Ejemplos de No Aplicabilidad 8.5.1 ISO 9001 2015
Ejemplos de No Aplicabilidad 8.5.1 ISO 9001 2015
Ejemplos de No Aplicabilidad 8.5.1 ISO 9001 2015
1 9001 2015
Cuando por las especiales condiciones de trabajo no sea posible la validación de los productos
resultantes, de forma que los fallos solamente pueden detectarse en el momento de su
utilización o del disfrute del servicio, deberán validarse los procesos correspondientes, a fin de
que puedan demostrar previamente la suficiente capacidad para conseguir los requisitos
establecidos.
La norma está diciendo que, si no sabemos si un producto o servicio está bien o mal antes de
entregarlo al cliente, debemos validar los procesos que han realizado dicho producto. Para ser
más precisos, debemos validar aquellos procesos que han hecho algo que después no
podremos saber si está bien o mal.
Los procesos de fundición de metales son un ejemplo típico de esto. Salvo que se disponga de
técnicas de análisis de rayos X o de infrarrojo y compruebe cada pieza una por una, no
podemos estar seguros de que determinada pieza de fundición no tiene grietas o poros en su
interior. Estos defectos pueden cambiar las propiedades mecánicas de la pieza, o generar
defectos de aspecto cuando el cliente proceda a mecanizarlas.
Otro ejemplo típico de esto es la producción de fármacos. Es muy importante que cada dosis
incorpore la cantidad exacta de cada componente; pero el laboratorio no puede verificar cada
dosis que produce, ya que, para analizar una dosis en concreto, necesita destruir dicha dosis.
Si en su organización se presenta algún caso como estos, y aquello que no se puede validar
afecta a la calidad del producto final resultante, entonces debe realizar una validación de estos
procesos.
¿Cómo se valida un proceso? La validación tiene que demostrar la capacidad de los procesos
para alcanzar los resultados planificados. Es decir, la validación debe ser demostrar que,
haciendo las cosas de una determinada manera, el resultado es siempre, o casi siempre,
satisfactorio.
Si queremos demostrar que una determinada forma de hacer las cosas da resultados positivos,
lo que debemos hacer es definir de qué forma vamos a hacer las cosas, repetir varias veces la
experiencia bajo las condiciones definidas, y verificar el resultado obtenido. Si el resultado es
siempre bueno (los resultados están dentro de un rango de aceptación), habremos encontrado
“el secreto” para hacerlo siempre bien. Este secreto, se plasmará en las disposiciones para los
procesos.
La aprobación de equipos y calificación del personal. Aquí se nos dice que la validación de un
proceso debe dar como resultado el establecimiento de qué máquinas o equipos son los que
se han de utilizar para ejecutar dichos procesos y cuál es la categoría profesional que debe
tener el personal que ejecute dicho procesos.
Los requisitos de los registros. Los registros que se generen durante la producción o la
prestación de servicio, será la información más valiosa que tendrá sobre el desarrollo de
aquellos procesos cuyo resultado no puede verificar antes de que el cliente haya hecho uso de
él. La organización debe definir los requisitos tanto en la recogida de información como en la
reacción ante dichos resultados. Quizás no podemos verificar todo lo que se produce, pero sí
una pieza de cada 100 (destruyéndola), y reaccionar de una determinada manera si el
resultado no es el esperado.
La revalidación (cambio en los factores del proceso). Si no modificamos nada del proceso
productivo es muy probable que no queramos cambiar nada del proceso si éste da resultados
positivos. En este caso no es necesario tocar nada, no hace falta re-validar el proceso. Pero si
se modificamos ligeramente el producto, un útil de fabricación, o se ha decidido introducir una
mejora, entonces es muy probable que optemos por re-validarlo todo otra vez, porque
consideramos que dicho cambio puede afectar al resultado. Lo que establece la Norma es que
debemos plantearnos las condiciones bajo las cuales deberá volverse a re-validar un proceso.
Ejemplos: