Tema 9 Arte Acadio y Neosumerio
Tema 9 Arte Acadio y Neosumerio
Tema 9 Arte Acadio y Neosumerio
EL ARTE DE ACADIOS Y
NEOSUMERIOS
1. Akkad: un arte al servicio del poder
1.1 Los palacios del Reino
1.2 La representación del poder real
INTRODUCCIÓN HISTÓRICA
El pueblo acadio irrumpe en la segunda mitad del tercer milenio en Sumer.
Impone su poder.
Supuso un paréntesis sobre las bases culturales, políticas y artísticas creadas por los sumerios
durante la 1ª mitad del III milenio.
Fundación del Imperio Sargónida (dominación acadia) por Sargón de Akkad
Imperio Sargónida:
- Las ciudades-estado sumerias son sustituidas por un estado imperialista, fuerte y
centralizado.
- El estado es gobernado por un rey con cualidades divinas.
- El arte también da un giro. Se convierte en un vehículo de expresión y transmisión
de la imagen del poder. Hay una exaltación política y militar del soberano.
- Tiene mayor importancia la arquitectura palacial que la religiosa
- Mayor importancia del rey en la escultura exenta y relieve
Tercera Dinastía de Ur: rebelión de los sumerios desde Ur, al sur. Es el periodo que conocemos
como Renacimiento Sumerio. Duraría hasta el final del tercer milenio. En cuanto al arte, es
una época deudora de su tradición religiosa. También hay propaganda imperial.
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1. Akkad: un arte al servicio del poder
De la llegada al poder de los acadios sólo se sabe que sucedió a mediados del III
milenio a.C y que consiguieron imponerse y controlar el territorio sumerio, comenzando una
dinastía de reyes de la que sería cabeza Sargón. Se creó así un estado absolutista que
mantuvo su cohesión poco más de un siglo, y cuyos monarcas se rodearon de una aureola
divina, llegándose a denominar Dios de Akkad.
Planta del Palacio de Naram-Sin (h2340-2180 ac izda. y del Palacio de Assur derecha)
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El arte acadio convirtió a la escultura y el relieve en instrumentos de exaltación
política y militar del soberano, dando forma a unas imágenes pensadas para transmitir con
eficacia su concepción del poder. Conscientes de las posibilidades comunicativas del relieve
histórico-narrativo, se dio mucha importancia a esta modalidad escultórica, sobre todo en
cuanto a lo que se refiere a las estelas, cuyo arte renovaron desde el punto de vista
iconográfico y técnico mediante la introducción de importantes novedades. Las estelas se
hacían para ser vistas dando la imagen de un rey poderoso y deificado.
La Estela de Naram-Sin (IMAGEN: Estela de la Victoria o de
Naram-sin (piedra arenisca. Susa. 2300-2200 ac) Louvre.) es el mejor
exponente de lo comentado. Fue hecha para conmemorar la victoria
de Akkad sobre el Elam, y se convirtió en un ejemplo de propaganda
imperial a través del arte. Es de imponente tamaño (dos metros),
tallada en piedra arenisca roja. La figura real (Naram-Sin es nieto de
Sargón I) aparece en lo alto de una montaña, representado a la vez
mortal (en su faceta de militar) y divino (porta la tiara de cuernos) y
bajo él ascienden sus soldados, tratados de forma individual.
Por tanto, ahora era el rey y no los dioses el que ocupaba el
lugar central y de mayor tamaño, nadie queda por encima de él, pero
rasgos innovativos también lo fueron la estilización de los
personajes, la atención a sus rasgos individuales o la representación
del espacio que aquí hacía que se eliminaran los registros, pero no el claro sentido narrativo
de la escena. También es importante el dinamismo de los personajes : los soldados aportan
movimiento con su pierna adelantada a modo de zancada, al contrario que en las anteriores
como la Estela de los Buitres. El artista sigue reproduciendo algunos de los convencionalismos
propios del arte mesopotámico y egipcio, caso de la frontalidad y la perspectiva jerárquica.
A través de esta estela los acadios supieron aprovechar las posibilidades comunicativas que
tenía el relieve histórico narrativo, ya ensayado por los sumerios en sus estelas, para trasmitir
a través de la imagen aquellos acontecimientos que contribuyesen a hacer propaganda de la
dinastía.
Pero sobre lo ya hecho por los sumerios, los acadios introdujeron novedades iconográficas,
plásticas y compositivas. Su influjo, desde el punto de vista de la idea y la composición, se
dejaría sentir en los relieves con los que se decoraron los palacios asirios del I milenio a.C.
Los acadios emplean caliza, arenisca roja y alabastro en la escultura, pero es la diorita (roca
dura y oscura, muy difícil de trabajar) la preferida para bulto redondo y estelas, para mayor
exaltación y prestigio del soberano.
También fue usado en escultura el soporte metálico para representar la
imagen del poder real, caso de la Cabeza de Gobernante acadio (Bronce.
Bagdad. H 2300-2000ac)encontrada en Nínive y que es casi el modelo que se
tiene en mente de todo soberano oriental de rasgos semitas (barba espesa y
pelo largo y rizado, de aspecto solemne) y que sirvió de modelo para
culturas posteriores como la asiria. De tamaño natural, identificada con
algún gobernante acadio, quizá Sargón o Naram-sin. Técnica nueva del
vaciado o bronce hueco para dar volumen y terminada con buril para mayor
detalle.
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La inestabilidad política y la irrupción de los pueblos denominados qutu (gúteos), que
se aliaron a las ciudades sumerias encabezadas por el poder religioso de Nippur, consiguieron
acabar con el poder acadio.
Los gúteos o qutu instauraron un débil poder al que escapó Lagash, que se fue
configurando como centro de poder y en torno al año 2150 a.C. y bajo su monarca Gudea dio
lugar a un periodo de esplendor político y cultural para la misma. Sin embargo el poder de
Lagash y de los gúteos acabó cuando desde Ur el rey Ur-Nammu fundó la Tercera Dinastía y
unificó de nuevo Mesopotamia bajo un poder que perduró hasta finales del III milenio.
Conocemos por tanto como la etapa Neosumeria o de Renacimiento Sumerio a la II
Dinastía de Lagash y la III de Ur, pues desde sus particulares aportaciones contribuyeron a
crear una nueva realidad cultural, política y artística a partir de la asimilación de la tradición
sumerio-acadia
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- Se ubicaba en el centro de un patio (como el templo sumerio de Kafadye) y tenía
planta rectangular orientada a los puntos cardinales.
- Se cree que estaba delimitado por murallas, dentro de las cuales había patios y
edificios anejos (igual que en los templos sumerios del
periodo de las Primeras Dinastías)
- Constaba de tres terrazas, a la primera de la cual se
accedía mediante tres escalinatas. En la actualidad se
conserva solo la primera terraza y parte de la segunda.
(Izquierda: Zigurat de Ur h 2100-2000 ac Periodo
Neosumerio
A día de hoy, no se sabe con precisión la verdadera función de los zigurats, aunque la
idea que parece ser más sólida es la que atribuye a este edificio una explicación simbólica
relacionada con la religión mesopotámica (continuidad de las costumbres religiosas): se
estaría imitando la montaña sagrada donde se manifestaba la divinidad y donde por tanto se
producía el encuentro entre la esfera celestial y la terrestre, entre los dioses y los hombres.
(Otras Hipótesis: observatorio astronómico, proteger a la divinidad de las inundaciones,
sentido funerario, estructura para ofrendas)
La continuidad del modelo de Zigurat de Ur fueron los ziguratts de Asiria y Babilonia:
El modelo de ziguratt de la cultura sumeria y neosumeria fue continuado por los grandes
imperios de Asiria y Babilonia, gracias a la existencia de un sustrato cultural común y a la
pervivencia de las creencias y las prácticas religiosas. Las variantes tipológicas consistieron en
la variación de la situación de las escaleras o en la del número de pisos edificados.
Junto al modelo del zigurat, por toda la Baja Mesopotamia se erigieron importantes
templos que seguían una tipología muy diferente: los denominados templos bajos o templos
a ras de suelo.
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Más tarde se sumaría al templo un palacio (que puede ser tomado como modelo del
palacio neosumerio), que contaba con tres unidades diferenciadas por sus funciones:
residencial, religiosa y representativa-administrativa. También aquí un patio articulaba el
espacio, que en su parte norte situaba la zona residencial y política, con la presencia de un
salón del trono; la parte del santuario repetía la disposición del templo. El acceso al palacio se
hacía a través de dos largos corredores, lo que constituía probablemente un elemento de
protección que se repitió con frecuencia en la arquitectura palacial del Próximo Oriente
Antiguo.
Los gúteos o qutu instauraron un débil poder al que escapó Lagash, que se fue configurando
como centro de poder y en torno al año 2150 a.C. y bajo su monarca Gudea dio lugar a un periodo
de esplendor político y cultural para la misma. Desde Ur el rey Ur-Nammu fundó la Tercera
Dinastía y unificó de nuevo Mesopotamia bajo un poder que perduró hasta finales del III milenio.
Conocemos por tanto como la etapa Neosumeria o de Renacimiento Sumerio a la II Dinastía de
Lagash y la III de Ur
Las estatuas en diorita negra del rey Gudea constituyen la muestra más representativa de la
escultura neosumeria. Eran esculturas de bulto redondo, de excelente calidad, que
representaban al gobernador de Lagash y su carácter era votivo, ordenadas esculpir por
Gudea y ofrendadas a los dioses por los habitantes de la ciudad para que éstos asegurasen la
prosperidad de la dinastía y el reino.
Se dio lugar así a un modelo de representación escultórica del soberano desde la asimilación
de la tradición sumerio-acadia, una imagen de poder que representaba a un piadoso
gobernante en posición de orante (sedente) y oferente(erguido).
Se han encontrado hasta treinta representaciones del rey Gudea, con diferentes edades y bien
sentado o en pie, con las manos en el pecho o incluso los planos de un templo entre ellas.
(IMÁGENES: Gudea de Lagash. Periodo Neosumerio. Diorita azul. H 2150 ac Louvre (sedente
y oferente y Cabeza de Gudea. Boston)
Se daba así la imagen de un personaje piadoso, sereno y fuerte, capaz de mantener el
orden. La representación de Gudea, alejada de la actitud omnipotente y cuasi divina de los
monarcas acadios y asirios, recupera la tradición anterior de los llamados orantes sumerios,
que a modo de “dobles” permanecían impertérritos ante la imagen de la divinidad en continua
oración y adoración, objetivo enfatizado por la durabilidad de la diorita azul en el caso de
Gudea
Influencia sumeria (gobernante piadoso) y también acadia por el material (diorita negra).
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Esculturas de bulto redondo. Excelente calidad. Bloque monolítico de trazos geométricos, con
acusada frontalidad y tendencia a la simetría (recuerda la escultura egipcia del R.Medio)
De carácter votivo, que los habitantes de Lagash presentaban en los templos como ofrendas a
los dioses, buscando prosperidad para su reino.
Eran escenas de representación o “introito”, ya realizadas en época sumeria. Con ellas se
recordaba el servicio fiel que los soberanos prestaban a los dioses mediante las ofrendas. Se
realizaban inscripciones de exaltación al Rey (sus virtudes y su política constructiva).
Se representa a un gobernante piadoso, en posición de orante.
Construidas en diorita negra, propia de la plástica acadia.
Mínimo 30 esculturas de Gudea de distintas dimensiones, representando a Gudea en distintas
edades, sentado, de pie, las manos juntas en actitud piadosa y con los planos de un templo
entre ellas, buscando representar las cualidades morales e intelectuales del soberano.
Indumentaria: siempre desnudos hombro y brazo derecho (símbolo de rectitud moral y de
justicia). Cabeza desnuda o con bonete de lana.
Grandes ojos y potente musculatura.
Representado tal cual se describía en las inscripciones oficiales: personaje sereno y fuerte,
capaz de mantener la paz en un entorno difícil.
Resumen: mezcla influencia plástico acadia como el empleo de diorita negra y la transmisión
de fuerza, con los modelos de presentación piadosa y pacífica, de rostro idealizado, de los
prototipos sumerios. Todo ello se expresaba, desde un punto de vista estético, con estatuas
compactas, de carácter cúbico, actitud hierática, volúmenes geométricos y pliegues en la ropa