06 Los Dones Del Espirítu Santo III
06 Los Dones Del Espirítu Santo III
06 Los Dones Del Espirítu Santo III
A sí como en los tiempos de Moisés, Dios les dió bendiciones a su pueblo en Canaán, ahora en nuestros tiempos Dios nos
sigue ofreciendo una tierra de bendición que es literal y espiritual, pero al igual que la Canaán terrenal hoy Dios envía a su
Espíritu Santo para que reparta dones (regalos) entre su Iglesia conforme.
L a palabra griega que se utiliza para traducir don es Charisma, que quiere decir regalo, pero también indica un favor que
se recibe sin tener mérito para ello (Strong), un don involucrando gracia de parte de Dios como el dador por las
operaciones del Espíritu Santo en la Iglesia.
Estos dones son dados por Dios a través de su Espíritu Santo y no son para uso particular o personal. Se manifiestan por la
operación del Espíritu Santo y la unción que Dios hace descender en un momento determinado.
Según 1 Co. 12:8-10 los dones del Espíritu se dividen en tres grupos: de revelación, de inspiración y de poder, ahora en
este estudio veremos los dones de poder.
La palabra “poder” se traduce del griego dunamis que significa capacidad de llevar a cabo cualquier cosa (Strong 1411), y
el único que puede llevar a cabo cosa poderosas es Dios, (Lc. 1:37) Se les llama de “poder” porque se relacionan con
aspectos sobrenaturales que son evidentes para todas las personas, en este grupo están los dones de Fe, de Sanidades y
de Milagros.
Fe se deriva del griego pistis que significa firme persuasión, convicción basada en lo oído (Strong 4102), esto indica
que este tipo de don produce en el creyente una firme convicción, y un pleno reconocimiento de la verdad de Dios (1
Ti. 2:4; 2 Tes. 2:11-12).
Lo conduce a una rendición personal a Él (Jn. 1:12) y a tener una conducta inspirada por esta rendición (2 Co. 5:7)
(Diccionario Vine), por esa razón es que en el libro de Hebreos se dice que la fe es la certeza de lo que se espera, la
convicción de lo que no se ve (He. 11:1).
La fe tiene diversas facetas, pero también como don tiene distintas funciones:
Traer arrepentimiento, como en el caso de Pedro cuando Jesús le dice que ha sido pedido para ser zarandeado,
pero que Él mismo le ha rogado al Padre para que su fe no falte (Lc. 22:31-32; 22:62). .
.
2. DON DE SANIDADES (1 Co. 12:9).
Sanidad viene de la palabra griega iama significa una sanidad (el resultado del acto) (Strong 2386), indicando que el
resultado de este don es sanidad, una manifestación maravillosa para bendición de la Iglesia.
La unción para sanar es una porción del poder de Dios que juntamente con el don nos capacita para llevar a cabo la
sanidad, es como una parte del poder de Dios usándonos como un instrumento en sus manos para glorificar el
Nombre de Dios. Las características de este don son:
Ministerios Ebenezer Escuela de Doctrina
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Un día Jesucristo se encuentra enseñando y la Biblia menciona que con Él estaba el don de sanar (Lc. 5:17), con esto se
observa que Jesús actuaba según la unción que se movía en un momento determinado, lo que nos lleva a pensar que
cuando Dios envíe su unción para sanidad muchos van a ser sanados, por lo que debemos estar pendientes de ese
momento.
El don no es inherente a la persona, cuando Jesús sanaba era porque salía poder de Él (Lc. 6:17-19). Aunque Cristo
fue investido de poder de lo alto, no actuaba por sí mismo, sino que se movía dentro de la voluntad del Padre.
El término “milagro” en este versículo se traduce de la palabra griega dunamis que quiere decir poder, capacidad
inherente. Se usa de obras de origen y carácter sobrenatural, que no podrían ser producidas por agentes y medios
naturales (Strong 1411).
El cristiano que tiene el don de milagros, tiene la capacidad de hacer obras sobrenaturales por medio del poder del
Espíritu Santo. Los milagros que Dios hace por medio de sus vasos, son realizados con propósitos específicos, los
cuales pueden ser:
Confirmar la Palabra que ha sido predicada por los ministros, a fin de que nuestra confianza no esté puesta en
la sabiduría de los hombres sino en el poder de Dios (1 Co. 2:4-5). En cuanto a esto es muy importante notar el
orden que Dios mismo ha establecido: Primero la Palabra y luego los milagros.
A lo largo del ministerio de Nuestro Señor Jesucristo en la tierra podemos notar muchos milagros que Él hacía, los
cuales confirmaban la Palabra que enseñaba y también lo confirmaban a Él como el Hijo de Dios, sin embargo también
podemos notar que en algunos casos no pudo hacer muchos milagros a causa de la incredulidad de la gente (Mr 6:5-
6), lo cual significa que la operación de milagros puede ser una consecuencia de la fe que nosotros tengamos.
E l don de Fe se manifiesta para hacer la obra del Señor, el de Sanidades opera salud física sobre los hombres en
momento de unción y el de Milagros se manifiesta en un momento específico y es contra la ley natural. Los dones
del Espíritu Santo son un regalo inmerecido de Dios por lo cual debemos apreciarlos y sobre todo anhelarlos, ya que
sirven para la edificación de la Iglesia.