Bartolomé de Las Casas Defensor de La Dignidad Humana
Bartolomé de Las Casas Defensor de La Dignidad Humana
Bartolomé de Las Casas Defensor de La Dignidad Humana
REVISTA DEL CENTRO DE BIOÉTICA JUAN PABLO II VOLUMEN 11 No.2, MAYO - AGOSTO 2011
Bartolomé de Las Casas, más que un personaje histórico, es cer la fe cristiana y no a ningún defecto innato. Todo lo
un mito ideológico. contrario, los indios se describen como idealmente dis-
Hay, por tanto, un Bartolomé de Las Casas de carne y puestos a convertirse al cristianismo y, si no lo habían
hueso, anclado en la geografía y en el tiempo hecho en su totalidad, se debía al descuido de los con-
(1485-1566) y un Bartolomé de Las Casas de mitología, quistadores en la instrucción religiosa y en su avaricia,
que trasciende la historia y anida en el mundo de las ideas2. que les llevaba a maltratarles.
Expone Las Casas que los indígenas son seres seme-
E
l Padre Las Casas es precursor de la acepción de jantes a los cristianos, criaturas razonables que tienen
un pluralismo de razas, religiones y culturas, que necesidad de del aprendizaje de la fe. Es tan sólo ante la
trata de indagar cuánto hay de positivo y es con- opresión y la esclavitud a la que son sometidos por el
forme a la doctrina y moral cristiana en esta diversidad. enriquecimiento abusivo de los conquistadores, como lle-
La lucha contra el «etnocentrismo» que pareciera haber gan a sublevarse y realizar acciones violentas. Incluso se
sido un descubrimiento de los pensadores modernos, en- consuman suicidios masivos entre ellos, que prefieren la
cuentra en Las Casas un decidido triunfador. Aquí radica muerte a la horrorosa esclavitud de que son objeto.
la diferencia esencial entre sus doctrinas, por una parte, y Paralelamente a ésta, otra idea se abría camino entre
las de Vitoria y Sepúlveda, por otra3. los europeos: Al lado de la idea de seres virtuosos y
desprendidos de todo tipo de riquezas o desigualdades,
Las Casas protector de los «nuevos» hombres. se les describe y acusa de faltos de industria, y de inteli-
Todas estas universas e infinitas gentes a todo género crió Dios gencia, en un ambiente hostil primitivo; la única forma
los más simples, sin maldades ni dobleces, (…) más humildes, más de salvarles sería civilizarlos a la par de Europa.
pacientes, más pacíficas e quietas, sin rencillas ni bullicios, no rijosos, Contra la segunda visión se levantará vigorosamente
no querulosos, sin rencores, sin odios, sin desear venganzas, que de Las Casas:
hay en el mundo. Son asimismo las gentes más delicadas, flacas y Los niños de los indios […] aprenden más presto que los
tiernas e que menos pueden sufrir trabajos y que más fácilmente niños españoles y con más contento […] reteniendo en la memoria
mueren de cualquiera enfermedad, que ni hijos de príncipes e señores fielmente lo que se les enseña. No son vocingleros, ni pendencieros;
entre nosotros, criados en regalos e delicada vida, no son más delica- no porfiados, ni inquietos; no díscolos ni soberbios; no injuriosos,
dos que ellos4. Son eso mesmo de limpios e desocupados e vivos ni rencillosos, sino agradables, bien enseñados y obedientísimos a
entendimientos, muy capaces e dóciles para toda buena doctrina; sus maestros. Son afables y comedidos con sus compañeros, sin las
aptísimos para recibir nuestra sancta fe católica e ser dotados de quejas, murmuraciones, afrentas y los demás vicios que suelen tener
virtuosas costumbres, e las que menos impedimientos tienen para los muchachos españoles. Son maravillosamente templados, no co-
esto, que Dios crió en el mundo5. medores ni bebedores, sino que parece que les es natural la modestia
En sus obras en defensa de los aborígenes, prevale- y compostura6 […]. Son con justo título racionales, tienen enteros
cían las ideas sobre las características de los indios en- sentidos y cabeza. Sus niños hacen ventaja a los nuestros en el
contrados en las nuevas tierras, presentados como seres vigor de espíritu y en más dichosa viveza de entendimiento y de
tranquilos, pacíficos, no quejumbrosos, obedientes y pa- sentidos y en todas las obras de manos7.
cientes. Teoría defendida y descrita con exactitud por Para Las Casas toda persona es imagen de Dios y, por
muchos otros cronistas de la época. tanto, sujeto dotado de racionalidad, es decir, de capaci-
Los indígenas, por lo tanto, son considerados seres dad para distinguir el bien del mal:
humanos de buen natural, que no conocen la codicia del Y porque así como la tierra inculta no da por fruto sino
oro ni las armas de la guerra, sino que habitan desnudos cardos y espinas, pero contiene virtud en sí para que cultivándola
en armonía con la naturaleza. Si adoraban a ídolos y per- produzca de sí fruto doméstico, útil y conveniente, por la misma
manecían infieles se debía a que no habían podido cono- forma y manera todos los hombres del mundo, por bárbaros y bru-