Migraciones en El Perú

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Migraciones en el Perú

Las migraciones se han dado desde tiempos inmemorables, nuestros


antecesores desplazáronse desde Sudáfrica hacia Europa, y luego a todo el
mundo en busca de alimentos y abrigo. Una vez satisfechas estas
necesidades y luego de descubrir el fuego y la agricultura, estableciéronse
en distintos lugares, en lugares hasta aveces más insospechables,
formando tribus, pueblos, ciudades, imperios, hasta alcanzar un alto grado
desociabilidad.

Este elevado grado de civilidad es la causa de las migraciones actuales. Las


personas dejan sus tierras, sus ganados, por el atrayente desarrollo de las
grandes ciudades, pero no sólo en busca de alimento y abrigo, sino por
otros motivos que en este presente trabajo estudiaremos.
Entendiendo que el Internet es un universo de conocimiento, me he
tomado la libertad de compilar información de diferentes páginas web con
el fin de obtener un documento que sintetice la información y dar un
trabajo más completo a los navegantes hambrientos de conocimiento.

Me siento obligado manifestar que en la mayoría del trabajo están


reproducidas los mismos textos de las páginas de donde han sido
extraídas.
En el primer capítulo veremos los conceptos básicos sobre migración, así
como sus causas y consecuencias, también abordaremos el tema de la
migración en la antigüedad así como la migración internacional en la
actualidad. En el segundo capítulo hablaremos sobre la migración interna
en nuestro país, junto con sus causas económico-sociales; también
daremos a Conocer la "redistribución" espacial de la población en el Perú
a causa de la migración interna. En el tercer capítulo, para un mejor
entendimiento de las migraciones internas, tocaremos el tema de las
migraciones en el sur del país, en particular de nuestra ciudad, Tacna.
Esperando satisfacer sus expectativas y sus ansias de conocimiento dejo
ante Uds. este humilde trabajo.
CONCEPTOS GENERALES SOBRE
MIGRACIÓN
1. En demografía, se denomina migración al movimiento
o desplazamiento de los seres humanos sobre la superficie
terrestre.
El término migración tiene dos
acepciones: una amplia, que incluye a todos los tipos de
desplazamientos de los seres humanos y otra que sólo
toma en cuenta aquellos desplazamientos que involucran un
cambio de
residencia de quienes los realizan. Así, en su
significado más amplio se incluirían
también a los movimientos pendulares de la población entre la vivienda y
el lugar
de trabajo.
La forma de migración más importante
desde el siglo XIX hasta la época actual es la que se
conoce como éxodo rural, que es el desplazamiento
masivo de habitantes desde el medio rural al urbano: millones
de personas se trasladan anualmente del campo a la ciudad en
todos los países del mundo (sobre todo, en los
países subdesarrollados) en busca de mejores
condiciones de vida y, sobre todo, de mayores oportunidades
de empleo.
2. MIGRACIÓN:
1. La emigración consiste en dejar el propio
país o la propia región para establecerse
en otro sitio. Forma parte del concepto más amplio de las
migraciones de población.
Los países que registran más
emigración en la actualidad son los pertenecientes
al denominado Tercer Mundo o países en vías
de desarrollo, pero en otras épocas
fueron los europeos quienes emigraron a otras naciones en
busca de una mejor vida.
Las emigraciones han llegado a ser uno de los
problemas más graves que enfrenta
hoy la humanidad, por la precariedad en que deben vivir
millones de desplazados.
Los problemas de la emigración son
diferentes: los que se van tienen un efecto similar al de
la disminución de la natalidad, lo que para los
países de natalidad alta será un alivio.
Los que vienen tienen que integrarse en el nuevo
país, primero laboralmente con una legalidad en permisos,
identificación, seguridad
social y educación; al mismo tiempo
culturalmente, por el idioma nuevo, cuando es diferente
del suyo, en cualquier caso deben asumir las nuevas
costumbres y formas de vida. Los
valores serán de diferente intensidad, por
ejemplo el concepto de amistad, de servicio comunitario, de tiempo libre,
de
horarios, de comidas, de familia, de folclore, de gustos
artísticos; estos nuevos o modificados valores se deberán atemperar con
los suyos de origen para evitar problemas
inútiles, pero la diversidad cultural y la
diversidad de idiomas, de religiones, puede ser enriquecedora a
veces, y creadora de conflictos graves en otros casos. De todas
formas no serán estas cuestiones los principales
problemas, salvo que haya una fuerte discriminación por los nacionales o
por otros grupos
de emigrantes.
Los problemas más graves y de diferente
intensidad según países son documentos de identidad legales o permiso
de trabajo
legal. Para sobrevivir los adultos y sus familias
necesitan trabajar, salvo que sean jubilados y vengan por
reagrupación familiar. El
Estado debe proveerles de identidad, moral
y psicológicamente es preciso. Como los mismos
emigrantes reclaman: 'sólo venimos a trabajar en
labores que los nacionales no quieren hacer'. Los hechos
demuestran que no es tan fácil la cuestión,
pero si se superan discriminaciones y se pone buena
voluntad —diálogo— por ambas partes de
seguro
que se va por el buen camino.
Cuál es el balance final, la actitud de unos y otros, es buena,
ciertamente la diversidad enriquece y el nacimiento de
prácticamente todos los países ha sido por
movimientos migratorios. Piénsese también
en la actitud de los que llegan con un alto grado de
ilusión, de descubrimiento, de amistad cooperante,
de amor a
su nueva nación y de cómo perciben la
nueva realidad: en muchos casos con sorprendente
admiración.
2. EMIGRACIÓN:
Inmigración es la entrada en un
país de personas procedentes de otros lugares. Un
inmigrante es alguien que cambia de país de manera
permanente. Puede incluir a las migraciones masivas
producidas antes de la consolidación de un
Estado
Nación, y también a los
desplazamientos dentro del mismo país:
migración interna y éxodo rural. La
emigración es un fenómeno inherente a
ésta, pues se refiere a la salida del país
o lugar de origen, de manera que cualquier inmigración tiene como
contrapartida una emigración previa.
La inmigración es uno de los
fenómenos mundiales más controvertidos.
Todas las naciones desarrolladas (y buena parte de las
subdesarrolladas) restringen fuertemente el flujo
migratorio, justificándolo económicamente
en la competencia desleal que
representaría para los ciudadanos una mano de obra
a bajos costes y la carga que representarían los
inmigrantes a los servicios sociales de carácter público. La
razón de fondo puede ser muchas veces el temor de
que la cultura nacional se vea ahogada por una
oleada de inmigrantes, especialmente cuando los
inmigrantes son de otra raza, religión o idioma. El aumento de la
inmigración en Europa
se ha combinado con la xenofobia tradicional. A pesar de las
razones aducidas, la política de cierre de fronteras
plantea serios problemas de respeto a los derechos
humanos. Especialmente, cuando un país pide a
otro que no permita la libre salida de sus ciudadanos. En
este caso, se produce una clara violación del
artículo 13 de la Declaración Universal de
los Derechos
Humanos, que reza así:
– Toda persona tiene derecho a circular
libremente y a elegir su residencia en el territorio de
un Estado.
– Toda persona tiene derecho a salir de
cualquier país, incluso del propio, y a regresar a
su país.
Sin embargo, es justo reconocer que los Derechos
Humanos a escala
internacional no pueden ir (en la práctica), en
contra o por encima de los derechos humanos de la
población de los países de
inmigración. Pensar lo contrario sería
inconcebible, sobre todo porque los países
receptores de inmigrantes no podrían resolver el
problema de la superpoblación del sureste
asiático, para citar un ejemplo. Más bien
es al revés: la inmigración en los
países desarrollados, suele tener partidarios
(sobre todo entre las clases más poderosas
económicamente) para cubrir las necesidades de
dichos países especialmente en lo que se refiere a
disponer de mano de obra barata y mantener los salarios relativamente
bajos, aún a
costa del perjuicio social que se pueda cometer con la
población obrera autóctona. Y en el
país de emigración tampoco suele ser una
solución por el hecho de que los que han emigrado
son, precisamente, los que tienen mayor afán de
superación e incluso mayor nivel de
preparación. Las remesas de los inmigrantes a sus
países de origen suele compensar los aspectos tan
negativos de la emigración, aunque también
ello crea un problema en el país donde viven esos
emigrantes.
3. INMIGRACIÓN:
4. SALDO MIGRATORIO:
Cabe recordar que el saldo migratorio no es un tipo
de migración; lo consideramos en dentro del mismo
punto por la estrecha relación que tiene con la
emigración como con la inmigración. Se denomina
balanza migratoria o saldo migratorio a la diferencia entre
emigración e inmigración. Así, el saldo
migratorio podrá ser positivo cuando la
inmigración es mayor que la emigración y
negativo en caso contrario. En algunos textos se denomina
emigración neta al saldo migratorio negativo e
inmigración neta al saldo migratorio positivo. El
empleo de estas últimas denominaciones se hace para
evitar la confusión entre el significado cuantitativo
del término positivo (más habitantes) y el
significado cualitativo de dicha palabra (mejor). Podemos
decir, en sentido inverso, la misma idea con respecto al
saldo migratorio negativo.
3. TIPOS DE MIGRACIÓN:
Las migraciones constituyen un fenómeno
demográfico sumamente complejo que responde a causas
muy diversas y muy difíciles de determinar, en
especial porque debido a las migraciones irregulares o
disfrazadas de actividades turísticas o de otra
índole, los datos
cuantitativos son difíciles de obtener, especialmente
en el caso de los países subdesarrollados. Las
principales causas de las migraciones son:
1. Se refieren a las causas derivadas de las crisis
políticas que suelen presentarse en
ciertos países. Muchas personas que temen a la
persecución y venganza políticas abandonan
un país para residenciarse en otro o, al menos,
intentan abandonarlo, aunque a menudo pueden llegar
inclusive a perder la vida cuando se trata de
regímenes totalitarios. Cuando las personas
emigran por persecuciones políticas en su propio
país se habla de exiliados políticos, como
sucedió en el caso de los españoles que
huían de la persecución del gobierno franquista después de la
Guerra
Civil española.
Culturales:
La base cultural de una población
determinada es un factor muy importante a la hora de
decidir a qué país o lugar se va a emigrar.
La cultura (religión, idioma, tradiciones,
costumbres, etc.) tiene mucho peso en esta toma de
decisiones. Las posibilidades educativas son muy
importantes a la hora de decidir las migraciones de un
lugar a otro, hasta el punto de que, en el éxodo
rural, este factor es a menudo determinante, ya que los
que emigran del medio rural al urbano suelen ser adultos
jóvenes, que son los que tienen mayores
probabilidades de tener hijos pequeños.
2. Políticas:
Son las causas fundamentales en cualquier
proceso migratorio. De hecho, existe una
relación directa entre desarrollo
socioeconómico e inmigración y, por ende,
entre subdesarrollo y emigración. La
mayor parte de los que emigran lo hacen por motivos
económicos, buscando un mejor nivel de vida. La
situación de hambre y miseria en muchos
países subdesarrollados obliga a muchos emigrantes
a arriesgar su vida (y hasta perderla en multitud de
ocasiones), con tal de salir de su
situación.
3. SocioeconÓmicas:
Los vínculos familiares también
resultan un factor importante en la decisión de
emigrar, sobre todo, en los tiempos más recientes,
en los que cualquier emigrante de algún
país subdesarrollado, necesita de mucha ayuda para
establecerse en otro país de mayor desarrollo
económico.
4. Familiares:
Constituyen una verdadera fuente de migraciones
forzadas, que han dado origen a desplazamientos masivos
de la población, huyendo del exterminio o de la
persecución del país o ejército
vencedor. La Segunda
Guerra Mundial en Europa (y también en
Asia),
así como guerras posteriores en África
(Biafra, Uganda, Somalia, Sudán, etc.) y en otras
partes del mundo, han dado origen a enormes
desplazamientos de la población o, como podemos
decir también, migraciones forzadas.
5. Guerras y otros conflictos
internacionales:
6. Catástrofes
generalizadas:
Los efectos de grandes terremotos, inundaciones, ciclones, maremotos,
epidemias, y otras catástrofes tanto naturales como
sociales (o una combinación de ambas, que es mucho
más frecuente) han ocasionado grandes desplazamientos
de seres humanos (también podríamos
considerarlos como migraciones forzosas) durante todas las
épocas, pero que se han venido agravando en los
últimos tiempos por el crecimiento de la
población y la ocupación de áreas de
mayor riesgo de
ocurrencia de esas catástrofes.
4. CAUSAS DE LA MIGRACIÓN:
Las migraciones tienen consecuencias directas
e indirectas tanto en los países o áreas de
emigración como en los de inmigración y en
ambos casos, pueden tener efectos tanto positivos como
negativos:
1. Constituyen consecuencias
positivas: el alivio de algunos problemas
de superpoblación; el logro de una mayor
homogeneidad cultural o política (los más
descontentos son los que primero emigran, quedando
sólo los más conformes que suelen estar de
acuerdo con su situación socioeconómica o
política); la disminución de la presión sobre los recursos;
la inversión de las remesas de
dinero
que envían los emigrantes; la disminución
del desempleo; el aumento de la productividad y el aumento
de la venta
de productos en otros
países.
Y constituyen consecuencias
negativas: la desvitalización; el
envejecimiento de la población (porque los que
emigran suelen ser jóvenes); el que la
población que queda se hace más
tradicionalista, conservadora, y más reacia al
cambio; pérdidas en lo que se refiere a la
inversión que se ha hecho en la población
emigrante (educación, salud,
etc.); suelen irse las personas más productivas y
con mayor afán de superación;
disminución del consumo.
Otra consecuencia negativa
importante esta constituida por la secuencia de
desestabilización de la
familia, y la formación de grupos familiares
con alta vulnerabilidad, así se tienen casos
de:
– Familias con jefía de hogar
masculina, y la ausencia prolongada de la
madre;
– Familias con jefía femenina y
ausencia prolongada del padre;
– Familias donde faltan los dos adultos,
padre y madre a la vez. Los hijos son criados
por:
– Los abuelos o uno de ellos;
– Los tíos o uno de los ;
– Una familia vecina.
Estas situaciones provocan múltiples
problemas en las familias, que van desde un decaimiento
del rendimiento escolar, incremento del fenómeno
de las pandillas juveniles, hasta el incremento del
consumo de drogas, sin pretender que la
migración sea la única causa de estos
fenómenos.
2. PARA EL LUGAR DE LA
EMIGRACIÓN:
3. PARA EL LUGAR DE LA
INMIGRACIÓN:
Constituyen consecuencias positivas:
el rejuvenecimiento de la población; la
población se hace más dispuesta a los cambios
(sociales, culturales, técnicos); aportes de capital y
de mano de obra; aportes de nuevas técnicas (innovación tecnológica);
llegan
personas ya preparadas sin que haya tenido que invertirse en
su preparación; aumenta el consumo.
Y constituyen consecuencias negativas:
pueden aparecer desequilibrios en cuanto a la estructura
por edad y sexo;
introducen una mayor diversidad cultural, política,
lingüística, religiosa, llegando a
formarse grupos completamente segregados y marginales;
perjudica a la conciencia
gremial de la clase
trabajadora, ya que los inmigrantes suelen aceptar salarios
inferiores a los de la población local; aumentan las
necesidades de servicios, sobre todo, asistenciales y
educativos; aumentan las importaciones de productos de los lugares de
procedencia de los inmigrantes; remesas de dinero hacia los
lugares de procedencia de los inmigrantes; disminución
de los salarios en algunas ramas o sectores por la
explotación laboral de
los inmigrantes, etc.
5. CONSECUENCIAS DE LA MIGRACIÓN:
Las migraciones han sido una necesidad para
la humanidad desde la más remota antigüedad,
cuando el hombre
se desplazaba de un lugar a otro en busca de medios de
subsistencia o para eludir a enemigos humanos o naturales,
recorriendo de esta forma el planeta. Históricamente,
las migraciones han cambiado totalmente el aspecto de los
países, influyendo en su composición racial,
lingüística y cultural, así como otros
cambios importantes de gran repercusión.
Hace mil quinientos años, en lo que
actualmente conocemos como Moscú, no había un
sólo ruso, en Hungría no había un
sólo húngaro, en Turquía no había
turcos, España
empezaba a ser visigoda, en América sólo vivían
indígenas, en Australia sólo polinesios y
melanesios, en la región de Kosovo vivía en
forma minoritaria los albaneses, lo que hace todavía
más complejo el término.
Luego de que los europeos llegaran a América,
una parte de los indígenas originarios fueron
desplazados o exterminados por los europeos y otra gran parte
terminó también mezclándose con ellos,
dando origen al mestizaje, que forma en Hispanoamérica
principalmente, la mayor parte de la población actual,
en especial en países o regiones como México y América Central,
Colombia,
Ecuador,
Argentina, Perú, Bolivia,
Chile y otros. Entre los pueblos europeos que participaron
activamente en estas emigraciones masivas hacia
América, además de los españoles,
podemos citar a los ingleses, portugueses, franceses y
holandeses. Debido a la escasez de
mano de obra, sobre todo en el trabajo
de las llamadas plantaciones, se importaron esclavos
africanos de raza negra, en especial de los países del
Golfo de Guinea, lo que cambió nuevamente la
composición de la población y creó
nuevas mezclas
raciales: mulatos, zambos, y otras denominaciones que ya no
suelen emplearse. Los descendientes de los antiguos esclavos,
cada vez más mezclados con los otros grupos raciales,
predominaron en las regiones de clima
cálido próximas a la costa, donde
constituían la mano de obra de las principales
haciendas o plantaciones de caña de azúcar, cacao y algodón, entre otros
cultivos. En las
islas del Caribe, donde el impacto de la Conquista
diezmó a la población indígena muy
pronto, los europeos sustituyeron el trabajo de los
indígenas con el de los esclavos, por lo cual, el
impacto africano en el poblamiento fue más importante
que el indígena: podríamos decir que, mientras
que los Andes siempre han sido indo americanos, las Antillas
se convirtieron en afro americanas. También el sureste
de los Estados
Unidos recibió una gran cantidad de esclavos como
mano de obra para trabajar en las plantaciones de
algodón. La costa del Golfo de México (en
México y Nicaragua) también recibió
cierta cantidad de inmigrantes africanos como esclavos. Lo
mismo sucedió en las costas de Colombia y Venezuela
y, sobre todo, en el Brasil.
Durante la época posterior a la independencia de los países americanos
hubo una fuerte afluencia de inmigrantes desde Europa,
fomentada por los gobiernos americanos. Notorios son los
casos de los italianos en Argentina y de los alemanes en el
sur de Chile.
6. LAS MIGRACIONES DESDE LA
ANTIGÜEDAD:
7. MIGRACIÓN INTERNACIONAL EN LA
ACTUALIDAD:
La migración internacional es una
realidad creciente en las últimas décadas y el
proceso de globalización ha acelerado esta
tendencia. En la actualidad se cuentan alrededor de 125
millones de migrantes en el mundo (es decir, gente desplazada
de un país a otro), de los cuales 80 millones se
consideran como migrantes recientes. Este movimiento creciente
de hombres, mujeres y niños
tiene impactos importantes tanto en los países
"expulsores" como en los receptores. Sin embargo, los gobiernos
se han negado a incluir el tema en las negociaciones de
liberalización comercial, a pesar de las peticiones
reiteradas de numerosas organizaciones
no gubernamentales. Los acuerdos de liberalización se
limitan a la libre circulación de capital,
mercancías y de los agentes del capital y excluyen la
movilidad de la mano de obra.
La problemática que lleva a migrar es
multidimensional. El mayor motivo, fuera de la violencia
política, es el problema del desempleo. La
migración afecta no sólo a los migrantes, sino
que tiene importantes consecuencias en las relaciones
económicas y sociales de los países involucrados.
Por ello deben pactarse reglas internacionales para enfrentar
el problema tanto en la defensa de los derechos humanos y
laborales de los migrantes, como para regular la
circulación de mano de obra.
Los impactos de la migración son complejos. Los
países en vías de desarrollo se han convertido en
exportadores de trabajadores, a menudo vulnerables a la
explotación. Las empresas
obtienen buen provecho de esta situación, colaborando
así a la contracción de los salarios en los
países receptores. Por otra parte, las remesas de
divisas
enviadas por estos trabajadores a sus familias son un factor
importante en la disminución de los problemas de la
balanza de la cuenta corriente en las economías
subdesarrolladas a la vez que amortiguan los problemas sociales
y de pobreza
extrema.
La Organización Mundial para las Migraciones
calcula que hay aproximadamente 30 millones de migrantes
trabajadores en el mundo que envían a sus países
de origen alrededor de 67 mil millones de dólares
anuales. Muchos estudios sitúan estas remesas en el
segundo lugar como fuente de divisas en el ámbito
mundial, sólo superada por el
petróleo. En varios países, como El Salvador,
la principal entrada de divisas depende de los envíos de
las trabajadoras y los trabajadores migrantes a sus familias.
Incluso en países como México, que tiene una
economía
altamente exportadora y con una amplia industria
maquiladora, las remesas enviadas por los trabajadores
migrantes ocupan el cuarto lugar en importancia como entrada de
divisas. Es por ello que a muchos gobierno no le interesa
reglamentar la movilidad de la mano de obra.
Los Estados Unidos, el mayor país receptor de
mano de obra migrante, ha endurecido y, en gran medida,
militarizado, su política migratoria. Ha subordinado la
política migratoria de otros países, como
México, para que sirvan de muro de contención a
los flujos migratorios de Centroamérica y el Caribe. El
resto de los países del continente no está exento
de graves problemas fronterizos vinculados con el flujo de
trabajadores migrantes.
La migración internacional constituye uno de
los fenómenos más característicos del
mundo contemporáneo. Como provocadoramente
señalan M. Hardt y A. Negri, "un fantasma recorre el
mundo y es el fantasma de la migración" (Hardt y Negri,
2002). Sucede que una mayor conciencia de las oportunidades de
trabajo y de desarrollo
personal en los países industrializados, impulsada
por una considerable integración económica y el efecto
demostrativo de los medios masivos de comunicación, así como por el
incremento y modernización de las redes de transportes y
comunicaciones, ha dado lugar a una
significativa expansión de los movimientos migratorios
internacionales. Según la
Organización Internacional de Migraciones (OIM), en
los últimos 35 años, la población migrante
internacional, se ha duplicado, para llegar a 175 millones de
personas (2,9% de la población mundial), de los cuales
el 48% son mujeres (OIM, 2003). Además, las tendencias
de los movimientos migratorios internacionales se han
modificado radicalmente. Las sociedades,
como las de América
Latina, que en los últimos 500 años han sido
receptoras de migrantes, en la segunda mitad del siglo XX, se
han convertido en países de emigración. Sin
embargo, a pesar de que el fenómeno migratorio se ha
intensificado y, a no dudarlo, esta tendencia seguirá
haciéndose cada vez más importante, existen
restricciones institucionales a la migración. De
allí que en un mundo cada vez más globalizado en
términos del mercado
financiero y del mercado de bienes y
servicios, existen restricciones para la conformación de
un mercado de trabajo global. Manuel Castells señala con
acierto que "mientras el capital circula libremente en los
circuitos
electrónicos de las redes financieras locales, la
fuerza de
trabajo está aún muy constreñida y lo
estará en el futuro previsible por las instituciones, la cultura, la policía y
la xenofobia".
La movilidad y el nomadismo masivo de los trabajadores
están erosionando las estructuras
económicas, políticas y culturales del mundo tal
como lo hemos conocido y otra estructura de poder, muy
diferente, está surgiendo delante de nosotros. La
migración no solo afecta al mundo del trabajo, en el
sentido de la existencia de una creciente masa de asalariados
que han perdido sus empleos tradicionales y tienen que
adaptarse a la inseguridad
de trabajos inestables y mal pagado. También modifica
las relaciones entre mundos culturales diferentes. Se ha
llegado a señalar que la migración puede poner en
peligro una sociedad
como la de Estados Unidos por la creciente presencia de la
comunidad
hispana en ese país. Es el caso de Samuel Huntington,
quien, en su último libro,
propone la tesis de que
Estados Unidos está en peligro de desintegrarse por la
avalancha de inmigrantes de América Latina. "El
desafío más inmediato y serio a la tradicional
identidad de Estados Unidos viene de la inmensa y continua
inmigración de América Latina, especialmente de
México, y las tasas de natalidad de esos
inmigrantes".
En el Perú, el éxodo de millones de
personas ha puesto en evidencia los agudos trastornos sociales,
económicos, políticos y culturales que vive el
país en los últimos veinticinco años. La
migración internacional nos revela el malestar de un
orden social que ha sido profundamente reestructurado como
consecuencia de la crisis del capital a escala mundial. La
mayor parte de esta población emigrante vive en los
países fronterizos (Chile, Bolivia y Ecuador) y en los
Estados Unidos, Argentina, España, Venezuela, Italia,
Japón. La mayoría ha dejado el
país definitivamente; otros esperarían volver si
las condiciones sociales y económicas del Perú
mejoran. Pero todos ellos han partido porque consideraban que
sus expectativas no podían realizarse en las condiciones
tan precarias como las de la sociedad peruana de las
últimas décadas.
Dentro de la población emigrante, los
profesionales y técnicos constituyen un grupo
significativo. Su situación ha dado lugar a un amplio
debate
centrado en el brain drain. La "fuga de cerebros" ha sido
considerada como un poderoso obstáculo al desarrollo de
los países pobres. Desde los años sesenta, en
América Latina, se ha debatido, particularmente desde la
teoría de la dependencia, sobre
cómo la migración de mano de obra calificada
constituía un mecanismo que mantenía a los
países pobres en el subdesarrollo. Se consideraba que
los profesionales y los técnicos serían los que
permitirían llevar adelante el desarrollo de la ciencia y
la tecnología, condición juzgada
necesaria para salir del atraso. En la actualidad, ese debate,
aunque con otras características, se ha reabierto, pues
en los últimos veinte años, la migración
internacional de trabajadores con educación
superior reviste cada vez mayor importancia debido a la
revolución de las tecnologías de
la información y de la globalización económica. Los
países desarrollados requieren de manera creciente
trabajadores especializados para satisfacer la progresiva
demanda de
una economía que cada vez más se basa en la
ciencia y la
tecnología y, también, y este es un hecho
fundamental, por el paulatino envejecimiento de la fuerza de
trabajo.
MIGRACIÓN NACIONAL INTERNA
1. MIGRACIÓN INTERNA:
Las migraciones internas constituyen procesos
sociales que tienen un carácter histórico
estructural, las mismas que adquieren características
significativas por su intensidad a partir de la década
del 50, contribuyendo a acelerar el proceso de
urbanización y litorización en el Perú,
con el crecimiento inicial de las ciudades de la costa,
posteriormente algunas ciudades de la sierra y más
recientemente, otras menores que abren un proceso de
selvatización, urbano-rural.
La contribución de las migraciones en la
redistribución de la población en nuestro
territorio, se evidencia en la aparición de nuevos focos
de atracción de población. En el periodo
1981-1993, puede observarse cómo se acentúan y
expanden estas tendencias en especial en ciertas reas de la
selva alta (San Martín y Ucayali) y en algunas ciudades
que corresponden al Trapecio Andino. De otro lado, aunque se
aprecia un descenso relativo de las migraciones a Lima
Metropolitana; en términos absolutos el incremento es
significativo. La capital sigue siendo la principal receptora
de población a nivel nacional.
Las migraciones están articuladas y
condicionadas por otros procesos socio-económicos que
giran en torno a la
estructura productiva, especialmente la agropecuaria, la
violencia, el narcotráfico, etc. a los cuales hacemos
referencia pero no con la rigurosidad del caso. Hablar de las
migraciones internas en el Perú conlleva riesgos como
caer en generalidades o eludir aspectos sin duda importantes.
Sin embargo, haremos el esfuerzo de abordar las tendencias
más relevantes de este proceso.
2. CONDICIONANTES ECONÓMICO-SOCIALES
ASOCIADOS:
En el capítulo anterior estudiamos las causas
por las cuales la gente tendía a migrar. Eso, de un
punto de vista general, que se puede aplicar a las diferentes
realidades de distintos países. En el caso del
Perú, también se dio la migración
condicionado por distintos factores singulares, entre ellas, la
producción cocalera y la violencia por el
terrorismo.
1. En la década del 80, a la escasez de
tierras de cultivo, la concentración de la propiedad, el predominio
de tierras de
secano, la presión demográfica sobre la
tierra, la falta de apoyo técnico y crediticio,
además de oportunidades de empleo, educación
y recreación, como condicionantes de la
migración, se añade un nuevo elemento: la
espiral de violencia, índole a la migración
interna un carácter compulsivo y masivo. La
violencia terrorista se focalizó en la sierra
central del país. Se estima que aproximadamente 200
mil familias (alrededor de 1 millón de personas) han
sido desplazadas por la violencia entre 1980 y 1992. Los 5
primeros años de la década del 80, los
atentados violentistas estuvieron focalizados
principalmente en el departamento de Ayacucho y en menor
medida Junín, Huancavelica, Cusco, Arequipa y
Apurímac. Entre 1983-85 se habrían producido
el 23% del total de desplazados, esencialmente de
procedencia ayacuchana. A partir de 1985 las acciones
subversivas se incrementan de manera alarmante en Lima y
Callao, pasando de 16.6% en 1984 a alrededor de 30% en los
años 1985, 1986 y 1987. Declina ligeramente los
años siguientes y adquiere características
dramáticas a partir de 1991, registrando casi la
mitad de todos los atentados del país. Entre 1986 y
1989 los desplazamientos se elevan al 45%.
La escalada de violencia originada en Ayacucho, se
extiende a la Sierra Central (Junín, Huancavelica),
Sierra Norte (Ancash) y posteriormente hacia el resto y del
país. Entre 1989 y 1993, el promedio anual de
atentados subversivos fue de 2,725, significativamente
mayor al registrado entre 1981-88, con una media de 1749.
El incremento de las últimas acciones subversivas,
además de Lima, se opera en Junín, Ayacucho,
Ancash, Huancavelica y en menor medida Huánuco. Son
precisamente estos 4 últimos departamentos que en el
quinquenio (1988-93) expulsan mayor volumen
de población. Entre 1990-92 se producen el 27% de
desplazados por la violencia.
Según regiones naturales, se observa que
desde el inicio de las acciones subversivas más del
50% de las mismas tuvieron lugar en la sierra, llegando
incluso al 72% en los años 1983 y 1984. A partir de
1990 declinan, ubicándose alrededor de 40%, pasando
la capital de la República a concentrar la
mayoría de los atentados. Las áreas de
recepción más importantes de los desplazados
después de Lima son Junín, Cusco, Ica, y los
mismos departamentos de Huancavelica, Apurímac y
Ayacucho. La inmigración se orienta principalmente
hacia el área urbana especialmente a sus capitales
departamentales.
2. VIOLENCIA Y DESPLAZAMIENTO DE
POBLACIÓN
3. PRODUCCIÓN DE COCA Y
MIGRACIONES
En la década del 80 y los primeros años
del 90 varias actividades económicas de la Selva,
especialmente de la parte alta, se encuentran influenciadas por
el narcotráfico, el mismo que ha contribuido
significativamente a un mayor crecimiento demográfico
especialmente de sus ciudades. En esta década de 20
importantes productos tropicales, la coca ocupaba formalmente
el sexto lugar con 26,000 hectáreas de cultivo. Los
primeros lugares se reservaban para el café,
maíz y
arroz con 249 mil, 163 mil y 127 mil hectáreas de
cultivo respectivamente. Sin embargo, por estos años la
superficie cocalera era realmente mayor. Según la ENACO
los cultivos de coca en 1980 se estimaron en 35,000
hectáreas, aumentando en 1986 a 135,000. Según
fuentes de
la DINANDRO la superficie cultivada de coca se estima que
decrece de 129 mil a 108 mil hectáreas entre 1992 y 1994
respectivamente. En el primer año más del 55% de
la superficie cultivada se concentraba en el valle del
Huallaga, ubicado mayormente en el departamento de San
Martín, descendiendo al 47 y 41 por ciento en los
años 1993 y 1994 debido a la erradicación y
represión de estos cultivos especialmente en el Alto
Huallaga.
Entre 1993 y 1994 la producción de coca
evoluciona favorablemente de 55,500 a más de 163,000
toneladas métricas. En el primer año el 58% de
esta producción corresponde al valle del Huallaga,
descendiendo después al 51%. La misma fuente afirma que
200 mil familias se dedican al cultivo de la coca o a la
producción de droga,
quiere decir que un millón de personas vivirían
de este negocio ilícito. Muchas de las cuales
anteriormente se dedicaban a cultivos legales pero no
encontraron canales adecuados de comercialización y precios
razonables para sus productos. Además conspiraba contra
esta población su aislamiento por la ausencia de
vías secundarias de comunicación. A esto
habría que agregar la degradación de la capacidad
productiva del suelo, la baja
productividad, la baja capitalización y baja rentabilidad. Para estos
agricultores, muchos de
ellos inmigrantes serranos, la coca resuelve los problemas de
rentabilidad, estabilidad y adaptabilidad que no tienen otros
productos tropicales.
En 1993, San Martín es el quinto departamento
del país con mayor volumen de inmigrantes. Entre 1981 y
1993‚estos se incrementaron rápidamente en 100,000
personas, el más numeroso después de Lima-Callao.
Sólo entre 1988 y 1993 llegaron 70,000. Ucayali es otro
departamento cuya población inmigrante aumenta
significativamente (55,000) entre 1981 y 1993. En estos
departamentos se opera un proceso de selvatización que
implica un crecimiento demográfico
urbano-rural.
2. Los movimientos migratorios se explican por el
desarrollo desigual de las áreas. Sin la
comprensión de la estructura desigual del desarrollo
en el orden espacial no pueden ser comprendidas, las causas
de los cambios de población en la ocupación del
territorio. Las áreas de mayor atraso expulsan
población hacia otras que presentan mejores
condiciones. Por tanto los desequilibrios regionales
asociados a la existencia de una sobrepoblación
relativa regional, constituyen el punto de partida en la
explicación de los flujos poblacionales desde las reas
rurales a las urbanas y de la Sierra a la Costa y la
Selva.
1. Durante las últimas seis décadas
la sociedad peruana ha estado marcada por una clara
tendencia a la urbanización, expresada en la
redistribución poblacional en el territorio. Los
flujos
migratorios se evidencian, primero, a través
de un acelerado crecimiento de la población de las
reas urbanas, así como de un lento crecimiento y
una pérdida relativa de población de las
áreas rurales.
Los cambios en la composición de la
población peruana entre 1940 y 1993, son
significativos. De una población mayoritariamente
rural en 1940 (65%) pasa a una población
predominantemente urbana en 1972 (60%), aumentando su
participación en 1993 a 70%. La población
urbana ha crecido mucho más rápidamente que
la rural. As¡, las tasas de crecimiento de la
primera en los períodos 1940-61 y 1981-93 fueron
de 3.7 y 2.8 por ciento respectivamente. Mientras que la
segunda en los mismos periodos creció a un
promedio de 1.3 y 0.9 por ciento respectivamente. Se
aprecia en el último periodo un descenso relativo
de la velocidad de la
urbanización.
De 1940 a 1993, la población urbana ha
crecido 6 veces, mientras la población nacional
casi 3 veces, la rural apenas en 0.6. Dada la intensidad
del crecimiento demográfico urbano en 4
departamentos (Ucayali, Ica, Loreto y Piura), casi
duplican su participación relativa entre 1940 y
1993. En otros 4 departamentos (Tumbes, Ancash, La
Libertad y Madre de Dios) se incrementan
en más del doble y un departamento (Moquegua)
más que triplica su aporte porcentual
urbano.
Por el volumen de población urbana
destacan los departamentos de Lima, Piura, La Libertad,
Arequipa, Lambayeque, Junín y Ancash. Todos los
departamentos de la Costa, así como los de la
Selva, tienen poblaciones predominantemente urbanas.
Hacia estos confluyen los principales desplazamientos
poblacionales, teniendo como punto de origen la
región andina.
El predominio de la población urbana,
expresión del proceso de urbanización de la
sociedad peruana, cobra especial interés en la década de
1980. El crecimiento desigual entre las áreas
urbana y rural, debido al flujo de migrantes orientado a
las ciudades de mayor tamaño, se ha ampliado a
otras intermedias y menores, configurando un proceso de
urbanización secundaria.
2. CAMBIOS EN LA COMPOSICIÓN
URBANO-RURAL:
La población de las ciudades evidencia un
rápido crecimiento. Se advierte la presencia de 32
ciudades que en 1940 representaban más del 18% de
la población nacional y en 1993, superan el 50%.
Es decir, más de la mitad de la población
del país se distribuye en apenas 32 localidades
urbanas.
Para 1940, sólo una ciudad con más
de 100 mil hab., albergaba al 10% de la población
del país. Para 1993, existen 17 ciudades con
más de 100,000 hab. que concentran más del
45 por ciento de la población del país. En
este contexto, la participación de Lima
Metropolitana evoluciona del 10 por ciento en 1940 a
cerca del 29 por ciento en 1993, es decir, casi, uno de
cada tres peruanos vive en la capital de la
República. Esta concentración de
población tiene que ver con la débil
existencia de ciudades secundarias.
La población de las 32 localidades
urbanas, incluidas las capitales de departamento, poseen
altas tasas de crecimiento demográfico, entre
1981-93. Pero varias son decrecientes respecto a
períodos anteriores (1961-72 y 1972-81)
especialmente aquellas superiores a 100,000 habitantes
como Lima Metropolitana, Arequipa, Trujillo, Chiclayo,
Piura, Iquitos, Sullana, Ica y Cusco, entre
otros.
En el mismo periodo (81-93) se advierte el
acelerado crecimiento demográfico de otro grupo de
ciudades, con tasas ascendentes, como Pucallpa (5.6%),
Huánuco (5.6%), Tarapoto (6.9%), Abancay (7.4)%),
Huancavelica (3.3%), Moyobamba (4.6%), Chachapoyas
(2.4%), Tocache (15.4%), Moquegua (4.8%) y Huancayo
(3.8%). La mayor parte de estas ciudades corresponden a
la Selva y algunas a la Sierra que secundariamente
configuran nuevos focos de atracción y
concentración de población en el conjunto
de conglomerados urbanos del país.Esta
redistribución de la población
especialmente en los espacios urbanos andinos y
selváticos, responde en la última
década a una dinámica influida por la violencia
y por actividades vinculadas al narcotráfico. De
todas formas, las ciudades de la costa siguen
constituyendo los principales focos de atracción
de población.
3. EL CRECIMIENTO DE LAS
CIUDADES:
4. LITORIZACIÓN Y
SELVATIZACIÓN:
3. LA REDISTRIBUCIÓN ESPACIAL DE LA
POBLACIÓN EN EL PERÚ:
La distribución de la población
según Regiones Naturales se ha transformado
significativamente en los últimos 50 años, como
consecuencia de las migraciones internas, generándose un
doble y simultáneo proceso de litorización y
urbanización acelerado, o lo que es lo mismo una alta
concentración de la población en la Costa y en
las principales ciudades del país. Siendo los más
importantes desplazamientos de población los rural
urbanos y Sierra-Costa, puede advertirse en estas dos
últimas décadas una moderada reorientación
de los movimientos migratorios hacia la Región de la
Selva, especialmente a su parte alta. Por el interés que
adquieren estos últimos desplazamientos podría
hablarse de un proceso de selvatización, que incluye no
sólo el poblamiento de las principales ciudades, sino
también de las áreas rurales.
La Región de la Costa, principal receptor de
los flujos migratorios andinos, concentra la mayor
población. Entre 1940 y 1993 eleva su
participación del 28 al 52 por ciento de la
población total del país. La Costa es una
estrecha franja de cerca de 130,000 km2 donde residen
más de 15'500,000 habitantes generando una densidad de 120
personas por km2. Esta región posee las ciudades m s
importantes del país, las tierras m s ricas, casi en su
totalidad irrigadas, permitiendo desarrollar una agricultura
de alta productividad (algodón, azúcar, arroz).
La tasa de crecimiento demográfica entre 1981 y 1993 es
de 2.6 por ciento. Contiene además el conglomerado
urbano más importante del país: El Área
Metropolitana de Lima y Callao con una población 10
veces mayor respecto al año 1940.
La Selva, a partir de 1,940 comienza a crecer
significativamente. En ese año representaba cerca del 7%
de la población nacional; en 1,972 aumenta al 10%,
llegando en 1993 al 12.1%. Su dinámica
demográfica se expresa también en tasas de
crecimiento, muy superiores a las del país y en evidente
detrimento de la región serrana. La Selva tiene dos
subregiones: Alta y Baja, que es la más extensa. Hasta
1961 la Selva baja tenía una población superior.
En 1972, la población de la Selva Alta es mayor,
tendencia que se acentúa entre 1981-1993, con una tasa
de crecimiento que alcanza a 3.5 por ciento mientras que la
selva Baja llega a 3.1 por ciento.
Esta rápida expansión selvática
en el curso de medio siglo, es resultado del desplazamiento de
amplios sectores de población serrana, generando
mayormente las denominadas colonizaciones espontáneas y
en menor medida las colonizaciones dirigidas. Al igual que en
otras regiones del país, la selva, experimenta un
rápido proceso de concentración urbana, pero que
no hace perder la importancia de las reas rurales. La presencia
significativa de la población urbana sería mayor,
si no estuviera la rural nutriéndose continuamente con
el arribo de cientos de nuevos colonizadores. El proceso de
selvatización involucra el crecimiento de la
población urbana y rural. Esta última sigue
creciendo en términos absolutos contribuyendo a expandir
la frontera
agrícola. La población rural de los departamentos
de San Martín y Ucayali configuran altas tasas de
crecimiento llegando a 3.8% y 5.1% respectivamente. La
inserción de los inmigrantes en las ciudades
selváticas, en general, es precaria y desordenada, la
barriada resulta siendo el inevitable lugar de asentamiento
poblacional.
CAPÍTULO III
LAS MIGRACIONES EN EL SUR DEL
PERÚ
1. Para una mejor comprensión de la
migración interna, se abordarán los
desplazamientos poblacionales en el marco de la Región
Sur, con su principal centro, la ciudad de Arequipa y otras
importantes como: Cusco, Puno y Juliaca en la Sierra; Tacna
en la Costa, importantes ejes comerciales y de
servicios.
Desde el oncenio de Leguía hasta el gobierno
de Bustamante, Arequipa se ve favorecida por algunas inversiones en
infraestructura vial y una
política proteccionista, especialmente industrial.
Sobre esta base, se amplía el mercado interno y surge
una incipiente industria de corte regional, asentado en
Arequipa, que estimula las migraciones internas
campo-ciudad.
La crisis de la exportación lanar, en la década
del 40, posibilita la expansión industrial y la
conversión de comerciantes y capitalistas agrarios en
industriales. Nuevas fábricas emergen en este periodo,
como Clisa, Lanificio, Leche
Gloria y otros, que van configurando el mercado de trabajo
arequipeño, sobre la base de la disponibilidad de mano
de obra local y la fuerza de trabajo inmigrante que sale
expulsada del agro por la crisis de la lana. En esta
década se da el primer gran flujo migratorio interno
campo-ciudad de importancia del siglo XX, teniendo como
destino la ciudad de Arequipa y Lima
Metropolitana.
Posterior a la II Guerra
Mundial, una nueva etapa se inaugura en la región
Sur, como en el resto del país. El patrón de
acumulación ya no se concentran en la
explotación de las actividades primarias extractivas;
sino, se diversifican hacia la agroindustria, la pesca
industrial, la industria liviana, los sectores financieros,
comerciales y de servicios. Estas actividades se asientan
principalmente en Lima, Arequipa y en menor medida
Trujillo.
Este cambio, en el sur, se expresó
mediante:
– Sustitución del desarrollo industrial
orientado hacia la región por una relativa
industrialización sustitutiva de carácter
dependiente asentada en la ciudad de Arequipa.
– La emergencia de un dinámico sector
exportador sobre la base del cobre de
Moquegua y Tacna, de harina y aceite de
pescado de Mollendo, Matarani, Ilo, y
– El estancamiento del sector agrario
andino.
Este proceso se da al tiempo que el Estado
interviene en respuesta a la iniciativa de los sectores
industriales que proponen un programa de
desarrollo regional, creando en 1964 en la ciudad de Arequipa
el Parque Industrial. A la par que continúa la
ampliación de la infraestructura vial, se expande la
burocracia
estatal creando oficinas públicas de varios sectores.
Todo esto configura la ampliación del mercado interno
regional que abre las posibilidades de una segunda oleada
migratoria hacia la ciudad de Arequipa y a las principales
ciudades de la región y Lima Metropolitana.
En la década del 70, la tendencia del
desarrollo desigual de la región no varió antes
bien se complicó a partir de 1975, con la crisis
económica del país, que impactó sobre la
estructura productiva y por consiguiente en el empleo, los
niveles de ingresos
agravando las condiciones de vida de amplios sectores de la
población. Esta crisis, se acentúa por la
espiral de violencia que tiene su punto culminante el
año 1986, con 589 acciones subversivas, mayormente
concentradas en el departamento de Puno (47%), seguido por
Apurímac (24%), Arequipa (17%) y Cusco (12%). En los
años posteriores hasta 1992, existen un promedio de
287 atentados anuales, con la misma tendencia anterior,
excepto 1987 y 1988, con acciones concentradas en el
departamento de Apurímac. Este fenómeno y
la pobreza,
asociada o generada por la crisis económica,
desencadenó desplazamientos poblacionales de
carácter compulsivo y orientadas preferentemente hacia
las capitales de provincia, departamento o ejes de desarrollo
regional, reales o potenciales: Arequipa, Cusco, Juliaca y
Abancay en la sierra; Moquegua y Tacna, en la Costa, y Puerto
Maldonado en ceja de selva, como se ver más
adelante.
2. ANTECEDENTES Y MARCO CONTEXTUAL:
La participación de los 7 departamentos de la
región sur en el PBI nacional, muestra
variaciones significativas en los años 1985 y 2005,
14.0% y 30.3% para cada año. Estas cifras constituyen
casi la tercera parte del aporte de Lima y Callao. Al
interior de la Región, Arequipa contribuye m s al PBI
nacional, aún cuando este es significativamente menor,
comparado con Lima ( 5.6% frente a 42.6%). Sin embargo,
respecto del PBI regional, Arequipa ocupa un lugar de
privilegio, interviene con más de un tercio, seguido
de lejos por el departamento de Cusco, que recupera el
segundo lugar, desplazando al tercer lugar a Moquegua. Este
departamento tuvo un importante cambio en su estructura
productiva después de 1975, debido al dinamismo
alcanzado por la producción minero metalúrgica;
antes, su producción se sustentaba en las actividades
agrícola y pesquera. Los departamentos que menos
contribuyen al PBI son: Apurímac en la sierra (0.5%) y
Madre de Dios en la selva (0.4%). El examen de las
colocaciones de la banca
comercial hace más evidente el rol de Arequipa en la
economía regional. En los últimos años
más de tres cuartos de las colocaciones de la banca
comercial de la región se orientan a Arequipa, seguido
de lejos por Cusco.
El ritmo de crecimiento del PBI de los Departamentos
de la Región Sur, muestra tendencias similares a la
observada en el nivel nacional. Es decir, declinación
del ritmo de crecimiento posterior al quinquenio 1970-75,
hasta llegar a niveles muy bajos entre 1985-90, sobretodo en
Moquegua y Tacna que registran -7.6 y -5.7 respectivamente.
El caso de Tacna es particular, pues en los tres quinquenios
de 1970 a 1985, presenta un ritmo ascendente (1.4%, 2.0% y
3.2%), descendiendo abruptamente de 3.2% a -5.7% entre
1985-90.
La recuperación comienza en el periodo
1990-92 alcanzando Moquegua el crecimiento más alto
(11.3%), seguido por Tacna (8.1%) y Madre de Dios (6.0%). En
el mismo periodo los departamentos de Arequipa y Cusco con
mayores niveles de participación en la estructura del
PBI. de la región, crecen a tasas relativamente bajas,
0.1% y 1.5% respectivamente, en el mismo periodo.
Según actividades económicas es
sorprendente que el departamento de Moquegua tenga una
Industria Manufacturera que aporta más de la mitad
(51%) al PBI Industrial de la Región; Arequipa por su
parte, contribuye con 26%, y Cusco 10%. En minería, Arequipa y
Moquegua comparten
el mismo nivel de participación (24.7% y 25.5%),
seguido de Tacna que aporta el 24% del PBI del sector. En
agricultura y ganadería, destaca Arequipa con el
32.5% del PBI agropecuario regional, seguido por Cusco (30%)
y Puno (16%).
3. Indicadores ECONÓMICOS Departamentales de la
REGIÓN Sur
La base del proceso de redistribución
espacial de la población y por consiguiente de la
concentración urbana, se halla en el intenso e
importante desplazamiento poblacional, que sigue una
tendencia creciente y en las postrimerías de la
década del 80 adquiere carácter compulsivo y
masivo, en muchas áreas del país; originado por
los atentados terroristas. Las acciones subversivas desde su
origen (1980), han estado focalizadas en las áreas
rurales de la sierra, para luego desplazarse hacia la selva o
ceja de selva y posteriormente, las reas urbanas,
preferentemente, Lima. Los departamentos más afectados
en el Sur son: Puno, Apurímac, Arequipa y
Cusco.
Según datos del último Censo Nacional,
las ciudades de tradición inmigratoria, como Arequipa,
Tacna y Cusco no muestran variaciones significativas. El
único departamento que crece significativamente es
Madre de Dios.
En términos absolutos, Arequipa
recepción hasta 1993 a 246.5 mil personas, 27% de la
población departamental. Junto con Cusco y Tacna
cubren el 75.7% (431 mil personas) de la migración
regional.
Arequipa, muestra la proporción más
baja de migrantes (36%), respecto del resto de departamentos
de la región como Puno, 84% y Apurímac, 72%.
Comparando con el quinquenio 1976-81, casi todos los
departamentos tienen un ligero incremento de migrantes
recientes, respecto de la migración de toda la vida;
excepto Madre de Dios, que presenta un leve descenso. Puno y
Apurímac, participan con más emigrantes
recientes. El primero, denota un intenso flujo migratorio en
las últimas décadas, la proporción de
inmigrantes está encima del 75% debido a que Puno, en
especial Juliaca, constituye un área de
tránsito hacia Arequipa, u otras ciudades de la costa.
Apurímac, tiene una importancia reciente, sobretodo a
raíz del incremento de los atentados terroristas, que
repercute negativamente en el campo orientándose la
población expulsada a ciudades como Abancay. Los
migrantes recientes, aumentan ligeramente en los distintos
departamentos de la región, a excepción de
Madre de Dios. Este último, sin embargo junto con
Tacna participan con migrantes recientes más numerosos
(18% y 19% respectivamente). En cambio departamentos serranos
demográficamente grandes, tienen proporciones menores,
Arequipa, 10% y Cusco, 4%.
En términos absolutos, sin embargo, Arequipa
es el departamento con mayor volumen de inmigrantes
recientes, constituyendo 35 % de los migrantes de la
región; seguido por Cusco, y Tacna.
4. LA MIGRACIÓN INTERNA EN LA REGIÓN
SUR:
La mayoría de provincias del sur fronterizo,
especialmente andino, tienen saldos migratorios negativos,
destacando por su magnitud Chuchito (-11,277), Huancan‚
(-7,804), y en menor medida, Yunguyo (-4,200). La
pérdida de población nativa es significativa en
provincias como Tarata (28%), Tahuamané (19%),
Huancan‚ (17%), Chucuito (16%) y Moho (14%).
La población mayormente afectada es campesina
que emigra por las condiciones desfavorables que tiene en sus
lugares de origen. Esta salida de población deja
preocupantes espacios vacíos, precisamente en
áreas que deben estar habitadas a fin de garantizar
una viva presencia nacional.
5. LA MIGRACIÓN EN EL SUR FRONTERIZO
:
6. TACNA:
Esta ciudad en 1961tenía una población
de 28 mil personas, a partir de ese año mantiene el
tercer lugar en la escala de jerarquización urbana,
registrando en el último censo una población de
200 mil personas. El ritmo de crecimiento (4.9%) está
por encima del regional y de las ciudades mayores (Arequipa y
Cusco). Tacna se halla articulada al eje costeño, con
Moquegua y en menor medida con la Zona Aymara de Puno
(Chucuito). Las actividades de Tacna, Ilo y Moquegua,
están condicionadas por el mercado exterior y el capital
presente en las explotaciones de Toquepala y Cuajone. La
infraestructura económica, productiva y de
circulación, soporte de las actividades indicadas, se
hallan concentradas en las ciudades de Ilo y Tacna.
El rápido crecimiento poblacional de la ciudad
de Tacna, es resultado primero de la implementación de
proyectos
mineros en Toquepala que dinamizó la actividad
económica del sur, y de otro lado, del intenso comercio.
Tacna por su situación fronteriza presenta una alta
incidencia de comercio ilegal, que tiende a expandirse hacia
Moquegua, Ilo y Arequipa. Este tipo de actividad muy extendida
en la ciudad de Tacna, expende productos procedentes de
Taiwán, Hong-Kong, Singapur y últimamente de
China. El
contrabando
está prácticamente legitimado, no sólo en
Tacna, también en Juliaca y Puno, lo cual permite la
incorporación de un contingente importante de fuerza de
trabajo en la actividad del comercio al por menor, 23.4%, de la
PEA de Tacna, sólo superado por Juliaca.
El Comercio es la actividad económica
más destacada de la ciudad de Tacna. Ésta
provincia de Tacna recibió, hasta 1993, de Lima y Callao
una inmigración equivalente a 6,200 personas y de
Arequipa 3,500. Pero más intensas, son los aportes de 3
provincias altiplánicas: Puno (4,800), Chucuito (4,700)
y el Collao (3,800), hacen un total 13,300 inmigrantes
procedentes de Puno; que sumados con todos los demás
inmigrantes hicieron un total 39,000. Esta cantidad de
inmigrantes frente a los 15,500 emigrantes, hace que Tacna
tenga un saldo migratorio positivo o bueno.

CONCLUSIÓN
Desde hace 60 años la sociedad peruana muestra un
acelerado proceso de urbanización. Esto se profundiza en
las décadas de los 70 y 80 cuando el PBI de la actividad
agrícola y manufacturera disminuyen considerablemente.
Grandes cantidades de pobladores, mayormente de la región
andina y las zonas rurales de las costas, emigran a las ciudades
más atractivas económicamente, como Lima
metropolitana, Arequipa, San Martín, Cusco, entre otros;
creyendo así encontrar más posibilidades de
desarrollo y una mejor calidad de
vida. No obstante, esto no siempre sucede como lo esperan.
Las altas tasas de inmigración llevan consigo, en el
Perú, altas tasas de desempleo en las ciudades o regiones
a donde se emigra. La mejor calidad de vida
esperada en algunos casos empeora; esto se evidencia respecto a
las tasas de desempleo, si hay más desempleo, el valor de la
mano de obra (que es a lo que más se dedican) disminuye.
Nuestros antiguos antecesores se aferraron en la ganadería
y en la agricultura para satisfacer sus necesidades. El Estado
debe intervenir con una política de desarrollo
económico que vaya de acuerdo a las regiones del
País. Una política que aproveche las riquezas de
cada piso altitudinal, de cada provincia, si se quiere de cada
distrito. Sólo así, quizás, podamos detener
la emigración y los huecos que ésta deja en las
zonas abandonadas (valga decir las zonas rurales); y así
también reducir las tasas de desempleo en las ciudades o
al menos mantenerla mas nunca aumentarla, porque esto, sin duda,
no favorecerá al progreso de nosotros y de nuestro
país que deseamos desde tiempos inmemorables.

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