El Certificado Catastral y Los Objetos Territoriales Legales

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XIX CONGRESO NACIONAL y V FORO INTERNACIONAL DE

DERECHO REGISTRAL “Dr. Luis Moisset de Espanés”

TEMA Nº 2: REGISTRO DE LA PROPIEDAD INMUEBLE Y CATASTRO


TERRITORIAL

“EL CERTIFICADO CATASTRAL Y LOS OBJETOS DE LOS


DERECHOS REALES”

Ing. Geógrafo NORBERTO FRICKX – Administrador de Catastro e


Información Territorial de Santa Fe
Introducción: BIENES, COSAS, OBJETOS

El derecho real es una relación donde sólo intervienen dos elementos: el sujeto y el objeto.1 Es
una relación de poder con la particularidad que todos, salvo la hipoteca y la servidumbre activa,
se ejercen por la posesión.

Resulta muy interesante advertir que en cuanto al objeto, especialmente de los que se ejercen
mediante la posesión, el Código Civil y Comercial modifica la definición clásica que se desprendía
de la anterior normativa de fondo.

Esto es así porque el Artículo 1883 el cual define al objeto de los derechos reales, establece que
el derecho real se ejerce sobre la totalidad o una parte material de la cosa que constituye su
objeto, por el todo o por una parte indivisa. El objeto también puede consistir en un bien
taxativamente señalado por la ley.

Esta última oración nos aparta de tener únicamente una apreciación material respecto al objeto
del derecho real, ya que ese objeto puede nacer como un bien generado por la ley.

Ahora bien, si un derecho real se ejerce por la posesión, necesariamente debe haber “algo”
material que permita poseerse.2 Y sí, esto es así pero tengamos presente que ese algo no sólo
debe circunscribirse al mundo de las cosas sólidas o líquidas: puede ser una porción del espacio
donde el hombre y demás sujetos tienen vida de relación.

Expresa el artículo 16 del Código en el Título Preliminar a manera de definición que “los bienes
materiales se llaman cosas”, y que “las disposiciones referentes a las cosas son aplicables a la
energía…”

¿Y de qué puede estar constituido un bien material si no es de materia? Para buscar una
respuesta a este interrogante cuya solución aparecería como obvia, nos debemos introducir en
el reino de la física.

Según esta rama de la ciencia materia es cualquier entidad que ocupa un espacio y tiene masa.
Y que dependiendo de la presión y de la temperatura, puede existir en estado sólido, líquido y
gaseoso. Le son aplicables las leyes de la física, entre ellas que la masa de toda la materia del
universo permanece constante, que no se puede aumentar ni disminuir, solo se transforma una
en otra: lo sólido en líquido en procesos de fusión, lo líquido en gaseoso por vaporización, lo
sólido en gaseoso por sublimación, lo gaseoso en líquido por condensación y lo líquido en sólido
por solidificación.

Y es por este análisis del mundo real, que debemos entender las “cosas” definidas en el artículo
16 como materia sólida, líquida y/o gaseosa. Y que también la energía es una cosa dado que
según la teoría de la relatividad propuesta por Einstein y aceptada universalmente, la energía
no es más que otra forma de materia.

1
Comentario al título 4 Libro III Código de Vélez Sarsfield citando a Demolombe: “ derecho real es el que
crea entre las personas y la cosa una relación directa e inmediata, de tal manera que no se encuentran
en ella sino dos elementos, la persona que es sujeto activo del derecho y la cosa que es el objeto.
2
ARTÍCULO 1909.- Posesión. Hay posesión cuando una persona, por sí o por medio de otra, ejerce un
poder de hecho sobre una cosa, comportándose como titular de un derecho real, lo sea o no.
De la lectura de los artículos 15 y 16 del Código Civil y Comercial, podríamos ensayar la
explicación de que la materia susceptible de tener un valor económico e integrar el patrimonio
de una persona es un bien llamado cosa.

Cuando analizamos la constitución física de cualquier espacio de nuestra vida de relación


humana, nunca nos vamos a encontrar con el vacío absoluto: siempre va a existir materia en sus
tres estados: sólidos, líquidos y gaseosos en diferentes proporciones. Así por ejemplo el suelo,
como promedio, está compuesto por un cincuenta por ciento de materia sólida, un veinticinco
por ciento de materia líquida y el otro veinticinco por aire. En el agua, encontramos líquido en
mayor parte, pero también hay sólidos al igual que gases. Y en el aire, también vemos la
existencia de sólidos en suspensión y agua que lo humidifica.

Por ello, más que analizar la composición material de los objetos, debemos advertir y considerar
la espacialidad de los mismos. Sucede que muchas veces se nos dificultad comprender el objeto
del derecho real porque lo único que encontramos es un lugar, un espacio. Pero atención: en
ese y no en otro lugar es donde el titular del derecho real puede ejercer el poder básico según
la definición del 1882. Los objetos de derechos reales que se ejercen por la posesión se
encuentran en la realidad, y esa realidad es espacial.

En el campo estrictamente inmobiliario de los derechos reales, los objetos de los mismos deben
ser registrados en los organismos catastrales. Esto se desprende de la ley nacional de catastro
26209 ratificada como ley complementaria al Código Civil y Comercial por ley 26994.
Precisamente el artículo 1° de la ley 26209 expresa: Los catastros de las provincias y de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires son los organismos administradores de los datos correspondientes a
objetos territoriales y registros públicos de los datos concernientes a objetos territoriales legales
de derecho público y privado de su jurisdicción….

Hay terminología relacionada entre los artículos 1883 del Código Civil y Comercial con el artículo
primero de la ley complementaria: el objeto del derecho real es un objeto territorial legal de
derecho privado, y como tal debe registrarse en el Catastro local.

EL OBJETO DEL DERECHO REAL DE DOMINIO

Analicemos cuál es el objeto real de dominio de un inmueble.

Qué es inmueble? El término inmueble proviene del latín immobilis, que no se mueve. Pero todo
es relativo, un lote de terreno se mueve a 1.400 km por hora acompañando la rotación de la
tierra y se va trasladando a 30 km por segundo alrededor del sol… Incluso a velocidad muy
pequeña un lote en América se mueve respecto a otro en Europa debido al movimiento de
placas tectónicas… Todo es relativo, y de allí toma importancia lo que en geodesia y agrimensura
se denomina “marco de referencia” y que el Catastro en el ejercicio del poder de policía
inmobiliario establece en la función de georreferenciación por mandato de la ley 26209 en su
artículo tercero. Pero vayamos al sentido jurídico que el Código le da al término inmueble.
El artículo 225 define a los bienes inmuebles por su naturaleza al suelo, las cosas incorporadas
a él de una manera orgánica y las que se encuentran bajo el suelo sin el hecho del hombre.3 ¿Es
una cosa incorporada al suelo el aire que está sobre él? Si realizo una excavación y saco unas
camionadas de tierra, el inmueble en el concepto jurídico es otro? La respuesta es que no, que
sigue siendo el mismo, que lo que varió en ese inmueble es la proporción de sólidos, líquidos y
gaseosos que lo componían, nada más.

“El inmueble, a decir de Roca Sastre, constituye la base física o soporte material del dominio y
demás derechos reales inscriptos; en tanto que el correspondiente derecho real registrado
sobre aquél forma su base jurídica”

En los ciento de veces que el Código usa el término “inmueble” en general lo relaciona al derecho
real de dominio, muy especialmente cuando en el artículo 1945 explicita la extensión donde se
ejerce este derecho: …” El dominio de una cosa inmueble se extiende al subsuelo y al espacio
aéreo, en la medida en que su aprovechamiento sea posible, excepto lo dispuesto por normas
especiales…”

Esta descripción espacial del inmueble ya la había tenido en cuenta Vélez Sarsfield en el Art.
2.518 del Código Civil: “La propiedad del suelo se extiende a toda su profundidad, y al espacio
aéreo sobre el suelo en líneas perpendiculares. Comprende todos los objetos que se encuentran
bajo el suelo, como los tesoros y las minas, salvo las modificaciones dispuestas por las leyes
especiales sobre ambos objetos. El propietario es dueño exclusivo del espacio aéreo; puede
extender en él sus construcciones, aunque quiten al vecino la luz, las vistas u otras ventajas; y
puede también demandar la demolición de las obras del vecino que a cualquiera altura avancen
sobre ese espacio.”

La concepción es similar, salvo que en la nueva norma aparece un límite superior y otro inferior:
la utilidad, el posible
aprovechamiento. Es un
término vago, ya que el espacio
que hoy puede ser útil, mañana
puede ser diferente. No
obstante debe tenerse presente
que la nueva codificación ha
incorporado en el artículo 235
un ítem que no existía en la
anterior norma respecto a los
bienes públicos: “ARTÍCULO
235.- Bienes pertenecientes al
dominio público. Son bienes
pertenecientes al dominio
público, excepto lo dispuesto por
leyes especiales: ………….. e. el
espacio aéreo suprayacente al
territorio y a las aguas

3
ARTÍCULO 225.- Inmuebles por su naturaleza. Son inmuebles por su naturaleza el suelo, las cosas
incorporadas a él de una manera orgánica y las que se encuentran bajo el suelo sin el hecho del hombre.
jurisdiccionales de la Nación Argentina, de
conformidad con los tratados internacionales y
la legislación especial;…”

La conjunción de ambos artículos nos está


expresando que al momento en que el estado
defina la altura a la cual se debe considerar
que comienza el dominio público, este límite
quedará fijo independientemente de la
utilidad que el titular del derecho pueda darle.

Entonces el inmueble, como lugar donde se


puede ejercer el derecho real de dominio (o
condominio) es espacial y se lo puede
representar esquemáticamente según gráfico
de la derecha.

El inmueble es espacial, tridimensional, pero cómo se lo representa?

La respuesta la encontramos en el artículo cuarto de la ley complementaria al código:

ARTICULO 4º — A los efectos de esta ley, denomínase parcela a la representación de la cosa


inmueble de extensión territorial continua, deslindado por una poligonal de límites
correspondiente a uno o más títulos jurídicos o a una posesión ejercida, cuya existencia y
elementos esenciales consten en un documento cartográfico, registrado en el organismo
catastral.

Si la representación del inmueble que la ley llama “parcela” se realiza sobre un documento
cartográfico, podemos afirmar que la parcela es bidimensional, porque se representa en un
plano, el cual necesariamente debe estar inscripto en el organismo catastral y en él deben
constar los elementos esenciales.

Y cuáles son los elemento esenciales? Lo dispone el siguiente artículo de la ley 26209:

ARTICULO 5º — Son elementos de la parcela:


I. Esenciales:
a) La ubicación georeferenciada del inmueble;
b) Los límites del inmueble, en relación a las causas jurídicas que les dan origen;
c) Las medidas lineales, angulares y de superficie del inmueble.
II. Complementarios:
a) La valuación fiscal;
b) Sus linderos.
Dichos elementos constituyen el estado parcelario del inmueble.
De la lectura de los dos artículos concluimos que un inmueble posee estado parcelario si el
mismo está representado en un plano inscripto en el Catastro local y ese plano contiene al
menos los datos que reflejan los tres elementos esenciales de la parcela.

Veamos en forma resumida al menos estos elementos esenciales.

a) Ubicación georreferenciada
Para ubicar puntos en el plano, generalmente se usa un sistema de coordenadas ortogonales de
dos ejes, mientras que en el espacio se necesita un tercer eje también perpendicular a los dos
anteriores:

En los gráficos representados, la elección de esos ejes tanto en el plano como en el espacio, son
arbitrarios y deben ser convenidos si la información va a ser compartida. Así pasó con los
inmuebles, donde históricamente la posición se la realizó dando una ubicación geográfica
política departamento o partido, distrito y por un sistema de coordenadas con las calles:
inmueble ubicado sobre calle … a los tantos metros de calle … en dirección al (punto cardinal).

Es un sistema convencional pero de relativa


precisión: pueden cambiar los nombres de
calles, los anchos oficiales y con ello la
distancia a las esquinas, etc.

Lo ideal es encontrar un sistema de ubicación


global, que cubra todo el planeta tierra de tal
manera que dos puntos no puedan tener la
misma coordenada. Y dado que los
inmuebles, tal lo concluido ut supra están en
la realidad y esa realidad es espacial, la
ubicación de los mismos debe darse en un
sistema de coordenadas espacial.

El sistema global toma como plano XY a un


plano coincidente con el plano del ecuador terrestre, mientras que el eje Z es un eje que coincide
con el eje de rotación de la tierra.

No obstante, si bien la elección es correcta ya que un punto P en ese sistema solo tendrá un
único valor de XP, YP y ZP y no existirá otro punto de iguales coordenadas, la distancia al ecuador
y al eje de rotación de la tierra nos obligaría a manejar números extremadamente grandes
proclives por lo tanto a cometer errores de transcripción.
Pero esto lo ha resuelto la geodesia, ya que las
distancias métricas pueden ser reemplazadas por
ángulos a dos planos: al ecuador y a un plano que
contenga un meridiano arbitrario elegido: el meridiano
de Greenwich.4

Por el crecimiento del conocimiento esos ángulos


resultan familiares en la actualidad: son la latitud y la
longitud. La tecnología primero GPS, como las
posteriores y similares de otros países (Glonass en
Rusia, Galileo en Europa, etc) han acercado la geodesia
al común de las personas, y la recepción y
procesamiento de las señales que provienen de
decenas de satélites que orbitan el planeta, permiten obtener posicionamientos relativos con
precisiones de un centímetro.

Esta tecnología ha facilitado que la ley nacional de catastro proponga una georreferenciación en
el sistema global, más preciso y seguro que cualquiera otro acordado.

b) Límites del inmueble en relación a las causas jurídicas que les dan origen.

Personalmente creo que este segundo elemento es el más importante, ya que una vez
determinada la poligonal cerrada de límites, las medidas lineales, angulares y de superficie,
como asimismo la ubicación georreferenciada son tareas matemáticas.

El límite a determinar es aquel que nace de una causa jurídica. Si nace de una causa jurídica
resulta inevitable que el límite es inmaterial, ya que proviene del derecho. Luego puede estar
bien o mal materializado.

Tal como expresa Fernando López de Zabalía “Si en un terreno encontramos ciertos signos
separativos (alambrados, zanjas, muros) podremos entrar a sospechar que ellos sea separativos
de inmuebles, pero sin que ello sea decisivo, ... Lo que hace que queden separados dos inmuebles
son líneas perimetrales intangibles pero jurídicamente relevantes, que pueden coincidir con
signos exteriores en el terreno, y con accidentes naturales, pero que pueden también discrepar
6t.”5

Resulta similar la expresión que el prestigioso jurista indica sobre “líneas perimetrales
intangibles pero jurídicamente relevantes” con la que surge del artículo quinto de la ley 26209:
“límites en relación a la causa jurídica que les dan origen”.

Reafirmando entonces que si el límite proviene de una causa jurídica, va de suyo que el límite
es inmaterial, proviene del derecho. Luego se lo puede materializar con un alambrado, una pirca
o un tapial, pero su esencia es inmaterial.

¿Y qué es el límite? Desde pequeños hemos escuchado una frase básica a la convivencia social:
mi derecho termina donde empieza el derecho del otro. Esta propiedad se aplica al conjunto de

4
Meridiano es un semicírculo idealmente dibujado sobre la superficie terrestre y que une los polos.
5
Fernando López de Zavalía “Derechos Reales” Tomo I Ed. Zavalía
todos los derechos por lo que a un subconjunto de ellos, como son los derechos inmobiliarios
también. El límite de un inmueble termina donde comienza el del vecino. Más, el límite es único
y es el lugar de encuentro de los derechos de los colindantes.

El Agrimensor, en su tarea de determinar los límites tal lo mandado por la ley nacional, debe
estudiar las causas jurídicas que lo originaran y relacionarlos con los hechos físicos existentes.
Tiene la tarea, una vez determinados, de publicitar su ubicación por un lado con la expresión
cartográfica del plano, y por otro lado colocando marcas físicas en el terreno: los mojones.

c) Medidas lineales, angulares y de superficie

Es el tercer elemento esencial. Un polígono de límites, que necesariamente debe ser cerrado si
se trata de una parcela, posee tres tipos de medidas íntimamente relacionadas entre sí. Medida
lineal de los lados, los que por ley de medidas deben expresarse en metros con redondeo al
centímetro. Los ángulos que abren el espacio entre dos lados consecutivos con expresión del
sistema sexagesimal: grados, minutos y segundos. Y la superficie que se debe dar en metros
cuadrados con redondeo al decímetro cuadrado.

En la descripción que los títulos hacen de los inmuebles, la mayoría de las veces en el pasado no
se prestaba atención a los ángulos, se los soslayaba. Un lote de veinte metros de frente por
cuarenta metros de fondo solamente tiene una superficie de ochocientos metros cuadrados si
sus todos sus ángulos son rectos, es decir miden noventa grados. Si no, la variación de superficie
puede ser importante y llevar a
errores no queridos. Si el lote de
veinte por cuarenta fuera un
paralelogramo de ángulo agudo
de cuarenta y cinco grados y
obtuso de ciento treinta y cinco,
la superficie de ese inmueble
sería de algo más de quinientos
sesenta y cinco metros
cuadrados. Ese ejemplo
geométrico por sí solo nos dice
sobre la importancia de las medidas angulares.

Reiterando que un inmueble posee estado parcelario si existe plano inscripto cuyo contenido
tenga al menos los tres elementos esenciales descritos, esa parcela representa al objeto del
derecho real de dominio, o de condominio.

La ley nacional de catastro expresa que la determinación de estados parcelarios se realizará con
actos de mensura a cargo de profesionales con incumbencia en agrimensura.6

6
LEY 26209, ARTICULO 6º.- La determinación de los estados parcelarios se realizará mediante actos de
levantamiento parcelario consistentes en actos de mensura ejecutados y autorizados por profesionales
con incumbencia en la agrimensura, quienes asumirán la responsabilidad profesional por la
documentación suscripta, de acuerdo a lo dispuesto en la presente ley y en la forma y condiciones que
establezcan las legislaciones locales.
De la misma manera, otros objetos territoriales legales que representen objetos de derecho
público o privado, como es el caso de los derechos reales, por artículo diez de la misma ley se
determinan por actos de mensura.

REPRESENTACION DEL OBJETO DEL DERECHO REAL DE LA PROPIEDAD HORIZONTAL

Un inmueble afectado a propiedad horizontal contendrá espacios de propiedad exclusiva y de


propiedad común, siendo inescindibles unos de otros. El derecho real de propiedad horizontal
se ejerce sobre la Unidad Funcional7, la cual estará formada por el espacio de propiedad
exclusiva y el de las cosas o partes de uso común, comprendiendo también la parte indivisa del
terreno.

¿Qué es el terreno?

Evidentemente el terreno no sólo puede ser el piso de planta baja. La propiedad común del
espacio aéreo que se extiende por sobre el edificio, como el subsuelo más debajo de los
cimientos, también es común. Por ello, uno puede concluir que el concepto de terreno del
artículo 2039 del derecho de propiedad
horizontal, es equivalente al concepto de la
cosa inmueble donde se extiende el dominio
según el artículo 1945.

Es que no puede existir un objeto de derecho


real de propiedad horizontal si previamente
no existe un inmueble cuyo titular de derecho
real de dominio, o condominio, lo afecta a
este régimen. Y lo que afecta es ese inmueble
que se extiende en profundidad hasta donde
sea útil y hacia arriba hasta el espacio aéreo
suprayacente definido como bien público.

Y por ello podríamos ensayar una definición ajustada a la realidad espacial del objeto del
derecho real de Propiedad Horizontal, diciendo que se trata de un conjunto de pequeños
volúmenes de propiedad exclusiva distribuidos dentro de un volumen mayor de propiedad
común que el código llama “terreno”.

Lo expresado se encuentra reafirmado por el artículo 2040 cuando expresa que todo lo que no
es exclusivo, es común.

REPRESENTACION DEL OBJETO DEL DERECHO REAL DE LA PROPIEDAD HORIZONTAL ESPECIAL

El Código Civil y Comercial unificado agrupa, en el Título VI del Libro Cuarto, bajo la
denominación de “Conjuntos Inmobiliarios”, a los Conjuntos Inmobiliarios en el capítulo uno, al

7
CODIGO CIVIL Y COMERCIAL, ARTÍCULO 2039.- Unidad funcional. El derecho de propiedad horizontal se
determina en la unidad funcional, que consiste en pisos, departamentos, locales u otros espacios
susceptibles de aprovechamiento por su naturaleza o destino, que tengan independencia funcional, y
comunicación con la vía pública, directamente o por un pasaje común.
La propiedad de la unidad funcional comprende la parte indivisa del terreno, de las cosas y partes de uso
común del inmueble o indispensables para mantener su seguridad, y puede abarcar una o más unidades
complementarias destinadas a servirla.
Tiempo Compartido en el capítulo dos y a los Cementerios Privados en el capítulo tres. De allí
que Marina Mariani de Vidal llame “Conjuntos Inmobiliarios propiamente dichos” a todos
aquellos que no se definan como Tiempo Compartido ni Cementerios Privados.8

El marco legal establecido por el Código para todos los Conjuntos Inmobiliarios, incluso los
existentes, obliga al sometimiento a la normativa de la propiedad horizontal, que para estos
casos conformarán un derecho de propiedad horizontal especial.9

Si bien para las relaciones de convivencia existen mayores diferencias entre la propiedad
horizontal y la propiedad horizontal especial, en relación al objeto son muy escasas. La más
importante se refiere a los bienes comunes, en donde establece que “son necesariamente
comunes o de uso común las partes y lugares del terreno destinadas a vías de circulación, acceso
y comunicación, áreas específicas destinadas al desarrollo de actividades deportivas, recreativas
y sociales, instalaciones y servicios comunes…”10

Préstese especial atención que el Código expresa que “partes del terreno” deben ser
necesariamente comunes, lo cual nos lleva a concluir que otras partes “pueden” ser privativas.
Y por ello no debemos pensar que las partes privativas se transforman en lotes independientes.
El terreno total es único, y partes de él deben estar en propiedad común y partes pueden ser
privativas. Sigue, al igual que en la propiedad horizontal, siendo un inmueble objeto de dominio
que se somete al régimen de propiedad horizontal especial para Barrio Cerrado u otra figura
similar.

Nada impediría, no lo hace el Código, a que


la parte privativa sea limitada en altura. De
esta manera el emprendimiento se
aseguraría de que las alturas máximas de las
edificaciones no supere el valor del
proyecto del emprendimiento: quien
edifique más allá de la altura fijada como fin
de la parte privativa estaría edificando en la
parte común.

8
Marina Mariani de Vidal, Adriana Abella “Conjuntos Inmobiliarios en el Código Civil y Comercial con
especial referencia a los preexistentes” La Ley 08/04/2015
9
Artículo 2075 Código Civil y Comercial
10
Artículo 2076 Código Civil y Comercial
La otra diferencia catastral respecto al objeto del derecho real es que la parte privativa puede
estar edificada o en proceso de edificación. Se interpreta que la dotación de servicios al
emprendimiento y el amojonamiento que separa partes privativas de comunes, marca el
comienzo del proceso de edificación.

REPRESENTACION DEL OBJETO DEL DERECHO REAL DE SUPERFICIE

La interpretación del objeto del derecho real de superficie nos ayuda notablemente a encontrar
solidez en el concepto de espacialidad y de materia, desarrollados al comienzo del presente
trabajo. Este derecho se establece sobre inmueble ajeno para edificar, plantar o forestar y hacer
suyo lo edificado, forestado o plantado, aunque durante un tiempo y no a perpetuidad. También
se permite establecerlo sobre la edificación, forestación o plantación existente.

Es decir que para el primer caso, al constituirse el derecho no existe ni la edificación, ni la


plantación ni la forestación. Y puede emplazarse sobre todo el inmueble o sobre una parte
determinada.

Analicemos los casos de emplazamiento sobre parte del inmueble. Qué inmueble? Y es ese
inmueble donde se puede ejercer el derecho real de dominio, o de condominio, incluyendo
cuando el mismo está afectado al régimen de la propiedad horizontal. Es decir que será parte
de ese objeto que hacia arriba se extiende hasta el espacio suprayacente, y hacia abajo hasta
donde el aprovechamiento sea posible.

En el caso de que el derecho se constituya para forestar o plantar, no parece lógico que haya
limitación espacial en altura ni en profundidad. La parte será como una parte del lote original.
Pero en el caso de la edificación, la ubicación y dimensionamiento espacial de esa parte sugiere
múltiples opciones. En parte del subsuelo para un emprendimiento de cocheras…, en el fondo

de una casa…, o arriba de un edificio existente… En estos últimos casos se puede fijar una altura
máxima.
Pensemos incluso que se podría establecer que el objeto del derecho nazca a cierta altura del
terreno natural, permitiendo que el contacto con el terreno necesario para fijar la estructura del
edificio a construir se establezca por servidumbre de uso… En este caso el espacio donde se
constituye el derecho de superficie
está formado por materia gaseosa de
hidrógeno, nitrógeno, oxígeno y
carbono. Y se puede poseer, no es la
nada, es un objeto real cuya materia
gaseosa al momento de constitución
será reemplazada por ladrillos y
hormigón sólidos del edificio.

Este objeto de la superficie, que


admite la posesión a efectos de que
ese conjunto de nitrógeno, oxígeno,
carbono mas otros gases que conforman la materia de dicho objeto, el titular lo deba cambiar
por materia pétrea u otra sólida que sea parte de la edificación, en algunas provincias como en
Santa Fe por ley impositiva es gravado desde el origen, es decir desde la constitución por título.
El criterio es que ese espacio posee valor patrimonial e incluso afectarlo a la garantía hipotecaria.

Es en la Superficie donde mejor queda demostrado que lo importante del objeto es el espacio
que abarca, independientemente de su constitución material.

Y la ubicación respecto a los límites del inmueble dominial es fundamental para la seguridad
jurídica en esta particularidad del negocio inmobiliario. Más las consecuencias catastrales que,
como se da en Santa Fe con consecuencias impositivas, e independientemente que la ley 26209
complementaria al Código lo obligue, la registración del plano que determine este objeto
territorial legal para ser incorporada al título suficiente es imprescindible.

REPRESENTACION DEL OBJETO DEL DERECHO REAL DE SERVIDUMBRE

Tanto para la servidumbre, como para el usufructo, no resulta necesario contar con un plano
registrado en sede catastral si el objeto abarca el total del inmueble. Lógicamente que tanto la
servidumbre como el usufructo no nacen con la registración catastral del plano de mensura.
Pero es una nacesidad básica para que el título suficiente describa al polígono que encierra a
este objeto que se transformará en un objeto territorial legal, cuando tenga una extensión
menor a la del inmueble que afectará.

A manera de ejemplo supongamos que existe un


lote de terreno comunicado con la vía pública
mediante un lote pasillo. La utilidad máxima se
logrará si este lote pasillo pasa a formar parte del
dominio del lote frentista, manteniendo el acceso a
la calle mediante una servidumbre de paso
perpetua sobre el volumen del pasillo. De esta
manera el lote frentista mantendrá el uso y goce
que da el dominio a partir de cierto nivel donde
termina ese pasillo.
CONCLUSIONES

El sistema de publicidad de los derechos reales en el Código Civil y Comercial de la Nación


Argentina y en la forma que los establecen sus leyes complementarias 17801 y 26209, se
distribuyen según los dos elementos que conforman por definición este tipo de derecho: el
Registro de la Propiedad publicita los títulos, y el Registro Catastral los objetos. Ambos con
efectos declarativos no convalidantes respecto al contenido de los documentos.

En el Catastro se representan los distintos objetos mediante planos de mensura confeccionados


por profesional de la Agrimensura en la forma y condiciones que establecen las normas locales.

Los objetos de los derechos reales son espaciales, porque la realidad física donde se ejerce el
derecho es la realidad, y esta realidad es tridimensional. Es por ello que la representación de
estos objetos, que la ley nacional de catastro denomina objetos territoriales legales, debe
contener datos representativos no solo de la superficie sino de las alturas de estos objetos. Salvo
que, como en el caso del objeto del dominio los límites superior e inferior llegue al máximo que
el Código establece: el aprovechamiento posible hacia abajo y el espacio aéreo suprayacente del
domínio público hacia arriba. Sumo cuidado en estos aspectos debe tenerse en la vinculación
que un objeto de un derecho que afecte un dominio, esté perfectamente relacionado a los
límites del inmueble dominial. La Reglamentación sobre la confección de planos de mensuras
que deben dictar las autoridades locales deben tener en claro esta concepción espacial de los
objetos y la representación de plantas y cortes proyectados ser las necesarias y convenientes.

El Certificado Catastral es el elemento básico de la publicidad de los objetos territoriales


registrados en el Catastro a partir de la inscripción de los planos de mensura.

Tanto el Código Civil y Comercial como la Ley Nacional de Catastro complementaria al mismo
establecen un digno respeto sobre las potestades locales, y muchos aspectos reglamentarios
son derivados a lo que dispongan las autoridades jurisdiccionales. No obstante es importante
que todas las provincias pongan en vigencia plena la ley nacional de catastro porque de no
hacerlo se está privando de un mecanismo que ayuda a dar seguridad jurídica en el tráfico
inmobiliario, como fuera expresado por distintos legisladores en oportunidad del tratamiento
en el Congreso de la Nación.

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