Jake
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Semanas Después…
Mi corazon late muy rápido, ocasionando que me sienta mareado, los chicos están tensos
esperando algo o a alguien, el lugar se llena rápidamente; toda mi familia está presente mis
primos y primas sonríen alegremente, ¿Que es lo que pasa?. Papá me observa
atentamente en su mirada está la tristeza y el odio.
─Jake, ¿estás listo?, ─ una voz me sobresalta.
─No. ─ expreso.
─ Solo prométeme algo, ─ en su mirada las lagrimas no paran de salir.
¿Por qué lloran todos? ¿Que pasa?, ─Claro.
─No la lastimes.
¿A quien?, ─ Eso es algo que…. solo ella y yo sabremos hacer.
Un sollozo salió de sus labios, ─ Ella no merecía esto, no por nosotros.
─ Creeme yo tambien he sacrificado muchas cosas por ustedes y mi familia.
─Eso, y que le has quitado lo único que tenía.
Mis ojos jamas dejan a la chica, ─¿Que es?.
─Su libertad.
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Me levanto de golpe, todo a mi alrededor es borroso la luz no entra por ningún lugar,
excepto por mi ventana; mi respiración es agitada todo me da vueltas, mi corazón martillea
contra mi torso queriendo salir de él.
Han pasado semanas y sueño con esas escenas una y otra vez sin parar, mis padres jamás
están en casa, cosa que es extraña y nana ha estado cuidado de mi “Como siempre” y no
me ha dicho nada de mis padres, lo único que asegura ella es de que salieron a un viaje de
negocios del cual no tenemos noticias.
Los sueños, son muy extraños todo es lo mismo, pero ¿Quién es la chica que sueño? ¿Por
qué la defiende? ¿Que sacrifique? ¿Su libertad? sigo sin entender todo lo que tiene que ver
con con los sueños, que no revelan nada de la identidad de la chica.
Mis ojos me ubican en mi habitación, todo está oscuro lo único que alumbra es luz de la
luna, que se cola a través de mi ventana, frunzo el ceño al ver que aun es de noche, mis
ojos se ubican en mi reloj de mesa, y esté indica que son las 3:30 a.m, mis manos quitan
todo rastro de sueño que había en el.
Mi rostro acompañado con sudor, me deja claro que todo esto me hace perder la cabeza
cada vez más y más, porque quiera o no lo sueño y eso no es nada nuevo para mi. Tomó
una respiración a la vez, para tranquilizar mi respiración y corazón al mismo tiempo, mis
manos juegan con mi cabello hasta alborotarlo por completo.
─Dios, ¿que es esto?. ─cuestionó a la nada.
Siento una extraña presión en mi pecho, es como si alguien no está bien o simplemente son
cosas en mi cabeza, todo es tan revuelto ya nada tiene sentido, como si alguien jugara con
mi cabeza cada vez que le plazca, como si todo se me va de las manos aunque no me de
cuenta. Es muy extraño.
Dejo caer mi cuerpo de nuevo en las almohadas, mis ojos pesan y no tengo ganas de
quedarme despierto toda la madrugada así que me vuelvo a quedar dormido sin darme
cuenta.
A lo lejos de mi sueño, se oye algo molesto es un sonido que vibra y suelta una melodía que
yo conozco, no sabria como describirlo, pero solo se que es molesto. Mis ojos pesan, no
quiero abrir los ojos y mucho menos apagar y descubrir el causante de mi despierto. Dejó
que esté sonido siga con su molesta melodía, pero no me deja descansar ni un solo
momento. Mi cabeza se levanta de golpe y me mareo mis ojos indagan mi habitación en
busca de ese sonido irritante, me doy cuenta que es mi… trlefono ¿quien me llamara?
Lo tomo sin pensarlo dos veces o ver el contacto contesto.
─¿Hola? ─ susurro adormilado.
─¡¡Cooper hijo de tu re… !!─ gritan a través de la línea.
─¿Que demonios? ─ mi irritación crece, ─¿Por que carajos gritas?.
─Jake, no me vengas con tu mierda, ─ exclama enojada… ¿Keilla? ─ ¡¡Jake, estás
retrasado y nos toca exponer hijo de puta!! ─ explica.
Sigo sin entender, ─Pero si… aun es temprano.
─Jake por una puta vez en tu vida ─ su respiración agitada, ─¿Has revisado el maldito
reloj?. ─ mis ojos buscan mi reloj de mesa, ¡¡MIERDA!!, esté indica que son las ¡¡8:30 am.!!.
─¡¡Mierda!! ─ mis ojos se abren hasta su límite, rápidamente me levanto de la cama y busco
mis cosas para dirigirme al baño.
─Cooper ven rapido o te parto el culo tu escoges.─Y antes de que conteste corta.
Tiro mi telefono a mi cama y salgo disparado a mi baño.
Después de lo que a mi me parecieron horas, llegué al instituto recorrí las clases como un
maniático en fuga, todos me miraban raro como si tuviera mierda en la cabeza pero lo
ignore. Como siempre todas las chicas no dejan de coquetear al verme, pero siempre las
dejo aun lado y voy por donde vine, veo la clase de artes y de un golpe abro la puerta, veo
el aula solitaria… ¡Ay no!.
─Llegastes tarde Cooper.─ me sobre salto, mis ojos buscan de donde proviene la voz,
localizó a Keilla en nuestro lugar sola, ella parece escribir algo pero no se ve, ─Ni intentes
arreglar nada.
Mis latidos aumentaban cada vez más al ver, a esa chica hablando como si esto fuera
menos importante, ─ De verdad lo sien...─ el chirrido de una silla siendo arrastrada me
interrumpe.
─¿Te puedes callar?.
Mis ojos se topan con el gris frío de los suyos,─Keilla de verdad….
─Bien ese es un no.
─¿Qué te pasa?.
─Nada que a ti te incumba.
─Entonces déjame hablar.
─No, ─ sus hermosos labios, forman una sonrisa, se acerca a mi a paso firme, ─ por que te
pedí un… pequeño puto favor Cooper, ─ en sus ojos el odio, su dedo apunta mi pecho. ─ y
no fuistes capaz de cumplirlo.
Mi mano acuno su muñeca con ternura, ─Lo sé y lo siento.
Bufa,─No me vengas con tus disculpas, ─ se suelta de mi agarre,.─ Gracias por mi C-.
Mis ojos jamás dejan su hermoso rostro, el cual se encuentra con sus cejas fruncidas. ─
Keilla, callate y escuchame.
Ríe amargamente, ─ Vete a la mierda.
Camina hasta nuestra mesa y recoge su mochila del suelo, ─Keilla espera.
Ella pasa a mi lado y cierra de un golpe seco la puerta.
“Que mujer, te pido perdon y no lo aceptas ¿Quien te entiende?”
Salgo detrás de ella, pero los alumnos se amontonan a mi alrededor, ninguno me deja ver
más allá de la clase de Anatomía, logro ver su escultural cuerpo caminar directo a clase de
reunión común, camino hasta esa clase y al entrar, todos los alumnos entran detrás de mí
“¿Qué demonios pasa?”
Veo el aula, es grande como mi casa más o menos, las paredes son de color hueso
apagado, en el escenario se encuentran las cosas de sonido que se usa cada año en el
gimnasio para las actividades de fin de curso, veo al director Eduard Same, es un señor de
la tercera edad, siempre con su traje elegante de colores neutros, el de hoy es un azul
marino. Veo que discute con los demás maestros para poder al fin hablar, veo de lejos a
Keilla hablar con sus amigas las cuales ríen ante algo que ella comenta.
Más cerca de mí, se encuentran mis amigos, los cuales no dejan de molestar entre sí
mismo, al acercarme a ellos el primero en regañarme es Diego, ─¡¡Joder!!, ─ exclama
alegre, ─ Pensé que no vendrías viejo.
Sonrió tenso, Drew me mira y niega rápidamente, ─Dejastes sola a Keilla con tu exposición,
la cual… ─ Se encogió de hombros, ─No estuvo nada mal, ─ sus ojos en su teléfono ─
explicó muy bien las cosas, ─ levanta la vista y en sus ojos está la pena, ─ pero tu mi
amigo, la has regado… muy gacho.
Giro mi rostro a la dirección de Keilla, la cual está sonriendo alegremente con las chicas,
─Lo se trate de pedirle perdón pero… ─ un suspiro triste sale de mi.
─¿Pero… ? ─ cuestiona Drew y Diego a la vez.
Una sonrisa triste se forma en mis labios, ─Es una chica dificil.
Los chicos chocaron miradas y simplemente niegan ─Viejo esa chica es un bombom, ─
Drew comenta, su mano cae en mi hombro izquierdo, ─Pero ese bombón, puede llegar a
hacer muy dulce, ─ su rostro se inclina en dirección de Keilla. ─ Puede llegar a tener un
dulce veneno, que te mata lentamente.
Ante esas palabras, todo cobró un sentido extraño, sí lo que decía Drew era cierto ¿Cómo
sabré que me mata?, ¿Cuando todo esté perdido? Dios… es tan confuso, que a veces me
pierdo en todo lo que tiene que ver en ella.
Su forma de proteger algo que está herido, algo que no quiere que alguien cure o haga el
intento.
Como esos hermosos ojos, te matan lentamente sin que te diga una sola palabra, todo está
en eso, algo que está pero no puedes ver ni tocar, por que ella lo cubre y finge que jamás
estuvo ahí.
Es como si ella misma trata de apartarte de sus demonios, como si ella te protegiera de sí
misma, sin que te des cuenta.
LA voz del Director se oye por toda la clase, ocasionando que mis pensamientos se
esfumen, ─Queridos estudiantes tengan todos un buen inicio de clases,─ todos aplauden
ante su entrada, ─ Queremos informarles, que hubo unos cambios en los itinerarios, ─Todos
murmuran, y el director continúa. ─ Hoy por motivos de recursos se realizará, La Gala
estudiantil, que se realiza cada año. ─Todos aplauden y gritan de felicidad, mi mente viaja a
los años anteriores en donde se realizaba casi a fin de curso esta gala, ¿Por que el cambio
tan radical?. ─Lo se, lo se todos se emociona, pero recuerden es hoy. ─Eso hace que el
grupo de chicas griten como locas, ¿Porque les importa tanto una puta gala?, ─Se realizará
de la siguiente manera.─ Esté cambia de lugar con el profesor de Artes.
Esté observa a todos y sonríe ─ Bien se organizó, con el término de parejas… ─Todos
gritaron y comenzaron a moverse escogiendo a sus parejas. ─Chicos calma por favor,
déjenme explicar, ─Todos se paran en seco, veo que casi todos los chicos quedaron junto a
Keilla, digo CASI por que solo nosotros somos los raros que no hemos ido, ─Todos tendrán
que llevar pareja, osea su pareja de estudio, ─Todos bufaron irritados ante esa noticia, ─Se
pondrán puntos a todos por lo siguiente.─ todos se callan de repente.
─Que suerte tienes Jake ─ Susurra Diego.
Suerte de ¿que?, ─No entiendo.
Drew estampa su mano en mi frente, ─ ¿No ves idiota?
Me encojo de hombros, ─¿Que tengo que ver?, ─Mi mano no deja de sobar mi frente.─
Explicate.
─Te toca salir con Keilla idiota ─ exclama irritado Diego.
Mis ojos se abren hasta su límite, por Dios es cierto. Mis ojos caen en ella la cual está
hablando como si nada. ─Ella no vendrá. ─Comentó seguro.
─Yo si fuera tu, ─ Diego niega, su sonrisa se agranda más y más. ─ No diría nada.
─Bien chicos, los trajes serán a su elección, hora de entrada y comienzo 8:30 p.m.─
comienza a explicar el profesor. ─ Será calificada cada una de las piezas que las
acompañen, con el punteo total de 30 puntos. ─Todos exclaman alegres, esta maldita gala
cuesta un examen. Por Dios están locos.
─Bien todos tiene periodos libres, para preparar todo a lo relacionado con este tema, Buen
dia. ─ Se despide el profesor.
Las chicas gritan como locas, todos salen rápidamente hasta el campo de fútbol. Veo a
Keilla, caminar hasta salida y pasa a mi lado, ─ A fuera.
Toma mi codo y me lleva con ella, los chicos no me ayudan en nada más bien se ríen y al
final veo que ellos también son arrastrados por sus acompañantes. ¡JA!, Keilla camina
hasta el campo de fútbol, esté está al fondo del instituto tiene porterías y canchas de
basquetbol, la grama es de un verde limón, las gradas de color azul, están repletas de las
chicas que discuten sobre lo que llevarán esta noche veo que ella me suelta y se separa de
mí para encarar. Estamos en medio de la cancha, más allá detrás de ella se encuentran las
chicas con mis amigo discutiendo de lo mismo.
─ No voy a ir, porque una no me gusta esas mierda, ─ comienza, en sus ojos no hay nada
más que el aburrimiento. ─ Y dos no tengo vestidos para esa mierda. ─ al terminar cruza
sus brazos y me observa de arriba hacia abajo.
─¿Que?. ─ exclamó.
─¿Estás sordo o que?
─¿Que? ¡No!.
─¿No que?. ─ cuestiona esta.
─¿Como demonios no vas a tener un vestido?.
Simplemente se encoge de hombros ante mi pregunta.
“¡¡Alguien me explica ¿¡COMO UNA MUJER NO VA A TENER VESTIDOS!!? Como!!.
─¿No eres mujer o que?. ─ Pregunte, por dentro rezaba que dijera que era mujer “Dios que
sea mujer, no me defraudes” pensé.
─¡¡Eres un hijo de..!! ─ muerde sus labios, para no soltar una mala palabra, ─¡¡Soy mujer
OK!!. ─ un alivio recorre todo mi cuerpo, y suelto el aire que estaba reteniendo
inconscientemente.─ Solo por que sea mujer no significa que voy a tener cientos de
vestidos idiota.
Entonces, ¿por qué siempre salen de compras?, ¿Cuál es el punto de eso? las mujeres son
tan!! complicadas, ─¿Porque no le dices a las chicas que te presten uno suyo?. ─ En su
mirada la furia recorría cada centímetro de su facciones.
Toma respiraciones muy largas antes de hablar. ─ A ver Cooper. ─ Que sí las miradas
mataran, yo ya estaría tres metros bajo tierra, ─ ¿Estas tan ciego?, ─ deja caer sus manos
a sus costados, ─ Mira a las chicas y mirame a mi ¿Que ves?.─ se señala así misma.
Dejo de verla y hago lo que quiere, ella y las chicas son muy diferentes, a ellas les gusta los
colores vivos y a ella… a ella los colores neutros o apagados, ellas tiene muy buenas
curvas, y ella…. ella las supera visiblemente.
─¿Y bien, ya te distes cuenta? ─ cuestiona la irritada voz de Keilla.
Asiento, ─ Lo se pero… ¿No tienes ninguno?. ─ al instante me arrepiento de mi pregunta.
“Oh oh”
─Oh espera… ─ su mano viaja a su barbilla como si estuviera pensando, ─… espera sí..
uno de cuando tenía ¡¡CUATRO AÑOS IMBECIL!!. ─ exclama cabreada.
Ok ese mensaje me quedo más que claro, ─ Bien ya entendí ─ mis manos se levantan, en
forma de paz.
Aplaude escandalosamente, ─ Al fin, Dios… ─ su mirada en el cielo, levanta las manos esto
hace que su blusa color hueso revele su abdomen, más con esos pantalones de color beige
que trae hoy, sus típicos vans negros, esa escena causa que retenga la risa. ─ Le distes el
don de entender a este hijo de su… como se. ─ baja sus brazos y los deja caer débilmente.
─Por favor, deja de hacer esas cosas. ─ exclamó al borde de la risa.
Pone los ojos en blanco ante mi comentario ─ Y… ─ juego con mis manos nervios, ─ Si ¿te
consigo un vestidos vienes? ─ cuestiono.
Niega, ─ ¿Como voy a ir con un vestido tuyo?. ─ exclamó burlona.
“Me ofendes niña”
─ Exactamente, es de mi madre. ─ sonreí.
─No me pondré algo de tu madre. ─ hace una mueca de asco.
─ Es un vestido que no ha usado. ─ muevo mis cejas rítmicamente.
─ No.
─Keilla son nuestros puntos. ─ pongo mi cara de cachorrito.
Ella mira mi rostro y aparta la mirada de mi. ─No hagas eso. ─ exclama seria.
¿Y ahora que le pico? ─ Lo seguiré haciendo si no me dices que sí.
Suspira pesadamente. ─Bien. ─ pone los ojos en blanco.
─¡Sí!.
─Callate, Cooper.
Río, ella simplemente me observa y mete sus manos en sus bolsillos traseros. Como todos
están ayudando a que lo de esta noche sea “Inolvidable” casi todas las chicas están
hablando y organizándose para su visita al Spa o yo que se, Keilla busca algo en su
teléfono que me deja intrigado, gruñe por lo bajo y guarda el teléfono enojada, al verme ella
cambia de inmediato de postura, ─ Por lo menos dime ¿Que color es? ─ estiona ella.
Joder!!, mamá tiene muchos, pero cual recuerdo haber visto un vestido rojo vino, sin
mangas con un pequeño escote de forma V y una abertura bastante llamativa en el muslo
derecho, ─ Rojo, es rojo. ─ trago grueso.
Su ceja derecha se eleva sospechosa, ─ Rojo ¿enserio?.
Asiento, ─ Se te veria bien, ¿Algún problema con ese color?.
Veo como ella traga grueso, ¿Que tiene ese color?, pero niega rápidamente, ─
Simplemente, siento que no me iría.
Rio, ─ Creo que cualquier color de va bien, ─ me encojo de hombros.
Ella ríe .─Si es mujer y follable, para ustedes los hombres todo le va bien ¿no?. ─ en sus
ojos la burla.
Pongo los ojos en blanco, ─No, simplemente porque tienes una piel bastante llamativa, te
cambian todo.─ miento.
─ Mientes.
─No.
─Aja, eso ni mi padre se lo cree.─ ríe ella.
JA JA muy graciosa.─ No tiene gracias.
Ríe más fuerte. ─Para mi sí.
─Tienes un pésimo sentido del humor.─comentó.
Ella posiciona sus manos en su pecho.─ Eso es lo mas romantico que me has dicho. ─ sus
ojos llenos de… ¿Ternura?.─. Espera… no eso él lo más estúpido que has dicho. ─ vuelve a
reír.
Por un momento me lo creí. “Y SEÑORES Y SEÑORAS; ESTA ES LA HIJA DE SU PU!!...
PUEBLO KEILLA OCEAN; UN APLAUSO PORFAVOR” maldición con ella es tan difícil
hablar con seriedad. A veces digo que es retrasada y ya, por eso su estupida forma de
humor.
─¿Porque no vas con tus amigas al Spa y esas cosas? ─ pregunto, con el punto de cambiar
de tema, por que me tiene hasta la chingada con su sarcasmo, que si fuera posible me lo
meto por el culo.
─Yo no soy de ir a esa cosas, gracias.─ ella se encoge de hombros se deja caer el césped.
Ella deja su mochila a un lado y la registra por completo, al encontrar lo que busca, saca
unos lentes oscuros para sol, y sin más como si estuviéramos en la playa se los coloca. Los
lentes le hacen juego con su pelo suelto y su ropa neutra de hoy.
Hago lo mismo que ella, y al tenerla más de cerca veo que ella sonríe como tonta. ─Y dime
¿que te hace reir ahora? ─ cuestiono.
Ella me da una sonrisa de boca cerrada. ─ Nada, guapo… nada. ─ niega.
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Keilla
6:30 p.m.
¿Cómo demonios me deje convencer para hacer esta estupidez? no saben como me
arrepiento, no nací para esto, mis amigas están locas, yo no pero ¿esto? ¿enserio? ¿hoy?
¿ahora? ¿porque? ¡AHAHAHAHHAHA!.
Veo mi rostro, en el espejo de mi pequeña mesa de cosméticos, tengo un poco de
mascarilla, sombras de color café claro, unas colas de gato bastantes lindas debo admitir,
tengo un poco de mascarilla, un poco de rubor y pintalabios de color rojo vino, no muy
llamativo, mi cabello cae como siempre con las ondas no muy marcadas en las puntas y liso
arriba.
─Me veo… bien. ─ me convenso a mi misma.
Llevo puesto una blusa larga manga larga de color gris, abajo de esta llevo mi brasier para
“vestidos” según Naty y Kat, es del color de mi piel, pero esté se pega a mi piel, y joder que
me siento rara, de no cargar los putos tirantes, llevo mi pantaloneta de color negra y mis
calcetas largas del mismo color, me he metido a la ducha temprano, ya que a mi cabello le
cuesta secarse por lo largo que es, llevo en mi habitación casi todo el dia, papá me ha dado
permiso para venir muyy tarde. El se lo a tomado algo mal, no le gusta que salga si no es
con las chicas a nuestras pedas de siempre, pero sí es con chicos es donde el no da el
brazo a torcer, “yo que ni salgo con chicos” pienso.
En mi teléfono suena. Camila Cabello - Shameless, la verdad no se ni por que la escucho, es
muy buena su letra es demasiado atractiva, pero rebelde en ese punto.
─Right now, I'm shameless,Screaming' my lungs out for ya, Not afraid to face it.I need you
more than I want to, Need you more than I want to. Show me you're shameless, Write it on
my neck, why don't ya?. And I won't erase it, I need you more than I want to.
I need you more than I want to ─ canto.
Mi cabeza danza al ritmo de la música.
Dos toques de la puerta me saca de mi momento de gloria.
─¿Sí?─ preguntó.
─Cariño llego ¿Jake? creo que asi se llama. ─ me informa papá.
─Dile que suba por favor papá ─ gritó.
─Bien cariño.─ escuchó su voz tensa.
Escucho como camina hasta perder rastro de él, me miró por última vez al espejo, todo está
en su lugar, ¡Jesús, ayúdame!, mis manos sudan, jamás he hecho esto, sí voy son con las
chicas y nada más, pero con un chico y ¿Cooper?, de ¿verdad?, niego ante mis
pensamientos.
“Keilla respira, todo está bien, nada va a pasar.”
Pero qué estúpida.
¡Callate!
De nuevo los golpes, bien aquí vamos. ─¡Pasen!.
La puerta rechina y veo como un Jake de traje formal entra a mi habitación.
“¡JESÚS; DE TODOS LOS SANTOS!”
El traje es de color negro, una corbata roja lo acompaña, su camisa blanca y nos zapatos
del mismo color que el traje, DIOSSS qué es esto. ¿Estoy alucinando? ¿Ya estoy muerta?
por que sí es así, pues… ya no quiero regresar.
─Por… Dios… Keilla. ─susurra Cooper.
¿¡QUE!? ¿¡ME VEO MAL!?
─¿Que?. ─ pregunto tranquila. ¡¡Ahh… Pero por dentro MIERDAAAAA!! ¡ME VOY APLICAR
LA AUTOMURISION!!
─ Te ves… ─ habla hijo de puta, ¡HABLA!. ─ Hermosa. ─ suspira.
Lo sabia… sabia que me miraba fea, que esto no es para mi qu…. ¡Espera QUÉ!, ¡QUÉ
HAS DICHO!. ─ ¿Q-que?. ─ susurró, agitada mis pensamientos, tan… ay ya ni se como
decirle.
─Que te ves, hermosa.─ una sonrisa aparece.
Sonrió.─Gracias, lo mismo digo de ti Guapo. ─ Estas follable, mente sucia fuera.
─Ah gracias.
─ Y ¿donde esta el vestido?. ─ pregunto para cambiar de tema.
Se acerca a mi, que no me he movido de la silla de mi mesa, y me entrega una carpa negra,
que tiene el logo de victoria secret impresa de color dorado, mis ojos se agrandan hasta su
límite.─Guapo… esto es demaciado, ─ mi voz se vuelve fría. ─ No lo usare.
Intentó regresar pero él simplemente sonríe.
─Es un vestido, de una sola noche Keilla.─ en su mirada una calidad casi envidiable.
─N-no.
Se arrodilla ante mi y toma mis manos entre las de él.─Solo una noche.
Asiento, el deja un casto beso en mi frente. ─Bien vete a cambiar, yo te esperare aqui.
─comenta.
─No toques nada. ─ advierto.
Levanta sus manos en son de Paz. ─No lo haré.
Me levanto lentamente de mi asiento con, él siguiendo mis pasos su musculatura choca de
una forma suave con mi débil cuerpo, ente este movimiento hace que nuestros labios casi
se choquen entre sí, mis manos aún sostienen el delicado vestido, ante el movimiento su
mano sostiene mi cintura.
─Ya regreso. ─ susurro cerca de sus labios.
─Claro.─ suspira.
Me alejo de él, y caminó rápidamente hasta quedar enfrente de la puerta. ─No toques nada.
─amenazó antes de salir.
Camino por el estrecho pasillo, hasta encontrar el baño, entro y enciendo la luz esto revela
otra vez mi baño, camino a la ducha y dejó el vestido colgando de la puerta. “Sí soy pobre,
no tengo para tender mi putas perchas” me alejo un poco y observó la capa negra.
Veo el siper de esté y lo bajo por completo, esto revela un hermoso vestido de color rojo
vino, observó que esté es algo comun asi que lo sacó y me arrepiento completamente.─ Ay
no… no. no. ─ veo que esté vestido tiene un gran escote en V en el pecho y una abertura
muy grande en el muslo derecho. Veo que esté no tiene mangas pero, eso el lo menos que
me preocupa, JODER el escote que ¿piensa que soy puta o que?.
Dejo los berrinches para otro dia y me desvisto por completo, dejando ver mis senos casi
descubiertos y mi braga de color negro. ─ Mierda.
Me coloco el vestido y esté se ajusta a la media de mi cuerpo, veo que el escote V llega
hasta mi abdomen, mis ojos se abren hasta su límite, el escote aún cubre mis senos, la
“pequeña” abertura de mi muslo no hace nada más que alterarme. ─ ¡Dios NOOO! ─ chillo
en un susurro.
Salgo de ahi con pena recorriendo cada poro de mi cuerpo, mis manos no alcanzaron el
siper de atras asi que le dire a Jake que lo suba por mi, mis manos están encima de mis
pechos para evitar que el vestido se caiga y revele mis no tan cubridos senos. Descalza por
todo el pasillo, solo pienso en todo lo que me dirá papá al ver este maldito vestidos. Antes
de abrir la puerta tomo una respiración lenta y tratando de controlar los desenfrenados
golpes de mi corazón… Uno.... Dos… Tres….
Abro la puerta de golpe y veo a Cooper levantarse de mi cama. ─ Te odio. ─exclame
enojada.
Él frunció las cejas,─¿Y se puede saber porque?. ─ cuestiona el sin comprender a lo que
me refiero.
Me doy cuenta que el vestido, en donde se encuentra la abertura ya no está. ─ Ah espera.
─ levanto mi dedo índice, levanto mi pierna derecha y esta sale libre del enjambre del
vestido como si nada, mis brazos por encima de mis hombros apretando para dejar a los
ojos de Cooper todos los Putos escotes. ─ ¿Ahora sí?. ─ cuestione enojada.
El abre los ojos, asombrado de ver casi todas mis extremidades a su disposición. ─¿¡Es
demasiado escotado!?. ─ exclama asombrado.
─¿Tu crees?. ─ cuestionó obvia.
─Te juro que no sabía, que era… tan revelador. ─ argumenta.
─Aja, eso sí me lo creo. ─ miento.
─Dios, es… bastante revelador. ─comenta.
─Ya lo sé, ─ afirmó cabreada. ─ Ahora mejor, subeme el siper.
Me doy la espalda hacia él para que se le facilita la súbita del siper. ─¿Que?. ─pregunta el.
─Sube el súper… ─ suspiro. ─Porfavor.
─C-claro.
Siento su mano, encima de mi cintura y esté tacto hace que mi piel se eriza por completo.
Su piel sube lentamente por mi columna, hasta llegar a mi parte baja del cuello. Siento su
aliento chocar con mi cuello, y esto provoca que un gemido ronco salga de mi boca.
─Gracias.
Dicho esto me alejo de él de golpe, me giro y veo como traga fuerte. ─Te queda muy bien el
vestido. ─comenta.
Abro mi closet y me veo en el espejo, el vestido se apega mucho a mi cuerpo, dejando ver
mis curvas favorables por completo. ─Sigo pensando, que es muy expuesto. ─comentó.
─Tal vez.
─Mmm, sigo sin cambiar de opinión.
El se deja caer en mi cama, desabotona el penúltimo botón de su saco, ─Para mi te vez
bien.
─Aja.
Coloco mi cabello adelante y atrás de mi pecho y espalda, para que cubra un poco todo lo
revelador de mi cuerpo,─Ves por ahi mis tacones. ─pregunto.
─No.
Me giro y el se encoje de hombros, busco con la mirada el panorama para encontrar mis
zapatos perdidos.─ ¿No son los que están en la puerta?.─ cuestiona Cooper.
─¿Donde?.
─Ahí. ─ su dedo señala el costado derecho de mi puerta, mis tacones negros de punta de
punta delgada de unos… ¿cinco centímetros?. Unas cuerdas se cruzan en él hasta llegar al
tobillo, en donde se amarran para quedar firmes y no caerse.
─Si son eso.
Camino hasta ellos, y los recojos camino hasta quedar sentada junto a Cooper, abro la
abertura para sacar mis pies y colocar los tacones, al hacerlo Cooper no pierde rastro de
mis movimientos en ningún momento. Me coloco el primer tacón y esté me queda a la
perfección. Al terminar de colocarlos, me levanto y camino segura hasta el espejo y veo que
esté refleja mi figura bastante llamativa ante mis ojos. ─Mierda, esto es demasiado
llamativo. ─comentó.
─No, simplemente te queda muy bien.
─No.
Veo desde el espejo que él pone los ojos en blanco. ─Vamos es tarde.
─Espera, aun no he terminado.
Él asiente y ve mi teléfono. ─Karla, reproducir música. ─hablo caminando a mi mesa de
cosméticos.
─Claro. ─se escucha la voz artificial.
─Por Dios, así que es un telefono de ultima generacion. ─ comenta conmocionado Cooper.
─Si, pero odio presumir, así que, ─ me encojo de hombros. ─Da igual.
Me siento y busco entre los cajones, una caja de tamaño mediano en donde se encuentran
mis collares, aretes y demás, ─Pero, ¿por qué odias, estos recursos que tienes?.
─cuestiona Cooper.
Sonrió. ─Por que aprendi a ser humilde, de una manera, poco imaginable. ─confesé.
Al fondo se reproducía Shawn Mendes, Camila Cabello - I Know What You Did Last Summer,
─Wow, asi que ese es el propósito. ─asegura.
Busco entre los cajones, hasta llegar al último y encuentro mi caja, en ella hay fotos
pegadas, de las chicas, papá, de mi madre y mías, en ella está escrito.
broken dreams. ─No es solo por eso, Jake. ─comencé, mis labios formaron una sonrisa
triste. ─No todo en la vida lo obtuve, como lo tengo ahora. ─y con eso ya no respondería a
ninguna pregunta.
Al abrir la caja, veo las secciones llenas de collares, aretes, joyas de alto valor que se me
fue heredadas de mi padre y madre. Busco entre ellas una en especial. Es una cadena
pegada al cuello, que en medio de ella está adornada por un corazón negro por completo.
─Es algo extraño, como fue tu crianza. ─comenta de golpe Cooper. ─A mi me lo
demostraron de una forma poco inusual. ─ en él su voz suena apagada.
─Solo en eso, nos parecemos. ─ respondo.
─No lo creo.
Mis ojos jamas dejan la cadena, ─Puede que si, ─ mis manos aprietan está ante el
recuerdo. ─Y puede que no, nadie sabe. ─ busco otra cadena que es larga y llega hasta en
medio de mis senos, escucho como el simplemente suspira.
Guardo la cadenas que saque por accidente, meto de nuevo la caja en el gabinete, me
levanto y me acerco a Cooper que está enfrente sentado en dirección a la puerta, el al
verme se pone de pie, y queda a centímetros de mi cuerpo. ─¿Me pones los collares,
porfavor?. ─pregunto.
El simplemente asiente, ante su afirmación me doy la vuelta y me recojo el cabello para que
no le estorbe.─Presta los collares. ─exige.
Le doy el primero. ─Creo que no todo es lo que parece. ─comentó.
El rie. ─¿A qué te refieres?─pregunta.
Siento como el collar choca con mis descubiertos senos. El frío metal sobre mi piel, provoca
un escalofrío. ─ Me refiero, a que tu no eres, el chico que aparentas. ─Mis ojos fijos en la
puerta. ─Y mucho menos yo no soy quien aparento. ─confieso.
Bufa.─¿Crees que todos, dan su cara?.─ él toma el otro collar, que mi mano le ofrecía.
─Todo es una máscara, ─ suspira, mis ojos se nublan. ─Para… no dejar ver las cicatrices
que hay en su verdadero rostro. ─ al decir lo último, sentí las ganas de llorar.
Siento, como el collar choca con mi cuello y se ajusta perfectamente. ─Listo.─comenta.
Asiento, ─Ahora sí, nos podemos ir. ─ me doy la vuelta y veo los ojos azules de Cooper, con
una chispa de nostalgia.
Sonríe,─¿No llevaras nada más?. ─pregunta.
Mis ojos indagan la habitación. ─Ah sí mi… mis cosas. ─comentó.
─Bien.
Camino, hasta mi closet y veo que las bolsas están más arriba de lo que mis brazos
(“Bracitos de pollo”), no alcanzan, aún con los tacones, choco mi frente con la columna de
mi closet. No me jodas.
─¿Pasa algo?. ─pregunta burlón Cooper.
─Seee. ─digo cansada.
─¿Se puede saber?. ─ Es...que eres un hijo de toda tu…. mmm.
“Sucias mal pensadas”
─No alcanzó, el bolso. ─comente irritada, por su forma de burlarse. Tan baja como mi…
NADA.
─Te ayudo. ─”No ves que sí IDIOTA”.
─¿Tu que crees?. ─pregunto.
Sonríe, inocentemente.─Que… ¿Sí?. ─ No… yo pensé que…. Keilla respira.
─Si. ─ respondo irritada.
Camina hasta mí, sus ojos contra los míos. ─La bolsa del lado derecho. ─señalo la pequeña
bolsa de color negro que está arriba del estante.
─Bien. ─ sonríe.
Ni se estira, el desgraciado y lo alcanza.─Bien, aqui esta.
Pongo los ojos en blanco,─Gracias. ─digo amargada.
Esta… será una noche… bastante interesante.