V. Templanza. Relación de La Templanza y Otras Virtudes
V. Templanza. Relación de La Templanza y Otras Virtudes
V. Templanza. Relación de La Templanza y Otras Virtudes
1. TEMPLANZA Y PRUDENCIA
El papel de la prudencia es fundamental en el actuar moral.
En síntesis, corresponde a la prudencia el papel decisivo de determinar cual sea el término medio virtuoso de cualquier
virtud moral.
Esto quiere decir que, para determinar lo bueno “in concreto” no puede haber norma de acción alguna: hay que recurrir
a la prudencia.
2. TEMPLANZA Y JUSTICIA
La influencia de la templanza también se extiende a las relaciones con los demás, y de este modo cae bajo la órbita de la
justicia.
A) Caracterización de la Justicia
La justicia es la virtud que inclina a dar a cada uno lo suyo, y radica en la voluntad como sujeto propio.
La voluntad necesita de un hábito para dirigirse al bien del otro porque éste bien no es proporcionado a la voluntad: sólo
es objeto de la razón.
Expliquemos lo que acabamos de afirmar…
a) A causa de la individuación, la voluntad del individuo está, por naturaleza, preparada para querer el verdadero bien del
propio individuo.
b) No está, en cambio, preparada para querer el verdadero bien para los otros individuos.
c) Para colmar esta laguna es preciso un modo de regulación que incline a la voluntad a querer el bien de otro en cuanto
que es otro, distinto del individuo agente; a querer el bien que es debido a otro.
d) Tampoco los sentidos no pueden captar ni tender a un bien para otro, sino sólo al bien para uno mismo.
Esta es misión de la voluntad regulada por la razón, es decir, de la voluntad justa.
3. TEMPLANZA Y FORTALEZA
Vamos ahora a exponer la relación que se establece entre la templanza y su virtud gemela, la fortaleza, que reside también
en el apetito sensible (irascible).
A) Caracterización de la Fortaleza
La fortaleza, como la templanza, tienen como misión mantener al hombre a salvo del peligro de decaer en el bien de la
razón, moderando las pasiones.
El objeto de la fortaleza es el bien arduo, es decir:
A la fortaleza corresponde eliminar el obstáculo que retrae a la voluntad de seguir la razón (de seguir el bien, de optar por
el verdadero bien)
Santo Tomás cita como partes cuasi-integrales de la fortaleza, en el sentido de principios que deben concurrir al acto de
fortaleza, a las siguientes virtudes:
La magnanimidad (o confianza)
La magnificencia
La paciencia
La perseverancia (o constancia).
Las dos primeras hacen referencia al “ataque”, y las dos últimas a la “resistencia”