Guia de Lectura Assadourian
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ASSADOURIAN, Carlos S. (1994) “Los señores étnicos y los corregidores de indios en la conformación del
estado colonial”, en Transiciones hacia el sistema colonial andino, El Colegio de México/IEP, Lima, pp. 209-
279.
Contexto histórico/ Coyuntu- Actores sociales grupos/ Posiciones de cada grupo o actor/
Períodos ra - Debates instituciones Conflictos
La legislación anterior a la in- El partido de los in- El partido de los indios: trataron
1564-70 troducción de los corregido- dios de convencer al rey para que nom-
pág. 239 res imponía tributos diferen- Castro. brara funcionarios que actuaran
a final ciales entre indios pobres e con piedad cristiana. Santo Tomas
indios ricos. Estableciendo advertía al rey que debido a los
una carga mayor a los secto- nombramientos que efectuaba en
res más acaudalados Quince los aparatos coloniales de go-
años después, la carga tribu- bierno, en lo temporal jamás estu-
taria no diferencia entre indio vieron los indios ni su partido tan
pobre e indio rico. Esta opera- desfavorecidos como lo están al
ción sirvió para desarticular a presente. Y acusaba que los nuevos
las organizaciones indígenas. gobernadores del Perú estaban de-
jando de lado el programa de evan-
gelización.
Otro reparo igualmente grave a la
gestión de Castro fueron los cuan
excesivamente estaban tasados los
indios en los tributos que se les
manda dar.
Castro: Proyecto de aprovechar las
Indias para remediar con mayores
ingresos de plata las penurias fi-
nancieras de la real hacienda. Esta
nueva política colonial, centrada en
el crecimiento de las rentas reales,
nos sugiere que la decisión de im-
poner los corregidores de indios
formaba parte de una estrategia
global; colocando en los pueblos
andinos un aparato burocrático do-
tado de amplias facultades, sería
posible degradar el poder de las je-
faturas étnicas y de los religiosos
que componían el partido de los in-
dios.
Utilizo diversos argumentos de
mentira para justificar la imposi-
ción de los corregidores: Escribió
que puso los corregidores para im-
pedir los levantamientos indígenas
como el que ya estaba tramado por
los curacas cuando él llego a la tie-
rra, pero un año después sostuvo
que poner los corregidores solo fue
un recurso para dar de comer a
200 españoles.
Para descalificar a los encargados
de obtener el fruto grande de la
evangelización, Castro repitió el
mismo discurso que Nieva contra
los frailes. Sostuvo que el trabajo
evangelizador no había arrojado
ningún fruto, que muy pocos reli-
giosos sabían las lenguas indígenas,
que carecían de fervor misionero,
que en los pueblos indígenas lleva-
ban una vida licenciosa y además
tomaban tierras y se servían de los
indios sin paga, haciendo dinero
que ponen en poder de mercade-
res para enviar a esos reinos o a
Roma.
Chucuito y La Paz
La Gasca ordenó la fundación de La Paz incluyendo en su jurisdicción a los repartimientos
de Chucuito y Paucarcolla
A la ciudad de la Paz. El corregidor Alonso de Mendoza fue el primer encargado de "po-
ner la vara alta" en relación a la legislación vigente en la Ciudad que recientemente fundó.
Esta legislación estuvo (nuevamente) restringida a los repartimientos reales. Las limitacio-
nes de la implementación.
Las nuevas disposiciones legales deben considerarse en el contexto de las tensiones con
los encomenderos que perdían progresivamente sus atribuciones.
El corregidor Pedro Enciso fue el encargado de promover esta jurisdicción en la provincia
de Chucuito. Sin embargo, "Enciso duró en sus funciones hasta el levantamiento de Fran-
cisco Hernandez".
Hacia 1555 bajo el gobierno del virrey Cañetes, el conflicto con los encomenderos se ha-
cía eco en el Consejo de Indias. El virrey llegó a interrumpir la función de aquellos indios
que fueron nombrados alcaldes en Cuzco debido a la resistencia que existía a acatar la
nueva legislación. Nombrando en su lugar a "españoles temerosos de Dios". Además se
prohibió a estos funcionarios mantener tratos con indios. Los funcionarios españoles te-
nían, a partir de esta legislación, un poder superior al de los jefes étnicos.
Los encomenderos llegaron a ofrecer al rey la venta de vasallos para operaciones milita-
res. Además, propusieron pagar 5 millones de ducados de oro a cambio de conceder las
encomiendas a perpetuidad con plena jurisdicción civil y criminal.
Sólo algunas ventas fueron concedidas.
El Consejo de Indias advertía que ceder ante las demandas de los encomenderos sería
perjudicial para los naturales vasallos y entorpecer la tarea evangelizadora. Además, la
misma institución señalaba que se degradaba el dominio político (y fiscal) del poder real.
La progresiva conquista de los encomenderos podría derivar en una amplia independen-
cia de estos en relación a la corona y posteriormente a la conformación de otro poder to-
talmente ajeno. De las Casas propone, en cambio, restituir completamente la autoridad a
los señores étnicos asegurando que la corona obtendría de ellos un pago equivalente al
ofrecido por los encomenderos a cambio de sus demandas. (¿busca evitar 5 grandes ma-
les?)
El laicismo postula que los señores y caciques no sean privados de sus cargos salvo que
cometieron crímenes de "lesa majestatis" contra el rey privando también a sus sucesores
legítimos. También se reclama que el pago a los corregidores y autoridades españolas
corriera por cuenta de la corona. (más postulados del laicismo en pág 227)
La solicitud de cabildos indígenas obedece a la estrategia de legitimar el poder étnico re-
vistiendo de una forma europea.
"UN REY SOBRE MUCHOS SEÑORES NATURALES”
Esa era la estrategia del laicismo para que el dominio español se consolida y pudiera
cristalizarse finalmente.
*** Los problemas económicos de la corona cambiaron las prioridades hacia 1560.
Ahora la preocupación mayor eran los asuntos de hacienda. El rey pretendía otorgar en-
comiendas a españoles como feudos perpetuos a cambio de un servicio en plata lo más
alto posible. Naturalmente, las necesidades de incrementar la productividad de las minas
tenderían a desplazar a la piedad cristiana.
Frente a las objeciones del virrey Nieva (entre otros), acerca de las dificultades para au-
mentar la productividad mediante la perpetuidad, se optó por una política de segmenta-
ción: vender un tercio de los repartimientos a los encomenderos "más beneméritos"; incor-
porar a la corona un tercio cuando fueran vacando; y dejar el otro tercio restante como en-
comienda por una vida. Nievas, contrario al lascasismo, calificaba la política filoindñigena
como "behetría y como ganado sin pastor".
En sintonía con esta idea, el virrey se proponía aumentar el ritmo de producción y minar
paulatinamente el poder étnico para garantizar la explotación extrema.
(influencia aristotélica 232)
Nievas propone reemplazar a curacas y señores étnicos por "españoles de buen seso". Y
recomendaba desconfiar del clero para esta tarea. De hecho, Nievas llega a pedir que la
corona corrigiera toda la política de evangelización.
(culpa al frayle 234)
El fray Domingo de Santo Tomás es nombrado obispo en Charcas (el territorio con mayor
riqueza minera) justo en el momento en que la corona reclama mayores rentas.
Al frustrarse el negocio de la venta en perpetuidad de las encomiendas, la crisis de la real
hacienda continúa su curso. Frente a esto, se busca desplazar al clero y los señores étni-
cos a partir de la ampliación del aparato burocrático por medio de CORREGIDORES EN
LAS PROVINCIAS DE LOS INDIOS.
Las mentiras de castro ante el rey.
Además de regimentar la mano de obra indígena, los corregidores debían quitarles a los
religiosos la jurisdicción civil y criminal. Incluso los corregidores pasan a reservarse el cas-
tigo por hábitos religiosos. Es decir, a castigar la celebración de "antiguos ritos". El arzo-
bispo Loayza reclamó ante las "incongruencias"
El salario de los corregidores corría por cuenta de la población indígena. Esto desató un
nuevo punto de conflicto.
El PARTIDO DE LOS INDIOS
Objeciones del arzobispo Loayza. 267-268
La legislación anterior a la introducción de los corregidores imponía tributos diferenciales
entre indios pobres e indios ricos. Estableciendo una carga mayor a los sectores más
acaudalados. Quince años después, la carga tributaria no diferencia entre indio pobre e
indio rico. Esta operación sirvió para desarticular a las organizaciones indígenas. -legisla-
ción a cargo del Oidor Cuenca-