INSTITUTO MEXICANO DE

PSICOONCOLOGÍA

Plantel Montevideo

Ensayo “Deontología en la educación, una revisión de pandemia”

Licenciatura en Psicopedagogía

Generación 39

Filosofía de la educación

Mtra. Margarita Jonguitud Vázquez

Rodrigo H. Pedrero
Ariadna M. Rosas
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DEONTOLOGÍA
Introducción.

La percepción que se tiene sobre la educación en México, es sin duda alguna

negativa, esto debido a la intención de responsabilizar enteramente al alumno, y

dándole al docente un poder inquebrantable en la mayoría de los casos, para poder

ejercer la enseñanza como le plazca, debido a que se le considera como un individuo de

supuesto saber.

La implementación de su docencia puede ser de una forma correcta o no, no

obstante la evidencia nacional, indica que existe una docencia poco profesional, por lo

que contribuye así entonces en ser de los principales factores que entorpecen, el proceso

educativo. Este ensayo tiene como finalidad, el recopilar cierta información literaria

acerca de la deontología y su importancia con la educación, para así exponer acerca de

la verdadera función que tiene el docente, fuera de solo enseñar por enseñar, sino el

compromiso que tiene hacía con alumno.

El compromiso docente en la relación aducando-educador, es sin lugar a dudas,

el pilar fundamental para una buena educación formal, y que por ende, exista un buen

nivel educativo, situación que no sucede en el país, por lo dicho anteriormente, la crisis

que vive el alumno y el profesorado. No se busca hechar culpas, pero si responsabilizar

y hacer énfasis en la importancia de la deontología en la educación.

Es una realidad alarmante la calidad de educación que tenemos en México, y

esto se ha visto en un incremento, debido a varios factores que se expondrán en este

ensayo, pero también tomaremos la particularidad y peculiaridad de un acontecimiento

que estuvo fuera de nuestras manos, la pandemia.

Esta pandemia, tuvo la característica de mover nuestro mundo y el como nos

desenvolvíamos en él, haciendo que nos replantearamos nuestra forma de vivir, y esto

no solo involucró a los trabajadores para su homeoffice, sino también a los millones de

estudiantes que conforma el globo, pero en este caso nos interesaremos por la población

a la que estamos más cercana, los estudiantes de la República Mexicana.

El alumnado mexicano, es una de las poblaciones que se ha visto más afectada por

los estragos de la pandemia, a pesar que para el día de hoy, se tiene un mayor control de

la pandemia, no obstante repasaremos los principales factores que afectaron

direcatmente o indirectamente al alumnado.

Cuando comenzó el confinamiento social, teníamos la esperanza que se tratase de

un lapso de al menos 2 semanas, algo muy alejado de la realidad, pues, nos vimos

sumergidos en un escenario sin precedentes, que nos obligó a movernos hacía una

adaptación que no fue del todo sencilla, debido a causa de tres factores, el primero por

la sobervia del ser humano, con tendencia hacía la indestructibilidad, el miedo constante
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DEONTOLOGÍA
por incertidumbre y por último por la falta de herramientas tecnológicas, este último

presentó el mayor de las adversidades para el alumno mexicano, en principios de

pandemia.

El Sistema Educativo en México, al no tener un plan verdaderamente eficaz, para

una emergencia así, trató de cumplir con la agenda académica, utilizando la televisión

como medio educacional, el cual no fue del todo bien recibido, debido a la mala

organización, así como difusión, además de la mala calidad del contenido televizado.

Para las instituciones que contaban con “mayores” recursos, la solución fue la

implementación de las clases en línea, lo curioso es que, a pesar de no contar con una

buena infraestructura, decidieron hacerlo, por lo que fue común que las clases se

atrasaran a un punto inimaginable, la calidad de dichas clases en línea, fueron

desastrozosas, debido a que se perdió el interés por parte del alumno, y del docente

mismo, cabe aclarar que no se debe generalizar la situación docente-estudiantil, ya que

la minoría, si buscó mejorar su trabajo, y dar clases de excelencia, pero, ¿Por qué?, por

algo llamado Deontología (término que será abordado más adelante).

Las clases en línea fueron la principal causa, para podernos replantear y

reflexionar acerca de cómo se realizon las clases, y cómo estas perjudicaron a muchos

estudiantes, de todos los grados. Siendo así importante considerar que para muchos, fue

una situación adversa debido a que no contaban con los recursos suficientes para poder

mantener unas clases en línea, debido a la conexión de internet, un dispositivo donde

pudieran tomarlas, y un lugar adecuado en dónde tomarlas.

Estos requerimientos, no fueron tomados en cuenta por muchas escuelas,

llegando incluso a hostigar, insultar y humillar, a estudiantes que no contaban con

dichos recursos. Fueron famosos los casos que de estudiantes grabando a escondidas,

las injusticias y calamidades por parte de sus profesores, algunos incluso llegando a

perder su empleo en dichas instituciones.

No obstante tenemos que analizar también la parte docente, donde al menos en

nuestro país, el sueldo no es muy favorable, y las condiciones en las que se encuentran

tampoco, por lo que entonces es un fenómeno que afecta a ambos, no obstante la

diferencia radica en si realmente se tiene la suficiente fuerza de voluntad para poder ser

un buen estudiante o un buen docente.

Las principales fallas del Sistema Educativo en pandemia, fue el desinterés de

los profesores al dar sus clases (recordemos que no estamos generalizando), donde el

material que debía ser expuesto por el docente, era nulo, era desestructurado y

ciertamente desactualizado, dejando entonces como responsable al cien por ciento del

aprendizaje al alumno, cuando debe ser una relación 50-50 entre alumno o docente.

Otra problemática que se ve durante las clases en línea, y ahora presencial, es

dejar al alumno dar todos los temas de un programa de estudio mediante las

exposiciones. Si bien esta técnica de enseñanza fomenta el poder hablar en público,

trabajar en una mejor manera de expresión verbal, confianza en uno mismo, además de
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DEONTOLOGÍA
generar un mayor interés por el tema en cuestión. Lo que no se debe hacer, es abusar de

este recurso, para que las clases las imparta el alumno y no el profesor, ya que esto

entorpece el como transcurre la clase, además de generar una desmotivación en el

alumno.

Para esto, es entonces revisar teoricamente la importancia de la deontología en la

educación, es por esto que Mallart, J. (2011) define la deontología como la regulación

positiva de lo que conocemos como ética profesional, enfocado hacía cualquier campo

laboral, hacia el buen deber. Y trata de establecer ciertas pautas o reglas que son aceptadas

para el propio ejercicio de cualquier profesión, más aún cuando la profesión ejercida tiene

una gran repercusión social.

En este caso la educación es esta profesión ejercida que tiene una gran repercusión y

responsabilidad social, y nos centraremos en la deontología del propio docente, como lo

menciona Ricœur, P. (s/f) citado en Moratalla, T. (2014) menciona dentro de sus estudios

sobre la ética hermeneutica, que debe existir ciertas pautas que se establecen con relación a

otras profesiones o tipos de ética aplicadas, en relación con la educación, como lo explica

en la bioética a la educación, donde menciona varios niveles en los que se realiza un pacto

educativo, en el cual se da la relación entre docente-alumno.

Esta relación, busca el hacer una relación de confianza entre ambos, donde el

profesor pueda aprovechar todos los recursos educativos que tenga, así como el nivel

deontológico, donde en este el pacto educativo, se convierte en un contrato educativo, pues

y fuera de esta, no solamente le tiene que interesar si da una buena clase, sino que el propio

alumno, sea capaz de comprenderla, y ver más alla del alumno, donde se interes por él, en

el ámbito personal, reconocer si tiene algúna situación que pudiera entorpecer con el

aprendizaje de él.

Como ya lo hemos estado viendo, la deontologia ha sido una base para desempeñar

ciertas profesiones, es como un guia a seguir, Con la deontología se analizan los deberes

internos del individuo, es decir, lo que debe hacer o no una persona según su conciencia.

Podemos decir ciertamente que la deontología contribuye a humanizar la profesión. a traves

de sus principios eticos se dota a la profesion de algo mas que solo cosas tecnicas, algo que

va mas alla de realizar los deberes basicos de esta misma, y por lo tanto lo convierte en algo

util que está determinado por el carácter práctico de sus resultados.

La suma de algunos factores personales como, responsabilidad, puntualidad,

experiencia, buena aptitud, etc., conforman el concepto deontológico determinado de cada

ser.

La deontologia se puede decir que tiene 2 caracteristicas que lo fundamentan; un

sentido amplio y un sentido estricto, donde el primero se refiere a todas las normas legales,

estatutarias y convencionales; miemntras que la segunda considera el conjunto de

obligaciones, principios y normas que no son respaldados por ninguna sanción legal, sino

por un acuerdo voluntario de los profesionales.

finales del siglo XIX, concretamente en el año 1889, cuando el filósofo Jeremy Bentham lo

acuña por primera vez en su obra Deontology or the Science of Morality.

El término deontología procede del griego: to deon (lo conveniente, lo debido) y

logía (conocimiento, estudio…); lo que significa, en términos generales, el estudio o la

ciencia de lo debido. El objeto de estudio de la Deontología son los fundamentos del deber

y las normas morales.

Enfocando la deontología a nuestra al área de estudio que es la educación, podemos decir

que, si bien la deontología es una base para cualquier profesión, no siempre se lleva a cabo,

y en el ámbito de la educación no es la excepción.

Cuando un docente pierde el interés por enseñar, por llevar a cabo su profesión. En

la actualidad podemos ver muchos casos de alumnos que ponen en queja el desempeño de

estos profesionales, y no es para menos, ya que se han dado casos en que mucha gente dice

que ser docente es algo fácil, que el enseñar y preparar a más personas es algo que

“cualquiera puede hacer”, lamentablemente estos comentarios han surgido por malas

prácticas en esta labor, como en todo, podemos notar que hay personas que se apasionan

por lo que hacen, buscan crecer y mejorar, seguir aprendiendo para seguir ofreciendo el

mejor servicio que puedan dar; claramente esta su contra parte, los que solo lo hacen

porque les pagan bien, o los horarios son cómodos para ellos, y dejan de lado lo que

realmente cuenta.
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DEONTOLOGÍA
Existen diversos factores que pueden hacer que un docente o maestro puede tener

esta cierta indiferencia; de los más frecuentes son por causas económicas, al ver que les

pagan lo mismo independientemente si los alumnos aprenden o no, esto hace que se pierda

el enfoque y meta que se busca.

Otro factor común es la falta de material de trabajo, muchos piensan que las

instituciones están obligadas a proporcionar los materiales adecuados para realizar las

funciones, pero no siempre es así, y en esos casos, los profesionales de la educación se

deslindan de toda responsabilidad que conlleva su labor. Reformas educativas que no tienen

en cuenta el papel ni las opiniones de los docentes. El incremento de las funciones y

responsabilidades del docente, que además de impartir su materia, debe asumir enseñanzas

que antes realizaban los padres. Conflictos de roles y ambigüedad. Por ejemplo, esto se ve

actualmente cuando el profesor trata de enseñar a aprender, trabajando por metodologías

dinámicas, pero después se ve obligado a cumplir un temario cerrado y obsoleto.

Los maestros solemos buscar técnicas de motivación para el alumnado, como

gestores del aula nos interesa que los estudiantes vengan con las fanas de obtener

conocimientos, No todos los profesores deben trabajar exactamente igual ni deben hacer lo

mismo al unísono.

Es necesario dejar autonomía, libertad al docente para que los programas que debe

desarrollar los adapte a su propio ser, sin por ello ser prejuzgado. Esto no quiere decir que

el profesor a cargo este sin una supervisión que regule las conductas dentro de las aulas de
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aprendizaje. Como en todo, debe haber un equilibrio, un sistema que regule y vigile que los

objetivos se lleven a cabo de una forma eficaz y sin tantas complicaciones.

No podemos hacer generalizaciones sobre nadie y menos sobre una profesión, lo único que

podemos hacer como individuos es enfocarnos en lo que hacemos, que se haga bajo estas

normativas “impuestas” bajo la moral, recordar que solo es una guía para poder desempeñar

nuestras funciones de la mejor manera, estamos dando un servicio que debe seguir con

ciertos estándares de cumplimiento; y que más que limitantes, debemos enfocarlas a

oportunidades de crecimiento laboral.

Conclusiones

La educación mexicana es un fenómeno macrosocial, que dificilmente va a

cambiar, no obstante, no significa que sea imposible, al menos ir revirtiendo ciertos

aspectos negativos de la enseñanza, en ciertos ámbitos, por ejemplo, que quienes sean

nuevos en el área pedagógica, psicológica y educacional, puedan romper con estos

patrones, que solo entorpecen la relación entre alumno y docente.

De las principales afecciones del alumno mexicano en tiempos de pandemia y

pospandemia, fue tanto la parte económica, así como un desinterés hacía las clases, por

la mala calidad docente, ocasionando una mayor deserción escolar, debido a que no

encontraban un sentido real a su esfuerzo, resultado de dicha relación que no fue

satisfactoria.

Hay que recordar que la relación entre docente y alumno, tiene que ser recíproca,

donde el alumno también aporte, tenga un interés en fomentar para el mismo el estudio,

y así poder también generar un aprendizaje para el docente.

Irazema, E. y Hernández, R. (2015) Voces de la filosofía de la educación. Ediciones del

Lirio. México.

Mallart, J. (2011) Hacia una deontología de las profesiones pedagógicas. XII congreso

internacional de teoría de la educación. Universdad de Barcelona. España.

Recuperado de:

https://www.cite2011.com/wp-content/Comunicaciones/A+R/181.pdf

García, M. y Gutierréz, J. (2012) Deontología para profesionales de la educación.

Editorial Universitaria Ramón Areces. España