2020 HC

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Pleno.

Sentencia 515/2021
EXP. N.° 01416-2020-PHC/TC
SAN MARTÍN
BORIN JERSIN VÁSQUEZ
FLORES

RAZÓN DE RELATORÍA
En la sesión del Pleno del Tribunal Constitucional, de fecha 8 de abril de
2021, los magistrados Ledesma Narváez, Ferrero Costa, Miranda Canales,
Blume Fortini, Ramos Núñez, Sardón de Taboada y Espinosa-Saldaña
Barrera han emitido, por unanimidad, la siguiente sentencia que resuelve
declarar IMPROCEDENTE e INFUNDADA la demanda de habeas
corpus que dio origen al Expediente 01416-2020-PHC/TC.

Se deja constancia que el magistrado Blume Fortini formuló un


fundamento de voto y que se entregará en fecha posterior.

La Secretaría del Pleno deja constancia de que la presente razón encabeza


la sentencia antes referida, y que los magistrados intervinientes en el Pleno
firman digitalmente al pie de esta razón en señal de conformidad.

Flavio Reátegui Apaza


Secretario Relator

SS.

LEDESMA NARVÁEZ
FERRERO COSTA
MIRANDA CANALES
BLUME FORTINI
RAMOS NÚÑEZ
SARDÓN DE TABOADA
ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
EXP. N.° 01416-2020-PHC/TC
SAN MARTÍN
BORIN JERSIN VÁSQUEZ
FLORES

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 8 días del mes de abril de 2021, el Pleno del Tribunal
Constitucional, integrado por los magistrados Ledesma Narváez, Ferrero Costa, Miranda
Canales, Blume Fortini, Ramos Núñez, Sardón de Taboada y Espinosa-Saldaña Barrera,
pronuncia la siguiente sentencia, con el fundamento de voto del magistrado Blume Fortini
que se agrega.

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Sofía Mesía Rodríguez,


abogada de don Borin Jersin Vásquez Flores, contra la resolución de fojas 454, de fecha
30 de enero de 2020, expedida por la Sala Penal de Apelaciones y Penal Liquidadora de
San Martín-Tarapoto de la Corte Superior de Justicia de San Martín, que rechazó
liminarmente la demanda de habeas corpus de autos.

ANTECEDENTES

Con fecha 17 de mayo de 2019, don Borin Jersin Vásquez Flores interpone
demanda de habeas corpus (f. 1) contra los magistrados integrantes de la Sala Mixta
Descentralizada de la Provincia Mariscal Cáceres-Juanjuí de la Corte Superior de Justicia
de San Martín, señores Sotomayor Mendoza, Siaden Satornicio y Bendezú Cuellar; y
contra los magistrados integrantes de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de
Justicia de la República, señores Villa Stein, Salas Arenas, Barios Alvarado, Tello Gilardi
y Príncipe Trujillo. Alega la vulneración de los derechos a la tutela procesal efectiva, a la
igualdad en la aplicación de la ley y que el régimen penitenciario tiene por objeto la
reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad.

El recurrente solicita que se declaren nulas (i) la sentencia, Resolución 22, de fecha
14 de setiembre de 2012 (f. 39) mediante la cual la Sala Mixta Descentralizada de la
Provincia Mariscal Cáceres-Juanjuí de la Corte Superior de Justicia de San Martín,
confirmó la sentencia, Resolución 12, de fecha 4 de mayo de 2012 (f. 24), en el extremo
que lo condenó por el delito de violación sexual de menor de edad y la revocó en cuanto
le impuso seis años de pena privativa de la libertad, reformó la precitada sentencia
condenatoria en dicho extremo y le impuso veinte años de pena privativa de la libertad
(Expediente 01-2012-005); y (ii) el Auto de Calificación de Casación de fecha 19 de abril
de 2013 (f. 46), que declaró inadmisible el recurso de casación presentado contra la
cuestionada sentencia de vista (Casación 1-2013); y que, en consecuencia, se expida una
nueva resolución con arreglo a Derecho y se disponga su inmediata libertad.

El recurrente refiere que, mediante sentencia, Resolución 12, de fecha 4 de mayo


de 2012, fue condenado a seis años de pena privativa de la libertad por el delito de
violación sexual de menor de edad sobre la base de los medios probatorios (testimoniales
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y documentales) actuados en el proceso penal. Agrega que para determinar el quantum


de la pena por debajo del mínimo legal se consideró su responsabilidad restringida
(diecinueve años), baja cultura, su estrato social campesino de la región selvática, con
instrucción primaria, de ocupación obrero eventual, que carecía de antecedentes penales
y judiciales, por lo que una pena privativa de la libertad prolongada no sería lo más
adecuado para un tratamiento penitenciario de reeducación, rehabilitación y
reincorporación a la sociedad; y, además, por la forma y circunstancias en que se
produjeron los sucesos, puesto que el agraviado, por su naturaleza de homosexual, habría
motivado el encuentro sexual en altas horas de la noche.

Don Borin Jersin Vásquez Flores alega que la Sala Mixta Descentralizada de la
Provincia Mariscal Cáceres-Juanjuí demandada, para revocar la pena e imponerle veinte
años de pena privativa de la libertad, no tuvo en cuenta su responsabilidad restringida e
hizo una valoración de la prueba actuada en primera instancia; específicamente, la
testimonial, pues consideró que no se había probado que el agraviado, por su naturaleza
de homosexual, haya sido quien promovió el encuentro sexual, pese a que el artículo
425, inciso 2, del nuevo Código Procesal Penal establece que la Sala Penal Superior no
puede otorgar diferente valor probatorio a la prueba personal que fue objeto de
inmediación. El accionante añade que la Sala superior demandada no tomó en cuenta los
artículos 45 y 46 del Código Penal al revocar la pena, ni el artículo 45-A, del precitado
Código sobre el sistema de tercios, que entró en vigencia en el año 2013.

El recurrente señala que fue procesado y condenado por el tipo penal previsto en el
artículo 173, inciso 3, del Código Penal, que establecía una pena privativa de la libertad
no menor de veinticinco años ni mayor de treinta y que estuvo vigente hasta el 19 de
agosto de 2013. A partir de dicha fecha, los hechos que le fueron imputados se adecuaron
en el artículo 170, inciso 6, del Código Penal, que sanciona el delito de violación sexual
de menor de catorce y dieciocho años de edad con una pena privativa de la libertad no
menor de doce ni mayor de dieciocho años. Aduce que correspondía que se le aplique la
ley más favorable al reo, puesto que el menor agraviado a la fecha de los hechos contaba
diecisiete años de edad. Por ello, la Sala superior demandada debió situar la pena en el
extremo mínimo del primer tercio; esto es, doce años de pena privativa de la libertad.

De otro lado, el accionante manifiesta que en la zona de la selva, en otros procesos


penales sobre delitos contra el pudor en agravio de menor de edad, violación sexual de
menor de edad, tenencia ilegal de armas y robo agravado, se han impuesto penas
privativas de la libertad por debajo del mínimo legal o penas suspendidas en su ejecución,
puesto que se ha tenido en cuenta la responsabilidad restringida del condenado, así como
su origen rural y relativo nivel cultural, como es su caso, por lo que imponer una pena
privativa de la libertad prolongada no sería lo más adecuado para un tratamiento
penitenciario de reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad.
Y, si bien el artículo 22 del Código penal prohíbe la disminución de la pena para ciertos
delitos, dicha prohibición colisiona con el derecho a la igualdad ante la ley.
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Finalmente, el accionante señala que a efectos de evitar consentir la pena impuesta


en la sentencia de vista interpuso recurso de casación. Sin embargo, los magistrados
supremos demandados erradamente han fundamentado su inadmisibilidad en que la
instancia superior valoró adecuadamente los elementos probatorios relevantes y la ley
penal, pero no se indica qué elementos probatorios valoró. Por consiguiente, ese somero
fundamento no resulta acorde y se debe anular el auto de de calificación de casación.

El procurador público adjunto encargado de los asuntos judiciales del Poder Judicial
mediante escrito de fecha 8 de julio de 2019, se apersona a la instancia (f. 235, Tomo II-
1). Mediante informe escrito de fecha 24 de octubre de 2019 (f. 365, Tomo II-2), el
procurador señala que el recurrente pretende que mediante el habeas corpus se reexamine
todo lo actuado en el proceso penal por no estar conforme con la decisión jurisdiccional
desfavorable a sus intereses; es decir, que la judicatura constitucional se arrogue las
facultades reservadas al juez ordinario y que cual suprainstancia proceda al reexamen de
la sentencia condenatoria emitida por la Sala Mixta Descentralizada de Mariscal Cáceres-
Juanjuí, que revocó la pena de seis a veinte años. Al respecto, sostiene que los temas de
connotación penal, tales como la valoración de las pruebas, la subsunción de las conductas
en determinado tipo penal, así como la aplicación de falta de adecuación de la pena
impuesta a un condenado, son aspectos propios de la judicatura ordinaria y no de la
judicatura constitucional.

El Juzgado Unipersonal de la Provincia de Lamas, con fecha 20 de mayo de 2019


(f. 81), rechazó in limine la demanda, por considerar que la sentencia de vista y el auto de
calificación de casación no vulneran los derechos a la tutela procesal efectiva, a la
igualdad en la aplicación de la ley ni el principio que establece que el régimen
penitenciario tiene por objeto la reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado
a la sociedad. A su criterio, la pretensión del sentenciado está dirigida a declarar la nulidad
de la sentencia de vista y del auto supremo.

La Sala Penal de Apelaciones y Penal Liquidadora de San Martín-Tarapoto de la


Corte Superior de Justicia de San Martín, mediante Resolución 12, de fecha 16 de octubre
de 2019 (f. 348, Tomo II-2), declaró nula la resolución de fecha 20 de mayo de 2019, por
estimar que dicha resolución no señala de forma expresa en qué causal de improcedencia
se encontraría inmersa la presente demanda; en consecuencia, ordena que se emita una
nueva resolución debidamente motivada.

El Juzgado Unipersonal de la Provincia de Lamas, con fecha 26 de noviembre de


2019 (f. 385, Tomo II-2), declaró improcedente in limine la demanda, por considerar que
la verdadera pretensión del recurrente es que se revise lo resuelto por los magistrados
superiores en el proceso penal que se le siguió por el delito de violación sexual de menor
de edad; esto es, que se valoren nuevamente los hechos y los medios probatorios penales.
El Juzgado observa que dicha pretensión no forma parte del contenido
constitucionalmente protegido por la tutela procesal efectiva, puesto lo que se busca es
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revisar criterios dogmáticos-penales elegidos por los magistrados superiores para resolver
la controversia planteada en el proceso penal, máxime si dicha sentencia fue revisada por
la Corte Suprema. Además, existen excepciones al principio de inmediación.

La Sala Penal de Apelaciones y Penal Liquidadora de San Martín-Tarapoto de la


Corte Superior de Justicia de San Martín (f. 454, Tomo III), con fecha 30 de enero de
2020, confirmó la apelada, por estimar que la pretensión del recurrente es que se expida
una nueva resolución con arreglo a derecho, para que se gradúe o reduzca la pena, y
agrega que lo peticionado no forma parte del contenido constitucionalmente protegido de
alguno de los derechos fundamentales invocados en el presente proceso

FUNDAMENTOS

Petitorio

1. El objeto de la demanda es que se declaren nulas (i) la sentencia, Resolución 22, de


fecha 14 de setiembre de 2012, que confirmó la sentencia, Resolución 12, de fecha
4 de mayo de 2012, en el extremo que condenó a Borin Jersin Vásquez Flores por
el delito de violación sexual de menor de edad y la revocó en cuanto le impuso seis
años de pena privativa de la libertad, reformó la precitada sentencia condenatoria
en dicho extremo y le impuso veinte años de pena privativa de la libertad
(Expediente 01-2012-005); y (ii) el Auto de Calificación de Casación de fecha 19
de abril de 2013 (f. 46), que declaró inadmisible el recurso de apelación presentado
contra la precitada sentencia de vista (Casación 1-2013); y que, en consecuencia, se
expida una nueva resolución con arreglo a Derecho y se disponga su inmediata
libertad.

2. Se alega la vulneración de los derechos a la tutela procesal efectiva, a la igualdad


en la aplicación de la ley y que el régimen penitenciario tiene por objeto la
reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad.

Consideraciones preliminares

3. El Juzgado Unipersonal de la Provincia de Lamas declaró improcedente in limine


la demanda, pronunciamiento que fue confirmado por la Sala Penal de Apelaciones
y Penal Liquidadora de San Martín-Tarapoto de la Corte Superior de Justicia de
San Martín. Sin embargo, este Tribunal aprecia que los hechos denunciados
tendrían relación con la afectación del derecho al debido proceso y a la debida
motivación de las resoluciones judiciales. Por ello, en atención a los principios de
celeridad y economía procesal, y que en autos aparecen los elementos necesarios,
este Tribunal considera pertinente emitir un pronunciamiento de fondo al respecto.
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Análisis del caso

4. La Constitución establece en su artículo 200, inciso 1, que a través del habeas


corpus se protege la libertad individual o los derechos conexos a ella. No obstante,
no cualquier reclamo por una presunta afectación del derecho a la libertad personal
o los derechos conexos puede reputarse efectivamente como tal y merecer tutela,
pues para ello es necesario analizar previamente si los actos denunciados afectan o
no el contenido constitucionalmente protegido de los derechos tutelados por el
habeas corpus.

5. El recurrente, en un extremo de la demanda, alega que la Sala Mixta


Descentralizada de la Provincia Mariscal Cáceres-Juanjuí demandada, al imponerle
veinte años de pena privativa de la libertad, no tomó en cuenta su responsabilidad
restringida ni el artículo 45-A del Código Penal sobre el sistema de tercios, por lo
que debió situar la pena en el extremo mínimo del primer tercio; esto es, doce años
de pena privativa de la libertad.

6. Sobre el particular, esta Sala considera que la determinación de la pena impuesta


conforme a los límites mínimos y máximos establecidos en el Código Penal
constituye materia que incluye elementos que compete analizar a la judicatura
ordinaria, toda vez que, para llegar a tal decisión, se requiere el análisis de las
pruebas que sustentan la responsabilidad del sentenciado. Cabe, además,
puntualizar que la graduación de la pena y la aplicación facultativa de la
responsabilidad restringida son asuntos de competencia de la judicatura ordinaria.

7. De otro lado, don Borin Jersin Vásquez Flores indica que fue condenado por el tipo
penal previsto en el artículo 173, inciso 3, del Código Penal. Empero, el Tribunal
Constitucional declaró inconstitucional dicho inciso mediante Sentencia 00008-
2012-PI/TC el 24 de enero de 2013. Por consiguiente, correspondía aplicar la ley
más favorable al reo; esto es, que se adecuara el tipo penal por el que fue condenado
y se sustituyera la pena impuesta, conforme a lo previsto en el artículo 170, inciso
6, del Código Penal (artículo 1 de la Ley 30076), que sancionaba el delito de
violación sexual de menor de catorce y dieciocho años de edad con una pena
privativa de la libertad no menor de doce ni mayor de dieciocho años, porque el
agraviado tenía a la fecha de los hechos diecisiete años de edad.

8. Al respecto, el principio de retroactividad benigna propugna la aplicación de una


norma jurídica penal posterior a la comisión del hecho delictivo con la condición
de que dicha norma contenga disposiciones más favorables al reo. Ello, sin duda,
constituye una excepción al principio de irretroactividad en la aplicación de la ley
y se sustenta en razones político-criminales, en la medida en que el Estado no tiene
interés (o no en la misma intensidad) en sancionar un comportamiento que ya no
constituye delito (o cuya pena ha sido disminuida) y, primordialmente, en virtud
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del principio de humanidad de las penas, el cual se fundamenta en la dignidad de la


persona humana (Sentencia 09810-2006-PHC/TC).

9. Este Tribunal, en la Sentencia 06406-2007-PHC/TC, ha explicado que no puede


acudirse a la judicatura constitucional para solicitar la sustitución de pena, ya que
dicha pretensión entrañaría que este Tribunal se constituya en una instancia
suprajudicial. Otra sería la situación si se advirtiese una negativa injustificada por
parte del órgano jurisdiccional en absolver la solicitud de sustitución de pena
pretendida por los sentenciados, desconociendo la retroactividad benigna de las
leyes penales consagrada en el artículo 103 de la Constitución, caso en el cual se
podrá estimar la pretensión y ordenar al órgano jurisdiccional que proceda a
determinar una pena concreta conforme al nuevo marco legal. Por el contrario, en
el caso de que el órgano jurisdiccional sí hubiera atendido al pedido de sustitución
de pena, a través de una individualización de la pena debidamente motivada y
respetuosa del principio de proporcionalidad, corresponderá declarar infundada la
pretensión (Sentencias 02283-2006-PHC/TC y 01043-2007-PHC/TC). Por
consiguiente, correspondía que el recurrente solicite ante la judicatura ordinaria la
sustitución de la pena.

10. En consecuencia, respecto de lo señalado en los fundamentos 5 a 7 y 9 supra, es de


aplicación la causal de improcedencia contenida en el artículo 5, inciso 1, del
Código Procesal Constitucional, toda vez que los hechos y los fundamentos que lo
sustentan exceden el ámbito de control constitucional que se puede efectuar a través
del habeas corpus.

11. El recurrente también alega la vulneración del derecho a la igualdad en la aplicación


de la ley. Al respecto, este Tribunal ha dejado establecido que el derecho a la
igualdad presenta dos facetas: igualdad ante la ley e igualdad en la aplicación de la
ley. La igualdad ante la ley resulta ser un límite al legislador, pues las normas no
pueden estar basadas en criterios irrazonables que establezcan diferenciaciones. La
igualdad en la aplicación de la ley se entiende como un límite a los órganos
públicos, ya sean jurisdiccionales o administrativos, pues, al momento de aplicar la
ley, no se pueden determinar consecuencias jurídicas diferentes a supuestos de
hechos sustancialmente iguales.

12. En las Sentencias 01211-2006-AA/TC, 02593-2006-PHC/TC y 02039-2007-


PA/TC, se consideró como término de comparación válido para determinar la
afectación del derecho a la igualdad en la aplicación de la ley que existan una o
varias decisiones previas o un precedente inmediato exactamente igual desde la
perspectiva jurídica con la que se enjuició; que se trate de hechos sustancialmente
iguales; que exista identidad del órgano judicial que resolvió el caso, pues lo
contrario significaría desconocer la independencia en el ejercicio de la función
judicial reconocido en los artículos 139, inciso 2, y 146, inciso 1, de la Constitución
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Política del Perú; y que no exista motivación en el cambio de criterio, toda vez que,
si bien los jueces pueden dar una interpretación diferente en la aplicación de la ley
para resolver casos en los que existan hechos sustancialmente iguales, ese cambio
debe ser razonable y fundamentado.

13. Sin embargo, para analizar la alegada vulneración del derecho a la igualdad, el
término de comparación propuesto por el recurrente no es válido. En efecto, de las
sentencias emitidas por la Sala Penal de Apelaciones de San Martín-Tarapoto de la
Corte Superior de Justicia de San Martín y la Sala Penal de Apelaciones y Penal
Liquidadora de la Corte Superior de Justicia de San Martín, que obran de fojas 53,
58, 66 y 75 del Tomo I de autos, se aprecia que han sido expedidas en los años 2016
y 2018; es decir, a la fecha de expedición de la sentencia cuestionada no existía el
término de comparación propuesto; y estas versan sobre delitos y hechos diferentes
del delito que fue materia del proceso penal seguido contra don Borin Jersin
Vásquez Flores.

14. El artículo 139, inciso 3, de la Constitución establece los principios y derechos de


la función jurisdiccional y la observancia del debido proceso y de la tutela
jurisdiccional; en consecuencia, cuando el órgano jurisdiccional imparte justicia,
está obligado a observar los principios, derechos y garantías que la Norma
fundamental establece como límites del ejercicio de las funciones asignadas.

15. Este Tribunal ha precisado que el derecho a la debida motivación de las


resoluciones judiciales es una garantía del justiciable frente a la arbitrariedad
judicial y garantiza que las resoluciones no se encuentren justificadas en el mero
capricho de los jueces, sino en datos objetivos que proporciona el ordenamiento
jurídico o los que se derivan del caso. Sin embargo, no todo ni cualquier error en el
que eventualmente incurra una resolución judicial constituye automáticamente
violación del contenido constitucionalmente protegido del derecho a la motivación
de las resoluciones judiciales (Sentencia 00728-2008-PHC/TC).

16. En la Sentencia 01480-2006-AA/TC se señaló que

el análisis de si en una determinada resolución judicial se ha violado o no el derecho a la debida


motivación de las resoluciones judiciales debe realizarse a partir de los propios fundamentos
expuestos en la resolución cuestionada, de modo que las demás piezas procesales o medios
probatorios del proceso en cuestión solo pueden ser evaluados para contrastar las razones
expuestas, mas no pueden ser objeto de una nueva evaluación o análisis. Esto, porque en este
tipo de procesos al juez constitucional no le incumbe el mérito de la causa, sino el análisis
externo de la resolución, a efectos de constatar si ésta es el resultado de un juicio racional y
objetivo, donde el juez ha puesto en evidencia su independencia e imparcialidad en la solución
de un determinado conflicto, sin caer ni en arbitrariedad en la interpretación y aplicación del
derecho, ni en subjetividades o inconsistencias en la valoración de los hechos.
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17. El recurrente alega que se habría vulnerado el principio de inmediación, toda vez
que la Sala Mixta Descentralizada de la Provincia Mariscal Cáceres-Juanjuí
demandada habría otorgado un valor diferente a la prueba personal; esto es, a la
declaración del menor agraviado.

18. Sobre el particular, este Tribunal aprecia que el recurso de apelación contra la
sentencia, Resolución 12, de fecha 4 de mayo de 2012, fue presentado por el fiscal
provincial y que, específicamente, se cuestionó el quantum de la pena, porque la
pena impuesta al recurrente era muy benigna al haberse impuesto una pena por
debajo del mínimo legal (f. 39, Tomo I). De la lectura de la sentencia condenatoria
y de la sentencia de vista, respecto a la declaración del menor agraviado, se aprecia
que se consigna en forma similar los mismos hechos materia de la declaración del
menor agraviado. Además, se advierte que la Sala superior demandada consideró
en su cuarto considerando (f. 43, Tomo I) que, por la forma y las circunstancias en
las que el hecho delictivo se produjo, no correspondía una pena por debajo del
mínimo. En efecto, en el precitado considerando se analizó las diferentes pruebas
materia de análisis en primera instancia, sin que este Tribunal aprecie que se hubiese
otorgado un valor probatorio diferente a la declaración del menor agraviado, sino
que se consideró que la apreciación del Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial
de la provincia de Huallaga, en el sentido de que el menor agraviado fuese
homosexual y que hubiese propiciado el encuentro sexual con el recurrente no podía
juzgarse como una circunstancia atenuante para determinar la pena.

19. De otro lado, este Tribunal aprecia que sí se encuentra debidamente motivado el
auto de fecha 19 de abril de 2013 (Casación 1-2013), mediante el cual la Sala Penal
Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República declaró inadmisible el
recurso de casación presentado contra la sentencia de vista cuestionada. En efecto,
según se observa a fojas 46, Tomo I de autos, el recurrente presentó recurso de
casación por las causales contenidas en el artículo 429, incisos 1 y 4, del nuevo
Código Procesal Penal. Al respecto, en los considerandos tercero y cuarto del
precitado auto (ff. 47 y 48, Tomo I), la Sala suprema demandada hace notar que en
el recurso interpuesto se debe identificar y fundamentar las causales invocadas, y
en el quinto considerando del auto de inadmisibilidad se señala que el recurrente se
ha limitado a indicar que no se ha realizado una valoración de las pruebas actuadas
en el proceso penal, lo que no es procedente, puesto que no se trata de una tercera
instancia que valore nuevamente la decisión adoptada; y, en cuanto a las causales
invocadas sostiene que «(…) solo se limita a enumerarlos, sin realizar una
sustentación expresa, específica y razonablemente aceptable» (f. 49, Tomo I). Por
consiguiente, es claro que la Sala suprema demandada declaró inadmisible el
recurso presentado, principalmente, porque el recurrente no fundamentó las
causales por las que interpuso el recurso de casación.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere


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la Constitución Política del Perú,

HA RESUELTO

1. Declarar IMPROCEDENTE la demanda respecto a lo señalado en los


fundamentos 5 a 7, 9 y 10 supra.

2. Declarar INFUNDADA la demanda respecto a la alegada afectación a los derechos


del debido proceso, a la debida motivación de las resoluciones judiciales y a la
igualdad en la aplicación de la ley.

Publíquese y notifíquese.

SS.

LEDESMA NARVÁEZ
FERRERO COSTA
MIRANDA CANALES
BLUME FORTINI
RAMOS NÚÑEZ
SARDÓN DE TABOADA
ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA

PONENTE MIRANDA CANALES

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