Unidad 1 Quehacer Filosofico
Unidad 1 Quehacer Filosofico
Unidad 1 Quehacer Filosofico
El quehacer filosófico
¿Cómo hacer filosofía? La filosofía es una actividad eminentemente humana. La filosofía es una
actividad del ser humano pensante y libre que siente, se preocupa, duda, investiga, actúa y vive
reflexivamente.
Una cosa es “estudiar” Filosofía y otra cosa es “aprender” Filosofía. Aprender Filosofía no es llegar
a ser culto en Filosofía, o conocer los pensamientos de los filósofos. Se aprende Filosofía
filosofando, o sea, “haciendo” Filosofía.
Los pasos de la actividad filosófica
1.- La reflexión filosófica: La reflexión filosófica Para hacer Filosofía hay que reflexionar sobre las
propias experiencias, sobre la realidad del mundo y de la vida, sobre aquello que otros dijeron y
escribieron. El filosofar requiere contemplar la realidad, vivir la vida al máximo, experimentar al
máximo, pero hacerlo reflexivamente. La observación y la experiencia son los nutrientes de la
reflexión filosófica. Tal reflexión puede enriquecerse mediante la lectura de textos filosóficos, o sea,
con las reflexiones que otros han hecho sobre los problemas de la vida y del mundo, desde otras
perspectivas y en otras épocas. El buen filósofo es un buen lector de libros y de la realidad que
vive.
2.- La expresión filosófica: La expresión filosófica Las ideas, tesis, planteamientos y
proposiciones generadas mediante el proceso reflexivo deben ser vertidas en palabras, y para que
éstas no sean llevadas por el viento, deben ser registradas en papel. El registro privilegiado de la
Filosofía es el “escrito filosófico”; donde podemos ver el fruto de la investigación o de la reflexión
filosófica.
3.- El debate filosófico: La palabra o discurso filosófico, debe ser “publicado”, es decir,
comunicado a otros, con el fin de que sea debatido y confrontado con otros discursos. El diálogo o
debate filosófico sirve porque clarificar conceptos, evaluar argumentos, rechazar vacuidades,
enriquecer planteamientos. La actividad filosófica es, por naturaleza, “pública”; no se filosofa para
uno mismo, se filosofa para la comunidad humana.
Características del discurso filosófico:
Es problemático: Se considera de este modo porque el discurso filosófico se refiere a problemas
reales, no a veleidades. Aunque la Filosofía debe ser una actividad agradable, no se filosofa para
agradar o como pasatiempo vacío. El texto filosófico se refiere a temas fundamentales, universales,
que interesan al hombre en cuanto Hombre. La Filosofía no huye de la vida concreta del hombre,
de la cotidianidad, pero le da una dimensión universal y busca en ella sus raíces y fundamentos. A
partir de algo cotidiano como un “fusil”, pueden hacerse planteamientos filosóficos, como por
ejemplo: la violencia y la fuerza, los fundamentos del poder, el significado de la vida del soldado, la
guerra y la paz, tu vida en las manos.
Es analítico y relacional: Porque considera los diversos elementos que componen la realidad;
analiza y evalúa conceptos; descubre los nexos causales entre los diferentes elementos, hechos o
conceptos. El discurso filosófico no se conforma con describir o exponer; antes bien, se detiene a
examinar los elementos y sus relaciones con otros conceptos o proposiciones y con el conjunto del
saber en general sobre el tema.
Es interpretativo, crítico y evaluativo: Porque se pregunta ¿qué es?, ¿qué implica?, ¿qué significa?,
¿qué se deduce? Examina la claridad y consistencia interna del concepto, tesis o proposición, y su
coherencia con el conjunto del saber en general. El filósofo no se comporta neutralmente ante el
tema que trata, sino que toma posición y genera conclusiones personales.
Es argumentativo: Porque provee argumentos y expone la razón de sus afirmaciones, sin recurrir a
criterios de fe o de autoridad. Aunque en Filosofía no todo puede ser demostrado del todo, sí
pueden mostrarse los fundamentos y su consistente lógica.
EL QUEHACER FILOSÓFICO
Nos preguntaremos:
● ¿Todas las personas pueden filosofar?, ¿qué se necesita para filosofar?
● ¿Cómo piensan y qué se han preguntado los filósofos?
● ¿Cómo nos ayuda la Filosofía a pensar?
La preocupación principal de la Filosofía La preocupación principal es cuestionar y entender ideas
muy comunes que todos usamos cotidianamente sin pensar acerca de ellas. Un historiador podría
preguntar qué pasó en un período del pasado, pero un filósofo preguntará ¿Qué es el tiempo? Un
matemático podría investigar las relaciones entre números, pero un filósofo preguntará ¿Qué es un
número? Un físico preguntará de qué están hechos los átomos o cómo se explica la gravedad, pero
un filósofo preguntará cómo podemos saber que hay algo afuera de nuestras propias mentes.
Un psicólogo podría investigar cómo los niños aprenden el lenguaje, pero un filósofo preguntará
¿Qué hace que una palabra signifique algo? Cualquiera podría preguntar si es incorrecto colarse
en un cine sin pagar, pero un filósofo preguntará ¿Qué hace que una acción sea correcta o
incorrecta? Nagel, T. What does it all mean? (1987)
Actividad N°1:
1. ¿Te has hecho preguntas similares a las que se hace un filósofo? ¿Señala qué preguntas y qué
crees que las motivó? 3 ptos.
2. Considerando los textos “La conciencia de la ignorancia y No todos son filósofos”, señala ¿cómo
se puede vincular la necesidad de ser conscientes de nuestra ignorancia con lo que dice Platón
acerca de quienes “opinan de todo”? Piensa para llegar a una conclusión. 3 ptos.
3. ¿En qué se asemejan y diferencian las posturas planteadas en los textos una ciencia imposible y
una perspectiva histórica? 3 ptos.
¿Qué se han preguntado los filósofos?
Las Preguntas Filosóficas:
El surgimiento de la Filosofía occidental suele relacionarse con un cambio en la forma de explicar
los fenómenos cotidianos: el paso del mito al logos. Mythos y lógos (Mito –razón) son expresiones
griegas que pueden traducirse como “palabra”. Sin embargo, la palabra entendida como mythos se
refiere a narraciones sagradas que intentan explicar el origen y la regularidad del cosmos
recurriendo a fuerzas sobrehumanas, como dioses o poderes cósmicos personificados. En cambio,
la palabra entendida como lógos se convertirá en instrumento de indagación de la verdad, y
también de debate y deliberación pública, que trata de convencer argumentando y fomentando la
capacidad crítica de la razón. Aristóteles planteaba ya en el siglo V a. C que “los hombres
comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración; al principio, admirados
ante los fenómenos sorprendentes más comunes; luego, avanzando poco a poco y planteándose
problemas mayores, como los cambios de la Luna y los relativos al Sol y a las estrellas, y el
principio del universo. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia.
[…]. De suerte que, si filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en
vista del conocimiento, y no por alguna utilidad o afán práctico. Y así lo atestigua lo ocurrido. Pues
esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían todas las cosas necesarias y las relativas al
descanso y al ornato de la vida. Es, pues, evidente que no la buscamos por ninguna otra utilidad,
sino que, así como llamamos hombre libre al que es para sí mismo y no para otro, así
consideramos a esta como la única ciencia libre, pues esta sola es para sí misma”. (Metafísica).
Las preguntas que se hacen los filósofos son preguntas “radicales”, pues apuntan “a la raíz” de
aquello que ponen en cuestionamiento. El sentido de la vida, la existencia de Dios, la realidad, la
naturaleza humana, la libertad, el bien, la belleza, la justicia, entre muchos otros, son temas que
han inquietado a los filósofos a lo largo de la historia. A continuación se presentan algunas de las
preguntas filosóficas más trascendentes.
¿La vida tiene sentido? Una pregunta esencial de la Filosofía es sobre el sentido de la existencia. Existe
un solo problema filosófico verdaderamente serio: juzgar si la vida merece o no ser vivida. Lo demás, por
ejemplo, si el mundo tiene tres dimensiones, si el espíritu tiene nueve o doce categorías, son cuestiones
secundarias. Son un juego. Antes hay que responder… Yo nunca he visto morir a un hombre por defender el
argumento ontológico. Galileo, a pesar de que había descubierto una verdad importante, abjuró de ella muy
fácilmente apenas vio en peligro su vida. En cierto sentido, hizo bien. […] Pero veo, por el contrario, que
muchas personas mueren porque juzgan que la vida no es ya digna de ser vivida. Y, paradójicamente, veo a
otros que se hacen matar por ciertas ideas —o ilusiones— que constituyen su razón de vivir (lo que se llama
una razón para vivir constituye, al mismo tiempo, una óptima razón para morir). Por tanto, pienso que el
sentido de la vida es la cuestión más urgente. Camus, A. El mito de Sísifo
(1942)
En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los
problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo. Dichas
tareas y, consecuentemente, el significado de la vida, difieren de un ser humano a otro, de un momento a
otro, de modo que resulta completamente imposible definir el significado de la vida en términos generales.
Nunca se podrá dar respuesta a las preguntas relativas al sentido de la vida con argumentos especiosos.
“Vida” no significa algo vago, sino algo muy real y concreto, que configura el destino de cada ser humano,
distinto y único en cada caso. Ningún ser humano ni ningún destino pueden compararse a otro ser humano o
a otro destino. Ninguna situación se repite y cada una exige una respuesta distinta; unas veces la situación
en que un ser humano se encuentra puede exigirle que emprenda algún tipo de acción; otras, puede resultar
más ventajoso aprovecharla para meditar y sacar las consecuencias pertinentes. Frankl, V. El
hombre en busca de sentido (1946)
¿Existe Dios?
Las preguntas filosóficas asociadas con la existencia de Dios se relacionan con distintas temáticas. Una de
ellas es la pregunta por el mal, como se aprecia en el siguiente dilema planteado por Epicuro: O Dios quiere
quitar el mal del mundo, pero no puede; o puede, pero no quiere; o puede y quiere. Si quiere y no puede, es
impotente. Si puede y no quiere, no nos ama. Si no quiere ni puede, no es el Dios bueno y, además, es
impotente. Si puede y quiere —y esto es lo más seguro— entonces, ¿de dónde viene el mal real y por qué no
lo elimina? Epicuro, siglo III a.C.
¿Qué es lo real?
La pregunta por lo real es un tema central de la Filosofía. Bertrand Russell se pregunta si hay algún
conocimiento tan cierto que ningún ser humano razonable pueda dudar de él y pone como ejemplo la mesa
que tiene frente a él. Se cuestiona acerca de la manera en que conocemos la mesa, mediante los sentidos, y
se pregunta qué tan cierto es ese conocimiento si, dependiendo del ángulo desde el que se mire, de la luz,
entre otros factores, esta aparecerá distinta para distintos observadores. Nos hemos percatado de que, si
tomamos un objeto cualquiera, de la clase que suponemos conocer por los sentidos, lo que los sentidos nos
dicen inmediatamente no es la verdad acerca del objeto tal como es aparte de nosotros, sino solamente la
verdad sobre ciertos datos de los sentidos, que, por lo que podemos juzgar, dependen de las relaciones entre
nosotros y el objeto. Así, lo que vemos y tocamos directamente es simplemente una «apariencia», que
creemos ser el signo de una «realidad» que está tras ella. Pero si la realidad no es lo que aparenta ¿tenemos
algún medio de conocer si en efecto existe una realidad? Y en caso afirmativo ¿tenemos algún medio para
descubrir en qué consiste? Tales preguntas son desconcertantes, y es difícil saber si no son ciertas aun las
más raras hipótesis. Así, nuestra mesa familiar, que generalmente solo había despertado en nosotros ideas
insignificantes, aparece ahora como un problema lleno de posibilidades sorprendentes. Lo único que
sabemos de ella es que no es lo que aparenta. Russell, B. Los problemas de la filosofía
(1912)
El filósofo alemán Friedrich Nietzsche ofrece una perspectiva según la cual no existe una verdad universal
pues ninguna corresponde a la verdad más que en apariencia. ¿Qué es entonces la verdad? Una hueste en
movimiento de metáforas, metonimias, antropomorfismos en resumidas cuentas, una suma de relaciones
humanas que han sido realzadas, extrapoladas y adornadas poética y retóricamente y que, después de un
prolongado uso, un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes; las verdades son ilusiones de las que
se ha olvidado que lo son; metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que han
perdido su troquelado y no son ahora ya consideradas como monedas, sino como metal.
Actividad N°2:
1. En relación al planteamiento de Aristóteles, ¿qué consecuencias tendrá el que la Filosofía no
tenga una utilidad o afán práctico? ¿Qué característica se desprende de esta idea? 4 ptos.
2. Elige una de las preguntas filosóficas que se plantean y explica su relevancia para el ser
humano. Entrega al menos dos razones. 4 ptos.
3. Considerando los tipos de preguntas filosóficas revisadas hasta el momento, formula una nueva
que tenga las siguientes características: ofrecer diversas posibilidades de respuesta, ser una
pregunta radical y poner en juego la capacidad crítica de la razón. 4 ptos.