Sentencia Constitucional 0301 2011-R
Sentencia Constitucional 0301 2011-R
Sentencia Constitucional 0301 2011-R
Página 1|8
y del representante del Ministerio Público; según cursa de fs. 26 a 27 vta., se suscitaron
los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El abogado del accionante ratificó el contenido de la acción.
I.2.2. Informe de las autoridades demandadas
En audiencia Mario Murillo Mérida indicó que no se puede pretender que un Tribunal
de garantías, efectúe una valoración de la prueba, para desvirtuar los motivos que
determinaron la detención preventiva. La SC “0225/2004” citada, no señala que el
riesgo de obstaculización desaparece con la presentación de la acusación, sino con la
ejecución de la sentencia. A más de ello refiere que la accionante pretende desvirtuar el
peligro de obstaculización, con la presentación de un certificado de permanencia en el
recinto penitenciario que es insuficiente. Solicita se declare “improcedente” el recurso.
En el informe cursante a fs. 25 el Vocal de la Sala Penal Segunda del Distrito Judicial
de Cochabamba Eloy Avendaño Menchaca sostuvo lo siguiente: a) Por Auto de Vista
de 27 de abril de 2009, confirmaron el Auto de 21 del indicado mes y año, que rechazó
la cesación de la detención, al persistir el riesgo de obstaculización previsto en el art.
235 numerales 1), 2) y 4) del CPP; para ello se analizó las acciones tendientes a
dificultar la investigación exteriorizadas en la declaración ampliatoria, donde trató de
deslindar responsabilidad de su esposa y otra tercera persona implicadas en los hechos
ilícitos y las llamadas telefónicas a las co-procesadas Hilda Chungara y Ángela
Espinoza; b) No es evidente que desapareció la obstaculización ante la existencia de una
acusación; por el contrario, el Tribunal Constitucional ha dejado sentado que la
obstaculización aludida no se reduce a la etapa preparatoria, sino que se inicia con la
citación de la imputación y culmina con la ejecutoria de la sentencia. Pide se declare
“improcedente” la acción al no reunir la acción incoada, los requisitos exigidos en el
artículo 125 de la CPE.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de Cochabamba,
constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución de 15 de mayo de 2009,
por la que declaró “improcedente” la acción por no tener el acto reclamado relación
directa con el derecho a la libertad, pretendiendo discutirse la inobservancia del art. 400
del CPP; es decir, la reforma en perjuicio referida a la prohibición de agravar la
situación jurídica de un único apelante que tiene incidencia con el debido proceso y que
tiene que ser dilucidada a través de un amparo constitucional, máxime si el Tribunal de
Apelación para rechazar la cesación no solo tomó en cuenta el numeral 4) del art. 235
del CPP, sino que analizó los numerales 1) y 2) de la indicada norma.
I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional
Dada la carga procesal, mediante Ley 040 de 1 de septiembre de 2010, se ampliaron las
facultades otorgadas a este Tribunal mediante la Ley 003 de 13 de febrero de 2010, de
Necesidad de Transición a los Nuevos Entes del Órgano Judicial y Ministerio Público, a
objeto de conocer y resolver las acciones de defensa de derechos fundamentales
presentadas a partir del 7 de febrero de 2009, es decir bajo el nuevo orden
constitucional; por lo que, mediante Acuerdo Jurisdiccional 001/2011 de 11 de enero
del año en curso, se procedió a la reanudación del sorteo de causas. Habiéndose
procedido al sorteo del expediente el 22 de febrero, mediante Auto Constitucional
0030/2011-CA de 1 de marzo, se suspendió el plazo por solicitud de documentación
complementaria, y una vez recibida la misma, mediante Decreto de 28 de marzo, se
Página 2|8
reinició el cómputo del mismo, por lo que la presente Resolución es pronunciada dentro
de plazo.
II. CONCLUSIONES
De la debida revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en el cuaderno
procesal, se establece lo siguiente:
II.1. Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público contra Apolinar
Adolfo Condori Condori y otros, el Fiscal el 23 de octubre de 2008, efectuó la
imputación formal, calificando provisionalmente los hechos en la comisión del delito de
tráfico de sustancias controladas, previsto en el artículo 48 con relación al 33 inc. m) de
la Ley de Sustancias Controladas (fs. 14).
II.2. Por Auto de 24 del indicado mes y año, la Jueza Segunda de Instrucción Cautelar
dispuso la detención preventiva del accionante, Ángela Espinoza Quenta e Hilda
Chungara Arancibia. Los fundamentos fueron los siguientes: a) Adecuó su conducta al
art. 234 1, 2 y 7 del CPP (peligro de fuga) al no acreditar contar con domicilio donde
pueda ser habido; tampoco cuenta con actividad lícita; por el contrario fue aprehendido
en flagrancia en la comisión de un ilícito y por la pena prevista para esta clase de delitos
es probable que en libertad no se sometan voluntariamente al proceso o permanezcan
ocultos; y, b) Así también concurre el peligro de obstaculización previsto en los
numerales 1), 2) y 4) del art. 235, por estar ante un hecho ilícito complejo, en el cual
generalmente existe participación de múltiples personas en proporcionar materia prima
para la fabricación y consiguiente transporte y comercialización de la droga; y aún en el
caso de asumir su inocencia, existe la probabilidad de que existan terceras personas
involucradas en el hecho sobre la cuales podría influir negativamente o a la inversa, que
posibles implicados evadan su responsabilidad o se beneficien con el resultado del
proceso, lo que implicaría alteración, destrucción o desaparición de elementos
probatorios útiles para el esclarecimiento del hecho (fs. 38 a 41 de la documentación
complementaria).
II.3. En 21 de abril de 2009, el Tribunal Tercero de Sentencia conformado por los
jueces recurridos llevaron a cabo la audiencia de cesación de la detención preventiva
incoada por el accionante, quien adujo que por la prueba acompañada se encuentra
desvirtuado el peligro de obstaculización y la investigación finalizó ante la existencia de
imputación formal y señalamiento de juicio oral.
En la misma fecha, se pronunció el Auto que rechazó la solicitud,
indicando que subsiste el riesgo de obstaculización en los numerales 2) y 4) del CPP; el
primero por la declaración ampliatoria prestada por el acusado en el que trata de
deslindar responsabilidad a otros co-procesados y que fue adecuadamente considerada
por la Sala Penal Tercera al resolver una anterior solicitud. El segundo, o sea el numeral
4) que constituyó uno de los presupuestos para determinar la detención preventiva por la
insuficiente prueba acompañada; es decir el certificado de permanencia y disciplina que
acompaña, el flujo de llamadas con datos virtuales y una Sentencia Constitucional.
Finalmente indica que la existencia de una acusación ante el Tribunal de Sentencia no
significa que haya concluido el proceso; por el contrario su situación se establecerá en el
juicio oral (fs. 44 a 45 de la documentación complementaria).
II.4. Apelada la determinación, los Vocales de la Sala Penal Segunda por Auto de 27
de abril de 2009, confirmaron la determinación en mérito de que por el contenido del
Auto de 6 de marzo, la Sala Penal Tercera -que resolvió una anterior solicitud-,
evidenció la existencia de obstaculización por la declaración ampliatoria prestada de 17
de noviembre de 2008, donde trató de deslindar responsabilidad para su esposa y otra;
Página 3|8
en cuyo mérito, sobre la base de dicha determinación, se entiende que surgió un nuevo
elemento de obstaculización que hace ver que el imputado influirá negativamente sobre
los partícipes; sobre los hechos que constituyen el objeto de la investigación y la
averiguación de la verdad y por ende interferirá y confundirá la investigación. Por otro
lado el riesgo de obstaculización no se reduce equivocadamente como aduce el acusado,
a la etapa preparatoria sino que tiene su inicio con la imputación formal y finaliza con la
ejecutoria de la sentencia.
En vía de complementación, el abogado del accionante preguntó cuáles serían
los incisos de obstaculización que respaldan la negativa; siendo respondidos en sentido
de que son los contenidos en el artículo 235 numerales 1), 2) y 4) del CPP y la
jurisprudencia vinculante, que señala la obligación de demostrar con prueba fehaciente e
idónea, que ya no concurren los motivos que fundaron la detención (fs. 21 a 24).
II.5. El contenido del Auto de 6 de marzo de 2009, pronunciado por la Sala Penal
Tercera que resolvió una anterior solicitud de cesación que fue rechazada confirmando
la determinación del inferior, basó su fallo en lo siguiente: a) No se desvirtuó la
probabilidad de autoría, más aun si existe acusación en su contra; b) El peligro de fuga
fue enervado demostrando contar con familia, domicilio y trabajo; dejando presente que
la jueza se basó erróneamente para indicar su subsistencia en la gravedad del delito, en
la flagrancia y la ausencia de su familia en el momento de su aprehensión; c) Persiste el
peligro de obstaculización previsto en el artículo 235 numeral 2) del CPP, por la
declaración prestada en 17 de noviembre de 2008, donde trató de deslindar
responsabilidad de su esposa Hilda Chungara de Condori, y de la pasajera, lo que hace
entrever que puede modificar o falsificar elementos de prueba (fs. 14 a 16).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante manifiesta que los Jueces Técnicos demandados, le negaron la cesación
de la detención preventiva alegando erróneamente la subsistencia de peligro de
obstaculización; toda vez que acompañó la prueba pertinente y suficiente, además
fundamentó la existencia de acusación fiscal que pone fin a la etapa preparatoria y
desvirtúa dicho peligro. Apelada la determinación los Vocales co-demandados,
confirmaron la determinación, alegando al igual que el a quo la permanencia de los
riesgos de obstaculización previstos en los artículos 235 numerales 1), 2) y 4) sin
considerar que sólo debería tomarse en cuenta los numerales 1) y 2), vulnerando con
ello la reforma en perjuicio establecida en el artículo 400 del CPP, al realizar una
defectuosa valoración de la prueba; asimismo se desconoció la ratio decidendi
contenida en las SSCC 1702/2004-R y 1303/2003-R, que puntualizan que se debe
efectuar una valoración integral de cada uno de los elementos y decidir en la forma que
sea menos gravosa para el imputado. Corresponde analizar, en revisión, si en el caso
presente se debe otorgar o no la tutela que brinda la acción de libertad.
III.1. El debido proceso y la medida cautelar de detención preventiva
El fundamento único para declarar la improcedencia del recurso por el Tribunal de
garantías fue, que lo invocado se encuentra fuera del radio de protección de esta acción
tutelar y por ello tienen que ser dilucidadas a través del amparo constitucional. Sobre lo
manifestado, es necesario aclarar que esta jurisdicción en invariable jurisprudencia ha
sostenido que tratándose de la aplicación de medidas cautelares, las lesiones al debido
proceso adquieren relevancia constitucional, por su vinculación directa con la
restricción al derecho a la libertad física o personal y, por tal motivo las resoluciones
emitidas que no han sido debidamente fundamentadas o exista incongruencia de las
mismas son analizadas y en su caso tuteladas a través de éste medio. Aclarado este
Página 4|8
aspecto que deberá ser tomado en cuenta para casos posteriores se ingresa al análisis del
caso.
III.2. Contexto legal y jurisprudencial sobre la cesación de la detención
preventiva.
III.2.1. Presupuestos para resolver la medida
En principio, es necesario recordar que en el marco legal previsto por el Código de
Procedimiento Penal, con la finalidad de evitar que la detención preventiva impuesta
como medida cautelar de carácter personal se convierta en un injusto y anticipado
cumplimiento de una pena para las personas a las que el Estado, por disposición
constitucional, les reconoce su condición de inocencia en tanto no pese en su contra una
sentencia condenatoria ejecutoriada, el art. 239 de esa norma procesal otorga a la
persona detenida la facultad de solicitar la cesación de dicha medida, previo el
cumplimiento de las exigencias establecidas por ley, a cuyo efecto, es la misma Ley la
que establece las causales para su procedencia (art. 239 del CPP) y los requisitos y
formas en las que será concedida (art. 240 y siguientes del CPP).
Dentro de ese contexto, la jurisprudencia de este Tribunal contenida en las SSCC
227/2004-R, 320/2004-R, entre otras, ha establecido que: "Cuando el juez o tribunal
deba resolver una solicitud de cesación de la detención preventiva amparada en la
previsión del art. 239.1 del CPP, ésta debe ser el resultado del análisis ponderado de
dos elementos: i) cuáles fueron los motivos que determinaron la imposición de la
detención preventiva y ii) cuáles los nuevos elementos de convicción que aportó el
imputado para demostrar que ya no concurren los motivos que la determinaron o en su
caso demuestren la conveniencia de que la medida sea sustituida por otra. Quedando
claro que si a través de los nuevos elementos de juicio que se presenten por el imputado
se destruyen ambos o cualquiera de los motivos que fundaron la detención preventiva,
el Juez o Tribunal debe realizar una valoración de estos nuevos elementos; valoración
similar a la que hizo para disponer la detención preventiva a prima facie, sin que ello
implique inmiscuirse en la investigación del hecho.
Debiendo, en consecuencia el imputado probar conforme a la
norma precedentemente señalada la existencia de nuevos elementos de juicio que
demuestren que no concurren los motivos que fundaron su detención preventiva o
tornen conveniente que sea sustituida por otras medidas".
III.2.2. Necesidad de una valoración integral de los elementos probatorios
En esta perspectiva, conforme concluyó la SC 1147/2006-R de 16 de noviembre: "de
las normas y jurisprudencia glosadas, la resolución que resuelva la solicitud de
cesación de la detención preventiva debe reunir las condiciones de validez, para ello la
autoridad judicial competente a tiempo de contrastar los nuevos elementos presentados
por el imputado, deberá fundamentar la decisión de conceder o rechazar la solicitud de
cesación de la detención expresando los motivos de hecho y de derecho en que funda su
determinación, los cuales deben obedecer a criterios objetivos, exponiendo el valor
otorgado a los medios de prueba presentados y sujetando su análisis a los presupuestos
que fundaron la detención preventiva del imputado, fundamentación que no puede ser
reemplazada por la simple relación de los documentos o la mención de los
requerimientos de las partes, sino las razones jurídicas que justifican la decisión
adoptada".
III.3. Análisis del caso concreto
III.3.1. Actuación de los Jueces Técnicos del Tribunal Tercero de
Sentencia
Página 5|8
Glosada la doctrina jurisprudencial y normativa pertinente, los
antecedentes presentados permiten concluir que, dentro del proceso penal seguido a
instancia del Ministerio Público contra el accionante y otros, por el delito de tráfico de
sustancias controladas, la Jueza Segunda de Instrucción Cautelar por Auto de 24 de
octubre de 2008 dispuso la detención preventiva aseverando que concurre el peligro de
fuga, específicamente los numerales 1, 2 y 7 del art. 234 del CPP, por no haber
acreditado contar con domicilio donde pueda ser habido ni actividad lícita; asimismo
porque fue aprehendido en flagrancia en la comisión de un ilícito y que por la pena
prevista para esta clase de delitos existe la probabilidad de que en libertad no se
someterá voluntariamente al proceso o permanezca oculto. Así también respaldó su
determinación en el riesgo de obstaculización previsto en los numerales 1), 2) y 4) del
art. 235 del CPP, porque a su juicio al estar ante un hecho ilícito complejo,
generalmente existe participación de múltiples personas en proporcionar materia prima
para la fabricación y consiguiente transporte y comercialización de la droga; más aun -
indica- en el caso de asumir su inocencia, existe la probabilidad de que existan terceras
personas involucradas en el hecho sobre la cuales podría influir negativamente; o a la
inversa, que posibles implicados evadan su responsabilidad o se beneficien con el
resultado del proceso, lo que implicaría alteración, destrucción o desaparición de
elementos probatorios útiles para el esclarecimiento del hecho.
Luego de haber solicitado en anteriores oportunidades el beneficio de la cesación de la
detención preventiva, encontrándose el proceso radicado en el Tribunal Tercero de
Sentencia, los Jueces recurridos que conforman dicho Tribunal, consideraron la
solicitud del accionante, quien sostuvo que el peligro de obstaculización fue
desvirtuado por la prueba acompañada y además de ello debe tomarse en cuenta que la
investigación finalizó ante la existencia de imputación formal y señalamiento de juicio
oral. Por Auto de 21 de abril de 2009, se rechazó la solicitud, sin que se evidencie una
valoración irrazonable; por el contrario a través de una resolución motivada, la negativa
respondió a la subsistencia del riesgo de obstaculización en los numerales 2) y 4) del art.
235 del CPP; por la declaración ampliatoria prestada por el acusado en el que trata de
deslindar responsabilidad a otros co-procesados y que fue adecuadamente considerada
por la Sala Penal Tercera al resolver una anterior solicitud; y porque la literal presentada
referida a un certificado de permanencia y disciplina que acompaña, el flujo de llamadas
con datos virtuales y una Sentencia Constitucional son insuficientes para desvirtuar lo
dicho; además de ello pertinentemente aludió que la existencia de una acusación ante el
Tribunal de Sentencia no significa que haya concluido el proceso; por el contrario su
situación se establecerá en el juicio oral. Sobre este último punto, o sea sobre la
desaparición de la obstaculización alegada ante la culminación de la etapa preparatoria
este Tribunal indicó que: “…la obstaculización prevista por el legislador, no se reduce
a la etapa preparatoria, cuyo plazo es de seis meses en un principio, pues a lo que se
refiere el precepto es a la obstaculización de la verdad; y éste no está comprendido
únicamente por esa etapa sino que se inicia con la citación de la imputación formal y
culmina con la ejecutoria de la sentencia del proceso por una parte, por otra la
averiguación de la verdad; no puede establecerse según el sistema procesal actual en
la investigación, sino hasta el final del proceso cuando se agoten todas las instancias
mediante los recursos pertinentes, por consiguiente, la verdad saldrá a la luz cuando el
último fallo dictado dentro del proceso sobre la culpabilidad o no del procesado,
adquiera calidad de cosa juzgada material, razonamiento que se encuentra en su
totalidad corroborado por cada uno de los presupuestos jurídicos prescritos en las
Página 6|8
normas previstas en el art. 235 citado, pues en ellas, se refiere a los jueces ciudadanos
y empleados del sistema de administración de justicia.
Considerar o aseverar que la verdad se la establece en la etapa de investigación,
significaría desconocer el proceso penal actual y mutilarlo, de manera que reconocer
lo que entienden los recurrentes, importaría que la etapa del proceso oral ante un
tribunal jurisdiccional no tendría sentido, pues directamente el Ministerio Público
tendría que decidir sobre la verdad, por consiguiente, definiendo si los procesados
cometieron o no el delito que se les imputó, pero esta facultad no ha sido atribuida a
esta autoridad” ( SC 0225/2004- R de 16 de febrero).
III.3.2. Respecto de la actuación de los Vocales demandados
Al igual que los Jueces demandados los tribunales que conozcan en
grado de apelación una resolución que disponga, modifique o rechace las medidas
cautelares, no están exentos de pronunciar una resolución lo suficientemente motivada.
Así la SC 1249/2005-R de 10 de octubre, determinó que: “… el análisis integral de los
nuevos elementos presentados por el imputado para obtener la cesación de la detención
preventiva, no sólo alcanza al Juez cautelar, sino también al tribunal que conozca en
apelación la resolución que conceda o rechace la cesación de la detención preventiva;
toda vez que, si bien de conformidad con el art. 251 del CPP, las medidas cautelares
dispuestas por el Juez cautelar, pueden ser apeladas y, por lo mismo, modificadas, ello
no significa que el tribunal de apelación cuando determine revocar la concesión o
rechazo de la cesación de la detención preventiva, esté exento de pronunciar una
resolución lo suficientemente motivada y de la necesidad de realizar una valoración
integral de los nuevos elementos presentados por el imputado, expresando si los
mismos destruyen o no los motivos que fundaron la detención preventiva”.
Sobre esta óptica de razonamiento se establece que, el contenido de la
resolución emitida por los Vocales co-demandados está debidamente fundamentada; así
el Auto cuestionado de 27 de abril de 2009, pronunciado sobre la base de lo
determinado por la Sala Penal Tercera que a su vez resolvió una anterior solicitud la
cual determinó subsistente el riesgo de obstaculización por la existencia de una
declaración ampliatoria prestada de 17 de noviembre de 2008, donde trató de deslindar
responsabilidad para su esposa y otra; concluyó que evidentemente dicho riesgo está
latente, que hace ver que el imputado influirá negativamente sobre los partícipes; sobre
los hechos que constituyen el objeto de la investigación y la averiguación de la verdad y
por ende interferirá y confundirá la investigación, y por otro lado refirió que el mismo
no se reduce, equivocadamente como aduce el acusado a la etapa preparatoria sino que
tiene su inicio con la imputación formal y finaliza con la ejecutoria de la sentencia, por
lo que no corresponde otorgar la tutela solicitada.
Por lo precedentemente señalado, el Tribunal d garantías al haber declarado
“improcedente” la acción de libertad, ha efectuado una adecuada compulsa de los
antecedentes procesales y aplicado debidamente los alcances de esta acción tutelar.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción y competencia que le confiere el
art. 3 de la Ley 040 de 1 de septiembre de 2010, que modifica el art. 4.I de la Ley 003
de 13 de febrero de 2010, en revisión, resuelve: APROBAR la Resolución de 15 de
mayo de 2009, pronunciada por la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito
Judicial de Cochabamba; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional.
Página 7|8
Fdo. Dr. Juan Lanchipa Ponce
PRESIDENTE
Fdo. Dr. Abigael Burgoa Ordóñez
DECANO
Fdo. Dr. Ernesto Félix Mur
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Marco Antonio Baldivieso Jinés
MAGISTRADO
Página 8|8