Derecho Humano Tercera Generacion
Derecho Humano Tercera Generacion
Derecho Humano Tercera Generacion
Si bien la carta recoge 30 artículos con los derechos de los que goza cualquier persona sin
distinción de sexo, edad, religión, origen, nacionalidad o raza, la concepción de los derechos ha
evolucionado a lo largo de estas casi siete décadas.
La Carta de 1948 tiene un carácter universal. Sin embargo, pasado el tiempo quedó claro que
muchos derechos no estaban especificados en la declaración, sino simplemente sugeridos o
esbozados, y que por tanto convenía puntualizar y actualizar el documento con declaraciones,
procedimientos o pactos anexos.
Además, los países que participaron en este proceso rápidamente se dieron cuenta de que la
declaración no evitaba por sí sola la violación de los derechos humanos en el mundo y que era
necesario trabajar en estrategias concretas.
Por otro lado, el concepto de derechos humanos se fue ampliando progresivamente hasta adquirir
nuevos significados. Por ejemplo, en la década de los 80 surgieron las primeras reivindicaciones
del cuidado del medioambiente, una cuestión en la que hasta ese momento pocos habían
reparado, a pesar de que estaba sugerida previamente en el artículo 25 de la Carta original, que
habla sobre la salud.
Fue de este modo como empezó a hablarse de derechos humanos de segunda generación, que
son básicamente los de carácter económico, social y cultural, y más tarde de los derechos de
tercera generación, vinculados a valores como la solidaridad.
Si las revoluciones burguesas del siglo XVIII dieron lugar a la primera generación de derechos
humanos (derechos civiles y políticos) y las revoluciones socialistas, a la segunda (derechos
sociales y culturales), el proceso descolonizador o revolución anticolonialista, dió lugar a los
derechos humanos de tercera generación. Las distintas generaciones de derechos no se oponen ni
contradicen; se complementan. El proceso descolonizador de los años 60 del siglo XX implicó
cambios en la sociedad internacional y, consecuentemente, en el ordenamiento jurídico
internacional (derecho internacional). Esto ha propiciado también que la teoría de los derechos
humanos evolucione hacia los problemas y necesidades de los nuevos países que accedieron a la
independencia, en su mayor parte, países en vías de desarrollo.
Salvo el derecho al patrimonio comun de la humanidad, ninguno de estos nuevos derechos han
sido reconocidos universalmente por un tratado internacional obligatorio. El reconocimiento de
estos se ha producido, en gran medida, a través de resoluciones de la Asamblea General de las
Naciones Unidas.
Estos derechos han sido incorporados progresivamente en una lista tras numerosas cumbres y
encuentros mundiales, como por ejemplo el que tuvo lugar en Barcelona en 1992. A grandes
rasgos, se resumen en:
Derecho a la paz: entendido no solo como ausencia de guerra, sino también como la puesta en
marcha de procesos positivos que fomenten la participación, el diálogo, la inclusión, la
cooperación y la superación de conflictos.