INTRODUCCIÓN - Teoría de La Conducta
INTRODUCCIÓN - Teoría de La Conducta
INTRODUCCIÓN - Teoría de La Conducta
TEORíADELfi
CONDUCTA
Un análisis de campo y paramétrico
Emilio Ribes lñesta
Francisco López Valadez
BD3UO'fECA UHIVERS1TAR1A
Impreso en México
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El Método de la Ciencia es el método de conjeturas
audaces e ingeniosas seguidas por intentos rigurosos
de refutarlas
KARL R. POPPER, 1972
THOMASS.KUHN, 1961
Prólogo a manera
de introducción
Por razones históricas muy peculiares, la psicología constituye una
ciencia, o lo que llamaríamos con más propiedad un proyecto de ciencia,
con una conflictiva conceptual aparente incluso para los legos en la dis-
ciplina. Es una ciencia sin un cuerpo teórico orgánico, problema que no
ha sido exclusivo de la psicología en la historia de las ciencias, pues in-
cluso la física y la química, ciencias duras por excelencia, se consolidaron
en este sentido apenas hasta el siglo pasado. Sin embargo, esta indefi-
nición conceptual de la psicología resalta más que en los otros casos,
porque tiene lugar en un momento histórico en el que los avances tec-
nológicos y metodológicos procurados por las revoluciones industriales
y la evolución de otras ciencias y ramas del conocimiento facilitan la
observación provocada y el análisis refinado de datos de manera poco
típica, en comparación con lo sucedido con otras disciplinas científicas
en momentos semejantes de su desarrollo. La psicología, por consiguien-
te, no es solamente una disciplina en el camino de ser ciencia que carece
de organicidad teórica y de precisión y delimitación conceptuales, sino
que, además, está inmersa dentro de un enorme caudal de datos genera-
dos y examinados cuantitativamente bajo los cánones -de procedimien-
to - característicos de las ciencias más avanzadas.
Los psicólogos interesados en la disciplina como modo de conoci-
miento científico -al margen del móvil inmediatista de sus aplicaciones·
sociales, cuestionable en muchos sentidos-, no podemos adoptar una
posición ecléctica -si esto fuera factible-, sino que, motivados por la
misma necesidad de imprimir coherencia y sistematicidad a nuestro aná-
lisis del segmento de la realidad elegido, conceptualmente, tenemos que
inscribir nuestro quehacer teórico en un marco conceptual definido. En
nuestro caso, hemos adoptado el conductismo o interconductismo
como filosofía especial de la psicología. Esta elección se fundamenta
en el hecho de que, histórica v conceptualmente, consideramos que la
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psicología, como ciencia especial, delimitó _u~ _objeto propio de conoci- limitaciones lógicas -Y por consiguiente, semánticas- del sistema con-
miento coherente con los criterios y las d1v1S1ones anahtlcas del resto ceptual han impedido abordar adecuadamente los problemas que surgen
de Jas ~iencias establecidas, a partir de la formulación conductist_a, a~n de la investigación experimental o de la misma observación cotidiana.
cuando en un principio ésta haya sido imprecisa e incluso contradictona Ejemplo de lo primero es la postulación creciente de nuevos fenómenos
desde Ja óptica actual de la disciplina. Por esta razón, nuestro es~uerzo o procesos en términos estrictamente nominativos u operacionales, por
teórico se circunscribe a la teoría de la conducta. Los planteamientos carecer de recursos conceptuales que los organicen en relación con los
críticos así como las proposiciones conceptuales por realizar, se inscri- fenómenos o procesos ya reconocidos -como son el automoldeamien-
ben sie~pre en el interior de las fonnulaciones teóricas Y (os hallaz_gos to, las conductas adjuntivas, las funciones de estímulo-breve, y otras.
empíricos del conductismo, y particularmente del conductismo radical Ejemplo de Jo segundo es el tratamiento inconsistente de las fonnas
(tal como Jo definió Skinner), como transición histórica clave en la evo- típicamente humanas de comportamiehto, en el cual no sólo se simplifi-
lución de la psicología científica. . can muchas veces las características definitorias de estas conductas, sino
En su estado actual, la teoría de la conducta presenta una sene de que también se cae en posiciones teóricas -internalistas, estructuralis-
limitaciones y contradicciones que parecen sugerir la necesidad de nue- tas- que expresamente se rechazan.
vas formulaciones, fundamentadas en premisas que reconsideren Jajus- En la medida en que toda aproximación teórica -sea tácita o expre-
teza de algunos de los supuestos que han guiado su desarrollo durante sa- es selectiva por definición, no es sorprendente c;ue el marco con-
los últimos 50 afios. Esta problemática se ubica en diferentes niveles: ceptual empleado como sistema rector del quehacer analítico, la teoría
primero, en los aspectos vinculados al esquema ge1!-eral de_ teorización del condicionamiento, haya sesgado la exploración empírica del campo
empleado; segundo, en las restricciones de indagac10n empmca que im- de estudio, inhibiendo la posibilidad de entrar en contacto con una di-
ponen las categorías vigentes, y; finalmente, en las cont:~d1cc10ne~ Y versidad de problemas y fenómenos que son incuestionablemente perti-
paradojas que la investigación experimental aporta en relacion con la m- nentes a una ciencia del comportamiento. Esta restricción práctica del
terpretación de datos poco consistentes con los principio~, Ycon aquellos espectro de fenómenos susceptibles de investigación empírica se mani-
campos empíricos difíciles de incorporar por las categonas vigentes. fiesta de dos maneras, aun cuando ello no sea del dominio consciente de
En Jo que toca al marco general de la teoría de la conducta, convie- los propios inv~stigadores.
ne establecer tres sefialamientos básicos: primero, aun cuando el con- La primera fonna de manifestarse es limitando el análisis de los
ductismo radical se aparta de ciertas simplificaciones presentes en lo que fenómenos a los términos descriptivos que la triple relación de contingen-
denominaremos conductismo histórico, existe una dualidad tácita de cia, como sucesión condicional de antecedentes -respuestas- conse-
fundamentos conceptuales, que se expresa en forma de contradicciones cuentes, 1;ermite representar. Esto no sólo simplifica la descripción
en el análisis teórico y experimental del comportamiel)to. Esta duali- d~ los feno'.1!-eno_s -que, por lo común, siempre son más complejos que
dad de presupuestos proviene de la aceptación histórica de un paradig- dicha re!ac1on !mea!-, smo que determina la búsqueda selectiva de
ma -el del reflejo- ajeno a la disciplina psicológica y del intento por problemas que puedan ser descritos de dicha manera. El resultado es la
superar, a la vez, los esquemas mecanicistas manifiestos en la psicología simplificació1!- del análisis de los problemas complejos y la elección de seg-
estímulo-respuesta. Segundo, las categorías empleadas como taxono- mentos de dichos problemas que se ajusten a la sucesión temporal de
mía base del análisis del comportamiento, parten de supuestos sobre la elementos que, describe la relación del condicionamiento operante.
naturaleza de éste y de la metodología de su estudio, que son cuestiona- Como todo fenomeno o problema debe ser conceptualizado en ténninos
bles en muchos aspectos; por ejemplo, la representatividad general de de estímulos discriminativos, respuestas y reforzadores o punidores una
una medida fundamental. Tales categorías reflejan, en el interior de su vez identificada la respuesta o el estímulo discriminativo empl;ados
lógica contradicciones esenciales que ponen en tela de juicio su consis- como referencia del análisis, se prosigue con la tarea selectiva de descom-
tencia' conceptual y la posibilidad de construir, a partir de ellas, un ed.i- poner l_a, interacción conductual en los elementos restantes que integran
ficio teórico relativamente sólido; desafortunadamente, las reflexiones 1~ relac1on. Es_te proceder teórico ha "bajado la cortina" respecto a pro-
teóricas sobre su estatuto lógico son escasas. Un caso excepcional es el piedades func10nales del comportamiento, que en muchas ocasiones
análisis efectuado por Schoenfeld y colaboradores sobre conceptos fun- rebasan la importancia y /o pertinencia de las que han sido examinadas
damentales como la respuesta, la contingencia, el programa de reforza- desde la perspectiva de la teoría del condicionamiento.
miento, la evitación y otros más (Schoenfeld, 1972, 1976; Schoenfeld y La segunda manifestación de la restricción mencionada tiene que
Fanner, 1970; Schoenfeld, Cole y colaboradores, 1972). Tercero, las ver con las fonnas de análisis cuantitativo de la conducta y, por consi-
10 Prólogo Prólogo 11
como consecuencia de la obtención de "mejores" datos o de resultados
guiente con los efectos o "resultados" en comportamiento que sean experimentales "cruciales". La producción de datos no es significativa
conside~ados de interés teórico. El papel central del concepto de refor- por sí misma, en la medida en que su pertinencia como conocimiento
zamiento y la tasa de respuesta como unidad de med(da de la conducta, depende de los esquemas categoríales bajo los cuales se sistematizan y
han restringido la investigación experimental a la busqueda _de efectos seleccionan dichos datos. Las anomalías, paradojas y excepciones con-
cuantitativos de incremento o decremento de formas particulares de tinuarán apareciendo en la medida en que permanezca inmodificado el
conducta susceptibles de ser afectadas de esta manera. Muchas de las con- marco conceptual en que se han producido estos datos, el cual, porra-
ductas que son pertinentes funcionalmente, no sólo en el s~r hum~no, zones diversas, no les imprime coherencia interna. El problema es,
sino en los organismos que despliegan formas de comportamiento psico- fundamentalmente, de índole conceptual. La teoría debe cambiar, no
lógico, son interacciones que no se caracterizan_ por ser.repetitivas o por sólo para resolver las irregularidades empíricas que se han generado bajo
su alta densidad de ocurrencia; por el contrano, un signo de los com- su 01ientación, sino también para abrir nuevos campos de investigación
portamientos funcionales frente al entorno es la preci~i~~ con que ocu~ que puedan alterar la jerarquía valorativa de los datos actualmente
rren las acciones de los organismos, y no su mera repet1c1on frecuen_te ~1 contrastados. Esto no significa que los datos existentes refuten las pro-
la distribución de dicha ocurrencia. Este énfasis, entendible en term1- posiciones y enunciados de la teoría de la conducta contemporánea;
nos del paradigma que fundamenta la selección de la_s _unidades analíti- más bien, implica que dicha teoría, como todo marco conceptual, posee
cas, condujo a igualar, en forma incorrecta, la probabilidad de respll;est~ limitaciones para organizar los resultados de su confrontación empírica
con su frecuencia. Es menester aclarar, sin embargo, que esto no s¡gm- con la realidad estudiada y que, en consecuencia, aun reconociendo su
fica que la frecuencia y la tasa de respuesta, como indicadores indirectos validez inicial desde una perspectiva histórica, es necesario buscar nuevas
de propiedades fundamentales de la conducta (intensidad, d~ración, formas de aproximarse a los datos, formas que generen y sistematicen,
geografía y topografía), no sean medidas útiles y reinterpretables,.mclu~o, en igualdad de condiciones, lo que estructura armónicamente la teoría
en términos de un examen paramétrico posterior relativo a las d1mens10- disponible. Además, también debe describirse de modo consistente lo
nes de segmentación de la conducta bajo diferentes formas de organiza- que constituyan anomalías o paradojas para ella, planteando nuevas
ción de contingencias. relaciones empíricas que dicha teoría no pueda contemplar a partir de
Por último es importante señalar que las limitan tes sistematizadoras sus categorías.
que impone l; naturaleza de las categorías empleadas, ha promovido, Junto con Kuhn (1977, ed. original; 1982, traducción al español),
ante el enorme caudal de datos experimentales que se producen, la apa- consideramos que para reconocer las insuficiencias y limitaciones de la
rición de paradojas, contradicciones y fenómenos permanen~emente teoría, en primer término, debe tomársele como punto de partida pro-
huérfanos de concepto. A continuación se expone una lista de eJemplos visional, estableciendo un firme compromiso con su lógica. Como
de anomalías cotidianas relacionadas con la lógica que impone el P~~a- Kuhn lo expresa:
digma de la triple relación de contingencia con base en su formulac1on
inicial; los efectos reforzantes de los estímulos eléctricos; la pospo_si- ... el preludio a muchos descubrimientos y a todas las teorías nuevas no es
ción de alimento; los efectos cuantitativos de reforzadores no contin- la ignorancia, sino el reconocimiento de que algo anda mal en lo que se sabe y
gentes· la ubicuidad de la "superstición"; los efectos mantenedores de en lo que se cree ... [las anomalías] deben estar en conflicto explícito e inequí-
tasas elevadas por estímulos breves; la imposibilidad efectiva de manipu- voco con alguna afmnación que se encuentre en algún lugar clave de la estruc-
lar los parámetros de demora; la interacción de respuestas genuin?men_te tura de la doctrina científica presente. Por consiguiente, reconocerla y evaluarla
depende de un firme compromiso hacia la tradición científica contemporánea.
concurrentes y la preocupación "purista" por evitar la contam1nac10n (Págs. 258-260.)
por "superstición"; la alteración de los patrones de ej~cución bajo_ P_~o-
gramas de reforzamiento ya estabilizados por la Simple expos1c1on Nuestro esfuerzo se inició con el intento de interpretar rigurosamen-
prolongada; la dificultad para incorporar en un mismo marco mte~_re- te las anomalías y contradicciones dentro del marco conceptual de la teo-
tativo los fenómenos de variación local en la tasa -compensac10n, ría del condicionamiento, tal como lo formuló Skinner (véase por
contraste, explosiones, etc.-, que trascienda la circularidad d~. un argu- ejemplo, Cabrer, Daza y Ribes, 1975). La necesidad de considerar las
mento matemático que define lo que incluye en su descnpc10n; la re- irregularidades en función de la estructura global de la teoría nos hizo
ducción de la tasa ante los estímulos discriminativos y el aumento de la evitar proposiciones puntuales para fenómenos particulares, al margen
tasa ante los estímulos delta, etcétera. del valor predictivo específico que dichas formulaciones pudieran tener.
En contra de lo que podría pensarse, esta problemática no se resuelve
Prólogo 13
12 Prólogo
Por consiguiente, esta obra es una crítica y una opc~ón a la teorí~ del no; otra, la imposibilidad de distinguir entre lenguaje y conducta social
condicionamiento, si bien parte de su interior y se ubica en sus testtmo- a partir de la definición de conducta verbal formulada por Skinner
nios empíricos como el punto de inicio. (1957), lo cual nos remitió a buscar nuevas formas categoriales para de-
No debe pensarse, sin embargo, q~~ esta obra es un ~r~ducto a~ba- limitar las diferencias entre los comportamientos animal y humano.
do y construido en un solo "ensayo . Es una propos1c1on con_ cierta La teoría de campo formulada por J. R. Kantor (1924-1926) y el
coherencia, tanto interna como externa, resultante de un largo Ysmuoso concepto de interconducta (que aparece en sus escritos de los años cua-
proceso de confrontación crítica con la teoría de la conduc!a, el cual renta), constituyeron el marco de referencia para elaborar una taxonomía
se inicia en ¡ 973 como "motivo" y en 1977 como esfuerzo mas o menos del comportamiento que rompiera con la dicotomía respondiente-ope-
formal y dirigido. El resultado final difiere cuantitativa Y cuali~ativa- rante, Y superara las limitaciones semánticas de la teoría del condiciona-
mente de sus principios. Como antecedentes de este proceso estan dos miento. La comprensión cabal del esquema conceptual formulado por
obras (Ribes y colaboradores, 1980; Ribes, 1982) en las qu~ se pueden Kantor fue un proceso lento, gradual y no excento de dificultades y
apreciar, sin dificultades, los cambios conceptuales que tuvieron lugar retrocesos. La posibilidad de discutir con y reconocer de él directamen-
en un corto tiempo. te aspectos no siempre explícitos en sus escritos fue un factor crítico en
Cronológicamente, nuestro contacto académico con W. N. Sc~oen- el desarrollo de esta obra y sus antecedentes.
feld, a partir de 1973, abrió la posibilidad de reconocer la ex1st~ncia de Kantor, al igual que Skinner, se inscribe en la tradición filosófica del
anomalías empíricas como consecuencia de la estructura categonal de la conductismo, es decir, dentro de la concepción especial de la psicología
teoría del condicionamiento operante. El cuestionamiento de las caracte- como la ciencia del comportamiento. Aun cuando Kantor se autodistin-
rísticas moleculares del esquema conceptual del condicionamiento, Y gue de la línea conductista "reflexológica" -incluyendo al conductis-
los problemas intrínsecos a la formulación de categorías como el refor- mo radical- y se autodenomina interconductista, consideramos que en
zamiento y la respuesta, nos condujo a buscar soluciones dent_ro del lo fundamental ambos, Kantor y Skinner, se enmarcan en una misma fi-
mismo paradigma del reflejo, desplazando las preguntas_ a un mvel_ ~e losofía de la ciencia. Los distingue, sin embargo, la forma particular en
que desarrollaron sus formulaciones categoriales. Kantor desde un
mayor molaridad y de ubicación de los conceptos en )a s1_st_emat_1z_ac1oi: . .. '
paramétrica de las dimensiones de la conducta. Este eJe~clClo teonco, s1 pnnc1p10, aun antes de acuñar el término interconducta, concibió la
así puede llamársele, no fue estéril, aun cuando no produJo los resultados psicología como una ciencia con un ámbito de conocimiento distinto al
esperados. Permitió profundizar en _la identificacJón de las 1!11_Jitacio_nes de la biología y, por consiguiente, consideró la necesidad de construir
conceptuales del paradigma del refleJo como teona del cond1c1onam1en- un P'.11'adjg:11a específico para dicho objeto. Este paradigma, propio de
to y de este modo, ubicar las anomalías empíricas como resultado de la ps1cologia y aJeno a la noción de la teoría como modelo, se dio en la
di~has limitantes; sin embargo, no condujo a la formulación de opciones forma ~e concepto de campo psicológico u organísmico ·-posterior-
más consistentes y amplias en el tratamiento organizativo de los datos mente mterconductual-, y permitió desarrollar categorías que reco-
existentes. En este sentido, las reflexiones conceptuales de W. N. Sch~- ~eran 1~ tradició?. objetiva del conductismo, sin verse afectadas por
enfeld constituyeron nuestra inspiración crítica, aun cuando, como el mfluencias mecan1c1stas. En cambio, aun cuando explícitamente Skin-
mismo Jo planteara permanentemente, no podía ofrecer las soluciones. ner procuró desbiologizar la categoría del reflejo y superar el dualismo
Los intentos de formular una opción conceptual a la teoría del con- intrínseco en las formulaciones estímulo-respuesta, continuó operando
dicionamiento se dieron, de manera sistemática, en el contexto de la tácitamente bajo algunos de los supuestos generales de la teoría del re-
estructuración teórica del proyecto curricular Jz taca/a, ya reseñado (Ri- flejo como paradigma heredado de la mecánica cartesiana.
bes y colaboradores, 1980). En lo teórico, el objetivo fundamental del Cuatro conceptos, de distintos niveles descriptivos, fueron claves
esfuerzo curricular era integrar bajo un mismo esquema conceptual al para desarrollar la presente taxonomía a partir del marco teórico de
comportamiento animal y al comportamiento humano. Este intento de campo formulado por Kantor. Estos fueron los de interconducta me-
integración se planteó primeramente como un proceso de comp!ejiza- dio de contacto, eventos implícitos y campo psicológico. Su influ~ncia
ción paramétrica, que culminaba en el comportamiento social. Durante fue plasmada en diferentes momentos del proceso de elaboración de
la tarea de estructurar esta perspectiva surgieron dos dificultades insu- nuestra propuesta y, por ello, desempeñaron diversos papeles en dicho
perables: una, la carencia de datos obtenidos con criterios paramétricos proceso.
en sujetos humanos, especialmente por la reducida contribución experi- El concepto de interconducta es fundamental porque de hecho
mental del análisis de la conducta al estudio del comportamiento huma- define una forma precisa de entender el objeto de estudio d~ la psicolo~
14 Prólogo Prólogo 15
gía. A partir de la categoría de conducta, hace hincapié en la interacción para ubicar conceptualmente de manera correcta el seudoproblema de
como objeto analítico; la interacción comprende la inseparabilidad de la los eventos privados en psicología (Ribes, 1982c), los eventos implícitos
actividad del organismo (o conducta biológica) y los eventos del am- son una categoría necesaria para examinar la convencionalidad, pues, de
biente. Esta proposición elimina muchos de los problemas implícitos una manera u otra, las propiedades convencionales desempeñan, con
en la concepción de la conducta como actividad y no como interactivi- frecuencia, funciones implícitas respecto de las dimensiones fisicoquí-
dad. Aun cuando el medio de contacto carece de la propiedad de ser un micas de los eventos y objetos de estímulo. La posibilidad de introducir
concepto aplicable a los eventos psicológicos en cuanto tales, permite contingencias nuevas en un campo de interacción mediante la conven-
delimitarlos respecto de las variables inscritas en niveles de conocimiento cionalidad y sus funciones implícitas, nos llevó a formular la mediación
pertenecientes a otras disciplinas. sustitutiva, y a conceptualizar el campo interconductual como un siste-
Esta delimitación, que los excluye como concretos empíricos, los ma de contingencias con diversos niveles de mediación funcional.
incluye, pudiéramos decir, dialécticamente, como dimensiones en donde Es fundamental aclarar que, aun cuando el paradigma del que par-
se dan los concretos empíricos de lo psicológico. Y precisamente su timos es la teoría del campo de Kantor y sus categorías funcionales, la
carácter de dimensionadores de lo psicológico es lo que permite catego- presente taxonomía no es un desarrollo directamente tomado de este
rizar la diferencialidad de niveles cualitativos de los eventos que se des- autor. En algunas cuestiones se dan puntos de vista encontrados, en es-
criben, necesariamente, en un primer nivel, con criterios fisicoquímicos. pecial en lo que toca a la incorporación del concepto de contingencia
La distinción, autorizada en ( y por) Kantor, de medios de contacto como concepto central para entender las formas particulares de interde-
de diverso nivel, nos condujo a postular el medio de contacto normativo pendencia que se dan en un campo interconductual. Esta divergencia
como abstracción necesaria para ubicar los eventos psicológicos que -basada en, y reconociendo el mismo origen- respecto a las formula-
ocurren como consecuencia y dentro de la vida social humana. La nor- ciones particulares de Kantor, en gran medida se debe a que el análisis
matividad implica, por necesidad, convención, y la convencionalidad es por él realizado se circunscribe a la crítica de los conceptos de la psico-
la característica de los eventos psicológicos típicamente humanos. No logía dualista tradicional, sin que haya producido un conjunto de cate-
obstante, es esencial señalar que la convencionalidad, como dimensión gorías que sistematicen datos surgidos directamente de la tradición
de lo psicológico humano, puede darse a su vez en diferentes niveles y conductista, y que posean propiedades heurísticas para abrir nuevas
que, por consiguiente, no sólo representa el instrumento conceptual áreas de explotación experimental. En este sentido, podemos afirmar
para distinguir la conducta humana de la animal, sino también para dis- que la gran contribución, a la vez que la principal limitación de Kantor,
tinguir diferentes formas funcionales de comportamiento humano. fue circunscribir su trabajo a la metateoría de la psicología, sin incidir
En los primates superiores, como lo demuestran experiencias recien- en categorías que pudieran derivar en un lenguaje de datos con proyec-
tes sobre estudios de comunicación paralingüística con chimpancés y ción empírica.
gorilas, se puede otorgar funcionalidad conductual a las convenciones Como ya lo mencionamos anteriormente, esta obra se da como una
que caracterizan sólo al comportamiento humano. Sin embargo, y esto opción que emerge críticamente de las contribuciones realizadas por B.
es lo que resulta crucial, en la medida en que es una convencionalidad F. Skinner. A pesar de las limitaciones conceptuales de la teoría del
aparente, dichos organismos subhumanos no pueden responder a la condicionamiento operante, su aparición en la escena científica de la
convencionalidad como tal, es decir, son incapaces conductualmente de psicología representó un corte histórico de trascendencia. Creó la me-
generar convenciones, aun cuando actúen bajo ellas. todología y el lenguaje de datos que produjeron, por vez primera, rela-
En niveles superiores, podemos identificar formas de comportamien- ciones consistentes, altamente controladas en organismos individuales, y
to que "describen" -es decir, que son respuestas convencionales a los se propuso la formulación de un análisis integral del comportamiento
eventos convencionales como contingencia segmentada en la forma de como problema, al incursionar en el análisis experimental de la conduc-
función de estímulo integral- las convenciones que generan y bajo las ta humana. Las aportaciones metateóricas de Kantor no serían recono-
cuales actúan. Un último nivel, no accesible a todos los seres humanos cibles ni pertinentes al interior de la disciplina, si no fuera por el avance
por razones que todavía desconocemos, es el de generar convenciones empírico y experimental tan notable que impulsó la obra de Skinner
que a su vez generan otras convenciones, es decir, crear metalenguajes. metodológicamente. Este progreso -caracterizado por Kuhn como
Para Kantor, los eventos implícitos son aquellos que sustituyen a los ciencia normal- permitió identificar la existencia de un paradigma tácito
ev ntos originales ante los que se interactúa con base en ciertas propie- ajeno a la psicología, y la imposibilidad de resolver las anomalías e irre-
dades situacionales. Independientemente de la importancia que tienen gularidades crecientes en el nivel empírico con base en sus categorías.
16 Prólogo Prólogo 17
La taxonomía que hemos elaborado se fundamenta, por ello, en el ajusten a predicciones circulares basadas en modelos econornétricos, son
paradigma de Kantor corno opción válida ante las-anomalías de la ciencia hechos que ilustran problemas que "desaparecen" automáticamente
normal desarrollada por y gracias a Skinner. Corno oposición concep- bajo un nuevo orden conceptual, y
tual no pretende agregar solamente nuevas categorías a las ya existentes, 4. finalmente, la taxonomía propuesta se vuelve un sistema heurís-
sino que significa un intento de sustitución de dichas categorías. Cree- tico que visualiza horizontes empíricos vedados al esquema conceptual
rnos con Schoenfeld (1983), que la teoría del condicionamiento ya dio anterior. Esta visualización se da de dos maneras: una, demostrando
tod~ de sí, y que debe ser reemplazada corno _corazón de la teoría de la que pueden examinarse problemas separados corno variantes de una
conducta. Sin embargo, el reemplazo de un esquema conceptual, no re- misma dimensión pararnétrica más simple, pero más general. La dimen-
presenta el rechazo de los datos y las relaciones establecidas bajo su sión así identificada abre la exploración de nuevos fenómenos que
orientación. Aun cuando los datos siempre son seleccionados y catego- pueden surgir de su análisis sistemático; la otra, señalando campos de
rizados bajo una óptica teórica particular, y en esa medida no son obje- relaciones no previstas por un esquema categorial diferente. De este
tivos en sí mismos, siempre son recuperables, en cierta medida, por modo la teoría no sólo explica mejor que la anterior al cubrir mayor
opciones conceptuales alternativas. En el proceso de recuperación, sin núrne;o de fenómenos conocidos bajo conceptos más generales, sino
embargo, se modifica en forma sustancial la significación e importancia que también abarca eventos no reconocidos ni generables por la teoría
que se les asigna. No es un proceso mecánico de "reabsorción". previa.
La taxonomía que proponernos es un sistema de clasificación con-
ceptual alternativo a la teoría del condicionamiento, aun cuando parta Las consideraciones vertidas en esta introducción nos permitirán
de los datos generados por dicha teoría y pueda seguir utilizando, en precisar qué es este libro. Abundaremos primeramente en lo que no es:
algunos casos, los procedimientos experimentales diseñados en su des-
arrollo. El propósito de esta taxonomía es cuádruple: No es una obra didáctica: el discurso empleado presupone cierta
familiaridad con los problemas y antecedentes históricos de la teoría
l. en primer término, intenta proporcionar una organización con- moderna de la conducta. En este sentido, los argumentos que hay en el
ceptual de los eventos empíricos que elimine las anomalías, excepciones, libro son concisos y éste - ¿por qué no adelantarlo?-puede parecer os-
paradojas e irregularidades fácticas juzgadas así con base en la teoría curo y denso; debe quedar claro que es un riesgo calculado.
contemporánea de la conducta; No es una integración teórica: no pretendernos combinar los con-
2. en segundo lugar, pretende recuperar datos y problemas genera- ceptos provenientes de diversas teorías y demostrar que cada una de ellas
dos bajo tradiciones conceptuales ajenas al conductisrno, en la medida apunta a problemas legítimos y significativos. En la medida en que con-
en que representan problemas abordados en forma deficiente o que han siderarnos que los conceptos de las distintas teorías son inconmensura-
sido totalmente ignorados por el análisis experimental de la conducta bles no podernos abordar una tarea integradora de tal naturaleza. Por
corno rnetc>dología, y por la teoría del comportamiento en su conjunto. el c~ntrario, pensarnos que las teorías son rechazadas por teorías que
Se reconoce, no obstante, que este proceso no debe adoptar la forma de sistematizan mejor los datos y que abren nuevas perspectivas, es decir,
una "traducción" de conceptos y términos, pues en la medida en que por mejores teorías. La ciencia es acumulativa en el sentido de que una
los conceptos se fundamentan en epistemologías generales o específicas nueva teoría tiene que incorporar las observaciones de la teoría previa,
distintas, son inconmensurables entre sí. Los problemas, corno cuestio- pero nunca en el sentido de que deba incorporar sus conceptos. En
nes empíricas señaladas por dichos conceptos, son los que plantean una rigor, conceptualmente, la ciencia es discontinua y no-acumulativa.
primera instancia de recuperabilidad, siempre y cuando dichos proble- No es una nueva "teoría"; no estarnos proponiendo una nueva hi-
mas no representen meras reificaciones del lenguaje ordinario, corno pótesis sobre viejos problemas, ni un modelo cuantitativo de formaliza-
suele acontecer;
ción más expedita y amplia. A diferencia de las teorías acabadas, que
3. también es importante subrayar la necesidad de redefinir los presuponen la naturaleza de sus datos y predicciones, se trata de un sis-
problemas empíricos de la teoría de la condt1cta, corno cuestiones legí- tema de clasificación de las interaccione¡; conductuales, que provee de
timas o corno seudoproblernas que se derivan de condiciones categoriales una lógica para distinguir los niveles de organización del comportamien-
insuficientes. La separación tradicional de los procesos de "reforza- to, así corno los parámetros correspondientes. Por consiguiente, pre-
miento" y "castigo" corno dos áreas no vinculables del análisis del com- sentarnos un sistema conceptual que explica en la medida en que ordena,
portamiento, así corno la búsqueda de relaciones cuantitativas que se sistematiza, delimita, plantea y rechaza observaciones. No es una teoría
18 Prólogo Prólogo 19
en el sentido tradicional de configurar la "justeza" de los datos y obser-
vaciones con base en su correspondencia con las predicciones formuladas. observaciones, bajo los mismos supuestos generales respecto a la naturas
Finalmente, no se proponen nuevos "métodos": aun cuando reco- leza del campo de eventos estudiado. Por ello, parafraseando comple-
nocemos que el o los métodos especiales de una ciencia se construyen a mentariamente a Kant, podríamos decir quP- la taxonomía está consti-
la par que el andamiaje conceptual y la representación paradigmática, tuida por enunciados analíticos -a posteriori, en la medida en que se
un cambio conceptual no requiere, por necesidad, la reposición de la originan en las observaciones empíricas, pero que no puede demostrarse si
antigua metodología por una nueva. La antigua metodología, como lo son falsos o verdaderos con base en su correspondencia directa con los
demuestra la historia de la química, por ejemplo, puede seguir siendo datos. La taxonomía propuesta tendrá utilidad siempre y cuando orga-
válida y útil. No obstante, es de suponer que, en la medida en que la nice y sistematice conceptualmente las observaciones disponibles, recu-
nueva conceptualización plantee parámetros no contemplados, así pere los problemas -y no las categorías- de tradiciones conceptuales
como áreas de problemas empíricos no reconocidos previamente, pueda relativamente inconmensurables, y propicie nuevos campos de eventos y
generar nuevos métodos. Sin embargo, la validez de la taxonomía pro- problemas.
puesta no depende de, ni está justificada por la novedad metodológica La taxonomía formulada, como toda teoría o marco conceptual en
que pudiera aportar inmediata o eventualmente. ciencia, no es un sistema cerrado: lo concebimos como un sistema abier-
El planteamiento teórico aquí propuesto es, en lo fundamental, una to, autocorrectivo frente a los datos que organiza y propicia, y provisio-
taxonomía de la organización de la conducta. Consideramos que es el nal, en tanto puede -e inevitablemente así ocurrirá- ser superado por
tipo de teoría que se puede y debe hacer dadas las características con- formulaciones opcionales que representen, a futuro, las mismas venta-
ceptuales de la psicología y su particular desarrollo histórico. La taxo- jas lógicas y empíricas que las que ahora consideramos tiene respecto a
nomía se fundamenta en dos premisas básicas: 1. la ubicación de las la teoría tradicional del condicionamiento. Su validación se dará en el
funciones de estímulo-respuesta, como formas particulares de interac- permanente proceso de contrastar su capacidad sistemática y heurística
ción, en un campo de contingencias afectado por el contexto y la histo- en la práctica de la investigación, con otros abordajes conceptuales. Por
ria interconductual del organismo individual, y 2. el reconocimiento de el momento, sin embargo, consideramos que es un instrumento lógico de
niveles jerarquizados de organización de la conducta, que representan utilidad para resolver muchos de los problemas que enfrenta la teoría
formas cualitativas distintas de función estímulo-respuesta. Por ello, el de la conducta, y para abrir nuevos campos de análisis bajo un sistema
examen de cómo se constituyen estas funciones, y su relación recípro- categorial integrado y comprensivo.
ca en el desarrollo, es el esqueleto que estructura el análisis conceptual La lógica de la taxonomía aquí propuesta posee la consistencia in-
propuesto. terna y externa suficiente para ser valorada en ,a práctica científica.
Las categorías que describen un campo interconductual cualquiera No obstante, la lógica que la define no fue elaborada previamente sino
permiten delimitar los factores que forman un sistema de contingencias. que surgió junto con ella en el proceso de examen de las categorí¿s ne-
Por otra parte, el concepto de función, como mediación de las contingen- cesarias para sistematizar y abordar coherentemente las diversas interac-
cias y nivel específico de desligamiento frente a las propiedades fisico- ciones que constituyen el universo de la ciencia de la conducta. Por
químicas que las definen, permite diferenciar formas cualitativas de ello, es importante aclarar que la lógica que provee la sintaxis de esta
organización de la conducta. Nuestra aportación original se ha centrado formulación no fue elaborada o seleccionada antes de desarrollar la
más bien en este segundo aspecto. Como categorías taxonómicas, las taxonomía, sino que es el producto, o consecuencia formal de haber
funciones estímulo-respuesta se fundamentan en un criterio empírico llegado al conjunto de categorías necesarias para describir los 'diferentes
de identificación de los eventos, pero, a la vez, son clases vacías en lo niveles de organización de la conducta en forma consistente, y que, por
que toca a los eventos concretos particulares que incluyen. De este ende, pueden transformarse junto con la taxonomía.
modo, la lógica de clasificación de las funciones se basa y parte del uni- Este libro está organizado en cuatro secciones temáticas generales.
verso de observaciones existentes y factibles que debe sistematizar la En el primer capítulo se examinan los problemas vinculados a la estruc-
teoría del comportamiento. Sin embargo, dicha lógica no prescribe la tura paradigmática de la psicología, y a las limitaciones que dicha es-
correspondencia de las categorías con propiedades particulares de even- tructura impone a las formas actuales de la teoría de la conducta. En los
tos particulares; por consiguiente, no se le puede refutar o verificar di- capítulos segundo, tercero y cuarto se describen las categorías genera-
rectamente con los datos, sino solamente con una mejor teoría, es decir, les del concepto de campo como sistema de interdependencias, los di-
con un sistema clasificatorio que organice mejor un mayor número de versos tipos de mediación y desligamiento que conforman las funciones
de estímulo-respuesta, y las premisas o supuestos que fundamentan esta\
20 Prólogo
Prólogo 21
r
22 Prólogo 23
Cap. 6. La función suplementaria 133
Las relaciones de mediación suplementaria y sus antecedentes his-
1
tóricos, 133. Descripción paradigmática, 141. Análisis pararné-
trico, 148. Análisis de un fenómeno. 154.
24 Índice de contenido 25
in r
k
tercambio concepto-realidad definitorio de la ciencia como modo de tienen que incorporar, inevitablemente, las representaciones paradigmáti-
conocimiento (véase, por ejemplo, Popper, 1972). cas más cercanas a la nueva defmición, aun cuando éstas sean concep-
La psicología, aun cuando planteada como una división de la ciencia tualmente ajenas, en su origen, al campo de eventos bajo estudio. El
unificada por los griegos (véase De Anima, de Aristóteles, y la concep- conductismo histórico -así lo denominaremos- como filosofía espe-
tualización de la psicología como una sección de la física), sólo podrá cial de la nueva ciencia del comportamiento, r~currió a un paradigma
ser considerada como una ciencia especial cuando cumpla con dos re- que sustentaba los análisis conceptuales y empíricos del marco teórico
quisitos: primero, la formulación de un objeto de c_or':°cimi_ent~ propio de la fisiología del reflejo y, posteriormente, la metodología de los
y específico que no se yuxtaponga al de otras d1sc1plmas c1ent1ficas ya reflejos condicionales. Este paradigma es el del reflejo, y en la medida
existentes y segundo, que dicho objeto teórico de conocimiento tenga en que la concepción del reflejo fue formulada originalmente prra abor-
las características de correspondencia empíricas necesarias para demos- dar el estudio del movimiento de los cuerpos sólidos y líquidos en la
trar Ja adecuación descriptiva y explicativa de sus conceptos en relación mecánica cartesiana -junto con la peculiar significación que el concep-
con una realidad empírica concreta (independientemente de que la fal- to de materia, como mundo contrapuesto al espíritu, tenía en esta filo-
seabilidad o la verificabilidad se tomen como criterios de adecuación). sofía de la ciencia renacentista-, se transparentan las razones por las que
Por ello consideramos que aun cuando las efemérides de nuestra disci- la nueva ciencia impuso tácitamente al estudio de su campo de eventos
plina fijan en 1879 el nacimiento de la psicología como una _ciencia las limitaciones propias que un sistema de representación conceptual
autónoma con la fundación del primer laboratono de ps1cologia expe- ajeno conllevaba.
rimental e~ la Universidad de Leipzig por Wilhelm Wundt, su emergencia El paradigma del reflejo fue transferido a la psicología a partir de la
propiamente dicha se da en 1913 con la publicación del Manifiesto biología, por lo que hasta el momento presente son pocos los científicos
conductista, de Watson. La justeza de esta proposición se puede valorar del comportamiento que se percatan de la forma especial de causación
por el consenso que la psicología contemporánea ha adoptado re_specto y descripción mecánicas implícitas en dicho sistema de representación
a su objeto y método de conocimiento. Aun aquellas aprox1mac1one~ a conceptual, independientemente de los términos particulares que se usen
Ja psicología explícitamente no conductistas, aceptan que para estudiar y de los propósitos epistemológicos que se planteen en forma expresa.
Jo que definen como objeto propio de conocimiento (la mente, la expe- En las siguientes secciones examinaremos algunas de las limitaciones
riencia el procesamiento de información, la afectividad, la personalidad, que el paradigma del reflejo impone a la teoría contemporánea de la
etc.) d~ben partir, como método, de los indicadores que proporciona el conducta. Por el momento, es suficiente dejar por sentado el hecho his-
comportamiento. En nuestra época nadie justifica el acceso directo a la tórico de que la teoría de la conducta ha venido funcionando bajo su-
mente o a cualquier otra entidad conceptual. Todo método de conoci- puestos conceptuales extrafios a su propio objeto de conocimiento. La
miento debe partir de la conducta o de sus productos. carencia de una representación paradigmática específica no sólo ha in-
Cuando se plantea la psicología como ciencia especial del comporta- fluido negativamente en el proceso de construcción de la teoría de la
miento, existen todavía, como formas dominantes de concebir a la psi- conducta y su correspondencia con problemas significativos del campo
cología, las diversas derivaciones del cartesianismo que consideran a la de eventos bajo estudio, sino que también ha impedido formular con
disciplina con el encargo de estudiar empíricamente un mundo no mate- precisión el objeto de conocimiento de la disciplina. El concepto de
rial que interactúa con el mundo material a través del cerebro en la conducta, tal como ha sido expresado históricamente en los últimos
fodna de entidad mental. El intento por superar el dualismo como setenta afias, ha sido yuxtapuesto y confundido con las características
dogma oficial provino de la ciencia biológica y, fundamentalmente, de defmitorias de la reactividad estrictamente biológica, constituyéndose
las tradiciones fisiológicas alemana y rusa. El trabajo de I. P. Pavlov en una formulación fundamentalmente organocéntrica que conduce a
sobre los reflejos condicionales, basado en los antecedentes procurados problemas de difícil solución (las dicotomías interno-externo, subjetivo-
por I. Sechenov y V. Bechterew, constituyó el único soporte metodoló- objetivo, cubierto-manifiesto, privado-público, etcétera). Esta condi-
gico y conceptual de los esfuerzos de conocimiento de la nueva ciencia. ción preparadigmática de la psicología -empleamos aquí el concepto
La influencia de la teoría de la evolución, y el concepto de hábito incor- en un sentido Kuhniana-, ha provocado una formulación imprecisa del
porado por el funcionalismo en ese contexto, completaron el marco de objeto de conocimiento de la disciplina y su gradual transformación tá-
referencia pertinente. cita, sin reconocimiento explícito del proceso y sus consecuencias con-
Por estos motivos, cuando se formula un objeto propio de conoci- ceptuales empíricas. Por ello consideramos que es preciso abordar los
miento específico de la psicología, la teoría y la metodología de análisis problemas específicos de la teoría de la conducta contemporánea his-
cuales la naturaleza misma de los eventos bajo estudio sefiala diferen- del abordaje conductista ha sido un obstáculo para reconocer la existen-
cias cualitativas de diverso orden. cia de niveles jerárquicamente diferentes de organización de la conducta
Si no se reconocen niveles de diferenciación cualitativa en la descrip- y la pertinencia de una teoría de la evolución de la conducta para dal:
ción de la conducta, ésta sólo puede asumir formas de distinción cuan- cuenta de los procesos que operan en lo cuantitativo.
titativa. Cuando se le analiza como un campo sincrónico de eventos -es
decir, al margen de toda historicidad o cambio longitudinal en el tiem-
po-, la postulación de un solo proceso regulador de la conducta o la
interacción de dos o más procesos en el nivel horizontal, plantean úni- CARENCIA DE UNA TEORÍA
camente los problemas intrínsecos ala sistematización de los datos encon- COMPARADA DE LA CONDUCTA
trados en términos de constructos que puedan reducir la operacionalidad
de un fenómeno a la de otro, o bien los plantean como relaciones cuan- Además de la falta de una teoría de la evolución de la conducta in-
titativas que interpretan las diferencias con base en algún criterio o mo- dividual, con los desarrollos conceptuales surgidos a partir del paradigma
delo matemático, que tome en consideración interacciones aditivas o del reflejo no se ha podido formular una teoría comparada de la con-
multiplicativas de naturaleza aritmética o algebraica. ducta. La teoría comparada de la conducta debe abarcar dos facetas
La limitación intrínseca a un solo proceso o a un solo nivel de des- complementarias: a) el análisis de la conducta a nivel filogenético, y b)
cripción y explicación de la conducta, emerge, en for,na notoria, cuando el análisis no diacrónico de las asimetrías producidas por la evolución
se trata de analizar el desartollo de la organización del comportamiento individual en las diversas especies.
como un fenómeno diacrónico -es decir, que camb:a y se transforma El primer aspecto se refiere a la ordenación conductual de los diver-
en el tiempo. Por ello, aun cuando la teoría del condicionamiento es sos phyla, cabe subrayar que esta estructuración jerarquizada de los
una teoría de adquisición y cambio funcional de la conducta como inte- n)veles de evolución de la conducta en las especies, no significa una teo-
racción con el ambiente, no se ha expresado ni generado satisfactoria- na acerca del desarrollo de dichas diferencias específicas. La teoría
comparada de la conducta es -y sólo así debe entenderse- una des-
mente, una teoría del desarrollo psicológico o, en términos más precisos,
una teoría de la evolución ontogenética del'comportamiento. La teoría cripción de los procesos conductuales que rigen la interacción de los
mie1:flbros individuales de las diversas especies zoológicas -pues es poco
del condicionanúento, como teoría del desarrollo, ha consistido en apli-
factible que los vegetales y otros organismos más prinútivos como virus
car los "principios" vinculados a uno, dos o tres procesos (como en el
y bacterias, se ajusten, por sus intercambios, al concepto de Ínterconduc-
caso de Staats), todos ellos operativos en un núsmo nivel de compleji-
ta. En la medida en que este análisis no pretende explicar la evolución
dad, para describir los cambios cuantitativos de conducta en la forma de
de las especies ni, por consiguiente, la filogenia misma, sus instrumentos
expansión de los repertorios funcionales y para diferenciar nuevas clases
de comportamiento. El desarrollo no se formula como evolución cuali- conceptuales no requieren ser análogos ni estar basados, como derivacio-
tativa, sino como acumulación y diversificación cuantitativa. nes, en los que se emplean en la teoría de la evolución biológica. El
Esto es particularmente paradójico cuando el comportamiento nús- propósito es formular una organización zoológica de los diversos phyla
mo, como fenómeno psicológico y específicamente distinto de la activi- Y especies en la que se tipifique a los miembros individuales con base en
dad biológica, sólo se puede concebir como una interacción modulada los procesos conductuales identificados en su interacción con el ambien-
históricamente, que se transforma de la simple reactividad biológica en te ecológico propio. No es una teoría ecológica de la conducta animal
formas diferentes de organización de los intercambios del organismo con como clase específica, sino una teoría conductual de cómo los miembros
su entorno. Suponer que esta modulación permanente es puramente i1:dividuales de una especie particular regulan sus intercambios, adapta-
cuantitativa, equivale a suponer que en el análisis de lo psicológico no se tivos o no, con el entorno circundante. La asimetría en las categorías em-
da transformación alguna de la reactividad biológica como tal. Los pro- pleadas -Y en ello una teoría comparada de la conducta se distinguiría
blemas sefialados por los psicólogos dedicados al estudio de la cognición de la etología- no implica, de manera alguna, que sean excluyentes en
revelan precisamente la necesidad de conceptualizar el desarrollo del un análisis particular de organismos de una especie, a los que utiliz~ al-
comportamiento como un proceso evolutivo en lo cualitativo y no sólo gunas ramas del conocimiento biológico. Es más, sostendríamos que
en lo cuantitativo. El dualismo implícito en el estudio de la "cognición" son necesariamente complementarias, en tanto que los conceptos pro-
ha impedido procurar soluciones o siquiera interpretaciones satisfacto- venientes de la biología sólo dan cuenta de la disponibilidad reactiva al
rias .!el problema. Desafortunadamente, el reduccionismo explicativo ambiente -incluyendo las características ecológicas de éste- pero no
pernúten discriminar eficazmente las variables y los procesos ~ue confi-
u
gación con organismos subhumanos, sino que, independient~me_n~e del
tipo de organismo empleado, la situación experimental parad1gm~tica no
2
incluye las formas de organización de la conducta ~ue se dan en s1tu_ac10-
nes en que participan individuos humano~ .. La bus~ueda de_ r~laciones
cuantitativas de una sola respuesta repetitiva en tl~mpo, d1fictlmente
puede aportar el tipo de conocimiento correspondiente a formas más
complejas de interacción. . . ,.
En segundo término, no sólo falta representatmdad empmca en las
situaciones experimentales de las cuales surgen los datos que fundamen- La conducta
tan fácticamente los procedimientos transferidos, sino que t~mpoco hay
representatividad conceptual para tratar los probier:ias vinculado~ al como
comportamiento humano -suponiendo que los hubiera para an,alizar
el tópico de la conducta en general. La forma ~n <l:ue las cate~onas se- campo de interacción
leccionan y fraccionan la continuidad de los ep1sod10s mter~ctivos co~-
duce a problemas irresolubles acerca de la natur~leza de la u_rudad de ana-
lisis del comportamiento humano (véase, por eJemplo, Skmner, 19~7), La propuesta teórica que desarrollaremos en esta obra se fundamenta
los efectos de las variables sobre la conducta, y los esquemas de explica- en el metasistema formulado por J. R. Kantor (1924-1926, 1959), que
ción fundamentados en relaciones lineales simples o múltiples entre el aporta dos cambios radicales respecto al conductismo histórico y sus
ambiente y el comportamiento. . .. . derivaciones basadas en el paradigma del reflejo. En primer término, des-
Finahnente en principio es cuestionable la pos1bihdad de construir taca la definición de la conducta como interconducta, es decir, como la
una tecnología' de la conducta extrapolando las categorías y/o técnica_s interacción organismo-entorno. En segundo término, formula un siste-
de investigación provenientes de la ciencia báska. La n~turale~a. anal~- ma descriptivo y explicativo que diverge del esquema causal clásico.
tica definitoria de ésta, y sus procedimientos de mdagac1on empmca, di- Esta contribución pone de .relieve el concepto de interdependencia en
fícilmente pueden "trasladarse" directamente al diseño Y a la transfor- campos de relaciones. A diferencia del esquema causal qu.e es lógica-
mación de situaciones que, por naturaleza, son idiosincr~sicas, singu(ares. mente diacrónico, la concepción de campo es de naturaleza sincrónica.
Las situaciones que, como problemas de orden aphcado, requm·en Aun cuando el concepto de interacción no ha sido ajeno al trata-
de solución particular -aun cuando bajo criterios ~enéncos-,_c?~stitu- miento que Skinner da a la conducta (1938), la interección se ha res-
yen la confluencia de factores históricos y momentaneos que d1f1c1lmen- tringido conceptualmente a la identificación del tipo de comportamiento
te pueden ser abordados como "reflejo" o "traducción" d~ectos de afectado funcionalmente por las consecuencias de estímulo. La forma
algún principio o técnica ya formulada. A menos ~ue se considere _que particular en que se analizó el experimento de la "superstición" en el
la ciencia y la investigación básicas son modelos directos de la rea_hdad pichón (1948), señala que la definición de la operante como conducta
concreta no se puede asumir la transferencia directa del conocmuento en intercambio con el ambiente, se aplica a los efectos de los estímulos
y de las 'técnicas científicas a la solución tecnológica de los probl~mas ~obr~ la conducta, más que a la relación que abarca efectos recíprocos,
cotidianos. Como forma de conocimiento -y no sólo de pragmática- mclmdos los que produce la conducta en el entorno como cambios que
la tecnología requiere de formulaciones teóricas específicas que le per- dependen de su emisión. La propuesta de Kantor no destaca como ob-
mitan adaptar sintéticamente el conocimiento científico a las condicio- j~to de análisis a ciertas formas funcionales de actividad del organismo,
nes identificadas como pertinentes a su aplicación conjunta con las de smo que pone de relieve la interacción misma entre el organismo y el
otras prácticas no científicas, que pueden incidir como aportac10nes ambiente como centro del interés teórico. El propósito inicial de una
funcionales a la solución de un problema concreto. teoría de la conducta es justamente formular una taxonomía que deli-
mite y clasifique los diversos niveles funcionales de interacción como
formas cualitativamente distintas de organización de la conducta.
En la medida en que la teoría del condicionamiento no define a su
objeto de análisis como interconducta, sino como actividad del organis-
mo, cae en una concepción organocéntrica del comportamiento. Toda
ELCAMPOINTERCONDUCTUAL
Sistema de contingencias 53
. en ue su correspondencia conceptual es
y plantear como factibles, Y ~ d . Por ello no concebimos, en
más adecuada que_ la _de otro~ ª 0
\~:~onfirma~ión directa, que pre-
este sentido, un cnt~,nodde/~~~rí:c~ea "reflejar la realidad", como si en
suponga q~~ la '.untc'1f~n ;l taª fuera independiente de los criterios concep-
la abstracc1on cien l 1ca es
tuales empleados para conocerla. 3
Hacia una taxonomía
funcional de la conducta
55
54 eap. 2. La conducta como campo de interacción
tión relativa a una taxonomía funcional del comportamiento. Estos
otro. Esta distinción es importante .
conceptos se refieren a tres aspectos fundamentales: en ocasiones sólo pueden tener propJe~u~s u~ organismo_ y su ~ctividad
que la conducta de un organismo ten a es ~ evento fis1coqu1mico. El
l. la morfología de los elementos envueltos en una interacción or- mico depende, hasta cierto ado d ga propiedades de evento organís-
ganismo-ambiente;
2. el desligamiento funcional, como proceso diferenciador de los
fa
organismo. Por eso también P ~ _e ¿ºJ efectos que tenga sobre otro
ta no es necesariamente organís~ic~1e a como evento de una respues-
distintos niveles jerárquicos de interacción conductual y a su dimensionalidad fisicoquímica. ' Y puede limitarse exclusivamente
3. las transiciones y el desarrollo desigual de las competencias con- En lo que toca a la propiedad .
ductuales, como clases morfológico-funcionales específicas de tímulo o de respuesta ésta e . convencional de un evento, sea de es-
interacción. grupo social Y, normalmente s eas1gnad_~ por la conv_ención o acuerdo del
en que tiene lugar Igual qu'e s esplec1fica de las circunstancias sociales
. enecasodelos t ,
que un ~vento posea morfología co . even os orgamsmicos,
convenc10nal desde un punto d . nvetc1onal no asegura su propiedad
LOS ELEMENTOS MORFOLÓGICOS
vamente como evento organ1'sm~ v1staf. ~ncional; puede afectar exclusi-
DE LA FUNCIÓN
me dI.d a, de la respuesta del org 1co
. o !Slcoquímic
1 o. Depen de, en cierta
Es conveniente hacer dos i~~~~o ª. que afecta.
Si bien ya hemos mencionado que los elementos que constituyen . fológicas de los elementos que p r a_c1ones sobre las propiedades mor-
un campo interconductual poseen propiedades morfológicas -y, por puesta. En primer término ar icipan ~n una función estímulo-res-
ende, funcionales- diversas, no hemos hecho un recuento sistemático 1
morfología de tipo convencí~ e Ique un obJeto de estímulo posea una
de esta cuestión. En líneas generales, los elementos que constituyen mor- piedades contenidas (organí~~~;o/x~l1:ye la _ac~ión de las demás pro-
fológicamente la función de estímulo-respuesta pueden clasificarse con un mismo objeto como estím I Y o is1coquim1cas), de modo tal que
base en tres propiedades distintivas: propiedades no organísmicas o fi-
sicoquímicas (0), propiedades organísmicas (O), y propiedades conven-
base en las tres p;opiedades simu
particular. Es fundamental
f¡. puede afec!ar funcionalmente con
u banea o sucesivamente a un individuo
cionales (O). dad de un evento en térm1·n' n? ? stante, no presuponer la funcionali-
Por definición, los objetos de estímulo con propiedades convencio- , os umcamente de u f ¡ ,
esta pueda constituir la cond· . , . s mor o ogia, aun cuando
nales, así como las respuestas, contienen a su vez propiedades organís- gundo lugar, los eventos con i~on nec~sana de su funcionalidad. En se-
micas, en ocasiones, y propiedades fisicoquímicas, siempre. Todo objeto distinguen, en principio en su/p~r?tt~a~es morfológicas señaladas, se
de estímulo y/o todo estímulo tienen, necesariamente, una dimensión a un organismo. Los ev~ntos fi . s1 1,1 ~ es de afectar funcionalmente
fisicoquímica de ocurrencia, aun cuando dicha dimensión no defina su biología del organismo con ba ~s1eoqu1m1co~ inciden directamente en la
funcionalidad. De este modo es posible, e indispensable en ocasiones, sus características particulare/ en Jus propiedades energéticas Y, según
especificar las propiedades organísmicas y convencionales de un evento, menor duración. En cambio Ío~ue en tener un~ mfluencia de mayor o
enumerando y describiendo sus características no organísmicas. Esto no tam~nte de la historia de inte~cam~~intos orga~1smicos dependen direc-
significa, obviamente, que las propiedades convencionales u organ ísmicas ocas1ones, de la Posibilidad d .del orgamsmo al que afectan y en
se reduzcan a las propiedades fisicoquímicas, pero sí establece la con- de tipo filogenético a ciertaes qfoue ex1sdtan susceptibilidades diferenci;les
veniencia de incluirlas como punto de partida. Por propiedades fisico- · rmas e movim• t .
orgamsmos como comportamient d _1en os compartidas por
químicas entendemos todas aquellas dimensiones energéticas que hacen eve~tos organísmicos son evanesce~te: ela especie. En este sentido, los
contacto directo, o a distancia, con los diversos sistemas sensoriales de se limita a los momentos en que n _tiempo, Y su acción funcional
respuestas del organismo: calor, color, sabor, olor, etc., o bien, las p r ocurre el mtercambio
propiedades dimensionales de la actividad del organismo que tienen un
.º su parte, los eventos convencionale .
propiedades de los eventos organ, . s comparten estas mismas
efecto similar en otro(s) organismo(s). Por propiedades organísmicas dos aspectos fundamentales 1sm1cos, pero se distinguen de ellos en
entendemos todas aquellas dimensiones de estímulo producidas por un ligamiento. Primero que 10; ~~:~ veremos m~s adelante, relativos aJ des-
organismo que afectan como conducta a otro organismo. En .conse-. relación de correspo'ndenc1·a 1· _os convencionales no guardan ninguna
cuencia, los eventos organísmicos incluyen siempre alguna forma de nvariante con la b. 1 ,
con las propiedades fisicoquímicas de 1 . 10 og1a ~el organismo ni
movimiento o acción de un organismo que afecta, en tanto conducta, a puesta convencional a un event f' . os ?b)etos de estimulo. Una res-
o 1S1coqu1m1co no es independiente de
56 Cap. 3. Hacia una taxonomía funcional
Los elementos morfológicos de la función 57
- . ·den tificarlo como tal, pero dichas propie- Consideramos que cuatro factores confluyen en el proceso de desli-
las propiedades que permiten 1 t . evitable como morfología con- gamiento de la conducta: a) la diferenciación sensorial, h) la diferencia-
dades no producen ninguna re~pues a in . mo Tampoco los eventos ción motriz, y en especial la capacidad de manipulación y de motricidad
vencional en la biología reactivaddel o_rg;;~sa fo·rma especial de corres- fina, e) la vida en grupo intraespecífico con formas interactivas de orga-
de estímulo convencionales guar an n_m les o no convencionales de . nización social -aunque primitivas-, y d) la existencia de un ambiente
. rf 1 g ·as convenc1ona · normativo estructurado con base en convenciones, es decir, acuerdos
pondenc1a, son mo. o o 1 tas correspondencias se establecen a 1o
respuesta predeterminadas. isctual del individuo, Segundo, en tanto las tácitos o expresos -construidos históricamente- que trascienden las
largo_ del desarrollo 11:tercon :e los eventos pueden ser producidas ~orno circunstancias inmediatas de la "naturaleza". La observación sistemática
propiedades convencional_es , . de trascender el momento particular de las diversas formas de conducta que se dan a lo largo de la escala fi-
grafismos, tienen la capacidad ~::ca s propiedades de los eventos con- logenética, indica que estos factores--·pueden ser claves del proceso de
de la interacción. En este sen i o, 1a. nte evanescentes Y en tanto desligabilidad funcional del comportamiento.
. que ser necesaname ' . . "d La diferenciación sensorial permite formas coordinadas y diversifi-
vencionales no tienen d 1 portamiento de otros ind1v1 uos,
se objetizan como producto e co~istancia en tiempo y espacio. Esta cadas de reactividad a los eventos en el ambiente, que permiten las prime-
pueden tener efectos permanen, tes:~ oro espacial de los efectos de es- ras formas del desligarniento: responder a los eventos en térn.inos de su
última propiedad,_?e traslac1on / ~ encial para comprender las carac- relación contextual en el ambiente. La motricidad fina y la capacidad de
tímulo de una accion conductua ' es. s t humano posibilitadas por su manipular· objetos permite alterar directamente las relaciones entre los
. • t· del comportam1en o , eventos del ambiente y el organismo, en la medida en que el propio orga-
terísticas d1stin iva~ . · 1 específica.
naturaleza convencional, es decrr' socia nismo puede producir la presentación de los eventos o ponerlos en con-
tacto funcional por medio de su desplazamiento. La convivencia en
grupo con miembros de la misma especie - siempre y cuando esta vida
EL DESLIGAMIENTO FUNCIONAL grupal implique interacciones ecológicas reales- permite desarrollar for-
, lo respuesta describen formas de mas de reactividad diferencial ante otros organismos como condiciones
Las diversas funciones de est_imu - pecto de las propiedades de los de estímulo, y por consiguiente, potencia a los eventos con morfologías
desligamiento funcional del orgams;no;:sdesligamiento significa funda- organísmicas desde un punto de vista funcional. La aparición de inte-
ev~ntos del ambie:1-t~: El tºn~ep Tque tiene el organismo de responder racciones preconvencionales sólo es posible en organismos que viven en
mentalmente la posibilidad unc10;a tónoma respecto a las propiedades grupo, como lo atestiguan las formas sociales relativamente complejas,
en forma ampliada Y relat1vamen e a~ y de los parámetros espaciotem- pero todavía prehumanas, de algunos primates superiores. Finalmente,
fisicoquímicas concretas de los even os, el ambiente normativo es fundamental como sistema de contingencias
perales que las definen situaci~ntment~~finir la conducta psicológica o por Hatribución", es decir, convencionales.
El desligamiento es esenci~ _Para del comportamiento biológico es Debido al lenguaje -y no sólo al hablado, sino, de manera muy des-
interconducta, pues lo que la dis~mgu:iente Esta diversificación, trans- tacada, al lenguaje escrito-, en la sociedad humana los individuos pueden
su plasticidad int~ra~_tiva conf e c::alidad.de la conducta del organismo responder con morfologías y ante morfologías que carecen de las res-
formación y amph~c10 n_ de la un ue como ya hemos subrayado, la tricciones que impone la reactividad biológica frente a las características
ejemplifica el deshgam1e1;to, d~do q tlvidad invariante del organismo fisicoquímicas del medio. La convencionalidad de las respuestas y los
conducta biológica ~onsti tuye ~~~~~des energéticas de los objetos del
0
frente a las caractenstic~s ~ ':1 se convierte en interconducta en el gra-
eventos conduce también a la convencionalidad de las reglas que esta-
blecen las relaciones de condicionalidad entre ellas, y a la posibilidad de
entomo. La conducta b1olo~ca e desligan funcionalmente de sus responder a dichas reglas transformándolas. El hombre es la única espe-
do en que las respuestas particul~re~ s de reactividad biológica más o cie que a partir de la naturaleza ha creado un mundo y lo ha modificado,
formas fi!ogenéticamente determina as, no sólo en lo que toca a sus propiedades físicas y biológicas, sino tam-
bién en cuanto a las contingencias que determinan la significación de
menos fija.
:e
¡- iento funcional de la ac-
¿De qué depende la pos!bilidad r!:!~~!~icho desligamiento? Po-
ción del organismo Y en que mvel s_ p al respecto las cuales ·pueden
dichas propiedades en los objetos. El hombre crea contingencias que,
a pesar de su circunstancialidad social, son más poderosas en lo funcio-
demos adelantar algun_as es~ewlar~n~rganización de la conducta que nal que las contingencias derivadas de las necesidades físicas y biológi-
cobrar sentido al anahza'. el n_i;:des\uncionales las diversas especies. cas. La nonnatividad tácita o expresa del ambiente social representa
han alcanzado en sus particu arm
El desligamiento funcional 59
58 eap ••3 Hacia una taxonomía funcional
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relaciones de contingencia que, de una manera u otra -Y obviamente medida en que la nueva relación reac . . .
con Jimitantes manifiestas-, subordinan funcionalmente las condiciona- tamente de la historia particular de. t1V1d~d-amb1ente depende direc-
lidades fisicoquímicas y biológicas a su operatividad. Este des!igamiento De este modo, podemos caract~~t;;:~10n_ del or~anismo individual.
del ambiente que permiten la convencionalidad y los sistemas reactivos to con base en el hecho de q la . .1 pnmer nivel de desligamien-
específicos del ser humano, son lo que, a la vez, libera al hombre de las . ue react1v1dad b10 · ¡· ·
~na modalidad de estimulación (fi . . . og¡ca específica ante
contingencias no sociales, y lo envuelve en otra red de circunstancias y sistemáticamente a formas Y mod s~oquimica) s~ expande diferencial y
condicionalidades en ocasiones menos flexible, ¡;or depender, en gran ducen dicha reactividad desde l a dades ~e estunulación que no pro-
medida, de la acción de los otros hombres. La historia de las formacio- (por ejemplo, salivar ante una ecir::n!~a~e v~sta excl~sivamente biológico
nes sociales y la historia de la cultura ilustran este proceso de liberación de la respuesta es consecuencia d P : s!e desligam1ento funcional
del hombre respecto de la naturaleza, y su sometimiento a sus semejan- n_1smo individual con circunstanciae la h1stona de interacción de] orga-
tes y a las reglas y normas por él creadas. c10nes consistentes entre eventos d si situba_c1onales que comprenden reJa-
,. e am 1ente
¿Qué formas de desligamiento funcional son identificables en la . . La segun da ,orma de desli am·1 .
organización jerarquizada de la conducta? A continuación planteamos f1cación de las relaciones temg or :n to ~e da en relación con Ja modi-
cinco formas de desligamiento que nos permiten, a la vez, describir cinco ambientales ante los que se res ~n~ s~aciales_ que guardan los eventos
formas cualitativas de organización funcional de la conducta. lac10nes de contingencia entrepl e d1ferenc1almente. En tanto las re-
. os eventos amb· t l
En la medida en que la reactividad estrictamente biológica implica pon de son independientes del h ien a es a 1os que se res-
formas invariantes de responder -específicas y/o inespecíficas- amo- r1m1·t_arse a modular su reactivid dacerd ·e
del organ ·
. ismo, este . .
solo puede
dalidades energéticas del ambiente en la forma de objetos y estímulos tencias ambientales, pero no pu!ct \;renc1almente ante dichas consis-
(por ejemplo, salivar ante el aumento de salinidad de la cavidad bucal di~has _relaciones - acelerándolas ;eª er~rlas. fo posibilidad de alterar
por la introducción de alimento, flexionar una extremidad ·ante una des- minuyendolas haciéndolas e 'el· ' tardandolas, incrementándolas d1·s
carga electromecánica, etc.), la primera manifestación del desligamiento, , 1 icas o variabl d . ' -
que no se dan sino mediante la p f . . , es, pro uciendo relaciones
funcionalmente hablando, es que ciertas formas de reactividad se mani-
fiesten sistemdticamente ante objetos y modalidades de estímulo que
no las producen biológicamente.
s1_stencias extrínsecas al propio iac;:
a_cción del organismo-, pennitear ~~1pac10n ~ctivay transfonnadorade la
reactIVJdad se desligue de las con-
msmo module su comportamiento a n Y ~ue, por consiguiente, el orga-
La reactividad ante objetos y estímulos en forma compartida por externas a las_ que puede responcier º. solo con base ~n las ~onsistencias
una situación más o menos específica constituye, sin lugar a dudas, una ª
que por definición son acíclicas . ' sro _las cons1stenc1as alteradas
manifestación primaria de desligamiento funcional. El organismo ya no t~s, parcialmente al menos de ¡' irre~ ares, mtennitentes Y dependien~
responde sólo con base en la biologicidad que implica la relación de es- c1éndolas. ' ª con ucta que reacciona a ellas produ-
pecificidad funcional de parte de sus tejidos con modalidades energéti- En este nivel de desligamiento e .
cas estimulantes en el ambiente, sino que ahora la misma clase de acción desplaza en el ambiente para ha ' 1 organ1Smo Ya no sólo se orienta Y
se expande como respuesta diferencial a relaciones sistemáticas de estí- entre eventos a las que se extie:~eco;tacto ?~erencial con las relaciones
mulos en situaciones determinadas. Cuando en los experimentos clásicos que ahora responde consistenteme:t reactlV!~ad biológica simple, sino
de Pavlov, el perro comienza a salivar o a segregar jugos gástricos ante en que su propia acción las altera e a r~lac10nes que, en la medida
el sonido de una campana que condiciona la entrega de alimento seco, pen~encia se manifiesta en for~:arecen _incon~~stentes. Esta interde-
se tiene un ejemplo de modulación plástica de la reactividad biológica mampulación que producen o son s ?~ onentac1on, desplazamiento Y
ante nuevas formas de estimulación sistemáticamente interrelacionadas. nes de contingencia entre eventos cnt~~as para e] contacto con relacio-
Por ello, la reactividad ampliada y diferenciada del organismo también que segrega saliva ante la presencia~ l~~~ales. No se trata del perro
es sistemática. No importa que se den formas de respuesta biológica "al perro que se orienta frente a ca ·as _sen izada" de comida, sino del
margen de su propósito" y contexto "natural" - como en la conducta que se desplaza hacia la caja qJe cZ::;:~~la~eslien un cuarto con señales,
vacua-, lo fundamental es que la reactividad biológica ocurra en forma Para tomarlo. Los Parámetros tem I e a mento Y opera sobre ella
consistente ante circunstancias también consistentes, y que estas formas entre eventos -presencia de la caja p~;:;~,; esp_aciaJes de esta relación
nuevas de relación de la biología reactiva del organismo con el entorno pen?en de las formas particulare ' Y ~limento en la boca- de-
no puedan atribuirse a una invariante funcional biológica autónoma de la disponibilidad se dé en ciclo s en ~ue e] anunal actúe. Aun cuando
dicha circunstancialidad interactiva. El desligamiento se produce en la portamiento del organismo El ~~los. tiempos reales dependen del com-
. gan1smo, de este modo, modula su con-
60 Cap. 3. Hacia una taxonom 1'a funcional
El desligamiento funcional 61
--
ducta a la variabilidad producida en tiempo y espacio, desligando su
En este procedimiento, el organismo i .
respecto cte una propiedad de estímulo t ~ne que desligar su respuesta
nos de la condicionalidad d" . l particular, Y responder en térmi-
reactividad de las consistencias impuestas exclusivamente por el entorno. , a 1c1ona que im r 1 .,
es 1mulo de muestra y la s·t ., Pica a relac1on entre el
Mientras mayor es la variabilidad a la que se pueda responder consisten- t
posibilidad de desligarse fun1 _uac1lon de la operante discriminada Esta
temente, mayor es la plasticidad funcional del comportamiento frente a • cwna mente de 1 · ·
cas P'.1fllculares en una situación dete . as propiedades fisicoquími-
los cambios del ambiente. Esta plasticidad adquirida, o desligamiento, const1tuye una transición co d t alrm1;1~da, a nuestro modo de ver
depende, en gran medida, de la posibilidad de que el organismo pueda formas de interacción convenc~o~~l u cntica, que permite desarrolla;
alterar las circunstancias de presentación de los eventos Y sus condicio-
La cuarta forma de desli a . es.
nalidades nibilidad de sistemas react1· g miento se da como resultado de la dispo
En losrecíprocas.
dos casos previos de desligamiento, el organismo responde a vos convencional
en que su reactividad 110 guarda . es.
E11 -
ella, Y en la medida
la ocurrencia de eventos concretos con propiedades particulares invarian- 11
1~ situacionalidad a la que respo:~~~1 ~ co_n:espondencia biológica con
tes. En la primera forma de desligamiento, la reactividad se extiende a c1almente dicha situacionalid d en 'térmmos i~dmduo
eventos concretos que biológicamente no le corresponden de acuerdo ª funcpuede
· ¡ trascender
1011 El . . par-
con sus propiedades fisicoquímicas, pero al responder se da como
-: ya n? h ablamos en este caso de or an· ª es. md1viduo
cu estimules respecto a eve t g 1Smo,- puede responder Yprodu-
acción contextualizada situacionalmente ante eventos particulares con dades no aparentes en los ~bj\que no estan en la situación o a propie-
propiedades fisicoquímicas particulares, y la relación de dichas propie- ev~ntos que ya ocurrieron, quee e~ !:esentes. El individuo responde a
dades se da como una invariante. En la segunda forma de desligamiento c1on o que ocurrirán en el futuro E . m?1;1ento ocurren en otra situa-
se mantiene la responsividad ante eventos particulares relacionados en que no son fisicoquímicas · 1rndlVlduo responde a propiedades
una situación determinada con base en propiedades invariantes. Lo que contingencias adoptadas po:c¿~~/º~~en funcionalidad en términos de
cambia son los parámetros espaciotemporales en que ocurren dichas 11
d~sliga su responder de las propied:I~º~: ~ oti:asyalabras, el individuo
propiedades particulares, lo que se debe a la participación de la conducta d1mens1ones espacio-temporales de I s _is1coqmm_1cas aparentes Y de las
del organismo en la presentación misma de la relación entre los eventos. concretamente. Permanece s· b a s1tu~c10nahdad en que interactúa
La tercera forma de desligamiento identificada, es aquella en que la particulares a los que resio ~ em argo, vmculado al evento o eventos
reactividad se torna autónoma con respecto a las propiedades particula- st
caracteristicas del desligamie:t~- / ?s eventos, no obstante, dadas las
res de los eventos como invariantes, aun cuando siga contextualizada ellos, no son ya los eventos concrt~c1o~al de ,la _respuesta que se da en
por la situacionalidad en que ocurren los eventos, ahora con propiedades aparentes; son los eventos que se c~ns ~1S1coqu1m1cos del aquí y el ahora
fisicoquímicas variables de momento a momento. La relación consisten- que poseen propiedades convenciona~!itu~en como tales, en la medida en
te entre dos eventos, o más, que era afectada por el organismo en térmi- el grado en que dicha reactividad e s a as_ que se puede responder. En
nos de los parámetros de su ocurrencia en tiempo y espacio, depende necesidad, a otro individuo -o :nc~venc10nal Y siempre implica, por
ahora de un tercer evento, previo o simultáneo, al que también respon- desplegando una funcionalidad , lf~nos ~ases al mismo individuo
de el organismo, y de cuyas propiedades fisicoquímicas depende la fun- forma de interrelación social a di~~s ~ e-, este puede responder en
cionalidad de las propiedades de los otros eventos fisicoquímicos, en nahdad concreta en el espacio Y e 1 f ventes, al margen de su situado-
relación con los cuales finalmente se responde. Tómese como ejemplo
la situación experimental en que se emplea el procedimiento de iguala- .. En la funcionalidad de los ev~: iempo ..
d1c1onen la reactividad al tos no existen propiedades que con
ción de la muestra. En este caso, utilizando la nomenclatura descriptiva E momento y lug • -
,n tanto este desligamiento se da en I ar_ partl~~lares de su ocurrencia.
del condicionamiento operante, hay un estímulo de muestra y varios de solo puede ocurrir como relación e ~ d1_~ens10n de lo convencional
comparación. La propiedad de estímulo discriminativo de los estímulos del ambiente -sean éstos o ntre md1V1duos respecto a los evento~
de comparación no depende de sus características fisicoquímicas par- Por ello, el desligamiento res;e~t~v~!f: convencion~es o conductuales.
ticulares (color, forma, posición, etc.), como en la operante discriminada, des _aparentes de los eventos tie 1 ropo, al espac10 Y a las propieda-
sino que es condicional a la propiedad fisicoquímica del estímulo mues-
tra, la cual puede variar de ocurrencia a ocurrencia. La relación entre el
los mdividuos en relación c~n s~e :Jª! como rea~tividad. conjunta de
eventos como circunstancias fun . p t10 ;cuerdo mteract1vo sobre los
estímulo de muestra y los estímulos de comparación determina que, en se da como lenguaje entre indiv~~ona es_. ste proceso de desligamiento
un momento dado, un estímulo de comparación particular .tenga o no reahdad. uos para refenrse a los eventos de la
las propiedades fisicoquímicas que son, en esas circunstancias, funcio-
nalmente discriminativas.
El desligamiento funcional 63
62 Cap. 3. Hacia una taxonomía funcional
- . f
Finalmente, la qumta arma
.
de deshgam1en
. to funcional se identifica
t' "dad respecto a los eventos 101o-
b" ,
'.r
Como niveles cualitativos de mediación de contingencias, las funcio-
nes estímulo-respuesta permiten identificar las formas más complejas
con una total autonomí~ de ;ª rea~o1~aso de desligamiento se mantie~e de organización de la conducta realizada por un organismo o individuo,
gicos y fisicoquírnicos. n e ~uar un evento aunque al margen e pero de ninguna manera representan un nivel único de interacción o un
todavía una reactividad _es~ec1fica !to tales y d~ las dimensiones situa- modo homogéneo, general, de interconducta. De hecho, como describi-
sus propiedades fisicoqu11lllcast~ t más amplia de desligamiento, no remos más adelante, se pueden delimitar niveles jerárquicos de organiza-
cionales de su ocurrencia. En ª,fiº:ª porque éstos son los producto~ y ción de la conducta al interior de cada una de las funciones de estímulo-
hay reactividad a ev~ntos espec{ 1\a~tividad propia o de la de otros m- respuesta. Dichos niveles pueden coexistir en un mismo organismo o
las acciones convenc1~1;ales de a r_onal entre los individuos se _vuelve individuo, así como pueden hacerlo diferentes funciones generales. Esta
coexistencia de niveles distintivos de· aptitud interactiva, tiene lugar
dl.viduos · La interacc1on convenc1
d"d en que se respon
de aloseventosconvenc1onales
t él
innecesaria en la me 1 a t d la de otros como even os en debido al desarrollo desigual que caracteriza a las diversas competencias
. d t O al produc o e conductuales, a través de las cuales se manifiesta la interconducta como
d8 la propia con uc a,
mismo. . t' convencionales son eventos de forma más específica de relación con los eventos del medio.
Los p'.oductos_ de s1Stemas r_eati:~t~o que los produce, En los casos Las competencias conductuales son clases interactivas defmidas en
estímulo rrrespect1vamente del m ctivos convencionales se dan en la términos de las propiedades morfológicas de los eventos de estímulo y
en que estos productos de sistemas :i en todo sistema reactivo gra~ic~do
forma de registros p~rmanentes, ~~en tos convencionales se dan ob¡etlva-
de respuesta. En este sentido, una misma competencia, entendida como
disponibilidad interactiva respecto a morfologías de conducta y eventos,
(la escritura, el d1buJo, etc.\~º! la interacción particular en la que se puede tener funcionalidad en diferentes niveles de organización cualita-
mente y trascienden como o Je os a tiva de la conducta. La aptitud de leer, como competencia fonológica y
presentan. . . osee dos características. La primera, de reconocimiento ante estímulos textuales más o menos específicos,
Esta forma de deshgam1ento ~ . 1 arte en la medida en que se por ejemplo, puede darse en formas funcionales diferentes que van desde
· · rf an la. ciencia
es que, como lo eJem_P 1 1~
Ye '
ad de los objetos y eventos, se pue. en
d la simple identificación de los textos, su "texteo", la comprensión del
1
puede trascender la s1tuac ?nalid , , t' cas y ricas en consecuencias, contenido, la posibilidad de captar diversos significados en un mismo
establecer formas i?te~~ctivas mt t~ 1
p \os eventos en su situación de
que cuando la real12ac1on se res ~~Jo que los eventos convencion_ales
texto, la identificación de estructuras estilísticas o gramaticales en el tex-
to, etcétera. La competencia particular, leer, es la misma desde un punto
ocurrencia. La segunda es q_u~Í-viduos pueden constituirse en un siste- de vista morfológico, pero la funcionalidad de dicha competencia es dis-
siempre son producto de lo~ zn z tinta. Esta distinción entre competencia y función es fundamental por
'
1 ar de enriquecer y diferenciar
ma de contingencias Y~elac1on~s l~u~ :n 1:~ustituyan empobreciéndola. varias razones.
la realidad fisicoqu11lllc~ y b10 og1:e:uicios, la magia Y muchas otras La evolución psicológica se da, como proceso, en la transición de los
Los mitos, las supersticiones, los p J d "bilidad. niveles funcionales más simples a los más complejos. Los niveles funcio-
. del hombre ilustran esta segun a pos1 nales están definidos por la mediación de las relaciones de contingencia
creaciones
en un campo, y por el tipo de desljgamiento de la reactividad frente a
las propiedades fisicoquímicas de los eventos de estímulo. Dado que la
LAS TRANSICIONES El\1TRE evolución opera como un proceso en espiral, las formas de organización
FUNCIONES y EL DESARROLLO de la conducta más simples no desaparecen ni son excluidas por los ni-
DE LAS COMPETENCIAS veles más complejos que surgen, sino que, por el contrario, son incluidas
. funciones de estímulo-respuesta son como componentes de esas nuevas formas o niveles de organización. Así,
Como ya hemos reiterado, las de contingencia, que repre- se da por sentado que las funciones complejas incluyen, como compo-
. ·, ualitativas de campos · "d d f te a nentes, las formas de organización que caracterizan a las funciones
formas de me diac1on c. d r miento de la react1v1 a ren
sentan niveles diferenc1,al~s de es ig;_,entos del entorno. El proceso.~e menos complejas. Por ello, para interactuar en un nivel determinado de
las prioridades fisicoquillll~as de los ansición de las formas de func10~ funcionalidad se requiere poseer aptitudes funcionales en el nivel próxi-
evolución psicológica consiste e~ )ª tr las más complejas, dadas las pos1- mo inferior dentro de la jerarquía de los modos de mediación de las
estímulo-respuesta meno_s comp
bilidades reactivas y ~m~1entale~
¿:~is
individuos o miembrosdeun~es;
lo general, .este proceso evolutivo.
contingencias. Esto no significa, sin embargo, que al pasar de una forma
de aptitud funcional a otra se transformen automáticamente todas las
pecie. ¿Qué caractenst1cas guar a, en
Las transiciones entre funciones 65
Cap. 3. Hacia una taxonomía funcional
64
- 1
.
73
j
-!
racterísticas del objeto de investigación definido en el modelo teórico
empleado. Por esta razón, no es posible hablar del "método científico"
de manera abstracta. Un método es una forma concreta de producir
conocimiento acerca de eventos y relaciones identificables desde una
,
1
1
tp, 10 q¡¡e se discute
smo su car' t
.
. no es la cientificidad d ¡ d" . .
desde una paecrsepr st~cial o natural. Es evidentee a . iscipJma psicológica
ec 1va simpli t , sm embarg , '
blema a categorías r . s a y esquemática se ue o,. que solo
perspectiva teórica particular.
Como reflexión sistemática acerca de la naturaleza de una ciencia de en,~(veles diferentef. ~~~c:d~s P¡ar~ ª?º~~ar cuestio~es ~:::~ucu- un pro-
y ciencias de la cu-, a d1stmc10n entre" . . encuentran
la conducta, el trabajo presentado en este capítulo debe ser ubicado den- distintivos de l nat~~aleza" es de gran utilidad c1enc1as_de la cultura.,
tro del marco general del conductismo, es decir, como una filosofía de • . a act!Vldad hu Para enfatizar ¡
la ciencia de la conducta. A diferencia de otras aproximaciones filosófi- implica, sin embargo q 1 mana y sus Productos cultu 1 0 s rasgos
cas en boga, nuestro esfuerzo se encuentra encaminado a hacer explícitos t~ás" o "más allá" de J~e e mundo humano se encuentre r,~ es. ~po no
discutir si la psicol , naturaleza. Por esta raz , fuera , "de-
los supuestos que han sido conformados en el ejercicio de la ciencia psi- cisamente su fun -~gia es una ciencia·sociaJ O n t onj no es pertinente
cológica. En consecuencia, nuestro sistema psicológico no ha sido de- un ~er bio'¡ - . cion consiste en describ. a ura , puesto que pre-
rivado formalmente de una filosofía, sino que ésta es una descripción
de los aspectos generales de nuestra práctica científica.
. og1co transform ¡
Posibilitado por una so . i lf Y entender la ¡;0
a naturaleza, sobre la base d
'
rma en que
ve! de e_specificidad pa~;~u~~- Por ello, la psicología co:s':tudyesarroll_o
De acuerdo con lo anterior, la forma de presentación de este meta- por la biología o po J . r_ que no puede ser id, t· e u? m-
sistema como un conjunto de tesis (epistemológicas, lógicas, metodoló- nomía adecuada de r as _ciencias sociales. En o en ico al estudiado
gicas) no debe ser confundida con el método de investigación que hemos entre la actividad h las ciencias no sólo requieretras_pflabras, una taxo-
empleado para producirlas. En otras palabras, la presentación de las te- estrechos vínculos q:~~na y sus productos, sino s~n:;s:r las difer~ncias
sis será seguida de una descripción general de las cuestiones psicológicas con el resto de la natur J a unen con la actividad de otr rar, adei:nas, los
en que se fundamenta, lo cual debe distinguirse de una derivación lógi- a eza. os organismos y
ca de los problemas a partir de las tesis propuestas. En otros casos, por
razones de claridad, haremos alusión a ejemplos construidos en forma
coloquial e intuitiva. Estos ejemplos, sin embargo, deben ser entendidos Tesis 2
sólo como recursos didácticos en la exposición del tema.
Lo psicológico reconoce
· como co d· -6
exzstencia, los niJJe/es descritos po/1a:c~i=n:~~e:~r!a, ma_s ~o suflciente, de su
TESIS EPISTEMOLÓGICAS J zszcoquzmzcas y l, b. ',
Esta tesis describe 1 ¡ . , as zo,ogicas.
los org · ª re acion básic
Tesis 1 cos de ~~~s:~t~~ e~:~tura biológicaª ;~:se ~~;~~vidaf Psi~~lógica de
parte, el reduccion·· ic. a concepción nos ayuda nen es fis1coquími-
Lo psicológico constituye un nivel de especificidad particular en la articulación cribir la actividad ;s70 ingenuo deJ mecanicismo a trascender, Por una
del conocimiento científico, nivel que no es reductible a lo biológico ni a lo el sentido de la me ~ os organismos a un nivel ex~lqu_e Pretende circuns-
social. Por ot canica clásica) usivamente físico (en
ra parte el im ·
logía pe .. , , Pacto de la teoría d 1
Esta tesis sintetiza un rasgo fundamental en el desarrollo, largo y hombre ~~t'.::i!~ feJ Postul~do de la co:ti~i~o;uci~n so?re la Psico-
difícil, de la ciencia psicológica. Hace menos de un siglo, Pavlov discu- actividad human u;ra malmterpretado de tal d biológica entre eJ
tía, con fundamento en la opinión de los propios psicólogos (por ejemplo, 1
James y Wundt), acerca de la cientificidad de la psicología'. términos de la a~~vi~a~ l~s animales (o q~e interp~:~:~a que r~ducía la
problema análogo al umana). Esta reducció a esta ultuna en
Por otra parte, la gran flexibilidad con que se ha empleado el con- · es decir a que Planteamos en rel . , n ha conducido a un
1 st
cepto de "ciencia" permite la aglutinación conceptual de actividades
heterogéneas, con la consecuente imprecisión en el significado del tér-
miento hum:igoar ª e r~cha vinculación q~;º; ?ºtn las ciencias sociales.
Y e1 medio soc· l x1s e entre el co '
mino. Por ejemplo, la distinción neokantiana entre ciencias del espíritu L~ p_sicológico requiere e ~ad en el que se encuentra.. mporta-
lo quimico y ¡ b. , . , vi entemente d ¡ .
y ciencias de la naturaleza ha sido retomada en la literatura marxist'.1 hemos indicado o n !Olog¡co. para su existedci:- ; existencfa de lo físico,
bajo el nombre de ciencias naturales y ciencias sociales. En este contex- escribo con un ¡, 0 son suficientes para expli~J er~ esm niveles, como
apiz sobre la superficie de o. or eJemplo, cuando
74 Cap. 4. Tesis fundamentales de la taxonomía un papel, me doy cuenta de
Tesis epistemológicas
75
J
que son importantes las propiedades (textura, color, dureza) de los ma-
Tesis 4
teriales de que se componen dichos objetos, pero que éstos no agotan la
descripción de mi actividad. Además, está claro que mi estructura cor-
Los dive'.sos niveles de especificidad delco . . . .
poral me permite desplazar el lápiz de una manera particular, de forma un continuo de discontinuidades L _nocz17;ze~to czentifico se articulan en
tal que puedo dejar impresos ciertos signos sobre el papel. Pero mi es- cuando puedan tener segmentos c;nt,·nªs odzsco~tinu/dades son cualitativas aun
critura tampoco se reduce al movimiento de mis manos ni a los signos u s en ,o cuantitativo ,
impresos, puesto que tuve que ser adiestrado socialmente para ejecutar . E_n esta tesis presentamos el crit . . .
movimientos que me permitieran producir los signos empleados en mi ciencias que hemos empleado de man::10 _gen~r~l de organización de las
comunidad. Por último, la producción de signos sólo es significativa en Los eventos que estudia una disciplina a l~pltc1ta en las tesis anteriores.
tanto me permite vincularme con otros hombres o plasmar un producto mentos componentes de los eventos e pu~ en estar presentes como ele-
permanente de mi actividad para otros fines. En este sentido, decimos e~ q1:1e intervienen no es idéntica e ;t~dtados por otras, pero la forma
que los niveles de la realidad descrita por la biología y las ciencias fisico- c1enc1as fisicoquímicas la tem er n a es casos. Por ejemplo, para las
químicas son condiciones necesarias de lo psicológico, pero no son sufi- base en su relación con otras dimatru:a puede ser conceptualizada con
cientes para explicarlo. men, presión). Desde el punt d e~s10nes de los objetos físicos* (volu-
ser significativa por su acciónºso~r~sta de las ciencias biológicas, puede
co:no factor que interviene en el un_ srntema orgánico, por ejemplo
Tesis 3 P_s;co~ogía puede se: relevante en ta~i"itm1e~to de las plantas. Para ¡;
c1on , el organismo con su medio mie que orma parte de una interac-
Lo psicológico constituye un nivel de análisis de la realidad que, aunque incor- P.~dna se:' un factor participante' d ntras ~ue para las ciencias sociales
pora a lo social en uno de sus universos, no pretende reducirlo a lo psicológico Vl ad social del hombre. e un medio transformado por la acti-
ni ser reducido por lo social.
~or otra parte, es evidente .
En consonancia con la tesis uno, en esta tesis señalamos la relación los eJempJos que hemos presen~~e ~o ~s posible desvincular ninguno de
entre Jo psicológico y lo social. Como hemos indicado, la realidad social para producir las herramientas ne~e e. os otros. La tecnología empleada
necesariamente debe ser considerada en la descripción y explicación de pone la existencia de un medio ~nas ];'ara transformar el mundo su-
los fenómenos psicológicos. Sin embargo, este "tomar en consideración" d~ producción, el conocimiento dsocial y cierta organización del proceso
no significa reducir los problemas a uno u otro nivel, puesto que mien- ~'.s1_~s de los objetos transforma~~:s le~es que describen las propiedades
tras las ciencias sociales se ocupan de la actividad, de las relaciones y 1v1. yios que participan en forma .' as1 c?mo la acción concreta de in-
características de los grupos (definidos como clases económicas, religio- mac10n de la realidad. En forma sdifer~ncial en el proceso de transfor-
sas, políticas, etcétera), la psicología se interesa por estudiar los procesos eJemplo, no está desvinculada d ereJante, la actividad de beber por
correspondientes a los individuos (lenguaje, pensamiento', imaginación, (como l?s. procesos de elaboració: d: /n;;u~?cia d~ f_actores téc~icos
etcétera). La pertenencia de un individuo a una clase (por ejemplo, reli-
giosa) no agota las posibilidades de estudio de su actividad concreta y :rf;ti~~i~~~~a~ett:t!~~~urarie! orga:is~o)~;o~:~i~sg:faº~r~~:~i~;
cotidiana,· pero sirve como "contexto" para ubicarla. En forma más }'.::rgo, ~l conocimiento de est~s e~ gatda emp_leadas, etcétera). Sin em-
precisa, mientras las ciencias sociales tratan de explicar el desarrollo y rphcación de la forma en quee~eos sedarticula en niveles diferentes
las características de clases, la psicología aborda el problema de deter- exp '.car los detaHes técnicos de su pro l:~e un objeto no equivale ¡
minar las características y desarrollar la actividad de los individuos que mediante los cuales es utilizado o;labora~10n, l?s ~rocesos concretos
las integran. Por ejemplo, la conceptualización de las formas ideológicas _De acuerdo con esto pod P orga".1smos 1nd1viduales etce't
realidad , emos conclutr . , era.
de una sociedad no explica los procesos mediante los cuales un indivi-
duo las produce y reproduce en su actividad concreta. tran;ro~::t~:r ~~~~i~:s
ªe;ª}:!;:~~es cienira:,_e;~:~e;uª:~~c:iiit: ::
Del análisis anterior también podemos desprender que el estudio de or otra parte la reíle •, . orgamzac1ón mas com ¡ ·
los fenómenos psicológicos no nos permite comprender las característi- productos y los diferente:~~s~e~~:máticf sobre la actividad h~=~:, sus
cas ni el desarrollo de los grupos sociales, puesto que a éstos no se les que a regulan, penniten la elabora-
puede reducir a una simple suma o yuxtaposición de la actividad de sus . . * Evidentemente se pued ,.,., 1._
d 1stincion, sin embar
1
e rv<U.I.Gar una distinción entr la • . ,
miembros. Por esta razón abordgo, no resulta relevante para el análi . e c1enc1a flsica Yla química Dich
mente de cada una de3!ftºs
as.
su contnbución en forma s~~tll: nots encontrar_nos desarrollandoa
ea, ornando eJemplos indistinta:
76 Cap. 4. Tesis fundamentales de la taxonomía
Tesis epistemológicas 77
una especie se encuentra dotado de un sistema biológico compuesto
., las d1·versas formas de diferentes sistemas reactivos, que permiten el desarrollo de relaciones
. . . de investigac1on son .
ción de disc1plmas cuyo obJeto .b. las relaciones socmles. De esta psicológicas. Sin embargo, estas relaciones no se estructuran en forma
manera, la lingüística abmda el tº··
de referirse a la rea!i<lad Y de prescr~l rr a de la naturaleza, estruct~a Y
í:~cos; la lógica indaga las pos1bl_es
función de los diversos sistemas 1mg:1 nificativame-nte dos o más enui::cm-
automática, sino que requieren de la acción constante de los diversos
aspectos de que se compone el medio. Cada una de las especies repre-
senta una historia filogenética particular, es decir, diversos sistemas orgá-
maneras en que se pueden vmcu ar s1g echo la ética, etcétera) anali~an nicos que permiten el desarrollo ontogenético del individuo hasta ciertos
dos, Y las disciplinas normativ~\i~a~:: hum'anas se relacionan _con c1er- límites. En forma semejante, existen diferencias (especialmente en el
la forma en que las diversas ac I d b reconocer la existencia de un caso del hombre) en cuanto a los medíos con los que se relacionan los
tas consecuencias.. Así pue\_set ~/investigación se circunscrib_e .ª la diferentes organismos. Debido a que el medio social (objeto de las cien-
conjunto de ciencia~. c~~o o Je o d ctos simbólicos de la actmdad cias sociales) es el producto de la actividad de los hombres, es evidente
. ., phcacion de los pro u que sus características varían considerablemente según las diferen-
orgamzac1on Y ex . . , ocia! de dicha actividad.
humana y a la orgamzac1on s tes épocas y lugares. A su vez, esto implica que los hombres que han
vivído en diferentes épocas y Jugares han desarrollado su actividad psi-
cológica dentro de los límites que les ha dado dicho medio, el cual, a
Tesis 5 • /' · su vez, es transformado por la actividad concreta de los individuos per-
. . e tre lo fisicoquímico, lo bzo ogzc0 ' tenecientes a las diferentes clases sociales (políticas, religiosas, econó-
Las diferencias de esp~cificidad _cualztativ~iv:mente en la naturaleza deUir_o de micas). En este sentido, el desarrollo psicológico de un organismo se
lo psicológico y fo social no radicl~dr;,;:~rmitados, sino que incluyen, asimismo, produce como una interrelación entre la historia filogenética de la especie
. y nweles de la rea i
:t:;;~~ifi;fJad de lo histórico en cada nivel . a la que pertenece y las características del medio en donde interactúa.
. emos un cr1- Por otra parte, la construcción de "lo social" se produce necesaria-
t . cuatro antenor, propon . . 1· mente como una transformación de "Jo natural" y, por tanto, contiene
Como complemento ~e la es1s ificidad de lasdiferentes~1sc:~ mas
una determinación del desarrollo de "lo biológico". Por esta razón, lo
terio adicional para dehmitar !~ rs~:\asa en el tipo de orgamzac1on _de
social subordina a sus leyes de desarrollo los aspectos de la realidad des-
científicas. Este crite'.10 no so o a en que se alcanza dicha ?rgamza-
critos por otros niveles científicos.
los distint_os niveles,. smo en lat:~:~adica en que permite considerar los
ción. La ,:mp~r~nci:; ~: ::alidad en términos de procesos.
aspectos dmam1cos
Tesis 7
'2:(:'
griega encontramos una tendencia de interpretación dual!sta del co_mpor- junto de estas relaciones forma un sistema o estructura que, debido a
tamiento humano. Esta tendencia se ha expresado en diferentes ~pocas que hace referencia al organismo y al ambiente, puede ser identificada
de formas tan diversas como "el mundo de las ideas Y el material" de con el concepto de función.
Platón "el alma y el cuerpo" de la filosofía medieval, "la razón Y el
sentimiento" de Pascal, "las instancias del aparato intrapsíquico", pos-
tuladas por Freud, y la correlación entre "la conducta ~e~~al Y la no Tesis 2
verbal" del análisis conductual. Por el contrario, la poS1c10n que nos Todo fenómeno puede analizarse molecularmente en sus componentes míni-
permite adoptar la noción de una "organización jerárquica", apareci?a mos y las interrelaciones y procesos que lo constituyen. Sin embargo, el aná-
en su forma original en la psicología aristotélica y reformulada por la _m- lisis molar debe siempre contextualizar al molecular.
terpsicología kantoriana, sostiene la artificialidad pro_funda de esa~ d~a-
lidades, puesto que el organismo actúa en forma total, mtegrada, umtan~. Esta tesis constituye la contrapartida práctica de la anterior. La
Esto significa, entre otras cosas, que el hombre no puede pensar sm conceptualización de un evento como un campo de relaciones no impli-
hacer ni hacer sin pensar y sin sentir; que, en fin, esas palabras no se re- ca que en el trabajo empírico sea posible estudiar simultáneamente la
fiere~ a tres universos autocontenidos y en conflicto, sino a aspectos de relación de todos los elementos. La observación y/o manipulación de
1 n todo integrado y unitario que sólo la influencia poderosa de la ideo- alguno de ellos, sin embargo, debe realizarse tomando en consideración
ogía puede separar. Esto no significa, evidentemente, que el hombre que en la situación existen otros elementos indispensables para com-
:arezca de conflictos; debe aclararse q:ie el conflicto nunca es personal, prender los resultados. La existencia de "otros elementos" no se infiere
!el "hombre consigo mismo", sino de las complejas relaciones que esta- arbitrariamente, sino que forma parte de las condiciones generales en
ilece con su mundo físico y social. que se realiza la investigación.
En este sentido, las funciones humanas representan el nivel más ele-
·ado de conducta psicológica, lo que no indica conflicto con las formas
nferiores, siho su integración en un todo unitario, complejo Y extrema- Tesis 3
lamente dinámico.
El análisis molar permite delimitar los procesos cualitativos, mientras que el
análisis molecular permite determinar los procesos cuantitativos .
'.ESJ§ METODOLÓGICAS. Como señalamos en las tesis epistemológicas, la presencia de un ele-
mento no condiciona las características del evento, puesto que éste se
'esis 1 encuentra formando parte de eventos de diversos grados de complejidad.
Los problemas psicológicos ocurren como eventos molares continuos en tiempo En este sentido, el análisis de la estructura (función) significa el empleo
y espacio. Estos eventos constituyen campos de interrelaci~ne~ múltiples, cuya de un nivel cualitativo, puesto que el cambio en la organización de los
organización funcional representa su estructura. Por cons1~1en:~• se da una elementos equivale al cambio de la función. En otras palabras, con este
identidad conceptual entre función y estructura en la determmacwn del campo nivel de análisis se toman en cuenta los elementos específicos en cuanto
de relaciones delimitante de un evento. a su forma de relacionarse con otros elementos. Por otra parte, el análi-
sis molecular no considera las propiedades relativas de una parte (rela-
En esta tesis se establecen los criterios fundamentales que penniten tivas a su relación con otras partes), sino su acción como dimensión
.entificar y definir los eventos psicológicos. En primer ténnino, al des- independiente. Por esta razón, posibilita la detenninación de los proce-
ibirlos como "eventos molares" se supera la tradición psicológica que sos cuantitativos.
:etende aislar los componentes moleculares, sin considerar que dicha Con el propósito de ilustrar lo anterior, analicemos dos diferentes
paración transforma la naturaleza de los elementos analizados. Por aspectos desde los que se puede estudiar una dimensión simple en un
ta razón, proponemos estudiar los diferentes elementos de los eventos experimento psicológico, digamos, la intensidad de un haz de luz. Por
:icológicos, considerando sus estrechas interrelaciones con otros ele- una parte, podríamos estar interesados en la manera en que una varia-
entos; es decir, dado que no es posible estudiar un elemento aislado, ción sistemática de la intensidad, condiciona en un organismo la presencia
necesario considerar sus relaciones con los. otros elementos. El con- de ciertos movimientos (por ejemplo, las reacciones de orientación).
Antecedentes históricos
107
ló, no desempeí\ó un papel conceptual de . .
que la representación refleja presci d',
10 dimrortanc~a ~n la medida en
ción, como categoría explicativa (causal) y de proceso, desempeí\ara un dimensión variante El reflejo e d ?- . deO a espacialidad como una
papel destacado en las primeras formulaciones teóricas de la disciplina. artificialmente inm~vilizados· cu~ icmna se estudió en organismos
El concepto de asociación fue compartido tanto por aproximaciones nos consisten en la inmovil~aciónos~n_:ie~t~, los controles más moder-
estrictamente mentalistas -por ejemplo, el caso de Wundt-, como por otras drogas. isio g¡ca a través del curare y de
abordajes de naturaleza materialista -como lo ilustra la teoría misma
del condicionamiento-. Pavlov interpretó la integración de f .
La asociación no sólo amparaba el concepto de causalidad por con- como relaciones de seí\alización aso . f1 n~evas ~nc10nes de estímulo
dad temporal. Supuso que esta coci:, ~~d ~termmadas por la contigüi-
tigüidad en las impresiones sensoriales, postulado por Hume, sino que
además proporcionaba un "mecanismo" sensorial y cognoscitivo suscep- sistema nervioso del organismo (en ~a'.Jllll ª estaba representada en el
conexiones temporales de tipo excitati~rtez~ c~r~bra!) en la forma de
tible de correlación potencial con conexiones en el sistema nervioso
central. De ahí que fuese incorporada como categoría a formulaciones la asociación se naturalizó en el mee .
0
~ mhiblt~1'.º· De este modo
psicológicas contrapuestas incluso en su concepción de lo "mental". La cando los procesos de relación excft~~~~: eel_ c~~~~c1~namiento,
11 abar-
asociación representó la categoría idónea para tratar en términos teóri- de conexión positiva y negativa Se . , m ona como formas
cia de las asociaciones temporal~s ~xplico la conducta como inferen-
cos fenómenos definidos atómicamente, los cuales requerían ser analiza-
de descripción y explicación enm: adcorte~a cere~r~ .• Así, el modelo
dos en sus dimensiones temporales de ocurrencia. dad configuró Ja denominada . ca 0 , en ª, asociac1on por contigüi-
Dada la temática de esta obra, nos limitaremos a examinar la influen-
minancia de esta representaciónp~1cologt ~stimulo-respuesta. La do-
cia del concepto de asociación en el ámbito de la teoría de la conducta,
ducción de todo proceso de a re ~n~ep u~ se ~xpresó mediante la re-
y la problemática que se desarrolló en su derredor. de la conducta en los pn'merop ?dizaJe (leitmotiv sustantivo de la teoría
El concepto de asociación ingresó formalmente en la teoría de la . . s cincuenta aí\os de t · 1 ) e
conducta por medio de la representación paradigmática del reflejo. Se- aprendtzaJe asociativo y en últim . t . es ~ s!g o a ,ormas de
chenov (1866) desarrolló el primer intento sistemático por abordar el
co pavloviano. ' ªms ancia, de cond1c10namiento clási-
objeto de conocimiento de la psicología desde una perspectiva estricta- Tanto en la teoría del condiciona . .
mente materialista. El planteamiento tomó la forma de análisis neuro- nes pavlovianas (véase por ejem miento denvada de las formulacio-
1
lógico, en el cual los fenómenos mentales eran conceptualizados como enmarcadas dentro de' la psicolo~·º' d\onorsky_ Y _Kup~Jov) como en las
nd
reflejos del cerebro, en términos de los mecanismos asociativos apenas Guthrie, Hull, Mowrer), losproced:~i e· apre l2;ª!~ ammal (Thomdike,
propuestos para el estudio de los reflejos espinales. La formulación de to que no se ajustaban estrictament entos ~e analis1s ~el comportamien-
del condicionamiento clásico f e ª, las crrcunstancias paradigmáticas
Sechenov fue llevada a sus últimas consecuencias por Bechterew en su
elaboración de la reflexología. La concepción dei arco reflejo y el des- mecanismos asociativos por con~e~~~ ;terpreta~as_ en términos de los
conceptual. De este modo el d gui . a , caracte_n_sticos de este abordaje
cubrimiento de la sinapsis y de sus bases morfológicas, constituyeron el
tal se redujo al encaden~ie erommado cond1c1onamiento instrumen-
marco de referencia obligado para l. P. Pavlov, cuando descubrió acci-
mente, o sólo se reconoció ~n~ d~ resdueSt as .c?ndicionadas clásica-
dentalmente las "secreciones psíquicas" en sus estudios sobre la fisiolo- autores como Skinner - ue c ase e cond1c1onamiento. Aun en
gía de la digestión. factorial de la conducta-q el pugna~ por una_ teoría explícitamente bi-
Al estudiar los "reflejos" condicionales, Pavlov entró en contacto
con dos problemas fundamentales: primero, la modulación de nuevas dicionamiento clásico contam:~cf:tmt exphc~tivo subyacente al con-
procesos de condicionamient m erpretac1ones funcionales de los
funciones de estímulo a partir de la reactividad biológica descrita por
experimento sobre la super t1· ?, operan¡ te. Debe recordarse que en el
las "leyes del reflejo"; segundo, la influencia determinante de la conti- . . s c1on en e pichón ¡ • .
güidad espacial y temporal en el establecimiento de las nuevas funciones d e cond1c1onalidad del refor d , a contmgencia (relación
~terpretó como un mero ac~~t;;i re_specto a la re~~uesta operante) se
de estímulo. La contigüidad en tiempo y espacio fue la dimensión que
timulo respecto a la conducta d m!ento de suces1on temporal del es-
regulaba la condicionalidad de las nuevas relaciones entre los estímulos .. 'd ad . En las teorías del apr
' es d.ec1r! como pura . .,
y el rompimiento de la rigidez funcional de la reactividad biológica fren'. gu¡ . asociac10n por conti-
te a los eventos del ambiente. El condicionamiento, tanto como proce- condicionamiento instrumental e:n1~aJe co~ceb1das en relación con el
dimiento como en teoría, representó las relaciones de condicionalidad no formaba parte intrínseca d; 1 a me~1da en que el reforzamiento
de los eventos de estímulo y su modulación de la reactividad biológica, mente un componente moti . o { p(rend1do, constituía fundamental-
vac1ona reductor de la pulsión), cognosci-
en la forma de asociaciones temporales. El espacio, como ya se seí\a-
Las relaciones de la mediación conlextual 109
108 Cap. 5. La función contextua!
tivo (confirmador de las expectativas) o exclusivamente segmentador de . De acuerdo con la tradición . , .
las asociaciones (interruptor del acto). En las teorías contemporáneas, por Descartes e incorporada en l ~s1~1og1ca esbozada filosóficamente
explícita o implícitamente derivadas de la psicología estímulo-respues- psicológicos formulados por p el ra(laJO experimental de los sistemas
ta, la contingencia sigue siendo interpretada como un proceso de asocia- ·
ciones mas, simples
. que es p av'blov 927) y Skmner · (l 938) las rela-
ción realizado por el organismo, o bien como un proceso anticipatorio t
actividad del organismo (R) Yo si e eS ablecer entre un segme~to de la
ante sefiales regidas por la contigüidad de los eventos involucrados. a l os nexos denominados "refJun. aspecto
,, del. amb len
· t e (E) corresponden
Finalmente, cabe mencionar que, aun cuando inscritas tangencial- sobre una R relativamente este;!~~-1 ' : de~1r, a la acción directa del E
mente en la teoría de la conducta, no se pueden dejar de considerar las sentada gráficamente de la m ?ª .a. sta relación puede ser repre-
anera s1gu1ente:
influencias que ejercieron, como problemática destacada, los fenómenos
examinados por los investigadores interesados en el aprendizaje por re- Ex
petición en el marco del estudio de la "memoria", en la percepción, y Rx
en los procesos de razonamiento, como la estructuración de campos de e~ donde la flecha indica que R es condi . .
estimulación, y el comportamiento de organismos unicelulares y pluri- cia de E, Y que dicha condicionalid d c10n~l (contmgente) alapresen-
celulares simples. En los tres campos de problemas la asociación se x al lado de las letras R y E • d' ª se pro uce en forma directa Las
asoma como categoría destacada -aun cuando en ocasiones no se le . m 1can que las ·
so~ concebidos como clases enéri . respuestas y los estímulos
nombre en forma explícita. Así, la asociación por repetición (y su equi- tona de la clase. Reflexione~os ~as, x representa la propiedad defini-
valente en la ley del ejercicio, de Thorndike) desempefió un papel cen- En primer término la rel . _so re e~tas características:
tral en los análisis de Ebbinghaus sobre la memoria y el olvido. Para •,
t uc10n , ac1on refleJa es d' t
no depende de una relaci·o· d' . 1rec a, en tanto su consti-
Loeb y Jennings, en el estudio del comportamiento unicelular, los tropis- debi o a que las características deln .a 1cional . Su
'd . exis . t enc1a
. es posible
mos y tactismos, como movimientos forzados, subrayaban la necesidad lucrado en la relación son sus e t' sistema reactivo del organismo invo-
del contacto directo y, por ende, de la acción mecánica. Posteriormen- d_es fisicoquímicas d; ciertos ~~ei~:s/; ser a_lteradas por las propieda-
te, otros autores intentaron interpretar estos eventos en términos aso- ~rrcunstancias "normales" introd . e ,ª1:1b1ente. Por ejemplo, si en
ciativos mediante criterios cuantitativos, como el del "ahorro" de ensayos este salivará en forma profusa: ucimos acido en la boca de un perro,
en la conducta adaptativa posterior y otros más. En Jo que toca a los
procesos perceptuales y de razonamiento, los psicólogos de la gestalt,
ácido en la boca ----,.
como posición contraria a la del asociacionismo empirista, plantearon la salivación
acción de mecanismos de restructuración del campo de estímulos en
forma repentina, con base en ciertas leyes de la "buena forma". Sin En segundo Jugar, como una conse . .
de 1~ característica anterior pod cue~cia que puede desprenderse
embargo, un análisis cuidadoso de estas leyes muestra que no son ajenas modifica la relación refleja ,E ~mos at:=ar que la experiencia no
a una interpretación asociativa el agrupamiento, la contigüidad, la ten- que la R condicionada por Ía pn es e _sentido señalamos anteriormente
dencia al "cierre" -contacto por cercanía-, etc. tipad a " . s·iguiendo
• con nuestroresencia
eje l de E es "re! a tivamente estereo-
en la boca de un perro se producirá m_r o, cada_ vez que pongamos ácido
Debido a que nue~tra delimit . ~1erta cantidad de saliva.
Las relaciones de mediación ne l~ _influencia de factores histó/c1on de lo~ ev~ntos psicológicos supo-
genetico, las relaciones reflejas n~c1s, constitutivos del desarrollo onto-
Si consideramos que la conducta -entendida como una interacción
entre el organismo y el medio- transcurre en un continuo espacio-tem-
d_e _J~ psicología, razón por la cual no ?~an parte del _campo de estudio
cis10n se fundamenta plename t "lundaremos mas en ellas Esta de
poral, el análisis de los elementos constitutivos de una función psicoló- cione n e en e hecho de t . · -
s son comunes a los diferente . b que es e tipo de rela-
gica debe ser referido a la manera en que ciertos aspectos de la actividad En otras palabras la noc1·0· sdmi,:m r?s de una especie.
de los organismos, respuestas (R), se relacionan, en el espacio y en el t b · ' n e refleJo" d ·
~a. ªJO, una forma de relación or ani . es1gna, en el presente
tiempo, con los diferentes objetos de su medio, estímulos (E). Como log1ca, en tanto hace referenc1·a lg smo-amb1ente estrictamente bio-
ya indicamos en otro capítulo, dichas relaciones se refieren a la forma .miemb ro d e una especie, establece ª rela
a manera
. en que un organismo,
. como
en que uno de los elementos condiciona y /o es condicional al resto, JUnto de propiedades fisicoquími c10nes con su ambiente, como con-
formando de esta manera, un campo o "estructura funcional". Por últ' cas.
imo, en esta clase de vínculos Res "co t' ,,
' n ingente a las carac-
110 Cap. 5. la función contextua!
Las relaciones de la mediación contextual
111
terísticas espacio-temporales de E, en la medida en que el contacto entre
ambos elementos es posible, en un momento determinado, gracias a su refleja, a Ey. Desde esta pers e .
posición relativa en el espacio. la condicionalidad de otras fo p cti~a, el Problema consiste en elucidar
Al haber identificado a las relaciones biológicas entre E y R como lución a esta cuestión ha sido e::le <:;drespues~a respecto de Ey. La so-
formas de contacto fijas y directas, posibilitadas por una historia filoge- tura psicológica desde los primeros : ª ~xpenme~talmente en Ja litera-
nética, hemos dejado implícito que la interacción organismo-medio que puede ser enunciada de la m . 0 ~ e este siglo (Pavlov 192 7) y
. · anera s1gu1ente· - ' ,
se desarrolla a lo largo de la historia ontogenética es de naturaleza varia- cond1c10nar la ocurrencia de fo d · un estimulo (Ey) puede
ble e indirecta. ¿Qué queremos decir con esto? das biológicamente a él (Rx) rmas e respuesta que no están vincula-
. , cuando manf ·
La interacción organismo-medio -objeto de investigación de la c~o-temporales con el estímulo con - ie~e ciertas relaciones espa-
ciencia psicológica-, es, en primer término, variable, en tanto que un vmculadas en forma refleja (&) E el cual dichas respuestas se hallan
organismo puede responder a un mismo objeto de diferentes formas y, bl:cida cuando la presencia de
grafica:
Ex st
~ fo~a de relación puede ser esta-
es contingente a la de Ey. En forma
recíprocamente, diversos objetos pueden relacionarse con el organismo
de la misma manera. Consideremos el primer caso:
EY----&
'-----....Rx
Ey --------:.:
en donde Rx es condicional tanto de
y cuando & esté condicionada lli; como de Ey (caso 2), siempre
en donde Ry y Rx son condicionales a la ocurrencia de Ey Y, por tanto, otros terminos, la relación Ey ~su vez, po~ ~a presencia de Ey. En
no dependen en forma exclusiva del sistema reactivo de los organis- EyE modula la actividad correspondien::X/fnd1c1~na la manera en que
mos, sino también de la historia ontogenética de contactos organismo- a Jl ). e e orgamsmo (Rx condicional
medio. Esta afirmación se apoya en el hecho de que organismos de la . . Como resultado de la descripción .
misma especie responden en diversas formas ante la misma situación, es c10n que hemos empleado Para el ante.uor, la forma de representa-
decir, Ry y/o Rx son, en este caso, idiosincrásicas del organismo. pues es evidente que Rx cond. . ca~o 2 no es suficientemente precisa
En el segundo caso que hemos considerado se contempla la posibi- que ocurre frente a&, puesto 1c1on a Ey'. no puede ser idéntica a¡~
lidad de que dos objetos, con propiedades fisicoquímicas diferentes, son, por hipótesis, diferentes. D~~:t~as propiedades_ de ambos estímulos
puedan condicionar la misma forma de respuesta: sentar !a respuesta condicionada po Emanera, es mas conveniente repre-
ta propiedades que son condicion:d Y como Ryx, en t~nto que presen-
Ey -------- Rx
ro~tra Parte, también es evidente qis
~ se establece en términos de I fi e
fºJ
ª
ambos estimulos (caso 1)
ependencia de Ryx respect~
Ex frr~ct~ente a&. En este sentid: ~:~ en i-~e el organismo responde
? .e . Por tanto, la represe t '., ~ 1 n es condicional respec-
nst1cas de esta relación pued: aCJon gr_af1ca que sintetiza las caracte-
en donde Rx es condicional a Ey y a Ex y, por tanto, no depende exclu- ser real12ada de la siguiente forma:
sivamente de las propiedades fisicoquímicas de E, sino de su evolución
funcional en el transcurso de la ontogenia- es decir, Ey y/o Ex no con-
dicionan la misma clase de R en organismos de la misma especie.
Para entender las condiciones bajo las que se establecen ambos casos,
es menester considerar simultáneamente la segunda de las características
de las funciones psicológicas que hemos sefialado, es decir, su carácter
indirecto.
¿Cómo puede un objeto (By) condicionar dos formas diferentes de
respuesta? Examinemos el problema. Supongamos para ello que una
de las actividades (Ry, por ejemplo) es una respuesta vinculada, de manera lvx es condicional t t
ción lli; ------. Rx °ª
an las Propiedades de E
· En consecuencia la ~or Y corno a las de la rela-
112 Cap. 5. La función contextual , • ma en que se produce dicha
!.as relaciones de la mediación contextubl
113
condicionalidad indica que Ryx es condicionada en forma directa por
las propiedades fisicoquímicas de Ey, en tan to que su dependencia res- .clara si se considera que no , 1O la .
presencia· de Ey sino que ade so á presencia
d de Ex es condicional a la
pecto a Ex se porduce sólo en forma indirecta (obsérvese en el diagrama
q~e By condicio~a el segm'ento ~o~ Y e ~anera recíproca, la forma en
que Ryx no está en relación directa con Ex). Por tanto, es posible des-
cribir esta forma de relación como una mediación de contingencias ms:n~ depende de las propiedades ~~fc~nt:n te de la actividad del orga-
tensticas de la respuesta produ .d d q imicas de Ex, y de las carac
(condicionalidades} entre & y Ryx. Por otra parte,' debido a que el des-
(Rx). En este sentido es más~~ª e;anern directapordichoestímul~
arrollo de esta relación depende, evidentemente, de la historia onto- entre los diversos fact~res que . t ecua O hablar de intercondicidnalidad
genética de contactos organismo-medio (sintetizados por la relación . ,
reales o h1poteticas m egran una func1·0, n d "f
Ey - Ex), podemos concluir que esta forma de organización es de . , ,
que a bstraen en forma _ , que e unciones"
ºlat
naturaleza psicológica. Además, como su característica fundamental es nea¡)p la acc1on de uno de sus m1em. bros um eral (y' por tanto , 11·-
que la relación entre Ey y la actividad del organismo depende de su rela- or esta razón, como seflalam . . .
ción" se debe aplicar a la estru os-prev~am~n~e, el concepto de "fun-
ción con otros estímulos, podemos denominarla convenientemente
"función contextual", en tanto que la presencia de Ex contextualiza d1ferentes relaciones de elemento~tur~¡sicolog~ca. global, definida por
la función de Ey. La forma de organización psicológica que hemos de- uno de ellos, Como tratare d Y por anahs1s de la operación de
, .
t eonco , mos e mostrar m, d 1
nominado "función contextual" significa, desde un punto de vista fun- esta estrechamente re! . d as a e ante, este precepto
. t 1 ac1ona o con una 1 .
cional, la integración de dos segmentos estimulativos (By y Ex) en una nmen a' que seflala inequívocame t arga expenencia expe-
unidad (representada por las propiedades x de Ryx y Rx ). elementos conduce a la transfo ~ e que la alteración de uno de los
rmac1on de la estructura global.
En síntesis, la función contextual describe una forma de organización
psicológica en la cual una forma particular de respuesta Ryx es condi-
cional a dos es:ímulos, en forma directa a uno de ellos (Ey} y de manera DESCRIPCIÓN PARADIGMÁTICA
indirecta al otro (Ex). Las características específicas de esta respuesta
. El siSt ema de relaciones re r
también son condicionales a la respuesta directa a las propiedades físico-
químicas de Ex, es decir, Rx. A su vez, el surgimiento de esta relación h~, sido _descrito en las secciones af ~sentadas en la función contextual
es posible gracias a que fue establecida cierta relación espacio-temporal, c10n psicológica, donde se extien~ ~~orest~mf un_a forma de organiza.
en la cual Ex es contingente respecto de Ey. El resultado de este con- e?, el espacio, una relación entre el or a s~n 1 o unc1o?al, en el tiempo y
junto de relaciones de interdependencia entre dichos elementos puede c10n no representa, sin embargo la , g _msro y el med10. Dicha organiza-
nar un organismo con su medio, p umca orma en que se puede relacio-
ser descrito, en forma sintética, como una integración funcional de esti-
de las relaciones entre la éstru. t or esta r~zón, es necesario ocuparnos
rnulación Ex-Ey. Además, esta form& de representación seflala una
con ~tras f~nciones psicológicas c ura descnta en la función contextual
relación indirecta o mediada (y, por tanto, psicológica} entre Ex y RYx.
S1 partimos de la · .,
Puede decirse que en la medida en que las propiedades funcionales de textual: representac10n paradigmática de la función con-
Ey dependen de Ex, Ex media la relación contextual como elemento
crítico. Ex contextualiza funcionalmente a Ey, mientras que Ey condi-
ciona espacial y temporalmente la ocurrencia de Ex respecto a la activi-
dad del organismo. Por consiguiente, la mediación se da como una
Ey - - - - - Ex
interdependencia bidireccional entre Ex-Ey.
La contextualización de la relación By - + Ry ( estado inicial de / ► Ryx c.__ _ _ _ Rx
los elementos de la función) ha recibido diferentes tratamientos teó-
ricos en la literatura psicológica. En términos generales, la mayor parte
de dichos tratamientos consideran que Ey puede ser interpretado como
un "sustituto", un "subrogado" o un "predictor" de Ex. Sin embargo, . podremos apreciar que en esta clase d . .
desde el marco de referencia que hemos elaborado en l0s primeros capí- responde a una integración funcion 1 d et !nteracc1ones, el organismo
tulos, resulta evidente que el papel que desempefia Ey en la función sólo barg?, no condiciona la presencia nt l e es imulos. Su_ actividad, sin em-
puede ser entendido cabalmente como parte de un sistema de interde- relac1onan entre sí. Si consid a forma en que dichos estímulos se
pendencias recíprocas. Esta forma de abordar el problema es aún más las posibilidades de interacc7J~mii~~e; st ª fo?Jl~ de relación no agota
smo que representa un caso p~t· demos m?ica?,° anteriormente,
icu1ar e orgamzac10n psicológica, se
114 Cap. 5. La función contextual
Descripción paradigmática 115
. . to de funciones en donde la presencia Y la Un caso más complejo surge cuando el organismo responde a un ob-
hace necesario ubicarla respe~ .d da por la •actividad del organis- jeto de acuerdo con la forma en que éste se relaciona con otros objetos
relación de .los estímulos este cons1 era )
., ¡ taria función selectora, etc. • (función contextual), puesto que su actividad respecto de un objeto varía
mo (func1on sup ei_nen .', d. te la cual el organismo responde a de acuerdo con las relaciones que dicho objeto guarda con ellos. Sin
Entonces, ¿la i_nteracc1on me ian b·etos de su medio (función con- embargo, como indicamos en las secciones precedentes, las propiedades
0
una relación espacw-temporfl e~tr~ , len la cual el organismo media, a dimensionales de Ey imponen un límite a dicha forma de actividad Ryx.
textual), es más si~ple ~u~ a r:~~: de responder a esta interrogante Es decir, en este caso, topográficamente, la actividad está parcialmente
su ~ez, dic~as ~elac'.one~~stoc:1por las reglas de construcción teórica qu~ condicionada por las características fisicoquímicas del objeto al que se
::~~sl~~;i~:me~ i~Pcapítulos anteriores, es necesario tomar en const- dirige. En términos generales, las actividades de orientación, aproxima-
d3ración el siguiente supuesto: ción y contacto se encuentran consísfentemente presentes en la función
contextual, puesto que si bien, en esta forma de organización psicológica,
., . • . 1 r amente más simple es incorporada a las la presencia y/o relación de los objetos ambientales es independiente
Una organizac1on ps1~olog1ca re a IV 1 ado de simplicidad de una función
funciones de orden supenor. Por tanto, e gr . de la actividad del organismo, el contacto con dichos objetos es posible
. 1e a su re1ac1.ón de "inclusividad" con otras funciones.
eqmva si, y sólo si, el organismo se encuentra en cierta relación espacio-tempo-
ral respecto de ellos. En este sentido restringido, podríamos afirmar
., t tual (que describe una interacción que la relación espacio-temporal entre Ey y Ex adquiere una realidad
En consecuenc!a, la funcio¡ c~~ ;~r las relaciones espacio-tempora- funcional (como integración estirnulativa) condicional a la forma que
en donde el orgamsmo es m~ 1ª más simple que las funciones en haga contacto con los sistemas reactivos del organismo. Evidentemente,
:t
les entre objetos de su ~n_ib1ente) es z dichasrelaciones. Esto se debe a
donde el organismo con~iciona, ~ su l~s casos que déscriben la forma
que, desde una yersp,:ctiv: ~:?,c:~:reÍaciones que ¡0 condicionan, inclu-
esto depende de las actividades de aproximación, orientación y contacto
del organismo respecto de los objetos involucrados en la relación.
Al enfocar nuestra atención en las actividades que forman parte de
como un orgam~mo pro u 1 or anismo simplemente es mediado las diferentes funciones psicológicas, inevitablemente hemos tenido la
yen las interacciones en la~ que; gmedio Por consiguiente, la fun- necesidad de referirnos a las distintas relaciones que guardan con los ob-
p~r relaciones ~ntr\;º}u~~i:~sps~c~~ógica ~ás sencilla (pues.to que no jetos del ambiente. Desde esta perspectiva, es evidente que las diferen-
cton contextua es función psicológica mas simple), cias en la actividad de los organismos encuentran su correspondiente en la
incluye dentro de su est;uctur~ u~:tructuración de diversas relaciones naturaleza y la relación de los estímulos respectivos. Por ejemplo, en
y se produce com_o una orm~ . e d condicionada en forma directa por el caso de la función contextual, una relación espacio-temporal se pre-
biológicas, es decn:, de 1~ ~ctivi~\ objeto (por ejemplo, de relaciones senta independientemente de la actividad del organismo. Esta condición
las propiedades f1S1coqu1m1cas e
propicia que el flujo de la actividad se circunscriba, tanto en el tiempo
Ex - ~' Ey_, - R.l'. ).aremos algunas de las características de esta como en el espacio, a la ubicación espacio-temporal de esos objetos.
A contmua~10~ exan_im , . Para ello realizaremos un análisis com- Por esta razón, como indicamos anteriormente, la función confex:
forma de orgamzac1ón psico!og:C~.:i en diversas funciones psicológicas. tual puede ser considerada como una "extensión" espacio-temporal de la
1
En p~er termi_no, es ev1_ 1:~
parativo de los ~len_ientos mc_~ ~s que la actividad que "es mediada
:ntre los objetos del ambiente" difie-
por relac10~e~ espac10-tempo~a condiciona dichas relaciones; es decir, la
función de un objeto Ex a otros objetos Ey. No es de extrañar que en
estas condiciones la contigüidad espacio-temporal entre objetos sea un
factor básico en la contextualización de actividades.
re de la act1v1dad que, a ~u ve ' d' aría de acuerdo con las relaciones Los casos de la función contextual representan los diversos niveles de
forma de contacto orgamsm_o-me to v o correspondiente. En mediación que pueden darse al interior de esta forma de organización
de intercondicionalidad e_xi~tente~ee~if:~e~:Prelaciones de contingen- de la conducta. La mediación contextual involucra la relación de ínter-
otros términos, el establec1m1endt? as formas de actividad organísmica. contingencias entre estímulos respecto a formas particulares de reactivi-
. · mo medio involucra 1vers . d 1
eta orgams - . 1 ( f 'dad biológica) los sistemas reactivos e dad del organismo. La reactividad del organismo se vuelve diferencial a
En el_ caso más s1mp e ª~ !VI d' ecta e i~mediata. Por esta razón, la relación de contingencia entre los eventos de estímulos. De este
orgamsmo responden en ~rma f ~ad 1 biológica la relación entre Ex Y modo, los factores que conforman los niveles de complejidad de la fun-
podríam?s ~ostener que , en /dacd: que un estím~lo sólo puede afectar ción contextual son la especificidad de la contingencia contextualizada
Rx es brnmvoca, en e1 sen .1 o . .
una forma específica de actividad relativamente mvariante. y la molaridad de las relaciones de estímulo interdependientes.
Ev Parámetros de la interrupción
t
Ez Como el caso de interrupción se encuentra definido en términos de
la presentación de un segmento específico de estimulación dentro de una
En una segunda etapa, sólo uno de los elementos (Ey, por ejemplo) situación general, y las variaciones paramétricas que pueden ser estable-
condiciona la presencia de Ex: cidas se refieren a la distribución espacio-temporal de Ex respecto de
las características de Ey, se pueden identificar:
Ey----,.Ex
l. C~_racterísticas generales de Ey (forma, tamaño, ilumina-
Por último si ha sido formada una unidad funcional entre los diver- c10n, temperatura, etc.).
sos segmentos de estímulo y la actividad del organismo, la formad~ res- 2. Topografía y naturaleza fisicoquímica de Ex.
puesta respecto de Ez debe corresponder a la forma en que el orgamsmo
responde a la relación formada por Ey -4---..- Ex:
3. Geografía de Ex relativa a un punto de referencia de 1Y.
4. Intervalo Ex-Ex.
5. Duración Ex.
cz---Ex
, l
6. Intensidad de Ex.
7. Contacto topográfico de Ex sobre Rn.
8. Latencia de Rx.
9. Duración de Rx.
1O. Geografía de Rn relativa a Ex.
Ryzx Rx
Con el objeto de ilustrar la manera en que actúan dentro de esta es-
en donde la relación Ez ___,.. Ryzx indica que el organismo no se r':)ª- tructura psicológica algunos de estos parámetros, examinaremos a conti-
ciona con Ey y Ez como si se tratara de dos segmento~ de estimulac1on nuación un caso tomado de la literatura experimental.
funcionalmente independientes, sino de una manera integrada. ~ no Desde la aparición del experimento de "superstición" que previa-
sólo condiciona la actividad del organismo en términos de su propieda- mente habíamos descrito, varios investigadores han intentado determinar
des fisicoquímicas, sino en términos de su relación con Ey, que,~ s_u vez, la forma en que la distribución temporal de Ex "modula" las diferentes
funge como condición de Ex. Esta forma de estructura _ps1col?g1ca ha ª?tividades del mganismo. En el experimento realizado por Skinner, el
sido llamada "precondicionamiento sensorial" en la termmol_ogia pa_vlo- dispensador de alimento (Ex) aparecía cada 11 segs; es decir, el intervalo
viana. Otros fenómenos que cubre este caso son el estereotipo dmam1- entre las sucesivas presentaciones de Ex fue lo suficientemente corto
co. algunas ilusiones visuales, las constancias perceptuales Y otros. para impedir que el sujeto experimental diversificara sus actividades.
[ ty
Ey Ryv - - - Ex: - - - Rx
1
tYx
Ey - - - Ryn - - - tx - - - [
Ev
I ¡ Ey-
~y
1 [ Ry---
[
Ey--- tx-- 'Jf,yxv
[!:----Ryv ----Ex Rx
c) [ E y
¡
Éyxn tyxz - - - Ry¡Íp - - Jf,z Rz
[ En
E y - - - Ryn - - - - Ex Rx
V,nv ¡ tx-- ~
1
1
no sea operativo en el caso que nos ocupa. En segundo término, la rela- las interdependencias entre los elementos de estímulo antecedentes, las
ción Eyv-Ex no se restringe a una probabilidad de 1.0 de Ex dado Eyv, respuestas y los factores disposicionales (normalmente asociados con
ni a una probabilidad menor de O.O dado :¡Éyv-Ex entre O.O y 0.1, ya Ex) adquieren una complejidad mayor.
sea como una dependencia directa o una dependencia indirecta, es decir, Aun cuando las interacciones se dan como una sola relación de in-
la relación condicional tyv-Ex o Eyv-Jtx. terdependencia, analíticamente se requiere que cuando menos Ex y Ez
Los parámetros pertinentes a considerar en este caso, adicionales a sean independientes uno de otro, aun cuando pueda darse el hecho de que
los ya enunciados en los casos anteriores, son los siguientes: Ry sea la misma, morfológicamente, para ambos eventos de estímulo.
Esta independencia puede asumir, de hecho, cinco formas distintas: a)
una respuesta puede estar funcionalmente relacionada con dos estímulos
1. Topografía de Eyv relativa a J/x suplementarios distintos; b) dos respuestas semejantes en morfología,
2. Topografía de Éyv relativa a Ex pero incompatibles en tiempo, pueden estar relacionadas con dos estí-
3. Topografía de 'f/,yv relativa a f.x mulos suplementarios; e) dos respuestas semejantes, compatibles en
4. Geografía de Eyv, Jf,yv relativas a Ex tiempo, pueden estar en relación con dos estímulos suplementarios; d)
5. Probabilidad de Eyv en T dos respuestas morfológicamente diferentes, pero incompatibles en
6. Probabilidad de Eyv dada Ry, Rx tiempo, pueden relacionarse con dos estímulos suplementarios, y e)
7. Probabilidad de Eyv dado Ex dos respuestas morfológicamente diferentes, pero compatibles en tiem-
8. Probabilidad de Ex dado Eyv po, pueden relacionarse con dos estímulos suplementarios. Esto no re-
9. Probabilidad de J/x dado Eyv presenta más que la variación topográfica y geográfica de las respuestas
1O. Probabilidad de Ex dado 'f/,yv implicadas en la doble suplementación.
11. Probabilidad de Eyv - - Ex dada RY Característica distintiva del caso de la contingencia concurrente es
12. Posición temporal de Eyv en T la interacción de dos contingencias compuestas como una sola función.
13. Posición temporal de Eyv respecto a Ex en T Ello obliga a exarrúnar los parámetros de la intermitencia y la condición
14. Duración de Eyv, Ex de estímulo compuesto en relación, es decir, como parámetros relativos
15. Duración relativa de Eyv a Ex tanto de la probabilidad y el ciclo, como de las características de los
16. Duración relativa de Eyv, Ex respecto a la duración de T eventos suplementadores y las respuestas que las producen. Bajo esta
lógica, se pueden considerar los siguientes parámetros pertinentes:
Deben señalarse dos observaciones. La primera es que los parámetros
5, 6, 7, 8, 11, 12, 13, 14, 15 y 16 son aplicables también a elemen- 1. Topografía de Ryv relativa a Ryn
tos especificados a partir de I/,yv. La segunda es que se pueden dar 2. Geografía de Ryv relativa a Ryn
relaciones V,yv, Eyv-Ex, Jtx que impliquen no sólo sucesividad de los 3. Duración de Ryv relativa a Ryn
componentes ¡;!,yv, Eyv, sino también simultaneidad. 4. Geografía de Rx relativa a Rz
5. Duración de Rx relativa a Rz
6. Topografía de Rx relativa a Rz
Parámetros en la contingencia concurrente 7. Intensidad de Ryv relativa a Ryn
8. Duración relativa de Tx respecto a Tz
La contingencia concurrente representa un caso doblemente comple- 9. Topografía de Eyv relativa a Eyn
jo. Como se señaló anteriormente, existe la posibilidad de que ocurran 1O. Duración de Eyv relativa a Eyn
dos respuestas, ya sea simultánea o sucesivamente, como elementos in- 11. Localización temporal relativa de Ex, Ez, en Tx, Tz
tegradores de una sola función de respuesta. No es necesario añadir la 12. Localización temporal relativa de Eyv, Eyn, en Tx, Tz
relevancia que este hecho tiene para el análisis de interacciones que im- 13. Localización temporal relativa de Ryn, Ryv, en Tx, Tz
plican más de un elemento discreto de respuesta. Por otra parte, se 14. Probabilidad relativa de Ex, Ez, dadas Ryv, Ryn, en Tx, Tz
manifiesta como característica definitoria el hecho de la doble suple- 15. Probabilidad relativa de Ex, Ez, dadas Ryv, Ryn en Tx, Tz
mentación concurrente -que circunstancialmente puede ser, simultánea 16. Probabilidad relativa de Ex, Ez, dadas Eyv, Eyn en Tx, Tz
o sucesiva- respecto a una o dos respuestas explícitas. De este modo, 17. Probabilidad relativa de Ex, Ez, dadas Ryv, Ryn en :¡; Tx, Tz
Finalmente, conviene señalar que los parámetros examinados pueden 1. La relación respondiente, corno criterio definitorio, requiere de
aplicarse al caso de que cualesquiera de las respuestas suplementarias
sean especificadas por exclusión, como ;t
1 la definición inicial de una respuesta incondicional que permita la valo-
ración funcional de un estímulo deierminado como condicional, además
i de procurar la dimensión de respuesta respecto a la cual observar el efec-
ANÁLISIS DE UN FENÓMENO
i
¡
to mismo de condicionamiento. En supresión condicionada la identifi-
cación de este elemento crítico y esencial para describir un "proceso"
(o cuando menos, un procedimiento) de condicionamiento clásico, ha
Con el objeto de ilustrar el cambio de perspectiva que implica el sido suplantado por la inferencia de una respuesta que se manifiesta
presente sistema conceptual, procederemos a analizar el caso de la supre- como "exclusión" de otra. No es necesario subrayar que la no ocurren-
sión condicionada, como ejemplo. cia de algo no constituye, ni empírica ni lógicamente, prueba válida de
La supresión condicionada, tal como fue reportada inicialmente por la existencia y efecto funcional de un evento adicional a la operación de
Estes y Skinner (1941 ), constituye un procedimiento en el que, opera- estímulo explícita. Las respuestas incondicionada y condicionada en la
cionalmente, se combinan formas de presentación de estímulos caracte- supresión condicionada no constituyen más que una inferencia sobre
rísticas del condicionamiento respondiente y del condicionamiento bases lógicas y empíricas muy frágiles;
operante. 2. la presentación no contingente de estímulos asociados respecto
El estudio original consistió en el uso de un programa de intervalo al responder del organismo no obliga a considerar necesariamente a esta
de reforzamiento en alimento para mantener la respuesta de presionar la operación como exclusiva del condicionamiento clásico. De hecho,
palanca. Una vez estabilizada la ejecución bajo dicho programa de refor- como ya se ha señalado previamente, los casos de interrupción y de aso-
zamiento, previas evaluaciones separadas de los efectos de los estímulos, ciación cubren fenómenos como el automoldeamiento, la impronta y la
se presentaron, en forma no contingente a la ejecución operante, un superstición que no han sido consideradas instancias del condiciona-
tono, y un choque eléctrico asociado inevitablemente con éste. La pre- miento respondiente;
sentación de esta asociación de estímulos se daba con base en un ciclo 3. finalmente, los datos observados experimentalmente en los
entre "ensayos" mayor que el intervalo entre reforzadores del programa últimos años arrojan dudas respecto al supuesto de que la supresión
de reforzamiento. Después de varias presentaciones de la asociación condicionada constituya en realidad una situación paradigmática de la
tono-choque, se observó que la supresión momentánea ante el choque interacción respondiente-operante. En primer término, los estudios de
inevitable se "extendía" al periodo de ocurrencia previa del tono. A Meltzer y Brahlek (1970) demuestran que, modificando la duración del
esta supresión ante el tono se le denominó supresión condicionada. "estímulo condicional", se puede producir aceleración condicionada si se
Estes y Skinner interpretaron este efecto de supresión condicionada mantienen los mismos elementos de estímulo ( tono y choque). La pre-
como representación paradigmática de la ansiedad, y lo atribuyeron ten- gunta que se plantea en este caso es ¿cómo la duración del estímulo
tativamente a la interferencia, en forma de bloqueo de la operante al condicional puede no sólo afectar la respuesta respondiente producida
apretar la palanca, por una respuesta respondiente condicionada ante el por el choque sino, además, determinar una inversión del efecto? En
choque. La magnitud de la supresión de la tasa de apretar la palanca segundo término, Hake y Powell (1970) y Hurwitz y Roberts (1971)
sería un índice de la magnitud de la "ansiedad" condicionada. Esta in- han demostrado efectos sistemáticos de supresión condicionada median-
terpretación fue aceptada consensualmente en tal grado que, a partir de te el empleo de reforzadores positivos y estímulos "punitivos'; sobre
este estudio, se emplea la situación de supresión condicionada como re- líneas base mantenidas tanto por reforzamiento positivo como por
7
supresor y los reforzadores empleados.
Como ya adelantamos, en este caso, el estímulo selector comparte En e_ste caso,_ l_a fun~ió:1 selectora se da como correspondencia entre
la función selectora, como segmento funcional, en términos de una las propiedades f1s1coqu1m1cas del estímulo selector y el estímulo suple-
correspondencia morfológica con el estímulo contextual, de lo que re- mentano respecto al evento contextual Como se mencio ó ·
te este tipo d ¡ ·, · n prev1amen-
sulta que la variación en las propiedades fisicoquímicas de la relación ' . e re ac10n genera intercondicionalidades complejas entre
selectora, se concentren, como evento condicional, en el estímulo suple- las pro~1edades contextuales del Ey sobre Ex, y las propiedades su¡,Je-
mentario. A diferencia del primer caso, la correspondencia morfológica ment~nas Y sel~ctoras de Ex solo, y de Ex en relación con Es sobre E
entre Ey y Ex que define por procedimiento la relación suplementaria, Estas mterrelac1ones, qu~ se dan en forma asincrónica con la presentaci[~
pierde importancia funcional en la medida en que Ey siempre va seg- puntual de los ~ventes involucrados, inciden en la variabilidad aumen-
mentada con el Es. Ello, obviamente, también altera las probabilidades tada de los paramet_r_os de probabilidades secuenciales y concurrentes
concurrentes y secuenciales de la relación suplementaria estricta, así !ª
dentro _de m ternc~10n, así como en los intervalos y duraciones relativas
como las del Es respecto a Ey. que se 1mcian a part¡r de Ex como evento de referencia funcional
Se pueden enumerar los siguientes parámetros pertinentes, adicio- . Se pued~n enumerar, además de los de los casos anteriores· los si-
guientes parametros pertinentes: '
nales a los enlistados en el caso primero:
1. Correspondencia topogra·r·1co-morf o¡·ogica y geográfica entre
1. Correspondencia topográfico-morfológica y geográfica entre Es Ex y Es
y Ex. 2. Correspondencia topogra·r·1co-morf o¡·ogica y geográfica entre
2. Correspondencia topográfico-morfológica y geográfica entre Ex-Es y Ey.
Es-Ey y Ex. 3. Correspondencia t o p ogra'f·1co-morf o¡·ogica y geográfica entre
3. Intervalo Es, Ey-Ex. Es-Ex yEy,
4. Duración relativa de Ex respecto al intervalo Es-Ey. 4. Intervalo Ex-Ey.
5. Duración relativa de Ex respecto a Ey. 5. Intervalo Ex-Es, Ey.
6. Probabilidad diferencial de Ex, dado Es 1 -Ey 1 • 6. Intervalo Es-Ex, Ey.
7. Probabilidad diferencial de Ex 1 dados Es, - Ey 1 , Esn-EYn- 7. Durac)?n relativa de Ex respecto a Es-Ey.
8. Probabilidad diferencial de Ex 1 dados Es,-Ey 1 , Es, -Eyn. 8. Durac1on relativa de Ey respecto a Es-Ex
9. Probabilidad diferencial de Ex 1 dados Es 1 -Ey 1 , Es, -Eyn. 9. Duració~ relativa de Ey respecto a Ex-Es:
10. Probabilidad relativa de Ex,, fu: 2 dados Es 1 -Ey 1 , Esn-EYn- 1O• Probabil:dad diferencial de Ey 1 dado Es 1 _ Ex •
1
11. ProbabilidaddeE.x 1 ,Ex 2 dadosEs 1 -Ey 1 ,Esn-Ey,. 11. Probab1~dad diferencial de Ey 1 dado Ex 1 -Es,.
12. Probabilidad relativa de Ex,, fu: 2 dados Es 1 -Ey 1 , Es 1 -Eyn. 12. Probab:hdad d:ferencial d~ Ey 1 dado Ex,-Esn.
13. Probabilidad relativa de Ex 1 dados Es 1 -Ey 1 , Esn-EYn- 13. Probab:hdad d:ferencial de Ey 1 dado Exn-Es,.
14. Contingencia de Es-Ey respecto a Ro. 14. Probab'.l'.dad diferencial de Ey, dados Es, -Ex,, Esn-Exn.
15. Contingencia diferencial de Es, Ey respecto a Ro, (Es o Ey). 15. Probab1l!dad diferencial de Ey dados Es 1 - Ex Es _Ex
1
16. Contingencia de Es-Ey respecto a Rs. 16. Probabilidad diferencial de Ey: dados Es 1 -Ex ' Es 1 -Ex n ·
17. Contingencia de Es-Ey respecto a Rj. 17. Probabilidad diferencial de Ey 1 dados Ex 1 -Es '
1
fu-Es'·
18. Contingencia diferencial de Es, Ey respecto a Rs, Rf. 18. Probabilidad diferencial de Ey 1 dados Ex 1 -Es•' Exn Esn ·
1, »~ 1·
174 Cap. 7. La función selectora Analisis paramétrico 175
19. Probabilidad diferencial de By 1 dados Ex 1 -Es,, Ex, -Esn.
20. Probabilidad relativa de Ey 1 , Ey 2 dados Es 1 -Ex2, Esn-Exn. 2. Correspondencia topográfico-morfológica y geográfica entre
Esn-Esv Y Ey-Ex.
21. Probabilidad relativa de Ey 1 , Ey 2 dados Es 1 -Ex 1 , Esn-Ex 1 •
3. Correspondencia topográfico-morfológica y geográfica entre
22. Probabilidad relativa de Ey,, Ey 2 dados Es, -Ex,, Es,-Exn. Esn-Esv Y Ey.
23. Probabilidad relativa de By 1 , Ey, dados Ex 1 -Es 1 , Exn-Esn. 4. Intervalo fun - fuv.
24. Probabilidad relativa de Ey 1 , Ey 2 dados Ex, -Es 1 , Ex, -Esn. 5. Intervalo Esn-Esv, By-Ex.
25. Probabilidad relativa de Ey 1 , Ey 2 dados Ex 1 -Es 1 , Exn-Es 1 • 6. Intervalo Ex, Esn-Esv.
26. Probabilidad relativa de Ey 1 dados Ex 1 -Es,, Exn-Esn. 7. Intervalo Esn -Esv, By.
27. Probabilidad relativa de By 1 dados Es 1 -Ex,, Esn-Exn. 8. Intervalo Esn-Esv, Ex.
28. Contingencia de fu-Ex respecto a Ry. 9. Duración de Esn y Esv.
29. Contingencia de Ex-fu respecto a Ro. l O. Duración relativa de Esn respecto a Es .
30. Contingencia diferencial de Es, Ex respecto a Rs, Rf 11. Duración relativa de Esn -Esv respecto 'a Ey
31. Contingencia diferencial de Es, Ex respecto a Ro. 12. Duracf?n relativa de Esn -Esv respecto a Ex:
32. Contingencia diferencial de Es, Ex respecto a Rf. l 3. Durac1?~ relat!va de Esn -Esv respecto a Ey-Ex.
33. Contingencia de Ex-Es respecto a Rx. 14. Probab!l!dad d:ferencial de Ey 1 dado En-Ev.
34. Contingencia de fu-Ex respecto a R!. 15. Probabilldad diferencial de Ey 1 -Ex 1 dado En -Ev.
Adicionales a los parámetros cancelados en el caso anterior, se 16. Probab~dad d!forencial de Ey, -Ex 2 dado En. Ev.
17. Probab!l!dad d:ferencial de Ey 1 -Ex 1 dado En-Eo.
omiten todos los específicos a dicho caso exceptuando el 4 Y el 5. 18. Probabilldad diferencial de Ey • Ex dado E -E
19. Probab~idad relativa de Ey 1 ,Ey 2
d~dos En-E,,ºIi,, _Ev
Parámetros de la doble condicionalidad 20. Probabilidad relativa de Ey 1 -Ex 1 Ey 2 dados E' -E E. E
de la relación contextual 1 a d relativa de Ey, Ey ' dado E -E n °, n • v ·
21 . Pro babil.d
22. Probabilidad relativa de Ex, 'dad~ E -E nante,.Ey E
En la mediación de la do ble condicionalidad de una relación con- 23 • Regl as d e correspondencia En -Ev Ey.n v 1, Y2 •
textual, la función selectora se localiza en un segmento cualitativa- 24. Contingencia de En. Ev respecto ¡Ro.
mente distinto al de la relación estrictamente suplementaria, que está 25. Contingencia diferencial de En Ev respecto a Ro
integrado por dos estímulos. La relación de correspondencia entre 26. Contingencia de Ey respecto a 'Rs Rs ·
27 C n, v.
ambos estímulos determina las características de la correspondencia · ont!ttgenc!a d!ferencial de Ey respecto a Rsn, Rsv.
entre el evento contextual y el suplementario. A diferencia del primer 28. Contingencia diferencial de Ey respecto a Rs -Rs
caso, en el que la relación suplementaria es condicional en sus propie- 29. Contingencia de Ey respecto a Rs -Rs n •·
dades fisicoquímicas a las de un evento selector, en el caso que nos 30. Contingencia de Ey respecto a Rs=, ~--Rj.
ocupa, es la relación entre las propiedades de dos eventos selectores lo
que determina las propiedades del evento contextual, así como las de En este caso se cancela la funcionalidad de los parámetros de los tres
correspondencia Ey-Ex en su conjunto. La relatividad de las propieda- casos precedentes.
des dentro del propio segmento selector torna más variables las relacio-
nes de condicionalidad entre los segmentos selector y suplementario.
Obviamente, ello afecta todos los grupos de parámetros pertinentes a la ANÁLISIS DE UN FENÓMENO
interacción general.
Se pueden enumerar, además de los de los casos anteriores, los d 1Si1:fiª~ ~ Ta~~y O98_2! han examinado recientemente el problema
siguientes parámetros pertinentes: e a 1scnm1~ac10~ cond1c1onal y la han distinguido, como proceso de
lo q~e denominan igualación de la muestra. Esta diferenciación se basa
1. Correspondencia topográfico-morfológica y geográfica entre en. e_ su~uesto de qu~ la discriminación condicional es un fenómeno
unidirecc10nal del estimulo que condiciona al estímulo di·scnm· ·n t·
Esn Y Esv. que por · · t . . 1 a 1vo y
, cons1gu1en e, en dicha medida, en la discriminacióu condicio-
176 Cap. 7. La función selectora
Análisis de un fenómeno 177
. 1 ue trasciendan los pro- coniunto finito de estímulos. Por estas razones, no puede decirse que
na! no se pueden establecer clases d~ esh~U i:i::.aria y secundaria del se establece una discriminación condicional a partir de la observación
cesos característicos de la genera 1zac10 1 . del hecho de que un organismo interactúa corno un procedimiento for-
. erante no cornp e¡os.
estímulo respon d 1ente Y_ op ., estra con respecto a la discri- mal de tal naturaleza.
La distinción de la igualacion de la mu ·b ·1 ·dad de establecer Ante una situación de discriminación condicional, el organismo
•· l · ple se basa en 1a pos1 11 puede muy bien interactuar en un nivel estrictamente suplementario, e
minación cond1c1ona. slffi ct' f . das por relaciones arbitrarias en sus
nuevas clases. de est~rn_ulo e mi lecimiento de dichas clases de estí- incluso contextual. Un ejemplo de esto es el hecho de que un mismo o
propiedades f1s1coqut~ica~. Eldesiab . alencia de estímulos, con base distintos estímulos pueden funcionar corno secuencias condícionales
ª
mulo se identifica en te~u!-os e _eq~;~ía la transitividad. uno del otro en prograrnas concurrentes encadenados, sin que ello im-
en tres criteri?~: la refl~x1v1dad, la¡ s1f uala~d:n de un evento Es c<;n un plique que tenga lugar una discrimirtllción condicional. De hecho, la
ª.
La reflex!Vldad radie~ ~~ que
evento Ey implica la posibihiad te
g lar cada evento consigo mismo,
~gu\ría se refiere a Ja reversibilidad
es decir, Es con Es Y Ey_ c?n ~ · a si1:1: Es y Ey posibilitada por una
. característica definitoria de esta relación es la variabilidad particular de
la propiedad fisicoquírnica de los eventos, siempre y cuando se manten-
ga constante la correspondencia funcional de dicha variación.
de la relació'.1 de con~1c1~nal~dad e~ ren dicha relación entre estímulos. La distinción entre la discriminación condicional, la discriminación
bidireccionahd~d fu'.1-ctona su yace; e
La simetría se identifica en la_ rnedt .ª r .i3,s
ue la contingencia Es-Ey pue-
Finalmente, la transitividad
de intercambiarse por la contmgencta y tldas ante estímulos discrimi-
operante simple y las clases de estímulos equivalentes señalados bajo el
rubro de igualación de la muestra, no puede ser formulada desde la
perspectiva categorial de la teoría del condicionamiento operante. La
se presenta en forma de respuestas ~ornp:ciados directamente, con base .. dellmitación de dichos fenómenos ha surgido corno consecuencia de
nativos diferentes que nunca ~a~ sido/s ulos tiene una relación de tipo variaciones de procedimiento y de su identificación empírica subsecuen-
1 te, pero no corno resultado de una exploración conceptual sistemática
en el hecho de que cad~ uno e. os ~s ~mpartido por ambos. Así, si
condicional con un mismo estu~udo ~ debe responderse ante Eyn. de las relaciones de contingencia entre estímulos -ni en otras relaciones
Es, -Ey '' y si Ey ~ -Eyn entonces ª1/disc~iminación condicional ocurre ya exarninadas. La distinción de los procesos con base en operaciones,
Sidman y Tailby suponen que d .<lentificar la interacción del orga- pruebas y formas de entrenamiento, es frágil y poco convincente desde
1
autornáticamente, e~ t~nto se pue ª
diente mientras que la igualación un punto de vista conceptual.
nisrno con el proced1tniento ~?rr~spon das: de estímulos equivalentes, La simetría, reflexividad y transitividad son características que de-
de la muestra, corno form~cion e una adi;ionales que midan las rela- penden de parámetros implicados en diversos niveles del funcionamien-
sólo puede valorarse m~dtant~ prueba\ .dad En el caso particular de to selector. Así, por ejemplo, el procedimiento de pares comparados
i 1
ciones de reflexividad, smietna t~ansi :\uo~ obtenidos parecen seña-
los individuos humanos, los resu t_a ~~pode tipo verbal no constituye el
bajo demora, de Shimp y Moffit (1977), corresponde al cuarto caso
descrito como la doble condicionalidad de una relación suplementaria.
lar que el uso de respuestas nomma ivas ·valencia de estímulos, corno Los parámetros que operan en un procedimiento de esta naturaleza son
factor indispensable para estab_lecer 1~ eim enfoques cognoscitivo-fun- diferentes a aquellos en los que nunca se dan variaciones dentro de las
¡0 sugieren las propuestas .d~_nv~d~s :ti~ología de los pares asociados. correspondencias de los estímulos, corno es el caso de los estudíos de
cionalistas dentro de la tradicwn e. m ª elación con este fenómeno Sidrnan y Tailby. No es viable identificar los procesos funcionales en la
Deben hacerse varias ?bservacion~s enti; rni·no es discutible que la discriminación condicional si no se visualiza una diferencia cualitativa
. s·ct y Tailby En pnmer er , . ., en las formas interactivas y las contingencias mediadas, con respecto
descnto por 1 man . · 1 dimiento de discrimmac1on
simple interacción del orgamsmo _con~ proce ocurrencia de dicha rela· a situaciones en las que el organismo se ve afectado por las consecuen-
condicional sea suficiente pa~a 1~e1!'ttfi~~r ~ondicional se defme como cias al responder diferencialrnente entre estímulos contextuales.
ción. Para estos autores, la dts~r1tnma~~~orma condicional: dado EA La variabilidad momento a momento de las propiedades fisicoquí-
la relación de dos pares de estim;bos Esta definición es incompleta, micas de los eventos de estírnulu, y la posibilidad de que existan corres-
entonces EB; dad?, EC entonces · sólo es aplicable si existe . pondencias funcionales que intersecten morfologías iguales en puntos
tanto que _la relac1on dado._._. entrnc!i;~ión condicional prescrita y SJ, diferentes de la relación, son factores críticos de la discriminación condi-
de un estimulo corno opcion_
además, la propiedad del estimu o que
ª r t ndiciona la relación (el estl·
l~
momento a momento, y no
cional. Las características reflexivas, transitivas y simétricas, observadas
en este tipo de procedimientos, son posibles en la medida en que se da
mulo muestra o selector) ~uede vanatr t entre dos o más pares en un un desligamiento de las propiedades particulares del evento contextual
especifica únicamente relaciones cons an es
Análisis de un fenómeno 179
178 Cap. 7. La función selectora
en la interacción, y dicho desligamiento sólo será ubicabl~ :r~m~!ic:
mente si se identifican las relaciones '.u~cionales que a_~~es empleaJos
de los aspectos formales de los proced1m1endt?s y o~~;a~~ entrenamient¿
D" tin ir fenómenos con base en proce tmten .
y ~val:ción, al margen de una delimfitac:~~r~~:c:r:~:~e;~~e:~e:~
práctica que ha demostrado ser poco ruc 1
tal de la conducta. 8
.,.,,,
La función
sustitutiva referencial
Antecedentes históricos
181
180 Cap. 7. l,a función ~lectora
ciones de otros niveles descriptivos del lenguaje como producto. No de estímulo como por los de respuesta del lenguaje y en esta medida
profundizaremos en estos problemas, porque el examen crítico que de no se conside~a n~cesario, por lo menos en lo conceptual, identificar al
ellos ha hecho Kantor (1936) es completo y exhaustivo. Prestaremos lenguaje en termmos exclusivamente fonéticos, o con algún criterio
atención no obstante, a los antecedentes históricos de la forma en que formal como lo es la palabra.
la teoría' de la conducta vinculada al paradigma del condicionamiento En la medida en que el interés se centra en el lenguaje como respon-
ha enfocado el problema del lenguaje. der ante condiciones de estímulo particulares, e! análisis de las contin-
En el examen del lenguaje, la teoría .del condicionamiento ha adop- gencias de reforzamiento adquiere un papel destacado. De hecho las
tado tres modelos. Uno de ellos se basa en el condicionamiento clásico, contingencias de reforzamiento son el instrumento metodológico ~ara
el cual hace hincapié en los problemas referidos a la "significación" del distinguir el lenguaje, como conducta verbal, de otras formas de con-
lenguaje. Otro toma como punto de partida el condicionamiento operan- ducta. La conducta verbal se define por consiguiente, como aquel tipo
te y el problema de la interrelación entre ciertas condiciones de estímu- de comportamiento que no produce efectos mecánicos en el ambiente
lo y las topografías verbales. Finalmente, un tercero es una combinación es decir, aquella conducta cuyo reforzamiento (léase, efectos mecáni'.
de ambos, es decir, de los condicionamientos operante Y clásico. cos) es mediado por otra persona; ésta, identificada como el "escucha"
En el caso del análisis del lenguaje con base en el condicionamiento ha sido condicionada especialmente por la comunidad verbal para re;
clásico, además de las formulaciones iniciales de Pavlov acerca de un ponder de dicha manera ante el locutor o parlante.
segundo sistema de señales, destaca el planteamiento de Osgood (1953). ~sí, las contingencias de reforzamiento se convierten en el proceso
De acuerdo con esta formulación, las palabras (o frases, en el caso de mediante el cual se establecen las relaciones entre formas particulares de
que se especifiquen unidades mayores) son los estímulos condicionales, estímulos Y respuestas, e incluyen como tipos de repertorio los que otras
asociados por contigüidad con objetos, personas y eventos. En la medida aproximaciones consideran, en sí mismos, mecanismos. Así por ejem-
en que ks objetos y eventos físicos producen respuestas incondicionales, plo, la imitación es analizada en términos de la relación de control ecoico
se considera que las palabras, como estímulos, adquieren la capacidad y aunque no en la forma explícita en que se le trata posteriorment~
de evocar una fracción de la respuesta incondicional en la forma de res- (Skinner, 1969), se estudian las formas de respuesta adquiridas por re-
puesta condicional. Las fracciones que se "condicionan" son aquellos forzamiento, siguiendo el criterio de la conducta gobernada por reglas.
componentes de la respuesta ante los objetos y eventos que son desliga- Por esta razón, el papel de los reforzadores condicionados y el de los
bles de ellos, es decir, aquellas formas de respuesta que pueden darse ~n rn'.orzadores ge~eralizados a~ume una función importante en la descrip-
ausencia de los objetos mismos. Osgood distingue tres tipos de fracc10- c10n de las relaciones que exigen un control discriminativo fuerte.
nes desligables: las de tipo sensorial, las de tipo emocional y las de tipo A excepción de una clase especial de operantes verbales, los mandos
motor. que son probabilizados por condiciones motivacionales específicas ;
La posibilidad de responder en forma de un desliga:11iento 1:arcial mantenidos por consecu.encias también específicas (aun cuando semen-
respecto al estímulo original asociado a la palabra, permite examinar el cionan los mandos generalizados), se plantea que las demás operantes
lenguaje como un problema acerca de los significados de las_palabras en verbales son mantenidas por reforzadores generalizados condicionados
tanto estímulos. Los significados no son más que las propiedades que independientes de toda condición motivacional particular. El control
las palabras tienen, en tanto estímulos condicionales, para evo~ar una funcional que ejerce una consecuencia inespecífica permite analizar no
respuesta fragmentaria de la respuesta incondicional ante los objetos o sin problemas lógicos, otras operantes verbales en términos del con'trol
eventos con los que se asocian. Así, los significados pueden darse su- antecedente ejercido por los estímulos discriminativos lo cual a dife-
puestamente como imágenes de los objetos o eve~tos (sens~c_iones con- rencia _del enfoque bas~do en el condicionamiento clásico, in~luye el
dicionadas), como emociones (respuestas vegetativas condicionadas)_ Y tratamiento de las func10nes de estímulo del lenguaje junto con las de
como significados cormativos (es decir, como respuestas motoras parcia- sus propiedades como forma de responder.
les o abreviadas). En esta formulación, la adquisición del lenguaje como La clasificación de las operantes verbales, y por consiguiente el aná-
respuesta es secundaria, y se supone que el mecanismo fundamental des- lisis de la forma particular de los procesos involucrados se efectúa en
cansa en la imitación (por ejemplo, Mowrer, 1960). . . · t~rminos de las dimensiones formales de estímulo y resp~esta compren-
En el caso del modelo analítico del lenguaje basado en el condicio- did?s en el control del estímulo. Así, los tactos, las intraverbales, las
namiento operante, destaca la formulación de Skinner (1957). En este ecoicas, las textuales, las respuestas de transcripción y las de traducción
marco de análisis existe una preocupación teórica tanto por los aspectos resultan del planteamiento de una taxonomía fragmentada de las pro'.
182 Cap. 8. La función sustitutiva referencial Las relaciones sustitutivas referenciales 183
piedades topográficas de los estímulos y las respuestas. No abundaremos tiene como elemento crítico mediador a la respuesta de un individuo
en la insuficiencia lógica ni en las limitaciones paradigmáticas de este con_respecto a otro o consigo mismo, respuesta que posibilitareacciones
análisis, pues eso ya lo hicimos antes (Ribes, 1979 y Ribes, en prensa a), ~esligadas de la_s propiedades situacionales aparentes en los eventos, ob-
pero sí debe señalarse que la naturaleza atomista y formalista de este Jetos y/u orgamsmos present~s en el ambiente. Este desligamiento, que
planteamiento obliga a añadir un segundo nivel de descripción: el de las comprend~ tres aspectos coniuntos y/o separados, tiene lugar cuando se
autoclíticas que, definidas como operantes de operantes, se ocupan teó- cumplen diversos requerimientos. En primer término que el individuo
ricamente de la explicación o, mejor dicho, analogización conductual, mediador Y el in~ividuo medi~do, ambos, respondan a'los eventos y uno
de los niveles descriptivos del lenguaje empleados por la gramática y la al otro, en térmmos d_e un sistema reactivo convencional, es decir, de
lingiiística formal. alguna forma de l_enguaJe ~uya ;11orfología sea arbitraria en lo que corres-
El abordaje de Staats y Staats (1963) no representa más que una ponde a las propiedade_s si!uacionaleR·•fisicoquímicas y biológicas de los
combinación, a veces mal entendida, de las preocupaciones por la fun- eventos. En segundo termmo, la función de respuesta referencial com-
ción de estímulo del lenguaje ( condicionamiento clásico), y de lo que p~ende la respuest~ de dos individuos, o dos respuestas en momentos
ellos consideran (erróneamente) la función de respuesta del lenguaje difer~ntes de un mismo individuo cuando menos. Tercero, se establece
(el condicionamiento operante). un sistema de con_tingencias que depende de la forma particular de
Como punto de partida de nuestro análisis del problema del lengua- ~espond~r convencional de cuando menos uno de los individuos que
je, y en particular del de la referencia, tomaremos el planteamiento de mter~ctuan_, el cual puede complementar y, normalmente, sustituir a las
J. R Kantor (1936, 1977). contzngenc1as ~ue '?Peran según las propiedades meramente situacionales
Consideramos que el lenguaje es referencial en la medida en que la de los eventos lffiplicados.
respuesta del individuo se da en un campo biestimulativo. Este campo . La s~stitución_ referencial requiere, como condición necesaria, de la
comprende al estímulo de ajuste -es decir, al objeto al que se responde e~!stencia d~ un s1~tema react!vo_ convencional, aunque la mera disponi-
desde el punto de vista de sus propiedades físicas de estímulo- y al bilidad ~e dicho .s!stema no sigmfique que los individuos participantes
estímulo auxiliar, que es otro individuo que responde a lo que se dice e? una i~te~elac10n de morfología lingüística se desenvuelvan en un
del estímulo de ajuste. A éste se le conoce con el nombre de referente, mvel sustitutivo.
al individuo que responde, con el de referidor, y al individuo que funge La ~xistencia de un sistema reactivo convencional es fundamental
como estímulo auxiliar, con el de referido. La relación global es de por ~arias razones. ~n primer lugar, la convencionalidad de un sistema
referencia. reacti~o asegui:a la 1:1dependencia morfológica de las respuestas com-
Desde este punto de vista, el individuo responde tanto a un referen- p~endidas_ en_ ~icho sistema, en relación con las características fisicoquí-
te como a un referido, y su respuesta en el contexto de la interacción tn1cas Y ~iologicas _d~ la situación en que se responde. Con base en esta
funcional es lo que define y delimita la referencia. La referencia, pues, a~tonomia morfologica, _que prescribe que ninguna propiedad morfoló-
no se restringe a las consecuencias por responder frente a una condición gica del entorno deterrmna la morfología particular de la respuesta se
de estímulo, ni tampoco al significado de la respuesta como "sustituto" desprende la posibili~ad de la autonomía funcional del sistema reactivo
de éste. La referencia se da como una relación que requiere tanto de un respecto de las_ propiedades situacionales de los eventos relacionados en
evento al cual referirse como de alguien a quien referirse, y no puede el. entorno. Dicha autonomía funcional se manifiesta como desliga-
considerársele como un efecto de respuesta ni como la significación del J?Iento de las respuestas del individuo con respecto a las propiedades
estímulo. No obstante, y como procuraremos aclarar más adelante, situac10nale~ apar_entes, aquí y ahora de los objetos y eventos relaciona-
el tratamiento que hace Kantor del lenguaje referencial requiere de cier- dos. El deshgam1ento de la respuesta es posible en la medida en que la
tas precisiones, para evitar que reproduzca algunos de los problemas respue~ta, en tanto es de ~orfología convencional, no está sujeta a e:ni-
implícitos en el análisis de Skinner. tirse _solo frente a las propiedades de los objetos y eventos ante los que
f?nc10n~lmente corresponde; por consiguiente, puede ocurrir en ausen-
cia de dichas propiedades y objetos. De este modo el individuo puede
La sustitución referencial responder a e_ventos ya ocurridos, no ocurridos aún'u ocurridos en otro
~uga_r, a _relac10nes no aparentes en un evento u objeto observado El
La sustitución referencial es un nivel exclusivamente humano de la deshgamient? c?~siste, pues, en la correspondencia funcional de la ~on-
interrelación entre el individuo y su entorno. Este modo de interacción ucta de un 111d1viduo con los objetos, eventos y relaciones, sin que dicha
En este caso, el referente puede ser un evento independiente C, el Parámetros de la referencia de eventos
referido B, o el propio referidor A. Lo que distingue la relación que independientes
vamos a examinar es que las funciones de referidor y referido se centran
en un mismo individuo A, ya que la persona se "habla" a sí misma de ~n la referen~ia a eve;1tos independientes, las funciones de referente
algo que, inclusive, puede ser ella misma. El caso se puede representar refendor Y refend~, estan ubicadas en eventos e individuos distintos'
de la siguiente manera: Como J:'~ se <;bs~rvo, ello establece la posibilidad de diferenciar la suple.:
me~~ac10n mul!1ple respec!o de las propiedades del evento referente y la
EC---> RAC EAC ---> RAA(AC) acton _de r1f~nr. Los parametros pertinentes a este nivel de interacción
A A A A es. an vmc:1 a os tanto a las dimensiones físicas en que se da el desliga-
By By By By mien_to (tiempo Y geografía), como a las norrnas de correspondencia
~utional de l;s morfologías de respuesta convencional con Ja propiedad
en donde E(C, A, B)y es el referente, RA(C, A, B)y es la conducta de e ~vento re erente, Y a la suplementación múltiple a esta corres on-
referir, y RA(AC, AB, AA) la del propio individuo como referido. ~en~ia por P~rte del referidor y el referido. Se pueden establece~ los
En este caso, en la medida en que la suplementación de la referen- siguientes parametros:
cia y el acto de referir son función de un mismo individuo, puede darse
el mayor desligamiento posible. No existe la posibilidad de un segundo
referidor que module diferencialmente la suplementación del acto de re- 1. Correspondencia funcional de la morfología convencional entre
ECy-RA;¡-
ferir, y ello se acentúa aún más cuando el referente es el propio referidor ,.
y el referido. La correspondencia funcional de la referencia con los · 2. CRorrespondencia funcional de la morfología convencional entre
eventos referente y referido, como forrna sustitutiva de interacción, Ao-EA;;-
-"
descansa en la historia de referencialidad construida con base en eventos 3 • Correspondencia funcional de la morfología convencional entre
referentes y referidores independientes. En este caso, el individuo no EAo-RBo
sólo puede sustituir las relaciones de contingencia que regulan su inte-, 4. Correspondencia funcional de la morfología convencional entre
racción directa con el referente y con el resto de los individuos que.·: EAo-RBo
t>'
fungen como referidos potenciales, sino que puede sustituir las reglas
convencionales que rigen dicha correspondencia funcional, convirtién· 5. ~oi::espondencia funcional de la morfología convencional entre
dose en una comunidad lingüística "cerrada", que puede hablarse sig• Ao-RB~
nificativamente acerca del mundo y de sí mismo, sin tener que ajustarse 6. ECorrespondencia funcional de la morfología convencional entre
a norrnas de funcionalidad convencional externas. Este caso de sustitu' Cy-RB0
203
En la concepción cartesiana acerca de la realidad, existen dos sus-
de reorganización de las condicionalidades convencionales, Y puede tancias diferentes, una material, extensiva, y otra espiritual, no espacial.
ocurrir en un solo individuo o entre individuos. Sin e~bargo,_ ,Y esto La ciencia física de la mecánica describe y explica los fenómenos natura-
debe subrayarse, en el grado en que no se presenta una m_teracc1on sus- les; la metafísica reflexiona sobre el mundo del espíritu, y la psicología
tituida con un evento concreto, sino solamente con relac1~nes conven- racional se encarga de las interacciones paramecánicas entre el alma y el
cionales dadas como reactividad y circunstancias lingüística~, 1:º. hay cuerpo material. El dualismo que oficializa la mitología de dos mundos
relación referidor-referido ni entre individuos, ni en un mism_o ~nd1V1duo. diferentes que se relacionan entre sí, da lugar a lo psicológico como la
Los individuos y un mismo individuo pueden hablarse, escnbrrse_ 0 l~~r- dimensión en que esta interacción tiene lugar. De esta formulación,
se sin que ello implique una relación referencial (o de comumcac1on primero ontológica y después epistemológica, surgen dos supuestos que
h;blante-escucha en su forma más común). han permeado la lógica del lenguaje ordinario que describe las acciones
humanas Y, por consiguiente, la formulación de los "problemas" de
conocimiento científico del quehacer humano (un proceso semejante
tuvo lugar con los fenómenos de la vida social y su asignación a la ética
LAS RELACIONES SUSTITUTIVAS
racional).
NO REFERENCIALES El primer supuesto que surge del dualismo cartesiano es el de que en
la medida en que los fenómenos psicológicos se dan como "racio~ali-
Antecedentes históricos dad" o causación de lo material por lo racional, son exclusivamente
El campo empírico que cubre la sustitución no ref~renci~l tie~e re- humanos, y el de que el estudio del comportamiento humano puede
lación histórica con los problemas tradicionales de la p~1cologia racional abordarse en forma autónoma a los fonómenos vinculados al comporta-
y con la moderna psicología de la cognición, muy particularmente en lo miento no racional, menos complejo, de los animales. El segundo su-
puesto es que dada la independencia de lo racional o mental con respecto
relativo a los procesos simbólicos y de solución de probl~mas.
Ya se ha señalado que en la sustitución no referencial, el cor:iporta- a los procesos materiales que "causa", o sobre los que influye el estu-
miento convencional fonético puede tornar.se _si!ente,_ no _audible, es dio de lo mental sólo puede darse como inferencia a partir de !o'material
decir, no aparente mas que para el propio md1v1duo 1mphcad?, en el observable, pero sin identificar dicha objetivación de la acción men-
acto mediador; esto ocurre en la medida en que se pier_de _la relac10n con tal con lo propiamente mental (versión no filosófica del conductismo
un referente como instancia singular y que, por co?s1gu1en_te, se vuelve metodológico).
innecesaria la distinción funcional referidor-refend?. Sm embargo, Dichos supuestos se han concretado históricamente de dos maneras.
esta característica de no apariencia de las respuestas mvo_lucradas e? la Una , la que corresponde a la aceptación explícita del dualismo, cuando
sustitución no referencial, no define al proceso sustitutivo, _pues_ este m~~o.s respecto ~ la naturaleza del conocimiento de los fenómenos psi-
puede ocurrir como proceso aparente, tal como sucede en las d1scus1ones co1ogicos (y sociales) frente a los fenómenos "naturales materiales".
entre dos individuos, o en las interacciones que se dan com~ condu~ta Otra, la que se refiere a los intentos por superar el dualismo ofreciendo
objetizada en forma de escritura. Concomitantemente, hay interaccio- una solución materialista que, paradójicamente, asume al¡unas de las
nes no sustitutivas que implican componentes no aparente_s, por lo que premisas del dualismo: la sustancialidad de lo material y la necesidad
esta característica tampoco es exclusiva de los procesos sustitutivos_. ~os de relacionar lo no espacial con lo espacial. Esta posición se ha manifes-
enfoques tradicionales subjetivistas ya han subrayado est_a caracten~t1.~a, tado e~, diversas versiones, pero, en esencia, todas ellas entienden la
la no apariencia, como definitoria en lo que han denominado cogmcion superac1on del dualismo como reducción de las dos sustancias a una sola
es decir, la materialización sustantivada del espíritu; en ambos casos'
humana o procesos simbólicos racionales.
La concepción moderna subjetivista de la "racionalidad" pue~e tra' subyace una posición compartida: la identificación de lo espiritual ;
zarse históricamente hasta Descartes, aun cuando la pr?blemáttca_ se ~ent~l ~o~ algo, ya sea un evento que ocurre como distinto de lo mate-
remonta en realidad a Platón y a Aristóteles, así como a la interpretación n~ b1ologico, o como idéntico de la acción biológica (sea central o peri-
que de su pensamiento hacen los patriarcas de la Iglesia Y los pensadores fénca).
renacentistas. Descartes es, sin embargo, el responsable de la formula· El error que subyace en el dualismo es, en lo fundamental, la ,sustan-
ción de la "doctrina oficial" de los dos mundos (Ryle, 1949), qu~ h~ tivación de lo que se da como relación. Aun cuando las relaciones im-
orientado el pensamiento científico y filosófico occidental de los ulti· plican objetos o eventos singulares que pueden describirse por separado
mos cuatro siglos.
Las relaciones sustitutivas no referenciales 205
204 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial
....
d.adera ciencia: la ciencia de lo físico. Puede apreciarse cuánto se acerca
uno del otro, no son reductibles a los eventos relacionados en cuan- nuevamente _este sup~esto a 1~ argumentación cartesiana sobre la ciencia
to tales. Las relaciones sólo pueden entenderse como procesos y no y las sustancias matenal y espiritual.
como cosas. El dualismo convirtió en sustancia, en espíritu, a las rela- Par~dójicamente, en el curso de la historia de la psicología el dualis-
ciones que tenían Jugar entre el individuo, otros individuos Y los eventos mo ha intentado aproximarse "científicamente" al "mundo de Jo m _
del exterior mediante la acción sustitutiva del proceso lingüístico. En la taJ" unpo
. rt an d o modelos descriptivos y explicativos de las ciencias
en
medida en que esas relaciones no aparecían como cosas, Y dado que su "duras", con la ex~ecta~iva de que la formalización y cuantificación por
espacialidad se enmarcaba como espacialidad del y en el individuo, los ell~ _logra?ª ~ermita niveles de certidumbre lógica que compensen Ja
proceso~ lingüísticos se internalizaron como interacción de una sust~ncia fragilida? mtnnseca del dato psicológico o "mental". Por este motivo
no extensiva con la materialidad fisicobiológica de la persona. La mter- ~¡ estu_d10 ?,e la cog~ición Y _de los procesos llamados "simbólicos" ~
nalidad de los procesos "racionales" y "simbólicos" resultó ser el coro- supenores , se ha visto matizado por modelos tomados directamente
lario lógico de su identificación con una sustancia no extensiva, Y de de la ma~emáti_ca o la f!~ica teórica (teoría de decisiones, teoría de jue-
ningún modo la fundamentación de su no apariencia, como lo sostienen gos, t_eona de mforma?1.on, lógica op~ratoria, etc.), o por modelos que
los argumentos del sentido común. de_scnben c~mpos _empmcos con prop1edadesisomórficas supuestas (quí,
Las versiones modernas del dualismo no sostienen expresamente la mica co_mbmatona, procesadores y máquinas autogobernadas, óptica
existencia e interacción de dos sustancias, pero sí la existencia de dos geométnca, etc.). Los _concept:is importados de estas disciplinas han
tipos de procesos, aquellos que son procesos extensivos, materiales y, pres_tado una falsa segundad lógica y cuantitativa al estudio del compor-
por consiguiente, mensurables, y aquellos que no son localizables en el tamien~o hum~n~ ~omplejo, ~n la medida en que, además de no eliminar
espacio y que no son directamente mensurables u observables. Son el du~1sn:o his~oncamente intrínseco a estos abordajes, le añaden el
sistema~ de representación que se expresan como eventos interiores o redu?~10m~mo mherente a toda analogización de un campo formal 0
como lenguaje, pero que, como tales, carecen de espacialidad. Son pro- empmco diferente.
cesos que tienen un estatus causal, en la medida en que, al suponerse E_n lo que toc_a a los que han rechazado el dualismo, las soluciones
como "interiores", preceden a lo exterior. Su temporalidad es previa a ofrecidas al estudio del comportamiento humano complejo han sido de
la conduda manifiesta, observable. Su no-apariencia, su no-espaciali- dos c!as~s._ Una ha ~ido identificar los eventos mentales con las funcio-
dad sólo permite inferirlos a partir de la conducta manifiesta a la que ~es b:~log1cas supenores: la del Sistema Nervioso Central. Otra ha sido
infl~yen causalmente en interacción con las acciones del medio externo. 1d~n~1f1car los eventos mentales con conducta cubierta, no observable
La mente, se supone, es material en la medida que se da entre lo publicame~'.e. En el primer caso, se habla de los fenómenos mentales
extensivo, pero no como lo extensivo. Se da como proceso de conoci- como_ func10n cerebral, o bien como productos de la actividad nervio
miento y de causalidad de Jo extensivo biológico y del mundo externo. supe'.'.or, Y la mate~ialización de Jo mental ocurre como reducción a~:
No puede identificarse, sin embargo, con lo extensivo Y, por consiguien- func10n cereb_ral_n:ISma o como descripción de lo mental como epifenó-
te las descripciones de los sucesos mentales no son de la misma clase meno de lo ?1ol?g¡co. En. ninguno de ambos casos se evita el problema
q~e Jas que se hacen acerca de los eventos físicos y materiales .. Dos pro- de la susta_ntivac1ón de las mteracciones en la forma de procesos localiza-
blemas se desprenden de esto, además de los ya señalados antenormente. bles_ espac1almen_te, ni el de la naturaleza "consciente" de lo mental, es
El primero se refiere a la manera de correlacionar los eventos extensivos ~ecir, de 1~ propiedad de un proceso de autodescripción fenomenológica
con los no extensivos, es decir, la manera de identificar dimensiones de n la medid~ e? la que la "materialidad" se aborda desde la perspectiv~
correspondencia entre lo físico y Jo mental. Las soluciones que se ofrecen de la sustanciahdad de los fenómenos, se acepta y se cae inevitablemen-
son muy diversas, pero ninguna satisfactoria (Davidson, 1963; Popper te en los argumentos del dualismo.
y Eccles, J977). El segundo tiene que ver directamente con la naturaleza Cuando se !d~ntifica lo mental con la conducta cubierta, no mani-
del conocimiento, de lo mental. En la medida en que el nivel de cer- fiesta, no se ~li1;11ma el dualismo, aun cuando el planteamiento reviste
teza está regido por la pública verificación y repetición de los eventos, ~tras carac~ensticas. No se supone que la explicación de lo mental resi-
y en que en el caso de los sucesos mentales, por carecer de extensión, no : ei un mvel descriptivo distint<; a) de la conducta, sino que lo mental
se dan en el mismo grado que los sucesos físicos, los primeros no pue- : a orda c<;mo el proceso de obJetivación, por medio del lenguaje de
den ser descritos con la misma objetividad que los fenómenos materiales. os eventos ~n!ernos q_ue sólo son accesibles al sujeto que se compo'rta
En este contexto, la ciencia de lo mental no puede compartir, por lo La problemat1ca consiste, por consiguiente, en identificar las estrategia;
tanto, ni los métodos ni la exactitud descriptiva y explicativa de la ver-
Las relaciones sustitutivas no referenciales 207
206 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial
Ue la comunidad lingüística utiliza para establecer el consenso interin- vo ocurre entre individuos, aspecto no considerado por Vygotsky. Por
qdividua! respecto de los diversos mur-dos pnva · dos o " t"
roen es E. .?l .e esta razón, aun cuando Vygotsky señala que el lenguaje interiorizado
capítulo anterior ya señalamos las dificultades que presenta este anahs1s; consiste solamente en hablarse a uno mismo (confundiendo ciertos as-
para una crítica más detallada puede consultarse a Ribes (] 982c ). pectos de autorreferenciación con los de sustitución no referencial), se
dan formas de "pensamiento" lingüístico que rebasan esta caracteriza-
ción limitada, tal como se acaba de mencionar.
La sustitución no referencial La sustitución no referencial es un proceso de mediación de contin-
gencias convencionales, y en esa medida se da como la interrelación de
Desde nuestra perspectiva teórica, la sustitución no referencial es el procesos lingüísticos de muy diversa naturaleza, a través de la acción
nivel más complejo de funcionamiento. psicoló~co .. L~ na~uraleza c:in- igualmente lingüística. En tanto las respuestas convencionales participan
vencional de la sustitución no referencial permite distmgmr a este tipo en los procesos de referenciación, poseen una historia de contingencias
de interacción de relaciones también descritas como simbólicas o repre- situacionales. Sin embargo, dado que su propia naturaleza morfológica
sentacionales, pero que se ubican en niveles de organiza~i_ón conductua] las hace funcionalmente desligables de dichas dependencias situaciona-
menos complejos. Como ya se ha señalado en la seccion precedente, les, no sólo pueden sustituir relaciones de contingencia entre eventos no
históricamente se ha identificado toda respuesta no-aparente que haya lingüísticos, sino que también pueden operar sustitutivamente sobre las
adquirido propiedades funcionales, co? alguna forma de. p~oceso de acciones lingüísticas involucradas en el proceso de referenciación y en
simbolización ya sea como representación perceptual o mim1ca más o la reactividad convencional no sustitutiva de eventos lingüístico; y no
menos primitiva, o como abstracción formal lógica elaborad_a. Nuestra lingüísticos implicados en las interacciones situacionales. La posibilidad
concepción del comportamiento simbólico se limita exclusivamente a de establecer nuevas relaciones entre las propias acciones lingüísticas
Jas relaciones sustitutivas no referenciales, se den o no, desde el punto depende de la funcionalidad de dichas acciones y, por ello la mediación
de vista de la observación del comportamiento "aislado" de un indivi- de contingencias en un nivel puramente convencional requiere necesa-
duo, como reacciones aparentes o no-aparentes. riamente de que los sistemas reactivos lingüísticos involucrados hayan
La posibilidad de que se presenten componentes no apare?tes .n? es participado, aunque sea parcialmente, de una historia de sustitución
privativa de la sustitución no referencial o _de los procesos s1r:ibolicos referencial y de otras interacciones en ella incluidas.
superiores. DP, hecho, todas las relaciones mterconductuales mcluyen El desligamiento sustitutivo no referencial consiste en establecer
respuestas no aparentes. L ,s respuestas puede? s~r no-apare1:tes, pero dependencias funcionales entre los eventos de estímulo y respuesta con-
las relaciones son siempre aparentes. Por cons1gmente, es el tzpo de re- vencionales, de modo tal que, aun cuando mantengan su potencialidad
lación (y el hecho de que sea sustitutivo y sim_bólico) en el qu_e se ins~ri- :ef~r~ncial Y situacional, las contingencias que regulan la conducta del
be la interacción entre el individuo y el ambiente Jo que defme el mvel 1?d1V1?UO ~e dan como interdependencias sustituidas, al margen de toda
de complejidad de la conducta, y no el mero hecho de que algunos s1tuac10nalidad particular, son funcionales en la medida en que descansan
componentes de la interacción puedan ser no aparentes para un observa- en una historia de referencialidad y de interacciones situacionales y por
dor independiente. ende, ~ued_en s~'. reorganizadas de acuerdo con las contingencia; que
En la medida que la sustitución no referencial se da como un proce- cualq~1er s1tuac10n co!1creta puede imponer en un momento dado; pero
so de mediación de contingencias independiente de eventos ~oncre~os tambien poseen otro tipo de funcionalidad, que consiste en identificar y
singulares, ocurre como una reorgani~ación. funcional ?e contmgenc1as estructurar, a la vez, dependencias y relaciones genéricas es decir transi-
tuacionales, que la vinculación a circunstancias concretas particulares
puramente convencionales. Estas contmgencias co1:ve~~10!1ales se presen-
tan, con<luctualmente, en forma de los eventos lin~ms!1cos Y sus rela- impediría. Por ello, en la sustitución no referencial, se interactúa exclusi-
.ciones. Cuando la mediación sustitutiva no referencial tiene lugar como vamente con las acciones convencionales y sus productos. Estas acciones
proceso de relación de respuestas y estímulos conv~ncionales de un so.lo Y productos son funcionalmente pertinentes a contingencias situaciona-
individuo, la interacción puede ser no aparente, o silente, como lo sugie- les concretas; pero, a la vez, en la medida en que la mediación sustitutiva
re Vygotsky al hablar del lenguaje interiorizado. Pero ésta no es una op~ra ~orno. '.elació°: de dicha~ acciones y productos al margen de cual-
característica obligada, en tanto la mediación sustitutiva ~uede darse ~n qmer sltuac10n particular, el mdividuo puede interactuar con eventos
forma aparente, objetizada (por ejemplo, cuando se escnbe) e!1 el m1~- que no. existen como
. tales, por sí mismos e independientes , en el entor-
mo individuo, o como condición definitoria cuando el proceso mteract1- no, smo que existen como eventos sólo en la medida que las acciones
208 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial Las relaciones sustitutivas no referenciales 209
lingüísticas pueden objetizarse, o se responde a ellas como a eventos males carecen de valor semántico intrínseco, es decir, no tienen funciones
con propiedades no convencionales. No obstante, los eventos ~ompren- descriptivas de eventos empíricos concretos, 2. los lenguajes formales
didos en la sustitución no referencial son, de hecho, exclusivamente siempre son descritos y formulados mediante un lenguaje natural y, por
acciones lingüísticas y, por consiguiente, relaciones entre ~¡ indivi1uo Y ende, dependen de la existencia primera de dicho lenguaje natural, y
su entorno situacional. El individuo, sin embargo, ya no mteractua en 3. los lenguajes naturales son lenguajes cuyo significado está dado por
este caso con dicho entorno situacional, sino con sus propias interaccio- su correspondencia con prácticas sociales respecto de los objetos y las
nes con el entorno; por ello la mediación susti .,oreferenc_ialim~li- relaciones entre individuos y objetos.
ca un nivel de desligamiento casi absoluto respecto de las contingencias En primer término, esta distinción implica que muchos de los proce-
situacionales inmediatas y mediatas que inciden sobre el individuo sos de mediación sustitutiva no referencial se dan en términos de lo que
como eventos fisicoqufmicos y biológicos. . se denominan lenguajes formales. llñ segundo lugar, que para poder
El individuo, al interactuar con su propia conducta conve1_1c10na'. Y relacionar eventos convencionales en términos no referenciales, se re-
sus productos (o con los de otros que se den al margen de ?ontmge_ncias quiere de un sistema interactivo referencial previo. Tercero, que los
situacionales), en cierta medida crea la realidad con la q1;1e 1.'.1!e~actua; es lenguajes formales pueden tener propiedades de lenguaje natural, en la
decir no sólo puede trascender, mediante el actuar lmguisttco, toda medida en que, al ser articulados por un lenguaje natural, pueden ser
contingencia situacional particular, sino que al identificar en_ sus propias funcionales en la referenciación de eventos. Y cuarto, que los lenguajes
acciones convencionales relaciones potenciahnente referenci~bles_ sobr~ naturales no son necesariamente referenciales; lo son sólo en la medida
¡0 situacional, crea las condiciones para interactuar con una si~uacionah- en que sus componentes reactivos han participado en interacciones de
dad que en cierto grado depende de su propia conducta no sttuacion~I. sustitución referencial. Por ello, no existe una identidad entre lengua-
Claro está, la factibmdad de interactuar adecuadament~ ~on las :ontm- jes formal y no referencial, y lenguajes natural y referencial. Por nues-
gencias situacionales en forma continua constituye una h°:ttante si~m~r~ tra parte, trataremos la funcionalidad de las respuestas convencionales,
presente en toda mediación sustitutiva, sea.º no ref~r~ncia_l. Los :11d1Vl- describiéndolas como respuestas con o sin historia referencial.
duos siempre tienen que confrontar, en pnmera y ulttma instancias, un Así como ocurre en el caso de la sustitución referencial, en la no
entorno compuesto por eventos de naturaleza fisicoquímica. referencial operan sistemas reactivos convencionales múltiples. En pri-
La función sustitutiva no referencial cubre una serie de fenómenos mer término, los sistemas reactivos pueden diferenciarse de acuerdo
característicos del comportamiento humano complejo, que incluye_~ des- con sus características morfológicas. En segundo lugar, debe tomarse
de los problemas tradicionales de formación de conceptos, la solucio'.1 de en consideración la forma en que dichas características morfológicas están
problemas y el pensamiento dirigido, hasta a~uellos que -~e denvan organizadas normativamente como estructura convencional, pues un
del comportamiento implicado en la construcc10n y operac10n de le_n- mismo conjunto de elementos morfológicos puede formar parte de di-
guajes formales como la lógica, la matemática, la música Y las artes plas- versos sistemas reactivos. Finalmente, un mismo sistema reactivo con-
ticas. Por su naturaleza estrictamente convencional y por la funcionahd~d vencional, con base en historias de referencialidad múltiple, puede tener
que estas formas de conducta deben asumir al interactuar con otros in- funciones de sustitución no referencial diversas. Por tal motivo, en el
dividuos y con eventos no convencionales en el entorno: se _considera análisis de la mediación no referencial deben tomarse en consideración
que, evolutivamente y en su articulación con circunstancias sttu~c1o~a- cuatro aspectos importantes:
les, dependen en un grado importante de las propiedades de sustltuc10n
referencial que puedan tener, cuando menos, algunos de sus segmentos
l. la comparabilidad morfológica de los sistemas reactivos conven-
componentes. . cionales;
La mediación sustitutiva no referencial tiene una estrecha vmcula-
2. las interdependencias definidas por la organización normativa de
ción con el problema lingüístico que, desde otra pespectiva, se ha ubi?a-
dichos elementos dentro de un sistema reactivo (o sintaxis), de-
do en relación con la estructura sintáctica y semántica de los lenguajes
finidas como estructuras de ordenamiento;
naturales y formales. Aun cuando esta distinción entre tipos de lenguaje
es útil desde una óptica lógica, no es equivalente en su totalidad a l~s 3. la comparabilidad de estructuras organizativas de diferentes siste-
mas reactivos convencionales, y
categorías aquí descritas como lenguaje referencial y no referen~rnl. Sm
4. las relaciones de referencialidad que pueden entretejerse entre
embargo, dicha distinción es útil en la medida_ en que sefiala c1e~tas ca-
elementos de un mismo sistema reactivo, o de varios diferentes,
racterísticas definitorias en nuestra formulac10n: 1. los lenguajes for- con base en la historia interactiva del individuo o individuos.
210 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial Las relaciones sustitutivas no referenciales 211
Estos aspectos obligan a considerar las características formales de pas. En la traducción de una etapa se establece la simple corresponden-
los lenguajes como sistemas contingenciales iHtrasistema reactivo e cia entre respuestas convencionales con diversa historia referencial ,
intersistemas reactivos, pues de las características normativas de !as con- entre respuestas convencionales con historia referencial y aquellas que
venciones que los rigen, se deriva la posibilidad de establece~ mte_rde- no la poseen, o entre respuestas convencionales sin historia referencial.
pendencias de diverso tipo entre ell?s. En cierto gr_a~o, la func10nahdad La mediación sustitutiva ocurre cuando una respuesta convencional con
no referencial depende de las propiedades morfolog¡cas Y estructurales o sin historia referencial, reorganiza funcionalmente el sistema de c~rres-
de los sistemas reactivos involucrados; no puede inferirse directamen- pondencias entre las diversas respuestas cubiertas por la traducción de
te de ellas, pero éstas imponen restricciones a la in tegr~ción funcional una etapa. Este proceso de traducción funcional de respuestas traduci-
que puede establecerse entre diversas respuestas convenc10nale~. . das ~reviamente en '.~rminos estrictamente morfológicos, es lo que
Como se observó anteriormente, la sustitución no referencial provie- constltuye la traducc1on de dos etapas. En las secciones que siguen
ne, como posibilidad funcional, de la au torreferencia, Y en esa med!?ª examinaremos el proceso mediador con mayor detalle.
se organiza a partir de las mediaciones suplemen!adas que la sustit~c10n
referencial permite. De este modo, la funcionahdad de las mediaciones
no referenciales reviste una doble dependencia. Por una parte, los siste- DESCRIPCIÓN PARADIGMÁTICA
mas y respuestas convencionales pueden ser funcionales en el grado en
que se interrelacionen con respuestas de historia referencial. Por otra, La función sustitutiva no referencial, desde el punto de vista de su
su funcionalidad con respecto al entorno no convencional se presenta representación paradigmática, describe la mediación de relaciones re-
como tránsito de la no referencialidad a la referencialidad Y, por tanto, f~rei:ciale_s por una respuesta convencional, al margen de toda contingen-
aun cuando la mediación no referencial representa un nivel de desliga- cia situac1onal. Por consiguiente la mediación sustitutiva no referencial
miento total con respecto a las contingencias situacionales, su funcio- es la reorganización funcional de los sistemas reactivos convencionales
nalidad sigue dependiendo de su interrelación y/o tránsito a interacciones con base en su interrelación por respuestas también convencionales.
vinculadas con circunstancias situacionales. Las respuestas convencionales, genéticamente poseen una historia
Este proceso de interrelación y tránsito con y hacia lo referencial interactiva que incluye la reactividad a relacione; entre eventos fisico-
puede describirse de manera acertada con el término traducción, según químicos; la producción de cambios en el entorno mediante la acción
lo formula Quine (1960). De hecho, la mediación no referencial es de otros individuos; la posibilidad de producir cambios en el entorno
un proceso de traducción entre sistemas reactivos convencionales con Y/o condicionales a relaciones complejas entre eventos convencionales y n;
sin historia de referencialidad. La traducción opera como interrelación convencionales, así como el mediar la relación de otros individuos con
en diversas etapas de los sistemas de respuesta convencionales que, en eventos Y sus contingencias modificadas. En este último nivel el de la
términos de la funcionalidad reactiva pertinente desde el punto de vista sustitución referencial, el individuo puede responder convenci¿nalmen-
conductual, no tienen referencialidad, con aquellas que poseen una his- te a lo~ e~e~tos, y producirestímulosconvencionalesalosquerespondan
toria de referencialidad. Cuando se dispone de dos sistemas reactivos otros md1v1duos. Las respuestas convencionales se organizan con res-
distintos su traducción o interrelación funcional puede darse con base pecto a. la interrelación entre los estímulos convencionales y los no
en exclu;ión, inclusión, identidad, ordenamiento secuencial Y semejanza convenc10nales, que dependen, en algún grado, de las circunstancias si-
de los eventos convencionales comprendidos en dichos sistemas reacti- tuacionales en que se presentan y con lasquesevinculanfuncionalmente
vos. Esto implica que la traducción no opera como un proceso biunívo- en términos conductuales.
co de correspondencias funcionales ni en un mismo nivel de relaciones. En_ la sustit~?ión no referencial, la mediación se da como un proce-
Los diversos sistemas reactivos y sus elementos pueden interrelacionarse so de mterrelac10n de segmentos referenciales y/o no referenciales de
en niveles funcionales de jerarquía distinta y, por consiguiente, de pro- naturaleza
, convencional. En esta forma de interacción , el individuo
piedades mediacionales diferentes. . · actua con respecto a su propia conducta lingüística y a la de otros en
El proceso de mediación, como traducción, puede ?,currrr de dos t~rminos de la organización y estructuración de nuevas relaciones e~tre
maneras: como traducción de una etapa, o como traduccion de dos eta- d1~hos segm~ntos_ lingüísticos. La mediación que así opera permite am-
pas. De hecho, el primer caso, la traducción de una sola ~taP,a, con~tit~ye pliar la func10nahdad referencial de las respuestas convencionales y, por
más bien la condición necesaria para que ocurra la mediacion sustltutlva e~de, generar nuevas formas de suplementación referencial y no conven-
no referencial, la cual siempre es un proceso de cuando menos dos eta- cional. A la vez, según el nivel de sustitución no referencial en cuestión,
Como ya se señaló, aun cuando los tres elementos funcionales impli- a) J?e una etapa.
cados en la interacción poseen historia referencial directa - o cuando b) Unica, diversa.
menos así ocurre con dos de ellas (R.x, Ry )-, la mediación no referen- c) Lingüística, no lingüística.
a) De una o de dos etapas. En este caso, dada la participación de una respuesta convencional
b) Diversa. sin referencialidad directa como elemento mediado (Ry), se añaden
c) Lingüística, no lingüística. algunos parámetros nuevos específicos. En primer Jugar, dada la perte-
nencia de Ry a un sistema reactivo que comprende sus propias formas
de condicionalidad, se agrega una dimensión suplementaria de naturale-
!O. Probabilidad de sup!ementación </>, O de Ry. za puramente convencional y definida por la (s) estructura(s) de relacio-
l l. Probabilidad de suplementación O, </J de Rx · nes del sistema reactivo en cuestión. En segundo lugar, se presenta un
proceso de traducción de las etapas, ya que Ry no tiene dimensión mor-
! 2. Probabilidad de suplementación O, í/> de Rn. fológica ni funcional de correspondencia directa con Rx. Esto implica
13. Probabilidad de suplementación O,</> de Rn dada Rn (Rx+->Ry) que Rn medie la relación Rx <---l- Ry, traduciendo Ry a relaciones
relativa a la de Rn · ,-¡. d Rn (Rx R ) del sistema referencial del que forma parte Rx. En este proceso de tra-
14 _ Probabilidad de suplementación O, y., de Rx da ª +-> Y ducción de dos etapas, en donde Rn describe a Ry en términos de R.x,
relativa a la de Rx • r!. Rn (Rx R ) tiene lugar la referenciación lingüística de un sistema lingüístico y sus
15 . Probabilidad de suplementación O, y., de Ry dada +-> Y relaciones con otro conjunto de respuestas referenciales de la misma
relativa a la de Ry • • R (R >Rx)
naturaleza, Éste constituye un parámetro importante (normalmente es-
Probabilidad de correspondencia referencial ;1 Y~ tudiado por la lógica moderna), que destaca la dependencia de todo
16
" dada relación intrarreactiva Rx, Ry, Rn: en dondepRx- f(Ry), sistema reactivo convencional no referencial, respecto de un sistema re-
pRy = f(Ry). . +---> ferencial que pueda mediar sus relaciones intrarreactivas y entrerreacti-
. Probabilidad de correspondencia referencial Rn (Ry _ fiRx) vas. Finalmente, al adquirir Ry referencialidad indirecta, se convierte
17 automáticamente en mediador de las relaciones entre Rx y Rn, o cual-
dada relación entrerreactiva Rx, Ry, Rn en donc\e P Rx - '(Ry
respecto Rn ); p Ry = f(Rx respecto Rn). • • quier otro conjunto reactivo referencial o no referencial. La traducción
de dos etapas es, además en sentido estricto, bidireccional.
18. Duración de Ex, Ey, Y E~. R E Si considerarnos las observaciones anteriores, los parámetros impli-
19. Intervalos Rx-Ex, Ry-¿,E n-E n. cados en este caso son los mismos que en la relación anterior, exceptuan-
20. Intervalos Ex-EY, En- , n- y. do los parámetros 8 y 10. Habría que agregar los siguientes parámetros:
La duración y los intervalos señalados en l~s par~_met'.os 18,_ 19 Y L Probabilidad de suplementación O de Ry.
20 en la medida en que son afectados por la dnnens10n v:~ual, V1su~l- 2. Probabilidad se suplementación O de Rn dada Rn (R.x+--->Ry).
't ·sual-acústica acústica-visual-motora de la r~lac1on ~-R, m- 3. Probabilidad de suplementación O de Rx dada Rn (Rx+---> Ry).
~~Y~ra,lav~eografía co~o función de la relación gráfica, fonética Y ges- 4. Probabilidad de suplementación O de Ry dada Rn (Rx-Ry),
~ual dne las respuestas y estímulos convencionales. En_ lo qu~ toca a l~s relativa a la de Ry.
relaciones intrarreactivas y entrerreactivas de corresponde:1c1a_ m~1;fo_lo- 5. Correspondencia referencial de Ry de dos etapas .
. a · stas se refieren a las estructuras estadísticas del estilo lmgmstico 6. Probabilidad de correspondencia referencial Ry (Ry+---+Rz),
~~n~i~erado desde el punto de vista de sus uni~~des, ~~g1'.1entos Y corres- dada Rn (Ry-R.x).
ondencia de segmentos (equivalencia o exclus1~n estihstic~ entre otros).
ias relaciones entrerreactivas de correspondencm_convenc1onal entre los
diversos elementos de la mediación no referencial (~n, _Ry, Rx •.. ), se Parámetros de la mediación referencial de respuestas
refieren a las normas que definen el estilo y, por cons1~mente, como en no referenciales
algunos casos de las relaciones morfológicas intrarreactivas, a ~as ~1vers;s
formas de traducibilidad que pueden te~er di~has r~glas, -~n termmos e Este caso representa un doble proceso de traducción, en la medida
relaciones de exclusión, equivalencias o identidad, mcluS1on, semeJanza, en que tanto Rx como Ry son respuestas sin referencialidad directa,
y orden o secuencia.
Análisis paramétrico 223
222 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial
que generan niveles de interrelación múltiples. !ln
no só_lo da referen. indirecta, es decir, que posea una historia como la descrita en los dos pri-
cialidad a Rx, sino también a Ry, y en esa medida permite que _ambas meros casos de esta función. En otras palabras, Rn debe haber sido
respuestas no referenciales se interrelacionen. La ~o~espondencia refe- previamente Rx o Ry en alguna otra forma de mediación sustitutiva no
rencial Rn (Rx- Ry) genera igualmente la posibiltda? de que Rx o referencial. Sólo en este sentido se puede hablar de mediación por res-
Ry sustituyan a Rn como mediador, ya sea ?e relac!ones ei:itre los puestas no referenciales. Se trata de no referencialidad directa, pero
mismos conjuntos reactivos -produciendo una mteracción eqmvalente debe quedar claro que de no haber algún grado de referencialidad no
a la del caso V: Ro[J{J(R0 [J{]I----, Ro[R]), o estableciendo la referen- podría darse ningún nivel de mediación sustitutiva. Como se verá en el
cialidad adquirida de Rx y/o Ry para nue~as traducc!ones de_una etapa último caso de esta función, el nivel de desligamiento mayor se presenta
de la respuesta alternativa- o para ser mediadores de mteracciones freno como R¡¡[J{n](J{o[Rx]<------>Ro[J{xl), pero en este caso Ro[:\ln] es len-
te a nuevas respuestas referenciales o no referenciales (Rz, Rt ... ). guaje referencial de lenguajes diferenteS"; es decir, es un conjunto reactivo
Además las nuevas correspondencias morfológicas Y referenciales entre capaz de mediar contingencias situacionales respecto a otros conjuntos
Rx y Ry, mediadas por Rn, establecen nuevas d~1;1ensiones de suple- reactivos como sistemas objetizados o comportamiento de un individuo.
mentación O para los diversos elementos de la relac10n. La propiedad no referencial de Rn amplía de manera notable el nú-
Con base en lo señalado, se deben omitir los parámetros 7, 8, 10 y mero de_ equivalencias funcionales, o de traducibilidad, de los conjuntos
11, y deben agregarse los siguientes: referenciales Rx y Ry, a la vez que modifica sus contingencias situacio-
nales. Al mismo tiempo, en la medida en que Rn se articula funcional-
J. Correspondencia intrarreactiva entre las morfologías convencio-
mente c::m Rx Y Ry, se vincula también con todos los conjuntos T, z
nales de Rx y Ry. referenciales, que pueden ser mediados por Rx y Ry cuando tienen la
2. Correspondencia entrerreactiva entre las morfologías conven- función de Rn.
cionales de Rx y Ry. Con base en lo anterior, los parámetros del primer caso son perti-
3. Correspondencia referencial de Rx de dos etapas. nentes para el que nos ocupa, mas deben agregarse como parámetros
4. Correspondencia referencial de Rl' de dos etapas. nuevos implicados, los siguientes:
5 Probabilidad de suplementación O de Ry.
6: Probabilidad de suplementación Q de Rx.
7 Probabilidad de suplementación O de Ry dado Rn (Rx+----'> Ry). l. Probabilidad de suplementación O de Rn.
8: Probabilidad de suplementación de Rx dada Rn (Rx+---+Ry).
9. Probabilidad de correspondencia referencial de Rx(Rt+----'>Rz),
2. Probabilidad de sup!ementación (O, ¡;1) de Rn, dada Rn
(Rx<------> Ry ).
dada Rn (Rx-Ry). 3. Probabilidad de correspondencia referencial de Rn, dada Rn
10. Probabilidad de correspondencia referencial de Ry (Rt+----'>Rz), (Rx<------> Ry ).
dado Rn (Rx+----'>Ry). 4. Probabilidad de suplementación de Rx, dada Rn (Rx<------>Ry)
J l. Probabilidad de correspondencia referencial de Ry (Rn+----'> Rx), relativa a Rx
dado Rn (Rx+----'> Ry ). 5. Probabilidad de suplementación O, !Z) de Ry, dada Rn
¡ 2. Probabilidad de correspondencia referencial de Rx (Rn+----'> Ry), (Rx<------> Ry) relativa a Ry.
dada Rn (Rx<-----> Ry ). 6. Probabilidad de correspondencia referencial de Rx(Rt, Rz ... ),
J3. Probabilidad de correspondencia referencial de Rx (Rn y/o dada en Rn (Rx<------> Ry ).
Ry__,. Rt), dada Rn (Rx-<-----> Ry). 7. Probabilidad de correspondencia referencial de Ry (Rt, Rz ... ),
14. Probabilidad de correspondencia referencial de RY (Rn y/o dada Rn (Rx<------> Ry).
Rx--,.Rt), dada Rn (Rx+--'>Ry). 8. Probabilidad de correspondencia no referencial de Rx (Rt
9. Probabilidad de correspondencia no referencial de Ry (Rt'.
Parámetros de la mediación no referencial Rz ... ), dada Rn (Rx·-~Ry).
de respuestas referenciales 1O. Probabilidad de correspondencia referencial de Rn (Rt, Rz ... ),
dada Rx (Rt-<----> Rz ), bajo Rn(Rx+-- ➔ Ry ).
Este caso requiere de que una respuesta Rn no referencial q:1e.me• 11. Probabilidad de correspondencia referencial de Rn (Rt, Rz ... ).
die Ja interrelación de dos respuestas referenciales, posea referenciahdad dada Ry (Rt<------> Rz) bajo Rn (Rx<------> Ry).
235
ples consecuencias. En primer término, la elaboración de un sistema
Sin embargo, el impacto producido por las ciencias sobre la activi- se basa en criterios que no necesariamente incluyen a los elementos
dad práctica (y, por tanto, la estrategia para abordar el problema ~e lo que resultan "pertinentes" para la descripción de eventos con los que se
real) no puede ser reducida a un enunciado general, puesto que existen requiere tratar en situaciones "prácticas". Esto es evidente si considera-
diferencias significativas entre los logros obtenidos por ingenierías Y mos que en éste último caso el psicólogo no está interesado en la elabo-
tecnologías derivadas de diferentes disciplinas científicas. En este capí- ración de un sistema general que describa la regularidad en el acontecer
tulo nos proponemos abordar el estudio del quehacer psicológico en lo
de los eventos, sino en la transformación de interacciones que, en senti-
relativo a la solución de problemas prácticos. Con objeto de esclarecer do estricto, deben ser consideradas en su aspecto único, irreemplazable
la naturaleza y las características fundamentales de dicha actividad, ini- e irrepetible.
ciaremos nuestro estudio comparándola con la realizada en la elaboración En efecto, la actividad aplicada no. puede partir exclusivamente de
de una empresa científica. los rasgos comunes a diversos eventos, puesto que las diferencias que
inevitablemente presenta cada uno de ellos les otorga su significado pleno.
En su aspecto más radical, esta situación nos conduce a la cuestión de si
CIENCIA Y APLICACIÓN en el campo de la psicología es posible constituir una disciplina científi-
ca que pueda servir como base para construir diversas ingenierías y áreas
En su afán por obtener una representación de una parte de la realidad, aplicadas. Desde esta perspectiva, el problema consiste en saber si es
la actividad científica acude inevitablemente a la selección Y al análisis posible formular el camino que nos lleve de lo abstracto a lo concreto,
de elementos. Evidentemente, esta labor puede ser realizada apropiada- de tal manera que la experiencia obtenida en el dominio limitado de
mente sólo si durante el proceso de selección del material básico se eli- una ciencia pueda extenderse a otros eventos en situaciones diferentes.
minan aquellos rasgos de los eventos que los identifican como únic_os e En otras palabras, la experiencia científica puede plasmarse en enun-
irrepetibles. Ello se debe a que la visión del mundo que nos proporciona ciados generales gracias a que aborda los eventos como si fueran a la vez,
el pensamiento científico es, por naturaleza, abstracta y general. E? sustitutos de y reemplazables por otros eventos. Pero resulta que dicha
efecto una elaboración teórica referida a eventos singulares quedana experiencia debe ser aplicada a problemas que son únicos, en tanto que
agotada en el acto mismo de su generación, se encontraría estrechamente los diferentes elementos de un campo psicológico deben ser considerados
vinculada con el objeto particular al que tomó por contenido, Y equival- con toda su riqueza y profundidad. ¿Puede haber, en estos términos,
dri'a , en fin , a la constitución de una experiencia que, independiente- una verdadera psicología aplicada?
mente de su rigor y profundidad, sería efímera e intransferible (lo que, Una estrategia inicial que podemos emplear para solucionar el pro-
por otra parte, puede ser enteramente legítimo en otras esferas de la blema que nos hemos planteado, consiste en preguntarnos si en realidad
actividad humana). es posible hablar significativamente de una psicología práctica sin supo-
El orden entendido como una cierta regularidad en el acontecer de ner, al mismo tiempo, alguna noción de regularidad. En efecto, el
los eventos ~ólo es posible dentro del universo de lo general Y abstrac- "pragmatismo" prevaleciente en algunas áreas de la actividad del psicó-
to puesto que sólo aquello que es conceptualizado genéricamente pue- 1 logo ha sido insuficiente en lo que se refiere al logro de transformaciones
d; ocurrir de manera regular. En este sentido, y como corolario de lo sist~máticas y duraderas. Ello se debe, en gran medida, a que no es
anterior podemos sostener que la actividad científica se interesa en los posible formular adecu~damente un problema sin antes haber compren-
eventos' sólo en tanto que comparten una semejanza funcional con dido su desarrollo y estructura psicológicos. Indudablemente, esta
otros eventos; es decir, sólo porque pertenecen a una clase de eventos, 1
¡ comprensión parte de la suposición de la existencia de alguna forma de
que es formada e identificada por alguna característica que, relacionada regularidad. Esto significa que un problema psicológico debe ser formu-
con las características pertenecientes a otras clases de eventos, nos pro- lado de tal manera que sus características puedan ser significativamente
porciona una visión ordenada de la realidad. Desde el punto de vista de vinculables a las características de otros elementos del campo psicoló-
la ciencia un evento es importante porque puede ser sustituido por gico al que pertenecen. A su vez, el conocimiento de la estructura de
otros eve~tos y porque, simultáneamente, puede ser el sustituto de otros un campo psicológico permite, indudablemente, tener mayor claridad
eventos. . . . ,, en cuanto a la forma de planear, ejecutar y evaluar una intervención. En
No obstante lo anterior, aunque esta "eqmvalencia func10nal per- este sentido, podemos sostener que los eventos de los que se ocupa el
mite el ordenamiento de cierto conjunto de eventos, que de otra manera psicólogo práctico no son productos azarosos o caprichosos, sino que
aparecerían como caóticos, no es posible dejar de considerar sus múlti-
Ciencia y aplicación 237
236 Cap. 10. La tecnología de la conducta
han sido conformados, evolutiva y estructuralmente, de acuerdo con los sidad de efectuar un cambio psicológico no necesariamente se basa en la
mismos principios que los eventos psicológicos estudiados por el psicó- d~sviación d~ una ?~uta ~e comportamiento compartido por otros orga-
logo dedicado a la elaboración de un sistema científico. nismos. La creat1V1dad , por eJemplo, incluye diversas formas de acti-
De acuerdo con lo anterior podemos derivar dos consecuencias im- vidad con _resultados excepcionales que, evidentemente, no requiere de
portantes respecto de las características y el sentido de la psicología un tratan:iento psicológico cuando se expresa en formas artísticas cul-
práctica. En primer término, cabe mencionar que la solución de un pro- turales, científicas o religiosas. En este sentido, la psicología prá~tica
blema psicológico no es incompatible con la descripción Y explicación ab~rda_ los problemas desde una perspectiva que supone la actividad en
de su estructura y desarrollo. Aún más, la potencialidad para transfor- el ambito de l? concreto como única, y probablemente, irreproducible.
mar un campo psicológico está inevitablemente vinculada a la extensión ¿Có_mo es posible, entonces, conciliar la regularidad necesaria en el tra-
y profundidad de nuestro conocimiento acerca de él. Esta afirmación tam1ent~ de un problema práctico CO!l su naturaleza única y exclusiva?
es obvia si se recuerda que la explicación de un evento psicológico con- . Debido a que la pregunta que nos hemos formulado implica la con-
siste, precisamente, en la descripción de la forma en que los diversos ele- sideración de múltiples dimensiones, podemos distinguir diversos niveles
mentos constituyentes de un campo se vinculan con el resto de los d_esde los que puede ser abordada. En un primer nivel es necesario dis-
elementos. Esto significa que la definición de un problema sólo puede tinguir entre el "orden" como carácter común al aco~tecer de diversos
obtenerse de manera satisfactoria si se determinan los diversos vínculos eventos, del concepto de "orden" referido a la conexión coherente de
que guarda una forma de actividad del organismo con los factores situa- los factores psicológico_s dentro. de la estructura de un campo y durante
cionales y de estimulación que lo rodean. su desarrollo. En el pnmer caso, el evento psicológico se considera en
Esta concepción de la psicología práctica se contrapone, de manera c;1anto .ª su. pertenencia a una clase (característica específica de la acti-
evidente con la tendencia de abordar un problema desde la única pers- vidad c1entl!Jca); en el segundo, la "ordenación" de los eventos se for-
pectiva de la actividad del organis~o. La rotul,~ci~n. de ~n;~s de .espe- ma en función de la conformación de un evento y su vinculación con
cialización como "tabaquismo", 'autocontrol , d1slex1a , e!cetera, otros eventos durante_ ~~ desarrollo. Dicho desarrollo puede implicar
demuestra, por tanto, una .deficiente concepción de los fenomenos alguna fonna de repet1c10n, pero la coherencia del proceso no sólo pue-
psicológicos y, como consecuencia de ello, los métodos que son emplea- ~e e~aluarse en tales términos. El paso de un estado o estructura a otro
dos para transformarlos son limitados, tem,porales_ y ~rec~entement~ lillphca una forma de desarrollo coherente y, en consecuencia, regular,
arbitrarios. En términos generales, la confus10n del termino respuesta d_e un evento, pero no una clase definida con base en la repetición con-
con el de "función de respuesta" ( es decir, el de la actividad del organis- sistente de una propiedad. De acuerdo con esto, la noción de orden
mo con la forma en que dicha actividad se inserta en un campo) es uno debe ser separada de la frecuencia con que acontecen instancias de una
de los factores que ha conducido a la simplificación estéril de las prácti- clas_e de eventos. En consecuencia, desde esta perspectiva particular, es
cas psicológicas en esta área. posible reconocer una regularidad en el acontecer de eventos únicos.
En las secciones anteriores hemos formulado algunas cuestiones con-
cernientes a la psicología práctica, desde la perspectiva de su relación con
DIMENSIONES PSICOLÓGICAS EN LOS la psicología básica. Dicho análisis debe extenderse a su ubicación den-
PROBLEMAS PRÁCTICOS tro del contexto general de las ciencias. De hecho, la actividad concre-
ta de los hombres en la vida cotidiana se ve afectada por múltiples
Hasta aquí hemos destacado dos aspectos. es~nciales de_ los ev_ent?s a factores, de los cuales no nos hemos ocupado de manera explícita hasta
los que tiene que enfrentarse el psicólogo practico. En pnmer termino, el momento. Esto se debe a que el nivel de análisis que hemos adopta-
hemos mencionado que dichos eventos difieren de los abordados por el d~ se o~upa ~e los eventos únicamente desde la perspectiva de la disci-
psicólogo experimental en que, para éste, un evento es significativo en phna psicológica.
tanto le permite formar o apoyar un conjunto de enunciados que pueden Este análisis no significa, sin embargo, que los factores tradicional-
aplicarse a otros elementos que comparten cierto tipo de propiedades mente c?nsiderados co_mo "culturales", "sociales" y "biológicos" no
con él. . de_sem?~nen ~n papel 1_mportante en la conformación de los eventos
En lo que respecta a los eventos aplicados, por el contrario, el cnte- ps1colog1cos,. s'.no que dichos procesos deben ser considerados en tanto
rio relevante es independiente de su semejanza o su diferencia con otros factores p~rt_1c1pantes en el desarrollo y la conformación de las activida-
eventos, puesto que el sistema normativo según el cual se decide la nece- des ps1colog1cas. Como mencionamos en el capítulo 4, la psicología
240 Cap. 10. La tecnología de la conducta La unidad de las situaciones psicológicas 241
trabajo de investigación analítico), que permita la especificación y el tra- por resultado, de una manera casi inevitable, la atribución arbitraria de
tamiento sistemático de lo concreto. . "poder~s",."facultades" y "entidades", cuya función ,es sustituir la ac-
En estrecha relación con los factores de naturaleza histórica se en- ción desempeñada por instancias reales y concretas. Este es el caso de
cuentran los diversos elementos que hemos agrupado bajo el nombre de los llamados constructos hipotéticos y de las variables intervinientes que
"factores disposicionales coetáneos" a la interacción, ya que incluyen a hemos discutido en ocasión del estudió' de los problemas epistemológi-
los diversos elementos que comparten la característica de facilitar o in- cos y metodológicos.
terferir con la formación de ciertas estructuras psicológicas del organis- Una evaluación más clara del papel desempeñado por los factores de
mo con su medio. Como indicamos en los primeros capítulos, dichos naturaleza orgánica, nos la permite el análisis de los elementos de tipo
factores pueden ser de naturaleza orgánica, ambiental o específica de la ambiental preponderantemente (que en el caso de la psicología aplicada
interacción. son de naturaleza cultural). En efecto, la existencia de una estructura
Tradicionalmente, los factores de naturaleza orgánica han ocupado biológica en condiciones óptimas no nos garantiza, como indicamos pre-
un lugar privilegiado en el estudio, la interpretación y el tratamiento de viamente, la formación de una estructura psicológica particular: los
problemas aplicados. No obstante, su papel frecuentemente ha sido aspectos de naturaleza ambiental son una contraparte necesaria para
exagerado en detrimento de la evaluación adecuada de la contribución ello. En otras palabras, la actividad de los hombres no puede efectuarse
relativa de otros factores. De una manera semejante, los propulsores de en un espacio abstracto y vacío, no ocurre en un ámbito temporal "neu-
una perspectiva "ambientalista" (dentro de la cual se incluyen los diver- tro", sino que necesariamente ocurre en el ámbito de lo real y con refe-
sos impulsores del "sociologismo") ignoran, de manera arbitraria, la rencia a él. El hombre no sólo habla, transforma y piensa, sino que habla
importancia de los factores de naturaleza orgánica. En térmiaos genera- acerca de algo, piensa en relación con algo y transforma la realidad en
les, la consecuencia básica que puede derivarse de lo anterior, es que en que inevitablemente se encuentra. La conducta es interacción; pero así
el tratamiento de un problema práctico se debe partir del reconocimiento como no es posible imaginar la formación de una estructura psicológica
de la existencia de estructuras de interdependencia funcional, en donde sin la presencia del medio, desde un punto de vista psicológico pierde
los diversos factores participantes desempeñan un papel específico e in- significado hablar de un medio sin organismo. En este sentido, la acción
sustituible. de los diferentes objetos y eventos que lo constituyen sobre organis-
De acuerdo con esta línea de argumentación, a continuación des- mos concretos posee una historia ontogenética particular. Como queda
arrollaremos un breve análisis de los factores disposicionales coetáneos claro a partir del estudio de las diversas funciones, las propiedades físicas
(para distinguirlos de los de naturaleza histórica), y de su participación de los objetos pierden importancia a medida que las interacciones en
relativa dentro de los problemas a los que se enfrenta el psicólogo aplicado. donde se encuentran aumentan de complejidad. En consecuencia, en el
Como ya indicamos, los factores de naturaleza orgánica frecue_nte- caso de la psicología aplicada, es de fundamental importancia considerar
mente han sido sobrevalorados por los psicólogos prácticos. Esta actitud la inmensa complejidad involucrada en los medios con los que interactúa
es plenamente comprensible si se considera la enorme influencia de las el organismo.
diversas concepciones organocentristas (dentro de las cuales debe incluir- De especial interés es el hecho de que- el medio en donde se encuen-
se la medicina) en la psicología práctica. El organismo, como el resto tra el individuo frecuentemente no se corresponde con el medio en
de los factores de una estructura psicológica, sólo es uno de los elemen- donde el psicólogo aplicado interviene. Una consecuencia de lo anterior
tos participantes al que no se le puede atribuir la responsabilidad (es es que los campos psicológicos formados pueden variar enormemente en
decir, emplearlo como explicación) del evento total. Desde el marco d~ ambos casos. Por esta razón, es de gran importancia señalar, en los
referencia establecido inicialmente, el organismo (que puede ser descn- casos en que ello sea posible, el papel ~ctivo del organismo en la forma-
to como una forma particular de organización de sistemas reactivos) ción y transformación de su medio.
determina las diferentes posibilidades (y, en consecuencia, los límites) de Un aspecto de las interacciones con las que necesariamente tiene
interacción que puede establecer con su medio, siempre Y cuando se en- que enfrentarse el psicólogo aplicado, consiste en el hecho de que el
cuentren los factores propicios para que el desarrollo de dichas funciones medio social y cultural adquiere importancia en una proporción relativa
se lieve a cabo. En otros términos, el papel de los factores orgánicos es a aquella en que el medio físko como tal la pierde. Desde Juego, esto
determinar las diferentes posibilidades de desarrollo ontogenético, pero no significa que el hombre deje de interactuar con su medio físico, sino
no son los responsables de que éste se lleve efectivamente a cabo. En que interactúa con él desde la perspectiva delimitada por su medio social
este punto es importante insistir en que la ignorancia de otros factores da y cultural.
242 Cap. 10. La tecnología de la conducta La unidad de las situaciones psicológicas 243
CIENCIA Y TECNOLOGÍA: ANÁLISIS contrario, en el disefio de lenguajes y procedimientos de organización
Y SÍNTESIS potencia~ió~ y aprovechamiento de recursos materiales y aparatologías'.
Por cons1gmente, la tecnología social quedaría inscrita en el grupo de
Como hemos venido diciendo, la ciencia procede analz'ticamente en las tecnologías blandas. ·
tanto modo de conocimiento. Analiza en la medida en que abstrae
propiedades comunes, genéricas, de objetos singulares distintos. En e~te
sentido el conocimiento científico trasciende la concreción de los obje- TECNOLOGÍA DE LA CONDUCTA
tos particulares al descomponerlos en las propiedades que permiten
agruparlos en clases que borran su singularidad. La ciencia parte de los l Históricamente, los intentos por construir una tecnología del com-
objetos pero no los estudia ni los describe; abstrae propiedades de ellos port~miento se han expresado de d0s maneras, desde nuestro punto
y, en e~e sentido, crea dimensiones de con_ocimknt~ que t~a~cknden a de vista ambas incorrectas. Una, como extrapolación directa de los
su experiencia directa. Mientras el lenguaje ordmano va dmg¡do a los "principios" y procedimientos generados por la investigación básica a
objetos y a las relaciones que implican juicios de valor con respecto a c_ondiciones funcionales semejantes, aun cuando sea reductiva y metafó-
ellos las personas y las acciones sociales, el lenguaje científico se refiere ricamente; en ella, el conocimiento va directamente de la ciencia básica
a relaciones entre propiedades abstraídas de los objetos, que no hacen hacia la aplicación práctica, sin ningún proceso de reordenación o estruc-
referencia a ningún objeto en particular. turació~ adicional. Otra, como analogía, en la que la investigación básica
El conocimiento científico contrasta con el modo tecnológico de se co~s1dera un modelo a escala de la realidad concreta que se quiere
conocer. La tecnología es fundamentalmente un conjunto de procedi- ~0?1~1car: Las concepciones que surgen directamente de la situación
mientos -Y reglas para generarlos- dirigidos a la transformación, la md1v1duahzada (en termines más o menos generales) se traducen en
eliminación o la creación de objetos o condiciones particulares concre- pr_o~edimientos ~nalógicos de laboratorio, que reproducen un modelo
tas. La tecnología se describe en términos de cómo producir efectos o miniatura, reducido, del problema bajo estudio. Los datos así obtenidos
resultados específicos en circunstancias determinadas y, como modo de pretenden confirmar o refutar las concepciones prácticas de las que
conocimiento, se configura de dos formas: una, como resultado de la analógicamente han surgido.
práctica sistemática relativa a la solución de problemas particulares En con~ecuenc!a, ~. con base en la distinción esencial que hay entre
-que podríamos denominar tecnología práctica-; otra, que está
contenida a partir del conocimiento científico disponible o factible. En
e! co~oC1m1ento c1entifico y el tecnológico en la dimensión analítico-
sintético, no puede plantearse la transferencia directa- por extensión 0
la medida en que la ciencia, como modo analítico, procede mediante la a~alo~ía- de las categorías y del lenguaje de datos del cuerpo teórico
descomposición de las propiedades de los objetos concretos, desvincu- c1enti:1~?, ª. la fo,~mulación del conocimiento tecnológico, o a una psi-
lándose de objetos y situaciones particulares en tanto tales, no puede cologia aplicada en nuestro caso. El conocimiento científico necesita
ser aplicada directamente como conocimiento tecnológico. La tecnolo- 1 ser. adaptado c~mo síntesis de lo uniforme en la diversidad, para poder
l
gía proveniente de la ciencia tiene, por consiguiente, que ser elaborada aplic~:lo a_ lo singular de lo genérico. Esto implica un proceso de tra-
como conocimiento sintético y sintetizador; sintético en la medida en ducc1on, s~n el cual el conocimiento científico carecería de significación
que resulta de un proceso de revisión del conocimiento analítico a lo parn soluc10n~r p~oblemas concretos en la práctica social. La psicología
concreto y singular de los objetos particulares; sintetizador, en tanto la aplicada cons1s~1r1a en el cuerpo teórico que permitiría traducir el cono-
tecnología como conocimiento requiere de la integración situacional de c1m1~~to c1entif1?0 en tecnológico, es decir, pasar de la información
aspectos únicos enmarcados en categorías generales.
Si consideramos que la relación entre ciencia y tecnología no es di- 1
?
anal!tica sobre dimensiones que trascienden a los eventos singulares y
particulares, a la reconstrucción sintética de los valores de dichas dimen-
recta, surge una pregunta específica ante esta problemática, que se refie- . s10nes, que permiten sintetizar a un evento singular concreto.
re a la forma particular que puede adoptar en lo general una tecnología ¿C~~les pueden ser las dimensiones que permitan este proceso de
social, y en lo particular una tecnología del comportamiento. ¿En qué traducc10n de lo analítico a lo sintético? Esbozaremos algunas conside-
tipo de tecnología podrían insertarse la tecnología social y la del com- rac10nes, todavía preliminares.
portamiento? La tecnología en general puede dividirse en tecnología Debe partirse de la premisa de que, aun cuando la información
dura y tecnología blanda. La dura consiste en la construcción de obje- cualitativa y cuantitativa del conocimiento científico puede ser funda-
tos, aparatos y estructuras fisicoquímicas y biológicas; la blanda, por el mental en la determinación paramétrica de las características de un
244 Cap. 10. La tecnología de la conducta
Tecnología de la conducta 245
procedimiento tecnológico, dicha información carece de pertinencia a de relaciones de contingencia -como en el caso de la reactividad con-
menos que exista, para usar una metáfora, un sistema conceptual que vencional.
sirva como interfase de su síntesis situacional. Este sistema consiste en Los factores disposicionales son el conjunto de variables que permi-
un conjunto de categorías que norma la identificación de variables per- ten predecir la probabilidad de una forma de interacción particular.
tinentes para el cambio tecnológico, así como las redes de relaciones Estos factores participan de dos maneras en la configuración del campo
entre dichas variables. Las categorías aludidas deben corresponder de contingencias. En primer término, como propensión reactiva, es de-
taxonómicamente a las empleadas en la ciencia básica, pero su forma cir, como formas de responder que en el pasado mostraron una elevada
particular de aplicación conceptual no puede ser la misma. La ciencia probabilidad general y/o situacional. En segundo término, como cir-
encuentra uniformidad, identifica, en lo aparentemente diverso. La cunstancias presentes que covarían con formas particulares de compe-
tecnología singulariza con base en lo genérico. Por ello, aunque las cate- tencia reactiva y/ o que propician o interfieren con su funcionalidad. La
gorías teóricas de la tecnología no pueden seguir las mismas reglas ope- simetría o asimetría de ambos grupos de factores es el índice predictor
rativas que las de la ciencia básica, requieren necesariamente de guardar más preciso de la factibilidad en tanto competencia reactiva, entendida
un mínimo de correspondencia conceptual como sistemas taxonómicos como interacciones funcionales en situaciones particulares.
de la realidad. Con excepción de la de los individuos con alteraciones biológicas
Desde la perspectiva teórica que hemos expuesto, la teoría tecnoló- severas y de la de los que están en etapas tempranas de su desarrollo, la
gica de la psicología plantearía, en un primer nivel de traducción, la de- conducta humana se caracteriza por alcanzar, en algunas de las compe-
limitación de categorías situaciqnales que reconozcan explícitamente tencias reactivas, los niveles funcionales que corresponden a la sustitu-
las características funcionales del individuo y del medio en que interac- ción no referencial. El reconocimiento de este hecho, y de que ello no
túan. Estas categorías deben abarcar la identificación y análisis de: excluye la operatividad específica momentánea de variables que corres-
ponde a niveles referenciales y presustitutivos de interacción, conduce
1. las características de los diversos sistemas reactivos del (los) indi- a tres consideraciones de pertinencia práctica. La primera, que los nive-
viduo(s); les sustitutivos de comportamiento tienen sus propias fuentes de suple-
2. los factores disposicionales que probabilizan en un momento y mentación, en términos de los productos o interacciones convencionales
situación determinados, una forma particular de interacción; del actuar del individuo. La segunda, que esto no excluye formas de su-
3. los niveles funcionales y las formas de competencia que tanto plementación conductual y/o fisicoquímica, pero que, de algún modo,
el (los) individuo (s) como el medio aportan y establecen como su operatividad está condicionada por las formas de suplementación
posibilidad interactiva; convencional y por la medi;ición sustitutiva de las contingencias impli-
4. la descripción de los sistemas formales de contingencia que con- cadas. La tercera, que el desa1TOllo de las competencias y los niveles
figuran el campo de interacciones, y funcionales de interacción es asimétrico y, por consiguiente, no puede
5. la descripción de los sistemas potenciales y virtuales de contin- estimarse como mero correlato o consecuencia lineal de la historia de
gencias que las formas particulares de interacción representan en interacción.
la práctica. En la medida en que el comportamiento humano ocurre siempre en
sociedad, es imprescindible identificar y analizar los sistemas de contin-
Como concepto funcional, los sistemas reactivos se fundamentan en gencias que, en forma de normas, pautas, costumbres y tradiciones,
los sistemas biológicos y culturales de respuesta, pero no son idénticos a prescriben y regulan la adquisición y operatividad funcional de las com-
ellos. Los lenguajes naturales y formales, así como las diversas morfolo- petencias conductuales del individuo. El conocimiento de los sistemas
gías biológicas de respuesta, se integran funcionalmente en sistemas formales de contingencias es útil en tanto permite evaluar la correspon-
reactivos, en la forma de competencias físicas y sociales diversas. Las dencia de los sistemas reactivos, y su funcionalidad, con aquellos que se
características particulares de dichos sistemas reactivos, especialmente establecen socialmente.
en lo que se refiere a los sistemas de naturaleza convencional, son ade- Finalmente, no puede descuidarse la dimensión interactiva que in-
cuados para el análisis funcional de las interacciones situacionales con- troduce el individuo al mediar y ser mediado en el campo de contingen-
cebidas como campos de contingencias individualizadas. Los diversos cias que representa cada situación particular. No sólo las relaciones de
sistemas reactivos posibles determinan posibilidades diferenciales de contingencia posibles en un campo situacional son pertinentes para
interacción, además de introducir formas específicas preconstruidas analizar las competencias requeridas por el individuo para interactuar con
1
í
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251
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Indice onomástico
255
254 Bibliografía
Roberts, 155 Staddon, 36
257
256 Índice onomástico
Autorreferencia, 192 concepto tradicional, 90 concepción del, 34 importancia del, 133
parámetros de la, 196 filogenética, 36 atomista, 30 operante, 11, 30, 33, 49, 62
isomórfica, 36 convencional fonético, 204 respondiente, 33, 137
Biografía reactiva, 45, 60 relación de, 28 de agresión, 158 simultáneo, 127
Biología, 40 Cercanía, contacto por, 110 de cortejo, 158 situacional de Kupatov, 143
Ciencia(s) de identificación del predador, 158 temporal, 119
CajadeSkinner, 118,136. básica, 38 de jerarquización social, 15 8 teoría del, 11, 39, 108-109, 137
Cámara experimental estándar. Véase biológicas, 80 desarrollo de la organización del, 34 Condicionamiento tipo ll, 135
Caja de Skinner de lo físico, 207 desarrollo del, 34 Conducta(s)
Campo(s) duras, 9 formas de organización, 37 adjuntivas, 11
análisis de, 49, 90 fisicoquímicas, 80 formas ecológicas de, 158 --•análisis, 14, 97
biestimulativo, 184 organización de las, 80 humano, 14 experimental, 17 - 18
coetáneo, 46 particularidades, 19 niveles de funcionalidad de, 66 animal, 84
concepción de, 39, 48-49 psicológica, 7 4 niveles de organización del, 19 biológica. Véase Actividad del orga-
concepto de, 48, 93 social, 40, 47 propiedades funcionales del, 11 nismo
de contingencias, 52, 67 y aplicación, 236 social, 14 cambios cuantitativos, 34
de eventos, 90, 92, 98 y tecnología, 244 taxonomía, 15, 56 clasificación filogenética, 36
de eventos interdependientes, 91 Cierre, tendencia al, 1 !O unidad de análisis del, 38 concepto de, 27
de interdependencias, 43, 45 Cognición, 34 Comunicación animal, 166 concurrentes, 32
del lenguaje, 198 animal, estudios de, 154 relaciones de, 87 de lo, organismos, 95
descripción de, 53 humana, 204 Concepto(s) definición de la, 39, 100
empírico-conceptuales, 42 Competencia(,) cualitativos de proceso, 103 desligamiento de la, 59
eventos de, 30 conductuales, 56, 65 de contingencia, 17, 49 factores, 59
factores del, 52 funcionales, 66 de interconducta, 15 dimensiones de segmentación, 12
interdependencia de los, 52 particulares, 66 de proceso, 97 discretización de la, 94
interconductual, 15, 17, 42, 45, 52 Complejización paramétrica, proceso de, cualitativo, 103 emitida, 136
factores, 42-43 14 cuantitativo, 103 gobernada por reglas, 228, 232
formulación, 49 Componente( s) de reflejo, 137 humana,84,95,247
organización, 44 alteración de, 92 de reforzamiento, 32, 232 investigación experimental de la, 95
significado, 43 cognoscitivo, 109 descriptivos cuantitativos, 97 modelo topológico, 49
límites del, 43 confirmador de las expectativas. Véa• fundamentales, 1O morfologías de, 65
noción de, 91 se Componente cognoscitivo metasistémicos, 97, 105 operante, 51-52, 136
organísmico. Véase Campo psicoló- discretos, 94 Conceptualización, 104 patrones de, 51
gico formales, 93-94 niveles de, 90 fijos, 158
psicológico, 15 funcionales, 94 Concretos empíricos, 16 principios de la, 37
relaciones de, 52 interruptor del acto. Véase Compo• Condición(es) problemática, l O
Capacidad reactiva, 47 nen te segmentador de las asocia• de estímulo selector, 166 propiedades dimensionales de la, 31
Cartesianismo, 26 ciones manipulada, 118 propiedades fundamentales de la, 12
1 Caso(s)
asociativo, 133
motivacional, 109
operacionales, 93-94
sí-no, 45
Condicionalidad
indicadores indirectos, 12
psicológica, 58, 97
paradigmáticos, 142 segmentador de las asociaciones, l 10 de la relación suplementaria, 167 respondiente, 136
Castigo, 32, 142 Comportamiento del evento contextual, 169 social, formas de, 166
no contingente, efectos no dimensio- análisis integral del, 17 del evento suplementario, 168 supersticiosa, 138
nados del, 119 análisis teórico y experimental del, Condicionamiento(s) taxonomía de la, 46
Categorías funcionales, 17 JO clásico, 30, 121, 138, 184 funcional, 55
Causa y efecto, relación entre, 28 animal, 14 de• huella, 127 tecnología de la, 28, 235
Causalidad biológico, 58 demorado, 127 teoría de la, 10, 27, 29, 32
concepción, 29 científico del, 27 hacia atrás, 127 unidad de medida, 12
instrumental, 30, 109 vacua, 60
258 Índice analítico Índice analítico 259
verbal, 15, 183,201 intermitente, 143, 145 cualitativas, 81 Estado(s). Véase Relaciones psicológicas
definición, 15 mediación de, 209 cuantitativas, 81 estables, 95
Conductismo, 9, 7 4 naturales, 229 Dimensión{es), 95 Estereotipo dir.ámico, 122, 129-130,
formulaciones teóricas, 1O no sociales, 60 de la conducta, sistematización pa- 161
hallazgos empíricos, 1O relaciones de, 52-53, 60-61, 247 ramétrica de las, 14 Estimulación no contingente, 138
histórico, 10, 27 selectoras, sustitución de, 69 espacio-temporales, 63 Estímulo(s)
metafísico, 100 séxtuple relación de, 139 funcionales, 190 auditivos, 141
metodológico, 100 simple, 142, 144-145, 148 Dimensionalidad fisicoquímica, 57 breve, funciones de, 11
versión no filosófica, 205 situacionales inmediatas, 232 Disciplina( s) condicionados, 49
radical, 10, 15 suplementaria, 68 limítrofes, referente categorial de las, condicionales, 49, 155, 182
tradición, filosófica del, 15 sustitutiva, 70, 203 45 ..-.- consecuencias, 50
Configuración triple relación de, 11-12, 139 normativas, 78 contextual, 149
fenómeno de, 82 virtuales, 248 psicológica, 75 contextualizador, 68
parámetros de la, 128 Contingencia- no contingencia, 173 carácter natural, 75 control del, 145
Conocimiento, 229, 245 Continuo espacio-temporal, 110 carácter social, 7 5 de ajuste, 184
científico, 244-245 Convención, 16 Discriminación, condicionalidad de la, de comparación, 160
modo de, 25 Convencionalidad, 16 161,177 de muestra. Véase Estímulo selector
proceso de, 25 Cooperación, 159, 166 Distinción neokantiana, 74 delta, 145
método de, 26 Cortejo, comportamiento de, 158 Dos mundos, doctrina oficial de los, 204 dimensiones de, 56
Consecuencias, 229 Creatividad, 239 Dualismo, 26, 206 discriminativo, 145
Consistencias ambientales, 61 Curiosidad, 133 Duración, 143 propiedades, 62
Constancias perceptuales, 122, 129, 161 eléctricos, efectos reforzantes de los,
Construcción teórica, lógica de, 73 Datos, 18, 102 Eclecticismo, 241 12
Constructos hipotéticos, 243 análisis refinado, 9 Efecto(s) evolución de, 45
Contacto( s) lenguaje, 17,102 cuantitativo, 53 implícitos, 44
funcional, 44 producción, 13 mecánicos, 183 integral, 16
interactivo, 46 Debilitamiento. Véase Castigo Elemento(s) morfologías particulares de, 168
normativo, medio de, 16 Definiciones constitutivos, 80 muestra, 62, 178
organismo-ambiente, 82, 87 operacionales, 100, 102 mediador, 52 propiedades fisicoquímicas del, 62
formas de, 102 taxonómico-funcionales, 97, 99-100 participante, 52 objeto de, 56-57
organismo-medio, forma de, 116 Delimitación conceptual, 9 puente, 49 propioceptivos, 141
singulares, densidad de, 149 Demora, parámetros de, 12 Encadenamiento, 31 reforzante. Véase Estímulo suple-
Contigüidad, 110, 127 Desarrollo Enfoque funcionalista, 55 mentador
espacial y temporal, 108, 117 motriz, nivel de, 85 Entidad mental, 26 selector, 160,163, 171-172
Contingencia(s) · psicosexual, teoría psicoanalítica de, Enunciados causales, 30 segmento de, l 65
ambientales complejidad de las, 231 29. Epistemología{s) suplementador, 139
campo de, 52-53, 55 Descripción paradigmática, 141, 164, específicas distintas, 18 suplementario, 149
organización, 53 187,213 generales, 18 sustitutivos, 44
caracterizaciones, 49-50 Desligamiento(s) Equivalencia funcional, 236 táctiles, 141
compuesta, 145 concepto, 58 consecuencias, 237 térmicos, 141
parámetros de la, 151 de las propiedades aparentes, 190 Escucha, 183, 200 Estructura funcional, 11 O
concepto de, 32, 49, 52 espacio- temporal, 190 Esfuerzo, 143 Estudio, objeto de, 81
concurrente, 147, 152 formas, 62-63 Espacio experimental. Véase Condición Evento(s)
condiciones, 68 funcional, 58 manipulada ambientales, 6 l, 83
contextual, 68 sustitutivo no referencial, 209 Especie, circunstancias típicas de, 48 causalidad, 91
convencionales, 208 Diacronía, 29 Esquema(s) contextual, condicionalidad del, 169
de reforzamiento, 160, 183 Dicotomías, 15, 27, 98,136 categoriales, 13 contextualizador, 68
interdependientes, 52-53 Diferencias causal, 39, 90 convencionales, 16, 57, 64
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Esta obra se terminó de imprimir
el dla 18 de septfembre de 1985,
en los talleres de Impresora Publimex, S. A.,
Calzada San Lorenzo núm. 2 79-32, Col. Estrella Iztapalapa,
Deleg. Jztapalapa, 09820, México, D. I•:,
se encuadernó en Servicios Editoriales Profesionales, S. A.,
Av. 5 de Mayo núm. 495, Col. Merced Gómez,
De{eg. Álvaro Obregón, 01600, México, D. f:,
se tiraron
3 000 efemplares, más s,obrantes de reposición
CO EHM KC 100
Los autores examinan los problemas vin-
culados a la estructura paradigmática
de la psicología y a las limitaciones que
dicha estructura impone a las formas ac-
tuales de la teoría de la conducta. Descri-
ben las categorías generales del concepto
de campo como sistema de interdependen-
cias, los diversos tipos de mediación y
desligamiento que conforman las funcio-
nes de estímulo-respuesta, y las premisas
o supuestos que fundamentan esta taxo-
nomía bajo la forma de tesis teóricas.
También tratan las diferentes funciones
como niveles de organización de la con-
ducta, y examinan sus antecedentes his-
tóricos a la luz de la teoría psicológica,
así como su estructura paradigmática y
los parámetros que definen su operativi-
dad. Finalmente, incluyen algunas con-
sideraciones acerca de la teoría de la
conducta, la taxonomía propuesta, sus
relaciones con la tecnología científica
sus aplicaciones sociales.
Técmcas de modificación de
conducta