Gianella - Epistemologia Naturalizada
Gianella - Epistemologia Naturalizada
Gianella - Epistemologia Naturalizada
Alíc1a Gianella*
Como es sab1doy el término 'epiStemología~ -ttene al menos dos -sentidos. Un pn-
mer sentido, identificado como epistemología 1, refiere a los problemas generales
del conocimiento, coextensivo con gnoseología o teoría del conocimíento, y el otro
sentido, más estrecho, refiere a los problemas específicos del conocimiento cíentí-
fico, al que podemos denominar epistemología 2 , que es aproximadamente coex-
tensívo con filosofía de la ciencia. Cabe hacer la mísma distinción para el caso parti-
cular de la epistemología naturalizada, y cabe también señalar que es el segundo
sentido el que nos interesa particularmente.
De modo muy general, el problema que plantea la epistemología naturalizada
e~ la vinculación que existe entre la epistemología como diSciplina filosófica -
tanto en sehtido 1 como eri.Sentid'o'-2-, y laS denCias;-al menos algunas- de-enas.--
Sín pretender hacer un rastreo histórico de las relaciones entre la filosofia y la
Ciencia, voy a referirme a las relaciones recientes, de un modo general, y de las
tres o cuatro últimas décadas, a partir de lo que Quíne denominó epistemología na-
turalizada en la década del sesenta, con la intención de identificar sus principales
problemas. En particular, nos interesará la relación de la epistemología con la psi-
cologia2, con el fin de evaluar posteriormente las vinculaciones del pensamiento
de Jean Piaget con esta corrient&
I
Se puede comenzar con una descripción negattva de la epistemología naturaliza-
da, por su oposición a la llamada epistemología clásíca, caracterizada esta última
por ser~ mehitéórica,--fueitemerife ·nonnativa, ceritrada en la justifiCación del cOrio-
cinuento, apriorista y fundadonista, si bien no siempre se dieron juntos esos rasgos.,
También se caracterizó por haber atribuido a la lógíca un papel metodológíco
central. Las dos primeras fueron sus propiedades más significativas.
El carácter metateórico supone una neta división dentro de una estructura en
la que la ciencia ocupa el lugar de lo que es estudiado, en un primer nivel,_ y la
epistemología, ubicada en un segundo nivel, es a la que le cabe la tarea de anali-
zar y evaluar la actividad y los productos del nivel inferior. Según esta considera-
ción, la ciencia se ocupa de estuchar la realidad -cada disciplina su campo propio-
y la epistemología se ocupa d€n~studiar a la ciencia.
En cuanto al aspecto normativo, o normativo-valorativo, la epistemología clá-
sica se caracterizó por proveer de distintos critenos: de racionalidad, algunas ve-
ces de verdad, de contrastabihdad, de adecuación explicativa, de capacidad pre-
dictiva, y -de-simplicidad,-que permitían. tomar decisiones frente a teorías rivales.
Proveían de herramientas para determinar, normativamente, qué teoría era falsa,
temendo en cuenta ciertas evidencias, cuál era la mejor explicación, entre distin-
tas opciones y cuál estaba mejor posicionada, teniendo en cuenta el conjunto de
334
cntenos aceptados. Determmaban, en defiruhva, qué era conocimiento científico
y qué no lo era.
El apriorismo, por otro lado, puede caracterizarse, en este contexto y de un
modo esquemático, por el empleo de determinada metodología filosófica, que
consiste básicamente en el análisis conceptual y en la argumentación deductiva, a
partir de ciertos postulados o principios aceptados, no sometidos a crítica.
En cuanto al fundacionismo, consiste en afinnar la existencia de elementos úl-
hmos que permitan considerar suficientemente fundado el conocimiento como
para detener en esos elementos la búsqueda de JUStificación, considerarlos como
puntos de apoyo necesarios y suficientes para justificar otros a partir de ellos, en
una estructura piramidal. Supone la identificación de cnterios de fundamentación
del conocimiento que permitan legitimar afirmaciones teóricas, a partir de ele-
mentos de juicio, empíricos o de otro tipo, que se considera no requieren, a su
vez, de justificación. Las distintas versiones, históricamente dadas, van del verifi-
cacionisrno, al confirmacionismo, instrumentalismo, refutacionismo y otros, co.n
sus correspondientes metodologías especificas.
Por otro lado, la lógica era considerada una disciphna indlScutida, utilizada
corno herramienta valiosa, que complementaban el fundacionismo y el aprioris-
mo vigentes con procedimientos_ deductivos .
Pero las dudas respecto de los argumentos apriorísticos, así como de 1os _su-
puestos fundaciomstas, y la neta separación del nivel matateórico, fueron d'ebili-
tando la credibilidad de la concepción clásica.
La epistemología naturalizada puede verse como una (entre otras) de las reac-
ciOnes ·críticas que surgieron contra el modelo clásico, reivindicando otras fuentes
de conocimiento, provistas por las consideraciOnes biológicas, históricas, psicoló-
gicas, sociológicas, cuyas contribuciones al conocimiento del conocimiento aspi-
raban a ser reconocidas
II
Si se mtenta una caracterización postltva de la epistemología naturalizada, surgen
rápidamente dificultades, por las diferencias que presentan las distintas modali-
dades del programa naturalizador., A pesar de ello, se pueden encontrar al~nos
rasgos comunes . Uno de los principales es el de constituir una epistemología cientí'"'"
ficamente orientada, es decir: a) pretende ser compatible con la ciencia, b) inte'rac--
tuar con ella, y e) tomar aportes de la ciencia -por lo menos de algunas de sus ·dis-
ciplmas-, Otra caracterización general muy difundida es la que sostiene que entre
epistemología y ciencia no hay una diferencia neta, sino un continuo Las dificul-
tades mayores surgen cuando se intenta una caracterización más precisa y com-
pleta.
Las diferentes modalidades del programa naturalizador se pueden reconocer
a partir de ciertas polémicas planteadas, que es posible ordenar teniendo en cuen-
ta determinados criterios
5. En prnner lugar, una de las d1ferenc1as entre los programas naturahzadores es
el que se plantea entre enfoques 'uniciStas' y enfoques 'pluralistas', que sur-
gen a partir de las diferentes respuestas a la pregunta acerca de si hay una
úmca ciencia o una única teoría que resulte suficiente para el estudio del co-
335
nocim.iento, o hay que recumr a un conjunto de d!sctplmas y teprias. Entre las
variantes 'unicistas' o 'unitarlstas' hay a su vez múltiples modalidades, como
la epistemología evolucionista, que toma como teoria 'naturalizadora' a la .teo-
ría de la evolución, que también presenta versiones diversas, como la darwi-
niana, lamarckiarta, literal o· metafórica, entrec·otras. (Cam:pbell, 1988). Otras
modalidades unicistas han provenido de las ciencias. cognitivas, como la ver-
sión naturalizadora de Ronald Giere (1992), o el programa fuerte de sociología
de la ciencia (Bloor, Woolgar y otros), y más recientemente, de las ne;uroci~
cias o de la economía. También el retoricismo, y en décadas pasadas, algunas
formas del marxismo y del psicoaruilisis, han pretendido proveer de un marco
general explicativo de la actividad científica, y de alguno de sus productos,
con propuestas más o menos reduccionistas.
Si se toma el caso del 'uniclSI!I-O' evolucionista, sus variantes 'literar y- 'meta-
fórica' han lenido amplios desarrollos. La corriente literal considera que ·el cono-
cimiento debe ser estudiado como una capacidad cuyas caracteristlcas _son e~ re-
sultado de la selección natural que ha operado en nuestra espéd<Diumana "tras
una larga historia evolutiva, a través de procesos adaptativos, con las restriccio-
nes impuestas por el medio, natural y social.
En el enfoque metafórico, la teoría de la evolución es utilizada para explicar
de qué modo las teorías científicas atraviesan procesos en los que opera la cOinpe-
tencia, y la selección del más apto . Pero estas teoria.s evoluciónistas, y·Ias unicistas
en general, han debido enfrentar fuertes criticase ¿por qué atribuir privilegio epis-
témico a la teoría de la evolución (o a cualquier otra)?, _¿por qué tendrla una teoríª
cientifica mayor-autoridad que la propia epistemología, que históricamente ha si-
d() la disciplina encargada de analiz~r _y__ evaJuar a l¡;¡S_ teorías cient;ificas?, ¿no hay
clrcülarídaa-en tO-m:ar-Uni tt~oría cteternl.üí.ada para furidcir la epiStelñ010gúl, c_ilie a
su vez deberá evaluar a la propia teoria de la evolución? La respuesta de los epis-
temólogos naturalizados como Vollmer (1988) ha sido la defensa de ctertas citcu-
laridades consideradas no vicio_sas, metodológicamen~ aceptables, y en todo caso
menos problemáticas que el fundadonismo-apriorista
Los programas naturalizadores 'plurales' y 'reticulares' resultan más prome-
tedores. Autores como O. Flanagan (1984) y H. Gardner (1988) sostienen, refi-
riéndose a las ciencias cognítivas, que son varias las ciencias que se ocupan del
conocimiento, fonnan:do una confederación. Entre los muchos campos. disciphna-
res que hacen aportes, algunoS-Ren-e-un papel más significativo que otros, pero la
idea de los 'pluralistas' es que en_ ningún caso es posible limitar la consideración
del cono.:imiento a un único m;;trco conceptual, proveniente de una sola -teoría o
una sola disciplina . Una posible excepción sería en el caso en que esas confedera-
dones--con -el-tiempo--terminaran en la- eonstitución de una nueva 4isciplina-unili-
cadora. Tal pareée ser el caso de las ciencias cognitivas, si bien la denominación
plural de 'cíencias cognitivas' daria cuenta de la multiplicidad de aportes que la
constituyeron. Se las ha reconocido como la reunión de un complejo entramado
transdisciplinar, entre las que se encuentran ciencias como la psicología, la socio-
logía y la biología, la lingüística y la antropología . La epistemología misma -o la
filosofía, en general- es pensada por muchos epistemólogos naturaliZados como
una más en esa confederación.
336
6, Otro de los cntenos que ha diVIdido aguas en tomo a los programas de epis-
temología naturalizada, vinculado con la polémica anterior~ es el que da lugar
a programas de naturalización reducttvos, -y otros, más moderados, no reducti-
vos, según se crea que la epistemología debe desaparecer, o si en cambio se
piense que a pesar de la naturalización, se mantiene un reducto de problemas
propio de la disciplina. En un caso se cree que la epistemologla queda subsu-
mida en una o varias disciplinas científicas, mientras que en el otro se sostiene
que la brecha entre Ciencia y epistemología es tenue, pero existe. La epistemo-
logla debe ser compatible, y eu alguna medida fundarse en el conocimiento
científico, pero habría cuestiones específicas de la epistemología que no po-
drían ser respondidas por la ciencia. Lo que genera esta situación es pnnci-
palmente el reducto normativo entre lo que es conocimiento, con sus connota-
ciones de verdad y validez, y lo que es el estudio del conocimiento en su facti-
cidad (ver punto 4).
Corno en el caso de los 'umcistas', también el programa reducc10nista· bene
diversas modalidades.Tal es el caso de los reduccwnismos bíologlstas, como al-
gunas formas del evolucionismo, antes mencionadas, así como algunas versiones
del cognitivismo, de la Inteligencía Artificial, y del programa fuerte de sociologla
de la ciencia (Bloor, Woolgar y otros), y algunas versiones del historicismo, entre
otros.
7. Otra cuestión -más encubierta que explícita- es la relabva a si "naturalizar"
supone encuadrar a la epis-temología -reduchvamente o no- en el marco de las
ciencias naturales, o si "naturalizar" significa vincularla estrechamente con las
ciencias en general~ con cualquier disciplina científica que resultara pertinen-
te. En este sentido, "naturalizar" sería "cientifizar'', si se permite el neologis-
mo. SI el enfoque es pluralista, cabe agregar que el pluralismo deberá ser am-
plio, abarcando, y tal vez trascendiendo, la división en ciencias naturales· y so-
ciales o humanas. Una epistemología onentada científicameii.te no. debe hmi-
tar su alcance al dominio de las ciencias naturales, las sociales son particular-
mente importantes. Sin duda que la biología es una disciplina crucial, que
comprende a las neurociencias, y a la teoría de la evolución, que debe se~ re-
conocida, a condición de que no resulte excluyente. La historia, la sociOlogía,
la antropología no pueden quedar fuera, ya que el contexto socml, culmr8.I e
histórico es fundamental a la hora de interpretar el comportamiento humano.
La psicología, que es en alguna medida una ciencia natural, tiene sin embargo
amplios sectores como la psicología social que no pueden ser excluidos a la
hora de considerar el conocimiento. También hacen su aporte otras ciencias
sociales como la lingüística y la economía Kuhn, con la incorporación de la
historia de la ciencia a las consideraciones epistemológicas, deberá ser tomado
-desde una perpectiva amplia- como un epistemólogo nahlralista, categoría
que le sería denegada si por naturalización se entendiera solamente a aquello
que se inscnbe en lo 'natural'
Creo, por otro lado, que la distinción entre ciencias naturales y Ciencias socia-
les o humanas ya no resulta del todo .adecuada, por distintas razones. Una de
ellas es el hecho de que plantea una polarización relahvamelite arbitraria, ya que
337
cada vez más hay áreas del conocmriento Científico que no quedan nitidamente
ubicadas en uno u otro grupo (Cosmides, Tooby, Barkow, 1995). El estado actual
de muchos campo·s de investigación en -etología, psicología, arttropologia y psi-
qmatría, por ejemplo, no encuadran en ninguno de los dos, o son, en todo caso,
una ·combinatoria~<:te· amboír-tipos dereiencias;-·eii ·múltiples~ eriUecruza:mieiifós.,
Hay muchas áreas en desarrollo que no pueden catalogarse como pertenecientes
a las ciencias naturales o a las sociales, muchos campos en los que la división na-
tural-humano resulta irrelevante o inapropiada. A los ejemplos citados puede
agregarse una larga lista: las ciencias del lenguaje, la psicología del desarrollo, la
vida artificial, la ecología y la geografía.
Asimismo, las polémicas filosóficas en tomo a la especificidad de las crencias
humanas y la tesis de la existencia de notables diferencias con las naturales han
perdido vigencia.
8. Otra -cuestión muy vinculada con el carácter recluctivo ó' Il'o de la epistemolo-
gía naturalizada es la ya mencionacla cuestión de la nonnatividad. ¿Es la epis-
temología una disciplina descriptiva, o descriptivo-interpretativa? ¿Puede (y
debe) la epistemología naturalizada eliminar la función normativa? Si las res-
puestas fueran afirmahvas, estaremos frente a una vanante de la naturaliza-
ción eliminativa, reductiva: las ciencias estudian el conocimiento como un fe-
nómeno fáctico, y no habría ningún residuo que justifique la existencia de la
epistemología como disciplina ihdependiente. Se denomina programa de natu-
ralización fuerte a esta tesis . Si se piensa en que hay un componente irreducti-
ble de normatividad, y que ninguna ciencia puede dar cuenta de elli;l:. estamos-
frente a un programa de naturalización moderado, Este último programa incluye
aln1enos dos tesis: a) el J:eCOJ10~~miento de a~_gún niv.el 4_~ P:º!!!l-~-q~4_ª4~- <;f)p.-
terUda en Ta~ nOCión ae collOcirillento, y b) la tesis de que el análisis y evalua-
ción de esa dimensión norm:ativa no puede ser realizada por la ciencia, ya que
las disciplinas científicas no pueden proporcionar herrami_entas para dar- res-
puesta a problemas de bpo evaluahvó-nOrmativos (cuestiones tales como la
adecuación explicGttiva, dirimir entre hipótesis rivales, evaluar la _relevancia de
las evidencias empíricas y la calidad argumentativa serían algunos de los
puntos normativos).
S1 b1en todos los programas de naturaliZación aceptan la tesis a), la tesis b)
tiene algunos matices y detraetor-es .(que mencionaré luego brev·emente) . -
De todos modos, el reconocimiento de la existencia de aspectos o -cuestiones
normativas no obliga al regreso al apriorismo clásico, ni a la -exclUsión de consi-
deraciones fácticas para la consideración. de la normatiyjda_d_. Pero__sj no se acepta
una ID.vel ~e~teóricq L!Utónowq~ htndª-.ci~nW!a--t !lj· (!p_r_ior;ist\. ¿cómp_sg:r:jª eL_n:te-:
canismo para explicar la normatividad, sin que la. realidad quede partida en dqs_?.
Las respuestas han echado mano a distintas categorías, que. guardan cierto paren-
tesco: el "eqmlibrio reflexivo" de N Goodman (1955), el círculo virtuoso de
Vollmer y otros, el feedback, la balsa de Neurath, y la relación dialécllca. Los que
rechazan esta vía de interpretación de la normatiVIdad, utilizan en sus _argumen-
taciones, categorías con cargas valorativas claramente negativas: el circulo vicio-
so., la falacia de petición de prmcipio, el regreso al mfinito, y el bootstrapping.
338
Mientras las connotaciOnes de las primeras resultan positivas y JUstúicatonas, es-
tas segundas son condenatorias.
En un paso más a favor de la naturalización de las normas, algunos autores
mtentan hallar hipótesis tomadas de la ciencia, básicamente de la psicologiá evo-
lucionista y las ciencias cognitivas, con capacidad explicativa para dar cuenta de
la génesis y vigencia de las normas (Broncano, 2002).
Para diferenciar más claramente una y otra categoría se puede adoptar la dís-
tinción entre 'conocimiento' y 'cogmción'. Mientras esta última categoría reúne a
la totahdad de los aspectos fácticos de lo que ordinariamente llamamos 'cohoci-
nuento', la primera contiene esencialmente aspectos normativos. ¿qué es- _genuino
conocimiento?, ¿cómo reconocemos a una teoóa falsa?, ¿cuál de dos exphcaciones
es mejor?
9. Otra diStmción significabva en el ámbito de la epistemología naturaliZada es
la que se da entre trabajos teóricos, filosóficos acerca de las condiciones_ de po-
sibilidad de este bpo de enfoque, y trabajos en los que concretamente se 'prac-
tica' la naturalización. En la pillnera modahdad se plantean discusiones gene:-
rales, filosóficas del tipo. ¿cómo es posible naturalizar la epistemología?, ¿cuá-
les son sus alcances y hmitaciones?, ¿cómo es posible resolver la cuestión de la
circularidad?, ¿cómo opera el equilibrio reflexivo? Son estudios filosóficos- en
los que se argumenta y contraargumenta en torno a las condiciones que per-
miten el desarrollo del enfoque naturalizado, y consideran su legitimidad. La
otra modalidad, en cambio, consiste en llevar adelante el programa a través
de hipótesis e investigaciones empíricas, con métodos provenientes de las dis-
ciplinas fácticas. En esta última dirección están las investigaciOnes acerca de la
percepCión científica, el modo en que las comunidades científicas aceptan o
rechazan teorías nuevas, los tactore"s históricos y políticos que han actuado fa-
voreciendo o entorpeciendo la aceptación de teorías, y a la transferencia_ de
conceptos y modelos de una disciplina a otra, cuando resultan exitosos.
SI bten ambos enfoques no son excluyentes, representan dos modalidades que
de hecho se han desarrollado separadamente.
III
Presentaré brevemente un panorama de los aportes de la psicología a la episÍ!E!inO-
logía naturalizada, que abarca áreas muy diversas
Unos de los aportes significativos son los relahvos a la percepción y la obSer-
vación científica, ya mencionados, que van desde la teoría de la Gestalt, que ya
habían tomado en consideración autores clásicos desde hace décadas (Camap,
Hanson, Kuhn), hasta los estudios de David Marr, pasando por la cuestión de si
hay carga teórica en la percepción, o SI no la hay por el encapsulanuento modular,
que discutieran Fodor y Churchland, y que se trató de dirimir a partir del expe-
rimento Müller-Lyer, (Goldman, 1993). Los aportes recientes en técnicas experi-
mentales, así como los mapeos cerebrales relativos a la visión han ampliado signi-
ficativamente el caudal de datos disponíbles, aun cuando subsisten en muchos
casos problemas relativos a su interpretación.
339
Están tambrén lQ!!i estudtos acerca de cómo formamos conceptos, cómo clasifi-
camos y cómo se producen cambios en esos sistemas. Las distintas investigacio-
nes acerca de cómo operan los modelos- mentales, y la:s investigaciones con- niños
de la psicología del desarrollo (Carey, 1985) han permitido una .mayor compren-
sión-del modo -en que· se -generan sistemas ·conceptuales ·en el ámbitO de la tienda
(Giere, 1992). Karmiloff-Smi!:h (1992) analiza críticamente las teorías e investiga-
ciones piageb.anas a la luz de las teorías modularistas, comparando los procesos
cognitivos de los niños con los. de los_ científicos.
Otra área importante es la relativa al modo en que realizamos distinto tipo de
inferencias: deductivas, analógicas~ y acerca de cómo .conjeturamos y generaliza-
mos. La identificación e interpretación de los sesgos inferendales: perceptuales,
lógicos, lingüisticos y probabilísticos ba dado lugar a debates entre psicólogos
cognitivos y filósofos. Hay estudios ya clásicos de· Kahnem""- Tversky, Slovic, y
Quattrone, entre los psicólogos cognitivos, y Stich, Gol~an, c;hemjaj<, y J.. J.
Cohen del lado de los ffiósofos: ta diStinción entre íiTacionalidad fría y caliente
forma p~_te del marco _interpretativo de· _·estos ertores sistemáticos -de los. que-los
científicos no están exentos. El viejo problema de la racionalidad de la ciencia, es
visto de manera diStinta desde el marco conceptual de la íacion&lidad mlnim.a y
de los estudios sobre irracionalidad, desde un punto de vista.natutalizado.
Cuestiones tales como el conservadurismo de las creencias, con diversos hipó-
tesis explicativas, tomo la de la optimizac::ión y maximizaciQn basadas-~ temías
económicas -como en el caso de la Picoeconornics de Ainslíe y la -EgoholniCS de
Elster- por no mencionar a los ya_ citados modelos evolucionistas. Está:h tambíén
los modelos computacionales de cambio de creencias, y los modelos heurísticos
aplicados a los cambios científicos.
Cierta.s_mvestigaciones. basadas en la psícología del-desarrolk.1 relativas--al pa-
pel de las generalizaciones y de los prototipos (Rosch, Carey, y otros) tornan in-
admisibles a las posiciones antiinductivistas como las de Popper: una crítica ma-
siva a la inducción que desconozca -el papel central que tienen 'Íirs inferendas in-
ductivas en nuestro desarrollo y funcionamiento cognitivo- resulta- inaceptable.
Por otro lado,la importancia del pensamiento analógico y metafórico en la cogni-
cíón humana ayuda a legitimar o al menos a explicar, la importancia que tienen
esos mecanismos en el ámbito de la ciencia (Lakoff y Johnson, 1980, 1999).
Los et;tudios de los s,esgos perceptuales y- _argumentativos, su es~ttura y su
función permiten tambténin_retpretar mejor el rol de la metodología científica.
El pensamiento de Piaget ha-sido encuadrado en algunas .de estas modalida-
des, pero me adelanto a afirmar que es lo suficientemente original cOmo para· ser
encasillado con facilidad. Mucho antes que los estudios cognitivos y evolu<;~op.a:7
rios, Piaget había descubierto las pr:i.I).cipales_ cUestiones qu~ la _psic~logía p·odía
apOrtar a -la epistemología, sin dispoñer de los recursos -técnicos de los que dispo-
nemos en la actualidad.
Notas
1Este trabajo corresponde a una pcmenda en una mesa redonda· sobre "~sic;ologfa-y epistemología natu-
ralizada", que la autora compartió con José A Castorina y _Car:los Caray La mesa se propuso considerar
en qué-sentido la epistemología propuesta por Piaget, prindpalmerite en una versión revisada, puede ser
considerada una epistemología naturalizada. Para tal fin; se analizaron las disti,ntas versi¡:mes del proyec··
340
to de naturalizadón y el papel asignado a la psicología en las prindpales versiones. El trabajo de José A
Castorina se encuentra publicado en este volumen.
2 He tratado esta relación en un trabajo anterior (2002) "RelaCiones entre EpiStemología y Psicología"
3 En el marco de la mesa en la que fuera presentado este trabajó, el objetivo final era la consideración del
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