ANALISIS de El Viejo y El Mar
ANALISIS de El Viejo y El Mar
ANALISIS de El Viejo y El Mar
1. Datos Generales:
• Contexto Histórico-Social:
2. Análisis de forma
• Vocabulario:
Maestro del relato, escribió Tres relatos y diez poemas (1923), En nuestro
tiempo (1924), Hombres sin mujeres (1927) y El que gana no se lleva nada
(1933). Entre sus novelas destacan Fiesta (1926), Adió s a las armas (1929),
Tener y no tener (1937), Por quién doblan las campanas (1940), Hombres
en guerra (1942), Al otro lado del río y entre los á rboles (1950), El viejo y el
mar (1952).
3. Análisis de contenido
a) Género de la obra
Fisicamente:
Psicologicamente:
Un viejo ya hace ochenta y cuatro días que no pesca uno só lo, sin embargo
Manolín, un muchacho bueno es su mejor amigo que le apoya en sus apuros.
Pero un día logra pescar un Merlín, un pez muy grande. En el alta Mar el
pez Merlín le arrastra bote y todo má s allá de las playas. Es una dura lucha
entre el viejo y el pez, Hasta que luego de tres días, logra Matar al pez, que al
mismo tiempo se ha convertido en su adversario y en su “hermano”. De
regreso todavía tuvo dura lucha con los tiburones que querían quitarle a
Merlín. El viejo piensa que ha perdido, pero Manolín lo reanima y le hace
ver que es un victorioso que ha logrado la admiració n y el respeto de los
pescadores y de otros que lo conocen. El viejo se queda profundamente
dormido, esta vez soñ ando con los leones marinos.
Directa
i) Figuras literarias.
Comparaciones:
Tan rá pidamente como el má s rá pido pez en el mar.
Luego vino a la choza del viejo como lo había hecho las mañ anas anteriores.
Epítetos:
Mejor pescador
Primer cuarto
Largas playas
Principales amigos
Metáforas:
Agua mala.
4. Valores.
Voluntad
Actitud
Obediencia
Humildad
Respeto
Compañ erismo
6. Apreciación Crítica
El avance del Fascismo y los errores de la 1a Guerra Mundial hacen de 1920 una
época de desilusiones; Del colapso de los valores tradicionales surge entonces la
Literatura amarga y dolorida da la Generació n Perdida cuando el viejo orden y las
viejas armonías quedaron perturbados; Así, flotaba en el ambiente la duda, el
escepticismo, la irreverencia, la sospecha y hasta el desprecio cínico de los valores
tradicionales; Era el momento de la Generació n Perdida, de aquellos que habían
perdido la fe, se refugiaban en la amargura y ponían en tela de juicio todos tos
ideales; pero, no obstante, miraban el mundo con escrutadora curiosidad, con
inquieto descontento después con actitud critica y de aná lisis severo.