1 La Importancia de La Predicación, Cap 1

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 7

CAPÍTULO I

LA
IMPORTANCIA
DE LA
PREDICACIÓN

La iniciativa de la predicación

1. ¿Quién tomó la iniciativa de la predicación?


2. ¿Quién fue el primer predicador?
3. ¿Quién fue el que predicó el primer mensaje de
salvación?

La respuesta tiene un solo nombre: Fue Dios.

Fue Dios es que tomó la iniciativa de la predicación, fue él


quien dio el primer mensaje de misericordia al hombre
necesitado allá en el Edén.

Las primeras buenas nuevas escuchadas por Adán y Eva


inmediatamente después de la caída, provinieron de los labios
de Dios.

Cuando el hombre pensaba que estaba acabado y que no había


ninguna salida, Dios tomó la iniciativa y les predicó el primer

5
mensaje de misericordia diciéndoles que la herida recibida no
era de muerte. Que había una salida para ellos.
El primer sermón predicado fue y debe seguir siendo de amor y
misericordia: "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre
tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú
le herirás en el calcañar."(Gen 3:15)

Dios llama a hombres y mujeres a la predicación

Desde esa época Dios busca hombres y mujeres que estén


dispuestos a ser sus mensajeros. Llama y prepara a un grupo
especial para que sean sus "evangelistas" que vayan por todo
el mundo a predicar las buenas nuevas.

"¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han


creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han
oído? ¿Y cómo oirán sin haber quién les predique? ¿Y
cómo predicarán si no fueren enviados? Como está
escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que
anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!".
(Rom 10: 14, 15)

De acuerdo a los dones otorgados a la iglesia, Dios constituyó


"evangelistas" (Ef 4: 11); y a éstos les insta a predicar la
palabra en todo momento.

"Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo,


que juzgará a los vivos y a los muertos en su
manifestación y en su reino, que prediques la palabra;
que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye,
reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina".
(2Tim 4: 1,2)

Con la predicación el cristianismo se sostiene o se derrumba.


La predicación es el principal medio de difusión del evangelio,
por lo tanto es una necesidad impuesta por el Señor Jesucristo:
6
"Pues si nuncio el evangelio, no tengo por qué
gloriarme; porque me es impuesta necesidad, y ¡ay de
mí si no anunciare el evangelio!" (1Cor 9: 16)

¿Qué es homilética?

Es la retórica aplicada a los discursos sagrados. Es la ciencia


que enseña (homilía) los principios de la predicación para el
beneficio espiritual de los oyentes.

“Homilía es la ciencia de la cual la predicación es el


arte y el sermón es el producto terminado”.

1. Es una ciencia porque se basa de leyes, de orden y de


conocimientos de la mente humana para el aprendizaje.

2. Es un arte; debe presentar el mensaje con belleza. Es un


arte porque quita la rigidez de la ciencia. Para ello requiere
de la imaginación, de la iniciativa propia y de su vivencia
con Dios.

3. Entonces la homilética debe tener ciencia, arte y


experiencia vivencial con Dios.

¿Qué es la predicación?

La predicación es la proclamación de la verdad divina que


comparte con el hombre la bondad de la reconciliación y las
profundidades del amor de Dios.

Por lo tanto la predicación no es un discurso de sabiduría


humana ni de la capacidad del hombre. La predicación es de
origen divino.

7
Dios es el que envía: "Kerusso" que significa "proclamar".
Dios es el mensaje: "Euaggelizo" que "las buenas nuevas de su
amor" y Dios es el "dínamus", el poder de la predicación.

"Y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras


persuasivas de humana sabiduría, sino con
demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra
fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino
en el poder de Dios". (1Cor 2: 4, 5)

La predicación es teológica. El predicador se pone en lugar de


Dios. Dios habla a través del predicador. Dios da a su Palabra
voz viva a través del predicador. Existe una conexión real
entre Dios y el predicador. Dios enviste de autoridad al
predicador.

El personaje centra de la predicación

El Personaje es Cristo. "Nosotros predicamos a Cristo


crucificado" (1Cor 1:23). "Pues me propuse no saber entre
vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado"
(1Cor 2:2).

"Pero en muchos no se presenta la cruz de Cristo ante


la gente. Tal vez algunos estén escuchando el ultimo
sermón de su vida y algunos no volverán a estar en
condiciones tales que se les pueda volver a presentar la
cadena de verdad y darle una aplicación práctica a sus
corazones". (1JT, 525,526)

“Los discursos teóricos son esenciales para que todos


conozcan la forma de la doctrina y vean la cadena de la
verdad, eslabón tras eslabón, unida en un conjunto
perfecto. Pero jamás debe presentarse un discurso sin
presentar a Cristo y Cristo crucificado como
fundamento del Evangelio...”. Ibíd.
8
Toda predicación debe ser cristológica. Cristo es el tema de
predicación. Cristo es la materia.

Sólo presentando a Cristo se cumple con la misión de la


predicación. El predicador puede partir de cualquier tema pero
siempre debe terminar en el Señor Jesucristo.

El Espíritu Santo en la predicación

El Espíritu Santo debe poseer al orador. Nadie puede hablar de


Dios y de Cristo sin el Espíritu Santo. Sin él es sólo un
discurso de origen humano. Para que sea verdadera
predicación el predicador debe estar imbuido por el Espíritu
Santo.

Predicar es proclamar el mensaje de salvación bajo la


influencia del Espíritu Santo. Sólo su santa influencia antes y
durante la predicación le dará verdadera fuerza y poder.

El carácter litúrgico de la predicación

La predicación dentro de la iglesia debe servir como la parte


central de la adoración a Dios. Debe servir de instrucción para
los oyentes. Forma parte de la ceremonia litúrgica.

Debe llamar al pueblo a la comunión con Dios. El predicador


es el profeta que llama al pueblo a considerar los caminos de
Dios. La predicación está atada al contexto de la iglesia y por
lo tanto debe servir de comunión a Dios y a su misión. Su
naturaleza es crear conciencia de pertenencia a Dios; de ser un
pueblo escogido por Dios en todos los ramos de la vida, y
siempre tiene que llamar a la santidad.

La predicación siempre debe ser persuasiva

9
La predicación tiene un objetivo persuasivo. Su objetivo
primordial es persuadir a entregarse por completo al Señor.
Procura que el oyente cambie de actitud con respecto a Cristo.
Persuadir no es sólo que el oyente sienta simpatía con el
mensaje o que disfrute del él, sino que responda con fe y
obediencia.

Para que la predicación sea efectiva y completa no es


suficiente proclamar la belleza de la gracia divina sino
persuadir para que las personas se comprometan con el
mensaje y que se entreguen sin reserva.

“El objeto de la predicación no es solamente transmitir


información, meramente convencer el intelecto, e
impartir conocimiento. Debe hacer más que esto. Las
palabras del ministro deben alcanzar los corazones de
los oyentes”. (TM, 62)

CUALIDADES DEL PREDICADOR

No sólo es importante el mensaje, sino también el mensajero.

“Que nadie engañe a su propia alma. Si albergáis


orgullo, estima propia, un amor a la supremacía,
vanagloria, ambición impía, murmuración,
descontento, amargura, maledicencia, mentira, engaño,
calumnia, no tenéis a Cristo morando en vuestro
corazón”. (TM, 441)
CUALIDADES NECESARIAS

1. Profunda experiencia de conversión (1Jn.3:1).

“Nuestros ministros necesitan una transformación de


carácter. ”. (TM, 143)

10
2. Conducta moral correcta (1Tim 3:8-13)
a) Madurez moral:
b) Madurez espiritual.

3. Sentido profundo de responsabilidad.

Fortaleza del predicador

1. Contacto directo con los hombres


2. Un sentido de necesidad personal en su preparación.
3. Su posición provisoria, (se pasa por alto algunos errores)

Desventajas del predicador

1. La falta de tiempo
2. La falta de estudios (teológicos)
3. La tendencia a un desequilibrio ( un solo aspecto)
Peligros del Predicador
1. El deseo de desplazar o reemplazar al pastor
2. Imitar a algún pastor
3. Enorgullecerse. Autosuficiencia.

11

También podría gustarte