Administrativo Resumen
Administrativo Resumen
Administrativo Resumen
Catalina Quiñónez
-BOLILLA I-
1- Presupuestos políticos y constitucionales del Derecho Administrativo. El rol del Estado en la visión
de la Doctrina Social de la Iglesia.
El Derecho Administrativo es una rama del Derecho Público que contiene un conjunto de principios y normas que
regulan la organización del estado, su actuación -cómo se administra- y el control de la administración.
En sentido amplio, el Derecho Administrativo es todo el derecho relacionado con la administración pública.
Pero esta definición es criticada porque deja afuera a ciertos entes que no integran la administración pública,
pero ejercen funciones públicas.
En sentido estricto es el conjunto de normas jurídicas que rigen las relaciones de la administración pública
con los administrados y sus órganos o agentes entre sí.
Es la porción del derecho público que regula: la organización, funciones y potestades del PE (administrativa,
legislativa y jurisdiccional) – las funciones y potestades administrativas de los otros dos poderes (legislativo
y judicial) que intervienen en el ejercicio del poder dentro del estado.
Es un derecho autónomo (tiene sus propios principios generales y es paralelo al derecho privado). S/CN,
cada provincia dicta sus propias normas administrativas.
El Estado fue creado para vivir mejor; para ordenar y controlar la convivencia social bien común. El estado es
una burocracia de órganos y entes trabajando cada uno con funciones y competencias distintas. El estado tiene
supremacía. Las personas físicas tienen subordinación frente al estado [contratos NO entre pares].
Conf. Ivanega, el estado representa la expresión del universal principio de solidaridad y de la tendencia
asociativa de los hombres. Es una forma histórica de organización política. En torno a su existencia y
contenido, se elaboraron diversas teorías: sociológicas, deontológicas, jurídicas y políticas.
El enfoque sociológico considera al estado como una construcción social (Jellinek); pueden distinguirse
cuatro concepciones del estado: (1) como hecho de convivencia: el fenómeno de agrupamiento de hombres
que viven juntos y se relacionan recíprocamente /–/ (2) como hecho de dominación: el estado es el grupo de
hombres que, de hecho, en una sociedad son materialmente más fuertes que los otros. El hecho de la
dominación puede provenir de: a) la mera fuerza o violencia – b) el consentimiento – c) el carisma del
gobernante – d) la realidad económica subyacente /-/ (3) como producto de la lucha de clases: la dialéctica
marxista (estado como supraestructura producida por la dominación de los económicamente débiles) /-/ (4)
confundido con alguno de sus elementos: el estado como pueblo o como territorio, o como gobierno: “el
estado es el gobierno, es el monarca”.
Las teorías deontológicas, agrupan las definiciones que proponen una idea de la naturaleza del estado
asignándole fines, distinguiendo dos corrientes: la escuela del derecho natural racional e individualista que
reclama del estado un fin concreto – y la corriente aristotélico-tomista basada en la noción de que el fin es
parte de la esencia del ser, siendo esa finalidad el bien común.
Las teorías jurídicas se caracterizan por concebir al Estado como un sistema de derecho. Kelsen entendió que
el estado es un orden jurídico, puesto que no llega a serlo hasta el momento en que establece ciertos órganos
especializados para la creación y aplicación de las normas que lo constituyen.
Las teorías políticas son las que presentan al estado como una formación del orden político, entidad
específica de la vida social que está políticamente organizada. Surgen diversas posiciones que
conceptualizan al estado como: a) soberanía ; b) empresa política ; c) régimen.
El fin estatal es el bien común. “Bien” es “aquello a que todas las cosas aspiran” y “común” implica que su
noción trasciende a la persona individual para ubicarse en un plano de conjunto o comunidad.
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E’ territorio + población + poder (gobierno). Aparece como tal, con estos elementos, en la edad media (feudalismo)
no hay derecho administrativo. El d’ estaba pensado y regía relaciones entre pares, no dirigido al soberano, pq’ el
estado estaba por sobre la ley (que era la voluntad del soberano).
Territorio: es el ámbito espacial en donde el estado ejerce su jurisdicción y donde se desarrolla la acción del
grupo humano organizado. Está delimitado. El límite es una línea imaginaria, que surge de común acuerdo, y
que utiliza como base accidentes geográficos, meridianos o paralelos. En el territorio se distinguen tres
ámbitos: terrestre / aéreo / marítimo.
Un presupuesto es una condición necesaria para que algo se pueda dar. Refiere a: ¿qué se necesitó para que
exista el derecho administrativo?
Primer presupuesto político para que exista el d’ administrativo: la existencia del Estado, pero no cualquier
Estado, sino un Estado de Derecho. En la antigüedad existía un estado Absolutista. Cuando el estado se
somete a la ley = “Estado de Derecho” (hay también un orden obligatorio para el estado) este e’ surge
históricamente con la Revolución Francesa y la “división de poderes” de Montesquieu. El estado de derecho
comprende: sometimiento del estado a la ley / división de poderes / que las reglas le reconozcan al
administrado derechos no sólo entre pares sino también frente al estado (esta es la gran conquista, triunfo del
estado de derecho). Reconocimiento de derechos subjetivos (se pone límite al estado). El “ciudadano” nace
en el estado de derecho, antes era “súbdito” / posibilidad de que el estado sea llevado a juicio si viola alguno
de estos derechos.
Misión fundamental del estado de d’: protección del débil. Se necesita que sean constitucionalizados (que
estén en una norma que sea difícil de modificar es una norma pétrea) sino, si es legal común, se modifica
muy fácilmente (las mayorías son circunstanciales, c/dos años las cámaras cambian de composición).
El derecho administrativo parte de una premisa: hay un reconocimiento de derechos subjetivos.
En derecho hay distintas posturas: (1) Positivismo: norma de autoridad competente; el d’ es lo que la ley
dice que es y no hay nada fuera; el estado no reconoce sino que crea, “regala” derechos // (2) iusnaturalismo
o realismo jurídico clásico: el estado reconoce un derecho que ya tengo por ser hombre le reconozco al
sujeto lo que trae en su propio ser (se habla de “reconocimiento”).
Segundo presupuesto constitucional: división de “funciones” para evitar el autoritarismo con la concentración
del poder. El poder es uno, único y dividido en tres funciones: Administrativa, Legislativa y Judicial.
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Montesquieu habla de división de poderes (y no de funciones) porque él no distinguía entre “poder”,
“órganos” y “funciones” del Estado.
Tercer presupuesto constitucional: es que se le reconozcan derechos subjetivos a los administrados los
administrados pueden llevar al Estado a juicio cuando este viola sus derechos. La división de “funciones”
garantiza ese juicio.
Caracteres del d’ administrativo: derecho público // dinámico (normas deben adaptarse a las constantes
trasformaciones sociales) // organizacional (responde al orden y regulación de cada uno de los diferentes entes:
nación, provincias, municipios, etc.) // exorbitante: tiene poderes que exceden la órbita del derecho privado.
S/la Doctrina Social de la Iglesia, el fin del Estado es el bien común. El Estado tiene como fin último el bien
común. En cuanto a la forma de la actividad estatal, la Doctrina Social de la Iglesia propone un principio de
subsidiariedad. El Estado debe actuar sólo en subsidio, es decir, cuando se lo necesite realmente. De este principio
surge la política del subsidio. Por ejemplo, subsidiando al transporte de pasajeros. El Estado debe abstenerse de
invadir la esfera de los estamentos inferiores cuando no requiere realmente de su ayuda y puedan desarrollarse por
sí solos. El principio de subsidiariedad postula: estructuras mayores -estado- deben colaborar para que estructuras
menores -el hombre, la familia- logren una mayor perfección. [Principio positivo].
Principio negativo: estructuras mayores no deben entrometerse en lo que el hombre pueda hacer por sí solo,
porque sino lo ahoga.
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cumplir tal idea, participación voluntaria de sus miembros para cumplir esa idea institucional, uniéndose a
ella y colaborando con su actividad, etc. Esta institución supera a las personas físicas que la componen.
Ivanega: el tema de la personalidad del estado tradicionalmente dividió a la doctrina en cinco corrientes: (a) la que
opone los conceptos de estado y nación: la idea de la nación concebida como sujeto distinto al estado fue
elaborada en Francia a partir de la noción de soberanía. La nación era el sujeto originario de la soberanía y daba
vida al estado al delegársela a sus gobernantes. // (b) la que niega la personalidad del estado: las doctrinas
negatorias parten del criterio de que sólo las personas físicas tienen personalidad. El estado, pura abstracción, no
podía tener una personalidad distinta de quienes lo componían. // (c) tesis restrictiva: aceptan la personalidad
estatal, pero en el campo patrimonial exclusivamente -es decir estado como sujeto de derechos y no en su
actuación como poder- // (d) estado como personificación del orden jurídico total; identifica derecho y estado
/ (e) doble personalidad del estado: la doctrina mayoritaria acepta el criterio de la personalidad única del
estado, que le permite actuar indistintamente en la órbita del derecho público o en la del derecho privado.
3- Actuación del estado. Teorías. Concepto de órgano. Relaciones interorgánicas. El ente. Concepto.
Relaciones interadministrativas.
El estado es una entelequia, una creación artificial, necesita de agentes que hagan, decidan y manifiesten su
voluntad.
Ivanega: concebido el estado como una persona jurídica pública, se ha tratado de explicar el fundamento que
permite que los actos de las personas físicas sean imputados a aquél. Las teorías elaboradas son: al del
mandato, la de la representación y la del órgano.
La TEORÍA DEL MANDATO reconoce que las personas físicas obran en calidad de mandatarios de la
persona jurídica, de modo que lo actuado por aquellas valdría como actuado por la persona jurídica, el
mandante. Intentaron la teoría buscando en el derecho civil, pero no sirve porque el mandato es revocable
(al funcionario no se le puede revocar el mandato, hay estabilidad).
La TEORÍA DE LA REPRESENTACIÓN: mediante esta técnica las personas físicas actúan como
representantes de la persona jurídica, estructurándose de forma similar a la representación de los incapaces.
esta figura cubre la incapacidad de hecho o ejercicio, pero fue desechada.
La TEORÍA DEL ÓRGANO: el funcionario no es ajeno o externo a la administración, sino una parte de ella,
es su instrumento. No existe dualidad como en la teoría de la representación, pues el agente no es un
representante que actúa para el estado, sino que actúa directamente por él. el estado es parecido al cuerpo
humano: c/uno tiene una misión o competencia. Si el sujeto actúa dentro de su competencia, ese acto se le
aplica al estado y no a la persona física, sujeto y sino, no es responsable el estado, sino que son actos propios.
¿Qué es el órgano administrativo? Nuestra doctrina adopta el concepto que comprende a los elementos
objetivo (estático, permanente y abstracto: el centro de atribuciones) y subjetivo (dinámico, variable y
concreto, que pone en movimiento al elemento estático: la persona física). El órgano es la suma del titular y
de la institución, es decir, la unión de personas físicas adscriptas a la función y reparticiones estatales que
impliquen esferas de competencia.
Los órganos administrativos carecen de personalidad.
Clasificación de los órganos administrativos: las distinciones elaboradas atienden a distintos criterios:
a) Por su origen, son constitucionales o administrativos:
b) Por el elemento subjetivo, es decir, la persona o personas titulares del órgano, o la estructura del órgano,
se distinguen entre:
1) Unipersonales, individuales, monocráticos: son aquellos cuyo titular es una sola persona física.
2) Colegiados o colectivos: varias personas, en forma simultánea y en situación de igualdad, ejercen la función del
órgano de que se trate. El titular del órgano es un colegio, es decir un conjunto de personas físicas que se
ordenan horizontalmente, que actúan de manera tal que todas concurren a formar la voluntad del órgano.
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c) S/el orden funcional:
1) Las que atienden el ámbito territorial de las competencias del órgano: centrales, cuya competencia se
extiende a la totalidad del territorio del Estado y periféricos, con competencia territorial limitada.
2) Las que atienden a la naturaleza material de las funciones: órganos activos, en los cuales sus funciones
consisten en la emisión de declaraciones de voluntad que luego será imputada al ente, son los que actúan,
resuelven; de juicio o consultivos, no emiten manifestaciones de voluntad, sólo declaraciones de juicio,
dictámenes e informes, pueden ser generales o especiales; de control, que llevan a cabo actos de
fiscalización, de control sobre los actos de los otros órganos, y deliberantes que no resuelven por sí mismos,
pero que hacen posible la resolución por parte de los activos.
3) Ordinarios y extraordinarios: los ordinarios desarrollan una competencia normal preestablecida en las
normas y los extraordinarios se constituyen en momentos de emergencia, no previstos normalmente.
4) Directivos, ejecutivos y certificantes: los directivos se encuentran a la cabeza de una organización; los
ejecutivos son los que poseen facultades de mera ejecución, y los certificantes se encargan de dar fe de
determinadas circunstancias o hechos.
5) Internos y externos.
6) Órganos de línea y órganos de apoyo.
EL ENTE. CONCEPTO. ¿Qué es el organismo/ente? Es una persona jurídica pública que no es el Estado
nacional, provincial, municipal ni comunal (Boni).
RELACIONES INTERORGANICAS. Son aquellas que se dan entre Órganos de un mismo Ente; ej.:
convenios entre el Ministerio de Educación y el Ministerio de Economía. Estas relaciones pueden ser de
colaboración, de control, de jerarquía (cuando uno le da órdenes a otro), o consultiva. Las relaciones
"interorgánicas" pueden ser de dos clases: 1) relaciones entre meros organismos o reparticiones de la
Administración centralizada; 2) relaciones entre órganos de una misma persona pública estatal.
(Boni) Relaciones interorgánicas: son las que se establecen entre dos o más órganos de una misma persona
jurídica pública estatal. Este vínculo puede ser de colaboración, de conflicto, de subordinación, de carácter
consultivo, o de control.
RELACIONES INTERADMINISTRATIVAS. Son aquellas que se dan entre diferentes Entes; ej.: convenios
entre el Ministerio de Economía y el Banco Central (que es una entidad autárquica). Las relaciones
"interadministrativas" pueden ser de dos clases: a) relaciones entre órganos dotados de personalidad
(personas o entidades autárquicas); b) relaciones entre la Administración centralizada -a través de sus
organismos o reparticiones- y una entidad autárquica. Entre relación "interorgánica" y relación
"interadministrativa" hay, pues, una diferencia fundamental. Las relaciones "interadministrativas" se traban
entre sujetos de derecho (por principio general, entre "entidades autárquicas").
Las relaciones "interorgánicas" no se traban entre personas o sujetos de derecho, sino entre meros organismos o
reparticiones administrativos, o entre órganos de una misma persona pública estatal. De esa diferencia surge una
consecuencia importantísima: los actos en que se concretan las relaciones "interadministrativas" corresponden a la
actividad "externa" de la Administración, en tanto que los actos que traducen las relaciones "interorgánicas"
corresponden a la actividad "interna" de la Administración. En resumen: ya se trate de relaciones
"interadministrativas" o de relaciones "interorgánicas", y a pesar de tratarse en este último caso de actividad
interna de la Administración, ellas háyanse sometidas al derecho. Los actos que las expresan o concretan son
"actos administrativos", que, en principio general, están sometidos a las mismas reglas que los actos
administrativos emitidos o creados en ejercicio de la actividad externa que la Administración desarrolla en su trato
con los administrados. Excepcionalmente, los actos administrativos que expresen o concreten relaciones
interorgánicas o interadministrativas escapan a las reglas "generales" del acto administrativo.
En lo atinente a las relaciones "interorgánicas", que es donde halla plena expresión el "poder jerárquico",
tienen aplicación y, de ahí, mucha importancia, las llamadas "instrucciones" y "circulares", que a su vez
plantean.
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diversos problemas. La facultad de emitir dichas "instrucciones" y "circulares" no proviene de la potestad
reglamentaria de la Administración; la facultad de emitirlas constituye una mera expresión de las relaciones
jerárquicas. Mientras la "instrucción" y la "circular" sean nada más que eso, constituyen simples medidas
internas, actos de Administración y no actos administrativos. Para determinar o aclarar esto, debe estarse no
a la "forma" del acto, sino a su "contenido", a su "alcance". Como corolario del deber de obediencia, la
"instrucción" y la "circular" son obligatorias para el funcionario o para el empleado público y, precisamente,
por serles de cumplimiento obligatorio, en el supuesto de que no las cumplan pueden ser objeto de una
sanción disciplinaria. Pero no son obligatorias para los administrados, puesto que, correspondiendo a la
actividad interna de la Administración, traducen una actividad "no jurídica" de la misma. Los administrados
sólo están obligados a cumplir con la "ley" y a respetar la interpretación que de ésta hagan los jueces y no la
que realicen los órganos administrativos a través de circulares o de instrucciones. La circular y la instrucción
no son fuente de "legalidad" para los administrados; sólo son fuente de obligación jerárquica para el personal
de la Administración. Como consecuencia de esto, el acto administrativo emitido al margen de la instrucción
o de la circular es válido; el no cumplimiento de la instrucción o de la circular no vicia el acto, todo ello sin
perjuicio de la sanción disciplinaria que corresponda aplicarle al respectivo funcionario o empleado.
4- Funciones del Estado desde la óptica subjetiva, formal y material. La función ejecutiva,
administrativa, de gobierno y económica. La función legislativa. La función jurisdiccional. Función
jurisdiccional de la administración pública: jurisprudencia de la Corte. Función jurisdiccional de los
Entes reguladores, alcances.
Ivanega: el vocablo “administración” proviene de las palabras latinas ad y ministrare, que significa servir; o
del término ad manus trahere, que alude a la idea de manejo o gestión. La función administrativa refiere a
una actividad dirigida a realizar un servicio; desde un punto de vista funcional, indica una actividad de
gobierno, de mando o dirección; materialmente es una actividad de organización de bienes disponibles para
que produzcan el mejor resultado posible según parámetros de eficacia-eficiencia; en un sentido vulgar, es
gestionar bienes propios o ajenos. En su relación con el estado, el término “administración” se aplica en dos
sentidos: a) una clase de actividad (sentido objetivo) y b) los entes que la desarrollan, la estructura o aparato
administrativo (sentido subjetivo).
A partir del concepto de que el poder es uno solo, la división de poderes es manifestación de una separación
de funciones: legislación, justicia y administración. Y sin derivarse en un absolutismo, es imprescindible que
aquel poder sea ejercido por órganos diferenciados.
La función legislativa es la creación de normas generales de conducta, imperativas, para todos los habitantes.
La función jurisdiccional es la decisión imperativa de contiendas entre las partes, determinando el derecho
aplicable.
Para determinar qué se entiende por función administrativa, hay cuatro criterios: (1) criterio subjetivo u orgánico:
identificaba a la función administrativa con toda la actividad que desarrolla el PE. / (2) la concepción residual o
negativa considera función administrativa a la actividad estatal que resta luego de excluir la legislación y
jurisdicción. En este sentido, para MERKL administración son las funciones de aquel complejo orgánico que se
rige por relaciones de dependencia que se traducen en el derecho a dar instrucciones del órgano superior y en el
deber de obedecerlas del órgano inferior. / (3) criterio objetivo o material: reconoce que la actividad debe ser
calificada según su contenido sin tener en cuenta el órgano que las ejerce, de ahí que se reconozcan que puede ser
ejercida no sólo por el PE, sino también por PL y PJ. Si bien la función administrativa es ejercida principalmente
por el PE, sus órganos centralizados y descentralizados, nada obsta a que se desarrolle en el ámbito de los
restantes poderes constitucionales, cuando no ejercen su propia actividad. Esta función es común a los tres
poderes del estado y no se confunde con la legislativa y judicial. Para caracterizarla y diferenciarla de la
legislación y jurisdicción se atiende a su carácter concreto, la inmediatez y la continuidad, con el objeto de
satisfacer intereses públicos o necesidades colectivas. En este sentido, MARIENHOFF define la función
administrativa como la “actividad permanente, concreta y práctica del estado que tiende a la
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satisfacción inmediata de las necesidades del grupo social y de los individuos que lo integran”. / (4) criterio
mixto orgánico-material: la función administrativa no tiene un contenido único como las otras funciones, pq’
puede consistir tanto en el dictado de una norma jurídica general como en la decisión de controversias entre
partes en el caso del PE. No está a cargo sólo del PE, pues también la realizan los órganos legislativo y
judicial. Por ello, puede definirse como “toda actividad que realizan los órganos administrativos y la
actividad que realizan los legislativos y jurisdiccionales, excluidos respectivamente los hechos y actos
materialmente legislativos y jurisdiccionales” (s/este criterio, el PE no ejerce función legislativa ni judicial).
La administración pública, desde el criterio subjetivo, es un complejo orgánico y conceptual que va unido
sustancialmente a la idea de Estado. La organización de la administración pública se encuentra condicionada
por el sistema político de cada país y su estructura debe encontrarse preparada, principalmente, para el
ejercicio de la función administrativa.
% de poderes: no tajante. Los poderes se comparten. Cada uno cumple preponderantemente una función,
pero no exclusivamente.
Dentro de la FUNCIÓN EJECUTIVA se incluyen 3 subespecies (no es = a función administrativa gran parte,
pero no la única). Las 3 subespecies son: función administrativa – función de gobierno (actividad
tendiente a la preservación de instituciones fundamentales de la institución BV, saber diferencia con el
acto de gobierno y administrativo -controlado por justicia y acto de gobierno NO-.) – función económica
(propia del e’ social de derecho).
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LAS POTESTADES son las prerrogativas (de mando; de administración; de control; reglamentaria;
sancionadora), facultades, o posibilidad de actuación que las normas jurídicas le otorgan a la Administración
para lograr el bien común.
Son los poderes irrenunciables, intransferibles e imprescriptibles que tiene la administración pública para
cumplir con los objetivos del estado.
Esta potestad no tiene un objeto determinado, es genérico, abstracto. Esto significa que no nace de una
relación jurídica, sino de una ley que la crea, atribuye y precisa su contenido para que sea razonable; no hay
ni deberes concretos ni sujetos obligados.
Como expresa Marienhoff: Para desarrollar su actividad y lograr los fines perseguidos con ello, la
Administración Pública necesita disponer de los medios jurídicos correspondientes. Estos medios jurídicos
constituyen las "potestades" de la Administración, que se diferencian entre sí de acuerdo a la finalidad que
en cada caso se pretenda lograr. De ello resulta que las "potestades" administrativas son varias, según
quedará de manifiesto en uno de los próximos parágrafos.
No debe confundirse "poder" con "potestad". Aquél es lo genérico, ésta lo específico. El "poder" es atributo
del Estado -lato sensu-, en tanto que la "potestad", en lo que respecta a su ejercicio, puede ser prerrogativa
inherente a una función, verbigracia de la función correspondiente a la Administración Pública. Las
"potestades" constituyen un reflejo cualificado del "poder" general del Estado, pero no pueden confundirse
con este "poder".
Tampoco debe confundirse "potestad" con "derecho". Las "potestades" -inherentes a la supremacía estatal-
son indispensables para que la Administración Pública realice sus funciones de interés general. De ello
resulta que las potestades no son renunciables, contrariamente a lo que ocurre con los "derechos".
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de atribuciones integrantes de la zona constitucional de "reserva de la Administración". En cambio, la
potestad para emitir reglamentos delegados y de necesidad y urgencia no es propia del Poder Ejecutivo,
pues, versando ellos sobre materia legislativa, su eficacia depende de un acto del Parlamento. En el
reglamento "delegado" el asentimiento del legislador aparece expresado a priori, a través de la ley que
autorice la delegación; en los reglamentos de "necesidad y urgencia" dicha aprobación es a posteriori; pero
en ambos supuestos se requiere esa conformidad o aquiescencia parlamentaria.
POTESTAD IMPERATIVA o “de mando”. La potestad imperativa, o de mando, es la facultad que tiene la
Administración de dar órdenes y de obligar a su cumplimiento. Esta facultad es la expresión más directa del
principio de autoridad en el ejercicio del Poder Ejecutivo. Los actos de mando, en lo atinente a su iniciativa,
pueden ser de "oficio", cuando tal iniciativa procede de la propia Administración, o a petición de parte interesada.
Pero en ambos supuestos la Administración se determina por sí misma, es decir, valora la situación existente y,
sobre esa base, adopta la resolución que juzga más conveniente. La "forma" de tales actos puede ser verbal o
escrita. En principio rige la forma escrita; pero cuando el asunto es simple, son una o pocas las personas a quienes
obliga, o la necesidad es apremiante o urgente, puede emplearse la forma verbal. Esto último es lo que ocurre, por
ejemplo, en materia de tránsito, donde las órdenes se emiten en el momento y en forma verbal, e incluso mediante
gestos o señas. Pero la forma escrita precisa mejor lo ordenado y determina más exactamente el alcance de la
responsabilidad de los llamados a obedecer: por eso dicha forma constituye el "principio" en esta materia. La
potestad de mando puede ser discrecional o reglada, lo cual se refiere a la forma más o menos ajustada en que la
Administración actúa con relación a la norma legislativa que regula su gestión. Por principio, dicha potestad es
discrecional; excepcionalmente es reglada, lo que debe resultar de texto expreso. La amplia libertad de que
dispone la Administración Pública para valorar las necesidades generales y la forma de satisfacerlas, hace que esta
potestad sea principalmente discrecional.
POTESTAD EJECUTIVA.
La potestad ejecutiva, o de gestión, es, para muchos tratadistas, una potestad expeditiva en sentido estricto,
productora de la serie de actos que realiza la Administración en ejercicio concreto de su obra general. Se trataría
de una particular actividad de la Administración que comprende los hechos que ésta realiza, el cumplimiento de la
ley y de sus reglamentos, como así la efectuación de lo que manda y sanciona dentro de su esfera. Santamaría de
Paredes se ha ocupado particularmente de esta potestad. POTESTAD SANCIONATORIA. La potestad
sancionadora de la Administración es la atribución que le compete a ésta para imponer correcciones a los
ciudadanos o administrados, por acción de éstos contrarios a lo ordenado por la Administración, y sanciones
disciplinarias a los funcionarios o empleados por faltas cometidas en el ejercicio de su cargo, todo ello sin
perjuicio de la acción de los tribunales judiciales. De lo expuesto deriva que a la potestad sancionadora se la
subdivida en correctiva y disciplinaria, respectivamente, según que ella se dirija al administrado o al funcionario o
empleado. La potestad sancionadora, en su aspecto correctivo, es de carácter externo, en tanto que dicha potestad,
en su aspecto disciplinario, es de carácter interno. La potestad sancionadora es un complemento de la potestad
imperativa o de mando. Para el ejercicio de la potestad sancionadora, en su aspecto "disciplinario", tanto la
doctrina, como la jurisprudencia, exigen que el respectivo agente público esté prestando servicios, por cuanto
desde que deja el servicio cesa el poder disciplinario. Dado el carácter posible del poder disciplinario (verbigracia,
"cesantía", "exoneración", etc.), estimo que la precedente solución no es alabable debido a su "generalidad"
conceptual. Como lo advertiré en el lugar de esta
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obra donde me ocupe de la relación de empleo público (función pública), para resolver si una sanción
disciplinaria puede o no aplicarse aun después de terminada la relación de empleo público, es indispensable saber
si la Administración Pública conocía, pudo o debió conocer los hechos que justifican la sanción disciplinaria a
aplicar (cesantía, exoneración, etc.). Si la Administración no conocía ni pudo conocer esos hechos, la sanción
disciplinaria podría tener aplicación aun después de disuelta la relación de empleo público. Lo contrario
implicaría amparar la situación de quienes proceden dolosamente, lo que sería antijurídico.
POTESTAD REGLADA Y DISCRECIONAL. Son regladas las que contienen absolutamente predeterminado en
la norma todos los elementos de la potestad y el margen de valoración por parte de la administración es
prácticamente nulo y, por el contrario, son discrecionales las que no se determinan todos sus elementos y el
margen de interpretación por parte de la Administración es mucho más amplio. Dromi dice que cuando una norma
jurídica predetermina la conducta que el órgano administrativo debe observar, se dice que su actividad es reglada.
En este caso el órgano no puede apartarse de lo que las normas le indican. Aquí, las normas fijan lo que deben
hacer los órganos administrativos: dada una situación de hecho corresponde dictar tal acto administrativo. Un
ejemplo típico lo brinda el derecho jubilatorio, cuyas normas establecen minuciosamente cuáles son los beneficios
que corresponden a los afiliados según sus respectivas situaciones.
Cuando el órgano puede decidir, según su leal saber y entender, si debe actuar o no y, en caso afirmativo, qué
medidas adoptar, se dice que su actividad es discrecional. La discrecionalidad es una libertad, más o menos
limitada, de apreciación del interés público a fin de valorar la oportunidad de la acción y de su contenido. La
discrecionalidad es la libertad que el orden jurídico da a la Administración para la elección oportuna y eficaz de
los medios y el momento de su actividad, dentro de los fines de la ley. En cumplimiento de la función
administrativa policial, por su propia naturaleza, pueden advertirse ejemplos de actividad discrecional.
Existe otra POTESTAD que es la SANCIONADORA = es el poder de aplicar disciplina (al personal interno
o a otra personas).
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de parte; control interno y externo; control jerárquico y control administrativo (o de tutela); control popular y
control constitucional.
Prerrogativas estatales Garantías administrados (CN) sustantivas o de
fondo – adjetivas o de forma
*Acto administrativo: presunción de legalidad (iuris * DEBIDO PROCESO CN y PSJCR (s/Corte
tantum) consecuencia lógica: Interamericana es extensible a todos los
principio de ejecutoriedad (se ejecuta por sí y ante sí, procedimientos que realice el e’ (conf. Caso Itsdel
es ejecutable por el propio órgano del PE) Bronce Perú )
Excepciones la principio? (¿? De examen) =
Libertad ambulatoria se necesita juez para LIBERTAD AMBULATORIA
ordenar la detención /
Propiedad privada juicio de apremio (PJ) o ley PROPIEDAD PRIVADA
previa para la expropiación (PL).
Hay una garantía más fuerte que la ejecutoriedad del
estado, excepción de excepción
¿Cuándo la policía puede detenerte sin orden? (A)
flagrancia – (B) estado de sitio.
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Ej: caso Rioja y San Martín la Municipalidad ordenó
demolición pero una medida cautelar lo frenó.
7- Derecho Público. Concepto. Distinción entre Derecho Público y Derecho Privado. Derecho
Administrativo: nacimiento y evolución. Objeto Autonomía.
DERECHO PÚBLICO. CONCEPTO. Se conoce con el nombre de derecho público a la rama del Derecho que
tiene el objetivo de regular los vínculos que se establecen entre los individuos y las entidades de carácter privado
con los órganos relacionados al poder público, siempre que éstos actúen amparados por sus potestades públicas
legítimas y en base a lo que la ley establezca. Es el conjunto de normas que regula las relaciones de los órganos
del Estado entre si y de este con los particulares, cuando actúa en calidad de entidad-estatal.
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DISTINCIÓN ENTRE DERECHO PÚBLICO Y DERECHO PRIVADO. El derecho público (penal, tributario o
fiscal, constitucional, etc.) se distingue del derecho privado (civil —obligaciones, contratos, sucesiones, familia
—, comercial) en que en el primero se trata de relaciones jurídicas entre el Estado y los particulares, o entre entes
estatales entre sí. Esto es así al menos en el derecho argentino, donde no hay actividad estatal que se halle
sometida única y exclusivamente a normas de derecho común: cuando tales normas se aplican al Estado, están
siempre modificadas o interconectadas con normas de derecho público, de forma tal que se integran al complejo
normativo del derecho público. Ello ha llegado a ser así debido a que, generalmente, toda vez que el legislador o
el juez han considerado una relación jurídica establecida entre el Estado y otro sujeto de derecho, se han inclinado
a dar soluciones particulares antes que aplicar al pie de la letra la
legislación común. Una consecuencia de esto es que en el derecho público hay a menudo una relación de
subordinación (porque se le confiere al Estado una cierta superioridad jurídica sobre el particular, un número
de atribuciones superiores a los derechos individuales del habitante), a diferencia del derecho privado, en
que es más frecuente la coordinación: los sujetos se encuentran allí en un plano de más igualdad. Esa
diferencia de régimen tiene en parte por raíz sociológica que por lo general tales relaciones afectan el
“interés público,” (“bien común”), o el “interés privado,” individual, respectivamente. Pero la distinción
entre derecho público y privado no es a priori; no se trata de que las normas de derecho público tengan una
estructura diferente de las del derecho privado, ni que matemáticamente unas y otras contemplen situaciones
de interés general y de interés individual, sino tan sólo que las leyes que rigen las relaciones del Estado con
los particulares van acumulando prerrogativas y privilegios para el Estado. Además, algunos de los
principios de tales leyes deben regular situaciones que no se dan sino en el caso del Estado: todo lo relativo a
la organización, funcionamiento y actividad de los poderes públicos y el control de los servicios públicos
monopolizados emplea principios diversos de los del derecho común. Esas prerrogativas y disposiciones
peculiares constituyen un todo estructurado y regido por principios propios: las que empiezan siendo
excepciones se tornan norma general y así las reglas del derecho privado se ven desplazadas por aquéllas.
Es lógico independizar metodológicamente a ese conjunto de principios correlativos y concordantes entre sí,
que resultan discordantes y extraños al derecho privado.
Como expresa Marienhoff, el Derecho Administrativo está en plena formación, en plena evolución. Como
ciencia háyase en construcción. Esto se advierte examinando cualquiera de sus instituciones fundamentales,
por ejemplo, el servicio público, el dominio público, etcétera, cuyas nociones conceptuales y principios
correlativos han sufrido profundas transformaciones desde un tiempo a esta parte.
Todo eso se expresa diciendo que este derecho es un derecho in fieri (en camino de hacerse o haciéndose).
Según Cassagne: “Es la parte del Derecho Público Interno que regula la organización y las funciones de
sustancia administrativas, legislativa y jurisdiccional del Poder Ejecutivo y de las entidades jurídicamente
descentralizadas, también las funciones administrativas de los restantes órganos (PL y PJ) y en general todas
aquellas actividades realizadas por personas públicas o privadas a quienes el ordenamiento les atribuye
potestades de poder público derogatorias o exorbitantes del derecho privado”.
Entonces: Derecho Administrativo = Función Administrativa del PJ, PL y PE (más las funciones legislativas
y judiciales del PE) + las actividades de entes descentralizados (cuando se relacionan con concesionarios o
usuarios de servicios públicos) y de personas con poder público. Su fin es defender los intereses de la
comunidad. Según Diez: “El Derecho Administrativo es una rama del Derecho Público Interno que contiene
un conjunto de principios y normas que regulan la organización (como se organiza el Estado; cuáles son sus
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
órganos), la actuación (como se administra un país; cuales son los hechos, actos y contratos que realiza el
Estado), y el control de la Administración Pública (control previo y posterior de los actos de la
Administración)”.
Según Marienhoff: “Ha de entenderse al Derecho Administrativo como el conjunto de normas y de
principios de derecho público interno, que tiene por objeto la organización y el funcionamiento de la
administración pública, como así la regulación de las relaciones interorgánicas, interadministrativas y las de
las entidades administrativas con los administrados”. No es recomendable, y menos aún útil, hacer referencia
a la multiplicidad de definiciones que se han propuesto para dar la noción conceptual de derecho
administrativo. Muchas de esas definiciones son confusas, carentes de sentido; otras resultan
extremadamente vagas; otras, en fin, son concretas, pero inaceptables por carecer de algún elemento
esencial. Marienhoff juzga razonable el criterio de que, cuando se defina el derecho administrativo, se
prescinda de definir simultáneamente la función administrativa. Se trata de conceptos distintos, que deben
analizarse separadamente, y cuyo tratamiento conjunto sólo tiende a complicar las cosas, en virtud de las
discrepancias que existen acerca de lo que ha de entenderse por función administrativa. Antes de expresar la
noción conceptual de derecho administrativo que adopta en su tratado, menciona y explica los distintos
criterios doctrinales que fueron exponiéndose para dar dicha noción.
Tales criterios pueden reducirse a los siguientes: a) criterio legalista; b) criterio del Poder Ejecutivo; c)
criterio de las relaciones jurídicas; d) criterio de los servicios públicos; e) criterio de la actividad total del
Estado; f) criterio de los servicios públicos y del contralor jurisdiccional de la Administración Pública; g)
criterio de los órganos de aplicación.
Diversos tratadistas hacen referencia a los mencionados criterios.
a) Criterio legalista. Para los que siguen este punto de vista, el derecho administrativo consiste en la
exposición y comentario de las leyes administrativas. Cronológicamente, este grupo comprende a autores
antiguos; entre ellos cuadra recordar a Batbie y Colmeiro. Entre los expositores argentinos, corresponde
incluir en este grupo a Ramón Ferreyra, que escribió en el año 1866, y a Lucio Vicente López, que habló
desde la cátedra de la Facultad de Derecho de Buenos Aires en 1890, y cuyas 27
lecciones fueron tomadas taquigráficamente por algunos alumnos suyos, y publicadas más tarde, en 1902,
cuando ya el maestro había fallecido. Este criterio ha sido rechazado, pues reduce el derecho administrativo
a una mera "legislación", olvidando que la legislación no es el "derecho", el cual no sólo comprende la ley,
sino los "principios". Con razón se dijo que leyes administrativas y derecho administrativo no son términos
equivalentes.
b) Criterio del Poder Ejecutivo. Según este criterio, el derecho administrativo es el regulador de la actividad
del Poder Ejecutivo. A fines del siglo pasado lo siguió Ducrocq, en Francia, y Santamaría de Paredes en
España; entre nosotros lo sigue Sarría. Esta concepción ha sido objetada; en primer lugar, porque la actividad
del Poder Ejecutivo no se reduce a administrar: aparte de su actividad administrativa, está su actividad
política o de gobierno; en segundo lugar, porque no sólo administra el Poder Ejecutivo: también lo hacen,
aunque con carácter excepcional, el Legislativo y el Judicial, además de que, dentro mismo del Poder
Ejecutivo, hay órganos dotados de personalidad que también administran, verbigracia las entidades
autárquicas institucionales.
c) Criterio de las relaciones jurídicas. De acuerdo a los que sostienen este criterio, el derecho administrativo es el
que regula las relaciones entre los particulares y el Estado. Se ha dicho que esta concepción no es inexacta, pero sí
incompleta, porque no expresa la última diferencia. La idea de relaciones entre los ciudadanos y el Estado no es
privativa del derecho administrativo. Ocúpanse también de estas relaciones el derecho constitucional, el derecho
penal y el derecho procesal, como ramas todas ellas, al igual que el derecho administrativo, del derecho público
interno. Por otra parte, el derecho administrativo no contrae su estudio a las relaciones entre los particulares y el
Estado, sino que también trata de las que se entablan entre éste y sus propios órganos. Aparte de lo anterior, como
bien se ha expresado, la relación jurídica no es el único elemento que debe entrar en la definición del derecho
administrativo. En efecto, la Administración Pública necesita
también normas que regulen no ya sus relaciones con los particulares, sino su organización interna para que
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Mariana del Pazo
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pueda obrar del modo mejor y más eficaz. Y no sólo se requiere normas que regulen su organización, sino
también su "funcionamiento".
d) Criterio de los servicios públicos. Según este criterio, el derecho administrativo es el conjunto de normas
reguladoras de los servicios públicos. Se lo ha objetado diciendo: 1) que la noción de servicio público es
imprecisa, lo que a su vez torna imprecisa la noción de derecho administrativo; 2) que el servicio público, si bien
constituye una parte importante del derecho administrativo, no agota el objeto del mismo. El criterio en cuestión,
aunque fue auspiciado por diversos expositores, hoy está rechazado por la generalidad de la doctrina.
e) Criterio de la actividad total del Estado. Según este punto de vista, el derecho administrativo es el derecho
regulador de la actividad total del Estado. Parte del supuesto de que la Administración es actividad total del
Estado. Fue auspiciado por juristas alemanes, en especial Stein; se incluye también a Otto Mayer en esta
concepción, ya que para él el derecho administrativo es el derecho relativo a la Administración, y
Administración la actividad del Estado. Este criterio parte de un concepto objetable: la noción de
Administración que, como ya lo advertí al comienzo de este mismo parágrafo, no conviene considerar al
definir el derecho administrativo, porque tratándose de conceptos distintos y muy discutidos, deben ser
considerados separadamente. Por lo demás, es inexacto que la Administración constituya la actividad total
del Estado. Fuera de la actividad administrativa, el Estado desarrolla otras actividades. Correlativamente, es
inaceptable el concepto que, sobre esa base, se le atribuye al derecho administrativo.
f) Criterio de los servicios públicos y de la protección jurisdiccional de los administrados. Esta es la orientación
seguida por Rafael Bielsa, para quien el derecho administrativo es el "conjunto de normas positivas y de
principios de derecho público de aplicación concreta a la institución y funcionamiento de los servicios públicos y
al consiguiente contralor jurisdiccional de la Administración Pública". La tesis de Bielsa fue acertadamente
refutada y rechazada por Villegas Basavilbaso. Respecto al "servicio público" vale la crítica general ya formulada
a los que pretenden que el derecho administrativo es el regulador de los servicios públicos;
g) Criterio de los órganos de aplicación. Trátase de la posición de Merkl, para quien el derecho administrativo es
la sección del orden jurídico que se refiere a la Administración, regulándola; por lo que puede definirse como
derecho administrativo la suma de normas jurídicas que regulan aquellas funciones jurídicas determinables
mediante las instrucciones. Como lo expresa el propio Merkl, dicho concepto del derecho administrativo se
complica con las mismas dificultades de demarcación que el concepto de administración que le sirve de base.
Esto, de por sí y en general, como método a seguir es ya objetable, porque, como quedó expresado al comienzo de
este parágrafo, no conviene vincular la definición de derecho administrativo a la noción de Administración, por
tratarse de nociones distintas y muy discutidas que deben analizarse separadamente. Y en particular no resulta
aceptable el criterio de Merkl sobre lo que ha de entenderse por derecho administrativo, porque su noción de
Administración, a la que vincula la del derecho administrativo, tampoco es aceptable, aunque resulte interesante
como intento de construcción jurídica. El derecho administrativo pertenece al derecho "público". Esto nadie lo
desconoce. Ello es así por la índole de los sujetos intervinientes -Estado y administrado-, por la naturaleza de la
actividad que realiza la Administración, por la índole de las relaciones posibles que todo ello determina entre el
Estado y el administrado, y, finalmente, por la materia regulada ("organización" y "funcionamiento" de la
Administración Pública).
De todo eso se deduce que, en estos supuestos, el Estado, actuando en ejercicio de sus prerrogativas de
"poder", háyase colocado en un plano superior frente al administrado, lo que determina que las normas
pertinentes no sean, como en el derecho privado, de "coordinación", sino de "subordinación" -imponen
"obligatoriedad"-, que es el rasgo característico de las normas integrantes del derecho público.
OBJETO. El Derecho Administrativo tiene por objeto “regular la organización, la actuación, y el control de
la Administración Pública”. Según Marienhoff, el "objeto" del derecho administrativo es la Administración
Pública, en todas sus manifestaciones, sean éstas externas o internas, vale decir jurídicas o no jurídicas. De
ello es fácil deducir el "contenido" de ese derecho. "Administración" es la actividad permanente, concreta y
práctica del Estado que tiende a la satisfacción inmediata de las necesidades del grupo social y de los
individuos que lo integran. De modo que Administración es "actividad" encaminada a lograr un fin. Pero la
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Administración, antes de ejercer su actividad, debe "organizarse", creando sus órganos, fijándoles su
competencia, etcétera. No es concebible la "actividad" o "funcionamiento" de la Administración Pública sin
su previa "organización".
Y como el derecho administrativo tiene por objeto a la Administración, va de suyo que integra el "contenido" de
ese derecho todo lo atinente a la "organización" y al "funcionamiento" de la Administración Pública.
El "contenido" del derecho administrativo está constituido: a) por la "organización" administrativa; b) por el
"funcionamiento" de la Administración Pública; c) por las diversas "relaciones" que nacen de la actividad
administrativa.
En términos generales, es ese el contenido que la doctrina le asigna al derecho administrativo, lo cual incide
en las definiciones de ese derecho propuestas por los autores. Desde luego, hay quienes sustentan otros
criterios, según así quedó expresado precedentemente. Algunos expositores incluyen en su definición sólo
parte del contenido a que hice referencia, o creen expresar dicho contenido con otras palabras; otros incluyen
como materia propia del derecho administrativo otras materias, acerca de cuya inclusión hay serias
disensiones doctrinarias, tal como ocurre con el contencioso administrativo.
8- Relaciones del Derecho Administrativo con otras disciplinas jurídicas: Derecho Constitucional.
Derecho Penal. Derecho Procesal. Derecho Internacional Público. Derecho Civil. Derecho Comercial.
Con el Derecho Constitucional: es la relación más importante, porque el Derecho Administrativo toma sus
principios fundamentales de la Constitución Nacional (en la CN se detallan los fines del Derecho
Administrativo –Preámbulo-; sus órganos y organización –arts.87 a 98-; sus relaciones con los particulares –
arts.14, 19-). Se puede decir que el Derecho Administrativo tiene el encabezamiento de sus capítulos en el
Derecho Constitucional; éste es la espina dorsal del Derecho Administrativo, ya que la actividad jurídica de
la Administración encuentra sus limitaciones en la Constitución.
Con el Derecho Penal: las relaciones del Derecho Penal con el Derecho Administrativo pueden referirse, por
un lado, al objeto contemplado por la norma penal, y por otro, a la aplicación extensiva de las disposiciones
del Código Penal en supuestos de Derecho Administrativo. El Derecho Administrativo requiere de la tutela
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represiva para asegurar su eficaz y normal funcionamiento, ya que de lo contrario podría afectarse la
existencia misma del Estado.
Con el Derecho Procesal: el Derecho Procesal es aquella disciplina jurídica que estudia, además de la función
jurisdiccional del Estado, los límites, extensiones y naturaleza de la actividad del órgano jurisdiccional, de las
partes y de otros sujetos procesales. Están estrechamente vinculados. El Derecho Administrativo le establece al
Derecho Procesal entre otras cosas, los principios rectores de la función pública que cumple el juez, las relaciones
de jerarquía entre los tribunales y la posibilidad que tienen éstos de dictar ordenanzas reglamentarias (acordadas).
Se le aplican al Derecho Procesal Administrativo los principios del Derecho Procesal Civil (que se ocupa de las
formalidades que deben cumplirse en todo proceso).
Con el Derecho Internacional Público: nos encontramos hoy con un Derecho Administrativo Internacional y
también con un Derecho Internacional Administrativo. Así, por cuanto hay actividades de la Administración
que constituyen servicios públicos de carácter internacional, debido a la interdependencia económica,
comercial, científica y política existente entre los pueblos. Un claro ejemplo es el servicio postal, que
constituye derecho administrativo internacional. También, muchos de los intereses sociales que satisface la
Administración son prestados por empresas internacionales (ej.: en Santa Fe el servicio de Aguas estaba
concesionado a una empresa francesa).
Con el Derecho Civil: los problemas del Derecho Administrativo deben ser resueltos por aplicación de
normas y principios de Derecho Administrativo; pero al ser una rama nueva, y no estar codificado,
subsidiariamente se aplica por analogía las normas del Código Civil (ej.: en materia de capacidad).
Con el Derecho Comercial: El Derecho Comercial se refiere al fenómeno de la circulación de la riqueza. Por
ello, no puede considerárselo sólo una rama del Derecho Privado, ya que los fenómenos de la circulación
requieren necesariamente instituciones de derecho público (bolsas de comercio, aduanas, registros, cámaras
de comercio, etc.). El Derecho Administrativo regula lo relativo a las bolsas de comercio y aduanas.
Interpretación. - Interpretar la ley es buscar el sentido y valor de la norma para medir su extensión precisa.
La interpretación es una actividad de conocimiento, referida a la norma aplicable al caso concreto. La
interpretación precede a la aplicación; expone las razones; la aplicación convierte las acciones en decisión.
Elementos de interpretación:
Gramatical: es la interpretación de las palabras de la norma.
Lógico: es la interpretación de la norma tratando de descubrir la voluntad del legislador al momento de
dictar la norma.
Histórico: es la interpretación de la norma a la época en que la ley fue dictada. El intérprete debe indagar los
antecedentes de la norma a interpretar (el derecho derogado y el actual).
Teleológico: es la interpretación de la finalidad de la norma, los motivos que determinaron su sanción, y la
ocasión en que fue dictada.
Sociológico: es la interpretación de la norma ajustada a la realidad (social, política, cultural, y económica)
vigente al tiempo en que se aplica la norma. En caso de existir discrepancias entre el sentido literal de la
norma y la voluntad de su autor, debe realizarse una adaptación que limite, amplíe, o sustituya el sentido
lingüístico de la norma. Si hay ausencia de norma, es decir vacío legal, resulta necesario realizar una
integración normativa. Se realiza por el procedimiento de la analogía y los principios generales del derecho.
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luego, a los principios generales del derecho (enunciados normativos de valor genérico que condicionan y
orientan la comprensión del ordenamiento jurídico –normas generales del sistema-).
2. Heterointegración: cuando la integración se realiza recurriendo a otros ordenamientos jurídicos (por ej.:
recurriendo al Derecho Natural; la Equidad; etc.).
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UNIDAD II
1.- LA CONSTITUCIÓN COMO FUENTE DEL DERECHO ADMINISTRATIVO.
Es la fuente más importante de nuestro derecho administrativo; es imperativa (porque es el orden jurídico
pleno) y a partir de 1994 se halla integrada al derecho supranacional en forma expresa (art. 75 inc.22 CN) y
es la que establece la estructura y ejercicio de la función administrativa y define el modelo administrativo
estatal (Representativo, Republicano y Federal), le otorga personalidad jurídica al Estado y reconoce
derechos de los habitantes. La CN contiene disposiciones expresas respecto de la organización administrativa
en los arts. 87,88, 99 inc.1, 100 y 103.
En los arts. 14, 19 y 28 la CN se refiere a los límites del ejercicio de la función administrativa.
La Constitución Nacional, es la fuente principal del Derecho Administrativo, porque toma sus principios
fundamentales de la CN. Por eso, toda norma Administrativa debe estar de acuerdo con la Constitución.
De ella surgen una serie de principios de aplicación inmediata que configuran la base del Derecho
Administrativo:
ـ Igualdad (art.16 CN): “todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin
otra condición que la idoneidad. La igualdad es la base de los impuestos y de las cargas públicas”.
ـ Respeto a la Propiedad Privada (art.17 CN): “la propiedad es inviolable, y ningún habitante de la
nación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación por causa de
utilidad pública debe ser calificada por ley y previamente indemnizada”.
ـ Reserva (art.19 CN): “las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y
a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los
magistrados”.
ـ Legalidad (art.19 CN): “Ningún habitante de la nación será obligado a hacer lo que no manda la ley,
ni privado de lo que ella no prohíbe”.
Puesto que el derecho administrativo estudia la estructura de uno de los órganos jurídicos del estado (la
administración) y el ejercicio de la función administrativa (facultades del estado en el órgano “administración” y
limitaciones a las mismas, en los derechos de los habitantes), fácil es advertir la importancia del derecho
constitucional y concretamente de la constitución como fuente del derecho administrativo. Desde luego, las
normas de derecho administrativo o en general de derecho público contenidas en la constitución son supremas, y
no pueden ser violadas por ninguna ley, acto administrativo, acto de gobierno, sentencia o hecho; pero la
constitución contiene no sólo normas jurídicas, sino también principios de derecho público.
El estado de derecho en la constitución. La concepción del Estado como persona jurídica, se encuentra
implícitamente reconocida en el artículo 35 de la Constitución Nacional. En ese carácter, ejerce potestades y
derechos, contrae obligaciones, impone deberes y cargas, etc. Refuerza esta interpretación la referencia que
se formula a la Nación —entendida como sujeto de derecho— en el título primero de la segunda parte de la
Constitución, ya que al reglar la actividad de los organismos de la Nación, reconoce como presupuesto que
esos órganos integran un sujeto de derecho con personalidad jurídica.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Esta primera parte de la Constitución Nacional, marca límites a la Administración, brindando derechos y
garantías a los particulares frente al Estado.
2.- CLASIFICACIÓN Y JERARQUÍA DE LAS FUENTES EN EL DERECHO ARGENTINO.
(Gordillo) Tradicionalmente se distinguen las fuentes formales de las fuentes materiales del derecho. Las
primeras serían aquellas que directamente pasan a constituir el derecho aplicable, y las segundas las que
promueven u originan en sentido social-político a las primeras. Fuentes en sentido formal serían la
constitución, las leyes, los reglamentos y la jurisprudencia; fuentes en sentido sustancial u “orígenes,” los
hechos sociales, doctrinas y costumbres. Algunos autores no distinguen entre uno y otro tipo de fuentes, y
dicen así que las fuentes del derecho administrativo son la ley (en sentido amplio), la doctrina y la
costumbre; otros agregan a los hechos como fuente formal.
La posición o grado que ocupen las fuentes, viene dado por el valor que el mismo ordenamiento jurídico le
otorgue a dichas fuentes, siendo indiscutible que las normas constitucionales o la Constitución se encuentra
en la cúspide o el vértice de todo el ordenamiento jurídico, y ello es así para todas las disciplinas jurídicas, a
tenor de lo establecido en el artículo 31 de nuestra Carta Magna.
Las fuentes Formales están establecidas en el art.31 y en el 75 inc.22 de la Constitución.
1.- Constitución Nacional y Tratados Internacionales sobre derechos humanos;
2.- Demás Tratados Internacionales aprobados por el Congreso;
3.- Leyes Nacionales;
4.- Decretos y Reglamentos
5.- Constituciones Provinciales y Leyes Provinciales.
Las fuentes Materiales son: Analogía; Jurisprudencia; Principios Generales del Derecho; Doctrina;
Costumbre; Equidad.
La constitución nacional y las normas provinciales.
En Argentina la CN organizó un tipo de gobierno bajo la forma republicana, representativa y federal. Por
eso, en el sistema constitucional argentino, hay que tener en cuenta el doble orden de atribuciones derivado
de la coexistencia de la personalidad jurídica de las Provincias y de la Nación. Pero esta coexistencia no
genera obstáculos porque se reconoce la supremacía de la CN sobre las Constituciones Provinciales.
Dentro del sistema federal, la nación tiene únicamente las facultades delegadas por las provincias; y éstas
conservan las no delegadas al gobierno federal y las que se han reservado por pactos especiales al tiempo de
su incorporación.
En virtud de estas facultades las Provincias se dan su propia Constitución, tienen sus instituciones locales y
se rigen por ellas.
El Derecho Administrativo en Argentina tiene un carácter local, hay un derecho administrativo provincial y
otro nacional, de allí que las provincias puedan dictar leyes de carácter administrativo.
Sin embargo que la nación puede dictar leyes administrativas cuyo ámbito de aplicación es todo territorio
nacional.
Dada la coexistencia de personalidad entre las provincias y la Nación, existe un doble orden de atribuciones
derivadas de la misma, pero ello no es óbice para que el régimen instituido consagre expresamente la
supremacía de la Constitución Nacional por sobre las constituciones que las provincias dicten, respetando el
sistema federal de gobierno. Asimismo, deben ser conforme a los principios, declaraciones y garantías de la
Constitución Nacional, asegurando su administración de justicia, el régimen municipal y la educación
primaria (establecido en el art. 5 de la Constitución Nacional), llamada cláusula de garantía provincial.
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Teniendo en cuenta el sistema Federal de Gobierno las fuentes del Derecho Administrativo tienen naturaleza
local, dado que las provincias se dan sus propias instituciones, se rigen por ellas (art. 5 CN) y conservan todo
el poder no delegado a la nación (art. 121 CN). Por esta razón es preciso establecer el carácter provincial o
nacional de las fuentes para cada caso en particular.
3.- LOS TRATADOS INTERNACIONALES.
Una de las principales innovaciones introducidas por la reforma constitucional de 1994 es la jerarquía de los
tratados celebrados con las naciones extranjeras y con los organismos internacionales a los cuales un
precepto expreso les asigna una jerarquía superior a las leyes (art. 75 inc. 22).
Los tratados son fuentes del derecho Administrativo cuando obligan a los órganos o entidades
administrativas a realizar determinada actividad o cuando contienen disposiciones de derecho administrativo
aplicables en el ámbito interno del país.
Hay que partir del principio consagrado en el art. 31 de la CN, el cual establece que las leyes de la Nación y
los Tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la Nación.
La reforma constitucional de 1994 ha seguido la línea jurisprudencial adoptada en los últimos fallos por la
CSJN (fallos Ekmekdjian, Servini de Cubría y Fibraca) consagrando el principio de superioridad de los
tratados y concordatos sobre las leyes. Pero, además, con respecto a los denominados tratados de integración
ha incorporado el principio de la supremacía del derecho comunitario sobre el derecho interno (excepto la
CN) al prescribir que “las normas dictadas en su consecuencia, tienen jerarquía superior a las leyes”.
A partir de la reforma constitucional el esquema de las fuentes y del derecho de los tratados ha quedado así
diseñado:
a) Se reconoce jerarquía constitucional a tratados internacionales sobre Derechos Humanos, con una
limitación importante “en las condiciones de su vigencia”. Esta clase de Tratados “no derogan
artículo alguno de la primera parte de esta CN y deben entenderse complementarios de los derechos
y garantías por ella reconocidos”
b) Dicha jerarquía también la pueden alcanzar otros tratados en el futuro siempre que se cumpla el
procedimiento específico previsto en la CN.
c) Los tratados de integración pueden delegar competencias y jurisdicción a organizaciones supra
estatales.
d) Los acuerdos ejecutivos celebrados por funcionarios del gobierno que no requieren la aprobación del
Congreso y que pertenece a la competencia que tiene asignada el PE al tener a su cargo la dirección
de las relaciones internacionales.
A su vez, estos acuerdos pueden clasificarse en dos categorías: a) celebrados por delegación del congreso o
delegación que habilita al propio tratado aprobado por el Congreso, b) suscritos en ejercicio de competencias
propias del PE. Sólo los acuerdos ejecutivos del pto. a) tienen primacía sobre las leyes conf. al principio que
ha sentado el inc. 22 del art. 75 de la CN ya que de extenderse este criterio al resto de los acuerdos ejecutivos
se estaría atribuyendo al PE la facultad de derogar las leyes, lo cual resulta contrario a la división de poderes
y a la distribución de las competencias constitucionales.
Los tratados de integración: validez y aplicabilidad.
El efecto de esta cláusula no es colocar al derecho de la integración (v.gr. el Tratado de Asunción) por
encima del orden constitucional sino el de afirmar la primacía de los tratados de esa índole respecto de las
leyes y es del caso recordar que este principio había sido ya establecido, antes de la reforma constitucional,
por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los casos "Ekmekdjian, Miguel Ángel c/Sofovich, Gerardo
y otros", "Servini de Cubría, María Romilda s/ amparo” y “FIbraca Constructora SCA c/ Comisión Técnica
de Salto Grande”.
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Catalina Quiñónez
En consecuencia, conforme al principio de la primacía tanto el derecho originario como el derecho derivado
que emanan de dichos tratados nunca pueden ser derogados por las leyes posteriores ni serles opuestas las
leyes anteriores del derecho interno de los países miembros.
Los que poseen mayor entidad jurídica son los límites materiales de dichos tratados de integración que,
conforme al artículo 75, inciso 24 de la Constitución Nacional, tienen que celebrarse en condiciones de
reciprocidad e igualdad y respetar el orden democrático y los derechos humanos.
A) Reciprocidad e igualdad.- La imposición de este límite constitucional para la cesión de competencias a
las organizaciones supraestatales se inspira en una cláusula similar de la Constitución griega que
prescribe que las limitaciones al ejercicio de la soberanía estatal resultan válidas "sobre la base del
principio de igualdad y en condiciones de reciprocidad" (art. 28.3). Se ha dicho que las ideas de igualdad
y reciprocidad no son sinónimas ya que mientras la primera hace referencia a la posición de los Estados
"en el seno del ente supranacional como organización (aspecto estático) la reciprocidad, sin embargo, se
conecta con el sometimiento de la eficacia de los actos y normas a la condición de que desplieguen
también sus efectos en el resto de los Estados (aspecto dinámico)"
B) El orden democrático y los DDHH.- Se trata de conceptos jurídicos indeterminados que componen
el denominado "núcleo básico" de la Constitución, el cual se integra, además, con los derechos
fundamentales reconocidos en el artículo 14 de la Constitución Nacional y con los principios no
enumerados derivados de la forma republicana de gobierno (art. 33, Const. Nac).
Estas condiciones operan en dos direcciones ya que resultan exigibles tanto respecto de las cláusulas
del respectivo tratado de integración (derecho originario) como con relación al derecho que fluye de
las organizaciones supraestatales (derecho derivado) o con las normas jurídicas internas dictadas por
los Estados en ejecución del tratado de integración.
Si existiera una lesión constitucional que tuviera origen directo en el propio Tratado de integración,
en el derecho derivado o en normas jurídicas dictadas en el orden interno de los Estados -y siempre
que diera lugar a una controversia o caso-, los interesados podrían plantear la cuestión de
constitucionalidad ante los jueces nacionales y llevar el planteo hasta la Corte Suprema de Justicia
por la vía de los recursos extraordinario u ordinario, en su caso (conf.: arts. 116 y 117 de la Const.
Nac; artículo 14 de la ley 48 y artículo 24, inc. 6o del decreto ley 1285/58).
En tales supuestos la decisión del Alto Tribunal tendría por efecto la inaplicabilidad de la norma
violatoria en el caso concreto. De últimas, el reglamento delegado se encuentra sometido al control
parlamentario que a posteriori está habilitada a ejercer la Comisión Bicameral Permanente del
Congreso.
La ley.
En su sentido material, se entiende por ley todo acto o norma jurídica que crea, modifica o extingue un
derecho de carácter general y obligatorio, mientras que, de acuerdo al criterio formal, la ley consiste en el
acto emanado del Órgano Legislativo, conforme a un procedimiento preestablecido.
Los caracteres esenciales de la ley —en su sentido material— están constituidos por la generalidad y la
obligatoriedad.
Por su parte, la obligatoriedad o imperatividad destaca un carácter que hace al cumplimiento de las
prescripciones de la ley, en cuanto el Estado posee el poder de asegurar que ellas se cumplan, inclusive
apelando a la coacción.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
La falta de generalidad no constituye un obstáculo para calificar a actos con alcance particular (por ej. el
Congreso, ejerciendo su competencia para dictar actos con forma de ley, otorga subsidios, pensiones, decreta
honores o privilegios) como leyes en virtud de que, si bien la generalidad sería un carácter natural de la ley,
no hace a su esencia.
Un sector de la doctrina ha adoptado un criterio mixto que, al combinar el criterio formal con el material,
considera que sólo son leyes las normas de carácter general emanadas del Órgano Legislativo de acuerdo al
procedimiento previsto para ello.
En realidad, predomina el empleo del criterio formal, que es el que recoge nuestra Constitución Nacional.
Pero, como fuente del derecho, la noción técnica de ley en sentido material debe combinarse con el criterio
formal.
La ley formal sólo puede ser derogada por otra ley, dictada por el Órgano Legislativo de acuerdo al
procedimiento previsto. Así lo exige el principio del paralelismo de las competencias y la llamada
preferencia de la ley, como fuente del derecho.
El problema de la prevalencia de las leyes es si se trata de materias atribuidas, en forma privativa, al Congreso
Nacional, las leyes que dicten las provincias no pueden alterar las leyes de la Nación. Los conflictos de esta
naturaleza deben ser resueltos por la Corte Suprema de Justicia de la Nación (arts. 116 y 117 de la Const. Nac.).
En el segundo caso, las leyes posteriores derogan las leyes dictadas con anterioridad. Pero este principio reconoce
una excepción importante cuando las leyes anteriores hubieran sido dictadas para regir una situación especial (lex
posterior generalis, non derogat priori speciali). Las leyes especiales subsisten, en consecuencia, en tanto no exista
una repugnancia efectiva o incompatibilidad con la ley general posterior.
Se consideran "leyes especiales" aquellas que determinan un régimen particular para un caso determinado o
para una serie de casos determinados, mientras que son "leyes generales" aquellas que prescriben el régimen
aplicable a todos los supuestos que componen un determinado género de relaciones jurídicas.
Otro rasgo que suele atribuirse a la ley es el de su irretroactividad. La Constitución Nacional establece el
principio nullum crimen, nullapoena sine lege (art. 18), el cual, se ha considerado aplicable en materia de
sanciones administrativas, de naturaleza disciplinaria o contravencional.
En nuestro ordenamiento positivo las leyes se clasifican en:
a) Leyes nacionales, dictadas por el Congreso Nacional, pudiendo esta categoría ser objeto de una
subclasificación según que se trate de:
1) Leyes locales, que rigen sólo en el ámbito de la Capital Federal (art. 75, inc. 30, de la Const. Nac);
2) Leyes de derecho común, cuya aplicación se halla a cargo de los jueces locales y nacionales (art.
75, inc. 12, de la Const. Nac);
3) Leyes federales, que regulan materias de ese carácter atribuidas al Congreso por la Constitución
Nacional, cuya aplicación compete a los jueces federales (art. 75, en sus demás incisos).
b) Leyes provinciales, que dictan las legislaturas de cada provincia sobre materias que les atribuyen las
respectivas constituciones y cuya aplicación compete a los jueces provinciales.
La promulgación de las leyes que tiene a su cargo el Poder Ejecutivo puede ser expresa o tácita: esto último
ocurre cuando no aprueba un proyecto en el término de diez días hábiles (art. 80 de la Const. Nac). El acto
de promulgación debe abarcar, en principio, todas las disposiciones de la ley sancionada.
Sin embargo, el Poder Ejecutivo puede vetar parcialmente normas siempre que con ello no altere el sistema
de la ley a promulgar.
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Catalina Quiñónez
La publicación de la ley, en tanto revista la condición de ley material, importa un requisito impuesto en
orden a la preservación del principio de igualdad ante la ley, consagrado en el artículo 16 de la Constitución
Nacional. Por esta causa, no es dable admitir que un particular, en conocimiento de la promulgación,
pretenda exigir el cumplimiento de una ley respecto de un caso concreto antes de su publicación.
El decreto.
En general, dentro de los regímenes políticos que consagran la separación de poderes, se denomina decreto a
las normas jurídicas emanadas del Poder Ejecutivo. Villegas Basavilbaso los define como la “manifestación
escrita y unilateral de voluntad del Poder Ejecutivo, que crea status generales, impersonales y objetivos”.
Si bien es cierto que la función legislativa corresponde por antonomasia al Poder Legislativo, no es menos
cierto que el Poder Administrador suele tener funciones colegislativas y, además, facultades para normar las
actividades a su cargo, en virtud del intervencionismo estatal. En conclusión, el Poder Ejecutivo tiene
también atribuciones legislativas, que se manifiestan en los decretos o reglamentos que dicta.
Los decretos-leyes. Jurisprudencia sobre su validez.
En épocas de anormalidad constitucional, el Poder Ejecutivo dicta actos obligatorios de alcance general,
sobre materias que deben ser reguladas por ley formal. En tales casos, el instrumento normativo
correspondiente recibe el nombre de "Decreto-Ley".
En la realidad histórica de nuestro país el instrumento "Decreto- Ley" se ha limitado al proveniente del Poder
Ejecutivo de facto, llegando a reglar materias que formalmente corresponden a la ley 29, distinguiéndolos
tanto de los reglamentos delegados como de los reglamentos de necesidad y urgencia, que dicta el Órgano
Ejecutivo de iure, en ejercicio de la potestad reglamentaria.
El dictado de los "Decretos-Leyes" se ha justificado en orden a la necesidad de asegurar la vida del Estado y
su validez ha sido reconocida por la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
continuando su vigencia aún después de instalado el gobierno de iure, sin exigirse para ello la ratificación
expresa del Poder Legislativo.
Jurisprudencia sobre su validez. Fallo MALMONJE (1930): La CSJN avalaba la “Tesis de Caducidad”: el
decreto-ley caducaba cuando caía el gobierno de facto.
Fallo ARLANDINI (1947): La CSJN cambia el criterio y adopta la “Tesis de la Continuidad”: el decreto-ley
conserva su validez (aun después de restituido el gobierno de Iure) hasta tanto no sean derogados por el
Congreso. Porque, si quedaran derogados automáticamente, todo sería un caos. Por eso, conservan su
vigencia hasta que sean derogados por el Congreso.
Es el acto unilateral que emite un órgano de la Administración Pública, creador de normas jurídicas
generales y obligatorias, que regula, por tanto, situaciones objetivas e impersonales, recibe la denominación
de reglamento.
Los reglamentos constituyen fuentes del derecho para la Administración Pública, aun cuando proceden de
ella misma, ya que integran el bloque de legalidad, al cual los órganos administrativos deben ajustar su
cometido. Constituyen, desde el punto de vista cuantitativo, la fuente de mayor importancia del Derecho
Administrativo, habida cuenta de que no sólo son dictados por el Poder Ejecutivo, sino también por los
demás órganos y entes que actúan en su esfera.
En lo que concierne a la naturaleza de la actividad reglamentaria la mayor parte de la doctrina, considera que
se trata de una actividad administrativa.
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Catalina Quiñónez
La actividad reglamentaria es una actividad materialmente legislativa o normativa, ya que se trata del dictado
de normas jurídicas de carácter general y obligatorias por parte de órganos administrativos que actúan dentro
de la esfera de su competencia normativa.
Consiste en una actividad jurídica de la Administración que se diferencia de la administrativa por cuanto ésta
es una actividad inmediata, práctica y concreta tendiente a la satisfacción de necesidades públicas,
encuadrada en el ordenamiento jurídico.
Se denomina también a los reglamentos actos de alcance o contenido general.
Los reglamentos se encuentran sujetos a un régimen jurídico peculiar que los diferencia de las leyes en
sentido formal, de los actos administrativos y de las instrucciones de servicio y circulares y demás
reglamentos internos, siendo sus principales características:
a) Constituyen o integran el ordenamiento jurídico.
b) Para que entren en vigencia deben ser publicados. Producen efectos a partir de su publicación oficial y
desde el día en que ellos determinen; si no designan tiempo, producirán efecto después de los ocho días
computados desde el día siguiente de su publicación oficial.
En este aspecto, se asemejan a las leyes y difieren de los actos administrativos que deben ser objeto de
notificación y de las instrucciones, circulares o reglamentos internos de la Administración, que no requieren
ser publicados.
c) Pueden ser derogados total o parcialmente por la Administración en cualquier momento , no rigiendo el
principio de estabilidad del acto administrativo.
d) Están sujetos a los mismos principios que la ley en cuanto al principio de la irretroactividad.
e) Tienen un régimen de protección jurisdiccional propio . Si bien no modifican situaciones subjetivas sino
hasta que son aplicados mediante un acto particular, la L.N.P.A. hace posible su impugnación judicial en dos
supuestos: 1) cuando un interesado a quien el acto afecte o pueda afectar en forma cierta e inminente en sus
derechos subjetivos haya formulado reclamo ante la autoridad que lo dictó con resultado negativo, 2) cuando
el acto general se hubiera aplicado y contra tales actos se hubieran agotado sin éxito las instancias
administrativas.
f) Dado que el reglamento contiene normas de carácter general y el acto administrativo normas individuales
o concretas existe un orden de prelación que determina que el acto administrativo deba ser dictado conforme
a las normas generales que contiene el Reglamento, lo que deriva del principio de legalidad de la actividad
administrativa. En realidad, la Administración está impedida de modificar o no cumplir el reglamento
cuando dicta un acto particular, a fin de tutelar la igualdad de tratamiento entre los administrados.
El citado principio determina también que los actos concretos de autoridades superiores no pueden vulnerar
disposiciones reglamentarias de carácter general dictadas por autoridades inferiores, dentro del límite de su
competencia.
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Catalina Quiñónez
En el orden nacional, los reglamentos pueden provenir de la Administración, de la Legislatura o del Poder
Judicial, ya que las normas de carácter general dictadas por el Congreso o por los organismos judiciales, sin
el carácter formal de las leyes o sentencias, son también reglamentos, sujetos, en principio, al mismo
régimen jurídico que los dictados por la Administración.
En la terminología utilizada en nuestro país con la palabra Decreto se alude a los reglamentos del Poder
Ejecutivo.
A) Reglamentos de ejecución (art. 99 inc.2)
Son los que dicta el Poder Ejecutivo (art. 99, inc. 2o, Const. Nac.) en ejercicio de facultades normativas
propias, para asegurar o facilitar la aplicación o ejecución de las leyes, llevando o regulando detalles
necesarios para un mejor cumplimiento de ellas y de las finalidades que se propuso el legislador.
Se trata de una actividad normativa secundaria respecto de la actividad primaria que es la ley. Las normas
reglamentarias integran la ley, siendo castigada su violación con las sanciones previstas para el caso de
incumplimiento de ésta.
Límites.- Dado que se trata de una actividad subordinada a la ley, aparte de los límites generales a la potestad
reglamentaria, los reglamentos de ejecución poseen límites propios. El artículo 99 inc. 2 de la Constitución
Nacional establece un primer límite al prescribir que los reglamentos no pueden alterar el espíritu de las leyes.
Sólo pueden reglamentarse aquellas leyes cuya aplicación corresponde al Poder Ejecutivo. Las normas de
derecho privado son aplicadas directamente por los particulares, correspondiendo su aplicación en caso de
controversia a los tribunales federales, nacionales o provinciales; en consecuencia, el Poder Ejecutivo carece
de competencia para reglamentar las disposiciones de los Códigos Civil y Comercial, con excepción de los
aspectos donde su aplicación le ha sido encomendada (inscripciones de operaciones inmobiliarias o de actos
registrables en general, etc.).
La reglamentación de una ley no puede prescribir cargas u obligaciones que por su naturaleza sólo puedan
ser dispuestas por la ley en sentido formal.
La autoridad competente para reglamentar las leyes, de acuerdo a la Constitución Nacional, es el órgano
Presidente de la República.
Fallo MOUVIEL (1957).
Mouviel fue condenado a 30 días de arresto por infracción a los edictos policiales. La condena la impuso el
Jefe de Policía de la Capital porque el Estatuto de la Policía Federal lo autorizaba a emitir y aplicar edictos.
Esta medida policial fue apelada pero confirmada por el juez.
Los imputados piden recurso extraordinario alegando que el régimen de faltas concentraba en el Jefe de
Policía las facultades legislativa, ejecutiva y judicial violando el principio de división de poderes.
La CSJN revoca la sentencia condenatoria basándose en los Art. 18 y 19 de la CN: “Ningún habitante de la
Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso” y “ nadie está
obligado a hacer lo que ley no manda ni privado de lo que ella no prohíbe”.
El órgano Legislativo (no el Jefe de policía) establece por medio de leyes (no de edictos), las faltas y su
sanción. No se puede delegar en el órgano Ejecutivo la configuración de delitos ni la libre elección de penas,
porque sería delegar facultades indelegables por esencia. El órgano Ejecutivo puede reglamentar leyes
previas; no puede dictar esa ley previa (art.18).
El estatuto de la Policía Federal faculta al jefe de policía a emitir y aplicar edictos para reprimir actos no
previstos en las leyes, lo cual excede la facultad reglamentaria del órgano Ejecutivo, derogando potestades
propias y exclusivas del órgano Legislativo (violando el principio constitucional de división de poderes).
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Catalina Quiñónez
Se trata de normas generales dictadas por la Administración en base a una autorización o habilitación del
Poder Legislativo, regulando materias de competencia del legislador. Los reglamentos delegados se
diferencian de los decretos-leyes por la existencia de una ley formal que autoriza su emisión.
Como la facultad para dictarlos no emana de la potestad reglamentaria sino de la habilitación legal, se trata
de una actividad de carácter excepcional de la Administración, conteniendo normas sobre materias que, si
bien deben ser reguladas por la ley, el Congreso ha decidido que lo sean por la Administración. Se trata de
normas generales dictadas por la Administración en base a una autorización o habilitación del Poder
Legislativo, regulando materias de competencia del legislador. Los reglamentos delegados se diferencian de
los decretos-leyes por la existencia de una ley formal que autoriza su emisión.
La CN prohíbe la delegación “total” de las funciones legislativas en el órgano Ejecutivo (esto por lo sucedido con
Juan Manuel de Rosas, quién recibió la suma del poder público). Pero la CN autoriza la delegación “parcial” de
las funciones legislativas en el órgano Ejecutivo siempre que se cumplan ciertos requisitos:
Los reglamentos delegados se diferencian de los decretos- leyes por la existencia de una ley formal que
autoriza su emisión. La delegación nunca puede recaer en materias penal, tributaria, electoral, o régimen de
los partidos políticos.
Fallo DELFINO (1927)
Sobre autorización para crear contravenciones portuarias por Decreto: la CSJN convalidó la delegación,
porque aunque estaba prohibida por el art.29 CN, sostuvo que en este caso no había delegación legislativa
(es decir delegación para hacer la ley) sino utilización de facultades reglamentarias para llenar vacíos de la
ley (no está legislando sino haciendo la reglamentación ejecutiva autorizada por la CN).
El Fallo DELFINO refiere a Reglamentos de Ejecución (poder reglamentario ejercido por el órgano
Ejecutivo) pero fue el antecedente, para que en la reforma de 1994, se agregara el art.76 que prohíbe la
delegación total, pero no la parcial.
C) REGLAMENTOS DE NECESIDAD Y URGENCIA (ART. 99, INC 3º CN)
Son aquellos cuyas materias no han sido delegadas por el órgano Legislativo a la Administración. Se trata de
una apropiación del órgano Ejecutivo sobre una materia propia del órgano Legislativo. Los dicta un órgano
Ejecutivo de Iure (con un Congreso en funcionamiento o que haya terminado sus sesiones) siempre y cuando
se presente una situación de necesidad que haya que resolver en forma urgente, no pudiendo convocarse al
órgano Legislativo porque ello demoraría la solución del problema.
El 1er antecedente del Reglamento de Necesidad y Urgencia lo encontramos con Mitre (1865). Antes de la
reforma del 1994 se debatía sobre la validez constitucional de los Reglamentos de Necesidad y Urgencia.
Había dos grupos de doctrinarios enfrentados encarnizadamente:
Los partidarios del Derecho Administrativo (administrativistas) abogan por su validez constitucional siempre
que se dieran determinadas condiciones (receso del Congreso; convalidación posterior del Congreso). Los
partidarios del Derecho Constitucional (constitucionalistas) entendían que resultaban violatorios a la
Constitución por afectar el principio de la división de poderes.
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Catalina Quiñónez
Pero, como en la práctica estos reglamentos se seguían dictando, la reforma de 1994 los incorporó con
ciertos límites. El art.99, inc. 3º establece que “el órgano Ejecutivo no puede en ningún caso bajo pena de
nulidad absoluta e insanable, emitir disposiciones de carácter legislativo” (siguiendo así la teoría de la
división de poderes de Montesquieu).
Pero da EXCEPCIONES a ese principio general, y a continuación dice que el órgano Ejecutivo podrá dictar
Reglamentos de Necesidad y Urgencia cuando:
a) Sea imposible seguir los trámites ordinarios previstos por la CN para la sanción de leyes (es
decir cuando existan razones de necesidad y urgencia, ej.: una grave crisis o riesgo social, como
ocurrió en nuestro país con el decreto de necesidad y urgencia 214/02 de “reordenamiento del
sistema financiero” por medio del cual se pesificaron los depósitos y las deudas ante la gran
crisis económica); y
b) Siempre que los temas de esos reglamentos no sean sobre materia penal, tributaria, electoral o el
régimen de los partidos políticos.
c) Además, para su validez, debe ser aprobado y refrendado por los ministros, conjuntamente con
el Jefe de Gabinete;
d) Además, pasados 10 días de la emisión del decreto, el Jefe de Gabinete de Ministros deberá
someterlo a una Comisión Bicameral Permanente, quien tendrá 10 días para analizarlo y elevar
un dictamen al plenario de cada Cámara para que lo traten expresamente; (ESTA COMISIÓN
BICAMERAL FUE CREADA RECIÉN EN EL AÑO 2006, LEY 26.122).
e) Por último, el Congreso debe dictar una ley especial (con la mayoría absoluta de la totalidad de
los miembros de cada Cámara) que diga si el decreto es válido o no.
Fallo PERALTA (1990)
Lo importante de este fallo es que la CSJN convalida los reglamentos de Necesidad y Urgencia antes de que
la Constitución fuera reformada en 1994.
Sobre acción de amparo y decretos de necesidad y urgencia: el PE dictó un decreto (para enfrentar una
emergencia económica) que ordenaba que la devolución de depósitos de más de $1000 se haría en bonos.
Peralta tenía un plazo fijo y vio afectado su derecho de propiedad por ese decreto, por eso interpuso acción
de amparo contra el Estado Nacional y Banco Central, pidió la declaración de inconstitucionalidad del
decreto y el pago de su plazo fijo.
Juez de 1º Instancia rechazó la acción. Peralta apeló y la Cámara hizo lugar al amparo. Se interpuso recurso
extraordinario federal.
La CSJN, interpretando dinámicamente a la Constitución, dijo que esos decretos eran válidos siempre que:
• Que exista una situación de emergencia que afecte al orden económico-social y a la subsistencia
de la organización jurídica y política;
• Que no exista otro medio más idóneo (que las soluciones adoptadas por el Congreso no sean
rápidas y eficaces);
• Que la medida sea razonable y su duración sea temporal;
• Que el Congreso no adopte decisiones que indiquen rechazo al decreto.
El decreto se dictó para afrontar una grave situación de emergencia económica que afectaba a todo el bien
común. No priva a los particulares de su propiedad, sólo limita temporalmente la devolución de los
depósitos, justificada por dicha crisis. No viola el principio de igualdad porque los perjudicados no fueron
elegidos arbitrariamente (se necesitaba esa clase de depósitos porque indica que esa gente no necesitaba el
dinero con urgencia).
Fallo SMITH, CARLOS ANTONIO c/ BANCO GALICIA (2002)
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Catalina Quiñónez
Smith recurre a la justicia porque tenía dinero depositado en el Banco Galicia y no se lo querían devolver. El
juez ordena que se le devuelvan sus depósitos.
Smith había pedido la inconstitucionalidad del decreto 1570/01 (que impedía disponer la totalidad de los
depósitos de los cuales era titular –prohibía sacar más de $ 250 por semana) violando el art.17 de la CN y la
ley 25.466 de la intangibilidad de los depósitos (imposibilidad del Estado de alterar las condiciones pactadas
entre los depositantes y la entidad financiera, prohibición de canjearlos por diferentes activos del Estado
Nacional, de prorrogar su pago o de reestructurar su vencimiento).
La ley 25.561 de Emergencia Pública y Reforma del Régimen Cambiario ratificó el decreto 1570/01. Se le
delegó al PE (aplicando el art.76) las facultades de esta ley hasta el 10 de diciembre de 2003 para reordenar
el sistema financiero, bancario y el mercado de cambio, reactivar el funcionamiento de la economía y
mejorar el nivel de empleo y de distribución de ingresos.
Ante una situación de emergencia la restricción que impone el Estado (a través de una ley constitucional -
25.561-) al ejercicio normal de los derechos patrimoniales, debe ser razonable, limitada en el tiempo, un
remedio y no una alteración del derecho adquirido. Acá no hubo razonabilidad porque la restricción viola los
art.17 y 18 de la CN: derecho a disponer de la totalidad del patrimonio.
Si una persona cumple las condiciones y requisitos exigidos para ser titular de un derecho debe considerarse
derecho adquirido e inalterable por ley posterior. Ni el legislador ni el juez podrían alterar un derecho
patrimonial adquirido aplicando una ley nueva.
Smith hizo su depósito estando vigente la ley de intangibilidad, pero el decreto1570/01 y la ley 25.561
suspenden su aplicación alterando las condiciones en que pactaron los ahorristas lesionando derechos
adquiridos.
La CSJN condena el sistema del corralito financiero porque:
1.- la ley 25.466 proclamó, a favor de los ahorristas, un régimen protectorio de sus inversiones que generó
para ellos un derecho adquirido constitucionalmente. Este derecho no podía ser alterado;
2.- el sistema del corralito es irrazonable: no hay proporcionalidad entre el medio elegido y el fin propuesto.
No es una simple limitación a la propiedad (como en el caso PERALTA) sino su privación y aniquilamiento.
El Estado viola los arts.28, 14 bises y 17 de la CN y el art.21 del Pacto de San José de Costa Rica en tanto
desconoce el derecho de las personas a disponer libremente y en su totalidad de su patrimonio.
D) REGLAMENTOS AUTONOMOS.
Son aquellos que puede dictar el órgano Ejecutivo en virtud de facultades propias. Son normas que regulan
la zona de reserva legal del mismo órgano Ejecutivo; legisla su organización administrativa interna. No hay
artículos en la Constitución que versen sobre su materia, porque pertenecen a la zona de reserva del órgano
Ejecutivo.
Los reglamentos Autónomos tienen límites:
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amparo por mora de la administración, etc.). La majestad de instituciones tan fundamentales del país como
pueden ser el Poder Judicial y Legislativo, el Defensor del Pueblo de la Nación, etc., no se ve lesionada por
el cumplimiento del debido proceso en sentido adjetivo; antes bien, deben dar el ejemplo.
5.- JURISPRUDENCIA: CONCEPTO Y ALCANCE.
La Jurisprudencia es la forma habitual, uniforme, constante, de aplicar el derecho por parte de los órganos
que realizan la función jurisdiccional.
Es el criterio concordante que se desprende de una serie de sentencias o fallos referidos a un mismo tema o
tipo de caso. En materia Administrativa la importancia de la jurisprudencia es grande, ya que se trata de una
materia no codificada, y muchas resoluciones Administrativas quedaron firmes o derogadas por vía judicial.
Además, la jurisprudencia de la CSJN tiene importancia fundamental en el Derecho Administrativo por ser
el intérprete final de la Constitución Nacional (el Derecho Administrativo tiene a la Constitución por fuente
principal).
La Jurisprudencia Administrativa puede ser de dos tipos, según su origen:
1. Sentencias del fuero contencioso administrativo (Sede Judicial);
2. Dictámenes de la Procuración del Tesoro Nacional (Sede Administrativa): se trata del órgano de
asesoramiento jurídico del Estado que tiene a su cargo dirigir el Cuerpo de Abogados del Estado,
en el ámbito nacional. La jurisprudencia que emana de sus dictámenes debe ser seguida
obligatoriamente por los abogados que asesoran al Estado.
LA COSTUMBRE: CONCEPTO Y ADMISIBILIDAD.
La costumbre es el comportamiento uniforme y constante del pueblo, con la convicción de que tal proceder
corresponde a una obligación jurídica. Dos son, por lo tanto, los elementos que integran la costumbre: el
primero de carácter objetivo: el usus, o sea, el comportamiento constante y uniforme; el segundo, de carácter
subjetivo, consistente en la convicción de que tai comportamiento es jurídicamente obligatorio (opinio iuris
vel necessitatis).
Se sostiene que si el comportamiento debe ser de la comunidad, no serían costumbres los usos o prácticas de
los órganos administrativos o jurisdiccionales.
Teniendo en cuenta su adecuación al ordenamiento jurídico positivo las costumbres se clasifican:
a) Costumbre secundum legem o sea, cuando la ley hace referencia a ella o cuando la costumbre está
de acuerdo con sus normas.
b) Costumbre praepter legem, también denominada supletoria o introductiva, es la que se refiere a
materias no reguladas por las leyes.
c) Costumbre contra legem, también denominada abrogatoria; se configura cuando se encuentra en
contradicción con el ordenamiento jurídico positivo.
Dado que el derecho es producto de la sociedad, negar que la costumbre sea fuente del derecho, es ignorar la
realidad.
En el ámbito del derecho público el valor de la costumbre es diferente. No obstante, su valor como fuente
resulta indudable si se tiene en cuenta que el derecho no puede desconocer la realidad social ni la justicia y
que el derecho administrativo se encuentra en plena elaboración, no habiéndose cristalizado aún
íntegramente en normas positivas.
Pero la costumbre no es fuente cuando está desprovista de sustancia jurídica o cuando se opone a principios
morales de justicia o a los valores básicos de la organización social o política
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Son el origen o el fundamento de las normas, y participan de la idea básica de principalidad (en sentido
ontológico) que les otorga primacía frente a las restantes fuentes del derecho. Se fundan en el respeto de la
persona humana o en la naturaleza de las cosas, y por ello encierran —como apunta Rivero— la concepción
del derecho natural.
La recepción de los principios generales del derecho en el derecho administrativo se produce a partir de su
reconocimiento en las constituciones Nacional y provinciales, a modo de principios positivos expresos o
implícitos y derivados del derecho natural, habida cuenta que uno de los principales objetivos del Preámbulo
consiste en "afianzar la justicia".
Otros derivan del derecho privado (v.gr., el enriquecimiento sin causa; la buena fe m ; el respeto de la moral
y las buenas costumbres en el objeto de los actos jurídicos; el pacta sunt servanda).
Los principios que provienen del derecho internacional emanan de las propias instituciones administrativas. En
rigor de verdad ellos constituyen principios generales del derecho administrativo, en el sentido de que su
especialidad y fundamento institucional no permiten extenderlos a todas las ramas del derecho. Pertenecen a este
grupo el principio de la continuidad de los servicios públicos, el del paralelismo de las competencias, el estado de
necesidad para fundamentar la reglamentación de urgencia, el que se prescribe que en los contratos
administrativos de atribución toda duda debe interpretarse a favor del contratista particular, la autotutela coactiva
en la protección del dominio público, la creación de obligaciones por acto administrativo unilateral, la
irrevocabilidad de los actos administrativos creadores de derechos subjetivos, la necesidad de motivar los actos
que afecten los derechos e intereses individuales o colectivos, el informalismo y el silencio administrativo (ambos
en favor de los particulares), la presunción de legitimidad y el principio de ejecutoriedad de los actos
administrativos, entre otros. Los principios generales del derecho integran el bloque de legalidad y hacen al orden
público administrativo, al constituir el fundamento de las normas positivas.
Ello determina que su violación produzca un vicio en el objeto del acto administrativo o reglamento, que
provoca su nulidad absoluta.
LA EQUIDAD.
Constituye un principio de interpretación de las leyes o un principio general del derecho que traduce la
interpretación objetiva del derecho natural. Aun cuando no sea fuente del ordenamiento jurídico, en la
aplicación del derecho la equidad acuerda un sentido valorativo o de justicia a las normas, a fin de evitar que
la igualdad abstracta de la ley, en su aplicación al caso concreto, se traduzca en desigualdad o injusticia.
Se ha afirmado que se trata en definitiva de un principio general del derecho que no aparece diferente de
aquellos que nos inducen a dar a cada uno lo suyo en la proporción que les corresponde y a tratar por igual a
los iguales. Se trata, en definitiva, de la justicia del caso concreto.
En el derecho administrativo la equidad también determina el derecho a aplicar en el caso concreto cuando,
limitado el principio de ejecutoriedad del acto administrativo, se autoriza a la administración a suspender los
actos ante la interposición de recursos para evitar daños graves a los particulares.
Dado nuestro sistema normativo, que intenta prever, mediante disposiciones generales y abstractas, todas las
situaciones que pueden darse, la equidad es de fundamental importancia para aplicar con justicia, humanidad
e igualdad sustancial las normas, adaptándolas a las circunstancias propias y concretas de las relaciones
prácticas.
LA DOCTRINA.
Se entiende por doctrina a la opinión o teorías de los tratadistas o juristas del derecho. Su importancia y su
influencia es incuestionable en jueces y legisladores. Si bien no es fuente del ordenamiento porque no crea
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Catalina Quiñónez
derecho, se trata de un ordenamiento auxiliar de fundamental importancia tanto para la formación como para
la interpretación del sistema jurídico.
En general, se entiende que se trata de una fuente indirecta o mediata, que aunque no es fuente del
ordenamiento jurídico, puede ser fuente del conocimiento del derecho.
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-BOLILLA III-
1- Organización administrativa. Principios fundamentales y bases constitucionales.
BONI: Organización administrativa: cómo se coordinan medios naturales y humanos del estado para cumplir
fines. RELACIONAR CON BI pq’ es presupuesto del d’ administrativo el e’ de derecho y división de poderes
distribuir actividades sobre personas (la distribución de actividades sin organización es un problema).
Organización administrativa: ¿cómo se organiza una parte del poder? PE y más concretamente la
Administración. P/que la administración pueda cumplir fines necesariamente debe coordinar lo que hace
cada persona y lo que se hace con los bienes.
La COMPETENCIA es la aptitud legal de obrar (se pregunta) en un estado de derecho, p/actuar
ordenadamente debe haber una ley que defina la coordinación. Consiste en atribuir capacidad de actuar a
funcionarios. Si el órgano actúa fuera de lo permitido por la ley, es ilícito RELACIOINAR CON BVI (produce
la nulidad de lo actuado).
La competencia en sí no se puede trasladas, es: indelegable e improrrogable. El funcionario con aptitud
p/obrar no puede entregarla a un superior o inferior ¿siempre es así? no, hay ocasiones en que la ley
misma autoriza a delegar la competencia en un inferior (y es lógico, pq en el e’ de derecho es la ley la que
define cómo se organiza).
Avocación tiene que ver con lo que puede hacer el superior cuando advierte que abajo no se están
haciendo bien las cosas. Es la posibilidad del superior de asumir actividades del inferior que no se están
cumpliendo
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Catalina Quiñónez
normalmente como está sobreentendido, no es necesaria autorización legal y si no hay: en la reglamentación o
en la CN (principios que son instrucciones para actuar de los poderes).
Es una derivación lógica e implícita del principio de jerarquía (xej jefe de gabinete, de adm –CN-; fiscal de
e’ le saca a un abogado del estado un caso que está llevando mal y lo reasigna). esa posibilidad tiene
límite? sí, para el que no tiene la especialidad.
Puede asumir: personalmente (con el límite de la especialidad técnica) // reemplazo por otro
Figuras: (1) sustitución de la persona en la función: si es irregularidad grave, puede terminar en sumario
administrativo (BOLILLA XI); cuando lo que anda mal es un órgano del estado, puede acudirse a la figura
de la:
(2) intervención: el superior advierte que un área anda mal manda grupo de personas para que regularice su
funcionamiento; si es pj distinta del e’ nacional, la intervención tiene que tener intervención del Congreso.
Ivanega: el derecho subjetivo consiste en una pretensión concreta y se corresponde con un deber atribuible a
un sujeto pasivo. La potestad no se genera en una relación jurídica, ni consiste en una pretensión particular,
sino que se refiere a un ámbito de actuación definido en grandes líneas y a la posibilidad abstracta de
producir efectos jurídicos. La competencia refiere a la parte o medida de la potestad asignada a un órgano
determinado destinatario de ésta.
La atribución legal de potestades puede hacerse e dos formas: la ley puede determinar en su totalidad las
condiciones en que esa potestad deba ejercitarse – o puede definir algunas de las condiciones de su ejercicio.
Cuando la ley determina en su totalidad las condiciones en que la potestad debe ejercitarse, se denomina
“Potestad Reglada”: la acción administrativa está prefigurada estrictamente y circunscribe la ejecución de la
norma o su aplicación a la subsunción del caso concreto en el supuesto legal que define. Hay un proceso de
aplicación de la ley que no posibilita juicio subjetivo alguno. Es un caso típico de remisión legal.
La evolución del estado de derecho y del propio derecho administrativo dejó atrás ese criterio. Las primeras
elaboraciones de un nuevo postulado aplicaron criterios rígidos, que propiciaban una actividad administrativa
legitimada por un orden normativo previo, en el cuál la ley no era sólo límite sino condición determinante de
la conducta debida. La imposibilidad de que el legislador previera todo el quehacer administrativo llevó a
dos soluciones: la aplicación del principio de juridicidad, lo que implica sujeción no sólo a una norma
jurídica objetiva sino también a los principios generales del derecho, y la denominada discrecionalidad
administrativa. La remisión de la ley a la valoración subjetiva de la administración es siempre parcial, pues el
ordenamiento configura algunos elementos de la potestad: su existencia misma, su extensión, la competencia
para ejercerla y el fin específico por el cual se confirió. Conforme esta concepción, que indica que esa
potestad debe desarrollarse en un marco jurídico y no fuera de él, es la posibilidad de que los jueces
controlen su ejercicio sin que ello sea considerado contrario al principio de división de poderes. Toda
actividad de la administración puede ser revisada judicialmente, pero con distintos alcances y requisitos
según se trate de actividad reglada o discrecional.
La diferencia con la discrecionalidad está dada por la elección que involucra ambas técnicas. Cuando se
ejercen facultades discrecionales se está en presencia de una libertad de elección entre alternativas todas
igualmente.
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válidas o justas; en cambio, en los conceptos jurídicos indeterminados se presenta un claro caso de
aplicación e interpretación de la ley, que crea el concepto y que subsumen en una categoría determinadas
circunstancias reales concretas.
Así, puede definirse a la competencia como el conjunto de funciones que un agente puede legítimamente
ejercer. Aptitud legal de obrar. Es parte esencial del propio concepto de órgano.
La competencia es “el conjunto de facultades, poderes y atribuciones que corresponden a un determinado
órgano en relación con los demás. Constituye el principio que predetermina, articula y delimita la función
administrativa que desarrollan los órganos y las entidades públicas del estado con personalidad jurídica”.
Representa tanto una autorización como una limitación.
La competencia constituye un elemento esencial que confiere validez a la actuación de los órganos estatales.
Se configura como un deber-facultad: por un lado, obligación impuesta al órgano, que debe ejercerla
necesariamente – por otro, una permisión, atribución, de la cual se puede disponer para cumplir la función
atribuida. No se configura nunca como un derecho subjetivo, excepto en el caso de las personas públicas no
estatales. Lo que concede la competencia a quien la ejerce es el derecho y el deber de hacer uso de las
facultades que ella implica, pero de modo alguno tiene la autoridad un derecho a la competencia.
La COMPETENCIA es la aptitud legal de obrar (se pregunta) en un estado de derecho, p/actuar
ordenadamente debe haber una ley que defina la coordinación. Consiste en atribuir capacidad de actuar a
funcionarios. Si el órgano actúa fuera de lo permitido por la ley, es ilícito RELACIOINAR CON BVI (produce
la nulidad de lo actuado).
La competencia en sí no se puede trasladas, es: indelegable e improrrogable. El funcionario con aptitud p/obrar no
puede entregarla a un superior o inferior ¿siempre es así? no, hay ocasiones en que la ley misma autoriza
a delegar la competencia en un inferior (y es lógico, pq en el e’ de derecho es la ley la que define cómo se
organiza).
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Criterio de lo Implícito Definido por la Especialidad: enfoque que sintetiza las dos últimas posiciones y
propone que la competencia no surge sólo de lo expresamente previsto en la norma, sino también de lo
implícito en ella.
Axioma ontológico de la libertad: vale tanto para la capacidad del hombre como para la competencia de los
entes administrativos y sus órganos. No hay persona colectiva pública ni órganos de esa persona, ni
competencia de ella y de sus órganos, si una o más normas no lo establecen.
Caracteres. –
SURGE DE UNA NORMA (CN, leyes, reglamentos) que determina el alcance de dicha competencia; Es
irrenunciable: la actividad pertenece al órgano, por eso el agente no puede renunciar a cumplirla;
ES OBLIGATORIA: el órgano tiene que cumplir; los órganos administrativos no pueden elegir a su arbitrio
actuar o no actuar.
ES IMPRORROGABLE: la actividad no se puede transferir a otro órgano (salvo excepciones autorizadas
por la ley). También, son excepciones a la improrrogabilidad la delegación, la avocación y la sustitución; ES
IRRENUNCIABLE: un órgano no puede decidir privarse de una competencia atribuida.
ES OBJETIVA: en cuanto surge de una norma que determina la aptitud legal en base al principio de
especialidad.
ES DE ORDEN PÚBLICO.
Clasificación. –
Puede ser de ORIGEN LEGAL como REGLAMENTARIO. Luego de la Reforma de 1994, la competencia
encuentra también su fuente en las convenciones, declaraciones y pactos reconocidos con jerarquía
constitucional.
1) Según la materia: las atribuciones se distribuyen s/temas específicos, es decir, s/la naturaleza del acto y se
aplica el principio de especialidad. Hay incompetencia en razón de la materia cuando:
- El órgano administrativo realiza un acto que corresponde al órgano judicial (como resolver un litigio entre
partes con carácter definitivo), o legislativo (como dar una concesión sin una ley que la autorice); o
- Cuando una autoridad administrativa, dentro de su misma esfera, realiza un acto que es competencia en
razón de la materia de otra autoridad también administrativa (ej: el Ministerio de Justicia tiene competencia
en todo lo relativo a los servicios penitenciarios, el Ministerio de Economía, en todo lo relativo a la gestión
financiera de la Administración Pública).
2) S/el lugar: significa que las atribuciones se distribuyen según zonas geográficas determinadas, es decir
s/el territorio. La distribución puede ser nacional, provincial, municipal, y también en sectores pequeños
como distritos. Es así que, por ejemplo, dos provincias pueden tener la misma competencia en razón de la
materia pero distinta en razón del lugar.
3) S/el tiempo: las atribuciones se distribuyen s/el período que duran. Si bien en general la competencia es
permanente (el órgano puede ejercer en cualquier momento las atribuciones que le dieron), en algunos casos
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esa competencia es temporaria (el órgano ejercer la atribución sólo por un tiempo determinado, como xej la
atribución de declarar el estado de sitio cuando el Congreso esté en receso). Ej: un ministro que tiene que
asumir mañana, hoy todavía es incompetente y recién tendrá competencia a partir de mañana; si un ministro
renuncia, termina su competencia en razón del tiempo.
4) S/el grado: el grado es la posición que ocupa una autoridad dentro de una organización de tipo jerárquico
(relación mediante poderes de subordinación) esto significa que las atribuciones se distribuyen según la
jerarquía.
Las autoridades de la administración forman una pirámide en donde en su punta se ubica la autoridad de
máxima jerarquía y luego, en forma escalonada van bajando de rango las demás autoridades hasta llega a la
base de dicha pirámide. Ej: los ministros son competentes para designar, cada uno de ellos, a los empleados
de su Ministerio.
La competencia en razón del grado puede ser CENTRALIZADA (cuando se le da exclusivamente a los órganos
superiores o centrales de un ente), DESCONCENTRADA (cuando dentro del mismo ente se dan porciones de
competencia a órganos inferiores), o DESCENTRALIZADA (cuando la competencia se le da a un nuevo ente
separado de la administración central, con personalidad jurídica propia e integrado por órganos propios).
BONI:
Modos de clasificar la competencia: (1) por el grado (nivel jerárquico dentro de la organización) -> 1°, 2°,
3°… las violaciones a la distribución de competencia por grado pueden ser subsanadas si son confirmadas
por el superior.
(2) por materia: su violación produce indefectiblemente su nulidad absoluta.
Dudas sobre si un órgano tiene competencia o no para hacer algo? ART. 19 principio de permisión respecto
individuos, pero el e’ funciona distinto: debe estar permitido por ley expresa o implícitamente. Que es lo
implícitamente permitido? lo necesario para cumplir poderes expresos.
Ivanega: Pero la doctrina también ha elaborado clasificaciones que atienden a otros criterios, distinguiendo
especies de competencia:
- Competencia necesaria y competencia eventual: es normal y general dentro de la organización administrativa,
mientras que la competencia eventual es la que, por ser especial, se encuentra prevista para casos determinados.
- Competencia interna y externa: la interna, al ejercerse, no llega a afectar la competencia propia de los
administrados. La externa es la que al ejercerse afecta a los administrados.
- Competencia conjunta y alternativa: prevé la actuación simultánea de dos o más órganos administrativos.
- Competencia exclusiva: alude a la atribución a un solo ente u órgano, excluyendo a todos los demás.
- Competencia compartida: la responsabilidad sobre una materia se otorga a varios entes públicos u órganos.
- Competencia indistinta: una determinada materia o potestad corresponde en forma simultánea y no
excluyente a dos entes u órganos.
- Competencia sucesiva: dos entes u órganos pueden adoptar una decisión sobre un mismo asunto, pero en
forma escalonada en el tiempo. Así, el segundo no puede actuar si no transcurrió un plazo determinado desde
el momento en el que pudo hacerlo el primero.
- Competencia coincidente: son asuntos de competencia de dos o más entes u órganos cuya intervención es
acumulativa e independiente.
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División de poderes división de funciones: legislativa – judicial – administrativa e’ organización
administrativa PE / ADMINISTRACIÓN principios fundamentales: competencia y jerarquía // ¿cómo la
organización administrativa? centralización y descentralización.
¿Qué se % en d’ administrativo? Actividades (cosas que hace el estado como recaudar impuestos, salud, etc.) y
poder de mando y control.
La delegación debe estar autorizada por una norma, la cual debe expresamente decir cuáles son las
atribuciones que se delegan.
Si el órgano superior quiere puede sacársela y retomarla y también puede transferírsela a otro órgano inferior
distinto. Hay poder jerárquico del delegante sobre el delegado. El delegante también podría revocar los actos
que dictó el delegado, por razones de legitimidad o de oportunidad.
La competencia delegada sigue perteneciendo al órgano delegante, el cual retiene su titularidad. Como regla,
el delegante no es responsable de los actos y decisiones adoptados por el delegado, dado que éste actúa en
ejercicio de una competencia que le ha sido válidamente atribuida, sin embargo, le cabe cierta
responsabilidad “in eligiendo” e “in vigilando”, salvo que el delegado haya actuado por instrucciones
escritas u órdenes verbales del delegante, caso en el cual la responsabilidad de éste es plena.
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La “delegación de firma” en verdad no es una delegación, ya que no se transfiere ninguna competencia, sino
que el delegado sólo firma los actos que le ordena el delegante (para ahorrarle trabajo) y siempre que: se
trate de actos realizados en mucha cantidad (en serie) / y que el objeto de dicho acto esté reglado.
La “sub-delegación” es volver a delegar una función que ya fue delegada (ej., el superior delegó en el
inferior una facultad y éste a su vez la delega en un inferior suyo). No está permitida salvo que una norma o
que el delegante original la autorice expresamente.
AVOCACIÓN: Inversa a la delegación y se da cuando el órgano superior toma una cuestión en donde es
competente un órgano inferior. Es decir, en la avocación el órgano superior toma una función de un órgano
inferior; en la delegación, en cambio, otorga una función propia al órgano inferior.
Es la asunción por parte del órgano superior de la competencia, para conocer y decidir en un acto o asunto
que le correspondía a las facultades atribuidas al órgano inferior.
No necesita de una norma expresa que la autorice, pero tiene límites: sólo procede en la administración
donde rige el principio de jerarquía (no puede aplicarse entre entidades descentralizadas y el jefe de la
administración, porque no hay jerarquía, sólo control) / siempre que una norma no disponga lo contrario /
siempre que no se trate de su facultad dada al inferior por una idoneidad propia de él (especialidad técnica),
de la cual carezca el superior, dado que no puede justificarse la emisión de actos “por parte de quienes
carecen de esa idoneidad específicamente reconocida”. / cuando el asunto le hubiera sido atribuido por la
norma con una competencia exclusiva al inferior.
BONI: Avocación tiene que ver con lo que puede hacer el superior cuando advierte que abajo no se están
haciendo bien las cosas. Es la posibilidad del superior de asumir actividades del inferior que no se están
cumpliendo normalmente como está sobreentendido, no es necesaria autorización legal y si no hay: en la
reglamentación o en la CN (principios que son instrucciones para actuar de los poderes).
Es una derivación lógica e implícita del principio de jerarquía (xej jefe de gabinete, de adm –CN-; fiscal de
e’ le saca a un abogado del estado un caso que está llevando mal y lo reasigna). esa posibilidad tiene
límite? sí, para el que no tiene la especialidad.
Puede asumir: personalmente (con el límite de la especialidad técnica) // reemplazo por otro
Figuras: (1) sustitución de la persona en la función: si es irregularidad grave, puede terminar en sumario
administrativo (BOLILLA XI); cuando lo que anda mal es un órgano del estado, puede acudirse a la figura
de la:
(2) intervención: el superior advierte que un área anda mal manda grupo de personas para que regularice su
funcionamiento; si es pj distinta del e’ nacional, la intervención tiene que tener intervención del Congreso.
Conflictos de Competencia. –
En ciertos casos las normas que rigen la competencia son interpretadas en forma distinta por los eventuales
encargados de aplicarlas, pudiendo darse el supuesto de que dos órganos se consideren igualmente
competentes o incompetentes para intervenir en el caso. Esto es lo que se llama “conflicto” en cuestión de
competencias. Cuando ambos órganos se atribuyen competencia para entender en el caso, el conflicto se
llama “positivo”. Cuando ninguno de los dos órganos se considera competente para entender en el caso, el
conflicto se llama “negativo”. Tales conflictos pueden ser: (a) entre órganos Administrativos; (b) entre un
órgano Administrativo y un órgano Judicial; (c) entre un órgano Administrativo y una entidad autárquica
creada por el órgano Legislativo (o entre 2 entidades autárquicas creadas por el órgano Legislativo).
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¿Quién resuelve los conflictos de competencia? Hay que distinguir:
a) Si se trata de un conflicto entre órganos Administrativos: el conflicto de competencia debe ser resuelto por
el Superior Jerárquico Común a ambos organismos administrativos.
I. Si se trata de conflictos interministeriales, resuelve el Poder Ejecutivo.
II. Si se trata de conflictos entre órganos centralizados y entidades descentralizadas o entre éstas, lo resuelve
el Jefe de Gabinete.
III. Si se trata de conflictos entre órganos dependientes de un ministerio, lo resuelve el Ministro respectivo.
c) Si se trata de un conflicto entre un órgano Administrativo y una entidad autárquica creada por el órgano
Legislativo (o entre dos entidades autárquicas creadas por el órgano Legislativo): el conflicto de competencia
debe ser resuelto por la CSJN.
Declarada la incompetencia, se remiten las actuaciones a quien se estime competente, y si este órgano las
rehúsa, deberá someterlas a la autoridad habilitada para resolver el conflicto. Cuando dos órganos se
encuentran entendiendo en el mismo asunto, cualquiera de ellos, de oficio o a petición de parte, requerirá la
inhibición al otro; si éste mantiene su competencia, elevará, sin más trámite, las actuaciones a quien deba
resolver. Los conflictos de competencia se resolverán sin otra sustanciación que el dictamen jurídico del
órgano consultivo correspondiente y, si fuera necesario, el dictamen técnico que el caso requiera.
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La Constitución en su art. 36 ha incorporado un régimen de protección del orden constitucional, del sistema
democrático y del patrimonio público. El texto constitucional contempla la usurpación de funciones.
Respecto de ello la tipicidad es análoga al supuesto de interrupción de la observancia constitucional. La
tipicidad está dada por la usurpación o detentación por parte de personas que no tienen título jurídico
constitucional para ocupar una función. Prevé para la usurpación de funciones, sanciones civiles y penales y
declara imprescriptibles todas las acciones que las impulsan o promuevan.
JERARQUÍA: es la relación de subordinación existente entre los órganos internos de un mismo ente
administrativo. De esta forma hay una relación de supremacía de órganos superiores sobre los inferiores y de
subordinación de éstos a aquéllos.
Dentro de esta relación tenemos líneas (es la sucesión de órganos en sentido vertical) y grados (indican en
qué posición están los órganos dentro de las líneas, en sentido horizontal). Es decir que existe una escala en
donde unos van a estar por encima de otros, jerárquicamente.
La organización de la administración pública es piramidal: en la punta de dicha figura se encuentra el
Presidente de la Nación, de ahí para abajo se van ubicando jerárquicamente los demás órganos. Así, xej., dos
órganos diferentes (uno superior y otro inferior) pueden intervenir en una misma materia (competencia en
razón de la materia) pero dentro de esa materia pueden tener diferente competencia en razón del grado,
ocupando así un grado de jerarquía diferente.
Ivanega: la jerarquía no es un mero conjunto de órganos, sino el vínculo que los liga, que implica una
subordinación del que emanan facultades y deberes. Afecta a los órganos administrativos en su competencia
material, lo que supone: que no existe jerarquía administrativa en las relaciones que se dan entre la
administración y los particulares – que tampoco existe relación jerárquica entre la administración y los
restantes órganos del estado – que dentro de la administración, la jerarquía se presenta sólo entre órganos de
un mismo ente, por lo que no puede hablarse de subordinación jerárquica de ente público a otro ente público.
Dos figuras típicas de toda organización son la línea y el grado. La línea jerárquica se forma por el conjunto
de órganos en sentido vertical, unidos por la relación de subordinación, mientras que el grado es la posición
o situación jurídica que cada uno de los órganos ocupa en dicha línea.
Según las funciones que realizan los órganos, la jerarquía se clasifica en:
Común: generalidad de los servicios de la administración (ministerios, gobernadores y sus agentes).
Especial: específicas actividades (militar, sanitaria, minera, etc.)
Territorial: órganos administrativos que ejercen sus funciones dentro de determinada circunscripción
administrativa.
Burocrática: traduce la continuidad por funcionarios que obran individualmente.
Colegiada: atiende a los organismos pluripersonales, constituidos en corporación.
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El principio de jerarquía se concreta en las siguientes facultades del superior: dirigir e impulsar la acción del
inferior, dando las órdenes pertinentes – disposiciones dirigidas a reglar la conducta del inferior
(instrucciones, circulares, órdenes y reglamentos internos) – nombrar los integrantes de los órganos
inferiores y formalizar los contrato en el ámbito de su competencia – inspeccionar la actividad de los órganos
inferiores, pedir informes, realizar investigaciones y aplicar en su caso las sanciones correspondientes –
controlar los actos dictados por el órgano inferior a través del recurso jerárquico – delegar sus facultades y
avocarse de la competencia del inferior – resolver los conflictos o cuestiones de competencia que se
produzcan entre órganos inferiores.
A los poderes del superior, le corresponden otros deberes del inferior, que se concretan en la subordinación
al superior. La subordinación se manifiesta por el “deber de obediencia”, que tiene sus límites ya que en
ningún caso puede ir más allá del interés de la función pública.
M: La jerarquía se da sólo entre órganos de un mismo ente (por lo que no puede hablarse de subordinación
jerárquica entre 2 entes; ni entre 2 órganos distintos de distintos entes). No se concibe una organización
administrativa donde todos los individuos tuvieran igual rango, porque esto impediría que unos dieran
órdenes y otros las cumplieran.
No habría coordinación, imperaría el caos y todo sería inoperante. De ahí la existencia de superiores y de
inferiores, vinculados entre sí por una relación de supremacía y de subordinación respectivamente. En virtud
del poder Jerárquico los órganos superiores disponen del poder para dirigir, ordenar e inspeccionar la
conducta de los órganos inferiores.
Los órganos inferiores tienen “deber de obediencia” respecto de las directivas del superior. El deber de
obediencia reconoce limitaciones, pero el derecho a desobedecer es siempre una excepción y como tal debe
ser considerado.
El funcionario tiene la obligación de revisar la orden (controlar la legitimidad –si emana de autoridad
competente-); de no acatarla en caso que tenga un vicio grave (vicio manifiesto); y de denunciar la orden.
Hay varias teorías:
Teoría de la Obediencia Absoluta: según esta teoría, el inferior debe obedecer siempre (mecánicamente) al
superior; su voluntad aparece aniquilada por la del superior, siendo el inferior un instrumento de la voluntad
ajena. En consecuencia la ejecución de órdenes ilegítimas lleva a la total irresponsabilidad del inferior. Esta
teoría no se acepta.
Teoría de la Reiteración: según esta teoría, si el agente público considera que la orden es contraria a la ley
(ilegal), debe de observarla al superior. Si es reiterada por el superior, el agente público debe de cumplirla, y
su responsabilidad civil o penal queda cubierta por la confirmación. Esta teoría tampoco se acepta.
Teoría del control material (o teoría de la legalidad): según esta teoría, el órgano subordinado tiene el deber
de controlar la legitimidad de la orden que se le imparte, a los efectos de verificar si adolece vicios jurídicos
graves (vicios formales o materiales). Si la orden tiene vicios, el inferior queda exceptuado de la obediencia
debida. Esta teoría es la que se acepta en nuestro ordenamiento. Vicio formal: es extrínseco (legalidad
externa de la orden); Vicio material: es intrínseco (se vincula al contenido mismo de la orden). Dentro de la
jerarquía encontramos el control administrativo y el control jerárquico. Hay que explicar cómo son las
relaciones de control dentro de la administración.
Poderes. –
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Poder Jerárquico: atribución traducida en un poder de mando con facultades de sancionar, mandar, etc. Es la
fiscalización que se realiza sobre los actos de la Administración; se da únicamente en las relaciones
interorgánicas (órganos de un mismo Ente).
Como consecuencia de la Jerarquía, el órgano superior ejerce ciertas potestades con respecto a los inferiores
pudiendo reformar o revocar sus actos por razones de oportunidad, mérito, conveniencia, legitimidad o
legalidad.
El órgano superior puede: a) Dirigir e impulsar la acción del inferior dictando normas de carácter interno, de
organización, o de actuación; b) Vigilar y controlar la actividad de los órganos inferiores (a través de pedidos
de informes, rendición de cuentas, etc.); c) Avocarse, dictando actos de competencia del inferior; d) Delegar,
facultando al inferior a emitir actos de su competencia; e) Resolver conflictos interorgánicos que se susciten
entre órganos inferiores; f) Designar a los funcionarios que ejerzan la titularidad de los órganos inferiores.
El contralor administrativo y el poder jerárquico. -Control jerárquico: es el poder que tiene el órgano
superior sobre el inferior dentro de un mismo ente administrativo (por eso se aplica en la desconcentración y
centralización, mientras que el control administrativo se da entre sujetos, entes con diferentes niveles de
poder, en la descentralización). A través del control jerárquico se expresa la jerarquía.
BONI:; Cómo se ejercita la competencia y jerarquía? A través de actos administrativos que es siempre
jurídico (pq’ es pj sometida a reglas); no puede ser no jurídico. Es especie del género aj, pero tiene
particularidades por lo que es distinto. Xej., Acto Adm régimen exorbitante (el e’ tiene más poder que el
individuo pq’ conduce la sociedad). BOLILLA V.
4- Estructura de la Organización Administrativa. Sistemas. Centralización administrativa.
Descentralización burocrática o desconcentración. Descentralización administrativa. Caracteres de las
entidades autárquicas; competencia para su creación. Las relaciones interorgánicas e
interadministrativas. Caracteres. Conflictos interorgánicos e interadministrativos: resolución y
régimen jurídico.
Dentro de la estructura de la organización administrativa que un estado puede adoptar, existen diversos
sistemas: centralización administrativa // descentralización burocrática o desconcentración //
descentralización administrativa. Son distintas formas de hacer efectiva la actividad de la administración
pública a través de la agrupación o distribución de competencias.
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Ej.: Francia: administración central fuerte pero admite formas de descentralización xej., Peugeot-citroen (se
sale del esquema en algunas actividades de tipo comercial e industrial); capitales mixtos públicos y privados
y con persona jurídica propia.
Se pueden transferir competencias a funcionarios de menor jerarquía pero éstos siempre bajo el control de
legalidad y oportunidad de la administración central.
CENTRALIZACIÓN. – todas las decisiones importantes las toman los órganos superiores o entes centrales
de la administración, mientras que sus órganos inferiores están subordinados jerárquicamente a aquellos, es
decir, son sus delegados (por ello las pocas decisiones que adoptan están sujetas a revisión por los
superiores). El defecto que presenta este sistema es que los administrados no tienen un fácil acceso a la
administración, por ejemplo, para pedir o dar informes. En la centralización, la actividad administrativa se
realiza directamente por el órgano u órganos centrales, que actúan como coordinadores de la acción estatal.
Ventajas: puede prestarse un mejor servicio y se hace economía.
Desventajas: todo el poder puede quedar limitado en un sector pequeño.
BONI: Centralización administrativa (distinta de la política = e’ unitario) = cuando existe una sola pj que
conduce la actividad estatal y se reserva para sí la mayor cantidad de poder de decisión. Es difícil encontrar
un ejemplo, es medio de laboratorio.
BONI: Descentralización: característica de que a través de la ley o decreto, s/el modelo institucional, las
actividades que corresponden a la función administrativa son cumplidas por varias personas jurídicas de
derecho público (estado nacional, entes autárquicos, empresas del estado) y de derecho privado (SA, xej.,
aerolíneas argentinas).
El estado nacional respecto de los terceros, pj., ve restringido su poder de control (principio de jerarquía) pq’
se limita al plano de la legalidad y al del control político sólo puede revisar en algunos casos la legalidad
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de sus decisiones, pero no la oportunidad. Ej., EPE decide hacer tendido de cables h/Guadalupe, x el cantero
central el estado no puede decir que lo ponga en otro lado, pero si un empleado es sancionado fuera del
régimen legal eso sí puede revisarse.
Recurso Jerárquico: recurso administrativo que en el estado nacional puede interponer el particular pidiendo
al ministerio correspondiente que revise una decisión de un ente descentralizado. Este recurso jerárquico no
tiene nada que ver con el recurso jerárquico provincial por retardo o mora en la decisión.
Control político: reservarse para sí (el estado nacional -presidente-) la competencia de designar a las personas que
van a conducir los entes autárquicos, etc. xq? Pq’ el preseidente es responsable político. Arts 99 y 100.
ANSES xej.: Pte nombra y remueve / BCRA nombra pte pero se remueve. La descentralización no es
uniforme. No se hace de acuerdo a un modelo estándar, sino que s/la decisión de ese momento.
Por ley se descentraliza. La CN establece y sino figura, es competencia concurrente entre PE (xdecreto) y
Congreso.
Consecuencias prácticas: todos estos entes están sometidos al control de la Auditoría General de la Nación.
Las sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria, la actividad de control es sobre la empresa
pero fundamentalmente los directores designados por el estado.
Los empleados se someten a un régimen de convención colectiva de trabajo y a uno de d’ laboral, no al
régimen de empleo público con garantía de estabilidad art 14bis CN en principio se despide sin causa.
“Organismos” son de d’ público.
LIF empresa dedica a producción de fármacos en Sta Fe- aguas santafesinas también tiene forma de SA.
El sistema centralizado no coincide con el sistema republicano que quiere la descentralización de poder pq’
hay una gran concentración de poder en pocos (en PL)
p/adecuado: 2 instancias + de control: (1) control político a través de nombramientos y remoción de personas
que componen los directorios de esas sociedades / (2) control presupuestario [ley 24156 todo el proyecto.
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de presupuesto se elabora pj e’ nacional y cuando formas descentralizadas piden al estado nacional más
dinero, eso se traduce en que el estado puede controlar, pq’ deben autoabastecerse. Si son deficitarios, como
epe, y tiene que pedir $ p/seguir funcionando, todos los controles pueden caerle]. al ser formas
mayoritarias de d’ privado pueden quebrar – no tienen beneficio del régimen exorbitante – contratos
laborales regidos por LCT. Pero directores son designados por política (por el Pte de la Nación) -y sin
embargo Gallucio p/irse de YPF pide indemnización-.
Estado como “DUEÑO” pero puede que algún servicio público sea prestado por terceros xej., PEAJE
(concesión de servicios públicos).
Las 3 categorías INDUSTRIALES, SERVICIOS PÚBLICOS y COMERIALES, el estado los puede hacer
con alguna de las formas 1,2,3,4 o darle a un tercero.
El estado concesiona y controla a través de los entes reguladores (pj pública) xej, entes en la provincia o nación:
CN Telecom o CN transporte.
Estado NO DUEÑO: e’ tiene participación minoritaria (sobre todo desde que absorb AFJP) en empresas
privadas, xej, Clarin (moreno asamblea) y no son dueños, van como minoría.
Hace 2 años: decreto e’ nacional: podían tener representación en Directorio criticado por “intervención
estatal”. Pero si tiene muchas acciones, xq no van a poder?.
RECENTRALIZACIÓN: sistema mediante el cual la administración central absorbe aquella competencia que le
había asignado a entes inferiores. Es como el proceso inverso de la descentralización; debe surgir de una ley y no
es sobre un acto determinado (como la avocación) sino que se refiere a un grupo de facultades en general (ej: la
ley 17063 le devolvió al Presidente la facultad de elegir a los agentes de entidades descentralizadas).
CONCENTRACIÓN: cuando las facultades importantes son llevadas a cabo por los órganos superiores de la
Administración (si se asignan a órganos inferiores es desconcentración).
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-Responsabilidad: en la delegación el delegante es responsable por los actos del inferior; en las otras dos sólo
tiene responsabilidad de controlar al órgano desconcentrado o supervisar al ente descentralizado (tutela
administrativa).
-Posibilidad de readquirir las facultades dadas: en la delegación es posible ya que es temporaria, pero en las
otras dos no es posible, salvo excepcionales casos de avocación sólo para la desconcentración.
-Mientras la desconcentración implica una relación dentro del mismo ente, la descentralización implica la
creación de un nuevo ente.
# En palabras de Roberto Dromi, la Administración Pública está constituida por un complejo de personas
jurídicas públicas, estatales y no estatales. En la gestión de actividades administrativas (servicios públicos) o
comerciales e industriales (empresas públicas) coparticipan a veces con el Estado otros entes públicos, por
ejemplo, concesionarios de servicio público, sociedades de economía mixta, etc. Precisamente las relaciones
jurídicas que vinculas entre sí a dichas entidades públicas estatales o no estatales, se denominan
interadministrativas o intersubjetivas, cuando se da entre entes o sujetos con personalidad jurídica, e
interorgánicas, cuando la relación es entre órganos sin personalidad jurídica.
Relación jurídica interadministrativa es aquella que vincula a dos o más personas jurídicas públicas estatales
(Nación, Provincia, Municipio, Entidades Autárquicas, empresas del Estado, sociedades del Estado, etc.) o no
estatales (cuerpos intermedios, corporaciones públicas, etc.). Según Cassagne, la característica peculiar que tiene
esta clase de relaciones se desprende de un principio que constituye uno de los pilares de la actuación estatal,
vinculándose a la necesidad de respetar la unidad del poder, dentro de cada esfera de gobierno. De este principio
de unidad en la acción estatal dimana la virtual eliminación de todo enfrentamiento o controversia entre sujetos
estatales, para lo cual resulta imprescindible la relativización de su personalidad, por una parte, y la
inaplicabilidad, según el caso, de las prerrogativas de poder público en este tipo de relaciones.
Relación interorgánica, también calificada de interna, es aquella que vincula a dos o más órganos de una
misma persona pública y que da lugar a los actos de la Administración de colaboración (propuestas); de
conflicto (controversias en competencias); de jerarquía (circulares e instrucciones), y de consulta
(dictámenes). Una situación de relación interorgánica se produce, por ejemplo, entre presidente, jefe de
gabinete y ministros (arts. 99, incs. 7 y 17, 100, incs. 9, 10 y 11, 104 y 106, CN).
Según Cassagne, lo esencial del acto interorgánico es que no produce efectos jurídicos directos con relación
a los administrados, operando sólo en el plano interno de la persona pública jurídica los llamados actos
interadministrativos, los cuales por generar relaciones entre sujetos estatales, trascienden el ámbito interno de
la relación intra-órganos, aun cuando asuman una tipicidad peculiar en comparación con el acto
administrativo. Diferencias. La diferencia fundamental está en que las relaciones interadministrativas se
establecen entre sujetos de derecho, al paso que las interorgánicas entre organismos o reparticiones
administrativas -órganos-sin personalidad jurídica propia.
Las relaciones interorgánicas se exteriorizan a través de los simples actos de la Administración. Las
relaciones interadministrativas se traducen en actividad externa, con forma jurídica de actos administrativos.
Modalidades. Las relaciones interadministrativas pueden presentar dos modalidades: en razón de los sujetos de la
relación, en tanto y en cuanto, pueden ser parte de las relaciones interadministrativas, entidades o personas
públicas estatales (Nación, provincia, municipio, entes autárquicos y otros entes descentralizados) y no estatales;
y en razón del ámbito territorial o esfera de competencia de las entidades intervinientes, en cuyo caso los sujetos
públicos intervinientes en la relación interadministrativa pueden pertenecer a una misma esfera de gobierno
(nacional, provincial, municipal) o a distintas esferas de gobierno, es decir a diversos ámbitos territoriales de
competencia (ej., Nación y provincia, Nación y municipio, provincia y municipio). Régimen
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Jurídico. Cuando los sujetos intervinientes son estatales, de idéntica o distinta esfera de competencias, es obvio
que la relación jurídica generada se regirá predominantemente por el Derecho Administrativo, y los actos que
produzcan efectos entre las partes se considerarán “interadministrativos”; los contratos celebrados por dos entes
estatales también se calificarán de “interadministrativos”; los conflictos que se susciten se dirimirán por un
procedimiento especial; en principio, no serán recurribles administrativamente los actos de un ente por otro ente,
ni impugnables judicialmente, salvo en los casos de acción de lesividad, o que los entes o sujetos de la relación
pertenezcan a distintas esferas de competencia. Si los intervinientes en la relación son públicos no estatales o al
menos uno de ellos es un ente no estatal, el régimen jurídico experimentará algunas variantes. La regulación en
principio debe ser predominantemente de Derecho Público.
Los actos que emiten pueden tener carácter administrativo, o revestir forma jurídica privada; lo mismo
acontece con los contratos, que suelen ser interadministrativos; sus conflictos se dirimen por la vía judicial, y
las reglas y principios del procedimiento administrativo que regulan la actividad administrativa le son
aplicables analógica o supletoriamente. En el caso de personas públicas estatales correspondientes a diversas
esferas de competencia constitucional (Nación, provincia, municipio), no existe subordinación ni supremacía
de una entidad respecto de otra, ni es admisible tampoco el ejercicio de prerrogativas públicas entre ellas, ni
la Administración central o el Estado Nacional tiene respecto de las provincias y municipios otros poderes
que los que autoriza la Constitución, razón por la cual los conflictos se dirimen en sede judicial (arts. 116 y
117 CN). Conflictos interadministrativos.
Al respecto cabe distinguir dos tipos de relaciones que resultan de considerar las controversias entre
entidades que actúan en una misma esfera de competencia constitucional o en diferentes esferas de gobierno,
siendo el órgano competente para dirimir el conflicto el Poder Ejecutivo, en el primer caso, y el tribunal
judicial correspondiente, en el segundo. En este sentido la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha
entendido que “la intervención judicial, a los fines de la declaración de los derechos que puedan asistir a las
empresas del Estado, en defensa de sus actos y patrimonios como entidades descentralizadas en ocasión de
diferencias con otros organismos, no importa invasión o desconocimiento de las atribuciones
constitucionales y legales del Poder Ejecutivo, en virtud de las cuales le incumbe resolver los asuntos de
naturaleza administrativa por tener a su cargo la administración general del país”.
Conflictos interorgánicos. En el procedimiento administrativo se acepta que los órganos asuman la defensa
de sus atribuciones en aquellos casos en que ellas resultaren negadas o desconocidas por el superior
jerárquico u otro órgano que pretenda arrogarse una competencia que no le corresponde.
4.- La organización administrativa nacional y provincial. Atribuciones del Presidente de la Nación, del
Jefe de Gabinete y de los Ministros. Atribuciones del Gobernador. Organización municipal y
comunal. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Nuestro país adoptó el sistema de gobierno federal, por lo que hay dos tipos de autoridad: Nacional y
Provincial.
La distribución del poder estatal está dada por nuestra Constitución Nacional, la cual lo divide entre:
Nación: arts. 75, 99 y 100.
Provincias: conservan todo lo no delegado a la nación; arts. 5, 121, 122.
A ambos: poderes concurrentes: arts. 75 y 125.
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PODER EJECUTIVO NACIONAL:
Artículo 87.- El Poder Ejecutivo de la Nación será desempeñado por un ciudadano con el título de
"Presidente de la Nación Argentina".
El Poder Ejecutivo es Unipersonal; es decir, lo ejerce el Presidente de la república, quien es Jefe de Estado y
de Gobierno (ni el vicepresidente, ni los ministros, integran este poder).
Es Supremo; es decir, representa a la Nación en el ámbito Internacional (pero no está por encima de los otros
2 poderes).
Es Cabeza de la Administración; es decir, es el Superior de todos los órganos creados en el ámbito del Poder
Ejecutivo y tiene control Jerárquico (sobre los órganos centralizados) o Administrativo (sobre los Entes
descentralizados).
Es Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.
Artículo 94.- El Presidente y el vicepresidente de la Nación serán elegidos directamente por el Pueblo, en doble
vuelta, según lo establece esta Constitución. A este fin el territorio nacional conformará un distrito único.
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7. Nombra y remueve a los embajadores, ministros plenipotenciarios y encargados de negocios con acuerdo
del Senado; por sí solo nombra y remueve al jefe de gabinete de ministros y a los demás ministros del
despacho, los oficiales de su secretaría, los agentes consulares y los empleados cuyo nombramiento no está
reglado de otra forma por esta Constitución.
8. Hace anualmente la apertura de las sesiones del Congreso, reunidas al efecto ambas Cámaras, dando
cuenta en esta ocasión del estado de la Nación, de las reformas prometidas por la Constitución, y
recomendando a su consideración las medidas que juzgue necesarias y convenientes.
9. Prorroga las sesiones ordinarias del Congreso, o lo convoca a sesiones extraordinarias, cuando un grave
interés de orden o de progreso lo requiera.
10. Supervisa el ejercicio de la facultad del jefe de gabinete de ministros respecto de la recaudación de las
rentas da la Nación y de su inversión, con arreglo a la ley o presupuesto de gastos nacionales.
11. Concluye y firma tratados, concordatos y otras negociaciones requeridas para el mantenimiento de
buenas relaciones con las organizaciones internacionales y las naciones extranjeras, recibe sus ministros y
admite sus cónsules.
12. Es comandante en jefe de todas las Fuerzas Armadas de la Nación.
13. Provee los empleos militares de la Nación: con acuerdo del Senado, en la concesión de los empleos o
grados de oficiales superiores de las Fuerzas Armadas; y por sí solo en el campo de batalla.
14. Dispone de las Fuerzas Armadas, y corre con su organización y distribución según las necesidades de la
Nación.
15. Declara la guerra y ordena represalias con autorización y aprobación del Congreso.
16. Declara en estado de sitio uno o varios puntos de la Nación, en caso de ataque exterior y por un término
limitado, con acuerdo del Senado. En caso de conmoción interior sólo tiene esta facultad cuando el Congreso
está en receso, porque es atribución que corresponde a este cuerpo. El Presidente la ejerce con las
limitaciones prescriptas en el Artículo 23.
17. Puede pedir al jefe de gabinete de ministros y a los jefes de todos los ramos y departamentos de la
administración, y por su conducto a los demás empleados, los informes que crea convenientes, y ellos están
obligados a darlos.
18. Puede ausentarse del territorio de la Nación, con permiso del Congreso. En el receso de éste, sólo podrá
hacerlo sin licencia por razones justificadas de servicio público.
19. Puede llenar las vacantes de los empleos, que requieran el acuerdo del Senado, y que ocurran durante su
receso, por medio de nombramientos en comisión que expirarán al fin de la próxima Legislatura.
20. Decreta la intervención federal a una provincia o a la ciudad de Buenos Aires en caso de receso del
Congreso, y debe convocarlo simultáneamente para su tratamiento.
En cuanto a funciones jurisdiccionales de los órganos del PE, han sido aceptadas por la CSJN a condición de
que exista posteriormente un control judicial suficiente, con amplitud de debate y prueba. La Constitución
Argentina atribuye al Poder Ejecutivo el ejercicio de algunas facultades excepcionales, como es la relativa al
indulto y conmutación de penas (art.99, inc.5, CN). El indulto no puede ser calificado como acto
jurisdiccional ya que no resuelve una controversia, sino que, por razones de interés público, elimina la
aplicación de la pena correspondiente a una conducta delictiva.
Jefe de Gabinete: figura que, en teoría, fue creada para atenuar el poder del Presidente controlándolo, pero en
la práctica esto no se así ya que entre ambos existe una relación de jerarquía (el Pte, al que el J de Gabinete
debe controlar, esta sobre él jerárquicamente: lo nombra y remueve, le da instrucciones y supervisa el
ejercicio de sus funciones, puede asumir aquellas que no sean exclusivas del J de Gabinete, etc.).
El Ministerio es un órgano de órgano ya que, por ser el Poder Ejecutivo unipersonal, los Ministros no integran el
órgano presidencial, al cual, se hallan jerárquicamente subordinados. Cada uno de ellos integra el órgano
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Ministerial, que depende jerárquicamente del órgano Ejecutivo, quien los nombra y remueve. Los ministros
integran el órgano Ministerial, pero a su vez, cada ministro es un órgano diferente de los demás.
Artículo 100.- El jefe de gabinete de ministros y los demás ministros secretarios cuyo número y competencia será
establecida por una ley especial, tendrán a su cargo el despacho de los negocios de la Nación, y refrendarán y
legalizarán los actos del presidente por medio de su firma, sin cuyo requisito carecen de eficacia.
Al jefe de gabinete de ministros, con responsabilidad política ante el Congreso de la Nación, le corresponde:
1. Ejercer la administración general del país.
2. Expedir los actos y reglamentos que sean necesarios para ejercer las facultades que le atribuye este
artículo y aquellas que le delegue el presidente de la Nación, con el refrendo del ministro secretario del ramo
al cual el acto o reglamento se refiera.
3. Efectuar los nombramientos de los empleados de la administración, excepto los que correspondan al
presidente.
4. Ejercer las funciones y atribuciones que le delegue el presidente de la Nación y, en acuerdo de gabinete
resolver sobre las materias que le indique el Poder Ejecutivo, o por su propia decisión, en aquellas que por su
importancia estime necesario, en el ámbito de su competencia.
5. Coordinar, preparar y convocar las reuniones de gabinete de ministros, presidiéndolas en caso de ausencia
del presidente.
6. Enviar al Congreso los proyectos de ley de ministerios y de presupuesto nacional, previo tratamiento en
acuerdo de gabinete y aprobación del Poder Ejecutivo.
7. Hacer recaudar las rentas de la Nación y ejecutar la ley de presupuesto nacional.
8. Refrendar los decretos reglamentarios de las leyes, los decretos que dispongan la prórroga de las sesiones
ordinarias del Congreso o la convocatoria de sesiones extraordinarias y los mensajes del presidente que
promuevan la iniciativa legislativa.
9. Concurrir a las sesiones del Congreso y participar en sus debates, pero no votar.
10. Una vez que se inicien las sesiones ordinarias del Congreso, presentar junto a los restantes ministros una
memoria detallada del estado de la Nación en lo relativo a los negocios de los respectivos departamentos.
11. Producir los informes y explicaciones verbales o escritos que cualquiera de las Cámaras solicite al Poder
Ejecutivo.
12. Refrendar los decretos que ejercen facultades delegadas por el Congreso, los que estarán sujetos al
control de la Comisión Bicameral Permanente.
13. Refrendar conjuntamente con los demás ministros los decretos de necesidad y urgencia y los decretos
que promulgan parcialmente leyes. Someterá personalmente y dentro de los diez días de su sanción estos
decretos a consideración de la Comisión Bicameral Permanente.
El jefe de gabinete de ministros no podrá desempeñar simultáneamente otro ministerio.
Artículo 101.- El jefe de gabinete de ministros debe concurrir al Congreso al menos una vez por mes,
alternativamente a cada una de sus Cámaras, para informar de la marcha del gobierno, sin perjuicio de lo
dispuesto en el Artículo 71. Puede ser interpelado a los efectos del tratamiento de una moción de censura,
por el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cualquiera de las Cámaras, y ser
removido por el voto de la mayoría absoluta de los miembros de cada una de las Cámaras.
Artículo 102.- Cada ministro es responsable de los actos que legaliza; y solidariamente de los que acuerda
con sus colegas.
Artículo 103.- Los ministros no pueden por sí solos, en ningún caso, tomar resoluciones, a excepción de lo
concerniente al régimen económico y administrativo de sus respectivos departamentos.
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Artículo 104.- Luego que el Congreso abra sus sesiones, deberán los ministros del despacho presentarle una
memoria detallada del estado de la Nación en lo relativo a los negocios de sus respectivos departamentos.
Artículo 105.- No pueden ser senadores ni diputados, sin hacer dimisión de sus empleos de ministros.
Artículo 106.- Pueden los ministros concurrir a las sesiones del Congreso y tomar parte en sus debates, pero
no votar.
Artículo 107.- Gozarán por sus servicios de un sueldo establecido por la ley, que no podrá ser aumentado ni
disminuido en favor o perjuicio de los que se hallen en ejercicio.
ORGANIZACIÓN PROVINCIAL:
Los principios de la organización provincial están en los arts. 5, 121, 122 y 123 de la CN y se resumen en la
autonomía que tienen las provincias: se dan sus propias instituciones / dictan su propia constitución
(respetando las declaraciones, derechos y garantías de la CN y asegurando la administración de justicia,
autonomía municipal y educación primaria) / se les dan atribuciones exclusivas (eligen autoridades y se rigen
por las nomas que a sí mismas se dan, auto administrándose) o en concurrencia con el Estado Nacional (ej
promover la industria, la inmigración, etc.).
Artículo 70: El gobernador y vicegobernador son elegidos directamente por el pueblo de la Provincia, a
simple pluralidad de sufragios. La elección debe realizarse con una antelación no mayor de seis meses ni
menor de tres. En caso de empate, decide, en una sola sesión y sin debate, por mayoría absoluta de los
miembros presentes, la Asamblea Legislativa surgida de la misma elección.
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17- Dispone de las fuerzas policiales y presta su auxilio a la Legislatura, a los tribunales de justicia y a los
funcionarios provinciales, municipales o comunales autorizados por la ley para hacer uso de ella; 18-
Resuelve los recursos administrativos que se deduzcan contra sus propios actos, los de sus inferiores
jerárquicos y entidades autárquicas de la Administración provincial; y 19- Hace cumplir en la Provincia, en
su carácter de agente natural del gobierno federal, la Constitución y las leyes de la Nación.
Artículo 73: El despacho de los asuntos que incumben al Poder Ejecutivo está a cargo de ministros
designados por el gobernador, en el número y con las funciones, en los respectivos ramos, que determine una
ley especial. Al recibirse de sus cargos prestan juramento ante el gobernador de desempeñarlos conforme a la
Constitución y a las leyes.
Ministros del Poder Ejecutivo: ART. 73. El despacho de los asuntos que incumben al Poder Ejecutivo está a
cargo de ministros designados por el gobernador, en el número y con las funciones, en los respectivos ramos,
que determine una ley especial. Al recibirse de sus cargos prestan juramento ante el gobernador de
desempeñarlos conforme a la Constitución y a las leyes.
ART. 74. Para ser ministro se requieren las mismas calidades que para ser diputado y le comprenden las
mismas incompatibilidades de los legisladores.
ART. 75. Los ministros refrendan con su firma las resoluciones del gobernador, sin la cual éstas carecen de
eficacia.
Sólo pueden resolver por sí mismos en lo concerniente al régimen administrativo interno de sus respectivos
departamentos y dictar providencias de trámite.
ART. 76. Sin perjuicio de las facultades de las Cámaras a su respecto, los ministros tienen el derecho de
concurrir a las sesiones de aquéllas y participar en sus deliberaciones, pero no votar. Dentro de los treinta
días posteriores a la apertura de las sesiones ordinarias de la Legislatura, los ministros deben presentar a ésta
una memoria detallada del estado de la administración de los asuntos de sus respectivos ministerios.
ART. 77. Los ministros son responsables de las resoluciones que autoricen y solidariamente de las que
refrenden conjuntamente con sus colegas.
ART. 78. Los ministros pueden ser removidos de sus cargos por el gobernador, que también decide sus
renuncias, y ser sometidos a juicio político.
ART. 79. En los casos de vacancia o de cualquier impedimento de un ministro, los actos del gobernador
pueden ser refrendados por algunos de sus colegas.
ART. 80. Los ministros reciben por sus servicios la retribución que fije la ley
MUNICIPIOS: se encargan de atender las necesidades sociales de tipo local. A partir del fallo
“RIVADEMAR c/Municipalidad de Rosario” se reconoce la autonomía municipal.
Antes de la reforma de la CN de 1994, el Art.5 CN obligaba a las provincias a asegurar el régimen
municipal; pero no se expedía sobre la autonomía o la autarquía municipal.
Con la reforma de 1994 se agrega el Art.123 en el que se establece que: “cada provincia dicta su propia
constitución, conforme a lo dispuesto por el Art.5 asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y
contenido en el orden institucional, político, administrativo, económico y financiero”. Hasta hace
relativamente poco tiempo (antes de 1994), la doctrina del derecho Administrativo sostenía que los
municipios eran entes descentralizados del poder provincial meramente autárquicos, aunque con amplia
competencia funcional. Decían que la estructuración institucional del Estado era inmodificable, no pudiendo
surgir nuevas autonomías (la Nación es soberana, las Provincias autónomas y los Municipios autárquicos).
Antes de la reforma de 1994, la jurisprudencia se expedía a favor de la autarquía municipal; pero en 1989,
con fallo “Rivademar c/ Municipalidad de Rosario”, la CSJN cambia de criterio expidiéndose a favor de la
autonomía municipal. Igualmente, los municipios no tienen la misma autonomía que las Provincias, no se
puede plantear la cuestión en términos de “autonomía absoluta”; pues el régimen de los municipios depende
de lo que establezcan las Constituciones Provinciales o, en su caso, de las leyes Orgánicas que dicten las
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legislaturas provinciales (como es el caso de la provincia de Santa Fe, cuya Constitución Provincial no fue
reformada y reconoció la autonomía municipal mediante la ley Orgánica de Municipios. Los municipios
santafesinos tienen autonomía relativa o de segundo grado). Los poderes de los municipios se encuentran
siempre sometidos al poder constituyente provincial, por tanto se trata de una autonomía relativa o de
segundo grado.
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gobierno, el cual está a cargo de una Comisión Comunal, elegida directamente por el cuerpo electoral
respectivo, y renovada cada dos años en su totalidad...”.
El art.108 refiere a la intervención por parte de la provincia a municipios o comunas: “La Provincia puede
intervenir por ley, o por decisión del Poder Ejecutivo, en receso de la Legislatura, con cargo de dar cuenta
inmediata a ésta, los municipios y comunas a los efectos de constituir sus autoridades en caso de acefalía
total, o de normalizar una situación institucional subvertida. En el caso de intervención por resolución del
PE, la Legislatura puede hacerla cesar al examinar los fundamentos de aquélla”.
Régimen de la Ley Orgánica de Municipios N° 2 .756. La ley Orgánica de Municipalidades N°.2756 regula
todo lo atinente al sistema de organización política en municipios.
Su Art.22 dice que cada municipalidad se compondrá de: Un Consejo Municipal y de un Departamento
Ejecutivo.
Departamento Ejecutivo del Municipio: Está a cargo de un Intendente, elegido por el pueblo por elección
directa, dura 4 años en sus funciones. En caso de fallecimiento, incapacidad, renuncia o destitución
producidos hasta 1 año antes de terminar su mandato, se elige nuevo intendente para completar el período, si
queda menos de 1 año, asume el Presidente del Consejo Municipal.
Requisitos: ser Argentino, Edad mínima, 22 años; 2 años de residencia inmediata Funciones: administra los
bienes de municipio, colegisla con el Consejo Municipal, ejecuta todas las decisiones que provengan del
mismo y representa al municipio.
Ley Orgánica de Comunas N° 2.439. Regula lo atinente a las comunas, que son aquellos centros de
población cuyo número de habitantes no llegue a 10.000.
Art. 1 - En los centros de población, cuyo número de habitantes no llegue al fijado por la Constitución de la
Provincia para formar municipalidades, la administración comunal estará a cargo de Comisiones Comunales
que serán creadas en la forma que esta ley establece.
Art. 2 - Las comisiones se organizarán y funcionarán de acuerdo en un todo a la Constitución, a la presente
ley y al reglamento interno que cada una de ellas se dicte.
Art. 3 - Las Comisiones Comunales se compondrán: a. De tres miembros titulares e igual número de
suplentes, cuando las villas no hayan alcanzado una población de mil quinientos habitantes. b. De cinco
miembros titulares e igual número de suplentes, cuando las villas hayan alcanzado una población de mil
quinientos habitantes en su ejido urbano. Cuando las Comisiones se constituyan por cinco miembros, se
elegirán cuatro por la mayoría y uno por la minoría y cuando fueren de tres miembros, dos por la mayoría y
uno por la minoría. Art. 4 - Las actuales Comisiones Comunales, aun cuando funcionen con un número de
miembros distinto al que por su población les correspondería, mantendrán su organización, sin perjuicio del
aumento del número de éstos o de su transformación en Municipalidades, cuando así lo determine el número
de habitantes, siguiéndose al efecto el procedimiento establecido por esta Ley.
Art. 20 - Los miembros de las Comisiones Comunales serán designados por elección popular y durarán dos
años en el ejercicio de sus funciones. Las vacantes se proveerán por el tiempo que faltare al miembro cesante
o renunciante, con los suplentes, según el orden que les corresponda.
Art. 21 - Los miembros de las Comisiones son personalmente responsables ante la justicia ordinaria, por los
delitos, abusos, transgresiones y omisiones que cometan en el ejercicio de sus cargos.
Art. 22 - Para ser miembro titular o suplente de la Comisión se requiere: tener más de 22 años de edad; saber
leer y escribir; ser elector inscripto en el municipio y contar con más de dos años de residencia inmediata en
el mismo.
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Art. 23 - Ningún miembro de las Comisiones Comunales, podrá ser detenido dentro de los límites del
municipio durante el período de sus funciones, sin orden expresa de juez competente, salvo el caso de
flagrante delito, ni molestado judicialmente por opiniones vertidas en el recinto de sesiones.
Art. 25 - Las Comisiones Comunales constituirán por sí, sus respectivas autoridades, eligiendo de su seno, un
presidente, un vicepresidente y un tesorero. LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES. El art. 129
de la Constitución Nacional establece, preceptivamente, que la ciudad de Buenos Aires debe tener un
gobierno autónomo con estas características: a) la atribución de facultades propias de legislación y
jurisdicción y; b) la elección directa de su jefe de gobierno. A su vez, la segunda parte de este artículo 129
prescribe que “una ley garantizará los intereses del Estado Nacional” mientras la ciudad de Buenos Aires sea
capital de la Nación. De otra parte, el poder de ejercer una legislación exclusiva sobre el territorio de la
capital de la República se mantiene incólume en cabeza del Congreso de la Nación (art. 75, inc. 30), potestad
esta que la Constitución consagra como parte del régimen permanente del municipio capitalino hallándose
limitada por el principio de autonomía municipal que consagra el art. 129. Pero, en definitiva, el alcance y
contenido de esta autonomía del régimen municipal de la ciudad de Buenos Aires depende de la ley (al igual
que lo que acontece con los llamados municipios de delegación) excepto en lo que respecta a la elección
directa del Jefe de Gobierno del municipio, donde la previsión constitucional es precisa y determinada. El
municipio de la ciudad de Buenos Aires, mientras sea capital de la República, no ha perdido su naturaleza
federal, lo que resulta lógico y razonable en la medida que su territorio alberga nada menos que a los tres
poderes u órganos que conforman el llamado gobierno federal.
5.- Personas jurídicas públicas y privadas. Criterios de distinción. Personas públicas estatales y no
estatales. Criterios de distinción. La importancia actual de los entes no estatales en ejercicio de la
función administrativa. Las empresas del estado. Las sociedades con participación estatal.
Clases de personas: persona humana // persona jurídica = ente al cual el ordenamiento jurídico le confiere
aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y fines de su
creación. La persona jurídica tiene una personalidad diferenciada de la de sus miembros. Ellos no responden
por las obligaciones de la persona jurídica, excepto supuestos en que sea expresamente previsto.
Son privadas: sociedades – asociaciones civiles – simples asociaciones – fundaciones – iglesias, confesiones,
comunidades o entidades religiosas – mutuales – cooperativas – el consorcio de la propiedad horizontal.
La participación del estado en una pj privada no modifica el carácter de éstas, pero la ley o el estatuto
pueden establecer diferentes derechos y obligaciones teniendo en cuenta el interés público comprometido en
su participación.
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s/el fin que tienen: si es público, es persona pública – si es privado, es privada; aunque las fundaciones son
personas privadas que persiguen fines públicos.
s/que ejerzan o no prerrogativas de poder público: si tienen esas atribuciones son personas públicas (ej:
Colegio Público de Abogados tiene el poder de exigirle a los abogados que se matriculen, pagando una
cuota) y si carecen de ellas son privadas. Aunque los concesionarios de servicios públicos son entidades
privadas con prerrogativas de poder público.
s/el grado de control que ejerza el estado sobre la persona: si es mucho será pública, si es poco será privada.
Si bien, señala Ivanega, algunos autores sostienen que pretender diferenciar doctrinariamente entre personas
jurídicas públicas y personas jurídicas privadas es casi irrelevante en la actualidad, atento a que
prácticamente la totalidad de las personas jurídicas poseen hoy elementos de derecho público y derecho
privado, los enfoques de distinción son: CALIFICACIÓN DEL ENTE POR LEY – FIN PÚBLICO –
PRERROGATIVAS DE PODER PÚBLICO – CONTROL ESTATAL SOBRE LA PERSONA JURÍDICA –
FORMA EN QUE SE CREA O CONSTITUYE LA PERSONA JURÍDICA.
ENTIDADES DESCENTRALIZADAS: el estado realiza sus actividades a través de entidades de dos clases:
PRIVADAS: empresas de propiedad privada del estado o aquellas en donde el estado participa en el capital.
Realizan actividades comerciales o industriales o explotan servicios públicos, pero organizados bajo un
régimen donde predomina el derecho privado. Ej., sociedades del estado – sociedad de economía mixta –
sociedad anónima de participación estatal mayoritaria.
PÚBLICAS: son las entidades autárquicas y empresas del estado.
Entidades Autárquicas son aquellas que utiliza el Estado para realizar sus fines específicos y sus
características son:
-Tienen funciones administrativas o relativas a la gestión de servicios públicos (tienen un fin estatal, no
industrial o comercial);
-Su patrimonio es íntegramente estatal (no pueden participar capitales privados) y diferente del patrimonio
del estado;
-Se les aplica el régimen jurídico de derecho público.
Ej., municipios, universidades públicas, etc.
Pueden clasificarse: (1) entidades autárquicas con base territorial (descentralización por región): existe un
territorio-circunscripción dentro del cual el ente realiza su actividad. Ej., municipios – (2) entidades
autárquicas con base institucional (descentralización por servicios): son aquellas creadas con fines
específicos o de servicios públicos específicos. El elemento característico no es un territorio, sino el fin que
debe satisfacer el ente según la actividad que desarrolla. A la vez, estas entidades autárquicas institucionales
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se clasifican según la actividad que llevan a cabo:
- Educación: las universidades nacionales y entidades (Consejo Nacional de Educación, Fondo Nacional de
Artes, etc.).
- Defensa: Dirección Nacional de Fabricaciones Militares y Registro Nacional de las Personas, etc.
- Salud pública: el instituto Nacional de Salud Mental, el servicio nacional de rehabilitación, etc.
- Obras públicas: Dirección Nacional de Vialidad.
- Vivienda: el FONAVI (Fondo Nacional para la vivienda), la Caja Federal de ahorro y préstamo para la
vivienda.
- Economía: el Banco Central, Banco Nación Argentina, Comisión Nacional de valores, etc.
- Entes Reguladores de servicios públicos: son entidades autárquicas que se encargan de regular y controlar
la prestación de servicios públicos privatizados y son elegidos por el Estado en base a su idoneidad técnica
en cada servicio que regulan. Ej., ente del gas, ente de electricidad, ente regulador nuclear, ente de los
teléfonos, etc.
Empresas del Estado son aquellas que utiliza el estado para llevar a cabo actividades comerciales o industriales o
de explotación de servicios públicos; se les aplica un régimen jurídico mixto (de d’ público y privado s/las
características de los actos que realizan). Ej., ferrocarriles argentinos o Aerolíneas antes de ser privatizadas.
En Argentina, la mayoría de las empresas del estado se transformaron en sociedades del estado (YPF,
Aerolíneas Argentinas, Ferrocarriles, Gas del Estado) y luego fueron privatizadas. La ventaja de las
privatizaciones es que se termina con los monopolios públicos: antes una sola empresa se encargaba tanto de
la producción como del transporte y distribución del servicio en todo el país como Entel, Ferrocarriles
Argentinos, etc. Actualmente, la mayoría ha vuelto a manos del Estado.
Características de las empresas del estado: en cuanto al derecho, se les aplica un régimen mixto: derecho
privado para actividades específicas que realizan -industriales y/o comerciales-, y derecho público para sus
relaciones con la administración central o con otra entidad estatal -provincias, entidades autárquicas, etc- y
con el servicio público que tuviera a su cargo / tienen personalidad jurídica propia y se auto administran. /
son creadas y extinguidas por el Poder Ejecutivo y funcionan bajo su dependencia / las empresas deben
presentarle al PE el plan de acción o memoria que van a desarrollar en el año, detallando fines, actividades
que harán para lograrlos, presupuesto de esas actividades / el control de presupuesto lo realizan la Contaduría
General de la Nación y la Sindicatura General de Empresas Públicas (quien además tiene el control de
legalidad). Una vez terminada la actividad de ese año detallada en la memoria, la empresa tiene 4 meses para
presentar dicho plan de acción ante el Tribunal de Cuentas de la Nación, que redactará un informe sobre el
resultado de esa memoria y se lo envía al PE el cual lo remite al Congreso. De esta forma el tribunal hace el
control contable de las empresas. / sus bienes son estatales / pueden celebrar actos unilaterales, contratos
administrativos o contratos de objeto privado (en este último caso el acto o contrato se regirá por el d’
privado, pero también por el público, en cuanto a sus relaciones con la administración, el servicio público
que tenga a su cargo, la competencia del ente que lo celebre). / personal: los funcionarios superiores son
funcionarios públicos, mientras que para los demás empleados rigen las normas del d’ laboral / acción contra
empresa del estado: si es sobre una relación de derecho privado, el tribunal competente es el de trabajo – si
es una relación de función pública es el fuero federal.
La diferencia entre las EMPRESAS del estado y las SOCIEDADES del estado es que cuando el estado
forma una sociedad cuyo fin es prestar un servicio público industrial o comercial, se la llama “EMPRESA
del estado”. Y cuando forma una sociedad cuyo fin es realizar actividades industriales o comerciales como
una sociedad de d’ privado, ya no son empresas del estado sino empresas PRIVADAS de propiedad del
estado y se les aplica el d’ privado.
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Catalina Quiñónez
Las sociedades del estado surgen porque el e’ comienza a participar en la economía del país como actor y no
sólo como guardián de los d’s de los habitantes, resultándole más efectivas las leyes y usos mercantiles
porque le permiten lograr una gestión ágil y obtener mayores posibilidades de financiación.
Pueden ser: Sociedades del Estado propiamente dichas = aquellas que con exclusión de toda participación de
capitales privados, constituyen los estados (Nacional, Provincial, Municipal), los organismos estatales
legalmente autorizados o las sociedades que se constituyan en orden a lo establecido por la presente ley, para
desarrollar actividades de ese carácter industrial o comercial, o explotar servicios públicos. // Sociedades
Anónimas con participación estatal mayoritaria: SA donde el estado, organismos estatales autorizados al
efecto, sea propietario en forma individual o conjunta de acciones que representen por lo menos el 51% del
capital social y que sean suficientes para prevalecer en las asambleas ordinarias y extraordinarias. Se
comprenden también aquellas que reúnan con posterioridad al contrato de constitución los requisitos.
/ Sociedades de economía mixta = sociedades que forma el estado o las entidades administrativas
autárquicas dentro de sus facultades legales, por una parte, y los capitales privados por la otra para la
explotación de empresas que tengan por finalidad la satisfacción de necesidades de orden colectiva o la
implantación, el fomento o el desarrollo de las actividades económicas.
;Las entidades descentralizadas surgen porque la administración pública fue aumentando su campo de acción
y necesitando más entes especializados que cumplieran diversas funciones.
La descentralización de estos entes puede ser de dos clases: territorial = el ente tiene competencia dentro de
un límite geográfico (ej: el municipio tiene dentro de su porción geográfica competencia para entender en
asuntos administrativos locales) – institucional = el ente tiene competencia sobre un fin determinado,
exclusivo o puntual (ej: universidades tienen un fin puntual de carácter administrativo solamente -ni
comercial ni industrial-.).
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
UNIDAD IV
1.- Las figuras jurídicas subjetivas: personalidad. Capacidad. Status. Poderes y funciones.
Son las posiciones o situaciones que los sujetos ocupan en sus relaciones jurídicas de derecho público. En
cada relación jurídica de derecho público el sujeto ocupa una posición (que puede ser favorable o
desfavorable); pero como son múltiples las relaciones jurídicas, también son múltiples las posiciones.
A) personalidad jurídica. Un sujeto tiene personalidad jurídica cuando el derecho le imputa una norma.
CCyCom ARTÍCULO 141.- Definición. Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el
ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para el
cumplimiento de su objeto y los fines de su creación.
B) capacidad jurídica y de obrar. Capacidad Jurídica: es la aptitud que tiene un sujeto para ser titular de
derechos y obligaciones; es decir de participar en relaciones jurídicas.
Capacidad de Obrar: es la aptitud que tiene un sujeto para ejercer por sí mismo los derechos y obligaciones
de que es titular.
C) “status” o estado jurídico subjetivo. Es la posición o situación que una persona ocupa dentro de la
comunidad (no dentro de una relación jurídica), de manera tal que (conjuntamente con otros sujetos del
mismo status) viene a resultar centro de imputación normativa. Ej. Un sujeto que pertenece al status de
empleado público.
D) poderes y funciones. Poderes: es la facultad que tiene una persona para ejercitar un derecho determinado.
Al “poder” se lo denomina “potestad” cuando la persona que lo ejercita está investida de autoridad.
Funciones: es la forma que adquiere el poder cuando se lo ejercita para satisfacer necesidades públicas (no
propias).
Es un vínculo jurídico que une a dos o más sujetos, con el fin de satisfacer una necesidad individual o
colectiva, y que está regulado porque tiene relevancia para el ordenamiento jurídico.
Elementos.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Relaciones Relativas: aquellas que se desarrollan entre 2 sujetos.
Relaciones Unilaterales: aquellas en que surgen obligaciones para uno de los sujetos.
Relaciones Bilaterales: aquellas en que surgen obligaciones recíprocas.
En el Derecho Administrativo se pueden presentar distintas Relaciones Jurídicas. Los sujetos de estas
relaciones son: 1) la Administración; y 2) los Administrados. Estos sujetos pueden adoptar en las relaciones
jurídicas una posición favorable, o desfavorable.
Posición Favorable: es cuando el sujeto de la relación jurídica pública tiene: un derecho subjetivo
público, o un interés legítimo protegido, o un interés difuso, o un interés simple.
Posición Desfavorable: es cuando el sujeto de la relación jurídica pública tiene una obligación, deber
o carga pública.
A) las posiciones favorables:
Derechos subjetivos perfectos. Derecho subjetivo: es la facultad que el ordenamiento jurídico le da a una
persona determinada para exigir a la administración la satisfacción de un interés propio. Ej. La norma que
establece el derecho del empleado público a percibir el sueldo.
Cuando el estado vulnere un derecho subjetivo público, la vía idónea es la interposición del recurso contencioso-
administrativo en sede judicial. Como expresa Cassagne, en el Derecho Público, la noción de Derecho Subjetivo
cumple una función de garantía al asignar a la persona el poder jurídico de reclamar al Estado lo suyo e impedir
las violaciones de sus derechos individuales de propiedad y libertad. Para cumplir adecuadamente con esa función
de garantía, el modelo histórico del Estado de Derecho se somete al derecho objetivo, organizándose bajo el
principio de la separación de poderes y la justicia administrativa. Los derechos subjetivos resultan “poderes
jurídicos” otorgados o reconocidos por el ordenamiento a la persona, que se despliegan y contienen dentro del
ámbito de una actual y concreta relación con una cosa o sujeto determinados.
El administrado tiene incorporado, adquirido ese derecho de manera directa la situación jurídica, reconocido
por la ley. Ej. la vida, la propiedad, etc.
Derechos debilitados o condicionados y los derechos expuestos a debilitamiento.
Esta categoría surgió para distinguir un tipo especial de situaciones jurídicas de carácter activo en la cuales
el vínculo genera, en forma congénita su propia revocabilidad por razones de interés público apreciada
discrecionalmente o en forma reglada por la administración.
El rasgo característico es su precariedad.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Los derechos subjetivos públicos se debilitan, o condicionan, cuando se oponen a un interés público de
carácter general. La diferencia entre los “derechos debilitados”, y los “derechos expuestos a debilitamiento”
se encuentra en el momento en que surge el interés público general.
Si el interés general se presenta al mismo tiempo que el derecho subjetivo; estamos en presencia de un
derecho subjetivo debilitado. Si el interés general se presenta con posterioridad al reconocimiento del
derecho subjetivo; estamos en presencia de un derecho expuesto a debilitamiento.
Lo propio y característico de este tipo de derecho no es tanto la circunstancia de que el vínculo pase a
garantizar una utilidad instrumental, sino el rasgo de su precariedad.
Pero el hecho de que se produzca esa situación no implica la inexistencia de un derecho subjetivo en el vínculo
jurídico entre el administrado y la administración. Se trata eso sí, de un derecho debilitado en cuanto, en cualquier
momento y sin indemnizar al particular, la administración puede revocar el respectivo acto por razones de interés
público. Es el caso, entre otros, de los permisos de uso otorgados sobre bienes del dominio público. En cambio,
tratándose de “concesiones” el derecho no es precario sino estable y perfecto, por lo que el concesionario
dispondrá de un derecho subjetivo pleno a la estabilidad del vínculo jurídico, cuyo contenido patrimonial permite
extenderle la garantía de la propiedad que estatuye la constitución nacional (art. 17 CN).
Intereses legítimos.
En el orden de la realidad aparecen distinta situaciones jurídicas que no encuadran en la noción de derecho
subjetivo clásico, circunscripto al orden patrimonial. Se traducen en un poder de reacción, a favor del
administrado que se encuentra en una situación cualificada frente a la norma objetiva (el reglamento) o a un
acto concreto que le reporta una utilidad o ventaja.
Apareció así la categoría del interés legítimo, para ampliar el ámbito de protección jurisdiccional del
administrado, configurándose una noción que recibe una aplicación singularmente distinta en los sistemas
que organizan su protección jurisdiccional.
La concepción del interés legítimo se admite en dos supuestos:
a) Cuando el administrado se encuentra en una posición de hecho que lo hace más sensible a otros
respecto de un acto administrativo (ej. La administración cierra un camino que afecta más
directamente a los propietarios de inmuebles con frente a dicha calle);
b) Si los particulares resultan ser los destinatarios del acto administrativo que se discute (ej. El acto que
resuelve una adjudicación entre quienes participan de una licitación).
Ello les confiere una cierta cualificación respecto de la legalidad de los pertinentes actos emitidos por la
administración pública, lo que genera una situación subjetiva que recibe protección por parte del
ordenamiento jurídico.
El interés legítimo, con ser una categoría capaz de satisfacer de un modo inmediato los intereses individuales
o sociales de carácter substancial, no deja de ser un verdadero poder jurídico de impugnación o reacción.
Un grupo de personas determinadas, que de manera indirecta, o refleja, reciben una protección legal a su
situación jurídica pero no porque tengan adquirido algo propio, sino que la ley protege el ordenamiento
jurídico. Ej. personas que concursan, porque si el Estado actúa bien puede verse beneficiado el que concursa,
y si actúa mal, esas personas sufren un perjuicio mayor que los demás ciudadanos.
En la tesis clásica del derecho italiano, se parte de la idea de la exclusividad del interés, afirmando que no todo
interés aparece garantizado por el derecho bajo la forma de derecho subjetivo. En esta corriente, el derecho
subjetivo sólo surge cuando en el sujeto es reconocida una potestad de querer, mientras que cuando una norma
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
garantiza intereses individuales o colectivos, sin atribuir esa potestad de querer, hay un interés legítimo y no
derecho subjetivo. Aunque este tipo de normas han sido dictadas únicamente en interés general y no tienen
por fin garantizar directamente derechos subjetivos, puede acontecer que a través del respeto del interés
general, resultan en forma ocasional, protegidos los intereses de una persona. Es lo que se ha denominado el
efecto reflejo del derecho objetivo.
En la suma, a los efectos de la legitimación para accionar judicialmente, lo que importa es la titularidad de
un derecho reconocido y tutelado por el ordenamiento jurídico, lo cual no implica instituir una legitimación
objetiva basada exclusivamente en la legalidad n menos aún, una acción popular a favor de cualquier
ciudadano que invoque la sola ilegalidad sin demostrar la afectación o lesión de un derecho o interés propio
del mismo o de n determinado sector de intereses protegidos expresamente.
Intereses difusos.
Interés difuso lo llama la ley provincial n° 10.000 e interés de incidencia colectiva lo llama la Constitución
Nacional.
Cuando el Estado vulnere un Interés Difuso, la vía idónea es la interposición del Recurso de Amparo en sede
Judicial.
Grecco apunta que la categoría del interés difuso o colectivo implica “la concurrencia de dos elementos: por
un lado un elemento de carácter subjetivo, consistente en la pertinencia a una pluralidad indeterminada de
sujetos que pueden, inclusive, ser todos los que integran la comunidad general y, de otra parte, un dato
normativo que es el que, justamente, atribuye la juridicidad”.
Lo que no se puede sostener, es la existencia de acciones populares, por medio de las cuales cualquier habitante
del país esté legitimado para impugnar, en sede judicial, los actos y reglamentos administrativos, aparte de la
inconveniencia que traduce la sustitución de un sistema de justicia subjetiva por uno de acción pública que puede
tornar ilusoria, en la práctica, la protección judicial debida a los portadores de derechos subjetivos.
Ej. Ambiente, derechos del consumidor. Son aquellos que no están en cabeza de una sola persona sino en un
conjunto determinable de personas indeterminadas. Afectan a un conjunto. (Petrone).
Ej. Fallo s/ traslado de la estatua del Brigadier López de la Costanera.
En Santa Fe para el interés difuso y el interés simple hay una protección especial, el amparo de la ley 10.000.
No es necesario agotar la vía administrativa previa. Se pasa a un recurso contencioso rápido.
Intereses simples.
Es el interés que tiene todo ciudadano a que la Administración actúe conforme a Derecho. Lo tenemos todos
por igual, por lo que todos lo podemos reclamar (Petrone).
Es la facultad que el Ordenamiento Jurídico le da a todo ciudadano para exigirle a la Administración que
actúe conforme a derecho.
Cuando el Estado vulnere un Interés Simple, la vía idónea es la interposición del Recurso de
Reconsideración en sede Administrativa.
El particular está habilitado para ejercer el derecho de peticionar ante las autoridades, el que en virtud a su rango
constitucional (art. 14) no requiere de una ley que lo reconozca (aun cuando pueda ser objeto de reglamentación
razonable) concretándose tanto por medio de meras peticiones como de propuestas, iniciativas y sugerencias. A su
vez, el administrado puede, aun como portador de un interés simple, hallarse legitimado para iniciar el
procedimiento administrativo (ej., denuncias), o bien para promover una acción o recurso ante
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Catalina Quiñónez
la justicia mediante el ejercicio de acciones públicas, las cuales han sido admitidas en algunos países en
materia urbanística. En este último caso se trata del llamado interés difuso coincidente con un interés simple.
Los derechos de incidencia colectiva que tienen por objeto bienes colectivos. Los derechos de
incidencia colectiva referente a intereses individuales homogéneos.
La Constitución reformada de 1994 consagra, como una novedad de nuestro ordenamiento jurídico, la figura
del amparo judicial de los llamados derechos de incidencia colectiva (art. 43 CN). La fórmula constitucional
abarca tanto a los titulares de derechos subjetivos (ej., la persona que sufre un daño ambiental concreto y
determinado) o bien, a los intereses meramente colectivos (también llamados “difusos”) aunque variando el
reconocimiento de la legitimación en cada caso.
Cuando se trata de la violación de un derecho subjetivo o de un interés legítimo, la aptitud para promover el
proceso corresponde al “afectado” (art. 43, 2da parte, CN) que es la persona que sufre, concretamente, la
lesión o amenaza de perjuicio, quien además precisa acreditar la ilegalidad o arbitrariedad manifiesta del
acto lesivo (art. 43, 1ra parte, CN).
En el caso “Schroeder, Juan c/ Estado Nacional (Sec. de Recursos Naturales y Ambiente Humano) s/
amparo” (6/12/94), un sector de la doctrina ha interpretado que la legitimación que reconoce el art. 43 de la
Constitución se configura cuando se lesiona el denominado “ámbito o círculo vital” de las personas, el que
“viene determinado por una relación de proximidad física, esto es, por una vinculación derivada de la
localización especial y no de la pertenencia a una jurisdicción política.
B) Las posiciones desfavorables:
Según Cassagne, la teoría de los deberes públicos ha tenido hasta ahora un escaso desarrollo doctrinario y
jurisprudencial en el Derecho Administrativo, justamente preocupado por la necesidad de garantizar los
derechos del administrado ante los avances del poder público. Su conocimiento resulta útil para comprender
el funcionamiento de todo el esquema de las situaciones jurídicas pasivas en que el administrado se
encuentra frente a la Administración Pública y las limitaciones a que el poder jurídico de esta última se
encuentra sometido.
La diferencia entre el deber y la obligación es relativamente sencilla, si se parte de la concepción que postula
la adscripción de ambas figuras jurídicas subjetivas pasivas al género de los deberes, en sentido amplio, que
recaen sobre el administrado en atención a intereses que no le pertenecen sino que corresponden a una
persona distinta o a la comunidad.
El deber, en sentido estricto, nace de la norma general y no de una relación jurídica intersubjetiva (por ejemplo, el
deber de cumplir con prescripciones legales de policía sanitaria –vacunación-, el deber de educación primaria,
etc.). La obligación, en cambio, supone un vínculo proveniente de una relación jurídica de la cual surge el poder
reconocido a favor de otro sujeto a obtener el cumplimiento de la conducta debida. En este caso, la conducta
debida aparece impuesta en consideración a los intereses propios del titular del derecho subjetivo.
Para que la Administración pueda exigir el cumplimiento de un deber o la sanción, en caso de incumplimiento, se
requiere el dictado de un acto administrativo que determine concretamente la obligación del administrado
(ejemplo, la convocatoria al servicio militar de un ciudadano supone el cumplimiento del deber genérico de todo
argentino de armarse en defensa de su patria que prescribe el art. 21 de la Constitución Nacional).
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Es una imposición jurídica, que exige de un sujeto la observación de una conducta determinada.
Categorías.
Obligación: es la imposición de una conducta (positiva o negativa), en relación a la conducta de la otra parte.
Surge de una relación jurídica.
Deberes Públicos Reales: es la imposición de una conducta (positiva o negativa), en relación a una norma
jurídica. Surge de la ley.
Clases.
Deberes de la Administración Pública a los particulares: generales y especiales.
Son deberes de la Administración hacia los particulares. Los Deberes Generales, son obligaciones de la
Administración que benefician a todos los miembros de la comunidad. Surgen de la ley. Ej. Deber de
respetar la libertad de los individuos.
Los Deberes Especiales, son obligaciones de la Administración que benefician a un sujeto determinado.
Surgen de un Acto Administrativo. Ej. Deber de abonar la Obra Pública al concesionario.
Deberes de los particulares a la Administración Pública: generales y especiales.
Son deberes de los particulares hacia la Administración. Los Deberes Generales, son obligaciones de los
particulares frente a la Administración, que surgen de la ley. Ej. Deber de vacunación obligatoria.
Los Deberes Especiales, son obligaciones de un sujeto determinado frente a la Administración, que surgen
de un Acto Administrativo. Ej. Deber que tiene el concesionario de realizar la Obra Pública.
Limitaciones y cargas: constitución y extinción.
Limitación: es la restricción en el ejercicio de un derecho en virtud del interés público.
Carga: es la imposición de una conducta en propio interés, y su incumplimiento está articulado como
conducta lícita cuyo efecto es precisamente no obtener el resultado previsto. No es de ejecución forzada
eventual o por un tercero.
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Catalina Quiñónez
BOLILLA V
1- Acto administrativo: función de la teoría del acto administrativo. Concepto de acto administrativo.
Unilateralidad o bilateralidad del acto administrativo. Distinción con otros actos de la administración:
actos de gobierno y el acto institucional; actos con objeto regido por el derecho privado. Diferencia
entre hecho y acto administrativo.
¿Cómo se ejercita la competencia y jerarquía? A través de actos administrativos que es siempre jurídico (pq’
es pj sometida a reglas); no puede ser no jurídico. Es especie del género aj, pero tiene particularidades por lo
que es distinto. Xej., Acto Adm régimen exorbitante (el e’ tiene más poder que el individuo pq’ conduce
la sociedad). BOLILLA V.
“Teoría del acto administrativo”
Siguiendo a Cassagne, se puede decir que la teoría del acto administrativo tuvo su origen y desarrollo en
Francia, merced a la jurisprudencia, principalmente, del Consejo de Estado y, de un modo complementario,
del Tribunal de Conflictos, órgano este último encargado de fijar con fuerza de verdad legal el deslinde de la
competencia entre los tribunales administrativos y los judiciales. La razón de ser de la teoría, conectada en
los comienzos a la necesidad práctica de establecer la división entre la jurisdicción contencioso-
administrativa y la judicial, como consecuencia de la interpretación del principio de la separación de los
poderes elaborado por Montesquieu, obedece, en realidad, a una causa mucho más esencial. Esa razón se
vincula con la propia finalidad del Derecho Administrativo en cuanto propende a la prosecución del bien
común a través de actividades jurídicas homogéneas, que precisan llevarse a cabo conforme a un régimen
diferente al que es propio de los actos de derecho privado. La teoría del acto administrativo demuestra que su
elaboración y desarrollo ha tenido en cuenta no sólo el interés público que el Estado persigue al extender los
efectos de su accionar al ámbito externo sino también y en una medida importante, las garantías debidas al
administrado que surgen del sometimiento de la Administración Pública a determinados principios y reglas
jurídicas que, en tanto justas y razonables, poseen legitimidad. El acto administrativo constituye una
“declaración” habida cuenta de que traduce al mundo exterior un proceso de tipo intelectual, por oposición a
los meros hechos administrativos, los cuales consisten en comportamientos materiales que implican una
actividad física de la Administración. El acto administrativo pertenece a la categoría de los actos jurídicos
voluntarios. Pero aun partiendo de este presupuesto esencial cabe reconocer diferencias entre el acto
administrativo y el acto jurídico privado, las cuales justifican la existencia de una teoría propia para esta
importante categoría del derecho público. En el derecho privado, sólo adquiere condición de acto jurídico la
declaración encaminada a producir en forma inmediata una modificación del orden jurídico (art. 944, Cód.
Civil), mientras que en el derecho público, el acto administrativo abarca un espectro más amplio, incluyendo
también aquellas declaraciones que no persiguen esa finalidad en forma inmediata sino mediata. Ahora bien:
esa declaración debe emanar de un órgano del Estado y ser emitida en ejercicio de la función materialmente
administrativa (concepción objetiva) puesto que es precisamente tal circunstancia la que va a generar
consecuencias en el régimen del acto que se emita (ejemplo, reglas de competencia). En cambio, no es
posible que entidades no estatales dicten actos administrativos, ya que aun reconociendo que el derecho
público pueda regular a veces sus actividades (por ejemplo, personas públicas no estatales) éstas no poseen el
mismo régimen que los actos administrativos. En definitiva, la noción de acto administrativo comprende
toda declaración proveniente de un órgano estatal, emitida en ejercicio de la función materialmente
administrativa y caracterizada por un régimen exorbitante, que genera efectos jurídicos individuales
directos con relación a los administrados destinatarios del acto.
Siguiendo a Marienhoff, se puede decir que la teoría del acto administrativo tiene una importancia
fundamental. Es tan trascendente como la del acto jurídico de derecho privado. Gran parte de las
vinculaciones de la Administración Pública con los administrados o particulares, tiene por base a un acto
administrativo. Además, el acto administrativo es la forma esencial en que la Administración Pública
expresa su voluntad, sea de modo "general" (reglamentos) o de un modo "particular" o "especial"
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Catalina Quiñónez
(acto administrativo "individual"). El acto administrativo es también sustancialmente "jurídico". Proyecta
sus efectos hacia lo "externo" de la Administración Pública, y tiende a regular o disciplinar las relaciones de
ésta con los administrados. En esto se diferencia netamente el "acto de administración", cuya eficacia, como
acto, se agota en lo "interno" de la Administración Pública, no regulando ni disciplinando relaciones con
terceros. El concepto de "acto administrativo" no sólo comprende los actos de esa índole emitidos por el
Ejecutivo, sino también los de igual naturaleza emitidos por los órganos Legislativo y Judicial. Es la
consecuencia lógica de la concepción "objetiva", "material" o "sustancial" de Administración Pública. El
acto administrativo es "uno" de los medios jurídicos por los cuales la Administración Pública expresa su
voluntad. Aparte de que hay varios tipos de actos administrativos, que se concretan en otros tantos
"instrumentos", es de advertir que, para expresar su voluntad, la Administración Pública, además del "acto
administrativo", cuenta con otros medios: el acto de administración, el acto de gobierno o político y el acto
institucional, que se ponen de manifiesto según el objeto o finalidad que persiga la Administración Pública.
La Administración puede llevar a cabo dos tipos de actividades, es decir, posee dos potestades: REGLADA o
DISCRECIONAL.
-REGLADA: cuando el contenido del Acto está regulado por ley. La CN y la ley le dicen al Estado
exactamente lo que tiene que hacer. Ej. Otorgamiento de beneficios previsionales.
-DISCRECIONAL: cuando la ley no impone a la Administración un comportamiento a seguir. La
discrecionalidad es el margen de libertad que el ordenamiento Jurídico le da a la Administración para que
decida oportunamente los medios (“como”) y el momento (“cuando”) despliega su actividad Administrativa.
Pero esta libertad para actuar no debe ser arbitraria; por tanto se debe analizar la oportunidad, el mérito y la
conveniencia del Acto. Da a la Administración cierto grado de libertad para definir su accionar. Ej.
Definición de un trayecto para un camino.
Pero la Discrecionalidad tiene dos tipos de límites: JURÍDICOS (que se elija entre opciones igualmente
justas) y TÉCNICOS (que haya sustento técnico). ¿Por qué el Estado tiene discrecionalidad? Por la
Democracia. Uno vota a las personas que van a dirigir al Estado. El acto administrativo es una especie de
acto jurídico. Los actos administrativos deben ser realizados por entes “estatales” o “públicos no estatales”.
Cuando hablamos de ente público no estatal, hablamos de personas jurídicas de derecho público que no
pertenecen al Estado pero que cumplen funciones administrativas. Ej. El ente que maneja el puerto.
Hay distintas teorías a la hora de definir al “Acto Administrativo”; mientras que las OBJETIVAS buscan su
definición partiendo desde un punto de vista orgánico, otras, las SUBJETIVAS, lo restringen a su ámbito
subjetivo.
A su vez, podemos encontrarnos con autores que, como Gordillo, sostienen que sólo un concepto MIXTO
puede tener posibilidades de éxito y da un ejemplo: el nombramiento y remoción por parte de las autoridades
judiciales de un empleado de tribunales (xej, ordenanza) es, en estas doctrinas, función administrativa, pero
no acto administrativo. El nombramiento o remoción por parte de las autoridades administrativas de un
empleado de la administración (xej., ordenanza) es función administrativa y también acto administrativo.
¿Por qué el primer acto de nombramiento no es acto administrativo y éste sí? Obviamente, porque en el
primer caso no lo dicta un órgano administrativo y en el segundo sí. Pero entonces ¿Por qué es el primer
nombramiento función administrativa y el segundo también? Porque es sustancialmente igual G sostiene
que en ambos casos hay función administrativa y acto administrativo.
Para cierta doctrina, acto administrativo es toda declaración disposición o decisión de la autoridad estatal, en
el ejercicio de sus propias funciones administrativas productoras de efectos jurídicos. En esta definición,
también son actos administrativos los contratos, reglamentos y actos de la administración (pq’ no diferencia
en efectos jurídicos directos o indirectos).
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Pueden diferenciarse porque el contrato es un acto administrativo bilateral, el reglamento es un acto
administrativo de carácter general, etc.
S/Dromi acto administrativo es la declaración unilateral efectuada en el ejercicio de la función
administrativa, que produce efectos jurídicos individuales en forma directa.
LEY 19549 (ley de procedimiento administrativo) concepto de acto administrativo; adopta criterio subjetivo.
Declaración de voluntad de la administración, en ejercicio de la función administrativa, que emana de
un órgano administrativo (PE) de un organismo (ente autárquico) y algunos autores hablan de “ente” en
vez de “organismo”.
Ente y organismo = pj distinta de la administración central.
Entes u organismos = deben ser públicos y estatales. Pero tb puede ser ente púb no estatal, que produce
efectos de responsabilidad A TERCEROS.
Ivanega adhiere a la posición que considera administrativos “los actos dictados por cualquier órgano estatal
que ejerza función administrativa, incluso los provenientes de los poderes legislativo y judicial”.
Acto administrativo "unilateral" es aquel cuya emanación y contenido se deben a una sola voluntad: la voluntad de
la Administración Pública, que puede expresarse a través de un órgano burocrático o de uno colegiado (individual
o plural, respectivamente). Trátase de la voluntad de un solo sujeto de derecho. Acto administrativo "bilateral" es
aquel cuya emanación y contenido se deben a dos voluntades coincidentes sobre lo que una parte le reconoce a la
otra y recíprocamente: de la Administración Pública y del administrado; voluntades que asimismo pueden hallar
expresión a través de órganos individuales o colegiados. Trátase de la voluntad de dos sujetos de derecho, cada
uno de los cuales, como digo, puede ser de estructura individual o colegiada. La unilateral o bilateral de un acto
administrativo no depende del número de personas coautoras del mismo: depende del número de sujetos de
derecho que intervienen en la emanación del acto. Un solo sujeto de derecho puede estar formado por muchas
personas: es el caso de los órganos colegiados. Si así no fuere, a todo acto o decisión de una administración
colegiada (Consejo, Concejo, Dirección, Comisión, Junta, etc.) habría que considerarlo bilateral o plurilateral, lo
que implicaría un error, pues cada una de esas administraciones, si bien de estructura colegiada, constituye un solo
sujeto. El número de personas que integra un órgano carece de toda trascendencia. Lo que vale es el número de
sujetos de derecho intervinientes en la emanación y en el contenido del acto. En el acto unilateral los diversos
participantes pueden adicionarse o fundirse como elementos de un todo. En el acto bilateral las diversas partes
("sujetos" de derecho) se oponen y enfrentan unos a otros.
Actos con objeto regido por el derecho privado.- El derecho privado es aplicable a la actuación de los
órganos administrativos de modo limitado, ya que en todos los casos es invariable la aplicación del Derecho
Público en cuanto a la competencia, voluntad y forma del acto; sólo el objeto, y en parte, es regulado por el
Derecho Privado. La actividad administrativa es regulada por el Derecho Civil o Comercial por excepción.
El acto no deja de ser administrativo porque sus efectos excepcionalmente puedan estar comprendidos dentro
del marco del Derecho Privado.
Diferencia con hecho administrativo: el hecho administrativo es una actividad material que traduce el
ejercicio de una actividad física de los órganos administrativos (conducta material).
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Catalina Quiñónez
El acto administrativo, en cambio, es el producto de una declaración o exteriorización al plano jurídico de un
proceso intelectual. El hecho administrativo es un comportamiento mientras que el acto implica una
declaración de voluntad que va a producir efectos jurídicos directos y de alcance individual.
*¿Cuál es el momento en el que nace el acto? El acto existe desde su emisión. Nace con la emisión, es decir,
con la firma y la protocolización.
3- Estructura del acto administrativo. Elementos esenciales: sujeto, objeto, contenido, voluntad, causa,
forma, finalidad. La motivación del acto administrativo. Elementos accidentales: término, condición,
modo.
Ley 19549:
ARTICULO 7. Son requisitos esenciales del acto administrativo los siguientes:
Competencia.
a) ser dictado por autoridad competente.
Causa.
b) deberá sustentarse en los hechos y antecedentes que le sirvan de causa y en el derecho aplicable.
Objeto.
c) el objeto debe ser cierto y física y jurídicamente posible debe decidir todas las peticiones formuladas, pero
puede involucrar otras no propuestas, previa audiencia del interesado y siempre que ello no afecte derechos
adquiridos.
Procedimientos.
d) antes de su emisión deben cumplirse los procedimientos esenciales y sustanciales previstos y los que resulten
implícitos del ordenamiento jurídico. Sin perjuicio de lo que establezcan otras normas especiales, considérase
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
también esencial el dictamen proveniente de los servicios permanentes de asesoramiento jurídico cuando el
acto pudiere afectar derechos subjetivos e intereses legítimos.
Motivación.
e) deberá ser motivado, expresándose en forma concreta las razones que inducen a emitir el acto,
consignando, además, los recaudos indicados en el inciso b) del presente artículo.
Finalidad.
f) habrá de cumplirse con la finalidad que resulte de las normas que otorgan las facultades pertinentes del
órgano emisor, sin poder perseguir encubiertamente otros fines, públicos o privados, distintos de los que
justifican el acto, su causa y objeto. Las medidas que el acto involucre deben ser proporcionalmente
adecuadas a aquella finalidad.
Los contratos que celebren las jurisdicciones y entidades comprendidas en el Sector Público Nacional se
regirán por sus respectivas leyes especiales, sin perjuicio de la aplicación directa de las normas del presente
título, en cuanto fuere pertinente
Forma.
ARTICULO 8.- El acto administrativo se manifestará expresamente y por escrito; indicará el lugar y fecha
en que se lo dicta y contendrá la firma de la autoridad que lo emite; sólo por excepción y si las circunstancias
lo permitieren podrá utilizarse una forma distinta.
BONI:
Esenciales: (1) Sujeto, (2) Objeto, (3) Causa, (4) Motivación, (5) Forma, (6) Fin es importante saberlos para
saber dónde buscar vicios (si un elemento está ausente o defectuoso).
Hay autores que al elemento “motivación” lo incluyen dentro de “forma”, otros dicen que es parte de la
“causa” y otros que es un “elemento autónomo”.
Si están ausentes, producen un efecto negativo, enferman el acto y puede padecer de Nulidad Relativa o
Absoluta pq’ el acto no reúne el standard constitucional de razonabilidad y competencia.
(1) Sujetos: ACTIVO: emite, Estado. Necesita competencia y además la persona física que representa la
administración debe tener capacidad, no tener viciada su voluntad “voluntad como presupuesto del acto
administrativo”.
Funcionario no competente puede ser nulidad absoluta
Relacionar “Competencia” BIII, con “Competencia” como parte de los elementos del acto administrativo.
PASIVO: destinatario, administrado.
Órgano: debe tener competencia (que puede ser un poder expreso de ley o razonablemente implícito).
La persona en ejercicio de la función en ese órgano: debe tener capacidad.
(2) Objeto: contenido del acto; lo que el acto quiere hacer, ordena o dispone.
(3) Causa: son los antecedentes de hecho y derecho del acto administrativo (cosas que explica el por qué del
acto y régimen legal que justifica el acto).
(5) Forma: cómo se exterioriza el acto / escrito (principio gral; excepciones: verbal dentro del sistema
bancario se aplican las comunicaciones telefónicas – fuerzas de seguridad; para la excepción debe haber una
ley que prevea su existencia—> xej., carta orgánica BCRA) / protocolizado (n° para ubicarla e incorporarla
al libro donde están todos los a.a, y hoy también subirlo a internet para publicidad) / firmado por funcionario
competente / fechado.
(6) Fin: tiene que tener un fin público. Si es privado hay “desviación de poder”.
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Catalina Quiñónez
Relacionar con: BVI: Invalidez del acto administrativo ejemplos de vicios para cada elemento.
Elementos accidentales: condición, plazo, cargo (o “modo”). Regla general. Vicios no generan la nulidad
absoluta, sino que es subsanable, salvo excepciones como una donación con cargo.
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Catalina Quiñónez
ARTICULO 10.- El silencio o la ambigüedad de la Administración frente a pretensiones que requieran de
ella un pronunciamiento concreto, se interpretarán como negativa. Sólo mediando disposición expresa podrá
acordarse al silencio sentido positivo. Si las normas especiales no previeren un plazo determinado para el
pronunciamiento, éste no podrá exceder de SESENTA días. Vencido el plazo que corresponda, el interesado
requerirá pronto despacho y si transcurrieren otros TREINTA días sin producirse dicha resolución, se
considerará que hay silencio de la Administración.
El "silencio" únicamente valdrá como expresión "tácita" de la voluntad administrativa -sea ello en sentido
favorable o contrario a la petición del administrado-, si la norma aplicable le reconoce o atribuye tales
efectos. El mero "silencio", por sí solo, no permite deducir o establecer el sentido de la voluntad de la
Administración. Cuando la norma le atribuya un sentido o significado al silencio de la Administración, dicho
silencio equivale a la respectiva manifestación tácita de voluntad, porque en tal supuesto la autoridad que
calla sabe con anticipación cuál es el significado que el derecho le asigna a su comportamiento.
El derecho de peticionar ante las autoridades, reconocido expresamente en la Constitución Nacional — artículo 14
—, y en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre — artículo 24—, de jerarquía
constitucional conforme lo establece expresamente nuestra propia carta fundamental (artículo 75, inciso 22), no se
agota por el mero hecho de permitirle al particular que presente su pretensión. Resulta necesario, además, el
reconocimiento del derecho a ofrecer y producir la prueba pertinente en el expediente administrativo y, sobre
todo, el derecho a obtener una decisión fundada, debiéndose considerar los principales argumentos expuestos por
el administrado, en tanto fueren conducentes para la resolución de su pretensión.
Se trata del respecto al principio del debido proceso adjetivo, que importa una expresión de la garantía de
derecho de defensa consagrada en el artículo 18 de nuestra Constitución Nacional, y de la tutela judicial
efectiva reconocida en los artículos 8º y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de
San José de Costa Rica), en los artículos 2º, inc. 3, y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, y en el artículo 10 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, todos con jerarquía
constitucional. Por tal motivo, la administración tiene el deber de resolver las cuestiones planteadas por los
particulares legitimados a tales efectos. Este deber surge de la obligación que impone el derecho del
administrado de dar una decisión fundada, y encuentra fundamento en el principio de obligatoriedad de la
competencia que impone el artículo 3º de la LNPA, y en los principios que rigen en el procedimiento
administrativo, incorporados positivamente en dicha ley, tales como los de celeridad, economía, sencillez y
eficacia en los trámites administrativos.
El administrado tiene a su alcance distintas técnicas para contrarrestar la inactividad formal de la
Administración, a los fines de evitar que se vulnere su derecho al debido proceso adjetivo. En efecto, existen
dos técnicas administrativas para urgir la decisión fundada de la Administración: el silencio de la
administración y la queja. Pero, además, el particular también cuenta con la acción judicial de amparo por
mora.
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Catalina Quiñónez
estimare pertinente requerirá a la autoridad administrativa interviniente que, en el plazo que le fije, informe
sobre las causas de la demora aducida. La decisión del juez será inapelable. Contestado el requerimiento o
vencido el plazo sin que se lo hubiere evacuado, se resolverá lo pertinente acerca de la mora, librando la
orden si correspondiere para que la autoridad administrativa responsable despache las actuaciones en el plazo
prudencial que se establezca según la naturaleza y complejidad del dictamen o trámites pendientes.
ARTICULO 29.- La desobediencia a la orden de pronto despacho tornará aplicable lo dispuesto por el
artículo 17 del decreto-ley 1.285/58.
Artículo 17. - Toda falta en que incurran ante los tribunales nacionales funcionarios y empleados
dependientes de otros poderes u organismos del Estado Nacional o Provincial, actuando en su calidad de
tales, será puesta en conocimiento de la autoridad superior correspondiente a los mismos a los efectos de la
sanción disciplinaria que proceda.
5- Los caracteres del acto administrativo: presunción de legitimidad y ejecutoriedad del acto
administrativo. Límites. Ilegitimidad inicial y posterior. Medios jurídicos para neutralizar la
ejecutoriedad del acto administrativo: administrativos y judiciales, nacionales y provinciales.
Los caracteres del Acto Administrativo (Ejecutoriedad y Presunción de Legitimidad) se presentan cuando el
Acto Administrativo es perfecto, es decir cuando tiene todos los elementos que lo constituyen.
Si el Acto es válido (no tiene vicios) pero no es eficaz, carecerá de Ejecutoriedad.
Si el Acto no es válido –fue emitido violando exigencias del ordenamiento jurídico- (tiene vicios) será
manifiestamente nulo y, en consecuencia, carecerá de Presunción de Legitimidad. La Administración tiene la
obligación de revocarlo.
Presunción de legitimidad y fuerza ejecutoria.
ARTICULO 12.- El acto administrativo goza de presunción de legitimidad; su fuerza ejecutoria faculta a la
Administración a ponerlo en práctica por sus propios medios -a menos que la ley o la naturaleza del acto
exigieren la intervención judicial- e impide que los recursos que interpongan los administrados suspendan su
ejecución y efectos, salvo que una norma expresa establezca lo contrario. Sin embargo, la Administración
podrá, de oficio o a pedido de parte y mediante resolución fundada, suspender la ejecución por razones de
interés público, o para evitar perjuicios graves al interesado, o cuando se alegare fundadamente una nulidad
absoluta.
Retroactividad del acto.
ARTICULO 13.- El acto administrativo podrá tener efectos retroactivos -siempre que no se lesionaren
derechos adquiridos- cuando se dictare en sustitución de otro revocado o cuando favoreciere al administrado.
Acción de amparo y presunción de legitimidad: Cuando un Acto Administrativo sea manifiestamente ilegítimo,
procede la Acción de Amparo y se excluye la posibilidad de realizar una investigación para probar la ilegitimidad
(ya que esta es notoria). La CN en su Art.43 establece que procede la Acción de Amparo cuando el Acto es
arbitrario o de ilegalidad manifiesta. En estos casos no puede aceptarse que los Actos tengan la presunción de
legitimidad ya que su ilegitimidad es manifiesta y surge de la simple comparación con el derecho positivo. El
Art.17 establece la obligación de la Administración de revocar el acto absolutamente nulo.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
- Propia (cuando la ley le permite a la Administración dictar el acto y proveer por sí sola su
cumplimiento);
- Impropia (cuando el acto emana de la administración pero es ejecutado por una sentencia judicial en
este caso la ejecución del acto la decide un juez).
En verdad la impropia niega ejecutividad al acto. La Administración también puede realizar el acto por
cuenta del administrado (lo realiza la Administración cuando debiera hacerlo el administrado), para asegurar
de esta forma que el acto se ejecute.
Límites al principio de ejecutoriedad. El principal límite que pone coto a la facultad de la Administración
Pública y los órganos estatales que ejerzan la función administrativa de ejecutar el acto, surge del principio
por el cual toda ejecución coactiva del acto que recaiga sobre la persona o los bienes del administrado debe
estar dispuesta por los jueces.
Entre los casos en que excepcionalmente se acepta que la Administración pueda realizar la ejecución
coactiva del acto administrativo corresponde destacar los que se hallan relacionados con:
a) La protección del dominio público.
b) Demolición de un edificio que amenaza ruina.
c) Incautación de bienes muebles que impliquen un peligro inmediato para la salubridad y moralidad de los
habitantes.
d) La decisión ejecutoria en la ocupación temporánea anormal.
Ilegitimidad inicial: El acto inicialmente ilegítimo, es decir el nacido con el estigma de ser contrario al
régimen legal entonces imperante, en ciertos supuestos puede ser extinguido por la propia Administración
Pública, en sede administrativa, mediante "revocación por ilegitimidad"; en otros supuestos la extinción debe
producirse por anulación "judicial" a pedido de la Administración Pública o del particular o administrado
cuyos derechos resultan afectados por tal acto.
Ilegitimidad posterior: El acto cuya contradicción con el régimen legal sea "sobreviniente", debiéndose esto a
un cambio en el derecho objetivo, no se considera "ilegítimo", sino "inoportuno". El acto nacido legítimo no
se convierte en ilegítimo como consecuencia de un cambio en los textos legales. La extinción de tal acto sólo
puede lograrse mediante "revocación basada en razones de oportunidad, conveniencia o mérito".
¿Cómo neutralizar la ejecutoriedad del acto administrativo? se suspende, bloqueando la ejecución del acto
administrativo. Significa que paraliza el cumplimiento del acto. El acto no desaparece ni es anulado.
Humo de buen derecho: cuando uno puede percibir que el planteo del administrado es correcto.
/ Medios Administrativos = consiste en pedirle a la Administración que suspenda el acto. Tiene regulación
nacional (art. 12, ley 19.549) y provincial (no hay una ley que lo regule, pero es aceptada la posibilidad de
pedirlo con fundamento en el principio de juridicidad).
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ARTICULO 12.- El acto administrativo goza de presunción de legitimidad; su fuerza ejecutoria faculta a la
Administración a ponerlo en práctica por sus propios medios -a menos que la ley o la naturaleza del acto
exigieren la intervención judicial- e impide que los recursos que interpongan los administrados suspendan su
ejecución y efectos, salvo que una norma expresa establezca lo contrario. Sin embargo, la Administración
podrá, de oficio o a pedido de parte y mediante resolución fundada, suspender la ejecución por razones de
interés público, o para evitar perjuicios graves al interesado, o cuando se alegare fundadamente una nulidad
absoluta.
Principio General: una vez emitido el Acto Administrativo y notificado el mismo, el administrado puede
interponer recursos, pero estos recursos no pueden suspender los efectos del Acto Administrativo (por el
principio de Ejecutoriedad) salvo:
Excepciones: que una ley disponga la suspensión obligatoria; que el Acto tenga una nulidad absoluta y
manifiesta; que el Acto afecte un derecho subjetivo, el interés público, o que cause un daño grave, o cuando
el Acto no sea ejecutorio (cuando la ley no autorice su ejecutoriedad).
/ Medios Judiciales =
Orden Nacional.
Según Cassagne, el sistema argentino vigente en el orden nacional, si bien es más complejo, por haber
distintos ordenamientos procesales en la Nación y en las provincias, presenta tres cauces básicos para
peticionar la suspensión de los efectos de un acto administrativo, a saber:
a) La medida cautelar autónoma o accesoria dentro de un proceso contencioso-administrativo, con
fundamento en el art. 12 de la ley 19.549 (las causales que prescribe esta norma son 3: 1.Alegación fundada
en una nulidad absoluta; 2.Existencia de perjuicios graves al particular; 3.Razones de interés público. En
todos los casos descriptos, basta la concurrencia de una sola de las causales para obtener la medida cautelar
suspensiva debiéndose peticionar la suspensión primero ante la Administración y luego, si ésta la rechaza o
no se expide en el término de 10 días, queda expedita la posibilidad de acudir a la justicia).
b) Medida cautelar autónoma o accesoria dentro de un proceso contencioso-administrativo, con
fundamento en los arts. 230 y 232 del Código Procesal Civil y Comercial, aplicable por analogía (en tales
casos la medida se decreta siempre inaudita parte, requiriéndose la concurrencia de dos requisitos
simultáneos, que son la verosimilitud del derecho y el peligro en la demora, a los que la jurisprudencia ha
añadido, en alguna circunstancia, otros dos: la existencia de graves perjuicios y la condición de que la
medida no afecte el interés público).
c) Como medida dentro de la acción de amparo, prevista en la ley 16.986, contra actos que adolecen de
arbitrariedad o ilegalidad manifiesta y siempre que se lesionen los derechos y las garantías prescriptos en la
Constitución (deben concurrir los requisitos positivos: 1.La lesión, restricción o amenaza de un derecho o
garantía constitucional; 2.Que dicha lesión, restricción o amenaza opere en forma actual o inminente; 3.Que
adolezca de arbitrariedad o ilegalidad manifiesta – y requisitos negativos: 1.Existan recursos administrativos o
judiciales que permitan obtener la protección de los derechos o garantías constitucionales vulneradas; 2.El acto
impugnado emanara de un órgano judicial o hubiera sido dictado por aplicación expresa de la Ley de Defensa
Nacional; 3.La intervención judicial comprometiera la regularidad, continuidad y eficacia de la prestación de un
servicio público o el desenvolvimiento de actividades esenciales del Estado).
Orden Provincial.
En la provincia de Santa Fe, en sede judicial se dan dos supuestos, iniciar un Proceso de Amparo o un
Proceso Contencioso-Administrativo que se diferencia según el interés protegido:
Ante la afectación de un derecho subjetivo público o un interés legítimo protegido, se realiza un
Proceso Contencioso-Administrativo establecido por la ley 11.330 (art. 14).
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Ante la afectación de un interés difuso o un interés simple, se realiza un Proceso Contencioso
Administrativo sumario, especificado en la ley 10.000 (se interpone ante jueces civiles y comerciales
y tiene una medida cautelar automática).
6- Clasificación del acto administrativo: con referencia a los efectos, con referencia a los sujetos, con
referencia al contenido y con referencia a la posición en el procedimiento. Meros actos
administrativos. Manifestaciones de conocimientos. La interpretación del acto administrativo.
Con referencia a los efectos De EFECTO EXTERNO (acto administrativo): acto que surge de la
organización administrativa y produce efectos con relación a terceros (ej: autorización de la policía para
eliminar un obstáculo impuesto por la ley a la actividad de un particular). – de EFECTO INTERNO (actos de
la administración): sólo producen efectos dentro de la organización administrativa (ej: la orden dada por el
superior al inferior; la sanción que aplica la autoridad competente a un funcionario por un sumario
administrativo).
GENERALES: sus efectos se dirigen a un número determinado o indeterminado de personas; tienen eficacia
a partir de su publicación (reglamento para los autores que los consideran actos administrativos).
PARTICULARES O INDIVIDUALES: sus efectos se dirigen a personas determinadas para las cuales el
acto tiene eficacia desde su notificación (resoluciones, declaraciones, etc.)
Con referencia a los sujetos UNILATERALES: surgen de la sola voluntad de la administración sin tener
en cuenta la del administrado (ordenanzas, reglamentos para algunos autores). – BILATERALES o
CONTRACTUALES: surgen del consentimiento de dos o más voluntades diferentes, sean órganos
administrativos o uno administrativo y otro particular (contratos administrativos). Algunos autores
consideran que los contratos administrativos no son actos administrativos.
SIMPLES: surgen de un solo órgano administrativo (individual o colegiado) – COMPUESTOS: participan
varios órganos y cada uno dicta un acto preparatorio que se une al de los demás surgiendo el acto final
(decreto PE refrendad por ministerio; acuerdo de ministros que emanan de la unión de voluntades de varios
órganos administrativos).
Con referencia al contenido DE IMPERIO: actos que dicta el PE en defensa de su seguridad y CN – DE
GESTIÓN PÚBLICA: actos que dicta el poder ejecutivo en su carácter de poder administrativo.
NULOS: actos con vicios en sus elementos esenciales que impiden su existencia – ANULABLES: actos con
vicio o irregularidad en sus elementos que no llegan a impedir su existencia y pueden ser subsanados.
Con referencia a la posición en el procedimiento REGLADOS: acto que se emite en función de una
norma preexistente que establece las condiciones del mismo. – DISCRECIONALES: acto que se emite sin
una norma preexistente que establezca sus condiciones.
En los meros actos administrativos, en cambio, la voluntad de la Administración Pública se dirige únicamente al
cumplimiento del acto; es sólo voluntad de realizar el acto: no se refiere a los efectos que el acto está llamado a
producir. Tales efectos no derivan aquí, de la voluntad de la Administración Pública, sino de la ley, a cuya simple
ejecución se dirige el acto. En dos palabras: en el caso de meros actos administrativos los efectos de éstos no los
determina la Administración Pública, sino el derecho vigente. Ejemplos: otorgamiento de un pedido de retiro
jubilatorio voluntario; otorgamiento de una jubilación ordinaria; jubilación de oficio a un funcionario; etc. En
todos estos actos, que pueden ser de "formación" unilateral o bilateral, según el caso, los "efectos" no los
determina el acto administrativo, sino el derecho vigente representado por las diversas normas sobre jubilaciones.
El acto administrativo se limita aquí a reconocerle o a atribuirle al funcionario o empleado
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Mariana del Pazo
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el "status" de retirado o jubilado, pero los efectos de ese "status" se hallan determinados por la legislación
formal vigente.
Manifestaciones de conocimiento: Como expresa Gordillo, si bien algunos autores han negado importancia a
la distinción entre manifestaciones de voluntad y declaraciones de conocimiento, otros en cambio defienden
la distinción; pero, aceptando la diferenciación, debe desprenderse de ella la consecuencia de que tales
declaraciones constituyen actos administrativos, sujetos en general a sus mismos principios. En tal sentido, el
acto por el cual la Universidad expide un diploma no es estrictamente una decisión o manifestación de
voluntad, sino más bien la declaración administrativa de que le consta que un alumno ha terminado la
carrera. Es pues una certificación o atestación, que consta en un diploma o certificado y es un acto
administrativo en pleno sentido del término. Si una persona se recibe de abogado y le dan un diploma de
procurador, puede impugnar dicha certificación, como si se tratara de una decisión.
En cuanto a la forma en que el intérprete puede llegar a determinar el sentido del acto, cabe decir que puede
hacerse:
1) Por los términos en que está declarada la voluntad de la Administración, es decir, una
interpretación literal de las palabras con que está expresado el acto.
2) Por la naturaleza del acto, tratando de obtener los resultados que son consecuencia normal de
un acto de esta especie.
3) Por las circunstancias en que la voluntad de la Administración fue declarada , teniendo en
cuenta los elementos que obran en el expediente administrativo, sea que la Administración obrara
de oficio o por recurso interpuesto por el particular.
Interpretación textual: se vale solamente de lo que está expresado por el acto en sí mismo. Es la que debe
hacer el órgano que no se encuentra en relación de subordinación con respecto al que dicta el acto.
Interpretación extratextual: busca obtener el significado del acto en elementos extrínseco s, por ejemplo los
procedimientos de hecho que sirvieron de base al acto. Es la que podrían realizar ciertos órganos de la misma
Administración como el superior jerárquico y los que controlan entes autárquicos.
Interpretación auténtica: es aquella contenida en otro acto administrativo y por consiguiente, está dada por
la misma Administración Pública. Puede ser declarada errónea por la Administración o por un juez. La
doctrina distingue tres clases de interpretación del acto administrativo:
1. Interpretación calificativa: trata de determinar la calificación jurídica del acto en el supuesto en
que no sea claro, como en el caso en que el acto se refiere a dos o más manifestaciones diversas. Se
tiene por cierto el hecho, pero se considera incierta la calificación jurídica.
2. Interpretación plena: refiere a la verificación de la existencia real de los hechos. El hecho
se tiene por incierto, pero por cierta la calificación jurídica.
3. Interpretación de mérito del acto administrativo: el intérprete tiene la facultad de conocer
en todo o en parte el juicio de oportunidad del órgano que dictó el acto, que es una forma propia
de la actividad discrecional.
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Mariana del Pazo
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UNIDAD VI
1.- Invalidez del acto administrativo.
El acto administrativo tiene que satisfacer todos los requisitos relativos al objeto, competencia, voluntad y
forma, y producirse con arreglo a las normas que regulan el procedimiento administrativo.
La exclusión o inexistencia de los elementos esenciales o el incumplimiento total o parcial de ellos, expresa
o implícitamente exigidos por el orden jurídico, constituyen la fórmula legislativa común para definir los
vicios del acto administrativo.
En otros términos, el acto viciado es el que aparece en el mundo jurídico por no haber cumplido los
requisitos esenciales que atañen a su existencia, validez o eficacia. El defecto, vicio o irregularidad afecta al
acto en la medida o magnitud del incumplimiento del requisito concretamente violado. La consecuencia que
hay que asignar al acto viciado no depende de supuestos apriorísticos, sino de la importancia que en cada
caso tenga el vicio cometido.
Vicios del acto administrativo: son las faltas o defectos con que éste aparece en el mundo del derecho y que,
de acuerdo con el orden jurídico vigente, lesionan la perfección del acto, en su validez o en su eficacia,
impidiendo su subsistencia o ejecución.
La invalidez es la consecuencia jurídica del acto viciado, en razón de los principios de legalidad, justicia y
eficacia administrativa. La gravedad de la invalidez de un acto administrativo no debe medirse por la
conducta del agente creador del vicio, sino por la lesión que produzca en los intereses de los afectados y en el
orden público y jurídico estatal.
Hay una relación de causa a efecto entre vicios y nulidades. Precisamente la nulidad es la consecuencia jurídica
que se impone ante la transgresión al orden jurídico. Las nulidades actúan como antibióticos de la juridicidad,
para el saneamiento del anti-derecho. Son un resultado obligado del antecedente: los vicios jurídicos.
Los vicios se clasifican, según la gravedad e importancia que reviste la antijuridicidad en el caso concreto,
en muy graves, graves, leves y muy leves. Los vicios del acto administrativo, según su gravedad, afectan su
validez. Es inválido el acto administrativo con vicios muy graves, graves y leves. El vicio muy leve no afecta
la validez, sin perjuicio de la responsabilidad del agente público. Los vicios que afectan la validez del acto
administrativo producen como consecuencia jurídica su inexistencia, nulidad o anulabilidad.
Existen cuatro categorías de consecuencias jurídicas aplicables a los actos según el vicio de que adolezcan:
anulabilidad (art. 15 LNPA) o “nulidad relativa” en la terminología de la CSJN; nulidad o “nulidad absoluta”
según expresión de la Corte y de la LNPA (art. 14); nulidad constitucional o actos insanablemente nulos,
conforme al art. 36 de la Constitución, e inexistencia (fallo “Los Lagos”).
La nulidad constitucional y la inexistencia corresponden al vicio muy grave, la nulidad al vicio grave y la
anulabilidad al vicio leve.
Al sistema de invalidez del acto administrativo ¿se le aplica el sistema del Código Civil?: Hasta el fallo LOS
LAGOS se aplicaba el régimen de nulidades del Código Civil casi literalmente, pero a partir de este fallo
(año 1941) se crea una teoría autónoma de las nulidades del acto administrativo, a causa de las diferencias
entre ambos. Se aplica el sistema del Derecho Civil siempre que sea compatible con las características del
administrativo (según la Corte Suprema «siempre que sea compatible...con las discriminaciones impuestas
por la naturaleza propia de la sustancia administrativa). En definitiva, se aplica el Código Civil pero no en
forma subsidiaria (aplicarlo tal cual es) sino en forma analógica (se adoptan los criterios y conceptos
generales teniendo en cuenta las características especiales del Derecho Administrativo).
Distinción entre las nulidades en el campo del derecho civil y las nulidades en el campo del derecho
administrativo.
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PAUTA/CAMPO DERECHO CIVIL DERECHO ADMINISTRATIVO
Las nulidades civiles se conciben como Las nulidades administrativas no
sanción por la ausencia o alteración de dependen exclusivamente del elemento
Elementos del acto
un elemento constitutivo del acto. viciado, sino de la importancia de la
infracción al orden jurídico.
Siempre es declarada por un órgano Pueden ser declaradas por un órgano
Órgano que la declara judicial. judicial (por anulación) o administrativo
(por revocación).
Los vicios del acto jurídico en su mayor Habitualmente no se enuncian de modo
Carácter expreso e
parte están expresamente contemplados exhaustivo. Su enunciación no es taxativa.
implícito de la
en el Código Civil. Las nulidades Las nulidades integran un sistema
regulación
integran un sistema estático (rígido). dinámico (flexible).
Las nulidades tienen su fuente en la ley. Las nulidades pueden resultar de vicios
por transgresión a normas
Fuente normativa
constitucionales, legales, reglamentarias e
individuales.
No se puede alegar la propia torpeza, Puede alegarse su equívoco en la
Posibilidad de alegar salvo algunas excepciones como la legitimidad u oportunidad del acto por vía
su propia torpeza lesión, imprevisión y abuso del derecho. de revocación administrativa y/o de
lesividad judicial.
Las nulidades civiles tienden Las nulidades administrativas tratan
fundamentalmente a cuestionar la principalmente de reafirmar la vigencia
Objetivos que
voluntad de las partes. objetiva del derecho y de salvaguardar el
persiguen
interés colectivo en atención a la finalidad
que persigue la actividad estatal.
La nulidad no puede ser declarada de No puede ser declarada de oficio, pero por
Anulación de oficio oficio por el juez, excepto la nulidad excepción procede ante la inexistencia del
relativa. acto.
Impera una categoría jurídica distinta, Pueden pedirla los que ostenten un
para los diversos casos de nulidad derecho subjetivo o interés legítimo.
absoluta o relativa, pudiendo en su
Sujeto titular de la
consecuencia peticionarla: 1) los que
petición
tengan interés en hacerlo; 2) el
ministerio público; 3) aquellos en cuyo
beneficio se han establecido.
Para los actos nulos no se necesita No puede declararse sin una investigación
Investigación de hecho
investigación de hecho, aunque se previa de hecho, excepto para los casos
para su declaración
exceptúan los anulables. inexistentes.
La nulidad civil es una sanción que priva La nulidad administrativa, puede operar
de sus efectos a un acto jurídico en tanto por ilegitimidad originaria (vicios
virtud de una causa existente en el existentes desde el nacimiento del acto) o
Tipo de legitimidad
momento de la celebración. sobreviniente (cuando se torna inválido
por un cambio en el ordenamiento
jurídico).
La acción para impugnar los actos nulos Rigen los plazos establecidos en el
Plazos de Prescripción
prescribe a los 10 años y los anulables a Derecho Civil mientras la legislación
de la acción
los 2 años. específica no señale otros.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Es cuando el vicio que tiene el acto administrativo surge en forma patente y notoria, sin necesidad de
que deba realizarse una investigación de hecho para comprobar su existencia.
Se puede suspender el mismo en sede administrativa y judicial.
El acto no tiene presunción de legitimidad.
Si además de manifiesta es absoluta (ej.: afecta elementos esenciales del acto), la Administración
debe revocar el acto de inmediato, salvo que el mismo estuviera firme y consentido y hubiera
generado derechos subjetivos que se estén cumpliendo (en ese caso se debe anular en sede judicial)
Ejemplo: el PE dicta un decreto donde revoca por ilegitimidad una concesión dada por el PL.
Nulidad no manifiesta
o Como el vicio que tiene el acto administrativo no surge en forma notoria del mismo, se exige una
investigación, juzgamiento para conocer el vicio de hecho y consagrar el acto en nulo.
Nulidades absolutas y relativas.
En el Derecho Administrativo:
Nulidad absoluta (art. 14 de la Ley):
ARTICULO 14.- El acto administrativo es nulo, de nulidad absoluta e insanable en los siguientes casos:
a) Cuando la voluntad de la Administración resultare excluida por error esencial; dolo, en cuanto se tengan como
existentes hechos o antecedentes inexistentes o falsos; violencia física o moral ejercida sobre el agente; o por
simulación absoluta.
b) Cuando fuere emitido mediando incompetencia en razón de la materia, del territorio, del tiempo o del grado,
salvo, en este último supuesto, que la delegación o sustitución estuvieren permitidas; falta de causa por no existir o
ser falsos los hechos o el derecho invocados; o por violación de la ley aplicable, de las formas esenciales o de la
finalidad que inspiró su dictado.
El acto afectado de nulidad absoluta no goza de presunción de legitimidad por tener un vicio
grave, es decir que no se necesita investigación previa para constatar su nulidad y debe ser
revocado en sede administrativa de oficio (salvo que el acto estuviera firme y consentido y
hubiera generado derechos subjetivos que se estén cumpliendo -art. 17 de la Ley-, en cuyo
caso solamente opera la revocación judicial).
Esta nulidad se da cuando el vicio afecta a los elementos esenciales del acto (arts. 7 y 8)
lesionando el orden e interés públicos (por ello no es subsanable, la acción para demandar la
nulidad es imprescriptible y su extinción produce efectos retroactivos).
Nulidad relativa (art. 15 de la Ley):
Artículo 15.- Si se hubiere incurrido en una irregularidad, omisión o vicio que no llegare a impedir la existencia de
alguno de sus elementos esenciales, el acto será anulable en sede judicial.
- El acto afectado de nulidad relativa es aquel que tiene un vicio leve, no manifiesto, que no afecta
elementos esenciales del acto, es prescriptible y tiene cierta estabilidad (se presume legítimo y por eso
son tratados como válidos hasta que son anulados o revocados de oficio o a pedido de parte).
- Se pide una investigación previa para que el juez determine su invalidez.
- El acto puede ser saneado (corregir los vicios leves o defectos que tiene dicho acto) a través de 2
sistemas (art. 19):
a) Ratificación por el órgano superior (ante la incompetencia en razón de grado y solamente
cuando está permitida la avocación, delegación o sustitución).
b) Confirmación, por el órgano que dictó el acto, subsanando éste el vicio que afectó a aquél.
En el Derecho Civil:
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ARTÍCULO 386.- Criterio de distinción. Son de nulidad absoluta los actos que contravienen el orden
público, la moral o las buenas costumbres. Son de nulidad relativa los actos a los cuales la ley impone esta
sanción sólo en protección del interés de ciertas personas.
ARTÍCULO 387.- Nulidad absoluta. Consecuencias. La nulidad absoluta puede declararse por el juez, aun
sin mediar petición de parte, si es manifiesta en el momento de dictar sentencia. Puede alegarse por el
Ministerio Público y por cualquier interesado, excepto por la parte que invoque la propia torpeza para
lograr un provecho. No puede sanearse por la confirmación del acto ni por la prescripción.
ARTÍCULO 388.- Nulidad relativa. Consecuencias. La nulidad relativa sólo puede declararse a instancia de
las personas en cuyo beneficio se establece. Excepcionalmente puede invocarla la otra parte, si es de buena
fe y ha experimentado un perjuicio importante. Puede sanearse por la confirmación del acto y por la
prescripción de la acción. La parte que obró con ausencia de capacidad de ejercicio para el acto, no puede
alegarla si obró con dolo.
Teoría del acto inexistente.
Pero la mayoría de la doctrina sostiene que no existen los actos jurídicamente inexistentes, y que debe
hablarse de “vías de hecho”. Marienhoff dice que hay que excluir esta categoría de actos y aplicar en su
lugar las "vías de hecho administrativas" (art. 9 de la ley).
Tanto en la doctrina comparada como en un sector de nuestro país se postula la tesis de acto inexistente
como una especie particular de invalidez, pretendiendo trasplantar al derecho administrativo una
construcción del derecho privado francés.
El origen de la teoría de la inexistencia obedeció a la circunstancia de tener que solucionar algunos supuestos
que se presentaban en relación a determinados matrimonios que no podían ser invalidados en virtud de que
la ley no sancionaba su nildad ni tampoco era objeto de convalidación, por cuanto la propia naturaleza lo
impedían (matrimonio entre personas del mismo sexo). Tales actos no precisaban ser anulados en mérito de
su “inexistencia”. Con el correr del tiempo, se extendió a otros actos jurídicos (contrato celebrado por un
insano). Así, la inexistencia creció de tal manera que dejó sin campo de aplicación a la nulidad absoluta.
Por esto, un sector de la doctrina civilista francesa se orientó hacia la supresión de la noción de inexistencia,
entendida como la máxima sanción de invalidez del acto.
En el plano lógico, no resulta correcto asignar apariencia jurídica a lo que en realidad no ha existido y en
consecuencia, de darse todos los elementos del acto aunque viciados, si el defecto es grave habrá nulidad
absoluta; en caso contrario la nulidad será relativa.
En cambio, si no hubiere tenido existencia como acto, y se tratara de un grosero comportamiento material de
la administración pública, la noción que corresponde utilizar es la de “vía de hecho” administrativa.
Se ha sostenido que la vía de hecho administrativa puede derivarse de la irregularidad que ostentan ciertos
actos administrativos (inexistencia de competencia e incompetencia absoluta) que constituyen su base, es
decir no del comportamiento material, sino del acto administrativo que se ejecuta.
Si bien hasta el fallo "Los Lagos", la Corte Suprema aplicó en forma directa las previsiones de la obra de
Vélez, a partir del CCyCom se valió, a través del tamiz de la analogía, de las soluciones previstas en dicho
plexo. El C.Civ., incluso, prosiguió brindando respuestas en esta materia con posterioridad a la vigencia de
la LNPA.
Vías de hecho administrativas.
Vías de hecho
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
a) De comportamientos materiales que importen vías de hecho administrativas lesivas
de un derecho o garantía constitucionales;
Son acciones ilícitas realizadas por un funcionario público (violando el principio de legalidad) y que hacen
responsable a la Administración. Tenemos 2 supuestos de estas vías:
1. que el comportamiento lesione derechos o garantías constitucionales;
2. que el comportamiento consista en poner en ejecución un acto cuando está pendiente un recurso
administrativo que suspende su ejecutoriedad (por norma expresa) o que aunque está resuelto,
todavía no se notificó.
Requisitos: el hecho tiene que ser producido con la intervención de un funcionario público, nunca de un
particular (sino sería de Derecho Privado) y debe ser una acción manifiesta y groseramente ilegal.
Ej.: atentados graves a la libertad de prensa, como la suspensión arbitraria de un diario: o privar de libertad a
alguien sin juicio previo y por autoridad incompetente.
Efectos de la declaración de invalidez.
(Cassagne) Tiene en principio efecto retroactivo, generando los derechos consiguientes para la parte
perjudicada por los efectos que el acto produjo hasta ese momento.
Pero esa retroactividad no puede afectar a los terceros de buena fe que adquirieron derechos respecto del
acto declarado inválido a posteriori, para lo cual resulta esencial determinar si el acto adolece de una nulidad
absoluta y manifiesta ya que, en tales casos, quedaría excluida la buena fe del tercero.
Por lo tanto, excepcionalmente la invalidez carecerá de efectos retroactivos:
Por otra parte, la administración puede renunciar –por razones de orden o de interés público- a la aplicación
retroactiva de la invalidez ya que no existe norma o principio que se oponga a dicha posibilidad.
2.- Los vicios del acto administrativo: vicios en el elemento subjetivo, en el elemento objetivo, en la
voluntad, en la causa y en la forma.
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Catalina Quiñónez
En cuanto a los vicios de la voluntad, considerada como presupuesto del acto administrativo, se prescribe la
nulidad absoluta para los casos de error excluyente de la voluntad (que no es todo error esencial sino sólo el
llamado error radical que excluye totalmente la voluntad de celebrar el acto), como, asimismo, respecto del
dolo y la violencia
En la regulación de los vicios de carácter subjetivo y objetivo, la ley argentina prescribe la configuración de
la nulidad absoluta en los siguientes supuestos:
— incompetencia en razón de la materia y del territorio;
— falta de causa o falsa causa;
— violación de formas esenciales, entre los que se incluye el requisito de la motivación de los actos
administrativos;
— violación de la ley y
— desviación de poder.
Vicios de la voluntad.
Si la voluntad constituye básicamente una construcción asentada en la voluntad psíquica del agente del cual
emana la declaración, los vicios o defectos susceptibles de afectar su exteriorización al plano jurídico
repercuten sobre la validez del acto.
En lo que concierne al Derecho Administrativo, el problema de la voluntad, si bien tiene una serie de
connotaciones propias (tal como la inaplicabilidad del dogma de la autonomía de la voluntad) no se
configura de una manera muy diferente a lo que acontece en Derecho Privado 142 asignándosele prevalencia
a la voluntad real sobre la declarada por más que esta última no contradiga el ordenamiento jurídico.
Error. Un falso o deforme conocimiento, o bien, una ausencia de conocimiento, respecto de uno, varios o
todos los elementos del acto.
En el campo del Derecho Administrativo, la teoría del error asume particularidades propias, que tornan
inaplicables algunas disposiciones que el Código Civil prescribe en esta materia, pues la expresión de la
voluntad no sólo está guiada por la autonomía del sujeto emisor sino también por las normas que
predeterminan su actuación, algunas de las cuales pertenecen al orden público administrativo.
El criterio para apreciar el error debe basarse en la gravedad del vicio, en relación a la manera e intensidad
con que se afecten todos o algún elemento esencial del acto administrativo. El error, para que configure la
invalidez del acto, debe ser de tal naturaleza y entidad, que si la Administración Pública lo hubiera conocido
no habría emitido el acto o lo habría dictado con un contenido esencialmente diverso, siendo éste el sentido
que cabe asignar a la expresión "error esencial o sustancial" en el Derecho Administrativo.
Cuando el error es de tal gravedad Administración (error esencial excluyente) el acto se hallará viciado de
nulidad absoluta, mientras que en los otros supuestos, aun cuando el error fuere "esencial", en el sentido que
cabe asignarle a este vocablo en el Derecho Administrativo, el vicio configurará una nulidad relativa, y como
tal, susceptible de saneamiento (error meramente esencial).
A diferencia de lo que acontece en Derecho Privado se admite como principio general la invocación del error
de derecho para invalidar el acto administrativo, solución que a nuestro juicio se funda en la necesidad de
mantener el principio de la legalidad administrativa.
Dolo. Acción dolosa es toda aserción de lo falso o disimulación de lo verdadero, cualquier artificio, astucia o
maquinación que se emplee para la celebración del acto. La omisión dolosa causa los mismos efectos que la
acción dolosa, cuando el acto no se habría realizado sin la reticencia u ocultación.
Violencia. Es la utilización de medios coercitivos sobre el administrado o el agente público para obligarlo a
realzar un acto cuyo objeto no resulta libremente querido por quien lo emite.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Vicios en el elemento subjetivo.
A. Incompetencia. La competencia constituye el basamento donde se apoya la actuación de los sujetos y
órganos administrativos.
Para determinar el tipo de invalidez (absoluta o relativa) que afecta a un acto viciado de incompetencia, debe
acudirse a la clasificación que subdivide la competencia en relación a los aspectos en que ella se representa,
y luego vincular el grado de violación.
- Incompetencia territorial. Si una entidad u órgano estatal excede el ámbito territorial dentro del
cual se circunscribe su competencia, tal actuación genera un acto de nulidad absoluta (ej.: la decisión de un
Poder Ejecutivo provincial de dictar medidas de policía sobre actividades que se realizan en la Capital
Federal o en otra provincia).
- Incompetencia por razón de la materia. Puede referirse tanto a la circunstancia de que la
Administración dicte actos en materias ajenas a su competencia propia, como en el supuesto de que se dicten
decisiones en materias que correspondan a otros entes u órganos administrativos.
El acto viciado de este tipo de incompetencia configura una nulidad absoluta.
- Incompetencia en razón del grado. Cuando el órgano superior dicta un acto que le corresponde al
órgano inferior en virtud de su idoneidad específica y viceversa, como cuando el superior efectúa una
delegación ilegal el acto se encuentra afectado por incompetencia en razón del grado, es decir, en relación a
la posición que ocupa el órgano en la escala jerárquica. En cuanto a la naturaleza jurídica, constituye una
grave violación del fundamento de la propia competencia material. En principio, un acto viciado por
incompetencia en razón del grado, genera una nulidad relativa. Por excepción, en aquellos supuestos en que
la avocación o la delegación no estuvieran permitidas por el ordenamiento jurídico, el vicio o defecto
configurará una nulidad absoluta.
B) Incapacidad. Este vicio comprende tanto los casos en que se halla afectada la capacidad de hecho del
agente público como la del administrado.
Dada la naturaleza de orden público de las normas que consagran incapacidades de derecho, su violación
genera la nulidad absoluta del pertinente acto.
Vicios que afectan la causa. La ausencia de los antecedentes de hecho y de derecho que preceden y
justifican el dictado del acto, así como la circunstancia de que los mismos fueren falsos, determinan la
nulidad absoluta del acto.
Entre los precedentes de la Corte Suprema corresponde señalar, por su trascendencia, el caso "Sola", en el
que declaró la nulidad absoluta de un decreto del Poder Ejecutivo por vicio grave en la causa.
Si hubiere, en cambio, error en la causa, el tipo de nulidad (absoluta o relativa) puede variar según la
naturaleza y gravedad del defecto.
Vicios de forma. E este elemento se integra no sólo con las formas de la declaración de voluntad sino
también con las referentes al procedimiento de formación de dicha voluntad y con las formas de publicidad
necesarias para que el acto administrativo pueda surtir efectos frente a terceros.
El hecho de que la forma sea o no esencial tiene importancia para determinar la gravedad del vicio.
Cuando un defecto formal produce una violación apreciable en el ordenamiento jurídico administrativo y su
mantenimiento choca con el orden público, se está en presencia de un vicio sobre una forma esencial,
sancionado con la nulidad absoluta del acto administrativo.
En cambio y cuando —por ejemplo— la norma exige taxativamente una forma determinada y el acto
administrativo se ha emitido, pero bajo otra forma distinta, lo que se halla en juego por lo general es la
rigidez de la forma violada que llevará a quien revise el acto a declarar inexorablemente la nulidad del acto y
a aplicar la sanción establecida en la norma.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
a) Vicios relativos a las formas del proceso de integración de la voluntad administrativa. Se refieren a
la serie de trámites y requisitos que deben cumplirse previamente a la declaración de la voluntad por
parte del órgano administrativo. En el supuesto de que se hubiere violado el derecho de defensa, no
otorgando al administrado una razonable oportunidad de ejercitarlo, el acto resultante se hallará
afectado de nulidad absoluta. Por el contrario, si el defecto formal en el procedimiento es subsanable
en un proceso judicial posterior se ha considerado que no se ocasiona afectación al derecho de
defensa y por ende, la nulidad se reputa relativa.
b) Defectos de la declaración El criterio para determinar el grado de invalidez (absoluta o relativa)
consiste en distinguir los supuestos en que las formas hayan sido omitidas de aquellos en que las
formas se han respetado, pero de manera irregular o defectuosa. La gravedad del vicio se vincula con
el carácter esencial o no que revista la forma en relación a las exigencias de orden público que la
hubieran establecido. Casos de nulidad absoluta.
1. Falta de motivación, cuando ella fuera exigida expresa y concretamente por la norma y se afecte el
orden público.
2. Ausencia de firma en el acto administrativo que se pretende ratificar.
3. Inexistencia de forma escrita, cuando ella es requerida por la ley o la naturaleza del acto.
4. Falta de licitación pública, cuando la exigencia resulte de una norma legal o reglamentaria
c) Vicios relativos a la publicidad. La publicidad constituye un requisito esencial para que el acto
administrativo cobre validez respecto de terceros. Hasta entonces, no habrá técnicamente acto
administrativo, quedando el acto en la esfera de la actividad interna de la Administración cuando el
acto fuera unilateral.
En los actos bilaterales, en cambio, si bien pueden existir exigencias en punto a publicación del acto
lo cierto es que la regla es la no publicidad del mismo, salvo que se afecten derechos de terceros, en
cuyo caso la Administración tiene el deber de acudir a la forma de publicidad que corresponda.
¿Cuál es el tipo de invalidez que afectará al acto administrativo a raíz de un vicio de esta índole? a)
si el acto no ha sido objeto de publicidad, entendemos que sencillamente no tiene existencia respecto
de terceros, por cuya razón no cabe hablar de defecto alguno; b) en cambio, si la publicidad ha sido
efectuada pero en forma irregular, el defecto da lugar a una nulidad relativa, susceptible de ser
saneada por la Administración.
3.- La subsanación de los actos administrativos inválidos: la ratificación, la confirmación y la conversión.
Cuando el defecto del acto administrativo da lugar a la sanción, en principio, de nulidad relativa, la
Administración posee la facultad de subsanar el vicio que lo invalida. La subsanación del defecto que
portaba el acto y su correlativa validez es lo que se designa generalmente en doctrina bajo el nombre de
saneamiento o convalidación.
La teoría del saneamiento posee una importancia decisiva en el Estado contemporáneo, dadas las tendencias
actuales que conducen hacia la estabilidad, seguridad y certeza de todas las relaciones jurídicas como un
instrumento de solución a los constantes conflictos que se generan entre la Administración y los particulares
o administrados.
Las especies de que se compone el género saneamiento o convalidación son tradicionalmente la ratificación,
confirmación y la conversión.
LA RATIFICACIÓN.- El acto administrativo viciado de incompetencia en razón del grado, puede ser
ratificado por el órgano superior siempre que sean admisibles, en tal supuesto, la avocación y la delegación.
La ratificación, que siempre es un acto unilateral, tiene efectos retroactivos y aunque se haya sostenido que
el acto que la disponga no tiene una forma especial prescripta es evidente que la misma forma debe ser
compatible con la del acto ratificado.
Ello no obsta, a que pueda aceptarse la posibilidad de que exista una ratificación tácita del acto, que surja de una
conducta inequívoca del superior, expresada por actos o hechos materiales que denoten la exteriorización
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Catalina Quiñónez
de la voluntad de ratificar el acto administrativo defectuoso, siempre que sean compatibles con la forma del
acto objeto de la ratificación.
LA CONFIRMACIÓN.- Por confirmación del acto se entiende aquella especie de saneamiento por la cual la
Administración o el administrado (en el acto administrativo bilateral, por ejemplo) proceden a subsanar el
vicio que lo afecta.
De acuerdo a la amplitud del concepto de confirmación se trata de la especie más importante de saneamiento
o convalidación del acto administrativo, y hasta casi podría sostenerse, en el plano teórico y metodológico,
que ella abarca las otras especies de saneamiento.
En cuanto a la naturaleza del acto de confirmación (acto unilateral), su forma y efectos (que siempre son
retroactivos), rigen las mismas reglas aplicables a la ratificación en virtud de las similitudes existentes entre
ambas especies de saneamiento que conducen a señalar que, salvo la distinción apuntada (en cuanto a la
autoridad que decreta la ratificación y la confirmación, respectivamente), ostentan el mismo régimen jurídico
¿Puede operar a través de la prescripción del acto? En doctrina se sostiene —siguiendo la jurisprudencia
sentada por la Corte— que la prescripción de la acción produce los efectos de una confirmación tácita.
En el caso "S. A. Empresa Constructora Schmidt c/ Provincia de Mendoza s/ cobro de pesos", Fallos,
179:279 y sigs., donde el alto Tribunal sostuvo que en virtud de la correlación existente entre una y otra
institución "quien deja correr el tiempo sin iniciar la acción de nulidad de un acto, se presume que tiene la
voluntad de sanearlo. De ahí se deduce que los actos confirmables son los prescriptibles.
LA CONVERSIÓN.- Consiste en el dictado de un nuevo acto administrativo a través del cual se declara la
voluntad de aprovechar los elementos válidos que contenía el acto viciado, integrándolos en otro acto
distinto y extinguiendo los elementos y cláusulas afectados de invalidez (absoluta o relativa).
Esta figura que aparece originariamente en el campo del Derecho Privado no tarda en extenderse al Derecho
Administrativo, donde si bien produce una fisura del principio que consagra la imposibilidad de subsanar un
acto afectado de una invalidez erigida en protección del orden público administrativo, tal como es la nulidad
absoluta, no ocasiona la quiebra del sistema en virtud de que la transformación del acto se hace
aprovechando sólo los elementos válidos del mismo y sin violentar el orden público administrativo,
importando siempre un carácter excepcional.
a) Conversión legal. Se produce sin intervención de la voluntad de quienes han emitido el acto
administrativo, por expresa disposición de la ley.
No existe en nuestro derecho positivo ninguna norma que en forma expresa la autorice genéricamente.
b) La conversión como acto bilateral. También llamada "conversión voluntaria", es el único tipo de
conversión que consideramos pertinente en nuestro derecho. Ponemos el acento en señalar que el
acto es bilateral, para significar fundamentalmente dos cosas: I) Que para que ella se configure se
necesita siempre el asentimiento del destinatario (particular o administrado) del acto administrativo.
2) Que su fundamentación se apoya en distintas razones según se la analice desde el ángulo de la
Administración o del particular o administrado.
Desde el plano de la persona pública Estado, la conversión constituye una facultad que puede o no
ejercer la Administración en función al interés público que puede ser de distinta naturaleza (cultural,
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
histórico, económico, social, etc.). Así, se ha dicho que la conversión halla su justificativo en la
protección de inmediatos intereses públicos.
La conversión también puede disponerse a pedido del administrado con fundamento en la afectación
que, a los derechos del particular, provoca la subsistencia de la nulidad absoluta.
ARTICULO 18.- El acto administrativo regular, del que hubieren nacido derechos subjetivos a favor de los
administrados, no puede ser revocado, modificado o sustituido en sede administrativa una vez notificado. Sin
embargo, podrá ser revocado, modificado o sustituido de oficio en sede administrativa si el interesado
hubiere conocido el vicio, si la revocación, modificación o sustitución del acto lo favorece sin causar
perjuicio a terceros y si el derecho se hubiere otorgado expresa y válidamente a título precario. También
podrá ser revocado, modificado o sustituido por razones de oportunidad, mérito o conveniencia,
indemnizando los perjuicios que causare a los administrados.
Saneamiento.
Ratificación. a) ratificación por el órgano superior, cuando el acto hubiere sido emitido con incompetencia
en razón de grado y siempre que la avocación, delegación o sustitución fueren procedentes.
Confirmación. b) confirmación por el órgano que dictó el acto subsanando el vicio que lo afecte. Los
efectos del saneamiento se retrotraerán a la fecha de emisión del acto objeto de ratificación o confirmación.
Conversión. ARTICULO 20.- Si los elementos válidos de un acto administrativo nulo permitieren integrar
otro que fuere válido, podrá efectuarse su conversión en éste consintiéndolo el administrado. La conversión
tendrá efectos a partir del momento en que se perfeccione el nuevo acto.
La extinción es la eliminación o supresión de los efectos jurídicos del acto administrativo. Para algunos
autores (tal como, Marienhoff), hay que diferenciar entre la extinción (algo que surge luego del acto) y la
cesación de efectos (algo normal que surge antes del acto acordado previamente).
- Aclaración: si hay dudas al momento de interpretar el acto administrativo, el órgano que lo dictó puede
dictar un acto aclaratorio del mismo. Los efectos del acto originario no se suprimen. El acto no se elimina.
-Rectificación: cuando se corrige un error del acto que es fácilmente verificable (si no es fácilmente
verificable, estamos ante un vicio de error en la voluntad). Los efectos del acto originario no se suprimen. El
acto no se elimina.
-Reforma: cuando se extingue parcialmente un acto (y sólo se suprimen algunos efectos) o cuando se amplía
el objeto del acto (no se suprime ningún efecto). El acto no se elimina. En la extinción, en cambio, el acto
originario se elimina, no subsisten sus efectos.
Clases de extinción.
1. Las que surgen del mismo acto: es decir que no se necesita ninguna declaración para producir la extinción.
Son: agotamiento del acto y extinción de pleno derecho.
2. Las que dependen de la voluntad del administrado: cuando la voluntad del administrado es decisiva para
eliminar el acto o cuando se exija su conformidad para configurarlo. Son: renuncia y rechazo del acto.
3. Las que dependen de la voluntad de la administración: es decir que el acto se extingue en sede administrativa.
Son: revocación y caducidad.
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Catalina Quiñónez
I. Agotamiento del acto: el acto se extingue (agota) cuando se cumplieron todos sus efectos
jurídicos (ej.: un permiso se extingue cuando finaliza el tiempo del mismo: un permiso para
construir finaliza cuando se termina la construcción).
II. Extinción de pleno derecho: se extingue el acto cuando no puede ser cumplido por una
imposibilidad física o jurídica, surgida al dictarse el acto (imposibilidad originaria) o con
posterioridad a su emisión (imposibilidad sobreviniente). El acto no se convierte en ilegítimo
sino, de cumplimiento imposible.
III. Renuncia del administrado: cuando el administrado renuncia al contenido del acto (siempre
que no se trate de actos sobre derechos de orden público, por ser irrenunciables). Ej.: renuncia
a una beca que estaba recibiendo.
IV. Rechazo del administrado: cuando el particular no acepta un acto que necesita su
consentimiento para entrar en vigencia. Ej.; rechaza un privilegio.
V. Revocación (arts. 17 y 18); se le llama así a la extinción del acto en sede administrativa (por
ilegitimidad o por oportunidad, mérito o conveniencia), mientras que se denomina anulación
a la extinción (por ilegitimidad) del acto en sede judicial. La revocación es un acto
administrativo por el cual se extingue otro. Puede ser originada por 2 razones;
1) Por oportunidad, mérito o conveniencia basado en el interés público: surgen porque
cambian las circunstancias sociales que se tuvieron en cuenta cuando se dictó el acto,
haciendo que la Administración considere oportuno) revocar dicho acto.
Los efectos de la revocación se aplican a partir de su fecha (no es retroactivo) y se
debe indemnizar al administrado damnificado.
La revocación es facultativa y se da en actos válidos.
2) Por ilegitimidad del acto a raíz de un vicio: puede producirse
- porque el acto ya nació con un vicio (ilegitimidad originaria); o
- porque aunque nació válido se vuelve inválido al dictarse una ley posterior a su nacimiento
que hace que sea ilegítimo para el futuro (ilegitimidad sobreviniente).
Para Marienhoff no existe la ilegitimidad sobreviniente, ya que si el acto nació legítimo y luego cambian las
leyes, este acto se revoca por razón de oportunidad, mérito o conveniencia, pero no por ilegitimidad.
Cassagne considera que no todo cambio de ley autoriza a la Administración a revocar un acto, sino aquellos
que son incompatibles con el interés público y generan invalidez absoluta.
La revocación tiene como fin restablecer la legalidad del acto, ya sean actos nulos o de nulidad relativa. Los
efectos de la revocación se aplican al pasado, desde que nació el acto viciado.
Revocación del acto irregular (nulo o de nulidad absoluta): El principio es que el acto irregular debe ser
revocado por razones de ilegitimidad en sede administrativa (de oficio o a pedido de parte y sin plazo, por la
gravedad del vicio y en forma inmediata si la nulidad es manifiesta) porque no tiene estabilidad, salvo:
a)- que esté FIRME (que se hayan agotado las instancias o caducado el plazo para impugnarlo) o
CONSENTIDO (que haya sido aceptado expresamente –sin impugnarlo- antes que venza el plazo).
b)- y que haya generado DERECHOS SUBJETIVOS que se estén CUMPLIENDO (si todavía no se
cumplieron, puede ser revocado) y siempre que el PARTICULAR NO CONOZCA EL VICIO (porque si lo
conocía, actuó de mala fe y puede revocarse el acto).
Para revocar el acto firme y consentido que esté cumpliendo derechos subjetivos, se debe pedir la anulación
en sede judicial (no en administrativa).
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Revocación del acto nulo.- Artículo 17.- El acto administrativo afectado de nulidad absoluta se considera
irregular y debe ser revocado o sustituido por razones de ilegitimidad aun en sede administrativa. No obstante, si
el acto estuviere firme y consentido y hubiere generado derechos subjetivos que se estén cumpliendo, sólo se
podrá impedir su subsistencia y la de los efectos aún pendientes mediante declaración judicial de nulidad.-
El acto regular es el acto legalmente perfecto o que solamente tiene un vicio muy pequeño que lo hace
anulable. Estos actos regulares tienen estabilidad y el principio general es que no pueden revocarse. Sólo
podrán revocarse (por razones de ilegitimidad o por oportunidad, mérito o conveniencia) cuando:
b)- la revocación FAVOREZCA a un particular SIN PERJUDICAR a 3ros. (ej.: se revoca un permiso que
tenía que ser por 1 año porque se hizo por 8 meses erróneamente);
c)- el acto a revocar haya otorgado DERECHOS A TÍTULO PRECARIO (ya que puede ser revocado en
cualquier momento):
ARTICULO 18.- El acto administrativo regular, del que hubieren nacido derechos subjetivos a favor de
los administrados, no puede ser revocado, modificado o sustituido en sede administrativa una vez
notificado. Sin embargo, podrá ser revocado, modificado o sustituido de oficio en sede administrativa si
el interesado hubiere conocido el vicio, si la revocación, modificación o sustitución del acto lo favorece
sin causar perjuicio a terceros y si el derecho se hubiere otorgado expresa y válidamente a título
precario. También podrá ser revocado, modificado o sustituido por razones de oportunidad, mérito o
conveniencia, indemnizando los perjuicios que causare a los administrados.
Cuando la Administración decide extinguir el acto, como forma de sancionar el incumplimiento de una
obligación del particular. La caducidad se aplica en general a los contratos (ei.: concesión de servicios
públicos) pero puede excepcionalmente extinguir actos unilaterales (ej.: la autorización para abrir un bar
contiene la obligación de cumplir con la prohibición de vender bebidas alcohólicas a menores de edad: si no
se cumple con dicha obligación se extingue el acto, es decir, la autorización).
Requisitos:
No se aplica la mora automática del Código Civil y sus efectos son irretroactivos (salvo que expresamente se
establezca otra cosa).
Límites a la caducidad. Entre los límites que obran como circunstancias impeditivas de la caducidad tenemos:
1) Hecho del Príncipe. Tiene lugar cuando, por circunstancias fácticas, la habilitación de los plazos de
ejecución está sujeta a la voluntad administrativa y siempre que no medie dolo, culpa ni negligencia del
interesado en la tramitación. En doctrina se llama “hecho del príncipe”, es decir, un comportamiento
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
estatal indirecto de otra autoridad pública, imputable al Estado, pero no al comitente (como en el
“hecho de la Administración). Provoca una “lesión sobreviniente” al derecho y como tal es
imperativo “retardar o dilatar temporalmente el cumplimiento de las obligaciones”. Se trata de
“actos de poder público” o “áleas administrativas” que imposibilitan cumplir y por lo tanto deben
dispensarse los incumplimientos no culpables que provoquen.
2) Derechos adquiridos. La resolución administrativa que confiere un derecho estable, no es
susceptible de revocación ni de caducidad administrativa. En efecto, cuando por medio de un
acto administrativo, la Administración ha concedido un derecho subjetivo perfecto que como tal
se incorpora al patrimonio del administrado (en los términos del art. 18 de la LNPA), no es
susceptible de revisión.
3) Normas de trámite administrativo. El acto administrativo que declara la caducidad, debe ajustarse
a los requisitos específicos de la caducidad (art. 21 LNPA) y a los requisitos genéricos de todos
los actos administrativos (art. 7 LNPA), por lo cual se impone su nulidad (art. 14 LNPA) y el
deber de su revocación (art. 17 LNPA), cuando no se cumplen tales requisitos.
4) Derechos de terceros. La caducidad, no puede ser intempestiva, inoportuna, extemporánea,
ilegitima, prematura ni irracional, ni generar perjuicios al “interesado directo” ni a “terceros”.
Los terceros no pueden ver afectados sus legítimos derechos por la acusación lesiva de la
Administración y en su caso debe dárseles posibilidad procesal de defensa antes de la emisión (y
de suyo de la ejecución) del acto declarativo de caducidad.
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-BOLILLA VII-
1- Contratos de la Administración Pública. Distintas especies. Los contratos administrativos:
concepciones acerca de su existencia. ¿Es posible hablar de
“CONTRATO” en derecho público? ¿puede existir?
- Doctrina Italiana: no, pq’ no tiene notas características del contrato de derecho privado.
La teoría antigua, negatoria de los contratos administrativos, entendió que todos los contratos celebrados por
la administración estaban sometidos al derecho privado, es decir que no hay una categoría nueva de
contratos, además de los privados.
- Resto de la doctrina: sí, pero regulado por otras reglas: de derecho público, propio del régimen exorbitante.
Una segunda orientación, dominante, distingue dentro del total de los contratos celebrados por la
administración, los contratos regidos por el derecho privado y los contratos administrativos. El criterio
utilizado para hacer la distinción es variado y puede ser en virtud de distintas causas:
a) Por determinación expresa o implícita de la ley, es decir, porque la ley le dio al contrato un régimen
administrativo y no de d’ común;
b) Por haber sido celebrado por la administración bajo “cláusulas exorbitantes” al derecho común.
c) Puede todavía ser contrato administrativo si refiere al funcionamiento de un servicio público (por ejemplo,
el contrato de concesión de servicios) o si tiene por objeto asociar al contratante a la gestión de un servicio
público.
Hay contrato cuando dos o más partes manifiestan su consentimiento para crear, regular, modificar, transferir
o extinguir relaciones jurídicas patrimoniales.
Caracteres del contrato administrativo:
LIMITACIÓN DE LA LIBERTAD CONTRACTUAL DE LAS PARTES: la administración está
constreñida a seguir los procedimientos de contratación fijados por la ley y el contratista está más limitado
aún, por la ley y los pliegos de condiciones impuestos por la administración, lo que hace que el contrato sea
típicamente un contrato de adhesión.
DESIGUALDAD JURÍDICA DE LAS PARTES = se traduce en que la administración pública tiene respecto al
contrato la atribución de: adaptarlo a las necesidades públicas colectivas, variando consiguientemente, dentro de
ciertos límites, condiciones y circunstancias, la naturaleza y extensión de las obligaciones a cargo del contratante
– ejecutar el contrato por sí o por tercero, en caso de incumplimiento o mora del contratante, en forma directa y
unilateral y por cuenta de éste – dejarlo sin efecto directa y unilateralmente en caso de incumplimiento del
cocontratante o cuando las necesidades públicas colectivas lo exijan.
MUTABILIDAD DEL CONTRATO = se manifiesta en la circunstancia de que si el interés público lo
justifica, puede ser adaptado y modificado. Es flexible, frente a la rigidez de los contratos de d’ privado.
EL CONTRATO ADMINISTRATIVO PUEDE PRODUCIR EFECTOS FRENTE A TERCEROS = y esto
nunca ocurre en contratos de derecho privado. Ej: tasa que el concesionario de un servicio cobrará a los
terceros, a raíz del contrato de concesión.
FACULTAD ADMINISTRATIVA DE IMPONER SANCIONES AL CONTRATISTA POR
INCUMPLIMIENTO, aunque no estén previstas en el contrato.
INAPLICABILIDAD DE LA EXCEPCIÓN DE INCUMPLIMIENTO DE OBLIGACIONES (cuando la
administración no cumplió con sus obligaciones). administración exenta de responsabilidad por mora.
Elementos:
I. Esenciales:
1) Sujetos – ente u órgano en ejercicio de la función administrativa y un contratista.
2) Voluntad y consentimiento – se necesitan dos voluntades válidas y el consentimiento (la exteriorización
de esas voluntades).
3) Competencia o capacidad – competencia para un órgano y capacidad para la persona física. Dentro de la
competencia, a administración contratante puede: adjudicar, aprobar o modificar los pliegos de condiciones;
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Mariana del Pazo
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suspender el procedimiento de selección o hacer la recepción definitiva; disponer la resolución o rescisión
del contrato. Y a su vez, dentro de la competencia del órgano se requiere la capacidad de la persona física
que actúa por el órgano (no será válido el acto dictado por un funcionario que padece una incapacidad).
El art. 136 del decreto 436/2000 nos indica quienes son incapaces para contratar con el estado nacional:
condenados por delitos dolosos o procesados por delitos contra la propiedad, contra la administración pública
nacional, contra la fe pública o por delitos de corrupción / inhabilitados, fallidos, interdictos y concursados (salvo
contratos en donde sea intrascendente su capacidad económica, previa autorización judicial) / los que no
cumplieron con sus obligaciones impositivas y o previsionales o con las rendiciones de cuentas ley 24.156
/ los funcionarios públicos y empresas en donde ellos tuvieran participación suficiente para formar la
voluntad social (por razones éticas).
4) Objeto: es la obligación que surge del contrato, que consiste en una prestación de hacer (una obra
pública), no hacer o dar (prestar un servicio), siempre destinada a satisfacer el interés público.
El objeto debe ser: cierto, determinado, lícito, física y jurídicamente posible, moral – pueden ser cosas que
no estén en el comercio – es mutable.
5) Causa o motivo del contrato administrativo, es satisfacer un fin público o de otra manera el contrato será
nulo.
6) Forma = modo en que se documenta o exterioriza la relación contractual. Salvo excepciones, debe ser
expresa y escrita y con efectos ad probationem. Pero si la ley exige una forma específica (ej., el contrato de
obra pública debe ser escrito), el efecto es ad solemnitatem, por lo tanto, si no se cumple con dicha forma los
contratos son inválidos.
II. Naturales: aquellos que naturalmente están en el contrato y forman parte de él por ley, pero que las partes
pueden dejar de lado, por medio de una cláusula expresa (ej., pacto comisorio).
III. Accidentales: elementos que normalmente no corresponden a un contrato, pero que las partes en forma
voluntaria pueden incorporar por cláusula expresa (ej., seña).
Petrone: el ente estatal busca con el contrato el bien común, a diferencia del particular que contrata con
ánimo de lucro. Son dos fines distintos. Si hay colisión, prefiere al bien público, pero no abandona al
cocontratante. La ley y jurisprudencia argentina así lo reconocen.
¿Qué tipo de contrato firma el estado? Dos especies: (1) Contratos administrativos (esta materia) = aquellos
reglados totalmente por el derecho público, xej., contrato de obra pública // (2) Contratos de la
administración (régimen del d’ privado) = parcialmente regidos por el d’ privado pq’ no puede renunciar a
determinados principios y condiciones implícitas e invariables.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
vaya preparando y formando la voluntad de la administración y de esta forma la selección del contratista no
surge de un único acto, sino de varios.
El pliego de condiciones es el conjunto de documentos escritos que contienen las condiciones del contrato,
realizado por la administración en base al trabajo que necesita, duración, presupuesto, etc., para que los
futuros oferentes conozcan la actividad que se pide. Este pliego integrará el futuro contrato.
2° Etapa contractual o de ejecución: en ella se selecciona al contratista (o co contratante) que en general sólo
podrá adherirse a un contrato pre-redactado. Una vez que se unen ambas voluntades queda formado el
contrato. Todas las contrataciones deben difundirse en el sitio de internet de la Oficina Nacional de
Contrataciones, dependiente del Ministerio de Economía.
Hay EXCEPCIONES en las que, a pesar del monto del contrato, la Administración puede emplear otro
procedimiento:
1) FRACASO DE LICITACIÓN: cuando no se presentan oferentes, o cuando ninguna oferta es conveniente,
la ley establece 2 opciones: a) llamar a una nueva licitación; o b) acudir al procedimiento inferior. Pero esta
decisión no la toma la Administración en forma arbitral; se debe determinar si hay tiempo y fondos para
hacer una nueva licitación; sino, se apela al procedimiento inferior.
2) CONTRATOS INTUITO PERSONAE: cuando se reclama de una capacidad artística, técnica o científica
que sólo puede realizar esa persona en virtud de sus conocimientos. En estos casos la contratación es
Directa, sin tener en cuenta el monto (ej. Se contrata a un artista para que realice una obra determinada).
3) CASOS DE NECESIDAD Y URGENCIA: cuando hay una emergencia (ej. La inundación de Santa Fe) la
Administración puede acudir a procedimientos de contratación Directa respecto de aquellos suministros que
se funden en la emergencia (colchones, ropa, comida).
Petrone: ¿Cómo hace el estado para contratar? Procedimiento de formación del contrato, p/elegir mejor y al
mejor precio: procedimiento de selección del cocontratante gtías que la ley debe proteger: (1) uso
adecuado de los fondos públicos – (2) principio de igualdad – (3) principio de transparencia o ética en la
actividad del estado (gtías constitucionales).
Hay distintos procedimientos de selección de cocontratantes: (1) Licitación Pública – (2) Licitación Privada
– (3) Concurso de Precios – (4) Contratación Directa – (5) Remate (procedimiento de excepción).
La licitación pública: es el preferido, más transparente (público). El estado hace un llamado a persona
indeterminada para que haga su oferta. Sin embargo, es más costosa y más lenta (por eso no se usa para
todo). Se sigue un criterio numérico como criterio general: de x$ a x$ L pública, de x$ a x$ privada y así
(…). Los montos son actualizados generalmente por ley de presupuesto (salvo hiperinflación). El
funcionario tiene que calcular el “presupuesto del contrato”.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Excepciones a este criterio general = supuestos donde no importa el precio y puede usarse otro:
A) Caso de necesidad y urgencia: debidamente fundamentada lleva a Contratación Directa. Inconvenientes:
que sea mentira; necesidad y urgencia creada por el funcionario corrupto.
B) Cuando fracasa un procedimiento: xej., se hizo licitación pública y no se representó nadie, o no cumplen
los requisitos los que se presentaron declara “desierta” la licitación y puede: nueva licitación o, por excepción,
hacer un procedimiento menor.
C) Cuando está en juego cuestiones de seguridad o defensa y se debe guardar secreto (xej., comprar radares).
D) Contratos inuito persona: xej., se compra una vacuna contra el SIDA que se descubrió solo ese laboratorio
te la vende. Se usa mucho para los recitales [caso Fito Paez].
Mediante ésta se selecciona la oferta más conveniente para el estado, bien común.
Etapas:
1) Imputación o Autorización Presupuestaria: antes de hacer el pliego de condiciones el funcionario debe
fijarse si el presupuesto para hacer la Obra fue habilitado por el órgano Legislativo; si la partida
presupuestaria fue habilitada y cuenta con los fondos para gastar o invertir.
2) Pliego de Condiciones: es el instrumento donde están establecidos los derechos y las obligaciones de la
Administración y de los oferentes.
Las cláusulas del instrumento especifican el suministro, la obra o el servicio que se licita (objeto); las pautas
que regirán el contrato a celebrarse; los derechos y obligaciones del oferente y del futuro contratista; y las
condiciones a seguir en la preparación y ejecución del contrato (procedimiento).
Hay 2 tipos de pliegos: a) General: es el que rige para todo tipo de contrataciones; y b) Particular: son
pliegos que establecen normas especiales; pueden estar o no.
3) Llamado a licitación: es una convocatoria que implica un pedido de ofertas y que reviste forma jurídica
de acto administrativo.
Publicación en el Boletín Oficial: el llamado a licitación se Publica en el Boletín Oficial, para dar a
conocer la Licitación y motivar la concurrencia de oferentes.
Debe contener: a) Ministerio a cargo; b) Obra a realizar; c) Cual es el monto presupuestado; d) Lugar donde
se compra el Pliego y el precio; e) Fecha límite para la presentación de ofertas.
La publicidad garantiza que un mayor número de interesados tome conocimiento del pedido de ofertas de la
Administración, ampliando así la concurrencia y competencia en un contexto de transparencia.
El interesado debe Comprar el Pliego: la compra del pliego es una forma de demostrar la seriedad
del oferente. Es el primer requisito filtro que establece el Estado. El Pliego cuesta un porcentaje del
presupuesto de la Obra. La compra del pliego no obliga a hacer ofertas.
4) Presentación de Propuestas (ofertas): es una declaración unilateral de voluntad. La presentación de la
oferta significa por parte del oferente, el pleno conocimiento y la aceptación de las cláusulas que rigen el
llamado a contratación.
Se realizan 2 ofertas en sobre cerrado: Oferta Técnica y Oferta Económica:
Oferta Técnica: son los antecedentes de los oferentes en obras públicas y privadas para que la
Administración pueda saber con quien contrata.
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Catalina Quiñónez
Oferta Económica: comprende el costo (cuánto dinero calcula que va a costar realizar la obra –insumos,
mano de obra, cargas sociales), y la garantía precontractual.
Garantía Precontractual: debe ser integrada por todos los oferentes. Es del 1% del costo del
contrato. Su finalidad es de asegurar el mantenimiento de la oferta. La Administración procede a
devolver las garantías precontractuales a los oferentes no adjudicatarios, y transforma en definitiva
la garantía del adjudicatario.
Oferta única: en la licitación pública la existencia de una sola propuesta no invalida ni afecta la
legitimidad del procedimiento (salvo que el ordenamiento exija número mínimo de oferentes por
disposición expresa).
5) Apertura: se realiza en Acto Público, en presencia de Escribano Público y de los oferentes que deseen
concurrir. Se labra un Acta en la que se deja constancia del Acto.
1ro se abren las Ofertas Técnicas y se establece un plazo para que los oferentes verifiquen los
antecedentes de los demás, y hagan las respectivas impugnaciones (sólo pueden impugnar quienes
participen en la licitación. Los terceros ajenos, sólo están facultados para denunciar irregularidades
ante el funcionario –que le puede dar curso o no-).
Calificación: es el puntaje que le pone la Administración a las distintas ofertas. El Pliego establece
cómo se va a hacer esa calificación (el puntaje no es arbitrario). Al final se suman los puntajes y se
hace un ranking.
2do se abren las Ofertas Económicas: sólo se abren los sobres de aquellos oferentes que hayan
reunido el mínimo puntaje requerido técnicamente.
6) Adjudicación con sus variantes:
Preadjudicación: es la declaración de la Administración respecto de cuál es la oferta más
beneficiosa. Las ofertas son estudiadas por diferentes órganos técnicos que establecen los puntajes y
los dan a conocer a los oferentes para que puedan impugnarlos (porque puede ser que el Estado haya
sacado mal los puntajes u olvida cosas de algunas ofertas).
Impugnaciones: todas las decisiones que toma la Administración en cuanto a las Impugnaciones
son decisiones administrativas de contenido jurisdiccional. Los oferentes pueden ir por vía Judicial
una vez agotados los reclamos en sede Administrativa.
Adjudicación: es el acto administrativo por el cual la Administración determina, declara y acepta la
propuesta más ventajosa, finalizando el procedimiento precontractual.
Con la adjudicación culmina la Licitación, pero aún no tenemos el Contrato (éste se hace después).
Mejora de precios o de la oferta: es un procedimiento al que se recurre cuando han empatado 2 o
más oferentes que hayan formulado ofertas igual de convenientes. Consiste en la reconsideración de
la oferta por parte de los proponentes.
Rechazo de las ofertas: cuando una oferta no cumple con los requisitos establecidos en el pliego y
las normas.
Adjudicación inconveniente: es cuando al Estado no le conviene firmar el Contrato ya sea por
problemas económicos, depreciación tecnológica, o por acontecimientos sobrevivientes (ej. Se está
licitando la reparación de una ruta y sobreviene una inundación).
Oferta inadmisible: cuando falta de firma, o la oferta está escrita en lápiz, ausencia de garantía exigida, o
cuando es formulada por persona inhábil, etc.
Dromi realiza una explicación de etapas mucho más breve, hablando de “fases” del procedimiento:
a) Fase Preparatoria: en ella se cumplen los supuestos que tornan jurídicamente posible la
manifestación de voluntad contractual administrativa. Es puramente interna de la Administración, sin
intervención ni participación de los administrados, oferentes o terceros interesados. Comprende los
estudios de factibilidad física, jurídica, contable, financiera, económica y política de la obra o
servicio objeto de la futura contratación, la imputación previa de conformidad al crédito
presupuestario y la preparación del pliego de condiciones.
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Catalina Quiñónez
b) Fase Esencial: comprende la licitación propiamente dicha, o sea, los actos dirigidos a lograr la
manifestación de voluntad común del ente público licitante y de un tercero contratista. En esta fase, como
en la siguiente, las relaciones que se entablan son bilaterales, afectan o pueden afectar a terceros, y se
desarrolla a través del llamado a licitación, la publicación del anuncio, la apertura de las ofertas, la
admisión de oferentes, el estudio de las propuestas, la preadjudicación y la adjudicación.
c) Fase Integrativa: da lugar a la voluntad objetiva y a su exteriorización en un contrato, perfeccionando
en la forma en que el derecho positivo lo prevea: notificación de la adjudicación, aprobación de la
adjudicación, instrumentación escrita, etc.
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condiciones de trabajo, subcontratación, cesión de contrato, variaciones de precio, entregas,
recepción, retardos, fuerza mayor, cláusulas penales, responsabilidades, rescisión, etc.
2) Pliegos de bases y condiciones especiales. Son documentos que contienen las especificaciones que
se establecen particularmente para la ejecución de cada contrato. Contienen reglas complementarias
del pliego general. Se trata de una reglamentación circunstanciada en función del objeto cuya
contratación se requiere. Tiene carácter de norma particular, de efectos individuales o determinados,
subordinada al pliego de condiciones generales.
3) Pliegos de condiciones técnicas. Tienen relevancia incuestionable en los contratos de obras públicas
y en los de suministro, cuando se trata de mercaderías de gran tecnificación. Contienen normas
relativas a la aceptación y recepción de materiales, ensayos, sustitución de materiales, inspecciones
en fábrica, técnicas de manipuleo, colocación, construcción, etc. Constituyen, por así decirlo, “un
tratado de construcciones”. El pliego de especificaciones técnicas particulares contiene la regulación
práctica especial de cada obra o suministro que requiera bases de esta clase. Forma parte de la
documentación del proyecto, en el que se describen por separado los elementos de la obra o
provisión, calidades de los materiales, formas de ejecución, elementos de la obra o provisión,
calidades de los materiales, formas de ejecución, condiciones que deben llenar las estructuras,
valores fijados a los ensayos en laboratorio, técnicas de medición para el pago, etc.
Garantías exigidas.
Son garantías (en dinero o fianzas) que deben aportar los interesados en ofertar, para avalar sus ofertas
haciendo que la licitación tenga mayor seriedad.
La garantía precontractual debe ser integrada por todos los oferentes o proponentes. Esto la distingue de la
caución definitiva o garantía contractual o de adjudicación que debe constituir sólo el adjudicatario elegido.
La forma, modo, monto, momento y plazo para realizar dicha garantía precontractual, están regulados por las
normas positivas de la contratación específica. Su objeto, finalidad o razón de ser, es asegurar o afianzar el
mantenimiento de la oferta durante el plazo estipulado en los pliegos de condiciones o en la normativa.
Las formas jurídicas por las que se puede instrumentar la “garantía de oferta” en nuestro derecho, son:
1) Depósito en banco oficial a la orden de la entidad licitante, sea en efectivo o en títulos o bonos
nacionales, provinciales o municipales.
2) Aval bancario otorgado por un banco que presta fianza solidaria a favor del ente que licita, sin gozar
de los beneficios de excusión.
3) Seguro de caución o de aval mediante póliza.
4) Hipoteca en primer grado y prenda con registro.
5) Entrega de pagarés a la vista, siempre que la garantía no exceda de cierto monto.
6) Cheque certificado que el oferente da al licitante para que éste a su vez lo deposite en banco autorizado.
7) Fianza personal prestada por persona o entidad distinta del contratista.
8) Afectación de créditos contra el Estado o cualquier ente público estatal.
9) Títulos o valores similares de la Nación, provincia o municipio que coticen en Bolsa.
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La Procuración del Tesoro de la Nación ha distinguido claramente entre los conceptos de oferta inadmisible
y oferta inconveniente, señalando que el primero corresponde a la propuesta apartada de las exigencias
específicas del pliego, mientras que el segundo, en cambio, se refiere a la situación que se configura cuando
la oferta, aun ajustándose al pliego, resulta, no obstante, inconveniente por razones de precio, financiación u
otras circunstancias.
Ahora bien: de conformidad con lo dispuesto por el Art. 56, inc. 3, apartado e, de la Ley de Contabilidad,
cuando una licitación pública resulta desierta, o ha recibido ofertas inadmisibles, procede la contratación
directa. El Art. 9, inc. f, de la Ley de Obras Públicas (13.064) determina, a su vez, que cuando no haya
habido proponentes o no se hubieran hecho ofertas admisibles, las obras pueden ser licitadas privadamente o
contratadas en forma directa. En ambas regulaciones legales, el fracaso de una licitación pública por
ausencia de oferentes o por haber sido presentadas propuestas inadmisibles autoriza a prescindir de ella para
una contratación posterior, aunque es también destacable que la concurrencia no queda excluida en forma
absoluta. El inciso 7, de la Reglamentación al Artículo 61 de la Ley de Contabilidad impone la sujeción de la
contratación directa que procede ante el fracaso de una licitación pública, a las mismas bases y condiciones
del llamado fracasado, sea que éste derive de la ausencia de propuestas o de ser éstas inadmisibles.
La sujeción de la contratación directa a las mismas bases de la licitación fracasada se debería aplicar,
incluso, a todo régimen contractual del Estado que no tenga previsión expresa sobre el punto, porque ella
estimula la trasparecía administrativa al dificultar comportamientos irregulares tanto de la Administración
como del sector privado.
En lo que se refiere, finalmente, a la licitación pública fracasada por ofertas inconvenientes, ella no justifica
una contratación directa posterior, pues, como ha sostenido la Procuración del Tesoro de la Nación, si así
fuera bastaría con declarar inconvenientes todas las ofertas para, luego, contratar directamente con el
oferente escogido. En cualquier caso, antes del perfeccionamiento del contrato es siempre posible dejar sin
efecto el llamado y contratar directamente por razones de urgencia con cambio, si es necesario, de las bases
del llamado y previo cumplimiento, si corresponde, con las invitaciones previstas por, el Art. 18 del nuevo
Reglamento de Contrataciones- mediante un acto administrativo debidamente fundado en el cual se
demuestre, inequívocamente, la configuración de aquella causal de excepción.
Si fracasa la Licitación Pública (ya sea porque no se presentan oferentes, o porque ninguna oferta es conveniente)
la ley establece 2 opciones: a) llamar a una nueva licitación; o b) acudir al procedimiento inferior.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
A. "Antes" de la apertura de los sobres y, desde luego "antes" de la adjudicación, la Administración Pública,
ejercitando su actividad discrecional, puede rechazar las ofertas y dejar sin efecto la licitación (Reglamento
de las Contrataciones del Estado, inciso 77 de la reglamentación del artículo 61 de la ley de contabilidad).
Trátase de una cláusula integrante de las condiciones de la licitación, cuya existencia las partes conocían de
antemano. Si bien la Administración Pública no está obligada a "motivar" la decisión que entonces dictare, la
consideración debida a quienes, como oferentes, se mostraron dispuestos a colaborar con ella, justificaría, en
buenos principios, que esa decisión fuese "motivada", lo que entonces serviría de suficiente explicación a los
licitadores de por qué la Administración asumió esa actitud. Tal "motivación" es recomendable, además,
porque mediante ella se alejaría todo atisbo de arbitrariedad. Ver decreto-ley 19549/72, artículo 7º, e).
B. Una vez "abiertos" los sobres, y, por cierto, "antes" de la adjudicación, para rechazar las ofertas por
"inadmisibles" o por ser "inconveniente" el precio, la Administración Pública debe dictar resolución
"fundada", que, desde luego, ha de tener adecuada razonabilidad. Los licitadores, si bien no tienen un
"derecho" a que se los declare "adjudicatarios", sí lo tienen a que, como en este caso, la decisión que rechace
sus ofertas -cuya presentación implicó el ejercicio de un "derecho" por parte de los licitadores; ver nº 648- se
dicte con todas las garantías formales que le darán juridicidad. Se trata, en la especie, de un "juicio" que debe
emitir la Administración Pública y tal actividad requiere "motivación".
Hay, pues, dos etapas bien definidas: a) La anterior a la apertura de los sobres y, ciertamente, anterior a la
adjudicación. En esta etapa la Administración puede, por propia decisión, dejar sin efecto la licitación y
rechazar las ofertas. b) La anterior a la adjudicación, pero posterior a la apertura de los sobres, en la que las
ofertas pueden ser rechazadas por "inadmisibles" o por "inconveniencia" del precio.
Para el Reglamento de las Contrataciones del Estado, aplicable a los contratos que prevé el artículo 55 de la
ley de contabilidad, "ofertas inadmisibles" son aquellas que contengan "condiciones" que las hicieren
desestimables, con prescindencia del "precio". Es un concepto "específico" de oferta inadmisible. El precio
inconveniente -sea esto por su exigibilidad o por su muy elevado monto- no convierte al acto en "oferta
inadmisible" (ver Reglamento de las Contrataciones del Estado, inciso 7º de la reglamentación al artículo 56
de la ley de contabilidad), sin perjuicio del derecho de la Administración Pública a rechazar las ofertas no
sólo por ser éstas "inadmisibles", sino también porque el precio ofrecido resulte "inconveniente" (inciso 7º,
citado, in fine). De manera que, de acuerdo al Reglamento de las Contrataciones del Estado, corresponde
distinguir formalmente entre "oferta inadmisible" y "precio inconveniente": en ambos supuestos se llega al
fracaso de la licitación por rechazo de la oferta. Respecto a la ley de obras públicas, 13.064, las cosas
cambian. No corresponde esa diferencia "formal" entre oferta inadmisible y precio inconveniente. Ambos
supuestos quedan incluidos en el concepto de "oferta inadmisible", a que hace referencia el artículo 9º, inciso
f), de dicha ley. Este concepto amplio de "oferta inadmisible contenido en la ley de obras públicas es
compartido por la doctrina". Sin perjuicio, como ya quedó dicho, de que en cualquier estado del trámite
"anterior" a la apertura de los sobres, y previo a la adjudicación, el Estado -en ejercicio de su actividad
discrecional- puede rechazar las ofertas y dejar sin efecto la licitación pública, para que una oferta pueda ser
rechazada por "inadmisible", o por contener un precio "inconveniente", es menester -aunque la norma no lo
diga expresamente- que los sobres que contengan las ofertas hayan sido abiertos; de lo contrario no podrían
conocerse o determinarse esas circunstancias. Esto es de sentido común.
La LICITACIÓN PRIVADA es igual que la pública pero el llamamiento es “Cerrado”, se invita a un grupo
determinado de sujetos para que hagan sus ofertas. Hay llamado a persona determinada registros del estado. El
estado tiene “Registro de contratistas” o “R. de proveedores” si quiero contratar con el estado, tengo que
anotarme en el registro y se piden certificados de libre inhibición, buena conducta, etc.
Es más breve y económica. Y lo único que cambia es a quién llamas; el procedimiento es igual.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Registro de Proveedores: es un Registro que lleva a cabo el Estado por rubros (ej. Construcción, salud,
servicios, etc.).
El Estado, dependiendo de la necesidad que tenga (rubro), envía una carta de participación a las empresas
inscriptas en dichos rubros. Este Registro facilita la información sobre los proveedores; le permite a la
Administración reducir los costos; permite conocer a los proveedores suspendidos o inhabilitados y evitando
que se contrate a quienes tuvieren sanciones. El Estado hace este tipo de licitaciones para contratos de menor
cuantía. No se hacen publicaciones en Boletín Oficial, ni en ningún otro medio. Luego del llamado (carta de
participación), el procedimiento es igual al de la Licitación Pública (4) Presentación de Propuestas; 5)
Apertura; 6) Adjudicación).
La licitación privada es aquella en donde sólo pueden ofertar las personas o entidades que expresamente son
invitadas en forma personal y directa por la Administración. Se suele emplear, por ejemplo, cuando se necesita
una capacitación especial, cuando hay urgencia, cuando el monto de la operación es entre $100.000 y $300.000.
No se exige la publicidad y en general deben ser invitadas al menos 6 personas (sean físicas o jurídicas).
¿Qué pasa si la licitación privada fracasa porque aquellos invitados a ofertar no aceptan dicha invitación? En
ese caso, se realizará la contratación directa.
REMATE PÚBLICO: es la compra y venta de bienes en subasta pública sin límite de concurrencia y al
mejor postor y se adjudica a aquel que ofreció el precio más alto. Se suele rematar, xej., la mercadería de
contrabando (que fue confiscada por violar reglas de importación) o aquella que los importadores no
retiraron del puerto. El estado puede comprar o vender en remate público y: si vende, la venta debe estar
autorizada por el órgano competente – si compra, el funcionario que hace la oferta por el estado no puede
ofrecer más que el precio al que lo autorizaron.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
4- Perfeccionamiento del contrato administrativo. Garantías. Vicios en los procedimientos para la
selección del cocontratante.
El Contrato se perfecciona, en principio, con la firma de las partes en el instrumento respectivo. A partir de
la suscripción el oferente pasa a ser Contratista del Estado.
Al firmarse el contrato, el Estado le pide al Contratista que integre la “garantía de cumplimiento contractual”
que es de entre el 5% y el 10% del costo del contrato. Una vez firmado el contrato, el Estado devuelve a los
demás oferentes las “garantías de mantenimiento de la oferta”.
Si la empresa que ganó no quiere firmar el Contrato, pierde la “garantía de mantenimiento de la oferta” y el
Estado podrá adjudicar la licitación al oferente que siga en orden de mérito, y así sucesivamente.
El contrato que se celebre debe respetar las bases y condiciones sobre las cuales se efectuó la licitación. En
consecuencia, una estipulación contenida en el pliego no puede cambiarse por un posterior acuerdo de partes.
En el perfeccionamiento del contrato se notifica la aprobación y adjudicación, y se redacta y firma el
contrato. Nuestro derecho positivo, dice Dromi, establece para los contratos de suministro y demás regidos
por el Reglamento de Contrataciones del Estado, que el perfeccionamiento se produce con la notificación y
comunicación al interesado de la adjudicación dispuesta (art. 61, inc. 80 y 81, RCE), adoptando el sistema de
la información, es decir que el oferente haya tomado conocimiento de ella. Por su parte, para los contratos de
obras públicas, la ley exige la estipulación escrita para su perfeccionamiento (LOP, arts. 21 a 24).
Vicios en los procedimientos para la selección del cocontratante = el procedimiento de selección del
cocontratante es un conjunto de Actos concatenados. La Doctrina de los Actos Separables establece que, si
bien cada Acto integra un “todo”, cada uno tendría vida propia; y por tanto, si se impugnara o anulara un
Acto, no caerían los anteriores, y sólo caerían los posteriores que dependan de ese Acto anulado.
5- El régimen exorbitante en las contrataciones del estado. Limitación de la libertad de las partes.
Desigualdad jurídica de las partes. Mutabilidad del contrato, límites. Régimen jurídico especial:
interpretación, sanciones, rescisión unilateral, ejecución directa. Garantías del contratista. Extensión
de los efectos del contrato a los terceros.
VER BOLILLA I.
El Régimen Exorbitante está siempre presente aunque no figure expresamente en el contrato. Una vez
firmado el contrato, el Estado designa a un funcionario (Director o Inspector), que es un técnico designado
para que supervise si la obra se lleva a cabo como se pactó (calidad de materiales, medidas, planos, etc.). Es
un profesional legalmente habilitado. Si el Inspector detecta una infracción, puede ordenar que se vuelvan a
rehacer cosas, y hasta puede ordenar suspender la obra para que se lleven a cabo nuevas mensuras. La
Administración puede sancionar al contratista (multa económica, o rescisión del contrato).
El contratista puede impugnar esa sanción en sede Administrativa y luego en sede Judicial (frente a las
prerrogativas sancionadoras de la Administración, el contratista tiene la garantía del debido proceso).
Son cláusulas derogativas del derecho común, inadmisibles en los contratos privados, porque rompen el
principio esencial de la igualdad de los contratantes y de la libertad contractual que prima en la contratación
civil.
En virtud de estas cláusulas, la Administración puede ejercer sobre su contratista un control de alcance
excepcional, modificar unilateralmente las condiciones del contrato, dar directivas a la otra parte, declarar
extinguido el contrato por sí y ante sí, imponer sanciones contractuales, etc. Las cláusulas exorbitantes
pueden ser virtuales o implícitas (ej., las que autorizan a la Administración a rescindir o modificar
unilateralmente el contrato, a dirigir y controlar su ejecución) y expresas o concretas (las incluidas
concretamente en el texto de su contrato). Los límites de estas cláusulas están señalados por la juridicidad de
la actividad administrativa, tanto en su aspecto reglado como en el discrecional.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
LIMITACIÓN DE LA LIBERTAD CONTRACTUAL DE LAS PARTES: la administración está
constreñida a seguir los procedimientos de contratación fijados por la ley y el contratista está más limitado
aún, por la ley y los pliegos de condiciones impuestos por la administración, lo que hace que el contrato sea
típicamente un contrato de adhesión.
DESIGUALDAD JURÍDICA DE LAS PARTES = se traduce en que la administración pública tiene respecto al
contrato la atribución de: adaptarlo a las necesidades públicas colectivas, variando consiguientemente, dentro de
ciertos límites, condiciones y circunstancias, la naturaleza y extensión de las obligaciones a cargo del contratante
– ejecutar el contrato por sí o por tercero, en caso de incumplimiento o mora del contratante, en forma directa y
unilateral y por cuenta de éste – dejarlo sin efecto directa y unilateralmente en caso de incumplimiento del
cocontratante o cuando las necesidades públicas colectivas lo exijan.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
rescisión que puede decretar la Administración en ejercicio de sus prerrogativas públicas, pues esa potestad
constituye una cláusula exorbitante "virtual" del derecho privado.
El poder de la Administración Pública para "rescindir" el contrato administrativo, presenta dos modalidades:
a) cuando dicho poder no está expresamente previsto en el contrato; b) cuando dicho poder está previsto en
el contrato. En ambos supuestos la rescisión implicará una sanción por "culpa" o "falta", cometidas por el
cocontratante. Jamás procederá la rescisión "unilateral" de un contrato, dispuesto por la Administración
Pública, sino ante la existencia de "culpa" o "falta" del cocontratante en el cumplimiento de sus obligaciones.
EJECUCIÓN DIRECTA. Marienhoff dice que, tratándose de un contrato "administrativo", en el caso de que
el cocontratante no cumpla sus obligaciones, a la Administración Pública le corresponden el derecho virtual,
tácito o implícito de evitar las consecuencias de esa inejecución y de asumir ella -por sí o a través de un
tercero-el cumplimiento de las pertinentes prestaciones, ejecutando así el contrato. Esa prerrogativa de la
Administración Pública de asumir directamente la ejecución del contrato es, por principio, de tipo
meramente "provisional", es decir transitoria. Excepcionalmente, en ciertos supuestos esa actitud de la
Administración Pública adquiere carácter definitivo, lo que resultará de la índole misma del contrato en
cuestión; es lo que ocurriría en un contrato de suministro de prestación única, en el cual, si el cocontratante
no cumple su obligación, la Administración puede procurarse la prestación a costa del cocontratante, y como
esa prestación era lo único que constituía el objeto del suministro, la ejecución de este contrato resultaría
entonces, por la fuerza misma de las cosas, "definitivamente" asumida por la Administración Pública.
GARANTÍAS DEL CONTRATISTA: Una vez resuelta la adjudicación de la obra, notificada la decisión
administrativa al particular interesado y suscripto o firmado el respectivo contrato, el adjudicatario constituirá una
garantía de la ejecución contractual, al mismo tiempo que se le reintegrará la garantía precontractual o de
mantenimiento de oferta. Puede que ésta sea aumentada hasta alcanzar aquélla. La garantía de ejecución
contractual deberá mantenerse hasta la recepción definitiva de la obra por la Administración. Generalmente el
monto de la garantía representa el 5% del monto del contrato. La garantía puede constituirse mediante depósito en
dinero en efectivo, títulos o bonos nacionales, provinciales o municipales, fianza bancaria, hipoteca, prenda con
registro, pagaré, etc. El contrato se suscribirá conforme lo determina el ordenamiento vigente, entre la
Administración, representada por un funcionario debidamente autorizado, y el adjudicatario. El contrato se
formalizará por escrito, sin el requisito de la escritura pública, pues como lo indica el art. 979, inc. 2, del Cód.
Civil, se considera al contrato un instrumento público; y además, por su carácter administrativo, goza de
presunción de legitimidad, como todo acto emanado del Estado (art. 25, LOP).
La Intangibilidad de la remuneración: el contratista tiene derecho a percibir el precio correspondiente por las
prestaciones que debe ejecutar. Un principio fundamental que rige en los contratos es el de la intangibilidad.
En consecuencia, no puede ser variado el precio a menos que haya un nuevo acuerdo de partes. El precio
contractual debe ser pagado en el lugar, tiempo, forma y condiciones que hayan sido fijados por las partes en
el contrato, o acuerdo posterior, lo cual atañe también a su intangibilidad.
No existe mutabilidad del precio contractual y éste no puede ser alterado unilateralmente por la
Administración. Sin embargo, la intangibilidad del precio no obsta para que sufra variaciones cuando
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estuvieren ellas previstas en el contrato, por ejemplo, cláusulas de variabilidad de precios, o cuando se ha
producido la alteración de elementos no contractuales de la remuneración, por ejemplo, por voluntad del
legislador.
En tal sentido, la ley 23.928 en su art. 7° no admite la actualización monetaria, indexación por precios,
variación de costos, quedando derogadas todas las disposiciones legales que contravinieren lo dispuesto. A
su vez, el decreto 941/91 establece, a partir del 1° de abril de 1991, el reconocimiento a los contratos
celebrados de una compensación financiera por el plazo de pago previsto en base a la serie de tasas de interés
que publique el Banco Central de la República Argentina, con ese fin (art. 5). El decreto 1312/93 autoriza la
redeterminación de los precios de los contratos de obra pública, que se liciten a partir de su dictado.
Posteriormente, el decreto 1339/93 permitió acordar nuevos precios para la ejecución de las obras públicas
ofertadas con anterioridad al 20 de marzo de 1991, en las condiciones que prevé. En consecuencia, si el
precio es intangible, no es inmutable, ya que en esos casos puede variar el precio originario.
Existe un álea normal de cualquier contrato, también presente en el derecho público. Pero cuando se da un
alea anormal:
Causa Consecuencia
Ius variandi Puedo reclamar al estado la totalidad, una
indemnización integral.
Caso fortuito o fuerza mayor (hay que repartir Circunstancia sobreviniente, imprevista y ajena a la
pérdidas) voluntad de las partes tornan imposible el
cumplimiento del contrato.
Otras circunstancias ajenas a la voluntad de las partes: Inflación: ¿quién se hace cargo?.
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autoridad pública que intervino en la celebración del contrato, como de una autoridad pública diferente a ésa. Pero
siempre se trataría de un hecho o acto procedente del Estado o imputable a éste. Cuando la medida que causa el
desequilibrio económico financiero del contrato, lesionando así al cocontratante, proviene de un autoridad estatal,
"cualquiera" fuese dicha autoridad, la situación creada encuadra en la teoría del "hecho del príncipe" (álea
"administrativa"), salvo que la autoridad pública emisora de dicha medida pertenezca a una esfera u orden jurídico
distinto del correspondiente a la autoridad que intervino en la celebración del contrato (verbigracia, contrato
celebrado por una provincia que resulta alterado por una medida dictada por la Nación), en cuyo supuesto,
tratándose de esferas jurídicas distintas, la situación mencionada es enteramente asimilable a la del acontecimiento
perturbador "extraño" o "ajeno" a la voluntad estatal (álea "económica"), quedando por ello encuadrado en la
"teoría de la imprevisión". Por tanto, para que sea procedente y aplicable la "teoría de la imprevisión", el
acontecimiento causante del desequilibrio económico financiero del contrato no debe serle imputable al Estado: si
lo fuere, tendría vigencia el "hecho del príncipe", salvo que el referido acontecimiento provenga de una autoridad
pública perteneciente a una esfera u orden jurídico distinto del que corresponde a la autoridad que intervino en la
celebración del contrato, en cuyo caso -por la razón ya dada- la situación creada es enteramente asimilable a la del
acontecimiento perturbador "extraño" o "ajeno" a la voluntad estatal.
El álea "económica", lejos de serle imputable al Estado, constituye un fin no querido por éste, al cual en
definitiva perjudica.
En cuanto a las áleas, como en todo contrato, el cocontratante en un contrato administrativo debe soportar, a
su propio costo y riesgo, el álea "normal" de toda negociación, no así el álea "anormal", cuyas consecuencias
deben serle resarcidas o atenuadas. Álea "extraordinaria" o "anormal" es el acontecimiento que frustra o
excede de todos los cálculos que las partes pudieron hacer en el momento de formalizar el contrato.
El álea "normal" -determinante de perjuicios "comunes" u "ordinarios"-, aun tratándose de resoluciones o
disposiciones "generales", queda a cargo exclusivo del cocontratante, quien debe absorber sus
consecuencias; tal ocurriría con una resolución de la autoridad pública que únicamente torne algo más
oneroso o difícil el cumplimiento de las obligaciones del contrato. Las variaciones de precios que provengan
de fluctuaciones económicas corrientes constituyen áleas ordinarias; en cambio, pueden constituir áleas
anormales o extraordinarias cuando provengan de acontecimientos anormales, excepcionales y que, por
tanto, no pudieron entrar en las previsiones de las partes en el momento de contratar. Como ejemplo de estos
últimos pueden mencionarse las guerras, las depreciaciones monetarias, las crisis económicas, etc.
Cuando la Administración incurra en incumplimiento de sus obligaciones, el contratista podrá hacer uso de
la excepción y suspender la ejecución de las prestaciones a su cargo. La excepción (suspensión de la
ejecución del contrato) no se admite en todos los casos. Para que proceda es necesario:
1- Que la Administración no cumpla con sus obligaciones;
2- Que el incumplimiento de la Administración le sea imputable a la Administración (que no obedezca a
fuerza mayor);
3- Que la suspensión de la prestación del contratista no afecte derechos de terceros (ej. No se puede
suspender la prestación de un servicio público); La suspensión tiene, en principio, un efecto provisional;
superado el obstáculo que la originó, la ejecución a cargo del contratista debe continuar. El contratista puede
demandar la rescisión del contrato.
SISTEMAS DE INDEMNIZACIÓN. En cuanto a las indemnizaciones, Diez dice que el cocontratante puede
percibirlas, aparte del precio estipulado, en mérito de causas diversas vinculadas a incidentes en la ejecución
del contrato.
Pueden ocurrir distintas situaciones:
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a) Indemnizaciones motivadas por dificultades o cargas materiales imprevistas.
b) Indemnizaciones por actos de los poderes públicos (hecho del príncipe).
c) Indemnizaciones derivadas de la teoría de la imprevisión.
En cuanto a la indemnización por dificultades o cargas materiales imprevistas, se señala que el derecho del
cocontratante a una indemnización en caso de dificultad imprevista constituye una regla de equidad, creada
de manera pretoriana por la jurisprudencia francesa en función de ciertas condiciones y características
propias del contrato administrativo. Esa regla reposa sobre la existencia de una colaboración entre la
Administración y el cocontratante y constituye una de las manifestaciones más notables de esa colaboración.
En relación a la indemnización por el hecho del príncipe, el mismo da derecho a una reparación integral del
perjuicio sufrido. Por ello se diferencia la teoría del acto de los poderes públicos de la de la imprevisión, que
no da lugar en Francia sino a una indemnización parcial. En tanto a la indemnización por la imprevisión, es
la Administración contratante la que tiene que afrontar la indemnización de imprevisión, aun cuando los
hechos que han provocado el desequilibrio del contrato resultaren de medidas de carácter general legislativas
o reglamentarias.
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efectos del contrato”.
Modos anormales de terminar con el contrato: no se terminó de cumplir con el objeto del contrato ni venció
su plazo.
- Rescisión bilateral: ambas partes de común acuerdo deciden ponerle fin al contrato.
- Rescisión unilateral: la administración puede hacerlo en dos casos: por incumplimientos del contratista: en
este caso no debe indemnizar y además no debe devolver la garantía de cumplimiento del contrato // para
salvaguardar el interés público y en este caso debe indemnizar al contratista.
- Rescate: cuando la administración decide ponerle fin al contrato en forma unilateral por motivos de
oportunidad, mérito y convivencia y asume en forma directa su ejecución. Se debe indemnizar al contratista
por los daños y perjuicios causados por dicha ruptura.
- Desaparición del objeto del contrato.
- Fuerza mayor.
- Hecho de la administración: conducta de la administración le impide al contratista continuar con el contrato
o cumplirlo en término.
- Hecho del príncipe: acto lesivo de cualquier órgano estatal que puede modificar las cláusulas o condiciones
del contrato lesionando así los derechos del contratista (ej: alterar el régimen de importaciones y
exportaciones) provocando la imposibilidad definitiva de seguir con el contrato. El estado debe indemnizar
al contratista en forma integral.
- Imprevisión.
- Muerte del contratista: como el particular debe cumplir con la prestación en forma personal (no puede
ceder ni subcontratar) el contrato se extingue sin indemnización, salvo que en él se haya pactado que sus
sucesores sigan con la obligación contractual.
- Quiebra del contratista: si la quiebra es declarada fraudulenta o culpable, el contratista será responsable por
la extinción del contrato como si fuera una rescisión por culpa suya.
Si es intencional, genera obligación de indemnizar a la administración por incumplimiento contractual.
- Renuncia: sólo aplicable a determinados contratos, no a todos porque está en juego el interés público (ej: se
permite en el contrato de empleo público siempre que el estado la acepte).
- Caducidad: se interrumpe un contrato que está siendo aplicado, ejecutado, ante un incumplimiento del
contratista de sus obligaciones contractuales. Los efectos de esta caducidad rigen para el futuro desde el día
que se la notificó al contratista.
- Revocación: medio de extinción del contrato que puede ser de dos especies: por razones de "oportunidad",
mérito o conveniencia, o por razones de "ilegitimidad".
La revocación unilateral por razones de ilegitimidad procede toda vez que el contrato es nulo de nulidad
manifiesta, en razón de vicios que afectan la competencia, forma u objeto del contrato administrativo. Tiene
efectos retroactivos.
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La revocación unilateral por razones de oportunidad, mérito o conveniencia opera para el futuro y genera a
favor del cocontratante el derecho a ser indemnizado por daños y perjuicios irrogados por la extinción
anticipada del contrato administrativo.
Tratándose de contratos administrativos de colaboración, la revocación procede cuando:
1. La causa determinante de la contratación desapareció.
2. El objeto concertado resulta inadecuado para la satisfacción de la causa.
3. Cuando por razones de fin público, resulta conveniente que la prestación pase a ser realizada por el Estado
(rescate).
*En 1) y 2), extinguido el contrato, cesan las prestaciones.
*En 3), se extingue el contrato pero las prestaciones continúan siendo cumplidas por el Estado.
Tratándose contratos administrativos de atribución, la revocación procede cuando el uso especial del dominio
público, objeto del contrato de concesión, se torna incompatible con la finalidad pública del bien dominical.
- Anulación: medio de "extinción" del contrato administrativo. Se da en sede judicial, demandada por el
Estado. Es necesario que el contrato esté enervado por vicio cuya existencia y entidad requiera una
investigación de hecho (anulable) que, por ser tal, es privativa de la actividad jurisdiccional y, por ende, no
autoriza al Estado contratante a disponer por sí y ante sí la extinción del contrato.
La demanda judicial de invalidez (anulación) extingue el contrato para el futuro, salvo que el vicio no
aparente conculcara el orden público (caso de nulidad absoluta), único supuesto en que la extinción operará
retroactivamente al momento de la contratación.
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UNIDAD VIII
1.- Noción de obra pública. Concepto “legal” y jurídico.
Ley 13.064. Artículo 1º - Considérase obra pública nacional toda construcción o trabajo o servicio de
industria que se ejecute con fondos del Tesoro de la Nación, a excepción de los efectuados con subsidios,
que se regirán por ley especial, y las construcciones militares, que se regirán por la ley 12.737 y su
reglamentación y supletoriamente por las disposiciones de la presente.
La obra pública es toda construcción o remodelación de un bien que va a ser destinado a una utilidad de
bien común.
Hay dos legislaciones: Ley 13.064 de Obra Pública Nacional (que habla de Obra Pública con los fondos del
Tesoro de la Nación); y Ley 5.188 de Obra Pública Provincial (que es más amplia, permite emplear, además
de los fondos del Tesoro Provincial, los fondos de los particulares).
Ley 5.188.- De las Obras Públicas en General Artículo 1º. Todas las construcciones, refacciones,
instalaciones, trabajos y obras en general; provisión, arrendamiento, adecuación o reparación de máquinas,
aparatos, materiales y elementos de trabajo, o necesarios para la actividad accesoria o complementaria de la
obra que construya la provincia o cualquiera de sus reparticiones por sí o por medio de personas o entidades
privadas u oficiales, con fondos propios, de aportes nacionales o de particulares, se someterán a las
disposiciones de la presente ley.
Formas de realización. Contrato de concesión de obra pública y contrato de obra pública. Diferencias.
Puede realizarse de dos formas distintas:
1) Directa: la obra pública es construida o modificada por empleados o empresas del Estado
(Construcción o refacción por administración).
2) Indirecta: el Estado contrata una empresa o persona física o jurídica, es decir, a un tercero. Puede ser:
a- Contrato de obra pública: el Estado es quien paga, tras pactar un precio. El riesgo está más
controlado, es menor.
b- Contrato de concesión de obra pública: el Estado no paga, sino que le concede al tercero la
explotación de ese bien para que se cobre los gastos que realizó. Hay un riesgo mayor.
La diferencia esencial entre ambos contratos está en la manera de pagarle al cocontratante: en el Contrato
de Obra Pública, el Estado paga el precio al cocontratante; en el Contrato de Concesión de Obra Pública, el
cocontratante se cobra el precio explotando comercialmente la obra por un plazo determinado.
Es el contrato administrativo a través del cual la Administración pública le encarga a una persona (tísica o
jurídica) que realice una obra destinada al uso colectivo (sea en forma directa o indirecta) a cambio de un
precio en dinero (se asemeja a la locación de obra del derecho privado). Su objeto es la construcción de una
obra pública (inmueble, mueble o servicio).
Naturaleza Jurídica. Se asemeja a una locación de obra del derecho privado, puesto que se trata de buscar un
resultado final.
Formalización del contrato. Art. 21. - Entre la administración pública y el adjudicatario se firmará el contrato
administrativo de obra pública y éste afianzará el cumplimiento de su compromiso mediante un depósito en el
Banco de la Nación Argentina por un 5% del monto del convenio, en dinero o en títulos o en bonos nacionales, al
valor corriente en plaza, o bien mediante una fianza bancaria equivalente, a satisfacción de la autoridad
competente. Dicha fianza será afectada en la proporción y forma que se establece en los artículos 26, 27 y 35.
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Se podrá contratar la obra con el proponente que siga en orden de conveniencia, cuando los primeros
retiraran las propuestas o no concurriesen a firmar el contrato.
Formarán parte del contrato que se subscriba, las bases de licitación, el pliego de condiciones, las
especificaciones técnicas y demás documentos de la licitación.
Para las contrataciones que no excedan de $ 69.000 la garantía podrá ser constituida por pagaré, el que
deberá ser avalado o afianzado a satisfacción del organismo licitante, cuando supere el monto de $ 100.000.
(párrafo agregado por Ley N° 16.798 B.O. 25/11/1965 y elevado posteriormente el límite por art. 1 de la
Resolución N° 814/96 del Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos B.O. 03/07/96)
Art. 22. - Después de firmado el contrato, se entregará al contratista, sin costo, una copia autorizada de los
planos y presupuestos, y se le facilitarán los demás documentos del proyecto para que pueda examinarlos o
copiarlos, si lo creyese necesario.
Art. 23. - Firmado el contrato, el contratista no podrá transferirlo ni cederlo, en todo o en parte, a otra persona o
entidad, ni asociarse para su cumplimiento, sin autorización y aprobación de autoridad competente.
Art. 24. - Los contratos quedarán perfeccionados con el cumplimiento de los preceptos enunciados en los
precedentes artículos, sin necesidad de otros trámites.
Elementos.
Elemento subjetivo: se requiere que uno de los sujetos de la relación contractual sea el Estado, o una
persona pública no estatal que ejerza la función administrativa por delegación estatal expresa.
Elemento material: refiere al origen de los fondos con que se realiza la obra. En el orden Nacional se
requiere que ésta se realice con fondos del tesoro nacional; en el orden Provincial se realiza con
fondos del tesoro provincial y con los fondos de los particulares.
Elemento objetivo: los objetos del contrato de obra pública son: muebles, inmuebles, y objetos
inmateriales –servicios-.
Elemento finalista: la finalidad no tiene importancia para definir el contrato de obra pública, porque
éste es solo un procedimiento para realizar una obra. Distinto de la finalidad de la obra pública que
es la satisfacción del interés general.
Selección del cocontratante.
- Para su selección, suele emplearse el sistema de la licitación pública (salvo para los casos en donde
la ley indica otro procedimiento, ya sea porque la obra es de poco monto, o los trabajos son urgentes,
o se exige capacidad artística o técnica del cocontratante, etc.)
- El cocontratante debe estar inscripto el Registro Nacional de Constructores de Obras Públicas para
poder presentarse a la licitación pública (art. 13).
- La Administración realiza el aviso de la licitación con las características de la obra que se licita,
lugar, quién lícita, dónde .se retiran las bases, lugar y hora de la licitación, importe de la garantía,
etc. (arts. 10 y 11).
- Se presentan las ofertas en sobre cerrado y luego se abren y se elige la propuesta más conveniente
según las bases de la licitación (se adjudica la obra y se firma el contrato de obra pública).
Sistemas de contratación.
La obra pública, a nivel nacional, puede ser contratada a través de distintos sistemas:
Ajuste alzado: el precio lo fijan las partes, desde el principio, siendo fijo e invariable. En este sistema las
alteraciones sufridas en el precio de los materiales o la mano de obra, perjudican o benefician al empresario,
y no modifican el precio del contrato.
Por unidad de medida: el precio se fija por unidad de medida, es decir, aplicando fracciones de la obra a través
de mediciones (ej. Se contrata la construcción de un camino de 40 km., fijándose el precio de $100.000
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el kilómetro). El monto total de la obra surge de multiplicar el número de unidades encargadas, por el precio
de cada unidad. En este sistema, las alteraciones sufridas en el precio de los materiales o la mano de obra,
perjudican o benefician al empresario, y no modifican el precio del contrato.
Costes y costas: el precio se fija teniendo en cuenta lo que costaría la obra de mantenerse los actuales
precios de materiales y mano de obra (coste), más la ganancia que le corresponde al empresario. El
empresario puede reajustar cuando aumenten los materiales y la mano de obra (coste); pero no puede
aumentar las ganancias (costas). En este sistema las alteraciones sufridas en el precio de los materiales o la
mano de obra, perjudican o benefician al Estado.
Coste: es el precio de los materiales, y la mano de obra.
Costas: son las ganancias estimadas del empresario.
*La ley nacional establece como regla general la aplicación del Ajuste Alzado y como excepciones los otros
dos sistemas.
Art. 5º - La licitación y/o contratación de obras públicas se hará sobre la base de uno de los siguientes sistemas:
En todos los casos la contratación podrá hacerse con o sin provisión de materiales por parte del Estado.
*A nivel provincial, la ley provincial permite utilizar cualquiera de los tres sistemas, solos o combinados, u
otro mecanismo que surja para el caso concreto.
Art. 18. La construcción de obras por terceros, se hará por uno de los siguientes sistemas de contratación:
a) ajuste alzado
b) precio global con reconocimiento de variaciones de costo
c) unidad de medida y precios unitarios
d) costo y costas
e) combinación de sistemas precedentemente enunciados
f) otros sistemas de excepción cuya conveniencia se establezca.
Formalización y perfeccionamiento.
La celebración del Contrato de Obra Pública debe contar con la autorización Legislativa para gastar. El gasto
debe estar legalmente autorizado por la ley de Presupuesto. Esta autorización debe existir al momento de
llamar a licitación.
El contrato se perfecciona con la firma de las partes. La excepción está dada por la “urgencia”, que debe ser
dispuesta discrecionalmente por el órgano Administrativo.
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estatal. En el art. 28 de la Ley Nacional de Obras Públicas se prevé que el contratista no podrá recusar al
técnico que la autoridad competente haya designado, pero si tuviese causas justificadas, las expondrá para
que dicha autoridad las resuelva, sin que esto sea motivo para que se suspendan los trabajos. La ley niega la
recusación sin causa y prevé la recusación con causa. Las causales de recusación (si bien la ley nada dice)
son las mismas que las previstas por el art. 17 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
Representante Técnico de la empresa: es la persona representante de la empresa que brinda asistencia técnica
adecuada a la especialidad de que se trate, para la correcta interpretación y aplicación del pliego, los planes y
planos de trabajos, y las órdenes de servicio emitidas por la inspección.
Replanteo de la obra: es ir al lugar físico de la obra con los planos, el contrato y los diseños y cotejar que
todo marche bien y coincida con los papeles (Petrone).
Art. 17, Cód. Proc. Civil y Com. De la Nación: Serán causas legales de recusación:
1) El parentesco por consanguinidad dentro del cuarto grado y segundo de afinidad con alguna de las
partes, sus mandatarios o letrados.
2) Tener el juez o sus consanguíneos o afines dentro del grado expresado en el inciso anterior, interés en el
pleito o en otro semejante, o sociedad o comunidad con alguno de los litigantes, procuradores o abogados,
salvo que la sociedad fuese anónima.
3) Tener el juez pleito pendiente con el recusante.
4) Ser el juez acreedor, deudor o fiador de alguna de las partes, con excepción de los bancos oficiales.
5) Ser o haber sido el juez autor de denuncia o querella contra el recusante, o denunciado o querellado por
éste con anterioridad a la iniciación del pleito.
6) Ser o haber sido el juez denunciado por el recusante en los términos de la ley de enjuiciamiento de
magistrados, siempre que la Corte Suprema hubiere dispuesto dar curso a la denuncia.
7) Haber sido el juez defensor de alguno de los litigantes o emitido opinión o dictamen o dado
recomendaciones acerca del pleito, antes o después de comenzado.
8) Haber recibido el juez beneficios de importancia de alguna de las partes.
9) Tener el juez con alguno de los litigantes amistad que se manifieste por gran familiaridad o frecuencia en
el trato.
10) Tener contra el recusante enemistad, odio o resentimiento que se manifieste por hechos conocidos. En
ningún caso procederá la recusación por ataques u ofensa inferidas al juez después que hubiere comenzado
a conocer del asunto.
Derechos y Obligaciones de la Administración
1) a exigir la ejecución debida del contrato;
2) a inspeccionar y controlar la obra;
3) a exigir el acopio de los materiales por parte del contratista, cuando éstos no sean provistos por el
Estado;
4) a la ejecución directa de la obra;
5) a aplicar sanciones pecuniarias.
6) debe recibir la obra una vez que esté concluida;
7) debe pagar el precio acordado.
Derechos y Obligaciones del contratista.
1) a cobrar el precio acordado;
2) a la recepción de la obra por parte de la Administración.;
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3) a contar con un plazo para subsanar las deficiencias;
4) a rescindir el contrato por causas imputables a la Administración
5) debe constituir una garantía de ejecución contractual (hipoteca, prenda, o depósito bancario);
6) debe ejecutar la obra en tiempo y forma;
7) no puede ceder el contrato, ni subcontratar, a menos que tenga autorización;
8) debe responder por los defectos de la obra.
3.- Certificado de obra: naturaleza jurídica, clases, transmisión, ejecución. Fondo de reparo.
El certificado de obra es aquel que el Estado emite al empresario. Es un derecho del empresario contra el
Estado para cobrar.
(Dromi) El pago del precio se hace en el plazo estipulado en el pliego de condiciones, computándose a partir
del día posterior al del período de ejecución de los trabajos o acopios. Previamente se habrá emitido el
correspondiente certificado; para emitirlo, se contará el plazo a partir del primer día posterior al mes de
ejecución. En suma, la medición de la obra se expresa en un certificado.
Naturaleza Jurídica. En la práctica administrativa se conceptualiza el certificado de obra pública como todo
“documento con finalidad de pago”, o “crédito documentado”, que expide la Administración al contratista
con motivo de un contrato de obra pública. Desde un enfoque jurídico técnico-formal, se estima que hay que
considerar al certificado como “un instrumento público”, que prueba la existencia de créditos, parciales o
definitivos, a favor de un contratista de obra pública. Desde un enfoque material o sustancial, se alude a la
“forma jurídica administrativa” que tal certificado reviste, por cuanto ella nos denunciará su régimen
jurídico. En tal sentido, el certificado de obra pública se ubica como un acto administrativo.
Dromi define al certificado de obra como el acto administrativo que, revistiendo forma de instrumento
público, prueba la existencia de un crédito, parcial o definitivo, a favor de un contratista de obra pública.
Los certificados de obras públicas se caracterizan por ser actos administrativos “no ejecutorios”, que
importan una declaración de existencia o veracidad de una determinada situación jurídica, en el caso que el
contratista de obra pública es acreedor del Estado o, de igual forma, que éste es deudor de aquél.
El carácter público instrumental del certificado de obra pública surge de lo dispuesto por el art. 289, inc. b,
del CCyCom, que declara como instrumentos públicos los que “extienden los escribanos o los funcionarios
públicos con los requisitos que establecen las leyes;”. En nuestro caso, las leyes de obras públicas, los
pliegos de condiciones, etc., señalan los requisitos intrínsecos a que debe ajustarse.
Clases.
a) Certificado de Acopio de Materiales: muchas veces el Estado entrega al empresario los materiales para
hacer la Obra. Pero en la mayoría de los casos el empresario debe proveerlos. Una vez que los adquiere
presenta la factura al Inspector de Obra, y éste libra el Certificado habilitando el pago al empresario.
b) Certificado de Avance de Obra: la Obra se realiza por etapas que se pactan con sus respectivos plazos. A
medida que se cumple con cada etapa, el Inspector de Obra va librando los Certificados habilitando el
pago al empresario. Si el contrato no dice cada cuanto debe realizarse, se debe realizar cada un mes.
c) Certificado de Mayores Costos: cuando el empresario (por causas Imprevistas, o por el Hecho del
Príncipe) debe afrontar costos que exceden las estimaciones que realizó al momento de formular la
oferta. Si el Inspector de Obra reconoce el encarecimiento, libra un Certificado por Variación de
Costos.
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d) Certificado Final de Obra: es aquel que certifica que la Obra ha finalizado. Aquí el Estado hace 2
recepciones de la Obra: 1) Provisoria: verifica que no haya vicios ocultos; y 2) Definitiva:
comprobado que no hay vicios, o subsanados los mismos por el empresario, el contrato finaliza y se
libera el Certificado Final de Obra.
*Todos los certificados sufren un descuento del 5% para integrar el Fondo de Reparo.
Fondo de Reparo: es un descuento del precio de cada Certificado, que retiene el Estado como garantía
(además de la Garantía de Ejecución de Obra) por eventuales incumplimientos del empresario o multas.
Dromi lo define como un “descuento que los pliegos autorizan a retener de cada certificado, a fin de asegurar
la responsabilidad pecuniaria del contratista por posible incumplimiento contractual. El fondo de reparo
puede ser sustituido por otra garantía (aval o caución) total o parcialmente. También puede ocurrir que el
contratista garantice previamente total o casi totalmente los fondos de reparo, por lo cual no se practicarán
las deducciones de los certificados.
El Artículo 69 de la Ley de Obras Públicas de la provincia de Santa Fe establece que “todos los
certificados parciales tienen carácter provisional para pago a cuenta, al igual que las mediciones que les
dan origen, quedando sometidas a los resultados de la medición y certificación final de los trabajos, en la
que podrán efectuarse los reajustes que fueren necesarios”.
Transmisión.
La ley nacional de obras públicas y el pliego único de condiciones no contienen disposiciones restrictivas del
derecho a ceder tales créditos, por lo que Dromi entiende que su transmisibilidad es viable por vía de cesión
(art. 1616 Cód. Civil y Com.).
Ahora bien, existiendo normas de derecho público reguladoras de la transmisión de los créditos emergentes
de obras públicas, éstas prevalecerán, en cuanto a la forma, sobre las normas del derecho común (cesión de
créditos); por ello, algunas leyes locales autorizan la transferencia por endoso, como la ley de obras públicas
de la provincia de Mendoza.
En La Ley de Obras Públicas de la provincia de Santa Fe, se establece en su art. 70 que, “cuando
existiera cesión del crédito, notificada la Administración, los certificados emitidos no podrán ser modificados
en su monto ni trabado su trámite de pago por ninguna circunstancia”.
Ejecución.
[Encontré dos leyes distintas y no sé cuál artículo va…muy bueno el sistema de consulta de santa fe. Gracias
socialistas]
Art. 71. El pago del certificado deberá hacerse dentro de los sesenta (60) días, contados a partir del último
día del mes de realizado el trabajo. La mora en el pago dará derecho al contratista a percibir, hasta el efectivo
pago, accesorios por mora calculados en base al Índice de Ajuste Financiero Corregido por Exigencia de
Efectivo Mínimo (comunicación “A” 1647) que elabora el Banco Central de la República Argentina.
Artículo 71 Ley de Obras Públicas de la provincia de Santa Fe:
“El pago del certificado deberá hacerse dentro de los sesenta (60) días, a partir del último día del mes de
realizado el trabajo. La mora en el pago dará derecho al contratista a percibir, a su elección y hasta su
efectivo pago intereses corrientes vencidos sobre el valor nominal de la suma adeudada, o la adecuación
monetaria del valor de las deudas con interés anual vencido correspondiente, sobre los saldos actualizados.
Las tasas de interés que serán de aplicación en ambos casos, serán determinadas por el Ministerio de Obras
y Servicios Públicos de la Provincia, a cuyo efecto deberá observar los siguientes criterios:
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
1) Las tasas del interés corriente surgirán de la tasa efectiva anual vencida que el Banco Provincial de
Santa Fe aplica normalmente en sus operaciones activas con certificados de obra, considerando la cantidad
de días de mora que se reconozca en cada caso.
2) La tasa de interés a aplicar en caso de que el contratista opte por la actualización monetaria surgirá de
la tasa efectiva anual vencida que el Banco Provincial de Santa Fe aplica para sus operaciones a activas
ajustables, interés que se devengará en función del tiempo de mora reconocido.
La actualización abarcará el lapso comprendido entre la fecha de vencimiento del plazo de pago estipulado
y la fecha de pago efectivo siempre que la mora no fuera imputable al contratista.
La actualización se realizará sobre la base de la variación del Indice General de Precios Mayoristas,
elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, o aquél que lo reemplazara en el futuro,
tomando el mes último anterior a las fechas mencionadas en el párrafo precedente, proporcionada para
cada período mensual a los efectivos días de mora.
Cuando no se disponga del Indice mencionado con carácter definitivo el cálculo se realizará sobre la base
del Índice provisorio que se halle vigente, el que se tendrá por definitivo y no dará lugar a reajustes
posteriores.
Los intereses corrientes, o la adecuación monetaria más el interés que se fije sobre el capital actualizado,
deberán liquidarse y abonarse dentro de los 30 (treinta) días de solicitados por el contratista, caso
contrario serán de aplicación sobre este impone las normas establecidas en el presente artículo”.
Ley nacional.-
Art. 48. - Si los pagos al contratista se retardasen de la fecha en que, según contrato, deban hacerse, éste
tendrá derecho a reclamar intereses a la tasa fijada por el Banco de la Nación Argentina, para los
descuentos sobre certificados de obra Si el retraso fuere causado por el contratista, debido a
reclamaciones sobre mediciones u otras causas con motivo de la ejecución de la obra, y ellas resultasen
infundadas, o se interrumpiese la emisión o el tramite de los certificados u otros documentos por actos
del mismo, no tendrá derecho al pago de intereses. (Párrafo sustituido por art. 8 de la Ley N°21.392
B.O. 26/08/1976 y se exime de lo dispuesto en el primer párrafo del art. 48 a los saldos actualizados de
deuda que gozarán de un interés de hasta 5%.)
Si el retraso fuere causado por el contratista, debido a reclamaciones sobre mediciones u otras causas con
motivo de la ejecución de la obra, y ellas resultasen infundadas, o se interrumpiese la emisión o el trámite de
los certificados u otros documentos por actos del mismo, no tendrá derecho al pago de intereses.
Cuando aumentan los costos de los materiales o el salario, se produce una alteración en la ecuación
económico-financiera. En estos casos el empresario puede solicitar a la Administración que reconozca los
“mayores costos”. ¿Cómo se soluciona? Mediante 3 sistemas:
1) Solicitando un Certificado por Variación de Costos.
2) Por medio de una Ley cuando se trata de una situación general (ej. Cuando hay una situación general
–como la inflación- el Estado no puede estar librando innumerables cantidades Certificados).
3) Por medio de la Renegociación con las Empresas (ej. Cuando salimos de la convertibilidad).
El contratista no puede introducir modificaciones al proyecto, aunque sean útiles. Siempre requiere orden
escrita del Inspector de Obra. La Administración ejerce permanentemente la supervisión técnica sobre el
contratista, lo que posibilita el control y la disposición de modificaciones necesarias para lograr el fin
perseguido.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
La Administración puede introducir modificaciones en el proyecto (aumentos o reducciones de costos o
trabajos) que obligan al contratista a aceptarlos si la alteración del valor total de las obras contratadas no
excede en general de un 20% en más o en menos. Pasado ese porcentaje se origina el derecho del contratista
de rescindir el contrato. Esta facultad puede renunciarla el contratista, una vez producida la modificación.
Las dificultades materiales imprevistas. El caso fortuito o fuerza mayor.
Cuando se suspenda la ejecución de la Obra (demoras o paralización) por causas de Fuerza mayor (ej. Una
inundación), el empresario puede pedir indemnización por gastos improductivos (ej. Gastos de conservación:
tiene que mantener los obreros sin que trabajen, tiene que mantener la maquinaria y los materiales), porque
estos gastos improductivos alteran la ecuación económico-financiera.
Error del proyecto. Responsabilidad.
El contratista tiene el deber de ejecutar la obra conforme al proyecto, pliego y la documentación que integre
el contrato. Si durante la ejecución advierte un error técnico en el proyecto, el contratista debe informarlo
para dejar a salvo su responsabilidad.
4.- Extinción del contrato de obra pública. Medios normales y anormales. Cumplimiento del objeto:
recepción provisoria y definitiva de la obra. Rescisión del contrato: por causas imputables al
contratista o a la administración. Procedimiento.
MEDIOS NORMALES:
Cumplimiento del Objeto: Recepción Provisoria y Definitiva de la Obra:
Terminada la Obra según lo contratado, el empresario tiene derecho a que la Administración la reciba.
Recepción Provisoria: la Administración recibe la Obra por un plazo determinado y verifica que no haya
vicios ocultos. La recepción provisional se formalizará a través de un acta que se labra al efecto.
Recepción Definitiva: comprobado que no hay vicios, o subsanados los mismos por el empresario, el contrato
finaliza y se libera el Certificado Final de Obra. La recepción definitiva se formulará a través de un acta.
La recepción definitiva pone fin al contrato y agota la responsabilidad y las obligaciones del empresario,
excepto en los casos de ruina. La recepción definitiva habilita al reintegro de la garantía contractual,
liberación del fondo de reparo y pago íntegro del precio por liquidaciones pendientes.
Si la Administración se negare a recibir la Obra, hay distintas soluciones: 1) transcurrido el plazo de 30 días,
y no mediando causa justificada, se la tendrá por recibida automáticamente; 2) algunos autores sostienen que
se debe intimar a la Administración a que la reciba, 1ro en sede Administrativa y luego en sede Judicial.
Recepción parcial: cuando se concluye definitivamente una parte de la Obra, estando en condiciones de ser
libradas al uso.
MEDIOS ANORMALES:
Rescisión del Contrato por causas imputables al Contratista.
Las causas que autorizan a rescindir el contrato son:
Por Fraude: es la conducta grave y dolosa del contratista que provoca daño a la Administración. La
transgresión intencional de la norma legal, con daño para la Administración, importa comisión de un
ilícito civil (arts. 1066 y 1072 CC). (ej. Emplear materiales de mala calidad; el empleo de material
provisto por la Administración conociendo su ineptitud; la recepción de pagos provenientes de
liquidaciones presentadas por el contratista con falsas mediciones; etc.).
Por Grave negligencia: cuando se provoca un daño irreparable a la Administración por culpa,
negligencia, impericia o imprudencia del contratista en la ejecución de la obra. La Administración
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
debe rescindir el contrato al comprobar el daño irreparable y que el constructor no está en
condiciones de llegar al resultado querido en la obra.
Por Vencimiento del plazo para iniciar los trabajos: el vencimiento del plazo fijado para iniciar los
trabajos, sin que el contratista justifique que la demora se ha producido por causas inevitables y
ofrezca cumplir su compromiso, produce (previa denegatoria de prórroga o que, concedida ésta, no
se diera cumplimiento) la rescisión del contrato, que puede hacer perder la fianza. Si se hubiera
concedido prórroga para iniciar los trabajos, ello no significará una ampliación del plazo contractual,
salvo que así se resuelva expresamente.
Ejecución con lentitud: la ejecución de la obra con lentitud, implica que la parte ejecutada no
corresponde al tiempo previsto en los planes de trabajo y a juicio de la Administración no pueda
terminarse en los plazos estipulados. La Administración intimará previamente al contratista para que
acelere los trabajos para alcanzar el nivel contractual de ejecución en el plazo que se ha fijado.
Por Cesión del contrato sin autorización: la cesión total o parcial del contrato, la asociación del
contratista, la subcontratación, es decir, contratos entre el adjudicatario y terceros para la ejecución
de determinados trabajos en la obra, requieren el conocimiento previo y la autorización
administrativa, excepto compras o suministros de materiales o elementos. La infracción a esta
prohibición legal es también causal de rescisión.
Por Fuerza mayor por emergencia: la Ley de Reforma del Estado (23.696) facultó al ministro competente
en razón de la materia a declarar la rescisión de todos los contratos de obra y de consultoría celebrados
por el sector público con anterioridad a su vigencia por razones de emergencia. A los efectos de la ley se
considera que la emergencia constituye causal de fuerza mayor, en los términos del art. 54 de la Ley de
Obras Públicas y del art. 5 de la ley 12.910 (art. 48, LRE).
Por Falta de Acuerdo para Renegociar el contrato: en caso de imprevisión se pueden negociar precios,
condiciones técnicas y financieras, plazos de terminación y de pagos, sistema de liquidación de costos.
Si no hay acuerdo entre las partes, se procede a la rescisión del contrato y a la devolución de los depósitos de
garantía. Si bien la rescisión la dispone la Administración, se entiende que no hay causal imputable al
contratista.
Rescisión del Contrato por causas imputables a la Administración.
Las causas que autorizan a rescindir el contrato son:
Por Suspensión de los trabajos: cuando la paralización por culpa de la Administración excede los plazos
previstos legalmente, el contratista puede rescindir el contrato. En cualquiera de los casos previstos, la
paralización excedida del plazo legal, o que el ritmo del plan de trabajos haya sido inferior
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
al 50% en dicho período por culpa de la Administración, procede la rescisión como derecho del
contratista.
Por Fuerza mayor o Hecho de la Administración: El caso fortuito, la fuerza mayor y el hecho de la
administración aparecen en la ley de obras públicas de la nación como un derecho a invocar por el
contratista cuando un hecho de la administración, así como la fuerza mayor o el caso fortuito, le
impiden la ejecución del contrato, o el cumplimiento de él dentro del término convenido.
Por Retardo de pagos: cuando su gravedad determine la frustración del contrato o impida al
contratista cumplirlo, será causal de rescisión, por culpa del comitente.
Impedimentos para iniciar los trabajos: cuando la Administración demora la entrega de los terrenos,
o no realiza el replanteo de la obra dentro de los plazos, el contratista tiene derecho a rescindir.
Procedimiento.
La manera normal o habitual en que se extingue el contrato de obra pública consiste en el "cumplimiento de
su objeto", o sea mediante la efectiva realización o construcción de la obra respectiva.
Desde el punto de vista "formal" la conclusión o extinción del contrato se produce con la recepción de la
obra por parte del Estado y con el correlativo pago al cocontratante. Tal recepción se opera en dos etapas:
recepción provisional y recepción definitiva; a su vez, ambos tipos de recepción pueden ser "parciales" o
"totales", según que se refieran a toda la obra o sólo a parte o partes de ella, lo que depende del sistema de
contratación elegido (ajuste alzado o unidad de medida).
Toda obra pública debe recibirse primeramente en forma provisional hasta que se haya cumplido el plazo de
garantía, prueba o conservación que se hubiere convenido; cumplido este plazo, procede la recepción
definitiva. Entre ambas recepciones el contratista es responsable de la conservación y reparación de las obras,
salvo los defectos resultantes del uso indebido de las mismas.
De la entrega "provisional" se debe dejar constancia en un acta, en la que las partes hacen notar el estado de la
obra y cualquier otro pormenor atinente a ello. El contenido del acto es circunstancial: depende de las
particularidades del caso concreto; incluso las partes pueden dejar constancia de sus observaciones y réplicas. Tal
acta no está sujeta a formalidades en cuanto a si debe redactársela por documento privado o ante escribano
público. También la entrega "definitiva" debe ser objeto de un acta de igual contenido que el indicado.
Ante una contienda suscitada, primero se debe iniciar y agotar el reclamo en sede Administrativa, y luego se
puede pasar a la sede Judicial (la competencia la tiene la Cámara Contencioso-Administrativa). El contratista
puede convenir con la Administración la formación de un Tribunal Arbitral que decida en última instancia.
La jurisdicción de este Tribunal es voluntaria, pero una vez optada por ella se renuncia automáticamente a la
sede Judicial.
En el ámbito "administrativo", o sea en sede administrativa, dada entonces la índole del contrato de obra
pública -contrato "administrativo"-, los requerimientos del cocontratante pueden dar lugar a un "recurso
jerárquico", en los términos del decreto 7520/44, sin perjuicio de la ulterior acción ante el Poder Judicial. Tal
es el principio. Pero dentro mismo del ámbito administrativo, en materia de reconocimiento de mayores
costos debe tenerse presente la doble vía que al efecto existe.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Procedimiento Judicial.
La exigencia de este artículo será voluntaria para el contratista hasta tanto no se dicte la ley que rija el
trámite en lo contencioso administrativo. En caso de someterse el contratista al actual trámite podrá
convenir con la autoridad administrativa un tribunal arbitral que decida en única instancia.
Arbitraje.
A raíz o como consecuencia de un contrato "administrativo", stricto sensu, pueden surgir desavenencias o
controversias entre la Administración Pública y el cocontratante. Ante tal posibilidad corresponde preguntar
si dichas desavenencias pueden o no ser resueltas por vía de "arbitraje", evitando acudir ante la jurisdicción
judicial.
Se acepta que el arbitraje procede respecto a contratos donde el Estado actúa en el ámbito del derecho
privado, lo que equivale a admitir su procedencia respecto a los contratos de "derecho común" de la
Administración Pública. Es lo resuelto por la jurisprudencia y aceptado por la doctrina. En cambio, no se
acepta la procedencia del arbitraje en los contratos donde el Estado actúa en el ámbito del derecho público, lo
que implica su rechazo respecto a los contratos "administrativos" propiamente dichos. Es ésta la posición de
la jurisprudencia y de la doctrina. Tal es el "principio"; pero cabe observar que aun tratándose de contratos
"administrativos", propiamente dichos, ese principio tiene su excepción.
Se ha sostenido que, para comprometer en árbitros una cuestión, la Administración Pública necesita ser
expresamente autorizada por el legislador. Para ello se invocan dos tipos de argumentos:
1º) el artículo 3, inciso 3º del Código Civil y Comercial, según el cual se requiere poder especial
para comprometer en árbitros;
2º) que la expresión de voluntad del Estado, para ser válida, debe ser manifestada por sus órganos
competentes; y siendo el Congreso la única autoridad que puede prescribir excepciones al fuero federal, es
decir, quien tiene la facultad de declinar la jurisdicción, son nulos de nulidad absoluta los actos del Poder
Ejecutivo que la establezcan sin autorización legislativa.
La Administración Pública no necesita autorización alguna del legislador para recurrir al arbitraje cuando éste sea
jurídicamente admisible; y cuando el arbitraje sea improcedente, el legislador carece de atribuciones para
autorizarlo. La facultad de recurrir al arbitraje le corresponde directa y originariamente al Poder Ejecutivo, por
implicar el ejercicio de una atribución de administración general, que constitucionalmente le compete a dicho
poder (Constitución, artículo 86, inciso 1º); el ejercicio de la facultad de comprometer en árbitros en modo alguno
significa, pues, establecer excepciones al fuero federal: sólo significa el ejercicio de una atribución de
"administración general". Al efecto no se requiere, entonces, ley autorizativa alguna, que en el
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
caso se la haría valer como el "mandato especial" a que se refiere el citado artículo 1.881, inciso 3º, del
Código Civil. Este precepto legal no tiene aplicación en este caso, por cuanto la Administración Pública no
es "representante" ni es "mandataria" del Poder Legislativo, ni actúa como tales: la Administración Pública,
en el ejercicio de sus potestades y atribuciones constitucionales propias, es el Estado mismo y como tal debe
tenérsele, pues mediante ella y a través de ella el Estado expresa constitucionalmente su respectiva voluntad.
Lejos de ser una "representante" o una "mandataria" del Congreso, la Administración Pública (Poder
Ejecutivo) es un "órgano" esencial del propio Estado, órgano cuyo rango constitucional es igual al del
legislador. Los "órganos" no representan al ente o persona jurídica a que pertenecen: forman parte integrante
y esencial de los mismos, y en tal sentido son cabalmente el ente mismo o persona del que forman parte.
Precisamente esto constituyó el mérito y la trascendencia de la "teoría del órgano", concebida por la ciencia
jurídica para explicar por qué los hechos y actos de las personas físicas que integran la entidad son
imputables a ésta. Entre la noción de "órgano" y las de "representante" o "mandatario" hay una diferencia
esencial. La calidad de "representante" o de "mandatario" puede derivar de la ley o de un acto jurídico; en
cambio, la calidad de "órgano" deriva de la propia "constitución" de la persona moral: integra la estructura
de ésta y forma parte de ella. El "órgano" nace con la persona jurídica, consubstanciado con ésta. En la
representación y en el mandato hay un vínculo jurídico entre dos sujetos de derecho, donde uno actúa en
nombre del otro; en cambio, tratándose del "órgano" hay un sólo sujeto de derecho: la persona jurídica actúa
ella misma, porque el "órgano" forma parte de ella e integra su estructura; la persona jurídica se sirve del
órgano como la persona física se sirve de la boca o de la mano. Cuando el alcalde de una ciudad le otorga
poder a un procurador para que actúe ante los tribunales de justicia, el alcalde es un órgano, el procurador un
representante. Por eso dije que cuando la Administración Pública (Poder Ejecutivo) ejercita potestades y
atribuciones constitucionales propias -como ocurriría en el supuesto de que comprometa en árbitros una
cuestión, siendo ello jurídicamente admisible- debe considerársela como el Estado mismo, siendo por esto
que dichos actos de la Administración Pública son imputables al Estado, sin necesidad de recurrir para ello a
las inadecuadas e improcedentes figuras del mandato o de la representación. La Administración Pública,
pues, para comprometer en árbitros no requiere ser autorizada por el legislador; ella puede actuar por sí,
ejercitando sus propias y originarias atribuciones constitucionales.
Transacción.
Son aplicables a la "transacción" que celebre el Estado respecto a cuestiones vinculadas a contratos
"administrativos", propiamente dichos, los principios sobre actos administrativos y sobre contratos
administrativos. En tal orden de ideas, la aplicación del derecho civil sólo procederá en los casos y en la
medida en que sólo sea en materia de actos y contratos administrativos. El único límite positivo que tiene el
Poder Ejecutivo ("Estado") para transar -sea que actúe en el campo del derecho privado (contratos de
derecho "común") o en el ámbito del derecho público (contratos "administrativos", propiamente dichos)- es
el respeto a las normas y principios de la Constitución Nacional.
6.- Concesión de obra pública. Caracteres y forma de pago.
La concesión de obra pública es un sistema de contratación particularizado por la modalidad del pago del
precio. Implica una intervención directa del concesionario en la explotación de la obra pública.
Es un modo de ejecución de la obra pública por el que la Administración contrata a una empresa para la
realización del trabajo, y no paga luego un precio por ella, sino que la remunera otorgándole la explotación
de la nueva obra construida, durante el plazo determinado.
El art. 58 de la Ley de Reforma del Estado amplía el concepto de concesión de obra, incluyendo la
explotación, administración, reparación, ampliación, conservación o mantenimiento de obras ya existentes
en orden a obtener recursos para nuevas obras, que se compensarán con una tarifa o peaje.
El contrato de concesión de obra pública es el contrato por el cual la Administración le encarga a una
persona física o jurídica que realice una Obra, y a cambio le permite la explotación de dicha Obra por un
tiempo determinado.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Dos fases diferentes integran el contrato:
1) la construcción de la obra pública, o la necesidad de realizar inversiones previas por parte del
concesionario, para las ya existentes, y
2) la concesión para su explotación por plazo determinado, al contratista o a quienes hayan financiado
la obra.
Se distingue el contrato de concesión de obra pública del de obra pública por cuanto en éste se pacta con un
particular la construcción de la obra, y terminada se le abona el valor en la forma convenida, concluyendo las
relaciones contractuales. En el contrato de concesión de obra pública una vez finalizada la obra el
constructor queda como concesionario del servicio a que estaba destinada, hasta cobrarse su costo más una
ganancia razonable.
El contrato de obra pública sólo crea relaciones jurídicas entre el Estado y el constructor, mientras que la
concesión las establece además con los administrados, en virtud de que la Administración Pública le delega
una parte de su poder jurídico para gestionar o realizar el servicio y cobrar su importe, generalmente en
forma de tasas.
Caracteres jurídicos.
Bilateral
Consensual
Oneroso
El contrato de concesión de obra pública participa de los mismos caracteres que el contrato de obra pública,
pero es Aleatorio para el concesionario, porque los beneficios dependen de un hecho incierto: los ingresos
durante el plazo de concesión.
Forma de Pago.
La Administración no paga un precio, sino que le otorga la explotación de la obra durante un plazo
determinado. El contrato de Obra Pública sólo crea relaciones entre la Administración y el constructor.
El contrato de Concesión de Obra Pública crea relaciones entre la Administración, el constructor, y los
administrados (en virtud que la Administración delega una parte de su poder jurídico para brindar el servicio
y cobrar su importe, generalmente en forma de tasas).
Procedimiento.
La rescisión del contrato puede operarse antes de la conclusión; esto se llama Rescate. La Administración
deberá pagar los trabajos realizados. La Obra siempre pertenece al Estado, y la actividad continúa a cargo
del Estado. El rescate es un medio de reorganizar el servicio público, por el cual el Estado asume el ejercicio
directo de él.
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Catalina Quiñónez
La Ley de Obra Pública establece que también puede otorgarse en concesión la obra pública ya construida
por la Administración o por otro contratista, siempre que sea necesario ejecutar prestaciones sobre la obra ya
existente.
El peaje. La cuestión de su constitucionalidad.
Según Dromi, el peaje es la percepción de una tasa por el uso de una obra; esa tasa cubre gastos de
construcción, mantenimiento, y ganancias. Importa el derecho, a favor del contratista, de exigir a los
administrados un precio por la utilización de la obra.
Según Dromi, es justo que el usuario de las vías de alta densidad de tránsito pague el mantenimiento de las
mismas y que, además, participe en los fondos destinados a la construcción o mantenimiento de otra vía de
tránsito, de menor densidad, pero de importancia social, económica y estratégica.
El Art.11 CN establece: “los carruajes y buques, que pasen por territorio de una provincia a otra, serán libres
de los derechos llamados de tránsito, y ningún otro derecho podrá imponérseles en adelante, cualquiera sea
su denominación, por el hecho de transitar el territorio”.
Respecto del peaje hubo varios Recursos de Amparo en su contra por considerarlo inconstitucional. La CSJN
dijo que el peaje es constitucional siempre que exista otra vía de tránsito alternativa que no cobre peaje.
La Contribución a las Mejoras es aquel tributo especial que pagan los vecinos de la Obra Pública, por el
beneficio especial (el mayor valor) que adquieren sus propiedades por dicha obra (ej. Una casa adquiere
mayor valor cuando la calle está asfaltada). La Contribución a las Mejoras debe ser razonable y equitativa, y
se va a cobrar sólo hasta que llegue a cubrir el plus valor.
A nivel provincial, existe la ley 8.896, que rige la contribución de mejoras y establece:
Art. 5 - Son contribuyentes del gravamen establecido en esta ley, los propietarios o los poseedores de los
bienes inmuebles ubicados dentro de la zona contributiva, con la clasificación que a éstos les corresponda de
acuerdo a las Leyes Nº 2996 y 3123 o las modificaciones de éstas que en adelante se dicten.
Art. 6 - En todos los casos la Contribución de Mejoras será como mínimo el 40% del costo total de la obra.
Cuando personas físicas o jurídicas interesadas en la construcción de un camino pavimentado, manifiesten
voluntad de efectuar aportes económicos para su ejecución, la Dirección Provincial de Vialidad podrá
suscribir convenios con los mismos y los montos que se establezcan pasarán a integrar el porcentaje aludido.
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Art. 11 - La Contribución de Mejoras se pagará una vez finalizada la obra y cuando razones técnicas,
económicas o de política vial lo hagan aconsejable, al comienzo de la misma. Para este caso será
indispensable que la oposición, por parte de los contribuyentes a esa forma de pago, no supere el 40% del
total a recaudar. Sin perjuicio de las dos formas de pago enunciadas precedentemente, cuando razones de
orden general, debidamente fundadas, lo hagan necesario, el Poder Ejecutivo podrá establecer otras formas
de pago de la contribución.
Art. 20 - No serán considerados directamente fronteros al camino los predios rurales o urbanos a los que se
interponga una línea férrea.
Art. 30 - La Dirección Provincial de Vialidad será el órgano de aplicación de la presente ley y tendrá a su
cargo la liquidación, fiscalización, recaudación y acreditación de la Contribución de Mejoras. La citada
Repartición podrá delegar en Municipios, Comunas, Consorcios Camineros u Organismos especiales
constituidos al efecto, tareas relacionadas con los objetivos perseguidos por la presente ley, reservándose en
todos los casos la supervisión contralor sobre las mismas.
8.- Contrato de suministro. Objeto, caracteres. Forma.
Es un contrato por el cual la Administración le encarga a una persona (física o jurídica) la provisión de
ciertos elementos (bienes muebles, generalmente consumibles) necesarios para su desenvolvimiento, a
cambio de un precio.
Es el contrato administrativo a través del cual la Administración pública le encarga a una persona o entidad,
la provisión de ciertos elementos o cosas (bienes muebles, generalmente fungibles o consumibles, estándar o
producidos en serie) destinadas al consumo de un servicio público propio o para realizar sus funciones de
utilidad pública. El particular se encarga de suministrarle dichas cosas por su cuenta y riesgo a cambio de un
precio.
Ej. La provisión de combustibles para aeronaves del Estado.
Características:
- Se hace generalmente por licitación pública.
- El oferente debe inscribirse en el Registro de Proveedores del Estado.
- En el contrato deben detallarse las cantidades que se deben suministrar, lugar y forma de entrega (ya
sea de una sola vez o en forma sucesiva).
- El contratista es responsable por vicios redhibitorios por 3 meses, luego de la recepción definitiva y
puede rescindir el contrato si la Administración no quiere recibir el suministro sin fundamento válido.
Diferencia con el contrato de Obra Pública.- En el contrato de suministro el objeto es la entrega de bienes
ya construidos o inventados, es decir que son cosas estándar (ej.: resmas de papel oficio); en el contrato de
obra pública lo que se pide es por encargo específico y exclusivo (ej.: resmas de papel oficio con el logo del
Estado en colores).
Objeto. El contrato recae sobre cosas muebles, fungibles o no fungibles (aquellas que pueden, o no,
sustituirse por otras de la misma calidad y especie), consumibles o no consumibles (aquellas que su
existencia se termina, o no, con el primer uso).
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o Bilateral: hay obligaciones recíprocas.
o Oneroso: es de contenido patrimonial.
o Conmutativo: las ventajas y pérdidas están calculadas (no hay alea o riesgo).
Forma.
El contrato de suministro se celebra a través una licitación pública. Este contrato es sustancialmente una
compraventa; por tanto, en ausencia de normas específicas, son aplicables las normas de derecho privado
Prerrogativas y derechos de la administración pública.
La Administración tiene privilegios contractuales porque persigue un interés público. Este conjunto de
poderes (Régimen Exorbitante) hacen que la Administración esté en una situación de superioridad jurídica
respecto del concesionario.
Ius Variandi: el Estado puede variar unilateralmente las reglas de todo tipo de contrato en que sea
parte. Límites: a) tiene que haber causa justificada; b) no puede modificar más del 20% del contrato;
c) no puede variar el objeto del contrato (si una empresa pavimenta, no se le puede pedir que haga un
software). El límite está en la Garantía de la Razonabilidad.
Dirección y Control de la ejecución del Contrato: el Estado va a poner a un funcionario para que
dirija y controle la obra. El límite está en la Garantía del Debido Proceso.
Revocación Unilateral del Contrato: la revocación unilateral puede surgir de 2 causas: A) por una
sanción; o B) por utilidad pública. El límite está en la Garantía de Legalidad.
El concesionario tiene derecho a percibir la tarifa correspondiente por las prestaciones que debe
ejecutar.
a) Cumplimiento del objeto: cuando se cumple con el objeto del contrato (ej. Se hace la
obra). Modos Anormales: la relación jurídica finaliza por motivos sobrevinientes.
b) Rescisión sin culpa: cuando la Administración pone fin al contrato por causa justificada, no imputable al
proveedor. La Administración debe indemnizar al contratista por los gastos que probare haber realizado. No
se indemniza el lucro cesante.
c) Rescisión con culpa: cuando vence el plazo de cumplimiento sin que los bienes hayan sido entregados. El
contratista pierde la garantía de cumplimiento.
Marienhoff dice que con motivo o a raíz de un contrato administrativo de suministro pueden surgir
cuestiones, desavenencias o controversias entre las partes del mismo. ¿Ante qué jurisdicción deben
debatirse tales querellas o disensiones? Para él, esa jurisdicción es la contencioso-administrativa.
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Catalina Quiñónez
Tal principio rige incluso tratándose de acciones de daños y perjuicios -o de devolución, o pago, de sumas de
dinero- motivadas por extinción o incumplimiento del pertinente contrato administrativo, que en este caso es
de "suministro".
En diversas oportunidades los tribunales de justicia, ante demandas por daños y perjuicios -en general "cobro de
pesos"- basadas en la extinción o en el incumplimiento de un contrato "administrativo" (concesión de obra
pública, empréstito público, por ejemplo), sostuvieron que tales demandas constituían una causa "civil", ajena a la
jurisdicción contencioso administrativa y que, incluso, podían configurar una "causa civil" a los efectos de la
jurisdicción originaria de la Corte Suprema. No obstante, existen algunas decisiones en sentido contrario, las
cuales, a criterio de Marienhoff, implican la buena doctrina. En este último sentido, y con todo acierto, o sea
declarando la "incompetencia" de la justicia federal, se pronunció la Corte Suprema de Justicia de la Nación en un
juicio donde el cocontratante de la Administración Pública ("provincial", en la especie) reclamaba, no daños y
perjuicios, sino la devolución de una suma de dinero: el depósito de garantía de oferta que había efectuado
respecto a un contrato que era "administrativo" stricto sensu, tanto por su objeto como por contener obvias
cláusulas exorbitantes expresas del derecho privado. Esta sentencia es trascendente: mantiene la unidad
conceptual entre el "derecho substancial" y la "acción" que tiende a protegerlo, siendo por eso que el tribunal
sostuvo que la acción mediante la cual se reclama la devolución del depósito de garantía de oferta efectuado
respecto a un contrato "administrativo", participa de este último carácter, debiendo entonces substanciarse ante la
jurisdicción habilitada para entender en lo contencioso administrativo, jurisdicción que en la especie era
"provincial" o "local", dado que las provincias se dan sus propias instituciones y se rigen por ellas (art. 105 de la
Constitución Nacional). Igual plausible criterio ha seguido recientemente la Suprema Corte de Justicia de la
Provincia de Buenos Aires, en cuanto estableció que la acción promovida por unos ingenieros reclamando el
cobro de honorarios correspondientes a trabajos de estudio y proyecto de obras de desagüe pluvial, por tratarse de
tareas relacionadas con una obra pública, tenía carácter "administrativo", correspondiendo su conocimiento a la
jurisdicción "contencioso-administrativa".
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
-BOLILLA IX-
1- Servicio Público. Servicio Público y Función Pública, diferencias. La crisis de la teoría clásica del
servicio público. Los denominados servicios públicos propios e impropios, formales y virtuales.
La noción de servicio público floreció en Francia caracterizada como actividad de determinado tipo realizada
por la administración, y fue el concepto que sirvió para la construcción del viejo derecho administrativo. Es
decir, en los comienzos, era todo lo que hacía el estado (sea PL, PE, PJ, etc.). Después se fue acotando y
comenzó a entenderse que era sólo lo que realizaba el PE. Hoy, es una parte de la actividad administrativa
(no todo).
Servicio público es, s/Bielsa, toda acción o prestación realizada por la administración pública activa, directa
o indirectamente, para la satisfacción concreta de necesidades colectivas y asegurada esa acción o prestación
por el poder de policía.
Se diferencia al “servicio público” de la “función pública” ya que ésta es todas las actividades inherentes,
esenciales, y propias de todo estado, que la CN establece que el estado debe realizar de manera indelegable
Actividad Legislativa, Jurisdiccional, Administrativa [seguridad - educación pública con modelos de
gestión pública y/o gestión privada – salud]; indelegable, no exclusiva.
El servicio público, en cambio, envuelve otro tipo de actividad administrativa que por definición y esencia el
estado puede delegar en manos privadas.
Concepto contingente (depende de cuestiones económicas, ideológicas, políticas, históricas, es variable,
cambiante).
Es la actividad prestacional que satisface una necesidad colectiva.
Para que sea “servicio público” se necesita una LEY titular de esa actividad o dueño, pasa a ser el estado. Algunas de las
necesidades humanas son captadas por ley y declaradas servicio público esa actividad sale del comercio. A veces la
decisión legislativa surge del Tipo de Actividad necesidad colectiva básica. Y por la complejidad de la prestación tiene que
prestarse de manera organizada y centralizada.
También puede surgir por una Cuestión Económica actividad inviable económicamente el estado la toma.
Y también, por una cuestión Meramente Ideológica si hay ideas liberales: menos servicio público –
nacionalistas: todo es servicio público. Argentina: intervención; cada vez el estado toma más actividades y
brinda más servicios públicos.
La CN 53’ habla sólo del servicio de correos. Fines sXIX el Estado empieza a intervenir c/vez más. Decada
40’ gobierno con ideología intervencionista “nacionalizaciones”.
El OBJETO o FINALIDAD de esta actividad es satisfacer una necesidad pública, que significa la suma de
las necesidades individuales.
Por esto, debe estar dotado de medios exorbitantes al derecho común, es decir, un régimen de derecho
público que asegure la generalidad, uniformidad, regularidad y continuidad del mismo.
La continuidad no implica que sea una prestación ininterrumpida, sino que se satisfaga la necesidad cada vez
que se presente; que se satisfaga oportunamente.
La generalidad significa que todos los habitantes tienen derecho a gozar del servicio y se comprende en una
característica que a veces se menciona aisladamente: la igualdad o uniformidad, por imperio de la cual todos
tienen derecho a exigir el servicio en igualdad de condiciones.
Regularidad quiere decir conformidad a reglas y condiciones preestablecidas.
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Catalina Quiñónez
En cuanto al régimen jurídico del servicio público, la característica más específica del régimen especial es
que los trabajadores carecen del derecho de huelga, pues la huelga implica la suspensión del servicio y se
considera precisamente que el estado debe asegurar la continuidad del mismo. Clasificación de los servicios
públicos:
PROPIOS: aquel cuyo dueño es el estado. Clases o subespecies: DIRECTO: aquel en que el estado lo presta
directamente con sus empresas – INDIRECTO: el estado sigue siendo el dueño pero la actividad la
desarrolla un privado (Telecom – Colectivos).
IMPROPIOS: el estado no es titular, sino que el dueño es un privado, pero por la importancia de la
actividad, esa actividad no es una actividad comercial, sino que tiene reglas más exigentes, fijadas por el
estado, porque es un servicio público impropio. Xej., taxis, remises, farmacias.
[ART. 42 CN importante p/servicios públicos. 1° vez que se trata en la CN.]
FORMALES: declarados por ley.
VIRTUALES: actividad de interés general pero que no ha sido declarada por ley como servicio público.
2- Necesidades e intereses de carácter general. Órgano competente para la creación del servicio
público. Competencia territorial de los servicios públicos.
Las necesidades públicas no siempre son las mismas (lo que hoy es una necesidad, mañana puede dejar de serlo; y
lo que hoy no es una necesidad, mañana podría serlo); por eso los Servicios Públicos son contingentes o
circunstanciales (ej. A principios del siglo XX la venta de pan era un Servicio Público; hoy no lo es).
De manera que la determinación de cuales necesidades, o de cuales intereses generales, pueden constituir un
servicio público, es una cuestión circunstancial que depende de cada país, del grado de desarrollo, de sus
costumbres, de su ambiente físico y social.
Organización. –
El Poder Ejecutivo se encarga de organizar la parte de la infraestructura del servicio (art. 99 inc. 1 CN).
El PL se encarga de organizar la parte normativa (Art. 42 CN: los marcos regulatorios de los servicios público
se establecen por ley).
Modificación. –
El servicio público se modifica cuando sea en beneficio del interés público y se suprime si la necesidad
pública desaparece porque el servicio ya no tiene razón de ser. La supresión y modificación le corresponde a
su creador (si es por ley al Congreso; si es por decreto al PE).
3- Régimen del servicio público. Caracteres y clasificación. Servicio público y monopolio. El derecho
de huelga y los servicios públicos. La retribución del servicio público: diversas formas.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Servicio Público reglas, normas que lo regulan de manera que dan configuración distinta a cualquier actividad
que se desarrolle en el comercio.
Dotado de medios exorbitantes al derecho común, es decir, un régimen de derecho público que asegure la
generalidad, uniformidad, regularidad y continuidad del mismo.
La continuidad no implica que sea una prestación ininterrumpida, sino que se satisfaga la necesidad cada vez
que se presente; que se satisfaga oportunamente.
La continuidad puede ser:
Propia: siempre que lo necesite el servicio tiene que estar a mi disposición (luz).
Impropia: hay ciertos servicios que es imposible, xej., colectivo: no te espera, ni te dejó en tu casa, sino cerca
– bomberos, etc.
¿Cómo aseguramos la continuidad? Distintas leyes tratan de protegerla: si choca con derecho protegido
constitucionalmente como el d’ a huelga – d’ público eficiente (continuo) cómo concilia la ley este
conflicto? Ley de entidades Sindicales: cuando se hace una huelga, garantizar la guarda mínima. No puede
haber paro total, como sí en camiones por ejemplo. En el caso, el estado podría asumir el servicio. En la
época de los militares manejaban los colectivos.
En 2012 el sindicato de telecom todo el año estuvo en huelga guardia mínima, hay teléfonos pero si se rompe
no te lo arreglaban.
Ley de Concursos y quiebras: empresa concursada o quebrada que se dedique a servicios públicos, lo 1° que
tiene que hacer el juez es que el síndico se asegure de que siga funcionando / otras normas protegen los
bienes con que se presta el servicio público.
Sistemas Procesales prevén: el bien puede estar embargado pero mientras esté afectado a servicios
públicos no lo puedo ejecutar o si no puedo demostrar que otro bien puede reemplazarlo.
La generalidad significa que todos los habitantes tienen derecho a gozar del servicio y se comprende en una
característica que a veces se menciona aisladamente: la igualdad o uniformidad, por imperio de la cual todos
tienen derecho a exigir el servicio en igualdad de condiciones.
Regularidad quiere decir conformidad a reglas y condiciones preestablecidas. Refiere a que el s.p debe
prestarse conforme a reglas legales, normas dictadas por el estado.
Telefonía ley – contrato- reglamento para usuarios (en la guía telefónica) uno de los pocos servicios. Sin Luz
no hay reglmaento –> hay que probar el daño, reclamar el daño administrativo, ir a juicio y después cobrar el daño.
Obligatoriedad la empresa de s.p está obligada a darlo siempre que se deen condiciones:
a) pagarlo, xq’ no es gratuito.
b) que el servicio esté disponible en el área que yo estoy.
Igualdad: no igualitarismo. el servicio público tiene categorías. Xej., Luz: usuario residencial – usuario
comercial – usuario industrial.
Eficacia el único previsto en la CONSTITUCIÓN NACIONAL.
En cuanto al régimen jurídico del servicio público, la característica más específica del régimen especial es
que los trabajadores carecen del derecho de huelga, pues la huelga implica la suspensión del servicio y se
considera precisamente que el estado debe asegurar la continuidad del mismo.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Clasificación de los servicios públicos:
PROPIOS: aquel cuyo dueño es el estado. Clases o subespecies: DIRECTO: aquel en que el estado lo presta
directamente con sus empresas – INDIRECTO: el estado sigue siendo el dueño pero la actividad la
desarrolla un privado (Telecom – Colectivos).
IMPROPIOS: el estado no es titular, sino que el dueño es un privado, pero por la importancia de la
actividad, esa actividad no es una actividad comercial, sino que tiene reglas más exigentes, fijadas por el
estado, porque es un servicio público impropio. Xej., taxis, remises, farmacias.
ONEROSO: pagados directamente por el usuario al usar el servicio público (ej., transporte, agua, teléfono).
GRATUITOS: estos servicios lo pagan indirectamente todos los habitantes con los impuestos, usen o no dichos
servicios (ej., educación primaria, policía, bomberos, etc.). No son abonados directamente por el usuario.
SINGULAR: el usuario del servicio está determinado (teléfono, transporte, gas, etc.).
GENERAL: el usuario no está determinado (bomberos, defensa y seguridad, etc).
S.P y Monopolio. –
El Servicio Público se puede prestar de 2 maneras:
a) Libre Competencia: cuando hay más de 1 prestador.
b) Monopolio: un solo prestador tiene garantizado todo el mercado. Art. 42 CN x 1° vez se regula servicio
público (relaciones públicas, “consumidor” público) – consumo (relaciones privadas).
El USUARIO es distinto al CONSUMIDOR, ya que el usuario está en una situación jurídica especial, pq’
tiene un contrato individual con la empresa de servicios públicos, contrato que no puede modificar el
contrato de concesión de la empresa con el estado.
Hay varias causas:
; Natural: cuando hay 1 sólo prestador por el tipo de actividad que se presta: Ej. Servicio de agua o cloacas
(si hubiera 3 empresas prestando el servicio, sacando caños y rompiendo el pavimento, la ciudad se volvería
un caos y además sería antieconómico).
La naturaleza del servicio impide que haya competencia. Xej., aguas.
; Artificial: cuando hay 1 sólo prestador por decisión política: Ej. TELECOM. Cuando el Estado necesita
modernizar el servicio, y no puede hacerlo por sus medios, llama a 3ros, le otorga la concesión, y le asegura
que va a recuperar la inversión otorgándole el privilegio del monopolio. El privilegio del monopolio lo
otorga el órgano Legislativo.
El monopolio artificial o legal es cuando el servicio podría prestarse en competencia pero por decisión
legislativa se prohíbe y se da monopolio.
La constitución dice que hay que tratar de que no haya monopolios pq’ la competencia controla la calidad y
precio (+ calidad, - precio) pero hay que evitar la trampa de la competencia: el cartel (“compiten” pero en
realidad trabajan juntas). Y cómo se evita? ente de control (copia el modelo de los
Ingleses)
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
EL DERECHO DE HUELGA Y LOS SERVICIOS PÚBLICOS.
Este tema está regulado por el decreto 2184/90 modificado por el decreto 843/2000. Que estableció que,
considerando que el Comité de Libertad Sindical ha considerado servicios esenciales, en sentido estricto, al
sector hospitalario (Recopilación 1985, párr. 409), los servicios de abastecimiento de agua (Rec. 1985, párr.
410; y Casos Nros. 1593 y 1601), de electricidad (Caso N° 1307), telefónicos (Casos Nros. 1532 y 1686) y el
control de tráfico aéreo (Rec. 1985, párr. 412); que, asimismo, la doctrina del Comité de Libertad Sindical,
ha admitido restricciones al ejercicio del derecho de huelga en aquellos servicios que —no considerados
esenciales en sentido estricto—, en virtud de la extensión y duración del conflicto, se afectare a un servicio
público de importancia trascendental para el País —categoría en la cual el Comité específicamente incluyó al
"transporte de pasajeros y mercancías" (Caso N° 1679)— y cuando la extensión y duración del conflicto
pudiera provocar una situación de crisis nacional aguda tal que las condiciones normales de existencia de la
población podrían quedar en peligro (Caso N° 1692); que, tratándose de servicios esenciales, la restricción
admisible en los pronunciamientos de los organismos de control de la libertad sindical de la
ORGANIZACION INTERNACIONAL DEL TRABAJO, así como en la doctrina jurídica universal, consiste
en la obligatoriedad de garantizar el mantenimiento de servicios mínimos; que, la doctrina del Comité de
Libertad Sindical prescribe que las restricciones al ejercicio del derecho de huelga deben ir acompañadas de
garantías compensatorias apropiadas (Caso N° 1546):
Artículo 1° — Los conflictos colectivos que dieren lugar a la interrupción total o parcial de servicios
esenciales, quedan sujetos a la presente reglamentación.
Art. 2° — Se considerarán servicios esenciales en sentido estricto, únicamente las actividades siguientes:
a) Los servicios sanitarios y hospitalarios;
b) La producción y distribución de agua potable y energía eléctrica;
c) Los servicios telefónicos;
d) El control de tráfico aéreo; El MINISTERIO DE TRABAJO, EMPLEO Y FORMACION DE
RECURSOS HUMANOS podrá, mediante resolución fundada, calificar como servicio esencial una actividad
no incluida en la enumeración precedente, cuando se diere alguna de las siguientes circunstancias:
a) La extensión y duración de la interrupción de la actividad de que se tratare pudiere poner en peligro la
vida, la salud o la seguridad de la persona en toda o parte de la comunidad;
b) La actividad afectada constituyere un servicio público de importancia trascendental o de utilidad pública;
c) La interrupción o suspensión del servicio pudiere provocar una situación de crisis nacional aguda que
hiciere peligrar las condiciones normales o de existencia de la población.
Art. 3° — A partir del vencimiento del plazo de QUINCE (15) días previsto en el artículo 11, primer párrafo,
de la Ley N° 14.786, y sin perjuicio de que se prorrogue o no el mismo, la parte que se propusiere ejercer
medidas de acción directa deberá comunicar tal decisión a la autoridad de aplicación y a la contraparte con
CUARENTA Y OCHO (48) horas de anticipación a la efectivización de la medida.
Art. 4° — Dentro de las VEINTICUATRO (24) horas de recibida la comunicación referida en el artículo
anterior, las partes deberán ponerse de acuerdo sobre los servicios mínimos que se mantendrán durante el
conflicto, las modalidades de su ejecución y el personal que se asignará a la prestación de los mismos. Si,
una vez agotado dicho término, el acuerdo no fuere posible, la determinación de las materias enumeradas
precedentemente será efectivizada en el término de VEINTICUATRO (24) horas por el MINISTERIO DE
TRABAJO, EMPLEO Y FORMACION DE RECURSOS HUMANOS, que intimará a las partes a su
cumplimiento. La autoridad de aplicación deberá sujetarse a criterios de razonabilidad en función de las
circunstancias particulares de la situación. En lo que respecta a las prestaciones mínimas, en ningún caso
podrá imponer a las partes una cobertura mayor al CINCUENTA POR CIENTO (50%) de la prestación
normal del servicio de que se tratare.
Art. 5° — Cuando las prestaciones mínimas del servicio se hubieren establecido mediante convenio colectivo u
otro tipo de acuerdos, las partes, dentro del término establecido en el primer párrafo del artículo precedente,
deberán convenir por escrito las modalidades de ejecución de aquéllas, señalando concreta y detalladamente
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
la forma en que se ejecutarán tales prestaciones, incluyendo la designación del personal involucrado, pautas
horarias, asignación de funciones y equipos. Si transcurrido dicho término, las partes no arribaren a un
acuerdo, la determinación se resolverá por el método previsto en el artículo 4°, párrafos segundo y tercero,
de la presente reglamentación.
Art. 6° — La empresa u organismo prestador del servicio considerado esencial deberá arbitrar los medios
tendientes a la propia normalización de la actividad una vez finalizadas las medidas de conflicto.
LA RETRIBUCIÓN DEL SERVICIO PÚBLICO: DIVERSAS FORMAS. Dromi habla del tema refiriéndose a
que la retribución o no de los servicios públicos, es decir su onerosidad o gratuidad, depende de la naturaleza de
aquéllos. Algunos servicios son gratuitos, por ejemplo, la instrucción primaria, la policía de seguridad, ya que no
son resarcidos directamente por el usuario, sino que son retribuidos a través de los impuestos, es decir, son
pagados por toda la comunidad; en cambio, hay otros servicios que son onerosos y deben ser retribuidos por el
usuario en oportunidad de su uso, por ejemplo, el transporte, el correo, la electricidad, el teléfono.
La retribución es el “pago por recibir la prestación del servicio”; consiste en el precio, tarifa o tasa. Quedan
excluidos los servicios cuyo gasto se paga por medio del impuesto. Hay que distinguir entre tasa y tarifa,
como modos de retribución de los servicios públicos. La tasa es la retribución que se paga por los servicios
que son legalmente obligatorios, prestados por la Administración; por ejemplo, alumbrado, barrido y
limpieza. En esos casos la relación que une al usuario con quien presta el servicio, es reglamentaria (derecho
público). La tarifa es la retribución a un servicio de uso facultativo; por ejemplo, transporte, teléfono. La
relación entre las partes es de carácter contractual (derecho privado).
La CSJN ya ha dicho que “las tarifas no son producto de la voluntad del concesionario, pues deberán ser
aprobadas por el poder administrador mediante un acto de administración denominado homologación. Las
tarifas sin este acto homologatorio no tienen legitimidad”.
El cobro de la tasa o precio requiere la efectiva prestación del servicio, la que actúa como causa para
demandar el cobro del precio o tasa, pues es ilegítimo el cobro de un servicio que no se presta o no funciona.
Características de la retribución: - Proporcionalidad: las tarifas deben ser justas y razonables, es decir que
deben compensarse con el servicio que se presta y no pueden ser discriminatorias (sino iguales para todos los
que están en las mismas condiciones). - Legalidad: el Estado fija las listas de precios o tasas. Si el servicio,
lo presta un concesionario, éste interviene en la fijación de la tarifa pero el Estado es el que lo aprueba o no
(homologación). - Irretroactividad: es irretroactiva salvo casos excepcionales. - Efectividad: debe abonarse
sólo si se presta el servicio, caso contrario el cobro es ilegítimo.
4- Situación jurídica del usuario. Las organizaciones de defensa de los usuarios. La CN y los servicios
públicos.
Usuario es aquel particular que usa el servicio público y exige la prestación del sector privado y que tiene la
función de controlar que quienes prestan el servicio cumplan con sus obligaciones.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
de elección, condiciones de trato equitativo y digno; procedimientos eficaces para la prevención y solución
de conflictos; participación de las asociaciones de usuarios y consumidores en los organismos de control. Se
trata de un conjunto de derechos y principios que deben tenerse presente al momento de considerar la
situación de los usuarios de servicios públicos y que tiene un concreto camino procesal para hacerlas
efectivas a través de la acción de amparo del art. 43 de la constitución, y que legalmente es regulada por la
ley 16.986 (contra acto de autoridad) y por el art. 321, inc. 2, del Cód. Procesal Civil y Comercial de la
Nación (contra actos particulares).
También en el marco constitucional de protección de los derechos personales, los de los usuarios se
encuentran comprendidos en la órbita de actuación del Defensor del Pueblo de la Nación (art. 86 CN y leyes
24.284 y 24.379).
El Estado puede prestar Servicios Públicos en forma: Directa: por medio de una empresa del Estado; o Indirecta:
por medio de un 3ro con el cual celebra un contrato de Concesión de Servicio Público. Es un contrato por el cual
el Estado (Concedente) le delega a una persona física o jurídica (Concesionario) la prestación de un Servicio
Público determinado, por un plazo determinado. El titular del Servicio Público es siempre el Estado; por eso tiene
la potestad de control. Este control lo realiza mediante los Entes Reguladores.
El Concesionario actúa por su cuenta y riesgo, a cambio de una tarifa abonada por los usuarios, o con
subvenciones otorgadas por el Estado, o con ambos medios a la vez.
La concesión es un contrato administrativo al que se le aplican los principios de los servicios públicos y se
da siempre en interés público. Cuando el servicio público lo presta una persona privada, el Congreso dicta el
marco regulatorio de ese servicio y el ente regulador de dicho servicio se encarga de aplicar esas normas.
¿Cuál es la diferencia entre concesión de servicio público y de obra pública? En la concesión de obra pública
el objeto es construir una obra. En la de servicio público el objeto es prestar un servicio determinado.
Petrone: el contrato de concesión de servicios públicos transfiere la GESTIÓN del servicio público por un
plazo determinado de tiempo.
En algunos casos, la POSESIÓN (no la propiedad) de bienes para poder brindar el servicio.
Prerrogativas estatales para lograr el fin.
El estado se asegura el control del particular.
Consiste en que el particular se hace cargo de inversiones para desarrollar el servicio, modernizarlo, etc., y
se paga un canon al estado.
Sentencia de la Corte en contra del estado -en que el plazo era de 99 años-: el plazo es importante porque si
es muy largo es “venta simulada” y se declara nulo.
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El que fija el PRECIO xese servicio público es el estado, por medio de tarifa (se cobra en servicios que
peuden ser opcionales o medidos, xej., agua, luz, gas), o por medio de tasa (se cobra en servicios públicos
obligatorios, el estado me lo impone, xej, tasa municipal).
Fines de los Entes Reguladores: a) controlar que el concesionario cumpla con el contrato, los pliegos y las
leyes. b) controlar la calidad y el precio del servicio. c) controlar la competencia (controlar que no haya
acuerdos para subir precios, o bajar la calidad). d) sancionar el incumplimiento contractual. e) puede actuar
como 1ra Instancia en la resolución de conflictos entre la empresa y los usuarios. La Administración sería
3ro imparcial.
; Tiene el derecho a exigir al concesionario que cumpla en término con la prestación debida.; Tiene el
derecho a percibir eventualmente un porcentaje de los beneficios que obtenga el concesionario.
; Tiene derecho a rescindir el contrato, asumiendo la ejecución del servicio, por razones de interés público.
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- A expropiar o imponer otras restricciones al dominio de particulares.
- A cobrar indemnización, cuando corresponda, por extinción.
LOS BIENES DEL CONCESIONARIO AFECTADOS AL SERVICIO PÚBLICO. Los bienes afectados a
la prestación del servicio público presentan un régimen jurídico especial (ya sea que pertenezcan al Estado o
al concesionario) en razón de la finalidad: satisfacer una necesidad general. Los bienes del Estado, que el
concesionario utiliza para la prestación del servicio público, pertenecen al dominio público. Los bienes del
concesionario que se afecten al servicio público son propiedad privada de él, pero sujetos a un régimen
jurídico especial. Son: Inejecutables (no pueden ser ejecutados forzosamente); Inalienables (no pueden
venderse); e Imprescriptibles (están fuera del comercio). (Los bienes del Estado son inembargables; los del
concesionario son embargables –porque el embargo no afecta la prestación- pero son inejecutables –porque
se interrumpiría el servicio-) Cuando se extingue el Contrato:
- Los bienes estatales deben ser restituidos al Estado concedente, salvo disposición en contrario.
- Los bienes particulares del concesionario afectados a la prestación del servicio, seguirán perteneciendo al
concesionario, salvo que se pacte el paso al dominio del Estado.
7- La policía de los servicios públicos. Los Entes de Control: naturaleza jurídica, atribuciones,
integración. Audiencias públicas.
La policía de servicios públicos es conducida esencialmente en cada caso particular por los Entes
Reguladores. Ente regulador es una entidad autárquica que se encuentra sólo en la prestación del sector
privado y que tiene la función de controlar que quienes prestan el servicio cumplan con sus obligaciones.
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Aplica el marco regulatorio del servicio que debe controlar (incentivando la eficiencia de las
prestaciones) y entiende en los conflictos entre prestadores y usuarios (a los que protege buscando establecer
tarifas justas y razonables).
Pueden ser creados por decreto (CNC, CNRT) o por ley (ENRE, ENARGAS).
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por la incorrecta prestación del servicio o por su mala facturación, xej., si por un mes no tengo teléfono por
defectos de la compañía, no pueden cobrarme ese mes y si lo hacen deben descontármelo en la próxima
factura). Proteger el medio ambiente.
Las relaciones entre: usuario y ente regulador = hay una relación de carácter público – usuario y prestador
del servicio = hay una relación de carácter privado para las relaciones contractuales y de carácter público
para el marco regulatorio.
Petrone: los entes de control son entidades autárquicas (personas jurídicas distintas, pero estatal) cuyos fines
son verificar que la empresa cumpla con el contrato / verificar la calidad del servicio / evitar maniobras de
cartelización y monopolios no permitidos / tienen poderes de sanción.
A nivel nacional, tienen prerrogativas jurisdiccionales (conflicto entre usuario y empresa prestadora del
servicio juzga ese conflicto como tercero imparcial).
Especialización para entes de control: un ente de control p/ cada servicio. En cambio, en la Prov de Córdoba:
centralización 1 sólo ente.
Un conflicto entre empresa concesionaria y poder que concede: Conflicto Contencioso Administrativo.
En el ente de control tienen “necesaria participación” los usuarios y las provincias. ¿Cómo hacer para que se
aplique? En directorio, con voz y voto representativo / persona que nombra el PE y la participación es
consultiva, sin voz ni voto. Hay un problema de legitimación.
En Provincia de Santa Fe: ENRES. Directorio: sistema mixto (asamblea legislativa y ellos), 1 representante
del gremio y asociaciones tienen comité consultivo, no vinculante.
Audiencias Públicas: Petrone: En los Servicios Públicos Nacionales Ley Nacional de Audiencia Pública no se puede
convocar jueces ordenan con cautelar suspender.
Es un procedimiento regido por la ley donde el poder concedente debe convocar a los actores de la sociedad
para que opinen sobre cualquier modificación sustancial que afecte un servicio público tarifa, prórroga, etc.
El estado convoca una o varias fechas / alguna en el interior / se abre lista de oradores (cualquiera se puede
anotar) / participa el defensor del pueblo, los legisladores si quieren, la empresa concesionaria y el ente de
control / no es vinculante, el estado sólo escucha.
En Santa Fe se hizo hace dos o tres años por Aguas.
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Art. 4, decr. 1172/03: La finalidad de la Audiencia Pública es permitir y promover una efectiva participación
ciudadana y confrontar de forma transparente y pública las distintas opiniones, propuestas, experiencias,
conocimientos e informaciones existentes sobre las cuestiones puestas en consulta.
Art. 5, decr. 1172/03: El procedimiento de Audiencia Pública debe garantizar el respeto de los principios de
igualdad, publicidad, oralidad, informalidad y gratuidad.
Art. 7, decr. 1172/03: El área a cargo de las decisiones relativas al objeto de la Audiencia Pública es la
Autoridad Convocante. La máxima autoridad de dicha área convoca mediante acto administrativo expreso y
preside la Audiencia Pública, pudiendo delegar tal responsabilidad en un funcionario competente en razón
del objeto de la misma.
Art. 10, decr. 1172/03: Toda persona física o jurídica, pública o privada, puede solicitar mediante
presentación fundada ante la Autoridad Convocante, la realización de una Audiencia Pública. La Autoridad
Convocante debe expedirse sobre tal requerimiento en un plazo no mayor a TREINTA (30) días, mediante
acto administrativo fundado, el que debe ser notificado al solicitante por medio fehaciente.
Art. 11, decr. 1172/03: Puede ser participante toda persona física o jurídica, pública o privada, que invoque
un derecho o interés simple, difuso o de incidencia colectiva, relacionado con la temática de la Audiencia
Pública. Las personas jurídicas participan por medio de sus representantes, acreditando personería mediante
el instrumento legal correspondiente —debidamente certificado— admitiéndose la intervención de un solo
orador en su nombre. Los participantes pueden actuar en forma personal o a través de sus representantes y,
en caso de corresponder, con patrocinio letrado.
Desarrollo: 1. Comienzo del acto (art. 26, decr. 1172/03). 2. Exposición de las cuestiones sometidas a
consideración de los ciudadanos, por parte de uno de los funcionarios presentes del Área encargada (art. 33,
decr. 1172/03). 3. Exposiciones de las partes sobre sus presentaciones (art. 33, decr. 1172/03). 4. Clausura
(art. 35, decr. 1172/03).
Etapa Final: 1. Informe Final (art. 36, decr. 1172/03). 2. Encargue de la realización de estudios especiales (art.
37, decr. 1172/03). 3. Resolución Final (art. 38, decr. 1172/03).
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d) Revocación: cuando el Acto por el cual se otorgó la concesión está viciado. Si no nacieron derechos para
los usuarios, se revoca en sede Administrativa. Si nacieron derechos para los usuarios, se revoca en sede
Judicial.
e) Muerte o quiebra del contratista: como el contrato Administrativo es intuito personae, la muerte y la
quiebra del contratista producen la extinción. Cuando el contrato se celebró con una persona jurídica, la
disolución de ella trae aparejada la finalización del contrato.
f) Rescate: es la decisión unilateral de la Administración por la cual decide terminar con el contrato por
razones de oportunidad, mérito o conveniencia (interés público), asumiendo directamente la ejecución del
servicio público. La Administración debe indemnizar al concesionario por el lucro cesante, porque el
derecho concedido se incorporó a su patrimonio y no puede ser privado de él, cuando no existe
incumplimiento de obligaciones, sino con la justa indemnización (art. 17, CN).
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Unidad X
Al hablar de función pública, nos referimos a los cometidos que debe cumplir el Estado. Es una noción más
amplia que la de servicio público. La relación de empleo es una parte de la función pública y goza de la
garantía de estabilidad (no todas las relaciones que se dan con el Estado gozan de esa garantía).
“Función Pública” es un concepto dinámico; podría decirse que “es toda actividad ejercida por un órgano
para la realización de fin determinado”.
El estado reconoce 3 funciones: Administrativa, Legislativa, y Judicial, que son las que ejercen los órganos
Ejecutivo, Legislativo, y Judicial.
La función pública se estudia en el derecho Administrativo con relación al funcionario público, y no con
referencia a la institución.
Función Pública (género): es la actividad esencial que realiza el Estado y que es inherente a él. Las realizan
los 3 órganos del Estado, son creadas por la CN, y son indelegables. Ej.: Legislación –dictar leyes-; Justicia
– administrar justicia-; Administración –defensa exterior-.
Servicios Públicos (especie): es parte de la actividad que realiza la Administración dirigida a satisfacer el
interés público. Los realiza la Administración, son creados por ley, y son delegables. Ej.: servicio de agua,
luz, gas.
Según Marienhoff, no sería aceptable tratar lo referente a funcionarios y empleados del Estado, sin hacer
referencia a la "burocracia", expresando en qué consiste, cuál es su significado técnico primigenio; cuál es su
significado corriente; cuáles las razones del cambio de éste; a qué responden los males de ella; cómo pueden
éstos ser remediados; etc.
El crecido número o gran cantidad de funcionarios y empleados públicos ha determinado una verdadera
clase social llamada "burocracia". En buenos principios y conforme a lo expresado en el parágrafo
precedente, esa "burocracia", o sea el conjunto de funcionarios y empleados públicos, constituye el "órgano
de ejecución de la política del gobierno". Tal es el concepto puro de burocracia.
La función o el empleo públicos, considerados como ámbito de actuación de los funcionarios y empleados
públicos, no pueden confundirse o asimilarse al "servicio público". Aquéllos -la función y el empleo públicos, en
su faz dinámica- sólo constituyen expresión de la común o normal actividad de la Administración Pública (que no
tiene porqué es precisamente "servicio público", pues no toda la actividad administrativa tiene este carácter), todo
ello sin perjuicio de que, "excepcionalmente" y dentro del respectivo círculo o sector de la
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Administración Pública, también puedan ser expresión de un servicio público prestado directamente por
"administración".
Carga Pública: es una obligación que tiene todo ciudadano de prestar determinados servicios cuando el
Estado se lo ordene. Es una actividad forzosa de carácter obligatorio, surge de la ley; no requiere del
consentimiento del ciudadano (debe cumplirlo aunque no quiera); no se le paga sueldo (a lo sumo viáticos o
indemnización). Ej.: ser presidente de mesa en los comicios.
Función Pública: es una actividad voluntaria y remunerada dentro de un organismo del Estado. El empleado
debe aceptar el trabajo; hay un contrato laboral con un Régimen Especial –ley 25.164- (no de una ley); se le
paga un sueldo.
Por cierto, también hay que diferenciar el funcionario o el empleado públicos del "cargo" público: este último se
relaciona al órgano "institución", en tanto que aquéllos se vinculan al órgano "persona" o "individuo". Mientras
funcionario o empleado públicos son las personas legalmente investidas de un cargo público, cargo público es el
creado por la regla de derecho, a través del cual el Estado cumple parte de su actividad o función.
Funcionarios, y empleados públicos: son aquellas personas que ejecutan funciones específicas del Estado. La
mayoría de los autores no distingue entre Funcionarios y Empleados. Directamente hablan de “Agentes
Públicos” para englobar a todos.
Se puede decir que funcionario, empleado o agente públicos son aquellas personas que ejecutan funciones
específicas del Estado. De todas formas para algunos autores habría diferencia entre empleado y funcionario:
mientras que el funcionario tiene las facultades decisorias (toma las medidas que representan la voluntad del
Estado ocupando los grados más altos de la escala jerárquica); el empleado sólo sería el que concreta (que
ejecuta) las decisiones que toma el funcionario, ocupando los grados más bajos de jerarquía. Según Dromi
son todos agentes públicos pero los funcionarios van a tener mayor responsabilidad, competencia,
remuneración, etc.
Marienhoff dice que la noción conceptual de funcionario público y de empleado público puede considerarse
desde dos puntos de vista: uno amplio, referido al Estado, en general; otro limitado, referido a la
Administración Pública en particular.
Desde el punto de vista amplio, funcionario público y empleado público, es toda persona que realice o
contribuya a que se lleven a cabo funciones esenciales y específicas del Estado, es decir fines públicos
propios del mismo.
Desde el punto de vista restringido, funcionario público y empleado público es toda persona que realice o
contribuya a que se realicen funciones esenciales y específicas propias de la "Administración Pública",
considerada ésta en sentido sustancial, material u objetivo. Por tanto, en el concepto de funcionario o empleado
públicos quedan incluidas todas las personas que realicen o contribuyan a que se realicen funciones
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
"administrativas", propiamente dichas, por cualquiera de los tres órganos esenciales del Estado (Legislativo,
Judicial y Ejecutivo). De ahí, también, que tanto puede haber "función" pública o "empleo" público en la
actividad común u ordinaria de la Administración, como en la actividad militar de ella, sin perjuicio de que
ambos tipos de actividad estén disciplinados por regímenes jurídicos diferentes o especiales . Los tratadistas
franceses, fieles a su concepción básica, refieren la actividad del funcionario o del empleado al
"funcionamiento de un servicio público".
2. Funcionarios Políticos (son funcionarios temporarios; dejan sus cargos al renovarse el PE); y
Funcionarios No políticos (son permanentes).
3. Funcionarios públicos designados por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Poder Legislativo.
4. Empleados Públicos.
1. Empleados públicos con garantía de estabilidad (relación de empleo que dura mientras dura su buen
desempeño). Personal Permanente.
2. Designación temporaria de empleados bajo régimen de empleo público, que gozan de los mismos
derechos que los empleados de planta permanente. Personal no permanente.
La ley 8.525 clasifica al personal en:
2. Personal no permanente: lo son el contratado y el transitorio (art. 7). Este personal se rige por un
contrato escrito que, además de otras cláusulas, debe contener de manera precisa el servicio u obra a
realizar en forma personal y directa. Su retribución no está sujeta al mero transcurso del tiempo
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
sino al cumplimiento de las etapas que se establezcan. Esta modalidad sólo puede ser utilizada
para la realización de trabajos que por su naturaleza o transitoriedad no puedan ser realizados
por el personal permanente (art. 8). Personal transitorio es el que se designa para la ejecución de
servicios u obras de carácter extraordinario, eventual o temporario, que no pueden ser realizados
por el personal permanente. Las designaciones no pueden exceder del lapso de doce meses (art.
9).
*En los municipios de Santa fe rige la ley 9.286 (“Estatuto y Escalafón del personal de Municipios y
Comunas”).
Relaciones entre el órgano y el agente o funcionario. La imputación de los actos del agente al órgano.
Jurisprudencia.
La relación entre el órgano y el agente es de subordinación. El agente debe cumplir las instrucciones que le
imparte el órgano en donde se desempeña.
El Estado, y todas las personas jurídicas públicas estatales de que él se vale para el cumplimiento de sus
fines, al hallarse estructurados orgánicamente, expresan su voluntad a través de personas físicas que los
integran. Estas personas físicas constituyen los llamados "órganos personas" u "órganos individuos". La
voluntad expresada por dichas personas físicas es imputable a la persona jurídica de que forman parte. Todo
esto aparece explicado en la llamada "teoría del órgano", de la que me ocupé en otra parte de esta obra al
referirme a la organización administrativa.
Los funcionarios y los empleados públicos son esos "órganos personas" u "órganos individuos" referidos, de los
cuales el Estado -en su calidad de persona jurídica se vale para el cumplimiento de sus funciones esenciales y
específicas, para el cumplimiento de los fines públicos propios de él. Esto justifica y explica la ineludible
existencia de funcionarios y empleados públicos. Con toda razón se ha dicho que los "funcionarios" son elementos
de todo el Estado oficial, y que la acción del Estado se traduce en actos de funcionarios.
A) Algunos dicen que se trata de un contrato, porque se requiere del consentimiento del administrado,
pero unos dicen que es de Derecho Civil, y otros de Derecho Público.
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Teoría contractual de Derecho Civil: sostiene que la relación jurídica entre el funcionario y la
Administración es un contrato civil.
Teoría contractual de Derecho Público: sostiene que la relación jurídica entre el funcionario y la
Administración es un contrato administrativo. Es rechazada porque la Administración puede
modificar en cualquier momento el régimen de la función pública.
B) Otros dicen que se trata de una situación legal o reglamentaria o estatutaria: sostienen que la voluntad
unilateral de la Administración es suficiente para dar nacimiento a la relación.
La relación nunca podría ser contractual porque el administrado no puede intervenir para modificar el
contenido del estatuto.
Los funcionarios están sometidos a un régimen jurídico creado unilateralmente por la Administración que es
anterior al momento de su ingreso a la Administración. Por consiguiente la Administración puede
modificarlo en cualquier momento para adaptarlo a la satisfacción del interés general.
Es el conjunto orgánico de normas, que regulan los derechos y obligaciones de los funcionarios públicos,
establece disposiciones protectoras del funcionario público (relativas a su estabilidad y permanencia), y
también disposiciones disciplinarias con el objeto de asegurar el correcto ejercicio de las funciones públicas.
Para Marienhoff, se entiende por "estatuto de los funcionarios o empleados públicos" el conjunto orgánico de
normas que establecen los derechos y obligaciones de dichos funcionarios o empleados. Un estatuto, entonces,
debe comprender todo aquello que se relacione con los derechos y obligaciones de los agentes estatales.
En los ordenamientos jurídicos, el estatuto de referencia puede hallar expresión en tres formas distintas: a)
mediante un estatuto "general" aplicable a todos los funcionarios o empleados; b) mediante estatutos
"especiales" aplicables a los distintos grupos de funcionarios o de empleados (por ejemplo: docentes,
personal civil de las fuerzas armadas, etc.); c) mediante un estatuto aplicable a todos los funcionarios o
empleados públicos, salvo las excepciones a que el mismo haga referencia: los grupos de funcionarios o
empleados comprendidos en esas excepciones, tienen o pueden tener su propio estatuto. En nuestro país, en
el orden nacional, rigió este último sistema (estatuto, artículos 1º y 2º), lo cual tiene la ventaja de contemplar
mejor las características particulares de los diversos tipos o grupos de funcionarios o empleados públicos.
En la provincia de Santa Fe, el Estatuto General del Personal de la Administración Pública es la ley 8.525
del año 1979.
En el orden Nacional, el régimen de empleo público está regulado por la Ley 25.164.
En el orden Provincial, el régimen de empleo público está regulado por la Ley 8.525.
En el orden Municipal, el régimen de empleo público está regulado por la Ley 9.286.
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También en el orden Nacional, Provincial, y Municipal rigen: el régimen de Estabilidad (para quien ingresa por
concurso); el régimen de Contrataciones (para los contratados por tiempo determinado y en planta transitoria); el
régimen de Personal de Gabinete (para quienes asisten a los funcionarios de máxima jerarquía).
(Gordillo) Debe así entenderse que, dentro de los agentes de la administración, no existe distinción entre
“funcionarios públicos” y “empleados públicos,” que todos los que están sometidos al del derecho público
están bajo un mismo concepto. Ello no excluye que puedan encontrarse casos de personas que trabajan para
la administración pública no en relación de derecho público, sino de derecho privado o incluso de derecho
laboral, cuyo número parece ser creciente por la aplicación legal de convenios colectivos de trabajo.
Si bien el funcionario público no se rige por la ley de contrato de trabajo (20.744), hay algunos aspectos del
Derecho del Trabajo que se han extendido a los funcionarios públicos y personal estatutario. Así, se aplican
a éstos los derechos laborales de dimensión colectiva y, en particular, el derecho de libertad sindical; las
normas sobre seguridad y salud en el trabajo (aunque con salvedades); y los derechos de interrupción o
suspensión de la relación laboral por razones familiares.
El ingreso se efectúa por designación de la autoridad competente. Esta designación puede realizarse: a) por
nombramiento, b) por elección, c) por sorteo, o d) por contrato.
Formas.
Generalmente, el ingreso del personal a la Administración se hace por concurso. Antes del nombramiento se
hace un concurso de oposición, o antecedentes, o de ambos a la vez. El funcionario que ingresa por concurso
tiene garantizada la estabilidad (difícilmente pueda ser trasladado).
Reservado: cuando la designación debe hacerse entre determinadas personas que ya han
prestado servicio al Estado (las fuerzas armadas).
c) Sorteo: es ajeno a la voluntad del hombre. Puede estar limitado a las personas elegidas por el cuerpo
colegiado.
2. Designación interina por 6 meses y luego el jefe evalúa a la persona y propone al Poder Ejecutivo su
ingreso.
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La naturaleza jurídica de la designación es siempre la misma, independientemente que la designación se
haga por nombramiento, por elección, o por sorteo.
La designación es un Acto Administración unilateral, perfecto y válido por sí mismo, pero su eficacia
necesita de la aceptación del designado, salvo el caso de que se trate de funciones irrenunciables.
La manifestación de voluntad del particular designado es entonces, imprescindible para que el acto produzca sus
efectos jurídicos. Mientras el interesado no haya aceptado, la administración puede revocar la designación.
1. Idoneidad: la CN establece que todos los habitantes son iguales ante la ley y admisibles en los
empleos sin otra condición que la idoneidad. La idoneidad comprende un conjunto de requisitos
(ciudadanía, edad, aptitud psicofísica, moralidad, aptitud técnica) de distinta naturaleza, establecidos
por la CN, la ley, o el reglamento.
2. Ciudadanía: el requisito de ciudadanía no está impuesto por la CN (la CN dice que todos los
habitantes son admisibles en los empleos –el término habitante comprende a ciudadanos y
extranjeros-). Sólo se exige la calidad de ciudadano para ser presidente o vicepresidente (nativo o
naturalizado), y también para los miembros del congreso. El poder ejecutivo puede exigir la
condición de ciudadano como requisito para el nombramiento.
3. Edad: hay un límite mínimo (tiene en cuenta la capacidad para el desempeño –21 años en Santa Fe-),
y un límite máximo (busca evitar que lleguen a cargos públicos personas privadas de la fortaleza
necesaria para desempeñar la función –50 años en Santa Fe-).
4. Aptitud Psicofísica: se requiere que el funcionario sea apto para la función a desempeñar.
5. Moralidad: los aspirantes a empleados públicos deben tener una buena conducta civil y moral.
6. Aptitud Técnica: la aptitud técnica (intelectual, o cultural) debe probarse por el procedimiento del
concurso. El hecho de poseer un título universitario no es prueba suficiente de capacidad.
Según Marienhoff, conforme lo establece la Constitución Nacional (artículo 16), para ocupar cargos o
empleos públicos sólo se requiere la condición de "idoneidad". ¿En qué consiste ésta?
El concepto de idoneidad no es simple, sino, al contrario, complejo: lo integran diversos valores, que
entonces se convierten en otros tantos requisitos. "Idoneidad" trasunta la noción de "aptitud", y en el orden
de ideas de que aquí se trata significa "aptitud necesaria para desempeñar empleos públicos". En un
comienzo se creyó que el concepto de "idoneidad" se circunscribía al aspecto "técnico". Pero pronto quedó
de manifiesto lo restringido de tal punto de vista. Lo "moral" también integró entonces el concepto de
idoneidad. Incluso el aspecto "económico" eventualmente puede integrar la idea de "idoneidad", pues, en
ciertos casos, el funcionario o el empleado deben dar "fianza" por las consecuencias de su gestión en el cargo
público: si el propio agente no pudiere dar caución suficiente, es admisible la fianza de un tercero; pero sea
que la caución la otorgue el propio agente o un tercero, lo cierto es que ello, máxime cuando es un tercero
quien otorga la garantía, por lo menos denota o trasunta cierta posibilidad económica refleja de parte de
dicho agente, que en esa forma demuestra actuar en un ambiente de solvencia.
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Catalina Quiñónez
En nuestro país no existe un sistema único sobre los requisitos o condiciones necesarios para desempeñar
empleos públicos. Ello obedece a que nuestra organización jurídica política, que es federal, junto a la Nación
reconoce provincias con poderes reservados y no delegados a la Nación al constituir la unión nacional. De
ahí la existencia de dos regímenes jurídicos: uno nacional y otro provincial, con el agregado de que los
sistemas legales de las provincias no son uniformes entre sí. Por cierto que la Nación, en su ámbito, y cada
provincia en el suyo, pueden legislar a su criterio sobre esta materia. Por lo demás, cabe recordar que los
requisitos y condiciones para el ingreso a las funciones o empleos públicos se rigen por el derecho público,
que en nuestro país es nacional o provincial, según el ámbito de aplicación de la norma, pues en este orden
de ideas las provincias se dan sus propias instituciones y se rigen por ellas, eligiendo y designando sus
funcionarios sin intervención del Gobierno Federal (Constitución Nacional, artículo 105).
Finalmente, es de advertir que la apreciación de la "idoneidad" a los efectos del nombramiento de empleados
o funcionarios públicos, es facultad "privativa" del Poder Ejecutivo, afirmación tanto más comprensible si se
tiene presente que la propia y más amplia atribución de "nombrar" -y no sólo la de apreciar las condiciones
personales del candidato- es, por principio, de ejercicio "discrecional" de la Administración Pública. Esa
apreciación "privativa" del Poder Ejecutivo se refiere a dos órdenes: 1º a establecer objetivamente en la
norma los requisitos que acreditarán la idoneidad; 2º a considerar si en el caso concreto concurren o no los
requisitos pertinentes.
La CN establece que los nombramientos, en algunos casos los puede hacer el Presidente por sí sólo (ej.
ministros; jefe de gabinete de ministros), y en otros casos los hace el Presidente con acuerdo del Senado (ej.
Jueces de la CSJN; embajadores).
El Presidente los hace por sí sólo cuando la CN no dispone de otra forma. Esta atribución del Ejecutivo
puede reglarse por ley, o autolimitarse por reglamento.
La CN establece que el Ejecutivo debe efectuar ciertos nombramientos con acuerdo del Senado (ej. Jueces
de la CSJN; embajadores). Para estos casos es necesario que concurran dos voluntades. Ninguna de ellas
puede por sí sola producir efectos jurídicos.
Nombramientos a prueba.
En algunos casos el nombramiento se realiza por un período de prueba (de 1 año), vencido el cual la
Administración puede:
La razón del período de prueba radica en la necesidad de comprobar si el funcionario posee la idoneidad
indispensable para el ejercicio de las funciones que tendrá a cargo. Durante ese período el funcionario tiene
todos los deberes correspondientes a su cargo.
Reincorporación y readmisión.
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a) Cuando se suprime el cargo, pero luego se restablece;
b) Cuando se separa al funcionario por una medida disciplinaria, que luego se revoca por ser
ilegítima (debe percibir el sueldo por el tiempo que duró la cesantía);
Readmisión: es un nuevo nombramiento que requiere las mismas condiciones de idoneidad. Cuando el
agente legítimamente desvinculado de la administración es admitido nuevamente. Ej. Cuando el agente
renuncia, y luego vuelve, y la administración lo readmite.
5.- Deberes de los funcionarios públicos. Lealtad. Residencia. Acatamiento al orden jerárquico.
Obediencia. Límites. La obediencia debida en el código penal. La objeción de conciencia. Dedicación.
La incompatibilidad. Fidelidad y discreción. Dignidad. Urbanidad y eficiencia. Obligación de
querellar y denunciar criminalmente. Prestación de fianzas.
LEALTAD. Es el deber que tiene el funcionario de respetar la Constitución y las leyes; actuar en
colaboración y respeto hacia el público y con el personal; y tener una conducta decorosa (tanto en el empleo
como en la vida privada). Es el deber principal (todos los demás le son conexos).
Debe cumplir y hacer cumplir la CN y las leyes; negarse a recibir beneficios personales indebidos, vinculado
con la realización u omisión de un acto inherente a sus funciones.
El deber de "fidelidad" no puede llegar a anular la conciencia del funcionario, ni puede anular su
personalidad. De ahí que la libertad política exista para el funcionario como para todos los otros ciudadanos.
Pero esa libertad, que se vincula a la idea misma de democracia, debe ejercerla fuera del servicio o empleo.
El funcionario o el empleado, por el hecho de serlo, no dejan de ser ciudadanos.
El funcionario y el empleado públicos tienen el deber esencial de ser fieles y respetar la Constitución y todo
aquello que integre el orden jurídico positivo del Estado. Si no estuvieren dispuestos a respetar dicho orden
jurídico, no pueden integrar los cuadros de la Administración Pública. No es racionalmente concebible que el
Estado lleve a su seno el germen de su propia destrucción. Pero esto, como bien se hizo notar, no se opone a que
el funcionario pueda tener ideas sobre la necesidad de una reforma constitucional: lo que importa y es
indispensable es que, sin perjuicio de esas ideas reformistas, mientras éstas no se logren por la vía institucional
correspondiente, el funcionario cumpla y haga cumplir fielmente las normas del orden jurídico vigente.
RESIDENCIA.- Es el deber que tiene el funcionario de vivir en el lugar donde presta servicios.
El agente público tiene que prestar los servicios respectivos en el lugar mismo para el cual se hizo su
nombramiento o designación: tal es el principio, que se explica por sí solo; la excepción requiere texto expreso
En principio, puede residir donde lo considere pertinente, en tanto la residencia elegida no obste al debido
cumplimiento de las funciones. Pero si una norma lo exigiere, deberá residir en el lugar en que se encuentra
la respectiva repartición u oficina pública. El concepto de "lugar" tiene aquí el significado de ciudad, pueblo,
localidad. Todo esto se relaciona con otra cuestión que es fundamental en el curso del contrato de función o
de empleo público: la atinente a los "traslados", es decir al cambio de lugar donde debe prestar los servicios
el agente público. Por cierto que la Administración Pública -"Estado"- puede "trasladar" sus funcionarios o
empleados de un lugar a otro, siempre y cuando tal actitud estatal no se halle viciada de falta de juridicidad
(arbitrariedad, irrazonabilidad, desviación de poder, agravio a una situación esencial, etc.).
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Catalina Quiñónez
Acatamiento al orden jerárquico. Obediencia. Límites.
Es el deber de sujeción que tiene el funcionario inferior respecto de las directivas del superior. El superior
imparte órdenes a su inmediato inferior; y el inferior debe respetar y obedecer las órdenes de su superior.
Como consecuencia del “poder jerárquico” surge el deber de obediencia. Es la obligación que tiene el
inferior de cumplir las órdenes del superior jerárquico competente, siempre que sean legales; reúnan las
formalidades del caso (que no tengan vicios graves); y tengan por objeto la realización de actos que
correspondan a la función del agente.
El deber de obediencia reconoce límites, que por excepción habilitan a desobedecer, o a no cumplir la orden
que se considera ilegítima.
El funcionario tiene la obligación de revisar la orden (controlar la legitimidad –si emana de autoridad
competente-); de no acatarla en caso que tenga un vicio grave (vicio manifiesto); y de denunciar la orden.
El CP en el Art.34 inc. 5 establece que no es punible “el que obrare en virtud de la obediencia debida”. Pero
esa obediencia no puede ser ciega, total e ilimitada.
La obediencia es debida cuando el inferior obra en virtud de una orden emanada de autoridad jerárquica
(inmediato superior) y competente; siempre que la orden revista las formalidades legales; y cuya ilegalidad
no aparezca manifiesta.
Dedicación. La incompatibilidad.
Es el deber que tiene el funcionario de cumplir la función que realiza con eficiencia, eficacia y rendimiento
laboral.
El funcionario público no puede realizar 2 o más cargos públicos salvo excepciones legales expresas;
tampoco puede realizar actividades que por su índole sean incompatibles con el cargo público (ej. ser
inspector de la DGI, y abogado del evasor)
El funcionario debe declarar las actividades (comerciales o profesionales) que realiza, a fin de determinar si
existen o no incompatibilidades con la función pública que cumple.
Las incompatibilidades pueden provenir de la ley (ej. No se puede ser juez y ejercer como abogado), o de la
lógica (ej. No se puede ser juez y docente en los horarios judiciales).
Fidelidad y discreción.
Es el deber de guardar secreto que tiene el funcionario respecto de los hechos e informaciones a que tenga
acceso. Debe ser reservado; no debe ventilar aquellas cosas que suceden o se dicen en la Administración.
Los deberes de fidelidad, o de lealtad, y de guardar el secreto son inherentes al exacto y fiel desempeño del
cargo. Tales deberes son interdependientes, conexos entre sí, inseparables: el deber de guardar el secreto es
una obvia consecuencia del deber de fidelidad o de lealtad.
El deber de "fidelidad" suele exteriorizarse formalmente en la prestación del juramento. Mas para ser fiel y leal no
siempre es indispensable ese requisito: se trata de un deber que haya fundamento y reposa en la conciencia misma
de toda persona honrada. El honesto es fiel y es leal por el propio hecho de ser honesto. Ha de tenerse presente,
entonces, que el juramento en modo alguno constituye un requisito indispensable para que
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proceda el deber de fidelidad o lealtad y de guardar el secreto: éstos, aparte de virtuales o implícitas
obligaciones específicas del agente público, son obligaciones ínsitas a todo hombre honrado, debiéndose
advertir que esta calidad ("moralidad", en suma) siempre se presume. Los deberes de fidelidad, o lealtad, y
de guardar el secreto, proceden, pues, se haya o no prestado juramento al asumir el cargo o empleo.
El quebrantamiento de la obligación de guardar el secreto, según de qué materia o actividad se trate, puede
implicar una falta disciplinaria o un delito, como ocurriría en el servicio postal o telegráfico (Código Penal,
artículo 153 y siguientes), o en la revelación de secretos políticos o militares (Código Penal, artículos 222-
223).
Es el deber que tiene el funcionario de observar un comportamiento integro y honorable, tanto en la función
pública como en el ámbito privado. Debe mantener el honor y las buenas costumbres. La actitudes del
funcionario, por su publicidad puede influir en el prestigio de la función pública.
El funcionario público debe observar buena conducta y no dañar su reputación, pues todo esto puede
repercutir en el prestigio y eficacia de la función pública. Desde luego, para algunos funcionarios tal deber es
más riguroso que para otros: ello depende de la índole de la actividad de que se trate. Pero ese deber de
"subordinación" tiene sus razonables límites jurídicos: en ningún caso puede pretenderse una subordinación
del funcionario o empleado que vaya más allá del interés de la función pública. Con el alcance indicado, el
agente público debe ostentar una conducta digna. Como bien se ha dicho, "la autoridad del funcionario en su
empleo depende, en cierta medida de la conducta que él observe fuera del empleo". Quien actúe
indignamente no debe integrar los cuadros de la Administración Pública.
El funcionario, aun fuera de su empleo, debe conducirse de acuerdo a las exigencias del honor y de las
buenas costumbres, pues la generalidad de las personas no puede distinguir o separar abstractamente en un
mismo individuo su calidad de funcionario de su calidad de particular.
Es el deber que tiene el funcionario de exponer, ante su superior, toda acción u omisión o procedimiento que
pudiera perjudicar al Estado (ya sea que configure un delito, o sólo una aplicación deficiente de los recursos
públicos). Si el superior se hallare implicado, podrá informarlo directamente a la Sindicatura General de la
Nación; o a la Auditoria General de la Nación; o a la Fiscalía Nacional de investigaciones Administración; o
a la Oficina Anticorrupción.
Prestación de fianzas.
Es el deber que tiene el funcionario que maneja fondos públicos, de constituir una garantía económica a
favor del Estado. Es una medida precautoria de carácter fiscal. Se trata de una medida de protección que
procura resguardar patrimonialmente al Estado.
Declaración jurada patrimonial.- Es el deber que tiene el funcionario de declarar bajo juramento su situación
patrimonial y modificaciones ulteriores. Los funcionarios deben presentar la declaración jurada dentro de los
30 días de su asunción al cargo. La declaración jurada debe ser actualizada anualmente.
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-BOLILLA XI-
El funcionario tiene que cumplir los deberes que le son impuestos en razón de su función y la
“sanción” para el caso de incumplimiento es el distinto tipo de responsabilidad en que puede
incurrir. BONI: S/el tipo de r.j será la sanción por incumplimiento.
¿Cómo es el sistema de responsabilidades que afecta a un funcionario público? Hay 5 tipos que lo
alcanzan: (1) R. Administrativa o disciplinaria, de d’ público: alcanza específicamente a personas que
tienen un vínculo de estabilidad con la administración (“empleados públicos”) – (2) R. Penal: alcanza
a todos “funcionarios políticos”, “empleados públicos” “Delitos contra la administración
Pública”. Ivanega establece que es una responsabilidad de d’ público y se incurre en ella por los actos
o conductas dolosos o culposos que constituyan infracciones consideradas delitos por el código penal
o leyes especiales– (3) R. Civil: por daños producidos a terceros en ejercicio de la función
administrativa o pública (esto es BOLILLA XVI) – (4) R. del funcionario por daños producidos a la
administración (que difieren de los daños producidos a un tercero) xej., dañar los elementos de
trabajo, no aplicar los fondos ($) para lo que te lo dieron, etc. Es una responsabilidad de tipo
pecuniaria: en la Provincia esto va al “Tribunal de Cuentas”, mientras que la Responsabilidad Civil
va al Tribunal de daños y perjuicios será distinto el trámite s/quién sea el perjudicado ; En
ocasiones, 3 y 4 van casi entrelazados - (5) R. Política: casos referidos a personas con cargos electivos,
al personal político. Xej., juicio político revisable sólo si hay violación al debido proceso y sólo
eso, no el fondo de la cuestión REI Nac, RI Prov. La responsabilidad política, conf. Ivanega,
pertenece al d’ público, específicamente al d’ constitucional y su declaración es requisito previo para
promover acciones criminales o civiles contra los funcionarios a ella sujetos, y se instituye a través
del juicio político (el juicio político es una atribución propia de la legislatura para acusar y juzgar a
los altos funcionarios por su conducta política).
Constitución Provincial de Santa Fe:
Art. 98º - Pueden ser sometidos a juicio político el gobernador y sus sustitutos legales en ejercicio
del Poder Ejecutivo, los ministros de éste, el Fiscal de Estado, los miembros de la Corte Suprema de
Justicia y los del Tribunal de Cuentas, de conformidad con las disposiciones de esta Constitución y
de la ley reglamentaria que se dicte.
Art. 99º - A la Cámara de Diputados compete, a petición escrita y fundada de alguno de sus
miembros o de cualquier habitante de la Provincia, la facultad de acusar ante el Senado a los
funcionarios anteriormente mencionados por mal desempeño de sus funciones, delito cometido en
el ejercicio de éstas o crímenes comunes.
Art. 100º - La acusación no se hará sin previa averiguación de la verdad de los hechos por la
comisión permanente respectiva, con citación y audiencia del acusado, y declaración de haber lugar
a la formación de causa por las dos terceras partes de los miembros presentes de la Cámara. Si la
comisión o, en su caso, la Cámara no se expidiese en el término de noventa días útiles
correspondientes a los períodos ordinarios de sesiones o de prórroga, caducarán las actuaciones
respectivas, inclusive la petición. Admitida la acusación, la Cámara designar una Comisión para que
sostenga la acusación ante el Senado y podrá suspender al funcionario acusado por las dos terceras
partes de sus miembros presentes.
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¿Estos sistemas de responsabilidad pueden funcionar de manera simultánea o la actividad de
uno interrumpe a los otros? Sí, pueden funcionar de manera simultánea.
Los sistemas de responsabilidad son independientes en c/sistema se puede llegar a conclusiones
distintas (xej., no responsabilidad penal pero sí daño civil).
¿Hay algún punto de contacto entre todos los sistemas de responsabilidad o funcionan de manera
absolutamente independiente? Hay UN punto de contacto: dado por los hechos que el juez penal
considera acreditados o no: existió / no existió. Pueden los otros sistemas de responsabilidad
VALORARLOS pero NO NEGAR SU EXISTENCIA.
[Saber bien: R adm BXI, R civil BXVI, Tribunal de cuentas BXV, R pecuniaria].
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El régimen disciplinario de los funcionarios se compone de: 1) las faltas que lo motivan, 2) las
sanciones que corresponden, y 3) el procedimiento para aplicar tales sanciones.
La FALTA susceptible de sanción disciplinaria es todo acto u omisión del funcionario, intencional
o culposo, que viole los deberes funcionales
Para aplicar la sanción disciplinaria es necesario que el agente sea culpable, que se le pueda
reprochar la comisión de una falta precisa. La falta no se presume, debe ser probada. La prueba de
la falta está a cargo de la Administración.
Elementos de la falta disciplinaria: (1) elemento material: acto u omisión – (2) elemento formal: que
haya perturbación en la función o afectación inmediata o posible de su eficacia – (3) elemento
moral: que el acto se impute a una voluntad libre.
El PROCEDIMIENTO DISCIPLINARIO punto siguiente.
Responsabilidad Penal y represión disciplinaria: relación y diferencias, formas de aplicación.
Jurisdicción. –
Incurre en responsabilidad penal el funcionario que en el ejercicio de sus funciones realiza acciones
u omisiones que constituyen delito tipificado y penado por las leyes.
152
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ejecutiva. La ejecución de la pena está . La pena administrativa sólo puede aplicarse a
establecida legalmente. los hechos que en sí mismos no constituyen
. Es legislación de fondo. delito.
. Las provincias pueden legislar.
Responsabilidad civil –
Este tipo de responsabilidad se deriva del comportamiento, doloso o culposo, del funcionario, del
cual se deriva un daño o perjuicio a terceros ajenos a la Administración. El “sujeto lesionado” e s el
parámetro que permite diferenciarla de la responsabilidad patrimonial en sentido estricto: la civil
atiende a la reparación de los terceros, mientras que para la patrimonial el sujeto dañado es la
Administración.
153
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Procedimiento abreviado:
Consiste en una nota enviada a la autoridad y una intimación para que haga su descargo en
un determinado plazo.
Traslado a la persona por plazo 72hs donde se lo notifica de la falta que se le atribuye y se
pide que haga descargo, xej, falta injustificada.
Sumario administrativo: el ejercicio del Derecho de Defensa es complejo, porque está ordenado en
varias etapas.
BONI
. Pasos (¿?examen) Ley 8525 Provincia, 9286 Municipalidad.
Procedimiento sumario hay reglamentación del art. 18 CN (ejercicio d’ defensa, sede administrativa).
Dentro del sumario hay momentos importantes: acto que ordena el sumario administrativo (valora
determinado hecho y relación de ese hecho que probablemente merezca sanción administrativa con una
persona) - Elemento motivación o fundamentación del acto (hecho + pq’ aplica sanción), no es
necesario que sea intensa sino adecuada a por qué hay sanción. También el acto debe designar el
instructor sumarial (quien lleva adelante el sumario) y al igual que en derecho penal, quien instruye el
sumario no decide -sólo aconseja-, sino que decide el jefe de la administración.
El acto de apertura debe ser notificado a la persona que va a ser “imputada”. A esta persona se la
cita a realizar el primer acto de defensa material, p/que ejercite su posibilidad de defenderse en la
declaración no jurada o declaración indagatoria se leen los hechos que se imputan + posibilidad
de descargo + pueden hacerse preguntas -si quiere-; es temporalmente, esto no puede ocurrir todo al
mismo tiempo.
Analizar prueba de cargo y proponer prueba de la defensa.
154
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Es procedente en los siguientes supuestos: Cuando la gravedad del hecho cometido lo exija. -
Cuando el hecho pueda configurar un delito. - Cuando se le ha dictado prisión preventiva. - Cuando
el alejamiento sea necesario para el esclarecimiento de los hechos o su permanencia sea
incompatible con el estudio de autos.
Los derechos de los funcionarios surgen de la Constitución, las leyes, y los Reglamentos.
La doctrina distingue 3 tipos o categorías de derechos:
a) Derechos cuyo contenido no es exclusivamente económico (estabilidad, carrera, licencia,
asociación, huelga y libertad de opinión).
b) Derechos de contenido económico, simultáneos a la realización del servicio (derecho al sueldo,
complemento del sueldo, y otras remuneraciones).
c) Derechos de contenido económico, posteriores a la realización del servicio (jubilación, pensión).
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Los supuestos previstos son: 1) muerte; 2) mal desempeño; 3) jubilación; y en la década del 90,
bajo la noción de Reforma del Estado –para hacerlo más eficiente-, surgieron: 4) retiro obligatorio;
y 5) pase a disponibilidad.
No goza de estabilidad el funcionario durante el período de prueba, ni el personal transitorio, ni el
interino.
El despido arbitrario del funcionario es nulo, y éste tiene derecho a interponer recurso
Administrativo contra esa medida para ser reincorporado en el mismo nivel y grado que ocupaba.
La inamovilidad se funda en razones de interés público, como asegurar la independencia y la
imparcialidad de los funcionarios.
DESCANSO = derecho al reposo que tiene el funcionario. Hay 2 modalidades: (1) ferias
(vacaciones): son períodos de descanso obligatorios que establece el Estado para todos aquellos
afectados a una misma actividad. Son para todos los funcionarios y en una época fija.
(2) licencia: es un permiso que solicita el funcionario y el Estado tiene la facultad de otorgarla,
manteniendo la remuneración. Esto, siempre que las causas estén contempladas en los textos
legales. En algunos casos la licencia constituye un derecho del funcionario, ej.: por maternidad; por
razones de enfermedad. La licencia es revocable, salvo el supuesto de licencia por enfermedad,
porque es físicamente imposible que el funcionario vuelva al cargo.
156
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Además del sueldo, el funcionario percibe asignaciones complementarias como: viáticos, subsidio
familiar, antigüedad, etc.
INDEMIZACIÓN =
Art. 23, ley provincial 8.525: Mientras exista personal en disponibilidad que reúna las condiciones
requeridas, no pueden disponerse designaciones en igual o equivalente nivel y jerarquía dentro del
ámbito de este Estatuto. La vacante debe llenarse por transferencia del agente en disponibilidad.
Cumplido el término final del período de disponibilidad, si la reubicación no fue posible, se opera la
cesación definitiva con derecho a la indemnización del artículo 26. El Poder Ejecutivo llevará un
registro del personal que se encuentre en la situación prevista por este artículo.
Art. 26, ley provincial 8.525: En el supuesto del artículo 23 se abona al empleado permanente que
haya alcanzado la estabilidad una indemnización igual a un mes de sueldo por cada año de servicio
o fracción mayor de tres meses, tomando como base la mejor remuneración mensual y habitual
percibida durante el último año o durante el plazo de prestación de servicio, actualizada a la vigente
al último mes inmediato anterior al pago de la indemnización. El importe de ésa no puede ser
inferior a dos meses de sueldo calculados en base a la regla precedente.
Art. 32, ley provincial 8.525: Además de lo dispuesto en el artículo 23 debe pagarse indemnización,
compensación o reintegro, según corresponda, por las siguientes causas:
a) Cesantía por incapacidad sobreviniente a la incorporación al servicio como personal permanente;
b) Accidente de trabajo o enfermedad profesional;
c) Fallecimiento;
d) Daños originados en o por actos de servicio;
e) Desarraigo;
f) Traslado.
SEGURIDAD SOCIAL:
JUBILACIÓN = es el derecho que tiene el funcionario a percibir una retribución una vez que ha
llegado a cierta edad en la que ya no puede prestar funciones; o cuando sin haber llegado a esa
edad, invalidan para el trabajo. Para acceder a la jubilación es necesario que el funcionario tenga
una edad determinada, y que haya prestado una cierta cantidad de años de servicio.
PENSIÓN = es un derecho que tienen los deudos (viuda y huérfanos) de un funcionario fallecido,
a cobrar una suma de dinero, en forma periódica, en razón de los servicios prestados.
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5. Extinción de la relación de función pública: Renuncia. Requisitos para acceder a la
jubilación. Muerte o incapacidad. Extinción del ente público. Supresión del cargo.
Inhabilitación. Incompatibilidad. Separación por sanciones. Vencimiento del término.
Se da la extinción de la relación de función pública cuando concluye la relación laboral entre el
empleado público y la administración.
Todo funcionario puede ser privado del cargo que desempeña cuando lo demande el interés público.
Por eso, la cesación está sometida a un procedimiento especial para evitar que se remueva al
funcionario con intenciones ajenas al interés público. El funcionario puede recurrir a las vías
procedentes para la defensa de su derecho al ejercicio del cargo.
La cesación definitiva en la función pública puede producirse por un hecho, por un acto del propio
funcionario o por un acto de otro funcionario u organismo competente.
Se produce por un hecho en los casos de muerte del funcionario, de expiración del término legal
para el ejercicio de la función o de haber llegado el funcionario al límite de edad que establezca el
ordenamiento jurídico vigente.
La cesación definitiva se produce por un acto del propio funcionario en los casos de dimisión o
renuncia, que debe ser aceptada, de jubilación voluntaria, incompatibilidad producida por haber
aceptado otro cargo o pérdida voluntaria de las condiciones requeridas para el ejercicio del cargo
como, por ejemplo, la pérdida de la ciudadanía.
La cesación del cargo público puede tener lugar por acto de otro funcionario u organismo
competente en los siguientes supuestos: la cesantía o la exoneración como pena disciplinaria por
faltas cometidas por el funcionario. La condena en lo criminal con inhabilitación absoluta o relativa
para el ejercicio del cargo público, la supresión del cargo, la jubilación forzosa.
RENUNCIA = acto unilateral y expreso del funcionario, mediante el cual manifiesta su voluntad de
dejar el cargo. Debe presentarla por escrito. Tiene que ser aceptada por la Administración. El
funcionario debe continuar en el cargo hasta que la Administración acepte la renuncia.
La renuncia se considera aceptada luego de 30 días de presentada; sin embargo el Estado puede
dejar en suspenso la aceptación por 180 días.
El funcionario puede retractarse y retirar la renuncia hasta tanto no sea aceptada.
A los efectos de merecer la jubilación, el funcionario deberá haber prestado un cierto número de
años de servicios que establece la ley y tener una determinada edad, también fijada por el derecho
positivo. La concesión de la jubilación en nuestro ordenamiento jurídico depende del presidente de
la República, quien la concede de acuerdo con las leyes de la Nación (art. 86, inc. 7, Constitución
Nacional). De allí entonces que el acto por el cual se otorga la jubilación es un acto administrativo.
En la provincia de Santa Fe la jubilación de los empleados públicos de la provincia se regula por la
ley provincial 6.915, promulgada en 1973.
Art. 10, ley 6.915 - Los beneficios que acuerda la presente ley son: 1) Jubilación ordinaria; 2)
Jubilación por invalidez; 3) Jubilación por edad avanzada; 4) Pensión.
Art. 11, ley 6.915 - Los montos de las prestaciones establecidas en el artículo anterior se determinarán
en base al promedio de las remuneraciones actualizadas percibidas en los últimos ciento veinte meses
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(120) de servicios con aportes inmediatamente anteriores a la fecha de cesación del afiliado en toda
actividad.
Jubilación ordinaria: Art. 14 - Los afiliados mujeres y varones que acrediten (sesenta) 60 y sesenta
y cinco (65) años de edad respectivamente, y treinta (30) años de servicios ambos computables,
podrán obtener la Jubilación Ordinaria establecida en este artículo. El afiliado podrá compensar el
exceso de edad con la falta de servicios mínimos requeridos, a razón de tres (3) años de excedentes
por uno (1) de servicio faltante y viceversa. En ningún caso se podrá utilizar este excedente para
incrementar el haber.
Jubilación por invalidez: Art. 16 - Tendrán derecho a la jubilación por invalidez, cualquiera sea su
edad y antigüedad en el servicio, los afiliados que se incapaciten física e intelectualmente en forma
total para el desempeño de cualquier actividad compatible con sus aptitudes profesionales, siempre
que la incapacidad se hubiera producido durante la relación de trabajo, salvo el supuesto previsto en
el artículo 73. La incapacidad se considerará total cuando la disminución de la capacidad laborativa
sea del sesenta y seis por ciento (66%), o más. La posibilidad de sustituir la actividad habitual del
afiliado por otra compatible con sus aptitudes profesionales, será razonablemente apreciada por la
Caja,. teniendo en cuenta su edad, su especialización en la actividad, la jerarquía profesional que
hubiera alcanzado y las conclusiones del dictamen médico respecto al grado y naturaleza de la
invalidez. A los fines del presente artículo la Caja podrá disponer un informe ambiental que se
practicará por el personal técnico que designe al efecto. (Modificado por la Ley Nº 11.373,
publicada en el B.O. del12/01/96).
Jubilación por edad avanzada: Art. 23 - Tendrán derecho a la jubilación por edad avanzada los
afiliados que: a) Hubieran cumplido setenta (70) años de edad cualquiera fuera su sexo; b)
Acrediten veinte (20) años de servicios computables con una prestación de por lo menos ocho (8)
años durante el período de diez (10) inmediatamente anteriores al cese de la actividad. Pensiones:
Art. 25 - En caso de muerte del jubilado o del afiliado en actividad o con derecho a jubilación,
gozarán de pensión: a) La viuda. b) El viudo. c) La conviviente. d) El conviviente. e) Los hijos
solteros, las hijas solteras y las hijas viudas, siempre que no gozaran de jubilación, pensión, retiro o
prestación no contributiva, salvo que optaren por la pensión que acuerda la presente, todos ellos
hasta los dieciocho (18) años de edad.
MUERTE O INCAPACIDAD = extingue la relación laboral porque el ejercicio del cargo público
es un derecho personalísimo (no son de aplicación las leyes sucesorias). También puede extinguirse
por razones de salud que lo imposibiliten para la función, después de haber agotado los beneficios
que le corresponden.
EXTINCIÓN DEL ENTE PÚBLICO = acto de la Administración por el cual se extingue el Ente y
por tanto se extingue la relación laboral –si no se hubiera previsto la situación de los funcionarios-
(Ej. Que se fusionen 2 o más municipios).
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SUPRESIÓN DEL CARGO = acto del legislador, conferido por la CN, por el cual puede suprimir
empleos, ya sea por motivos económicos, o por considerar innecesario el cargo público para el
funcionamiento del servicio.
INHABILITACIÓN = acto del juez por el cual puede imponer una pena de inhabilitación para el
ejercicio de cargos públicos. Puede ser absoluta (cualquier cargo público) o especial (un
determinado cargo).
VENCIMIENTO DEL TÉRMINO = es un hecho que extingue la relación laboral por el transcurso
del término legal para el ejercicio del cargo (Ej. El cargo de Rector universitario).
La diferencia fundamental entre el funcionario de Facto (de hecho; sin formalidades legales) y el
funcionario de Iure (de derecho; con las formalidades legales) radica en el título originario. *El de
Iure obtiene el título de la Constitución o de la ley.
*El de Facto obtiene el título irregularmente, violando el procedimiento legal previsto.
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Catalina Quiñónez
por la ley. Entra en acción el debido ejercicio de sus atribuciones pero no se discute su investidura.
No solamente los funcionarios de iure pueden ser incompetentes en el actuar sino también pueden
serlo los funcionarios de facto. En este supuesto existirán las dos irregularidades. La circunstancia
de tratarse de un funcionario con investidura irregular y que ha actuado excediendo la esfera de su
competencia.
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pretenden tener; y 2) siempre que los actos sean realizados en interés público o de terceros (no en
beneficio propio).
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UNIDAD XII
1.- El poder de policía. Origen y evolución.
No se puede desconocer que la idea de un "Poder de Policía" rememora una figura preconstitucional que
mantuvo vigencia en otras épocas históricas (el llamado Estado gendarme) ni tampoco puede dejar de
advertirse que, a partir de la instauración del Estado de Derecho, que provocó la limitación y el consiguiente
condicionamiento del poder estatal, se operó una profunda evolución del concepto originario, que culminó
despojado de aquel carácter preconstitucional y en cierto modo omnímodo.
Como es sabido, el término "policía", proveniente de la voz latina politia, reconoce su origen en el concepto
griego de la politeia. Circunscripto en sus comienzos a la constitución de la Ciudad, se extendió más tarde a
toda la actividad estatal, con la que llegó a identificarse.
Durante la Edad Media la institución de la policía se hallaba referida al buen orden que debía imponer la
autoridad pública temporalsobre la sociedad civil con exclusión del orden moral y religioso, cuya tutela se
atribuía a la Iglesia.
Contrariamente a lo que algunos erróneamente suponen la policía no era, entonces, un concepto absoluto e
ilimitado. Antes bien, las medidas limitativas de los derechos particulares no debían contrariar (al menos en
el terreno de los principios) las reglas de la justicia general o legal que sólo justificaban esa intervención por
razones inherentes al bien de la comunidad. De otro modo, no podría concebirse el desarrollo alcanzado
entonces por algunos cuerpos intermedios de la sociedad civil, la ausencia de controles públicos sobre estas
actividades y la escasa burocracia existente en las ciudades.
A partir de la Edad Moderna, con el auge de las ideas del nominalismo y de las filosofías que continuaron
esa corriente se produjo una sustancial mutación en los fines de los gobiernos sustituyéndose el bien común
por la razón de Estado ejercida por un poder que se concebía soberano, absoluto e ilimitado. De allí en más
se operó el consecuente abandono de aquellas limitaciones establecidas al ejercicio del poder público por el
derecho natural, comenzándose a imponer a los subditos conductas sin base objetiva o legal, que tenían por
sólo fundamento la voluntad del príncipe o funcionario. Es en este período en que comienzan a extenderse
las regulaciones públicas de los diversos Estados sobre los particulares.
Al operarse la sustitución de la soberanía absoluta del monarca por la del pueblo esta concepción histórica
llegó a su punto culminante con la Revolución Francesa, donde se generalizó la utilización de las técnicas de
policía. Durante el ciclo revolucionario, pese a la Declaración de Derechos de 1789, los ciudadanos tenían en
realidad muy pocas posibilidades de reclamar por la violación de sus derechos personales afectados por
medidas de policía, a menos que se arriesgaran a comparecer ante los tribunales especiales, ya que los jueces
ordinarios carecían entonces de toda potestad para juzgar los actos de la Administración.
Con el proceso de codificación las limitaciones a los derechos privados se cristalizaron por algún tiempo. No
poca influencia en ello tuvieron las concepciones que restringieron las funciones del Estado, en una
verdadera vuelta de timón sobre las ideas dominantes durante el absolutismo y la propia Revolución.
En ese cuadro, aparece el Estado de Derecho como representación de un modelo ideal de régimen
característico de los derechos individuales que instituye un principio fundamental, a partir del cual se edifica
el andamiaje jurídico de la protección de los particulares.
Este principio consiste en la instauración de la regla de la competencia objetiva derivada de ley expresa,
como condición que habilita y legitima el ejercicio del poder del Estado para establecer limitaciones a los
derechos privados.
Como resultado de esa evolución (que en Europa corrió paralela con la publicatio de numerosas actividades
en el campo de la enseñanza y la salud) la policía, que inicialmente se limitaba a la seguridad, terminó por
abarcar las limitaciones de derechos por razones de moralidad y salubridad.
163
Mariana del Pazo
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Con todo, ese concepto clásico y limitado del poder de policía tuvo una ampliación de su contenido, por obra
de la doctrina y jurisprudencia norteamericanas, al incorporar también la promoción del bienestar general
{broad and plenary) cuya imprecisión sigue en pie, no obstante la labor, muchas veces clarificadora, que han
efectuado los jueces. Esta concepción amplia sobre el "poder de policía", ha sido adoptada, en reiterados
pronunciamientos, por nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Lo cierto es que esta noción ampliatoria del contenido de la policía termina confundiéndose con el propio
poder de legislación incluyendo la regulación de actividades que no son propiamente de limitación ni de
gravamen sino de creación o ampliación de situaciones activas favorables, también encuadradas
tradicionalmente bajo la categoría del fomento.
Al ceder los postulados políticos que apuntalaban la noción, la policía ya no aparece referida a la causa de los
actos de limitación de los derechos individuales (lo que constituía una noción tan incierta e imprecisa como
carente de utilidad práctica) sino que se relaciona con las diferentes técnicas de las llamadas operaciones de
gravamen que vienen a crear y ampliar las situaciones pasivas de los particulares frente al Estado.
Desde este punto de vista, la incidencia de la actuación estatal revela una cierta complejidad en los actos de
gravamen los que no se circunscriben exclusivamente a las actividades de limitación pues, por razones de
interés público o bien común, se suele habilitar por ley a la Administración para el ejercicio de potestades
ablatorias (expropiaciones y prestaciones forzosas) o bien, se delimita el contenido normal de los derechos
(v.gr. mediante la concesión) que es cosa distinta a la juera limitación que hace al ejercicio de los derechos y,
por último, hasta se imponen deberes y se ejerce el poder sancionatorio.
En consecuencia, si se sigue utilizando la noción (aun sin la utilidad que le atribuía la doctrina clásica) su
empleo responde al sentido antes indicado y, sobre todo, a la inteligencia de que resulta un concepto
profundamente arraigado en nuestra jurisprudencia que, despojado de su sentido arcaico, puede reportar
alguna utilidad o simplemente comodidad al emplearse un valor suficientemente entendido por todos.
RESUMEN
a) La Policía en el Estado-ciudad. La teoría del Estado-ciudad griego y de la civitas romana han
considerado el Poder y la sociedad, no como elementos autónomos que tuvieran su propia órbita de
existencia y acción, sino como mutuamente trabados y articulados. Es difícil hacerse cargo de lo que
en aquella época suponía la intervención del Poder en la sociedad. El uso de la palabra policía no
ofrecía entonces una precisión técnica que permita caracterizarla jurídicamente y se entiende por
policía y política, que todavía no están separadas, la suma de toda la actividad estatal.
164
Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
dictada una regla de Derecho Civil, ella es inviolable para el poder público. Una situación distinta se
presenta con las reglas de policía. Ésta contempla un caso individual, aunque por razones de utilidad
pública se dirija a todos los casos similares. Se establece como una relación entre el príncipe y los
funcionarios de él dependientes, con el carácter de una instrucción de servicio que sólo
indirectamente se refiere al súbdito. Este concepto de policía sufrió una evolución durante este
período, coronándose la separación entre justicia y administración como dos esferas independientes,
la primera sometida exclusivamente al derecho escrito y la segunda quedó en manos del príncipe.
d) La Policía en el Estado liberal. En esta época, se aminora notablemente la intervención absoluta del
Estado y se acoge una amplia política de fomento de la iniciativa individual. Se decía que la
iniciativa individual es el más adecuado motor de la vida social. La actividad estatal se concebía
como guardián del orden público. Por consiguiente, la policía es una actividad autorizada por la ley
que limita los derechos de los particulares, en cuanto el ejercicio de ellos perturba o puede perturbar
dicho orden. Pierde entonces la policía el carácter eminentemente discrecional que la caracterizaba
y, como consecuencia del sometimiento del Estado a derecho recibe la policía contenido y límites en
las leyes que la regulan. Se despoja a la policía de toda conexión con las funciones legislativas y
judicial y se definen sus medios de actuación, el empleo de la coacción como característica esencial,
se ordenan de manera sistemática los efectos que produce en los derechos de los particulares, así
como la posibilidad que tienen éstos de reaccionar, en su caso, contra medidas arbitrarias de policía.
e) La Policía en el Estado administración. Al quebrarse los supuestos sociológicos sobre los que descansaba
el edificio conceptual del liberalismo se llegó a la nueva concepción del Estado-sociedad, que trajo como
consecuencia la inadecuación del Derecho Administrativo vigente, hasta esta época, tachado de angosto,
para satisfacer las nuevas realidades. La doctrina enseña que lo peculiar de este período fue, en la mayor
parte de los países occidentales, un acusado intervencionismo estatal que desde un punto de vista jurídico
puede concretarse en los siguientes hechos:
El Poder de Policía consiste en una potestad legislativa reguladora de los derechos reconocidos por la CN.
La CN no habla expresamente del Poder de Policía, pero surge implícitamente del juego de 3 artículos
(Art.14; 19; y 28).
El Art.19 CN establece que nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda, ni privado de lo que ella no
prohíbe (o sea que el Estado sólo puede limitar por medio de ley).
El Art.28 CN establece que el Estado puede reglamentar (limitar) los derechos reconocidos por la CN, pero
esa reglamentación no puede alterar su esencia (la limitación debe ser razonable).
165
Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
del “poder de policía”]”. Es “un conjunto de actos jurídicos y de operaciones materiales que tienen por fin
asegurar la aplicación de esas reglamentaciones, prevenir una infracción de sus disposiciones, comprobar
las violaciones eventualmente cometidas y derivar a los autores a los tribunales represivos”.
En algún caso se ha propuesto distinguir dentro de “policía administrativa” los conceptos de “policía de
seguridad si tiene por objeto garantizar el orden público, y policía administrativa en sentido estricto, si ella
se propone garantizar otros intereses sociales, como la sanidad, industria, buenas costumbres, etc.”.
También se ha dicho que “en doctrina se entiende que la policía como función administrativa presenta dos
categorías diferenciadas: la general, de orden o seguridad y la administrativa especial. La primera protege la
tranquilidad, la seguridad y el orden. La segunda protege determinados bienes administrativos”.
Diez, por su parte, destaca que, además de la actividad administrativa en sentido estricto, la “policía
administrativa” implica “el poder de añadir a los regímenes generales [legales] nuevas reglamentaciones
restringiendo las libertades en el marco territorial donde ejerce su competencia”, siempre con fundamento
legal. Otros autores limitan el objeto de la “policía administrativa” a materias determinadas (por ejemplo,
moralidad, salubridad y seguridad) al tiempo que admiten un objeto más amplio en el “poder de policía”.
Se habla en ocasiones del “ejercicio del poder de policía”, refiriéndose en realidad a la “actividad administrativa
de policía”, ya sea por un simple error, o tal vez por distinguir -a nuestro criterio, de manera bastante confusa e
innecesaria- la titularidad del “poder de policía” (que corresponde al Congreso, y se realiza por medio del dictado
de leyes) del “ejercicio” del “poder de policía” (que sería la actividad administrativa concreta, necesaria para
reglamentar y hacer cumplir las normas de policía). En nuestra opinión, el “poder de policía” se “ejerce” cuando
el Congreso -su titular- dicta normas amparándose en esa potestad; la actividad de la administración es actividad
ciertamente “derivada” del “poder de policía”, pero no traduce su “ejercicio”.
La existencia del poder de policía no puede discutirse ya que tiene base constitucional. La noción de la
policía se basaba en el Estado liberal, en la idea de un conjunto de medidas administrativas que imponen
limitaciones a las libertades individuales con el objeto de asegurar el orden público.
La crisis de la policía es evidentemente una crisis conceptual, no es una crisis institucional. Para decirlo en
otras palabras: lo que está en crisis es el concepto que se tenía, en el Estado liberal, de la policía, como
medida de administración tendiente a asegurar el orden público por medio de la coacción, pero no el de la
institución de la policía como reglamentación de derechos individuales que continúa en plena vigencia.
En realidad, el orden público que la policía estaba encargada de mantener en el Estado liberal llevaba
consigo tres elementos: seguridad, salubridad y moralidad. El orden público así definido es un orden
material. Se ha criticado esta noción diciendo que en la actualidad la policía tiene una misión más amplia, ya
que debe asegurar la tranquilidad pública, la estética pública, el decoro público, la seguridad social y la
economía pública. Además, la actividad de policía es, en principio, limitación y control de los administrados.
Si se aceptara el criterio predominante del orden público para caracterizar a la policía, quedaría sin
explicación la mayor parte de los controles y las limitaciones que la administración aplica actualmente a la
actividad de los particulares teniendo en cuenta el interés general.
Como consecuencia del nacimiento de la intervención estatal ha aparecido una especie de policía especial
que, participando del sentido limitador de la llamada desde ese hecho, policía general, señala en amplios
sectores de la vida: industria, comercio, agricultura, etc., las exigencias del interés general. Las policías
especiales implican un verdadero cauce del actual intervencionismo estatal en la economía y están
desprovistas del criterio de conservación de orden público que tenía la policía en el Estado liberal.
El segundo elemento para caracterizar a la policía era el de la coacción. Se decía, entonces, que la actividad de
policía se distinguió frente a otras limitaciones que la administración imponía al particular, por el hecho de que
allí la policía efectuaba la limitación directamente, sin necesidad de acudir a ajena ejecución. Se puede decir así
que como el poder de coacción es lo esencial de la policía, toda actividad del Estado con miras al
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Mariana del Pazo
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acrecentamiento de la prosperidad no pertenece a la policía. Se dice entonces, que la policía sólo se ocupa de
la seguridad y que la prosperidad no es asunto de policía.
Por otra parte, la actividad policial en la actualidad, no solamente es prohibitiva sino que trae, en algunos
casos, obligaciones de hacer: por ejemplo, la obligación de vacunarse, de exponer al público listas de precios
en los comercios, etc. Por ello se sostuvo que la idea de policía iba quedando sin contenido. De allí que se
hable de la crisis de la idea de policía.
Pero no es que la idea de policía se vaya quedando sin contenido, sino que éste ha cambiado y puede decirse
que la función de policía o potestad legislativa tiene por objeto, hoy en día, promover el bienestar general,
siendo una potestad que la Constitución establece atribuyéndola al Poder Legislativo. De ello se desprende
que sólo una parte de esa función será de policía administrativa.
Jurisprudencia de la corte suprema de justicia de la nación: su evolución.
Al principio el poder de policía era restringido, en el caso "Bonorino en representación de Empresa Plaza
de Toros" se había impugnado una ley que prohibía la corrida de toros. La Corte Suprema dijo que el objeto
del poder de policía incluía el de proteger a la seguridad, salubridad y moralidad de sus vecinos.
También en el caso "Saladeristas Podestá c/ Provincia de Bs. As." se impugnó una ley que ordenaba
clausurar un establecimiento porque afectaba la salud de los vecinos (dicha ley imponía requisitos para poder
funcionar, a los saladeros ubicados sobre el Riachuelo, tan gravosos que no los podían cumplir y entonces
les quitaban sus autorizaciones para trabajar).
La Corte dijo que dicha ley no afecta el derecho de propiedad y a trabajar porque ellos no son absolutos,
están sujetos a limitaciones de derecho público (ej.: no afectar la salud pública, higiene, moralidad, ele) y en
esta caso se afecta la salud pública al no cumplir con dichos requisitos.
Luego, el poder de policía era amplio, se limitaron los derechos para proteger no sólo la moralidad,
seguridad y salubridad públicas, sino también para promover el bienestar general, el bien común y en casos
tic emergencia proteger los intereses económicos de la comunidad. Se divide en 4 etapas según las materias
en las que puede ir interviniendo el Estado:
Etapa 1.- Se limita la libertad contractual en favor del bienestar general ante casos de emergencia pública
(1922- 1934):
En el caso "Ercolano c/ Lanterí de Renshaw: se impugnaba la constitucionalidad de la ley de alquileres que al
congelar por 2 años el precio de los mismos, restringía la libertad contractual y el derecho de propiedad. La
Corte, consideró constitucional dicha ley en favor del bienestar general y que los derechos no son absolutos.
Fallo Ercolano c/ Lanterí de Renshaw. En ese año a raíz de una crisis habitacional por las inmigraciones
europeas, aumentan los alquileres abruptamente. Se dicta una ley de emergencia que congelaba los alquileres
por 2 años, de este modo el dueño no puede aumentarlo hasta que pasen 2 años. El actor dijo que esa ley violaba
los arts. 14 (derecho de usar y disponer de su propiedad), 17 (inviolabilidad de la propiedad) y 28 (la ley altera
el derecho que regula). La Corte dijo que ningún derecho es absoluto, que hay circunstancias especiales en las
que el Estado debe intervenir a través del poder de policía para proteger los intereses de la comunidad y siempre
que sea por un tiempo y no a perpetuidad. La propiedad tiene una función social.
En el caso "Avico c/ De la Pesa", la Corte manifestó que la ley de moratoria hipotecaria y reducción de tasa
de interés es constitucional por la grave crisis económica que atraviesa el país y para proteger el interés
público ante dicha situación de emergencia.
Fallo Avico c/ De la Pesa (1934): a través de una ley se fija un tope a los intereses de las hipotecas de un 6%
anual para estimular la compra de propiedades para alquilar en lugar de invertir en hipotecas. El demandado no
aceptó porque había convenido con anterioridad el 9% de intereses y se basó en que los derechos emergentes de
un contrato ingresan al patrimonio como propiedad y las leyes nuevas deben respetar esos derechos adquiridos.
La corte dijo que la ley era válida porque la propiedad tiene un fin social: cuando hay
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
gravedad institucional o crisis se pueden aplicar leyes nuevas a derechos adquiridos en salvaguarda del
interés público. Con ambos fallos la Argentina ingresa al constitucionalismo social.
A partir de este fallo surge el poder de policía de emergencia. Requisitos para que exista emergencia: debe
tener un plazo determinado, un fin legítimo (beneficiar a toda la sociedad), la situación de emergencia debe
ser notoria y la ley que la establece debe ser razonable.
Etapa 2.-Intervención del Estado para proteger el orden público económico-social (Imposición de cargas
sociales y económicas):
- Imposición de cargas sociales (1934-1944):
Hasta ese momento la intervención era sólo ante relaciones privadas pero a partir de los fallos “Swift” y
“Anglo” el Estado interviene ante otros supuestos. En ambos casos la Corte expresó que era válida la ley de
control de comercio de carnes (en "CÍA. SWIFT DE LA PLATA Y OTRAS c/ GOB. DE LA NACIÓN"
esta ley autorizaba al PE a pedir informes sobre la contabilidad del frigorífico y en "FRIGORÍFICO
ANGLO S A c/ GOB. DE LA NACIÓN" se obligaba al frigorífico a clasificar el ganado antes de comprar o
vender y a notificárselo al Ministerio) porque no podía dejar dicha actividad al libre arbitrio de las leyes de
oferta y demanda.
-Imposición de cargas económicas (1944-1960):
En el caso "INCHAUSPE HNOS. c/ JUNTA NACIONAL DE CARNES" la Corte consideró que era
constitucional la ley que creaba la Junta Nacional de carnes y que imponía una contribución del 1,5% del
precio de venta del ganado (esa contribución sería para gastos generales y para crear una sociedad en donde
los ganaderos serían accionistas en forma compulsiva, quieran o no), limitando los derechos de trabajar y
ejercer toda industria licita, comerciar, a la propiedad privada y la asociación, basándose en la defensa de
interés económicos de la sociedad. La Corte estableció que no era un impuesto sino un aporte a la sociedad
como accionistas (es decir una carga económica).
Fallo Inchauspe (1944); en la década del 30, la industria ganadera estaba en crisis por los monopolios que
controlaban los precios. Se dictó la ley 11.747 que creó la Junta Nacional de Carnes. Esta junta asociaba en
forma compulsiva a los ganaderos a la Asociación Argentina de Productores de Carne y les exigía a cambio
el pago de un aporte para controlar dicha industria y combatir el monopolio creando instituciones para
abaratar el consumo interno y la exportación. Estos ganaderos serían accionistas de dichas instituciones y
tendrían beneficios.
La Corte aplicó el poder de policía en sentido amplio: se puede reglamentar el ejercicio de ciertas
industrias cuando esté en juego, además de la salud, moral y orden público - poder de policía restringido-
los intereses económicos de la colectividad. Si se atiende a un remoto interés privado (Inchauspe) se afecta
el interés público. Los derechos no son absolutos.
Etapa 3.- Intervención estatal por fomento de ciertas actividades:
En el caso «CINE CALLAO» el poder de policía amplió su objeto a la defensa y promoción de los intereses
económicos de la comunidad: ante la crisis laboral se exigió a las salas de cine que presentaran entre cada
película un espectáculo de teatro en vivo (para darle así trabajo a actores desocupados) para lo cual tendrían
que reacondicionar las salas (construir escenarios, camarines, etc.) y podrían cobrarle a los espectadores un
plus por dicha contratación.
La Corte consideró que estas obligaciones o cargas no eran inconstitucionales porque los gastos se
transferían al cobrar un plus en el valor de las entradas (para aquellos que quisieran ver el espectáculo) y
eran para beneficiar intereses económicos de la sociedad, por ende la medida era razonable.
Fallo Cine Callao (1960): poder de policía, derecho de propiedad y libertad de comerciar: como faltaban
salas de teatro, los actores sufrieron una grave crisis ocupacional. Por eso el Legislativo dictó una ley que
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
obligó a los dueños de los cines a que les den trabajo consistiendo en espectáculos en vivo antes de
proyectar la película.
La Dirección Nacional de Servicio de Empleo, intimó al cine Callao a cumplir con los "números vivos". El
cine no cumplió y le iniciaron un sumario administrativo que abarcaba una multa y la intimación a cumplir
bajo apercibimiento de ser clausurado el cine.
El cine apeló la decisión administrativa pero la Cámara confirmó dicha sentencia. Luego interpuso recurso
extraordinario impugnando la ley por violar los derechos de propiedad, de trabajar y de ejercer libremente
el comercio y la industria (arts. 14 y 17 CN).
La Corte confirmó la sentencia recurrida:
- El Poder Judicial no puede pronunciarse sobre el mérito o eficacia de los medios elegidos por el
legislador para alcanzar los fines propuestos, sólo debe verificar que los derechos afectados no sean
desnaturalizados por la ley y que ésta guarde cierta proporcionalidad con los fines a alcanzar. La Corte
verifica que en este caso se cumplen estos requisitos y consagra la constitucionalidad de la norma.
La Corte abandona el concepto de poder de policía restringido por el amplio.
Poder de policía en sentido restringido: potestad constitucional del gobierno paira establecer limitaciones a
la libertad individual por razones de moralidad, salubridad y seguridad.
Poder de policía en sentido amplio: Los derechos individuales padrón ser restringidos no sólo por motivos
de seguridad, salubridad y moralidad sino también para salvaguardar los intereses económicos de la
comunidad y por razones de orden público (hoy art. 75 inc. 18 CN). El Poder de Policía puede dictar leyes
con la finalidad de evitar los daños económicos y sociales que genera la desocupación.
Etapa 4.-Intervención estatal por razones de emergencia económica nacional (el Estado puede ejercer poder
de policía por decreto ante emergencias) 1993:
Se dictan normas para recomponer la situación de emergencia o peligro colectivo causadas por graves
circunstancias económicas o sociales.
-En el caso «PERALTA» la Corte expresó que era constitucional un decreto sobre depósitos bancarios
porque el país se encontraba ante una emergencia económica.
El Estado también puede intervenir por razones de solidaridad social (desde la reforma de la CN en 1994 en
adelante) o a causa de desastres naturales (causados por inundaciones, terremotos, sequías, etc., dándole
beneficios a los perjudicados y dictando leyes de emergencia agropecuaria, leyes que declaren zona de
desastre a lugares afectados; otorgando más plazo a los afectados para cubrir sus cheques o pagar;
consiguiendo créditos internacionales o renegociando los ya existentes, facilidades para reconstrucción, etc.).
Fallo Peralta (1990): el Poder Ejecutivo dictó un decreto de necesidad y urgencia (para enfrentar una
situación de emergencia económica) que ordenaba que la devolución de los depósitos de más de 1000$ se
haría en bonos. Peralta, que tenía un plazo fijo, vio afectado su derecho de propiedad con la sanción del
decreto, por eso interpuso acción de amparo contra el Estado Nacional y Banco Central, pidió la
declaración de inconstitucionalidad del decreto y el pago de su plazo fijo.
Juez de 1ra. instancia rechazó la acción. Peralta apeló y la Cámara hizo lugar al amparo. Se interpuso
recurso extraordinario federal.
La Corte, interpretando dinámicamente a la Constitución, manifestó que esa clase de decretos eran válidos
siempre que:
- exista una situación de emergencia que afecte al orden económico social y a la subsistencia de la
organización jurídica y política.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
- las soluciones no sean rápidas y eficaces adoptadas por el Congreso (que no exista otro medio más idóneo).
El decreto se dictó para afrontar una grave situación de emergencia económica que afectaba al país. No
priva a las particulares de su propiedad, sólo limita temporalmente la devolución de los depósitos
justificada por dicha crisis. No viola el principio de igualdad porque los perjudicados no fueron elegidos
arbitrariamente sino con motivos (se necesitaba esa clase de depósitos porque indica que esa gente no
necesitaba el dinero con urgencia).
Si se hubiera hecho a través del Congreso no tendría la eficacia y rapidez necesaria. La medida es
razonable con la finalidad.
Año 2001.- Segundo corralito, crisis económica misma situación que en los’90.
Fallo Smith.
Un ahorrista promovió acción de amparo tendiente a que se declare inconstitucional el decreto de necesidad
y urgencia 1570/01, en cuanto restringe la disponibilidad de los depósitos bancarios mediante la prohibición
de extraer más de $250 ó U$d 250 semanales por titular de cuenta en cada banco. Asimismo, pidió como
medida cautelar que se le devolvieran las sumas depositadas en plazo fijo una vez operado el vencimiento. El
banco depositario interpuso recurso de apelación por salto de instancia en los términos del art. 195 bis del
Cód. Procesal. La Corte Suprema declaró la inconstitucionalidad de las normas impugnadas.
La restricción que impone el Estado al ejercicio normal de los derechos patrimoniales debe ser razonable,
limitada en el tiempo, un remedio y no una mutación en la sustancia o esencia del derecho adquirido por
sentencia o contrato, y está sometida al control jurisdiccional de constitucionalidad, toda vez que la
emergencia, a diferencia del estado de sitio, no suspende las garantías constitucionales.
3.- Ámbito nacional y local de la policía. Doctrinas y jurisprudencia.
Dado que tenemos un sistema Federal de gobierno, concurren sobre el mismo territorio 2 potestades distintas:
la del Estado Federal y la del Estado Local. Además la municipalidad puede tener facultades policiales.
¿Cómo se reparte la competencia? El Art.121 CN dice: “Las Provincias conservan todo el poder no delegado
al gobierno Federal y el que expresamente se hayan reservado merced a pactos especiales”.
Las Provincias se han reservado los poderes inherentes a su gobierno y administración. Por tanto, el
gobierno Federal ejerce su autoridad en virtud de las funciones expresamente delegadas por las provincias.
Por tanto coexisten: normas netamente provinciales; normas netamente federales; y normas concurrentes.
Más allá de la competencia específica, la CSJN dijo que los poderes de policía pueden cooperar entre sí,
siempre que haya convenciones (muchas veces, por la bastedad del territorio, la policía Federal necesita del
auxilio de la policía Provincial).
Fallo BODEGAS GIOL: La Prov. de Mendoza delegó a la Nación el control de las bodegas. La policía Prov.
clausuró las bodegas. La CSJN dijo que los poderes de policía pueden cooperar entre sí, siempre que haya
convenciones.
Fallo BACHETA: Un inspector Municipal clausura la casa de comidas Bacheta. Bacheta dice que el control
bromatológico le corresponde a la Provincia (por delegación Nacional). La CSJN dijo que la Municipalidad
está facultada para hacer el control bromatológico porque es una facultad concurrente entre la Prov. y el
Municipio.
Policía en los municipios. Ámbito y materias que comprende.
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Catalina Quiñónez
Cada Provincia otorga mayor o menor competencia a sus Municipios en materia de policía. Se exterioriza
por medio de “Ordenanzas”.
Generalmente la policía municipal controla algunos aspectos de la moralidad pública y costumbres (las salas
de baile), de la salubridad pública (bromatología), edificación, verificación y contraste de pesas y medidas, y
transporte dentro del ejido urbano.
El Estado tiene como objeto fundamental el bien común (el orden, la seguridad, la paz social). Para esto
actúa en ejercicio de su función de policía, por medio del legislador que limita los intereses opuestos de los
particulares, haciéndolos coincidir con los superiores de la colectividad. Trata de garantizar la libertad
individual y al mismo tiempo imponer una serie de limitaciones indispensables para asegurar el bien común.
Corresponde a la Administración (policía administrativa) la satisfacción del interés general (preservar el orden, la
paz social, la salubridad) contra cualquier atentado que pueda ejercer la acción antijurídica del particular.
El órgano Legislativo establece la forma y el modo como deberá intervenirse, y el órgano Administrativo (o
el órgano Judicial en su caso) deberá ejecutar las situaciones creadas por las leyes. No hay distintas clases de
actividad policial, sino una misma función de policía que se expresa en forma distinta según el momento de
ejecución.
Limitaciones.
El Poder de Policía se manifiesta como limitación de los derechos individuales a los efectos de hacer posible
la convivencia social, pero esa limitación no puede llegar a la destrucción de los derechos individuales
reconocidos por la CN. El fin de la regulación es la subordinación razonable del interés privado al público en
caso de colisión.
Los límites al Poder de Policía surgen en el Fallo INCHAUSPE (1944): la CSJN dijo que la limitación es
razonable cuando:
1) Cuando hay una búsqueda del Bien Común.
2) Cuando haya circunstancias que justifiquen esa limitación a los derechos.
3) Cuando haya una adecuación entre el fin que busca el legislador y el medio (la limitación) que
propone para alcanzarlo.
4) Cuando haya ausencia de inequidad manifiesta (que la limitación no sea irrazonable).
Fines.
Ya no se limitan a la seguridad, salubridad y moralidad públicas. Actualmente aparecen también como bienes
jurídicos protegidos: la tranquilidad pública (ej. prohibición de hacer ruidos molestos); confianza pública (ej.
prohibición de usar títulos engañosos); economía pública (ej. regulación de monopolios); estética pública (ej.
prohibición de edificar a determinada altura); decoro público, en cuanto protección de las buenas costumbres.
Los fundamentos, en nuestro orden jurídico, sobre la actividad limitadora de la policía frente a los derechos
de los individuos se sustentan en los Art.14, 19, y 28 de la CN en los que se establece que los derechos
consagrados en nuestra CN no son absolutos; por tanto pueden reglamentarse, pero esa limitación no puede
alterar la esencia de los derechos reconocidos.
Garantías constitucionales. La limitación siempre y sin excepción, debe provenir de la ley (Art.19 CN
Principio de Legalidad). Las libertades y derechos reconocidos a los individuos sólo pueden ser limitados
por una norma proveniente del órgano Legislativo (de su zona de reserva).
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
El ámbito privado inviolable.
El legislador sólo puede limitar los derechos por medio de ley (Art.19 CN Principio de Legalidad). Y no
puede entrometerse en el ámbito de las acciones privadas de los hombres (que no ofendan el orden, la moral
pública, ni perjudiquen a 3ros). Es un ámbito de intimidad total y absoluto, excluido de la autoridad de los
magistrados (Art.19 CN Principio de Reserva).
Auxilio de la fuerza pública.
La policía de Seguridad aparece como colaboradora de la justicia. Esta policía utiliza medios coactivos para:
1) mantener el orden público, 2) defender los derechos individuales, y 3) perseguir delincuentes.
Recursos jurídicos contra los actos de policía.
Cuando los actos de policía sean arbitrarios tenemos: Recurso de Amparo en la CN, Habeas corpus, o
Amparo en la Provincia (art. 17 Constitución provincial y ley provincial n° 10.456).
Art. 17, Constitución de la Prov. de Santa Fe: Un recurso jurisdiccional de amparo, de trámite sumario,
puede deducirse contra cualquier decisión, acto u omisión de una autoridad administrativa provincial,
municipal o comunal, o de entidades o personas privadas en ejercicio de funciones públicas, que amenazare,
restringiere o impidiere, de manera manifiestamente ilegítima, el ejercicio de un derecho de libertad
directamente reconocido a las personas en la Constitución de la Nación o de la Provincia, siempre que no
pudieren utilizarse los remedios ordinarios sin daño grave e irreparable y no existieren recursos específicos
de análoga naturaleza acordados por leyes o reglamentos.
Art. 1, ley 10.456: La Acción jurisdiccional de Amparo establecida por el ARTICULO 17 de la Constitución
Provincial, procederá en los casos y con las condiciones en él previstas, de conformidad con el juicio de
trámite sumario que se establece en la presente Ley.
Art. 2, ley 10.456: Será procedente la acción de amparo, siempre que no puedan utilizarse otras vías
judiciales o administrativas, eficaces para idéntico fin. Podrá articularse por toda persona física o jurídica
perjudicada, por sí o por apoderado. Deberá interponerse dentro de los quince días hábiles a partir de la fecha
en que el afectado tuvo conocimiento fehaciente de la lesión, vencido el cual, caducará la acción.
Art. 3, ley 10.456: El Juez del amparo debe pronunciar de oficio o a petición de parte la inconstitucionalidad
de las normas y actos que padezcan de tal vicio.
Art. 4, ley 10.456: Será competente el Juez de Primera Instancia de distrito del lugar en que el acto lesivo,
tenga, pueda, o deba, tener efecto, a opción del actor. Se observarán en lo pertinente las normas de
competencia, salvo imposibilidad o urgencia, en cuyos casos el Juez requerido conocerá de la demanda.
Cuando un mismo acto lesivo afecte a varias personas, entenderá en todos los casos el juzgado en que
radique el expediente más antiguo, disponiéndose la acumulación de los autos.
5.- Policía preventiva, informativa y represiva.
Policía preventiva: es la actividad que realiza el Estado para evitar que los particulares violen las
normas jurídicas y perturben el orden social.
Policía informativa: es la actividad que realiza el Estado con el fin de instruirse antes de decidir las
medidas policiales de prevención.
Policía represiva: es la actividad que realiza el Estado, cuando se comete una falta o delito, para dar
con los autores.
Policía y estado de necesidad.
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En caso de Estado de Necesidad, pueden dejarse de lado las Garantías de Prevención (directamente hay
coacción). Cuando hay un peligro manifiesto, y la demora en la intervención puede producir perjuicios
graves e irreparables, se presenta el acto coactivo sin previa notificación.
Por ejemplo: cuando se sacrifican bienes de menor valor para salvar bienes de mayor valor en beneficio de la
comunidad (destrucción de un inmueble para salvar la vida de personas; destrucción de bienes para desviar
las aguas desbordadas de un río que amenaza a un pueblo).
Medios de policía. Generalidades. Medios jurídicos y materiales.
Hay 2 clases de medios:
A) Medios Jurídicos:
Reglamentos de policía: los reglamentos de policía los dicta el órgano Ejecutivo (reglamentos de
Ejecución; reglamentos Delegados; y reglamentos Autónomos –en casos excepcionales) pero tienen
como base una ley del órgano Legislativo.
La Autorización de policía: es un permiso que otorga la policía. Ej.: autorización para conducir
automóviles (en este caso la policía de Tránsito).
La Orden de policía: es una declaración de voluntad de un órgano Administrativo que implica una
restricción a la libertad individual. Sólo puede ser dictada si tiene como base a una norma legal que
la autorice. Ej.: la orden de clausurar un establecimiento que no está debidamente autorizado.
Las medidas de fuerza sólo se pueden aplicar si tienen una base legal (una norma que autorice el empleo de
la coacción).
Las normas que contemplaban y reprimían estas faltas se denominaban ‘edictos’. Eran aplicados, juzgados y
sentenciados por la Policía; la apelación era ante el Jefe de Policía. En el fallo Mouviel se sostuvo que este
régimen era inconstitucional por considerar que violaba el principio “nulla poena sine lege” (no hay pena sin
ley previa). La CSJN dijo que es inconstitucional la delegación legislativa a favor de la policía para que cree
edictos por contravenciones. El órgano Legislativo debe establecer a través de leyes, los presupuestos
necesarios para que se configure una falta y su sanción. No puede delegarse esta facultad en el órgano
Ejecutivo, porque son facultades indelegables. Los edictos policiales se dejaron de aplicar.
Elementos.
Para que exista contravención tiene que haber:
Antijurídica: es prohibido;
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Catalina Quiñónez
Culpable: en materia de contravención, el dolo y la culpa se presumen iuris tantum.
Ámbito.
La Nación y las Provincias tienen un Ámbito en el que ejercen su policía. Las Provincias no pueden
establecer contravenciones en las materias delegadas a la Nación.
Contravención y delito.
En nuestra doctrina, si bien hubo quienes negaron la distinción cualitativa entre delitos y contravenciones y
otros que la sostuvieron lo cierto es que, por lo general, se ha admitido siempre la posibilidad de que la
Administración aplique las llamadas penas contravencionales, aun cuando sin plantearse a fondo el problema
de la despenalización, aspecto este que, en nuestra organización constitucional, adquiere un singular relieve
en mérito a la potestad de las Provincias para legislar en materia contravencional.
Ahora bien, es evidente que el derecho penal administrativo no configura una disciplina autónoma.
La consecuencia de todo ello es que si las contravenciones o faltas poseen naturaleza penal, su diferencia con los
delitos constituye, en principio, una cuestión de grado y, por tanto, cuantitativa, siendo aplicables en materia
contravencional y en los llamados delitos administrativos, las reglas y principios que prescribe el Código penal,
máxime cuando para estos últimos existe una disposición expresa del ordenamiento que así lo estatuye.
Mientras el juzgamiento de los delitos queda reservado a órganos del poder judicial que actúan conforme a
las reglas del proceso penal —entre las que figuran las relativas a la cosa juzgada de la sentencia que dicta el
juez— en el caso de las faltas o contravenciones (que algunos denominan delitos administrativos) el órgano
administrativo que las aplique no se encuentra ceñido por la citada regla y siempre conserva la potestad
revocatoria a favor del particular, que es propia de los actos administrativos. En tal sentido, el órgano
administrativo posee competencia, aun después de impuesta una sanción, para reducirla o dejarla sin efecto,
ya fuera de oficio o al resolver el recurso administrativo (v.gr. de reconsideración o jerárquico) que
interponga el sujeto sancionado. Por esa causa, aun de configurarse un ilícito de naturaleza penal, en el
juzgamiento de la contravención se aplican principios y normas del Derecho Administrativo.
Esta característica justifica un tratamiento separado para la materia penal administrativa, aun cuando la
disciplina no goza de autonomía.
Código de faltas.
(Santa Fe) ARTÍCULO 5.- Elemento subjetivo. El obrar culposo es suficiente para que se considere punible
la falta.
ARTICULO 8.- Exclusión del menor de dieciocho años. Las disposiciones de este Código son aplicables a
las infracciones cometidas por personas mayores de dieciocho años.
ARTÍCULO 9.- Perdón judicial. El Juez podrá perdonar la falta en los supuestos siguientes: a) Cuando el
imputado fuere primario y por circunstancias especiales resulte evidente la levedad del hecho y lo excusable
de los motivos determinantes. b) Cuando el particular ofendido pusiere de manifiesto su voluntad de
perdonar al infractor.
ARTÍCULO 10.- Error de derecho excusable. El error de derecho excusable excluye la culpabilidad.
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Mariana del Pazo
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ARTICULO 11.- Eximente de responsabilidad. No se penará al contraventor cuando haya sido provocado
por ofensas o injurias dirigidas contra él, su cónyuge, ascendientes, descendientes y hermanos, estando
presentes, siempre que la gravedad de las mismas haga explicable la reacción.
ARTÍCULO 14.- Enumeración. Las penas que este Código establece son: multa, arresto, decomiso, clausura,
inhabilitación, prohibición de concurrencia y suspensión del servicio telefónico.
El Código de Santa Fe tiene 9 títulos, y prevé distintas faltas:
Mientras existe un tipo de sanción que tiene por objeto la retribución del daño o perjuicio que se causa al
Estado, de naturaleza eminentemente patrimonial, al lado de ésta (llamada también civil) la Administración
pone en marcha mecanismos represivos y preventivos que tienden a sancionar tanto el incumplimiento del
deber de los particulares de contribuir o colaborar con la Administración —deber que imponen las leyes por
razones concernientes al bien común o interés general— como las infracciones al orden público, cuya
protección la ley confiere primariamente a la Administración.
Estas últimas constituyen sanciones penales administrativas, por su evidente sustancia punitiva y la
circunstancia de regirse parcialmente por las normas y principios del Derecho Administrativo.
La Sanción debe ser creada por ley; el órgano Ejecutivo carece de competencia para crearla. Pero existen
algunas sanciones que pueden ser establecidas por el órgano Administrativo. Ej.: el retiro del permiso de
conducir.
La Sanción Administrativa no hace cosa juzgada; el interesado puede recurrir a la Sede Judicial. El
cumplimiento de la Sanción de Policía se realiza por una compulsión psicológica, y por una coacción
material de la Administración.
Pena ejecutiva y pena de policía. Concepto, clasificación y enumeración de las penas de policía.
La pena es considerada como una sanción impuesta a una persona por una conducta contraria a la policía.
Presenta dos formas diferentes según su fin: Pena Ejecutiva y Pena de Policía. Se diferencian por la manera
en que es dirigida la amenaza del mal.
1) Pena Ejecutiva: cuando la amenaza de pena está dirigida para el caso individual.
2) Pena de Policía: cuando la amenaza de pena está dirigida de una manera general.
Clasificación y enumeración de las penas de policía.
1) Arresto.
2) Multa (contra la decisión administrativa existe recurso judicial pero la ley puede imponer el pago previo
de la multa como requisito para apelar –solve et repete-).
3) Decomiso (es la destrucción o pérdida del instrumento utilizado para realizar la infracción o lo que se ha
obtenido como fruto de la misma).
4) Inhabilitación (es el retiro de una autorización otorgada por la administración).
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Catalina Quiñónez
5) Clausura (es la cesación de una determinada actividad comercial o
industrial). Extinción de la acción y de la pena contravencional.
La Acción se extingue por: 1) muerte del imputado; 2) condonación; 3) pago voluntario; 4) prescripción.
La Pena contravencional se extingue por: 1) muerte del condenado; 2) condonación; 3) prescripción.
Aplicación condicional.
Cuando se deja en suspenso el cumplimiento de la pena, por un lapso de tiempo determinado, de tal manera
que si el condenado no reincide en otra infracción, la condena se tiene por no pronunciada.
8.- Clasificación de la policía. Consideraciones generales y examen de las mismas según los distintos
aspectos tomados para su clasificación.
La clasificación de la Policía es una clasificación de los ámbitos en donde el Estado desarrolla el poder de
policía. Los distintos ámbitos de policía no siempre implican agentes diferentes (en muchos casos los
mismos agentes se desempeñan en 2 o más ámbitos).
Antiguamente (criterio restringido) la policía se clasificaba en:
1) Policía de Seguridad: tutelaba la paz y los derechos fundamentales.
2) Policía de Salubridad: tutelaba la higiene y la sanidad.
3) Policía de Moralidad: tutelaba las costumbres.
Actualmente el Estado es más intervencionista, por tanto el criterio se amplía. Algunos autores clasifican las
funciones de policía en 2 actividades:
1) Policía de las relaciones sociales: busca que la convivencia del hombre sea mejor.
Policía de Seguridad.
Policía de Reunión.
Policía de Costumbres.
Policía de Cultos.
2) Policía de las actividades económicas: controla las actividades económicas:
Policía de servicios públicos privatizados: los regula a través del Ente que le corresponde a cada
servicio.
Marienhoff expone las clasificaciones siguientes que responden a diferentes criterios:
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Catalina Quiñónez
1. Por razón de los fines, puede ser judicial, administrativa y de gestión (esta última se la vincula a los
servicios públicos).
2. Por razón de la materia. En este orden de ideas, se la relaciona con el objeto de la misma (vgr.,
seguridad, moralidad y salubridad públicas: policía agraria, industrial, etc.).
3. Por razón de la jurisdicción, puede ser nacional, provincial o municipal.
4. Por las formas o medios de actividad, puede ser preventiva y represiva.
Según él, no todas esas clasificaciones tienen verdadera ni igual importancia. Estima que sólo la tienen las
que clasifican la policía atendiendo a la "jurisdicción" y a las "formas o medios de actividad": ambas tienen
importancia en nuestro país.
La clasificación basada en razones de jurisdicción tiene verdadera trascendencia en nuestro país, como
consecuencia de nuestro sistema político-jurídico de gobierno. El poder de policía, de acuerdo con los
principios de nuestra Constitución Nacional, está distribuido entre la Nación y las provincias, quienes en
unos casos lo ejercen en forma exclusiva y excluyente y en otros en forma concurrente.
Además, en el orden municipal las provincias les atribuyen a las municipalidades la competencia necesaria
para estatuir sobre diversas expresiones del poder de policía. Lo mismo ocurre con la Nación respecto al
municipio de la Capital Federal, a cuyo respecto el Congreso, obrando como Legislatura local, le ha
atribuido competencia en determinados asuntos de "policía" a la Municipalidad de la Ciudad de Buenos
Aires. De ahí que la clasificación de la policía por razones de jurisdicción, en nacional, provincial o
municipal, tenga obvio interés práctico entre nosotros.
En atención a las formas o medios de actividad, la policía puede ser preventiva y represiva. Es preventiva
cuando no maneja sino la amenaza de la coacción, y represiva cuando la actualiza. La policía preventiva
tiene lugar "a priori"; la represiva "a posteriori".
9.- Policía de seguridad.
La Policía de Seguridad es aquella que tiene por fin proteger a todos los ciudadanos y mantener la seguridad
del país. En nuestro país (por el federalismo) tiene una doble jurisdicción: Federal (para Capital Federal y los
ámbitos nacionales); y Provincial.
Organización y función.
En el orden nacional:
a) Gendarmería Nacional: fuerza de seguridad militarizada que vigila y protege fronteras y aduanas. Se
ocupa del contrabando, migraciones ilegales, infracciones sanitarias.
b) Prefectura Naval: fuerza de seguridad militarizada que vigila y controla mares, ríos, canales, y
puertos. Se ocupa de los delitos que se cometan en su jurisdicción.
c) Policía Federal: fuerza de seguridad que vigila y controla la Capital Federal y los ámbitos nacionales.
En el orden provincial: cada provincia tiene organizada sus propias fuerzas policiales en sus respectivos
ámbitos territoriales con el fin de mantener la tranquilidad y el orden público.
Orden público y orden jurídico.
La policía de Seguridad pertenece al ámbito del órgano Ejecutivo (encargada del orden público) pero auxilia
al órgano Judicial.
Prevención y represión.
Prevención: es la realización de ciertas obras y medidas con el fin de evitar que los particulares
lleven a cabo conductas que perturben el orden social. La prevención se manifiesta mediante actos
de atención y notificación personal, haciendo conocer la conducta prohibida o custodiada.
Represión: es la ejecución material y directa de un acto policial mediante la coacción.
Servicios especiales de la policía de seguridad: individualización de las personas.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
La Policía de Seguridad lleva a cabo algunos servicios especiales:
Individualización de las personas: es el conocimiento de datos de cada persona con el fin de poder
individualizarlas cuando fuere necesario (huellas digitales, fotografía).
Registro Nacional de las Personas: es un registro en el que se inscribe todo lo relacionado a las
personas (actas de nacimientos, nacionalidad, DNI) con el fin de individualizarlos. Está a cargo de la
policía Federal.
Registro de Antecedentes: es un registro en el que se inscriben los antecedentes penales. Está a cargo
de la policía Provincial.
La Policía de Reunión es aquella que tiene por fin regular las reuniones en lugares públicos, sin alterar el
derecho constitucional de reunión, con el fin de conservar el orden, la tranquilidad y la seguridad. La policía
no controla las ideas.
Sólo la reunión pública está sometida al control policial. La reunión privada está completamente excluida del
control policial. Sólo pueden ser controladas en supuestos de actividades delictivas o peligrosas.
Las reuniones públicas se encuentran limitadas por las normas Administrativas, por tanto deben
cumplimentar ciertos requisitos:
a. Se debe pedir autorización con plazo previo;
b. La reunión debe estar autorizada;
c. Se deben designar agentes que desvíen el tránsito y otros que custodien la reunión;
d. En caso de marchas o procesiones, deben circular en el sentido de las calles.
La policía puede, mediante resolución fundada, denegar el permiso, declarar inadecuado el lugar, proponer
otro lugar, y hasta prohibir la reunión.
La Policía Social es aquella que tiene por fin vigilar, fiscalizar e inspeccionar ciertas asociaciones con el fin
de proteger los derechos colectivos. Ej. El control de las cajas de jubilaciones.
La CN consagra el derecho de todos los habitantes para asociarse con fines útiles. Surgen así asociaciones
mutuales, culturales, profesionales, etc.
La policía Social sólo vigila y fiscaliza con el fin de comprobar las irregularidades que pueden afectar el
orden público; pero no interviene. La intervención le corresponde al órgano Judicial.
Policía sanitaria.
La Policía Sanitaria es aquella que tiene por fin custodiar la vida y la salud de las personas extendiéndose a
la vida animal y vegetal.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
En materia de control sanitario hay concurrencia de competencia entre la policía Nacional, Provincial, y
Municipal.
Se clasifica en:
Policía sanitaria humana: tiene por objeto preservar la vida de los individuos. Promueve la lucha
contra pestes y calamidades que acechan la vida de las personas.
Policía sanitaria animal: tiene por objeto preservar la vida de ciertos animales.
Policía sanitaria vegetal: tiene por objeto preservar la vida ciertas plantas, especialmente de la
agricultura.
El problema sanitario surgió ante graves calamidades. Con el fin de combatir plagas y pestes surgió la
problemática de la higiene colectiva. Luego, por cuestiones preventivas, la inicial actividad policial se
desplaza hacia la medicina, la farmacopea, las profesiones, los lugares de curaciones, etc.
Higiene alimenticia.
La Policía Sanitaria Animal es aquella que tiene por objeto la defensa de los animales contra las
enfermedades contagiosas que pudieren afectarlos. Se los preserva porque son productos de la economía
nacional e internacional (sirven a para la alimentación y comercialización).
La autoridad nacional se encuentra facultada para prohibir el transporte animales infectados, imponer
aislamientos, decretar secuestro, sacrificarlos, etc. Asimismo tienen facultad para hacer inspecciones en los
mercados de carnes, y en los lugares donde se elaboran productos.
Policía vegetal.
La Policía Sanitaria Vegetal es aquella que tiene por objeto la defensa de las plantas contra plagas (de
animales o vegetales), cuando constituyan peste por su carácter extensivo, invasor y destructor.
La autoridad nacional está facultada para disponer la prohibición del tráfico de cualquier clase de semilla o
abono que puedan desarrollar plagas dañosas, pudiendo hasta disponer la destrucción parcial o total de
sembrados o plantaciones.
11.- policía de la mendicidad y la vagancia.
La Policía de la Mendicidad y la Vagancia es aquella que tiene por fin sancionar las actividades de vagancia
y mendicidad. En el siglo 19, la mendicidad y la vagancia estaban mal vistas; por eso se las reguló como
faltas en los Códigos de Falta Provinciales. Su control le corresponde a la Policía de Seguridad y se
fundamenta en el orden público.
Actualmente se discute si la mendicidad y la vagancia son “acciones privadas de los hombres” (y por tanto
protegidas por el Art.19 de la CN), o si son acciones públicas (y por tanto se pueden seguir penando).
Policía de costumbres. Aspecto constitucional.
La Policía de las Costumbres es aquella que tiene por fin preservar los valores culturales contenidos en la
moral y costumbre pública.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Los Códigos de Faltas Provinciales sancionan la incitación pública obscena, el exhibicionismo escandaloso,
la prostitución, la embriaguez, los juegos de azar en lugares públicos (no en el ámbito privado), y la
realización de ciertos espectáculos públicos.
Todas estas manifestaciones son reprochables policialmente cuando se proyectan en forma exterior y pública.
Sólo se pueden sancionar las conductas públicas (no las privadas) que atenten contra las costumbres sociales.
Las costumbres forman parte de la conciencia social en un momento determinado; actualmente se discute si
son “acciones privadas de los hombres” (y por tanto protegidas por el Art.19 de la CN), o si son acciones
públicas (y por tanto se pueden seguir penando).
Policía de las profesiones. Jurisdicción.
La Policía de las Profesiones es aquella que tiene por fin otorgar las matriculas a los profesionales y
sancionarlos cuando incurran en alguna falta (apercibimiento, suspensión, expulsión). Esta función de
policía fue delegada por el Estado a los Colegios Profesionales.
Se discute la naturaleza jurídica de los actos sancionatorios. Algunos dicen que son actos de naturaleza
Privada, dictados por entidades privadas. Otros dicen que son actos de naturaleza Pública (porque fueron
delegados por el Estado), dictados por entidades privadas.
Policía del transporte.
La Policía del Transporte es aquella que tiene por fin controlar la documentación, la carga, y el estado del
conductor (alcoholemia).
En esta materia hay una concurrencia de competencia entre la Nación, la Provincia, y el Municipio, sea que
el control se efectúe en una ruta Nacional, o Provincial, o dentro del ejido urbano.
Policía de comunicaciones.
La Policía de las Comunicaciones es aquella que tiene por fin organizar los servicios telefónicos, de
televisión y de radiodifusión, protegiendo la moralidad pública.
Policía de prensa: su aspecto constitucional, jurisprudencia.
La Policía de Prensa es aquella que tiene por fin asegurar que la información sea adecuada y veraz.
El Art.14 CN establece que: “todos los habitantes de la Nación gozan del derecho de publicar sus ideas por la
prensa sin censura previa”.
Se trata de un aspecto de la libertad de pensamiento que no puede ser restringido “antes de su publicación”;
la censura nunca puede ser preventiva.
Por otra parte el Art.43 CN dice: “no podrá afectarse el secreto de las fuentes de información periodística”.
La Policía de Prensa reprime los delitos que se pudieran cometer por intermedio de la prensa. El Art.42 CN
dice: “los consumidores y usuarios tienen derecho a una información adecuada y veraz”.
La CSJN adoptó la “Doctrina de la mal malicia (EEUU)”, que dice que cuando un periodista pública o
informa algo erróneo se debe probar que lo hizo con malicia.
Policía de la propiedad: inmobiliaria, intelectual, patente y marcas de fábrica, industrial.
El Art.14 de la CN declara el derecho de todos los habitantes a usar y disponer de su propiedad. El Art.17 de
la CN establece que la propiedad es inviolable y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella sino
en virtud de sentencia fundada en ley.
La CSJN dijo que: “El término “propiedad” comprende todos los intereses apreciables que un hombre pueda
poseer fuera de sí mismo, fuera de su vida y de su libertad”.
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Catalina Quiñónez
La Policía de la Propiedad Inmobiliaria la llevan a cabo los Registros Inmobiliarios. La adquisición
o transmisión de los derechos reales sobre inmuebles solamente se juzgará perfeccionada mediante
la inscripción de los títulos en los Registros Inmobiliarios de la jurisdicción que corresponda. La
inscripción registral corresponde a las Provincias.
La Policía de Patentes y Marcas de Fábrica la llevan a cabo los Registros de Patentes y Marcas.
Patente es un documento que se confiere a todo inventor de un objeto industrial a efectos de
garantizarle la propiedad exclusiva de su invento o descubrimiento, por el término que le acuerde la
ley. La policía corresponde a la Nación. Marca es un distintivo que establece la individualidad del
bien lanzado al mercado, y destruye el anonimato irresponsable.
La Policía Industrial la lleva a cabo las Provincias; y tienen por fin proteger la salud e integridad del
obrero y la comunidad, y controlar la producción de los bienes.
Marienhoff explica que las ceremonias "cultuales" (práctica o profesión del "culto") no están exentas de
control policial. Ello es así tanto en lo que respecta al culto católico apostólico romano, como al de las
iglesias o credos de otras religiones.
El control policial puede hacerse efectivo en materia de seguridad, salubridad y moralidad públicas, pero con
esta salvedad: dicho control, con la amplitud conceptual mencionada, se extiende, sin duda alguna, a los
cultos no católicos, en tanto que respecto a este último el control policial se circunscribe a la "seguridad" y
"salubridad". Tal es el principio. El control de "moralidad" excluye al culto católico apostólico romano,
pues, siendo este culto "sostenido" por el Gobierno Federal (Constitución Nacional, artículo 2º), se presume
que sus prácticas son morales. No obstante, si en el ejercicio de dicha actividad cultual dentro de las iglesias
católicas se comprobase que los sacerdotes u oficiantes realizaron, o consintieron, actos o hechos ajenos o
extraños a la religión, o realizaron comportamientos o actos adversos a nuestro orden institucional, adversos
a los principios rectores del tradicional modo de vida de la comunidad argentina, todo lo cual trasuntaría una
"inmoralidad", entonces el poder de policía y la actividad de policía pueden y deben manifestarse incluso
sobre el aspecto "moralidad" aun tratándose del culto católico apostólico romano
A su vez, la intensidad del control policial de las ceremonias cultuales varía según que se refiera a
ceremonias efectuadas dentro o fuera del templo o iglesia. Pero esta distinción rige principalmente para las
ceremonias católicas, pues las correspondientes a otros credos, por principio, se efectúan dentro de sus
templos o iglesias. Dentro de las iglesias el control de la autoridad policial se limita a la seguridad,
salubridad y, eventualmente, moralidad públicas; lo restante, o sea la regulación de todo lo que se vincula a
las ceremonias religiosas, propiamente dichas, dentro de las iglesias, corresponde a la respectiva autoridad
religiosa. Fuera de las iglesias el control policial se extiende a la fiel observancia de los reglamentos
dictados por la Administración Pública respecto, por ejemplo, a "tranquilidad" pública (vg., toques o tañidos
de campanas), a disposiciones sobre "tránsito" (vgr., procesiones religiosas), etc.
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Catalina Quiñónez
La Policía de Cultos sólo puede intervenir en la manifestación exterior del culto, cuando esta afecte bienes
jurídicos como la paz, tranquilidad y orden público. No interviene para custodiar el contenido de la fe, sino la
manifestación exterior cuando perturbe el orden público.
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Catalina Quiñónez
BOLILLA XIII
1. Bienes del estado. Los bienes constitutivos del dominio estatal. Dominio público y dominio privado
del estado. Dominio estatal y Código Civil. Vigencia actual de la distinción entre dominio público y
privado.
Los bienes del Estado son los objetos de los que se valen los órganos Administrativos para cumplir sus fines.
El Estado posee bienes materiales (muebles e inmuebles), e inmateriales (derechos), que constituyen su
dominio, y estos bienes están sometidos a 2 regímenes diferentes (régimen del Dominio Público del Estado,
y régimen del Dominio Privado del Estado).
Ejes temáticos:
*sobre qué ejerce propiedad el estado? variedad de formas de ejercer la propiedad el estado.
*relación entre estado y sus ciudadanos cuando lo que está de por medio es la propiedad ¿qué le puede pedir el
estado al ciudadano en materia de propiedad privada? -art. 17 CN-.
Relacionado con BOLILLA XIV: injerencia que el estado puede tener en la propiedad de
otros. Formas de propiedad del estado.
Dominio Público: del e’ son propiedad del e’ / Privado: del e’, son propiedad del estado. / Pero son
formas distintas, porque el d’ público está concebido como bien del estado pero destinado al uso general de
los ciudadanos y el bien del dominio privado está destinado al uso específico.
En cuanto al “dominio” en sí mismo, hay que tener en cuenta al Derecho Civil + Ley de Medios con respecto
a los servicios de radio difusión (= espacios públicos susceptibles de apropiación privada, xej., ondas para
transmisión de TV pq’ ocupan espacio físico).
Caso “Bourdieu c/Municipalidad de la Capital Federal”, en que B reclamaba por una bóveda que le había
quitado la municipalidad, la CSJN define a la PROPIEDAD = "todos los intereses apreciables que un
hombre puede poseer fuera de sí mismo, fuera de su vida y de su libertad".
Código Civil y Comercial de la Nación:
ARTICULO 235.- Bienes pertenecientes al dominio público. Son bienes pertenecientes al dominio público,
excepto lo dispuesto por leyes especiales:
a) el mar territorial hasta la distancia que determinen los tratados internacionales y la legislación especial, sin
perjuicio del poder jurisdiccional sobre la zona contigua, la zona económica exclusiva y la plataforma
continental. Se entiende por mar territorial el agua, el lecho y el subsuelo;
b) las aguas interiores, bahías, golfos, ensenadas, puertos, ancladeros y las playas marítimas; se entiende por
playas marítimas la porción de tierra que las mareas bañan y desocupan durante las más altas y más bajas
mareas normales, y su continuación hasta la distancia que corresponda de conformidad con la legislación
especial de orden nacional o local aplicable en cada caso;
c) los ríos, estuarios, arroyos y demás aguas que corren por cauces naturales, los lagos y lagunas navegables,
los glaciares y el ambiente periglacial y toda otra agua que tenga o adquiera la aptitud de satisfacer usos de
interés general, comprendiéndose las aguas subterráneas, sin perjuicio del ejercicio regular del derecho del
propietario del fundo de extraer las aguas subterráneas en la medida de su interés y con sujeción a las
disposiciones locales. Se entiende por río el agua, las playas y el lecho por donde corre, delimitado por la
línea de ribera que fija el promedio de las máximas crecidas ordinarias. Por lago o laguna se entiende el
agua, sus playas y su lecho, respectivamente, delimitado de la misma manera que los ríos;
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
d) las islas formadas o que se formen en el mar territorial, la zona económica exclusiva, la plataforma
continental o en toda clase de ríos, estuarios, arroyos, o en los lagos o lagunas navegables, excepto las que
pertenecen a particulares;
f) las calles, plazas, caminos, canales, puentes y cualquier otra obra pública construida para utilidad o
comodidad común;
g) los documentos oficiales del Estado;
h) las ruinas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos.
ARTICULO 236.- Bienes del dominio privado del Estado. Pertenecen al Estado nacional, provincial o
municipal, sin perjuicio de lo dispuesto en leyes especiales:
a) los inmuebles que carecen de dueño;
b) las minas de oro, plata, cobre, piedras preciosas, sustancias fósiles y toda otra de interés similar, según lo
normado por el Código de Minería;
c) los lagos no navegables que carecen de dueño;
d) las cosas muebles de dueño desconocido que no sean abandonadas, excepto los tesoros;
e) los bienes adquiridos por el Estado nacional, provincial o municipal por cualquier título.
ARTICULO 237.- Determinación y caracteres de las cosas del Estado. Uso y goce. Los bienes públicos del
Estado son inenajenables, inembargables e imprescriptibles. Las personas tienen su uso y goce, sujeto a las
disposiciones generales y locales.
La Constitución Nacional, la legislación federal y el derecho público local determinan el carácter nacional,
provincial o municipal de los bienes enumerados en los dos artículos 235 y 236.
ARTICULO 238.- Bienes de los particulares. Los bienes que no son del Estado nacional, provincial, de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires o municipal, son bienes de los particulares sin distinción de las personas
que tengan derecho sobre ellos, salvo aquellas establecidas por leyes especiales.
BONI: Diferencias con el dominio privado particular:
El dominio público no se adquiere por prescripción (conceptualmente está para todos) – es inembargable –
tiene un fin teleológico (con relación a la misión que tiene fin público) – uso general, pero excepciones:
figura del dominio público en forma de ejercer la propiedad específica del estado y no de los privados.
Puede someterse a modalidad que no permita uso irrestricto por todos xej., alem cerrada p/el uso del TC y p/poder ingresar tenías
que pagar. Tb alguien puede obtener un beneficio privado por el uso del bien público
los corredores, o los que organizaron la carrera.
Instrumentos jurídicos para llegar a esto -tomar un bien del dominio público y gestionarlo de forma
más restrictiva-: Concesión (BVII) / Permiso Precario (esta bolilla). El Permiso Precario se diferencia de la
concesión pq’ hay mayor grado de discrecionalidad que en la concesión. En la concesión se rige por regla
generales de procedimiento de contratación (licitación – concurso de precios o contratación directa), hay
mínimo de discrecionalidad.
Préstamos de uso precario: la administración mientras a partir de mero acto administrativo no sometido a las
reglas de la concesión, sino simple acto de mera discrecionalidad otorga un espacio público p/que a partir de
ahí lo gestione un particular. ¿Por qué “precario”? porque en cualquier momento puede revocarse por
razones de mérito u oportunidad.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
En el contrato de concesión, la rj está perfeccionada y hay límites para destruir ese contrato. Xej., quioscos
de la peatonal, pero los del medio de la peatonal hicieron concesión.
El ciudadano puede pagar o no, pero si paga son cánones mínimos.
Normas legales: regla general en la materia: Derecho Civil – otras normas: Ley de medios, CN (en los
elementos del estado, el territorio no podría no ser del dominio público del estado).
2. Dominio Público. Concepto. Elementos del dominio público. Caracteres jurídicos. Clasificación de
los bienes del dominio público.
Es un conjunto de bienes de propiedad del Estado (Nac. Prov. o Munic.), afectados por ley al uso directo o
indirecto de la comunidad”.
Elementos. De la definición surgen 4 elementos:
1) Elemento subjetivo: para que haya Dominio Público, el titular del bien público tiene que ser una persona
jurídica pública estatal (Estado Nac. Prov. o Munic.).
2) Elemento objetivo: son los bienes materiales (muebles e inmuebles), e inmateriales (derechos) que integran el
Dominio Público. En principio cualquier bien es susceptible de estar sometido al Dominio Público.
3) Elemento teleológico: la finalidad de afectar un bien al Dominio Público es lograr el bien común mediante
el uso directo o indirecto de los habitantes. Uso directo: ej. el uso de los caminos; Uso indirecto: ej. el
edificio del E donde funciona un hospital.
4) Elemento normativo: el Dominio Público se crea por ley del Congreso de la Nación; no hay bienes
públicos por naturaleza.
El Congreso de la Nación es el único órgano competente para declarar cuáles son los bienes del Dominio
Público. Las Legislaturas Provinciales sólo pueden regular su uso.
Las Provincias han delegado la facultad de redactar el Cód. Civil y en consecuencia no conservan ningún
poder a este respecto. Si bien el Congreso es el único habilitado para declarar por ley si un bien es público, la
Administración puede disponer la afectación del bien al uso público mediante un acto Administrativo.
Caracteres.
Es inalienable: en realidad este principio no es absoluto ya que pueden ser expropiados o gravados (ej:
servidumbres), siempre que su fundamento sea contribuir con su afectación al uso público.
Es imprescriptible: ya que no puede prescribir el dominio de las cosas que no están en el comercio (como las
cosas de dominio público).
Es inembargable: el bien público no puede .ser hipotecado ni objeto de ejecución forzosa ya que, entre otras
cosas, el juez no puede cambiar el destino de esa cosa de uso común, porque eso le corresponde a la
Administración. Si un particular presta un servicio público con un bien y lo desafecta al extinguir el contrato
o al sustituirlo por otro bien, el bien desafectado puede ser embargado.
Está afectado al uso público.
CLASIFICACIÓN DE LOS BIENES DEL DOMINIO PÚBLICO. La doctrina clasifica los bienes del
Dominio Público según diversos criterios:
Según sus titulares: tenemos bienes del Dominio Público Nac., Prov., y Munic.
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Catalina Quiñónez
Según su origen: tenemos bienes del Dominio Público Naturales (aquellos en los que no interviene la mano
del hombre –ríos, playas, arroyos-), y Artificiales (aquellos creados por el hombre –plazas, puentes,
caminos, canales-).
Según su uso: tenemos bienes del Dominio Público Común (aquellos que usan todas las personas de manera
libre y gratuita –pasear por una plaza-), y Especial (aquellos que solamente pueden usar las personas que
obtuvieron un permiso. Es limitado y oneroso –el estacionamiento medido-).
LA RADIODIFUSIÓN COMO BIEN DEL DOMINIO PÚBLICO. El Espectro Radioeléctrico es un recurso
natural, de carácter limitado, que constituye un bien de dominio público, sobre el cual el Estado ejerce su
soberanía. Es asimismo, un medio intangible que puede utilizarse para la prestación de diversos servicios de
comunicaciones, de manera combinada o no con medios tangibles como cables, fibra óptica, entre otros. Está
compuesto por un conjunto de frecuencias que se agrupan en “bandas de frecuencias” y puede ser utilizado por los
titulares de una Licencia Única de Telecomunicaciones para la prestación de Servicios de comunicaciones
inalámbricas, radiodifusión sonora y televisión (Servicios de Radiodifusión (AM, FM, TV), Internet, Telefonía
Fija y Celular, brindados por un prestador o licenciatario); o por titulares de Autorizaciones para operar Sistemas
relacionados con seguridad, defensa, emergencias, transporte e investigación científica, así como aplicaciones
industriales y domésticas (Sistemas de Radionavegación Marítimas y Aeronáuticas, Sistemas de Seguridad
(Aeropuertos, Alarmas, Radiolocalización de vehículos, Monitoreo, etc.), diversos Sistemas y Servicios
Radioeléctricos tanto de uso civil como militar (Fuerzas de Seguridad, FF.AA., Policía, Bomberos, Defensa Civil,
Salud Pública, Radioaficionados, Radiotaxis, Radiomensajes, etc.)). Es uno de los elementos sobre los que se basa
el sector de la información y las comunicaciones para su desarrollo y, para todo ciudadano, se traduce en un medio
para acceder a la información.
Ley de medios:
*“Los medios de comunicación, en todas sus modalidades y regímenes de propiedad, tienen un cometido
indispensable como actores en el desarrollo de la sociedad de la información y se considera que son un
importante contribuyente a la libertad de expresión y la pluralidad de la información”.
*“La actividad realizada por los servicios de comunicación audiovisual se considera una actividad de interés
público, de carácter fundamental para el desarrollo sociocultural de la población por el que se exterioriza el
derecho humano inalienable de expresar, recibir, difundir e investigar informaciones, ideas y opiniones. La
explotación de los servicios de comunicación audiovisual podrá ser efectuada por prestadores de gestión
estatal, de gestión privada con fines de lucro y de gestión privada sin fines de lucro, los que deberán tener
capacidad de operar y tener acceso equitativo a todas las plataformas de transmisión disponibles”.
3. Dominio público y otras instituciones jurídicas: servicio público, obra pública, dominio eminente,
jurisdicción, instrumento público, expropiación.
DOMINIO PÚBLICO Y OBRA PÚBLICA: la Obra Pública, una vez que está terminada, es un bien del
Dominio Público. La Obra Pública es una especie dentro del género Dominio Público.
DOMINIO EMINENTE: es la facultad que tiene el E, con relación a los derechos de propiedad privada, para
ejercer el dominio sobre el territorio de la Nación, imponiendo los gravámenes necesarios para el
cumplimiento de sus fines, así como expropiaciones o prestaciones que sean necesarias.
DOMINIO PÚBLICO Y JURISDICCIÓN: las Provincias tienen un Dominio de todos los bienes que se
encuentran en su territorio, pero algunos de estos bienes pueden estar sujetos a la jurisdicción de la Nación
(la Nación reglamenta el uso). Ej. Ríos interprovinciales.
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DOMINIO PÚBLICO E INSTRUMENTO PÚBLICO: los instrumentos públicos pueden formar parte del
demonio público. Ej. un instrumento público de carácter histórico que forme parte de la colección de un
museo afectado al uso público. Pero el mismo instrumento público en manos de particulares constituye un
simple bien privado.
BONI: Dominio Público Natural (elementos de la naturaleza que se califican como de dominio público) es
distinto al Artificial (creaciones del hombre).
La calificación de dominio público es normativa y puede variar afectación. Si varía el criterio estatal algo
que es del dominio público puede dejar de serlo desafectación. Es por ley, salvo casos de excepción como
Aluvión y Avulsión modificaciones en la propiedad por hechos de la naturaleza, xej, Laguna Setúbal.
Otra excepción: acto de autoridad administrativa, xej., se decide hacer una nueva calle, podría ser que tenga
que expropiar y después calificar como de dominio público.--> ¿Cuáles autoridades administrativas pueden?
En el sistema federal hay 3 núcleos de autoridad: Nacional, Provincial y Municipal. C/uno en el ámbito de su
competencia puede dictar un acto de esta naturaleza.
El dominio público es de uso común: cuando lo usan todas las personas en forma directa y libre – de uso
especial: aquel que sólo pueden usar las personas que obtuvieron el permiso o concesión otorgado por un
acto administrativo al efecto.
AFECTAR un bien al dominio público es la acción mediante la cual un órgano estatal competente hace que
dicho bien sea destinado al uso público.
DESAFECTAR es sacar el bien de dominio público de su fin de uso público a través de un acto
administrativo (debe haber una calificación por ley de la Nación y una afectación por parte de la
Administración Nacional, Provincial, o Municipal).
En el dominio público natural, la afectación se da de pleno derecho, mientras que en el artificial es necesario
un acto de afectación.
Órgano competente: El órgano competente para determinar la condición jurídica de los bienes de Dominio
Público Natural es el Congreso Nacional por medio de una ley.
REQUISITOS. Para que la afectación resulte idónea a los efectos que el bien se incorpore al dominio
público, es necesario el asentimiento de la autoridad competente. Este asentimiento puede ser expreso,
cuando se realiza por medio de una ley o un acto administrativo, o tácito en el caso del hecho administrativo.
*La afectación del bien al uso público debe ser real y actual. La mera adquisición de un inmueble y la
declaración de que allí se realizará la obra que va a estar afectada al uso público, no implica afectación al uso
público;
*La afectación debe ser efectiva. El bien debe estar en situación de que los habitantes puedan usarlo
inmediatamente;
*Tratándose de bienes naturales, la afectación válida surge de la ley.
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*La prescripción: cuando el Estado posea la cosa privada por el término que fije la ley y realice actos
idóneos para prescribir (que la mantenga). La prescripción otorga titularidad. La institución de la
prescripción del CC es aplicable al derecho público.
*El uso inmemorial: es una forma de adquirir derechos por el paso del tiempo. Por uso inmemorial se
entiende la falta de ejercicio de la dominialidad durante un larguísimo tiempo, tanto que no quede memoria
de su iniciación. Su término es el correspondiente a 3 generaciones, estimadas en 100 años. El uso
inmemorial sólo otorga presunción iuris tantum de titularidad. La adquisición de la propiedad de la cosa por
prescripción o por uso inmemorial y su afectación al uso público se operan simultáneamente.
5. Protección del dominio público. Obligación de conservar el dominio público. Policía del dominio
público. Protección penal y civil del dominio público.
Formas de proteger el dominio público:
1) La vía administrativa: la Administración puede ejercer su poder de policía; no tiene que ir a la justicia;
2) La vía judicial: ante determinadas situaciones la Administración está obligada a usar la vía judicial
(cuando se cometa un delito penal contra el dominio público –daños a puentes, plazas, caminos-) (cuando un
particular perturbe el ejercicio de la posesión). Se protege la cosa para mantenerla o recuperarla; o para
lograr que quien usa la cosa indebidamente cese en esa acción.
POLICÍA DEL DOMINIO PÚBLICO. Sobre el dominio público se ejerce la “policía de orden público” que
dicta medidas con miras a la seguridad, tranquilidad, salubridad; y se ejerce la “policía de conservación” que
tiene por fin proteger la integridad material del dominio.
PROTECCIÓN PENAL Y CIVIL DEL DOMINIO PÚBLICO. Protección penal. El Código Penal establece
sanciones a los efectos de proteger el Dominio Público en su integridad material. La Administración debe
recurrir al órgano Judicial para que aplique las sanciones penales. La protección del dominio público está
asegurada a través de normas derecho penal. El CP considera delito al daño causado en archivos, registros,
bibliotecas, museos o en puentes, caminos, paseos u otros bienes de uso público; o en tumbas, signos
conmemorativos, monumentos, estatuas, cuadros u otros objetos de arte colocados en edificios o lugares
públicos (art. 184 inc. 5). También considera delito, reprimiéndolo con prisión, el impedimento o
entorpecimiento al normal funcionamiento de los transportes o los servicios públicos de comunicación, de
provisión de agua, de electricidad o sustancias energéticas (art. 194). En estos supuestos la Administración
debe recurrir al órgano Judicial para que aplique las sanciones del CP. Protección civil. Son aplicables los
medios generales de policía; además para proteger el Dominio Público la Administración puede invocar
Acciones Petitorias (defienden el derecho a poseer) y Acciones Posesorias (defienden el hecho de la
posesión); en este supuesto la Administración debe recurrir a la vía Judicial.
Respecto de las Acciones Petitorias, la doctrina dice que “el Estado no puede iniciar la Acción
Reivindicatoria porque nunca pierde la posesión de los bienes de Dominio Público (lo que está fuera del
comercio no es susceptible de posesión)”. Pero puede iniciar la Acción Negatoria: cuando un particular
perturba el ejercicio de la posesión que tiene el Estado sobre un bien de Dominio Público.
6. Extinción del dominio público. La desafectación formal y por hechos. Órgano competente para
desafectar los bienes públicos naturales y artificiales. La desafectación por uso inmemorial.
La extinción del Dominio Público se produce por la desafectación, que consiste en una declaración de
voluntad de un órgano del Estado que hace salir un bien del Dominio Público del Estado para ingresarlo en
el Dominio Privado. Puede concretarse en un acto Administrativo o en un acto Legislativo.
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Catalina Quiñónez
LA DESAFECTACIÓN FORMAL Y POR HECHOS. La desafectación puede consistir en una declaración
de voluntad de un órgano del poder público. Sería lo que se llama la desafectación formal, o puede
producirse por hechos cuyo origen puede ser natural o humano. Tanto la desafectación formal, como la
desafectación por hechos pueden referirse tanto a bienes naturales como a bienes artificiales. Tratándose de
bienes naturales, la desafectación puede ocurrir quedando subsistente su individualidad o no quedando
subsistente su individualidad.
Desafectación Formal: cuando hay una declaración de voluntad de un órgano del Estado.
Desafectación por Hechos o tácita: cuando un hecho de la naturaleza haga que los bienes de Dominio
Público dejen de ser tales. Ej. Un río que se seca por causas naturales.
o Si no subsiste la individualidad del bien, el órgano competente es la Provincia. Ej. cuando se deseque un
lago.
Así como puede adquirirse por uso inmemorial puede también perderse. Es la falta de ejercicio de la
dominialidad durante un larguísimo tiempo, tanto que no quede memoria de su iniciación. El no uso
inmemorial no excluye que el bien continúe perteneciendo al Estado en su carácter de dominio privado. No
se puede confundir el no uso inmemorial con la prescripción. El uso inmemorial importaría que los
particulares no utilicen ese bien del dominio público y en consecuencia ese no uso puede traer aparejada la
desafectación, pero de ello no puede deducirse que el Estado, titular del bien, lo vaya a prescribir porque las
cosas que no están en el comercio no son susceptibles de posesión, en consecuencia, no pueden prescribir
porque la posesión es esencial para adquirir por prescripción.
7. Utilización del dominio público. Utilización de los bienes para el servicio público. Uso común.
Caracteres. Protección del uso común. Usos especiales. Régimen jurídico de las ocupaciones
privativas. Uso privado: elementos del concepto; caracteres; clases.
Los bienes del Dominio Público pueden ser utilizados por los particulares en forma directa (colectivamente o
individualmente), o en forma indirecta.
En forma directa colectiva sería el “Uso común”: es aquel que se ejerce por el público colectivamente y en
general en forma anónima. Ej. circulación por las calles.
En forma directa individual sería el “Uso privativo o especial”: es aquel que ejerce un particular
individualmente identificado que ha obtenido un permiso (o concesión). Ej. instalación de un kiosco en una
plaza.
En forma indirecta serían los Servicios Públicos.
UTILIZACIÓN DE LOS BIENES PARA EL SERVICIO PÚBLICO. Los bienes del Dominio Público
pueden ser utilizados para prestar un Servicio Público. En cuanto a la utilización del Dominio Público, los
administrados no tienen acceso al mismo sino por intermedio del Servicio Público. Esta utilización es
distinta de la que puede hacer el público sobre el Dominio afectado al uso de todos.
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USO COMÚN. CARACTERES. Es aquel que se ejerce por el público colectivamente y en general en forma
anónima, sujetándose a las disposiciones reglamentarias dictadas por la autoridad competente. Existen
distintos tipos de usos comunes, pero el más importante es el tránsito por vías terrestres.
Caracteres.
Libertad: el uso COMUN del Dominio Público no está sujeto a ninguna autorización Administrativa. previa.
Igualdad: en el uso COMUN del Dominio Público, todos los particulares se encuentran en la misma situación;
PROTECCIÓN DEL USO COMÚN. La autoridad Administrativa es la encargada de asegurar el uso normal
y pacífico de los bienes de Dominio Público de Uso Común. La Corte dijo que: mientras no se lesione un
derecho, los reclamos deben realizarse y resolverse por la autoridad Administrativa (no hay acción judicial).
USOS ESPECIALES. Es aquel que ejerce un particular individualmente identificado que ha obtenido un
permiso o concesión. Ej. instalación de un kiosco en una plaza. Es un uso privado, exclusivo, que ejercen
personas determinadas en virtud de una autorización.
RÉGIMEN JURÍDICO DE LAS OCUPACIONES PRIVATIVAS. La doctrina señala que todo el régimen
jurídico de estas ocupaciones está inspirado por dos ideas:
a) se trata de utilización privativa, lo que implica la necesidad de una autorización administrativa y la percepción
de una tasa. La autorización administrativa puede revestir dos formas que dan lugar a dos instituciones. Cuando
resulte de un permiso administrativo unilateral habrá un permiso de uso. Cuando resulte de un acuerdo
convencional concluido entre la Administración y el ocupante, habrá una concesión de uso;
b) se trata de una utilización anormal. De ello resulta que los poderes de la Administración deben ser en este
supuesto muy extendido y, a la inversa, la situación del usuario resulta ser frágil.
En los Usos Especiales o Privativos hay: 1) un uso privado; 2) una autorización Administrativa; y 3) la
percepción de una tasa.
La autorización Administrativa puede provenir de: A) un permiso Administrativo unilateral: en este caso hay
un “permiso de uso”. B) un acuerdo Administrativo bilateral: en este caso hay una “concesión de uso”.
USO PRIVATIVO: ELEMENTOS DEL CONCEPTO; CARACTERES; CLASES. Elementos del concepto:
a. Individualización del usuario: el Uso Privativo corresponde a un usuario determinado. b. Determinación
precisa del bien de Dominio Público que se ocupa. c. Exclusión de cualquier otro uso: el Uso Privativo excluye
cualquier otro uso del bien afectado a la ocupación. d. Precariedad del uso privativo: está supeditado al interés
público. Caracteres: El uso privativo es: a. Temporal: tiene una determinada prolongación en el tiempo; b.
Oneroso: el usuario paga en contraprestación del beneficio que se le otorga; c. Patrimonial: el uso privativo
es susceptible de estimación pecuniaria.
Clases: a) Uso privativo Normal: aquel uso que es acorde al destino del bien;
b) Uso privativo Anormal: aquel uso que no es acorde al destino del bien.
8. Permiso de ocupación. Concepto. Naturaleza jurídica del acto administrativo que otorga el permiso
de ocupación. Condiciones a las que puede someterse. Caracteres.
El permiso de ocupación o de uso es un acto Administrativo “unilateral” (no hay contrato), que autoriza a un
particular a usar el dominio público en forma especial. El permiso es revocable, “sin derecho a
indemnización”; pero no puede ser arbitraria o irrazonable.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
NATURALEZA JURÍDICA DEL ACTO ADMINISTRATIVO QUE OTORGA EL PERMISO DE
OCUPACIÓN. Es un acto de “concesión”, porque el derecho del ocupante nace cuando la Administración le
otorga el permiso, aunque la ocupación sea temporal y precaria.
Préstamos de uso precario: la administración mientras a partir de mero acto administrativo no sometido a las
reglas de la concesión, sino simple acto de mera discrecionalidad otorga un espacio público p/que a partir de
ahí lo gestione un particular. ¿Por qué “precario”? porque en cualquier momento puede revocarse por
razones de mérito u oportunidad.
En el contrato de concesión, la rj está perfeccionada y hay límites para destruir ese contrato. Xej., quioscos
de la peatonal, pero los del medio de la peatonal hicieron concesión.
El ciudadano puede pagar o no, pero si paga son cánones mínimos.
9. Concesión de uso. Concepto. Interpretación. Naturaleza jurídica de los derechos del concesionario.
Naturaleza jurídica del tributo a pagar por el concesionario. Naturaleza jurídica del acto que otorga
la concesión. Duración. Situación del concesionario. Extinción. Protección jurídica del concesionario.
CONCESIÓN DE USO. CONCEPTO.
Concesión de Uso: es un acuerdo “bilateral” (hay contrato) entre la Administración y un particular, que
autoriza a un particular a usar el dominio público en forma especial. La concesión es revocable, “con
derecho a indemnización”.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
SITUACIÓN DEL CONCESIONARIO. Con motivo de la concesión, el concesionario tiene un derecho real
de naturaleza Administrativa; y tiene la obligación de pagar el canon por el uso especial y de mantener en
buen estado el dominio público que utiliza.
EXTINCIÓN.
Las causales son comunes al permiso y a la concesión.
1. Expiración de término.
2. Incumplimiento de las obligaciones del concesionario.
3. Por motivos de interés público.
4. Por ilegitimidad del acto de concesión: si el concesionario no ha hecho uso de los derechos que le
correspondían, la Administración sin indemnizar; si del acto hubieran nacido derechos para el concesionario
y los hubiera usado, la Administración no podrá intervenir y deberá recurrir al órgano Judicial, quien
apreciará los vicios del acto de concesión y declarará su nulidad.
5. Por desafectación del bien público: debe indemnizarse al concesionario; salvo que se extinguiera por
causas naturales, porque en este caso no obedece a hechos del Estado.
6. Por renuncia del concesionario.
7. Por muerte del concesionario.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
UNIDAD XIV
Mientras la figura de la restricción administrativa se ajusta al concepto de limitación en la medida que fije
los límites al ejercicio normal del derecho de propiedad, la servidumbre se acerca más a la de las
delimitaciones al implicar un desmembramiento —aun cuando parcial— del dominio a favor de terceros
(v.gr. la establecida en el art. 1974, CCyCom, denominada camino de sirga). Sin embargo, la diferencia con
la delimitación está dada porque esta última define o recorta el contenido del derecho sin que se generen
derechos a favor de otros particulares o administrados, salvo la legitimación que éstos puedan tener, en los
respectivos ordenamientos, para reclamar en justicia su cumplimiento. Por ello, la servidumbre, al contrario
de la limitación (y también de la delimitación) afecta la nota de exclusividad del dominio mientras que
aquéllas hacen al grado de relatividad de los derechos particulares que se comprimen o restringen en su
ejercicio o se definen en su contenido normal, predeterminando el ámbito de lo lícito o legítimo.
Las restricciones administrativas, al incidir solamente en el ejercicio normal del derecho de propiedad con el
objeto de hacerlo compatible con el interés público, obligan al propietario a cumplirlas sin que éste pueda
reclamar indemnización alguna pues se considera, en cierta manera, que ellas son inseparables del dominio
privado. En cambio, las servidumbres administrativas aparejan, por principio, la obligación de indemnizar a
quien resulte afectado por su imposición habida cuenta que provocan una situación de sacrificio patrimonial
(por lesionar la nota típica de la exclusividad) que, al disminuir el valor del respectivo bien, generan el
consiguiente deber de reparar, con fundamento en la garantía prescripta en el art. 17 de la Const. Nac.
El derecho de Propiedad privada es un derecho Inviolable consagrado en el Art.17 de la CN. Pero este
derecho no es absoluto, y por tanto el Estado, por razones de interés público, puede:
El CCyCom establece en su artículo 1970.- “Las limitaciones impuestas al dominio privado en el interés
público están regidas por el derecho administrativo. El aprovechamiento y uso del dominio sobre inmuebles
debe ejercerse de conformidad con las normas administrativas aplicables en cada jurisdicción.
Los límites impuestos al dominio en este Capítulo en materia de relaciones de vecindad, rigen en subsidio
de las normas administrativas aplicables en cada jurisdicción.”
La restricción administrativa es una limitación al derecho de propiedad, que establece el Estado por medio de
una ley, en razón de interés público, y que implica un soportar o no hacer por parte del titular del derecho de
propiedad.
La Restricción implica un debilitamiento en el ejercicio del derecho de propiedad. Existe una tolerancia del
propietario que no disminuye el uso y goce de la cosa (no hay incorporación al dominio público), está
impuesta por la necesidad de adecuar la propiedad al interés de la comunidad. Ej. Ordenanza municipal que
prohíbe edificar viviendas mayores de 3 pisos en determinadas zonas.
Naturaleza jurídica.- Es una condición en el ejercicio del derecho de propiedad impuesta por el interés público.
Caracteres.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Imponen una obligación de no hacer; un soportar;
No son indemnizables.
Fuentes. En principio pueden ser establecidas no sólo por la Nación sino también por las provincias (en
virtud de estar regidas por el derecho administrativo, que es local), e incluso en ciertos casos por las
entidades autárquicas.
Las restricciones pueden ser impuestas por: ley Nacional; ley Provincial; Acto Administrativo fundado en
ley; y Ordenanza Municipal.
Límites. En la restricción administrativa colisionan el interés público y el interés privado del propietario. De
esta colisión debe prevalecer el interés público, pero esta prevalencia no debe desnaturalizar el derecho de
propiedad. Por eso la restricción debe ser proporcional a la necesidad administrativa que se busca satisfacer.
Si hay desproporción, la restricción será antijurídica.
Forma. Las restricciones no tienen una forma jurídica que les sea propia. Se llevan a cabo por acción directa
de la Administración. Ej. un Acto Administrativo establece la fijación de carteles que indiquen el sentido de
las calles. Este Acto se ejecuta por medio de meros hechos Administrativos.
Jurisdicción. Las cuestiones que se susciten con motivo de las Restricciones Administrativas deben
interponerse en la jurisdicción Contencioso-Administrativo.
Urbanismo.
Si bien es cierto, que el Urbanismo, a través del Plan Urbano Ambiental, instrumento de Ordenamiento
local, rebasa la mera restricción al dominio sin que sea necesario resarcir ni alterar los atributos del derecho
de propiedad (en su carácter absoluto, exclusivo y perpetuo), éste se aplica por extensión a los Planes
Especiales de protección del patrimonio arquitectónico urbano, que formando parte del Plan General
delimita el dominio situando al propietario en el ejercicio “normal” de su derecho de propiedad.
En primer término, el contenido del derecho de propiedad, por lo que hace al aprovechamiento urbanístico del
suelo (es decir en todo lo referente a su transformación física) no es algo propio, insito en el derecho dominial
sino una atribución positiva al mismo, de la ordenación urbanística, en tanto decisión pública. Es decir que la
planificación urbana, con el correr del tiempo y la experiencia practicada, va experimentando una verdadera
“publicatio”, pasando de ser la suma aleatoria de las decisiones espontáneas de los diversos titulares del suelo a
ser, una decisión de la organización colectiva, convirtiéndose así, en una estricta función pública.
En segundo lugar, la determinación de una zonificación especial aplicable a la protección patrimonial, por ejemplo
en la Sección 10 del Código de Planeamiento Urbano de la Ciudad de Buenos Aires, Ley 449, artículo
10.1Protección Patrimonial, artículo 10.1.1 Competencia: “El Gobierno de la ciudad planificará y llevará a cabo
las acciones, proyectos y programas particularizados, referidos a la protección patrimonial, en todos los edificios,
lugares u objetos que las normas contenidas en el presenta Código así lo prescriban.”, nos dice que la política
pública especial diseñada en el instrumento de mayor jerarquía normativa de la ciudad, no implica resarcimiento
por daños a los propietarios tal y como lo preceptúa el artículo 10.1.2 Obligación de proteger, que dice: “La
salvaguarda y puesta en valor de los lugares, edificios u objetos considerados por esta norma de valor histórico,
arquitectónico, simbólico o ambiental obliga a todos los habitantes a ordenar sus conductas en función de su
protección, como así también de aquellos elementos contextuales que contribuyen a su valoración. Los espacios y
bienes sujetos a obligación de proteger serán declarados como tales dentro del
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
catálogo respectivo, elaborado por la Secretaría, y aprobado por el Jefe de Gobierno. El PE deberá remitir la
catalogación al PL para su intervención dentro de un plazo de 10 (diez) días”.
La evolución experimentada por la protección jurídica del patrimonio cultural y natural en la República
Argentina en el último decenio, tanto desde el enfoque ordinamental como desde la aplicación de las normas
por parte del órgano jurisdiccional, ha provocado un diferente abordaje en el tratamiento del derecho de
propiedad. Ello, no ha significado un cambio en los principios de los artículos 14 y 17 de la Constitución
Nacional, sino que bajo la aparición en escena de nuevos instrumentos creados por otras disciplinas
auxiliares del derecho (la evaluación de impacto ambiental, el inventario de Bienes Culturales, el Catálogo
de los mismos, los convenios urbanísticos, etc.) han tendido a morigerar la concepción decimonónica de ese
derecho predicado como absoluto, y que la jurisprudencia ya lo había limitado por razones de la convivencia
y de las necesidades de la sociedad.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, desde su inicio sostuvo que ese derecho no revestía carácter
absoluto, tal la doctrina sentada en el año 1876, en “Comisión Aguas Corrientes c/Pérez”, que ante la
restricción que no importe incorporar al dominio público parte alguna del dominio privado, la convierte en
no indemnizable.
También en el año 1887, en el caso “saladeristas de Barracas c/ la provincia de Buenos Aires”, pero
finalmente sentó jurisprudencia en 1922, en el caso “Ercolano, Agustín c/ Lanteri de Renshaw, Julieta”
(Fallos: 136-161 y ss.), cuando dijo: “Ni el derecho de usar y disponer de la propiedad, ni ningún otro
derecho reconocido por la Constitución, reviste el carácter de absoluto. Un derecho ilimitado sería una
concepción antisocial. La reglamentación o limitación del ejercicio de los derechos individuales es una
necesidad derivada de la convivencia social. Reglamentar un derecho es limitarlo; es hacerlo compatible con
el derecho de los demás dentro de la comunidad y con los intereses de esta última. La misma Constitución ha
consignado limitaciones especiales respecto de algunos derechos; pero no siendo posible prever ni establecer
en ella todas las condiciones a que sería menester subordinarlos para hacerlos adaptables a la vida de
relación, ha confiado al Poder Legislativo la misión de reglamentar su ejercicio, poniendo al mismo tiempo
un límite a esa facultad reguladora (artículo 14 y 28).Hay restricciones a la propiedad y a las actividades
individuales cuya legitimidad no puede discutirse en principio, sino en su extensión. Tales son las que se
proponen asegurar el orden, la salud y la moralidad colectivas…”
La misma Corte ratifica, esta doctrina dos años más tarde en 1924, en “Cornú, Manuel c/Ronco, José s/ nulidad de
las cláusulas del contrato de locación” (Fallos: 142-68), cuando dice: “El derecho de propiedad, como todos los
demás derechos convencionales y sociales, no es en manera alguno absoluto… La Constitución Nacional,
inspirada en estos principios, a la vez que asegura en el artículo 14 a todos los habitantes de la Nación el derecho
de usar y gozar de su propiedad, ha cuidado al propio tiempo de dejar establecido, en forma categórica, que ello ha
de ser conforme a las leyes que reglamentan su ejercicio” Este poder de reglamentar, en virtud del cual tienen
lugar las restricciones al dominio, no es otro que el poder de policía municipal, que sólo es llamado a observar el
artículo 28 de la Constitución Nacional, como bien señala Reiriz, María Graciela, en “Responsabilidad del Estado
por las acciones urbanísticas” ponencia en el Seminario sobre “Poder de Policía y Policía Municipal”, año 1983, a
quien seguimos cuando aborda la evolución jurisprudencial en la materia.
Y, agrega, la jurista poder que es diferente al aquél atribuido al Estado de tomar la propiedad privada por
razones de utilidad pública.- En el primer supuesto, el Congreso regla y organiza el derecho de propiedad
privada reconocido por la Constitución y en el segundo lo declara inviolable en ejercicio de ese poder.
El Art. 41 de la Constitución Nacional, reconoce el “derecho a una ambiente, sano, equilibrado, apto para el
desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin
comprometer las de las generaciones futuras”.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
En Santa Fe, rige la ley 11.717 sobre Medio Ambiente.
Es una desmembración del derecho real de propiedad, que establece el Estado por medio de una ley, en
razón de interés público, y que implica para el titular del derecho la pérdida de una parte de su propiedad.
En el ámbito civil, la servidumbre “es el derecho real que se establece entre dos inmuebles y que concede al
titular del inmueble dominante determinada utilidad sobre el inmueble sirviente ajeno. La utilidad puede ser
de mero recreo.”
Implica un desmembramiento de la propiedad. Existe un sacrificio del propietario que disminuye el uso y goce de
la cosa, ya que una parte de su propiedad se incorpora al dominio público del Estado (se le sustrae una parte de su
propiedad). Ej. La servidumbre de electroducto (columnas de alta tensión que están en los campos).
La servidumbre administrativa, en cambio, es un derecho público real constituido por una entidad estatal
sobre un inmueble ajeno, con el objeto de que éste sirva al uso público.
1. Está destinada al uso público (es decir de la colectividad) y no en beneficio de una heredad o inmueble
determinado, a diferencia de la segunda y tercera característica que enunciamos de las servidumbres
civiles; no hay pues en todos los casos un “fundo dominante.” En realidad, aunque la servidumbre
administrativa aparece formalmente constituida en favor de la administración, lo está materialmente en
beneficio de la colectividad. Como consecuencia de esto, parece discutible que la servidumbre
administrativa pueda caracterizarse como real, pareciendo, en cambio, que debiera considerársela
personal, a diferencia de las civiles. Se advierte por ejemplo en la servidumbre de acueducto, que ella no
sirve al conjunto de inmuebles que constituyen el pueblo, sino a los habitantes del mismo.
2. Puesto que está destinada al uso público, es un bien del dominio público; desde luego, no es el
inmueble mismo el que integra el dominio público, sino el derecho de servidumbre sobre aquél.
3. Mientras que en la servidumbre civil el fundo sirviente es siempre de propiedad privada, y no puede
constituirse tal derecho sobre bienes del dominio público, la servidumbre administrativa puede tanto
constituirse sobre bienes del dominio público como del dominio privado.
Algunos autores limitan, con todo, la posibilidad de constituir servidumbres administrativas sobre bienes del
dominio público, sosteniendo que ellas sólo procederán cuando “no perjudiquen el uso público de la cosa
donde se establecen; sin embargo, pareciera que siempre que la servidumbre se constituya en consideración a
un uso público distinto de aquel a que se encuentra afectada la cosa no habría inconveniente a su
constitución siempre que, por cierto, la autoridad que la impone esté facultada para ello. Así, por ejemplo, si
una municipalidad está usando un edificio para sus servicios públicos, integrando éste el dominio público
local, nada impide que la Nación lo declare monumento histórico, imponiéndole así la servidumbre
respectiva, en virtud de la cual el propietario no puede hacerle modificaciones sin autorización. También si
al lado de un aeródromo hay una plaza municipal, quedará impuesta sobre ella la “servidumbre aeronáutica,”
y la municipalidad no podrá poner árboles más allá de una determinada altura en tal plaza. En este caso la
servidumbre aeronáutica perjudica el uso de la plaza, pero tiene preeminencia el interés público a que sirve
el aeródromo, por lo que ella prevalece a pesar del citado perjuicio. Por lo demás, siempre se mantiene el
requisito de que se trate de sujetos diferenciados, es decir, que el titular del fundo sirviente sea uno, y el que
establece la servidumbre otro.
Titular de las servidumbres administrativas. Hay 2 teorías: 1) Una sostiene que el Titular es la
Administración; 2) La otra sostiene que el Titular es la colectividad (a favor de la cual se constituye la
servidumbre).
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Diez dice que el Titular es la Administración, y a la colectividad le corresponde el uso público al que está
afectado ese bien.
Las servidumbres administrativas pueden ser constituidas directamente por ley, o autorizadas por la ley pero
establecidas por la administración en un acto administrativo concreto: también pueden ser constituidas por
acuerdo de voluntad con el propietaria particular, por accesión y por usucapión.
Asimismo, deben ser indemnizadas, porque no son una mera limitación a lo absoluto de la propiedad, como
las restricciones administrativas, sino que afectan lo exclusivo del dominio: El propietario pierde la
exclusividad de su goce total, produciéndose así una desmembración de su derecho que la indemnización
viene a reparar.
Precisamente, el criterio que permite distinguir las servidumbres de las meras restricciones es, en cuanto a las
consecuencias, la indemnización: las primeras se indemnizan, las segundas no. Se señala así, por ejemplo,
que la llamada “servidumbre ferroviaria,” una limitación impuesta por la ley de ferrocarriles a las
propiedades linderas con las vías férreas, no es estrictamente una servidumbre y, por ello no se indemniza; a
la inversa, si la ley impone verdaderamente una limitación a la exclusividad del dominio de un particular, y
lo somete a un uso público, no puede constitucionalmente negar la indemnización.
La indemnización.
La servidumbre implica una disminución en el goce del derecho del propietario. Este sacrificio trae
aparejado una indemnización.
Primero se tasa la propiedad; luego se le pone un valor a la parte destinada a la servidumbre. Si el propietario
no está conforme debe reclamar ante la Administración y luego tiene expedita la vía Judicial.
Son aplicables los medios generales de policía; además para proteger el Dominio Público la Administración
puede invocar Acciones Petitorias (defienden el derecho a poseer) en sede Judicial.
Respecto de las Acciones Petitorias, la doctrina dice que “el Estado no puede iniciar la Acción
Reivindicatoria porque nunca pierde la posesión de los bienes de Dominio Público (lo que está fuera del
comercio no es susceptible de posesión)”.
Pero puede iniciar la Acción Confesoria: cuando un particular perturba el ejercicio de la servidumbre activa
que tiene el Estado sobre un bien.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Principales servidumbres administrativas.
Algunas Servidumbres Administrativas están reguladas en el Código Civil y Comercial por error legislativo
(camino de Sirga; Acueducto); otras están reguladas por leyes.
Servidumbre de Sirga: franja de terreno de quince metros de ancho en toda la extensión del curso, en
la que no puede hacer ningún acto que menoscabe aquella actividad. Esta servidumbre no es
indemnizable.
Servidumbre de Acueducto: es hacer entrar agua, del fundo sirviente al fundo dominante (el
acueducto es una cañería o canal, por el que se transporta agua de un lugar a otro). Esta servidumbre
es indemnizable; la Administración debe pagar al propietario del fundo sirviente por el uso del
terreno ocupado por el acueducto.
Servidumbre del Código Aeronáutico: los particulares pueden construir sus inmuebles hasta una
altura determinada en las inmediaciones de los aeropuertos; y nadie puede oponerse a la circulación
de aeronaves sobre el suelo de su propiedad.
Servidumbre de tránsito: es cuando un fundo se encuentra encerrado, de manera que sólo puede
llegar a la vía pública, pasando por el fundo vecino.
La ocupación temporánea es un desmembramiento de la propiedad en virtud del cual un ente estatal adquiere
en forma provisional el uso y goce de un inmueble de una persona no estatal.
1. Es temporal, lo que la diferencia del usufructo que puede ser vitalicio y de la expropiación,
servidumbres y restricciones a la propiedad, que son permanentes y definitivas.
2. Sólo se refiere a inmuebles, al igual que la servidumbre; y a diferencia de la restricción y de la
expropiación que pueden referirse, la primera también a muebles, y la segunda incluso a objetos
incorporales.
3. Debe indemnizarse, al igual que la servidumbre y la expropiación, y a diferencia de la mera
restricción, que no se indemniza.
4. Es un derecho real administrativo, lo que supone dos aspectos: a) Primero, que no es un derecho
personal, y b) segundo, que dentro de los derechos reales, es de índole pública o administrativa: el
derecho privado no conoce esta figura de la ocupación temporánea.
5. Puede privar totalmente del uso y goce de la cosa mientras está impuesta. En esto se acerca a la
expropiación, que también es privación total, aunque definitiva. La privación total que puede
involucrar es su principal distinción de las servidumbres y de las restricciones administrativas, ya
que las servidumbres, según vimos, se caracterizan por ser siempre privación parcial.
Normal: es la que se dicta mediante una ley del órgano Legislativo que:
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
b) Establece un plazo (no puede durar más de 2 años –transcurrido este plazo el propietario
puede intimar la Devolución del bien. Transcurridos 30 días desde dicha intimación, sin que
se hubiere devuelto el bien, el propietario puede exigir la Expropiación del mismo,
promoviendo una acción de expropiación irregular-); y
Ej. se ocupa un bien para usarlo como depósito de materiales para construir una escuela.
Ocupación temporánea normal: concepto. Es cuando por razones de utilidad pública el Estado necesita el
uso transitorio de un bien (mueble o inmueble). Es normal cuando se declara la utilidad pública por ley; es
por tiempo determinado; y se le paga al dueño por la ocupación y daños causados.
Ej. Se ocupa un bien para usarlo como depósito de materiales para construir una escuela.
Caracteres.
a) Es temporal.
b) Es indemnizable.
c) Priva del uso y goce de la cosa.
La ley 21. 499 de Expropiación en el ámbito nacional se refiere a la Ocupación Temporal Normal en
los Art.57, y 61-70.
Duración de la ocupación temporal normal. La ocupación temporal normal no puede exceder de 2 años.
Transcurrido este plazo el propietario puede intimar la devolución del bien. Transcurridos 30 días desde
dicha intimación, sin que se hubiere devuelto el bien, el propietario puede exigir la Expropiación del mismo,
promoviendo una acción de expropiación irregular.
Naturaleza jurídica del derecho del ocupante. El ocupante tiene un derecho real de naturaleza pública
(porque la relación entre el ocupante y la cosa, es de derecho público).
Fuentes Jurídicas. La ocupación temporal puede ser impuesta por: ley Nacional; ley Provincial; Acto
Administrativo fundado en ley; y Ordenanza Municipal.
Jurisdicción. Las cuestiones que se susciten con motivo de la Ocupación Normal Temporal deben
interponerse en la jurisdicción Contencioso-Administrativo.
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Cuando se discuta la indemnización, corresponde intervenir a tribunales judiciales.
Régimen Aplicable. Según la ley 21.499 de Expropiación, todo lo vinculado al origen, la forma de declarar y
constituir la ocupación, la indemnización, y toma de posesión, se rigen por lo establecido para la expropiación.
Prescripción. La acción del propietario del bien ocupado para exigir el pago de la indemnización prescribe a
los 5 años, computados desde que el ocupante tomó posesión del bien.
La acción del propietario del bien ocupado para exigir su devolución prescribe a los 5 años, computados
desde que el ocupante debió devolver el bien.
Es cuando por razones de utilidad pública el Estado necesita el uso transitorio de un bien (mueble o
inmueble). Es anormal cuando se dicta mediante un decreto por una razón de emergencia; por el tiempo que
dure la emergencia; y se le paga al dueño por los daños causados.
Ocupación Normal: la causa que la origina es una necesidad normal; se declara mediante ley del órgano
Legislativo; tiene una duración máxima de 2 años; se indemniza por el uso y por los daños que pudiera
causar con la ocupación.
Ocupación Anormal: la causa que la origina es una emergencia; se declara mediante decreto del órgano
Ejecutivo; dura mientras se mantenga la emergencia; se indemniza sólo los daños que pudiera causar con la
ocupación.
Naturaleza Jurídica.
El ocupante tiene un derecho real de naturaleza pública (porque la relación entre el ocupante y la cosa, es de
derecho público).
Régimen Jurídico.
Diez considera que no se puede aplicar a la ocupación anormal los principios de la Expropiación, porque es
una mera restricción. Por tanto se aplican los principios fijados en el Art.1970 y ss. del CCyCom (“De las
restricciones y límites al dominio”).
Duración.
El tiempo de duración no está específicamente determinado. Subsiste el tiempo que dure la emergencia.
4.- Expropiación.
La expropiación implica la pérdida de un derecho de propiedad sobre una cosa o un bien y su transformación
en un derecho personal a la indemnización.
Aunque desde el punto de vista doctrinario se han sustentado distintas doctrinas acerca de su naturaleza,
considerando algunos autores por ejemplo que es en esencia una compraventa regida por el derecho privado;
otros que tiene un carácter mixto: de derecho público en cuanto al fundamento de su ejercicio por parte del
Estado, y de derecho privado en Cuanto concierne al derecho de indemnización, y otros que es un instituto
totalmente regido por el derecho público, la jurisprudencia de la Corte Suprema se ha orientado
recientemente por este último criterio. En el caso Administración General de Obras Sanitarias de la Nación
c/Tornquinst y Bernal M. y otros / expropiación, el tribunal señaló que “el instituto expropiatorio pertenece
totalmente al derecho público, incluida la etapa concerniente al régimen de las indemnizaciones.”
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Su causa es la utilidad pública: El interés general, el bien común, etc.; se entiende en forma sumamente
amplia. La utilidad pública debe ser declarada por ley, lo cual es una facultad discrecional del Congreso, que
en principio los jueces no pueden anular salvo casos de arbitrariedades. Desde luego, el juez puede controlar
si los actos que ejecutan la expropiación se han ajustado o no a la ley que la ha autorizado.
El Estado puede tener necesidad de disponer de la propiedad privada, no solamente para proveer a una grave
necesidad pública o a las exigencias de la defensa nacional sino también para obtener sus fines sociales. En
el desempeño de su actividad particular el Estado puede verse obligado a disponer de la propiedad privada si
ésta resulta ser un obstáculo al cumplimiento de la actividad pública en la cual está empeñado. Frente al
superior interés público, el derecho particular debe ceder. El predominio absoluto del interés colectivo sobre
el privado se afirma, ante todo, en el supuesto de expropiación por causa de utilidad pública. El sacrificio de
los derechos particulares resulta legítimo si viene requerido por un motivo de interés general.
El Art.17 de la CN reconoce el derecho subjetivo a la propiedad privada, sujeto a las reglamentaciones que
condicionan su ejercicio. No es un derecho absoluto; tiene una función social y por tanto cede cuando esté
comprometida la utilidad pública.
Efectos.
Caracteres jurídicos.
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Catalina Quiñónez
Fallo Provincia de Santa Fe c/ Nicchi, Carlos (1967) sobre expropiación y derecho de propiedad: la
provincia de Sania Fe le expropia a Nicchi un bien. La sentencia condena a la provincia a pagar una suma
teniendo en cuenta la desvalorización de la moneda desde la contestación de la demanda hasta la fecha de
pago, ante esto la provincia apela. La Corte dijo que:
- la indemnización es legal y constitucional si es justa (lo es cuando restituye al propietario el mismo valor
económico de que se lo priva y cubriendo daños y perjuicios consecuencia directa e inmediata de la
expropiación} e integral (el valor objetivo del bien no debe sufrir disminución ni desmedro alguno, ni debe
lesionar al propietario en su patrimonio).
- La expropiación debe conciliar los intereses públicos con los privados. Esta no se cumple si no se
compensa al propietario la privación de su bien, ofreciéndole el equivalente económico que le permita
adquirir otro similar al que pierde.
Antes de este fallo la indemnización se fijaba a la fecha de desposesión. Luego se fijó al momento de la
sentencia definitiva.
El Art.17 de la CN (…) La expropiación por causa de utilidad pública, debe ser calificada por ley y
previamente indemnizada (...) establece 3 requisitos para que sea procedente la expropiación:
Los requisitos para que proceda la expropiación son:
La expropiación también está regulada en la ley nacional de expropiaciones 21.499; y en Santa Fe en la ley
provincial 7.534.
La utilidad pública debe ser declarada por ley, lo cual es una facultad discrecional del Congreso, que en
principio los jueces no pueden anular salvo casos de arbitrariedades. Desde luego, el juez puede controlar si
los actos que ejecutan la expropiación se han ajustado o no a la ley que la ha autorizado.
La ley 21.499 en su ARTICULO 1º — La utilidad pública que debe servir de fundamento legal a la
expropiación, comprende todos los casos en que se procure la satisfacción del bien común, sea éste de
naturaleza material o espiritual.
Y la Ley provincial 7534 ARTICULO 1.- El concepto de interés general comprende todo aquello que
represente o tienda a lograr una satisfacción material o espiritual para la colectividad. La declaración de
interés general se hará por ley y puede ser determinada o genérica.
a) Sujeto Expropiante: Podrá actuar como expropiante el Estado Nacional; también podrán
actuar como tales la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, las entidades autárquicas
nacionales y las empresas del Estado Nacional, en tanto estén expresamente facultadas para
ello por sus respectivas leyes orgánicas o por leyes especiales.
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Catalina Quiñónez
Los particulares, sean personas de existencia visible o jurídicas, podrán actuar como
expropiantes cuando estuvieren autorizados por la ley o por acto administrativo fundado en
ley.
c) La ley provincial también menciona a los “sujetos beneficiarios”: Pueden ser beneficiarios
de la expropiación no sólo los entes públicos, sino también los sujetos privados, cuando a la
utilidad particular acompañe también el interés público en medida predominante o, cuando
menos, equivalente.
Ley Nacional ARTICULO 7º — La declaración de utilidad pública podrá comprender no solamente los
bienes que sean necesarios para lograr tal finalidad, sino también todos aquellos cuya razonable utilización
en base a planos y proyectos específicos convenga material o financieramente a ese efecto, de modo que se
justifique que las ventajas estimadas serán utilizadas concretamente en la ejecución del programa que motivó
la declaración de utilidad pública.
La ley provincial en su ARTICULO 7.- Cuando la calificación fuere sancionada con carácter genérico el
Poder Ejecutivo individualizará los bienes requeridos a los fines de la ley, con referencia a planos
descriptivos, informes técnicos u otros elementos suficientes para su determinación.
ARTICULO 5º —La expropiación se referirá específicamente a bienes determinados. También podrá referirse
genéricamente a los bienes que sean necesarios para la construcción de una obra o la ejecución de un plan o
proyecto; en tal caso la declaración de utilidad pública se hará en base a informes técnicos referidos a planos
descriptivos, análisis de costos u otros elementos que fundamenten los planes y programas a concretarse mediante
la expropiación de los bienes de que se trate, debiendo surgir la directa vinculación o conexión de los bienes a
expropiar con la obra, plan o proyecto a realizar. En caso de que la declaración genérica de utilidad pública se
refiriese a inmuebles, deberán determinarse, además, las distintas zonas, de modo que a falta de individualización
de cada propiedad queden especificadas las áreas afectadas por la expresada declaración.
Igualmente son susceptibles de expropiación los inmuebles sometidos al régimen de propiedad horizontal.
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Problemas especiales: bienes dominiales, zonas, empresas afectadas a la prestación de servicios públicos.
Expropiación de los bienes dominiales: el Estado Nacional puede expropiar bienes del dominio
Provincial o Municipal; porque la Nación persigue un fin de utilidad pública nacional que debe
prevalecer sobre el local.
Expropiación por zonas: cuando se trate de una expropiación para la realización una obra
pública, la ley deberá determinar cuál es el bien a expropiar; o cual es la zona afectada (cuando
no se pueda determinar la extensión de la obra).
Expropiación de las empresas afectadas a la prestación de servicios públicos: si el servicio público es
prestado por un concesionario particular puede ocurrir que la Administración entienda que a los
efectos de satisfacer los intereses generales conviene que ella preste ese servicio. En este caso la
Administración procede al ‘rescate’ de la empresa; debe indemnizar al concesionario, y puede
expropiar los bienes privados del concesionario, afectados al servicio público.
Nación ARTÍCULO 10. — La indemnización sólo comprenderá el valor objetivo del bien y los daños
que sean una consecuencia directa e inmediata de la expropiación. No se tomarán en cuenta circunstancias de
carácter personal, valores afectivos, ganancias hipotéticas, ni el mayor valor que pueda conferir al bien la
obra a ejecutarse. No se pagará lucro cesante. Integrarán la indemnización el importe que correspondiere por
depreciación de la moneda y el de los respectivos intereses.
SF ARTICULO 16.- La indemnización debe ser previa, en dinero, integral y única. Por indemnización
integral se entiende la que se ajuste a las previsiones de la presente ley. B. Límites ARTICULO 17. La
indemnización sólo comprenderá el valor objetivo del bien y los daños que fueren consecuencia directa e
inmediata de la expropiación. No se tomarán en cuenta circunstancias de carácter personal, valor afectivo ni
ganancias hipotéticas. No se pagará lucro cesante. Tampoco se considerará el valor derivado de hechos de
carácter histórico.
Naturaleza Jurídica. Si bien es cierto que la indemnización reconoce y protege la propiedad privada, no es
menos cierto que el Estado, como gestor de los intereses públicos, puede necesitar ciertos bienes de
pertenencia particular y en ocasiones debe recurrir a la expropiación. La expropiación no configura una
compraventa ni la suma que recibe el expropiado es un precio. La indemnización no es un precio libremente
debatido entre las partes, si no que es la “reparación” de un perjuicio, por la desposesión forzada.
La indemnización expropiatoria debe ser: a) Previa (esto ya lo establece la misma Constitución), b) pagada
en dinero, c) integral, d) justa, e) única.
Dos de esos principios sufren una grave distorsión en su aplicación concreta: El que la indemnización debe
ser previa y justa.
De hecho, la indemnización no es previa; la ley determina que una vez declarada la utilidad pública de un
bien el expropiante “Declarada la utilidad pública de un bien, el expropiante podrá adquirirlo directamente
del propietario dentro de los valores máximos que estimen a ese efecto el Tribunal de Tasaciones de la
Nación para los bienes inmuebles, o las oficinas técnicas competentes que en cada caso se designarán, para
los bienes que no sean inmuebles. Tratándose de inmuebles el valor máximo estimado será incrementado
automáticamente y por todo concepto en un diez por ciento”
De este modo, la ley limita la posibilidad de pagar extrajudicialmente más allá de un cierto monto, que por lo
general resulta inferior al valor real del bien, y obliga entonces a seguir el procedimiento judicial: “No habiendo
avenimiento respecto del valor de los bienes inmuebles, la cuestión será decidida por el juez quien, respecto
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a la indemnización prevista en el artículo 10 y sin perjuicio de otros medios probatorios, requerirá dictamen
del Tribunal de Tasaciones de la Nación, el que deberá pronunciarse dentro de los noventa días. Las
maquinarias instaladas o adheridas al inmueble que se expropiará, se tasarán conforme a lo establecido
para los bienes que no sean inmuebles.” agrega luego.
De esta manera, la ley transforma el requisito de la previa indemnización en una falacia; ya que la
administración deposita “provisionalmente” una suma de dinero insuficiente, y obtiene la transferencia
definitiva del derecho de propiedad. Si bien aquella suma puede luego modificarse en la sentencia, nunca se
lo hace en grado suficiente, según ahora explicaremos.
Época de avalúo.
Se ha discutido el momento en que deben fijarse los valores de los bienes expropiados:
1) Valuación del Tribunal de Tasaciones en el procedimiento Administrativo (es la valuación que hace
la Administración, se le notifica la oferta al propietario y éste la acepta);
Desvalorización monetaria.
La indemnización debe ser justa y razonable, debe producir una reparación integral. El expropiado no debe
experimentar pérdidas ni incrementos en su patrimonio.
Durante largos años la CSJN sostuvo el principio de que la indemnización debía cubrir el valor del bien “ a la
fecha de la desposesión”.
En 1966 la CSJN cambia el criterio y sienta el principio de que, ante la depreciación de la moneda, el valor
del bien debe determinarse “al momento de dictar el fallo”.
Actualmente la ley nacional de expropiación 21.499 dispone que la depreciación debe computarse hasta el
momento mismo del pago, es decir que, si hay demora entre la sentencia y el pago efectivo, debe reajustarse
la indemnización fijada en la sentencia.
a) Caracteres extrínsecos:
1. Debe ser previa a la expropiación.
2. Debe ser pagada en dinero (salvo que las partes consientan otra cosa).
3. Debe ser integral (comprende el valor objetivo y los daños).
b) Caracteres intrínsecos:
1. Debe ser justa y razonable.
2. Debe ser única.
Intereses.
La sentencia fijará la indemnización teniendo en cuenta el valor del bien al tiempo de la desposesión.
Para establecer la depreciación monetaria, se descontará del valor fijado la suma consignada en el juicio,
conforme con lo previsto en el artículo 22, efectuándose la actualización sobre la diferencia resultante,
hasta el momento del efectivo pago.
En tal caso, los intereses se liquidarán a la tasa del seis por ciento anual, desde el momento de la
desposesión hasta el del pago, sobre el total de la indemnización o sobre la diferencia, según corresponda.
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Los rubros que compongan la indemnización no estarán sujetos al pago de impuesto o gravamen alguno.
Jurisprudencia.
Durante largos años la CSJN sostuvo el principio de que la indemnización debía cubrir el valor del bien “ a la
fecha de la desposesión”.
En 1966 la CSJN cambia el criterio y sienta el principio de que, ante la depreciación de la moneda, el valor
del bien debe determinarse “al momento de dictar el fallo”.
7.- Procedimiento extrajudicial. Cesión amistosa o avenimiento. Caracteres. Efectos. Trámite. Avalúo.
Procedimiento judicial, nacional y local. Fundamento. Objeto. Caracteres. Etapas del proceso.
Posesión judicial; efectos. Anotación de litis; efectos. Medios y sistemas probatorios.
2) Se hace una valuación del bien a expropiar: en caso de inmuebles, el órgano encargado es el Tribunal de
Tasaciones de la Nación. En caso de muebles o derechos, los órganos son las Oficinas Técnicas.
a. Si el propietario está de acuerdo, hay avenimiento. El Estado dicta un decreto que aprueba el
avenimiento y paga la indemnización. El propietario transfiere el bien. Se cierra el expediente.
La ley faculta al Estado a desistir de la acción de expropiación siempre que no se haya dictado sentencia.
2) Se hace una valuación del bien a expropiar: en caso de inmuebles, el órgano encargado es la Junta
Central de Valuación. En caso de muebles o derechos, los órganos son las Oficinas Técnicas.
a. Si el propietario está de acuerdo, hay avenimiento. El Estado dicta un decreto que aprueba el
avenimiento y paga la indemnización. El propietario transfiere el bien. Se cierra el expediente.
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competente el juez Civil de 1ra Instancia. El Estado inicia el juicio porque es el interesado
en expropiar. Declarada la utilidad pública, el Estado no puede esperar a ponerse de acuerdo
con el propietario. El Estado interpone ante el juez la Declaración de Expropiación, y
deposita en una cuenta a la orden del juez el monto que avaluó la Junta Central de Valuación
o las Oficinas Técnicas. Luego le pide al juez que le entregue la posesión del bien. El juez
dicta sentencia: dice si el monto es justo o si debe abonarse más; o puede impugnar la
constitucionalidad de la ley que califica la utilidad pública. Las costas del juicio son a cargo
del expropiante (se consideran parte de la indemnización).
Declarada la utilidad pública por el órgano Legislativo, el órgano Ejecutivo puede iniciar el proceso
Extrajudicial o Judicial de expropiación cuando lo considere oportuno. Pero no es posible que el propietario
permanezca en constante incertidumbre. Por eso se estableció el instituto del abandono de la expropiación.
5 años, para bienes comprendidos dentro de una zona determinada, desde la sanción de la ley.
10 años, para bienes comprendidos en una enumeración genérica, desde la sanción de la ley.
Si el proceso expropiatorio no se ha iniciado dentro de esos plazos, la declaración de utilidad pública hecha
por el legislador carece de eficacia (a diferencia de la retrocesión que requiere que la expropiación se haya
consumado).
SF ARTICULO 56.- Al contestar la demanda el demandado podrá abandonar la expropiación, siempre que no
hubiere tomado la posesión del bien, teniéndose por terminado el procedimiento, con costas.
ARTÍCULO 61.- Se reputará abandonada la expropiación -salvo disposición expresa de ley especial- si el
sujeto expropiante no promoviera el juicio dentro:
a) de dos años de sancionada la ley que la autorice cuando se tratara de llevarla a cabo sobre bienes
individualmente determinados.
b) de cinco años cuando se tratara de bienes comprendidos dentro de una zona determinada.
c) de diez años cuando se tratara de bienes comprendidos dentro de una enumeración genérica, cuya
adquisición por el sujeto expropiante pudiera postergarse hasta que el propietario modificase-o
intentare modificar- las condiciones físicas del bien.
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No regirá la disposición precedente en los casos en que las leyes orgánicas de las municipalidades
autorizaren a éstas a expropiar la porción de los inmuebles afectados a rectificaciones o ensanches de calles
y ochavas en virtud de las ordenanzas respectivas. Tampoco se aplicará en los casos de expropiaciones
genéricas contenidas en las leyes orgánicas de las personas jurídicas públicas institucionales.
Nación ARTÍCULO 33. — Se tendrá por abandonada la expropiación —salvo disposición expresa de ley
especial— si el expropiante no promueve el juicio dentro de los dos años de vigencia de la ley que la
autorice, cuando se trate de llevarla a cabo sobre bienes individualmente determinados; de cinco años,
cuando se trate de bienes comprendidos dentro de una zona determinada; y de diez años cuando se trate de
bienes comprendidos en una enumeración genérica.
Retrocesión.
Es una acción que tiene el propietario expropiado, para demandar que el Estado le devuelva el bien, por no
haberle dado el destino de utilidad pública para el cual se dictó la ley (en un lapso de 2 años), o por haberle
dado otro destino al previsto por la ley (se expropió para hacer una escuela y se hizo un shopping).
Nación ARTÍCULO 35. — Procede la acción de retrocesión cuando al bien expropiado se le diere un
destino diferente al previsto en la ley expropiatoria, o cuando no se le diere destino alguno en un lapso de
dos años computado desde que la expropiación quedó perfeccionada en la forma prevista en el artículo 29.
ARTICULO 36. — Se entenderá que no hubo cambio de destino cuando el acordado al bien mantenga
conexidad, interdependencia o correlación con el específicamente previsto en la ley.
Tampoco se considerará que medió cambio de destino si a una parte del bien expropiado se le asignare uno
complementario o que tiende a integrar y facilitar el previsto por la ley.
ARTICULO 37. — La retrocesión también procede en los supuestos en que el bien hubiere salido del
patrimonio de su titular por el procedimiento de avenimiento.
ARTICULO 38. — La retrocesión no sólo podrá lograrse por acción judicial, sino también mediante
avenimiento o gestión administrativa.
ARTICULO 39. — Cuando al bien no se le hubiere dado destino alguno dentro del plazo mencionado en el
artículo 35, a efectos de la acción de retrocesión el expropiado deberá intimar fehacientemente al
expropiante para que le asigne al bien el destino que motivó la expropiación; transcurridos seis meses desde
esa intimación sin que el expropiante le asignara al bien ese destino, o sin que hubiere iniciado los
respectivos trabajos, los que deberá mantener conforme a los planes de obra aprobados, la acción de
retrocesión quedará expedita, sin necesidad de reclamo administrativo previo.
Si al bien se le hubiere dado un destino diferente al previsto en la ley expropiatoria, deberá formularse el
reclamo administrativo previo.
SF ARTICULO 62.- El propietario expropiado y sus sucesores a título universal, podrán, previa reclamación
administrativa a que se refiere el artículo 64, retroceder el bien en los casos siguientes: a) Cuando el expropiante
diera al bien un destino distinto al establecido para efectuar la expropiación salvo que el cambio de destino fuera
dispuesto por ley y la sustitución tuviere por objeto lograr una satisfacción de la colectividad.
b) Cuando después de dos años de perfeccionada la expropiación o vencido el plazo que fije la ley especial
para la realización de la obra, no se hubiere dado al bien el destino que motivó aquélla.
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Catalina Quiñónez
Es cuando el propietario acciona contra el Estado para que le expropie el bien, en cumplimiento de la
voluntad legislativa que declara la utilidad pública.
Declarada la utilidad pública por el órgano Legislativo, el órgano Ejecutivo puede iniciar el proceso de
expropiación cuando lo considere oportuno.
Si el Estado no inicia el proceso expropiatorio, “pero demuestra su voluntad de expropiar” (adquiere máquinas, o
materiales), el propietario del inmueble afectado puede demandar al Estado para obligarlo a que expropie.
Nación ARTÍCULO 51. — Procede la acción de expropiación irregular en los siguientes casos:
a) Cuando existiendo una ley que declara de utilidad pública un bien, el Estado lo toma sin
haber cumplido con el pago de la respectiva indemnización.
b) Cuando, con motivo de la ley de declaración de utilidad pública, de hecho una cosa mueble
o inmueble resulte indisponible por evidente dificultad o impedimento para disponer de ella
en condiciones normales.
c) Cuando el Estado imponga al derecho del titular de un bien o cosa una indebida restricción o
limitación, que importen una lesión a su derecho de propiedad.
ARTICULO 53. — El que accione por expropiación irregular está exento de la reclamación
administrativa previa.
SF ARTÍCULO 51.- El propietario de un bien podrá promover el juicio de expropiación, en los siguientes
casos:
a) Cuando declarado de interés general un bien, o comprendido éste dentro de una declaración
genérica, el sujeto expropiante hubiere tomado posesión de él sin intervención judicial o sin
consentimiento expreso del propietario.
b) Cuando en la hipótesis del inciso precedente, la posesión hubiere sido tomada con consentimiento
del propietario y el juicio de expropiación no hubiere sido promovido en el plazo fijado de común
acuerdo o dentro de los seis meses siguientes a la toma de posesión a falta de plazo convenido.
c) Cuando declarado de interés general un bien, la autoridad respectiva provincial o municipal limitare
en otra forma, por acción y omisión, los derechos del propietario, siempre que no se tratare de meras
restricciones a la propiedad, con el propósito de no hacer más onerosa la expropiación que pudiere
intentar, o con el propósito de lograr, en esa forma, incorporar al dominio del Estado todo o parte del
bien.
d) Cuando en los casos de ocupación temporal de un bien, no se produjera la devolución del mismo en
el término establecido, o en el máximo legal fijado por esta ley para dicho supuesto.
Es un procedimiento Administrativo unilateral por el cual el Estado adquiere bienes, o servicios personales,
de manera coactiva (cesión forzosa), con el fin de satisfacer urgentes necesidades de utilidad pública,
pagando la indemnización correspondiente.
Según Diez, la requisa de un bien es un acto por el cual el órgano administrativo impone a un particular, en
base al interés general, la obligación de transferir la propiedad del mismo o el uso de una cosa mediante una
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indemnización. Se puede decir, en sentido amplio, que la requisa se refiere a la disposición, por vía coactiva
de personas y de cosas.
La requisa puede ser de uso, de consumo, o en propiedad. Puede abarcar: a) prestación de servicios; b)
adquisición de cosas muebles; c) utilización de inmuebles y semovientes.
Expropiación:
Ocupación temporal:
La ocupación temporal recae sobre bienes determinados; la requisa puede recaer sobre los
bienes de cualquier persona (ej. el Estado necesita alimentos para mantener a parte de la
población inundada; entonces requisa los bienes de cualquier supermercado).
Fuentes de la requisa.
La fuente principal de la requisa es la ley. El Art.17 CN establece “ningún cuerpo armado puede hacer
requisiciones” (por ende, la Administración si puede).
Hay 2 tipos:
Requisa de uso: refiere al uso de bienes muebles, inmuebles y semovientes en forma temporal.
Puede ser autorizada por ley; pero en caso de emergencias (inundaciones, terremotos) la
Administración puede requerir el uso sin necesidad de ley.
Condiciones de ejercicio.
Formalidades.- Ninguna requisición es procedente sin ley que la autorice. La competencia para legislar
sobre requisas es de la Nación.
Requisa para alojamiento.- La Administración puede requisar bienes inmuebles para alojamiento de tropas
en caso de graves acontecimientos (inundaciones, incendios, etc.). Estas medidas tienen un carácter
excepcional y temporario, ya que habrán de cesar tan pronto termine la situación de guerra imperante o la
catástrofe que azota al país.
Comiso. Concepto.
Es una sanción Administrativa que implica la quita (pérdida definitiva) de un bien, sin indemnización, por
razones de seguridad, moralidad o salubridad.
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El comiso es una sanción que puede ser penal, tributaria, o de policía:
Como sanción penal (ej. se comisan las armas e instrumentos empleados para cometer el delito).
Como sanción aduanera (ej. se comisan las mercaderías y efectos ingresados por contrabando).
Confiscación y comiso. La confiscación implica el desapoderamiento de “todos” los bienes de una persona,
que pasan al poder del Estado sin compensación alguna. El Art. 17 CN establece: “la confiscación de bienes
queda borrada para siempre del Código Penal argentino”.
El comiso implica el desapoderamiento de “algunos” bienes de una persona, que pasan a poder del Estado
sin compensación –porque son una sanción-, por ser peligrosos y estar determinados en ley previa.
Fuentes del comiso.- La fuente principal del comiso es la ley. El comiso es una sanción, y el Art.18 CN
establece “nadie puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso”
Caracteres jurídicos.
No es indemnizable.
Jurisdicción.
El comiso como sanción penal o aduanera, es materia propia y exclusiva del Congreso de la Nación. El
comiso como sanción de policía, es materia de las legislaturas Provinciales.
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-BOLILLA XV-
Según los enfoques, parámetros o criterios que se utilicen serán diferentes las clasificaciones y categorías
que puedan elaborarse. :
Control administrativo, legislativo y judicial: atendiendo a la competencia atribuida a los tres poderes
constitucionales. Esta clasificación tiene su basamento en los preceptos constitucionales que, al plasmar la
división de poderes, asignan a órganos diferenciados e independientes la realización de las distintas
funciones estatales, evitando su concentración e implantando un sistema de relaciones y controles entre ellos.
Control previo, preventivo y posterior: según se realice antes o después de que un acto administrativo
adquiera eficacia.
Auto-control o hetero-control, s/sea ejercido por el propio autor del acto o por una entidad u órgano extraño
a él.
Control ejecutivo o control por muestra, s/abarque la totalidad de actos o sólo algunos aspectos considerados
representativos del todo.
Control descendiente, ascendiente u horizontal: s/se ejerza desde la cúpula hacia la base de la organización -
jerarquía-, desde la base hacia la cúpula o entre órganos no jerarquizados.
C. global o parcial, s/abarque toda la actividad de una entidad o sólo un sector de ella.
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C. interno y externo: el interno se ejerce por órganos que forman parte de la organización del ente
fiscalizado, mientras que el externo es el ejercido por órganos que se encuentran fuera del controlado.
Etc.
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Control Externo. – Ejercido por órganos que se encuentran fuera del controlado.
Control Administrativo. - Son los que se ejercen mediante actuaciones de carácter administrativo o, dicho
de otra forma, en ejercicio de función administrativa. Control jerárquico, de tutela, interno, fiscal y
disciplinarios denominado conjunto administración pasiva.
El ciudadano como protagonista del interés público = Se trata de una modalidad que se sustenta en los
principios de transparencia, acceso a la información y participación ciudadana, y de gran incidencia actual en
la estructura y organización de la Administración Pública. Justamente, uno de los mayores logros en las
últimas décadas ha sido el proceso de democratización de la Administración, permitiendo ello un control
social dirigido a obtener una mayor transparencia de las acciones públicas. La actividad ciudadana, la mayor
información que se genera, la reformulación de la relación entre el ciudadano y los organismos públicos y el
control social que se va formando, han permitido un nuevo vínculo con la Administración.
214
Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
En cuanto a las modalidades que presenta esta especie de control, hemos de admitir que puede manifestarse
bajo sistemas formales o informales. Es decir que la sociedad controla de diferentes maneras al Estado,
varias de ellas no previstas en normas específicas; por ejemplo las protestas públicas frente a omisiones
estatales que afectan sus derechos, pues aun cuando a través de ellas se expone una queja, evidenciar la
existencia de irregularidades implica indirectamente ejercer un control sobre la actuación pública.
En un plano teórico, la auditoría podría ser interna o externa s/la relación del auditor con el organismo. La
interna es aquella en la que el auditor se encuentra en el ámbito de la entidad, mientras que la externa es la
llevada a cabo por un auditor independiente, que no tiene relación de jerarquía con el ente auditado.
La auditoría interna es una evaluación independiente sobre operaciones y sistemas de control dentro de una
organización, con el objeto de determinar si las políticas y procedimientos establecidos son aplicados, los
estándares fijados son alcanzados, los recursos son utilizados eficientemente y económicamente, los planes
son realizados de manera eficiente y en general, si los objetivos de la organización se están realizando.
“La auditoría interna es importante para el correcto funcionamiento, pero no puede ni debería substituir un
buen sistema de control interno”.
Conf. normas de auditoría interna gubernamentales aprobadas por la SIGEN mediante resolución 152/02,
compete a la auditoría interna gubernamental examinar en forma independiente, objetiva, sistemática y
amplia el funcionamiento del sistema de control interno establecido en las organizaciones públicas, sus
operaciones y el desempeño en el cumplimiento de sus responsabilidades financieras, legales y de gestión,
formándose opinión e informando acerca de su eficacia y de los posibles apartamientos que se observen.
Asimismo, debe brindar asesoramiento en aspectos de su competencia a los responsables de dar solución a
los problemas detectados, con una orientación dirigida a agregar valor al conjunto de la organización. Son
objetivos de esta auditoría: a) el adecuado funcionamiento de los sistemas, en particular el del control interno
– b) la correcta aplicación de la normativa vigente -leyes, decretos, reglamentos, manuales, políticas, etc.- c)
la confiabilidad e integridad de la información producida - d) la economía y eficiencia de los procesos
operativos. – e) la eficacia y el desempeño de los distintos segmentos y operadores de la organización
(programas, actividades, proyectos, sistemas, procesos, etc.) – f) la debida protección de los activos y demás
recursos – g) la eficacia de los controles establecidos para prevenir, detectar y disuadir la ocurrencia de
irregularidades y de desvíos en el cumplimiento de los objetivos – h) la evaluación de riesgos en los sistemas
de gestión, con especial orientación a la implantación de medidas correctivas de deficiencias detectadas.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Independencia: Normas de la SIGEN prevén expresamente que la actividad del auditor debe ejecutarse
manteniendo independencia de criterio respecto del auditado, desarrollando su trabajo objetiva e
imparcialmente.
La SIGEN es una entidad con personería jurídica propia y autarquía administrativa y financiera, dependiente
del Presidente de la Nación.
La ley puso a su cargo el control interno de las jurisdicciones que componen el PE y los organismos
descentralizados y empresas y sociedades del estado que dependan del mismo, sus métodos y
procedimientos de trabajo, normas orientativas y estructura orgánica.
Es un organismo unipersonal, y su titular es el Síndico General de la Nación, designado por el PE, de quien
depende directamente.
Es asistido por 3 síndicos generales adjuntos, que lo sustituyen en caso de ausencia, licencia o impedimento,
designados por el PE a propuesta del Sindico General de la Nación.
;P/ser síndico general: hay que poseer título universitario en el área de Ciencias Económicas o Derecho y
una experiencia en administración financiera y auditoría no inferior a ocho años.
;Funciones del sg: representar legalmente a la SIGEN / organizar y reglamentar el funcionamiento interno de
la SIGEN, dictar y modificar su estructura orgánico-funcional / designar su personal, promoverlo, aceptar
renuncias, disponer licencias, cesantías, exoneraciones, etc. / efectuar las contrataciones de personal para
trabajos específicos o extraordinarios que no pueda realizar el personal de planta permanente / elevar el plan
de acción y presupuesto de gastos para su incorporación al proyecto de Ley de Presupuesto General /
administrar su presupuesto / efectuar las contrataciones de suministros y servicios de personal necesarias
para el funcionamiento del organismo, conforme las normas legales vigentes en la materia de contrataciones.
ARTICULO 98.- En materia de su competencia el control interno de las jurisdicciones que componen el
Poder Ejecutivo Nacional y los organismos descentralizados y empresas y sociedades del Estado que
dependan del mismo, sus métodos y procedimientos de trabajo, normas orientativas y estructura orgánica.
ARTICULO 99.- Su activo estará compuesto por todos los bienes que le asigne el Estado Nacional y por
aquellos que sean transferidos o adquiera por cualquier causa jurídica.
ARTICULO 100.- El sistema de control interno queda conformado por la Sindicatura General de la Nación,
órgano normativo, de supervisión y coordinación, y por las unidades de auditoria interna que serán creadas
en cada jurisdicción y en las entidades que dependan del Poder Ejecutivo Nacional. Estas unidades
dependerán, jerárquicamente, de la autoridad superior de cada organismo y actuarán coordinadas
técnicamente por la Sindicatura General.
ARTICULO 101.- La autoridad superior de cada jurisdicción o entidad dependiente del Poder Ejecutivo
nacional será responsable del mantenimiento y de un adecuando sistema de control interno que incluirá los
instrumentos de control previo y posterior incorporados en el plan de organización y en los reglamentos y
manuales de procedimiento de cada organismo y la auditoria interna.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
ARTICULO 103.- El modelo de control que aplique y coordine la sindicatura deberá ser integral e integrado,
abarcar los aspectos presupuestarios, económicos, financieros, patrimoniales, normativos y de gestión, la
evaluación de programas, proyectos y operaciones y estar fundado en criterios de economía, eficiencia y
eficacia.
Además de tener a su cargo la supervisión sobre la auditoría interna y las estructuras de control interno de
los organismos, puede ejecutar por sí auditorías integrales e integradas conforme al artículo 104 de la ley.
De acuerdo a esta disposición, son funciones de la SIGEN: ARTICULO 104.- Son funciones de la
Sindicatura General de la Nación:
a) Dictar y aplicar normas de control interno, las que deberán ser coordinadas con la Auditoria General de la
Nación;
b) Emitir y supervisar la aplicación, por parte de las unidades correspondientes, de las normas de auditoria
interna;
c) Realizar o coordinar la realización por parte de estudios profesionales de auditores independientes, de
auditorias financieras, de legalidad y de gestión, investigaciones especiales, pericias de carácter financiero o
de otro tipo, así como orientar la evaluación de programas, proyectos y operaciones;
d) Vigilar el cumplimiento de las normas contables, emanadas de la Contaduría General de la Nación;
e) Supervisar el adecuado funcionamiento del sistema de control interno, facilitando el desarrollo de las
actividades de la Auditoria General de la Nación;
f) Establecer requisitos de calidad técnica para el personal de las unidades de auditoria interna;
g) Aprobar los planes anuales de trabajo de las unidades de auditoria interna, orientar y supervisar su
ejecución y resultado;
h) Comprobar la puesta en práctica, por los organismos controlados, de las observaciones y recomendaciones
efectuadas por las unidades de auditoria interna y acordadas con los respectivos responsables;
i) Atender los pedidos de asesoría que le formulen el Poder Ejecutivo Nacional y las autoridades de sus
jurisdicciones y entidades en materia de control y auditoría;
j) Formular directamente a los órganos comprendidos en el ámbito de su competencia, recomendaciones
tendientes a asegurar el adecuado cumplimiento normativo, la correcta aplicación de las reglas de auditoría
interna y de los criterios de economía, eficiencia y eficacia;
k) Poner en conocimiento del Presidente de la Nación los actos que hubiesen acarreado o estime puedan
acarrear significativos perjuicios para el patrimonio público;
I) Mantener un registro central de auditores y consultores a efectos de la utilización de sus servicios;
m) Ejercer las funciones del artículo 20 de la ley 23.696 en materia de privatizaciones, sin perjuicio de la
actuación del ente de control externo.
Como mencioné, por el art. 106 la Sindicatura se encuentra facultada para requerir de la Contaduría General
de la Nación y de los organismos comprendidos en el ámbito de su competencia la información que le sea
necesaria para el cumplimiento de sus funciones. Los agentes y/o autoridades del sector público nacional
deben prestar su colaboración, considerándose la conducta adversa como falta grave.
Unidades de Auditoría Interna: por disposición del art. 100, son creadas en cada jurisdicción y entes del
Poder Ejecutivo Nacional, y dependen jerárquicamente de la autoridad superior de cada organismo. Se
encuentra a su cargo el examen posterior de las actividades financieras y administrativas, bajo la supervisión
y coordinación técnica de la Sindicatura General. Deben verificar el cumplimiento de políticas, planes y
procedimientos establecidos por la máxima autoridad del organismo del que dependen, revisar y evaluar la
aplicación de los controles operativos, contables, de legalidad y financieros y control el ajuste de las
217
Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
erogaciones a las normas legales y de contabilidad, produciendo informes sobre las actividades que
desarrollen y formulando recomendaciones u observaciones.
El Síndico General de la Nación resolvió mediante resolución, aprobar un nuevo perfil del auditor interno:
título universitario nacional en ciencias económicas, derecho o acorde con las incumbencias u objeto
principal de la jurisdicción, entidad u organismo acreditado – experiencia mínima de cinco años en su
actuación profesional pública o privada – acreditar experiencia en la conducción de grupos de trabajo,
apreciándose que cuente con antecedentes en actividades de auditoría relativas al sector público, haber
realizado cursos y estudios especializados, actividades docentes o de capacitación y publicado trabajos, todos
referidos a la temática del control – se mantiene la exigencia de que el auditor interno no podrá ser cónyuge
o pariente de la autoridad superior de la jurisdicción, entidad, u organismo donde vaya a prestar servicios.
a) Al Presidente de la Nación, sobre la gestión financiera y operativa de los organismos comprendidos dentro
del ámbito de su competencia;
b) A la Auditoria General de la Nación, sobre la gestión cumplida por los entes bajo fiscalización de la
sindicatura, sin perjuicio de atender consultas y requerimientos específicos formulados por el órgano externo
de control;
ARTICULO 108.- La Sindicatura General de la Nación estará a cargo de un funcionario denominado síndico
general de la Nación. Será designado por el Poder Ejecutivo Nacional y dependerá directamente del
Presidente de la Nación, con rango de Secretario de la Presidencia de la Nación.
ARTICULO 109.- Para ser Síndico General de la Nación será necesario poseer título universitario en el área
de Ciencias Económicas o Derecho y una experiencia en Administración Financiera y Auditoría no inferior a
los ocho (8) años. (Artículo sustituido por art. 12 de la Ley Nº 25.233 B.O.14/12/1999)
ARTICULO 110.- El síndico general será asistido por tres (3) síndicos generales adjuntos, quienes
sustituirán a aquél en caso de ausencia, licencia o impedimento en el orden de prelación que el propio
síndico general establezca.
ARTICULO 111.- Los síndicos generales adjuntos deberán contar con título universitario y similar experiencia a
la del síndico general y serán designados por el Poder Ejecutivo Nacional, a propuesta del síndico general.
c) Designar personal con destino a la planta permanente cuidando que exista una equilibrada composición
interdisciplinaria, así como promover, aceptar renuncias, disponer cesantías, exoneraciones y otras sanciones
disciplinarias con arreglo al régimen legal vigente y al estatuto que, en consecuencia, se dicte;
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
d) Efectuar contrataciones de personal para la realización de trabajos específicos, estacionales o extraordinarios
que no puedan ser realizados por su planta permanente, fijando las condiciones de trabajo y su retribución;
f) Administrar su presupuesto, resolviendo y aprobando los gastos del organismo, pudiendo redistribuir los
créditos, sin alterar el monto total asignado;
g) Licitar, adjudicar y contratar suministros y servicios profesionales, adquirir, vender, permutar, transferir,
locar y disponer respecto de bienes muebles e inmuebles para el uso de sus oficinas conforme las
necesidades del servicio, pudiendo aceptar donaciones con o sin cargo;
h) Informar a la Auditoria General de la Nación de actos o conductas que impliquen irregularidades, de las
que tuviere conocimiento en el ejercicio de sus funciones.
ARTICULO 113.- Los síndicos generales adjuntos participarán en la actividad de la sindicatura general, sin
perjuicio de las responsabilidades de determinadas funciones y cometidos que el síndico general de la
Nación les atribuya conjunta o separadamente, con arreglo a la naturaleza de la materia o a la importancia o
particularidades del caso. El síndico general, no obstante la delegación, conservará en todos los casos la
plena autoridad dentro del organismo y podrá abocarse al conocimiento y decisión de cualquiera de las
cuestiones planteadas.
ARTICULO 114.- En los casos en que el Estado tenga participación accionaria mayoritaria en sociedades
anónimas, la Sindicatura General de la Nación propondrá a los organismos que ejerzan los derechos
societarios del Estado nacional, la designación de los funcionarios que en carácter de síndicos integrarán las
comisiones fiscalizadoras, de acuerdo con lo que dispongan sus propios estatutos.
También los propondrá al Poder Ejecutivo Nacional en los casos en que deban asignarse síndicos por el capital
estatal en empresas y sociedades en que el Estado nacional, por sí o mediante sus organismos descentralizados,
empresas y sociedades del Estado tengan participación igualitaria o minoritaria. Dichos funcionarios tendrán las
atribuciones y deberes previstos por la ley 19.550, en todo lo que no se oponga a la presente.
ARTICULO 115.- La Sindicatura General de la Nación convendrá con las jurisdicciones y entidades que en
virtud de lo dispuesto en esta ley queden alcanzadas por su ámbito de competencia, la oportunidad y
modalidades de la puesta en práctica del sistema instituido en esta ley.
El Ministerio de Hacienda. –
Un control muy operativo es el que se ejerce por el Mº de Hacienda a través de la Intervención General de la
Administración del Estado y, en parecidos términos, por las Consejerías de Economía de las CCAA.
Este control, de naturaleza preventiva e interna, actúa sobre el procedimiento de todo gasto público, para
cuya efectividad se exigen varias condiciones o requisitos a cargo de diversos órganos:
- La ordenación del gasto corresponde al Ministro o Jefe del organismo competente por razón de la materia.
- El gasto no puede comprometerse sin que se acredite la existencia de crédito disponible. Es aquí donde
actúa la Intervención (central o delegada, o la militar) mediante la "toma de razón" o "intervenido" cuya
función consiste justamente en verificar que el gasto ordenado está dentro de las partidas presupuestarias de
que puede disponer la autoridad ordenadora del gasto.
- Comprometido el gasto, viene la fase material del pago, también competencia del Ministerio de Hacienda,
salvo los supuestos de delegación de organismos con ordenaciones de pago propias (Mº de Defensa y
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Mariana del Pazo
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Delegaciones de Hacienda para pagos periódicos y fijos). También en esta fase actúa la Intervención. A
través de este sistema se pretende hacer más difícil las malversaciones y los gastos irregulares. El peligro
está en que, so pretexto de la fiscalización presupuestaria y contable, la Intervención bloquee la competencia
ordenadora de cada organismo, mediante la negativa o retraso del "intervenido". Los Interventores ejercen la
intervención crítica o previa de todo acto, documento o expediente que puede implicar algún tipo o
movimiento de fondos, pudiendo recabar toda clase de antecedentes, documentos o informes. En el caso de
los Organismos autónomos la posición del Mº de Hacienda está reforzada porque un funcionario de este
Ministerio lleva la contabilidad material colaborando activamente con el Interventor. No obstante, la
tendencia controladora del Ministerio de Hacienda se manifiesta por su pretensión de control sobre los
contratos, los bienes y las retribuciones de los funcionarios de toda la Administración del Estado; es decir,
sobre los medios logísticos de los restantes Departamentos.
El control de la actividad contractual de la Administración del Estado lo actúa el Ministerio de Hacienda a
través de la Junta Consultiva de Contratación Administrativa (dependiente de la Dirección General del
Patrimonio), y que tiene más de órgano de control que de consulta por ostentar importantes competencias
operativas y controladoras sobre los contratistas y los contratos del Estado. A su vez, La Ley del Patrimonio
del Estado ha convertido a la Dirección G. del Patrimonio en el gran administrador de los bienes de la
Administración, con lo que todos los Mº y Organismos del Estado dependen del Mº de Hacienda para la
afectación de los bienes inmueb1es que necesitan para el cumplimiento de sus fines, asimismo como la
política de retribuciones de los funcionarios públicos, incide este Ministerio. La Secretaría del Hacienda, es
una de las Secretarias en las que está organizado el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de la
República Argentina.
ARTICULO 183.- Le compete el control interno y ejerce la auditoria interna de las jurisdicciones y
entidades, que componen el Poder Ejecutivo y los Organismos Descentralizados y Empresas, Sociedades y
Otros Entes Públicos que dependan del mismo, de acuerdo al ámbito de aplicación de la presente ley, sus
métodos, normas y procedimientos
de trabajo. El modelo de control que aplique y coordine la Sindicatura General, deberá ser integral e
integrado; e implica concebir a la jurisdicción o entidad como una totalidad que cumple funciones, logra
resultados, realiza procesos y funda sus decisiones en criterios de economía, eficiencia y eficacia. Abarca los
aspectos presupuestarios, económico, financiero, patrimonial, normativo y de gestión, la evaluación de
programas, proyectos y operaciones.
ARTICULO 184.- El control interno, como función de la conducción, comprende normas y procedimientos
destinados a lograr, por medio de una efectiva planificación, el ejercicio eficiente de la gestión
administrativa y financiera, dirigido todo a la consecución de los fines de la organización.
La auditoría interna es un servicio a toda la organización y consiste en un examen posterior de las
actividades financieras y administrativas de las jurisdicciones y entidades sujetas a su control, realizado por
auditores integrantes de la Unidad de Auditoría Interna respectiva.
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Con el fin de garantizar la autonomía de criterio de los auditores, sus funciones y actividades deben
mantenerse desligadas de las operaciones sometidas a su análisis.
ARTICULO 185.- La Sindicatura General de la Provincia puede crear bajo su dependencia delegaciones, con
competencia en la auditoría interna de una o más jurisdicciones del Poder Ejecutivo, las que dependen de
ésta, orgánica y funcionalmente.
Los titulares de cada jurisdicción y entidad deben garantizar la actividad de tales delegaciones, pudiendo
además solicitar la inclusión de actividades de auditoría requeridas por éste en su plan de tareas.
La autoridad superior de cada jurisdicción o entidad dependiente del Poder Ejecutivo Provincial, será
responsable del mantenimiento de un adecuado sistema de control interno.
ARTICULO 187.- Para el cumplimiento de las funciones enumeradas en el artículo anterior, a Sindicatura
General de la Provincia podrá requerir de todas las jurisdicciones y entidades sujetas a su competencia, la
información que estime necesaria, quedando obligados todos sus funcionarios y agentes, a prestar su
colaboración. La omisión de ello, será considerada falta grave.
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ARTICULO 191.- El Síndico Adjunto participa en la actividad de la Sindicatura General, sin perjuicio de las
responsabilidades de determinadas funciones y cometidos que el Sindico General le atribuya, con arreglo a la
naturaleza de la materia o a la importancia y particularidades del caso. El Síndico General, no obstante la
delegación, conservará en todos los casos, la plena autoridad dentro del organismo y podrá abocarse al
conocimiento y
decisión de cualquiera de las cuestiones planteadas.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
los niveles de economía, eficacia y eficiencia con el fin de que quien deba tomar las decisiones lo haga
conforme con sus conclusiones.
Las conclusiones del trabajo del auditor son expuestas en el “informe de auditoría”. La AGN x resolución
145/93 estableció las características y apartados que deben incluirse en sus informes.
La auditoría externa es el “examen estructurado de registros u otra búsqueda de evidencia, con el propósito
de sustentar una evaluación, recomendación u opinión profesional con respecto a: la consistencia de los
sistemas de información y control, la eficiencia y efectividad de los programas y operaciones, el fiel
cumplimiento de los reglamentos y políticas prescriptos, y/o la razonabilidad de los estados financieros e
informes de rendimiento que pretenden revelar las condiciones actuales y los resultados de pasadas
operaciones de un organismo o programa.
Los objetivos de la auditoría han sido caracterizados por la AGN: a) determinar la razonabilidad de la
información financiera generada por el ente auditado – b) establecer si se han cumplido con la normativa
aplicable – c) comprobar si los recursos públicos se han utilizado en forma económica y eficiente – d)
determinar el grado en que se han alcanzado los objetivos previstos – e) promover mejoras en los sistemas
administrativos y financieros, en las operaciones y en el control interno.
La auditoría de cumplimiento permite verificar si una entidad ha cumplido con la normativa legal que le es
aplicable.
La auditoría financiera o contable es aquella mediante la cual se analiza si los estados contables e informes
financieros se confeccionaron conforme a los principios de contabilidad generalmente aceptados, y si
representan la realidad económica del organismo. El objeto de este tipo de auditoría es determinar de manera
razonable si los estados financieros de la entidad auditada presentan razonablemente su situación financiera,
resultados de sus operaciones y sus flujos de efectivos.
La resolución 145/93 de la Auditoría General de la Nación la define como: “el examen de información
financiera por parte de una tercera persona distinta de la que la preparó, con la intención de establecer su
razonabilidad daño a conocer los resultados de su examen, a fin de aumentar la utilidad de tal información”.
La auditoría de gestión materializa la necesidad de profundizar el control sobre la gestión de los bienes
públicos.
La resolución 152/02 de la SIGEN define a la auditoría de gestión como el examen sistemático de los
comportamientos sustantivos relacionados con la economía, eficacia y eficiencia de las operaciones en el
conjunto de una organización, o en una función, programa, proceso o segmento de la actividad pública. Su
alcance incluye el análisis de la calidad de los bienes y servicios producidos, y la satisfacción del ciudadano,
así como la forma en que se cumplieron los diversos tipos de responsabilidades.
S/las normas de la SIGEN, este tipo de auditorías tiene el propósito de responder a cuestiones tales como: a)
si los objetivos y metas fijadas han sido logrados de forma económica y eficiente – b) si se están llevando a
cabo exclusivamente aquello programas o actividades legalmente autorizados – c) si las entidades del sector
público y sus autoridades controlan y evalúan la calidad de los servicios que prestan o bienes que
proporcionen así como el grado de satisfacción de los usuarios, y el impacto de su gestión – d) si las
entidades del sector público y sus autoridades controlan y evalúan la calidad de los servicios que prestan o
bienes que proporcionan, así como el grado de satisfacción de los usuarios y el impacto de su gestión – e) si
los recursos -financieros, humanos, etc.- se adquieren, protegen y emplean de manera económica y eficiente
– g) si el organismo y sus miembros integrantes cumplieron adecuadamente con sus deberes y
responsabilidades, en el sentido que les han sido asignados y rinden cuenta de los resultados de su gestión.
El control externo del sector público nacional, con sustento en la división de poderes entre los órganos del Estado,
se atribuyó por mandato constitucional (art. 85 de la Constitución nacional –CN–) y legal (ley 24.156)
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a la Auditoría General de la Nación (AGN), y se le confirió autonomía funcional como garantía de no
interferencia, cualquiera sea su procedencia. La división de poderes lleva ínsita la concepción del control
recíproco. De esta forma, como contrapeso del actuar del Poder Ejecutivo, el Legislativo ejerce un control
sobre su actividad administrativa.
Artículo 85 CN: El control externo del sector público nacional en sus aspectos patrimoniales, económicos,
financieros y operativos, será una atribución propia del Poder Legislativo. El examen y la opinión del Poder
Legislativo sobre el desempeño y situación general de la administración pública estarán sustentados en los
dictámenes de la Auditoría General de la Nación. Este organismo de asistencia técnica del Congreso, con
autonomía funcional, se integrará del modo que establezca la ley que reglamenta su creación y
funcionamiento, que deberá ser aprobada por mayoría absoluta de los miembros de cada Cámara. El
presidente del organismo será designado a propuesta del partido político de oposición con mayor número de
legisladores en el Congreso. Tendrá a su cargo el control de legalidad, gestión y auditoría de toda la
actividad de la administración pública centralizada y descentralizada, cualquiera fuera su modalidad de
organización, y las demás funciones que la ley le otorgue. Intervendrá necesariamente en el trámite de
aprobación o rechazo de las cuentas de percepción e inversión de los fondos públicos.
Las tres “e”: la economía es lograr el costo mínimo posible, es decir, gastar solamente lo necesario o
prudente para alcanzar una meta u objetivo; implica gastar razonablemente // la eficacia consiste en lograr o
alcanzar los objetivos propuestos, las metas programadas, o los resultados deseados. // la eficiencia en el
ejercicio de las funciones tienen jerarquía constitucional, por constituir un valor imprescindible para obtener
el bienestar general y la prosperidad del país, pudiendo apreciarse, respecto de la estructura de la
Administración Pública, desde un punto de vista estático y dinámico.
Independencia:
Normas de la AGN hacen especial referencia a la independencia de criterio respecto al sistema objeto de
auditoría, estableciendo que debe mantener una actitud mental independiente y objetiva en todo lo
relacionado con su actuación profesional. Ello implica objetividad respecto a la consideración de los hechos,
e imparcialidad en la formulación de conclusiones y recomendación.
ARTICULO 116.- Créase la Auditoría General de la Nación, ente de control externo del sector público
nacional, dependiente del Congreso Nacional.
El ente creado es una entidad con personería jurídica propia, e independencia funcional. A los fines de
asegurar ésta, cuenta con independencia financiera.
Su estructura orgánica, sus normas básicas internas, la distribución de funciones y sus reglas básicas de
funcionamiento serán establecidas por resoluciones conjuntas de las Comisiones Parlamentaria Mixta Revisora de
Cuentas y de Presupuesto y Hacienda de ambas Cámaras del Congreso de la Nación, por vez primera.
Las modificaciones posteriores serán propuestas por la auditoria, a las referidas comisiones y aprobadas por
éstas. Su patrimonio estará compuesto por todos los bienes que le asigne el Estado Nacional, por aquellos
que hayan pertenecido o correspondido por todo concepto al Tribunal de Cuentas de la Nación y por aquellos
que le sean transferidos por cualquier causa jurídica.
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Mariana del Pazo
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El Congreso de la Nación, por decisión de sus dos Cámaras, podrá delegar su competencia de control sobre
la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, en los organismos que fueren creados por ésta.
El control externo posterior del Congreso de la Nación será ejercido por la Auditoria General de la Nación.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación dispondrá sobre la modalidad y alcances de la puesta en práctica
del sistema instituido en esta ley con relación al Poder Judicial de la Nación, debiendo velar por el respeto de
los principios de transparencia en la gestión y uso eficiente de los recursos.
A los efectos del control externo posterior se ajustará al artículo 85 de la Constitución Nacional. Todo ello
de conformidad con lo establecido en el artículo 1° de la ley 24.937 y sus modificatorias.
ARTICULO 121.- La Auditoría General de la Nación estará a cargo de siete (7) miembros designados cada
uno como Auditor General, los que deberán ser de nacionalidad argentina, con título universitario en el área
de Ciencias Económicas o Derecho, con probada especialización en administración financiera y control.
ARTICULO 127.- El control de las actividades de la Auditoria General de la Nación, estará a cargo de la
Comisión Parlamentaria Mixta Revisora de Cuentas, en la forma en que ésta lo establezca.
TRIBUNAL DE CUENTAS
A nivel provincial:
El Tribunal de Cuentas, con jurisdicción en toda la Provincia, tiene a su cargo, en los casos y en la forma que
señale la ley, aprobar o desaprobar la percepción e inversión de caudales públicos y declarar las
responsabilidades que resulten.
LEY 12510:
ARTICULO 1.- La presente ley rige los actos, hechos y operaciones relacionados con la Administración y
Control de la Hacienda del Sector Público Provincial No Financiero.
ARTICULO 3.- El control en el Sector Público Provincial No Financiero comprende la supervisión integral
de las operaciones de gestión administrativa de las que deriven transformaciones o variaciones, cuantitativas
o cualitativas en la Hacienda Pública y el régimen de responsabilidad basado en la obligación de los
funcionarios de lograr los resultados previstos y rendir cuentas de su gestión.
225
Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
ARTICULO 8.- El control interno del Poder Ejecutivo está a cargo de la Sindicatura General de la Provincia
y el externo del Sector Público Provincial no Financiero corresponde al Tribunal de Cuentas de la Provincia.
ARTÍCULO 192: El control externo posterior del Sector Público Provincial No Financiero será ejercido por
el Tribunal de Cuentas de la Provincia, de acuerdo con las atribuciones que le fija el Artículo 81 de la CP y
las que se determinen legalmente. A tal fin, contará con personería jurídica, autonomía funcional, autarquía
administrativa y financiera para los fines de su creación.
Su patrimonio estará compuesto por todos los bienes que le pertenezcan al momento del dictado de la
presente ley y todos los que se le asignen o adquiera por cualquier causa jurídica.
ARTICULO 202.- Es competencia del Tribunal de Cuentas ejercer el control externo posterior del Sector
Público Provincial No Financiero, mediante: a) El control de legalidad de los actos administrativos que se
refieren o estén vinculados directamente a la hacienda pública; b) La auditoría y control posterior legal,
presupuestario, económico, financiero, operativo, patrimonial, y de gestión y el dictamen de los estados
financieros y contables del Sector Público Provincial No Financiero. Se incluye a las unidades ejecutoras de
proyectos financiados por organismos internacionales de crédito, entes reguladores de servicios públicos,
entes privados adjudicatarios de procesos de privatización o concesión, en lo que respecta a las obligaciones
emergentes del contrato de concesión y con las limitaciones previstas en el Artículo 5° de la presente,
entidades públicas no estatales en cuya dirección o administración tenga responsabilidad el Estado; c) El
examen de las rendiciones de cuentas, de percepción e inversión de fondos públicos que efectúen los
responsables sometidos a tal obligación, y la sustanciación de los juicios de cuentas a los mismos, conforme
a lo previsto por la presente ley y demás normas aplicables; d) La determinación de la responsabilidad
administrativa y patrimonial de los agentes públicos mediante la sustanciación de juicios de responsabilidad,
en las condiciones fijadas por la presente ley y demás normas aplicables.
SECCIÓN IV –
De los responsables, de la presentación de las cuentas, de su examen y del juicio de
cuentas Sector I –
De los responsables
ARTICULO 213.- Los agentes y funcionarios del sector público provincial o entidades sujetas al control del
Tribunal, a quienes se haya confiado en forma permanente, transitoria o accidental, el cometido de recaudar,
percibir, transferir, custodiar, administrar, invertir, pagar o entregar fondos, valores, especies o bienes del
Estado, son responsables de la administración pública provincial y están obligados a rendir cuenta de su
gestión, en la forma y tiempo que dispone la presente ley y su reglamentación. La obligación se extiende a la
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gestión de los créditos del Estado, e implica responsabilidad por las rentas que se dejan de percibir, las
entregas indebidas de bienes a su cargo o custodia o la sustracción o daño de los mismos, salvo que se
compruebe inexistencia de culpa o dolo.
ARTICULO 214.- Toda persona de existencia física o ideal que, sin pertenecer al Estado, reciba de éste
fondos, valores o especies, cualquiera fuere el carácter de la entrega y siempre que la misma no constituya
contraprestación, indemnización o pago de bienes o servicios, es un responsable ante la administración y está
obligado a rendir cuenta de su gestión, con arreglo a lo prescripto en la presente ley y su reglamentación.
ARTICULO 215.- Los titulares de los servicios administrativos-financieros de los Poderes Legislativo y
Judicial, de los Ministerios, de las Secretarías de Estado, entes descentralizados y demás organismos sujetos
al contralor del Tribunal de Cuentas, además de la obligación que les fija el Artículo 213° por sí, en lo
referente a los fondos o valores que administren tanto en su percepción como en su inversión en forma
directa, se constituyen en obligados indirectos por el monto de lo que transfieran y deben requerir la
rendición de cuenta a los responsables de la inversión final, -en adelante, obligados directos-, que se
encuentren bajo su dependencia, para ponerla a disposición del Tribunal, en la forma y plazos que éste
establezca. La omisión o negligencia en el cumplimiento del deber de requerir la rendición de cuentas y de
informar al Tribunal de Cuentas en caso de incumplimiento del responsable de la inversión final, genera
responsabilidad solidaria con el obligado directo.
ARTICULO 216.- El obligado a rendir cuentas que cesa en sus funciones, no queda liberado de la
jurisdicción del Tribunal de Cuentas, hasta tanto haya sido aprobada la rendición de cuentas de su gestión.
Cuando se produce un cambio de agente o funcionario obligado, debe practicarse un arqueo y formalizarse
un acta con intervención del responsable de la unidad de auditoría interna y, en su caso, del reemplazante. El
incumplimiento genera responsabilidad solidaria del agente o funcionario entrante y saliente. El Tribunal de
Cuentas debe resolver los casos no previstos en relación con esta disposición.
ARTICULO 217.- Los hechos u omisiones violatorios de disposiciones legales o reglamentarias, generan
responsabilidad personal y solidaria para quienes los dispongan, ejecuten o intervengan en alguna de las
etapas de su cumplimiento. Si de tales hechos u omisiones, no se derivare perjuicio para el fisco, el Poder
Ejecutivo o la autoridad a quien competa superar el vicio, puede optar por su convalidación, sin perjuicio de
las sanciones disciplinarias aplicables al responsable de la transgresión, circunstancia que debe hacerse
constar en el decisorio que al efecto se dicte. Los agentes o funcionarios que reciban órdenes de hacer o no
hacer, deben advertir, por escrito, a su respectivo superior, sobre toda posible infracción que traiga aparejado
el cumplimiento de dichas órdenes. Si no obstante la referida prevención, el superior insiste en su orden,
también por escrito, cesa para el inferior toda responsabilidad, trasladándose a aquel.
ARTICULO 219.- El Contador Fiscal que asigne el Tribunal, examinará la cuenta en los aspectos enunciados, con
sujeción a las normas de procedimiento e interpretación que éste dicte y, si encuentra defectos, que den lugar a
reparo, o comprobare omisión de la presentación, debe formular requerimiento conminatorio a fin de que se
subsanen los mismos o se presente la rendición omitida. Dicho requerimiento debe ser dirigido al responsable
indirecto, quien, una vez impuesto del mismo, lo derivará al obligado directo.
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Catalina Quiñónez
ARTICULO 220.- Contestado el requerimiento o vencido el plazo otorgado para hacerlo, el Contador fiscal
se debe expedir por: a) La aprobación de la cuenta; b) El mantenimiento del reparo o en su caso, pedido de
emplazamiento si la rendición no hubiera sido presentada; En cualquier supuesto, debe elevar las actuaciones
a la sala correspondiente, por medio de la Fiscalía General del Tribunal de Cuentas, solicitando, en su caso,
la sustanciación de medidas previas.
ARTICULO 221.- Previo dictamen de la Fiscalía General, la sala debe resolver la aprobación o la iniciación
del juicio de cuentas respectivo.
ARTICULO 223.- Contestado el emplazamiento o vencido el término acordado para la respuesta sin que ella
se produzca, previo dictamen del Contador fiscal y de Fiscalía General, la Sala dictará resolución, que puede
ser: Aprobatoria de la cuenta, declarando total o parcialmente liberado al responsable emplazado;
Interlocutoria, cuando aún haya que recurrir a antecedentes, diligencias o pruebas que no hubieran podido
considerarse hasta entonces; Condenatoria, determinando el cargo e intimando su pago en el término de
treinta (30) días.
ARTICULO 224.- Si el pago del cargo no se cumpliere en el término establecido en el fallo condenatorio, se
debe dar intervención a Fiscalía de Estado a los fines de su ejecución judicial.
ARTICULO 225.- Si al cumplirse el plazo con que cuenta el Tribunal de Cuentas para expedirse sobre la
Cuenta de Inversión, quedarán rendiciones de cuentas correspondientes a ese período sobre las que este
Organo de Control no haya emitido la pertinente resolución aprobatoria, interlocutoria o de formulación de
cargo, solo por causas debidamente fundadas, el Tribunal de Cuentas podrá expedirse sobre las mismas hasta
la presentación, por parte del Poder Ejecutivo, de la Cuenta de Inversión del ejercicio siguiente. Transcurrido
el plazo estipulado en el presente artículo, sin que el Tribunal de Cuentas haya emitido resolución
interlocutoria o condenatoria sobre una rendición de cuentas, cesa la responsabilidad de los obligados, salvo
incumplimiento, por parte de éstos, de los plazos de presentación de la rendición o de respuesta a los
requerimientos realizados por el Tribunal de Cuentas, en cuyo caso el mismo podrá aprobar la rendición de
cuentas o formular el cargo e intimar el pago de conformidad al inciso c) del artículo 223º de la presente ley,
hasta la finalización de ese ejercicio.
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Mariana del Pazo
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que se desempeñe o se haya desempeñado en el Estado Provincial y que surja de lo previsto en el primer
párrafo del presente, prescribe en los plazos fijados en el Código Civil, contados a partir del hecho generador
o del momento en que se produzca el daño, si éste fuere posterior.
ARTICULO 227.- El juicio de responsabilidad administrativa tiene por objeto: a) Determinar la existencia
de un perjuicio económico causado por la conducta de agentes de la administración; b) Identificar a los
responsables; c) Determinar el monto del perjuicio; d) Condenar al responsable al pago del daño.
ARTICULO 228.- Los agentes de la administración que tengan conocimiento de irregularidades que hayan
ocasionado o pudieren ocasionar perjuicios económicos al Estado, deben comunicarlo a su superior
jerárquico, quien lo pondrá en conocimiento del Tribunal de Cuentas. Si el imputado fuere el superior
jerárquico del denunciante, la comunicación debe efectuarse ante la autoridad inmediata superior. El
Tribunal de Cuentas puede desestimar aquellas denuncias que, a su juicio, considere infundadas.
ARTICULO 229.- Las resoluciones de sala o de plenario que dispongan la apertura del juicio de
responsabilidad, serán comunicadas a la Legislatura, así como sus resultados.
ARTICULO 230.- El procedimiento es ordenado por la sala respectiva y se inicia con un sumario, que
instruye el Tribunal de Cuentas por conducto de su sector específico, o solicitará se instruya en la
jurisdicción u organismo donde la irregularidad se haya detectado o donde revista el imputado o donde
graviten las consecuencias de aquella. El Tribunal de Cuentas puede coordinar su actividad con la autoridad
sumarial de la jurisdicción u organismo competente, a fin de que el procedimiento esclarezca, a la vez, la
responsabilidad disciplinaria y la responsabilidad patrimonial en que se haya incurrido. El sumario deberá
sustanciarse en un plazo ordinario de sesenta (60) días, prorrogable por causa justificada a criterio de la sala
competente, hasta un máximo de ciento veinte (120) días.
ARTICULO 231.- Concluido el sumario, el instructor debe emitir su dictamen precisando los cargos a
formular, debiendo, en su caso, individualizar a los responsables de la transgresión y elevar lo actuado al
Tribunal de Cuentas por medio de la sala que ordenó el juicio.
ARTICULO 232.- La sala debe dictar resolución, adoptando alguna de las alternativas siguientes: a) Archivo de
las actuaciones por considerar que no ha existido responsabilidad ni daño; b) Ampliación del sumario; o c)
Emplazamiento por veinte (20) días a los presuntos culpables, para que comparezcan y formulen su descargo.
ARTICULO 233.- Contestada la imputación, se procede al análisis de la prueba ofrecida por el enjuiciado y
todo otro elemento que se considere pertinente para la dilucidación de los hechos, trámite que debe
cumplirse en el término de treinta (30) días.
ARTICULO 234.- Vencido el término probatorio, la sala debe fallar dentro de los treinta (30) días posteriores.
ARTICULO 235.- Si la resolución fuere condenatoria, debe fijar la suma que deba abonar el responsable,
bajo apercibimiento que en caso de no satisfacerse el cargo dentro de los diez (10) días de la notificación, se
dará intervención a Fiscalía de Estado, para su ejecución judicial.
ARTICULO 236.- Cuando del juicio de responsabilidad se compruebe que no se ha producido daño alguno
para la hacienda pública, pero sí la existencia de procedimientos irregulares, el Tribunal puede imponer
multas graduadas con arreglo a lo previsto en el Artículo 203° inciso z) de la presente, sin perjuicio de las
medidas disciplinarias que adopten los superiores del imputado.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
ARTICULO 237.- Si del procedimiento cumplido, surgiere la existencia de un delito de acción pública, el
Tribunal de Cuentas debe formular la denuncia correspondiente ante la justicia ordinaria, notificándole a la
Fiscalía de Estado la actividad cumplida, radicación de la denuncia, con remisión de copias del legajo y
antecedentes presentados en sede judicial.
SECCIÓN VI – Recursos ARTICULO 238.- Contra los fallos y resoluciones dictados por las salas en los
juicios de cuentas y responsabilidad, procederá el recurso de revocatoria ante la sala que dictó la resolución y
de apelación ante el Tribunal de Cuentas en acuerdo plenario, los que deben interponerse dentro de los diez
(10) días de notificada la resolución impugnada y fundamentarse en el mismo acto. Será admisible el
ofrecimiento de nuevas pruebas, a las que se dará el trámite que la sala o el Tribunal crea más conveniente,
según las circunstancias y en ejercicio de sus facultades de mejor proveer.
ARTICULO 239.- Contra los fallos y resoluciones definitivas que dicte el Tribunal de Cuentas en plenario,
en los juicios de cuentas y de responsabilidad, no procederán otros recursos en sede administrativa,
quedando expedita la vía judicial contencioso administrativo en la cual los recursos interpuestos se
concederán con efecto suspensivo.
Comisiones parlamentarias:
El Senado usa comisiones para poder tratar temas detalladamente y en profundidad. La designación de los
senadores que integrarán las comisiones permanentes, especiales, bicamerales o investigadoras se hará en
forma que los sectores políticos estén representados en la misma proporción que en el seno de la Cámara.
Cada senador integrará como mínimo cinco comisiones. Las comisiones tienen presidente, un vicepresidente
y un secretario. Las comisiones, por intermedio de sus presidentes, están facultadas para requerir informes y
realizar todas aquellas diligencias que consideren necesarias para el estudio de los asuntos sometidos a su
consideración. Asimismo, pueden dictar su reglamento de funcionamiento interno y organizarse en no más
de dos subcomisiones por razones de trabajo, por tiempo determinado y al sólo fin de profundizar el estudio
de un asunto que así lo requiera. Las comisiones pueden convocar a audiencia pública cuando deban
considerar proyectos o asuntos de trascendencia pública.
En nuestro Senado Nacional, encontramos la Comisión de Asuntos Administrativos y Municipales del
Senado de la Nación y la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado de la Nación.
Art. 86 CN: El Defensor del Pueblo es un órgano independiente instituido en el ámbito del Congreso de la Nación,
que actuará con plena autonomía funcional, sin recibir instrucciones de ninguna autoridad. Su misión es la defensa
y protección de los derechos humanos y demás derechos, garantías e intereses tutelados en esta Constitución y las
leyes, ante hechos, actos u omisiones de la Administración; y el control del ejercicio de las funciones
administrativas públicas. El Defensor del Pueblo tiene legitimación procesal. Es designado y removido por el
Congreso con el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes de cada una de las
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Cámaras. Goza de las inmunidades y privilegios de los legisladores. Durará en su cargo cinco años,
pudiendo ser nuevamente designado por una sola vez. La organización y el funcionamiento de esta
institución serán regulados por una ley especial.
Art. 43 CN: Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro
medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares, que en forma
actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y
garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá declarar la
inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva. Podrán interponer esta acción contra
cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los derechos que protegen al ambiente, a la competencia,
al usuario y al consumidor, así como a los derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el Defensor
del Pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que determinará los
requisitos y formas de su organización. Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento
de los datos a ella referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos, o los privados
destinados a proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para exigir la supresión, rectificación,
confidencialidad o actualización de aquéllos. No podrá afectarse el secreto de las fuentes de información
periodística. Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera la libertad física, o en caso
de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detención, o en el de desaparición forzada de personas,
la acción de habeas corpus será interpuesta por el afectado o por cualquiera en su favor y el juez resolverá de
inmediato, aun durante la vigencia del estado de sitio.
LEY 24284:
ARTICULO 1º- Creación. Se crea en el ámbito del Poder Legislativo de la Nación la Defensoría del Pueblo,
la cual ejerce las funciones que establece la presente ley, sin recibir instrucciones de ninguna autoridad.
El objetivo fundamental de esta institución es el de proteger los derechos e intereses de los individuos y la
comunidad frente a los actos, hechos y omisiones de la administración pública nacional, que se mencionan
en el artículo 14.
ARTICULO 2º - Titular. Forma de elección. Es titular de ese organismo un funcionario denominado Defensor del
Pueblo quien es elegido por el Congreso de la Nación de acuerdo con el siguiente procedimiento:
a) Ambas Cámaras del Congreso deben elegir una comisión bicameral permanente, integrada por siete (7)
senadores y siete (7) diputados cuya composición debe mantener la proporción de la representación del cuerpo;
b) En un plazo no mayor de treinta (30) días a contar desde la promulgación de la presente ley, la comisión
bicameral reunida bajo la Presidencia del presidente del Senado, debe proponer a las Cámaras de uno a tres
candidatos para ocupar el cargo de defensor del pueblo.
Las decisiones de la comisión bicameral se adoptan por mayoría simple;
c) Dentro de los treinta (30) días siguientes al pronunciamiento de la comisión bicameral, ambas Cámaras
eligen por el voto de dos tercios de sus miembros presentes a uno de los candidatos propuestos;
d) Si en la primera votación ningún candidato obtiene la mayoría requerida en el inciso anterior debe
repetirse la votación hasta alcanzarse;
e) Si los candidatos propuestos para la primera votación son tres y se diera el supuesto del inciso d) las
nuevas votaciones se deben hacer sobre los dos candidatos más votados en ella.
ARTICULO 3º - Duración. La duración del mandato del Defensor del Pueblo es de cinco años, pudiendo ser
reelegido por una sola vez
ARTICULO 4º - Calidades para ser elegido. Puede ser elegido Defensor del Pueblo toda persona que reúna
las siguientes calidades:
a) Ser argentino nativo o por opción;
b) Tener 30 años de edad como mínimo.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
ARTICULO 13. - Adjuntos. A propuesta del Defensor del Pueblo la comisión bicameral prevista en el
artículo 2º, inciso a) debe designar dos adjuntos que auxiliarán a aquél en su tarea, pudiendo reemplazarlo
provisoriamente en los supuestos de cese, muerte, suspensión o imposibilidad temporal, en el orden que la
Comisión determine al designarlos.
Para ser designado adjunto del Defensor del Pueblo son requisitos, además de los previstos en el artículo 4º
de la presente ley:
a) Ser abogado con ocho años en el ejercicio de la profesión como mínimo o tener una antigüedad
computable, como mínimo, en cargos del Poder Judicial, Poder Legislativo, de la Administración pública o
de la docencia universitaria;
b) Tener acreditada reconocida versación en derecho público.
A los adjuntos les es de aplicación, en lo pertinente, lo dispuesto en los artículos 3º, 5º, 7º, 10, 11 y 12 de la
presente ley.
Perciben la remuneración que al efecto establezca el Congreso de la Nación por resolución conjunta de los
Presidentes de ambas cámaras.
ARTICULO 14. - Actuación. Forma y alcance. El Defensor del Pueblo puede iniciar y proseguir de oficio o
a petición del interesado cualquier investigación conducente al esclarecimiento de los actos, hechos u
omisiones de la administración pública nacional y sus agentes, que impliquen el ejercicio ilegítimo,
defectuoso, irregular, abusivo, arbitrario, discriminatorio, negligente, gravemente inconveniente o
inoportuno de sus funciones, incluyendo aquéllos capaces de afectar los intereses difusos o colectivos.
Los legisladores, tanto Provinciales como Nacionales, podrán receptar quejas de los interesados de las cuales
darán traslado en forma inmediata al Defensor del Pueblo.
ARTICULO 15. - Comportamientos sistemáticos y generales. El Defensor del Pueblo, sin perjuicio de las
facultades previstas por el artículo 14 de la presente ley, debe prestar especial atención a aquellos
comportamientos que denoten una falla sistemática y general de la administración pública, procurando
prever los mecanismos que permitan eliminar o disminuir dicho carácter.
ARTICULO 16. - Competencia. Dentro del concepto de administración pública nacional, a los efectos de la
presente ley, quedan comprendidas la administración centralizada y descentralizada; entidades autárquicas;
empresas del Estado; sociedades del Estado; sociedades de economía mixta; sociedades con participación
estatal mayoritaria; y todo otro organismo del Estado nacional cualquiera fuere su naturaleza jurídica,
denominación, ley especial que pudiera regirlo, o lugar del país donde preste sus servicios.
Quedan exceptuados del ámbito de competencia de la Defensoría del Pueblo, el Poder Judicial, el Poder
Legislativo, la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, y los organismos de defensa y seguridad.
ARTICULO 18. - Legitimación. Puede dirigirse al Defensor del Pueblo toda persona física o jurídica que se
considere afectada por los actos, hechos u omisiones previstos en el artículo 14. No constituye impedimento
para ello la nacionalidad, residencia, internación en centro penitenciario o de reclusión y, en general,
cualquier relación de dependencia con el Estado.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
ARTICULO 19. - Queja. Forma. Toda queja se debe presentar en forma escrita y firmada por el interesado,
con indicación de su nombre, apellido y domicilio en el plazo máximo de un año calendario, contado a partir
del momento en que ocurriere el acto, hecho u omisión motivo de la misma.
ARTICULO 20. - Derivación. Facultad. Si la queja se formula contra personas, actos, hechos y omisiones
que no están bajo la competencia del Defensor del Pueblo, o si se formula fuera del término previsto por el
artículo 19, el Defensor del Pueblo está facultado para derivar la queja a la autoridad competente informando
de tal circunstancia al interesado.
ARTICULO 21. - Rechazo. Causales. El Defensor del Pueblo no debe dar curso a las quejas en los siguientes
casos:
a) Cuando advierta mala fe, carencia de fundamentos, inexistencia de pretensión o fundamento fútil o trivial;
b) Cuando, respecto de la cuestión planteada, se encuentre pendiente resolución administrativa o judicial.
Puede rechazar también aquellas quejas cuya tramitación irrogue perjuicio al legítimo derecho de tercera
persona.
Si iniciada la actuación se interpusiere por persona interesada recurso administrativo o acción judicial, el
Defensor del Pueblo debe suspender su intervención.
Ninguno de los supuestos previstos por el presente artículo impide la investigación sobre los problemas
generales planteados en las quejas presentadas. En todos los casos se comunicará al interesado la resolución
adoptada.
ARTICULO 22. - Irrecurribilidad. Interrupción. Las decisiones sobre la admisibilidad de las quejas
presentadas son irrecurribles.
La queja no interrumpe los plazos para interponer los recursos administrativos o acciones judiciales
previstos por el ordenamiento jurídico.
ARTICULO 23. - Procedimiento. Admitida la queja, el Defensor del Pueblo debe promover la investigación
sumaria, en la forma que establezca la reglamentación, para el esclarecimiento de los supuestos de aquélla. En
todos los casos debe dar cuenta de su contenido al organismo o entidad pertinente, a fin de que por intermedio de
autoridad responsable y en el plazo máximo de treinta (30) días, se remita informe escrito. El plazo puede ser
ampliado cuando concurran circunstancias que lo aconsejen a juicio del Defensor del Pueblo.
Respondida la requisitoria, si las razones alegadas por el informante fueren justificadas a criterio del
Defensor del Pueblo, éste dará por concluida la actuación comunicando al interesado tal circunstancia.
ARTICULO 27. - Límites de su competencia. El Defensor del Pueblo no es competente para modificar,
sustituir o dejar sin efecto las decisiones administrativas. Sin perjuicio de ello, puede proponer la
modificación de los criterios utilizados para su producción.
Si como consecuencia de sus investigaciones llega al convencimiento de que el cumplimiento riguroso de
una norma puede provocar situaciones injustas o perjudiciales para los administrados, puede proponer al
Poder Legislativo o a la administración pública la modificación de la misma.
ARTICULO 28. - Advertencias y recomendaciones. Procedimiento. El Defensor del Pueblo puede formular
con motivo de sus investigaciones, advertencias, recomendaciones, recordatorios de sus deberes legales y
funcionales, y propuesta para la adopción de nuevas medidas. En todos los casos, los responsables estarán
obligados a responder por escrito en el término máximo de treinta (30) días.
Si formuladas las recomendaciones, dentro de un plazo razonable no se produce una medida adecuada en tal
sentido por la autoridad administrativa afectada, o ésta no informa al Defensor del Pueblo de las razones que
estime para no adoptarlas, éste puede poner en conocimiento del ministro del área, o de la máxima autoridad
de la entidad involucrada, los antecedentes del asunto y las recomendaciones propuestas. Si tampoco obtiene
233
Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
una justificación adecuada, debe incluir tal asunto en su informe anual o especial, con mención de los
nombres de las autoridades o funcionarios que hayan adoptado tal actitud.
ARTICULO 29. - Comunicación de la investigación. El Defensor del Pueblo debe comunicar al interesado el
resultado de sus investigaciones y gestiones así como la respuesta que hubiese dado al organismo o
funcionario implicados, salvo en el caso que ésta por su naturaleza sea considerada como de carácter
reservado o declarada secreta.
Asimismo, debe poner en conocimiento de la Auditoría General de la Nación, en los casos que corresponda,
los resultados de sus investigaciones en los organismos sometidos a su control.
ARTICULO 30. - Relaciones con el Congreso. La comisión bicameral prevista en el inciso a) del artículo 2º,
de la presente ley, es la encargada de relacionarse con el Defensor del Pueblo e informar a las Cámaras en
cuantas ocasiones sea necesario.
ARTICULO 31. - Informes. El Defensor del Pueblo dará cuenta anualmente a las Cámaras de la labor
realizada en un informe que les presentará antes del 31 de mayo de cada año.
Cuando la gravedad o urgencia de los hechos lo aconsejen podrá presentar un informe especial.
Los informes anuales y, en su caso, los especiales, serán publicados en el Boletín Oficial y en los Diarios de
Sesiones de ambas cámaras y la copia de los informes mencionados será enviada para su conocimiento al
Poder Ejecutivo nacional.
ARTICULO 32. - Contenido del informe. El Defensor del Pueblo en su informe anual da cuenta del número
y tipo de quejas presentadas; de aquellas que hubiesen sido rechazadas y sus causas, así como de las que
fueron objeto de investigación y el resultado de las mismas.
En el informe no deben constar datos personales que permitan la pública identificación de los interesados en
el procedimiento investigador, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 26.
El informe debe contener un anexo, cuyos destinatarios serán las Cámaras, en el que se debe hacer constar la
rendición de cuentas del presupuesto de la institución en el período que corresponda.
En el informe anual, el Defensor del Pueblo puede proponer al Congreso de la Nación las modificaciones a
la presente ley que resulten de su aplicación para el mejor cumplimiento de sus funciones.
ARTICULO 2º.- Será titular de ese organismo un funcionario denominado Defensor del Pueblo, quien será
elegido por la Legislatura Provincial de acuerdo al siguiente procedimiento: a) La Cámara de Senadores y la de
Diputados elegirán sendas Comisiones integrada por siete (7) Senadores y siete (7) Diputados a efectos de que
formen, dentro de los treinta (30) días de promulgada la presente Ley, una terna de candidatos al cargo. b) Ambas
Comisiones se reunirán conjuntamente para proponer a las Cámaras los candidatos a ocupar al cargo. Las
decisiones de estas Comisiones se adoptarán por mayoría simple. Se deberá elegir un Presidente entre sus
integrantes quien tendrá doble voto en caso de empate. c) Dentro de los treinta (30) días siguientes al
pronunciamiento de dichas Comisiones, ambas Cámaras de la Legislatura, en sesión conjunta, elegirán por el
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
voto de dos tercios de sus miembros presentes a uno de los integrantes de la terna. d) En caso de no obtener
ningún candidato los votos necesario, se elegirán entre los dos candidatos mas votados. e) Si tampoco así
obtuviesen los dos tercios, se repetirá nuevamente la votación, y será elegido por la Sesión Conjunta, quien
obtuviese mayoría simple.
ARTICULO 3º.- La duración del mandato del Defensor del Pueblo será de cinco (5) años, pudiendo ser
reelegido.
ARTICULO 4º.- La designación del Defensor del Pueblo se efectuará mediante resolución conjunta suscripta
por los presidentes de ambas Cámaras, la cual se publicará en el Boletín Oficial y en los Diarios de Sesiones
de las mismas.
ARTICULO 22º.- Las atribuciones del Defensor del Pueblo se extienden a la actividad de la Administración
Pública Provincial, que a los efectos de la presente Ley quedan comprendidas, la administración centralizada
y descentralizada, entidades autárquicas, institucionales, empresas del Estado, sociedades del Estado,
sociedades de economía mixta, sociedades de participación estatal mayoritaria, y todo otro organismo del
Estado Provincial, cualquiera fuere su naturaleza jurídica, denominación, ley especial que pudiera regirlo, o
lugar donde preste sus servicios. Quedan exceptuados del ámbito de competencia de la Defensoría del
Pueblo, el Poder Judicial y el Poder Legislativo.
ARTICULO 23º.- Quedan comprendidos dentro de la competencia de la Defensoría del Pueblo las personas
jurídicas privadas en ejercicio de funciones públicas. En este caso, y sin perjuicio de las restantes facultades
otorgadas por esta Ley, el Defensor del Pueblo podrá instar de las autoridades administrativas competentes
el ejercicio de sus potestades de inspección y sanción.
ARTICULO 24º.- El Defensor del Pueblo podrá iniciar y proseguir de oficio o a petición del interesado,
cualquier investigación conducente al esclarecimiento de los actos, hechos u omisiones de la Administración
Pública Provincial y sus agentes mencionados en el artículo 1. Asimismo, en defensa de los intereses difusos
o derechos colectivos de la comunidad, podrá, cuando lo considere conveniente, interponer el recurso
previsto en la Ley 10.000. En este caso, dicho recurso estará exento de tasas y sellados judiciales, siendo las
costas a cargo del Estado Provincial si el mismo fuera desestimado. En ningún caso, ni el Defensor del
Pueblo, ni sus adjuntos, percibirán honorarios por la actuación.
ARTICULO 25º.- Podrá dirigirse al Defensor del Pueblo toda persona física o jurídica que: a) Se considere
afectada por los actos, hechos u omisiones previstas en el artículo 1. b) Invoque un derecho subjetivo o
interés legítimo. c) Considere que dichos comportamientos afectan los intereses de la comunidad. No podrá
constituir impedimento para ello la nacionalidad, residencia, sexo, minoría de edad, internación en centro
penitenciario o de reclusión, y en general, cualquier relación de dependencia con el Estado.
ARTICULO 26º.- Los Diputados y Senadores individualmente, las Comisiones de investigación o relacionadas
con la defensa general o parcial de los derechos y garantías, y principalmente, las de relación con el Defensor del
Pueblo constituidas en las Cámaras podrán solicitar, mediante escrito motivado, la intervención del Defensor del
Pueblo para la investigación o esclarecimiento de actos, resoluciones y conductas concretas producidas en la
Administración Pública, que afecten a un ciudadano, grupos de ciudadanos o a la comunidad.
ARTICULO 27º.- No podrá presentar quejas ante el Defensor del Pueblo ninguna autoridad administrativa
en asuntos de su competencia.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
ARTICULO 28º.- La actividad del Defensor del Pueblo no se verá interrumpida en la época en que las
Cámaras están en período de receso. En este caso, el Defensor del Pueblo se dirigirá a las Comisiones
creadas en el Artículo 2 inciso a).
ARTICULO 29º.- Toda queja se presentará firmada por el interesado con indicación de su nombre, apellido,
domicilio y número de documento, en el plazo máximo de un año calendario, contado a partir del momento
en que ocurriera el acto, hecho u omisión motivo de la misma, se hubiere notificado del mismo o éste tomara
estado público. No se requerirá al interesado el cumplimiento de otra formalidad para presentar la queja.
ARTICULO 30º.- Todas las actuaciones ante el Defensor del Pueblo serán gratuitas para el interesado, quien
no estará obligado a actuar con patrocinio letrado.
ARTICULO 34º.- El Defensor del Pueblo no dará curso a las quejas en los siguientes casos: a) Cuando las
mismas sean anónimas. b) Cuando advierta mala fe. c) Cuando advierta carencia de fundamentos,
inexistentes de pretensión, o fundamento fútil o trivial. d) Cuando respecto de la cuestión planteada, se
encuentre pendiente resolución administrativa o judicial.
ARTICULO 38º.- Admitida la queja el Defensor del Pueblo promoverá la oportuna investigación formando
expediente sin fórmulas rituales, en el que constarán los antecedentes y las pruebas aportadas. A esos efectos,
el Defensor del Pueblo o sus adjuntos estarán facultados para: a) Solicitar expedientes, informes,
documentos, antecedentes, la opinión de los funcionarios afectados si la emitiesen, y todo otro elemento que,
a su juicio, estime útil a los efectos de la fiscalización, dentro del término que se fije. b) Realizar
inspecciones, unificaciones, y toda otra medida probatoria conducente al esclarecimiento de la investigación.
c) Apersonarse en cualquier dependencia de la Administración Pública o dependiente de la misma, para
comprobar los datos que quisieren verificar, hacer las entrevistas personales pertinentes, y proceder al
estudio de los expedientes y documentación necesaria.
ARTICULO 41º.- El Defensor del Pueblo podrá requerir la intervención de la justicia para obtener la
remisión de la documentación que le hubiere sido negada por cualquier institución pública o privada, o para
lograr el comparendo de quien él considere necesario.
ARTICULO 53º.- Cuando de las actuaciones practicadas surja que la queja se originó presumiblemente por
el abuso, arbitrariedad, discriminación, error, negligencia u omisión de un funcionario, el Defensor del
Pueblo deberá dirigirse al superior jerárquico, formulando las sugerencias que considere oportunas. También
deberá dar traslado de dicho escrito al afectado haciéndole constar su criterio al respecto.
ADMINISTRACIÓN CONSULTIVA:
Son órganos, organismos, entidades, que están especialmente capacitados para asesorar a otros. Están
especialmente capacitados por su estructura (colegiada) y por la preparación de sus elementos personales.
Realizar su labor mediante dictámenes e informes.
En muchas ocasiones los órganos consultivos hacen llegar a los órganos decisorios la opinión de los
administrados porque en muchos de los órganos consultivos está prevista la participación orgánica de los
administrados. Los órganos con competencia resolutoria, órganos activos, necesitan del apoyo técnico de
otros para preparar sus decisiones, desarrollándose la actividad consultiva a través de técnicas de diversa
naturaleza, en función de la estructura de los órganos que la cumplen (unipersonal y colegial, estable y
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
transitoria) y de la forma de comunicación con el órgano activo al que asesoran (directa o inmediata, o a
través de un procedimiento formalizado).
Se observa que la posibilidad para los órganos activos de solicitar consultas y asesoramiento, opiniones formales
o informales (de otros órganos o de los administrados) está originando fenómenos patológicos cuya consecuencia
más visible es una cierta paralización de la acción administrativa. Se viene observando que la resistencia a tomar
decisiones, las maniobras dilatorias (por ejemplo, la creación de comisiones), la inercia y la lentitud, son defectos
indiscutibles de las Administración contemporáneas. En parte se debe a la necesidad real o simulada, de asistencia
y asesoramiento que parecen padecer los órganos de decisión y tras la que, muchas veces, se oculta el miedo a la
responsabilidad que se intenta eludir, retrasar o compartir, so pretexto de un mayor estudio, de la consulta a otros
órganos, audiencias, encuestas, etc. De la consulta-información, se está pasando a la consultanegociación y, hay
que añadir una búsqueda obsesiva por la omnirrepresentación, de la unanimidad, del consenso, causa de la
parálisis que se observa en muchas instituciones. Entre las técnicas consultivas clásicas destaca la colegialidad
(potenciada desde la Administración napoleónica), en aplicación del principio de que “deliberar y juzgar es
función de muchos y ejecutar es función de uno solo”, así como por las correspondiente separación entre órganos
activos y consultivos. La estructura consultiva colegial suele implicar un cierto distanciamiento entre el órgano
consultado y el asistido, que se comunican a través de un procedimiento formalizado. La petición de la consulta y
el dictamen se producen por escrito, incorporándose al expediente o al procedimiento en que se han producido.
La razón de este formalismo es porque estos órganos cumplen una función asesora y una función de garantía
respecto de los administrados, ya que la estructura colegial debe ser neutral, necesaria, además, porque el
órgano colegiado consultivo ejerce, a veces, funciones judiciales. Distintos son los órganos consultivos de
apoyo inmediato que asesoran a los órganos operativos sin seguir un procedimiento formalizado.
El informe y la petición de asistencia puede manifestarse oralmente o por escrito. Aunque se compongan de
varias personas, la estructura de estos órganos no es colegial sino jerárquica (un Jefe y varios subordinados),
no produciéndose votaciones que lleven a la formulación del informe como expresión del parecer conjunto.
A este tipo de organización consultiva
responden, los Estados Mayores en la Administración Militar y los Gabinetes de los Ministros en la
Administración Civil (personas de su confianza, funcionarios o no, que aquél nombra y que cesan con él), así
como las asesorías jurídicas y económicas, entre otras. La Administración consultiva no se agota aquí, sino
que existe un nº indeterminado y creciente de órganos con las más diversas denominaciones (consejos de
dirección, comités, comisiones, etc.), que cumplen funciones consultivas en todos los niveles de la
Administración central y periférica.
Como Director del Cuerpo de Abogados del Estado, del Procurador del Tesoro dependen, en lo estrictamente
jurídico, los servicios jurídicos de los distintos organismos que integran la Administración Pública Nacional,
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
sin perjuicio de la dependencia administrativa de cada ministerio, secretaría o entidad autárquica. Los
criterios de interpretación y aplicación de las leyes y reglamentos que sienta el Procurador del Tesoro de la
Nación son obligatorios para todos las abogados del Estado.
Competencias: Actúa tanto a requerimiento del Poder Ejecutivo y Legislativo, y de toda institución estatal,
en materia económica, social, de formación y capacitación profesional, y laboral; como también por su
propia agenda. Tiene además, iniciativa parlamentaria en todas las materias mencionadas. // Emite opinión
sobre proyectos de decretos del Poder Ejecutivo y proyectos de ley del Poder Legislativo, así como sobre
proyectos de inversión pública o privada, con impacto en la vida económica de la ciudad/provincia/país. //
Elabora informes relevantes para las instituciones públicas y comunidad en general; recaba insumos
informativos para la toma de decisiones que impacten directamente o indirectamente, sobre la calidad de
vida de los habitantes de la Ciudad/Provincia/País. // Eleva anualmente al Poder Ejecutivo y Legislativo un
informe en el que evalúa la situación social, económica, laboral, de capacitación profesional y educacional,
en función del perfil productivo de la ciudad/provincia/país.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
UNIDAD XVI
El Estado actúa a través de sus órganos (Ejecutivo, Legislativo, Judicial). Habrá responsabilidad del Estado:
1) cuando dichos órganos causen un daño a un particular; o 2) cuando el daño sea causado por un objeto de
propiedad del Estado. Este daño trae aparejada una sanción que siempre será de carácter pecuniario, nunca
de carácter penal.
La primera gran separación debe hacerse entre el modo de actuar del Estado: a) conforme a derecho o b)
contrario a derecho. Con su accionar, entonces, el estado puede causar daños a terceros.
A esta tesis se contrapone la “Teoría de la lesión antijurídica resarcible”, que se aplica siempre que se produzca
una lesión al patrimonio privado por la actuación de la Administración (sea, o no, conforme a derecho).
Cassagne disiente parcialmente con ambas posturas, y dice que: “el fundamento de la responsabilidad del
Estado no debe buscarse en el daño causado, sino de la alteración del principio de igualdad. Esa igualdad
debe ser reestablecida, por eso el Estado es responsable”.
Diez, habla de que en el campo del Derecho Público se han dado distintos fundamentos de la responsabilidad
del Estado, algunos de ellos aplicables tanto al supuesto que éste desempeñe funciones administrativas o
legislativas. Habla de 6 teorías:
1) Teoría del sacrificio especial: Mayer enseña que en las relaciones entre el Estado y el particular no
se trata de pérdida y ganancia recíprocas sino del efecto de la actividad del Estado sobre los
individuos. Ella no tiene lugar sin que los particulares sufran ciertos perjuicios, pero éstas son las
condiciones de existencia del Estado al que los particulares pertenecen. Cuando el perjuicio se
traduce por un daño material que corresponde al paso de valores que se encuentran en la repetición
de lo indebido, habrá lo que se llama el sacrificio especial, que corresponde al enriquecimiento sin
causa y que debe ser indemnizado. La indemnización no reposa sobre un hecho ilícito sino sobre un
hecho contrario a la equidad; injusto.
2) Teoría de la igualdad ante las cargas públicas: Tessier sostuvo otra teoría basándose en el art. 13 de
la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789. En ese artículo se establecía
que los ciudadanos no debían sufrir más los unos que los otros las cargas impuestas por el interés de
todos. En consecuencia, los daños excepcionales, los perjuicios que el Poder público en ejercicio de
su función administrativa cause a ciertos particulares, deben considerarse como imputables a la
cuenta de gastos generales de los servicios públicos.
4) Teoría del enriquecimiento sin causa: Hauriou dice que el legislador debe arbitrar en la ley los principios
necesarios que reglen la responsabilidad del Estado y el juez aplicará entonces esas normas
239
Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
legales. A falta de estas normas, analiza Hauriou las soluciones de la jurisprudencia francesa y distingue
entre los daños causados por culpa del Estado y los producidos sin su culpa y que no lo benefician. Por
último, los producidos también sin su culpa, pero que lo enriquecen. Dice que el principio de justicia
sobre el cual debe fundarse el derecho a la indemnización es el del enriquecimiento sin causa y deben
exigirse dos condiciones para que el daño de lugar a reparación: 1. Que el daño sufrido por el
administrado corresponda a un enriquecimiento del patrimonio administrativo; 2. Que ese
enriquecimiento sea sin causa y lo será cuando resulte del ejercicio por la administración de un derecho
exorbitante del derecho común, por ejemplo, el derecho de expropiación.
5) Teoría de la garantía de la propiedad: Existen otros supuestos en los cuales se pueden aplicar los
principios de la expropiación en defensa de la propiedad privada. Así, en el caso en que el Estado
desafecte una vía pública privando a los propietarios linderos del acceso a la misma, de las luces,
etc. Los propietarios fronteros tienen derecho a que se les resarza el daño causado y la base jurídica
que se invoca son los principios constitucionales sobre la expropiación por causa de utilidad pública,
ya que dicha imposición se impone como garantía de la inviolabilidad de la propiedad.
6) Teoría de los derechos adquiridos: Esta teoría se basa en un principio de derecho natural, el de la
inviolabilidad de los derechos adquiridos. Según este principio, toda vez que se produzca un
perjuicio a un individuo en violación de sus derechos nace contra el Estado un derecho a
indemnización, aunque la ley no haya fijado el resarcimiento.
Evolución jurisprudencial.
1. Irresponsabilidad: En el Estado Absolutista, el Estado no respondía por los daños que causaba, y los
particulares debían soportarlo.
Luego surge la Teoría del Fisco que sostenía que el Estado podía ser demandado por sus actos de carácter
privado, pero los actos de carácter público no podían ser controlados.
En nuestro país recién en 1933 con el Fallo Tomás Devoto, se reconoce por primera vez la responsabilidad
extracontractual del Estado.
Según Diez, así como por los actos ilícitos administrativos el Estado es responsable, también habrá
responsabilidad, por los actos o hechos lícitos siempre que sean dañosos. Puede existir una actividad
realizada por la Administración que sea legítima pero que cause un daño y basta esta circunstancia para que
surja la responsabilidad del Estado.
Todo sacrificio de los derechos particulares realizados por la Administración pública en el curso de una
actividad legítima va compensando mediante una justa indemnización, basada en el principio de la
intangibilidad del patrimonio. Resulta ser, entonces, que el derecho sacrificado debe ser convertido en un
derecho al equivalente económico. Se pueden señalar los siguientes principios:
a) debe tratarse de un sacrificio verdadero y no de una limitación abstracta del derecho. La base de este
principio es la de la justicia distributiva, de acuerdo a la cual los gastos necesarios a la satisfacción
del interés general deben recaer sobre toda la colectividad, no sobre un particular especial;
b) debe tratarse del sacrificio de un derecho. No existiría sacrificio del derecho cuando la
Administración destruyera bienes privados que estén en contravención a la ley o a la reglamentación;
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
c) por último se requiere que el sacrificio derive de un acto lícito de la Administración pública. Existe
una serie de actos legítimos de la Administración que pueden dar lugar a la indemnización. Por
ejemplo, la demolición de edificios para evitar la propagación de incendios, la destrucción de
depósitos de mercaderías por medidas necesarias, etc.
El daño en el sentido objetivo que se toma, debe implicar una lesión objetiva del interés y referirse a un bien
material, objeto de Derecho Privado. No bastaría un daño genérico no inherente a un bien material. Además,
el daño debe ser permanente y no transitorio. Es decir, un daño duradero. Cuando la responsabilidad es
objetiva, porque el hecho es lícito, debe haber un nexo de causalidad entre el daño y la actividad de la
Administración pública.
Los casos que determinan la responsabilidad estatal por los daños que origina la actividad administrativa
legítima son numerosos y muchos de ellos encuentran fundamento en una ley formal. Sin el propósito de
formular una sistematización de ellos, vamos a enunciar algunos supuestos que originan perjuicios, según
que sean provocados por:
En todos esos supuestos la responsabilidad del Estado es objetiva, con total prescindencia de la noción de
culpa, pero también sin vinculación con la idea de falta de servicio, pues la responsabilidad deriva de un acto
legítimo del Estado. El fundamento de ella es, como en los demás casos, el principio de la justicia legal o
general, que demanda la igualdad ante las cargas públicas, con base en nuestro ordenamiento constitucional
(art. 16, Const. Nac.) que ha reconocido este trascendente principio de derecho natural, no siendo necesario
que exista una ley que reconozca el derecho a la indemnización.
Luego comienza adoptarse una teoría francesa 1 que crea la noción de “falta de servicio” como actividad
estatal, por el cumplimiento irregular o defectuoso de un servicio (los dependientes) público por el cual es
condenado el Estado a indemnizar.
1 Fallo Blanco y Pelletier: se trata de una demanda interpuesta por el señor Pelletier ante el Tribunal Civil de Senlis contra un
General, un comandante de estado de sitio, con el objeto de que se declarara la nulidad de la confiscación realizada en virtud de la ley
sobre estado de sitio. Por haberse realizado de forma ilegal y arbitraria contra el periódico de su propiedad, por lo que se pidió condenar
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Fallo TOMÁS DEVOTO (1933): los empleados estatales de Telégrafos estaban tendiendo cables en el
campo de Tomás Devoto, y se olvidan un brasero encendido y el campo se incendia.
Antes de este caso, la CSJN rechazaba las demandas contra el Estado fundándose en los Art.36 y 43 del
antiguo C. Civil (el Estado no es responsable porque es una persona jurídica). La CSJN cambia la
jurisprudencia y por primera vez responsabiliza extracontractualmente al Estado al aplicar los Art.1109
(responsabilidad subjetiva) y 1113 (responsabilidad indirecta) del C. Civil.
La CSJN dijo que el Estado debe responder por los hechos cometidos por sus dependientes o por las cosas de
que se sirven o que tienen a su cuidado.
Fallo FERROCARRIL OESTE (1938): una persona quería comprar un terreno, y pide al Registro de la
Propiedad el certificado registral para saber si el inmueble tiene gravámenes. El Registro expide el
certificado erróneamente y le causa al actor un perjuicio, porque quien vendió el terreno no era su dueño.
La CSJN condena al Estado porque prestó un servicio de manera irregular; y aplicó los Art.1112
(responsabilidad objetiva) y 1113 (responsabilidad indirecta) del C. Civil.
Fallo VADELL (1985): en el caso Vadell el Registro de la Propiedad emite mal un certificado. Vadell
compra un inmueble; pero cuando lo quiere vender se entera de que no es de su propiedad.
La CSJN condena al Estado porque prestó un servicio de manera irregular, y aplicó el Art.1112
(responsabilidad directa y objetiva), y se consagró la Teoría del Órgano (los funcionarios son integrantes del
Estado).
La responsabilidad del Estado por los actos de sus órganos (funcionarios competentes para realizar los
hechos que originen daños) es siempre una responsabilidad directa –porque los funcionarios son parte del
Estado; no mandatarios-, fundada en la idea objetiva de la falta de servicio –la falta de servicio es un
concepto objetivo; no importa la culpa del funcionario, importa la falta de servicio-.
En los 3 Fallos, la Doctrina le critica a la CSJN aplicar normas civiles al Derecho Administrativo. La CSJN
dice que el Art.1112 del C. Civil es una norma de “orden público” que está mal ubicada en el ordenamiento
jurídico.
La responsabilidad extracontractual por antijuridicidad se da cuando el Acto que origina el daño es origina
en razón del bien común. La reparación es integral (daño emergente, lucro cesante, y daño moral). La misma
es directa y objetiva.
Según Marienhoff, No obstante que todo comportamiento o conducta estatal es obra de un funcionario o
empleado público ("agente público"), el Estado es responsable por las consecuencias dañosas de tal
comportamiento o conducta. Esa responsabilidad es "directa", no "indirecta", a pesar de que el perjuicio se
al demandado a cancelar los perjuicios, considerando que la prohibición y la confiscación de los periódicos fue ordenada por el
General, en su calidad de comandante de estado de sitio, tomada por aquel como representante del poder público, y cuya
responsabilidad recaería en el gobierno quien era el que le delegaba esas funciones. El Tribunal de Conflictos fijo la distinción entre
falta personal y la falta de servicio. La culpa personal es entendida como aquella que se desprende completamente del servicio,
será competente para conocer del litigio los Tribunales ordinarios, sin que con ello se entre a valorar el funcionamiento mismo de la
administración. La falta del servicio en cambio, es un hecho del agente tan ligado al servicio que su evaluación por parte del juez
común, hace implícita la apreciación del funcionamiento del servicio, la competencia para conocer de estas causas corresponde el
Tribunal Administrativo.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
haya producido por la actuación de un agente público (funcionario o empleado). La responsabilidad
extracontractual del Estado es, pues, "directa", vale decir presupone un hecho o acto propiamente suyo.
Lo que antecede es así porque los agentes públicos (funcionarios o empleados) no son mandatarios ni
representantes del Estado, sino "órganos" suyos, integrando en esta última calidad la estructura misma del Estado.
De ahí que la conducta, actuación o comportamiento de dichos órganos le sea directamente imputable al Estado,
al extremo de que tal conducta, actuación o comportamiento valen como si fuesen del Estado mismo.
Sería un contrasentido hablar aquí de responsabilidad "indirecta", pues los expresados "órganos"
(funcionarios y empleados) no son terceros respecto al Estado, sino partes del mismo, como que son sus
propios órganos a través de los cuales debe inexcusablemente obrar, pues es a través de ellos que el Estado
expresa su voluntad y su acción. La actividad estatal sólo se concibe a través de acciones u omisiones de sus
órganos (funcionarios y empleados).
Únicamente cabe hablar de responsabilidad "indirecta" cuando a un sujeto de derecho le sean imputables las
consecuencias de hechos o actos de otro sujeto de derecho; verbigracia, responsabilidad del patrón, persona
física o individual, por el hecho o acto de su dependiente. Pero esto no ocurre en materia de responsabilidad
estatal, dado que los agentes públicos (funcionarios y empleados), en el orden de ideas que aquí se considera,
no son sujetos distintos al Estado, sino, por el contrario, constituyen partes del mismo, en calidad de órganos
suyos.
La responsabilidad extracontractual del Estado es, pues, "directa". Tal es, también, la opinión de la doctrina
dominante. Algunos autores estiman que, en ciertos casos, la responsabilidad extracontractual del Estado es
simplemente "refleja" ("indirecta"); pero al sostener esto se olvida que el agente público es específicamente un
"órgano" del Estado (no un mandatario o representante), con sus correlativas consecuencias. Otros autores,
haciendo una distinción entre el órgano de una persona física y el de una persona moral, en el sentido de que el
órgano del cuerpo humano no tiene iniciativa alguna, contrariamente a lo que ocurre con el órgano de una persona
moral que tiene impulsos e iniciativas propios, sostienen que ello obliga a discernir qué comportamientos del
órgano son imputables a la persona moral y cuáles a la persona física; no obstante, en general y como principio,
nada de ello impide que los daños causados por el Estado a través de la actividad de sus funcionarios o empleados,
actuando éstos como tales, le sean directamente imputados a aquél.
Diez dice que la doctrina enseña que frecuentemente se sostiene que la culpa o el riesgo deben ser considerados
como fundamento de la responsabilidad de la Administración, concepción que es criticable, ya que la culpa o el
riesgo constituyen solamente las condiciones exigidas, según el caso, para que la Administración esté obligada a
reparar el perjuicio pero nunca significa el fundamento del mismo, es decir, la justificación de la responsabilidad.
La culpa es siempre el hecho de uno o varios funcionarios conocidos o anónimos y la circunstancia de que la
responsabilidad sea soportada por otro patrimonio que el del culpable, no da derecho a considerarla como
fundamento de la responsabilidad sino simplemente como condición de la responsabilidad.
En cuanto al riesgo, no implica sino una relación de causa a efecto y en consecuencia no puede ser sino una
condición, es decir, una fuente de la responsabilidad, nunca un fundamento.
Requisitos:
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Catalina Quiñónez
c) Que exista una relación de causa a efecto entre la actividad administrativa y el daño que se alega;
además, que el causante del daño pueda imputarse al órgano administrativo y por lo tanto a la
Administración.
d) Diez considera el supuesto que la Administración esté actuando en el campo del Derecho Público, es
decir, sujeta al Derecho Administrativo.
Cassage, estima que como se trata de una responsabilidad objetiva U2 cuyo fundamento radica en el
principio de igualdad (extensivo a todo el ámbito de la responsabilidad estatal) se aplican los requisitos
generales que determinan la responsabilidad del Estado por acción, sobre la base de la noción de falta de
servicio que, según se ha visto, acoge el precepto contenido en el viejo artículo 1112 del Código Civil.
Esta última se perfila sólo cuando sea razonable esperar que el Estado actúe en determinado sentido para
evitar los daños en la persona o en los bienes de los particulares. Ahora bien, la configuración de dicha
omisión antijurídica requiere que el Estado o sus entidades incumplan una obligación legal expresa o
implícita tal como son las vinculadas con el ejercicio de la policía administrativa, incumplimiento que pueda
hallarse impuesto también por otras fuentes jurídicas (v.gr. la costumbre y los principios generales del
derecho). Además, para que se genere la obligación de responder, resulta necesario que se trate de una
obligación (o sea de un deber concreto) y no de un deber que opere en dirección genérica y difusa, es decir,
en definitiva, de una obligación a cuyo cumplimiento pueda ser compelida la Administración, aun cuando
para ello fuera menester cumplimentar determinadas cargas procesales (v.gr. habilitar la instancia).
El límite de la responsabilidad está dado por las condiciones generales de exclusión de la obligación de
responder que se configure por la ocurrencia de los supuestos jurídicos de caso fortuito o fuerza mayor
4.- La responsabilidad del estado por su actividad lícita: el factor de atribución. La reparación del daño.
Corresponde distinguir en la actuación ilegítima del Estado dos ámbitos de responsabilidad estatal, según que
el daño provocado al patrimonio del particular provenga de la función administrativa o de la legislativa o
normativa, conforme a la concepción material u objetiva, lo que implica desplazar el criterio orgánico
utilizado por la doctrina clásica, a fin de circunscribir las diferentes especies de responsabilidad, para
clasificar toda la problemática en tormo a los datos de ilegitimidad o legitimidad, que exhibe cada una de
esas funciones estatales objetivamente consideradas (administrativa y legislativa o normativa). Por su parte,
la responsabilidad por el ejercicio de la función jurisdiccional asume un carácter peculiar y de excepción que
justifica un tratamiento separado. La distinción que se formula aparece fundada en la circunstancia de que la
restitución tiene un mayor alcance en la reparación del acto ilegítimo, donde al administrado que sufre el
perjuicio no le ha sido impuesto la obligación de soportar la actividad ilegítima (que comprende las llamadas
faltas de servicio) ni sus consecuencias dañosas.
Suele afirmarse que la responsabilidad extracontractual por los actos y hechos ilegítimos del Estado que
causan daños sobre el patrimonio o persona de los administrados no fue reconocida sino a partir del caso "S.
A. Tomás Devoto c/ Gobierno Nacional s/ daños y perjuicios" fallado el 22 de septiembre de 1933 por la
Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Pero lo cierto es que tanto la doctrina como la jurisprudencia habían reconocido antes la responsabilidad
extracontractual por los llamados actos de gestión en la intendencia de los servicios públicos, y que siempre
se reconoció la responsabilidad del Estado en los actos de gestión de su patrimonio privado, es decir, cuando
se consideraba que el Estado actuaba como persona jurídica, según la objetable expresión entonces utilizada.
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La irresponsabilidad del Estado era sostenida, en cambio, respecto de los actos que se denominan puros actos
de autoridad o de imperio, por aplicación de la doctrina alemana de la doble personalidad o de la versión
francesa de la personalidad única de doble faz (pública y privada, a la vez).
A esta doble faz corresponde un doble sistema de actos: a) el de los llamados "actos de gestión", que son
aquellos que pertenecen al ámbito de la igualdad de derechos entre las partes, o sea en el campo del derecho
privado, porque la administración no los realiza como depositaría de la soberanía sino en calidad de
"intendente de los servicios públicos" (Laferriére); y b) la de los "actos de imperio" o de autoridad, que caen
en el campo de las relaciones de poder, de subordinación, de desigualdad de derechos, es decir, en la esfera
del derecho público.
El factor de atribución.
Para que se configure la responsabilidad del Estado por actos y hechos administrativos ilegítimos en el ámbito
extracontractual es menester la ocurrencia de ciertos presupuestos que condicionan esa responsabilidad, a saber: a)
la imputabilidad material del acto o hecho administrativo a un órgano del Estado en ejercicio u ocasión de sus
funciones; b) falta de servicio por cumplir de manera irregular los deberes y obligaciones impuestos por la
Constitución, la ley o el reglamento o por el funcionamiento defectuoso del servicio (ilegitimidad objetiva) sea el
incumplimiento derivado de acción u omisión; c) la existencia de un daño cierto en los derechos del administrado;
d) la conexión causal entre el hecho o acto administrativo y el daño ocasionado al particular.
En principio, todo comportamiento ilegítimo de los órganos del Estado en ejercicio de la función
administrativa y legislativa o normativa (ambas en sentido material u objetivo) que provoca daños al
particular, engendra la obligación de restablecer la igualdad. Esa obligación se lleva a cabo a través de un
acto de restitución —propio de la justicia conmutativa— que consiste básicamente en la igualación de las
cosas aun cuando se está obligado a reparar también según la condición de las personas y según las
circunstancias. El particular puede pretender que la restitución consista en la reposición de las cosas a su
estado anterior, excepto si ello no fuera posible, en cuyo caso la indemnización se fijará en dinero. También
puede el administrado optar por la indemnización pecuniaria.
En lo que concierne al criterio para fijar la indemnización cabe señalar que deben resarcirse integralmente los
daños, actuales o futuros, siempre que sean ciertos y no eventuales hipotéticos. Tratándose de la reparación de las
consecuencias de los actos o hechos ilegítimos la indemnización debe ser integral y comprende todos los
perjuicios patrimoniales (daño emergente y lucro cesante), ya sea que deriven de una consecuencia inmediata o
mediata, como el daño moral, cuando éste fuera procedente. En el caso de acreditarse la existencia de dolo
cometido por un órgano del Estado, la indemnización debe comprender también los daños provenientes de las
consecuencias causales cuando ellas debieron producirse según las miras del autor del hecho o acto
administrativo, sólo que, en tal caso, se tratará de una falta personal del funcionario, porque aparte que no es dable
suponer la existencia de ese dolo específico en los órganos del Estado que actúan dentro de las funciones o en
ocasión de las mismas, no resulta justo que la comunidad cargue con este dolo especial del agente público, que
configura algo más grave aunque la desviación de poder (delito civil o criminal).
5.- La responsabilidad del estado según las funciones: administrativa, legislativa y judicial.
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Administrativa.
Cuando el órgano Administrativo realiza Actos Legítimos (actos sin vicios ni defectos que causen
daños), debe indemnizar sólo el daño emergente, porque el daño se causa en interés público. Ej.
expropiación de un inmueble en interés público.
Cuando el órgano Administrativo realiza Actos Ilegítimos (acto irregular o defectuoso que causen
daños), debe indemnizar el daño emergente y el lucro cesante, porque el daño no se causa en interés
público. Ej. funcionarios que clausuran erróneamente un establecimiento.
Legislativa. Hasta que no se declare judicialmente la ilegitimidad de la ley, el Estado no es responsable salvo
que se cause un daño especial.
Cuando el órgano Legislativo realice una actividad reglamentaria Legítima, debe indemnizar sólo el
daño emergente cuando sobrepase el sacrificio normal. Ej. se sanciona una ley que prohíbe importar
determinadas mercaderías, con el fin de proteger la industria nacional –aquí el daño es especial-.
Cuando el órgano Legislativo realice una actividad reglamentaria Ilegítima (declarada por sentencia
judicial), debe indemnizar el daño emergente y el lucro cesante. Ej. se sanciona una ley que luego es
declarada inconstitucional –aquí el daño es general-.
Judicial. En la actividad judicial prevalece el principio de irresponsabilidad por mediar el principio de cosa
juzgada y de verdad legal.
Cuando el órgano Judicial realice una actividad jurisdiccional Legítima, no es responsable por los actos
legítimos, porque la sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada tiene carácter de verdad legal.
Cuando el órgano Judicial realice una actividad jurisdiccional Ilegítima (error judicial) y la sentencia
sea revocada, debe indemnizar el daño emergente y el lucro cesante. Ej. se condena a un inocente y
luego aparece nueva evidencia que demuestra su inocencia. Ej. se secuestra un auto pero debía
secuestrarse la moto.
La Constitución de la provincia de Santa Fe recepta la responsabilidad del Estado provincial en su art. 18.
Art. 18 Const. Prov.: En la esfera del derecho público la Provincia responde hacia terceros de los daños
causados por actos ilícitos de sus funcionarios y empleados en el ejercicio de las actividades que les
competen, sin perjuicio de la obligación de reembolso de éstos.
Tal responsabilidad se rige por las normas del derecho común, en cuanto fueren aplicables.
Como lo advierte un tratadista, la responsabilidad internacional del Estado se origina en ciertos casos en que
sufren lesión los derechos de otro Estado, o los nacionales de éste en su persona o bienes, a causa de un acto
u omisión de los órganos o de los funcionarios del Estado local o por hecho de sus habitantes, a condición de
que el acto, omisión o hecho se consideren ilícitos desde el punto de vista internacional.
La noción de "responsabilidad" en el derecho internacional es relativamente nueva, al extremo de que aún no está
debidamente metodizada. La expresión "responsabilidad internacional del Estado" aparece en las últimas décadas
del siglo XIX. Antes de ello la reparación de los daños a que un Estado se veía constreñido se encaraba con otro
criterio. La introducción del vocablo "responsabilidad" no fue cuestión de mera terminología: importó
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
un acontecimiento que señaló la aparición de una noción jurídica. Pero lo atinente a la responsabilidad
internacional del Estado continúa siendo, en gran parte, un problema jurídico. De ahí que exista no poca
confusión de ideas en la doctrina, y que las soluciones en la práctica, aun las de los fallos arbitrales, resulten
contradictorias y a veces desconcertantes.
7.- Situación de los agentes cuyos actos causan responsabilidad del estado.
Los agentes cuyos actos causaron la responsabilidad del Estado, tienen el deber de reembolsar al Estado la
suma equivalente a los daños causados, tal como lo reconoce la Constitución de la provincia de Santa Fe en
su art. 18.
Dentro de la doctrina administrativa se ha entendido que el antiguo art. 1112 del Cód. Civil consagra un
sistema de responsabilidad especial directa del Estado por los actos y omisiones de los agentes públicos en
ejercicio de sus funciones, cuando el desempeño provoca funcionamiento irregular o defectuoso de la
respectiva función. Bajo este enfoque, no resulta necesario individualizar a los agentes culpables, pues
cuando la responsabilidad es objetiva, no hay culpa personal sino falta de servicio.
De esta forma, el funcionario público no responde directamente por las faltas de servicio, pues frente al
tercero o administrado la responsabilidad es sólo del Estado. El agente público responde directamente frente
al tercero en caso de falta personal, por aplicación del art. 1109 del Cód. Civil, salvo cuando hubiese
concurrencia de faltas (personal y de servicios) en cuyo caso también concurría el art. 1112 del Cód. Civil.
El art. 1112 del Cód. Civil no involucraba a los funcionarios públicos, sino al Estado mismo, en cuanto
persona jurídica de derecho público que puede ser demandada, no resultando exigible un factor de
imputación subjetiva, ya que la “falta de servicio”, sumada a la teoría del órgano como elemento de
atribución directa, configuran los recaudos jurídicos que basan el sistema de responsabilidad extracontractual
del Estado por su actuación ilícita.
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2. Pena privativa de libertad con
sentencia firme dejada sin efecto
por recurso de revisión (penal).
¿Puede haber responsabilidad? Cada
sentencia revocada por la alzada quiere
decir quees irregular, al igual que os
decretos que se revocan. Es cualquier
accionar del sistema judicial no
conforme a derecho.
Las disposiciones del Código Civil no son aplicables a la responsabilidad del Estado de manera directa ni
subsidiaria.
a) Por los daños y perjuicios que se deriven de casos fortuitos o fuerza mayor, salvo que sean asumidos
por el Estado expresamente por ley especial;
b) b) Cuando el daño se produjo por el hecho de la víctima o de un tercero por quien el Estado no debe
responder.
ARTICULO 3° — Son requisitos de la responsabilidad del Estado por actividad e inactividad ilegítima:
c) Relación de causalidad adecuada entre la actividad o inactividad del órgano y el daño cuya reparación se
persigue;
d) Falta de servicio consistente en una actuación u omisión irregular de parte del Estado; la omisión sólo
genera responsabilidad cuando se verifica la inobservancia de un deber normativo de actuación expreso y
determinado.
a) Daño cierto y actual, debidamente acreditado por quien lo invoca y mensurable en dinero;
b) Imputabilidad material de la actividad a un órgano estatal;
c) Relación de causalidad directa, inmediata y exclusiva entre la actividad estatal y el daño;
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d) Ausencia de deber jurídico de soportar el daño;
e) Sacrificio especial en la persona dañada, diferenciado del que sufre el resto de la comunidad,
configurado por la afectación de un derecho adquirido.
La indemnización de la responsabilidad del Estado por actividad legítima comprende el valor objetivo del bien y
los daños que sean consecuencia directa e inmediata de la actividad desplegada por la autoridad pública, sin que
se tomen en cuenta circunstancias de carácter personal, valores afectivos ni ganancias hipotéticas.
Los daños causados por la actividad judicial legítima del Estado no generan derecho a indemnización.
ARTICULO 6° — El Estado no debe responder, ni aun en forma subsidiaria, por los perjuicios ocasionados
por los concesionarios o contratistas de los servicios públicos a los cuales se les atribuya o encomiende un
cometido estatal, cuando la acción u omisión sea imputable a la función encomendada.
La pretensión resarcitoria contra funcionarios y agentes públicos prescribe a los tres (3) años.
La acción de repetición del Estado contra los funcionarios o agentes causantes del daño prescribe a los tres
(3) años de la sentencia firme que estableció la indemnización.
ARTICULO 10. — La responsabilidad contractual del Estado se rige por lo dispuesto en las normas
específicas. En caso de ausencia de regulación, se aplica esta ley en forma supletoria.
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-BOLILLA XVII-
El Estado de derecho, no sólo requiere de los derechos reconocidos constituconalmente, sino también de la
implementación de esos derechos, por lo que es indispensable que el ordenamiento jurídico procesal facilite
los medios para el efectivo ejercicio de los derechos constitucionales, y entre ellos, el procedimiento
administrativo es la herramienta más idónea.
Entre las prerrogativas de poder público que ostenta la Administración en materia procesal administrativa,
propia de su “régimen exorbitante” (BOLILLA I), cabe mencionar: la ejecución y revocación de actos
administrativos, contratación pública con cláusulas exorbitantes, actuaciones confidenciales, reservadas o
secretas, ejercicio de la policía, imposición de limitaciones a la propiedad como expropiación, servidumbres
y restricciones administrativas, solución interna de conflictos interadministrativos, ejecución de medidas de
seguridad pública, etc.
El procedimiento administrativo es, en suma, un instrumento de gobierno y de control. Cumple una doble
misión republicana: el ejercicio del poder por los carriles de la seguridad y la legalidad y la defensa de los
derechos por las vías procesales recursivas y reclamativas.
PROCESO Y PROCEDIMIENTO. Todo proceso, “por ser su primer elemento una serie o sucesión de actos
coordinados, implica el procedimiento”, pero en cambio no todo procedimiento implica o comporta un proceso.
En efecto, es obvio que restringido el concepto de proceso sólo a aquel que tiene por objeto realizar la función
jurisdiccional a través de órganos imparciales e independientes, todas las series de actos realizados en
cumplimiento de alguna función estatal quedarán englobados dentro del concepto genérico de procedimiento, el
que será, según los casos, procedimiento legislativo (serie de actos parlamentarios para el dictado de una ley del
congreso), procedimiento administrativo (serie de actos dictados para el dictado de un acto administrativo), o
procedimiento jurisdiccional (el de los jueces al realizar su función específica.) y, en consecuencia, sólo uno de
los procedimientos estatales —el tercero— puede a su vez implicar un proceso en sentido técnico.
Es, en verdad, una distinción de la que se ocupa el derecho procesal, fundamentalmente civil, que importa
más que nada una distinción terminológica, hablando así de “proceso” cuando es ante los órganos judiciales
y de “procedimiento” cuando se actúa ante órganos u organismos administrativos.
;Procedimiento administrativo declarativo. Tiene por objeto la obtención de una decisión definitiva, y se
clasifica en:
a. Procedimiento administrativo disciplinario.
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b. Procedimiento administrativo de revisión de oficio.
c. Procedimiento administrativo de la Administración de Contralor.
d. Procedimiento administrativo recursivo o de impugnación.
Marco Legal:
DECRETO 4174/15:
I - DE LOS PRINCIPIOS QUE RIGEN LAS ACTUACIONES Y DE SU INICIACIÓN
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Artículo 1°.- Toda actuación administrativa deberá sujetarse a los principios básicos y esenciales que, con
carácter meramente enunciativo, a continuación se indican:
1°) Principio de la tutela administrativa efectiva: El procedimiento administrativo debe tramitarse en legal
forma y garantizar la posibilidad de ocurrir y recurrir, en los términos y con los alcances que determine la ley
o el reglamento, ante las autoridades públicas competentes y a obtener de ellas una decisión fundada, útil y
oportuna.
2°) Principio de la verdad material: En el procedimiento administrativo deben comprobarse todos los hechos
relevantes para adoptar una decisión legal y regular, conforme a la verdad material y no puramente formal.
3°) Principio de la valoración de la prueba según la libre convicción: El órgano o funcionario competente
para resolver decidirá según su propia convicción que actos, hechos o circunstancias deben considerarse
probados, en base a una profunda y cuidadosa valoración de cada prueba y del conjunto de todas ellas, como
también el resultado de todo el procedimiento.
4°) Principio de imparcialidad del órgano administrativo: Los órganos deben dirigir el procedimiento y tomar las
decisiones dentro de los limites que les atribuyen las normas constitucionales, legales y reglamentarias. El
funcionario del órgano competente debe comprobar los hechos y las circunstancias en forma imparcial y aplicar
las normas al caso concreto sobre la base de los hechos y de las circunstancias comprobadas.
5°) Principio de la economía procedimental: El procedimiento administrativo debe desenvolverse con el menor
gasto y la máxima celeridad, con sencillez y eficacia, tanto para la parte como para los demás interesados, de
manera de poder reunir, dentro del menor tiempo y con el mínimo dispendio, todo el material necesario para la
regular comprobación del estado de hecho y la toma de una decisión por parte de la autoridad competente.
6°) Principio de la asistencia a la parte no instruida: El funcionario que dirige el procedimiento debe velar
para que la ignorancia y la inexperiencia manifiesta de la parte y de los demás interesados no perjudiquen los
derechos de los mismos;
7°) Principio de interpretación favorable al peticionante en caso de duda y de informalismo a favor del
administrado: La interpretación deberá favorecer siempre a la parte peticionante ("in dubio pro
administrado"). Será excusable la inobservancia por los administrados de exigencias formales no esenciales y
que pudieran ser cumplidas posteriormente. La errónea calificación del derecho ejercido o peticionado no
determinará el rechazo de lo solicitado. Este principio rige únicamente a favor de los administrados y no
exime a lasAdministraciones el cumplimiento de los recaudos procedimentales instituidos como garantía de
aquéllos y de la regularidad del procedimiento.
8°) Principio de actuación e impulsión de oficio: Todas las presentaciones administrativas serán impulsadas de
oficio por el órgano competente, lo cual no obstará a que también el administrado inste el procedimiento. Se
exceptúan de este precepto aquellos trámites en los que medie el interés privado del administrado a menos que,
pese a ese carácter, la resolución a dictarse pudiere llegar a afectar de algún modo el interés general.
9°) Principio de pronunciamiento expreso: Las autoridades administrativas tienen el deber de sustanciar y concluir
toda presentación que haya dado lugar a un expediente administrativo y que, por imperio del presente reglamento,
deba ser resuelto en forma expresa y fundada. Asimismo, deberán determinar para cada tipo de procedimiento, en
cuanto no esté expresamente previsto por las leyes o reglamentos, el plazo en el cual éste deba finalizarse. Dicho
plazo se contará desde el inicio de las actuaciones. En aquellos supuestos en que las autoridades administrativas
no hayan fijado plazo para la finalización del procedimiento administrativo, el mismo no podrá exceder aquél que
resulte razonable en atención a la naturaleza y complejidad de la cuestión
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objeto de debate. El responsable del procedimiento podrá, de manera fundada, prorrogar el plazo que hubiere
fijado. En los casos previstos en el primer párrafo del presente, las autoridades administrativas no podrán
abstenerse de resolver bajo pretexto de silencio, oscuridad o insuficiencia de los preceptos aplicables al caso.
10°) Principio del debido proceso: Se observarán las reglas del debido proceso adjetivo, respetándose las
pertinentes garantías constitucionales, en especial:
(a) De exponer las razones de sus pretensiones y defensas antes de la emisión de actos que se refieran a sus
intereses y hacerse patrocinar y representar profesionalmente. En los casos en que se planteen o debatan
cuestiones jurídicas, la Administración Pública Provincial advertirá al administrado sobre la conveniencia de
contar con asesoramiento jurídico para la mejor defensa de su derecho;
(b) De ofrecer prueba y que ella se produzca, si fuere pertinente, dentro del plazo que fije la Administración
Pública Provincial en cada caso, atendiendo a la complejidad del asunto y a la índole de la que deba
producirse, debiendo ésta requerir y producir los informes y dictámenes necesarios para el esclarecimiento
de los hechos y de la verdad jurídica objetiva, todo con el contralor de los administrados y sus profesionales,
quienes podrán presentar alegatos una vez concluido el período probatorio;
(c) De acceder por sí o a través de apoderado o letrado patrocinante a las actuaciones administrativas durante
todo su trámite, salvo lo dispuesto en leyes especiales, reglamentos basados en ellas y en los supuestos
contemplados en la normativa referida al acceso de los particulares a la información pública;
(d) Que el acto decisorio haga expresa y fundada consideración de los principales argumentos de hecho y
derecho y de las cuestiones propuestas, en tanto hubieren sido conducentes a la solución del caso.
11°) Principio de la unidad inescindible del trámite: Toda actuación o trámite vinculado a una misma pretensión
se canalizará por el mismo expediente y su número se conservará a lo largo de todas las actuaciones. Queda
absolutamente prohibido dar inicio a nuevas actuaciones o identificar bajo un número distinto las presentaciones
sucesivas que el peticionante deba hacer en forma posterior a su presentación inicial. Queda prohibido a los
órganos de la Administración Pública Centralizada o de los entes descentralizados autárquicamente, asignarle
otronúmero o sistema de identificación que no sea el asignado por el organismo que, o ante quien, se inició la
gestión. Es una manifestación del deber de colaboración del peticionante con la Administración identificar sus
presentaciones posteriores con el número iniciador del expediente.
12°) Principio de autotutela y anulación de oficio: Las autoridades administrativas, en cualquier momento
del trámite, previo dictamen del servicio de asesoramiento jurídico permanente y respetando el principio del
debido proceso, podrán declarar de oficio la invalidez de las decisiones administrativas que hubieran sido
adoptadas con anterioridad.
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a) Impulsión e instrucción de oficio, sin perjuicio de la participación de los interesados en las actuaciones;
Este monto máximo será reajustado anualmente por el Poder Ejecutivo Nacional, de acuerdo con la variación
del índice de precios al consumidor establecido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos del
Ministerio de Economía de la Nación;
Informalismo.
c) Excusación de la inobservancia por los interesados de exigencias formales no esenciales y que puedan ser
cumplidas posteriormente;
Los plazos.
e) En cuanto a los plazos:
1) Serán obligatorios para los interesados y para la Administración;
2) Se contarán por días hábiles administrativos salvo disposición legal en contrario o habilitación resuelta de
oficio o a petición de parte;
3) Se computarán a partir del día siguiente al de la notificación. Si se tratare de plazos relativos a actos que
deban ser publicados regirá lo dispuesto por el artículo 2 del Código Civil;
4) Cuando no se hubiere establecido un plazo especial para la realización de trámites, notificaciones y
citaciones, cumplimiento de intimaciones y emplazamientos y contestación de traslados, vistas e informes,
aquél será de diez (10) días;
5) Antes del vencimiento de un plazo podrá la Administración de oficio o a pedido del interesado, disponer
su ampliación, por el tiempo razonable que fijare mediante resolución fundada y siempre que no resulten
perjudicados derechos de terceros. La denegatoria deberá ser notificada por lo menos con dos (2) días de
antelación al vencimiento del plazo cuya prórroga se hubiere solicitado;
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8) La Administración podrá dar por decaído el derecho dejado de usar dentro del plazo correspondiente, sin
perjuicio de la prosecución de los procedimientos según su estado y sin retrotraer etapas siempre que no se
tratare del supuesto a que se refiere el apartado siguiente;
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Actuaciones reservadas o secretas.
c) determinar las circunstancias y autoridades competentes para calificar como reservadas o secretas las
actuaciones, diligencias, informes o dictámenes que deban tener ese carácter, aunque estén incluidos en
actuaciones públicas.
ARTICULO 12.- El acto administrativo goza de presunción de legitimidad; su fuerza ejecutoria faculta a la
Administración a ponerlo en práctica por sus propios medios -a menos que la ley o la naturaleza del acto
exigieren la intervención judicial- e impide que los recursos que interpongan los administrados suspendan su
ejecución y efectos, salvo que una norma expresa establezca lo contrario. Sin embargo, la Administración
podrá, de oficio o a pedido de parte y mediante resolución fundada, suspender la ejecución por razones de
interés público, o para evitar perjuicios graves al interesado, o cuando se alegare fundadamente una nulidad
absoluta.
ARTICULO 18.- El acto administrativo regular, del que hubieren nacido derechos subjetivos a favor de los
administrados, no puede ser revocado, modificado o sustituido en sede administrativa una vez notificado. Sin
embargo, podrá ser revocado, modificado o sustituido de oficio en sede administrativa si el interesado
hubiere conocido el vicio, si la revocación, modificación o sustitución del acto lo favorece sin causar
perjuicio a terceros y si el derecho se hubiere otorgado expresa y válidamente a título precario. También
podrá ser revocado, modificado o sustituido por razones de oportunidad, mérito o conveniencia,
indemnizando los perjuicios que causare a los administrados.
2. Las partes en el procedimiento administrativo. El órgano administrativo como parte. Los plazos en el
procedimiento administrativo. Estructura del procedimiento administrativo: iniciación, desarrollo y
terminación.
Las partes en el procedimiento administrativo:
El órgano administrativo como parte:
En el procedimiento Administrativo intervienen dos partes: el particular y el órgano Administrativo.
Toda persona física o jurídica, de carácter público o privado, tiene, en principio, aptitud genérica para
intervenir en el procedimiento administrativo, en cualquiera de los tipos clasificatorios, como titulares de un
derecho subjetivo, interés legítimo y aún de un interés simple.
Las reglas que rigen la capacidad de las personas pertenecen al Código Civil, sin perjuicio de su extensión a
ciertos supuestos regulados por el Derecho Administrativo.
En el Derecho Público, se requiere para ser parte, además de los supuestos normales, de la legitimación.
Parte = toda persona física o jurídica que con capacidad y legitimación, interviene o participa en el
procedimiento administrativo, con derecho a provocar la actuación de los órganos administrativos
competentes y a obtener en el caso la decisión requerida por la Administración Pública.
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Artículo 18: Los términos comenzarán a computarse desde el día hábil siguiente al de la notificación, no
contándose el día en que la misma fue efectuada. Si el término fuerade horas, no se computará la hora de la
notificación, ni tampoco las horas correspondientes a días inhábiles.-
Artículo 19°.- Los términos serán prorrogables, a solicitud de parte y sin necesidad de expresión de causa.
La prórroga deberá ser solicitada dentro del término y correrá desde su vencimiento, aún cuando fuera
concedida con posterioridad.
Artículo 20°.- Los términos fenecen por el mero transcurso del tiempo fijado para los mismos, sin necesidad
de declaración alguna ni de petición de parte, y con ellos los derechos que se hubieran podido ejercer.- -
Transcurridos los términos, se proseguirá el trámite del expediente según su estado. El escrito no presentado
dentro del horario administrativo del día en que operare el vencimiento del plazo, podrá ser entregado
válidamente el día hábil inmediato dentro del horario de atención.
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9) Transcurridos sesenta (60) días desde que un trámite se paralice por causa imputable al administrado, el
órgano competente le notificará que, si transcurrieren otros treinta (30) días de inactividad, se declarará de
oficio la caducidad de los procedimientos, archivándose el expediente. Se exceptúan de la caducidad los
trámites relativos a previsión social y los que la Administración considerare que deben continuar por sus
particulares circunstancias o por estar comprometido el interés público. Operada la caducidad, el interesado
podrá, no obstante, ejercer sus pretensiones en un nuevo expediente, en el que podrá hacer valer las pruebas
ya producidas. Las actuaciones practicadas con intervención de órgano competente producirán la suspensión
de plazos legales y reglamentarios, inclusive los relativos a la prescripción, los que se reiniciarán a partir de
la fecha en que quedare firme el auto declarativo de caducidad;
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Artículo 3.- Si en la presentación se formulara denuncia contra terceros o cualquier otra gestión o 8 que
signifique la intervención o refiera al interés de una parte contraria, el escrito inicial deberá indicar el
domicilio de éstos si se conociere, y presentarse en tantas copias cuantos sean los mismos.- En tales casos,
las Administraciones deberán dar intervención a la contraria, la que como mínimo consistirá en el derecho a
presentar un memorial de defensa conforme lo establecido en el artículo 1°, inciso 10 0) y a ofrecer y
producir la prueba que haga a su derecho. Cuando sea evidente que la resolución de la gestión afectará un
interés jurídicamente tutelado de un tercero, las autoridades administrativas deberán anoticiarlo sin que ello
paralice el trámite del procedimiento. El tercero afectado podrá tomar intervención en el estado en que el
procedimiento se encuentre sin que éste se retrotraiga.
Artículo 11. –
La persona que se presente por un derecho o interés que no sea propio, aunque le competa ejercerlo en virtud
de representación legal, deberá presentar desde la primera intervención que realice en nombre de sus
mandantes o representados los documentos que acrediten la calidad o el carácter invocado.
Artículo 12°. - Los representantes o apoderados acreditarán sus personerías con el correspondiente
instrumento otorgado ante escribano público, autoridad judicial u órgano administrativo facultado al efecto
por el titular del Poder Ejecutivo Provincial, sus Ministros, Secretarios de Estado, titulares de los entes
descentralizados autárquicamente o la persona que éstos indicaren.
Artículo 21°.- Los decretos, resoluciones o providencias dictados en las actuaciones administrativas, no obligarán si no
son notificados mediante alguno de los siguientes procedimientos: a) En diligencia en el mismo expediente o actuación,
por el Jefe de Mesa de Entradas y Salidas o el agente que éste indique en la repartición o por el empleado notificador en
el domicilio del notificado.
b) Por cédula remitida por carta postal certificada con aviso de retorno al domicilio constituido, por telegrama
colacionado o por cédula, la que se hará entregar por la autoridad policial más cercana al domicilio del notificado
cuando en la localidad no hubiere oficina de correos o empleado notificador.
c) Por edictos que se publicarán en el Boletín Oficial, únicamente en los casos en que se ignore el domicilio del
notificado o se notifique a personas desconocidas.
d) Por notificación electrónica conforme se establece en el artículo 79°.
Artículo 22.- Imprenta Oficial -Santa Fe La notificación en diligencia se hará en el mismo expediente, debiendo ser
firmada por el Jefe de la Mesa de Entradas y Salidas o el empleado notificador y el notificado, o un testigo hábil si éste
no supiera firmar, no pudiera o se negara a hacerlo, entregándose en el acto copia del texto que se notifica.-
Artículo 23°.- La notificación por cédula se hará redactando la misma en doble ejemplar, con transcripción de la parte
resolutiva del decreto, resolución o providencia que se notifica, debiendo especificarse, además, el expediente o
actuación de que se trate, con indicación de su número y transcripción íntegra de su carátula, en forma tal que el mismo
pueda ser fácilmente identificado, y señalar asimismo los recursos que proceden contra dichos actos.
Artículo 24: Si la cédula se remitiese por correo, se agregará al expediente la copia auténtica de la misma, así como las
constancias de recepción en el correo y en el domicilio del notificado.-
Artículo 25°.- Si se entregara por medio del empleado notificador o por la autoridad policial de la localidad, se agregará
copia autenticada y las constancias de la notificación.-
Artículo 26 .- Cuando no se encontrare la persona a quien se deba notificar, se entregará la cédula dirigida a ella a
cualquier persona de la casa, haciendo constar esta circunstancia en una diligencia firmada por el notificador y quien
recibiera la cédula, o por un testigo, si quien la recibe no supiera, no pudiera o se negare a firmar.
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Artículo 27°.- Cuando no se encontraren personas en el domicilio en que se debe efectuar la comunicación, se dejará la
cédula a un vecino, y si no se encontrare vecino que quiera recibirla se fijará la misma en una puerta de la casa,
prefiriendo las interiores si se tuviera acceso a ellas, dejándose constancia de esta circunstancia en una diligencia
firmada por el notificador y un testigo hábil.-
Artículo 28°.- La notificación por telegrama colacionado se practicará únicamente cuando una evidente razón de
urgencia, de fuerza mayor o de interés público así lo aconseje, o cuando mediante este procedimiento se evite a la
Administración, al notificado o a una de las partes intervinientes en el expediente un evidente perjuicio.-
Artículo 29°.- Los avisos o edictos que se publiquen en el Boletín Oficial se redactarán en forma breve pero clara, con
especificación de la repartición que notifica, el expediente en que se hace, el motivo y el nombre y apellido de los
notificadores cuando se conociere.-
Artículo 30.- Las notificaciones realizadas sin llenar las formalidades prescriptas, podrán ser declaradas nulas a
solicitud de parte interesada, así como las actuaciones posteriores que sean consecuencia de ellas. La nulidad quedará
subsanada si el notificado, por un acto realizado en el mismo expediente o actuación, exterioriza haber tomado
conocimiento del decreto, resolución o providencia notificada.- La nulidad de lo actuado también procederá, a solicitud
de parte interesada, en el caso -de haberse omitido la notificación.-
Artículo 31 .- Todas las vistas y traslados se correrán por el término de cinco (5) días hábiles a partir de su notificación
y la expresión de agravios será por el término de diez (10) días hábiles, con transcripción del artículo 20°. Las vistas
dispuestas de oficio por la Administración se correrán con entrega de copia del decreto, resolución, disposición o
informe del que se quiera hacer tomar conocimiento a la parte interesada, apoderado o letrado patrocinante.
Efectos. Iniciado el procedimiento: se suspende el plazo de prescripción; comienza el plazo para resolver el
recurso; y la Administración tiene el deber de impulsar de oficio las actuaciones, lo cual no obsta a que el
interesado también inste el procedimiento.
Requisitos formales y sustanciales. La ley 19.549 establece diversas formalidades: a) Interponer el recurso
por escrito en mesa de entradas del órgano competente. b) Indicar el Acto que se recurre y el pedido de
impugnación. c) Firma del recurrente o su apoderado, indicando: nombre y apellido, y domicilio real del
recurrente. Por el principio de informalismo, cuando se advierta alguna deficiencia formal hay que intimar al
recurrente a subsanarla. Si no se subsana en el plazo perentorio que se fije, la Administración puede
desestimar el recurso.
Medios probatorios: rige el principio de la “amplitud de la prueba” entre otros, se reconocen: 1) informes y
dictámenes producidos por los órganos técnicos de la Administración; 2) prueba testimonial; 3) prueba
documental; 4) prueba pericial.
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Producción: solicitada la prueba, la Administración tiene el deber legal de decretar la apertura a prueba. Si
no abre la causa a prueba, debe dar por ciertos los hechos manifestados por el administrado (cuando la
prueba sea conducente).
Valoración: la apreciación o valoración de las pruebas debe ser razonable, sin descartar arbitrariamente las
pruebas ofrecidas y producidas en el expediente. La apreciación que se practique en sede Administrativa, se
hallará sometida al control judicial.
TERMINACIÓN: Resolución del procedimiento: es el acto que decide acerca de las cuestiones planteadas en el
curso de una actuación Administrativa. Es el modo normal de extinguir el procedimiento. La resolución debe ser
motivada, haciendo una sucinta referencia a hechos y fundamentos de derecho. Las resoluciones administrativas
deben ser claras y fundadas. // Caducidad de las actuaciones: es el acto por el cual la Administración declara la
terminación del procedimiento a causa de la inactividad del trámite imputable al administrado. Es un modo
anormal de extinguir el procedimiento.// Desistimiento del procedimiento: es el acto por el cual el administrado
abandona voluntaria y expresamente su pretensión; pero puede volver a plantearla en el futuro. Es un modo
anormal de extinguir el procedimiento. (la caducidad no es un abandono expreso, sino tácito). // Renuncia del
derecho: es el acto por el cual el administrado abandona voluntaria y expresamente su derecho; sin poder volver a
ejercitarlo en el futuro. Es un modo anormal de extinguir el procedimiento.
Naturaleza Jurídica: es un Acto Jurídico de derecho público que utiliza el administrado como medio de
defensa. No es un derecho del administrado, sino un acto, porque el recurso es una declaración de voluntad
del particular.
Petrone: Recurso en sede administrativa parte legitimada (relacionar con BOLILLA relaciones jurídicas
subjetivas). Voy a tener que estar en la posición jurídica de un d’ subjetivo o interés legítimo + nuevo
decreto agrega: intereses difusos [Importante tener en cuenta, que en materia de intereses difusos, si quiero,
puedo no agotar la sede administrativa y sólo recurrir con un recurso contencioso sumario ante la justicia
ordinaria]. En cambio, si tenes d’ subjetivo o interés legítimo es obligatorio agotar la vía administrativa.
El procedimiento -tanto en provincia como en nación-, empieza con el dictado de un acto administrativo de
cualquier órgano de la administración centralizada o descentralizada. Recurso ante el mismo órgano que
dictó el acto. Es el mismo recurso, pero difiere el nombre:
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PROVINCIA NACIÓN
RECURSO DE
RECURSO DE REVOCATORIA RECONSIDERACIÓN
Se interpone como si fuera una demanda (expones razones de hecho y derecho que fundamentan la petición
+ ofreces prueba que s/mi entendimiento se tengan que producir “debido proceso”).
PROVINCIA NACIÓN
Es obligatorio empezar con el recurso de Es opcional. Se puede saltear el paso e ir
revocatoria. directamente al superior jerárquico, por apelación.
Art. 42. Art. 84 del decreto reglamentario.
[esto, bajo la fundamentación de que, generalmente,
quien dictó el acto lo va a defender.]
Interposición fundada.
El tercero interesado que le importe defender el acto.
Ofrecimiento y producción de la prueba.
Dados los alegatos, la administración debe dictar otro Acto Administrativo hace lugar al recurso y deja sin efecto el
acto / no hace lugar al recurso y confirma el acto / silencio: pronto despacho plazo 30 días y ante silencio se presume
“NO”, denegación.
1) Sujeto. En todo recurso intervienen dos sujetos: la Administracion Publica que decide o resuelve el
recurso, y el particular-administrado, que interpone el recurso. Se exige a la Administracion Publica el
tratamiento de una materia de su competencia, debiendo examinar si el funcionario que emitio el acto actuo
dentro del ambito de su competencia. No puede intervenir en la resolucion de un recurso el funcionario que
hubiere sido recusado o que se hubiere excusado (art. 6 LNPA), como tampoco el funcionario que hubiera
emitido el acto en ejercicio de una atribucion delegada, cuando hubiera cesado la delegacion, debiendo en
este caso resolver el recurso el superior jerarquico.
En relacion a los administrados, se exige el requisito de la capacidad, en cuanto a la edad, pero ademas debe
reconocersele ser parte interesada. Tambien se requiere la legitimacion, porque titulariza un derecho
subjetivo o interes legitimo lesionado o afectado por el acto administrativo contra el cual se recurre. En
suma, si el particular esta legitimado puede la Administracion examinar la cuestion de fondo.
De lo expuesto se infieren dos clases de legitimacion: a) legitimacion para recurrir, o sea para iniciar el
procedimiento, y b) legitimacion para intervenir en el procedimiento, si el administrado tiene un derecho que
pueda ser afectado por la decision que se adopte, o si su interes legitimo personal y directo puede resultar
afectado.
2) Objeto. El objeto del recurso es un acto administrativo. Ahora bien, no todos los actos administrativos son
recurribles por los mismos recursos, segun las normas positivas vigentes. Los actos administrativos
susceptibles de impugnacion son los definitivos.
Los actos preparatorios o de tramite no son objeto de recurso, excepto cuando: a) impiden la prosecucion del
procedimiento, pues adquieren el caracter de un acto definitivo, y b) lesionan un derecho subjetivo o interes
legitimo, causando un estado de indefension al administrado.
Quedan excluidos de la posibilidad de recursos administrativos los actos internos de la Administracion, por
ejemplo, circulares, ordenes y los dictamenes de los organos consultivos.
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3) Causa. Son causas de los recursos la violacion al ordenamiento juridico o la transgresion de las normas
que regulan el acto administrativo objeto de la impugnacion, que suponga la vulneracion de un derecho
subjetivo o de un interes legitimo. El recurso tiene por motivo o causa restituir la legitimidad del obrar
administrativo, a fin de restablecer la vigencia plena del derecho vulnerado.
LA DENUNCIA DE ILEGITIMIDAD.
La denuncia de ilegitimidad, siguiendo a Dromi, es la presentación de un sujeto de derecho que, sin tener un
interés directo y personal, teniendo solo un interés simple, se presenta ante la Administración para hacerle
notar un acto o hecho irregular. La denuncia así planteada no se ajusta a forma, termino ni tramite.
También se contempla la denuncia de ilegitimidad como un recurso formalmente improcedente en su origen,
y que por imperativo legal se transforma en recurso procedente.
Todo recurso interpuesto fuera de plazo, o para impugnar decisiones definitivas, resoluciones ministeriales
definitivas, o decretos del Poder Ejecutivo, que no sean susceptibles de recurso de revisión, pueden ser
considerados por el Poder Ejecutivo, o en su caso por el ministro, como denuncia de ilegitimidad (art. 1°,
inc. e, ap. 6, LNPA).
El fundamento de este medio de impugnación esta en el art. 14 de la Constitución Nacional, derecho a
peticionar, y en el deber del Estado de proteger y mantener la vigencia de la legalidad objetiva en
consonancia con la protección del derecho individual de los administrados.
La LNPA establece un término o plazo para estimar la denuncia, cuando dice que “…por estar excedidas
razonables pautas temporales, se entienda que medio abandono voluntario del derecho” (art.
1°, inc. e, ap. 6, LNPA). Ahora bien, no cualquier transcurso de tiempo puede reputarse en el sentido
invocado por la norma, por lo que en cada caso concreto debe valorarse si es procedente la causal para
desestimar la denuncia.
La denuncia por ilegitimidad, aunque se haya dejado transcurrir un lapso mas que prudencial, debe ser
tramitada por la Administración, pues su sola presentación prueba que el interesado no abandono
voluntariamente el derecho. Si bien el denunciante no es parte, están legitimados quienes tienen un derecho
subjetivo o interes legitimo a interponer el recurso contra un acto lesivo, pues la denuncia es procedente
cuando se ha dejado transcurrir el plazo para interponer el recurso contra el acto.
El órgano competente para resolver el recurso de que se trate tiene competencia para resolver la denuncia,
por lo que los órganos inferiores deben tramitarlo y elevarlo para su resolución.
La denuncia por ilegitimidad debe ser tramitada y resuelta por la Administración como cualquier recurso.
Por lo que el Poder Ejecutivo o el ministro, según se trate, deben pronunciarse sobre el fondo de la cuestión
planteada.
Cabe aclarar que solamente el Poder Ejecutivo o ministro correspondiente pueden rechazar la denuncia de
ilegitimidad, ya que los órganos inferiores a esas instancias no pueden hacerlo, pero si pueden revocar de
oficio el acto impugnando. La resolución del ministro en la denuncia de ilegitimidad, tiene carácter
definitivo, y no puede impugnársela ante el Poder Ejecutivo, quedando agotada la vía administrativa.
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4.Los singulares recursos administrativos en la Provincia. Condiciones subjetivas y objetivas de
proposición. Procedimiento. Decisión. Procedimiento recursivo en las entidades autárquicas.
5. Los recursos administrativos en el orden municipal y comunal.
PROVINCIA NACIÓN
APELACIÓN (recurso p/que el superior jerárquico A nivel nacional se llama RECURSO
del que dictó el acto, lo revise se activa el JERÁRQUICO: si interpusiste reconsideración se
control interno). entiende implícito, no es necesario haberlo
Se interpone ante el mismo órgano que dictó el acto reservado. Se puede iniciar directamente con este
(j de admisibilidad) / No se funda / No es recurso / se presenta fundado.
obligación haberlo reservado. Si arranco con este recurso, pido apertura a prueba
Si no fundamentas en 10d de plazo, se declara pq’ no hubo expediente administrativo.
desierto y perdes.
Excepcionalmente, pido apertura a prueba.
Acto confirmado / anulado, queda sin efecto.
Dictamen a Fiscalía.
Nivel Provincial. Fiscalía de Estado: DICTAMEN se exige si el acto lo tiene para resolver el gobernador.
Pero si está en Ministerio, lo hace el jefe de asesoría legal de ese ministerio. El dictamen es importante y
obliga, pero no es vinculante.
[Corte Nacional fallo en el sentido que p/la prescripción se aplica la ley civil.]
OTRO RECURSO:
PROVINCIA NACIÓN
RECURSO JERÁRQUICO: es cuando no te No está previsto, pero la jurisprudencia entiende
aceptan la apelación. que como s/ley se aplican en subsidio las reglas
procesales, procede el RECURSO DE QUEJA.
PROVINCIA NACIÓN
ENTIDADES DESCENTRALIZADAS: se aplica el ALZADA.
decreto, salvo norma específica que regule distinto Opcional. Decidís que ya agotaste la vía
la cuestión. administrativa y se va a juicio [porque la
constitución no lo exige].
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Algunas municipalidades reglamentaron –Santa Fe, Rosario- y otras no inventan.
DECRETO PROVINCIAL Nº 4174/15:
IX - DE LOS RECURSOS
RECURSO DE REVOCATORIA:
Condiciones objetivas y subjetivas de proposición:
Condición subjetiva: lo puede interponer quien acredite tener un interés legítimo y actual.
Se interpone ante el mismo órgano que dicto el acto que se recurre.
Artículo 43 . - En el escrito respectivo deberán exponerse los argumentos en que se base la impugnación y
acompañar las pruebas que considere que hacen a su derecho. No será necesario que acompañe la evidencia
en poder de las autoridades administrativas, sin perjuicio de proceder a identificarla en su ofrecimiento. Se
admitirán todos los medios de prueba, salvo los que fueren manifiestamente improcedentes, superfluos o
meramente dilatorios. Vencido el término de diez (10) días, aún cuando el recurso hubiera sido interpuesto
en tiempo, no procederá la recepción de nuevos escritos ni aceptación de otras pruebas que aquellas
presentadas en término.
Artículo 44- A fin de estudiar los antecedentes, fundar el recurso y ofrecer y producir la prueba —lo que
fuera pertinente- el recurrente podrá solicitar traslado de las actuaciones. El traslado se concederá en todos
los casos, inmediatamente de solicitado, y será por el término establecido para la presentación del recurso o
por el tiempo que falte para su vencimiento.- En oportunidad de correr el traslado, la autoridad
administrativa debe hacer saber al recurrente que el artículo 19° de la reglamentación lo autoriza a solicitar la
prórroga del plazo. Artículo 450 . - La autoridad administrativa ante quien se recurriera, fundado el recurso o
vencido el plazo respectivo, correrá un traslado por el término de diez (10) días a los eventuales terceros que
pudieren tener un interés directo en mantener la decisión impugnada a fin de que así lo expresen, ofrezcan y
produzcan la prueba que haga a su derecho.
Artículo 46°. - Recibidos los memoriales o vencidos los plazos para hacerlo, la autoridad administrativa
procederá a recibir la prueba que estime pertinente, disponiendo la producción de aquella respecto de los
hechos invocados y que fueren conducentes para la decisión, fijando para ello un plazo de treinta días y, en
su caso, la ampliación de éste que estime corresponder en atención a la complejidad del asunto.
Artículo 47 - La providencia que ordene la producción de prueba se notificará a las partes indicando cuáles
son admitidas y la fecha de la o las audiencias que, en su caso, se hubieren fijado. En caso que se fijare fecha
de audiencia, la notificación se diligenciará con una anticipación de cinco (5) días por lo menos a la fecha de
realización de la misma.
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Artículo 48°. - Sin perjuicio de los informes y dictámenes cuyo requerimiento fuere obligatorio solicitar,
podrán recabarse, mediante resolución fundada, cuantos otros se estimen necesarios al establecimiento de la
verdad jurídica objetiva. De lo solicitado se dejará constancia en el expediente. Todas las dependencias de la
Administración Pública Provincial, cualquiera sea su situación jerárquica y ubicación organizacional, quedan
obligadas a prestar su colaboración permanente y recíproca.
Artículo 49- Producida la prueba o vencido el plazo para hacerlo, se correrá traslado por el plazo de cinco (5)
días a los interesados para que presenten sus respectivos memoriales alegando sobre el mérito de la prueba
rendida.
Artículo 50. - La autoridad administrativa resolverá el recurso dentro de los treinta (30) días computados
desde la presentación de los memoriales o, en su caso, desde el vencimiento del plazo para hacerlo, pudiendo
prorrogar la exposición de los fundamentos de su decisión por el término de diez (10) días.
Artículo 51°.- Si el acto hubiere sido dictado por delegación, el recurso de revocatoria será resuelto por el
órgano delegado sin perjuicio del derecho de avocación de la autoridad delegante. Si la delegación hubiere
cesado al tiempo de deducirse el recurso, éste será resuelto por el delegante.
Artículo 52°. - Si el recurso de revocatoria no fuere resuelto dentro del plazo fijado en el artículo 50°, el
interesado podrá articular el recurso previsto en el artículo 58° del presente en los términos y alcances
previstos en el referido precepto, previa interposición de pronto despacho.
Artículo 53°.- El recurso de revocatoria interpuesto contra un decreto del Poder Ejecutivo es resuelto por el
mismo y el acto que lo resuelve pone fin a la instancia administrativa, rigiéndose por las disposiciones
precedentes en cuanto resulten aplicables.
Previo al dictado del acto que resuelva el recurso, deberá requerirse dictamen de Fiscalía de Estado.
RECURSO DE APELACIÓN:
Condiciones objetivas y subjetivas de proposición:
Condición subjetiva: lo puede interponer aquel a quien le han denegado el recurso. Se interpone ante el
mismo órgano que dicto el acto, a fin de que lo eleve a su superior para que resuelva.
Condición objetiva: se interpone contra la resolución Administrativa que deniega el recurso de Revocatoria.
Artículo 54°.- El recurso de apelación procede contra las decisiones de las autoridades administrativas de la
Administración Centralizada o de las máximas autoridades de los entes descentralizados autárquicamente
que resuelvan recursos de revocatoria y puede ser interpuesto por los interesados alcanzados por el acto en el
plazo de diez (10) días hábiles contados desde la notificación respectiva, pudiendo también interponerse
subsidiariamente con el recurso de revocatoria.-
Podrá fundarse en razones de ilegitimidad como de oportunidad, mérito o conveniencia.
Artículo 55.- Recibido un recurso de apelación por parte de la autoridad administrativa recurrida, será
elevado inmediatamente al Poder Ejecutivo por vía del Ministerio que corresponda, conjuntamente con el
expediente o actuación administrativa que lo originara. Radicadas las actuaciones en el Ministerio, se correrá
traslado al apelante por el término de diez (10) días para que exprese agravios y ofrezca prueba, si
correspondiera. Vencido el mismo sin que el apelante haya expresado agravios, se declarará desierto el
recurso. La apertura a prueba sólo procederá si se ofrecieran nuevos elementos y fueren ellos pertinentes al
asunto en discusión. Si se ordenare la apertura a prueba, una vez producida la misma se correrá traslado al
apelante para que alegue sobre su mérito por el plazo de cinco (5) días.
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Artículo 56°.- El término para producir y acompañar la nueva prueba no podrá exceder de los treinta (30)
días. Vencido el término y con las pruebas que se hubieran producido continuará el diligenciamiento de las
actuaciones sin esperar el resultado de las demás diligencias probatorias que se hubieran dispuesto. No
obstante, si las demás pruebas vinieren o se produjeren fuera del término establecido, pero antes de dictar
resolución, deberán ser tomadas en cuenta.
Asimismo, el Poder Ejecutivo deberá requerir, indefectiblemente, dictamen de la Fiscalía de Estado.
Producido el mismo se entenderá que el expediente se encuentra en estado de dictar resolución. El decreto
dictado por el Poder Ejecutivo al resolver el recurso de apelación agota la instancia administrativa.
c) Del Jerárquico
Artículo 58 .- Podrán interponer este recurso por ante el Poder Ejecutivo quienes consideren que los órganos
competentes de la Administración Centralizada o de los entes descentralizados autárquicamente han
denegado tácitamente un derecho postulado o incurrido en retardación indebida en dictar la resolución,
siempre que haya estado precedido del correspondiente pedido de pronto despacho.
Artículo 59.- Se entenderá que existe denegación tácita o una retardación en el trámite, cuando hubieran
transcurrido treinta (30) días desde que el expediente o actuación respectiva se encuentra en estado de dictar
resolución definitiva, sin que ésta sea habida.
RECURSO JERÁRQUICO:
Condiciones objetivas y subjetivas de proposición:
Condición subjetiva: lo puede interponer aquel a quien le han denegado el recurso. Se interpone directamente
ante el superior.
Condición objetiva: se interpone ante el PE cuando exista una denegación tacita del derecho postulado, o una
retardación en la resolución.
Artículo 60 .- A los efectos del recurso jerárquico, la parte interesada deberá interponer pronto despacho.
Transcurridos treinta (30) días desde la presentación del escrito, sin producirse la resolución definitiva, la
parte interesada quedará habilitada para interponer el recurso jerárquico, como si la resolución se hubiera
dictado y fuera contraria a sus derechos. –
Artículo 61.- El recurso jerárquico se promoverá directamente ante el Poder Ejecutivo por vía del Ministerio
que corresponda. En el escrito respectivo, que se presentará en original y copia, se especificará la autoridad
contra la cual se recurre e individualizará el expediente o actuación motivo del recurso. En el mismo escrito
se deberá hacer manifestación expresa de si se solicita traslado de las actuaciones, a fin de tomar
conocimiento de las mismas y ampliar la argumentación. Tomado conocimiento del recurso, el Ministerio
que lo reciba formará expediente y oficiará de inmediato a la autoridad administrativa que hubiera dado
lugar al mismo, remitiéndole la copia del escrito para que, dentro del término de cuarenta y ocho (48) horas,
informe y eleve las actuaciones a conocimiento y decisión de la autoridad requirente, dejándose reservado el
expediente originado con el recurso a la espera de los antecedentes.
Artículo 62°.- Recibidos los antecedentes y verificada la procedencia del recurso, en cuanto a si cumple los
requisitos de haber sido presentado en tiempo y forma, se tramitará, ante el Poder Ejecutivo, conforme las
reglas del recurso de apelación.-
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que pudieren corresponder. En los supuestos en que la autoridad administrativa opte por la resolución del
recurso de grado, el recurso jerárquico será archivado sin más trámite.-
Artículo 64°.- La resolución que dicte Poder Ejecutivo pondrá término a la instancia administrativa. - d) De
la denuncia de ilegitimidad
Artículo 65°.- Una vez vencidos los plazos establecidos para interponer recursos administrativos se perderá el
derecho para articularlos, quedando firme el acto. Ello no obstará a que se considere la petición corno denuncia de
ilegitimidad por el órgano que hubiera debido resolver el recurso, salvo que éste dispusiera lo contrario por
motivos de seguridad jurídica o que, por estar excedidas razonables pautas temporales, se entienda que medió
abandono voluntario del derecho. La decisión que resuelva la denuncia de ilegitimidad será irrecurrible.
Art. 5, Ley provincial 11.330: Actos de la Administración Pública. Se entiende por actos de la
Administración Publica los de carácter general o individual dictados en función administrativa por el
Gobernador de la Provincia, los Intendentes y Concejos Municipales y las Comisiones Comunales,
originarios de esas autoridades o de otras inferiores a ellas sometidos a su revisión por vía de recurso.
No se admite el recurso contra actos dictados en función administrativa interna por los Poderes Legislativo y
Judicial, salvo lo que dispongan leyes especiales en el caso del primero.
Los actos de carácter reglamentario no son impugnables, excepto que por si mismos y sin necesidad de
aplicación individual produzcan sus efectos en relación al recurrente.
El art. 5 de la ley 11.330 complementa al art. 3, que dispone que “el recurso se admite contra
los actos de la Administración Publica”, estableciendo, a los fines de su impugnación mediante el recurso
contencioso administrativo de la ley 11.330, que debe entenderse por “actos de la Administración Publica”.
Ambas normas (los arts. 3 y 5) establecen que actos pueden ser objeto de impugnación, lo
cual no debe confundirse, como muchas veces se hace, con el “objeto del recurso”.
El acto impugnado, en efecto, no constituye el objeto del recurso contencioso administrativo, el cual, en todo
caso, está constituido por la pretensión procesal administrativa, la cual comprende a la anulación del acto
impugnado, y a la que también se alude con la expresión (no extraña a nuestro ordenamiento jurídico)
“Materia contencioso administrativa”.
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Estos artículos, juntamente con los arts. 4, 6, 7, 14 y 35, delimitan esa materia contenciosa administrativa
sobre la que puede versar el recurso.
No hay mayores inconvenientes cuando el acto impugnado ha sido dictado por el Intendente dentro de su
competencia; solo señalamos que ese acto puede ser originario de este o dictado al resolver recursos
interpuestos contra actos dictados por una autoridad municipal inferior con facultades de resolver.
Es conveniente anotar que el acto impugnable por el recurso contencioso administrativo debe
ser el dictado por el Intendente municipal después de haberse interpuesto los recursos administrativos que
correspondan de acuerdo a lo previsto en el Cap. VIII de la ley 2756.
Título IV
Impugnación judicial de actos administrativos.
ARTICULO 23.- Podrá ser impugnado por vía judicial un acto de alcance particular:
a) cuando revista calidad de definitivo y se hubieren agotado a su respecto las instancias administrativas.
b) cuando pese a no decidir sobre el fondo de la cuestión, impida totalmente la tramitación del reclamo
interpuesto.
c) cuando se diere el caso de silencio o de ambigüedad a que se alude en el artículo 10.
d) cuando la Administración violare lo dispuesto en el artículo 9.
ARTICULO 24.- El acto de alcance general será impugnable por vía judicial:
a) cuando un interesado a quien el acto afecte o pueda afectar en forma cierta e inminente en sus derechos
subjetivos, haya formulado reclamo ante la autoridad que lo dictó y el resultado fuere adverso o se diere
alguno de los supuestos previstos en el artículo 10.
b) cuando la autoridad de ejecución del acto de alcance general le haya dado aplicación mediante actos
definitivos y contra tales actos se hubieren agotado sin éxito las instancias administrativas
Plazos dentro de los cuales debe deducirse la impugnación (por vía de acción o recurso)
Artículo 25.- La acción contra el Estado o sus entes autárquicos deberá deducirse dentro del plazo perentorio
de noventa (90) días hábiles judiciales, computados de la siguiente manera:
a) Si se tratare de actos de alcance particular, desde su notificación al interesado;
b) Si se tratare de actos de contenido general contra los que se hubiere formulado reclamo resuelto
negativamente por resolución expresa, desde que se notifique al interesado la denegatoria;
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c) Si se tratare de actos de alcance general impugnables a través de actos individuales de aplicación, desde
que se notifique al interesado el acto expreso que agote la instancia administrativa;
d) Si se tratare de vías de hecho o de hechos administrativos, desde que ellos fueren conocidos por el
afectado.-Cuando en virtud de norma expresa la impugnación del acto administrativo deba hacerse por vía de
recurso, el plazo para deducirlo será de treinta (30) días desde la notificación de la resolución definitiva que
agote las instancias administrativas.
ARTICULO 26.- La demanda podrá iniciarse en cualquier momento cuando el acto adquiera carácter
definitivo por haber transcurrido los plazos previstos en el artículo 10 y sin perjuicio de lo que corresponda
en materia de prescripción.
Impugnación de actos por el Estado o sus entes autárquicos; plazos.
ARTICULO 27.- No habrá plazo para accionar en los casos en que el Estado o sus entes autárquicos fueren
actores, sin perjuicio de lo que corresponda en materia de prescripción. Amparo por mora de la
Administración.
Artículo 28.- El que fuere parte en un expediente administrativo podrá solicitar judicialmente se libre orden
de pronto despacho. Dicha orden será procedente cuando la autoridad administrativa hubiere dejado vencer
los plazos fijados y en caso de no existir éstos, si hubiere transcurrido un plazo que excediere de lo razonable
sin emitir el dictamen o la resolución de mero trámite o de fondo que requiera el interesado. Presentado el
petitorio, el juez se expedirá sobre su procedencia, teniendo en cuenta las circunstancias del caso, y si lo
estimare pertinente requerirá a la autoridad administrativa interviniente que, en el plazo que le fije, informe
sobre las causas de la demora aducida. La decisión del juez será inapelable. Contestado el requerimiento o
vencido el plazo sin que se lo hubiere evacuado, se resolverá lo pertinente acerca de la mora, librando la
orden si correspondiere para que la autoridad administrativa responsable despache las actuaciones en el plazo
prudencial que se establezca según la naturaleza y complejidad del dictamen o trámites pendientes.
ARTICULO 29.- La desobediencia a la orden de pronto despacho tornará aplicable lo dispuesto por el
artículo 17 del decreto-ley 1.285/58.
ARTICULO 31.- El pronunciamiento acerca del reclamo deberá efectuarse dentro de los noventa (90) días
de formulado. Vencido ese plazo, el interesado requerirá pronto despacho y si transcurrieren otros cuarenta y
cinco (45) días, podrá aquél iniciar la demanda, la que deberá ser interpuesta en los plazos perentorios y
bajos los efectos previstos en el artículo 25, sin perjuicio de lo que fuere pertinente en materia de
prescripción. El Poder Ejecutivo, a requerimiento del organismo interviniente, por razones de complejidad o
emergencia pública, podrá ampliar fundadamente los plazos indicados, se encuentren o no en curso, hasta un
máximo de ciento veinte (120) y sesenta (60) días respectivamente.
La denegatoria expresa del reclamo no podrá ser recurrida en sede administrativa.
Los jueces no podrán dar curso a las demandas mencionadas en los artículos 23, 24 y 30 sin comprobar de
oficio en forma previa el cumplimiento de los recaudos establecidos en esos artículos y los plazos previstos
en el artículo 25 y en el presente.
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ARTICULO 32.- El reclamo administrativo previo a que se refieren los artículos anteriores no será necesario
si mediare una norma expresa que así lo establezca y cuando:
a) Se tratare de repetir lo pagado al Estado en virtud de una ejecución o de repetir un gravamen pagado
indebidamente;
b) Se reclamare daños y perjuicios contra el Estado por responsabilidad extracontractual.
Condición objetiva: se interpone contra actos definitivos, y contra actos interlocutorios, que afecten un
derecho subjetivo o un interés legítimo del administrado.
84.– Podrá interponerse recurso de reconsideración contra todo acto administrativo definitivo o que impida
totalmente la tramitación de reclamo o pretensión del administrado y contra los interlocutorios o de mero
trámite que lesionen un derecho subjetivo o un interés legítimo. Deberá interponerse dentro de los diez días
de notificado el acto ante el mismo órganos que lo dictó, el cual será competente para resolver lo que
corresponda, conforme a lo dispuesto por el artículo 82.
85. – Si el acto hubiere sido dictado por delegación, el recurso de reconsideración será resuelto por el órgano
delegado sin perjuicio del derecho de avocación del delegante. Si la delegación hubiere cesado al tiempo de
deducirse el recurso, éste será resuelto por el delegante.
86. – El órgano competente resolverá el recurso de reconsideración dentro de los treinta días, computados
desde su interposición o, en su caso, de la presentación del alegato – o del vencimiento del plazo para
hacerlo– si se hubiere recibido prueba.
87. – Si el recurso de reconsideración no fuere resuelto dentro del plazo fijado, el interesado podrá reputarlo
denegado tácitamente sin necesidad de requerir pronto despacho.
88. – El recurso de reconsideración contra actos definitivos o asimilables a ellos, lleva implícito el recurso
jerárquico en subsidio. Cuando expresa o tácitamente hubiere sido rechazada la reconsideración, las
actuaciones deberán ser elevadas en el término de cinco (5) días de oficio o a petición de parte según que
hubiere recaído o no resolución denegatoria expresa. Dentro de los cinco (5) días de recibidas por el superior
podrá el interesado mejorar o ampliar los fundamentos de su recurso.
Es aquel que se interpone ante el órgano superior, siempre que se tratare de un acto definitivo que emane de
autoridad inferior.
Se interpone dentro del plazo de 5 días de notificada la resolución del recurso de Reconsideración.
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Catalina Quiñónez
Es aquel que se interpone ante el órgano superior, siempre que se tratare de un acto interlocutorio (de mero
tramite) que emane de autoridad inferior.
Se interpone dentro del plazo de 5 días de notificada la resolución del recurso de Reconsideración.
El órgano recurrido debe elevar las actuaciones a su superior; quien debe pronunciarse dentro del plazo de 15
días.
Recurso jerárquico
89. – El recurso jerárquico procederá contra todo acto administrativo definitivo o que impida totalmente la
tramitación del reclamo o pretensión del administrado. No será necesario haber deducido previamente
recurso de reconsideración; si se lo hubiere hecho, no será indispensable fundar nuevamente el jerárquico,
sin perjuicio de lo expresado en la última parte del artículo anterior.
90. – El recurso jerárquico deberá interponerse ante la autoridad que dictó el acto impugnado dentro de los
quince (15) días de notificado y será elevado dentro del término de cinco (5) días y de oficio al Ministerio o
Secretaría de la Presidencia en cuya jurisdicción actúe el órgano emisor del acto.
Los Ministros y Secretarios de la Presidencia de la Nación resolverán definitivamente el recurso; cuando el
acto impugnado emanare de un Ministro o Secretario de la Presidencia de la Nación, el recurso será resuelto
por el Poder Ejecutivo Nacional, agotándose en ambos casos la instancia administrativa.
91. – El plazo para resolver el recurso jerárquico será de treinta (30) días, a contar desde la recepción de las
actuaciones por la autoridad competente, o en su caso, de la presentación del alegato – o del vencimiento del
plazo para hacerlo– si se hubiere recibido prueba.
No será necesario pedir pronto despacho para que se produzca la denegatoria por silencio.
92. – Cualquiera fuera la autoridad competente para resolver el recurso jerárquico, el mismo tramitará y se
sustanciará íntegramente en sede del Ministerio o Secretaría de la Presidencia de la Nación en cuya
jurisdicción actúe el órgano emisor del acto; en aquéllos se recibirá la prueba estimada pertinente y se
recabará obligatoriamente el dictamen del servicio jurídico permanente.
Si el recurso se hubiere interpuesto contra resolución del Ministro o Secretario de la Presidencia de la
Nación; cuando corresponda establecer jurisprudencia administrativa uniforme cuando la índole del interés
económico comprometido requiera su atención, o cuando el Poder Ejecutivo Nacional lo estime conveniente
para resolver el recurso, se requerirá la intervención de la Procuración del Tesoro de la Nación.
93. – Salvo norma expresa en contrario los recursos deducidos en el ámbito de los entes autárquicos se
regirán por las normas generales que para los mismos se establecen en esta reglamentación.
Recurso de alzada
Condiciones subjetivas y objetivas de proposición:
Condición subjetiva: lo puede interponer quien acredite tener un interés legitimo y actual contra un Acto
emanado de una Entidad Descentralizada.
Condición objetiva: se interpone contra Actos Administrativos de carácter definitivo; y contra Actos
Administrativos que sin ser definitivos sean asimilables a los definitivos emanados de un órgano superior de
una Entidad Descentralizada.
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94. – Contra los actos administrativos definitivos o que impiden totalmente la tramitación del reclamo o
pretensión del recurrente –emanadas del órgano superior de un ente autárquico, incluidas las universidades
nacionales– procederá, a opción del interesado, el recurso administrativo de alzada o la acción judicial
pertinente.
95. – La elección de la vía judicial hará perder la administrativa; pero la interposición del recurso de alzada
no impedirá desistirlo en cualquier estado a fin de promover la acción judicial, ni obstará a que se articule
ésta una vez resuelto el recurso administrativo.
96. – El ministro o secretario de la Presidencia de la Nación en cuya jurisdicción actúe el ente autárquico,
será competente para resolver en definitiva el recurso de alzada.
97. – El recurso de alzada podrá deducirse en base a los fundamentos previstos por el artículo 73, in fine. Si
el ente descentralizado autárquicamente fuere de los creados por el Congreso en ejercicio de sus facultades
constitucionales, el recurso de alzada sólo será procedente por razones vinculadas a la legitimidad del acto;
salvo que la ley autorice el control amplio.
En caso de aceptarse el recurso, la resolución se limitará a revocar el acto impugnado, pudiendo sin embargo
modificarlo o sustituirlo con carácter excepcional si fundadas razones de interés público lo justificaren.
98. – Serán de aplicación supletoria las normas contenidas en los artículos 90, primera parte; 91 y 92.
Condición objetiva: debe tratarse de un Acto Administrativo firme, y solo puede interponerse el recurso en 4
casos:
a) Cuando haya contradicciones en la parte dispositiva del Acto;
b) Cuando después de dictado el Acto, se recuperen o descubran documentos cuya existencia se ignoraba, o
no se pudieron presentar como prueba, por fuerza mayor o por obra de tercero;
c) Cuando el Acto es dictado en base a documentos cuya falsedad se desconocía;
d) Cuando el Acto fuera dictado mediando cohecho, prevaricato, violencia u otra forma fraudulenta o grave
irregularidad comprobada.
Procedimiento. Decisión:
Tratándose del supuesto a), el recurso debe interponerse dentro de los 10 días de notificado
el Acto. (Se presenta ante la autoridad que lo dicto).
En los demás supuestos, el recurso debe interponerse dentro de los 30 días de recuperarse o hallarse los
documentos, o del cese de la fuerza mayor u obra de tercero, o de acreditarse el cohecho, prevaricato,
violencia o fraude.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
El superior jerarquico debe disponer las medidas necesarias para subsanar las anormalidades incurridas en
las actuaciones.
No es un recurso porque no tiene por fin impugnar un Acto; sino subsanar errores. No existe plazo para su
interposición. Debe ser resuelta dentro de los 5 dias de interpuesta.
Aclaratoria: es un reclamo que se interpone ante el mismo órgano que dicto el Acto, con el fin de que aclare
ambigüedades o contradicciones del Acto.
No es un recurso porque no tiene por fin impugnar el Acto; sino aclararlo. Se debe interponer dentro de los 5
dias de dictado el Acto; y debe ser aclarado dentro de los siguientes 5 dias.
Rectificación de errores materiales: es un reclamo que se interpone ante el mismo órgano que dicto el Acto,
con el fin de que corrija errores aritméticos o de escritura.
No es un recurso porque no tiene por fin impugnar el Acto; sino corregirlo. No existe plazo para su
interposicion. Debe ser resuelta dentro de los 10 días de interpuesta.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
modo que la expresion “autonomia universitaria” –expresion no aceptada en el régimen vigente- debe ser
entendida no en sentido tecnico, sino como un proposito compartido de que en el cumplimiento de sus altos
fines de promocion, difusion y preservacion de la ciencia y la cultura, alcancen la mayor libertad de accion
compatible con la Constitucion y las leyes a las que deben acatamiento”.
El recurso debe interponerse en el plazo de 15 dias habiles administrativos a partir del dia siguiente a la
notificacion del acto impugnado, ante el mismo ente descentralizado, y este lo elevara al Ministerio
pertinente (art. 90, RLNPA).
El interesado tiene la posibilidad de opcion entre la via administrativa del recurso de alzada y la accion
judicial directa. Por ello no es obligatorio el recurso de alzada como instancia previa a la acción judicial. Esta
puede intentarse directamente contra el acto lesivo del ente descentralizado. Si el particular elige la via
administrativa, no por ello pierde la judicial; en cambio, si opta por la judicial, pierde la administrativa (art.
95, RLNPA). Elegida la via administrativa, el administrado puede desistirla para promover la accion judicial
o esperar la decision definitiva que recaiga sobre el recurso de alzada.
Compete a los ministros de la jurisdiccion en que actue el ente descentralizado, resolver el recurso. Sin
embargo, el Poder Ejecutivo tiene la atribucion constitucional para avocarse a la resolucion del recurso, o
puede revocar directamente de oficio el acto impugnado que esta pendiente de resolución por el ministro.
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Mariana del Pazo
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UNIDAD XVIII
En el Derecho Argentino los Tribunales son Judiciales; es decir, el Poder Judicial es el órgano imparcial e
independiente que resuelve los recursos Contencioso-Administrativo.
Proceso administrativo.
Siguiendo a Dromi, decimos que, las garantías judiciales de los administrados han sido consideradas y
denominadas de diversas maneras. Así, se las llama contenciosoadministrativo o proceso administrativo,
representando en ambos casos las seguridades institucionales, generales o especiales, que titularizan los
administrados para la defensa de sus derechos.
Modernamente se expresa que el proceso administrativo significa un medio para dar satisfacción jurídica a
las pretensiones de la Administración y de los administrados afectados en sus derechos por el obrar público.
Cuando un Acto Administrativo, o Reglamento, vulnera derechos subjetivos o intereses legítimos, el administrado
puede interponer recursos contra ese Acto. Recién cuando la Administración contesta el recurso en forma
negativa en sede Administrativa, se agota la instancia Administrativa para pasar a la Judicial.
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Etapas del proceso:
1) El proceso se inicia con la demanda, la cual debe: a) Individualizar al actor, al demandado y al acto
impugnado; b) Explicar los hechos en que se funda y el derecho; c) Ofrecer la prueba y acompañar
pliego de posiciones; d) Explicar la petición; e) Probar la reclamación previa denegada.
2) El Juez pide a la Administración los expedientes administrativos y dicta la sentencia de admisión de
la demanda.
3) El juez corre traslado a la Administración para que la conteste;
4) Se abre la causa a prueba.
5) Luego se presentan los alegatos.
6) Pasan los autos para sentencia. La sentencia puede ser: Desestimatoria (niega lo pedido en la
demanda) o Estimatoria (hace lugar al pedido).
La materia procesal administrativa incluye el control de legitimidad, los daños causados en una relación de
derecho público, y en general comprende todos los conflictos jurídicos que se generan en ejercicio de la
relación administrativa y que integran la bilateralidad administración-administrados.
En el orden Provincial: tanto la “Acción” como los “Recursos” se interponen ante la Cámara en lo Contencioso-
Administrativo, y ante Corte Suprema de la Provincia (cuando el recurrente sea un Municipio o Comuna).
En el orden Nacional:
los “Recursos” se interponen ante la Cámara Federal. La CSJN no tiene competencia originaria en lo
contencioso-administrativo.
El Decreto Ley 4.106 (de 1951) ha sido derogado. Actualmente la Ley 11.330 regula el recurso Contencioso-
Administrativo en la Provincia de Santa Fe. Supletoriamente el recurso se rige por las normas del Código
Procesal Civil y Comercial, en cuanto fueran aplicables.
En Santa Fe, primero se protegieron los derechos subjetivos (mediante la acción de Plena Jurisdicción) y
luego se incorporó la protección de los intereses legítimos (mediante la acción de Ilegitimidad o Anulación).
Así lo regía el Decreto Ley 4.106. Actualmente se unificaron las acciones; se las llama acciones procesales,
y están reguladas en la ley 11.330.
Ley 11.330 Art.4 Fundamento y finalidad: “El recurso se fundará en un vicio de ilegitimidad del Acto
Administrativo, que haya influido o podido influir en su emisión o contenido, y se propondrá la reparación
de los efectos del vicio mediante la anulación, total o parcial, del acto impugnado y, en su caso, la adopción
de las medidas para la reintegración del recurrente en la situación jurídica vulnerada.
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Ley 11.330 Art.2: Competencia: Tanto la “Acción” como los “Recursos” se interponen ante la Cámara en lo
Contencioso-Administrativo, y ante Corte Suprema de la Provincia (cuando el recurrente sea un Municipio o
Comuna).
La Ley que rige el Proceso Contencioso Administrativo en la provincia es la número 11.330 del año 1995.
Los órganos judiciales que tienen competencia para intervenir en el proceso contencioso administrativo son:
la Corte Suprema de Justicia de la Provincia y las Cámaras de lo Contencioso Administrativo.
La ley 11.330 le atribuye competencia a la Corte Suprema de Justicia para entender, en los casos en que
Municipios y Comunas impugnen actos del Poder Ejecutivo de la Provincia -Gobernador- que invadan la
esfera de atribuciones de éstos o desconozcan sus potestades o vulneren los derechos o intereses que el
ordenamiento jurídico les reconoce.
A su vez, le corresponde resolver, pero no tramitar, los recursos contenciosos administrativos en los casos en
que alguna de las partes haya invocado, y el Alto Tribunal verificado, la concurrencia de un supuesto de
interés institucional suficiente o trascendente.
En cuanto a las Cámaras de lo Contencioso Administrativo, la ley 11.329 modificó a la ley 10.160
incorporando estos órganos judiciales con competencia en lo contencioso administrativo: Así estableció una
Cámara, la número uno, con sede en la ciudad de Santa Fe, y otra, la número dos, con sede en la de Rosario.
En cuanto a la competencia de ambas Cámaras, es la ley citada la que la determina, teniendo en cuenta para
ello el sujeto público demandado. En efecto, distinto es el criterio de atribución de competencia que rige
según el ente demandado sea un Municipio o una Comuna, o lo sea, la Provincia.
De este modo, si la materia en debate está relacionada con el empleo público (sanciones disciplinarias,
diferencia de haberes, concursos para ocupar cargos en la Administración, etc.), la previsión social
(jubilaciones, pensiones, diferencia de haberes previsionales, etc.), o con sanciones administrativas aplicadas
en ejercicio de la potestad de policía (multas, etc.), entiende la Cámara con competencia territorial en el
domicilio del recurrente. Es decir que, en todos estos casos, el domicilio del recurrente determina qué
Cámara ha de intervenir.
A su vez, si la materia en debate no es una de las mencionadas en el párrafo anterior (empleo público,
previsión social o sanciones administrativas aplicadas en ejercicio de la potestad de policía) entiende en
todos los casos -sin considerar el domicilio del recurrente-, la Cámara N° 1, con sede en Santa Fe.
Por lo que, en definitiva, se puede afirmar que -cuando la demandada es la provincia- tiene competencia
originaria e improrrogable la Cámara con asiento en la ciudad de Santa Fe, entre otros asuntos, en los versen
sobre contrataciones (concesiones de servicios públicos, obras públicas, etc.), en materia impositiva. En las
demás materias, es competente una u otra Cámara según el domicilio del recurrente.
Art. 2, ley 11.330: Competencia de la Corte Suprema de Justicia y de las Cámaras de lo Contencioso
Administrativo. La competencia de la Corte Suprema de Justicia, cuando el recurrente sea un Municipio o
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Mariana del Pazo
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Comuna de acuerdo al artículo 35, es exclusiva e improrrogable. La de las Cámaras de los Contencioso
Administrativo, en los casos y modos que establece esta ley, es originaria e improrrogable aún entre las
propias Cámaras. Tanto la Corte Suprema como las Cámaras pueden encomendar a otros Tribunales la
realización de diligencias en las causas en que intervengan.
La Corte Suprema de Justicia resuelve con carácter definitivo las cuestiones de competencia que se susciten
entre ella y las Cámaras o los Tribunales Ordinarios, entre las Cámaras, y entre estas y los Tribunales
Ordinarios, de Oficio o a petición de parte. Cualquiera de estas puede requerir la inmediata avocación de la
Corte, la que a ese efecto dispone las medidas que estime necesarias para resolver la cuestión.
B) El recurrente: titulares de derechos subjetivos o intereses legítimos. Los entes públicos como
sujetos recurrentes. El recurrente o actor es quien interpone el recurso y puede tratarse de una persona
física o jurídica privada, como así también los entes territoriales menores, es decir, Municipios y Comunas,
en los casos que establece la ley.
C) El resistente. Los resistentes o demandados en el proceso contencioso administrativo regulado por la ley
11.330, pueden ser: la Provincia de Santa Fe, los Municipios y las Comunas.
Relacionado al objeto de impugnación en el recurso contencioso administrativo, debemos decir que es: un
acto administrativo.
Éste, el objeto de impugnación, para ser tal, debe tener requisitos. Entre otros, ser definitivo o de trámite,
siempre y cuando, en el último de los supuestos, decidan directa o indirectamente el fondo del asunto
poniéndole término o impidiendo la continuación del procedimiento administrativo.
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Mariana del Pazo
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Por lo que, la ley que regula el proceso contencioso administrativo, contempla la distinción entre los actos de
trámite y los actos definitivos, clasificación ésta que alude a la idea de que la Administración no actúa
normalmente a través de actos aislados, sino mediante series de actos. El origen de estos conceptos se
encuentra en la naturaleza misma del acto administrativo, entendido como el resultado de un procedimiento a
través del cual se unen las actuaciones de diversos órganos de la Administración.
Se considera definitivo el acto que resuelve el fondo del asunto, la sustancia de la pretensión, en general,
reconociéndole o no el derecho al reclamante.
De trámite son los restantes actos que componen dicho procedimiento, y salvo que, como dice la ley,
decidan, directa o indirectamente el fondo del asunto poniéndole término o impidiendo su continuación
(situación ésta en la que se equiparan a los definitivos; por ejemplo: caducidad del procedimiento
administrativo, deserción del recurso, etc.), no son impugnables.
El proceso contencioso administrativo, como todo proceso, puede terminar o finalizar de un modo normal o
anormal.
El "supuesto normal" de finalización -con el alcance que más adelante se precisará- es la sentencia.
Entre los "supuestos anormales", es decir, entre los modos de finalización distintos a la sentencia, pueden
incluirse: el allanamiento al recurso; el desistimiento; la transacción; la satisfacción extraprocesal de las
pretensiones; y, la caducidad de instancia.
En relación a la sentencia, tres son las cuestiones sobre las que se debe expedir el Tribunal al dictar la misma, a
saber: la admisibilidad o no del recurso, en su caso la procedencia o no de éste, y las costas del mismo.
En lo que respecta al análisis de la admisibilidad del recurso en este estado procesal, se debe recordar la
naturaleza provisoria con que se ha calificado al auto de admisibilidad que dicta el Presidente del Tribunal al
inicio del proceso.
Si el Tribunal llega a la conclusión que el recurso es inadmisible, así lo declarará e impondrá las costas del
mismo, finalizando de esa menra el proceso.
Ahora bien, superado satisfactoriamente el control de admisibilidad, el Tribunal deberá pronunciarse sobre la
procedencia o no del recurso. Si lo estimare improcedente, así lo declarará e impondrá las costas; caso
contrario, es decir, si lo estima procedente, anulará total o parcialmente el acto impugnado, y deberá
reconocer la situación jurídica del recurrente, a los efectos de adoptar las medidas conducentes al pleno
restablecimiento de la situación jurídica reconocida.
La determinación de las costas, es decir, cuál de las partes debe afrontar los gastos generados en el juicio es
otra de las cuestiones sobre la que tiene que expedirse el Tribunal al dictar la sentencia.
Para poder decidir sobre a quién le corresponde pagar las costas del proceso, costas que están compuestas,
entre otros rubros, por los sellados fiscales, los honorarios y aportes de abogados, los honorarios y aportes de
los distintos peritos que actuaron en el jucio, etc.; se debe decir que el régimen general en la materia es,
como principio, que la parte vencida sera "siempre" condenada en costas, "aunque no lo pidieran las partes".
La norma, pues, consagra para el recurso contencioso administrativo la regla del vencimiento objetivo, con
las excepciones del allanamiento oportuno de la Administración Pública, o cuando, a juicio del Tribunal,
haya habido razón bastante para litigar, es decir, que razonablemente el actor pudo entender que tenía
derecho a reclamar o el demandado a oponerse a esa demanda, supuestos en los cuales se impondrán las
costas por su orden.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Dijimos, más arriba, que los modos anormales de finalizar el proceso son el allanamiento, el desistimiento,
la transacción, la satisfacción extraprocesal y la caducidad de instancia. Seguidamente desarrollaremos la
incidencia y fundamento de cada uno de estos institutos en el proceso contencioso administrativo.
Por lo tanto, el allanamiento es un acto unilateral, no necesita la conformidad de la otra parte, es decir, la
recurrente; de ahí que el Tribunal "sin más trámite" deberá dictar la sentencia de conformidad a las
pretensiones del actor. Sin embargo, y teniendo en cuenta que en este tipo de procesos la Administración
Pública se encuentra siempre tutelando o protegiendo un interés público, de la comunidad, el allanamiento de
ésta, no obliga al Tribunal a expedirse automáticamente aceptando las pretensiones del recurrente como si
estaríamos en un proceso donde los intereses en juego son exclusivamente privados, es decir de particulares.
En efecto, el órgano jurisdiccional previamente debe verificar que ello no suponga lesión del orden público,
caso en el cual desestimará el allanamiento y continuará con la tramitación de la causa dictando la sentencia
que estime arreglada a derecho.
En cuanto al desistimiento del recurso, debemos decir, que es un acto voluntario que implica una renuncia a
la pretensión jurídica considerada materia del recurso; es el modo anormal de conclusión del proceso, por
virtud del cual el recurrente se aparta de él en forma voluntaria y expresa, manifestando que no tiene más
interés en seguir con el proceso.
El desistimiento debe ser expreso, no se presume, y no debe estar sujeto a condición alguna, de lo contrario,
podría estarse ante la presencia de otros institutos, tales como la caducidad (desinterés en la causa sin
expresarlo) o la transacción (que exige concesiones recíprocas).
Sobre éste último -la transacción- debemos decir, que "las partes pueden transigir el juicio, conforme a
derecho".
Para que las partes en juicio puedan valerse de este modo anormal de finalizar el proceso deben realizarse
concesiones recíprocas, sacrificando cada una de ellas parte de sus pretensiones con el fin de extinguir
obligaciones litigiosas o dudosas. De ser así, obtendrán por parte del Tribunal, la homologación o
aprobación del acuerdo a que arribaron, dándose por terminado el proceso y disponiéndose el archivo de las
actuaciones y la devolución, en su caso, del expediente administrativo.
Para que este supuesto funcione, se requiere entre otros requisitos, que el reconocimiento por parte de la
Administración Pública sea "total", es decir, de cada una de las pretensiones que el recurrente ha introducido
en el recurso contencioso administrativo, en especial, la vinculada a la ilegitimidad del acto.
También se exige, como quedó dicho, que el reconocimiento sea realizado en sede administrativa, es decir,
no en el proceso judicial, ya que si así fuera, estaríamos en presencia de otro de los modos anormales de
finalización del proceso: el allanamiento.
En cuanto a la caducidad de instancia como modo anormal de finalización del proceso, debemos decir que
ésta se produce como consecuencia de la paralización del mismo por un término legalmente determinado, lo
que revela el desinterés de las partes por el mantenimiento del proceso.
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Mariana del Pazo
Catalina Quiñónez
Esa inactividad procesal consiste en la ausencia de actos de impulso del proceso hacia su meta final, es decir,
la sentencia.
El fundamento de la caducidad de instancia en el proceso contencioso administrativo está dado, por un lado,
en la sinrazón de mantener un proceso sin que exista una actividad procesal por parte de quien tiene interés
en que esa instancia se mantenga; y por el otro, el de dar estabilidad a los actos administrativos a fin de que
no queden sujetos a su posible anulación por tiempo indeterminado.
La sentencia dictada por el Tribunal en el proceso contencioso administrativo puede ser atacada o
impugnada por distintos recursos.
En primer lugar, tenemos recursos que se interponen y son resueltos por el mismo tribunal que dicto el fallo.
Ellos son: el recurso de aclaratoria, el recurso de nulidad y el recurso de revisión.
En segundo lugar, tenemos recursos que se interponen ante el mismo tribunal que decidió el juicio, pero que
están dirigidos para que, en definitiva, sean resueltos por otro tribunal. Estos son: el recurso de casación y el
recurso de inconstitucionalidad.
Este esquema es totalmente aplicable a las sentencias dictadas por las Cámaras de lo Contencioso
Administrativo, pero no a las resoluciones dictadas por la Corte Suprema de Justicia. En efecto, sea que
hubiera intervenido en virtud de su competencia originaria o por la avocación por interés institucional
suficiente o trascendente -cuestiones a las que ya se hizo referencia-, ni el recurso de casación ni el de
inconstitucionalidad están previstos para atacar esa sentencia; ello se debe, naturalmente, a la ubicación en
que se encuentra el máximo tribunal dentro de la jerarquía judicial provincial. En casos tales, el perdidoso
tendrá la posibilidad de plantear el recurso extraordinario previsto en el artículo 14 de la ley 48 para ante la
Corte Suprema de Justicia de la Nación; ello, sin perjuicio de la aclaratoria y de los recursos ordinarios de
nulidad y revisión ante el Alto Tribunal local.
Como no puede concebirse de otra manera en un Estado de Derecho, el principio es que la Administración
condenada debe cumplir el mandato judicial. Pero, y por eso decimos en principio, el ordenamiento jurídico que
regula el proceso contencioso administrativo establece que en ciertas y determinadas circunstancias la
Administración pueda solicitar al Tribunal la suspensión, sustitución o inejecución de la sentencia de condena.
Objeto del recurso. ARTÍCULO 3.- Actos impugnables. El recurso se admite contra los actos de la
administración pública regidos por el ordenamiento jurídico administrativo que se pretendan lesivos, de un
modo directo y actual, de un derecho subjetivo o de un interés legítimo emergente de ese ordenamiento, ya
sean dichos actos definitivos o de trámite, si éstos deciden directa o indirectamente el fondo del asunto
poniéndole término o impidiendo su continuación.
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ARTÍCULO 4.- Fundamento y finalidad. El recurso se fundará en un vicio de ilegitimidad del acto
administrativo, que haya influido o podido influir en su emisión o contenido, y se propondrá la reparación de
los efectos del vicio mediante la anulación total o parcial del acto impugnado, y en su caso, la adopción de
las medidas pertinentes para la reintegración del recurrente en la situación jurídica vulnerada.
ARTICULO 5.- Actos de la Administración Pública. Se entiende por actos de la Administración Pública los
de carácter general o individual dictados en función administrativa por el Gobernador de la Provincia, los
Intendentes y Concejos Municipales y las Comisiones Comunales, originarios de esas autoridades o de otras
inferiores a ellas sometidos a su revisión por vía de recurso.
No se admite el recurso contra actos dictados en función administrativa interna por los Poderes Legislativo y
Judicial, salvo lo que dispongan leyes especiales en el caso del primero.
Los actos de carácter reglamentario no son impugnables, excepto que por sí mismos y sin necesidad de
aplicación individual produzcan sus efectos en relación al recurrente.
a) Los actos que comporten el ejercicio del poder político del Estado;
b) Los actos que se relacionen con derechos o intereses que tutela el derecho privado, atribuidos a la
jurisdicción ordinaria;
c) Los actos discrecionales, en cuanto deban reputarse tales;
d) Los actos que resuelven sobre reclamos de agentes estatales, en materia de accidentes de trabajo;
e) Los actos que sean reproducción, confirmación o ejecución de otros anteriores ya consentidos por el
interesado.
ARTÍCULO 7.- Reclamación administrativa. No se puede ejercer el recurso sin previamente agotar la vía
administrativa mediante los recursos reglamentados en sede administrativa; y sólo se podrán juzgar y resolver las
pretensiones propuestas y resueltas expresa o presuntamente en la reclamación administrativa previa.
ARTÍCULO 9.- Plazo del recurso. El recurso debe interponerse dentro del plazo de treinta días contados
desde la notificación o publicación oficial de la resolución denegatoria del derecho o interés legítimo
postulado, o desde el conocimiento pleno de la resolución que el interesado exteriorizara en el expediente
administrativo.
Se entiende que existe denegación presunta si la autoridad administrativa no se expidiese dentro de los
sesenta días de hallarse en condiciones de resolver en definitiva, o si paralizase injustificadamente el trámite
durante más de treinta días, agotados los recursos que la dilación acordase quedando en ambos casos
expedita la vía jurisdiccional desde la expiración del plazo respectivo.
ARTICULO 10.- Contenido del recurso. En el escrito de interposición del recurso se consignará una relación,
ordenada y sintética, de los hechos y del derecho en que se funda y de las pretensiones que se deduzcan, en
términos claros y precisos, con mención expresa del o de los expedientes administrativos que corresponda.
Asimismo, se acompañarán testimonio del acto impugnado y todos los documentos que se vinculan
directamente con la cuestión que se plantea o se designará el lugar donde se encuentren.
ARTICULO 12.- Admisibilidad del recurso.- Presentado el recurso, el Presidente de la Corte Suprema de
Justicia o el de la Cámara verifica, oyendo previamente al Procurador General o al Fiscal de Cámara, si,
manifiestamente, ha sido deducido en término, corresponde a la competencia del Tribunal, se ajusta a las
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Catalina Quiñónez
formas legales y concurren las demás condiciones de admisibilidad prescriptas por esta ley, y según sea el
caso lo declara o no admisible.
De la resolución adversa el recurrente puede pedir, dentro de cinco días, revocatoria ante el Tribunal,
oportunidad en que también puede subsanar los defectos u omisiones susceptibles de reparación dentro de
dicho lapso.
ARTICULO 14.- Tutela cautelar.- En los casos en que el recurso parezca fundado de tal modo que en
principio pueda considerarse como jurídicamente aceptable la posición sustancial del recurrente y de modo
justificado y Tribunal podrá adoptar, ponderando debidamente los intereses en juego en el caso concreto,
medidas urgentes que sean idóneas o necesarias y posibles jurídicamente, para asegurar provisionalmente los
efectos de la sentencia definitiva. Podrá incluso dirigir mandamientos a la autoridad administrativa, para,
entre otros fines, conservar o restablecer una situación tendiente a prevenir un daño inminente o para hacer
cesar un trastorno manifiestamente ilegal; y ordenar, en su caso, una provisión, justa y razonable, al titular de
un derecho, ante la presencia de una obligación pública cuya existencia no resultare seriamente cuestionable.
Todo ello sin perjuicio de las medidas cautelares previstas en el Código Procesal Civil y Comercial y que
fueren conducentes o se estimaren pertinentes a criterio del Tribunal.
ARTÍCULO 18.- Contestación del recurso. Comparecida la recurrida o, en su caso, notificada la rebeldía, se
le correrá traslado por el término de veinte días para contestar el recurso y, a los coadyuvantes que hubieran
comparecido, sucesivamente y por el término de cinco días.
En el escrito de contestación se observarán los requisitos exigidos para el escrito de interposición del recurso
y se opondrán todas las defensas que no tengan el carácter de defensas previas.
Se acompañarán, asimismo, los documentos que se vinculen directamente con la cuestión que se plantea, o,
en su caso, se indicará el lugar donde se encuentren.
Si fueran individualizables terceros, con nombre y domicilio conocidos, que pudieran tener interés directo en
la conservación del acto impugnado, la Administración Pública deberá denunciarlos al contestar el recurso, a
fin de hacerles llegar noticia de la promoción de éste.
ARTICULO 20.- Prueba. Contestado el recurso, o vencido el plazo para hacerlo, se abrirá el juicio a prueba
por el término de treinta días, providencia que será dejada sin efecto si las partes concordaran en ello. La
prueba será ofrecida dentro del plazo de diez días de abierta la causa de ese efecto. El Tribunal para mejor
proveer, puede disponer la práctica de cuantas diligencias de prueba considere necesarias o la ampliación de
las ya producidas.
ARTÍCULO 21.- Alegato sobre la prueba. Vencido, en su caso, el término de prueba y agregada la producida, se
correrá traslado a las partes por su orden para alegar sobre el mérito de la causa, por el término de diez días.
ARTÍCULO 23.- Sentencia. Evacuados los alegatos, o vencido el término para hacerlo, se llamarán los autos
para resolver y se pasará el asunto a estudio de cada miembro del Tribunal por el término de diez días.
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Concluido el estudio, se señalará fecha, con plazo no mayor de quince días, para el acuerdo de fallo, en el
que previamente se fijarán el orden de la votación y las cuestiones sobre que habrá de recaer la sentencia y
respecto de las cuales cada miembro fundará su voto.
Las partes podrán solicitar la aclaración del fallo según lo previsto en el Código Procesal Civil y Comercial.
La solicitud suspende el plazo para deducir recursos contra la sentencia.
a. Sentencia.
b. Allanamiento: producido el allanamiento, el Tribunal dicta sentencia de conformidad a las
pretensiones del recurrente.
c. Desistimiento: el recurrente puede desistir del recurso y la Administración de sus excepciones.
d. Transacción: las partes pueden transigir el juicio.
e. Satisfacción extraprocesal de las pretensiones: cuando, interpuesto el recurso, la Administración
reconociese en sede Administrativa las pretensiones del recurrente.
f. Caducidad de instancia: cuando el procedimiento se paralice por más de 1 año.
ARTÍCULO 31.- Recurso de nulidad. Contra la sentencia definitiva procede el recurso de nulidad:
a) Cuando sin haberlo consentido las partes, en el procedimiento se hubiesen omitido trámites
substanciales, susceptibles de influir sobre el resultado del fallo, o se hubiera incurrido en defectos
de los que por expresa disposición de Derecho anulan las actuaciones; y
b) Cuando la sentencia ofrezca defectos de forma esenciales o no decida sobre cuestiones
oportunamente propuestas, o resuelva sobre cuestiones que no lo fueron, o se contradiga en su parte
dispositiva, o resulte contradictoria entre esta y los fundamentos del fallo.
Del escrito deduciendo el recurso se correrá traslado por cinco días a la parte contraria y vencido este
término, el Tribunal dictará resolución dentro de diez días.
Cuando la nulidad consistiese en vicios del procedimiento se mandará reponer los autos al estado que tenían
al producirse la nulidad; y si esta se limitase a la sentencia, el Tribunal dictará nuevos fallos, dentro de los
diez días siguientes.
ARTÍCULO 32.- Recurso de revisión. Contra la sentencia definitiva procede, asimismo, el recurso de
revisión en los siguientes casos:
a) Cuando se dictasen sentencias contrarias entre sí, respecto a los mismos litigantes, u otros distintos
en igual situación, acerca del mismo objeto y en virtud de idénticos fundamentos;
b) Cuando después de pronunciada la sentencia se recobraren o descubrieren documentos decisivos que
la parte ignoraba que existiesen, o que no pudo presentarlos por fuerza mayor o por obra de la parte
en cuyo favor se hubiera dictado el fallo;
c) Cuando hubiese recaído la sentencia en virtud de documentos que al tiempo de dictarse aquella
ignoraba una de las partes haber sido reconocidos y declarados falsos o cuya falsedad se reconociere
o declarare después;
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d) Cuando, habiéndose dictado la sentencia sólo en virtud de prueba testimonial, fueren los testigos
condenados por falso testimonio dado en las declaraciones constitutivas de aquellas; y
e) Cuando la sentencia se hubiese dictado mediante cohecho, prevaricato o violencia u otra
maquinación fraudulenta.
Del escrito interponiendo el recurso, se corre vista por diez días al Procurador General o al Fiscal de Cámara
y, evacuada, se ordenará traslado por igual término a la otra parte, vencido el cual se abrirá la causa a prueba
por diez días. Clausurado el período de prueba, el Tribunal llamará los autos y resolverá dentro de los treinta
días siguientes.
El recurso de revisión se interpone dentro del término de cinco días, excepto en los casos b), c) y d), cuyo
término será de ciento ochenta días desde conocido el hecho.
Incumplida la sentencia, se procederá a su ejecución a cuyo efecto el Tribunal, a petición de parte, adoptará
las medidas que procedan en Derecho, inclusive las sanciones pecuniarias previstas en el artículo 263 del
Código Procesal Civil y Comercial.
No puede trabarse embargo sobre bienes afectados al uso público o a un servicio público, ni sobre
contribuciones fiscales afectadas por ley a servicios públicos.
No podrá promoverse por la vía de apremio para la ejecución de sentencia sino después de los treinta días
posteriores a la intimación de pago.
La suspensión, sustitución o inejecución puede disponerse, sin perjuicio de otros motivos de análoga
gravedad, cuando:
El Tribunal apreciará prudencialmente los motivos aducidos y el carácter extraordinario que revisten y, su
caso, determinará la indemnización correspondiente y la forma y oportunidad de su pago.
El Tribunal correrá vista por cinco días de la solicitud al recurrente y podrá, de oficio o a petición de parte,
abrir a prueba el incidente por diez días, sin perjuicio, a su vez, para mejor proveer, de ordenar o ampliar la
prueba que juzgue necesaria, y resolverá dentro de los diez días siguientes.
3.- La impugnación judicial de los actos de la administración pública nacional. Procedimiento aplicable.
Juez competente.
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Catalina Quiñónez
LEY 19.549. ESTADO-ADMINISTRACION PUBLICA NACIONAL-DERECHO PROCESAL- LEY
DE PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO.
ARTÍCULO 23.- Podrá ser impugnado por vía judicial un acto de alcance particular:
a) cuando revista calidad de definitivo y se hubieren agotado a su respecto las instancias administrativas.
b) cuando pese a no decidir sobre el fondo de la cuestión, impida totalmente la tramitación del reclamo
interpuesto.
c) cuando se diere el caso de silencio o de ambigüedad a que se alude en el artículo 10.
d) cuando la Administración violare lo dispuesto en el artículo 9.
ARTÍCULO 24.- El acto de alcance general será impugnable por vía judicial:
a) cuando un interesado a quien el acto afecte o pueda afectar en forma cierta e inminente en sus
derechos subjetivos, haya formulado reclamo ante la autoridad que lo dictó y el resultado fuere
adverso o se diere alguno de los supuestos previstos en el artículo 10.
b) cuando la autoridad de ejecución del acto de alcance general le haya dado aplicación mediante actos
definitivos y contra tales actos se hubieren agotado sin éxito las instancias administrativas
- que hayan agotado la vía administrativa: el acto que agota la vía administrativa se llama acto que causa
estado y lo dicta la Administración al contestar el reclamo o recurso interpuesto. Sobre esa decisión ya no se
puede interponer ningún recurso o reclamo administrativos.
El tema de agotar la vía se funda en evitar las demandas contra el Estado, a través del aviso que el
administrado le hace a la Administración de que está disconforme con una conducta o actitud determinada.
Si la Administración deniega lo que el administrado pide, ya sea en forma expresa (resuelve el recurso o
reclamo en forma contraria al interés del administrado) o tácita (cuando pasó el plazo para que la
Administración contestara, y no lo hizo), toma conocimiento de que la pretensión del administrado puede
hacerse en sede judicial.
- Cuando el acto sea asimilable a definitivo (inc. b): es aquél que sin ser definitivo impide que se continúe
con el trámite del reclamo o con la pretensión del interesado (como el acto que declara la caducidad del
procedimiento).
- Cuando haya silencio o ambigüedad (inc. c): se aplica el art. 10 de la ley de procedimientos. Ocurre
cuando el particular impugna un acto definitivo de la Administración y ésta no le responde en término.
- Cuando haya vías de hecho (inc. d): porque ante un hecho que en forma grosera viola derechos y garantías,
no se necesita agotar la vía. Se aplica el art. 9 de la Ley de Procedimientos. Ej.: cuando se hace un
allanamiento sin un acto administrativo previo.
- Cuando haya consentimiento expreso o tácito (porque no se impugnó el acto en término) que impida
impugnarlo judicialmente.
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- Cuando conductas del Estado hacen pensar que el reclamo será ineficaz.
ARTÍCULO 24.- El acto de alcance general será impugnable por vía judicial:
a) cuando un interesado a quien el acto afecte o pueda afectar en forma cierta e inminente en sus
derechos subjetivos, haya formulado reclamo ante la autoridad que lo dictó y el resultado fuere
adverso o se diere alguno de los supuestos previstos en el artículo 10. DIRECTA
b) cuando la autoridad de ejecución del acto de alcance general le haya dado aplicación mediante actos
definitivos y contra tales actos se hubieren agotado sin éxito las instancias administrativas
INDIRECTA
Para impugnar directamente el acto de alcance general se usa el reclamo, mientras que para impugnarlo
indirectamente se usa el recurso, y si la Administración resuelve con resultado negativo la pretensión del
particular (o hay silencio), lo habilita para iniciar la acción judicial.
¿Qué es un acto de alcance general? es un acto administrativo que se aplica dentro de una esfera Jurídica de
varias personas a la vez (ej.: todos los propietarios de una manzana determinada, deberán pagar el pavimento
por construirse).
Inc. a) IMPUGNACIÓN DIRECTA.- Se impugna el acto directamente sin necesidad que exista el acto que
lo aplica. Como es facultativa, el particular puede no usarla y atacar el acto cuando se lo aplique (atacar el
acto de aplicación).
1) Que el acto afecte o pueda afectar en forma cierta e inminente derechos subjetivos del interesado,
preexistentes al acto que se quiere impugnar;
2) Que el interesado haya hecho reclamo administrativo a la autoridad que dictó el acto y ésta:
Efectos de la impugnación directa: además de tener efecto entre las partes, indirectamente va a tener efectos
para todos aquellos afectados por el mismo acto de alcance general porque la Administración no puede
seguir aplicando un acto (ej.: reglamento) que fue impugnado por ser ilegítimo, sino que debe derogarlo.
Ejemplo: se impugna directamente un reglamento que aprueba el aumento ilegítimo de tarifas de un servicio
público.
2) Que se haya agotado la instancia administrativa contra el acto a través de los recursos administrativos
correspondientes.
Efectos de la impugnación indirecta: al igual que la directa tiene efectos entre las partes y para los demás
afectados.
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Ejemplo: un reglamento establece cierta pena para el que cometa determinada infracción. Ese reglamento
recién va a perjudicar a un individuo cuando un acto particular (el que se impugna) le aplique dicha pena en
forma puntual.
Ejemplo de impugnación directa e indirecta: un acto administrativo rebaja los sueldos de los empleados
públicos, entonces un empleado afectado por ello lo impugna...
... indirectamente contra quién lo aplicó. Como por ejemplo, el Secretario de Estado debiendo agotar
la vía administrativa (planteando el recurso Jerárquico) para ir a la Justicia.
Plazos para impugnar en sede judicial (es decir, para interponer la demanda luego de agolar la vía
administrativa) por vía de acción o de recursos:
Vía de Acción (es la regla): los particulares tienen 90 días hábiles para plantearla.
(se aplica cuando la Administración rechazó en forma expresa la pretensión) Artículo 25.- La acción
contra el Estado o sus entes autárquicos deberá deducirse dentro del plazo perentorio de noventa (90) días
hábiles judiciales, computados de la siguiente manera:
Cuando en virtud de norma expresa la impugnación del acto administrativo deba hacerse por vía de recurso,
el plazo para deducirlo será de treinta (30) días desde la notificación de la resolución definitiva que agote las
instancias administrativas.
(Se aplica cuando la Administración no resolvió la pretensión, rechazando tácitamente) ARTÍCULO 26.- La
demanda podrá iniciarse en cualquier momento cuando el acto adquiera carácter definitivo por haber
transcurrido los plazos previstos en el artículo 10 y sin perjuicio de lo que corresponda en materia de
prescripción.
Se usa sólo cuando una norma expresamente lo establezca. Los particulares tienen 30 días para plantear el
recurso (desde que se notificó al interesado la resolución definitiva que agota las vías administrativas).
¿Por qué se pone un plazo para acudir a sede judicial (por acción o recurso)? Para evitar que mucho tiempo
después que el administrado haya agotado la vía administrativa se presente a iniciar la demanda judicial contra el
Estado. De esta forma se da estabilidad al acto administrativo que no se impugnó en cierto plazo, evitando
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que pueda ser impugnado luego de varios años (salvo que el acto haya sido declarado inconstitucional,
entonces no hay plazo para demandar su nulidad absoluta).
El personal de las fuerzas de seguridad e instituciones policiales y militares no se rigen por estos plazos para
impugnar.
- En el orden Federal la acción se interpone ante los jueces de 1ra. instancia en lo contencioso administrativo
y los recursos ante la Cámara Federal.
- En el orden Provincial tanto acción como recursos se interponen ante los Superiores Tribunales de Justicia
de cada provincia.
En el ámbito Nacional no hay procedimiento especial, se aplica el Código Procesal Civil y Comercial.-
Protección de los derechos colectivos o de tercera generación. Protección de los intereses difusos en la
legislación nacional y provincial.
Articulo 43 Constitución Nacional: “toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo,
siempre que no exista un medio judicial masa idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas o
de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o
ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En el
caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva.
Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los derechos que
protegen el ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a los derechos de incidencia
colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines,
registradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos y forma de su organización”.
Legitimación activa:
Las asociaciones
También conocidos como los derechos de la solidaridad, surgen en la década de los sesenta, pero son los que
menos énfasis jurídico y por tanto, respaldo real tienen en la práctica para ser exigibles. Estos derechos son
colectivos, ya que su resolución afecta a conjuntos específicos de la sociedad (o en algunos casos, a toda la
Humanidad), por lo cual llevan intrínsecamente el valor de la co-responsabilidad.
Los Derechos de la solidaridad son, entre otros: el Derecho al desarrollo, el Derecho a la paz, el Derecho a
un medio ambiente sano, el Derecho a la información, o el Derecho a la libre determinación.
Art. 1, ley provincial 10.000: Procederá el recurso contencioso-administrativo sumario contra cualquier
decisión, acto u omisión de una autoridad administrativa provincial, municipal o comunal o de entidades o
personas privadas en ejercicio de funciones públicas, que, violando disposiciones del orden administrativo
local, lesionaren intereses simples o difusos de los habitantes de la Provincia en la tutela de la salud pública,
en la conservación de la fauna, de la flora y del paisaje, en la protección del medio ambiente, en la
preservación del patrimonio histórico, cultural y artístico, en la correcta comercialización de mercaderías a la
población y, en general, en la defensa de valores similares de la comunidad.
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El recurso contencioso administrativo sumario no es admisible para obtener el pago de prestaciones
económicas de cualquier naturaleza, se encuentren o no reconocidas por disposiciones administrativas de
orden local o nacional.
Art. 3, ley provincial 10.000: Caduca el derecho al recurso si no se deduce dentro de los quince días de la
fecha en que la decisión o acto fue ejecutado o debió producirse, o de la fecha en que se conocieren aquellos
o se manifestaran sus consecuencias.
Art. 4, ley provincial 10.000: El recurso podrá deducirse ante cualquier juez de primera instancia con
competencia en el lugar donde ha producido o debido producir sus efectos el procedimiento de la autoridad
pública, o en el lugar del asiento de ésta, a elección del recurrente. Cuando una misma decisión, acto u
omisión afectara el derecho de varias personas, conocerá de todos los recursos que se deduzcan el Juez que
hubiere prevenido, quien dispondrá la acumulación de todos.
Art. 5, ley provincial 10.000: El recurso se interpondrá por la persona física o jurídica interesada, por sí o por
apoderado, incluyendo las asociaciones específicamente constituidas con la finalidad de defensa del interés
respectivo.
Art. 7, ley provincial 10.000: Presentado el recurso, el Juez requerirá inmediatamente un informe
circunstanciado de la autoridad pública respectiva sobre los hechos que lo motivan y las razones que fundan
su actitud y, en su caso, la remisión en original o copia autorizada de las actuaciones administrativas que
existieren.
Al evacuar el informe, la autoridad deberá designar al letrado que ejercerá su representación en el proceso.
Tratándose de una autoridad administrativa provincial, será representada por el Fiscal de Estado. Podrá
asimismo, ofrecer la prueba que estime pertinente. A dichos efectos el Juez le fijará un plazo prudencial y le
enviará la copia del escrito de interposición del recurso. Si en esta oportunidad la autoridad administrativa se
allanara a las pretensiones del recurrente, el Juez, sin más trámite, dictará sentencia conforme a aquellas,
eximiendo de las costas a la allanada.
Ley 10.456.
3. Si la demanda es admitida, se corre traslado a la contraparte, que debe contestar en el plazo que
disponga el tribunal que no puede exceder los 5 días.
Si no es contestada la demanda, se tienen por reconocidos todos los hechos articulados por el actor.
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Si la cuestión en debate es una cuestión de Hecho, y hay pruebas, el juez señalará un plazo no mayor a 10
días para la presentación de las pruebas.
4. Vencido el plazo, el juez dictará sentencia en el término de 3 días. Contra la sentencia procederá
recurso de apelación y recurso de nulidad, para esto hay 2 días desde la notificación de la sentencia.
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