Compendio Ems
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CAPÍTULO I
Disposiciones Generales
Artículo 1.- La presente Ley tiene por objeto preservar la disciplina militar como principio
de orden y obediencia que regula la conducta de los individuos que integran el Ejército y
Fuerza Aérea Mexicanos. Sus disposiciones son de observancia obligatoria para todos los
militares que integran el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos de conformidad con su Ley
Orgánica.
Artículo 1 Bis.- El servicio de las armas exige que el militar lleve el cumplimiento del deber
hasta el sacrificio y que anteponga al interés personal, el respeto a la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, la soberanía de la Nación, la lealtad a las instituciones y
el honor del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos.
Artículo 2o.- El militar debe observar buen comportamiento, para que el pueblo deposite su
confianza en el Ejército y Fuerza Aérea y los considere como la salvaguarda de sus
derechos.
Artículo 3o.- La disciplina en el Ejército y Fuerza Aérea es la norma a que los militares
deben ajustar su conducta; tiene como bases la obediencia, y un alto concepto del honor,
de la justicia y de la moral, y por objeto, el fiel y exacto cumplimiento de los deberes que
prescriben las leyes y reglamentos militares.
Artículo 3 Bis.- La disciplina es la base fundamental del Ejército y Fuerza Aérea
Mexicanos, los cuales existen primordialmente para defender los intereses de la Patria y
preservar su vida institucional.
Artículo 4o.- La disciplina exige respeto y consideraciones mutuas entre el superior y el
subalterno, la infracción de esta norma de conducta se castigará de conformidad con las
leyes y reglamentos militares.
CAPÍTULO II
Principios Generales de Disciplina Militar
Artículo 5o.- El militar debe proceder de un modo legal, justo y enérgico en el cumplimiento
de sus obligaciones, a fin de obtener la estimación y obediencia de sus subalternos. Es
deber del superior educar y dirigir a los individuos que la Nación pone bajo su mando.
Artículo 6.- En caso de extrema necesidad en actos del servicio, el superior podrá servirse
de sus armas o de la fuerza a su mando para obtener obediencia a sus órdenes o mantener
la disciplina.
Artículo 7o.- El superior será responsable del orden en las tropas que tuviere a su mando,
así como del cumplimiento de las obligaciones del servicio, sin que pueda disculparse en
ningún caso con la omisión y descuido de sus subalternos.
Artículo 8o.- Todo militar que mande tropas, inspirará en ellas la satisfacción de cumplir
con las leyes, reglamentos y órdenes emanadas de la superioridad; no propalará ni
permitirá que se propalen murmuraciones, quejas o descontentos que impidan el
cumplimiento de las obligaciones o que depriman el ánimo de sus subalternos.
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Artículo 9o.- El militar que manifieste al superior el mal estado en que se encuentran sus
tropas, deberán hacerlo con discreción, exponiendo sin exagerar, las circunstancias en que
se hallan, a fin de que se provea lo necesario.
Artículo 10.- Para que el militar obtenga la confianza y estimación de sus superiores y en
su caso las recompensas, deberá demostrar aptitud, buena conducta, amor a la carrera,
celo en el cumplimiento de su deber y respeto para su persona y para la de los demás.
Artículo 11.- El militar se abstendrá de murmurar con motivo de las disposiciones
superiores o de las obligaciones que le impone el servicio.
Artículo 12.- El militar no deberá elevar quejas infundadas, hacer públicas falsas
imputaciones o cometer indiscreciones respecto de los actos del servicio.
Artículo 13.- El militar aceptará dignamente y con satisfacción las obligaciones que le
imponga su servicio, sin oponer dificultades, pero cuando menoscabe su jerarquía militar,
tendrá derecho de representar ante la superioridad.
Artículo 14.- Queda estrictamente prohibido al militar dar órdenes cuya ejecución
constituya un delito; el militar que las expida y el subalterno que las cumpla, serán
responsables conforme al Código de Justicia Militar.
Artículo 15.- Debe entenderse por actos del servicio, los prescritos por las leyes,
reglamentos y disposiciones de observancia general que dicte la Superioridad.
Artículo 16.- En actos del servicio, el militar no podrá hacerse representar por apoderado.
Tampoco deberá elevar peticiones en grupo, ni solicitud tendiente a contrariar o retardar
órdenes del servicio.
Artículo 17.- Queda estrictamente prohibido al militar en servicio activo, inmiscuirse en
asuntos políticos, directa o indirectamente, salvo aquel que disfrute de licencia que así se lo
permita en términos de lo dispuesto por las leyes; así como pertenecer al estado
eclesiástico o desempeñarse como ministro de cualquier culto religioso, sin que por ello
pierda los derechos que le otorga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Artículo 18.- El militar está obligado a saludar a sus superiores y a los de su misma
jerarquía, conforme se prescriben los reglamentos, así como a corresponder el saludo de
sus subalternos.
Artículo 19.- En un acto oficial, donde estuviere un militar y se presentare otro de mayor
jerarquía, le cederá el asiento o lugar preeminente. Esta formalidad no tendrá lugar, en los
Tribunales Militares.
Artículo 20.- El comandante de las tropas que arribe a una ciudad o lugar en que no
hubiere autoridad militar superior, hará una visita de cortesía a las autoridades civiles.
Artículo 21.- El militar debe comportarse con el más alto grado de cortesía y educación,
guardando la compostura que corresponde a su dignidad y la marcialidad que debe
ostentar como miembro del Ejército y Fuerza Aérea.
Artículo 22.- El militar prestará, siempre que le sea posible, su ayuda moral y material a
sus subalternos y compañeros que la necesiten, pues no debe olvidar nunca que la
solidaridad y ayuda mutua facilitan la vida en común y el cumplimiento de los deberes
militares, constituyendo el espíritu de cuerpo, sentimiento de las colectividades que todos
los militares tienen el deber de fomentar.
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Artículo 23.- El militar que porte uniforme se abstendrá de entrar a centros de vicio y de
prostitución, salvo que estén realizando actos del servicio.
Artículo 24.- Los militares rehusarán todo compromiso que implique deshonor o falta de
disciplina, y no darán su palabra de honor si no pueden cumplir lo que ofrecen.
Artículo 24 Bis.- El militar, atendiendo a su honor y principios, debe obrar con equidad y
justicia, ser ejemplo de puntualidad y preocuparse por cumplir con lo ordenado,
anteponiendo su iniciativa e inteligencia.
CAPÍTULO III
Correctivos Disciplinarios
Artículo 24 Ter.- Correctivo disciplinario es la medida coercitiva que se impone a todo
militar del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, por haber infringido las leyes o reglamentos
militares, siempre y cuando no constituyan un delito.
Artículo 24 Quáter.- Los correctivos disciplinarios se clasifican en
I. Amonestación;
II. Arresto, y
III. Cambio de unidad, dependencia, instalación o comisión en observación de su
conducta, determinado por el Consejo de Honor.
Artículo 24 Quinquies.- La amonestación es el acto por el cual el superior advierte al
subalterno, de palabra o por escrito, la omisión o defecto en el cumplimiento de sus
deberes; invitándolo a corregirse.
En ambos casos, quien amoneste lo hará de manera que ningún individuo de menor
categoría a la del aludido se aperciba de ella, procurando observar en estos casos la
discreción que les exige la disciplina.
Queda prohibida la reprensión que, por ser afrentosa y degradante, es contraria a la
dignidad militar.
Artículo 25.- El arresto es la reclusión que sufre un militar en el interior de las unidades,
dependencias o instalaciones militares y puede ser impuesto con o sin perjuicio del servicio.
En el primer caso, sólo podrán desempeñarse aquellos servicios que no requieran salir del
alojamiento, por estar el militar a disposición de su Comandante o Jefe de la Unidad,
Dependencia o Instalación.
Artículo 26.- Si el que impone el correctivo no tiene bajo su mando directo la tropa a que
pertenece el que comete la falta, ordenará el arresto y dará cuenta a la autoridad militar
correspondiente, siendo ésta quien fijará la duración del castigo, teniendo en consideración
la jerarquía de quien lo impuso, la falta cometida y los antecedentes del subalterno.
Artículo 27.- (Se deroga).
Artículo 28.- Toda orden de arresto deberá darse por escrito. En caso de que un militar se
vea precisado a imponerlo por orden verbal, surtirá efectos de inmediato, pero dicha orden
deberá ser ratificada por escrito dentro de las 24 horas siguientes, anotando el motivo y
fundamento de la misma, así como la hora; en caso de que no se ratifique, la orden
quedará sin efecto.
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Artículo 29.- El que impida el cumplimiento de un arresto, el que permita que se quebrante,
así como el que no lo cumpla, serán sancionados de acuerdo a lo dispuesto en el Código
de Justicia Militar.
Artículo 30.- (Se deroga).
Artículo 31.- El militar que ejerce Superioridad jerárquica o de cargo, podrá imponer
correctivos disciplinarios.
Superioridad jerárquica” es la que corresponde a la dignidad militar que representa el
grado, con arreglo a la escala del Ejército y Fuerza Aérea.
Superioridad de cargo es la inherente a la comisión que desempeña un militar, por razón de
sus funciones, y de la autoridad de que está investido.
Artículo 32.- Tienen facultad para imponer arrestos a sus subalternos en jerarquía o cargo,
los Generales, Jefes, Oficiales y clases.
Artículo 33.- Los arrestos se impondrán a:
I. Los Generales y Jefes, hasta por 24 y 48 horas, respectivamente;
II. Los Oficiales, hasta por ocho días, y
III. La Tropa, hasta por quince días.
Los Generales, Jefes, Oficiales y Tropa que no tengan destino fijo y se encuentren en
disponibilidad, cumplirán los arrestos que se les impongan en cualquiera de los recintos
militares señalados en el artículo 25 de esta Ley.
Los militares en situación de retiro cumplirán el arresto en la instalación militar más cercana
a su domicilio.
El Secretario de la Defensa Nacional tendrá facultad para amonestar, así como para
imponer y graduar arrestos a los Generales, Jefes, Oficiales y Tropa, hasta por quince días.
Artículo 33 Bis.- Tienen facultad para graduar arrestos:
I. El Secretario, Subsecretario y Oficial Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional,
y
II. En las tropas a su mando:
a) Los Comandantes del Ejército y la Fuerza Aérea, los Comandantes de Mandos
Territoriales, de Unidades y Organismos Circunstanciales;
b) Los Directores Generales de las Armas y Servicios, y
Los Directores y Jefes de Dependencias e Instalaciones.
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En ausencia de los anteriores, la facultad recaerá en quien los suceda en el mando o cargo.
Artículo 33 Ter.- Todo militar facultado para graduar arrestos tendrá en cuenta, al hacerlo,
que sea proporcional a la falta cometida, a la jerarquía, al cargo, a los antecedentes del
infractor, a las circunstancias, al grado que ostente y al cargo de quien lo impuso.
Cuando a juicio del que deba graduar el correctivo, la gravedad de la falta merezca la
imposición de un arresto superior al máximo que le sea permitido aplicar, dará cuenta a la
autoridad facultada para que sea ella quien lo gradúe. El militar facultado para graduar
arrestos, podrá dejarlos sin efecto o sustituirlos por amonestación.
Artículo 33 Quáter.- El que haya recibido orden de arresto, deberá comunicar al superior
de quien dependa así como al que se la impuso, el inicio y término de su cumplimiento. Los
Generales, Jefes y Oficiales lo harán por escrito y la Tropa de forma verbal.
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Artículo 33 Quinquies.- El militar que esté cumpliendo un arresto y se haga acreedor a
otro, empezará a cumplir este último desde el momento en que se le comunique.
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CAPÍTULO IV
Consejo de Honor
Artículo 34.- El Consejo de Honor se establecerá en las unidades y dependencias del
Ejército y Fuerza Aérea; se constituirá con un presidente y cuatro vocales en las unidades
y con un presidente y dos vocales en las dependencias, conforme al Reglamento
respectivo.
Artículo 35.- Corresponde conocer al Consejo de Honor:
I. De todo lo relativo a la reputación de la Unidad, Dependencia o Instalación;
II. De la embriaguez, uso de narcóticos y juegos prohibidos por la ley;
III. De la disolución escandalosa.
IV. De la falta de honradez en el manejo de caudales que no constituya un delito;
V. De la negligencia en el servicio, que no constituya un delito.
VI. De todo lo que concierne a la dignidad militar.
Artículo 36.- El Consejo de Honor tiene facultades para:
I. Acordar las notas que hayan de ponerse en las Hojas de Servicios de los Oficiales, y
en el Memorial de Servicios de los individuos de tropa.
II. Dictaminar sobre los castigos correccionales que deban imponerse desde Capitán 1o.
hasta el Soldado, por faltas, cuyo conocimiento sea de la competencia de este
Consejo.
III. Acordar se solicite la baja del Ejército y Fuerza Aérea por determinación de mala
conducta, para el personal de Tropa y de los militares de la clase de auxiliar, y
Fracción reformada DOF 11-12-1995; 10-12-2004
IV. Turnar al Ministerio Público, las constancias respectivas en los casos en que
determine que es competencia de los tribunales correspondientes.
Fracción adicionada DOF 11-12-1995
Artículo 37.- Los castigos correccionales a que se refiere la fracción II del artículo anterior
son:
I. Para las clases y soldados, el cambio de unidad, dependencia e instalación o el
arresto hasta por quince días en prisión militar, y
II. Para los Oficiales, el cambio de unidad, dependencia, instalación, comisión o el
arresto hasta por quince días en prisión militar.
Artículo reformado DOF 11-12-1995; 10-12-2004
Artículo 39.- Se prohíbe a los individuos que componen el Consejo de Honor, externar los
asuntos que se traten en el seno del Consejo y murmurar de las providencias acordadas
por el mencionado Consejo. El que faltare a esta prescripción será excluido del honroso
cargo que desempeña, previa aprobación de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Artículo reformado DOF 11-12-1995
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Artículo 40.- El Consejo de Honor, emplazará al militar de cuya conducta va a conocer
para hacerle saber la causa por que se le juzga y oír sus descargos, a fin de que se le
imparta estricta justicia.
Artículo 41.- Los miembros de un Consejo de Honor, serán responsables, conforme al
Código de Justicia Militar, de las arbitrariedades o abusos que cometieren en el ejercicio de
sus funciones.
Artículo reformado DOF 11-12-1995
CAPÍTULO V
Prevenciones Generales
Capítulo adicionado DOF 10-12-2004
Artículo 42.- El militar que tenga alguna queja en relación con las disposiciones superiores
o las obligaciones que le impone el servicio, podrá acudir ante el superior inmediato para la
solución de sus demandas y, en caso de no ser debidamente atendido, podrá llegar por
rigurosa escala, hasta el Presidente de la República, si es necesario.
Artículo adicionado DOF 10-12-2004
Artículo 43.- Todo militar que infrinja la presente Ley, así como algún precepto
reglamentario, se hará acreedor a un correctivo disciplinario, de acuerdo con su jerarquía
en el Ejército y Fuerza Aérea y, si la magnitud de su falta constituye un delito, quedará
sujeto a lo dispuesto por el Código de Justicia Militar.
Artículo adicionado DOF 10-12-2004
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toda palabra, todo acto, todo ademán ofensivo, así como las exigencias que sobrepasen las
necesidades o conveniencias del servicio y en general todo lo que constituya una
extralimitación por parte del superior hacia sus subalternos, están estrictamente prohibidos
y serán severamente castigados.
ARTÍCULO 2. El principio vital de la disciplina es el deber de obediencia. Todo militar debe
tener presente que tan noble es mandar como obedecer y que mandará mejor quien mejor
sepa obedecer.
ARTÍCULO 3. Las órdenes deber (sic) ser cumplidas con exactitud e inteligencia, sin
demoras ni murmuraciones; el que las recibe, sólo podrá pedir le sean aclaradas, cuando le
parezcan confusas, o que se le den por escrito cuando por su índole así lo ameriten. Se
abstendrá de emitir cualquier opinión, salvo el caso de hacer aclaraciones respetuosas.
Para no entorpecer la iniciativa del inferior, las órdenes sólo expresarán, generalmente, el
objeto por alcanzar, sin entrar en detalles de ejecución.
ARTÍCULO 4. Queda prohibido a los militares, cualquiera que sea su jerarquía, dar órdenes
que sean contrarias a las leyes y reglamentos, que lastimen la dignidad o decoro de sus
inferiores, o que constituyan un delito. En este último caso el superior que las da y el
inferior que las ejecuta, serán responsables conforme al Código de Justicia Militar.
ARTÍCULO 5. La subordinación debe ser rigurosamente mantenida entre grado y grado de
la jerarquía militar; la exacta observancia de las reglas que la garantizan, mantendrá a cada
uno dentro del límite justo de sus derechos y deberes.
ARTÍCULO 6. Entre individuos de igual grado, puede existir también la subordinación,
siempre que alguno de ellos esté investido de un mando especial. Esta regla tiene lugar
principalmente cuando un militar desempeña un mando interino o accidental.
ARTÍCULO 7. El ejercicio normal del mando exige, de parte de todo militar, un
conocimiento perfecto de sus deberes y derechos; manteniéndose constantemente dentro
del espíritu de las prescripciones reglamentarias, ningún militar que lo ejerza debe vacilar
en tomar la iniciativa, y aceptar las responsabilidades de su empleo.
ARTÍCULO 8. Todo militar con mando deberá conocer a sus subordinados: su mentalidad,
su procedencia, sus aptitudes, su salud, sus cualidades y defectos.
ARTÍCULO 9. Los militares tienen obligación de desempeñar las comisiones del servicio
que se les nombre de acuerdo con sus empleos o las funciones que desempeñen en el
Ejército.
ARTÍCULO 10. Para que no ignoren las responsabilidades en que incurren si llegan a
cometer alguna omisión, falta o delito, deberán conocer con minuciosidad las leyes militares
y reglamentos que se relacionen con su situación en el Ejército.
ARTÍCULO 11. Se prohíbe a los militares, bajo severo castigo, toda conversación que
manifieste tibieza en el servicio o desagrado por la fatiga que exige su obligación.
ARTÍCULO 12. Aceptarán dignamente y con satisfacción las obligaciones que les imponga
su servicio en el Ejército, prestando, siempre que les sea posible, su ayuda moral y material
a sus inferiores y compañeros que la necesiten, pues no deben olvidar nunca que la
solidaridad y ayuda mutua, facilitan la vida en común y el cumplimiento de los deberes
militares, constituyendo el espíritu de cuerpo, sentimiento de las colectividades que todos
los militares tienen el deber de fomentar.
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ARTÍCULO 13. Todo militar hará por los conductos regulares, comenzando por su
inmediato superior, las solicitudes que eleve y sólo podrá salvarlos, cuando se trate de
asuntos ajenos al servicio o quejas contra algún superior; en este caso, ocurrirá al
inmediato superior de quien le haya inferido el agravio o de quien no haya atendido su
queja y aún tiene derecho de acudir hasta el Presidente de la República.
ARTÍCULO 14. Los superiores tienen obligación de cumplir exactamente y hacer cumplir a
sus inferiores, las órdenes que hayan recibido, no pudiendo disculparse en modo alguno
con la omisión o descuido de éstos, en la inteligencia de que, por el disimulo, recaerá en
ellos la responsabilidad.
ARTÍCULO 15. Todo militar que dé una orden, tiene el deber de exigir que se cumpla, y los
oficiales y las clases inferiores el de vigilar su ejecución; tolerar que una orden no sea
ejecutada, es una falta de firmeza, y ponerse en el caso de nulificarla sin motivo, es prueba
de debilidad y de poco carácter, ambas cosas son contrarias a la disciplina.
ARTÍCULO 16. Todo militar que se exprese mal de sus superiores en cualquier forma, será
severamente castigado. Si tuviere queja de ellos, la producirá a quien la pudiere remediar y
por ningún motivo dará mal ejemplo con sus murmuraciones.
ARTÍCULO 17. Cuando el militar eleve quejas infundadas, haga públicas falsas
imputaciones contra sus superiores o cometa indiscreciones en asuntos del servicio, será
castigado con arreglo a lo prescrito por el Código de Justicia Militar.
ARTÍCULO 18. Usarán su vestuario en la forma que previene el Reglamento de Uniformes
y Divisas, sin mezclar las prendas de los diferentes uniformes entre sí ni con las de
paisano, debiendo conservarlas siempre limpias y sin roturas.
ARTÍCULO 19. Para demostrar con su porte, aire marcial y buenas maneras, el espíritu de
dignidad que debe distinguir a todos los miembros del Ejército, tienen obligación estricta de
presentarse siempre perfectamente aseados, tanto en su persona como en su vestuario,
armas y equipo; usarán el cabello corto, la barba rasurada y sin patillas. Cuando transiten
en la vía pública mantendrán la cabeza erguida, no se desabotonarán la guerrera, no leerán
ni llevarán las manos metidas en los bolsillos. Jamás producirán escándalo, ya sea
hablando en voz alta para llamar la atención, profiriendo palabras obscenas o insolencias, o
cometiendo actos que puedan provocar el desprecio a su persona.
ARTÍCULO 20. No podrán tomar parte en espectáculos públicos, salvo los deportivos y
culturales y con la autorización del Jefe de quien dependan.
ARTÍCULO 21. No entrarán en cantinas, garitos, ni otros sitios de prostitución; no se
exhibirán públicamente en unión de prostitutas, ni aun vistiendo de paisanos, si en este
caso algún indicio denuncia su identidad militar; tampoco las introducirán ni recibirán en los
cuarteles o dependencias militares.
ARTÍCULO 22. Todos los miembros del Ejército cualesquiera que sea su jerarquía o
situación, tendrán obligación de estudiar constantemente para estar en condiciones de
poder desempeñar con toda eficiencia, la misión que les corresponda.
ARTÍCULO 23. Fuera de los casos de maniobras o ejercicios en el campo, jamás se
sentarán en el suelo, y en todas las ocasiones de su vida, hasta en los actos más
familiares, procurarán no cometer acción alguna que pueda traducirse en desprestigio del
Ejército, en desdoro de su corporación o que cause menosprecio a su persona.
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ARTÍCULO 24. Una de las atenciones a que deben dar preferencia bajo su más estricta
responsabilidad, es no dejar de dar curso por ningún motivo ni pretexto, a las solicitudes
que por los conductos debidos lleguen hasta ellos, para no perjudicar en lo más mínimo los
intereses de los que les están subordinados.
ARTÍCULO 25. Toda instancia que hubiere sido denegada por la Superioridad, no podrá
repetirse sino después de que haya desaparecido la causa de (sic) motivó la denegación.
ARTÍCULO 26. Por ningún motivo manifestarán en sus conversaciones repugnancia en
obedecer las órdenes superiores, no deberán censurarlas ni permitir que sus inferiores lo
hagan aun cuando ellas originen aumento de fatiga.
ARTÍCULO 27. Los militares tendrán obligación de certificar servicios de los individuos de
su empleo y de los de grado inferior, sin necesidad de autorización, cuando les consten
personalmente los hechos a que se refieren, y siempre bajo su responsabilidad.
ARTÍCULO 28. Queda prohibido a todo militar, desempeñar funciones de policía urbana o
invadir las funciones de ésta, debiendo prestar su contingente sólo en los casos especiales
en que lo ordene la Secretaría de Guerra. Cuando intervenga directamente, en caso de
flagrante delito, de acuerdo con el artículo 16 de la Constitución de la República, dicha
intervención terminará desde el momento en que un miembro de la policía u otra autoridad
se presente. Tampoco deberá en modo alguno, impedir que la policía ejerza su autoridad,
funciones y consignas.
ARTÍCULO 29. Los militares, de cualquier graduación, no intervendrán jamás en asuntos
de la incumbencia de las autoridades civiles, cuyas funciones no les es permitido
entorpecer, antes bien, respetarán sus determinaciones y les prestarán el auxilio necesario
cuando sean requeridos, siempre que reciban órdenes de la autoridad militar competente.
ARTÍCULO 30. Queda estrictamente prohibido desempeñar el servicio de otro, por
retribución alguna o convenio previo, sin que exista motivo legal poderoso que el superior
calificará, pues el servicio militar no debe ser motivo de comercio. Las causas para que un
militar sea relevado del servicio que le corresponde desempeñar son: enfermedad grave
que le imposibilite, inutilidad pasajera o definitiva para desempeñarlo; ser citado a
diligencias judiciales u otros motivos a juicio del superior.
ARTÍCULO 31. Todos militares tienen el derecho de expresar sus ideas en los libros y
artículos de prensa, siempre que no se trate en ellos de asuntos políticos y religiosos o que
afecten a la moral, la disciplina o a los derechos de tercera persona.
Podrán, asimismo, de acuerdo con las prescripciones constitucionales, profesar la creencia
religiosa que más les agrade; pero queda prohibida su asistencia, portando uniforme, a los
templos o lugares donde se practiquen ceremonias religiosas de cualquier índole.
ARTÍCULO 32. Los militares respetarán el ejercicio del derecho de petición de sus
inferiores, siempre que estos lo ejerzan en forma comedida y atenta. A toda petición deberá
recaer un acuerdo de la persona a quien se haya dirigido, la cual tiene obligación de
comunicarlo en breve tiempo al solicitante.
ARTÍCULO 33. Queda prohibido a todo militar hacer descuentos en los haberes, salvo lo
prevenido en el artículo 65 de este Reglamento, hacer préstamos y efectuar todo acto de
agio o de comercio con sus inferiores, cualquiera que sea su origen e importe. Se
recomienda a todos los Jefes y lo exige la honradez que debe caracterizarlos, repriman con
mano enérgica tales abusos, consignando a los infractores a las autoridades competentes.
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ARTÍCULO 34. Todo militar en servicio debe dar noticia de su domicilio particular al Jefe de
quien dependa, y en su defecto a la autoridad militar de la plaza en que resida.
ARTÍCULO 35. El militar tendrá profundo respeto a la justicia, consideración y deferencia a
los inferiores a quienes nunca hará observaciones, ni correcciones en presencia de
inferiores, ni de personas extrañas y guardará atención a los civiles.
ARTÍCULO 36. Queda estrictamente prohibido a los militares, cualquiera que sea la
situación en que encuentren en el Ejército, hacer presión moral o material con los
individuos o elementos a su disposición para inclinar la opinión pública en determinado
sentido y burlar de ese modo la efectividad del voto y la libertad del sufragio.
Los miembros del Ejército tienen todas las obligaciones, prerrogativas y derechos que las
leyes prescriben para los ciudadanos; de manera que el ejercicio de estos últimos no tendrá
más limitaciones que las mismas leyes señalen o cuando se afecte la subordinación y
disciplina o tienda a contrariar las órdenes del servicio, sea en tiempo de paz o en
campaña.
ARTÍCULO 37. No se permite a los militares aceptar obsequios de sus inferiores. Se
evitará por consiguiente, que promuevan o colecten suscripciones con ese objeto, sin que
por esto se eviten las atenciones sociales y de urbanidad que mutuamente se merecen.
ARTÍCULO 38. Cuando en el momento de recibir órdenes para ejecutar una operación, no
se encuentre a la cabeza de la fuerza el superior que la deba mandar, el que le siga en
categoría tomará desde luego las medidas necesarias para proceder a cumplirlas.
ARTÍCULO 39. Cuando a algún militar se le marque el ¡ALTO! ¡QUIEN VIVE! por un
centinela, se detendrá y contestará: ¡MÉXICO!, el número de su Corporación o
dependencia en que sirva; en cualquier otro caso contestará su grado y tendrá obligación
de identificarse ampliamente, para cuyo efecto los Generales, Jefes y Oficiales portarán
constantemente su tarjeta de identificación o cartera de identidad expedida por la
Secretaría de Guerra y los individuos de tropa usarán, en igual forma, otra expedida por la
Comandancia de su corporación o dependencia.
ARTÍCULO 40. El que tenga mando y sea responsable de un puesto militar, cuidará de que
se cumplan todas las órdenes y disposiciones; en caso de ser atacado se defenderá hasta
el último momento para dejar bien puesto el honor de las armas. Al frente del enemigo
procurará siempre infundir a sus inferiores el ánimo y entusiasmo necesarios para obtener
la VICTORIA, evitando o reprimiendo duramente las conversaciones que puedan dar lugar
a la desmoralización.
CAPITULO II
Ética militar
ARTÍCULO 41. El militar que ocupa un lugar en el escalafón del ejército y recibe como
retribución un sueldo de la nación, tiene la obligación estricta de poner toda su voluntad,
toda su inteligencia y todo su esfuerzo, al servicio del país.
ARTÍCULO 42. El militar podrá pedir su baja del Ejército cuando no esté conforme con la
orientación que el Supremo Gobierno dé a la política del país, pero de ninguna manera
mientras esté en servicio, dará mal ejemplo con sus murmuraciones exteriorizando su
disgusto; en este caso será severamente castigado.
ARTÍCULO 43. Los miembros del Ejército, sin excepción, tienen el deber de rehusar todo
compromiso que implique deshonor, falta de disciplina o menoscabo de la reputación del
Ejército y no empeñarán jamás su palabra de honor, cuando no tengan la seguridad
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absoluta de poder cumplirla. La palabra de honor debe ser inmaculada para todo militar que
sepa respetarse y respetar a la Institución a que pertenece.
ARTÍCULO 44. El honor de las familias debe merecer el más profundo respeto para los
militares, quienes están obligados a respetarlas, tanto como quisieran que se respetara la
propia. Si es falta grave de moral y de honradez atentar contra las familias de los civiles,
mayor gravedad reviste cuando se trate de la de un compañero; teniendo las agravantes de
la falta de consideración, si se trata de un superior, y las de la COBARDÍA Y BAJEZA si se
trata de la de un inferior.
ARTÍCULO 45. Todo militar tiene la obligación imprescindible de prestar su contingente
personal en ayuda de los miembros del Ejército, cuando se vean comprometidos,
cualquiera que sea la situación en que se encuentre, aun cuando no les conozcan
personalmente. Esto no implica en modo alguno, que dicha ayuda se extienda al caso en
que se trate de fomentar o encubrir alguna falta o delito que cometa a (sic) pretenda
cometer el que necesite el auxilio.
ARTÍCULO 46. El militar que tenga conocimiento de que se intenta algo contra los
intereses de la Patria o del Ejército, tiene la estricta obligación de dar parte de ello a sus
inmediatos superiores, y si éstos no dan la importancia debida a sus informaciones, podrá
dirigirse a los inmediatos superiores de los primeros; debiendo insistir en sus avisos hasta
que tenga conocimiento de que se han iniciado las gestiones de la Superioridad para
evitarlo. El que por indolencia, apatía o falta de patriotismo oculte a sabiendas informes de
esta naturaleza, será consignado como cómplice del delito inicial y castigado conforme al
Código de Justicia Militar.
CAPITULO III
Correctivos disciplinarios
ARTÍCULO 47. Todo el que infrinja un precepto reglamentario, se hará acreedor a una
sanción disciplinaria, de acuerdo con su jerarquía en el Ejército y la magnitud de su falta. Si
ésta constituye un delito, que dará (sic) sujeto al proceso correspondiente, de acuerdo con
el Código de Justicia Militar.
La Superioridad tiene, entre otras características, la facultad de corregir, y por lo tanto, el
que la ejerce, jerárquica o de cargo, tendrá derecho a imponer correctivos disciplinarios.
ARTÍCULO 48. Se entiende por correctivos disciplinarios, las sanciones que se imponen a
los militares por infracciones que no constituyan un delito.
ARTÍCULO 49. Los correctivos disciplinarios son:
I. AMONESTACIÓN;
II. ARRESTO, y
III. CAMBIO DE CUERPO O DEPENDENCIA.
Queda estrictamente prohibida la represión, que por ser afrentosa y degradante, es
contraria a la dignidad militar.
ARTÍCULO 50. La amonestación es el acto por el cual el superior advierte al inferior la
omisión o defecto en el cumplimiento de sus deberes, invitándolo a corregirse, a fin de que
no incurra en falta y se haga acreedor a un arresto. La amonestación puede hacerse de
palabra o por escrito. En ambos casos, la harán de manera que ningún individuo de menor
categoría a la del aludido se aperciba de ella, procurando observar en estos casos la
discreción que les exige la disciplina.
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El arresto es la reclusión que sufre un militar por un término de 24 horas a 15 días en su
alojamiento, cuartel o en las guardias de prevención; entendiéndose por alojamiento la
oficina o dependencia militar donde presten sus servicios lo interesados.
ARTÍCULO 51. Tienen facultad para imponer arrestos a sus inferiores en jerarquía o cargo,
en los límites fijados en el artículo 53: los generales, jefes, oficiales y clases.
ARTÍCULO 52. Tienen facultad para graduar arrestos:
I. El Secretario, Subsecretario y Oficial Mayor de Guerra y Marina.
II. En las tropas a su mando:
a) Los comandantes de Grandes Unidades, de Zona y de Guarnición.
b) Los Jefes o directores de Departamentos, oficinas, establecimientos u otras
dependencias.
c) Los comandantes de Cuerpos de tropas, de armas, partidas y destacamentos.
ARTÍCULO 53. Los arrestos a que se refieren los artículos anteriores, se impondrán: a los
generales y jefes, hasta por 24 y 48 horas, respectivamente, en su alojamiento militar.
A los oficiales, hasta por 8 días en sus cuarteles, oficinas o dependencias.
A los individuos de tropa, hasta por 15 días en las guardias de prevención.
Los Generales, Jefes, Oficiales e individuos de tropas que no tengan destinación fija y se
encuentren en disponibilidad, cumplirán los arrestos que se les impongan en cualquiera de
los recintos militares antes señalados.
Estos arrestos pueden ser impuestos con o sin perjuicio del servicio.
En el primer caso, sólo podrán desempeñarse aquellos que no requieran salir del
alojamiento, y en el segundo, saldrán únicamente en asuntos del servicio con autorización
del Comandante o Jefe de la dependencia.
El Secretario, Subsecretario y Oficial Mayor, tendrán facultades para imponer y graduar
arrestos a los generales, jefes, oficiales e individuos de tropa, hasta por 15 días.
ARTÍCULO 54. Cuando el que imponga el arresto no esté facultado para graduarlo, de
acuerdo con el artículo 52, dará la orden de arresto comunicándola al superior de quien
dependa el arrestado o a la autoridad correspondiente, informándole de las causas que lo
motivaron, para que lo gradúe.
ARTÍCULO 55. Todo militar facultado para graduar arrestos tendrá muy en cuenta, al
hacerlo, que sea proporcional a la falta cometida, a la jerarquía, a los antecedentes de los
infractores y a las circunstancias.
Cuando a juicio del que deba graduar el castigo, la gravedad de la falta merezca la
imposición de un arresto superior al máximo, que le sea permitido aplicar, dará cuenta a la
autoridad capacitada para que sea ella quien lo gradúe.
ARTÍCULO 56. Los arrestos en las Prisiones Militares, sólo se cumplirán mediante
autorización concedida por los Comandantes de Zona o de Guarnición y siempre que se
trate de resoluciones tomadas por los Consejos de Honor.
ARTÍCULO 57. Con excepción de las clases, quienes podrán darlas verbalmente, toda
orden de arresto deberá darse por escrito; en caso de que el que la da se vea obligado a
comunicarla verbalmente, la ratificará por escrito a la mayor brevedad, anotando el motivo.
ARTÍCULO 58. El que hubiere recibido orden de arresto, deberá comunicar al superior de
quien dependa, así como al que se la dio, haberse presentado a cumplirla, e igual
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formalidad observará al terminarlo. Los generales, jefes y oficiales lo harán por escrito y la
tropa de palabra.
ARTÍCULO 59. El que impida el cumplimiento de un arresto, el que permita que se
quebrante, así como el que no lo cumpla, deberá ser consignado de acuerdo con el Código
de Justicia Militar.
ARTÍCULO 60. No se impondrá ningún correctivo disciplinario a un militar durante el estado
de ebriedad. El superior se limitará a evitar que cometa algún desorden o continúe
escandalizando, haciéndolo detener, de ser posible por individuos de su misma jerarquía, o
por la policía, para después significarle la gravedad de la falta e imponerle el castigo a que
se haya hecho acreedor o consignarlo, en su caso.
ARTÍCULO 61. Las amonestaciones no se harán figurar en los expedientes de los militares,
pero sí los arrestos con anotación de las causas que los hayan motivado, su duración y
lugares donde fueron cumplidos.
ARTÍCULO 62. Las solicitudes de cambio de Cuerpo o Dependencia, sólo podrán hacerla
los Consejos de Honor, por ser de su competencia.
ARTÍCULO 63. Los superiores tratarán de hacerse querer de sus subalternos, y nunca
establecerán la disciplina a base de temor.
Hay algo más noble que castigar, en la elevada misión que la Nación les ha encomendado
al concederles las diversas jerarquías como es educar, instruir y perfeccionar a sus
inferiores, previendo las faltas en vez de esperar a que se consumen para castigarlas; así
como fomentar entre ellos la fraternidad, el compañerismo y el espíritu de sacrificio que el
soldado mexicano tiene latentes y que hay que desarrollar y estimular.
TÍTULO II
DEBERES SEGÚN LA JERARQUIA
CAPÍTULO I
DEL PERSONAL DE TROPA
ARTÍCULO 66.- Reconocerá como superiores a todos los generales, jefes, oficiales,
sargentos y cabos del Ejército y a sus equivalentes en la Armada, a quienes tendrá
obligación de respetar y obedecer en cuanto se refiere a la disciplina y cumplirá con
exactitud las órdenes de aquellos de quienes dependa directamente, relativas al servicio.
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ARTÍCULO 67.- El Cabo, como inmediato superior del Soldado, tendrá obligación de darle
ejemplo con su conducta, amor al servicio y seriedad con que deben tratarse todos los
asuntos militares. Es el primer escalón de la jerarquía, y de su fiel y leal desempeño
dependerá su mejoramiento para lograr los grado que le siguen en la escala jerárquica.
ARTÍCULO 68.- Deberá conocer las Leyes y Reglamentos, en la parte que le corresponda;
las obligaciones del Soldado, Cabo Sargento Segundo y Sargento Primero.
ARTÍCULO 69.- Tratará a sus inferiores con afabilidad y los hará cumplir sus órdenes, así
como las que reciba de sus superiores. No los tuteará, ni permitirá que ellos lo tuteen en
actos del servicio, jamás los llamará por apodos y en su trato será siempre digno, para
conservar así la subordinación y mantener su autoridad.
ARTÍCULO 70.- Cuidará que los soldados a sus órdenes sepan desempeñar sus
obligaciones; les enseñará a vestir con propiedad; les enterará de que la subordinación, el
valor y prontitud en el servicio, son cualidades que debe poseer y que constituyen el
verdadero espíritu de la profesión.
ARTÍCULO 74.- El Sargento Segundo observará con sus subalternos un trato afable y
digno, no usara familiaridades que relajen la disciplina; se hará respetar y obedecer y
exigirá esmerado aseo en sus inferiores, para que en todos los actos del servicio, su
presentación sea correcta.
ARTÍCULO 75.- Será exacto en el cumplimiento de sus deberes para poder exigir lo mismo
a sus inferiores, y será también responsable de las deficiencias que hubiere en los hombres
a su órdenes, debiendo ejercer una vigilancia absoluta en que todo lo que a ellos concierne.
ARTÍCULO 76.- El Sargento Primero es, en la clase de tropa, el que tiene mayor mando y
respetabilidad y el más inmediato al Subteniente. Por lo mismo, debe vigilar con eficacia a
los soldados, cabos y sargentos segundos, haciéndoles cumplir todas las órdenes del
servicio, que dicte, así como las de sus superiores.
ARTÍCULO 77.- Conocerá las obligaciones de los inferiores, y las de los superiores hasta el
Teniente; desempeñará las funciones del servicio que se le encomienden, sin entorpecer
las de sus subalternos, vigilando que en todas las circunstancias se mantenga el orden y la
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disciplina. Apoyará a sus inferiores en las determinaciones que tomen, cuando sean justas;
no los maltratará en forma alguna, y si cometieren faltas, los arrestará dando aviso a su
inmediato superior.
ARTÍCULO 79.- Tendrá especial cuidado en atender las quejas de sus subalternos,
remediando las que estén a su alcance y transmitiendo al superior inmediato, sin
modificarlas, las que no sean de su incumbencia.
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Artículo 229.- La pena señalada en el artículo anterior, se aplicará siempre que el que
hubiere infringido ese precepto, no llegare a hacer uso del documento falso o falsificado,
pues si lo hiciere, la pena será la de cuatro años de prisión; y si con el uso de ese
documento se cometiere otro delito, se observarán las reglas de acumulación.
Artículo 230.- También se impondrá la pena de tres años de prisión, al funcionario o
empleado en el fuero de guerra que, a sabiendas, consigne o haga consignar, en las
averiguaciones o en los procesos, hechos falsos, o que altere el texto de las actuaciones.
Artículo 231.- El que falsifique los sellos, timbres o marcas militares que se usen en la
correspondencia, libros, actas o documentos oficiales destinados a marcar el armamento,
equipo, vestuario u otros objetos pertenecientes al ejército, será castigado con la pena de
cuatro años de prisión. La misma pena se aplicará a los que, a sabiendas, hagan uso de
dichos sellos, timbres o marcas.
Artículo 232.- El que, habiéndose proporcionado las marcas, timbres o sellos verdaderos,
destinados a los usos que indica el artículo anterior, los utilice de un modo fraudulento en
perjuicio de la nación y en beneficio propio o ajeno, o en perjuicio de otro, será castigado
con la pena de seis años de prisión.
Artículo 233.- El que a sabiendas haga uso de pesas o medidas falsas, para entregar o
recibir los objetos que tenga a su cargo, sufrirá la pena de cuatro años de prisión.
Artículo 234.- El que falsifique o adultere, o haga falsificar o adulterar los víveres, forrajes,
líquidos, medicinas u otras substancias confiadas a su guarda o vigilancia, o que
conociendo su falsificación o adulteración las distribuya o haga distribuir a la tropa, caballos,
ganado de tiro o acémilas, será castigado con la pena de cinco años de prisión.
Artículo 235.- Si el delito de que habla el artículo anterior, se perpetrare por otro que no
sea el guardián o encargado de los efectos a que este precepto se refiere, la pena aplicable
será la de tres años de prisión.
Artículo 236.- A los responsables de los delitos expresados en los cinco artículos
precedentes, a quienes deba imponerse la destitución como consecuencia de la pena
privativa de libertad que les corresponda, se les fijará para la inhabilitación otro tiempo igual
al que deba durar la pena privativa de libertad. Artículo reformado DOF 13-06-2014
Artículo 237.- El que intencionalmente altere, cambie, destruya o modifique los diarios de
bitácora, navegación, o desviación del compás o cronómetros o libros de cargo, estudios
científicos o relativos a una navegación, o que dé un falso rumbo, u observaciones de
situación distintas de las verdaderas, será castigado con ocho meses de prisión, si no
resultare daño. Si resultare éste, la pena será de tres años de prisión, y si se perdiere el
buque, se impondrá pena de treinta a sesenta años de prisión. Artículo reformado DOF 29-06-2005
Artículo 238.- El que altere o cambie los planos o modelos de alguna construcción naval, o
la construcción misma, destinada al servicio de la Armada, sufrirá la pena de un año de
prisión, y si por esta causa se originare algún daño, la pena será de seis años.
CAPITULO II
Fraude, malversación y retención de haberes
Artículo 239.- Será castigado con la pena de tres años de prisión:
I.- El que en las listas de Revista o cualquier otro documento militar haga aparecer una
cantidad de hombres, animales, haberes, jornales o forrajes mayor de la que justamente
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deba figurar, o algún individuo que realmente no exista o que existiendo no prestase
servicio;
II.- El que, en ejercicio de sus funciones o con miras interesadas, favorezca a un contratista
o proveedor en la contrata respectiva, presente cuentas o relaciones inexactas sobre gastos
del servicio, naturaleza, cantidad o calidad de los trabajos, mano de obra o provisiones
destinadas al uso militar; efectúe compras de estas últimas a precio mayor que el de plaza,
o celebre otros contratos onerosos; no dé cuenta oportunamente a la Secretaría de la
Defensa Nacional o de Marina, según corresponda, de los fondos que tuviere en su poder
por economías de forrajes o gasto común; firme o autorice orden, libramiento o cualquier
otro documento de pago o de crédito extendido por los que se hallen a sus órdenes y que
difiera en cantidad de lo que arroje la liquidación o ajuste correspondiente; ordene o haga
consumos innecesarios de víveres, municiones, pertrechos, combustibles u otros efectos
destinados al servicio; cambie sin autorización las monedas o valores que hubiere recibido,
por otros distintos o que de cualquiera otra manera no especificada en este o en alguno de
los demás preceptos contenidos en el presente capítulo, alcance un lucro indebido, con
perjuicio de los intereses del ejército o de los individuos pertenecientes a él, valiéndose
para ello del engaño o aprovechándose del error de otra persona. Fracción
reformada DOF 09-04-2012, 13-06-2014
Artículo 240.- El jefe de corporación o de alguna otra dependencia del ejército, del detall, el
encargado del mando de la compañía, escuadrón o batería, y en la Marina los oficiales del
cargo o brigada en que apareciere cometido el delito consignado en la fracción I del artículo
precedente, si no debieren ser castigados conforme a ese precepto, lo serán por su omisión
en la vigilancia que les está encomendada, con la pena de cuatro meses de suspensión de
empleo.
Artículo 241.- El que malverse dinero, valores o cualesquiera otros efectos pertenecientes
al Ejército o al personal que lo compone, que hubiere recibido en virtud de su empleo o de
su comisión fija o accidental, será castigado:
I. Con prisión de ocho meses si el valor de lo sustraído no excediere de veinte salarios
mínimos;
II. Con prisión de dos años, si el valor de lo sustraído pasare de veinte salarios
mínimos y no excediere de doscientos, y
III. Cuando excediere de doscientos salarios mínimos se impondrá la pena de la
fracción anterior, aumentada en un mes por cada veinte salarios mínimos o fracción,
pero sin que pueda exceder de doce años de prisión.
En los casos de las fracciones anteriores, además de las penas privativas de libertad
señaladas, se impondrá la destitución de empleo con inhabilitación de diez años para el
servicio.
Párrafo reformado DOF 13-06-2014
Fe de erratas al artículo DOF 27-09-1933. Reformado DOF 22-07-1994
18
I. A dos meses de prisión si el valor de lo sustraído no excediere de veinte salarios
mínimos;
II. A cuatro meses de prisión, si ese valor excediere de veinte salarios mínimos y no
pasare de doscientos, y
III. A un año de prisión en los demás casos, aumentando quince días por cada veinte
salarios mínimos o fracción de exceso, sobre doscientos, pero sin que la pena pueda
exceder de ocho años de prisión.
Si la devolución se efectuare después de tres días, y antes de que se pronuncie sentencia
definitiva, la pena aplicable consistirá en el mínimo de la privativa de libertad
correspondiente, conforme al indicado artículo 241 y en la destitución que el mismo
precepto establece.
Párrafo reformado DOF 13-06-2014
Fe de erratas al artículo DOF 27-09-1933. Reformado DOF 22-07-1994
19
I.- Los individuos de tropa que extravíen en tiempo de paz el caballo, las armas, las
municiones u otros objetos que se les hubiere entregado para el servicio, excepto las
prendas de vestuario de uso personal. En campaña se duplicará la pena, y
II.- Los soldados o clases que extravíen objetos militares o efectos destinados al uso del
ejército, que tuvieren bajo su inmediata vigilancia, siempre que no debieren ser
castigados administrativamente y sin perjuicio de que se haga el descuento del valor
de los objetos extraviados.
Los oficiales en el caso de la fracción II del presente artículo, además de la pena privativa
de libertad, sufrirán la de suspensión de empleo o comisión, por el término de seis meses.
Párrafo reformado DOF 13-06-2014
V.- Con un año de aumento a las penas que fijan las fracciones que anteceden:
Artículo 250.- El que, maliciosamente y fuera de los casos previstos en el artículo 203,
fracción XVII y 363, destruya o devaste por otros medios que no sean el incendio o la
explosión de una mina, edificios, fábricas, buques de guerra, aeronaves u otras
construcciones militares, almacenes, talleres o arsenales o establecimientos de marina,
será castigado con la pena de siete años de prisión.
Fe de erratas al párrafo DOF 27-09-1933
Igual pena tendrá el que maliciosamente comunique el agua de mar con los pañoles de
pólvora, municiones o víveres, si por esa causa se inutilizaren dichos efectos.
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Artículo 252.- Al que por medio de barrenos o abertura de una o más válvulas, produzca
maliciosamente la pérdida total de un buque, se le impondrá pena de treinta a sesenta años
de prisión.
Artículo reformado DOF 29-06-2005
Artículo 253.- El que, con intención dolosa, destruya o haga destruir frente al enemigo,
objetos necesarios para la defensa o el ataque, o para la navegación o maniobras de un
buque, todo o parte del material de guerra, aeronaves, armas, municiones, víveres o
efectos de campamento o del servicio de barco, se le impondrá pena de treinta a sesenta
años de prisión.
Fe de erratas al párrafo DOF 27-09-1933. Reformado DOF 29-06-2005
Artículo 254.- La misma pena de ocho años de prisión se impondrá a todo el que dolosa o
deliberadamente destruya, queme o inutilice los libros, cartas náuticas, planos, actas,
archivos o instrumentos científicos pertenecientes al ejército.
CAPITULO IV
Deserción e insumisión
Denominación del Capítulo reformada DOF 17-10-1944
Artículo 255.- La deserción de los individuos de tropa que no estuvieren en servicio, se
entenderá realizada, a falta de cualquier otro hecho que la demuestre:
I.- Cuando faltaren sin motivo legítimo a la revista de administración y no se presenten a
justificar, dentro de las veinticuatro horas siguientes;
II.- Cuando faltaren sin impedimento justificado por tres días consecutivos a las listas de
diana y retreta de las fuerzas a que pertenezcan o a las dependencias de que formen parte;
III.- Cuando tratándose de marineros, se quedaren en tierra a la salida del buque a que
pertenezcan, siempre que tuvieren oportuno conocimiento de ella, o faltaren por tres días
consecutivos a bordo del barco, y
IV.- Cuando se separen sin permiso del superior que tenga facultad para concederlo, una
noche del campamento o guarnición en que se hallen, o se separen en tiempo de paz, a
más de veinte kilómetros de distancia del campamento, cuarenta de la guarnición, o quince
del puerto en donde esté el barco a que pertenezcan; y en campaña, a cualquiera distancia
de la plaza, buque o punto militar.
Artículo 256.- Los desertores comprendidos en el artículo que antecede, serán castigados
en tiempo de paz:
I.- Con la pena de dos meses de prisión en un cuartel o buque, sin perjuicio del servicio, si
se presentaren voluntariamente dentro de ocho días, contados desde aquel en que se
hubiere realizado su separación ilegal del servicio militar;
II.- Con la de tres meses de prisión en un cuartel o buque, sin perjuicio del servicio, si dicha
presentación la efectuaren después del plazo señalado en la fracción anterior, y
III.- Con la de seis meses de prisión en un cuartel o buque, sin perjuicio del servicio, y
destinados al de policía u obras militares, si fueren aprehendidos.
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Artículo 257.- Los individuos de tropa que debieren ser condenados al mismo tiempo por
varios de los delitos a que se refiere el artículo anterior o por uno solo de ellos cuando lo
hubieren sido ya por otro de ese mismo género, en sentencia irrevocable pronunciada con
anterioridad, serán castigados:
I.- Con la pena de cuatro meses de prisión en un cuartel o buque, sin perjuicio del servicio,
si se presentaren voluntariamente dentro del término de ocho días contados desde aquel en
que hubieren realizado su separación ilegal del servicio militar;
II.- Con la de seis meses de prisión en un cuartel o buque, sin perjuicio del servicio, si esa
presentación la hicieren después del plazo mencionado, y
III.- Con la de ocho meses de prisión en un cuartel o buque, sin perjuicio del servicio, y
destinados al de policía u obras militares, si fueren aprehendidos.
Artículo 258.- A los sargentos y cabos a quienes en virtud de lo dispuesto en los dos
artículos que anteceden hubiere que imponer la pena de prisión por haber sido
aprehendidos, serán destituidos de sus respectivos empleos; en los otros casos a que los
mismos preceptos se refieren, además de la pena de prisión correspondiente, sufrirán la de
suspensión de empleo por otro tiempo igual al de aquélla, y el servicio a que durante una y
otra debe destinárseles, lo prestarán en calidad de soldados y siempre que fuere posible
conforme a lo mandado en el artículo 135, en un cuerpo o dependencia diversos de los que
forman parte.
Artículo 259.- Serán castigados con la pena de un mes de prisión únicamente, los soldados
que, habiendo desertado en los casos del artículo 256, justifiquen para su defensa, que no
les fueron leídas cuando sentaron plaza, y una vez al mes lo menos, las disposiciones
penales relativas a la deserción, o que cometieron el delito por no habérseles asistido en el
pre, rancho, ración o vestuario correspondiente; por no habérseles cumplido cualquiera otra
condición de su empeño en el servicio, siempre que la falta de pre, rancho, ración o
vestuario, se haya efectuado solamente respecto de los individuos de que se trata y no de
sus demás compañeros, y que aquéllos comprueben también que, habiéndose quejado, no
se les hizo justicia; y que la deserción no haya sido llevada a cabo por tres o más individuos
reunidos.
Artículo 260.- Los individuos de tropa que desertaren efectuando su separación ilegal del
servicio militar en tiempo de paz, y cuando estén desempeñando actos propios de ese
mismo servicio y distintos de los especificados en el artículo siguiente, serán castigados con
la pena de dos años de prisión, si el servicio de que se trate fuere de armas, y con la de un
año si fuese económico del cuartel o buque, o cualquiera otro que no sea de armas. Los
sargentos y cabos sufrirán, además, en todos esos casos, la destitución del empleo.
Artículo 261.- Los individuos de tropa que desertaren en tiempo de paz, y en alguno de los
casos o con alguna de las circunstancias que especialmente se preven en seguida, serán
castigados:
I.- El que deserte de la escolta de prisioneros, detenidos o presos o de cualquiera otra no
especificada en este artículo, con la pena de tres años de prisión;
II.- El que deserte estando de guardia, o de la escolta de municiones, o llevándose el
caballo, mula o montura, o el marino que deserte llevándose un bote o usando de él
exclusivamente para ese objeto, con la de cuatro años;
22
III.- El que deserte llevándose el fusil, carabina, pistola o sable, o tratándose de los marinos,
cualquiera otra arma u objeto, que hubiere recibido para su uso en el servicio de mar y con
la obligación de devolverlo, con la de cinco años;
IV.- El que deserte estando de centinela, con la de seis años;
V.- El que deserte escalando u horadando los muros o tapias del cuartel o puesto militar u
ocupado militarmente o saliendo de a bordo por cualquier medio que no sea de los
autorizados para el desembarco, con la de tres años, y
VI.- El que deserte, estando en una fortaleza o plaza fuerte, con la de cuatro años.
A las clases a quienes se hubiere de aplicar alguna de las penas señaladas en las
fracciones anteriores, se les impondrá también la destitución de empleo, ya sea que
proceda o no como consecuencia de la privativa de libertad.
Fe de erratas al párrafo DOF 27-09-1933
Artículo 262.- En los casos de las dos primeras fracciones del artículo anterior, si el que
desertare estuviere desempeñando las funciones de comandante de la escolta o de la
guardia, será castigado con la pena de cuatro años de prisión o con la de seis, según que
estuviere comprendido en la I o II de esas mismas fracciones.
Artículo 263.- El soldado que desertare estando de guardia o de centinela, o cuando esté
formando parte de una escolta, si hubiere sido nombrado para alguno de esos servicios
antes de haber cumplido cuatro meses de instrucción contados desde el día en que haya
sentado plaza en su corporación, será castigado con el mínimo de la pena señalada en la
disposición legal que, sin esa circunstancia, se le hubiere debido aplicar. De la misma
manera será castigado el marino que en iguales condiciones desertare estando de guardia
militar o de centinela, o formando parte de una escolta, o esquifazón de botes.
Artículo 264.- Cuando la deserción de los individuos de tropa se efectuare en campaña, se
observarán las siguientes reglas:
I.- En los casos a que se refiere los artículos 256, 257 y 263, se impondrá la penalidad
establecida en esos preceptos, duplicándose los términos señalados en ellos para la
prisión.
Los sargentos y cabos serán además destituidos de su empleo.
II.- En los casos previstos en los artículos 260, 261 y 262, se aumentarán en dos años, las
penas privativas de libertad respectivamente señaladas en esos preceptos.
Fracción reformada DOF 13-06-2014
Artículo reformado DOF 17-10-1944
Artículo 265.- Los individuos de tropa que después de haber desertado dentro de la
República, hayan salido de los límites de ésta, o que desertaren estando fuera de ella,
serán castigados con arreglo a las disposiciones siguientes:
I. Si el delito fuere cometido en tiempo de paz, la pena será de cuatro años de prisión;
II. Si fuere cometido en campaña, será la de siete años de prisión;
III. Si fuere cometido en tiempo de paz, pero llevándose el que lo perpetrare, el caballo,
mula o montura, o el fusil, carabina, pistola o sable, o bote u otro objeto destinado al
servicio de la Armada, la pena será la de ocho años de prisión, y
23
IV. Si fuere cometido en campaña, llevándose el culpable algo de lo expresado en la
fracción anterior la pena será la de diez años de prisión.
Artículo 266.- El individuo de clases o marinería que durante las faenas que fueren
consecuencia de un naufragio o suceso peligroso para la embarcación se ausentare
durante dos días sin permiso del superior será castigado como desertor en campaña aun
cuando el hecho tuviere lugar en tiempo de paz. Si el delito se cometiere en campaña, será
considerado como desertor frente al enemigo.
Artículo 267.- Los oficiales que desertaren en tiempo de paz y en alguno de los casos
enumerados en el presente artículo, serán castigados:
I.- El que deserte desempeñando cualquiera comisión distinta de las que se especifican en
las fracciones posteriores, si el servicio de que se trate fuere de armas, con la pena de tres
años de prisión; con la de un año y seis meses, si aquél fuere económico de cuartel o
buque o cualquiera otro que no sea de armas; y en ambos casos, con la de destitución, ya
sea que proceda o no como consecuencia de las anteriores;
II.- El que deserte de la escolta de prisioneros, detenidos o presos o de cualquiera otra no
especificada en este artículo, con la de cinco años de prisión o con la de cuatro, según que
el que desertare fuere o no el comandante de la escolta;
III.- El que desertare estando de guardia, o de la escolta de municiones, con la de ocho
años de prisión, o con la de seis, según que el que desertare fuere o no comandante de la
guardia o de la escolta, y
IV.- El que sin estar desempeñando servicio de armas desertare al extranjero, con la de
siete años de prisión; si estuviere desempeñando ese servicio, con la de nueve años, y si
fuere el comandante de un punto, fuerza o buque, con la de once.
Artículo 268.- En los casos del artículo anterior y en aquellos a que se refieren las
fracciones I y II del artículo 270, si la deserción se hubiere efectuado en campaña se
aumentarán en dos años las penas privativas de libertad señaladas en esos preceptos.
Fe de erratas al artículo DOF 27-09-1933. Reformado DOF 13-06-2014
24
VI. Que falten al servicio tres días consecutivos, sin motivo legítimo, o se separen durante
cuarenta y ocho horas del barco a que pertenezcan sin ese motivo ni permiso del
superior;
VII. Que falten al acto de la revista de administración sin causa legítima y no se presenten a
justificar dentro de las veinticuatro horas siguientes;
VIII. Que, habiendo recibido cualquiera cantidad para la marcha, no emprendan éstas a su
destino, después de tres días de expedido el pasaporte, o en el término que se les
hubiere señalado, sin impedimento legal o sin orden ni permiso de la autoridad que
corresponda;
IX. Que disfrutando de licencia temporal dejen de presentarse cuando hubieren sido
llamados antes de que fenezca el plazo por el que les hubiere sido concedida, o sin
causa justificada, cuando haya expirado dicho plazo, y
X. Que disfrutando de licencia ilimitada no se hubieren presentado después de dos meses
de haber recibido la orden y los recursos necesarios para ello, en caso de guerra
extranjera.
Artículo 270.- Los comprendidos en el artículo anterior, serán castigados:
I. En los casos de las fracciones I y II, con un año de prisión y destitución de empleo;
II. En los casos de las fracciones III a VII, con seis meses de prisión, y
III. En los casos de las fracciones VIII a X, con destitución de empleo.
Fe de erratas a la fracción DOF 27-09-1933
Artículo 271.- Siempre que al aplicarse la penalidad establecida en los artículos 267, 268 y
270 deba imponerse la destitución de empleo, se fijará en diez años al término de la
inhabilitación para volver al ejército.
Artículo 272.- Los que desertaren frente al enemigo, marchando a encontrarlo,
esperándolo a la defensiva, bajo su persecución o durante la retirada, se les impondrá pena
de treinta a sesenta años de prisión.
Artículo reformado DOF 29-06-2005
25
II.- a los que en ese mismo caso hubiere debido imponérseles una privativa de libertad, sola
o reunida a otra de distinta especie, se les impondrá el máximo de aquélla aumentada en
una cuarta parte de su duración, y las demás que hubiere debido imponérseles en el caso
indicado, y
III. Al que hubiere encabezado la reunión o grupo si fuere individuo de tropa se le castigará
con la pena de trece años de prisión, siempre que conforme a lo prevenido en la fracción I,
no debiere imponérsele pena de treinta a sesenta años de prisión; pero si fuere oficial o el
delito se hubiere cometido en campaña, se le aplicará en todo caso esa última pena.
Fracción reformada DOF 29-06-2005
Artículo 275.- Lo que por causas legítima se hubieren dispersado del cuerpo de tropas o
buque a que pertenezcan, serán castigados como desertores, según las circunstancias que
hayan intervenido en su separación, si tan luego como les fuera posible, no se presentaren
a su mismo cuerpo de tropas o buque o a otras fuerzas o buques de guerra nacionales o a
la autoridad militar, marítima o consular más próxima.
Las mismas reglas se observarán respecto de los militares que habiendo caído prisioneros
de guerra, no se presenten oportunamente a quien corresponda después de recobrar su
libertad.
Se impondrá la pena de un mes de prisión al miembro de las reservas del Ejercito o de la
Guardia Nacional, que, sin impedimento justificado, no se presente al lugar que se le
designe en el llamamiento, dentro del plazo correspondiente.
Comete el delito de insumisión el conscripto que por virtud del sorteo le corresponda prestar
servicio activo, no se presente a la autoridad respectiva dentro del plazo señalado para ser
encuadrado en las unidades del Ejército.
A los infractores se les impondrá la pena de un mes de prisión. La pena privativa de libertad
no releva de la obligación de prestar el servicio.
Párrafo reformado DOF 13-06-2014
Artículo reformado DOF 17-10-1944
CAPITULO IV BIS
Traición a las Fuerzas Armadas Mexicanas
Capítulo adicionado DOF 16-11-2011
Artículo 275 Ter.- Se sancionará con pena de prisión de quince a sesenta años y baja de la
Fuerza Armada que corresponda, al militar que:
I. Utilice la fuerza, embarcación, aeronave, o cualquier otro bien o recurso humano que
tenga bajo su cargo o mando a favor de cualquier miembro de la delincuencia organizada o
asociación delictuosa;
II. Proporcione a cualquier miembro de la delincuencia organizada o asociación
delictuosa, protección o facilidades en la plaza o puesto confiado a su cargo; así como
adiestramiento, capacitación o conocimientos militares;
III. Induzca al personal que tenga bajo su mando o a las tropas de las que forme parte,
para que presten algún servicio a cualquier miembro de la delincuencia organizada o
asociación delictuosa, o reclute personal militar para el mismo fin;
26
IV. Proporcione a cualquier miembro de la delincuencia organizada o asociación
delictuosa, información a la que tenga acceso con motivo del ejercicio de su cargo o
comisión;
V. Incumpla con sus obligaciones, respecto de las tropas a su cargo, para actuar contra
cualquier miembro de la delincuencia organizada o asociación delictuosa;
VI. Obstaculice las acciones de las fuerzas armadas o autoridad competente, en contra
de cualquier miembro de la delincuencia organizada o asociación delictuosa;
VII. No ejecute una orden del servicio o la modifique de propia autoridad, en ambos
casos, para favorecer a cualquier miembro de la delincuencia organizada o asociación
delictuosa;
VIII. Falsifique o altere un documento o instrumento que contenga información relativa a
las operaciones de las Fuerzas Armadas o autoridad competente en contra de cualquier
miembro de la delincuencia organizada o asociación delictuosa, o a sabiendas de que se
trata de documentos o instrumentos falsificados o alterados, haga uso de ellos;
IX. Proporcione a sus superiores información diferente a la que conozca acerca de las
actividades que esté desarrollando en las Fuerzas Armadas en contra de cualquier
miembro de la delincuencia organizada o asociación delictuosa, u omita proporcionar los
datos que tenga sobre dichas actividades, así como de los proyectos o movimientos de
éstos;
X. Conduzca o guíe las actividades de cualquier miembro de la delincuencia organizada
o asociación delictuosa, y
XI. Ponga en libertad a cualquier miembro de la delincuencia organizada o asociación
delictuosa, o proteja o facilite su fuga.
Las penas previstas en este capítulo se impondrán además de las que correspondan a los
delitos que resulten cometidos por las actividades del individuo u organización delictiva de
que se trate.
Para los efectos de este capítulo, se entenderá por Fuerzas Armadas Mexicanas, a las
instituciones armadas de la Unión, a saber: Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Para los efectos de este capítulo se entenderá por delincuencia organizada la prevista en el
artículo 2o. de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada y por asociación
delictuosa, la prevista en el artículo 164 del Código Penal Federal.
Artículo adicionado DOF 16-11-2011
CAPITULO V
Inutilización voluntaria para el servicio
Artículo 276.- El que lesionándose o de cualquiera otra manera se inutilice
voluntariamente, por sí o por medio de otro, para el servicio militar, será castigado con las
penas de un año y seis meses de prisión y destitución de empleo.
Las mismas penas se impondrán al que a petición de otro, lo inutilice con el objeto
indicado.
27
Artículo 277.- Se impondrá la pena de ocho meses de prisión, a quien se valga de recursos
o medios fraudulentos que lo imposibiliten para el cumplimiento de alguna obligación militar.
CAPITULO VI
Insultos, amenazas o violencias contra centinelas, guardias, tropa formada,
salvaguardias, bandera y ejército
Artículo 278.- El que ofenda o amenace a un centinela, a un miembro de una guardia, a un
vigilante, serviola, guardián o salvaguardia y el que destruya ésta si fuere escrita, será
castigado con la pena de un año de prisión.
Artículo 279.- El que cometa violencia contra cualquiera de los individuos mencionados en
el artículo anterior, será sancionado:
Párrafo reformado DOF 29-06-2005
II. Con la pena de cinco años de prisión, si la violencia se cometiere sin hacer uso de
armas.
TITULO NOVENO
Delitos contra la jerarquía y la autoridad
CAPITULO I
Insubordinación
Artículo 283.- Comete el delito de insubordinación el militar que con palabras, ademanes,
señas, gestos o de cualquier otra manera, falte al respeto o sujeción debidos a un superior
que porte sus insignias o a quien conozca o deba conocer.
La insubordinación puede cometerse dentro del servicio o fuera de él.
Artículo 284.- Se entenderá que la insubordinación se comete en el servicio:
I.- Cuando el inferior y el superior o solamente uno de ellos se encuentre en servicio, y
II.- cuando tenga lugar el delito, con motivo de actos del servicio, aun cuando se encuentren
francos el inferior y el superior, en el momento de realizarse aquél.
Artículo 285.- La insubordinación en servicio, se castigará:
I.- Con la pena de un año seis meses de prisión si se hiciere por medio de palabras o
ademanes, por escrito o de cualquiera otra manera que no constituya una vía de hecho;
II.- Con la pena de tres años de prisión si el delito consistiere en alguna amenaza;
III.- Con cinco años de prisión cuando se llegue a las vías de hecho, pero sin causar lesión;
IV.- Con seis años de prisión si causare una o varias lesiones que por su naturaleza
ordinaria no tarden en curar más de quince días;
28
V.- Con siete años de prisión cuando la enfermedad pase de quince días y sea temporal;
VI.- Con ocho años de prisión cuando quede al ofendido una cicatriz en la cara
perpetuamente notable, o se le disminuya la facultad de oír, se le debilite para siempre la
vista, o se le entorpezca o debilite permanentemente una mano, un pie, un brazo o una
pierna o cualquier otro órgano, el uso de la palabra o alguna de las facultades mentales;
VII.- Con nueve años de prisión, cuando resulte una enfermedad seguramente incurable, la
inutilización completa o la pérdida de un ojo o de la facultad de oír, de un brazo, de una
mano, de una pierna, de un pie, o de cualquier otro órgano, o cuando el individuo quede
con una deformidad perpetuamente notable en parte visible.
Si la deformidad fuere en la cara, se tendrá esta circunstancia como agravante;
VIII.- Con diez años de prisión cuando resulte incapacidad permanente para trabajar,
enajenación mental, pérdida de la vista, o del habla, o de las funciones sexuales, y
IX. Con pena de treinta a sesenta años de prisión cuando se causare la muerte del
superior.
Fracción reformada DOF 29-06-2005
Cuando las lesiones hayan puesto en peligro la vida del ofendido, se agregarán dos años a
las penas de prisión fijadas en las fracciones IV a VIII.
Artículo 286.- La insubordinación fuera del servicio, cuando se cometa de cualquiera de las
maneras previstas en los artículos anteriores, será castigada con la mitad de las penas que
en ellos se establecen, pero si la insubordinación provocara la muerte del superior, se le
impondrá pena de treinta a sesenta años de prisión.
Artículo reformado DOF 29-06-2005
Artículo 287.- Si el delito de insubordinación a que se refieren las fracciones I al VIII del
artículo 285 fuere perpetrado cuando el que lo cometa estuviere sobre las armas, o delante
de bandera, o de tropa formada, o durante zafarrancho de combate con armas, el término
de la pena se formará aumentando en un tercio, el que según esas mismas disposiciones
hubiere de corresponder.
Fe de erratas al artículo DOF 27-09-1933
Artículo 288.- Cuando el inferior haya sido excitado u obligado a cometer súbitamente
alguno de los delitos previstos en este capítulo, por algún acto del superior contrario a las
prescripciones legales o en el que éste se haya excedido en el uso de sus facultades, se le
aplicará la mitad del mínimo de la pena que corresponda.
Artículo reformado DOF 29-06-2005
Artículo 289.- Si en los casos del artículo que antecede, los actos del superior constituyen
un maltrato o un tratamiento degradante para el inferior, los términos establecidos en ese
mismo precepto para la pena que deba imponerse, serán a su vez reducidos a la mitad.
Artículo 290.- El que por violencia o amenaza intentará impedir la ejecución de una orden
del servicio dada por un superior u obligar a éste a que la ejecute o a que la dé o se
abstenga de darla, será castigado con la pena de diez años de prisión.
Si el delito de que se trata en este artículo fuere cometido sobre las armas o delante de la
bandera o tropa formada o durante zafarrancho de combate con armas, se impondrá pena
de treinta a sesenta años de prisión.
Fe de erratas al párrafo DOF 27-09-1933. Reformado DOF 29-06-2005
29
Artículo 291.- Si en la orden cuyo cumplimiento se trate de impedir, concurriere alguna de
las circunstancias especificadas en los artículos 288 y 289, las disposiciones contenidas en
esos preceptos, serán igualmente aplicables a los casos comprendidos en el artículo que
antecede.
Artículo 292.- Cuando la insubordinación consistiere en vías de hecho o estuviere
comprendida en el artículo 290, si se cometiere en marcha para atacar al enemigo, frente a
él, esperando a la defensiva, bajo su persecución o durante la retirada, se aplicará pena de
treinta a sesenta años de prisión sin tener en cuenta las disposiciones de los artículos 119
fracción III, 288 y 289.
Fe de erratas al artículo DOF 27-09-1933. Reformado DOF 29-06-2005
CAPITULO II
Abuso de autoridad
Artículo 293.- Comete el delito de abuso de autoridad, el militar que trate a un inferior de un
modo contrario a las prescripciones legales.
Este delito puede cometerse dentro y fuera del servicio.
Artículo 294.- El superior que diere órdenes de interés personal a un inferior, estorbare sin
motivo justificado la ejecución de las que éste hubiere dado en uso de sus facultades, le
impidiese de cualquier modo el cumplimiento de sus deberes, le exigiese el de actos que no
tengan relación con el servicio o que de cualquiera manera le hiciere contraer obligaciones
que sean en perjuicio del desempeño de sus deberes, será castigado con la pena de cuatro
meses de prisión.
Artículo 295.- El superior que impidiere a uno o varios inferiores que formulen, retiren o
prosigan sus quejas o reclamaciones, amenazándolos o valiéndose de otros medios ilícitos,
o que hiciere desaparecer una queja, petición, reclamación o cualquier documento militar, o
se negare a darles curso o a proveer en ellos, o a expedir a un individuo de tropa, la
certificación de cumplido teniendo el deber de hacerlo, será castigado con la pena de
suspensión de empleo por tres meses.
Artículo 296.- Al que se extralimite en el derecho de imponer castigos correccionales,
aplicando los que no estén permitidos por la ley o haciendo sufrir los que lo estén, al que
sea inocente, o excediéndose en los que en la misma ley estén señalados de un modo
expreso respecto de la falta de que se trate, se le impondrá la pena de seis meses de
prisión si no resultare lesionado el ofendido.
Artículo 297.- El que insulte a un inferior o procure inducirlo a una acción degradante o a
una infracción legal, sufrirá la pena de seis meses de prisión. Si la infracción se llevare a
efecto se castigará el delito que resulte.
Artículo 298.- El que infiera golpes o de cualquiera otra manera maltrate de obra a un
inferior sin lesionarlo, será castigado con la pena de un año de prisión.
El que mandare dar golpes a un inferior o que innecesariamente mandare cualquier otro
maltratamiento de obra contra él, será castigado con la pena de dos años de prisión, si el
ofendido no resultare lesionado.
Artículo 299.- El que infiera alguna lesión a un inferior será castigado:
I. Con un año de prisión si fuere de las comprendidas en la fracción IV del artículo 285;
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II. Con dos años de prisión, si fuere de las clasificadas en la fracción V;
III. Con cuatro años de prisión, si fuere de las mencionadas en la fracción VI;
IV. Con seis años y seis meses de prisión, si se tratare de las que cita la fracción VII;
V. Con ocho años de prisión, si fuere de las expresadas en la fracción VIII;
VI. Con diez años y seis meses de prisión, si resultare homicidio simple, y
VII. Con pena de treinta a sesenta años de prisión si resultare homicidio calificado.
Fracción reformada DOF 29-06-2005
Cuando las lesiones hayan puesto en peligro la vida del ofendido, se agregarán dos años a
las penas de prisión fijadas en las fracciones I a V.
Fe de erratas al párrafo DOF 27-09-1933
Artículo 300.- El que indebidamente haga que una fuerza armada le preste auxilio en una
riña o pendencia, que por esa causa tome mayores proporciones, sufrirá la pena de dos
años de prisión, sin perjuicio de que, conforme a las reglas generales de aplicación de
penas, se le imponga la que corresponda, en virtud de los demás delitos que con esos
actos hubiere cometido.
31
CAPITULO III
Desobediencia
Artículo 301.- Comete el delito de desobediencia el que no ejecuta o respeta una orden del
superior, la modifica de propia autoridad o se extralimita al ejecutarla. Lo anterior se
entiende salvo el caso de la necesidad impuesta al inferior, para proceder como fuere
conveniente, por circunstancias imprevistas que puedan constituir un peligro justificado,
para la fuerza de que dependa o que tuviese a sus órdenes.
La desobediencia puede cometerse dentro y fuera del servicio.
Artículo 302.- El delito de desobediencia cometido fuera del servicio, se castigará con la
pena de nueve meses de prisión.
Artículo 303.- La desobediencia en actos del servicio será castigada con un año de prisión,
excepto en los casos siguientes:
I. Cuando ocasione un mal grave que se castigará con dos años de prisión;
II. Cuando fuere cometida en campaña, que se castigará con cinco años de prisión, y si
resultare perjuicio a las operaciones militares, con diez años de prisión, y
III. Cuando se efectúe frente al enemigo, marchando a encontrarlo, esperándolo a la
defensiva, persiguiéndolo o durante la retirada, se impondrá pena de treinta a sesenta
años de prisión.
Fracción reformada DOF 29-06-2005
Artículo 304.- Los marineros que cometan a bordo el delito de desobediencia, serán
castigados:
I.- Con un año y seis meses de prisión si el barco fuere convoyando buques mercantes que
no conduzcan tropas, armas, pertrechos, víveres, o cualquier otro elemento de guerra;
II.- Con dos años de prisión si se ocasionare un daño grave, encontrándose el barco en
situación peligrosa o convoyando buques mercantes que no conduzcan tropas o cualquiera
de los efectos a que se refiere la fracción anterior;
III.- Con cuatro años de prisión si el daño grave fuere causado a los buques convoyados, y
con ocho años de prisión si se perdieren alguno o algunos de éstos por esa causa, y
IV.- Con cuatro años de prisión en tiempo de paz y cinco en campaña, si la desobediencia
fuere cometida formando parte el barco de una escuadra, y con la de cinco años de prisión,
en tiempo de paz y diez en campaña, si de esa desobediencia resultare algún daño a las
operaciones navales.
LEY ORGÁNICA DEL EJÉRCITO Y FUERZA AÉREA MEXICANOS
TITULO PRIMERO
MISIONES GENERALES
CAPITULO UNICO
ARTICULO 1/o. El Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, son instituciones armadas
permanentes que tienen las misiones generales siguientes:
I. Defender la integridad, la independencia y la soberanía de la nación;
II. Garantizar la seguridad interior;
III. Auxiliar a la población civil en casos de necesidades públicas;
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IV. Realizar acciones cívicas y obras sociales que tiendan al progreso del país; y
V. En caso de desastre prestar ayuda para el mantenimiento del orden, auxilio de las
personas y sus bienes y la reconstrucción de las zonas afectadas.
ARTICULO 2/o. Las misiones enunciadas, podrán realizarlas el Ejército y la Fuerza Aérea,
por si o en forma conjunta con la Armada o con otras Dependencias de los Gobiernos
Federal, Estatales o Municipales, todo, conforme lo ordene o lo apruebe el Presidente de la
República, en ejercicio de sus facultades constitucionales.
ARTICULO 3/o. El Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos deben ser organizados, adiestrados
y equipados conforme a los requerimientos que reclame el cumplimiento de sus misiones.
TITULO SEGUNDO
INTEGRACION DEL EJERCITO Y FUERZA AEREA MEXICANOS
CAPITULO UNICO
ARTICULO 4/o. El Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos están integrados por:
I.- Los mexicanos por nacimiento que no adquieran otra nacionalidad y que prestan sus servicios en
las Instituciones Armadas de tierra y aire, sujetos a las Leyes y Reglamentos Militares;
Fracción reformada DOF 23-01-1998
ARTICULO 9/o. Los edificios e instalaciones en el Ejército y Fuerza Aérea están destinados
para que en ellos se lleven a cabo funciones de administración y organización, así como
para el alojamiento, preparación y operación de las tropas.
TITULO CUARTO
COMPOSICION DEL EJERCITO Y FUERZA AEREA MEXICANOS
Fe de erratas a la denominación del Título DOF 13-02-1987
CAPITULO I
ARTICULO 53. El Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos desarrollan sus acciones de Defensa
Nacional en forma conjunta y se mantienen unidas en una sola Dependencia.
Está compuesta por: Unidades de Combate, Unidades de los Servicios, Cuerpos
Especiales, Cuerpos de Defensas Rurales y Establecimientos de Educación Militar.
Fe de erratas al artículo DOF 13-02-1987
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CAPITULO II
COMPOSICION DEL EJERCITO MEXICANO
Fe de erratas a la denominación del Capítulo DOF 13-02-1987
TITULO QUINTO
PERSONAL DEL EJERCITO Y FUERZA AEREA MEXICANOS
Fe de erratas a la denominación del Título DOF 13-02-1987
CAPITULO I
LOS GRADOS
Fe de erratas a la denominación del Capítulo DOF 13-02-1987
ARTICULO 126. Los grados en la escala jerárquica del Ejército y Fuerza Aérea, tienen por
objeto el ejercicio de la autoridad: de mando militar, de actividad técnica o de actividad
administrativa, en los diferentes niveles orgánicos de las Unidades, Dependencias e
Instalaciones.
Las Planillas Orgánicas señalarán para cada función, el grado que corresponda.
ARTICULO 127. Los mexicanos que prestan sus servicios en las Fuerzas Armadas,
atendiendo a sus capacidades, preparación, responsabilidad y antigüedad, se harán
merecedores a un grado en la escala jerárquica, de acuerdo con la Ley respectiva.
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ARTICULO 128. Los grados de la escala jerárquica del Ejército y Fuerza Aérea se
clasifican en:
I. Generales;
II. Jefes;
III. Oficiales; y
IV. Tropa.
ARTICULO 129. Los grados en el orden decreciente son como sigue:
I. Generales en el Ejército y Fuerza Aérea:
A. General de División;
B. General de Brigada o General de Ala; y
C. General Brigadier o General de Grupo.
II. Jefes en el Ejército y Fuerza Aérea:
A. Coronel;
B. Teniente Coronel; y
C. Mayor.
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III. Oficiales.
Capitán Primero Teniente de Navío
Capitán Segundo Teniente de Fragata
Teniente Teniente de Corbeta
Subteniente Guardiamarina
1/er. Contramaestre
Fe de erratas a la fracción DOF 13-02-1987
1/er. Condestable
1/er. Maestre
IV. Tropa:
A. Clases.
Sargento Primero 2/o Contramaestre
2/o. Condestable
2/o. Maestre
Sargento Segundo 3/er. Contramaestre
Fe de erratas a la fracción DOF 13-02-1987
3/er. Condestable
3/er. Maestre
Cabo Cabo (en sus especialidades)
B. Soldado Marinero
ARTICULO 131. Los grados y las insignias en el Ejército y Fuerza Aérea son de su uso
exclusivo, consecuentemente no podrán ser usados por personas, Corporaciones o
Dependencias que les sean ajenas. Quienes violen estas disposiciones, quedarán sujetos a
lo que dispone la Ley Penal de la Materia. Los grados serán conforme se establece en el
Artículo 129 de este Ordenamiento, las insignias serán especificadas en el Reglamento
Respectivo.
CAPITULO II
CLASES MILITARES
Fe de erratas a la denominación del Capítulo DOF 13-02-1987
ARTICULO 132. Militares son las mujeres y los hombres que legalmente pertenecen a las Fuerzas
Armadas Mexicanas, con un grado de la escala jerárquica. Estarán sujetos a las obligaciones y derechos
que para ellos establecen la Constitución, la presente Ley y demás ordenamientos castrenses.
Artículo reformado DOF 09-11-2011
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ARTICULO 136. Son Militares Auxiliares, los que desempeñan actividades técnicas y
profesionales exclusivamente en los servicios del Ejército y Fuerza Aérea; mientras
pertenezcan a esta clase, su permanencia en las Fuerzas Armadas, será fijada en el
contrato respectivo.
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XI. Ley Orgánica, la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos;
XII. Organismo u Organismos, las Unidades, Dependencias e Instalaciones del Ejército y
Fuerza Aérea;
XIII. Plaza, lugar que se encuentra guarnecido por fuerzas militares y por extensión se les
aplica a las ciudades y poblados;
XIV. Por Papeleta, término administrativo que se utiliza para referirse al acto de revista en
el que se revisan, verifican y confrontan recursos humanos, materiales y monetarios por
medio de documentación;
XV. R.A.M., Revista Administrativa Mensual;
XVI. Secretaría, la Secretaría de la Defensa Nacional;
XVII. Servicios de Especialidad, las diversas agrupaciones especializadas que tienen como
propósito y finalidad satisfacer las necesidades de vida y operación de los mandos y sus
auxiliares, así como de las tropas de combate, mediante el desempeño de toda clase de
actividades administrativas de acuerdo con su especialidad;
XVIII. S.I.I.O., Sección de Información, Instrucción y Operaciones;
XIX. S.P.A.A., Sección de Personal, Abastecimientos y Ayudantía;
XX. Tecnologías de la Información, conjunto de medios informáticos, herramientas y
técnicas empleados para el manejo de la información;
XXI. Toques, los toques militares que se utilizan como medio de mando y que tienen por
objeto indicar la ejecución de los diferentes actos del servicio y dar solemnidad a alguno de
ellos, así como suplir la voz en los movimientos de armas, evoluciones y despliegues, y
XXII. Unidad, corporación o cuerpo de tropa que tiene funciones administrativas
completas respecto a personal, cargos y finanzas.
ARTÍCULO 3.- De conformidad con lo establecido en el Título Tercero, Capítulo I, del
presente Reglamento, las actividades de los Organismos se realizarán de acuerdo con una
distribución del tiempo que sólo podrá ser modificada cuando los servicios lo impongan.
ARTÍCULO 4.- El cumplimiento de este Reglamento es responsabilidad de los
Comandantes de Unidad, de los Directores o Jefes de Dependencias e Instalaciones,
quienes deberán exigir su observancia.
TÍTULO SEGUNDO
De las Órdenes, Listas y Partes
CAPÍTULO I
De las Órdenes
ARTÍCULO 5.- Los mandatos que dicte un superior se llamarán genéricamente "órdenes" y
se comunicarán de preferencia por escrito. Las órdenes deberán ser claras, breves,
concisas, completas y oportunas.
ARTÍCULO 6.- Las órdenes se transmitirán por los conductos regulares, salvo que sean
urgentes, en cuyo caso se darán directamente a quien deba ejecutarlas. Cuando esto
ocurra, se pondrán en conocimiento del superior que corresponda, tanto por quien las dicte
como por quien las recibe. Si la orden es reservada, se seguirá el mismo procedimiento sin
incurrir en explicaciones o detalles de ejecución.
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ARTÍCULO 7.- En todos los Organismos se comunicará al personal la Orden General de la
Plaza que dicte la Comandancia de Región, Zona o Guarnición Militar de la Plaza donde
resida y, en esta misma, se agregará la Orden Particular de la Unidad, Dependencia o
Instalación de que se trate, en la que deberá figurar el personal de servicio y de imaginaria,
así como las revistas que deban pasarse, fijándose las horas en que se darán los toques
correspondientes y demás disposiciones que dicte el Comandante, Director o Jefe, según
corresponda.
ARTÍCULO 8.- Cuando haya de darse una disposición de carácter urgente o especial, se
redactará una Orden Extraordinaria que se comunicará a cualquier hora del día, con las
mismas formalidades que la ordinaria.
ARTÍCULO 9.- La Orden General de la Plaza la recibirá el Ayudante o quien realice sus
funciones, quien la comunicará al Segundo Comandante, Subdirector o Subjefe, según
corresponda y lo acompañará a transmitirla al Comandante, Director o Jefe del Organismo.
Este último dará la Orden Particular del Organismo. Recibida la Orden General de la Plaza
y la Orden Particular, el Segundo Comandante, Subdirector o Subjefe, según corresponda,
las entregará al Subayudante o quien realice sus funciones, para que formule los tantos que
sean necesarios para entregarlos al Sargento de Día.
ARTÍCULO 10.- Para comunicar la Orden Particular en los Organismos, el Ayudante o
quien realice sus funciones, mandará dar el toque correspondiente, el que servirá para que
los Sargentos de Día acudan armados para recibirla. En el caso de las Dependencias e
Instalaciones acudirá el personal que se designe para tal fin, pudiendo asistir desarmado.
ARTÍCULO 11.- La Orden Particular deberá contener lo siguiente:
I. Organismo correspondiente;
II. Fecha en que se comunica;
III. Los servicios con armas, sin armas y de especialidad, y
IV. Las disposiciones particulares del Comandante, Director o Jefe, según
corresponda.
La Orden Particular terminará con la fórmula siguiente: “lo que se hace saber al personal
para su cumplimiento.- Comunicada.” El nombre y grado del Comandante, Director o Jefe
de la Unidad, Dependencia o Instalación y del Ayudante o de quien realice sus funciones.
ARTÍCULO 12.- Inmediatamente después de recibida la orden en una Unidad, los
Sargentos de Día procederán a comunicarla a los Oficiales de su compañía, escuadrón o
batería, donde quiera que se encuentren en el interior del Cuartel; lo harán por orden
jerárquico, comenzando por el Comandante de la compañía, escuadrón o batería de que se
trate, quien, con la aprobación del Sargento Primero de la Unidad, nombrará al personal
que deba entrar de servicio. En las Dependencias e Instalaciones, el Ayudante o quien
realice sus funciones, entregarán la orden al elemento que esté de servicio o el que se
designe para tal efecto, quien procederá a hacerla del conocimiento de sus superiores por
orden jerárquico.
ARTÍCULO 13.- La Orden General de la Plaza y la Orden Particular de los Organismos
serán comunicadas al personal después de la última lista del día, por el Ayudante,
Subayudante o quien se designe en el Organismo, quien ordenará a la tropa, que estará
formada, tome la posición de “firmes”, debiendo saludar al inicio y término de su lectura.
ARTÍCULO 14.- En las Unidades, la Orden General de la Plaza y la Particular se fijarán en
un lugar visible en la Guardia en Prevención y en los dormitorios. En el caso de las
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Dependencias e Instalaciones, se fijarán en un lugar donde pueda ser vista por todo el
personal.
CAPÍTULO II
De las Listas
ARTÍCULO 15.- Las listas son procedimientos para comprobar la presencia del personal,
debiéndose pasar de conformidad con la distribución del tiempo elaborada por los
Organismos.
ARTÍCULO 16.- La primera lista se pasará inmediatamente después del toque de diana o
cuando el personal se presente por primera vez en el día. En el momento que se rindan los
honores a la Bandera Nacional entonarán todos los presentes el Himno Nacional Mexicano.
Las demás listas se pasarán en el transcurso del día, de conformidad con la distribución del
tiempo de los Organismos.
Las listas se pasarán en los lugares apropiados para tal fin; la última lista deberá realizarse
en el patio principal, debiendo estar presente todo el personal de los Organismos. En las
Unidades se pasará con armas, se pronunciará el exhorto de la Unidad y desfilarán las
tropas a sus alojamientos. En las Dependencias e Instalaciones el personal se dirigirá a sus
áreas de trabajo, en espera de la orden respectiva.
TÍTULO QUINTO
De los Servicios con Armas
CAPÍTULO III
De la Guardia en Prevención
SECCIÓN I
Generalidades
ARTÍCULO 63.- El servicio de Guardia en Prevención tiene por objeto dar seguridad a los
Organismos y asegurar la conservación del orden en las inmediaciones de los mismos. Se
compondrá de un Teniente, Subteniente o Sargento Primero Comandante, un Sargento
Segundo en funciones de Segundo Comandante, los Cabos que sean necesarios de
acuerdo con la importancia del lugar y el efectivo total de la Guardia en Prevención, cuando
menos uno por turno, así como por los soldados indispensables para cubrir los puestos de
centinelas y vigilantes.
La Guardia en Prevención se deberá organizar en dos o tres turnos, según las
circunstancias.
ARTÍCULO 64.- El servicio de Guardia en Prevención se establecerá en los lugares en
donde se alojen tropas y contará con el personal necesario para garantizar las finalidades
establecidas en el artículo anterior. Cuando en un Cuartel se alojen dos o más Unidades
rolará este servicio entre ellas. La Guardia en Prevención será cubierta por el personal que
el día anterior haya desempeñado el servicio de Imaginaria de Guardia.
ARTÍCULO 65.- Toda Guardia en Prevención establecerá centinelas y vigilantes, los que
estarán a cargo de los cabos, quienes tomarán la designación del 1/o, 2/o, y 3/er. turnos.
De preferencia, los relevos de los turnos serán cada hora, durante el día a partir de las
0600 horas y cada tres horas durante la noche a partir de las 2100 horas.
ARTÍCULO 66.- Los centinelas se establecerán en los puntos donde la vigilancia deba ser
más estricta y los vigilantes se colocarán en los demás puestos. El cabo de turno cuidará
que unos y otros cumplan las consignas que se den para cada puesto y, el Comandante de
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la Guardia en Prevención, mandará periódicamente al Segundo Comandante o al Cabo de
turno disponible, para cerciorarse del cumplimiento eficiente del servicio.
ARTÍCULO 67.- El Comandante de la Guardia en Prevención será el responsable directo
de que este servicio se haga de acuerdo con las prevenciones señaladas en este
Reglamento y, una vez recibido éste, por ningún motivo se separará de su puesto; no
dormirá ni llevará objetos que lo distraigan de la atención que debe tener en su servicio.
ARTÍCULO 68.- Para el relevo de la Guardia en Prevención se seguirán las siguientes
formalidades:
I. La Guardia en Prevención saliente se formará en línea a la derecha del puesto con las
armas descansadas; el corneta tocará "Paso Redoblado", al mismo tiempo que el de la que
viene a relevarla;
II. La Guardia en Prevención entrante se dirigirá al puesto con las armas al hombro o
embrazadas y al toque de paso redoblado; al llegar a éste, su Comandante mandará formar
en línea en dos o tres filas, según su efectivo, a la izquierda del puesto;
III. Una vez que se coloquen las guardias en la forma señalada, se mandará suspender el
toque y, los Comandantes, saldrán tres pasos al frente, harán flanco derecho e izquierdo y
se saludarán en forma reglamentaria; ambos pedirán permiso al Oficial de Cuartel o al
Oficial de Permanencia, según corresponda, para efectuar el relevo;
IV. En seguida, los Comandantes ordenarán a los Sargentos y Cabos que procedan a la
entrega y recepción de los puestos; el Segundo Comandante de la entrante, ordenará
efectuar las medidas de seguridad con el armamento y que se numere la tropa, asimismo,
mandará al Cabo de turno para que conduzca a los soldados que deban relevar a los
centinelas y vigilantes a los lugares donde se hallen establecidos. A este relevo concurrirá
también el Cabo de turno de la Guardia en Prevención saliente, previa orden de su
Segundo Comandante;
V. Mientras el relevo de centinelas y vigilantes se efectúa, los Comandantes procederán a
la entrega y recepción de la instalación, muebles, útiles y enseres, así como de los
arrestados. Lo harán mediante una relación por duplicado, anotando las novedades que
resulten;
VI. El Comandante entrante y el Segundo Comandante saliente recorrerán los puestos de
centinelas y vigilantes para enterarse de las consignas que hayan recibido. Al finalizar, los
Comandantes se dirigirán a dar parte al Oficial de Cuartel u Oficial de Permanencia, de las
novedades con que se haya hecho el relevo, y
VII. La Guardia en Prevención saliente se retirará con las armas al hombro o embrazadas al
toque de paso redoblado, que repetirá el corneta de la Guardia en Prevención que se haya
instalado, suspendiéndose el toque cuando aquélla se haya alejado más de veinte pasos.
ARTÍCULO 69.- Instalada la Guardia en Prevención, el Segundo Comandante,
acompañado de un Cabo de turno, recorrerá los puestos de centinelas y vigilantes para
conocer los lugares en que estén apostados y vigilar en posteriores visitas que cumplan con
su deber.
ARTÍCULO 70.- El local donde se reúna la tropa de Guardia en Prevención que esté de
descanso se llamará sala de guardia, del cual no podrá separarse el personal sin permiso
del Comandante, salvo en casos muy necesarios, por un tiempo limitado.
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ARTÍCULO 71.- El servicio de Guardia en Prevención se relevará a la hora prevista en la
distribución del tiempo y tendrá una duración de veinticuatro horas.
ARTÍCULO 72.- Cuando arribe a la Guardia en Prevención durante la noche el Jefe u
Oficial de Vigilancia, el Comandante de la guardia, hará que el Cabo de turno lo reconozca
previamente, usando las formalidades siguientes: Diez Metros antes de que el Jefe u Oficial
llegue al puesto, el vigilante dará las voces: "Alto, ¿quién vive?" y, al dar la respuesta "Jefe"
u "Oficial de Vigilancia", llamará al Cabo de turno, quien saldrá del puesto acompañado del
vigilante y llegará hasta donde esté el interpelado, a quien le pedirá la seña; si ésta es
correcta, le dará la contraseña y le permitirá que se acerque al puesto donde será recibido
por el Comandante, quien rendirá el parte a que alude el Artículo 20 del presente
Reglamento.
Si el Jefe u Oficial de Vigilancia lleva escolta, el Cabo que salga a reconocerlos prevendrá
que haga alto la escolta y que avance el Jefe u Oficial a identificarse. El Jefe u Oficial de
Vigilancia, cuando arribe en vehículo militar, diez metros antes descenderá del mismo,
ajustándose a las disposiciones del presente artículo.
ARTÍCULO 73.- Las patrullas y rondines serán reconocidos en igual forma que el personal
del servicio de vigilancia. Si los Comandantes de ellas deben firmar alguna relación que
justifique su paso por la Guardia en Prevención, el Cabo de turno recogerá la firma de
éstos.
ARTÍCULO 74.- La Guardia en Prevención deberá hacer los honores que correspondan, de
acuerdo con lo previsto en el Reglamento del Ceremonial Militar o disposiciones relativas.
ARTÍCULO 75.- A ningún soldado se le nombrará para desempeñar el servicio de Guardia
en Prevención antes de haber terminado su adiestramiento básico individual y el básico de
la especialidad, lo que le permitirá el mejor desempeño de sus deberes.
SECCIÓN V
De los Centinelas y Vigilantes
ARTÍCULO 92.- En los centinelas y vigilantes descansa la seguridad y el orden del
Organismo; los soldados que lo desempeñen deberán poner toda su atención para
cumplirlo con eficiencia y eficacia.
ARTÍCULO 93.- El servicio de centinelas tendrá una duración de una hora. El de cada
vigilante será de una hora, durante el periodo comprendido entre las 0600 a las 2100 horas
y de tres horas, durante el periodo de las 2100 a las 0600 horas, sujetándose al rol
establecido y alternando a los soldados en estos servicios.
ARTÍCULO 94.- Los centinelas no deberán sentarse, fumar, dormir, platicar o hacer algo
que pueda distraerlos de su vigilancia, ni abandonar el arma. Asimismo, deberán
permanecer en la posición fundamental con el arma descansada o suspendida del hombro,
según corresponda.
Los vigilantes atenderán las exigencias de sus consignas y del puesto a su cuidado, podrán
desplazarse en el área de su responsabilidad; no deberán fumar, dormir o hacer algo que
los distraiga de su vigilancia. Al pasar un superior o tropa formada frente a su puesto,
efectuarán las demostraciones de respeto.
ARTÍCULO 95.- Todo centinela o vigilante hará respetar la autoridad de que se haya
investido; si alguien pretende desconocerla, llamará al Cabo de turno y prevendrá al
infractor que se contenga; si esto no basta y persiste en su actitud, procederá con energía
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contra el agresor y, en caso de que peligre su persona o la seguridad de su puesto, hará
uso de su arma.
ARTÍCULO 96.- En caso de alarma, los centinelas o vigilantes llamarán inmediatamente al
Cabo de turno y le darán parte de lo que ocurra. El Cabo de turno lo comunicará al
Comandante de la Guardia en Prevención para que se tomen las providencias a que haya
lugar.
ARTÍCULO 97.- El vigilante que vea venir hacia su puesto tropa formada, armada o no,
llamará a la guardia con la voz de: "Guardia, tropa formada" o “Guardia, tropa armada”; a
esta voz, el Cabo de turno ordenará: "Guardia, a las armas" y, todo el personal que la
integra, acudirá a armarse, formando en el interior del puesto con las armas embrazadas.
Tratándose de fajinas del mismo Organismo, se suprimirá esta formalidad. Cuando la
banda o corneta de la tropa que pasa fuere dando algún toque, se corresponderá tocándolo
simultáneamente el corneta de la Guardia en Prevención, quien lo suspenderá cuando la
tropa que pase haya rebasado veinte pasos el puesto o haya entrado a la instalación. Si la
tropa que pasa lleva bandera, no se repetirá el toque, observándose lo prevenido en el
Reglamento de Ceremonial Militar. Si es un grupo de civiles el que se acerca, el vigilante
gritará: "Guardia", "Grupo de gente" y, el Cabo de turno, procederá según lo establecido
para cuando la Guardia en Prevención forma armada, permaneciendo alerta hasta que el
grupo se aleje.
ARTÍCULO 98.- El vigilante del acceso principal, al salir una tropa, dará las mismas voces
previstas en el artículo anterior y, el Cabo de turno, la orden para que la guardia acuda a
formar en la forma prevenida.
ARTÍCULO 99.- En tiempo de guerra o en caso de perturbación grave de la paz pública, en
horas de oscuridad, a una distancia de veinte metros, los vigilantes marcarán el alto a las
personas. El vigilante gritará: "¡Alto! ¿Quién vive?" a lo que los interpelados, deteniéndose,
contestarán; si son militares, de acuerdo con lo dispuesto en el Reglamento de la Ley de
Disciplina del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos. Cumplida esta formalidad, llamará al
Cabo de turno, quien saldrá a reconocer a las personas afectadas, permitiéndoles continuar
su marcha o, deteniéndolas, si así procede, conforme a las instrucciones que hubiere
recibido.
Si las personas que se acerquen al puesto asumen una actitud sospechosa y continúan
avanzando, no obstante la prevención del vigilante, éste dará las voces de "¡Alto o disparo!"
por dos veces y si no se detienen tomará las providencias necesarias para controlar la
situación y procederá como se indica en el artículo 95 del presente Reglamento.
Tratándose de civiles, el vigilante dará las mismas voces y a igual distancia que la señalada
para los militares, debiendo contestar los interpelados lo que estimen prudente, se seguirán
las demás formalidades y procedimientos preceptuados para los militares.
ARTÍCULO 100.- Los centinelas y vigilantes, previa autorización del mando
correspondiente, podrán permitir tomar fotografías y apuntes del Organismo al que
proporcionen seguridad.
ARTÍCULO 101.- Durante el día, cuando se presente el Jefe u Oficial del servicio de
vigilancia, el vigilante llamará a la Guardia en Prevención con la voz de: "Guardia, el Jefe u
Oficial de Vigilancia" y, el Cabo de turno, la hará formar con la de: "A las armas o a formar",
según los honores que corresponda, informando al Comandante de la Guardia la presencia
de ellos.
43
ARTÍCULO 102.- Los centinelas o vigilantes serán relevados únicamente en presencia de
aquel Cabo de turno, que el Comandante de la Guardia en Prevención o el Segundo
Comandante, les hayan dado a reconocer.
ARTÍCULO 103.- Los centinelas o vigilantes únicamente entregarán sus armas al
Comandante, Segundo Comandante o Cabo de turno y, si alguna otra persona pretendiere
desarmarlos, se harán respetar y las defenderán si es necesario hasta perder la vida.
ARTÍCULO 104.- Cuando un centinela o vigilante necesite al Cabo de turno para cualquier
asunto, llamará en voz alta: "Cabo de turno", a esta voz, que en caso necesario será
repetida por todos los demás centinelas y vigilantes más cercanos a la sala de guardia, el
Cabo de turno acudirá con prontitud a ver lo que ocurre.
ARTÍCULO 105.- Los centinelas o vigilantes no permitirán que a inmediaciones de su
puesto se cometa desorden alguno, ni se formen grupos de personas; si alguien altera el
orden, llamará al Cabo de turno para que éste determine lo que corresponda.
ARTÍCULO 106.- Cuando el vigilante se encuentre apostado en la puerta principal del
Cuartel y vea venir en dirección a ella a quien deba formársele la guardia para hacerle
honores, llamará a ésta con la debida anticipación, expresando la jerarquía y cargo que
desempeña la persona que se acerque.
Si a las inmediaciones de su puesto pasa un superior, el vigilante hará el saludo
correspondiente.
ARTÍCULO 107.- Los centinelas o vigilantes impedirán que el personal de Tropa salga del
Organismo sin la autorización correspondiente e impedirán la entrada de civiles en horas no
permitidas. Si alguno pretendiera hacerlo, darán parte al Cabo de turno para que éste
ordene lo conducente.
ARTÍCULO 108.- El vigilante que cuide las armas del personal de servicio, impedirá que
persona extraña las tome y vigilará que sólo en presencia del Cabo de turno se armen los
soldados que correspondan.
ARTÍCULO 109.- Cuando un soldado deba entrar de centinela o vigilante se armará y al
mando del Cabo respectivo, acudirá al puesto para efectuar el relevo con las formalidades
que señala el artículo 85 del presente Reglamento, haciendo cumplir estrictamente las
consignas que reciba.
ARTÍCULO 110.- Cuando los centinelas o vigilantes cometan alguna irregularidad, el
superior de quien dependan podrá hacerles las observaciones pertinentes. En caso de que
cometan una falta grave o delito, el Comandante de la Guardia los mandará relevar y dará
parte al Oficial de Cuartel u Oficial de Permanencia, para que proceda como corresponda.
Este último procedimiento se seguirá siempre que por cualquier otra circunstancia, algún
miembro de la guardia amerite ser relevado, antes de terminar su servicio.
ARTÍCULO 111.- Si durante el servicio fueran relevados el Comandante, Segundo
Comandante o los Cabos de una Guardia, el sustituto o los sustitutos, serán dados a
conocer inmediatamente al demás personal que forma parte de ella, por el Comandante de
la Guardia, si se trata de los últimos, o por el Oficial de Cuartel u Oficial de Permanencia, si
se refiere al Comandante.
TÍTULO SEXTO
De los Servicios sin Armas
CAPÍTULO I
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Del Servicio de Día
ARTÍCULO 169.- El servicio de día tiene por objeto vigilar el cumplimiento de las órdenes
dictadas por los Comandantes, Directores o Jefes de los Organismos, así como el buen
desempeño de los servicios sin armas. Además, deberá cuidar el orden, control y aseo del
personal, animales y alojamientos.
ARTÍCULO 170.- En las Unidades, los Comandantes de cada compañía, escuadrón o
batería, designarán, por riguroso turno, a un Oficial Teniente o Subteniente y a un Sargento
Segundo para que desempeñen el Servicio de Día. El personal que desempeñe este
servicio deberá conocer con exactitud los destinos del personal, animales, material,
vehículos y armamento, debiendo verificar, en este último caso, que se encuentren en el
depósito de materiales de guerra el armamento del personal encamado, comisionado,
exceptuado, vacacionista y vacantes de la Unidad, tomando nota de las novedades que
ocurran, a fin de dar parte de ellas al Comandante de la misma. En las Dependencias e
Instalaciones se procederá en forma análoga.
ARTÍCULO 171.- El personal que desempeñe el servicio de día no podrá separarse del
Cuartel, ni podrá nombrársele otro servicio, salvo en casos urgentes, en que deberá ser
relevado. Este servicio se relevará a la hora en que lo haga la Guardia en Prevención; los
Oficiales y Clases salientes entregarán a los entrantes un estado de fuerza con destinos y
las novedades.
ARTÍCULO 172.- Siempre que el Organismo deba formar, el Oficial de Día reunirá al
personal y lo conducirá al lugar designado; lo mismo hará para cumplimentar la distribución
del tiempo establecida u otra actividad ordenada por el Comandante, Director o Jefe.
ARTÍCULO 173.- El Oficial de Día vigilará que los alimentos que se proporcionen al
personal y a los animales sean de buena calidad y en la cantidad prescrita en los menús
aprobados, dando parte de las deficiencias que note.
ARTÍCULO 174.- Cuando en las Unidades, una compañía, escuadrón o batería deba
formar para cualquier acto del servicio, el Oficial de Día, pasará a la tropa revista de su
estado psicofísico, de su vestuario, armamento, municiones y equipo. Los días de revista y
antes de que este acto tenga lugar, vigilará el aseo del personal, el de sus armas y equipo.
En las Dependencias e Instalaciones se procederá en forma análoga.
ARTÍCULO 175.- En caso de alarma, el Oficial de Día ordenará al personal que se arme y
se despliegue conforme al Plan de Defensa o que se forme en el lugar designado, según
las instrucciones que reciba, dando parte a su Comandante, Director o Jefe o, en su
ausencia, al Oficial de Cuartel o al Oficial de Permanencia, según corresponda, de quienes
recibirán ordenes.
ARTÍCULO 176.- El Sargento de Día tendrá en lo general las mismas obligaciones del
Oficial de Día, a quien ayudará en todo para el mejor desempeño del servicio, acompañará
al Sargento Primero a pasar las listas del día, haciéndolo él en su ausencia y rindiendo al
Oficial de Día el parte correspondiente.
ARTÍCULO 177.- El Sargento de Día tendrá actualizada su lista de personal, en la que
anotará los destinos, elaborará la relación de exceptuados y encamados, el estado de
fuerza y, en coordinación con el Sargento Primero, designará al personal que deba
desempeñar los servicios que proporcione la Unidad.
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ARTÍCULO 178.- El Sargento de Día concurrirá a recoger la orden particular cuando se dé
el toque respectivo y la comunicará inmediatamente a los Oficiales de su compañía,
escuadrón o batería en las Unidades. En las Dependencias e Instalaciones lo harán en
forma análoga.
ARTÍCULO 179.- El Oficial y el Sargento de Día deberán tener conocimiento en forma
permanente del estado de salud de los enfermos del Organismo a que pertenezcan, a fin de
informar sobre su evolución cuando le sea requerido y vigilarán que se cumplan
debidamente las prescripciones médicas.
ARTÍCULO 180.- Cuando algún individuo de Tropa quede encamado en una instalación
sanitaria o cuando se trate de desertores, el Sargento de Día hará que en su presencia, el
Cabo de Cuarteleros haga un inventario de las prendas y equipo que hayan tenido de
cargo.
Manual de Derechos Humanos para el Ejército y Fuerza Aérea
Mexicanos
Capítulo II
Nociones Generales de Derechos Humanos
Primera Sección Definiciones
54. Los derechos humanos son el conjunto de prerrogativas de las que todas las
personas gozan, que garantizan su dignidad y que son indispensables para el desarrollo
integral del individuo dentro de una sociedad organizada mediante leyes. Están reconocidos
por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en los tratados y
convenciones que México ha firmado y ratificado, y son garantizados por la legislación
nacional e internacional.
55. Se entenderá por violación a los derechos humanos, todo acto u omisión que afecte
a los derechos humanos, reconocidos en la Constitución o en los Tratados Internacionales,
cuando la o el agente sea servidor o servidora pública en el ejercicio de una de sus
funciones y atribuciones o un particular que ejerza funciones públicas.
56. También se considera violación de los derechos humanos cuando la acción u
omisión referida sea realizada por un particular instigado, incitado o autorizado, explícita o
implícitamente, por un servidor público, o cuando actúe con aquiescencia, complicidad o
colaboración de un servidor público.
Segunda Sección
Características de los Derechos Humanos
57. Universales. Los derechos humanos son inherentes a todos los seres humanos sin
distinción por ninguna condición física, geográfica, ideológica, religiosa o de cualquier otra
especie. Este reconocimiento se realizó en el ámbito internacional al ser proclamada la
Declaración Universal de los Derechos Humanos el 10 de diciembre de 1948.
Posteriormente, a través de la Conferencia Mundial celebrada en Viena en 1993, se
estableció que todos los Estados, independientemente de su régimen político, económico
y cultural, deben promoverlos y protegerlos.
58. Inalienables. A través de esta característica se reconoce que los derechos humanos
no pueden suprimirse o restringirse, salvo en determinadas situaciones previstas en las
constituciones de los Estados.
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59. Irrenunciables. Los derechos humanos tampoco pueden desvincularse de las
personas por mera voluntad. Esto es, las personas no pueden dejarlos o prescindir de
ellos, pues es algo que poseen por el hecho de pertenecer a la especie humana, son
inherentes a su dignidad.
60. Imprescriptibles. Esta característica se refiere al transcurso del tiempo. Los
derechos no se pierden por éste, no tienen fecha de caducidad ni plazo que ocasione que
se extravíen o deterioren.
61. Indivisibles e interdependientes. Los derechos no pueden disfrutarse uno a costa
de otro, no puede prescindirse de ninguno. Dada estas características, el avance de uno
facilita el de los demás y lo mismo pasa con su detrimento, el que se viole u obstaculice
uno implica la falta de cumplimiento o violación de otros.
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Capítulo III
Los Derechos Humanos en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos
Primera Sección
Disposiciones del Artículo Primero
75. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece los derechos
humanos que reconoce el Estado para quienes habitamos o transitamos su territorio;
también, organiza la estructura de las instituciones que administran, ejecutan, legislan y
dirimen las controversias que se suscitan a fin de lograr una convivencia libre y pacífica.
76. El artículo primero ordena el marco general de titularidad, normas aplicables,
restricción y suspensión de los derechos, así como los principios, obligaciones y deberes
del Estado en materia de derechos humanos.
Subsección (D)
Principios
89. El artículo primero de la Constitución, de manera complementaria a la determinación
de las obligaciones del Estado, establece que todas las autoridades, en el ámbito de sus
competencias habrán de hacerlos efectivos de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.
90. Así pues, estos principios rectores sirven para mediar las formas en las que los
derechos y obligaciones deben ser leídos, aplicados, implementados e interpretados.
91. Principio de Universalidad: Deviene del reconocimiento de la dignidad que tienen
todas las personas sin distinción de nacionalidad, credo, edad, sexo, preferencias o
cualquier otra, por lo que los derechos humanos se consideran prerrogativas que le
corresponden a toda persona por el simple hecho de serlo.
92. En ese sentido, la universalidad consiste en que los derechos humanos
corresponden a todas las personas por igual, es decir, tienen tanta importancia que toda
persona debe disfrutar de ellos.
93. Principio de Interdependencia: Consiste en que todos los derechos humanos se
encuentran vinculados íntimamente entre sí, de tal forma, que el respeto o la
transgresión de alguno de ellos, necesariamente impacta a otros derechos.
94. En otras palabras, por vía de la interdependencia se señala que cada uno de los
derechos humanos está relacionado intrínsecamente con los demás, de esta manera, el
reconocimiento y ejercicio de cada uno implica que se respeten y protejan todos los
derechos que estén vinculados con éste.
95. Principio de Indivisibilidad: Indica que los derechos humanos no se pueden
fragmentar sea cual fuere su naturaleza. Así pues, la indivisibilidad se refiere a que todos
ellos poseen un carácter inseparable pues son parte de toda persona y derivan de su
dignidad.
96. Cuando se ejerce algún derecho, la autoridad debe respetar no sólo ese derecho
sino todos aquellos que se le vinculen, pues se encuentran unidos al igual que los
eslabones de una cadena. Por esta razón, cuando una autoridad realiza un acto u
omisión que afecte a alguno de los derechos, este acto lesiona a su vez otros derechos,
en tanto se encuentran interrelacionados.
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97. Principio de Progresividad: Establece la obligación del Estado de generar en cada
momento histórico una mayor y mejor protección y garantía de los derechos humanos, de
tal forma que estén en constante evolución y bajo ninguna justificación en retroceso. La
progresividad postula que es obligación del Estado asegurar el desarrollo constante de
los derechos humanos, por tanto, el Estado está obligado a proveer y promover las
condiciones más adecuadas para que los derechos humanos sean impulsados por todas
las personas y nunca se disminuya ese nivel.
98. De esta forma, este principio representa tanto una obligación para el Estado como
una prohibición. La primera, porque es obligación del Estado asegurar el progreso en el
desarrollo de los derechos humanos y la segunda, para que no se retroceda en su
protección.
Subsección (E)
Obligaciones del Estado
99. Como parte relevante del artículo primero constitucional se establecen las
obligaciones de todas las autoridades de promover, respetar, proteger y garantizar los
derechos humanos.
100. Respetar. Esta obligación refiere que las autoridades no pueden interferir,
obstaculizar o impedir el goce de los derechos humanos de las personas.
101. Puede entenderse también como una abstención de las autoridades administrativas,
legislativas y judiciales de realizar actos u omisiones que lesionen los derechos humanos.
102. Promover. En virtud de esta obligación, quienes se desempeñen en el servicio
público, en el marco de sus competencias y atribuciones deben difundir información a las
personas sobre sus derechos humanos.
103. Proteger. La presente obligación lleva a la autoridad a impedir que alguien viole los
derechos de otra persona. En ese sentido, las autoridades deben adoptar las medidas
necesarias para que no se interfiera en el ejercicio y goce de los derechos de las
personas, incluso frente a particulares.
104. Garantizar. Las autoridades se encuentran obligadas a otorgar los mecanismos o
medios necesarios para asegurar el libre y pleno ejercicio de los derechos humanos, y con
ello, evitar que sean vulnerados.
Subsección (F)
Deberes del Estado
105. En relación con el ejercicio de las obligaciones de las autoridades, en
correspondencia con los principios señalados, el artículo primero establece algunos
deberes que se desprenden en consecuencia. El artículo determina que “el Estado deberá
prevenir, investigar, sancionar y reparar. las violaciones a los derechos humanos, en los
términos que establezca la ley”.
106. Prevenir. Este deber implica que el Estado evite que los derechos de las personas
sean dañados por acciones tanto de servidores públicos y autoridades como por
particulares. En ese sentido, debe proveer todas las medidas de carácter jurídico,
político, administrativo y cultural que promuevan la protección de los derechos humanos y
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que aseguren que las eventuales violaciones a derechos humanos sean efectivamente
sancionadas y reparadas.
107. Investigar. El deber de investigar implica que, una vez realizada la transgresión a los
derechos humanos de una persona, el Estado tiene la obligación de iniciar inmediatamente
la búsqueda de la verdad, de manera seria, imparcial y efectiva. Así, ésta debe ser
realizada por todos los medios legales disponibles.
108. Sancionar. La sanción depende en gran medida de la adecuada conducción de las
investigaciones y refiere al hecho de que una violación a derechos humanos no quede
impune. Por tanto, aquella o aquellas personas que hayan participado en la acción u
omisión que conculcaron los derechos habrán de ser castigadas de conformidad con lo
que establezcan las leyes.
109. Reparar las violaciones a los derechos humanos. Este deber implica que el
Estado habrá de brindar una compensación apropiada en relación con la afrenta que haya
sufrido una persona a sus derechos humanos. La reparación integral incluye:
A. Restitución: comprende aquéllas medidas necesarias para que, siempre
que sea posible, se devuelva a la víctima a la situación previa a la comisión de la violación
de sus derechos, por ejemplo, el restablecimiento de la libertad cuando la detención fue
ilegal.
B. Rehabilitación: son aquéllas medidas encaminadas a facilitar que la víctima
pueda enfrentar los efectos de la violación de sus derechos, por ejemplo, a través de
rehabilitación médica o psicológica.
C. Indemnización: consiste en una compensación, económica por todos los
perjuicios, sufrimientos y pérdidas, económicamente valuables, que haya padecido la
víctima, como consecuencia de la violación de sus derechos.
D. Satisfacción: son medidas que buscan restablecer la dignidad de las
víctimas, por ejemplo, la formulación de actos de disculpa públicos.
E. Medidas de no repetición: son todas aquéllas medidas dirigidas a evitar la
repetición de las violaciones a derechos humanos, pueden ser de carácter legislativo,
administrativo o de cualquier índole, por ejemplo, los mecanismos de protección para
personas que ejercen el periodismo.
Subsección (G)
Los Derechos Humanos en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos
110. Los derechos humanos reconocidos por la Constitución mexicana se ubican a lo largo
de su texto. Por la interrelación e interdependencia que existe entre ellos, y dado el
desarrollo de instituciones y mecanismos para su promoción, protección, defensa y
garantía, los derechos mencionados se encuentran vinculados en todo el articulado de la
Carta Magna.
111. Así pues, con el objetivo de lograr un acercamiento del lector al contenido de los
derechos que reconoce la Constitución mexicana, enseguida se presenta una breve
referencia de algunos de ellos.
112. Artículo 1. Derecho a la igualdad y prohibición de la discriminación.
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A. Todas las personas gozarán en México de los derechos humanos
consagrados en la Constitución y los tratados internacionales suscritos y ratificados;
B. Está prohibida la esclavitud;
C. Queda prohibida la discriminación motivada por origen étnico o nacional, el
género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la
religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otro que atente
contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y las
libertades personales.
113. Artículo 2. Derechos de los pueblos y comunidades indígenas; derecho a la libre
autodeterminación de los pueblos.
A. La nación mexicana es única e indivisible, tiene un carácter pluricultural que
emana de sus pueblos indígenas originarios.
B. Los pueblos indígenas tienen derecho a su libre determinación bajo un
reconocimiento autónomo constitucional sustentado en la unidad nacional.
C. Por vía de dicho reconocimiento, los pueblos indígenas tienen autonomía
para: decidir sus formas internas de convivencia; elegir de acuerdo con sus normas,
procedimientos y prácticas tradicionales a las autoridades o representantes para el
ejercicio de sus propias formas de gobierno; preservar y enriquecer sus lenguas,
conocimientos y todos los elementos que constituyan su cultura, entre otras.
114. Artículo 3. Derecho a la educación.
A. Toda persona tiene el derecho a recibir educación hasta el nivel medio
superior por parte del Estado.
B. Esta educación será gratuita, laica, apegada a los valores cívicos y científica.
C. Su propósito será desarrollar armónicamente las facultades del ser
humano, destacando el respeto a los derechos humanos y la conciencia de la solidaridad
internacional, en la independencia y en la justicia.
115. Artículo 4. Derecho a la igualdad ante la ley entre mujeres y hombres, al desarrollo de
la familia, a la alimentación, a la protección de la salud, al medio ambiente sano, al agua, a
una vivienda digna, a la identidad, derechos de la niñez, de acceso a la cultura y de acceso
al deporte.
A. Se establece que el varón y la mujer son iguales ante la ley. Con ello se
refuerza el dictado del artículo primero sobre la igualdad de todas las personas y el derecho
a la no discriminación. Sobre el particular el Estado establecerá las acciones necesarias
que garanticen a las mujeres la erradicación de la violencia y el acceso a las mismas
oportunidades e igualdad en todos los ámbitos de la vida pública y privada;
B. El Estado protegerá la organización y el desarrollo de la familia, incluyendo el
derecho a decidir sobre el número y espaciamiento de los hijos;
C. Toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de
calidad. El Estado habrá de garantizarlo.
D. Toda persona tiene derecho a la protección de la salud; si las personas
hacen uso de los servicios de salud tienen el derecho de obtener prestaciones oportunas,
51
profesionales, idóneas y responsables. El Estado otorgará los servicios de salud a través
de la Federación, los Estados y Municipios de acuerdo a lo establecido en la ley;
E. Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y
bienestar. El Estado habrá de garantizar el respeto a este derecho. Quien ocasione un
daño o deterioro ambiental tendrá las responsabilidades que establezcan las leyes;
F. Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua
para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y fácil de
obtener;
G. Toda familia tiene derecho a disfrutar de una vivienda digna y decorosa. La
Ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo;
H. Toda persona tiene derecho a la identidad y a ser registrado de manera
inmediata desde su nacimiento. La autoridad competente expedirá gratuitamente la primera
copia certificada del acta de registro de nacimiento.
I. En todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el
interés superior de la niñez; en ese sentido, el Estado debe garantizar de manera plena
sus derechos. Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de
alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral.
J. Toda persona tiene derecho al acceso a la cultura y a sus beneficios, así
como a disfrutar de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia.
K. Toda persona tiene derecho a la cultura física y a la práctica del deporte.
Corresponde al Estado su promoción, fomento y estímulo.
116. Artículo 5. Derecho a la libertad de trabajo, profesión, industria y comercio.
A. Toda persona podrá dedicarse a la profesión, industria, comercio o trabajo
que le acomode con la única limitante de que sea lícito; cada entidad regulará el
aseguramiento del ejercicio de la profesión o actividad de manera completamente libre.
B. Esta libertad solamente podrá restringirse por determinación judicial en los
casos que la ley señale.
117. Artículo 6. Derecho a la libertad de expresión, de acceso a la información, a la
protección de datos personales.
A. La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial
o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos
de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público. El derecho de libertad de
expresión comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas, ya sea
de manera oral, escrita, o a través de las nuevas tecnologías de la información.
B. Toda persona tiene derecho a que el Estado le garantice el acceso a la
información, lo que significa que la ley establecerá los términos de su disponibilidad de
manera que asegure, por una parte, el acceso a la información y, por la otra, el derecho a
la intimidad y la seguridad nacional. El derecho a la libertad de expresión consiste en que
toda manifestación será libre, siempre y cuando no atente contra la moral, la vida privada
o los derechos de terceros, o bien sea constitutiva de un delito o perturbe el orden público.
52
C. El Estado garantizará el derecho de acceso a las tecnologías de la
información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y
telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e internet.
D. La información que se refiere a la vida privada y los datos personales será
protegida en los términos y con las excepciones que fijen las leyes. Al respecto, las
personas tendrán el derecho en todo momento de acceder a ellos y en su caso a
rectificarlos, cancelarlos o disponer en todo momento de cualquier información
correspondiente, otorgando su consentimiento para su tratamiento, transferencia y
almacenamiento.
118. Artículo 7. Derecho a la libertad de imprenta.
A. El Estado no puede restringir el derecho a la libre difusión de las ideas, por lo
que ninguna ley o autoridad puede establecer censura previa de estas manifestaciones, ni
coartar la libertad de difusión.
B. En ningún caso podrán secuestrarse los instrumentos utilizados para la
difusión de información, opiniones o ideas.
119. Artículo 8. Derecho de petición.
A. Se trata del derecho de toda persona a realizar, de manera pacífica y
respetuosa, cualquier tipo de solicitud al Estado.
B. Todas las solicitudes deberán ser respondidas por las autoridades a través
de un escrito en un término breve.
C. La salvedad que la Constitución establece al respecto es para quienes no
tienen el carácter de ciudadanos mexicanos, pues no podrán hacer uso de este derecho en
materia política.
120. Artículo 9. Derecho a la libre asociación y reunión.
A. No podrá prohibirse el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con
fines lícitos.
B. Los ciudadanos de la República podrán asociarse o reunirse pacíficamente
para tomar parte en los asuntos políticos del país.
C. Ninguna reunión armada tiene derecho a deliberar.
D. No se podrán disolver asambleas o reuniones que tengan por objeto hacer
una petición o efectuar una propuesta a una autoridad.
121. Artículo 11. Derecho a la libertad de tránsito y de residencia; derechos de asilo y
refugio.
A. En la República Mexicana se puede transitar libremente, sin necesidad de
instrumento que lo autorice. Este derecho queda subordinado a las facultades de la
autoridad judicial y administrativa.
B. Toda persona tiene derecho a buscar y recibir asilo. El reconocimiento de la
condición de refugiado y el otorgamiento de asilo político, se realizarán de conformidad
con los tratados internacionales. La ley regulará sus procedencias y excepciones.
53
C. En caso de persecución por motivos de orden político, toda persona tiene
derecho de solicitar asilo y se recibirá refugio por causas de carácter humanitario, con las
excepciones legales en los casos concretos.
122. Artículo 12. Derecho de igualdad ante la ley.
Se prohíben los títulos nobiliarios y no tendrán efectos los otorgados por gobiernos
extranjeros.
123. Artículo 13. Prohibición de la extensión de la jurisdicción militar, derecho de igualdad
ante la ley.
A. Ninguna persona podrá ser juzgada por leyes privativas o por tribunales especiales.
B. Están prohibidos los fueros, entendidos como privilegio, prerrogativa o trato
diferenciado.
C. No obstante, subsiste el Fuero de Guerra para los delitos y faltas relativos a la
Disciplina Militar, entendido como competencia y jurisdicción para el caso de los delitos de
naturaleza militar. Los tribunales militares en ningún caso y por ningún motivo podrán
extender su jurisdicción sobre personas que no pertenezcan al Ejército.
124. Artículo 14. Principio de legalidad.
A. Todas las autoridades deben sujetar su actuación a lo que está dispuesto
expresamente por la ley a fin de que no se realicen actos autoritarios o abusivos contra las
personas.
B. Las autoridades no pueden aplicar leyes recientes o nuevas a hechos del
pasado, y no pueden juzgar en materia penal un hecho por mera referencia a otro que sea
muy similar. De esta manera, se señala que prevalece la exacta aplicación de la ley penal.
125. Artículo 15. Limitaciones a la extradición.
Los tratados de extradición estarán prohibidos para reos políticos y para delincuentes del
orden común que hayan tenido en su país de origen la condición de esclavos y también en
los casos en que se alteren los derechos humanos reconocidos por esta Constitución y los
tratados internacionales.
126. Artículo 16. Derecho a la seguridad jurídica, a la inviolabilidad del domicilio, a la
inviolabilidad de las comunicaciones privadas, a la protección de datos personales, a la
seguridad jurídica en las detenciones ante autoridad judicial.
A. Las personas no pueden ser molestadas en sus propiedades, posesiones o
derechos si no existe un mandamiento escrito que haya sido emitido por una autoridad
competente. Dicha orden tendrá que estar fundamentada en derecho, esto es, deberá
señalar en qué normas se sustenta para que sea legal, y debe estar debidamente
motivado, es decir, debe señalar por qué se realiza.
B. Toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales, salvo que
existan razones de seguridad nacional, disposiciones de orden público, seguridad y salud
públicas, o bien para proteger los derechos de terceros.
C. La autoridad administrativa debe considerar que no podrá librarse orden de
aprehensión sino por la autoridad judicial y sin que preceda denuncia o querella de un
hecho.
54
D. Cualquier persona puede detener a una persona en el momento en que está
cometiendo un delito o inmediatamente después de haberlo cometido; cuando esto suceda
debe ponerlo, sin demora, a la disposición de la autoridad más cercana y ésta, con la
misma prontitud, a la del Ministerio Público quién deberá resolver su situación en un plazo
máximo de 48 horas.
E. El arraigo de una persona podrá decretarse por la autoridad judicial, cuando así lo
solicite el Ministerio Público, en delitos de delincuencia organizada. El arraigo podrá
decretarse con las modalidades y el tiempo que la ley señale, sin que pueda exceder de 40
días, siempre y cuando éste sea necesario para: el éxito de la investigación, la protección
de personas o bienes jurídicos, o cuando exista riesgo fundado de que el inculpado se
sustraiga a la acción de la justicia.
Este plazo podrá prorrogarse, siempre y cuando el Ministerio Público acredite que
subsisten las causas que le dieron origen. En todo caso, la duración total del arraigo no
podrá exceder 80 días.
F. Las comunicaciones privadas son inviolables.
G. En tiempo de paz, ningún miembro del Ejército tendrá alojamiento sin autorización
del dueño, en la guerra podrán exigir alojamiento, bagajes, alimentos y otras prestaciones
en términos de la ley marcial.
127. Artículo 17. Derecho de acceso a la justicia.
A. Las personas tienen prohibido hacer justicia por sí mismas y tampoco pueden
ejercer violencia para reclamar su derecho.
B. Toda persona tendrá derecho a que se le administre justicia por parte de tribunales
previamente establecidos, los cuales habrán de resolver en los términos y plazos
señalados, de manera pronta, completa e imparcial; su servicio será gratuito, por lo que
quedan prohibidas las costas judiciales.
C. El Congreso de la Unión emitirá la legislación necesaria para reglamentar los
mecanismos de defensa que puedan interponer grupos de personas (acciones colectivas),
así como la determinación de las materias en las que aplicará los procedimientos y los
mecanismos para reparar el daño.
D. Asimismo, se proveerán mecanismos alternativos para la resolución de
controversias. Estas medidas requieren que el Estado asegure la independencia de los
tribunales y la plena ejecución de sus resoluciones, incluyendo la existencia de un servicio
de defensoría pública de calidad para la población.
128. Artículo 18. Respeto de los derechos humanos de las personas sujetas a prisión
preventiva, sentenciadas y sobre la justicia para adolescentes.
A. El sistema penitenciario se organizará con base en el respeto de los derechos
humanos, el trabajo, la capacitación para el mismo, la educación, la salud y el deporte
como instrumentos para lograr la reinserción del sentenciado a la sociedad, procurando
que no vuelva a delinquir.
B. Al sentenciado se le darán los beneficios que le otorga la ley.
C. Las mujeres purgarán sus sentencias en lugares diferentes y separadas de los
varones.
55
D. Se establecerá un sistema integral de justicia para adolescentes que garantice sus
derechos humanos.
E. La prisión preventiva solamente habrá lugar cuando el delito merezca pena privativa
de la libertad; este tipo de prisión será distinto al destinado a la extinción de las penas.
129. Artículo 19. Derecho al debido proceso legal, a la seguridad jurídica en los juicios
penales, garantías judiciales.
A. Ninguna detención ante la autoridad judicial excederá del plazo de 72 horas (a partir
de su puesta a disposición) sin que se justifique mediante un auto de vinculación a
proceso, el cual deberá incluir: los datos que establezcan la comisión de un hecho
señalado como delito en la ley (lugar, tiempo y circunstancias de ejecución del delito) y
que exista probabilidad de que la persona señalada lo cometió o participó en él. (El
auto de vinculación a proceso, es la resolución que dicta el juez para señalar que el
hecho atribuido a una persona se reconoce como delito en las leyes penales y, además,
que los elementos aportados por el fiscal (Ministerio Público) forman prueba suficiente de
que esa persona cometió el delito.)
B. Todo proceso se seguirá forzosamente por el o los hechos delictivos señalados en
el auto de vinculación a proceso; los hechos que deriven serán objeto de una investigación
separada sin perjuicio de que posteriormente pudiera determinarse la acumulación de los
delitos.
C. Todo maltrato en la aprehensión o en las prisiones, toda molestia que se infiera sin
motivo legal, toda contribución en las cárceles, serán reprimidas por las autoridades.
130. Artículo 20. Proceso penal acusatorio y oral, derecho al debido proceso legal,
garantías judiciales, derechos de la víctima u ofendido, derecho a la reparación integral del
daño.
A. El proceso penal se rige por los principios de: publicidad, contradicción,
concentración, continuidad e inmediación.
B. El objeto del proceso penal es: esclarecer los hechos, proteger al inocente,
procurar que el culpable no quede impune y que se repare el daño producto del delito.
C. Cualquier prueba obtenida con violación de los derechos fundamentales, será nula.
D. Para los efectos de la sentencia sólo se considerará como prueba aquellas que
hayan sido desahogadas en la audiencia de juicio.
E. El juicio se celebrará ante un juez que no haya conocido del caso previamente y
la carga de la prueba corresponde a la parte acusadora.
F. En todos los casos, de iniciar el proceso, se podrá decretar su terminación
anticipada cuando la persona señalada como probable responsable reconozca ante la
autoridad judicial voluntariamente y con conocimiento de las consecuencias, su
participación en el delito y existan medios de convicción suficientes para corroborar la
imputación.
G. En lo que se refiere a la persona imputada, tiene derecho: a la presunción de
inocencia, a declarar o guardar silencio, a conocer, desde el momento de la detención, los
motivos de ésta y su derecho a guardar silencio.
56
H. Está prohibida y será sancionada penalmente la incomunicación, intimidación y la
tortura. La confesión rendida sin la asistencia del defensor del imputado es nula.
I. Toda persona imputada tiene derecho a ser informado desde su detención y en la
comparecencia ante el Ministerio Público, de los hechos que se le imputan y los derechos
que le corresponden.
J. Para los casos de delincuencia organizada, la autoridad judicial podrá autorizar que
se mantenga en reserva el nombre y datos personales del acusador.
K. Las actuaciones realizadas durante la fase de investigación de los casos de
delincuencia organizada podrán tener valor probatorio cuando no puedan ser reproducidas
en el juicio.
L. La víctima tiene derecho a recibir asesoría jurídica, ser informado de los derechos
que en su favor establece la constitución y del desarrollo del procedimiento penal.
M. También tiene derecho a coadyuvar con el Ministerio Público y a recibir, desde la
comisión del delito, atención médica y psicológica de urgencia; tiene el derecho a la
reparación del daño, al resguardo de su identidad y de otros datos personales.
N. El Ministerio Público o Fiscal deberá garantizar la protección de las víctimas,
ofendidos, testigos y en general todos los sujetos que intervengan en el proceso.
131. Artículo 21. Derecho de seguridad jurídica.
A. La investigación de los hechos delictivos es función exclusiva del Ministerio Público,
quien puede ser auxiliado por la policía ministerial.
B. Las penas serán impuestas únicamente por la autoridad judicial y la autoridad
administrativa aplicará sólo sanciones.
C. Las instituciones de seguridad pública se regirán por los principios de legalidad,
objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos
reconocidos por la Constitución y conformarán el Sistema Nacional de Seguridad Pública.
132. Artículo 22. Prohibición de aplicar la pena de muerte, así como penas inusitadas o
trascendentales, derecho a la seguridad jurídica.
A. Queda prohibida la pena de muerte, mutilación infamia, marcas, azotes, palos,
tormento de cualquier especie, multa excesiva, confiscación y cualquiera otra inusitada o
trascendental.
B. La pena deberá ajustarse de manera proporcional al delito sancionado y al bien
jurídico afectado.
C. No será considerada confiscación cuando los bienes de una persona sea decretada
para el pago de multas, impuestos o para el pago de daños y perjuicios derivados de la
comisión de un delito.
D. Tampoco se considerará confiscación, el decomiso de bienes por enriquecimiento
ilícito de servidores públicos.
E. En el caso de extinción de dominio el procedimiento será jurisdiccional y autónomo
del de materia penal y procederá por delincuencia organizada, delitos contra la salud,
secuestro, robo de vehículos, trata de personas y enriquecimiento ilícito.
57
133. Artículo 23. Garantías procesales.
A. Ninguna persona podrá ser juzgada dos veces por el mismo delito, ya sea que
resulte absuelta o condenada.
B. Los juicios criminales no tendrán más de tres instancias.
C. Queda prohibido absolver de la instancia. Esto es, al no poder condenar a una
persona por falta de pruebas, determinar en la sentencia que se pueda iniciar otro juicio en
su contra, para juzgarlo por el mismo delito.
134. Artículo 24. Derecho a la libertad de conciencia.
A. Toda persona tiene el derecho a la libertad de convicciones éticas, de conciencia y
de religión, así como de adoptar aquellas que sean de su agrado.
B. También tendrá derecho a participar en las ceremonias y actos de cada religión, sin
restricción legal alguna salvo por la prohibición de que no constituyan delito o bien el usar
esta libertad con fines políticos.
135. Artículo 27. Derecho de propiedad, derechos agrarios.
A. La propiedad originaria del territorio pertenece a la nación, quién puede trasmitir el
dominio a las personas, constituyendo la propiedad privada. Ésta podrá ser expropiada
por causas de utilidad pública, imponiendo las modalidades que dicte el interés público.
B. Quedan prohibidos los latifundios, esto es, la propiedad de grandes extensiones de
tierra (superficies que superen, por ejemplo, las diez mil hectáreas) por una sola persona.
C. La propiedad de tierras, aguas, suelo y subsuelo pertenecen en forma originaria a
la nación.
136. Artículo 28. Libre competencia económica, prohibición de monopolios.
A. En México quedan prohibidos los monopolios (propietarios únicos o acaparadores
de una industria producto, recurso o servicio). Se le dará protección al consumidor contra
actividades monopólicas e igualdad en obligaciones fiscales.
B. Se fijarán las bases para señalar precios máximos en los artículos de consumo
popular se protegerá a los consumidores y propiciará su organización para el mejor
cuidado de sus intereses.
C. Al efecto, el Estado contará con un Banco Central, con un fideicomiso denominado
Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, con la Comisión
Nacional de Hidrocarburos, la Comisión Reguladora de Energía, la Comisión Federal de
Competencia Económica y el Instituto Federal de Telecomunicaciones.
137. Artículo 29. Suspensión y restricción de derechos humanos y sus garantías.
A. En caso excepcional, como es el establecimiento de un estado de emergencia, el
Ejecutivo Federal, con la aprobación del Congreso de la Unión (o de la Comisión
Permanente cuando éste no se encuentre sesionando) podrá decretar la suspensión o
restricción de ciertos derechos humanos y garantías constitucionales.
B. La medida puede tener alcance nacional o bien estar circunscrita a una región o
entidad federativa.
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C. Los decretos que se expidan no pueden restringir ni suspender estos derechos: el
ejercicio de los derechos a la no discriminación, al reconocimiento de la personalidad
jurídica, a la vida, a la integridad personal, a la protección a la familia, al nombre, a la
nacionalidad, los derechos de la niñez, los derechos políticos, las libertades de
pensamiento, de conciencia o de profesar creencia religiosa alguna, el principio de
legalidad y de retroactividad, la prohibición de la pena de muerte, la prohibición de la
esclavitud y de la servidumbre, la prohibición de la desaparición y la tortura; ni las
garantías judiciales indispensables para la protección de tales derechos.
D. Las Fuerzas Armadas estarán ceñidas a la entrada en vigor de la publicación que
en su caso hiciera en el Diario Oficial de la Federación el Congreso de la Unión sobre este
tema en particular. También deberá atender las resoluciones y jurisprudencia que emita la
Suprema Corte de Justicia de la Nación en relación con el mencionado decreto.
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e. Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las
necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y
cultural, y para proveer la educación obligatoria de los hijos;
f. Para trabajo igual debe corresponder salario igual, sin tener en cuenta sexo ni
nacionalidad;
g. El salario mínimo quedará exceptuado de embargo, compensación o descuento;
los trabajadores tendrán derecho a una participación en las utilidades de las
empresas;
h. Las leyes reconocerán como un derecho de los obreros y de los patronos, las
huelgas y los paros;
i. Es de utilidad pública la Ley del Seguro Social, y ella comprenderá seguros de
invalidez, de vejez, de vida, de cesación involuntaria del trabajo, de
enfermedades y accidentes, de servicios de guardería y cualquier otro
encaminado a la protección y bienestar de los trabajadores, campesinos, no
asalariados y otros sectores sociales y sus familiares.
C. Por su parte, en el apartado “B” se establece lo siguiente:
a. La jornada diaria máxima de trabajo diurna y nocturna será de ocho y siete
horas respectivamente;
b. Por cada seis días de trabajo, disfrutará el trabajador de un día de
descanso, cuando menos, con goce de salario íntegro;
c. Los trabajadores gozarán de vacaciones;
d. A trabajo igual corresponderá salario igual, sin tener en cuenta el sexo;
e. Los trabajadores gozarán de derechos de escalafón a fin de que los ascensos
se otorguen en función de los conocimientos, aptitudes y antigüedad;
f. Los trabajadores sólo podrán ser suspendidos o cesados por causa justificada,
en los términos que fije la ley;
g. La seguridad social se organizará conforme a bases mínimas;
h. Los conflictos individuales, colectivos o intersindicales serán sometidos a un
Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje;
i. La ley determinará los cargos que serán considerados de confianza;
j. Las personas que los desempeñen disfrutarán de las medidas de protección al
salario y gozarán de los beneficios de la seguridad social.
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Cuando las autoridades a que se refiere el párrafo anterior realicen tareas de protección
civil, y se requiera el uso de la fuerza, lo harán en los términos que dispone la presente Ley.
Artículo 2. La presente Ley tiene por objeto:
I. Establecer las normas generales bajo las cuales los integrantes de las instituciones de
seguridad pueden ejercer el uso de la fuerza y utilizar el armamento oficial para el
desempeño de sus funciones;
II. Regular el catálogo normativo de funciones, derechos, obligaciones y prohibiciones para
los integrantes de las instituciones de seguridad que ejercen el uso de la fuerza;
III. Establecer las reglas para el control y administración del equipamiento oficial de los
integrantes de las instituciones de seguridad;
IV. Normar los esquemas de coordinación operativa para las instituciones de seguridad en
el uso de la fuerza y del armamento oficial;
V. Brindar certeza jurídica y transparencia a la ciudadanía en relación con el uso de la
fuerza que realicen las instituciones de seguridad en el ejercicio de sus funciones, y
VI. El establecimiento del régimen de responsabilidades por la inobservancia de esta Ley.
Artículo 3. Para los efectos de la presente Ley, se entenderá por:
I. Agente: servidor público integrante de las instituciones de seguridad que, con motivo de
su empleo, cargo o comisión, hace uso de la fuerza. Se considerará agente al elemento de
la Fuerza Armada permanente cuando actúe en tareas de seguridad pública, así como a las
personas que presten servicios de seguridad privada en términos de la ley, cuando
colaboren en tareas de seguridad pública;
II. Armas de fuego: las autorizadas para el uso de los miembros de las instituciones de
seguridad, de conformidad con la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos y su
Reglamento;
III. Armas menos letales: aquellas a través de las cuales se disminuyen las funciones
corporales de un individuo, reduciendo al mínimo el riesgo de causarle lesiones que pongan
en peligro su vida;
IV. Armas letales: las que por su diseño y mecanismo ocasionan o pueden ocasionar
lesiones graves y la muerte;
V. Control: la acción que ejercen los integrantes de las instituciones de seguridad sobre una
o varias personas para su contención;
VI. Detención: la restricción de la libertad de una persona por las instituciones de seguridad,
con el fin de ponerla a disposición de la autoridad competente;
VII. Instituciones de Seguridad Pública: las instituciones policiales, de procuración de
justicia, del sistema penitenciario y dependencias o entidades encargadas de la seguridad
pública de orden federal, local o municipal, las cuales también podrán ser referidas en esta
Ley como instituciones de seguridad;
VIII. Estructuras corporales: las partes anatómicas del cuerpo, tales como los órganos, las
extremidades y sus componentes;
IX. Funciones corporales: las funciones fisiológicas de los sistemas corporales tales como
el sistema respiratorio, el sistema cardiovascular, el sistema músculo-esquelético, entre
otros;
61
X. Lesión: el daño producido por una causa externa que deja huella material en el cuerpo
humano;
XI. Lesión grave: el daño producido por una causa externa que ponga en peligro la vida o
que disminuya de manera permanente las capacidades físicas de una persona;
XII. Ley: la Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza;
XIII. Sujetos Obligados: las instituciones de seguridad pública, las auxiliares, y los agentes
de ambas, y
XIV. Uso de la Fuerza: la inhibición por medios mecánicos o biomecánicos, de forma
momentánea o permanente, de una o más funciones corporales que lleva a cabo una
persona autorizada por el Estado sobre otra, siguiendo los procedimientos y protocolos que
establecen las normas jurídicas aplicables.
Capítulo II
Principios del Uso de la Fuerza
Artículo 4. El uso de la fuerza se regirá por los principios de:
I. Absoluta necesidad: para que el uso de la fuerza sea la última alternativa para tutelar la
vida e integridad de las personas o evitar que se vulneren bienes jurídicamente protegidos
o con el fin de mantener el orden y la paz pública, al haberse agotado otros medios para el
desistimiento de la conducta del agresor;
II. Legalidad: para que la acción de las instituciones de seguridad se realice con estricto
apego a la Constitución, a las leyes y a los Tratados Internacionales de los que el Estado
mexicano sea parte;
III. Prevención: para que los operativos para el cumplimiento de la ley sean planificados y
se lleven a cabo, en la medida de lo posible, minimizando el uso de la fuerza y, cuando esto
sea inevitable, reduciendo al mínimo los daños que de ello puedan resultar;
IV. Proporcionalidad: para que el nivel de fuerza utilizado sea acorde con el nivel de
resistencia ofrecido por el agresor y el nivel de riesgo exhibido, de tal forma que los agentes
apliquen medios y métodos bajo un criterio de uso diferenciado y progresivo de la fuerza, y
V. Rendición de cuentas y vigilancia: para que existan controles que permitan la evaluación
de las acciones de uso de la fuerza y sea valorada su eficacia en términos del desempeño
de las responsabilidades y funciones previstas por esta Ley.
Artículo 5. El uso de la fuerza se hará en todo momento con pleno respeto a los derechos
humanos.
Artículo 6. El impacto del uso de la fuerza en las personas estará graduado de la siguiente
manera:
I. Persuasión: cese de la resistencia a través del uso de indicaciones verbales o de la
simple presencia de la autoridad, para lograr la cooperación de las personas con la
autoridad;
II. Restricción de desplazamiento: determinar un perímetro con la finalidad de controlar la
agresión;
III. Sujeción: utilizar la fuerza física con moderación para lograr el control o aseguramiento
de los individuos;
62
IV. Inmovilización: utilizar la fuerza física con intensidad, pudiendo emplear medios o
equipos destinados a restringir la movilidad de las personas para lograr su aseguramiento;
V. Incapacitación: utilizar la fuerza física con máxima intensidad, permitiendo el empleo de
armas menos letales, así como sustancias químicas irritantes que perturben las funciones
sensoriales, con la finalidad de neutralizar la resistencia y la violencia, teniendo alta
probabilidad de causar lesiones que no pongan en riesgo la vida del agresor;
VI. Lesión grave: utilizar la fuerza epiletal, permitiendo el uso de armas menos letales o de
fuego con la finalidad de neutralizar a los agresores y proteger la integridad de la autoridad
o de personas ajenas, con alta probabilidad de dañar gravemente al agresor, y
VII. Muerte: utilizar la fuerza letal como una acción excepcional, permitiendo el uso de
armas menos letales o de fuego con la finalidad de repeler y neutralizar la agresión, no
teniendo otra opción para proteger la vida de las personas ajenas o la propia, a sabiendas
que existe un alto riesgo de causar la muerte del agresor.
Artículo 7. Se consideran amenazas letales inminentes:
I. La acción de apuntar con el cañón de un arma de fuego o una réplica de la misma en
dirección a una persona;
II. La acción de no soltar un arma de fuego o una réplica de la misma después de
advertencia clara;
III. La acción de poner en riesgo la integridad física de una persona con un arma
punzocortante;
IV. El accionar el disparador de un arma de fuego;
V. La acción de portar o manipular un explosivo real o una réplica del mismo, o
VI. Las acciones tendientes a perturbar objetos o sistemas que puedan tener efectos letales
o incapacitantes en una o más personas.
Artículo 8. Los protocolos y procedimientos del uso de la fuerza deberán atender a la
perspectiva de género, la protección de niñas, niños y adolescentes, así como la atención
de situaciones de riesgo en el interior o en las inmediaciones de guarderías, escuelas,
hospitales, templos, centros de reclusión y otros lugares en el que se congreguen personas
ajenas a los agresores.
Capítulo III
Procedimientos del Uso de la Fuerza
Artículo 9. Los mecanismos de reacción en el uso de la fuerza son:
I. Controles cooperativos: indicaciones verbales, advertencias o señalización;
II. Control mediante contacto: su límite superior es la intervención momentánea en
funciones motrices;
III. Técnicas de sometimiento o control corporal: su límite superior es el impedimento
momentáneo de funciones corporales y daños menores en estructuras corporales;
IV. Tácticas defensivas: su límite superior es el daño de estructuras corporales no vitales, y
V. Fuerza Letal: su límite es el cese total de funciones corporales. Se presume el uso de la
fuerza letal cuando se emplee arma de fuego contra una persona.
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Artículo 10. La clasificación de las conductas que ameritan el uso de la fuerza, ordenadas
por su intensidad, es:
I. Resistencia pasiva: conducta de acción u omisión que realiza una o varias personas,
exenta de violencia, para negarse a obedecer órdenes legítimas comunicadas de manera
directa por los sujetos obligados, quienes previamente se han identificado como autoridad.
Contra la resistencia pasiva podrán oponerse los mecanismos de reacción a los que se
refieren las fracciones I y II del artículo anterior;
II. Resistencia activa: conducta de acción u omisión que realiza una o varias personas,
empleando la violencia, el amago o la amenaza, para negarse a obedecer órdenes
legítimas comunicadas de manera directa por los sujetos obligados, quienes previamente
se han identificado como autoridad. Contra la resistencia activa podrán oponerse los
mecanismos de reacción a los que se refieren las fracciones I, II, III y IV del artículo
anterior, y
III. Resistencia de alta peligrosidad: conducta de acción u omisión que realiza una o varias
personas, empleando la violencia, el amago o la amenaza con armas o sin ellas para
causar a otra u otras o a miembros de las instituciones de seguridad, lesiones graves o la
muerte, negándose a obedecer órdenes legítimas comunicadas de manera directa por los
sujetos obligados, quienes previamente se han identificado como autoridad. Contra la
resistencia de alta peligrosidad podrán oponerse los mecanismos de reacción a los que se
refieren las fracciones I, II, III, IV y V del artículo anterior.
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Artículo 11. Los niveles del uso de la fuerza, según el orden en que deben agotarse, son:
I. Presencia de autoridad: es la primera forma de contacto que tienen los agentes con la
ciudadanía en general. Se manifiesta a través de:
a) El uso adecuado del uniforme;
b) El uso adecuado de equipo, acorde a las circunstancias, y
c) Una actitud diligente.
II. Persuasión o disuasión verbal: a través del uso de palabras o gesticulaciones que sean
catalogadas como órdenes y que permitan a la persona facilitar a los agentes a cumplir con
sus funciones;
III. Reducción física de movimientos: mediante acciones cuerpo a cuerpo a efecto de que
se controle a la persona que se ha resistido y ha obstaculizado que los agentes cumplan
con sus funciones;
IV. Utilización de armas incapacitantes menos letales: a fin de someter la resistencia activa
de una persona, y
V. Utilización de armas de fuego o de fuerza letal: para repeler las resistencias de alta
peligrosidad.
Artículo 12. El uso de la fuerza solo se justifica cuando la resistencia o agresión es:
I. Real: si la agresión se materializa en hechos apreciables por los sentidos, sin ser
hipotética ni imaginaria;
II. Actual: si la agresión se presenta en el momento del hecho, no con anterioridad o
posterioridad, y
III. Inminente: si la agresión está próxima a ocurrir y, de no realizarse una acción, esta se
consumaría.
Artículo 13. El uso de la fuerza letal será el último recurso en cualquier operativo. En su
caso, los agentes deberán comprobar que la agresión era real, actual o inminente, sin
derecho, que ponía o podría poner en peligro la vida o integridad física de personas ajenas
o de uno de ellos y que el uso de la fuerza en los niveles referidos en las fracciones I a la IV
del artículo 11, eran insuficientes para repeler, contrarrestar o neutralizar los actos de
resistencia.
Capítulo IV
Instrumentos del Uso de la Fuerza
Artículo 14. Las instituciones de seguridad asignarán las armas solamente al agente que
apruebe la capacitación establecida para su uso y este, a su vez, solo podrá usar las armas
que le hayan sido asignadas.
Artículo 15. Los agentes podrán tener a su cargo y portar las siguientes armas:
I. Incapacitantes menos letales:
a) Bastón PR-24, tolete o su equivalente, de acuerdo con las disposiciones aplicables;
b) Dispositivos que generan descargas eléctricas;
c) Esposas o candados de mano;
d) Sustancias irritantes en aerosol, y
e) Mangueras de agua a presión.
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II. Letales:
a) Armas de fuego permitidas, y
b) Explosivos permitidos, en este y en el inciso anterior, en términos de la Ley Federal de
Armas de Fuego y Explosivos.
Las instituciones de seguridad deberán dotar a los agentes con el equipo de protección y
vehículos con y sin blindaje, a fin de proteger su integridad y disminuir la necesidad del uso
de armas de cualquier tipo.
En todos los casos, las armas que se autoricen para los cuerpos de policía deberán
apegarse a lo establecido en el párrafo tercero del artículo 24 de la Ley Federal de Armas
de Fuego y Explosivos.
Artículo 16. Las instituciones de seguridad emitirán los protocolos de actuación con
perspectiva de género y para niñas, niños, adolescentes y protección de los derechos
humanos, así como los manuales de técnicas para el uso de la fuerza y la descripción de
las conductas a realizar por parte de los agentes.
El manual correspondiente determinará el contenido de las prácticas que los agentes
deberán cumplir para estar capacitados en el uso de la fuerza, así como la periodicidad del
entrenamiento para el uso de las armas permitidas y las técnicas de solución pacífica de
conflictos, como la negociación y la mediación, así como de control de multitudes y otros
medios lícitos que limiten al máximo el uso de la fuerza en los niveles de uso de armas
incapacitantes menos letales y de armas de fuego.
El entrenamiento para el uso de las armas permitidas comprenderá técnicas de solución
pacífica de conflictos, como la negociación y la mediación, así como de control de
multitudes y otros medios lícitos que limiten al máximo el uso de la fuerza en los niveles de
uso de armas menos letales y uso de arma de fuego.
Capítulo V
Agentes
Artículo 17. Las instituciones de seguridad deberán contar con una base de datos que
contenga el registro detallado de las huellas y las características que impriman los
proyectiles u ojivas, las estrías o rayado helicoidal de las armas de fuego bajo su
resguardo; así como de las armas y equipo asignado a cada agente.
Artículo 18. Las instituciones de seguridad garantizarán que sus integrantes sean
seleccionados mediante procedimientos adecuados que permitan establecer que poseen
aptitudes éticas, psicológicas y físicas apropiadas para el ejercicio eficaz de sus funciones y
que reciban capacitación profesional, continua y completa, incluyendo el uso de la fuerza.
Las aptitudes para el ejercicio de esas funciones serán objeto de examen periódico, de
conformidad con las disposiciones aplicables.
Lo anterior, de conformidad con las disposiciones relativas de la Ley General del Sistema
Nacional de Seguridad Pública, y demás normatividad aplicable.
Artículo 19. Todo agente tiene derecho a la protección de su vida e integridad física, al
respeto a su dignidad como ser humano y a su autoridad por parte de sus superiores y de
la ciudadanía.
Es obligación de la institución de seguridad a la que pertenezcan, proporcionar a sus
agentes la atención médica, psicológica y jurídica que, en su caso, requieran.
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Artículo 20. Las familias de los agentes contarán con atención médica, psicológica y social
en aquellos casos en los que el agente pierda la vida, le sea imputado el uso excesivo de la
fuerza o adquiera alguna discapacidad por el ejercicio de sus funciones, dando especial
atención a sus familiares.
Capítulo VI
Detenciones
Artículo 21. En el uso de la fuerza para la detención de una persona se atenderán los
principios y procedimientos establecidos en esta Ley, de acuerdo con las siguientes reglas:
I. Evaluar la situación para determinar inmediatamente el nivel de fuerza que utilizará;
II. Comunicar de inmediato a la persona o personas las razones por las cuales serán
detenidas;
III. Comunicar a la persona detenida ante qué autoridad será puesta a disposición y solicitar
que la acompañen, y
IV. Poner a disposición de forma inmediata ante la autoridad competente a la persona
detenida.
Los agentes, bajo su más estricta responsabilidad, velarán porque durante la custodia del
detenido se resguarde su integridad y se impidan actos de tortura, tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes, desaparición forzada o cualquier otro hecho que la ley señale
como delito, o que impliquen una violación grave a los derechos humanos; así como por el
cumplimiento de las disposiciones correspondientes de la Ley Nacional del Registro de
Detenciones.
Artículo 22. Cuando para la detención de una persona sea necesario hacer uso de la
fuerza, el agente deberá:
I. Procurar no ocasionar daño a la persona susceptible de detención y velar por el respeto a
la vida e integridad física de ésta;
II. Utilizar de forma racional, subsidiaria y proporcional, los distintos niveles de uso de la
fuerza, conforme a los niveles contemplados en esta Ley, y
III. No exponer a la persona detenida a tratos denigrantes, abuso de autoridad o tortura.
En cualquier caso, será aplicable lo dispuesto por el último párrafo del artículo anterior.
Artículo 23. Durante una detención, se debe garantizar la seguridad de las personas no
involucradas, la de los agentes y la del sujeto de la detención, en ese orden.
Artículo 24. Las instituciones de seguridad deberán abstenerse de ejercer el uso de la
fuerza en contra de una persona detenida bajo su custodia, salvo que las circunstancias
demanden la necesidad de su uso para el mantenimiento del orden y la seguridad o se
ponga en riesgo la integridad de las personas.
Artículo 25. Las detenciones podrán ser registradas en medios audiovisuales que serán
accesibles por los medios que establezcan las disposiciones en materia de acceso a la
información pública y protección de datos personales.
Artículo 26. De cada detención se llevará a cabo el registro e informe correspondiente, en
términos de lo establecido por la ley en la materia.
Capítulo VII
Actuación de las Policías en Manifestaciones y Reuniones Públicas
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Artículo 27. Por ningún motivo se podrá hacer uso de armas contra quienes participen en
manifestaciones o reuniones públicas pacíficas con objeto lícito.
En estos casos, la actuación policial deberá asegurar la protección de los manifestantes y
los derechos de terceros, así como garantizar la paz y el orden públicos.
La intervención de las fuerzas de seguridad pública deberá hacerse por personas con
experiencia y capacitación específicas para dichas situaciones y bajo protocolos de
actuación emitidos por el Consejo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Artículo 28. Cuando las manifestaciones o reuniones públicas se tornen violentas, las
policías deberán actuar de acuerdo a los distintos niveles de fuerza establecidos en esta
Ley.
Capítulo VIII
Planeación de Operativos que requieran el Uso de la Fuerza
Artículo 29. Los agentes tienen derecho a responder a una agresión usando fuerza letal
cuando esté en peligro inminente su integridad física con riesgo de muerte. Para calificar el
hecho se deberán tomar en cuenta las circunstancias de modo, tiempo y lugar del
operativo, así como la situación del agresor y su capacidad de resistencia.
Artículo 30. En el uso de la fuerza y la planeación de operativos siempre se tomará en
consideración la salvaguarda de los objetivos y principios que establece esta Ley para
garantizar la protección a los derechos humanos de todos los potenciales involucrados.
Además, deberán cumplir con lo siguiente:
I. Determinar el agente o agentes al mando del operativo, que serán responsables de su
debido cumplimiento;
II. El mando deberá realizar reuniones para la coordinación con las diferentes autoridades
participantes y los agentes que participarán en el operativo, con el objetivo de plantear las
estrategias adecuadas y la toma de decisiones para definir el cumplimiento de los objetivos;
III. Contar con planes operativos y logísticos para hacer frente al evento de que se trate,
que contemplen la forma para controlar la eventual resistencia, considerando la capacidad
de respuesta del objetivo, las características físicas del lugar, las entradas y salidas para
poder considerar la retirada en caso de que el uso de la fuerza resulte inadecuado y la vida
de los agentes corra peligro, así como evitar la huida de la o las personas en caso de que
se trate de una detención;
IV. Los planes operativos deberán establecer acciones para repeler, contrarrestar y
neutralizar cualquier tipo de resistencia;
V. Contemplar en el desarrollo del operativo el uso progresivo y diferenciado de la fuerza,
procurando generar el menor daño posible;
VI. Contar con un plan de desplazamiento de los agentes en la zona del operativo;
VII. Antes del operativo, pasar revista de agentes, equipo, armamento, cartuchos y
vehículos, misma que deberá constar por escrito;
VIII. Asegurar que el mando operativo mantenga una constante comunicación con sus
superiores para la toma de decisiones durante la realización del operativo, incluida la
posible negociación con las personas que ejercen la resistencia;
IX. Evaluar los factores de riesgo para planear la estrategia adecuada;
X. Determinar las rutas para poner a salvo a las personas ajenas, y
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XI. Es legal grabar o filmar el desarrollo del operativo, desde el inicio hasta la conclusión del
mismo.
Artículo 31. En el caso de los planes, estrategias y programas para actuar frente a
asambleas, manifestaciones o reuniones que se tornen violentas o que atenten contra el
orden público, se deberá considerar la presencia de agentes capacitados para llevar a cabo
negociaciones y procedimientos de disuasión y persuasión para que los manifestantes
abandonen las conductas agresivas, debiendo buscar a los líderes para entablar el diálogo
entre éstos y las autoridades.
El agente que funja como negociador deberá permanecer en comunicación directa y en
coordinación con el mando operativo, quien a su vez tendrá contacto directo con el mando
superior.
Capítulo IX
Informes del Uso de la Fuerza
Artículo 32. Siempre que los miembros de las instituciones de seguridad utilicen la fuerza
en cumplimiento de sus funciones deberán realizar un reporte pormenorizado a su superior
jerárquico inmediato, una copia de este se integrará al expediente del agente al mando del
operativo y en lo conducente de cada uno de los participantes.
Los superiores jerárquicos serán responsables cuando deban tener o tengan conocimiento
de que los agentes bajo su mando hayan empleado ilícitamente la fuerza, los instrumentos
o armas de fuego a su cargo y no lo impidan o no lo denuncien ante las autoridades
correspondientes.
Artículo 33. El reporte pormenorizado contendrá:
I. Nombre, adscripción y datos de identificación del agente;
II. Nivel de fuerza utilizado;
III. Circunstancias de modo, tiempo, lugar de los hechos y razones que motivaron la
decisión de emplear dicho nivel de fuerza, y
IV. En caso de haber utilizado armas letales:
a) Detallar las razones que se tuvieron para hacer uso del arma de fuego o explosivo;
b) Identificar el número de disparos o la cantidad de detonación de explosivos;
c) Especificar el tipo de lesiones, el número e identidad de las personas lesionadas y los
daños materiales causados, y
d) En su caso, especificar el número e identidad de las personas que hayan perdido la vida.
Artículo 34. Las instituciones de seguridad establecerán un programa de evaluaciones
periódicas de acuerdo con estándares de eficiencia sobre el uso de la fuerza.
Artículo 35. Las instituciones de seguridad deberán presentar informes públicos anuales
que permitan conocer el desarrollo de las actividades que involucren el uso de la fuerza.
Estos reportes deberán contener:
I. Los datos relacionados con las detenciones;
II. Los resultados de la evaluación corporal que se realice a las personas detenidas;
III. El número de personas fallecidas por el uso de la fuerza, desagregado por sexo, y
IV. En su caso, recomendaciones que con motivo de estos eventos hayan emitido los
organismos públicos de derechos humanos, y la atención que se haya dado a las mismas.
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Artículo 36. En aquellos operativos en los que se requiera y autorice desde la planeación el
uso de la fuerza letal, se podrán utilizar dispositivos tecnológicos con el fin de registrar
audiovisualmente el desarrollo del operativo con fines de verificación.
Artículo 37. Los vehículos que se utilicen en el ejercicio del uso de la fuerza contarán con
mecanismos tecnológicos para vigilar la seguridad de los agentes y de las personas
alrededor.
Artículo 38. El material audiovisual será accesible para investigaciones y procedimientos
judiciales, en términos de la legislación en la materia.
Artículo 39. Los datos personales de los agentes que hayan utilizado fuerza letal deberán
ser tratados en términos de la legislación en la materia.
Capítulo X
Capacitación y Profesionalización
Artículo 40. La capacitación que reciban los agentes considerará los estándares
nacionales e internacionales en la materia y deberá incluir, al menos, los aspectos
siguientes:
I. Derechos Humanos;
II. No discriminación;
III. Perspectiva de género;
IV. Principios para el uso de la fuerza;
V. Adiestramiento en medios, métodos y técnicas para el control físico;
VI. Adiestramiento en el empleo de armas menos letales;
VII. Código de conducta de los servidores públicos;
VIII. Ética y doctrina policial;
IX. Responsabilidades jurídicas derivadas del uso de la fuerza;
X. Actuaciones previas, durante y posteriores al uso de la fuerza;
XI. Actuación policial, en caso de detenciones;
XII. Primeros auxilios y asistencia médica de emergencia;
XIII. Medios y métodos de solución pacífica de conflictos;
XIV. Manejo y control de multitudes;
XV. Manejo y traslado de personas detenidas o sujetas a proceso;
XVI. Manejo de crisis, estrés y emociones, y
XVII. Las demás que resulten necesarias.
Artículo 41. La capacitación a que se refiere el artículo anterior deberá considerar el uso
diferenciado, escalonado y gradual de la fuerza, tanto de armas letales como menos letales,
siempre con el objetivo de evitar daño a la integridad física de las personas.
Dentro de los programas de capacitación se deberán establecer cursos de evaluación sobre
el uso de la fuerza.
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Capítulo XI
Régimen de Responsabilidades
Artículo 42. Los mandos de las instituciones de seguridad, así como de la Fuerza Armada
permanente, cuando actúen en tareas de seguridad pública, deberán verificar que el
empleo de la fuerza ejercida por sus subordinados, se efectúe conforme a lo establecido en
la presente Ley y demás ordenamientos aplicables.
Artículo 43. Las infracciones a la presente Ley, derivadas de uso indebido de la fuerza,
cometidas por integrantes de las instituciones de seguridad pública, así como de la Fuerza
Armada permanente, cuando actúen en tareas de seguridad pública, deberán ser
sancionadas en términos de las disposiciones legales civiles, penales o administrativas
correspondientes.
Artículo 44. Cualquier integrante de las instituciones de seguridad, así como de la Fuerza
Armada permanente cuando actúe en tareas de seguridad pública, al tener conocimiento
que se usó indebidamente la fuerza, deberá denunciar el hecho ante la autoridad
competente.
Transitorios
Primero. La presente Ley entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario
Oficial de la Federación.
Segundo. Se derogan las disposiciones sobre uso de la fuerza en materia de seguridad
pública, que se opongan a lo dispuesto en el presente Decreto.
Tercero. Para cumplir con la obligación contenida en el artículo 38, las instituciones de
seguridad pública, procurarán, en medida de las disponibilidades presupuestarias, adquirir
la tecnología correspondiente.
Ciudad de México, a 23 de mayo de 2019.- Sen. Martí Batres Guadarrama, Presidente.-
Dip. Porfirio Muñoz Ledo, Presidente.- Sen. Nancy de la Sierra Arámburo, Secretaria.-
Dip. Julieta Macías Rábago, Secretaria.- Rúbricas."
En cumplimiento de lo dispuesto por la fracción I del Artículo 89 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, y para su debida publicación y observancia, expido el
presente Decreto en la Residencia del Poder Ejecutivo Federal, en la Ciudad de México, a
27 de mayo de 2019.- Andrés Manuel López Obrador.- Rúbrica.- La Secretaria de
Gobernación, Dra. Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila.- Rúbrica.
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