Proceso Típico de Purificación de Agua
Proceso Típico de Purificación de Agua
Proceso Típico de Purificación de Agua
NORMA OFICIAL MEXICANA NOM-127-SSA1-1994, “Salud ambiental, agua para uso y consumo
humano – Límites permisibles de calidad y tratamientos que debe someterse al agua para su
potabilización”.
NORMA Oficial Mexicana NOM-201-SSA1-2015, “Productos y servicios. Agua y hielo para consumo
humano, envasados y a granel. Especificaciones sanitarias”.
Es importante saber que el tratamiento de purificación siempre dependerá de los parámetros que sea
necesario corregir, por lo que se recomienda realizar análisis del agua previo a la determinación de un tren
de tratamiento.
En el mercado del agua embotellada, las grandes marcas nos han acostumbrado al sabor del agua baja en
sales (agua osmotizada), sin embargo esto no quiere decir que una agua purificada que no sea baja en sales
no sea apta para su consumo. En México basta con que se cumpla con la NOM-127-SSA1-1994 para
garantizar que es seguro beberla.
Los medios granulares más comunes son arena sílica, zeolita, antracita, granate (garnet) o la combinación
de algunos de ellos en lo que se denomina un lecho multimedia.
Los filtros de medios granulares requieren retrolavarse cuando el diferencial de presión entre la entrada y la
salida alcanza los 10 psi.
3. Carbón activado granular (CAG)
El CAG es un excelente adsorbente de compuestos orgánicos que pueden ser tóxicos o producir color, olor
o sabor al agua.
Además, en esta etapa el CAG actúa como un agente reductor del cloro libre que lo convierte en ion
cloruro (Cl–).
Por su naturaleza el CAG es un medio propicio para el desarrollo bacteriano. Primordialmente, atrapa
moléculas orgánicas, muchas de las cuales son biodegradables y constituyen el alimento de estos
organismos. Además, tienen una superficie rugosa que permite a las bacterias una buena fijación que
impide que el agua las arrastre. De esto, el crecimiento bacteriano es una consecuencia inevitable de la
operación de equipos adsorbedores con CAG.
Existen varios procesos de sanitización para el control bacteriano en camas de carbón activado, mismos
que deben efectuarse periódicamente. La periodicidad dependerá de la efectividad de la misma, de las
condiciones de operación y de ubicación del equipo.
Se recomienda realizar el cambio de CAG una vez por año.
4. Suavización
Se recomienda suavizar el agua cuando se va a osmotizar y su dureza es mayor a 170 mg/L . También se
recomienda cuando no se va a osmotizar y su valor es tal que causa un sabor desagradable o que causa
incrustación en los equipos subsiguientes. El que un agua sea incrustante depende de índices, como el de
Langelier, cuyo valor es función de la dureza, el pH, los sólidos disueltos totales, la alcalinidad total y la
temperatura.
¿Qué es la dureza total del agua?
La dureza total del agua es la suma de la concentración de varios iones metálicos divalentes en el agua,
capaces de formar incrustaciones. Normalmente está formada casi en su totalidad por Ca+2 y Mg+2. Para
fines prácticos se consideran solo estos dos cationes.
Para suavizar se utiliza una resina de intercambio iónico, cargada negativamente (catiónica). Se trata de
esferas sintéticas con matriz polimérica, capaces de intercambiar iones en un líquido, de acuerdo con su
carga y la intensidad de la misma. Para el proceso de suavización se utiliza resina catiónica fuerte.
Cuando el agua pasa a través de la resina, los iones de Ca+2 y Mg+2 con una carga positiva fuerte,
remplazan a los iones de Na+ que tienen menor carga. De esta manera, los iones que provocan dureza
quedan retenidos en las esferas de resina.
Las resinas de intercambio iónico tienen una capacidad de intercambio determinada que normalmente se
mide en granos por pie cúbico (gr/ft3). Cuando se alcanza este límite, debe regenerarse la resina. El
regenerante es una solución de cloruro de sodio (NaCl) al 10%.
Cabe mencionar que la dureza no es un problema que afecte a la salud humana.
5. Ósmosis Inversa (OI)
Sólo se requiere osmotizar el agua cuando se busca disminuir la concentración de sales presentes en ella.
Como se mencionó al inicio del presente boletín, las grandes marcas han acostumbrado al público al sabor
característico de aguas con bajo contenido en sales.
En un equipo de ósmosis inversa, al aplicar una presión suficientemente alta al agua, se le fuerza a pasar a
través de una membrana porosa que rechaza a más del 99% de las sales. Esta tecnología implica que un
porcentaje del agua que se alimenta al sistema se destine a rechazo para que arrastre las sales. A este flujo
se le llama rechazo o concentrado. El porcentaje de agua rechazada depende de la calidad de agua a tratar.
Dependiendo el caso, se diseñan equipos de múltiples membranas con arreglos en serie o paralelo.
Existen otros sistemas utilizados en el proceso de purificación de agua, estos son los
más usuales y los que se necesitan en la potabilización de agua en México.
Este proceso es uno de muchos arreglos que puede tener un tren de tratamiento de agua, y el tren más
adecuado depende de varios factores: si son garrafones o son botellas de pet; si el tren de tratamiento está
dentro de una nave muy limpia y con un ambiente muy controlado o si no lo está; si la planta se encuentra
en una zona con mucha contaminación microbiana (establos, basureros, plantas de tratamiento de aguas
residuales; industrias que generan emisiones contaminadas…), el tren requiere mayores precauciones.
Hay empresas que necesitan ozono en el agua como paso final, a una concentración baja pero que deje un
residual en los garrafones o botellas pet, para alargar la vida de anaquel. Ese residual de ozono desaparece
(se descompone en oxígeno) en poco tiempo.