Nuevo Codigo Procesal de Rio Negro. 2017. Juliano. Vargas. Delgado
Nuevo Codigo Procesal de Rio Negro. 2017. Juliano. Vargas. Delgado
Nuevo Codigo Procesal de Rio Negro. 2017. Juliano. Vargas. Delgado
JULIANO
NICOLÁSO. VARGAS CELlA G. DELGADO
DIRECCI~N
mCódigo Procesal
Penal de Río Negro
Análisisdoctrinal de los principales cambios
del nuevo procedimiento
ROL DELJUEZ, FISCAL, DEFENSORY QUERELLANTE. PRINCIPIOS DEL CÓDlGO PROCESAL PENAL.
ALLANAMIENTO, REQUISA E INTERVENCIONES TELEFÓNICAS. PRISIÓN PREVENTIVA. ETAPA
DE INVESTIGACIÓN. ETAPA INTERMEDIA. ELJUICIO: PRESENTACIÓNDE LA PRUEBAY EXAMEN
Y CONTRAEXAMEN DE TESTIGOS. JUICIO POR JURADOS. EJECUCIÓNDE LA PENA. RECURSOS.
E N ANEXO
LEY 5020
TEXTO DEL
C6DlGO PROCESAL
PENAL DE RIO NEGRO
Código Procesal Penal de Río Negro
O Copyright by
editorial hammurabi s.r.1.
Talcahuano481 - 4O piso
C1013AAI - Buenos Aires- Argentina
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de Fernando Lucas Depalma
Tel.: 4 3 8 2 - 2 0 8 0 l í n e a s rotativas-
............................................................
- -
MARI0 A. JULIANO NICOLAS O. VARGAS CELlA G. DELGADO DlRECCl6N
Código Procesal Penal de Río Negro
l-dición, Buenos Aires, Hammurabi, 2017
444 ps., 23 x 1 6 cm.
ISBN: 978-950-741 -835-8
1. Derecho Procesal Penal. l. Título
CDD 347.05 Fecha de catalogación: 16/6/2017
MARI0 A. JULIANO
NICOLÁS O. VARGAS CELlA G. DELGADO
DIRECCI~N
Código Procesal
Penal de Río Negro
Análisis doctrinal de los principales cambios
del nuevo procedimiento
E N ANEXO
LEY 5020
TEXTO DEL
CÓDIGO PROCESAL
PENAL DE R ~ O
NEGRO
Presentación
-
Nos honra, como así también nos genera una gran alegría y satisfacción, pre-
sentar esta obra por varios motivos.
En primer lugar, porque Río Negrose suma al conciertodelasprovinciasque han
decidido, en sintonía con los postulados constitucionales y convencionales, darse
un proceso penal puramente acusatorio que contempla la participación ciudada-
na en la administración de justicia.
En segundo término, pero no por ello menos importante, estamos sumamente
agradecidos con los autores y autorasque se han sumado a esta empresa colectiva.
Desde el minuto cero en que comenzamosa pensar en esta publicación ha sido
nuestra intención construir una herramienta que sea útil tanto para los operado-
res del sistema de justicia penal, como para los estudiantes que se están formando.
La implementación de un sistema de enjuiciamiento netamente acusatorio,
como el que prevé el nuevo Código Procesal, es un gran desafío y son muchas las
expectativas que se depositan en su ejecución. En lugar de ser una moda importa-
da de los paísesanglosajoneso una herramienta para combatir la inseguridad1, el
sistema acusatorio es el que más garantiza losderechosdel imputado en el proce-
so penal en tanto el respeto del debido proceso y las garantías sea el norte que
oriente la actividad de las diferentes agencias. Pero también el que posibilita a víc-
timas y damnificados por el delito cobrar un protagonismo más directo en la reso-
lución del conflicto.
Tobías Barreto decía, hace más de cien años, que la pena no es un concepto jurídico sino
un concepto político. En consecuencia, hacer una selecciónestratégicay en basea criteriosde polí-
tica criminal de qué hechosdeben ser penados es también una decisión política.
Harfuch, Eljuicio porjurados en la provincia de Buenos Aires. Leyprovincial 14.453 ano-
tada y comentada. El módelo de jurado clásico, 2013, ps. 43 y 44.
NaciónSuramericana con un PoderJudicialrepublicano, democrático, constitucio-
nalyen manosdelpueblo". Tan es así que los tres artículos de la Constitución que
establecen el juicio por jurados fueron aprobados por unanimidad por los consti-
tuyentes, como que la Constitución de Río Negro reconoce el derecho de los ciuda-
danos rionegrinos de ser juzgados por sus pares.
En momentos donde el sistema judicial atraviesa una seria crisis de legitimidad,
que entre otras consecuencias trae aparejada que magistrados que dictan senten-
cias ajustadas a derecho sean amenazados con ser destituidos, volver a poner la
administración de justicia en manosdel pueblo puede ser el primer paso para vol-
ver a dotar de legitimidad las decisiones judiciales.
La puesta en funcionamiento de un sistema acusatorio es un apasionante desa-
fíopara losoperadoresjudiciales. Hacealgunasdécadas,GustavRadbruch dijoque
la ley "es como un navío que el legislador despide desde el muelle y al que ya no
puede controlar, navega solo, con lasvirtudes y defectos del texto". Esperamos, y
confiamos, en que este nuevo Código navegue por aguasque lo lleven hacia el res-
peto de las garantías y los derechos y un sistema penal más humano y razonable,
que sin lugar a dudas es la mejor obra que una sociedad puede llevar adelante has-
ta tanto no encuentre algo mejor que el derecho penal.
* Defensora Oficial.
** Director Ejecutivo de la Asociación PensamientoPenal.
*** Directordel área decapacitación de la Asociación Pensamiento Penal,
índice general
PRESENTACI~N___
ABREVIATURAS - _
1.
Reconstruyendo la función judicial
para un sistema de enjuiciamiento acusatorio
ADRIANN. MARTIN
2.
El rol del Ministerio Público Fiscal de Río Negro
en el marco del proceso acusatorio instaurado
por el nuevo Código Procesal Penal de la provincia
MARCOS RODOLFO ROCA
.,
5 1. Introduccion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
5 2. De qué hablamoscuando hablamos de «sistema acusatorio)) _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ _ 50
5 3. El acusatorio a la rionegrina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
. .,
a) Informalidad de la investigacion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
. .. .,
b) Disponibilidad de la accion penal _ - - - - - - - _ - - - - - - - _ 54
., , .
C) Deberde proteccion de la victima - _ - - _ - - _ - _ - - _ - -_-_--_- -_-_- 57
[NDICE GENERAL
5.
Desafíos de la defensa pública
en un sistema acusatorio
CELlA GUADALUPE DELGADO - MARIA RITACUSTET LLAMBI
DALMIRO HUACHACA SANCHEZ
5 1.
.,
Introduccion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
5 2.
, . .
La Defensa Publica rionegrina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
5 3. La Defensa Pública y el nuevo modelode justicia penal _ _ 72
5 4. Código Procesalde Río Negroy Defensa Pública. Nuevasnormas, nuevas prácticas 75
5 5. Desafíos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
4.
¿Quérol les cabe a las víctimas en los nuevos procesos
penales? Reflexiones criminológicas y jurídicas
sobre el estatuto de la(s) víctima(s)
en el nuevo Código Procesal Penal de Río Negro
5 .,
1. Introduccion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
5 2. El diseño constitucional de juicio penal en la Constitución Nacional y provincial _ 103
[NDICE GENERAL
5 3. Pautasconvencionales
. .. para el proceso penal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
, .
5 4. Los principios generales
. . . del nuevo Codigo _ _ _ _ - - _ _ _ _ _ _ - - _ _ _ _ _ _ - - _ _
a) Garantia del juicio previo - _ - - - - - - - _ - - - - - - - _ - - - - - - - _ - - - - - -
.,
b) Garantia de la persecucion penal única _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ -
C) Garantia de los jueces naturales y jurados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
., .
d) La participacion ciudadana en el CPPRN _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
e) Garantia de independencia e imparcialidaddel juzgador - - _ _ _ _ _ - - _ _
f) Determinación del rol de los jueces (art. 6") . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
g) Especificación de los principios y reglas del proceso _ _ - - _ - _ - _ _ - - _ - _ -
h) Principios de inocencia, «in dubio pro reo» y aplicación de la ley procesal mas
benigna _ - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - _ - - - - - - - - - - - - - -
11 Libertad duranteel
. . . proceso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
j ) Defensa en juicio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
k ) Prohibición de incomunicación y del secreto _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
, .
1) Derechos de la victima _ - _ _ - - - _ _ _ _ _ - - - _ _ _ _ _ - - - _ _ _ _ _ - - - _ _
m) Legalidad y carga de la prueba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.,
n) Solucion del conflicto _ - - _ - _ _ - _ - _ _ - - _ - _ - _ _ - _ _ - _ - _ _ - - _ - _ -
., . .
ñ) Interpretacion restrictiva _ _ _ _ - - _ _ _ _ _ _ - - _ _ _ _ _ _ - - _ _ _ _ _ _ - - _ _
.,
5 5. A modo de conclusion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.
Allanamiento y requisa en el nuevo
Código Procesal Penal de Río Negro
DANILO J. DE LUCA- GONZALO FREIJEDO
Anexo
Normativa utilizada para las comparaciones
.. ,. .,
a) Requisa en el viejo Codigo de Nacion - _ - - _ - _ - - _ - -_-_--_- -_-_--
, . .,
b) Requisa en el nuevo Codigo de Nacion _ - _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _
.,
C) Allanamiento en el viejo Código de Nacion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.,
d) Allanamiento en el nuevo Código de la Nacion _ - _ _ - - - _ _ - _ _ - - - _ _ - _
3. Comparación con otros códigos provinciales (Buenos Aires, Neuquén, Santa Fe) _
. .
a) Provincia de Buenos Aires . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
l. Requisa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
II. Allanamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. .
b) Provincia de Neuquén . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
l. Requisa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
II. Allanamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. .
C) Provincia de Santa Fe . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
l. Requisa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
II. Allanamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.
Las intervencionestelefónicas en el nuevo
Código Procesal Penal de Río Negro
PABLO LARSEN
4.
Aspectos generales de la prisión preventiva
y las medidas cautelares
GASTÓN PlERRONl - JORGE CRESPO
5.
El régimen de medidas de coerción
en el nuevo sistema de enjuiciamiento
de la provincia de Río Negro
IGNACIO RACCA
5 1. Introduccion
.,
5 2. Principios generales _ _ _ _
[NDICE GENERAL
1.
La etapa preparatoria
y el legajo de investigación
JULIETAV. VIOLAVILLANUEVA- LUIS E. DUACASTELLAARBIZU
., .........................................
5 1. Introduccion
. .,
5 2. Desarrollode la Investigacion Preparatoria .......................
a) Actuaciones ........................................
b)
. , . . . .
Actuacionjurisdiccional---------------------------------
c)
. .
Citaciones .........................................
dl
. ..
Actos iniciales. Denuncia ................................
e)
. . . ., . .
Inicio. Averiguacion preliminar ............................
. ., . .
f ) Investigacion preliminar ................................
l . La desestimación de la denuncia querella o actuaciones policiales por con-
siderarque el hecho no constituye delito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. .
2. La aplicación de un criteriode oportunidad - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
3. La remisióna una instancia deconciliacióno mediación - - - - - - - - - - -
4. El archivo, si no ha logrado individualizar al autor o partícipe del hecho o
existe una imposibilidad de reunir la información necesaria para fundar la
.,
acusacion - - - - -- - -- - - - - - - -- - - - -- - - - - - - - - - -- - - - -- -
..
l. Casos sin pruebassuficientes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
II. Hechos donde no se puede individualizar al autor - - - - - - - - - - - - -
. .,
g) Apertura de la investigacion preparatoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
l. Control de la decisiónfiscal.Audiencia deformulación decargos - - - - - -
. .,
2. Desarrollode la investigacion ...........................
3. Otras medidas de prueba ..............................
l. Inspecciones ..................................
II. Requisas ....................................
III. Informes de expertos ---- -------- -------- --------
. .
IV. Reconocimientos de personas .......................
V. Exámenes corporales ............................
VI. Registro de vehículos y otras cosas muebles - - - - - - - - - - - - - -
VII. Allanamiento y registro de morada ....................
VIII. Entrega de objetos o documentos. Procedimiento del secuestro. Ob-
jetos no sometidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
VIII.l. Entrega de objetos o documentos - - - - - - - - - - - - - - - -
[NDICE GENERAL
2.
La resolución alternativa del conflicto penal
en el nuevo Código Procesal Penal de Río Negro
GUSTAVO L. VITALE - MARI0 ALBERTO JULIANO
, .
5 1. La columna vertebral del nuevo Codigo .........................
. .
5 2. Los criterios de oportunidad _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
5 3. La suspensión del proceso penal a prueba _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _
a) Casos en que procede . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
..
b) Oportunidad para solicitarla _ _ - _ - _ _ - - _ - _ - _ _ - _ _ - _ - _ _ - - _ - _ - -
. . , .
C) Losfuncionarios publicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
d) Delitosamenazadoscon pena de inhabilitación _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - -
e) D i c t a m e n d e l f i s c a l _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
f ) Las reglas de conducta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.,
g) Revocación de la suspension _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
3.
La etapa intermedia en los nuevos sistemas
adversariales. El modelo del Código Procesal
Penal de la Provincia de Río Negro
FRANCISCO MARULL
. , Lo quedebio. , sery nuncafue . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 1. Introduccion.
5 2. Estado de situación en los nuevos códigos adversariales. Lo que debería ser y aún
noes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 3. La situación
. , en el nuevo Código Procesal Penal de la Provincia de Río Negro _ _ _ _
5 4. Conclusion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
CAPITULO
IV - ELJUICIO
1.
Aspectos generales de la regulación del juicio
FERNANDO AVILA
.,
5 1. introduccion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
, .
5 2. Caracteristicasgenerales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
[NDICE GENERAL
5 3. La efectiva oralidad
. . ._ - - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - - - _ - - _ - - _ - _ -
5 4. ~Centralidaddel juicio? _ _ _ _ _ _ _ - - _ _ _ _ _ _ - - _ _ _ _ _ _ - - _ _ _ _ _ _ - - _ -
. ..
5 5. Precisando el rol del tribunal en el juicio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
a) El tribunal y el contacto previo con la prueba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.,
6) El tribunal y los límites de la acusacion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
C) El tribunal y la búsqueda de la verdad _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
..
5 6. El juiciosobre la pena - - _ - - _ - - - - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - - - _ - - _ - - _ - _ -
5 7. Consideracionesfinales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
L.
Producción y control de la información en el CPPRN.
El examen y contraexamende testigos y peritos
LETlClA LORENZO
.,
5 1. Introduccion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 2. Testigos y peritos: iquiénesson para el CPPRN? _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ -
a) Los testigos - _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ - - _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
6) Los peritos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 3. La preparación para la producción y el control. El trabajo previo al juicio _ - - _ _
a) La producción de información y la preparación previa _ - - - - - - - - - - - - - -
6) El control de información y la preparación previa _ - _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ -
5 4. La admisión de la prueba. La etapa intermedia y la audiencia de control de acusa-
.,
aon_-------_----------_-------_-------_-------_---
5 5. La producción y el control de la información en concreto. El momentodel juicio -
3.
El derecho del imputado a un acusador penal único
(o, a un solo discurso acusatorio del que defenderse...)
OSCAR RAÚLPANDOLFI
5 1.
.,
Panorama actual de la cuestion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 2. Las normas internacionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 3.
., . .
Integracion de litisconsorcio necesario _ - - _ - - _ - _ - - _ - ---_--_- -_-_-
.,
5 4. Del derecho a la acusacion penal única _ _ _ _ _ _ - - _ _ _ _ _ _ - - _ _ _ _ _ _ - - _ -
. . . de congruencia procesal - - - _ - - - - - - - _ - - - - - -
- Nace el principio
5 .,
5. Ampliacion del postulado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 6. Alguna disquisición terminológica conveniente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 7. Compatibilización de los rolesdel Ministerio Público Fiscal y de lavíctima - - - - -
5 8. Principio de congruencia procesal. Postulaciones antiguas y actuales del mismo -
5 9. Para peor lasacusacionespuedennosolamenteserdiferentes. sino incluso, contra-
dictorias entre s i . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 10. La otravertientede lafundamentación de la garantía - _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ -
[NDICE GENERAL
4.
El juicio por jurados
NICOLASOMAR VARGAS
5 .,
1. Introduccion - _ - - _ - - - - - - - _ - - - - - _-------_--_ 317
5 2. Competencia - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ _ 318
5
..
3. Requisitos para serjurado _ _ - - _ - _ _ _ - - _ - - _ _ _ _ - - _ - _ __--_--__- 321
5 .,
4. Seleccion del jurado _ - - - - - - - - - - - - - - - _ - - - - - - - - 322
. ..
5 5. Desarrollo del juicio - _ _ - - _ - _ - _ _ - - _ - _ - _ _ - - _ - _ - _ _ - - _ - _ - _ _ - - 324
5 6. Recursos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 328
5 7. Colofón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 329
CAPITULO
V - LA ETAPA RECURSIVA
1.
Los recursos en el nuevo Código Procesal
de la Provincia de Río Negro
HERNANVICTOR GULLCO
.,
5 1. Introduccion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 2. El impacto de la Constitución Nacional sobre el alcance de los recursos - - - - _ _ _
5 3. Los recursos en el nuevoCPPRN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
a) La norma genérica sobre la admisibilidad de los recursos _ - _ - - _ - - _ - _ - -
6) La impugnación contra la sentencia condenatoria _ _ - _ - - _ _ _ _ - _ - - _ _ _
C) La impugnación contra la sentencia absolutoria _ - - - - - - - _ - - - - - - -
o? El derecho a impugnar el veredicto del jurado popular _ - _ _ - - _ - _ - _ _ - -
. .
e) El procedimiento de reenvío . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
f ) El derecho al «doble conforme~ como límite al reenvío _ _ - _ _ - _ - _ _ - _ _ -
g) El control extraordinario contra las decisiones del TlP - - - - _ _ _ _ - - - - _ _ _
. .,
h) Revision de la sentencia condenatoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.
La ejecución de penas en contextos acusatorios
JUAN PABLO CHlRlNOS
. ..
5 4. Algunasconsideraciones de justicia procesal - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ -
a) Presentarse . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
b) Saludar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
C) C~ntestarcualquierpreocupaciónpor el tiempo de la audiencia _ _ _ _ _ _ _
. .
d) Explicarsituacionesanormales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
e) Explicarla forma en que actúa la Corte y cómo se toman las decisiones _ _ _ _
f) Use lenguaje sencillo _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ - _ _
g) Hacercontactovisual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
h) Hacer preguntasabiertas - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ - - _ - - _ - _ -
., . .
11 Prestaratencion en la audiencia _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
j ) Personalizar las fórmulas repetitivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 5. Una forma noadversarial de resolver la ejecución penal _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
5 6. El juez. como
. . .cirujanovs. el juez como líder de un equipo _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
5 7. Beneficios .....................................
Sanción. Ley 5020. Aprobación del Código Procesal Penal de Rio Negro - - - - - - - - - -
Ley 5188. Prórroga de la entrada en vigencia del Código Procesal Penal - - - - - - - - - -
Anexo. Código Procesal Penal de Rio Negro - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
BlBLlOGRAFiAGENERAL
Abreviaturas
-
APDH Asamblea Permanente por los Derechos Humanos
BCNCiv. Boletín de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil de
la Capital Federal
BJLP Boletín de Jurisprudencia de La Pampa
BJS Boletín de Jurisprudencia de Salta
CAC Cámara de Apelaciones en lo Criminal
CACCCA Cám. Apel. Civ., Com. y Cont. Adm.
CACCCC Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Criminal y
Correccional de ...
CACCGP Cámara de Apelaciones en lo Civil, Cornercial y de Garantías
en lo Penal de ...
CACCM Cámara de Apelación en lo Civil, Cornercial y Minería de ...
CACCMPT Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Minas, de Paz
yTributaria de ...
CADH Convención Americana de Derechos Humanos
CAP Cámara de Apelacionesen lo Penal de ...
CAPCF Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional
y de Faltas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
CEJA Centro de Estudios de Justicia de las Américas
CELS Centro de Estudios Legales y Sociales
CFCP Cámara Federal de Casación Penal
ClDH Comisión lnteramericana de Derechos Humanos
CM Código de Mineria
CN Código de Mineria
CNCCC Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional
de la Capital Federal
CNCCF Cámara Nacional en lo Civil y Comercial Federal de la Capital
Federal
ABREVIATURAS
sent. sentencia
SERPAJ Servicio de Paz y Justicia
SNEEP Sistema Nacionalde Estadísticas sobre la Ejecuciónde la
Pena
SPLL Suplemento Provincial La Ley
STKS SuperiorTribunalISupremo TribunalKribunal Supremo
t./ts. tomo/tomos
TCPBA Tribunal decasación Penal de la Provincia de Buenos
Aires
TEDH Tribunal Europeo de Derechos Humanos
TIP Tribunal de ImpugnaciónPenal de ...
TOC Tribunal Oral en lo Criminal de la Capital Federal
TSJ Tribunal Superior de Justicia
v. gr. verbi gratia
vol. volumen
-I
Análisis doctrinal
de los principales
cambios del nuevo
procedimiento
CAP~TULOI
EL ROL DE LAS PARTES EN EL PROCESO ACUSATORIO
Reconstruyendo la función judicial
para un sistema de enjuiciamiento acusatorio
*
ADRIÁNN. MART~N
* Profesorasociado del área de Derecho Penal y Política Criminal (UNPAZ), profesor adjun-
to-int.-Derecho Penal y Procesal Penal (UBA), profesortitulardeCriminologia (UAI), profesor
titular en la especialización de la Escuela de Servicio de Justicia (UNLaM).Presidentede la Asocia-
ción Pensamiento Penal (APP). Doctor en Ciencias Penales (USAL), Magister en Criminologia
(UNLZ).Juez del Tribunal Oral en lo Criminal no15de la Capital Federal.
cas salientes de cada nuevo artículo. Alguno de esos textos recuperan, como no
queriendo que el pasado los abandone, la jurisprudencia de losviejos sistemas.
No desconozco que es posible que, en algún caso, algo de esa jurisprudencia sea
pertinente para considerar en el nuevo sistema. Sin dudas, no todo cambia de un
día para otro con la sola reforma procesal. Sin embargo, aquello que puede resul-
tar útil suele obstruir la mirada hacia lo que resulta indispensable.
El trabajo que nos convoca implica considerar un aspecto central del sistema de
enjuiciamiento. La función judicial es un tópico que, según como sea configurada
y reconfigurada cotidianamente por los actores del proceso de reforma, va a con-
dicionar fuertemente qué clase de proceso tendrán los ciudadanos rionegrinos.
Se repite casi hasta el cansancio del lector que las reformas procesales que ins-
talan sistemas acusatorios conllevan algunas modificaciones en las funciones que
se les atribuyen a los jueces y a los fiscales. Se indica que la función de juzgar debe
estar separada de la función de investigar, que la oralidad es un aspecto importan-
te de la reforma, que las decisiones deben ser tomas en las audiencias, que deben
ser comunicadas para quesean comprensibles, quelosjuecesdeben procurar la so-
lución de los conflictos y algunas otras referencias similares. No hay duda que ello
es así, pero no alcanza con solo decirlo como una enumeración de ingredientes pa-
ra una receta nueva.
El desempeño de una adecuada función judicial en un sistema acusatorio como
el que se ha sancionado en la provincia exige que la actividad judicial sea pensada
y repensada en forma cotidiana porque el riesgo de hacer lo mismo que ayer pero
con nuevos nombreses una amenaza latente.
Algunos creen que estas tradiciones de lo inquisitivo se subsanan reemplazan-
do a la totalidad de los operadores judiciales por otros nuevos. Más allá de lo que
implica esa decisión en términos institucionales, la pretendida solución olvida que
esos nuevos actores están formadosen la misma sociedad, con valores socialesque
los atraviesan en la configuración como sujetos, y en cuanto a su formación técni-
ca, suelen estar formados en universidades donde los actores del sistema procesal
anterior dictan clases y escriben libros.
Esa poco imaginativa y simplista solución no solo es costosa en términos socia-
les e institucionales, sino que aun cuando fuere idónea y realizable en forma muy
parcial, no debe encubrir el real problema que nos enfrenta la reforma procesal.
Hace más dequinientosañosquese ha instalado un sistema de enjuiciamiento
inquisitivo en Europa y hemos sido colonizados también en ese sentido. Pero esa
instauración de las formas propias de la inquisición supera holgadamente las ex-
clusivas prácticas judiciales. Las ideas que se instalan en los medios de comunica-
ción y que poseeafincada toda la ciudadanía sobre loque es un juezdista notable-
mentede lo que se exige en estos nuevossistemasprocesales. Es por ello que no re-
sulta tan sencillo modificar las prácticasjudiciales para que se ajusten a las exigen-
cias que cotidianamente repiten los manuales sobre la reforma.
RECONSTRUYENDOLA FUNCIÓN JUDICIAL ...
' Cfr., entre muchos otros. Foucault, La verdady las formasjurídicas. tercera conferencia,
1995, p. 76; Binder, Derechoprocesalpenal, 2013, t. 1. p. 263.
Binder, "Elogio de la audiencia oral y pública", en Elogio de la audiencia yotrosensayos,
2014, p. 13.
mente consulten los actores del sistema, y porque tarde o temprano los legislado-
resquerrán modificarla antedemandas electoralistas de mayor "seguridad".
Es por eso que corresponde hacer un relevamiento del Código y mostrar quéas-
pectosregulaadecuadamente, según losobjetivos ya indicados, y cuálestienen al-
gunas deficiencias. Sin embargo, es aún más relevante mostrar qué relación sisté-
mica tienen esas regulaciones.
Es importante considerar qué relación tienen las disposiciones procesales en la
lógica general del funcionamiento. Solo así se puede pensar y repensar las prácti-
casdel sistema para evaluar qué modificaciones hacer y dónde incorporarlas. Mu-
chas modificaciones legales no tienen ningún efecto positivo porque lo que hay
que ajustar son prácticas que no se guían por aquellas sino por otros parámetros,
por ejemplo de infraestructura.
Pero también es importante tener claro la relación intrasistémica de las reglas
procesales para que seadvierta el descalabro que podrían producir futuras refor-
mas legalesque pretendan garantizarlavelocidad punitiva paradarledecomerse-
guridad al insaciable monstruo mediático quefagocita todo, sobretodo en épocas
electorales.
Un aspecto central, y frecuentemente olvidado por los actores procesales, es lo
que los códigos suelen establecer como principios generales al inicio de sus textos.
Esos principios que son frecuentemente considerados merasexpresionesde deseos,
deben ser tenidos en cuenta seriamente. El CPPRN establece pautas de gran- valor
interpretativo para desarrollar la actividad procesal. En lo que respecta a la temá-
tica que aquí se trabaja es pertinente destacar que el art. 6
' señala como deber de
los jueces el cumplir "... los actospropiamente jurisdiccionales velando por e l res-
guardo de los derechos y garantías", prohibiéndoles "realizar actos de investiga-
ción" o medidas probatoriasodecoerción quenosean por expresa petición de par-
te. La carga de la prueba exclusivamente en cabeza de la acusación indicada en el
art. 13 es una derivación de esasdisposiciones.
Sin embargo, también se afirma en el art. 14 que "losjuecesy fiscalesprocura-
rán la solución del conflicto primario surgido a consecuencia del hecho, a fin de
contribuira restablecer la armonía entre sus protagonistasy la pazsocial". El sur-
gimiento de esta vía de acción es una forma más de horadar las concepciones del
delito como infracción y del condenado como desobediente a la ley. La necesidad
de procurar hacer lo posible por restaurar los lazos sociales a partir del conflicto
suscitado-o al menos, de no seguir agravando la situación por la aplicación de po-
der punitivo-es un camino quedebe ser continuamenteexplorado. No todos los
conflictos individuales podrán resolverse, o noagravarse, a travésdela prescinden-
cia de la acción penal en un contexto institucionalmente definido. Sin embargo, es
deber de los jueces considerar seriamente estas alternativas, no solo por las impli-
cancia~que ello podría tener en la vida de los involucrados, sino también para pro-
curar modificar la tradicional selectividad del sistema penal.
RECONSTRUYENDOLA FUNCIÓN JUDICIAL ...
nunciac~nllevaríaqueotrogrupodepersonasseocupasedegestionartiempos,ci-
taciones, fechas y horarios, dejándole al juez la sola -e irnportantísirna- ocupa-
ción desentarse en una sala deaudiencias para dirimir controversias, dea una a la
vez, sin preocuparse por todo lo que no puede hacer al mismo tiempo. La concen-
tración de losactosestambién la concentración mental del juezen la decisión de la
controversia.
Cuando el art. 30 se refiere a la oficina judicial explica que los jueces serán asis-
tidos por ella y que "su DirectoroJefedeberá organizarlasaudiencias, dictarlasre-
soluciones de mero trámite, ordenar las comunicacionesy emplazamientos, dispo-
ner la custodia de objetos secuestrados en los casos que corresponda, llevar los re-
gistrosyestadísticas, dirigiralpersonalauxiliar, informaralaspartesycolaboraren
todos los trabajos materiales que eljuez o e l tribunal le indique. Está prohibida la
delegación de tareasjurisdiccionales en los integrantes de la oficina judicial". La
relación juezy oficina judicial es una relación tensa en la medida que losjuecespre-
tendan seguir siendo los dueños del proceso, de las partes, de sus estrategias y de
sus tiempos.
Otra tensión habitual se da con los acusadores. Es deber del juez resolver todas
las cuestiones en las que se presenten controversias insuperables entre partes an-
tagónicas.Todos lospedidosacusatoriosde privar de un derecho, sea en forma cau-
telar, oen la misma sentencia, deben ser resueltos judicialmente-aun cuando me-
diare un acuerdo previo de partes-. No obstante ello, se presupone que la defen-
sa actúa en formalibre, conuna investigación a u t ó n ~ m aque , ~ puede realizar re-
querimientosal fiscal. Se considera que el fiscal, guiado por los principiosdeobje-
tividad, buenafey lealtad procesal, no habráde procurar perjudicar indebidamen-
te a la defensa. Sin embargo, si alguna cuestión de esas se suscita es el juez quien
podrá resolver el punto en conflicto.
Diversa es la cuestión cuando el conflicto se plantea entre partes complementa-
rias o, unidas por un interés asimilable. La resolución de las diferencias debe, en
principio resolverseen el ámbito donde ese interéssedefiende. En ese sentido, una
regulación interesante y novedosa del CPPRN es la obligatoriedad de unificar la
acusación.
Es así que el "juez sea a petición de parte con antelación, o a más tardar, en la
audiencia prevista en elart. 163convocará a laspartes, a efectosderesolverlascon-
troversias que pudieren existir entre e l Ministerio Público Fiscaly la parte quere-
llante, sobre los discursos fácticos, jurídicos y estrategias probatorias" (art 56),
puestoqueel imputado poseederechoa una única acusación. Esta decisión resuel-
ve una vieja disputa procesal en la que se planteaba que seviola la igualdad de ar-
masentre las partes si seadmite que un acusador privado puede llevar otra hipóte-
sisacusatoriadistintadeladel MPFobligandocon elloa que el imputadosedefien-
da de dos pretensiones diferentes.
Ahora bien, el juez oficia aquí como una suerte de componedor que procura
resguardar los intereses de ambos sectores. Sin embargo, al ser la definición de la
acusación, no será el sino otro fiscal quien resolverá la cuestión si no se llega a un
acuerdo. Así sostiene el último párrafo del art. 56 que será el fiscal general quien
"dirima los planteos y resuelva en el caso en concreto si debe prevalecer el interés
particular o social general".
En forma similar acontece con los casos de recusación. En el caso de los fiscales
la recusación será resuelta por el fiscal superior jerárquico (art. 60) y no por el juez
como solía ser definida la regla en los sistemas inquisitivos mitigados, debido a la
ubicación que la figura del jueztenía.
En cuanto a lasfunciones del MPF, que aquíson degran intereses por definir el
lugar que le queda al juez, el art. 59 sostiene que "a los fiscalesles corresponderá
la carga de la prueba de los hechos que funden su acusación", y que además "será
deber de los fiscales adoptar o requerir las medidas necesariaspara proteger a las
víctimas de los delitos ... ". Ahora bien, esa segunda función no puede ser entendi-
da como una forma de evitar la obligación de losjuecesde analizar los planteosde
las defensas antes decisiones fiscales. Es un trabajo difícil establecer qué aspectos
de la etapa preliminar son exclusivoscamposdel fiscal, y cuáles no.
Un aspecto que suele ser mal comprendido en los procesos de reforma es lo que
losactores suelen derivar de que losjueces no pueden investigar y acusar, y queello
le correspondeal fiscal. Sueleobservarseque, en algunoscasos, hay un abandono
de la función judicial, dejando a instanciasdelfiscal la resolución decuestionesque
no son propias del acusador.
La lógica especular suele jugar allí una mala pasada a los intérpretesde la ley. Si
bien es correcto que no puede haber condena sin acusación, no es correcto que a
cada acusación le corresponda una condena. Esta explicación está clara para todos,
pero a poco deandar pareciera que la confusión empieza a reinar, sobretodo en la
etapa de investigación preliminar-en la que pareciera que todo le está permitido
al investigador-ytambién en loscasosde mecanismosalternativosdesolución de
conflicto -en donde se erige una suerte de fiscal dueño de la acción en todos los
casosy que, deella puede hacer lo quequiera, sin dar cuenta de una coherencia po-
lítico criminal-.
Cierto y evidente es que el juez no puede inmiscuirse en la estrategia de la acu-
sación. Es inválidoqueel juez sugiera al fiscal, decualquier manera que fuere, me-
jores formas de lograr el objetivo de la condena. Es así que no es posible admitir
que el juezproduzca prueba ni que interroguetestigoso peritos. De igual manera,
no es posible que aplique consecuencias más gravosas a las requeridas por el acu-
RECONSTRUYENDOLA FUNCIÓN JUDICIAL ...
dad ...' ", añadiendo que ello "...se trata de meras afirmaciones dogmáticas, sin
sustento en ninguna razón plausible de política criminal, lo que evidencia que su
posición frente al caso es arbitraria, basada exclusivamente en su subjetividad, no
siendo derivación razonada del derecho de aplicación al casow5.
CNCCC, 10/4/15, "G. V.. P. l. slRobo deautomotor", reg. no 12/15, en Devoto -Carafa, "Sus-
pención del juicio a prueba", en Jurisprudencia de Casación Penal. Selección y análisis de fallos.
Martin- Nardiello(dirs.), 2016, t. 1, p.44.
CNCCC, 15/4/15, "Ramirez, Fabián Héctor", registro no 18/15, en Devoto - Carafa, "Sus-
pención del juicio a prueba", en Jurisprudencia de Casación Penal. Selección yanálisis de fallos~
Martin- Nardiello(dirs.). 2016, t. 1, p. 55.
RECONSTRUYENDOLA FUNCIÓN JUDICIAL ...
Estos ejemplos permiten dar cuenta del rol que le cabe al juez ante decisiones
fiscales de continuar con la acción penal. En efecto, si bien esa decisión es una fa-
cultad del fiscal, estadebeser ejercida con criteriosobjetivosy uniformesde políti-
ca criminal, lo que descarta la mera subjetividad de cada fiscal en particular y, más
aún las desigualesdecisionesque pudiera adoptar cada representante del MPF sin
una explicación razonable. Es pertinente concluir estetópico recordando la obliga-
ción vinculada a tratar de resolver los conflictos que deben asumir los jueces y los
fiscales en esta clase de sistemas.
En cuanto al desarrollode lasformasde presentación decuestionesy resolución
de controversias, el CPPRNtiene una fuerte apuesta en las audiencias. Ha señalado
yacon precisión Binderque "la audienciaoral como herramienta principal delaad-
ministración de justicia es la gran fábrica social de la cultura de la tolerancia y de la
legalidad", agregando que "... se sabe que existen algunos instrumentos con ma-
yor eficacia para cambiar esa cultura o, por lo menos, para ponerla en cuestión (...),
la audiencia oral -realizada de un modo masivo, como el lugar permanente de
trabajo del abogado-que constituye, sin duda, uno de los más eficaces" 6.
En tal sentido, son deenorme relevancia losarts. 65,66 y 67 al tratar diversos as-
pectos explicitan cuestiones sobre la forma de las resoluciones que pueden adop-
tarse y el registro quedebeexistir de ellas. En tal sentido sesostieneen el primero
de los artículos referidosque "todaslaspeticiones, oplanteosdelaspartesque de-
ban ser debatidas se resolverán en audiencias orales ypúblicas, salvo las que sean
de mero trámite, queserán resueltasporla oficina judkal". Asimismo en el art. 66
se dispone que "lasdecisionesjudicialesy sentencias de losjuecesprofesionalesque
sucedan a una audiencia oralserán deliberadas, votadas ypronunciadas inmedia-
tamenteenla misma audiencia, salvoquesedisponga unplazo distinto", agregan-
do que "lasresolucionesdel tribunaldurante lasaudienciasse dictarán verbalmen-
te, quedando notificados todosporsupronunciamiento". En suma, la oralidad es
lo quedebe guiar la actuación de las partes y de losjueces. Es imprescindible evitar
las prácticas puramente escrituralistas, pero también las denominadas formas de
falsa oralidad tales como las habituales lecturas en las audiencias con meras refe-
rencias a constancias escritas.
Por su parte, es interesante que en el art. 67 se disponga sobre la forma de do-
cumentar lo acontecido en la audiencia. En especial es importante la obligación de
que "los actosse deberán documentar por audio y10 video" y que "las formalida-
des esenciales de losactosdeberán surgir del mismo registro y, en caso denoserpo-
sible, de un acta complementaria".
A partir del art. 72 se regulan las formas de las audiencias, y allí se consigna un
dato para nada menor, si se considera conjuntamente con otras notasdel Código.
viesan al proceso penal, el CPPRN señale que el registro audiovisual no solo debe
estar accesible para las partes, sino también que serán públicos-salvo los excep-
cionalísimos casos de audiencias privadas, en los términos del art. 73-.
Otra disposición que ataca frontalmente las prácticas inquisitivas de los siste-
mas acusatorias es la prohibición expresa del art. 152 en tanto establece que el le-
gajo "es público para las partes", pero que en ningún caso podrá ser consultado
por el órgano jurisdiccional. Esdecir, todaslas partespueden consultar y acceder al
legajo de investigación fiscal, pero el juez no podrá conocerlo ya que ese contacto
lo afectará para tomar una decisión adecuada en base, exclusivamente, en lo que
las partes produzcan en la audiencia.
En lossistemas inquisitivos mitigadoses habitual queel juezarribeal juicio con
lecturas previasdel caso. Esasituación esabsolutamente equiparablea la dever un
film realizado sobre la base de un libro, cuando el espectador ya leyó el libro. Si
además, lo leyó a conciencia, lo estudió y se formó una opinión sobre lo que el le-
gajo del acusador narra, el juicio se transforma en una farsa de juicio.
La notable decisión del Tribunal de Impugnación de La Pampa de hacer lugar
al planteo de recusación interpuesto por el defensor y apartar al tribunal que se
había constituido en la sala de audiencias con una copia del legajo de investiga-
ción fiscal es un muestra muy saludable de cómo los operadores jurídicos se pue-
den tomar en serio estas cuestiones y procurar desterrar esas prácticas antirrepu-
blicanas7.
Complemento de aquella decisión normativa es la previsión del art. 120 que se-
ñala que las evidencias recogidas en la investigación preparatoria "no tendrán va-
lorprobatorio en eljuicio oral para fundar la condena del acusado, salvo aquellas
que fueran recibidas de conformidad con las reglas del anticipo jurisdiccional de
prueba ".
Claroesqueellas podrán invocarse en audiencias preliminaresal juicioo, inclu-
so como declaraciones previas para ser utilizadas en el debate, pero bajo las estric-
tas reglas que dispone el art. 179.
Con relación a la adecuada preparación del juicio cabe decir que ello no es solo
un deber de las partes. El juez también es un actor protagónico que tiene un rol
preponderante en la preparación de un juicio. Claro que no es ya el rol de investi-
gador, pero tampoco posee un rol pasivo. Es su deber asegurar que el juicio se de-
sarrollará de la mejor manera posible, con la cantidad de testigos necesaria, pero
no sobreabundantes, y con la fluidez que mejor les permita a las partes narrar-a
través de la prueba-su teoría del caso.
' TI La Pampa, 25/10/11, "Dr. Alejandro Osio z/Planto de recusación de la audiencia de jui-
cio", disponible en www.pensamientopenal.com.ar/fallos/32863-dr-a/ejandro-osio-s-p/an~a-re-
cusacion-audiencia-juicio.
Uno de los puntos salientes de esa intervención activa es la del juez en la etapa
intermedia. La audiencia decontrol de la acusación esdegran importancia en la es-
tructura del sistema de enjuiciamiento, y así lo asume el CPPRN. Será menester de
los operadoresdel sistema que no rebajen esta audiencia degran importancia a un
simpletrámite. Sobre lascuestionesque genera la práctica arraigada en el trámite
del expediente y que se desentiende de la importancia de la oralidad y del rol del
juez en la etapa preparatoria del juicio, me explayé en un trabajo anterior8. Las
consideracionesespecíficas hechasallí resultan demasiado extensas para reprodu-
cirlasen este caso. Noobstanteellocabe aquíseñalar, a losfinesdequesecompren-
da que el juezdebe tener un rol protagónico en estaetapa, aunquenodesde la in-
vestigación o la acusación.
Expliquéen esa oportunidad que una buena práctica judicial en el rechazo de la
admisibilidad de una prueba puede estar dada por la exigencia de que este procu-
re portodos los mediosdemostrarle al peticionante que su pretensión es inadecua-
da. Esto exige una adecuada fundamentación, destinando unos minutos de la au-
diencia para que se comprenda esta situación. Por supuesto, estas decisiones no
pueden habilitar vías recursivas en ese momento, sino en todo caso contra la sen-
tencia, en la medida en que se demuestre que esa decisión sobre la admisibilidad
tuvo suficiente relevancia para provocar una sentencia contraria a las pretensio-
nes. Sin embargo, sí pueden provocar reposiciones para que la parte que vio cerce-
nado su ofrecimiento seesfuerce por demostrar que el juezse ha equivocado, dán-
dose así todos los intervinientes la posibilidad de obtener la mavor información
disponible para lograr la decisión másadecuada. Este pequeño párrafoessuficien-
temente ilustrativo del rol judicial en la preparación del mejor juicio posible para
que el litigio entre laspartessedesarrollesin perturbaciones. Solo asíse puede ob-
tener la mejor sentencia posible por parte de los juzgadores, sean estos profesio-
nales o populares.
En esa línea cabe destacarse que el CPPRN establece en el art. 163 que la finali-
dad de la audiencia será "debatiry resolver las cuestionespropias de esta etapa",
añadiendo q ue "sipara ello sejustifica producirpruebas, lasparteslas ofrecerán en
la misma audiencia y tendrán a su cargo la presentación y diligenciamiento ...". El
mismo artículo señala que "alinicio de la audiencia la Fiscalíay la querella explica-
rán la acusación y proporcionarán los fundamentos".
Es evidente entonces que las acusaciones tienen que exhibir cuál es la platafor-
ma sobre la cual acusarán. Ello es necesario para establecer si la prueba que ofre-
cen para producir en el juicio es pertinente y necesaria para demostrar sus propo-
siciones fácticas, pero también para que quede absolutamente claro cuál es el ob-
Esa práctica fue desarrollada ya en algunos sucesos de repercusión pública por algunos
juecesen la Capital Federal. ElTribunal Oral en locriminal n021realizó, a travésdel presidentedel
3 - Una adecuada regulación procesal es una buena base para modificar las
concepcionessobrefunciónjudicial. Sin embargo, ellaessolo un puntode partida;
muy interesante, pero punto de partida al fin. Concebir a la ley como el punto de
llegada presupone que ella no es interpretable o modificable. Las prácticas defi-
nen mucho más profundamente lasimplicanciasdel sistema deenjuiciamientoque
las propias leyes.
Las arraigadas concepciones inquisitivas, paternalistas y moralizantes, han Ile-
vado a que concibamos a la figura del juez como algo superior, que no brinda un
servicio, sino quegoza de un privilegioy que, como tal, notiene porquéandardan-
do explicaciones de lo que decide. La asimilación del contenido de una resolución
judicial con una cuestión degustosde un privilegiado no es propia de una repúbli-
ca con un sistema democrático de gobierno.
Lo jueces noson rnásque funcionarios estatalesque poseen una enorme respon-
sabilidad en la decisión de conflictos ajenos. La obligatoriedad de no resolver más
allá de lo pedido por el acusador, de explicar la resolución, y de hacer en un lengua-
je que pueda ser comprendido, y también cuestionado o criticado, es ineludible.
La comprensión de que el sistema penal es estructuralmente selectivo y que es
ineludible procurar cambiar esa selectividad propiciando la resolución de los con-
flictos menores por parte de lo directos involucrado o, en su caso, de buscar otros
mecanismos alternativos de abordaje de los conflictos, es también necesario. Solo
así es posible que el funcionamiento del sistema procesal se dedique, al menos un
poco más, a loscasosde mayor invulnerabilidad al sistema. Explicar en quéclase de
situacionesy conflictos, sedispone tiempo y recursos, estambién un deber judicial.
No solo judicial, pero también judicial.
En suma, es ineludible que losactoresdel proceso de reforma se interroguen co-
tidianamente si están trabajando bajo la premisa de que los derechos de las perso-
nasson realmente de sus titulareso losestán usurpando, aún con fines loables.
Deberán, en relación a esa cuestión, pensar cuánto se está haciendo en forma
institucional, pero también en el caso específico por considerar el conflicto indivi-
dual, y su relación con el contexto social, como eje central de la intervención esta-
tal, y no como mera excusa para garantizar la sanción eficazy rápida al infractora
la ley.
En esecontexto, no hay dudasque lavelocidad noesun fin en símismo. Unaad-
ministración de justicia lenta no es sino la privación de un derecho humano, pero
debate Horacio Días. una explicación de la sentencia en el caso en que fuera enjuiciado, entre
otros, José Pedrazza porel homicidiode MarianoFerreyra (causa 377213922 del reg. de eseTOC no
21). Similar situación se dio en uno de los juicios que se realizaron en el Tribunal Oral en lo Crimi-
nal no15 porel homicidiodeGonzaloAcro. En la causa 297814321 tuveoportunidad deexplicarco-
mo presidente del debate, previo a la lectura de la parte dispositiva, los fundamentos de la deci-
sión tomada respectodecada unode los imputados en esesuceso.
RECONSTRUYENDOLA FUNCIÓN JUDICIAL ...
una administración de justicia "exprés" no suele ser la mejor alternativa para que
el conflicto se gestione de la manera más adecuada posible. ¿Quién podría dudar
en que no es aceptable que muchas personas estén largo tiempo en encierro sin
condena? Sin embargo, no es posible aceptar que toda la modificación que pro-
duzcamos sea cambiar la categoría conceptual que justifica el encierro.
Para ello es necesario deshacerse de aquella mirada especular pero, además
preguntarse, cómo quedará el conflicto después de la intervención estatal?, jpo-
dría modificarse la situación conflictiva en forma más adecuada si el abordaje pe-
nal fueses distinto?, jes posible esa mejora?, jcómo alcanzarla?
Se ha dicho bastante sobre la función social de la administración de justicia,
aunque no haya sido suficientemente leído por los operadores de ese servicio. No
hay dudas que es necesario despojarse de la universalidad de las recetas y hacerse
cargo de que en cada con acto existe alguna posibilidad de aminorar las injusticias
a p á r t i r d i rescatedeesossignificados~cult~s,desoídos-muchasvecese~propia-
dos por losoperadoresjurídicos-y otrosdirectamente no existentesen esta histo-
ria del mundo jurídico, tal como lo refieren, entre otros, Cafferata.
Es indudable, afirma la autora que " ... incluyamos otras versiones, otras reali-
dades, otras verdades, por qué no, otros derechos de otras partes de la sociedad
que esperan ser mirados si en verdad pretendemos una sociedad queconviva en su
pluralidad, en su heterogeneidad". Ante ello la función de un juez, como la de to-
dos los operadores del derecho, "... no es un premio ni la recompensa del rey [sino]
un desafío; un trabajo nunca tranquilizador, pero necesario" 'O.
La posibilidad de la composición del conflicto a travésde la vía de la mediación,
conciliación, principio deoportunidad, suspensión del proceso a prueba u otro me-
canismo alternativo debe ser la primera pregunta de todos losoperadores. Existen
conflictos graves, pero también el sistema hace ingresar una enorme cantidad de
casosqueesperan un abordaje no punitivo, que no incremente la violencia.
Desde otra perspectiva, para loscasosque requieren la realización de un juicio,
propongo la inversión de la regla explicativa. Loscódigossuelen regular losjuicios
con jueces profesionales y, luego, en las disposiciones sobre juicios por jurados se
hacen referenciasaaquellaagregandosolo lo quesedebe modificar en el desarro-
llo del juicio.
Considero que la regla es la inversa. El jurado debe estar siempre presente, aun
en losjuiciossin jurados. En el casode losjurados lasfuncionesdeacusar, defender-
se, resolver la admisibilidad de la prueba, dirigir el juicio, y decidir el caso, están se-
paradas en personas distintas.
Es sencillo entender que el fiscal acusa, el defensor defiende, el juez del control
de la investigación preliminar resuelve la admisibilidad de la prueba, el juez técni-
l1
Sobre las dificultades que ello genera en el Código Procesal Penal vigente en el ámbito
nacional y federal (ley 23.982) analicé diversas prácticas posibles para conjurar momentánea-
mente esa dificultad normativa en El debido proceso penal, Ledesma (dir.) - Lopardo (coord.)~
2016, t. 1, p. 93.
El rol del Ministerio Público Fiscal de Río Negro
en el marco del proceso acusatorio
instaurado por el nuevo
Código Procesal Penal de la provincia
MARCOS RODOLFO ROCA *
En ese sentido, tanto a nivel federal (art. 120, CN) como local (la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires (art. 125. Const. CABA), Chubut (art. 195 y SS.,Const. provincial). Jujuy (ley 5895) y
Santa Fe (leyes 13.013 y 13.014). por nombrar solo algunas)se ha mutado hacia un sistema de un
Ministerio Público bicéfalo, donde un fiscal o procurador general encabeza el órgano acusador
-Ministerio Público Fiscal o "de la acusación" (Santa Fe y Jujuy)-y undefensorgeneral dirige la
defensa oficial-Ministerio Público de la Defensa serviciode de Defensa Pública" (Santa Fe)-, de
modo tal de garantizar la independencia y la igualdad dearmasdeambas partes. La CiudadAutó-
noma de BuenosAires ha idoincluso un poco más allá y su Ministerio Público es tricéfalo: fiscal, de
la defensa y tutelar, este último encargado de velar por los derechos de las personas menores de
edad y10 incapaces.
MARCOS RODOLFO ROCA
5 3. El acusatorio a la rionegrina
a) Informalidad de la investigación
El art. 120 del nuevo CPPRN establece lo siguiente: "El fiscal formará un legajo
de la investigación sin formalidadalguna en donde se hará constar todos los ele-
Maturana Miquel - Montero López, Derecho procesalpenal, 2"ed., 2012, t . II, p. 578,
' El Código ProcesalPenaldela Repúblicadechile, decortenetamenteacusatorio,entróen
vigencia el 12/10/00 (ley 19.696) y su aplicación fue paulatina en distintas regiones del país entre
los años2000 y 2005.
EL ROL DEL MINISTERIO PÚBLICO FISCAL DE R¡O NEGRO ...
mentos recabados. Dicho legajo será accesible a todas las partes del proceso. En
ningún caso podrá ser consultado p o r e l órgano jurisdiccional.
Las actuaciones de la investigación preparatoria no tendrán valor probatorio
en eljuicio oralpara fundar la condena delacusado, salvo aquellas que fueran reci-
bidas de conformidad con las reglas del anticipo jurisdiccional de prueba.
No obstante, podrán invocarsepara solicitar o fundar una medida de coerción
o cautelar, excepciones o el sobreseimiento. La defensa podrá contar con suspro-
pias evidenciaspara discutir en audiencia".
Del texto de la norma se desprende que el principio durante la investigación es
la informalidad, basado en que su naturaleza es principalmenteadministrativa: la
información recabada durante la pesquisa no tiene en principio valor probatorio
mientras no sea empleada en el debate oral y público para probar la responsabili-
dad del acusado8.
Esta informalidad representa una de lasgrandesdiferenciasdel sistemaemple-
ado por el nuevo CPPRN respecto al antiguo sistema inquisitivo, pues no se trata
simplemente de trasladar al fiscal las tareas que ayer realizaba el juez de instruc-
ción. Por el contrario, la informalidad implica la inexistencia de reglas en general
para la recopilación de la evidencia, centralizando asíel rol del debate oral y públi-
co, pues solo deberán "rodearse de un conjunto de formalidades que permitan
establecer garantías mínimas para su uso p o ~ t e r i o r los
" ~ actos que la Fiscalía pre-
tenda emplear en el debate.
La informalidadcomopilarde la investigación, otorga puesa la Fiscalía, un gran
poder de creatividad e innovación a la hora de recabar la evidencia, acorde a los
tiempos que corren donde la tecnología brinda cada vez mayores herramientas a
tal efecto. Así, el nuevo CPPRN elimina la necesidad de "sacralizar" todos los actos
en actas en papel pudiendo ahora el fiscal emplear cualquier medio, incluidas las
nuevas tecnologías, para demostrar su hipótesis acusatoria, extremo que el legis-
lador previó a la hora de indicar que los audios y los videos, por ejemplo, son
medios de prueba válidos (art. 183, CPPRN).
De cualquier modo, el legislador rionegrino no apostó por un sistema acusato-
rio extremo, como el quese aplica en los países anglosajones, donde el fiscal acude
al debate oral apenas con las evidencias que estima necesarias -adquiridas con
total informalidad- y con sus notas como ayudamemoria. El acusatorio de Río
Negro, en cambio, prevé no solo que los actos que serán empleados en el juicio
deben cumplir con ciertos recaudos, sino quedirectamente algunas medidasdeben
ser directamente solicitadas al juez de garantías. Este sistema, aunque contrario al
anglosajón, parece ajustarse más a nuestro sistema constitucional, donde confor-
me el art. 18 de la CN, las medidas cautelares que afecten derechos y garantías del
acusado deben ser autorizadas por el órgano jurisdiccional. Sobreeste último pun-
t o nos expediremos más adelante.
El Capítulo lll del Título I del Libro Segundo del nuevo CPPRN (art. 96 y SS.)prevé
queel Ministerio Público Fiscal tendrá la posibilidad dedisponer de la acción penal,
entendido como la facultad del órgano acusador de "prescindir total o parcial-
mente delejercicio de la acciónpenalo limitarla a alguna de laspersonasque inter-
vinieron en e l hecho" (art. 96, CPPRN), de suspender el juicio a prueba (art. 98,
CPPRN) y de aplicar procedimientos abreviados en forma de acuerdo pleno (art.
213, CPPRN) y parcial (art. 217, CPPRN).
Estas potestades del órgano acusador deben ser analizadas a la luz del art. 119
del CPPRN, que dispone: "El Ministerio Público Fiscalpracticará la investigación
preparatoria con la finalidadde arribara la solución delconflicto porcualquiera de
las vías legalmente previstas ypromover
~ . o desechar la realización deljuicio".
El artículo, aunque puede pasar desapercibido en el Código por su breve redac-
ción, representa un rotundo giro en el objetivo de la investigación penal. En efec-
to, se trata de cambiar el objeto de la investigación de la "búsqueda de la verdad"
por la "solución del conflicto". Nótese que de la propia redacción queda en claro
que el juicio no es un mecanismo de solucionar el conflicto entre las partes-el fis-
cal practicará la investigación para solucionar el conflicto o para ir a juicio- sino
que se trata de evitar ir a juicio oral o aplicar métodosalternativos para reparar el
daño causado y solucionar la cuestión que fue traída a análisis del sistema judicial.
De lo dichore desprende que la aplicación de los criterios de oportunidad para
disponer de la acción penal no puedeobedecer a razonesde cúmulo detrabajo-la
denominada "limpieza de causasn-sino que debe tener en mira, necesariamente
y en todos los casos, la resolución del conflicto respetando los derechos del impu-
tado y dando una acabada respuesta a los intereses de la víctima. Es por eso mismo
que el propio legislador, en el art. 96 del CPPRN, ha establecido criterios de inter-
pretación acerca del momento y en cuáles circunstancias corresponde aplicar cri-
terios de oportunidad para disponer de la acción penal. Así, se puede disponer de
la acción en los casos de:
a) Insignificancia, la cual debe ser declarada por el fiscal mediante auto fun-
dado, haciendoespecial hincapiéen la naturalezadel hechoy lafaltadedis-
valor de la conducta del i m ~ u t a d oa la luz tanto de los interesesde la socie-
dad como de la víctima.
b) Intervención de menorrelevancia, lo que hace referencia a la participación
del imputado en un hecho determinado sin que su actuar haya sido rele-
vante para la comisión del delito.
EL ROL DEL MINISTERIO PÚBLICO FISCAL DE R¡O NEGRO ...
En todos los casos, el legislador previó que la disposición de la acción penal por
parte de la Fiscalía implica el cierre de la investigación y la extinción de la acción
penal respecto de la persona en cuyo favor se decidió. En este caso, si la decisión se
adopta antes de la formulación de cargos, el archivo deberá ser dispuesto directa-
mente por el fiscal. De locontrario corresponde al juez, quien, en nuestraopinión,
no puede sino hacer lugaralarchivosolicitado por el órganoacusador, puesen fun-
ción del sistema acusatorio el juzgador se encuentra sujeto a la decisión del fiscal,
máxime cuando es, como en estos casos, en favor del imputado.
Frente a un archivo por aplicación del principio de oportunidad, entendemos
que no es aplicable la solicitud de revisión de la desestimación por parte de la vícti-
ma, prevista en el art. 129 del nuevo Código, en tanto aquel hace referencia a la
desestimación y al archivo por imposibilidad de identificar al autor del hecho,
mientras que en este acápite analizamos el archivo por aplicación de criterios de
oportunidad. Además, mal podría la víctima-ocualquier otra persona-oponer-
'O Piénsese en el supuesto de un padre que viaja en automóvil con su hijo, cruza un paso a
nivel con la barrera baja y producto del impacto del tren con suvehículo le causa la muerte a este
último. lmputadoel padre por homicidio culposo, podría pensarsequeel sufrimiento productode
haberle causado la muertea su hijo implica ya para él una pena natural.
MARCOS RODOLFO ROCA
l 1 Los recursos son remedios de eminente corte jurisdiccional (cfr. Palacio, Losrecursosen el
procesopenal.4aed..2012),por loque las presentacionesde un particularanteel Ministerio Públi-
co Fiscal.aunenel casoderevisióndeuna decisiónde unfiscaldeanterior instancia, no puedenser
equiparados a tales. Al respecto, véase sin ir más lejos que una decisión fiscal no puede pasar en
autoridad de cosa juzgada (art. 18, CN), de donde se desprende que el legislador haya indicado
que, si el archivo por oportunidad ocurre después de la formalización de cargos, sea el juezquien
deba dictarel pronunciamiento desincriminatorio.
l2 En una república los actos emanados de la autoridad estatal deben estarsiemprefunda-
dos. para que el ciudadano pueda conocer sus motivos y eventualmente impugnarlos. La falta de
argumentación de un acto, propia de las monarquías absolutas, se opone de bruces a todo nues-
tro orden constitucional (cfr. en ese sentido, Gelli, Constitución de la Nación Argentina comenta-
da y concordada. 2011, t. l. p. 27 y 5s.).
EL ROL DEL MINISTERIO PÚBLICO FISCAL DE R[O NEGRO ...
l 3 Preferimos, al igual que Alberto Bovino (véase la clase donde habla sobre el punto en
l6 Un resumen muy completo de la historia del rol de la víctima a través de lossiglos esefec-
tuado por Garland, The culture o f control: social order in contemporary society, 2001, p. 11 y
siguientes.
l7 El psiquiatra estadounidenseWeriham es quien por primera vez usa el término "victimo-
logía" en su libro Theshowof violence, publicado en 1949.
EL ROL DEL MINISTERIO PÚBLICO FISCAL DE R¡O NEGRO ...
averiguación de la verdad" (art. 109, CPPRN). Dado que el objetivo del proceso,
como vimos más arriba, no es la averiguación de la verdad sino la resolución del
conflicto sometido a consideración del sistema de justicia penal, nos parece que el
nombre empleado debería haber sido el más llano "peligro de entorpecimiento
del proceso". El detalle es sin dudas menor, pero conceptualmente nos parece
importante, pues si la búsqueda de la verdad no es un objetivo del proceso, mal
podría restringirse la libertad de una persona en función desu interés.
5 4. Conclusiones
A lo largo de este capítulo hemos analizado brevemente el sistema acusatorio,
su historia, susalcances y el rol queel legislador provincial le ha dado al Ministerio
Público Fiscal de Río Negro en el marco de este sistema. Consideramos que el acu-
satorio es un avance para lasgarantías del imputado dado que separa claramente
la función de investigar y acusar de la de juzgar, fomentando así la imparcialidad
del juez y el respeto de las demás garantías del imputado. Analizamos la incorpo-
ración de criterios de disponibilidad de la acción penal, que deben ser aplicados
con precaución pero sin miedo en los casos en que resulten adecuados. También
destacamosque el nuevo Código otorga la posibilidad a la víctima de ser una par-
tícipe activa del proceso, pudiéndo induso oponerse y controlar las decisionesdel
órganoacusador. Por último, consideramos lógica y adecuada la limitación al acu-
sador en lo que respecta a medidas cautelares, que deben ser adoptadas por el
juez imparcial y no por un órgano como la Fiscalía, interesado en las resultas del
proceso.
Por razones de espacio no nos adentramos en el rol del Ministerio Público Fiscal
durante el debate oral y público, pues además en esa etapa del proceso no vemos
grandes diferencias, en lo que respecta a la Fiscalía, con el sistema fijado por el
Código Procesal Penal ley 2107. Tampoco hemos analizado la etapa de ejecución,
aunqueesde esperarsequea lo largodeesta-donde la imposición de dolor, como
diría Christiezl, se hace más real- el Ministerio Público actúe no ya como un acu-
sador-su pretensión acusadora debería haberse satisfecho con la condena-sino
como un garante de la legalidad y del respeto de los derechos del condenado.
En definitiva, consideramos que el nuevo Código Procesal Penal de la Provincia
de Río Negro, sancionado por ley 5020, representa un claro avancetanto a nivel de
garantíasdel imputado como de mecanismosde resolución alternativa del conflic-
t o y de participación de la víctima. Celebramos su sanción y aguardamos interesa-
dos su aplicación en los casos judiciales, pues aunque el texto sea de avanzada, su
efectividad está siempre sujeta a cómo lo emplean los operadores del sistema de
5 l.Introducción
La realización de esteartículo nosencuentra transitando una etapa incierta res-
pecto del futuro de la Defensa Pública en la provincia de Río Negro, próxima a
poner en vigencia su nuevo Código de Procedimiento Penal, aprobado por ley
5020, sancionada el 10/12114y publicada en el boletín oficial el 1211115, conforme
lo dispone su artículo segundo al decir: "Elpresente código entrará en vigencia e l
lo de septiembre de 2077 en todo e l territorio de la provincia, a excepción de l o
relativo a l Juicio porJurados, que entrará en vigencia e l 1 de enero de 2018".Eta-
pa incierta, decíamos, porque a tan solo tres mesesdequeeste nuevo Código entre
~ ~
res con la búsqueda de la verdad y la realización del valor "Justicia"- ha sido pro-
ducto de una tradición inquisitiva, la cual se valió de cierta arquitectura institucio-
nal para reproducir sus fórmulas y sus fines y que derivó, con el transcurrir de los
siglos, en la consolidación de modelos de organización, de prácticas regulares, de
construcción simbólica y deestándaresde pertenencia escandalosamentealejados
delosprincipiosrepublicanos. Esto último, en el entendimientodequeel principio
republicano no sólo se manifiesta en la clásica división tripartita entre Poder Eje-
cutivo, Legislativo y Judicial, sino que exige, además, que la organización interna
de cada uno de esos poderes asegure el cumplimiento de las funciones asignadas
por la Constitución Nacional y provincial tanto como un sistema decontralor inter-
no entre sus diversos órganos, con el objetivo de evitar, precisamente, lo que el
republicanismo pretende combatir desde sus orígenes: la concentración de poder
y su correlato, la tiranía y la arbitrariedad.
El modelo acusatorio que consagra el nuevo Código Procesal Penal para Río
Negro, regido por los principiosdeoralidad, publicidad, contradicción, concentra-
ción, inmediación, simplificación y celeridad, obliga específicamente al rediseño
delosfines, lasfunciones, lasmisionesy la ubicación de losórganosqueconforman
el Poder Judicial, postulando, en el razonamiento de una implementación exitosa,
una nueva y sólida arquitectura institucional.
Desde la reforma constitucional del año 1994, la institución de la Defensa Públi-
ca no ha cesado de incrementar su importancia, tanto cuantitativa como cualitati-
vamente. En este sentido, la redefinición que señalamos deberá expresarse en una
multiplicidad de frentes. No obstante, todos ellos evidenciarán la obligación del
Estado de proveer de defensa a toda persona sometida a proceso, garantizando el
acceso a la justicia y la protección jurídica e irrestricta de sus derechos e intereses.
Como dijimos al comienzo, transitamos una coyuntura alarmante. Asumiendo
esta realidad, y considerandoque estamos refiriéndonosa los desafíosde la defen-
sa pública, no podemos dejar de abrir este paréntesisidentificadocon el estado de
la situación actual. Intentaremosdar al presenteartículo una dimensión temporal
(identificada con lo coyuntural), y una dimensión atemporal que permita al lector
una aproximación a la comprensión de lo que la Defensa Pública representa para
el sistema de administración de justicia penal, para el sistema republicano y para el
fortalecimiento del Estado de derecho.
En una de las ediciones del INECIP, Eugenio Raúl Zaffaroni expresa: "... puede
afirmarse que el indicador del grado de realización del Estado de derecho en nues-
tra región está dado por la autonomía y el poder de la Defensoría Pública en com-
paración con las otras agencias del sistema penal. Poco importan códigos procesa-
lesacusatoriosyjueces técnicamente formados, si carecen dedefensa idónea quie-
nes más la necesitan (...) el Estado de derecho solo podrá considerarse mínima-
mente respetado cuando la defensa pública-que se ocupa de los menos podero-
soso de los directamente desapoderados-tenga el mismo poder y la misma jerar-
DE LA DEFENSA PÚBLICA EN UN SISTEMA ACUSATORIO
DESAF~OS
' Zaffaroni, "Introducción", en "Pena y Estado", no5, Defensa Pública, 2002. p. 20.
Hasta el año 1955 Río Negro era partedel territorio Nacional. Dejó de serlo envirtud de la
ley 14.408, promulgada porel presidentede la Nación Juan Domingo Perón. Noobstante, porobra
del golpe militardel 16/9/55, el proceso institucional de organización de la provincia quedó para-
lizado hasta 1957.
C. DELGADO - M . R. CUSTETLLAMBI - D. HUACHACA SANCHEZ
Por otro lado, la autonomia funcional del Ministerio Público se consagra en la ley K 4199
"Ministerios Públicos'' consolidada por ley 4540, que en su art. 3". párr. 1". establece sobre auto-
nomía funcional que: "Los integrantes del Ministerio Público forman parte del Poder Judicial,
gozan de los mismos derechos y garantías y se encuentran sujetos a las mismas obligaciones que
los magistrados, gozan de inmunidad, inamovilidad e intangibilidad reconocida por la Constitu-
ción a los integrantes del PoderJudicial, con idénticos efectos en el orden patrimonial y previsio-
nal". En lo referente al segundo párrafo podemos advertir que establece que: "En el ejercicio de
susfunciones no pueden ser impedidos ni coartados por ninguna otra autoridad. Cada unode sus
funcionarios desempeña su cargo con responsabilidad, independencia y autonomia con sujeción
a la normativa constitucionaly a la presente".Si bienesciertoquese reconoce unaautonomíafun-
cional, y queademás se reconoce como máximo representantedel Ministerio Público de la Defen-
sa a un defensor general; y que además este, de conformidad al art. 20. b) de la ley K 4199, es el
encargado de impartir instrucciones generales para un mejor desenvolvimiento del servicio; se
puede advertir, sin embargo, que las instrucciones del defensor general deben guardar conso-
nancia con las directivasemanadasdel procurador general.
Entre losfundamentosde la ley 4199 se expresa: "En sintonía con la moderna concepción
del MinisterioPúblicosecreanlasfigurasyfuncionesdel Fiscal General yel Defensor Genera1,quie-
nes ejercen las respectivasjefaturas y diluyen definitivamente el rol bicéfalo o bifronte de la Pro-
DE LA DEFENSA PÚBLICA EN UN SISTEMA ACUSATORIO
DESAF~OS
Debe comprenderse, como idea central, que con la vigencia del nuevo Código
Procesal Penal tendremos en línea horizontal, ubicados en igualdad de armas, al
Ministerio Público Fiscal; al Ministerio Públicodela Defensa, en otro extremo; y, en
medio deellos, como un tercero imparcial, al Poder Judicial.
Toda reforma al sistema de justicia requiere, para su consolidación, la acepta-
ción de retos, que para losoperadores implica la asimilación de nuevas prácticas. La
~ ~
5 ) A que se comunique al consulado en caso de ser extranjero; 6)A saber la causa o motivo de su
captura y el funcionario que la ordenó, exhibiéndole según corresponda la orden de detención
emitida en su contra".
Ari. 44, CPPRN.- "Libertadde declarar. El imputado no será citado a declarar, aunque tendrá
derechoa hacerlo cuantas vecesconsiderenecesario. Durante la etapa preparatoria, podrá decla-
rar oralmente o realizarpresentacionesporescrito ante el fiscal encargado de ella. Está prohibida
la declaración del imputado en ausencia del defensor".
Ari. 46, CPPRN.- "Defensor. El imputado tendrá derecho a elegir un abogado de su confianza
como defensor. Si no lo hace, se le designará un defensorpúblico. Si prefiere defenderse porsimis-
mo, el juez lo permitirá solo cuando no perjudique la eficacia de la asistencia técnica. La interven-
ción deldefensor no menoscaba elderecho del imputado a formularsolicitudesy observaciones".
Ari. 47, CPPRN.- "Nombramiento. El nombramiento del defensorno estará sujetoa ninguna
formalidad. Una vezdesignado deberá informara la autoridadque corresponda el lugary modo
para recibir comunicaciones. Durante el transcurso del proceso, el imputado podrá designarnue-
vo defensor, pero elanterior no podrá renunciara la defensa hasta que el designado comunique
su aceptación. Elejercicio del cargo de defensorserá obligatorio para quien lo acepte, salvo excu-
sa fundada. Para el ejercicio de sus funciones, los defensores serán admitidos de inmediato y sin
ningún trámite, por la policía, el fiscal o el juez, según el caso".
23 Art. 59, CPPRN.- "... No podrán ocultar información o evidencias que puedan favorecer
la situación delimputado. Suinobservancia constituye falta grave. Asimismo deberán registraren
el legajo toda la información con que cuenten".
24 Art. 131, CPPRN.- "Atribuciones. El fiscal, la defensa y la querella en su caso practicarán
las diligenciasy actuaciones de la investigación preparatoria que no tengan contenido jurisdiccio-
nal. Se permitirá la presencia de laspartesen losactosque se practiquen".
25 Ari. 120. CPPRN.-"Actuaciones. El fiscal formará un legajo de la investigaciónsin forma-
lidadalguna en donde se hará constartodos los elementosrecabados. Dicho legajo será accesible
a todas las partes del proceso. En ningún caso podrá ser consultado por el Órganojurisdiccional.
Lasactuacionesde la investigaciónpreparatoria no tendrán valorprobatorio en eljuicio oralpara
fundarla condena delacusado, salvo aquellas que fueran recibidas de conformidad con las reglas
del anticipo jurisdiccional de prueba. No obstante, podrán invocarse para solicitar o fundar una
medida de coerción o cautelar, excepciones o elsobreseimiento. La defensa podrá contar con sus
propiasevidenciaspara discutir en audiencia".
DE LA DEFENSA PÚBLICAEN UN SISTEMA ACUSATORIO
DESAF~OS
26 Ari. 122, CPPRN.- "Citación. El Ministerio Público Fiscal ordenará la comparecencia por
simple citación de aquellas personas que fueren requeridas, bajo apercibimiento de ser conduci-
das por la fuerza pública. Si el citado no se presentare en el término que se le fije, nijustificare un
impedimento legítimo, el Ministerio Público Fiscal a solicitud de parte interesada dispondrá su
comparecenciapor medio de la fuerza pública, a los efectos de cumplir el acto para el que ha sido
convocado. La defensa, pública oprivada, podrá citara los testigosque considere pertinente, a los
efectosde trabajarsobre su teoría delcaso. En caso de requerirauxilio judicial, podrápedirlo ante
el Foro de Jueces".
27 Ari. 48. CPPRN.-"Nombramiento en caso de urgencia. Cuando elimputado esté privado
desulibertado prófugo, cualquierpersona de su confianza podrá proponerante la autoridadcom-
petente, la designación de un defensor, la que será puesta en conocimiento del imputado inme-
diatamente. En caso de urgencia, comenzará a actuarprovisionalmente el defensorpropuesto. En
caso de que debiera llevarse a cabo una medida de prueba irreproducible, en resguardo de los
derechos de los eventuales imputados, habrá de designarse un defensoroficiala esos fines".
Ari. 49. CPPRN.- "Renuncia y abandono. El defensorpodrá renunciara1 ejercicio de la defen-
sa; en este caso, se fijará un plazo para que el imputado nombre a otro. Sino lo hace, será reem-
plazado por un defensor público. El renunciante no podrá abandonar la defensa mientras no
intervengasureemplazante. Nosepodrárenunciardurantelasaudiencias, salvopormotivosmuy
graves. Elabandono de la defensa será considerado falta grave y deberá ser comunicado al Cole-
gio Público de Abogados respectivo o al Defensor General, según se trate de defensa privada o
pública, a los efectos que correspondan. Siel defensor, sin causa justificada, abandona la defensa
o deja al imputado sin asistencia técnica, se nombrará uno de oficio. La resolución se comunicará
C. DELGADO - M . R. CUSTETLLAMBI - D. HUACHACA SANCHEZ
cuanto implica la intervención en un caso que viene trabajado con una estrategia
previamente delineada por otro defensor.
El diagnóstico y la preparación del caso debe desplegarse a partir del primer
contacto con el defendido; y, como apuntamos, tendrá que darseen el tiempo más
cercano posible a la individualización de este como presunto autor, esté en liber-
tad o detenido.
El defensor debe construir una estrategia general tendiente a resguardar las
garantías procesales que contemple la argumentación y prueba necesaria ante el
pedido de prisión preventiva, la exposición de las líneas de defensa -al iniciar la
audiencia de j u i ~ i o ~ ~las
- y habilidadesde litigación oral, quevan desde una ade-
cuada incorporación de lasevidenciasal juicio, la acreditación o desacreditación de
los testigos y una correcta exposición de técnicasde interrogatorio para el examen
y contraexamen de los mismos; deberá ocuparse, también, de la objeción de las
preguntas impertinentes o sugestivas y de ; 1 restrictiva utilización dé declaracio-
nes previas; de la adecuada acreditación de los documentos, objetos secuestrados,
grabaciones y elementos de prueba audiovisuales, como de la objeción a la acredi-
tación realizada por las partes29.Todo lo cual, en su conjunto, implica un reto pro-
fundo a la dinámica de la Defensa Pública Penal.
al imputado, instruyéndole sobre su derecho a elegir otro defensor. Cuando el abandono ocurra
poco antesdeljuicio, se podrá aplazarsu comienzo porun plazo no mayorde diez días, si lo solici-
ta el nuevo defensor".
28 Art. 176, CPPRN.- "Inicio de la audiencia. Constituido el tribunal eldia y hora indicado se
declarará abierto eljuicio, advirtiendoal imputado sobre la importancia y elsignificado de lo que
va a suceder. Inmediatamente se cederá la palabra al fiscal y al querellante para que expliquen el
hechodeljuicio, laspruebasquepmduciránpara fundamentarla acusacióny la calificaciónlegalque
pretenden para el mismo. Luegose invitará al defensora que explique laslíneasdesu defensa".
29 Art. 177, CPPRN.- "... 5010 podrán ser incorporados al juicio por su lectura las pruebas
recibidasconforme a lasreglasdelanticipojurisdiccionaldeprueba, sin perjuiciode que laspartes
o el tribunal exijan la reproducción cuando sea posible. Toda otra prueba que se pretenda intro-
duciraljuicio porsu lectura no tendrá ningún valor, salvo acuerdo de partes o que, en la audien-
cia de etapa intermedia, eljuez la haya admitido de ese modo, por tratarse de prueba suficiente-
mente estandarizada ...".
Art. 179. CPPRN En elexamen directonoseadmitiránpreguntassugestivaso indicativas,
salvo que se autorice el tratamiento para el testigo hostil o que se trate de preguntas introducto-
rias o de transición. En el contraexamen las partes podrán confrontar al testigo o perito con sus
propios dichos o con otras versiones... ".
Art. 180, CPPRN.- "Objeciones. Laspartespodrán objetarlaspreguntasinadmisiblesindican-
do el motivo. El tribunal hará lugar de inmediato al planteo si fuere manifiesto el exceso o decidir
luego de permitirla réplica de la contraparte. El tribunalprocurará que no se utilicen las objecio-
nes para alterar la continuidad de los interrogatorios".
DE LA DEFENSA PÚBLICAEN UN SISTEMA ACUSATORIO
DESAF~OS
5 5. Desafíos
En comparación a lo que ocurría con el sistema reformado, es evidente que en
los últimos años la Defensa Pública adquirió protagonismo en los países de la
región. La labor que ejercen los defensores públicosesdevital importancia para la
consolidación de la reforma, que rompe con el paradigma de un defensor auxiliar
del órgano acusadory el órgano juzgador; esdecir, rompecon el paradigmade una
defensa formal en beneficio de una defensa eficaz.
namiento estructural del sistema penal, el que sigue rigiéndose por la disposición
estatal de la acción penal. Desde una dimensión colectiva, el nuevo Código Proce-
sal habilita la participación de entes públicosy de institucionescon interés legítimo
en el caso. Sin embargo, muchos aspectos no han sido regulados deforma clara por
lo que persisten algunas incógnitas respecto de cuál esel alcance de la disposición
que habilita la querella institucional en el nuevo diseño procesal.
der exterior a ellos que se les impone como poder judicial y político. Aparece una
figura capital: el procurador que viene a reemplazar -y desplazar- a la víctima y
que se presentará cada vez que haya un crimen en su condición de representante
de un poder lesionado por el solo hechodeque un delito haya sido cometido. Jun-
t o a la figura del procurador, nace la noción deinfracción, que no consiste ya en un
dañou ofensacometida por un individuoaotrosinoquesetratade unaofensaque
infringe al Estado.
Así pues, la persecución penal pública surge con la excusa de evitar la venganza
privada, pero convierte a esa venganza privada en una especiede venganzapúbli-
ca. Elsistemajudicial noelimina lavenganza,sinoqueejercesobre la misma un mo-
nopolio absoluto, disimula la misma erigiendo un órgano soberano e indepen-
diente al conflicto capaz de reemplazar a la parte lesionada. Como dirá Girard en
Goñi, ¿Qué hacer con el pasado?La opción argentina deljuicio y castigo a losgenocidas:
una alternativa al perdón y a l talión, en "Revista de Derecho Penal y Crirninologia", año V. no4.
rnay. 2015.
JUAN CRUZ GOÑl
ción o en ocasión de ella; b) los delitos impliquen abuso del poderpúblico y con-
lleven gravesperjuiciospatrimonialespara e l Estado; c) los delitos afecten intere-
ses difusos; o d) se trate de delitos de lesa humanidad".
En el caso de Neuquén, si bien el Anteproyecto de Código Procesal Penal con-
templaba la figura del querellante institucional, la reforma sancionada en noviem-
bre de 201 1 lo excluyót7.
5 6. El querellante institucional
El nuevo ordenamiento procesal rionegrino instaura la figura de la querella ins-
titucional, esto es, la posibilidad de que personas jurídicas puedan intervenir en
20
Duce, "Algunas reflexiones sobre los derechos de las víctimas en el proceso penal chile-
no", en M.W.,La víctima en elsistema de justicia penal: Una perspectivajurídica y criminológica,
"Política criminal", vol. 9, no18, dic. 2014, Doc. 1, disponible en www.politicacriminal.cIIVoII091n-
~18lVo19N18Dl.pdf.
JUAN CRUZ GOÑl
gencia de intereses, es el fiscal general el que decide qué interés prevalece, figura
que no revistede lasgarantías de imparcialidad requeridas para evaluar cuál de las
estrategias debe primar.
5 8. Conclusiones
En esteartículo he presentadoalgunas reflexionesrespectodel rol quejuega la
víctima en los nuevos códigos procesales, los que se reivindican superadores de las
legislacionesprevias, entre otras razones, por devolverle a la víctima derechosque
le habían sido históricamente confiscados.
Como se ha planteado, el cambio del estatuto de la víctima en los procesos pe-
nales no es fortuito, sino que obedece a transformaciones históricas que han dado
una nueva significación social y política de lasvíctimas y han llevado al campo jurí-
dico a dar una respuesta a sus demandas. En la Argentina, la trayectoria histórica
del movimiento de derechos humanos y las nuevas apropiacionés que este movi-
miento ha generado en los movimientos sociales explica en parte que el discurso
jurídico haya entendido de una buena vez que ninguna decisión emanada de sus
órganos puede gozar de legitimidad sin haber oído a uno de sus protagonistas
principales: lasvíctimas.
En este escrito se ha tratado de analizar cuál es el alcance de la reforma proce-
sal penal con respectoa la figura de la víctima y cuál es el rol que lecabeen losnue-
vos procesos penales. Desde el punto devista normativo, el nuevo ordenamiento
ha fortalecido derechos que ya habían sido reconocidos a las víctimas y se han in-
corporado otros, dándole al ofendido una participación más activa en el proceso
penal y convirtiéndolo en una parte integrante del dispositivo de resolución del
conflicto. También se ha intentado plantear los límites de la reforma.
Si lo quese pretendees tomar seriamente en cuenta a lavíctima, se necesita una
nueva imaginación intelectual para pensar medidas más radicales de inclusión, las
que demandan -necesariamente- modificaciones en el derecho penal sustanti-
vo. Se necesita repensar dispositivosque pongan en epojé el principio de persecu-
ción estatal pública o, cuanto menos, que se evalúe ampliar sustancialmente el ca-
tálogo de delitos de acción privada; se debería problematizar el principio de ofici-
liadad, es decir, el hecho de que los delitos se persiguen sin intervención de la vícti-
ma y el principio de principio de legalidad procesal, esto es, la ficción de la persecu-
ción obligatoria de todos los hechos punibles.
La reforma perdió la oportunidad de pensar otrasformasde inclusión de lavíc-
tima como la conversión de la acción pública en acción privada establecida como
derecho de la víctima, la intervención del fiscal como abogado particular de la víc-
tima en casos en queesta desee querellar, una mayor cantidad, amplitud y supues-
tos de aplicación de mecanismos reparatorios no represivos, entre muchos otros
dispositivos que garantizan una participación plena de la víctima en los métodos
¿QUE ROL LES CABE A LAS V~CTIMAS...7
de resolución de conflictos. Nos queda por ver si los derechos reconocidos a lasvíc-
timas serán tomados en serio por los actores, los que, para hacerlo, deberán estar
dispuestos a escuchar seriamente a lasvíctimas, sin olvidar que, como plantea Bu-
tler2', pensar a las víctimas da acceso a la condición humana en algunas de sus di-
mensiones más esenciales.
5 1. Introducción
Partiremosde la baseque todo proceso judicial, sin importar el fuero del que se
trate debe responder al diseño del mismo que han realizado los poderesconstitu-
yentesen la Constitución Nacional, tratados internacionalesdederechos humanos
con jerarquía constitucional y Constitución provincial.
Más claro y coherente debe ser este nivel de adecuación en el caso de los proce-
sosjudicialesde las provincias, atento que las mismas, por imperio del principio de
supremacía constitucional (art. 31, CN), se encuentran sometidas a una doble ins-
tancia de adecuación normativa.
Entonces, la reforma del proceso penal en la provincia de Río Negro, con la con-
sagración de un sistema adversarial, salda, en parte, solo en parte, la deuda histó-
rica de los procesos infraconstitucionales con la Constitución provincial, nacional y
los tratados internacionales de derechos humanos.
Y ello implica un gran avance en términos de legitimación del poder punitivo
del Estado. Me refiero con esto, a que la existencia de un proceso adecuado a las
garantías constitucionales y convencionales consagradas, hace directamente a la
condición de legitimidad de ejercicio del poder penal, e indirectamentea la condi-
ción de legitimidad del Estado de derecho y de la democracia misma.
Tomando la definición de Maier, el derecho procesal es "la rama del ordena-
',
miento jurídico que instituyey organiza losórganos públicos" portanto, se pue-
de afirmar que el diseño constitucional del proceso penal, y el diseño infraconsti-
pios y garantías que hacen a la adecuación del proceso penal a las mandas consti-
tucionales, aún quedan deudaspendientes. Sin entrar en estecapítulo, en ladiscu-
sión profunda y sin hacer más que una valoración normativa (no de política crimi-
nal, ni política estrictosensu), solo me limitaréa mencionar dos. Por un lado, lafal-
ta de universalización del juicio por jurados, es decir, el juzgamiento por juicio por
jurados de la totalidad de losdelitos que se llevan a juicio, encontrándose ahora Ii-
mitadosa aquellos delitoscuya pena requerida por el fiscal es a partir de doceaños
(art. 26). Por otro, la prisión preventiva, atento que la misma no se encuentra en el
CPPnuevo, claramentedelimitada en cuantoal mantenimientotemporal de la me-
dida, por tanto siempre podrá ser considerada un adelanto de pena, ademásde un
castigo sin certeza deculpabilidad y responsabilidad.
sicamente, las declaraciones de los legisladores, los principios básicos del mismo.
Configurándosecomo una pauta de interpretación, y el lentecon el cual mirartodo
el nuevo sistema deenjuiciamiento penal. Estecapítulo con apenasquinceartículos
es el que sirve de base, en caso de duda, respecto de cómo debe regirse el proceso, y
es en sí mismo, la matriz de abordaje de la cuestión penal5.
Cabedestacar que los principio~aquíconsagradossonenunciativos, ya que por
el principio de supremacía constitucional, todos aquellos que deriven de la Consti-
tución Nacional, de los tratados internacionales de derechos humanos con jerar-
quía constitucional y de la Constitución provincial, consagrados actualmente y a
futuro deben ser respetadosy aplicados. Asimismo, y respecto de lo que establece
el art. 33 de la CN y en Consonancia el art. 15 de la Const. de Río Negro, los mencio-
nados en los textos, no pueden ser entendidos como negación de otros derechos y
garantíasnoenumeradosquenacen del principiodesoberanía populary de lafor-
ma republicana de gobierno.
Todos estos serán parte integrante del principio básico de todo proceso de juz-
gamiento, el debido proceso, el cual se constituye como una especie de mega ga-
rantía, mediantelacual se haceefectivoel derechodedefensa en juicio en su tota-
lidad que asiste a todos los ciudadanos en un Estado de derecho. Consagrado por
la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, Declaración Universal de Derechos Huma-
nos, y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
poena sine lege). El juez solo ha de poder condenar aplicando en la sentencia una
ley penal incriminadora y conminadora de pena, ya vigente al momento de la co-
misión del hecho imputado en el respectivo proceson7.
Esta garantía se encuentra en diferentes instrumentos jurídicos desde antes de
las revoluciones burguesas, ya que es una de las principales derivacionesdel dere-
cho penal liberal, una manifestación contra el absolutismo, cuya raíz, origen y na-
cimiento, es anterior a pesar de sistematizarsejunto con ellas.
Nosencontramosante lo que habitualmente la doctrina ha denominado nullun
crime sine legem (derecho de fondo), íntimamente relacionado al principio de le-
galidad y nullapoenasineiudicio (derecho deforma),vinculadoal derechoa seroí-
do, y al derecho de defensa.
De esta garantía sedesprenden claramentedoscosas, por un lado, que para que
exista la posibilidad de aplicar una sanción (pena), debe realizarse un juzgamien-
to, y por otro que esejuzgamiento debe tener por base una ley anterior, en el tiem-
po, al hechoquesejuzga. Su razón principal es poner un Iímiteal poder del Estado,
mediante el cual solo cabe una condena, pena o castigo cuando hubo un juicio an-
terior que determino su aplicación. Como ya vimos, no es cualquier juicio, sino
aquel que respeta lo indicado en la Constitucion Nacional y en la de Río Negro.
Cabe destacar que la referencia existente a ley anterior implica, tanto la ley pro-
cesal, como la ley de fondo. Esdecir, esta garantía conjuga queel juzgamiento de-
be hacerseen base a una ley de fondo, y una ley deforma, existentecon anteriori-
dad al hecho juzgado. La prohibición entonces implica no ser juzgado por una ac-
ción que no es delito al momento de llevarse a cabo (como así tampoco la aplica-
ción de una pena más gravosa que la indicada al momento de comisión del delito),
ni ser sometido a un proceso que no existía al momento de cometerseel delito. Asi-
mismo, también implica una prohibición respecto de procesosespeciales, más aun
si los mismos no se encuentran estipulados con anterioridad al inicio del proceso, o
incluso a la comisión del delito.
Es decir, la prohibición de ser condenado sin ser juzgado, sin ser sometido a un
procesoque respete, en principio, la existencia de leyesanterioresal inicio del juz-
gamiento y de la pena, implica entonces un límiteclaro al avance del poder puniti-
vo del Estado contra una persona8.
El art. 4" refiere a los arts. So, 24,75, inc. 12,118,122,123 y 126 de la CNy 197 de
la Const. de Río Negro, por tanto debe entenderse a la participación en un sentido
amplio.
El conjunto de los artículos constitucionales enumerados en la presente norma
hace referencia a la autonomía provincial en tanto la facultad no delegada al Esta-
do nacional respecto del sistema de juzgamiento criminal, al principio republicano
degobiernoy a lavigencia de las instituciones provincialesen tanto aseguren el sis-
tema de administración de justicia (arts. So, 122 y 123, CN).
Del mismo modo, los arts. 24,75, inc. 12,118de la CNy 197 de la Const. provin-
cial hace referencia a la organización de lostribunalesde juzgamiento en jurados.
La participación ciudadana en la administración de justicia penal implica un sin-
número de variables.
Tiene una faz activa, y paradojalmente, una faz pasiva. En su faz activa implica
la posibilidad de la ciudadanía, a través de losjurados populares de participar en el
proceso, a su vez que se constituye en una garantía para los encartados; esto últi-
mo, por el origen del instituto, también implica, un cuestionamientoal poder ilimi-
tado del Estado en su capacidad de juzgar. Expropiándosele al Estado el juzga-
miento, volviendo a una base más comunitaria y de juzgamiento de pares.
En su faz pasiva, y cuando abordemos la publicidad, veremos que no tan pasiva,
reconoce el principio republicano de gobierno, la publicidad de los actos de go-
bierno, la posibilidad de la ciudadanía de estar al tanto del curso de los juicios de
importancia.
LOS PRINCIPIOS GENERALES EN EL NUEVO CPPRN
Cabe recordar que la CSJN, ya en el año 2004, reconoció esto a través del fallo
"Quiroga" al momento dedeclarar la inconstitucionalidad del art. 348del CPPN,
en virtud de que el mismo consagrada que los fiscales, debían seguir el criterio del
juez de requerir la elevación a juicio de los procesos, incluso si consideraban que
procedía el sobreseimiento. Entendiendo que la función de investigar y de juzgar
debe encontrarse separada, explicada también por una larga cita de la opinión de
Ferrajoli al respecto.
l1 CSJN-Fallos. 327:5863.
l2 CSJN-Fallos, 329:5556;Corte IDH, "Castrillo Petruzzi v. Perú"
JORGELINA MONTERO
entre el juez, las partes y los medios de prueba, que permite descubrir la verdad de un modo más
eficaz y controlado" (Introducción a l derecho procesal penal, 2005, p. 103).
LOS PRINCIPIOS GENERALES EN EL NUEVO CPPRN
blica y la democracia, y asimismo tiene una faz simbólica muy fuerte respecto del
accionar del Estado en retroalimentación con la sociedad. Permite una relación co-
municacional entre los representados y los representantes, construye democracia
y Estado de derecho, como también construye resistenciasy lucha social.
La publicidad permite que la sociedad realice sobre los jueces y fiscales un con-
trol, esto implica que su actuación debe ser prolija, motivada, fundada, coherente,
como la de todo funcionario público. Destacandoque tienen en relación a la socie-
dad y en comparación con losciudadanosde a pie, un plusde responsabilidad por
el rol, cargo y función que ocupan. Entendiendo que su función, por más técnica
que se considere, es una función política del Estado.
A su vez, la publicidad se vuelve garantía cuando se relaciona con la consagra-
da en el art. 11 quedetermina la prohibición del secreto de lasactuaciones para la
persona imputada, es decir, toda aquella persona que es investigada, tiene dere-
cho a saber qué hecho se investiga, y a medida que avanza el proceso, a saber que
se le endilga tanto jurídica como fácticamente. Todo ello en virtud de la garantía
del derecho a defensa en juicio.
El juicio público es un principio de arraigo constitucional y convencional, sobre
el que no puede caber ningún tipo de duda, y encuentra su límite en la dignidad
humana.
La concentración, por su parte, como regla dentro del proceso implica que los
actos se produzcan en un mismo período temporal sin interrupción, contribuyen-
do a la inmediación y favorecida por la oralidad y la celeridad.~aproducción de la
prueba, incorporación de la información probatoria, se genera asegurando la pre-
sencia de las partesen un acto lo más cercano posible en el tiempo en términos de
proximidad. La concentración, sin oralidad, y si inmediación no es posible. Es decir,
reglas y principios se retroalimentan para hacer el proceso másviable. Existe gran
discusión respectodesi laconcentración es una reglao un principiodel proceso. Lo
importante es distinguir que, en tanto permite tener una perspectiva total de las
diferentesteoríasfácticas, probatorias y jurídicas de las partes, en un mismo acto,
o en actos próximos entre sí, contribuye a colocar al juzgador (sea jurado popular
ojuzgadortécnico) en mejor posición para realizar su tarea, y ello, a un proceso res-
petuoso de garantías constitucionales y de los derechos de lasvíctimas.
La simplificación apunta a la sencillez con la que se llevan a cabo los actos pro-
cesales, y la celeridad a evitar las innecesarias dilaciones en el proceso. Esta última
contribuyea garantizar el derecho a ser juzgado en un plazo razonable.
Estas garantías son sin dudas la piedra angular del sistema de garantías consti-
tucionales. Son incluso la raigambre iusfilosófica del derecho penal liberal. Tienen
origen en la declaración de los derechos del hombre y el ciudadano de la Revolu-
ción Francesa de 1789.
Conocidas como principio (o presunción) de inocencia e i n dubiopro reo, signi-
fican auetoda persona debeser considerada o tratada como inocente hasta tanto
exista sentencia condenatoria firme, y que en caso de duda hay una limitación a
condenar, por ello se dice que se debe estar a favor de la persona imputada de un
delito.
Pesa sobre la cabeza del acusador destruir el estado jurídico de inocencia ini-
cial, a travésde la prueba colectada y producida en juicio, para llegar a convencer
al juzgador que ese estado de inocencia no es tal, y obtener una sentencia conde-
natoria.
Ese estado de inocencia subsiste hasta tanto se hayan agotado todos los meca-
nismos de impugnación de la sentencia condenatoria que se prevén en el ordena-
miento procesal y acorde a lo establecido por la Constitución Nacional, provincial
y lostratados internacionalesde derechos humanos.
Asimismo, también establece las funciones de los actores dentro del proceso y
la carga de la prueba. Derribar el principio de inocencia es el objetivo de una acu-
sación eficaz. Del mismo modo sevincula a la garantía del juicio previo, es decir, se
hace efectivo en la existencia de un juicio, de un debido proceso, de un juicio justo.
Estotambién implica unavinculación con la garantía del non bisinidem, queante
una acusación ineficaz, no hay posibilidad de repetición. Es decir, el acusadortiene
una sola chance de derribar el principio de inocencia respecto de un hecho delicti-
vo, debe ser eficaz y se encuentra enteramente a su cargo generar la convicción ra-
cional y objetiva en el juzgador.
Asu vez, el in dubiopro reo, es una directriz para el juzgador, quien en caso de
duda debedictaminar por el sobreseimiento o absolución. La condena solo cabe,
en tanto y en cuanto no exista duda alguna de la culpabilidad y responsabilidad
penal de la persona sometida a proceso. La construcción de ese juicio de certeza
en base a la prueba brindada al juzgador para generar convicción depende de los
elementos probatorios puestos frente a él, y de la concordancia de estos con la
teoría del caso planteada por la acusación. Este límite se encuentra en todas las
etapas del proceso.
Al decír "ley procesal penal más benigna", hace referencia al principio de irre-
troactividad de la ley penal. Es decir, no se podría aplicar a un proceso en curso una
nueva ley, salvo que la misma sea más beneficiosa para la persona imputada.
jJ Defensa en juicio
La garantía de defensa en juicio se relaciona a la garantía del debido proceso, y
al principio de contradicción. Es la garantía queviabiliza y da razón de ser a todas
las otras garantíasy principios del proceso. Se encuentra consagrada en los arts. 18
y 75, inc. 22 de la CN, 22 de la Const. de Río Negro, y 10 del CPPRN. Se entiende con
dos aspectosfundamentales, por un lado una defensa material, y por otro una de-
fensa técnica. La primera se viabiliza por el derecho a ser oído, tantasveces como
lo considere necesario, o incluso a no declarar. La segunda por la asistencia técnica,
letrada para la intervención en la totalidad de los actos, preferentemente ejercida
por un tercero, y no por el imputado.
También resulta necesariodestacarqueen loestrictamente procesal, el derecho
de defensa implica el respeto al principiodec~ngruencia~~.Aquel por el cual debe
existir correlación entre la acusación realizada, la prueba producida en juicio y la
sentencia que recaiga en el mismo. Es decir, no es posible que el juez emita su deci-
sión sobrecuestionesque no fueron presentadaspor las partes, ni excediéndosede
lasquesí lo han sido. Es una clara limitación al principio del iura novitcuria, y debe
ser entendida como tal.
Lo primeroqueel art. 10del nuevo CPPRNconsagra es la prohibición de autoin-
criminación forzosa, esdecir que la persona noseencuentraobligadao coacciona-
da a declarar en su contra.~alasí~ue la posibilidad deguardar silencio, esdecir, de
no declarar no puede ser interpretada ni como admisión de responsabilidad ni co-
mo indicio de culpabilidad. Y su contracara, la de declarar todas lasveces que con-
sidere necesario para su estrategia defensita. Se entiende que esta garantía abar-
ca la posibilidad de no declarar, como la de negarse a realizar cualquier otra activi-
dad que pueda involucrar una incriminación, por ejemplo una representación.
No sucede lo mismo cuando media una orden judicial para practicar una prue-
ba sobre el imputado, en la cual el cuerpo de este es objeto de prueba, por ejem-
plo, extracción de sangre, ADN, etcétera. Si bien la jurisprudencia de la CSJN no es
pacíficaen estacuestión, al igualque ladoctrina, seentiendeque,siemprequeello
no implique soportar un daño sobre el cuerpo o la salud del imputado, habiendo
orden~judicialemitidaen un marcode respeto al debido proceso, este tipodeprue-
bases procedente. Sin embargo, el alcancede la prohibición deautoincriminación
se encuentra en debate constante.
Así mismo el art. 10 del CPPRN consagra el derecho de defensa vinculado pro-
fundamenteal principio decontradicción, el principiode igualdad dearmas, y a la
garantía del debido proceso legal, consistiendo en el derecho a saber en forma cla-
ra, precisa y circunstancia el hecho que se le imputa, el derecho a una defensa téc-
nica, esdecir, a un patrocinante letrado, la posibilidad deofrecer pruebasdesincri-
minatoria, y de controlar las pruebasdecargo, el examen y contraexamen de testi-
gos y el derecho a recurrir las decisiones judiciales desfavorables, ya sean por con-
denatorias, como por violar alguna garantía, principio y10 derecho que asistea los
imputados en el desarrollo de los procesos judiciales.
Estederecho puedeser ejercido desde el inicio mismo de la investigación, inclu-
so previo a la formulación de cargos, etapa de formalización de la investigación y
hasta que el proceso se encuentre finalizado.
Debe ser observado por el órgano jurisdiccional en todo momento, así como
también por la parteacu~sadora,ydebe-ser, en caso necesario, solventado por el Es-
tado, garantizando una defensa técnica eficaz, preparada y permanente.
1) Derechos de la víctima
El nuevo articulado otorga a lavíctima un rol principal dentro del nuevo proce-
so penal (art. 12). Si bien lasfacultadesde lasvíctimasen Río Negroeran ampliasen
la anterior legislación, la actual consagra los principiosconvencionalesdetutela ju-
dicial efectiva, protección integral, participación activa durante el proceso y en la
etapa de ejecución penal, en paridad de armas con las otras partes del proceso.
A su vez otorga dos caracteres a las víctimas-querellas que son sustanciales, la
autonomíay lagratuidad. Laautonomía implica la posibilidadde laquerelladeim-
pulsar la investigación y el proceso incluso si el Ministerio Público Fiscal no lo reali-
za. Y la gratuidad implica la posibilidad de solicitarle al Estado el sostenimiento de
la querella, derecho ya consagrado en Río Negro en el art. 75, inc. 16 del anterior
ordenamiento procesal.
Asimismo se consagra, dentro del capítulo dedicado a los principios del nuevo
ordenamiento, la posibilidad de solicitar al Estado, la intervención para la resolu-
ción del conflicto y para la reparación del perjuicio sufrido.
ñJ Interpretación restrictiva
Por último, en estecapítulo del nuevo CPPRN encontramos este principio. Se re-
laciona medularmente con el comentadosupra en el apartadoi). El art. gOestable-
cecomo regla la libertad durante el proceso, como excepción el encierro. La primer
partedelart. 15,establecela pauta interpretativa complementaria, lasnormasque
coarten la libertad se interpretan restrictivamente.
Asimismo, aquellas que limiten el ejercicio de los derechos, y se enlaza con el
principio pro homine de interpretación de los derechos humanos. Siempre ha de
estarse a una interpretación favorable a la ampliación de derechos y restrictiva en
caso de limitación de los mismos. Más aún si nos encontramos en la esfera del po-
der punitivo del Estado.
Por último, se consagra el principio conocido como prohibición de analogía in
malamparte, es decir, no se puede aplicar analógicamente una norma que perju-
dique la situación de libertad de la persona imputada o que coarte el ejercicio de
sus derechos.
5 5. A modo de conclusión
El nuevo ordenamiento procesal penal de la provincia de Río Negro genera un
cambio de paradigma para todos lossujetos que intervendrán en el proceso penal.
Otorga otra legitimidad al sistema penal, y su cumplimiento, seguramente gene-
rará un fortalecimiento de las instituciones del Estado.
Sin embargo, resulta imposible entender al sistema penal en su conjunto, en re-
lación a la función social quecumple, y asu poder simbólico. A los fines declarados,
y sobre todo a los fines no declarados.
La sociedad, frente al Estado, como ente disciplinado, y como monopolizador
de la violencia legítima, necesariamente debe contar con leyes que la protejan del
avanceindiscriminadosobresucondición humana. Sin pretender queel cambiode
la ley soluciona el conflicto y el estado de situación actual, leyes más democráticas
colocan en otra posición as;1 fuerzas sociales para llevar ad;lantesus reclamos.
Cuanto más limitado se encuentre el poder del Estado en el marco legal, menos
lugar existe para las prácticas paralelas que se realizan y se perpetran. Sin embar-
go, las prácticas lo son todo. En este caso en particular, no vemos al derecho como
un obstáculo al cambio social, sino que a losactores del Poder Judicial y de la fuer-
za pública, como un obstáculo a la implementación del cambio jurídico.
Por ello, el trabajo másarduo para realizar deahora en más, ese1cambio cultu-
ral necesario en los operadores judiciales y policiales. Hace años que se discute la
creación de un ~ o d e r ~ ~ u d i yc ide
a l una po¡icia para la democracia, y claramente a
pesar de los cambios legislativos, esta sigue siendo una deuda pendiente del Esta-
do para con susciudadanos y ciudadanas.
-2
Allanamiento y requisa en el nuevo
Código Procesal Penal de Río Negro
DANILO J. DE LUCA - GONZALO FREIJEDO *
.........................................................
Por otra parte, adentrándonos en el art. 137 del CPPRN se extienden expresa-
mente las reglas de la requisa personal a losvehículos; y maletines, valijas, bolsos,
armarios, escritorios, gabinetes u otros muebles cerrados.
Esto representa otro avancecon relación a la legislación anterior en tanto otor-
ga -a través de los requisitos que venimos desarrollando- un mejor ámbito de
protección a la intimidad de las personas.
En síntesis, debe reconocerse que en el nuevo régimen, la requisa personal re-
presenta un avance en cuanto a los recaudos adoptados en comparación a su re-
dacción precedente. Ahora bien, consideramos que en relación a los supuestos de
excepción a la necesidad de la orden judicial de la autoridad competente, podría
haberse avanzado en reducir aún más los niveles de actuación discrecional de los
agentes de seguridad. En particular cuando se invocan razones de "urgencia", las
cuales podrían preversey legislarsetaxativamente.
El desafío, entonces, sin desconocer el avance que representa la nueva regula-
ción de este instituto, es avanzar en establecer expresamente cuáles son aquellos
supuestos de "urgencia" bajo los cuales puede actuarse por excepción. La impor-
tancia de ello se encuentra en que si no son los legisladores quienes dan contenido
a estossignificantes, van a ser losfuncionariosde las fuerzas de seguridad quienes
lo hagan, ampliando su ámbito de discrecionalidad.
En este punto corresponde, para continuar con el análisis del instituto de la re-
quisa personal, contrastar la nueva norma procesal rionegrina en sus diferencias
con relación al Código Procesal Penal de la Nación y a la nueva norma procesal pe-
nal nacional aún no implementada.
Para ello nos centraremos en las grandes diferencias que surgen de dicha com-
paración, sin perjuicio de las muchas semejanzas que en algunos puntos pueden
presentar ambos regímenes procesales.
En primer lugar, tantoen el Código Procesal Penal de la Nación como en la nue-
va normativa aún implementada, en oposición a la norma procesal de la provincia
de Río Negro, no se especifica explícitamente quienes serán los responsables de
realizar la requisa personal. En ninguno de ellossemenciona queella deberáefec-
tuarse por losfuncionariosde la policía y fuerzasdeseguridad, loquesíesmencio-
nado en el Código Procesal Penal de Río Negro comovimosanteriormente.
Por otra parte es importante destacar las diferencias en la regulación de las ex-
cepciones a la regla de la necesidad de la orden judicial emanada de la autoridad
competente paráel ejercicio de la medida. ~ s d e ~ aquellossupuestosen
ir, que pue-
de proceder la requisa sin la respectivaorden. Esto, que por un lado legitima la dis-
crecionalidad prevencional sin control judicial, por el otro permite limitar y contro-
lar las posibilidades en las cuales puede jugar esta excepción.
ALLANAMIENTO Y REQUISA ...
en segundo lugar porque nos permite ver las diferencias en relación al grado de
respeto del principio acusatorio de cada uno de los sistemas procesales; y por últi-
mo, dar un marco interpretativo a los institutos del allanamiento y la requisa más
amplio que el de la norma positiva.
Para ello hemos decidido tomar como puntos de comparación la regulación de
dichos institutos en los códigos procesales penales de las provincias de BuenosAi-
res, Neuquén y Santa Fe, vigentes a la fecha de esta publicación.
En los puntosque siguen analizaremos lasdiferencias del nuevo Código Proce-
sal Penal de la provincia de Río Negro con las normas señaladas, concentrándonos
en sus diferencias y no en las grandes semejanzas que presentan.
En primer lugar podemos observar que en relación a la norma procesal de la
provincia de Neuquén, esta no establece la necesidad de la orden judicial emana-
da de autoridad competente, en tanto queel Código rionegrino estableceello co-
mo regla general conforme analizamos anteriormente.
Por ello es que anteriormente reconocimos el acierto de regular supuestos de
excepción, ya que ello protege materialmente a la garantía constitucional puesta
en crisis por la requisa personal. La discusión se centra entonces en ajustar la letra
chica de dichas excepciones.
También es necesario tener presente que la norma neuquina solo exige la pre-
senciadeun testigo parael procedimientodela requisa-adiferencia de la norma
de Río Negro que exige dos- reduciendo los márgenes de control de la actividad
prevencional.
Estasdosdiferenciasque resaltamosparael lector, permiten apreciar que la nor-
ma rionegrina cumple másacabadamentecon su función, en tanto deja un menor
margen de acción sin control a losagentes policialesque lleven a cabo estetipo de
medidas restrictivas de la libertad individual.
Por su parte, el texto procesal penal de la provincia de Buenos Airesestablece, a
diferencia de losanteriores, que la requisa seordenará solo por requerimientodel
agente fiscal, sin presentar mayoresdiferenciascon lostextosobse~ados.Estacues-
tión, sin duda producto de la fuerte impronta acusatoria con la que fue redactado
el Código bonaerense, no fue prevista en la letra de la ley que estamos analizando.
En otro orden de cosas, en relación al Código Procesal Penal de la provincia de
Santa Fe, podemos señalar como algunas diferencias en relación al registro de ve-
hículos ya que la norma santafesina establece que "siempre que haya motivossu-
ficientes para presumir que una persona oculta en é l objetos útiles vinculados a
una investigación preexistente o cuando mediare fuerte presunción de que tales
objetosson resultantesde la comisión de un delito o serán empleadospara la inmi-
nenteperpetración de un delito". A diferencia de esta norma, el Código rionegri-
no remite a las reglas de la requisa personal.
Para concluir debe destacarse que el Código Procesal Penal de la Provincia de
Río Negro, en lo que hace a la manera en que se redactaron losartículosque regu-
ALLANAMIENTO Y REQUISA ...
domicilio a allanar. Se trata, más bien, de una autorización expresa a las fuerzas de
seguridad para ingresar a domicilios siempre y cuando ello permita salvar vidas o
resguardar la propiedad.
Por otra parte, la segunda de estas excepciones sí presenta mayores inconve-
nientes en la medida que la expresión "indicios manifiestosde i r a cometer un de-
litomtieneuna evidente carga~devaguedad lingüística. El objeto de la cuestión es
cómo determinar que podrían ser estos "indiciosmanifiestos", en función de redu-
cir los márgenes de arbitrariedad en el obrar policial. Por ello la interpretación de
la presenteexcepción debe ser restringida y valorada al realizar la autoridad judi-
cial competente con una mirada exantedel allanamiento efectuado.
Las expresiones restantes no presentan los mismos inconvenientes que los ex-
presados en el párrafo anterior pero requieren de un análisis exhaustivo del caso
en concretoa la hora deejercer el control exantede la medida, ya que, por ejem-
plo, en la última de lasexcepcionesdeberá identificarsesi la persecución realiza-
da responde a razones concretas, fundadas y objetivas para detener a una perso-
na.
Finalmente resta decir que la nueva redacción del instituto presenta muchas se-
mejanzas con el régimen anterior, pero en sus pocas diferencias es en donde pue-
deverseel avanceque representa el nuevo Código Procesal Penal provincial en ma-
teria de allanamientos.
En particular en cuanto deroga- el polémico art. 213 de la norma anterior. La mis-
ma legitimaba a las autoridades nacionales, provinciales o municipales para reque-
rir el registro domiciliario fundado en razones "de higiene, moralidad u orden pú-
blico". El artículo expuesto constituía una flagrante afectación a la garantía aludi-
da, y por lotanto, su derogación representa una victoria para la voluntad expansiva
de la garantía.
En este punto corresponde, para continuar con el análisis del instituto de la re-
quisa personal, contrastar la nueva norma procesal rionegrina en sus diferencias
con relación al Código Procesal Penal de la Nación y a la nueva norma procesal pe-
nal nacional aún no implementada.
Haremos centro en las grandesdiferenciasque surgen del contraste, sin perjui-
cio de las muchassemejanzasque en algunos puntos pueden presentar ambos re-
gímenes procesales.
En primer término, deben destacarse las diferencias en cuanto a la posibilidad
de admitir el registro de la morada en horario nocturno siempre que medie el con-
sentimiento del morador. Debe recordarse que el principio general en este punto
es que el allanamiento debe realizarse en horario diurno. Ahora bien, el único de
DANILO J. DE LUCA - GONZALO FREIJEDO
Anexo
Normativa utilizada para las comparaciones
b. Allanamiento
Art. 208. - Registro. Si hubiere motivos para presumir que en determinado lugar exis-
ten cosas pertinentes al delito, o que allí puedeefectuarsela detención del imputado, deal-
guna persona evadida o sospechada decriminalidad, el Juezordenará, por auto fundado, el
registro de ese lugar.
El Juez podrá disponer de la fuerza pública y proceder personalmenteo delegar la dili-
gencia en funcionarios de la policía. En este caso la orden será escrita y contendrá el lugar,
día y hora en que la medida deberá efectuarse y el nombre del comisionado, que labrará un
acta conformea lodispuesto en losarts. 125 y 126.
Art. 131.- Requisasinorden judicial. Sólo podrá procedersea la requisa sin orden judi-
cial de la persona e inspeccionar losefectospersonalesquelleve consigo, asícomoel interior
de los vehículos, aeronaves y embarcaciones de cualquier clase, ante la concurrencia de los
siguientes supuestos:
a) Existancircunstancias previasque razonabley objetivamente permitan presumir que
se ocultan cosas relacionadasconun delito.
ALLANAMIENTO Y REQUISA ...
b) No fuere posible esperar la orden judicial ante el peligro cierto de que desaparezcan
las pruebas que se intentan incautar.
c) Se practique en la vía pública, o en Iugaresde acceso público.
Si correspondiera, se practicaránlossecuestrosdelmodo previsto por estecódigo, y se la-
brará unacta, expresando los motivos, debiéndose comunicar la medida inmediatamente al
representantedel Ministerio Público Fiscal para que disponga lo que corresponda.
Art. 229. - Autorización del registro. Cuando para el cumplimiento de sus funciones o
por razones de higiene, moralidad y orden público alguna autoridad competente necesite
practicar registrosdomiciliarios,solicitará aljuezordendeallanamientoexpresando losfun-
damentosdel pedido. Para resolver la solicitud, el juez podrá requerir las informacionesque
estime pertinentes.
Art. 134. - Allanamiento en otros locales. Lo establecido en el primer párrafo del art.
133 no regirá para los edificios públicos y oficinas administrativas, los establecimientos de
reunión o de recreo, el local de las asociaciones y cualquier otro lugar cerrado que no esté
destinado a habitación o residencia particular.
En estos casos deberá darse aviso a las personas a cuyo cargo estuvieran los locales, salvo
que ello fuera perjudicial para la investigación.
Para la entrada y registro en el Honorable Congreso de la Nación, el juezdeberá dar avi-
so al presidente de la Cámara respectiva.
Si la entrada y registrohubiesende practicarseenun estudiojurídico, en la medida de lo po-
sible, deberá darse aviso, antes del comienzo del registro, al colegio profesional correspon-
diente de la jurisdicción respectiva, que podrá designar un representante para que presencie
el acto y en su caso formule observaciones para asegurar el respeto del secreto profesional.
Art. 136. - Trámite de la autorización. Siempre que por este Código se requiera autori-
zación para la realizaciónde una medida de prueba, el representantedel Ministerio Público
Fiscal deberá requerirla por escrito o en forma oral, expresando:
a) La determinación concreta del lugar o los Iugaresque deberán ser registrados.
b) Laf inalidaddel registro, mencionandolosobjetosa secuestrar o las personasa detener.
c) El nombredel representantedel Ministerio Público Fiscal responsabledel control o de
la ejecuciónde la medida, losmotivosquefundansu necesidadycuálesson laseviden-
cias disponibles que, prima facie, la justifican.
DANILO J. DE LUCA - GONZALO FREIJEDO
El acta será firmada por losconcurrentes.Sialguienno lo hiciere, se harán constar los mo-
tivos.
3. Comparación con otros códigos provinciales (Buenos Aires, Neuquén, Santa Fe)
a. Provinciade Buenos Aires
l. Requisa
Art. 225.- Requisapersonal. El Juez, a requerimiento del Agente Fiscal, ordenará la re-
quisa de una persona, mediante decreto fundado, siempre que haya motivossuficientespa-
ra presumir que oculta, en su cuerpo, cosas relacionadascon un delito. Antes de proceder a
la medida se la invitará a exhibir el objeto de que se trate.
Las requisasse practicaránseparadamente, respetando el pudor de las personas. S i se hi-
cieran sobre una mujer serán efectuadas por otra, salvo que ello importe demora en perjui-
cio de la investigación.
La operación se hará constar en acta que firmará el requisado; si no la suscribiere se indi-
cará la causa.
La negativa de la persona que haya de ser objeto de la requisa, no obstará a su realiza-
ción, salvo que mediaren causas justificadas.
II. Allanamiento
Art. 219.- Registro. S i hubieren motivos para presumir que en determinado lugar exis-
ten personaso cosas relacionadasconeldelito, a requerimiento del Agente Fiscal, el Juezor-
denará, por auto fundado, el registro de ese lugar.
El Fiscal podrá disponer de la fuerza pública y proceder personalmenteo delegar la dili-
gencia enfuncionariosde la Policía. La orden será escrita y contendrá el lugar y el día en que
la medida deberá efectuarse, y ensuscasos, la habilitación horaria quecorresponday la des-
cripción de las cosas a secuestrar o personas a detener. Asimismo consignará el nombre del
comisionado, quien labrará acta conforme a lo dispuesto en los arts. 117 y 118. Esta misma
formalidad seobservará en su caso y, oportunamente, en lossupuestosde lasdemásdiligen-
cias previstaseneste capítulo.
Art. 222. - Allanamiento sin orden. No obstante lo dispuesto en los artículos anterio-
res, la Policía podrá proceder al allanamiento de morada sin previa orden judicial cuando:
1. Se denunciare que alguna persona ha sido vista mientras se introducía en una casa o
local, con indicios manifiestosde cometer un delito.
2. Se introduzca en una casa o local algún imputado de delito a quien se persigue para
su aprehensión.
3. Voces provenientesde una casa o local advirtieren que allíseestá cometiendo un de-
lito o pidieren socorro.
b. Provinciade Neuquén
l. Requisa
Art. 137.- Requisa. Se podrá realizar la requisa personal siempreque haya motivossu-
ficientes para presumir que alguien oculta entre sus ropaso que lleva adheridos a su cuerpo
objetos útilesa la investigación.
de proceder a la requisa se deberá advertir a la persona acerca de la sospecha y del obje-
to buscado, invitándolo a exhibirlo.
La advertencia y la inspecciónserealizarán en presencia de un testigo, que no podrá per-
tenecera la policía,salvoencasodesumaurgenciao imposibilidaddeconseguirlo, loquede-
berá ser justificado.
Las requisasse practicaránseparadamente, respetando el pudory la dignidad de las per-
sonas. Las requisas de mujeres serán hechas por otras mujeres.
Art. 142. - Registro devehículos y otras cosas muebles. Se podrá registrar un vehículo
siempre que haya motivos objetivos suficientes para presumir que una persona oculta en él
objetos útilesa la investigación. En los mismoscasostambién procederá el registro de male-
tines, valijas, bolsos, armarios, escritorios, gabinetes u otros mueblescerrados.
En lo quesea aplicable, se realizará el procedimiento ysecumplirán lasformalidadespre-
vistas para la requisa de personas.
ALLANAMIENTO Y REQUISA ...
II. Allanamiento
Art. 143. - Allanamiento y registro de morada. Cuando el registro deba efectuarse en
un lugar habitado, ensusdependenciasinmediatas, casa denegocio uoficina, el allanamien-
to será autorizado por el juezy en el horario permitido por la Constitución.
Podrá procedersea cualquier hora en loscasossumamentegravesy urgentes. Deberá de-
jarseconstancia de la situación de urgencia en la resoluciónque acuerda el allanamiento. En
estoscasos se exigirá la presencia del fiscal responsable de la ejecución de la medida.
c. Provincia de Santa Fe
l. Requisa
. .personal deberá iustificarsefundadamentecuandohubie
Art. 168.- Requisa. La requisa
ra motivos razonables para presumir que alguien oculta consigo cosas relacionadasconun de-
lito.Antesde procedera la requisa se lo invitará a exhibirel obietocuva ocultación se presume.
Se podrá registrar un vehículo, siempre que haya motivos suficientes para presumir que
una persona oculta en él objetos útiles vinculados a una investigación
- preexistente o cuan-
do mediarefuerte presunción de que talesobjetosson resultantesde la comisión de un deli-
to o serán empleados para la inminente perpetración de un delito, lo que deberá hacerse
constar así. Se asegurará el respeto por la dignidad del requisado.
DANILO J. DE LUCA - GONZALO FREIJEDO
II. Allanamiento
Art. 169. - Allanamiento. Cuando el registro deba efectuarse en una morada, casa de
negocio, oficina, en sus dependencias cerradas o en recinto habitado, y siempre que no se
contara con la autorización libre y previamente expresada por quien tenga derecho a opo-
nerse, el Tribunal, a solicitud fundada ordenará el allanamiento.
La medida podrá ser cumplida personalmente por el Tribunal, o en su defecto éste expe-
dirá orden escrita en favor del Fiscal de Distrito, o del funcionario judicial o policial a quien
se delegue su cumplimiento. S i la diligencia fuera practicada por la Policía será aplicable en
lo pertinente en el art. 268, inc. .'
6
La orden será escrita, expresando el lugar y tiempo en que la medida deberá efectuarse,
individualizando los objetos a secuestrar o las personas a detener. La diligencia sólo podrá
comenzar entre las ocho y las veinte horas. Sin embargo, se podrá autorizar a proceder en
cualquier hora cuando el interesado o su representante lo consientan, o en los casos graves
y que no admitan demora por el riesgo de frustrarse la investigación, o cuando peligre el or-
den público.
La orden no será necesaria para el registro de losedificios públicos y oficinasadministra-
tivas, losestablecimientosdereunión ode recreo, el local de lasasociacionesy cualquierotro
lugar cerrado que no esté destinado a habitación o residencia particular. En estos casos de-
berá darseaviso a las personasa cuyo cargo estuvieren los locales, salvo queello fuere perju-
dicial a la investigación.
La orden de allanamiento será exhibida al que habita o posee el lugar donde deba efec-
tuarse, ocuando estuviereausente,a suencargado;afalta deéste, a cualquier persona mayor
de edad que se hallare en el lugar, prefiriendo a los familiares del primero. Al notificado se le
invitará a presenciar el registro. Cuando nose hallarea nadie, se haráconstar asíen el acta que
seelaborará dejando constanciade lo ocurrido, y quefirmarán los concurrentesal acto.
Si en el acto del registro se encontraren elementos probatorios no previstos en la orden
judicial o rastros de otro delito, se deberá requerir la conformidad judicial para su incauta-
ción, sin perjuicio de adoptarse los recaudos pertinentes para preservarlos. Cuando para el
cumplimiento desusfuncioneso por razonesde higiene, moralidad u orden público, alguna
autoridad nacional, provincial o municipal competente necesite practicar registros domici-
liarios, solicitará al Tribunal orden de allanamiento, expresando los fundamentos del pedi-
do. Para resolver la solicitud, el Tribunal podrá requerir las informacionesque estime perti-
nentes.
objetivos básicos". El primero de ellos seria "averiguar la verdad sobre el delito en cuestión y, por
tanto, evitarel pronunciamientodeveredictosfalsos". El segundo, partiendodel hechodeque, sin
importar cuánto quieran evitarse, devez en cuando ocurrirán errores-condenasfalsas y absolu-
cionesfalsas-, consisteen determinar"1aforma enquesedistribuyen loserrores referidos". El ter-
cero, por su parte. son los que denomina valores de "política pública" o "no epistémicos", por ser
"una miscelánea de intereses que no tienen quever directamente con las clases de error referidas,
sinoqueseenfocan enotrosasuntostambiénconsideradosimportantesen el desempeñodel siste-
ma de justicia penal",talescomo "el uso eficientede recursos, la protección de losderechosdel acu-
sado y otros bienes sociales" (Verdad, erroryproceso penal. Un ensayo sobre epistemologíajurídi-
ca, p. 22). Enestesentido, muchosdeestosúItimosvalores-especialmente, la protecciónde losde-
rechosde los imputados-sonespecialmentedenominados"contra epistémicos" porquesu respe-
tosupone. necesariamente, un obstáculo para cumplir con el fin deobtención de laverdad.
Sobre este punto, también podría argumentarse que se trata de medidas quevulneran el
derecho de la personaa nodeclararcontra s i misma-yaqueconellasse busca obtener información
provenientedesusexpresionesquepermitanobtenerelementosprobatoriospara, posteriormen-
te, poderarribar a una condena. Sin embargo, el camino que mayoritariamente se ha escogido al
analizarel tema es aquel que pone la atención en las restricciones al derecho a la intimidad.
La CADH, al igual que los demás instrumentos internacionales de protección de derechos
fundamentales-vale recordarlo-, enfunción del art. 75, inc. 22de la CN, goza dejerarquía cons-
titucional y es plenamente operativa.
LAS INTERVENCIONES TELEFÓNICAS...
Corte IDH, caso "Tristán Donosov. Panamá". sentencia del 27/1/09, párr. 55
CorteIDH.caso"Escherv. Brasil".sentenciadel6/7/09, párr. 115.Asimismo. enel mismoca-
so la Corte IDH se ha ocupado de resaltar el amplio campo de protección que debe asegurarse, al
señalar que "el art. 11 protege las conversacionesrealizadas a través de las líneas telefónicas ins-
taladas en las residencias articulares o en las oficinas. sea su contenido relacionadocon asuntos
privados del interlocutor, sea con el negocio0 actividad profesional que desarrolla. Deese modo,
el art. 11 seaplica a lasconversacionestelefónicas independientementedesucontenidoe incluso.
puedecomprendertanto lasoperacionestécnicasdirigidasa registrar esecontenido, mediantesu
grabación y escucha, como cualquier otro elemento del proceso comunicativo mismo, por ejem-
plo, el destino de las llamadas que salen o el origen de las que ingresan, la identidad de los inter-
locutores, la frecuencia, hora y duración de las llamadas, aspectos que pueden ser constatadossin
necesidadde registrarel contenido de la llamada mediante la grabación de lasconvenaciones. En
definitiva, la proteccióna lavida privada seconcreta en el derechoa quesujetosdistintosde los in-
terlocutores no conozcan ilícitamenteel contenido de las conversacionestelefónicas o deotrosas-
pectos, como los ya mencionados, propios del proceso de comunicación" (párr. 114).
LAS INTERVENCIONES TELEFÓNICAS...
5 2. El asunto en la Constitución
de la Provincia de Río Negro
No obstante la importancia de los estándares desarrollados en el apartado an-
terior, el análisisdel tema, en función del sistema federal que rige en la Argentina,
quedaría incompleto si no se determinan cuáles son las reglas que las constitucio-
nes provinciales -en este caso, la de Río Negro- incluyen al respecto. Este aspec-
l2 Corte IDH, caso"Escherv. Brasil", sentencia del 6/7/09, párrs. 130y 131.
l 3 También podrían mencionarse en este punto los requisitosde necesidady proporcionali-
dad, tal como bien lo anticipó la CSJN en el caso"Halabi", en los pasajes antes citados. Sin embar-
go, al tratarse de criterios de análisis más ligadosa los casos concretos en los que estas medidas se
disponen y no a la legislación concreta que las regula, pueden serdejados de ladoen este análisis.
LAS INTERVENCIONES TELEFÓNICAS...
l7 Ello se advierte en el propio comienzo del art.138, cuando no se hace referencia al están-
dar exigible sino que se comienza señalando que "cuando el registro deba efectuarse en un lugar
habitado ... ".
LAS INTERVENCIONES TELEFÓNICAS...
La primera regla que interesa destacar es que, al tratarse de una medida res-
trictiva dederechos, el nuevo CPPRN, en sintonía con el sistema acusatorio que se
adoptaT8,y estableciendo una aplicación directa de la regla general que prevé en
su art. '
6 19, establece que solo puede proceder a pedido de parte. De este modo,
el art. 146 señala que: "El Juez de Garantías podrá ordenar, a pedido de parte y
mediante resolución fundada, la intervención de comunicaciones telefónicas del
imputado ... ".
6) Duración de la medida
Otro de los resguardos que suele exigirse cuando se permiten medidas como
las intervenciones telefónicas es que, independientemente de que los estándares
que las permitan sean exigentes y se cumplan, la duración de la medida no debe
ser excesiva20.Tomando nota de ello, el nuevo CPPRN prevé reglas claras en este
aspecto, estableciendo en su art. 146 que la intervención de las comunicaciones
telefónicas del imputado podrá ordenarse: "... p o r un período determinado que
no excederá de los diez días. Este plazo podrá ser renovado, cumpliéndose los mis-
CJ Valor probatorio
Por otro lado, para el caso en que se hayan respetado las reglas anteriormente
repasadas, el nuevo CPPRN incluye una referencia específica al valor probatorio de
la información obtenida mediante las intervenciones telefónicas. En este sentido,
el art. 146 establece lo siguiente: "Estas interceptacionesparapoderser utilizadas
como prueba en eljuicio, al objeto de su reconocimiento p o r testigosyperitos, de-
berán cumplimentar lassiguientes reglas: Su contenido deberá serpuesto a dispo-
sición de las otras partes -quienes deberán suministrar los soportes electrónicos
para ello inmediatamente de concluidas las interceptaciones-a supedido y siem-
pre antes de la audiencia en la que se formalice el litigio ...".
La primera regla quese desprendedel art. 146es, al igual que con la exigencia
de que la medida sea dispuesta solo a pedido de parte, una consecuencia directa
de otras reglas generales. En este caso, al prever que el contenido de las intercep-
taciones deberá ser puesto a disposición de las otras partes, se trata de una mate-
rialización del principio de contradicción que debe regir en la valoración de la
prueba en materia penal, en tanto las partesdeben conocer por igual loselemen-
tos probatorios a fin de poder valorarlos críticamente y, de ese modo, fortalecer
sufiabilidad2'.
rrogado por otro tanto, según las circunstanciasespeciales del proceso, pudiendo
a su vezexceder excepcionalmente dicho plazo, en loscasosdesuma gravedad y de
muy difícil investigación, una persona podia estar privada de su libertad hasta tres
años, conformeart. 287 bis del Código anterior, sin obtener una sentencia de con-
dena, lo que se traducía en una verdadera pena anticipada.
Ahora bien, como podemos apreciar, con el nuevo texto de la reforma procesal
penal, losdosgrandesproblemasquesevisualizaban en el sistema inquisitivode la
ley anterior, en cuanto a materia de la prisión preventiva, esto es su regulación y
uso práctico, se irán solucionando con el correr del tiempo. Y decimos ello en fun-
ción dedos razones, la primera quecon la reforma se redujo al máximo el plazo de
duración en que una persona puedequedar privada desu libertad duranteel trans-
curso del proceso, y la segunda, y como consecuencia directa de la primera, ya no
podremos hablar de "pena anticipada".
Veamos: el art. 69 del CPPRN establece en su inciso primero, como principio
general, que los plazos legales y judiciales serán perentorios, provocando la cadu-
cidad de las instancias o de la petición de las partes, teniendo como efecto, de
acuerdo al art. 70, el cese de la intervención en la causa del juez, tribunal o repre-
sentante del Ministerio Público Fiscal. Por otra parte, en su art. 77 se establece un
plazo máximo de duración del proceso de tres años, improrrogables, a contar des-
de la formalización de cargos y hasta el dictado de una sentencia condenatoria o
absolutoria no firme. A su vez, el art. 128establece un plazo de hasta seis meses, a
contar desdeque seencontrare individualizadoel imputado, para queel fiscal rea-
lice una investigación preliminar, plazo que admite prórroga. Luego el art. 153
otorga un plazo máximo de duración de la etapa preparatoria de cuatro meses, a
contar desde la formulación de cargos. En cuanto a materia de la prisión preventi-
va, el Código- reformado establece en su art. 114 un término máximo de duración
dela privación de la libertad de, en principio, un año, no pudiendo extendersedicho
plazo másallá de losdieciochomeses.Con locual, el tiempode tresaños y seis meses
que preveía el Códigoanterior, como plazo máximo en que una persona podia estar
privada de su libertad, se redujo considerablemente a un año y seis meses.
Asimismoa travésdel art. 99 del CPPRN, seestablece, como principiogeneral, que
las medidas cautelares y de coerción personal solo serán procedentes cuando fue-
ren absolutamente indispensables para asegurar los finesdel procedimiento y solo
podránsubsistir mientrasdureesa necesidad, regulandoluegoen el art. 109y como
únicosfines procesales, el intentar el imputado evadirseo entorpecer el accionar de
la justicia, siendo en consecuencia inadmisiblee improcedentealegar otrascausales
fuera de las dos mencionadas, como para fundar un riesgo procesal. Partiendo, en-
tonces, del texto legal reformado, la prisión preventiva se regirá por su "lógica cau-
telar", lacual debeser aplicada solo para garantizar queel juicio se llevea cabo. Y tal
esel supuesto contemplado en el Código reformado al hablar de "asegurar los fines
delprocedimiento", sin olvidar que "la prisión preventivaes la medidacautelarque
ASPECTOS GENERALES DE LA PRISIÓN PREVENTIVA ...
cionalidad entre aquéllas, los elementos de convicción para dictarla y los hechos
que se investiganu4.
En consecuencia, también la Corte lnteramericana ha establecido que para res-
tringir el derecho a la libertad personal a través de medidas como la prisión pre-
ventiva, deben existir indicios suficientes, aportados por la parte acusadora, que
permitan suponer razonablemente que la persona sometida a proceso haya parti-
cipado en el ilícito que se investiga5.Ahora bien, en esta instancia del proceso de
dictado de la cautelar, no se debe desnaturalizar el instituto y utilizarse a modo de
control social, tendiente a neutralizar con el encierro la peligrosidad del sometido
a proceso, pues en el caso y de suceder, dejaría la órbita procesal para configurar
sin dudas un adelantamiento de pena, pues al respecto el Superior Tribunal pro-
vincial expresó: "Así, la Constitución Nacional no permite que se tratecomo culpa-
ble a quien a cuyo respecto todavía no se ha dictado una sentencia penal firmeque
así lo declare y lo someta a una pena. Hasta tanto ello no ocurra, la persona tiene
derecho a gozar de libertad durante el trámite del proceso" 6.
En comunión con lo antes expuesto, la Corte IDH ha sostenido que "la sospecha
tiene que estar fundada en hechos específicos y articulados con palabras, esto es,
no en merasconjeturaso intuicionesabstractas. Deallíse deduce queel Estado no
debe detener para luego investigar, por el contrario, solo está autorizado a privar
de la libertad a una persona cuandoalcanceel conocimientosuficiente para poder
llevarlaaj~icio"~. Ello implica quedeben haberseconstatado mediante mediosde
prueba la-configuración de todos loselementosdel tipo legal imputado.
La idea que está detrás de este primer requisito, en el marco de lo expuesto, tie-
ne relación con pretender garantizar la realización del juicio. En el momento en
que debemos decidir sobre restringir la libertad a un sujeto sospechado de haber
participado en la comisión de un hecho delictivo, tenemos que tener en claro que
en esecasodebeexistir unaexpectativa razonableylo probabledeque, con losele-
mentos de pruebas reunidos en la causa resultan suficientes como para avanzar
hacia el juiciooral y públicoy así poder proteger su realización. De allí, la idea cuan-
do hablamos de la "lógica cautelar" que debe tener la prisión preventiva. Por otro
lado, no solo resultará fundamental contar con esa expectativa a proteger, sino
que también resultará necesario, para justificar la prisión preventiva, la existencia
de ciertos riesgos procesalesdignos de ser protegidos y que podemos enmarcarlos
en un segundo requisito para la procedencia de la cautelar.
CIDH, Informe no 86/09, caso 12.553, 6/8/09, "Fondo, José, Jorge y Dante Peirano Basso,
Uruguay", párrs. 81 y 84; CIDH, Informe no77/02, caso 11.506. "Fondo, Waldermar Gerónimo Pin-
heiroy JoséVictor Dos Santos, Paraguay", 27/12/00, parr. 66.
GASTÓN PlERRONl -JORGE CRESPO
vo suficiente para evitar que el imputado se fugue. Se trata de encontrar una rela-
ción proporcional entre el riesgo de fuga y que el interesado no desoiga otras
medidas no privativas de la libertadg.
Siempre que exista una medida cautelar alternativa menos gravosa que la pri-
sión preventiva, corresponde aplicar esta si contiene la misma idoneidad para
alcanzar el objetivo propuesto, no podemos dejar de señalar que como se expresó
en los párrafos anteriores, la prisión preventiva será la ultima ratio y no el primer
presupuesto en un catálogo normativo penal. De allí el carácter excepcional de la
prisión preventiva, el cual se encuentra receptado en el Código en su art. 109, al
decir sobre la procedencia de la prisión preventiva, queel acusador podrá requerir
fundadamente dicha medida coercitiva cuando considere que las demás medidas
cautelares fueren insuficientes para asegurar los fines del procedimiento.
Por último, obse~amoscomoun hecho positivo de la reforma procesal el hecho
de que toda medida cautelar y de coerción personal deberá ser peticionada y dis-
cutida en una audiencia oral y pública, en presencia del juez y de las partes, garan-
tizándose los principios de oralidad, inmediación y contradicción. El hecho que se
transforme en oral e inmediata la discusión sobre la cautelar en estudio. conlleva
como beneficio que las decisiones se transforman en trasparentes, permitiendo
socializar el mensaje que desde el sistema judicial se da al tratar un tema tan sensi-
ble como la prisión preventiva, logrando dar confianza y previsibilidad al justicia-
ble. La oralidad conlleva necesariamente a la inmediatez, entendida esta como la
posibilidad dequeel jueztomecontactodirectoy personal con la situación del jus-
ticiable y su relación con la cautelar, permitiendo analizar de primera mano las
resultas de la contradicción y emitir sin dilación alguna un resultado al diferendo
planteado entre la defensa y el órgano acusador.
Tal exigencia es establecida por el art. 111 del Código. Al respecto, el órgano
acusador deberá primeramente, para sostener y justificar una cautelar de prisión
preventiva, realizar la formulación decargoscontra el imputado, esdecir, el titular
de la acción pública debe indicar con claridad cuáles son los hechos que imputa.
Esta formulación de cargos consistirá en el relato de los hechos imputados por par-
te del fiscal, indicando la calificación jurídica. Además, debe el fiscal mencionar
algunosantecedentes probatoriosque respalden a los mismos. Esdecir, lo que Ila-
mamos el "supuesto material". Lo normal para esto, debiera ser que solo con el
relato de los antecedentes probatorios que haga el fiscal sea suficiente, pero
-
'O Programa de derecho criminal. Parte general, V.II, 1977, no897, p. 375. En el mismo senti-
do, Inmoralidad del encarcelamiento preventivo, en "Opúsculos de Derecho Criminal", no V. IV,
1978, p. 223.
El régimen de medidas de coerción
en el nuevo sistema de enjuiciamiento
de la provincia de Río Negro
IGNACIO RACCA*
g 1. Introducción
De la lectura del nuevo Código Procesal Penal de la Provincia de Río Negrose ex-
trae un futuro esperanzador en materia de normativa procedimiental, no solo pa-
ra esa localidad, sino para toda la Nación. Si bien nodesconocemos, como ya hemos
dicho en otrasoportunidades', que lavigencia de las prácticasinquisitivas pasa por
un eje estructural, en donde la formación y capacitación de los operadores ocupa
un rol central, lo cierto es que el progreso en materia legislativa es un buen primer
paso hacia la consolidación de un sistema de enjuiciamiento acusatorio.
Se destaca este avance desde varias modificaciones: la incorporación de la ora-
lidad en carácter pleno, a través de la realización de audiencias como paso previo
a la mayoría de las decisiones jurisidiccionales, la dirección de la investigación pre-
paratoria a cargo del fiscal, el nuevo rol del juez de garantías, apartado de las me-
didas de instrucción, el abandono de la incomunicación y del secreto de sumario, la
solución del conflicto como objeto del proceso penal, la horizontalidad en la fun-
ción judicial a travésde la creación del forode jueces penalesy de la oficina judicial,
y, principalmente, la instauración del juicio por jurados.
A través de estas líneas intentaremos esbozar un estudio práctico de lo relativo
al nuevo régimen de medidas de coerción, diametralmente opuesto a su predece-
5 2. Principios generales
El nuevo Código reconoce inicialmente, en su art. 902,el principio de libertaa
durante el proceso. Dicha disposición no constituye, al menos en sí misma, una no-
vedad. La mayoríadeloscódigosqueaún se inclinan por la pauta rígida establecen
la vigencia de esta manda constitucional, sin perjuicio de quea la hora de regular-
lo, se inclinen por la exégesis binaria, que remitea un meroanálisismatemático de
la pena en expectativa como fundamento del encierro cautelar.
Así, en Iíneasgenerales las normativas procesalespermiten la libertad del impu-
tado durante el proceso penal (generalmente con el vocablo "podrá", lo que nos
habla de su naturaleza como facultad del juez más que como derecho del encausa-
do) solo cuando pueda avizorarse que una eventual condena podría ser dejada en
suspenso, más allá de las particularidades de cada sistema. Lo cierto, es que gene-
ralmente la detención cautelar se vincula centralmente con la magnitud de pena
en expectativa.
Sin embargo, la nueva legislación avanza sobre este punto, en primer lugar, al
consagrar el fin procesal de la detención preventiva en el art. 9g3,pero, principal-
mente, alabandonar la pauta rígida. El nuevoCódigonomencionaen ningún pun-
t o al instituto de la excarcelación, y este es otro de los aspectos que hacen a la na-
turaleza excepcional de la prisión preventiva. El apego del encausado al proceso se
garantizará a través de otros medios, como se verá en el punto siguiente.
Por otro lado, el orden en el cual se encuentran sistematizadas las medidas de
coerción también lleva implícito la preferencia por la cual deberá optar el juez in-
terviniente. El Código estableceen primer lugar lascauciones, luego otras medidas
alternativas, y recién en última instancia la prisión preventiva.
Art. 9".- "Libertad durante el proceso. El imputado tiene derecho a permanecer en li-
bertaddurante elproceso. La libertadsólo puedeser restringida en loslímitesabsolutamente in-
dispensablespara asegurar los fines del proceso, con los alcances, modosy tiempos reglados en
esta ley".
Art. 99.- "Principio general. Las medidas cautelares y de coerción personal solo serán
procedentes cuando fueren absolutamente indispensablespara asegurar los fines del procedi-
miento, ysólo podrán subsistirmientrasdure esta necesidad".
EL RÉGIMEN DE MEDIDAS DE COERCIÓN...
Por ejemplo, varias de las opciones posibles (prestar caución, fijar domicilio,
comparecer a las citaciones de la causa, evitar actos que obstaculicen el proceso,
presentarse ante la autoridad judicial los días que esta fije) son presupuestos de
cualquier excarcelación corriente, institutoque fueeliminadoen estedigesto nor-
mativo. No pareciera haber mucha innovación a tal respecto.
CPPNsegÚn ley 27.064, art. 177, inc. o); CPPBA, arts. 159 y 163; CPPSF, art. 222; CPPCh, art.
227, entre otros.
' CPPBA, art. 177, párr. 2"; CPPCh, art. 227, párr. 2"; CPPC, art. 289, entreotros.
CPPNsegÚn ley 27.064. art. 179, párr.2"; CPPCh, art. 227. párr. 2". entreotros.
Art. 101, párrs. 2Oy 3": "A losefectosdesudeterminación,se tendrá en cuenta la naturaleza
deldelito, eldaño que hubiera ocasionado, la condición económicay antecedentesdelimputado.
IGNACIO RACCA
5 4. Aprehensión y detención
Una de las características centrales de los sistemas procesales acusatorios es la
modificación del rol del fiscal, quien en cierta medida, ademásdeser una de las par-
tes, adquiere un protagonismo esencial al ser el encargado de la investigación. Sin
embargo, los límites de sus facultades no son unánimes en las legislaciones proce-
sales modernas, sino queestasvan variando en tornoa las previsionesdecada cuer-
po legal regional.
En lo que hace a las medidas de coerción, el nuevo Código Procesal Penal otor-
ga al fiscal la facultad de ordenar la detención de una persona cuando se den dos
requisitos: mérito sustantivoy riesgos procesales(art. 108, párr. 2" "). No podrá ha-
cerlo de forma autónoma, sin embargo, en el supuesto de demora de varias perso-
nas entre las que no se pueda diferenciar responsables de testigos, supuesto en el
cual, de superarse el plazo de 24 horas, deberá requerir la conversión de la medida
en detención al juez interviniente, u ordenar la libertad (art. 106).
La disposición citada en primertérmino puedeobservarsedesde dos puntos an-
tagónicos. Por un lado, es cierto que otros códigos procesales de tinte acusatorio,
si bien reservan la detención como potestad judicial, habilitan la vía de la aprehen-
sión en casos de urgencia 12, que, con idénticosefectos, es decir, la privación de la li-
lo Art. 102, inc. 3".- "[Caución]real: La cualse constituirá depositando dinero, efectospú-
blicos o valores cotizables, u otorgando prendas o hipotecas por la cantidad que eljuez determi-
ne. Los fondos o valoresdepositadosquedarán sometidosa privilegio especial para el cumplimien-
to de las obligacionesprocedentes de la caución. Esta caución sólo será procedente cuando de las
circunstancias del caso surgiera la ineficacia de las modalidades de las dos caucionesprecedente-
mente establecidasy que, porla naturaleza económica del delito atribuido, se conforme como la
másadecuada".
l1 Art. 108, párr. 2".- "Ninguna persona podrá serdetenida sin orden escrita. El fiscal podrá
ordenar la detención del imputado cuando existan suficientes indicios para sostener, fundada-
mente, que esautor o participe de un delito y existen peligros procesales".
l2 CPPBA, art. 153, inc. 3"; CPPC, art. 277; CPPCh, art. 217, último párrafo.
EL RÉGIMEN DE MEDIDAS DE COERCIÓN ...
bertad por un período mínimo de tiempo13, posee menos requisitos, toda vez que
no se prevé la necesidad de una orden escrita y fundada, por ejemplo. Esta modifi-
cación podría permitir ver a dicha previsión como un avance en la materia, como
sucedetambién en el Código Procesal Penal de Santa FeT4.
Por el otro, no podemos dejar de señalar que si la idea del procedimiento acusa-
torio es consolidar la figura dé1juez de garantías, pareceríaque toda limitación a
derechosconstitucionalesdebería pasar por su pluma, limitándose lasdetenciones
o aprehensiones sin orden judicial a casos de verdadera urgencia que ameriten tal
intervención soslayando una autorización jurisdiccional previa en razón de su na-
turaleza (flagrancia, fuga, intento de cometer un delito, etcétera).
Cabe destacar que estos casos de urgencia se encuentran previstos como su-
puestos de aprehensión, como facultad de los oficiales y auxiliares de la policía, e
inclusive para la ciudadanía, lo cual generalmente seencuentra permitido y previs-
t o en las legislacionesprocesales. U" primer control de legalidad de la medida se le
adjudica al fiscal, a quien deberá comunicarse su efectivización.
l 3 Según lo dispuesto por el art. 108, párr. 3". la detención no podrá extenderse por más de
veinticuatro horas; para el caso en que el fiscal estime necesaria la continuación de la privación de
la libertad, deberá solicitarlo al juezen audiencia.
l5 CPPBA, art. 154; CPPC, art. 276; CPPSF, art. 213; CPPN, art. 285 (vigente y aplicable actual-
mente, según ley 23.984). y 184(según ley 27.064).
IGNACIO RACCA
5 5. Prohibición de incomunicación
Hace más de dos siglos, un brillante joven italiano se preguntaba "¿quién pue-
de defenderse de la calumnia cuando ella está armada del secreto, escudo más
fuerte de la tiranía?" 16. Si bien no desconocemos que Beccaría hacía referencia a
lasdenunciasanónimas, entendemos que sus interrogantes pueden aplicarse per-
fectamente a otros institutos similares, tales como el secreto de las actuaciones, y
porqué no, la incomunicación inicial del aprehendido0 detenido, ambos mecanis-
mos procesalesrelacionadosentresíy, además, vinculadoscon la tendencia kafkia-
na hacia la confidencia como eje de los primeros pasos del proceso penal, herencia
de los sistemas propiamente inquisitivos.
Como hemosseñalado a lo largo del artículo, el nuevo Código Procesal Penal de
Río Negro impone un palpableavance hacia un sistema detinte acusatorio, aban-
donando las históricas tendencias inquisitivas, arraigadas no solo en la provincia,
sino también en el resto de la república. Las diferencias entre ambos sistemas de
enjuiciamientovarían en torno a muchasaristas:jurisdiccional, titularidad de la ac-
ción, naturaleza jurídica del acusado y de su posibilidad de defenderse, requisitos
y recurribilidad de la sentencia, parámetrosde valoración de la prueba, objeto del
proceso, y características propias del procedimiento. En lo que hace a este último
punto, el secreto de las actuaciones se erige como base de los sistemas inquisitivos,
a nivel tal que ha logrado, junto con otras instituciones similares -como la inco-
municación inicial-, trascender a este y penetrar las regulaciones de los modelos
acusatorios; lo que, afortunadamente, no sucedió en la reciente reforma.
Haciendo lasveces de principio general, el art. 11 prohíbe absolutamente la in-
comunicación del imputado-lo cual resultaba ser una facultad del juez en el Có-
digo anterior (art. 190)- y el secreto de las actuacionest7, institutos que quedan
naturalmentevinculadosentre sí. Por su parte, el art. 107 18insistesobredichapro-
hibición, estableciéndose la excepción respecto de la posibilidad de que se dispon-
ga el aloje separado de los coimputados, a los efectos de evitar la construcción de
una coartada conjunta que pueda obstaculizar la investigación. Que el legislador
haya optado por la fórmula "el fiscalpodrá requerir", sumado a que en la norma
citada en primer término se establezca que "se podrá disponer p o r eljuez de ga-
rantíasyapedido departe ... la reserva dealgún acto", llevan a concluir que por
menor que parezca esta medida, y peseaqueduranteel proceso el acusador públi-
co posee facultades cualitativamente superiores, aquélla debe ser autorizada ex-
clusivamente por el juez interviniente.
El avancesobre el institutode la incomunicación en sentido prohibitivo merece
ser destacado, nosolo porque resulta ser únicoentrelas legislacionesprocesalesre-
gionales, aún teniendo en cuenta las más modernastg, sino que, además, se en-
cuentra previsto por la propia Constitución p r o ~ i n c i a lsiendo
~ ~ , este uno de los po-
cos casos en losque loscuerpos procesalesresultan más benignosque los principios
fundamentales. Parece obvio, pero no puede dejar de señalarse que, aunque la
Carta Magna provincial admita el instituto de la incomunicación, lo hace en senti-
do limitativo y como derecho del imputado-recordemos que se establece bajo el
acápite de "derecho de defensaw- a no ser sometido a aquel por más de 48 horas,
no así como prerrogativa estatal. En virtud de ello, devendría totalmente errado
establecer la inconstitucionalidad del art. 107, como así también pretender la inco-
municación del encausado en lostérminosconstitucionales, todavez que seestable-
ce como garantía del ciudadanoenfrentado al poder punitivo, y noen favor deeste.
horas. Sele notifica la causa de la detención dentro de lasprimerasdoce horas, entregándosele co-
pia de la resolución fechada y firmada. Tiene derecho a dar aviso de susituación a quien estime
conveniente, siendo obligación de la autoridadproveer los medios necesariospara ello en forma
inmediata".
IGNACIO RACCA
5 6. Prisión preventiva
a) Un cambio de paradigma
A lo largo del desarrollo de este trabajo hemos insistido en reiteradas oportuni-
dades sobre el desafío que impone la transición hacia un sistema de enjuiciamien-
t o de tinte acusatorio. Sin la intención de desmerecer los avances legislativos, lo
cierto es que estos se erigen como un mero primer paso hacia la transformación
21 Corte IDH, "Suarez Rosero v. Ecuador". del 1U11197, p. 51; "Bulacio v. Argentina", del
18/9/03,p. 127;CIDH, "Inf. 66/01,caso 11.992".informe del 14/6/01,p. 65.
22 Corte IDH, "Suarez Rosero", cit., p. 90;"Bulacio", cit.. p. 127;CIDH. "Inf. 66/01",cit., p. 84.
EL RÉGIMEN DE MEDIDAS DE COERCIÓN...
plena. Un enfoque legalista del asunto llevaría hacia el fracaso: sería muy ingenuo
creer que, simplemente porquese modificó el régimen legal que impone los tiem-
pos y formas del proceso penal, la tarea reformista ha sido cumplida. Del mismo
modo en que el reconocimiento constitucional del derecho a una vivienda digna
no elimina la indigencia, las previsiones procesales sobre oralidad, inmediación y
contradicción quedarán truncas si no son acompañadas por un desarrollo cultural
y político que lleve a asentar la reforma.
Este capítulo en particular invita a la reflexión, toda vez que, más allá de las re-
ferencias que se hicieron en los acápites anteriores al respecto, la audiencia de pri-
sión preventiva será, por sus efectos, la de mayor relevancia. Y es aquí donde la
adopción detécnicasde Iitigación jugará un papel clave. La oralidad obligada23es
solo el principio, ya que la audiencia puede no llevarse a cabo con toda una varie-
dad de pretextos (mal funcionamiento de los equipos de grabación, cortes de luz,
etcétera), ovirtualizarse, convirtiéndoseen una mera lectura oral de actasy memo-
riales, en honor al arraigado mundo del expediente; y no debería sorprendernos
que ello suceda, toda vez que la cultura j ~ d i c i a l ~ ~
has mostrado
e siempre reticen-
te al cambio.
Pensemosque, hasta hoy, el operador judicial estaba acostumbrados un esque-
ma laboral metódico, sencillo y concreto. La línea de trabajo con el régimen legal
anterior se formulaba de la siguiente forma: detención - indagatoria - procesa-
miento con prisión preventiva (si no correspondiere la excarcelación), todo por es-
crito en el término de once o doce días (24 o 48 horas para la indagatoria, y diez
días, a partir deallí, para el procesamiento). El modelo queinstaura el nuevo Códi-
go es totalmente distinto, y, además, más complejo. No descubrimos nada si afir-
mamos que el proceso escrito es más simple que el oral, toda vez que por su natu-
raleza puede ser delegado, fragmentado. Si a ello sumamos, además, que el plazo
que solía ser de once o doce días, ahora es de 24 (en caso de detención) o 48 horas
(para aprehensiones), y que deberá ser sustanciado con presencia de las partes en
audiencia oral y pública, seconcluyecon facilidad en queel caudal detrabajo reque-
rido será mucho mayor: ello derivará necesariamente en la resistencia de, cuanto
menos, alguna parte de los integrantes de la estructura jurisdiccional.
23 Art. 76, párr. 2".- "... lasaudienciasseregistraránen forma íntegra, enaudioy video, por
cualquier medio con el que se asegure la fidelidad".
24 En términos sabiamente expuestos por Binder, "cuando hablamos de cultura jurídica ha-
cemos referencia a la cultura de los abogados: opiniones, creencias, rutinas, hábitos de trabajo,
ideas y valoraciones presentesen el conjunto de actividades que llevan adelante los abogadosen
tantotales. Ellos podránserjueces, litigantes, profesores, burócratasodoctrinarios, perocompar-
ten una matriz cultural que, como se ha anotado, es un agregado aluvional de tipo histórico, que
ha sido producido por la abogacía y, al mismotiempo, moldea a losabogados ..." (Derechoproce-
salpenal, 2013, vol. l. p. 350).
IGNACIO RACCA
bargo, esta audiencia preliminar requerirá cierta aproximación a los sucesos bajo
análisis. Aún así, de mayor relevancia serán las exposiciones relativas a la medida
cautelar en concreto: acreditación de peligros procesales, vías alternativas, posi-
bles acuerdos entre las partes, duración, etcétera.
No corresponde a esta instancia la producción de prueba de cargo o descargo,
. del debate, mas si deberá acreditarse el sustento de lo solici-
lo aue resulta .propio
tado. Es aquí donde toca abandonar completamente el expediente, desafío com-
plejo para los i n t e r ~ i n i e n t e sMás
~ ~ . allá de que el nuevo Código prohíba expresa-
mente la lectura2', el relato formal memorizado derivaría en el mismo problema:
se busca evitar que la audiencia sea una mera teatralización del expediente. ¿De
que forma se expondrá el relato hacia el juzgador, entonces? Del mismo modo en
el cual el oficial de prevención seloexponeal fiscal, ocon los mismos mediosdeco-
municación por el cual actualmente un empleado le informa la causa al juez: una
narración concisa, sencilla, lo más breve posible.
Por ejemplo, en lo atintente a la acreditación del hecho, correspondeargumen-
tarse de la siguienteforma: "El testigo Pérez refirióaesta Fiscalía haber observado
cuandoel encausado, aquien conocedel barriocomo Alberto Rey, ingresó a lafin-
ca de su vecino Morales saltando la cerca". Desde la contraparte, al referirse a la
inexistencia de riesgos procesales, se establecerá: "Esta defensa mantuvo entrevis-
ta con el Sr. Ledesma, quien afirmó que de recuperar la libertad el Sr. Alberto Rey,
este estaría dispuesto a darle trabajo en su comercio".
Como si se tratase de la estructura de una sentencia, los puntos de la audiencia
serán los siguientes: acreditación del hecho, participación del imputado, existen-
cia de riesgos procesales, medida solicitada y, en su caso, duración (el juez no esta
obligado a fijar un plazo28). En lo que hace a dichos riesgos, cabe recordar que la
prisión preventiva posee-y así esta establecido en el Código- un fin meramente
procesal. La acusación deberá acreditar la existencia de peligro de fuga u obstacu-
lización de la justicia. Si bien estas bases suelen alegarse deforma genérica y con-
junta, lo cierto es que son parámetros bastante disímiles, y rara vez se encuentran
26 Como explica Lorenzo, "[ulna cuestión bastante común en las audiencias es la formula-
ción de una 'relación de expediente' al momento de tomar la palabra, tanto desde la acusación
quesuelededicar mucho tiempoa relatar las actuaciones policiales como un observador externo,
cuantode la defensa, que suele reiterar lo ya relatado por la acusación intentando cuestionarfor-
malidades sin mayor trascendencia a losfines de la audiencia'' (Manualdelitigación, 2012, p. 61)
27 Art. 72, párr. lo.- "Modalidad. Todaslaspersonasque participen en una audienciase ex-
presarán en forma oral. Nose admitirá la lectura de escritos o declaracionessalvola lectura parcial
de notas".
28 Art. 109, párr. 2" in fine.- "Eljuezcontrolará la legalidady razonabilidaddelrequerimien-
to por apreciaciónde las circunstanciasdel caso particular, y resolverá fundadamente, pudiendo es-
tablecerunplazo acordea lospeligrosprocesalesya laspruebaspendientesde realización".
IGNACIO RACCA
un imputado demorado (art. 106), lapso que, aún sumado al propio de la demora
(24 horas), no excede aquel previsto por la regla general.
En lo que hace a la procedencia de la medida, se observan tres parámetros bási-
cos. En primer lugar, la existencia de riesgos procesales, que pueden ser el peligrode
fugaoentorpecimiento probatorio. Paraello, la norma hacealusióna laspautasge-
néricas, que usualmente son observadas por la mayoría de los códigos procesales:
arraigo, residencia habitual, asientofamiliary del trabajo0 negociosdel imputado,
facilidad para evadirse, comportamiento de este durante el proceso, veracidad de
la información proporcionada sobre su identidad (peligro de fuga); indicios de que
este destruirá o alterará elementos de prueba, influenciará testigos o peritos o in-
ducirá a otros a realizar tales comportamientos (entorpecimiento probatorio).
La nueva regulación procesal es tajante al aclarar que la medida solo procederá
si la acusación logra demostrar fundadamente la existencia deaquellos presupues-
tos. Así, se hace referencia a que "el acusador podrá requerir fundadamente" la
prisión preventiva cuando "las demás medidas cautelares o de coerción personal
fueren insuficientes para asegurar los fines del procedimiento"; se establece que
deberá demostrar los extremos anteriormente señalados, como así también que
este "deberá exponercon claridadlos motivasen loscualessustenta su pedido" 32.
Entendemos que estas referencias constantes hacia la necesidad de motivación,
acreditación, y claridad en la requisitoria, permiten concluir que la existencia de
peligros procesales no podrá alegarsevagamente con un sustento genérico (como
la magnitud de pena en expectativa), sino que, en cambio, deberá acreditarse fe-
hacientemente a través de indicios concretos.
Asimismo, corresponde ponderar el sustento probatorio que haga a la existen-
cia del hecho, como así también que la figura penal respectiva prevé una pena pri-
vativa de la libertad que, en una primera evaluación, no permitiría en un futuro
una condena de ejecución condicional (art. 109, párr. 2", inc. 2").
Por último, se establece la necesidad deacreditar el méritosustantivo, esdecir,
la existencia de elementos de convicción suficientes que permitan establecer razo-
nablemente que el imputado es autor o partícipe del hecho investigado (inc. 3").
El establecimiento de un plazo de duración de la medida luce como una pauta
positiva para justificar la razonabilidad y finalidad de la misma; sin embargo, a di-
ferencia de otros códigos de tinte a c u ~ a t o r i o la
~ ~disposición
, de este resulta una
mera facultad jurisdiccional, y no un presupuesto obligatorio de la medida34.
No procedé la prisión por delitos comeidos en ejercicio de la liber-
tad de expresión o como consecuencia de la crítica en cuestiones públicas, ni cuan-
5 7. Duración
La legislación anterior en la materia preveía un plazo máximo de dos años de
prisión preventiva, prorrogable por otro año más para casos complejos, lo cual era
controlado de oficio por la instancia de impugnación que correspondiere. Este tér-
mino podía ser nuevamente prorrogado por otrosseis meses, de existir una senten-
cia condenatoria no firme36.
En su momento, las previsiones provinciales en materia de plazo razonable de
la prisión preventiva eran idénticasa lasdel régimen nacional original, instaurado
por la ley 24.390 (previo a su modificatoria ley 25.430), norma que se autoprocla-
mó reglamentaria del art. 7', inc. 5" de la CADH3', y que también disponía la exis-
tencia de un plazo inicial de dos años, prorrogable por otro año para casoscomple-
jos y seis meses para la resolución de un eventual recurso.
35 Parámetros similares a los instaurados en el orden nacional, según arts. 10 del CPy 32 de
la Ley Nacional de Ejecución Penal 24.660.
36 Arts. 287 bisy 287 ter, CPPRNsegún ley 2107 y modificatorias.
37 "Toda persona detenida o retenida debe serllevada, sin demora, ante unjuezu otro fun-
cionario autorizado por la leypara ejercerfuncionesjudicialesytendrá derecho aserjuzgada den-
tro de un plazo razonable o a serpuesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Su li-
bertadpodrá estar condicionada a garantías que aseguren su comparecencia en eljuicio", en los
términos del art. 75, inc. 22 de la CN.
EL RÉGIMEN DE MEDIDAS DE COERCIÓN...
Los nuevos parámetros que impone el Código acusatorio mejoran dicho están-
dar, acotando el plazo de duración de la prisión preventiva de dos a un año, para
casoscomúnes, y a un año y medioparasupuestoscomplejos,loquedeberáencon-
trarse debidamente fundado por la acusación (art. 114). Entendemos que, si bien
la redacción de la norma puede ser algo ambigua, corresponde interpretar el plazo
de 18 meses (para casoscomplejos)como un término independiente del primero (de
un año), los cuales no deben sumarse, sino que, en cada caso, y ya sea deforma con-
tinua o interrumpida, correrán desde el inicio de la privación de la libertad. Se in-
terpreta ello no únicamente a partir de su redacción38,sino desde una exégesis inte-
gral del nuevo cuerpo procesal, que impone un piso de derechos más alto en varios
ámbitos, entre loscuales se encuentra también la garantía del plazo razonable.
Por último, cabedestacar que los nuevos plazos incluyentambién la instancia de
apelación, con excepción de los recursos dirigidos hacia sentencias dictadas por el
tribunal de impugnación, comoasítambién de un eventual recurso extraordinario
federal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, supuestos que en virtud de
su naturaleza son expresamente excluidos por la norma.
Transcurridos los plazos señalados sin que exista sentencia firme, corresponde-
rá decretarse el cesede la prisión preventiva en favor del imputado, sin perjuicio de
que el proceso avance, y que eventualmente proceda una nueva detención, ya no
en carácter de medida cautelar, sino como cumplimiento de condena. Unavez con-
cedida su libertad, en un principio no podrá establecerse ninguna restricción a la li-
bertadambulatoria; locual nodebelimitarseal nuevodictadodela prisión preven-
tiva, sino que se extiende al resto de las medidas cautelares ya detalladas.
Sin embargo, la ley faculta el dictado de una nueva prisión preventiva (o medi-
das menos lesivas) para el casoen que la acusación demuestre, en audiencia, la exis-
tencia de nuevos peligros procesales. Entendemos que estos deben corresponder-
se únicamente con comportamientosdel imputado posteriores a su libertad, a los
finesde evitar quese reediten viejosargumentoscon la sola finalidad de evadir el
plazo perentorio que impone la norma.
Si bien la ley no lo prevé expresamente, creemos que dicho cese no opera nece-
sariamentea instanciade parte, sinoque puede-y debe-ser decretadode oficio
por el órgano jurisdiccional inte~iniente,del mismo modo que sucede cuando un
condenado agota en detención la totalidad de la pena impuesta.
38 Respecto del primer plazo se afirma que la privación de la libertad "no podrá prolongar-
se porun término mayora un año"; mientras que, con similar redacción, para casos complejos se
establece que "no [puede] extenderse este último supuesto más allá de los dieciocho meses". La
semejanza entre ambas proposiciones llevan a pensar que se trata de cómputos independientes.
CAP/TULOIII
LAS ETAPAS DE INVESTIGACI~NE INTERMEDIA
- -
La etapa preparatoria
y el legajo de investigación
JULIETA V. VIOLA VILLANUEVA * - LUIS E. DUACASTELLA ARBIZU **
5 1. Introducción
El sistema de investigación que diseña el nuevo Código Procesal Penal de Río
Negro tiende claramente a modernizar y hacer más dinámico y eficaz el método
mediante el cual el Estado tramita losconflictos penales.
El art. 119 del CPPRN, al igual que otroscódigos procesalesacusatorios, estable-
ce un objeto múltiple para la etapa preparatoria1.
En principio le impone al fiscal la obligación dearribar a la solución delconflic-
to p o r cualquiera de las vías legalmente previstas. En subsidio deberá realizar las
medidas deinvestigación parapromovero desecharla realización del
juicio, instancia final y central del proceso penal.
Detal forma, y a diferencia del sistema inquisitivoesel Ministerio Público Fiscal
quien en ejercicio de la acción penal, en la etapa preparatoria, desarrolla la activi-
dad destinada a solucionar el conflicto.
Esto lo podrá hacer por medio decualquiera de las formas.de disponibilidad de
la acción previstasen el art. 96del nuevo CPPRN, en ejercicio del principiodeopor-
tunidad. Esta posibilidad de selección de casos que realiza el fiscal, es una de las
principales características del sistema acusatorio.
En esta labor el fiscal no solo evaluará el aspecto jurídico del caso concreto, sino
que también tendrá en cuenta el interés de los protagonistas, escuchando a las víc-
timasy permitiendo que estas interactúen en la solución del conflictocon el ofensor.
Este objetivo primordial impuesto al MPF modifica el paradigma del anterior
sistema de persecución penal, yaque la única finalidad que tenia la instrucción pe-
a) Actuaciones
Este legajo será de libre acceso para la defensa no así para el juez, quien en nin-
gún caso podrá consuItarlo. Esta norma preserva la esencia del método adversaria1
que impide que el juez se forme convicción sobre el caso con anterioridad a la in-
tervención deambas partes (art. 120, CPPRM5.
El juezsolo es llamado en esta etapa a tomar intervención en caso dequealgu-
na dé las partes plantee una pretensión que debe ser resulta por el juez de garán-
tías, oportunidad en que solo podrá examinar las pruebas que fundamenten la
pretensión de la parte.
En loscasosdonde se requiera la resolución judicial, como por ejemplo, una me-
didade coerción ocautelar, el fiscal formulará la pretensión, y en el marcode la au-
diencia oral convocada al efecto producirá la prueba que funda la misma. Adichos
fines la norma aclara que la defensa produce sus propiasevidencias.
Los elementos recolectados en el legajo no tienen valor probatorio en un juicio
salvo aquellas que se acuerden en anticipo jurisdiccional de prueba, y solo podrán
ser utilizadas para solicitar ofundar una medida cautelar y de coerción, excepcio-
neso el sobreseimiento6.
La característica principal de esta etapa es que se trata de una instancia mera-
mente preparatoria de la decisión del fiscal. A su conclusión este decidirá si acusa,
y por lo tanto remite el casoa juicio, osi sobresee las actuaciones por alguno de los
motivos legalmente establecidos (art. 154, CPPRN).
Ocasionalmente alguna de esas evidencias podrá ser utilizada antes del debate
para fundar una medida restrictiva osolicitar medidasqueafectenal imputado. De
todas formas deberá producirlas ante el huez ante quien realiza la petición.
No se trata entoncesde la radicación del sumario en otra sede, en manos de un
funcionario que cumple las mismas funciones que el anterior "juez de instruc-
ción" sino de una auténticadivisión defuncionesentrefiscal a cargodela IPPy un
juez a cargo de un nueva función quees la de control de esa investigación (art. 121,
CPPRN).
Esta noción no va a estar suficientemente clara en los primeros momentos de
funcionamiento del sistema, ya que losoperadorestienden a "continuar" desem-
peñando el mismo rol que antes del cambio de paradigma.
Debe tenerse en cuenta que los códigos procesales acusatorios no son instru-
mentos diseñados para establecer qué debe hacer cada parte, sino por el contrario
a facultar a fiscalesa realizar taxativamente solo los actos que en ellos se indican.
Siendo esto así, dada la característicaadversaria1del sistema, la primera función
del defensor esadvertir cualquier desvíode poder o uso indebidodeestasfaculta-
des para instar la intervención del juez de control de la IPP en salvaguarda del de-
recho al debido proceso.
La experiencia indica que no solo fiscalestienden a excederse en sus facultades,
muchasveces sin advertirlo, por imitar al juez de instrucción del modelo inquisiti-
voen el quese formaron, sinoque los propiosjuecestienden a convalidaractuacio-
nes excesivas de fiscales por el simple hecho de que cuando eran jueces ellos síes-
tabanfacultados para llevaracabo esosactossincontrol alguno. Porejemplo, com-
parendos compulsivos.
La tarea es ardua, no se suple con la formación artesanal con la que operadores
judiciales hemossido introducidosal proceso. La defensa debe por imperativo cons-
titucional ejercer funciones que podríamos definir como guardián delnuevopara-
~ ~
bJ Actuaciónjurisdiccional
CJ Citaciones
dJ Actosiniciales. Denuncia
Loscasosseinicianpordenuncia,que podrá realizarsea eleccióndeldenuncian-
te ante el propio fiscal o la policía. Dicha denuncia puede formularse en forma es-
crita overbal, sin embargo en este último supuesto se extenderá un acta que será
suscripta por el denunciante, lo cual transforma la norma en letra muerta (art. 123,
CPPRN).
También se permiteque la denuncia se efectúe personalmenteo por mandata-
rio, debiendo en este caso tratarse de un mandato especial.
Existe para los funcionarios y empleados públicos-que conozcan el hecho en
el ejercicio de susfunciones-, obligación dedenunciar respecto de hecho punibles
de acción pública salvo que se trate de delitos que requieran de instancia privada
para su persecución o que pese sobre ellos el deber de guardar secreto impuesto
por la ley (art. 124, CPPRN).
En este último supuesto se encuentran incluidos los médicos de establecimien-
tos públicos de salud que tomen conocimiento de un ilícito a partir de la declara-
ción de su paciente en ocasión de brindar asistencia sanitaria, con lo que zanja la
cuestión de la autoincriminación por partede quien requiereauxilio.
También tieneel deber dedenunciar los hechos ilícitosque lleguen
- a su conoci-
miento, ". .. losescribanosycontadoresen casosde fraude y evasión impositiva; las
pe~onasquepordisposiciónde la ley, dela autoridadopor algún actojurídico ten-
gan a su cargo e l manejo, la administración, e l cuidado o control de bienes o inte-
reses de una institución, entidad o persona, respecto de los delitos cometidos en
perjuicio de esta o de la masa o patrimonio puesto bajo su cargo o control, siempre
que conozcan el hecho por el ejercicio de sus funciones" (art. 125, CPPRN).
En un sistema de amplitud probatoria y desformalización, lasdenunciasque no
reunieren las formalidades antes expresadas deben ser consideradas como "noti-
cia de crimen" por el fiscal, quien incluso puede recolectar evidencias respecto de
hechos que considere que poseen los elementos constitutivos de un delito de me-
dios periodísticos u otras fuentes, para iniciar una investigación8.
del Ministerio Público Fiscal, cumple con el requisito legalmente exigido consistente en 'compro-
bar y hacer constar la identidad del denunciante' (art. 82, CPPCABA). En efecto, el relato fáctico
que efectúa el correo electrónico defs. 1 permite tener por satisfecha la exigencia del art. 83 del
CPP-CABA toda vez que, a pesar del modo en que se encuentra redactada, contiene un relato del
hecho presuntamentesucedido el24/7/08que le permitió al acusador público la hipótesisde la po-
siblecomisiónde undelitodeacción pública. Porsu parte, la constataciónactuarial obrantea fs. 2
otorgaverosimilitud a la identidad del denunciante pues da cuenta que personal de la Fiscalía es-
tableció comunicación telefónica con el número consignado en la denuncia siendo atendido por
la señora M. E. T. quien manifestó que el día de los hechosdenunciados se encontraba con su ma-
ridoa bordo de su camioneta y, producto de un conflictovehicular, cuando su marido intentó ob-
tener los datos del conductor de la camioneta Kangoo se bajaron sus ocupantes y comenzaron a
insultar, amenazary dañarsu camioneta mediante golpes de puño sobreel capot ytomaron nota
del teléfono inscriptoen la camioneta.
Ahora bien, la verosimilitud acerca de dicha identidad se transforma en certeza cuando se ad-
vierte de la lectura de las copias certificadas del legajode investigación fiscal que el denunciante
T. H. B. (DNI ...)se hizo presente en la oficina de acceso a la justicia del Consejo de la Magistratura
de la Ciudad de Buenos Aires, el 6/10/08, a una audiencia de mediación, juntamenteconel denun-
ciado P. L. A. (sin que hubiesen podidoarribara un acuerdoconciliatorio). De este modo. la princi-
pal objeción del recurrenteacerca de la incorrecciónde la denuncia quedio inicio al presente pro-
cesovinculada con la ausencia de com~robaciónde la identidad de la Dersona aue la formuló. se
disipa totalmente. Desde esta perspectiva, cobra relieve el criterio jurisprudencia1que exige para
la procedencia de una nulidad un perjuicio concreto para alguna de las partes, porque cuando se
adopta en el solo interésformal del cumplimientode la ley importa un manifiestoexceso ritual no
compatible con el buen servicio de justicia (CYN-Fallos, 295:961; 298:312; 311:237, entre otros)"
(......,......,causa n023122/08,"Aschiero, Pablo Luissllnfracción art. 149 bis, amenazas, CP").
JULIETAV. VIOLAVILLANUEVA - LUIS E. DUACASTELLA ARBIZU
En ese sentido la doctora Alicia Ruiz del TSJ CABA expresó: "... Lascircunstanciasapunta-
das demuestran que hubo un factor sorpresa que indudablemente afectó la estrategia defensiva
del imputado (derecho de defensa), y sin perjuicio de que los elementos fácticos se mantuvieron
invariables, la calificación jurídica sise modificó. Esto tuvo una consecuencia directa en la fijación
de la pena por el delito imputado. Al cambiarse el encuadre jurídico se afectó el monto de la con-
dena, todo locual repercute, negativamente, en la vida del señor Rocha. El proceso dejuzgamiento
debióajustarsea la manda legal del artículocitadoyesonoocurrió. Esrelevanteenesteaspectodes-
tacar lo dicho por la magistrada que votó en minoría: 'No es tarea del imputado ni de su asistencia
técnicatomaren consideracióncircunstanciasquela propia fiscalía nointroduceen la acusación'(fs.
81). Habertenido talescircunstancias pordadasde ninguna manera eximea lasautoridadesjudicia-
les sustraerse de lo prescripto por las normas ni mucho menos desconsiderar el principio de con-
gruencia que es la expresión de garantía para un adecuadoejerciciodel derecho a defensa y debi-
do proceso penal. Insisto, la Cámara se apartó del mecanismo que prescribe el art. 230 del CPPCA-
EA y nose hizo cargo de quetal decisión privó al imputado de lasgarantíasconstitucionales invo-
cadas. En efecto. las autoridadesjudiciales tornaron incongruente el proceso en el preciso instan-
te en quesealteróel encuadrejurídico y dio poranoticiado al señor Rocha de lascircunstanciasque
promovieron el agravante en la pena. El imputado no tuvo conocimiento en el requerimiento de
juicio ni en la apertura del debate, sinoen la etapa final del alegato decierre de la fiscalía. La Cor-
te Interamericana. en su sentencia defecha 20 de junio de 2005en el caso'Fermín Ramírezv. Gua-
temala'. ha señalado que:'La Convención noacoge unsistema procesal penal en particular. Deja a
los Estadosen libertad para determinar el queconsideren preferible, siempreque respeten lasga-
rantíasestablecidasen la propia Convención. en el derecho interno, en otrostratados internacio-
nales aplicables. en las normas consuetudinarias y en las disposiciones imperativas de derecho in-
ternacional (...)Al determinar el alcance de las garantías contenidas en el art. 8O.2 de la Conven-
ción, la Corte debe considerar el papel de la <acusación>en el debido proceso penal vis-a-vis el de-
recho de defensa (...) Por constituirel principiodecoherencia ocorrelación uncorolario indispen-
sable del derecho de defensa, la Corte considera que aquel constituye una garantía fundamental
del debido procesoen materia penal, que los Estadosdebenobse~arencumplimientode lasobli-
gaciones previstas en los incs. 6) y c) del art. 8O.2 de la Convención'" (TSJ CABA, expte. 12332t15,
"MP - Defensoría General de la CABA s/Queja por recurso de inconstitucionalidad denegado en
'Rocha, René Rolando sllnf. art. 189 bisdel CP").
LA ETAPA PREPARATORIAY EL LEGAJO DE INVESTIGACIÓN
f ) Investigaciónpreliminar
' O Así la CSJN estableció " ... queen suma, debe reputare incluido en la garantía de la defen-
lo para que los fiscales (y aún losjueces) establecieran una corrección a dicha selec-
tividad. Por el contrario el sistema pretendía funcionar bajo la tesis que todos los
delitos deben ser perseguidos hasta las últimas consecuencias.
gislación procesal, deberán iniciarse de oficio todas las acciones penales, con excepción de las si-
guientes: l ) Las que dependieren de instancia privada; 2) Las accionesprivadas".
JULIETAV. VIOLAVILLANUEVA - LUIS E. DUACASTELLA ARBIZU
Es necesario remarcar que, muchas veces las víctimas de los delitos, no se en-
cuentran favorablemente predispuestashacía el sistemade justicia, al igual quelos
testigos. Cuanto antesexpliciteel fiscal su decisión sobreel caso menosincertidum-
bre padecerán lasvíctimas y testigos.
1 - Casossin pruebassuficientes
El núcleo del problema es la posibilidad de que el fiscal archive casos cuando,
conforme su juicio profesional, no hay antecedentes que permitan sostener una
acusación, y dichos antecedentes tampocovan a aparecer con mayor investigación
o con el transcurso de más tiempo.
Para cierto tipo de delitos, o el núcleo de la prueba es obtenido en momentos
muy cercanosa la comisión misma del delito, de lo contrariodicha prueba noseob-
tendrá.
g) Apertura de la investigaciónpreparatoria
1 - Control de la decisiónfiscal.
Audiencia de formulación de cargos
Cuando el fiscal entienda que debe formalizar la investigación penal prepara-
toria de un imputado, solicitará al juez la realización de la audiencia deformula-
ción de cargos.
La audiencia de formulación de cargos constituye el hito desde el cual comien-
za a correr el plazo de duración de la investigación penal preparatoria que no pue-
de exceder de los cuatro meses (conforme art. 153, CPPRN).
JULIETAV. VIOLAVILLANUEVA - LUIS E. DUACASTELLA ARBIZU
2 - Desarrollo de la investigación
11 - Requisas
En ese sentido la norma procesal requiere orden judicial para realizarla, pues el
funcionario policial no está autorizado a detener ni revisar a ninguna persona en
la vía pública.
Toda decisión que se tome en el proceso como todo acto de gobierno requiere
que se expliquen los motivos que lo fundamentan, en resguardo del derecho de
defensa.
De tal forma, y en virtud de la limitación prevista en el art. 131 del CPPRN que
impideque el fiscal adopte medidasdecontenido jurisdiccional, solo el juez podrá
autorizar una medida de coerción como la requisa, a solicitud del fiscal, quien de-
berá fundar su pretensión junto a las evidenciasque la motiven.
Esta motivación debeser legítima (fundada en pruebasválidas, legalmente incor-
poradasal legajo),veraz (no podrá fabricar ni distorsionar losdatos probatorios), es-
pecífica (debeexistir una motivación paracadaconclusión) yarregladaa - lasreglasde
-
la sana crítica racional (principiosde la lógica, lascienciasy la experiencia comúnt4.
Volviendoa la norma, la medida de prueba analizada requierequelaadverten-
cia y la inspección a la persona se realice frente a dos testigos que no podrán perte-
necer a lasfuerzasdeseguridad, salvo impedimentosdeconseguirlos,y que las re-
quisasseefectúen por separado sin afectar el pudor y la dignidad de las personas.
La única excepción a la realización de la medida sin orden judicial la constituye
las tres circunstanciasmencionadas en la norma. En caso de concurrir las excepcio-
nes previstas la medida debe estar precedida de motivos razonables y constitucio-
nalmente válidos para actuart5.
etcétera, puesto que (...) la policía sentiría queesmáslo que puede hacer sinordenjudicial queac-
tuando con ella L..) [Por ello] cuando la policía actúa en estossupuestos de urgencia. es claro que
no poresodesaparecen los recaudos de motivo previo para actuary de límitesa la actuación poli-
cial, la cual debe estar razonablemente relacionada con dicho motivo previo ..." (cits. porcarrió,
Garantías constitucionales en el proceso penal, 2007, ps. 250,251 y 256).
JULIETAV. VIOLAVILLANUEVA - LUIS E. DUACASTELLA ARBIZU
l6 CS U.S., "Byanv. United States", 273 U.S. 28,1927, entre muchísimos otros.
l7 Disidencia de los doctores Lorenzetti, Maqueda yZaffaroni, CVN-Fallos, 224:XLlll, "Cirao-
lo, Ramon Daniel s/Estafa en forma reiterada encubrimiento y hurto", causa 7137,20/10/09, T332
P 2397.
LA ETAPA PREPARATORIAY EL LEGAJO DE INVESTIGACIÓN
Todos los peritosserán por lo tanto peritos de parte, de la parte que lo propuso
o lo utilice en juicio.
En el sistema acusatorio resulta fundamental conocer acabadamente la trayec-
toriadel perito de parte, para exponer las debilidadesque puedan afectar la credi-
bilidad de su informeen la audiencia de debate.
Asimismo, losinformesquese presenten comoevidenciadeben, al igualqueto-
dos los elementos del proceso, estar debidamente fundados y contener una des-
cripción clara y precisa una relación detallada de las operaciones practicadas y sus
resultados, y las conclusiones.
IV - Reconocimientos de personas
V - Exámenes corporales
2. La finalidad del registro (que se busca y porqué se considera que puede en-
contrarse en dicho lugar).
3. La identidad del fiscal que controlará la medida y de quien resulte delega-
do en su ejecución.
4. Los motivos por losque sesolicita la medida.
zarque el registro y procedimiento policial sean fundadamente necesarios, para asíexcluir la ar-
bitrariedad en el uso del poderesiatal.
JULIETAV. VIOLAVILLANUEVA - LUIS E. DUACASTELLA ARBIZU
El fiscal podrá clausurar locales con el objeto de preservar la escena del hecho o
inmovilizar cosas mueblesque por su naturaleza odimensiones no puedan sertras-
ladadas a otro lugar, por el tiempo máximo de48 horas. En caso de requerir mayor
lapsotemporal deberá requerirlo al juez quien evaluará la pretensión fiscal y resol-
verá respecto a ella.
Cualquiera de las partes puede solicitar que la prueba se realice antes de la au-
diencia de debate únicamente en los siguientes casos:
- Si se trata de una diligencia de las denominadas irreproducibles, como por
ejemplo, una pericia quedesnaturalizaría el objeto sobre el que se realiza y
no pueda fraccionarse. Municiones, drogas, etcétera.
- Cuando se trate de un testimonio que por razones excepcionales y debida-
mente acreditadasseconsidereque no podrá recibirseduranteel juicio.
- Cuando el imputado esté prófugooexisteobstáculofundado en un privile-
gioconstitucional, ysetema queel transcursodel tiempo puedadificultar o
impedir la conservación de la prueba.
- Cuando deba recibir testimonio a una víctima de delitos contra la integri-
dad sexual, menores dedieciséis años, y testigos menores de edad si setoma
con la modalidad decámara Gesell y con el auxilio de profesionalesespecia-
lizados.
20 E l art. 116del CPPCABA lo prevé expresamente. El nuevo CPPN, ídem. art. 145.
JULIETAV. VIOLAVILLANUEVA - LUIS E. DUACASTELLA ARBIZU
El proceso penal solo es público para las partes, y en caso de alguna persona
presentarse manifestando su interés en ser informado deberá acreditar la legiti-
midad de este.
Si embargo, bajo determinadas condiciones, el fiscal podrá disponer la reserva
parcial de las actuaciones, previa audiencia unilateral con el juez.
La medida soloesadmisible si resulta imprescindible para no frustrar la eficacia
de las medidasde prueba dispuestas por el fiscal y por un plazoqueno podrá supe-
rar los diez días a excepción de lo previsto para las interceptaciones telefónicas.
i) Conclusión de la InvestigaciónPreparatoria
El fiscal debe dar fin a esta etapa que, como dijimos, se desarrolla ante él, en los
plazos antes mencionados y mediante los siguientes actos conclusivos:
2 - Sobreseimiento
21 En el CPPCABA. prevé en el art. 104 el plazo de tres meses para la investigación fiscal, sin
perjuiciode locual elTSJ CABAconsideró la caducidad de la accióncuandola investigación del fis-
cal excediese el limite de un año correspondiente a la suma de prórrogas que puede conceder su
superiory el juez respectivamente("Minutella", "Haedo", entre otros).
JULIETAV. VIOLAVILLANUEVA - LUIS E. DUACASTELLA ARBIZU
Pueden oponerse ante el juez, dentro del quinto día de notificado, la querella
solicitando la continuación de la investigación o la formulación de la acusación o el
imputado, en razón de la alteración del orden de prelación de los casos de sobre-
seimiento.
Cuando para resolver alguna de estas peticiones la parte que la solicite necesite
producir prueba, el juezfijará una audiencia otorgando un plazo máximo dediez
días para que la produzca.
La resolución que decide el sobreseimiento debe contener la identidad del im-
putado, la enunciación de los hechos objeto de la investigación, los fundamentos
fácticosy jurídicosy la parte resolutiva, con cita en las normasaplicables.
En estos casos la resolución debe indicar que no afectó el buen nombrey honor.
El sobreseimientofirmecerrará el caso irrevocablemente y hará cesartodas las me-
didas de coerción.
La resolución alternativa del conflicto
penal en el nuevo Código Procesal Penal
de Río Negro
GUSTAVO L. VITALE * - MARI0 ALBERTO JULIANO **
dispone que los jueces y los fiscales deben procurar la solución del conflicto para
restablecer la armonía y la paz social, lo que implica un verdadero mandato de po-
lítica criminal que, principalmente, fiscales y jueces no deben perder de vista, del
mismo modo que no lo deben hacer el resto de los actores del proceso penal.
La mediación, la conciliación, la reparación, la restauración, y aún la suspensión
del proceso penal a prueba2, son las herramientas idóneas para dar respuestas al-
ternativas al sistema penal y buscar fórmulas de abordaje de los conflictos, procu-
rando soluciones más constructivas y edificantes para las partes involucradas que
la mera condena penal, que en una buena cantidad de casos, no logra superar el
mero efecto simbólico.
La construcción de sistemas contingentes al sistema formal y tradicional no se
logra por generación espontánea ni por la mera sanción de una ley.
Hay autoresque cuestionan que la suspensióndel proceso penal a prueba forme partede
las herramientas de justicia restaurativa.
GUSTAVO L. VITALE - MARI0 A . JULIANO
plicar una tarea meramente pasiva, sino que los actores principales (fiscales y de-
fensores) deben adoptar un rol activo, explicando las razones por lasque se ha con-
siderado conveniente prescindir del ejercicio de la acción penal y las opciones con
las que cuenta para que, en la medida de lo posible, se restablezca el orden afecta-
do por el hecho.
Art. 97.- "Efectos. La decisión que prescinda de la persecución penal pública por aplica-
ción de criterios de oportunidad, determinará que eljuez, siempre que se hubiese procedido a la
formulación de cargos, declare extinguida la acción pública con relación al participante en cuyo
favorsedecideyseprocederáalarchivo. Cuandolaaplicacióndelprincipiodeoportunidadseaan-
teriora la formulación de cargos, será el fiscal quien archivará directamente el caso, sin posibilidad
de reabrirlo. Sin embargo, elarchivo no extinguirá la acción penal, cuando la víctima, constituida
en parte, continúe con el ejercicio de la acción penal en forma particular, según los lineamientos
fijados en este Código".
LA RESOLUCION ALTERNATIVA DEL CONFLICTO PENAL ...
Suspensión del juicio a prueba: plazo y condiciones. art. 316. "Elevada la causa ajuicio y
hasta el vencimientodelplazo de la citación previsto en elart 329, el imputado osu Defensorpo-
drán solicitar al Juez la suspensión del proceso a prueba, cuando sea objetivamente posible la
eventualaplicación del a r t 26 del CP. El juez correrá traslado de la solicituda la víctima y al que-
rellante, silos hubiere, y alagente fiscal, quien deberá expedirse en forma fundada en el término
de cuarenta y ocho horas. Evacuadas estas vistas, el Juez resolverá por auto fundado, en el plazo
de tres días. La resolución será apelable por elsolicitante, el fiscal y el querellante en el plazo de
tresdías. Eljuezpodrá también citaraaudiencia para examinarla petición formulada con la inter-
vención del fiscal, el imputado, su Defensory la víctima y el querellante si los hubiere, y de modo
talque todosellosdeban expresarse, debiéndose consignaren elActa solosusconclusiones.En es-
te caso, el juez decidirá inmediatamente por auto fundado, lo que corresponda. Esta decisión
también podrá ser apelada por el solicitante, el fiscal y el querellante en el plazo de tres días. El
juezpodrá rechazar in limine los pedidos manifiestamente improcedentes. No procederá la sus-
pensión deljuicio a prueba cuandose trate de delito reprimido únicamente con pena de inhabili-
tación. En cuanto a los casos en que esta pena sea impuesta en forma conjunta con una pena prin-
cipal de privación de libertad, una de lascondiciones que deberán fijarse obligatoriamente porel
juezpara otorgar el beneficio, será una inhabilitación temporaria especial igual al mínimo de la
prevista en la norma penal de que se trate, que el imputado deberá ofrecer cumplir voluntaria-
mente para que prospere su pedido, como así también la imposición de la realización de los cur-
sos, prácticas o estudios que, al prudente criterio deljuez, resulten suficientespara estimar razo-
nablemente que la impericia o desconocimiento de las leyes del arte u oficio porparte del impu-
tado, han de sersubsanadas".
GUSTAVO L. VITALE - MARI0 A . JULIANO
CJ Los f~ncionariospÚbli~os
Recordemos que, de acuerdo al ari. 316 del viejo Código solo podía solicitarse la suspen-
sión del proceso desde la elevación de la causa a juicio y hasta el vencimiento del plazo de la cita-
ción, loque claramente hablaba de un criterio muy restrictivoy acotado.
GUSTAVO L. VITALE - MARI0 A . JULIANO
www.saij.gob.arljurisprudencialsumarios/SU70015245?bsrc=ci.
lo Siguiendo la letra del art. 316del viejocódigo.
LA RESOLUCION ALTERNATIVA DEL CONFLICTO PENAL ...
El carácter vinculante (o no) del dictamen del fiscal ha sido uno de los temas que
también generó controversias en torno a la suspensión del proceso penal a prue-
ba. Haexistido una tendencia, un tantoacrítica, a asignarcaráctervinculanteal dic-
tamen fiscal (al dictamen fiscal negativo pero, curiosamente, no ha ocurrido lo pro-
pio con el dictamen favorable), clausurando sin análisis de ninguna índole la posi-
bilidad de suspender procesos que legalmente se encontraban en condiciones de
hacerlo, por la sola voluntad de~fiscal,~ueen muchas ocasiones respondía a capri-
chos, a prejuicios, pero también a instrucciones generales de los procuradores, en
base a supuestas políticas criminales del Ministerio Público.
Hemossido partidariosdela ideaque no podía justificarseel desplazamientode
la potestad jurisdiccional (decir el derecho) del juez al fiscal, queasumiría esa con-
dición (por carácter transitivo) si su dictamen obligase al juez a seguir su pronun-
ciamiento. Comprendemos perfectamente queel fiscal esel titular de la acción pe-
nal, y que setrata del sujeto procesal queseencuentra en condicionesdedisponer-
la, pero esa potestad siempre debe ser ejecutada observando los principios de ob-
jetividad e independencia, quesolamente pueden ser controlados por un tercero.
g) Revocación de la suspensión
l1 Elart.317delviejoCódigoadmitia la posibilidadderevocardeoficiolasuspensión,loque
en los hechos implicaba la posibilidadde hacerlosin oira las patesy, principalmente, al imputado.
LA RESOLUCION ALTERNATIVA DEL CONFLICTO PENAL ...
Las circunstancias del posible incumplimiento deben ser analizadas en una au-
diencia, a pedido de parte. Verificado el incumplimiento el juez tiene tres posibili-
dades: a) otorga un nuevo plazo para que el imputado satisfaga la condición im-
puesta, b) modifica lacondición incumplida porotra nueva, y c) revoca lasuspen-
sión del proceso a prueba.
Consideramosque en una correcta comprensión del instituto deberían seguirse,
en orden cronológico, las alternativas propuestas por la ley, tratando de "salvar" la
posibilidad de la suspensión o, al menos, ir descartando, de modo fundado, la im-
posibilidad de seguir el orden propuesto por la ley, desde la solución menosgravo-
sa (el otorgamientode un nuevo plazo para el cumplimiento de la condición origi-
nalmente prevista), pasando por la de afectación de mediana intensidad (imponer
una condición distinta a la incumplida), para terminar, finalmente, con la másgra-
ve (la revocación de la suspensión).
El incumplimientode la condición que habilita poner en funcionamiento los me-
canismosde la ley no escualquier incumplimiento, circunstancial, menor observado
en un contexto, justificado, comprensible. Debetratarse de un incumplimiento gra-
ve, francamente demostrativo de la falta devoluntad de someterse a prueba.
Como es obvio, dispuesta la revocación de la suspensión el trámite de la causa
debe continuarsesegún su estado, rumbo al juicio.
La etapa intermedia en los nuevos sistemas
adversariales. El modelo del Código Procesal
Penal de la Provincia de Río Negro *
FRANCISCO MARULL **
quén y Río Negro, se la llama "Etapa intermedia. Control del mérito de la acusa-
ción". En IoscódigosdeCABA, Santa Fey La Pampa, se mantiene la denominación
Etapa o Procedimiento intermedio, pero con un nuevo formato.
El nuevo sentidosedesprendedesu mismadenominación, no resulta ahora una
crítica burocrática con el solo objetivo de sanear o habilitar un trámite, sino más
bien se pone claramente sobre la mesa que existe una acusación (o más, comove-
remos más adelante), es decir una pretensión de llevar a juicio a una persona para
que se le aplique poder punitivo estatal9; y ella es puesta en conocimiento del acu-
sado y su defensa, para ser debatida ante un tercero imparcial, el juez de control o
de garantías, que como su nombre lo indica ha deverificar, ante los planteos de la
defensa (sistema de garantías), si se advierte en esta instancia necesario o no, ex-
poner a la persona a un juicio oral y público.
Comodice Binder, "estafaseintermedia sefunda en la ideadeque losjuiciosde-
ben ser preparados convenientemente y se debe llegar a ellos luego de una activi-
dad responsable. El juicioes público y ellosignifica que el imputadodeberádefen-
dersede la acusación en un proceso abierto. Que puede ser conocido por cualquier
ciudadano. Así como la publicidad implica una garantía en la estructuración del
proceso penal, también tiene un costo: por más que la persona sea absuelta y se
compruebe su absoluta inocencia, el solosometimiento a juicio siempre habrá sig-
nificado una cuota considerable de sufrimiento, gastos y aún de descrédito públi-
co. Por tal razón, un proceso correctamente estructurado tiene que garantizar,
también, que la decisión desometer a juicio al imputado no sea apresurada, super-
ficial o arbitraria" '0.
Por otro lado, comodecía másarriba, también presenta la etapa intermedia nue-
voscontornosy con ello me refiero a que, en los nuevos códigos que se vienen men-
cionando, en general y con mínimasvariaciones, la misma se integra con lo ocurrido
desde que el fiscal del caso formaliza una acusación", hasta que se resuelve que
prueba se admite y cual no, dejando el caso en condiciones de ser juzgado. Es decir
que se ha incorporado la etapa de ofrecimiento y debate sobre la admisibilidad de
las pruebas que en los códigos mixtos era dejada por fuera de la etapa intermedia.
De esta forma se subraya, a mi criterio en forma correcta, la centralidad del jui-
cio oral; y todo aquelloqueocurreantes del juicio se realiza como preparación del
juicio y lo que pasa después se hace para revisar lo ocurrido durante el juicio. Esto
último, dicho solo como un recurso pedagógico, en tanto no reniego, por el con-
trario, en una mirada más abarcadora del proceso, aliento la búsqueda de salidas
alternativasal juicio oral, puessiguiendo a Binder sostengo que en el sistemaesca-
lonado degestión delaconflictividad el juicio oral y dentrodeél la pena de prisión
resultan la ultima ratio del sistema penal.
Los mayores compromisos a los que me refería párrafos más arriba, sevinculan
a la figuradel juezdegarantíasodecontrol y como, de mi parte, espero queaque-
110s que ocupan tan atractivo rol en estos nuevos procesos adversariales no abdi-
quen de la encomiable tarea que se les reserva, que no puede quedar tan solo en
controlar el respeto de las garantías de los acusados y lasvíctimas durante la inves-
tigación fiscal preparatoria, sino que también implica la asunción del compromiso
de evitar quesean ventiladasen juicio conductasque nunca debieron llegar hasta
esa instancia.
Tal vez sea esto lo más difícil de aprehender, incorporar por parte de losjueces y
de enseñar de nuestra parte, los docentes. Es en este punto en particular donde los
jueces de control o garantías tienen que resultar absolutamente equilibrados para
no resolver la cuestión excediendo su rol y abandonando su posición de imparciali-
dad inmiscuirse en loque serían incumbenciasdela Fiscalía-pinando por ejemplo
respecto de la calidad o dirección de la investigación-; o en el otro extremo rehuir
la responsabilidad que les correspondey abrir a juicio todosaquellos casos que se le
presenten sin un adecuado control, conforme, renglones más abajo abordaremos.
Los ejemplos reseñados son una muestra elocuente de la forma en que aun en
los nuevoscódigosse incorporaron artículos que respondían a la dinámica del vie-
jo sistema esperando que en el nuevo sistema operaran de igual manera, olvidan-
do que las Iógicasde ambos resultan muy diversas. Particularmente en este caso se
pretendieron trasladar al auto deapertura de juicio losestándares probatoriosdel
antiguo auto de procesamiento, cuando uno y otro son el resultante de procesos
de compilación y verificación de información absolutamente diversos, como vere-
mos más adelante.
LA ETAPA INTERMEDIA EN LOS NUEVOS SISTEMAS ADVERSARIALES ... 237
Como advertíamos en el primer punto del presente trabajo debemos ser suma-
mente cuidadosos si pretendemos evitar que en la práctica forense vinculada a los
nuevoscódigossevuelvaa instalar lacultura inquisitorial que buscamosabandonar.
Pues, comoes lógico con regulaciones normativascomo las reseñadas, si el men-
saje es confuso las decisiones judiciales recorrerán los mismos caminos que acos-
tumbraban recorrer tendiendo a reciclar aquellas prácticas que les resultaban ha-
bituales. De hecho, hoy se puedever en la práctica tribunalicia de una de las pro-
vincias mencionadas que al dictar un auto de apertura de juicio hay jueces que
vuelven a escribir, como si de un auto de procesamiento se tratara: " ... se encuen-
tra debidamente acreditada la participación del imputado en los hechos narrados
en los párrafos que anteceden y en consecuencia su responsabilidad en el mismo,
en el grado de autor ...".
La preguntaqueseimponees la siguienteiCómo hacer paraqueen el casocon-
creto de la etapa intermedia de los nuevos procesos evitemos la repetición de las
prácticasdel viejo sistema y de esa manera abonemos el terreno para su nueva des-
virtuación y desaparición?
El primer paso ya se ha cumplido y es el que destacábamos más arriba. El segui-
mientode los procesosde implementación delas reformas paraadvertir dondeapa-
recen falencias o debilidades que resulta necesario ajustar ha dado buenos frutos.
La circunstancia de que en loscódigosquefueran aprobados con posterioridad (có-
digos de Santa Fe, Neuquén, Río Negro y Nación) no se incluyera este requerimien-
t o entre los contenidos del auto de apertura de juicio parecería una buena señal.
El paso siguiente sería avanzar en la conformación de un marco teórico serio y
consolidado que le permita a los operadores judiciales contar con razones y argu-
mentos coherentes con el nuevo marco normativo y cultural para apoyar sus defi-
niciones y evitar caer en reseñas bibliográficas, escritas y pensadas para un sistema
procesal que buscamos dejar atrás.
En estesentido esqueen el punto quesigue intentarédejar algunas reflexiones
respectoa cuálesseríana mi criterio lascorrectas interpretacionesy aplicacionesde
los extremosque componen la etapa intermedia o de control de la acusación en los
nuevos sistemas adversariales. Para ello tomaré como base el Código de la Provin-
cia de Río Negro.
Para ello, procederá de esa forma, cuando las pruebas, tomadas en conjunto sean tales
que, en su concepto,justificarían un veredicto condenatorio, en caso de no ser explica-
das o contradichasen la audiencia.
Deberá contenec
1 ) Los datos que s i ~ a para
n identificara1 imputado.
2) La relación precisa y circunstanciada del hecho quese le atribuye. En caso de con-
tener varios hechos punibles independientes, la separación y el detalle de cada
uno de ellos.
3) La calificación legal.
4) La pretensión punitiva provisoria, cuando ella sea necesaria para fijar la compe-
tencia.
5) La petición de quese proceda deacuerdoalprocedimiento abreviado silo estima
conveniente.
6) Alofrecerse la prueba se presentará porseparado la lista de testigos yperitos, con
- .
indicación delnombre, ocuoación vdomicilio. Tambiéndeberá ofrecerse la docu-
mental, acompañando copia o indicando dónde se encuentra para su compulsa
No precisa el articulado que la acusación deba presentarse por escrito, sin per-
juicio de ello todos los códigos que hemos mencionado (y el recientemente apro-
bado para la Nación) coinciden en esta exigencia y por otra parte la misma sepre-
senta como absolutamente razonable por la importancia que la acusación adquie-
re desde el respeto de las garantías constitucionales en juego, particularmente el
principio de congruencia. En tal sentido el artículo resulta más esclarecedor que
formatos utilizados en otros códigos y no deja lugar a duda alguna respecto a que
la acusación solo podrá ser dirigida a las personas que hubieran sido formalizadas
y respecto de los hechos que en aquella oportunidad se le hicieran conocer.
No se puede soslayar en esta instancia que la formalización en algunos casos,
particularmente cuando sea necesario solicitar la prisión preventiva, deberá ser
realizada dentro del plazo de48 horas con que cuenta el fiscal para solicitar la cau-
telar12,y ciertoesqueen algunoscasosse hacedificultoso parael fiscal-ellose ha
comprobado en sistemas similares ya en vigencia-fijar definitivamente el o los
hechos objeto de la investigación, y más aún cerrar definitivamente la calificación
legal aplicable, por cuanto es posible que en ese tiempo el fiscal no cuente con to-
da la información disponible.
l 3 Ari. 353. "Sentencia y acusación. En la sentencia, el Tribunal podrá daral hecho una califi-
torio del que defenderse ...), en "Revista del Ministerio Público de la Defensa", año V. n" 6,abr.
201 1, disponible en www.mpd.gov.arlpdflpublicaciones/revista/Revista%2OMPD%206.pdf.
LA ETAPA INTERMEDIA EN LOS NUEVOS SISTEMAS ADVERSARIALES ... 241
tadas. En elplazo de cinco dias la defensa deberá ponera disposición de la Oficina Ju-
dicialla lista de laspruebas queofrecepara la instancia dejuicio oralypúblico, en las
mismas condicionesrequeridas para los acusadores".
Art. 163.- "Audiencia. La Oficina Judicial convocará a las partes a una audiencia,
dentro de los cinco días, para debatiry resolver las cuestionespropias de esta etapa.
Sipara ello se justifica producirpruebas, laspartes las ofrecerán en la misma audien-
cia y tendrán a su cargo la presentación y diligenciamiento de las mismas. De ser ne-
cesario podrán requerirel auxilio judicial. Al inicio de la audiencia la Fiscalía y la que-
rella explicarán la acusacióny proporcionarán los fundamentos.
La defensa podrá objetar la acusación por defectos formales, solicitar que se unifi-
quen los hechos objeto de lasacusaciones conforme lo dispone elart. 56, oponer ex-
cepciones o solicitar elsaneamiento o la declaración de invalidezde un acto.
También podrá proponer una reparación concreta, siempre que no hubiere fraca-
sado antes una conciliación, la aplicación de un procedimiento abreviado, o instar
el sobreseimiento, siempre que para ello no deban discutirse cuestiones que son
propias del juicio oral. La decisión que rechace el pedido de sobreseimiento será
irrecurrible.
En la audiencia se examinarán los ofrecimientos de prueba, deacuerdo a las reglas de
los artículos siguientes".
Art. 164. - "Corrección de vicios formales. Cuando eljuez concluya que el requeri-
miento de apertura adolece de vicios formales, a pedido de parte ordenará que sean
subsanados en la misma audiencia. Si no es posible, suspenderá la misma por un pla-
zo no mayor de cinco díaspara que se efectúen las correcciones.
En el casó en que, a criterio del fiscal, la decisiónjudicialafecte el objeto procesal de
la acusación, ésta tendrá expedita una revisión judicial.
Si no sesubsanaren los vicios, se tendrá la acusación como no presentada. En talcaso,
procederá el sobreseimiento definitivo, salvo que el caso pueda continuar con otra
acusación. Sise trata de la acusación del fiscalcontinuará sólo con elquerellante, pri-
vatizándosela acción penal".
Razón por la que no corresponde que los jueces intenten constatar probabili-
dad alguna en virtud de información que no ha pasado los filtrosque la audiencia
implica y por el contrario deberán ejercitar su práctica para lograr ser precisosy cui-
dadosos en calibrar la entidad de la promesa que hace la Fiscalía o la querella de
que el hecho será probado en el juicio.
Por su parte, el segundo aspecto de la audiencia resulta también sumamente
importante, porque requerirá de los mayores esfuerzos de las partes para litigar
cuálesserán lasevidenciasque serán admitidasen el juicio oral. Para ello el juezdel
foro cuenta con la pertinencia y la vulneración de garantías constitucionales en su
obtención, como estándares que le permitirán definir a cuáles permite ingresar al
juicio y a cuáles no.
Por último, estimo pertinente señalar con relación a este artículo que en esta
audiencia también el juez
. podrá aceptar las convenciones probatorias que las par-
~
5 4. Conclusión
Para cerrar estimo pertinente destacar que la etapa intermedia o decontrol de
la acusación en los nuevos códigos adversariales aún no se encuentra valorada y
considerada con el cuidadoy laatención que requiere. En ellose poneen juegoque
volvamos a lograr con ella lo mismo que se consiguió con la crítica de la instrucción
de los códigos mixtos. Vaya entonces el presente aporte, que tan solo resulta una
aproximación, a intentar evitar que se impongan las prácticas de la cultura del trá-
mite a los objetivos políticos de los nuevos ordenamientosvigentes.
l8 "La arbitrariedad de la decisión que rechace medidasde prueba, contra la cual se hubiese
hecho la correspondiente reserva en la oportunidad del rechazo, de modo que se hubiera cerce-
nado el derecho de defensa en juicioy condicionado la decisión del jurado".
CAP~TULOIV
EL JUICIO
Aspectos generales de la regulación del juicio
FERNANDO ÁVILA *
5 1. Introducción
Detrás del debate por la reforma procesal hay, en última instancia, un debate
por el poder. El diseño y la implementación de una profunda reforma procesal pe-
nal imponeel replanteo del modelo de administración de justicia adecuado para el
sistema político en el que pretendemos vivir.
La vocación de transformación y posibilidades de éxito de una reforma puede
ser leída a través del modo en que se regula el juicio penal.
Es que no se trata solo del anuncio grandilocuente de la implementación de la
oralidad sino del diseño deverdaderosesquemas normativosque contemplen una
serie de previsiones mínimas para orientar las prácticas de los operadores hacia la
construcción de modelosde justicia para una república democrática.
Dejando a un lado los debates en torno al uso de las categorías inquisitivo-acu-
satorio', podemos afirmar que en un modelo de justicia respetuoso de los dere-
chos humanos, orientado a la pacificación y la gestión de conflictos sociales y no a
la simple represión de infracciones, quetenga en consideración la eficiencia junto
a mecanismosde reorientación de la selectividad penal, es esencial que el juicio se
construya como un escenario de plena oralidad que garantice la inmediación, la
imparcialidad, la publicidad y la contradicción2.
El juicio puede presentarse como oral, o como la parte acusatoria del proceso3,
pero mientras no existan previsiones (y prácticas) claras en esa dirección, la orali-
dad no será más que una puesta en escena que convalida e invisibiliza prácticas
propiasdesistemas procesalesvetustos, que no cumplen con postuladosde justicia
fundamentales.
El nuevo Código Procesal Penal de Río Negro abandona la falsa oralidad del jui-
cioque rigióconel Códigoanterior4,dondeel juicio noera másque un procesofor-
mal (ni tan público ni tan oral), un simple espacio para la reproducción de lasactas
y las piezas escritaselaboradasen la etapa de instrucción, y en su lugar propone un
diseño normativo acorde a las nociones señaladas.
5 2. Característicasgenerales
El juicio oral y público se encuentra regulado en el Libro Cuarto. Esta etapa se
abre una vez que el control de la acusación de la etapa intermedia concluye con la
decisión jurisdiccional de abrir a juicio el proceso (art. 168).
En términosgeneralesseadvierten la notabledesformalización y simplificación
de la etapa, regulada en cincuenta y cinco artículos, incluyendo el juicio por jura-
dos, contra los más de setenta que se destinaban a la misma cuestión en el Código
anterior5. Esto obedece a una concepción global que prioriza el litigio por sobre el
trámite.
La etapa de juicio puede verse contaminada por arrastre, por las continuidades
inadecuadasentre la etapa de investigación y la de debate. Aquíencontramosuna
primera característica esencial que podría pensarse como de saneamiento o, en ri-
gor, de preservación de la imparcialidad: es el juez que dispone la apertura a juicio
el que decide en ese acto sobre la pertinencia y admisibilidad de la prueba ofreci-
da por laspartes, y deberemitiralaOficinaJudicial únicamenteladecisióndeaper-
tura más la mención de la prueba admitidas. No hay (ni debe haber) en esa comu-
nicación elementosque puedan contaminar o predisponer al tribunal.
Los modelos mixtos se caracterizan por una etapa de instrucción más acorde a los prin-
cipios inquisitivos-escrita, secreta, a cargode un juez que investiga y resuelve,formalista-se-
guida por un juicio oral que se supone acusatorio, aunquecontaminado fuertemente por la ins-
trucción precedente Maier, Derecho rocesal penal. t. l. "Fundamentos", Zaed., 2004, p. 334y si-
guientes.
Ley provincial 2107, sancionada el 1819186y promulgada el 9110186
Esta economía es posible entre otras cosas por abandonar la tendencia de losviejos códi-
gos a un despliegue de autoridad en manos de los jueces (poder de policía y disciplina con posibi-
lidad de ordenar hasta el arresto de asistentes, uso de la fuerza pública para hacer comparecer a
las partes, etcétera).
ASPECTOS GENERALES DE LA REGULACIÓN DELJUICIO
De acuerdo al art. 26 del nuevo CPPRN, el foro de jueces penales tiene tresfunciones: ga-
rantías, tribunal dejuicio y revisión. El juicio puede ser unipersonal. colegiado oporjurados. El tri-
bunal de juicio será unipersonal cuando sean juicios por delitos de acción privada, o donde la pe-
na prevista por el fiscal sea de hasta tres años. Si la pena essuperiora lostresaños, el tribunal será
integrado por tres jueces sorteados. Si la pena es superiora doce años, el tribunal será integrado
porjurados.
Un capitulo especificotratará la regulación del juicio porjurados en el nuevo CPPRN
Ari. 8'. CADH.- "... Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y
dentro de un plazo razonable ... ".
Una de las construcciones más nocivas para una administración de justicia ágil, ha sido la
de los plazos meramente ordenatorios. Pastor, El plazo razonable en el proceso del estado de de-
recho, 2002, p. 433 y ss. En el CPPRN el incumplimiento del plazo tiene consecuencias directas. El
Código regula especificamente un plazo de duración máximode todoel proceso (art. 77). efectos
del vencimiento de los plazos(art. 70) y reglas para lasquejas por retardo (art.78).
'0 Baytelman - Duce, Litigaciónpenal. Juicio oralyprueba, 2006.
FERNANDO AVILA
5 3. La efectiva oralidad
Podría suponerse que el juicio oral no es una novedad porque el viejo Código
Procesal Penal deRío Negro ya contenía un debatede esascaracterísticas.Sin embar-
go, como veremos, la oralidad de ese tipo de sistemas es una oralidad degradada.
La noción de juicio oral hace referencia a un diseño mucho más complejo y pre-
ciso que la mera oralidad prevista (también) en los sistemas inquisitivos mitigados
o mixtos, donde el debate oral es el espacio de manifestación deformas predomi-
nantemente acusatoriasT4.
Los diseños inquisitivos reformados proponen en realidad un falsa o pseudo ora-
lidadT5.Son tantos losvasos comunicantesqueexisten entre la instrucción y el deba-
te y entreel investigador y el juzgador, queel juicio en mayor medida es una ratifica-
ción de lo actuado, aún cuando se respete la apariencia de debate contradictorioT6.
El proceso acusatorio y contradictorio es incompatible con una oralidad acota-
do. En este sentido, Ferrajoli afirma que las garantías de la publicidad y la oralidad
pueden ser admitidas sin términos medios solo cuando se ingresa sin reservas ni
compromisosen lavía del proceso acusatorio puro: "Esclaro que la mediaoralidad
de este sistema de compromiso -instrucción escrita y juicio oral- no tiene mayor
valor que su media publicidad: las declaraciones orales producidas en el juicio es-
tán indudablemente prejuzgadas por lasescritas recogidasdurante la instrucción,
de lasquea menudo terminan por ser una confirmación ritual (...) asíse ha privado
de contenido asimismo a la publicidad del juicio, reduciéndola a simple puesta en
escena del material probatorio recogido con anterioridad" 17.
Un rápido repaso del repertorio de facultadesqueseacuerdan al tribunal en un
debate oral dentro de un sistema mixto quizá ayude a comprender cómo se bana-
liza y desnaturaliza la esencia de la oralidad: el juez puede proponer pruebat8, in-
terrogar testigoslg, disponer el orden en que se produce la prueba20,o reabrir el
debate de oficio para recibir nuevas pruebas2'.
Algosimilar sucede con las reglasquedesmantelan el litigioy la publicidad, admi-
tiendo por ejemplo la introducción masiva de prueba producida durante la instruc-
ción por su lectura22.Este fue uno de losvicios que comprometió el funcionamiento
de losjuicios orales23.Lo mismo seadvierte en el inicio del juicio con la lectura de la
requisitoriafiscal y la indagatoria al imputado, restandoasítoda incidencia aestra-
tegias de las partes.
Entonces, cuando hablamos de juicio oral, no hablamos de la mera afirmación
de la oralidad como un esquema marco de desarrollo de la etapa del debate, sino
del juiciooral pleno quegarantiza un debatecontradictorio y público dondequien
dicta la sentencia es unla juezla imparcial que percibió directamente la prueba
ofrecida por las partes24.
Lacentralidad del juicio no deja de ser una herramienta útil para la construcción
de reformas procesalesque impulsan sistemas acusatorios, pero deja en un segun-
do plano la cuestión vinculada al modo de comprensión de los conflictos sociales y
el rol de la justicia penal como instrumento de pacificación.
Pensar la reforma procesal de la región a partir de una afirmación tajante del
juicio oral es indispensable para superar la tradición inquisitiva que resiste a partir
de las prácticas de sus operadores. Pero hay muy buenos motivos para repensar
simbólicamente esa centralidad.
El sistema punitivo estatal y su excéntrico despliegue burocrático es inadecua-
doe ineficiente para ocuparse de losconflictossociales. Esto sucede, entreotrasco-
sas, por el derroche indiferenciado de dolor y energía, la despersonalización de los
eventos y fundamentalmente la sustracción del conflicto a las partes30.
A pesar de esta incapacidad natural, los operadores (de los tres poderes estata-
les) insisten obstinadamente en su utilización, incluso frente a fenómenos que re-
quieren de una mayor responsabilidad estatal debido a su extensión y arraigo en
la cultura social.
La construcción desociedades máspacíficasdependetambién del modo en que
el Estado se posiciona frente a los conflictos. El nuevo CPPRN se construye a partir
de ese ideal3' y ofrece una serie de medidas alternativas al juicio propia-
mentedicho, desuma utilidad en estesentido.
Pensar al juicio como excepción y no como centralidad, en estesentido también
tieneuna función relevanteen latareadecontencióndel impulso i n q u i ~ i t i v oPe-~~.
ro aún másallá, porque la restitución del conflicto a las partes implica no solo des-
mantelar la cultura del trámite que opaca los dramas detrás de cada conflicto hu-
mano que atrapa el sistema, implica también una comprensión de lo social que ex-
cede incluso a la misma disputa inquisitivo-acusatorio.
Esta reformulación aporta herramientaspara la reorientación de la dolorosase-
lectividad penal e impone el uso desalidas de baja intensidad aflictiva para los ca-
sos de menor cuantía. Esto es particularmente importante en esquemas donde la
cárcel siguesiendoeltipodecastigoporantonomasia. UnavezqueunconflictoIle-
ga a un juicio las salidas posiblesson binarias (absolución o condena) y en este últi-
30 Christie. "Los conflictos como pertenencia", en AA.W., De los delitos y de las víctimas,
1992. ps. 157a 182.
31 El art. 14demodoexplicitodemanda una mirada pacificadoradelosoperadores: "Losjue-
cesy fiscalesprocurarán la solución del conflicto primario surgidoa consecuencia del hecho, a fin
de contribuira restablecerla armonía entre sus protagonistasy la pazsocial".
32 Porejemplo las reglas de disponibilidad de la acción del art. 96.
33 Binder, "La fuerza de la inquisición y la debilidad de la República", en Laimplementación
de la nueva justicia penal adversarial. 2012.
ASPECTOS GENERALES DE LA REGULACIÓN DELJUICIO
34 STRío Negro, SE. 188115. "D'A., J.A.; S., J. B. s1Robo agravado porel uso de arma defuego,
portación ilegal de arma de usocivil s/Casación". expte. 27553114STJ. del 2311 1115.
ST Río Negro, SE. 50114, "C., C.A.; C., Y. M. y N,, N. N. Y'Robo agravado sllnconstitucionali-
dad s/Casación", expte. 26574113 STJ, del 9/4/14.
FERNANDO AVILA
Los jueces y las juezas no gozan (y no deben hacerlo) del consenso de la mayo-
ría, pero sí deben contar con la confianza de las partes involucradas en el conflicto
en el quedeben intervenir como terceros40.
La garantía de imparcialidad4' -elemental para el estado de derecho- exige
que un caso sea decidido por un tercero ajenoal mismo. Para lograr la intervención
de jueces libres de prejuicios y sometidos a la ley en la decisión de un caso, se consi-
deran tres aspectos: a) independencia de todo poder estatal, para evitar injeren-
ciasindebidas; b) principiodeljueznatural, paraevitar la manipulación de lacom-
petencia, y c) imparcialidad frente al caso, que es la que aquí nos interesa y tiene
en cuenta la relación del juez o jueza con el caso concreto, que debe ser apartado
en casode parcialidad. Esta garantía nodal estan relevante que incluso extiendesu
protección frente al temor de las partes de p a r ~ i a l i d a d ~ ~ .
36 S T Río Negro, SE. 26/10, "F., A. 0 . s1Promoción de la corrupción de menores en c. ideal con
abusosexual con accesocarnal reiteradoy producción de imágenes pornográficasen queexhibie-
ran menores, reiterado y R., F. A. slPromoción de la corrupción de menores en concurso real con
abuso sexual con acceso carnal mediando una relación de dependencia sICasación", expte.
23882109 STJ, del 17/3/10.
37 S T Río Negro, SE. 88/12, "P., R. O. gAbuso sexual con accesocarnal tres hechos en c.r. s/Ca-
sación", expte. 25835112 STJ, del 11/5/12.
38 Muchasveces, sinotodas, reñidas con los principiosde interpretación restrictiva y pro ho-
mine.
39 Binder - Obando, De las "repúblicasaéreas"al estado de derecho, 2004
40 Ferrajoli, Derechoy razón. Teoría delgarantismopenal. gaed., 2009. p. 581
41 Con presencia en diferentes normas internacionales: arts. 26 de la DADH, 10 de la DUDH,
8"de la CADH, y 14 del PIDCP, todos de jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22, CN).
42 Maier, Derechoprocesalpenal. t. l. "Fundamentos". 2aed., 2004, p. 739 y siguientes.
ASPECTOS GENERALES DE LA REGULACIÓN DELJUICIO
43 Aunque debe recordarse que la CSJN ya había reconocidoque " ... no existe óbice alguno
para quecomo regla procedimental en consonancia con la garantía. se interpreteel temorde par-
cialidad como un motivo noescritode recusacióndel juezy afavor del imputado ..." (CSJN-Fallos,
328:3773).
Bovino, Problemas del derecho procesalpenal contemporáneo. 1998, p. 53.
FERNANDO AVILA
46 TSJ CABA, expte. 9443112, "Ministerio Público - Defensoria General de la Ciudad de Bue-
nos Aires iQueja por recurso de inconstitucionalidad denegado en 'Incidente de competencia en
ley 13.944 (recurso de inconstitucionalidad)'".
autos Galantine, Atilio Javier sllnf. art. lo,
47 Ibidem.
48 CPCFCABA, causa 0007223-00-00112. "Suárez,VictorHugodlnfr. ari(s). 149 bis, amenazas.
CP (plL 2303)".
FERNANDO AVILA
mente desoída por los tribunales regionales. En rigor, sin importar que diseño pro-
cesal se encuentre vigente, se desprende de la Constitución y las normas conven-
cionalesquequien sostenga la acusación establece el tope máximo de alcance del
reproche (arts. 116 y 120, CN).
El tribunal de juicio solo puede actuar dentro de un marco de decisión acotado
y ese marco es fijádo por la acusación. Cuando se habla de la acusación, no se refie-
re únicamentea la descripción fáctica del hecho. La acusación contiene, además, la
calificación legal y la pretensión punitiva.
La composición plural de la acusación como límite del juzgador es el único mo-
do de dotar deverdadero sentido al principio de contradicción. No puede afirmar-
se el derecho a defenderse en un juicio si no existe posibilidad para el acusado de
expresarse libremente sobre cada uno de los extremos de la i m p ~ t a c i ó n ~ ~ .
Pero, además, si a pesar de exigir que la acusación contenga esosextremosy que
el acusado pueda resistirlos, admitimosque el juzgador decida excediendo el Iími-
te de la acusación en cualquiera de esos sentidos, entonces estamos vaciando de
sentido el derecho de defensa.
El nuevo Código afirma una serie de límites insuperablesen este sentido y deja
atráscualquier debateal respecto54.Así, en el art. 192, demodoexpreso seestable-
ce: a) que la sentencia sólo podrá dar por acreditados hechos o circunstancias con-
tenidos en la acusación; b) que la sentencia no podrá variar la calificación del he-
cho salvo que sea en beneficio del imputado; c) que la sentencia no podrá impo-
ner una pena mayor a la requerida por la acusación, y d) que no se podrá conde-
nar en ausencia deacusación.
na mayor que la solicitada por el fiscal en el juicio. Pero además está en juego el derecho a la or-
fensa, que seve postergado se losjuecesquiebran el equilibrio entre la acusacióny el fallo.
5 6 El juiciosobre la pena
En el momento de la determinación de la pena queda al desnudo otra de las
pantomimas que proponen algunas prácticasjudiciales. Duranteel debate las par-
tes no destinan verdaderos esfuerzos a racionalizar y justificar o resistir el pedido
de pena (usualmente esta tarea no ocupa más que una pequeña mención del ale-
5 7. Consideracionesfinales
El juicio en el nuevo Código Procesal Penal de Río Negro responde a un diseño
acusatorio y contradictorio con participación ciudadana, esquema normativo ade-
cuado para una administración de justicia propia de un estado republicano y de-
mocrático, respetuoso de los derechos fundamentales de las personas.
El nuevo diseño también implicaventajas prácticas. La decidida superación (nor-
mativa) del proceso como una mera gestión de trámites obliga a mejorar la capaci-
tación y desempeño de los abogadoilitigantes quienes debérán escoger con otros
criterios qué causas llevar a juicio y cómo presentar y litigar el caso para obtener re-
sultadosque difícilmenteserán tan previsiblescomo losque ofrecía el sistema que
se abandona.
5 1. Introducción
Estetextotiene por finalidad plantear una lectura posible de la litigación en jui-
cio a partir del uso de las herramientas del examen y contraexamen en un contex-
t o muy concreto: la regulación normativa que el nuevo Código Procesal Penal de la
Provincia de Río Negro ha establecido en estos temas.
No nos referiremos exclusivamente al momento del juicio, sino que partiremos
bastante antes: enfocándonos en el trabajo que los litigante5 tienen habilitado (y
deben hacer para fortalecer sus teorías del caso) con testigos y peritos en la prepa-
ración de un caso.
En ese sentido, hablaremos de tres momentos importantes en la estrategia del
litigio referido a los testigos y a los expertos: la búsqueda y preparación (en la eta-
pa de investigación); la defensa o cuestionamiento (en la etapa intermedia); y la
producción y control de información propiamentetales (en el juicio). Nos interesa
plantear el trabajo con testigosy peritos de esta manera porqueessumamente im-
portante enfatizar en todos los ámbitos que la idea central que los abogados liti-
g a n t e ~deben asumir con relación a las nuevas normas procesaleses tan sencilla co-
mo compleja: no es magia. No hay recetas infalibles que permitan a un abogado
que noseocupódeconocer a lostestigosy los peritosdurante la investigación pro-
ducir información de alta calidad en el juicio. Tampoco hay una regulación salva-
dora de la nulidad que permita plantear en la etapa más controversia1del proceso,
el juicio, cuestiones de forma que deberían haberse debatido con anterioridad si
los casos se trabajaran con seriedad y estrategia. Los abogados deben llegar al jui-
cio completamente conscientes y claros en cuanto a la prueba que producirán en
sentidos quevan más allá del contenido de información que las personas pueden
proporcionar: cómo declaran, cuáles son sus debilidades, cuáles sus fortalezas, en
qué puntos hay que apoyarlos para que sean más contundentes, en qué aspectos
pueden ser cuestionados, cómo intentará trabajar la contra partecon relación a los
testigos y10 peritos propios, cómo puede cuestionarse a los testigos y10 peritos de
la contraparte. Una infinidad de cuestiones que deben llegar absolutamente afi-
nadas al juicio, por un trabajo previo del litigante para el caso.
La buena noticia inicial es que la regulación del CPPRN habilita un trabajo de
preparación y mirada estratégica de los casos absolutamente consistente con una
buena litigación en el juicio, y nos ocuparemosen lo sucesivo de desarrollar esa mi-
rada. La advertencia es que el máximo desafío para los abogados no es conocer la
ley en cuanto a su letra: es cambiar la cultura del trámite del expediente que tan
arraigado tenemos, por la de la mirada estratégica y la preparación del litigio. En
losapartadosque siguen, intentaremosdesarrollar desdeel propio CPPRN, la regu-
lación que nos obliga a transitar ese camino de cambio.
Con relación a los testigos, en términos generales, podríamos sostener que son
aquellas personas que estuvieron en el peor momento en el peor lugar: tienen al-
gún tipo de información que resulta relevante para una actuación (el juicio) que,
casi por regla, no les interesa demasiado y les significará una molestia en sus vidas
(citacionesa declarar, preparación con losabogados, cuestionamientos por losque
no desearían pasar, etcétera). Partimos de esta afirmación que no se encuentra en
la regulación procesal en función a quees sumamente importanteque los litigan-
tes (tanto acusadorescomo defensores)tengan claridad sobre lo perjudicial que es
en lavidade las personasverseinvolucradasen un proceso penal en carácterde tes-
tigo. Quizá pensar las cosas desde esa perspectiva, posibilite en los litigantes una
optimización del tiempo y un buen trato hacia quienesserán sus principales herra-
mientasde producción de información en el juicio.
Puntualmente el CPPRN establece una regla amplia y general: "Toda persona
será capaz de atestiguar, sinperjuicio de la facultaddel tribunalpara valorarsu tes-
timonio" (art. 183), para luego regular algunas excepciones en el art. 185: deben
abstenerse de declarar quienes según la ley deban guardar secreto y pueden abs-
tenerse el cónyuge o conviviente del imputado, ligado por especiales vínculos de
afectos, los parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afini-
dad. En el caso de quienes tienen la facultad de abstenerse, el juez deberá infor-
marles antes de prestar su declaración para abrirles la posibilidad de utilizar dicha
facultad o no hacerlo y declarar.
Lo interesanteen la regulación del CPPRN es que aun sin establecerlo en forma
expresa, deja bastante claridad sobre un punto central en el litigio adversarial: los
PRODUCCI~NY CONTROL DE LA INFORMACI~NEN ELCPPRN ...
bJ Los peritos
En el caso de los peritos es el art. 134 del CPPRN el que nosda una primera apro-
ximación al trabajo con testigos expertos al establecer que: "Losperitos deberán
tener título habilitante o acreditar experiencia e idoneidad en la materia relativa
alpuntosobre elqueserán requeridos". Se trata, en definitiva, de personascon co-
nocimiento específico en algún área científica, artística otécnica necesaria para es-
clarecer un punto controvertido en el caso.
En el ámbito específico de los peritos, resulta importante la aclaración que el
CPPRN realiza con relación a qué es concretamente la prueba pericial: el experto
declarandoen forma oral en el juicio. Así loestableceel art. 178al regular que: "Los
peritospodrán consultarsusinformesescritos,o valersede todosloselementosau-
xiliares útilespara explicarlasoperacionespericialesrealizadas, pero las conclusio-
nes deberán ser presentadasoralmente". ¿Por qué es importante este punto? Por-
que deja fuera de discusión la obligatoriedad de que el perito concurra a declarar
en el juicio y, en consecuencia, abandona la idea del informe pericial como prueba
documental.
' Tanto La Pampa como Neuquén discuten hasta la actualidad de quién es la obligación de
citar a testigos y peritos al juicio: si de las partes o de las Oficinas Judiciales, y más allá de que am-
bas legislaciones permiten interpretarquees una tarea de las partes, no poseen una norma con la
claridad de la rionegrina, que noda lugar a la discusión sobre el punto.
LETlClA LORENZO
Detengámonos en este punto unas líneas más: hemos mencionado al art. 134,
donde se dan las primeras definiciones del trabajo pericial. Ese artículo se encuen-
tra dentro de la parte del CPPRN referida al desarrollo de la investigación y autori-
za la generación de informes expertos cuando el conocimiento "lego" no sea sufi-
ciente para avanzar en la investigación2. Durante la investigación entonces el tra-
bajo de los peritos se plasmará en informes escritos en los que constarán sus con-
clusiones. De cuánto favorezcan o no las conclusionesconcretas a la teoría del caso
de las partes dependerá su ofrecimiento como testigos expertos en el juicio. Aho-
ra bien, cuando las partes decidan proponer las conclusiones de un perito como
partede su prueba en juicio, lo quedeberán ofrecer en su propuesta probatoriase-
rá a la persona física del perito, para que declare en el juicio. En ese contexto, el in-
forme pericial desarrollado pasará a funcionar como una declaración previa en los
términos del art. 181 con la salvedad de que, a diferencia de los testigoscomunes,
el art. 178 autoriza a los peritos a consultar sus informes durante la declaración3.
En consecuencia, llegado el momento de la producción de información, las par-
tes deberán ofrecer a los peritos para que se presenten en persona a declarar4. En
.
No oueremos desviar el contenidode este artículo hacia otros temas.. Dero es im~ortante
señalarq~eres~ltaun gran acierto la regulación oesformalizada que haceel CPPRN de la b~sque-
oa de informes oe expertosd~rantela investigación. La p r ~ e b apericial es uno oe losámbitos que
permanecemásatada a lasformas y procedimientos propiosdelsistema de trabajoenelexpeoien-
te escrito y la tentación de trasladar esas lógicas a los sistemas orales estableciendo cuestiones co-
mo la aprobaciónde un juez para la procedenciade la pericia, el establecimientode puntosde pe-
ricia específicos o la "contra pericia" para la pericia en forma casi de careo judicial, perviven en
nuestra tradición como un tema de debate. El CPPRN ha tenido la sabiduría de regular solo aque-
llosaspectosestrictamente necesarios para diferenciarel testimoniode un expertodel testimonio
común. Lajurisprudencia y elandar del nuevosistema seencargaráseguramentede irestablecien-
do los matices necesarios en este ámbito.
Más que una consulta sobre un informe, lo que los peritossuelen hacer en susdeclaracio-
nes en juicio es ilustrar la explicación oral que brindan de sus conclusiones con imágenes o esque-
mas que extraen desu informe y presentan en formatos de fácil comprensión para los jueces: pre-
sentaciones en powerpoint, imágenes ampliadas. etcétera
Insistimos en este punto porque no se trata solo de una cuestión de litigio y preparación
delas partessinoquetambién implicacambiarculturaenelámbitode losprofesionalesquesepre-
sentancomo peritos. Ensistemasqueacostumbrana que la prueba sea el equivalentedel informe
y dondea lo sumo secita a los peritosa realizar una declaraciónformal admitiendo que el informe
que se ha presentadose corresponde con susconclusiones. el paso hacia un sistema de mucho ma-
yor exposición sobre el trabajo pericial es también complejo. Los profesionales no siempre están
cómodosdeclarando, nocomprenden (porque nadie se los explica) la importancia de acreditarsu
experticia en cada caso al queconcurren hablando de su formación y actualización en su área y, lo
más complicado de todo: no siempre tienen un lenguaje claro que permita a legos en la materia
comprenderlasconclusionesqueestándetallandoy las razonesque los llevan a sostenerlas.Todos
estos puntos deben trabajarse previamente con los peritos si realmente se pretende éxito en sus
declaraciones.
PRODUCCIÓN Y CONTROL DE LA INFORMACIÓN EN ELCPPRN ...
Una práctica "clásica" que las reformas han buscado erradicar pero que aún se mantiene
es la de la citación a numerosas personas que pierden toda una jornada de susvidas para que lue-
godevarias horas "alguien"(nunca está muy claroquiéntieneesa desagradabletarea. perodese-
guro nosetrata ni de un juez, ni de un fiscal ni de un defensor)salga a decirlesque pueden retirar-
se porque su testimonio ya no será necesario: las partes han arribado a un acuerdo en el momen-
t o en que deberían estar generando un debate.
LETlClA LORENZO
Aún más importante resulta la preparación del litigante para controlar la infor-
mación. Conocer el contenido de lostestimonioses necesario no solo para hacer un
buen contraexamen, sino con anterioridad para hacer un buen cuestionamiento a
la admisibilidad de la prueba.
Por ello loslitigantes no deben enfocarsesoloen su propia prueba sino que tam-
bién deben realizar un seguimiento de toda la prueba de la parte contraria. En ge-
neral, por la lógica del proceso penal se piensa másen este rol a la defensa. Pero no
es exclusivo suyo sino quetambién competea la Fiscalíasaber cuál es la prueba que
deberá controlar en juicio propuesta por la defensa. En cualquier caso, la dinámica
del control es similar independientemente de la parte que se represente: el contras-
te de la información es más amplio que el contenido de la declaración propiamente
tal. El litigantedebeconfrontar el contenidode ladeclaración (o lasconclusiones del
informe pericial) con el contenido del resto de las declaracionesy10 informes, con
su propia versión de los hechos, con los hechos que sostiene la contraparte. Debe
posicionarse en el lugar del testigo y verificar si es sostenible su declaración. Debe
encontrar los huecos posibles de cuestionamiento de la credibilidad, ya sea de la
LETlClA LORENZO
sación (derecho, hechos y prueba ofrecida) y que existe una controversia de parte
de la defensa sobrealguno (S)de los puntosquesostiene laacusación. En términos
probatorios, entonces, podríamosdecir que "útil para el caso" será toda la prueba
ofrecida que permita avanzar en uno u otro sentido para determinar a cuál de las
partesasiste razón sobre los hechoscontrovertidos. Esdecir: para determinar la ad-
misibilidad de la prueba deben estar muy claros los hechos controvertidos y debe
medirse la utilidad de la misma en función a esos hechos8.
Visto el tema desde el punto devista de las partes, podríamos decir que esta au-
diencia es una disputa entre el objetivo de producir mucha información por parte
de una parte y la meta de limitar el ingreso de esa información por la otra. Y desde
ese punto de vista, retomamos la importancia del conocimiento y preparación pre-
via: solo podremos defender o cuestionar prueba que conozcamos en detalle.
El ejemplo más claro: si se ofrecen quince testigos sobre el mismo punto, aun
cuandosea un punto controvertidoes legítimoque la contraparte plantee laexclu-
sión devariosde los quince por sobreabundancia. Si la partequeofrece los quince
testigos no tiene claros los matices que puede brindar cada uno o la importancia
para dar unavisión másclara en concretode la declaración decada uno de losquin-
ce, esesperablequeel juezque intervenga en la audiencia limiteel número de tes-
tigos en función a lo solicitado por la parte que requiere la exclusión. Por ello, la
afirmación que suele utilizarse como mantra "va a declarar sobre aspectos claves
del hecho" o cualquier reemplazo del orden de lo general, no es útil para esta au-
diencia ni para ladefensa de la pruebacuandosurgeconevidenciaqueseestáofre-
ciendo un número innecesariamentealto de testigos.
En el casodelosperitosestaaudiencia puedeir másallá incluso: hemosvistoque
el art. 134 establece los requisitos para considerar a una persona como testigo ex-
perto (perito) en un juicio. En la audiencia de la etapa intermedia perfectamente
puede generarse la discusión sobre la idoneidad del perito para concurrir a decla-
rar a juicio. No puede perderse devista que más allá que la declaración del perito
será valorada por el tribunal conjuntamente al resto de la prueba (es decir: no ge-
nera una sentencia en automático), el peso específicode la conclusión de un exper-
t o en una materia que seasume como "desconocida" por el resto de los asistentes
al juicio, es alto. En ese contexto, es esperable que el litigio sobre la admisibilidad
de una persona como perito en el juicio sea alto y más complejo que el litigio con
un testigo común. En principio puede litigarse la necesidad del conocimiento ex-
perto: jestamos realmentefrentea un tema que deba ser desentrañado por un pe-
neral, son las preguntas que permiten responder: qué, cómo, cuándo, dónde, porqué, para qué,
cuál. Preguntas en las que se espera una respuesta desarrollada del testigo.
LETlClA LORENZO
formación y la información que posee debe ser expuesta sin intermediaciones; esa
es la razón también por la que se impiden las preguntas sugestivas por parte de los
abogados.
Existe otro tipo de pregunta que no se menciona en el CPPRNpero suele utilizar-
se bastante en exámenes y contraexámenes: la pregunta cerradaT4.En el caso del
examen directo, la pregunta cerrada es una herramienta muy útil para la puntuali-
zación de información. Es extremadamente extraño (casi sospechoso, podríamos
decir) que un testigo sesiente a declarar y ante una pregunta abierta del tipo "¿qué
sabe usted de los hechos?" relate al detalle con pelosy señales todos los sucesos im-
portantes para el caso sobre los que puede dar cuenta. Si no nos conducimos así en
nuestra vida cotidiana, no es esperable que lo hagamos en una sala de audiencias.
Por ello, la combinación de preguntas abiertas con preguntas cerradas es la mejor
forma de desarrollar un examen directo: posibilitando al testigo una apertura para
el relatoa travésde preguntasabiertasy puntualizando aquella información del re-
lato sobre la que precisamos más detalle a través de preguntas cerradas.
Luego dependerá del tipo de testigo o perito que se trate (más o menos habla-
dor, más o menos claro en su exposición, más o menos ordenado) la necesidad de
utilizar las herramientas de transición o introductorias para situarlo en el ámbito
de la declaración que nos interesa y no permitir que sevaya por las ramas. La tarea
del abogadoen la producción de información escasi másdifícil quela tareadequien
contraexamina: debe lograr quese produzca toda la información necesaria para su
caso, en forma ordenada y comprensibleparael tribunal, en sentido y consonancia
con el resto de la prueba y pasando prácticamente desapercibido. Quizá sonemos
reiterativos pero lo consideramos necesario: la única forma de lograrlo es habien-
do trabajado desde el inicio del caso con una mirada puesta en el juicio y la forma
de producir información.
No podemosdejar de referirnosa la posibilidad detratara un testigopropioco-
mo testigo hostil. El art. 179 exceptúa la prohibición de preguntas sugestivas para
los casos en que se autorice a tratar a un testigo como hostil. Esto porque cuando
se da tal autorización, básicamente lo que se permite es convertir el examen direc-
t o en un contraexamen. Es bueno que el CPPse haya ocupado de regular expresa-
mente la posibilidad, ya que puede darse el caso en que sea necesario apelar a es-
ta norma. Sin embargo, no puede dejar de mencionarse que desde la práctica del
litigio es importante evitar al máximo posible tener que apelar al uso del testigo
hostil, puesto que la credibilidad de un testimonio obtenido a través de la formu-
lación de preguntas sugestivas (es decir: un testimonio prácticamente producido
por el propioabogado) noesequivalentea lacredibilidaddeun testimonio produ-
~ ~
;ido con las regla; propias del examen. En función a ello, no es para nada recomen-
dable iniciar un testimonio pidiendo en forma inmediata autorización para utili-
zar la herramienta del testigo hostil; el litigante deberá acreditar en primer térmi-
no que se encuentra en este universo específico. Haciendo preguntas y poniendo
en evidencia que el testigo evade las respuestaso se niega abiertamente a contes-
tar; intentando formular la misma pregunta de diversos modos, etcétera. Recién
cuando muestre al tribunal que se encuentra ante un testigo hostil, podrá pedir la
autorización para utilizar la herramienta del art. 179. Pero debe ser en casos don-
de resulte extremadamente necesario su uso, no convertirse en una herramienta
corriente en los juicios.
Con relación al orden de la producción de información, la única regla queesta-
blece el CPPRNestá contenida en el art. 177: "Despuésdelaspresentacionesinicia-
lesse recibirá la prueba ofrecida según elorden que hayan acordado laspartes. De
no mediaracuerdo, se recibirá primero la del fiscal, luego la del querellante ya1fi-
nalla de la defensa". La lógica del CPPRN es que se presente primero la prueba de
cargo y luego la dedescargo. Ahora bien: el orden en que se presentarán los testi-
gos y peritos contenidos dentro del género "prueba de cargo" y "prueba de des-
cargo" será entera responsabilidad de las partes y su preparación estratégica del
caso. Recordando que de acuerdo al art. 169 son las partes las responsablesde citar
a sus testigos y peritos, serán también las responsables del orden en que estos con-
curran. No está de más recordar en este punto un detalle nada menor: en el nuevo
sistema, los jueces no conocen el caso ni tienen el expediente ni cuentan con una
radiografía de los hitos importantesdel proceso. Ingresan a la sala de audiencias el
día del juicio a enterarse de las teorías del caso de acusación y defensa básicamen-
te sin saber nada del caso que juzgarán. En ese contexto (tan diferente al del expe-
diente), realizar una presentación de la prueba que le dé sentido a la historia que
han relatado en sus presentacionesde apertura, no es una cuestión para obviar si-
no quetienequeser central en la preparación del litigio.
En lo que se refiere al orden interno del testimonio el CPPRNtampoco estable-
ce ninguna regulación específica. En general, loque se recomiendaen términosde
producción de la información del testigo es estructurar el testimonio en dos gran-
des momentos: presentación del testigo, ¿quién es y por qué debería creerle? Y
presentación del relato sobre los hechos del caso que conoce el testigo. Suele ha-
blarse del primer momento como el de "acreditación" y del segundo momento co-
moel de "produccióndela información propiamente tal". Preferimos no hacer esa
distinción. El primer momento no está tan vinculado con la acreditación como sí
LETlClA LORENZO
con cierta humanización para con el testigo: no solo le permitimosdecir quién essi-
noque le brindamos un espacio previoa iniciar el relato para tranquilizarsey no sen-
tirse incómodocon suobligación en eljuicio; involucra un ciertonivel deacreditación
porqueal decirnosquién es yavamosobteniendo cierta información sobre el interés
o noque puedetener en el casoconcreto. El segundo momento, de producción de in-
formación, es también un momento central deacreditación: el testigo nos dirá qué
es lo que sabe, pero es importante también que nos diga cómo lo sabe y cómo no-
sotros podemos tener cierto grado de certeza en que las cosas ocurrieron como las
está declarando. No bastará, por ejemplo, con que nos diga que vio a Juan dispa-
rarle a Pedro; también tendrá que situarnos en cuanto a las razones por las que ese
díaestabaen eselugary efectivamente pudoveraJuan dispararlea Pedro. Por ello
no se trata solo de producir información sino también de dar razones que tornen
creíbleque la persona queestá declarando tenga esa información.
En el caso de los peritos la estructura del testimonio está bastante estandariza-
da en tres momentos: acreditación de la experticia del perito (toda la información
referente a su formación yexperienciavinculada con la pericia concreta que ha rea-
lizado); información sobre los procedimientosque realizó para la pericia del caso y
el nivel de aceptación de los mismos en su ciencia, arte o técnica; y conclusionesa
las que el perito arribó para el caso concreto. El uso del lenguaje es algo que debe
cuidarse mucho con los peritos: la tentación de elevarse al nivel de relato del peri-
t o (sobre todo en los casos en que se ha trabajado mucho el caso previamente y el
lenguaje técnico se hace familiar) suele atentar contra el objetivo de generar una
real comprensión en el juradootribunal técnicoqueestá recibiendoel testimonio.
Por ello, es muy importanteque las preguntasal perito estén siempreorientadasa
explicar y hacer las aclaracionesque resulten necesarias para que su conocimiento
experto sea realmente transmitido para la comprensión de los legos en la materia.
~ a n t para
o el examen a testigoscomoa peritoses muy importánte considerar lo
que regula el párr. 2"del art. 179: "Nosepodrá autorizar un nuevo interrogatorio
después del contraexamen, salvo cuando fuere indispensable para considerar in-
formación novedosa que no hubiera sido consultada en el examen directo o sobre
aspectosque fueron trabajadosen elexamen cruzado". Es central comprender es-
te mandato: si no ha salido ningún punto novedoso (donde novedoso no significa
"algo más sobre lo que ya se dijo" sino "algo completamente nuevo, no referido a
ningún punto de la declaración inicial") en el contraexamen, no puede habilitarse
una nueva posibilidad de examen directo (también llamado "reexamen"). Si el
abogado se olvidó de hacer alguna pregunta en su examen, no tiene una "segun-
da oportunidad". Si no clarificó y10 acreditó adecuadamenteciertos puntos del re-
lato de su testigo, lo mismo. Es importante limitar la posibilidad del segundo exa-
men a los casos donde sea realmente necesario, para evitar que esto se vuelva una
constante en los juicios, con la posterior discusión sobre el derecho a un segundo
contraexamen y el litigio infinito sobre cuestiones avecesdel todo intrascendentes.
PRODUCCIÓN Y CONTROL DE LA INFORMACIÓN EN ELCPPRN ...
respaldo que le permita poner en evidencia los casosen que el testigo mienta. Vea-
mos distintos escenarios:
Abogado: ¿Usteddijo que Juan ledisparó a Pedro?
Testigo: Sí.
Abogado: ¿Y dijo que lovio en forma directa?
Testigo: Sí.
Abogado: ¿Lovio porque estaba saliendo de su casa justo en ese momento?
Testigo: Sí.
Abogado: ¿Y estaba saliendo porque iba a buscar a su hijo a un cumpleaños?
Testigo: Sí.
Abogado: Pero nadie más lo vio en ese lugar ¿verdad?
Testigo: No. Solo estaban Juan, Pedro y yo que salía de mi casa yvi la escena.
Abogado: En realidad nadie más lovio porque usted en ese momentoestaba ju-
gando al fútbol.
Testigo: No. Yoestaba saliendo de mi casa a buscar a mi nene. Esedía no fui a la
cancha porqueestaba mal de la rodilla y preferí quedarme.
Escenario 1
El abogado que está contraexaminando recibió un dato durante su investiga-
ción en sentido queeste testigo jugaba todaslassemanas,y esedía (el día de los he-
chos), al fútbol con suscompañerosde oficina. Le dijeron queera raroque hubiera
estadoen la casa porque nuncaseperdía un partido. Peroel abogadonoconsiguió
ninguna información de respaldo: ni un testigo, ni una foto, ni un registro de la
cancha, no tiene nada más que ese dicho al pasar. Ante la respuesta bastante vero-
símil que le está dando el testigo, no tiene cómo seguir adelante y solo ha logrado
fortalecer la credibilidad del testimonio del testigo.
Escenario 2
El abogado recibió el datoy preguntóel nombrede la fuente, sabe quesetrata
de Raúl Ramírez que es compañero de trabajo del testigo, lo llamó y habló con él,
le preguntó si esedía habían estadojuntosen la cancha y Raúl ledijoquesí, que ha-
bían estado en la cancha. A partir deesta información, el abogado sigue con el con-
traexamen. Retornemos:
Abogado: En realidad nadie más lovio porque usted en ese momento estabaju-
gando al fútbol.
Testigo: No. Yo estaba saliendo de mi casa a buscar a mi nene. Ese día no fui a la
cancha porqueestaba mal de la rodilla y preferí quedarme.
Abogado: Déjeme ver si estoy claro: ¿usted dice que el día ... usted no fue a ju-
gar al fútbol y se quedó en su casa?
Testigo: Sí.
PRODUCCIÓNY CONTROL DE LA INFORMACIÓN EN ELCPPRN ...
Pero básicamente la lógica opera en el siguiente sentido: el abogado no habría podido ofrecer a
Raúl Ramírezen la etapa intermedia porque habría sido impertinente en ese momento (no es un
testigoque pueda aportar información sobreel hecho. aportaría información para establecerque
otro testigo está mintiendo y por el principio de buena fe no pensamos que los testigos vayan a
mentir a juicio porque en caso contrario nosveríamos obligados a admitir prueba sobre todas las
personasque concurran a declarary sería algo interminable); pero ante la declaración del testigo
negando laversión de Raúl Ramírez, se hace necesario contrastar la situación para medir realmen-
te la credibilidaddel testimonio. Eneseescenario. el abogado podría ofrecera Raúl Ramírezcomo
testigo para que concurra a declarar sobre este punto (prueba sobre la credibilidad de los dichos
del testigo) y el tribunal debería evaluar la necesidad de ese testimonio y decidiren consecuencia
(valorando el peso específicodeesetestimonio enel caso de las partes, la posibilidad real de debi-
litar la credibilidad a partir de la incorporación de la prueba que ofrece el abogado, la viabilidad
material de traer al testigo, etcétera).
l7 El abogadode nuestro ejemplo podría habersido un poco más previsortambién y haber
tomado una declaraciónjurada a Raúl Ramírez, que podría ofreceren este momentocomodocu-
mental en función a la incidencia no esperada que se produce por la negativa del testigo y de esa
forma facilitarla resolución,
LETlClA LORENZO
que en el primer escenario que planteábamos, nada de esto era posible porque el
abogado no había realizado ningún tipo dechequeo de la información y todo de-
rivaba en "su palabra contra la mía". Para realizar un contraexamen efectivo es ne-
cesario tener una preparación adecuada. Ello implica conocer al testigola, conocer
sus declaraciones anteriores, contrastarlas con la declaración actual, contrastarlas
con la declaración del resto de los testigosen el caso. No es una tarea sencilla y por
ello debe limitarse a lo estrictamente necesario. Por ello la pregunta de partida en
todos los casos debe ser: jes necesario que contraexamine a este testigo?
Si el litigante decide que es necesario contraexaminarlo, porque cuenta con la
información de respaldo necesaria para evidenciar cualquier incongruencia rele-
vante que surja en el testimonio, entonces lo segundo importante será manejar
bien la herramienta. En el ejemploque hemostomado, si bien el abogado tenía (en
el primer escenario) la falencia en cuanto a la información de respaldo, sí hizo algo
bien: preguntas sugestivasde un solo punto. La regla en el contraexamen es man-
tener el control del testigo. Si en una sola pregunta el abogado le hubiese dicho al
testigo "el día del hecho es el día que usted juega al fútbol, sin embargo, ese día a
esa hora dice que estaba en el lugar y pudo ver el disparo porque estaba saliendo a
buscar a su hijo a un cumpleaños. Cuando en realidad usted estaba en la cancha,
jno?". Está diciendo lo mismo que hemosvisto líneas arriba, pero todo junto y en
una sola pregunta. Másallá de las objeciones que podrían realizarse por lo confu-
so de la pregunta, la posibilidad real de control sobre la información disminuye
mucho. Por ello la recomendación a los litigantes en el contraexamen siempre es
reducir las preguntas, hacerlas sugestivas sobre un solo punto e ir avanzando paso
a paso, como en el ejemplo.
En ese mismo sentido, el contraexamen es fragmentado: no hay un orden cro-
nológico sino que se toman aquellas porciones de información que resultan rele-
vantésy a deallí se construyen las preguntas. Esto contrasta completamente
con el examen directo, donde lo que se procurará es una producción cronológica
de la información.
Otro aspecto importante a diferenciar en el contraexamen es el tipo de objeti-
vo que se perseguirá: puede cuestionarse la credibilidad del testigo (usted está
mintiendo) o la credibilidad del testimonio (usted cree en lo que dice y lo hace de
buena fe, pero hay razones que indican que no puede ser así). La primera forma
(credibilidad del testigo) es la más confrontacional y es el ejemplo que hemos ex-
puesto en el ejemplo: dado que directamente se cuestiona a la persona que está
declarando y se busca evidenciar que está mintiendo, no será un contexto amable
l8 Esto no necesariamente quiere decir haber tenido un contacto directo con él, cuestión
bastantedificil ya que setrata detestigosde la contraparte. Pero no es necesario tener un contac-
to directo para saber cómo piensa, cómoes su vida. cuales son sus actividades, etcétera.
PRODUCCIÓN Y CONTROL DE LA INFORMACIÓN EN ELCPPRN ...
5 6. Conclusiones
La regulación procesal del examen y contraexamen de testigos y10 peritos del
CPPRN es adecuada a un sistema adversarial, posibilita un accionar amplio de las
partes tanto en la preparación como en la producción y control de la información.
Desde la definición sobre quiénes pueden testificar y cuáles son las características
de los peritos hasta la regulación de las herramientas específicas para producir el
examen y controlar en el contraexamen, se veen el CPPRN un aprendizaje detodas
las normativas que han reformado sus procesos hacia la oralidad.
La desformalización en la etapa de investigación, que permite buscar opiniones
expertas sin mayor exigencia en términos de autorización y nombramiento de pe-
ritosy posibilita el contacto directo con los testigos para una mejor preparación de
los casos, es un elemento clave para el desarrollo de juicios orales con producción
de información realmente relevante.
La forma en que se implemente la audiencia de la etapa intermedia también in-
fluirá mucho en el desarrollo de los juicios: en la medida en queen la audiencia de
control de la acusación se discuta fuertemente la admisibilidad de la prueba, se po-
sibilitará que los casos que lleguen a juicio tengan prueba pertinente y acotada a
los puntos de controversia.
Como hemos detallado a lo largo del texto, desde la regulación normativa se
han generado todas las herramientas necesarias para una correcta preparación de
los abogados con relación a los testigos y los peritos y un adecuado litigio al mo-
mento del juicio. Se han regulado en forma adecuada las preguntas permitidas y
lasprohibidas, las posibilidadesdeintervención de laspartes, lasformasampliasde
confrontación. La implementación y el día a día determinarán si las prácticas se
orientan hacia esta transformación completa que propone la norma, o si perviven
prácticas propias del sistema del expediente. En esa tensión permanente está el
gran desafío de la nueva etapa que se abre en la provincia de Río Negro.
El derecho del imputado a un acusador penal
único (o, a un solo discurso acusatorio
del que defenderse ...)
OSCAR RAÚLPANDOLFI *
POSTULADO
Postulamos que en todo el transcurso del proceso penal, se reconozca,
en los términos del art. 28 de la CN, el derecho del imputado
a una acusación única de la cual defenderse.
Los sujetos procesales penales del futuro deberán ser solo dos:
el imputado y un únicoacusador: la víctima y10 el fiscal.
S i actúan ambos, lo harán en un litis-consorcionecesario con discurso unificado
en caso de disidencia, resolverá el juez del procedimiento intermedio
' Que no siempre tienen la seriedad y trayectoria que tienen las más conocidas en el cam-
po de los derechos humanos. y además, muchas veces carecen de patrimonio y por ende de res-
ponsabilidadesciviles por las acusaciones que formulan. si estas resultaran infundadas.
OSCAR RAÚL PANDOLFI
El autor del Código, en su comentario señala que "una intervención mayora dos aboga-
dos (defensores) conspira contra la buena marcha del proceso ..." (Levene-h-, Código Procesal
Penalde la Nación (ley23.984) comentado yconcordado, 1992, p. 83). Nos gustaría saber que pen-
saría el doctor Levene (h) si viese causas con quince querellantes, con quince requerimientos de
elevación a juicio distintos, otros tantosofrecimientosde prueba, con derecho a repreguntar, ale-
EL DERECHO DEL IMPUTADOA UN ACUSADOR PENAL ÚNICO ...
Minvielle, en "Doctrina Penal", año 11, 1988, p. 65 y SS.,esp. ps. 80 y 81: "si se quiere res-
petarel principiode legalidad, el mismoopera desdeel comienzode la investigación preliminar".
OSCAR RAÚL PANDOLFI
Así puesqueesta norma dejó sin efecto (a partir de 1994, los arts. 31 y 75, inc. 22,
CN) lasvetustasnormasque,~.gr., enalgunostribunalesde Río Negro, todavía hoy,
siguen siendo invocadas para evitar queel imputadoo su letrado, sean privadosdel
conocimiento puntual de la imputación que existe en perjuicio deaquel.
El art. 14.1, "...Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las
debidas garantías por un tribunal ... establecido por la ley en la sustanciación de
cualquier acusación de carácterpersonal formulada contra ella".
El art. 14.3, "Durante el proceso toda persona acusada de un delito tendrá de-
recho en plena igualdad a lassiguientesgarantíasmínimas:
El art. 14.3.a), a ser informada sin demora, en un idioma que comprenda y en
forma detallada de la naturaleza y causas de la acusación formulada contra ella.
El art. 14.3.b), a disponer del tiempo yde losmediosadecuadospara laprepara-
ción desudefensa y a comunicarsecon un defensor desu elección.
El art. 14.3.e), a interrogar o hacer obtener la comparecencia de los testigos de
descargo y que estos sean interrogados en las mismas condiciones que los testigos
de cargo.
El art. 14.3.f), a ser asistida gratuitamentepor un intérpretesino comprende o
no habla el idioma empleado en el tribunal.
El art. 14.3.g), a no serobligada a declarar contrasímisma n i a confesarsecul-
pable.
Adviértase que en la totalidad de las normas convencionales-internacionales
transcriptas, se alude en términos inequívocamente pertenecientesal número sin-
gular, a la acusación, cuyo tenor claro, cierto y completo, debe ponerse en conoci-
miento del imputado.
Y el adjetivo "singular" determina-lógica y hermenéuticamente-el carácter
"único" dela acusación. Locual, matizandoel títulodel trabajo, revela queen rea-
lidad, todavía más importanteque el número de acusadores, es la acusación la que
debe ser única. Es decir, que podrían alternarse dos o más acusadores, pero todos
deben coincidir en su discurso. En el texto de la alocución acusatoria, quees la que
debeser única. Para respetar losderechos humanosdel imputado, que componen
su derecho de defensa en juicio.
pia conservación, me da derecho a rechazar con un arma al que ataque con un ar-
ma (...) por lo tanto, me da con mucho mayor razón el derecho de defenderme con
la palabra contra el que me ataque con la palabra. Esta verdad ya ha sido reconoci-
da y proclamada por todos los pueblos cultos; solo que todavía se le imponen Iími-
tesa su aplicación puesgeneralmenteel derecho a la publicidad y a la defensa, que
se respeta en el segundo período, es pertinazmente negado en el primero. Tal es la
última barrera contra la cual combaten los innovadores contemporáneos, que no
admiten Iímiteso distinciones ...".
Y mástarde, en los 55844,891 y 892desu programa7, hablandode la reimplan-
tación del sistema acusatorio (adversarial, en nuestro lenguaje): "...y esta idea (la
reimplantación del sistema acusatorio) hubiera sido buena y feliz, si hubiera sido
actuada con lealtad; pero su actuación cayó naturalmente en manos de hombres
uncidos por costumbre, al yugo de losviejos temores y a las tradiciones del proceso
inquisitivo, y de ahí nació que las garantías del proceso acusatorio en vano fueron
buscadas en las primeras instituciones del proceso llamado mixto ..." (5 844).
"No basta que haya acusación, si no le es intimada al reo (...) la intimación de la
acusación (para que nose convierta en una farisaicasimulaciónprocedimental) de-
be llenar siempre dos condiciones: 19 debe ser completa, 241 debe ser hecha a
tiempo (...)el apercibimiento de la acusación es necesario para poner al imputado
en condiciones de ejercer útilmentesu derecho de defensa, porquesin esta nunca,
podrá haberconfianza dequeel juiciocriminal conduzca al conocimiento de laver-
dad, que interesa no solo al imputado sino a la sociedad toda, y por esto es de or-
den público ..." (5 892).
Además refiereque "... la fórmula de que la intimacióndebesercompleta resu-
me la idea cardinal de que es deber del investigador o del acusadorno tenerle es-
condido al imputado nada de cuanto se prepare para su daño o de cuanto se hace
o se hará, para reforzar el preconcepto de su culpabilidad y destruir la presunción
de inocencia que siempre lo asiste. Yla fórmula que debe ser hecha a tiempo resu-
me otra idea principal, la que esdeber delinvestigador o delacusadorhacerle alim-
putado la comunicación completa delasindagacionesy testimoniosen sucontra, en
un tiempo que le permita introducir en elproceso medios de defensa" (5 892).
Y desde entonces, siempre8 se ha admitido que la deficiencia en la descripción
de los hechos imputados implica una nulidad absoluta. De las que se declaran de
oficio, porque alojan entre las que define el art. 167, inc. 3"del CPPN, pues hacen a
la intervención, asistencia y defensa de los derechos del imputado.
' Carrara, Programa dederechocriminal. Partegeneral, 1977,vol. II, ps. 299y 363 a 367, res-
pectivamente.
Véase por ejemplo. el comentario de Nuñezalviejoart. 358 del Código de 1939de Córdo-
ba (CódigoProcesalPenalanotado, Zaed.. 1986, p. 308).
EL DERECHO DEL IMPUTADOA UN ACUSADOR PENAL ÚNICO ...
Por otra parte, habrá que recordartambién a Nuñez, peroen relación a la impo-
sibilidad dequeel tribunal deoficio cambie la acusación, en una cita9: "El tribunal
de juicio no puede modificar de oficio la acusación. Esta es una facultadconcedida
al fiscalde la que puede hacer uso enseguida de abierto el debate, en el curso del
mismo y aun antesde la audiencia del juicio, según lo ha resuelto en estecaso el tri-
bunal superior. El hecho procesal es diferente a l hecho penal. Este constituye el
presupuesto de la pena, en cuanto condición para que dentro de nuestro sistema
penal-liberal, se la pueda aplicar sin violar el principio constitucional nullum cri-
men sine lege (art. 18, CN). El hecho procesal constituye la materia de la acusación
formulada en contra del procesado, en la requisitoria fiscal o en la remisión a jui-
cio. Lo que interesa a los fines de la garantía de la inviolabilidad de la defensa, no
son solo los hechospenalmente relevantes contenidos en la acusación, sino tam-
bién todas las circunstanciasenunciadas en ella capaces de influirperjudicialmen-
te en la defensa del procesado, respecto a la prueba de la existencia de aquellos y
desu atribución a élcomo reo".
Y en relación a la primera cita de Carrara, en su decidida embestida contra la
"instrucciónsecreta", tan preconizada en Italia por aquellosaños, habrá que recor-
dar que lo que hoy denominamos "imputación" y Carrara, en su lenguajeortodo-
xo, llamaba "acusación", puede ocurrir mucho tiempo después del comienzo de la
imputación. Operada -por ejemplo- con un allanamiento o una requisa (véase
la cita precedente de Minvielle) Y en cuanto al derecho a rebatir, ofreciendo prue-
ba durante el sumario (art. 199, CPPN), más allá de la garantía más bien nominal de
la "obligatoriedad" de la evacuación de citas hechas en la indagatoria (arts. 304,
CPPN)I0, se puede asegurar que todavía hoy ese derecho humano reconocido por
los pactos internacionales, sigue siendo desconocido.
Nosolamenteen el sumario,sinoinclusoen el p1enario.A travésdelasmúltiples
disposiciones inquisitivas que infectan el rito deljuicio (prueba de oficio, rechazo
de prueba por "impertinente" o "superabundante" 11, facultades de incorporar
prueba sumaria1 casi omnímoda por parte del tribunal, "instrucciones suplemen-
tarias", facultad de interrogar a los testigos, etcétera). Todas las cuales después de
"Quiroga" (CSJN) y "Fermín Ramírez v. Guatemala" (Corte IDH) nos parecen in-
constitucionales.
Véase Pandolfi, Recurso de casaciónpenal, 2001, p. 471 y 5s.. con cita de Nuñez. en LL. 19-
756 y 757.
l o Véase el comentario de Levene (h), Código ProcesalPenalde la Nación (ley23.984) comen-
tadoy concordado. 1992, p. 260, donde se "relativiza" la "obligación de evacuar las citas".
l1 Su pertinencia osobreabundancia, en todocaso, podría serjuzgada por el juezdel proce-
dimiento intermedio, art. 163del CPPRNaprobadoporley 5020, yart. 168del CPPNeaprobado por
ley 2784, pero de ninguna manera porel juezdel juicio.
OSCAR RAÚL PANDOLFI
l2
Castex "Modos anormalesde inicio del procesoy pariicipaciónde la víctima en la investiga-
ción preliminar", enAA.W., Garant;asconstitucionalesenla investigaciónpenal, 2006, ps. 17a 31.
l3 En realidad, bien mirado, hay quienes piensan (con 8inder)queel derecho del imputado
a unacusadorpenal único (queeselverdadero principio, ari. 56del CPPRNaprobado por ley 5020,
y ari. 66 CPPNe aprobado por ley 2784) del que se desprende. como corolario, el principio de con-
gruencia procesal. Porque las notas caracteristicas que debe tener el conocimiento del imputado
de los términos de la acusación (completo. concreto y cierto), son los que le dan contenido al prin-
cipio de congruencia procesal.
l4 Minvielle, en "Doctrina Penal", año 11.1988, p. 81
l5 Véase la fundada explicación de Minvielle, en "Doctrina Penal", año 11,1988, ps. 82 a 85,
sobre el funcionamiento del principio de igualdad de armas procesal, derivación del principio de
igualdad constitucional, pero que - s i n embargo-se amolda a nuestra concepción del juicio pe-
EL DERECHO DEL IMPUTADOA UN ACUSADOR PENAL ÚNICO ...
tenga que enfrentarse con dos o tres contrincantes. Amén de l o cual, con las "acu-
saciones alternativas" que algunos códigos autorizan (v. gr., e l art. 335 del CPP de
la provincia de BuenosAires) puede perfectamente resultar que e l imputado, de-
ba afrontar no ya tres o cuatro, sino seis u ocho acusaciones distintas i ! El fair trial
no puedeconsentir una "pelea" o contienda, tan despareja.
~. Asíel juicio moderno
se seguiría pareciendo demasiado a las pruebas del "agua" a que éran sometidas
las imputadas sospechosas de brujería, arrojadas atados pies y manos al río, en el
interior deuna bolsacerradaoa cualquiera de las "ordalías" inquisitivasen el "jui-
cio de DIOS".
Detodos modos, quequede bien entendido, quela "igualdad dearmas" node-
be leerse como que todas las "partes" (o los sujetos litigantes) del proceso penal
tienen los mismos derechos en su curso, sino que en ningún caso elimputadopue-
de tener menos derechosque la otra parte deljuicio, entendiendo p o r tala lospro-
tagonistasdelconflictoprimario, que bien mirado, es nada más que la víctima o el
Estado si la víctima es difusa, o no existe.
nal, en cuya regulación uno de los sujetos procesales (el imputado) tiene muchos más derechos
procesales,que los demás. Y aun que la misma víctima (que por su parte tiene más facultades que
el Ministerio Público Fiscal)
OSCAR RAÚL PANDOLFI
l7 Muchos de los cuales son inconstitucionales por adolecer de "lesividad" el hecho conmi-
nado.
l8 Véase Maier, Derechoprocesalpenalargentino.t.1-B. p. 336y siguientes.
l9 Como lo ha reconocido la propia CSJN, in re "Casal" y "Martinez de Areco" (2519105 y
20110105. respectivamente).
OSCAR RAÚL PANDOLFI
pación y la prueba defensiva. Que es diverso e l hecho si cambian los motivos que
impulsaron al reo, como cuando se imputa homicidio con fin de robo yse condena
por Homicidio por mandato. Y ello por cuanto la condena deviene, sorpresiva".
Y seguíamos diciendo: "Parecidos conceptos vierte Vélez Mariconde (Derecho
procesalpenal, t. 11, p. 238), (...) el hecho es la acción humana efectuada y las cir-
cunstanciasson los accidentes que como el lugar, tiempo y modo, están unidos a la
sustancia del hecho...la garantía prevista en el art. 414 (del viejo Código de Córdo-
ba) requiere que medie una correlación esencialentre e l hecho objeto de la acusa-
ción y e l hecho acreditado en e l debate por e l que se condena (Derecho procesal
penal, t. II, p. 233 y SS.).Solo una mutación sustancial entre ambos podrá acarrear
la nulidad de la sentencia dictada en relación al último (...)Se prohíbe que la sen-
tencia haga méritodeun hecho, deunacircunstanciaodeunasituación que nofue
debidamente intimada porque no estuvo contenida en la acusación ...".Y conclu-
ye: "Lacorrelación hadeserantetodoobjetivao material. Laacusacióny lasenten-
cia deben versar sobre un mismo acontecimiento histórico, sobre un mismo hecho,
considerado en la totalidad de sus elementos constitutivos y en sus circunstancias
agravantesespecíficas;deben coincidir en cuanto a la acción u omisión imputadas
y al pretendido resultado (...) Pero se puede condenar al imputado, sin violar esta
regla, por un delito más levedel que fueobjeto de la acusación, siempreque en és-
ta se encuentre comprendido aquel, de tal modo que no pueda existir violación de
la defensa (. ..) Eljuezpuede pasar de la hipótesis de delito consumado al tentado;
o del delito de daño degradar a una hipótesis menos grave de delito de peligro; o
de la imputación de un delito más grave, complejo o progresivo, llegar a conside-
rar existente uno de l o de los delitos comprendidos en la estructura de ellos (por
ejemplo, considerar e l hurto en lugar del robo), o de una lesión imputada a una
condena p o r agresión con armas; o de la tentativa de homicidio a la lesión".
"... En todos estos casos, el hecho que motiva la condena está totalmente des-
cripto en la acusación, si bien esta agrega elementos (un resultado o una circuns-
tancia) que el juzgador elimina; c) Las circunstancias de lugary tiempo en que e l
delito se consumó pueden ser modificadasa condición de que elcambio no impor-
te privar al imputado de su defensa (...) d) queda excluida, a nuestro criterio (en
contra, Manzini, t. IV, p. 366) la necesidad de que exista identidad con respecto a l
elemento subjetivo del delito, a menos que la diferencia entre la acusación y e l fa-
llo implique violación del principio constitucional que examinamos, debido a que
no se puedo preverporparte del defensor; o sea, porque e l cambio signifique una
sorpresa. Tampoco aquí puede existir una regla absoluta. También a ese respecto
deberá tenerse presente el caso de que se trate".
Las opiniones vertidas por Vélez Mariconde, que fueran criticadas en su mo-
mento en cuanto a su comentario favorable, a propósito de una condena por en-
cubrimiento en un una acusación por robo, han sido relativizadas con el transcur-
so del tiempo, en relación a la mayor exigencia de la congruencia, que ha idopau-
OSCAR RAÚL PANDOLFI
temala", de su sentencia del 2015105 (párr. 65) que en sus Conclusiones sintetiza:
"De lo expuesto, se desprende sin mayor esfuerzo que es el acusador quien fija el
objeto litigioso. A su vez este objeto, contenido en la pretensión, constituye una
unidad indivisible entre hecho y derecho (...) La preservación de la identidad fácti-
ca y normativa esencial, a lo largo del proceso, constituye una garantíafundamen-
tal irrenunciabledel imputado, su tutela siguesiendo el Iímitede cualquier actua-
cion oficiosa del órgano jurisdiccional".
25 V. gr., véase Oderigo, Código Penalanotado. 2"ed., 1946, ps. 115 y 116; Gómez, Tratado
dederecho penal, 1940. t. II. p. 118; Diaz, Código Penalanotado, p. 156.YtambiénTerragni. Elde-
lito culposo, 1984, ps. 75 a 80.
26 Magariños. Garantías constitucionalesdel derecho procesalpenal, en "Doctrina penal"^
año 11.1988. ps. 619 a 633, esp. ps. 623 a 625,632 y 633.
EL DERECHO DEL IMPUTADOA UN ACUSADOR PENAL ÚNICO ...
27 Maier, Juicioprevio, en "Revista de Estudios Procesales", 11-37. año l. 2" Época, del 8/5/87
ps. 65 a 78.
EL DERECHO DEL IMPUTADOA UN ACUSADOR PENAL ÚNICO ...
28
Magariños. Garantías constitucionalesdel derecho procesalpenal, en "Doctrina Penal"
año 11.1988, ps. 632y 633.
29
Magariños, Garantíasconstitucionalesdelderecho procesalpenal, en "Doctrina Penal"
año 11.1988, p.632.
OSCAR RAÚL PANDOLFI
30 V. gr., una acusación por delito culposo, en el cual el fiscal sostuviese que el galeno debió
haber adoptado una actitud expectante, en vez de lo cual practicó una operación quirúrgica.
mientras que la víctima arguyese, que hizo bien en operar, pero tendría que haberle extirpado
otro órgano. En un caso así. jcómo hace para defenderse el imputado?
31 En realidad, si no tienen "víctima" no deberían ser delitos, pues no quedaría afectado el
principio de lesividad. Pero aludimos a tantos delitos de "pura infracción" como pueden serlo los
de tenencia oalgunos de peligroabstracto.
EL DERECHO DEL IMPUTADOA UN ACUSADOR PENAL ÚNICO ...
ría el abogado de la víctima a su pedido. Pero hay casos de bienes jurídicos mixtos,
otrosquetienenvíctimascolectivas, otrosdonde "no hayvíctima" (delitosde pura
infracción). La cuestión pasaría por analizar el Libro Segunda del Código Penal y
hacer una clasificación que permita una discriminación adecuada. Para ver en qué
delitos debe actuar el fiscal (o bien como abogado de la víctima, o bien si esta pri-
vatiza la acción, directamente el fiscal se retira) en qué otros tiene que necesaria-
mente representar el interés social (a través de la acción penal pública). Esto tam-
bién supone una especialización del Ministerio Público Fiscal en diversas agencias,
lo cual parece indispensable.
Analizando someramente la distribución de los Títulos del Libro Segundo del
Código Penal, como lo posibilitan las características de este trabajo, podríamos es-
bozar una primera aproximación a un intento declasificación, cuyo criterio distin-
tivo sería la preeminencia del interés social, por sobre el individual -primer gru-
p o - ~por el contrario, la preeminencia del interésde lavíctima o sussucesorescer-
canos, que integrarían un segundo grupo. Queda otra serie de delitos, que confi-
gurarían un tercer grupo, en los cuales, por confluir intereses igualmente impor-
tantes y valiosos, para la sociedad en general y para la víctima -siexiste interésde
la víctima particularporinterveniren ellitigio-será imprescindible la instrumen-
tación de un litis-consorcio obligatorio, en cuyo caso, en relación a las disidencias
intra-consorciales, se avizoran varias posibilidades, con una última decisión juris-
diccional del juez del procedimiento intermedio. En primer lugar, resolverá el Su-
perior del Ministerio Público y si este decidiese la falta de interés en la persecución
oficial, la alternativa, es la privatización de la acción penal: es decir, prevalecerá la
opinión de lavíctima, peroel Ministerio Públicodesiste de laacción penal pública32
y el acusador pasa a ser lisa y llanamente privado). Por último, si persistiese la con-
currencia de ambos acusadores, será necesario que el juez o tribunal del procedi-
miento intermedio (obviamenteajeno al tribunal de juicio), resuelva la unificación
del discurso acusatorio, tanto en sus aspectosfácticos, cuando normativos, confor-
me el criterio sentado en el fallo "Fermín Ramírez v. Guatemala" de la Corte IDH
precedentemente citado.
33 También seaduce, con cita de Maier, en alguna ponencia del "XXIVCongreso Nacional de
Derecho Procesal", celebrado en Mardel Plata en noviembre de2007. y en la norma del art. 263.111
del Proyecto de 1986, comoen el trabajo de Maier, en loscuadernos IVyVde Ad-Hocsobre doctri-
na y jurisprudencia de 1997. Sobre todo se invoca esta "solución"como superadora del non liquet
que produciría la aplicación del "hecho diverso".
34 70aed., BryanA.Garner, Editor in Chief, West Group, St.Paul, Minn. 1999, p. 1078.
35 Véase Maier, Acusación alternativa o subsidiaria, en "Cuadernos de Doctrina y Jurispru-
dencia Penal". año III, nros. 4 y 5, 1997, ps. 621 a 633, esp. p. 627. Esta última cita noes del propio
Maier, sinode la ponencia de Gustavo A. Dalma y María Fernanda Ceballos, en el "XXIVCongreso
Nacional de Derecho Procesal"(vide "Libro del Congreso - Ponencias ...", 2007, p. 817 y 5s.); ídem~
Derecho procesalpenal, t. l. "Fundamentos", 2"ed., 2" reimpr., 2002, t. 1, p. 603.
EL DERECHO DEL IMPUTADOA UN ACUSADOR PENAL ÚNICO ...
del juicio. Lo que no resulta respetuoso de los derechos que le confieren el art. 18
de la CN y las normas convencionales internacionalesque rigen en nuestro país.
Es decir, que si hubiese diferenciasfáctica y10 normativa trascendentes, la única
forma de "sanear" la etapa investigativa, seríadespuésde la nueva requisitoria de
instrucción (para que haya intervención del poder requirente) una nueva citación
a indagatoria,conla nuevaimputación y porende, un ~uevoautodeprocesamien-
to. Si la intimación de la indagatoria, recogida en el auto de procesamiento es di-
ferente de la que luego quedará asentada en el requerimiento de elevación a jui-
cio, es más que claro que quedará afectado el derecho de defensa en juicio.
Y nos pareceque no obsta a tal conclusión, que -teóricamente-el imputado
tenga "oportunidad" de pedir una ampliación desu declaración indagatoria (de-
recho este al que no se le puede obligar a recurrir, para preservar la integridad de
su derecho dedefensa). Ello-además-si tenemos presentequeestetrámiteocu-
rreactualmente en el procedimiento inquisitivo reformado, durante el término de
la oposición a la elevación (cuyo plazo sumamente exiguo, es respetado para la vis-
ta a la defensa, aunque raramente para que se expida el Ministerio Público), o de
hacerlo durante el debate final.
Asícomo la acción humana supuestamentedelictuosa,debe ir sorteando losfil-
trosde la teoría de la imputación objetiva (tipicidad, culpabilidad) en el análisisde
laverificabilidad (en el lenguajede Ferrajoli usado por Binder)asíelderechodede-
fensa en juicio del imputado, comienza cuando este adquiere ese carácter y su de-
recho a conocer lo que se le imputa, nace antes -mucho antes- de que la causa
llegue al juicio. Y debe ser respetado a través de todo ese periplo de verificación.
Una pequeña ojeada al texto de los Pactos Internacionales o al t. II del Program-
ma de Carrara, que al fin y al cabo sobre esta materia dicen lo mismo, así lo confir-
ma. Es pues a nuestro juicio erróneo e inconstitucional, el tratamiento igualitario
del "hecho diverso" que se hace en el art. 389 del Código cordobésde 1991, homo-
logándolo con el anterior "hecho nuevo" (véansearts. 381 y 401, párr. 2",CPPN).
Pero-sobre todo-es de hacer notar que el propio Maier38,parece haber rec-
tificado su criterio asíexpuesto, ya queen la obra citada en segundo término dice:
"Por estas razones, se ha concordado en que la fórmula correcta (del ne bisin ea-
dem) debe impedir la persecución penal, simultánea o sucesiva por un mismo he-
cho" lo cual significa que el imputado tiene derecho a defenderse de una acusación
penal única, garantía esta quea su vez, colisiona abiertamente con la posibilidad de
acusaciones (o requerimientos de elevación a juicio)39subsidiarias o disyuntivas.
5 1. Introducción
La Provinciade Río Negrose hasumadoal conciertode provinciaslque luegode
una injustificable mora de más de un siglo y medio han dado al pueblo el lugar en
la administración de justicia que, justificado por concepcioneselitistas incompati-
blescon el Estado de derecho, le hasido negado, olvidando asíque, como bien dice
Granillo Fernández, el juicio por jurados seencuentra en la base misma del sistema
5 2. Competencia
En primer lugar, se debe mencionar que respetando las disposiciones constitu-
cionalesel ordenamiento procesal en su art. 3'disponeque lostribunalesdejurados
son los jueces naturales, como asítambién en su art. 17 estableceexpresamenteque
losjuicios por jurados deben realizarse en el lugar donde sucedió el hecho, excepto
que ello no sea posible por haber conmocionado a una comunidad de tal modo que
no pudiera razonablemente obtenerse un jurado imparcial, pudiendoen ese caso el
juez disponer, a pedido de parte, que el juicio se lleve a cabo en otra circunscripción
judicial siendo imprescindible para ello el consentimiento del imputado.
Valga mencionar que en la experiencia juradista llevada adelante hasta ahora
en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Neuquén no ha resultado necesario
que se realicen juicios en un lugar que no fuera el del hecho. Más aún, los jurados
que condenó a dos personas por el homicidio de su hija que apenas tenía algunos
meses de edad, decisión que a la postre fue revocada por el Tribunal Superior de
Justicia provincial.
Asimismo, establece dos categorías de jurados. Uno conformado por siete ciu-
dadanas y ciudadanos para aquellos casos en que la pena solicitada por el repre-
sentante de la vindicta pública sea mayor a doce años y no supere losveinticinco, y
un jurado conformado por doce representantesdel pueblo para aquelloscasosen
los queel representante de la acusación solicite una pena mayor aveinticincoaños
depiisión. En esteaspecto, la legislación ri~ne~rinasediferenciade lasleyesdejui-
cio por jurados adoptadas en otras provincias.
La primer cuestión polémica es sobre la competencia del jurado.
Como ya hemos visto, el jurado es competente en aquellos casos en los que la
pena en expectativa sea de al menos doce años, lo que deja fuera del ámbito de
competencia del jurado a una considerable cantidad de delitos y nos lleva a pre-
guntarnossi ello es razonablea la luz delas prescripcionesconstitucionales.Según
Gustavo Bruzzone el constituyente tomó como modelo el esquema francés que
establece una diferenciación entrecontravenciones, delitos y crímenes, siendo los
crímenes aquellos delitos más graves que serían competencia del jurado de acuer-
do al art. 118de la CN. Deese modo, el diseño normativo rionegrinoabastecería los
requerimientos constitucionales.
Si bien la observación que hace Bruzzone es atinada, como bien recuerda Har-
fuch5la cuestión es máscompleja al no existir una ley que defina en qué casosesta-
mosante un crimen.
Una salida razonable de acuerdo a los postulados constitucionales, que ya he
presentado en otra oportunidad6, sería que todos los delitosquetengan una pena
privativa de la libertad de efectivo cumplimiento sean juzgados por un panel de
jurados. Naturalmente, ello implicaría un giro copernicano en la política criminal,
coherente con el modelo de intervención mínima del derecho penal que surge de
la mejor doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación7 como así también
de la Corte lnteramericana de Derechos Humanos8, en el que solo los hechos real-
mente graves sean juzgados por un panel de jurados mientras que el resto sea
resuelto por métodos alternativos de resolución del conflicto que no impliquen la
imposición de penas privativas de la libertad.
También hay algunas situaciones que la ley no contempla y que deben ser revi-
sadasen una futura reforma legislativa.
La primera de ellas es la ausencia de jurisdicción del jurado para juzgar delitos
de corrupción; delitos que por lo general quedarían fuera de la competencia del
jurado por el monto de pena con que son castigados. Entiendo que esfundamen-
tal queestos delitossean incluidosen una reforma posterior.
En ese sentido, es necesario recordar que nuestro país es signatario de la Con-
vención de la Naciones Unidas contra la Corrupción y de la Convención Interameri-
cana contra la Corrupción, que si bien no establecen en forma expresa el juzga-
miento de los casos de corrupción mediante tribunales de jurados, sí disponen con
claridad quesedeben arbitrar los medios necesarios paragarantizar la participación
ciudadana en los procesosen losque se investigue, y eventualmentesancione, casos
de corrupción, y el juicio por jurados es una gran oportunidad para que ello suceda
como así también para promover el control popular sobre los actos de gobierno.
Otra cuestión sobre la que la ley no se expide es la jurisdicción del jurado para
actuar en el marco del proceso penal juvenil. En ese sentido, no escapa a nuestro
conocimiento, ni al del lector, quea partir de losfallosseñerosde la Corte Suprema
de Justicia de la Nación, como así también de los precedentes del Sistema Intera-
mericano de Derechos Humanos, el proceso penal juvenil debe tener una serie de
notas distintivas en función de los principiosdeen qué lescorresponde un plus de
derechos a losjóvenes en conflicto con la ley penal.
Sin perjuicio de que la cuestión merece una discusión más acabada, me parece
interesante traer a colación la postura de Barbirottog quien sostiene, con apoya-
turaen un fallode lacámara Múltiwlede Deán Funes wosteriormenteconfirmado
por la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de CórdobalO,
CSJN, "Acosta" (CYN-Fallos, 321:858), "Germano" (CSJN-Fallos, 335:38) y "F. A,, L." (CYN-
Fallos, 335:197).
Corte IDH, 2/5/08. "Kimel v. Argentina", Fondo, Reparacionesy Costas, párr. 76.
Barbirotto, Juicio porjurados a niños y adolescentes acusados de cometer u n delito i Es
posible suaplicación?, en "Revista Pensamiento Penal", disponible en www.pensamientopena1.
com.arlsysternlfilesl2014Il2Idoctrina39544.pdf.
'O "V. A. M.; Nóblega, Gonzalo Rubén p.ss.aa de robo calificado por uso de arma impropia y
homicidio calificado-CriminisCausae", 21111/08 porla Cámara y el 6110109 porla Sala PenaldelTri-
bunalSuperiordeJusiicia.Valgaaclarar,que loqueseresolvióen elfallo,esque losjóvenesencon-
ELJUICIO POR JURADOS
queenvirtud dequeel juicio por juradosesunagarantía, con más razón aún debe
permitirse que los jóvenes sean enjuiciados mediante ese sistema sin perjuicio de
que recomienda que por sus propias particularidades sea regulado con mayor
especificidad.
Existe otra discusión, quees imposible abordar en toda su extensión aquí, sobre
el número de miembros quedebetener un tribunal de jurados para adaptarsea los
preceptos constitucionales.
Si bien históricamente se sostiene que el panel de jurados debe estar confor-
mado por doce ciudadanos, no se sabecuál es la razón deesa cifra, aunque se haya
impuesto por el paso del tiempo y el traslado de la tradición juradista a las colonias
inglesas".
Pese a la contundencia de la tradición del jurado conformado por doce inte-
grantes no tardaron en aparecer legislaciones que en los Estados Unidos estable-
cieron paneles de jurados conformados por menos miembros, lo que llevó a que
esta cuestión sea discutida en la jurisprudencia.
Si bien la primer jurisprudencia de la Supreme Courtofthe UnitedStatessostenía
que solo era válido un juicio por jurados cuando el panel de jurados estaba confor-
mado por doce ciudadanos, la jurisprudencia posterior modificó este criterio y per-
mitióen posterioresprecedentesqueelpanel dejuradossea integrado por un núme-
ro sensiblemente inferior a seis jurados, siendo lo importante, de acuerdo al criterio
de la Corte, que el jurado se integre por un número de miembros de la comunidad
que permita que ládeliberación se lleve adelante, que lo deje a salvo de la posibili-
dad de ser intimidado y que sea una muestra representativa de la comunidad 12.
flicto con la ley penal puedenser llevadosante un juicio porjurados cuando sean juzgadosenfor-
ma conjunta con un mayor; las consideracionesvertidastanto en el fallo de la Cámara como en el
del TSJ permiten hacerlo extensivo a todos los procesos penales que involucran a jóvenes en con-
flictocon la ley penal.
l 3 Nicora, Selección de jurados desde cero. Una nueva mirada sobre las nuevas destrezas de
litigio. en "Revista Pensamiento Penal", en http:llwww.pensamientopenal.com.arldoctrinal
38320-seleccion-jurados-cero-primera-m-io
l4 Granillo Fernández, H. - Granillo Fernández, M., "El juicio porjurados y la audiencia de
'voirdire"', en Eldebido proceso penal, Angela E. Ledesma (dir.), 2016. p. 162.
ELJUICIO POR JURADOS
será depurado por el Poder Judicial. Asimismo, se prevé la participación en esta ins-
tancia de lasasociaciones profesionales y la ciudadanía para que realicen lasobser-
vaciones que estimen necesarias para corregir errores en el padrón.
El segundo paso, y ya dentro del proceso, se da con la realización de la audien-
cia de voirdire o de selección de jurados. Previo a esa audiencia, el art. 192 dispone
que dentrodelosdiezdías hábiles previosal inicio del juicio la Oficina Judicial debe
sortear, en presencia de las partes, una lista de jurados no menor al doble de los
jurados requeridos de acuerdo a la pena prevista, a los que se convocará a la
audiencia de selección de jurados.
De la audiencia de voir dire se ocupa el art. 193 que da algunas pautas sobre
cómo debe realizarse esta audiencia, que según la estructura del mencionado
artículo puede dividirse en cinco etapas.
En primer lugar, se debe verificar que ninguno de los potenciales jurados esté
afectado por alguna de las circunstancias impeditivas para ser jurado prevista por
la ley que ya han sido mencionadas. En ese sentido, la experiencia nos indica quea
los efectos de evitar el dispendio de recursos se debería permitir que quien se
encuentre imposibilitado de ser jurado por alguno de los impedimentos e incom-
patibilidadesdispuestos por la ley (que deben ser notificados al potencialjurado al
momento de convocarlo) lo informe al oficial notificador.
Seguidamente, el juezdebemencionaral jurado cuálesson lascausalesdeexcu-
sación e indicarle a los potenciales jurados que si alguno se encuentra incurso en
alguna de ellasdebe informarlo.
Luego, la ley indica que llega el momento de las recusaciones con causa. Para
ello, las partes pueden examinar a los potenciales jurados bajo las reglas del exa-
men y contraexamen de testigos. El juez resolverá sobre las recusacionesy las par-
tes solo podrán plantear recurso de reposición ante esa decisión, que tendrá vali-
dez como protesta a los fines de interponer recurso contra el fallo.
Más adelante llega el turno de las recusacionessin causa. En caso de tratarse de
un jurado de siete miembros, cada una de las partes puede recusar a un jurado,
mientras que puede hacerlo con cuatro si es de doce miembros. Por otro lado, en
caso de habervariosacusadoreso imputadosy existen desavenenciasentornoa las
recusacionesdeben unificar su criterio.
Una vez que todo ello es superado, serán designados los jurados titulares y
suplentes, debiendo indicarles el juez que a partir de ese momento no pueden
tomar contactocon las partes ni emitir su opinión sobreel caso. El jurado debe estar
integrado por hombres y mujeres en partes iguales.
Dadas así las cosas, corresponde realizar algunas reflexiones sobre el modo en
que esta audiencia fue regulada y cómo deben las partes llevarlasadelante.
En virtud de que el Código no establece cómo debe ser realizado el interroga-
torioa lostestigos, es necesariodecir que existen diferentesformasde llevarloade-
lante, creyendo por nuestra parte que la mejor es acordando entre las partes un
NICOLASOMAR VARGAS
cuestionario previo que los jurados deben responder por escrito y que luego cada
una de las partes en la oportunidad de realizar el examen y contraexamen realicen
las preguntas necesarias a cada uno de los potenciales jurados.
Las partes deben ser sumamente hábilesa la hora de realizar el examen y el con-
traexamen de los candidatos a jurados para poder generar empatía con ellos y
obtener la información que necesitan.
En lo que hace a las recusaciones, Guillermo Nicora plantea una serie defacto-
res de riesgo vinculados a los potenciales jurados que deben ser tenidos en cuenta
por las partes para solicitar su apartamiento. Asaber: que tengan un vínculo direc-
t o con alguna de las partes del caso, los abogados, los testigos o los hechos; cuáles
son los prejuicios del jurado, su poder de influencia o si tiene algún grave proble-
ma de personalidad o sociabilización15.
Si bien la ley no establece el orden en que las partes deben realizar las excusa-
ciones, una interpretación acorde al espíritu del Código impone que siempre la
parte acusadora realice las recusaciones en primer término, es decir antes que la
defensa.
En cuanto a las recusacionescon causa, el Código no establece un límite, pero sí
lo hace para las recusaciones sin causa. Así, cada una de las partes puede recusar a
un potencial jurado cuando se busque conformar un jurado de siete miembros,
mientras que lo puede hacer con cuatro en caso de que se trate de un jurado de
doce miembros. Entiendo que el legislador pecó de conservador al plantear un
número tan acotado de recusacionessincausa para el jurado de sieteciudadanos,
situación que se agrava en el caso de que haya varios coimputados o varios acusa-
dores, ya que a diferencia de lo que sucede en otros ordenamientos, su presencia
no hace aumentar el número de recusaciones sin causa disponibles.
Ello nodebe hacernos perder devista quea diferencia del juiciocon jueces pro-
fesionales, en los juicios por jurados se permite la posibilidad de recusar a los
potenciales jurados sin causa como así también no debemos olvidar que suele ser
una regla que los jueces profesionales tomen las recusaciones como una afrenta
personal por entender que un cuestionamiento a su imparcialidad frentea un caso
puntual implica una crítica a la forma en que ejercen la jurisdicción.
l5 Nicora, Selección de jurados desde cero. Una nueva mirada sobre las nuevas destrezas de
bien la ley no lo establece, es recomendable que el juez brinde una serie de ins-
trucciones a losjurados indicándolescuál essu función como asítambién lesexpli-
que algunas cuestiones tales como qué es prueba, qué es la carga de la prueba y
cuál es el concepto de duda razonable.
En lo que hace al desarrollo del debate y la producción de prueba, me remito a
los artículos que se han publicado en esta obra donde se desarrollan estos tópicos,
aunque me permito hacer dos observaciones.
La primera de ellas es que las partes deben hacer un esfuerzo para dejar de lado
los tecnicismos y el lenguaje críptico para que los jurados puedan entender cuáles
son sus pretensiones. Quienes no adapten su lenguaje ni echen mano a recursos
comunicativos para atraer la atención del jurado es muy probable que estén con-
denados al fracaso. La otra observación, que nunca está de más hacer aunque
parezca sobreabundante, es que bajo ningún aspecto los jurados pueden hacer
preguntas a las partes, peritos y testigos.
Unavez terminado el debatecon losalegatosde clausura realizados por las par-
tes, el juez invitará al jurado a retirarsede la sala a fin de discutir con las partes los
modelos de instrucciones al jurado y sus propuestas de veredicto.
El juez decidirá cuálesson las instrucciones definitivasy, además, confeccionará
los modelos deveredicto, uno por cada hecho y por cada imputado con las distin-
tas propuestas.
En caso de desacuerdo, las partes deben dejar asentadas sus disidencias u opo-
siciones, dado que ello es requisito necesario para que prospere el recurso contra
la sentencia quese interponga por erroresen la confección de las instrucciones y el
veredicto. Asimismo, esta audiencia debe ser registrada en formato audiovisual.
Una cuestión que merece especial tratamiento es la de los delitos menores
incluidos en el delito principal.
En ese sentido, si bien el Código expresamente dispone que pueden ser inclui-
dos los delitos menoresvale la pena precisar algunas cuestiones, especialmente en
lo que hace a la posibilidad de la defensa de solicitar la inclusión de delitos meno-
res pese a haber solicitado la absolución al momento declausurar el debate. Sobre
esta cuestión seexpidió la CorteSupremade Puerto Rico en el caso "Pueblov. Boni-
Ila" 16, sosteniendo quees necesario que para queel jurado pueda llevar adelante
su función es necesario que sea instruido en forma adecuada sobre el derecho apli-
cable por el magistrado que conduce el proceso, lo que debe incluir los delitos
menores y sus tentativas, incluidos en el delito principal. Es decir, los jueces están
obligados a hacerlo aunque la defensa no lo solicite.
Una vez conformadas las instrucciones y las propuestas de deliberación, el juez
hará ingresar nuevamente al juradoa la sala a fin de hacerlessaber las normasque
'' TCPBA. Sala IV, 27/9/16, "Guerendiain, Néstor Marcelo s1Recurso de casación", causa n"
76.889.
NICOLASOMAR VARGAS
56. Recursos
Las reglas para los recursosen losjuicios por juradosseencuentran reguladasen
el art. 232.
Este es, probablemente, uno de los aspectos en los que los críticos del juicio por
jurados suelen centrar sus reparos, ya que sostienen que el juicio por jurados no
garantiza el derecho a un recurso amplio y sencillo para el imputado.
La realidad desmiente esto, ya sea porque en losjuicios por jurados realizados a
lo largo y ancho del país por ahora no hubo ningún inconveniente en que se haga
una revisión amplia de las condenas dictadas, como así también, no podemos olvi-
dar que, históricamente, y salvoalgunas honrosasexcepciones, los magistrados han
sido sumamente remisos a la revisión amplia de las condenas hasta el dictado del
renombrado fallo "Casal" por parte de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Además de poder impugnarse la sentencia condenatoria por defectosformales
o sustanciales, existen motivos especiales para la interposición del recurso en el jui-
cio por juradosen lossiguientescasos: 1) Inobservanciao errónea aplicación de las
l8
Ver al respecto. Lorenzo, Juicio porjurados. Deliberación y encierro: cargar aljurado más
de la cuenta (¿tomarle el pelo aljurado?), en "Revista Pensamiento Penal", en www.pensamien-
topenal.com.arldoctrinal39571-deliberacion-y-encierro-cargar-aI-jurado-mas-cuenta-tomarle-
pelo-al-jurado.
ELJUICIO POR JURADOS
5 7. Colofón
La implementación del juicio por jurados seguramente sea uno de los mayores
desafíos con que los operadores rionegrinos se encuentren al momento de llevar
adelante la implementación del nuevo Código Procesal Penal.
La actitud demostrada por la ciudadanía en los juicios por jurados celebrados
hasta ahora en Córdoba, BuenosAiresy lavecina provincia de Neuquén han demos-
trado que no solo la ciudadanía se encuentra preparada para asumir su rol en el sis-
temadeadministración de justiciasinoqueademáscumplesufuncióncon un nivel
de responsabilidad y seriedad que es realmente encomiable. Es de esperar que la
provincia de Río Negro continúe por ese camino.
CAP/TULOv
LA ETAPA RECURSIVA
Los recursos en el nuevo Código Procesal
de la Provincia de Río Negro
HERNÁN V~CTORGULLCO *
5 1. Introducción
El sistema de recursos en materia penal ha sufrido, en los últimos veinte años,
profundas transformaciones en el derecho argentino.
El sistema clásico en esta materia, anterior a tales transformaciones, puede en-
contrarse en el Código Procesal Penal de Córdoba de 1939 que establecía los recur-
sos de apelación y de casación como los medios normales de impugnación. Dicho
sistema fue reproducido en los códigos procesalesde lasdistintas provinciasque si-
guieron el modelocordobes. Adiferenciadel recursodeapelación, que permitía al
recurrente la formulación de agravios tanto de hecho como de derecho para im-
pugnar decisiones interlocutorias, el decasación seencontraba restringido al plan-
teo de cuestionesde derecho. Ello coincidía con lavisión tradicional de losalcances
dedicho recurso1.
Esta visión restrictiva de los alcances del recurso de casación se mantuvo duran-
te mucho tiempo. Así, al interpretar lasdisposicionesdel CPPN, queentró envigen-
cia en 1992, la Cámara Nacional de Casación Penal también limitó el ámbito del ci-
tado recurso al examen de cuestiones de "derechou2.
Otra importante restricción a los alcances del recurso de casación, se encontra-
ba en la decisión del legislador de limitar la procedencia dedichavía de impugna-
ción a lascondenasquesuperaran determinado monto de pena3.
Finalmente, el recurso de casación también se encontraba restringido en razón
de la interpretación literal que hacían los órganos judiciales del concepto de "reso-
luciones recurribles" contenido en las normas procesales4.
del tribunal resolvió que el rechazode un planteode nulidad no era una de lasdecisionesque pu-
dieran ser impugnadas a través del recurso de casación. El art. 430 del actual CPP provincial (ley
4270) contiene ;1 misma limitación
esta Corte según el art. 14 de la ley 48, la intervención del Superior Tribunal de pro-
vincia es necesaria en virtud de la regulación que el legislador nacional hizo del art.
31 de la CN, de modo que la Legislatura local y la jurisprudencia de sustribunales no
pueden vedar el acceso a aquel órgano, en tales supuestos, v. gr., por el monto de la
condena, por el grado de la pena, por la materia o por otras razones análogas.
"Las provincias son libres para crear las instanciasjudiciales que estimen apro-
piadas, pero no pueden vedar a ninguna de ellas y menos a las másaltas, la aplica-
ción preferentede la Constitución Nacional ("Strada, Juan Luis", cit., consid. 9", p.
509 [CSJN-Fallos, 308:490, de 1986)" (caso "Di Mascio", CSJN-Fallos, 311:2478, con-
sid. 14).
Los superiores tribunales han receptado en sus decisiones esta doctrina, tal co-
mo se advierte claramente de este pronunciamiento de la Sala IVde la Cámara Na-
cional de Casación Penal en el caso "S~heller"~: "[El1 máximo Tribunal no solo ha
sostenido que son equiparables a sentencia definitiva aquellas resoluciones que
podrían generar efectos de tardía, insuficiente o imposible reparación ulterior
(CSJN-Fallos, 288:287; 292:202; 2951 52; 298:408; 306:1312; 307:282; entre muchos
otros), sino también que la garantía invocada por el recurrente veda tanto la apli-
cación de una nueva sanción por el mismo hecho anteriormente perseguido cuan-
t o la exposición al riesgo de que ello ocurra (CSJN-Fallos, 314:377 y sus citas). De
otro modo, el agravio a lagarantía se habría consumado sin posibilidad de repara-
ción ulterior (CSJN-Fallos, 321:2826, voto del doctor Petracchi) ... "Esta interpreta-
ción resulta,en definitiva,dela misiónque-en tanto'tribunal intermedio1-le ha
sido encomendada a esta Cámara Nacional de Casación Penal, a fin de propender
a la reparación de los perjuicios irrogados en instancias anteriores desde el punto
de vista de las garantías del proceso penal, sin que sea preciso, para ello, acudir an-
te losestradosde la CorteSuprema deJusticia de la Nación (conf. doctr. de CSJN-Fa-
Ilos, 318:514 [caso "Giroldi"]; 319:585; 3251549; entre otros)".
El Superior Tribunal provincial ha adoptado el mismo criteriolo al resolver que
era impugnable a travésdel recurso de casación, a pesar de queel texto del art. 430
del actual CPPRN parece indicar lo contrario, la decisión de la Cámara de Apelacio-
nes que había confirmado la decisión de primera instancia que había impuesto la
prisión preventiva al imputado. En tal sentido, el Superior Tribunal señaló que "...
respecto del agravio dirigido a la fundamentación del auto de procesamiento, la
doctrina legal del Superior Tribunal le niega definitividad a lo resuelto, porlo que
procede restringir e l análisisa los cuestionamientos de la medida cautelar quepo-
dría acompañarlo, quesíresulta equiparable a definitiva puespuede ocasionar un
l1 "C.,R. E. s/Queja en: 'Comisaría 3" s/lnvestigación suicidio (víctima M., M. N,). expte.
4091112 -Apelación'", expte. 26631113 STJ. del 11/2/14.
HERNANVlCTOR GULLCO
pio general, que " ... [I]asdecisionesjudiciales solo serán impugnablesen los casos,
por los motivosy en las condicionesestablecidas por estecódigo ...".
Por cierto que cabe preguntarse si tal restricción es compatible con los alcances
del derecho constitucional al recurso que hemos examinado en el punto anterior.
Ahora bien, si setiene en cuentaquelaaperturaa juiciodel art. 168del CPPRN pue-
de ser considerada como un instituto equivalente al procesamiento del actual
CPPRN, es posible concluir que dicho acto procesal no causa al imputado "un gra-
vamen irreparable" y que, en consecuencia, no resulta violatorio del citado dere-
cho la restricción a la interposición del recurso en tal supuesto. Ello coincide con la
doctrina enunciada por el Superior Tribunal provincial en el caso "C., R. A.", que se
mencionó en el punto anterior. La CSJN ha adoptado el mismo criterio al resolver,
en numerosasocasiones, que "... de acuerdo con la doctrina del tribunal, lasresolu-
cionescuya consecuenciasea la obligación deseguir sometido a procesocriminal no
reúnen, por regla, la calidad de sentencia definitiva a los efectos del art. 14 de la ley
48 (CYN-Fallos, 249:530; 274:440; 276:130; 288:159; 298:408; 307:1030; 310:195) ..."
(caso "Álvarez", CYN-Fallos, 316:341, de 1993). En cambio, y en forma coincidente
con lo resuelto por el Superior Tribunal provincial en el mismo caso "C., R. A,", la
CSJN ha expresado que "... la decisión que restringe la libertad del imputado con
anterioridad al fallo final de la causa, puedeequipararse a una sentencia definiti-
va en los términos del art. 14 de la ley 48, ya que podría ocasionar un perjuicio de
imposible reparación ulterior, por afectar un derecho que exige tutela inmediata
(CSJN-Fallos, 280:297; 290:393; 307:359; 308:1631; 310:1835; 31 1:358; 314:791, en-
tre otros)" (dictamen del procurador general en el caso "Trusso", CSJN-Fallos,
326:4604, de2003, al que se remitió el tribunal).
El SuperiorTribunal provincial haseguido la misma solución que la CSJN en el ca-
so "Álvarez", al declarar inadmisible el recurso de casación interpuesto por el im-
putado contra la resolución de la Cámara de Apelaciones que había confirmado el
procesamientodeaquel y modificado la calificación asu respecto. Para resolver así,
el tribunal sostuvo que debía "... declararse mal concedido el recurso de casación
contra la sentencia interlocutoria que confirma el auto de procesamiento, en tan-
t o nosedirigecontra unasentenciadefinitivaoequiparableatal (conf.art.430del
CPP), pues no reúnetal calidad la resolución impugnada ..."12.
Queda por preguntarse si la decisión deapertura a juicio puedeser considerada
como un "autoprocesalimportante"(art. 167, CPPRN) en lostérminosde ladoctri-
na del citadocaso "Maqueda" de la Comisión Interamericana. Dado que el concep-
t o utilizado por la Comisión es muy vago, una forma de aclararlo sería preguntar-
se cuáles son los beneficios e inconvenientes para las partes en el proceso no per-
mitir la impugnación del auto de apertura. En tal sentido, corresponde tener en
l2 Caso "B., J. A,, A,, J. C. y P., F. E. qlncidente de apelación sICasación", del 6/10115, publica-
do en AP, On Line.
LOS RECURSOS EN EL NUEVO CPP DE LA PROVINCIA DE RIO
NEGRO
cuenta, en primer lugar, que dicho auto, por sí mismo, no supone la restricción de
la libertad del imputado, deforma tal de no exigir una "tutela judicial inmediata"
(caso "Trusso", CSJN-Fallos, 326:4604). Por otro lado, también es evidente que uno
de los objetivos del nuevo CPPRNesasegurar la realización de un proceso penal sin
dilaciones indebidas.Todo ellodebería llevaraconcluir que los inconvenientesque
puedan producirleal imputado la imposibilidad de impugnación en esa etapa del
proceso, quedan ampliamentecompensadoscon la realización prontadel juicio en
el cual podrá formular todos los planteos que no haya podido introducir en la an-
terior etapa procesal.
Sin embargo, y en contra deesta conclusión, se puede mencionar la decisión del
Superior Tribunal en el mencionadocaso "G. R. E." (véase puntoanterior) en el cual
se resolvió que el auto de procesamiento debía ser considerado como un "auto
procesal importante" en los términosde la doctrina enunciad por la Comisión Inte-
ramericana.
El significado del concepto de "autosprocesalesimportantes"tambiénfueexa-
minado en una resolución plenaria del Tribunal de Impugnación Penal de la pro-
vinciadeLa pampaT3.En esaoportunidad, sediscutiósi era impugnableantedicho
tribunal la resolución del presidente del mismo tribunal que rechazó el recurso de
impugnación interpuesto contra la decisión del juez de control quien, a su vez, re-
chazó la aplicación del juicio abreviado afavor del imputado.
La cuestión a resolver era si el recurso de reposición era admisible a pesar de que
aquél no encuadraba en ninguna de lascausales previstasen los arts. 402 y405 del
CPPLP'4.
El art. 232 del nuevo CPPRN parece ser más restrictivo que el art. 231 en tanto li-
mita la impugnación en razón de la arbitrariedad de la sentencia"^ "apreciación
absurda de laspruebasrecibidas en eljuicio" (incs. lo y 2", respectivamente).
En tanto tales restriccionesse apliquen a la impugnación interpuesta por el fis-
cal, ello no plantea problema constitucional alguno ya que la Ley Fundamental
"... consagra expresamente el derecho del inculpado de 'recurrir del fallo ante
juez o tribunal superior' (confr. art. 8', párr. 2", inc. h, CADH). Por consiguiente es
voluntad del constituyente rodear a este sujeto de mayores garantías sin que sea
posibleconcluirqueestadiferenciavulnere la Carta Magna, pueses una norma con
jerarquía constitucional la que dispone tal tratamiento (...) [Plor otra parte no es
ocioso señalar que el Estado-titular de la acción penal- puede autolimitar el ius
penequendien los casosque considere que no revisten suficiente relevancia como
para justificar su actuación. En tales condiciones, el fiscal debe ejercer su preten-
sión en los términosque la ley procesal leconcede. Por ello, no puede considerarse
inconstitucional la limitación de la facultad de recurrir del Ministerio Públicocuan-
do se verifique un supuesto como el previsto por el art. 458 del CPPN en la medida
en que, en las particulares circunstancias del sub lite, no se ha demostrado que se
haya afectado la validez de otras normas constitucionales" (CSJN, caso "Arce",
CSJN-Fallos, 320:2145, de 1997, consids. 8"y 9°)22.
pronunciamientos se invocó la doctrina del mencionado caso "Arce". Por otra parte, hay autores
que consideran que la concesión misma al acusador de un recurso contra sentencias absolutorias
constituye una violación al principio constitucional del non bis in idem, que prohibe la múltiple
persecución penal (cf. Maier, Derecho procesal penal, t. III, "Parte general. Actos procesales",
2015, ps. 315a 317. El citado principioconstitucional se encuentra reconocido, implícitamente, en
el art. 18 de la CNy, en forma expresa, en el art. g0.4de la CADH. Podría entenderse que la posición
del profesor Maierfue la queadoptaron tresde los siete integrantesde la CSJN en el caso "Sando-
val" (CSJN-Fallos, 333:1687, de2010). Sin embargo, tal interpretación del citadovoto fue rechaza-
da por la mayoría, y aceptada por la minoría, de la CFCP, Sala III, en el caso "G., A. D.", sent. del
17/9/12, publicada en AP, On Line.
HERNANV~CTORGULLCO
Es por ello que el texto del art. 242 del CPPRN no debería ser leído en forma lite-
ral deforma tal de restringir indebidamente el derecho al recurso del querellante.
Tal solución se basa en la conocida jurisprudencia de la CSJN conformes la cual, an-
tevarias interpretaciones posibles de una norma, el intérprete debe elegir aquella
que mejor armonice con la C o n ~ t i t u c i ó n ~ ~ - ~ ~ .
El art. 233 del nuevo CPPRN establece un sistema de impugnación contra el ve-
redicto del jurado, que se aparta en varios aspectos de la regulación prevista para
la impugnación de lassentenciasde lostribunales integrados por jueces letrados26.
Los incs. l o a3"del citado artículo establecen causales de impugnación, que son
normales en el típico juicio por jurados de raigambre angloamericana (que es el
que ha incorporado el nuevo CPPRN) y no presentan mayores problemas constitu-
cionales.
Distinta es la situación con el inc. 4", en tanto autoriza la impugnación del vere-
dicto que "... sea arbitrario o que se apartare manifiestamente de la prueba pro-
ducida en e l deba te".
Esta restricción de las causales de impugnación del veredicto del jurado es nor-
mal en la mencionada tradición angloamericana. Ella se funda en la circunstancia
de que el jurado, como representante de la voluntad popular destinado a contro-
lar los posibles abusos de jueces y fiscales2', no puede ser sometido, a su vez, a un
control extenso por parte de dichosfuncionariosa travésde la impugnación de las
partes28.
El carácter limitado de dicho control en el sistema clásico de juicio por jurados
aparece claramente en el caso "González, José", resuelto el 10112/14, por el Tribu-
nal de Impugnación Penal de la Provincia del Neuquén, en donde se examinó si la
revisión prevista en la legislación provincial respecto del veredicto condenatorio
del jurado29era o no compatible con el derecho a la doble instancia el tribunal. A
través del voto del juez Sommer se enfatizó, de acuerdo a la tradición angloameri-
cana ya mencionada, la restringida revisión que lostribunales pueden ejercer res-
pecto del veredicto condenatorio del jurado: "Lo quese recurre en un juicio porju-
rados, nuevamente, no esel veredicto: lo quesecuestiona directamenteson las ins-
trucciones del juez y el estándar probatorio de culpabilidad más allá de la duda ra-
zonable (la cantidad y calidad de prueba producida en el debate)' (Harfuch, An-
drés, op. cit., p. 30819). En tal labor revisora a la luz de los precedentes 'Herrera
Ulloa'de la ClDH y 'Casal'de la CSJN, asícomocon los arts. 8O.2.h de la CADHy 14.5
del PIDCP, se hadesarrollado la másamplia revisióndelos hechosy delderechocon
base en las instrucciones y el resultado del veredicto, amén del derecho y la pena
aplicados luego por el juez profesional ..."30.
Y, en un caso resuelto por la Sala I del Tribunal de Casación Penal de la Provincia
de Buenos Aires, se señaló que "[clalificada doctrina ha sostenido que la tarea de
revisión de los veredictos emanados de jurados populares pasa por articular una
27
Cf.CSU.5.. caso"Duncanv. Louisiana",391 U.S. 145 (1968).
28 Porotra, la Corteestadounidense ha resueltoqueel derecho al recurso del acusado no po-
seefundamento constitucional sinoque depende de la decisión discrecional del legislador (cf. ca-
so"Mc.Kanev. Durston", 153 U.S. 484, de 1894). Porotra parte, el citado tribunal ha indicado en
variasocasionesque lostribunales revisoresdelosjuradosdeben realizar uncontrol restringidode
sus veredictos, debiéndose limitar a determinar si aquéllos pudieron haber sido dictados por un
"jurado razonable"y no, encambio, si realizaron unavaloración correcta0 nodela prueba (6.pa-
ra la reseña de esa jurisprudencia. Gullco, Eljuicioporjuradosy elderecho al recurso. en "'Revista
Latinoamericana de Derecho Internacional", no3, 14/12/15, edición online).
29 Que es similara la prevista en el nuevo CPPRN
30 Tal como surgede la transcripción del voto, el magistrado citó la obra de Harfuch, Eljuicio
porjurados en la provincia de BuenosAires, 2013.
HERNANV~CTORGULLCO
base objetiva para la decisión del recurso sobre un veredicto del jurado que es in-
motivado. La construcción de esta base se integra con los aportes de las partes en
la audiencia recursiva, con las instrucciones deljuez y con e l registro íntegro deljui-
cio (dr. Harfuch, Andrés, Eljuicio porjurados en la provincia de BuenosAires, Ad-
Hoc, Buenos Aires, 2013, ps. 353 y 354)" (caso "Mazzon", sentencia del 27/10/15; el
énfasis ha sido agregad^)^'.
Si bien en el voto emitido en el caso "González" se citaron aprobatoriamente
lasdecisionesen los mencionados casos "Casal" y "Herrera Ulloa", es legítimo pre-
guntarse si este sistema de impugnación es, en verdad, compatible con la doctrina
enunciada en dichos casos "...ya que, respecto del jurado, el tribunal revisor solo
podría 'adivinar'cuálesfueron los fundamentos utilizados por el jurado ya que es-
te no brinda fundamentos de su veredicto condenatorio ..."32, lo cual no parece
ajustarsea la obligación deejercer una amplia revisión conforrneladoctrinaenun-
ciada en loscasos "Casal" y "Herrera U l l ~ a " ~ ~ .
e) El procedimiento de reenvío
La posibilidad deque el tribunal revisor invalide la sentencia de primera instan-
cia para que se dicte un nuevo pronunciamiento, que es usual en los códigos pro-
cesales penales en la regulación del recurso d e ~ a s a c i ó nestá
~ ~ , sometida a claros Ií-
mites en el art. 242 del nuevo CPPRN. Estos límites responden a la jurisprudencia
constitucional de la CSJN.
Así, en primer lugar, la disposición de que, en el nuevo juicio, "... no podrán in-
tervenir los jueces que conocieron del juicio anulado", coincide con la doctrina
enunciada por la Corte Federal en el caso "Llerena" (CSJN-Fallos, 328:1491, de
2005), conforme a la cual un juez, queya emitióalguna opinión acerca de la culpa-
bilidad o inocencia del acusado no puede, en el mismo juicio, volver a resolver so-
breesa misma cuestión ya que su imparcialidad objetiva severía c o m p r ~ m e t i d a ~ ~ .
Para una posición similar acerca de los alcancesde la impugnación contra el veredicto del
jurado, véase la sentencia del TCPBA, Sala IV. en el caso "Castillo", del 11/8/16.
32 GuIIco, E l j ~ i ~ i ~ p ~ r j u r a d o ~ y e l d e r e c h o a l r e cen
u r "'Revista
so, Latinoamericana de Dere-
cho Internacional", n"3, 1411U15, edición online.
33 En cambio, lo resueltoen el caso "Mazzon", a diferencia de la decisión en el caso "Gonzá-
lez", no parece serautocontradictorio en tanto no intenta compatibilizar la doctrina de "Herrera
Ulloa" y "Casal" con los principios que regulan el funcionamiento del jurado clásico.
34 Cf. art. 441 del actual CPPRN
35
El derechoa ser juzgado por"unjuezotribunal imparcial", en cualquiertipo de proceso.
se encuentra previsto, implícitamente, en el art. 18de la CNy, enforma expresa, en losarts. 8O.1 de
la CADHy 14.1 del PIDCP. Para el concepto de imparcialidad "objetiva", quese menciona en el tex-
to, y su distinción con la "subjetiva", véase caso"Llerena", CVN-Fallos, 328:1491, consid. 10.
LOS RECURSOS EN EL NUEVO CPP DE LA PROVINCIA DE R¡O NEGRO
Por otra parte la limitación, prevista en el mismo artículo (" ... [S]¡el reenvío pro-
cede como consecuencia de un recurso del imputado, en el nuevo juicio no podrá
aplicarse una pena superior a la impuesta en el primero"), también fue enunciada
por la CSJN como un principio constitucional en el caso "Olmos" (CSJN-Fallos,
329:1447, de 2006).
Finalmente, la prohibición de un nuevo juicio en contra del imputado, en caso
de que tuviera lugar una segunda absolución, responde al citado principio consti-
tucional del non bisin id en^^^.
En su art. 242 el nuevo CPPRN establece las distintas causales del control que
ejerce el Superior Tribunal de Justicia provincial.
El inc. lose refiere al control de validez de las normas que dicho tribunal ejerce
respecto de la Constitución provincialen consonancia con lo dispuesto por el art.
207, inc.lo de dicha Constitución.
El inc.2"adoptaladoctrinadel mencionadocaso "Di Mascio" entantoallísedis-
poneque cualquier decisión que pueda ser examinada por la CSJN a través del re-
curso extraordinario federal también deberá serlo por el Superior Tribunal local.
Finalmente, el inc. 3" le reconoce al Superior Tribunal provincial la facultad de
unificar las contradicciones que existan en la jurisprudencia del TIP o del mismo ST.
Tal regulación forma partede un principio básico en el Estado de derechoconforme
al cual la uniformidad ycoherenciaen la jurisprudenciaesun elementocentral dela
seguridad jurídica que, a su vez, integra el concepto de debido proceso en la CN38.
Los primeros cuatro incisos del art. 253 no aportan novedad a la tradicional re-
gulación de este medio de impugnación en el derecho argentino contra sentencias
pasadasen autoridad decosa juzgada. Dado que lacosa juzgada es un aspectocen-
tral del Estado de derecho, solo razones muy excepcionales-que aparecen enun-
ciadas en el citado art. 253-autorizan a dejarla de lado39.
Por cierto que, entre las excepciones al principio de la cosa juzgada menciona-
das por la jueza Kemelmajer de Carlucci en el voto transcripto en la nota al pie, se
encuentra la doctrina conforme a la cual la cosa juzgada no puede ser un obstácu-
lo para la reapertura de procesosen los cuales no se haya actuado con la debida di-
ligencia para investigar y castigar graves violaciones de derechos humanos40.
38 Cf., entre muchos otros, CSJN, caso "Tellez", CSJN-Fallos, 308:552. de 1986; Garay, Ladoc-
esta jurisprudencia de la Corte IDH, véase el caso "Gutiérrez v. Argentina", sent. del 2511 1/13,
parrs. 97 y SS.;128 y SS.y 151 y SS.).
41 Véanse, en tal sentido, entre otros, loscódigos de las provinciasde BuenosAires(art. 467,
inc. 8"); Chubut (art. 389, inc. 5"); La Pampa (art.430, inc. 6") y Neuquén (art. 254, inc. 5").
42 Caso "Gandino", sent. del 13/9/96, publicada enJA, 1999-11-600y en AP, On Line. Este fa-
Ilocuenta con un comentario del suscriptoen dondese reseña la jurisprudencia de la CSJN que, en
forma contradictoria con el citado caso "Tellez", resolvió el recurso de revisión era inadmisible an-
te cambios jurisprudenciales. También se examina en ese comentario la jurisprudencia de los tri-
bunales estadounidenses que, en algunos casos, llegaron a la solución opuesta con fundamento
en el principio constitucional de igualdad ante la ley (Gullco. El recurso de revisión ante los cam-
biosdejurisprudencia. JA. 1999-11-606y siguientes)
La ejecución de penas en contextos acusatorios
JUAN PABLO CHlRlNOS *
5 l. Reformas propuestas
El Título VI1 trata sobre la Ejecución, costas e indemnizaciones.
La Sección de Ejecucióncomprende losarts. 257 a 264.
La primera particularidad es que la Oficina Judicial asume un rol determinante
en el proceso ejecutivo, dejando atrás un modelo centrado en un juzgado que
impulsaba las causas a un proceso instado por las partes.
* Juez de Ejecución Penal de General Roca. Abogado. Profesor de Derecho Procesal Penal
de la Universidaddel Comahue.
JUAN PABLO CHlRlNOS
Why People Obey the Law.Yale University Press New Haven: London; Frazer, M.S. 2006.
The lmpact of the Community Court Model on Defendant Perceptions of Fairness:ACase
Study a t the Red Hook Community Justice Center. New York, NY: Centerfor Court Innovation; Pa-
pachristos, AndrewV., Tracey Meares, and Jeffrey Fagan. 2007.
LA E J E C U C I ~ DE
N PENAS EN CONTEXTOS ACUSATORIOS
a) Presentarse
El juezsedebe presentarseasímismoal comienzodela audiencia, haciendocon-
tactovisual con los litigantes, susabogadosy el público. Si al comienzo de la audien-
cia se informa a las partes de reglas básicas de procedimiento puede considerarse
incorporar panfletoscon esta información para reforzar la comprensión de los par-
ticipantes.
b) Saludar
Saludar a las partes en forma neutral. Losjueces deben saludar a las partes y los
abogados por su nombre y haciendo contacto visual. Se debe demostrar neutrali-
dad y respeto en el trato a todos los abogados. Esto implica minimizar el uso de
chistes u otras comunicacionesque losasistentesa la audiencia puedan incorrecta-
mente efectuar.
CJ Contestar c~alq~ierpreocupación
por el tiempo de la audiencia
Es posible que determinados días el tribunal este particularmente ocupado y
que se transmita hacia los participantes de las audiencias la sensación de urgencia.
Esto debe ser evitado dando cuenta el juez de la situación y explicando qué
estrategia utilizarán las partes para que la audiencia sedesarrolleen forma fluida.
Esto llevará a relajar la audiencia y a la vez hacer el proceso mas transparente y
respetuoso.
Ejemplo: Estoy engripado, por lo que les solicito me disculpen si parezco somnolien-
to o incómodo. Les pido asimismo paciencia sisolicito que repitan alguna pregunta o
respuesta pues no estoy escuchando correctamente.
los condenados se expresen y hagan las preguntas que le ayuden a superar sus
dudas. El juez y losabogados litigantesdeben demostrar la mayor neutralidad posi-
ble al explicar los factores que se tomarán en cuenta para la toma de decisiones.
Minimizar el uso de jerga legal o siglas para que las partes y el público puedan
seguir la conversación. Si es necesario usartérminos legales, explicar su significado.
Una herramienta útil para medir el grado de comprensión de las partes es soli-
citarles que describa con sus propias palabras que entendió y efectuar las aclara-
ciones necesarias.
hJ Hacerpreguntasabiertas
iJ Prestaratención en la audiencia
La percepción de los asistentes y las partes ante conductas que divergen del
tema del foco de la audiencia es de no ser escuchados o que su punto devista care-
ce de importancia.
Ejemplo: Sr. García voy a tomar notas en mi computadora de sus palabras, que esté
haciendo esto no implica que no lo escuche y es probable que le solicite en algún
momento un segundo para poderdejarregistro de lo que me diga, puessu palabra es
importante yporello tomaré nota de la misma.
Las fórmulas preestablecidas son una importante ayuda para delinear los pun-
tos importantes y comunicar en forma eficiente, pero cuando sea posible estasfór-
mulasdeben ser personalizadasde modo tal que no se perciban como un merofor-
malismo.
La lectura de estos puntos minimiza su importancia.
Los jueces deben considerar solicitar a las partes que parafraseen lo dicho a fin
de asegurarse que comprendieron lo dicho.
Ejemplo: Sr. González voy a leerle una serie de puntos que considero importantes
tener en cuenta para dar la sentencia en su caso. Es importante para mí que Ud. los
entienda puessu libertadcondicionaldependerá de estos factoresporlo cualuna vez
que concluya le voy a pedir que me los resuma en sus palabras para asegurarme que
me entendió y disipar las dudas que tenga.
5 7. Beneficios
Trabajando de juez, entiendo que a nivel personal los beneficios son inconmen-
surables, dado que aun cuando el proceso funcionará en pocos casos, la recompen-
sa se maximiza por la satisfacción que implica para los participantes la solución real
del problema que llevó a la persona a delinquir.
Pero estas experiencias en la jurisprudencia comparada muestran resultados
concretos y soluciones reales para los participantes de estos procesos.
Los jueces en este contexto podemos ser factores que contribuyan a la paz social
y a mejorar aspectosde laseguridad de nuestrascomunidades, máximecuandoen la
Argentina la norma es queexistan menos de 1.O00hab. por km2(solo ocho localida-
desfuera de la Capital Federaly el Gran BuenosAiressobrepasaneste número) y aún
en jurisdicciones medianas los clientes del sistema penal son en general conocidos.
Una actuación coordinada, una Oficina Judicial con equipos al servicio de las
partes y una transparencia total y un juez con conciencia de su rol en el proceso y
no un mero árbitro que señala las faltas pueden dar al nuevo proceso que se insta-
lará en Río Negro grandes beneficios.
-II
Anexo:
Código Procesal
Penal de Río Negro
LEY 5020
Aprobación del Código Procesal Penal
de Río Negro
Sancionada: 10112114 Promulgada: 22112114 Publicada: 60.121111 5
A r t .'2 -El presente Código entrará en vigencia el l 0 d e marzo de2017 en todo el te-
rritorio de la provincia, a excepción de lo relativo al Juicio por Jurados, que entrará en
vigencia el 1" de enero de 2018. Dentro de los seis meses de aprobado el Código, la le-
gislatura dictará las leyes orgánicas y de implementación necesarias para el adecuado
funcionamiento del sistema adversarial. Como así también el Código Procesal Penal
Juvenil.
Art. 3'. -Los casos aue se hubiesen iniciado con anterioridad a la entrada en viqencia
de la presente ley, continuarán rigiendo por el Código Procesal Penal anterior, {se es-
tablecerá u n sistema conclusivo de casos Dara los asuntos aue
. aueden
. en la transición
parael mejorymás rápidotratamientod~aquellos.
Art. 44 -La Legislatura de Río Negro crea, para una adecuada implementación del
nuevo sistema procesal penal, una Comisión lnterpoderes quedéseguimiento al proce-
so de reforma.
La Comisión está integrada por u n representantedel Poder Ejecutivo designado por e l
Gobernador, tres legisladores, u n representantedel SuperiorTribunal deJusticia desig-
nado por el Presidente del Cuerpo, un representante del Ministerio Público designado
por la Procuración General, el Presidentedel Colegiode Magistrados y u n representan-
t e de los Colegios de Abogados.
Arts. I 0 / 4 O C ~ D I G OPROCESAL PENAL DE RIO NEGRO
LEY 5 188
Prórroga de la entrada en vigencia
del Código Procesal Penal
Sancionada:26/12/16 Publicada: B0.211117
Artículo lo.
- Prorrógase la fecha de entrada en vigencia del Código Procesal Penal
aprobado por ley 5020, hasta el 1 de agosto de 2017.
Art. 2O.-El SuperiorTribunal deJusticia y la Procuración Generaldeberán informar por
escrito a la Comisión Interpoderes, a partir del mes de enero de2017, del 1 al 10 decada
mes y hasta la fecha establecida en el articulo anterior, los avances obtenidos para la
efectiva puesta en marcha y adecuado funcionamiento del sistema adversarial.
Art. 3 O . -La presente ley entra en vigencia a partir de su sanción.
Art.4°.-Comuníquese al Poder Ejecutivoy archívese.
ANEXO
CÓDIGO PROCESAL PENAL DE R ~ O
NEGRO
Libro 1
Principios generales y lineamientos
Título 1
Principios generales
Capítulo 1
Declaración y principios
artículo lo.-Juicio previo. Ninguna persona podrá ser penada sin juicio previofunda-
do en ley anterior al hecho del proceso. Regirán de manera directa todas las garantías
y derech~sconsa~radosen la constitución Nacional, ratad dos lnternacionalesy l a ~ o n s -
titución de la Provincia.
Art. 2'. -Persecución penal única. Nadie puede ser perseguido penalmente por el mis-
mo hecho más de una vez, aunquese modifique su calificación legal o seafirmen nue-
vas circunstancias. No se podrán reabrir los actos fenecidos, salvo los casos de revisión
de sentencia a favor del condenado.
Art. 3'. -Jueces naturales y jurados. Nadie podrá ser juzgado por otros jueces que los
instituidos por la ley antes del hecho objeto del proceso y designados de acuerdocon la
Constitución Provincial.
La competencia y el procedimiento para el juicio por jurados en causas criminales se
ajustarán a las normas de este Código.
Art. 4O.-Participación ciudadana. Losciudadanos participarán en la administración de
la justicia penal conformes l o previsto en la Constitución de la Nación en sus artículos
5O, 24,75, inc. 12,118,122,123 y 126y 197de IaConstitución provincial y en estecódigo.
Arts. 5O112 C ~ D I G OPROCESAL PENAL DE RIO NEGRO
Art. 6'. -Rol de losjueces. Los jueces cumplirán los actos propiamente jurisdiccionales
velando porel resguardo de losderechos y garantías. Queda prohibido a los jueces rea-
lizar actos de investigación. 5010 podrán disponer medidas probatorias y de coerción a
petición de parte.
Art. 8'. -Estado de inocencia y duda. Toda persona acusada de delito tiene derecho a
quese presuma su inocencia mientras una sentenciafirme no lo declareculpable. En ca-
so de duda, deberá decidirse lo quesea más favorable al imputado. Siempre se aplicará
la ley procesal penal más benigna para el imputado.
Art. 10. -Defensa en juicio. Nadie podrá ser obligado a declarar en contra de símismo.
El ejercicio del derecho a guardar silencio no podrá ser valorado como una admisión de
los hechoso como indiciodeculpabilidad.
El derecho de defensa es inviolable e irrenunciable y podrá ejercerse plenamente des-
de el inicio de la persecución.
Toda persona tiene derecho a la asistencia y defensa técnica letrada efectiva, que será
garantizada por el Estado.
Art. 12. -Derechos de la víctima. La víctima de un delito tiene derecho a la tutela judi-
cial efectiva y a la protección integral de su persona frente a las consecuencias del deli-
to, a participar del proceso penal y de la ejecución penal en forma autónoma y gratui-
ta, en igualdad de armas con las otras partes y a solicitar del Estado la ayuda necesaria
para que sea resuelto su conflicto y reparado su perjuicio.
LIBRO I - PRINCIPIOS GENERALESY LINEAMIENTOS Arts. 13118
Art. 13.- Legalidad y carga de la prueba. Los elementos de prueba solo tendrán valor
si han sido obtenidos por medios lícitos y que respeten las reglas formales de su adqui-
sición procesal.
Incumbe a la acusación la carga de la prueba de la culpabilidad.
Art. 14. -Solución del conflicto. Los jueces y fiscales procurarán la solución del conflic-
t o primario surgidoa consecuencia del hecho, afin decontribuira restablecer la armo-
nía entre sus protagonistas y la paz social.
Art. 15. -Interpretación restrictiva. Todas las normas que coarten la libertad personal
del imputadoo limiten el ejercicio desusderechosse interpretarán restrictivamente. La
analogía solo está permitida en cuanto favorezca la libertad del imputado o el ejercicio
de sus derechos y facultades.
Título II
Jurisdicción, competencia y sujetos procesales
Capítulo I
Jurisdicción y competencia
Art. 16. -Jurisdicción. La jurisdicción penal será ejercida por los jueces designados de
acuerdo a la Constitución v la lev,.-
vse
. extenderá al conocimiento de los delitos cometi-
dos en el territorio de la provincia y a aquellos cuyos efectos se produzcan en él, ex-
cepto los de jurisdicción federal.
La jurisdicción penal será irrenunciable indelegable.
Art. 17. -Competencia. Extensión. La competencia solo puede ser fijada por ley. No
obstante, la competencia territorial de un tribunal de juicio no podrá ser objetada ni
modificada deoficio unavez fijada la audiencia de juicio.
Los jueces tendrán competencia en todo el territorio de la provincia, ello sin perjuicio
deque, por razonesorganizativas. seestablezca una fijación territorial sobre los delitos
cometidos dentro de la circunscripción judicial en la que ejerza sus funciones o cuyos
efectos se produzcan en ella. En caso de que no se cuente con jueces en la jurisdicción,
podrá intervenir otro juez deotra jurisdicción, que será previamente sorteado e inter-
vendrá en el acto procesal requerido.
LOSjuicios por juradosse realiiarán en el lugar en quese hubiera cometido el hecho. Ex-
cepcionalmente, cuando un hecho hubieraconmocionadoa unacomunidaddetal mo-
do que no pudiera razonablementeobtenerse unjurado imparcial, el juez podrá dispo-
nera pedido de parte, queel juicio se llevea cabo en otra circunscripciónjudicial.Siem-
pre y en todos los casos, será imprescindible el asentimiento del enjuiciado. La prórro-
ga de jurisdicción en el caso señalado se decidirá por sorteo en audiencia pública.
Capítulo II
Tribunales competentes
Art. 23. -Órganos. Serán órganos jurisdiccionales los siguientes:
1. Superior Tribunal de Justicia.
2. Tribunal de Impugnación.
3. Foro de Jueces Penales.
4. Tribunales de Jurados.
5. Juecesde Ejecución Penal.
Art. 24. -Superior Tribunal de Justicia. El Superior Tribunal de Justicia será competen-
t e para conocer:
1. De la impugnación extraordinaria de la sentencia de condena y de la
queja por denegación de la misma.
2. De la revisión de las condenas.
3. De las recusacionesde los miembrosdel Tribunal de Impugnación.
373 LIBRO I - PRINCIPIOS GENERALESY LINEAMIENTOS Arts. 25/26
Art. 26. -Foro de jueces penales. El Foro de Jueces Penales tendrá a su cargo tres fun-
ciones: función deTribunal de Juicio -individual, colegiado o con jurados-, función
de Garantías y función de revisión ordinaria de toda decisión recurrible, con exclusión
de los recursos contra las sentencias definitivas.
Será la Oficina Judicial la queseocupará, en cada jurisdicción, deadministrar los recur-
sos y designar a los jueces en cada caso, para una adecuada prestación del servicio de
justicia.
1. Función deTribunal deJuicio yTribunales deJurados.
LosTribunalesdeJuicioserán unipersonalesyserán competentes para co-
nocer:
a) De la sustanciación del juicio en los delitos de acción privada y en to-
dos a q u e l l o s que no estén reprimidos con pena privativa de liber-
tad.
b) En aquellos delitos reprimidos con pena privativa de libertad, cuando
el fiscal pretenda una pena de hasta tres años. Siempre que la pena
privativa de libertad que pretenda el fiscal supere los tres años, el jui-
cioserá realizado en forma obligatoria frentea u n tribunal constitui-
do por sorteo portres jueces profesionales.
Si la pena requerida por el fiscal es mayor a doce años y menor a vein-
ticinco añosde prisión oreclusión,el tribunal estará integrado porsie-
tejuradostitulares y, como mínimo, un suplente.
Si la pena requerida porel fiscal es mayoraveinticincoañosdeprisión
o reclusión, el tribunal se integrará con doce jurados titulares y, como
mínimo, dos suplentes. En todos los casos, la dirección del debate es-
taráacargodeun juezprofesional. La integración conjuradosesobli-
gatoria e irrenunciable.
2. Función deJuez deGarantías.
Corresponde a la función de Garantías la competencia para conocer:
a) Del control de la investigación y de todas las decisiones jurisdicciona-
les que se deban tomar durante la etapa preparatoria, intermedia y
hasta la apertura a juicio.
b) Del procedimiento abreviado en los casos y en la forma prevista en es-
t e Código.
Arts. 27/33 C ~ D I G OPROCESAL PENAL DE RIO NEGRO
Art. 28.-Juecesde ejecución. Los Juecesde Ejecución serán competentes para conocer:
1. De los planteos relacionados con el cumplimiento de las sentencias de
condena y la confección del respectivo cómputo de pena.
2. De las peticiones vinculadas con el respeto de todas las garantías consti-
tucionales e instrumentos internacionales de derechos humanos en el
trato otorgado a los condenados y personas sometidas a medidas de se-
guridad.
3. Los planteos relacionados con la extinción de la pena.
Ari. 29. -Foro de jueces. Todos los jueces salvo los que integran el Superior Tribunal y
los jueces de ejecución penal, se organizarán en Foro de Jueces.
La Ley Orgánica de la Justicia establecerá el número y forma de integración de los Foros
para toda la Provincia.
Art. 30. -Oficina Judicial. Los Foros de Jueces serán asistidos por una Oficina Judicial,
cuya composición yfuncionamiento será establecido por la Ley Orgánica de la Justicia y
los reglamentos que se elaboren al respecto.
Su Director o Jefe deberá organizar las audiencias, dictar las resoluciones de mero trá-
mite, ordenar las comunicaciones y emplazamientos, disponer la custodia de objetos
secuestrados en los casos que corresponda, llevar los registros y estadísticas, dirigir al
personal auxiliar, informar a las partes y colaborar en todos los trabajos materiales que
el juezo el tribunal le indique.
Está prohibida la delegación de tareas jurisdiccionales en los integrantes de la oficina
judicial.
Capitulo 111
Motivos deexcusación y recusación
Art. 31. -Motivos. Los jueces deberán apartarse cuando existan motivos graves que
afecten su imparcialidad.
Art. 33. -Recusación. Los jueces podrán ser recusados por las partes cuando se gene-
ren dudas razonables acerca de su imparcialidad frente al caso.
375 LIBRO I - PRINCIPIOS GENERALES Y LINEAMIENTOS Arts. 34/36
Capítulo IV
Integración de tribunales de jurados
Art. 34. -Requisitos. Para ser jurado se requiere:
1. Ser argentino.
2. Ser mayor de dieciocho años de edad,
3. Estar en pleno ejercicio de los derechos ciudadanos.
4. Tener domicilio conocido, con una residencia permanente no inferior a
dos (2) añosen el territorio de la jurisdicción del tribunal competente.
5. Tener profesión, ocupación, oficio, arte o industria conocidos.
Art. 36. -Listas de ciudadanos. A los efectos de garantizar la conformación d e los tri-
bunalesdejurados, el primer mes decada año judicial se realizará el siguiente procedi-
miento:
1. Lista inicial de jurados. La Justicia Electoral de la provincia elaborará
anualmente del padrón electoral y en audiencia pública, con interven-
ción de la Lotería de Río Negro, la lista de ciudadanos separados por cir-
cunscripción judicial y por sexo que cumplan las condiciones previstas en
los artículos anteriores y remitirá la misma a la oficina correspondiente
del Poder Judicial, el primer día hábil del mes d e noviembrecon publica-
ción en el Boletín Oficial.
Art. 36 CÓDIGO PROCESAL PENAL DE RIO NEGRO
A los fines del contralor del sorteo, se invitará a un veedor del Colegio de
Abogados de cada circunscripciónjudicial, a representantes de la Asocia-
ción de Magistrados y Funcionarios del Poder judicial y a las demás enti-
dadesvinculadascon el quehacerjurídico.
2. Depuración. El Poder Judicial verificará que los ciudadanos cumplan los
requisitos previstos legalmente. La depuración de la lista la efectuará la
oficina judicial de la circunscripción respectivay se hará a través de decla-
racionesjuradas que requerirá a los ciudadanos sorteados por vía postal
enviada al domicilio indicado en el padrón electoral y con franqueo de
devolución pago. El Superior Tribunal de Justicia determinará el tenor de
la nota ex~licativa.. el sianificado de las tareas encomendadas, el cometi-
doqueleasigna la ley en razón desu carácterdecarga pública;todootro
dato aue estime de interés. Finalizado este ~rocedimiento.se confeccio-
narán'los listados definitivos.
3. Vigencia. Los listados definitivos confeccionados deberán publicarse en
el Boletín Oficial de la provincia y tendrán vigencia hasta el día 31 de di-
ciembre del año siguiente al que fueron designados. El Superior Tribunal
de Justicia de la provincia, por razones de mérito, podrá prorrogar la vi-
gencia de los listados principales por un año calendario más.
4. Observaciones. Dentro de los auince días com~utadosdesde la última
publicación en el Boletín Oficial de la provincia,;ualquier ciudadano po-
drá observar los listados confeccionados cuando existan errores materia-
les o incumplimiento dealguno de los requisitos legales ante el Superior
Tribunal de Justicia, quien resolverá.
5. Reemplazo. El Superior Tribunal deJusticia comunicará a l Juzgado Elec-
toral de la ~rovincialos nombres de losciudadanos sorteados aue no han
reunidolos requisitoslegalesa losfinesque-por mediodeun nuevosor-
teo-seobtenga u n númeroequivalenteporsexoy circunscripción, en la
misma proporción de los que han sido desestimados.
El sorteo complementario deberá efectuarse dentro de los quince días
hábiles de recibida la comunicación y se observarán -tanto para su rea-
lización cuanto para la elevación al SuperiorTribunal delusticia-las mis-
mas prescripcionesque las establecidas en este Código para el sorteo ori-
ginario.
6. Sorteo. Cada Oficina Judicial sorteará, de la lista de su jurisdicción, el tri-
pledeciudadanosde losquese requerirían para conformar losjurados en
todos los juiciosestimados para el año judicial y dispondrá de las acciones
necesarias para verificar los domicilios de las personas sorteadas.
7. Comunicaciones. La Oficina Judicial notificará a las personas sorteadas,
haciéndoles saber que en el transcurso del año pueden ser citadas para ir
a juicio y que deben comunicarse con la Oficina si llegan a abandonar la
jurisdicción o seencuentran comprendidasen una situación que les impi-
da participar como jurados.
377 LIBRO I - PRINCIPIOS GENERALES Y LINEAMIENTOS Arts. 37/41
Art. 37. -Remuneración. La función de jurado es una carga pública obligatoria y será
remunerada de la siguiente manera:
Cuando se trate de empleados públicos o privados, mediante declaratoria en comisión
con goce de haberes, de carácter obligatorio para el empleador.
En caso de trabajadores independientes o desempleados, podrán ser retribuidos a su
pedido con la suma de medio jus diario.
Si así lo solicitasen los jurados seleccionados y si correspondiere por la duración del de-
bate o las largas distancias quedeban recorrer para asistir al juicio, el Estado les asigna-
rá a su favor una dieta diaria suficiente para cubrir sus costos de transporte y comida.
Art. 38.-Período. Quien haya cumplido la función de jurado no podrá ser designado
nuevamente durante los tres años siguientes a su actuación, salvo que en un lapso me-
nor hayan sido convocados todos los que integran el padrón.
CapítuloV
El imputado
Art. 39. -Denominación. Se denominará imputado a toda persona a quien, mediante
denuncia, querella ocualquieractodel procedimientodel fiscal o de la policía, seseña-
le como autor o partícipe de un delito.
Art. 40. -Derechos del imputado. A todo imputado se le asegurarán las garantías ne-
cesarias para su defensa, debiendo la policía, el fiscal y los jueces, informarle de mane-
ra inmediata y comprensible losderechossiguientes:
1. A ser asistido desdeel primer acto del procedimiento por el defensor que
proponga él o una persona de su confianza y en defecto de este, por un
defensor público. Atal fin tendrá derecho a comunicarsetelefónicamen-
te en forma inmediata.
2. A designar la persona, asociación o entidad a la que debe comunicarse su
captura y que el aviso se haga en forma inmediata.
3. Aquese le informey escuchesobre los hechosquese le imputan.
4. A ser oído dentro de las cuarenta y ocho horas si se encuentra detenido y
a manifestarsecuantasvecesquiera siemprecon la presencia desu defen-
sor, como así también aabstenersededeclararocontestar preguntas, sin
que ello permita usar su abstención como presunción de cargo.
5. Aquesecomuniqueal consulado en caso deser extranjero.
6. A saber la causa o motivo de su captura y el funcionario que la ordenó, ex-
hibiéndolesegún corresponda la orden dedetención emitida en su contra.
Art. 41. -Identificación y domicilio. Desde el primer acto en que intervenga el imputa-
do será identificado por sus datos personales y señas particulares.
Arts. 42/46 C ~ D I G OPROCESAL PENAL DE RIO NEGRO
Art. 45. -Facultades policiales. La policía n o podrá interrogar al imputado. Solo podrá
requerirle los datos correspondientes a su identidad, cuando no esté suficientemente
individualizado.
Si expresa su deseo de declarar se le hará saber de inmediato al fiscal interviniente y a
su defensor.
CapítuloVI
Defensa
Art. 46.- Defensor. E l imputado tendrá derecho a elegir un abogado de su confianza
como defensor. Si no lo hace, se le designará un defensor público. Si prefiere defender-
se por sí mismo, el juez lo permitirá soh cuando no perjudique la eficacia de la asisten-
cia técnica.
La intervención del defensor no menoscaba el derecho del imputado a formular solici-
tudes y observaciones.
379 LIBRO l - PRINCIPIOS GENERALESY LINEAMIENTOS Arts. 47/50
Art. 50. -Pluralidad de defensores. El imputado podrá designar los defensores que
considereconveniente, pero noserá defendidosimultáneamente por másdedosen las
audiencias orales o en un mismo acto.
Cuando intervengan dos o más defensores la comunicación practicada a uno de ellos
tendrá validez respecto de todos y la sustitución de uno por otro no alterará trámites ni
plazos.
Será inadmisible la defensa devarios imputadosen un mismo procedimiento por un de-
fensor común cuando existan intereses contrapuestos entre sus asistidos.
El defensor podrá designar un defensor auxiliar para aquellas diligencias a las que no
pueda asistir personalmente, lo cual será consentido previamente por el imputado o
deberá ratificarlo posteriormente. El defensor auxiliar solo tendrá responsabilidad en
aquellos actos en los que participe, pero no exime la responsabilidad del principal.
Arts. 51/55 C ~ D I G OPROCESAL PENAL DE RIO NEGRO
Capítulo VI1
La víctima
Sección Primera - Derechos fundamentales
SecciónSegunda - Querella
Art. 54.-Querellanteen delitosdeacción privada. Lavíctimade un delitodeacción pri-
vada tendrá derecho a presentar querella anteel juezc~rres~ondiente. El representan-
te legal del incapaz por delitos cometidos en su perjuicio gozará de igual derecho.
Art. 55. -Querellante en delitosde acción pública. En los delitos de acción pública. la
víctima, su representante legal o quienes cite Código habilite para querellar, podrán
provocar la persecución penal o intervenir en la ya iniciada por el Fiscal, aun cuando és-
o
te hubiese desestimado archivado el caso.
Las entidades del sector público podrán ser querellantes, como así también toda orga-
nización queacredite un interés legítimo en el caso y éstese relacionecon su objeto ins-
LIBRO I - PRINCIPIOS GENERALESY LINEAMIENTOS Arts. 56/58
Capítulo VIII
El Ministerio Público Fiscal
Ari. 59. -Funciones. El Ministerio Público Fiscal ejercerá la acción penal pública de
acuerdo a las normasde estecódigo, dirigiendo la investigación y la actuación detodos
los funcionarios que participen en ella, interviniendo en todas las etapas del proceso.
A los fiscales les corresponderá la carga de la prueba de los hechos que funden su acu-
sación.
Será deber de los fiscales adoptar o requerir las medidas necesarias para proteger a las
víctimas de los delitos, favorecer su intervención en el procedimiento y evitar o dismi-
nuir cualquier perjuicioque pudieran derivar desu intervención.
Formularán sus requerimientos, dictámenes resoluciones en forma motivada, bajo pe-
na de nulidad.
No podrán ocultar información o evidencias que puedan favorecer la situación del im-
putado. Su inobservanciaconstituyefaltagrave. Asimismodeberán registrar en el lega-
jo toda la información con quecuenten.
Art. 63. -Otros preventores. Las mismas disposiciones reqirán para la Policía de la Pro-
vincia de Río ~ e d r o cualquier autoridad pGblica que realiceactos de otenga el
deber de colaborar en la investigación criminal.
Título III
Actividad procesal
Capítulo l
Actos procesales
Sección Primera - Normas generales
Art. 64. -Reglas. En los actos procesales se observarán las siguientes reglas:
1. Se cumplirán en días y horas hábiles, sin perjuicio de las habilitaciones
quedisponga el juez. Losactosde investigación, salvo excepcionesexpre-
samentedispuestas, se podrán cumplir en cualquier día y hora.
2. Deberá usarse idioma español.
3. Los fiscales y jueces podrán constituirse en cualquier lugar del territorio
provincial para la realización de los actos propiosdesu función.
Art. 65.-Oralidad. Todas las peticiones, o planteosde las partes quedeban ser debati-
das se resolverán en audiencias orales y públicas, salvo las que sean de mero trámite,
que serán resueltas por la oficina judicial.
Deberá contarse con la asistencia ininterrumpida del juez y d e todos los sujetos proce-
sales, garantizando los principios de oralidad, contradicción, publicidad, inmediación
y simplicidad. El juezdeberá sujetarsea lo que hayan discutido las partes.
Art. 68. -Aclaratoria. Dentro del término de tres días de notificadas las resoluciones, el
tribunal podrá rectificar, deoficio o a instancia de parte, cualquier error u omisión mate-
rial contenidosen aquellassiemprequeello n o importeuna modificación esencial. La ins-
tancia de aclaración suspenderá el término para interponer los recursosque procedan.
Art. 71.- Poder de disciplina. Los juecesvelarán por la regularidad del litigio y el ejer-
cicio correcto de las facultades de los litigantes.
No podrán restringir el derecho dedefensa o limitar facultades de las partes invocando
razones de indisciplina.
Cuando lascaractbristicasdel caso aconsejen adoptar medidasespecialespara asegurar
la regularidad en el litigio, el juez convocará a las partes afin deacordar reglas particu-
lares de actuación.
Art. 72. -Modalidad. Todas las personas que participen en una audiencia se expresa-
rán en forma oral. No se admitirá la lectura de escritos o declaraciones salvo la lectura
parcial de notas.
Quienes no puedan hablar o no entiendan el idioma español declararán por escrito o
utilizarán intérpretes.
Art. 73. -Publicidad. Las audiencias serán públicas. No obstanteel juez o tribunal podrá
decidir fundadamente quese realicetotal o parcialmente en forma privada cuando:
1. Seafectedirectamenteel pudor, lavida privadaoello implique una ame-
naza para la integridad física dealguno de los intervinientes.
2. Peligre un secreto oficial, profesional, particular, comercial o industrial
cuya revelación pueda causar un perjuicio grave.
EITribunal podrá imponera las partes que intewinieren en el acto el deber deguardar
secreto sobre los hechos que presenciaron o conocieron.
No podrán ingresar a la sala de audiencias personas que se presenten en forma incom-
patible con la seguridad y el orden de la audiencia ni los menores de catorce años de
edad, salvo cuando sean acompañados por un mayor que responda por su conducta.
Art. 74. -Medios de comunicación. Los representantes de los medios de difusión po-
drán presenciar las audiencias e informar al público sobre lo que suceda.
El iuez o el tribunal señalarán en cada caso las condiciones en que seeiercerán esasfa-
cuitades y, por resolución fundada, podrá imponer restriccione;cuandó sea perjudicial
para el desarrollo del debate o puedan afectarse los intereses indicados en el artículo
anterior.
Si lavíctima, el imputadoo un testigo solicitan quenoseautoricea losmediosdecomu-
nicación aquesegrabesuvozosu imagen, eltribunal examinará losmotivosyresolve-
rá en función de los diversos intereses comprometidos.
Art. 75.- Desarrollo. Las audiencias se realizarán con la presencia permanentee inin-
terrumpida de losjuecesydetodas las partessalvo lasexcepcionesqueseestablecen en
el Código.
Eltribunal otorgará la palabraa las partes, comenzandoporaquellaque hubiese hecho
el planteo o la solicitud. Siempre la última palabra le será conferida a la defensa.
as partesdeberán expresars"s peticionesde modo concreto y losjueces podrán reque-
rir precisiones para determinar los alcances de tales peticiones.
Arts. 76/81 CÓDIGO PROCESAL PENAL DE RIO NEGRO
rá por lo establecido en losconvenios, por las normas internas o las prácticas de asisten-
cia mutua. Asimismo, existirá reciprocidad respecto a requerimientos análogos de au-
toridades judiciales de otras jurisdicciones. La negación será motivada.
Podrá suspenderseel cumplimiento de la cooperación en el caso dequesu ejecución in-
mediata perjudiqueel curso de una investigación o de un juicio que se desarrolle en es-
ta provincia. La decisión será motivada.
Art. 82.-Extradición en el país. Los fiscaleso losjueces quecorresponda solicitarán res-
pectivamentelaextradición de imputadoso condenadosqueseencuentren en el terri-
torio nacional y fuera del ámbito de la provincia, deconfo;midad con los convenios ce-
lebrados.
La solicitud deextradición efectuada por
. .iuecesofiscalesdeotras iurisdicciones, será re-
suelta por el juez que corresponda, en audiencia y con presencia de las partes.
La resolución podrá ser revisada en audiencia por tres jueces distintos del que la dictó.
Art. 83. -Cooperación internacional. La cooperación internacional a los fines de esta
Sección Cuarta, se regirá por el derecho internacional vigente y por la ley nacional res-
pectiva.
Sección Quinta - Comunicaciones
Art. 84. -Regla general. Las resoluciones y la convocatoria a los actos que requieran la
intervención de las partes o terceros. los pedidos de cooperación o informes. serán co-
municados de conformidad con las normas prácticas dictadas por el Superior Tribunal
de Justicia.
Estasdeberán asegurarque lascomunicacionessehagan a la brevedad, sin excesosforma-
les y ajustados a los principios de claridad, precisióny suficiencia respecto al contenido de
la resolución ode la actividad requerida y lascondiciones o plazos para su cumplimiento.
Capítulo II
Actividad procesal defectuosa
Art. 85. -Principiosgenerales. No podrán ser valorados para fundar una decisión judi-
cial ni utilizadoscomo DreS~D~t?St~dt?ella. los actoscum~lidos
' con inobservancia de los
derechos y garantías constikcionales del imputado.
T ~ ~ D O~ C o dOr á servalorados
n iosactoscum~iidoscon inobservancia de lasformas.. aue
,
obsien al ejercicio del derecho a la tutela judicial de la víctima o impidan el ejercicio de
los deberes y facultades del fiscal, salvo que el defecto haya sido convalidado.
Art. 86. -Saneamiento. Todos los defectos deberán ser inmediatamente saneados,
renovando el acto, rectificando el error, o cumpliendo el acto omitido, a petición del
interesado.
Cuando la invalidezsefundeen laviolación de una garantía establecida en favordel im-
putado el procedimiento n o podrá retrotraerse a etapas anteriores, salvo el caso de
reenvío.
Seentenderá queel acto se ha saneado cuando, no obstante la irregularidad, ha conse-
guido su fin respecto de todos los interesados.
Arts. 87/91 C ~ D I G OPROCESAL PENAL DE RIO NEGRO
Art. 87. -Convalidación. Los defectos formales que afectan el derecho de defensa en
juicio del fiscal o del querellante, quedarán convalidados en los siguientes casos:
1. Cuando ellos no hayan solicitado su saneamiento mientras se realiza el
acto, o dentro de los tres días de practicado, si quien lo solicita no ha esta-
do presente. Si por las circunstancias del acto ha sido imposible advertir
oportunamente el defecto, el interesado deberá reclamarlo dentro de
lasveinticuatro horas después de advertirlo.
2. Cuando quienes tengan derecho a oponerla, hayan aceptado, expresa o
tácitamente los efectos del acto.
Art. 88. -Declaración de nulidad. Cuando no sea posible sanear un acto ni se trate de
casos de convalidación, el juez deberá declarar su nulidad.
La nulidad de un acto invalida todos losefectosoactosquedependan deéI.Al declarar
la nulidad el juez interviniente establecerá necesariamente a cuáles actos anteriores o
contemporáneosalcanza la nulidad, por su conexión con el acto anulado.
Libro II
Admisión del caso
Título l
Ejercicio de la acción penal
Capítulo I
Reglas generales
Art. 89. -Delitos de acción pública. Los fiscales tendrán la obligación de ejercer la ac-
ción pública en todos los casos en quesea procedente con arreglo a las disposicionesde
la ley.
Art. 91. -Delitos de acción privada. Cuando la acción sea ~rivada.. su eiercicio
. corres-
ponderá exclusivamentea lavíctima, conformeal procedimientoespecial regulado por
este Código. En el procedimiento especial por delito de acción privada no tendrá nin-
guna intervención el fiscal.
LIBRO II A D M I S I Ó N DEL CASO Arts. 92/95
Capítulo II
Situaciones especiales
Art. 92.-lnmunidadesconstitucionales. Si seformula denuncia oquerella contra un le-
gislador u otro funcionario sujeto a juicio político o jurado de enjuiciamiento, se prac-
ticará una investigación que novulneresu inmunidad.
Cuando se formulare acusación se solicitará el desafuero ante quien corresponda,
acompañando copia de las actuaciones y expresando las razones que lo justifiquen.
Si el legisladoro funcionario ha sido detenido por habérselo sorprendidoen flagrancia,
el juez pondrá inmediatamente el hecho en conocimiento de la Legislatura provincial
conforme a lo previsto en la Constitución.
Cuando se proceda contra varios imputados y solo algunoo algunos deellos gocen de in-
munidades constitucionales, el proceso podráformarsey seguir con respecto a los otros.
Si el desafuero es denegado se declarará que no se puede proceder y se suspenderá el
proceso. De lo contrarío se dispondrá su continuación.
Sin perjuicio de lo dispuesto precedentemente el interesado tiene derecho a ejercer las
facultades que le confiere la ley al imputado.
Art. 93. -Cuestión prejudicial. La cuestión prejudicial procederá cuando sea necesario
determinar por un procedimiento extrapenal la existencia de uno de los elementos
constitutivo; del heiho punible.
La existencia de una cuestión prejudicial suspenderá el juicio hasta que exista sentencia
firme en el proceso extrapenal. Resuelta la suspensión del proceso en los casos previstos
en los artículos anteriores, se ordenará la libertad del imputado, previa fijación de domi-
cilio y sin perjuicio de la imposición de otras medidas cautelares previstas en el Código.
Los jueces podrán apreciar si la cuestión prejudicial invocada es seria, fundada y verosí-
mil, y en caso que aparezca opuesta con e l exclusivo propósito de dilatar el proceso, or-
denarán que este continúe.
Art. 95. -Excepciones. Las partes podrán oponer las siguientes excepciones:
1. Falta de jurisdicción o de competencia.
2. Falta deacción, porque esta n o pudo promoverse. no fue iniciada legal-
mente o lo fue por quien no tiene legitimación, o no puede proseguirse.
3. Extinción de la acción penal.
Si concurren dos o más excepciones, deberán interponerse conjuntamente, bajo pena
de caducidad, salvo que la omitida sea una excepción perentoria.
Cuando se hiciere lugar a la falta de jurisdicción o de ;ompetencia, el juez remitirá las
actuaciones al tribunal correspondiente. Si se declara la falta de acción, el caso se archi-
vará salvo que el proceso pueda proseguir por otro interviniente. En ese caso, la deci-
sión solo desplazará del procedimiento a quien afecte. Cuando se declare la extinción
de la persecución penal, ;e decretará el sobreseimiento.
Arts. 96/98 C ~ D I G OPROCESAL PENAL DE RIO NEGRO
Capítulo III
Reglas de disponibilidad de la acción
Sección Primera - Criterios de oportunidad
Art. 96.-Criteriosdeoportunidad. Se podrá prescindir total o parcialmentedel ejerci-
ciode laacción penalo limitarlaa algunadelas personasqueintervinieron en el hecho,
previo requerir la opinión de la víctima, en caso de que esta sea habida, en los casos si-
guientes:
1. Cuando se tratede un hecho insignificante o un hecho que no afectegra-
vemente el interés público.
2. Cuando la intervención del imputado seestimede menor relevancia, ex-
cepto que la acción atribuida tenga prevista una sanción que exceda los
seis años de pena privativa de libertad.
3. En los delitos culposos cuando el imputado haya sufrido a consecuencia
del hecho un daño físico o moral grave que torne innecesaria y despro-
porcionada la aplicación de una pena.
4. Cuando la pena que pueda imponerse por el hecho de cuya persecución
se prescinde, carezca de importancia en consideración a la pena ya im-
puesta o a la que puede esperarse por los restantes hechos.
5. Cuando exista conciliación entre las partes ocuando se haya realizado una
mediación penal exitosa que haya logrado poner fin al conflicto primario,
siempre que no exista un interés público prevalente y se repare el daño en
la medida de lo posible. Las partes podrán conciliar en todo delito de ac-
ción públicao dependientede instancia privada, cuya pena máxima sea de
hasta quince(l5)añosde prisión o reclusión, siempreque nosetratede un
delito cometido con grave violencia física o intimidación sobre las perso-
n a ~que, ~la o lasvíctiiassean mayoresdeedad y consientan su aplic&ión.
No corresponderá la aplicación de un criterio deoportunidad en los casos dedelitosco-
metidos por un funcionario público en el ejercicio desu cargoo por razón deél.
co ejecutado en ejercicio de sus funciones, las partes podrán pedir su aplicación desde
el inicio mismo del caso. hasta la apertura del caso a iuicio.
Tampoco procederá la suspensióndeljuicioa pruebácuandosetratededelito reprimi-
do únicamente con Dena de inhabilitación. salvo aue el imputado ofrezca cumplir vo-
luntariamente como una de las condiciones impue;tas por el juez el mínimo del'monto
de la inhabilitación correspondiente al delito de que se trata, como así también efec-
tuar los cursos, prácticas o estudios que, al prudente criterio del juez, resulten suficien-
tes paraestimar razonablementeque la impericia odesconocimientodelas leyesdel ar-
. .Darte del im~utado.han deser subsanadas.
t e u oficio Dor
La procedencia requiere la'conforkidad del imputado y de la Fiscalía. El juez podrá re-
chazar la susoensión solo cuando exista ooosición motivada v razonable del fiscal.
En la audieniia de suspensión, a pedido d;? las partes el juez risolverá las reglas de con-
ductas, a cargo del imputado fijando la forma de control y el plazo de cumplimiento.
E l control del cumplimiento de las reglas de conducta para la suspensión del proceso a
prueba estará acargode una Oficinaludicial especializada, quedejará constanciaenfor-
ma periódica sobre el cumplimiento de las reglas y dará noticia a las partesde aquellas si-
tuacionesque pudieran dar basea una modificación o revocación del instituto. Esta ofici-
na tendrá a su cargo todo l o relativo al cumplimiento de medidas sustitutivasa la prisión.
La víctima podrá, previa autorización judicial, supervisar el cumplimiento por parte del
imputado de las reglas de conducta impuestas, ya sea por sí o a través de organizacio-
nes no gubernamentales cuyo ámbito de actuación tenga relación con el hecho impu-
tado. Tendrá derecho a ser informada respecto del cumplimento de tales reglas.
Cuando el imputado incumpliere lascondiciones impuestas, el fiscal o la querella solici-
tarán al juez con funciones de garantías, una audiencia para que las partes expongan
sus fundamentos. El juez, según corresponda, podrá dar un plazoal imputado para sa-
tisfacer las condiciones, modificarlas o revocar la suspensión del proceso a prueba. En
este caso el procedimiento continuará de acuerdo a las reglas generales.
Título II
Medidas de coerción y cautelares
Capítulo I
Normas generales
Art. 99. -Principio general. Las medidas cautelares y de coerción personal solo serán
procedentes cuando fueren absolutamente indispensables para asegurar los fines del
procedimiento, y solo podrán subsistir mientras dure esta necesidad.
Art. 100. -Situación de libertad. Con las limitaciones dispuestas por este Código, toda
persona a quien se le atribuya participación punible en el hecho investigado permane-
cerá en libertad durante el proceso. A tal fin podrá exigírsele:
a) Prestar caución.
b) Fijary mantener un domicilio.
Arts. 1011102 C ~ D I G OPROCESAL PENAL DE RIO NEGRO
Capitulo II
Caución
Art. 101. -Caución. E l órgano jurisdiccional intewiniente podrá imponer al imputado
que se encuentre en libertad una caución juratoria, personal o real, con el objeto de
asegurar que cumplirá con sus obligaciones respecto al proceso.
A los efectos de su determinación, se tendrá en cuenta la naturaleza del delito, el daño
que hubiera ocasionado. la condición económica y antecedentes del imputado.
Queda absolutamente prohibido fijar una caución de imposiblecumplimiento para el
imputado, teniendo en cuenta su situación personal.
Art. 102. -Formas de la caución. La caución podrá ser:
1. Juratoria: La cual consistirá en la promesa personal del imputado de
cumplir con las obligaciones impuestas a su libertad durante el proceso.
2. Personal: Lacualconsistiráen laobligaciónqueel imputadoasumajun-
tocon uno0 másfiadoressolidariosdepagar,encasodeincomparecen-
cia, la suma que se fije.
Podrá ser fiador personal toda persona con domicilio real en el territo-
rio de la provincia, que teniendo capacidad legal para contratar, acredi-
LIBRO II - ADMISIÓN DEL CASO Arts. 1031106
Capitulo lll
Restricción de la libertad
Art. 103. -Aprehensión sin orden judicial. Losoficiales y auxiliares de la Policíatendrán
el deber de aprehender a las personas en los siguientes casos:
a) Cuando fuere sorprendido en la flagrante comisión de un delito de ac-
ción pública que merezca pena privativa de libertad.
En el supuesto que el delito flagrante que se esté perpetrando o se haya
perpetrado sea de acción dependiente de instancia privada, será infor-
mado inmediatamente quien pueda instar, y si éste no presentare la de-
nunciaen u n plazodeveinticuatro horas, el aprehendidoserá puestoen
libertad.
b) Cuandoseintentare un delito, en el momentodedisponersea cometerlo.
c) Cuando se fugare, estando legalmente detenido.
Concretada la aprehensión deberá comunicarse de inmediato al fiscal.
Art. 104. -Aprehención privada. En los casos de flagrancia o que una persona intente
cometer un delito, los particulares están autorizados a practicar la aprehensión, de-
biendo entregar inmediatamenteel aprehendido a la autoridad policial o judicial.
Art. 105.-Flagrancia. Seconsidera que hayflagrancia cuando una persona es sorpren-
dida en el momento de cometer el hechoo inmediatamentedespués, mientrases per-
seguida por la fuerza pública, oel ofendido u otras personas allípresentes.
Art. 106. -Demora. Cuando en el primer momento de la investigación de un hecho en
que hubieran intervenido varias personas no fuere posible individualizar a los respon-
sables y a los testigos, y no pueda dejarsede proceder sin peligro para la investigación,
el fiscal podrádisponer que los presentes nosealejen del lugar ni secomuniquen entre
si, antes de prestar declaración, y aun ordenar la demora, si fuere estrictamente nece-
sario, de lo cual deberá informar en forma inmediata al juez competente.
Ambas medidas no podrán prolongarse por más de veinticuatro horas. Individualiza-
dos los testigos estos no podrán ser demorados por más de seis horas. Vencido este pla-
zo, el fiscal deberá requerir la detención anteel OrganoJudicial interviniente, si corres-
pondiese, u ordenar la libertad.
Arts. 1071109 C ~ D I G OPROCESAL PENAL DE RIO NEGRO
Art. 108.-Detención. La orden será escrita y fundada, contendrá los datos personales
del imputado y los que sirvan para identificarlo, el hecho en el cual se le atribuye haber
participado y la identificación del fiscal que interviene.
Ninguna persona podrá ser detenida sin orden escrita. E l fiscal podráordenar la deten-
ción del imputado cuando existan suficientes indicios para sostener, fundadamente,
que es autor o partícipe de un delito y existen peligros procesales.
La detención no podrá extenderse por más deveinticuatro horas. Si el fiscal estima ne-
cesario que se aplique una medida de coerción deberá solicitarlo en audiencia al juez.
En caso contrario ordenará la libertad.
El funcionario a cargo del procedimiento de detención deberá informar al afectado
acerca del motivo de la detención y de la autoridad que la dispuso.
Capítulo lV
Prisión preventim
Art. 109.-Procedencia. Siemprequeexistieren elementos de convicción suficientes pa-
ra sostenercomo probable la participación punibledel imputado en el hecho investiga-
do. el acusador podrá requerir fundadamente ante el juez interviniente la prisión pre-
ventiva cuando considerare que las demás medidas cautelares o de coerción personal
fueren insuficientes para asegurar
- los fines del procedimiento.
A tales efectos, el juez convocará a audiencia con el requirente y la defensa, debiendo
en ella el acusador demostrar los siguientes extremos:
1. Que el imputado intentará evadirse o entorpecer el accionar de la Justi-
cia.
2. Que existen antecedentes para sostener que el hecho se cometió y con-
figura un delito reprimidopenalrnentecin pena privativade libertad, y
que a prima facie no correspondiere pena de ejecución condicional.
3. Que existen elementos de convicción suficientes para considerar razo-
nablementequeel imputadoes autoro partícipedel hecho investigado.
Al solicitarla, el acusador deberá exponer con claridad los motivos en los cuales sustenta
su pedido. El juez controlará la legalidad y razonabilidad del requerimiento por aprecia-
ción de las circunstancias del caso particular, y resolverá fundadamente, pudiendo esta-
blecer un plazo acordea los peligros procesales y a las pruebas pendientesde realización.
LIBRO II - ADMISIÓN DEL CASO Arts. 1101111
CapítuloV
Reglas generales para medidas cautelares y de coerción
Art. 111.-Audiencia y resolución. La resolución que ordene la imposición de una me-
dida cautelar o de coerción personal se dictará al concluir la audiencia respectiva, ex-
Arts. 1121115 C ~ D I G OPROCESAL PENAL DE RIO NEGRO
presando claramente los antecedentes y motivos que justifican la decisión. Dicha au-
dienciasecelebraráen el menortiempo posible, dentrodelascuarentayocho h o r a s d ~
producida la privación de la libertad.
Ari. 113. -Impugnación. La resolución que ordena, mantiene o revoca la prisión pre-
ventiva podrá ser impugnada por la parte interesada.
E l restode las medidas cautelaresquesedispongan, podrán ser impugnadas por el impu-
tado.
La resolución que rechace la aplicación de cualquier otra medida decoerción n o podrá
ser impugnada.
Art. 117. -Medidas cautelares. Sin perjuicio de la aplicación de las medidas cautelares
enumeradas precedentemente, podrá, a petición de parte, ordenarse el embargo pre-
ventivo, la inhibición y aquellas medidas conducentes a garantizar la pena de multa si
correspondiere y las costas judiciales, ajustándose el trámite, resolución y revisión a las
normas que rigen la aplicación de las cautelares.
Art. 118. -Desalojosforzosos. En las causas por infracción al art. 181 del CP, el juez, a
pedido de parte o damnificado, podrá disponer provisionalmente el inmediato reinte-
aro de la ~osesióno tenencia del inmueble. cuando del análisis de las condicionesfácti-
cas, surja que, prima facie, se encuentran reunidos los requisitos típicos, el derecho in-
vocado por el damnificado fuereverosímil, y exista peligro en la demora. El juez podrá
fijar una caución s i lo considerare necesario.
S i nose reunieran los requisitosenumerados precedentemente, el juez rechazaráel pedi-
do, sin perjuiciode-en casodecorresponder-corrervista a lasautoridadesadministra-
tivascompetentes, pudiendo, quien sedicedamnificado, ocurrirpor lavíajudicial idónea.
Cuando corresponda ordenar el desalojo, el mismo deberá llevarse a cabo previa exis-
tencia de una auténtica oportunidad de consultar a las personas afectadas, en la au-
diencia prevista en el art. 111, con u n plazo suficiente y razonable de notificación a las
mismas, con identificación exactadetodas las personasqueefectúen el desalojo, no pu-
diendo efectuarse cuando existan condiciones climáticas adversas o en horario noctur-
no, salvo que las personas afectadas presten su consentimiento.
Título III
Etapa preparatoria
Capítulo l
Normas generales
Art. 119. -Finalidad. El Ministerio Público Fiscal practicará la investigación preparato-
riacon la finalidad dearribara la solución del conflicto por cualquieradelasvías legal-
mente previstasy promover o desechar la realización del juicio.
No obstante, podrán invocarse para solicitar ofundar una medida de coerción o caute-
lar, excepciones o el sobreseimiento. La defensa podrá contar con sus propias eviden-
cias para discutir en audiencia.
Ari. 122. -Citación. El Ministerio Público Fiscal ordenará la comparecencia por simple
citación de aquellas personasquefueren requeridas, bajo apercibimiento desercondu-
cidas por la fuerza pública.
Si el citado no se presentare en el término que se le fije, ni justificare un impedimento
legítimo, el Ministerio Público Fiscal a solicitud de parte interesada dispondrá su com-
parecencia por medio de la fuerza pública, a los efectos de cumplir el acto para el que
ha sido convocado.
La defensa, pública o privada, podrá citar a los testigos que considere pertinente, a los
efectos de trabajar sobre su teoría del caso. En caso de requerir auxilio judicial, podrá
pedirlo ante el Foro de Jueces Penales.
Capítulo II
Actos iniciales
Ari. 123.-Denuncia.Toda persona quetenga conocimiento de un delito de acción pú-
blica, podrá denunciarlo ante el fiscal o la policía. La denuncia podrá efectuarse en for-
ma escrita o verbal, personalmente o por mandato especial. Cuando sea verbal se ex-
tenderá un acta que será suscripta por el denunciante; en la denuncia por mandato se
requerirá una autorización expresa.
En ambos casos, el funcionarioque la reciba comprobará y dejará constancia de la identi-
dad y domiciliodel denunciante. Ladenuncia anónima hará lasvecesde "notitiacriminis"
y será el juez quien, en definitiva, valorará su credibilidad y validez del procedimiento.
La denuncia debe contener, en cuanto fuese posible, la relación circunstanciada del he-
cho, con indicación de sus partícipes, damnificados, testigos y demás elementos que
puedan conducir a su comprobación y calificación legal.
Cuando la acción penal dependa de instancia privada, solo podrá denunciar quien ten-
ga facultad para instar.
Ari. 124. -Obligación de denunciar. Deben denunciar el conocimiento que tienen so-
bre un hecho punible de acción pública, salvo los que requieren una instancia para su
persecución, los funcionarios y empleados públicos que conozcan el hecho en ejercicio
de sus funciones o con ocasión de ese ejercicio, salvo el caso de que pese sobre ellos el
deber de guardar secreto impuesto por la ley.
Art. 125. -Otros obligados. También deben denunciar los hechos que tuvieran cono-
cimiento, los escribanos y contadores en los casos de fraude y evasión impositiva; las
LIBRO II - ADMISIÓN DEL CASO Arts. 1261128
Art. 127. -Deber de informar. Los funcionarios de la policía que tengan noticia de un
delitodeacción ~ ú b l i c alo informarán al fiscal inmediatamente. continuando la inves-
tigación bajo su dirección y control.
Art. 129. -Control de la decisión fiscal. Dentro del plazo de tres días de notificada, la
víctima podrá solicitar al fiscal del caso la revisión de la desestimación, archivo o la apli-
cación de criterios de oportunidad. El archivo será revisable por un fiscal superior que
se determinará a través de los reglamentos y normativa del Ministerio Público Fiscal.
En el plazo de tres días, si el fiscal superior decidiera que debe revocarse la decisión
adoptada, dispondrá la sustitución del fiscal que intervenía en el caso y designará su
sustituto para que continúe la investigación conforme a los parámetrosfijados.
Cuando el fiscal superior confirmare el archivo, la decisión no será susceptible de revi-
sión alguna. En estos casos, dentro del quinto día de notificada, la víctima estará habi-
litada para constituirse en parte si aún no era querellante, peticionar ante un juez la
conversión de la acción penal pública en privada y continuar con el ejercicio de la acción
penal en forma autónoma.
Art. 130. -Audiencia de formulación de cargos. Cuando el fiscal deba formalizar la in-
vestigación preparatoria respecto de un imputado que no se encontrare detenido, so-
licitará al juez la realización de una audiencia, individualizando al imputado, indican-
do el hecho quese leatribuye, la fecha y lugar de su comisión, su calificación jurídica, el
grado de participación s i fuere posible, y la información en la que lo sustenta.
Aesta audiencia se citará al imputado, a su defensor y a las demás partes en el procedi-
miento. Si el imputado se encuentra detenido la formulación de cargos se hará inme-
diatamente.
Capitulo 111
Desarrollo de la investigación
Art. 131.-Atribuciones. E l fiscal, la defensa y. la querella
. en su caso practicarán las di-
ligencias y actuacionesde la investigación preparatoria que no tengan contenido juris-
diccional. Se permitirá la presencia de las partes en los actos que se practiquen.
Art. 133.-Requisa. La requisa personal será efectuada por los funcionarios de la poli-
cía y fuerzas de seguridad, y solo podrá llevarse a cabo con orden judicial, a excepción
que:
1. Concurran circunstancias previaso concomitantes que razonabley obje-
tivamente permitan justificar la medida respecto de persona o vehículo
determinado.
2. Existan elementos que razonablemente impidan en razón de la urgen-
cia obtener la orden en forma eficaz.
3. Se llevea cabo en lavía pública o en lugares deacceso público.
Antes de proceder a la requisa se deberá advertir a la persona acerca de la sospecha y
del obieto buscado. invitándolo a exhibirlo.
La advertencia y la inspección se realizarán en presencia dedostestigos, que n o podrán
pertenecera la policía, salvoen caso desuma urgencia o imposibilidad deconseguirlos,
lo que deberá ser justificado.
Las requisas se practicarán separadamente, respetando el pudor y la dignidad de las
personas. Las requisas de mujeres serán hechas por otras mujeres.
En el supuesto que se hubiereactuado sin orden judicial, se deberá consignar bajo pe-
na de nulidad, en forma detallada y precisa, las circunstancias que justificaron el accio-
nary la excepción a la regla.
Art. 136. -Exámenes corporales. Si fuere necesario para constatar circunstancias rele-
vantes para la investigación, podrán efectuarse exámenes corporalesal imputado y a la
presunta víctima por el hecho punible, tales como pruebas de carácter biológico, ex-
tracciones de sangre u otros análogos, siempre que no fuere de temer menoscabo para
la salud o dignidad del interesado.
Si la persona que ha de ser objeto del examen, informada de sus derechos, consintiere
en hacerlo, el fiscal ordenará directamente que se practique. En caso de negarse, se so-
licitará la correspondiente autorización judicial.
Art. 137. -Registro devehículosy otras cosas muebles. Se podrá registrar un vehícu-
lo, siempre que haya motivos objetivos suficientes para presumir que una persona
oculta en él objetos útiles a la investigación. En los mismos casos también procederá el
registro de maletines, valijas, bolsos, armarios, escritorios, gabinetes u otros muebles
cerrados.
En l o que sea aplicable. se realizará el procedimiento y se cumplirán las formalidades
previstas para la requisa de personas.
Art. 142. -Entrega de objetos o documentos. Todo aquel que tenga en su poder obje-
tos o documentos que puedan servir como medio de prueba, estará obligado a presen-
tarlos y entregarlos cuando le sean requeridos, siendo de aplicación las medidas de
coacción permitidas para el testigo que rehúsa declarar. S i los objetos requeridos no
son entregados se dispondrá su secuestro. Quedan exceptuadas de esa obligación las
personas que deban o puedan abstenerse de declarar como testigos.
Art. 147.-Clausura delocales. Procederá a petición de parte laclausura cuando sea ne-
cesario para preservar la escena del hecho o inmovilizar cosas muebles que por su natu-
raleza O dimensiones no ~ u e d a sertrasladadas
n a otro luqar.
La clausura dispuesta po;el fiscal no podrá extenderse más de cuarenta y ocho (48)
horas. Si es necesario mantenerla por más tiempo deberá requerirla al juez.
Art. 150. -Anticipojurisdiccional de prueba. Las partes podrán solicitar el anticipo ju-
risdiccional de prueba únicamente en los siguientes casos:
1. Cuando se trate de una diligencia de prueba que deba ser considerada
de naturaleza no reproducible.
2. Cuando se trate de un testimonio que por razones excepcionalesy debi-
damenteacreditadasseconsiderequeno podrá recibirseduranteeljuicio.
3. Cuandoel imputadoesté prófugo, o exista un obstáculo fundadoen u n
privilegio constitucional y se tema que el transcurso del tiempo pueda
dificultar o impedir la conservaciónde la prueba.
4. Cuando deba recibirse testimonio de víctimas de delitos contra la inte-
gridad sexual, menoresdedieciséis (16)años,ytestigos menoresdeedad
si se toma con la modalidad de Cámara Gesell y con el auxilio de profe-
sionalesespecializados.En esecaso, previo a la iniciación del acto, el juez
debe hacer saber al profesional a cargo de la entrevista las inquietudes
propuestas por las partes, así como las que surgieren durante el trans-
curso del acto, las que deben ser canalizadas teniendo en cuenta las ca-
racterísticasdel hecho y el estado emocional del menor.
Arts. 1511153 C ~ D I G OPROCESAL PENAL DE RIO NEGRO
Capítulo IV
Conclusión de la investigación preparatoria
Libro III
Etapa intermedia, control del mérito
de la acusación
Título l
Requerimiento de apertura del juicio
Art. 159. -Requerimiento de apertura a juicio. Si el fiscal estima que la investigación
proporciona fundamento para someter a juicio al imputado, presentará la acusación.
Para ello, procederá de esa forma, cuando las pruebas, tomadas en conjunto sean tales
que, en su concepto, justificarían un veredicto condenatorio, en caso de no ser explica-
das o contradichas en la audiencia.
Deberá contener:
1. Los datosquesirvan para identificar al imputado.
2. La relación precisa y circunstanciada del hecho que se le atribuye. En ca-
sodecontener varios hechos punibles independientes, la separacióny el
detalle de cada uno de ellos.
3. La calificación legal.
4. La pretensión punitiva provisoria, cuando ella sea necesaria para fijar la
competencia.
5. La petición de quese proceda de acuerdo al procedimiento abreviado s i
lo estima conveniente.
6. Al ofrecerse la prueba se presentará por separado la lista de testigos y
peritos, con indicación del nombre, ocupación y domicilio. También de-
berá ofrecerse la documental, acompañando copia o indicando dónde
se encuentra para su compulsa.
La acusación solo podrá referirse a hechos y personas incluidas en la formalización de
la investigación aunque se invocare una calificación jurídica distinta de la asignada en
esa oportunidad.
409 LIBRO III - ETAPA INTERMEDIA, CONTROL DEL MERITO ... Arts. 1601164
Título II
Inicio etapa intermedia
Art. 162.-Control dela acusación. Recibido el ofrecimientode pruebasde la defensa
o vencido e l plazo, se designará por sorteo el integrante del Foro de Jueces que habrá
de intervenir en la audiencia de control de la acusación. En la misma, si no se ha hecho
con antelación, a pedido de alguna de las partes, se resolverán las cuestiones aludidas
en el art. 56 a efectos de la unificación de la acusación.
Art. 163. -Audiencia. La Oficina Judicial convocará a las partes a una audiencia. den-
tro de los cinco días, para debatir y resolver las cuestiones propias de esta etapa. S i pa-
raellosejustifica producirpruebas, lasparteslasofrecerán en la misma audiencia y ten-
drán a su cargo la presentación y diligenciamiento de las mismas. De ser necesario po-
v la querella
drán requerir el auxilio iudicial. Al inicio de la audiencia la Fiscalía . . explica-
rán la acusación v. proporcionarán
. . los fundamentos.
La defensa podrá objetar la acusación por defectosformales, solicitar quese unifiquen
.
los hechosobieto de lasacusacionesconforme lodisponeel art. 56.. o~onerexce~ciones
o solicitar el saneamiento o la declaración de invalidez de un acto.
También podrá proponer una reparación concreta, siempre que no hubierefracasado
antes una conciliación, la aplicación de un procedimiento abreviado, o instar el sobre-
seimiento, siempreque para ello nodeban discutirsecuestiones queson propiasdeljui-
cio oral. La decisión que rechace el pedido de sobreseimiento será irrecurrible.
En la audiencia se examinarán los ofrecimientos de prueba, de acuerdo a las reglas de
los artículos siguientes.
Art. 167. -Decisión. Oídas las exposiciones de las partes el juez decidirá todas las cues-
tiones planteadas. Si la complejidad de aquellas lo amerita, se podrá disponer un cuar-
t o intermedio de no más de cuarenta y ocho horas para que el juez informe a las partes
su decisión y losfundamentosde la misma.
Eljueztambién examinará losofrecimientos probatoriosy planteosquecon ellossevin-
culen, ordenando la admisión de las pruebas y de las convenciones probatorias. Solo
podrán ser excluidas las pruebas manifiestaménte impertinentes, por ser notoriamen-
te ajenas al objeto procesal, o sobreabundantes y las que tuvieran por objeto acreditar
hechos públicos y notorios.
~ljuezexcluirálispruebasqueprovengan deactuacionesdeclaradasinválidasy lasque
se hubieren obtenido con inobservancia de las aarantíasfundamentales.
Lo resuelto será irrecurrible, sin perjuicio de hacer reserva de impugnación de la sen-
tencia.
Art. 168.-Apertura a juicio. S i el juez dispone la apertura a juicio resolverá sobre lassi-
guientes cuestiones:
1. El tribunal competente para intervenir en el juicio oral.
2. La acusación admitida.
3. Los hechos que se dieron por acreditados en virtud de las convenciones
probatorias.
4. Las pruebas que se admiten para su producción en el juicio.
LIBRO IV - JUICIO ORAL Y PÚBLICO Arts. 1691171
Libro IV
Juicio oral y público
Título l
Juicio con jueces profesionales
Capitulo I
Normas generales
Art. 169.-Preparación del juicio. Dentrode lostres díasde recibidas las actuaciones, se
hará conocer la integración del tribunal y se fijarán el día y la hora del juicio, que no se
realizará antes de diez días ni después de dos meses.
Las partes procederán a la citación de sus testigos y peritos y presentarán los objetos y
documentosadmitidosa iuicio. La Oficina Judicial dis~ondrálas medidas necesarias Da-
ra la organización y desa;rollo del juicio, pudiendo convocar a las partes a una audien-
cia para tales fines. También auxiliarán a la defensa para la citación de los testigos a jui-
cio. El Ministerio Público Fiscal se encuentra autorizado Dara recurrir al auxilio de la
fuerza pública en casode incumplimiento injustificado.
Si alguna de las partes comparece el día del juicio sin sus testigos y no acredite haberlos
citado, el juez podrá tenerlo por desistidos.
Cuando el querellante no concurra a la audiencia o se aleje de ella sin causa que lo jus-
tifique, se tendrá por abandonada la acción penal por él instada, sin perjuicio deque
pueda ser obligado a comparecer como testigo.
Art. 172. -Continuidad y suspensión. La audiencia del juicio oral se desarrollará en for-
ma continua y deberá prolongarseen sesiones sucesivas hasta su conclusión. Constitui-
rán, paraestosefectos, sesio&ssucesivas, aquellasquetuvieren lugar en eldíasiguien-
t e o subsiguientede funcionamiento ordinariodel tribunal.
EI tribuni¡ podrá suspender la audiencia solamente por razones de absoluta necesidad
y por el tiempo mínimo necesariodeacuerdocon elrnotivo de la suspensión.
Al reanudarla, efectuará un breve resumen de los actos realizados hasta ese momento.
La suspensión de la audiencia o la interrupción del juicio oral por un período queexce-
diere de diez días impedirá su continuación. En tal caso. el tribunal deberá decretar la
nulidad de lo obrado en él y ordenar la realización de un nuevo juicio.
Cuando fuere necesariosuspender la audiencia, el tribunal comunicaráverbalmente la
fecha v hora de su continuación,- lo quesetendrá
. comosuficiente citación.
Para evitar suspensiones el tribunal, en casos complejos que demanden varias semanas
de audiencias, podrá requerir la presencia desde el inicio de algún juez, fiscal o defen-
sor suplente.
Art. 173.-Realización del debateen dosfases. El juicio será divididoen dos partes. En la
primera setratará todo l o relativo a la existencia del hecho, su calificación y la responsa-
bilidad penal del acusado y en la segunda lo relativo a la individualización~dela pena.
Al finalizar la primera parte del juicio el tribunal absolverá o declarará culpable al im-
putado y, en este último caso, otorgará cinco días a las partes para que ofrezcan nuevas
pruebas a fin de fijar la pena. Si media oposición con respecto a las nuevas pruebas, la
admisión o rechazo será resuelta a través de otro juez del Foro de Jueces. De no mediar
oposición el tribunal fijará nueva audiencia señalando día y hora para la culminación.
Art. 174.-Juicio sobre la pena. El juicio sobre la pena comenzará con la recepción de la
prueba según las normascomunes.
Al finalizar el debate y la deliberación el tribunal dictará la sentencia fijando la pena y
modalidad de cumplimiento. El plazo para recurrir la sentencia comenzará a partir de
este último momento.
Art. 175. -Aplicación supletoria. Las normas previstasen este Libro se aplicarán en los
procedimientos especiales, en cuanto sean compatibles y a falta de reglas particulares.
Capitulo II
Desarrollo del juicio
Sección Primera - Apertura
Art. 176. -Inicio de la audiencia. Constituido el tribunal el día y hora indicado se decla-
rará abierto el juicio, advirtiendo al imputado sobre la importancia y el significado de
lo queva a suceder.
LIBRO IV - JUICIO ORAL Y PÚBLICO Arts. 1771179
Art. 178. -Peritos, testigos e intérpretes. Antes de declarar los peritos, testigos e intér-
pretes no se comunicarán entre sí ni con otras personas ni deberán ver, oír o ser infor-
mados de lo que ocurreen la sala deaudiencia. No obstante, el incumplimiento de la in-
comunicación no impedirá la declaración, pero el tribunal apreciará esta circunstancia
alvalorar la prueba.
Los peritos podrán consultar sus informes escritos, o valersede todos los elementos au-
xiliares útiles para explicar las operaciones periciales realizadas, pero las conclusiones
deberán ser presentadas oralmente.
Art. 191.-Sentencia. La sentencia solo podrá dar por acreditados hechoso circunstan-
cias contenidos en la acusación. La sentencia tampoco podrá dar al hecho una califica-
ción jurídica distinta a la de la acusación, salvo quesea en beneficio del imputado y que
la defensa haya tenido posibilidad de refutar esa calificación.
La sentencia condenatoria fijará con precisión las penas que correspondan, no pudien-
do el tribunal aplicar penas más gravesque las requeridas por losacusadores, y deberán
absolver cuando las partes así lo requieran. También resolverá sobre la entrega o deco-
miso de los objetos secuestradosy sobre la imposición de las costas del juicio.
La sentencia absolutoria ordenará la libertad del imputado, la cesación detodas las me-
didas cautelares, la restitución de los objetos afectados al procedimiento que no estén
sujetos a comiso y las inscripciones necesarias.
Será comunicada al Juez de Ejecución cuando correspondiere.
Título II
Juicio por jurados populares
Capítulo I
Normas generales
Art. 192. -Preparación del juicio. Sorteo del juez profesional y del jurado. Dentro de
los diez días hábiles judiciales previos al inicio del juicio la Oficina Judicial sorteará, en
presencia obligatoria de las partes, una lista no menor al doble de jurados requeridos
de acuerdo a la pena prevista y se los convocará a la audiencia para seleccionar el jura-
do. Deentrelosmismos, sedesignarán también losjuradossuplentesa los fines previs-
tos en el art. 201. Si se trata de un jurado compuesto de doce deberán seleccionarse
también tresjuradossuplentesy uno en caso de jurado desietetitulares. Esto será obli-
gatorio paraáquellos casos en que se trate de j;icios con una complejidad que hagan
presumible su extensión por más de tres jornadas. Los suplentes deben presenciar to-
das las audiencias y se integrarán en reemplazo del titular suplantado cuando sea ne-
cesario.
En la mismaoportunidadsesortearáel nombredeljuezprofesional quetendráasu car-
go la dirección del debate.
La notificación de la convocatoria deberá contener la trascripción de las normas relati-
vas a los requisitos, impedimentos e incompatibilidades para el desempeño de la fun-
ción, las causales de excusación v las sanciones previstas para el caso de inasistencia o
falseamiento de la verdad.
LIBRO IV - JUICIO ORAL Y PÚBLICO Art. 193
Art. 193.-Selección del jurado. Con la presencia obligatoria del juez profesional y las
partes, se celebrará una audiencia afin de constituir el jurado imparcial para resolver el
caso.
1. Impedimentos. En primer lugar, severificará que ningunodeloscitados
estécomprendido por un impedimento, para locual el juez preguntará
a losciudadanossi seencuentran comprendidosen alguna de lascircuns-
tancias impeditivas que prevé esta ley.
2. Excusación. Posteriormente, se procederá averificarsi algunode los ciu-
dadanos tiene motivos para excusarse, para lo cual el iuez hará conocer
los motivos para la exc;sa y preguntara s i alguno delos ciudadanos se
encuentra comprendido en una situación que amerite su excusa del ju-
rado.
3. Recusaciónconcausa. Lueqoseprocederá
- . a las recusaciones. para locual
el juez dará la palabra a cada una de las partes para que hagan los plan-
teos aue consideren correspondientes. Para formular sus recusaciones
las podrán, en forma previa examinar a los candidatos a jurado
bajo las reglasdel examen y contraexamen detestigossobre posiblescir-
cunstancias que pudieran afectar su imparcialidad. El juez resolverá en
el acto y, contra su decisión, solo cabrá la reposición. La misma equival-
drá como protesta a los fines del recurso contra el fallo. De todo ello, el
secretario dejará constancia en acta.
4. Recusación sin causa. Finalmente, en la misma audiencia la defensa y el
acusador ~ o d r á n-cada uno-recusar a uno de los iurados titulares sin
expresión'de causa si el jurado es de siete miembrosy a cuatro s i el jura-
doesdedocemiembros.Si havvariosacusadoresvvariosdefensores.de-
berán ponerse de acuerdo y unificar criterios. Cualquier incidencia será
resuelta en el acto por el juez del mismo modo que en el inciso anterior.
5. Designación. Concluido el examen serán designados formalmente-por
orden cronológico del sorteo- la cantidad de jurados titulares y su-
plentes requeridos según el caso, a los que se advertirá sobre la impor-
tancia y deberes de su cargo, que desde ese momento no podrán emitir
criterios sobre la causa n i tomar contacto con las partes y se los citará allí
mismo para la celebración del juicio. Las personas nombradas formal-
mente como jurados no podrán excusarse posteriormente. Las recusa-
ciones e impedimentos fundados sobrevinientes serán resueltos inme-
diatamente a tiempo deser planteados. En este caso, si aún no hubiere
iniciado el juicio, se citará al siguiente de la lista hasta completar el nú-
mero.
6. Integración plural. El jurado deberá quedar integrado, incluyendo los
suplentes, por hombres y mujeres en partes iguales. Se tratará de que,
como mínimo, la mitad del jurado pertenezca al mismo entorno social y
cultural del imputado. Se tratará también, en lo posible, que en el panel
de jurados haya personas mayores, adultas y jóvenes.
Arts. 1941198 C ~ D I G OPROCESAL PENAL DE RIO NEGRO
Art. 196. -Sanción. La persona que habiendo sido designada como jurado no se pre-
senta a cumplir su función de tal, se lo hará compareceraun con el uso de la fuerza pú-
blica, sin perjuicio de establecerse en su contra las responsabilidades a las que hubiera
lugar.
Art. 197. -Realización del juicio en dos fases. En los casos de tribunal de jurados el jui-
cio se realizará en dos etapas.
En la primera se tratará todo lo relativo a la existencia del hecho, la calificación legal y
la responsabilidad penal del acusado. Finalizada esta etapa, el jurado deberá determi-
nar si se han probado los hechos materia de acusación y s i la persona juzgada es no cul-
pable, no culpable por razones de inimputabilidad, o culpable por el delito principal o
por un delito menor incluido. Cuando haya veredicto de culpabilidad, en la segunda
etapa y con la exclusiva intervención de un juez profesional sedeterminarán lasconse-
cuencias d e dicho veredicto.
Las partes podrán solicitar al juez un máximo de cinco días luego del veredicto, para
ofrecer nuevas pruebasafin de fijar la penao medidadeseguridad. En esteactosefija-
rán la fecha y la hora para la culminación del juicio.
Capítulo II
Desarrollo del juicio
Art. 198.-Iniciodelaaudiencia. Constituido el tribunal el día y hora indicado losjura-
dos titulares y los suplentes convocados se incorporarán en la oportunidad prevista pa-
ra el debate, prestando juramento solemne ante el juez. Los jurados se pondrán de pie
y el oficial desala pronunciará la siguiente fórmula: "¿Juráis en vuestra calidad dejura-
dos, en nombre del pueblo, examinary juzgar con imparcialidad y máxima atención la
causa, dando en su caso el veredicto según vuestro leal saber y entender, de acuerdo a
la prueba producida en el juicio, observando la Constitución de la Nación y de la Provin-
cia de Río Negro y las leyes vigentes?", a lo cual se responderá con un "Sí, juro". Reali-
zado el juramento se declarará abierto el juicio, advirtiendo al imputado sobre la im-
portancia y el significado de lo que va a suceder.
Inmediatamentese cederá la palabra al fiscal y alquerellanteparaqueexpliquen el he-
cho del juicio, las pruebas que producirán para fundamentar la acusación y la califica-
ción legal que pretenden para el mismo.
LIBRO IV - JUICIO ORAL Y PÚBLICO Arts. 1991201
Art. 200. -Instrucciones para deliberación de jurados. Una vez clausurado el juicio, el
juez invitará a los jurados a retirarse de la sala y celebrará una audiencia con los aboga-
dos de las partes a fin de que presenten sus propuestas para la elaboración de las ins-
trucciones y sus propuestas deveredicto por el delito principal o los delitos menores in-
cluidos. Seguidamente, decidirá en forma definitiva cuáles serán las instrucciones a im-
partir a los jurados y confeccionará el o los formularios de veredicto, uno por cada he-
cho y por cada imputado, con las distintas propuestas. Las partes dejarán constancia de
sus disidencias u oposiciones para el caso de interposición de recursos contra el fallo.
Los abogados podrán anticipar sus propuestas de instrucciones presentándolas por es-
crito, entregando copia al Juez y los abogados de las demás partes. Esta audiencia será
registrada íntegramente en sistema devideo digital.
jurados. En este caso la suspensión no podrá durar más de tres días, luego de los cuales
se deberá realizar el juicio nuevamente.
Si durante la deliberación losintearantesdel iurado tuviesen dudas sobreel alcance de
las instrucciones,en cualquiera desusaspectos, lo harán saber al juez por escrito y se re-
petirá el procedimiento previsto en el segundo párrafo del artículo anterior para su
posterior aclaración.
Los jurados elegirán su presidente, bajo cuya dirección analizarán los hechos. La vota-
ción será secreta.
Art. 202. -Veredicto. El veredicto deberá versar, respecto de cada hecho y cada acusa-
do, sobre las cuestiones siguientes:
1. ¿Está probado o no el hecho en que se sustenta la acusación?.
2. ¿Es culpable o no es culpable el acusado?.
Tanto para condenar como para absolver, los jurados deberán alcanzar la unanimidad.
Si no se pudiese alcanzar la unanimidad tras u n plazo razonable de deliberación, el
juez, previa consulta con las partes, reconvocará al juradoa la sala y, previa consulta con
su presidente, instruirá al jurado para que retornen a deliberar con la consigna que se
aceptarán veredictosdeculpabilidad o de no culpabilidad por razones de inimputabi-
lidad con diez o másvotos, en caso de jurado de doce miembros, y con seis votos, en ca-
so dejuradodesiete miembros. De no alcanzar esa cifra mínima devotos, la absolución
será obligatoria.
Art. 203. -Presiones para el voto. Incomunicación. Los miembros del iurado tendrán
obligación dedenunciar anteel juez porescrito, atravésdel presidente,;obrecualquier
o ~resiones.influencias o inducciones externasaue hubiesen recibido ara emitir
t i ~ de
S; votoen un senido determinado. A pedido de parte, el tribunal podrá diiponer que
los miembros integrantesdel jurado y los suplentes no mantengan contactocon terce-
ros en relación al juicio, ni con medios de comunicación masivos durante todo el desa-
rrollo del mismo, disponiendo -en su casoel alojamiento en lugares adecuados a cargo
del Estado Provincial.
Art. 204. -Reserva de opinión. Los miembros del jurado están obligados a mantener
en absoluta reserva su opinión y la forma en que han votado. Las boletas utilizadas pa-
ra la votación serán destruidas de inmediato una vez obtenido el veredicto, cuidándo-
se de que no tomen conocimiento de ellas personas ajenas al jurado.
Art. 205. -Pronunciamiento del veredicto. Cuando se haya logrado el veredicto, el ju-
rado será convocado de inmediato a la sala de la audiencia, a fin de que su presidente
dé lectura a lo resuelto. De acuerdo al veredicto, se declarará, en nombre del pueblo,
culpableo noculpableal o a 1osimputados.ConeI pronunciamientodelveredictofina-
lizará la intervención de los jurados.
Art. 206. -Sentencia. Cuando el juicio se celebre por tribunal de jurados, la sentencia
se ajustará a las normas previstas en este Código, pero deberá contener como funda-
mentos de la decisión sobre los hechos probados y la culpabilidad del imputado, la
LIBRO IV - JUICIO ORAL Y PÚBLICO Arts. 2071210
Art. 207. -Aplicación supletoria. Serán aplicables supletoriamente las normas previs-
tas para el juicio común, en cuanto sean compatibles con las reglas particulares de este
Título.
Título III
Procedimientosespeciales
Capítulo l
Procedimiento por delitos de acción primda
Art. 208. -Forma y contenido de la querella. La querella será presentada por escrito,
personalmenteo por mandatariocon poder especial, siemprecon patrocinio deaboga-
do matriculadoy deberá expresar bajo pena de inadmisibilidad:
1. Datos de identidad, domicilio yfirma del querellantey, en su caso, tam-
bién del mandatario.
2. Datosde identidad y el domicilio del querelladoo, si seignora, cualquier
descripción que sirva para identificarlo.
3. Una relación clara, precisa y circunstanciada del hecho, con indicación
del lugar y el momento en que se ejecutó.
También indicará las pruebas que se ofrezcan. señalando en su caso los datos que per-
mitan llevar adelante su produ'cción. Si se trata de testigoso peritos, ademásde loida-
tos personales y domicilio, se deberán indicar los hechos sobre los quedeberán ser exa-
minados o requeridos.
La presentación deberá acompañarse con una copia del escrito para cada querellado.
Art. 209. -Auxilio judicial previo. Cuando no se haya logrado identificar o individuali-
zaral acusadoodeterminarsu domicilio;^ cuando para describirclara, precisa ycircuns-
tanciadamente el delito sea imprescindible llevar a cabo diligencias que el querellante
no pueda realizar por si mismo, requerirá el auxilio judicial indicando las medidas per-
tinentes.
E l juez prestará el auxilio s i corresponde. El querellante presentará su acusación dentro
de los cinco días deobtenida la información faltante. En caso de no hacerlo será conde-
nado en costas y se procederá al archivo de las actuaciones.
Capítulo II
Procedimientosabreviados
Sección Primera - Acuerdo pleno
Art. 213. -Procedimiento y resolución. Las partes solicitarán la aplicación del procedi-
miento abreviado. En audiencia, fundarán sus pretensiones y el juez dictará la resolu-
ción quecorrespondavalorando para ello las evidencias reunidas por las partesy la con-
fesión del imputado.
El juez podrá interrogara las partes sobre los extremos del acuerdo y la información co-
lectada o acordada.
S i condena, la pena que imponga no podrá superar la acordada por las partes y la sen-
tencia no podrá fundarse exclusivamente en la aceptación de los hechos por parte del
acusado.
Art. 214.- Inadmisibilidad.Cuando el juez estimequeel acuerdo no cumple con los re-
quisitos legales, lo declarará inadmisible y el fiscal deberá continuar el procedimiento
seqún el trámiteordinario.
En este caso, el requerimiento anterior sobre la pena no vincula al fiscal durante el jui-
cio, ni la admisión de los hechos por parte del imputado podrá ser considerada.
Art. 217.-Acuerdo. Durante la etapa preparatoria las partes podrán acordar la reali-
zación directa del iuicio. La solicitud se hará ante el Juez de Garantías y contendrá la
descripción del heiho por el que se acusa, el ofrecimiento de prueba dé las partes y la
pretensión punitiva provisional cuando fuere necesario para fijar la integración del
tribunal.
La acusación se fundamentará directamente en el juicio. En lo demás se aplicarán las
normas comunes.
Capítulo lll
Procedimiento para asuntos complejos
Art. 218. -Procedencia. Cuando la investigación sea compleja a causa de la pluralidad
de hechos, del elevado número de imputados o víctimas o por tratarse de casos de de-
lincuencia organizada, a solicitud del fiscal. el juez podrá a;torizar la aplicación de las
normas especiales previstas en esteTítulo.
La autorización podrá ser revocada, a petición de quien considere afectados sus dere-
chos por el procedimiento.
Art. 219. - Plazos. Una vez autorizado este procedimiento, producirá los siguientes
efectos:
1. El plazo ordinario de la prisión preventiva se extenderá hasta un máxi-
mo de dieciocho meses y la duración total del proceso será de cuatro
años improrrogables.
2. E l plazoacordado para concluirla investigación preparatoria serádeun
año y las prórrogasde u n año máscada una.
3. Los plazos establecidos a favor de las partes para realizar alguna actua-
ción y. aquellos
. que establecen u n determinado tiempo para celebrar
lasaudiencias, seduplicarán.
4. Cuando la duración del debate sea menor de treinta días, el plazo má-
ximo de la deliberación se extenderá a cinco días y el de dictar senten-
Arts. 2201222 C ~ D I G OPROCESAL PENAL DE RIO NEGRO
cia a diez días. Cuando la duración del debatesea mayor, esos plazos se-
rán d e diez yveinte días respectivamente.
5. Los plazos de impugnación se duplicarán.
6. El plazo autorizado para la reserva parcial de actuaciones se extenderá
a veinte días.
Art. 220. -Investigaciones bajo reserva. El fiscal podrá solicitar al juez que se autorice
la reserva de identidad de uno ovarios investiaadores de la fiscalía cuando ello sea ma-
nifiestamente útil para el desarrollo de la investigación.
El juezfijará el plazo de la reserva de identidad que solo será prorrogado s i se renuevan
losfundamentosde la petición. En ningún caso podrá superar losseis meses.
Concluidoel plazo, el fiscal presentará al juez u n informedel resultado de las investiga-
ciones, revelando la identidad de los investigadores, los que podrán ser citados como
testigosen el juicio.
El fiscal solicitante será responsable directo de la actuación de estos investigadores.
Capítulo lV
Procedimiento para la aplicación de medidas
de seguridad
Art. 221.-Procedencia.Cuandoelfiscal o lasdemáspartesestimen quesolo correspon-
de adoptar una medida de seguridad, lo solicitarán al juez indicando los antecedentes
y circunstancias que motiven el pedido.
La presentación del fiscal deberá reunir en lo demás los requisitos de la acusación, de-
biendo precisar el hecho atribuido y mencionar la prueba de cargo.
La resolución atenderá todos los puntosde la acusación. ordenará cuando corresponda
la medida de seguridad y dispondrá la remisión de antecedentes a la justicia civil.
Si el juez considera que el encausado es imputable, ordenará la aplicación del procedi-
miento ordinario.
Libro V
Control de las decisiones judiciales
Título l
Normas generales
Art. 222.- Principio general. Las decisiones judiciales solo serán impugnablesen los ca-
sos, por los motivos y en las condiciones establecidas por este Código.
E l derechode impugnar una decisión corresponderátan soloaquien lesea expresamen-
te acordado. Las partes solo podrán impugnar las decisiones judiciales que les causen
agravio.
425 LIBROV - CONTROL DE LAS DECISIONES JUDICIALES Arts. 2231230
Art. 223. -Decisiones durante las audiencias. Durante las audiencias solo será admisi-
ble la revocatoria, que será resuelta de inmediato. Su planteamiento significará la re-
serva de impugnar la sentencia, siempre que el vicio o defecto señalado no sea sanea-
do y provoque un gravamen irreparablea quien lo dedujo.
Art. 224. -Competencia. El tribunal a quien corresponda el control de una decisión ju-
dicial, solo será competente en relación a los puntos que motivan los agravios, salvo el
control de constitucionalidad.
Art. 227. -Desistimiento. Las partes podrán desistir de la impugnación, sin perjudicar
el derecho de las restantes.
El defensor no podrá desistir de su impugnación, salvo que seacreditede manera feha-
ciente la conformidad del imputado.
Título II
Decisiones impugnables y legitimación
Art. 228.-Decisionesimpugnables. Serán impugnables lassentenciasdefinitivas, el so-
breseimiento, la concesión, denegatoria o revocatoria de la suspensión del juicio a
prueba, la que imponga, deniegue o revoque la prisión preventiva y todos los autos
procesales importantes que ocasionen agravio al imputado. Cuando el gravamen sea
reparableen ocasión de revisarse la sentencia definitiva, el recursose reservará para ser
tramitado en esta última etapa.
Podrá ser recurrida por la querella y10 el Ministerio Público Fiscal, con los límites esta-
blecidos en los arts. 234 y 235.
Art. 231. -Sentencia absolutoria. La sentencia absolutoria podrá impugnarse única-
mente porel fiscal y por la partequerellantequeacusó, exclusivamente por los siguien-
tes motivos:
1. Arbitrariedad de la sentencia.
2. Apreciación absurda de las pruebas recibidas en el juicio.
3. También lo será por la defensa y el imputado absuelto si se impone una
medida de seguridad en su perjuicio.
4. La inobservancia o errónea aplicación de la ley.
Art. 232. -Reglas para los juicios con jurados populares. En los juicios ante tribunales
de jurados serán aplicables las reglas del recurso contra las sentencias definitivas men-
cionadas más arriba y constituirán motivos especiales para su interposición:
1. La inobservancia o errónea aplicación de las reglas referidas a la consti-
tución y recusación del jurado y a la capacidad de sus miembros.
2. La arbitrariedad de la decisión que rechace medidas de prueba, contra la
cual se hubiese hecho la correspondiente reserva en laoportunidad del
rechazo, de modo que se hubiera cercenado el derecho de defensa en
juicio y condicionado la decisión del jurado.
3. Cuando se hubieran cuestionado las instrucciones al jurado y se enten-
diera que estas pudieron condicionar su decisión.
4. Cuando la sentencia condenatoria o la que imponga una medida de se-
guridad se derive de u n veredicto de culpabilidad o de no culpabilidad
por razón de inimputabilidad, que sea arbitrario o que se apartare ma-
nifiestamentede la prueba producida en el debate.
5. Solo a pedido del acusado, el Superior Tribunal de Justicia puede dejar
sin efecto cualquier sentencia condenatoria o que imponga una medida
de seguridad derivada del veredicto de culpabilidad del jurado o de no
culpabilidad por razón de inimputabilidad y ordenar un nuevo juicio si
el interés de la justicia así lo requiere.
No procederá recurso alguno contra la sentencia absolutoria, salvo que el acusador de-
muestre fehacientementequeel veredicto de no culpabilidad fue producto del sobor-
no, o de los delitos decoacción agravados, o secuestros extorsivos u otrasgraves intimi-
daciones que eiercieron una coacción sobre él o los iurados.- que
. hubiesen determina-
do elveredicto~bsolutorio.~am~ocoseadmitirá rec;rsoalgunocontra la sentencia ab-
solutoria dictada por el juez ante un jurado estancado.
Art. 235. -Legitimación del fiscal. El fiscal podrá impugnar las decisiones judiciales en
los siguientes casos:
1. El sobreseimiento.
2. La sentencia absolutoria, si hubiere requerido una pena superior a los
tres años de privación de libertad v se dieren las demás condiciones de
admisibilidad formal.
Si la pena requerida hubiese sido inferior a los tres años de privación de
libertad, podrá impugnar siempre y cuando cuente con la conformidad
expresa de la víctima.
~ n ' l o casos
s de juicios por jurados solo podrá impugnar la sentencia ab-
solutoria cuando aleauefehacientementeaue el veredicto absolutorio
del jurado fueobtenido medianteel soborno.
3. La sentencia condenatoria. si la pena aplicada fuera inferior a la mitad
de la pena pretendida. ~ s t ó límites
s no ;egirán s i el imputado esfuncio-
nario públicoy el hecho se ha cometido en el ejercicio de la función o en
ocasión deella.
4. Las decisiones que se tomen durante la ejecución de la pena.
Título III
Procedimiento de la impugnación
Art. 236.-Interposición. La impugnación se interpondrá por escrito, ante el mismo tri-
bunal que dictó la resolución. dentro del plazo de diez días si se trata de sentencia v de
cinco díasen losdemás casos.~nla presentación deberán indicarse los motivos de lim-
pugnación, salvo que el recurso sea interpuesto directamente por el imputado.
Se deberá también designar el domicilio y el modo en que pretenden recibir las comu-
nicaciones del tribunal de la impugnación.
El impugnante deberá acompañar las copias necesarias para ser puestas a disposición
de las otras partes.
Art. 239. -Audiencia. Recibidas las actuaciones, la oficina judicial sorteará el juez que
intervendrá y fijará fecha para la audiencia oral y pública dentro de los cinco días de la
última comunicación.
La audiencia se celebrará con todas las partes o sus abogados, quienes deberán presen-
tar oralmente sus fundamentos y explicar la decisión cuestionada. Los jueces promove-
rán la contradicción entre ellas a los efectos de escuchar las distintas opiniones objeto
de impugnación. Las partes podrán ampliar la fundamentación o desistir de alguna de
las cuestiones. En este acto, el imputado podrá introducir motivos nuevos.
En la audiencia los jueces podrán interrogar a los recurrentes sobre las cuestiones plan-
teadas y sus fundamentos legales, doctrinarios ojurisprudenciales.
Si el impugnante requiere la producción de prueba, la ofrecerá junto con el escrito de
interposición, señalando en forma concreta el hecho que se pretende probar. Quien la
ofreció tomará a su cargo la presentación y los jueces resolverán únicamente con la
prueba admitida y que se produzca.
Art. 240. -Resolución. Cuando la revisión de la decisión sea una sentencia condenato-
ria o absolutoria, a excepción de los procedimientos abreviados, intervendrán tres jue-
ces con funciones de revisión que dictarán por escrito la resolución dentro de losveinte
díasa contar desdequese produjo la celebración dela audiencia. En losdemássupues-
tos, los jueces actuarán en forma unipersonal y deberán resolver oralmente y de inme-
diato, brindando los fundamentos al finalizarla misma.
S i la anulación es parcial, se indicará el objeto concreto del nuevojuicioo resolución. Si
por efecto de la resolución debecesar la prisión del imputado, seordenará directamen-
te la libertad.
Cuando de la correcta aplicación de la ley resulte la absolución del procesado, la extin-
ción de la acción penal, o sea evidente que para dictar una nueva sentencia no es nece-
saria la realización de un nuevo iuicio. el tribunal resolverá directamente sin reenvío.
En estoscasos, si la impugnación fue promovida por el fiscal o el querellante y fuera ad-
versa para el imputado, éste podrá solicitar su revisión ante otros tres jueces.
Título lV
Control extraordinario
Art. 242.-Procedencia y motivos. La impugnación extraordinaria procederá contra las
sentencias dictadas por el tribunal de impugnación.
Procederá en los siguientes casos:
1. Cuando se cuestione la validez de una ley, ordenanza, decreto o regla-
mento que estatuyan sobre materia regida por la Constitución y la deci-
sión sea contraria a las pretensionesdel impugnante.
2. En los supuestos que correspondiere la interposición del recurso extra-
ordinario federal.
3. Cuando la sentencia del tribunal de impugnación resulte contradictoria
con la doctrina sentada en fallo anterior del mismo tribunal o del Supe-
riorTribunal de Justicia sobre la misma cuestión.
Art. 245. -Audiencia. Dentro de los diez días de recibidas las actuaciones, el Superior
Tribunal de Justicia convocará a una audiencia oral y pública, a la que las partes debe-
rán comparecer bajo apercibimiento de tenerse por desistido al recurrente y de allana-
da a la contraria en caso de incomparecencia.
En la audiencia, el recurrente exbesará los fundamentos de su impugnación, pudien-
doampliar losquemanifestaráensu expresión deagraviosy losdebatiráen formaoral
con la contraria.
En la audiencia los jueces podrán requerir precisionesa los recurrentes sobre las cues-
tiones planteadas y sus fundamentos legales, doctrinarios o jurisprudenciales.
Regirán en lo pertinente las reglas del juicio oral.
Art. 247. -Reenvío. Si se reenvía a un nuevo juicio, no podrá intervenir ninguno de los
juecesque integraron el tribunal del juicio anulado.
Si el reenvío procedecomoconsecuencia de un recurso del imputado, en el nuevo juicio
no podrá aplicarse una pena superior a la impuesta en el primero.
Si en el nuevo juicio se obtiene una segunda absolución, esta decisión n o será suscepti-
blede impugnación alguna.
TítuloV
Queja por denegación de recurso
Art. 248. -Procedencia. Cuando sea denegado indebidamente un recurso que proce-
diere ante otro órgano judicial, el recurrente podrá presentarse en queja ante éste, a
fin deque lodeclare mal denegado.
Art. 249. -Trámite. La queja se interpondrá por escrito en el plazo de tres días, desde
que la resolución denegatoriafue notificada. El plazo será ampliado porcinco días más,
en el caso que el órgano judicial ante el cual corresponda no tenga su asiento en la mis-
ma ciudad que el que denegó el recurso que motivó la queja.
El Tribunal de Alzada deberá requerir sin demora los antecedentes del caso al órgano
judicial que los tenga en su podery convocar a audiencia dentro del plazo de cinco días
comunicando a los interesados, a la que las partes deberán comparecer bajo apercibi-
miento de tenerse por desistido al recurrente.
TítuloVI
Revisión de la sentencia condenatoria
Art. 252. -Procedencia. Procederá la revisión de una sentencia firme, en todo tiempo
y únicamente a favor del condenado, por los motivos siguientes:
1. Cuando los hechos tenidos como fundamento de la sentencia resulten
incompatibles con los establecidos por otra sentencia penal.
431 LIBROV - CONTROL DE LAS DECISIONES JUDICIALES Arts. 2531256
Art. 255. -Procedimiento. Para el procedimiento regirán las reglas previstas para las
impugnaciones, en cuanto sean aplicables.
E l Tribunal de lmpugnaciones que prevea la Ley Orgánica podrá disponer las medidas
de pruebas ofrecidas y quefueren pertinentes. Podrá suspender la ejecución de la sen-
tencia y disponer la libertad provisional del condenado.
Título VI1
Ejecución, costas e indemnizaciones
Capítulo 1
Ejecución penal
Art. 257. -Cómputo definitivo. La Oficina Judicial realizará el cómputo de la pena fi-
jando la fecha en que finalizará la condena, la mitad de la misma e indicará el momen-
t o a partir del cual el condenado podrá solicitar salidas anticipadas, libertad asistida, li-
bertad condicional o su rehabilitación y demás beneficios penitenciarios.
El cómputo será siempre reformable, aun de oficio, si secomprueba un erroro cuando
nuevas circunstancias lo hagan necesario. Si alguna de las partes cuestiona e l cómputo,
el planteo será debatido ante el Juez de Ejecución.
A pedido del fiscal, el juez podrá ordenar la detención preventiva hasta queconcluya el
pedido de revocación.
Art. 262. -Control judicial de reglas de conducta. El control de las reglas de conducta
impuestas en las sentencias se hará a través de una oficina judicial especializada, quien
pondrá la información a disposición de las partes, para que puedan hacer peticiones.
De igual modo se procederá en relación a las obligaciones impuestascon la suspensión
del proceso a prueba. En todos los casos la resolución la adoptará el Juez de Ejecución
o designado al efecto por la Oficina Judicial.
Art. 263.-Multa. Si el condenado no paga la multa dentro del plazo que fija la senten-
cia, será citado para que indique si pretende sustituirla por trabajo comunitario o soli-
citar plazo para pagarla o pagar en cuotas.
Si es necesario el juez procederá al embargo y a la venta pública de los bienes embarga-
dos, conforme al Código Procesal Civil o ejecutará las cauciones.
E l importe de las multas será destinado al Patronato de Liberados.
Art. 264. -Revisión. La decisión del juez de ejecución que conceda o deniegue las sali-
das anticipadas, su libertad condicional. o su libertad asistida, podrán ser revisadas en
audiencia'portresjuecesdistintosdelqueaplicólamedidacuestionada.~asolicitudde-
berá realizarse inmediatamentey la audiencia cumplidaen el término decincodías. Los
jueces resolverán inmediatamente.
Capítulo II
Otras decisiones
Sección Primera - Medidas de seguridad
Art. 265. -Revisión y reglas especiales. Las reglas establecidas en el Capítulo anterior
regirán para las medidasdeseguridad en loquesean aplicables.
No obstante, se observarán las siguientes disposiciones:
1. En caso de incapacidad intervendrá el representantelegal, quien tendrá
la obligación devigilar la ejecución de la medida.
2. E l juez determinará el establecimiento adecuado para la ejecución y po-
drá modificar su decisión, incluso a petición del representante legal o de
la dirección del establecimiento.
3. Eljuezexaminará periódicamentela situación dequien sufre una medi-
da, fijando un plazo no mayor de seis meses, entre cada examen; la de-
cisión versará sobre la cesación o continuación de aquella.
4. La denegación de la externación será revisableen la forma prevista para
la libertad condicional.
Estas serán impuestas a la partevencida, salvo que el tribunal halle razón suficiente pa-
ra eximirla total o parcialmente.
Art. 268. -Condena. Las costas serán impuestas al acusado cuando sea condenado o
cuando se le imponga una medida deseguridad. El precepto no regirá para la ejecución
penal ni para las medidas cautelares.
S i en una sola sentencia se pronuncian absolucionesy condenas, el tribunal establece-
rá el porcentaje que corresponde a cada uno de los responsables.
Los condenados por u n mismo hecho responderán solidariamente por las costas.
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