los demandantes y debe, en consecuencia, proporcionar una ade-
cuada y oportuna atención médica. Asimismo, ante esta situación, el Estado

ld
debe tomar las acciones apropiadas para el cese de la situación peligrosa, la
que exige, en principio, el traslado inmediato de los internos cuyo precario
estado de salud, clínicamente comprobado, no permita que continúen en el

na
centro penitenciario en el que se encuentran recluidos.
Tribunal Constitucional del Perú. Caso Juan Genaro Salazar Gamero y otro contra
io
el Director del Instituto Penitenciario de Ica y otro. Pleno. Expediente 01811-2020-
PHC/TC. Sentencia 629/2021. Publicada en el portal web del Tribunal Constitucio-
nal el 16 de julio de 202132. Ponente: magistrado Miranda Canales.
uc

1. En la demanda se solicita la excarcelación temporal de los favorecidos, quie-


nes se encuentran cumpliendo condena en el Establecimiento Penitenciario
tit

de Ica; se alega que las condiciones carcelarias, el hacinamiento y las en-


fermedades preexistentes que padecen los favorecidos agudizan el posible
ns

riesgo a sus derechos a la salud, integridad y a la vida, como consecuencia


de la Covid-19.
Co

[...]

4. En esa línea, en el Sistema Universal de protección de Derechos Humanos,


el 25 de marzo de 2020, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos, doña Michelle Bachelet, con relación al derecho a la sa-
al

lud de las personas que se encuentran detenidas o recluidas en instalaciones


cerradas, expresó lo siguiente:
un

(…) exhorto a los gobiernos y las autoridades competentes a que proce-


dan con rapidez a fin de reducir el número de reclusos y señaló que varios
ib

países ya habían adoptado medidas positivas al respecto. Las autorida-


des deberían examinar la manera de poner en libertad a los individuos
Tr

32 El recurrente interpone demanda de hábeas corpus a fin de que se ordene la excarcelación de los favorecidos
y se determine si el Penal de Abancay garantiza las condiciones mínimas que garanticen su vida, integridad y
salud, señalando que el hacinamiento carcelario ha agravado las consecuencias de la emergencia sanitaria. Al
respecto, alega la vulneración de los derechos a la integridad personal, a la vida y a la salud de los favoreci-
dos. El Tribunal Constitucional declaró improcedente la demanda sobre el pedido de excarcelación e infundada
en los demás extremos, al no encontrarse vulnerados los derechos alegados por el recurrente.

90
EL DERECHO A LA SALUD Y GRUPOS EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD
9

especialmente vulnerables al COVID-19, entre otros a los presos de más


edad y los enfermos, así como a los detenidos menos peligrosos.

5. Por su parte, en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, la Co-


misión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) adoptó la Resolución
01/2020: “Pandemia y Derechos Humanos en las Américas”. Dentro de las
diversas recomendaciones que formuló a los Estados, destaca la siguiente:
(…)


45. Adoptar medidas para enfrentar el hacinamiento de las unidades de
privación de la libertad, incluida la reevaluación de los casos de prisión pre-

Pe
ventiva para identificar aquéllos que pueden ser convertidos en medidas
alternativas a la privación de la libertad, dando prioridad a las poblaciones
con mayor riesgo de salud frente a un eventual contagio del COVID-19,

el
principalmente las personas mayores y mujeres embarazadas o con hijos
lactantes.

ld
[...]

7. En la misma línea, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con fecha

na
9 de abril de 2020, adoptó su Declaración titulada “COVID-19 y Derechos
Humanos: Los problemas y desafíos deben ser abordados con perspectiva
de derechos humanos y respetando las obligaciones internacionales”. En
io
dicha declaración, entre otros puntos, enfatizó lo siguiente:
(…) Dado el alto impacto que el COVID-19 pueda tener respecto a las per-
uc

sonas privadas de libertad en las prisiones y otros centros de detención y


en atención a la posición especial de garante del Estado, se torna necesario
reducir los niveles de sobrepoblación y hacinamiento, y disponer en forma
tit

racional y ordenada medidas alternativas a la privación de la libertad.

8. En síntesis, las recomendaciones exigen que los Estados adopten mecanis-


ns

mos destinados a reducir la sobrepoblación carcelaria, la implementación de


protocolos y otras medidas sobre la base a los diversos factores que sitúan
Co

a la persona en una mayor situación de vulnerabilidad.

[...]

29. Por tanto, se puede advertir que si bien se han implementado las medidas
al

necesarias a fin de prevenir y actuar frente a los casos producto de la Co-


vid-19, dichas medidas fueron tardías en tanto los internos como medida de
un

presión se amotinaron; existió un retraso en el stock de medicamentos; y,


finalmente, se contaba con un número insuficiente de pruebas rápidas y/o
moleculares. En efecto, resulta de vital importancia que las medidas adop-
ib

tadas se implementen de forma célere, pues los lugares cerrados como los
penales son focos masivos de contagio. De allí que resulta importante que el
Tr

MINSA haya considerado a las personas privadas de libertad en la segunda


fase de vacunación, tal como recomienda el experto en reforma penitencia-
ria de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito [...], y la
implementación de medidas adecuadas, de conformidad con la Declaración
conjunta de la UNODC, la OMS, el ONUSIDA y la ACNUDH sobre la Covid-19
en prisiones y otros centros de detención [...].

91
DERECHO A LA SALUD
9

2.6. Personas con discapacidad


Tribunal Constitucional del Perú. Caso Ramón Medina Villafuerte contra el Seguro
Social de Salud del Perú (ESSALUD). Sala 1. Expediente 02480-2009-PA/TC. Sen-
tencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 10 de febrero de
2009.

13. De acuerdo con los artículos constitucionales referidos, es evidente que la


Constitución reconoce a las personas con discapacidad mental como sujetos
de especial protección debido a las condiciones de vulnerabilidad manifiesta
por su condición psíquica y emocional, razón por la cual les concede una

Pe
protección reforzada para que puedan ejercer los derechos que otras perso-
nas, en condiciones normales, ejercen con autodeterminación.

Por consiguiente, la obligación que asume el Estado como garante del de-

el
recho a la salud mental consiste en adoptar las medidas positivas adecua-
das para reducir las desventajas estructurales y dar el trato preferente y

ld
apropiado a las personas con discapacidad mental, a fin de conseguir los
objetivos de su plena participación y readaptación e igualdad dentro de la
sociedad para todas ellas.

na
Tribunal Constitucional del Perú. Caso de los internos del Instituto Nacional de Salud
Mental “Honorio Delgado-Noguchi” contra la Dirección de Adicciones del Instituto
io
de Salud Mental “Honorio Delgado-Noguchi” y otros. Sala 2. Expediente 05842-
2006-PHC/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el
uc
30 de marzo de 2009.

66. Para el caso específico de las personas con discapacidad mental (retraso
mental), existe un deber del Estado de proteger sus derechos, lo que exige
tit

entre otras cosas que ellas cuenten con atención médica y con el tratamiento
físico que requiera su caso; con seguridad económica y con un nivel de vida
ns

decoroso; y con asistencia constante de su familia, todo con el fin de ser tra-
tados como el resto de seres humanos [derechos 2, 4 y 5 de la Declaración
de los derechos del retrasado mental, aprobado por la ONU (AG res. 2856
Co

[XXVI], 26, U.N. GAOR Supp. [No. 29) p. 93, ONU. Doc. A/8429, 1971],
situación especial que no puede ser agravada por el entorno económico y
social [artículo 30 de la Convención lnteramericana para la Eliminación de
Todas las Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad,
al

adoptada con fecha 6 de julio de 1999, en la XXIX Asamblea General de la


OEA].
un

67. Si bien la preservación del derecho a la salud de las personas en general


debe constituirse en una obligación primordial del Estado y de la sociedad, al
ib

tratarse de personas que se encuentran en una situación de discapacidad el


esfuerzo debe redoblarse de modo que tanto los particulares como el Estado
establezcan programas y políticas para atender las necesidades básicas de
Tr

estas personas, asegurando el respeto y la no vulneración de sus derechos


fundamentales [para complementar el sentido de la norma sub exámine se
puede revisar, entre otros, Ley N.º 27050, Ley General de las Personas con
Discapacidad; Declaración de Manila sobre la Legislación concerniente a las
Personas con Discapacidad de los Países en Desarrollo, proclamada en la
11 Conferencia Internacional sobre Legislación concerniente a las personas
con discapacidad, organizada por Rehabilitación Internacional, de 1978 en

92
EL DERECHO A LA SALUD Y GRUPOS EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD
9

Manila, Filipinas; Declaración de Cartagena de Indias sobre Políticas Inte-


grales para las Personas con Discapacidad en el Área Iberoamericana, apro-
bada en la Conferencia lntergubernamental Iberoamericana sobre Políticas
para Personas Ancianas y Personas Discapacitadas, de 1992, Colombia; Re-
solución sobre la Situación de las Personas con Discapacidad en el Conti-
nente Americano, AG/RES.1249(XXlll-0/93); Resolución sobre la Situación
de los discapacitados en el continente americano, AG/RES.1296(XXIV0/94);


Resolución sobre la Situación de los Discapacidad en el Continente Ameri-
cano, AG/RES.1356(XXV-0/95), aprobada en la Novena Sesión Plenaria de
la Organización de Estados Americanos, de 1995; Compromiso de Panamá

Pe
sobre las Personas con Discapacidad en el Continente Americano, aprobado
mediante Resolución de Asamblea General, AG/RES.1369(XXVl-0/96), de
1996; Recomendación sobre la Promoción y Protección de las Personas con

el
Discapacidad Mental, aprobado por la Comisión lnteramericana de Derechos
Humanos en su 111° Período Extraordinario de Sesiones, de 2001; y, De-
claración del Decenio de las Américas por los Derechos y la Dignidad de las

ld
Personas con Discapacidad (2006-2016), aprobada en el Trigésimo Sexto
Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la Organización de
Estados Americanos, de 2006, AG/DEC.50(XXXVl-0/06)]. El desarrollo de la

na
presente sentencia, si bien no está dirigida a este tipo de pacientes, igual
puede extrapolarse, en la medida de lo posible, a su caso.
io
2.7. Personas internadas en centros de salud
uc

Tribunal Constitucional del Perú. Caso de los internos del Instituto Nacional de Salud
Mental “Honorio Delgado-Noguchi” contra la Dirección de Adicciones del Instituto
de Salud Mental “Honorio Delgado-Noguchi” y otros. Sala 2. Expediente 05842-
tit

2006-PHC/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el


30 de marzo de 2009.
ns

78. Los pacientes enfermos sujetos a tratamiento en un EdSM, sobre todo cuan-
do son internados, son plenas personas humanas, con la única limitación
Co

de tener problemas de drogas, alcohol, trastornos mentales y psiquiátri-


cos, condición caracterizada por un deseo incontrolable, con búsqueda y
uso compulsivo de alguna sustancia o ejercicio compulsivo de la actividad
adictiva [Carta remitida por el director general del instituto, como parte del
al

Informe N.º 009-2008-SA-DEIDAE.AD-.- IESM’HD-HN’ (f. 15-b del Cuader-


nillo del TC)]. Tal como fuera señalado en los fundamentos precedentes, no
un

se puede estigmatizar ni denigrar su condición, en vista que el Estado y la


sociedad deben brindar mecanismos de rehabilitación con fines terapéuti-
cos que procuren su desarrollo, bienestar e integridad, ya sea a través de
ib

entidades públicas o de particulares; pero lo que no se puede obviar es que


también están sujetos a control por parte del Estado: “El Estado garantiza
el libre acceso a prestaciones de salud(...), a través de entidades públicas,
Tr

privadas o mixtas. Supervisa asimismo su eficaz funcionamiento” [artículo


11º de la Constitución].

[…]

86. Si bien el ideal es evitar el internamiento del paciente que padece una en-
fermedad mental, cuando ello no sea posible, el tratamiento psiquiátrico que
se brinde no puede escapar a los parámetros de respeto de los derechos

93
DERECHO A LA SALUD
9

fundamentales, lo cual implica que ningún centro de salud mental puede


aplicar métodos que vulneren los derechos de los internados. En el caso de
la libertad personal de la persona con problemas de salud mental, se debe
precisar que dicho derecho solo puede ser afectado a través de medidas
legalmente previstas y rigurosamente acreditadas, consecuentes con las
características del padecimiento y las necesidades del tratamiento; y que
además sean razonables y moderadas en la mayor medida posible, es decir


que eviten el sufrimiento y preserven el bienestar [fundamento 25 del Voto
razonado del juez García Ramírez de la Sentencia de la CIDH en el Caso
Ximenes Lopes vs. Brasil). En tal sentido debe tenerse presente que en los

Pe
casos de internamiento es necesario que se cumpla una serie de requisitos
para evitar la afectación desproporcionada de la libertad individual del en-
fermo mental, pues la regla general, como se verá más adelante, es que el

el
paciente manifieste su consentimiento al momento de ser internado.

[…]

ld
95. Para que una persona pueda consentir su internamiento debe tener pleno
conocimiento de lo que su decisión significa y de las consecuencias que ésta

na
acarrea, exigencia que no se circunscribe al caso de los problemas de sa-
lud mental. Es así como todos los EdS están en la necesidad de informar al
paciente y sus familiares sobre las características del servicio, los aspectos
io
esenciales vinculados con el acto médico, las condiciones económicas de la
prestación y todo término y condición del servicio [artículo 40° de la LGS].
uc
Por tal razón, una exigencia básica que incluye el consentimiento es que
éste debe ser con total conocimiento de causa. Las personas deben conocer
que la información que reciban ha de ser completa y necesaria para una de-
tit

cisión correcta [vid., artículo 15°, inciso f) y g) de la LGS, sobre la base del
artículo 2°, inciso 4) y artículo 65° de la Constitución].
ns

Tribunal Constitucional del Perú. Caso Pedro Gonzalo Marroquín Soto contra el Di-
rector del Instituto Nacional Penitenciario (INPE). Sala 2. Expediente 03426-2008-
PHC/TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 02 de
Co

septiembre de 2010.

35. En efecto, este Tribunal considera que por el particular estado del favoreci-
do, quien se encuentra en una situación de riesgo palpable, toda vez que no
al

recibe tratamiento médico especializado que haga posible la rehabilitación


de su salud mental por estar en un establecimiento de naturaleza distinta a
un

la que sus necesidades exigen de acuerdo con la enfermedad que padece, a


lo que debe agregarse el hecho de que se encuentra alejado de su familia y
de la atención que ésta le pueda brindar, debe ser trasladado e internado de
ib

manera inmediata en un centro hospitalario superando para ello cualquier


imposibilidad material que se presente, a fin de que reciba la atención in-
tegral que requiere su enfermedad, en atención a los fines sobre los cuales
Tr

se basan las medidas de seguridad (internación) y las que se señalan en la


sentencia que dispuso dicha medida. Por lo demás, prolongar la permanen-
cia del favorecido en un lugar que carece de condiciones para el tratamiento
médico especializado de este tipo de dolencias, supondría la agravación de
la violación de sus derechos a la salud mental y a la integridad personal in-
cluso hasta convertirse en irreparable.

94
EL DERECHO A LA SALUD Y GRUPOS EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD
9

2.8. Personas en situación de pobreza y pobreza extrema


Tribunal Constitucional del Perú. Caso 25% del número legal de congresistas de la
República contra el Congreso de la República (artículos 17 y 21 de la Ley 29344,
Marco de Aseguramiento Universal en Salud). Pleno. Expediente 00033-2010-PI/
TC. Sentencia publicada en el portal web del Tribunal Constitucional el 11 de abril
de 2012.


14. Ahora bien, la adopción de medidas orientadas a establecer el acceso equi-
tativo a los servicios de salud no se superpone ni es incompatible con la
obligación de adoptar medidas especiales a favor de los grupos más vulne-

Pe
rables. Como recuerda el artículo 10, inciso f), del Protocolo Adicional sobre
Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Cultu-
rales [también denominado “Protocolo de San Salvador” y que, luego de su

el
ratificación por el Estado peruano, su contenido constituye una parámetro
interpretativo sobre el contenido y los alcances de los derechos económicos,

ld
sociales y culturales], todo Estado se encuentra en el deber de satisfacer las
necesidades de salud de los grupos de más alto riesgo y que por sus condi-
ciones de pobreza sean más vulnerables.

na
15. En la obligación jurídica de brindar a todas las personas un acceso equitativo
a los servicios de salud, entonces, especial preocupación ha de tenerse por
las poblaciones más vulnerables y, entre ellas, las personas calificadas en
io
condición de pobreza y pobreza extrema. Este es un deber que se justifica no
sólo por la especial dificultad de estas personas para acceder por su cuenta
uc

a los servicios de salud, sino por la grave situación a las que estas personas
se enfrentan ante el evento de una enfermedad, lo que puede comprometer,
además de la propia vida, el ejercicio de otros derechos básicos y la propia
tit

posibilidad de superar la condición de pobreza en que se encuentran. Es por


esta razón que el Comité de Derechos Económicos Sociales y Culturales de
ns

la ONU ha firmado, en su Observación General N° 14, que “Los Estados tie-


nen la obligación especial de proporcionar seguro médico y los centros de
atención de la salud necesarios a quienes carezcan de medios suficientes”
Co

(párrafo 19).

2.9. Personas adultas mayores


al

Tribunal Constitucional del Perú. Caso María Chura Arcata contra el Banco de la
Nación. Pleno. Expediente 05157-2014-PA/TC. Sentencia publicada en el portal
un

web del Tribunal Constitucional el 25 de abril de 2017.33

10. Tampoco puede dejarse de lado el hecho de que la vejez, en distintas etapas,
genera un deterioro de la salud de la persona, lo que ha ocasionado que,
ib

tanto para su familia como para la sociedad, se le entienda más como una
Tr

33 La recurrente, quien al momento de la interposición de su demanda de amparo contaba con 85 años de edad,
buscaba que se elimine el límite de edad como criterio para otorgar préstamos bancarios. Consideraba que
tal medida vulneraba su derecho a la igualdad y no discriminación. El Tribunal, en su análisis, abordó la pro-
tección especial que merecen las personas adultas mayores. Asimismo, afirmó que la edad era una categoría
sospechosa y, tras realizar un test de ponderación, concluyó que existían otras medidas menos lesivas para
alcanzar la finalidad de la medida, que era reducir el riesgo de incumplimiento de la operación de financia-
miento. Por tanto, declaró fundada en parte la demanda, pues considerar únicamente la edad de una persona
para denegar el otorgamiento de un crédito supone un trato discriminatorio.

95
DERECHO A LA SALUD
9

carga que como una persona que se encuentra en condiciones de desenvol-


verse de manera autónoma. Esta clase de estereotipos se han condensado
en el contexto de una sociedad en el que las oportunidades no eran las mis-
mas para las personas adultas mayores. La situación es considerablemente
distinta en la actualidad. Se ha empezado a resaltar la idea relativa a su
progresiva autorrealización personal, lo cual no solo se vincula con el diseño
de su proyecto particular de vida, sino también con la posibilidad efectiva de


ser determinantes en la vida de los demás.

[…]

Pe
13. En ese marco, se han promovido la adopción de distintos instrumentos de
derecho internacional que promueven la protección y promoción de los dere-
chos de los adultos mayores. De este modo, en 1991 se adoptaron los “Prin-

el
cipios de las Naciones Unidas en favor de las Personas de Edad”, los cuales
fueron reconocidos por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la

ld
resolución 46/91, de 16 de diciembre de 1991. En esta declaración no solo
se advierte la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra este colec-
tivo, sino que además se resaltan las posibilidades que tienen de participar

na
y contribuir en el desarrollo de las actividades que despliega la sociedad.
De hecho, uno de los principios que se resalta es el de la independencia, el
cual implica que estas personas puedan tener acceso a “alimentación, agua,
io
vivienda, vestimenta y atención de salud adecuados, mediante ingresos,
apoyo de sus familias y de la comunidad y su propia autosuficiencia”.
uc

[…]

19. Como es posible advertir, la expresión “de cualquier otra índole” es una
tit

fórmula adoptada por el constituyente que permite actualizar el contenido


de la Constitución frente al surgimiento de nuevas situaciones de vulnerabi-
ns

lidad. De esta forma, lejos de ser una cláusula numerus clausus, el artículo
2.2 habilita la posibilidad de reconocer e identificar que existen colectivos
que, por su particular situación, ameritan la adopción de medidas especiales
Co

de protección por parte de todo el aparato estatal. En el apartado anterior


se indicaron los elementos que fomentan la vulnerabilidad de las personas
adultas mayores, los cuales radicaban, en esencia, en la asignación de este-
reotipos, la pérdida de la autonomía en la toma de sus propias decisiones y
al

el deterioro en la salud que experimentan.


un
ib
Tr

96
Sentencias referidas en el presente Cuaderno de Jurisprudencia
9

Sentencias referidas en el presente Cuaderno de


Jurisprudencia34

Pe
• Expediente 01429-2002-PHC/TC
• Expediente 02945-2003-PA/TC

el
• Expediente 02016-2004-PA/TC

ld
• Expediente 02064-2004-PA/TC
• Expediente 03208-2004-AA/TC
• Expediente 03330-2004-PA/TC
Expediente 04635-2004-PA/TC na
io

• Expediente 06759-2005-PA/TC
uc

• Expediente 02002-2006-PC/TC
• Expediente 05842-2006-PHC/TC
tit

• Expediente 06534-2006-PA/TC
ns

• Expediente 07435-2006-PC/TC
• Expediente 03081-2007-PA/TC
Co

• Expediente 02480-2008-PA/TC
• Expediente 03426-2008-PHC/TC
al

• Expediente 00032-2010-PI/TC
Expediente 00033-2010-PI/TC
un

• Expediente 01345-2011-PA/TC
ib

• Expediente 00008-2012-PI/TC
• Expediente 03228-2012-PA/TC
Tr

• Expediente 02437-2013-PA/TC
• Expediente 02566-2014-PA/TC. Ponente: magistrado Espinosa-Saldaña Barrera

34 Como se sostuvo al inicio, la mención del ponente de un caso recién se dispuso a partir del año 2019. Así apa-
rece en la consulta de causas de la página web del Tribunal Constitucional.

97
DERECHO A LA SALUD
9

• Expediente 03601-2014- PA/TC. Ponente: magistrada Ledesma Narváez


• Expediente 05157-2014-PA/TC
• Expediente 04007-2015-PHC/TC. Ponente: magistrada Ledesma Narváez
• Expediente 03691-2016-PA/TC. Ponente: magistrado Ramos Núñez
• Expediente 00260-2017-PA/TC


• Expediente 01701-2018-PHC/TC

Pe
• Expediente 01811-2020-PHC/TC

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Sentencias referidas en el presente Cuaderno de Jurisprudencia
9

www.tc.gob.pe

Tribunal Constitucional del Perú


Centro de Estudios Constitucionales
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