Teología de La Liberacion G Gutiérrez 355
Teología de La Liberacion G Gutiérrez 355
Teología de La Liberacion G Gutiérrez 355
ha Iiberación
erspectivas
GUSTAVO GUTIÉRREZ
TEOLOGIA
DE LA LIBERACION
PERSPECTIVAS
SEPTIMA EDICION
EDICIONES SÍGUEME
SALAMANCA
1975
Censor. GERMÁN MÁRTIL - Imprirmase: MAURO RUBIO, obispo de Salamanca,
19 de junio de 1972
Siglas 13
Introducción . 15
I. TroLoGÍa Y LIBERACIÓN . 19
1. Teología: reflexión crítica . 21
2. Liberación y desarrollo . 43
Conclusión 387
Indice de nombres 389
Índice general 397
A José María Arguedas
A Henrique Pereira Neto
Nunca quiso ayudar a la misa en las fiestas princi-
pales de la comunidad. El cura de un distrito vecino
que venía a celebrarlas le pidió que hiciera de sacris-
tán, le exigió muchas veces. Lahuaymarca tenía un
sacristán indio.
— Ése no sabe. Repite las palabras como loro, no
entiende; casi no es cristiano. Tú eres mestizo, orga-
nista, contestas en latín. La misa será más grande
contigo — le dijo el cura en la víspera de una fiesta
grande.
— Quemado yo padre. Mi iglesia dentro de mi
pecho, quemado. ¿Cómo voy a cantar? La Gertrudis
igual que ángel canta. El sacristán contesta.
— La Gertrudis no piensa en Dios; canta triste, sí,
porque es deforme.
— Padrecito, tú no entiendes el alma de indios.
La Gertrudis, aunque no conociendo a Dios, de Dios
es. ¿Quién, si no, le dio esa voz que limpia el pecado?
Consuela al triste, hace pensar al alegre; quita de la
sangre cualquier suciedad.
—— Bueno, terco. No puedo obligarte. Esa «Kurku»
tiene algo, algo extraño, duele.
— El Dios, pues, padrecito. Ella ha sufrido entre
los señores. Dios de los señores no es igual. Hace
sufrir sin consuelo,
Bulletin Thomiste
Bible et Vie chrétienne
Critica Marxista (Roma)
Cristianismo y Sociedad
Dictionnaire de Théologie Catholique
Estudios Bíblicos
Evangelische Theologie
Ephemerides Theologicae Lovanienses
Etudes Théologiques et Religieuses
Fréres du Monde
Gaudium et Spes
L*Homme et la Société
Lumen Gentium
Lumiére et Vie
Masses Ouvriéres
Monthly Review
Nouvelle Revue Théologique
Octogesima Adveniens
Perspectivas para el Diálogo
Patrologia Graeca
Patrología Latina
Patole et Mission
Paz e Terra
Revista Eclesiástica Brasileira
Revue d'Histoire et de Philosophie Religieuses
Revue des Sciences Philosophiques et Théologiques
Recherches de Sciences Religieuses
Supplément au Dictionnaire de la Bible
Terre Entiére
Theologie und Glaube
Temps Modernes
Theological Studies
Teología y Vida
Theologisches Wórterbuch zum Neuen Testament
Union Seminary Quarterly Review
La Vie Spiritucile
Wort und Wahrheit
Zeitschrift fúr Katholische Theologie
INTRODUCCIÓN
I
LAS TAREAS CLÁSICAS DE LA TEOLOGÍA
TI
LA TEOLOGIA COMO REFLEXIÓN CRÍTICA
SOBRE LA PRAXIS
,
Y
1. La praxis bistórica
Diversos factores han contribuido a subrayar en forma
preferente, y de modo distinto al pasado inmediato, los
aspectos existenciales y activos de la vida cristiana.
Se ha operado, en primer lugar, un fecundo redescu-
brimiento de la caridad como centro de la vida cristiana.
Esto ha llevado a ver la fe, más bíblicamente, como un
acto de confianza, de salida de uno mismo, como un com-
promiso con Dios y con el prójimo, como una relación con
los demás ', Es en ese sentido que san Pablo nos dirá que
la fe opera por la caridad: el amor es el sustento y la ple-
nitud de la fe, de la entrega al otro e, inseparablemente,
a los otros. Ese es el fundamento de la praxis del cristia-
no, de su presencia activa en la historia. Para la Biblia la
fe es la respuesta total del hombre a Dios que salva por
amor *. En esta perspectiva, la inteligencia de la fe apa-
rece como la inteligencia no de la simple afirmación — y
casi recitación — de verdades, sino de un compromiso,
de una actitud global, de una postura ante la vida.
Paralelamente, se da en la espiritualidad cristiana una
evolución significativa. En los primeros siglos, asistimos
al primado — y casi a la exclusividad — de un cierto tipo
de vida contemplativa, anacoreta y monástica, que se ca-
racteriza por el alejamiento del mundo, y se presenta como
el modelo del camino hacia la santidad. Alrededor del
siglo X11 se empieza a entrever la posibilidad de compartir
la contemplación a través de la predicación y otras formas
13 Cf. entre otros, G. GILLEMAN, Le primat de la charité dans la théologte
morale, Bruxelles 1954; J. MOUROUX, Creo en ti. Fiors, Barcelona 1964;
B. HárInc, La ley de Cristo. Herder, Barcelona 11964; A. Liécé, Adultes dans le
Christ. Paris 1958; J, RAIZINGER, La fraternidad cristiana. Taurus, Madrid 1962;
G. Srio, Teología moral del nuevo testamento. Pamplona 1970.
1% Cf. J. ALFARO, Fides in terminología biblica: Gregorianum 42 (1961)
463-505.
28 TEOLOGÍA Y LIBERACIÓN
30 Cf, M. BLONDEL, L'action. Paris 1893. Para un buen estudio del método
blondeliano, consultar H. DUMÉRY, Crilique et religion. Paris 1957, y, del mismo
autor, Ruison ef religion dans la pbilosopbie de Vaction, Paris 1963,
81 Es conocido el texto de Marx: «Los filósofos se han Limitado a interpretar
el mundo de distintos modos; pero de lo que se trata es de transformarlo»: Tesis
sobre Feuerbach n. 11. El papel exacto que juega la noción de praxis en el pensa-
miento de Marx, es asunto controvertido: cf. un rápido recuerdo de las diferentes
posiciones en A. SÁnciiEz Vásquez, Filosofía de la praxis. México 1967, 43-45.
32 TEOLOGÍA Y LIBERACIÓN
2. Reflexión crítica
35 Lettre aux anglais, Paris 1948, 245, Sobre el carácter, en cierto modo,
tradicional de esta importancia de la praxis, consultar las observaciones matizadas
de C. DUMONT, De ¿rois dimensions retrouvées en théologie: NRT 6 (1970) 570-580.
38 En definitiva, es válido también, para la teología así concebida, lo que
TEOLOGÍA: REFLEXIÓN CRÍTICA 35
las juzga, no según ciertos criterios extranjeros a la iglesía, sino más bien según cl
origen y el objeto de la iglesia»: Dogrratique Y, 1. Genéve 1953, 2.
< Y .-M. CONGAR, Situación y tareas .., 89-90.
TEOLOGÍA: REFLEXIÓN CRÍTICA 37
Conclusión
44 VARIOS, Los católicos holandeses, 29. Poco antes el autor reconoce que
la hermenéutica del reino de Dios supone también una reinterpretación de la Biblia
45 Cf, el interesante artículo de J. Moltmann, cuyo subtítulo es precisamente
«Hacia una hermenéutica política del evangelio»: Historia de la existencia e histo.
ria del mundo, en Esperanza y plamificación del futuro. Sigueme, Salamanca 1971,
215-244.
TEOLOGÍA: REFLEXIÓN CRÍTICA Dl
I
LA NOCIÓN DE DESARROLLO
1. Origen
2. Enfoques
El concepto de desarrollo no está claramente delimi-
tado”. Hay enfoques diversos. Más que recorrerlos dete-
nidamente, interesa recordar, en forma sucinta, las gran-
des perspectivas en que se sitúan.
El desarrollo puede ser visto desde una óptica pura-
mente económica. Y, en este sentido, sería sinónimo de
crecimiento económico.
El grado de desarrollo de un país se mediría, por
ejemplo, comparando su producto real o su renta per cá-
pita con los de un país considerado como habiendo logrado
un alto nivel de desarrollo. Se puede afinar y hacer al
mismo tiempo más compleja esta medida, pero el esquema
de fondo que la sustenta sería el mismo: el desarrollo es
ante todo un aumento de riqueza, o a lo sumo, una eleva-
ción de niveles de bienestar.
Este sentido es el que aparece, históricamente, en pri-
mer lugar. Lo que condujo a esta visión es, quizá, la consi-
deración del proceso vivido por Inglaterra, primer país
que alcanzó su desarrollo, y que, como es comprensible,
interesó inicialmente a la ciencia económica. Visión refor-
zada, después, pot el espejismo que ha ejercido el bienes-
tar de los pueblos ricos.
Pocos son los que adoptan hoy, explícitamente por lo
menos, esta perspectiva *, Ella sirve más bien para opo-
1
EL PROCESO DE LIBERACIÓN
1. De la crítica al desarrollismo
a la revolución social
3. El tema de la liberación
en una perspectiva teológica
si Creation and Fall, New Yor 31966, 37. Pablo vr señala sugestivamente
Que la libertad «se desarrolla en su libertad más profunda: comprometerse y
afanarse en la realización de solidaridades activas y vividas», y añade: «el hombre
encuentra una verdadera libertad, renovada en la muerte y resurrección del Señor,
abandonándose a Dios que lo libera»: Octogesima adveniens, n. 47.
68 TEOLOGÍA Y LIBERACIÓN
13 Son muchos los cristianos que buscan responder a esas cuestiones por
vías, hasta ahora, poco transitadas Son muchas también las experiencias, a veces
un poco confusas, que esta búsqueda provoca Cf al respecto R LAURENTIN,
Enjeu du Ile synode ei contestation dams lV'église Paris 1969, ver también
A la recherce d'une église PM 46 (1969), Le due chiese 190€, Roma 1969, y el
conjunto de trabajos editados por M Born, The underground church Baltimore
1968.
15 En este contexto se situaría, como un primer momento, lo que P A Liégé
llamaba hace un tiempo, «la credibilidad humana del cristianismo», Bulleira
d'Apologétique RSPT 33 (1949) 67
EL PROBLEMA 81
1
LA MENTALIDAD DE CRISTIANDAD
1 Retomamos acá algunas ideas que hemos tenido ocasión de exponer más
ampliamente en G. GUTIÉRREZ, La pastoral de la iglesia en América latina. Monte-
video 1968 (Reeditado en Lima 1970, por el Centro de estudios y publicaciones
y en Santiago de Chile, por el Instituto de catequesis para América latina, con
el título Líneas pastorales de la iglesia en América latina, Análisis teológico).
En ese trabajo que reúne una seric de charlas dadas en un cncucntro de estudiantes
universitarios, intentamos un ensayo, que habría que retornar en forma más rigu-
rosa, de tipología de líneas pastorales de la iglesia latinoameticana,
84 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
TI
LA NUEVA CRISTIANDAD
2 Esto fue vivido intensamente por los cristianos latinoamericanos que co-
menzaron a despertarse al compromiso político: cf. J. L. Secunno, Fanción de
la iglesia en la realidad rioplatense. Montevideo 1962, 31.
10 J, MARITAIN, 0. c., 299; distinción que hará rápidamente fortuna:
cf. por ejemplo, A. DE SORAs, Action Catholique et action termporelle. Paris 1938.
11 Cf. J. MARITAIS, O. €., 212-275, Ello dio lugar al surgimiento de los
modernos partidos de inspiración social-cristiana.
88 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
100
LA DISTINCIÓN DE PLANOS
12 Pese a sus esfuerzos, hay todavía, lo hemos señalado ya, en esta posición
un rezago eclesiocentrista. Maritarm se pregunta, por ejemplo, cómo un no-cristiano
pucde formar parte de un partido político de inspiración cristiana; pero no se
detiene a examinar la cuestión, hoy más actual: en qué condiciones un cristiano
puede patticipar en un partido político ajeno, e incluso hostil, a una perspectiva
cristiana.
DIFERENTES RESPUESTAS 89
23 Cf. por ejemplo, A. CHAVASssE, Eglise ef apostolat, 18. Esta obra inspiró
el plan pastoral de 1962 de los obispos de Chile, en ese entonces a la vanguardia
de la iglesía latinoamericana (el texto es reproducido en Recent Church Documents
from Latin America. CIF, Cuernavaca 1962-1963, 1-12),
23 Cf. Jalones para una teología del laicado, capítulo VHII, que trata de la
Acción Católica y del compromiso temporal de los laicos.
2 Cf. J. BonDUELLE, Situación actual de la revisión de vida. Barcelona
1963 y en una perspectiva más reciente, C. PERANI, La revisione dí vita strumento
di evangelizacione, alla luce del Vaticano II. Torino 1968.
92 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
a aaa
1
EL NIVEL PASTORAL
2. Toma de conciencia
de una situación alienante
Hace mucho tiempo que se habla en ambientes cris-
tianos del «problema social» o de la «cuestión social»,
pero sólo en los últimos años se ha tomado conciencia
clara de la amplitud de la miseria y, sobre todo, de la
situación de opresión y alienación en que vive la inmensa
mayoría de la humanidad. Estado de cosas que representa
una ofensa al hombre, y, por consiguiente, a Dios. Más
aún, se percibe mejor tanto la propia responsabilidad en
esta situación, como el impedimento que ella representa
4 Sobre la situación actual de la JeEc francesa, se puede consultar el artícu-
lo de L, DE VAUCELLES, Les mutations de la Jec: Études (1970) 278-286. La «Refle-
xión crítica» del autor nos parece, sin embargo, algo severa. Más adelante (capí-
tula 7) daremos algunas indicaciones en lo referente a la iglesia latinoamericana.
5 C£.J. A. Díaz, La crisis permanente de la acción católica Barcelona 1966.
En América latina, en particular en Brasil, la cuestión ha tomado caracteres
agudos. Cf. más adelante capítulo 7.
6 J. Comblin se preguntaba ya, hace unos años (Echec de 1' Action Catbo-
ligue? Paris 1961). Pero la solución que proponía parecía ir en sentido inverso
al movimiento que había provocado la crisis.
96 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
II
EL NIVEL DE LA REFLEXIÓN TEOLÓGICA
En relación con estas nuevas experiencias pastorales de
la iglesia, la reflexión teológica contemporánea ha erosio-
nado también el esquema de la distinción de planos. Y ello,
a través de dos procesos que marchan aparentemente en
dirección contraria el uno del otro,
8 Cf, por ejemplo, Las tareas de la iglesia en Armérica latina, FERES. Bogotá
1964; y F. HoutaArT - E. P1n, Los cristianos en la revolución de América latina.
Buenos Aires 1966, 184,
98 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
1% Importa, quizá, recordar aquí una vez más la distinción, hecha inicial-
mente por F. E. COGARTEN, o €, entre secularización y seculatismo. El primer
término designa cl proceso histórico mismo que hemos evocado; el segundo, una
cierta ideología que tiende a encerrar ese proceso dentro de un marco que excluye
toda tipo de valor religioso.
7 Ct. Resistencia y sumisión Ariel, Barcelona 1969.
CRISIS DEL ESQUEMA DE LA DISTINCIÓN DE PLANOS 101
1
UNA NUEVA CONCIENCIA DE LA REALIDAD
LATINOAMERICANA
8
114 LA OPCIÓN DE LA IGLESIA LATINOAMERICANA
2, La teoría de la dependencia
Desde hace unos años se abre paso en América latina
un punto de vista diferente, Se percibe cada vez mejor
que la situación de subdesarrollo es el resultado de un
proceso y que, por lo tanto, debe ser estudiada en una
perspectiva histórica. Es decir, en relación al desarrollo
y expansión de los grandes países capitalistas. El sub-
desarrollo de los pueblos pobres, como hecho social
global, aparece entonces en su verdadera faz: como el sub-
producto histórico del desarrollo de otros países ”. En efec-
to, la dinámica de la economía capitalista lleva al estable-
cimiento de un centro y de una periferia, y genera, simul-
táneamente, progreso y riqueza creciente para los menos
y desequilibrios sociales, tensiones políticas y pobreza
para los más. En este contexto nació y se desenvuelve
América latina:
Las sociedades latinoamericanas ingresaron en la historia del
desarrollo del sistema universal de interdependencia, como
sociedades dependientes a raíz de la colonización ibérica.
Su historia puede ser trazada, en gran parte, como la historia
de las sucesivas modificaciones de la situación de dependencia,
a lo largo de la cual, las diversas sociedades de la región han
venido alcanzando diversas posiciones sin lograr salir, hasta
el momento, de ese marco general 3,
nl
EL MOVIMIENTO DE LIBERACIÓN
subversivo del orden actual «Es sin duda llamativo — escribe J Nun — que, en
los ultimos años, la dependencia se haya vuelto tópico habitual de discusión en
organismos, en conferencias y en documentos legitimados por el sistema Esto
tiene varias explicaciones La primera es de orden tactico ante una penetración
tan masiva y abierta resulta aconsejable tranquilizar a la opinión pública recono-
ciendo una parte del problema, con lo que se priva momentáneamente de argu-
mentos a los críticos, mientras no se hace nada por detener el proceso de fonda
Además, como en el caso de la reforma agraria, tambien aquí se trata de liquidar
ahora ciertas formas ya perimidas de dominación externa, propias de la etapa
clásica del ciclo agro exportador, al tiempo que se restringe el eventual ingreso al
área de otras potencias competidoras» J NUN, «4 c, 7 Se trata, en realidad, de
los mismos sutiles mecanismos de defensa empleados por las sociedades domi-
nantes que han hecho de la rebeldía y la protesta exitosos artículos de consuro,
cf al respecto, HELAN JAWORSKI, Estructuras integradas de dependencia y domina-
ción en las Américas Vispera 21 (1971) 39
83 Hegel — según apuntes de sus alumnos — afirmaba hace más de 140 años
«América es pues el país del futuro en el que en los tiempos que vienen gravitará
en el antagonismo, quizá, de América del norte con América del sur, la historia
universal» La rarson dans Ubistoire, Paris 1965, 242 (nosotros subrayamos).
EL PROCESO DE LIBERACIÓN EN AMÉRICA LATINA 127
ss Entre los casos recientes destaca cruelmente el del actual régimen bras1-
leño Internacionalmente han sido denunciadas las torturas a que son sometidos
los presos politicos Cf los hechos, testimomos y denuncias en Torturas en Brasil
CEP, Lima 1970
$l Espiral de violencia Sígueme, Salamanca 1970 Dom Hélder propugna
una «presion moral liberadora» para poner fin a las estructuras Opresivas e injustas
en que se vive en America latina No pocos piensan, sin embargo, que esta libera.
ción deberá transitar, tarde o temprano y de una forma u otra, por los caminos
de la contraviolencia, respuesta a una situacion de violencia legalizada Para un
análisis sobre algunos aspectos de la violencia revolucionaria, ver el conjunto de
trabajos publicados en PI 7 (1968), y F Leon, La violencia revolucionaria Men
saje (diciembre 1968) 621 629.
130 LA OPCIÓN DE LA IGLESIA, LATINOAMERICANA
1 Iván Vallier señala bien — pese a una tipología discutible — Jos primeros
pasos de ese rompimiento en Las élites religiosas en América latina catolicismo,
liderazgo y cambio social, en S M. Liesur, Elites y desarrollo en América latina
Buenos Aires 1967, 150-189.
136 LA OPCIÓN DE LA IGLESIA LATINOAMERICANA
1
COMPROMISO DE LOS CRISTIANOS
1. Laicos
rico» de sabor maritamano (ver Juc Boletim macional 4 [1960] Rio de Jane:ro)
a la «conciencia histórica» en la que se percibe la influencia de H de Lima Vaz
(cf EQUIPO NACIONAL, Reflexbes sobre o sentido do movimento, en Jue Boleta
macional 1 (1963) Cf también G Guriérrez Misión de la iglesia y apostolado
universitarro Lima 1960 (folleto) y P—_ Rot, Promoción del lacado Montevideo
1963 (folleto)
5 Cf por ejemplo cl papel jugado por los movimientos de apostolado la1co
en la izquierda revolucionaria brasileña Consultar al respecto CANDIDO MENDES,
Memento dos vivos Rio de Jancito 1966, y M MOREIRA ALVES, O Cristo do Poyo
Rio de Janerro 1968
6 La literatura sobre la cuestión es muy abundante pero dificilmente acce
sible Cf sin embargo una buena vision de conjunto sobre Jos movimientos apos
tolicos universitarios G GIMENEZ, Introducción a una pedagogía de la pastoral
universitaria MIEC JECT, Servicio de documentacion, Montevideo 1968 Cf tambien
el informe presentado al papa Pablo ví por el Departamento de pastoral untvers1
taria del ceLaMm La realidad universitaria y sis implicaciones pastorales, en
Educación latinoamericana Bogotá 1968 La situación es particularmente aguda
en la iglesia brasileña, cé al respecto M SCHOOYANS, O desafío da secularizacao
Sao Paulo 1968
LA IGLESIA EN EL PROCESO DE LIBERACIÓN 139
zonte despejado.
2. Sacerdotes y religiosos
Una mejor percepción de la trágica realidad del com
tinente, las netas tomas de posición que la polarización
política acarrea, el clima de participación más activa en
pues, lanzarles este llamado Siendo célibes, ustedes no han sabido o no han
podido ser la voz de los países despojados, los cuales sufren las consecuencias de
la política economica injusta de los dirigentes de sus países Esperamos que una
vez casados lo sepan hacer mejor En efecto, sí la vida matrimonsal no les ayuda
a abrirse más a las dimensiones del mundo, y sobre todo del mundo de aquellos
que son despojados por las “leyes” del comercio internacional, ustedes no habrán
hecho otra cosa que dar un paso más bacia el aburguesamiento No olviden que,
mientras ustedes piden el derecho de constiturr su hogar, muchos pobres del tercer
mando renuncian al suyo para entregarse completamente a la liberación de sus
hermanos» en Liberacion (México) (marzo 1970)
18 Es lo ocurrido recientemente, por ejemplo, con Henrique Perelra, sacer-
dote de Recife, Brasil Cf los documentos reproducidos en SEDOC (agosto 1969)
143 149, y Ante el asesinato del padre Henrique Peretra Spes (Montevideo) (1969)
Ver también al respecto las relleaiones de B_ PELEGRI, Meditación ante el cadáver
del padre Henrique Víspera 12 (1969) 37
2 A proposito de esta situación, después de afirmar que «el marxismo tiene
necesidad de desarrollarse, de salir de un cierto anquilosamiento, de interpretar
con un espíritu objetivo y cientifico las realidades de hoy, de comportarse como
una fuerza revolucionaria y no como una iglesia pseudo revolucionaria», Fidel
Castro añade «Son las paradojas de la historia ¿cómo, cuando vemos a sectores
del clero convertirse en fuerzas revolucionarias, vamos nosotros 4 tesigharnos a
ver sectores del marxismo convertirse en fuerzas eclesiásticas?» Discurso en la
clausura del Congreso de intelectuales, el 12 de enero de 1968, en F Castro,
Revolation cubaine 11 Paris 1969, 253
10
146 LA OPCIÓN DE LA IGLESIA LATINOAMERICANA
3. Obispos
Los graves y nuevos problemas que se presentan a la
iglesia latinoamericana, y que configuran una realidad
conflictual y cambiante, encuentran a muchos obispos mal
preparados para cumplir su función. Hay, sin embargo, un
despertar a las dimensiones sociales de la presencia de la
iglesia y un consiguiente redescubrimiento de su misión
profética.
Son en particular los obispos de regiones más mise-
rables y explotadas los que han denunciado más enérgica-
mente las injusticias de que son testigos?! Pero al señalar
las causas profundas de ellas, han enfrentado a las grandes
fuerzas económicas y políticas de sus países”; y de ahí
a ser acusados de intervenir en terrenos que ho les com-
peten, e incluso de ser proclives a las ideas marxistas, no
hay más que un paso. Paso franqueado a menudo, y ale-
gremente, en sectores conservadores, católicos o no cató-
licos. Algunos de estos obispos se han convertido casi en
figuras políticas en sus respectivas naciones. Esto ha traído
como consecuencia una vigilancia policial estrecha, y, en
algunos casos, amenazas de muerte de parte de grupos de
extrema derecha.
21 Cf por ejemplo, los trabajos de Dom Helder Camara publicados en va-
rios volúmenes en Promunciamientos de Dom Helder Nordeste II, Secretariado
regional, CNBB, Recife, Brasil, Revolucáo dentro da paz Rio de Janeiro 1968,
Espiral de violencia Sígueme, Salamanca %1970, Para llegar a trempo Sigueme,
Salamanca $1972, y B_ FraGoso, Evangile et revolution socrale Paris 1969
2 Cf el firme análus:s de la situacion brasileña presentado por Dom Cándido
Padin como documento de trabajo para la IX Asamblea general de la conferencia
nacional de obispos del Brasil en julio 1968, La doctrina de la seguridad nacronal
a la luz de la doctrina de la iglesia en R Macut - L ZANOTIL, América latina
la chtesa sí contesta Roma 1969, 240-267 Para una visión de conjunto, y sobre la
posición reciente del episcopado brasileño en las dificiles condiciones en que se
mueve, cf CH ANTOINE, L'épiscopat brésilien face au pouvotr (1962 1969) 330
Études (1970) 84-103 El autor concluye su estudio afirmando que «el año 1969
termina con un debilitamiento de las posiciones oficiales del episcopado brasileño
Sin duda alguna las afirmaciones son planteadas con mitidez, hasta con una cierta
virulencia; pero el contexto en el que se insertan reduce netamente su alcance»
LA IGLESIA EN EL PROCESO DE LIBERACIÓN 147
1
DECLARACIONES E INTENTOS
DE REFLEXIÓN
11
162 LA OPCIÓN DE LA IGLESIA LATINOAMERICANA
En efecto,
el Dios que conocemos en la Biblia es un Dios liberador que
destruye los mitos y las alienaciones. Un Dios que interviene
2 The Rockefeller report on the Americas, Chicago 1969, 31. «Se ve ahora
que la antiquísima monarquía asentada sobre la piedra del primer obispo de
Roma está ante una subversión de sus sagrados valores. Y no es el laicado silen-
cioso y escandalizado sino la clerecía la que rompe los rígidos límites de su ser-
vicio evangélico para constituirse eh no pocas ocasiones en abanderada de una
apertura al marxismo, con toda la ferocidad y la incontinencia de que hicieron
gala tradicionalmente los conversos»: A. LLERAS CAMARGO, en Visión (México)
9 de mayo de 1969, 17.
3% C. AGUIAR, La iglesia perseguida: desafío latinoamericano: PD (julio 1969)
148.
4 C£. al respecto, las reflexiones de M. DE CERTEAU sobre L'articulation du
dire et du faire, en Études tbéologiques et religieuses, Montpellier 1970, 25-44,
PROBLEMÁTICA 175
r
178 LA OPCIÓN DE LA IGLESIA LATINOAMERICANA
FE Y HOMBRE NUEVO
1. De lo cuantitativo...
2. ...alto cualitativo
1
UNA SOLA HISTORIA
1. Creación y salvación
La Biblia establece una fuerte relación entre creación
y salvación. Pero lo hace a partir de la experiencia histó-
rica y liberadora del éxodo. Olvidar esa perspectiva es
exponerse a yuxtaponer esas dos nociones, y perder así el
rico filón que esa relación significa para la comprensión
de la obra totalizadora de Cristo y de su Espíritu.
a) Creación: primer acto salvífico
La Biblia no se interesa por la creación para satisfacer
inquietudes de orden filosófico respecto del origen del
mundo. Su perspectiva es otra.
La fe bíblica es, ante todo, una fe en un Dios que se
revela en acontecimientos históricos, En un Dios que salva
en la historia. La creación es presentada en la Biblia no
como una etapa previa a la salvación, sino como inserta
en el proceso salvífico:
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo...
por cuanto nos ha elegido en él antes de la creación del mundo
para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor,
eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por
medio de Jesucristo (Ef 1, 3) 15.
bilita, para Él, la consistencia de lo temporal porque estamos ante «una dia-
léctica viva de relación entre un mundo que no es profano sino porque no es
percibido como divino, y una realidad sobrenatural que busca asumitlo, rescatarlo,
consagraslo, divinizarlo»: Ibi4., 1082.
La posición de K. Rahner, en cambio, parecería más reticente, en Historia
del mundo e bistoria de la salvación, en Escritos de teología V. Madrid 1964, 115-
134. Cf. también O. PÉREZ MORALES, Fe y desarrollo. Caracas 1971, 49, donde
afirma con claridad la existencia de una sola historia.
15 Cf. el comentario de H. SCH11ER, Der Briej an die Epheser. Dusseldorf
1958, 37-48,
202 FE Y HOMBRE NUEVO
del gran océano, el que trocó las honduras del mar en camino
para que pasasen los rescatados? (31, 9-10),
tema que tratamos, las atinadas observaciones de J. ALFARO, Hacia una teología
del progreso humano, Herder, Barcelona 1969, 22, n. 22.
33 Esto fue muy bien señalado por H. Cox, en La ciudad secular, Pero
habría que precisar que esta «desacralización» significa, en realidad, una noción
diferente de lo «sagrado»: no lo intocable y separado de la vida profana, sino
algo presente y activo en el corazón de la historia humana.
210 TE Y HOMBRE NUEVO
2. Promesas escatológicas
65 Esta cuestión no es, por lo demas, sino una parte de otra mas vasta la
relación entre los dos testamentos Es sabido que el hatos que R Bultmann creía
ver entre ambos contribuyo 4 una desvalorización de los textos veterotestamen-
tarios Hoy, la actitud está cambiando Las actuales preocupaciones de la vida
cristiana y de la teología nos están llevando -— por momentos, con un cierto sim
plsmo — a una recuperación del antiguo testamento G von Rad, que dedica
lucidas págimas a este punto, considera que se trata de una «cuestión todavia
pendiente» (o €, 11, 482) en la que habría dos aspectos partir de Cristo para
interpretar el antiguo testamento, y la necesidad que tenemos del antiguo testa-
meanto para comprender a Cristo Sobre lo primero le parece que puede hablarse
de un consenso general No así sobte el segundo aspecto Elucidarlo, precisar algu
nos criterios interpretativos evitaría la impresión de oportunismo que da, a veces,
el recurso a textos veterolestamentarios Para esa elucidación eran necesarias, tal
vez, ciertas condiciones que comienzan a cumplirse una actitud critica, por
ejemplo, frente a nuestras ca'egorias «occidentales» sobre el tiempo y la histo
ria, sobre el espiritu y la materia
Pensamientos, n 574 (edición J Chevalier)
222 FE Y HOMBRE NUEVO
de Aquino «Bajo el término letra, hay que entender toda ley exterior al hombre,
incluso los preceptos de la moral evangélica» ST 1-2 ec 106, art 1 y 2
77 Este texto de Isaías (añadido posteriormente a la promulgación de la
Constitución) es interpretado legítimamente en la Gandiun et Spes (n 78) como
refiriéndose a la justicia social,
LIBERACIÓN Y SALVACIÓN 225
TIT
CRISTO Y LA LIBERACIÓN PLENA
1. Progreso temporal
y crecimiento del reino
El capítulo 3 de la primera parte de la Gaudium et
spes empieza preguntándose por el sentido y el valor de la
actividad humana (n. 33) y termina recordando, en un
texto muchas veces citado, que «aunque hay que distin-
guir cuidadosamente progreso temporal y crecimiento del
reino de Cristo, sin embargo, el primero, en cuanto puede
contribuir a ordenar mejor la sociedad humana, interesa en
gran medida al reino de Dios» (n. 39). Los términos em-
pleados son voluntariamente generales, dejando margen a
conocido no sólo por razones de hecho, sino también por razones de derccho»:
, EPavenir de la théologie: NRT 1 (1971) 4.
LIBERACIÓN Y SALVACIÓN 227
El texto continúa:
$5 La relación que Ariccia (n. 50) etígc entre creación y redención, dio
lugar en un primer momento a un texto así modificado: «Aunque en la presente
economía el orden de la redención encierre en sí el orden de la creación, y la
historia de los hombtes esté implicada profundamente en la historia de la salva-
ción, esta inclusión, sin embargo, de ningún modo destruye el orden de la
creación, sino que, más bien, lo eleva, manteniéndole en su dignidad». Y de en-
mienda en enmienda se llegó a Ja redacción definitiva: «Aunque el mismo Dios
230 FE Y HOMBRE NUEVO
3. Cristo liberador
Hay más, esta óptica — y esto es de suma importan-
cia— nos abre en forma insospechada a la problemática
del pecado. En efecto, una situación de injusticia no es
una casualidad, no es algo marcado por un sino fatal: hay
detrás de ella una responsabilidad humana. Los profetas
supieron decirlo con claridad y energía, y los redescubri-
mos ahora. Por eso la conferencia de Medellín califica
el estado de cosas existente en América latina como
«una situación de pecado», como «un rechazo al Señor»”,
Esta calificación, en su globalidad y hondura, no es
sólo una crítica a abusos individuales de aquellos que
gozan de mayor poder en ese orden social; es una puesta
en cuestión de sus usos, es decir un repudio de todo el
sistema imperante, al que pertenece la propia iglesia.
Estamos lejos acá, por consiguiente, del optimismo
ingenuo que no da al pecado el lugar que le corresponde
en la trama histórica de la humanidad. Ésta era la crítica,
como se recuerda, que se hacía al esquema de Ariccia, y
que se repite con frecuencia respecto de Teilhard de Char-
din, y de toda entusiasta teología del progreso humano.
Pero no se trata, en la perspectiva liberadora, del pecado
como realidad individual, privada e intimista, afirmada
justo lo necesario para necesitar una redención «espiri-
tual», que no cuestiona el orden en que vivimos. Se trata
del pecado como hecho social, histórico, ausencia de fra-
16
: 10
ENCUENTRO CON DIOS
EN LA HISTORIA
1
LA HUMANIDAD: "TEMPLO DE DIOS
9 «El templo habiendo ejercido así una función de atracción que termina
en la cristalización de tradiciones diversas, se comprende que la piedad haya
sido determinada por el y haya gravitado en su órbita» E Jacoñ, Theologíe de
lancien testament, 210
10 Cf el comentario de Y M CONGAR, o c, 3571
1 Esto ha sido observado con frecuencia cf por ejemplo, GT MONTAGNE,
Teología biblica de lo secular Santander 1969, 17
248 FE Y HOMBRE NUEVu
a
LA CONVERSIÓN AL PRÓJIMO
1. Conocer a Dios
es obrar la justicia
El antiguo testamento es claro sobre la estrecha rela-
ción que existe entre Dios y el prójimo. Esa relación es lo
propio del Dios de la Biblia. Despreciar al prójimo (Prov
14, 21), explotar al jornalero humilde y pobre, no pagar
el salario a tiempo es ofender a Dios:
2. Cristo en el prójimo
La parábola del juicio final **, que concluye el discurso
escatológico de Mateo, parece resumir, para muchos, lo
esencial del mensaje evangélico ”. Los exegetas se alarman
del uso que un gran número de teólogos hace del texto
y de las consecuencias que se han comenzado a sacar para
la vida cristiana. Algunos estudios han aparecido reciente-
mente que, sin entrar en el fondo del debate, buscan tener
en cuenta esta nueva problemática %, Muchos factores in-
tervienen en la revalorización de este texto. Hay aquí un
terreno fecundo de investigación para exegetas y teólogos.
15 Cf. K. HRUBY, L'amour du prochain dans la pensée ¡uive: NRT (1969)
493-516.
15 Hablamos de «parábola» siguiendo el uso corriente, pero como se ha
hecho notar, el texto de referencia es difícil de clasificar. Un malentendido, debi-
do sobte todo al contexto, ha llevado a calificar de parábola esta visión escatoló-
gica: cf. Th. PREISS, La vie en Christ, Neuchátel 1951, 77.
17 Según R. Meh] para ciertos teólogos «el sumario del evangelio es Mateo
25, 31-45»: La catbolicité de Véglise: RHPR (1968) 369. Eso es, en efecto, 10.
que piensa un exegeta como W, Trlling, que escribe: «este fragmento es un
compendio de la doctrina y de la reclamación de todo el evangelio en vista de
un juicio»: El evangelio según sar Mateo YI, Barcelona 1970, 290. El subrayado
es del autor. Es conocido cl lugar central que este texto ocupa en las reflexiones
de JOHN A. T, ROBINSON, Sincero para com Dios, Barcelona 1967, 104.
18 Cf. J. WINANDY, La scéne du jugement dernier: SE (1966) 170-186
Lamar CorE, Mi 25, 31-45 «The sheep und the guats» reinterpreted: Novum Tes-
tamentum (1969) 32-44, J. C. INGELAERE, La parabale du jugensent dernier (Me 25,
31-45): RHPR 1 (1970) 23-60.
ENCUENTRO CON DIOS EN LA HISTORIA 253)
1
UNA ESPIRITUALIDAD DE LA LIBERACIÓN
47 Basta leer a Camilo Torres o Néstor Paz Zamora (para no citar sino a
dos que han dejado algo escrito) para convencerse de ello. Mal harían los teólogos,
chocados por ciertas deficiencias de expresión, en desentenderse de estos esfuerzos
por desentrañar lo que la palabra del Señor dice al hombre en el contexto
latinoamericano.
48 A. Gaete hacía notar, hace poco, la necesidad de una «espiritualidad de
la Jiberación»: Definición e indefinición de la iglesia en política: Mensaje
(agosto 1970) 375, Cf. el intento de A. POLE, Diálogo de la liberación. Buenos
Aires 1970. El poeta Ernesto Cardenal nos ofrece un conjunto de profundos Salmos
(Buenos Aires 1969), que buscan y cantan la liberación en medio de las formas
modernas de la opresión y de la explotación del hombre por el hombre. Cf. tam-
bién las interesantes consideraciones de G. Arroyo sobre las «comunidades tebel-
des»: Rebeldía cristiana y compromiso comunitario: Mensaje 167 (1968) 78-83.
ENCUENTRO CON DIOS EN LA HISTORIA 267
$ Si Vallejo tenía razón cuando decía: «Dios mío, si hubieras sido hom-
bre, hoy supieras ser Dios», podría igualmente afirmarse: «si hubieras sido Dios,
hoy supieras ser hombre».
212 FE Y HOMBRE NUEVO
5 Cf. infra, capítulo 13. «Más aún — se dice en el Mensaje de las obispos
del tercer mundo —, los cristianos y sus pastores deben saber reconocer la mano
del Todopoderoso en los acontecimientos que, periódicamente, deponen a los
poderosos de sus tronos y elevan a los humildes, devuelven a los ricos con las
manos vacías y sacian a los hambrientos»: Sigmos, 22,
13
11
ESCATOLOGÍA Y POLÍTICA
I
DAR RAZÓN DE LA ESPERANZA
La pensée religiense du jeune Hegel Louvenm 1953, 166 167 En la obra de madu-
rez el amor no parece Jugar el mismo papel que en los textos de juventud
cf A CHAPELLE, Hegel et la relegion 11, 62 64 En las Leccrones sobre la filosofía
de la religion, Hegel hablará, sin embargo, del amor como «el lazo sustancial del
mundo» (traducción francesa de J Cibelin, Paris 1954, JTI parte, 216)
2 Cf L FEUERBACH, Manifestes philosopbiques Textes chosis (1839 1845)
Paris 1960, 200 Son conocidas las líneas finales de La esencia del crestianismo
«Basta interrumpir el cutso ordinario y habitual de las cosas para atribuir a lo
ordinario una significación que no es ordinarta a la vida en tanto que tal una
sigrificacion religiosa ¡Santo sea pues para nosotros el pan, santo sea el vino,
pero santa tambien el agua! Amen» o c, 433 (subravado en el texto) Tiene ra
zon por ello J P Oster cuando afirma que «Feuerbach no es 1creligioso sino
ateo» Preface a «L'essence du cbristianisme», 65 Cf el excelente estudio de
M —XHALFFLAIRE, Feuerbach et la théologre de la sécularisation Paris 1970
ía Cf K Marx, Corcular contra Kriege (1846) en K Marx - F ENGELS,
Obras completas IV, 1216 H Kriege era un «comunista sentimental», emigrado
a los Estados Unidos, amigo de W Weitling, una de las cabezas del «socialismo
verdadero» Sobre esta corriente ver las duras páginas que le dedica el manifiesto
cumunista (Tbrd IV, 485 488) Al criticar esta tendencia Marx está en realidad
enticando a Feuerbach «El verdadera socialismo” con sus «dHierentes ramificacio-
nes aparece coma la creación mas autentica del pensamiento feuerbachiano»
HE Arvon, Ludwig Feuerbach ou la transtormation de sacré Paris 1957, 114,
cf tambicn M XHUFFLARE, o c, 189 211 Engcls repetirá varias décadas después
estas criicas de Marx a Feuerbach y al «socialismo verdadero» en Ludwig Feuer
bacb y el fin de la filosof:a clasica alemana
41 Ideología alemana, en K MARX - F ENGELS, o Cc II, 45 Y es que
como Xbaufflarre apunta acertadamente la instauración de la «nueva religion»
es, segun Feuerbach, la «praxis» que transformara al mundo, para él es necesario
«<cambrar las mentalidades antes de reestructurar el mundo» o €, 2
288 FE Y HOMBRE NUEVO
1
LA DIMENSIÓN POLÍTICA DEL EVANGELIO
19
290 FE Y HOMBRE NUEVO
68 Tbrd., 148.
0% Polrtische Tbeologie in der Diskussion, 289.
vs Teología del mundo, 149, La expresión «reserva escatológica» había sido
ya utilizada en un sentido similar al de Metz, por H, SCHLIER, Le ¿temps de
Véglise. Tourmai 1961, 19-20.
6 Teología del mundo, 151 (el subrayado es nuestro).
7 Ibid, 153.
294 FE Y HOMBRE NUEVO
5% Habría que evitar, también, que la nueva teología política pueda con-
tribuir a evadir un real y efectivo compromiso en la historia presente. Una cierta
recuperación teórica, y al nivel del lenguaje, de los problemas del mundo actual,
así como la abstención que parecería conllevar cl término de «reserva (Vorbebalt)
escatológica» podrían — contra la intención manifiesta del autor — invitar 7
ellos.
298 FE Y HOMBRE NUEVO
Cf. R. ErsLER, The Messiah Jesus and Jobn the Baptist, 1931, que hace
de Jesús un zelote. S. G. F. BRANDON, The Fall of Jerusalen and the Christian
Church. Manchester 1951, no va hasta ese extremo pero subraya con vigor los
vínculos de Jesús con el movimiento zelote. O. Cullmann analiza perspicaz y acu-
ciosamente la cuestión en Diem et César. Neuchátel 1956, Las actuales preo-
cupaciones de orden político han hecho retomar con nuevo brío el asunto:
cÉ. M. HENGEL, Die Zeloten. Kola 1961; S. G. F. BRANDON, Jesus and the
Zealots. Manchester 167 (el autor piensa que los evangelios — en especial el de
Marcos — tienen tendencia a despolitizar la vida de Jesús); y los recientes trabajos
de O. CULLMANN, Jésus ef les révolutinnaires de som temps. Neucháttel 1970; de
M. HencEL, War Jesus Revolutionaer? Stuttgart 1970; y de G. CRESPY, Recherche
sur la signification politique de la mort du Christ: LV 101 (1971) 89-109, y
S. G. F. BRANDON, Jesus and ibe Zealots, 203-205.
300 FE Y HOMBRE NUEVO
xima llegada del reino que debía terminar con esa situa-
ción. Cullmann ha probado que algunos de los discípulos
directos de Jesús fueron zelotes o tuvieron alguna afinidad
con ellos y concluye su estudio afirmando:
Uno de los doce, a saber Simón Zelote, pertenecía ciertamente
a los zelotes; probablemente, también otros como Judas Isca-
riote y Pedro, y quizá, los hijos de Zebedeo $3,
mn
306 FE Y HOMBRE NUEVO
103 W/, PANNENBERG, Die politische Dimension des Evangeliars, en Die Polz-
tik und das Hei. Mainz 1968, 19.
13 Cf. supra, capítulo 9, y las consideraciones de J. Guituer, Jésus et la
politique. RSR, 531-544
ESCATOLOGIA Y POLÍTICA 309
TI
FE, UTOPIA Y ACCIÓN POLÍTICA
112 7, C. Mariátegui proponía por eso, con cierta ironía, «no clasificar más
a Jos hombres como revolucionarios y conservadores sino como imaginativos y sin
imaginación»: El alma matinal. Lima 21959, 39.
Us Tácbes de Véducateur politique: Esprir (juillet-a00t 1965) 9.
ESCATOLOGÍA Y POLÍTICA 313
A
liberación política se haya obtenido, él debe acompañar
desde el inicio y en forma permanente la lucha por una
sociedad más justa. Sin ese elemento, critico y racional, de
SS
dinamismo histórico y de imaginación creadora, la ciencia
y la acción política ven deslizarse de sus manos una reali-
dad cambiante, y caen fácilmente en el dogmatismo, Y el
dogmatismo político no vale más que el de la fe; ambos
representan un retroceso hacia la ideología. Pero para que
la utopía cumpla válidamente este papel deberá ser veri-
ficada por la praxis social, debe hacerse compromiso efec-
tivo, sin purismos intelectuales, sin reclamos fuera de
lugar, debe ser revisada y concretada constantemente,
El proyecto histórico, la utopía de la liberación como
creación de una hueva conciencia social, como apropiación
social no sólo de los medios de producción, sino también
de la gestión política y en definitiva de la libertad, es el
lugar propio de la revolución cultural, es decir, el de la
creación permanente de un hombre nuevo en una sociedad
128 Táches de Veducateur , 90 En nuestros días esc enfoque, según Ricoeur,
es doble «De un lado, afirmar a la humanidad como una totalidad, de otro lado,
afirmar a la persona como una singularidad», el primer aspecto es «el horszonte
de todos nuestios debates sobre la desigualdad en el mundo», el segundo aspecto
es importante «frente 31 anonimato v la deshumanización de las relaciones entre
individuos en el seno de la sociedad industrial» 2brd, 9091 En un sentido
semejante P— Blanquart pieosa que la utopia «constitutiva de la razón de nuestra
epoca» puede expresarse en la fórmula «el desarrollo integral y solidario de todo
el hombre y de todos los hombres» (L acte de crotre , 22), que detalla la nocron
utopica de apropiación, fundamento de «la única acción realmente revolucionaria
que frente a un sistema unico y diversificado, no puede ser sino total y multitormc,
es decir a la vez universal (contra la explotación desigualdades, 1mjustiCias, segro-
gaciones) e integral o multidimensional (contra la deshumanización) Ibid 21
ESCATOLOGÍA Y POLÍTICA 319
129 Esto es aficmado en forma clara por P, Blanquart en los artículos citados.
El vocabulario es más vacilante en E. Schillebeeckx, cf, los trabajos mencionados
en la nota 125,
SEGUNDA SECCIÓN
COMUNIDAD CRISTIANA
Y NUEVA SOCIEDAD
>
322 COMUNIDAD CRISTIANA Y NUEVA SOCIEDAD
1
SACRAMENTO UNIVERSAL DE SALVACIÓN
$ Ambrosio de Milán expresa con toda claridad esa idea: «Donde la presen--
cia de un predicador ha faltado, el sonido y la fama de su voz han llegado
siempre»: In Rom. 17-18 (PL XVIII, 146 b).
7 Esto hace comprender la célebre distinción entre paganos y judíos que
no han tenido acceso a la fe, y herejes que la han abandonado después de haberla
aceptado, Frente a los primeros se tendrá en cuenta la necesidad de una aceptación
libre, lo que dictará una actitud más tolerante; los segundos en cambio serán
considerados culpables de alejarse de la verdad después de haber recibido el don
de'la fe, merecedores por lo tanto de un tratamiento severo, Posición sintetizada
IGLESIA: SACRAMENTO DE LA HISTORIA 329
2. Sacramento y signo
Gracias al proceso reseñado, el Vaticano 11 pudo sen-
tar los lineamientos de una nueva perspectiva eclesiológica.
Y lo hizo casi sorpresivamente al hablar de la iglesia como
de un sacramento ", Se trata, a no dudarlo, de uno de los
aportes más importantes y permanentes del concilio *.
La noción de sacramento permite, en efecto, pensar a la
iglesia en el horizonte de la obra salvífica y en términos
radicalmente distintos a los de un enfoque eclesiocentrista.
El propio concilio no logró situarse enteramente en esta
línea; muchos de sus textos revelan todavía la carga de
una pesada herencia y señalan tímidamente la puerta por
la que se podría salir, sin llegar siempre a hacerlo, de este
repliegue de la iglesia sobre sí misma, Peto lo que importa
subrayar es que en el seno mismo de un concilio sobre el
que gravitaba aún una problemática eclesiocéntrica, sur-
gieran los elementos nuevos que debían permitir una refle-
xión en ruptura con dicha problemática y más acorde con
las verdaderas cuestiones que se plantean hoy a la fe
cristiana %,
12 Los textos más importantes al respecto son LG 1 y 48 Cf tambien LG 9,
GS 45, SC 5 y 26, ver 1gualmente LG 59, AG 9
13 «El hito mas importante del Vaticano 11 en el campo de la teología
dogmática, en nuestra opinión, es haber designado a la 1glesta como “sacramento”,
es decir como signo visible de la salvacion por medio del Espiritu Santo enviado
por Cristo» H MUHLEN, Das Verbaltnis zwischem Inkarnation und Kirche e
den Aussagen des Vaticanúum 11 TG 53 (1965) 171 K Rahner dice que el cris
tiano de mañana estudiando la historia del concillo «se asombrara al comprobar
que tales palabras hayan podido ser pronunciadas sín que parezca que se haya perci
bido todo lo que ellas podian signilicar Sacramentum salutís totius mundi
¡signo de salvacion para el mundo entero! Chretiéns de demata Bruxelles 1965, 10
Años antes del concilio O Sermmelroth habia dedicado un amplio estudio a este
tema Die Kirche als Ursakrament Frankfurt 1953, y el mismo Rahner había apor
tado una valiosa contribucion La sglesta y los sacramentos Barcelona 1964 No
obstante, este enfoque no recogía cl sufragio de todos los tcologos, se temia que
esto llevara a «reducir la eclesiología al estudio de los elementos exteriores»
J HaMER, La iglesia es una comunion Barcelona 1963, 84, el punto es tratado
en 83 86
1% Cf J B Merz, Teolog:a del mundo Sígueme, Salamanca 21971, 105, y
en La risposta det teologa, 62 En el mismo sentido K RAHNER en ibid, 6l 62
332 COMUNIDAD CRISTIANA Y NUEVA SOCIEDAD
19 Cf. H. MúUnzLeEN, L Esprit dans Véglise YI. Paris 1969, 84-114; P. SMUL-
DERS, La iglesia como sacramento de salvación, en La tglesia del Vaticano II 1.
Barcelona 1966, 377-400; y E. SCHILLEBEECKX, La misión de la iglesta. Sígueme,
Salamanca 1971, 61-71.
334 COMUNIDAD CRISTIANA Y NUEVA SOCIEDAD
micos al interior de un unico designio salvifico como dos etapas o dos tiempos»
A LIEGE, Église de Jesus Christ, 164 «La relación decisiva entre la iglesta y el
raundo no es espacial sino temporal» J METZ, Teología del mundo, 121.
G Martelet, en una óptica algo diferente, babsa intentado ya una fecunda
reinterpretación de la distinción temporal espiritual, según la Lumen gentrum
La iglesia + lo temporal hacia una mueva concepción en La tglesta del Vate-
cano 11 1, 359 577 Cf tambien L Gra, La 1gleua y el ieundo, en La tglesta y
el pass Buenos AÁlres 1967, 919
28 «La 1glesía vive siempre sí la entendemos correctamente, de la proclama
ción de su propia provistonalidad y de su suspensión históricamente progresiva cn
el reino de Dios que se aproxima» K RAHNER, Iglesia y parusia de Cristo, en
Escritos de teología VI Madrid 1969, 341
336 COMUNIDAD CRISTIANA Y NUEVA SOCIEDAD
pr
trata de eso. El asunto no es sobrevivir sino servir. Lo de-
más vendrá por añadidura.
En América latina el mundo en el que la comunidad
cristiana debe vivir y celebrar su esperanza escatológica
es el de la revolución social; su tarea se definirá frente a
ella. Su fidelidad al evangelio no le deja otra alternativa:
la iglesia debe ser el signo visible de la presencia del Señor
en la aspiración por la liberación y en la lucha por una
sociedad más humana y más justa. Sólo así la iglesia hará
creíble y eficaz el mensaje de amor de que es portadora.
11
EUCARISTÍA Y FRATERNIDAD HUMANA
2 Dio e «colut que verrán Per una nuova immagine dí Dio del mondo
secolarizzato, en la obra colectiva Processo alla religione Roma 1968, 151
2 Éxodo y alranza forman una unidad El Dios que establece la altanza es
el mismo que saco a Israel «de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre»
(Ex 20, 2, Dt 5, 6), y como hemos tenido ocasión de recordarlo antes (cf supra,
capítulo 9), esta liberacion es un acto político, a partir de ella puede 10-
terpretarse correctamente la significación del éxodo y de la alianza que son
celebrados en la cena pascual J Blenkinsopp puede escribir por eso, que gra
cias al “mejor conocimiento de la dimensión política de la fe del primitivo
Israel, los estudiosos no están ya tan inclinados a aceptar la separación entre
tradiciones de la alianza y bendiciones del éxodo, según lo proponía G- von Rad»,
y continua «El acontecimiento fundaciomal comienza con una comunidad en
una situación económica y política intolerable y se refiere en primer lugar a la
salvacton económica y política de aquélla Yahvé los sacó de allí» Objetivo y
profundidad del exodo en Déutero Isaras 40 45 Concilium 20 (1966) 397 398
Y»
338 COMUNIDAD CRISTIANA Y NUEVA SOCIEDAD
2. Denuncia y anuncio
recientemente que «toda acción humana tiene una dimensión sociopolítica insos-
layable. La predicación y el testimonio evangélicos, sin entrar en aspectos téc-
nicos O partidarios de la actividad política, tienen una honda carga humana y
transformadora de la sociedad al promover el establecimiento de una real justi-
cia entre los hombres»: Comunicado del 13 de mayo de 1971 en «El Comercio»
(Lima) 14 de mayo de 1971, 10,
87 Las observaciones que hacía A. van Leeuwen, en unas conferencias pro-
nunciadas en Buenos Aíres, sobre la pérdida de la influencia del cristianismo en
el espíritu revolucionario de occidente (Desarrollo y revolución. Buenos Aires
1967, 153), no son enteramente válidas para América latina.
38 Sc trata de un asunto polémico en América latina: cf. sapra, capítulo 8;
y H. AssMaNN, Teología de la liberación. Montevideo 1970, 44-45,
344 COMUNIDAD CRISTIANA Y NUEVA SOCIEDAD
s9 En este servicio la iglesia, incluso los grupos que dentro de ella puedan
considerarse de vanguardia, deberán evitar retroceder hacia toda forma de me-
sianismo político-religioso, cuyo peligro señalábamos al terminar el capítulo
precedente. Consciente de su responsabilidad en estas cuestiones, la iglesia debe
igualmente serlo de los límites de su acción. Como apunta oportunamente Héctor
Borrar: «cada palabra, cada gesto suyo que se parezca a un “pronunciamiento”
en materia política tiene el peso y la presumible objetividad de una institución
que, por su propia naturaleza, no puede pretender el poder; pero también la
flaqueza de aquello que por sí mismo no puede encontrar su realización plena ..
La iglesia no es alternativa de poder, pero no por ello deja de ser participe del
proceso político»: ¿La iglesia para qué?: CS 1970 (primera entrega) 13 y 18.
IGLESIA: SACRAMENTO DE LA HISTORIA 345
3. Fraternidad cristiana
y lucha de clases
La fraternidad humana, que tiene como fundamento
último nuestra situación de hijos de Dios, se construye en
la historia. Esta historia presenta hoy caracteres conflic-
tuales que parecen oponerse a tal construcción. Entre esos
rasgos hay uno que ocupa un lugar central: la división
de la humanidad en opresores y oprimidos, en propieta-
47 Lucio GERA, Reflexión teológica, en Sacerdotes para el tercer mundo.
Buenos Aires 1970, 141. El texto afirma más adelante: «La profecía, así como
desacraliza todo lugar, templo, raza o nación, así también desacraliza todo
tiempo y no erige en realización final y definitiva a ningún imperio que su-
cede a otro, a ningún grado de civilización, por más judía o cristiana que
sea, 2 ningún sistema político, económico o social»: ibid, 142.
48 E. Schillebeeckx ha señalado esta doble función de la fe que relativiza
y radicaliza la construcción de la ciudad del hombre, cf. Foi chrétienne et atten-
te terrestre, en L'église dans le monde de ce temps. Tours 1967, 151-158. Ver
también W. KAspER, Fawt-i1 encore la mission extérieure?: Église et mission
180 (1970) 180-192.
IGLESIA: SACRAMENTO DE LA HISTORIA 333
3
354 COMUNIDAD CRISTIANA Y NUEVA SOCIEDAD
1 Las páginas que siguen resumen, con algunos retoques y, sobre todo,
con una bibliografía puesta al día, una setie de clases dadas en la universidad
de Montreal, en julio de 1967, sobre L'église et les problemes de la pauvreté
364 COMUNIDAD CRISTIANA Y NUEVA SOCIEDAD
1
AMBIGUEDADES DEL TÉRMINO POBREZA
II
SIGNIFICACIÓN BÍBLICA DE LA POBREZA
24
370 COMUNIDAD CRISTIANA Y NUEVA SOCIEDAD
GE, Pauvre, en SDB. Paris 1962, fasc. 37, col. 387-406, Ver también J. DUPONT,
Les béatitudes YX. Paris 1969, 19-34; y F. Hauck - E. BamMEL, Plojós, en
KrrTEL, Theologische Wórterbuch zum Neuen Testament VI: Lieterung 1 (Bagen
1-4), 885-915, J. M. LiaÑo, Los pobres en el antiguo testamento: EB xxv (1966)
162-167.
13 Rash es utilizado 21 veces en el antiguo testamento, en particular en
el libro de Jos Proverbios.
14 A. GELMIN, O. €., 19.
15 Ebyón es usado 6l veces en el antiguo testamento, sobre todo en los
salmos y los profetas. Cf. P. HumMBERT, Le mo! biblique ebyón: Rewde d'histoire et
de Philo. Relig. (1952) 1-6.
18 Dal es empleado 43 veces en el antiguo testamento en especial en los
profetas, Job y Proverbios,
17 Es el término más usado: 80 veces en el antiguo testamento, de prefe-
rencia en los salmos y los profetas.
18 Anaw se encuentra 25 veces en el antiguo testamento funa sola vez en
singular), en los salmos y los profetas en particular.
1% Plojós es usado 34 veces en todo el nuevo testamento, En la mayor parte
de los casos designa al indigente, carente de lo necesario. Sólo en 6 ocasiones
este término toma un sentido espiritual, pero aun en este caso, el pobre figura
al lado del ciego, el mutilado, el leproso, el enfermo, lo que le da un contexto
inmediato muy concteto.
POBREZA: SOLIDARIDAD Y PROTESTA 3711
Así dice Yahvé: ¡Por los tres crímenes de Israel y por los
cuatro, seré inflexible! Porque venden al justo por dinero y
al pobre por un par de sandalias; los que pisan la cabeza de
los débiles, y el camino de los humildes tuercen!... (Am
2,6-7).
20% «Para los profetas la pobreza no fue nunca una cosa neutra. Cuando
hablaban de ella, era para protestar contra la opresión y la iojusticia de los
ricos y de los poderosos. Es, pues, normal que se sirvan de expresiones que son
aptas para designar sus movimientos de alma»: VAN DER PLOÉG, Les pauvres
d'Israél et leur piété: Oudtestamentische Studién VII (1950) 258; citado por
A. GELM, O. €., 19,
372 COMUNIDAD CRISTIANA Y NUEVA SOCIEDAD
2% A.GEMN,O0.c, 14,
27 Cf. G. von Ran, Teología del antiguo testamento 1. Sígueme Salamanca
1972, 189-204 y C Spicq, Diex et l'homme selon le nouvearn testament Parts
1961, 179-213.
POBREZA: SOLIDARIDAD Y PROTESTA 37)
y
380 COMUNIDAD CRISTIANA Y NUEVA SOCIEDAD
3. Ensayo de sintesis:
solidaridad y protesta
La pobreza es un estado escandaloso. La pobreza espi-
ritual es una actitud de abertura a Dios, de infancia espiri-
tual. Haber precisado estas dos acepciones del término
pobreza nos despeja el camino y nos permite avanzar hacia
una mejor comprensión del testimonio cristiano de po-
breza, gracias a una tercera acepción: la pobreza como un
compromiso de solidaridad y protesta.
Dos interpretaciones quedan descartadas, la primera
sutilmente engañosa, la segunda parcial e insuficiente.
En primer lugar, si, como la Biblia lo dice insistente y
enérgicamente, la pobreza material es algo repudiable, el
testimonio de pobreza no puede hacer de ella un ideal
cristiano, Sería aspirar a una situación reconocida como
denigrante para el hombre. Sería, también, estar a contra-
corriente de la historia, ir contra toda idea de dominio de
la naturaleza por el hombre y la consiguiente y progresiva
creación de mejores condiciones de vida. Sería, igualmente,
y esto no es lo menos grave, justificar, aunque no sea
sino involuntatiamente, la situación de injusticia y explo-
tación que es la causa de la pobreza.
25
386 COMUNIDAD CRISTIANA Y NUEVA SOCIEDAD
Engels, F.: 280, 287, 355 George, Á.: 302, 304, 369
Evely, L.: 24 379 DN
Eyt, P.: 77 Gera, L.: 102, 136, 335
361 2
Faletto, E.: 114, 116, 117, 120 Gerassi, J.: 59
Fals Borda, O.: 123, 127, 140, Giannotti, J. A.: 130
143, 309 Gibelin, J.: 56, 287
Fanon, F.: 60, 210 Gilbert, V.: 133
Feil, E.: 74, 277 Gilleman, G.: 27
Gilson, E.: 54
Fellini, F.: 260
Féret, H.: 268 Giménez, G.: 138
Fesquet, H.: 136 Girardi, J.: 32, 74, 349, 356,
Fessard, G.: 28 357
Feuerbach, L.: 279, 280, 286, Giuliani, M.: 28
287, 288 Gogarten, F. E.: 99, 100
Feuillet, A.: 208, 209 Goldmann, L.: 59
Fleet, M.: 137 Gómez de Souza, L. A.: 133
Fontaine, P.: 285 González Casanova, P.: 123, 128
Franco, J. P.: 50, 120 González Ruiz, J. M.: 143, 236,
Fragoso, A.: 146, 223, 225 243, 265, 270, 369, 375
Frank, Á. G.: 116, 119, 234 Gott, R.: 128
Freire, P.: 132, 133, 276, 311, Gottier, G.: 237
312, 315 Grabner-Heider, A.: 249, 307
Freud, $.: 58, 59, 60 Grarasci, A.: 21, 37
Freyssinet, J.: 45 Gregorio Nacianceno: 327
Friedrich, G.: 211 Grelot, P.: 200, 221, 223
Frings, Je: 229 Gross, G.: 262
Furtado, C.: 116, 118, 121 Guardini, R.: 24
Furter, P.: 311 Guillet, J.: 308
Guitard, O.: 47
Guzmán, G.: 143
Gabás Pallás, R.: 215
Gaete, A.: 266 Habermas, J.: 291
Galilea, s: > 322, 348 Hamer, J.: 89, 331
Gall, N.: Hamilton, W.: 288
Gamper, As 300 Hiring, B.: 27
Ganmne, P.: 377 Hauptmann, P.: 227
Gaote, Á.: 139 Hauck, F.: 370
sGaraudy, R.: 32, 49, 292 Hayen, A.: 365, 368
García, Á.: 115 Hegel, W. Fr.: 35, 55, 56,57, 59,
García Cordero, M.: 222 60, 126, 184, 237, 286, 287,
Garrone, G.: 230 291, 292
Gauthier, P.: 364 Heidegger, M.: 292
Getfré, C.: 282, 289 Heisemberg: 54
Gelin, A.: 207, 212, 213, 218, Hengel, M.: 299
261, 369, 370, 371, 372, 374, Héring, J.: 261
375, 376, 378, 379 Herrera, F.: 116
Gellinck, J. de: 23 Hinkelammert, F.: 122, 314
392 ÍNDICE DE NOMBRES
Siglas . 15
Introducción
I
TEOLOGÍA Y LIBERACIÓN
1. TEOLOGÍA: REFLEXIÓN CRÍTICA . 21
IL Las tareas clásicas de la teología , 22
1. La teología como sabiduría
2. La teología como saber racional 24
II. La teología como reflexión crítica sobre la praxis 26
1. La praxis histórica . 27
2. Reflexión crítica . 34
2. LIBERACIÓN Y DESARROLLO . 43
I. La noción de desarrollo . 45
1. Origen
2. Enfoques . 47
TI. El proceso de liberación . 50
1. Dela crítica al desarrollismo a la revolución
social. . o 50
2. El hombre, agente de sua propio “destino . 32
3. El tema de la liberación en una perspectiva
teológica . a . o
“n
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
3. EL PROBLEMA 7
4. DIFERENTES RESPUESTAS . 83
L La mentalidad de cristiandad . 83
398 ÍNDICE GENERAL
ul
LA OPCIÓN DE LA IGLESIA LATINOAMERICANA
6. EL PROCESO DE LIBERACIÓN EN AMÉRICA LATINA. . + 113
1. Una nueva conciencia de la realidad latinoame-
rícana . . 13
1. La década del desarrollismo o 4
2. La teoría de la dependencia . . . . . . 118
11. El movimiento de la liberación . . . . . . 126
7. LA IGLESIA EN EL PROCESO DE LIBERACIÓN . . +. . + 13)
I. Compromiso de los cristianos . . . . . . +. 137
1. Laicos ,. a 137
2. Sacerdotes yreligiosos o
: 3. Obispos . . . . co... 146
TI. Declaraciones e intentos de r-Mexión o. 147
1. Hacia una transformación de la realidad la-
tinoamericana . . 148
2. Una nueva presencia de laa iglesia. en Amé
rica latina . . o. 162
8. PROBLEMÁTICA . +... . . . +... . . . +. 173
Iv
PERSPECTIVAS
Primera Sección: FE Y HOMBRE NUEVO
9. LIBERACIÓN Y SALVACIÓN. . +. . 19%
L Salvación: noción central del ymisterio cristiano. 193
1. De lo cuantitativo... . . . . . . . . 19
2. ...alo cualitativo . . . . . . . . . 196
ÍNDICE GENERAL 399