Proceso Típico de Purificación de Agua

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Proceso típico de purificación de agua

7 pasos del proceso típico de purificación de agua para


consumo humano.
El abastecimiento de agua para uso y consumo humano con calidad adecuada es fundamental para prevenir
la transmisión de enfermedades y efectos tóxicos en el organismo. Con el objeto de lograrlo, se requiere
establecer límites permisibles en cuanto a sus características bacteriológicas, físicas, organolépticas,
químicas y radiactivas. Con el fin de asegurar y preservar la calidad del agua en los sistemas hasta la
entrega al consumidor, se debe someter a un método de tratamientos de purificación de agua. A
continuación te presentamos los pasos del proceso de purificación de agua necesarios si el agua se utilizará
para consumo humano.
El proceso de purificación de agua consiste en un tratamiento físico y químico  que tiene como objeto
eliminar contaminantes que podrían representar un riesgo. Entre los contaminantes podemos encontrar,
microorganismos, compuestos inorgánicos (sales, minerales, metales) y compuestos orgánicos (grasas,
aceites, derivados del petróleo, plaguicidas, detergentes, fármacos,…). 

En México ¿Qué normas regulan el tratamiento de agua para consumo?


Con el objetivo de establecer los límites permisibles de calidad y los tratamientos de purificación del agua
para uso y consumo humano, en México nos regimos por las siguientes normas:

NORMA OFICIAL MEXICANA NOM-127-SSA1-1994, “Salud ambiental, agua para uso y consumo
humano – Límites permisibles de calidad y tratamientos que debe someterse al agua para su
potabilización”. 

NORMA Oficial Mexicana NOM-201-SSA1-2015, “Productos y servicios. Agua y hielo para consumo
humano, envasados y a granel. Especificaciones sanitarias”.
Es importante saber que el tratamiento de purificación siempre dependerá de los parámetros que sea
necesario corregir, por lo que se recomienda realizar análisis del agua previo a la determinación de un tren
de tratamiento. 

En el mercado del agua embotellada, las grandes marcas nos han acostumbrado al sabor del agua baja en
sales (agua osmotizada), sin embargo esto no quiere decir que una agua purificada que no sea baja en sales
no sea apta para su consumo. En México basta con que se cumpla con la NOM-127-SSA1-1994 para
garantizar que es seguro beberla. 

A continuación se muestran las etapas más comunes de un sistema de purificación de agua: 


 
1. Desinfección
El cloro es el desinfectante más usado para reducir o eliminar los microorganismos, tales como bacterias y
virus, que pueden estar presentes en el agua. La adición de cloro en el agua potable ha reducido en gran
medida el riesgo de enfermedades transmitidas a través de ella, como la difteria, la fiebre tifoidea y el
cólera. 
La cloración desinfecta el agua, pero no la purifica por completo. 
Las normas mexicanas establecen que hay que alcanzar una concentración de cloro libre residual de 0.5 a
1.5 mg/l.
 
2. Filtración con medios granulares
La filtración es el proceso de purificación que elimina los sólidos suspendidos en el agua. Los filtros que
utilizan medios granulares, también se llaman de lecho profundo. Dependiendo del tipo de medio, pueden
llegar a retener partículas con diámetros mayores a 1 micras, aunque típicamente solo retienen las mayores
a 5 a 10 micras, que pueden estar presentes en el agua, como tierra, arena, limo y otras. Es necesario filtrar
sedimentos en una de las primeras etapas del proceso de purificación a fin de eliminar partículas que
podrían ensuciar u obstruir los equipos utilizados en las etapas posteriores.

Los medios granulares más comunes son arena sílica, zeolita, antracita, granate (garnet) o la combinación
de algunos de ellos en lo que se denomina un lecho multimedia.
Los filtros de medios granulares requieren retrolavarse cuando el diferencial de presión entre la entrada y la
salida alcanza los 10 psi.

 
3. Carbón activado granular (CAG)
El CAG es un excelente adsorbente de compuestos orgánicos que pueden ser tóxicos o producir color, olor
o sabor al agua. 
Además, en esta etapa el CAG actúa como un agente reductor del cloro libre que lo convierte en ion
cloruro (Cl–).

Por su naturaleza el CAG es un medio propicio para el desarrollo bacteriano. Primordialmente, atrapa
moléculas orgánicas, muchas de las cuales son biodegradables y constituyen el alimento de estos
organismos. Además, tienen una superficie rugosa que permite  a las bacterias una buena fijación que
impide que el agua las arrastre. De esto, el crecimiento bacteriano es una consecuencia inevitable de la
operación de equipos adsorbedores con CAG. 

Existen varios procesos de sanitización para el control bacteriano en camas de carbón activado, mismos
que deben efectuarse periódicamente. La periodicidad dependerá de la efectividad  de la misma, de las
condiciones de operación y de ubicación del equipo.  
Se recomienda realizar el cambio de CAG una vez por año.  

 
4. Suavización
Se recomienda suavizar el agua cuando se va a osmotizar y su dureza es mayor a 170 mg/L . También se
recomienda cuando no se va a osmotizar y su valor es tal que causa un sabor desagradable o que causa
incrustación en los equipos subsiguientes. El que un agua sea incrustante depende de índices, como el de
Langelier, cuyo valor es función de la dureza, el pH, los sólidos disueltos totales, la alcalinidad total y la
temperatura.
¿Qué es la dureza total del agua?
La dureza total del agua es la suma de la concentración de varios iones metálicos divalentes en el agua,
capaces de formar incrustaciones. Normalmente está formada casi en su totalidad por Ca+2 y Mg+2. Para
fines prácticos se consideran solo estos dos cationes.

Para suavizar se utiliza una resina de intercambio iónico, cargada negativamente (catiónica). Se trata de
esferas sintéticas con matriz polimérica, capaces de intercambiar iones en un líquido, de acuerdo con su
carga y la intensidad de la misma. Para el proceso de suavización se utiliza resina catiónica fuerte.  

Cuando el agua pasa a través de la resina, los iones de Ca+2 y Mg+2 con una carga positiva fuerte,
remplazan a los iones de Na+ que tienen menor carga. De esta manera, los iones que provocan dureza
quedan retenidos en las esferas de resina. 
Las resinas de intercambio iónico tienen una capacidad de intercambio determinada que normalmente se
mide en granos por pie cúbico (gr/ft3). Cuando se alcanza este límite, debe regenerarse la resina. El
regenerante es una solución de cloruro de sodio (NaCl) al 10%.  
Cabe mencionar que la dureza no es un problema que afecte a la salud humana.

 
5. Ósmosis Inversa (OI)
Sólo se requiere osmotizar el agua cuando se busca disminuir la concentración de sales presentes en ella.
Como se mencionó al inicio del presente boletín, las grandes marcas han acostumbrado al público al sabor
característico de aguas con bajo contenido en sales.
En un equipo de ósmosis inversa, al aplicar una presión suficientemente alta al agua, se le fuerza a pasar a
través de una membrana porosa que rechaza a más del 99% de las sales. Esta tecnología implica que un
porcentaje del agua que se alimenta al sistema se destine a rechazo para que arrastre las sales. A este flujo
se le llama rechazo o concentrado. El porcentaje de agua rechazada depende de la calidad de agua a tratar.
Dependiendo el caso, se diseñan equipos de múltiples membranas con arreglos en serie o paralelo.

Membranas de ósmosis inversa.


En el mercado existen diferentes tipos de membranas: alta productividad, alto rechazo, agua salobre, por
mencionar algunas. Las diferencias en su diseño y en sus materiales de fabricación les otorgan capacidades
diferentes tanto en flujo de operación, como en porcentaje de rechazo de sales.
Las membranas pueden incrustarse con carbonatos, sílice, materia orgánica o microorganismos. Cuando
esto sucede, pueden tratare in situ o enviarse a desincrustar mediante químicos adecuados para cada caso.
Previo a la entrada a la OI, se coloca un filtro de cartucho con la finalidad de retener partículas sólidas
mayores a 1 micra, que no se hubieran logrado retener en los equipos anteriores o procedentes de los
mismos. Es una última protección para la OI.
 6. Ozono
En este punto de un tren de tratamiento, el agua ya está purificada y es apta para beber. Sin embargo es
necesario utilizar métodos de desinfección para proteger el agua contra contaminación bacteriana por
fuentes externas posteriores a la OI.
El proceso generación de ozono parte de oxígeno molecular (O2), que pasa a través de una cámara especial
en el que se expone a una carga eléctrica con el voltaje suficiente para romper el enlace covalente del O2 y
recombinar en moléculas triatómicas de oxígeno (O3, Ozono). Este tipo de generación de ozono se conoce
como “de descarga de corona”.

El O3 se inyecta en forma de burbujeo a un tanque de residencia o mediante succión con ayuda de un


Venturi, directo a la tubería del agua producto para hacerla llegar al tanque de almacenamiento de agua
tratada.
La ozonización deja un residual que es útil cuando el agua se envasa en garrafones reciclables que pueden
haber quedado con alguna contaminación bacteriana después del proceso de lavado.

7. Esterilizador luz ultravioleta UV


Como una última etapa de esterilización y previo al embotellado, como una segunda barrera de protección,
se utiliza una lámpara de luz ultravioleta (UV) en la que el agua pasa a través de una cámara que integra
una fuente de luz UV de la longitud de onda adecuada para impedir la reproducción y proliferación
bacteriana o viral en caso de estar presente.
Dependiendo la marca, los bulbos de las lámparas UV tienen diferentes promedios de vida media, aunque
en general es de 9000 horas.

Existen otros sistemas utilizados en el proceso de purificación de agua, estos son los
más usuales y los que se necesitan en la potabilización de agua en México.
Este proceso es uno de muchos arreglos que puede tener un tren de tratamiento de agua, y el tren más
adecuado depende de varios factores: si son garrafones o son botellas de pet; si el tren de tratamiento está
dentro de una nave muy limpia y con un ambiente muy controlado o si no lo está; si la planta se encuentra
en una zona con mucha contaminación microbiana (establos, basureros, plantas de tratamiento de aguas
residuales; industrias que generan emisiones contaminadas…), el tren requiere mayores precauciones.

Hay empresas que necesitan ozono en el agua como paso final, a una concentración baja pero que deje un
residual en los garrafones o botellas pet, para alargar la vida de anaquel. Ese residual de ozono desaparece
(se descompone en oxígeno) en poco tiempo.

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