La Motivacion
La Motivacion
La Motivacion
Matricula:
LR-2021 01186
Materia:
Metodología De La Inv.
Tema:
Motivación
Profesor(a):
Luz Verys Ramon Javier
CENTRO EDUCATIVO LA TRINIDAD
Departamento de orientación y psicología
Proyecto:
MOTIVACIÓN
LA QUE ABRE LAS PUETAS AL
ÉXITO.
Tiempo estimado
Marzo-mayo
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN
1. ¿Qué es la motivación?
2. Elementos Básicos De La Motivación
Definición
Conceptos Básicos
Ejemplos
Bibliografía
Propósito general
Resumen
Introducción
Generalmente, al hablar de motivación nos referimos a las fuerzas internas o externas que actúan
sobre un individuo para disparar, dirigir o sostener una conducta. En términos técnicos, muchos
autores la definen como “la raíz dinámica del comportamiento”, lo cual quiere decir que toda
forma de conducta nace en algún tipo de motivo.
Dicho en términos más sencillos, la motivación es la energía psíquica que nos empuja a
emprender o sostener una acción o una conducta. Su desaparición acarrea necesariamente el
abandono de lo que se hace. Por eso, es mucho más difícil alcanzar objetivos cuando se carece de
motivación.
En psicología y filosofía, motivación son los estímulos que mueven a la persona a realizar
determinadas acciones y persistir en ellas para su culminación
Las distintas escuelas de psicología tienen diversas teorías sobre cómo se origina la motivación y
su efecto en la conducta observable.
Motivación, en pocas palabras, es la Voluntad para hacer un esfuerzo, por alcanzar las metas de
la organización, condicionado por la capacidad del esfuerzo para satisfacer alguna necesidad
personal.
La palabra motivación deriva del latín motus, que significa movido, o de motio, que significa
movimiento.
La creación de dicho proyecto es una solución a la problemática que esta evidenciada en las
aulas de nuestro centro educativo, esperando que este proyecto solucione nuestra problemática.
CAPITULO I. La Motivación
¿Qué es la motivación ?
La motivación es lo que explica por qué las personas o los animales inician, continúan o
terminan un cierto comportamiento en un momento determinado. Los estados motivacionales se
entienden comúnmente como fuerzas que actúan dentro del agente y que crean una disposición
para participar en un comportamiento dirigido a un objetivo. A menudo se sostiene que los
diferentes estados mentales compiten entre sí y que solo el estado más fuerte determina el
comportamiento.1 Esto significa que podemos estar motivados para hacer algo sin hacerlo
realmente. El estado mental paradigmático que proporciona motivación es el deseo. Pero puede
que varios otros estados, como las creencias sobre lo que se debe hacer o las intenciones, también
proporcionan motivación.
Definición
La motivación se define comúnmente como lo que explica por qué las personas o los animales
inician, continúan o terminan un cierto comportamiento en un momento determinado. También
puede definirse como «el señalamiento o énfasis que se descubre en una persona hacia un
determinado medio de satisfacer una necesidad, creando y aumentando con ello, el impulso
necesario para que ponga en obra ese medio o acción, o para que deje de hacerlo» o como «la
raíz dinámica del comportamiento»; es decir, «los factores o determinantes internos que incitan a
una acción».9 La motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta.10
La palabra deriva del latín motivus o motus, que significa ‘causa del movimiento’.
Los estados motivacionales vienen en varios grados de fuerza. Cuanto mayor sea el grado, más
probable es que el estado influya en el comportamiento. Esto a menudo está relacionado con
fuerzas que actúan desde dentro del agente y que resultan en un comportamiento dirigido a un
objetivo. Un problema de definir la motivación en términos de fuerzas internas es que es muy
difícil medirlas, razón por la cual los teóricos con mentalidad empírica suelen preferir
definiciones más vinculadas al comportamiento observable.Un enfoque es definir la motivación
en términos de la flexibilidad del comportamiento del animal. Esta flexibilidad implica un
comportamiento dirigido a un objetivo que cambia a medida que el animal aprende a través de
nuevas experiencias.
Elementos Básicos De La Motivación
Conceptos Básicos
1. Puede definirse como «el señalamiento o énfasis que se descubre en una persona hacia un
determinado medio de satisfacer una necesidad, creando y aumentando con ello, el
impulso necesario para que ponga en obra ese medio o acción.
2. Los estados motivacionales vienen en varios grados de fuerza. Cuanto mayor sea el
grado, más probable es que el estado influya en el comportamiento.
EJEMPLOS
Bibliografía
https://es.wikipedia.org/wiki/Motivaci%C3%B3n
https://concepto.de/motivacion/
CAPÍTULO II. EL PLANTEAMIENTO
DEL PROBLEMA:
El Centro Educativo La Trinidad, ubicado en la parte Norte de la Provincia Hato Mayor en la
calle Quirilio Albuerme 29 entre la Palo Hincado y David Sánchez del sector Ondina, con una
comunidad educativa socio económica media- baja, en el mismo se labora en los niveles Inicial,
primario y Secundario, con una matrícula de 499 que pertenecen al Nivel Primario.
El área donde se encuentra el Centro Educativo La Trinidad posee instituciones de corte social
como lo son, el acilo de ancianos, la junta de vecinos de Las Malvinas, la de Villa Ortega, Las
Chinas, Villa Navarro y la de Ondina, Iglesias Cristianas Adventistas y Católicas, la Oficina de
Agricultura y una unidad de atención primaria.
Dicho centro presenta una problemática la cual radica en la falta de motivación que se puede
notar en las actividades diarias que los docentes imparten a los estudiantes.
Los alumnos al junto de los maestros y el equipo de gestión nos hemos reunidos para enfrentar y
buscar solución a esta problemática, implementando diferentes actividades que despierten en
nuestros estudiantes dicha motivación.
La motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta de la persona hacia
metas o fines determinados, es el impulso que mueve a la persona a realizar determinadas
acciones y persistir en ellas para su culminación. La motivación es lo que le da energía y
dirección a la conducta, es la causa del comportamiento.
En el Centro Educativo La Trinidad nos hemos dado cuenta de que existe un alto grado de
desmotivación que no permiten el desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje, debido a esto
elegimos este tema que nos está afectando de forma negativa en la escuela.
Constantemente podemos apreciar como nuestros alumnos muestran cansancio, dejadez, y
desanimo.
Podemos ver como la falta de motivación afecta el buen desempeño de las labores de nuestros
docentes.
Trabajar en el desarrollo de este proyecto nos permitirá analizar las causas de el por qué nuestros
estudiantes presentan este alto grado de desmotivación y tener una mayor comprensión de la
situación que acarrea este mal, así podemos trabajar en un cambio de actitud hacia los estudios.
Este Proyecto nos ayudara a involucrar a maestros, estudiantes y padres para la solución de dicho
problema.
Propósito general: Crear estrategias para motivar a los estudiantes y genera una mayor
productividad, compromiso e innovación.
CAPÍTULO III. Hablemos De Historia
Resumen
Introducción
El hecho de que sea uno de los tópicos que constantemente ha estado en el punto de mira de los
investigadores ha podido llevar a pensar que algunos ámbitos específicos del conocimiento
podrían no reunir la suficiente solvencia como para seguir ahondando en el conocimiento de las
causas de la conducta. Concretamente, nos referimos a la dimensión histórica, de forma
particular a la historia de la Psicología. Nada más lejos de la realidad. Quienes nos hemos
centrado en el estudio de cualquiera de los múltiples tópicos que configuran el cuerpo de
contenidos de la Psicología sabemos apreciar cuán necesaria es la consideración de la
perspectiva histórica. Es más, como trataremos de exponer a lo largo del presente texto,
estamos convencidos de que una parte muy importante del avance científico en el plano de la
motivación tiene su razón de ser, precisamente, en esa perspectiva histórica.
Como consecuencia de dicha revisión, aparecen algunos detalles que son relevantes. En primer
lugar, con connotaciones positivas, se puede comprobar que, con distinta repercusión en cada
época, el proceso de motivación ha sido muy investigado, y lo sigue siendo en la actualidad
desde múltiples disciplinas, incluso desde ámbitos diferentes al de la propia Psicología. En
segundo lugar, con connotaciones menos positivas, podemos apreciar cómo se han utilizado de
forma ambigua ciertos términos, como voluntad, instinto, impulso, etc., hecho este que
dificulta las más de las veces la clarificación conceptual. Al final, como proponen diversos autores
(Danziger, 1997; Hergenhahn, 1997; Thorne y Henley, 1997; Edwards, 1999; Schultz y Schultz,
2007), hay que destacar la relevancia de la perspectiva histórica para entender mejor los
conceptos utilizados en la Psicología de nuestros días. Estos puntos de referencia son los que se
encuentran en la base de la reflexión que nos ha llevado a preparar el presente trabajo.
Por esa razón, tal como han propuesto diversos autores (Walker y Symons, 1997; Franken,
1998; Beck, 2000; Ferguson, 2000; Deckers, 2001; Goodwin, 2004; Benjamin, 2007), uno de
los procedimientos más apropiados es considerar históricamente los distintos enfoques en
psicología de la motivación, considerando que pueden ser estructurados en tres grandes
perspectivas: la biológica, la conductual y la cognitiva. En cierto modo, la utilización de estos
tres grandes apartados permite también trazar la evolución diacrónica de las orientaciones en
motivación, localizando dos de los aspectos importantes en su estudio: (1) delimitar cómo se han
ido gestando y constituyendo históricamente los distintos enfoques; (2) conjugar de una forma
coherente las tres manifestaciones implicadas en cualquier conducta (Wong, 2000). Así pues,
con estos planteamientos, si tuviésemos que hacer una rápida revisión diacrónica, podríamos
establecer algunos puntos clave que han marcado el desarrollo de la teoría motivacional a partir
de la influencia de ciertas aproximaciones sobre otras en distintos momentos. A grandes rasgos,
estos hitos vienen definidos por momentos concretos, lo cual se verá a continuación.
Antecedentes filosóficos: ¿por qué se produce la conducta?
A partir de Aristóteles, los filósofos siguen ocupándose de la Psicología, pero es en el siglo XVII
cuando Descartes (1596-1650), quien defiende una postura completamente opuesta a la que
había mantenido Aristóteles acerca de la adquisición del conocimiento,3 plantea el tema de la
unión mente-cuerpo, situando esta en la glándula pineal o epífisis. No es un argumento nuevo,
puesto que, en cierta medida, Platón ya había propuesto algo similar al defender la diferenciación
e independencia entre alma y cuerpo. Este razonamiento platónico, asumido por San Agustín
(354-430) para la teología cristiana, reaparecerá al cabo del tiempo en los escritos de Descartes.
Los razonamientos que impregnan esta forma de entender la relación entre mente y cuerpo
conforman lo que Ryle (1949), en su obra sobre la mente, denomina la doctrina oficial, según
la cual el cuerpo es limitado en el espacio, en el tiempo y en la forma, siendo, además,
objetivamente observable. La mente, en cambio, se caracteriza por las cualidades opuestas,
pues es subjetiva, directamente conocida solo por quien la posee, no limitada en las dimensiones
físicas.
La conducta animal consiste solo en reflejos, mientras que en los seres humanos, aunque
también existen reflejos, la presencia de una mente humana hace que puedan ocurrir otras
conductas.4 Actualmente conocemos que la glándula pineal no posee las funciones que Descartes
le atribuyó. En cuanto a la viabilidad de la unión entre una categoría tangible y una categoría
intangible, es un problema de difícil solución. Desde un punto de vista estrictamente físico,
sabemos que se necesita de una cierta energía para hacer mover el cuerpo; si la mente no posee
ningún tipo de energía, ¿cómo se puede entender que la mente provoque movimientos del
cuerpo?; ciertamente, es difícil concebir la unión entre algo físico y algo no físico.
Como señala Zinser (1987), la argumentación de Descartes dará lugar a tres interpretaciones
básicas acerca de la unión mente-cuerpo: a) la de Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716), para
quien la mente y el cuerpo son independientes; es una interpretación dualista, denominada
paralelismo psicofísico; b) la de George Berkeley (1685-1753), quien defiende un monismo
mentalista o subjetivo, donde la mente es la única realidad, y todo el conocimiento del cuerpo
depende de aquella; c) la de John Broadus Watson (1878-1958), quien defiende un monismo
corporal materialista, donde la mente es una función del cuerpo. A partir de los trabajos de
Descartes, en Inglaterra surge la escuela empirista, que rechaza el racionalismo de Descartes y
su planteamiento innatista. Así, John Locke (1632-1704), fundador del empirismo, con su
obra Ensayo sobre el entendimiento humano (1690), defiende que todas las ideas proceden de la
experiencia.
Los argumentos evolucionistas adquieren con Charles Darwin (1809-1882) su máxima expresión,
quedando reflejados en sus obras El origen de las especies (1859) y Expresión de las emociones
en el hombre y en los animales (1872). La evolución puede ser definida como el cambio
progresivo en los organismos a través del tiempo (Solbrig, 1966). Al respecto, Dawkins (1976)
plantea que la teoría de la evolución es realmente otra forma de argumentar que aquellos
aspectos o elementos más estables en un organismo son los que tienen mayor probabilidad de
permanecer a través del tiempo. En este marco particular, parece evidente que el ambiente
juega un papel relevante a la hora de establecer qué sujetos se adaptan y sobreviven. Mediante
un proceso, al que Darwin denomina selección natural, se entiende cómo el ambiente influye
notablemente en el proceso de mejorar la adaptación. Los sujetos cuyos genes les permiten
interactuar mejor con su medio ambiente sobreviven y tienen descendencia; los sujetos con
genes inapropiados para adaptarse no sobreviven, ya que los genes no se transmiten y se
extinguen.
Sin ánimo de restar importancia a los trabajos de Darwin, algunos de los presupuestos por él
planteados habían sido sugeridos previamente. Así, desde los clásicos Anaximandro (611-545
a.C.) y Empédocles (500-430 a.C.), hasta los relativamente próximos en el tiempo a Darwin,
cual es el caso del propio Malthus, de Erasmo Darwin (1731-1802), de Jean-Baptiste de Lamarck
(1744-1829), de Herbert Spencer cuya explicación del evolucionismo en términos de cambio
de una homogeneidad indefinida e incoherente a una heterogeneidad definida y coherente
(Spencer, 1855, 1862) es, en nuestra modesta opinión, difícil de superar y de Alfred Russell
Wallace (1823-1913), quien, de forma independiente, presentó las mismas ideas que el propio
Darwin en una reunión celebrada en 1858.
En resumen, desde la teoría evolucionista se propone que algunas conductas motivadas son
genéticamente determinadas, otras son aprendidas a lo largo de la vida, e, incluso, otras pueden
ser entendidas como una combinación de factores genéticos y aprendidos. En todos los casos, el
objetivo perseguido es la adaptación, entendida esta como una estrategia que incrementa la
probabilidad de sobrevivir, incluso más allá de la propia existencia de un individuo: a través de
los descendientes.
Entre los acercamientos más importantes en esta orientación cabe citar los trabajos de James
(1890) y los de McDougall (1908/1950). Para el primero, el instinto es sinónimo de reflejo,
siendo elicitado por estímulos sensoriales, y ocurriendo ciegamente la primera vez. Cada instinto
puede ser considerado como un impulso, hecho este que permite considerar la argumentación
del instinto en James dentro de la psicología de la motivación, ya que el impulso es considerado
como una fuerza que actúa sobre o en el interior del organismo para iniciar una conducta. La
teoría de James, asimismo, explica la variabilidad de los instintos mediante dos grandes
principios: por una parte, plantea que el hábito (aprendizaje) puede inhibir un instinto; por otra
parte, defiende que algunos instintos son transitorios, útiles solo durante ciertos periodos de
tiempo. Con estos argumentos, va a considerar la conducta instintiva como algo intermedio entre
la conducta refleja y la aprendida.
La sociobiología, a su vez, es otra de las disciplinas con influencias del evolucionismo que intenta
ofrecer una visión holista de la conducta. El nacimiento de esta disciplina se puede situar en la
obra de Edward O. Wilson: Sociobiology: The New Synthesis (1975). En este trabajo se pone de
manifiesto que la sociobiología tiene como objeto el estudio de las bases biológicas de las
conductas sociales. La psicología de la motivación ha asumido gran parte de los descubrimientos
alcanzados desde esta disciplina. En última instancia, queremos remarcar que la sociobiología, la
psicología comparada y la etología comparten origen las posturas evolucionistas, pero inician
su andadura con metodología y objeto de estudio distintos. Así, de forma general, la psicología
comparada estudia los temas relacionados con el aprendizaje, la etología estudia las conductas
no aprendidas, y la sociobiología enfatiza el estudio y conocimiento de las conductas sociales,
incluyendo en su estudio la conducta social humana.
La etología puede ser considerada como una rama de la Biología, relacionada con la evolución,
desarrollo y función de la conducta. Aunque la orientación etológica no está limitada al estudio
de las conductas instintivas, gran parte de la investigación etológica ha enfatizado el instinto
como objeto fundamental de estudio. Del mismo modo, al menos en sus inicios, la etología
centró sus estudios en las especies inferiores. Así, Tinbergen (1951) planteaba que la principal
cuestión en el ámbito de la etología tiene que ser: ¿por qué un animal se comporta del modo
que lo hace? La respuesta que propone es que la conducta de cualquier animal es el resultado de
la interacción entre los eventos ambientales y las condiciones internas de dicho animal (que, en
cierta medida, es la misma respuesta que se ofrece desde la propia psicología de la motivación
cuando se formula dicha pregunta).
Una de las principales aportaciones de la etología tiene que ver con la descripción minuciosa de
los componentes de la conducta instintiva. Así, Craig (1918) propone distinguir entre conducta
apetitiva y conducta consumatoria, también denominadas fase apetitiva y fase consumatoria,
para referirse a los distintos componentes de la conducta instintiva. 10 En cuanto a fase apetitiva
o de aproximación, tiene que ver con la ejecución de diversas manifestaciones conductuales
dirigidas a la obtención de algún objetivo o meta, que es el responsable de la activación de la
conducta instintiva. Es una fase de movimientos heterogéneos, no específicos de la especie,
pudiéndose apreciar cómo, dependiendo de la experiencia personal del individuo, este realiza
aquellos movimientos que estima apropiados para conseguir el objetivo.