Estados Emocionales de La Personalidad
Estados Emocionales de La Personalidad
Estados Emocionales de La Personalidad
Este elemento del vivenciar, de suma relevancia, requiere de algunas definiciones importantes para su comprensión.
La emoción es un movimiento afectivo que se presenta como la reacción ante estímulos externos o internos. Son fugaces,
momentáneos, de gran intensidad, y de exteriorización inmediata y evidente. Se relaciona con respuestas autonómicas.
Por ejemplo, una reacción emocional de rabia o angustia o intensa alegría.
Los sentimientos son movimientos afectivos más estables y duraderos en el tiempo, que habitualmente no comprometen
algún componente fisiológico. Por ejemplo, el sentimiento de tristeza en relación a un duelo.
El estado de ánimo o humor básico es el estado más permanente o basal. El cambio del estado de ánimo es un cambio
que compromete el sentimiento y las emociones. Puede comprometer aspectos fisiológicos como el apetito, sueño o la
sexualidad. Las dos principales alteraciones del estado de ánimo son la depresión y la manía. A continuación, se definen
los principales estados afectivos.
Ansiedad: Estado emocional desagradable asociado a cambios psicofisiológicos (ej, taquicardia) ligados a un estado de
alerta y se vivencia con tensión y preocupación. Tiene diferentes intensidades (desde la ansiedad “normal” hasta la
ansiedad “patológica”).
Tensión: sentimiento de inquietud física, de elevada excitabilidad, que despierta en el observador la sensación que el
paciente puede reaccionar en cualquier momento.
Tristeza: Estado afectivo de pena, amargura, desesperanza, desamparo, pesimismo, abatimiento y desánimo.
Euforia: Estado afectivo en que el paciente experimenta un sentimiento de ánimo elevado caracterizado por un bienestar
psíquico y físico que no corresponde al estado de ánimo habitual del sujeto. Se caracteriza por ser EXPANSIVO, donde se
expresan los sentimientos sin inhibición e incorporando a los otros y a su entorno.
Afecto heboide: Estado afectivo caracterizado por la superficialidad y lo no contagioso, que muchas veces es inadecuado a
la situación o circunstancia. Puede ser “payasero” o “chancero”.
Afecto pueril: Estado afectivo en que el acento esta puesto en la apariencia ingenua, inocente y muchas veces infantil.
Chanceria: estado afectivo caracterizado por la displicencia, que mezcla humor con una conducta desafiante.
Depresión o ánimo depresivo: Disminución cuantitativa del estado de ánimo, que es vivida por el sujeto como un
sentimiento de tristeza la mayor parte del tiempo. Generalmente existe algún compromiso fisiológico y/o cognitivo.
Desánimo: Similar al ánimo depresivo. El acento esta puesto en la incapacidad del sujeto de entusiasmarse para iniciar
una actividad, es característico de los cuadros depresivos.
Apatía: Estado afectivo que se caracteriza por la ausencia de respuesta emocional frente a sí mismo y al mundo. Viene del
desinterés.
Labilidad afectiva: Reacciones emocionales asociadas a la tristeza. Generalmente es una reacción emocional que aparece
con estímulos mínimos. Son intensos y muchas veces de corta duración.
Irritabilidad: se refiere a una excesiva sensibilidad en que el paciente tiende a reaccionar de forma impaciente, tensa y
agresiva.
Disforia: Estado afectivo que se caracteriza por una oscilación entre un estado de tristeza y ansiedad, con sensación de
irritabilidad, desagrado, e inquietud.
Sentimiento de culpa: Sentimiento de remordimiento por acciones o pensamientos, que requieren algún tipo de castigo.
Sentimiento de minusvalía: Sentimiento de inutilidad, incapacidad e indecisión donde se pierde la confianza en las propias
capacidades.
Aplanamiento afectivo: Disminución de la capacidad de respuesta emocional y modulación de los afectos. Impresiona
como indiferencia emocional, con una disminución de la capacidad de empatía. Aparecen como distantes y lejanos tanto
en el transmitir sus propias emociones o sentimientos como en la respuesta a emociones ajenas.
Discordancia ideo-afectiva: La observación de un estado afectivo contrario a lo que el sujeto está describiendo o
vivenciando.
Perplejidad: estado afectivo caracterizado por angustia, extrañeza y asombro frente a situaciones extrañas o nuevas. Se
vive con desconcierto.
Miedo: Vivido como una reacción emocional frente a una situación de la cual hay que huir o bien enfrentar con todas sus
energías. Tiene un componente psico-fisiológico, muy similar a la ansiedad, pero en el miedo el sujeto es capaz de
identificar la causa que le provoca este estado. Lo más intenso es el PAVOR; y en un grado menor es el TEMOR.
Pánico: Se refiere a un estado afectivo episódico en el que el paciente vive una intensa y aguda ansiedad. Está
acompañado de sensaciones de temor y cambios psico-fisiológicos. Siente una necesidad imperiosa de Huir. Tiene la
vivencia del TERROR, en que algo puede ocurrir con grave perjuicio para sí mismo u otros.
Humor paranoide: estado afectivo relacionado con la desconfianza y vivenciado con tensión, en que existe la impresión de
que los demás ocultan o traman algo perjudicial para el sujeto.
Hostilidad: estado afectivo que involucra una conducta francamente agresiva con los demás.
Incontinencia afectiva: Evidente incapacidad para contener las emociones. Muchas veces surge una emoción sin un claro
gatillante.
Disociación ideo-afectiva: Separación o no contacto entre la respuesta emocional y la experiencia que el sujeto vive o
siente.
RASGOS DE PERSONALIDAD:
Paranoide
- Suspicaz
- Desconfiado
- Celoso
- Rencoroso
- De ideas extremas o incorporadas con cierto fanatismo
Esquizoide
- distanciamiento social
- restricción de la expresión emocional
- solitario
- aplanado
- interés restringido por las relaciones sociales
Esquizotipico
- capacidad reducida en sus relaciones interpersonales
- comportamiento excéntrico
- experiencias perceptivas inhabituales
- suspicacia o ideación paranoide
- pensamientos o lenguaje peculiar
Limite
- inestabilidad afectiva
- impulsividad
- temor al abandono
- sensación de vacío crónico
- ideación suicida o automutilación
- alteración de la identidad del yo o difusión de identidad
- disociativo o paranoide ante el estrés
- alta reactividad emocional
- relaciones personales inestables (idealización-devaluación)
Histriónico
- excesiva emotividad
- centro de atención
- comportamiento seductor, corporal, dramático, sugestionable, superficial, relaciones subjetivamente intimas
Narcisista
- Grandioso
- Falto de empatía
- Necesidad de admiración
- Explotador
- Envidioso
- Pretencioso, especial, arrogante
Antisocial
- Desprecio
- Violación de los derechos de los demás
- No sigue normas sociales
- Deshonesto
- mentiroso
- irresponsable
- Irritable
- Impulsivo
- Sin culpa (frialdad)
Obsesivo-compulsivo
- afán por el orden, perfeccionismo
- control mental y de las relaciones
- escasa flexibilidad, espontaneidad y eficiencia
- listas, detalles, trabajólico, no delega
- escaso tiempo de esparcimiento y ocio
- escrupuloso, obstinado (en temas morales)
- no se deshace de cosas
Dependiente
- Necesidad que se preocupen de ellos
- Genera sumisión, adhesión, temor excesivo a la separación y abandono
- Indeciso (sin el apoyo del resto)
- Otros asumen sus responsabilidades
- No expresa desacuerdos
- Sin iniciativa
- Asume tareas desagradables
- No se siente capaz de cuidarse solo
- Constantemente con alguien
Evitativo
- inhibición social
- sentimientos de inferioridad e ineptitud
- hipersensible a la evaluación negativa
- evita el contacto social por el temor a la evaluación, humillación, a la critica
Los rasgos también se han intentado agrupar en dimensiones (como la última clasificación del DSM-5:
Es decir, la personalidad es la forma en que pensamos, sentimos, nos comportamos e interpretamos la realidad, mostrando
una tendencia de ese comportamiento a través del tiempo, es la forma en que nos vemos a nosotros mismos, a los otros y
al mundo que nos rodea. La personalidad será fundamental para el desarrollo de las demás habilidades del individuo y
para la integración con grupos sociales y el enfrentamiento de los problemas y el estrés.
Los patrones de comportamiento que conforman la personalidad son los denominados “rasgos de personalidad”. Los
rasgos de personalidad son, en general, puramente descriptivos del comportamiento. Las Teorías de la Personalidad, en
cambio, intentan explicar cómo se desarrolla la personalidad y esos rasgos de personalidad. Evidentemente, existen
diversas teorías acerca de cómo se establece una determinada personalidad en la infancia, adolescencia y adultez-joven.
Lo que sí es claro, es que su conformación es un constructo multifactorial. Sólo algunos ejemplos sobre teorías explicativas
de la conformación de la personalidad.
- Manifestaciones inespecíficas de debilidad yoica: falta de control de impulsos, incapacidad para tolerar la angustia,
insuficiente desarrollo de canales de sublimación (dificultades en la tolerancia a la frustración).
- Tendencia problemática del súper yo: puede manifestarse como el apego a normas morales por el "qué dirán" o en
conductas antisociales, mentira crónica, robo, engaño, estafa, agresiones abiertas a otros o explotación parasitaria.
- Síntomas neuróticos crónicos, polimorfos y difusos: presencia de angustia, depresión, fobias, síntomas obsesivos,
tendencias hipocondríacas.
Las teorías de la personalidad intentan explicar la forma en que se construyen las diferentes personalidades. La
psicoterapia intenta producir cambios en las formas de ser y se basan en las teorías psicológicas para generan cambios.
Por ejemplo, la Terapias cognitivo-conductuales basarán sus intervenciones identificando los esquemas cognitivos
predominantes que generan conflicto y junto con el paciente los identificarán, tomarán conciencia de ellos y trabajarán en
los mismo. Por otro lado, las psicoterapias de orientación psicoanalítica trabajarán sobre cuáles son los impulsos o
conflictos inconscientes detrás de las conductas y trabajarán sobre cómo identificarlos y tener conciencia de ellos para
producir cambios.
Sin embargo, lo que identificaremos inicialmente en quienes estemos evaluando son sus comportamientos y conductas, las
cuales nos darán cuenta de la personalidad del sujeto. A pesar de que existen múltiples rasgos de personalidad, a
continuación una breve explicación de los rasgos de personalidad más frecuentes.
Los rasgos de personalidad son puramente descriptivos de los comportamientos y las conductas. Finalmente, todas las
personas pueden tener diferentes rasgos de personalidad o estos pueden “aparecer” en ciertos momentos con fines
adaptativos. Por ejemplo, en ciertas situaciones es “adaptativo” que surjan los rasgos paranoides. Por ejemplo, si uno entra
a un lugar peligroso o se está relacionando con personas que pueden agredir o dañar, es más adaptativo ser suspicaz; o
cuando hay que entregar un trabajo final, que surjan ciertos rasgos más obsesivos puede ayudar a realizar un mejor
trabajo; o los emprendedores deben entusiasmar al resto para incorporarlos en los proyectos, por o cual los rasgos
narcisistas e histriónicos pueden ayudar. Evidentemente hay rasgos de personalidad que son desadaptativos por definición
como los rasgos límite de personalidad.