REVISTA Bases 06 - Bases, Revista

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lie

EL GOLPE DE ESTADO DE
TERRA Y LA TRANSICION AL
NEOBATLLISMO (1933 -1947)
Rodolfo Porriní y Alexis Schol
Dirección: Milton Schinca • Ediciones: “las bases” ns i 85
Rodolfo Porríni. Egresado de
Historia de la Facultad de Hu­
manidades y Ciencias e inte­
grante del Departamento de
Historia del CIPFE (Centro de
Investigación y Prom oción
Franciscano y Ecológico).

Alexis Schol. Egresado de


Historia de la Facultad de Hu­
manidades y Ciencias.

DEBE CORREGIRSE
En el fascículo 5, pág. 27 donde se consig­
na la aprobación de la ley de 8 horas, se
incluyen otras medidas referentes al tra­
bajo de los menores y las mujeres, que si
bien figuraban en el proyecto presentado
por Batlle, no fueron aprobados en dicha
oportunidad.

Dirección: Milton Schínca


Coordinación: Alejandro Schínca
Realización gráfica: Gbíls
Ediciones: “las bases"
Sarandí 356 Esc. 11. Teléfono: 95 68 46
Queda hecho el depósito que marca la ley.
Corrección Stella Maris Zaffaroni

En la elaboración del Plan de esta colección colaboraron con la Dirección los profesores
Andrea Daverio, Roger Geymonat, Cristina Martínez,
Rodolfo Porríni, Cecilia Revello, Alejandro Sánchez, Alexis Schol y
Carlos Alcoba .
NOCIONES Y CONCEPTOS
PRINCIPALES QUE SE DESARROLLAN
EN ESTE FASCICULO
Al térm ino del fascículo anterior, pudimos ver cómo de apertura que conducirá al retorno a la institucionalidad
las fuerzas conservadoras orquestaron la resistencia a las democrática, ante la expectativa discretamente favorable
medidas reformistas impulsadas por el batllismo, y que de los sectores de oposición.
esa resistencia se articuló en dos campos que actuaron Por ese entonces, un nuevo factor viene a incidir en
concertadamente: los gremios patronales, asociados en el los acontecimientos políticos uruguayos: la Segunda
llamado Comité de Vigilancia Económica, y corrientes Guerra Mundial, que estalla en 1939. Abandonando las
políticas pertenecientes a los dos partidos tradicionales: anteriores inclinaciones fascistoides del terrismo, nuestro
el riverismo y el ala más conservadora del batllismo (te- país pasa a alinearse junto a las potencias aliadas (Gran
rrismo) dentro del Partido Colorado y el herrerismo en el Bretaña y Francia, luego también Estados Unidos), y
Partido Nacional. La conjunción de todas estas corrien­ ello acentúa las diferencias entre Baldomir y el herre­
tes culm inó en el Golpe de Estado dado por Gabriel Terra rismo, que propiciaba una postura neutral en la contien­
en 1933, con apoyo directo del doctor Herrera. da. Se produce entonces una situación de bloqueo parla­
La dictadura así instaurada llevó adelante una política mentario, que lleva a Baldomir a dar un nuevo golpe de
que tendió a favorecer claramente a los sectores dom i­ Estado (1942), recibido como "golpe bueno" por batllis­
nantes y a los intereses extranjeros (todavía predominan­ tas y nacionalistas independientes, ante el disgusto de
temente ingleses), al tiempo que perjudicaba a los secto­ los hombres que habían sostenido la dictadura del 33.
res trabajadores de la ciudad y del campo. No encontró Paralelamente, y como consecuencia de la Guerra Mun­
en los primeros tiempos una resistencia más o menos or­ dial, se produce la gradual declinación de los intereses
gánica; ni de parte de las corrientes políticas desplazadas británicos, y el relevo de los mismos por parte de Esta­
(batllismo y nacionalismo independiente) ni tampoco del dos Unidos, potencia junto a la cual se alinea cada vez
movimiento popular (débiles partidos de izquierda y un más abiertamente el gobierno uruguayo.
movimiento sindical todavía escasamente organizado y En 1942, sucede a Baldomir en la presidencia el doctor
aquejado de divisiones). En tales condiciones, la dicta­ Amézaga, que acentúa este alineamiento internacional
dura pudo impulsar con relativa comodidad una política de nuestro país y, en lo interno, alienta el desarrollo ya
que favoreció fundamentalmente a los ganaderos y al ca­ iniciado de la industria, favorecido a su vez por la propia
pital extranjero, aunque continuó la política de protec­ contienda mundial, debido a que disminuyeron las im ­
ción a la industria todavía incipiente. portaciones de los países europeos en guerra, obligándo­
Un tin te fascistoide —era la época de auge de los fas­ nos a sustituir esas mercaderías con producción nacional.
cismos en Europa— y un acentuado anticomunismo, fue­ Este mismo ascenso industrial propició un nuevo im ­
ron característicos del discurso internacional del régimen pulso al sindicalismo uruguayo, que renueva por estos
de Terra. años sus concepciones y sus estrategias, bregando —no
Sin embargo, la unidad de las fuerzas que dieron el siempre con fortuna— por una unidad y fortalecimiento
golpe del 33 no era m onolítica. Pronto aparecieron fisu­ del movimiento obrero. Este énfasis de la industria y el
ras dentro de ellas, reflejo en parte de los intereses eco­ protagonismo creciente de la clase trabajadora uruguaya
nómico -sociales en pugna: de un lado, los grandes gana­ anuncian ya un país diferente, y que intentará modelar
deros, cuyo portavoz era por sobre todo el herrerismo; el denominado "neobatllism o", conducido desde la pre­
del otro, el gran comercio y la industria, más próximos sidencia (1947) por Luis Batlle Berres. Será el tema del
al terrismo. Poco a poco, aunque con dificultades visi­ próxim o fascículo.
bles, se pudo ir articulando un movimiento de oposi­
ción a la dictadura, canalizado por los batllistas, los na­
cionalistas independientes, los comunistas y los social¡s-
tnv así como por un movimiento obrero que comenza­
ba a gestar su unidad. La imagen de un frente popular
qua nucloara a toda la oposición, comenzó a vislumbrar­
se como posible. Para impedir que llegara a dotarse de
viabilidad electoral, se gestó por esos días todo un cuer­
po de disposiciones para la emisión del voto —ley de le­
mas, doble voto simultáneo, etc.—, verdadera ingeniería
electoral que tuvo como objetivo asegurar la preminen­
cia de las dos fracciones —terrismo y herrerismo— que
se hallaban en el ejercicio del poder.
De todos modos, la oposición a la dictadura no cesó
de crecer, y llegó a'traducirse en acciones armadas ("R e­
volución del 3 5 ", prontamente desbaratada). Pero la
alianza dictatorial siguió desfibrándose y así llega a las
elecciones de 1938, donde el terrismo postula a dos can­
didatos colorados: Baldomir y Blanco Acevedo. Triunfa
el primero, quien desde la presidencia iniciará un proceso
INDICE

I - EL GOLPE DE ESTADO DE 1933 Y EL GOBIERNO


D IC T A T O R IA L DE T E R R A (1 9 3 3 -1 9 3 8 ).............................................. 6

1. Antecedentes y preparativos del Golpe ................................................... 6


2. El Golpe de Estado y sus repercusiones ................................................... 8
3. Primeras medidas y primeras dificultades del te rris m o ................ ; . . . 10
4. Un cuadro heterogéneo en la oposición ................................................... 11
5. La política económica del terrismo ........................................................ 13
6. La política social y la respuesta obrero-estudiantil ................................. 15
7. Política internacional del te rris m o ...............................................................17

II - EL G ENERAL B ALD O M IR Y EL RETORNO H A C IA LAS


FORMAS DEMOCRATICAS (1938 1942) ............................................ 19

1. Baldomir llega a la presidencia................................................................... 19


2. El "golpe bueno" de 1942 .......................................................................... 22

III - LA SEGUNDA G UERRA M U N D IA L. SUS EFECTOS


SOBRE LA P O LITIC A Y LA ECONOMIA
URUGUAYAS. (1939 1945) ................................................................. 24

1. El Uruguay toma partido junto a los A lia d o s ............................................ 24


2. Bases militares en el Uruguay ......................................................................25
3. La izquierda ante la Guerra Mundial .......................................................... 26
4. La actitud de las clases dominantes .............................................................26
5. Nuestro ejército y los Estados Unidos ........................................................ 27
6. Transformaciones de nuestra e c o n o m ía ......................................................27
7. Aparece un nuevo sindicalismo ....................................................................29
8. Luchas y conquistas sociales ........................................................................ 31

IV - LA PRESIDENCIA DE AM EZAG A. EN EL UMBRAL


DEL NEOBATLLISMO (1943-1947) ................................................. 32

ANEXO — Política monetaria y cambiaría del gobierno de Terra ............35


Introducción.
Hacia 1933 América Latina vivía la conmoción de la crisis capita­
lista, que tuvo entre sus manifestaciones la cadena de golpes de
estado que se sucedieron.
El Uruguay no permaneció ajeno a este contexto y el oasis liberal
por el que había transitado durante el primer tercio del siglo, fue
perturbado por la irrupción del golpe de 1933. Pero a diferencia
de los golpes que se sucedieron en los vecinos países en este p e­
ríodo, el nuestro tuvo la particularidad de producirse sin trastoca­
mientos demasiados traumáticos que, com o verem os, tendrán
su explicación en el tipo especial de equilibrio que se dió entre las
distintas fracciones de las clases dominantes. Fue así que el in­
tento de imponer un proyecto agrarista y conservador a ultranza
fracasó, debiendo contemporizar con el proyecto industrial en
pugna, que finalmente logrará imponerse. De alguna manera ello
explicará también la relativa permanencia de los mismos dirigen­
tes políticos durante todo el período, lo cual facilitará la posterior
“restauración democrática”.
en la segunda presidencia de B atlley
había tenido su freno en el llamado
"a lto " de Viera).
Este segundo impulso —como tam­
bién vimos— se caracterizó por un

EL GOLPE DE
nuevo avance estatizador y un con­
junto de iniciativas en materia social e
impositiva, que lesionaron intereses
económicos por demás poderosos y

ESTADO DE 1933 Y generaron, como respuesta, la resis­


tencia de sectores económicos que
iban desde los ganaderos y los vincu­
lados al comercio de importación-

EL GOBIERNO
exportación, hasta ciertos capitales
extranjeros (los industriales se vieron
afectados en menor medida).
Esta intranquilidad de los sectores

DICTATORIAL DE conservadores se vio agudizada cuan­


do las consecuencias de la crisis mun­
dial de 1929 se hicieron sentir en
nuestra economía. A la caída de los

TERRA. (1933 - precios internacionales de las carnes


y las lanas —rubros fundamentales que
el país exportaba— se sumó el esta­
blecimiento de cuotas para la entrada

1938) de nuestras carnes en el mercado in­


glés. Hacia 1932 las exportaciones
uruguayas habían caído en un 58 por
ciento con respecto a 1930.
El problema de la moneda no era
menor: venía padeciendo una desva­
El descontento conservador lorización importante desde 1929 y
1. Antecedentes y Como se vio en el Fascículo ante­
sufrió una nueva caída del 60 por
ciento de su valor entre abril y octu­
preparativos del rior, a fines de la década del 20 tiene
lugar el surgimiento de lo que se dio
bre de 1931.
Por otro lado, los índices de deso­
Golpe. en llamar "el segundo impulso" del
reformismo batllista. (Recordemos
cupación también preocupaban. Aun­
que el problema no era nuevo, la cri­
que el primero se había desarrollado sis acentuó esta característica: en
1933, los desocupados llegaban a 40
ICuarenta mil mil según datos de la Oficina Nacio­
desocupados! Cifra
alarmante para nal de Trabajo.
aquellos días, que
marca la situación
de crisis que padecía
el país. Descontento con el
Consejo Nacional de
Administración (1)

Las respuestas que el Consejo Na­


cional de Administración dio a los
problemas nacionales durante el pe­
ríodo 1930-33, intentaban en su con­
junto repartir entre las diferentes cla­
ses sociales las consecuencias de la re­
cesión económica. Aunque esto no
significaba un reparto equitativo de
la crisis entre todos los sectores, ge­
neró de todas formas una disconfor­
midad creciente en la clases dominan­
tes, que pretendían que la crisis la pa­
garan las demás y no ellas.

(1) De acuerdo con la Constitución de


1917, el Poder Ejecutivo se componía de
un Presidente que tenía a su cargo los mi­
nisterios de Defensa Nacional, Interior y
Relaciones Exteriores, y un Consejo Na­
cional de Administración que tenía com­
petencia en las demáS carteras.
Se asocian los grupos
de presión

Los años previos al golpe se carac­


terizaron por una creciente moviliza­
ción y consolidación de los grupos de
prnslon representantes de los intere-
•,iti corporativos de la burguesía. En
<i»tu período aumentarán las exigen­
cias de un cambio en la orientación
política general, que estos gremios
patronales le reclamaban al elenco
gobernante.
De alguna manera, toda la década A quí tenía su
<l«l 20 estuvo jalonada por la crecien- sede uno de los
te confluencia de los gremios patro­ antros del
nales, que alcanzaron una unidad or­ conservadurismo,
que ambientó
ganizativa superior con la creación el golpe de Terra.
dul Comité Nacional de Vigilancia
Económica, en abril de 1929, que se herreristas y riveristas por otro. Es en
convirtió en bastión de la reacción este contexto que cobró importancia Un portavoz de
conservadora. Tuvo como cometido política el flamante presidente elec­ los conservadores
esencial nuclear a los gremios de las to, Dr. Gabriel Terra (1).
diferentes fracciones de la burguesía, Su gravitación política se vio faci­
a fin de neutralizar "el peligro de un litada por las relaciones-que tenía con
rebrote efectivo del reformismo". D¡- el capital extranjero.
• cho en otras palabras, el Comité se Desde sus primeros actos de gobier­
convertía objetivamente en la van­ no impulsó medidas largamente re­
Un Terra controvertido clamadas por los sectores conserva­
guardia de la lucha por un segundo
"a lto ", similar al que el Presidente dores, tales como rebajar impuestos y
Viera impusiera años antes a las re­ prohibir la inmigración, de modo que
"A l asumir la presidencia, Ga­
formas de Batlle (fascículo 5). aquellos lo vieron como un intérprete
briel Terra tenía 58 años. Abo­
Esta confluencia de los sectores adecuado del conjunto de sus plan­
gado de profesión, era el hi­
conservadores se expresó en reitera­ teamientos.
jo mayor del Dr. José Ladislao
dos paros patronales como forma de Terra, graduado en Brasil, hom­
protesta y presión ante medidas del Buscando una nueva
bre de confianza del Barón de
gobierno, a la vez que en el entrelaza­ Constitución
Mauá y ministro de gobierno del
miento entre los dirigentes de estos Gral. Santos—, Su personalidad
grupos de presión con las fracciones La prédica conservadora en favor
era contradictoria y controverti­
conservadoras de los partidos p o líti­ de una mano fuerte encontró eco en
da: en 1910 negó su voto a la se­
cos tradicionales y de la Unión Cívi­ Terra, quien en setiembre de 1931
gunda candidatura presidencial
ca.En efecto, entre los integrantes del lanzó una campaña en favor de refor­
de Batlle; en 1923 había cuestio­
Consejo Directivo de la Federación mar la Constitución, planteando que
nado al Colegiado. Batlle le había
Rural encontramos a políticos desta­ en el marco de la vigente era imposi­
increpado públicamente su asis­
cados como Pedro Manini Ríos, p rin­ ble enfrentar la crisis. De esta mane­
tencia a la ceremonia religiosa de
cipal dirigente riverista, A rturo Secco ra, la reforma de la Constitución se
su hija. Terra nunca le perdonó su
Ylla, líder de la Unión Cívica, y los convertía en una consigna adecuada
intransigencia. Había presidido
herreristas Aniceto Patrón y Juan José para el aglutinamiento político de los
la Unión Industrial Uruguaya y
de Arteaga, entre otros. conservadores, pero en realidad dis­
tenía intereses en empresas in­
frazaba otro hecho: las fracciones de
dustriales (bebidas y oxígeno).
El acuerdo de 1931 la clase dominante no se ponían de
Vinculado al sector rural y ex­
acuerdo en cómo gobernar y necesi­
portador, era nieto de un propie­
El acuerdo político de 1931 entre taban un régimen y un instrumento
tario rural; su esposa María llla-
los batllistas y los nacionalistas in­ que actuara con fuerza y eficacia en
rraz era hija de un hacendado;
dependientes que desbloqueó el ac­ la nueva coyuntura.
una hija- suya se había casado
cionar parlamentario del gobierno y El conservadurismo manifestó su
con el barraquero Alberto Puig"
que permitió el nuevo avance estati- apoyo inmediato a la reforma de la
(Raúl Jacob - El Uruguay de
zador antes señalado, actuó como un Constitución siendo 1932 el año en
Terra).
factor político que unificó la oposi­ que se terminaron de unificar todos
ción al reformismo (herreristas y rive- los sectores que conformaron la alian­
ristas). za golpista. El terrismo como movi­
De alguna manera, la respuesta a miento con autonomía dentro del
dicho acuerdo condujo a la futura batllismo, terminó de dibujar sus per­
"concordancia dictatorial". En loque files con su prédica anticolegialista,
restó de 1931 y todo el 32, se vieron englobando a todos los "desconten­
(1) En las eleciones de 1930 fue uno de los tos" de las clases dominantes e inclu­
muestras elocuentes del entendimien­ candidatos del Pa'rtido Colorado a la presi­
t o a que se había llegado entre el Co­ dencia, a la que aceedió en 1931 (ver fase. yendo a elementos con claras inflexio­
mité de Vigilancia por un lado, y los 5, pág. 33.) nes fascistas.
¿La marcha sobre Roma?
2. El Golpe de Estado Los militares y el golpe

Los apoyos a Terra se m ultiplicaron


Y sus
Si bien el "coloradism o" del ejér­
y la confluencia de éste con Manini y cito no era nuevo, y sus reticencias
Herrera se manifestó claramente. Ha­
cia mediados de 1932, el discurso gol- repercusiones. hacia el "reform ism o" batí lista tam­
poco, la década del 20 había visto
pista apareció claramente en distintas acrecentar el sentimiento anti-batllis-
publicaciones del conservadurismo, ta dentro de las Fuerzas Armadas.
adquiriendo ribetes cada vez másame- Los acontecimientos se precipita­
Los meses que precedieron al gol­
nazantes, mientras que Herrera co­ ron cuando el 30 de marzo de 1933,
pe estuvieron caracterizados por una
menzó a presionar a favor de una sa­ "E l D ía" publicó un manifiesto fir ­
ofensiva de los sectores políticos gol-
lida insurreccional. mado por políticos batíIistas, donde
pistas, buscando asegurar la aproba­
Por su parte, Terra continuó su se advertía sobre las consecuencias
ción del ejército o al menos su "neu­
prédica en favor de la reforma. En nefastas que traería el plebiscito que
tralidad". Expresión de ello fue la
febrero expresaba en la ciudad de se estaba impulsando. Terra respon­
campaña propagandística frente a la
Rocha: "Una Constitución rara vez dió con Medidas de Seguridad (cen­
reducción del presupuesto para el Mi­
se reforma con arreglo a procedi­ sura previa a la prensa, intervención
nisterio de Guerra y Marina, así co­
mientos legales, porque son fuertes de diversos entes autónomos, etc.).
mo la prédica periodística de los ór­
acontecimientos históricos y revolu­ Estas medidas fueron rechazadas por
ganos de prensa que respondían a los
cionarios los que provocan las revi­ la Asamblea General esa misma noche.
sectores golplstas.
siones". Al día siguiente, desde el Cuartel
El movimiento anticolegialista y de Bomberos y con el apoyo de la
prorreforma de la Constitución adqui­ policía, Terra decretó la disolución
rió un vigoroso impulso, dirigido por de las Cámaras y del Consejo de Ad­
hombres de reconocida prédica reac­ ministración.
El Presidente legal, desde su posi­ La prédica golpista de
cionaria antibatllista y representantes
de los grupos de presión patronales. ción jerárquica en el aparato de go­ "La Mariana" y "El Debate"

Se promovieron conferencias y actos bierno y con el control del poder de
en todo el país y se convocó para una coerción, asumía la responsabilidad LA M AÑ AN A 9/1/1933: •"(...)
gran marcha hacia Montevideo (¡dea de la ruptura institucional. De ahí la se explica que el ejército no sea,
que presumiblemente salió de Herre­ denominación de "autogolpe". para el batllismo, santo de su de­
ra). Esa movilización se asemejaba Herrera por su parte, se había au­ voción I I ejército es el freno de
a la marcha sobre Roma de los fascis­ sentado de Montevideo unos días an­ la demagogia, y el batllismo es
tas, que habían llevado a Mussolini tes y observaba los acontecimientos demagogo; el ejército es el sostén
al poder en 1922. desde R ío de Janeiro. del orden y del derecho y aque­
La marcha no se realizó pero la lla secta es esencialmente demo­
"unión sagrada" de ambos líderes po­ ledora; el ejército siente el culto
líticos había quedado sellada. de la patria y el otro tiene apa­
ratos, is caídas al comunismo."
(citado por G. Caetano)
EL DEBATE 15/1/1933: "(...)
Ni el ejército, ni la policía, se
volverán contra las masas inde­
fensas que claman por la extirpa­
ción del colegiado. Existe, al res­
pecto, un compromiso tácito. (...)
La involución anticolegialista ya
invade todas las almas, tanto ci­
viles como militares. ¿Quién la
detiene, quién la resiste, quién lo
impide?" (citado por G. Caetano)

A la izquierda
Brum, a la derecha
Terra. Pocos días
después, aquél se
pegará un tiro
porque éste echó
por tierra las
instituciones.
Señalaremos algunos aconteci­
mientos que de cierta manera pue­
den dar luz acerca de la relación en­
tre el ejército y el terrismo.
• En febrero de 1933, Terra or­
denó la prisión del Gral. Julio Cé-
mr Matínez a raíz de algunas decla­
raciones públicas en las que éste afir­
mó que el ejército no permitiría un
uolpe de Estado de ninguna proce­
dencia. Se le inició un sumario.
• En los momentos inmediata­
mente posteriores al golpe existió
una reacción de un pequeño grupo de
oficiales legalistas que fue severamen­
te reprimida.
• A los pocos meses de iniciada
la dictadura, y en un discurso pronun­
ciado al conmemorarse un nuevo 12
de octubre, el capitán de Navio A.
Juambeltz expresaba su conformidad
con la nueva situación: "La nación
ha sido salvada. En estos momentos
se elabora el Estatuto que ha de regir
la existencia de la nueva República y Herrera, aunqu
él ha de ser, seguramente, el más ade­ observó desde
cuado para organizar la vida institu­ Río el desarrol
del golpe, fue s
cional, a tanta distancia del despotis­ factótum junte
mo como de la anarquía". con Terra.
• A fines de 1933 se dio la baja a
varios militares y se sometió a la jus­ des". (Citado por G. Caetano, 1983) tendiente a desarticular a los sectores
ticia a jefes, oficiales y clases acusa­ Por su parte los inversores y em­ más organizados de la oposición.
dos de conspiración. (El País, Suple­ presarios extranjeros también consi­ La represión tocó a dirigentes po­
mento XL Aniversario, citado por Ja­ deraron que el nuevo régimen era ga­ líticos, produciéndose detenciones,
cob. 1983). rante de sus intereses. Así lo expresa­ deportaciones y hasta torturas. El
• En 1935, en su periódico "E l ba un editorial del periódico de la co­ mismo 31 de marzo, el suicidio de
Pueblo", Terra recordó que el Ejér­ munidad inglesa, "The Montevideo Baltasar Brum, miembro del Consejo
cito "había sido maltratado y despre­ Times": "N o cabe duda que para el de Administración, se convirtió en un
ciado por la ideología disolvente de Uruguay es éste un momento históri­ hecho largamente recordado en la
la oligarquía depuesta, cuyos postula­ co (...) Creemos (...) que es ahora el historia nacional.
dos lindaban ya en una demagógica momento en que los intereses extran­ Brum esperó a las puertas de su
carrera hacia las izquierdas fecundas jeros deben ofrecer su completo apo­ casa, con un revólver en cada mano,
en votos, con los preceptos interna­ yo y cooperación a la obra del nuevo que se produjera una reacción cívica
cionales del comunismo... "Por esos Gobierno (...)? (Citado por G. Caeta­ por parte del pueblo y de los m ilita­
tiempos se materializó la remodela­ no, 1983). res "constitucionalistas", demostran­
ción y modernización de las instala­ do así su ingenua confianza y su
ciones militares: compra de guarda­ El desconcierto adhesión a la ideología liberal. Cuan­
costas, creación de la Aeronáutica de los desplazados do finalmente lo fueron a prender, se
Militar, creación de institutos de en­ descerrajó un tiro.
señanza m ilitar, etc. El golpe de Terra vino a producir
un corte en el clima de liberalismo Represión obrera
Los que le dieron la político que respiró el país en los p ri­ y huelga estudiantil
bienvenida al golpe meros treinta años del siglo. En reali­
dad sorprendió á la gran mayoría de En lo que respecta a los trabajado­
En los primeros meses posteriores la "clase política " de ese tiempo. No res, la reacción frente al golpe fue
al golpe, el marcado optimismo y la es de extrañar, entonces, que la acti­ proporcional a la fuerza con que con­
sensación de "alumbramiento de una tud de los sectores políticos tradicio­ taban entonces, aunque se careció de
nueva época de prosperidad y felici­ nales desplazados del poder, fuera en un plan político concreto para en­
dad", invadida las distintas gremiales principio más de asombro e indigna­ frentarlo. Si bien el movimiento sin­
patronales que habían apoyado el ción que de respuesta capaz de en­ dical se encontraba dividido en tres
golpe. frentar al golpe recién consumado. centrales, no por ello resultaba a los
Un significativo ejemplo de ello ojos de los golpistas un blanco me­
fue la autodisolución del Comité de nor. Es así que se producen desde un
Vigilancia Económica en setiembre Aunque el nuevo régimen no ¡le­ primer momento allanamientos de lo­
de 1933, que en su declaración final galizó a los partidos políticos —lim i­ cales, detenciones y deportaciones de
expresaba: "L o más esencial del pro­ tando, sí, las libertades de reunión y dirigentes y militantes.
grama del Comité de Vigilancia Eco­ de prensa—, generó una campaña pro­ Por su lado, el medio universitario
nómica (...) está exitosamente cum­ pagandística pretendiendo dar la ima­ no permaneció ajeno al advenimiento
plido y eso por sí solo justifica su de­ gen de "dictablanda", a la vez que de la dictadura, resolviendo la FEUU,
terminación de dar fin a sus activida­ llevó adelante una violenta represión el mismo 31, declarar una huelga ge-
neral con ocupación del recinto uni­ presidente asumió las funciones que participaron sólo el 58 por ciento
versitario. Al día siguiente éste fue aquél tenía asignadas. La integración de los habilitados para votar, concu­
desalojado, y detenido el decano de del nuevo gabinete y de los principa­ rriendo a las urnas terristas, riveristas,
Derecho, Emilio Frugoni. La huelga les cargos de los organismos públicos cívicos y comunistas. Se abstuvieron
duró 23 días, pero en los meses si­ demuestra con elocuencia el carác­ los batllistas "netos", los nacionalis­
guientes se retornó poco a poco a la ter clasista y reaccionario del régimen tas independientes, los blancos radi­
normalidad. que se inauguraba. Señalemos algu­ cales y los socialistas.
El asesinato de Julio César Grauert, nos casos: Pedro Manini Ríos, miem­ A pesar de que se denunciaron
producido en octubre, marcó un hito bro de la Federación Rural, se desem- fraudes en las elecciones, la Constitu­
importante, al perder la oposición a peñaríá como Ministro de Hacienda yente inauguró sus sesiones en agosto
un calificado dirigente. La dictadura hasta el nombramiento de Pedro C o ­ del 33 y concluyó sus trabajos en ma­
no perdonó al dirigente opositor s ío ; Carlos de Castro, abogado de yo de 1934.
de influencias marxistas, expresión compañía multinacionales y corre­ El régimen llamó a plebiscito, vo­
del ala más radical del batllismo, que dor de la empresa naftera West India, tándose en el mismo acto la fórmula
con su prédica podía convertirse en fue designado interventor del Banco presidencial Terra-Navarro. Tanto la
un elemento desestabilizador del régi­ República y más tarde Presidente del nueva Constitución como la fórmula
men. Su sepelio se transformó en la Directorio de Ancap; Américo J. presidencial fueron aprobadas. Parti­
primer gran manifestación opositora Beisso, presidente de la Federación cipó algo más del 50 por ciento del
de repudio a la dictadura. Rural, ocupó el cargo de Director del electorado habilitado para votar. Se
Frigorífico Nacional; Aniceto Patrón, abstuvieron batllistas "netos" y na­
dirigente del Comité de Vigilancia cionalistas independientes.
Económica, pasó a ser Ministro de
3. Primeras medidas Obras Públicas, etc.

y primeras Se aprueba una


La Constitución del 34
nueva Constitución
dificultades del Tomó como modelo las cons­
Casi de inmediato, el terrismo
terrismo. buscó legitimarse en el poder y pro­
tituciones europeas de la post­
guerra (en especial la de Weimar)
mover los cambios institucionales
y en ese sentido contenía avan­
que había esgrimido para dar el gol­
ces en lo que respecta a los dere­
Algunos nombres del golpe pe. Es así que convoca para junio de chos sociales.
1933 a la elección de una Asamblea
En otro orden de coSas, cen­
Luego del 31 de marzo el Consejo Constituyente encargada de redactar
tralizaba el poder en el Presiden­
de Administración fue eliminado y el la nueva Constitución. En la elección
te de la República, quien actua­
ba con un cuerpo de ministros
elegidos de entre las dos mayo­
rías de los partidos más votados,
en la proporción de dos tercios
y un tercio.
La novedad principal fue la
composición del Senado, que es­
taría integrado por 30 miembros
elegidos por partes ¡guales entre
los dos sectores mayoritarios de
los partidos tradicionales: 15 he-
rreristas y 15 terristas. Se borra­
ba la proporcionalidad olímpica­
mente. Así, el Senado venía a
actuar de tampón para cualquier
iniciativa que resultara inconve­
niente para los intereses de he-
rreristas y terristas.
La Cámara de Diputados, en
cambio, estaba integrada en fo r­
ma proporcional por todos los
partidos. Se la concibió como un
foro de denuncia, aunque sin
mayor incidencia legislativa real.

Pedro Manini R ios.


Su diario, "La
Mañana", alentó
e impulsó el golpe
del 31 de marzo.
Por otra parte consagró una nueva rante el período 1933-38.
fórmula de reparto de la administra­ En un principio, los sectores des­ El batllismo prefiere
ción pública, que reflejó la nueva co­ plazados del poder y fundamental­ la línea moderada
rrelación de fuerzas, al tiempo que mente el batllismo, jugaron la "carta
procuró satisfacer las necesidades m ilita r"; es decir, buscaron hacer El batllismo, que había sufrido
"í.lientelísticas" de los sectores p o lí­ reaccionar a los sectores constitucio- duramente el impacto de su alejamien­
ticos golpistas. nalistas del ejército. Cuando esas ilu­ to de la conducción política del Esta­
siones se desvanecieron, tanto los do, tuvo un proceso interno que en un
Fisuras en el "marzismo" batllistas como el nacionalismo inde­ principio lo radicalizó. Ello se refle­
pendiente adoptaron una estrategia jó, por ejemplo, en un significativo
Terra dio satisfacción al conjunto de abstención electoral como forma crecimiento de la Agrupación "Avan­
do reclamos que se había convertido de lucha contra el nuevo régimen. zar" (fundada por J.C. Grauert). Sin
on el programa de los golpistas. Seña- Así lo hicieron en los comicios de embargo, la tónica de la estrategia
lomos entre ellos: 1933-34 y 1938. política que delineó el batllismo para
alivio de las cargas impositivas a Por su parte, los partidos Comu­ el período, y el apoyo mayorítarío
los sectores ganaderos e industrial; nista y Socialista se inclinaron por que recibió la patronal de "E l D ía"
"congelamiento" momentáneo de estrategias diferentes, considerando durante el conflicto gráfico, son
los proyectos de legislación social; que la contienda electoral y el ámbi­ muestras elocuentes de la escasa inci­
- represión al movimiento obrero y to parlamentario eran, de acuerdo dencia de las corrientes radicales y
a los partidos de izquierda, portado­ con las circunstancias, instrumentos de su temprana neutralización por los
res de "ideas disolventes". idóneos para la lucha contra la dicta­ dirigentes "moderados y moderado­
Sin embargo, con la consuma­ dura. Sin duda, en ello pesó el margi- res" del batllismo. En efecto, el bat­
ción del golpe y los primeros actos de namiento político que ambos parti­ llismo, principal partido opositor,
gobierno se completó el primer episo­ dos tenían -sobre todo el Comunis­ no pudo o no quiso aglutinar a su al­
dio de la alianza de las fuerzas socio ­ ta—, dentro del sistema político uru­ rededor al conjunto de la oposición
económicas que reclamaron y apoya­ guayo. y descartó —sobre todo después de
ron al terrismo. El primer intento orgánico del aprobada la Constitución de 1 9 3 4 -
Pero la "confluencia golpista" no conjunto de la oposición fue el de la vía insurreccional, así como tam ­
era m onolítica. Estaba integrada por promover un "M itin por la Libertad" bién la propuesta de formar un fren­
personeros de las distintas fracciones programado en principio para julio te popular antidictatorial que inclui­
de la burguesía: ganaderos, comer­ de 1934. El mismo se entrecruzó con ría a los comunistas, con los cuales
ciantes, inversores extranjeros, indus­ un conflicto de los trabajadores grá­ la mayoría de los sectores batllistas
triales, que se habían unido con la in­ ficos —que comentaremos más ade­ no querían entendimiento alguno.
tención de provocar un "a lto " en la lante— y que terminó por generar
política social e impositiva promovi­ agudas desavenencias entre los orga­ Blancos opositores:
da por "las mentes calenturientas" nizadores, por lo cual la iniciativa fra­ abstención... e insurrección
segundo impulso reformista. Sin em­ casó.
bargo, a la hora de convenir el repar­ El fracaso del m itin vino a poner Por su parte, los grupos nacionalis­
to de beneficios de la nueva situa­ al descubierto que las dificultades de tas opositores, que objetivamente su­
ción, las dificultades comenzaron a la unidad opositora tenían que ver frían una mayor fragmentación, tam­
emerger. Es así que la alianza "mar- con cuestiones más de fondo. Como bién prefirieron la estrategia absten­
zista" -c o m o se empezó a denomi­ dijo Quijano: "La oposición también cionista. Sin embargo, el nacionalis­
nar al grupo de las fuerzas golpistas la integra la burguesía que lucha por mo, quizás por propia tradición his­
que impulsaron el golpe del 31 de la reconquista de posiciones perdi­ tórica, llegó a considerar posible la
marzo— poco a poco comenzó a mos­ das". (...) insurrección armada como vía de sa-
trar sus grietas. Las mismas se mani­
festaron en algunos alejamientos de Así representaba la
hombres y sectores que en un princi­ derecha a Emilio
pio habían apoyado la dictadura te- Frugoni: con
dinamita,
rrista. revólver, bombas
varias. Lo llamaba
"bolcheviki".

4. Un cuadro
heterogéneo en la
oposición.

Distintas respuestas
a la dictadura

Si bien la unidad de los sectores


golpistas mostró prontamente sus fi­
suras, en las filas de la oposición fue­
ron constantes las dificultades para lo­
grar una unidad de lucha antidictato­
rial salvo algunas excepciones— du­
del aislamiento a que el propio siste­
ma político, con su marcado antico­
munismo, y su propia táctica ("gue­
rra de clase contra clase") lo habían
llevado. A partir de 1935, luego del
7o. Congreso de la Internacional Co­
munista, se intentó ¡mplementar la
tesis de constituir frentes populares
con los partidos socialistas y burgue­
ses democráticos, a fin de encarar la
lucha antifascista, teniendo en cuenta
la instauración del nazismo en Ale­
mania, en 1933. Es en este sentido
que empezó a trabajar el Partido Co­
munista uruguayo por esos años.
Pero no obstante la disposición re­
ceptiva que demostraron sectores del
batllismo (sobre todo de "Avanzar"),
así como algunos nacionalistas y el
socialismo, el frente popular no pros­
peró. Tanto la dirección batllista co­
mo la del nacionalismo independien­
te prontamente desestimaron la pro­
puesta, quitándole todo apoyo, ale­
gando que la influencia de algunas
Un intelectual que
supo jugársela:
tendencias "perniciosas" podía con­
Paco Espinóla taminar a las masas de sus respectivos
participó en la partidos. De esta manera quedaba
Revolución del 35. abortado el proyecto, a pesar de que
en la práctica ya habían comenzado
Justino Zavala
Muniz: politico a funcionar algunos comités con ca­
y escritor racterísticas de frente popular en
batllista, en la puntos del interior y de la capital.
primera línea de la
resistencia contra el
terrismo.
La postura del socialismo
no lograron desatar una insurrección
de entidad tal que derrocara el régi­ Por su parte, el Partido Socialista
men. Duró apenas nueve días. había criticado la actitud de los co­
Más allá de las carencias y del p ri­ munistas de intervenir en la Consti­
mitivismo de la acción y sobre todo tuyente de 1934 a pesar que partici­
de su aislamiento político y social, pó posteriormente, ese mismo año,
el esfuerzo tuvo más de un significado. en las elecciones legislativas. Más ade­
Como dice Jacob en un artículo re­ lante restará apoyo a la idea de cons­
ciente: "Es hora de que el país asu­ titu ir el frente popular, prefiriendo
ma estos muertos. Que los recuerde. no aparecer en una alianza estable
lida de la dictadura. Si bien la ¡dea (...) Ellos simbolizan algo que la so­ con los comunistas para no dificultar
no era nueva, —y en las anteriores ciedad uruguaya no tiene derecho a la alianza con los sectores antiterris-
oportunidades habían fracasado—, en olvidar, porque es tan viejo como la tas de los partidos tradicionales, y
el contexto general de- la situación patria: el principio de resistencia a la aún con las fracciones más conserva­
política por la que atravesaba la opo­ opresión". (En Brecha, La Lupa, doras de los mismos. En ese sentido,
sición, aparecía como una vía alter­ 29/8/86, R. Jacob). propició la idea de conformar una
nativa de lucha a la que muchos apos­ Concertación Democrática, que bus­
taron. En efecto, en 1934 dirigentes La izquierda y los caría aunar esfuerzos de todos los par­
políticos de los diferentes grupos na­ frentes populares tidos políticos con el fin de exigir ga­
cionalistas comenzaron preparativos rantías electorales al gobierno. Sin
de un levantamiento en el que parti­ En la izquierda también la unidad embargo, las reuniones que con este
ciparon también algunos importantes se vio dificultada. No estaban cerra­ fin se llevaron a cabo a mediados de
dirigentes del batllismo; sin embargo, das aún las heridas que habían provo­ 1937, resultaron infructuosas.
el intento fracasó. cado la fractura de 1921 entre el so­
No obstante,los preparativos con­ cialismo y el comunismo. Tampoco Repercusión de la
tinuaron, aunque ya sin el apoyo po­ estaba lejos la condena del Partido guerra civil española
lítico de los dirigentes batllistas. Y Comunista a toda posibilidad de fo r­
tomaron forma en enero del año si­ mar frentes con los socialistas, a quie­ La guerra civil española y la heroi­
guiente. nes en esa época calificara de social- ca defensa de la España republicana
fascistas. frente a la agresión del franquismo
La revolución de 1935 El Partido Comunista participó en aliado con el nazi-fascismo, sensibili­
las elecciones para constituyentes de zó fuertemente a la opinión pública
La revolución de 1935 consistió 1933 —así como en las posteriores-, de nuestro país. En este clima, las
en un conjunto de escaramuzas, que quizá buscando de esta manera salir manifestaciones de apoyo a la Repu­
Illicit española actuaron como catali­ una adecuación total a los intereses cionista en lo social, impulsada en su
zador aglutinante de todas las fuer­ de los ganaderos y del capital extran­ tiempo por el reformismo batllista.
zas de la oposición. Así, se llegaron jero. Es que había que tomar en cuen­
a constituir alrededor de 200 comités ta el proceso de lucha entre las distin­ A. P O LITIC A G A NAD ER A
on favor de la República española, tas fracciones de la clase dominante,
movimiento que tuvo su corolario en lo que se expresó tanto en los cam­ Las dificultades del sector
la manifestación del 14 de abril de bios de gabinete como en la política
1037 en adhesión a las fuerzas anti­ del terrismo, que con sentido prácti­ En este plano, la política de Te­
franquistas. co apoyó a los distintos sectores eco­ rra buscó dar soluciones al problema
nómicos según el momento, a fin de derivado de la baja de precios inter­
salvar el aparato productivo nacional. nacionales y de las dificultades de co­
El conjunto de fuerzas políticas y mercialización de la producción, así
5. La política sociales que promovieron el golpe, como atendió también a mejorar el
encerraba una heterogeneidad que proceso de refinanciación de los ga­
económica del prontamente se expresó en diversas nados, (una de las quejas constantes
fracturas y desfibramientos de la de los frigoríficos, que les servía de
terrismo. alianza "m arzista". Esa misma hete­ argumento para pagarles precios más
rogeneidad s'e vio reflejada en la ges­ bajos '' a los ganaderos.) El terrismo
tión económica del elenco gobernan­ buscó fundamentalmente aliviar al
Favoreciendo a las te terrista, que si bien representó los sector ganadero. En 1933 se rebajó
clases dominantes intereses de los grupos ganaderos y al un 10 por ciento la contribución in­
mismo tiempo contempló en alta me­ mobiliaria rural, mientras que en
En el momento de producirse el dida los del capital extranjero, con­ 1935 se redujo un 20 por ciento el
golpe del 31 de marzo, los efectos temporizó también con los de la bur­ aforo de la propiedad rural.
más perniciosos de la crisis del 29 en guesía industrial. Frente al problema del endeuda­
el Uruguay habían comenzado a su­ Esta última particularmente en el miento de los productores rurales,
perarse. primer cuarto de siglo, había logra­ que era acuciante, la dictadura sus­
La política económica que se de- do un grado importante de desarrollo pendió por cinco años las amortiza­
. sarrolló enseguida del derrocamiento y de inserción en la estructura esta­ ciones al Banco Hipotecario, que era
del Consejo de Administración, no tal, y es por ello que no pasó a estar la institución prestamista en la época.
marcó en líneas generales un corte totalmente subordinada al perder el Al mismo tiempo a partir de 1934 se
sustancial con respecto a la anterior, batllismo —su expresión política más creó un sistema de primas que tendía
aunque sí se produjeron reajustes. Si acabada— los resortes fundamentales a subsidiar la actividad ganadera.
bien el corte político que significó la del poder político. Con respecto a los arrendatarios
dictadura produjo un reacomodo de El resultado final de esta política rurales, se prorrogó hasta 1936 la re­
las distintas fuerzas en presencia, los a nivel estructural fue una acumula­ baja de los alquileres rurales que venía
cambios a nivel de la política econó­ ción de capital, una concentración de desde 1931.
mica no se caracterizaron mecánica­ las riquezas en las clases dominantes, La política cambiaría fue otro me­
mente —como podría pensarse— por y un cambio en la política redistribu- canismo a través del cual Terra bene­
fició a los ganaderos. En efecto, me­
diante la devaluación de nuestra mo­
neda, el sector agroexportador logró
por un lado reducir las deudas y por
otro aumentar considerablemente
sus ingresos, fundamentalmente en el
período 1934-37. A partir de enton­
ces, y debido al reconocimiento por
parte del gobierno de la baja de la
moneda extranjera, que aparejaba
menores ingresos para los ganaderos,
comenzará un período donde se vol­
verá más creciente la disconformidad
del sector con la política cambiaría.
B. LAS MEDIDAS
EN LA A G R IC U LTU R A

El intento de Terra de impulsar el


desarrollo de la agricultura tuvo sus
dificultades, y no registró demasiados
logros. Es cierto que se verificó un
importante crecimiento de la superfi­
cie cultivada, pero ello se vio lim ita­
do en gran medida por el aumento de
población.
También se buscó impulsar la agri­
cultura concediendo primas a la ex­
portación de trigos y harinas. Al mis­
mo tiempo, se intentó fomentar la
industrialización de materias primas
provenientes de la agricultura.

C. LA BANCA BAJO
EL TERRISM O

En torno al sistema bancario na­ dustrias, como la de la construcción


cional, dos fueron los movimientos E. IN D U S TR IA o de la carne, se registró en cambio el
fundamentales que realizó el gobier­ nacimiento y desarrollo de otras:
no de Terra. Uno tuvo que ver con Medidas para apoyarla caucho, refinación de petróleo, me­
una política de beneficio hacia la talurgia. Por otra parte, el proceso de
banca privada nacional y extranjera, Las medidas proteccionistas de la industrialización se vio favorecido
con pérdida de posiciones por parte industria que se adoptaron en 1931 por la política de bajos salarios del
de la banca del Estado. El otro movi­ —y que venían de tiempo atrás— no terrismo, que éste impulsó en un
miento persiguió un “ abaratamiento sólo fueron respetadas por la dicta­ marco de represión sindical generali­
del dinero" tendiente a la extensión dura, sino aún reforzadas por otras. zada.
del crédito, favoreciendo así a pro­ Es el caso de una ley de 1935 que
ductores rurales, comerciantes e in­ prorrogó la exención de impuestos F. ESTATISMO
dustriales. a la importación de maquinarias y re­
Por su parte la banca extranjera, puestos traídos por fábricas que se Limitando al Estado
perjudicada en el período anterior, instalaran o que se ampliaran. Tam­
volvió a mejorar su situación. bién preveía exoneración en el pago En cuanto al poder del Estado el
Así lo confirman las palabras de de la contribución inmobiliaria a terrismo se mantuvo estrictamente
un alto jerarca del Banco de Londres. aquellas que fabricaran productos no fiel a su objetivo de detener el avan­
"La ley bancaria en el Uruguay, es producidos en el país. ce del estatismo, tan caro a la p o lí­
la que más favorece al Banco en la Por otro lado, se favoreció tam­ tica de Batlle.
América del Sur..." bién a la industria nacional mediante En la Constitución del 34 se coar­
la política de restricción a las impor­ taron de hecho las posibilidades de
D. COMERCIO EXTER IO R taciones, e igualmente con la devalua­ creación de nuevos entes autónomos,
El comercio exterior uruguayo ha­ ción de nuestra moneda, que de he­ al exigirse una mayoría especial. Con
bía sentido las consecuencias de la re­ cho encarecía el producto importa­ respecto a los entes ya creados, la
cesión económica internacional. Re­ do. Carta introdujo dos "innovaciones".
cién a partir de 1935 —acorde con la Si bien los principales beneficia­ Una fue la limitación de sus posibi­
tonificación del comercio mundial—, rios de la política terrista fueron los lidades económicas, al exigirle entre­
se comenzó una recuperación de los ganaderos, el gobierno de Terra no gar la mayor parte de sus utilidades a
volúmenes exportados, observándose fue contrario a la industrialización. Rentas Generales. La otra reglamentó
un progresivo aumento de la impor­ Debemos agregar a ello la importan­ la posibilidad de convertir los entes
tancia de la venta de lana sobre la cia que el terrismo le asignó a la cons­ en empresas mixtas, al perm itir la in­
carne. trucción de la represa del Río Negro, corporación de capital privado.
El principio de "comprar a quien y a la creación de la refinería de pe­ Muy significativa resultó la pro­
nos compre", sustentado por el d i­ tróleo de Ancap, ambas de importan­ mulgación en 1936 de la Ley Baltar,
suelto Consejo de Administración cia estratégica para el sector indus­ que liquidaba las facultades de im­
fue mantenido por Terra. trial. plantar monopolios otorgadas ante­
Por otra parte el terrismo aseguró Sin embargo, los industriales no riormente a ciertos entes autónomos.
la representación en forma corporati­ dejaron de expresar su disconformi­
va de las principales empresas en la dad con la política económica, que Idas y venidas
Comisión de Importación y Cambios, se manifestó en presiones para lograr
que se encargaba de distribuir las d i­ un trato más preferencial en los tipos No obstante sería excesivo afirmar
visas para efectuar las importaciones. de cambio y en la concesión de divi­ que todo el andamiaje estatista iba en
sas. camino de su desarticulación. El te­
Durante el período se notó un cre­ rrismo tuvo sus marchas y contramar­
NO TA DE LA D IREC CIO N : El análisis
de la política monetaria y cambiaría del te­ cimiento del producto industrial, así chas en cuanto a la política estatiza­
rrismo podrá encontrarse expuesta en un como de la rentabilidad del sector. A d o s . En algunos casos benefició al
Anexo al término del Fascículo. pesar del decaimiento de algunas in­ capital privado o extranjero, en detri-
monto de la función monopolies es­ empero, no logró quebrar este mono­ Jubilaciones, etc.), y por otro, dis­
tatal; pero en otros apoyará dicha polio debido a la acción conjunta de tribuyendo el trabajo existente entre
función en algunas áreas estratégi­ dichos frigoríficos y las compañías más trabajadores, aún a costa de
cas. importadoras inglesas, frustrándose reducir las horas de trabajo, y por
Con respecto al capital extranjero, así su papel exportador. Sin embar­ tanto también el salario.
ol gobierno de Terra aprobó diversas go, y por la presión de los ganaderos, Asimismo buscó paliar la d ifíc il
medidas que lo favorecieron. los frigoríficos extranjeros debieron situación por la que atravesaban m i­
Así, exoneró del impuesto de au­ resignarse a perder el importante les de uruguayos, creando los Come­
sentismo al capital extranjero, en las mercado de abasto a Montevideo, el dores Populares en Montevideo, y el
empresas de ferrocarriles, aguas co­ cual se reservaba exclusivamente al Instituto Nacional de Vivienda, que
tí lentes, crediticias, industriales, y Frigorífico Nacional, y por su inter­ construiría viviendas económicas para
agropecuarias modelo. Los casos de medio a los ganaderos. El peso de los obreros.
Ancap y del Figorífico Nacional son estos últim os hizo posible también
dos ejemplos concretos de las oscila­ lograr la primacía de sus gremiales en Una política salarial en
ciones de la política terrista con res­ la conducción del organismo. favor de los patrones
pecto a la actividad estatal.
Resulta clave señalar la política sa­
larial, que redundó a todas luces en be­
Los casos de Ancap 6. La política social y neficio de los sectores patronales, al
y el Frigorífico Nacional
la respuesta aplicarse la libertad salarial. Se ve rifi­
có un descenso del salario real, el
En el caso de Ancap, el terrismo
prescindió de los llamados públicos a obrero-estudiantil. cual no subió en forma paralela al
alza del costo de vida, que se produ­
licitación, beneficiando así a las com­
cía incesantemente, facilitado sobre
pañías petroleras multinacionales.
todo por las devaluaciones y la p o lí­
También renunció a monopolizar la
tica cambiaría. Si bien el Estado in­
comercialización del carbón (en ma­
Algunas medidas tervino fijando algunos precios máxi­
nos de compañías inglesas), y la pro­ mos de los productos de la canasta
para paliar la crisis
ducción de portland, quedando su
familiar, así como rebajando los al­
mercado en manos de empresas p ri­ quileres, se mantuvo inalterable su
El terrismo debió enfrentar graves
vadas, una de ellas norteamericana. política de no aumentar los sueldos.
problemas derivados de la crisis. El
Por últim o, en 1938, por un turbio Incluso para el sector público funcio­
de la desocupación fue particular­
convenio efectuado por Ancap con
mente atendido por el terrismo, que nó hasta 1936 el "impuesto a los
varias compañías petroleras, el ente sueldos", una forma de rebaja sala­
intentó abatir los niveles de inactivi­
estatal conservaría el monopolio de rial. Los propios organismos oficiales
dad laboral a través, por un lado, de
la refinación del petróleo, pero per­ reconocían en 1938 que el alza del
la creación de nuevos empleos (plan
dería el de la distribución del ya refi­ costo de vida había significado un
de obras públicas, creación de orga­
nado. De esta manera accedía a tener deterioro del salario real.
nismos nuevos, como Inve, Caja de
como competidores en el mercado
interno a las empresas del trust petro­
lero.

Este episodio demostró tangiblemen­


te cómo la presión del trust extranje­
ro del petróleo logró que se desvir­
tuaran los fines iniciales del ente, al
aceptar el Estado que las empresas
extranjeras compitieran con la nacio­
nal en la comercialización del pro­
ducto.
Por otra parte, Ancap monopoli­
zó la producción de alcoholes, pero a
costa de pagar una suma desmesurada
por una obsoleta instalación de desti­
lación, que era propiedad del capita­
lista Meillet.

En cuanto al Frigorífico Nacional, Un gran proyecto,


su creación (1928) había sido una un gran sueño:
vieja aspiración del sector ganadero, la Ancap. Proyecto
y sueño no
perjudicado por la acción de los fr i­ cumplidos del todo.
goríficos extranjeros, que tenían el
monopolio de la exportación de car­
ne y por lo tanto fijaban los precios.
La creación del Frigorífico Nacional,
ros con pretensiones de constituirse dificaciones que, en términos genera­
Jubilaciones, derecho en una central: FORU, USU y CGTU; les, se venían produciendo como con­
de huelga pero era muy perceptible la escasa secuencia del desarrollo de la indus­
penetración de estas organizaciones tria, así como por el creciente proce­
La creación, en 1934, de la Caja entre los trabajadores. Y ello era ex­ so de migración desde el campo a la
de Jubilaciones de la Industria, Co­ presión indudable de la debilidad que ciudad. En este período empieza a
mercio y Servicios Públicos, extendía exhibía en ese entonces el movimien­ aparecer un proletariado más concen­
el derecho a la pasividad a otros sec­ to popular, incluidos los partidos trado y numeroso.
tores antes excluidos, tanto trabaja­ Comunista y Socialista. Los primeros años de la dictadura
dores como patronos, a la vez que Creemos que las causas de esta mostraron una respuesta bastante
reducía los aportes patronales por debilidad del movimiento obrero hay débil del movimiento obrero. Pudo
sueldos, del 9 al 6 por ciento. que buscarlas, por un lado, en la pro­ verse así en el conflicto gráfico de
El derecho de huelga, garantizado pia estructura económico-social del 1934, que logró unificar a las patro­
en la Constitución de 1934, preten­ país, cuyo desarrollo capitalista no nales de los principales periódicos del
dió ser reglamentado a través de un había sido capaz de crear aún un fuer­ país, tanto oficialistas como oposito­
proyecto de 1936, que tendía a “ evi­ te sector industrial y, por consiguien­ res, en su enfrentamiento con los tra­
tar posibles desnaturalizaciones del te, tampoco una clase obrera alta­ bajadores gráficos. Existía un acuer­
sindicato legal", impidiendo "que su mente desarrollada. Por otro lado, en do secreto entre las patronales, para
dirección, administración y gobierno el terreno de la lucha de clases, la realizar un lock o ut en caso de con­
caiga en manos de agitadores profe­ burguesía había logrado hacer efecti­ flictos obreros; y ello se hizo efectivo
sionales". Otro instrumento legal va una capacidad hegemónica, que al entrar en lucha los trabajadores
para la represión sindical lo constitu­ era contestada con dificultad y lenti­ de "E l D ía" con la respectiva patro­
yó el Código Penal de-1934, que con­ tud por las débiles expresiones p o lí­ nal. A pesar de la solidaridad de mu­
sideraba delito contra el Estado la ticas y sociales de la clase obrera. chos gremios, y del paro unitario del
huelga en "Servicios de necesidad
19 de octubre de 1934, propiciado
pública". Comienza a transformarse por las tres centrales, el conflicto
la realidad sindical terminó en derrota de los obreros.
El movimiento obrero en la
(Como antes vimos, el hábil uso que
mira de la dictadura Paralelamente se asiste por estos hizo el gobierno del citado acuerdo
años a un proceso de transformación secreto, así como la magnitud del
El movimiento obrero no quedó cuantitativo y cualitativo del prole­ propio conflicto, Impidieron la reali­
fuera de la mira de la dictadura. Le­ tariado urbano, motivado por las mo- zación de la manifestación pública
jos de ello, se mantuvo toda una po­
lítica de represión directa por parte
del régimen, que atacó al sindicalis­
mo de diversas formas: allanó y cerró
sus locales, apresó o deportó m ilitan­
tes, etc. Pero también llevó su p o líti­
ca más lejos, al favorecer los despidos
masivos e intentar incluso reglamen­
tar los sindicatos y controlarlos desde
el Estado.
En últim a instancia, la política
que se llevó adelante con respecto a
los trabajadores, tuvo por objetivo la
reducción de los salarios (a través de
la inflación desatada por la devalua­
ción) y de las conquistas sociales que
se habían obtenido hasta ese momen­
to. Se trataba de una readecuación
que permitiera a la burguesía alcan­
zar índices de rentabilidad aceptables
en momentos de recesión, índices
que se lograban aumentando la tasa
de explotación. No es de extrañar,
entonces, que dadas sus carencias y
debilidades, los trabajadores tuvieran
que padecer el intento de una desarti­
culación temprana y violenta de sus
organizaciones.

Debilidad de la respuesta
obrera

El movimiento obrero no pudo


dar una respuesta política contun­
dente a la instalación de la dictadura,
debido al grado de debilidad que su­ El monopolio de la
energía pudo ser el
fría en ese momento. motor de nuestra
Existían tres agrupamientos obre­ industrialización.
antidictatorial que se venía preparan­
do por esos días).
A partir de 1936, y ante la rebaja
salarial que venía provocando el "re ­
valúo" de 1935 (ver Anexo), se pro­
duce un aumento de las luchas reivin-
dlcativas, lo que se expresó en una
ola de huelgas y conflictos en todo el
país. Es de resaltar la victoriosa huel-
ua de la construcción, en 1936, con
participación de diez m il obreros,
que simboliza el surgimiento de la
vanguardia obrera que estaban ges­
tando las nuevas condiciones sociales
y económicas imperantes en el país.

Volvemos a señalar la incidencia


positiva que tuvo la solidaridad con
la República española, atacada por el
fascismo, que junto con el aumento
de la movilización, contribuyó a
crear un clima más propicio al logro
de la unidad sindical. Ello se expresó
en la unidad orgánica de algunos gre­
mios, y en la disposición a lograr una
única central: .es así que se disuelve
con este fin la CGTU, y se crea el
Comité de Organización y Unidad
Obrera hacia 1937.

La Universidad y ei movimiento
estudiantil durante la
dictadura de Terra

Pasada la primera resistencia al


golpe, la FEUU empieza a desarrollar
un programa donde irá definiendo su
perfil antiimperialista (condena al
panamericanismo y las acciones del
imperialismo de Estados Unidos en
Centroamérica y el Caribe) y donde
se plantea la necesidad de una trans­
formación del régimen capitalista en
pro de una verdadera justicia social.
La Universidad y los
Ataques a la autonomía estudiantes supieron
cumplir con su
En marzo de 1934 el gobierno de deber.
Terra aprobó la Ley Orgánica de la
Universidad, que significó un ataque nominación de Vaz Ferreira como
a la autonomía de que ésta disfrutaba Rector.
hasta el momento. Entre otras cosas, Por últim o, es de destacar que en 7. Política
el Rector sería designado por el Po­ 1935 se dispuso la separación de En­
der Ejecutivo. Este hecho, no sólo señanza Secundaria de la órbita uni­ internacional del
motivó el rechazo de los estudiantes, versitaria.
sino que hizo reaccionar al Consejo A pesar de las críticas severas y terrísmo.
Central, quien le solicitó al Ministerio oposiciones que el hecho generó, la
de Instrucción Pública que no se apli­ separación quedó consumada. La me­
cara la Ley. dida significó el traslado de Secunda­ Las influencias del fascismo
Por su lado, los estudiantes inicia­ ria a la órbita del Poder Ejecutivo, el
ron el 8 de marzo de 1934 una huel­ cual designaría sus autoridades. De La crisis del capitalismo y la insta­
ga con la consigna de "abajo la inter­ hecho se transformaba a Secundaria lación de regímenes fascistas en Eu­
vención", y la FEUU organizó una en un nuevo "ente autónomo". Sin ropa, favorecieron la expansión ideo­
manifestación en defensa de la auto­ duda, juzgado el hecho en perspecti­ lógica del fascismo en todo el mundo.
nomía. va, fue una jugada estratégica de la No es nada raro encontrar en las
Todos estos elementos incidieron clase dominante, para asegurarse una dictaduras que sufrió América Latina
para que la Ley Orgánica de la dicta­ mediatización mayor del estudianta­ en la época, evidentes rasgos o
dura no se aplicara estrictamente, do, así como una influencia más d i­ caracteres que las hacen asimilables,
como fue por ejemplo el caso de la recta en la formación de la juventud. al menos en ciertos aspectos, al fe-
nómeno fascista que se producía en divisas, Alemania inauguró una p o lí­ zona de influencia, y nuestro prin­
Europa (1). Sin embargo, sería d ifícil tica de trueque de sus artículos in­ cipal comprador seguía siendo Ingla­
caracterizar como fascismo al régi­ dustriales a cambio de nuestras lanas terra.
men de Terra, a pesar de que el pro­ y carnes. Recordemos que fue la em­ Nos hemos referido ya a las venta­
pio Terra manifestó ciertas simpatías presa alemana Siemens la que ganó la jas que otorgó Terra a las compañías
por el fascismo de Mussolini, y en los licitación para la construcción de la inglesas, al reducir impuestos y no
momentos difíciles de la crisis mun­ represa del Río Negro. Un signo de tocar el monopolio inglés del carbón.
dial, consideró la posibilidad de ju ­ las buenas relaciones de nuestro país Señalaremos ahora, como hecho fun­
garse una carta en favor de Alemania. con la Alemania nazi, fue la condeco­ damental, el compromiso del gobier­
Las simpatías del régimen hacia la ración que les otorgó H itler en 1938 no terrista de pagar el servicio de la
Italia fascista se pueden advertir en a los ministros Martín Echegoyen y deuda externa.
las actitudes diplomáticas benevolen­ José Espalter (la denominada "Aguila Esto permitió a Uruguay tramitar
tes y hasta abiertamente favorables de oro"). con más posibilidades un tratado co­
en los casos de la invasión de Italia a Otros hechos nuestran los rumbos mercial con Inglaterra, que aseguraría,
Etiopía, que fue apoyada por nuestro adoptados por la política exterior del en un momento difícil, la colocación
gobierno utilizando un discurso ple­ régimen: la ruptura de relaciones con de nuestras carnes; #ste se verificó
namente racista. Asimismo se pueden la Unión Soviética en 1935, el retiro recién en 1935.
percibir influencias del Código Penal de la representación diplomática uru­ Al año siguiente, la visita del presi­
fascista en el nuevo Código Penal guaya en España, en setiembre de dente de Estados Unidos Franklin
uruguayo, donde aparecen los delitos 1936, que significó la ruptura con la Delano Roosevelt significó en los he­
contra la seguridad del Estado, y se República española, etc. chos un gesto de reconocimiento al
tipifica como delito la huelga en los régimen de Terra. El visitante fue
servicios públicos. Terra, los ingleses, Roosevelt muy elogiado por la prensa terrista y
por el propio Presidente. Recorde­
Condecoración de Hitler... Para no perder la visión global del mos que Roosevelt había inaugurado
tema no debemos olvidar que, a pesar la política del "buen vecino", dejan­
La relación con Alemania nazi se de las simpatías o deseos de algunos do atrás la del "gran garrote" de sus
concretó en un convenio comercial fascistas uruguayos, nuestro país predecesores (2). A la vez impulsó
firmado en 1933. Ante la escasez de formaba parte de una determinada tratados bilaterales y revitalizó el
panamericanismo como instrumento
para los nuevos planes de dominio en
el área.
Interés especial demostró Terra en
la relación con el Brasil de Vargas.
Así, se realizó una visita de Terra a
Brasil en 1934, y de Vargas a Uru­
guay al año siguiente. En un discurso
señaló Terra, refiriéndose a las nuevas
constituciones de los dos países, am­
bas de 1934, la analogía de las res­
puestas que daban a los distintos pro­
blemas que afectaban en ese momen­
to a Brasil y Uruguay.

(1) Eite punto aparece tratado con am­


plitud en el fascículo 13, "Los fas­
cismos", de la colección "Bases de
Nuestro Tiempo".

(2) El tema se encuentra desarrollado en


los fascículos 15 y 17 de nuestra co­
lección "Bases de Nuestro Tiempo".

El Buen Vecino por


estos lados. A Terra
le sirvió.
te los años de la administración terris-
ta. Ello era expresión del viraje de la
política económica, fundamental­
mente a partir de los años 1937-38.
Si bien en un principio la dictadura

EL GENERAL había favorecido al sector ganadero,


el desarrollo industrial comenzó a ser
progresivamente apuntalado. Es así
que a partir de estos años se observa­

BALDOMIRYEL rá la creciente disconformidad de los


ganaderos, que 4'se expresó en la
agudización de las críticas hacia el
"in ú til industrialismo" —así lo califi­

RETORNO HACIA caron— que propiciaba el gobierno.


En efecto, en 1939 se habían aplica­
do gravámenes al sector ganadero,
que en definitiva retenían parte de

LAS FORMAS las ganancias de dicho sector.

Se realizan elecciones

DEMOCRATICAS Cuando hacia 1938 hubo que defi­


nir la fórmula oficialista para la pró­
xima contienda electoral, se presen­
taron dificultades para elegir al suce­

(1938 - 1942) sor de Terra. Tales dificultades eran


expresión del arduo equilibrio que a
nivel político implicaba contemplar a
las distintas "facciones" coloradas
golpistas. En efecto, a la hora eje las
El creciente descontento definiciones, Terra propuso dos can­
didatos: el general Alfredo Baldomir
ganadero
1. Baldomír llega a la y el doctor Eduardo Blanco Acevedo,
ambos colorados. Durante la campa­
presidencia. El desfibramiento y las contradic­
ciones de la alianza de "los hombres de ña electoral, la puja entre ellos adqui­
rió ciertas diferencias, que reflejan
marzo", se fueron agudizando duran-
una pugna más profunda que tenía
que ver, entre otras cosas, con la
disputa entre industriales y ganaderos.
Por su parte el herrerismo, la otra
ala de la alianza, llevó como candida­
to a un conspicuo representante de la
Federación Rural, Juan José de Artea­
ga. Sin embargo, también sufrió de­
serciones momentáneas de reconoci­
dos herreristas.

Los opositores
y la elección

Mientras tanto la oposición siguió


encontrando dificultades para lograr
una unidad en la lucha contra la dic­
tadura. Frente al nuevo momento
La imagen de galán
latino del General
y arquitecto Alfredo
Baldomir. En la
elección que lo hizo
presidente votaron
por primera vez
las mujeres. O
electoral, los grupos opositores de los Baldomir apareció como el ele­ una democrática. Este proceso obe­
partidos tradicionales (batllistas y na­ mento menos comprometido con la deció, por un lado, al cambio que en
cionalistas independientes) volvieron parte más reaccionaria V filofascista el plano de las relaciones de fuerza
a ratificar su estrategia "abstencionis­ entre las clases sociales, produjo el
del terrismo. Así lo confirma su
ta ", aunque con el matiz de que esta empuje y ascenso de la fracción indus­
posterior apoyo a las potencias
vez empezaron a apostar a la apertura, trial que pugnaba por desplazar a los
aliadas durante la Segunda Guerra
otorgándole cierto aval expectante al grupos ganaderos e imponer su "m o ­
Mundial. Cuando asumió el mando
candidato que les parecía más conve­ delo" de país. Por otra parte, se debe
en junio de 1938, se manifestó par­
niente a sus intereses. tener en cuenta que la transición
tidario de la reforma de la Constitu­
Por su parte, la izquierda logró también obedeció a la nueva coyun­
unificarse ocasionalmente bajo el ción: "n o debe condenarse al país a
vivir eternamente en moldes impopu­ tura internacional, donde el prestigio
lema "Partido por las libertades pú­ de las formas liberales de gobierno se
blicas". lares y molestos".
vio fortalecido frente a las aberracio­
nes de los regímenes nazi-fascistas.
El triunfo de Baldomir Saliendo del terrismo Es así que se produjo un viraje en la
política internacional del régimen,
El acto electoral tenía lugar bajo El período que se abre a partir de que de los viejos "coqueteos" de Terra
los postulados de la Constitución de 1938 ha sido caracterizado como de con el fascismo, pasó primero al neu­
1934 y con una novedad: era la p ri­ transición, en el sentido del pasaje de tralismo y abrazó por ú ltim o la causa
mera vez que votaban las mujeres. una forma de gobierno dictatorial a aliada y pronorteamericana.
La contienda electoral arrojó los
siguientes cómputos: Partido Colo­
rado: 219.000 (121 mil para Baldo­
m ir, 98 para Blanco Acevedo). Parti­
do Nacional: 115.000. El candidato
blanco disidente Otamendi: 6.000.
La Unión Cívica: 15.000. El Partido
por las Libertades Públicas: 19.000
(Partido Socialista, 13.000; Partido
Comunista, 6.000).
Había triunfado, pues, el Partido
Colorado y la fórmula Baldomir -
Charlone. Muchas fueron lás lecturas
del significado de esta victoria. Así,
por ejemplo, se la atribuyó al des­
prestigio de muchos de los hombres
que acompañaban a Blanco Acevedo;
pero también al posible trasiego de
muchos votos batllistas y nacionalis­
tas independientes, oficialmente abs­
tencionistas, que habrían preferido a
Baldomir guiados por una táctica de
"voto ú til" .

Quién era
el nuevo Presidente

Alfredo Baldomir era cuñado


de Terra y cuando asumió la pre­
sidencia tenía 54 años. Había rea­
lizado estudios en la Academia
M ilitar, de donde egresó con
grado de Alférez en 1905, cur­
sando posteriormente estudios
universitarios que lo llevaron a
obtener el títu lo de arquitecto.
Su trayectoria política había
tenido lugar dentro de las filas
del terrismo. En el momento del
golpe de 1933, era Jefe de Poli­
cía de Montevideo, y tuvo res­
ponsabilidad directa en el asesi­
nato de Grauert. Posteriormente
fue designado Ministro de Defen­
sa Nacional.
traremos blancos y colorados en el
gobierno, y blancos y colorados en la
oposición.
Los sectores más lúcidos de la cla­
se dominante vieron prontamente el
peligro que significaba la coinciden­
cia de los sectores blanqui-colorados
desplazados por el golpe, con algunas
propuestas de los partidos marxistas,
en especial con el Socialista. Se trata­
ba entonces de evitar la coincidencia
electoral de los sectores antiterristas.
Las leyes electorales que se dictaron
tuvieron esa finalidad.

Se afina la ingeniería
electoral

Ya en 1910 se había instaurado el


doble voto simultáneo, que propi­
ciaba el fraccionamiento interno de
los partidos, al perm itir que existie­
ran distintas listas dentro de un mis­
mo lema y se acumularan para impo­
nerse al sector adversario. Sin embar­
go, en el período que estamos estu­
diando se produjo el progresivo " a fi­
namiento" del sistema electoral, ten­
diente a evitar en este caso el uso del
lema por parte de la oposición anti-
El frustrado rival de
Baldomir: el doctor terrista.
Eduardo Blanco Por ley del 26 de abril de 1934, se
Acevedo. El pueblo otorgó la propiedad del lema al sec­
lo consideraba
to r mayoritario de cada uno de los
"demasiado
aristócrata" partidos (en ese momento lo eran
herreristas y terristas), a la vez que se
gencia de una revuelta fascistizante". impedía su "uso indebido" a los opo­
El famoso "mitin de julio" De todas formas, y a pesar de que sitores.
se observaban "cortes" de óptica en Por otra ley (diciembre del 35) se
Casi enseguida de la asunción de la oposición, quienes estaban en el reconocía como personas jurídicas a
Baldomir, la oposición convocó a un gobierno no vieron con buenos ojos los partidos políticos propietarios de
m itin, en julio de 1938, cuyo lema la m ultitudinaria manifestación del lemas, "cuyos fines no sean opuestos
fue "Por una nueva Constitución y m itin de julio. a la Constitución ni a las leyes", va­
Leyes Democráticas", el cual tuvo Por otra parte, estaba demasiado guedad que abría un cómodo margen
una fervorosa acogida (participaron presente en los sectores reaccionarios para la eventual exclusión de partidos
entre 200 y 300.000 personas, según la obsesión de un posible "frente po­ o grupos no bien vistos.
las fuentes). Si bien "el m itin de ju ­ pular", que incluyera a fracciones La "ingeniería electoral" tuvo
lio " marcó un hito importante en la opositoras de los partidos tradiciona­ otro hito de suma importancia con
unidad de las fuerzas opositoras, las les. la aprobación de la ley electoral de
valoraciones que se realizaron poste­ El perfeccionamiento de la Ley de 1939. Un diputado herrerista expuso
riormente muestran que no eran uná­ Lemas fue la respuesta. claramente las razones que llevaron a
nimes las opiniones con relación al su aprobación: "Nosotros no quere­
gobierno de Baldomir y en cuanto a El invento de la mos que a costa de los partidos tradi­
las estrategias a seguir. Si bien para Ley de Lemas cionales, que a costa de sus disgrega­
algunos el acto fue de oposición al ciones, puedan formarse en este país
régimen, los batí listas y nacionalistas Con ese nombre se designó una frentes populares (...) patrocinados
independientes le atribuyeron el sig­ serie de leyes electorales, que se fue­ por ideologías extranjeras (...)". Esta
nificado de "una sanción a la dicta­ ron elaborando y promulgando fun­ ley prohibía registrar lemas que u tili­
dura y a la Constitución del 34", damentalmente en el período estu­ zaran semejanzas gramaticales, histó­
pero no a Baldomir. diado, y que constituyen una de las ricas o políticas con los partidos vi­
El grupo liderado por Carlos Qui- claves para comprender y caracteri­ gentes.
jano mantuvo en cambio una posi­ zar nuestro sistema político. Por Era una forma hábil de colocar en
ción de intransigencia frente a lo que estos años los partidos tradicionales una disyuntiva a la oposición de los
consideraban una continuación del sufrieron una grave crisis, en la que se partidos tradicionales: o pedían un
régimen de marzo. acentuó su atomización interna, al nuevo lema y renunciaban a la transi­
Por su parte, el Partido Comunista, punto de hacer peligrar su unidad. ción, rodeada de aspectos emotivos
de acuerdo con un manifiesto del 8 Dichas divisiones se evidenciaron con demasiado redituables, o se reintegra­
de marzo de 1939, llamó a "agrupar­ toda crudeza en el golpe de 1933 y ban al tradicionalismo a costa de sub­
se del lado del gobierno, en la emer- en los años posteriores: y así encon­ vertir la voluntad de los electores. El
perfeccionamiento tramposo de la la ruptura total con el herrerismo, al
legislación electoral fue, además, una no llegarse a un acuerdo sobre la re­
de las respuestas tendientes a desarti­ forma. Fue entonces que se convocó
cular el débil bloque opositor y a a una "Junta Consultiva" con el fin
desalentar las posibilidades de con­ de reformar la Carta del 34.
formación y triu n fo de un frente po­ La comisión llegó a un acuerdo,
pular. aunque el proyecto nunca fue ple­
Se rompe la alianza marzista biscitado: los tres mecanismos que se
Los que aceptaron la preveían para reformar la Constitu­
Ley de Lemas... Las orientaciones que en materia ción eran inviables sin un aval del he­
de política internacional adoptó Bal- rrerismo.
Los batllistas no dudaron. Luego domir, su posición favorable a la re­ Se estaba en una situación que po­
de algunas vacilaciones, optaron por forma de la Constitución de 1934, dría caracterizarse como de cierto blo-
el camino más fácil y menos com­ así como también las tensiones entre queamiento político para cualquier sa­
prometido, solicitando su inscrip­ los modelos agroexportador e indus­ lida en el marco constitucional.
ción como sublema dentro del Par­ trial, fueron los ejes sobre los que se El ataque japonés a la base esta­
tido Colorado. De ese modo, en las produjo el distanciamiento del herre- dounidense de Pearl Harbor dio lugar
elecciones que se fueron sucediendo, rismq provocando la ruptura de la a un acto m ultitudinario de repudio
acumularon sus votos con los sec­ "alianza marzista". en el Estadio Centenario, que de he­
tores que habían apoyado a la dic­ Un incidente parlamentario oca­ cho se constituyó en una suerte de
tadura. sional (marzo de 1941), produjo la "plebiscito tá c ito " a los próximos pa­
El nacionalismo independiente, crisis y precipitó la renuncia de los sos de Baldomir.
por su parte, si bien en un principio tres ministros herreristas que partici­
repudió la ley, y solicitó a la Corte paban en el gobierno. El rumor de Baldomir da el golpe
Electoral ser inscripto bajo un nuevo golpe de Estado aumentó, aunque és­
lema (Partido Nacional Independien­ te no se produjo en ese momento. Cuando el 21 de febrero de 1942
te), con el cual votó en 1942 y 1946, Baldomir decretó la disolución de las
terminó con el tiempo aceptando Cámaras en un nuevo "autogolpe",
constituir un sublema dentro del Par­ Otra vez la reforma nadie se extrañó: el presidente man­
tido Nacional. constitucional dó rodear el Palacio Legislativo, la
La ley fue rechazada por cívicos, Corte Electoral y la casa de Herrera,
comunistas y socialistas. A partir de esta crisis, el clima gol- sin ningún tipo de incidentes. Se tra­
pista fue creciendo paralelamente a taba más bien de "un golpe de pala­
los reclamos de reforma constitucio­ cio", que había tenido como antesala
Otra vez el Palacio nal. Evidentemente la reforma erajde el acuerdo político.
Legislativo rodeado. las piezas claves para volver a articu­
Será la segunda,
Esa misma noche Baldomir se d iri­
pero no la última
lar un marco institucional acorde con gió a la población y calificó al golpe
vez que cerrará sus la nueva correlación de fuerzas. como un "terrible pero patriótico sa­
puertas En octubre de 1941 se formalizó c rific io ". En dicho discurso reafirmó.
por un lado, la necesidad de reformar cunstancias históricas. Por su parte bargo, a pesar de los cambios que se
la Constitución, y por el otro ju stifi­ Guaní, de destacada actuación como producían en la superficie, muchas
có la situación de hecho creada como Canciller de Baldomir, aseguraba el eran las permanencias. Por esos días,
la única forma de poder seguir los li­ alineamiento definitivo del país en la un editorial de "M archa" reflexiona­
ncamientos de la política exterior fa­ órbita de hegemonía norteamericana. ba en los siguientes términos:
vorable a la causa de los aliados y al Los resultados de las elecciones "E l jefe de las policías que rodea­
panamericanismo. De esta manera hi­ fueron los siguientes: Partido Colo­ ron a Brum y lo llevaron a la muerte, es
zo jugar en su beneficio todo el peso rado: 328.599 (Amézaga 234.127; el recuperador de la democracia (...)
emocional de la lucha antifascista. Blanco Acevedo 74.767; Lagarmilla los que rompieron relaciones con Ru­
18.969). Partido Nacional: 131.235 sia y con la España Republicana, son
Diferentes respuestas (Herrera 129.132). Partido Nacional los que las reanudan ahora (...). Los
Independiente: 76.030. Unión Cívica: mismos perros, distintos collares, con
Las reacciones frente al golpe fue­ 24.433. Partido Comunista: 14.330. el agregado de que algunos de los que
ron diversas. Quienes lo apoyaron Partido Socialista: 9.036. fueron mordidos por ellos, hacen hoy
(batllistas y parte de los nacionalistas la defensa de los canes y ladran el mis­
independientes) argumentaban la le­ ¿La democracia recuperada? mo himno, el himno de la recupera­
gitimidad que implicaba un golpe pa­ ción de la democracia."
ra restablecer la democracia liberal. Triunfó, pues, netamente el tradi­
De ahí se acuñó el calificativo de cionalismo, en tanto quedó disipada
"golpe bueno" que le aplicaron sus la posibilidad de "frentes populares",
partidarios. que habían sido preocupación y has­
Quijano, por su parte, a través de ta obsesión de muchos sectores p o lí­
su Agrupación Demócrata Social, ca­ ticos conservadores, que experimen­
lificó de "suicida" la posición de la taron así una reparadora tranquiliad.
mayoría del nacionalismo indepen­ Sin embargo, la izquierda había lo­
diente que aceptó el nuevo pronun­ grado un notable aumento con res­
ciamiento golpista. pecto a 1938.
En la izquierda, el Partido Comu­ El batllismo, como acaba de verse,
nista seguía adelante en su política resultó mayoritario dentro del colo- "El Debate" puso el
de apoyo a los gobiernos aliadófilos; radismo. El camino hacia la recupera­ grito en el cielo
ción de su hegemonía dentro del par­ ante el golpe de
de ahí que viera con buenos ojos el Baldomir. No se
desplazamiento de Herrera, al que tido había comenzado con un éxito acordaba de nueve
consideraban favorable al nazifascis- que justificaba su optimismo. Sin em­ años atrás.
mo. Por su parte el Partido Socialista
siguió reclamando elecciones libres.
En tanto , la Federación de Estu­
diantes (FEUU) lo condenó, en tanto
que la Unión General de Trabajado­
res, de influencia mayoritariamente
comunista, declaró su adhesión al go­
bierno.

Nueva Constitución,
lica en una Era
nuevas elecciones En la Madrugada de Ayer el General Baldomir
Baldomir depuso al Vicepresiden­
U la Policía Se Apoderaron del Parlamento
te Charlone y sustituyó a las Cámaras
por un Consejo de Estado. Invitó a
b b Rola Ipommosa de las RepabBtpitías Centroameric<fití$
participar en él a batllistas, naciona­
listas independientes y cívicos, pero ' D E E T .T X
sólo los primeros aceptaron integrarlo.
En los meses siguientes se elaboró
otra Constitución, que se plebiscita­
ría junto con las elecciones generales
El Dr. C hAm,Presidente legal
vr < ¡r s » w m u n M i
convocadas para noviembre de ese
mismo año. La Constitución corre­
gía los inconvenientes del Senado de
"medio y m edio", estableciendo la
representación proporcional.
Las elecciones convocadas para
noviembre no ofrecieron mayores no­
vedades en cuanto a las opciones. En
el Partido Colorado, batllistas y baldo-
miristas llegaron rápidamente a una
fórmula transaccional: Juan José de
Amézaga-Alberto Guaní. Amézaga, Baldomir
se despide:
ex-catedrático de Derecho Civil con va a transferirle
larga actuación política durante la se­ la banda presidencial
gunda década del siglo, aparecía co­ a Juan José de
mo el hombre más adecuado a las cir­ Amézaga.
El estallido de la Segunda Guerra
Mundial y la secuencia de aconteci­
mientos políticos que la contienda
trajo aparejados, condicionaron en
varios aspectos la política interna de

LA SEGUNDA nuestro país.


Los propios acontecimientos, tal
cual se fueron sucediendo, crearon
un clima de polarización generaliza­

GUERRA da, donde el antiguo "c o rte " entre


golpistas y antigolpistas fue siendo
sustituido por otro nuevo: aliadóf¡los
y nazifascistas.

MUNDIAL SUS 1. El Uruguay toma


EFECTOS SOBRE partido junto a los
Aliados.
LA POLITICA Y Inmediatamente al estallido de la
guerra, el gobierno decretó la neutra­
lidad. Sin embargo, el presidente Bal­

LA ECONOMIA dom ir comenzó un rápido acercamien­


to hacia las posiciones aliadófilas,
acuñando un discurso cada vez más
agresivo hacía las doctrinas totalita­

URUGUAYAS rias, extraño a la tradicional posición


del terrismo.

El neutralismo de Herrera

(1939 -1945) La actitud neutralista de Herrera


ha sido motivo de importantes polé­
micas que no desarrollaremos aquí.
Sólo señalaremos que su nacionalis­
mo tuvo sus incongruencias. Entre
1927 y 23 hostilizó la nacionaliza­
ción del petróleo, el alcohol y el port-
land. En cuanto a su actitud durante
la guerra y con posterioridad a ella,
dice Real de Azúa: "Más firme, más
enteriza, fue su defensa de la conducta
pacífica del Uruguay, su resistencia a
que participase en cualquier tipo de
misión (...) de índole americana o
no, de móvil ideológico o no. (...)
La persistente política estadouni­
dense (por la hegemonía universal)
encontraron en él la misma negativa
y las mismas razones para esta nega­
tiva". "Resulta oportuno decir que
(...) el "interés nacional" (...) era el
de mantener buenas y cordiales rela­
ciones con todos los gobiernos del
mundo (...) en pr'merísimo término
los EE.UU. Cada uno señor en su ca­
sa, ninguno en la del prójim o y todos
en santa paz, puede expresar bien la
fórmula del ideal que preconizaba"
(Real de Azúa, Ene. Uruguaya. No.
El Uruguay se sonriente). Con su 50. 1969).
acerca a los aliados: sonrisa y su
Baldomir se pintoresca
entrevista con el pronunciación
Embajador inglés uruguaya, se ganó
Sir Eugene la simpatía de buena
Millington Drake parte de nuestro
(al centro, pueblo.
Así lo vieron a se adhirió a la causa aliada, amparán­ de guerra a Alemania y Japón en fe­
Herrera sus dose en el principismo liberal. De es­ brero de 1945, cuando éstos estaban
enemigos, por los ta manera buscó hacer olvidar su pa­ prácticamente derrotados.
días de la guerra,
cuando el I íder sado golpista y simpatizante del fas­
blanco se postulaba cismo. El peligro alemán
neutral y en el Uruguay
pronunciaba su
famoso "Allá ellos,
los rubios y los
Ejemplos de actos aliadófilos Pero también otros acontecimien­
amarillos". Se lo tos internos dieron la tónica general
tildó de nazi sin Paralelamente a este acercamiento al período. Uno de ellos tiene que ver
mucho miramiento. hacia los aliados, se producía también con el llamado "peligro alemán". En
el sometimiento a la política nortea­ efecto, la opinión pública simpatizó
mericana. Esto se expresó entre otras claramente con los aliados, entre otras
Rumbo al campo aliado cosas porque éstos eran vistos como
cosas en:
—el dudoso neutralismo frente al los defensores de la democracia y la
El Uruguay se fue alineando cada
caso del "G raf Spé'e"; libertad frente a los avances del fascis­
vez con más claridad en una posición
—el apoyo del Uruguay a la decla­ mo. Una vez iniciada la guerra, se fo r­
aliadófila. Incidió en ello la política
ración de "asistencia recíproca y coo­ mularon reiteradas denuncias acerca
que los EE.UU. venían desarrollando
peración defensiva de las naciones de la existencia de actividades nazis
hacia América Latina a través de la
americanas", que habilitó posterior­ en el Uruguay, denuncias que condu­
revitalización del "panamericanismo"
mente el pedido estadounidense de jeron a la creación de una Comisión
y la política del "buen vecino" inau­
instalar bases aéreas y navales en nues­ Investigadora parlamentaria en mayo
gurada por Roosevelt (1). Dicha p o lí­
tro país; de 1940. Dicha Comisión reveló la
tica trataba de incluir a los países del
—la ruptura de relaciones diplomá­ presencia de agrupaciones nazis en el
área dentro del sistema de defensa
ticas y comerciales de nuestro país Uruguay, pero que no tenían la peli­
americano bajo hegemonía yanqui, a
con los países del Eje, en enero de grosidad que en un principio se les
la vez que ampliaba las condiciones
1942, luego de que EE.UU. entrara atribuyó. Sin embargo el 18 de ju ­
favorables para su expansión comer­
cial, aprovechando las dificultades en la guerra, y la posterior declaración lio de 1940 fue aprobada la ley de
por que atravesaban las potencias ca­ "asociaciones ¡lícitas", por la cual se
pitalistas europeas. disponía la vigilancia de organismos de
enseñanza, locales comerciales, etc.,
Debemos agregar que este alinea­
miento internacional de nuestro país como forma de controlar la existen­
se vio favorecido por la presencia de ¡Cómo cambiaban cia de ideas contrarias al ideal demo­
los tiempos! La crático republicano.
Alberto Guaní al frente del Ministe­ execrada Unión El "peligro nazi" se fue volviendo
rio de Relaciones Exteriores. Guaní Soviética, con la que
el terrismo había una especie de obsesión en nuestra
había sido embajador en Londres y
roto relaciones, sociedad. Las "listas negras" comen­
delegado en la Sociedad de Naciones ahora llenaba el zaron a circular, incluyendo nom­
durante la dictadura terrista. A la ho­ Estado Centenario. bres de personas acusadas de nazis,
ra de los "nuevos vientos", él también Cosas de la querrá.
fascistas o colaboradores de quienes
profesaban tales ideologías. Esta preo­
cupación, que se explica como reac­
ción a lo que fueron las aberraciones
y brutalidades del nazismo, sirvió de
paso como pretexto para desplazar y
boicotear a muchas empresas de pla­
za más o menos vinculadas a intereses
italianos o alemanes.

2. Bases militares en
el Uruguay.

Los violentos debates

La posibilidad de instalar bases aé­


reas en nuestro país, originada en una
resolución de la conferencia de La
Habana, abrió un violento debate en
cuanto a las conveniencias e implican­
cias de la medida.
El primer debate tuvo lugar en
1940, a raíz de una información pe­

d í Véase fascículos 15 y 17 de la Colec­


ción "Bases de Nuestro Tiem po” .
riod ística señalando que se proyecta­
ba la instalación de bases militares en
El cangrejo debajo de la piedra
el Uruguay. La información dio lugar
a una interpelación del Ministro de
3. La izquierda ante
En 1944, el tema volvió a plantear­
Relaciones Exteriores, Dr. A. Guaní,
por parte del herrerismo.
se nuevamente, aunque a esa altura la Guerra Mundial
de los acontecimientos se habían
La creación de dichas instalacio­
operado cambios de suma importan­
nes militares en puntos estratégicos El Partido Socialista mantuvo una
cia. La guerra estaba llegando a su fin
de América Latina, se hallaba com­ postura pro-aliada desde el principio
y era previsible un triu n fo aliado. En
prendida dentro de los planes de de­ de la contienda, y entendió necesaria
esta oportunidad, el herrerismo inter­
fensa hemisférica que los EE.UU. co­ la vigilancia y prevención hemisférica
peló al ministro de Defensa, Gral. A l­
menzaron a desarrollar a partir de f i­ frente a un posible ataque exterior
fredo Campos, sobre la construcción
nes de la década del 30. nazi-fascista.
de un aeropuerto "de carácter m ili­
Dicha ley habilitaba a efectuar Por su parte, el Partido Comunista
ta r" en Laguna del Sauce. De la inter­
préstamos, arrendamientos o "dona­ sostuvo desde el comienzo de la gue­
pelación surgió claramente que, para
ciones" de material bélico a los paí­ rra hasta junio de 1941, una posición
evitar el escollo del Senado, la cons­
ses amigos, con el fin de reforzar sus que reclamó la neutralidad de nues­
trucción de la base.de Laguna del
defensas contra cualquier ataque ex­ tro país, y caracterizó el conflicto co­
Sauce,había sido incluida en un vasto
terno. mo una guerra interimperialista por
plan de "Obras Públicas" financiado
El herrerismo avizoró con claridad el reparto del mundo. Su posición tu ­
por un empréstito con el Export Im­
las implicancias y consecuencias que la port Bank de Washington. vo un cambio sustancial al ser ataca­
instalación de dichas bases podría te­ da la URSS por Alemania. La defen­
A pesar de la oposición herrerista
ner, y se opuso a ellas rotundamente. sa de la URSS como único país don­
a dicha construcción, el Senado re­
El Partido Colorado, por su parte, de tenía lugar la experiencia del so­
chazó las denuncias.
asumió una obsecuente defensa de la cialismo, se transformó en una cues­
posibilidad de instalar dichas bases; tión vital para los partidos comunis­
amparándose en la tesis de que ellas tas; y fue así que el comunismo uru­
se encuadraban dentro de los planes guayo pasó a adoptar una postura
de defensa del continente americano pro-aliada y de apoyo al giro que im­
suscriptos por el país. pulsara Baldomir. En el transcurso de
La interpelación dio como resul­ El Partido la guerra se sumó al planteo de coor­
tado una resolución final, donde el Se­ Comunista dinar las fuerzas para la defensa del
nado declaraba que no contraería uruguayo en continente americano ante un posi­
pie de guerra ble ataque nazi, apoyando los planes
compromisos que inplicaran una "dis­ contra "el traidor
minución de la soberanía del Estado." Herrera". de defensa nacional del gobierno.
Asimismo centró sus baterías con­
i" '— n» ii
tra Herrera debido a su posición neu­
tralista (y a "todos los que le hacían
M AM HESTO OKI. CO M ITE EJECUTIVO OEL el juego"), acusándolo de aliado d i­
PARTIDO CO M UNISTA . recto de los nazis, y promoviendo su
alejamiento del gobierno.

UNIDAD 4. La actitud de las


clases
DEFENDER LA DEMÓcM a dominantes.
Ahora bien, este alineamiento in­
ternacional de nuestro país no puede

DEL ATAQUE NAZI-FASCISTA separarse de los cambios que se ve­


nían operando en el seno de la clase
dominante y que de alguna manera
se reflejaron en nuestra escena p o lí­
tica.
Evidentemente, se produce en lo
H E R R E R A , COMO F RANCO. interno un proceso de alineamiento
políticos relacionados, por un lado,
TRAIDOR A SU PATRIA, CONS­
con el declive del "im perio inform al"
PIRA PARA ENTREGARLA A LOS inglés en estas latitudes, debido a las
VERDUGOS DE LA HUMANIDAD dificultades de la guerra, y por otro,
al emergente poderío económico nor­
teamericano.

.Montevideo, /Mayo 1939


Fidelidad a los ingleses

Los sectores agroexportadores, vin­


culados al mercado inglés, no vieron
con buenos ojos la creciente injeren­
cia norteamericana en la zona. Un su­
gestivo editorial de "E l Debate" (ju­
nio 28 de 1940) reflexionaba en los
siguientes términos: (...) "Toda res­
tricción, toda desviación bacía los
EE.UU., (...) podría sernos seriamen­ Ubicación de las bases aeronavales terrestres que
te perjudicial a plazos más o menos1, se proyectaba conceder a los Estados Unidos
breves..." .

La tentación estadounidense

Sin embargo, otros sectores de la


producción rural no pensaban lo mis­
mo, y desde "La Mañana" manifes­
taban su interés por tener acceso al
mercado norteamericano. Era eviden­
te que frente al fortalecimiento eco­
nómico de esta "potencia amiga",
muchos vieron con una optimista
—y sin duda ingenua- expectativa,
las posibilidades de que un relaciona- Reproducción del croquis realizado por el señor Mario Copetti. dibujante especializado
miento económico más estrecho con de El Diario, y aparecido en la edición del 23 de setiembre de 1941 en aquel órgano
los EE.UU. traería aparejado un au­ de prensa. Se señalan allí, con el detalle de sus destinos específicos, las ubicaciones
que, según el informe presentado ante el Parlamento por el entonces Ministro de Defen­
mento de sus ganancias. Un anuncio sa. General de División Julio A. Roletti, tendrían las bases que el gobierno estaba
acerca de las posibilidades de compra dispuesto a conceder a la potencia del Norte.
por parte de los EE.UU. de 20 m illo ­
nes de libras de carne en conserva,
fue comentado favorablemente por el
diario "E l D ía".
Las bases militares
"aliadas" que
estaban planeadas
en nuestro territorio.
5. Nuestro ejército y No eran pocas.

los Estados
Entrando en la órbita del 6. Transformaciones
Unidos. Pentágono
de nuestra
Anotemos los siguientes aconte­
Importa señalar por últim o cómo cimientos: economía.
operó la injerencia de los EE.UU. en —A pocos meses de la aprobación
nuestras fuerzas armadas. por parte del Congreso de los EE. UU.
Si durante la década del 20-30 las de la ley de Préstamo y Arriendo Durante el transcurso de la 2da.
inclinaciones fascistizantes de algunos (1942), el Uruguay se convirtió en Guerra Mundial, el Uruguay se bene­
grupos de la oficialidad no fueron de el primer país que recibió un crédito fició con las condiciones generadas
escasa importancia, tampoco debe su­ de U$S 7.800.000 amparado en di­ por la guerra: aumento en la deman­
bestimarse la revalorización de los cha ley, destinado a la compra de ma­ da y un ascenso en los precios de los
principios liberales por parte de sec­ terial bélico. principales rubros de exportación, es
tores del ejército, sensibilizados por - A l mismo tiempo, ese mismo decir carnes y lanas. Pero también la
la guerra civil española y la lucha de año nuestro país pasó a integrar la re­ protección natural a la producción
los aliados contra el fascismo. cientemente creada Junta Interameri- industrial que trajo aparejada la gue­
Sin embargo, este últim o proceso cana de Defensa (JID). rra (aún en medio de dificultades pa­
se produjo en forma paralela a la pau­ —Hacia fines de 1944, una misión ra el abastecimiento de materias p ri­
latina integración del ejército urugua-. m ilitar uruguaya con representación mas), actuó como un elemento que
yo dentro del esquema de defensa he­ de las tres armas, fue invitada a visi­ favoreció la tonificación del proceso
misférica de los EE.UU. La asistencia tar los EE.UU. a los efectos de inte­ de sustitución de importaciones, ya
técnica y m ilitar trajo consigo una riorizarse de temas tales como bases iniciado a principios de la década de
fuerte influencia ideológica sobre militares, fábricas de armamentos y 1930.
nuestro ejército, que irá siendo gana­ escuelas militares norteamericanos.
do por ideas en últim a instancia opues­ Es así que viajaron ocho oficiales en­ Mejoran la ganadería y
tas al interés nacional. cabezados por el Cnel. Héctor J. Me­ la agricultura
dina; pero habían sido sido seleccio­
nados por las autoridades norteame­ En lo que se refiere al sector ga­
ricanas. nadero, la producción estaba estan-
cada y la tasa de crecimiento siguió período terrista, sufrió un brusco des­ ta la contíhua creación de empleos
siendo del 1 por ciento acumulativo censo. públicos en la administración central
anual. Si bien se produjo un descen­ Las exportaciones siguieron sien­ y en los servicios descentralizados,
so en los niveles de la producción ga­ do fundamentalmente carne y lana, que venían a alimentar las "clientelas
nadera./ no ocurrió lo mismo con la aunque este últim o rubro se to n ifi­ políticas" de ambos partidos tradi­
producción de lana, renglón que será có en mayor medida al aumentar la cionales (los empleados públicos pa­
fundamental a partir de la finaliza­ demanda norteamericana. Por su par­ saron de 46.000 en 1940 a 58.000 en
ción de la guerra. te, las importaciones también aumen­ 1944), es decir que aumentó su contin­
En cuanto a la producción agríco­ taron como consecuencia de los re­ gente a razón de 3.000 por año . Aho­
la, el área destinada a la misma au­ querimientos de materias primas y ra bien, como consecuencia del défi­
mentó, y aunque siguió predominan­ combustibles derivados del creciente cit fiscal, la deuda pública aumentó
do el cultivo de trigo, los cultivos " in ­ desarrollo industrial. y el financiamiento externo de la mis­
dustriales" (lino, girasol, maní) adqui­ ma se fue volviendo cada vez más im ­
rieron un empuje significativo. Déficit fiscal, deuda externa portante. Por otra parte, el déficit in­
inflación fluyó en el proceso inflacionario, que
Fuerte avance cobrará importancia a partir de 1945.
de nuestra industria Otra de las características del pe­ Sin embargo, otros datos de la
ríodo fue el continuo aumento del economía eran más tranquilizadores:
Pero será la industria el sector eco­ déficit fiscal a partir de 1939. In flu ­ las reservas de oro aumentaron. Por
nómico que sufrirá mayores transfor­ yó en ello el descenso de jas rentas otra parte, al terminar la guerra Uru­
maciones en este período. Durante la aduaneras provocado por la caída de guay tenía,en EE.UU.,un excedente
década del 30, la industria se había las importaciones durante la guerra; de 100 millones do dólares y,en Gran
visto beneficiada por la política pro­ pero también se debe tener en cuen­ Bretaña 17 millones de libras.
teccionista del Consejo Nacional de
Administración y posteriormente por
el terrismo. El censo industrial de
1936 mostraba a las claras un im por­
tante crecimiento del sector. En los
años siguientes, el crecimiento se. ve­
rá entorpecido por las dificultades en
la obtención de materias primas y
combustibles, como consecuencia de
la guerra. El Estado buscó subsanar
esas dificultades desempeñando un
importante papel regulador frente a
las distorsiones del mercado que la
guerra provocó. La creación del Con­
tralor de Importaciones y Exporta­
ciones en 1941 fue una de las respues­
tas. El nuevo organismo vino a insti­
tucionalizar un sistema de protección
industrial que ya venía siendo apli­
cado en los hechos. De esta manera
se apoyó más "orgánicamente" el
proceso de industrialización, buscan­
do asegurar el abastecimiento de ma­
terias primas e impidiendo el ingreso
de productos importados com petiti­
vos, a la vez que usando el sistema
de cambios múltiples como forma de
aliviar el costo de las' importaciones
necesarias para el desarrollo industrial.
A partir de 1945, el gobierno im ­
pulsó una política de subsidios y cré­
ditos destinados a la industria, que
tonificará la producción. Hacia el f i­
nal del gobierno de Amézaga, las pers­
pectivas de un desarrollo industrial
acelerado se dibujaban con claridad
en el horizonte económico del país.

Aumentan exportaciones
e importaciones

En lo referente al comercio exte­


rior, la colocación de nuestros pro­
ductos sufrió algunas variantes, fo r­
taleciéndose el comercio con los
EE.UU. Por su parte, el intercam­
bio con Alemania, importante en el
Entramos bajo la
dependencia económica
de EE.UU.
La guerra también precipitó pro­
cesos que venían insinuándose con
anterioridad. Uno de ellos fue el pa­
saje definitivo del Uruguay al ámbi­
to de dependencia norteamericana
desde el punto de vista económico.
Ese pasaje se vio reflejado en la
creciente afluencia de capitales nor­
teamericanos que, pasadas las d ific u l­
tades de la crisis del 29 y ante la im ­
posibilidad de colocarlos en la Euro­
pa en guerra, afluyeron hacia Améri­
ca Latina, donde el Uruguay apare­
cía como una plaza tranquila y segu­
ra. El 20 de agosto de 1942 se firm ó
un tratado comercial entre EE.UU. y
el Uruguay, en el cual ambos países
se comprometían a no aplicar trabas
o restricciones a la entrada de cual­
quier artículo cultivado, producido o
manufacturado en cualquiera de los
dos países.
Por un decreto ley de febrero de
1943 se aprobó un préstamo de 20
millones de dólares por parte del
EXIM BANK, que dio lugar poste­
riormente —cuando se instalaron las
Cámaras— a un llamado a saladel Mi­
nistro de Relaciones Exteriores, a pe­
dido del diputado socialista José Pe­
dro Cardozo. El asunto no pasó a
mayores: el Senado desestimó la po­
sibilidad de un enjuiciamiento a la
gestión del Ministro.

hizo necesario incorporar importan­ Julia Arévalo llegó a


7. Aparece un nuevo tes contingentes de obreros no espe­ diputada en 1942
y bregó por los
cializados, que en buena parte fueron
sindicalismo. proporcionados por la creciente m i­
Consejos de Salarios.

gración del campo a la ciudad.


Se puede hablar, entonces, del in i­
cio en esta década de un nuevo sindi­
Nuevas condiciones en calismo de masas, que traducirá en
los años 40 su desarrollo una nueva concepción de túa el interés por impulsar una mejo­
la organización sindical. Aparece la ra sustancial de la legislación laboral
Los años cuarenta marcan el co­ tendencia a impulsar la organización y social.
mienzo de una nueva etapa y consti de sindicatos por rama de actividad, En definitiva, esta concepción vie­
tuyen por varios motivos un mojón diferenciándose claramente del ante­ ne a suplantar la línea finalista de
para el movimiento sindical. rior tipo de sindicato por oficio. anarquistas y anarco-sindicalistas, que
En primer lugar, se produce su re­ había predominado en el movimien­
surgimiento, luego de años difíciles Nueva concepción de la to obrero durante el primer tercio del
en que debió soportar los embates de actividad sindical siglo, y que reconocía al sindicato co­
la crisis económica y de la represión mo la herramienta única y válida pa­
que recayó sobre el conjunto de los Otro aspecto de la nueva concep­ ra efectivizar la revolución social que
trabajadores. ción se refiere a la definición de la f i ­ preconizaban en sus programas.
Pero este resurgir del movimiento, nalidad principal del sindicato. No se
que se expresará en la expansión e excluyen los objetivos políticos, pero Avanzan intentos de
influencia de grandes contingentes de se postula la independencia con res­ unidad sindical
trabajadores que se sindicalizan y em­ pecto a los partidos. Asimismo, este
prenden nuevas luchas, marca al mis­ nuevo sindicalismo plantea la plura­ Si bien no eran nuevos los llama­
mo tiempo el desarrollo de un nuevo lidad ideológica y política de sus in­ dos a constituir una central única
tipo de sindicalismo: al producírsela tegrantes. También incorpora nuevos —existió un planteo de la CGTU,
expansión industrial y el estableci­ métodos de lucha, en concordancia FORU y USU durante la dictadura
miento de grandes plantas fabriles, se con su carácter de masas, y se acen­ terrista— las condiciones económicas,
la UGT, no se conjugaba con las prác­
ticas y estilos sectarios que persistían
aún, dificultando los caminos de la
unidad.
La confusión que se creó en torno
a la apreciación correcta de los ami­
gos del nazismo en el Uruguay, lle­
vó a la dirección de UGT a cometer
errores que comprometieron la uni­
dad que tanto costaba construir. Un
ejemplo lo constituye la huelga obre­
ra del Frigorífico Nacional, en 1943,
ante despidos arbitrarios, a la que se
pliegan todos los trabajadores de la
industria frigorífica del país. Pero la
UGT decide levantar la huelga, debi­
do a la acusación que formula la d i­
rección del Frigorífico Nacional, en
el sentido de que los obreros despedi­
dos habían saboteado un barco que
llevaba carne hacia Inglaterra. Esta
decisión, tomada en una asamblea de
discutible representatividad, provocó
la renuncia de tres miembros del eje­
cutivo de UGT, así como el retiro de
la mayoría del gremio frigorífico y la
no incorporación de otros gremios.

Errores y avances
sociales y políticas permitían desa­
rrollar con mayor éxito nuevos inten­ Ue constituye la U.G.T. No obstante el papel protagónico
tos en esa dirección. Tampoco resul­ de la UGT y su osfuorzo por organi­
tará menor el influjo de los hechos Un símbolo de los nuevos tiempos zar a los trabajadores, los errores de
internacionales dentro del movimien­ jaara el movimiento sindical en su re­ la conducción sindical ocasionaron
to sindical uruguayo. lación con el poder político, puede la separación de importantes organi­
El Comité pro Unidad y Organiza­ verse en la inauguración del Congreso zaciones, como In Federación de la
ción Obrera (surgido en 1937) con­ Constituyente de la UGT en un edifi­ Carne y Fueci, así como la división
vocó a una Conferencia Nacional de cio público, el Sodre, el 20 de marzo de otros gremios muy importantes,
los Sindicatos, que se realizó en fe­ de 1942. Participaron en dicho con­ como el Sindicato de la Construcción
brero de 1940 con la participación de greso 65 organizaciones sindicales de y el de Artes Gráficas.
27 sindicatos. La Asamblea denunció todo el país. Estos errores tradujeron una ade­
las pésimas condiciones de vida y de En su declaración, el Congreso cuación incorrecta de una estrategia
trabajo que padecían los trabajado­ planteó la creación de una estructura internacional de lucha antifascista a
res, y señaló los efectos negativos de sindical monolítica que permitiera lu ­ las modalidades que asumía la lucha
su dispersión y desorganización. En char por los intereses inmediatos y de clases en nuestro país.
su programa incluyó la lucha por sa­ permanentes de los trabajadores, pro­ A pesar de todas estas dificultades,
lario mínimo, seguro de paro, jubila­ curando llegar a un régimen que hi­ la UGT contribuyó en este período
ciones, castigo a los agiotistas, im­ ciera posible el pleno desarrollo hu­ al crecimiento de las organizaciones
puesto al latifundio, y en contra de la mano y el progreso hacia una socie­ sindicales: en 1943 contaba con 93
subordinación de nuestra economía, dad sin clases y sin explotación. Pro­ organizaciones afiliadas; en el primer
la guerra y el servicio m ilitar obliga­ puso también soluciones para los pro­ congreso ordinario (1944) son 101;
torio. En el plano internacional, cali­ blemas del país; reclamó la naciona­ y en el segundo congreso ordinario
ficó a la guerra como imperialista, y lización de las riquezas en manos del (1946) asisten 89, sobre un total de
solicitó la neutralidad del Uruguay. imperialismo; cumplió con los man­ 132 afiliadas.
Concluía la declaración con un llama­ datos de la Confederación de Traba­ En 1944 surge el Comité de Rela­
do a un Congreso, cuyo objetivo p ri­ jadores de América Latina, de luchar ciones Sindicales que agupó a varios
mordial sería lograr una central única contra el nazismo en un marco pana­ sindicatos autónomos, el cual surgió
de los trabajadores. mericano. luego de un frustrado acercamiento
Así como el conocimiento del Salvo algunos sindicatos que no entre sindicatos ugetistas y autóno­
pacto germano-soviético de 1939 participaron en la formación de la mos para solidarizarse con un co nflic­
había creado en las filas sindicales, UGT, la casi totalidad de los gremios to en Boca de Rosario; pero debido a
fricciones y ardorosas polémicas en­ se núcleo a su alrededor, convirtién­ desacuerdos tácticos, no se pudieron
tre las distintas tendencias, la inva­ dola en un nuevo factor que dio im­ concretar acciones de apoyo.
sión a la URSS en junio de 1941 con­ pulso a la organización de la vida En síntesis, tanto los avances orga­
tribuyó a crear un clima de mayor sindical. nizativos y programáticos como las
acercamiento. Por otra parte se incor­ conquistas concretas, no pueden ocul­
poran al comité organizador del Con­ Una unidad dificultosa tar una realidad sindical dividida y
greso la Unión General de Trabajado­ atomizada, donde se ve proliferar a
res, integrantes de los sindicatos au­ Sin embargo, la amplitud teórica un gran número de sindicatos autó­
tónomos. de las declaraciones y enunciados de nomos.
8. Luchas y
conquistas
sociales.
Los años anteriores a 1940 ha­
bían resultado difíciles para el mo­
vimiento sindical. Sin embargo, a par­
tir de la década del 40 el nuevo im­
pulso de la industrialización, los nue­
vos "vientos políticos" del apertu-
rismo baldomirista, sumados a un
creciente desarrollo de luchas y mo­
vilizaciones, permiten inaugurar un
período de resurgimiento del movi­
miento sindicato uruguayo.
Señalemos algunos de los conflic­
tos más significativos de estos años:
—La huelga de la fábrica Slowak,
que con su triu n fo consolida la p ri­
mera organización permanente de los
textiles, contribuyendo a la fundación
de la Unión Obrera Textil hacia 1940.
—La huelga en la broncería Stingl,
que favorece e impulsa la organiza­
ción de otras fábricas y talleres meta­
lúrgicos, con la consolidación del Sin­
dicato Metalúrgico.
—La lucha de los trabajadores de
Funsa, que en medio de confronta­
ciones con la patronal los "amari­
llos", logran ir implantando el sin­ despido a todos los gremios; todo Nuestros sectores segu ían fieles a
ello en el marco de intensas m ovili­ trabajadores los partidos
dicato que luego se transformará en empezaron a tradicionales:
la actual Unión de Obreros y Emplea­ zaciones de trabajadores. organizarse, pero aquí, adictos a
dos y Supervisores de Funsa (Uoesf). en buena parte Herrera.
Un informe sobre "la condición Se crean los
de vida, trabajo y salario de los obre­ Consejos de Salarios do en cuenta, Iq aún débil organiza­
ros", solicitado por la bancada del ción sindical, con sus divisiones que
Partido Comunista en 1938, dio a La aprobación de la Ley de Conse­ tanto la debilitaban; pero al mismo
conocer el resultado de sus investiga­ jos de Salarios en 1943, merece algu­ tiempo los Consejos se constituían
ciones en 1940. Del mismo se des­ nas consideraciones particulares. en un lugar de ordenamiento de las
prendía la situación deplorable de vi­ En primer lugar, los sectores más disputas y en un ámbito de negocia­
da de la clase obrera. En efecto, el lúcidos de la burguesía industrial to ­ ción donde los sectores empresaria­
período terrista se caracterizó por el maron conciencia de los límites obje­ les se veían en ventaja.
empuje inflacionario, la caída de los tivos que imponía la reducida capaci­ Desde otra perspectiva, también,
salarios y el "a lto " en la legislación dad del mercado uruguayo. En otros válida, los Consejos de Salarios per­
social, cuando no su retroceso. términos, esta fracción empresarial mitieron elevar los niveles de vida/
comprendió que se hacía necesario de los trabajadores. Asimismo favo­
Se obtienen algunas mejoras aplicar un cambio en la política de recieron el desarrollo y la expansión
distribución del ingreso, caracteriza­ de la sindicalización, factores objeti­
El fortalecimiento de la fracción da por los bajos salarios: al aumentár­ vos positivos a tener en cuenta en un
burguesa industrial en las esferas de selos, se acrecentaría el poder de com­ balance global.
gobierno, tuvo sus consecuencias en pra de la población y por consiguien­ Igualmente, la- discusión en líos
el plano de la relación con los traba­ te la demanda de productos manufac­ Consejos con los delegados patronales
jadores asalariados. En efecto, fue en turados. Al tonificarse el mercado, y del Estado, les exigió a los represen­
estos años cuando se desarrolló una aumentaban las ganancias. tantes de los trabajadores un mayor
profusa legislación laboral y social, Por otra parte, reconocida así la caudal de conocimientos, así como
como reflejo de la nueva coyuntura conveniencia de una redistribución adentrarse en el estudio de los pro­
económica favorable que significó "más equitativa", se hacía necesario blemas generales de la industria y del
la guerra, así como también del resur­ para los industriales encontrar un me­ país.
gimiento de las organizaciones y lu­ canismo que regulara, y a la vez con­ Por últim o, debemos remarcar que
chas sindicales; se extiende el régi­ trolara, la definición de los salarios: tanto la aplicación de los Consejos de
men jubilatorio a todos los funciona­ había que conceder, pero hasta cierto Salarios como la propia legislación
rios públicos; se incorporan activida­ punto. Con esta mira, no parecía de­ social, estuvieron siempre acompaña­
des al régimen de asignaciones fam i­ masiado peligroso incorporara repre­ das por la presencia movilizada y vigi­
liares; se otorga la indemnización por sentantes de los trabajadores, tenien- lante de los obreros organizados.
Las grandes líneas de gobierno
de Amézaga

El período de la presidencia de

LA Amézaga se desarrolló en medio de


los efectos favorables de la guerra
mundial sobre la revitalización de
nuestras exportaciones. Sin embargo,

PRESIDENCIA en lo que se refiere a la producción


industrial, si bien el proceso de de­
sarrollo continuó, se registra en estos
años un enlentecimiento de su ritmo

DE AMEZAGA. anterior. Dos factores parecen haber


ctlnfluido para que ello, ocurriera:
por un lado, las dificultades de im­
portación de insumos provocadas por

EN EL UMBRAL
la guerra, y por otro, la forma regresiva
de distribución del ingreso que había
llevado a reducir la demanda interna.
Es en esa dirección entonces, que sec­

DEL tores de la burguesía industrial liga­


dos fundamentalmente al mercado
interno, jugarán su carta a favor de
un cambio en la política redistribu­

NEOBATLLISMO
tiva a través del descongelamiento de
la política de previsión social y legis­
lación laboral con respecto a los sec­
tores asalariados, con vistas a to n ifi­

(1943 -1947) car el mercado y de esta forma dina-


mizar el desarrollo industrial y sus ga­
nancias.
La ley de consejos de salarios de
1943 debe ser valorada dentro de ese
contexto.
El Estado siguió jugando un papel
importante como empleador. Se rea­
lizó un amplio plan de desarrollo de
la red de comunicaciones a través de
un préstamo de la banca norteameri­
cana (al que hemos hecho alusión an­
teriormente),
En lo referente al medio rural,
Amézaga incursionó en él tímidamen­
te. Preocupaba grandemente el estan­
camiento de la producción agrope­
cuaria, lo que motivó la creación de
comisiones para el estudio de tal pro­
blemática. En 1945 tuvo lugar el Pri­
mer Congreso Nacional de Coloniza­
ción, que otorgó nuevo impulso al
proceso que culminaría un par de
años más tarde gon la creación del
Instituto Nacional de Colonización
(1948). A pesar de que el gobierno
favoreció a los ganaderos en varios
aspectos, se aprobó en cambio un Es­
tatuto del Peón Rural, hecho que ge­
neró intensas controversias.

El episodio de las implicancias

Durante el gobierno de Amézaga, el


El doctor Juan José episodio de las denominadas "im p li­
de Amézaga cerrará
este período. cancias", ocurrido en junio de 1945,
Estamos a las puso al desnudo la forma cómo ac­
puertas del llamado tuaba el elenco político tradicional
Neobatlllsmo,
en el manejo de la administración pú­
traído por
Luís blica. Se acusaba a muchos hombres
Batlle Berres. públicos de valerse de sus cargos
para obtener a través del contralor de alcanzado en los años
cambios, beneficios "extras" de sus de Batlle. Por otra par­
actividades comerciales e industriales. te, el Estado continuó
La denuncia fue presentada por el he- absorbiendo la crecien­
rrerismo, procurando agudizar las d i­ te desocupación al de­
ferencias entre los colorados, a la vez sempeñar el papel de
que frenar su política económica, empleador, función que
que no satisfacía a los ganaderos. El sirvió, además, para a fir­
tema provocó una crisis ministerial mar la fidelidad de las
pasajera, que se subsanó con un nue­ clientelas políticas de
vo reparto del gabinete: dos minis­ los dos partidos tradi­
terios para hombres de confianza del cionales.
presidente, tres para el batllismo, dos
para el blancocevedismo y dos para 5 — Ascenso de la
el nacionalismo independiente. Final­ burguesía industrial y
mente, en diciembre de 1945, se apro­ nueva relación con
bó una resolución en el Parlamento los asalariados
por la que se declaraba que no había
existido "ejercicio ilícito de la fu n ­ Se asiste a una nueva
ción pública". De esta manera se dio forma de relación entre
por cerrado el caso. las clases dominantes y
las dominadas: luego de
Ganaderos e industriales un período donde aqué­
llas llevaron una guerra
Durante la presidencia de Amézaga abierta contra las clases
prosiguieron las pugnas entre las d ife­ populares (valiéndose en
rentes fracciones dominantes y sus importante medida de
respectivos proyectos de país; pero la prédica anticomunis­
las crisis que provocaron estas contra­ ta), se pasa a una etapa
dicciones, se fueron resolviendo en en la cual la burguesía
forma menos traumática. Ello se de­ industrial va logrando
bió fundamentalmente a las condi­ una especie de apoyo
ciones económicas favorables creadas tácito de los asalariados,
por la guerra, que permitían un mar­ como reflejo de su cre­
gen mayor de entendimiento. El au­ 1 — Nueva alineación de divisas que se produ­ ciente hegemonía sobre
mento de las ganancias del sector ga­ internacional jo en el país durante la el conjunto de la socie­
nadero, proveniente de una mayor del Uruguay contienda mundial. dad.
demanda de carnes y lanas pagadas a 6 — Crecimiento
mejores precios, generó en dicho sec­ Luego del per iodo te- 3 — Estancamiento del número de
tor, una actitud monos crítica y más rrista, pródigo en simpa­ de la producción trabajadores y de
"comprensiva" hacia la política de tías hacia el nazifascis- agraria su sindicalización
industrialización que impulsaba el go­ mo, el Uruguay pasó a
bierno, aunque todavía no lo hiciese incluirse en la órbita es­ Paralelamente, per­ Por últim o debe se­
a fondo. tadounidense, nuevo po­ manecieron incambia­ ñalarse el aumento cuan­
De todos modos, las fricciones no lo hegemónico del mun­ das las estructuras agra­ titativo de la clase obre­
dejaron de manifestarse; y ellas se do capitalista que vino rias, lo que estableció ra y de los trabajadores
agudizaron sensiblemente en el perío­ a sustituir el antiguo un lím ite objetivo al de­ en general, y su sindica­
do que siguió a Amézaga, cuando la predominio del imperio sarrollo del sector e im­ lización por rama de ac­
fracción industrial encontró a su in­ inglés. pidió superar el estanca­ tividad, a la vez que se
térprete más lúcido en la persona de miento de su produc­ perfilan intentos de u ni­
Luis Batlle Berros. Será el momento 2 — Desarrollo de ción, transformándose ficación, si bien no lo­
del llamado Neobatllismo, tema del la industria en un freno para el de­ gran todavía concretar­
próxim o fascículo. senvolvimiento econó­ se en forma estable. Du­
El proceso industrial mico global del país. rante el últim o tramo
sustitutivo de importa­ del período estudiado,
ciones (que se inició en 4 — Aumento del papel las luchas reivindicati-
la década del 30 y fue intervencionista del vas demuestran el cre­
en parte consecuencia Estado ciente comportamiento
del debilitamiento de los clasista de los trabaja­
lazos de dependencia En este período se dores, lo que no impide
con los países imperia­ produce un crecimiento que sigan manifestán­
listas —debido, primero, del papel intervencionis­ dose políticamente den­
a la crisis del 29, y más ta y dirigista del Estado tro de los carriles de los
tarde a la Segunda Gue­ uruguayo, que actúa co­ partidos tradicionales.
rra Mundial) encontró mo mediador entre las
condiciones propicias diferentes clases socia­
para profundizarse y al­ les y sus fracciones,
canzar un desarrollo ace­ apoyado en la autono­
lerado, gracias a la im­ mía relativa con respec­
portante acumulación to a éstas que ya había
ANEXO • Política monetaria y
cambiaría del gobierno de Terra.
El manejo del valor de la moneda resul­ dores, pasivos y ahorrlitin nn moneda na­
tó un mecanismo eficaz en manos del te- cional. Se producía así un traslado de in­
rrismo para favorecer o perjudicar a deter­ gresos de esos sectoiei hacia los ganaderos
minados sectores económicos. A este me­ y el Estado.
canismo se debe agregar el margen de rga- También la caída dal paso favorecía
niobra que el Estado tenía sobre las divi­ las exportaciones, al hacorlns más compe­
sas que ingresaban al país, que se instru­ titivas en el mercodo Internacional.
mentaba a través de los diversos tipos de El Estado intervino también en el con­
cambio, más caros o más baratos, según trol de divisas. Para favorecer a los ganade­
interesara favorecer a uno u otro sector. ros y a los frigoríficos afectados por la
Los llamados "revalúos” , de 1935 y baja de los precios, fue otorgando a las ex­
1938, que realizó el Ministro de Hacienda portaciones tipos de cambio cada vez más
César Charlone, buscaban aumentar o pro­ elevados. El gobierno mantuvo la situa­
teger las ganancias de las distintas fraccio­ ción de subvaluación del peso hasta fines
nes burguesas. de 1937, momento en que, por un lado,
¿Cómo se llevó a cabo? El "revalúo'’ reconoció la baja del precio de la moneda
de agosto de 1935 consistió básicamente extranjera, por otro empezó a buscar nue­
en transferir el oro y la plata en manos del vas medidas para proteger la industria na­
Banco República, que lo cotizaba a la par cional ante el consiguiente peligro del des­
legal, hacía el departamento de Emisión. censo de precios de las manufacturas ex­
Este último cotizó los metales al precio tranjeras. Se dejaba así de favorecer a los
del cambio oficial, que era bastante supe­ ganaderos en la medida en que se había
rior. Así el Estado se hizo de una ganancia hecho hasta entonces.
muy importante.
Se estaba en presencia de una devalua­
ción: cada peso en papel, mediante el reva­ DEU D A E X T E R N A
lúo del oro, pasó a equivaler a unos 0,45
del peso oro, perdiendo así la mitad de su Con respecto a la deuda externa) ya
valor en dicho metal, y aumentando de in­ desde 1932 estaba suspendida su amorti­
mediato la capacidad de emisión de papel zación. Lo que hizo el gobierno de Terra
moneda por parte del Estado. fue suspender el pago de los intereses en
En síntesis, a través del revalúo (o de­ moneda extranjera y comenzar a pagarlo
valuación), el Estado se hizo de una ganan­ en pesos uruguayos, lo que representó un
cia, que se utilizó para financiar obras pú­ significativo ahorro y una rebaja objetiva
blicas, beneficiar a los ganaderos mediante de los intereses.
"primas" al ganado, rebajar intereses rura­ Posteriormente, a través de distintos
les, etc. Pero también provocaba un alza acuerdos, se regularizó la situación del
del costo de vida, que afectó a los trabaja­ crédito externo para el país.
BIBLIO G RAFIA

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TU RIAN SKY, W. "E l movimiento obrero uruguayo". Montevideo. EPU. 1973.
PRIMERA SERIE:
LAS GRANDES LINEAS DE NUESTRO DESARROLLO HISTORICO

(7 fascículos. Aparecen en octubre, noviembre y diciembre)

1. Los orígenes. Hacia la Revolución Artiguista.


2. La revolución popular artiguista. Surgimiento, apogeo y frustración (1811-1829).
3. El nacimiento de la República Oriental del Uruguay. Las dificultades de su
consolidación. (1830-1870).
4. El Uruguay se moderniza. La implantación del capitalismo (1870-1904).
5. Batlle. El reformismo y sus límites (1903-1933).
6. El golpe de Estado de Terra y la transición al Neo Batllismo (1933-1947).
7. El neo batllismo. Se impulsa y se frustra un proyecto de país (1947-1958)

SEGUNDA SERIE:
TEMAS CLAVES PARA LA COMPRENSION DEL URUGUAY

(Aparecen a partir de marzo. El orden de publicación puede modificarse)

8. El derrumbe de la Suiza de América. El pachequismo y el golpe militar.


9. Los partidos pol íticos. lera, parte.
10. Los partidos pol íticos. 2da. parte.
11. El estado uruguayo. Como se concibieron sus cometidos y funciones.
12. El ejército. Su carácter y papel a lo largo de nuestra historia.
13. La población uruguaya. Cómo se fue formando en las distintas épocas.
14. La economía uruguaya. Grandes líneas de nuestra historia económica.
15. Las clases sociales. Cómo se estructuró la sociedad uruguaya.
16. Las clases dominantes. Su papel en la vida política nacional, entidades representativas,
de sus intereses, etc.
17. Las clases medias. Su carácter, su papel, su movilidad.
18. Las clases populares. Sus luchas, sus organizaciones, sus movimientos representativos.
19. Latifundio y reforma agraria. Los dueños de la tierra uruguaya.
20. Ciudad y campo. Las dos caras del Uruguay.
21. Los imperialismos y el Uruguay. Cómo deformaron al país y lo hicieron dependiente.
22. El Uruguay y el mundo. La relación con sus vecinos: panamericanismo y
latinoamericanismo; repercusión en el país de los grandes acontecimientos mundiales.
23. Historia de las ideas en el Uruguay.
24. Las realizaciones artísticas y culturales.
25. Qué fue y qué debe ser el Uruguya. Diferentes proyectos y concepciones del país, su
viabilidad cómo tal; la integración como destino.

P r ó x im o fa s c íc u lo , ú ltim o d e la p r im e r a s e rie :
EL NEOBATLLISM O
S E IM P U L S A Y S E F R U S T R A U N P R O Y E C T O D E P A IS
(1 9 4 7 - 1958)
Rodolfo Porríní y Alexis Schol.
A TE N C IO N . Por imperativo del trabajo de fin de año de las imprentas,
este fascículo se adelante una semana.

Aparece el miércoles próximo, 17 de diciembre.

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