Lectura Complementaria - Tecnicas Cognitivas para Control de Estres
Lectura Complementaria - Tecnicas Cognitivas para Control de Estres
Lectura Complementaria - Tecnicas Cognitivas para Control de Estres
Mª Ángeles Ruiz
Diana Arpit a
TÉCNICAS COGNITIVAS
EN EL CONTROL DEL ESTRÉS
1. INTRODUCCIÓN
1.1. Supuestos teóricos
1.2. Estrategias clínicas comunes
1.3. Indicaciones terapéuticas
1. INTRODUCCIÓN
1
. Departamento de Psicología Básica (Procesos Cognitivos). Facultad de Psicología. Universidad Complutense. 28223 Madrid.
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Técnicas Cognitivas en el Control del Estrés A. Cano 2
Tercero. Muchos pacientes no recuerdan ningún suceso traumático que pueda estar
relacionado con su problema.
Quinto. Son innumerables los casos de personas que han estado sometidas a
intensos estímulos ambientales en período de guerra, sin que en ellos se haya dado un
condicionamiento emocional.
En los años 60 surgen nuevos modelos que intentan explicar la conducta emocional
mediante variables de tipo cognitivo. Estos modelos se han ido desarrollando y de ellos
se han derivado técnicas cognitivas para el tratamiento de los trastornos emocionales.
Así pues, entre la situación y la conducta, dentro de las variables del sujeto (antes
considerado la caja negra, que no se podía estudiar), se definen una serie de
conceptos, estructuras y procesos, de carácter cognitivo, que nos permiten explicar,
predecir y modificar una conducta dada, en una situación concreta, para un individuo
determinado.
Un sujeto que está sometido a eventos que resultan mínimamente estresantes para
otros puede aumentar considerablemente su reacción de estrés si no maneja
adecuadamente sus pensamientos o si procesa la información de una manera
inadecuada. En ese caso, lo primero que se podrá observar en dicho individuo es una
intensa reacción de ansiedad, o fuertes niveles de ansiedad.
La ansiedad desde este enfoque está generada por las evaluaciones de los sucesos
internos y externos (que el sujeto interpreta como amenazantes), por las atribuciones (a
veces erróneas) que realizan las personas sobre los resultados de sus acciones, por la
forma (a veces desajustada) en que se estructura o interpreta la realidad, por el
autodiálogo interno o las autoinstrucciones (por lo general, en forma de pensamientos
negativos, o rumiaciones), por la forma en que el individuo lleva a cabo el proceso de
solución de problemas, o toma de decisiones (cuando se carece de habilidades de este
tipo), etc. Cuando la intensidad de esta respuesta emocional es muy alta, encontramos
que ese nivel elevado de ansiedad está relacionado con sesgos o errores cognitivos
en la interpretación de la situación, o de algún otro elemento esencial. Por lo tanto, está
implícito en este planteamiento que si se modifican estas variables cognitivas podemos
Técnicas Cognitivas en el Control del Estrés A. Cano 5
modificar las conductas de ansiedad a que dan lugar las mismas y de esta manera el
individuo estaría manejando mejor su estrés.
Por ejemplo, si conseguimos que una persona deje de valorar las consecuencias de
una situación como muy amenazantes para él, si conseguimos mejorar su autoeficacia
percibida en esa situación, o su confianza en sí mismo a la hora de afrontarla, dicha
situación dejará de producirle un grado excesivo de ansiedad que ahora le incapacita
para actuar correctamente en la misma.
Surgen así nuevos modelos y técnicas que intentan explicar y modificar la conducta
emocional mediante variables de tipo cognitivo, como el modelo de Ellis (1962), o mejor
dicho la Terapia Racional Emotiva de Ellis (1962). Estos modelos que se han ido
desarrollando en la psicología clínica, asociados por lo general con técnicas cognitivas
de tratamiento, se han centrado especialmente en los trastornos emocionales
(principalmente los trastornos de ansiedad y los trastornos del estado de ánimo, o
depresión).
Los terapeutas con orientación cognitiva utilizan una amplia variedad de estrategias,
algunas puramente cognitivas y otras más conductuales; hasta el punto de que algunos
autores señalan que la efectividad de las técnicas cognitivas, a veces cuestionada,
también podría explicarse en base a principios no cognitivos.
Las técnicas cognitivas de reducción de ansiedad y control del estrés son más
eficaces en sujetos cuyo perfil de respuesta es predominantemente cognitivo, ya que
este tipo de técnicas reducen más la ansiedad a nivel cognitivo que a nivel fisiológico o
motor (Miguel Tobal y Cano Vindel, 1990). Sin embargo, algunos autores (McKay,
Davis y Fanning, 1985) apuntan algunas ideas generales sobre recomendación de
técnicas cognitivas en función del tipo de trastorno, señalando también que habrá que
tener en cuenta las peculiaridades de cada sujeto.
Estos pensamientos irracionales deben ser sustituidos por otros más racionales y
adaptativos a lo largo del proceso terapéutico.
Desde su experiencia clínica, Ellis (1970) considera que las ideas irracionales, que
están en la base de la mayoría de los trastornos emocionales, son las siguientes:
6. Es más fácil evitar que enfrentarse con las dificultades (en lugar de pensar que la
forma más fácil puede convertirse de hecho en la peor a largo plazo).
7. Es necesario confiar en otros más fuertes o más poderosos que uno mismo (en
lugar de la idea de que es mejor arriesgarse a pensar y actuar de forma independiente).
10. Se debe tener un perfecto control sobre las cosas (en lugar de la idea de que el
mundo está lleno de probabilidad y casualidad, pero que uno puede sin embargo
disfrutar de la vida a pesar de ello).
11. La felicidad humana puede ser alcanzada sin esfuerzo, por inercia y sin hacer
nada (en lugar de la idea de que los humanos tienden a ser más felices cuando están
vitalmente absortos en propósitos creativos, o cuando están dedicados a personas o
proyectos ajenos, los proyectos de cambio y las acciones que hay que llevar a cabo
para ello nos ayudan también a disfrutar).
12. No se tiene control sobre las emociones propias y no se pueden evitar ciertas
emociones (en lugar de pensar que uno tiene un enorme control sobre las emociones
propias destructivas y que se puede optar por trabajar en cambiarlas hacia direcciones
más positivas).
Más que tratarse de una técnica específica, con una serie de fases pautadas, nos
encontramos ante una técnica cognitiva que resalta la habilidad personal del terapeuta
y en la que se incluyen diversas estrategias que se utilizan también en otras técnicas,
pero que ha sido pionera dentro de las técnicas de reestructuración cognitiva.
4. Utilizar tareas para casa con el fin de ayudarle a recoger información sobre
situaciones reales que nos permitan convencerle de que se trata de ideas irracionales y
que son el origen de sus problemas.
Algunas de las estrategias utilizadas para llevar a cabo estas tareas son:
4. Fobias simples. Las ideas reflejan una percepción exagerada del peligro inherente
a una situación particular. Esta percepción de peligro suele ser dual: cuando el estímulo
fóbico no está presente, el paciente reconoce la ausencia de peligro; esta percepción
aumenta en presencia del estímulo fóbico. Como en los dos tipos de fobias anteriores,
se tiene miedo a los miedos.
4. Listado de actividades.
5. Registro diario de pensamientos disfuncionales.
6. Experimentos conductuales.
7. Modificación de creencias o supuestos.
Se trata de una técnica que define su objetivo como "enseñar a las personas a
pensar bien". Esta reestructuración cognitiva se lleva a cabo en cuatro fases:
En la primera fase hay que insistir en que ciertas cogniciones son las que generan y
mantienen las respuestas de activación fisiológica y generan el malestar propio de las
situaciones ansiógenas.
En la tercera fase el paciente lista las situaciones que le crean tensión y escribe los
pensamientos que esa situación le elicita. Se discute con el paciente la relación entre
los pensamientos y la tensión; para ello, se discute la racionalidad de las
interpretaciones que se hacen de la situación y se analizan las consecuencias de las
anticipaciones negativas.
D.S. modificada por el propio Goldfried), en el que el paciente imagina las situaciones
que gradualmente van produciendo más ansiedad; en lugar de utilizar la relajación se
usa la reestructuración cognitiva; cuando aparecen signos de tensión se analizan los
pensamientos que la generan y se reconstruye cognitivamente la situación.
Pero, además, el terapeuta está modelando las habilidades necesarias para una
correcta ejecución:
En general, se puede afirmar que cuando nos encontramos con un problema que
produce ansiedad suele haber una percepción de peligro que no es realista, sino que se
suelen cometer cuatro tipo de errores o sesgos:
- sobrestimación de la probabilidad de que ocurra el problema
- sobrestimación de la severidad del problema
- infraestimación de los recursos de afrontamiento
- infraestimación de las posibilidades de ayuda de otros.
1. Definición del problema. De manera clara, específica, operativa, sin mezclar con
otros problemas, etc.
2. Listado de todas las posibles soluciones.
3. Lista de ventajas e inconvenientes de cada una de las posibles soluciones.
4. Evaluación de las ventajas e inconvenientes de cada una de las posibles
soluciones.
5. Selección de la alternativa menos mala.
6. No volver atrás nunca en el proceso, si no se quiere caer de nuevo en la
ansiedad, darle vueltas a las cosas sin llegar a decidir, etc.
9. Adiestrar en múltiples ambientes cuando sea posible, con varios terapeutas y sobre
múltiples tareas. Hacer que el paciente se dedique a múltiples asignaciones
graduadas en la clínica (por ejemplo, ensayo imaginado, representación de
papeles) e in vivo. Utilizar la noción de graduación o inoculación como base del
adiestramiento.
10. Asegurar que el paciente recibe y reconoce la información sobre la utilidad del
adiestramiento. Hacer que se atribuyan las mejoras.
Para comenzar se llevaría a cabo una entrevista en la que se persiguen los siguientes
objetivos:
El principal objetivo de la segunda fase del adiestramiento AIE, llamada Ade adquisición
de habilidades y ensayo@, es ayudar a los pacientes a desarrollar y consolidar una
variedad de habilidades de afrontamiento intra e interpersonales. Las habilidades de
afrontamiento entrenadas surgen naturalmente del proceso de reconceptualización. Las
técnicas de adiestramiento específicas revisadas incluyen el adiestramiento en
relajación, los procedimientos de reestructuración cognitiva, la resolución de problemas
y el adiestramiento en autoinstrucciones. El capítulo termina haciendo hincapié en la
necesidad de adaptar individualmente las intervenciones, puesto que en algunos casos
la negación puede ser una respuesta de afrontamiento más adaptativa que los
enfoques cognitivos más válidos. Se han revisado las directrices clínicas necesarias
para llevar a la práctica esos modos de adiestramiento.
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Por último, el objetivo principal de la tercera fase del AIE (aplicación y consolidación) es
ayudar a los pacientes para que practiquen sus habilidades de afrontamiento tanto en
las sesiones de adiestramiento como in vivo. Hasta aquí, hemos considerado técnicas
como el ensayo imaginado y conductual, el modelamiento, la representación de papeles
y la práctica graduada in vivo, y hemos revisado las orientaciones clínicas para la
intervención con cada procedimiento. También hemos examinado el importante
concepto de prevención de recaídas para fomentar sentimientos de eficacia y
resistencia. El adiestramiento AIE puede extenderse en el futuro mediante el uso de
sesiones de refuerzo e intervenciones de seguimiento y consolidación.
3.1. Prevención
$ Es bueno pensar que los demás también tienen ansiedad y que cuando nosotros
notamos su ansiedad no les condenamos ()por qué tenemos que ser más
severos con nosotros mismos que con otros?)
$ No añadir elementos accesorios al problema
3. Atribuciones y autoestima
$ Si hemos hecho bien una cosa, reconocer nuestra propia autoría y felicitarnos
por ello (no ha sido la suerte, sino nuestro esfuerzo y nuestra capacidad)
$ Si hemos hecho mal una cosa, no echar balones fuera, reconocer que hemos
actuado mal en esta ocasión, analizar nuestros errores y corregirlos, sin culpas,
sin pensamientos negativos sobre uno mismo ("esta vez lo he hecho mal, debo
corregirlo")
$ Es bueno querernos y tratarnos bien
6. La dieta
$ Conviene comer sano, evitando las comidas que sobrecargan a nuestro
organismo con pesadas digestiones u otras consecuencias negativas a corto,
medio o largo plazo (obesidad, colesterol, etc.)
$ Usar el tiempo de comer como momento de descanso y ruptura con nuestras
actividades profesionales
$ Es bueno aprovechar la comida para hacer vida social y familiar
$ No abusar del alcohol en las comidas
7. Descanso
$ Dormir lo suficiente, en torno a ocho horas
$ Tomar vacaciones y fines de semana como tiempo de ocio y descanso
$ Fomentar las relaciones sociales como alternativa al trabajo
$ Dejar el trabajo en la oficina (tanto los papeles, como las preocupaciones)
8. Ejercicio físico
$ La práctica moderada de algún deporte o ejercicio físico ayuda a relajarnos
$ Andar todos los días al menos treinta minutos
$ Utilizar las actividades de ejercicio físico para airearnos (naturaleza) y airear
nuestros pensamientos charlando relajadamente con familiares o amigos
9. Organización
$ La organización del tiempo y de nuestras actividades, estableciendo horarios, es
fundamental para poder descansar, no estar preocupados, no sufrir continuos
sobresaltos, olvidos importantes, etc.
$ No llegar tarde a las citas, contando con los pequeños retrasos habituales para
estar a tiempo
$ Saber seleccionar actividades cuando no podemos hacer todo
momento. Para cumplir estos objetivos se usan especialmente las técnicas cognitivas y
las tareas para casa.
2. Aplicar estas habilidades a diferentes situaciones. Para ello habrá que entrenar al
paciente sobre distintos modelos ideales, para diferentes condiciones estimulares,
habrá que proponerle tareas para casa y, en general, utilizar técnicas cognitivas
(entrenar los pensamientos adecuados, el pensamiento orientado a la solución de
problemas generales, etc.) y conocimiento metacognitivo sobre su propia actividad
mental y los cambios que están sucediendo en el.
3. Evaluar los progresos, relacionar los progresos con la teoría y la exposición razonada
de la técnica.
BIBLIOGRAFÍA
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